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Convivir y habitar la ciudad: entre el olvido, la decadencia y el ...

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<strong>Convivir</strong> y <strong>habitar</strong> <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>: <strong>entre</strong> <strong>el</strong> <strong>olvido</strong>, <strong>la</strong> <strong>decadencia</strong> y <strong>el</strong><br />

resurgimiento.<br />

Julio Solís Moreira - Paulo Coto Murillo 1<br />

“Luz baja de alumbrado público.<br />

Una acera discreta a pesar de <strong>la</strong> onda<br />

expansiva d<strong>el</strong> crecimiento urbano, poco transitada.<br />

Una casa vieja tímidamente escondida en un antiguo barrio…”<br />

Urbanoscopio – Fernando Contreras<br />

Introducción<br />

Cuando reflexionamos sobre <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong> de San José, nos irrumpe a primera vista un<br />

imaginario de lo vacio, d<strong>el</strong> desorden como lugar común de representación d<strong>el</strong> espacio, un<br />

<strong>olvido</strong> colectivo de <strong>la</strong> vida cotidiana de quienes habitan los barrios cercanos al centro,<br />

barrios con una vida, con un dinamismo, con una historia que se incorpora en los vecinos<br />

y sus edificaciones.<br />

Las re<strong>la</strong>ciones sociales en <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>, se ven presionadas en parte por lógicas urbanísticas<br />

que olvidan <strong>la</strong>s expectativas de quienes al final de cuentas hacen <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>, este dilema<br />

nos pone a pensar sobre <strong>el</strong> futuro de <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong> contemporánea.<br />

Expresada <strong>la</strong> preocupación anterior, es vital rescatar <strong>la</strong> convivencia de quienes habitan <strong>la</strong><br />

<strong>ciudad</strong> y sus barrios. En aras de comprender esto, observamos que los barrios y <strong>la</strong>s<br />

re<strong>la</strong>ciones que se suscitan en <strong>el</strong>los están llenas de lugares significativos, puntos de<br />

referencia, recorridos habituales, representaciones, prácticas, vivencias, historias y<br />

pertenencias, que se dan a pesar d<strong>el</strong> anonimato, <strong>el</strong> constante encuentro y desencuentro<br />

al que se ven arrojados los pob<strong>la</strong>dores en <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>.<br />

¿Por qué estudiar <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>?<br />

Durante <strong>la</strong>s últimas tres décadas (1980-2012) en <strong>la</strong> sociedad costarricense se han venido<br />

suscitando procesos de transformación económica, política, social y cultural, <strong>el</strong><strong>la</strong>s se<br />

cristalizan respectivamente en <strong>el</strong> cambio de política económica intervencionista a una<br />

economía que promueve <strong>la</strong> idea d<strong>el</strong> “libre comercio”, desregu<strong>la</strong>ndo asimismo <strong>la</strong><br />

intervención pública, de un mod<strong>el</strong>o de Estado benefactor a un Estado mínimo con<br />

intervenciones focalizadas, esto se ha reflejado en una creciente desigualdad social y<br />

vulnerabilidad social, así como un aumento de <strong>la</strong> segregación territorial, se ha también<br />

encontrado que esta desigualdad tiene corre<strong>la</strong>ción con <strong>el</strong> aumento en los índices de<br />

criminalidad y <strong>la</strong> inseguridad <strong>ciudad</strong>ana; a todo lo anterior hay que sumar cambios<br />

pau<strong>la</strong>tinos en <strong>la</strong>s subjetividades culturales, de una sensibilidad re<strong>la</strong>tivamente solidaria<br />

hacia principios re<strong>la</strong>cionales de corte individualista, estos <strong>el</strong>ementos derivan sin duda en<br />

un clima cultural distinto al vivido en los inicios de <strong>la</strong> segunda mitad d<strong>el</strong> siglo XX.<br />

Se observa detrás de lo seña<strong>la</strong>do como distintos <strong>el</strong>ementos de <strong>la</strong> conformación social<br />

sufren transformaciones concretas, es de seña<strong>la</strong>r que uno de esos espacios de<br />

