08.05.2013 Views

LA IDENTIDAD DE LOS SEXOS: DEL HOMBRE Y LA MUJER

LA IDENTIDAD DE LOS SEXOS: DEL HOMBRE Y LA MUJER

LA IDENTIDAD DE LOS SEXOS: DEL HOMBRE Y LA MUJER

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

evista española de sexología<br />

2004 Nº 123 - 124<br />

<strong>LA</strong> NUEVA TERAPIA SEXOLÓGICA<br />

Claves en terapia y asesoramiento sexual,<br />

o sea de los sexos<br />

Silberio SÁEZ SESMA


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

-2-


I N D I C E<br />

Cuestiones previas ............................................... 9<br />

Introducción .................................................. 13<br />

Terapia sexual "¿y/o?" de pareja ................................... 15<br />

La nueva terapia sexual .......................................... 21<br />

Dos cimientos básicos en terapia sexual : ....................... 24<br />

1º cimiento : Claves de sexuación en terapia sexual ............ 24<br />

2º cimiento : Claves de bilinguismo sexual como alternativa en terapia 34<br />

Algunos ejemplos de abordaje terapéutico ........................... 39<br />

Identidad y orientación sexual ............................. 40<br />

El hombre "en" la disfunción eréctil ........................ 89<br />

El hombre "en" la eyaculación precoz ...................... 123<br />

Inhibición del deseo erótico .............................. 142<br />

La otra terapia sexual .......................................... 193<br />

Comunicación masculino-femenina ....................... 194<br />

Violencia sexual ...................................... 196<br />

Pero al final, la erótica ......................................... 203<br />

Colofón ..................................................... 213<br />

Anexo I ............................................. 217<br />

Anexo II ............................................. 225<br />

Anexo III ............................................ 227<br />

Anexo IV ............................................ 230<br />

-3-


-4-


AGRA<strong>DE</strong>CIMIENTOS<br />

A Agurtzane Ormaza, por la concienzuda supervisión de este texto. Su valía<br />

como sexóloga ha hecho que todas sus sugerencias hayan sido tenidas en cuenta.<br />

No sólo eso, sino que casi todas han sido parafraseadas e intercaladas a lo largo de<br />

esta obra.<br />

A la Asociación Estatal de Profesionales de la Sexología (AEPS) y todos sus<br />

miembros. En reconocimiento a sus más de 10 años de vida, intentando dar rigor<br />

a una disciplina científica (tan frivolizada por un lado y tan temida por el otro) y<br />

ofrecer a los usuarios sus garantías de profesionalidad; y pedir a los sexólogos su<br />

máxima preparación para dar a cambio su apoyo y cobertura.<br />

Al Centro de Información Juvenil (CIPAJ) del Ayuntamiento de Zaragoza,<br />

y al Vicerrectorado de Estudiantes de la Universidad de Zaragoza; por confiarnos<br />

su servicio de Asesoría Sexológica. En especial a las personas que cotidianamente<br />

facilitan nuestro trabajo con su impecable atención telefónica y la difusión de<br />

nuestros servicios. No sólo eso, sino que además, nos reciben siempre con una<br />

sonrisa.<br />

A mis clientes y usuarios de AMALTEA en estos últimos 12 años y a los<br />

jóvenes usuarios de las asesorías sexológicas de la Universidad y Ayuntamiento de<br />

Zaragoza. Esta obra hubiera sido imposible sin su confianza.<br />

Y aunque nunca llegue a sus manos esta obra, siempre les estaremos en<br />

deuda; y antes de centrar nuestro énfasis en sus dificultades (o en nuestras<br />

capacidades y discapacidades terapéuticas en relación con ellas), lo ponemos en su<br />

iniciativa: Porque el que no tiene dificultades es porque nunca se enfrenta a<br />

situaciones suficientemente complicadas; el que nunca pide que le orienten es<br />

porque no pretende ir a ningún lado y el que nunca se pierde es porque nunca viaja.<br />

-5-


AVISOS AL LECTOR<br />

Este texto toma como precedente al titulado “Los Caracteres Sexuales<br />

Terciarios. Procesos de Sexuación desde la Teoría de la intersexualidad”, publicado<br />

en esta misma revista con el nº 117-118, el año 2003.<br />

Si bien este monográfico tiene sentido, como obra independiente en si misma,<br />

parte de dichos presupuestos; y determinadas cuestiones, referidas sobre todo a la<br />

vida adulta, no las repetiremos en este texto por considerarlas suficientemente<br />

explicadas. Así pues, y a modo de recomendación, avisamos al lector, de que<br />

muchas premisas teóricas de las que partimos, no serán pormenorizadas aquí.<br />

Los casos concretos de intervención, y sus correspondientes reflexiones,<br />

llevan un formato diferente (encuadrado y sombreado). El objetivo es que el texto<br />

tenga continuidad y coherencia, para quien decida no reparar en ellos. Estos<br />

suponen una ilustración aplicada de nuestros argumentos; pero a efectos de lectura,<br />

la obra tiene unidad sin ellos. El hecho de intercalarlos, es por una cuestión más<br />

práctica (o, si se quiere, por preferencia —manía— del autor) para facilitar la<br />

lectura. Frente a la alternativa de incluir anexos al final del texto, hemos preferido<br />

“proponer” cada caso en el contexto explicativo de la obra.<br />

Entre estos casos, se incluyen algunos fracasos terapéuticos. Esto supone un<br />

ejercicio de autodisciplina científica, que pretende anteponer la utilidad para el<br />

lector, antes que la demostración de la pericia o habilidad desmesurada del autor.<br />

Personalmente siempre he opinado, que en ocasiones se aprende más de los errores<br />

que de los éxitos; pero apenas se publican textos que incluya fracasos terapéuticos.<br />

A lo sumo, “resistencias” ante las que se proponen nuevas estrategias. Para acabar<br />

siendo coherente, asumo el costo de “enseñar” y reflexionar sobre ello, antes que<br />

alardear de la eficacia de nuestras propuestas.<br />

Así mismo, algunos casos que suponen, a primera vista un éxito terapéutico,<br />

veremos como se debieron a cuestiones, que incluso pasaron inadvertidas en su día<br />

al terapeuta. Eso sí, los años dan una visión y una perspectiva que quiero compartir<br />

con el lector, más allá de la aburrida disyuntiva del “fracaso” o el “éxito” en terapia.<br />

En relación a estos casos, he respetado al máximo los datos más “relevantes”:<br />

edad, cronología de la relación (si la hay), ocupación laboral, formato de familiapareja…<br />

y he camuflado con especial empeño los irrelevantes: nombre, procedencia<br />

geográfica… En los nombres hemos echado mano del humor y del espíritu infantil,<br />

en un texto tan serio y adulto.<br />

También somos conscientes de nuestras limitaciones, pero en ningún<br />

momento hemos pretendido reflejar de forma representativa todas las demandas<br />

-6-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

terapéuticas. Reflejamos lo que llega a nuestra consulta de Terapia y<br />

Asesoramiento. Esta no es un obra que busque representar nada, más allá de lo que<br />

exponemos. Partimos de lo que en estos años se nos ha demandado y hemos<br />

elegido aquellos casos que más nos pueden ayudar a avanzar de cara a la propuesta<br />

de nuevas estrategias de intervención.<br />

Por eso la elaboración de este texto ha sido más ardua de lo que en principio<br />

parecía. Primero porque hubiera sido imposible de escribir sin experiencia<br />

terapéutica y segundo porque no ha sido nada fácil elegir entre más de 400 casos<br />

de terapia sexual en formato privado; y entre más de 500 demandas de<br />

asesoramiento en formato público y gratuito. Así mismo, resumir por escrito estas<br />

intervenciones y su seguimiento, obliga a renunciar a muchos matices y, sobre todo,<br />

a cuanto supone comunicación no-verbal; que a pesar de nuestras posibles<br />

habilidades, todavía no somos capaces de reflejar en formato escrito. Esperemos,<br />

al menos, haber elegido sino los más representativos, sí los más didácticos.<br />

Para finalizar, en lo referido a las notas al pie, volvemos a avisar de lo mismo<br />

que avisamos en nuestra última obra: Como el lector comprobará, las notas al pie<br />

van dando cuenta de las referencias bibliográficas. Hemos decidido hacerlo así y<br />

no incluir al final un listado de todas ellas.<br />

Y más allá del carácter formal en lo tocante a las referencias bibliográficas,<br />

las notas al pie son un auténtico “diálogo de pasillo” con el lector. En ocasiones<br />

ofrecen puntos de continuidad sobre algunas vías aún sin explorar. Y, como<br />

imagino, que entre los lectores se encontrarán algunos sexólogos; muchos guiños<br />

van dedicados a ellos.<br />

Por último, algunas de estas notas, siempre con humor, pretenden provocar,<br />

excitar y suscitar; más allá de lo que se supone que es un discurso científico formal;<br />

de ahí la idea de sacarlas del texto y llevarlas al pie. Esto explica el número tan<br />

abundante que hay insertadas en el texto, pero priorizamos el espíritu didáctico y<br />

discursivo, antes que los formalismos sobre “formatos adecuados o inadecuados”.<br />

-7


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

-8-<br />

A Cristina y a Hernán<br />

Por sus sonrisas


<strong>LA</strong> NUEVA TERAPIA SEXOLÓGICA<br />

C<strong>LA</strong>VES EN TERAPIA Y ASESORAMIENTO SEXUAL,<br />

O SEA <strong>DE</strong> <strong>LOS</strong> <strong>SEXOS</strong><br />

Autor: Silberio Sáez Sesma 1<br />

CUESTIONES PREVIAS<br />

Estas líneas pretenden ser la continuación, aplicada a la clínica y el<br />

asesoramiento sexológico, de nuestra propuesta evolutiva de caracteres sexuales<br />

terciarios 2 .<br />

Cómo tal propuesta, es solamente un inicio, que pretende concretar en la<br />

práctica las propuestas previas teóricas. En estos momentos, la principal aportación<br />

es el “matiz” sexológico que a nuestro parecer deber ser “sumado” a los protocolos<br />

habituales de la sexoterapia; que, según nosotros, ha ido generando todo un<br />

patrimonio de recursos; en ocasiones de cuño propio, pero en la mayoría de los<br />

casos adaptando aportaciones paralelas de los ámbitos psicológicos y médicos. Es<br />

lo que algunos autores consideran aspectos centrípetos.<br />

En estos momentos, creemos estar en disposición de pasar de este enfoque<br />

centrípeto al centrífugo; y aportar matices sexológicos, que al no ser tenidos en<br />

cuenta, limitan la validez, y sobre todo la eficacia operativa, de los protocolos<br />

tradicionales en sexoterapia.<br />

Aun cuando en el devenir de estas líneas, haremos un cuestionamiento<br />

profundo de la propia “clasificación” de las disfunciones sexuales (en realidad<br />

erótico-amatorias) en función del síntoma, en vez de en función del “sexo” de los<br />

1 Puede dirigirse correspondencia al autor en las siguientes direcciones: Silberio Sáez.<br />

Instituto de Sexología AMALTEA. Pº Sagasta 47, 2º E. Zaragoza 50.007. E-Mail:<br />

amaltea@institutoamaltea.com<br />

2 SAEZ SESMA, S. (2003), Los Caracteres Sexuales Terciarios. Procesos de sexuación<br />

desde la teoría de la intersexualidad, Revista Española de Sexología, nº 117-118, Ed.<br />

Incisex, Madrid.<br />

-9-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

implicados; mantendremos esa vía de entrada centrada en la disfunción y, a partir<br />

de ella, propondremos nuestros matices sexológicos.<br />

Y, siguiendo el mismo hilo argumental, dado que nuestra idea es la de<br />

sexologizar la terapia; somos conscientes de que no vamos a recorrer “todas” las<br />

disfunciones sexuales; ni siquiera las más demandas. Utilizaremos como ejemplos<br />

algunas demandas terapéuticas y en base a ellas (y sobre todo en base a los límites<br />

que observamos con los enfoques tradicionales) iremos sumando y<br />

complementando.<br />

Tampoco estará de más avisar, que partimos de la idea de “crecimiento” que<br />

no de la de “demolición”. Lo aprendido hasta ahora por el terapeuta es básico y a<br />

todos los efectos útil. Desde esta premisa, nuestra intención es ir precisamente a las<br />

limitaciones que se pueden encontrar sin partir de un enfoque sexológico<br />

permanente, a lo largo de toda la terapia y de todas las demandas.<br />

Y como esta obra es, a todas luces, un ensayo; reconocemos sin empalago que<br />

habitualmente nuestras propuestas novedosas se refieren más a los objetivos antes<br />

que a las herramientas o estrategias concretas para lograrlos. En este sentido, aún<br />

queda mucho trecho por andar. Proponemos “qué tuercas se deberían apretar”;<br />

pero no siempre sabemos con qué herramientas o estrategias se podría logar de un<br />

modo absolutamente efectivo.<br />

Cómo el lector comprobará, el bilingüismo y la sexación serán dos objetivos<br />

permanentes, independientemente de la disfunción o demanda; y sobre todo, más<br />

allá de la erótica y la amatoria. Pero no siempre tendremos una oferta clara para<br />

conseguir el logro que buscamos. En este punto animamos a los sexólogos a<br />

participar y dar continuidad a lo que es claramente un reto de expansión sexológica.<br />

Si el lector buscaba un banco de recursos terapéuticos, no hay duda que se<br />

ha equivocado de obra. Si lo que el lector busca es complementar y abrirse a nuevas<br />

propuestas de reflexión en todo lo que supone el “sexo”, en tanto hombre y mujer,<br />

tal vez tengamos algo que aportar.<br />

Y sin obviar estas limitaciones, creemos que proponer un objetivo, aún<br />

cuando no se disponga de la herramienta; es más honesto y fructífero en el plano<br />

científico que aportar herramientas sin saber para qué fin son diseñadas o aplicadas.<br />

A veces una misma herramienta puede servir a objetivos distintos; pero el operario<br />

debe tener claro cuál es el objetivo; no es la herramienta la que decide; sino el<br />

objetivo el que dirige, usa y dispone de la herramienta. Tal vez algunas<br />

herramientas básicas en terapia y asesoramiento sigan siendo válidas y valiosas; y<br />

-10


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

sólo haya que variar el momento de uso, la contundencia o el matiz diferencial con<br />

que se empleen; es decir, el por qué y el para qué.<br />

Y cómo decíamos en una obra anterior: “La elaboración de nuestro discurso<br />

pretende ser un ensayo, con todo lo que ello supone:<br />

-Reto a la discusión de quien lo “escuche” (lea).<br />

-Inacabado y por tanto mejorable.<br />

-Abierto a sustracción, adición y adicción 3 .”<br />

3 SÁEZ SESMA, S. (2003), Op. Cit. pág. 9<br />

-11


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

-12-


INTRODUCCIÓN<br />

Partiendo de la sexología, el punto de entrada en la terapia sexual deberá ser<br />

siempre el sexo del usuario. Decir esto puede resultar obvio, pero en modo alguno<br />

lo es si analizamos de forma más detenida los llamados Manuales de Terapia<br />

Sexual.<br />

Si seguimos a Master y Johnson 4 , estos centran la intervención en la, mal<br />

llamada 5 , Respuesta Sexual Humana, y todos sus correlatos: anteriores, en la propia<br />

respuesta y posteriores 6 . Es decir, son las disfunciones (alteraciones y variaciones)<br />

lo que viene a clasificar la terapia. En su histórica obra “Incompatibilidad Sexual<br />

Humana”, en el índice, apenas aparece el concepto sexo, ni sexual. A partir del<br />

capítulo 3 empezamos con Eyaculación Precoz y terminamos con Fracasos en el<br />

Tratamiento. En los capítulos en que aparece el concepto sexual es sinónimo de<br />

orgásmico (ni siquiera de erótica, en general), más que de hombre o mujer.<br />

Así mismo, en los libros de H.S. Kaplan las disfunciones se clasifican siempre<br />

con relación a lo genital en el sentido de interacción propiamente dicha; en lo<br />

previo: el deseo; en el inicio y la continuación: la excitación; y en la posterior<br />

resolución: satisfacción, anorgasmia, eyaculación precoz... La distribución hombremujer<br />

aparece sólo en el área IV (la obra consta de 6 áreas) y el capítulo 22 se<br />

titula “disfunciones sexuales en ambos miembros de la pareja”. Queda claro que el<br />

referente es la disfunción más que el sexo de los participantes (ya sea en su<br />

planteamiento individualizado o en interacción).<br />

Es en base a esta “genitalidad” (disfrazada de corporeidad, accediendo a ella<br />

tras un enriquecimiento general y todas las “pamplinas” que se quieran añadir) con<br />

la que se taxonomiza el diagnóstico. Esto dotará al viajero (terapeuta) de un mapa<br />

con el que recorrer el territorio (expresión-disfunción sexual). El foco no será pues<br />

el sexo: hombre o mujer; sino la erótica y apurando más la genitalidad, a lo sumo<br />

la corporeidad relacional como objetivo último.<br />

4 A pesar de la interpretación más “sexológica” que se puede hacer de sus “textos menores”,<br />

como queda patente en la obra: AMEZÚA, E. (2000), El Ars Amandi de los Sexos. La letra<br />

pequeña de la sex therapy, Revista Española de Sexología, nº 99-100, Madrid.<br />

5 Debiera llamarse Respuesta Genital Humana y apurando más, Respuesta Orgásmica<br />

Humana; dado que los genitales pueden “responder” de múltiples formas a la “estimulación”<br />

aún cuando esta no conlleve el orgasmo. Por lo tanto “Sexual” esta metonimizado a<br />

“Genital” y, a su vez genital a orgasmo; dado que las posibilidades de estos genitales son<br />

múltiples y están reducidas al orgasmo como fin.<br />

6 Ver en el Anexo I el índice de la obras citadas de Masters y Johnson; y Kaplan.<br />

-13-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Del DSM III los comentarios irían en la misma línea. Con el agravante de que<br />

“sexual” ahora sirve para todo y en definitiva para “nada” 7 .<br />

Pero recordemos el nuevo paradigma en el que nos encontramos; tras el<br />

tránsito del locus genitalis al locus sexualis. Dado que pretendemos un encuadre<br />

sexológico entenderemos este planteamiento desde el nuevo paradigma frente al<br />

anterior paradigma del locus genitalis 8 . Salto de paradigma que se plantea ya en s.<br />

XVII y que con más o menos suerte va circulando por los s. XIX y XX. El punto<br />

de enfoque será entender al hombre y la mujer (los sexos) como el objeto de<br />

estudio, en tanto que seres sexuados.<br />

El foco estará en el hombre y la mujer como productos de procesos que llevan<br />

a resultados sexuados. Nos interesa, por tanto, cómo se van haciendo y<br />

construyendo. El foco no estaría ya en lo genital (ni en su derivación reproductiva<br />

o en su reacción hedonista), sino en el hecho de ser (y de hacerse continuamente)<br />

hombres y mujeres.<br />

SEXOLOGÍA SUSTANTIVA<br />

SEXO QUE SE “ES ES”<br />

Fig.1<br />

7 No nos podemos resistir a incluir en el Anexo II una intervención de Samuel DÍEZ<br />

ARRESE en el foro interno de Incisex del 2 de Mayo de 2003 con el título: “Sexual o el<br />

comodín para todo”<br />

incisex@eListas.net, Incisex, Madrid. De 261 entradas del término sexual, sólo en 26 de<br />

ellas se refiera a “sexual” en tanto sexo de forma inequívoca, es decir en tanto hombre y<br />

mujer: Identidad Sexual (20), Pareja Sexual (3), Cambio Sexual (1), Reasignación<br />

Sexual (1) y Rol Sexual (1). Proporcionalmente, el concepto sexual se refería a hombre y<br />

mujer sólo en el 10% de los casos.<br />

8 AMEZÚA, E. (1999), Teoría de los sexos. La letra pequeña de la sexología, Revista<br />

Española de Sexología, nº 95-96, Madrid.<br />

-14-


TERAPIA SEXUAL “¿Y/O?” TERAPIA <strong>DE</strong> PAREJA<br />

La dicotomía Terapia Sexual y Terapia de Pareja es algo más que dos<br />

metonimias. La pareja habla de dos (número), lo sexual habla de sexos (aunque<br />

también sean dos). Somos conscientes de que la representación social que se tiene<br />

de terapia de pareja, son aquellas dificultades que se producen en el ínter-curso de<br />

la convivencia, más allá de la (de nuevo mal llamada) relación sexual o a parte de<br />

esta. Debajo se esconde que pareja no es sexual, o que lo sexual forma parte de la<br />

pareja. Dicho de otro modo, en terapia sexual está sólo lo erótico-amatorio; y en<br />

terapia de pareja esta el resto del universo convivencial no-erótico.<br />

Otra representación social es que por terapia sexual se entiende terapia<br />

perigenital e ínter-corpórea; ni siquiera erótica en lo referido a su virtualidad 9<br />

(deseos, seducción, cortejo...) sino a su concreción amatoria, sobre todo en el<br />

ámbito relacional, más que en el individual (masturbación, por ejemplo).<br />

REPRESENTACIÓN SOCIAL.<br />

MUESTRARIO <strong>DE</strong> METONÍMIAS<br />

CONVIVENCIAL<br />

Fig.2<br />

PAREJA<br />

ERÓTICA ER TICA<br />

AMATORIA<br />

9 A no ser como objetivo terapéutico intermedio, pero no como fin, sino como medio para<br />

“pasar” a buscar los logros en la amatoria.<br />

-15-<br />

SEXUAL<br />

ERÓTICA ER TICA<br />

AMATORIA<br />

CONVIVENCIAL


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Cabrían como excepción los problemas de identidad —transexualidad— que<br />

curiosamente van a la esencia de lo que es ciertamente una Terapia sexual; y los de<br />

orientación homo-hetero. El resto de ámbitos de intervención guardan relación con<br />

la conducta erótica, sus realidades, posibilidades o imposibilidades.<br />

Es habitual encontrar entre las ofertas terapéuticas el consabido Terapia<br />

Sexual y de Pareja. Todo esto trae consigo de entrada, un sesgo de lo que se<br />

entiende por pareja: no erótico y sí convivencial; y por sexual: sí erótico y noconvivencial<br />

(a excepción del contacto “corporal”)<br />

Pero hagamos caso a la base epistemológica sexo (de “sexare”, separar), que<br />

es aquello que distingue y por tanto diferencia al hombre de la mujer. La terapia<br />

sexual, será aquella en la que el referente, lo quicial, el punto de entrada, sea la<br />

realidad del sexo: el hombre y la mujer. Ya sea en su proceso de sexuación, en su<br />

vivencia y/o en su expresión. Y dentro de esta expresión, ya sea en su interacción<br />

o individualidad, en su realidad o en su virtualidad, en su plasmación: convivencial<br />

o corpórea (genital o no).<br />

Vistas así las cosas, la pareja viene definida por el sexo de sus componentes<br />

y este hecho rompería la esencia de la misma si “cambiásemos” el sexo de uno de<br />

los componentes.<br />

El sexo es, por tanto, y como en tantas otras cosas, insoslayable. Una pareja<br />

es por definición sexual, dado que está compuesta por un hombre y una mujer; por<br />

ejemplo (o por un hombre y un hombre; o por una mujer y una mujer); y para ese<br />

hombre y esa mujer, el sexo del otro es absolutamente relevante y modificarlo sería<br />

modificar la esencia misma de su existencia.<br />

Se puede decir, en un plano subjetivo: “vivo con mi pareja porque es<br />

simpático, agradable y comprensivo...”; pero estas mismas cualidades en una<br />

persona de otro sexo, harían imposible esa posibilidad de convivencia en el formato<br />

“pareja”. Es decir, lo primero es que “mi pareja” es hombre o mujer; y a partir de<br />

ahí, (y sin posibilidad de no partir de ahí) vienen los matices que podamos entender<br />

con mayor o menor relevancia.<br />

-16-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

PAREJA<br />

Fig. 3<br />

TERAPIA SEXUAL;<br />

O SEA, <strong>DE</strong> <strong>LOS</strong> <strong>SEXOS</strong><br />

El sexo nos ayuda a superar dos de los grandes sesgos inherentes en la<br />

dicotomía terapia sexual y terapia de pareja: la heterosexualidad, por un lado, y<br />

la convivencia como encuentro no-sexual por el otro.<br />

Primero, la terapia de pareja esconde un sesgo absolutamente heterosexual,<br />

dado que está pensada en su origen para este ámbito. No sólo eso, sino que no tiene<br />

recursos para la intervención en parejas homosexuales. A no ser, la aplicación<br />

automática en función del síntoma o la demanda, de los recursos disponibles para<br />

parejas heterosexuales.<br />

Sin embargo, los sexólogos sabemos que los esquemas convivenciales<br />

(sexuales —no eróticos— pero sí sexuales) en el fondo, no son los mismos en unas<br />

parejas hetero que en otras homo y, por tanto, la llamada terapia de pareja hace<br />

aguas ante esta posibilidad; dado que su margen de acción es para la pareja<br />

heterosexual. Pero no sólo esto, sino que acceder con esos esquemas, (mapas a<br />

-17-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

efectos del viajero) a una pareja homosexual (territorio) será un absoluto desatino<br />

(a los hechos nos remitimos).<br />

Segundo, porque la terapia de pareja parece que se diferencia de la sexual y<br />

en ello se esconde una absoluta paradoja ¿Se puede ser pareja sin ser antes sexual?<br />

Curiosa la pregunta. Nos recuerda de nuevo a las concepciones teóricas hablando<br />

del género como una realidad independiente o transcendiendo al sexo, o hablando<br />

de este como algo meramente biológico de lo cual el género es capaz de trascender.<br />

¿Pero acaso, simplemente como posibilidad de reflexión, sería posible éste sin<br />

aquel? ¿Sería por tanto posible una pareja, tal como la entendemos, sin sexo en sus<br />

componentes?.<br />

Cierto que el usuario se entiende con esta conceptualización; pero también<br />

con el sexo metonimizado a simple conducta. Del entendimiento y el apaño a la<br />

exactitud, hay todo un camino que la ciencia debe subsanar. Todo el mundo<br />

entiende si hablamos de danones, pero sabemos que no es lo mismo que hablar de<br />

yogures.<br />

Así mismo, sexo abre posibilidades que pareja cierra. La Terapia de Pareja<br />

es para dos y en lo convivencial; la Terapia Sexual es para uno o para dos, en lo<br />

erótico o en lo convivencial, en lo real o en lo virtual.<br />

Cómo ya indicábamos al inicio, va siendo hora de que, ateniéndonos a la<br />

etimología de las palabras (Sexo de Sexare, separar, —ejemplo, sección—); la<br />

sexología como tal, abandone su obsesión erótica y comience a ser lo que realmente<br />

indica su nombre: Logía del Sexo. Es decir, ciencia cuyo objeto de estudio es el<br />

sexo (la diferencia, por tanto): los hombres y las mujeres. Esto es lo que podríamos<br />

comenzar a llamar sexología de tercera generación, frente a una sexología<br />

hipererotizada 10 .<br />

La terapia sexual ha sido en realidad terapia erótica (a excepción de los casos<br />

de identidad y orientación); y la terapia de pareja ha sido en realidad terapia sexual<br />

no-erótica o no-amatoria.<br />

Y aunque hay matices que pueden parecer superfluos, al final llegamos a<br />

conclusiones absolutamente invertidas a las que teníamos al inicio. Pensemos<br />

mínimamente en los conceptos: conjunto y elemento. Resulta que, ni más ni menos,<br />

todo estaba invertido.<br />

10 SÁEZ SESMA, S. (2004) “Reflexiones y propuestas de modificación acerca del hecho<br />

sexual humano”, Anuario de Sexología, nº 8, AEPS, Valladolid.<br />

-18


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Cuando el foco no es el sexo, puede cuadrar el descuadre; pero para ello hay<br />

que reducir primero sexo a erótica. Una vez que la etimología nos saca de ese<br />

atolladero, resulta que el elemento es todo el conjunto y lo que parecía todo el<br />

conjunto es sólo un elemento.<br />

La terapia sexual puede en muchas ocasiones no ser de pareja; pero la terapia<br />

de pareja nunca podría dejar de ser sexual. El conjunto es sexo y el elemento<br />

pareja. Todo esto podría parecer una cuestión trivial; pero creemos que las<br />

consecuencias van más allá.<br />

..<br />

Fig. 4<br />

PAREJA<br />

(CONVIVENCIAL)<br />

SEXUAL<br />

(ERÓTICA)<br />

-19-<br />

..<br />

SEXUAL<br />

(SEXO)<br />

..<br />

PAREJA<br />

(LO CONVIVENCIAL<br />

NO-ERÓTICO)<br />

A modo de ejemplo podríamos hablar de una mediación en separación y<br />

conflictos de comunicación por un lado; y de una terapia centrada en la identidad<br />

o la orientación de determinado sujeto.


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

En el primero de los casos (mediación y conflictos de comunicación), y desde<br />

el plano más tradicional, estaríamos hablando de terapia de pareja; pero esa<br />

mediación o conflictos de comunicación se producen entre un hombre y una mujer.<br />

La terapia es por tanto sexual, aún cundo el formato de intervención sea pareja. En<br />

ambas situaciones el objeto de trabajo no es erótico pero no deja de ser (ni podría<br />

dejar de ser) sexual.<br />

En el segundo de los casos (identidad u orientación) estaríamos hablando de<br />

terapia sexual. Curiosamente tampoco en estos casos va a ser tan determinante lo<br />

erótico (sobre todo en los casos de identidad), pero la terapia será sexual y el que<br />

sea o no en formato pareja será menos relevante.<br />

Así pues, una cosa son los formatos o sustratos sobre los que se asienta el<br />

objetivo de trabajo y otra bien distinta el objetivo de trabajo en si. La pareja tiene<br />

que ver con los formatos, con las puestas en escena. El sexo tiene que ver con las<br />

realidades inherentes e insoslayables de los usuarios. Y es el sexo, no la pareja, la<br />

base sobre la que se asienta la terapia.<br />

Tras esta aclaración en el punto de entrada, no estará de más detenernos en<br />

el entendimiento del registro sexo y como se puede aprehender de forma completa.<br />

A partir de aquí remitimos a conceptos generales ya expuestos como variables<br />

sexuales dimórficas e intersexuales; base de una lógica de sexuación; la identidad<br />

sexual; la sexación; la entrada de los caracteres sexuales terciarios; los agentes<br />

sexuantes andrógenos y ginógenos; y la reinterpretación del género en tanto<br />

caracteres sexuales terciarios 11 .<br />

11 SÁEZ SESMA, S. (2003), Op. Cit.<br />

-20-


Fig. 5<br />

<strong>LA</strong> “NUEVA TERAPIA SEXUAL” 12<br />

Rogers 13 cambia el foco de atención de los problemas al sujeto; el foco de<br />

tratamiento es otro y por tanto también será otro el objetivo: el tratamiento es el<br />

facilitador de los valores intrínsecos del sujeto 14 . Sexologicemos a Rogers para<br />

redefinir el objetivo terapéutico. El foco de atención ya no es la disfunción o el<br />

problema, sino el sujeto-sexuado; y, por tanto el tratamiento será el facilitador de<br />

los valores intrínsecos del sujeto sexuado.<br />

12 Como ejercicio de “re-enfoque”, empleamos el mismo título que la obra de Kaplan, pero<br />

sacando el foco de la disfunción al sexo del usuario.<br />

13 Carl R. ROGERS sobre 1943 crea la terapia centrada en el cliente como una alternativa<br />

nueva de psicoterapia ,e inicia un proceso de investigación sobre la relación terapéutica y<br />

los valores del sujeto. Indicamos, sin ánimo de ser exhaustivos y a modo de ejemplo, alguno<br />

de sus libros: Terapia, personalidad y relaciones interpersonales, Ed. Nueva Visión. El<br />

proceso de convertirse en persona, Ed. Paidós. Psicoterapia centrada en el clientes, Ed.<br />

Paidós mejicana.<br />

14 Recomendamos con especial énfasis el artículo: ORMAZA, A. y MONTES, A. (2001),<br />

Una aproximación al asesoramiento sexual, Anuario de Sexología, nº 7, AEPS, Valladolid<br />

.<br />

-21-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Al igual que los rasgos de personalidad nos dan un margen de maniobra<br />

terapéutica; pero permanecen relativamente estables (recordemos que Rogers ve en<br />

estos rasgos el foco de intervención y valor a fomentar, más allá del problema); una<br />

vez sexologizado el objetivo terapéutico, el carácter sexual terciario no es ni más<br />

ni menos que el rasgo de personalidad sexuado. Es decir, masculino y femenino;<br />

y más aún, entendiendo a éste como el valor a fomentar, más allá del problema o<br />

la disfunción.<br />

Fig. 6<br />

Y es aquí donde radica y se sitúa el nivel de intervención de la terapia sexual,<br />

en el margen de maniobra (limitado; pero “margen” al cabo) en ese carácter sexual<br />

terciario (“rasgo de personalidad sexuado” o “carácter sexuado”) relativamente<br />

estable.<br />

-22-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Fig. 7<br />

¿Cómo? Pues por ejemplo, desde al autoconocimento de mis caracteres<br />

sexuales terciarios (lo cual supone asumir de entrada la propia diferencia<br />

—sexuación—) para su manejo, control, máximo provecho, canalización en<br />

contextos desfavorables... en su interacción con uno mismo, con la pareja (si esa es<br />

la demanda, con sus propios caracteres sexuales) o el resto del mundo.<br />

-23-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

DOS “CIMIENTOS BÁSICOS” EN TERAPIA SEXUAL:<br />

1 er cimiento. Claves de sexuación en terapia sexual. Sobre la sexación como<br />

clave terapéutica<br />

La sexación es el proceso de etiquetado sexual. Por un lado este etiquetado es<br />

dimórfico: ver (percibir) hombre o mujer. Pero vamos a hacer un símil. Supongamos<br />

que la sexación es percibir-etiquetar una pared (sujeto) compuesta de multitud de<br />

ladrillos (niveles de sexuación), cómo dimórficamente rosa o azul. Como decimos,<br />

en este sentido el etiquetado es claramente dimórfico.<br />

Pero la coloración en si misma nos habla de tonalidades, sin dudar del color<br />

del que partimos, pero matizando hasta el infinito entre el azul celeste y el añil. Lo<br />

cuál quiere decir, que el etiquetado es dimórfico, pero la tonalidad es intersexual.<br />

Dicho de otro modo, existe una primera mirada que sexa el color: rosa o azul;<br />

y una segunda mirada más reposada que analiza sobre lo sexado y percibe el tono,<br />

más o menos azul. Ambas miradas son resultado de un mismo proceso que<br />

consideramos sexación.<br />

-24-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Fig. 8<br />

La sexación es un nivel permanente de la sexuación (ahora con “u”) que tiene<br />

que ver con la conciencia perceptiva; y, centrando las propuestas en terapia, esta<br />

será precisa cuando no se perciba o se perciba poco, o de forma insuficiente o<br />

incoherente el sexo, ya sea en plano individual o en el relacional. A estos nos<br />

referimos cuando afirmamos que la terapia puede ayudar a mejorar la “sexación”.<br />

Pero en el sentido calificativo, el de la tonalidad; dado que la naturaleza del color,<br />

en el sentido discriminativo, ya está fuera de toda duda.<br />

Desde el ámbito extra-humano, tal vez la sexación se entiende únicamente<br />

como etiquetado: macho o hembra (un ejemplo evidente sería el sexador de pollos);<br />

discriminación de color azul o rosa, por seguir con el símil. Pero la sexación<br />

humana, añade matices humanos a esta sexación; que por ser humana, no dejará de<br />

ser sexación. Y es en este punto donde la sexación hablaría no solamente de<br />

discriminación de color (azul o rosa) sino también de tonalidad (claro u oscuro).<br />

-25-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

La sexación discriminativa (azul o rosa) vendría mediatizada por factores<br />

eminentemente biológicos, y esto es compartido por muchas especies sexuadas (no<br />

solo la humana); pero la sexación en tanto tonalidad es una cualidad humana y<br />

vendría mediatizada por factores eminentemente psico-sociales.<br />

Fig. 9<br />

Dividir este proceso de sexación, por estas razones; sería cuartear<br />

artificialmente en bio por un lado y psico-socio por el otro; cuando lo que hace es<br />

indicar distintas consecuencias de un mismo proceso. A esta segunda vertiente de<br />

la sexación, la llamaremos a partir de ahora sexación calificativa. A la primera<br />

vertiente, la llamaremos sexación discriminativa.<br />

Con relación a la sexación discriminativa “Es algo, pues, valorativo y<br />

completamente subjetivo. Se hace, además, teniendo presente (tanto uno como el<br />

-26-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

otro) un modelo más o menos claro de cómo debe ser y funcionar un hombre. Se<br />

trata de una estimación, subjetiva y relativa a un modelo” 15 .<br />

Y en lo referido a la articulación del Hecho Sexual Humano en sus diferentes<br />

registros 16 , “Me parece importante esta separación terminológica puesto que si la<br />

sexación, en tanto identificación, está inscrita en la sexuación, la calificación<br />

estará en la sexualidad en tanto vivencia subjetiva. Y si la sexación es permanente<br />

o muy reacia a cambios, la calificación está bailando en todo momento 17 ”.<br />

La sexación discriminativa (de primera mirada o discriminación del color),<br />

estaría dentro del registro sexuación y la sexación calificativa (como segunda<br />

mirada o análisis del tono) estaría en sexualidad. Y con ambas, de forma inevitable,<br />

se construye la identidad sexual. Cuando la sexación calificativa es hacia uno<br />

mismo, estaríamos en sexualidad (autosexación calificativa); pero cuando la<br />

sexación es hacia otro estaríamos en erótica, amatoria y otros niveles de encuentro<br />

sexuado (alosexación calificativa).<br />

15 DIAZ ARRESE, S. (2004), “Sobre la sexación”,<br />

incisex@eListas.net, Incisex, Madrid, (20 de enero de 2004), pg. 2. En el anexo III<br />

incluimos el texto íntegro de esta aportación al Foro Interno de Incisex.<br />

16 AMEZÚA, E. (1999), Teoría de los sexos. La letra pequeña de la sexología, Revista<br />

Española de Sexología, nº 95-96, Incisex, Madrid.<br />

17 DÍAZ ARRESE, S. (2004), Op. Cit.<br />

-27


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Fig. 10<br />

Allá donde la sexación es subjetiva (niveles psico y socio) nos lleva a la<br />

sexualidad como registro, allá donde la sexación es objetiva (nivel biológico) nos<br />

lleva a la sexuación como registro. Pero más allá del ejercicio humano de reflexión,<br />

que separa estas dos vertientes, la sexación es una realidad o proceso único y<br />

continuo.<br />

Y, centrados en la terapia, “Nuestro trabajo … se centraría en colaborar con<br />

el individuo de forma que podamos alterar sustancialmente esa lectura y balanceo<br />

que hace en el registro de la sexualidad 18 ”.<br />

18 DIAZ ARRESE, S. (2004), polisemias sexológicas,<br />

incisex@eListas.net, Incisex, Madrid, (21 de enero de 2004), pg. 2. En el anexo IV<br />

incluimos el texto íntegro de esta aportación al Foro Interno de Incisex.<br />

-28-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Se trataría de mejorar en lo cualitativo (calificativo), no de cuestionar lo<br />

discriminativo que ya está fuera de duda.<br />

Con este planteamiento, estaríamos en el registro sexualidad, dado que será<br />

el sujeto el que nos dará pistas para que ello suceda, y sólo si el lo “siente” y<br />

“percibe” será efectivo. Así mismo, el otro miembro de la pareja, si lo hay, estará<br />

en disposición de facilitar (u obstaculizar) eso que el otro “siente” y “percibe” en<br />

su relación. Ahora también estaríamos en el registro erótica, amatoria y en todos los<br />

que suponen encuentro o interacción.<br />

Fig. 11<br />

En este sentido no hay sexación en tanto etiquetado; pero sí hay sexuación<br />

(incluimos la “u”) dado que mejoramos un resultado sexuado (se siente más<br />

—mejor— hombre o mujer); pero tiene mucho que ver con la primera sexación<br />

discriminativa, dado que parte de ella.<br />

La sexación no va a ser sólo el etiquetado. Sino el resultado de una percepción<br />

(esta palabra es clave, ya sea auto o alo) con más matices que el propio color, y<br />

teniendo más en cuenta el tono.<br />

-29-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Pero cuidado, esta sexación discriminativa y calificativa, son un punto en el<br />

continuo de la (auto o alo) percepción sexual. No hay una percepción hasta el tipo<br />

de color y, a partir de ahí, otra para el tono. Todo forma parte de un mismo<br />

continuo; de un mismo mecanismo perceptivo.<br />

Lo que hacemos, como ejercicio cognitivo y reflexivo (humano y a posteriori)<br />

es: cuando se aplica este mecanismo (sexación discriminativa) y nos da hombre o<br />

mujer (discriminación del color) decimos que es sexuación. Pero cuando este<br />

mecanismo continúa (atención al matiz, continúa; no salta, o se reanuda) analizando<br />

el matiz del color (el tono) y contrastándolo, entonces es calificación y lo metemos<br />

en sexualidad. La sexación es el continuo que une sexuación y sexualidad. Y la<br />

terapia lo que hace es activar los procesos de sexuación en el plano psico-social.<br />

Dado que estos niveles comparten lógica de sexuación, independientemente de su<br />

naturaleza, con el resto de niveles.<br />

Y algo sobre lo que hablaremos más adelante. La terapia sexual parte de una<br />

base de estabilidad sexual personal (límite); y, a su vez, de un margen de maniobra<br />

(posibilidad): La sexación es definitiva, entendida como discriminación de color;<br />

pero perfectamente variable entendida como tono; y aquí la terapia tiene su vía de<br />

entrada.<br />

-30-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

De la sexuación a la sexación; y de la sexación a la sexuación<br />

La sexación calificativa, aún cuando es resultado de un origen de sexación<br />

discriminativa, cambia una relación lineal y la convierte en circular cerrando el<br />

bucle. Es decir, la sexación calificativa será un resultado de unos procesos de<br />

sexuación psico sociales; pero a su vez estos resultados serán un agente sexuante<br />

que genere, facilite, posibilite o dificulte, otros resultados sexuados.<br />

Fig. 12<br />

Resumiendo, una vez producida la sexación calificativa (y esta es<br />

insoslayable) el resultado pasa a ser un agente sexuante (de mayor o menor acción)<br />

para otros niveles del proceso de sexuación, sobre todo psico y socio como los<br />

caracteres sexuales terciarios. Una vez que la sexación es cognitiva, pasa a formar<br />

-31-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

parte de la sexuación de los niveles psico-sociales: de ahí los caracteres sexuales<br />

terciarios, p. ej.; y la terapia sexual entra en este lógica.<br />

Cuando él le percibe a ella, poco o mucho hombre (o mujer) en el sentido<br />

calificativo, estamos en el continuo de haberlo percibido primero como hombre o<br />

mujer, en el sentido discriminativo.<br />

Es decir, el proceso calificativo es secuencial y por tanto, imposible sin el<br />

discriminativo; y todo en el mismo continuo. Aún cuando el sujeto sea consciente<br />

de lo calificativo y no tanto de lo discriminativo (que se hace de forma<br />

prácticamente automática y sin reparar en ello). Algo parecido a los conceptos de<br />

conducir y viajar; esto primero está automatizado, para percibir lo segundo. Pero<br />

aún cuando uno no sea consciente de forma permanente de cómo conduce, sin esta<br />

conducción no existiría aquel viaje.<br />

Cuando en la líneas siguientes, planteemos como objetivo mejorar la<br />

sexación, no cabe duda que nos referimos a la sexación calificativa. Por lo tanto,<br />

rogamos al lector sepa leer el concepto sexación con este sentido.<br />

Dado que lo que nos ocupa ahora son los aspectos relacionados con la Terapia<br />

Sexual, nos gustaría llamar especialmente la atención sobre el concepto de<br />

andrógenos y ginógenos en tanto agentes sexuantes. En ellos se encuentra una de<br />

las vías más contundentes de intervención terapéutica en sexología. Eso sí,<br />

entendiendo que estos agentes sexuantes se mueven en variables intersexuales, que<br />

nosotros denominamos caracteres sexuales terciarios.<br />

Una vez que se ha entendido que la sexación, es el proceso de etiquetado y<br />

calificación, esta será una de las claves. Pero que en esos procesos de etiquetado y<br />

calificación, el propio sujeto y también el otro miembro de la pareja, si la hay (sobre<br />

todo en algunos contextos), serán un agente sexuante. Es decir, un andrógeno y un<br />

ginógeno sobre el que tendremos posibilidad de intervenir.<br />

La idea sería, convertir a una parte de la pareja en un agente sexuante que<br />

eleve la sexación calificativa de la otra parte de la pareja. Las posibilidades de la<br />

lógica de sexuación en terapia serán entonces múltiples. Del sujeto hacia sí mismo<br />

