08.05.2013 Views

23_Bullying_articulo.. - No lo permitas actua

23_Bullying_articulo.. - No lo permitas actua

23_Bullying_articulo.. - No lo permitas actua

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

VISIÓN GENERAL<br />

Y<br />

PROPUESTAS DE INTERVENCIÓN<br />

“EL “EL “EL “EL FENOMENO FENOMENO FENOMENO FENOMENO DEL DEL DEL DEL BULLYING BULLYING BULLYING BULLYING O O O O ACOSO ACOSO ACOSO ACOSO ESCOLAR” ESCOLAR” ESCOLAR” ESCOLAR”<br />

por<br />

CARMELO CARMELO CARMELO CARMELO HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ RAMOS RAMOS RAMOS RAMOS<br />

Psicó<strong>lo</strong>go. Psicó<strong>lo</strong>go. Psicó<strong>lo</strong>go. Psicó<strong>lo</strong>go. Especialista Especialista Especialista Especialista en en en en Crimino<strong>lo</strong>gía Crimino<strong>lo</strong>gía Crimino<strong>lo</strong>gía Crimino<strong>lo</strong>gía y y y y en en en en<br />

Violencia Violencia Violencia Violencia de de de de Género. Género. Género. Género. Responsable Responsable Responsable Responsable de de de de la la la la<br />

Oficina Oficina Oficina Oficina Judicial Judicial Judicial Judicial de de de de Coordinación Coordinación Coordinación Coordinación Institucional<br />

Institucional<br />

Institucional<br />

Institucional<br />

de de de de la la la la AUDIENCIA AUDIENCIA AUDIENCIA AUDIENCIA PROVINCIAL PROVINCIAL PROVINCIAL PROVINCIAL de de de de ALICANTE. ALICANTE. ALICANTE. ALICANTE.<br />

Coordinador Coordinador Coordinador Coordinador de de de de Practicum Practicum Practicum Practicum de de de de la la la la UNED UNED UNED UNED (ELCHE). (ELCHE). (ELCHE). (ELCHE).<br />

1


INDICE INDICE<br />

INDICE<br />

1. 1.- 1.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

INTRODUCCIÓN<br />

2. 2.- 2.<br />

LA LA CULTURA CULTURA DE DE LA LA VIOLENCIA: VIOLENCIA: VIOLENCIA: El<br />

El<br />

marco marco de de referencia referencia g<strong>lo</strong>bal g<strong>lo</strong>bal del del bullying<br />

bullying<br />

3. 3.- 3. DEFINICIONES<br />

DEFINICIONES<br />

4. 4.- 4.<br />

TIPOLOGÍA TIPOLOGÍA<br />

TIPOLOGÍA<br />

5. 5.- 5.<br />

VICTIMAS VICTIMAS Y Y ACOSADORES: posibles<br />

perfil perfiles perfil es<br />

6. 6.- 6.<br />

VICTIMIZACIÓN<br />

7. 7.- 7. UNA NUEVA REVISIÓN DEL<br />

PROBLEMA PROBLEMA BASADA BASADA EN EN LA LA LA PREVENCIÓN<br />

PREVENCIÓN<br />

8. 8.- 8.<br />

CONCLUSIONES<br />

Ж<br />

2


INTRODUCCIÓN<br />

Toda aproximación a la realidad de un fenómeno, que presenta en sí<br />

mismo una importante dificultad de abordaje, requiere necesariamente de un<br />

esfuerzo previo de sistematización y conceptualización, antes de poder<strong>lo</strong> definir<br />

finalmente de una manera coherente.<br />

Las situaciones violentas en ambientes educativos y contextos escolares<br />

tradicionalmente han sido visualizadas desde una perspectiva miope y<br />

superficial, entendiendo como hechos característicos de este tipo de violencia<br />

únicamente las peleas entre alumnos o <strong>lo</strong>s destrozos producidos en la aulas<br />

sobre <strong>lo</strong>s materiales e instalaciones educativas.<br />

Sin embargo, aún considerando como representativas dichas<br />

manifestaciones y muy graves sus consecuencias, hoy sabemos sin lugar a<br />

dudas que las situaciones que caracterizan el acoso escolar comprenden otra<br />

serie de hechos que no siempre tienen una naturaleza explicita y directa, sino<br />

soterrada e implícita. <strong>No</strong>s estamos refiriendo a esa serie de comportamientos,<br />

de naturaleza intencional, que constituyen la fuente más importante de<br />

conflictos en el ámbito educativo y que merman la calidad del clima social y la<br />

convivencia escolar, suponiendo una importante fuente de padecimientos y<br />

deterioro, fundamentalmente de naturaleza psicológica, para quienes <strong>lo</strong>s sufren<br />

y, por extensión, también para sus familias y educadores.<br />

Precisamente son esa serie de manifestaciones las que dotan de<br />

contenido la expresión “bullying”, término ang<strong>lo</strong>sajón utilizado para denominar<br />

<strong>lo</strong>s comportamientos intimidatorios que se producen entre iguales en ambientes<br />

y contextos educativos.<br />

Estos comportamientos de acoso y hostigamiento entre escolares,<br />

repetidos de forma reiterada en el tiempo, requieren necesariamente de la<br />

presencia de <strong>lo</strong>s siguientes elementos:<br />

un sujeto acosador<br />

la víctima (o víctimas)<br />

un conflicto de fuerzas.<br />

A través del proceso de acoso, el sujeto maltratado queda expuesto<br />

física y emocionalmente ante sujeto maltratador. Casos como el de un<br />

adolescente que rehúsa ir al colegio sin un motivo aparente, ejemplifican la<br />

posible sintomato<strong>lo</strong>gía de un fenómeno antiguo en su misma existencia, pero<br />

nuevo en su percepción social. Hoy sabemos que detrás de ese<br />

comportamiento puede haber una realidad compleja, difícil de desentrañar, en<br />

la que el adolescente, por ejemp<strong>lo</strong>, podría estar siendo objeto de un chantaje<br />

de naturaleza económica, por parte de un grupo de iguales que le obligarían a<br />