1 Sociólogos e Investigadores en <strong>el</strong> Programa de Cultura Local Comunitaria y Sociedad Global<br />

(PROCULTURA) d<strong>el</strong> Centro de Investigación en Cultura y <strong>el</strong> Desarrollo (CICDE). Correos: pcoto@uned.ac.cr,<br />

jsolis@uned.ac.cr


transformación es <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>, encontramos específicamente <strong>el</strong>ementos de transformación<br />

en <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones de reproducción en lo urbano, de <strong>la</strong>s prácticas sociales (nuevas formas<br />

de habitación, crecimiento de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción urbana, suburbanización) y de <strong>la</strong>s<br />

subjetividades culturales (cambios idiosincráticos, imaginarios y representaciones de <strong>la</strong><br />

<strong>ciudad</strong>), ante esta situación justificamos <strong>la</strong> convivencia urbana como un objeto de<br />

investigación, que articu<strong>la</strong> en casos concretos –barrios- los <strong>el</strong>ementos de transformación<br />

antes punteados.<br />

Hay que seña<strong>la</strong>r que algunos estudios han problematizado <strong>el</strong> tema de <strong>la</strong>s nuevas<br />

dinámicas urbanísticas, <strong>el</strong> crecimiento urbano, <strong>la</strong> macrocefalia urbana, <strong>la</strong> tendencia hacia<br />

<strong>la</strong> segregación urbana, asimismo surgen estudios que promocionan <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong> como una<br />

oportunidad para <strong>el</strong> mercado (inmobiliario, industrial, comercial), <strong>la</strong> infraestructura urbana<br />

y <strong>la</strong> seguridad <strong>ciudad</strong>ana; los últimos temas son paradigmáticos de <strong>la</strong> gestión urbana de<br />

corte neoliberal y los estudios de gobernabilidad urbana. (PRUGAM, 2008), (Pérez, 1998).<br />

En <strong>la</strong> presente ponencia se mantendrá una posición crítica frente a <strong>la</strong>s investigaciones<br />

urbanísticas enfocadas al mercado, <strong>la</strong> infraestructura o <strong>el</strong> orden público, por <strong>el</strong>lo<br />

rescatamos los esfuerzos académicos existentes para comprender <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones<br />

concretas de los habitantes de <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong> en sus respectivos barrios, sus expectativas, sus<br />

prácticas y representaciones.<br />

Siguiendo lo anterior, <strong>el</strong> abordaje y <strong>la</strong> perspectiva d<strong>el</strong> estudió, se sostiene en que<br />

“urbanizar no significa hacer <strong>ciudad</strong>” 2 , y esto se ve cuando los procesos de urbanización<br />

no promueven <strong>la</strong> equidad, sino que surgen gran cantidad de barrios-guetos (de ricos y de<br />

pobres), espacios segregados (sin movilidad social), factores que son <strong>la</strong> negación d<strong>el</strong><br />

significado de <strong>ciudad</strong>, favorecen los conflictos, <strong>la</strong> marginalidad, aumentando <strong>el</strong><br />

sentimiento de inseguridad y <strong>el</strong> miedo al “otro” (González, 2009).<br />

La convivencia urbana<br />

La <strong>ciudad</strong> como espacio social es un escenario cultural que se ha ido transformando por<br />

<strong>el</strong>ementos estructurales, que si bien son centrales y pueden dar pistas de <strong>la</strong>s<br />

trasformaciones urbanas en conjunto, no dan cuenta de <strong>la</strong> vida concreta de los habitantes<br />

que coexisten en los espacios urbanos, re<strong>la</strong>ciones que tienen unas especificidades<br />

incorporadas en dinámicas sociales: cotidianas, vivenciales, barriales y territoriales.<br />

Es por esta situación que dentro de los intereses d<strong>el</strong> estudio de lo urbano hemos<br />

privilegiado <strong>la</strong> discusión de dos tendencias disyuntivas en cuanto al entendimiento de lo<br />

urbano, <strong>la</strong> conformación política y <strong>la</strong> vida en <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>, tendencias de un origen<br />

prescriptivo más que de un origen analítico, centradas en <strong>el</strong> dilema de <strong>la</strong> regu<strong>la</strong>ción de<br />

<strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones sociales en los entornos urbanos.<br />

Los <strong>el</strong>ementos normativos seña<strong>la</strong>dos son, <strong>el</strong> orden público y <strong>la</strong> convivencia, <strong>el</strong> primero<br />

está ligado a <strong>la</strong> administración de <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s por control social, con <strong>la</strong> típica lucha contra <strong>el</strong><br />