(autosexación) y en interacción recíproca entre ambos miembros de la pareja, si esta<br />

existe (alosexación).<br />

Esta potenciación de andrógenos y ginógenos que posibilite la terapia, para<br />

mejorar un resultado sexuado más contundente, no siempre se aplicarán en el nivel<br />

de la erótica. Sino que paralelamente (o simultáneamente o previamente), se<br />

intervendrá en niveles de sexuación (no eróticos, pero sí sexuales en los que la<br />

-32


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

pareja interactúa) menos ansiógenos que los referidos a la erótica y la amatoria,<br />

donde habitualmente se sitúa la dificultad.<br />

En este nivel, creemos que nuestra propuesta puede ser esclarecedora, más allá<br />

que en la búsqueda de claves milagrosas para resolver problemas (y que desde ahora<br />

avisamos al lector que nos la va encontrar).<br />

En lo referido a la sexuación y su lógica, el objetivo de la terapia sexual sería<br />

emplear esta lógica de sexuación en toda su extensión. La terapia sexual no será, ni<br />

más ni menos, que ejercer unos efectos androgenizantes o ginizantes cuando no se<br />

está produciendo un resultado suficientemente sexuado (en lo cuantitativo) o<br />

adecuadamente sexuado (en lo cualitativo).<br />

Fig. 13<br />

Por tanto, la terapia no busca sino restablecer, en positivo, la lógica de<br />

sexuación. La terapia es el modo de hacer que el resultado sexuado sea coherente<br />

-33-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

con las posibilidades y sobre todo con la identidad del sujeto, sin perder de vista su<br />

sexualidad irrepetible. La terapia será, por tanto, un facilitador de la lógica de<br />

sexuación convirtiéndose en el agente sexuante o el facilitador de estos.<br />

2º cimiento. Claves de “bilingüismo 19 sexual” como alternativa en terapia<br />

Tal como exponíamos en la explicación de los caracteres sexuales terciarios<br />

“expresión del deseo erótico” y “expresión de afectividad” 20 ; proponíamos como<br />

alternativa de entendimiento entre el hombre y la mujer el bilingüismo sexual.<br />

Cuando la relación sexual está deteriorada, este factor se convertirá en una de las<br />

claves centrales de la intervención terapéutica. este bilingüismo vendrá a reforzar<br />

y complementar el mantenimiento 21 de la lógica de sexuación.<br />

A modo de ejemplo, ya expusimos que el bilingüismo sexual suponía que los<br />

hombres entendiesen las claves femeninas y a la inversa (¡ojo!, que las entiendan,<br />

no que las asuman como propias). Sobre todo en aquellos aspectos en los que<br />

consideremos más deteriorados.<br />

Aún cuando la tendencia siga llevándonos a la trampa de confundir sexual con<br />

erótico; la idea sería retomar la diferencia como punto de entrada. Es decir, asumir<br />

que existen dos registros diferenciales para hombres y mujeres (en el nivel erótico,<br />

en el afectivo, en la expresión de agresividad, en la vivencia de la<br />

19 Asumimos en aras de ser coherentes y para que no se enfaden los lingüistas, que el<br />

término bilingüismo puede tener matices diferenciales a los que nosotros le damos. Somos<br />

conscientes de que, por ejemplo, cuando se hablan dos idiomas, y se lleva mucho tiempo<br />

hablando el “segundo” se puede llegar a pensar (e incluso soñar) en la segunda lengua que<br />

no es la vernácula. También somos conscientes de que existen situaciones como la “aloxia”;<br />

y de que el bilingüismo como tal es ser “capaz” de tener dos lenguas manejadas al “mismo”<br />

nivel. Sin embargo, creemos que como símil puede ser útil y más entendible que hablar de<br />

primero o segundo registro, que sería tal vez más correcto, pero sin duda menos didáctico.<br />

20 SÁEZ SESMA, S. (2003), Op. Cit. Capítulos: “La demanda erótica” y “La expresión de<br />

afectividad” (pp. 100-107).<br />

21 Mantenimiento no en el sentido estático y pasivo de “retener”; sino en el sentido más<br />

dinámico y activo. Es decir, intervenir activamente en la “puesta a punto” para facilitar el<br />

“mantenimiento” y evitar las “averías” o “disfunciones”.<br />

-34


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

maternidad/paternidad…). Esta diferencia, que de entrada no siempre resulta fácil<br />

de asimilar desde algunos planteamientos, nos podrá ayudar a entender mejor las<br />

propias claves y las del otro sexo.<br />

Plantear un modelo único, igualitario o deseable de conducirse ante la<br />

realidad convivencial entre los sexos (iguales o distintos), impedirá el margen de<br />

maniobra y sobre todo situará a los sujetos ante la incapacidad parcial de “estar al<br />

nivel” esperado o deseado. En según que facetas se exigirá a los hombres funcionar<br />

con estilos femeninos, lejanos a sus habilidades o posibilidades y en otros se exigirá<br />

a las mujeres funcionar con estilos masculinos, también lejanos a sus habilidades<br />

o posibilidades.<br />

Y como consideramos que este punto ha sido desarrollado suficientemente en<br />

otra obra previa, nos limitamos a extractar algunos párrafos textuales:<br />

“Se trata pues de recuperar la dialéctica de los caracteres sexuales, con dos<br />

polos, donde los sujetos nos situamos. Sin pretender un polo ser mejor que otro.<br />

Y lo que es más, plantear (exigir) que por ello no se pueda tachar a los<br />

hombres de “bloqueados afectivamente”, como tampoco se puede tachar a las<br />

mujeres de “bloqueadas eróticas” ante sus expresiones o demandas implícitas. Si<br />

hacemos esto, estamos analizando de forma subjetiva cada uno de los polos de cada<br />

carácter sexual, dándole a uno el papel de bueno y adecuado; y al otro, el de malo<br />

e inadecuado.<br />

Cuando simplemente deberían de ser diferentes; nada menos y nada más. 22 ”<br />

…”Lo que queremos exponer, es que tal y como hay formas diferentes y<br />

sexuadas de expresar afectividad o demanda erótica; y no se puede tomar un polo<br />

sexual de referente para medir al otro. Consideramos que hay una diferente puesta<br />

en escena de la maternidad y la paternidad 23 ”.<br />

… “Es nuestro deseo, y propuesta de trabajo terapéutico (por que no decirlo),<br />

que seamos bilingües afectivamente. ‘Pienso en una de las dos lenguas, la vernácula<br />

marca mis preferencias, me siento cómodo y la domino. Pero soy capaz de entender<br />

el otro idioma. No lo hablo tan bien; pero lo entiendo’.<br />

22 SÁEZ SESMA, S. (2003), Op. Cit. p. 106.<br />

23 SÁEZ SESMA, S. (2003), Op. Cit. p. 113.<br />

-35


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

No nos obliguen a pensar en una lengua que no es la vernácula, en un polo<br />

sexual que no forma parte de nuestra identidad, conformémonos con entender (y a<br />

veces hablar o chapurrear) la segunda lengua 24 ”.<br />

ESTABILIDAD Y MARGEN <strong>DE</strong> MANIOBRA.<br />

Y como resultado de la diferencia como punto de partida (basada en una<br />

insoslayable lógica de sexuación); por un lado. Y teniendo en cuenta la posibilidad<br />

de margen en tanto bilingüismo sexual, por el otro; podemos hablar de rasgos de<br />

personalidad sexuados, que para nosotros no son ni más ni menos que caracteres<br />

sexuales terciarios.<br />

Estos caracteres sexuales terciarios, entendidos como rasgos de personalidad<br />

sexuada; tienen una cierta estabilidad; pero también un margen de maniobra.<br />

Y en clara coherencia con el bilingüismo, el margen de maniobra buscará<br />

entender la otra lengua, sacando el máximo partido de mis posibilidades sexuadas;<br />

admitiendo la estabilidad de mi primera lengua como tendencia natural de<br />

procesamiento de la información y forma de estar en el mundo.<br />

Referidos a esta estabilidad y margen de maniobra, ya expusimos<br />

posibilidades para manejar sexuadamente el binomio “deseo erótico-afectividad”.<br />

Asumíamos que los hombres se expresaban en general explícitamente en lo erótico<br />

e implícitamente en lo afectivo; así mismo, las mujeres lo hacían explícitamente en<br />

lo afectivo e implícitamente en lo erótico. Esto se convertía en dos tendencias<br />

sexuadas. Pero apuntábamos que en toda tendencia (estabilidad del carácter sexual<br />

terciario) existen las inflexiones (margen de maniobra del carácter sexual terciario)<br />

25 .<br />

De forma metafórica ya expusimos que era aquí donde radicaba precisamente<br />

la posibilidad del encuentro: en el salto al vacío. Ahora, con menos metáforas,<br />

diríamos: entender la propia esencia y estabilidad de todo carácter sexual terciario,<br />

24 SÁEZ SESMA, S. (2003), Op. Cit. p. 166.<br />

25 Recordemos, por ejemplo como en la infancia, en los contactos con personas del mismo<br />

sexo, la diferencia no estaba en que los niños utilizaban estrategias más asertivas y directas,<br />

y las niñas más indirectas; sino en cuanto (es decir, con que frecuencia) utilizaban unas u<br />

otras estrategias. No se trataba de incapacidad, sino de una tendencia o un estilo general<br />

(frente al otro que también se conoce y también se emplea)<br />

-36-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

intentando sacar el máximo provecho al posible (aunque limitado) margen de<br />

maniobra que sin duda nos ofrece.<br />

Fig. 14<br />

Nuestra propuesta de trabajo terapéutico es ayudar a los usuarios a que sean<br />

bilingües sexológicamente. El deber ser de la igualdad 26 propone una de las lenguas<br />

(en función de las circunstancias 27 ) como la adecuada, dejando a la otra en lo nodeseable<br />

(por tanto inadecuada). Se obliga a los hombres a tener caracteres sexuales<br />

terciarios femeninos y a la inversa; en función de la deseabilidad social,<br />

poniéndoles tarde o temprano, ante la evidencia del logro no conseguido.<br />

26 Más interiorizado como valor a “lograr” sobre todo en parejas jóvenes y cultas.<br />

27 En lo afectivo el polo (lengua) femenino; y en lo erótico el polo (lengua) masculino, por<br />

ejemplo.<br />

-37-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Como apuntamos más arriba, el punto de partida sexológico es no obligar a<br />

pensar en una lengua que no es la vernácula 28 , en un polo sexual que no forma parte<br />

de nuestra identidad. Admitiendo este punto de partida (estabilidad) se trataría de<br />

ayudar a entender al máximo esa segunda lengua (margen de maniobra) y, a lo<br />

sumo, ocasionalmente, ser capaz de hablar y chapurrear esa otra lengua.<br />

Y en este hablar y chapurrear esta segunda lengua, es donde la terapia sexual<br />

debe centrar sus esfuerzos. Traducido a criterios terapéuticos, se trata de sacar el<br />

máximo partido al margen de maniobra que todo rasgo de personalidad sexuado<br />

ofrece; sin perder nunca de vista su estabilidad en el sentido general.<br />

28 Fundamentados en la “ingenuidad” o “deseabilidad social” de creer que un carácter sexual<br />

terciario es algo variable y no forma parte de la identidad “estable” de los sujetos.<br />

-38-


ALGUNOS EJEMP<strong>LOS</strong> <strong>DE</strong> ABORDAJE TERAPÉUTICO<br />

Cómo nuestro objetivo es complementar las propuestas terapéuticas<br />

existentes, vamos utilizar algunos ejemplos con la taxonomización clásica, centrada<br />

en la disfunción o el en la demanda del usuario. Iremos matizando sobre este<br />

enfoque nuestra propuesta más centrada en el sexo (y no tanto en la demanda del<br />

usuario) y la posible interacción de este con otros usuarios sexuados.<br />

A efectos didácticos, creemos que puede ser útil, dado que la tendencia de<br />

intervención clínica tiene muy arraigada la disfunción y la demanda como punto de<br />

partida. Y sobre todo, haremos especial hincapié allí donde creamos que el abordaje<br />

clásico tiene sus limitaciones de cara al éxito; y propondremos en esos casos, con<br />

especial énfasis, el enfoque centrado en el sexo.<br />

Y, como avisábamos al principio, antes que alardear de toda una batería de<br />

herramientas listas para su uso y aplicación; reflexionaremos sobre posibles nuevos<br />

objetivos para poder paliar las limitaciones actuales. Partiendo de esta premisa, nos<br />

van a ser más útiles los fracasos terapéuticos que los éxitos; sobre todo cuando<br />

teóricamente se aplican los mismos protocolos en uno u otro extremo. Asumimos<br />

pues, la novedad de poner a disposición de lector alguno de nuestros fracasos.<br />

-39-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

<strong>I<strong>DE</strong>NTIDAD</strong> Y ORIENTACIÓN SEXUAL 29<br />

Los casos más relevantes de estos procesos serían: transexualidad en lo<br />

referido a identidad; y homosexualidad 30 en lo referido a orientación.<br />

De la evolución de los procesos de sexuación, y aún a riesgo de carecer aún<br />

de demostraciones causales a priori (que no tanto descriptivas o a posteriori),<br />

creemos que estamos en disposición de afirmar de forma fundamentada; que tanto<br />

la identidad como la orientación son estables; y que dependen de procesos<br />

hormonales prenatales (o a lo sumo perinatales, tal vez la orientación). Que no son<br />

una opción en la que el sujeto pueda moverse de un lado a otro 31 .<br />

De la identidad consideramos que se “expresa” ya en edades precoces; en<br />

cambio la orientación empieza a hacerse patente a partir de pubertad. Igual que el<br />

eje Hipotálamo-Hipófisis-Gónada (HHG) se sexúa en la vida prenatal; pero no se<br />

pone de manifiesto hasta llegar a la pubertad; nosotros barajamos la hipótesis de que<br />

con la Orientación Sexual del Deseo Erótico (OS<strong>DE</strong>) sucede algo similar. Se sexúa<br />

en la etapa prenatal y es percibido por el sujeto en la pubertad. Por tanto, una cosa<br />

es la lógica de cada nivel de sexuación concreto, y otra cosa bien distinta es su<br />

manifestación o percepción por el propio sujeto.<br />

Y siguiendo este hilo argumental, hemos expuesto que la identidad se<br />

“expresa” en edades precoces (en relación a lo que sucede con la orientación en la<br />

pubertad); pero de nuevo consideramos que el nivel de sexuación es prenatal aún<br />

cuando el sujeto no sea consciente de ello 32 .<br />

29 En estos dos casos, la Terapia Sexual clásica sí que está recogiendo bien el significado de<br />

“sexual”, en tanto diferencia hombre-mujer. Afortunadamente, aquí el término sexual es<br />

correcto desde nuestro planteamiento; y, sobre todo, en el sentido de la correción<br />

etimológica.<br />

30 Y no hablamos de patologías; sino de demandas terapéuticas.<br />

31 <strong>LA</strong>NDARROITAJÁUREGI, J. R. (2000). “Homos y Heteros. Aportaciones para una<br />

teoría de la sexuación cerebral”. Revista Española de Sexología, 97-98, InCiSex, Madrid.<br />

32 Cuando Money (MONEY, J. y EHRHARDT, A. (1982): Desarrollo de la sexualidad<br />

humana, Morata, Madrid) hablaba de que la Identidad sexual venía sin establecer y se<br />

“cerraba” a partir de los 2 años y medio; lo que se ponía de manifiesto era la percepción<br />

relativamente estable por parte del sujeto de su “etiquetado sexual” (autosexación). Pero una<br />

cosa es la percepción y otra bien distinta la génesis y evolución de aquello que es percibido.<br />

En este punto, es especialmente significativo el caso del “gemelo judío”. En la obra que<br />

citamos de referencia el niño tenía por entonces 6 años. En la actualidad su realidad, referida<br />

a su identidad sexual, es bien distinta a la que se exponía en el libro. Por cierto, el final,<br />

-40-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Todo esto ha quedado desarrollado en otros textos y sobre ello hemos ido<br />

ofreciendo bibliografía actualizada.<br />

Y como estamos hablando de cuestion es terapéuticas, sí creemos que la<br />

terminología 33 que desde el activismo ideológico se está empleando, ayuda poco<br />

a un entendimiento concreto y riguroso de la realidad de la transexualidad por un<br />

lado y la homosexualidad por el otro.<br />

En primer lugar porque se trata de cuestiones diferentes. Tanto en su génesis<br />

como en sus implicaciones personales. Lo único en lo que coinciden es en ser<br />

realidades estadísticamente minoritarias.<br />

Somos conscientes de la antipatía social que supone partir de la negación de<br />

la opción del sujeto a la hora de elegir su identidad y orientación; y colocar el<br />

origen de estas en cuestiones prenatales y hormonales. También somos conscientes<br />

de que negar esta capacidad de opción rompe algunos deseos de cómo debería ser<br />

la realidad humana. Pero una cosa es como nos gustaría que una pregunta fuese<br />

respondida; y otra bien distinta la respuesta que encontramos.<br />

Desde un punto de vista progresista, se mantiene la opción como principio y<br />

sobre todo se carga el énfasis en el tránsito de lo hetero a lo homo. Algo así como<br />

ser capaz de vivir esa potencialidad que todos llevamos dentro y que por<br />

convencionalismos, estatus, moral, educación… no nos atrevemos a explorar. Estos<br />

planteamientos se enfadan cuando se habla de la determinación prenatal.<br />

Pero nos gustaría hacer reflexionar al lector sobre un punto. Si algo es opción<br />

las posibilidades son de ida; pero también de vuelta. Es decir de lo hetero a lo<br />

homo; pero también de lo homo a lo hetero. Y aquí se abre la caja de los truenos.<br />

Si la premisa sirve, sirve en toda su dimensión; y entonces aquello que parecía<br />

progresía está en el mismo presupuesto que aquellas corrientes más conservadoras<br />

que pretenden reconducir la homosexualidad de los usuarios en clínica, hacia la<br />

heterosexualidad. Algo que además se eliminó del DSM III bajo el epígrafe de<br />

homosexualidad egodistónica.<br />

desde luego, no ha sido feliz (BURKEMAN, O. y YOUNGE, G., (2004), David no aguantó<br />

ser Brenda, Suplemento de SALUD, Ed. Periódico El Mundo, nº 572, 15 de Mayo, Madrid.<br />

Se puede acceder al artículo en http://www.elmundo.es/salud/2004/572/1084572003.html)<br />

33 Un botón de muestra, es el manejo de algunos conceptos como: familias<br />

“homoparentales”; ¿Se supone que son parejas homosexuales con hijos? Homo significa<br />

“mismo” en ese caso “homoparentales” sería “mismos padres” y no “padres homosexuales”.<br />

“Transgénero”: hombres educados como mujeres y mujeres educadas como hombres, etc…<br />

-41-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Hay usuarios que demandan dejar de ser homosexuales. Si partimos de la<br />

premisa de la opción, asumiríamos esa demanda como posible; y nosotros somos<br />

conscientes de que esa demanda, como tal, no es asumible terapéuticamente.<br />

Cuestión de coherencia científica, más que de simpatía o ideología.<br />

Más allá de entrar en pautas concretas a manejar en terapia o asesoramiento,<br />

deberemos partir de los conocimientos científicos de los que disponemos hasta la<br />

fecha (aún cuando en el futuro las aportaciones nos indiquen lo contrario, la<br />

coherencia sólo tiene como referente los conocimientos actuales 34 ).<br />

En lo referido a intervención terapéutica, es más lo que podemos apuntar en<br />

lo que no debemos hacer. A día de hoy partimos de la siguiente premisa: No vamos<br />

a conseguir variar la orientación y la identidad de los sujetos. En ocasiones las<br />

demandas van por esos derroteros. Con la educación y sutilidad terapéutica<br />

necesaria (algo común a todo proceso terapéutico, independientemente de que sea<br />

sexual o no), no podremos asumir sexológicamente dichas demandas. En todo caso,<br />

valoraremos la conveniencia o no de contar a nuestros usuarios nuestras propuestas<br />

científicas; pero, en uno u otro caso, nunca asumiremos la demanda de cambio de<br />

identidad u orientación (algo que se demanda de forma más habitual de lo que se<br />

piensa; ya sea por parte del propio sujeto o por parte de sus familiares, sobre todo<br />

padres, en caso de usuarios jóvenes).<br />

34 También Money, con el gemelo judío, obró en consecuencia con los conocimientos que<br />

entonces se suponían como adecuados.<br />

-42-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Fig. 15<br />

En relación a la transexualidad, dado que partimos de que la identidad se<br />

muestra desde etapas tempranas, habremos de valorar la historia global del sujeto.<br />

La infancia y la prepubertad ya son relevantes (a diferencia de lo que suele suceder<br />

en los casos de orientación).<br />

A partir de ahí, y dando por hecho nuestras limitaciones (no podemos cambiar<br />

la identidad de nadie) deberemos valorar las expectativas del sujeto y sus<br />

posibilidades reales, sus capacidades y las consecuencias en su entorno más<br />

inmediato (familia y red social más próxima, sobre todo). Una vez aclarados estos<br />

puntos, nuestra utilidad terapéutica se centrará en acompañar al cliente en sus<br />

avances 35 , y a su entorno en la asunción de tales avances.<br />

35 Desde los trámites legales para el cambio de nombre, pasando por la hormonación, hasta<br />

llegar (si procede) a la operación genital.<br />

-43-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

En lo referido a la orientación; dado que partimos de una articulación<br />

sexológica, no está de más recordar que no debemos prestar más atención a las<br />

conductas que a los deseos. Afirmamos incluso que estos segundos son más<br />

relevantes que estas primeras. Y en toda conducta observable, deberemos indagar<br />

en los deseos previos que movieron a su activación.<br />

Para nosotros, aún cuando no existe la “prueba del 9”, las fantasías asociadas<br />

a la masturbación 36 son un referente muy útil. En ocasiones las relaciones eróticas<br />

son producto de la presión de grupo, de la inercia ante propuestas de otros, del<br />

mantenimiento de status o expectativa previa, etc... y no siempre son resultado de<br />

un deseo intenso y consustancial al propio sujeto.<br />

En cambio la masturbación, asistida por el único sustrato de la imaginación<br />

37 , desestimará todas aquellas situaciones imaginadas que no consigan ser<br />

excitantes. En estos casos, el sujeto individual es más soberano (dentro de lo<br />

relativo del término), sin influencias sociales de presión o adecuación esperada a<br />

expectativas previas. De forma más vulgar, analizar “que le pone” o “cómo se<br />

pone” habitualmente cuando se masturba, nos podrá ilustrar a cerca de las<br />

tendencias en la orientación del sujeto. En caso de estar utilizando un imaginario de<br />

activación deficiente, sin duda que de modo más consciente o inconsciente, será<br />

desechado por el sujeto. Sólo aquellas fantasías que consigan activarle, serán<br />

mantenidas en primer plano.<br />

Y aunque, por otro lado, asumimos una cierta plasticidad y variabilidad en las<br />

fantasías de la persona sujeto; no por ello nos dejarán de ilustrar a cerca de las<br />

tendencias 38 personales.<br />

De nuestra experiencia terapéutica, podemos dividir las demandas en varios<br />

grupos.<br />

Matizamos que la relevancia de estos casos está más en los procesos de<br />

sexuación biográficos, que en la dialéctica hombre-mujer, que como más adelante<br />

se observará, será el leitmotiv de nuestras nuevas propuestas terapéuticas. De todos<br />

36 Entendiendo la masturbación en su sentido estrictamente individual y genital. No<br />

incluiremos en esta categoría expresiones eróticas denominadas “petting” o “masturbación<br />

mutua”, dado que se trata de expresiones eróticas relacionales; y a efectos de<br />

ejemplificación, nos referimos únicamente expresiones individuales.<br />

37 Sería interesante descartar la activación por estímulos visuales: revistas, películas, etc...<br />

38 En toda tendencia existen puntos de inflexión. No hablamos de compartimentos estancos<br />

en el sentido absoluto, sino de tendencias o preferencias.<br />

-44-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

modos consideramos imprescindible entender la lógica de sexuación y sus matices<br />

(estabilidad y margen de maniobra) para saber qué se puede hacer o hasta dónde se<br />

puede llegar en Asesoramiento y Terapia sexológicos.<br />

C Joven o adolescente que ya tiene asumida su orientación homosexual y<br />

decide comunicarlo en casa. La demanda puede venir desde los padres o desde el<br />

usuario en cuestión<br />

Dado que hablamos de terapia sexual, y nuestro referente es el sexo, no<br />

existen protocolos generales. Nosotros hacemos especial hincapié en que no<br />

angustia del mismo modo la homosexualidad de un hijo que la de una hija<br />

(habitualmente camuflada hasta una edad más avanzada), y que tampoco afecta del<br />

mismo modo al padre (varón) que a la madre (mujer). Estos matices sexuales serán<br />

relevantes.<br />

Del mismo modo, la reacción familiar de rechazo o aceptación (sin duda<br />

sexuada) será otro foco de intervención. Como matiz, también percibimos en<br />

ocasiones que el/la hijo/a tiene prisa por que los padres asimilen en días lo que<br />

el/ella ha asimilado en años.<br />

Vamos a exponer dos casos similares en la demanda; pero con distinta<br />

resolución, sobre todo por la reacción familiar.<br />

Caso. MARLIN, DORY Y NEMO.1997<br />

Formato de terapia privada.<br />

1ª Sesión. DORY Y MARLIN<br />

Dory. 52 años. Profesora.<br />

-45


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Marlin. 54 años. Perito Industrial.<br />

Casados hace 24 años. Tres hijos. Neptuno (22),<br />

Sirena y Nemo (20) son mellizos.<br />

Demandan la consulta con cierta urgencia.<br />

Motivo<br />

Nemo explicita su homosexualidad. Neptuno (el hijo<br />

mayor) comenta que según las estadísticas en su<br />

escuela hay 400 homosexuales. Nemo en ese momento<br />

dice:<br />

“Somos el 10%. Habéis dicho que cualquier cosa que<br />

me sucediese que lo podría decir. Ya he ido al<br />

psicólogo de la universidad.”<br />

También ha ido a una asociación para hablar. Se ha<br />

metido en un grupo. Su demanda es “pido ayuda”.<br />

Causas y temores:<br />

La madre dice que para ella fue muy duro, aunque<br />

reconoce su valentía<br />

Padre: “Me sigo negando a creerlo. Ha salido con<br />

chicas”.<br />

Madre: “de este tema no he hablado nunca. Estoy<br />

desorientada, no sé como reaccionar. Mi hijo me ve<br />

llorar y siente que le hago daño”.<br />

No le han dicho que han venido a consulta. El ha<br />

pedido ayuda: “Ir a un psicólogo”; y la madre le ha<br />

dicho que “iremos todos”.<br />

Cuando la madre llora él también está triste.<br />

El padre piensa que tal vez es otra faceta de su<br />

estilo reaccionario. “Por llevar la contraria”. Dice<br />

que es una persona muy sincera, a veces hiriente.<br />

Madre: “¿Será por probar? Tal vez no lo ha<br />

analizado o aún no tiene la sexualidad asentada”.<br />

-46-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Temores del padre: “Puede seguir siéndolo, pero<br />

callado. Le acepto y le quiero igual; pero le pido<br />

que no frecuente esos sitios. Hace dos viernes que ya<br />

no va. Intenta agradarnos”.<br />

Temores de la madre: Dice tener miedo a que sea un<br />

marginal, caer en el vicio, la promiscuidad, que sea<br />

sólo por probar...<br />

De todos modos, la madre dice que conoce a un<br />

homosexual en su entorno y que, si su hijo es así,<br />

tal vez lo admita. “Le hago más daño cuando lloro. No<br />

quiero añadir más problemas a su problema. El se pone<br />

triste al verme llorar”<br />

Padre: “Me resisto a creerlo. No es así. No es<br />

amanerado. Si lo va a ser que no se destaque y que<br />

sea feliz. Que se quede soltero; pero no lo<br />

manifieste. Que lo lleve en secreto”.<br />

La madre teme que no sea feliz y está más empeñada<br />

en demostrarle que le quieren y en darle afecto.<br />

Observaciones:<br />

Los hermanos han reaccionado muy bien.<br />

Les felicito por su reacción y por lo bien que han<br />

tratado el tema. En casa no se ha vuelto a tratar.<br />

Les doy permiso para sufrir y dudar. Solicito ver al<br />

hijo.<br />

El padre dice que quien más ayuda necesita es el<br />

hijo, el dice que ellos solamente “el poder<br />

soportarlo”.<br />

-47-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

2ª Sesión. NEMO<br />

Hombre.<br />

21 años. Estudiante Universitario.<br />

Motivo:<br />

Dice que “estoy aquí por mis padres”. Se siente<br />

incómodo porque su madre esta deprimida. Llora y<br />

cree que ha hecho algo mal. Está tremendamente<br />

suspicaz y pendiente de todo.<br />

El cree que su proceso personal ya lo ha hecho.<br />

Valora así la primera reacción de su madre: “Esto<br />

no es normal, Es anormal”.<br />

En el primer pronto dijo que “mejor estar<br />

muertos”. Considera que su madre tiene miedo a la<br />

infelicidad y a la marginalidad.<br />

Del padre dice que habla poco, y lo que él teme es<br />

que experimente. La reacción de los hermanos la<br />

califica de buena.<br />

En un momento dice que no le importaría casarse a<br />

los 28/30 años. “Realizarme por un familia. Tendría<br />

que ser una mujer especial, si surge...”.<br />

Le cuestiono si esto lo desea por presión social<br />

o porque no está seguro de su orientación sexual. En<br />

este punto se siente confuso; pero le hago ver que es<br />

en expresiones de este tipo donde sus padres se<br />

agarran para dudar de la validez de su toma de<br />

decisión.<br />

-48-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Cree que él se fue dando cuenta de su orientación<br />

sexual a partir de los 15 años.<br />

Observaciones:<br />

Intento que entienda los temores de la madre y del<br />

padre y cuales son sus reacciones.<br />

“Mi madre busca la causa. Tiene miedo a que no sea<br />

feliz. A que me afecte al trabajo, a los estudios, a<br />

la marginalidad...” Le planteo como puede él manejar<br />

estas cuestiones y tal vez lo mejor sea la paciencia<br />

y que el tiempo les demuestre que es una persona bien<br />

asentada, lo mismo en relación a la marginalidad.<br />

Del padre dice que no sabe lo que piensa. En un<br />

momento parafrasea a su padre: “Cree que sus hijos<br />

son muy hombres y que tienen que ser mejores que él”.<br />

A corto plazo le puede ayudar no posicionándose a<br />

nivel público. Intento valorarlo con él.<br />

Le dibujamos un marco terapéutico contando con él<br />

como colaborador, no como cliente, sino con sus<br />

padres. Para ello debe ayudarme en dos cuestiones:<br />

con su madre, disipando con su propia vida cotidiana<br />

los temores; con su padre, no haciendo público esto<br />

por ahora.<br />

3ª Sesión: MARLIN Y DORY<br />

La madre dice que está nerviosa, triste,<br />

deprimida. Le da vueltas y no comprende como ha<br />

podido pasar algo así. Cree que esto es lo peor que<br />

podría haber sucedido.<br />

-49-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

No ha habido cambios significativos estos días.<br />

El padre intenta no pensar, cree que tiene solución<br />

y cambiará.<br />

La madre se siente culpable porque no sabe si es<br />

una tara que ellos les hayan podido transmitir (en un<br />

momento se enfrascan en si puede ser trasmitido por<br />

una familia o por otra). Les gustaría saber como está<br />

el.<br />

Sobre todo concretan:<br />

-“Si esta enfermedad es tratable o no tratable”.<br />

-“Si se puede hacer algo...”.<br />

El padre vuelve a expresar que “al menos no lo<br />

exteriorice: Nos perjudicaría a nosotros y a sus<br />

hermanos”.<br />

A lo que más teme es al sexo con otro chicos. La<br />

respuestas de Nemo no le tranquilizan lo más mínimo.<br />

La madre lo pasa mal cuando ve la decisión sin<br />

vuelta a tras. Se agarra a que en ocasiones el dice<br />

que a lo mejor le dura 4 o 5 años y que se le pasará.<br />

Hablaron poco de su encuentro conmigo. Les dijo<br />

que muy bien y que volvería. Que era simpático. No<br />

entró en detalles sobre lo que hablamos.<br />

El padre dice que procura no pensar. Habla de<br />

maneras de moverse, que le observa más (después<br />

intentaré romper este estereotipo). La madre discrepa<br />

y cree que no se le tiene porque notar.<br />

El padre en un momento habla de “si se hace o se<br />

nace. Si se hace es que es un poco viciosillo; ¿Sería<br />

posible reconducirlo?”. La madre lo enmarca<br />

-50-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

en que lo quiere probar todo y esto es un asunto más.<br />

O tal vez, es que lo siente. Le asustaría más lo<br />

segundo.<br />

Intento acabar con la culpabilidad; que a nivel<br />

emocional se puede sentir pero no a nivel racional.<br />

Los estudios no pueden decir nada a cerca de que<br />

los padres con sus malas actitudes puedan ser<br />

responsables de nada. Esto lo dejo bastante claro.<br />

Me muestro también ambiguo en torno a si se nace<br />

o se hace. Da lo mismo, lo que importa es la<br />

decisión.<br />

Les digo que terapéuticamente no puedo asumir el<br />

contradecir o reconducir a Nemo, ya que abandonaría.<br />

Y está demostrado que esas vías terapéuticas no<br />

llevan a ningún sitio. Sí vemos que Nemo ha hecho un<br />

proceso, independientemente de como acabe esto, pero<br />

ellos no.<br />

Dentro de lo mal que lo van a pasar (algo que les<br />

aseguro, para prepararles e implícitamente atenuarlo)<br />

les digo que Nemo puede ayudar a facilitar el proceso<br />

de sus padres.<br />

4ª Sesión: MARLIN Y NEMO<br />

En relación a la homosexualidad la madre dice<br />

“Para aceptarle, tengo que pensar que no es malo”.<br />

Necesita más explicaciones. La madre se sigue<br />

agarrando a matices que le hacen dudar: “le gusta<br />

bailar con chicas”.<br />

En líneas generales continua el proceso de<br />

asimilación. Ella sigue emocionalmente mal y el padre<br />

intenta seguir sin pensar mucho en el tema.<br />

-51


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

5ª Sesión: NEMO<br />

Dice estar bien. Cree que no ha sucedido nada<br />

significativo. Su estado de ánimo es que dice estar<br />

cómodo, excepto cuando le dicen algo.<br />

Con su madre ha hablado algo, con su padre menos:<br />

"Lo ha asumido mejor; no me incordia.”<br />

Le hablo que la mejor manera de controlar los<br />

temores de su madre son estudiar. Por otro lado,<br />

llevar realmente una vida normal, tranquilizará a su<br />

padre.<br />

Volvemos a hablar del margen de maniobra que tiene<br />

para rebajar los temores de su madre, y facilitar su<br />

proceso de asumir la situación.<br />

Habla de un psiquiatra al que han ido, que quiere<br />

verle. Les ha dicho que hay diferencia entre los que<br />

nacen y se hacen. Si se hacen, hay posibilidad de<br />

cambio. A él le parece mal, Pero cree que les<br />

tranquiliza que su hijo va a poder cambiar. Él dice<br />

que no piensa cambiar.<br />

Él no comparte la idea de sus padres de estar en<br />

crisis. Le hago ver, entendiendo que tienen todo el<br />

derecho a pensar y sentir así; que sus ambigüedades<br />

y dudas no favorecen en nada el proceso de asunción<br />

por parte de sus padres.<br />

A nivel de fantasía sexual dice sentirse atraído<br />

por hombres; desde los 15-16 años.<br />

6ª Sesión: MARLIN Y DORY<br />

Dory llora continuamente. Ha llorado todo el fin<br />

de semana. No se lo quita de la cabeza y cada vez es<br />

más gordo. No se resigna y busca el porqué.<br />

-52-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

El padre dice que hay que aceptarlo como es, no se<br />

puede cambiar al hijo. La madre piensa que a lo mejor<br />

se puede; pero no se sabe. Sufre y se sigue matando<br />

la cabeza con taras, errores genéticos... Le gustaría<br />

entenderlo.<br />

El padre dice que su hijo tiene que ser muy<br />

equilibrado para soportar el estrés de su madre. Él<br />

lo tiene que pasar mal. La madre le atosiga.<br />

En cuanto a su vida cotidiana parece que estudia,<br />

y no ha salido.<br />

Al padre le sigue preocupando el “coste social”:<br />

“Infelicidad, que la familia se entere, que esto no<br />

sea lo mejor posible…”. Al padre le agobia que pueda<br />

tener pareja en el futuro. Sólo le tranquilizara el<br />

día a día y la vida discreta. En este sentido les<br />

hablo de valores a transmitir independientemente de<br />

la orientación sexual: Coherencia, no difusión...<br />

Reconocen el esfuerzo del hijo aunque ahora ha<br />

dejado de hablar.<br />

Han ido a un psiquiatra; pero el hijo decide<br />

seguir viniendo aquí.<br />

7ª Sesión: MARLIN Y DORY<br />

La madre sigue mal, dice que no ha habido ningún<br />

cambio. “Estoy peor por el porvenir”. El cree que<br />

ella no se da un respiro. Es fatalista. Piensa que la<br />

naturaleza se equivoca. Que es una tara y la sociedad<br />

le pondrá trabas. Veo que cuanto más pasa el tiempo,<br />

peor está. La madre sigue pensando que es una tara y<br />

por otro lado cuestiona su calidad como madre.<br />

-53-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Marlin dice que el problema lo tiene ella.<br />

La pauta habitual es que choca con Nemo por sus<br />

valoraciones extremas; ella lora a lágrima tendida y<br />

él se va.<br />

El padre se define como más realista. “Hoy por hoy<br />

no tiene solución”.<br />

Ambos manejan la hipótesis de que si conociera a<br />

una chica con “carácter” y “como dios manda” su hijo<br />

no estaría en esa situación. “Tal vez no conozca<br />

chicas interesantes”. Les digo que si están de<br />

acuerdo no se pueden quedar con esa duda y lo tendrán<br />

que comunicar a su hijo, a ver cual es su reacción en<br />

un u otro sentido.<br />

A nivel de vida cotidiana está fantásticamente<br />

bien: Aprobando los exámenes, no sale en exceso los<br />

fines de semana, está afectivo... El futuro inmediato<br />

no es preocupante, algo que les inquietaba hace un<br />

tiempo. Vemos que hace lo mismo que hace dos años,<br />

por ejemplo, por estas fechas. La madre no sólo<br />

reconoce que va bien, sino muy bien.<br />

8ª Sesión: NEMO<br />

Al preguntarle que tal el último mes, dice que<br />

ahora lo peor es su madre. ”Me dice que en el futuro,<br />

como tengo poca fuerza de voluntad ni me levantaré.<br />

Mi vida será un desastre...”<br />

El cree identificar la fase de temor por la que<br />

están pasando sus padres. En general cree que las<br />

cosas van mejor. Pero “estamos enfrentados y cree que<br />

la rechazo”. La madre parece ser muy posesiva y está<br />

obsesionada con la causa (él dice que le da igual).<br />

-54-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Le felicito en sus estrategias de vida cotidiana<br />

para tranquilizar a su madre y hablamos de los<br />

temores ante los que no tiene maniobra... Le<br />

animamos a que no la mande a la mierda y que tenga<br />

paciencia.<br />

Repasamos estrategias: no abrir dudas, despejar el<br />

deseo de incordiar, diálogo y no enfrentamiento y<br />

entender su proceso.<br />

9ª Sesión: MARLIN Y DORY<br />

En cuanto a Nemo, ha estudiado y se ha esforzado<br />

incluso más. El padre dice que le gusta vivir bien;<br />

pero en general no hay quejas. Parece que ve claro<br />

que acabará sus estudios.<br />

El otro temor de la vida desordenada no se ha<br />

cumplido. Ha sido transparente en sus idas y venidas,<br />

en sus salidas, etc… Lo notan mejor y menos agresivo.<br />

Creen que está más amable y afectivo. El padre<br />

comparte estas opiniones y valora la buena reacción<br />

de sus hermanos.<br />

Conocieron a Nigel (un amigo de Nemo). A la madre<br />

le causó buena impresión y se tranquiliza “porque es<br />

normal”. El padre lo vio normal y se siente<br />

tranquilo. La madre está más tranquila por haber<br />

conocido a un amigo. Se ha quedado a cenar varios<br />

días.<br />

Vamos repasando los compromisos de Nemo y vemos<br />

que se han cumplido. No lo hace público ni<br />

manifiesto. A nivel de vida cotidiana todo va bien.<br />

No sale mucho comparado con otros chicos de su edad.<br />

En cuanto al temor del porvenir “negro”, ahora la<br />

madre esta contenta. Va viendo que su hijo se<br />

desenvuelve bien. La situación actual es<br />

-55-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

tranquilizante y por tanto debe continuar. Vemos<br />

la necesidad de hacer que las cosas sigan como están.<br />

De todos modos, al padre le preocupa que amplíe<br />

más la relación. El tema de pareja es algo que les<br />

asusta. El padre no lo quiere ver, pero la madre<br />

reconoce que tal vez un día llegará. El padre quiere<br />

que siga como ahora.<br />

10ª Sesión: NEMO<br />

Dice que el verano en general ha ido bien. Me<br />

cuenta los cursos que ha hecho, las vacaciones... Su<br />

estado de ánimo lo valora como bueno.<br />

Fue a una fiesta gay. Sus padres no le dijeron<br />

nada, pero cree que los dejó decepcionados. Lo sabe<br />

“por la cara”. Cree que fue algo momentáneo, ya que<br />

al día siguiente fue normal.<br />

Cree que la reacción de sus padres está en la<br />

misma línea. Con la madre dice llevarse muy mal y<br />

tiene continuas discusiones. “Siempre va con<br />

segundas, cuando cambio de opinión me tacha de<br />

inestable” La nota más incisiva y cree que ella<br />

pensará lo mismo de él. “Que soy desagradable y que<br />

no tengo palabras amables...”. “Me enciendo pero me<br />

lo guardo y no creo que nos llevemos mejor”. Sin<br />

embargo, no es esta la opinión de sus padres que<br />

creen que está más amable y más dialogante.<br />

En este sesión hay una falta de coincidencia entre<br />

lo que sus padres piensan y valoran y como el cree<br />

que lo “piensan y valoran”.<br />

Se queja de que le tienen harto porque creen que<br />

no han entendido lo que el les dijo. Se siguen<br />

planteando situaciones heterosexuales, que él<br />

-56


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

claramente no admite. Intento que tenga paciencia y<br />

que vea que las valoraciones de sus padres no van por<br />

ahí, al menos en este momento.<br />

Tal vez el proceso sigue en ellos y por eso<br />

mejoran las cosas. El sigue actuando bien, como<br />

antes, y por eso cree que todo sigue igual . Le<br />

explico que esto es una carrera de fondo y ahora es<br />

el peor momento para cansarse.<br />

Le felicito por haber cumplido todos los<br />

compromisos: vida ordenada, ha facilitado el hecho de<br />

que conozcan a uno de sus amigos, incluso en cuanto<br />

al “porvenir” sus padres ya no están tan preocupados.<br />

Le pido que tenga paciencia y explicito que el ya<br />

no necesita ayuda, pero sus padres sí. Deberá ser<br />

paciente y por tanto tendrá que volver a venir.<br />

Intento crear complicidad.<br />

Hacemos una sesión más con los padres y otra con<br />

Nemo y cerramos el proceso.<br />

REFLEXIONES TERAPÉUTICAS<br />

El proceso de orientación de Nemo está<br />

perfectamente establecido y en modo alguno será el<br />

motivo de trabajo. Como se observa, lo que centra<br />

nuestra intervención es la asimilación por parte de<br />

los padres de tal situación. Y, como estamos en un<br />

tratado de terapia sexológico y el foco que nos<br />

dirige es el sexo, analizaremos como será enfocado de<br />

modo distinto por el padre (hombre) y la madre<br />

(mujer).<br />

Como matices generales, vemos como al principio la<br />

madre está preocupada, pero también se preocupa por<br />

el hijo. Es decir, se trata de una visión más<br />

empática o desde dentro (aún cuando luego<br />

-57


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

constataremos que su evolución es muy lenta), y sus<br />

reflexiones giran en torno a ella y a su hijo. Este<br />

enfoque es sin duda más propio de las mujeres que de<br />

los hombres y como tal se expresa.<br />

El padre en cambio tiene una visón más desde<br />

fuera. Preocupado por las consecuencias sociales y<br />

considerando lo que sucede, al principio, fruto del<br />

vicio o posible rebeldía constestataria en su hijo.<br />

Aunque las dificultades de asimilación se dan en<br />

ambos, es el padre quien más muestra una visión<br />

estereotipada de la homosexualidad masculina: “sale<br />

con chicas”, “no es amanerado”, “se le tendría que<br />

notar”; algo a lo que la madre le da menos<br />

relevancia.<br />

Así mismo, la resolución masculina (del padre) y<br />

femenina (de la madre) son claramente diferentes y<br />

sexuadas.<br />

Ella está continuamente hablando del tema, de<br />

forma incluso excesiva. Pero es una cuestión<br />

prioritaria en su vida, y como mujer debe<br />

comunicarlo. El hecho de su comunicación continua es<br />

balsámico, aún cuando no sea resolutivo, sí que ayuda<br />

a paliar. Visto desde fuera, podríamos hacer el<br />

análisis sencillo de ser una “histérica”; pero es su<br />

proceso de expresión el que le está ayudando a<br />

superar la situación en si misma.<br />

El padre entre tanto, prefiere no hablar. Para los<br />

varones, la comunicación sobre un tema prioritario<br />

sin “resolver”, puede resultar más ansiógena y sin<br />

duda nada balsámica. Aquí el enfoque del padre y la<br />

madre es claramente distinto.<br />

Sin embargo hay un momento a partir del cual (VII<br />

sesión) percibimos una asimilación clara de la<br />

situación por parte del padre. Desde fuera podríamos<br />

decir que la resolución es brusca: “veo que no hay<br />

vuelta atrás”; y podremos ver un claro punto de<br />

inflexión. Pero, sin duda, ha elaborado su proceso<br />

hasta asimilarlo. Él habla del problema, cuando ya<br />

atisba una posible conclusión. Hasta entonces, sus<br />

procesos han permanecido ocultos en lo referido a<br />

comunicación explícita. Ella, en cambio, ha sido<br />

-58


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

transparente en su pensamiento más femenino y<br />

evoluciona de forma más paulatina, sin saltos tan<br />

bruscos, dado que su evolución la percibimos a lo<br />

largo de las sesiones.<br />

Un detalle que apenas aparece en las sesiones, es<br />

que la madre, en busca de causas que expliquen la<br />

situación de su hijo, ha leído psicoanálisis. Eso la<br />

sume en un cuestionamiento propio que se plasma en<br />

culpabilidad continua. Lee que se debe a “madre<br />

absorbente”, algo que ella asume y “padre ausente”;<br />

algo que no está tan claro, aún cuando su implicación<br />

en la educación familiar haya sido menor que la de<br />

ella. Su propia valía personal se resiente.<br />

Así mismo, aún cuando no aparece de forma muy<br />

clara en las sesiones, ella se tenía por persona<br />

liberal y abierta; pero toda está situación la pone<br />

ante la dialéctica de lo racional y lo emotivo. Damos<br />

estos datos al lector, porque sería muy fácil tildar<br />

a la madre de neurótica-histérica que acosa a su<br />

hijo; pero las conclusiones pueden ser otras si<br />

valoramos todas las circunstancias.<br />

Observamos también una clara preocupación del<br />

padre por la trascendencia social de la situación:<br />

familia, entorno,... y unas exigencias de<br />

“disciplina” a su hijo, en coherencia con esos<br />

temores. A la madre le preocupa más su<br />

“marginalidad”, su “felicidad o infelicidad”; lo que<br />

da muestra de una visión más pública en él o íntima<br />

en ella, que ya apuntamos más arriba.<br />

Años después, y en claves de bilingüismo sexual,<br />

propondríamos unas estrategias más “sexuadas” para<br />

Nemo. Su madre es, antes que madre, mujer; y el antes<br />

que hijo, es hombre. Como tal ayudaríamos al hijo<br />

(algo que con otras claves hicimos) a entender las<br />

reacciones emocionales sexuadas, la comunicación<br />

sexuada en femenino: permanente como algo balsámico.<br />

O sexuada en masculino: implícita y oculta hasta<br />

encontrar “soluciones”. Desde ahí lo que parecería<br />

“acoso maternal”, se interpretaría de otro modo. Así<br />

mismo, la madre podría entender en el “silencio” de<br />

su marido y su hijo, no el interés de aumentar su<br />

dolor o hacerla sufrir deliberadamente; sino el<br />

-59


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

proceso resolutivo masculino en formato distinto al<br />

suyo.<br />

Así mismo, algo que Nemo entendió perfectamente,<br />

otra clave es dar tiempo a que los procesos surjan.<br />

No por conocer el final de un camino, el camino está<br />

andado. En este sentido, la prisa o la exigencia de<br />

aceptación inmediata hubiesen sido nefastas.<br />

Ante circunstancias similares, vamos a proponer un segundo caso, para ilustrar<br />

que no siempre este tipo de demandas generan tantas “resistencias” o efectos<br />