<strong>actua</strong>r de ese modo, bajo amenaza de sufrir males mayores; o bien el<br />

adolescente podría estar sufriendo <strong>lo</strong>s efectos de una suerte de convención,<br />

acuerdo o pacto tácito entre otros alumnos, que tendría como finalidad producir<br />

su aislamiento y vacío social de forma rotunda y severa.<br />

Los insultos y vejaciones psicológicas producidos de manera reiterada,<br />

junto a las humillaciones públicas y marcadas actitudes de desprecio y rechazo<br />

hacia quienes sufren este tipo de comportamientos, junto a recurrentes<br />

agresiones físicas, constituyen realmente la tipo<strong>lo</strong>gía más habitual del bullying,<br />

3


especialmente cuando se proyectan sobre aquel<strong>lo</strong>s individuos que no pueden<br />

defenderse por sus propios medios.<br />

Los entornos escolares dónde tienen lugar estos tipos de<br />

comportamientos son ambientes psicosocialmente tóxicos 1 , en <strong>lo</strong>s que, en<br />

muchos casos, suele imperar la impunidad de la violencia y la ley del más<br />

fuerte frente a unos reglamentos de régimen interior de <strong>lo</strong>s centros educativos<br />

que, en sí mismos, son al menos insuficientes para hacer frente a un fenómeno<br />

tan complejo, como el de la violencia escolar, entre otras cosas porque tienden<br />

a abordar el fenómeno del bullying desde una perspectiva superficial y<br />

reduccionista, visualizándo<strong>lo</strong> desde la categoría común de “casos de<br />

indisciplina” del alumnado que <strong>lo</strong>s protagoniza.<br />

Aunque el problema que nos disponemos a analizar no es totalmente<br />

nuevo, es en <strong>lo</strong>s últimos tiempos cuando se ha comenzado a hablar con mayor<br />

asiduidad del mismo, no so<strong>lo</strong> a un nivel doctrinal y científico, entre psicó<strong>lo</strong>gos,<br />

juristas y estudiosos del tema en general, sino también a un nivel más popular,<br />

de la ciudadanía en general y, también, en las organizaciones sindicales con<br />

implantación en el sector educativo y federaciones de padres y madres de<br />

alumnos y de participación ciudadana.<br />

LA CULTURA DE LA VIOLENCIA: El marco de referencia g<strong>lo</strong>bal del<br />

bullying<br />

“Toda una cultura puede llegar a aceptar un cuadro de va<strong>lo</strong>res afincado<br />

en la violencia y puede alentar a sus miembros o exigirles que la profesen y<br />

sancionar a <strong>lo</strong>s disidentes. De hecho, en épocas de guerra, toda una nación<br />

acepta como principio la violencia contra el enemigo" (Wolfgang y Ferracuti,<br />

1982).<br />

La violencia es construida mediante un proceso que cuenta con, al menos ,<br />

cuatro factores :<br />

• Un agente legitimador, con poder de ejercer fuerza.<br />

• Una víctima cuya condición la hace objeto de ser violentado.<br />

• La situación en que se realiza el acto de violencia.<br />

• El daño producido a la víctima.<br />

Para su realización, todo acto de violencia implica, en mayor o menor<br />

grado, el dominio del agente sobre la víctima. Max Weber define la dominación<br />

como la "probabilidad de encontrar obediencia dentro de un grupo determinado<br />

para mandatos específicos (o para toda clase de mandatos)". Existen tres tipos<br />

puros de dominación, que según Weber, están amparados en diferentes<br />

grados de legitimación:<br />

a. De carácter racional: se asume una autoridad legal por la cual se ejerce la<br />

dominación. Se obedece a las ordenaciones impersonales y objetivas legalmente<br />

instituidas y a las personas por ellas designadas. La ejerce el estado a través de<br />

sus instituciones y agentes.<br />

1 Término que comparto absolutamente con el Profesor Piñuel, uno de <strong>lo</strong>s pricipales investigadores de<br />

este fenómeno<br />

4


. De carácter tradicional: temor reverencial depositado en las autoridades y en <strong>lo</strong><br />

requerido por ellas. Se obedece a la persona del “señor”, el “padre”, el “médico”, el<br />

“juez”, el “maestro”. ...., llamados por la tradición y vinculados por ella.<br />

c. De carácter carismático: se asumen <strong>lo</strong>s requerimientos de la autoridad por la<br />

confianza, respeto y admiración depositada en la misma. Se obedece al caudil<strong>lo</strong><br />

carismáticamente calificado por razones de confianza personal en la revelación,<br />

heroicidad o ejemplaridad. La dominación carismática es legítima en tanto que el carisma<br />

personal sea corroborado, es decir, en tanto que encuentre reconocimiento.<br />

Aunque les llama tipos puros de dominación, el propio Weber<br />

relativiza esta denominación reconociendo que ninguno de el<strong>lo</strong>s se da<br />

exactamente de esa manera en la realidad histórica. Sencillamente es un<br />

manejo de tipo conceptual que permite clarificar cada uno de <strong>lo</strong>s tipos. Lo que,<br />

en este contexto, nos interesa de <strong>lo</strong>s tipos de dominación weberianos es, por<br />

un lado, su aplicación y relación con <strong>lo</strong>s actos violentos ejercidos en ambientes<br />

educativos. Es decir, ¿cómo se justifica que una persona o grupos asuman su<br />

"derecho" a la dominación sobre otros grupos que pueden llegar a aceptar o,<br />

por el contrario, resistirse a la misma?. Por otro lado, también nos interesa de<br />

definición de Weber la idea de la dominación como concepto que puede<br />

ayudarnos a comprender el dilema de determinar qué permite u obliga a las<br />

víctimas ser “victimizadas”. Utilizando la termino<strong>lo</strong>gía propuesta por<br />

Ellenbergen, nos interesa esclarecer la “victimogénesis”, es decir, cuales son<br />