“desorden” en <strong>la</strong>s <strong>ciudad</strong>es, <strong>el</strong> d<strong>el</strong>ito, <strong>el</strong> trabajo informal, hasta por <strong>la</strong> estética no<br />

p<strong>la</strong>nificada burguesamente. Mientras que <strong>el</strong> <strong>el</strong>emento de <strong>la</strong> Convivencia 3 remite al valor<br />

2 Esta exposición de González (2009) explica bien <strong>la</strong> diferencia <strong>entre</strong> <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong> y lo urbano. La <strong>ciudad</strong> tiene un<br />

contenido socio-político y está en re<strong>la</strong>ción a los derechos, <strong>el</strong> “derecho a <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>”. Lo urbano, por su parte, se<br />

adjetiva en formas concretas, se urbaniza un barrio, una mayor aglomeración de pob<strong>la</strong>ción urbaniza <strong>el</strong><br />

entorno.<br />

3 Illera (2005) p<strong>la</strong>ntea que <strong>la</strong> convivencia proviene etimológicamente de conviviere, que significa vivir en<br />

compañía de otros, co<strong>habitar</strong>, <strong>el</strong> vivir con. La convivencia aparece como un concepto práctico, como <strong>la</strong>


de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones existentes <strong>entre</strong> los pob<strong>la</strong>dores en <strong>el</strong> entorno, esto lo podríamos<br />

observar en <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones de vecindad, con <strong>el</strong> conocimiento d<strong>el</strong> otro, <strong>la</strong> participación y <strong>la</strong><br />

cooperación. (Illera, 2005)<br />

La presentación anterior es primordial debido a <strong>la</strong> importancia que los gestores urbanos<br />

le han dado a <strong>la</strong> solución d<strong>el</strong> l<strong>la</strong>mado “desorden público” 4 , buscando proteger <strong>la</strong><br />

integridad de los pob<strong>la</strong>dores para crear un ambiente favorable a <strong>la</strong> inversión (propiedad<br />

privada), promoviendo <strong>la</strong> seguridad <strong>ciudad</strong>ana, <strong>el</strong> control policial y <strong>la</strong> vigi<strong>la</strong>ncia (cámaras<br />

y circuitos cerrados). Ese énfasis en <strong>el</strong> orden público representa una visión<br />

excesivamente restringida para entender <strong>la</strong> proyección de <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>, olvidando abogar por<br />

una <strong>ciudad</strong> de derechos e inclusiva donde los habitantes se sientan incluidos en los<br />

espacios públicos, que son centrales, como lugares materiales no solo para <strong>el</strong> estar, sino<br />

que también residen en <strong>la</strong> potencia positiva al derecho –sustantivo- de ser <strong>ciudad</strong>anos (<strong>el</strong><br />

derecho a <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>).<br />

El panorama de discusión es completamente contemporáneo para <strong>el</strong> caso costarricense,<br />

en un contexto en que se busca definir <strong>el</strong> rumbo de <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>, se han sumado grandes<br />

esfuerzos y esperanzas por re-ordenar y revivir <strong>el</strong> espacio. Se p<strong>la</strong>ntean muchas<br />

hipotesis 5 acerca de los problemas que tiene <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong> en cuanto de <strong>la</strong> convivencia<br />

urbana, tanto en barrios de cuantiosa pob<strong>la</strong>ción, con poca inversión, hacinamiento y<br />

acumu<strong>la</strong>ción de vulnerabilidades, como en barrios con pob<strong>la</strong>ciones en disminución<br />

(barrios viejos) que sin duda son zonas en <strong>decadencia</strong>.<br />

Ante <strong>la</strong>s disyuntivas presentadas, hemos optado por escoger unos marcos interpretativos<br />

que sean fi<strong>el</strong>es al objeto de investigación de <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong> como un espacio de lo<br />

representado y vivido por sus habitantes.<br />

El marco de interpretación teórico-analítico se fundamenta en <strong>el</strong> desarrollo de dos<br />

escue<strong>la</strong>s paradigmáticas de <strong>la</strong>s ciencias sociales, <strong>la</strong> primera <strong>el</strong> materialismo histórico y <strong>el</strong><br />

segundo marco de referencia <strong>la</strong> fenomenología. Se propone, desde <strong>la</strong> investigación, una<br />

suerte de dialogo <strong>entre</strong> estas dos hermenéuticas de lo social haciéndo<strong>la</strong>s converger en<br />

un punto de encuentro común, <strong>la</strong> realidad de <strong>la</strong> vida cotidiana.<br />

