D&D 81 QUIJANO - D&D Diseño y Decoración en Argentina

El arquitecto Gonzalo
Bruno Quijano, sorprende
con este proyecto en
el que refaccionó un
excelente departamento
clásico y lo convirtió en
un lugar moderno y
elegante con piezas maravillosas
de los años 40.
T EXTO: MILA K OSZKA P RODUCCIÓN: MARINA B RAUN F OTOS: JULIE B ERGADÁ
Ejercicio
Contemporáneo

Páginas anteriores. En el hall
recibe un gran óleo de
Doura que muestra la inmensidad
del Río de la Plata.
La puerta es un excelente
ejemplo de los años 20 y el
piso tiene una combinación
de mármol Portoro y roble
de Eslavonia.
Unas sillas Regence francesas
con fundas veraniegas y
lámparas actuales de Iluminación
Agüero.
La Plaza San Martín de Clorindo
Testa, junto a sillones
de Jansen, sillas Luis XVI y
una exquisita mesa laqueada
negra con tapas de pergamino.
El living y el escritorio
fueron unificados para crear
este espacio donde se alterna,
en verano, el blanco y
los tonos oscuros como el
del marco del espejo cuadrado
que corona una chimenea
sumamente clásica. La alfombra
es una Kirman.

ARQUITECTO Y DECORADOR CON UNA CLIENTELA FIEL, GONZALO BRUNO QUIJANO,
tiene una identidad tan marcada en sus proyectos que pocos saben que las ambientaciones
exquisitas del siglo XVIII no son su único fuerte. Mas aún, no son su único interés.
Cuando una amiga que lo conoce bien le pidió que acondicionara un departamento de
estilo que acababa de comprar y al que quería darle una atmósfera contemporánea,
recurrió sin dudarlo a su ojo experto para manejar la riqueza de la arquitectura de un
edificio academicista de excelente calidad, pero que debía ser renovado.
Desde sus comienzos, Bruno Quijano ha sido sinónimo de buen gusto y refinamiento,
pero con un sesgo formal. No es casual. Es el estilo que adora, aquel en el que
vive y el que respiró en su infancia. «Ese fue el siglo de oro de la creación, todo lo nuevo
salió en ese período», señala él convencido y defensor acérrimo de ese período.
Pero su trayectoria lo ha llevado a explorar otros caminos con excelentes resultados,como
el de esta propiedad. “Es cierto que para hacer este tipo de cosas sólo me
llaman quienes me conocen bien y saben que puedo y disfruto con tales propuestas",
reconoce él.
Para los ambientes se eliminaron las cortinas formales y, en cambio, se eligió usar
el sistema roller que da un toque contemporáneo. Tampoco abundan los cuadros,
para dar mas liviandad a la ambientación y los muros se pintaron con gamas de
beige y “greige” en degradé sutil.
Junto al piano, un sillón tapizado en cuero de los 40.

El punto de partida fue una excelente colección de muebles de los años 40 y
50 que había estado en un depósito por años. Las piezas eran verdaderamente excepcionales.
Muchas de ellas de la tradicional casa Jansen o inspiradas en un ícono de esa
época, el diseñador Jean-Michel Frank.
Bruno Quijano decidió que debían ser recuperadas y devolverles su brillo original.
El trabajo requirió varios meses de trabajo de artesanos expertos para el rescate, pero el
resultado fue un conjunto que tiene los mejores trazos de una época que ha vuelto a
estar en la mira de los coleccionistas y que acapara la atención en muchos de los remates
internacionales.
Luego, unos toques muy contemporáneos, en los pocos cuadros elegidos
para colgar de los muros y una cocina muy bien equipada, con todos los implementos
El comedor es una mesa de Jansen
con sillas Luis XV que se actualizaron
con un tratamiento en decapé y el
tapizado de lino “tête de nègre”
o chocolate.
Spots mínimos complementan una
araña que se reacondicionó con
velas. Una alfombra Kirman y dos
torchieres francesas de los años 40.

En el dormitorio una colcha de pique
brasileño, comprada en San Pablo, para
la cama contemporánea.
El cuadro es de Roux.
Lámpara tipo Jean Michel Frank.
Las mujeres de la familia en original
collage fotográfico.
necesarios, le dieron un toque muy actual a este departamento en el que la dueña
disfruta de recibir amigos constantemente.
Otro elemento esencial de la decoración fue pensarla para que mutara de
textura y colores según sea invierno o verano. A la usanza de antaño, Gonzalo eligió
tonos bordo y grises para la época de frío, pero diseñó fundas claras para los días
estivales, como las que se ven en las fotos.
De esta manera, no solo cambia la atmósfera del departamento, sino aún el
carácter de los muebles. Por eso, por ejemplo, unas sillas Regence francesas se vuelven
más frescas e informales con fundas de géneros claros.
Los dormitorios, además, adquirieron una impronta totalmente contemporánea
y despojada y en ciertos rincones se organizaron composiciones en collage que rinden
homenaje a las mujeres de la familia o a los ancestros.
El living y el escritorio fueron reunidos en un solo ambiente y la biblioteca alberga
un home-theater muy actual. Las mansardas que coronaban un sector de los muros
se disimularon con bibliotecas realzando así aún más la altura de los ambientes.
Para la cocina se reunieron tres cuartos pequeños de servicio —depósito, despensa,
etc, típicos de otros tiempos— y se creó un espacio amplio y funcional donde la dueña de
casa, una verdadera gourmet, cocina mientras entretiene a sus invitados en animada charla.
Gonzalo disfrutó muchísimo con el proyecto no solo porque tuvo gran libertad
para trabajar y empatía con la dueña de casa, sino porque fue un ejercicio de cambio de las
obras habituales y señoriales para las que suele buscarlo sus fieles seguidores.

El dormitorio adolescente juega
con los géneros a cuadros y bastante
colorido. La personalización
se logro con un móvil de peces en
vidrio elegido por la joven habitante
de este espacio. El cuadro
armado sobre cuatro paneles es
obra de un joven artista amigo muy
talentoso. Las ventanas cuelan el
mejor sol hasta en el baño.
EN EL CUARTO DE UNA ADOLESCENTE SE OPTO POR LOS COLORES ACIDOS Y UNA ATMOSFERA DESPEJADA SOBRE EL PISO DE ROBLE ORIGINAL EN ESPINA DE PESCADO.