Iter Redemptio - Asociación San Guillermo de Arnotegui

Iter
Revista de la Asociación “San Guillermo de Arnotegui”
http://www.peregrinatio.es
Redemptio
Diciembre -2009
Número - 5
Historia del Camino
en Aragón
Realizado por laAsociación de Amigos del Camino de Santiago de Jaca

Revista de la Asociación “San Guillermo de Arnotegui”
Inscrita con el nº 590012 en el Registro Nacional de Asociaciones del Ministerio del Interior
info@peregrinatio.es - Apartado de Correos 20026 [28080 - Madrid]
Año: 2.009
Sumario
3 Editorial
4 ¿Por qué haces el Camino?
6 La mineria en el Camino Primitivo.
10 Reflexiones en el Camino.
12 Mis 10.000 kms. a Santiago
14 Sta Mª de Eunate
16 Historia del Camino en Aragón
20 El Ratón de San Guillermo
22 Música del Camino
23 Revistas Jacobeas
24 Heráldica
26 La Hospitalidad en el Camino
28 Quien es quien en las Iglesias
32 Sesión Fotográfica
33 Medicina en el Camino
34 Actividades y noticias
36 Fotografías del Camino
Web
Cómo ser Socio
Iter Redemptio
Propietario: San Guillermo de Arnotegui
Página web: www.peregrinatio.es
Email: info@peregrinatio.es
Apartado de correos 20026
28080 - Madrid
Colaboradores:
Javier Aramburu Monllor
Moncho Trigo
Josechu
Fernando Lalanda Pijoan
Alberto Solana de Quesada
Alberto Ibáñez G. de Rueda
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Editorial
La firme convicción de que es posible llevar a cabo la reeducación, la integración, o la reinserción a
través de la peregrinación a Compostela y el Camino de Santiago, particularmente en el caso de algunos jóvenes
delincuentes excluidos socialmente cuyas vidas han trascurrido siempre en entornos de desatención
y marginalidad , sin más expectativas ni esperanzas que la reincidencia, ha sido el leitmotiv que ha dado
sentido a la creación de la Asociación de San Guillermo de Arnotegui.
Desde la constitución y presentación de nuestra Asociación en octubre de 2007 hasta el día de hoy, han
transcurrido poco más de dos años. Un periodo relativamente corto, en el se ha trabajado intensamente para
que la experiencia de peregrinación y camino puedan aportar nuevas esperanzas y nuevos valores en las
vidas de aquellos que -por sus delitos- se encuentran cumpliendo condena, o muy especialmente en el caso
de los menores sujetos a medidas judiciales.
No hay más que echar un vistazo a los datos que nos aportan nuestras memorias anuales de actividades,
para darnos cuenta de todo lo que hasta ahora hemos hecho y conseguido.
En colaboración con la Agencia del Menor Infractor de la Comunidad de Madrid (a quienes hay que
agradecerles la firme apuesta que desde un primer momento hicieron por nuestro proyecto) ya se ha llevado
a cabo la peregrinación -en dos años consecutivos- de un total de 38 menores.
También en estos dos años hemos colaborado en numerosas ocasiones con diversos Centros Penitenciarios,
especialmente con el de Segovia, y también a través de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias
hemos estado en la gestación de nuevos proyectos, como por ejemplo “El Camino por relevos
llevado a cabo este año desde Somport hasta Compostela en el que han participado nueve Centros Penitenciarios”.
Desde la Asociación también hemos investigado las diversas posibilidades y aplicaciones que
podrían establecerse desde la colaboración mutua con los TBC (trabajos en beneficios de la Comunidad).
En otra vertiente, hemos participado activamente en algunos Congresos Jacobeos y otros más específicos
sobre el Camino de Santiago y su utilización como medio de integración y reinserción social, o también
en el I Congreso Internacional sobre “la responsabilidad penal del menor” que tuvo lugar aquí en Madrid.
Hemos estado presentes en la organización de las Primeras Jornadas que, con el lema “Una peregrinación
singular e intervención penitenciaria”, tuvieron lugar en Segovia.
En otros ámbitos, estamos estableciendo contactos con diversas entidades, fundaciones y administraciones
de otras comunidades autónomas que ya han mostrado su buena disposición hacía los fines de la
Asociación, así como su interés hacía nuestros proyectos. Aunque este es un largo y tortuoso camino en el
que todavía nos queda mucho por recorrer y trabajar para que obtener los resultados deseados.
Pero en este pequeño balance también deberíamos apuntar la crisis que en estos tiempos también está
afectando a todas las asociaciones de un modo general, así como las dificultades que para nuestros proyectos
supondría el quedar estancados en el número de socios y colaboradores, o ante la escasa participación
de jóvenes que garanticen una continuidad futura a más largo plazo.
En definitiva, en estos poco más de dos años, todo esto es :
“Mucho más de lo que esperábamos y mucho menos de lo
que, con el tiempo, todavía podemos hacer”
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¿Por qué haces el Camino de Santiago?
Sentado en el porche de la casa veo descender lentamente la noche en el horizonte de la
ciudad. El aire frío y los olores de la lluvia de otoño llenan mis sentidos. Respiro profundo y trato
de mantener su aroma dentro de mi lo máximo posible. Este olor me llena los pulmones y llega la
nostalgia a lo más profundo de mi alma; ya hace tres años en estos días, yo era uno de los numerosos
peregrinos que durante siglos han pasado por el antiguo Camino de Santiago. Mientras pienso
en aquellos días me acuerdo de una pregunta que me hizo hace algún tiempo un amigo: Porqué?
– Me preguntó- ¿Por qué has decidido hacer el Camino de Santiago? ¿Qué te hizo caminar todos
esos kilómetros?
Le contesté con toda la sinceridad de mi pensamiento y de la única manera posible: porque
lo necesitaba. A todos los peregrinos que he conocido en el camino, con los que compartía el
alimento, la lluvia, la fatiga y la magia de esa experiencia, nunca me preguntaban qué me había
llevado hasta el Camino de Santiago. Nadie se ha preguntado alguna vez que todos ya conocemos
la respuesta: necesitamos el Camino, la ruta de acceso a las necesidades de sus peregrinos.
Caminé por ochocientos kilómetros,
o más, en cualquier otro lugar en
el mundo no tendría el mismo significado.
Fueron experiencias ciertamente
menos valiosas, pero la sabiduría de
la vía es único. Y es un proceso lento,
paso a paso, y en su lentitud natural
el peregrino comienza a sentir la sabiduría
antigua del Camino. Durante el
recorrido podrás redescubrir tus sentimientos
ahora perdidos, el ruido de
las botas en el camino se convertirá en
una melodía rítmica de años marcados
por el bordón que cada peregrino lleva
consigo. La altura de los picos de
los Pirineos, la inmensidad de la meseta,
los bosques de castaños repletos
de frutos, y los pueblos con sus casas
construidas con piedra y madera, son
sólo algunos de los escenarios donde el
peregrino encuentra los ecos de los romances
medievales. Pero es especialmente
en el rito del viaje, en las pequeñas
actividades diarias que tienen lugar
al final del día y que se unen al tiempo
de silencio, donde el Peregrino toma
conciencia de su persona.
Amanecer en la Cruz de Ferro
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El camino deja de ser un lugar físico,
el objetivo final ya no es sólo la Catedral
de Santiago o la húmeda costa atlántica de
Finisterre. Sin darse cuenta de que los pensamientos
del peregrino y sus recuerdos sustituirán
a las piedras de la ruta, y comenzará
a caminar por un sendero que lo llevará a
ser él mismo. El peregrino aprenderá a escuchar
y podrá reanudar un diálogo que había
sido interrumpido y olvidado. Redescubrirá
el placer de compartir historias de la vida y
experiencias a lo largo de una buena comida
con extraños, se sorprenderá por la paz
que se derivan de la observación del silencio
en el cielo estrellado, sentado en un banco
de madera vieja se sentirá protegido por los
fantasmas de su vida y mundo. Se llenará de
incredulidad cuando se de cuenta como el
simple y antiguo acto de caminar puede ser
el precursor de una gran riqueza, tanto para
el cuerpo como para el alma.
Peregrinos compartiendo felicidad en Melide
La ruta de acceso no requiere
de sacrificios o renuncias,
solo pide que el peregrino sea humilde
para entender la sabiduría,
y lentitud para captar el misterio.
Pero la lección que cada peregrino
ha de aprender es que el camino
no termina en el umbral de
la Catedral de Santiago. Una vez
cargada la mochila en la espalda
y comenzado a recorrer el camino,
este se convertirá en parte de
nuestras vidas, y no nos dejará
nunca. En el camino para ir al
trabajo o en las calles de tierras
lejanas, recordaremos con anhelo
el pasado, él volverá a nosotros
para recordarnos lo mucho que
hemos avanzado, y lo mucho que
tenemos por delante.
Daniele Bolazzi
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La minería en el Camino Primitivo (Primera parte)
En el recorrido del Camino Primitivo (Oviedo-Mellid) atravesaremos unos distritos mineros muy interesantes
de los que voy a hacer un bosquejo, pues el tema podría ampliarse considerablemente, conociéndose la
importancia que ha tenido Asturias y, en menor medida, Lugo, en la extracción de minerales. En ellos hay o ha
habido explotaciones con importantes beneficios. También señalaré otras zonas en las que se conoce la existencia
de mineralizaciones, pero que por su poca importancia no son actualmente explotadas, aunque muchas han sido
trabajadas antiguamente. A estas últimas se les da la categoría de indicios mineros.
Otro aspecto de la minería en la zona que trato, es la inactividad existente en la extracción de minerales metálicos,
cuando antiguamente se explotó hierro, cobre y oro.
Dejando a un lado la Cuenca Hullera, al Sur de Oviedo, hoy de capa caída, voy a detenerme en cuatro importantes
materiales que se están explotando o se han explotado hasta tiempos recientes y que son de este a oeste:
Fluorita, Caolín, Oro y Pizarras.
Además de los anteriores, encontramos diversas explotaciones que no están relacionadas con un ámbito
geológico determinado, como son las rocas de construcción y, sobre todo, los áridos, sino que se encuentran en
distintas formaciones, como calizas, cuarcitas, granitos s.l., etc. y casi siempre cercanos a núcleos de población.
Fluorita
Voy a comenzar por la fluorita,
cuyos yacimientos asturianos
representan una de las acumulaciones
más importantes de este
mineral industrial en el mundo;
todos ellos se encuentran al este
del meridiano de Oviedo, excepto
en una zona al norte de la capital,
entre ella y Avilés, denominada
distrito de Villabona-Arlós,
del que voy a hacer una descripción
a continuación (fig. 1).
Aquí se encuentran dos minas
en actividad (abril 2007),
Moscona y Villabona en Santo
Firme: la primera es la mina más
antigua de esta zona y la más
relevante en cuanto a producción
y longevidad. La forma de
explotación es subterránea, con
un plano inclinado y 45 km. de
galerías. Para la explotación se
utiliza el sistema de cámaras y Fig. 1 – Yacimientos de Fluorita en Asturias
pilares abandonados.
Estos yacimientos son del tipo “Mississipi Valley”, caracterizados por la presencia de mineralizaciones, generalmente
estratiformes, de plomo, cinc, cobre, fluorita y baritina y directamente relacionados con la discordancia
entre el zócalo paleozoico y la cobertera permo-mesozoica.
La fluorita es un material básico en la industria de los compuestos fluorados; también se utiliza en la industria
metalúrgica, como fluidificante de la escoria.
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Caolín
Siguiendo por el Camino Primitivo, el siguiente producto de minería importante que nos encontramos es
el caolín, que se ha explotado en Grado (Peñaflor y Sierra del Pedroso), en Salas (Minas Loly y Ventura) y La
Espina. Unos kilómetros más al sur, en el Valle del Narcea, se sigue beneficiando la tristemente célebre Mina
Conchita y la Nueva Perdiz al SO de Salas y NO de Belmonte (fig. 2).
