Penitencia Semana Santa 06 - Parroquia de Llaranes

MONICIÓN DE ENTRADA
Jesús se entregó en el desierto a la oración y al
ayuno durante 40 días para disponerse a seguir
las directrices del Padre, proclamando, exponiendo
y proponiendo el Reino de Dios.
Nosotros le hemos acompañado durante esta
cuaresma practicando el ayuno, la limosna y la
oración.
Ayuno como interiorización, búsqueda de coherencia
y crecimiento personal.
Limosna como forma de donación de nosotros
mismos a los demás.
Oración como experiencia de Dios, como intento
de vivir el estilo de Dios, dejándonos
“alcanzar” por Él.
Al final de la Cuaresma tenemos que preguntarnos:
Si hemos cumplido nuestros compromisos del
itinerario cuaresmal.
Si hemos acompañado a Jesús en el camino
hacia la Pascua.
Si hemos dado pasos para vencer la gula, la pereza,
la ira, la soberbia, la avaricia ...
Si hemos confrontado nuestra vida con la Palabra
de Dios.
Si nos hemos visto reflejados en el espejo de los
últimos, que es en quienes especialmente Dios se
manifiesta.
Comencemos nuestra celebración con un canto
penitencial.
Canto
CUARESMA 2006
“CAMINAMOS CON JESÚS HACIA LA PASCUA”
REVISAMOS NUESTRO ITINERARIO CUARESMAL
Penitencia: Sábado 8 de abril, 6,30 tarde.
ORACIÓN COMUNITARIA
Señor, enséñanos a vivir
con un oído en el pueblo
y otro en el evangelio,
a aprender a caminar
como tu nos enseñaste
hasta entregar la vida.
A tener un oído en la gente
en sus preocupaciones,
en sus aspiraciones,
en sus sueños y esperanzas,
en sus luchas, en sus ansias.
Y otro oído para aprender a escucharte
a ti que caminas a nuestro lado,
en el que pasa hambre o sed,
en el que está desnudo o enfermo,
en el que está preso o solo,
en el que no consigue trabajo
o recibe un sueldo de hambre,
en el que no puede estudiar,
y en tantos otros..
Ayúdanos a imitarte,
a seguir tus pasos con valentía,
a cambiar nuestra vida,
a convertir nuestro corazón..
LITURGIA DE LA PALABRA
Jr 31,31-34: Una nueva alianza”
Salmo: 50: Oh Dios, crea en mí un corazón puro.
Jn 12,20-33: “Queremos ver a Jesús”
(5º de Cuaresma)

1. El Ayuno. Dominamos nuestros pecados capitales: la gula, la pereza, la ira, la soberbia,
la avaricia …
2. La limosna: Practicamos nuestra donación y entrega a los demás
1. “Convertíos y creed en la Buena Noticia”
¿Qué signos de conversión me acompañaron en
esta cuaresma?
¿Qué valores de los que Jesús me propone guiaron
mi actuación?
¿Cómo me identifiqué con la persona de Jesús?
¿Qué cambio de conducta se produjo en mi seguimiento
de Jesús?
¿Descubrí que no puedo derrochar los bienes
aunque sean míos porque otros los necesitan?
¿Descubrí que tengo que ser diligente en el servicio
a los demás y en la relación personal con
Dios?
¿Me convencí de que no puedo convivir con la
injusticia sino combatirla con todas mis fuerzas?
¿Me guié por los caminos de la comprensión y
del amor venciendo toda autosuficiencia?
¿Di muestras de generosidad compartiendo lo
que soy, lo que se, lo que tengo con quienes me
necesitan?
¿He mortificado mis sentidos y mis placeres inmediatos?
¿He practicado la tolerancia?
¿He defendido la vida y la dignidad de las personas?
¿He contribuido a que aflore la verdad?
Oración comunitaria
Empapa nuestro corazón con humildad sincera.
Que seamos capaces de darnos cuenta que tenemos
por cambiar.
Danos un corazón nuevo,
que aprenda a sentir con la compasión de Jesús...
danos unos ojos nuevos,
que descubran en el presente las semillas del
Reino...
danos una manos nuevas,
que ayuden a construir estructuras de Justicia y
de Paz...
2. “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere,
queda infecundo”
Ahí tenemos el ejemplo de Jesús cargando con la
cruz para darnos la vida. Es nuestro ejemplo. No
rehúsa la donación. Cae en tierra, muere y nos da
la vida
¿Qué crees que los demás, el mundo, la parroquia
espera de ti?
¿Eres consciente de la cantidad de muertes que
hay a tu alrededor y que tu puedes ayudar a resucitar?:
Los que no tienen comida, los que no tienen
agua, los que no tienen trabajo, los que no
tienen escuela, los que no ven sus derechos respetados
….
Ahí está el Jesús sufriente que espera mi limosna
mi donación.
¿He cambiado de mentalidad en esta cuaresma?
¿Me he aproximado a quienes esperaban de mi
un gesto de comprensión y ayuda?
¿He fortalecido mis convicciones creyentes que
siempre tienen que pasar por la construcción de
un mundo mejor?
¿Me he visto en la realidad de los últimos?
¿Estoy implicado en algún proyecto solidario?
Oración comunitaria
Enséñame a ser solidario:
A vivir el amor de verdad y a construir la justicia
y el Reino.
Enséñame a compartir todo lo que tengo.
Ayúdame a liberarme de todo lo que me ata
y me impide ser generoso con los demás.
Ayúdame a dedicar tiempo a atender a los que
sufren
y a los que necesitan.
Enséñame a descubrir tu rostro en el que pasa
hambre, o sufre sed o frío, o está desnudo, enfermo
o en la cárcel.
Así moriré contigo para resucitar contigo.