Lo anterior lo podemos poner en perspectiva desde lo que p<strong>la</strong>ntea Carreño (1999) a<br />

través de <strong>la</strong> teoría de <strong>la</strong> estructuración de Anthony Giddens, con <strong>el</strong> argumento de una<br />

dualidad estructural, <strong>entre</strong> <strong>la</strong> producción y reproducción social.<br />

“[…] <strong>la</strong> producción social tiene que ver con <strong>la</strong> forma en que <strong>la</strong> vida social es producida o<br />

creada por <strong>la</strong> gente que participa en <strong>la</strong>s prácticas sociales. En <strong>la</strong>s prácticas sociales los<br />

seres humanos son creadores de significado y de realidad social. El carácter reflexivo y <strong>el</strong><br />

comprometimiento de los actores hacen posible que <strong>la</strong> acción constituya, sostenga y<br />

cambie <strong>la</strong>s formas de vida social tales como <strong>la</strong>s instituciones y <strong>la</strong>s estructuras, dado que<br />

éstas no tienen una existencia aparte de <strong>la</strong>s actividades que les dan sentido.” (Carreño,<br />

1999, p.140).<br />

reciprocad de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones <strong>entre</strong> pob<strong>la</strong>dores, comunidades, pueblos, países, etc. Hay que tener en cuenta<br />

que <strong>la</strong> convivencia <strong>entre</strong> vecinos que no depende exclusivamente de <strong>la</strong> dirección estatal.<br />

4 Tendencias como <strong>la</strong> cero tolerancia, <strong>la</strong> teoría de <strong>la</strong>s ventanas rotas, <strong>la</strong> prevención situacional, los espacios<br />

defendibles, se enarbo<strong>la</strong>n con <strong>la</strong> idea de “combatir” <strong>la</strong>s violencias urbanas y han surgido de políticas urbanas<br />

y municipales. Wacquant (2004)<br />

5 El deterioro ambiental, <strong>la</strong> contaminación ambiental y sónica, <strong>la</strong> saturación visual, <strong>el</strong> crecimiento d<strong>el</strong> comercio<br />

frente a espacios habitacionales, <strong>la</strong> pérdida de los espacios públicos, <strong>la</strong> violencia urbana y <strong>la</strong> inseguridad<br />

<strong>ciudad</strong>ana.


P<strong>la</strong>nteamos justamente que en <strong>la</strong> constitución y reproducción de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones sociales<br />

en <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>, hay representaciones y prácticas sociales que reproducen <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones de<br />

convivencia en <strong>el</strong> diario vivir. En este sentido nos fue fundamental <strong>la</strong> conceptualización<br />

que realiza Edward Soja, sobre <strong>la</strong> vida cotidiana como una realidad social compuesta por<br />

tres espacios, posibilitando <strong>el</strong> dialogo y articu<strong>la</strong>ción analítica <strong>entre</strong> <strong>la</strong>s discusiones<br />

p<strong>la</strong>nteadas desde <strong>el</strong> materialismo histórico y <strong>la</strong> fenomenología.<br />

Para Soja <strong>la</strong> vida cotidiana es <strong>el</strong> espacio de lo percibido, lo representado y lo vivido, que<br />

están en constante re<strong>la</strong>ción (Albino y Barsky, 1997).<br />

Lo percibido, aparece como <strong>la</strong> articu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong> geografía en <strong>la</strong> vida cotidiana en <strong>la</strong><br />

<strong>ciudad</strong>, <strong>el</strong> entorno de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones sociales. Esto es fundamental debido a <strong>la</strong> necesidad<br />

de entender <strong>el</strong>ementos como los desp<strong>la</strong>zamientos, <strong>el</strong> uso d<strong>el</strong> espacio público, <strong>la</strong> vivienda<br />

y <strong>la</strong>s infraestructuras en los barrios.<br />

Lo representado, como <strong>la</strong> forma en que los habitantes se refieren a <strong>la</strong> vida en <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>,<br />

sus expectativas y representaciones de <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong> en sus barrios, este punto es central<br />

para entender <strong>la</strong> convivencia como una multiplicidad de re<strong>la</strong>ciones simbólicas, y de<br />

proyecciones, así podemos interrogar sobre <strong>la</strong> experiencia d<strong>el</strong> <strong>habitar</strong> <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>: ¿Usted<br />

cómo quisiera que fuera su barrio y también <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong> de San Jose? ¿Le gusta vivir en<br />

