08.05.2013 Views

Sombras en el crepusculo.indd - Ediciones Urano

Sombras en el crepusculo.indd - Ediciones Urano

Sombras en el crepusculo.indd - Ediciones Urano

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Roanna, con la absoluta admiración de una niña de siete años. Era<br />

esb<strong>el</strong>ta y d<strong>el</strong>icada como C<strong>en</strong>ici<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> <strong>el</strong> baile, con <strong>el</strong> p<strong>el</strong>o oscuro recogido<br />

<strong>en</strong> un moño y <strong>el</strong> cu<strong>el</strong>lo de cisne asomando por <strong>en</strong>cima d<strong>el</strong> escote<br />

d<strong>el</strong> vestido azul marino. La distancia <strong>en</strong>tre los siete años y los trece era<br />

abismal; para Roanna, Jessie ya era mayor, un miembro de ese grupo<br />

misterioso y autoritario que podía dar órd<strong>en</strong>es. Y ese cambio se había<br />

producido <strong>en</strong> <strong>el</strong> último año porque, aunque antes Jessie siempre había<br />

sido una «niña grande» <strong>en</strong> contraposición a la «niña pequeña» que era<br />

Roanna, todavía jugaba a muñecas y al ocasional escondite. Pero ya no.<br />

Ahora despreciaba cualquier juego, excepto <strong>el</strong> Monopoly, y se pasaba<br />

mucho tiempo peinándose y suplicando a la tía Janet que le prestara<br />

sus cosméticos.<br />

Webb también había cambiado. Siempre había sido <strong>el</strong> primo preferido<br />

de Roanna, siempre dispuesto a s<strong>en</strong>tarse <strong>en</strong> <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o y jugar con<br />

<strong>el</strong>la o a ayudarla a sost<strong>en</strong>er <strong>el</strong> bate para que pudiera golpear la p<strong>el</strong>ota.<br />

También le gustaban los caballos tanto como a <strong>el</strong>la, y a veces lo conv<strong>en</strong>cía<br />

de que fuera a montar con <strong>el</strong>la. Sin embargo, se impaci<strong>en</strong>taba,<br />

porque a <strong>el</strong>la sólo la dejaban montar su poni. Últimam<strong>en</strong>te, Webb no<br />

había querido pasar tiempo con <strong>el</strong>la; siempre decía que estaba ocupado<br />

con otras cosas, pero siempre t<strong>en</strong>ía tiempo para estar con Jessie. Por<br />

eso Roanna había int<strong>en</strong>tado montar a Thunderbolt la mañana d<strong>el</strong><br />

Domingo de Ramos, para demostrar a papá que ya era mayor para<br />

montar un caballo de verdad.<br />

Roanna observó cómo Webb y Jessie se s<strong>en</strong>taban <strong>en</strong> <strong>el</strong> columpio,<br />

con los dedos <strong>en</strong>tr<strong>el</strong>azados. Él había crecido mucho <strong>en</strong> ese último año;<br />

a su lado, Jessie parecía pequeña. Jugaba a fútbol americano y sus hombros<br />

eran <strong>el</strong> doble de anchos que los de su prima. Roanna había oído<br />

decir a una de sus tías que la abu<strong>el</strong>a adoraba a ese chico. Webb y su<br />

madre, Yvonne, vivían <strong>en</strong> Dav<strong>en</strong>court con la abu<strong>el</strong>a porque su padre<br />

también había muerto.<br />

Webb era un Tallant, de la parte de la familia de la abu<strong>el</strong>a; era su tía<br />

abu<strong>el</strong>a. Roanna sólo t<strong>en</strong>ía siete años, pero conocía las complejidades<br />

d<strong>el</strong> par<strong>en</strong>tesco, puesto que prácticam<strong>en</strong>te lo había absorbido por la pi<strong>el</strong><br />

después de horas de escuchar a los mayores hablar de la familia. La<br />

abu<strong>el</strong>a había sido una Tallant hasta que se casó con <strong>el</strong> abu<strong>el</strong>o, y <strong>en</strong>ton-<br />

21

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!