Aspectos de sexualidad en la Antigua Grecia ... - Juan José Millán

Juan José Millán Estañ juanjosemillan@hotmail.com
Aspectos de sexualidad en la Antigua Grecia: Orgías, falos y bacanales
Aspectos de sexualidad en la Antigua
Grecia:
Orgías, falos y Bacanales
Juan José Millán Estañ
Febrero 2009
Juan José Millán Estañ juanjosemillan@hotmail.com
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Juan José Millán Estañ juanjosemillan@hotmail.com
Aspectos de sexualidad en la Antigua Grecia: Orgías, falos y bacanales
Introducción
No cabe la menor duda, de que en la mitología Griega, los dioses son
un componente, no sólo abundante, sino esencial. Junto a ellos, los
semidioses, les héroes… De todos ellos, a lo largo de los diferentes
relatos mitológicos, se narran anécdotas sexuales y terribles
infidelidades. La sociedad griega, sin duda, influida por todo aquello
que sobre los dioses se recoge en la mitología, acepta dichas
prácticas y, no sólo ello, sino que las sigue, pues conviene destacar
que ellos, los dioses mitológicos, constituyen el modelo a seguir para
esta sociedad. Por tal motivo, es frecuente encontrar relatos de
infidelidad, en consonancia a las infidelidades de Zeus con era, sexo
en con varias personas a la vez, etc.
Se aprecia en la sociedad griega un especial culto a la virginidad
encarnada en Artemisa, quien además de ser diosa, también era
virgen. Puede resumirse el concepto de virginidad como un gran
tesoro que las griegas doncellas pretendían conservar, pues su
pérdida, era entendió como el inicio del fin, el comienzo de una lenta
muerte.
La intención de este pequeño trabajo de investigación, es entender
correctamente el por qué del sexo en grupo en esta época que, como
podrá verse en su desarrollo, atenderá a aspectos relacionados con
las divinidades y, sobre todo con el dios Dioniso.
Investigar en ello, me ha permitido remontarme al año 30000 a.C. de
donde datan las primeras referencias a esculturas hermafroditas y
bastones fálicos, muy relacionados con las orgías y con los ritos de
iniciación sexual de las jóvenes griegas.
Sin duda alguna, mi pretensión, a día de hoy, es la de ampliar
sustancialmente esta temática y elaborar un documento con la
intención de una posible publicación.
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Aspectos de sexualidad en la Antigua Grecia: Orgías, falos y bacanales
Para comenzar a abordar esta interesantísima temática, conviene
remontarnos a épocas un tanto anteriores. No obstante, antes de
acercarnos a esos tiempos remotos a los que hacer referencia, sería
interesante definir algunos conceptos.
Las orgías
Pese a las indicaciones al concepto de orgía que se harán más
adelante, en este mismo
capítulo, al abordar las
prácticas sexuales y su
iconografía en la época del
Paleolítico, una orgía, puede
comprenderse como una
actividad que gira en torno a
la actividad sexual que se
desarrolla en grupo. Es un
término cuya etimología es altamente interesante. Del latín orgĭa,
concepto que a su vez, se alimenta del vocablo griego ωργια, cuya
lectura puede traducirse como orgía. Según la práctica habitual,
hemos de diferenciar entre una relación sexual en la que sólo se
presentan dos personas, un trío, en el que son tres los participantes,
y una orgía, que se entiende que puede denominarse como tal a
partir de la presencia de cuatro o más participantes que mantienen
relaciones sexuales entre sí. Tanto en una relación bis a bis, como en
tríos y orgías, pueden llevarse a cabo contactos heterosexuales,
homosexuales o, en los tríos y orgías, bisexuales.
Representación de una orgía
Dado que el objeto del presente trabajo de investigación no atiende a
la expresión sexual concreta de una orgía, creo que podemos realizar
un acercamiento a la historia que adorna los precedentes de estas
prácticas sexuales en la Antigua Grecia, sin olvidar que dicha
exposición se hará de un modo resumido para no aburrir al lector que
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busca aspectos sobre la expresión sexual en Grecia, pero sí con la
suficiente precisión para ser capaces de forjarnos una pequeña idea
sobre los antecedentes de la
cuestión a tratar. No obstante,
animo a indagar sobre los
temas que a continuación
expondré, quizá objeto de
futuras investigaciones
personales, que sin duda
alguna, serán tremendamente
apasionantes.
Así pues, hemos de
remontarnos unos cuantos
miles de
años atrás.
Llegaremos a la época del paleolítico 1 , donde
podemos encontrar interesantes hallazgos
artísticos.