“indeseados”; antes al contrario, creemos que en la mayoría de los casos se<br />

resuelven con más fluidez y ni siquiera llegan a consulta 39 .<br />

Así pues, como botón de muestra ante estos comentarios exponemos este<br />

segundo ejemplo.<br />

Caso: BURT/ MARCH-HOMMER (LISA) 2002<br />

Formato de terapia privada.<br />

I SESIÓN. MARCH y LISA.<br />

March es la madre y Lisa la hermana.<br />

MARCH: 47 años.<br />

39 De todos modos, si terapéuticamente somos capaces de ofrecer alternativas a los casos<br />

más complejos; aquellos que tengan un abordaje más sencillo nos resultarán aún más<br />

asequibles. Recordamos al lector que este libro habla de terapia; no está ejemplificando cual<br />

es la reacción habitual o más frecuente ante cada una de las circunstancias que proponemos.<br />

Sino ante qué demandas terapéuticas nos encontramos; aunque resulte obvio, recordamos<br />

que estamos hablando de clínica y asesoramiento sexológicos.<br />

-60


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Trabaja de comercial.<br />

LISA: 24 años.<br />

Trabaja de vendedora.<br />

Toma de contacto para posteriormente conseguir que<br />

él se acerque a consulta.<br />

“Burt se cierra en si mismo, no sale, está<br />

irritable...”. Lo ven introvertido y agobiado. Cuando<br />

quieren hablar con él, niega sus problemas y se<br />

enfada. La madre cree “que no es normal, que hay algo<br />

en él que no funciona. Se mete en su mundo, no sale<br />

los fines de semana, lleva así dos años...”<br />

A la hermana ya le reconoció que le sucedía algo<br />

y fue cuando le comentó su homosexualidad. Ella ya<br />

había visto unas revistas hace un año, pero no quiso<br />

comentar nada. Tras hablar con él, empieza a estar<br />

menos tenso y chocan menos.<br />

Lisa tiene sospechas fundadas de la homosexualidad<br />

de su hermano.<br />

A la madre le preocupa el futuro de su hijo y las<br />

posibles complicaciones. Aunque aún no habla<br />

abiertamente de orientación sexual.<br />

Cuando van de vacaciones lleva una vida más<br />

normal. Sale, se relaciona... de forma muy diferente<br />

a lo que sucede en su ciudad.<br />

II SESIÓN. LISA Y BURT<br />

Viene Burt acompañado por su hermana LISA.<br />

Burt: 22 años.<br />

Estudiante universitario (3º, va bien académicamente).<br />

-61-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Me reúno con él para explicarle como vamos a<br />

funcionar. No voy a perder un solo minuto en<br />

cuestionar su orientación. Él me la reafirma, y a<br />

partir de ahí funcionamos de forma coordinada.<br />

Trabajaremos en coherencia con su propia<br />

orientación. Y aunque buscaremos estrategias para<br />

reequilibrar su vida social, totalmente deteriorada;<br />

nos centraremos también en la reestructuración del<br />

equilibrio familiar.<br />

Me cuenta que su aislamiento se debe a que está en<br />

un entorno de antiguas amistades, donde le resulta<br />

muy difícil actuar de acuerdo con su orientación.<br />

Necesitaría otra red de amigos, y ante la<br />

insatisfacción que encuentra en su actual círculo, le<br />

resulta más cómodo no salir. Curiosamente, de<br />

vacaciones todo es más sencillo, dado que no le<br />

tienen “prefijado” y conoce gente nueva en “formatos<br />

más breves”.<br />

De entrada, tendrá que trabajar para mitigar los<br />

temores familiares. Su función, por el momento es<br />

ayudarme como apoyo terapéutico para su familia.<br />

Negociamos como manejar la información sobre su<br />

orientación sexual con sus padres. Dado que de forma<br />

directa y explícita nunca lo ha hablado con su padre<br />

y eso es algo que le preocupa.<br />

La próxima sesión me reuniré con sus padres y<br />

hablaremos abiertamente de ello.<br />

III SESIÓN. HOMMER y MARCH<br />

HOMMER: 53 años. Gerente industrial.<br />

-62-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Me dicen que ven mejor a su hijo, más tranquilo,<br />

pero que no han hablado con él.<br />

Les cuento a los padres, como están las cosas.<br />

Expectativas realistas: su hijo es homosexual.<br />

Empezamos dando permiso a la emocionalidad y<br />

sorpresa, para poder asumir la situación con calma.<br />

Muy buena reacción del padre. También la madre,<br />

que ya lo intuía tras la primera consulta y los<br />

comentarios de su hija.<br />

Me centro en eliminar cualquier atisbo de relación<br />

causa-efecto, entre la orientación de su hijo y su<br />

calidad educativa como padres. En la medida que piden<br />

información, les cuento lo que honestamente sé sobre<br />

el tema.<br />

El padre reacciona con alivio. Veía a su hijo tan<br />

cerrado en si mismo los últimos años, que esperaba<br />

algo más “gordo”, así que la mejora de las últimas<br />

semanas le ha alegrado sobremanera..<br />

Como a su madre, le preocupa la estabilidad y el<br />

futuro de su hijo.<br />

IV SESIÓN. BURT<br />

Valoramos como van las cosas en casa. Ve a sus<br />

padres más tranquilos, aunque pendientes de él. El<br />

hecho de que su padre ya lo sepa, a él le tranquiliza mucho. Ve que todo sigue igual, que su padre sigue<br />

llevando con él la misma relación de siempre.<br />

Plantea su necesidad de buscar “contactos” y vivir<br />

de cara a su realidad. Me sugiere contactar con algún<br />

colectivo de la ciudad, lo vamos valorando... De cara<br />

a su vida personal necesitamos que salga ganando,<br />

sólo de este modo su vida social se ira<br />

reconstruyendo.<br />

-63-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Con relación a sus padres, se hace cargo de su<br />

tarea de “demostrar” que su vida funcione, con el fin<br />

de disipar posibles temores.<br />

Vuelvo a tener otra sesión con los padres y otra<br />

con Burt. Los padres están mejor. El padre muestra un<br />

apoyo incondicional a su hijo, y la relación entre<br />

ellos mejora de forma significativa. La madre está<br />

algo preocupada “por como se sentirá él, no es fácil<br />

hablarle...”. Pero en líneas generales están<br />

dispuestos a cerrar el proceso terapéutico.<br />

Burt empieza una nueva vida y está radiante. Rinde<br />

al máximo en lo académico y está entrando en un nuevo<br />

círculo de amistades.<br />

REFLEXIONES TERAPÉUTICAS<br />

El proceso de orientación de Burt también está<br />

perfectamente establecido y en modo alguno será el<br />

motivo de trabajo. Algo que, por supuesto, valoramos<br />

de forma más amplia y detenida con él.<br />

Aunque, a diferencia del caso anterior, esta toma<br />

de conciencia le ha sumido en el aislamiento social,<br />

que será lo que encienda las alarmas familiares.<br />

También de forma diferente al caso anterior, la<br />

familia reacciona con agilidad y rapidez. Mejor<br />

incluso, de lo previsto por el propio Burt. Incluso<br />

reciben con alivio la noticia ante temores mayores.<br />

A nivel sexológico conviene reparar en la propia<br />

identidad de varón de Burt con relación a su padre,<br />

también varón. Esto era lo que más le preocupaba:<br />

decepcionar a su padre y considerar las posibles<br />

-64-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

consecuencias futuras de su situación. La realidad<br />

disipa los temores y expectativas más negativas con<br />

relación a este aspecto.<br />

Los pormenores del caso, una vez establecida y<br />

explicitada la realidad de la orientación de Burt; ya<br />

no tienen tanto que ver con cuestiones sexológicas,<br />

sino familiares. La preocupación por el futuro de los<br />

hijos forma parte de la sensatez maternal, y está<br />

presente en el propio rol de madre y padre, más allá<br />

de las posibles dificultades en los hijos. Así hay<br />

que entenderlo, para no amplificar la significación<br />

de las informaciones más recientes a cerca de la<br />

personalidad de su hijo.<br />

La madre (mujer), por ejemplo, está preocupada por<br />

“como se siente su hijo” (varón), y habla de las<br />

dificultades (según ella, claro) para comunicarse con<br />

su hijo. Pero esto forma parte de la dialéctica<br />

comunicativa entre hombres y mujeres; no tiene nada<br />

que ver con la orientación erótica de su hijo. Aunque<br />

más adelante expondremos las diferencias<br />

comunicativas entre hombres y mujeres, aquí se ponen<br />

de manifiesto de forma evidente.<br />

Así mismo, entendiendo que la comunicación<br />

afectiva masculina es implícita, no tenemos un<br />

interés prioritario en que el padre y el hijo hablen<br />

abierta y explícitamente de la cuestión sino les<br />

apetece. No por ello están afrontando el tema de<br />

forma incorrecta, sino que lo están afrontando de<br />

forma “masculina”. Su relación mejora, ambos saben lo<br />

que él otro ya sabe, y no tienen porque verbalizarlo<br />

si no es su deseo.<br />

Las limitaciones sociales no se debían a una<br />

incapacidad relacional en Burt, sino que eran la<br />

reacción ante la imposibilidad de vivir en coherencia<br />

con su sexualidad. Una vez superado este obstáculo,<br />

las habilidades relacionales de Burt vuelven a ser<br />

efectivas.<br />

-65


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

C Adolescente o joven adulto con dudas a cerca de su orientación real. Quiere<br />

aclararse<br />

Desde lo políticamente correcto no habría “nada” que hacer, desde este<br />

planteamiento se podría afirma: “Somos bisexuales, hombres y mujeres son iguales.<br />

Para qué poner etiquetas, se puede vivir sin etiquetar, sólo son construcciones<br />

sociales que coartan la posibilidad de opción y libertad del sujeto” 40 . Pero a los<br />

usuarios no siempre les sirve lo políticamente correcto.<br />

Desde lo científico en cambio; la Orientación Sexual del Deseo Erótico<br />

(OS<strong>DE</strong>) no es una opción. El deseo viene determinado por tendencias<br />

predominantes que son estables de por vida. No nos importa tanto lo que sucede en<br />

las relaciones, sino lo que hay en su deseo.<br />

En ocasiones nuestros usuarios necesitan saber y tener una expectativa clara<br />

de su futuro. ¿Los hombres y mujeres dudan de su futura identidad? Las personas<br />

quieren organizar su vida en base a certezas, no a qué más da lo que se sea.<br />

Caso. OLIVIA. 2003<br />

Formato de asesoramiento sexológico público y<br />

gratuito.<br />

40 Y aunque sería fantástico creer que eso es así (algo que nosotros no discutimos en cuanto<br />

a posibilidad de conducta erótica y amatoria; y que incluso podríamos calificar como un<br />

“valor” personal), en el plano de la orientación creemos que está lejos de las posibilidades<br />

del sujeto, dado que forma parte de una tendencia estable. No hay duda que sería “deseable”<br />

que fuese de otro modo, o se podría imaginar una realidad distinta; pero forma parte de<br />

cuestiones “desiderativas” (como la existencia de los Reyes Magos) y no de “descripciones<br />

o análisis científicos.<br />

-66-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Perfil:<br />

Mujer. 26 años. Trabaja. Formación media.<br />

Buenas relaciones familiares y buena vida social.<br />

(3 sesiones)<br />

Demanda:<br />

“Tengo conflictos interiores”. Hace unos 4 años<br />

convivió durante casi un año con otra chica, con la<br />

que tenía relaciones sexuales (eróticas)<br />

satisfactorias en toda regla.<br />

Con los chicos no le fue bien del todo. Cree que<br />

le gustan; pero no lo tiene claro.<br />

Tenía el tema olvidado, pero hace dos meses<br />

apareció una chica con la que tuvo una aventura. Todo<br />

esto le desorienta.<br />

Quiere una respuesta.<br />

Otros datos de interés:<br />

Busca algo más que sexo en los hombres.<br />

Quiere saber de su futuro. Le gustaría casarse.<br />

En sus masturbaciones piensa en hombres.<br />

Con las relaciones sexuales no ha disfrutado en<br />

exceso con los hombres.<br />

Tiene muy “idealizada” la sexualidad y a veces los<br />

hombres le parecen muy simples.<br />

-67-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

REFLEXIONES TERAPÉUTICAS<br />

Hacemos una lectura de superdotación o valía en su<br />

capacidad erótica, y le ayudamos a que valore lo que<br />

supone esta capacidad en el plano conductual, por un<br />

lado; y su orientación del deseo más estable, por el<br />

otro. Aún cuando ella, con cierta ironía, nos dice<br />

que le gustaría ser superdotada en otros aspectos,<br />

nosotros positivizamos al máximo su realidad erótica<br />

actual.<br />

En cuanto a su insatisfacción con los hombres;<br />

valoramos con ella en “qué condiciones” y con “qué<br />

expectativas” se relaciona con los hombres.<br />

En relación a las condiciones se trataría de<br />

reconocer las situaciones que acaban desembocando en<br />

relaciones eróticas insatisfactorias para<br />

neutralizarlas y en la medida de lo posible<br />

modificarlas y mejorarlas. Eso en cuanto a que los<br />

resultados eróticos mejores.<br />

Pero sobre todo, nos interesa que ella analice su<br />

nivel de activación previo. Es decir, que sepa<br />

distinguir entre el deseo (orientación estable) y los<br />

resultados (conducta variable); dado que estos<br />

segundos pueden ser debidos al azar; pero los<br />

primeros son relativamente estables.<br />

Con relación a las expectativas y en claves de<br />

bilingüismo sexológico, tal vez esta chica espera que<br />

los hombres se comporten como lo hace ella (mujer) y<br />

que las relaciones y prioridades entre la erótica, la<br />

atracción y la afectividad sean igual en<br />

ellos que en ella. Aquí, tal vez, su expectativa está<br />

siendo irreal y está dinamitando posibilidades<br />

futuras. Es decir, en la medida que fusila cualquier<br />

posibilidad de relación, sobre la base de que ellos<br />

muestran intereses eróticos antes que afectivos (o<br />

seductores, de cortejo, etc...) a diferencia de cómo<br />

-68-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

ella (mujer) lo haría. En este sentido, las claves de<br />

bilingüismo que maneja son mínimas.<br />

Podemos entrar en la dinámica de dar la vuelta a<br />

su visión de la demanda masculina. Puede frustrarle<br />

la prisa masculina y esto suponer una visión nefasta<br />

de la erótica de los hombres; o puede reinterpretar<br />

su capacidad como mujer “seductora” y atrayente en<br />

claves más positivas. Así mismo, ver en la demanda<br />

erótica, con cierto humor, una diferencia frente a la<br />

suya; en tanto valor, antes que como una<br />

“incapacidad”. Sobre todo si espera encontrar de<br />

forma sistemática ese tipo de deseo en los hombres.<br />

Que sin duda los hay (siempre abrimos las<br />

posibilidades de intersexualidad), pero como todo<br />

punto “intersexual” suelen ser menos abundantes. Y<br />

sobre todo, hacer de esto una condición si ne qua<br />

non, cierra muchas posibilidades en su futuro<br />

relacional con los hombres.<br />

Le animamos analizar la última relación de hace<br />

unos meses con una chica. Fue esta quien la sedujo,<br />

y al igual que en su convivencia anterior, los<br />

beneficios en el “cortejo”, “seducción” (más adelante<br />

“convivencia afectiva”) sopesaron una opción erótica<br />

secundaria; y que una vez iniciado el contacto real<br />

(estimulación) la excitación llevó al deseo y no a la<br />

inversa.<br />

Al hablar de opción erótica secundaria lo hacemos<br />

sobre la base de lo que nosotros consideramos su<br />

tendencia en la OS<strong>DE</strong>. Pero cuidado, aunque su sexo es<br />

mujer, y su orientación es hacia los hombres; todo<br />

esto formaría parte de su sexo y en este punto<br />

coincide con todas las otras mujeres y con todas las<br />

otras personas a las que les atraen los hombres. Pero<br />

su sexualidad es única e irrepetible, y los<br />

balances que le salen entre afectividad-erótica son<br />

personales e intransferibles. Desde esta peculiaridad<br />

y vivencia irrepetible (todos somos persona pero<br />

tenemos distinta personalidad; y por ende, todos<br />

tenemos sexo pero tenemos distinta sexualidad) las<br />

posibilidades de puesta en escena<br />

-69


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

pueden ser únicas; y esto es lo que indicábamos más<br />

arriba como un valor o una superdotación.<br />

En ningún momento le decimos lo que es. Solamente<br />

le animamos a entrar en la dialéctica de los deseos<br />

y las conductas por un lado; de las expectativas<br />

eróticas y afectivas por otro, teniendo en cuenta la<br />

sexuación de estas dos dimensiones humanas.<br />

Ella pone en primer plano sus deseos de “casarse”<br />

y “ser madre” como expectativas reales de futuro.<br />

Valoramos si esto se debe a una cuestión de<br />

interiorización de modelos “socialmente adecuados”,<br />

o ciertamente forma parte de sus deseos más<br />

personales. Vemos que tiene que ver mucho con esto<br />

segundo, y esto ha sido sin duda uno de los motivos<br />

más fuertes que le han hecho venir a consulta. Saber<br />

si su deseo de ser madre y casarse, está o no<br />

cuestionado por lo que ella denomina su<br />

“indefinición” sexual.<br />

C Adulto con vida (erótica y/o convivencial) “heterosexual” u “homosexual”<br />

y la sensación íntima de que algo no encaja<br />

Desde lo biográfico los balances y resultados pueden ser muy diversos en<br />

cada persona. Todos nos agrupamos en dos sexos, pero no hay dos sexualidades<br />

iguales. Lo convivencial, que también es sexuado, puede compensar lo erótico.<br />

Por ejemplo, en las mujeres ya indicamos que la importancia (en lo referido<br />

a prioridad) de la vida erótica suele ser menor que en los varones (recordemos que<br />

esto es un carácter sexual terciario, y que las realidades individuales siempre podrán<br />

trascender esta diferencia intersexual, que no dimórfica). Algunas mujeres conviven<br />

mejor con mujeres que con hombres; y esto puede compensar lo erótico. Algunas<br />

biografías nos ponen ante la evidencia de que se puede asumir el costo que supone<br />

vivir el deseo erótico predominante en segundo plano (algo que probablemente un<br />

hombre no podría hacer o que le supondría tal vez más dificultades), para conseguir<br />

-70


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

como beneficio una convivencia mucho más satisfactoria con una mujer en el plano<br />

convivencial y afectivo 41 .<br />

Algunas mujeres son capaces de sopesar un beneficio y un costo, y les sale un<br />

resultado único y personal. Esta es su sexualidad; pero no por ello cambia su<br />

orientación. Habrá que valorar la posibilidad de mantener este equilibrio a mediolargo<br />

plazo y si el balance actual se podrá mantener en el futuro ante la aparición<br />

de nuevas expectativas (maternidad, por ejemplo). El caso expuesto más arriba<br />

(Olivia) puede ser un ejemplo de esto.<br />

Sin embargo, en este apartado nos referimos más concretamente a sujetos con<br />

una vida de pareja ya claramente establecida y la percepción íntima de que algo no<br />

acaba de encajar.<br />

Caso. MICKEY (y Minie). 2003<br />

Formato de terapia privada.<br />

Perfil:<br />

40 años.<br />

Director gerente. Casado hace 18 años. Su mujer<br />

sabe que viene. Dos hijos de 13 y 10 años.<br />

Buena salud y buen humor.<br />

Buscaba a la vez psicólogo y sexólogo; y sobre<br />

todo hombre. Le gustó mi nombre y por eso decidió<br />

llamarme.<br />

41 Hasta la feminista Shere Hite, no sin cierta sorna, dice: “lo ideal sería vivir con mi amiga<br />

y salir con mi marido”.<br />

-71


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Demanda:<br />

“Tengo una tendencia entre bi y homosexual. Hasta<br />

ahora lo pasaba a un segundo plano; pero ahora se ha<br />

agudizado. Hasta ahora no me quitaba el sueño”.<br />

“Los medios han conseguido obsesionarme: Internet,<br />

chat, teléfono móvil. Lo busco, me atrae”<br />

“Me siento muy atraído por los chicos de 20 años.<br />

No me gustan los hombres mayores” (me confiesa estar<br />

un tanto agobiado de cumplir 40 años).<br />

Teme descontrolar su vida. Quiere salir del<br />

enganche. Lleva en torno a los 9 meses en el “tema”.<br />

Le gustaría quitarse esto de la cabeza, porque<br />

cree que aparca otras cosas.<br />

Otros datos de interés:<br />

Fue muy maduro de joven, se casó con 20 años,<br />

ahora dice que está como en una segunda juventud.<br />

Frecuenta lugares donde hay jóvenes. Hasta ahora<br />

nunca lo había hecho.<br />

Aunque dice que las relaciones siempre han sido<br />

gratificantes con su mujer. Nunca le ha llamado el<br />

sexo en general. Su mujer siempre se ha quejado de<br />

que no “desea” mucho. Ella marca la iniciativa de las<br />

relaciones.<br />

Al conocer la noticia (le ha contado todo) ella<br />

está un tanto inquieta. Duda de sus tendencias.<br />

Empieza a rehuir las relaciones con ella, y ha<br />

tenido algún episodio de disfunción eréctil desde que<br />

se lo contó, hace unos 3 meses. Lo tiene presente en<br />

la relación y tiene miedo a no cumplir, ahora aún<br />

más. Cree que ella lo está notando.<br />

-72-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Le prohíbo todo contacto genital con su mujer. Que<br />

se lo explique. Quiero verle a ella. No me pone<br />

ninguna pega.<br />

Le pido que elabore durante 5 días un registro<br />

pormenorizado, con horas y minutos, de su acceso a<br />

Internet, chat o Tel. móvil.<br />

MINIE (Mujer de MICKEY)<br />

Perfil:<br />

37 años.<br />

Hace un año que no trabaja. Ahora está bien. Le<br />

cuesta dormir. Come mal y poco.<br />

Versión de ella:<br />

Comenta que de novios, el ya le expresó dudas “me<br />

dijo que no sabía lo que le gustaba”<br />

Ella siempre ha intuido algo raro, pero como el<br />

tiempo pasaba no le daba más importancia.<br />

“Él ha sido siempre poco fogoso”. Cree que buscaba<br />

cualquier situación que justificara su evitación. No<br />

se siente deseada.<br />

Esto, el no sentirse deseada, ha afectado mucho a<br />

su autoestima (es una mujer muy atractiva), siempre<br />

intentaba estar guapa, delgada, atractiva, en forma…<br />

No se podía hablar del tema durante años. Ella lo<br />

llegaba a explicitar “¿Te gustan los hombres?”. Pero<br />

él lo eludía.<br />

-73-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Hace 4 meses él le cuenta todo. Le asombró mucho<br />

que le gustasen los jovencitos de 20 a 25 y sin<br />

vello.<br />

Por un lado entiende que él no tiene ninguna<br />

culpa; pero dice hallarse en guerra interior.<br />

Datos de interés:<br />

-Agradece el haberla llamado. Estaba deseando<br />

hablar con alguien.<br />

-“Es como si mi marido se hubiese quitado la<br />

máscara, ahora es otra persona”. Cree que si se fuera<br />

con un hombre no lo soportaría.<br />

-Lo califica de muy reservado. Ahora está actuando<br />

un tanto alocadamente, busca ambientes juveniles y<br />

cree que desatiende algo a sus hijos.<br />

-Ella está agobiada pensando en “posibilidades”;<br />

incluso en separase o no.<br />

Pautas:<br />

-Les prohíbo las relaciones eróticas.<br />

Le garantizo apoyo y que no tendremos prisa.<br />

Se fueron alternando las sesiones con Mikey y con<br />

Minie. Con él 9 sesiones más que fueron más<br />

frecuentes al principio y más distanciadas conforme<br />

avanzaba el proceso. Con ella 4 sesiones.<br />

SESIONES CON MICKEY<br />

-74-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Vamos avanzando en la “aceptación” de su realidad<br />

como un hecho. Esto le va generando cierta ansiedad,<br />

que poco a poco se irá mitigando.<br />

Nos centramos en rehacer su vida de la forma que<br />

él desea, y que esta situación no interfiera con su<br />

estabilidad familiar, laboral y de pareja.Poco a poco<br />

lo va consiguiendo, y también ella va<br />

tranquilizándose, por lo que el panorama se irá<br />

despejando paulatinamente.<br />

Él teme que las situaciones le desborden; pero<br />

vamos viendo que al final las controla: bajó su nivel<br />

de dependencia en el chat, tiene una historia de<br />

enamoramiento vía Internet, acude a webs gay... En<br />

cada una de estas situaciones teme perder el control<br />

y que se le vaya de las manos. Pero en cada una de<br />

estas situaciones, llega hasta el “final” y una vez<br />

ahí el interés disminuye.<br />

De estas tendencias de su personalidad, intentamos<br />

que extraiga la tranquilidad en los momentos de<br />

incertidumbre. Esta será una pauta general en nuestra<br />

intervención.<br />

De cara a sus tendencias homosexuales, él va<br />

asumiendo con más contundencia su existencia de<br />

siempre; al principio tiene ciertos conflictos<br />

morales, pero poco a poco vamos desculpabilizándole.<br />

De la estabilidad de dicha tendencia teme que su vida<br />

“familiar” se le vaya de las manos; pero le animamos<br />

a hacer de esto otro punto de intervención. Le gusta<br />

mucho nuestra propuesta de: conocerse, aceptarse y<br />

gestionarse; y en las últimas fases del proceso<br />

terapéutico, de motu propio, se plantea como<br />

canalizar sus tendencias, haciendo esto compatible<br />

con su vida familiar y de pareja.<br />

De forma sensata consideramos que es posible,<br />

basándonos en su historia de casi 20 años, y le<br />

animaos a que así lo haga. En el plano general, más<br />

allá de su orientación sexual, no tiene una libido<br />

-75-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

exagerada ni necesidades cuantitativamente altas, por<br />

lo que consideramos de nuevo posible su meta. En las<br />

sesiones de seguimiento la situación está controlada.<br />

En el ámbito de pareja, nos centramos en que<br />

atienda a los temores de ella y le demuestre, con<br />

hechos cotidianos, la fortaleza de su relación de<br />

cara al futuro. Esto ayudará a que ella no presione,<br />

lo que a su vez redundará recíprocamente en él.<br />

En lo referido a lo laboral y familiar (atención<br />

a los hijos, por ejemplo), sólo de forma esporádica<br />

desatendió dichos ámbitos, apenas unas semanas al<br />

inicio de la crisis; por lo que todo recobró y se<br />

mantiene dentro de la normalidad.<br />

SESIONES CON MINIE<br />

Ella está muy ansiosa y preocupada. Es muy<br />

emocional y estalla con él. Le acusa y le insulta. No<br />

deja que le bese, le acusa con separarse, incluso<br />

dice que está a prueba... En los inicios ella está<br />

realmente nerviosa. Me pregunta y le pregunta<br />

constantemente si se va a curar, que “cuánto tiene de<br />

gay y de hetero”. Presiona con que si esto no se<br />

soluciona se separará, porque su vida se va a echar<br />

a perder.<br />

En la medida que él normaliza su vida (recordemos<br />

el “ataque de juventud”) ella se va tranquilizando.<br />

En las sesiones trabajamos su situación emocional.,<br />

recogiéndola en todo momento y canalizando y<br />

facilitando su emotividad y expresividad.<br />

Paulatinamente introducimos una visión más global de<br />

su vida y sobre todo su convivencia con Mickey.<br />

Hablamos del balance entre costes y beneficios,<br />

asumiendo que su vida erótica nunca va a estar el<br />

nivel que ella desearía. La clave es, asumiendo esto,<br />

analizar si en un contexto más general merece la pena<br />

seguir con la convivencia; o si este balance<br />

-76


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

puede ser considerado por ella suficiente o<br />

satisfactorio.<br />

Dentro de esa dinámica, ella va relativizando el<br />

problema. No en su dimensión concreta (sigue<br />

preocupada, dado que su feminidad no se ve atendida<br />

como ella quisiera) sino contrastándola con la<br />

convivencia ejemplar y gratificante que siempre han<br />

llevado. Poco a poco va cediendo su presión y su<br />

emocionalidad hacia él.<br />

En el plano sexológico no somos tan exhaustivos<br />

como con él a la hora de hablar de su orientación; y<br />

nos centramos (porque así lo creemos) en las<br />

posibilidades de hacer compatible una vida erótica<br />

suficientemente satisfactoria (aunque nunca<br />

deslumbrante, cierto coste) junto con una vida<br />

afectiva, convivencial y familiar altamente<br />

satisfactoria (algo que admite, reconoce –una vez<br />

pasada las primeras semanas de crisis- haber existido<br />

siempre: claro beneficio).<br />

En el plano más personal se libera sus problemas<br />

de autoestima física, basados sin duda, en algo tan<br />

soterrado como no sentirse deseada durante tantos<br />

años. En este sentido, intentamos que sus<br />

expectativas a partir de ahora sean más realistas.<br />

A nivel general es una mujer con mucho carácter.<br />

Cómo se sube, se baja. Pero es colaboradora en todo<br />

momento.<br />

CONTINUIDAD<br />

De todo este proceso ha quedado totalmente<br />

afectada su vida erótica. Y una vez resueltas las<br />

dudas personales y de pareja, nos disponemos a<br />

trabajar con el mismo formato que en cualquier otra<br />

terapia erótica entre hombre y mujer.<br />

Él teme no tener erección (tuvo ya algunos<br />

episodios de fracaso), a pesar de que ella le gusta<br />

-77


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

cuando se pone. Pero se propone a si mismo<br />

demostrarle a ella que es suficientemente capaz de<br />

desearla. Sin duda, es el mismo mecanismo que en toda<br />

ansiedad de ejecución. En la fase más emocional,<br />

algunos comentarios de ella (que él recuerda<br />

nítidamente) fueron demoledores en este aspecto.<br />

Poco a poco su vida sexual se ha problematizado.<br />

Rehuyen encontrarse en intimidad física (se acuestan<br />

a distinta hora). Intentamos que él no asocie su<br />

orientación sexual con las dificultades en la<br />

erección, sino que es el propio contexto el que ha<br />

disparado esa ansiedad de ejecución que hará<br />

imposible la erección.<br />

A partir de aquí trabajamos en pareja, con los<br />

mismos protocolos que en cualquier otra pareja<br />

heterosexual con disfunción eréctil. Eso sí, con los<br />

matices que esta obra aporta, más allá del despliegue<br />

mecánico de unas determinadas “prácticas”.<br />

REFLEXIONES TERAPÉUTICAS<br />

Él tiene miedo a que este tema se le vaya de las<br />

manos y acabar enganchado al chat,… Por otro lado,<br />

ella está muy nerviosa e incluso se está planteando<br />

la posibilidad de separarse.<br />

Lo primero que nos llama la atención es contrastar<br />

la versión de él y de ella. Él tiene la sensación de<br />

haber mantenido eso bajo control; y ella en cambio<br />

tiene la certeza de que algo percibía, ya incluso<br />

desde el noviazgo.<br />

-78


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Ella tiene un aspecto físico inmejorable y es una<br />

mujer muy atractiva. Sin embargo, manifiesta llevar<br />

media vida cuidándose para gustarle, sin acabar nunca<br />

de conseguirlo; lo que ha minado de forma importante<br />

su autoestima física.<br />

El sí que la valora desde el plano estético “que<br />

guapa estas hoy, que bien te queda esto…”; pero ella<br />

se refiere a la relación entre su aspecto y la<br />

capacidad de encender el deseo en él. Es esa parte de<br />

“le pongo” la que nunca ha sentido de forma<br />

suficientemente intensa y lo que le ha llevado a<br />

estar cuidando su aspecto de forma casi obsesiva. La<br />

feminidad erótica de ella, ha estado siempre<br />

desatendida y se ha manifestado con esa preocupación<br />

casi obsesiva.<br />

Lo qué está claro, y lo veremos más a fondo en los<br />

casos de IDS o disfunción eréctil de varones en<br />

convivencia heterosexual, la imposibilidad de<br />

encender ella el deseo en él, cuestiona de forma<br />

automática su propia valía en cuanto a su feminidad<br />

y capacidad de atractivo. Guarde o no relación esto<br />

con la realidad o las opiniones de él.<br />

En este caso, ella está muy inquieta y me pide<br />

insistentemente una respuesta para, en base a ella,<br />

tomar una decisión de separarse o no (evidentemente<br />

no se la damos). En estas primeras fases, ella<br />

necesita una “sexación” más contundente de mujer,<br />

aunque no se exprese en esos términos. Por primera<br />

vez ella toma conciencia de la causa de la cual<br />

procede su “carencia”; y, a partir de ahí, le entra<br />

una prisa (miedo) atroz a que esa carencia recién<br />

“entendida” (insigth) se mantenga de por vida. De ahí<br />

su insistencia en saber a qué atenerse.<br />

Nuestra idea es que ella no rompa el juego, antes<br />

de poder entrar con frialdad en la comparación de la<br />

calidad de su erótica de pareja, con otros niveles de<br />

convivencia sexuados no eróticos, para a partir de<br />

ahí valorar de una forma más global su situación<br />

personal y de pareja en general.<br />

-79-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Conforme avanzan las sesiones vamos siendo más<br />

claros con él, dado que también él está en<br />

disposición de asumirlo. Sus tendencias forman parte<br />

de su personalidad y como tal seguirán presentes.<br />

Cada vez va más lejos en la asunción de esa<br />

realidad, que poco a poco va reconociendo. Es él<br />

quien va llegando a las conclusiones, ante nuestro<br />

acompañamiento.<br />

Nuestro objetivo terapéutico es hacer compatible<br />

(y aquí caben todo tipo de posibilidades, que habrá<br />

que explorar con calma) su vida familiar y sus<br />

tendencias sexuales. Creemos posible tal objetivo y<br />

en ello nos centramos.<br />

Sus temores a perder el control se extienden a<br />

otros ámbitos de su personalidad; pero nunca sucede.<br />

Así que le animamos a comparar sus temores con lo que<br />

habitualmente suelen ser sus resultados. A parte de<br />

los chats, tiene un contacto telefónico más íntimo<br />

con otro hombre… en ambos casos teme que la situación<br />

le desborde; pero poco a poco va dejando el interés<br />

en ambas cuestiones y lo maneja con mucha calma.<br />

Estos hechos le van tranquilizando y dando confianza<br />

de cara al futuro.<br />

Nuestra propuesta es partir de lo estable, sus<br />

tendencias; para manejarlas con sus variables<br />

personales, dentro un marco familiar que él desea<br />

mantener y donde se siente satisfecho y realizado. En<br />

este sentido, su margen de maniobra es amplio dado<br />

que su deseo sexual (en el plano general, ahora lo de<br />

menos es homo o hetero) no es excesivo y en su escala<br />

de valores y prioridades, este deseo parece que puede<br />

ser “atendido” sin poner en cuestión el resto de<br />

elementos del sistema.<br />

Eso sí, hablamos de la necesidad de canalizar, en<br />

formato compatible con el mantenimiento de su pareja<br />

y familia, sus intereses sexuales. Deberá poner<br />

especial atención en disipar los temores de ella,<br />

-80-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

dado que él tiene el firme propósito y voluntad de<br />

seguir en pareja.<br />

En las claves sexológicas (de pareja) él deberá<br />

garantizar con más eficacia la seguridad emocional de<br />

ella; dado que esta es una variable que las mujeres<br />

priorizan más que los hombres; y él, al menos al<br />

inicio de la crisis, ha tenido bastante desatendida.<br />

Se trataría de lo que venimos indicando de forma<br />

reiterada como cuestiones sexológicas, de relación<br />

hombre-mujer, aún cuando no tengan que ver con la<br />

erótica o la amatoria. Esto se concretará en él en:<br />

llevar una vida más normal, acorde con sus estilos<br />

anteriores; no llegar a horas intempestivas dentro de<br />

la normativa que esta pareja tiene; mostrar de forma<br />

inequívoca su implicación paternal y laboral, etc...<br />

Siguiendo con el bilingüismo, intentamos que él<br />

entienda las reacciones de ella, no siempre como un<br />

ataque personal, sino como su modo peculiar y<br />

femenino de gestionar sus inquietudes. Es una mujer,<br />

lo que aporta unos matices emocionales sexuados; y<br />

ante esas circunstancias, esperar tranquilidad y<br />

mesura en ella, sería tener unas expectativas<br />

irreales. Además, irían en contra de su esencia más<br />

femenina, de lo que hemos venido en llamar caracteres<br />

sexuales terciaros o rasgos de personalidad sexuados.<br />

Con ella iremos valorando su relación en términos<br />

de costes beneficios. Tal vez su vida erótica nunca<br />

sea la mejor, pero la clave es situarla entre los<br />

otros niveles de convivencia sexuada. Que asuma<br />

cierta estabilidad en él. Siempre ha sido así y ella<br />

lo veía.<br />

En cuanto a la erótica, sus relaciones se han<br />

problematizado. A partir de aquí trabajamos con<br />

nuestras propuestas de manejo de la disfunción<br />

eréctil. Y aunque lo desarrollaremos más adelante,<br />

aplicar los protocolos tradicionales sin más,<br />

acabarían tildando a esta mujer de “impotenciadora”,<br />

-81


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

cuando, según nosotros, bajo esa etiqueta sólo se<br />

esconde el más absoluto desconocimiento de la erótica<br />

femenina y por ende, en la inevitable dialéctica, de<br />

la masculina.<br />

C Adulto con cuadro obsesivo de contenido homosexual. No se trata de un<br />

abordaje de orientación, sino de contenido casual de una obsesión<br />

Igual que puede darse el caso de “obsesionarse” con el padecimiento de una<br />

enfermedad grave, con que se desprende un olor desagradable, etc… El contenido<br />

de esa obsesión puede estar ilustrado por la idea constante de estar convirtiéndose,<br />

o ser en el fondo, homosexual. Se trata de personas que jamás han mostrado esa<br />

tendencia (y para ello habrá que valorar todos los planos) y nada nos indica que así<br />

pueda ser, sino que simplemente el contenido de la obsesión tiene ese matiz.<br />

Caso. MAFALDA. 2003<br />

Formato de asesoramiento sexológico público y<br />

gratuito.<br />

Perfil:<br />

33 años. Trabaja.<br />

Ahora tiene pareja con la que convive. Les va<br />

bien.<br />

3 sesiones.<br />

Demanda :<br />

Dudas con respecto a su tendencia sexual.<br />

-82


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Cómo si se despertara su instinto sexual hacia el<br />

mismo sexo.<br />

Lo sufre desde hace 3 años. Desde que se sentía<br />

atraída por una compañera de trabajo.<br />

Desde entonces cree que tal vez “mira” y “observa”<br />

demasiado a las mujeres.<br />

Es un tema que no se puede quitar de la cabeza.<br />

Llora y le hace sufrir.<br />

Otros datos:<br />

Buena calidad de relaciones eróticas y<br />

convivenciales con su actual pareja.<br />

Siempre que se masturba, piensa en hombres.<br />

Nunca ha tenido dudas, ni en su adolescencia ni<br />

nunca. Le empezó a los 30 a partir de esta<br />

“experiencia” de sentirse atraída por el cuerpo de<br />

una compañera de trabajo.<br />

Está tomando anti-depresivos.<br />

REFLEXIONES TERAPÉUTICAS<br />

Valorando su historia erótica descartamos de forma<br />

contundente cualquier tipo de duda en su orientación<br />

sexual: masturbación, fantasías, experiencias<br />

diversas, deseos...<br />

-83-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Su personalidad obsesiva toma como motivo su<br />

“posible cambio de orientación sexual”. A raíz de<br />

ahí, anticipa posibles consecuencias que le<br />

desbordan: reacción de sus padres, qué pensará su<br />

pareja, si se le notara cuando mira a otras mujeres,<br />

si les mira más de lo normal... su actitud de auto<br />

observación agrava su percepción y amplifica la<br />

magnitud de su “problema”.<br />

A lo largo de las 3 sesiones valoramos la<br />

diferencia entre identidad por un lado, orientación<br />

por el otro y conducta erótica por otro. Lo va<br />

entendiendo y ante su situación global en el plano<br />

psicológico, la derivamos a un servicio de atención<br />

estrictamente psicológico.<br />

C Adulto con vida homosexual que por unas u otras razones nos demanda<br />

abandonar dicha “tendencia”<br />

Recordemos lo que no es una “demanda terapéutica asumible”, aún cuando<br />

quede por aclarar “cómo” manejar este extremo de forma más o menos explícita con<br />

el usuario.<br />

Remitimos a la explicación anterior, donde considerábamos la identidad y la<br />

orientación, como fuera de la “opción” volitiva del sujeto. De ser así (ya fuese por<br />

progresía o conservadurismo) asumiríamos esa demanda como “posible”; pero<br />

somos conscientes de la limitación.<br />

No estará de más recordar que la historia de la psiquiatría y la psicología está<br />

para ser leída: todas las terapias (incluidas las que emplearon descargas eléctricas)<br />

encaminadas a reconducir la “homosexualidad” en “heterosexualidad”, jamás dieron<br />

resultado; más allá de aumentar los niveles de sufrimiento e inadaptación de los<br />

usuarios. Tal vez se confunde el “control que sobre la conducta” se puede ejercer;<br />

frente a la capacidad de variar una determinada orientación. Y de entrar en esta vía,<br />

situamos al sujeto ante la tesitura de “controlar” sistemáticamente la conducta, de<br />

lo que parece ser una tendencia consustancial a su persona.<br />

-84-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Caso. BUGS BUNNY. 2004<br />