Estos yacimientos consisten en niveles de caolín intercalados entre los estratos de cuarcita armoricana
(Formación Barrios) junto con arcillas y, raramente, pizarras. Hay varios horizontes caoliníferos, pero no
todos son explotables. El laboreo se centra en una capa con un espesor bastante constante de entre 70 cm. y
1 m. de potencia y una gran continuidad lateral. Esta capa se interpreta como originada por una alteración
diagenética “in situ” de una toba de polvo o ceniza volcánica de transporte eólico.
Toda la producción corresponde a caolín pétreo (flint clay), destinándose el 60% de la producción a la
obtención de chamotas para la industria refractaria; el resto se utiliza para la fabricación de cemento blanco y
una pequeña parte para la de porcelanas.
Toda la producción de caolín pertenece a la empresa Arcichamotas, cuya planta de tratamiento se encuentra
en Silvota(Lugones).
Oro
Fig. 2 – Mapa del caolín
Siguiendo en nuestro caminar nos adentramos en otra región de características mineras muy diferentes a
la anterior, en la que predominaba el caolín; en esta va a tener mucha importancia el oro.
Este metal se encuentra en el noroeste peninsular en cuatro bandas de dirección NE-SO, de las cuales el
Camino Primitivo atraviesa las tres primeras (fig. 3).
La más oriental es la denominada como “Cinturón Aurífero Río Narcea”, de unos 45 km. de largo por 1 de
ancho, que se extiende entre Ibias y Luarca y su orientación es de N 35º E. En la parte central de este cinturón
se encuentran tres depósitos de oro y siete grandes explotaciones romanas, situadas, en una distancia de 15
km. entre la localidad de Salas al N y Boinás al S, aproximadamente a 40 km. al O de Oviedo.
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Fig. 3 – Cinturones auríferos
En este cinturón existen zonas extensamente explotadas por los romanos, conociéndose 17 explotaciones
sobre yacimientos de oro primarios y otras 6 de menor importancia sobre yacimientos secundarios; se
piensa que algunos de estos trabajos se hicieron para la extracción de cobre. La mineralización se presenta
en unas rocas calcáreas y dolomíticas de la Formación Láncara y de la Formación Rañeces, del Cámbrico
medio, metamorfizadas por el contacto con un granito intrusivo, acompañado de fenómenos hidrotermales,
que han originado una mineralización muy compleja.
Hasta el año 2006 fue beneficiado el oro en tres cortas a cielo abierto: Boinás este, Boinás oeste y El
Valle, todas en las proximidades de la localidad de Begega (fig.4). La planta de tratamiento está situada en
las proximidades del yacimiento (fig.5).
El segundo cinturón que nos encontramos en nuestro caminar hacia el oeste es el llamado “Cinturón
de Navelgas”, que es el más minado de Asturias, encontrándose en él más de 40 explotaciones romanas.
Tiene una longitud de unos 70 km. desde el NO de Ibias hasta el Cantábrico y una anchura de unos 18 km.;
está situado a lo largo del margen oriental de la Zona Astur occidental Leonesa. El depósito localizado
en Ibias (minas de Penedela) cerca de la localidad de San Antolín de Ibias, ha sido el más intensamente
explorado, pero aún teniendo en cuenta la complejidad estructural, la escasez de sondeos de exploración
con poca testificación y una cartografía geológica incompleta, parece que este cinturón podría tener un
potencial en oro muy importante.
Por último y más al oeste, al N del Camino, se encuentra el “Cinturón de Los Oscos”, con una anchura
de unos 20 km., también con varias explotaciones romanas [muy importante es la de Arruñada (San Martín
de Oscos)], una de las cuales puede observarse desde el puerto del Palo (20). En los depósitos de este
cinturón, el oro está relacionado con un sistema de fracturas en terrenos de la misma edad geológica que
los anteriores. La escasa exploración efectuada parece indicar que las reservas de metal representarían uno
de los mayores depósitos sin explotar de Europa.
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Fig. 5 - Planta de tratamiento
Fig. 4 - El Valle-Boinás en 1998
Antonio García
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Reflexiones en el Camino
“Suseia”. El quid de la cuestión.
Andadero de León camino de Bercianos
Al abandonar San Nicolás del Real Camino,
mis pasos habían arrancado dubitativos. Presentía que el
tramo que me restaba se me iba a atravesar, que me tocaría
sufrir, que arrimándome a las lindes de la derrota pondría
nuevamente a prueba mi entereza y mi resistencia; pues ya
temía, como al final de todas las jornadas, que una vez mas
comenzarían a resentírseme los pies.
Sin embargo, también sabía muy bien que no había
terminado aun con mi dosis del día y que era inevitable
afrontarlo y lanzarme sin remilgos a ello. Se trataba de otro
nuevo desafío, o del mismo de siempre que no se extingue.
Proveniente de la seducción de un Camino que nunca dejaba
de engatusarme mediante sus artimañas irresistibles.
Caminando a Sahagún, volvería a lograr despertarme,
volvería a lograr auparme en un parapeto de lucidez
embriagador, activando todos mis sentidos, disponiéndolos
convenientemente e incitándolos a explorar territorios
desconocidos. A aproximarse a horizontes inéditos, en los
que me reconocería a mi mismo de modo mucho más certero,
liberado y completo que en las costumbres rutinarias
de la vida corriente, donde en ocasiones más que vivir, uno
sobrevivía como podía, tirando por la solicitada calle del
medio, atropellado en su propio destino incierto, e influenciado
como un títere por el dominio de una sociedad mediatizada.
Y me trasladaría nuevamente a ese maravilloso estado
de florecimiento esencial, que desde la interiorización a la
que ineludiblemente me precipitaba siempre, empaparía,
enriquecería y colmaría íntegramente mi naturaleza peregrina…
…Lo que yo intuía que debía tratarse del “Suseia”. El
quid de la cuestión. La base de todo. Sin ella, el Camino
quedaría diluido a una ruta insulsa y anodina, prácticamente
carente de atracción, que difícilmente podría motivarme.
Pues en mi caso, ese era el asunto primordial.
Si, sin duda. Era vital ese aporte trascendental, esa estimulación espiritual; en la que uno no solo sentía que florecía, que su
persona crecía, sino que además, a su vez, iba incubando lo mejor de si, desarrollando un proceso de gestación, de acumulación.
Aumentando un ovillo en lo más profundo de sus entrañas, etéreo pero denso en satisfactorias cualidades humanas que, mucho
tiempo después, una vez regresado al hogar, transcurridos los años, los lustros, los ciclos, las edades y los aniversarios hasta el olvido
definitivo e irremediable, presentía que continuaría, del mismo modo que una capsula efervescente deja manar las partículas
curativas, desprendiendo su extracto favorecedor… su sustancia. Un rescoldo prendido perpetuamente.
Recordaba como algunos peregrinos me habían afirmado que el Camino era una metáfora de la vida, que otros se inclinaban
por definir el Camino de Santiago como el Camino de la vida. Yo menos poético, y en aquel momento, con el viento restregándome
el rostro y batiéndome las pestañas, con la totalidad del tiempo para invertirlo en libertad; lo veía más sencillo que todo lo
anterior y, Caminar a Santiago lo consideraba simplemente como la forma mas certera de vivir que había experimentado.
Por todo ello, tratando con esmero que este fuera lo mas favorable para alcanzar todo lo anterior y lo mas fiel a la idea
que yo mantenía que debía ser un gran Camino, un Camino único, mi Camino; me había decidido por iniciarlo desde casa, experimentar
la evolución de alejarme de mi origen, soltar amarras, abandonar el nido para terminar sintiéndome un forastero de
alma libre que se adapta allá por donde sus pies gastados transitan, sus pulmones anhelosos de aire renovado respiran, y sus ojos
atentos y sin restricciones contemplan.
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Por todo ello había resuelto hacerlo en época invernal,
cuando el Camino es más puro y solitario, sorprendente y desconocido;
cuando el silencio de sus calzadas contiene la envoltura
de lo sagrado, se presiente la historia milenaria en la tierra
chafada de pisadas, y el polvo porta en el aire el legado inmaterial
de los miles de caminantes antecesores como un murmullo
de pasos vivificantes.
Y por todo ello también había sido incuestionable la elección
del recorrido, el descarte de la lógica de seguir la ruta del
norte que cruzaba el umbral de mi puerta, para inclinarme por
una inmejorable combinación en un aleccionamiento completo
para un peregrino, que se delimitaba a grandes rasgos, entre el
suspense y el margen para la sorpresa de un extraño, desolado
y desconocido Camino que viraba al interior, y el enlazamiento
en Santo Domingo de la Calzada con la seducción arrolladora
y hospitalaria del telúrico Camino Francés, arteria principal y
Edén del peregrino
Y cuando uno urde un proyecto de esta envergadura,
cuando para el se convierte en una cuestión vital y siente que es
primordial acometerlo, cuando reconoce claramente en el uno
de los grandes sueños a cumplir, y sacrifica y renuncia por ello
mas de lo considerado prudente; cuando se transforma en un
compromiso con uno mismo y espera una recompensa tan enorme
que dure de por vida; cuando aun reconociendo que no es
mas que un pobre capullo descreído e impío que nunca dejará
de cometer errores ni de perderse, a años luz del hombre santo
mas pequeño, pero que aunque jamás la encuentre, anhela buscar
sin descanso “Tierra Santa”, la tierra santa que sea. Desde lo
mas profundo de su ser, percibe que su Camino no forma parte
del vulgar ocio en que algunos se empeñan en convertirlo en el
presente, y que para bien o para mal, desde el momento en que
nació su ilusión, ha sido un peregrino.
Tal y como había pronosticado, la lucha fue cruel en los
pasos vespertinos. Al agotamiento y a los pies perjudicados
se había unido un viento definitivamente inclemente que tenía
la virtud de exasperar hasta el trastorno, y se había mostrado
con un ímpetu que no era posible esquivar de ninguna
manera más que haciéndole frente. El golpeteo del bordón
apenas se escuchaba y las lágrimas saltaban hacía atrás para
esfumarse engullidas por el piso polvoriento del sendero pedregoso,
dejando huellas invisibles.
Pero aún tuve fuerzas de acercarme a la Virgen del
puente. Me reconfortó como esperaba, era un lugar idílico
para un peregrino solitario. El cielo castellano que continuaba
con su eterna evolución maleable, se ennegrecía y descendía
para caerse encima de mi cabeza. Un estremecimiento
me anunció que debía rematar la jornada. No me crucé con
nadie. Soledad absoluta en el Camino.
Ya en el albergue, una iglesia rehabilitada por dentro,
me alivió ver que Theobold, compañero circunstancial
ese día, pululaba junto a unos compatriotas suyos, su bigote
parecía haberse recuperado de las Rectas infinitas de Tierra
de Campos. En una litera descansaba Bolívar. En la superior
dormía Carlos José a pierna suelta.
El recinto parecía una especie de cuartel con traza
de barracón enorme y decadente, una instalación decrépita y
lúgubre. Posiblemente un cubículo insalubre para gran parte
del primer mundo; pero un reino de paz para mi… me tumbé
en mi catre y cerré los ojos… donde los fantasmas, por esa
noche al menos, no me acecharían.
Bolitx
Mar de nubes en el Primitivo
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Mis 10.000 kms. a Santiago
En este lado del mar, hoy comienza la primavera. Día radiante de sol, temperatura muy agradable y yo frente al ordenador
tratando de recordar que fue de mi primer Camino de Santiago.
No pasa un segundo, cierro los ojos y me traslado a mis preparativos.
Yo, como persona adaptada a grandes ciudades, viviendo con todo el confort que me da mi trabajo, consumidor nato de cualquier
tecnología que me haga más fácil mi vida, estoy frente a mi mochila, sobre la cama, con 8 kilos de todo un poco, que harán de mi
vida un calvario.
Yo acostumbrado a bañarme con agua muy caliente, usar shampoo para cabello seco, luego crema de enjuague capilar, secarme
con una toalla de 2 metros cuadrados, bien calentita, pisar en una alfombra luego de salir de la ducha, estoy viendo atónito media
pastilla de jabón lagarto, y una toalla de 50 cms. que tendré que arreglarme durante 20 días.
