10.05.2013 Views

Bajar PDF - Instituto de Economía - Pontificia Universidad Católica ...

Bajar PDF - Instituto de Economía - Pontificia Universidad Católica ...

Bajar PDF - Instituto de Economía - Pontificia Universidad Católica ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Instituto</strong> I N S T I<strong>de</strong> T <strong>Economía</strong> U T O D E E C O N O M Í A T<br />

DOCUMENTO<br />

E S<br />

DE TRABAJO I S d e M A G Í S T E R<br />

× ÖÔ Ò ÖØ ÐÓ× ÙÒÑÒØÓ× Ð ÙÖÚ ÚÖ Ý ×Ù Í×Ó<br />

ÓÑÓ ÀÖÖÑÒØ ÒÐ×× Ð ÅÖ Ó ÄÓÖÐ<br />

<br />

ÊÓÖÓ ËÑÙÐ ÅÙ ÎÖ×<br />

www.economia.puc.cl


TESIS DE GRADO<br />

MAGISTER EN ECONOMIA<br />

Diciembre 2007


PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DE CHILE<br />

I N S T I T U T O D E E C O N O M I A<br />

MAGISTER EN ECONOMIA<br />

Descripción crítica <strong>de</strong> los fundamentos <strong>de</strong> la Curva <strong>de</strong> Beveridge y <strong>de</strong> su<br />

uso como herramienta <strong>de</strong> análisis <strong>de</strong>l mercado laboral.<br />

Rodrigo Mujica Varas<br />

Comisión<br />

Claudio Sapelli<br />

Arísti<strong>de</strong>s Torche<br />

Diciembre 2007


Descripción crítica <strong>de</strong> los fundamentos <strong>de</strong> la Curva <strong>de</strong> Beveridge y <strong>de</strong> su<br />

uso como herramienta <strong>de</strong> análisis <strong>de</strong>l mercado laboral.<br />

Rodrigo Mujica Varas<br />

Resumen<br />

La Curva <strong>de</strong> Beveridge se <strong>de</strong>fine como la relación <strong>de</strong> equilibrio entre el <strong>de</strong>sempleo y las vacantes, se <strong>de</strong>riva<br />

<strong>de</strong> una función <strong>de</strong> emparejamiento o matching que entrega un flujo <strong>de</strong> contrataciones para cada<br />

combinación <strong>de</strong> las variables mencionadas. En el último tiempo ha sido muy utilizada en el estudio <strong>de</strong>l<br />

mercado laboral ya que contiene información esencial sobre el funcionamiento <strong>de</strong> éste. Dado que no<br />

existen datos directos <strong>de</strong> vacantes, para la estimación <strong>de</strong> la curva se usa una proxy <strong>de</strong> ellas construida a<br />

partir <strong>de</strong> los avisos <strong>de</strong> vacantes <strong>de</strong> empleo publicados en los periódicos, y la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo. Este trabajo<br />

<strong>de</strong>sarrolla una discusión completa al marco teórico en el que se basa la curva, estudia los sesgos que existen<br />

en la construcción <strong>de</strong> este índice y finalmente estima dos versiones <strong>de</strong> la Curva <strong>de</strong> Beveridge para Chile<br />

durante el período 1986.I-2007.III. A partir <strong>de</strong> los sesgos presentes en las especificaciones <strong>de</strong> las vacantes,<br />

se obtienen distintas representaciones <strong>de</strong> la relación vacantes-<strong>de</strong>sempleo según el indicador <strong>de</strong> vacantes<br />

utilizado. La solución a lo anterior es elaborar una encuesta a empresas que permita obtener una serie <strong>de</strong><br />

vacantes que no presente los problemas <strong>de</strong> representatividad ni que se vea afectada por factores ajenos al<br />

mercado <strong>de</strong>l trabajo y que alteran la medición. Aún así, la Curva <strong>de</strong> Beveridge no parece ser una<br />

herramienta suficiente para el análisis <strong>de</strong> la totalidad <strong>de</strong>l mercado laboral, pero es un buen acercamiento si<br />

ella se estima <strong>de</strong> forma correcta.<br />

Diciembre 2007<br />

3


Índice<br />

I. Introducción ……...…………………….…………………………………….…………5<br />

II. Revisión <strong>de</strong> la literatura ...………………………..………………………………….…8<br />

III. Marco teórico ..………..……………………………………….………………….…14<br />

IV. Índice <strong>de</strong> vacantes ..……..………………………………………………………..….29<br />

V. Curva <strong>de</strong> Beveridge para Santiago y Chile: 1986.I-2007.III …..……...……..………45<br />

VI. Conclusiones ...……………………………………………..………………………..54<br />

VII. Bibliografía …...………………………………………………………….…………58<br />

VIII. Apéndice ……..……………………………………………………………………61<br />

IX. Anexos ….………………………………………………………………………..….62<br />

4


I. Introducción<br />

Un importante <strong>de</strong>bate se ha generado en torno a la institucionalidad laboral que rige al<br />

mercado <strong>de</strong>l trabajo en nuestro país. A principios <strong>de</strong> año entró en vigencia la Ley <strong>de</strong><br />

Subcontratación (Ley Nº 20.123) y más tar<strong>de</strong> se elevó el salario mínimo a $144.000. Así,<br />

durante los últimos años, la legislación laboral ha aumentando su impacto sobre dicho<br />

mercado, centrando el <strong>de</strong>bate en el papel que ésta <strong>de</strong>ba ejercer. Algunos sectores plantean<br />

que esta legislación ha ido aumentando la rigi<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l mercado laboral, <strong>de</strong> manera <strong>de</strong> que<br />

la forma en que interactúan la oferta y <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> trabajo ha perdido eficiencia. Existe<br />

un reconocimiento explícito que la legislación, en particular la laboral, es un componente<br />

institucional muy importante en el análisis <strong>de</strong>l comportamiento <strong>de</strong> este mercado. North<br />

(1990) afirma que las instituciones restringen el conjunto <strong>de</strong> elección <strong>de</strong> las personas al<br />

establecer ciertas limitantes a su interacción económica.<br />

Es <strong>de</strong> esperar que mientras mayor sea la regulación en la legislación laboral, mayor será<br />

el grado <strong>de</strong> <strong>de</strong>sajuste que acompaña al funcionamiento <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong>l trabajo. Mizala y<br />

Romaguera (2002) revisan la legislación laboral chilena <strong>de</strong> las últimas décadas y analizan<br />

su impacto sobre el mercado laboral. Este análisis permite concluir que aún no se ha<br />

logrado en Chile una legislación laboral legitimada socialmente y que es necesario<br />

conjugar mayores grados <strong>de</strong> flexibilidad laboral. ¿Pero cómo po<strong>de</strong>mos medir flexibilidad<br />

laboral? ¿Cuál es la herramienta a<strong>de</strong>cuada?<br />

En los últimos años ha tomado una creciente relevancia en el estudio <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong>l<br />

trabajo la Curva <strong>de</strong> Beveridge, ya que contiene información esencial sobre el<br />

funcionamiento <strong>de</strong> éste y <strong>de</strong> los shocks que le afectan. La curva se <strong>de</strong>fine como la<br />

relación <strong>de</strong> largo plazo entre la tasa <strong>de</strong> vacantes y <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo en una economía y nos<br />

permite evaluar la capacidad <strong>de</strong> ajuste <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong>l trabajo. Se ocupan los datos <strong>de</strong><br />

vacantes y <strong>de</strong>sempleo porque <strong>de</strong> alguna manera reflejan la <strong>de</strong>manda y oferta <strong>de</strong> trabajo.<br />

La curva muestra que coexiste un <strong>de</strong>terminado nivel <strong>de</strong> vacantes con un cierto nivel <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sempleo, dado que la obtención <strong>de</strong> un empleo por parte <strong>de</strong> un trabajador y la cobertura<br />

<strong>de</strong> una vacante por parte <strong>de</strong> la empresa requieren <strong>de</strong> un cierto período <strong>de</strong> búsqueda, por lo<br />

5


tanto, tiene pendiente negativa y es convexa al origen, a<strong>de</strong>más es asintótica a ambas<br />

variables para reflejar el hecho <strong>de</strong> que aún habiendo muchas vacantes van a haber<br />

<strong>de</strong>sempleados porque el matching nunca los juntará totalmente, y viceversa. La posición<br />

<strong>de</strong> la curva refleja el grado <strong>de</strong> <strong>de</strong>sajuste <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong>l trabajo, así, mientras más alejada<br />

<strong>de</strong>l origen <strong>de</strong> los ejes se encuentre implicará un menor ajuste y para cada nivel <strong>de</strong><br />

vacantes habría mayor <strong>de</strong>sempleo. De igual forma, mientras más cerca <strong>de</strong>l origen se<br />

encuentre, el ajuste será mejor, y por lo tanto, más eficiente.<br />

Es así como la curva ha sido utilizada en algunos trabajos como indicador <strong>de</strong>l grado <strong>de</strong><br />

eficiencia <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong>l trabajo y para estudiar como afectan a este mercado distintos<br />

tipos <strong>de</strong> perturbaciones, como los shocks <strong>de</strong> actividad agregada, shocks sectoriales y<br />

shocks <strong>de</strong> fuerza laboral. Muchos concluyen luego <strong>de</strong> observar <strong>de</strong>splazamientos <strong>de</strong> la<br />

curva que el mercado laboral ha perdido eficiencia, que la función <strong>de</strong> matching ha<br />

cambiado, o que las rigi<strong>de</strong>ces son un elemento importante en el alza <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo, como<br />

se planteó para explicar lo sucedido a los países <strong>de</strong>l OECD en los 60s. El problema es que<br />

en ningún caso se cuenta con un criterio para <strong>de</strong>finir rigi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> manera cuantitativa, sino<br />

que con una lista <strong>de</strong> síntomas asociados a ella.<br />

En nuestro país, Bellani et al (2002) estimaron una Curva <strong>de</strong> Beveridge estable,<br />

concluyendo que los shocks que han afectado al mercado laboral han sido <strong>de</strong> carácter<br />

agregado y no sectoriales, como proponen algunos <strong>de</strong>bido al gran <strong>de</strong>sempleo que se vivió<br />

en los 90s y comienzo <strong>de</strong> la presente década. De manera interna el Banco Central <strong>de</strong><br />

Chile estima una Curva <strong>de</strong> Beveridge, que en conjunto a otros indicadores, son tomados<br />

en cuenta para la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> políticas económicas. Pero, ¿es la Curva <strong>de</strong> Beveridge un<br />

marco teórico y/o empírico a<strong>de</strong>cuado para analizar la eficiencia <strong>de</strong>l mercado laboral o el<br />

ajuste <strong>de</strong> éste frente a los distintos shocks que lo afectan? Si no lo fuere, ¿qué<br />

implicancias podrían tener la aplicación <strong>de</strong> dichas políticas?.<br />

En base a lo anterior, este trabajo trata <strong>de</strong> enfocar una discusión y un análisis crítico <strong>de</strong> la<br />

Curva <strong>de</strong> Beveridge y <strong>de</strong> su uso como herramienta en el estudio <strong>de</strong>l mercado laboral. Una<br />

6


vez que hayamos dominado completamente lo que hay <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> ella seremos capaces <strong>de</strong><br />

obtener conclusiones más <strong>de</strong>finitivas en cuanto a su uso y a lo que nos pueda <strong>de</strong>cir.<br />

Varios aspectos no son tomados en cuenta en los trabajos que usan la Curva <strong>de</strong><br />

Beveridge, como por ejemplo los pro y contra <strong>de</strong> la construcción teórica, o que hay <strong>de</strong>trás<br />

<strong>de</strong>l hecho <strong>de</strong> que se relacione vacantes con <strong>de</strong>sempleo y no otras variables. Salvo el<br />

trabajo <strong>de</strong> Abraham (1987), no profundizan en el estudio <strong>de</strong>l índice que se usa como<br />

proxy <strong>de</strong> las vacantes, <strong>de</strong>jando <strong>de</strong> lado posibles errores estadísticos o muestrales que<br />

pue<strong>de</strong>n llevar a conclusiones erradas. ¿Cuál es la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo a<strong>de</strong>cuada?, etc. Otro<br />

aspecto importante es la discusión sobre quién está <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo, o si son los<br />

mismos grupos <strong>de</strong> trabajadores los que están <strong>de</strong>sempleados con los empleos que son<br />

ofrecidos con los avisos <strong>de</strong> vacantes en los diarios. ¿Que hay <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> lo anterior?.<br />

La construcción <strong>de</strong>l Índice <strong>de</strong> Vacantes para Chile, en base a los anuncios <strong>de</strong> vacantes <strong>de</strong><br />

empleo publicados en distintos periódicos <strong>de</strong>l país, y su uso para obtener la Curva <strong>de</strong><br />

Beveridge requiere otra discusión importante. El hecho <strong>de</strong> que las vacantes publicadas en<br />

los periódicos no son representativas y que la probabilidad <strong>de</strong> que una misma vacante sea<br />

publicada en un período <strong>de</strong> tiempo no sea constante junto a otros problemas llevan a que<br />

este índice pueda estar sesgado hacia ciertos tipos <strong>de</strong> empleos, los cuales pue<strong>de</strong>n no ser<br />

los que presenten un mayor nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo.<br />

En la sección II se resume brevemente los trabajos relacionados a la Curva <strong>de</strong> Beveridge<br />

y sus principales conclusiones. En la sección III se <strong>de</strong>sarrolla el marco teórico con que se<br />

construye la Curva <strong>de</strong> Beveridge a partir <strong>de</strong> una función <strong>de</strong> matching o emparejamiento<br />

que es usualmente utilizada en la literatura, <strong>de</strong> esta manera, una vez estudiado los<br />

fundamentos <strong>de</strong> la curva estaremos en condiciones <strong>de</strong> analizar el sentido <strong>de</strong> usar dicha<br />

relación. En la sección IV se presenta una discusión completa sobre el uso <strong>de</strong>l índice <strong>de</strong><br />

vacantes como proxy <strong>de</strong> las vacantes, su construcción, sus sesgos y que <strong>de</strong>biera esperarse<br />

<strong>de</strong> un buen índice. En lo que sigue se preten<strong>de</strong> estimar una Curva <strong>de</strong> Beveridge para la<br />

ciudad <strong>de</strong> Santiago y el total <strong>de</strong>l país con nuevos datos hasta el año 2007, usando dos<br />

indicadores distintos para la variable vacantes, una es el índice construido por el Banco<br />

7


Central y la otra es una medida alternativa más básica que se <strong>de</strong>sarrolla en este trabajo a<br />

partir <strong>de</strong> la función <strong>de</strong> matching teórica, la cual es la tasa <strong>de</strong> vacantes bruta respecto a la<br />

fuerza laboral V/L (usando los datos <strong>de</strong> vacantes originales que están sin ajustes). El<br />

objetivo es comparar los resultados que se obtienen al estimar la curva con las distintas<br />

especificaciones <strong>de</strong> las vacantes.<br />

Si po<strong>de</strong>mos validar teórica y empíricamente la Curva <strong>de</strong> Beveridge y su uso como<br />

herramienta <strong>de</strong> análisis <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong>l trabajo, podremos afirmar que la existencia <strong>de</strong> un<br />

mayor grado <strong>de</strong> rigi<strong>de</strong>z laboral produce una pérdida <strong>de</strong> eficiencia en el proceso <strong>de</strong><br />

emparejamiento entre los <strong>de</strong>sempleados y las vacantes, reflejándose en una curva más<br />

alejada <strong>de</strong>l origen y <strong>de</strong>splazada hacia la <strong>de</strong>recha.<br />

II. Revisión <strong>de</strong> la literatura<br />

El primero en plantear la relación entre el <strong>de</strong>sempleo y las vacantes <strong>de</strong> empleo fue el<br />

economista inglés William Beveridge en “Full Employment in a Free Society” (1944),<br />

quien <strong>de</strong>finió esta relación para <strong>de</strong>terminar el grado <strong>de</strong> redistribución <strong>de</strong>l empleo en el<br />

Reino Unido, y así po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>terminar cuan lejos estaba la economía <strong>de</strong>l “pleno empleo” 1 .<br />

Posteriormente, esta curva ha sido <strong>de</strong>sarrollada teóricamente como una relación <strong>de</strong> largo<br />

plazo entre ambas variables<br />

Lillien (1982) se basa en el hecho <strong>de</strong> que la Curva <strong>de</strong> Beveridge permite distinguir cual es<br />

el origen <strong>de</strong> las fluctuaciones en el <strong>de</strong>sempleo para argumentar que el aumento a través<br />

<strong>de</strong>l tiempo <strong>de</strong> la heterogeneidad en las habilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> obra y <strong>de</strong> cambios<br />

sectoriales en el sistema productivo resulta en un creciente mismatch entre vacantes y<br />

<strong>de</strong>sempleados para los EE.UU., al que correspon<strong>de</strong>ría a más <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> las<br />

variaciones cíclicas <strong>de</strong>l empleo, generando una relación empírica positiva entre dichas<br />

variables.<br />

1 Definiendo pleno empleo como la situación en que las vacantes superan en todo momento al <strong>de</strong>sempleo.<br />

8


Abraham (1987) plantea los primeros problemas en la construcción <strong>de</strong> la Curva <strong>de</strong><br />

Beveridge al estudiar los problemas muestrales que tiene el índice <strong>de</strong> vacantes usado en<br />

los Estados Unidos como proxy <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> vacantes: el Help-Wanted In<strong>de</strong>x. En su<br />

trabajo <strong>de</strong>scribe la construcción <strong>de</strong>l índice y muestra evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> como ha cambiado la<br />

relación entre éste y el <strong>de</strong>sempleo. Luego ajusta el índice por los problemas muestrales<br />

encontrados y observa cambios sustanciales en la relación índice-<strong>de</strong>sempleo, por lo que<br />

concluye que la relación subyacente entre <strong>de</strong>sempleo y vacantes cambió. Finalmente trata<br />

<strong>de</strong> interpretar el porque <strong>de</strong> los cambios, para lo cual utiliza un mo<strong>de</strong>lo en que se relaciona<br />

las vacantes con el <strong>de</strong>sempleo, sin encontrar evi<strong>de</strong>ncia concluyente acerca <strong>de</strong> las fuentes<br />

<strong>de</strong> dicho cambio.<br />

Jackman y Roper (1987) proponen una <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo estructural basada en sus<br />

efectos en la tasa <strong>de</strong> contratación. Comparan esta <strong>de</strong>finición con otras posibles<br />

<strong>de</strong>finiciones y examinan la relación entre <strong>de</strong>sempleo estructural y cambios en la Curva <strong>de</strong><br />

Beveridge. Encuentran un creciente mismatch o <strong>de</strong>sajuste en la industria británica durante<br />

los últimos años pero sin que exista un <strong>de</strong>sbalance regional. La evi<strong>de</strong>ncia en otros países<br />

también sugiere que un incremento <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sajuste es la principal causa <strong>de</strong>l crecimiento <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>sempleo.<br />

Más tar<strong>de</strong>, Jackman, Layard y Pissari<strong>de</strong>s (1989) muestran como datos <strong>de</strong> vacantes pue<strong>de</strong>n<br />

ser usados para interpretar <strong>de</strong>sarrollos en el mercado laboral. Luego <strong>de</strong> estimar una Curva<br />

<strong>de</strong> Beveridge para Gran Bretaña muestran como ella se ha <strong>de</strong>splazado hacia la <strong>de</strong>recha<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> mediado <strong>de</strong> los 60s y como el nivel promedio <strong>de</strong> vacantes ha caído.<br />

En un trabajo realizado sobre catorce países <strong>de</strong> la OECD durante los años 1970-1988,<br />

Jackman, Pissari<strong>de</strong>s y Savouri (1990) introducen un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>l mercado laboral basado<br />

en la relación <strong>de</strong>finida por la Curva <strong>de</strong> Beveridge, para analizar los aumentos <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>sempleo y los efectos <strong>de</strong> las políticas implementadas para enfrentar estos aumentos<br />

observados en países <strong>de</strong> la OECD a principio <strong>de</strong> los 70s, políticas laborales tales como<br />

programas <strong>de</strong> entrenamiento, subsidios <strong>de</strong> empleo, etc. Usando este mo<strong>de</strong>lo, i<strong>de</strong>ntifican<br />

