El amor más grande Madre Teresa De Calcuta - Redencion 12
El amor más grande Madre Teresa De Calcuta - Redencion 12
El amor más grande Madre Teresa De Calcuta - Redencion 12
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>El</strong> Amor Más Grande www.formarse.com.ar <strong>Madre</strong> <strong>Teresa</strong> <strong>De</strong> <strong>Calcuta</strong><br />
de este modo no tenemos un verdadero conocimiento de Dios. Cuando los santos<br />
se miraban a sí mismos con ese horror lo hacían en serio. No era simulación.<br />
<strong>El</strong> conocimiento propio nos ayudará a elevarnos, mientras que el pecado o la<br />
debilidad nos llevarán al abatimiento. La confianza profunda viene del propio<br />
conocimiento. Entonces nos volvemos hacia Jesús para que nos sostenga en<br />
nuestras debilidades; por el contrario, si nos creemos fuertes no lo<br />
necesitaremos.<br />
La reconciliación comienza por nosotros mismos. Comienza con un corazón<br />
puro; con un corazón capaz de ver a Dios en los de<strong>más</strong>.<br />
En la constitución de las Hermanas de la Caridad aparece un párrafo muy<br />
hermoso que habla de la ternura de Cristo y también de su fiel amistad y <strong>amor</strong>.<br />
Para hacer ese <strong>amor</strong> <strong>más</strong> vivo, <strong>más</strong> seguro y <strong>más</strong> tierno, Jesús nos da la<br />
eucaristía. Por eso es necesario que cada misionera de la caridad se alimente con<br />
ella, para ser una verdadera portadora del <strong>amor</strong> de Dios. <strong>De</strong>be vivir de la<br />
eucaristía y tener el corazón y la vida entretejida con ella. Ninguna misionera de<br />
la caridad podrá dar a Jesús si no lo tiene en su corazón.<br />
Nuestra vida está vinculada a la eucaristía. A través de la fe y el <strong>amor</strong> por el<br />
cuerpo de Cristo bajo la apariencia de pan tomamos al pie de la letra las palabras<br />
de Cristo: “Tuve hambre y me disteis de comer, fui peregrino y me acogisteis,<br />
estaba desnudo y me vestisteis”.<br />
La eucaristía está conectada con la pasión. Esta mañana estuve dando la<br />
comunión, entre mis dedos sostenía a Jesús. Tratemos de comprender que Jesús<br />
siempre se deja partir.<br />
La eucaristía supone mucho <strong>más</strong> que el simple recibir; también supone<br />
satisfacer el hambre de Cristo. Él nos dice: “Venid a mí”. Tiene hambre de almas.<br />
En ninguna parte del evangelio se puede leer que diga “Marchaos” sino siempre<br />
“Venid a mí”. Pidámosle que nos acompañe en nuestro trabajo para que seamos<br />
capaces de hacer de éste una oración. <strong>De</strong>bemos estar realmente seguras de haber<br />
recibido a Jesús, ya que después de eso no podremos entregar a la amargura<br />
nuestras palabras, nuestros pensamientos un nuestros corazones.<br />
En cuanto a nosotras, ja<strong>más</strong> debemos separar la eucaristía de los pobres ni a<br />
los pobres de la eucaristía. Él satisfizo mi hambre y ahora yo voy a satisfacer la<br />
suya de almas, por <strong>amor</strong>.<br />
<br />
48