Formato de asesoramiento sexológico público y<br />

gratuito.<br />

Perfil:<br />

36 años.<br />

Nos lo deriva la psicóloga de una institución de<br />

rehabilitación de drogodependientes. Bien<br />

rehabilitado del consumo de drogas.<br />

Actualmente no trabaja. No tiene pareja. Vive con<br />

sus padres.<br />

Demanda: “Quiero funcionar como heterosexual”<br />

Datos de interés (tras la primera entrevista):<br />

Considera la homosexualidad como un vicio. Cree<br />

que lo practicaba por su “talante” vicioso en su<br />

historia pasada; y que nunca se había propuesto<br />

funcionar como hetero. Que le tiraba el vicio.<br />

Esta en un grupo religioso. Dice que eso le ayuda.<br />

Desde que está ahí considera la homosexualidad como<br />

algo “antinatural” (sic) “es el camino equivocado. La<br />

homosexualidad no es natural”. Matiza que no es antimilitante.<br />

Considera que a nivel social es aceptado;<br />

pero cree que a él le “falta algo”<br />

Se masturba pensando en hombres. Siempre.<br />

También cree que es “adicto al sexo”, esta es su<br />

segunda demanda.<br />

-85-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Considera paralelo su “homosexualidad” con su<br />

problema anterior de “drogadicción”. Hace símiles.<br />

Tras abandonar las drogas y limpiarse; su siguiente<br />

paso es “abandonar la homosexualidad y no volver a<br />

caer”.<br />

Se considera un pervertido.<br />

Ahora consigue masturbarse (se lo propone)<br />

pensando en mujeres.<br />

Otros datos:<br />

Se considera muy sensible y diferente.<br />

Cree que el sexo por el sexo, da igual con un<br />

hombre que con una mujer; pero ahora le gustaría<br />

tener pareja.<br />

Trabajamos habilidades para mejorar sus relaciones<br />

sociales (más allá de encontrar pareja o no).<br />

Lo volvemos a citar (aunque ya no volvemos a tener<br />

noticias suyas).<br />

REFLEXIONES TERAPÉUTICAS<br />

Este es un ejemplo donde la defensa de la<br />

orientación sexual como una opción, podría<br />

fundamentar una intervención para “reconvertir” la<br />

homosexualidad de este usuario.<br />

Pero tal como indicábamos más arriba, no creemos<br />

que esté en manos del sujeto variar su orientación;<br />

que esto fuese deseable es una cuestión, y que esto<br />

sea posible, otra bien distinta.<br />

-86-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Para nosotros, lo fundamental en esta consulta es<br />

contrastar las expectativas del sujeto con sus<br />

posibilidades reales. Una vez intuido esto (la<br />

tremenda distancia entre lo uno y lo otro), la clave<br />

será dosificar la información.<br />

Su ideología y su moral explican la homosexualidad<br />

de una forma que nosotros no podemos compartir en el<br />

plano científico. Una vez establecida una explicación<br />

ideológica y religiosa, no se puede recurrir al<br />

“formato científico” para poner en orden esos<br />

elementos “ideológico-religiosos”.<br />

De todos modos, ante él, somos cautos y poco<br />

explícitos a la hora de exponer nuestra visión de la<br />

orientación sexual. Él se ha hecho unas propuestas y<br />

está en su derecho de intentarlo.<br />

El futuro de todos modos puede ser incierto, dado<br />

que se establece, desde su percepción, un paralelismo<br />

entre su rehabilitación de las drogas y de la<br />

homosexualidad. Se considera un pervertido y por<br />

tanto valora su orientación como algo que le<br />

desmerece y que deberá erradicar. Camino peligroso,<br />

dado que nosotros no podemos analizar en el mismo<br />

plano las drogodependencias y la orientación sexual.<br />

El sí, en el plano religioso, nosotros no en el<br />

científico.<br />

Entre tanto y como expone querer buscar pareja, le<br />

asesoramos en habilidades sociales previas que se<br />

deben cumplir para llegar a ese logro. En líneas<br />

generales, creemos que le pueden venir bien para<br />

mejorar su vida social, más allá de sus demandas<br />

anteriores.<br />

Para finalizar, en ocasiones (este caso es un<br />

ejemplo), percibimos diferente motivación entre<br />

asesoramiento y terapia privada. El usuario viene<br />

poco menos que “por probar” y orientado por su<br />

psicóloga (que con buen criterio sospecha que sus<br />

-87-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

planteamientos no son del todo coherentes) a la que<br />

“concede” su consejo.<br />

-88


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

EL <strong>HOMBRE</strong> (y la mujer) “EN” <strong>LA</strong> DISFUNCIÓN ERÉCTIL<br />

El en no es en modo alguno accidental. No es lo mismo el hombre con<br />

disfunción eréctil, que el hombre en la disfunción eréctil. El hombre con disfunción<br />

es un elemento dentro de lo quicial que es la disfunción eréctil; este con hace de la<br />

disfunción algo asociado al hecho de ser hombre.<br />

Fig 16<br />

El hombre en disfunción eréctil sitúa al hombre, que era y seguirá siendo, más<br />

allá de la disfunción. Además, esto segundo forma parte de lo situacional (en) y lo<br />

primero de su identidad y patrimonio (con).<br />

Propongamos un reenfoque de la disfunción eréctil dentro la sexología y en<br />

una dialéctica sexual hombre-mujer (y, ya llegaremos, hombre-hombre). Además,<br />

incardinando esta dialéctica en una lógica de sexuación, en la suma de niveles que<br />

conforman este fenómeno humano.<br />

-89-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Intentamos enfocar está cuestión más allá del trabajo conductual<br />

(probablemente ya conocido por el lector) encaminado como todos sabemos a: una<br />

ejecución no ansiosa, relación sin coito, juegos de focalización, vivencia de la<br />

pérdida y recuperación de la erección en formato controlado, visualizaciónsuperación<br />

de la dificultad, apoyo farmacológico (sildenafil)... En suma, el formato<br />

tradicional de lo que es un abordaje de disfunción eréctil.<br />

La idea es: partiendo de ese formato, o más allá de él o junto con él; nunca<br />

podremos perder de vista los procesos de sexuación a los que estamos sometidos de<br />

forma continua.<br />

Un primer paso va a ser, y ya empiezan los líos (algo deliciosamente<br />

inevitable) recuperar valores que eran definitorios del primer rol de Hombre 42 (el<br />

demolido). Valores a los que se les ha quitado el adjetivo masculino para<br />

convertirlos en valores universalmente deseables desde el feminismo o lo<br />

políticamente correcto.<br />

No decimos que alguno de estos valores que vayamos a enumerar no puedan<br />

estar o no estén en las mujeres (recuerden que las variables sexuales no siempre son<br />

dimórficas; también lo son intersexuales), lo que decimos es que su presencia y su<br />

cultivo forman parte de la identidad sexual del hombre.<br />

O de forma más bestia, su escasez o carencia, pueden colocar al hombre en<br />

una situación delicada y con claras consecuencias negativas en el terreno erótico y<br />

en concreto en la vivencia y expresión de su erección.<br />

Siguiendo nuestra nueva articulación, estos valores serán caracteres sexuales<br />

terciarios, con una marcada tendencia en los hombres a estar en uno de los polos<br />

(recuerden que no hay ningún motivo para suponer que una mujer no puede<br />

participar de estos valores, se trataría de una cuestión de grado –intersexualidadque<br />

no de ausencia/presencia –dimorfia-).<br />

Todas estas cualidades, que enunciamos, son diferentes expresiones de lo que<br />

propusimos como “agresividad” en tanto carácter sexual terciario 43 .<br />

42 SAEZ SESMA, S. (2001): El hombre indeterminado, AEPS, Actas VI Congreso de<br />

Sexología (Gijón 2000), Valladolid.<br />

43 SÁEZ SESMA, S., (2003), Op. Cit. pp. 114-130.<br />

-90-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

La competitividad 44 . Fundamentada o alimentada por el siguiente valor.<br />

C La necesidad de rendir-cumplir 45 . Ganar, superar el reto, ser valioso...<br />

aunque sea para ser aceptado o alabado. Estos dos valores, en interconexión,<br />

dependen del siguiente valor cuando los resultados del “rendir-cumplir” no<br />

son los deseados.<br />

C La resistencia 46 . Ser duro, no dejarse influir por las emociones, seguir<br />

luchando, ser uno mismo...<br />

C La preferencia por la iniciativa y el deseo erótico explícitos 47 .<br />

Fig 17<br />

44 El concepto que expusimos como “acometividad” (según la RAE: Brío, pujanza,<br />

decisión para emprender una cosa y arrostrar sus dificultades. Y Arrostrar: Hacer cara,<br />

resistir, sin dar muestras de cobardía a las calamidades o peligros) guardaría relación<br />

con lo que proponemos como “competitividad”.<br />

45 Aquí estaríamos haciendo referencia a la “dominancia”.<br />

46 Las connotaciones del concepto “arrostrar” (Hacer cara, resistir, sin dar muestras de<br />

cobardía a las calamidades o peligros) serían equivalentes a lo que denominamos<br />

“resistencia”.<br />

47 SÁEZ SESMA, S., (2003), Op. Cit. pp. 100-103.<br />

-91-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

En el ámbito de la generología esto se ha traducido en la polaridad femeninomasculino<br />

del eje “expresividad-instrumentalidad”. Lo instrumental hace referencia<br />

al cómo, a la acción, al resultado, a la búsqueda de solución, al control emocional,<br />

etc; y no a la expresividad que diría del por qué, del contexto, del proceso, y de la<br />

expresión emocional tendente a buscar complicidad -sintonía- emocional 48 .<br />

Para ejemplificar la dialéctica sexual, hablaremos de un perfil de hombre que<br />

se viene repitiendo en nuestro devenir clínico en disfunciones eréctiles.<br />

No se refiere a hombres que acaban de establecer una relación de pareja (ya<br />

sea de entrada o acabando de romper una anterior), donde la propia situación puede<br />

generar ansiedad de ejecución (aunque muchas de las aportaciones de sexuación las<br />

consideramos perfectamente aplicables). Sino a hombres que llevan ya tiempo<br />

conviviendo, que no siempre tienen problemas para realizar el coito con su pareja,<br />

aunque tienen episodios aislados de fracaso que se van haciendo más frecuentes con<br />

el tiempo.<br />

Fig 18<br />

48 Sin embargo, y más allá de entrar a explicar cuestiones de otras corrientes científicas;<br />

nuestra propuesta es que consideramos a unas expresiones “más” propiamente<br />

masculinas o femeninas; frente a planteamientos que consideran que ambos sexos son<br />

capaces de moverse en “igualdad” en ambas posibilidades de expresión. Y no son, sino<br />

mecanismos psico-sociales limitadores, los que impiden que eso sea así. De nuevo<br />

veríamos la diferencia de enfoque desde el sexo o desde el género.<br />

-92-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Y aunque podríamos echar balones fuera hablando del perfil de ellas (la<br />

necesidad de tener hijos la acelera, y también algunas “reacciones” de ella —no<br />

siempre en el sentido inmediato, y no sólo en el plano erótico sin también en planos<br />

convivenciales—) pero, por ahora, centrémonos en ellos independientemente de la<br />

personalidad sexuada de ellas.<br />

De manera paulatina, o más rápida, entramos en una situación tremendamente<br />

resistente al éxito terapéutico aplicando los protocolos habituales (ya sean<br />

individualizados, en pareja o incluso con apoyos de medicación) del tratamiento de<br />

la disfunción eréctil.<br />

Los valores de los que hablamos (distintas expresiones de la agresividad, en<br />

tanto carácter sexual terciario) buscan sin duda una necesidad que creemos está<br />

intrínsecamente ligada a los hombres y en esto seguimos siendo más como los niños<br />

(sin que esto tenga nada de peyorativo). Robert Bly 49 , intentando dar una respuesta<br />

no machista al feminismo lo dice así “El niño está lleno de expectativas de<br />

aprobación siempre que está con un adulto”. Cuando ya no somos niños seguimos<br />

llenos de expectativas de aprobación; en el ámbito íntimo 50 , esta expectativa recae<br />

de forma casi exclusiva en nuestra pareja. Los hombres tenemos adicción al<br />

refuerzo positivo; y para ello están los caracteres sexuales terciarios (entendidos<br />

como valores) de los que hablamos:<br />

La competitividad<br />

La necesidad de rendir-cumplir<br />

La resistencia (como tolerancia a la frustración)<br />

La preferencia por la iniciativa y el deseo sexual explícitos.<br />

Como detalle, convendría no perder de vista que la necesidad de rendircumplir<br />

nos obliga a convivir con el temor de que los resultados no sean los<br />

esperados; y, por tanto, con la posibilidad de quedarnos sin el necesario refuerzo<br />

positivo. Ser hombre, conlleva pues, asumir de forma continua e inevitable un cierto<br />

grado de incertidumbre.<br />

49 BLY, R. (1992), Iron John. La primera respuesta no machista al feminismo, Plaza &<br />

Janés, Barcelona.<br />

50 En el ámbito más público podríamos hablar del entorno laboral, deportivo, amistades y<br />

red social…<br />

-93-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Y no quiere decir que la vida de las mujeres carezca de esta característica.<br />

Sino que la necesidad prioritaria de encontrar refuerzo positivo, pone a los varones<br />

ante una tesitura de (auto)evaluación continua, que puede dar resultados diversos.<br />

Cierto es que la vida y sus circunstancias no siempre nos dan la aprobación<br />

que buscamos; pero ahí está la resistencia que tras una competitividad sin resultado<br />

nos garantiza el seguir intentándolo, sin decaer por el presente y buscando<br />

aprobaciones futuras. Aquí hablaríamos de tolerancia a la frustración (resistencia).<br />

Fig 19<br />

Nos dirán que estos son valores también para la mujer; pero no sabemos hasta<br />

que punto afectan a la erótica femenina (seguro que sí a otros planos de su vida) y<br />

sí nos tememos que afectan enormemente, cuando no están en una medida<br />

adecuada, a la erótica masculina. Recuerden de hablamos de dialéctica sexual y la<br />

diferencia es de grado, no dimórfica y por tanto de presencia y ausencia.<br />

-94-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

¿Qué sucede al rendirse pronto 51 ; pero seguir necesitando aprobación? Se<br />

renuncia a la competitividad por temor a que el resultado sea negativo. Digamos que<br />

la resistencia se acaba y como consecuencia desaparecen el “deseo” y la “acción”<br />

(competitividad) por temor a repetir fracasos anteriores. Puede más el miedo<br />

(incertidumbre desbordada) que la tolerancia a la posible frustración (resistencia).<br />

Fig 20<br />

No se es capaz de tomar la iniciativa por temor (lo instrumental en términos<br />

generológicos, no se impone), al dejarse invadir por el temor al fracaso (lo<br />

expresivo en términos generológicos, triunfa), incluso antes de que aparezca la<br />

situación. Se forma así un nuevo círculo vicioso, temor-evitación que sustituye a<br />

otro tal vez más atávico 52 y sin duda masculino: deseo-competitividad-refuerzo<br />

51 Y atención a este “pronto”, dado que será algo subjetivo a valorar y sea individual o<br />

relacionalmente.<br />

52 En otro texto (SAEZ, J.S. (2004b) “Reflexiones y propuestas de modificación acerca del<br />

Hecho Sexual Humano”, Anuario de Sexología, nº 8, AEPS, Valladolid), consideramos que<br />

la erótica es uno de los niveles de sexuación más antiguos en la evolución filogenética. A<br />

-95-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

positivo-deseo... No olvidemos que la testosterona incrementa la competitividad;<br />

pero competir incrementa la testosterona 53 .<br />

Retomar un planteamiento competitivo de la situación (superando el deseo de<br />

Fig 21<br />

pesar de ser “humanos” no dejamos de ser machos. Tenemos unos condicionantes biofilogenéticos<br />

que, aunque difícilmente asumibles desde lo “adecuado”, seguramente están<br />

en la base del ser humano. Lo que por otro lado impele a la búsqueda y el encuentro del otro<br />

sexo; aún cuando la “liberación” de la reproducción humana haya introducido cambios en<br />

el manejo de nuestros deseos; pero no por ello, la base sobre la que se sustentan sigue siendo<br />

la misma. Es decir, evolucionamos sumando sobre lo anterior, aún cuando vayamos<br />

perdiendo la percepción directa de su raíz.<br />

53 Consideramos que la agresividad-competitividad es un carácter sexual terciario más<br />

marcadamente masculino. Y aunque la testosterona no explica, sí “acrecienta” disposiciones<br />

anímicas de base. Se trataría de observar como al “ganar” (en actividades tan diversas como<br />

una partida de ajedrez, un ejercicio deportivo o siendo hincha del equipo ganador) se<br />

incrementan de forma evidente los niveles de testosterona. C<strong>LA</strong>RE, A. (2002) Hombres. La<br />

masculinidad en crisis, Taurus, Madrid.<br />

-96-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

competir al del temor al fracaso) con la esperanza del reconocimiento y aceptación,<br />

nos pondrá en la vía de volver a asumir la iniciativa erótica; clave, desde nuestro<br />

punto de vista, para salir del lío (en el fondo ambos lo están demandando).<br />

Fig 22<br />

Y como decíamos al iniciar esta obra, somos conscientes de nuestra limitación<br />

al no proponer (aún) unas herramientas terapéuticas concretas y eficientes; pero<br />

aportamos el objetivo a lograr o facilitar, como primer paso; para que la “ingeniería<br />

terapéutica” sea realmente eficaz. Él cómo sin el qué (o el para qué) sirve de poco,<br />

aún cundo el qué ( o el para qué) sin el cómo esté sin acabar (pero es al menos un<br />

inicio)<br />

Se entiende pues, que la competitividad, la resistencia y la necesidad de<br />

rendir-cumplir pueden ser utilizadas en positivo con la confianza de que los<br />

resultados van a merecer la pena. Y en este merecer la pena están implicados no<br />

sólo él, sino también ella. Si somos capaces variar la evaluación y autoevaluación<br />

(independientemente del resultado) estaremos en disposición de mover el bucle de<br />

la erótica masculina y femenina retroalimentándose.<br />

-97-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Y además, no podemos olvidar que este hombre está en interacción continua<br />

con una mujer. Inevitablemente, debemos contar con las expectativas o planes que<br />

ella (y ambos) tiene. En estos casos que exponemos como resistentes al abordaje<br />

terapéutico con los protocolos tradicionales, puede (suele) coincidir con el deseo<br />

(por parte de ella o de acuerdo) de tener hijos (lo cual es sin duda otro carácter<br />

sexual terciario: maternidad-paternidad). Esto hará que ella “afronte” la<br />

“disfunción” con una actitud totalmente diferente, y la paciencia y colaboración<br />

estarán directamente influencias por las expectativas, en ese momento prioritarias<br />

de maternidad.<br />

Por otro lado, no deja de ser central lo que él hace que ella perciba (y aquí nos<br />

limitamos a ser portavoes de lo que escuchamos): en casi todos los casos, ella se<br />

cuestiona su capacidad de atracción, dado que él no la busca 54 y si lo hace no<br />

funciona (no es suficientemente atractiva).<br />

En situaciones de mayor conflicto, incluso dudas por parte de ella de la<br />

Fig 23<br />

54 Parafraseando Alberoni, ella se siente mal al no despertar en él la voluntad de “cazador”,<br />

por lo que ella queda mal parada al no tener siquiera el estatus de “susceptible de ser<br />

cazada”. Remitimos a la nota anterior en relación a lo “atávico” de la erótica.<br />

-98-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

heterosexualidad de él (como de baja intensidad) o incluso sospechando (acusando<br />

en ocasiones) de que sea en el “fondo” homosexual.<br />

Asumiendo en un análisis más global en el plano sociológico (al menos tiene<br />

su lógica), que la disfunción de él puede tener un carácter simbólico más amplio;<br />

son las realidades biográficas más concretas las que nos interesan ahora. Aunque<br />

seguramente este problema no es sólo simbólico en un plano sociológico, sino que<br />

también lo es en la propia biografía de cada pareja.<br />

El sexo es sexuación (proceso) más sexación (etiquetado). Hablemos del<br />

segundo de los conceptos: la sexación. En esta sexación tenemos: la sexación propia<br />

(autosexación, “cómo me etiqueto yo”); y la sexación social (“cómo me etiquetan<br />

los demás”); para esta segunda sexación social serán determinantes los mensajes<br />

que envío para que los demás me sexen de forma adecuada (lo quiera yo o no;<br />

recordemos que el sexo como tal es insoslayable).<br />

La pareja, con el devenir de la convivencia, se suele convertir en un espacio<br />

de creciente deprivación de refuerzo positivo en cuanto a las necesidades<br />

diferenciales (sexuadas) de uno y otra en el plano erótico (porque podríamos hablar<br />

de otros muchos planos de encuentro sexuado no-eróticos. En las IDS será<br />

prácticamente imprescindible, pero ya llegaremos). Él deja de ser reforzado en<br />

cuanto a hombre eróticamente capaz y ella deja de ser reforzada en cuanto a mujer<br />

eróticamente atractiva.<br />

Centrándonos en las claves individuales masculinas, al dejar de ser reforzado,<br />

dejará de iniciar los contactos por el temor a perder. Algo que en el sentido<br />

relacional, en la dialéctica hombre-mujer, y centrándonos ahora en claves<br />

femeninas, ella leerá como una carencia de atractivo, lo que le llevará a esperar<br />

iniciativas en él, y ante su inexistencia, ella de un modo u otro lo demandará. Lo que<br />

irá cerrando el bucle. Nos encontramos pues, ante lo que podríamos denominar un<br />

problema circular. Sin embargo, el teme más los resultados inadecuados; y ella teme<br />

más las ausencias de iniciativa. Esto nos da una lectura sexuada de lo que en<br />

principio es un bucle que se retroalimenta.<br />

Si sabemos leer este bucle sexológicamente y saber separar los “resultados”<br />

(especialmente percibidos por él) de las “iniciativas” (especialmente percibidas por<br />

ella), y hacer entender a uno y otro estos matices, para poder movilizar esta trampa;<br />

entonces podremos estar en disposición de mejora.<br />

-99


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Así pues, una vez detectadas las causas que a nuestro modo de ver hacen<br />

resistente el éxito en la disfunción eréctil (sexual) del hombre con el perfil 55 que<br />

hemos expuesto, se trataría de intervenir con el siguiente encuadre sexológico; nada<br />

menos y nada más:<br />

“Incrementar, reorientar, reiniciar... los esfuerzos de él de cara a una mejora<br />

en la cantidad y calidad de los mensajes que envía para que socialmente (sobre<br />

todo su pareja) se le sexe más intensamente como hombre”. En este caso, sobre<br />

todo, para que su pareja le etiquete con más rotundidad como hombre (aquí la clave,<br />

además, será el criterio de ella 56 ).<br />

Fig 24<br />

55 Consideramos esta propuesta útil para toda disfunción eréctil, independientemente del<br />

contexto. Sólo que con este perfil es absolutamente necesario acudir a estas premisas, ante<br />

el fracaso habitual de los protocolos tradicionales del abordaje de la disfunción eréctil.<br />

56 Y en ocasiones, en función del formato, entrará dentro de nuestras posibilidades de<br />

abordaje terapéutico.<br />

-100-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Y, a modo de inciso, nos detenemos en la importancia de los criterios de él<br />

y de ella. Dado que hay distintos modos e “intensidades” de ser hombre y mujer.<br />

Por tanto, es importante dentenernos en los criterios de él y de ella en relación a la<br />

identidad o puestas en escena de hombres y mujeres. Sobre todo para hacer una<br />

“chaqueta” a medida, y recordando que la intersexualidad habla de la<br />

proporcionalidad al plantear modelos; pero no se puede adecuarlos de forma<br />

automática a las realidades biográficas. Sexológicamente conocemos patrones<br />

generales pero estamos siempre delante de personas específicas que además en<br />

“interacción” dan unos resultados irrepetibles y hasta cierto punto imprevisibles.<br />

Y, tras el inciso, y siguiendo con el objetivo terapéutico, analizando la<br />

situación en una dialéctica claramente sexual (por tanto con ida y vuelta) y<br />

enfocando también la propuesta clínica en ella; pretender a través del trabajo<br />

terapéutico “que ella le devuelva (clave lo de la “devolución”, es decir la<br />

percepción del otro) la “percepción contundente” de la sexación que hace de él en<br />

tanto “hombre”. Es decir, que él se vea, en los ojos de ella, más contundentemente<br />

hombre en el aspecto erótico (y nos atreveríamos a decir que en otros planos, en los<br />

que seguramente se podrá trabajar terapéuticamente con menos ansiedad inmediata)<br />

dado que hablamos (ya llegaremos) de terapia sexual, y esto es sólo terapia erótica.<br />

En el fondo, cuestiones como “sentirse deseada-atractiva” estarán en función<br />

de las “demandas qué él haga por desearla” (aunque no solamente este punto estará<br />

en función de él, también de ella). Si él no las hace, ella hará una sexación más débil<br />

de su categoría hombre. Dudar de su heterosexualidad va más allá, pone incluso en<br />

cuestión su categoría de hombre (siempre en el terreno erótico), y también pone en<br />

cuestión la identidad femenina.<br />

Pero el hecho de que él ya no haga demandas (renuncia a la competitividad<br />

—se queda sin resistencia— por temor al fracaso) denota un abandono absoluto del<br />

envío de mensajes para que ella le sexe (la inducción alosexante); y es ahí donde los<br />

valores masculinos podrían poner a funcionar de nuevo esta rueda: Mensajes<br />

claramente varoniles de él (inducción alosexante), sexación de ella, a él,<br />

reforzándose mutuamente y en clara coherencia positiva. Recuperar la iniciativa,<br />

desearla, perder el miedo al fracaso para que ella se sienta de nuevo deseada<br />

(beneficio para ella), devolviéndole a él una imagen de deseante, suficientemente<br />

hombre (beneficio para él), lo que supone un refuerzo para manejar cuando la<br />

incertidumbre aparezca en el futuro.<br />

El objetivo será que él sea “más hombre”, desde la percepción de ella (y<br />

también desde la de él mismo) y que ella sea “más mujer”. Tal vez ni ella ni él nos<br />

lo demanden de este modo. Las parejas van siendo cada día más políticamente<br />

-101-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

correctas; más incluso en la medida en que son más cultas. Pero como terapeutas<br />

conviene tener claras estas claves.<br />

Sabemos que todo esto, en el mundo de lo políticamente correcto puede ser<br />

una desfachatez; pero en el mundo de la pareja, sobre todo en clínica, es lo que<br />

vemos. Y el mogollón es que ella lo desea 57 , pero no siempre lo puede asimilar en<br />

el plano consciente, porque va contra su proyecto de mujer correcta e<br />

independiente; le gustaría que él fuese más hombre; pero no se lo puede decir,<br />

porque ella misma no se lo puede permitir. En esta locura estamos.<br />

No es relevante que nuestros clientes compartan con nosotros este etiquetaje<br />

diagnóstico. Lo podemos disfrazar de instrumentalidad o valores deseables;<br />

ciñámonos a los modos de expresase de cada usuario. Pero sí es importante que los<br />

sexólogos tengamos claro este referente de sexación.<br />

Así mismo ¿qué pasa con la sexación de ella?. La disfunción de él, hace que<br />

se perciba (en los ojos de él) como una mujer menos mujer, con un nivel de<br />

atractivo incapaz de encender su deseo (“o levantar su pene”). Su presión puede ser<br />

fácilmente tildada de impotenciadora; pero ella busca resolver (en ocasiones de<br />

forma ansiosa, como casi todo aquél que sufre) un déficit en su propia identidad de<br />

mujer (en su sexación calificativa), más que obstaculizar los movimientos de él.<br />

Es decir, no se trata de una cuestión de colaboración-obstaculización desde el<br />

plano racional. Sino del deseo del hombre y las mujeres, algo más atávico e<br />

implícito de lo que a primera vista se podría pensar.<br />

La sexación, más allá de una cuestión puramente categórica (donde hay una<br />

esencia claramente dimórfica); es también una cuestión de grado (intersexual):<br />

cuánto más o menos hombre y mujer. En la sexación coinciden el enfoque dimórfico<br />

y el intersexual.<br />

La propuesta sería pues, mejorar la sexación (algo que no sólo se hace de<br />

forma categorial; sino también de forma cuantitativa: “tanto o cuánto”, “ven o me<br />

veo” hombre y mujer) y en ese sentido deberíamos reforzar, más allá del trabajo<br />

conductual, estos aspectos. Lo relevante no es tanto el pene, sino la identidad de ese<br />

hombre y esa mujer en interacción.<br />

57 No está de más recordar una cierta raíz atávica en el deseo erótico, tal como venimos<br />

apuntando de forma reiterada.<br />

-102


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Es decir, trabajamos en terapia sexual, pero no solo desde la erótica. Dado que<br />

probablemente nos estemos encontrando que esa “sexación” deficiente de él, no se<br />

da sólo en el ámbito erótico, sino también en otros niveles, sobre los que habrá que<br />

intervenir 58 . La erótica se queda corta en una verdadera “Terapia Sexual”.<br />

Caso. PEPITO GRILLO (Fracaso terapéutico).1997<br />

Formato de terapia privada.<br />

Perfil:<br />

31 años<br />

Administrativo. Trabaja en horario de mañana y tarde.<br />

Casado desde hace 5 meses con Cleo de 27 años<br />

(enfermera).<br />

Antes del matrimonio, 3 años de novios.<br />

Ella sabe que él ha venido.<br />

Demanda:<br />

Al ir a tener la relación sexual, todo va bien;<br />

pero en el momento de la penetración, del coito,<br />

pierde la erección y eyacula antes de la penetración.<br />

Lo que más le preocupa es lo de eyacular; lo de no<br />

tener erección ha sido esporádico. Se autodefine como<br />

eyaculador precoz. Todavía no ha podido realizar el<br />

coito.<br />

58 Y de no ser así, perderemos recursos no-eróticos (habitualmente menos “ansiosos” de<br />

ejecutar) para mejorar la sexación.<br />

-103-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Dice que ahora la relación sexual es un “trauma”.<br />

Han ido sustituyendo el coito por masturbaciones<br />

mutuas.<br />

Desde :<br />

Dice que le pasa desde siempre, ya que no lo ha<br />

conseguido. “Ahora es algo traumático. Ella se queda<br />

mal y apenas si habla del tema”<br />

Causa :<br />

Ella le dice que él tiene un problema psicológico.<br />

Es enfermera y dice que ha intentado tranquilizarle.<br />

Soluciones intentadas :<br />

“Olvidarme del problema. No lo voy a tener”.<br />

“Intentar mantener una buena erección, dejarme<br />

llevar por las sensaciones” ( “Otras veces he<br />

estado pendiente y no he tenido erección”).<br />

Observaciones :<br />

Intento que me aclare si el problema es pérdida de<br />

erección o eyaculación precoz. Esta preocupado porque<br />

dice que ella se queda mal.<br />

Él se plantea el coito como una meta a lograr.<br />

Dice que ella le ayuda mucho y que está dispuesta a<br />

todo; pero no abre la puerta a su incorporación.<br />

Se evitan las relaciones sexuales y la frecuencia<br />

se distancia. Cuando les pasa, al terminar él dice<br />

“lo siento” y ella se queda mal varios días. Casi no<br />

le habla. No sabe que hacer.<br />

Al principio dice que ella intentaba<br />

tranquilizarle.<br />

Pareja :<br />

-104-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Dice que ella le atrae y que no cree que ella dude<br />

de su atractivo por esta situación.<br />

Cierra en rotundo su incorporación. Eso me<br />

sorprende. Dice “Le pido demasiado”. Después se<br />

justifica diciendo que cree que con ella hubiese<br />

hablado con menos franqueza de la situación.<br />

Le digo que el pronóstico depende de ella y de que<br />

un modo u otro su colaboración será inevitable. Esto<br />

lo hago al explicarle el marco terapéutico.<br />

No abre la vía de negociación, por más que intento<br />

presionarle. Le digo que seré franco si la situación<br />

no mejora.<br />

Observaciones :<br />

Está ciertamente agobiado y quiere resolver esto<br />

a toda costa. Le digo que le tiene que decir algo a<br />

ella. Creo que tiene algo de miedo y no se lo va a<br />

plantear tal cual yo se lo explico a él.<br />

II SESIÓN. PEPITO GRILLO<br />

Se lo contó a ella al salir del trabajo. “Ella<br />

tiene poca confianza y estuvo algo escéptica”.<br />

Esperaba más entusiasmo por su parte y esto le<br />

sorprendió. Después reaccionó con más calma y la<br />

llamó al trabajo y cree que lo entendió. Dice que<br />

ahora se lo ha tomado mejor y le parece bien<br />

intentarlo (Ella esperaba no tener que buscar ayuda<br />

en terceros y por eso está relativamente<br />

desilusionada). Puso alguna pega por la duración y<br />

sobre todo por el dinero. Le parece costoso<br />

En cuanto a la presencia de ella, “ni hablar”. A<br />

él tampoco le importa y veo que no presiona. Incluso<br />

deja claro que si esto se atasca, ella no viene.<br />

Aunque valora mi sinceridad.<br />

-105-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Él se fue optimista, como buscando una solución<br />

que ella por otro lado le pide. En relación a su<br />

escepticismo, dice que le sorprendió su actitud y que<br />

está la expectativa. Intento que valore esto como una<br />

cuestión de desilusión prolongada, más que como algo<br />

personal hacia él.<br />

En cuanto a la prohibición de relaciones, dice que<br />

no hubo problemas y que lo entendió perfectamente. Ha<br />

sido posible “porque se había convertido en un<br />

trauma. A ella no le importa, porque no le sale y que<br />

cada vez le cuesta más el hecho de tener relaciones”.<br />

Vamos siguiendo los protocolos terapéuticos<br />

habituales de disfunción eréctil, con tratamiento en<br />

pareja, aunque ella no esté presente. Él se lo va<br />

contando.<br />

III SESIÓN. PEPITO GRILLO<br />

Dice que no ha pasado nada especial. Lo noto bajo<br />

de ánimo. Dice que “me gustaría ver un primer<br />

avance”.<br />

Ella puede estar interfiriendo con una actitud más<br />

bien ambigua. Dice que está distante a nivel físico<br />

cuando él le propone algún contacto físico.<br />

Se queja de cierto malestar en ella y reconoce “no<br />

me lo pone fácil”. Le gustaría que ella fuese más<br />

receptiva. El se siente culpable. Le gustaría verla<br />

más animada y la sigue viendo algo escéptica.<br />

Cuando hablamos de la posibilidad de incluirla<br />

dice que lo hará haciendo que es un juego. La<br />

califica de fría en pareja<br />

La prohibición de relación dice que no está siendo<br />

costosa, pero que las relaciones estaban siendo un<br />

-106-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

fracaso. Indago y vemos que ella no se siente bien<br />

con otros contactos que no sea el posible intento de<br />

coito.<br />

Me pregunta que pasaría si no tuviera pareja<br />

estable. Claramente intenta eludir cualquier<br />

propuesta de trabajo en pareja.<br />

Le pido que le informe a ella. Habla de ocultarle<br />

todo lo de la masturbación (Tarea individual que le<br />

sugerí a él).<br />

IV SESIÓN. PEPITO GRILLO<br />

Dice que está bien. Hablamos de ella y parece<br />

haber una buena actitud en relación a la masturbación<br />

(él temía que su respuesta iba a ser más bien<br />

negativa. Por lo visto ella ha leído el libro de<br />

Kaplan). Lo entendió ya que dijo “sí, claro, como en<br />

el libro...”. Intuyo que se espera que de un momento<br />

a otro pasemos al trabajo en pareja.<br />

Reconduzco el diálogo hacia la reacción de su<br />

pareja. Le animó el hecho de que ella no rechazara la<br />

idea de a masturbación (aunque no se lo dijo). Dice<br />

que cuando están en relación se “revoluciona”. En los<br />

ejercicios dice estar muy bien y que lo percibía<br />

todo.<br />

El inicio de las relaciones parece ir bien. Ella<br />

pregunta por el tiempo y no ve nada tangible (esta<br />

actitud de ella me desconcierta ligeramente).<br />

V SESIÓN. PEPITO GRILLO<br />

Sigue con su prisa de ver algo en concreto y<br />

empieza por esto.<br />

-107


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Ella el sábado le pidió hacer el amor saltándose<br />

la prohibición. Le dijo “Si no sale no pasa nada”. Él<br />

dice que no se lo cree y tuvo miedo a intentarlo.<br />

Dice que ella se quedó chafada y le dijo “cuando<br />

te veas preparado me avisas”. Por lo visto, a ella se<br />

le está haciendo largo: “hasta ahora no ha servido de<br />

nada”. El comparte la sensación de no ver nada<br />

tangible.<br />

Le pido que me diga como la ve. Dice que no sabe.<br />

La ve cambiante y por momentos. Habla de que ella<br />

también sufre el problema y que se viene abajo. Como<br />

estrategia le pido que agradezca y valore<br />

explícitamente todo el esfuerzo y paciencia que ella<br />

está desplegando en esta situación.<br />

El habla de su miedo a perder la erección o<br />

eyacular pronto y del malestar por parte de ella al<br />

sentirse decepcionada.<br />

No ha habido contacto sexual, pero califica la<br />

relación de cálida.<br />

A Raíz del episodio del sábado él siente que tiene<br />

miedo y que le falta confianza en si mismo. Además<br />

tampoco se fía de ella.<br />

Me pregunta sobre medicaciones y sigue haciendo<br />

deliberaciones a cerca de un planteamiento<br />

individual. No sé si hay algo que desconozco.<br />

VI SESIÓN. PEPITO GRILLO<br />

Le dimos una hoja de ejercicios para que la leyese<br />

con ella. No le enseño la hoja de los ejercicios,<br />

sino que lo contó a su manera. Sí que le agradeció su<br />

colaboración (propuesta terapéutica).<br />

-108-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Ella se animó en los ejercicios e incluso lo<br />

demandó. Él, como siempre pensó que no le iba a<br />

agradar; pero, no fue así. Discuto esto con él. Sus<br />

temores y la reacción de ella.<br />

Se queja de que ella es imprevisible. Y que a<br />

veces reacciona de manera negativa; pero a la vez ve<br />

que se ha equivocado.<br />

En cuanto al coito no hubo demanda explícita como<br />

la otra vez. No se quedó contrariada por ello. Ella<br />

reinterpreta la dificultad de él “miedo al coito”.<br />

Quiere que él me lo trasmita.<br />

Ella tiene la expectativa de que ya toca relación.<br />

Yo veo que él está verde. Sigue con cuestiones de<br />

ocultamiento. Entre sus temores y las “exigencias” de<br />

ella. Me muevo en un terreno delicado y trato de que<br />

él vea que ella le tiene que dar tiempo en su<br />

proceso.<br />

Levanto unilateralmente la prohibición de coito<br />

sin el conocimiento de ella. Doy por hecho que si no<br />

sale entraba dentro de lo previsto (paradoja).<br />

VII SESIÓN. PEPITO GRILLO<br />

Dice que mal. “Peor imposible”. Ese fue uno de los<br />

motivos por los que cambió la cita.<br />

“La semana pasa ella se insinuó y yo me acojoné.<br />

Vi que no iba a poder. Ella se dio cuenta que eludía<br />

la relación y no le gustó se enfadó bastante”. Dice<br />

que ella empezó a gritar y despotricar. “No puedo<br />

más, estoy harta, no puedo seguir, hace falta una<br />

decisión definitiva...”.<br />

Ella no sabe que hoy él está aquí y cree que ha<br />

abandonado la terapia.<br />

-109-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

La solución que ella propone es intentarlo e<br />

intentarlo hasta que salga. Él sabe que si lo intenta<br />

no va a salir bien y ella se agobiará. Dice que<br />

necesita “algo”, algún producto que le levante.<br />

Dice explícitamente que tiene miedo. Le digo a qué<br />

“De que no vaya a salir, de que no se me levante, de<br />

que si se levanta me corra”.<br />

Actualmente está en actitud de rehuir la relación<br />

sexual. Ella está cansada y considera que la<br />

situación es insostenible.<br />

Repite que necesita algo y que está en un<br />

ultimátum. (Por otro lado dice que la entiende).<br />

La vía de psicoterapia está cerrada (si alguna vez<br />

ha estado abierta; porque nunca se han cumplido los<br />

requisitos mínimos).<br />

Le digo que me reuniré con el equipo médico y le<br />

daremos una alternativa el próximo jueves<br />

REFLEXIONES TERAPÉUTICAS<br />

Este caso es un ejemplo claro y contundente de<br />

fracaso terapéutico. Podríamos empezar a hacer<br />

atribución externa: “Nunca se cumplieron nuestras<br />

propuestas y jamás se pudo encuadrar el trabajo<br />

dentro de un formato terapéutico”. ¡Pamplinas!<br />

Estamos aquí para reflexionar. Así mismo podríamos<br />

satanizar la actitud de ella como de boicoteadora y<br />

claramente impotenciadora. Otra vez ¡Pamplinas!<br />

Es él quien viene a consulta y sobre él deben<br />

recaer nuestras reflexiones, dado que sobre él es<br />

sobre quien tenemos que centrar nuestros intentos de<br />

cambio. Más allá del fracaso de nuestras propuestas<br />

-110-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

terapéuticas, que han quedado suficientemente claras;<br />

en aquella época también considerábamos que la<br />

actitud de ella era claramente cuestionable. Primero<br />

porque se negaba a acudir a terapia, y segundo,<br />

porque a la par que exigía (necesitaba resultados)<br />

bloqueaba toda estrategia encaminada a conseguirlo.<br />

Todo esto que en el plano objetivo podría tener<br />

una cierta lógica, no es tan simple como nos lo<br />

parece, al menos, años más tarde. Desde la consulta,<br />

hasta la fecha en que escribimos estas letras han<br />

transcurrido 7 años. En el plano terapéutico, nuestro<br />

planteamiento sexológico ha ido más allá de la<br />

aplicación de los protocolos tradicionales; y aún no<br />

teníamos disponibles los conceptos de sexación.<br />

Tampoco en aquella época estaba disponible el<br />

Sildenafil (Viagra).<br />

En lo que respecta a él, hay una clara deficiencia<br />

en lo que hemos venido en considerar valores<br />

masculinos: la competitividad; la necesidad de<br />

rendir-cumplir; la resistencia (como tolerancia a la<br />

frustración); la preferencia por la iniciativa y el<br />

deseo sexual explícito (todo esto que de forma simple<br />

y sin duda incompleta se podría denominar<br />

asertividad).<br />

Él ha renunciado a la competitividad, se niega a<br />

jugar; porque la necesidad de cumplir tal vez dé como<br />

resultado perder; ante esa posibilidad ya no tiene<br />

“resistencia” con la que tolerar la frustración, y al<br />

final su deseo está en las antípodas de la<br />

explicitud, evidencia que supone en el sentido<br />

intersexual, toda demanda erótica masculina.<br />

Ella podría ser responsable de estas<br />

circunstancias; pero no es, ni más ni menos, que<br />

parte del bucle. Años después creemos estar en<br />

disposición de entender mejor su postura. Ella está<br />

pidiendo (implícitamente) que pierda el miedo, el<br />

miedo a ella (el deseo y el miedo son los polos<br />

-111


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

opuestos del mismo continuo), que se atreva, que ose;<br />

y él cree que ella está centrada en los resultados;<br />

“que se levante”; cuando probablemente su énfasis<br />

está en “que me busque”, “que me desee”, “que se<br />

atreva”, “que se le note”...<br />

No cabe duda que en un plano implícito puede<br />

resultar absolutamente frustrante para su feminidad,<br />

el tener que hacerse cargo también de la resolución<br />

de su masculinidad. Cuando curiosa y paradójicamente,<br />

ese movimiento acaba con la catalogación de<br />

masculinidad, y en dialéctica inherente a su propia<br />

relación, con su feminidad. Ella quiere ser mujer; y<br />

sólo lo logrará si él es hombre. El no es “hombre”,<br />

y ella debería ayudarle a serlo; pero en ese caso, él<br />

ya no sería suficientemente hombre, dado que es ella<br />

quien se hace cargo; y por tanto ni él es hombre, ni<br />

ella mujer.<br />

Años después, vemos que su “ayuda” (de ella a él)<br />

se tendría que haber enfocado respetando su<br />

feminidad. Es decir, su presencia era condición "si<br />

ne qua non" y él quedaba a expensas de su<br />

disponibilidad.<br />

Tal vez deberíamos haber “movido” el bucle que de<br />

forma continua mejorara la masculinidad y la<br />

feminidad de ambos. Deberíamos haber enfocado el tema<br />

por elevar sus valores masculinos, su masculinidad,<br />

sobre todo en la demanda erótica.<br />

Relativizar el temor al fracaso ante el placer de<br />

jugar. Que él se viese a si mismo más hombre para que<br />

ella lo viese también más hombre (sexación<br />

calificativa) y en esa dinámica sentirse más mujer.<br />

Este era el bucle que no fuimos capaces de ver. No<br />

queremos decir, como avisábamos al principio del<br />

texto que tengamos claras las estrategias para<br />

lograrlo; pero al menos tenemos claros los posibles<br />

objetivos.<br />

-112


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Hoy en día centraríamos el tema en un mayor nivel<br />

de competitivad en él, de eliminar sus temores, de<br />

asumir con contundencia su rol de hombre, con la<br />

inevitable incertidumbre que este rol supone, más en<br />

el plano erótico. En suma, autosexación calificativa.<br />

Así mismo (aún cuando está todo en la misma línea)<br />

sugeriríamos movimientos para que su feminidad se<br />

viera más reforzada (también sexación calificativa)<br />

por parte de él; lo que sin duda devolvería una<br />

imagen a él de “más hombre”.<br />

Simplificando mucho. La erótica es la parte<br />

atávica, y aquí la igualdad tal vez es innegociable.<br />

Aún cuando el sujeto pueda o no reflexionar de forma<br />

consciente sobre ello. Ella debe ser deseada y el<br />

debe asumir el control de la situación. Ella quiere<br />

ser mujer, no su madre, o su amiga. En eso se<br />

distingue una pareja de otras relaciones; en el<br />

componente erótico.<br />

Él debe entender que sus dudas, pasividad y falta<br />

de carácter son algo que con templanza, deben a pasar<br />

a un segundo plano, en la interacción erótica con<br />

ella.<br />

En casi todos los ámbitos es ella la que decide y<br />

actúa de forma protagonista en la pareja; en el<br />

erótico, ella se niega a seguir esas pautas y quiere<br />

ser mujer. Tal vez se puedan tener ladrillos<br />

transexuados; pero ella es eróticamente mujer y él<br />

tendrá que asumir la situación en toda su dimensión.<br />

Hablando de forma incorrecta: Ella quiere ver un<br />

hombre, que no la tema, que la domine, que se la<br />

folle, que la desee; y él se caga sistemáticamente.<br />

Aunque nuestros comentarios están ceñidos a la erótica, tal vez en otros<br />

planos de la convivencia en los que ella es más masculina, si jugarán a otros juegos<br />

antes de llegar a la erótica, ayudarían también.<br />

El objetivo es pues mejorar la sexación. En todas sus vertientes y niveles.<br />

