los heroes antiguos y los heroes modernos - Universidad Católica ...

6ª publicación, octubre de 2008-enero 2009
LOS HEROES ANTIGUOS Y LOS HEROES MODERNOS
El día 28 de diciembre celebra la Iglesia
la fiesta de los Santos Inocentes,
recordando con gozo y tristeza la
primera matanza de cristianos llevada a
cabo por el rey herodes.
Nos lo refiere San Mateo así:
“Entonces Herodes, viéndose burlado
por los Magos (que no regresaron de
Belén para decirle que habían
encontrado el Niño Dios), se irritó
sobremanera, y mandó matar a todos
los niños que había en Belén y en sus
alrededores, de dos años hacia abajo”
(Mateo, 2-16)
Herodes lo que intentaba era matar al
Niño Dios que suponía estaba entre
esos niños de Belén. Se equivocó
totalmente: El niño Dios había huido a
Egipto para librarse de Herodes.
Con motivo de esa matanza de
Herodes, es tradicional en todo el
mundo cristiano recordar al vivo la
espantosa escena de sangre inocente
que ha conmovido al mundo entero, y
eso desde hace dos mil años. Y seguirá
conmemorándose hasta el fin de los
tiempos. ¡La matanza de Herodes! Y al
mismo tiempo, se vuelcan sobre el
Fraile Alfredo Pío Álvarez
sanguinario Herodes los más fuertes
epítetos del diccionario para condenar
su crimen, ¡horrendo!
Herodes murió a los dos años y dicen
que murió roído por un enjambre de
gusanos. ¡Horrenda, dicen, que fue su
muerte!
En el año 1947 apareció
repentinamente en la ciudad de
Guatemala un Herodes en chiquito, se
llamaba José Miculax, el cual, tomando
a Herodes por modelo, se dedicó a
estrangular niños, y los colgaba, ya
descuartizados, de los árboles.
Recordamos aún, horrorizados, la
conmoción general de Guatemala
entera al correr la noticia y multiplicarse
los crímenes cada día en los seres
inocentes.
Revista Virtual de la Universidad Católica de El Salvador
Santa Ana, El Salvador, Centro América
Al fin, José Miculax cayó en manos de
la justicia, y fue fusilado por aclamación
popular en el Cementerio General de
Guatemala. José Miculax murió
arrepentido de sus crímenes. Y la Iglesia
lo perdonó en nombre de Cristo…
Ciertamente: los epítetos más fuertes
que nos proporcionan los diccionarios
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de todas las lenguas son insuficientes
para condenar y castigar con nuestros
labios, expresión de nuestro corazón, al
rey Herodes: ¡cruelísimo, infinitamente
cruel, cuyo crimen solo puede castigarlo
adecuadamente un infierno infinito!
Pero ahora nos enfrentamos a un
misterio. Porque todos esos que no
encuentran calificativos adecuados para
medir el crimen de Herodes… no dicen
ni una sola palabra de condena a otro
crimen mucho más crimen que el de
Herodes (en el orden humano) Me
refiero al ABORTO.
El ABORTO es un crimen tan grave,
tan nefasto, como el crimen de Herodes
y aún podemos decir que es muchísimo
mayor, Herodes asesinó a unos
doscientos niños (según cálculos de los
exégetas). Pero los ABORTOS se
cometen cada día en cantidades
astronómicas; se cometen por naciones
enteras, se cometen oficialmente, se
cometen por orden de las leyes
legislativas de muchísimos países, se
cometen… es imposible seguir
enumerando los detalles de tanto
crimen… y lo más horrendo de este
crimen, a mi juicio, es que en la mayoría
de los países (aún de tipo cristiano) es
que están establecidos verdaderos
6ª publicación, octubre de 2008-enero 2009
MATADEROS DE NIÑOS, llamados
clínicas abortivas”. Esto es
infinitamente horrendo.
Pero lo que es infinitamente más
horrendo es que ante estos crímenes,
ante estos mataderos de niños,
infinitamente inocentes, la humanidad
entera no protesta (fuera del magisterio
de la iglesia), más aún, la humanidad
entera mira estas horrendas matanzas
de niños, con pasividad infinita, con
infinita estolidez, como si la humanidad
fuera una colección de piedras…
¡Increíble, espantoso, horrenda!
Pues bien: ante este hecho
espantosamente cruel, los hombres se
callarán pasivamente, pero DIOS no se
callará, y algún día el mundo humano se
convertirá en una ingente hoguera
infernal, ante la cual Gomorra y
Sodoma serán juguete de niños…,
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