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Mensaje del Monte Sagrado Shasta. El 25 de octubre ... - TIAN GONG

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<strong>Mensaje</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>Monte</strong> <strong>Sagrado</strong> <strong>Shasta</strong><br />

Un grupo <strong>de</strong> participantes en un viaje <strong>de</strong> Xiu Lian, <strong>de</strong> Tian Gong, viajó al sagrado<br />

monte <strong>Shasta</strong> para recibir las tareas divinas para el Tian Gong. <strong>El</strong> día <strong>25</strong> <strong>de</strong> <strong>octubre</strong><br />

<strong>de</strong> 2005 el Gran Maestro y fundador <strong><strong>de</strong>l</strong> Tian Gong, Chen Letian, y la Maestra<br />

Tianping guiaban un grupo <strong>de</strong> 12 participantes <strong>de</strong> Tian Gong hacia el sagrado<br />

monte <strong>Shasta</strong>, en el norte <strong>de</strong> California (EE UU). Ese día, a las 16.30h, los<br />

participantes <strong><strong>de</strong>l</strong> grupo se encontraban en la playa <strong><strong>de</strong>l</strong> lago Siskiyou, al sur <strong><strong>de</strong>l</strong><br />

monte <strong>Shasta</strong>, para recibir allí el mensaje divino.<br />

La divinidad principal <strong><strong>de</strong>l</strong> monte sagrado proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> una dimensión <strong>de</strong> fuera <strong>de</strong><br />

nuestra galaxia y pertenece a los seres superiores <strong>de</strong> la 7º dimensión. <strong>El</strong> monte<br />

sagrado <strong>Shasta</strong> tiene vinculación directa tanto con el Océano Pacífico como con el<br />

Indico. <strong>El</strong> Gran Maestro Letian y la Maestra Tianping se sentaron en la playa frente<br />

al monte sagrado y tomaron una posición <strong>de</strong> mucho respeto hacia los seres divinos.<br />

Tras ser recibidos por el Dios-ágila Luok, se abre la puerta <strong><strong>de</strong>l</strong> monte salen ocho<br />

seres, con muchísima dignidad, y toman posición cuatro a cada lado <strong>de</strong> la entrada.<br />

A través <strong>de</strong> la capacidad <strong><strong>de</strong>l</strong> tercer ojo es posible intercambiar informaciones y<br />

pensamientos con los dioses. En el ojo celestial <strong>de</strong> Tianping aparece una imagen:<br />

en la profundidad <strong>de</strong> la Tierra se ven muchísimas cuevas que están a punto <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>rrumbarse. Muchos seres superiores trabajan para sostener la tierra <strong>de</strong> estas<br />

cuevas. Se trasmite un pensamiento: “Este trabajo está realizado hasta el momento<br />

solamente por seres superiores extraterrestres y ojalá que ahora los humanos <strong>de</strong> la<br />

Tierra asuman su responsabilidad." En el ojo celestial <strong>de</strong> Tianping aparecen dos<br />

caracteres chinos con el significado <strong>de</strong> 'extinción' y se transmite el pensamiento:<br />

"Mientras exista la Tierra, existirán también los seres humanos; mientras que si se<br />

extingue la Tierra se extinguirán también los humanos." Aparece una imagen en el<br />

ojo celestial: la Tierra tiembla muchas veces, tsunamis hacen estragos y revuelven<br />

mares y montañas. A continuación, el resto <strong><strong>de</strong>l</strong> mensaje dado por los dioses.<br />

Los humanos que sobran<br />

Aquellos humanos que todavía no quieren <strong>de</strong>spertarse, que se vayan<br />

primero, porque la Tierra ya no los necesita. Mientras haya este tipo <strong>de</strong><br />

humanos, menos esperanza tiene la Tierra. Le quitan la piel, le cortan la carne y no<br />

saben nada <strong>de</strong> gratitud. No saben que la Tierra también sufre dolores, también<br />

sangra, también se le acabará su fuerza vital algún día. No respetan la Tierra; sólo<br />

saben saquearla, su avaricia no tiene fin. Piensan que la Tierra va a existir siempre<br />

y que la pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>svalijar eternamente.<br />