Yo acostumbrado a cambiarme diariamente de camisas, pantalones, medias, haciendo hermosos conjuntos con los zapatos, veo
atónito un par de pantalones desmontables, dos camisas iguales, 3 medias y tres calzoncillos que serán todo mi vestuario durante
20 días.
Poso mi mirada sobre la bolsa de dormir y me pregunto: ¿tendré que dormir atado como una morcilla, cuando en mi cama tan
mullida y abrigada lo paso tan bien?
Joder... esto no es para mi, me digo,…y como
si Santiago me estuviera agarrando y tironeando de
un brazo, sigo preparando mi equipaje.
No puedo dar marcha atrás, tengo pasajes pagos
y me esperan los amigos de Santa Felicia. No puedo
ser tan cobarde. Además, según he investigado
todos o casi todos terminan el camino y vuelven
muy gratificados de la experiencia. Ver para creer.
Allá voy.
Llego a España, muy ansioso y con ganas de
sacarme de dudas de que se trata todo lo que me han
explicado y he investigado. Todavía Santiago para
mi es una incógnita.
Me recibe un amigo, Fernando, me obsequia
una Credencial, charlamos y me da varios consejos,
sobre camino y albergues. Asiento, lo escucho, pero
no logro ubicarme donde estoy, y donde queda el
camino. Se que comenzaré en Burgos, se que queda
al norte de Madrid, pero me cuesta orientarme en
España.
Llego a Burgos, comienzo el camino, y hago mi
primera etapa. Cansado, asombrado y sin comprender
nada. Cambio mi baño con toallas calientes,
shampoo y crema de enjuague, por jabón lagarto,
cambio mi cama de dos plazas por una colchone-
Llegando a Hontanas (Burgos)
ta en el piso y duermo como una morcilla, de un
tirón.
Me levanto temprano, busco en mi neceser, cepillo de dientes, pasta dental, y peinado como para el colegio, continúo mi viaje.
Medito, no pasó absolutamente nada. Dormí como un lirón y estoy contento como perro con dos colas.
Luego de un par de días, todavía no le encontraba sentido a lo que estaba haciendo, pero una fuerza interior me hacía seguir cami
nando al poniente. ¿Que pasaba?, no entendía.
A medida que continuaba, y conocía gente, albergues y compartía comidas, me daba cuenta que todo lo que tengo en casa, no lo
extrañaba para nada. Yo, el consumista me las arreglaba cómodamente con lo que llevaba. No conocía a este Eduardo. No llevaba
teléfono móvil, no tenía que ir al banco, no tenía horarios, las 24 hs. eran para mi solito y por lo contrario, compartía camas, comidas,
prestaba un peine, una venda, me daban una galleta, agua.
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Que era lo que me pasaba. El camino era una utopía, no podía ser lo que me estaba pasando y viviendo.
Tuve varios momentos muy emotivos en mi peregrinar, de los cuales guardo recuerdos imborrables.
Primeramente cuando caminaba solo, muy solo por la inmensa Castilla, tuve un encuentro con el otro Eduardo, con el que
llevo dentro. Conversamos un rato muy largo, mientras uno de los dos lloraba como un niño y se hacía cargo de varias deudas
pendientes con la vida y con los demás. Duro, fue muy duro ese momento.
Luego me puse a cantar con todo lo que me daba la voz. Terminé en el albergue muy feliz y deseoso de comenzar mi cambio
espiritual.
Otro momento muy gratificante fue el encuentro con mi amigo, hasta ese momento conocido solo por Internet, Sebastian
Molina se llama, y la casualidad quiso que nos juntáramos en Calzadilla de la Cueza. Ese momento lo llevo grabado muy fuertemente.
Pero la ocasión más emotiva fue al divisar la Cruz
de Ferro. Sabía de ese monumento y lo que significaba
para los peregrinos. La veía desde varios kilómetros y la
congoja que tenía, casi no me dejaba respirar. Al tenerla
delante y colocar la piedra que traía desde Argentina, fue
el momento culmine de ese día y creo que del camino.
Jamás olvidaré esos minutos, de agradecer a Dios.
Cruz de Ferro (León)
He conocido gentes, he hecho amigos, Carlos de Brasil,
el cura Mario Brown, Ramón y su mujer y momentos
como estos hay a montones en el transcurso del camino,
uno disfruta de todo y hasta el sufrimiento tiene su lado
positivo y verdadero.
Llegar a Santiago es la concreción de un sueño, sobre
todo para los que vivimos de este lado del mar.
No es lo mismo caminar desde Pamplona a Burgos y dejarlo.
Luego de Burgos a Ponferrada y dejarlo. No señor,
para mi llegar a Santiago es terminar el Camino.
Poder arrodillarme frente a esa inmensa Catedral, tratar
sin lograrlo que no se me caigan las lágrimas, luego
abrazar al Santo, escuchar la misa y que digan por los
parlantes, llegaron peregrinos de Argentina, es algo que
no se puede explicar a quien no lo hizo.
Particularmente la concreción del Camino de Santiago,
hizo en mi varios cambios, creo que todos para mejor. Sabemos
muy bien que la peregrinación más difícil se inicia
cuando uno regresa a casa y se choca con la realidad del
día a día. Pero hay que recordar todo lo aprendido y volcarlo
con pasión a la rutina.
Particularmente no lo he logrado, pero lo intento a diario.
Por eso volveré a caminar hacia el oeste, buscando al
Santo y con humildad agradecer, siempre agradecer.
“Si algún día pasa por tu mente ir a Santiago a pie, espanta ese pájaro negro como si fuera un fantasma.
Si de nuevo revolotea, nuevamente rechaza la tentación.
Pero si, por tercera vez surgiera, haz que anide en ti y disfruta de la dura y apasionante empresa de
recorrer el Camino de Santiago”.
Eduardo…el transoceánico
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Santa María de Eunate.
Este nombre que en vasco significa “cien puertas”, ya marca su construcción llena de arcos que los circunvalan a
través del claustro o arquería. El nombre define al edificio, aunque existen otras posibilidades, como aquella que dice
que viene de “Ona Ate” o “la buena puerta”.
Sus orígenes no están lo suficientemente claros, lo que ha motivado que se sucedan planteamientos con muy
distintas hipótesis. Una de ellas asegura su origen templario. El Temple era una orden de carácter religioso - militar
- hospitalario, que tenía como fin original la protección de los peregrinos a Jerusalén contra los asaltos de bandidos y
salteadores. Esta orden gozó de todo el beneplácito durante el reinado de Sancho VI “el Sabio”, periodo en el que se
construyó la iglesia de Eunate; pero la ausencia de noticias históricas o documentales que certifiquen la presencia de
los templarios en Eunate, hace que esta hipótesis no sea considerada por la mayoría de los historiadores en la actualidad.
Investigaciones más recientes, basadas en los resultados obtenidos a raíz de las excavaciones que se realizaron a
mediados del siglo XX, consideran que Eunate pudo ser la iglesia de un hospital de la orden de San Juan de Jerusalén,
pues se tiene constancia documental de su presencia y prestigio en esta comarca. Se aporta como prueba un documento
en el cual, el prior del Hospital estableció en el 1251 una concordia con los cofrades de Obanos, concediéndoles para
sus reuniones “el nuestro Hospital del Camino”. Este Hospital propiedad de los Sanjuanistas sería Eunate. Sin embargo,
esta teoría no pasa de ser una suposición más, ya que podría referirse al Hospital de la Villa de Puente la Reina,
cuyo nombre se conserva hoy en día. Además, parece relativamente distanciada cronológicamente (casi 100 años) del
momento de su construcción .
Otras hipótesis plantean la posibilidad de que fuera una reina (Sancha?) la que mandase su edificación. Al parecer
la cantidad de robos que tenían lugar en esa zona lo requería. Conviene traer a colación un documento hallado en el
archivo de la Catedral de Pamplona, datado en 1520, en el que se dice que “entre otras sepulturas ay una muy seynalada
e principal en la que fue enterrada la Reina o aquella señora que fizo e mando hedificar la dicha yglesia”. Aunque
la existencia de enterramientos es un hecho que se ha confirmado en las excavaciones arqueológicas antes citadas,
nuevamente la distancia cronológica entre el documento y la construcción de Eunate, hacen que su fiabilidad quede en
entredicho. Además, y a pesar de que tampoco está del todo aclarado, todo parece indicar que la reina Doña Sancha
fue enterrada en la catedral de Pamplona.
Sea cual fuera su origen este lugar es uno de los más emblemáticos del Camino de Santiago y es difícil que alguien
que haya llegado a él caminando le pierda de su recuerdo. Es una pequeña iglesia de piedra en mitad del campo; muy
cerca del sitio donde se juntan el Camino franco con su ramal aragonés.
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Yo tuve la ocasión de conocerlo en mitad de agosto, caminando
desde Somport. Era mi último día de camino y fue un revivir el poder
observar los campos de girasoles mirando al astro rey en un atardecer
caluroso, cuando el color del día se vuelve más rojizo.
Ver el perfil del edificio con las tonalidades cálidas de la tarde me
fascinó. La tranquilidad rodeaba el entorno y se podía respirar quietud
y sosiego. Recuerdo que entré con timidez rodeando el claustro, a
cada paso me detenía a empaparme de sus formas, en especial de los
capiteles cincelados por los buriles de los maestros canteros como si
fuera barro en vez de dura piedra. Me fijaba en las hojas de acanto, las
frutas y en las figuras de animales y hombres que se iban alternando
en cada capitel.
Llegué a la puerta de acceso, más humildemente decorada que la
principal. Decidí soltar la mochila y liberar los pies de las opresoras
botas. Entre descalzo y sin carga a la tenue iluminación de unas pocas
ventanas cubiertas con placas de alabastro y unas pocas velas encendidas.
Una música medieval inundaba el conjunto. Presidía el ábside una pequeña imagen románica de la virgen. Estaba sólo
y pude observar con detenimiento. En cada ángulo del octógono se encuentra una columna que acaba en un capitel decorado
con motivos vegetales, que mediante una imposta que recorre todo el templo, delimita el primer cuerpo del edificio.
Sobre cada columna se levantan tres columnas, también decoradas por un capitel historiado. La central es la sustentación
de los nervios de la cúpula y las otras dos el apoyo de arcos de medio punto que acompañan cada lado del octógono.
Algunos arcos tienen delgadas y alargadas lucernarias y otros son ciegos, dando claroscuros que ambientan el recinto.
El tercer cuerpo remata la cúpula sin ningún clave central, por medio de ocho nervios cuadrangulares. Aquí se pueden
ver los diferentes ángulos, todos ellos diferentes, demostrando que la forma es irregular. También entre los nervios se encuentran
nuevas lucernarias geométricas.
En la parte principal se encuentra el ábside con forma pentagonal, que mantiene la misma estructura de columnas, arcos
y nervios. Aquí, tras un pequeño altar de piedra, se encuentra una virgencita con niño que mira directamente al orador, en
vez de estar atenta al niño, el cual se encuentra sentado en el trono del regazo de su madre, también mirando al frente.
Después de un pequeño recorrido por el interior me senté suavemente en un banco de piedra pegado a la pared, me
apetecía devorar los detalles que completan un conjunto delicado y hermoso, creado para la oración e introspección interior.
La tenue luz y el olor a cera de las velas hicieron volar mi imaginación hacia el momento de su construcción y a la
motivación de la misma (1170). Parece ser que fue en su origen un hospital y cementerio de peregrinos.
El auge de las peregrinaciones a Santiago de Compostela llevaron a
instalar este sitio de acogida, que completaría los existentes en Somport
y Torres del Río. El templo que se puede ver hoy en día se completaría
con un edificio de acogida, del que no queda nada, y un cementerio que
rodearía la iglesia, para descanso eterno de los caminantes medievales.
Se especula que en el tejado habría una linterna que se alimentaría
con troncos de madera, que posibilitaría ser punto de referencia de caminantes
y manifestaría su condición de faro de fe para los peregrinos.