9


los principales factores en el cambio <strong>de</strong> la Curva <strong>de</strong> Beveridge y encuentran que las<br />

políticas laborales tienen un efecto significante en el <strong>de</strong>sempleo.<br />

Blanchard y Diamond (1989) proponen a la Curva <strong>de</strong> Beveridge como herramienta<br />

fundamental para el estudio <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong> trabajo, por sobre la Curva <strong>de</strong> Phillips, dado<br />

que la relación entre vacantes y <strong>de</strong>sempleo contiene información esencial sobre el<br />

funcionamiento <strong>de</strong> este mercado y sobre los shocks que lo afectan. A raíz <strong>de</strong> la evi<strong>de</strong>ncia<br />

<strong>de</strong> Davis y Haltiwanger (1992) 2 , los autores <strong>de</strong>sarrollan un marco conceptual para pensar<br />

en flujos netos en el proceso <strong>de</strong> matching y en el efecto <strong>de</strong> shocks sobre las vacantes y el<br />

<strong>de</strong>sempleo. Los autores estiman la Curva <strong>de</strong> Beveridge y a partir <strong>de</strong> ella <strong>de</strong>rivan<br />

trayectorias <strong>de</strong> largo plazo para concluir que la relación entre vacantes y <strong>de</strong>sempleo es<br />

negativa. También concluyen que si bien los cambios sectoriales no tienen efecto en el<br />

corto plazo, en el mediano y largo plazo van creciendo en importancia, <strong>de</strong>splazando la<br />

curva hacia fuera. Este trabajo es el punto <strong>de</strong> referencia <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> los trabajos<br />

sobre el comportamiento <strong>de</strong> esta curva, utilizan un mo<strong>de</strong>lo estándar <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo <strong>de</strong><br />

equilibrio <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva <strong>de</strong> flujos laborales, <strong>de</strong>scomponiendo los movimientos <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sempleo y vacantes en la economía estadouni<strong>de</strong>nse en términos <strong>de</strong> tres tipos <strong>de</strong> shocks:<br />

<strong>de</strong>manda agregada, reasignación y shocks <strong>de</strong> población activa. En él se trata <strong>de</strong> capturar<br />

la importancia <strong>de</strong> dichos shocks.<br />

Berman (1997), usando un índice <strong>de</strong> vacantes, estima una función <strong>de</strong> matching entre<br />

vacantes y <strong>de</strong>sempleo 3 . Nuevos tests revelan una fuerte evi<strong>de</strong>ncia a favor <strong>de</strong> la existencia<br />

<strong>de</strong> heterogeneidad en las vacantes y en el <strong>de</strong>sempleo. Las estimaciones implican que la<br />

dinámica <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong>l trabajo absorbe completamente los efectos <strong>de</strong> los shocks en<br />

apenas dos meses, y que, reducciones en la tasa <strong>de</strong> contratación pue<strong>de</strong>n explicar el<br />

aumento <strong>de</strong> un 2,1% en el <strong>de</strong>sempleo entre 1979 y 1990.<br />

Bleakley y Fuhrer (1997) abordan la explicación <strong>de</strong> los cambios en la Curva <strong>de</strong><br />

Beveridge durante los 80s y comienzo <strong>de</strong> los 90s, y, al igual que Blanchard y Diamond<br />

2 Obtienen una medida <strong>de</strong> turnover para luego trabajar con flujos.<br />

3 Dado que la ley israelí lleva un registro <strong>de</strong> las tasas <strong>de</strong> vacantes, el autor dispone <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> gran calidad.<br />

10


(1989), la curva no es tratada como una relación económica fundamental. Con un mo<strong>de</strong>lo<br />

<strong>de</strong> matching entre <strong>de</strong>sempleados y vacantes estiman cambios en los flujos <strong>de</strong>l mercado<br />

laboral, encontrando un notable aumento en la eficiencia <strong>de</strong>l proceso agregado <strong>de</strong><br />

emparejamiento durante el período estudiado. También observan caídas significativas en<br />

la tasa <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong> la fuerza laboral y en el grado <strong>de</strong> agitación o churning <strong>de</strong>l<br />

mercado laboral. Estos cambios combinados producen <strong>de</strong>splazamientos en la Curva <strong>de</strong><br />

Beveridge predichos por la teoría. También plantean que parece razonable que cambios<br />

<strong>de</strong>mográficos como el baby boom generation o el aumento <strong>de</strong> la participación laboral <strong>de</strong><br />

la mujer hayan producido <strong>de</strong>splazamientos <strong>de</strong> la curva, aunque no calzan temporalmente<br />

con los cambios observados. Sin embargo, no dan una respuesta al por qué y cómo el<br />

<strong>de</strong>sempleo pue<strong>de</strong> hacer un mejor matching con las vacantes y qué es lo que causa la<br />

disminución en el grado <strong>de</strong> churning.<br />

Dolado y Gómez (1997) utilizan la metodología <strong>de</strong>sarrollada por Blanchard y Diamond<br />

(1989) <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>los VAR estructurales para analizar y cuantificar el efecto <strong>de</strong> cada uno<br />

<strong>de</strong> los shocks <strong>de</strong> actividad, <strong>de</strong> reasignación y <strong>de</strong> población activa como factores<br />

explicativos <strong>de</strong> la dinámica <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo y las vacantes en España, tanto a nivel<br />

agregado como a nivel regional. Encuentran cuatro resultados interesantes. Primero, los<br />

shocks <strong>de</strong> reasignación y los shocks <strong>de</strong> actividad agregada explican relativamente la<br />

variabilidad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo en el largo plazo. A su vez, los shocks <strong>de</strong> reasignación y en<br />

menor medida los <strong>de</strong> actividad han jugado un papel fundamental en los <strong>de</strong>splazamientos<br />

<strong>de</strong> la relación entre vacantes y <strong>de</strong>sempleo a nivel agregado. Segundo, existe una fuerte<br />

heterogeneidad en el comportamiento a nivel regional. Tercero, encuentran una alta<br />

correlación entre el componente <strong>de</strong> reasignación en la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo y la proporción<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleados <strong>de</strong> larga duración. Finalmente, excepto en la evolución a corto plazo <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>sempleo, no encuentran efectos <strong>de</strong> shocks en la población activa.<br />

Solow (1998) argumenta que la flexibilidad laboral nunca ha sido <strong>de</strong>finida con rigor, pues<br />

simplemente se ha tendido a enumerar las posibles fuentes <strong>de</strong> rigi<strong>de</strong>z, cuando lo que<br />

realmente se necesita es un indicador agregado <strong>de</strong> la rigi<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong>l trabajo que<br />

permitiría analizar los tra<strong>de</strong>-off resultantes <strong>de</strong> diversas alternativas <strong>de</strong> política. Para lograr<br />

11


dicho objetivo, Solow propone el uso <strong>de</strong> la Curva <strong>de</strong> Beveridge. Esta metodología,<br />

aunque permite realizar comparaciones agregadas <strong>de</strong>l grado <strong>de</strong> rigi<strong>de</strong>z laboral, llevó a<br />

Solow a concluir que las diferencias en el <strong>de</strong>sempleo entre países <strong>de</strong>sarrollados no están<br />

explicadas por diferencias en la flexibilidad <strong>de</strong> los mercados <strong>de</strong> trabajo. A la anterior<br />

conclusión se le pue<strong>de</strong> contraponer un argumento: la flexibilidad <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong>l trabajo<br />

<strong>de</strong>be relacionarse con la persistencia <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo más que con la magnitud que éste<br />

pueda exhibir. El <strong>de</strong>sempleo <strong>de</strong> corto plazo simplemente refleja las condiciones variables<br />

<strong>de</strong>l mercado, mientras que el <strong>de</strong>sempleo <strong>de</strong> largo plazo es el que refleja fallas en el<br />

proceso <strong>de</strong> ajuste <strong>de</strong> los mercados.<br />

Nickell et al (2001) hacen un análisis empírico <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo en los países <strong>de</strong> la OECD<br />

para el período 1960-1990 estudiando cambios en la Curva <strong>de</strong> Beveridge, los salarios<br />

reales y directamente las cifras <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo en veinte países. El objetivo es ver si dichas<br />

variaciones pue<strong>de</strong>n ser explicados por cambios en las instituciones <strong>de</strong>l mercado laboral,<br />

<strong>de</strong>l cual se espera tengan impacto en el <strong>de</strong>sempleo <strong>de</strong> equilibrio. Sus resultados muestran<br />

que la Curva <strong>de</strong> Beveridge <strong>de</strong> todos los países excepto Suecia y Noruega se <strong>de</strong>splazaron<br />

hacia la <strong>de</strong>recha entre los 60s y la primera mitad <strong>de</strong> los 80s. Luego encuentran dos grupos<br />

<strong>de</strong> países, los que siguieron <strong>de</strong>splazándose a la <strong>de</strong>recha y los que su curva comenzó a<br />

retroce<strong>de</strong>r. También encuentran evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> que estos <strong>de</strong>splazamientos pue<strong>de</strong>n ser<br />

explicados en parte por cambios en la institucionalidad <strong>de</strong> los mercados laborales, sobre<br />

todo si estos cambios afectan el esfuerzo <strong>de</strong> búsqueda <strong>de</strong> empleo y la eficiencia <strong>de</strong>l<br />

matching. Finalmente encuentran que cambios en las instituciones <strong>de</strong>l mercado laboral<br />

pue<strong>de</strong>n explicar cerca <strong>de</strong>l 55 por ciento <strong>de</strong>l aumento <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo en Europa durante los<br />

60s y mitad <strong>de</strong> los 90s.<br />

Wall y Zoega (2002) usan datos <strong>de</strong> panel para estimar la magnitud y la persistencia <strong>de</strong> los<br />

cambios <strong>de</strong> la Curva <strong>de</strong> Beveridge agregada para Gran Bretaña y diez regiones <strong>de</strong> ella.<br />

Encuentran que estos cambios coinci<strong>de</strong>n con el ciclo económico más que con cambios<br />

sectoriales o regionales. Esto implicaría que la curva no es una buena herramienta para<br />

separar los efectos <strong>de</strong> cambios estructurales con aquellos <strong>de</strong>l ciclo económico.<br />

12


En Chile, Bellani et al (2002) estimaron Curvas <strong>de</strong> Beveridge en las cinco principales<br />

áreas urbanas y para el total <strong>de</strong>l país en el período 1986-2002.II con el objetivo <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>terminar las fuentes <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo, primero a través <strong>de</strong> la estimación simple <strong>de</strong> una<br />

forma log-lineal y luego a través <strong>de</strong> un vector <strong>de</strong> cointegración en base a una<br />

especificación que la <strong>de</strong>fine. Como la curva se mantiene estable durante el período<br />

observado 4 concluyen que los shocks que han afectado al mercado <strong>de</strong>l trabajo son <strong>de</strong><br />

carácter agregados, atribuibles al ciclo económico y no shocks sectoriales. Luego con<br />

análisis impulso-respuesta obtienen que innovaciones en las vacantes tienen efecto<br />

permanente en el empleo y que las vacantes li<strong>de</strong>ran en un trimestre al PIB y en dos al<br />

empleo. Para estimar la Curva <strong>de</strong> Beveridge construyen un índice <strong>de</strong> vacantes basado en<br />

los avisos <strong>de</strong> ofrecimientos <strong>de</strong> empleo recogidos <strong>de</strong> los diarios <strong>de</strong> mayor circulación en<br />

cada una <strong>de</strong> las cinco regiones estudiadas. Para corregir algunos problemas muestrales<br />

mencionados en la literatura construyen tres versiones <strong>de</strong>l índice, sin embargo, aún<br />

existen sesgos asociados a factores no relacionados con el mercado laboral que lo afectan.<br />

En Colombia, Durán y Mora (2006) estiman una Curva <strong>de</strong> Beveridge para la ciudad <strong>de</strong><br />

Popayán usando datos <strong>de</strong> panel. Este trabajo se diferencia <strong>de</strong> los otros que estiman la<br />

curva al <strong>de</strong>sagregar las vacantes y el <strong>de</strong>sempleo por áreas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempeño, lo que<br />

permitiría un seguimiento en el tiempo <strong>de</strong> las diferentes áreas estudiadas. Muy importante<br />

es la base <strong>de</strong> datos estadísticos con que disponen los autores <strong>de</strong> la cual se extraen las<br />

series <strong>de</strong> vacantes y <strong>de</strong>sempleados por áreas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempeño laboral la que permite ver<br />

comportamientos cíclicos en algunas activida<strong>de</strong>s y otras más estables. Al estimar una<br />

función <strong>de</strong> matching encuentran una relación positiva entre la dinámica <strong>de</strong> las vacantes y<br />

el <strong>de</strong>sempleo, lo que implicaría un valor positivo <strong>de</strong> la Curva <strong>de</strong> Beveridge. Los autores<br />

proponen que esto se <strong>de</strong>bería a una recomposición <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s económicas.<br />

Caballero en "Specificity and the Macroeconomics of Restructuring" (2007) plantea que<br />

la pendiente negativa <strong>de</strong> la Curva <strong>de</strong> Beveridge probablemente no sólo refleje la<br />

importancia relativa <strong>de</strong> los shocks, sino también, la existencia <strong>de</strong> un mercado <strong>de</strong>l trabajo<br />

ineficiente.<br />

4 Excepto en dos regiones <strong>de</strong>l sur <strong>de</strong>l país.<br />

13


III. Marco teórico<br />

En un comienzo la Curva <strong>de</strong> Beveridge, planteada por William Beveridge en 1944, fue<br />

<strong>de</strong>finida como la relación entre el nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo y las vacantes <strong>de</strong> empleo para<br />

<strong>de</strong>terminar el grado <strong>de</strong> redistribución <strong>de</strong>l empleo en el Reino Unido y así po<strong>de</strong>r<br />

<strong>de</strong>terminar cuan lejos estaba la economía <strong>de</strong>l pleno empleo. Sin embargo, esta relación se<br />

ha <strong>de</strong>sarrollado en el tiempo como aquella construcción teórica <strong>de</strong> largo plazo entre<br />

ambas variables, entendiéndose por relación <strong>de</strong> largo plazo aquella situación en que el<br />

<strong>de</strong>sempleo permanece estable, es <strong>de</strong>cir, cuando se igualan sus flujos <strong>de</strong> entrada y salida.<br />

Finalmente ha sido utilizada para estudiar el estado <strong>de</strong>l mercado laboral y como éste se<br />

ajusta frente a los distintos shocks que lo afectan.<br />

Actualmente, la Curva <strong>de</strong> Beveridge muestra la relación entre la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo (u) y<br />

la tasa <strong>de</strong> vacantes (v) con respecto a la fuerza laboral (L) en vez <strong>de</strong> las cifras absolutas,<br />

ubicando a la primera en el eje horizontal y v en el eje vertical.<br />

Como se observa en la figura 1, la principal característica <strong>de</strong> la Curva <strong>de</strong> Beveridge es su<br />

pendiente negativa, intuitivamente, dados los procesos <strong>de</strong> búsqueda y selección, si existe<br />

un alto número <strong>de</strong> vacantes se eleva la probabilidad <strong>de</strong> que un <strong>de</strong>sempleado encuentre un<br />

puesto <strong>de</strong> trabajo, por lo que el nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo será bajo; por otro lado, si el número<br />

<strong>de</strong> vacantes es bajo, la probabilidad <strong>de</strong> que un <strong>de</strong>sempleado encuentre trabajo también lo<br />

será, por lo que el nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo será alto respecto al caso en que existen muchas<br />

vacantes. También po<strong>de</strong>mos notar en la curva, la existencia simultánea <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo y<br />

vacantes, esta se origina por los costos asociados a la obtención <strong>de</strong> un empleo por parte<br />

<strong>de</strong> un trabajador y a la cobertura <strong>de</strong> una vacante por parte <strong>de</strong> una empresa, porque se<br />

requiere <strong>de</strong> un cierto período <strong>de</strong> búsqueda y selección, y por la existencia <strong>de</strong> información<br />

imperfecta entre las partes. Otra característica importante es el grado <strong>de</strong> convexidad <strong>de</strong> la<br />

curva, dado que la probabilidad <strong>de</strong> encontrar trabajo aumenta menos que<br />

proporcionalmente con el número <strong>de</strong> vacantes la Curva <strong>de</strong> Beveridge será convexa<br />

respecto al origen. A<strong>de</strong>más, es asintótica a ambas variables para reflejar el hecho <strong>de</strong> que<br />

14


aún habiendo muchas vacantes igual van a haber <strong>de</strong>sempleados, porque el matching<br />

nunca los juntará y viceversa.<br />

Figura 1 - Curva <strong>de</strong> Beveridge.<br />

v<br />

La posición sobre la curva nos pue<strong>de</strong> indicar cual es el estado <strong>de</strong> la economía en el ciclo<br />

económico. Las vacantes se mueven en el mismo sentido que el ciclo, ya que en una<br />

expansión las empresas aumentan la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> trabajo abriendo nuevas vacantes,<br />

mientras que en una recesión se ven en la obligación <strong>de</strong> contraer la producción<br />

disminuyendo el trabajo contratado, por en<strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda por trabajo y las vacantes<br />

ofrecidas.<br />

Contrariamente, el <strong>de</strong>sempleo se mueve en sentido opuesto al ciclo económico, ya que en<br />

períodos <strong>de</strong> expansión aumenta la <strong>de</strong>manda por trabajo, elevando las vacantes ofrecidas y<br />

disminuyendo el <strong>de</strong>sempleo, mientras que en períodos <strong>de</strong> recesión las empresas<br />

disminuyen su <strong>de</strong>manda por trabajo aumentando el <strong>de</strong>sempleo.<br />

Si trazamos una recta <strong>de</strong> 45° sobre el cuadrante u-v (figura 2), se <strong>de</strong>be cumplir que sobre<br />

los puntos <strong>de</strong> dicha recta<br />

u = v, por lo tanto, en su intersección con la Curva <strong>de</strong> Beveridge<br />

la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo <strong>de</strong>be ser igual a la tasa <strong>de</strong> vacantes, en este caso todo el <strong>de</strong>sempleo<br />

que existe en la economía es friccional o estructural (uf, también se <strong>de</strong>nomina tasa<br />

!<br />

natural <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo), el cual se refiere a que aún en pleno empleo <strong>de</strong>be haber <strong>de</strong>sempleo<br />

porque hay "fricciones" en el funcionamiento <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong> trabajo, como que siempre<br />

u<br />

15


será necesario un tiempo para que una persona se trasla<strong>de</strong> <strong>de</strong> un empleo a otro y en el<br />

transcurso esté <strong>de</strong>sempleada; es <strong>de</strong>cir, no habrá <strong>de</strong>sempleo por problemas en la <strong>de</strong>manda<br />

o por otras circunstancias. Dichas “fricciones” van <strong>de</strong>s<strong>de</strong> razones puramente geográficas<br />

hasta <strong>de</strong>sajustes en las habilida<strong>de</strong>s requeridas para un empleo con las ofrecidas por un<br />

postulante.<br />

Así, los períodos <strong>de</strong> recesión se caracterizarán por un alto nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo y una baja<br />

tasa <strong>de</strong> vacantes, ubicándose en un punto a la <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> la recta <strong>de</strong> 45°, en don<strong>de</strong> la tasa<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo es mayor a la <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo estructural.<br />

En cambio, en períodos <strong>de</strong> expansión se observará una tasa <strong>de</strong> vacantes alta y un nivel <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sempleo bajo, representado en un punto a la izquierda <strong>de</strong> la recta <strong>de</strong> 45°, en este caso<br />

la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo es menor a la <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo estructural, por lo que estamos frente a<br />

un caso <strong>de</strong> “sobrecalentamiento” <strong>de</strong> la economía (generado por el ciclo) tal como se<br />

muestra en la figura 2. Debemos notar que los <strong>de</strong>splazamientos a lo largo <strong>de</strong> la curva son<br />

propios <strong>de</strong>l ciclo económico, teniendo su origen en shocks agregados que afectan por<br />

igual a toda la economía.<br />

Figura 2 – Curva <strong>de</strong> Beveridge en el ciclo económico.<br />

v<br />

45°<br />

uf u<br />

Expansión<br />

u=v<br />

Recesión<br />

La posición <strong>de</strong> la curva con respecto al origen <strong>de</strong> los ejes refleja la eficiencia en el<br />

proceso <strong>de</strong> ajuste <strong>de</strong>l mercado laboral. Una curva más alejada <strong>de</strong>l origen, o sea,<br />