este barrio?<br />

El <strong>el</strong>emento de lo vivido implica <strong>el</strong> entendimiento de <strong>la</strong>s prácticas sociales 6 de los<br />

habitantes de los barrios, este punto es central pues <strong>el</strong> estudio de <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong> se puede<br />

enriquecer a partir de lo que hacen y no hacen los pob<strong>la</strong>dores, en <strong>el</strong> intercambio d<strong>el</strong><br />

tiempo y <strong>la</strong> apropiación d<strong>el</strong> espacio. La acción de los <strong>ciudad</strong>anos se enfrenta a<br />

dificultades en, <strong>el</strong> acceso de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción a <strong>la</strong> calidad de vida, <strong>el</strong> temor a ser victimizado y<br />

<strong>el</strong> capital social de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción (<strong>la</strong> vecindad y <strong>la</strong> participación en los barrios), <strong>el</strong>ementos<br />

en <strong>el</strong> ordenamiento social de <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>.<br />

La reflexión analítica propuesta es importante porque toma en cuenta que <strong>la</strong> vida urbana<br />

se manifiesta en una geografía de <strong>la</strong> vida cotidiana (lo vivido), donde se concibe, se<br />

interpreta y representan los espacios que percibimos cuando habitamos <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>, una<br />

manufactura que reside en los pob<strong>la</strong>dores y no en los esquemas racionales d<strong>el</strong> urbanista,<br />

<strong>el</strong> policía, <strong>el</strong> sociólogo o <strong>el</strong> arquitecto. (de Castro, 1997).<br />

Para hacer operativo <strong>el</strong> estudio de <strong>la</strong> convivencia urbana (en lo percibido, lo representado<br />

y lo vivido), se p<strong>la</strong>ntean algunas dimensiones de análisis que tienen dos rasgos básicos;<br />

en primer lugar buscan estudiar <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción de los pob<strong>la</strong>dores con <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong> (entorno), a<br />

través d<strong>el</strong> tiempo (uso d<strong>el</strong> tiempo) y <strong>la</strong> apropiación y uso d<strong>el</strong> espacio público , dos<br />

condiciones esenciales para estudiar <strong>la</strong>s prácticas cotidianas en <strong>el</strong> entorno barrial, luego<br />

se presentan dos factores que se centran en <strong>la</strong>s actividades sociales de los pob<strong>la</strong>dores<br />

<strong>entre</strong> sí, <strong>la</strong> vecindad y <strong>la</strong> participación.<br />

El uso d<strong>el</strong> espacio público<br />

6 Las prácticas cotidianas surgirían de este debate, como <strong>el</strong> proceso de <strong>la</strong> acción en <strong>el</strong> espacio urbano. Como<br />

p<strong>la</strong>ntea de Stefani (2007), <strong>el</strong> espacio urbano no es un simple t<strong>el</strong>ón de fondo, hay que desearlo y reproducirlo<br />

constantemente, es un producto cultural, es un producto derivado de <strong>la</strong>s prácticas sociales en su dimensión<br />

cotidiana.


Uno de los sentidos más importantes de <strong>la</strong> vida en <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong> se refleja en los lugares de<br />

encuentro, en los referentes geográficos comunes de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción y estos tienen que ver<br />

con <strong>la</strong> construcción de una convivencia íntimamente articu<strong>la</strong>da al territorio 7 .<br />

Con <strong>el</strong> fin de estudiar <strong>el</strong> espacio se estudia, <strong>la</strong> recurrencia de los pob<strong>la</strong>dores a visitar y<br />

recorrer habitualmente ciertos lugares de <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong> de San José (iglesias, parques,<br />

servicios públicos) y de sus barrios (sodas, parques, lugares de recreación), también los<br />

puntos de referencia y lugares comunes, espacios de encuentro (de cercanía) y de<br />

desencuentro (conflictivos), espacios de ocio y diversión, espacios de trabajo, <strong>entre</strong> otros.<br />

El uso d<strong>el</strong> tiempo<br />

El estudio d<strong>el</strong> uso d<strong>el</strong> tiempo tiene su corre<strong>la</strong>to en <strong>la</strong>s prácticas de los pob<strong>la</strong>dores, que a<br />

partir de sus condiciones de vida lo dedican a diversas actividades. El uso d<strong>el</strong> tiempo se<br />

ha estado trabajando en re<strong>la</strong>ción a los desp<strong>la</strong>zamientos en <strong>la</strong>s <strong>ciudad</strong>es, <strong>el</strong> tiempo libre<br />

