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Queridos lectores
de Nuestra Revista:
Acabó el verano, un
verano fantástico, con un
amplio programa de actividades
que tuvo su broche de oro
con unas maravillosas fiestas
en honor a nuestra Virgen de
la Soledad.
Mi más sincera felicitación
a todos los organizadores
que con su trabajo e ilusión
han conseguido organizar
todos estos eventos, y también,
mi enhorabuena por haber
logrado que estos hayan sido
seguidos por un gran cantidad
de personas, que es, al fin y al
cabo, lo que se pretende y la
mayor satisfacción que se
puede tener cuando se prepara
con tanto empeño cualquier
tipo de actos.
Terminó el verano y
empezó el curso escolar. Un
año nuevo que comienza en
Septiembre con sus horarios,
su material, sus deberes, su
rutina… Y este curso lo ha
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hecho con una novedad, una
nueva asignatura para los
alumnos de sexto de primaria
“Educación para la
Ciudadanía”.
Sentí una gran curiosidad
por esta materia de la que
había escuchado una cierta
polémica, pero como ya estamos
un poco hartos de tanta
trifulca y desacuerdos, como
persona adulta y libre de prejuicios
decidí informarme
sobra la citada asignatura, porque
como dice el libro de texto
de mi hijo “cuando una persona
se deja llevar por lo que
dicen los demás o los medios
de comunicación, no es libre
del todo”.
De manera que busqué
los objetivos, que resumiendo
son Conocer valores, la
Constitución, Normas de convivencia…y
aprender a obrar
de acuerdo con ellos. En cuanto
a los contenidos: el esfuerzo,
la colaboración, la convivencia,
la libertad, los derechos…
y la verdad es que me
pareció estupendo.
Siempre me agradó ver
al final de los temas de algunas
asignaturas un recuadro donde
ponía “Educación para la
Ciudadanía” y se trataba alguno
de estos temas, y me parecía
muy bien, ya que educar no
es solamente enseñar conocimientos
académicos, sino también
aprender una serie de
comportamientos y a respetar
unas normas de convivencia
que luego los niños trasladaran
a la calle y que definirán la
sociedad.
El libro de texto
comienza reconociendo que es
un área muy especial en la que
no se trata sólo de aprender
nuevos conocimientos, sino de
ponerlos en práctica, y es aquí
donde no tengo yo muy claro
la utilidad de esta asignatura.
Y no lo tengo muy claro
porque resulta que los niños
viven dentro de una familia
que es la primera transmisora
de valores, comportamientos y
actitudes, y esto, los maestros
lo saben muy bien. La mayoría
de las personas, yo creo que
somos solidarias, pero habrá
niños que escuchen decir a sus
padres cuando les piden dinero
para alguna causa, que a ellos
también les gustaría vivir