Expte. nº 15.534 (Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial ...

Expte. Nº 26.501: (Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial s/
remoción e inhabilitación Doctor C.P. Agustín Cueli Gómez).-
VISTO:
El expte. Nº 26.501 iniciado por denuncia formulada por la Excma. Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Comercial contra el Doctor Contador Público Agustín Cueli
Gómez (Tº 182 Fº 12), del que resulta:
1.- A fs. 1 obra el oficio suscripto por el Secretario Letrado de la Excma.
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial dando cuenta que el matriculado fue
removido e inhabilitado del cargo de síndico por el término de cuatro años por resolución que
quedó firme con fecha 25 de marzo de 2008, por su actuación en los autos: “… GROUP
S/QUIEBRA” en trámite por ante el Juzgado Nº 19, Secretaría Nº 37 del fuero.-
2.- A fs. 10 se dispone oficiar al Juzgado interviniente requiriendo información
complementaria respecto de la actuación del profesional denunciado, obrando a fs. 13/16 la
respuesta de la que surge: a) Que el Contador Agustín Cueli Gómez fue designado el 23 de
febrero de 2007; notificado de su designación el 5 de marzo de 2007; b) Que aceptó el cargo el
6 de marzo de 2007; c) Que a fs. 83 acompañó oficios y testimonio para su confronte y firma a
fin de comunicar el decreto de quiebra; d) Que fue intimado a fs. 100 por auto del 23 de agosto
de 2007 a presentar el informe del art. 35 de la L.C.Q. y notificado el 27 de agosto de 2007
fijándose la cédula en la puerta del domicilio constituido, e) Que por auto del 27 de septiembre
de 20079 fue vuelto a intimar a fin de que brinde explicaciones respecto de la falta de
presentación del informe aludido, bajo apercibimiento de resolverse con las constancias de la
causa, notificándolo de dicha providencia el 5 de octubre de 2007. En al providencia de fs. 113
fue asentado que a dicho profesional el 24 de febrero de 2006 la Sala “E” del Superior le
impuso una multa de $ 1000.- en los autos: “… s/ Quiebra” en trámite por ante el Juzgado
Comercial Nº 13; f) Que ante graves incumplimientos incurridos y el principio de gradualidad
se lo removió de su cargo el 7 de noviembre de 2007; g) Que el domicilio constituido en autos
es Av. Corrientes …, piso .. “..” de Capital Federal; h) Que se acompaña el auto de remoción.-
3.- A fs. 17 se dispone correr el traslado por presunta violación de los artículos
2º y 4º del Código de Ética, previsto en la Res. C.D. 130/01 arts. 36 y 37, quedando notificado
el matriculado a fs. 18 personalmente.-
4.- A fs. 19 se presenta el matriculado solicitando ampliación de plazo, que le es
otorgado a fs. 20 y se notifica personalmente el profesional, quien se presenta a fs. 22/63
realizando su descargo del que surge: …“YO, el Dr. (C.P.-U.B.A.) Agustín CUELI GÓMEZ,
(C.P.C.E.-C.A.B.A., T° 182, F° 012), en mi carácter de Ex –Síndico, quien fuera antes y
oportunamente, designado en los autos "… GROUP S. A., s/ Quiebra - Exp. N° 050.207”, en
trámite por ante el J.N.P.I. en lo Com. N° 19, SECR. N° 37 (y ello así, en una quiebra
decretada por la suma de $ 6.433,43) -, manteniendo, - a sus efectos procesales -, domicilio
especial en la Av. Corrientes N° …, - …° Piso "..", (1043) de esta Ciudad de Buenos Aires,
(TELS: N°: … y N°…) en estos actuados, caratulados "Exp. N° 026.501 (C.N.A. en lo Com.
s/remoción e inhabilitación Dr. C.P. Agustín Cueli Gómez)” -, a V. S. respetuosamente me
presento y digo:
I.- QUE de acuerdo a lo dispuesto en su resolución recaída en estos actuados con fecha “21
AGO 08”, - la cual me fuera cursada con fecha “27 AGO 08” y fuera recibida en mi estudio
mediante correo simple u ordinario con fecha “04 SET 08” -, vengo a contestar el referido
traslado conforme a lo allí requerido, en relación a las prescripciones de los arts. 2° y 4° del
Código de Ética del C.P.C.E.-C.A.B.A. vigente, y en los siguientes términos:
A.- RESPECTO DE LA PRUEBA PRODUCIDA POR LA ACTORA,
CONFORME A LAS PREVISIONES DE LOS ARTS. 2° Y 4° DEL ANTES REFERIDO
CÓDIGO DE ÉTICA DEL C.P.C.E.-C.A.B.A. VIGENTE
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La prueba producida por la presentante es como sigue
A.1.- Copia fotostática simple de la sentencia, de fecha “07 NOV 07” por la cual se
informa que he sido removido e inhabilitado en mi función de síndico concursal… (Anexo
“A1”, F° 1/2 a 2/2); cft. F° 15/16 de su Expte. N° 026.501 -;
A.2.- Nota de índole epistolar, producida por el Dr. (Abog.) Hernán MONCLÁ,, quien
fecha, firma y sella la referida pieza en data “23 ABR 08”, produce su “inicial de trabajo”
ológrafa a modo de firma y rubrica y sella el libelo con su cargo, esto es: “SECRETARIO
LETRADO”, - de la -, “CÁMARA COMERCIAL”, otorgándole así a la pieza, - a ojos vistas -,
el rango de “DOCUMENTO PÚBLICO”, el que fuera recibido por el “TRIBUNAL de ÉTICA
PROFESIONAL del C.P.C.E. de la C.A.B.A. con fecha “30 ABR 08” como “Nota 8.017”,
donde comunica a ese Tribunal de Ética que con fecha “25 MARZ 08” ha quedado firme la
sentencia por la cual he sido removido e inhabilitado en mi función de síndico concursal;
ELLO, conforme al art. 30 “c” del “REGLAMENTO DE PROCEDIMIENTO
DISCIPLINARIO” (del C.P.C.E.-C.A.B.A.); (Anexo “A2”, F° 1/1); - cft. F° 1 del Expte. N°
026.501 -; nada dice referido a que existiera un Expte. N° “S. 3.119/2007”, desde el “21 DIC
07”, - o sea desde tres (3) meses antes a esa fecha, puerilmente “archivado”, (mejor sea
dicho, “CAJONEADO”) en su secretaría -, precisamente a la espera de que existiera una, -
cualquiera -,“sentencia firme”, que obvia y fatalmente, habrá de ser de fecha posterior a la de
la “RENUNCIA INDECLINABLE” antes presentada. (Cfr. “Anexo D”, y punto “B.5”, acápite
“a.” de este escrito)
A.3.- INFORME del actuario de la Secretaría 37 respecto de lo actuado en el caso "…
GROUP S. A., s/ Quiebra - Exp. N° …”- que culminara con mi remoción en esa causa; éste, de
fecha “26 JUN 08”, - o sea, datado 2 meses y 3 días después que la anterior, conforme al art.
31 del “REGLAMENTO DE PROCEDIMIENTO DISCIPLINARIO” (del C.P.C.E.-C.A.B.A.);
(Anexo “A3”, F° 1/2 a 2/2); cft. F° 13/14 del Expte. N° 026.501 -.