(ocio y diversión), los cambios en los mercados de trabajo, <strong>el</strong> trabajo domestico, <strong>la</strong><br />

participación, <strong>entre</strong> otros.<br />

Estos estudios son de gran importancia para conocer los horarios y <strong>la</strong>s vidas de los y <strong>la</strong>s<br />

pob<strong>la</strong>doras en sus espacios y prácticas cotidianas, sobre todo para ver <strong>la</strong>s diferencias a<br />

niv<strong>el</strong> de género, que es un <strong>el</strong>emento transversal que hay que incorporar en <strong>la</strong>s agendas<br />

de investigación, para ver <strong>la</strong>s diferencias concretas en <strong>el</strong> uso de tiempo que <strong>la</strong>s mujeres y<br />

los hombres asumen en <strong>la</strong> cotidianamente en <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>.<br />

En <strong>la</strong> investigación se operacionaliza <strong>el</strong> uso d<strong>el</strong> tiempo en actividades <strong>la</strong>borales, <strong>el</strong> uso d<strong>el</strong><br />

tiempo libre en los barrios y en <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong> de (cantidad de tiempo destinada a ciertas<br />

actividades regu<strong>la</strong>res de los pob<strong>la</strong>dores), así como <strong>la</strong>s diferencias de género.<br />

Las vincu<strong>la</strong>ciones vecinales<br />

Las vincu<strong>la</strong>ciones vecinales han de ser entendidas, como <strong>el</strong> conocimiento d<strong>el</strong> otro, <strong>la</strong><br />

cercanía y <strong>la</strong> confianza <strong>entre</strong> los vecinos; asimismo son <strong>la</strong>s “[…] re<strong>la</strong>ciones de conexión<br />

(unión, encuentro) que presentan o han presentado cierta consistencia y constancia <strong>entre</strong><br />

dos o más personas o grupos de personas cuyas residencias se encuentran<br />

espacialmente cercanas <strong>entre</strong> sí” (Soto, 2008, p. 243)<br />

La definición de <strong>la</strong>s vincu<strong>la</strong>ciones vecinales es crucial para analizar <strong>la</strong> vida en los barrios<br />

urbanos, en lo que antes se p<strong>la</strong>nteo como <strong>la</strong> posibilidad de reciprocidad <strong>entre</strong> los<br />

pob<strong>la</strong>dores.<br />

Se trabajaran a partir de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones y <strong>el</strong> conocimiento <strong>entre</strong> los vecinos, <strong>la</strong> confianza<br />

<strong>entre</strong> los mismos.<br />

La participación de los vecinos<br />

Este es un <strong>el</strong>emento operativo, con <strong>el</strong> cual se buscará ver <strong>la</strong> capacidad de los pob<strong>la</strong>dores<br />

para participar en agrupaciones colectivas y ver <strong>el</strong> grado de organización en los barrios.<br />

Este factor es c<strong>la</strong>ve para entender <strong>la</strong> vida en <strong>el</strong> espacio urbano y <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>, como<br />

referente político.<br />

7 Solinis (2009) p<strong>la</strong>ntea que es importante abordar <strong>el</strong> territorio en sus diversas esca<strong>la</strong>s, como referente<br />

espacial de <strong>la</strong>s regu<strong>la</strong>ciones urbanas.


Se buscará estudiar <strong>el</strong> grado de organización, <strong>la</strong> capacidad y <strong>la</strong> calidad de participación<br />

de los vecinos en: Asociaciones de Desarrollo Comunal, Bandera Azul, Comités de<br />

Seguridad Comunitaria, Asociaciones de Deportes, <strong>entre</strong> muchas otras.<br />

El barrio como unidad de análisis<br />

El barrio es central en <strong>el</strong> estudio de <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>, se concibe como una obra humana 8 , una<br />

construcción espacial y significativa de <strong>la</strong> vida urbana, es un espacio de re<strong>la</strong>cionalidad, de<br />

arraigo, de reciprocidad, de referencialidad, un lugar de encuentro, esto es un espacio de<br />

habitación -un habitad- compartido, un micro cosmos que reúne <strong>la</strong>s distancias sociales,<br />

espaciales y temporales (representación histórica 9 ).<br />

Converge también como proceso y movimiento en <strong>el</strong> espacio geométrico (urbanístico) 10 ,<br />

de encuentros, recorridos y tránsitos, asimismo, es lugar donde transcurre <strong>la</strong> traducción y<br />

accesibilidad de los diversos espacios sociales mediante lo percibido, <strong>la</strong> representado y lo<br />

vivido en <strong>la</strong> propia cotidianidad d<strong>el</strong> habitante o de “un peatón que recorre un espacio, un<br />

cierto espacio en un tiempo determinado, sin tener necesidad de tomar un coche.”<br />