Es un bellísimo templo que acoge múltiples leyendas y que por su
ubicación y por haber sido cementerio acoge las energías esotéricas que
fluyen y se hacen sentir por las personas sensibles.
Yo tuve uno de mis mejores momentos íntimos de relajación y
encuentro conmigo mismo, durante esa primera caminata peregrina.
Siempre que me he encontrado próximo no he desaprovechado la ocasión
de deleitarme con ella.
Uxama
Paz y amor en el Camino
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Caminos de Santiago
HISTORIA DEL CAMINO EN ARAGON
Religiosidad Medieval y Peregrinaciones
La peregrinación a lugares sagrados y a los grandes santuarios siempre fue una prescripción común a muchas religiones,
que han otorgado al itinerario físico un sentido de camino penitencial, de purificación y de acercamiento a la
divinidad. La esperanza que movía al peregrino era alcanzar la curación del alma y del cuerpo, al final del camino.
Los grandes centros de peregrinación de la Cristiandad medieval nacieron alrededor de santos sepulcros: Jerusalén,
Roma y Santiago. Pero otros muchos templos de segundo orden atraían a los peregrinos en cada país, región y comarca.
Cuando no existían tumbas famosas, se usaban reliquias. En la Edad Media, el afán por conseguirlas estimulaba
grandes gastos, luchas o incluso peligrosas expediciones. Todos los santuarios y catedrales ambicionaban su posesión
y acumulación, porque multiplicaban su prestigio y atraían a multitud de peregrinos, donaciones y cuantiosos legados.
La peregrinación fue en su origen un fenómeno espontáneo, pero con el paso del tiempo se fue institucionalizando.
Las órdenes religiosas y militares mediante la fundación de hospitales o alberguerías para la asistencia de pobres y
peregrinos, fijaron los grandes caminos de peregrinación y fueron sus más inspirados propagandistas.
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Sin embargo, la naturaleza de la peregrinación no era sólo
religiosa. Toda una masa abigarrada de mercaderes, vagabundos,
ladrones, juglares y prostitutas se mezclaba en los caminos con
los auténticos peregrinos.
En el ámbito económico, el camino de peregrinación se
convirtió muy pronto en una ruta comercial de primer orden, coincidiendo
con el momento (siglos X-XI) en que se produce una
fase de gran crecimiento económico, de renacimiento urbano y
de revolución comercial. De esta forma, a su paso, la ruta jacobea
concitó la fundación de ciudades y mercados; hizo la fortuna
de los antiguos núcleos urbanos; enriqueció a sus regiones y las
abrió a las corrientes culturales de la época.
Lo mismo sucedió en Aragón y en las ciudades, villas y mercados
que se poblaron al paso del Camino de Santiago: Canfranc,
Jaca, Berdún, Ruesta y Tiermas fueron los núcleos principales,
dotados con hospitales y también con ferias y mercados. Otros
lugares de paso, de menor entidad, también se contagiaron de las
diversas influencias y aportaciones jacobeas: espirituales, piadosas,
caritativas, asistenciales, mercantiles, picarescas, etc.
Surgimiento de la Peregrinación Jacobea
El culto al apóstol Santiago en Galicia comenzó en el siglo
IX, con su altar situado sobre un antiguo templo romano dedicado
a Júpiter. El origen probable se remonta al obispo Teodomiro
(muerto en el 847), quien habría adaptado el culto pagano de
Júpiter (Dios del Trueno y del Relámpago) al culto cristianizador
a Santiago Zebedeo (que los Evangelios nombra como Hijo
del Trueno). Como era habitual en la época, la invención de la
leyenda y de la tumba del apóstol que nunca estuvo en Hispania
servía a la lucha del clero medieval por extirpar los antiguos cultos
paganos, todavía muy arraigados.
Esta aparición fue pronto conocida en la corte carolingia, surgiendo
el interés por el nuevo culto en la lejana Galicia, y comenzando
las peregrinaciones. Con el tiempo, poco a poco, se
irán fijando los diversos itinerarios o caminos que ha tenido el
Camino de Santiago. En el siglo IX se utilizan las calzadas romanas
que transitan al norte de la España Musulmana.
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El Camino de Santiago en Aragón
El primer itinerario aragonés atravesaba los Pirineos por
el puerto del Palo (valle de Hecho), pasaba por el monasterio
de San Pedro de Siresa y se dirigía a Ruesta y a Pamplona. El
primer tramo de esta ruta seguía la calzada romana que recorría
el valle. Alcanzada la Canal de Berdún, se continuaba por la calzada
Jaca-Pamplona. San Eulogio, obispo de Córdoba que visitó
la zona en 848, señalaba que en Siresa se atendía exquisitamente
a los peregrinos.
En el siglo XI, los primeros reyes de Aragón reconstruyeron
y mejoraron la red de comunicaciones de su territorio, reparando
las vías romanas todavía en uso, obrando otras nuevas, y construyendo
puentes, albergues y baños vinculados a las rutas principales.
Así sucedió con el camino jacobeo, transitado desde hace
tiempo por muchos peregrinos y viajeros que necesitaban de la
protección de los reyes y obispos.
En aquellas fechas la ruta del valle de Hecho cedió el protagonismo
al camino del puerto del Somport, donde transitaba la
ruta de comercio internacional más importante del naciente reino,
que atravesaba el alto valle del Aragón y pasaba por Jaca. El
peaje que gravaba el tránsito mercantil se cobraba en el castillo
de Candanchú, en Canfranc y en Jaca, y de él estaban exentos
los peregrinos. Bajo la mirada del castillo de Candanchú se situó
el Hospital de Santa Cristina de Somport, que fue la mayor y la
más famosa institución de acogida de todo el reino. Regida por
una comunidad de canónigos, poseían delegaciones, hospitales
propios y cofradías dependientes en muchos núcleos del camino
jacobeo, desde el Bearn hasta Soria.
Al llegar al Campo de Jaca o a la Canal de Berdún, el camino
cambiaba su dirección norte-sur por la de este-oeste, siguiendo la
ribera del Aragón hasta Tiermas y la frontera con Navarra. Dirección
que no abandonará ya hasta alcanzar la tumba del apóstol.
Este camino, en realidad, era una densa y extensa red viaria
que incluía centenares de tramos y de ramificaciones. Los ramales
partían de los diversos puntos de origen: zona centroeuropea,
Inglaterra, Francia, Flandes, Italia y de todos los rincones de la
Península Ibérica. La mayoría de estos ramales se juntaban en
los Pirineos, para atravesar sus pasos principales. Otros iban por
mar, alcanzando puertos como Barcelona y Valencia, y después
subiendo hasta Zaragoza y Astorito, para sumarse a la ruta principal.
Los peregrinos hallaban, en todas las ciudades, catedrales
que custodiaban o decían custodiar las reliquias de grandes santos,
discípulos del apóstol, patronos locales u objetos relacionados
con Jesús y su Pasión. En la catedral de Jaca se veneraba a
Santa Orosia, patrona comarcal, y otras reliquias como un brazo
de San Pedro y un maxilar con dos muelas de San Andrés.
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La proliferación en época medieval de grandes monasterios y
santuarios –propietarios todos ellos de reliquias famosas-, también
provocaba la creación de nuevas rutas que se bifurcaban
de los itinerarios principales para acercar a los peregrinos hasta
sus iglesias. Un ejemplo cercano lo tenemos en San Juan de la
Peña, hasta donde se desplazaban muchos peregrinos jacobeos
a su paso por el tramo aragonés. Allí se veneraban las osamentas
de San Indalecio, obispo de Almería del siglo III (a quien se
hizo pasar por discípulo del apóstol Santiago); las de los santos
fundadores del cenobio (Voto y Félix); y el mismísimo Santo
Grial, que contuvo la sangre de Cristo. Y lo mismo sucedía con
los desvíos que conducían hasta San Pedro de Siresa o hasta
San Salvador de Leire, custodios de otras tantas reliquias.
Esta compleja y entroncada red viaria de peregrinación contaba
con una serie de nódulos o cruces de caminos donde confluían
y se ramificaban los distintos tramos; donde se situaban
las ciudades y mercados principales; y donde también se multiplicaban
los equipamientos, hospitales y centros de asistencia
para pobres y peregrinos. En nuestra comarca, los principales
nódulos jacobeos fueron Jaca, Astorito y Tiermas, puntos de
parada obligada.
El Camino de Santiago entró en crisis en el siglo XVI. La
Reforma protestante, principalmente, fue la causa de esta decadencia.
Por un lado, la ruptura entre la Europa reformada y la
España católica, acompañada por la fortificación y militarización
de la frontera. Por otro, el recuerdo en tierras francesas de
que también en Toulouse se conservaba un cuerpo del apóstol
Santiago. ¿Cuál era el auténtico?.
Etapas y Rutas del Camino de Santiago
de Aragón
Aunque las etapas y las rutas eran muy variables, en función de
los intereses y apetencias de cada peregrino, se puede generalizar
este esquema:
· PRIMERA ETAPA: Somport-Jaca
· SEGUNDA ETAPA: Jaca-Astorito
· TERCERA ETAPA: Astorito-Sangüesa, con tres posibilidades:
o por Ruesta (ribera meridional del Aragón)
o por Tiermas y Leire (ribera septentrional del Aragón)
o por Bailo (cruzando el Bailés y la Valdonsella)
Ernesto Gómez
Asociación de Amigos del Camino
de Santiago de Jaca
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El Ratón de San Guillermo.
“SUMMA ARTIS JACOBEO”
SANTIAGO EN ESPAÑA, EUROPA Y AMERICA
Estamos ante el gran volumen jacobeo, el mayor
esfuerzo de investigación en equipo que se ha realizado sobre
la temática que rodea al Apóstol Santiago, un libro que
aparte de ser un gran desconocido encierra en su germinación
una bonita historia.
El protagonista Don Ernesto de la Orden Miracle, era
un destacado miembro del Cuerpo Diplomático de Español
en una época en el que por muchos años el Ministro
de Asuntos Exteriores había sido un peregrino a la antigua
usanza, Don Alberto Martín Artajo, ministro desde 1945 a
1957, había peregrinado andando en 1926 desde Madrid a
Compostela, y dejado escuela en su ministerio
Don Ernesto hacía honor de haber sido alumno en
el Instituto Británico de Madrid de Sir Walter Starkie, conocido
como Don Gualterio entre gitanos y santiaguistas,
personaje con el que se reencontraría el día 25 de julio de
1954, el profesor rematando su última peregrinación a pie, y
el alumno acompañando a la gran peregrinación de Paris en
su calidad de Embajador en Francia. Al frente iba el Alcalde
de Paris, y sumado al grupo el antiguo Nuncio el Cardenal
Pontini que a poco sería coronado Papa con el nombre de
Pablo VI. Quién se retiraría un día antes de la Ofrenda Nacional
para no tener que recibir ni saludar a Franco.
De su destino en Paris viajó por Centro América para
ser finalmente nombrado embajador en Londres, cargo que
ocupó desde 1961 hasta 1966, ciudad en donde coincidirá
con otro padre del Camino, el Delegado de España en el
Consejo de Europa Don José Manuel Ruiz Morales.
Declarado Santiaguista tenía por afición rastrear toda
huella del Apóstol en los lugares donde era destinado, tomaba
apuntes y fotografías, realizando tres pequeños trabajos
monográficos recopilatorios. Tal labor fue conocida por el
Ministro de Información y Turismo Don Manuel Fraga Iribarne
y tras las bambalinas de la política, el Embajador de
España en Londres cesó en su destino para ser nombrado en
1966 Director General Técnico del Ministerio de Turismo.
¿Por qué?, … digamos mejor “para que”. Algo que
envidiaría cualquier investigador amigo del Camino de
Santiago; poder y medios para recopilar toda la información
que hubiera dejado la huella del Apóstol Santiago
en cualquier parte del mundo. Don Ernesto puso a trabajar
durante cinco años a todas las Oficinas del emergente
turismo español, tanto peninsulares, como en los consulados
y embajadas. El era la persona ideal para realizar a
gran escala lo que ya venía haciendo, tanto por su posición
de prestigioso diplomático, recibiendo poderes plenipotenciarios
del Ministerio de Asuntos Exteriores en todo
el mundo, así como su nuevo cargo de Director General
Técnico dentro del Ministerio de Información y Turismo.
