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Pero después del revocatorio, en agosto de 2004, la calle se “enfrió” y así siguió en vísperas y después de las elecciones
parlamentarias (el 4 de diciembre de 2005). Estaba claro que, puesto que Hugo Chávez sería de nuevo candidato en las
elecciones presidenciales del 3 de diciembre de 2006 y, a menos que ocurriera poco menos que un milagro en la
oposición, la calle seguiría fría.
Desde el referéndum revocatorio la oposición estaba dividida en dos opiniones: una que acusaba de fraude al Consejo
Nacional Electoral (CNE) que convocó y organizó tanto el revocatorio como las elecciones anteriores y posteriores ( la
figura más indoblegable de esta parte es Henry Ramos Allup, ex parlamentario y secretario general de Acción
Democrática, AD) y otra que, sin dejar de acusar al CNE, lleva sus candidatos y compite, sosteniendo así algunas
alcaldías (como la de Baruta, Chacao y El Hatillo, en la gran Caracas que incluye a cinco municipios), gobernaciones
(como la del Estado Zulia y la del Estado Nueva Esparta) y –hasta el día en que se retiraron de las elecciones
parlamentarias de diciembre de 2005--- más de treinta puestos, entre principales y suplentes, en la Asamblea Nacional.
Era comprensible, a partir de esta discusión ventilada en los medios de comunicación, que la oposición derrotada en abril
de 2002, en febrero de 2003, en agosto de 2004 y en diciembre de 2005 (aunque de este último combate se retiraron
antes de ser derrotados), no lograran ponerse de acuerdo en torno a un candidato presidencial único. Sin embargo,
gracias a Teodoro Petkoff, ex comunista, fundador del partido Movimiento al Socialismo (MAS) al cual abandonó cuando la
mayoría resolvió apoyar a Chávez en 1998, dos veces candidato a la Presidencia por el MAS, fundador y actual director
del vespertino Tal Cual ---una vez ocurrido el milagro de un candidato único de la oposición lanzado por 42
organizaciones--- jefe de estrategia de la campaña del ex alcalde y dos veces gobernador de Estado Zulia, Manuel
Rosales. En el momento de anunciar la candidatura unitaria y el comando de campaña, varios ex candidatos de las dos
docenas que se promovían se sumaron a la candidatura en el mismo escenario.
El día 28 de agosto, la prensa hacía el balance final de los y las candidatas inscritas para la lid del 3 de diciembre.
Además de Chavez y Rosales, aparece Benjamín Rausseo, un showman de cabarets, radio y tv, que tuvo el tino de lanzar
su candidatura primero que nadie y, exactamente como hace desde sus escenarios y como él mismo decía, “alborotar ese
avispero” que nadie se atrevía a mover. Contra todo pronóstico Rausseo se inscribió en el plazo dado por el CNE, montó
su “número” como candidato igual que los dos candidatos fuertes, con músicos y todo. Desde el comienzo hizo un pacto
con Rosales: él que no punteara las encuestas a mitad de noviembre, declinaba a favor del otro. Finalmente, Rausseo,
Er´Conde Er Guácharo, retiró la candidatura y días después su partido PIEDRA anunció su apoyo a Rosales.