E - HERMANDAD DEL BUEN REMEDIO de Andújar

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Hay que servirlas recién hechas.
Una vez que estén doraditas, las pasamos
por la mezcla de azúcar y canela y las
dejamos enfriar antes de servirlas.
Cuando la masa haya reposado, baña las
tiras de bacalao en esta pasta y fríelas
en una sartén con abundante aceite de
oliva bien caliente. Una vez estén doraditas,
escúrrelas bien y deposítalas sobre
papel absorbente para eliminar el exceso
de aceite.
Cuando el aceite este ya desahumado
y listo para freir, ir mojando las rebanadas
de pan por tandas en el vino dulce,
sin que lleguen a ablandarse demasiado
para que no se desarmen, pasarlas por el
huevo batido y freirlas en el aceite bien
caliente para que no se empapen.
La contemplación del rostro golpeado y ensangrentado de la imagen sagrada de Nuestro
Padre Jesús de la Sentencia nos recordará de nuevo el infi nito regalo de nuestra redención. Jesús
nos rescata del mundo de las tinieblas y nos muestra la luz y Él es la luz que nos hace fuertes en
nuestra fe.
Pon la harina en un bol grande. Haz un
hueco en el centro y añade una pizca de
sal, la levadura en polvo, las tres cucharadas
de aceite y el vaso de agua fría. Mezcla
todos los ingredientes hasta conseguir
una masa homogénea, sin grumos.
Deja reposar la mezcla, tapada, en un lugar
templado durante unos 15 minutos.
Cortar el pan en rebanadas de un dedo y
medio de grosor aproximadamente.
Batir los huevos como para tortilla.
El necesario primer paso para salir del engañoso círculo en el que nos encierra el pecado
ha de ser el de volver la vista hacia un Dios que siempre nos va a esperar con los brazos abiertos
para recibirnos como al hijo pródigo, rebosante de la compasión y la misericordia que, en
multitud de ocasiones, nos hará llegar a los miembros de esta cofradía refl ejadas en los ojos de
nuestra amantísima madre María Santísima del Buen Remedio, que siempre estará dispuesta
a ejercer de mediadora entre nosotros sus hijos y Jesucristo Nuestro Señor. El amor maternal
de María nos ayudará a volver nuestra mirada hacia esas personas, también hermanos nuestros,
nuestro prójimo, que están necesitando de nosotros.
Preparar un plato con una mezcla de
azúcar y canela.
Corta el bacalao, una vez desalado, en tiras
no muy gruesas y resérvalas.
Convertirse de nuevo a la fe y creer en el Evangelio signifi cará que estamos dispuestos a
eludir esa trampa que es el pecado y que nos va alejando de Dios hasta acabar en el foso de una
existencia sin Él. La ausencia de vida espiritual nos empuja a la persecución del espejismo de
una falsa libertad sin ataduras morales ni responsabilidades asumidas, sin fe y por lo tanto, sin
Dios. Habríamos de preguntarnos por las veces en las que los atractivos de esa vida fácil y vacía
han esclavizado nuestras mentes y nuestras débiles voluntades.
(Para desalar el bacalao mantenerlo en
un recipiente con agua fría durante 48
horas, cambiándola cada 8 horas).
(Es aconsejable rebajar el vino dulce con
un poquito de agua para que el sabor no
resulte demasiado concentrado).
Cristo nos llama. Jesús derrama sobre nosotros su infi nito amor y nos atrae hacia
sí mismo, animándonos a reorganizar nuestra vida junto a Él, con nuestros pensamientos e
inquietudes, nuestra voluntad, nuestros afectos y toda nuestra conducta, en este tiempo de
Cuaresma, de refl exión y preparación y que nos va a suponer una ocasión extraordinaria para
ordenar nuestra propia existencia desde el prisma de la fe y de la reconciliación con Dios y con
nosotros mismos.
Ingredientes:
300 gr. de bacalao desalado, 200 gr. de
harina, un vaso de agua, 15 gr. de levadura
en polvo, 3 cucharadas de aceite de
oliva, sal y aceite para freír.
Ingredientes:
1 barra de pan, (preferiblemente del día
anterior) 1/2 litro de vino blanco dulce, 2
huevos. aceite de girasol o de oliva suave,
azúcar y canela molida para recubrir
las torrijas.
En este Año de la Fe, la uaresma va a tener un signifi cado especial para los cristianos
porque, quizás con más intensidad que en otras ocasiones, la Iglesia nos demanda un mayor
compromiso en nuestra disposición a escuchar y recibir la palabra de Dios y a intentar vivir
conforme a ella.
Jesús les habló de nuevo: “Yo soy la luz del mundo.
El que me siga no andará en tinieblas, sino que
tendrá la luz de la vida”. (Juan 8, 12)
Pavías de Bacalao Torrijas de Vino
y buen provecho.
Yo soy la luz del mundo
En este número hemos querido sugerir para este tiempo de cuaresma dos recetas clásicas
de la cocina andaluza que seguro harán las delicias de todos. Esperamos las pongáis en práctica
Rosa Caño Mezquita
Editorial
Remedio Bue n
Sugerencias de Cuaresma
Editorial
Remedio Bue n