<strong>lo</strong>s factores que predisponen a determinados alumnos a convertirse en víctimas<br />

de este tipo de violencia y que clase de relaciones, fundamentalmente<br />

psicológicas, pero también de otro tipo, se establecen entre el agresor y<br />

agresores y la víctima o víctimas de bullying.<br />

DEFINICIONES<br />

El término surge del vocab<strong>lo</strong> inglés "bull" que significa literalmente toro,<br />

criatura con la que comúnmente se asocia la cualidad de la fortaleza y la<br />

capacidad de atropellar y pasar por encima de otras criaturas más débiles o<br />

pequeñas.<br />

La palabra “bullying”, trasladada al contexto del acoso escolar,<br />

equivaldría a “matón o bravucón” y sería una expresión que haría referencia a<br />

una serie de conductas que tendrían que ver con la intimidación, amenazas y<br />

violencia verbal que se ejercerían sobre la víctima o víctimas de bullying, que<br />

necesariamente debería/n ocupar ese papel en el proceso de hostigamiento<br />

para soportar la carga negativa de la relación causa-efecto.<br />

La expresión “bullying” fue utilizada por primera vez por OLWEUS en<br />

1978 y su uso ha sido estandarizado en la literatura científica que aborda este<br />

problema. OLWEUS se refiere a este fenómeno afirmando que estaremos ante<br />

un caso de bullying cuando “un alumno queda expuesto, de forma repetida,<br />

durante un cierto tiempo, a acciones negativas que pueda llevar a cabo otro<br />

alumno o un grupo de el<strong>lo</strong>s. Por acciones negativas entenderemos tanto las<br />

ejercidas verbalmente o mediante contacto físico, como las psicológicas o de<br />

exclusión social”.<br />

5


<strong>No</strong> hay que confundir estas situaciones con <strong>lo</strong>s típicos altibajos que se<br />

producen o pueden producir cotidianamente, en el día a día, en las relaciones<br />

interpersonales entre <strong>lo</strong>s alumnos, especialmente a <strong>lo</strong> largo de la etapa de la<br />

adolescencia y pre-adolescencia.<br />

En conclusión, <strong>lo</strong> más importante no es la acción en sí misma, sino <strong>lo</strong>s<br />

efectos que produce entre sus víctimas. Nadie debe subestimar el miedo que<br />

un niño, niña o adolescente intimidado puede llegar a sentir.<br />

Tomado como referencia <strong>lo</strong> hasta aquí apuntado, el acoso escolar o<br />

bullying podría ser definido, de una manera macroscópica, como “aquél<br />

comportamiento que sufre un estudiante o grupo de estudiantes cuando,<br />

durante un cierto tiempo, sistemática y persistentemente, es/son objeto de un<br />

trato que g<strong>lo</strong>balmente podría ser calificado como injusto, cruel y negativo por<br />

parte de otra u otras personas de su mismo entorno educativo, en una situación<br />

en la que, por las circunstancias intervinientes, carecen de recursos suficientes<br />

para afrontar y resolver la situación satisfactoriamente por sí mismos”.<br />

Es conveniente, por tanto, examinar a continuación cuales son o<br />

deberían ser <strong>lo</strong>s parámetros que sirven o podrían servir para definir qué es y<br />

delimitar cual es el campo de acción del acoso escolar.<br />

Estas características o parámetros estructurales del concepto de<br />

bullying, podrían ser <strong>lo</strong>s siguientes:<br />

1.- El tipo o tipos de comportamiento sufrido/s por la víctima<br />

2.- La duración y la frecuencia de <strong>lo</strong>s actos contra la víctima<br />

3.- El equilibrio de poder entre las partes<br />

4.- La percepción del acoso por parte de la propia víctima<br />

5.- La intención del acosador<br />

1.- Los tipos de comportamientos sufridos por la víctima son determinantes<br />

para diferenciar el bullying de otros fenómenos concomitantes, pero<br />

esencialmente distintos como son:<br />

1.-La violencia escolar indiscriminada<br />

2.-Diferencias interpersonales exentas de conductas de<br />

hostigamiento<br />

3.-El trato discriminatorio por razones concretas (etnia, género,<br />

orientación sexual, ideario político, religión, ... )<br />

La expresión violencia escolar indiscriminada se refiere específicamente<br />

a episodios concretos de violencia que se dirigen contra las instalaciones y<br />

materiales educativos y/o contra todos o la mayoría de <strong>lo</strong>s alumnos y/o<br />

profesores del centro, sin un motivo concreto o específico que <strong>lo</strong> pudiera<br />

justificar, sino de manera indiscriminada, contra todos y contra todo.<br />

Este tipo de violencia normalmente suele revestir la forma específica de<br />

violencia física y normalmente hace referencia a comportamientos claramente<br />

delictivos, que suelen ser perpetrados por personas casi siempre ajenas al<br />

propio centro educativo dónde ocurren <strong>lo</strong>s ataques.<br />

6


El acoso escolar o bullying, tampoco es equiparable a <strong>lo</strong>s problemas<br />

cotidianos y demás situaciones aná<strong>lo</strong>gas que puedan darse en el día a día de<br />

la vida escolar, como diferencias o disputas que puedan desarrollarse en el<br />

ámbito académico, bien con <strong>lo</strong>s compañeros del aula, o bien con <strong>lo</strong>s<br />

profesores, tutores o educadores, que ocupan una posición jerárquica de<br />

superioridad.<br />

Ni siquiera puede ser conceptuado como una situación de rechazo<br />

social, pues en la misma se puede producir la exclusión del grupo (como<br />

cuando no se le dirige la palabra a alguien: “el típico no me hab<strong>lo</strong> con tal o<br />

cual”) pero no la persecución del excluido; ni tampoco es concebible como una<br />

desatención social, en la que el individuo puede ser ignorado, pero no tiene<br />

porque ser necesariamente hostigado o acosado.<br />

En segundo lugar, un trato discriminatorio en el centro educativo por<br />

razones concretas que, al hostigar a una persona frente a otras por razón de<br />

su género, credo religioso, etnia, orientación sexual, ideario político u otras<br />

similares, vulnere de este modo <strong>lo</strong>s principios consagrados en el Constitución<br />