Respecto de las cuales tres (3) piezas ANTERIORES no me merecen otras ni mayores
observaciones que las antes efectuadas y las que oportuna y puntualmente produciré en este
responde, en ocasión y como consecuencia del examen, - y cotejo -, que merezcan con aquellas
pruebas que en la presente oportunidad aporto, las cuales son como sigue; - art. 39, incs. “e”
y “f” del “REGLAMENTO DE PROCEDIMIENTO DISCIPLINARIO” (del C.P.C.E.-
C.A.B.A.) -:
B.- RESPECTO DE LA PROBATORIA PRODUCIDA POR LA IMPUTADA,
REFERENTE A LAS PREVISIONES DE LOS ARTS. 2° Y 4° DEL CÓDIGO DE ÉTICA DEL
C.P.C.E.-C.A.B.A. VIGENTE
Se aportan los siguientes documentos originales o bien, en primera copia, en su caso forzoso:
B.1 – Solicitud de un “CERTIFICADO de CAUSAS PENDIENTES” dirigido al Dr.
Fernando WETZEL, - SECRETARÍA PRIVADA, recibido, sellado firmado y fechado por el
mencionado funcionario en fecha “06 DIC 07”, – referido al J.N. de P.I. en lo C. N° 13, -
Secr. N° 25 y 26, conjuntamente -, y copia de los respectivos certificados solicitados, de donde
surge que las causas en trámite, - en sus dichos -, eran diecisiete, -17 -, y ello, sin mencionar
la pluralidad de causas incidentales conexas a estas; (Anexo “A”, F° 1/6 a 6/6)
B.2 - Solicitud de un “CERTIFICADO de CAUSAS PENDIENTES” dirigido a la Dra.
María Fernanda MASSONI, - SECRETARÍA N° 37 -, recibido, sellado firmado y fechado por
la mencionada funcionaria en fecha “06 DIC 07”, – referido al J.N. de P.I. en lo C. N° 19,
con copia a la Secretaría Privada -, y copias del respectivo certificado solicitado, de donde
surge que las causas en trámite, - en sus dichos -, eran ocho, - 8 -, y ello, sin mencionar la
pluralidad de causas incidentales conexas a éstas; (Anexo “B”, F° 1/9 a 9/9)
B.3 - Solicitud de un “CERTIFICADO de CAUSAS PENDIENTES” dirigido a la Dra.
Adriana Patricia CIRULLI, - SECRETARÍA N° 38, recibido, sellado firmado y fechado por la
mencionada funcionaria en fecha “07 DIC 07”, – referido al J.N. de P.I. en lo C. N° 19, con
copia a la Secretaría Privada -, y copias del respectivo certificado solicitado, de donde surge
que las causas en trámite, - en sus dichos -, eran tres, - 3 -, y ello, sin mencionar la
pluralidad de causas incidentales conexas a éstas; (Anexo “C”, F° 1/5 a 5/5)
B.4 – Copia del escrito de mi firma “RENUNCIA INDECLINABLE AL CARGO” dirigido
al “Sr. Pte. de la EXCMA. CÁM. NAC. de APEL. en lo COM., Dr. Rodolfo RAMÍREZ, sellada
en la “SUPERINTENDENCIA” de la CÁMARA, y fechada “21 DIC 07”, - PERO NO
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FIRMADA SU RECEPCIÓN POR FUNCIONARIO ALGUNO -, con el agregado de la copia
del “Análisis Clínico” y “Diagnóstico Médico” de mi persona, denotativo el primero de una
“Iperglucemia”, - 285 mg/dl, al borde del “coma diabético” –, con más un severo cuadro en
“colesterol” y “triglicéridos”, fenómeno éste que, - generalmente -, se encuentra asociado al
mencionado anteriormente…, con más una copia del referido “Diagnóstico Médico” de la
psiquiatra, Dra. … (M.N. …) el cual refiere crípticamente al síndrome del “Stress”, de fechas
“08 JUL 07” y “30 JUL 07”, fechas éstas que explican por si mismas el grado de inmovilismo
a que me encontraba sometido por la conjunción de ambas dolencias, con más el notorio
desinterés y parsimonia con que fui tratado en la mencionada “SUPERINTENDENCIA”
donde no se me aceptada escrito alguno que denotara “fecha cierta” a mi presentación, si
previamente no aportaba los antes referidos “CERTIFICADOS de CAUSAS PENDIENTES”, -
los cuales, es atendible, no son otra cosa que un simple “TRÁMITE INTERNO”, donde el
“auxiliar” enfermo no tendría porqué tener que esperar a sentirse “un poco mejor”, -
mañana, la semana que viene, o el mes o meses próximo/s, tal vez… -, para poder tramitarlos
“per se”… disciplinadamente,… ignorando, o tratando de ignorar - también “per se” -, la
crueldad de trato ínsita en la situación planteada de ese modo; (Anexo “D”, F° 1/7 a 7/7)
B.5.- Cédula de notificación de fecha “25 ABR 08”, - recibida en mi estudio el “29 ABR 08” -,
de la EXCMA. CÁM. NAC. de APEL. en lo COM., en la causa N° 3.119/07, Sala “C”,
acompañando copia de la Resolución de fecha “23 ABR 08”, producida por el Dr. (Abog.)
Hernán MONCLÁ, quien así data la referida pieza, produce su “inicial de trabajo” ológrafa a
modo de firma y rubrica y sella el escrito con su cargo, esto es: “SECRETARIO LETRADO”, -
de la -, “CÁMARA COMERCIAL”, otorgándole así a la pieza, - a ojos vistas -, el rango de
“DOCUMENTO PÚBLICO”; en ella informa
a.- que existe en esa Cámara unas actuaciones caratuladas “S. 3.119/2007” referidas a
mi renuncia irrevocable; (evidentemente por causa de mi presentación de fecha “21 DIC 07”,
información ésta que hasta ese momento me era desconocida,… luego: ¿acaso mi proceder
estaba siendo Juzgado en secreto, o bien, con carácter reservado, sin derecho a la debida
defensa en juicio?)