Algunos humanos son aún peor; hacen como si estuvieran sordos y mudos<br />

y no quieren ver. Saben muy bien que la Tierra está en máximo peligro pero no<br />

hacen nada, conscientemente.<br />

Estos humanos son los enemigos <strong>de</strong> la humanidad, los enemigos <strong>de</strong> la Tierra. La<br />

1


humanidad se va a <strong>de</strong>shacer <strong>de</strong> ellos. La Tierra no va a permitir que sigan<br />

existiendo. Cuando la Tierra tiembla y se sacu<strong>de</strong> es porque sufre <strong>de</strong> dolores.<br />

Los tsunamis son los gritos <strong>de</strong> la Tierra. Pero lo único que se oye son los<br />

gritos <strong>de</strong> los infelices humanos. Se tiene compasión solamente por las<br />

víctimas humanas; no saben nada <strong>de</strong> compasión por la Tierra. Sólo muy<br />

pocos humanos <strong>de</strong> verdad ven la Tierra como su propia madre, sólo muy pocos <strong>de</strong><br />

verdad le agra<strong>de</strong>cen a la Tierra el don <strong>de</strong> su alimento. Lo que hacen y lo que dicen<br />

son dos cosas diferentes. Por un lado admiran las bellezas <strong>de</strong> la Tierra<br />

ampulosamente y se muestran impresionados a la vista <strong>de</strong> su po<strong>de</strong>r y dignidad, y<br />

por otro lado la <strong>de</strong>struyen, la explotan, la saquean sin cesar.<br />

Los humanos <strong>de</strong> la Tierra no saben lo que es el miedo, no saben lo que son los<br />

<strong>de</strong>sastres naturales y <strong>de</strong>vastaciones provocadas por ellos mismos. Son incapaces<br />

<strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> sus experiencias, son incapaces <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r lo que está<br />

<strong>de</strong>trás <strong><strong>de</strong>l</strong> karma. Sus ojos sólo ven lo que tienen inmediatamente <strong><strong>de</strong>l</strong>ante.<br />

No oyen la voz <strong><strong>de</strong>l</strong> Universo, tampoco la quieren oír. Se tapan los oídos fuertemente<br />

y dicen: “Ya sabemos todo." La madre Universo dice rígidamente: tales humanos no<br />

tienen <strong>de</strong>recho a seguir existiendo en la Tierra. La muerte es su único <strong>de</strong>stino<br />

posible.<br />

Vosotros los humanos sois tan pequeños, tan ignorantes, tan crueles... La<br />

crueldad tiene que ver con vuestra ignorancia. No sabéis nada <strong><strong>de</strong>l</strong> Universo, ni<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> Cielo; sólo sabéis vivir ocupadísimos corriendo <strong>de</strong> aquí para allá pensando que<br />

no hay nada más.<br />

La Tierra no os pertenece<br />

La Tierra no pertenece a los humanos; pertenece al Universo. <strong>El</strong> Universo no<br />

permitirá más que los humanos sigan <strong>de</strong>struyéndola; no permitirá más que su hija<br />

siga siendo maltratada. La madre <strong>de</strong> la Tierra es el gran Universo. Ahora la madre<br />

toma a su hija bajo su protección, ya que él también sufre; tien<strong>de</strong> su gran mano<br />

llena <strong>de</strong> cariño para salvar a su hija, para acariciarla, para curar sus heridas.<br />

Vosotros <strong>de</strong>béis saber que con el mismo movimiento <strong>de</strong> la gran mano <strong><strong>de</strong>l</strong> Universo<br />

inevitablemente van a acabar muchísimas vidas humanas. Cuanto más gran<strong>de</strong> sea<br />

la herida, más humanos morirán; cuanto más profunda sea la herida, más humanos<br />

per<strong>de</strong>rán sus vidas. Madre Universo no pue<strong>de</strong> esperar más. La Tierra no pue<strong>de</strong><br />

esperar más. Si no, el Universo per<strong>de</strong>rá a su hija, Tierra. Pero la hija está todavía<br />

tierna, no <strong>de</strong>be morir tan joven.<br />

Amad la Tierra<br />

La Tierra está muriéndose. Cada operación llevada a cabo por el Universo hiere a<br />

la Tierra, hiere también a los humanos, pero sin esas operaciones <strong>de</strong> emergencia la<br />