3. Practicamos la oración: Deseo de vivir el estilo de Dios, dejándonos “alcanzar” por
Él, experimentándole en la realidad de los últimos.
3. “No convirtáis en un mercado la casa de mi
Padre”
Si celebré la cuaresma, si estoy celebrando esta
penitencia es porque soy cristiano/a.
¿Soy cristiano/a de conveniencia? ¡Cómo no, no
vaya a ser que me muera y no me salve!
¿Soy cristiano de cumplimiento? ¡Claro, los domingos
hay que ir a Misa!
¿Soy cristiano de acomodación? ¡Por supuesto,
alguna vez voy a misa, sobre todo a los funerales!
¿Soy cristiano de verdad? …
¿Me dejo interpelar todos los días por la Palabra
de Dios?
¿Es Jesús referencia para mi actuación?
¿Mantengo una relación personal e íntima con
Él?
¿Conozco y vivo las claves de su mensaje?:
“… He venido para que tengan vida y la tengan
abundantemente”.
“Mi Reino es un Reino de Verdad, justicia, amor
y paz”
“Venid porque tuve hambre, tuve sed, estuve
desnudo …”
“Cuando queráis acordaros de mi tomad el pan
…”
¿He aprovechado esta cuaresma para leer mi vida
y la del mundo a la luz de la Palabra de Dios?
¿Estoy dando pasos para ser constructor/a del
Reino?
¿He descubierto el rostro de Jesús en el rostro de
los últimos?
¿He diseñado un plan de vida que me lleve a la
luz y a la esperanza?
¿He agradecido el gran amor que Dios me tiene?
¿He apoyado a los que trabajan y luchan por la
extensión de su Reino?
¿Estoy dispuesto/a a aceptar la compañía de
Jesús y llevar su mismo estilo de vida?
¿Y si ese estilo de vida me exige sacrificios?
¿Seré capaz de aceptar que en la entrega y compromiso,
como Jesús, hay resurrección y vida?
Oración comunitaria
Aclara nuestra mirada, que está confundida,
equivocada, enséñanos a ver el mundo con tus
propios ojos.
Pasas por delante de nosotros y no te conocemos.
Está tu Reino cerca y no nos damos cuenta.
La vida brota, nueva, escondida en las semillas
de la justicia, la solidaridad, la libertad, la paz,
pero no somos capaces de sorprendernos por sus
brotes, o contagiarnos de su vitalidad.
Nos pasa como a los fariseos, Señor,
pedimos signos, sin entender
que los tenemos a todos lados,
sólo hay que mirar con tus ojos
para aprender a cambiar.
Danos valor y decisión, para afrontar los cambios
que nos pides.
Ser discípulo es vivir como hombre nuevo.
Ayúdanos a dejar las actitudes y prácticas egoístas,
indiferentes, del hombre viejo que todos
llevamos dentro.
Ayúdanos a convertirnos y volver los pasos
hacia tu camino para aprender a cambiar.
Ayúdanos a discernir, enséñanos a darnos cuenta,
donde y de qué manera nos llamas
a ser testigos de tu Evangelio.

PRECES DE PERDÓN
(Para rezar juntos)
Todos:
• Perdona, Señor, nuestros egoísmos y danos un
corazón nuevo.
• Perdona, Señor, nuestra insolidaridad y haznos
crecer en la caridad.
• Perdona, Señor, nuestras violencias y llénanos
de tu paz.
• Perdona, Señor, nuestra ceguera y danos tu fe.
• Perdona, Señor, nuestro desánimo y haznos
crecer en la esperanza.
• Perdona, Señor, nuestras pasividades y haznos
crecer en compromiso.
• Perdona, Señor, todos nuestros pecados y haznos
resucitar a una vida nueva.
• Perdona, Señor, los pecados del mundo para
que progrese por los caminos del bien.
• Concédenos, Señor, una vez más tu perdón
por medio de Jesús que vive solidarizado con
tu pueblo e inaugura para nosotros un tiempo
de gracia, un tiempo de compromiso.
•“Yo confieso...”
(Propuesta de compromisos concretos para abrirnos
a la Pascua de Jesús)
Vivir la Pascua
Señor de la Vida,
Tú que nos has enseñado
a dar la vida para vivir
la plenitud del amor.
Enséñanos a dar el paso
para vivir la Pascua
en todo tiempo y lugar.
Queremos seguir tu ejemplo.
Ayúdanos a escuchar la voz de Dios.
Enséñanos a descubrir su propuesta
para nuestras vidas.
Muéstranos cómo abandonarnos en sus manos.
Danos fuerzas para decir sí a su voluntad.
Queremos seguir tu ejemplo.
Ayúdanos a tomar la cruz del seguimiento.
Enséñanos a descubrir los conflictos de seguir
tus pasos.
Danos fuerzas para levantarnos en las caídas.
Señor de la Vida, queremos vivir el paso,
queremos tomar nuestra propia cruz.
Queremos seguir tu ejemplo.
Ayúdanos a practicar lo que creemos.
Enséñanos a descubrir la coherencia y
la transparencia de vida.
Muéstranos cómo ser mensajeros de tu palabra.
Danos fuerzas para construir la justicia
y la paz.
Señor de la Vida,
queremos vivir el paso,
queremos vivir la Pascua,
queremos ser testigos
de tu Resurrección.