b.- que visto lo informado por el J.N. de P.I. en lo C. N° 19, - del Dr. G. D. SANTICCHIA -
, he sido removido e inhabilitado por el termino de cuatro (4) años, siendo excluido de listas –
evidentemente -, con fecha “23 ABR 08”, o sea, cuatro (4) meses y dos (2) días, después que
presentara mi renuncia INDECLINABLE al cargo de síndico concursal; - no se menciona allí
la fecha del “25 MARZ 08”-, (Cfr.: Anexo “A2”, F° 1/1; dice allí, SÍ, que fue con la referida
fecha del “25 MARZ 08” que quedó firme la sentencia, la cual dispone mi remoción) -; y
c. - que…”Atento lo resuelto en el punto 2, hágase saber al interesado que la renuncia
solicitada a F° 23 devino abstracta” (sic), O SEA, - parecería ser que, ahora sí, había una
renuncia previa -, que nunca pudieron entender que una renuncia, - SI ES EL CASO QUE
FUE HECHA ENTRE CIUDADANOS LIBRES Y/O ENTES CONSTITUCIONALES
DEMOCRÁTICOS , - esto es, - no siendo las partes, (algunas o todas), simplemente siervos o
esclavos -, cuando es el caso que el tema es tratado con “CARÁCTER INDECLINABLE”, -
por definición lógica -, en el FUTURO, no deviene NUNCA en NADA distinto a aquello que
fue enunciado,…- no es algo que pueda ser considerado graciable, facultativo y/o revocatorio
-, es simplemente eso: “INDECLINABLE”, - “INAMOVIBLE” - y lo es “PER SECULA
SECULORUM”, ya sea que la acepten o que no deseen reconocer su existencia y aceptación,
explícita y formalmente; - es que, se ve lógicamente, - siguiendo el razonamiento del estoico
ZENÓN de Elea -, según el cual, “lo verdadero no tiene nada en común con lo falso, y por lo
tanto puede ser claramente separado”, - cfr.: “La Práctica del Dictamen”, Riccardo CAMPA,
Grupo Editor Sudamericano S.R.L., Bs. As., 1990, pág. 150 -; (Anexo “E”, F° 1/2 a 2/2);
B.6.- a.- Copia simple de la Credencial de “Socio Pleno”, - N° 275.591 -, del “HOSPITAL
…”, nosocomio en el cual llevo atendiéndome clínicamente del síndrome que “infra supra”
habré de detallar, - desde hace ya, (aproximadamente) más de un (1) año -, sin que a la fecha
pueda establecerse racionalmente una fecha estimativa de alta,… y, b.- un repertorio de la
copiosa medicación a que me encuentro sujeto, según el siguiente detalle:
1.- “Metformina” y “Glimepirida”, son dos “Hipoglucemiantes” de acción
farmacológica complementaria entre sí, por causa de la intensa diabetes de “Tipo II”, -
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“Mellitus”, “no insulino-dependiente” -, que me aqueja y se iniciara de modo larvado, sin una
sintomatología que pudiere alertarme, ni a tiempo ni adecuadamente;
2.- “Carvedilol” es un “Betabloqueante” e “Hipotensor” de uso específico y
también, preventivo, en cardiología; el “riesgo cardiológico” esta siendo indagado,
morosamente, por razones específicas: - a.- la complejidad de los estudios necesarios, b.- la
conocida parsimonia funcional de esa institución sanitaria y, c.- de consuno, los reiterados
paros sindicales de su personal profesional por causa de la reiterativa falta de pago… -; pero
la arritmia sí existe, está detectada y falta establecer su causalidad funcional…; y
3.-“Risperidona”, es un “Antidepresivo”, y “Sedante” morigerador de la
irritabilidad por causa de depresión y angustia, - de uso extendido en psiquiatría -, cuya
necesidad psico-fisiológica, en mi caso, ya está remitiendo, por causa, tanto de la medicación
administrada cuanto por mi muy oportuno alejamiento de la función. (Anexo “F”, F° 1/1)
C.- SUCINTA OPINIÓN SOBRE LA SITUACIÓN PRODUCIDA, s/ DETALLE
C.1.- SITUACIÓN PROCEDIMENTAL
C.2.- SITUACIÓN SANITARIA
C.3.- CONCLUSIONES
C.1.- SITUACIÓN PROCEDIMENTAL
De la consulta a los Anexos “A”, “B”, y “C”, agregados, surge que la cantidad de causas
asignadas eran, - al momento de la renuncia -, de veintiocho, (28), y es el caso que, con esa
notable cantidad de causas, - y sin considerar sus “incidentes” conexos -, no alcanzan
TODOS los días hábiles de un mes, (24 / 25 días) para realizar la consulta sistémica de cada
uno de ellos, utilizando un día hábil mensual por cada uno, y ello, sin considerar la necesidad,
- más que obvia -, de producir escritos, estudios de expediente, y diligencias de diverso tenor…
La respuesta que esta parte dio en su momento a esta “precariedad del ser” fue la de
“redoblar la apuesta”, laborando dos días y una noche, de continuo, - al principio -, y luego,
tres días con dos noches, de continuo, - insomne, y ello durante más de cuatro a cinco (4 a 5)
años -, sospechando que tal cantidad de causas era la consecuencia natural, “sistémica”:
a.- por un lado, a la nefasta pseudo-política económica de los años ’90, gran productora ella
de concursos, quiebras y ceses de actividad económica, - pero con pasivos, algunos de ellos,
condonados fácticamente por acreedores también quebrados ellos mismos -, y
b.- por otro lado, de la infortunada, - y no previsible entre personas honestas -, circunstancia
según la cual oportunamente debiera, - de modo sucesivo -, prescindir unilateralmente de los
servicios profesionales de sendos profesionales del derecho, respecto de los cuales, entendí, -
o sea, deduje de modo lógico/conjetural -, que estaban, - cada uno a su tiempo y estilo -,
“negociando” con los concursados y fallidos de mis causas como si de sus propios clientes
privados se tratase…Evidentemente, se trata de una cuestión añeja, “oblicua” a la de las
“traídas y llevadas” “incumbencias profesionales” que, - tozudamente -, no resignan en su
intento de usurparlas y además, - entendí accidentalmente -, que suelen contar con ciertos
“calificados contactos internos” “ad effectum”, tal y como, imprevistamente, - pues me
encontraba de espaldas a los sujetos, allí, “en los estrados…” y como no fui detectado por
éstos a su debido tiempo -, pude colegir “in situ” de su existencia, eso sí, con relación a
terceros ajenos a mi persona y cargo… Lo concreto es que, - luego que el segundo letrado
debiera ser, prudentemente, “defenestrado” -, ya no contraté a ninguno más, - salvo para
sencillas tareas de “procuración” -, asumiendo en mi persona TODA la tarea emergente, y
ello, a medida que se incrementaban la cantidad y complejidad de las causas, - p. ej.: una de
ellas, contiene más de sesenta (60) incidentes, carece de activos significativos y fue calificado
como un “pequeño concurso” -, de las cuales, - de acuerdo con el “REGLAMENTO INTERNO
DE LA JUSTICIA COMERCIAL NACIONAL” -, no podía rehusarme a su aceptación
incondicional…; obsérvese que esa disposición de ese “Reglamento” colisiona con las
disposiciones del penúltimo párrafo del art. 4° de nuestro “Código de Ética”, - “Constituye
falta ética la aceptación de cargos”… “que les resultaren materialmente imposible atender”. -
, buscando evitar entonces, - hasta donde mi capacidad humana así me lo permitió -, verme
incurso en las disposiciones del último párrafo del mismo art. 4° del referido “Código de
Ética”, “…como auxiliar de la justicia se considera falta ética causar demoras en la
administración de justicia,…”; cuando me fue humanamente imposible continuar, - en un todo
de acuerdo a las disposiciones del mencionado penúltimo párrafo del art. 4° de nuestro
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“Código de Ética” -, presenté mi renuncia con carácter de indeclinable: ME FUE
RECEPTADO EL PEDIDO RECIÉN EL “21 DIC 07”, - luego de más de tres (3) meses de
“cabildeos verbales capciosos e innecesarios” en sede de la “Superintendencia” de la
Cámara -, y luego fue, groseramente “olvidado”, (“CAJONEADO”), - el referido Expte. N°
“S. 3.119/2007” -, como si del pedido de un “siervo de la gleba” se tratase, antes que del
correspondiente a un ciudadano libre y además, profesional universitario. Y se presentan ante
este Tribunal de Ética reclamando por un supuesto incumplimiento de mis funciones, pero, -
eso si -, ocultando “sabiamente” “LAS CIRCUNSTANCIAS DEBIDAMENTE JUSTIFICADAS
ANTE EL RESPECTIVO TRIBUNAL” (SIC) (Cfr. Anexo “D”).
C.2.- SITUACIÓN SANITARIA
De la lectura del punto “B.6.-“, “up supra” detallado y de la vista del “Anexo “F”, surge la
primera aproximación al “cuadro sanitario”, factor éste eminente y excluyente,
desencadenante de la reiteradamente mencionada renuncia; su génesis fue como sigue:
a.- por causa de las condiciones insalubres del desempeño del cometido, - insomne
forzado, reiterado y prolongado -, aparecieron indicios, no claramente identificados por mí en
un principio, del “síndrome de burnout”, - “stress” -, bajo la forma difusa y cada vez más
frecuente de una cierta larvada irritabilidad, pérdida parcial de la memoria “reciente”, leves
accesos de pánico, cansancio extremo prolongado, - luego de cada “velada en el trasnoche” -,
etc.