Autosexación, en el y ella; y alosexación en él y en ella. Subiendo su masculinidad<br />

mejorará su feminidad. En estos momentos su sexación calificativa es deficientísima<br />

en ambos.<br />

-113-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Ser hombre es aprender a vivir en el filo. El deseo de jugar por encima del<br />

miedo a perder (Aún cuando perder sea una posibilidad real).<br />

Terapéuticamente, la propuesta sería trabajar en la erótica, pero no tanto en<br />

los resultados (tareas concretas amatorias, con la erección de medidor), sino en las<br />

percepciones sexuadas (sexación) de uno al otro y hacia uno y una misma.<br />

Introduzcamos, por ejemplo, una variante en el sexo de los componentes ante<br />

la misma disfunción.<br />

Como decíamos más arriba, lo relevante no era tanto el pene, sino la identidad<br />

de ese hombre y esa mujer en interacción. Pero en parejas homosexuales, la<br />

interacción no es entre un hombre y una mujer; sino entre dos hombres. Y aquí la<br />

realidad es otra bien distinta. ¿Porqué?. Porque el foco de entrada no es la<br />

disfunción, sino el sexo; y ahora el sexo de uno de los componentes de la pareja es<br />

otro; y la realidad que de ello se desprende es otra bien distinta.<br />

Ya apuntamos, que la mal llamada terapia sexual y de pareja, tiene un claro<br />

sesgo heterosexual y esto se pone de manifiesto en el trabajo con homosexuales. La<br />

disfunción eréctil en homosexuales no se resuelve con los formatos terapéuticos<br />

habituales. Estamos avisando porque las diferencias son abismales.<br />

Primero, porque lo homosexuales varones, tienen unos esquemas de acceso<br />

al contacto erótico absolutamente diferentes a los que encontramos en el ámbito<br />

heterosexual. A pesar de que en ocasiones pueden tener interiorizado como deseable<br />

el modelo de pareja “heterosexual”, y a veces lo intentan adaptar a sus convivencias<br />

“homosexuales”; algo que, sinceramente, no funciona, al menos de forma<br />

generalizada. Es decir, los paralelismos ya no sirven (ha cambiado el sexo de uno<br />

de los componentes).<br />

-114-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Fig 25<br />

A pesar de las tonterías que se dicen en torno a los homosexuales, creemos<br />

cada día con más firmeza que estos son “los más hombres, de todos los hombres”,<br />

al menos en el plano erótico. La seducción entre hombres es absolutamente<br />

diferente al ámbito heterosexual (y apurando más, allí donde uno de los elementos<br />

sexuados es mujer: heterosexualidad y lesbianismo): Directa, no tan sutil y con<br />

acceso a la relación erótica en formato mucho más breve.<br />

Tal vez es como muchos hombres heterosexuales desearían que fuesen las<br />

relaciones con las mujeres; pero no se puede (siempre) y se paga el peaje de la<br />

seducción (generalmente gustoso, ¡cuidado!, el resultado merece la pena y por tanto<br />

no es en líneas explícitas una pesada carga. Además, en él se obtienen beneficios<br />

añadidos como es la propia adulación que se recoge y lo “habilidoso” que se siente<br />

uno ante el “avance” de las jugadas).<br />

Pero… ¿y si alguien nos dijese que a pesar de lo gratificante del juego, se<br />

podría obtener el mismo resultado y meta sin pasar por el trance del juego? Tal vez<br />

-115-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

entonces la cosa cambiase. Y es en esta “nueva” dinámica intersexual donde se<br />

mueve la erótica homosexual masculina.<br />

Por esta y otras razones, la cronología de trabajo terapéutico está invertida.<br />

Las parejas heterosexuales van afianzándose y tras un periodo acceden a la relación<br />

erótica; las parejas homosexuales 59 entran en contacto erótico antes y en función<br />

de cómo este vaya se establecerán las parejas. Es decir, el paso no es de la atracción<br />

y afectividad al contacto erótico; sino de la atracción al contacto erótico y tras este<br />

a la posibilidad de afectividad 60 . Como decía uno de nuestros clientes<br />

homosexuales aquejado de disfunción eréctil e imposibilidad de coito anal<br />

receptivo: "te enamoras follando; no follas porque te has enamorado". Y eso eleva<br />

a la enésima potencia, en función de las expectativas (querer enamorarse y tener<br />

pareja estable, por ejemplo) la ansiedad de ejecución.<br />

Los heterosexuales vienen (no siempre; pero intentamos que vengan) en pareja<br />

a resolver su disfunción. Los homosexuales vienen a resolver su disfunción para<br />

poder tener pareja 61 . Por tanto, el formato a “dos” es casi siempre “utópico”. Algo<br />

que para nada sucede con las parejas de lesbianas, en el caso de que por cualquier<br />

cuestión sea preciso un abordaje en pareja. Cuando viene ella, no suele haber ningún<br />

problema para que venga la otra, pero claro, son dos mujeres y, por tanto, el sexo<br />

ha variado.<br />

Pero volvamos a los varones homosexuales. Si nuestros clientes no funcionan<br />

“estarán perdiendo definitivamente oportunidades”. La dinámica en la que los<br />

hombres se meten ante la “ansiedad de ejecución” es más intensa si cabe cuando el<br />

homosexual quiere (o llegado a una edad ya siente la necesidad de) establecer una<br />

pareja más estable.<br />

59 Convendría no perder de vista el factor “edad”, dado que, según nosotros, introduce<br />

modificaciones en las pautas de acceso a la erótica y en la búsqueda y expectativas de vida<br />

en pareja. Al menos terapéuticamente, observamos un “cambio” a partir de los 30 años,<br />

aproximadamente.<br />

60 De todos modos estamos observando que muchas parejas heterosexuales jóvenes de hoy<br />

(por debajo de 30), también se mueven con estos esquemas. Lo cual pone de manifiesto la<br />

diferencia entre los formatos en asesoramiento y terapia. Podríamos concluir que los varones<br />

heteros cuando son jóvenes y tomando en cuenta algunas pautas actuales de relación, se<br />

encuentran en situaciones similares a las expuestas para las parejas heterosexuales.<br />

61 Abriendo un paralelismo, las lesbianas raramente me llegan por dificultades en el<br />

“contacto” (a mi no me ha llegado ningún caso) y la ansiedad de ejecución (bendita<br />

identidad femenina, -“envidia cochina”, lo reconozco) no se evidencia en ellas. Tal vez<br />

lleguen por dudas en su propia orientación y algún caso he tenido de Inhibición del deseo,<br />

pero más adelante hablaremos de ello.<br />

-116


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Es preciso pues, cambiar el foco de la disfunción eréctil al hombre; del<br />

problema al sexo. Y este hombre, en sus posibles interacciones con los otros (dos)<br />

sexos hombre o mujer. Lo central ya no será la disfunción, sino este sexo en<br />

relación a otros sexos. Cambiemos pues el foco de los genitales al sexo.<br />

Es curioso como terapéuticamente aún nos movemos en el primer paradigma,<br />

el del “locus genitalis”, o a lo sumo en una derivación menos radical el “locus<br />

corporalis” 62 ; pero aún no en el paradigma moderno del “locus sexualis”.<br />

Caso. POPEYE. 2002<br />

Formato de terapia privada.<br />

Perfil:<br />

32 años.<br />

Trabaja de administrativo. Trabajo de presión y<br />

tensión. Le cuesta desconectar.<br />

Sin pareja ni hijos. Vive solo.<br />

Buena salud, en general.<br />

Construcción del Problema :<br />

“Soy gay”.<br />

“No me empalmo”.<br />

En pareja no lo consigue; con la masturbación algo<br />

mejor. Le sucede desde hace 4 o 5 años.<br />

62 Licencia literaria con el “permiso” de Amezúa, E.<br />

-117-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Hacemos un poco de historia y recordamos la<br />

primera vez en que no se produjo la erección.<br />

Al levantarse dice que tiene algo de erección.<br />

Viene ahora porque le apetecía tener una historia<br />

y se rompió por la cuestión de la pérdida de<br />

erección.<br />

Lo tiene presente en todo momento y está pendiente<br />

del pene.<br />

Causa: No lo sabe. Se debate entre físico y<br />

psicológico.<br />

Se siente con falta de confianza.<br />

De todos modos dice que a nivel personal se siente<br />

más confiado (pasó hace poco una etapa de crisis<br />

personal, de la que se siente muy recuperado).<br />

Se plantea si esto (la disfunción eréctil) tiene<br />

solución o no.<br />

Soluciones intentadas :<br />

“Nada”.<br />

“Buscar otras alternativas”.<br />

No parece haber excepciones.<br />

Observaciones :<br />

No sabe si todo esto le ha limitado a la hora de<br />

tener relaciones. Aunque más adelante, o en otras<br />

sesiones, veremos que claramente ha sido así.<br />

-118-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Me cuenta el último fin de semana del “fracaso”.<br />

Dice que fue horroroso, habla de situación de<br />

angustia que precipitó la ruptura.<br />

Le parece normal la ruptura por su falta de<br />

erección. Entiende la relación causa-efecto como<br />

totalmente lógica, dentro de su esquema mental.<br />

Observaciones :<br />

Le explico el cuadro de ansiedad de ejecución en<br />

que se encuentra.<br />

La incertidumbre de curarse o no, problematiza<br />

hasta la masturbación y se pone a prueba.<br />

Nos proponemos como objetivo terapéutico la<br />

necesidad de cambiar la disposición con la que accede<br />

a la relación o a la masturbación.<br />

II SESIÓN. POPEYE<br />

Se fue sin expectativas. Aunque algo más animado<br />

de cara a la solución; lo considera un primer paso.<br />

En el “tema” ha pensado más o menos igual, pero se<br />

ha sentido más tranquilo: “Se supone que tengo un<br />

apoyo”<br />

De la prohibición (de coito) no se acordó; en el<br />

sentido de que no lo echó mucho en falta<br />

La situación anímica general es buena. Se plantea<br />

el futuro de otro modo.<br />

No se aventura a intentar nuevas relaciones por<br />

el tema de la erección. El hecho de los fallos<br />

acumulados le va limitando.<br />

-119-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

“En el mundo gay, es el sexo el que da pie a pasar<br />

al afecto y no a la inversa”.<br />

Dice que esta es la pauta de su mundo.<br />

Ante esta tesitura valoramos la posibilidad de apoyo<br />

farmacológico.<br />

REFLEXIONES TERAPÉUTICAS<br />

Enfocar esta demanda desde los protocolos<br />

tradicionales, hará que el fracaso esté garantizado.<br />

En caso de hacerlo deberíamos empezar por prohibir el<br />

coito e iniciar propuestas a realizar en pareja. Por<br />

aquí no tenemos mucho camino por recorrer.<br />

Aún cuando la dinámica de la erección es claro que<br />

mejora disminuyendo la ansiedad de ejecución; este<br />

objetivo es posible en el corto plazo dentro de<br />

parejas estables y de matiz heterosexual. En este<br />

caso, ambas circunstancias están ausentes. Resumiendo<br />

mucho, en el ámbito heterosexual se busca la calma,<br />

para a partir de ahí ir a los resultados: encuentro<br />

no exigente, focalizaciones, pérdida y recuperación<br />

de la erección, aproximación al coito, etc…En la<br />

mayoría de usuarios homosexuales, el camino a<br />

recorrer es justamente el inverso: conseguir<br />

resultados nos llevaría a tener calma.<br />

Nuestras propuestas terapéuticas deberán tener en<br />

cuenta las peculiaridades del contacto erótico entre<br />

hombres homosexuales. Además en este caso se está<br />

agravando, dado que esta limitación cierra<br />

posibilidades de expansión de cara a las relaciones<br />

futuras del sujeto. Tener pareja ayudaría a resolver<br />

el problema; pero si no se resuelve el problema, no<br />

tendrá pareja (y esto, siguiendo su esquema de<br />

-120-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

pensamiento, no porque nosotros lo afirmemos<br />

taxativamente).<br />

Aún cuando desde un análisis superficial se podría<br />

pensar, que nos preocupan más los síntomas que las<br />

causas; no estamos hablando de situaciones lineales<br />

sino circulares. Es decir, nuestra prioridad en el<br />

sentido cronológico es que “consiga” una erección;<br />

nuestro apoyo debe estar en garantizar este extremo<br />

para, a partir de ahí, comenzar a retomar toda la<br />

situación.<br />

En formato pareja, algo que está fuera de nuestras<br />

posibilidades, hubiese sido posible conseguir<br />

erecciones buenas y a voluntad a nivel individual y<br />

también lo suficientemente buenas en pareja en<br />

situaciones alejadas al coito, para en la medida de<br />

la mejora, ir acercándose paulatinamente al coito.<br />

Sólo desde ese extremo (saberse y sentirse capaz<br />

de tener erección) el usuario estará en disposición<br />

de abordar de forma más segura y confiada los<br />

contactos y relaciones, que son la vía previa y sine<br />

qua non, para poder establecer una relación más<br />

estable en el futuro.<br />

En el sentido erótico esta vía de trabajo está<br />

clara: conseguir resultados para tener calma; y a<br />

partir de ahí facilitar sus “movimientos”. Más allá<br />

del nivel erótico; pero siguiendo en el plano sexual,<br />

es interesante relativizar la valoración de “fracaso<br />

o éxito” vital en la medida en la que tenga y<br />

mantenga (o no) una pareja estable en el plano<br />

afectivo convivencial.<br />

En primer lugar, y ante la posibilidad de que esa<br />

situación no se logre, debemos confrontar al usuario<br />

con posibilidades de vida más allá de ese modelo.<br />

Parece que este extremo está muy interiorizado en<br />

personas que, en torno a la treintena, aún no han<br />

estabilizado su vida afectiva (si por estabilizar<br />

entendemos el tener una pareja estable).<br />

-121


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

En segundo lugar, debemos entrar en la dialéctica<br />

de los deseos personales y las expectativas sociales<br />

interiorizadas. Concretando, el modelo de pareja<br />

estable es más difícil entre hombres. No porque sean<br />

homosexuales, sino porque no son mujeres.<br />

La experiencia nos indica, que allí donde hay una<br />

mujer: heterosexualidad y lesbianismo; la seguridad<br />

emocional y la estabilidad son un factor determinante<br />

en la escala de valores (también en el hombre; pero<br />

en menor grado). La negociación de las expectativas<br />

de él y de ella, acaba dando resultados diferentes,<br />

cuando la negociación es entre las expectativas de él<br />

y de él. En pura lógica su esquema de prioridades es<br />

más similar entre ellos; y al tener “prioridad más<br />

baja”, lo más probable es que la realidad guarde<br />

coherencia con ello.<br />

Se trataría de entender de forma adecuada, el<br />

bilingüismo que supone toda relación sexual. Tal vez<br />

el modelo de pareja estable heterosexual sea el<br />

dominante y deseable; pero es imposible mantenerlo,<br />

con los mismos rasgos definitorios, cuando son dos<br />

hombres los que componen esa relación. Y no se trata<br />

de bajar las “expectativas” de nuestros usuarios;<br />

antes al contrario. Lo que pretendemos es adecuar las<br />

“expectativas” a las posibilidades; y entre las<br />

posibilidades no cabe la de dejar de ser hombre (ni<br />

andrerasta). Todo esto forma parte de la personalidad<br />

sexual del sujeto; y como decíamos más arriba,<br />

nuestro objetivo deber ir de conocerse, a aceptarse<br />

y de ahí a gestionarse.<br />

-122-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

EL <strong>HOMBRE</strong> (y la mujer) “EN” <strong>LA</strong> EYACU<strong>LA</strong>CIÓN PRECOZ 63<br />

En la eyaculación precoz hay matices diferenciales en lo referido a la<br />

identidad de hombre y mujer; y, aunque pueda resultar paradójico, estos no afectan<br />

tanto a la identidad de ella, como a la de él. Algo que en la disfunción eréctil<br />

heterosexual afectaba también claramente a ella.<br />

Fig 26<br />

Ella podrá problematizar la situación, en la medida que demande nuevas<br />

metas eróticas; pero no afecta a su identidad de mujer en la misma medida que sí<br />

lo hace la disfunción eréctil.<br />

63 Animamos al lector a conocer la reciente obra de SECO VÉLEZ, K. (2002), Eyaculación<br />

precoz. Revisión conceptual e investigación clínica, Revista Española de Sexología, nº 113-<br />

114<br />

-123-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

En ese caso ella no era lo suficientemente excitante; y en este caso lo es<br />

suficientemente (incluso, si cabe excesivamente). Por tanto, la autosexación de ella<br />

no tiene por que ser determinante, en principio.<br />

Pero él sí que vive cuestionada la suya propia. Su sexación está en cuestión,<br />

y en este plano tanto ella como él tienen margen de maniobra. Dado que es una<br />

cuestión de autosexación, y también puede serlo de sexación social (sobre todo de<br />

su pareja).<br />

Fig 27<br />

El hombre, de forma fundada o infundada, se siente responsable del devenir<br />

de la relación erótica. La eyaculación precoz lo pone ante la inhabilidad, sobre todo<br />

para satisfacer a ella (también a él, pero curiosamente esto les preocupa menos); y<br />

por tanto su imagen de hombre eróticamente hábil y valioso está claramente<br />

deteriorada.<br />

Más allá de ejercicios perceptivos encaminados a la mejora del control<br />

eyaculatorio, debemos trabajar una sexación más intensa de él en tanto hombre. Y<br />

-124-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

en esto, la vía de trabajo está en él (sexación propia); pero también en ella<br />

(alosexación).<br />

En ella, la eyaculación precoz de él, no cuestiona su valía de mujer por<br />

eyacular pronto, antes al contrario, es tan excitante que él es incapaz de controlarse.<br />

La identidad no está en juego, al menos en la sexación de ella; pero sí la de él.<br />

Por tanto, debemos relativizar y ayudar a sexar con más contundencia. No<br />

estamos ante inhabilidad, sino ante azar. Nos explicamos. Imaginemos que ella llega<br />

al orgasmo pronto ¿Es un problema? ¿Llegarían a consulta? ¿Ante qué nos pone la<br />

evidencia de la eyaculación precoz?... Ante la imposibilidad de continuar el coito,<br />

y ante la perdida de erección por el período refractario. Esta misma situación,<br />

sexuada a la inversa no sería un problema, dado que la ausencia de periodo<br />

refractario en la mujer no inhabilita para el coito. Pero no estaría de más preguntarse<br />

¿Cuál era el objetivo? El placer de él, el de ella, el coito, la duración de este, o la<br />

coincidencia de todo esto.<br />

Fig 28<br />

-125-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Él puede ser buen amante, como varón, ante los ojos de ella (sexación)<br />

independientemente de que eyacule pronto. Esto habrá que trabajarlo más allá de<br />

los segundos o minutos que se tarden en eyacular 64 . Y si no nos parece ridículo<br />

hacer esfuerzos para que él le haga sentirse a ella atractiva (y por ende mujer) no se<br />

debe ridiculizar el objetivo terapéutico de que ella le haga sentirse a él<br />

(independientemente de su eyaculación) amante hábil y gratificante para ella (y por<br />

ende hombre).<br />

Recordemos de nuevo, que la terapia sexual no es ni más ni menos que ejercer<br />

unos efectos androgenizantes o ginizantes cuando no se está produciendo un<br />

resultado (suficientemente) sexuado. La terapia busca restablecer, en positivo, la<br />

lógica de sexuación. La terapia será por tanto un facilitador de la lógica de<br />

sexuación, convirtiéndose en el agente sexuante o el facilitador de estos.<br />

En la eyaculación precoz deberemos hacer especial hincapié en los<br />

andrógenos. Aumentarlos o posibilitar que estos tengan una acción más<br />

contundente. Es decir, que faciliten un resultado sexuado en masculino más rotundo.<br />

Y esto habremos de trabajarlo desde él y desde ella (en caso de que se trate de una<br />

pareja heterosexual).<br />

CASO. PINOCHO Y TURQUINA. 2000<br />

Formato de terapia privada.<br />

Perfil:<br />

Pinocho.<br />

41 años<br />

Trabaja en un comercio.<br />

Ninguna enfermedad destacable. Hace 10-11 años tuvo<br />

una depresión que duró 1 año y medio.<br />

64 Sin duda que alguna técnica de “focalización sensorial” (o “placereado”, según la<br />

traducción) lo puede lograr o facilitar; pero tenemos nuestras dudas de que se “prescriba”<br />

con ese fin, el de la “sexación”.<br />

-126-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Turquina<br />

39 años<br />

Trabaja en casa.<br />

Viven juntos hace 17 años. Novios de siempre.<br />

Un hijo de 16 y una hija de 11 (tienen que dar<br />

excusas para venir).<br />

Construcción del problema :<br />

EL: “no puedo eyacular cuando es mi deseo. Si ella<br />

se mueve no me puedo controlar“<br />

Está insatisfecho por ella y por él, aunque<br />

matiza: “Me daría igual si ella consiguiera el<br />

orgasmo en el coito”.<br />

EL<strong>LA</strong>: “Si nota que tengo ganas no dura”.<br />

Si no la ve excitada aguanta más. Antes le pasaba<br />

menos, cree que más desde hace dos años más<br />

Ella dice que le pasa de siempre. Que esta<br />

obsesionado con que le deja a dos velas. Ella está<br />

claramente insatisfecha. A él le sabe muy malo. Lo<br />

sufre.<br />

Ella a veces se cabrea porque no siente nada. No<br />

se puede mover, no se puede mostrar activa y necesita<br />

movimiento, hacer lago en la relación, no ser un<br />

manta.<br />

Tiene presente el fracaso y la certeza de que le<br />

va a suceder.<br />

-127-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Soluciones intentadas :<br />

Juegos amorosos y penetrarla en el momento álgido.<br />

“Pellizcarme, producirme dolor para abstraerme de<br />

las sensaciones”.<br />

Ella: quedarse quieta.<br />

Observaciones :<br />

Hablamos del orgasmo con la penetración que parece<br />

ser el objetivo de ella.<br />

Parece que está cerrada en correrse con la<br />

penetración, más que en otras cosas.<br />

Ella ha llegado a fingir. Esta información se<br />

maneja por primera vez en consulta.<br />

Milagro y Cambio mínimo :<br />

Ella:<br />

Ser algo más que un mueble.<br />

No tener que estar quieta.<br />

ÉL<br />

Si al ponerme no eyaculo y aguanto más.<br />

Mejor predisposición.<br />

Alcanzo el placer con intensidad.<br />

Verla que ha sentido placer y que está a gusto.<br />

Que ella llegue al orgasmo (70-80% de las veces).<br />

-128-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

El consideraría que la situación está mejorando<br />

si:“tengo la sensación de que empiezo a dominarme.<br />

Puedo dominar mis sensaciones”<br />

Continuidad :<br />

Le prohíbo las relaciones sexuales y habrá que<br />

trabajar en dos vías. Que ella sepa tener orgasmo y<br />

que él controle la eyaculación.<br />

Además habrá que hacer explicación del<br />

diagnóstico.<br />

II SESIÓN : PINOCHO Y TURQUINA<br />

Valoramos la prohibición de coito. Ella ha estado<br />

más tranquila y no lo ha echado en falta. Él lo echó<br />

en falta los 2 o 3 primeros días, pero después nada.<br />

Más tranquilo por no tener que hacer nada.<br />

Hablamos de sus fingimientos en la relación<br />

sexual.<br />

Ella sigue centrada en la penetración. No parece<br />

que muchas veces hayan tenido orgasmos antes de la<br />

penetración y ella parece más centrada en el coito.<br />

Iniciamos las propuestas habituales en la<br />

eyaculación precoz: focalización<br />

sensorial.<br />

III SESIÓN : PINOCHO Y TURQUINA<br />

Él se sigue poniendo nervioso ante la relación<br />

sexual. Parece que tiene un nivel importante de<br />

ansiedad ante el contacto con su mujer. Lo nota sobre<br />

todo antes de empezar.<br />

-129-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Vuelvo a repetir el diagnóstico y marcamos nuevas<br />

tareas: Eyaculación con parada y arranque.<br />

Si todo va bien pasaremos a reducción de ritmo.<br />

IV SESIÓN : PINOCHO Y TURQUINA<br />

A nivel de convivencia las cosas van en general<br />

muy bien. Los consideramos una pareja bien asentada.<br />

Él dice que sigue la sensación de tensión antes de<br />

la relación sexual. Algo menos con los ejercicios que<br />

en la relación sexual. Parece que en la relación<br />

sexual le pone nervioso el miedo al fracaso.<br />

Ella en la relación le nota que se pone nervioso,<br />

pero cree que en los ejercicios no lo está tanto.<br />

Parece que para ella es llevadero aunque a veces<br />

pueda ser duro.<br />

Han hecho los ejercicios con parada y arranque muy<br />

bien. Pasamos a la fase de reducción de ritmo.<br />

Si todo va bien empezaremos con parada y arranque<br />

en la vagina, controlando lla el movimiento.<br />

V/ VI SESIÓN : PINOCHO Y TURQUINA<br />

Valoramos de nuevo el buen tono de pareja y a<br />

partir de ahí analizamos las propuestas que les<br />

hicimos la sesión anterior.<br />

Parece que los ejercicios han ido muy bien. Los<br />

han hecho unas 4 o 5 veces y duran en torno a 25<br />

minutos.<br />

Aún sigue notando cierta tensión antes de las<br />

relaciones sexuales.<br />

-130-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Pasamos al coito, 2 veces, con parada y arranque,<br />

y después reducción de ritmo.<br />

VII SESIÓN : PINOCHO Y TURQUINA<br />

Empiezan diciendo que no muy bien (hasta esta<br />

sesión hemos ido avanzando sin mayor problema)<br />

Dice que no se puede reducir el ritmo y que hay<br />

que parar.<br />

1º vez fue bien.<br />

2º vez desastre.<br />

3º bien<br />

Última, desastre.<br />

Parece que si ella está excitada entonces el no<br />

aguanta. Él está agobiado con esta situación y le<br />

tiene un tanto bloqueado. Dice que es psicológico.<br />

Sigue con la sensación de nervios, valoramos la<br />

posibilidad de ayudarle con medicación. Parece que él<br />

se desanima y como se cabrea por su desánimo, de<br />

rebote ella también está mal.<br />

Les intento animar y les digo que se avanza en<br />

dientes de sierra.<br />

VIII SESIÓN : PINOCHO Y TURQUINA<br />

Él empieza diciendo que todo igual. Es decir,<br />

cuando ella se excita “se acabó; lo noto y se acabó”.<br />

Parece que si ella muestra deseo él tiembla. Le<br />

animo a que sea egoísta y que le dé igual. Le ayudo<br />

con medicación.<br />

-131-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

IX SESIÓN : PINOCHO Y TURQUINA. 5 de Julio de 2000<br />

Pinocho dice que bien. Se encuentra más relajado<br />

cuando se ponen a hacer cosas. Ya no se pone tan<br />

nervioso al verle a ella excitada.<br />

Parece que cambia su sensación interior de pensar<br />

en disfrutar, más que en cumplir. Parece que en la<br />

relación sexual él ha aguantado más tiempo.<br />

Ella dice que ha cambiado. Estos días aguanta más.<br />

“Como para que yo me sienta bien”. Tuvieron orgasmos<br />

al mismo tiempo y esto supuso una satisfacción<br />

interior.<br />

X SESIÓN : PINOCHO Y TURQUINA. 18 de Julio de 2000<br />

Turquina dice que ella no tiene ganas.<br />

Parece que se ha mejorado mucho el tema de la<br />

eyaculación precoz pero ella no tiene ganas. Habrá<br />

que valorar la satisfacción y el deseo de ella.<br />

Estamos en proceso de eliminar el apoyo de<br />

medicación.<br />

Tras varias sesiones de estancamiento, flota la<br />

sensación de “atasco” y “punto muerto”. Vuelven,<br />

con recaídas, aunque la demanda sea de ella, en<br />

relación a su deseo y satisfacción.<br />

REFLEXIONES TERAPÉUTICAS<br />

-132-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Este es un ejemplo, en el que ajustándonos a la<br />

demanda, hay una clara mejoría; pero a efectos reales<br />

la mejoría no sirve de mucho. Se mejora en lo<br />

conductual, pero permanece inalterada la<br />

insatisfacción con los resultados. Y aunque pueda<br />

parecer presuntuoso, la ausencia del éxito<br />

terapéutico no se debe a la deficiente aplicación de<br />

los pasos previstos; y lo que es peor, ni siquiera a<br />

que estos no den los resultados apetecidos. Detrás de<br />

una eyaculación precoz no se esconde sólo una demanda<br />

temporal, si no que es vivida por un hombre y una<br />

mujer Es más, la identidad de él (y ella en su<br />

dialéctica) es lo que está en juego, antes que los<br />

minutos o segundos que se tarde en eyacular.<br />

Cumplimos la demanda de mejora en lo mecánico y<br />

conductual; pero no sirve. Esto sólo será útil si<br />

paralelamente subimos más la sexación y no tanto los<br />

segundos.<br />

Lo que está sistemáticamente en juego es la<br />

calidad de su masculinidad erótica. Su autopercepción<br />

(acentuada con la percepción de ella) de amante poco<br />

hábil, hace que su rol erótico masculino sea<br />

ciertamente deficiente, por lo que podemos concluir<br />

una baja sexación.<br />

Esta baja sexación se da en sentido auto y alo; y<br />

es la parte relacional la que viene a agravar aún más<br />

la situación.<br />

Somos conscientes de que hubiera sido necesario<br />

abrir con contundencia una nueva vía de mejora de la<br />

erótica extra-coital; pero ni él ni ella, nos lo<br />

ponen fácil, al considerar todas estas alternativas<br />

como secundarias. Al menos por esa vía hubiésemos<br />

podido explorar la posibilidad de subir la sexación<br />

de él, sintiéndose a si mismo amante hábil, con unos<br />

mensajes en coherencia por parte de ella. Pero o no<br />

pudimos o no supimos. Esta vía se convertirá en<br />

prioritaria en la segunda fase terapéutica.<br />

-133-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Los andrógenos apenas si tienen efecto; y los<br />

resultados lejos de cerrar un bucle, inhiben y<br />

anticipan el fracaso.<br />

Él no asume nada bien una particularidad inherente<br />

a la condición masculina (en cualquier plano, pero<br />

sobre todo el erótico): jugársela. Es decir, mostrar<br />

una preferencia por la iniciativa, no amilanarse ante<br />

el deseo de ella. Es lo que planteamos como templanza<br />

y resistencia, ante la posibilidad del fracaso. Que<br />

el deseo de jugar pueda o supere al temor a perder.<br />

En este sentido el bucle inherente a la erótica<br />

masculina está afectado; si bien no produce<br />

disfunción eréctil, sino pérdida inmediata de control<br />

eyaculatorio.<br />

Aunque exploramos la vía de un enfoque más egoísta<br />

de la actividad erótica, buscando con ello unos<br />

mejores resultados que facilitasen elevar el nivel de<br />

sexación; lo cierto es que dentro de la dialéctica<br />

masculina su “responsabilidad por el placer de ella”<br />

es tan fuerte que impide este punto de partida. No<br />

sólo eso, sino que el mero atisbo de las<br />

“expectativas de ella” (ligeras muestras de<br />

excitación) acaban de golpe con su control.<br />

Y no hay duda que una de las claves, no<br />

descubierta por nosotros al menos, es qué le<br />

dificulta ser egoísta: ¿Hacerlo para él? ¿Culpa,<br />

miedo…?<br />

En esta pareja, cierta intersexualidad en la<br />

demanda erótica de uno y otra hubiese facilitado las<br />

cosas. Ella parte de una centración en lo coital, se<br />

queja de lo que no sucede; pero tiene serías<br />

deficiencias a la hora de buscar de forma más<br />

independiente y autónoma su propio placer más allá de<br />

él. Y no hay duda que otra de las claves en ella,<br />

tampoco descubierta por nosotros, es qué le<br />

dificulta su felicidad sexual más allá de lo que<br />

depende de él. Es decir, mirar un poco más para<br />

adentro, en su propia biografía femenina.<br />

-134-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Un mujer con un ladrillo más azul en su expresión<br />

erótica hubiese ayudado (o quien sabe, tal vez<br />

hubiese “acobardado” más a nuestro protagonista; pero<br />

al menos ella no hubiese estado tan insatisfecha y<br />

por ende su presión y vivencia de la situación<br />

hubiese sido menos intensa); pero no se elige el<br />

perfil de las parejas. En la segunda fase<br />

terapéutica, será con ella con quien hagamos más<br />

intentos de cambio.<br />

Como contraste al caso anterior, proponemos el siguiente:<br />

Caso. SIMBA Y NA<strong>LA</strong>.2001<br />

Formato de terapia privada.<br />

Perfil:<br />

SIMBA.<br />

36 años.<br />

Ahora en paro (2 semanas), estaba en un empleo con<br />

mal ambiente. No le preocupa el hecho de no trabajar.<br />

Está haciendo un Ciclo Formativo y está contento.<br />

Pareja: Nala. Hace 6 meses. Aunque se conocen hace<br />

más tiempo.<br />

Ella está separada. Tiene dos hijos: una de 16 y uno<br />

de 14. Buena relación con ellos.<br />

Sin convivencia.<br />

-135-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Ella sabe que él está aquí.<br />

Construcción del problema :<br />

“Grandes dificultades con el coito. Mi sexo<br />

siempre ha estado condicionado por las drogas en el<br />

pasado”<br />

Dice que ha estado mucho tiempo sin relaciones<br />

sexuales. Tenía dudas de si funcionaría o no,<br />

miedos...<br />

“No controlo las sensaciones. Sobre todo en el<br />

coito. Siento un calor que me desborda”.<br />

Su pareja no le da importancia; pero él se siente<br />

mal. Aunque después matiza que ella se siente algo<br />

insatisfecha porque se lo ha dicho. Todo esto le<br />

produce angustia y le supone una gran autopresión.<br />

Lo tiene siempre presente y un momento clave es al<br />

ponerse el condón. Auque no parece rehuir (todavía)<br />

las relaciones y los preliminares, que parecen ser<br />

largos.<br />

Soluciones intentadas :<br />

“Relajarme” (dice que lo nota, porque por dentro<br />

está en tensión y tiene miedo).<br />

Hablar con ella.<br />

Identificar las sensación del momento (calor)<br />

Excepciones :<br />

Duda de si las ha habido “tal vez”.<br />

-136-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Milagro :<br />

Orgasmo de ella. (Analizaremos si ella comparte<br />

este objetivo).<br />

Como paso previo que indicase una mejora clara<br />

dice: “Aguantar un ratito. Un poco más”.<br />

Observaciones :<br />

No parece que estemos en una situación de posible<br />

ruptura.<br />

Le explico el pronóstico: Emisión, eyaculación;<br />

historia del problema; ansiedad de ejecución;<br />

profecía que se cumple… Como propuestas se lleva la<br />

implicación de su pareja en el tratamiento y la<br />

prohibición de coito.<br />

II SESIÓN : SIMBA Y NA<strong>LA</strong><br />

Habló con ella, que se incorpora a la terapia.<br />

Cree que él está más agobiado por el problema. A ella<br />

también le llega a agobiar; últimamente más que<br />

antes.<br />

Cree que no terminan de funcionar. Que él no llega<br />

al final de la erección y que tiene eyaculación<br />

precoz. Ella le animaba a buscar una solución y a<br />

venir, sobre todo para descartar algo físico y que no<br />

deje pasar mucho tiempo con el problema. Ella<br />

relativiza todo esto porque cree que hay factores<br />

afectivos.<br />

-137-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Milagro: “coito y penetración completas. Erección<br />

permanente. Algo más de tiempo”. No parece<br />

imprescindible el orgasmo en la penetración.<br />

Los preliminares son gratificantes. El<br />

preservativo bloquea y parece que marca el inicio de<br />

las dificultades. Le cabrea que él le pida perdón.<br />

Hacemos las propuestas habituales en este tipo de<br />

situaciones.<br />

III SESIÓN : SIMBA Y NA<strong>LA</strong><br />

Él está más tranquilo, no piensa tanto en el tema.<br />

Se ha relajado más. Parece que ha habido buenos<br />

momentos con ella y no da tanta importancia al<br />

problema.<br />

No han hecho la focalización de forma estricta,<br />

pero sí consideran que esto ha supuesto una situación<br />

nueva. Él llevaba alguna propuesta individual para<br />

controlar la eyaculación.<br />

Le pido que defina los momentos previos a la<br />

eyaculación. Habla de “sensación interna”; en cambio<br />

en el coito es “externa y de calor” como sentir<br />

demasiado.<br />

IV SESIÓN : SIMBA Y NA<strong>LA</strong><br />

Viene solo. Van evolucionando bien como pareja,<br />

van a mejor...<br />

De parada y arranque pasamos a reducción de ritmo.<br />

Habla de un cambio de sensaciones que va<br />

identificando.<br />

-138-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Cree que hay un punto crítico a raíz del cual ya<br />

no esta tan descontrolado.<br />

Seguimos con tareas de pareja.<br />

A partir de esta sesión todo mejora de forma menos<br />

directiva, por lo que ya no será necesaria la<br />

prescripción de tareas.<br />

REFLEXIONES TERAPÉUTICAS<br />

Este ejemplo contrasta con el anterior.<br />

Aunque los detalles no están muy pormenorizados,<br />

los avances reales en las tareas propuestas no son<br />

muy buenos; ni siquiera siguen de forma muy clara<br />

las tareas que les encomendamos. Sin embargo, la<br />

sensación de mejora por parte de ambos va<br />

gradualmente en aumento.<br />

Más allá de la mejora en el tiempo de control ante<br />

la eyaculación, creemos que hay un punto de<br />

inflexión: cuando él consigue percibir que está<br />

capacitado para hacer que ella disfrute. Este es el<br />

principal logro de las tareas, más que la ejecución<br />

conductual de las mismas.<br />

Su rol masculino en el plano erótico mejora sobre<br />

manera. Desde él mismo, y desde las impresiones que<br />

ella le va dando en todo el proceso. Su sexación se<br />

eleva de forma significativa, tanto en su faceta<br />

individual como en la relacional.<br />

Llevan poco tiempo juntos como pareja (6 meses)<br />

así que su sexación relacional está todavía por<br />

-139-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

definir. A diferencia del caso anterior, aquí el<br />

margen de maniobra es mayor, independientemente de<br />

los resultados. Él observa (con hechos) que más allá<br />

de sus temores es capaz de disfrutar, y sobre todo de<br />

que ella disfrute. Ella le devuelve esa imagen por<br />

que lo percibe de ese modo. Así pues, la terapia es<br />

el andrógeno que facilita que el nivel de sexación de<br />

él se eleve de forma clara en el plano erótico.<br />

La comparación objetiva entre los resultados<br />

cronológicos (tiempo que tarda en eyacular) entre<br />

este caso y el anterior, no deja de ser paradójica.<br />

Aquí no hay grandes avances en los logros reales de<br />

control eyaculatorio; sin embargo, la sensación de<br />

mejora es evidente; en el caso anterior la sensación<br />

de atasco permanece aún cuando hay claros logros en<br />

el control eyaculatorio.<br />

Él asume y afronta con más seguridad todo el<br />

contacto erótico; y ella percibe en él esa seguridad<br />

que le hace sentirse mejor (aunque explícitamente<br />

ella no lo exprese así, recordemos que le molestaba<br />

que tras eyacular él le pidiera perdón). El actúa de<br />

forma más masculina, ella lo percibe más masculino;<br />

el percibe lo que ella percibe y el bucle se cierra<br />

y se retroalimenta.<br />

Y, por cierto, no deja de ser llamativo el que apenas se hable de la eyaculación<br />

precoz en el ámbito gay; y, menos aún, del orgasmo rápido como patología entre<br />

lesbianas.<br />

Es decir, más allá de los minutos y segundos que se tarde en eyacular, es la<br />

interacción sexual hombre-mujer la que puede producir un enfoque o percepción<br />

patológica de esta eyaculación.<br />

En una relación gay, la eyaculación se puede producir con menos<br />

implicaciones relacionales que en una relación hetero. Se nos ocurre hablar de<br />

-140


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

eyaculación en tres posibilidades 65 (entre otras): por felación, por coito anal o por<br />

masturbación en pareja.<br />

Sin ánimo de entrar en detalles ni particularidades, en general la expectativa<br />

de orgasmo recae sólo en uno de los dos miembros de la pareja. El tiempo que se<br />

tarde en eyacular, no lleva (en general) asociado la expectativa de orgasmo 66 en el<br />

otro miembro de la pareja, al menos de forma determinante. En este contexto no se<br />

percibe la eyaculación como precoz, dado que la expectativa no está en el otro, sino<br />

en uno mismo.<br />

Así pues, la eyaculación no es precoz en interacción con otro hombre, ni con<br />

una mujer en interacciones eróticas extra-coitales (felación, por ejemplo). En todas<br />

estas situaciones no está en juego la valoración del otro u otra a cerca de la propia<br />

“valía” (valga la redundancia). Esa posibilidad apenas si se tiene en cuenta; sin<br />

embargo, es consustancial cuando se realiza un coito vaginal. Y lo relevante no es<br />

vaginal o no; sino que vaginal implica mujer.<br />

Eso es sexo y es por tanto el sexo de ella lo que mediatiza y genera 67 un<br />

problema que curiosamente parecía de él. Pero sin ella el problema no existe. Y<br />

cuidado, a fin de afinar en la importancia del sexo: El problema no es “ella”, sino<br />

lo que ella (mujer) genera en el sujeto en cuestión (hombre).<br />

Otra vez el sexo por encima de los genitales.<br />

65 Aunque no deja de ser un ejemplo general, y salvamos las peculiaridades individuales,<br />

creemos que estas tres posibilidades reflejan un porcentaje altísimo del “total” de<br />

eyaculaciones que se producen en interacción erótica de pareja (en este caso homosexual).<br />

66 Y con esto no estamos negando la expectativa de “placer”, “disfrute” o “satisfacción”; eso<br />

sí, nosotros tenemos clara la distinción entre orgasmo y placer; y entre placer y satisfacción.<br />

Cuestiones que en modo alguno son sinónimas.<br />

67 ¡Cuidado! “genera” no en el sentido volitivo, consciente, premeditado o unidireccional.<br />

Los amantes de las hogueras tal vez habían comenzado ya a encender la cerilla. Cómo<br />

punto activante en el sentido circular; dado que sin él, tampoco se daría continuidad al<br />

bucle. Y no se trata de ella, en tanto persona concreta; sino en tanto mujer. Se trata de de la<br />

expectativa que él percibe de lo que ella puede esperar, y hasta que punto él lo puede o no<br />

conseguir.<br />

-141


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

INHIBICIÓN <strong>DE</strong>L <strong>DE</strong>SEO ERÓTICO. ERÓTICA MASCULINA Y<br />

FEMENINA<br />

Recordamos simplemente que partimos de algunas cuestiones previas. En<br />

primer lugar, ya planteamos la demanda erótica como un carácter sexual terciario.<br />

Y acabamos concluyendo que la erótica femenina y su demanda están más allá de<br />

lo que se dice o hace<br />

Fig 29<br />

La mujer puede tener su propio modelo de expresión erótica, distinto al del<br />

varón y no por ello estar en situación de bloqueo, inferioridad o represión. Es más,<br />

la lectura que se hace viene a proponer que este modelo enriquece, matiza y<br />

-142-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

complementa la realidad anterior. Todo esto ya lo expusimos en el volumen referido<br />

a Caracteres sexuales terciarios 68 .<br />

Fig 30<br />

En términos sexológicos podemos decir que se recupera la dialéctica<br />

sexológica. Se recupera el valor de la demanda erótica como un carácter sexual<br />

terciario.<br />

A modo de ejemplo, cuando esto no es así, nos encontramos con mujeres<br />

(auto)androgenizadas, queriendo y pidiéndose funcionar como un hombre.<br />

En segundo lugar, también expusimos que hombres y mujeres tenemos<br />

diferente escala de valores en lo referido a la erótica 69 (ni siquiera voy a hablar del<br />

68 SÁEZ SESMA, S., (2003), Op. Cit. pp. 100-103.<br />

69 Algo que, por cierto, para sorpresa de quienes minimizan las diferencias, ya se encuentran<br />

en los patrones eróticos de niños y niñas en edades como 3 años (LOPEZ, F., <strong>DE</strong>L CAMPO,<br />

A., GUIJO, V, (2003), “Sexualidad Prepuberal”, Revista de Terapia Sexual y de Pareja, nº<br />

-143-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

distinto enfoque sexuado de las prácticas: más centrado en el coito y la genitalidad<br />

ellos, más preliminar y difuso en ellas; dado que la vía de trabajo terapéutico en este<br />

aspecto estaría clara: Cambiar la “situación” no gratificante). Pero como decíamos,<br />

el foco será el sexo, ni siquiera le situación erótica en si misma.<br />

Más allá de la distinta valoración (sexuada) de la erótica, los hombres están<br />

más centrados y dan más importancia al coito que las mujeres.<br />

El manejo del estrés, la tensión, el ámbito laboral, la presión del ámbito<br />

doméstico y la crianza de los hijos, la carga de las desavenencias afectivoconvivenciales,<br />

etc,… afectan más al deseo de ella que al de él. No sólo eso, sino<br />

que, repetimos, en una escala de valores, la importancia de la erótica en ella, está<br />

más abajo que en la de él (así mismo, conviene no perder de vista que hablamos de<br />

intersexualidad, y las realidades biográficas pueden –de hecho lo hacen- trascender<br />

puntualmente las generalidades).<br />

15, AESC, Madrid). Aspecto este que debería, al menos, hacer reflexionar sobre el<br />

menosprecio de las diferencias sexuales, achacando o justificando su existencia como el<br />

producto o resultado de intervenciones socio-culturales sexistas. Si partimos del primer<br />

punto la diferencia es un valor; desde el segundo una miseria no deseable y a extinguir, fruto<br />

de mecanismos injustos.<br />

-144


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

<strong>LA</strong> <strong>MUJER</strong><br />

<strong>LA</strong> <strong>MUJER</strong><br />

(Y EL <strong>HOMBRE</strong>)<br />

SEXO<br />

Fig 31<br />

“EN”<br />

<strong>LA</strong> INHIBICIÓN <strong>DE</strong>L <strong>DE</strong>SEO<br />

ERÓTICO (SEXUAL)<br />

I.D.S.<br />

70 SÁEZ SESMA, S., (2003), Op. Cit. pp. 93.<br />

-145-<br />

<strong>LA</strong> ERÓTICA EN PAREJA<br />

<strong>I<strong>DE</strong>NTIDAD</strong><br />

ESTABILIDAD<br />

SITUACIONAL<br />

FRENTE A “CON”<br />

ETAPA ADULTA<br />

MAYOR VALORACION <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> ERÓTICA<br />

MAS CENTRADO EN <strong>LA</strong> ACTIVIDAD COITAL<br />

MENOR VALORACION <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> ERÓTICA<br />

MENOS CENTRADO EN <strong>LA</strong> ACTIVIDAD COITAL<br />

¿De qué realidad sexuada partimos? Mayor vulnerabilidad y menor relevancia<br />

en ella que en él. Podríamos jugar terapéuticamente con “aumentar en ella la<br />

relevancia”, pero sería de nuevo hacer trampa. Una vez más, aquí se pone en<br />

evidencia que lo sexual es más amplio que lo erótico.<br />

“Parece existir distinta valoración de la erótica por parte del hombre y por<br />

parte de la mujer. Este parece darle más importancia. Así mismo, los hombres están<br />

más centrados y dan más importancia al coito que las mujeres” 70 .