<strong>de</strong>splazada más hacia arriba y a la <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> éste, muestra para cada nivel <strong>de</strong> vacantes<br />

16


un mayor nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo, y viceversa, para cada nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo muestra un<br />

mayor nivel <strong>de</strong> vacantes sin llenar, haciendo menos eficiente el proceso <strong>de</strong> reasignación<br />

<strong>de</strong> la fuerza laboral. Como muestra la figura 3, para un nivel <strong>de</strong> vacantes dado<br />

manteniendo todo lo <strong>de</strong>más constante, la curva <strong>de</strong> Beveridge CB tiene asociado un nivel<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo uCB, mientras que la curva CB’ tienen asociado un nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo uCB’,<br />

!<br />

don<strong>de</strong> uCB’ > uCB.<br />

La Curva <strong>de</strong> Beverdige se <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> la función matching o “emparejamiento”, <strong>de</strong>finida<br />

como la función generadora <strong>de</strong> contrataciones para cada nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleados y<br />

vacantes. Ésta sintetiza la efectividad <strong>de</strong> la tecnología que empareja a los <strong>de</strong>sempleados<br />

(que por <strong>de</strong>finición están buscando empleo) con las vacantes ofrecidas por las empresas<br />

para llenar sus puestos.<br />

Movimiento en el<br />

Mercado Laboral<br />

!<br />

Crecimiento <strong>de</strong> la<br />

fuerza laboral<br />

Proceso <strong>de</strong> Matching<br />

Figura 3 – Posición <strong>de</strong> la Curva <strong>de</strong> Beveridge.<br />

v<br />

v<br />

CB’<br />

CB<br />

uCB uCB’ u<br />

Figura 4 – Esquema <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> matching.<br />

Destrucción <strong>de</strong> empleo Separaciones Creación <strong>de</strong> empleo<br />

Desempleados Vacantes<br />

Contrataciones<br />

v y<br />

17


!<br />

!<br />

La función <strong>de</strong> matching es representada como:<br />

M = m(U,V ) (1)<br />

don<strong>de</strong> M es el número <strong>de</strong> matches o contrataciones, U es el número <strong>de</strong> trabajadores<br />

!<br />

<strong>de</strong>sempleados y V el número <strong>de</strong> vacantes. La función es creciente en ambas parámetros,<br />

por lo que MU > 0 y MV > 0; intuitivamente, si el número <strong>de</strong> trabajadores buscando<br />

empleo y el número <strong>de</strong> vacantes ofrecidas aumentan, el número <strong>de</strong> contrataciones<br />

también lo harán porque aumenta la probabilidad <strong>de</strong> que se encuentren y hagan un buen<br />

match.<br />

Otras restricciones características <strong>de</strong> la función <strong>de</strong> matching son<br />

m(0,V ) = m(U,0) = 0 y<br />

m(U,V ) " min(U,V ), don<strong>de</strong> M es el flujo <strong>de</strong> contrataciones durante el período, mientras<br />

U y V es el stock <strong>de</strong> cada variable al comienzo <strong>de</strong>l período en mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> tiempo<br />

!<br />

discreto; o M es la tasa instantánea <strong>de</strong> emparejamientos y U y V los stocks instantáneos<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo y vacantes en mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> tiempo continuo; en otras palabras, no pue<strong>de</strong><br />

ocurrir ninguna contratación sin haber al menos una vacante y un trabajador<br />

<strong>de</strong>sempleado. Finalmente, en ausencia <strong>de</strong> fricciones<br />

tiempo discreto y<br />

M " # en mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> tiempo continuo.<br />

M = min(U,V ) en mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong><br />

!<br />

La función <strong>de</strong> matching también nos muestra que, en promedio, un <strong>de</strong>sempleado se<br />

!<br />

empareja con una vacante disponible durante un período <strong>de</strong> tiempo “unitario” con<br />

probabilidad igual a<br />

m(U,V )<br />

. De igual forma, una vacante es llenada por un<br />

U<br />

m(U,V )<br />

<strong>de</strong>sempleado con probabilidad igual a . En estado estacionario, el inverso <strong>de</strong><br />

V<br />

cada probabilidad<br />

!<br />

es la duración promedio en que un trabajador está <strong>de</strong>sempleado y el<br />

tiempo promedio que pasa una vacante hasta que es llenada, respectivamente. Las<br />

!<br />

probabilida<strong>de</strong>s y la duración promedio diferirán en el mercado laboral si es que tanto los<br />

empleos como los trabajadores son heterogéneos, <strong>de</strong> esta forma, haciendo la probabilidad<br />

m(U,V )<br />

U<br />

<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> características individuales, una función agregada <strong>de</strong> matching<br />

podría ser un útil instrumento para introducir heterogeneida<strong>de</strong>s entre los trabajadores.<br />

18


!<br />

En la literatura generalmente se supone que la función presenta rendimientos constantes a<br />

escala, con lo que las contrataciones variarían proporcionalmente ante cambios en el<br />

<strong>de</strong>sempleo y en las vacantes. Esto punto es bastante discutible, no sólo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong><br />

vista <strong>de</strong> la correcta construcción <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo teórico, si no también, por las implicancias<br />

<strong>de</strong> política que podría llegar a tener. Esta discusión se <strong>de</strong>sarrollará más a<strong>de</strong>lante para<br />

po<strong>de</strong>r continuar con el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l marco teórico.<br />

Con el supuesto anterior es posible expresar la ecuación (1) en términos <strong>de</strong> tasas con<br />

respecto a la fuerza laboral (L), así el número <strong>de</strong> contrataciones con respecto a la fuerza<br />

laboral van a <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo u y <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> vacantes v:<br />

m = M<br />

L<br />

= m(u,v) (2)<br />

A menudo la función <strong>de</strong> matching se representa en la literatura como una función tipo<br />

!<br />

Cobb-Douglas con rendimientos constantes a escala:<br />

M = AU " V 1#" (3)<br />

Otros, como Petrongolo y Pissari<strong>de</strong>s (2001) y Romer (2002) la representan como:<br />

!<br />

M = AU " V # (4)<br />

con 0 " # "1 y 0 " # "1, la cual no muestra ningún tipo <strong>de</strong> rendimientos. Si suponemos<br />

!<br />

rendimientos constantes a escala para po<strong>de</strong>r expresar la función <strong>de</strong> matching en términos<br />

<strong>de</strong> tasas con respecto a la fuerza laboral, entonces es necesario que se cumpla " + # =1;<br />

!<br />

en cambio, con rendimientos crecientes a escala (β + γ > 1), aumentar el nivel <strong>de</strong><br />

búsqueda hace que el proceso <strong>de</strong> emparejamiento opere <strong>de</strong> forma más eficiente puesto<br />

!<br />

que produce más emparejamientos por unidad <strong>de</strong> factores (<strong>de</strong>sempleados y vacantes);<br />

pero si existen rendimientos <strong>de</strong>crecientes (β + γ < 1), se presenta un efecto<br />

“aglomeración” en el cuál el nivel <strong>de</strong> búsqueda no mejora la eficiencia.<br />

19


!<br />

En ambas ecuaciones ((3) y (4)), A es un parámetro <strong>de</strong> eficiencia tecnológica <strong>de</strong> la<br />

función <strong>de</strong> matching, cambios en dicho parámetro provoca <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> la Curva<br />

<strong>de</strong> Beveridge (como en la figura 3), el cual se presume estructural y que refleja la<br />

habilidad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleado <strong>de</strong> emparejarse con vacantes en el proceso <strong>de</strong> búsqueda y<br />

selección. En la literatura se ha planteado que estos cambios en A pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>berse a<br />

aumentos o disminuciones en el esfuerzo <strong>de</strong> búsqueda <strong>de</strong> un <strong>de</strong>sempleado, en la<br />

efectividad <strong>de</strong> la misma, en la forma <strong>de</strong> anunciar las vacantes por parte <strong>de</strong> las empresas, o<br />

a las características <strong>de</strong>l pool <strong>de</strong> trabajadores <strong>de</strong>sempleados. También se ha nombrado la<br />

existencia <strong>de</strong> un efecto <strong>de</strong> histéresis, en don<strong>de</strong> el trabajador pier<strong>de</strong> capacidad para<br />

encontrar un empleo luego <strong>de</strong> un largo período <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo, el cual pue<strong>de</strong> ser causado<br />

por un <strong>de</strong>terioro en el capital humano <strong>de</strong>l trabajador -Okun (1973), Layard y Bean (1989)<br />

y Pissari<strong>de</strong>s (1992)- la habilidad para buscar empleo -Layard y Nickell (1987)- o una<br />

percepción negativa <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleado por parte <strong>de</strong> posibles empleadores -Blanchard y<br />

Diamond (1994). Manteniendo las otras variables y parámetros <strong>de</strong> la ecuación (3)<br />

inalteradas, un mayor valor <strong>de</strong> A llevará a un mayor número <strong>de</strong> contrataciones por<br />

período, por lo tanto, una mayor eficiencia en el proceso <strong>de</strong> emparejamiento entre<br />

<strong>de</strong>sempleados y vacantes.<br />

Si suponemos rendimientos constantes en la ecuación (4) u ocupamos directamente la<br />

ecuación (3), po<strong>de</strong>mos expresar la función <strong>de</strong> matching en términos <strong>de</strong> logaritmos <strong>de</strong> la<br />

siguiente forma:<br />

don<strong>de</strong><br />

!<br />

u = U<br />

L y<br />

!<br />

m = M<br />

L<br />

" U<br />

= A$ # L<br />

%<br />

(<br />

" V<br />

' $<br />

& # L<br />

%<br />

&<br />

)<br />

'<br />

(4’)<br />

ln(m) = ln(A) + " ln(u) + # ln(v) (5)<br />

v ! = V<br />

. Con A y m fijos, la ecuación (5) es la Curva <strong>de</strong> Beveridge, la que<br />

L<br />

muestra una relación negativa entre la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo y la tasa <strong>de</strong> vacantes.<br />

20


Partiendo <strong>de</strong> la ecuación (2), Pissari<strong>de</strong>s (2000) <strong>de</strong>sarrolla el mo<strong>de</strong>lo suponiendo tiempo<br />

continuo y que la probabilidad <strong>de</strong> que un trabajador empleado sea <strong>de</strong>spedido es<br />

esta forma la evolución en el tiempo <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo será:<br />

u •<br />

= " ( 1# u)<br />

# m u,v<br />

!<br />

". De<br />

( ) (6)<br />

<strong>de</strong> aquí se observa que la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo u crece si la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>spidos " es mayor<br />

!<br />

que la tasa <strong>de</strong> contrataciones, y viceversa. Igualando (6) a cero, para reflejar que en el<br />

estado estacionario la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo es constante, la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>spidos y la <strong>de</strong><br />

!<br />

!<br />

contrataciones <strong>de</strong>berán ser iguales, cumpliéndose en el equilibrio:<br />

[ ( ) ] (7)<br />

u * = 1<br />

" " # m u* ,v *<br />

La ecuación (7) muestra la relación <strong>de</strong> largo plazo entre las tasas <strong>de</strong> vacantes y <strong>de</strong><br />

!<br />

<strong>de</strong>sempleo en una economía, que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la probabilidad <strong>de</strong> ser <strong>de</strong>spedido " y <strong>de</strong> las<br />

contrataciones o matches<br />

m( u,v).<br />

Derivando la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo con respecto a las<br />

vacantes, se obtiene una primera <strong>de</strong>rivada negativa y una segunda positiva, resultando<br />

!<br />

una curva con pendiente negativa y convexa al origen, tal como se mostró en la figura 1.<br />

!<br />

Determinantes <strong>de</strong> los movimientos <strong>de</strong> la Curva <strong>de</strong> Beveridge.<br />

Una vez <strong>de</strong>rivada la Curva <strong>de</strong> Beveridge a partir <strong>de</strong> la función <strong>de</strong> matching el siguiente<br />

paso es <strong>de</strong>terminar como se pue<strong>de</strong> ver afectada la relación entre <strong>de</strong>sempleo y vacantes.<br />

Específicamente, se ha estudiado en la literatura el papel que juegan algunos shocks sobre<br />

el funcionamiento <strong>de</strong>l mercado laboral, y, por lo tanto, sobre la relación que <strong>de</strong>termina la<br />

curva, y se ha tratado <strong>de</strong> cuantificar la intensidad con que estas perturbaciones la afectan.<br />

Estos son los shocks <strong>de</strong> actividad agregada (<strong>de</strong>jando constante la reasignación <strong>de</strong> factores<br />

productivos en la economía), los shocks <strong>de</strong> reasignación <strong>de</strong> factores productivos o shocks<br />

sectoriales (<strong>de</strong>jando constante, en este caso, la actividad agregada) y, por último, los<br />

shocks <strong>de</strong> fuerza laboral o <strong>de</strong> población activa (<strong>de</strong>jando constante tanto la actividad<br />

21


agregada como la reasignación). Blanchard y Diamond (1989) fueron los primeros en<br />

<strong>de</strong>terminar el papel jugado por estos shocks, utilizan un mo<strong>de</strong>lo estándar <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo <strong>de</strong><br />

equilibrio basado en flujos laborales <strong>de</strong>scomponiendo los movimientos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo y<br />

las vacantes en términos <strong>de</strong> los tres shocks anteriores. Los shocks <strong>de</strong> actividad agregada,<br />

los shocks sectoriales y los shocks <strong>de</strong> fuerza laboral recogen, respectivamente, el efecto<br />

<strong>de</strong> los ciclos económicos, los cambios en el grado <strong>de</strong> <strong>de</strong>sajuste que acompaña al<br />

funcionamiento <strong>de</strong>l mercado laboral y, por último, las variaciones bruscas en la fuerza<br />

laboral.<br />

Anteriormente vimos que el ciclo económico produce movimientos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo y<br />

vacantes en direcciones opuestas, estas últimas lo hacen en la misma dirección que el<br />

ciclo mientras el <strong>de</strong>sempleo lo hace en sentido contrario. Pero como son los shocks <strong>de</strong><br />

actividad agregada los que dan forma al ciclo económico, la presencia <strong>de</strong> estos shocks<br />

producen movimientos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo y vacantes en direcciones opuestas, provocando<br />

movimientos sobre la misma curva a lo largo <strong>de</strong>l ciclo. Así, en períodos <strong>de</strong> expansión<br />

estaremos ubicados en la parte “alta” <strong>de</strong> la curva y en períodos <strong>de</strong> recesión nos<br />

ubicaremos en la parte “baja”, tal como se mostró anteriormente en la figura 2, aunque<br />

este análisis gráfico no nos dice nada acerca <strong>de</strong> la dinámica <strong>de</strong>l movimiento.<br />

Figura 5 – Efecto <strong>de</strong> shocks <strong>de</strong> actividad agregada.<br />

A<br />

Cuando la economía se enfrenta a un shock agregado negativo las empresas <strong>de</strong>ben<br />

contraer la producción, y, dado que el costo <strong>de</strong> cancelar una vacante es menor que el<br />

<br />

B<br />

22


costo <strong>de</strong> <strong>de</strong>spedir a un trabajador, es <strong>de</strong> esperar que primero caigan las vacantes<br />

ofrecidas por las empresas manteniendo el nivel <strong>de</strong> empleo o trabajo contratado y luego,<br />

cuando la recesión se profundiza y ya se cancelaron la mayoría <strong>de</strong> las vacantes (o las<br />

menos necesarias), se empiece a <strong>de</strong>spedir trabajadores aumentando fuertemente el<br />

<strong>de</strong>sempleo (las vacantes siguen disminuyendo pero mucho menos que al comienzo), <strong>de</strong><br />

esta forma el paso <strong>de</strong> un punto como A (expansión) a un punto como B (recesión) es a<br />

través <strong>de</strong> un arco que se encuentra por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la curva. Luego, cuando <strong>de</strong>saparece el<br />

shock transitorio y la economía vuelve a un período <strong>de</strong> expansión, el efecto anterior se<br />

revierte con un aumento <strong>de</strong> las vacantes y una disminución <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo, volviendo<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> B hacia A, pero esta vez a través <strong>de</strong> un arco ubicado sobre la curva reflejando el<br />

echo <strong>de</strong> que cuando comienza la recuperación <strong>de</strong> la economía lo primero que hacen las<br />

empresas es aumentar fuertemente las vacantes, y como <strong>de</strong>be existir un tiempo <strong>de</strong><br />

búsqueda y selección tanto por parte <strong>de</strong> la empresa como <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleado, el empleo no<br />

aumenta inmediatamente, luego a medida que pase el tiempo <strong>de</strong> búsqueda y selección las<br />

vacantes se irán llenando lentamente en un comienzo y fuertemente más tar<strong>de</strong>,<br />

disminuyendo con ello el <strong>de</strong>sempleo. Por lo tanto, los shocks <strong>de</strong> actividad agregada <strong>de</strong><br />

carácter transitorio tien<strong>de</strong>n a estar relacionados con giros en torno a la Curva <strong>de</strong><br />

Beveridge en sentido contrario a las manillas <strong>de</strong>l reloj, como se muestra en la figura 5.<br />

Figura 6 – Efecto <strong>de</strong> shocks sectoriales.<br />

v v<br />

• A<br />

C•<br />

• C’<br />

• B<br />

u u<br />

Los shocks <strong>de</strong> reasignación <strong>de</strong> factores productivos o shocks no simétricos entre distintos<br />

sectores <strong>de</strong> la economía (también conocidos como shocks sectoriales), en cambio,<br />

producen movimientos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo y las vacantes en el mismo sentido, provocando<br />

23


<strong>de</strong>splazamientos hacia fuera <strong>de</strong> la curva, por lo que las tasas <strong>de</strong> equilibrio <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo y<br />

vacantes aumentan al mismo tiempo.<br />

En el caso que la economía sufra shocks no simétricos entre los distintos sectores, por<br />

ejemplo, si uno <strong>de</strong> ellos es afectado por un shock recesivo, disminuye su <strong>de</strong>manda por<br />

ciertos tipos <strong>de</strong> trabajadores, por lo que disminuyen las vacantes ofrecidas y aumenta el<br />

<strong>de</strong>sempleo en ese sector (punto B <strong>de</strong> la figura 6), mientras que el otro sector pue<strong>de</strong> verse<br />

afectado por un shock expansivo, aumentando su <strong>de</strong>manda por ciertos tipos <strong>de</strong><br />

trabajadores, reduciendo el <strong>de</strong>sempleo y aumentando las vacantes ofrecidas (punto A <strong>de</strong><br />

la figura 6). En el agregado se observa que se mantiene un mayor nivel <strong>de</strong> vacantes y<br />

<strong>de</strong>sempleo. En este caso, la capacidad <strong>de</strong> la economía <strong>de</strong> generar mayor contrataciones se<br />

reduce (cambios en la función <strong>de</strong> matching) <strong>de</strong>splazando la Curva <strong>de</strong> Beveridge hacia<br />

fuera ubicándonos en C’ en vez <strong>de</strong> C (figura 6).<br />

Los shocks <strong>de</strong> reasignación pue<strong>de</strong>n provocar también cambios estructurales en la<br />

economía <strong>de</strong>bido a la pérdida <strong>de</strong> eficiencia en el proceso <strong>de</strong> matching entre <strong>de</strong>sempleados<br />

y vacantes, <strong>de</strong>bido, por ejemplo, a un aumento en la dispersión geográfica entre ambas<br />

variables, a una disminución en la intensidad <strong>de</strong> búsqueda <strong>de</strong> los trabajadores, etc. Esta<br />

pérdida <strong>de</strong> eficiencia en la función <strong>de</strong> matching se ve reflejada en un <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong><br />

la Curva <strong>de</strong> Beveridge hacia fuera, o en una disminución <strong>de</strong> contrataciones (o<br />

emparejamientos) para un mismo nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo y vacantes, como se muestra en la<br />

parte <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> la figura 6.<br />

24


Figura 7 – Efecto <strong>de</strong> histéresis y shocks <strong>de</strong> fuerza laboral.<br />

v v<br />

A• A•<br />

• E • E<br />

• D • D<br />

• B • B<br />

u u<br />

Desplazamientos hacia fuera <strong>de</strong> la curva también se pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>ber a shocks <strong>de</strong> actividad<br />

agregada (shocks transitorios <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda) que dan lugar a fenómenos <strong>de</strong> histéresis, ya<br />

que estos shocks pue<strong>de</strong>n aumentar la duración <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo lo cual produce una pérdida<br />