Española, supone una clara violación de <strong>lo</strong>s derechos fundamentales<br />

amparados en la carta magna con un procedimiento preferente y sumario<br />

perfectamente delimitado en su modus operandi, que encuentra así un<br />

adecuado cauce legal específicamente establecido por el legislador para este<br />

tipo de delitos.<br />

2.- Respecto de la duración y frecuencia de <strong>lo</strong>s actos contra la víctima, parece<br />

razonable postular que es necesario que <strong>lo</strong>s comportamientos de acoso se<br />

produzcan durante un espacio temporal significativo y con una también<br />

significativa frecuencia, en una ratio o proporción que, objetivamente, denoten<br />

suficientemente la existencia del comportamiento de acoso.<br />

Es evidente la imprecisión de expresiones como “de vez en cuando” o<br />

“más de <strong>lo</strong> que a mi me gustaría”, para representar la duración y frecuencia de<br />

<strong>lo</strong>s comportamientos de acoso, por <strong>lo</strong> que deberían ser abandonadas ante la<br />

evidente problemática interpretativa que plantean. Por otra parte, el<br />

establecimiento de un computo demasiado cerrado, como por ejemp<strong>lo</strong> “tres<br />

veces por semana”, también podría plantear otro importante problema que, en<br />

este caso, recaería en el acosador que, a sabiendas de este criterio, espaciara<br />

convenientemente sus conductas de acoso para eludir el término temporal así<br />

establecido y así quedar impune.<br />

3.- El (des)equilibrio de poder entre las partes<br />

El (des)equilibrio de poder entre las partes hace referencia al diferente<br />

status que puede existir en la relación entre las partes implicadas en el proceso<br />

de acoso.<br />

• Un agente legitimador, con poder de ejercer fuerza (el acosador o<br />

acosadores)<br />

• Una víctima o víctimas cuya condición la hace objeto de ser violentada/s<br />

(la/s persona/s acosada/s)<br />

7


• La situación en que se realiza el acto de violencia (el medio educativo)<br />

• El daño producido a la víctima (las repercusiones en la esfera física,<br />

psíquica y social que sufre la víctima como consecuencia del<br />

comportamiento del acosador)<br />

En consonancia con <strong>lo</strong> expuesto, podríamos decir que, respecto del<br />

acoso escolar o bullying, tendríamos como uno de sus elementos esenciales, el<br />

poder que procede de la posición o status que una persona tiene o puede tener<br />

respecto de otra -relación vertical-, pero sin dejar de lado <strong>lo</strong> que podríamos el<br />

“poder personal”, es decir, la capacidad de influencia que determinados<br />

alumnos o estudiantes pueden llegar a tener sobre otos de igual status<br />

(relación horizontal).<br />

Estas relaciones también han sido definidas alternativamente como<br />

“bullying ascendente” ( 2 ) (que, en el medio educativo, sería ejercido por <strong>lo</strong>s<br />

estudiantes respecto de <strong>lo</strong>s profesores, educadores y tutores) y “bullying<br />

descendente o vertical”, que supondría justamente la relación inversa a la<br />

anterior.<br />

Desde una perspectiva microscópica, esta nueva visión, más centrada<br />

en <strong>lo</strong>s efectos del proceso, nos permite afirmar que “el acoso escolar o bullying<br />

puede aparecer en un contexto o ambiente educativo cuando una persona o<br />

personas identificadas, en alguna de las posiciones jerárquicas determinantes<br />

del proceso educativo, ejerce/n autoridad, poder, jerarquía, en suma,<br />

“influencia”( 3 ) sobre otra persona o personas, igualmente identificadas y<br />

participantes del mismo proceso, <strong>lo</strong> que repercute negativamente en la esfera<br />

física, psíquica y/o social de las personas hostigadas”.<br />

El Sistema Sistema<br />

<strong>Bullying</strong> <strong>Bullying</strong><br />

Acción intencionada y negativa.<br />

Maltrato repetido, constante y continuo.<br />

Circu<strong>lo</strong> de victimización<br />

Sistema Educacional<br />

<strong>No</strong>rmas Víctima Creencias<br />

Testigo<br />

Agresor<br />

4.- La percepción del acoso por la propia victima<br />

2 Esta variante es mucho más infrecuente y menos peligrosa pues el acosado dispone de<br />

mayores mecanismos de defensa y más medios y poder que <strong>lo</strong>s posibles acosadores.<br />

3 Las relaciones intraorganizacionales se caracterizan por la presencia continua de procesos de<br />

influencia. En el proceso de influencia podemos identificar tres elementos básicos: el agente<br />

que ejerce la influencia, <strong>lo</strong>s métodos de influencia desarrollados por el agente y el destinatario<br />

de la influencia.<br />

8


La autoconciencia de ser víctima de este tipo de<br />

comportamientos, es decir, la percepción que del acoso pueda tener la propia<br />

víctima es el elemento esencial del proceso de detección y posterior<br />

seguimiento del supuesto comportamiento de acoso.<br />

Es un hecho que la víctima de bullying tiene miedo u opone resistencia a<br />

denunciar este tipo de delitos. Este dato es significativamente importante, ya<br />

que existe una correlación directa entre víctima y efectividad del sistema de<br />

contención, formal o informal, de la actividad de acoso.<br />

Las instancias de contención disponibles só<strong>lo</strong> <strong>actua</strong>rán en aquel<strong>lo</strong>s<br />

casos en que <strong>lo</strong>s acosadores sean denunciados. La víctima tiene en sus<br />

manos, por tanto, la llave del contacto para la puesta en marcha del sistema de<br />

contención formal e informal frente al acoso.<br />

5.- La intención del acosador<br />

Es de suponer que el acosador tiene una determinada finalidad lesiva<br />

que se dirige contra la dignidad y entidad personal de la víctima.<br />

En el fondo de esta cuestión descansa la idea de que probablemente el<br />

acosador o acosadores puede o podrían <strong>actua</strong>r conforme a las líneas de un<br />