Esculturas hermafroditas y bastones fálicos
A tal efecto, son ampliamente llamativas las
esculturas hermafroditas que se han encontrado,
fruto de la época paeleolítica. Debemos
comprenderlas hoy, dichas esculturas, como un
elemento fundamental y necesario para realizar cierto tipo de ritos,
como aquellos que buscaban la lluvia, despertar la fertilidad en las
mujeres, etc.
Venus de Lespugue
Escultura
hermafrodita 1
1 Una buena referencia bibliográfica para obtener más información acerca de las
costumbres sexuales en el Paleolítico es Manuel Ramón González Morales; La
imagen del sexo en la Antigüedad / coord. por Sebastián Celestino Pérez, 2007.
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Uno de los usos más llamativos de estas esculturas, de un tamaño no
demasiado grande, pero no pequeñas, era el de la desvirgación de las
jóvenes. Estas prácticas, lógicamente por tratarse de la época a la
que estamos haciendo referencia, poseían una relación muy estrecha
con los ciclos lunares, estelares y estacionales. A raíz de ello, en la
bibliografía propuesta al final del presente capítulo, se presenta una
serie de lecturas para ampliar el tema en cuestión.
A lo largo del continente europeo y en parte del asiático, en su cara
occidental, se han encontrado diferentes estatuas de este estilo. Así
Escultura hermafrodita 2
pues, son conocidas las estatuas hermafroditas
de Alemania, Francia, y también lo son las
checas, las rusas y las italianas.
El dibujo “Escultura hermafrodita 1” trata de
hacer referencia a una escultura de esta índole
hallada en la zona de la actual Rusia y datada
en torno al año 18000 a.C. El segundo de los
dibujos, “Escultura hermafrodita 2” pretende
emular una de las estatuas hermafroditas
mucho más recientes a nuestra era, pues data
del 5000 a.C. y fue encontrada en la zona de Hungría.
Conviene comentar que, estas estatuas hermafroditas, serán
empleadas a lo largo del neolítico, para realizar actos de
masturbación. Con el paso del tiempo, en Grecia, recibirán el nombre
de ídolos, y serán un elemento muy presente en toda orgía.
Es muy sensato afirmar que ya en esta época paleolítica, se llevaban
a cabo rituales en los que la práctica principal era la orgía, aunque
ésta siempre adoptaba un carácter sagrado. Igualmente, es en esta
época cuando surgen las primeras herramientas para ofrecer placer
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sexual a las mujeres. Se hace referencia a estos instrumentos bajo el
nombre de bastones fálicos. Estos báculos, podían ser de diferente
naturaleza. Yacimientos como el de Dolní Věstonice, sito en Moravia
(República Checa), de donde también es la famosa Venus de Dolní
Věstonice, constatan la construcción de los bastones fálicos a partir
de cuernos de animales, a los que se les daría un cuidado proceso
artístico que concluiría en una lograda apariencia fálica, adornada con
alguna perforación a lo largo del asta. Estos báculos, eran empleados
por las mujeres en ritos mágicos, los que por definición eran lésbicos.
Aspecto importante este último, pues debe hacerse una marcada
diferencia, entre lo que se comprendía como una orgía propiamente
dicha, basada en la masturbación femenina,
bien de manera autónoma varias mujeres
juntas, o bien siendo auxiliadas por otras
compañeras de orgía, y diferenciarlo, como se
explicaba anteriormente, de aquellas
concentraciones lascivas y con cierto carácter
promiscuo, que ya en la época a la que se hace
referencia parecían existir y estar presentes. No
obstante, existe cierta polémica con este
término, pues es contrastable que mucha de la
literatura que ha resistido el paso del tiempo,
hace referencia a las orgías como a la segunda de las actividades
expuestas anteriormente. A lo largo de esta obra, se hará uso del
término orgía como comúnmente es comprendido, con la salvedad
histórico-interpretativa, expuesta con anterioridad.
Bastón fálico
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El nacimiento de la Zoofilia
En esta época podemos hacer un intento de fechar el inicio de la
zoofilia, ya que se mantenían relaciones sexuales con animales,
basadas prácticamente en el sexo oral con éstos buscado por parte
de las mujeres, las que eran guiadas por sacerdotisas que también
participaban en dicho proceso, encaminado a encontrar el placer para
que sus divinidades sexuales les ofrecieran ciertos dones, ciertas
virtudes tales como una cierta protección.
Antes de finalizar nuestro recorrido y acercamiento a estos rituales
tan interesantes, conviene hacer una pequeña referencia a un
aspecto que, influirá en todos los textos y relatos recogidos de forma
escrita a lo largo de la época de la Antigua Grecia.