<strong>de</strong> capital humano y <strong>de</strong> eficiencia en la búsqueda <strong>de</strong> empleo por parte <strong>de</strong> esos<br />

trabajadores <strong>de</strong>sempleados, a<strong>de</strong>más, se produce una discriminación por parte <strong>de</strong> las<br />

empresas sobre aquellos trabajadores que llevan un largo tiempo <strong>de</strong>semplados. En este<br />

caso, la trayectoria <strong>de</strong>l movimiento no es A-B-A (como en la figura 5), sino que termina<br />

situándose en un punto como D, es <strong>de</strong>cir, a la <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> A (<strong>de</strong>l gráfico izquierdo <strong>de</strong> la<br />

figura 7), <strong>de</strong>bido al <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> la curva posterior al shock. Así, en caso <strong>de</strong><br />

histéresis, los shocks <strong>de</strong> actividad agregada podrían tener efectos permanentes sobre el<br />

<strong>de</strong>sempleo y las vacantes, al igual que los shocks puros <strong>de</strong> reasignación.<br />

Finalmente están los shocks <strong>de</strong> fuerza laboral o shocks <strong>de</strong> oferta <strong>de</strong> trabajo, son aquellos<br />

que afectan la fuerza laboral pero sin aumentos o disminuciones simultáneas <strong>de</strong>l factor<br />

capital. Como en el gráfico <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> la figura 7, un shock positivo <strong>de</strong> fuerza laboral<br />

aumentará inicialmente la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo y disminuirá la tasa <strong>de</strong> vacantes, dado que el<br />

nivel <strong>de</strong> éstas permanece fijo por el supuesto anterior sobre el capital, por lo tanto, en el<br />

corto plazo se producirán trayectorias <strong>de</strong>l tipo A-E. A medida que aumente la razón u/v,<br />

aumentará la efectividad <strong>de</strong>l matching, con lo que la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo volverá a<br />

disminuir. A medida que una disminución <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo se vaya traduciendo en un<br />

25


incremento <strong>de</strong> la utilización <strong>de</strong> la capacidad productiva, aumentará la inversión y con ello<br />

el número <strong>de</strong> vacantes, induciendo una trayectoria <strong>de</strong> vuelta <strong>de</strong>s<strong>de</strong> E hasta A. Así, los<br />

shocks <strong>de</strong> fuerza laboral no tienen efectos permanentes sobre el <strong>de</strong>sempleo y vacantes,<br />

aunque en el corto plazo tien<strong>de</strong>n a aumentar el número <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleados.<br />

Rendimientos a escala en la función <strong>de</strong> matching.<br />

Se mencionó anteriormente, que generalmente en la literatura se utiliza una función <strong>de</strong><br />

matching bien comportada con rendimientos constantes a escala, con lo que las<br />

contrataciones variarían proporcionalmente ante cambios en el <strong>de</strong>sempleo y en las<br />

vacantes. Es así como los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> búsqueda en el mercado laboral se basan en la<br />

existencia <strong>de</strong> esta función que <strong>de</strong>scribe la tecnología <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> formación <strong>de</strong> empleo<br />

relacionando contrataciones con <strong>de</strong>sempleo y vacantes. Las propieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l equilibrio <strong>de</strong><br />

dichos mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n esencialmente <strong>de</strong> las características <strong>de</strong> la tecnología <strong>de</strong>l<br />

matching.<br />

La mayoría <strong>de</strong> los trabajos que estudian empíricamente funciones <strong>de</strong> matching agregadas<br />

y la Curva <strong>de</strong> Beveridge aceptan generalmente la existencia <strong>de</strong> una función <strong>de</strong> la forma<br />

log-lineal con retornos constantes a escala y aplican dichas especificaciones en sus<br />

estimaciones, por ejemplo, los trabajos <strong>de</strong> Pissari<strong>de</strong>s (1986), Layard, Nickell y Jackman<br />

(1991), van Ours (1991), Burda (1993), Berman (1997), Coles y Smith (1998), An<strong>de</strong>rson<br />

y Burguess (2000), etc., en todos ellos la especificación utilizada encaja bien con los<br />

datos. 5<br />

Pissari<strong>de</strong>s (2000) asume la existencia <strong>de</strong> retornos constantes a escala argumentando<br />

razones similares a las que se dan al asumirlos en las funciones <strong>de</strong> producción agregadas:<br />

tiene soporte empírico, plausibilidad y en una economía creciente los retornos constantes<br />

aseguran una tasa constante <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo a lo largo <strong>de</strong> la senda <strong>de</strong> crecimiento. Similar<br />

razón elu<strong>de</strong> Petrongolo (2001) al afirmar que la suposición <strong>de</strong> retornos constantes en la<br />

5 Una completa revisión <strong>de</strong> las especificaciones usadas en la estimación <strong>de</strong> funciones <strong>de</strong> matching<br />

agregadas y <strong>de</strong>sagregadas se pue<strong>de</strong> encontrar en Petrongolo y Pissari<strong>de</strong>s (2001).<br />

26


función <strong>de</strong> matching es crucial para asegurar la unicidad <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo a lo<br />

largo <strong>de</strong> la senda <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong> estado estacionario. En cambio, surge un equilibrio<br />

múltiple cuando la función <strong>de</strong> matching muestra retornos crecientes. En este último caso,<br />

aún políticas temporales pue<strong>de</strong>n sacar a una economía <strong>de</strong> un nivel ineficiente <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sempleo. Un equilibrio múltiple también pue<strong>de</strong> explicar por qué las economías pue<strong>de</strong>n<br />

estancarse en altos niveles <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo aún cuando el shock negativo inicial fuera <strong>de</strong><br />

carácter transitorio. Petrongolo estudia la importancia <strong>de</strong> tener retornos constantes a<br />

escala estimando funciones <strong>de</strong> riesgo individuales en una muestra <strong>de</strong> recién<br />

<strong>de</strong>sempleados <strong>de</strong>l Reino Unido. Testea la existencia <strong>de</strong> dichos retornos revisando si las<br />

probabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> reempleo <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n sólo <strong>de</strong> la estrechez <strong>de</strong>l mercado laboral local o si<br />

también <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> fuerza laboral, encontrando que el tamaño <strong>de</strong>l pool <strong>de</strong><br />

trabajadores que están buscando empleo no afecta la tasa <strong>de</strong> matching, lo cual permite no<br />

rechazar la hipótesis <strong>de</strong> retornos constantes.<br />

Los retornos a escala en las funciones <strong>de</strong> matching juegan un papel más importante en<br />

mo<strong>de</strong>los con esfuerzos <strong>de</strong> búsqueda endógenos. En dichos mo<strong>de</strong>los, los retornos a la<br />

búsqueda <strong>de</strong> cada tipo <strong>de</strong> agente (trabajador y empleador) <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> lo que hagan los<br />

otros agentes 6 . Las externalida<strong>de</strong>s que ocasiona la búsqueda <strong>de</strong>terminan la relación entre<br />

la eficiencia <strong>de</strong>l matching y el tamaño <strong>de</strong>l mercado, por lo tanto, el grado <strong>de</strong><br />

homogeneidad <strong>de</strong> la tecnología <strong>de</strong>l matching. Estos mo<strong>de</strong>los consi<strong>de</strong>ran dos tipos <strong>de</strong><br />

externalida<strong>de</strong>s generadas por los agentes cuando ellos se incorporan a la búsqueda, una<br />

positiva sobre un agente <strong>de</strong>l otro tipo al aumentar la probabilidad <strong>de</strong> encontrar un match,<br />

disminuyendo el costo <strong>de</strong> búsqueda <strong>de</strong> los otros tipos <strong>de</strong> agentes, y una externalidad<br />

negativa en agentes <strong>de</strong>l mismo tipo al aumentar el número <strong>de</strong> competidores para un<br />

mismo match, aumentando el costo <strong>de</strong> búsqueda para agentes <strong>de</strong> su tipo 7 . El efecto neto<br />

<strong>de</strong> las externalida<strong>de</strong>s pue<strong>de</strong> hacer a la eficiencia <strong>de</strong>l matching in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong>l número<br />

<strong>de</strong> agentes en el mercado, lo que implicaría retornos constantes a escala. En el caso<br />

particular <strong>de</strong> la función <strong>de</strong> matching presentada en (1), existe un único nivel <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sempleo y vacantes que iguala los flujos hacia y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el <strong>de</strong>sempleo. Sin embargo,<br />

6 Por ejemplo, encontrar trabajo se hace más difícil cuando hay mucha gente buscando empleo.<br />

7 La primera externalidad recibe el nombre <strong>de</strong> thin market y la segunda el <strong>de</strong> congestión.<br />

27


!<br />

aumentos en el esfuerzo <strong>de</strong> búsqueda por parte <strong>de</strong> un tipo <strong>de</strong> agente no sólo disminuyen<br />

los costos <strong>de</strong> búsqueda <strong>de</strong>l otro tipo, sino que llevan también a aumentar sus esfuerzos <strong>de</strong><br />

búsqueda, con lo que el matching podría mostrar retornos crecientes a escala.<br />

Otros trabajos han estimado retornos crecientes a escala, aunque estas divergencias son<br />

bastante leves. Blanchard y Diamond (1989) estimaron la siguiente función <strong>de</strong> matching:<br />

ln( Ht ) = " + # ln( Ut$1) + % ln( Vt$1) + &T + 't , no pudiendo rechazar la hipótesis <strong>de</strong> retornos<br />

constantes a escala ( " + # =1) cuando lo hicieron usando MICO, pero cuando la<br />

estimaron usando Variables Instrumentales (VI) los retornos a escala aumentaron<br />

ligeramente. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que los resultados usando VI son<br />

!<br />

bastante sensibles al instrumento usado, con lo cual concluyen que la función <strong>de</strong><br />

matching estimada presenta retornos constantes a escala, o tal vez, ligeros rendimientos<br />

crecientes. Warren (1996) estima retornos a escala usando una especificación translog <strong>de</strong><br />

la función <strong>de</strong> matching, rechazando la hipótesis <strong>de</strong> retornos constantes a escala a favor <strong>de</strong><br />

retornos crecientes. Yashiv (2000) encuentra resultados similares tanto en una función<br />

con especificación translog como en otra log-lineal.<br />

Baker et al (1996) argumentan que las estimaciones existentes no proveen evi<strong>de</strong>ncia<br />

convincente en contra <strong>de</strong> la hipótesis <strong>de</strong> retornos crecientes en el matching y que hay<br />

muchos problemas en la estimación <strong>de</strong> funciones <strong>de</strong> matching que probablemente llevan<br />

a una subestimación <strong>de</strong> dichos retornos. Como en varios trabajos se supone que el pool<br />

relevante <strong>de</strong> trabajadores que buscan empleo es proporcional al stock <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo, los<br />

autores plantean que esta suposición es una potencial fuente <strong>de</strong> subestimación <strong>de</strong> los<br />

retornos a escala. Dado que los que buscan empleo estando empleados (on-the-job<br />

search) son una fracción significativa <strong>de</strong>l flujo <strong>de</strong> contrataciones y la cual <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l<br />

estado <strong>de</strong>l ciclo económico (en períodos <strong>de</strong> recesión aumenta el on-the-job search),<br />

pue<strong>de</strong> que dicha medida esté correlacionada con la <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo, generando las<br />

subestimaciones encontradas. Usando datos <strong>de</strong> flujos brutos en Canadá, estiman<br />

funciones <strong>de</strong> matching para el agregado y cinco regiones, en cada caso, al usar como<br />

variable <strong>de</strong>pendiente las contrataciones fuera <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo, encontraron retornos<br />

crecientes a escala, siendo éste el principal resultado <strong>de</strong> su trabajo. Su argumento teórico<br />

28


para apoyar la hipótesis <strong>de</strong> rendimientos crecientes se basa en la existencia <strong>de</strong> dos<br />

economías, las cuales combinando sus stock <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleados y vacantes <strong>de</strong>terminan un<br />

nivel <strong>de</strong> contrataciones. Ambas economías son idénticas, pero están físicamente<br />

separadas, con lo que los <strong>de</strong>sempleados <strong>de</strong> una economía no se pue<strong>de</strong>n emparejar con las<br />

vacantes <strong>de</strong> la otra, por lo tanto, al doblar el número <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleados y vacantes, se<br />

doblarán las contrataciones, obteniendo retornos constantes. En cambio, si ambas<br />

economías se pudieran mezclar, y los <strong>de</strong>sempleados <strong>de</strong> una <strong>de</strong> ellas pudieran emparejarse<br />

con vacantes <strong>de</strong> la otra, entonces habría un mayor aumento en el número <strong>de</strong> matches y,<br />

por lo tanto, retornos crecientes.<br />

En síntesis, dado que la literatura empírica acepta la existencia una función agregada <strong>de</strong><br />

matching estable, que satisface las restricciones <strong>de</strong> una función Cobb-Douglas con<br />

rendimientos constantes a escala en vacantes y <strong>de</strong>sempleo, y cuya especificación es<br />

globalmente bien comportada 8 , sumado al echo <strong>de</strong> que retornos constantes aseguran la<br />

existencia <strong>de</strong> una única tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo en la senda <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong> estado<br />

estacionario, permiten concluir que es correcto asumir rendimientos constantes a escala<br />

en la función <strong>de</strong> matching que da sustento a la Curva <strong>de</strong> Beveridge como la relación <strong>de</strong><br />

equilibrio que iguala los flujos hacia y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el <strong>de</strong>sempleo.<br />

IV. Índice <strong>de</strong> vacantes<br />

La Curva <strong>de</strong> Beveridge es la relación <strong>de</strong> equilibrio entre vacantes y <strong>de</strong>sempleo. Como<br />

generalmente no hay datos que reflejen la totalidad <strong>de</strong> las vacantes ofrecidas, se usa como<br />

Proxy un índice <strong>de</strong> vacantes que contabiliza los avisos <strong>de</strong> ofrecimientos <strong>de</strong> puestos <strong>de</strong><br />

trabajo publicados en los periódicos <strong>de</strong> mayor circulación <strong>de</strong> las mayores zonas urbanas<br />

<strong>de</strong> un país o región. La gran ventaja <strong>de</strong> esta metodología es que permite recurrir a una<br />

larga serie solamente recurriendo a los archivos <strong>de</strong> los periódicos. Sin embargo, como<br />

8 La especificación Cobb-Douglas representa a<strong>de</strong>cuadamente la propiedad <strong>de</strong> que ningún trabajo pue<strong>de</strong> ser<br />

creado cuando uno <strong>de</strong> las variables es cero.<br />

29


toda proxy, tiene problemas muestrales y <strong>de</strong> construcción, los cuales han sido tratados en<br />

la literatura.<br />

El Conference Board <strong>de</strong> los EE.UU. es el encargado <strong>de</strong> construir el Help-Wanted In<strong>de</strong>x,<br />

índice que contabiliza los avisos <strong>de</strong> ofrecimiento <strong>de</strong> empleo publicados en los periódicos<br />

<strong>de</strong> las 51 zonas urbanas más importantes <strong>de</strong> ese país 9 . Este índice es un stock, ya que<br />

contabiliza el número total <strong>de</strong> puestos ofrecidos en cada momento <strong>de</strong>l tiempo. Se<br />

construye <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1964 usándose el mismo procedimiento. Estas series están disponibles en<br />

base mensual <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1951. El porcentaje <strong>de</strong>l empleo no agrícola cubierto por estas 51<br />

zonas urbanas es <strong>de</strong> aproximadamente 49%. Para que exista consistencia en la<br />

información suministrada por los periódicos, el Conference Board pi<strong>de</strong> incluir en los<br />

reportes información <strong>de</strong> vacantes tanto <strong>de</strong>l año como <strong>de</strong>l mes anterior adicional a la<br />

información <strong>de</strong>l mes corriente. El conteo <strong>de</strong> los avisos es llevado a cabo por cada<br />

periódico, el cual es enviado una vez al mes al Conference Board, quien los ajusta para<br />

tomar en cuenta la diferencia en los días <strong>de</strong> semana y domingos a través <strong>de</strong> meses y luego<br />

son ajustados por variaciones estacionales. El conteo <strong>de</strong> cada ciudad se normaliza con<br />

base 100 a 1987. Finalmente se agregan las cifras usando las pon<strong>de</strong>raciones <strong>de</strong> la nómina<br />

<strong>de</strong> empleos no agrícolas, y se obtiene el National Help-Wanted In<strong>de</strong>x.<br />

Este índice ha sido utilizado por muchos trabajos para la estimación <strong>de</strong> la Curva <strong>de</strong><br />

Beveridge y para el estudio <strong>de</strong> los shocks que afectan al mercado <strong>de</strong>l trabajo. Algunos <strong>de</strong><br />

estos trabajos son: Abraham (1987), Schager (1987), Blanchard y Diamond (1989),<br />

Jackman, Layard y Pissari<strong>de</strong>s (1989), Feve y Langot (1996), Berman (1997), Bleakley y<br />

Fuhrer (1997), Gross (1997), Entfort (1998), Wall y Zoega (2002), Shimer (2005), etc.<br />

Pese a lo anterior, Abraham (1987) realiza un profundo análisis <strong>de</strong>l Help-Wanted In<strong>de</strong>x y<br />

su relación con las vacantes y el <strong>de</strong>sempleo, planteando una serie <strong>de</strong> problemas en la<br />

construcción <strong>de</strong>l índice, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> cambios estructurales en el mercado laboral y en la<br />

industria <strong>de</strong> periódicos que lo llevarían a presentar sesgos, estos problemas son:<br />

9 Se contabiliza sólo un periódico por ciudad, para evitar contar una misma vacante publicada en diferentes<br />

periódicos.<br />

30


- No se toma en cuenta el número <strong>de</strong> puestos ofrecidos por aviso (si no dice el<br />

número <strong>de</strong> vacantes, se asume que es una). De esta forma, pesa lo mismo un aviso<br />

que ofrece quince puestos <strong>de</strong> trabajo a tiempo completo que un aviso que ofrece<br />

un puesto <strong>de</strong> medio tiempo.<br />

- La contabilidad <strong>de</strong> avisos difiere levemente entre los periódicos. Por ejemplo,<br />

algunos periódicos toman en cuenta los avisos publicados por agencias <strong>de</strong> empleo,<br />

mientras otros no.<br />

- Trabajos administrativos son más propensos a ser publicados que trabajos <strong>de</strong><br />

planta (white-collar vs blue-collar jobs). Por lo tanto, los cambios <strong>de</strong> la<br />

composición ocupacional en los últimos años pue<strong>de</strong>n haber inducido a cambios en<br />

el Help-Wanted In<strong>de</strong>x.<br />

- Cambios en las prácticas <strong>de</strong> anuncio <strong>de</strong> vacantes por parte <strong>de</strong> los empleadores se<br />

reflejarían en una mayor disposición a anunciar cualquier puesto vacante a la que<br />

hubieran tenido en el pasado. Estos cambios se <strong>de</strong>ben a una creciente “Equal<br />

Employments Opportunity” (EEO) y “affirmative action pressures” o por alguna<br />

otra razón. El término EEO fue creado por el presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> los EE.UU. Lyndon<br />

Johnson cuando firmó la Executive Or<strong>de</strong>r 11246 para prohibir a contratistas<br />

fe<strong>de</strong>rales discriminar contra trabajadores en base a la raza, sexo, credo, religión,<br />

color, o nacionalidad. Las “affirmative action pressures” son políticas que<br />

intentan promover el acceso a la educación o al empleo <strong>de</strong> grupos socio-políticos<br />

históricamente no dominantes (como minorías y mujeres). Su motivación es<br />

reparar los efectos <strong>de</strong> discriminaciones pasadas y promover instituciones públicas<br />

como universida<strong>de</strong>s, hospitales y fuerzas policiales para que sean más<br />

representativa <strong>de</strong> la población. Esto es comúnmente alcanzado a través <strong>de</strong><br />

programas orientados <strong>de</strong> entrenamiento, o dando tratos preferenciales a<br />

postulantes <strong>de</strong> grupos socio-políticos <strong>de</strong>saventajados y en otros casos a través <strong>de</strong>l<br />

uso <strong>de</strong> cuotas. Las “affirmative action pressures” tienen un efecto significativo en<br />

las prácticas <strong>de</strong> personal <strong>de</strong> los empleadores, incluyendo sus prácticas <strong>de</strong><br />

reclutamiento, por lo tanto es probable que éstas y las EEO puedan causar al<br />

menos un incremento en el volumen <strong>de</strong> avisos <strong>de</strong> vacantes <strong>de</strong> empleo, a pesar <strong>de</strong><br />

que los gobiernos están más preocupados <strong>de</strong> apuntar sus esfuerzos a que las<br />