plan más o menos preconcebido para generar, como afirmábamos<br />

anteriormente, un determinado resultado negativo en la posición subjetiva y<br />

objetiva del sujeto acosado. Sin embargo, dada la dificultad real que puede<br />

existir, en muchos casos, para esclarecer, en profundidad, cual puede ser la<br />

intención última que mueve al acosador o acosadores a <strong>actua</strong>r de ese modo,<br />

es relativamente más sencil<strong>lo</strong>, poder aproximarse al conocimiento real de cual<br />

es dicha intención, a través de la percepción que la propia víctima o víctimas y,<br />

en su caso, <strong>lo</strong>s testigos suministran sobre el proceso de acoso en cuestión.<br />

puedan tener 4 .<br />

LEY DEL SILENCIO :<br />

Victima<br />

Ataque<br />

ESPECTADORES<br />

Conocen bien la situación<br />

Provoca : DISONANCIA MORAL<br />

O CULPABILIDAD<br />

Se les pide que aplaudan o ignore<br />

la situación.<br />

Agresor<br />

Consentimiento<br />

Testigo<br />

cómplice<br />

4 Siempre y cuando sean conscientes de la existencia y realidad objetiva del comportamiento<br />

de acoso.<br />

9


En cualquier caso, <strong>lo</strong>s posibles motivos del bullying habrá que buscar<strong>lo</strong>s<br />

más en el acosador que en el acosado, aunque las victimas más propicias<br />

suelen ser aquellas que presenten algún rasgo característico que las haga<br />

aparecer como diferentes ante <strong>lo</strong>s ojos de <strong>lo</strong>s acosadores.<br />

Es por <strong>lo</strong> que cada vez son más <strong>lo</strong>s investigadores en esta compleja<br />

materia que, haciendo gala de un punto de vista más pragmático, vienen a<br />

concluir que, más interesante que fijarse en cual pueda ser la intención<br />

profunda del acosador, debe ser tenida en cuenta la percepción que la víctima<br />

tiene del mismo, a partir del efecto o consecuencias objetivas producidas en la<br />

misma por el comportamiento del acosador.<br />

TIPOLOGÍA<br />

en:<br />

Los principales tipos de acoso escolar se suelen clasificar generalmente<br />

a) Físico: mediante el ejercicio de la fuerza (empujones, patadas,<br />

puñetazos, agresiones con objetos, etc ... . Se acepta que este<br />

tipo de acoso se da más en la escuela primaria que en la<br />

secundaria.<br />

b) Psicológico: mediante acciones encaminadas a minar y<br />

destruir la autoestima del individuo y fomentar, en cambio, su<br />

inseguridad y temor. Este componente psicológico,<br />

virtualmente está presente en las otras formas de violencia<br />

escolar, pero también puede producirse de manera única, sin<br />

que vaya acompañado de violencia física o social.<br />

La violencia verbal es una de las manifestaciones más<br />

habituales de la violencia psicológica. Mediante insultos,<br />

descalificaciones y humillaciones de naturaleza verbal,<br />

ejercidas frecuentemente a por medio de actos de<br />

menosprecio público que tienen como finalidad destrozar la<br />

reputación de la víctima y anular su autioestima.<br />

c) Social: Tiene como finalidad causar el aislamiento social de la<br />

víctima respecto del grupo de referencia y se basa en la<br />

participación directa o indirecta del grupo en el proceso de<br />

acoso. En el segundo caso, el aislamiento social de la victima<br />

se produce a través de la inhibición contemplativa de <strong>lo</strong>s<br />

miembros del grupo (testigos mudos).<br />

<strong>No</strong> se trata de formas puras, sino que la propia naturaleza plástica y<br />

metamórfica del proceso de acoso escolar determina que en el mismo<br />

proceso se presenten elementos de las tres formas enunciadas, por el<strong>lo</strong>,<br />

el acoso escolar suele presentar manifestaciones cruzadas de diversa naturaleza,<br />

entre las cuales, las más comunes son:<br />

• Verbales: insultos, adjudicación de motes, difundir rumores y, en<br />

general, <strong>lo</strong> que en el lenguaje común definimos como “hablar mal de<br />

alguien”.<br />

10


• Psicológicas: amenazas y coacciones para <strong>lo</strong>grar algo de la víctima,<br />

para ejercer poder y dominio sobre ella.<br />

• Agresiones físicas: peleas, palizas, empujones y, en general, acciones<br />

contra la víctima a través del ejercicio de la fuerza física que ejercen<br />

presión sobre el individuo al hacerse de forma reiterada y sistemática.<br />

• Aislamiento social: marginando, ignorando la presencia de la víctima y<br />

no contando con él/ella en las actividades ordinarias y/o extraordinarias<br />

que pudieran tener lugar entre amigos o compañeros de clase.<br />

VICTIMAS Y ACOSADORES: posibles perfiles<br />

Los acosadores suelen ser personas poseedoras de ciertos complejos e<br />

inseguridades, baja autoestima, carencias afectivas y ausencia de habilidades<br />

sociales para inter<strong>actua</strong>r positivamenteen las relaciones Intragrupales.<br />

En muchos casos pueden haber sufrido ma<strong>lo</strong>s tratos en el propio hogar<br />

o han convivido con personas con personalidad sociopática o intolerantes hacia<br />

ciertas personas o grupos y presentan en cierto número de casos rasgos<br />

psicopáticos más o menos acentuados.<br />

Los acosadores desarrollan estrategias de relación social basadas en el<br />

empleo de la fuerza y son muy hábiles usando la violencia física o psicológica y<br />

creando relaciones interpersonales basadas en el binomio “dominaciónsumisión”.<br />

Generalmente la vis psicológica de la violencia que <strong>lo</strong>s acosadores<br />

ejercen sobre <strong>lo</strong>s acosados es muy superior a la de la componente física. Son<br />

manipuladores y en algunos casos pueden hacer creer a <strong>lo</strong>s adultos que se<br />

relacionan con el grupo (tutores, educadores), que el<strong>lo</strong>s son las víctimas o al<br />

menos que sus actitudes surgen como respuesta a provocaciones previas de<br />

<strong>lo</strong>s acosados, <strong>lo</strong> cual no es cierto en la inmensa mayoría de casos.<br />