b.- también por causa de esas mismas condiciones insalubres del desempeño del cometido
profesional se produjo una lenta, progresiva e imperceptible en un principio, caída de la
barrera inmunológica, - por obvias razones psicofísicas -, que ocasionó una fuerte,
incontrolable y repentina infección gingival, tratada incorrectamente, - deficientemente, por
falta material de tiempo -, por mí, por causa de la inmensa presión cotidiana sobre el
desempeño profesional, de modo tal que, paulatinamente, se me produjo una pérdida, -
irreparable a la fecha -, de piezas dentarias, en su casi totalidad; esta pérdida conllevó
la imposibilidad de ingerir proteínas, - carnes blancas y rojas -, en cantidad suficiente como
para sostener energéticamente el exagerado nivel de actividad; y
la ingesta de demasiados hidratos de carbono , - esto es, glucosas -, no metabolizables por el
organismo diabético y de mejor, - más fácil -, deglución, vista la ya mencionada ingente
pérdida de piezas dentarias, con el consecuente incremento de la glucemia a niveles muy
superiores a los que, - clínicamente -, son normalmente admitidos, provocándome una mayor
fatiga psicofísica, - a nivel general -, y durante muchísimos días;
estas dos disfunciones de la nutrición ocurrieron sin una sintomatología “visible”, temprana,
notoria y delatora, hasta que la situación fue ya irreversible: la iperglucemia, - el factor
predominante, agudo -, favoreció la expansión del “stress”, - factor secundario -, y éste, - por
sus efectos psicosómaticamente deprimentes -, a la expansión de aquélla, ello, sin solución de
continuidad, iterativamente… Esta sintomatología, - traducible en un cansancio insuperable,
aún hoy, y cuando ya he recuperado en un 60 / 70 % de mi capacidad psicofísica -, ocurre
luego de cada sesión de actividad, de no más de dos (2) o tres (3) horas, - como un máximo -,
y persiste durante los tres (3) o cuatro (4) días subsiguientes, invariablemente…
c.- el tratamiento médico ocurrió en dos fases o “momentos”:
c.1.- en un primer “momento”, - “JUL/07”; “AGO/07” y subsiguientes -, previnieron: el Dr.
(Nutricionista/Diabetólogo) …, (Cfr. “Anexo D”, F° 2/7 a 5/7) y la Dra. (Psiquiatra) … (Cfr.
“Anexo D”, F° 6/7 a 7/7) quienes establecieron la sintomatología y su diagnóstico correcto,
me prescribieron inicialmente la medicación adecuada y me aconsejaron sobre la necesidad
de establecer clínicamente la “presencia / ausencia” del “riesgo quirúrgico” y / o del “riesgo
cardíaco”, previamente a encarar cualquier cuestión, o actividad, de tipo odontológica, -
cirugías e implantes -, única solución permanente para poder corregir, y luego mantener, una
dieta que fuere compatible con la presencia irrevocable de la diabetes de Tipo II, - esto es,
rica en proteínas y pobre en hidratos de carbono y lípidos -; en otras palabras, que estaba
necesitando, no de un (1) médico o dos (2), sino de una organización medica más compleja…
c.2.- la segunda fase ocurre con mi afiliación como “Socio Pleno” al “HOSPITAL …”, - única
posibilidad económicamente viable para mí en la emergencia -; (Cfr.: Anexo “F”). Desde
hace más de un (1) año estoy siendo tratado en ese nosocomio, - alternativamente -, por un
plantel de cinco (5) médicos, - psiquiatra, diabeólogo, cardiólogo, clínico(coordinador) y
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odontólogo -, donde el “riesgo quirúrgico” – diabetológico -, ya ha sido “puesto en caja” y la
evaluación del “riesgo cardiológico”, - con todos los estudios previos ya efectuados -, espera
de la conclusión del “enésimo” paro en los últimos dos (2) años por parte de sus profesionales
de la medicina, - y siempre, por falta de pago de sus remuneraciones -, a fin de conocer si
estoy “lejos o cerca” de poder remover el segundo probable obstáculo,- el cardiológico -,
previo a la solución odontológica definitiva y definitoria…, pero, eso sí, hay una arritmia…
C.3.- CONCLUSIONES
Del anterior análisis conceptual y circunstanciado, a mi entender, surge lo
siguiente:
a.-Respecto de la SITUACIÓN PROCEDIMENTAL
b.-Respecto de la SITUACIÓN SANITARIA
c.-Respecto de la CONDUCTA DE LA ACTORA
d.-Respecto de la CONDUCTA DE LA ENCAUSADA
a.-Respecto de la SITUACIÓN PROCEDIMENTAL
Resulta más que notable la contradicción insita entre las dos (2) normas, ambas vigentes, -
CÓDIGO DE ÉTICA (ARTS. 2° Y 4°) y el “REGLAMENTO INTERNO DE LA JUSTICIA
NACIONAL EN LO COMERCIAL” (y del cual, por otra parte, y objetivamente, no se detecta
evidencia alguna de su acreditación en estos autos por cuenta de la actora, de su parte
pertinente al menos,… ni siquiera bajo la forma de una mera copia fotostática, “ad
effectum”…, si bien su existencia es suficientemente conocida en nuestro medio…)-, por
cuanto la primera norma considera, - RAZONABLEMENTE -, “falta ética” aceptar más
casos que aquellos que puedan ser atendidos normalmente, y la segunda, -
IMPERATIVAMENTE -, PROHÍBE, EL NEGARSE A ACEPTAR toda causa en la que el sujeto
fuere previamente y con alcance general, designado, - aunque esto fuere en notorio exceso de
cantidad para un solo y único profesional…-; es como sí, - objetiva y tácitamente -, se
entendiera que la “ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA”, - y por una simple “petición de
principios” -, 1.- nunca va a poder permitir la ocurrencia de esa hipotética situación,
cuidando así, ética y salubremente, a sus “auxiliares”… 2.- que la cuestión está controlada
en debida forma, - garantística y sistémicamente -, “a priori”, por esta
“ADMINISTRACIÓN”, y, 3.- que dicho exceso de causas, objetivamente y por ello, nunca, ni
siquiera accidentalmente, podrá ocurrir…, (si así no fuere, la JUSTICIA, ¿dónde está?...)