El objetivo es compilar en un gran volumen toda la
iconografía, arquitectura, heráldica, huella jacobea y en general
todo vestigio dejado por el Patrón de España. El primer
ejemplar de este libro titulado “Santiago en España, Europa
y América”, fue entregado el 25 de julio de 1971, Año Santo
Compostelano, al Jefe del Estado, el Generalísimo Franco,
cuando este se disponía a presentar el Voto a Santiago.
Es un lujoso libro con encuadernación entelada en verde,
en caja y con sobreimpresión de letras doradas. En gran
formato de 28 por 32 centímetros, 680 páginas, con 887 ilustraciones
en las que dominan las grandes fotografías a pleno
color, algo que en aquella época le encarecía sobradamente,
con planos y mapas desplegables, y con todos los textos en
Español, Francés e Ingles.
Por azares de la política su promotor Don Manuel Fraga
había sido cesado, y el mérito y prólogo fue para el nuevo
ministro de Turismo Don Alfredo Sánchez Bella, quién lo
titula como “Ofrenda al Apóstol Santiago”.
Para la confección de un libro, algo inaudito, se genera
toda una Dirección General ministerial, se utiliza a uno de
los embajadores más prestigiosos con su placer en Londres,
intervienen todos los embajadores de España, cónsules, agregados
los delegados provinciales de todas las Oficinas de Turismo
de España, colaboran directores de museos, catedráticos,
obispos, arzobispos, directores de institutos culturales,
Patrimonio…. y un gran etc. Para apreciar toda su dimensión,
la larga lista de colaboradores y sus cargos, se puede consultar
en los “Fondos” de nuestra biblioteca virtual.
La gran labor recopilatoria se pone a disposición de
un elenco de prestigiosos autores especializados en el
tema, que capitulo a capitulo desarrollaran el libro bajo
la coordinación del director General Técnico, aunque
prácticamente solo se utiliza para ilustrarlo. Dispone de
una completa iconografía que le convierte en un “Summa
Artis jacobeo”, pero que entendemos es solo la punta
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de un gran iceberg, y que la gran riqueza de este trabajo,
estaría hoy en día, en el acceso a los archivos que se generaron.
La publicación se orquestó de la siguiente forma:
Capítulo I, “Los Lugares Santos Jacobeos” por Don Manuel
Chamoso Lamas, Director del Servicio de Información
Artística, Arqueológica y Etnológica del Distrito Universitario
de Santiago de Compostela. Quién sería el responsable
de las excavaciones arqueológicas en el subsuelo de la
basílica compostelana.
Capitulo II; “El Camino de Santiago en España”, de
Don José María Lacarra, Profesor de la Real Academia de
la Historia, coautor del galardonado trabajo “Las Peregrinaciones
a Santiago de Compostela”.
Capítulo III; “L´europe et la pelerinage de Saint Jacques
de Compostella” escrito por El Conde de la Coste Masseliere,
Director del Centre d´Estudes Compostellanos de Paris,
uno de los principales forjadores y pioneros del asociacionismo
de amigos del Camino de Santiago.
Capítulo IV; “Santiago en España fuera de los Caminos
de peregrinación”, por José Manuel Pita Andrade, Catedrático
de Historia del Arte de la Universidad de Granada.
Capítulo V; “El Camino de Santiago en Indias” del Caballero
de Santiago y Marqués de Lozoya, Don Juan de Contreras,
historiador presidente del Instituto de España.
El Libro que fue editado por el Ministerio de Información
y Turismo, reza que terminó de imprimirse el 15
de julio, día del Carmen. Su destino fue el regalo, algo no
comercial, ahora bien, dado su alto costo, el obsequiado
exigía nivel. Hoy en día no es imposible encontrarlo en librerías
de viejo, y aunque su precio viene a rondar los cien
euros es la joya de cualquier biblioteca jacobea, la simple
contemplación de sus imágenes puede acarrear el disfrute
de una placentera tarde de invierno.
Este libro no vino solo, un año antes de su publicación
en el Año Santo de 1971, aparece publicado los trabajos
previos de Don Ernesto de La Orden Miracle bajo el título
de “Santiago en América y en Inglaterra y Escocia”. 132 páginas
de 14 por 21 centímetros con un anexo y fotografías
en blanco y negro. Editado por Publicaciones Españolas del
Ministerio de Información y Turismo, sale a la venta por un
precio de 60 pesetas.
También un año después, en 1972, la sensibilidad del
coordinador de la obra hizo aparecer un subproducto con
toda la información recopilada en nuestro país provincia a
provincia. Todo un “Vademécum jacobeo nacional”. Su título
es “Santiago en Toda España”. Lo edita también Publicaciones
Españolas y contiene 398 páginas con fotografías
en blanco y negro. Su largo índice lugar a lugar, junto con el
nombre de su autor o autores se puede consultar en nuestros
Fondos.
Podemos destacar la participación en el capítulo que
trata la provincia de Burgos, de nuestro prócer, ejemplo, y
amigo de esta asociación; Don Pablo Arribas Briones.
Como tantos esfuerzos en el mundo del Camino
de Santiago, éste quedó en vía muerta, quizás por el simple
desconocimiento, o tal vez por ser representativo de la
época en la que se realizó, Quizás el movimiento peregrino
actual después de re-descubrir las sendas del Camino
de Santiago termine encontrándose con su historia, no con
la brillante Edad Media sino paradójicamente con la más
cercana y oscura, Edad Contemporánea.
Fernando Lalanda
El ratón de biblioteca
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Las Músicas del Camino de Santiago.
ROMANCE DE DON GAIFEROS DE MORMALTÁN
La música popular gallega, en contra de lo postulado en el pasado, es pródiga en romances. Los intercambios culturales
eran muy habituales en Europa, precisamente a través del Camino de Santiago, y a través de él llegan a Galicia temáticas,
cantos, y formas literarias importadas que interactúan con las autóctonas y generan el romance gallego que se caracteriza,
en general, por un matiz de estilo, más idealista que el romance castellano que es más histórico y realista, pero hoy esta
fuera de duda, desde la publicación del Cancionero Musical de Galicia reunido por Casto Sampedro Folgar, y estudiado por
Filgueira Valverde, que Galicia puede suministrar materiales para un copioso romancero.
ROMANCE DE DON GAIFEROS DE MORMALTÁN
I onde vai aquil romeiro, meu romeiro a donde irá,
camiño de Compostela, non sei se alí chegará.
Os pés leva cheos de sangue, xa non pode máis andar,
malpocado, probe vello, non sei se alí chegará.
Ten longas e brancas barbas, ollos de doce mirar,
ollos gazos leonados, verdes como a auga do mar.
-I onde ides meu romeiro, onde queredes chegar?
Camiño de Compostela donde teño o meu fogar.
-Compostela é miña terra, deixeina sete anos hai,
relucinte en sete soles, brilante como un altar.
-Cóllase a min meu velliño, vamos xuntos camiñar,
eu son trobeiro das trobas da Virxe de Bonaval.
-I eu chámome don Gaiferos, Gaiferos de Mormaltán,
se agora non teño forzas, meu Santiago mas dará.
Chegaron a Compostela, foron á Catedral,
Ai, desta maneira falou Gaiferos de Mormaltán:
-Gracias meu señor Santiago, aos vosos pés me tes xa,
si queres tirarme a vida, pódesma señor tirar,
porque morrerei contento nesta santa Catedral.
E o vello das brancas barbas caíu tendido no chan,
Pechou os seus ollos verdes, verdes como a auga do mar.
O bispo que esto oíu, alí o mandou enterrar
E así morreu señores, Gaiferos de Mormaltán.
Iste é un dos moito miragres que Santiago Apóstol fai
Hay un romance gallego que hoy es considerado como el más importante e interesante de todos: el romance de Don
Gaiteros de Mormaltán con unos fragmentos paradigmáticos que nos habla de la dureza del Camino que todo peregrino
debe afrontar y superar no sin gran esfuerzo y sacrificio, atravesando largas distancias a través de campos, trochas y veredas.
El romance, que rebosa galleguidad en su forma y en su espíritu, pertenece al ciclo carolingio (de origen germánico),
cantado por juglares y más tarde por ciegos, durante muchos años, a las puertas de la basílica compostelana. Surgió de un
hecho histórico, la muerte de Guillermo X, Duque de Aquitania un día de Viernes Santo de 1137, ante el altar del Apóstol
en Santiago de Compostela. Efectivamente, Guillermo, Duque de Aquitania, a mediados del siglo XII, ya en su senectud,
decidió peregrinar a la tumba del Apóstol, bajo el nombre caballeresco de Gaiferos de Mormaltán, probablemente por
necesidad espiritual de limpiar algún sentimiento de culpa y dejar en paz su alma; falleció mientras se encontraba en la catedral,
una vez concluida su peregrinación. Este hecho fue recogido e idealizado, muy en sintonía con el espíritu gallego,
por algún trovador o juglar, que compuso uno de los más bellos romances de tema jacobeo en lengua gallega, el Romance
de don Gaiferos de Mormaltán. Queda latente la identidad del juglar que habla con Don Gaiferos y le acompaña y ayuda
en su camino, y que no sería otro que el mismo Apóstol Santiago.
El romance cuya música y letra rescató del olvido Faustino Santalices, hoy vuelve a tener nueva popularidad en Galicia
y en el mundo jacobeo.
Alberto Solana
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Revistas Jacobeas
Desde nuestra Asociación queremos acercarnos a otras publicaciones jacobeas donde abundan artículos de interes y
un trabajo indudable a favor del Camino. Para tal fin, hemos habilitado un espacio en nuestra web especial para las más
próximas. También abrimos esta sección en nuestra revista para facilitar el acceso a las revistas publicadas en el último
trimestre. Para poder acceder a ellas bastará con hacer click encima de las portadas que se muestran.
Jaca Jacobea.-
Núm. 8 de la revista publicada por la Asociación de Amigos del Camino de Santiago
de Jaca.
Contenido:
El Futuro del Camino - El Camino de Santiago: Una reflexión sobre el futuro por Andrés
Precedo Ledo
La Fortaleza de Cuatro Santos Camineros: por Pablo Arribas Briones
El Origen del Camino: En los origenes del Camino de Santiago- por Luis Martínez García
La Peregrinación Forzada: por Javier Aramburu Monllor
El Rincón del Peregrino: Más alla de Santiago, por Puri Allué Castillo.
El Alcalde de ... : Santa Cilia, por Manuel Mañez
Venera o Concha del Peregrino: por Francisco Javier Ocaña Eiroa
El Monasterio de Nuestra Señora de Iguace:l por José María Modrego Roy
Hito.-
Núm. 52 de la revista publicada por la Asociación de Amigos del Camino de
Santiago de Burgos.
Contenido:
Los Tesoros de la Cartuja de Miraflores por Jesús Aguirre.
Memorias escatófilas de un hospitalero voluntario por Gregorio Martínez
Los ángeles visten de verder por Dario Izquierdo.
La seguridad del peregrino por Juan Carlos Romero Laredo.
Las Edades del Hombre de Soria por Jesús Ignacio García Reol
Centro de Información e Interpretación del Camino de Santiago en la Ciudad de Burgos por
Jesús Aguirre.
Viaje a los Estados Unidos de Norteamérica por Mª Luz García Parra.
Stellae.-
Núm. 13 de la revista publicada por la Asociación de Amigos del Camino de
Santiago de Avila.
Contenido:
VI Congreso Internacional del Camino de Santiago.
El Camino como Reinserción por Yolanda Barrientos Díez.
Mal de fuego o fuego de San Antón por Esperanza Delgado.
Poesía en el Camino por Elena Rodríguez y Santos Jiménez.
Consejos en el Camino por Miguel Angel Fernández Ramos.
Cuarta y Quinta Peregrinación por Pepe Gómez.
El camino de nuestra asociación por El Peregrino de las Estrellas.