31


firmas contraten a minorías y mujeres a que las empresas publiquen sus vacantes<br />

<strong>de</strong> empleo en los periódicos. Si bien Abraham no muestra evi<strong>de</strong>ncia directa <strong>de</strong> la<br />

influencia <strong>de</strong> los EEO y “affirmative action pressures”, si tiene información <strong>de</strong><br />

los cambios en las prácticas <strong>de</strong> anuncio <strong>de</strong> los empleadores <strong>de</strong>s<strong>de</strong> fines <strong>de</strong> los<br />

1960s, a partir <strong>de</strong> estos datos estima que las prácticas anteriores elevaron el<br />

volumen <strong>de</strong>l índice aproximadamente 10 por ciento entre fines <strong>de</strong> los 1960 y fines<br />

<strong>de</strong> los 1970s.<br />

- Una disminución <strong>de</strong> la competencia en la industria <strong>de</strong> periódicos pue<strong>de</strong> haber<br />

causado un aumento en el número <strong>de</strong> avisos publicados por encima <strong>de</strong>l verda<strong>de</strong>ro<br />

volumen <strong>de</strong> vacantes, ya que al haber menos competidores, los empleadores<br />

estarían más propensos a avisar la existencia <strong>de</strong> vacantes en las encuestas.<br />

Una forma alternativa <strong>de</strong> ver si el índice construido en base a los avisos en los periódicos<br />

son una buena medida <strong>de</strong>l verda<strong>de</strong>ro nivel <strong>de</strong> vacantes <strong>de</strong> empleo es comparando el<br />

movimiento <strong>de</strong> ambas variables durante un mismo período <strong>de</strong> tiempo. Existen datos <strong>de</strong><br />

vacantes <strong>de</strong> empleo para el estado <strong>de</strong> Minnesota durante el período 1972 -1981 obtenidos<br />

<strong>de</strong> una encuesta a empresas.<br />

La figura 8 muestra el movimiento conjunto <strong>de</strong>l Conference Board’s Help-Wanted In<strong>de</strong>x<br />

normalizado (línea discontinua) junto a la tasa <strong>de</strong> vacantes para Minnesota (línea<br />

continua) entre 1972 y 1981. Ambas parecen moverse bastante juntas a excepción <strong>de</strong>l<br />

final <strong>de</strong>l período, en don<strong>de</strong> el índice cae en relación a la tasa <strong>de</strong> vacantes. Como la<br />

encuesta usada para recolectar los datos <strong>de</strong> vacantes <strong>de</strong> empleo fue discontinuada en<br />

1981, la discrepancia entre ambas variables al final <strong>de</strong>l período comparado se podría<br />

<strong>de</strong>ber a problemas relacionados con el término <strong>de</strong> la encuesta más que a problemas con la<br />

serie <strong>de</strong>l índice. Por lo tanto, en base a esta comparación gráfica se sugiere que éste<br />

índice es una buena Proxy <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> vacantes.<br />

32


Figura 8 – Comparación entre el Help-Wanted In<strong>de</strong>x y la Tasa <strong>de</strong> Vacantes <strong>de</strong> Empleo para<br />

Minnesota. 10<br />

Aún así, el análisis anterior presenta limitaciones:<br />

- La muestra es <strong>de</strong> sólo 10 años.<br />

- La fuerza laboral <strong>de</strong> Minnesota está compuesta por una menor proporción <strong>de</strong><br />

minorías (raza no blanca) que la <strong>de</strong>l país en su totalidad. (1.8% vs. 12% en 1978).<br />

- No ha habido cambios sustanciales en la participación <strong>de</strong> mercado <strong>de</strong> los dos<br />

principales periódicos <strong>de</strong>l área metropolitana Minneapolis-St. Paul, a diferencia<br />

<strong>de</strong>l resto <strong>de</strong>l país.<br />

Como no se po<strong>de</strong>mos basarnos solamente en una observación visual para <strong>de</strong>terminar si el<br />

índice es un buen predictor <strong>de</strong> las vacantes (a pesar <strong>de</strong> que su comportamiento es bastante<br />

parecido) Abraham propone un índice ajustado por las 3 principales fuentes <strong>de</strong> problemas<br />

estructurales que podría presentar el índice original: el “Índice Help-Wanted Ajustado” 11 .<br />

El índice (normalizado) <strong>de</strong>scrito anteriormente se presenta en la primera columna <strong>de</strong> la<br />

tabla 1.A <strong>de</strong>l anexo. Los problemas por los que se corrige son posibles cambios<br />

estructurales en la <strong>de</strong>manda laboral y en la industria <strong>de</strong> periódicos, ya que pue<strong>de</strong>n alterar<br />

10 Fuente: Abraham (1987)<br />

11 El objetivo inicial era para po<strong>de</strong>r explicar un posible <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> la relación vacantes-<strong>de</strong>sempleo<br />

tanto en EEUU como en Europa.<br />

33


el volumen <strong>de</strong> avisos. El factor <strong>de</strong> ajuste que se utiliza se presenta en la segunda columna<br />

<strong>de</strong> la tabla, y la serie ajustada aparece en la tercera.<br />

t<br />

j=1<br />

3<br />

El factor es igual a: " " (1+ xij), don<strong>de</strong> xij es el flujo proporcional en el volumen <strong>de</strong><br />

i=1<br />

avisos <strong>de</strong> vacantes <strong>de</strong>bido al factor i en el período j. Los tres factores <strong>de</strong> cambios en los<br />

anuncios <strong>de</strong> vacantes son aquellos ! en la composición ocupacional, cambios en las<br />

!<br />

prácticas <strong>de</strong> anuncio <strong>de</strong> vacantes por parte <strong>de</strong> los empleadores (EEO y “affirmative action<br />

pressures”) y, por último, en la intensidad <strong>de</strong> la competencia entre los periódicos. Es <strong>de</strong><br />

mucha importancia la disminución <strong>de</strong> la competencia sobre el factor en los 60s y 1980s,<br />

mientras los cambios en las prácticas <strong>de</strong> los empleadores tiene su mayor influencia en los<br />

70s. Debido a estos ajustes, el índice es <strong>de</strong>flactado hasta en un 35%.<br />

Si en los 70s fueron los “EEO” y los “affirmative action pressures” los que aumentaron<br />

el nivel <strong>de</strong> vacantes anunciadas en los periódicos, últimamente los anuncios <strong>de</strong> vacantes<br />

<strong>de</strong> empleo por Internet (y otros medios alternativos) han aparecido como un sustituto<br />

cada vez más efectivo <strong>de</strong>l anuncio <strong>de</strong> vacantes en los periódicos.<br />

Es así como factores que no están relacionados con la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> trabajo pue<strong>de</strong>n alterar<br />

el volumen <strong>de</strong> los anuncios <strong>de</strong> vacantes en dichos medios <strong>de</strong> comunicación y el índice <strong>de</strong><br />

vacantes construido en base a esos anuncios, por lo que una simple extensión <strong>de</strong> los<br />

ajustes hechos por Abraham no pue<strong>de</strong> captar con precisión las ten<strong>de</strong>ncias en el Help-<br />

Wanted In<strong>de</strong>x que no están relacionadas con la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> trabajo.<br />

Una forma <strong>de</strong> analizar los efectos anteriores es la que propone Shimer (2005), utilizando<br />

un método <strong>de</strong> suavización <strong>de</strong> datos llamado “Filtro <strong>de</strong> Hodrick-Prescott” (HP), el cual<br />

remueve las fluctuaciones <strong>de</strong> corto plazo asociadas al ciclo económico, para obtener una<br />

buena estimación <strong>de</strong>l componente <strong>de</strong> ten<strong>de</strong>ncia a largo plazo <strong>de</strong> una serie. La figura 9<br />

muestra la serie <strong>de</strong>l Help-Wanted In<strong>de</strong>x y su ten<strong>de</strong>ncia.<br />

34


Figura 9 – Ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l Help-Wanted In<strong>de</strong>x. 12<br />

Se observa en la figura que el índice presenta bruscas oscilaciones cíclicas, mostrando<br />

una ten<strong>de</strong>ncia al alza hasta 1990 y luego a la baja (tanto en la línea que muestra la<br />

ten<strong>de</strong>ncia como en la cima <strong>de</strong> las oscilaciones) la que se podría asociar a la aparición <strong>de</strong><br />

Internet y otros medios <strong>de</strong> publicación <strong>de</strong> vacantes alternativo a los periódicos.<br />

Usando el enfoque propuesto por Shimer, Valletta (2005) discute como se pue<strong>de</strong> ajustar<br />

el Help-Wanted In<strong>de</strong>x por los factores no relacionados con la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> trabajo que<br />

afectan el nivel <strong>de</strong>l índice, para obtener una mejor medida <strong>de</strong> los movimientos <strong>de</strong> corto y<br />

largo plazo <strong>de</strong> las vacantes <strong>de</strong> empleo. En un ejercicio similar al realizado por Abraham<br />

(1987), compara el índice <strong>de</strong> vacantes ajustado con una nueva medida directa <strong>de</strong> vacantes<br />

abiertas, recolectada por la encuesta JOLTS. 13 La figura 10 muestra los valores<br />

mensuales <strong>de</strong> vacantes abiertas, el índice <strong>de</strong> vacantes y el índice ajustado por Hodrick-<br />

Prescott. Cuando se remueve la ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> largo plazo, el índice <strong>de</strong> vacantes se ajusta<br />

bastante bien al movimiento <strong>de</strong> apertura <strong>de</strong> vacantes medido por la JOLTS.<br />

12 Datos trimestrales. Fuente: Shimer (2004).<br />

13 Job Openings and Labor Force Turnover Survey (JOLTS), <strong>de</strong>l U.S. Bureau of Labor Statistics (BLS).<br />

Disponible <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Diciembre <strong>de</strong>l 2000. Más información en: http://www.bls.gov/jlt/home.htm<br />

35


Figura 10 – Vacantes (JOLTS) y Help-Wanted In<strong>de</strong>x. 14<br />

Po<strong>de</strong>mos observar que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una marcada <strong>de</strong>clinación, el índice se ha mantenido en<br />

un nivel estable <strong>de</strong>s<strong>de</strong> fines <strong>de</strong>l 2002. La diferencia entre la medida <strong>de</strong> vacantes <strong>de</strong> la<br />

JOLTS y el índice está dada por la ten<strong>de</strong>ncia a la baja mostrada por el índice en el último<br />

tiempo, mientras que cuando se le es removida la ten<strong>de</strong>ncia el índice muestra un<br />

comportamiento bastante similar al <strong>de</strong> las vacantes, con una pequeña ten<strong>de</strong>ncia al alza<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> mediados <strong>de</strong>l 2003. Las evi<strong>de</strong>ncias mostradas por Valletta sugieren que el Help-<br />

Wanted In<strong>de</strong>x es un buen medidor <strong>de</strong> cambios en las vacantes <strong>de</strong> empleo, sobre todo<br />

cuando se ajusta por ten<strong>de</strong>ncias no relacionadas con la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> trabajo.<br />

Sin embargo, la serie <strong>de</strong> la JOLTS esta disponible sólo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Diciembre <strong>de</strong>l 2000, cerca<br />

<strong>de</strong> la cima <strong>de</strong> la última expansión, lo que limitaría su uso para analizar el ciclo económico<br />

hasta que la serie no incluya por lo menos un ciclo completo.<br />

Índice <strong>de</strong> vacantes en Chile.<br />

Siguiendo la metodología <strong>de</strong>sarrollada en el trabajo <strong>de</strong> Bellani et al (2002), el Banco<br />

Central <strong>de</strong> Chile construye el Índice <strong>de</strong> Vacantes en base a los avisos <strong>de</strong> ofrecimiento <strong>de</strong><br />

14 Cada serie es normalizada a 100 en Diciembre <strong>de</strong>l 2000 para po<strong>de</strong>r ser comparadas en el tiempo sobre la<br />

misma base. Fuente: Valletta (2005).<br />

36


empleo publicados los domingos en los periódicos más importantes <strong>de</strong> las cinco zonas<br />

urbanas más pobladas <strong>de</strong>l país, abarcando aproximadamente el 49% <strong>de</strong> la población total<br />

(Censo 2002). Los periódicos son: El Mercurio <strong>de</strong> Antofagasta, El Mercurio <strong>de</strong><br />

Valparaíso, El Mercurio <strong>de</strong> Santiago, El Sur <strong>de</strong> Concepción y Austral <strong>de</strong> Temuco 15 . La<br />

contabilización <strong>de</strong> vacantes consi<strong>de</strong>ra al número <strong>de</strong> plazas que fueron ofrecidas en cada<br />

aviso, a excepción <strong>de</strong> que su número no sea especificado, en cuyo caso se cuenta como si<br />

fuese una. El período muestral va <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1986 hasta la fecha en frecuencia mensual y<br />

trimestral.<br />

Bellani et al (2002) corrigen el número <strong>de</strong> vacantes contabilizadas en los periódicos para<br />

consi<strong>de</strong>rar problemas tales como que la probabilidad <strong>de</strong> que un aviso <strong>de</strong> vacante sea<br />

publicado difiere entre tipos ocupacionales (problemas <strong>de</strong> representatividad), a<strong>de</strong>más <strong>de</strong><br />

que dicha probabilidad no es constante en el tiempo. Otro problema es que se <strong>de</strong>ja afuera<br />

a ciertos sectores productivos que no están presentes en zonas urbanas. Para corregir por<br />

lo anterior 16 :<br />

- Se excluyen los sectores agrícola y construcción, dado que la publicación <strong>de</strong><br />

avisos para estos sectores es bastante irregular.<br />

- Se pon<strong>de</strong>ran los avisos <strong>de</strong> vacantes para que se acomo<strong>de</strong>n a la distribución por<br />

categoría y región <strong>de</strong>l empleo, excluyendo a los grupos que generalmente no se<br />

publican en los periódicos (gerentes, obreros, etc.)<br />

Con estas correcciones, los autores <strong>de</strong> dicho trabajo construyen 3 versiones <strong>de</strong>l índice 17 :<br />

el primero no presenta modificaciones y los otros dos ajustan la muestra a la distribución<br />

<strong>de</strong>l empleo. Estos son:<br />

15<br />

En el caso <strong>de</strong> los diarios <strong>de</strong> provincia se incluyen a<strong>de</strong>más los avisos <strong>de</strong>stacados que se encuentren en el<br />

respectivo suplemento.<br />

16<br />

Para correcciones y pon<strong>de</strong>raciones fueron usados datos <strong>de</strong> empleo por región y total <strong>de</strong>l país <strong>de</strong> la<br />

Encuesta Nacional <strong>de</strong> Empleo y Ocupación <strong>de</strong>l <strong>Instituto</strong> Nacional <strong>de</strong> Estadísticas (INE).<br />

17 Bellani et al (2002) estiman Curvas <strong>de</strong> Beveridge para 5 regiones y para el total <strong>de</strong>l país utilizando las<br />

versiones (9) y (10) <strong>de</strong>l Índice <strong>de</strong> Vacantes, respectivamente. En la siguiente sección <strong>de</strong> esta tesis, a<strong>de</strong>más,<br />

se corrige la versión (8) <strong>de</strong>l índice y con ella se estima una nueva curva para la ciudad <strong>de</strong> Santiago y para<br />

Chile.<br />

37


1. El primer índice no está corregido, así, las vacantes en t para cada grupo<br />

ocupacional j son sumadas entre regiones i.<br />

j " = " Vit V t = V it<br />

i<br />

" (8)<br />

i<br />

2. Las vacantes en t <strong>de</strong> cada región i son pon<strong>de</strong>radas por la estructura <strong>de</strong>l empleo<br />

!<br />

según tipos ocupacionales en el momento τ, usado como referencia para luego ser<br />

agregadas para obtener el total <strong>de</strong>l país.<br />

" = " "<br />

V t = V it<br />

i<br />

i<br />

j<br />

$<br />

&<br />

%<br />

3. Finalmente se pon<strong>de</strong>ra los índices regionales obtenidos anteriormente por la<br />

!<br />

estructura <strong>de</strong>l empleo entre regiones (los pon<strong>de</strong>radores son calculados usando<br />

j<br />

Vi# j<br />

Vi# ' $<br />

) &<br />

( %<br />

i<br />

E i#<br />

E i#<br />

'<br />

j<br />

) Vit (9)<br />

(<br />

datos promedios anuales, <strong>de</strong> manera que la base cambia año a año en la serie).<br />

V t =<br />

)<br />

i<br />

#<br />

%<br />

$<br />

V "<br />

V i"<br />

& #<br />

( %<br />

' $<br />

Los tres índices presentan una trayectoria similar como lo muestra la correlación simple<br />

!<br />

entre combinaciones <strong>de</strong> índice (tabla 2.A <strong>de</strong>l anexo). Ninguna correlación es menor a<br />

E i"<br />

E "<br />

&<br />

( Vit (10)<br />

'<br />

0,98, lo que implica que la distribución <strong>de</strong> vacantes entre grupos ocupacionales y<br />

regiones en la muestra es similar a la que tiene el empleo privado (INE) corregido. Por lo<br />

tanto, los autores plantean que los datos <strong>de</strong> puestos laborales publicados en los periódicos<br />

chilenos son una buena representación <strong>de</strong> la distribución total <strong>de</strong> vacantes laborales en la<br />

economía.<br />

Una vez construido el índice, no po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> estudiar si el hecho <strong>de</strong> que factores<br />

que no están relacionados con la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> trabajo pue<strong>de</strong>n alterar el volumen <strong>de</strong> los<br />

anuncios <strong>de</strong> vacantes en dichos medios <strong>de</strong> comunicación y el índice <strong>de</strong> vacantes<br />

38


construido en base a esos anuncios, como por ejemplo, el uso <strong>de</strong> Internet como medio<br />

alternativo <strong>de</strong> publicación <strong>de</strong> vacantes.<br />

Usando el filtro HP 18 en los datos <strong>de</strong>l índice <strong>de</strong> vacantes para Chile po<strong>de</strong>mos observar en<br />

la figura 11 que el índice muestra una clara ten<strong>de</strong>ncia al alza <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus inicios hasta el<br />

año 1998 cuando comienza una ten<strong>de</strong>ncia a la baja hasta aproximadamente el año 2001,<br />

dicha caída podría <strong>de</strong>berse a la crisis asiática y sus conocidos efectos sobre el producto,<br />

empleo, etc. A partir <strong>de</strong>l año 2002 el índice muestra una recuperación hasta que se<br />

observa una leve caída a partir <strong>de</strong>l año 2006. Un simple análisis gráfico no nos permite<br />

concluir que la aparición <strong>de</strong> Internet como sustituto <strong>de</strong>l periódico para publicar vacantes<br />

haya tenido un efecto significativo en el volumen <strong>de</strong> avisos publicados en este medio <strong>de</strong><br />

comunicación escrito. Si es que dicho efecto realmente existió, entonces <strong>de</strong>bió haber sido<br />

neteado por otro que haya producido lo contrario, o sea, aumentar el número <strong>de</strong> vacantes<br />

publicadas en los periódicos.<br />

Figura 11 – Índice <strong>de</strong> vacantes (actual y ten<strong>de</strong>ncia).<br />

180<br />

160<br />

140<br />

120<br />

100<br />

80<br />

60<br />

40<br />

86 88 90 92 94 96 98 00 02 04 06<br />

Indice Vacantes Indice Vacantes (ten<strong>de</strong>ncia)<br />

Se mencionó en la sección III que las vacantes se mueven en el mismo sentido que el<br />

ciclo económico, ya que en una expansión las empresas aumentan la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> trabajo<br />

abriendo nuevas vacantes, mientras que en una recesión contraen su producción a través<br />

18 Para una completa <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong>l filtro Hodrick-Prescott ver el Apéndice.<br />