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Parece estar bastante claro que las mujeres y lo hombres puntúan de forma<br />

diferente la importancia que dan a la erótica en sus vidas. No se trata de que las<br />

mujeres no le den importancia; sino de que los hombres le dan más. Lo mismo<br />

podemos decir de la especificidad de las prácticas coitales dentro de las<br />

posibilidades erótico-amatorias en pareja. No se trata de que las mujeres no le den<br />

importancia al coito, o no disfruten con ello; sino que los hombres parecen darle<br />

más importancia (recordamos de nuevos los puntos intersexuales dentro de cada<br />

variable sexual).<br />

Si la demanda es elevar el deseo erótico, debemos conocer, sobre todo en las<br />

demandas femeninas, que hay por encima de él en su escala de valores; y sobre<br />

todo, cómo está funcionando esto en aquello que tiene que ver en su relación<br />

convivencial-sexual.<br />

Si los niveles previos de su escala de valores no acaban de compensar,<br />

difícilmente el deseo erótico fluirá. Pero en esa escala de valores que no acaban de<br />

compensar, el hombre está en interrelación directa. Es decir, estos niveles nogratificantes,<br />

son parte de su relación sexual hombre-mujer.<br />

No podemos esperar que el crecimiento erótico 71 surta efecto si antes (o<br />

simultáneamente) no hemos movilizado los obstáculos para que éste fluya. Es decir,<br />

deberemos preocuparnos del cauce más que del caudal; ya sea de forma previa o<br />

paralelamente. Centrarnos sólo en esto, no será sino aumentar la frustración.<br />

Todo esto, asumiendo que ella se reconcilie con lo que es su deseo; el suyo,<br />

como mujer; y no con el que cree que debería ser. Cuestión esta nada despreciable.<br />

71 Crecimiento erótico, sintonización erótica..: Bajo estos conceptos incluiríamos acciones<br />

encaminadas a que ella cultive (en tanto valor) el mundo virtual de la erótica: que lea<br />

literatura erótica, que elabore sus propias fantasías, que indague en sus preferencias, en sus<br />

mecanismos de activación e inhibición… todo ello en el plano simbólico; repetimos, no es<br />

una cuestión (aún) de caudal, sino de cauce.<br />

-146-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Fig 32<br />

El crecimiento erótico sólo surtirá efecto si previa o paralelamente vamos<br />

limpiando el cauce y reconduciéndolo… No sea que al final el único beneficiado sea<br />

él; y para los sufrimientos de ella más de lo mismo ¿A quién interesa entonces que<br />

la situación mejore? El concepto calidad de vida, a pesar de lo manido y tópico, será<br />

determinante en el abordaje terapéutico, pero la idea es incluirle el matiz de calidad<br />

de vida sexuada. Sólo si esta calidad de vida está garantizada, podremos entrar en<br />

trabajo estrictamente erótico.<br />

Y además, el ritmo y la evolución de lo uno (calidad de vida) y lo otro (el<br />

deseo erótico), guardan, según nosotros, una relación incuestionable; pero, y aquí<br />

está el matiz, con un efecto retardado (sobre todo en ella). Es decir, no servirá que<br />

sus niveles de encuentro sexuado mejoren puntualmente; sino que sólo cuando estos<br />

niveles ofrezcan una cierta estabilidad o permanencia, facilitarán la elevación del<br />

nivel del deseo erótico.<br />

-147-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Es decir, el cauce debe llevar un relativo tiempo en buen estado, antes de que<br />

fluya por él más cantidad de caudal. Esto en la erótica de la mujer.<br />

Caso. ROMEO Y JULIETA. 2001<br />

Formato de terapia privada<br />

Romeo.<br />

37 años.<br />

Administrativo. Trabajo llevadero. Ninguna enfermedad<br />

destacable.<br />

Julieta<br />

36 años.<br />

Ama de casa. No trabaja fuera desde el 94.<br />

Anemia, alergia y migrañas. Diversas medicaciones.<br />

Siempre tiene mucho sueño.<br />

3 años de novios. Viven untos desde el 93 y tienen<br />

una hija de 6 años.<br />

Construcción del problema :<br />

Empieza él diciendo que “ella tiene problemas<br />

respecto al orgasmo”. Siempre ha tenido molestias de<br />

un modo u otro. Desde hace un año dice que hay<br />

molestias en relación al orgasmo.<br />

Parece que les limita porque la relación no es<br />

agradable. Él dice que lo nota en la cara de ella.<br />

Dice que el orgasmo o no lo tiene o se corta.<br />

Considera el orgasmo desagradable.<br />

-148-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Han ido al ginecólogo y no ve nada. Tuvo<br />

endometriosis y le falta una trompa y un ovario.<br />

EL<strong>LA</strong>.<br />

“No me apetece hacer nada”. Parece que se fuerza<br />

a hacer algo.<br />

En relación al dolor dice que nota pinchazos,<br />

aunque nunca tantos como ahora. Empezó con el<br />

embarazo.<br />

Soluciones intentadas :<br />

EL<strong>LA</strong><br />

Psiquiatra sexual durante 6 sesiones o alguna más.<br />

“Intento relajarme un poco”.<br />

“Que él me acaricie mucho rato, pero al final me<br />

pongo muy nerviosa”.<br />

ÉL<br />

Dice que no sabe que hacer.<br />

Ir intentándolo.<br />

Excepciones :<br />

A rachas. Dice que hay temporadas en que a ella le<br />

apetece más (el 98 fue una buena temporada)<br />

Observaciones :<br />

Ella nunca se ha visto bien del todo. Se “obliga”<br />

a tener relaciones.<br />

Él dice que sin medicación (a veces ha utilizado<br />

algo bajo prescripción urológica) la erección es<br />

justa. Este tema le tiene preocupado desde hace dos<br />

años. Trae todo un historial de pruebas. Está en el<br />

-149-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

urólogo. Cree que de todos modos esto lo consigue<br />

superar.<br />

Están un tanto escépticos de cara a la posible<br />

solución.<br />

Diseño de “situación resuelta” (milagro):<br />

Ella dice que la relación sería muy buena.<br />

Me apetecerían, quiero tener relaciones y pienso<br />

en ello.<br />

No le dolería.<br />

El orgasmo iría bien.<br />

Primer indicio de mejora: “Que me apetezca”.<br />

Continuidad :<br />

Iniciamos el formato habitual de trabajo con IDS:<br />

Prohibición de relaciones, focalización…<br />

II. SESION :<br />

Su vida familiar se ha complicado mucho desde el<br />

año pasado. Su hija tuvo serios problemas de salud<br />

que supusieron meses de incertidumbre... Lo peor ha<br />

sido a raíz de su padre con brotes psicóticos y bajo<br />

medicación continua. Ella es la hija de referencia y<br />

al hacerse cargo de sus padres sin ayuda familiar,<br />

también se deteriora la relación con su hermano.<br />

Con la hija tienen (según ella) muchos problemas:<br />

el sueño, rabietas...<br />

La relación de pareja, en general, es muy sólida<br />

y bien asentada; con un trato agradable y cordial.<br />

-150


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Volviendo a su orgasmo. El dolor de ella lo define<br />

como pinchos. Con la masturbación habla de<br />

irritación. Dice tener sensaciones raras en el<br />

orgasmo.<br />

No tiene fantasías sexuales y comenzaremos a abrir<br />

esa vía (lleva como tarea leer un libro de fantasías<br />

sexuales).<br />

Habrá que reflexionar mucho sobre su tiempo. No<br />

les queda tiempo para nada; a ella aún menos. Ella se<br />

considera muy nerviosa y no parece saber disfrutar.<br />

Ella leva como tarea elaborar un plan de viabilidad<br />

para tener tiempo “disponible”.<br />

III. SESION :<br />

Dice que ha estado tranquila.<br />

Hubo un incidente en el que ella estuvo afectuosa<br />

y por lo visto él quiso más. Volvemos a explicitar lo<br />

que supone la “prohibición de relaciones”.<br />

Valoro su plan de viabilidad para tener tiempo<br />

para ella:<br />

Dos mañanas va a ir a casa de sus padres.<br />

Dos mañanas a su casa propia<br />

Y un día para ella.<br />

En todos estos días sacar una hora para ella.<br />

El libro de fantasía dice que le fue horrorizando.<br />

Actitud fóbica hacia la sexualidad. Habrá que<br />

trabajar esa actitud. Cierta negatividad. De todos<br />

modos dice que le dio alguna idea.<br />

-151-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Le pido que elabore su propia fantasía sexual.<br />

Cree que estos días ha tenido algo de deseo y<br />

considero eso algo significativo.<br />

IV. SESION :<br />

Ha leído mucho. Ha escrito fantasías. Dice que se<br />

enciende su deseo haciéndolo.<br />

Indagamos en cuales han sido los motivos y razones<br />

que considera que han facilitado que su deseo mejore;<br />

y lo concreta en:<br />

Tranquilidad.<br />

Hacer lo que quería.<br />

Escribir y ver que salían las fantasías. La<br />

felicitamos por las fantasías. Ha conseguido escribir<br />

algo excitante (para ella, que al fin y al cabo es lo<br />

que importa).<br />

Él dice que bien, que no ha tenido sensación de<br />

rechazo. El también la ha visto mejor.<br />

Tareas para el próximo día: Alguna novela<br />

erótica....<br />

Introducimos el tema “apaños”. Y le damos permiso<br />

unilateral (sin que él lo sepa) para transgredir la<br />

prohibición. Sólo si ella lo considera.<br />

Supervisamos el “cumplimiento” de su plan de<br />

viabilidad, y en líneas generales ha sido posible.<br />

-152-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

V. SESION :<br />

La madre de ella cae enferma y le ha afectado a<br />

toda la organización de su tiempo. Todo esto ha<br />

conllevado ansiedad y nerviosismo. Evidentemente el<br />

cumplimiento del plan de viabilidad no ha sido<br />

posible.<br />

De todos modos, mantiene algo de deseo por los<br />

libros. Alguna penetración sin dolor y todo ha ido<br />

bien. Hacemos hincapié en este aspecto dado que, al<br />

menos en el plano real es un gran avance (en el plano<br />

virtual, su fantasía ya había supuesto otro gran<br />

avance)<br />

Ha tenido orgasmo y a ella sola no le duele.<br />

VI SESION :<br />

Vamos dejando pasar más tiempo entre sesión y<br />

sesión.<br />

La madre de ella ha mejorado algo y esto parece<br />

que la relaja. De todos modos, el último mes ha<br />

seguido nerviosa excepto la última semana.<br />

Ha tenido más calma y se ha organizado los días<br />

para no estresarse. El también la ve mejor en las<br />

últimas semanas.<br />

En el plano erótico, ella dice que mejor:<br />

No ha tenido sensación de rechazo y le apetece.<br />

Mejora también la frecuencia.<br />

Parece que dos o tres veces le ha tenido que parar<br />

a él; por lo que tenemos que neutralizar su<br />

“presión”.<br />

-153-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Valoro mucho el hecho de que le apetezca. El deseo<br />

sigue subiendo acorde con la vida que va llevando más<br />

relajada. Se siente más deseante por la noche. El<br />

también la nota mejor. Creo que la actitud es<br />

determinante.<br />

Como vislumbro el final, le preparo para una<br />

posible recaída. A él le preocupa el tema de su<br />

erección, así que le pongo como tarea 3 días<br />

ejercicios de pérdida y recuperación de erección.<br />

VII SESION :<br />

Ella vuelve a tener a sus padres delicados. Va a<br />

su casa y tiene que hacer muchas visitas a médicos.<br />

Ella se queja de dolores de cabeza que se agravan.<br />

Él anda con sus preocupaciones por la erección y<br />

dice que tiene el flujo basal disminuido.<br />

Ella está muy ansiosa y cansada, no ha podido<br />

tener tiempo para ella, como hasta ahora se había<br />

propuesto. Cree que a partir de junio será posible.<br />

Tiene un nivel de deseo medio, y dadas las<br />

circunstancias en las que está le felicito.<br />

El cree que ella tiene el deseo más bajo y con más<br />

esfuerzo, pero considera que está cálida. Parece que<br />

hay valoración mutua.<br />

En lo que se refiere a la relación, ha habido<br />

orgasmo sin dolor y se nota menos tensa.<br />

Él vuelve al tema de la erección (resolvemos un<br />

problema y parece que vamos a otro).<br />

-154-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

VIII SESION : 25 de junio de 2002<br />

Su padre ya está bien, aunque ella teme el brote:<br />

riesgo de agresividad. Ahora está algo mejor.<br />

Está muy atareada con su hija. Sigue con migrañas<br />

muy serias.<br />

Anticipa un Julio fatal. Vendrán sus padres y dice<br />

que las vacaciones le suponen<br />

nervios. Anticipa lo negativo.<br />

De todos modos el deseo sexual no está tan mal. Al<br />

estar bien se anima. La última vez tuvo un orgasmo<br />

desagradable. Hay un momento en el que quiere que se<br />

pare ya.<br />

De todos modos ha perdido su calidad de vida:<br />

tiempo para ella, etc...<br />

Continuamos dos o tres sesiones más. La erección<br />

de él, va dejando de preocuparle en la medida en que<br />

ve que no hay “grandes dificultades”. Ella va<br />

teniendo altibajos en su calidad de vida; pero se<br />

preocupa mucho por “recuperar” su tiempo en la medida<br />

de lo posible.<br />

Dado que entienden la relación entre “calidad de<br />

vida” y “erótica” femenina, no se ponen nerviosos<br />

ante las bajadas de deseo, y despliegan las<br />

estrategias habituales cuando esto sucede.<br />

La fantasía por una lado, y los apaños por el<br />

otro; han sido un válvula de escape para ambos. Lo<br />

uno en el nivel virtual para encender el deseo de<br />

ella (a la par que mejorando su calidad de vida) y lo<br />

otro en el nivel real para dar “salida” a la<br />

satisfacción de él en los peores momentos y disminuir<br />

así su “presión” hacia ella.<br />

-155-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

REFLEXIONES TERAPÉUTICAS<br />

Este es un ejemplo de lo que supuso un éxito<br />

terapéutico y donde fue determinante el trabajo en lo<br />

erótico a la par que en otros niveles sexuados.<br />

Por un lado nos centramos en cuestiones<br />

relacionadas con la erótica; pero a la vez fuimos<br />

movilizando otros aspectos más relacionados con su<br />

calidad de vida asociados a su rol de mujer.<br />

En el sentido erótico tuvimos en cuenta varias<br />

cuestiones:<br />

- El esquema de entrada a las relaciones, está<br />

siendo nefasto a medio plazo. En ocasiones ella se<br />

auto obliga a continuar con la actividad coital a<br />

pesar de su inapetencia. Ese modo de forzarse,<br />

garantiza un mal “resultado”, lo que predispone en<br />

negativo de cara al futuro; se va afianzando una<br />

historia de insatisfacción que cierra aún más la<br />

puerta del deseo. Si bien, valoramos de forma sincera<br />

su disciplina, reconvertiremos esta disposición<br />

favorable por la vía de los apaños; es decir,<br />

posibilitar la salida erótica de él; pero sin que<br />

suponga un resultado insatisfactoria para ella. En<br />

este sentido, el margen de maniobra es amplio y lo<br />

utilizamos. Ella tiene que entender que es mejor la<br />

ausencia de coito, que un coito insatisfactorio; para<br />

ello tiene dos posibilidades: primera, no hay<br />

relación erótica (opción inicial); o segunda, la<br />

relación erótica no incluye el coito; es decir apaños<br />

(opción más válida que empleamos en cuanto pudimos).<br />

A veces encontramos resistencia para los “apaños”;<br />

pero en este caso no fue así.<br />

- Nunca trabajamos directamente sobre el dolor del<br />

orgasmo de ella. Preferimos incluir esta<br />

-156-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

circunstancia dentro del plano global de la<br />

insatisfacción. Es una demanda rara; y más que<br />

mostrar al lector esto como una estrategia<br />

prediseñada y madurada; hay algo aún más evidente: es<br />

algo tan raro, que no teníamos propuestas concretas<br />

con las que atajarlo.<br />

- Siguiendo con la erótica; pero entendiendo esta en<br />

su vertiente sexuada, iniciamos el crecimiento<br />

erótico en ella. Como muchas mujeres, está poco<br />

acostumbrada a indagar en lo que es su “propio”<br />

deseo, en el sentido virtual. En definitiva, acude<br />

con una demanda cuantitativa; me apetece poco, menos,<br />

etc… y nosotros debemos animarle a entrar antes en<br />

matices cualitativos de su demanda. Es decir, qué le<br />

gusta, qué le excita, qué la motiva. En este sentido<br />

estamos centrados en el caudal; que sepa cuando<br />

aumenta y qué lo facilita. Para ello empezamos con<br />

lecturas eróticas; pero al principio no dio<br />

resultado. Fue mucho más contundente la elaboración<br />

de fantasías propias. Además, lo pasó bien<br />

haciéndolo. En ese sentido observamos como en<br />

ocasiones lo importante es tener claro el objetivo.<br />

Cultivar la fantasía; aún cuando la estrategia pueda<br />

ser diversa (lectura o escritura).<br />

- La erección de él es un contaminante, previo a la<br />

terapia y durante la terapia. Su deseo hacia ella no<br />

está en juego; por lo que su sexación calificativa<br />

como mujer no está en entredicho. Sin embargo para<br />

él, haber tenido algunas dificultades con la<br />

erección; y la evidencia de su insatisfacción las<br />

pocas veces en que tienen relaciones, está<br />

cuestionando su sexación calificativa como hombre<br />

hábil y capaz de satisfacer a su pareja. En ese<br />

sentido y más allá del trabajo con ella, es algo que<br />

ella debe trabajar en su interacción hacia él.<br />

Además, como esos temores no son fundados (ella lo<br />

considera hábil y atractivo), reforzar en esta vía no<br />

es especialmente complicado; la cuestión es hacerlo<br />

más explícito y frecuente; al menos en el plano<br />

terapéutico.<br />

-157


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Pero recordemos que nuestra apuesta es entender el<br />

sexo como referente, más allá de la disfunción<br />

erótica. Ella es mujer, y como tal su categorización<br />

de la erótica es sexuada en femenino. Si los niveles<br />

superiores de su escala de valores, no están bien,<br />

será difícil esperar que el deseo erótico mejore. Es<br />

decir, la línea de trabajo expuesta hasta ahora<br />

hablaría del caudal; pero de nada servirá si a la vez<br />

no hablamos del cauce. Ámbito en el que ponemos, si<br />

cabe, más énfasis que en el caudal.<br />

- Convivencia sexuada: En general hay una buena<br />

relación; y la pérdida de calidad de vida en ella, no<br />

parece que tiene mucho que ver con la relación con<br />

él. De todos modos, hacemos sugerencias para que él<br />

facilite el acceso a que ella tenga mayor<br />

disponibilidad de tiempo.<br />

- Complicación de vida familiar: Aquí es donde<br />

realmente el cauce está lleno de obstáculos. Ella es<br />

la hija de referencia y sus padres en estos momentos<br />

requieren su atención. Dentro del inevitable apoyo<br />

que ello requiere, velamos en especial por sus<br />

“tiempos y espacios”. Cuando esto no sea posible ella<br />

tienen que entender que entonces su expectativa no<br />

debe ser la de esperar tener deseo; dado que en esas<br />

circunstancias le afectará sin duda. A veces una<br />

expectativa realista, mitiga la sensación de<br />

problema. Y entender sexuadamente, que su situación<br />

familiar, no es compatible en ocasiones con el deseo<br />

erótico, le ayuda a no tener expectativas desmedidas.<br />

Así mismo, que entienda que el deseo tiene un cierto<br />

retardo. No se trata de que puntualmente su vida<br />

mejore; sino de una cierta tónica de continuidad la<br />

que permitirá que el deseo aflore.<br />

- Su autoconcepto de mujer (sexo). Esta mujer, como<br />

todos, es fruto de su tiempo. De forma irónica y<br />

políticamente incorrecta, podría ser calificada como<br />

una mujer de segunda. No trabaja fuera de casa, no<br />

aporta nada económicamente, se encarga de todas las<br />

cuestiones domésticas (cuidado de padres e hija) y<br />

-158-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

la intendencia relacionado con ello... ¡Y encima con<br />

migrañas, problemas sexuales, etc…! Ante la<br />

disyuntiva de “tengo la vida que deseo” o “deseo la<br />

vida que tengo”; hay algo que sin duda hace “trampa”<br />

a muchas mujeres. Cuando el modelo de mujer deseable<br />

es uno y sólo uno: independiente en el plano<br />

económico, con trabajo más allá de lo doméstico, con<br />

formación y cultura… hace que cuando esto no sea así,<br />

más allá de la disyuntiva “tengo lo que deseo” o<br />

“deseo lo que tengo”; el resultado sea siempre<br />

funesto. Tal vez “no desee la vida que tiene” (algo<br />

que conociéndola, ponemos en duda); pero aunque<br />

“desee la vida que tiene”; esta es de segunda a nivel<br />

social. Revalorizar el rol de mujer tradicional no<br />

implica negar la posibilidad de nuevos roles; pero la<br />

clasificación de mejor-peor coloca a algunas mujeres<br />

y sus circunstancias en situaciones poco valoradas.<br />

Relacionando cauce y caudal, esta pareja, tanto él<br />

en su calidad de hombre; como ella en su calidad de<br />

mujer; deben extraer claves para el futuro. Es decir,<br />

la calidad de vida siempre guardará relación con el<br />

deseo erótico en ella. Lo deben saber él y ella. De<br />

todos modos, si aprenden las pautas que les sacaron<br />

del atolladero, cuando estas se repitan, será<br />

cuestión de repetir estrategias. Y es en esta<br />

dinámica sexuada donde esta pareja debe conocer su<br />

propia realidad.<br />

Pero claro, y volvamos al sexo; las IDS recaían sobre todo en las mujeres.<br />

Ahora nos estamos encontrando más con IDS en hombres. Hemos creído que dando<br />

la vuelta al formato terapéutico esto funcionaría. ¡Y una leche! Lo relevante no era<br />

la ausencia de deseo, sino el sexo del propietario y la interacción de este con otro<br />

propietario de un “sexo”.<br />

Una de las claves en todo trabajo de las IDS es que el deseante se controle<br />

para no generar más presión. Esto es admisible para pedírselo a ellos, dado que su<br />

identidad de varón no está en juego, sólo su descarga (pero no su identidad: desear<br />

más que ella es “masculino” y en modo alguno sorprendente en las expectativas<br />

asociadas al propio sexo).<br />

-159


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Sin embargo, en una mujer la cuestión es mucho más apremiante de lo que<br />

cabría en una primera lectura. Su propia valía como mujer atractiva está en continua<br />

sospecha, algo que no se asume con facilidad, cuando los caracteres sexuales que<br />

tenemos son los que son y no otros. Por tanto, ella tiene prisa, no por atosigarle a<br />

él, sino para ser mujer en toda regla.<br />

Fig 33<br />

Y, cuidado, la identidad sexual es insoslayable, para todos. Hilando más fino,<br />

estas mujeres pueden tener el ladrillo (nivel de sexuación) del deseo erótico<br />

transexuado, sin que esto implique patología, sino intersexualidad. Es decir, suelen<br />

ser mujeres deseantes y explícitas, en un modelo más parecido al de un hombre; no<br />

en el imaginario virtual, pero sí en la disponibilidad real.<br />

-160-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Por tanto no se le puede pedir que ella controle 72 ; además esta mujer puede<br />

(suele) ser deseante explícita en otras facetas de su vida y su perfil de personalidad<br />

hace que “sea como es”. Pondrá sobre la mesa su deseo no realizado, dado que lo<br />

considera prioritario. Por mucho que se haga el firme propósito de no hacerlo. Por<br />

tanto, el formato deseante controlado para dejar tranquilo al no deseante, no<br />

servirá, al menos de forma automática.<br />

Él, además, tendrá que superar sus enemigos internos. El formato será mucho<br />

más parecido al de la sexación en la disfunción eréctil del que hablábamos antes.<br />

Los hombres hacen atribución interna (se sienten responsables) de la satisfacción<br />

sexual de ella, a la que tienen claramente desatendida; y esto hiere su autoestima<br />

masculina y por tanto su autosexación. Esto mismo, ella no desea, no cuestiona<br />

tanto la propia identidad femenina 73 de ella y la masculina de él. Es más una<br />

cuestión de grado, sexuado.<br />

En este sentido el enfoque desde la disfunción (IDS y disfunción eréctil)<br />

parece que nos sitúa ante algo diferente. Sin embargo, tomando el sexo como<br />

referente, las claves de intervención se parecen más entre disfunción eréctil e IDS<br />

en hombre; que entre IDS en hombre y mujer.<br />

De nuevo, consideramos que la aportación sexológica es clave para resolver<br />

una demanda que debe ser enfocada desde el sexo, y no sólo desde la disfunción<br />

erótica. Y, reiteramos, recuperar la lógica de sexuación y elevar el nivel de sexación<br />

(en él y en ella) será determinante.<br />

Ciertamente, que en él habrá que valorar cuestiones más situacionales (estado<br />

anímico general, medicaciones…) y atávicas relativas a su deseo (¿le pone o no le<br />

pone? ¿Cómo le pondría?…) pero si la interacción le reportase una imagen de si<br />

mismo (sexación propia y de ella hacia él) más contundentemente de hombre,<br />

estaríamos en disposición de comenzar el proceso. Remitimos, por tanto, al bucle<br />

que planteamos en la disfunción eréctil.<br />

72 Se puede, claro; pero a nosotros, en nuestra experiencia terapéutica no nos sirve. Y ¡Ojo!<br />

las propuestas incumplidas generan frustración en todos: en él que se ha sentido presionado,<br />

en ella que no ha sido capaz de controlarse, y en el terapeuta que no logra reconducir la<br />

situación. Podemos hablar en tono de sugerencia, pero no mucho más allá, y nunca llegando<br />

(cómo sí se le podría pedir a él) al tono de exigencia o “tarea terapéutica”.<br />

73 Algo más últimamente, debido al “modelo deseable de mujer deseante”; o jugando un<br />

poco: la demanda es el deseo de deseo (metadeseo); pero partiendo en ocasiones de una<br />

expectativa ajena a la propia identidad femenina.<br />

-161-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Caso. TARZAN Y JANE<br />

Formato de terapia privada.<br />

Perfil:<br />

Jane<br />

43 años. Funcionaria.<br />

Enfermedades: Depresiones “desde siempre”. Siempre<br />

con oscilaciones. Muy sensible. Actualmente con<br />

medicación.<br />

Tarzán<br />

48 años. Administrativo.<br />

Depresiones desde hace 10 años (ella dice que menos).<br />

También con medicación.<br />

Casados hace 15-16 años (2 años de novios). 2 hijos:<br />

11 y 15 años.<br />

Llegan a nosotros por el Doctor X (ginecólogo de<br />

ella). “El psiquiatra nos recomendó ir al sexólogo.<br />

El urólogo me miró y también nos lo recomendó.<br />

Vinimos por las referencias del Doctor X”.<br />

CONSTRUCCIÓN <strong>DE</strong>L PROBLEMA :<br />

EL<br />

Las relaciones sexuales no funcionan bien. Son pocas .<br />

-162-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Fui al urólogo. Tenía la testosterona baja y<br />

después me subió. Ahora estoy en niveles normales.<br />

Algún problemilla de erección (Piensa que es<br />

psíquico, igual que lo de la testosterona).<br />

Yo tengo que aguantar para que ella se corra, ni<br />

yo lo hago normal, ni ella lo hace. Intento<br />

controlarme pero me canso y no aguanto más: eyaculo<br />

o ahora pierdo la erección. Ella consigue el orgasmo<br />

total muy pocas veces.<br />

Desde hace mucho. No ha funcionado nunca bien. No<br />

le he dado importancia al tema. Ella se ha movido<br />

para venir aquí.<br />

EL<strong>LA</strong><br />

Quería salvar la pareja de la abulia.<br />

Ninguna relación sexual. No existen. Da igual<br />

estar casada con m marido que con un hermano. Me da<br />

una rabia horrible.<br />

Le doy mucha importancia a la sexualidad. El<br />

orgasmo me hace sentir a la persona cercana. No es<br />

sólo sexo, también es espiritual y yo lo necesito.<br />

Para mí es importante, para el no. Me da rabia. Es<br />

como si no me quisiera.<br />

Se me pasan las ganas. No te sientes mujer. A mi<br />

marido no le muevo para nada.<br />

Las relaciones sexuales son la culminación, y nos<br />

falta. Hay una falta de comunicación total.<br />

Desde.: Toda una vida. Me fastidia que a él le dé<br />

igual.<br />

-163-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Me compro ropa y no da resultado, ni se da cuenta.<br />

Al final pienso, para qué. Yo querría que fuera para<br />

él; pero a él le da igual.<br />

Él no se preocupa ni siquiera por su impotencia.<br />

Estoy cansada de suprimir la sexualidad. La necesito.<br />

Hasta tengo dolor de ovarios (llora). Él pasa del<br />

tema. Estoy muy cansada.<br />

Él se queja de una emocionalidad a flor de piel,<br />

siempre con problemas, siempre con necesidades. Me<br />

monta números y me inhibo. Me carga. Me retraigo.<br />

Ella: Él pasa ---- Él: ella me carga ---- Ella: él<br />

pasa ---- Él: Ella me carga... Puntuación de la<br />

secuencia de hechos.<br />

La sesión sigue con quejas de ella a todos los<br />

niveles. Falta de sensibilidad por su parte, poca<br />

comunicación, etc… Para él es un defecto que yo sea<br />

cariñosa. Entonces ¿A quién se lo doy? Soy rechazada<br />

(pone algún ejemplo). No me refiero sólo al sexo, no<br />

tengo a quien expresar mi afectividad. Entra y no me<br />

saluda. Ni un beso. Y si hay un beso es sin cariño,<br />

no es efusivo. Cómo si fuera una pared. ¿Qué solución<br />

tengo?<br />

El sigue intercalando “quejas viejas” de otros<br />

ámbitos:<br />

Te das cuenta que lo saca todo de su sitio. Me<br />

pone como un arisco y no es la realidad. No es tal<br />

como lo quiera ella. Todos los hombres somos así...<br />

Yo no soy como una pared.<br />

He tenido problemas laborales de adaptación. He<br />

buscado salir de eso y montar mi negocio. Ella no me<br />

apoyó. Lo veía negativo. Llevo clavada esa espina, y<br />

todo condiciona. Yo en su día tenía un problema y no<br />

vi apoyo por su parte. Me influye mucho el problema<br />

laboral.<br />

-164-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

El ambiente de trabajo no es idóneo: las<br />

aspiraciones, relaciones personales ausentes,<br />

críticas continuas... He tenido problemas graves de<br />

trabajo. Y eso no es una base idónea para tener<br />

relaciones satisfactoria..<br />

MI<strong>LA</strong>GRO :<br />

ÉL- Me encuentro una mujer emocionalmente<br />

equilibrada. No me descarga sus problemas. No me pide<br />

afectivamente tanto.<br />

- No tengo que ir a trabajar .Mejora la situación<br />

laboral: relaciones más normales y humanas.<br />

EL<strong>LA</strong> No lo sabría (No se ciñe a la pregunta.<br />

Define el milagro en negativo, dice las cosas que<br />

hace mal. Al final me cuenta lo que podría ser un<br />

“Día ideal”):<br />

II SESIÓN : TARZÁN Y JANE<br />

En esta sesión revisamos mucho de lo hablado en la<br />

primera y ampliamos información.<br />

Con un enfoque sistémico intentamos centrarnos en<br />

la puntuación de la secuencia de hechos, en lo que<br />

consideramos un esquema perverso:<br />

Ella: Él pasa ---- Él: ella me carga ---- Ella: él<br />

pasa ---- Él: Ella me carga... Empate eterno a la<br />

espera de que el otro reconozca algo. Punto de giro<br />

total.<br />

Hablamos también de la importancia de la vida<br />

sexual para uno y otra.<br />

-165-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Conforme transcurren la sesiones, vemos que él se<br />

centra en que “Su enfatización me carga …Saca todo de<br />

su sitio”.<br />

Ella en sus necesidades desatendidas y el<br />

pasotismo de él.<br />

Ambos tienen una historia psiquiátrica larga.<br />

Las sesiones se van sucediendo con una sensación<br />

de “atasco” con ligeras mejoras, para nada<br />

consideradas significativas.<br />

Seguimos el esquema habitual de tratamiento de la<br />

IDS intentando paulatinamente hacernos cargo con<br />

sesiones individuales de la situación emocional de<br />

uno y otra. En total tuvimos unas 12 sesiones.<br />

A efectos de logro no podríamos hablar de “éxito<br />

terapéutico”.<br />

REFLEXIONES TERAPÉUTICAS<br />

En primer lugar, y sin ánimo de hacer atribución<br />

externa (más adelante exponemos los puntos que en su<br />

día no se supieron explotar terapéuticamente) el<br />

nivel de motivación es ínfimo. Nos llegan derivados<br />

por nuestro ginecólogo habitual tras una “demanda” de<br />

ella. Él le sugiere que acudan a nuestra consulta.<br />

El problema es viejo y las implicaciones de<br />

problemática personal son muy amplias. La factura de<br />

uno y otra es muy larga, y resultó muy difícil<br />

enfocar el trabajo por “partes” para ir mejorando de<br />

forma parcial.<br />

-166-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

De todos modos, consideramos claramente, a día de<br />

hoy, un enfoque terapéutico torpe. La aplicación<br />

automática del formato de IDS no sirve de mucho, dado<br />

que ambos ya no perciben ningún movimiento (exista o<br />

no) por parte del otro. Entrar en el trabajo<br />

sensitivo, sin haber resuelto este déficit cognitivo,<br />

en el sentido relacional, no permitió que las tareas<br />

fuesen más allá de unas simples tareas.<br />

El “debe” de cada uno de ellos, en relación al<br />

otro, es tan alto, que al no intentar pasar a segundo<br />

plano (al menos de forma pactada y temporal) esta<br />

“factura”, todo esta determinado por su existencia.<br />

Todo esto, además podría haber tenido un enfoque<br />

sexuado.<br />

No se trabajó la sexación de uno y otro y lo<br />

“pedían a gritos”. Ella está demandando ser mujer a<br />

los ojos de él; y él apenas si puede ser un hombre a<br />

los ojos de ella.<br />

Aplicar un formato tradicional nos llevaría a<br />

pedirle a ella calma y que no presionara para<br />

“respetar su deseo”; pero en el fondo la lectura, en<br />

contexto de hombre mujer, es la misma que en la<br />

disfunción eréctil. Ella no está leyendo directamente<br />

que él no tiene deseo y hay ausencia de relaciones<br />

sexuales; esto es el decorado, el motivo. Pero ella<br />

no puede esperar más ante su ausencia de feminidad a<br />

los ojos de él. Su prisa no está en los resultados<br />

sino es sentirse deseada en el plano erótico; y<br />

querida (la reina de su vida) en el plano afectivo.<br />

Desde estas premisas ella vuelca en él sus<br />

necesidades y ante la ausencia de resultados, se hace<br />

más compulsiva su demanda.<br />

Ella podría ser tildada de impotenciadora; pero<br />

tiene una necesidad básica sin cubrir y presiona. Es<br />

una necesidad básica, porque va con el sexo, mujer,<br />

y esto es insoslayable.<br />

-167-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Hoy en día, aparcaríamos de forma absoluta las<br />

tareas, en el sentido mecánico, y nos dedicaríamos<br />

por una lado a que él subiera los niveles de<br />

sexación, de ella, por tanto su feminidad; y a que<br />

ella leyera de forma bilingüe los movimientos de él;<br />

no como una carencia de sexación hacia ella; sino<br />

como un modo sexuado y masculino de manejar los<br />

problemas, diferente al modo sexuado y femenino de<br />

ella, al manejar también situaciones problemáticas.<br />

En su inhibición del deseo y su disfunción eréctil,<br />

ella lee sólo el cuestionamiento de su feminidad (y<br />

aún cuando ella lo pueda percibir de ese modo), pero<br />

no observa una ansiedad de ejecución al no poder<br />

poner en marcha un bucle más masculino de logros y<br />

resultados.<br />

En relación a él, tampoco su masculinidad sale muy<br />

bien parada de todo este cuadro. Ella también tiene<br />

en su mano margen de maniobra para subir la sexación<br />

en él, que se sienta más hombre. Y sobre todo,<br />

mejoraríamos en él y ella sus habilidades<br />

traductoras. Donde ella presiona están sus carencias;<br />

y él lee cuestionamiento. Donde él no funciona está<br />

su trampa masculina; no el menosprecio a sus<br />

necesidades femeninas.<br />

La tensión de él se plasma en “no deseo” y ella lo<br />

vive como algo personal (no me desea). Ella no<br />

entiende el idioma masculino y él no entiende el<br />

idioma femenino.<br />

Esta falta absoluta de bilingüismo, se produce<br />

“en” y “más allá” de la erótica. Por eso, aún cuando<br />

la intervención en el ámbito erótico estuviese<br />

excesivamente contaminada; podríamos manejar el<br />

bilingüismo y el aumento de los niveles de sexuación,<br />

en todos niveles de su relación sexuada: vida<br />

emocional de ella y vida laboral de él, por ejemplo.<br />

En él, la tensión laboral y la problematización<br />

del sexo, le llevan al abandono. La insistencia de<br />

ella, le genera aún más desgana.<br />

-168-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

En ella las demandas no atendidas, le llevan a la<br />

queja y la desesperación permanente. El bucle se<br />

cierra de manera perversa. Tal vez hubiese sido mejor<br />

hacer un torniquete en su vida erótica. Y no nos<br />

referimos a la manida prohibición de coito; sino en<br />

aparcar de forma temporal toda implicación erótica en<br />

terapia, para retomarla más adelante. Y el concepto<br />

torniquete no es sólo una metáfora. Si se deja<br />

permanentemente producirá gangrena en el miembro en<br />

cuestión; pero de forma urgente y, a corto plazo,<br />

evitaría el desangrado.<br />

Esta pareja tiene la lógica de sexuación<br />

absolutamente atascada. La alosexación es pobre y<br />

como consecuencia la autosexación está en continua<br />

duda. Hay una deprivación absoluta de refuerzo<br />

sexuado, sobre la que se podría haber indagado. Pero<br />

esta vía no se exploró. Si él fuera capaz de tener<br />

éxito en las demandas que ella le hace, no se<br />

arrugaría ante las futuras exigencias, lo que le<br />

daría una seguridad masculina de la cual carece. El<br />

deseo de competir ante la experiencia reciente de<br />

éxito, mitigaría el temor a no cumplir con la<br />

demanda. Y recordamos al lector, que todo esto lo<br />

haríamos en el plano sexuado extra-erótico, sobre el<br />

que habríamos aplicado un torniquete.<br />

Si ella fuera capaz de sentir que es importante en<br />

la vida de él, que se perciben sus demandas y se le<br />

entiende (más allá incluso de su resolución) su nivel<br />

de exigencia bajaría y paulatinamente le devolvería<br />

a él una imagen más viril de capacidad y competencia<br />

relacional.<br />

¿Y qué pasa cuando son mujeres ambas?<br />

Hasta ahora, sólo hemos tenido un caso de IDS en parejas de lesbianas. Y aún<br />

cuando al principio, parecía que tenía más que ver con cuestiones actitudinales en<br />

el plano personal, directamente relacionadas con el hecho de ser mujer (tomar la<br />

iniciativa, ser activa, doble moral...) y su vivencia de la sexualidad; que con su<br />

