Nuevo Testamento - Misticos
Nuevo Testamento - Misticos
Nuevo Testamento - Misticos
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas<br />
que habían visto, 38 diciendo: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el<br />
cielo, y gloria en las alturas! 39 Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le<br />
dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos. 40 Él, respondiendo, les dijo: Os digo que si<br />
éstos callaran, las piedras clamarían.<br />
41 Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, 42 diciendo: ¡Oh, si<br />
también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está<br />
encubierto de tus ojos. 43 Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán<br />
con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, 44 y te derribarán a tierra, y a<br />
tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el<br />
tiempo de tu visitación.<br />
Purificación del templo<br />
(Mt. 21.12–17; Mr. 11.15–19; Jn. 2.13–22)<br />
45 Y entrando en el templo, comenzó a echar fuera a todos los que vendían y<br />
compraban en él, 46 diciéndoles: Escrito está: Mi casa es casa de oración; mas vosotros la<br />
habéis hecho cueva de ladrones. 47 Y enseñaba cada día en el templo; pero los principales<br />
sacerdotes, los escribas y los principales del pueblo procuraban matarle. 48 Y no hallaban<br />
nada que pudieran hacerle, porque todo el pueblo estaba suspenso oyéndole.<br />
La autoridad de Jesús<br />
(Mt. 21.23–27; Mr. 11.27–33)<br />
20<br />
1<br />
Sucedió un día, que enseñando Jesús al pueblo en el templo, y anunciando el<br />
evangelio, llegaron los principales sacerdotes y los escribas, con los ancianos, 2 y le<br />
hablaron diciendo: Dinos: ¿con qué autoridad haces estas cosas? ¿o quién es el que te ha<br />
dado esta autoridad? 3 Respondiendo Jesús, les dijo: Os haré yo también una pregunta;<br />
respondedme: 4 El bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de los hombres? 5 Entonces ellos<br />
discutían entre sí, diciendo: Si decimos, del cielo, dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis?<br />
6<br />
Y si decimos, de los hombres, todo el pueblo nos apedreará; porque están persuadidos<br />
de que Juan era profeta. 7 Y respondieron que no sabían de dónde fuese. 8 Entonces Jesús<br />
les dijo: Yo tampoco os diré con qué autoridad hago estas cosas.<br />
Los labradores malvados<br />
(Mt. 21.33–44; Mr. 12.1–11)<br />
9 Comenzó luego a decir al pueblo esta parábola: Un hombre plantó una viña, la<br />
arrendó a labradores, y se ausentó por mucho tiempo. 10 Y a su tiempo envió un siervo a<br />
los labradores, para que le diesen del fruto de la viña; pero los labradores le golpearon, y<br />
le enviaron con las manos vacías. 11 Volvió a enviar otro siervo; mas ellos a éste<br />
también, golpeado y afrentado, le enviaron con las manos vacías. 12 Volvió a enviar un<br />
tercer siervo; mas ellos también a éste echaron fuera, herido. 13 Entonces el señor de la<br />
viña dijo: ¿Qué haré? Enviaré a mi hijo amado; quizá cuando le vean a él, le tendrán<br />
respeto. 14 Mas los labradores, al verle, discutían entre sí, diciendo: Este es el heredero;<br />
venid, matémosle, para que la heredad sea nuestra. 15 Y le echaron fuera de la viña, y le<br />
mataron. ¿Qué, pues, les hará el señor de la viña? 16 Vendrá y destruirá a estos