Leyenda del otoño y el loro GRACIELA REPÚN - Plan Nacional de ...

Les hablaba <strong>de</strong> primaveras y <strong>otoño</strong>s. De hojas ver<strong>de</strong>s, frescas, secándose lentamente hasta quedar doradas y crujientes. (Y los que lo oían imaginaban, tal vez, un pan recién sacado <strong>d<strong>el</strong></strong> fuego.) De árboles <strong>de</strong>snudos. (Y los que lo escuchaban se horrorizaban <strong>de</strong> semejante <strong>de</strong>sfachatez. ¡Si sólo andaban <strong>de</strong>snudos animales y hombres!) De paisajes dorados, amarillos y rojos. (Y los obligados oyentes miraban sus pinturas para po<strong>de</strong>r imaginar mejor.) De caminos hechos <strong>de</strong> hojas que crujían, coloreadas <strong>de</strong> dorado, amarillo y rojo, provenientes <strong>de</strong> árboles que se <strong>de</strong>snudaban. ¡Y semejante falsedad cerraba todas las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> imaginación! Porque era <strong>de</strong>masiado esa combinación <strong>de</strong> sensaciones y <strong>de</strong> mentiras.