10.05.2013 Views

El amor más grande Madre Teresa De Calcuta - Redencion 12

El amor más grande Madre Teresa De Calcuta - Redencion 12

El amor más grande Madre Teresa De Calcuta - Redencion 12

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>El</strong> Amor Más Grande www.formarse.com.ar <strong>Madre</strong> <strong>Teresa</strong> <strong>De</strong> <strong>Calcuta</strong><br />

Convirtamos en hechos el <strong>amor</strong>. Comencemos por nuestra familia, por las<br />

personas que tenemos <strong>más</strong> cerca. Es difícil, pero por ahí ha de comenzar nuestro<br />

trabajo. Somos colaboradores de Cristo, fértiles sarmientos de la vid.<br />

No olvidemos que lo que nos importa es la persona. Para amar a alguien hemos<br />

de acercarnos a él. Si esperamos a que el número de personas sea mayor nos<br />

perderemos en medio de las cifras y ja<strong>más</strong> podremos expresar respeto y <strong>amor</strong> por<br />

una en concreto. Para mí, cada persona es única.<br />

Cuando nuestras hermanas estaban en Ceilán, un ministro del estado me dijo<br />

algo muy sorprendente:<br />

¿Sabe madre? Yo amo a Cristo pero detesto a los cristianos.<br />

Yo le pregunté cómo podía ser eso.<br />

Pues porque los cristianos no nos dan a Cristo Contestó ; no viven<br />

totalmente sus vidas cristianas.<br />

Una vez Gandhi dijo algo muy similar: “Si los cristianos vivieran totalmente<br />

sus vidas cristianas no quedaría ni un solo hindú en la india”.<br />

<br />

Muy cierto, ¿Verdad? Este <strong>amor</strong> de Cristo debería instarnos a darnos sin cesar.<br />

La voluntad perfecta de Dios para nosotros: <strong>De</strong>bemos ser santos. La santidad<br />

es el mayor regalo que Dios puede hacernos porque para eso nos creó.<br />

Para una persona que ama, la sumisión es <strong>más</strong> que un deber; es el secreto de<br />

la santidad.<br />

San Francisco dijo que cada uno de nosotros es lo que es a los ojos de Dios,<br />

nada <strong>más</strong> ni nada menos. Todos estamos llamados a ser santos. No hay nada de<br />

extraordinario en esa llamada. Todos hemos sido creados a imagen y semejanza<br />

de Dios para amar y ser amados.<br />

Jesús desea nuestra perfección con ardor indecible. “Porque la voluntad de<br />

Dios es vuestra santificación” (1 Tesalonicenses 4:3). Su sagrado corazón está<br />

lleno por el insaciable deseo de vernos avanzar hacia la santidad.<br />

Cada día deberíamos renovar nuestra resolución de estimularnos el fervor,<br />

como si fuera el primer día de nuestra conversión, diciendo: “Ayúdame, Señor<br />

Dios, en mi buena resolución y en tu servicio sagrado, y dame la gracia para<br />

24

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!