pero la realidad cotidiana archiconocida por todos los partícipes de la actividad procesal,
cotidiana, nos muestra:
que ese control o bien, no existe, o quizás, no se encuentre “visible” para el común de los
mortales, y que, - junto con la “selección de la importancia económica probable de la/s
causa/s en ciernes a distribuir”(“sortear”) -, este tema de la “proliferación irracional de
causas”, constituye el “caldo de cultivo” para la existencia de esas dos variedades en que es
dividido el conjunto de los “auxiliares”, esto es, 1.- el conjunto de los “amigos”, y 2.- el símil
de los “entenados”, estos últimos fatalmente destinados a enfermarse, y a no contar, luego,
con los recursos económicos mínimamente necesarios, - en cantidad suficiente -, como para
poder atender sus dolencias así adquiridas…
Y la de los referidos “amigos”, obviamente, son los que suelen pertenecer, - sin otro ni mayor
ni mejor mérito -, a ese sub-conjunto o categoría tan especial de “los amigos que el oro les
produjo”… (bueno,… es lo que hay…) Cervantes, - hipotéticamente -, diría en el caso, que:
“Poderoso caballero es Don Dineros”… Y el universo barrial porteño, quizás, afirmaría
enfáticamente, que “… es por el oro, que baila el mono…”
b.- Respecto de la SITUACIÓN SANITARIA
De la lectura de los puntos “B.6.-“ y “C.2.” y de la vista del “Anexo F”, “up supra”
detallados, surge claramente que el “Cuadro sanitario” es incipiente, pero funcional al
desempeño mismo de esa función sindical, tal y como se plantean los eventos “fácticos”: 1.la
arritmia cardiaca existe, 2.- la iperglucemia llegó para quedarse… e intensificarse con el
devenir del tiempo, 3.- la cantidad de causas no decreció, a medida que transcurrió el tiempo,
luego de la crisis del 2001 / 02…,y 4.- mi capacidad profesional de atención personal a éstas
no aumenta a medida que transcurren los años… en tanto que no hay una “curva de
experiencia” que pueda sostener el ritmo que se pretende - y que no puede ser humanamente
logrado -; luego, hay que saber, de acuerdo con los “criterios de prudencia” vitales, más allá
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de los criterios del “valor personal” y justamente por la misma existencia de ellos: 1.cuándo
se ha perdido la partida contra “los amigos internos”, - ya que esta enfermedad es
una variable “no controlable” -, y 2.- que en ciertas ocasiones, “lo bueno” prevalece sobre
“lo mejor”, en especial cuando se trata de las “condiciones irrevocables” de la salud, y,
además, se está apenas a una semana de poder, legalmente, tramitar el “gran beneficio”
jubilatorio…
c.- Respecto de la CONDUCTA DE LA ACTORA
De la relectura de los puntos “B.4.”, “B.5.” y “C.1.-“, en especial su apartado “b”; y de la
vista de los “Anexos “A”; “B”; y “C” “up supra” detallados surge claramente que no existe
una cuestión meramente personal en esta causa que explique las más que probables
hipocresías así dispensadas a mi conducta y persona, - simulaciones, ocultamientos,
renuencias y duplicidades, las que han sido puestas de manifiesto “up supra” y mediante el
cotejo de la distinta documental arrimada por ambas partes -; p. ej.: el Dr. (Abog.) Hernán
MONCLÁ, “SECRETARIO LETRADO”, de la “CÁMARA COMERCIAL”, - mediante el juego
de los “DOCUMENTOS PÚBLICOS” y de los “ocultamientos” “up supra” mencionados (y
en opinión de esta parte)-, supuestamente, cumplió con un “mero ritual de estilo”
hipotéticamente instruído por “la superioridad” como formando parte de sus incumbencias
profesionales, también hipotéticamente, para, probablemente, desviar la atención, - pública -,
del verdadero problema existente, y para nada más…, - puesto que no tengo el agrado de
conocerlo y él a mí, objetivamente, no me conoce…-. ¿Y el objeto de tal proceder, cuál sería,
en esa hipótesis? Una nueva hipótesis, que no puede ser probada documentalmente, por
razones obvias… - dinero, tan sólo dinero -; y es como sigue: hace apenas tres (3) o cuatro (4)
meses la “CÁMARA DE APELACIONES DEL TRABAJO” de la PROVINCIA DE RÍO
NEGRO fue la primera en aceptar, por primera vez en la historia de este país, - esto es, en
todo el universo de las veinticuatro (24) jurisdicciones de justicia en que se divide la
República -, que el “síndrome de burnout”, - o “del quemado” o “stress” -, es, -
inocultablemente -, una “enfermedad profesional”, - ergo, INDEMNIZABLE, y ello así,
máxime si tenemos en cuenta lo descrito “up supra” respecto de la pluralidad excesiva de
causas agregadas, presuntamente, de modo intencional…-, es que, - siempre hipotéticamente y
como ya sabemos -, quizás diría Cervantes en el caso: “Poderoso caballero es Don
Dineros”…, y el universo barrial porteño, podría afirmar una vez más y muy enfáticamente,
que “… es por el oro, que baila el mono…” ; y es que el fallo condenatorio en estos actuados,
- siempre hipotéticamente -, clausuraría la eventual vía reclamatoria, alegándose la supuesta
“culpabilidad probada” del profesional, el cual se vería, - en tal supuesto, claro está -: 1.enfermo
irrecuperable, 2.- empobrecido “per secula seculorum”, y 3.- injuriado
públicamente…; y bueno…, ¿¡TODO SEA POR UN PRESUPUESTO EQUILIBRADO!? (pero,
eso sí, solamente, en el rubro indicado de la partida presupuestaria que correspondiere, claro
está…, que, - y siempre supuestamente -, no tendría fondos asignados, cuando menos en la
cantidad suficiente como para atender también a los casos reales que eventualmente pudieren
traspasar las barreras tendidas por los hechos de simulación denotados y a su vez
denunciantes de la, eventualmente, especie de hipocresía en uso…)
d.- Respecto de la CONDUCTA DE LA ENCAUSADA
Esta parte entiende que:
1.- ha denotado “up supra”, rotundamente, - pese a la complejidad de lo aquí requerido y a la
concomitante precariedad actual de su capacidad laborativa -:
a.-la inconsistencia de la presentación de la denunciante;
b.-la inconsistencia de su prueba;
c.- la (nula) calidad de su pretensión, meramente burocrática e hipócrita, de su pedido de
sanción;
d.- la doble dolencia que aqueja a esta parte;
e.- la imposibilidad de mantener un nivel de actividad profesional normal y habitual hasta
tanto no pueda reponer totalmente su capacidad alimentaria, normal en cantidad y correcta en
calidad;
f.- la proximidad inmediata de su retiro en función de la edad; y
2.- ha sostenido en el pasado una conducta operativa/procesal honesta y coherente, teniendo
en vista no entorpecer el curso normal y justo de la causa que se tratare; y
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3.- ha cumplido con los deberes de su profesión:
a.- conforme a la normativa vigente;
b.- conforme a su leal saber y entender;
c.- hasta el límite donde de su capacidad psicofísica y salud humanas se lo han permitido; y
d.- sin incurrir en las componendas, ni sectarias ni acomodaticias, al uso.
II - PETITORIO:
Por lo expuesto a Vs. Ss., solicito:
1. – Se tenga por cumplido, - pese a la demora ocurrida, por causa de las dolencias -, el
traslado dispuesto en esta causa;
2. – Se tenga presente, - en punto a la correcta merituación de la conducta profesional -, que
realmente, no existe una causa punible, sólo un ritual destartalado, pueril, anacrónico y
meramente burocrático, y ello así, en un contexto anómalo: (“es lo que hay”); y
3.- Se reserven las presentes actuaciones, - luego de terminada la instancia procesal en curso-,
a fin de que se me permita remitirlas a su debido tiempo al “Consejo de la Magistratura”, en
el contexto de la acción quejosa que seguramente habré de instalar por merito de lo aquí
actuado por la contraparte, en tanto el recobramiento de mi salud así me lo permita.”