-169-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

interacción, en este caso, con otra mujer. Era pues una terapia sexual (cómo no<br />

podría ser de otro modo); pero no una terapia de pareja o en “formato a dos”.<br />

Esto coincide con otros ejemplos de IDS en mujeres, cuando encontramos que<br />

el resto de ámbitos de relación van bien, tendrían el mismo formato que el que<br />

planteamos. Es decir, ahora lo relevante será la vivencia del propio sexo y su<br />

expresión erótica; más que la interacción con el otro sexo. Es decir, el foco sigue<br />

estando en el sexo, pero la relevancia va variando de lo individual a la pareja, a lo<br />

interaccional; pero nunca deja de ser sexual.<br />

Fig 34<br />

De todos modos, al final la situación nos puso ante alguna que otra diferencia.<br />

Volviendo a la IDS entre mujeres; aún cuando la que “padecía” directamente la IDS<br />

seguía las pautas antes descritas (vivencia problematizada de la sexualidad); la otra<br />

mujer (pareja) acabó llegando a consulta con el mismo perfil y quejas con las que<br />

llegan las mujeres afectadas por la IDS de sus parejas hombres.<br />

-170-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

De todo esto podemos concluir en el aspecto clínico, que cuando una mujer<br />

padece la IDS de su pareja, no es tan relevante para nosotros el sexo con el qué<br />

interactúe; sino el suyo propio: mujer. Y esto debemos tenerlo claro<br />

terapéuticamente. Una mujer que sufre la IDS de su pareja necesita ser deseada para<br />

percibir que su relación no es de amiga o de hermana 74 , sino de pareja. Es decir,<br />

aquello que falta es sustancial y prioritario en su propia identidad de mujer.<br />

Caso. TELMA Y LOUISE. Mayo de 2003<br />

Formato de asesoramiento sexológico público y<br />

gratuito.<br />

TELMA<br />

25 años.<br />

Estudiante de doctorado. Sobrevive con una beca.<br />

Viene sola durante 3 o 4 sesiones. Más tarde se<br />

incorporará Louise.<br />

LOUISE<br />

24 años.<br />

También estudiante; pero en crisis académica clara.<br />

Viven juntas. Son pareja. Al menos desde hace 4 años.<br />

Algún cuestionamiento hace año y medio, pero ahora<br />

están en fase de afianzamiento. Clara “percepción” de<br />

ser “pareja estable”.<br />

74 Reflejamos expresiones sexuales de mujeres en estas circunstancias.<br />

-171-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

SESIONES INDIVIDUALES : TELMA<br />

Motivo de consulta: no tiene deseo, ni ganas de<br />

tener relaciones. A veces lo han hablado, pero ella<br />

evita el tema.<br />

Es muy parca en palabras, pero tiene ganas de<br />

“contar”.<br />

“Al principio no era así”.<br />

No sabe a qué atribuir lo que le sucede, sólo que<br />

el primer año todo era más fluido.<br />

Tampoco me indica “excepciones” que expliquen<br />

algo.<br />

Comenzamos a trabajar:<br />

Prohibición de relaciones pactada con su pareja<br />

(burbuja).<br />

Crecimiento erótico. Radar en funcionamiento: leer<br />

literatura erótica, especificar cuales son sus<br />

fantasías favoritas, etc…<br />

Descartar falta de atractivo en su pareja o<br />

prácticas eróticas insatisfactorias (descartado)<br />

Conforme avanzan las sesiones, no conseguimos<br />

grandes “resultados”. Incluso considera que vamos “un<br />

poco hacia atrás”. Está con más ansiedad. Parece que<br />

su pareja tiene cierta inseguridad.<br />

Cuando le pregunto si esto puede cuestionar la<br />

continuidad de su pareja, me dice que tal vez a medio<br />

plazo. Le hablo de la posibilidad de que ella se<br />

incorpore. No pone ninguna pega.<br />

-172-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Le voy anticipando el recurso de los apaños:<br />

máximos y mínimos con los que nos “situamos ante el<br />

contacto erótico”.<br />

1ª SESIÓN : LOUISE<br />

Viene Louise por primera vez.<br />

Agradece que le haya llamado. Dice que toda esta<br />

situación le crea inseguridad.<br />

“El primer año fue muy bien; después ella se<br />

bloqueó”.<br />

“Eludía el tema”<br />

Tiene dudas de su atractivo, a pesar de que ella<br />

no le ha explicitado nada en ese sentido.<br />

Me habla de la crisis que tuvieron hace año y<br />

medio cuando Telma intentó un “rollito” hetero, pero<br />

no fue posible.<br />

Cree que el sexo es relativamente importante.<br />

Afecta a la comunicación en general y cree que “falta<br />

algo”. Es mucho más habladora y expresiva que Telma.<br />

También parece más impulsiva.<br />

SESIÓN INDIVIDUAL : TELMA<br />

Se siente mejor y menos nerviosa.<br />

“A días tengo algo de deseo”. Un día se masturbó…<br />

sigue con lecturas de fantasías….<br />

SESIÓN INDIVIDUAL : LOUISE<br />

Se queja de que Telma no habla y es escueta en los<br />

“apaños”.<br />

-173-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Cree que es difícil acceder a ella en todo. Cree<br />

que tal como están las cosas se siente más “amiga”<br />

que “pareja”. Cree que la ausencia de sexo le afecta<br />

y que le resta pasión.<br />

Todo esto le genera miedo e inseguridades.<br />

Sigue hablando, sin mi dirección, más de temas<br />

convivenciales que eróticos:<br />

Se siente dolida porque la ve fría. Y cree que la<br />

situación de pareja no va bien más allá de lo<br />

erótico.<br />

Vuelve a insistir en que Telma se cierra y no<br />

quiere hablar. Ante esta tesitura paso el formato de<br />

“erótico” a “convivencial”.<br />

SESIÓN EN PAREJA<br />

Nos centramos en la comunicación. “hablar poco,<br />

expresarse, etc…”. Prescribo las mismas pautas que en<br />

comunicación en parejas heteros.<br />

Una quiere hablar y la otra se pone a la<br />

defensiva.<br />

Hablamos de los “nunca y siempre”, “sentimientos<br />

y hechos”…<br />

A nivel erótico comenzamos con los apaños para<br />

“Louise” (la que padece la falta de deseo por parte<br />

de su pareja; es decir, la no deseada).<br />

SESIÓN EN PAREJA<br />

A nivel comunicativo hay una cierta mejora y<br />

puntualmente parece que la situación comienza a<br />

-174-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

evolucionar favorablemente. Sin embargo, a partir de<br />

aquí les perdemos la pista.<br />

Tras un parón de unos 3 meses (por motivos ajenos<br />

a nuestras indicaciones) se reanudan las sesiones de<br />

asesoramiento.<br />

Louise viene sola. Nos indica que hay continuas<br />

discusiones, y parece que hay un cierto<br />

cuestionamiento de la relación. Ella se siente<br />

desorientada a nivel personal y está en crisis<br />

académica con serias dudas de cara a su futuro.<br />

No entiende como el deseo te Telma se viene tan<br />

abajo cuando tiene ansiedad si “a mi no me pasa”. Se<br />

siente insegura de cara al futuro en relación a su<br />

pareja. Teme que realmente Telma no le quiera o se lo<br />

esté replanteando.<br />

Parece que las discrepancias y el malestar en el<br />

plano erótico se van expandiendo al resto de la<br />

relación. Observamos un claro mecanismo de<br />

reatroalimentación en negativo. Telma pierde con<br />

mucha facilidad su deseo y su talante comunicativo y<br />

afectivo ante unos niveles medios de ansiedad. Louise<br />

se siente insegura con demasiada prontitud, ante la<br />

incomunicación de Telma, y con ello creo que la<br />

relación está en cuestión. De forma implícita demanda<br />

ser “atendida”, lo que aumenta la ansiedad en Telma;<br />

quien muestra una tolerancia mínima a las “quejas” de<br />

su pareja. Así se va cerrando el bucle.<br />

Seguimos trabajando intentando salvaguardar el<br />

compromiso (ambas nos informan de su firme voluntad<br />

de continuidad y de que cada una de ellas es “la<br />

mujer de su vida”; desean y añoran un futuro juntas).<br />

En base a ello, nos centramos en no cuestionar el<br />

compromiso ante las fricciones que habitualmente<br />

suceden en toda relación de pareja; y más en momentos<br />

de “reajuste”.<br />

-175


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Poco a poco iremos abandonando los apaños en el<br />

plano erótico y cualquier propuesta mecánica<br />

(focalización, p. ejemplo) o análisis cuantitativo de<br />

su deseo erótico (“le apetece o no”). Dado que la<br />

clave va estando más en el “sentirse deseada”, que en<br />

el que suceda o no el contacto erótico en si mismo.<br />

REFLEXIONES TERAPÉUTICAS<br />

Aunque empezamos el trabajo teniendo claramente en<br />

cuenta el sexo de la “no deseante” y nos centramos en<br />

su identidad de mujer; la otra mujer, con una<br />

identidad sexual, también mujer; nos obligará a<br />

abandonar los protocolos habituales en las IDS de<br />

cualquier pareja heterosexual con las que habíamos<br />

trabajado hasta la fecha.<br />

En principio, intentamos salvaguardar a la “no<br />

deseante”; pero para la “no deseada” el hecho de<br />

aparcar el problema, no comunicar sobre ello y no<br />

obtener respuesta alguna, era totalmente inviable, a<br />

pesar de las posibles sugerencias. Dichas sugerencias<br />

hubiesen ido en contra de su propia identidad de<br />

mujer.<br />

Louise no entiende porque le “pasa” eso a Telma.<br />

Como ya indicábamos en la descripción del caso, ella<br />

pone especial énfasis en matizar que a ella no le<br />

baja tanto el deseo por la ansiedad (recordar que su<br />

énfasis está en la recepción del deseo de la otra,<br />

más que en la emisión del deseo propio), por eso no<br />

lo entiende. Y en esa ausencia de recepción, está en<br />

tela de juicio su capacidad de atractivo, o de<br />

persona “seducible” o “apetecible”… algo<br />

absolutamente prioritario en el plano erótico de la<br />

mujer, y ella es mujer y su identidad sexual es<br />

inamovible.<br />

-176-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Se juntan dos estilos que a veces se<br />

reatroalimentan en negativo. Pero curiosamente muy<br />

femeninos ambos.<br />

A Telma le afecta en exceso la ansiedad a su deseo<br />

erótico; por encima de lo habitual: lo que hemos<br />

venido llamado calidad de vida, estado anímico<br />

general, tono afectivo, o desequilibrios personales…<br />

Cuando todos estos aspectos no acaban de encajar,<br />

acaban con su capacidad de deseo. Esto es una clave<br />

absolutamente femenina. La prioridad erótica está en<br />

ocasiones por debajo de otras circunstancias, si<br />

estas circunstancias previas no están resueltas, el<br />

deseo erótico se atasca. Cómo indicábamos más arriba,<br />

cuestión de cauce y no sólo cauda. Telma en este<br />

momento tiene un futuro incierto: no le han concedido<br />

una beca, tiene proyectos económicos a medias, y<br />

necesita trabajar sin por ello abandonar su formación<br />

académica.<br />

Ante esta tesitura, intentamos relativizar la<br />

ausencia de deseo erótico ante tales circunstancias;<br />

y esto, que curiosamente sería posible en relación a<br />

un hombre, no se puede aplicar de forma automática<br />

cuando la parte “no deseada” es una mujer.<br />

Louise es muy femenina y cuando transcurre tiempo<br />

sin ser deseada sus fantasmas se disparan: temor a no<br />

ser querida, no se suficientemente atractiva, dudas<br />

de cara a que su pareja quiera seguir a su lado, etc…<br />

A partir de ahí se amplifica la importancia del<br />

contacto erótico y le asaltan las dialécticas entre<br />

la diferencia de una pareja de amigas y una pareja de<br />

“verdad”.Y, aunque racionalmente lo entiende,<br />

necesita “al menos” hablar del tema.<br />

Algo que curiosamente (simplemente hablar) pone a<br />

Telma a la defensiva; y, por tanto, más bloqueada de<br />

cara a su propia vivencia de la erótica y otros<br />

niveles de relación; sobre todo lo referido a la<br />

comunicación y la afectividad.<br />

-177-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Las peculiaridades de una y otra, entran en<br />

espiral cuando la situación se deteriora.<br />

Este caso nos pone ante la diferencia más<br />

significativa en las claves de la erótica masculina<br />

y femenina. Pedir control a la parte no deseada, no<br />

viene a ser fácil para una mujer (su feminidad está<br />

en juego) y en nuestro caso, esto le sucede a una<br />

mujer: Louise.<br />

Aunque Telma, tiene un estilo un tanto masculino<br />

de afrontar la comunicación (el diálogo no es en si<br />

mismo balsámico, sino estresante en la medida en que<br />

se circula por los “problemas no-resueltos”); no deja<br />

de ser mujer en lo referido a la necesidad de tener<br />

resueltas aquellas cuestiones convivencias y<br />

personales previas (en su personal escala de valores)<br />

al deseo erótico más concretamente. Diciéndolo de<br />

forma esquemática; en la mujer el nivel de la erótica<br />

está por debajo de “otros” (y, como decíamos, estos<br />

"otros" muy personales pueden ser de toda índole:<br />

laborales, afectivos, relacionales, individuales…);<br />

si los “otros” no van, el deseo no aflora.<br />

En relación a un hombre, la erótica no se ve tan<br />

afectada; no sólo eso, sino que incluso el contacto<br />

erótico puede mitigar y suponer una vía de escape o<br />

alivio a los otros niveles.<br />

El “sentirse deseada” de la mujer (cuando el<br />

“quiere” y ella “no tanto”) no se ve afectado, y los<br />

apaños, pueden ayudar a paliar la situación de él.<br />

Sin embargo, cuando es con otra mujer, la no<br />

deseada no puede tolerar con tranquilidad no serlo.<br />

Además lo apaños no van (al menos en este caso los<br />

tuvimos que desechar de forma absoluta). Louise, no<br />

es que quiera tener más en el sentido cuantitativo;<br />

sino que quiere ser deseada y como tal, sus fantasmas<br />

y temores están alerta para exigirlo.<br />

-178-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Además movilizar el deseo en la otra, que es mujer,<br />

suele ser más arduo y duro, que en un hombre, dado<br />

que hay que movilizar más niveles.<br />

Cómo toda mujer anticipa. La previsión de futuro<br />

es que siempre hay situaciones de desequilibrio; si<br />

eso va a suponer sistemáticamente la disminución del<br />

de deseo en Telma, se desespera. Lo entiende todo muy<br />

bien en el plano racional; pero no por ello deja de<br />

ser mujer y tener sus necesidades: sentirse deseada,<br />

querida, importante, segura...<br />

Intentamos trabajar individualmente con ellas.<br />

Para manejar la tensión y asumir cierto “desorden” en<br />

Telma; y para no tener “expectativas irreales”<br />

(aunque entendamos su queja) en momentos<br />

desfavorables en Louise.<br />

Además, el sexo cuestiona su continuidad y esto es<br />

una falta de compromiso. Están en una situación de<br />

definición vital, por la edad y eso hay que tenerlo<br />

en cuenta. Trabajamos el no romper el compromiso con<br />

las discusiones; entender los fantasmas de una y<br />

otra; y el bucle en el que se meten.<br />

Asumo la personalidad de Telma, de bajo deseo con<br />

ansiedad; pero este perfil es excesivo y habría que<br />

atenuarlo. A su vez, su pareja tiene otros fantasmas,<br />

inseguridad afectiva, que se acrecientan con el bajo<br />

deseo de su pareja y por eso presiona. Entender este<br />

proceso de retroalimentación es importante.<br />

La tarea para Telma, es que Louise perciba de<br />

forma más contundente el afecto. Nos olvidamos de lo<br />

erótico y nos ponemos a trabajar en el cauce, pasando<br />

del caudal. Que su pareja se sienta querida (tarea en<br />

el plano relacional), valorar y ayudar a su estado<br />

anímico, en la vía más personal, para que<br />

indirectamente su vida mejore.<br />

-179-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Como hemos apuntado, desechamos los apaños, dado<br />

que no son la vía para encender el deseo por un<br />

lado, o paliar la baja frecuencia por el otro. Lo<br />

que importa es me desea.<br />

Es en el trabajo sobre inhibición del deseo erótico “en” mujeres o “hacia”<br />

mujeres, donde más constatamos una cierta masculinidad del formato terapéutico<br />

en los protocolos habituales de la Terapia Sexual.<br />

El objetivo es excesivamente conductual (en el sentido explícito de conducta<br />

observable) y las tareas muy mecánicas; lo que pone de manifiesto el olvido de que<br />

el deseo femenino tal vez empieza antes: seducción, sentirse deseada. No sólo que<br />

en su priorización se halla por debajo de otras cuestiones que tienen que estar en<br />

buen estado. Sino que, más concretamente, su puesta en escena, comienza antes de<br />

lo estrictamente conductual, antes del contacto corporal… La demanda erótica<br />

femenina es un proceso continuo donde lo explícito se ve precedido por otras<br />

cuestiones más implícitas. Acceder a lo explícito como si fuese un salto, sin atender<br />

a todas esas cuestiones implícitas; pero sobre todo previas, hará que lo explícito se<br />

convierta en algo mecánico y frío; y, sobre todo, alejado de la verdadera demanda<br />

erótica femenina.<br />

Observamos algunas pautas en las que “ella” mejora, los preliminares largos,<br />

p. ejemplo. Y no estamos hablando solamente de los preliminares de contacto<br />

corporal previos al ínter curso genital; sino al tiempo previo a ese contacto corporal<br />

anterior al ínter curso genital. Qué y cómo se desarrollen los acontecimientos en ese<br />

espacio de tiempo, puede ser determinante. Estaríamos hablando de generar un<br />

clima, desplegar estrategias de seducción, confirmar y contrastar atracciones… Algo<br />

que resulta difícil de exponer en un texto, pero que aunque sea “implícito” y no<br />

conductual, es determinante movilizar y facilitar, si quien se encuentra en la<br />

interacción es una mujer.<br />

Y sobre todo en las lesbianas que hemos tenido, optamos por desterrar casi de<br />

forma definitiva los apaños; parece que estos sólo tienen sentido cuando uno de los<br />

que están en la interacción es un varón. O aún más, cuando es el varón el que sufre<br />

la ausencia de deseo en su pareja.<br />

Suponiendo que tengamos la suerte de que los niveles de sexuación previos<br />

a la erótica estén bajo control: ámbitos convivenciales sexuados en buen estado,<br />

situación vivencial-actitudinal adecuada (algo cuestionable de entrada y que puede<br />

-180-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

ser de por sí un “objetivo-logro” intermedio terapéutico)…; podremos plantearnos,<br />

de nuevo en formato sexuado, las diferentes puestas en escena (el ars amandi) de<br />

hombres y mujeres, y la relevancia para uno y otra de lo genital. Es decir, en ese<br />

momento, o con estas premisas previas controladas, lo erótico tendrá posibilidades<br />

de mejorar o crecer o encajar.<br />

Pero acceder a esto de forma apresurada, sin tener en cuenta lo anterior será<br />

un desatino; es decir, si hacemos terapia erótica, sin tener en cuenta el resto de<br />

niveles sexuados, corremos serios riesgos de fracasar. Y si además reducimos la<br />

erótica a sus expresiones conductuales; sin tener en cuenta los antecedentes virtuales<br />

que lo facilitan y estimulan; estaremos pasando por alto alguna de las claves más<br />

ligadas a la identidad femenina y su modo sexuado de vivir la erótica.<br />

Y el bilingüismo sexual es una de las claves. Que los hombres entiendan las<br />

claves femeninas y a la inversa (¡ojo!, que las entiendan, no que las asuman como<br />

propias), nos ayudará a entrar en la vía terapéutica que es el bilingüismo sexológico.<br />

En claves de bilingüismo observamos que si, por ejemplo, una pareja<br />

heterosexual lleva un día conflictivo en el sentido relacional; ella probablemente<br />

no estará en disposición de entablar un contacto erótico. Sin embargo, él se sentirá<br />

menos influido, y podrá hacer incluso insinuaciones. Desde el idioma femenino esto<br />

puede ser algo indignante. De forma muy visual “como puede ser capaz con el día<br />

que llevamos de proponerme encima que tengamos relaciones ¿pero es que no se<br />

da cuenta de lo que sucede?”. Sin embargo, esa situación que en el plano relacional<br />

debiera estar resuelta, para que ella viviera de buen grado las insinuaciones de él;<br />

pueden tener otra lectura en el lenguaje masculino. Accediendo al contacto erótico,<br />

él entra en disposición anímica para restaurar ese nivel relacional deteriorado.<br />

Resumiendo mucho. Ella estaría dispuesta a tener relaciones si él hubiese sido<br />

capaz de mejorar el clima relacional, de no ser así se cierra la posibilidad de<br />

contacto erótico. Pero también hay otra lectura. Si se hubiese producido el contacto<br />

erótico, entonces tal vez él, hubiese sido capaz de mejorar el estado relacional. Algo<br />

que ella también demandaba. Lo que varia es el orden en uno y otra. En realidad es<br />

una cuestión circular, donde a veces las soluciones son las mismas en ambos sexos,<br />

pero las estrategias difieren en su cronología. “Si él se hubiese preocupado por mi,<br />

yo estaría dispuesta y desearía contacto erótico”; “si ella no cerrase la puerta<br />

para el contacto erótico, yo me preocuparía más por ella”. Así que, más que mirar<br />

qué hace el otro, cada uno debería hacer su camino.<br />

Esto es lo que venimos proponiendo como bilingüismo. Y no estamos<br />

hablando de cuestiones bélicas, con ganadores o perdedores, ni de cuestiones de<br />

superioridad o inferioridad. La clave es que ambos ganen. Él debe saber que el<br />

-181


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

cuidado del tono afectivo y relacional facilitará el deseo en ella; pero ella también<br />

debe saber que el acceso al contacto erótico podrá facilitar la disposición afectiva<br />

y relacional en él. De nuevo repetimos, que es más una cuestión de bilingüismo,<br />

más que de mejor-peor. Y esto es clave en la convivencia sexuada.<br />

Como venimos repitiendo de forma reiterada, pretender que un sexo esté en<br />

el polo del otro, es traicionar la esencia misma de la dialéctica sexual.<br />

Y si como hemos expuesto, el bilingüismo sexual es uno de los cimientos en<br />

las claves de la terapia sexual. Exactamente las mismas propuestas de encuentro que<br />

se proponen para el hombre y la mujer; se acentuarían, ahora que la pareja está en<br />

dificultades. Ahora más que nunca se haría necesario adiestrar a él y a ella, en el<br />

entendimiento (que no asunción) de los caracteres terciarios del otro sexo.<br />

Fig 35<br />

Recordemos las prioridades sexuadas de ella y de él. Por tanto, desligar lo<br />

erótico de lo afectivo, será difícil, al menos en una pareja heterosexual, o hilando<br />

más fino, en una en la que uno de los componentes sea una mujer (lesbianas y<br />

heteros, en concreto).<br />

-182-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Siguiendo un paso más allá y dando por hecho, de nuevo, que todo lo anterior<br />

esté controlado, no estará de más negociar las expectativas. Las parejas jóvenes son<br />

muy puras en sus interacciones corporales, y sólo acceden a ellas desde unos<br />

mínimos que son casi máximos. La dignidad es un enemigo de la posibilidad.<br />

Pongamos un ejemplo gastronómico. Ambos miembros de una pareja llegan<br />

a casa muy cansados, a la hora de cenar. Uno de los dos está más cansado que él<br />

otro. El más cansado le pide al menos cansado que por favor se encargue de la cena,<br />

algo sencillo: dos huevos fritos. El miembro menos cansado accede a ello, a pesar<br />

de su cansancio, y no considera que por ello pierde su dignidad personal; sino que<br />

simplemente forma parte de la generosidad recíproca que conlleva toda vida en<br />

pareja.<br />

Al final ambos cenan. Pretender que esto suceda todas las noches sería un<br />

desatino nutricional y un abuso para el menos cansado; pero de vez en cuando se<br />

hace un apaño 75 que les saca del apuro (¡cuidado!, no he puesto sexo a la persona<br />

que cocina).<br />

Imaginemos que en vez de pedir un par de huevos, se hubiera pedido una<br />

paella de marisco. Esto ya sería un exceso. ¿A donde vamos?. Las parejas jóvenes<br />

sólo comen si hay paella de marisco, sino se quedan sin comer. Los huevos fritos,<br />

son una indignidad: más aún para el que los hace que para el que se los come. ¡No<br />

vean lo puras que se ponen! sobre todo las mujeres, con este asunto y a veces<br />

también ellos. En el sentido de que, de forma rotunda, dicen “así no quiero”; y en<br />

el fondo exigen del otro u otra un deseo activo y no una concesión..<br />

75 Aquí utilizo terminología de J. Landarroitajáuregi y Ester Pérez, autores inestimables en<br />

todo lo referido a la intervención en pareja.<br />

-183-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Fig 36<br />

Pero si ella sabe que con un par de huevos, él se quedará tranquilo, y ya no le<br />

pedirá paella de marisco; y por tanto no le echará en cara el hambre que tiene…<br />

Podrá ser una salida; para ella y para él.<br />

Por lo tanto, cada persona tendrá que definir que son huevos fritos: “qué estoy<br />

dispuesto a hacer sin deseo, sin que me suponga indignidad, ni excesivo esfuerzo”:<br />

masturbación asistida, que me toque mientras se apaña él o ella sólo, se la chupo,<br />

mejor que me la meta y hago de muñeca… El tema es muy personal; pero<br />

animamos a que cada miembro (sexuado) de la pareja indague en qué es paella de<br />

marisco y qué huevos fritos para cada quien.<br />

Recuerden que hablamos de apaños, no de reparaciones permanentes que<br />

establezcan pautas. Y seguimos en el plano sexuado: los huevos fritos tienen sexo,<br />

no son lo mismo para él que para ella.<br />

En las parejas jóvenes los huevos fritos están en extinción. Y en las mujeres,<br />

tras la dignidad feminista, aún más (“¿ser la puta de mi marido?”).<br />

-184-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Y aunque pueda parecer por nuestros ejemplos, que es ella quien debe<br />

plegarse en parte a los deseos de él; cada día la inhibición del deseo erótico es una<br />

demanda también masculina; por lo que habrá que articular modos en los que él se<br />

pliegue a los deseos de ella, sin que se exija o se requiera de forma ineludible el<br />

propio. Los apaños son una alternativa para ambos sexos, aún cuando se concreten<br />

en realidades amatorias bien distintas para él o para ella.<br />

Y aunque apuntamos la necesidad de coordinar el trabajo sobre la erótica con<br />

otros niveles sexuados, no debemos olvidar que la demanda viene precisamente por<br />

esa erótica. Y el trabajo en esta erótica nunca se debe olvidar. Simplemente<br />

animamos al terapeuta a garantizar que cuando el trabajo se centre única y<br />

exclusivamente en este ámbito erótico, se garantice de un modo u otro, que otros<br />

niveles sexuados no estén interfiriendo en esas erótica. Y una vez llegados a ese<br />

punto, tal vez ello nos indique seguir en un formato de pareja (si lo hay) o pasar a<br />

un mayor protagonismo (que no exclusivo) del formato más individualizado.<br />

Caso. MAYA Y WILY. 2003<br />

Formato de terapia privada.<br />

Maya<br />

28 años. Auxiliar de clínica.<br />

Wily<br />

33 años.<br />

Almacenista.<br />

Novios 1 años y casados hace dos.<br />

Construcción del problema :<br />

IDS de ella. 3 meses sin “nada”.<br />

Les pasa desde hace un año. Ella dice que le<br />

fastidia que le pase. Él no presiona.<br />

-185-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

En ocasiones tiene relaciones y lo deja, es como<br />

si no sintiera. Ahora pasa de hacerlo. Dice que lo<br />

haría por él. Es como si lo rechazara y le duele que<br />

le suceda esto.<br />

Lleva la cuenta del tiempo que transcurre sin<br />

relaciones. No encuentra la causa. Él coincide con<br />

ella.<br />

Observaciones :<br />

Por lo demás buena relación.<br />

Iniciamos el proceso habitual en inhibición del<br />

deseo erótico.<br />

II SESIÓN : MAYA Y WILY. 2003<br />

Ella se sintió muy bien en la última sesión. Ha<br />

sentido deseo una vez. Tuvo un buen día.<br />

Vamos hablando de todo un poco, y explicitamos el<br />

tema de los “apaños”. Así mismo reflexionamos sobre<br />

la dinámica entre la obligación y el deseo como<br />

antagonistas.<br />

En cuanto a crecimiento erótico, vamos manejando<br />

también la vía de “encender-cultivar su deseo” con<br />

“Mi Jardín Secreto”. También paralelamente planteamos<br />

el contacto físico no-exigente (focalización<br />

sensorial).<br />

Introducimos una ligera prescripción paradójica.<br />

"No le va a apetecer”.<br />

III SESIÓN : MAYA Y WILY. 2003<br />

Ha leído el libro “Mi jardín secreto”, dice que no<br />

le gustó, que son “cosas raras”; veo que a nivel<br />

-186-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

actitudinal tendremos mucho que andar. Le animo a que<br />

sea ella quien elabore su propia fantasía.<br />

El juego de caricias a él le gustó, le excitó que<br />

le acariciara. Lo hicieron por la noche y echó un<br />

poco en falta los genitales.<br />

Ella dice que no ha huido, que no le rechazaba,<br />

que le apetecía. Indagamos en por qué: se sentía<br />

relajada y durmió bien...<br />

Vamos viendo las condiciones mínimas y voy<br />

concluyendo:<br />

Preliminares largos.<br />

No sentirse obligada.<br />

Le hablo algo de los apaños, al menos que lo<br />

valoren para el próximo día...<br />

IV SESIÓN : MAYA Y WILY. 6 de Junio de 2003<br />

Siguen haciendo bien los deberes. Sin contacto<br />

genital tal como yo les indiqué.<br />

Siguen considerando gratificantes los juegos. Lo<br />

hacen por las noches.<br />

Él le ha tenido que parar los pies a ella<br />

(¡atención!) que le apetecía... Son disciplinados.<br />

Ella dice que “ha surgido”...<br />

Seguimos con los juegos, pero le doy permiso a<br />

ella para que “tire” si le da la gana. Si no hay<br />

chispa no, sólo si siente encendida... Esto lo<br />

hacemos de forma unilateral; sin que él lo escuche ni<br />

lo sepa. De ese modo él no tiene ninguna expectativa<br />

de lo que pudiera suceder.<br />

-187


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Volvemos a sacar el tema de los apaños y parece<br />

que “masturbarle” sería la alternativa.<br />

Como indicamos al principio, lo volvemos a valorar<br />

y vemos que el resto de la vida en pareja va bien. Él<br />

la ve mejor a ella, con ilusión por las noches. Dice<br />

que “se va encendiendo la hoguera”<br />

V SESIÓN : MAYA Y WILY. 2003<br />

Ella está en crisis. Se rebota consigo misma por<br />

no apetecerle (metadeseo). Dice que le cambia el<br />

humor<br />

Intento trabajar más su fantasía. No le ha gustado<br />

mucho “Mi Jardín Secreto”. Alucina de cómo la gente<br />

puede pensar lo que piensa.<br />

Intento cuestionarla un poco y hablarle de lo<br />

saludable de la fantasía, de que cabe todo, de que no<br />

implica nada… Vuelvo a ofrecerle la alternativa de<br />

“escribir” en vez de leer.<br />

Como se van de vacaciones hacemos un alto.<br />

VI SESIÓN : MAYA Y WILY. 2003<br />

Sensación de atasco y de no avanzar. Ahora ella<br />

está convencida de que esto viene de “atrás”. Cree<br />

que tiene algo bloqueado en su inconsciente. Que va<br />

más allá de su capacidad. Cree en la regresión,<br />

hipnosis y esas cosas y me dice que “qué me parece”.<br />

Le damos libertad para que elija, pero no podremos<br />

simultanear. Suspenderíamos temporalmente la terapia.<br />

Él no le ve muy claro, prefiere seguir, pero creo que<br />

ella necesita motivarse de algún modo.<br />

-188-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

No leyó “Historia de O”, le parecía aberrante;<br />

sólo aguantó medio libro. Por su cuenta se compró<br />

otro libro de auto-ayuda. Le gustó más.<br />

Al menos están contentos con los apaños, tanto<br />

ella como él. Reconocen que es una alternativa que<br />

les ayuda mucho.<br />

Valoro su motivación y apoyo en estas sesiones,<br />

por si estamos en cierre terapéutico. Por si no<br />

volvieran, ella tiene que irse con la sensación de<br />

“haber hecho bien las cosas, de ser una persona<br />

valiosa”.<br />

REFLEXIONES TERAPÉUTICAS<br />

Este es, en contraste, otro ejemplo que no<br />

finaliza en éxito terapéutico. Aún cuando estamos<br />

diciendo de forma reiterada que lo erótico, se debe<br />

trabajar paralelamente a otros niveles de encuentro<br />

sexuado; en ocasiones, cuando los niveles de<br />

encuentro sexuado están en buen estado; lo erótico es<br />

sin duda lo protagonista y sobre ello deberá recaer<br />

nuestro esfuerzo terapéutico.<br />

En esta pareja, la ausencia de deseo en ella no se<br />

debe a una mala calidad de vida, al menos en lo que<br />

tiene que ver estrictamente con la relación entre<br />

ambos. Sí que creemos que a nivel individual ella<br />

tiene un ritmo laboral excesivo y que sus actitudes<br />

sexuales previas; son dos factores determinantes para<br />

que su deseo erótico se vaya atascando.<br />

El avance claro de las primeras sesiones, lo<br />

atribuimos a la desproblematización del contacto y el<br />

permiso y expectativa de que no le va a apetecer. De<br />

todos modos, como no se resuelve ni su vida laboral<br />

(con lo que tiene que ver en su situación de agobio<br />

general), ni sus actitudes abiertas hacia el<br />

-189-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

mundo de la fantasía y el crecimiento erótico; la<br />

mejora es sólo superficial y pasajera. Tras las<br />

primeras sesiones volvemos al principio, incluso con<br />

más sensación de atasco.<br />

Tras lo acontecido con este caso, creemos que el<br />

crecimiento erótico fue muy rápido para ella. En<br />

líneas generales, y aunque no lo explicite de forma<br />

clara, tiene una visión muy negativa de la<br />

sexualidad, si esta no va asociada a cuestiones más<br />

afectivas. Libros como “Mi jardín secreto” o<br />

“Historia de O”, le parecieron aberrantes. Estaban<br />

muy por encima de sus posibilidades; y en esto no hay<br />

una crítica a su reacción, sino a nuestra<br />

prescripción de los mismos, al no haber sabido<br />

adaptarnos a su nivel actitudinal y sus posibilidades<br />

a corto plazo.<br />

Así mismo, y analizando a posteriori lo sucedido,<br />

hoy hubiésemos apostado por un enfoque más<br />

individualizado para ella. Esto nos hubiera permitido<br />

trabajar su situación actitudinal, para poder entrar<br />

con más cautela en el crecimiento erótico. La<br />

intervención en pareja la hubiésemos reservado para<br />

informarle a él de los pormenores de la consulta, que<br />

no presionase (nunca lo hizo) y manejar como<br />

alternativa los apaños (algo que manejaron muy bien,<br />

y que valoran como lo más “útil” de la terapia).<br />

Este es un ejemplo de que la terapia sexual va más<br />

allá de lo que se viene en llamar terapia de pareja.<br />

En este caso el problema afecta a la pareja; pero no<br />

parece relevante el trabajar de forma directa en ese<br />

formato. La terapia sería sexual pero alternando<br />

sesiones individuales con ella (sobre todo) y de<br />

pareja con ambos (más esporádicas). Por lo tanto,<br />

creemos que la terapia sexual no puede tener un<br />

formato previo, sino que en función de cada caso se<br />

irá adaptando a cada demenada.<br />

Este caso, en relación a los anteriores, nos pone<br />

ante la misma demanda; pero<br />

-190


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

sería imposible utilizar una misma estrategia. En<br />

este caso concreto, el énfasis no debería haber<br />

estado tanto en la erótica (en el sentido de<br />

“cuanto”), sino en la “sexualidad” en tanto vivencia<br />

del hecho de ser sexuado. Centrarnos, como lo<br />

hicimos, en las conductas, sin haber sabido manejar<br />

previamente (o al menos paralelamente) las vivencias<br />

y actitudes sexuales de esta mujer, impidió que le<br />

fuésemos útil en relación a la demanda que nos<br />

planteó.<br />

Este ejemplo introduce un matiz que complementa lo<br />

que estamos aportando en esta obra. Decimos que no<br />

solamente se debe trabajar el ámbito erótico, sino<br />

todos los niveles sexuados de la relación. En<br />

ocasiones no sólo basta lo anterior, sino que debemos<br />

centrarnos en la subjetividad que suponen las<br />

vivencias y las actitudes asociadas a la sexualidad.<br />

De todos modos, nosotros mantenemos nuestra<br />

hipótesis sexuada. Conforme avanzan las sesiones,<br />

vemos que su ritmo laboral es muy exigente. Esto<br />

creemos que es determinante, como mujer, a la hora<br />

de no poder “fluir” su deseo; pero en ese momento<br />

(hasta entonces habíamos conseguido mejoras) ella<br />

insiste con su hipótesis de que viene de atrás, que<br />

necesita regresión, hipnosis, etc… dado que a una<br />

compañera, para algo que no tenía mucho que ver con<br />

su situación, le sentó muy bien. Y, como decíamos más<br />

arriba, nuestra hipótesis de trabajo, sigue siendo<br />

absolutamente sexuada: su vida laboral afecta<br />

totalmente a su estado anímico, y esto, como mujer,<br />

impide que su deseo erótico aflore; ella no comparte<br />

esta teoría y se centra en sus propias impresiones,<br />

que no nos queda más remedio que respetar.<br />

Tampoco hubiese sido mala idea, hacer un poco más<br />

de caso a su demanda de ver si hay algún bloqueo<br />

ahondando en su biografía sexual; que a la vez nos<br />

podría ayudar al cultivo y entendimiento de sus<br />

actitudes hacia la sexualidad.<br />

-191


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

De haber podido continuar nuestro trabajo<br />

hubiésemos continuado en el plano actitudinal, a la<br />

par que en la búsqueda de un ritmo laboral más<br />

equilibrado para su propio estado anímico.<br />

Y añadiríamos aún una vía terapéutica sin<br />

explorar: que ella se reconcilie con lo que es su<br />

deseo; el “suyo”, como mujer; y no con el que cree<br />

que debería ser. Cuestión esta nada despreciable,<br />

entre lo que cree que debería desea y lo que<br />

realmente desea.<br />

-192-


<strong>LA</strong> OTRA TERAPIA SEXUAL<br />

Podríamos seguir con otros ejemplos, que clasificados desde la disfunción, es<br />

decir, desde el problema; deberían tener un enfoque centrado en el sexo; es decir,<br />

en el hecho de ser hombre y mujer.<br />

Aunque no nos extenderemos en ello, (y dejamos vías abiertas de continuidad)<br />

el vaginismo, por ejemplo, más allá de la dificultad de penetración coitad; tras haber<br />

escuchado a muchos hombres y mujeres en estas circunstancias, nos acabamos<br />

encontrado con algunas que otras coincidencias.<br />

No espasmo sólo ante la curación de un reflejo muscular; sino que al final él,<br />

en tanto hombre, nos suele ofrecer un perfil muy concreto. Y cuidado, hablamos de<br />

él, aún cuando desde el síntoma, el problema parece que lo tiene ella. Y en el<br />

sentido conductual así es. Pero él, como decíamos, es un hombre muy respetuoso<br />

(en exceso, si cabe) y nunca acaba de transgredir la normativa estricta del respeto<br />

que ella parece proponer 76 . La iniciativa masculina no acaba de superar el temor<br />

o las resistencias que ella tiene, y esto se acaba disfrazando de respeto a la pareja,<br />

cuando no es sino una acomodación al síntoma en si mismo.<br />

El vaginismo sería un ejemplo más de demanda erótica que debiera ser<br />

trabajado más allá de su expresión amatoria, y se debería tener en cuenta la<br />

identidad sexual, es decir el hecho de ser hombre y mujer.<br />

Pero, cuando en el encabezado de este capítulo nos referíamos a la otra<br />

terapia sexual es aquella en la que el enfoque debería ser sexual, aún cuando la<br />

demandad no provenga de la erótica. Esto es lo que q efectos de representación<br />

social podría ser tenido en cuenta como terapia de pareja y no tanto como pareja<br />

sexual. Esbocemos al menos un ejemplo 77 , refiriéndonos a la comunicación en<br />

pareja.<br />

76 Aquí estamos hablando de “roles” masculinos y femeninos, que en sentido absolutamente<br />

desigual, jugamos en el encuentro erótico. Aún cuando el discurso pueda ir más allá de lo<br />

racional, la erótica nos pone ante la necesidad de ser hombre o mujer de forma prioritaria,<br />

ante el otro hombre o mujer, que también lo es.<br />

77 Nuestra intención es elaborar otro volumen, con el mismo nivel de ejemplificaciones, pero<br />

tratando demandas terapéuticas no-eróticas; pro su puesto, y más allá de la representación<br />

social para nosotros sexuales, aún cuando no tengan nada que ver con los encuentros<br />

genitales y corpóreos.<br />

-193-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

COMUNICACIÓN MASCULINO-FEMENINA<br />

Se critica fácilmente a los libros de autoayuda (son acientíficos), pero Marte<br />

y Venus 78 , por ejemplo, tiene unas claves impagables para el biligüismo sexual..<br />

La comunicación masculina afecta a menos niveles, esto tiene que ver así<br />

mismo con su percepción, menos de gran angular (en femenino) y más de<br />

teleobjetivo (en masculino) El planteamiento intersexual de la comunicación se hace<br />

imprescindible. Dado que (si hacemos como con el deseo y el afecto) proponemos<br />

un modelo como adecuado y otro inadecuado, el conflicto está servido; y la<br />

frustración garantizada.<br />

Aunque parezca una simpleza, sería importante reconocer que muchos<br />

encontronazos y discomunicaciones no son fruto de la mala fe, la ignorancia o la<br />

astucia del otro; sino simplemente entre el modo de comunicar de unos y el modo<br />

de comunicar de otras.<br />

Sin pretender ser exhaustivo (recordemos que esto pretende ser sólo un<br />

ejemplo) y sin perder nunca de vista la intersexualidad y la posibilidad (en tanto<br />

valor) de ladrillos transexuados:<br />

C La expresión y comunicación sobre el problema es terapéutico en ella (el viaje<br />

es balsámico, no decimos resolutivo, pero sí beneficioso) y genera ansiedad en él<br />

sin visos de solución, el viaje sin meta es un aumento del sufrimiento.<br />

C Por tanto ella buscará expresarse y él puntualmente se retraerá<br />

C Ella querrá que él hable de sus problemas (el no querrá, y además se sentirá<br />

acosado por ello; ella dolida por que él no se deja ayudar) y él dará soluciones<br />

(metas) a sus problemas (viajes); con lo que ella sentirá que le trata con<br />

paternalismo; pero sin capacidad de escucha, él sentirá que por más interés que pone<br />

su ayuda no le sirve y además se siente cuestionado 79 .<br />

78 GRAY, J. (1993), Los hombres son de Marte, y las mujeres de Venus, Ed. Grijalbo,<br />

Barcelona.<br />

79 El “señor todo arreglado” y el “comité para la mejora del hogar”, usando los términos<br />

de John Gray.<br />

-194-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Fig 37<br />

Un hombre se retira a su cueva para solucionar sus problemas solo y sentirse<br />

mejor. Las mujeres se reúnen y hablan abiertamente de sus problemas para sentirse<br />

mejor. Si no se tiene esto en cuenta, los hombres se pueden convertir en unos<br />