En el bullying las víctimas son elegidas en función de la percepción de<br />

las garantías de éxito que tenga el acosador de poder llevar a cabo su acción.<br />

En un primer momento, el acosador establece una tentativa de aproximación a<br />

la víctima. Se trata de una suerte de comportamiento exp<strong>lo</strong>ratorio, para<br />

comprobar la resistencia de la víctima. La actitud de la víctima en estos<br />

primeros estadios del proceso de acoso es crucial, pues si ya de inicio es<br />

percibida como vulnerable y, por consiguiente, accesible a las pretensiones del<br />

acosador, su misma inseguridad (real o percibida) podría dar alas a aquél para<br />

proseguir con el proceso e instaurar definitivamente la relación de acoso.<br />

La percepción que de la víctima tenga el acosador y la evaluación que<br />

éste haga de sus posibilidades de éxito, sin lugar a dudas, son <strong>lo</strong>s elementos<br />

iniciales fundamentales que determinan el inicio del proceso y, por<br />

consiguiente, el desarrol<strong>lo</strong> de esa “pedagogía de la indefensión”, en la que el<br />

acosador ejercerá de maestro y el acosado de alumno, día tras día,<br />

sistematizando y nutriendo la evolución deseada en la dirección del binomio<br />

“sumisión/dominancia”: la evolución progresiva (“aumento”) del acosador<br />

depende de la involución progresiva (“disminución”) del acosado.<br />

11


Instaurado el proceso de acoso sobre la víctima, su personalidad irá<br />

quedando anulada progresivamente, perdiendo poco a poco la capacidad de<br />

reacción ante las vejaciones que va sufriendo. De este modo, pierden la ilusión,<br />

la autoestima y poco a poco se van volviendo más y más introvertidas, hasta<br />

poder quedar anuladas por completo. Cuando se encuentran en esta fase, son<br />

tan vulnerables que una palabra, una risa o un gesto las puede herir<br />

profundamente.<br />

En esa, imperceptible muchas veces, tela de araña, la dominación de<br />

unos y la sumisión de otros se ejerce de forma implacable, creándose una<br />

mutua e insana dependencia emocional del acosado frente el acosador y<br />

también de éste frente a aquél, por <strong>lo</strong> que las reacciones ante <strong>lo</strong>s casos de<br />

acoso pueden ser muy diversas y conducir también a diferentes situaciones.<br />

Las reacciones de las víctimas frente al acoso tiene un amplio rango<br />

situacional:<br />

Unas pueden reaccionar defensivamente contra sus agresores,<br />

desarrollando estrategias para neutralizar el proceso, con o sin<br />

éxito, <strong>lo</strong> que, en cada caso, tendrá repercusiones, de un signo u<br />

otro, en sus respectivas situaciones personales, sociales y<br />

familiares.<br />

Otras se pueden convertir ellas mismas en “bulls”.<br />

Otras pueden somatizar el daño recibido y desarrollar<br />

enfermedades psicopatológicas. En <strong>lo</strong>s casos más dramáticos,<br />

pueden aparecer conductas auto lesivas que, llevadas al extremo,<br />

pueden derivar en suicidio.<br />

El terrible sufrimiento con el que viven estas personas puede pasar<br />

desapercibido por parte de <strong>lo</strong>s adultos, tanto padres como docentes y otras<br />

personas que están en contacto con <strong>lo</strong>s jóvenes. En muchos casos se califican<br />

superficialmente <strong>lo</strong>s hechos como chiquilladas sin importancia. Pero lejos de<br />

ser “cosas de niños” esta terrible situación puede llegar a dejar secuelas<br />

irreparables en muchas personas acosadas.<br />

Si la exposición al acoso es significativamente intensa, la víctima puede<br />

sufrir un Trastorno de Estrés Postraumático, cuyo pronóstico de evolución, en<br />

muchos casos es reservado y complejo. En <strong>lo</strong>s casos más graves pueden ser<br />

personas que requieran tratamiento psiquiátrico, manifestando una importante<br />

incapacidad para relacionarse socialmente. Hasta que punto <strong>lo</strong>s acosadores se<br />

cebaron en el<strong>lo</strong>s de forma brutal, cruel y despiadada, hasta que punto <strong>lo</strong>s<br />

convirtieron en so<strong>lo</strong> una sombra de <strong>lo</strong> que pudieron ser, condenándo<strong>lo</strong>s a la<br />

infelicidad de por vida, mientras que el<strong>lo</strong>s quedaron completamente impunes,<br />

son cuestiones que deben hacernos reflexionar acerca de la importancia de<br />

identificar y <strong>actua</strong>r a tiempo, de manera efectiva, frente a este fenómeno.<br />

Afortunadamente no todos <strong>lo</strong>s acosados acaban mal. Algunas personas que<br />

sufrieron acoso <strong>lo</strong> han podido superar en todo o en parte, pero siempre quedan<br />

marcas y huellas psíquicas que les acompañarán a <strong>lo</strong> largo de sus vidas.<br />