5.- A fs. 64 se dispone la apertura de sumario contra el matriculado por presunta
violación de los artículos 2º y 4º del Código de Ética y atento el estado de autos y en razón de
los ofrecimientos de autos corresponde expedirse sobre la prueba en cumplimiento de los
artículos 38 y 41 de la Res. C.D. 130/01 teniendo presente la documental, quedando notificado
el matriculado a fs.67 en forma personal.-
6.- A fs. 68 atento el estado de las actuaciones se ponen los autos por Secretaría
de Actuación por cinco días para alegar quedando notificado el matriculado a fs. 72
personalmente.-
CONSIDERANDO:
9.- A fs. 73 se dispone el pase a sentencia.-
I.- Que se imputa al matriculado haber incumplido con las obligaciones que
se le impusieron al ser designado síndico concursal, razón por la cual fue removido de tal
función e inhabilitado por el termino de cuatro años, por sentencia firme del 7 de noviembre de
2007.-
II.- Que sin perjuicio de la trascripción del descargo del profesional que se
reproduce en su totalidad en el punto 6 de los considerandos, cabe señalar como relevantes de
la defensa del profesional, situaciones de orden público, de orden personal laboral y afecciones
de salud, señalando específicamente que: ...“De la consulta a los Anexos “A”, “B”, y “C”,
agregados, surge que la cantidad de causas asignadas eran, - al momento de la renuncia -, de
veintiocho, (28), y es el caso que, con esa notable cantidad de causas, - y sin considerar sus
“incidentes” conexos -, no alcanzan TODOS los días hábiles de un mes, (24 / 25 días) para
realizar la consulta sistémica de cada uno de ellos, utilizando un día hábil mensual por cada
uno, y ello, sin considerar la necesidad, - más que obvia -, de producir escritos, estudios de
expediente, y diligencias de diverso tenor… La respuesta que esta parte dio en su momento a
esta “precariedad del ser” fue la de “redoblar la apuesta”, laborando dos días y una noche,
de continuo, - al principio -, y luego, tres días con dos noches, de continuo, - insomne, y ello
durante más de cuatro a cinco (4 a 5) años -, sospechando que tal cantidad de causas era la
consecuencia natural, “sistémica”:
a.- por un lado, a la nefasta pseudo-política económica de los años ’90, gran productora ella
de concursos, quiebras y ceses de actividad económica, - pero con pasivos, algunos de ellos,
condonados fácticamente por acreedores también quebrados ellos mismos -, y
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.- por otro lado, de la infortunada, - y no previsible entre personas honestas -, circunstancia
según la cual oportunamente debiera, - de modo sucesivo -, prescindir unilateralmente de los
servicios profesionales de sendos profesionales del derecho, respecto de los cuales, entendí, -
o sea, deduje de modo lógico/conjetural -, que estaban, - cada uno a su tiempo y estilo -,
“negociando” con los concursados y fallidos de mis causas como si de sus propios clientes
privados se tratase… Evidentemente, se trata de una cuestión añeja, “oblicua” a la de las
“traídas y llevadas” “incumbencias profesionales” que, - tozudamente -, no resignan en su
intento de usurparlas y además, - entendí accidentalmente -, que suelen contar con ciertos
“calificados contactos internos” “ad effectum”, tal y como, imprevistamente, - pues me
encontraba de espaldas a los sujetos, allí, “en los estrados…” y como no fui detectado por
éstos a su debido tiempo -, pude colegir “in situ” de su existencia, eso sí, con relación a
terceros ajenos a mi persona y cargo… Lo concreto es que, - luego que el segundo letrado
debiera ser, prudentemente, “defenestrado” -, ya no contraté a ninguno más, - salvo para
sencillas tareas de “procuración” -, asumiendo en mi persona TODA la tarea emergente, y
ello, a medida que se incrementaban la cantidad y complejidad de las causas, - p. ej.: una de
ellas, contiene más de sesenta (60) incidentes, carece de activos significativos y fue calificado
como un “pequeño concurso” -, de las cuales, - de acuerdo con el “REGLAMENTO INTERNO
DE LA JUSTICIA COMERCIAL NACIONAL” -, no podía rehusarme a su aceptación
incondicional…; obsérvese que esa disposición de ese “Reglamento” colisiona con las
disposiciones del penúltimo párrafo del art. 4° de nuestro “Código de Ética”, - “Constituye
falta ética la aceptación de cargos”… “que les resultaren materialmente imposible atender”. -
, buscando evitar entonces, - hasta donde mi capacidad humana así me lo permitió -, verme
incurso en las disposiciones del último párrafo del mismo art. 4° del referido “Código de
Ética”, “…como auxiliar de la justicia se considera falta ética causar demoras en la
administración de justicia,…”; cuando me fue humanamente imposible continuar, - en un todo
de acuerdo a las disposiciones del mencionado penúltimo párrafo del art. 4° de nuestro
“Código de Ética” -, presenté mi renuncia con carácter de indeclinable: ME FUE
RECEPTADO EL PEDIDO RECIÉN EL “21 DIC 07”, - luego de más de tres (3) meses de
“cabildeos verbales capciosos e innecesarios” en sede de la “Superintendencia” de la
Cámara -, y luego fue, groseramente “olvidado”, (“CAJONEADO”), - el referido Expte. N°
“S. 3.119/2007” -, como si del pedido de un “siervo de la gleba” se tratase, antes que del
correspondiente a un ciudadano libre y además, profesional universitario. Y se presentan ante
este Tribunal de Ética reclamando por un supuesto incumplimiento de mis funciones, pero, -
eso si -, ocultando “sabiamente” “LAS CIRCUNSTANCIAS DEBIDAMENTE JUSTIFICADAS
ANTE EL RESPECTIVO TRIBUNAL” (SIC) (Cfr. Anexo “D”).
C.2.- SITUACIÓN SANITARIA
De la lectura del punto “B.6.-“, “up supra” detallado y de la vista del “Anexo “F”, surge la
primera aproximación al “cuadro sanitario”, factor éste eminente y excluyente,
desencadenante de la reiteradamente mencionada renuncia; su génesis fue como sigue:
a.- por causa de las condiciones insalubres del desempeño del cometido, -
insomne forzado, reiterado y prolongado -, aparecieron indicios, no claramente identificados
por mí en un principio, del “síndrome de burnout”, - “stress” -, bajo la forma difusa y cada
vez más frecuente de una cierta larvada irritabilidad, pérdida parcial de la memoria
“reciente”, leves accesos de pánico, cansancio extremo prolongado, - luego de cada “velada
en el trasnoche” -, etc.
b.- también por causa de esas mismas condiciones insalubres del desempeño
del cometido profesional se produjo una lenta, progresiva e imperceptible en un principio,
caída de la barrera inmunológica, - por obvias razones psicofísicas -, que ocasionó una fuerte,
incontrolable y repentina infección gingival, tratada incorrectamente, - deficientemente, por
falta material de tiempo -, por mí, por causa de la inmensa presión cotidiana sobre el
desempeño profesional, de modo tal que, paulatinamente, se me produjo una pérdida, -
irreparable a la fecha -, de piezas dentarias, en su casi totalidad; esta pérdida conllevó
la imposibilidad de ingerir proteínas, - carnes blancas y rojas -, en cantidad suficiente como
para sostener energéticamente el exagerado nivel de actividad; y
la ingesta de demasiados hidratos de carbono , - esto es, glucosas -, no metabolizables por el
organismo diabético y de mejor, - más fácil -, deglución, vista la ya mencionada ingente
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pérdida de piezas dentarias, con el consecuente incremento de la glucemia a niveles muy
superiores a los que, - clínicamente -, son normalmente admitidos, provocándome una mayor
fatiga psicofísica, - a nivel general -, y durante muchísimos días;
estas dos disfunciones de la nutrición ocurrieron sin una sintomatología “visible”, temprana,
notoria y delatora, hasta que la situación fue ya irreversible: la iperglucemia, - el factor
predominante, agudo -, favoreció la expansión del “stress”, - factor secundario -, y éste, - por
sus efectos psicosómaticamente deprimentes -, a la expansión de aquélla, ello, sin solución de
continuidad, iterativamente… Esta sintomatología, - traducible en un cansancio insuperable,
aún hoy, y cuando ya he recuperado en un 60 / 70 % de mi capacidad psicofísica -, ocurre
luego de cada sesión de actividad, de no más de dos (2) o tres (3) horas, - como un máximo -,
y persiste durante los tres (3) o cuatro (4) días subsiguientes, invariablemente…
c.- el tratamiento médico ocurrió en dos fases o “momentos”:
c.1.- en un primer “momento”, - “JUL/07”; “AGO/07” y subsiguientes -, previnieron: el Dr.
(Nutricionista/Diabetólogo) …, (Cfr. “Anexo D”, F° 2/7 a 5/7) y la Dra. (Psiquiatra) … (Cfr.
“Anexo D”, F° 6/7 a 7/7) quienes establecieron la sintomatología y su diagnóstico correcto,
me prescribieron inicialmente la medicación adecuada y me aconsejaron sobre la necesidad
de establecer clínicamente la “presencia / ausencia” del “riesgo quirúrgico” y / o del “riesgo
cardíaco”, previamente a encarar cualquier cuestión, o actividad, de tipo odontológica, -
cirugías e implantes -, única solución permanente para poder corregir, y luego mantener, una
dieta que fuere compatible con la presencia irrevocable de la diabetes de Tipo II, - esto es,
rica en proteínas y pobre en hidratos de carbono y lípidos -; en otras palabras, que estaba
necesitando, no de un (1) médico o dos (2), sino de una organización medica más compleja…
c.2.- la segunda fase ocurre con mi afiliación como “Socio Pleno” al “HOSPITAL …”, -
única posibilidad económicamente viable para mí en la emergencia -; (Cfr.: Anexo “F”).