Mujer de Laussel
Presentamos el dibujo de La
Mujer de Laussel, quien
transporta en sus manos un
cuerno.
Relaciones entre lo sexual y el
término “arar”
Existe cierta controversia en el
uso que de dicho instrumental
se hacía durante la época
paleolítica y durante gran parte
de la Prehistoria y de la
Antigüedad. Diversas son las fuentes documentales que hacen alusión
al uso de dichas herramientas como arado para realizar labores en el
campo, como puro y mero instrumento de labranza. No obstante, son
también varias las metáforas que pueden encontrarse a lo largo de la
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literatura en las que el arar se relaciona, a modo de metáfora, con la
estimulación de la vulva femenina.
Es sencillo caer rápidamente en la relación o similitud que puede
encontrarse entre la fertilidad de la tierra y la fertilidad de las
mujeres, por lo que quizá no sea complejo entender que ambas
tareas, las de tratar el campo para producir cosechas con las que
alimentarse y llevar a cabo una relación heterosexual, puedan estar
estrechamente relacionadas y, por tanto, convertir al término arar, en
una palabra polisémica con dos acepciones bien diferenciadas. Por
tanto, esta acepción de la palabra arar, el concepto que de ella se
deriva relativo al sexo, nos conduce directamente a pensar que esos
instrumentos, que en su gran mayoría se encontraban elaborados a
partir costillas, huesos, pequeños bastoncillos, cuernos, etc. a los que
se decoraba con figuras femeninas o simplemente con líneas,
sirvieran para llevar a cabo una autoestimulación sexual. Según otras
corrientes y fuentes, estos materiales eran, directamente, artefactos
que se empleaban frecuentemente en orgías, recordemos, todas ellas
sagradas y con un gran componente de carácter mágico.
Y a raíz de estos cuernos, se presume que puede acuñarse la familiar
expresión poner los cuernos, entendiéndola como la acción que una
mujer llevaría a cabo para obtener placer sexual haciendo uso de los
citados cuernos en lugar de su pareja.
Y es entonces, a raíz de las orgías en las épocas prehistóricas,
recordando que poseían un carácter completamente lésbico, que
aparecen las hipótesis sobre sociedades matriarcales, pues las
relaciones entre mujeres, no sólo les ayudarían a obtener mayor
placer, sino que estrecharía los vínculos entre ellas, haciendo más
fuerte a este colectivo. Quizá fue con esta idea con la que los
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dirigentes del ejército espartano concluyeron en que el mejor ejército
sería el formado por parejas de amantes, aspecto que abordaremos
con más detalle en próximos capítulos.
Podría estudiarse muy detalladamente la evolución desde el año
18000 a.C. o, quizá, desde el 30000 a.C, pues datos existen para ello
y no es complejo seguir el hilo a través de diversa bibliografía,
bebiendo de diferentes fuentes que deben mezclar la historia, el arte,
la filosofía y la antropología. No obstante, se podrían extender más
de doscientas páginas hasta llegar a
Dionisio, que va a ser nuestro
próximo objeto de estudio.
Dioniso
Dioniso 2 , no confundir con Dionisos,
que sería el sirviente de esta
divinidad, es a la mitología griega lo
que Baco 3 a la Romana, es decir, el
dios del vino. Es frecuente encontrar
en los diferentes pasajes que de él
pueden encontrarse a lo largo de la
mitología, como es la fuente de la
locura en los rituales, de la facilidad
para hacer llegar al éxtasis a
aquellos con los que se concentra en dichos momentos. La gran parte
de las fuentes bibliográficas, en concreto la Enciclopedia Britanica,
que data en sus orígenes de 1768, trata la figura de esta imagen
mitológica, y lo hace como de aquel que llega del otro lado de las
2 Del griego antiguo ∆ιώνυσος Diônysos o ∆ιόνυσος cuya traducción es Dionysos
3 Se puede ampliar información al respecto en Burkert W. (1985). Greek Religión.
Cambridge. Harvard University Press, 162.
El Baco. Leonardo Da Vinci
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montañas, es decir, como a un extranjero llegado a la zona de
Grecia, presuntamente desde Anatolia.
Es interesante resaltar, por las alusiones a las que se ha hecho
referencia anteriormente, que Dioniso, es el dios patrón de la
agricultura. No obstante, es un argumento de peso en la hipótesis
mantenida, varias líneas atrás, acerca de la relación entre “arar los
campos” y la sexualidad.