(Lefebvre, 1975, p.201).<br />

De esta forma <strong>el</strong> valor d<strong>el</strong> concepto de barrio en esta investigación se da, en sus<br />

características de cercanía territorial, como escenario de re<strong>la</strong>ciones sociales, como un<br />

espacio por exc<strong>el</strong>encia para <strong>la</strong> convivencia. Se busca con <strong>la</strong> definición de barrio, tomar<br />

distancia de conceptos que simplifiquen y que implican caer fácilmente en discursos de<br />

cooperación y vida comunitaria como corre<strong>la</strong>tos de convivencia y cohesión social. (Solinís,<br />

2009, pág. 294)<br />

Lo anterior implica <strong>la</strong> idea de ver al barrio en concreto (en <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones materiales y<br />

significativas), se lo entenderá como <strong>el</strong> espacio de <strong>la</strong> experiencia vivida, como un espacio<br />

asumido, que trasciende de lo físicamente percibido, como <strong>el</strong> espacio de <strong>la</strong> vida<br />

cotidiana, “[...] <strong>el</strong> espacio de <strong>la</strong>s representaciones, y va aún más allá d<strong>el</strong> espacio vivido<br />

[...]” (de Stefani, 2007, p. 4).<br />

Abordaje metodológico de <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong> a través de <strong>la</strong> convivencia urbana.<br />

La investigación sobre Convivencia Urbana en San José es un estudio de caso <strong>entre</strong> dos<br />

barrios, como son, Barrio Cristo Rey y Barrio Esca<strong>la</strong>nte. A niv<strong>el</strong> operativo se busco<br />

triangu<strong>la</strong>r <strong>la</strong> generación de <strong>la</strong> prueba empírica; primero a partir de <strong>la</strong> creación de<br />

información cualitativa (<strong>entre</strong>vistas semi-estructuradas), luego, a partir de <strong>la</strong> información<br />

cualitativa y <strong>el</strong> marco teórico se han definido los indicadores y <strong>la</strong>s variables, en <strong>la</strong><br />

implementación de una encuesta para <strong>la</strong>s formas de convivencia de los pob<strong>la</strong>dores de los<br />

dos barrios.<br />

8<br />

La construcción o <strong>la</strong> edificación de <strong>la</strong>s obras es para <strong>habitar</strong><strong>la</strong>s, como seña<strong>la</strong> Heidegger (1956) <strong>el</strong> <strong>habitar</strong> es<br />

en <strong>la</strong> experiencia cotidiana, algo habitual: “Habitamos no porque hayamos construido, sino que construimos y<br />

hemos construido en cuando habitamos, esto es, en cuanto somos habitantes.” (p.3)<br />

9<br />

El contenido histórico de barrio se da en que este es un espacio heredero de micro-coyunturas de otras<br />

épocas (Lefebvre, 1975)<br />

10<br />

En esta investigación se marca una distancia con <strong>el</strong> sociólogo francés, no se comparte que haya una<br />

distancia absoluta <strong>entre</strong> <strong>el</strong> espacio como lugar geométrico o geográfico, frente a lo político-normativo<br />

institucional, sino que se ven en re<strong>la</strong>ción. Tal postura busca ser más coherente con <strong>la</strong> propuesta de barrio<br />

como espacio socio-geográfico donde se accede, se habita y se transita, re<strong>la</strong>cionado a un conjunto de<br />

contenidos políticos, sociales, culturales, económicos.