Desde hace más de un (1) año estoy siendo tratado en ese nosocomio, - alternativamente -, por
un plantel de cinco (5) médicos, - psiquiatra, diabetólogo, cardiólogo, clínico(coordinador) y
odontólogo -, donde el “riesgo quirúrgico” – diabetológico -, ya ha sido “puesto en caja” y la
evaluación del “riesgo cardiológico”, - con todos los estudios previos ya efectuados -, espera
de la conclusión del “enésimo” paro en los últimos dos (2) años por parte de sus profesionales
de la medicina, - y siempre, por falta de pago de sus remuneraciones -, a fin de conocer si
estoy “lejos o cerca” de poder remover el segundo probable obstáculo,- el cardiológico -,
previo a la solución odontológica definitiva y definitoria…, pero, eso sí, hay una arritmia…
C.3.- CONCLUSIONES
Del anterior análisis conceptual y circunstanciado, a mi entender, surge lo
siguiente:
a.-Respecto de la SITUACIÓN PROCEDIMENTAL
b.-Respecto de la SITUACIÓN SANITARIA
c.-Respecto de la CONDUCTA DE LA ACTORA
d.-Respecto de la CONDUCTA DE LA ENCAUSADA
a.-Respecto de la SITUACIÓN PROCEDIMENTAL
Resulta más que notable la contradicción ínsita entre las dos (2) normas, ambas vigentes, -
CÓDIGO DE ÉTICA (ARTS. 2° Y 4°) y el “REGLAMENTO INTERNO DE LA JUSTICIA
NACIONAL EN LO COMERCIAL” (y del cual, por otra parte, y objetivamente, no se detecta
evidencia alguna de su acreditación en estos autos por cuenta de la actora, de su parte
pertinente al menos,… ni siquiera bajo la forma de una mera copia fotostática, “ad
effectum”…, si bien su existencia es suficientemente conocida en nuestro medio…)-, por
cuanto la primera norma considera, - RAZONABLEMENTE -, “falta ética” aceptar más
casos que aquellos que puedan ser atendidos normalmente, y la segunda, -
IMPERATIVAMENTE -, PROHÍBE, EL NEGARSE A ACEPTAR toda causa en la que el sujeto
fuere previamente y con alcance general, designado, - aunque esto fuere en notorio exceso de
cantidad para un solo y único profesional …-; es como sí, - objetiva y tácitamente -, se
entendiera que la “ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA”, - y por una simple “petición de
principios” -, 1.- nunca va a poder permitir la ocurrencia de esa hipotética situación,
cuidando así, ética y salubremente, a sus “auxiliares”… 2.- que la cuestión está controlada
en debida forma, - garantística y sistémicamente -, “a priori”, por esta
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“ADMINISTRACIÓN”, y, 3.- que dicho exceso de causas, objetivamente y por ello, nunca, ni
siquiera accidentalmente, podrá ocurrir…, (si así no fuere, la JUSTICIA, ¿dónde está?...)
pero la realidad cotidiana archiconocida por todos los partícipes de la actividad procesal,
cotidiana, nos muestra:
que ese control o bien, no existe, o quizás, no se encuentre “visible” para el común de los
mortales, y que, - junto con la “selección de la importancia económica probable de la/s
causa/s en ciernes a distribuir”(“sortear”) -, este tema de la “proliferación irracional de
causas”, constituye el “caldo de cultivo” para la existencia de esas dos variedades en que es
dividido el conjunto de los “auxiliares”, esto es, 1.- el conjunto de los “amigos”, y 2.- el símil
de los “entenados”, estos últimos fatalmente destinados a enfermarse, y a no contar, luego,
con los recursos económicos mínimamente necesarios, - en cantidad suficiente -, como para
poder atender sus dolencias así adquiridas…
Y la de los referidos “amigos”, obviamente, son los que suelen pertenecer, - sin otro ni mayor
ni mejor mérito -, a ese sub-conjunto o categoría tan especial de “los amigos que el oro les
produjo”… (bueno,… es lo que hay…) Cervantes, - hipotéticamente -, diría en el caso, que:
“Poderoso caballero es Don Dineros”… Y el universo barrial porteño, quizás, afirmaría
enfáticamente, que “… es por el oro, que baila el mono…”
b.- Respecto de la SITUACIÓN SANITARIA
De la lectura de los puntos “B.6.-“ y “C.2.” y de la vista del “Anexo F”, “up supra”
detallados, surge claramente que el “Cuadro sanitario” es incipiente, pero funcional al
desempeño mismo de esa función sindical, tal y como se plantean los eventos “fácticos”: 1.la
arritmia cardiaca existe, 2.- la hiperglucemia llegó para quedarse… e intensificarse con el
devenir del tiempo, 3.- la cantidad de causas no decreció, a medida que transcurrió el tiempo,
luego de la crisis del 2001 / 02…,y 4.- mi capacidad profesional de atención personal a éstas
no aumenta a medida que transcurren los años… en tanto que no hay una “curva de
experiencia” que pueda sostener el ritmo que se pretende - y que no puede ser humanamente
logrado -; luego, hay que saber, de acuerdo con los “criterios de prudencia” vitales, más allá
de los criterios del “valor personal” y justamente por la misma existencia de ellos: 1.cuándo
se ha perdido la partida contra “los amigos internos”, - ya que esta enfermedad es
una variable “no controlable” -, y 2.- que en ciertas ocasiones, “lo bueno” prevalece sobre
“lo mejor”, en especial cuando se trata de las “condiciones irrevocables” de la salud, y,
además, se está apenas a una semana de poder, legalmente, tramitar el “gran beneficio”
jubilatorio…
c.- Respecto de la CONDUCTA DE LA ACTORA
De la relectura de los puntos “B.4.”, “B.5.” y “C.1.-“, en especial su apartado “b”; y de la
vista de los “Anexos “A”; “B”; y “C”“up supra” detallados surge claramente que no existe
una cuestión meramente personal en esta causa que explique las más que probables
hipocresías así dispensadas a mi conducta y persona, - simulaciones, ocultamientos,
renuencias y duplicidades, las que han sido puestas de manifiesto “up supra” y mediante el
cotejo de la distinta documental arrimada por ambas partes -; p. ej.: el Dr. (Abog.) Hernán
MONCLÁ, “SECRETARIO LETRADO”, de la “CÁMARA COMERCIAL”, - mediante el juego
de los “DOCUMENTOS PÚBLICOS” y de los “ocultamientos” “up supra” mencionados (y
en opinión de esta parte)-, supuestamente, cumplió con un “mero ritual de estilo”
hipotéticamente instruído por “la superioridad” como formando parte de sus incumbencias
profesionales, también hipotéticamente, para, probablemente, desviar la atención, - pública -,
del verdadero problema existente, y para nada más…, - puesto que no tengo el agrado de
conocerlo y él a mí, objetivamente, no me conoce…-. ¿Y el objeto de tal proceder, cuál sería,
en esa hipótesis? Una nueva hipótesis, que no puede ser probada documentalmente, por
razones obvias… - dinero, tan sólo dinero -; y es como sigue: hace apenas tres (3) o cuatro (4)
meses la “CÁMARA DE APELACIONES DEL TRABAJO” de la PROVINCIA DE RÍO
NEGRO fue la primera en aceptar, por primera vez en la historia de este país, - esto es, en
todo el universo de las veinticuatro (24) jurisdicciones de justicia en que se divide la
República -, que el “síndrome de burnout”, - o “del quemado” o “stress” -, es, -
inocultablemente -, una “enfermedad profesional”, - ergo, INDEMNIZABLE, y ello así,
máxime si tenemos en cuenta lo descrito “up supra” respecto de la pluralidad excesiva de
causas agregadas, presuntamente, de modo intencional…-, es que, - siempre hipotéticamente y
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como ya sabemos -, quizás diría Cervantes en el caso: “Poderoso caballero es Don