Además de ser el patrón de la agricultura, también lo era del teatro, y
tenía una misión divina, una tarea encargada por los dioses: la
música del aulos. El aulos era un antiguo instrumento musical griego,
cuya traducción nos reflejaría el equivalente a una flauta. Estas
flautas eran muy comunes en el culto a Dioniso y a Cibeles, ambos
con un fuerte componente sexual – orgiástico, frente a los
instrumentos de cuerda, que estaban más vinculados al culto de otros
dioses, sobre todo al dios Apolo.
Paralelismo con Cibeles
Mencionar a la diosa Cibeles, nos exige realizar una nueva alusión a
dos aspectos ya tratados. Por una parte el arraigo de las costumbres
sexuales que nos han remontado épocas neolíticas, pues Cibeles, era
la madre tierra, y es preciso recordar que el culto a esta divinidad, ya
se describe desde dicha época. El otro punto a subrayar, es la
consideración que se tenía de la diosa Cibeles, pues era contemplada
como una personificación de la fertilidad de la tierra, extendiéndose
su divinidad a las montañas, fortalezas, murallas, cavernas, e incluso
a otros seres vivos como abejas e incluso leones, de ahí que su
representación habitual sea en un carro tirado por leones. En la
mitología, se puede encontrar como Gea, pues también fue ella la
esposa del Titán Crono, y madre de los diferentes dioses del olimpo.
Ninfas, Nisíades y Ménades
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Volviendo a Dioniso, es importante repasar algunos aspectos de su
nacimiento, o al menos, de su origen. Parece ser que fue criado por
una ninfa 4 de nombre Nisa, no
obstante, fue atendido por varias
ninfas, conocidas bajo el nombre de
Nisíades o Niseides 5 , ya que eran las
ninfas de Nisa 6 . Dichas ninfas, fueron
parte esencial en su crianza, pues le
alimentaron y, por orden de Hermes,
le condujeron hacia la inmortalidad.
Ellas, las ninfas, terminaron por
convertirse en las primeras Ménades
del dios. Dichas Ménades eran
acompañantes femeninas de Dioniso.
Cuando el proceso de crianza del
Dioniso terminó, fueron poseídas por él mismo, y las condujo hacia
una sensación de auténtica locura, podría decirse, mística. Por su
parte, otras tantas mujeres participaban en estos ritos con un alto
contenido orgiástico, no obstante, estas eran mortales, por lo que se
las conocía bajo el término o nombre de Bacantes o Basárides. Son
apreciables las diferentes controversias surgidas en lo referente a los
términos Ménade y Bacante, pues en diferentes escritos llegan a
emplearse como sinónimos, siendo el último la traducción latina del
primero.
Ninfas y sátiro de William
Adolphe Bouguereau (1873)
4
Las ninfas, en la mitología griega, son cualquier miembro femenino de una
comunidad de espíritus de la naturaleza. Suelen encontrarse ligados a lugares u
orografías concretas. Es frecuente encontrar a lo largo de la literatura griega a
diferentes ninfas, compañeras de dioses y diosas.
5
Existen referencias de otras ninfas importantes dentro de este grupo, entre ellas
Ciseida, Erato, Bromia, Erifia o Polimnia.
6
Para ampliar información, se puede recurrir a Las fábulas de Higinio y a su
Astronomía poética, a La Metamorfosis de Ovidio, y a los Himnos de Orfeo entre
otros. Para leer más sobre las Nesiades, se puede acudir a Smith, W. (1867)
Nyseides, A dictionary of Greek and Roman biography and mythology. Boston. Little
Brown & Co.
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Existen amplias referencias a las Ménades, quienes no despertaron en
los escritores gran simpatía. Quedaron retratadas como mujeres
salvajes, de mala vida, a las que era imposible hacer entrar en razón.
Se las ubica, a lo largo de la literatura, en diferentes grupos rebeldes
sitos en laderas de montañas. Llegaban a ser realmente violentas,
encontrándose episodios de sangre y mutilación, esta última, muchas
veces llevada a cabo consigo mismas. No con ella terminaban sus
ansias de violencia, pues de describen episodios de desgarro de los
cuerpos de las víctimas, seguidos de rituales en los que ingerían su
carne, obviamente cruda.
Junto a ellas, llegamos a la adoración del dios Dioniso.
El ritual a Dioniso
Ya se ha comentado anteriormente la posible procedencia de la
divinidad de Anatolia, no obstante, existe cierta discrepancia en su
ubicación, pues por diferentes relatos, entre ellos, los de Heródoto, se
duda de su procedencia desde la actual Libia, Eipotía o incluso de
Arabia. Al margen de su procedencia, y por consecuencia de la de su
adoración, aparecen tres factores comunes: la serpiente, la hiedra y
el vino. Dichos elementos son característicos a todo lo relacionado
con Dioniso. Es frecuente también encontrar representaciones suyas
en las que viste con una piel de leopardo, comanda un carro tirado de
panteras (similitud con el carro tirado por leones de Cibeles), o
montando un leopardo. Así, también se hacen símbolos suyos la
parra, la higuera, la piña y la granada. Frutas estas últimas que
servían para relacionarse con Cibeles y con Deméter
respectivamente.
