ESCUCHAR BUSQUE ESTE DISCO RECOMENDADOS CLASIFICADOS HAYDN: Cuartetos de cuerda, opus 76 (Volumen 11) Cuarteto Buchberger BRILLIANT CLASSICS 93934 2 CD HAYDN Cuartetos de cuerda, opus 76 Ahora que se conmemora el segundo centenario de su muerte, conviene recordar que Franz Joseph Haydn (1732-1809), tras asistir a su génesis, desarrolló e hizo evolucionar sustancialmente, casi de manera revolucionaria, dos géneros musicales importantísimos en la historia de la música del clasicismo como son la sinfonía y el cuarteto de cuerda. A través del periplo de una larga vida en la que supo descender de una música jovial y elegante hasta profundidades expresivas de fuerte carácter arquitectónico,Haydn fue genial y magistral en la confección de la forma definitiva de ambos géneros,trascendiendo su tiempo y llegando su influencia hasta nuestros días.Y como si de un periplo vital se tratara,el del mismo Haydn incluso, el Cuarteto Buchberger culmina sus grabaciones completas de los cuartetos del maestro austriaco con este doble CD.El segundo disco,que comprende los tres último cuartetos de los seis que componen el Opus 76, ya puede encontrarse en la Edición Haydn que a comienzos de año se lanzó al mercado y que los contenía.Ahora se puede disfrutar de este opus íntegro, pues se han añadido por fin los tres primeros cuartetos, del nº 1 al 3,para rubricar una interpretación sensacional de las más celebradas páginas camerísticas de Haydn. En efecto, los seis cuartetos publicados como Opus 76 en 1799, pero compuestos tres años antes por encargo del conde Joseph Erdödy, dejaron anonadados a oyentes y críticos por igual. Todos se preguntaban cómo alguien podría haber avanzado durante tantos años en la producción de tan extraordinaria música sin dejar de mostrar un continuado valor óptimo de su calidad creativa.El historiador Charles Burney fue uno de los que se quedó petrificado ante la arrolladora originalidad del atrevido Opus 76. Burney le comentó a su autor en una carta en 1799 diciendo que “nunca había recibido mayor placer de música instrumental: está llena de invención, fuego, buen gusto, y nuevos efectos, y parece la producción no de un genio sublime que ha escrito tanto y tan bueno hasta el momento, sino la de uno talento cultivado que no ha extinguido nada de su fuego anterior.” No hay duda de que Haydn había mejorada sus cuartetos anteriores.Lo nuevo del Opus 76 era la aparición de un distintivo ‘scherzo’ beethoveniano. Quizás merezca la pena dejar notar que justo antes de que Haydn terminase estos cuartetos, Beethoven había sido alumno suyo.Los tríos Opus 1 de este joven y revoltoso talento, los cuartetos Opus 18 y, quizás, los primeros esbozos de su Sinfonía nº 1 los conocía ya Haydn, quien siempre gustoso de desarrollar nuevas ideas, se habría sentido atraído por la concepción del scherzo. La destacada visión y alcance de estos cuartetos los ha colocado entre los grandes del repertorio.El público los ha hecho suyos incluso, apodando algunos con nombres que enseguida sonarán familiares a los oyentes: “Quintas”, “Emperador”, “Amanecer”. El cuarteto n.º 1 es una suerte de combinación excelente del más estricto contrapunto, la melodía mozartiana, guiños vieneses y la rigurosidad formal haydniana. La sonata clásica del movimiento inicial del cuarteto n.º 2, basado su primer tema en una serie quintas descendentes que le han dado tan famoso sobrenombre, precede a un Andante con un prominente violín solista, para dar paso a un tercer movimiento de aire “bruckneriano” en el trío. De nuevo son quintas las que abren un cuarteto, el n.º 3, que preludia al “Poco adagio. Cantabile”, suerte de variaciones sobre el llamado “tema del emperador”, que no es sino el himno imperial austriaco que compuso Haydn en 1797 y cuya melodía se ha relacionado con una canción folclórica croata de la región austriaca del Burgenland.El n.º 4, en si bemol, lo ha descrito el famoso musicólogo,experto en el clasicismo y biógrafo de Mozart y Haydn, H.C. Robbins Landon como poseedor de uno “de los más grandes comienzos de la música de cámara”, mientras que la “Fantasía” del movimiento lento del cuarteto n.º 6 lo califica como “uno de los más audaces y originales movimientos de todo el siglo XVIII”, a lo que se podría añadir que está dotado del más puro rigor del clasicismo de raíces contrapuntísticas, elevándose hasta la modernidad, de manera atrevida y brillante.Y no hay que dejar de lado el cuarteto n.º 5, una de las más importantes páginas del género que anticipa sobradamente el romanticismo por la poética intensidad de su empleo temático. En definitiva, para poder disfrutar de la última y mejor cuidada versión de los cuartetos Opus 76 de Joseph Haydn no hay sino, simplemente, que dejarse llevar por ese sonido latente y serio del volumen nº 11 del ciclo completo de los cuartetos haydnianos que el Cuarteto Buchberger ha culminado con enorme y merecido éxito gracias al sello Brilliant Classics. ■ M 7