Tierra no tendrá esperanza ninguna. Vosotros, los humanos que habéis<br />

<strong>de</strong>spertado, ¿cómo vais a ayudarla? Debéis elevar vuestras voces, hacer<br />

que cada vez más humanos oigan el mensaje: la Tierra ya no pue<strong>de</strong> más.<br />

Debéis llamar a proteger la Tierra igual que protegeríais vuestros<br />

corazones. ¿Consi<strong>de</strong>ráis <strong>de</strong> verdad a la Tierra como vuestro corazón, vuestros<br />

ojos, parte <strong>de</strong> vuestro cuerpo? ¿Amáis <strong>de</strong> verdad a la Tierra? Pregúntate,<br />

2


humanidad: ¿quién <strong>de</strong> vosotros no ha herido a la Tierra, no la ha saqueado, no ha<br />

abusado <strong>de</strong> ella? Vosotros los humanos <strong>de</strong>volvéis lo bueno con lo malo. La muerte<br />

está <strong><strong>de</strong>l</strong>ante <strong>de</strong> la puerta y todavía no queréis confesar, ni arrepentiros. Eso es<br />

horrible. ¿No sabéis que la Tierra quiere respirar junto con vosotros, quiere vivir y<br />

morir junto con vosotros? Los que amáis a la Tierra la habéis visto cómo llora y<br />

grita, habéis oído sus sollozos. ¿Qué habéis hecho por ella?<br />

Nosotros provenimos <strong>de</strong> planetas lejanos. <strong>El</strong> amor en nuestro corazón es el Amor<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> Universo. Venimos aquí para ayudar a la Tierra a superar su crisis, para<br />

liberarla <strong>de</strong> las manos ávidas y crueles <strong>de</strong> los humanos. Haced que la Tierra<br />

sea hermosa como nuestros planetas; que sea un planeta sin dolor, sin<br />

sufrimiento, sonriente, como nuestro planeta madre.<br />

Sentid la Tierra<br />

Todos los planetas son hermanos <strong>de</strong> la Tierra. Y vosotros sois los invitados <strong>de</strong> la<br />

Tierra, no los anfitriones. No sigáis comportándoos como si fuerais los<br />

anfitriones; antes bien, estad llenos <strong>de</strong> gratitud ante vuestro anfitrión. Nuestra<br />

hermana misericordiosa es quien os ha invitado. Debéis recordar esto hasta la<br />

eternidad: que vosotros los humanos tenéis que ayudar a la Tierra a salir <strong>de</strong><br />

la crisis, lo que significa al mismo tiempo ayudar a la humanidad a salir <strong>de</strong> la<br />

crisis. No olvidéis; haced todo lo que haya que hacer. ¡Podéis hacerlo! Aunque<br />

parezca tar<strong>de</strong>, <strong>de</strong>béis esforzaros juntos. En el futuro, cuando haya <strong>de</strong>sastres<br />

naturales, no os <strong>de</strong>be doler solamente el sufrimiento <strong>de</strong> las víctimas humanas, sino<br />

que <strong>de</strong>béis asumir vuestra responsabilidad por el sufrimiento <strong>de</strong> la Tierra. Debéis<br />

sentir los gemidos <strong>de</strong> la Tierra, su temblor, su dolor.<br />

La crisis <strong>de</strong> la Tierra no se pue<strong>de</strong> superar solamente con esfuerzos humanos. La<br />

situación es tan grave que los Seres Superiores y los humanos <strong>de</strong>ben<br />

unirse y esforzarse juntos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> fuera, para juntos salvar a<br />

la Tierra. La humanidad tiene que participar en esta tarea; si no, no quedará<br />

nadie. Sólo aquellos que participan en este trabajo tendrán la oportunidad<br />

<strong>de</strong> sobrevivir. Éste es también el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> la Tierra. La Tierra es muy<br />

misericordiosa; no quiere que la humanidad <strong>de</strong>saparezca por ella. Haced que los<br />

humanos que han <strong>de</strong>spertado participen en este trabajo, porque ésta es una<br />

manera como los humanos se pue<strong>de</strong>n salvar.<br />

Vosotros <strong>de</strong>béis llevar la Tierra en vuestro corazón, mantenerla con cuidado. ¡No<br />

cedáis, no olvidéis! los humanos olvidan tan fácilmente, con tanta rapi<strong>de</strong>z... <strong>El</strong><br />

entusiasmo <strong>de</strong> los humanos se encien<strong>de</strong> sólo por un instante; luego se apaga.<br />