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Antes de abordar las Bacanales, conviene estudiar la relación con
Orfeo.
Orfeo
Según la mitología griega, hijo de Apolo y Calíope. Como herencia,
obtiene el don de la poesía y de la música. Nos interesa centrarnos en
el motivo de su muerte. Se recoge en el Libro X de las Metamorfosis,
de Ovidio, la falta de fe
que sufrió Orfeo, la que
poco a poco, terminó por
convertirse en constantes
quejas a y de los dioses.
Sólo Apolo fue aceptado
por Orfeo en el momento
de su muerte. Retirado de
la vida pública por motivo
de la percepción que tenía
de unos dioses crueles,
fue a pasear por el monte
Pangeo, lugar en el que se
encontraba un Oráculo del
dios Dioniso custodiado
por varias ménades,
quienes volcaron su violencia frente a Orfeo por no honrar a su dios
Dioniso.
Orfeo y Eurídice por Federico Cervelli
No obstante, existen otras versiones que cuentan que, deprimido, y
tras regresar del, llamémosle así, exilio, el pueblo le aclamaba y le
pedía que hiciera sonar su lira. Él desató su furia contra ella.
Comenzó a golpearla con una piedra, obteniendo un sonido tan
horrible que todo lo que se encontraba cercano sucumbía. A raíz de
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ello, se relata una matanza del pueblo para frenar la destrucción del
mismo.
Los Misterios Órficos
Orfeo es considerado como el iniciador de los misterios de Dioniso,
influidos por los misterios órficos 7 . Los seguidores de estos misterios
terminaron por constituir un pueblo cuyo denominador común eran
cierta filosofía y creencias cuyo origen se encuentra relacionado con
el culto al dios Apolo y con la reencarnación. Dentro de estas
creencias, Dioniso era considerado como un elemento purificador,
terminando por convertirse en elemento central de su credo, pues
consideraban que el único camino de mantener el alma, era mediante
la conservación de su estado puro. Existen referencias acerca de la
vinculación que Platón y Aristóteles tuvieron con estos pueblos
órficos.
Las Bacanales
Con ello, llegamos a las Bacanales, cuyo desarrollo se encuentra más
relatado en Roma, a partir del año 200 a.C. que en Grecia, no
obstante, éstos eran una fiel reproducción de los mismos.
Constituidos como una práctica secreta, la literatura nos permite
aventurar a situarlos con mucha precisión en espacio y tiempo. Un
determinado grupo de mujeres, se reunían en una arboleda cercana
al monte Aventino, una de las siete colinas de Roma. Inicialmente se
interpreta, las bacanales se llevaban a cabo a mediados del mes de
7 Se pueden ampliar conocimientos sobre los Órficos en:
- Bernabé, Alberto (2004). Textos órficos y filosofía presocrática. Materiales
para una comparación. Madrid: Editorial Trotta
- Herrero de Jáuregui, Miguel (2007). Tradición órfica y cristianismo antiguo.
Madrid: Editorial Trotta
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marzo, por la relación establecida entre Baco y Liber, dios de la
fertilidad y el crecimiento, cuya fiesta era celebrada, según indican la
mayor parte de los mitos, en nuestro actual 17 de marzo.
Inicialmente, sólo durante dos días y con la exclusiva participación de
mujeres, no tardó mucho en ampliarse a cinco celebraciones
mensuales, y con la participación de los hombres.
Con el tiempo, el senado romano advirtió la peligrosidad de estas
fiestas, pues se supone que en ellas se realizaban conspiraciones y se
planeaban crímenes. Es por ello que apareció el Senatus consultum
en el 186 a.C, que prohibía todas las bacanales salvo las autorizadas
por el senado, incluyendo castigos ejemplares a los infractores de
dicho decreto. No obstante, las bacanales poseían un fuerte arraigo
entre la población y no pudieron ser sofocadas durante años,
observándose grandes prácticas durante este periodo a lo largo del
sur de Italia. Sólo la Iglesia Católica logró suprimir dichas prácticas,
pues ofreció algo que el senado romano pasó por alto: otra
festividad. Actualmente seguimos celebrándola anualmente. Sin duda
alguna, se trata de nuestra fiesta de carnaval, sucesora de las
Bacanales.
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