12


Especialmente <strong>lo</strong>s padres, pero también <strong>lo</strong>s educadores, han de estar<br />

alerta ante <strong>lo</strong> que les pasa a <strong>lo</strong>s niños, observar <strong>lo</strong>s cambios de conducta que<br />

puedan tener, si se encierran en si mismos, si no quieren salir o se pasan<br />

demasiado tiempo so<strong>lo</strong>s, conectados a Internet, jugando con <strong>lo</strong>s videojuegos o<br />

viendo la televisión, si llegan magullados o sus ropas aparecen rotas con más<br />

frecuencia de <strong>lo</strong> que cabría esperar debido a accidentes fortuitos propios del<br />

juego o práctica deportiva. Otro factor significativo, que puede indicarnos que<br />

algo negativo puede estar pasando, <strong>lo</strong> podremos apreciar cuando se aproxima<br />

el momento de volver a la escuela. Si el niño manifiesta irritabilidad,<br />

excitabilidad o ansiedad, o bien, en el otro extremo de la sintomato<strong>lo</strong>gía,<br />

permanece silencioso, triste y encerrado en si mismo, en ambos casos, nos<br />

está indicando su rechazo a la vuelta al colegio, probablemente porque teme<br />

volver a sufrir el acoso que unas horas más tarde puede estar nuevamente<br />

esperándole. Estos síntomas, acompañados incluso con llanto y algún tipo de<br />

malestar de origen psicosomático, constituyen, en la mayoría de <strong>lo</strong>s casos, un<br />

intento, a veces desesperado, por buscar el beneficio de no acudir a clase,<br />

evitando así el sufrimiento del bullying.<br />

Por eso es tan importante escuchar al niño, sobre todo cuando nos<br />

cuenta algo relacionado con sus temores y frustraciones. Padres y educadores<br />

deben aprender a escuchar con empatía. Han de saber ponerse en su lugar y,<br />

a través de una escucha activa, va<strong>lo</strong>rar la importancia que el niño da a <strong>lo</strong> que le<br />

pueda estar sucediendo. Hemos de tener presente que las personas que sufren<br />

esta grave situación llegan a tener tan baja su autoestima que se avergüenzan<br />

de si mismos de tal modo que son incapaces incluso de admitir <strong>lo</strong> que les<br />

sucede.<br />

VICTIMIZACIÓN<br />

Desde la perspectiva de la moderna Victimo<strong>lo</strong>gía, ciencia que se ocupa del<br />

sujeto pasivo del delito y también de <strong>lo</strong>s familiares y terceras personas<br />

afectadas por el mismo, <strong>lo</strong> que aquí nos interesa es de qué manera podemos<br />

atender y va<strong>lo</strong>rar <strong>lo</strong>s derechos de las víctimas de bullying y, sobre todo,<br />

procurar su satisfacción de manera efectiva.<br />

Desde esta perspectiva, la víctima de violencia escolar, presenta, al<br />

menos, dos características que hay que destacar:<br />

o Su especial vulnerabilidad:<br />

El perfil de vulnerabilidad se establece con referencia a aquellas<br />

características personales, sociales o culturales de la víctima que determinan<br />

una diferencia respecto del grupo de referencia que es percibida de manera<br />

negativa o muy negativa por quien o quienes ejercen la conducta violenta.<br />

Características tales como el sexo, determinados rasgos físicos o de<br />

13


personalidad, la inclinación sexual ... etc, etc, pueden determinar directamente<br />

el surgimiento de comportamientos de acoso 5 .<br />

o La alienación de la víctima respecto de las instancias<br />

formales o informales de contención de <strong>lo</strong>s<br />

comportamientos de acoso:<br />

Las razones de esta inhibición, indiferencia o falta de colaboración con<br />

<strong>lo</strong>s sistemas de contención son un claro exponente de la alienación y<br />

desconfianza de la víctima respecto del posible resultado final de la denuncia..<br />

Son muchos <strong>lo</strong>s factores que contribuyen a la decisión de la víctima a no<br />

denunciar este tipo de situaciones:<br />

# Unos derivan del impacto psicológico que la propia agresión<br />

causa a la víctima: temor a ser objeto de nuevas agresiones, abatimiento,<br />

depresión ... . (“victimización primaria: la víctima como víctima del agresor”).<br />

Muchas veces se desencadenan mecanismos de autoinculpación que todavía<br />

refuerzan más la tendencia a no denunciar el hecho. Todo esto ocurre muy<br />

frecuentemente cuando se ha de convivir con el agresor en el mismo centro<br />

educativo y se temen fundadamente sus represalias.<br />

# Otro factor relevante es el sentimiento de impotencia o<br />

indefensión que experimenta la víctima, unido al de desconfianza en el<br />

funcionamiento de las instituciones, tanto judiciales como educativas.<br />

Generalmente, la víctima cree en la inutilidad e ineficacia de la denuncia. <strong>No</strong> le<br />

faltan razones: en <strong>lo</strong> concerniente a este tipo de situaciones, todos <strong>lo</strong>s días<br />

asistimos a través de <strong>lo</strong>s medios de comunicación a nuevos casos de acoso de<br />

incierto resultado para las víctimas, <strong>lo</strong> que no ayuda <strong>lo</strong> más mínimo a <strong>lo</strong>s<br />

posibles afectados a tomar la decisión, siempre compleja, siempre difícil de<br />

denunciar.<br />

# Un tercer factor es el propósito justificado de evitar posteriores<br />

perjuicios adicionales para el denunciante (“victimización secundaria: la víctima<br />

como víctima del sistema de instancias de contención del bullying”). La<br />

investigación que la denuncia desencadena y el subsiguiente proceso judicial o<br />

procedimiento sancionador reglamentario educativo, suelen deparar toda<br />

suerte de incomodidades, frustraciones y padecimientos a la víctima.<br />

La víctima se siente, por <strong>lo</strong> general, incomprendida por <strong>lo</strong>s agentes<br />

del sistema y humillada una vez más en determinados momentos del<br />

procedimiento (confrontación con su acosador o acosadores, culpabilización de<br />

la víctima por quien ejerza la defensa del agresor, etc .... ) a la vez que puede<br />

recibir críticas desde su propio entorno familiar y social, percibiendo cómo su<br />

comportamiento es cuestionado cruelmente (“victimización terciaria: la víctima<br />

como víctima de la sociedad”).<br />

5 Un trato discriminatorio en el centro educativo por razones concretas que vulnere de <strong>lo</strong>s<br />

principios consagrados en el Constitución Española, supone una violación de <strong>lo</strong>s derechos<br />

fundamentales amparados en la carta magna con un procedimiento preferente y sumario<br />