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HERÁLDICA JACOBEA
Piedrafita del Cebreiro
Nos vamos a situar en esta ocasión a la frontera Gallega
con León, en una población de referencia para dar un repaso al
escudo de la puerta a Galicia del Camino Francés, Piedrafita del
Cebreiro, más conocida como O Cebreiro.
Durante un tiempo este escudo me confundió, pues estaba
convencido de que era el mismo símbolo que figuraba en el escudo
de Galicia, el grial con las cruces, ahora estoy convencido
de que ese grial procede de la Sagrada Forma de Lugo, pero en
ese tránsito, este cáliz, ha sabido buscarse un lugar destacado
entre mis escudos preferidos, evidentemente este es uno de
ello.
La descripción heráldica del escudo dice: “En campo de sinople
(verde), un cáliz o patena de oro, en sus flancos dos vieiras
de plata (blanco), el jefe encajado de oro. Al timbre, una corona
real cerrada”. Decreto 274/198 de 24 de septiembre. DOG
núm. 196 (8 de octubre de 1998)
Se muestra en el campo de este escudo, como figura principal, el cáliz o patena del famoso Santuario
de O Cebreiro, símbolo reconocido del milagro de la transubstanciación, cuyos hechos narraremos a continuación,
a ambos lados del mismo las dos veneras o vieiras denotan con claridad que nos encontramos
en algún lugar de la ruta jacobea.
Como fondo, el escudo hace una discreta alusión a la accidentada orografía de este término municipal.
O Cebreiro es uno de los enclaves más antiguos de la ruta jacobea, está situado a 1.300 metros de
altura sobre el nivel del mar, es más que probable que antiguamente existiera en este lugar un asentamiento
prerromano. Se trata de uno de los lugares más famosos del Camino.
Surgió como refugio de peregrinos ya en el siglo IX, pero es a partir de 1072 cuando Alfonso VI pone
el hospital en manos de los monjes de la abadía de San Gerard d’Aurillac, es entonces cuando el lugar
alcanza su mayor fama. La abadía fue posteriormente anexionada a Cluny, en 1487 pasa a depender de
los benedictinos de Valladolid hasta su expulsión en 1854, consecuencia de la desamortización.
El hospital recibió importantes donaciones de reyes y nobles: Alfonso VI, doña Urraca, Fernando II,
Alfonso VII, el conde de Trastámara... En 1487, los Reyes Católicos lo entregaron a los religiosos de San
Benito de Valladolid, de quienes dependió hasta 1854; pero esta etapa de su historia es bastante pobre:
en el siglo XVI estaba regido por tres o cuatro monjes y dos siglos más tarde estaba al borde de la ruina
y albergaba únicamente a cuatro monjes.
Pero pasemos a narrar el milagro tal y como os prometí anteriormente,
este se recoge en la Crónica General de la Orden de San Benito, y
más o menos se trata de los siguiente:
“Hacia el año 1300 vivía en Barjamayor, un pueblecito cercano a El
Cebreiro, un campesino que tenía por nombre Juan Santín o Santiso.
El tal Juan era muy devoto y nunca faltaba a la misa que se celebraba
en la iglesia del hospital.
Una noche se levantó una tempestad enorme, el monje que oficiaba
ese día lo hacía despreocupado pensando en que a causa del mal tiempo
nadie acudiría a la celebración, considerando por tanto que tal oficio, en
tales circunstancias, era más bien una pérdida de tiempo.
Fijóse entonces en el campesino que entraba, cubierto de agua y barro,
sin apenas aliento, el monje detuvo la celebración, menospreciando
su esfuerzo se mofa de él comentándole que la misa no requiere tamaño
esfuerzo. La falta de fe del monje se estrella ante la firmeza en la fe del
campesino, éste no contesta a las burlas del monje, calla, pero en el
fondo de su corazón hay una sensación inexplicable.
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Comienza la Santa Misa, y en el momento de la Consagración el
monje observa asombrado como la Hostia se convierte en carne, sensible
a la vista, y el vino que contiene el Cáliz, en sangre … En sangre
que hierve, rebosa el Cáliz y tiñe los corporales.
El monje, sorprendido, no reacciona y únicamente murmura, arrepentido:
Señor mío y Dios mío …
Cuatro o cinco testigos que se encuentran en el templo contemplan
el prodigio y el campesino comprende que es un premio a su sacrificio,
el monje lamenta su falta de fe.”
Este prodigio se difundió de pueblo en pueblo por toda Galicia, y
de nación en nación, los peregrinos que iban a Compostela desviaban
su camino para ir al Cebreiro y visitar el lugar del milagro. Siglos más
tarde este hecho influiría en la ópera Parsifal de Wagner.
El Papa Inocencio VIII otorgó en 1487 una bula en la que se refería
al milagro en la forma en que lo conocemos.
En el ábside meridional de la iglesia, conocido como capilla del Santo
Milagro, se conservan el cáliz y la patena empleadas por el monje,
un relicario guarda la sangre y cuerpo del Señor, también se conservan una imagen románica de la
Virgen con el Niño (que, según cuentan, se inclinó a adorar el milagro) y dos arcosolios apuntados.
La tradición indica también que en esta capilla reposan los restos de los protagonistas del acontecimiento.
El objeto del milagro en cuestión se trata de un cáliz típicamente románico, realizado en plata (en
su color y sobredorada) y fechado durante la segunda mitad del siglo XII. La copa semiesférica se
decora con sencillas formas vegetales y una inscripción que rodea la boca:
«HOC SACRATUR QUO CUNTIS VITA PARABATUR».
El nudo presenta una labor más minuciosa, a base de follajes y motivos arquitectónicos. En cuanto
al pie, repite la ornamentación que veíamos en la copa y lleva también una inscripción:
«IN NOMINE NOSTRI IHESU CHRISTI ET BEATE MARIE VIRGINE».
La patena data de la segunda mitad del siglo XII. De plata sobredorada, presenta un diseño muy
sencillo: lleva el borde levantado y el interior lobulado. En el centro se dispone, incisa, la mano de
Dios en actitud de bendecir, a la manera griega.
Durante mucho tiempo permaneció la carne en la patena y la sangre
en el cáliz. Los Reyes Católicos pasaron por aquí en septiembre
de 1486 en peregrinación a Santiago y se hospedaron en el monasterio
interesados en conocer cómo había ocurrido el milagro. La reina
Isabel, al parecer, trató de llevarse el cáliz del milagro a lugar más
seguro, pero los caballos se negaron a continuar más allá del puerto
del Pereje. Interpretado como señal divina, mandó hacer un relicario
en el que se conserva la preciada copa y que donaron a la iglesia.
El relicario consta de dos pequeñas ampollas de cristal de roca,
en cada una de las cuales se guarda una reliquia: la sangre «como si
cuajara ahora y tan colorada como si fuera de cabrito recién muerto»
y la carne «como cecina colorada y seca». Llevan pie de plata y las
coronan sendos ángeles, que sostienen en las manos un cáliz y una
patena, respectivamente. Las dos ampollitas se custodian en una
caja de plata ricamente ornamentada.
Josechu
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La Hospitalidad en el Camino.
Lejos están los tiempos en los que el peregrino buscaba, básicamente, saciar su hambre y encontrar un
techo donde reposar su dolorido cuerpo. Eran jornadas difíciles en las que el peregrino se enfrentaba a la inseguridad
de los caminos, a la picaresca, no sólo de mesoneros y demás aprovechados junto al Camino, sino a los
que se vestían con capa y esclavina, amén del resto de abalorios, haciéndose pasar por auténticos peregrinos,
bien para aprovecharse ejerciendo la mendicidad o para desplumar al confiado compañero de suelo o catre.
En el siglo X, las insuficientes infraestructuras para encontrar un lugar de acogida, generalmente atendidas
por órdenes religiosas ( la Regla de San Benito obligaba a acoger con el mayor esmero al peregrino), parroquias
y más tarde, en la Baja Edad Media, también por la nobleza a través de donaciones, hacían del Camino a
Santiago una dura senda a recorrer. A mediados del siglo XI se da gran impulso a la hospitalidad coincidiendo
con un notable aumento de las peregrinaciones y en la segunda mitad del siglo XII la peregrinación a Santiago
alcanza su máximo apogeo con monarcas preocupados por atender al peregrino, fundando hospitales. En esta
época aparecen en el Camino las órdenes militares, templarios y hospitalarios de S. Juan de Jerusalén, sobre
todo en las zonas más inseguras. Notables son inicialmente, por las excelentes viandas que proporcionan y los
servicios de botica que prestan, los hospitales de Roncesvalles (Navarra), del Rey (Burgos), de San Marcos
(León), de Sta.Cristina (Somport) o el de los Reyes Católicos (Compostela), donde el cuidado de las necesidades
materiales del peregrino eran el motivo básico de su existencia. Pero estos lugares no eran más que una
mancha en el océano de las sendas, llenas de penalidades, que llevaban al Apóstol.
Albergue de Tosantos
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En la actualidad, afortunadamente, el peregrino carece
de la inseguridad de otros tiempos en los caminos; la infraestructura
de acogida es muy extensa y con distancias
fácilmente realizables; los medios económicos que posee
suelen ser suficientes para acometer con buen fin el recorrido
que se ha propuesto y no tiene necesidad de acudir
a la mendicidad. Incluso en un gran número de albergues
se pernocta bajo donativo, aunque cada vez menos. De
nosotros, de nuestra generosidad peregrina depende el
que no se sigan cerrando estas “islas de la hospitalidad
tradicional”, lugares emblemáticos del Camino, atendidos
por hospitaleros voluntarios solidarios que dedican
su tiempo y esfuerzo, de forma altruista, a los demás.
Dan al Camino, al peregrino, algo de lo mucho que ellos
han recibido en su deambular de años por esas sendas
milenarias que conforman los Caminos a Santiago.
Pero hoy día la hospitalidad va más allá de satisfacer
las necesidades físicas o de información del peregrino.
Hemos subido un peldaño. Entendemos la hospitalidad
peregrina como una forma , o por lo menos un intento,
de satisfacer también las necesidades espirituales, independientemente
de las creencias de cada uno. Queremos
que el peregrino encuentre, nada más atravesar la puerta
del albergue, un lugar donde se sienta acogido íntegramente,
que sienta la paz en todas sus dependencias, que
sus cubículos inviten a la reflexión y que en su atmósfera
interior se respire un auténtico espíritu peregrino.
Albergue de Manjarín
En el subconsciente colectivo de los que transitan por los Caminos a Santiago siempre permanecerán de
forma indeleble las experiencias vividas en singulares albergues, lugares de austeridad, donde la hospitalidad se
respira y el peregrino no puede sustraerse a ser empapado por ella. Lugares como Arrés, en el Camino Aragonés,
Grañón o Tosantos, en el Camino Francés, Bodenaya, en el Camino Primitivo, Alcuéscar, en el Camino Vía
de la Plata, Corcubión, en la prolongación a Finisterre o, el recientemente incorporado, Herbón, en el Camino
Potugués, destilan la esencia de lo que debe ser hoy día la HOSPITALIDAD: vivir y sentir, por y para el peregrino.
Es justamente la hospitalidad lo que hace diferente, de otros trazados o rutas de senderismo, el peregrinar
a Santiago,
Mención importante es la relación entre hospitalidad y los fogones del Camino. La gallofa, muy buscada
cuando las malas cosechas y epidemias medievales generaban hambre y el Camino se llenaba de mendigos y
aventureros, sigue siendo actualmente un activo importante en los lugares de acogida. Es precisamente junto a
los fogones de los albergues donde se despliega la mayor muestra de interrelación peregrina. Alrededor de las
viandas, preparadas por el hospitalero o aportadas por cada peregrino, surgen canales de intercambios de experiencias
y de opiniones, tan anchos como la traza del Camino.
Y para finalizar, señalar que el Camino, bajo la óptica de la hospitalidad, contribuye a crear un efecto purificador,
como de catarsis; cambia formas de entender la vida, ayuda a vivir con menos ataduras, nos enseña a
superar lo cotidiano y se hace presente en el comportamiento, la discreción, el recogimiento y el agradecimiento.