El contraste o <strong>la</strong> comparación <strong>entre</strong> dos barrios de distinto estrato socio-económico tienen<br />

una utilidad o fin concreto, evidenciar <strong>la</strong> forma en que <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción vive <strong>la</strong> convivencia en<br />

entornos urbanos, desde <strong>el</strong> acceso a necesidades y bienes materiales e inmateriales.<br />

A niv<strong>el</strong> concreto, se observa como <strong>la</strong> diferencia en <strong>el</strong> acceso a bienes y servicios, incide<br />

en <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones y <strong>la</strong> convivencia de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción en <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>. Por ejemplo, <strong>el</strong> factor de<br />

ingresos es medu<strong>la</strong>r, por <strong>la</strong> obligación al consumo que se da en los espacios urbanos,<br />

donde <strong>la</strong>s actividades asa<strong>la</strong>riadas son centrales para <strong>la</strong> reproducción de <strong>la</strong>s necesidades<br />

materiales de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción (vivienda, alimentación, vestido).<br />

Asimismo se abordó <strong>el</strong> estudio con tres componentes:<br />

Un diagnostico barrial, donde <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong> emerge como espacio social, en este componente<br />

se describen cuales son <strong>la</strong>s condiciones socio-históricas y demográficas de los barrios<br />

estudiados, para ver cuáles son <strong>la</strong>s condiciones de vida en los barrios a través de un<br />

estudio exploratorio. Se buscará también recuperar <strong>la</strong> memoria histórica de los dos<br />

barrios, por medio de fuentes secundarias (textos de bibliotecas, tesis, publicaciones),<br />

con <strong>el</strong> fin de ver <strong>la</strong>s transformaciones de los barrios.<br />

En un segundo componente, se estudian <strong>la</strong>s representaciones sociales (<strong>el</strong>ementos de<br />

percepción y expectativas de vida en <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>) desde <strong>la</strong> perspectiva y anc<strong>la</strong>je simbólico<br />

de los pob<strong>la</strong>dores alrededor d<strong>el</strong> uso d<strong>el</strong> espacio, <strong>el</strong> uso d<strong>el</strong> tiempo libre, <strong>la</strong> vecindad y <strong>la</strong><br />

participación. Para <strong>el</strong>lo se definió un instrumento cualitativo (<strong>entre</strong>vista semiestructurada).<br />

Un tercer componente, se dedica a estudiar prácticas cotidianas, como <strong>el</strong>ementos<br />

concretos de <strong>la</strong> vida de los pob<strong>la</strong>dores en <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>. Este componente se está abordando a<br />

partir de una encuesta que integra mediciones, a partir de ítems sobre uso d<strong>el</strong> espacio público, <strong>la</strong><br />

vecindad, <strong>el</strong> uso y apropiación d<strong>el</strong> espacio, y una tab<strong>la</strong> para medir <strong>el</strong> uso e intercambio d<strong>el</strong><br />

tiempo.<br />

Reflexiones finales.<br />

Como se señaló, <strong>la</strong> definición de convivencia se ha utilizado como un recurso, para<br />

promover acciones a favor de una cohesión normativa <strong>entre</strong> los pob<strong>la</strong>dores de <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>.<br />

A modo de invitación, y tomando en cuenta los antecedentes y <strong>la</strong> literatura, se p<strong>la</strong>ntea<br />

como alternativa analítica, que <strong>la</strong> convivencia tiene su contenido en <strong>el</strong> acceso al espacio y<br />

<strong>la</strong> vida pública, y su forma, se refleja en <strong>la</strong> vida cotidiana en los barrios.<br />

En este sentido, <strong>el</strong> barrio emerge como una vía para entender <strong>la</strong> conformación y <strong>la</strong><br />

morfología de <strong>la</strong> <strong>ciudad</strong>. Además, se presenta como <strong>el</strong> espacio de <strong>la</strong> experiencia (lo<br />

percibido, lo representado y lo vivido), va más allá de un presupuesto normativo,<br />

comunitario o participativo. Es útil para investigar <strong>la</strong>s prácticas y <strong>la</strong>s representaciones en<br />

<strong>la</strong> vida cotidiana.<br />

Las dimensiones operativas de <strong>la</strong> convivencia (<strong>el</strong> uso d<strong>el</strong> espacio público, <strong>el</strong> uso d<strong>el</strong><br />

tiempo, <strong>la</strong>s vincu<strong>la</strong>ciones vecinales, <strong>la</strong> participación de los vecinos) d<strong>el</strong>imitan algunas<br />

condiciones de vida de los pob<strong>la</strong>dores, pero solo a partir de <strong>la</strong>s experiencias de los<br />

mismos y de los casos específicos, se podrá dar un concepto más o menos comprensivo<br />

de <strong>la</strong> convivencia urbana, definición que podría generalizarse con <strong>el</strong> estudio comparativo<br />

de otros barrios josefinos.


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