39


<strong>de</strong> una reducción <strong>de</strong>l trabajo contratado y, seguramente, disminuyendo las vacantes<br />

ofrecidas 19 .<br />

Por otro lado, cuando ocurren shocks sectoriales y se produce una reasignación <strong>de</strong><br />

factores productivos (como el factor trabajo), el sector que enfrentó un shock positivo ve<br />

aumentada su <strong>de</strong>manda por trabajo abriendo nuevas vacantes y disminuyendo el<br />

<strong>de</strong>sempleo <strong>de</strong> ese tipo <strong>de</strong> trabajo. En el otro sector ocurre lo contrario, como es afectado<br />

negativamente, disminuye su <strong>de</strong>manda por trabajo, se cancelan vacantes y aumenta el<br />

<strong>de</strong>sempleo para ese tipo <strong>de</strong> trabajo. En suma, aumentan las vacantes en el sector<br />

favorecido pero disminuyen en el otro sector, pero tien<strong>de</strong> a primar el efecto “<strong>de</strong>strucción”<br />

<strong>de</strong> vacantes <strong>de</strong>l sector perjudicado por sobre el efecto “creación” <strong>de</strong> vacantes <strong>de</strong>l sector<br />

beneficiado ya que la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> empleo (en este caso a través <strong>de</strong> la cancelación <strong>de</strong><br />

vacantes) reacciona <strong>de</strong> inmediato mientras que la creación (la apertura <strong>de</strong> nuevas<br />

vacantes) se <strong>de</strong>mora, por lo tanto, al menos en el corto plazo sabemos que las vacantes<br />

disminuyen ante shocks sectoriales. Sin embargo, cuando las empresas <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>n publicar<br />

sus avisos <strong>de</strong> vacantes en los periódicos las están convirtiendo en una variable endógena<br />

ya que pue<strong>de</strong>n estar influyendo otros factores no relacionados con la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> trabajo<br />

en la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> las empresas <strong>de</strong> publicarlas 20 . Así, el índice construido a partir <strong>de</strong> los<br />

avisos <strong>de</strong> puestos <strong>de</strong> empleo en los periódicos también se verá afectado.<br />

Entre los factores que afectan la publicación <strong>de</strong> una vacante en el periódico se encuentra<br />

el costo <strong>de</strong> publicación, dicho costo hace que las empresas pequeñas o <strong>de</strong> escasos<br />

recursos no puedan publicar y tengan que ofrecer sus vacantes a través <strong>de</strong> otros medios.<br />

Del mismo modo pue<strong>de</strong> afectar el precio <strong>de</strong> venta <strong>de</strong> los periódicos en los cuales se<br />

publican las vacantes, ya que si dicho precio es muy elevado las empresas no tendrán<br />

incentivos a publicar vacantes <strong>de</strong> ocupaciones poco productivas y <strong>de</strong> bajos salarios<br />

porque seguramente los trabajadores a los que están dirigidos dichos puestos <strong>de</strong> empleo<br />

no tienen los medios suficientes para comprar sistemáticamente el periódico, en cambio,<br />

19 Sería raro pensar en el caso <strong>de</strong> una firma que, en plena recesión, disminuya el trabajo contratado, por un<br />

lado, pero aumente su <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> trabajo abriendo nuevas vacantes, por el otro.<br />

20 La probabilidad <strong>de</strong> que se publique una vacante en el periódico también será endógena y diferirá entre los<br />

distintos sectores, esto se <strong>de</strong>be a que no existe coordinación perfecta entre las variables que se están<br />

relacionando.<br />

40


preferirán publicar vacantes <strong>de</strong> empleos dirigidos a aquellos trabajadores que si tienen los<br />

recursos para buscar empleo a través <strong>de</strong> los periódicos. Muy relacionado con esto último<br />

está el echo <strong>de</strong> que, tanto en Chile como en otros países, distintos periódicos están<br />

enfocados a distintos mercados, es así como en nuestro país El Mercurio está dirigido a<br />

un mercado asociado a mayores recursos, mientras que El Rastro o La Cuarta lo están a<br />

estratos más bajos, por lo tanto las empresas <strong>de</strong>cidirán publicar sus vacantes en uno u otro<br />

periódico <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> estrato social al cuál más se asocia el puesto <strong>de</strong> trabajo que se<br />

ofrece. Otro factor no relacionado con la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> trabajo y que afecta el volumen <strong>de</strong><br />

vacantes publicadas en los periódicos es la aparición <strong>de</strong> Internet como medio alternativo<br />

<strong>de</strong> publicación, el cual ha tenido un gran auge en los últimos años y también, aunque en<br />

menor medida, el resurgimiento <strong>de</strong> las agencias <strong>de</strong> empleo. Estos y otros factores<br />

influyen en la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> publicar una vacante.<br />

Pero también hay que ver que pasa con esta <strong>de</strong>cisión cuando nos enfrentamos a shocks<br />

agregados y sectoriales. En el caso <strong>de</strong>l ciclo, dado que los shocks son agregados y afectan<br />

por igual a todos los sectores <strong>de</strong> la economía, parece razonable pensar que el índice se<br />

mueva <strong>de</strong> la misma forma que las vacantes ya que las empresas enfrentarían <strong>de</strong>cisiones<br />

similares <strong>de</strong> publicarlas o no en los periódicos. Pero cuando el shock es <strong>de</strong> carácter<br />

sectorial, se produciría un mismatch entre puestos vacantes y <strong>de</strong>sempleados, por lo tanto<br />

pue<strong>de</strong> que las mismas empresas ya no usen los periódicos para publicar sus vacantes y<br />

buscar trabajadores a través <strong>de</strong> éstos ya que ahora enfrentan distintas <strong>de</strong>cisiones, con lo<br />

que el índice ya no sería tan a<strong>de</strong>cuado para seguir el comportamiento <strong>de</strong> las vacantes<br />

frente a shocks sectoriales. De esta forma, el uso <strong>de</strong>l índice para discriminar entre estos<br />

shocks y los <strong>de</strong> carácter agregado pue<strong>de</strong> ser cuestionable 21 .<br />

21 Un acercamiento sería estudiar la relación entre una variable que provoca reasignación <strong>de</strong> factores entre<br />

sectores en una economía y las vacantes, esta variables es el tipo <strong>de</strong> cambio real, o el precio relativo <strong>de</strong> los<br />

bienes <strong>de</strong>l país extranjero expresado en términos <strong>de</strong> bienes locales. Cuando está <strong>de</strong>preciado (alto) se ve<br />

favorecido el sector transable, en él encontramos activida<strong>de</strong>s económicas como la agricultura, la pesca, la<br />

minería, etc. Cuando está apreciado (bajo) se ve favorecido el sector no transable, como la construcción y<br />

los servicios. Cualquiera sea el caso va a haber una reasignación <strong>de</strong> factores productivos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el sector<br />

<strong>de</strong>sfavorecido hacia aquel sector favorecido. Usando funciones impulso-respuesta, ante una innovación en<br />

el tipo <strong>de</strong> cambio real se podría ver como respon<strong>de</strong>n las vacantes, para ver si efectivamente se pue<strong>de</strong>n usar<br />

para discriminar entre shocks agregados o sectoriales.<br />

41


Otro importante tema <strong>de</strong> discusión para establecer la medida correcta <strong>de</strong> vacantes que<br />

<strong>de</strong>biera utilizarse para la estimación <strong>de</strong> la Curva <strong>de</strong> Beveridge y <strong>de</strong> la función <strong>de</strong><br />

matching es la relación que <strong>de</strong>biera existir entre las personas que están <strong>de</strong>sempleadas con<br />

el tipo <strong>de</strong> ocupación a las que están dirigidas estos ofrecimientos <strong>de</strong> empleo. El caso <strong>de</strong><br />

las vacantes publicadas en los periódicos, con las cuales se construye el Help-Wanted<br />

In<strong>de</strong>x y el Índice <strong>de</strong> Vacantes en Chile, es claramente una muestra <strong>de</strong> que dichos<br />

ofrecimientos no siempre están dirigidos a aquellas ocupaciones que presentan una mayor<br />

tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo, como es el caso <strong>de</strong> los empleos menos productivos y con menores<br />

salarios (obreros, jornaleros, etc.) y, en menor medida, a empleos muy productivos con<br />

altos niveles <strong>de</strong> salario (altos puestos administrativos y gerenciales). Por el contrario,<br />

pue<strong>de</strong> que las vacantes ofrecidas en los periódicos estén en su mayoría dirigidas a<br />

ocupaciones que presentan una baja tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo, como el caso <strong>de</strong> operarios,<br />

empleados <strong>de</strong> oficina, ven<strong>de</strong>dores, etc., es <strong>de</strong>cir, existe un mismatch entre la información<br />

<strong>de</strong> sectores incluidos en ambas variables. Esta incompatibilidad entre las ocupaciones que<br />

componen el Índice <strong>de</strong> Vacantes y aquellas que están <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo es un<br />

problema empírico que va más allá <strong>de</strong>l problema <strong>de</strong> representatividad (dado por que la<br />

probabilidad <strong>de</strong> que un aviso <strong>de</strong> vacante sea publicado difiere entre tipos ocupacionales),<br />

ya que si el índice representara fielmente las vacantes ofrecidas en todos los tipos <strong>de</strong><br />

ocupación aún podría existir una discrepancia con las ocupaciones que muestran mayores<br />

tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo. Esto afecta directamente a la función <strong>de</strong> matching, puesto que aún<br />

con la mejor tecnología sería imposible emparejar a las vacantes ofrecidas con los<br />

<strong>de</strong>sempleados porque simplemente las habilida<strong>de</strong>s requeridas por una y otra parte no se<br />

los permite.<br />

Este problema tendrá consecuencias al estimar la función <strong>de</strong> matching o la Curva <strong>de</strong><br />

Beveridge. En el primer caso se ten<strong>de</strong>rá a subestimar los rendimientos a escala<br />

(obteniendo incluso rendimientos <strong>de</strong>crecientes) ya que si se aumenta el número <strong>de</strong><br />

vacantes y <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleados en igual proporción, el número <strong>de</strong> matches lo hará en menor<br />

medida <strong>de</strong>bido justamente a la incoherencia en la información contenida en cada variable<br />

que hará cada vez más difícil emparejar una vacante con un <strong>de</strong>sempleado. A<strong>de</strong>más se<br />

subestimarán las probabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> que un <strong>de</strong>sempleado haga un match con una vacante<br />

42


!<br />

m(U,V )<br />

U<br />

y que una vacante sea llenada por un <strong>de</strong>sempleado<br />

m(U,V )<br />

, y con ello la<br />

V<br />

duración promedio en que un trabajador se encuentra <strong>de</strong>sempleado y con que una vacante<br />

se <strong>de</strong>mora en ser llenada. A su vez, como la capacidad <strong>de</strong> emparejamiento es menor,<br />

!<br />

habrán mayores niveles <strong>de</strong> vacantes y <strong>de</strong>sempleados, obteniendo una Curva <strong>de</strong> Beveridge<br />

más alejada <strong>de</strong>l origen, mostrándonos una economía menos eficiente en su proceso <strong>de</strong><br />

ajuste. La magnitud <strong>de</strong>l problema <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá <strong>de</strong>l grado <strong>de</strong> incompatibilidad en la<br />

información <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> cada variable, es <strong>de</strong> esperar que mientras mayor y más<br />

representativo sea el mercado, menor sea el grado <strong>de</strong> incoherencia.<br />

Sabiendo que las vacantes publicadas en los periódicos son endógenas y que quienes<br />

buscan empleo a través <strong>de</strong> los diarios son sólo cierto tipo <strong>de</strong> trabajadores y no todo el<br />

pool <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleados (no buscan empleo en los diarios los gerentes, altos cargos<br />

administrativos, médicos, etc.), en el caso que exista un mismatch entre ambos grupos se<br />

buscarán medios alternativos para publicar vacantes por parte <strong>de</strong> la empresa y para buscar<br />

empleos por parte <strong>de</strong> los trabajadores <strong>de</strong>sempleados.<br />

Figura 12 – Desempleo por actividad. 22<br />

22 Cifras correspondientes a la Encuesta Nacional <strong>de</strong>l Empleo.<br />

Fuente: INE. Cálculos: Autor.<br />

43


Para la construcción <strong>de</strong>l Índice <strong>de</strong> Vacantes elaborado por el Banco Central <strong>de</strong> Chile se<br />

excluyen los sectores agrícolas y construcción, <strong>de</strong>bido a que las vacantes ofrecidas para<br />

dichos sectores productivos no son regularmente publicadas en los periódicos. La figura<br />

12 muestra el peso que tienen los sectores agricultura y construcción en el total <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sempleados. Durante el período analizado, en promedio, un 8% <strong>de</strong> los <strong>de</strong>sempleados<br />

son <strong>de</strong>l sector agrícola (agricultura, pesca y caza) y un 15% <strong>de</strong>l sector construcción, por<br />

lo tanto, este índice no representa a casi un cuarto <strong>de</strong> los <strong>de</strong>sempleados, estando sesgado<br />

a aquellos sectores que presentan menores tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo que el promedio. Su uso en<br />

estas circunstancias no parece a<strong>de</strong>cuado.<br />

Para volver coherentes a ambas variables existen dos alternativas, la primera es incluir en<br />

el Índice <strong>de</strong> Vacantes a las sectores que no están incorporados (agrícola y construcción) y<br />

la segunda es excluir <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo a estos mismos sectores. En la siguiente sección se<br />

opta por la primera alternativa, ya que el incluir un mayor número <strong>de</strong> sectores permite<br />

una mejor reasignación <strong>de</strong>l trabajo cuando ocurren shocks sectoriales y <strong>de</strong> esta forma<br />

podríamos captar <strong>de</strong> manera más fiel posibles <strong>de</strong>splazamientos <strong>de</strong> la curva.<br />

Para tener una medida que refleje <strong>de</strong> mejor manera el volumen <strong>de</strong> vacantes <strong>de</strong> empleo en<br />

el país, sin que presente los sesgos que se observan en le índice <strong>de</strong> vacantes <strong>de</strong>l Banco<br />

Central <strong>de</strong> Chile, es necesario elaborar una encuesta a empresas <strong>de</strong> la misma forma que se<br />

obtienen las cifras <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo a través <strong>de</strong> una encuesta a hogares, <strong>de</strong> esta forma<br />

estamos obteniendo ambas cifras <strong>de</strong> manera coherente bajo una misma metodología. Al<br />

tener una medida objetiva <strong>de</strong>l volumen <strong>de</strong> vacantes a través <strong>de</strong> una encuesta a empresas,<br />

se podrá luego <strong>de</strong> un período <strong>de</strong> tiempo importante (que refleje por lo menos un ciclo<br />

económico entero) comparar el comportamiento <strong>de</strong>l volumen <strong>de</strong> vacantes <strong>de</strong> dicha serie<br />

con el comportamiento <strong>de</strong>l Índice <strong>de</strong> Vacantes que se construye actualmente en Chile. Si<br />

ambas series se comportan igual, recién entonces podremos avalar el uso <strong>de</strong>l índice <strong>de</strong><br />

vacantes.<br />

44


Una buena encuesta <strong>de</strong> empresas es la JOLTS, que recolecta información <strong>de</strong> vacantes,<br />

contrataciones y separaciones (voluntarias e involuntarias). La <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> “vacantes”<br />

que usa esta encuesta es i<strong>de</strong>al para nuestro propósito:<br />

(1) existe un puesto específico,<br />

(2) el trabajador pue<strong>de</strong> empezar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los próximos 30 días, y<br />

(3) el empleador esta reclutando activamente fuera <strong>de</strong>l establecimiento.<br />

Es importante recalcar que se <strong>de</strong>ben contar e informar todos los tipos <strong>de</strong> vacantes,<br />

incluyendo vacantes para empleos <strong>de</strong> tiempo completo o medio tiempo, trabajos<br />

temporales, etc. Una base importante sería la Encuesta Nacional Industrial Manufacturera<br />

(ENIA) elaborada por el Departamento <strong>de</strong> Estadísticas Estructurales <strong>de</strong> Industria <strong>de</strong>l INE.<br />

Esta encuesta es aplicada a los establecimientos manufactureros cuyo tamaño<br />

correspon<strong>de</strong> a una ocupación <strong>de</strong> 10 y más personas y que realizaron activida<strong>de</strong>s en un<br />

período igual o superior a un semestre. Como es una encuesta al sector manufacturero<br />

hay un gran número <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s económicas que quedan fuera, por lo tanto, se pue<strong>de</strong><br />

usar el mismo sistema <strong>de</strong> actualización <strong>de</strong>l directorio <strong>de</strong> los establecimientos industriales<br />

utilizados en la ENIA para incorporar a las otras industrias restantes, tales como los<br />

registros <strong>de</strong> patentes, registros <strong>de</strong> contribuyentes <strong>de</strong>l Servicio <strong>de</strong> Impuestos Internos y<br />

otras informaciones.<br />

V. Estimación <strong>de</strong> la Curva <strong>de</strong> Beveridge para Santiago y Chile: 1986.I-<br />

2007.III<br />

En esta sección se estima una Curva <strong>de</strong> Beveridge para Chile y para la ciudad <strong>de</strong> Santiago<br />

durante el período 1986.I-2007.III, para apoyar dichas estimaciones se presentará,<br />

a<strong>de</strong>más, la representación gráfica <strong>de</strong> la relación contemporánea entre <strong>de</strong>sempleo y<br />

vacantes para su análisis visual. Una vez hecho esto, se realizarán tests <strong>de</strong> cambio<br />

estructural en la relación antes mencionada y se estudiará si ha habido cambios a lo largo<br />

<strong>de</strong> la curva y/o <strong>de</strong>splazamientos <strong>de</strong> ella durante el período muestral. Wall y Zoega (2002)<br />

plantean que “la mayor dificultad al estimar una Curva <strong>de</strong> Beveridge es que los cambios<br />

45


<strong>de</strong> la curva en el tiempo son difíciles <strong>de</strong> <strong>de</strong>tectar no-arbitrariamente porque sólo hay una<br />

observación por período”, por lo que a pesar <strong>de</strong> que existen técnicas para separar los<br />

cambios a lo largo <strong>de</strong> la curva <strong>de</strong> los <strong>de</strong>splazamientos <strong>de</strong> la curva, ninguna <strong>de</strong> ellas es<br />

plenamente satisfactoria. Así, un análisis visual <strong>de</strong> la relación entre vacantes y <strong>de</strong>sempleo<br />

es empleado en muchos trabajos para analizar el comportamiento <strong>de</strong> la curva, y será<br />

usado a continuación, para luego contrastarlo con el análisis econométrico.<br />

Como se analizó en la sección anterior, el Índice <strong>de</strong> Vacantes construido por el Banco<br />

Central <strong>de</strong> Chile contiene limitaciones en su construcción y, por ello, presenta una serie<br />

<strong>de</strong> sesgos que limitarían su uso para estimar la curva y sacar conclusiones sobre el<br />

comportamiento <strong>de</strong>l mercado laboral. Por lo tanto, se propone usar una nueva proxy <strong>de</strong><br />

las vacantes construida especialmente para este trabajo y luego comparar los resultados<br />

obtenidos al estimar la Curva <strong>de</strong> Beveridge con el Índice <strong>de</strong> Vacantes y con éste nuevo<br />

acercamiento, con el objetivo <strong>de</strong> mostrar que diferentes especificaciones <strong>de</strong> las variables<br />

usadas para estimar la curva pue<strong>de</strong>n llevarnos a obtener diferentes resultados en el<br />

comportamiento <strong>de</strong> la relación entre vacantes y <strong>de</strong>sempleo y su ajuste frente a<br />

perturbaciones.<br />

Para la estimación y construcción <strong>de</strong> la curva se usan datos <strong>de</strong> empleo, <strong>de</strong>sempleo y<br />

fuerza laboral elaborados por el <strong>Instituto</strong> Nacional <strong>de</strong> Estadísticas (INE), los cuales se<br />

encuentran en la base <strong>de</strong> datos estadísticos <strong>de</strong>l Banco Central <strong>de</strong> Chile 23 y <strong>de</strong>l propio<br />