“malditos egoístas incomunicativos” y las mujeres “unos loros siempre con<br />

problemas”. Cuando en el fondo son sólo distintos estilos de comunicarse y de<br />

afrontar las situaciones de la vida. Si esperamos que el otro sea como yo, el<br />

conflicto está servido (anulación de la dialéctica sexual).<br />

-195-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Cargando las tintas en la identidad masculina, recuperemos un valor: la<br />

templanza., Saber aguantar el miedo 80 (no erradicarlo o no sentirlo, ese ha sido el<br />

error). Eso sí, algunos hombres confunden la templanza con no-reaccionar nunca<br />

y así eluden las situaciones. Eso tampoco. Entre el “hombre blando 81 ” y “el<br />

hombre duro” está la templanza; cuestión de ritmos, no de evitación (que es lo que<br />

muchos hombres hacen en la comunicación de pareja, por ejemplo).<br />

Así podríamos seguir, pero echamos mano de nuevo del bilingüismo sexual<br />

como estrategia terapéutica. Del mismo modo el manejo de la tensión y los<br />

problemas es otra clave absolutamente sexuada.<br />

Y para finalizar, vamos a proponer otro enfoque de terapia sexual, allá donde<br />

ni siquiera se consideraría al tema no sólo terapia erótica, sino tampoco terapia de<br />

pareja. Es la violencia, violencia de género 82 , maltrato…<br />

Cómo mucho esto entraría a formar parte de los enfoques de psicoterapia, pero<br />

muy pocos 83 , lo consideran un problema de terapia sexual, pero queda claro que<br />

para nosotros lo es tanto (o más si cabe) como lo pueda ser una impotencia, un<br />

vaginismo, una eyaculación precoz o una inhibición del deseo.<br />

VIOLENCIA SEXUAL<br />

Es difícil encontrar expresiones humanas, donde la realidad de ser hombre o<br />

mujer, sea más relevante que en la posibilidad de ejercer 84 la violencia.<br />

80 Donde digo miedo se puede poner “ansiedad”, “tensión”, “sentirse cuestionado demasiado<br />

pronto y pasar a la defensiva”, “no dejar pasar un tiempo prudencial hasta ver si la emoción<br />

se mantiene”…<br />

81 BADINTER , E. (1993), XY. La identidad masculina. Alianza Editorial, Madrid.<br />

82 Utilizamos la terminología psicopatológica en auge en el momento actual; que estemos<br />

de acuerdo con ella en el sentido etimológico es otro cantar.<br />

83 ¡Y ojalá estuviésemos equivocados!<br />

84 Y ponemos el énfasis en el ejercer más que en el padecer. Y aunque sabemos que aquí<br />

vamos a contracorriente, también tenemos claro que una cosas es la ideología victimista yo<br />

tra distinta el análisis global de una dimensión más extensa.<br />

-196-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Fig 38<br />

Factores predisponentes a la “violencia sexual”<br />

En una obra anterior 85 , en el capítulo dedicado a la agresividad, veíamos como<br />

la testosterona podía activar (más que producir, “per se”) reacciones más o menos<br />

positivas en función de la predisposición (ganar o un enfado, por ejemplo,<br />

situaciones ambas que producían un claro aumento de la testosterona).<br />

El estrés (esto está demostrado) trae como consecuencia un aumento de la<br />

testosterona 86 ; y los hombres que se hallan en medio de un conflicto y una ruptura<br />

85 SÁEZ SESMA, S. (2003), Op. Cit. pp. 114-130.<br />

86 Animamos al lector a entrar en la siguiente reflexión: los niveles de testosterona aumentan<br />

con el estrés, pero el estrés correlaciona con inhibición del deseo erótico. Creemos que algo<br />

más que la testosterona está influyendo en el deseo. También parece ocurrir, que con el<br />

-197-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

de pareja, debido a ese estrés, experimentan un incremento de los niveles de<br />

testosterona, “lo que a su vez fomenta más enfrentamientos con las esposas de las<br />

que se están separando” 87 .<br />

No habrá que pensar mucho para prestar atención a situaciones especialmente<br />

susceptibles de desembocar en violencia. Los procesos de separación, asociados al<br />

estrés (aumento de testosterona) son sin duda un factor predisponente de la<br />

violencia sexual.<br />

Fig. 39<br />

estrés aumentan las catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) que sí tienen un efecto<br />

antiandrogénico. ¿Es por tanto más elevado el efecto antiandrogénico de las catecolaminas<br />

sobre la testosterona que él de esta sobre el Deseo erótico? ¿Pero no por ello esa<br />

testosterona, deja de ejercer un efecto sobre la agresividad masculina? ¿O podríamos pensar<br />

que son las catecolaminas las responsables de esa predisposición agresiva?<br />

87 A. Mazur y A. Booth, “Testosterone and dominance in men”, Behavioral and Brain<br />

Sciencies, 21 (1998): 353-397<br />

-198-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Otro factor predisponente serán los celos 88 . Esta emoción, posible en ambos<br />

sexos, no se procesa del mismo modo en él y en ella. El manejo de celos suele ser<br />

considerado un tema de la llamada terapia de pareja y no tanto de la terapia sexual.<br />

Pero de nuevo y de forma machacona nos situaremos ante la realidad sexuada. Una<br />

misma emoción dará diferentes resultados en una mujer y en un hombre.<br />

Más allá de discursos simpáticos, convendremos en un mayor nivel de<br />

agresividad en los varones. O en una expresión o canalización más violenta de esta<br />

agresividad (todo esto ya ha sido expuesto en otra obra).<br />

Esto queda reflejado a lo largo de la escala filogenética y no por ello el<br />

hombre estará libre de sus raíces. Que nadie oiga en esto justificación alguna a nada;<br />

estamos hablando simplemente del análisis de los hechos. Si asumimos o partimos<br />

de la idea de que hombres y mujeres son iguales, aplicaremos los mismos<br />

protocolos; pero curiosamente, ya de entrada, nos encontramos con algo sexuado:<br />

La mayoría de las veces, nos llegan a consulta los problemas celotípicos de ella, los<br />

de él no llegan con tanta frecuencia. Por tanto, será necesario un abordaje<br />

diferencial empezando por su acceso.<br />

Y, para acabar de ser sinceros, a día de hoy los sexólogos no somos<br />

demandados por los usuarios para intervenir en violencia sexual; sin duda, algo que<br />

también sucedió hace unos años con la terapia sexual no erótica (la llamada terapia<br />

de pareja); pero para atraer la demanda, habrá que ofertar recursos; y aunque estén<br />

por hacer, el punto de mira, nos garantiza un enfoque novedoso al que se está<br />

empleando actualmente.<br />

Concretando, el manejo de los celos, por ejemplo, requerirá estrategias más<br />

urgentes en varones que en mujeres; dado que en estos pueden derivar más<br />

rápidamente en violencia. Si tenemos presente solamente esta variable, nos daremos<br />

cuenta que el formato de esta emoción no es en modo alguno reversible. Es decir,<br />

el foco de entrada no son solo los celos; sino el sexo de la persona que los padece.<br />

88 Recomendamos con especial énfasis el artículo: PÉREZ OPI, E. (2004) “Ellos, ellas y los<br />

celos: Una nueva mirada a un viejo problema”, Anuario de Sexología, nº 8, AEPS,<br />

Valladolid.<br />

-199-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Fig 40<br />

En todo esto hay mecanismos circulares, y movimientos de uno que llevan a<br />

movimientos de la otra y viceversa. No se trata de buscar culpables o causantes de<br />

una situación violenta; sino todo lo contrario, ofrecer recursos que den margen de<br />

maniobra para detener “bucles” peligrosos de la relación hombre-mujer.<br />

Tarde o temprano, cuando se pase la mala leche y los tópicos, cuando se deje<br />

de santificar y satanizar a víctimas y verdugos de la violencia (¿doméstica 89 o de<br />

89 Aún a riesgo de violentar a mis colegas de profesión, creemos que, en coherencia, sí es<br />

violencia sexual, y aquí la llamada violencia de género nos ha evitado (alguna excepción<br />

tenía que haber) una satanización más del concepto sexo. Pero a efectos reales es la<br />

violencia ejercida por hombres (sexo) a mujeres (sexo) y por ende yo sí que creo que es<br />

violencia sexual, no erótica, pero sí sexuada. Y al hilo de todo esto no nos resistimos a<br />

realizar algunas reflexiones. Últimamente se la denomina “violencia doméstica”; pero esto<br />

es absurdo dado que si se arremete fuera del ámbito doméstico (en un hotel, de vacaciones,<br />

por ejemplo) dejaría de ser violencia doméstica. En ese caso “doméstica” se quiere referir<br />

a familiar; pero si es un padre que arremete a un hijo, es familiar; pero ya no se refiere a<br />

-200-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

género?); estaremos en disposición de analizar con calma sus esencias sexuadas 90 .<br />

No estamos menospreciando realidades biográficas que pondrían los pelos de punta<br />

a cualquiera. Pretendemos hacer un abordaje científico más allá, para que en el<br />

futuro esas biografías escalofriantes lo sean en menor cantidad y en menor medida.<br />

Pero para que así suceda, no queda más remedio que tomar una distancia actitudinal<br />

para evitar el prejuicio; e ir por tanto a las esencias con el fin de entenderlas y<br />

canalizarlas; más que a la exposición y denuncia interesada o bienintencionada de<br />

sus consecuencias.<br />

aquello que se quiere referir. Debería decir por tanto violencia de pareja, y como hemos<br />

dicho –no nos vamos a desdecir cuando nos convenga- pareja es inevitablemente sexual.<br />

¿Por qué no llamar a las cosas por su nombre? ¿Por qué no violencia de pareja (sexual)? ¿O<br />

violencia masculina (sexuada) en pareja? Ojala el futuro nos dé coraje.<br />

90 En las fechas en que escribimos estas letras (junio de 2004), la RAE ante la aparición de<br />

una nueva ley con medidas más duras para atajar la “violencia de género”; ha sugerido que<br />

la expresión violencia de género es errónea (el académico F. Lázaro Carreter, fallecido este<br />

mismo año, ya apuntó con firmeza que el concepto género carece de sentido en el idioma<br />

español y que se debe más a corrientes socio-políticas, al margen de cualquier rigor<br />

lingüístico o etimológico). De todos modos, de cara a la ley sobre la que se pidió la opinión<br />

de la RAE, parece que va terminar llamándose “violencia de género” aún cuando le<br />

etimología y el uso del idioma digan lo que digan (al fin y al cabo la etimología lingüística<br />

no vota).<br />

-201


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

-202-


Wendy. 31 años<br />

PERO AL FINAL, <strong>LA</strong> “ERÓTICA”<br />

PETER PAN Y WENDY. Noviembre de 2002<br />

Trabajadora social<br />

Peter Pan. 39 años.<br />

Profesor en una empresa de formación.<br />

Viven de forma independiente cada uno de ellos. A<br />

unos 20 km de distancia el uno del otro. Ella en una<br />

ciudad media y el en un entorno más rural. Él tiene<br />

a su cargo un discapacitado de 14 años, que de lunes<br />

a viernes está fuera y el f/s con él. En vacaciones<br />

vive de forma permanente con él (en futuro próximo<br />

esta será la situación).<br />

Definen su pareja de forma muy peculiar. Tuvieron<br />

una fase de enamoramiento y después una ruptura<br />

violenta. Ella tuvo problemas ginecológicos, ante lo<br />

cual decidió tener un hijo (ella tiene claro que<br />

quiere ser madre). Lo estuvo valorando con él, y él<br />

asumió el hecho de ser el padre. Ella hubiese seguido<br />

adelante con él o sin él.<br />

Ahora tienen un hijo de 5 meses que vive con ella.<br />

Intentaron convivir un tiempo, pero no acabó de<br />

funcionar. Ella se siente especialmente dolida con<br />

él, y reconoce que sigue enamorada. El está implicado<br />

en la paternidad de forma clara. Acuden a nosotros<br />

para ver “que hacen a partir de ahora”.<br />

El último mes ha sido muy ambivalente. Han “roto”;<br />

lo cual por un lado supone una cierta decepción, pero<br />

también tener algo claro. Sin embargo, el hecho de<br />

venir a terapia abre la posibilidad de<br />

-203-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

continuidad. Al menos ambos expresan su voluntad<br />

hacia ese fin.<br />

Cuando les preguntamos como les gustaría verse en<br />

un futuro, ella dice:<br />

“Viviendo juntos, no en el pueblo. Con los dos<br />

críos. El me incluiría en su vida. Hacemos vida de<br />

pareja, con intimidad”.<br />

El dice: “Vivimos juntos, los 4. En el pueblo.<br />

Además de querernos nos comunicamos; pero también<br />

somos independientes”.<br />

La relación ha transitado los últimos 5 años de<br />

bien a regular y de regular a mal (parafraseando sus<br />

palabras). Hasta ahora se encontraban en una<br />

situación de “ni dejarlo, ni seguir”. A partir de ahí<br />

y desde hace un mes, deciden dejarlo y pedir ayuda<br />

externa.<br />

“Nos queremos pero no sabemos convivir”. Esta es<br />

una frase de consenso.<br />

SIGUIENTES SESIONES<br />

A lo largo de 6 meses nos vamos viendo con una<br />

periodicidad de 3 semanas, más o menos. Están a dos<br />

horas de viaje, y pierden el día entero en venir a<br />

consulta.<br />

Al principio vamos entrando en claves habituales<br />

de trabajo en pareja:<br />

- Compromiso. Es muy deficiente y a la menor<br />

fricción, la pareja se cuestiona como tal. Esta es<br />

una de las primeras estrategias.<br />

- Límites. Deben hacer compatible 4 facetas:<br />

laboral, familiar (padre-madre), de pareja e<br />

individual. Vamos valorando los mínimos de cada uno<br />

y en base a ello negociamos.<br />

-204


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

- Todo lo relacionado con la paternidad-maternidad<br />

no supone ninguna fricción y ambos se muestran<br />

colaboradores.<br />

- Intimidad. A raíz de estos límites, proponemos<br />

espacios de tiempo dedicados a la intimidad como base<br />

para la vida en pareja.<br />

Ambos van reestructurando sus vidas para adecuarla<br />

a la nueva situación. La motivación y deseo de cambio<br />

es incuestionable.<br />

Analizamos el esfuerzo de uno y otro para entrar<br />

en una nueva vía de refuerzo recíproco, antes que el<br />

“reproche”<br />

Pactan de forma consensuada cuantos días va a ir<br />

él a casa de ella, para estar con el niño y quedarse<br />

a dormir. Valoramos el clima de estos días, y el<br />

estado anímico de uno y otro, tanto en estos periodos<br />

como en el resto.<br />

Extraemos del pasado claves que funcionaron. Y en<br />

el presente vamos analizando las discusiones y<br />

desencuentros, dentro de la dinámica más habitual de<br />

toda convivencia en pareja.<br />

Ella se queja de la falta de deseo de él hacia<br />

ella como algo que le preocupa. Sobre todo le agobia<br />

en especial los días que duermen juntos, los días que<br />

han pactado quedarse ambos en el mismo domicilio.<br />

Decidimos no poner esto en conocimiento de él,<br />

para no presionarle y que aflore el deseo, en tanto<br />

se va asentando el clima afectivo. Trabajamos con<br />

ella su situación emocional e intentamos que tenga<br />

calma, viendo esto como algo pasajero.<br />

Van evolucionando bien en todos los niveles, pero<br />

a nivel erótico todo sigue igual. Poco a poco le<br />

animamos a él a pasar a la acción (estas sesiones<br />

-205-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

son individuales) pero ella comienza a llevar mal la<br />

falta de deseo de él.<br />

Poco a poco, y tras lo que parecía un periodo de<br />

mejora, ella se replantea lo determinante de “aquello<br />

que le falta” y la relación entra de nuevo en un<br />

periodo de cuestionamiento.<br />

Como considero que no puedo tener a ella más<br />

tiempo “esperando” (ha hecho grandes esfuerzos, a<br />

expensas de que él cambie – y no sólo en el plano<br />

erótico-) decidimos suspender la terapia.<br />

Ella iba asumiendo lo que supone la<br />

institucionalización de una pareja (más allá de su<br />

formalidad legal): contactos familiares, programación<br />

consensuada de vacaciones, reestructuración cotidiana<br />

de los tiempos… Pero él sigue planteando de vez en<br />

cuando ausencia prolongadas (3 semanas o un mes) en<br />

viajes con sus amigos, sin implicarle a ella.<br />

Valoro el esfuerzo de ambos, y aplazamos de forma<br />

indefinida la terapia.<br />

REFLEXIONES TERAPÉUTICAS<br />

Partimos de una situación poco convencional. Esto<br />

lo saben ellos como clientes, y lo sabemos nosotros<br />

como terapeutas. Dado que son dos personas<br />

inteligentes y dialogantes, les hacemos saber, de<br />

entrada lo “peculiar” de su situación.<br />

Sin embargo, ellos están dispuestos a intentarlo.<br />

Sobre todo en aras del cuidado de su hijo (algo que<br />

parece que no se va a resentir, dado que ni siquiera<br />

en los peores momentos de crisis de pareja, se ha<br />

-206


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

desatendido al niño, por ninguna de las dos partes)<br />

y, sobre todo, para buscar un nuevo modo de vida en<br />

pareja.<br />

A lo largo del trabajo en cada uno de los aspectos<br />

que consideramos claves en pareja (compromiso,<br />

intimidad, límites, contrato, resolución de<br />

conflictos, comunicación, celos…) vemos como ella va<br />

evolucionando ante la nueva situación que supone la<br />

maternidad. Ella está dispuesta a variar el contrato,<br />

buscar nuevas cláusulas para que la pareja siga como<br />

tal, incluyendo de forma coherente compaginar esto<br />

con algún modo de vida en común.<br />

Él se implica bien en todo lo relacionado con la<br />

paternidad; pero asimila peor y se muestra más<br />

resistente al cambio (no en su comunicación, sino en<br />

la distribución de su vida real) en lo que supone<br />

asimilar sus ritmos y distribución de espacio-tiempo,<br />

a la nueva situación.<br />

El vínculo afectivo en ambos está fuera de toda<br />

duda. Ella es más explícita que él. Pero como venimos<br />

apuntando, la afectividad femenina es más explícita<br />

que la masculina (y más explícita no quiere decir ni<br />

mejor, ni más abundante, sino simplemente más<br />

explícita).<br />

Ella va variando en sus demandas, pero también en<br />

su disposición hacia él, en la medida que evoluciona<br />

la situación. Él en cambio se muestra más anclado a<br />

un modelo de pareja menos implicado, más de novios<br />

que de padres. Es disciplinado y colaborador en todas<br />

las propuestas.<br />

Ella asume con cierta resignación su lentitud,<br />

ante nuestro consejo de tener paciencia, frente a un<br />

estilo resolutivo más oscuro en los varones; pero que<br />

en su momento tendrá un resultado más claro. Aquí<br />

ponemos en juego toda nuestra capacidad didáctica en<br />

bilingüismo para él y para ella.<br />

-207


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Sin embargo, y a pesar de que el trabajo<br />

evoluciona según nuestros criterios, el malestar de<br />

ella va en aumento. Él no la desea, no le busca, los<br />

días que duermen juntos se siente muy violenta al<br />

acostarse. Por más que intentamos pasar a un segundo<br />

plano esta circunstancia, para ella empieza a ser<br />

vital.<br />

Al final plantea que si esto va a seguir así, ella<br />

se lo va a replantear, dado que no puede quemar su<br />

vida, que aún es joven y que necesita aquello de lo<br />

que carece. Llegados a este punto, y tras entender<br />

que ella nos ha dado un margen de confianza más que<br />

suficiente, y los resultados no le llegan, decidimos<br />

interrumpir la terapia.<br />

Este caso nos pone de manifiesto, que a pesar del<br />

carácter relativo que venimos dando a la erótica en<br />

este texto; no deja de ser absolutamente<br />

significativa. Venimos planteando que a veces para<br />

acceder a resolver problemas en la erótica, hay que<br />

saber acceder a otros planos de encuentro sexuado noeróticos.<br />

Pero también se pone de manifiesto, que aún<br />

cuando esos otros planos de encuentro no-eróticos, se<br />

encuentran en buen nivel; el deterioro de la erótica<br />

es más que suficiente para cuestionar la continuidad<br />

de la pareja.<br />

Y aunque hayamos dicho que la terapia sexual es<br />

erótica y no erótica; lo que define a una pareja como<br />

tal, no es sólo el sexo de sus componentes; sino el<br />

deseo erótico de esos dos sujetos sexuados. Sería una<br />

cuestión de trabajo en escalera. Cierto que sin sexo<br />

no hay pareja (es insoslayable el sexo del otro);<br />

pero sin deseo erótico, como segundo paso, es muy<br />

discutible que la realidad de pareja como tal se<br />

sostenga.<br />

En este caso en concreto, y en muchos otros (sobre<br />

todo mujeres) ante la ausencia de deseo de sus<br />

pareja, utilizan la disyuntiva de “somos amigos o<br />

somos pareja”. Es el deseo erótico lo que construye<br />

a la pareja, y el deseo erótico es inevitablemente<br />

-208-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

sexuado. Por tanto, la erótica no es uno más de los<br />

niveles de sexuación; probablemente sea el nivel de<br />

sexuación que puede (no siempre, pero puede)<br />

convertir una interacción en relación de pareja.<br />

Y para seguir con el suspense…, meses después me<br />

encuentro con Wendy y me dice que de nuevo están<br />

viviendo juntos. Llevan ya dos meses y está muy<br />

contenta.<br />

Aún cuando llevamos todo el texto relativizando la exclusividad de la erótica<br />

como clave de entrada en la terapia sexual, considerando que se debe tener un<br />

enfoque más amplio. Somos conscientes, aún cuando pudiera resultar paradójico,<br />

que probablemente la erótica tenga un peso más relevante en la pareja que otros<br />

niveles de encuentro sexuado. Curiosamente, lo que hace que una pareja sea pareja<br />

sexual y no pareja de amigos, hermanos, vecinos… es precisamente el deseo<br />

erótico. Y cuidado, no decimos la plasmación más o menos correcta, sino la<br />

interacción erótica en si misma (ya sea real o virtual). Es justamente esto, lo que<br />

pone en tela de juicio la continuidad de muchas parejas cuando este nivel erótico no<br />

funciona como se supone que debiera.'<br />

En el sentido filogenético, creemos que la erótica tiene una raíz más antigua<br />

que otros niveles de convivencia sexuados. Es decir, la erótica tiene una<br />

originalidad primitiva 91 de la que se han ido derivando otras expresiones a través<br />

de los sustratos psico-sociales. Es esta erótica, justamente, lo que diferencia y hace<br />

que las relaciones sean de pareja-sexuales o no, fraternales o de amistad, como<br />

indicábamos más arriba.<br />

Lo que venimos proponiendo en este texto es reconocer las limitaciones del<br />

enfoque únicamente erótico; pero tampoco sería un acierto reaccionar de forma<br />

extrema hacia el menosprecio de la erótica. Es más una cuestión de suma, donde el<br />

valor absoluto de la erótica sigue siendo tan importante como antes; la cuestión es<br />

que el panorama global se ha ampliado y contamos con más factores y sumandos<br />

a la hora de operar; pero la presencia de la erótica sigue siendo determinante. Y no<br />

91 Aunque imaginamos que el lector ya estará en conexión con nuestras interpretaciones, lo<br />

de primitivo no tiene ningún sentido de subdesarrollo despectivo; sino antiguo, original,<br />

prioritario en el sentido más filogenético o cronológico en lo referido a la evolución de la<br />

especie humana.<br />

-209


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

siempre en el plano conductual, sino en la base más “deseante-deseado” de todo<br />

sujeto sexuado.<br />

Consideramos la erótica en la terapia sexual como el arroz en la paella. Es un<br />

ingrediente básico, pero su sola presencia no da paella sino arroz cocido; pero para<br />

resolver el entuerto la clave no será eliminar el arroz, sino añadir otros ingredientes<br />

a los originales; y no siempre aumentar la cantidad de los mismos.<br />

En toda propuesta terapéutica, creemos interesante no entrar en mecanismos<br />

de negación y comenzar a dar bandazos, como si de una moda se tratase. Sino que<br />

animamos a ser capaces de seguir tras lo andado, reconociendo el camino previo<br />

como parte del patrimonio hacia el futuro.<br />

Se trata pues de sumar por un lado lo “no-erótico; pero sí sexual” y<br />

reequilibrar en el escenario global todas las expresiones sexuadas.<br />

Pero sería absurdo leer que estamos pasando a un segundo plano la erótica. Lo<br />

que hacemos es revalorizar otros niveles; pero la erótica sigue siendo, desde<br />

nuestros ojos, tan importante como lo era antes de escribir estas letras.<br />

APÉNDICE AL CASO <strong>DE</strong> MICKEY Y MINIE<br />

REFLEXIONES TERAPÉUTICAS<br />

Meses después de la última consulta nos llama<br />

Minie con insistencia.<br />

Está convencida de que su marido es gay. Nos dice<br />

con rotundidad que no se siente enamorada y que<br />

“necesito sentir y vivir una parte de mi feminidad<br />

que ha estado siempre desatendida”.<br />

Se la ve calmada para no tomar decisiones<br />

drásticas, de cara a lo que podría ser una ruptura<br />

matrimonial. Pero ha llegado a una serie de<br />

conclusiones y en base a ellas quiere renegociar su<br />

vida con Mickey.<br />

-210


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Intentamos que entre en la dinámica de, al menos<br />

temporalmente, hacer compatibles el “cultivo de esa<br />

parte de su feminidad desatendida” con una vida<br />

familiar que parece querer mantener. Lo ve complicado<br />

y se considera “mujer coherente”.<br />

Le orientación del deseo es lo que es, y la<br />

relevancia erótica en una pareja es la que es. Así<br />

mismo, la identidad de hombre y mujer es la que es;<br />

y las carencias susceptibles de ser atendidas no<br />

pueden ser obviadas, tan fácilmente, por los sujetos<br />

sexuados.<br />

Eso sí, nuestra voluntad terapéutica es que cada<br />

uno saque sus conclusiones sin nuestro dictado<br />

directivo, pero tampoco sin falsas expectativas. En<br />

lo que sí ponemos especial empeño es en “no quemar el<br />

terreno pisado” por si fuese posible reutilizarlo.<br />

Para esto siempre hay tiempo y en ocasiones la<br />

emocionalidad asociada a los “grandes<br />

descubrimientos” está para entenderla y canalizarla;<br />

pero no para cederle el control de nuestras<br />

decisiones más racionales (más cuando hay otros<br />

implicados en ello) al menos de forma inmediata.<br />

-211-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

-212-


COLOFÓN<br />

Podríamos seguir hablando de comunicación, de límites, de compromiso, de<br />

contrato, de manejo de celos... por seguir el índice de alguna obra referencial 92 ;<br />

pero lo relevante no es solamente esto, sino el enfoque sexuado de cada uno de estos<br />

puntos, dado que el resultado y las propuestas terapéuticas serán sexuadas y por<br />

tanto diferentes.<br />

Recordemos que Roger cambia el foco de atención de los problemas al sujeto;<br />

el foco de tratamiento es otro y por tanto también será otro el objetivo: el<br />

tratamiento es el facilitador de los valores intrínsecos del sujeto. Sexologizando a<br />

Roger: el foco de atención ya no será la disfunción o el problema, sino el sujetosexuado;<br />

y por tanto el tratamiento será el facilitador de los valores intrínsecos del<br />

sujeto sexuado.<br />

Va siendo hora de que vayamos más allá de los genitales, pero también más<br />

allá de los cuerpos, más allá de la erótica... Que dejemos de estar obsesionados por<br />

los genitales y su corporeidad y empecemos a obsesionarnos de verdad por el sexo,<br />

el sexo, el sexo... sin pollas o con ellas, con coños o sin ellos, pero sexo, sexo,<br />

sexo... Ojalá la nueva terapia lo haga.<br />

El bilingüismo y la sexuación están ahí como recursos, eso sí, siempre y<br />

cuando partamos de la premisa inicial de la diferencia.<br />

Bomba final 93<br />

Y permítannos una bomba final a modo de reflexión y autocrítica. Hay un<br />

error en el mapa del HSH 94 (Hecho Sexual Humano). La erótica y la amatoria no<br />

se sostienen tras 5 minutos de aplicación lógica del paradigma de los sexos. Si el<br />

mapa es pequeño no podemos acceder a nuevos territorios sin peligro de perdernos.<br />

Y no olvidemos que la terapia es una herramienta, si esta no tiene en cuenta la<br />

92 PÉREZ, E. y <strong>LA</strong>NDARROITAJAUREGI, J. R. (1995) •”Teoría de Pareja.: introducción<br />

a una terapia sexológica sistémica”. Revista de Sexología, nº 70-71, Incisex, Madrid.<br />

93 Este apartado es un breve extracto sobre un artículo más amplio. SÁEZ SESMA, S. (2004)<br />

Op. Cit.<br />

94 AMEZÚA, E. (1999), Op. Cit.<br />

-213-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

dimensión real de su aplicación, acabará siendo deficiente, cuando no tengamos la<br />

suerte de que la demanda se ciña exclusivamente a nuestras posibilidades técnicas.<br />

Pero la ciencia, y como tal la sexología lo es, debe ofrecer técnicas para la<br />

globalidad de sus posibilidades, sean estas frecuentes o raras, demandadas o no. El<br />

territorio es la base para construir los mapas; no son los mapas lo que definen el<br />

territorio, son los que lo reflejan e interpretan para acceder a él con el máximo rigor<br />

posible. Urge una revisión profunda del mapa sexológico.<br />

Fig 41<br />

La erótica no es la expresión del hecho de ser y vivir un sexo; sino una entre<br />

todas las posibles expresiones sexuadas. ¿Qué hacemos con los caracteres sexuales<br />

terciarios? ¿Acaso no son expresiones sexuadas, aunque no sean eróticas? La<br />

amatoria es una derivación, real de la erótica, más virtual; pero esto es un más de<br />

lo mismo.<br />

Necesitamos subir el punto de mira para otear territorios más amplios.<br />

-214-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Así mismo, ha llegado el momento, y la terapia es un ámbito inmejorable, de<br />

dejar el enfoque centrípeto de canalización de aportaciones externas no-sexológicas<br />

(llámense sistémicas, psicológicas, cognitivas, conductuales, biológicas. etc...) para<br />

su posterior reciclado sexológico; y entrar en la vía de lo centrífugo. Generar<br />

propuestas sexuadas de abordaje terapéutico, sin las cuales el resto de enfoques no<br />

sexuados estarán condenados al fracaso. Hay realidades humanas que jamás podrán<br />

ser entendidas, y por tanto modificadas o susceptibles de ser mejoradas, sin el foco<br />

del sexo: del hombre y la mujer en todas sus implicaciones.<br />

El reto queda ahí.<br />

-215-<br />

Silberio SÁEZ SESMA.<br />

ENERO <strong>DE</strong> 2005.


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

-216-


ANEXO I<br />

-217-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

-218-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

-219-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

-220-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

-221-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

-222-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

-223-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

-224-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

ANEXO II<br />

Intervención de DÍAZ ARRESE, Samuel, en el foro interno de Incisex.<br />

Xamu <br />

martes, 2 de mayo de 2003<br />

incisex@eListas.net <br />

[incisex] Sexual o el comodín para todo.<br />

Aupa !!<br />

He estado recogiendo algunos datos de los textos del DSM-III sobre los trastornos.<br />

Creo que se puede comprobar que se usa para todo. Algunos datos complementarios.<br />

En total han sido 261 veces que ha aparecido sexual acompañado en 25 caras de folio.<br />

Creo que sería bastante creativo intentar sustituir cada sexual por lo que realmente quiere<br />

indicar. Principalmente para enriquecer el vocabulario y dejar un poco en paz a sexual.<br />

Qué os parece, ¿lo reescribimos?. Algunos cambios podían ser por erótico, sexuado,<br />

coito... ¿se os ocurren más?<br />

ESTO QUE DICEN TANTAS VECES YO LO DIRIA COMO...<br />

Excitación sexual 65 ?<br />

Actividad sexual 31 ?<br />

Identidad sexual 20 ?<br />

Disfunción psicosexual 18 ?<br />

Deseo sexual 13 ?<br />

Relación sexual 10 ?<br />

Masoquismo sexual 9 ?<br />

Sadismo sexual 8 ?<br />

Trastorno psicosexual 8 ?<br />

Acto sexual 6 ?<br />

Orientación sexual 5 Orientación del deseo?<br />

Disfunción sexual 4 ?<br />

Papel sexual 4 ?<br />

Respuesta sexual 4 ?<br />

Excitarse sexualmente 3 ?<br />

Funcionamiento sexual 3 ?<br />

Organo sexual 3 Organo genital<br />

Pareja sexual 3 ?<br />

Placer sexual 3 ?<br />

Alteración sexual 2 ?<br />

Coerción sexual 2 ?<br />

-225-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

Conducta sexual 2 ?<br />

Estimulación sexual 2 ?<br />

Experimentación sexual 2 ?<br />

Fantasía sexual 2 ?<br />

Historia sexual 2 ?<br />

Madurez sexual 2 ?<br />

Objeto sexual 2 ?<br />

Situación sexual 2 ?<br />

Abuso sexual 1 ?<br />

Alteración psicosexual 1 ?<br />

Asalto sexual 1 ?<br />

Atractiva sexualmente 1 ?<br />

Cambio sexual 1 Cambio de sexo?<br />

Conquista sexual 1 ?<br />

Delincuente sexual 1 Delincuente?<br />

Desviación sexual 1 ?<br />

Estimulo sexual 1 ?<br />

Estructura sexual 1 ?<br />

Evaluación sexual 1 ?<br />

Experiencia sexual 1 ?<br />

Función sexual 1 ?<br />

Problema sexual 1 ?<br />

Pto de vista sexual 1 ?<br />

Reasignación sexual 1 ?<br />

Rendimiento sexual 1 ?<br />

Rol sexual 1 ?<br />

Sádico sexual 1 ?<br />

Satisfacción sexual 1 ?<br />

Vida sexual 1 ?<br />

- --<br />

Saludos, besos y abrazos<br />

Xamu<br />

-226-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

ANEXO III<br />

Intervención de DÍAZ ARRESE, Samuel, en el foro interno de Incisex.<br />

Xamu <br />

martes, 20 de enero de 2004 2:59<br />

incisex@eListas.net <br />

[incisex] Sobre la sexación<br />

Aupa colisteros/as!!<br />

Como viene siendo algo habitual, después del fin de semana de curso vengo<br />

con las ideas revueltas y revoltosas. Voy a escribir algo sobre la Sexación<br />

pues la hemos mencionado mucho en la sesión de Silberio.<br />

La sexación, entendida como "etiquetado sexual", creo que no es exclusiva de<br />

los humanos pese a que en ellos estemos metidos. Me parece más bien que es<br />

un mecanismo necesario y esencial en toda especie sexuada. Es decir,<br />

cualquier ser vivo que tenga sexo, tendrá la capacidad de sexar. Es<br />

necesario, pues de ello depende su reproducción y esencial pues de ello<br />

depende la continuidad de la especie. Hecho ese inciso, necesario por otra<br />

parte, regreso (como diría Efigenio) a la H de Humanos.<br />

Por ello, la Sexación plantea únicamente dos resultados posibles. Macho o<br />

Hembra, Hombre o Mujer. Es más, es posible que ni tan siquiera eso. Puede<br />

ser también como yo o no como yo. Sea como sea, al final clasifica,<br />

distingue, discrimina, etiqueta o, como me parece más acertado, identifica<br />

entre dos, y sólo dos, posibilidades.<br />

Creo que la Sexación es "sólo" eso: identificación. En sus dos vertientes:<br />

propia y ajena e independientes entre sí. Es también inherente a la<br />

condición sexual, al sexo, aunque no sé qué va primero. Es decir, hay sexo<br />

porque hay sexación o hay sexación porque hay sexo. Haciendo una analogía<br />

con el huevo y la gallina, diría que hay sexación porque hay sexo. Así<br />

visto, diría que la sexación es una consecuencia de ser sexuados. Eso sí,<br />

consecuencia inseparable, puesto que si existiera sexo sin sexación sería<br />

inútil pues no serviría para nada.<br />

También me entran muchas dudas para determinar qué cosa es la sexación. Por<br />

una parte, está lo simple del hecho y por otro lo trascendente del mismo.<br />

Para mí, la sexación es un mini-proceso. Tan mini, tan mini que casi<br />

prefiero llamarlo mecanismo. Este mecanismo, que puede necesitar de cierto<br />

aprendizaje aunque no de mucho, es al principio algo lento pero con el<br />

tiempo es muy rápido. Casi instantáneo, casi reflejo y, por ello, casi<br />

inconsciente.<br />

Incluso si queremos, podemos jugar un rato a esto. Vamos con alguien y<br />

cuando nos crucemos con una persona le pedimos que nos la describa. Es<br />

posible que no sepa si tenía gafas o el pelo largo, pero seguro que no falla<br />

en decir si era hombre o mujer. Aunque lo haya visto con el rabillo del ojo.<br />

-227-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

A esto me refiero cuando hablo de mecanismo casi inconsciente.<br />

Este mecanismo, no sé muy bien dónde encaja en el mapa, pero creo que es<br />

transversal a todos los campos, pues en todos se "usa" y, además, es<br />

independiente, en mayor o menor medida, a todos. Como tiene que ver con las<br />

identidades, es posible que esté en los modos. Pero, lo cierto, es que<br />

tampoco encaja mucho. A modo de apuesta, diría que se encuentra en la<br />

Sexuación pues es la que genera sexación y también la que es afectada<br />

enormemente por ella. Además, por su carácter de primero y primordial<br />

proceso.<br />

Quiero incidir en esto de que "sólo" sirve para identificar sexualmente a<br />

los sujetos porque en la sesión también se hablaba de otra sexación. Esta<br />

tenía que ver con lo hombre o mujer que cada cuál se siente en un momento<br />

dado. Se comentaba en los casos de dificultades y problemas y de cómo estos<br />

afectaban a la identidad. Asumiendo que el uso de sexación, para describir<br />

esto, es probablemente erróneo como concepto, creo que hay que buscar otro<br />

término.<br />

Lo que se quiere decir es que en determinados momentos y por determinadas<br />

causas un hombre, por ejemplo, cree que es menos hombre. También pasa que su<br />

pareja cree que es menos hombre. Es decir, que eso que pasa les pasa a los<br />

dos. Sin embargo, ninguno de los dos duda de que es hombre. Ambos,<br />

identifican correctamente al otro, por lo que no hay problema de sexación.<br />

Es más, cuando se da la sexación, en uno u otro sentido, no hay vuelta<br />

atrás. Es permanente. O, al menos, mucho.<br />

Lo que sí entra en juego aquí probablemente sea la virilidad. O, dicho de<br />

otro modo, lo que supongo y supone que debe ser el funcionamiento óptimo, o<br />

al menos suficiente, de un hombre. Es algo, pues, valorativo y completamente<br />

subjetivo. Se hace, además, teniendo presente (tanto uno como el otro) un<br />

modelo más o menos claro de cómo debe ser y funcionar un hombre. Se trata de<br />

una estimación, subjetiva y relativa a un modelo. Y esto, lo mire como lo<br />

mire, me suena a examen con nota.<br />

Mi propuesta es que se llame a esto calificación sexual. Donde habrá<br />

suspensos, aprobados con nota y aprobados justitos.<br />

Si no tengo erección, no voy a dudar de que soy hombre, pero en mi examen<br />

sacaré un cero patatero. Mi pareja también me suspenderá y es posible que<br />

con el tiempo se suspenda a ella misma también. Lo malo, es que no hay<br />

convocatorias extraordinarias. Esto ocurrirá cuando mi modelo de hombre diga<br />

que no puede no haber erección. Lo mismo ocurre con la pareja.<br />

Me parece importante esta separación terminológica puesto que si la<br />

sexación, en tanto identificación, está inscrita en la sexuación, la<br />

calificación estará en la sexualidad en tanto vivencia subjetiva. Y si la<br />

sexación es permanente o muy reacia a cambios, la calificación está bailando<br />

en todo momento.<br />

Habrá entonces autosexación, alosexación, autocalificación y<br />

-228-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

alocalificación. Es posible que exista otro término etimológicamente mejor o<br />

más preciso, pero eso sí que ya se me escapa del todo. ¿Algún lingüista?<br />

Bueno, esto ha sido más o menos todo. Me imagino que después de mandarlo se<br />

me ocurrirán más cosas para agregar o corregir. Espero vuestras aportaciones<br />

para ver si salgo de esta otra que me he metido.<br />

También quiero escribir algo sobre la agresividad, también de la sesión de<br />

Silberio, y sobre otra gran duda que me ha entrado ¿Realmente existe el<br />

dimorfismo sexual o es sólo una trampa más de nuestro pensamiento?<br />

Muchas gracias por todo. Saludos, besos y abrazos<br />

Xamu<br />

-229


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

ANEXO IV<br />

Intervención de DÍAZ ARRESE, Samuel, en el foro interno de Incisex.<br />

Xamu <br />

miércoles, 21 de enero de 2004 19:25<br />

incisex@eListas.net <br />

[incisex] polisemias sexológicas<br />

Aupa colisteros/as!!<br />

Es posible que muchas veces usemos los mismos términos para describir cosas<br />

diferentes. Por eso me parece importante encontrar palabras diferentes. En<br />

la carrera nos comentaban que la clave de la organización era: un sitio para<br />

cada cosa y cada cosa en su sitio. Haciendo una analogía, sería conveniente<br />

que hubiera un término para cada cosa y cada cosa con su hecho. Creo que<br />

esto daría claridad.<br />

He de reconocer que estoy con muchas dudas generales y específicas. Esta<br />

separación que he hecho de la sexación y la calificación, no se queda ahí.<br />

Llevo unos días con otra separación más gorda y que, en cierta forma, está<br />

unida a la otra. Las identidades.<br />

Cuando decimos mi identidad sexual, hacemos referencia al hecho de saberse<br />

hombre o mujer. Pero también, y esta es la polisemia, hacemos referencia al<br />

sentirse hombre o mujer. Parece que es lo mismo, pero creo que hay matices<br />

diferenciales muy importantes.<br />

Como todavía no se me ocurre ningún término, voy a numerar esas identidades<br />

y tratar de precisar las diferencias.<br />

Identidad sexual 1: El suceso que ocurre en el cerebro en la etapa prenatal<br />

o postnatal, con las hormonas como agente sexuante. Está colocada en la<br />

Sexuación.<br />

Identidad sexual 2: La vivencia, claramente subjetiva, que se hace del hecho<br />

anterior. Está colocada en la Sexualidad.<br />

De tal manera que la sexación está vinculada a la identidad sexual 1, y la<br />

calificación está vinculada a la identidad sexual 2.<br />

Creo que estos dos puntos son los esenciales. Sin embargo, también existen<br />

multitud de sexuaciones anteriores (par de cromosomas...) y posteriores<br />

(ropa...) que reforzarán o no esa sexuación cerebral y, por tanto, harán más<br />

sencilla y fácil o compleja y difícil la vivencia.<br />

Salvo en los casos de transexuación de la identidad sexual 1, creo que no va<br />

a existir problemas con la autosexación en el individuo. Pero con la<br />

identidad sexual 2 y la calificación, sí que existen los problemas. Es más,<br />

yo diría que es precisamente el núcleo central de origen de problemas.<br />

Con todo esto, me reafirmo en que la identidad sexual 2 y la<br />

-230-


La Nueva Terapia Sexológica Silberio Saez Sesma<br />

autocalificación están registradas en la Sexualidad. Por ejemplo, mi<br />

pilosidad está sexuada más cerca del polo femenino que del masculino. Esto<br />

no afecta en nada a mi autosexación pues me sé hombre. Sin embargo, esto<br />

podría afectar a mi autocalificación sexual dependiendo de mi idea (y la de<br />

mi alrededor que siempre influye) de lo que es ser hombre. Y esto pasa por<br />

la vivencia que hago yo de ese poco pelo que tengo en mi cuerpo. Por lo que<br />

ya estoy de lleno en el registro de la Sexualidad.<br />

Si en vez de empezar en la Sexuación, lo hacemos en la Amatoria, el<br />

desarrollo es el mismo. Si tengo un problema de erección afectará a mi<br />

autocalificación de hombre, sexual. Pero nadie va a dudar de que soy hombre,<br />

por lo que la sexación no entra en juego.<br />

Sobre la segunda sugerencia de Mª Jose, creo que da en la diana puesto que<br />

esa es precisamente la idea del trabajo en los modos. En ese sentido, creo<br />

que es compensatoria. Esta creo que es otra de las consecuencias de la<br />

autocalificación.<br />

Con la misma analogía de exámenes y asignaturas, se podría plantear como a<br />

lo largo de los modos, pasando por todos los campos conceptuales, pueden<br />

existir muchas asignaturas y, por tanto, muchos exámenes. La lectura y<br />

balanceo de esas notas pasará siempre necesariamente por la sexualidad y<br />

dará una identidad sexual 2.<br />

Por otra parte, al ser cosa de modos, es una cuestión central en el sujeto y<br />

por ello muy importante. Nuestro trabajo, desde este planteamiento y tal y<br />

como lo veo, se centraría en colaborar con el individuo de forma que podamos<br />

alterar sustancialmente esa lectura y balanceo que hace en el registro de la<br />

Sexualidad. Esta será entonces una de las funciones u objetivos prioritarios<br />

en Educación: la promoción de modelos sexuales posibles y positivos.<br />

Bueno, espero haber podido completar un poco mejor el mensaje anterior.<br />

Muchas gracias por las aportaciones.<br />

Saludos, besos y abrazos<br />

Xamu<br />

-231

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!