Dineros”…, y el universo barrial porteño, podría afirmar una vez más y muy enfáticamente,
que “… es por el oro, que baila el mono…” ; y es que el fallo condenatorio en estos actuados,
- siempre hipotéticamente -, clausuraría la eventual vía reclamatoria, alegándose la supuesta
“culpabilidad probada” del profesional, el cual se vería, - en tal supuesto, claro está -: 1.-
enfermo irrecuperable, 2.- empobrecido “per secula seculorum”, y 3.- injuriado
públicamente…; y bueno…, ¿¡TODO SEA POR UN PRESUPUESTO EQUILIBRADO!? (pero,
eso sí, solamente, en el rubro indicado de la partida presupuestaria que correspondiere, claro
está…, que, - y siempre supuestamente -, no tendría fondos asignados, cuando menos en la
cantidad suficiente como para atender también a los casos reales que eventualmente pudieren
traspasar las barreras tendidas por los hechos de simulación denotados y a su vez
denunciantes de la, eventualmente, especie de hipocresía en uso…)
d.- Respecto de la CONDUCTA DE LA ENCAUSADA
Esta parte entiende que:
1.- ha denotado “up supra”, rotundamente, - pese a la complejidad de lo aquí requerido y a la
concomitante precariedad actual de su capacidad laborativa -:
a.-la inconsistencia de la presentación de la denunciante;
b.-la inconsistencia de su prueba;
c.- la (nula) calidad de su pretensión, meramente burocrática e hipócrita, de su pedido de
sanción;
d.- la doble dolencia que aqueja a esta parte;
e.- la imposibilidad de mantener un nivel de actividad profesional normal y habitual hasta
tanto no pueda reponer totalmente su capacidad alimentaría, normal en cantidad y correcta en
calidad;
f.- la proximidad inmediata de su retiro en función de la edad; y
2.- ha sostenido en el pasado una conducta operativa/procesal honesta y coherente, teniendo
en vista no entorpecer el curso normal y justo de la causa que se tratare; y
3.- ha cumplido con los deberes de su profesión:
a.- conforme a la normativa vigente;
b.- conforme a su leal saber y entender;
c.- hasta el límite donde de su capacidad psicofísica y salud humanas se lo han permitido; y
d.- sin incurrir en las componendas, ni sectarias ni acomodaticias, al uso.
II - PETITORIO:
Por lo expuesto a Vs. Ss., solicito:
1. – Se tenga por cumplido, - pese a la demora ocurrida, por causa de las dolencias -, el
traslado dispuesto en esta causa;
2. – Se tenga presente, - en punto a la correcta merituación de la conducta profesional -, que
realmente, no existe una causa punible, sólo un ritual destartalado, pueril, anacrónico y
meramente burocrático, y ello así, en un contexto anómalo: (“es lo que hay”); y
3.- Se reserven las presentes actuaciones, - luego de terminada la instancia procesal en curso-,
a fin de que se me permita remitirlas a su debido tiempo al “Consejo de la Magistratura”, en
el contexto de la acción quejosa que seguramente habré de instalar por merito de lo aquí
actuado por la contraparte, en tanto el recobramiento de mi salud así me lo permita.”
III.- Que surge del resolutorio de fs. 15/16 de fecha 7 de noviembre de 2007:
“En su informe de fs. 103/4 y en el que antecede, la señora Actuaría dio cuenta de los
incumplimientos de las ordenes impartidas a la sindicatura desempeñada por el contador
Agustín Cueli Gómez en esta causa y en otras de trámite por ante este Tribunal, indicó a su
vez, las reiteradas intimaciones que debieron cursarse a ese funcionario y advirtió sobre la
ausencia de impulso procesal que sobrevino en determinados expedientes. Idéntica situación se
suscitó en el ámbito de la Secretaría Nº 38, tal como resulta de los informes elaborados por la
Actuaría de esa dependencia y en el de fs.112. Conferido el derecho de defensa al nombrado,
éste guardó silencio por lo que cabe hacer efectivo el apercibimiento que llevó la intimación de
fs. 105 y otras cursadas y resolver con arreglo a las constancias de autos. Y, en esa inteligencia,
los informes aludidos resultan esclarecedores en el punto a la desidia con que el síndico se
desempeñó, haciendo caso omiso de las funciones que legalmente le competen. A su vez no
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puede soslayarse que por decisión del 24 de febrero de 2006, la Sala “E” del Superior impuso
una multa de $ 1.000. al Contador Cueli Gómez en las actuaciones caratuladas: “… s/
Quiebra”…. De ese modo, apreciados los graves incumplimientos antes aludidos que
indudablemente, redundaran en perjuicio a los intereses de los concursos en que interviene el
funcionario y tomando en consideración el principio de gradualidad que impera en la especie,
es que habrá de adoptarse una sanción más severa a la que ya fue establecida por la Alzada...”.
Que también en el decisorio del 21 de noviembre de 2007 de fs. 47 que decidió
rechazar la reposición planteada por el profesional surge: “…las alegaciones vertidas en torno
a las dolencias que padece, debieron -cuanto menos- ser puestas en conocimiento de la Excma.
Cámara a fin de evitar los inconvenientes suscitados en todos los procesos en que el
presentante es funcionario. Por lo demás, los análisis y certificados médicos acompañados
datan de los meses de julio y agosto del corriente año y las intimaciones efectuadas por el
Tribunal son anteriores -aún- a esas fechas.”-
IV.- Que sin perjucio de lamentar los problemas de salud alegados, la defensa
ofrecida por el matriculado no logra conmover las circunstancias que derivaron en su remoción
conforme al resolutorio que obra en las presentes. Este Tribunal valora los hechos dentro del
plano disciplinario y en el marco de su normativa y desde esa órbita y perspectiva entiende esta
Sala que la existencia de la remoción del matriculado como síndico concursal firme, constituye
base suficiente para el reproche disciplinario.-
V.- Que a tenor de lo expuesto en los considerandos anteriores, es opinión de
esta Sala que el matriculado ha incumplido obligaciones impuestas por la ley al síndico
concursal, no atendiendo con diligencia y genuina preocupación su función sindical, pudiendo
ocasionar con su actitud perjuicio a terceros. La conducta resulta violatoria de las obligaciones
impuestas por los artículos 2º y 4º del Código de Ética.-
LA SALA I DEL TRIBUNAL DE ETICA PROFESIONAL
R E S U E L V E:
Art. 1º: Aplicar al Doctor Contador Público Agustín Cueli Gómez (Tº 182 Fº 12) sanción
disciplinaria de “Apercibimiento Público”
prevista por el art. 28, inc. c) de la Ley 466, por haber incumplido con
las obligaciones impuestas por la ley al síndico concursal, no atendiendo con
diligencia y genuina preocupación la función sindical. Tal conducta resulta violatoria
de los artículos 2º y 4º del Código de Ética.-
Art. 2°: Una vez firme la presente resolución dése cumplimiento a la publicidad dispuesta en el
art. 63º y a la liquidación de costas que prescribe el art. 65º de la Res. C.D. 130/01.-
Art. 3º: Las costas originadas en las presentes actuaciones, una vez firme serán a cargo del
matriculado sancionado, previa liquidación por la Secretaría de Actuación. (Art. 65 de
la Res. C.D. 130/01).-
Art. 4º: Notifíquese, regístrese y cumplido, archívese.-
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de de 2009.-
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