INE 24 , se usa a<strong>de</strong>más el índice <strong>de</strong> vacantes elaborado por el mismo banco y disponibles<br />

en su sitio web, y, finalmente, los datos <strong>de</strong>l volumen bruto <strong>de</strong> vacantes con los que se<br />

elabora dicho índice a partir <strong>de</strong> los avisos con ofertas <strong>de</strong> trabajo publicados los domingos<br />

en cinco medios <strong>de</strong> prensa <strong>de</strong>l país, dichos datos no son <strong>de</strong> conocimiento público por lo<br />

que fueron conseguidos directamente con la Gerencia <strong>de</strong> Análisis Macroeconómico <strong>de</strong>l<br />

Banco Central <strong>de</strong> Chile 25 .<br />

23 Disponibles: http://si2.bcentral.cl/Base<strong>de</strong>datoseconomicos/951_421.ASP?cap=040<br />

24 Disponibles: http://www.ine.cl/canales/chile_estadistico/mercado_<strong>de</strong>l_trabajo/estadisticas_laborales.php<br />

25 A los datos no se les aplica el filtro <strong>de</strong> HP para la estimación <strong>de</strong> la curva, éste fue utilizado en la sección<br />

anterior con el objetivo <strong>de</strong> analizar posibles ten<strong>de</strong>ncias en la publicación <strong>de</strong> vacantes en los periódicos<br />

atribuibles a la influencia <strong>de</strong> factores no relacionados con la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> trabajo que pue<strong>de</strong>n alterar el<br />

volumen <strong>de</strong> anuncios en los periódicos. Si se aplica el filtro, estaríamos removiendo <strong>de</strong> las variables las<br />

46


El nuevo indicador <strong>de</strong> las vacantes se construye a partir <strong>de</strong> los datos <strong>de</strong>l volumen bruto <strong>de</strong><br />

ofrecimientos <strong>de</strong> puestos <strong>de</strong> empleo publicados en los periódicos, es <strong>de</strong>cir, el número<br />

total <strong>de</strong> vacantes incluyendo a los sectores agrícola y construcción 26 . Estos valores son<br />

divididos por la fuerza <strong>de</strong> trabajo entregada por el INE, obteniéndose una medida<br />

parecida al V/L o<br />

v <strong>de</strong> la función <strong>de</strong> matching presentada en la sección III cuando<br />

suponemos retornos constantes a escala en ella; este nuevo indicador lo llamaremos en<br />

a<strong>de</strong>lante V/L. La razón para usar este indicador es que se preten<strong>de</strong> corregir la<br />

!<br />

inconsistencia en el echo <strong>de</strong> estimar una Curva <strong>de</strong> Beveridge usando, por una parte, un<br />

índice <strong>de</strong> vacantes que excluye ciertos sectores <strong>de</strong> la economía (que pue<strong>de</strong>n llegar a<br />

representar más <strong>de</strong>l 20% <strong>de</strong> ella) y, por otra, una medida <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo que incluye a<br />

todos los sectores, provocando que una parte importante <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleados nunca haga un<br />

match con una vacante porque dicha vacante no existe. Esta inconsistencia nos pue<strong>de</strong><br />

llevar a estimar una curva errónea o a <strong>de</strong>tectar comportamientos como <strong>de</strong>splazamientos y<br />

cambios estructurales que no correspon<strong>de</strong>n.<br />

En la figura 13 se presenta el comportamiento <strong>de</strong> ambas indicadores durante el período<br />

1986.I-2007.III para Santiago y el total <strong>de</strong>l país, la correlación simple entre el Índice <strong>de</strong><br />

Vacantes y V/L es <strong>de</strong> 0,86 para la ciudad <strong>de</strong> Santiago y 0,82 para Chile. Po<strong>de</strong>mos ver que<br />

ambos se mueven <strong>de</strong> manera muy parecida pero difieren en su valor, salvo en los años<br />

1995 y 1996, don<strong>de</strong> la igualdad se <strong>de</strong>be a la base utilizada para po<strong>de</strong>r compararlos<br />

directamente. En un principio el Índice <strong>de</strong> Vacantes subestima a V/L, a partir <strong>de</strong>l año<br />

1995 se revierte la ten<strong>de</strong>ncia y sobreestima el valor <strong>de</strong> V/L. La diferencia en los valores<br />

llega a ser <strong>de</strong> más <strong>de</strong> dos puntos porcentuales en los últimos años y <strong>de</strong> aproximadamente<br />

un punto porcentual en los primeros años <strong>de</strong> la muestra.<br />

fluctuaciones <strong>de</strong> corto plazo asociadas al ciclo económico, y con ello, la estimación <strong>de</strong> la Curva <strong>de</strong><br />

Beveridge no captaría algunos movimientos sobre la curva causados justamente por el ciclo.<br />

26 Recor<strong>de</strong>mos que el Índice <strong>de</strong> Vacantes ajusta estos datos según la información <strong>de</strong> ocupación por grupo<br />

ocupacional y región que entrega el INE.<br />

47


Figura 13 – Indicadores <strong>de</strong> vacantes: Índice <strong>de</strong> Vacantes y (V/L). 27<br />

En primer término se estimará la curva para la ciudad <strong>de</strong> Santiago y para el total <strong>de</strong>l país<br />

usando como indicador <strong>de</strong> vacantes la medida alternativa construida en este trabajo, es<br />

<strong>de</strong>cir, la razón <strong>de</strong> vacantes brutas con respecto a la fuerza laboral, o V/L. En el caso <strong>de</strong><br />

Chile, como sólo se contabilizan las vacantes publicadas en periódicos <strong>de</strong> cinco regiones<br />

<strong>de</strong>l país, tanto la fuerza laboral como el volumen <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo 28 correspon<strong>de</strong>n al<br />

agregado <strong>de</strong> esas cinco zonas o regiones 29 . En el caso <strong>de</strong> Santiago, tanto las vacantes<br />

como la fuerza laboral y los <strong>de</strong>socupados correspon<strong>de</strong>n a la Región Metropolitana. En<br />

segundo término se repetirá la estimación utilizando ahora como indicador <strong>de</strong> vacantes el<br />

27<br />

En base 10 = 1995.I. Fuente: Autor.<br />

28<br />

Con estos valores obtenemos la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo, medida como la razón entre <strong>de</strong>socupados y la fuerza<br />

laboral (<strong>de</strong>socupados/L).<br />

29<br />

Estas son: Región Metropolitana, IIª Región <strong>de</strong> Antofagasta, Vª Región <strong>de</strong> Valparaíso, VIIIª Región <strong>de</strong>l<br />

Bío-Bío y IXª Región <strong>de</strong> la Araucanía.<br />

48


!<br />

Índice <strong>de</strong> Vacantes <strong>de</strong>l Banco Central, para Santiago y el total <strong>de</strong>l país 30 . En ambos casos,<br />

la estimación <strong>de</strong> la curva es <strong>de</strong> la siguiente forma:<br />

logv t = " + # log u t + $ t (11)<br />

don<strong>de</strong> ut es la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo y vt es el indicador <strong>de</strong> vacantes. A continuación se<br />

!<br />

grafica la estimación <strong>de</strong> la ecuación (11), con el valor <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo en el eje x<br />

y la <strong>de</strong> vacantes en el eje y, las curvas van acompañadas <strong>de</strong> una línea <strong>de</strong> ten<strong>de</strong>ncia<br />

!<br />

logarítmica.<br />

La figura 14 muestra las Curvas <strong>de</strong> Beveridge para Santiago y Chile usando como<br />

indicador <strong>de</strong> vacantes V/L, en ambos gráficos se observa una relación negativa y convexa<br />

al origen entre las variables, tal como supone la teoría, también se advierte que la<br />

mayoría <strong>de</strong> los <strong>de</strong>splazamientos sobre la curva se hacen a través <strong>de</strong> giros en torno a ella<br />

en sentido contrario a las manillas <strong>de</strong>l reloj, implicando que primero reaccionan las<br />

vacantes y luego lo hace el empleo. Ambas curvas parecen estables a lo largo <strong>de</strong>l período<br />

estudiado, lo que implicaría que el mercado laboral no se ha visto afectado por shocks<br />

sectoriales, cambios en la función <strong>de</strong> matching o efecto histéresis, sino que sólo por<br />

shocks agregados relacionados al ciclo económico.<br />

Estadísticamente, la relación entre las variables es negativa y significativa en ambos<br />

casos. El análisis para evaluar la presencia <strong>de</strong> cambio estructural a través <strong>de</strong> los tests <strong>de</strong><br />

estabilidad CUSUM y CUSUM CUADRADO 31 muestran que durante el año 1992 podría<br />

existir un cambio <strong>de</strong> estructura ya que en esa fecha los valores calculados superan los<br />

límites <strong>de</strong> significatividad o se acercan a ellos, para ver si estos cambios son<br />

significativos se realizan tests <strong>de</strong> Chow los cuales confirman lo anterior 32 .<br />

30 Para el caso <strong>de</strong> Santiago se utiliza la versión <strong>de</strong>l índice correspondiente a la ecuación (9), mientras que<br />

para Chile se utiliza la versión <strong>de</strong> la ecuación (10), al igual que en Bellani et al (2002).<br />

31 En primera instancia, como no sabemos a priori cuando ocurre el quiebre estructural en el mo<strong>de</strong>lo, se<br />

usan tests <strong>de</strong> estabilidad <strong>de</strong> tipo recursivo.<br />

32 Ver anexos 3 y 4.<br />

49


Figura 14 – Curva <strong>de</strong> Beveridge para Chile y Santiago (1986.I-2007.III) usando como<br />

indicador <strong>de</strong> vacantes V/L.<br />

50


El siguiente paso es estimar la Curva <strong>de</strong> Beveridge usando esta vez como indicador <strong>de</strong><br />

vacantes el índice <strong>de</strong>sarrollado en Bellani et al (2002) y construido por el Banco Central<br />

<strong>de</strong> Chile, para luego comparar los resultados con los obtenidos recientemente. En ambos<br />

gráficos <strong>de</strong> la figura 15 se observa que la relación es negativa y convexa al origen, pero<br />

ya no es tan claro a simple vista su estabilidad, especialmente en el caso <strong>de</strong> Chile don<strong>de</strong><br />

la curva parece haberse <strong>de</strong>splazado hacia arriba y la <strong>de</strong>recha.<br />

Estadísticamente, la relación es negativa y significativa para ambas curvas. Al realizarse<br />

los tests <strong>de</strong> estabilidad CUSUM y CUSUM CUADRADO encontramos para Santiago la<br />

posible existencia <strong>de</strong> cambio estructural durante el año 1992 y en menor medida en el año<br />

2002, para el total <strong>de</strong>l país también se observa la posibilidad <strong>de</strong> un cambio para las<br />

mismas fechas, para comprobar si dichos cambios son significativos se realizan tests <strong>de</strong><br />

Chow, confirmando su existencia. En los anexos 3 y 4 se resume los resultados <strong>de</strong> la<br />

regresión y las pruebas <strong>de</strong> cambio estructural realizadas a la curva estimada en (11).<br />

El cambio estructural <strong>de</strong> 1992 podría asociarse con el <strong>de</strong> 1993 encontrado por otros<br />

trabajos y que reflejaría la fuerte caída en el crecimiento <strong>de</strong>l empleo a partir <strong>de</strong> esa fecha.<br />

Una explicación <strong>de</strong>l cambio estructural <strong>de</strong>l año 2002 pue<strong>de</strong> ser la persistencia <strong>de</strong> altas<br />

tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo vividas a partir <strong>de</strong> la crisis asiática y que produjeron un efecto<br />

histéresis, como este efecto no es instantáneo con la aparición <strong>de</strong>l shock agregado, el<br />

cambio <strong>de</strong>bió ocurrir un tiempo <strong>de</strong>spués, el tiempo que <strong>de</strong>more <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la capacidad<br />

<strong>de</strong> los trabajadores <strong>de</strong> retener su capital humano y la eficiencia en el proceso <strong>de</strong><br />

búsqueda.<br />

51


Figura 15 - Curva <strong>de</strong> Beveridge para Chile y Santiago (1986.I - 2007.III) usando como<br />

indicador <strong>de</strong> vacantes el índice <strong>de</strong> vacantes <strong>de</strong>l Banco Central.<br />

52


Usando como indicador <strong>de</strong> vacantes el Índice <strong>de</strong> Vacantes, Bellani et al (2002)<br />

encuentran que aparentemente la Curva <strong>de</strong> Beveridge para el agregado <strong>de</strong>l país se ha<br />

mantenido estable, esto se <strong>de</strong>be en gran parte al peso <strong>de</strong> la Región Metropolitana sobre el<br />

total, concluyendo a partir <strong>de</strong> estos resultados que lo shocks que han afectado a la<br />

economía en Santiago y en el promedio <strong>de</strong>l país entre 1986.I y 2002.II han sido <strong>de</strong><br />

carácter agregado, respondiendo a las fluctuaciones propias <strong>de</strong>l ciclo económico en vez<br />

<strong>de</strong> cambios sectoriales, en el sentido <strong>de</strong> los efectos que tienen éstos sobre el mercado <strong>de</strong>l<br />

trabajo. Sin embargo, los resultados a los que llegan los autores no fueron contrastados<br />

estadísticamente con tests <strong>de</strong> cambio estructural en la muestra, limitando el análisis sólo a<br />

un carácter visual, por lo que dichos resultados no son <strong>de</strong>l todo concluyentes. Si bien ese<br />

período muestral sólo llega hasta el segundo semestre <strong>de</strong>l año 2002, es posible ver en la<br />

curva para Chile un importante aumento <strong>de</strong>l índice <strong>de</strong> vacantes en aproximadamente<br />

cuatro puntos a partir <strong>de</strong>l año 2000 para un nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo relativamente estable, lo<br />

que podría ser el inicio <strong>de</strong> un <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> la curva hacia arriba y la <strong>de</strong>recha, tal<br />

como el encontrado anteriormente usando como indicador <strong>de</strong> vacantes el índice <strong>de</strong>l<br />

Banco Central <strong>de</strong> Chile. De esta forma, no podríamos <strong>de</strong>cir que existen marcadas<br />

diferencias entre lo encontrado en ese trabajo con lo encontrado anteriormente en éste.<br />

Del análisis <strong>de</strong> las Curvas <strong>de</strong> Beveridge presentadas en esta sección po<strong>de</strong>mos concluir<br />

que una mala elección, especificación o uso <strong>de</strong> los datos (en este caso el uso <strong>de</strong> distintos<br />

indicadores <strong>de</strong> la variable vacantes) pue<strong>de</strong> llevar a estimar erróneamente la relación entre<br />

vacantes y <strong>de</strong>sempleo, y a partir <strong>de</strong> esto, podríamos hacer análisis incorrectos <strong>de</strong>l<br />

comportamiento <strong>de</strong>l mercado laboral e implementar equívocamente políticas orientadas a<br />

solucionar los problemas que afectan a este mercado. Por ejemplo, si usamos V/L para<br />

estimar la curva, concluimos que a partir <strong>de</strong> 1993 el mercado laboral sólo se ha visto<br />

afectado por shocks agregados por lo que sería necesario tomar medidas <strong>de</strong> política que<br />

vayan orientadas a suavizar el efecto <strong>de</strong>l ciclo económico sobre el <strong>de</strong>sempleo y/o las<br />

vacantes. En cambio, si usamos el índice <strong>de</strong> vacantes y concluimos que el mercado<br />

laboral ha sufrido una pérdida <strong>de</strong> eficiencia, por ejemplo a través <strong>de</strong> un <strong>de</strong>terioro en la<br />

tecnología <strong>de</strong>l matching provocando un <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> la curva hacia la <strong>de</strong>recha,<br />

53


podríamos enfocar las políticas a flexibilizar el mercado laboral, facilitar el acceso a<br />

grupos que quedan fuera o son marginados (mujeres y jóvenes), etc.<br />

Mientras no exista en nuestro país una medida realmente representativa <strong>de</strong> las vacantes<br />

<strong>de</strong> empleo y que refleje fielmente su comportamiento, cualquier acercamiento o<br />

estimación <strong>de</strong> la curva va a estar sujeta a sesgos y distintas interpretaciones.<br />

VI. Conclusiones<br />

Este trabajo presentó la relación entre las vacantes y el <strong>de</strong>sempleo conocida como la<br />

Curva <strong>de</strong> Beveridge, en honor a su creador William Beveridge. Dicha relación ha tomado<br />

mayor relevancia en el último tiempo al ser utilizada en el estudio <strong>de</strong>l mercado laboral y<br />

<strong>de</strong> los shocks que enfrenta. Es así como muchos autores la han usado y han tratado <strong>de</strong><br />

explicar, a través <strong>de</strong> ella, como es la capacidad <strong>de</strong> ajuste en un mercado entre quienes<br />

buscan trabajo y quienes quieren llenar sus puestos vacantes. Los más osados han llegado<br />

a plantear que la posición <strong>de</strong> esta curva refleja con precisión el grado <strong>de</strong> rigi<strong>de</strong>z existente<br />

en un mercado laboral, y que el alto persistente <strong>de</strong>sempleo <strong>de</strong> Europa es entera o<br />

principalmente una cuestión <strong>de</strong> rigi<strong>de</strong>ces en este mercado. Sin embargo, a pesar <strong>de</strong> que<br />

las gran<strong>de</strong>s economías continentales muestran un <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> la curva hacia la<br />

<strong>de</strong>recha a partir <strong>de</strong> los años 70s, no parecen haber sufrido <strong>de</strong> una notablemente mayor<br />

rigi<strong>de</strong>z a partir <strong>de</strong> esta época.<br />

Cuando se estima la curva para Chile, se usa dos especificaciones para la variable<br />

vacantes: una aproximación a la tasa <strong>de</strong> vacantes con respecto a la fuerza laboral (V/L),<br />

usando directamente el número bruto <strong>de</strong> vacantes publicadas en los avisos clasificados <strong>de</strong><br />

los periódicos <strong>de</strong> mayor circulación en cada una <strong>de</strong> las cinco mayores zonas urbanas <strong>de</strong>l<br />

país (estos datos no presentan ningún ajuste) y la fuerza laboral entregada por el INE, la<br />

otra medida es el índice <strong>de</strong> vacantes construido por el Banco Central <strong>de</strong> Chile siguiendo<br />

la metodología <strong>de</strong> Bellani et al (2002), encontrándose que tanto para Santiago como para<br />

el total <strong>de</strong> país la curva muestra una relación negativa estadísticamente significativa y<br />

54


convexa hacia el origen, tal como predice la teoría, a<strong>de</strong>más la relación es estable a partir<br />

<strong>de</strong>l año 1993, por lo que po<strong>de</strong>mos concluir que la curva no se ha <strong>de</strong>splazado y sólo<br />

presenta movimientos a lo largo <strong>de</strong> ella, los cuales están relacionados al ciclo económico.<br />

Una segunda estimación usa el Índice <strong>de</strong> Vacantes construido por el Banco Central como<br />

indicador para dicha variable. En este caso, la relación presenta las mismas propieda<strong>de</strong>s,<br />

es <strong>de</strong>cir, pendiente negativa estadísticamente significativa y convexa al origen, pero en el<br />

caso <strong>de</strong> la curva estimada para Chile muestra un <strong>de</strong>splazamiento hacia la <strong>de</strong>recha y<br />

arriba. Usando tests <strong>de</strong> estabilidad se <strong>de</strong>tectó un cambio estructural en el año 2002. La<br />

explicación <strong>de</strong> porque ocurren estos cambios pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>berse a un empeoramiento <strong>de</strong> la<br />

tecnología en la función <strong>de</strong> matching, <strong>de</strong>volviendo menores cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

emparejamientos para un mismo nivel <strong>de</strong> vacantes y <strong>de</strong>sempleo, o a un shock sectorial<br />

que afecta negativamente a un sector más <strong>de</strong> lo que afecta positivamente a otro y que<br />

reasigna los factores productivos (en este caso el trabajo) entre los sectores. Una tercera<br />

opción, y la que podría explicar <strong>de</strong> mejor manera lo ocurrido en el caso <strong>de</strong> Chile en el año<br />

2002, es la aparición <strong>de</strong> un fenómeno <strong>de</strong> histéresis a partir <strong>de</strong> shocks <strong>de</strong> actividad<br />

agregada, en los que la persistencia <strong>de</strong> altos niveles <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo producen una pérdida<br />