El Camino no deja indiferente a nadie … que sepa escuchar, ver, oler, palpar o sentir lo que le rodea.
Juan Carlos, peregrino y hospitalero voluntario.
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Quién es quién en el interior de los templos
San Cristóbal
Permitidme que esta vez os hable de San Cristóbal, este gigantón que vemos siempre portando sobre
su hombro un niño, apoyado sobre un bastón florecido y cruzando las aguas, uno de los santos preferidos de
Maese Guenguenur, al que siempre está buscando tres pies, cómo al gato.
Ofero, Reprobus o Relicto eran los diferentes nombres que unos y otros le atribuyen, pero una vez convertido
pasó a llamarse Cristoforo (el portador de Cristo), a nuestros días llega con el nombre de San Cristóbal mártir,
o simplemente San Cristóbal, santo cristiano de cuyo origen difícilmente se pone de acuerdo el personal.
Lo que pudo ser su historia
Relicto fue un joven enorme, un gigante que medía 2 metros y medio y poseía una fortaleza tremenda. Era
un gigante muy bien parecido, simpático y bastante sociable al parecer. Pudo haber sido el hijo único de un rey
cananeo y haber nacido en Tiro o Sidón a finales del siglo II.
De joven sólo pensó en aventuras,
deseaba poner su espada al
servicio de un gran rey, «el que
sea el rey más grande de la tierra»,
decía con entusiasmo. Abandonando
su patria, se puso en camino
a la búsqueda de las huestes
de Gordiano III, emperador de
Roma, poderoso monarca del que
bastaba mencionar su nombre
para hacer estremecer a las personas
y pensó él entonces; “Este
es el amo al que debo servir”. Se
presentó ante el emperador, que
estaba a punto de entrar en guerra
con los persas, quien quedó
asombrado por su enorme figura.
Relicto le dijo a Gordiano que su
intención no era servir a un rey
pequeño sino al más grande del
mundo y Gordiano se dejó seducir
por sus palabras y le tomo a su
servicio. Relicto era diestro en el
manejo de las armas; y mostraba
tal valor y destreza en el combate,
que el emperador decidió tenerlo
junto a él en los momentos
de peligro.
Pero un día Relicto encontró a
Gordiano temblando de miedo y le
preguntó por el motivo, el rey le
comentó que tenía su alma vendida
al demonio y temía al infernal
ser. Esto cambió el planteamiento
de Relicto: “Si temes al demonio,
él es más poderoso que tú, habré
de servirle a él entonces”.
Decide entonces ponerse al servicio
del diablo, el verdadero príncipe
del mundo, y marcha en busca
de un brujo para que se lo presentara.
El brujo accedió a cambio de
algunos favores y juntos emprendieron
la búsqueda a caballo, en el
camino el brujo evadió una cruz de
piedra mientras temblaba de miedo
al verla. Relicto le reprochó ese
miedo a algo tan simple como una
cruz, a lo que el brujo respondió:
“...temo a quien murió en la cruz,
a Jesucristo”. El gigante preguntó
al hechicero si el demonio temía
también al tal Jesús y el brujo le
dijo que el diablo tiembla con la
sola mención de la cruz donde murió
Cristo. Entonces Relicto decide
servir mejor a tan poderoso personaje
que aún después de muerto
hace que el Príncipe de las Tinieblas
tiemble de miedo.
Comienza entonces a vagar y a
preguntar a todas las personas que
como podría servir a Jesús y nadie
era capaz de contestarle, hasta que
un día contacta con un ermitaño que
le habla de Cristo y poco a poco le
convence de servir al Señor, Relicto
pregunta entonces al ermitaño:
«¿Cómo he de servir a mi nuevo
Señor?». Le responde éste: «Con la
oración y el ayuno». «No sé rezar».
«Ayuna, pues». «¿No ves mi corpulenta
estatura? He de comer más
que los otros para sostenerme».
«Sírvele entonces con tu estatura y tu fuerza. Ayuda a vadear el río a los caminantes que lo necesiten. Aquí
al lado hay un río donde suelen morir muchos de los que intentan atravesarlo. Tienes una estatura y fuerza
descomunal, perfectamente podrás pasarlos de orilla a orilla sobre tus hombros». Y efectivamente, comenzó
a pasar viajeros a través del río apoyado en una vara gruesa y resistente. Relicto se convirtió en porteador.
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Antiguamente existían muy pocos puentes y era un problema
atravesar los ríos, por lo que uno de los oficios de
entonces era el de porteador. Por una remuneración, hombres
corpulentos pasaban a las personas de una orilla a otra
de los ríos. Relicto era tan buena persona que no negaba a
nadie el servicio aunque no le pudiera pagar. Su cuerpo gigantesco
empezó a transportar sobre sus hombros a los que
no se atrevían a vadear la corriente.
Un día vio un niño en la ribera y le pregunto qué deseaba,
el pequeño respondió que le pasase a la otra orilla. Relicto se
lo puso al hombro pensando que el peso sería insignificante.
Se equivocó. Cuenta uno de sus biógrafos que «Cristóbal
entró animoso al río con su báculo (una recia y alta vara con
la que solía ir a todas partes), como jugueteando con las
ondas; pero a los pocos instantes conoció que el alto bajel
se iba a pique, arrebatado de la furia de las aguas. Crecían
éstas; aumentaban las olas; procuraba él cortarlas valientemente,
haciendo pie firme en la arena; pero nada le valía,
porque el Niño que llevaba en sus hombros le abrumaba tanto
con el peso, que si Él mismo no le diera la mano, en ellas
hubiera hallado su sepultura. Rendido, sudando y gimiendo,
salió a la orilla y admirado puso al Niño en la arena y le dijo:
«¿Quién eres, Niño? En gran peligro me has puesto. Jamás
me vi en riesgo de perder la vida, sino hoy, que te llevé sobre
mi espalda. Las coléricas aguas aumentaban su enojo, y
Tú ibas multiplicando tu peso. No pesabas tanto al principio.
¿Quién eres, Niño, que tan en la mano tienes hacerte ligero
o pesado? Creo que más pesas Tú que el Mundo..”.
Y entonces oyó Relicto la respuesta: «Te llamarás Cristóforo,
porque has llevado a Cristo sobre tus hombros. No
te asombres de que yo te pese más que el mundo, aunque
me veas tan niño; porque, realmente, peso yo más que el
mundo entero. Yo soy, de este mundo que dices, el único
Creador; y así, no sólo al mundo, sino al Creador del mundo,
has tenido sobre ti. Bien puedes gloriarte con el peso:
Yo soy ese Señor que buscas: Hallaste ya lo que deseas y
a quien has servido tanto en esas obras piadosas. Y aunque
sobra mi palabra para crédito de mi verdad, pues sólo
porque yo lo digo tiene su firmeza la fe, ejecutaré un prodigio
para que conozcas la grandeza de este Niño pequeño.
Vuélvete a tu casa, no tienes ya que temer las olas.
Fija en la tierra ese árido tronco que te sirve de báculo,
que mañana lo verás, no sólo florido, sino coronado de
frutos». En efecto, a la mañana siguiente la estaca seca
plantada en el suelo se había trocado en esbelta palmera,
con incontables frutos.
Después de este episodio recibió Relicto el Bautismo de
manos del patriarca Babilas en la Basílica de Antioquía.
Desde aquel momento, se llamó ya siempre Cristóforo, es
decir, portador de Cristo. Provisto él de su gran bastón,
en la mano, y caminando majestuosamente, no cesó de
evangelizar a las gentes de Samos, maravilladas de su
elocuencia.
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Se le flageló con varillas de hierro, mientras que
no cesaba Cristóbal de cantar himnos a Dios.
> Se le puso un casco de hierro al rojo vivo sobre su
cabeza, tormento del cual salió indemne.
> Se le tendió sobre una enorme parrilla para ser
quemado a fuego lento, pero es derretida por las llamas,
mientras éstas respetan su cuerpo.
> Innumerables flechas son arrojadas sobre Cristóbal
atado a un árbol, sin que ni una sola dé en el
blanco, pero sí una en un ojo del prefecto...
Y entonces, la voz del Mártir, que resuena vibrante:
«El Señor prepara ya mi corona... Cuando la espada
separe mi cabeza de mi cuerpo, unge tu ojo con mi
sangre, mezclada con el polvo, y al punto quedarás
sano. Entonces reconocerás Quién te creó y Quién te
ha curado».
A la mañana siguiente Cristóbal muere decapitado,
y el prefecto hace lo que le indicara. Al punto recobra
la visión, abraza la verdadera fe, ordena a sus súbditos
que adoren a Cristo y abandonen el culto de los
falsos dioses...
Por aquel entonces salió un edicto de persecución del
emperador Decio, por el que ordenaba que fuesen ofrecidos
sacrificios a los dioses paganos y amenazaba con
las más graves penas a cuantos se resistiesen a ofrecerlos.
Dagón, prefecto de la Licia, se afanó en cumplir
rigurosamente el decreto. Y así, después de ordenar a
sus soldados la profanación de todas las iglesias o lugares
donde era adorado el Dios verdadero, les incitó
a que se lanzasen como lobos rapaces sobre todos los
cristianos que no quisiesen enseguida claudicar. Nuestro
Santo fue uno de los primeros en incurrir en esas iras.
Al ver que se aproximaba su hora, Cristóbal imploró
el auxilio divino, postrándose en el suelo. Jesucristo se
le apareció y, levantándolo, alentó sobre él, dándole el
espíritu de sabiduría, y le dijo: «No temas, que estoy
contigo». Cristóbal, al saber, primero, y ver, después,
cómo eran torturados los que confesaban públicamente
la fe de Cristo, en vez de desfallecer, en medio de una
multitud inmensa clamó: «También yo soy cristiano y
tampoco quiero sacrificar a los falsos dioses». Inmediatamente
fue detenido y conducido hacia el tribunal del
prefecto.
Durante el interrogatorio con Dagón Cristóbal mostró
tener de una serenidad tan imponente como su estatura,
proclamando su fe con palabras de profundidad
celestial y manteniéndose inconmovible lo mismo ante
las promesas seductoras que ante las más feroces amenazas.
Durante este tiempo fue sometido a varios tormentos:
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Su iconografía
Al santo se le reconoce con facilidad por su altura,
siempre aparece llevando sobre sus hombros al
niño Jesús que a su vez porta la bola del mundo en
sus manos, apoyando su peso sobre un tosco bastón,
que en algunos casos se ve florecido con hojas
de palmera, y atravesando un río. El santo aparece
siempre poblado de una gran barba, sin embargo es
curioso que, siendo mártir, no aparezca con la palma
representativa de su martirio.
San Cristóbal, popularísimo gigantón que antaño
podía verse con su barba y su cayado en todas
las puertas de las ciudades: era creencia común que
bastaba mirar su imagen para que el viajero se viese
libre de todo peligro durante aquel día. Hoy que se
suele viajar en coche, los automovilistas piadosos
llevan una medalla de san Cristóbal junto al volante.
Pueden encontrarse numerosas reliquias del santo
desperdigadas por el orbe cristiano, veneradas desde
tiempos muy remotos. Algunas fueron traídas a
España, al parecer poco después del martirio. Un
brazo se conserva en Compostela, una mandíbula en
Astorga, y poseen varias otras: Toledo y Valencia.
San Cristóbal ha sido considerado como patrón
por los viajeros, arqueros, automovilistas, barqueros,
conductores de autobús y taxi, vendedores de
fruta, marineros, mozos de cuerda, aguateros, los
afectados por el dolor de muelas.
La fiesta de san Cristóbal en occidente se celebra
el 25 de julio y en oriente el 9 de mayo. Aunque
en la tradición hispana se celebra el 10 de julio (de
acuerdo con la tradición mozárabe) para dejar libre
el festejo a Santiago Apóstol.
