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LOS DESTERRADOS DE CAPELLA
problema continuaba todavía con relación al primer ser, del
cual los demás se engendraron.
En 1935 el bioquímico americano Wendell Meredith
Stanley (l904-l971) aisló un microbio incomparablemente
más primitivo que cualquiera de los demás conocidos hasta
entonces y que se reproducía, mismo después de sometido al
proceso de cristalización. Como, hasta entonces, ningún ser
vivo, pudo ser cristalizado y continuar a vivir, se concluyó
que el ser en cuestión era un intermediario entre la materia
inerte y la materia animada por la vida; admitieron los
investigadores que ese hecho vino a llenar la gran laguna
existente entre los seres vivos más atrasados y las más
complicadas substancias orgánicas inanimadas como, por
ejemplo, las proteínas.
Ese ser sería entonces, académicamente hablando, el
punto de partida para las generaciones de los seres vivos
existentes en la Tierra, los cuales, hace un billón y medio de
años, viene evolucionando sin cesar, perfeccionando las
especies y sus actividades específicas .
En ese principio de la evolución humana, y en el ápice
del reino animal, estaban los simios, muy parecidos con los
hombres, pero, todavía animales, sin aquello que, justamente,
distingue al hombre del animal, a saber: la inteligencia.
De este punto en adelante, por más que investigase, la
ciencia no consiguió localizar un tipo intermediario, bien
definido entre el animal y el hombre.
Descubrió fósiles de otros reinos y pudo clasificarlos,
pero nada obtuvo sobre el tipo de transición para el hombre;
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