Anuario Espírita 2000 - ¡Bienvenido a Mensaje Fraternal!
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LAS OBLIGACIONES<br />
QUE IMPONE EL<br />
ESPIRITISMO<br />
(París, abril de 1866. – Médium, señora B.)<br />
El Espiritismo es una ciencia esencialmente moral; por tanto, aquellos<br />
que se dicen sus adeptos no pueden cometer una inconsecuencia grave,<br />
substrayéndose a las obligaciones que él impone.<br />
Esas obligaciones son de dos órdenes.<br />
La primera concierne al individuo que, ayudado por las claridades<br />
intelectuales que la Doctrina esparce, puede comprender mejor el valor de cada<br />
uno de sus actos, sondear mejor todos los rincones de su conciencia, apreciar<br />
mejor la infinita bondad de Dios, que no quiere la muerte del pecador, sino que<br />
él se convierta y viva, y, para dejarle la posibilidad de levantarse de sus caídas,<br />
le dio la extensa secuencia de sucesivas existencias en cada una de las cuales,<br />
llevando la dificultad de sus faltas pasadas, puede adquirir nuevos conocimientos<br />
y nuevas fuerzas, haciéndole evitar el mal y practicar lo que es conforme a la<br />
justicia, a la caridad. ¿Qué decir de aquel que esclarecido así sobre sus deberes<br />
con Dios, con sus hermanos, permanece orgulloso, avaro, egoísta? ¿No parece<br />
que la luz lo deja ciego porque no está preparado aún para recibirla? Por tanto,<br />
camina en tinieblas, si bien se encuentra en medio de la luz; no es espírita sino<br />
de nombre. La caridad fraternal de aquellos que ven verdaderamente debe<br />
esforzarse por curar de esa ceguera intelectual; mas, para muchos de aquellos<br />
que se le parecen, será necesaria la luz que trae el túmulo, porque su corazón está<br />
muy apegado a los goces materiales, y su Espíritu no está aún maduro para recibir<br />
la verdad. En una nueva encarnación, comprenderán que los planetas inferiores<br />
como la Tierra sólo son una especie de escuela mutua donde el alma comienza<br />
a desarrollar sus facultades, sus aptitudes, para aplicarlas enseguida a los<br />
grandes principios del orden, de la justicia, del amor y de la armonía, que regulan<br />
las relaciones de las almas entre sí, y las funciones que cumplen en la dirección<br />
212 ANUARIO ESPÍRITA