Posición de la Iglesia
En febrero de 1969, Pablo VI ordenó revisar el calendario
litúrgico para suprimir a los santos de cuya
existencia no hubiese pruebas (lo cual no quiere decir
que los “descanonice”, si no simplemente que no es
obligatorio celebrarlos). Junto con Jorge de Capadocia,
patrón de Inglaterra, y otros santos, se dictaminó
en abril del mismo año, la eliminación de san Cristóbal
del santoral, aunque se mantuvo el derecho a su
representación iconográfica y veneración por razones
históricas (San Jorge sí continuó en el Santoral, con
categoría de memoria libre, o sea, puede celebrarse
o no). Hasta ese momento, san Cristóbal había sido
venerado como uno de los Catorce Santos Auxiliadores.
Josechu
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Sesión fotográfica
Alta de San Roque (Lugo) Camino Frances - Junio 2000
El hecho de que haya mal tiempo no quiere decir que debamos
desistir de sacar la cámara.
La niebla o neblina es uno de esos fenómenos meteorológicos
que pueden transformar una imagen en algo mágico.
La niebla nos da la posibilidad de crear imágenes monocromáticas
y misteriosas y puede ayudarnos a transformar una escena
simple en un lugar mágico.
Para fotografiar la niebla debemos tener en cuenta que ésta es
difícil de enfocar y a no ser que la imagen tenga un punto bien
definido donde el sensor pueda fijarse, es posible que la cámara
se encuentre haciendo esfuerzos infructuosos sin encontrar donde
enfocar. Así que debemos hacerlo manualmente en lo posible o
buscar una apertura de diafragma pequeño.
La niebla, especialmente si el día es a la vez brillante, puede
también ocasionar problemas a la hora de medir la luz, ya que esa
gran masa blanca y brillante puede causar una mala lectura del
exposímetro de la cámara.
Así que debemos estar seguros de confirmar la exposición mirando
la pantalla, si estamos trabajando con una cámara digital.
Para tomas con cámaras de película y aún para las digitales,
es importante compensar la exposición, sino podemos medir manualmente
la luz, debemos hacer al menos 3 tomas adicionales
sobre exponiendo la imagen para tener varias opciones y no perder
una maravillosa oportunidad por que la fotografía está subexpuesta.
La imagen que se muestra fue tomada con cámara analógica a
primera hora de la mañana y posteriormente escaneada, de ahí el
motivo de su pérdida de calidad.
TRUCOS Y CONSEJOS PARA SACAR PARTIDO A NUESTRA CÁMARA
1.- Tener muy claro lo que queremos fotografiar.
Una fotografía puede ser buscada o encontrada casualmente. Siempre es importante llevar la cámara encima, e ir expectante
a todo cuanto tenemos a nuestro alrededor. Una escena, por cotidiana que sea, puede ser objeto de una interesante fotografía.
El tipo de cámara es lo de menos, dentro de una calidad mínima adecuada, aunque una compacta es más fácil y cómoda de
transportar, lo importante es la creatividad del fotógrafo y su perspectiva visual clara y concisa. El tema puede ser variado,
desde la fotografía familiar, pasando por el retrato, la naturaleza, el deporte, o cualquier otro, pero siempre se tiene que abordar
con total claridad lo que se quiere hacer.
LA CÁMARA DEL MES
CASIO EXILIM FS10
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A F AV O R
> Calidad optica y
diseño excelente.
> Alta velocidad
de grabación.
> Gran facilidad
de manejo.
E N C O N T R A
> Ligera desviación
tonal con
luces críticas.
> Autonomía
energética algo
escasa.
La cámara puede almacenar en la memoria un máximo
de 25 imágenes, incluso antes de pulsar el disparador. Rafa

Medicina en el Camino
Gripe A
Aunque el Camino no es un factor que propicie una mayor
gripe si se puede producir y creemos conveniente difundir
cuanta mayor información mejor.
¿Qué es la gripe?
La gripe es una enfermedad que afecta desde la antigüedad a las
personas y a otras especies animales (aves, cerdos...) y que causa
epidemias cada año, principalmente durante los meses de invierno.
Esta enfermedad la producen distintos tipos de virus que además
pueden combinarse entre ellos dando lugar a una nueva gripe.
La gripe es muy contagiosa ya que se transmite fácilmente de
una persona a otra a través de las gotitas de saliva o secreciones que
expulsamos al hablar, toser o estornudar.
Síntomas
Los síntomas habituales de la gripe son:
•Fiebre (más de 38ºC).
•Tos.
•Malestar general.
•También se puede tener dolor de cabeza, dolor de garganta,
estornudos, dolores musculares y, a veces, diarrea y vómitos.
Necesitas informarte
Cada cierto tiempo los virus pueden cambiar a tipos muy diferentes
de los que existían en los años anteriores y frente a los que, por
ser nuevos, no tenemos defensas por lo que se contagia mucha más
gente de lo habitual. Todo el mundo puede contagiarse.
A lo largo de la historia se han producido varias pandemias de
gripe, por ejemplo la de 1918, conocida como gripe española. Esta
pandemia produjo muchas muertes ya que no se disponía de los
sistemas de salud con los que ahora contamos y además tenía una
alta virulencia.
La pandemia actual está causada por un nuevo subtipo del
virus de la gripe A (H1N1), y hasta ahora tiene un carácter leve,
si bien esto podría cambiar a lo largo de los meses.
La vacuna de la gripe pandémica A (H1N1), está disponible
desde el 16 de noviembre para los grupos de población considerados
prioritarios por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional
de Salud (CISNS) para recibir la vacuna pandémica, que
inicialmente son:
1. Mujeres embarazadas
2. Trabajadores socio-sanitarios
◦Todos los trabajadores de los centros sanitarios, tanto de atención
primaria como hospitalaria, pública y privada.
◦Personal empleado en residencias de la tercera edad y en centros
de atención a enfermos crónicos que tengan contacto continúo
con personas vulnerables.
3. Personas que trabajan en servicios públicos esenciales
◦Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, con dependencia
nacional, autonómica o local.
◦Bomberos.
◦Servicios de protección civil.
◦Personas que trabajan en los teléfonos de los servicios de
emergencias sanitarias.
◦Trabajadores de instituciones penitenciarias y de otros centros
de internamiento por resolución judicial.
4. Personas mayores de 6 meses de edad que, por presentar una
condición clínica especial, tienen un mayor riesgo de complicaciones
derivadas de la infección por el virus pandémico (H1N1)
2009. Estas condiciones clínicas son:
◦Enfermedades cardiovasculares crónicas (excluyendo la hipertensión).
◦Enfermedades respiratorias crónicas (incluyendo displasia
bronco-pulmonar, fibrosis quística y asma moderada-grave persistente).
◦Diabetes mellitus tipo I y tipo II con tratamiento farmacológico.
◦Insuficiencia renal moderada-grave.
◦Hemoglobinopatías y anemias moderadas-graves.
◦Falta de bazo.
◦Enfermedad hepática crónica avanzada.
◦Enfermedades neuromusculares graves.
◦Pacientes con inmunosupresión (incluyendo la originada
por infección por VIH, o por fármacos, o en los receptores de
trasplantes).
◦Obesidad mórbida (índice de masa corporal igual o superior
a 40).
◦Personas menores de 18 años, que reciben tratamiento prolongado
con ácido acetilsalicílico, por la posibilidad de desarrollar
un síndrome de Reye.
En nuestro país la vacunación es voluntaria, incluso en los
grupos en los que ésta se recomienda de forma prioritaria, tal y
como ha ocurrido en todas las campañas de vacunación que se
han llevado a cabo.
La vacuna no siempre evita la enfermedad, pero da cierta protección
frente a ella reduciendo el riesgo de complicaciones.
Si tiene dudas, consulte con su médico.
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ACTIVIDADES Y NOTICIAS DE LA ASOCIACION
Actividades
Diciembre
12 - Diciembre
Comida de Navidad
Ese día nos reuniremos en hermandad para celebrar
la tradicional comida de Navidad. Esta se celebrará en
el restaurante del Círculo Cultural de los Ejércitos, calle
Gran Vía, 13 2ª planta. Es obligatoria confirmación de
asistencia antes del 30 de noviembre, por lo limitado de
las plazas. Seguiremos un riguroso orden de solicitud al
siguiente correo electrónico.
secretaria@peregrinatio.es.
II Premios de San Guillermo
Durante la Comida de Navidad se hará entrega de los II
premios de San Guillermo de Arnotegui a las siguientes
personalidades:
Joaquín Giménez García
Magistrado del Tribunal Supremo, peregrino y socio
fundador de la Asociación San Guillermo de Arnoteguí,
fué uno de los ponentes (junto con Pablo Arribas
y otros destacados miembros de la judicatura, que en el
VI Congreso Internacional de Asociaciones Jacobeas de
Asociaciones Jacobeas celebrado en Carrión de los Condes
plantearon la posibilidad de recuperar las tradiciones
penitenciales del Camino de Santiago como una moderna
vía de reinserción e integración social. Iniciativas de
las que siempre ha sido un gran defensor y por las que
también -aunque en su día esas iniciativas quedaran estancadas
sin materializarse- siempre ha apostado firmemente,
volcandose con su colaboración en aquellas otras
proyectos penitenciales que con el Camino de Santiago
han ido surgiendo a lo largo del tiempo..
Paolo Caucci Von Saucken
Todo empezó en el año 1969 cuando el joven profesor
de lengua italiana en la Universidad de Santiago
de Compostela, en su peregrinación jacobea, descubrió
“un lugar privilegiado dentro de Castilla”. Dicho
lugar era la localidad de Puente Fitero, límite entre
las provincias de Burgos y Palencia y, tiempos atrás,
límite, también, de dos reinos : Castilla y León.
Miembro del Comité Internacional que llevó a cabo
para el Consejo de Europa el programa “Camino de
Santiago. Itinerario Cultural Europeo”; y Presidente
del “Comité Internacional de Expertos del Camino de
Santiago” desde 1992. Está reconocido como uno de
los más destacados especialistas en itinerarios medievales
de peregrinación. Autor de numerosos ensayos
y libros relacionados con el Camino de Santiago y las
peregrinaciones, que han sido traducidos a numerosos
idiomas.
Javier Urra
Psicólogo forense en la Fiscalía del Tribunal Superior
de Justicia y Juzgados de Menores de Madrid desde
1985, trabajó durante varios años con jóvenes muy
conflictivos en el Centro Piloto Nacional de Reforma
de Cuenca. Defensor del menor de la Comunidad de
Madrid, desde 1996 hasta 2001.
Ha sido llamado como experto por el Congreso y
Senado Español. Además, ha representado a España
en foros internacionales como Naciones Unidas, o el
Parlamento Europeo. Imparte múltiples conferencias
y cursos en España y en el extranjero. Contertuliano
habitual en numerosos programas de radio y televisión.
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Noticias de Prensa
12 Septiembre.- Segovia - Añe / 13 Septiembre.- Añe - Sta. Mª la Real de Nieva.
Durante estos dos días disfrutamos el auténtico espíritu jacobeo que proporciona el Camino de Madrid. Tuvimos
la compañía de los muchachos de Prisión de Segovia y de la Asociación de Amigos del Camino de
Santiago de Segovia. El evento quedó reflejado en la prensa local segoviana. Fue un auténtico placer que
próximamente repetiremos.
16 y 30 de Octubre participación en I Ciclo de Cultural “Jaca Jacobea”
La Asociación de San Guillermo participó en el I Ciclo Cultural “Jaca Jacobea” con dos conferencias.
El 16 de octubre con Fernando Lalanda en nombre de Javier Aramburu con la conferencia “La peregrinación
forzada”.
El 30 del mismo mes el magistrado, y socio nuestro, Joaquín García impartió la conferencia “Los orígenes
históricos del Camino de Santiago como Camino de Perdonanza -alternativa a la medida de internamiento
para jóvenes delincuentes”.
www.peregrinatio.es Página 23 35

Fotos Camino Madrid 2.009
Segovia - Sta. Mª la Real de Nieva
Iniciando junto al Acueducto Oyendo las explicaciones en la Plaza Mayor de Segovia
Iglesia de la Veracruz desde el Alcázar Atardecer en Añe
El grupo en la plaza de Añe
Descansando antes de coger el autobús