<strong>de</strong> capital humano y <strong>de</strong> eficiencia en el proceso <strong>de</strong> búsqueda <strong>de</strong> empleo en los<br />

trabajadores que se mantienen <strong>de</strong>sempleados por un largo período <strong>de</strong> tiempo. Por lo<br />

tanto, tenemos dos resultados distintos a partir <strong>de</strong> dos indicadores distintos <strong>de</strong> vacantes<br />

pero que provienen <strong>de</strong> una misma fuente <strong>de</strong> información, indicándonos por lo menos en<br />

el caso chileno, que los resultados y conclusiones obtenidos <strong>de</strong> la estimación <strong>de</strong> una<br />

Curva <strong>de</strong> Beveridge van a estar muy ligados a como se <strong>de</strong>finen las variables. La<br />

inconsistencia entre ambas estimaciones <strong>de</strong> este trabajo se <strong>de</strong>be a los sesgos que provoca<br />

usar una u otra especificación <strong>de</strong> la variable vacantes basadas en los anuncios <strong>de</strong> puestos<br />

<strong>de</strong> empleo en los periódicos, pue<strong>de</strong> que una sea más representativa <strong>de</strong> todas las<br />

ocupaciones y la otra muestre un mayor ajuste a la verda<strong>de</strong>ra distribución <strong>de</strong> la<br />

publicación <strong>de</strong> las vacantes, pero ninguna <strong>de</strong> ellas refleja el verda<strong>de</strong>ro comportamiento <strong>de</strong><br />

ellas.<br />

Es así como un importante problema presente en la literatura empírica, y en este trabajo<br />

como se da cuenta en el párrafo anterior, es como lograr una correcta estimación <strong>de</strong> la<br />

55


curva. Dado que generalmente no existen datos directos <strong>de</strong> vacantes <strong>de</strong> empleos<br />

obtenidos a través <strong>de</strong> encuestas a empresas, se construye un índice <strong>de</strong> vacantes en base a<br />

los avisos <strong>de</strong> vacantes abiertas publicados en los periódicos más importantes <strong>de</strong> las<br />

mayores zonas urbanas, en EEUU es el Help-Wanted In<strong>de</strong>x y en Chile el Índice <strong>de</strong><br />

Vacantes. Pero dicho índice presenta problemas <strong>de</strong> representatividad ya que no todas las<br />

ocupaciones tienen la misma probabilidad <strong>de</strong> ser publicadas, y más importante aún,<br />

existen factores que no están relacionados con la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> trabajo que alteran el<br />

número <strong>de</strong> anuncios publicados en estos medios <strong>de</strong> comunicación llevando a calcular un<br />

índice que no refleja <strong>de</strong> manera a<strong>de</strong>cuada lo que suce<strong>de</strong> con el verda<strong>de</strong>ro nivel <strong>de</strong><br />

vacantes ofrecidas por las empresas, un ejemplo <strong>de</strong> ello son los anuncios <strong>de</strong> vacantes a<br />

través <strong>de</strong> Internet, que aparecen como el mayor sustituto <strong>de</strong> los avisos <strong>de</strong> vacantes<br />

publicados en los periódicos. Mientras no se logre controlar por estos factores, el índice<br />

presentará sesgos que no permitirán reflejar la verda<strong>de</strong>ra evolución <strong>de</strong> las vacantes, y<br />

llevará a estimar incorrectamente tanto Curvas <strong>de</strong> Beveridge como funciones <strong>de</strong><br />

matching. Para ellos el primer paso es obtener una serie <strong>de</strong> vacantes obtenidas<br />

directamente <strong>de</strong> la fuente <strong>de</strong> ellas, o sea, a través <strong>de</strong> una encuesta a empresas, tal como en<br />

otros países. Una vez teniendo una serie lo bastantemente larga (por lo menos un ciclo<br />

económico en su totalidad) podremos estimar correctamente una función <strong>de</strong> matching y la<br />

curva.<br />

La Curva <strong>de</strong> Beveridge no parece ser una herramienta <strong>de</strong>finitiva para el estudio <strong>de</strong> la<br />

totalidad <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong>l trabajo ni para analizar completamente los shocks que lo<br />

afectan dado la dinámica que presenta este mercado y la multiplicidad <strong>de</strong> factores que<br />

influyen en él, que no forman parte <strong>de</strong> ella y que difícilmente puedan ser abarcados todos<br />

bajo un mismo mo<strong>de</strong>lo. Sin embargo, la simplicidad <strong>de</strong> sus postulados, <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo<br />

teórico y <strong>de</strong> su estimación la han llevado últimamente a ser muy utilizada ya que aporta<br />

información concreta <strong>de</strong> como reacciona el mercado laboral frente a ciertos fenómenos.<br />

Para Chile, cualquier estimación que se haga <strong>de</strong> la curva no será la más concluyente, por<br />

lo menos, hasta que se encuentren disponibles datos <strong>de</strong> calidad que representen fielmente<br />

la evolución <strong>de</strong> las vacantes, sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> lado ninguna ocupación y que nos permita<br />

a<strong>de</strong>más estimar la función <strong>de</strong> matching. Finalmente, no sería a<strong>de</strong>cuado usar esta curva<br />

56


como parámetro <strong>de</strong>finitivo <strong>de</strong> rigi<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l mercado si es que no se llega a un consenso<br />

general en la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> ésta o por lo menos a un acercamiento en ciertos aspectos.<br />

A<strong>de</strong>más, pue<strong>de</strong> que una economía sea más flexible en comparación a otras, pero su<br />

tecnología <strong>de</strong> emparejamiento, o las fricciones en el mercado hagan que el <strong>de</strong>sempleo y<br />

las vacantes se mantengan en un nivel bastante alto.<br />

57


VII. Bibliografía<br />

- Abraham, K.G. (1987). “Help-Wanted In<strong>de</strong>x, Job Vacancies, and<br />

Unemployment”. Brooking Papers on Economic Activity, Vol. 1: 207-248.<br />

- An<strong>de</strong>rson, P. y S. Burguess. (2000). “Empirical Matching Functions: Estimation<br />

and Interpretation Using Disaggregate Data”. Review of Economics and Statistics,<br />

Vol. 82: 93-102.<br />

- Baker, S., S. Hogan y C. Ragan. (1996). “Is There Compelling Evi<strong>de</strong>nce Against<br />

Increasing Returns to Matching in the Labour Market?”. Canadian Journal of<br />

Economics, Vol. 29 (4): 976-93.<br />

- Bellani, D., P. García y E. Pastén. (2002). “Curva <strong>de</strong> Beveridge, Vacantes y<br />

Desempleo: Chile 1986-2002.II”. Revista <strong>Economía</strong> Chilena, Vol. 5 (3): 105-119.<br />

- Berman, E. (1997). “Help-Wanted, Job Hen<strong>de</strong>d: Estimates of a Matching<br />

Function from Employment Service Data”. Journal of Labour Economics, Vol. 15<br />

(1): S251-292.<br />

- Beveridge, W.H. (1944). “Full Employment in a Free Society”. Allen & Unwin,<br />

London.<br />

- Blanchard, O.J. y P.A. Diamond (1989). “The Beveridge Curve”. Brooking<br />

Papers on Economic Activity, n.1.<br />

- _________ (1994). “Ranking, Unemployment Duration and Wages”. Review of<br />

Economics Studies, Vol. 61: 417-434.<br />

- Bleakley, H. y J.C. Fuhrer. (1997). “Shifts in the Beveridge Curve, Job Matching,<br />

and Labor Market Dynamics”. New England Economic Review, Sept: 3-19.<br />

- Burda, M. (1993). “Unemployment, Labour Markets and Structural Change in<br />

Eastern Europe”. Economic Policy, Vol. 8 (16): 101-137.<br />

- Burda, M. y C. Wyplosz. (1994). “Gross Worker and Job Flows in Europe”.<br />

European Economic Review, Elsevier, Vol. 38(6): 1287-1315.<br />

- Burguess, S. (1993). “A Mo<strong>de</strong>l of Competition Between Unemployed and<br />

Employed Job Searchers: An Application to the Unemployment Outflow Rate in<br />

Britain”. The Economic Journal, Vol. 103 (420): 1190-1204.<br />

58


- Caballero, R, 2007. “Specificity and the Macroeconomics of Restructuring”. 126-<br />

131. The MIT Press.<br />

- Cahuac, P. Y A. Zylberberg. (2004). “Labor Economics”. The MIT Press 2004.<br />

- Coles, M. y E. Smith. (1996). “Cross-Section Estimation of the Matching<br />

Function: Evi<strong>de</strong>nce from England and Wales”. Economica, New Series, Vol. 63<br />

(252): 589-597.<br />

- Davis, S. y J. Haltinwager. (1992). “Gross Job Creation, Gross Job Destruction,<br />

and Employment Reallocation”. Quarterly Journal of Economics, Vol. 107 (3):<br />

819-863.<br />

- Dolado, J.J. y R. Gómez. (1997). “La Relación entre Desempleo y Vacantes en<br />

España: Perturbaciones Agregadas y <strong>de</strong> Reasignación”. Investigaciones<br />

Económicas, Vol. 21 (3): 441-472.<br />

- Durán, J. y J.J. Mora. (2006). “Una aproximación empírica a la relación entre el<br />

<strong>de</strong>sempleo y las vacantes para Popayán, 2001-2005”. <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> Antioquía-<br />

Lecturas <strong>de</strong> <strong>Economía</strong>, Vol. 65: 209-222.<br />

- Entorf, H. (1998). “Mismatch Explanations of European Unemployment: A<br />

Critical Evaluation”. Springer.<br />

- Feve, P. y F. Langot. (1996). “Unemployment and the Business Cycle in a Small<br />

Open Economy: G.M.M. Estimation and Testing with French Data”. Journal of<br />

Economic Dynamic and Control, Vol. 20: 1609-1639.<br />

- Gross, D. M. (1997). “Aggregate Job Matching and Returns to Scale in<br />

Germany”. Economic Letters, Vol. 56 (2): 243-248.<br />

- Jackman, R., R. Layard y C. Pissari<strong>de</strong>s. (1989). “On Vacancies”. Oxford Bulletin<br />

of Economics and Statistics, Vol. 51 (4): 377-394.<br />

- Jackman, R., C. Pissari<strong>de</strong>s y S. Savouri. (1990). “Labour Market Policies and<br />

Unemployment in the OECD”. Economic policy, Vol. 5 (2): 449-490<br />

- Jackman, R. y S. Roper. (1987). “Structural Unemployment”. Oxford Bulletin of<br />

Economics and Statistics, Vol. 49 (1): 9-36.<br />

- Layard, R. y C. Bean (1989). “Why Does Unemployment Persist?”. Scandinavian<br />

Journal of Economics, Vol. 91: 371-396.<br />

59


- Layard, R. y S. Nickell (1987). “The Labor Market”, en The Performance of the<br />

British Economy <strong>de</strong> R. Dornbusch y R. Layard, Oxford University Press.<br />

- Lillien, D.M. (1982). “Sectorial Shifts and Cyclical Unemployment”. Journal of<br />

Political Economy, Vol. 90 (4):<br />

- Nickell, S., L. Nunziata, W. Ochel y G. Quintini. (2001). “The Beveridge Curve,<br />

Unemployment and Wages in the OECD from the 1960s to the 1990s”. ISBN.<br />

- Okun, A.M. (1973). “Upward Mobility in a High-Pressure Economy”. Brooking<br />

Papers on Economic Activity, Vol. 1: 207-252.<br />

- Petrongolo, B. (2001). “Reemployment Probabilities and Returns To Matching”.<br />

Journal of Labour Economics, Vol. 19 (1): 716-741.<br />

- Petrongolo, B. y C. Pissari<strong>de</strong>s. (2001). “Looking into the Black Box: A Survey of<br />

the Matching Function”. Journal of Economic Literature, Vol. 39 (2): 390-431.<br />

- Pissari<strong>de</strong>s, C.A. (1986). “Unemployment and Vacancies in Britain”. Economic<br />

Policy, No. 1: 499 -559.<br />

- _____________ (1992). “Loss of Skill During Unemployment and the Persistence<br />

of Employment Shocks”. Quarterly Journal of Economics, Vol. 107: 1371-1392.<br />

- _____________ (2000). “Equilibrium Unemployment Theory”. 2nd Edition. The<br />

MIT Press.<br />

- Schager, N. (1987). “Unemployment, Vacancies Duration and Wage Increases:<br />

Application of Markov Processes to Labor Market Dynamic”. Research Report<br />

29. Stockholm: Industrial Institute for Economics and Social Research.<br />

- Shimer, R. (2005). “The Cyclical Behavior of Equilibrium Unemployment<br />

Unemployment and Vacancies¨. The American Economic Review, Vol.95 (1): 25-<br />

49(25).<br />

- Solow, R. (1998). “What is Labour-Market Flexibility? What is it Good For?”.<br />

Proceedings of the British Aca<strong>de</strong>my, Vol. 97: 189-211.<br />

- Valletta, R. (2005). “Help-Wanted Advertising and Job Vacancies”. FRBSF<br />

Economic Letter.<br />

- Van Ours, J.C. (1991). “The Efficiency of the Dutch Labour Market in Matching<br />

Unemployment and Vacancies”. De Economist, Vol. 139 (3): 358-78.<br />

60


!<br />

- Wall, H. Y G. Zoega (2002). “The British Beveridge Curve: A Tale of Ten<br />

Regions”. Oxford Bulletin of Economics and Statistics. Forthcoming.<br />

- Warren, R. (1996). “Returns to Scale in a Matching Mo<strong>de</strong>l of the Labour<br />

Market”. Economic Letters 50: 135-42.<br />

- Yashiv, E. (2000). “The Determinants of Equilibrium Unemployment”. American<br />

Economic Review, Vol. 90 (5): 1297-1322.<br />

VIII. Apéndice<br />

Filtro <strong>de</strong> Hodrick-Prescott<br />

La serie yt para t = 1,<br />

2,<br />

3...<br />

T <strong>de</strong>nota los logaritmos <strong>de</strong> una serie variable. y t está<br />

conformada por un componente ten<strong>de</strong>ncial representado por ! y un componente cíclico<br />

representado por c , tales que = ! + c . Dado un valor positivo λ, a<strong>de</strong>cuadamente<br />

escogido, en el cual el componente ten<strong>de</strong>ncial será minimizado:<br />

T<br />

%<br />

( ) 2<br />

min y t " # t<br />

t=1<br />

+ $ # t +1<br />

y t<br />

( T<br />

" # t ) " ( # t " # t"1)<br />

2<br />

T "1<br />

% [<br />

t= 2<br />

]<br />

Según Hodrick y Prescott el componente ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> una serie es el que minimiza tal<br />

ecuación.<br />

T<br />

"<br />

t=<br />

1<br />

Siempre: ( y ! # ) = 0 es <strong>de</strong>cir, que la ten<strong>de</strong>ncia calculada pasa por el "centro" <strong>de</strong> la<br />

serie básica.<br />

t<br />

t<br />

El primer término <strong>de</strong> la ecuación es la suma <strong>de</strong> las <strong>de</strong>sviaciones <strong>de</strong> la serie respecto a la<br />

ten<strong>de</strong>ncia al cuadrado d t = yt<br />

" ! t , y es una medida <strong>de</strong>l grado <strong>de</strong> ajuste, las cuales<br />

penalizan el componente cíclico. El segundo término es un múltiplo ! <strong>de</strong> la suma <strong>de</strong> los<br />

cuadrados <strong>de</strong> las segundas diferencias <strong>de</strong> los componentes <strong>de</strong> ten<strong>de</strong>ncia, y es una medida<br />

<strong>de</strong>l grado <strong>de</strong> suavidad. Este segundo término penaliza variaciones en la tasa <strong>de</strong><br />

crecimiento <strong>de</strong>l componente ten<strong>de</strong>ncial. Cuanto más gran<strong>de</strong> sea el valor <strong>de</strong> ! , más alta es<br />

61


la penalidad. La elección <strong>de</strong> λ es aleatoria, pero Hodrick y Prescott estiman que, para<br />

datos trimestrales, un valor <strong>de</strong> λ = 1.600 es razonable, bajo el supuesto <strong>de</strong> que cualquier<br />

perturbación que tiene efectos durante 8 o más años tiene carácter permanente. Para<br />

series mensuales se suele utilizar 14.400 y para series anuales se recomienda un valor<br />

igual a 100. La medida <strong>de</strong> las fluctuaciones cíclicas está dada por c t = yt<br />

" ! t .<br />

IX. Anexos<br />

Anexo 1: Help-Wanted In<strong>de</strong>x Ajustado 33<br />

Año<br />

Tabla A.1 – Help-Wanted In<strong>de</strong>x Ajustado<br />

Help-Wanted In<strong>de</strong>x<br />

(1)<br />

Factor <strong>de</strong> Ajuste<br />

(2)<br />

Help-Wanted<br />

In<strong>de</strong>x ajustado<br />

(3)=(1)/(2)<br />

1960 0,9253 1,0000 0,9253<br />

1961 0,8569 1,0116 0,8471<br />

1962 0,9458 1,0232 0,9244<br />

1963 0,9300 1,0352 0,8984<br />

1964 1,0268 1,0472 0,9805<br />

1965 1,2394 1,0593 1,1700<br />

1966 1,4505 1,0648 1,3622<br />

1967 1,3562 1,0703 1,2671<br />

1968 1,4493 1,0758 1,3472<br />

1969 1,5481 1,0814 1,4316<br />

1970 1,1915 1,0869 1,0962<br />

1971 1,0659 1,0964 0,9722<br />

1972 1,2905 1,1058 1,1670<br />

1973 1,5165 1,1154 1,3596<br />

1974 1,3045 1,1476 1,1367<br />

1975 0.9565 1,1807 0,8101<br />

1976 1,1060 1,2135 0,9114<br />

1977 1,3262 1,2473 1,0633<br />

1978 1,5967 1,2821 1,2454<br />

1979 1,6409 1,2919 1,2701<br />

33 Fuente: Abraham (1987). Todos los índices están normalizados.<br />

62


Anexo 2: Correlaciones 34<br />

1980 1,3353 1,3019 1,0257<br />

1981 1,2202 1,3120 0,9300<br />

1982 1,8950 1,3223 0,6769<br />

1983 0,9903 1,3326 0,7431<br />

1984 1,2899 1,3430 0,9605<br />

1985 1,3326 1,3535 0,9846<br />

Tabla A.2 – Correlación simple entre los índices.<br />

Niveles Primeras Diferencias Diferencia 12 meses<br />

(8)/(9) 0,99 0,99 1<br />

(9)/(10) 0,99 0,98 0,99<br />

(8)/(10) 0,95 0,96 0,98<br />

Anexo 3: Regresión 35<br />

Tabla A.3 – Resultados <strong>de</strong> la regresión.<br />

Variable <strong>de</strong>pendiente: log V/L<br />

Método <strong>de</strong> estimación: MICO<br />

Muestra: 1986.I 2007.III<br />

Observaciones: 87<br />

Coeficiente Error Estándar Estadígrafo t<br />

Variable Santiago Chile Santiago Chile Santiago Chile<br />

C 3,1484 3,3256 0,1445 0,1635 21,7909 20,3392<br />

Log <strong>de</strong>sempleo -0,5195 -0,6060 0,0658 0,0746 -7,8997 -8,1274<br />

Variable <strong>de</strong>pendiente: log índice vacantes<br />

Método <strong>de</strong> estimación: MICO<br />

Muestra: 1986.I 2007.III<br />

Observaciones: 87<br />

Coeficiente Error Estándar Estadígrafo t<br />

Variable Santiago Chile Santiago Chile Santiago Chile<br />

C 3,6823 3,4885 0,1846 0,2548 19,9495 13,6925<br />

Log <strong>de</strong>sempleo -0,7610 -0.6811 0,0840 0,1196 -9,0584 -5,6946<br />

34 Fuente: Bellani et al (2002).<br />

35 La relación para las submuestras 1986.I – 2001.IV y 2002.I – 2007.III mostradas en la figura 15 también<br />

son estadísticamente significativas.<br />

63


Anexo 4: Tests <strong>de</strong> cambio estructural<br />

Figura A.4.1 – CUSUM.<br />

a. Para Santiago y Chile usando V/L.<br />

b. Para Santiago y Chile usando el índice <strong>de</strong> vacantes.<br />

Figura A.4.2 –CUSUM CUADRADO.<br />

a. Para Santiago y Chile usando V/L.<br />

b. Para Santiago y Chile usando el índice <strong>de</strong> vacantes.<br />

64

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!