específicamente establecido por el legislador para este tipo de delitos.<br />

14


UNA NUEVA REVISIÓN DEL PROBLEMA BASADA EN LA PREVENCIÓN<br />

El establecimiento de un nuevo marco de relaciones en materia<br />

educativa pasa necesariamente porque en cada centro escolar y en <strong>lo</strong>s<br />

organismos de que dependen o se encuadran, a nivel organizativo o<br />

estructural, se haga público el rechazo a cualquer expresión, gesto, episodio,<br />

en suma, manifestación de violencia ya sea ésta física, verbal, psicológica,<br />

sexual, organizativa, estructural, social o xenófoba.<br />

Esa declaración de consenso, debe recoger la confluencia de voluntades<br />

y opiniones en una visión unánime acerca de la necesidad de <strong>actua</strong>r desde una<br />

perspectiva g<strong>lo</strong>bal frente a un problema tan complejo y dificil de abordar como<br />

es la violencia escolar.<br />

En cualquier caso, sin la aportación de <strong>lo</strong>s medios humanos y materiales<br />

necesarios, por parte de <strong>lo</strong>s órganismos públicos de que depende la gestión de<br />

<strong>lo</strong>s recursos en materia educativa, no será posible introducir esa necesaria<br />

nueva cultura en matería educativa, que tiene sus pilares básicos en la<br />

prevención de <strong>lo</strong>s comportamientos violentos y antisociales y en la implantación<br />

de un nuevo marco de convivencia solidaria en <strong>lo</strong>s centros educativos.<br />

Es evidente que se ha de potenciar la cultura preventiva e intervenir,<br />

desde el punto de vista punitivo, únicamente cuando se hayan agotado todos<br />

<strong>lo</strong>s recursos preexistentes, planificados de manera coordinada por la red de<br />

instituciones implicadas en este proceso.<br />

Algunos de <strong>lo</strong>s elementos esenciales de este planteamiento podrían ser<br />

<strong>lo</strong>s siguientes:<br />

La formación incial y continuada del profesorado.<br />

La colaboración efectiva con las asociaciones de madres y padres de<br />

alumnos y, especialmente, con el propio alumnado.<br />

La aplicación de mecanismos de mediación y resolución pacifica de<br />

conflictos, a través de la puesta en marcha de protoco<strong>lo</strong>s de<br />

<strong>actua</strong>ción frente a la violencia escolar y otras manifestaciones no<br />

deseables de comportamiento antisocial<br />

La optimización de <strong>lo</strong>s recursos preexistentes y la coordinación e<br />

interrelaciónn entre todos el<strong>lo</strong>s, estableciéndose, en su caso, cuantos<br />

protoco<strong>lo</strong>s de <strong>actua</strong>ción o convenios de colaboración sean<br />

necesarios. Esta coordinación interadministrativa (en la mayoria de<br />

<strong>lo</strong>s casos) o intraadminsitrativa (en algunos otros) es una de las<br />

claves del éxito en la consecución de <strong>lo</strong>s objetivos de este<br />

documento.<br />

Impulsar la presencia de padres y profesores en <strong>lo</strong>sl observatorios de<br />

la convivencia escolar, <strong>lo</strong> que, sin duda, contribuirá a crear un clima<br />

15


CONCLUSIONES<br />

de análisis e interpretación de <strong>lo</strong>s datos objetivos existentes desde<br />

una perspectiva más próxima al nucleo del problema.<br />

La escuela es uno de <strong>lo</strong>s espacios fundamentales donde <strong>lo</strong>s niños<br />

y jóvenes aprenden formas de vincularse y donde no só<strong>lo</strong> expanden las<br />

experiencias aprendidas hacia su núcleo familiar, promoviendo conductas fuera<br />

de la escuela, sino que, a su vez, esos mismos protagonistas condicionan el<br />

mismo espacio educativo a través de sus experiencias familiares y vecinales.<br />

La escuela no está al margen de la comunidad, por eso sufre también el<br />

impacto de <strong>lo</strong> que sucede cotidianamente en el barrio, en las familias, en <strong>lo</strong>s<br />

medios de comunicación y en la comunidad g<strong>lo</strong>bal dónde se encuadra su<br />

campo de acción.<br />

La cosificación de la relación entre padres e hijos contribuye a<br />

crear individuos anómicos, susceptibles de sufrir déficits conductuales y otras<br />

pato<strong>lo</strong>gías relacionadas con el proceso de socialización, que se agravan en y<br />

agravan el propio medio escolar, cada vez más carente de <strong>lo</strong>s principios y<br />

va<strong>lo</strong>res de carácter netamente educativo, como responsabilidad, respeto y<br />

disciplina.<br />

Si a <strong>lo</strong> anterior unimos el resultado de la exposición continuada a<br />

una atmósfera educativa tóxica, podremos muy probablemente encontrarnos<br />

en el futuro con unos adultos, ahora niños, propensos y vulnerables a ser<br />

víctimas o causantes de otros fenómenos de victimización que fácilmente se<br />

conectan con el bullying, como la violencia intrafamiliar y el acoso psicológico<br />

en el trabajo o mobbing.<br />

Por el<strong>lo</strong>. es fundamental tender puentes entre <strong>lo</strong>s tres ámbitos de<br />

socialización: familia, escuela y entorno, tradicionalmente considerados como<br />

compartimentos estancos. So<strong>lo</strong> desde la interconexión y coordinación entre<br />

todos <strong>lo</strong>s agentes socializadores que van apareciendo a <strong>lo</strong> largo de la vida de<br />

las niñas y <strong>lo</strong>s niños se garantiza un proceso educativo adecuado, y por <strong>lo</strong><br />

tanto una prevención adecuada del problema que aquí abordamos.<br />

Carme<strong>lo</strong> Carme<strong>lo</strong> Hernández Hernández Ramos. 2008<br />

“Hemos aprendido a volar como <strong>lo</strong>s pájaros y a nadar como<br />

<strong>lo</strong>s peces, pero aún no hemos descubierto el sencil<strong>lo</strong> arte de<br />

vivir como hermanos”<br />

Martín Luther King<br />

16

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!