Cuando oís los sollozos <strong>de</strong> la Tierra, os afecta sólo un instante; luego volvéis a la<br />

ignorancia. Pero si la Tierra ya no existiera, ¿dón<strong>de</strong> quedarían los humanos?<br />

3


La Tierra es Dios<br />

Algunos humanos dicen: "Yo adoro a Dios, al Cielo." Pero no adoráis a la Tierra. ¿No<br />

sabéis que la Tierra es Dios? ¿Cómo podéis maltratar a un dios? ¿Cómo podéis<br />

<strong>de</strong>volver lo bueno con lo malo? Siempre habláis <strong>de</strong> respetar a Dios. Pero el propio<br />

Dios Tierra lo tratáis como un esclavo, oprimís la Tierra y la saqueáis sin compasión.<br />

Hay tantos templos e iglesias... ¿Cuál <strong>de</strong> éstos es para el Dios Tierra? ¿Será que la<br />

Tierra no os ha dado mucho <strong>de</strong> lo bueno? Humanos, ¡qué ignorantes que sois!;<br />

directamente <strong><strong>de</strong>l</strong>ante <strong>de</strong> vosotros tenéis el Dios más cercano, el Dios Tierra. La<br />

ofensa a los Dioses Celestiales será castigada. Vosotros que ofendéis al Dios Tierra,<br />

¿pensáis <strong>de</strong> verdad que habrá misericordia, que no os va a llegar un castigo?<br />

Vosotros mandáis naves espaciales, investigáis otros planetas. ¿Por qué no<br />

investigáis vuestro planeta, don<strong>de</strong> vivís? ¿Nunca os habéis preguntado hasta<br />

cuándo aguantará la Tierra que os carga?<br />

¡Ofreced vuestros corazones, vuestro amor a la Tierra! ¡Ofrecedle vuestro<br />

verda<strong>de</strong>ro amor sincero <strong>de</strong> la profundidad <strong><strong>de</strong>l</strong> corazón sin interés propio!<br />

Solamente este amor verda<strong>de</strong>ro, puro, fraterno pue<strong>de</strong> curar sus heridas.<br />

No tengáis miedo; lo que es justo siempre será apoyado por el Universo.<br />

¡Tened valor y llamad con la voz alta, exten<strong>de</strong>d nuestra voz! ¡Continuad vuestro<br />

trabajo, a<strong><strong>de</strong>l</strong>ante, con valor! No estáis solos. Detrás <strong>de</strong> vosotros está la fuerza<br />

justa. La fuerza <strong><strong>de</strong>l</strong> Universo que es infinita. Dios está <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> vosotros. Os<br />

<strong>de</strong>seamos mucho éxito.<br />

La apariencia <strong>de</strong> las Divinida<strong>de</strong>s va disolviéndose. <strong>El</strong> Gran Maestro Letian y la<br />

Maestra Tianping se dirigen hacia el monte sagrado <strong>Shasta</strong>, que está en la lejanía,<br />

juntan las palmas <strong>de</strong> las manos y hacen una reverencia muy profunda. Se quedan<br />

todavía mucho tiempo en la arena <strong><strong>de</strong>l</strong> lago Siskiyou.<br />

Este artículo fue originalmente publicado en la revista Athanor (núm. 59,<br />

septiembre – <strong>octubre</strong> 2006, páginas 27 a 29).<br />

Tian Gong Institut Berlín ♦ Bun<strong>de</strong>sallee 13-14, 10719 Berlin ♦ Tel.: 030 <strong>25</strong>7 997 95 ♦ Email: info@tiangong.<strong>de</strong><br />

Fundación Tian Gong ♦ Tel.: (34) 615 78 32 33 ♦ Email: info@fundaciontiangong.com ♦ www.fundaciontiangong.com<br />

www.tiangong.org<br />

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