Engendrando Hijos

Engendrando Hijos
1Tim. 2:15 Pero se salvará engendrando hijos, si permanecen (ellos) en fe, amor y santidad, con modestia.
(LBA)
En lo natural, la mujer es un vientre utilizado por Dios para producir vida a través de ella. Un vientre tiene la
función de alimentar, proteger, cubrir, esconder, formar, desarrollar a los hijos hasta que alcancen la
madurez necesaria para nacer.
En el vientre, los hijos se alimentan de lo que la madre se alimenta, si nos alimentamos sanamente ellos se
desarrollarán bien. Lo mismo sucede en lo espiritual, ¿de qué nos estamos alimentando?, de vicios (novelas,
vanidades) o estamos alimentándonos de la palabra de Dios, nos ministramos (como los chequeos
periódicos al Dr.), estamos durmiendo lo suficiente (reposando en el Señor). Nuestros hijos no solamente se
alimentan de lo que nosotros nos alimentamos, nuestros hijos, en especial los pequeños, aprenden por
imitación, así que literalmente si nosotros estamos alimentándonos sanamente en lo espiritual, ellos
seguramente lo están haciendo también.
Apoc. 12:4‐5 El dragón se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo (Teknon =
niño pequeño) tan pronto como naciera. Y la mujer dio a luz un hijo varón (Huios = hijo maduro), el cual ha
de gobernar a todas las naciones con cetro de hierro. Pero su hijo le fue quitado y llevado ante Dios y ante su
trono.
Este pasaje está hablando de Cristo, pero tomemos la figura de la mujer (como iglesia) o nosotras como
mujeres, el enemigo espera devorar a nuestros hijos atrapándolos en las costumbres de este mundo pero si
nosotras como madres verdaderas no damos a luz hijos a manera de bebes, sino que al nacer físicamente,
los tomamos (como canguros espirituales) de nuevo en nuestro vientre, los alimentamos y nutrimos
espiritualmente, los cubrimos cuando aún son teknones, va a llegar la hora de darlos a luz nuevamente
como adolescentes, donde toman sus propias decisiones y donde ya no nos consultan todo lo que hacen
pero si en esa etapa somos capaces de dar a luz hijos Huíos, entonces cumplimos nuestra misión como
madres, como vientres, y así nos salvaremos dando a luz hijos (Huíos = maduros).
Prov. 22:6 Instruye al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo no se apartará de él.
¿Cómo se logra esto?
Siendo un vientre espiritual para nuestros hijos y no darlos a luz hasta que no pasen de hijos teknones a
hijos maduros (huíos) para que puedan hacerle frente al mal y ser arrebatados para Dios porque supieron
guardarse en Santidad para Él.
¿Cómo se es un vientre espiritual?
Estando presentes en la vida de nuestros hijos, conociéndolos, compartiendo tiempo con ellos,
ministrándoles, enseñándoles, formándolos.

Engendrando hijos 2
Por eso el lugar de la mujer es en casa con los hijos, allí es donde será de bendición, allí donde alcanzará su
salvación porque realizó el trabajo para lo cual fue creada, para cuidar su propia viña, para ser un vientre
que da a luz hijos maduros que se guardaron en santidad para el Señor.
Sal. 128:3 Tu mujer será como fecunda vid en el interior de tu casa; tus hijos como plantas de olivo alrededor
de tu mesa.
Si la mujer está plantada en el interior de su casa, entonces los hijos podrán ser como plantas de olivo
alrededor de la mesa, no en la calle con pandillas, con "amigos", alrededor de tu mesa, plantados en el
interior de casa.
Como plantas de olivo = aceite = unción = llenura del Espíritu Santo, nuestros hijos estarán llenos del Espíritu
Santo.