El jefe de almacén - Leuter
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<strong>El</strong> <strong>jefe</strong> <strong>de</strong> <strong>almacén</strong><br />
Pedro Puig Montserrat
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita <strong>de</strong> los titulares <strong>de</strong>l<br />
“Copyright”, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial<br />
<strong>de</strong> esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y<br />
el tratamiento informático, y la distribución <strong>de</strong> ejemplares <strong>de</strong> ella mediante alquiler<br />
o préstamo públicos.<br />
© 2008<br />
LEUTER S.A.<br />
Av. Camino <strong>de</strong> lo Cortao, 34<br />
28700 San Sebastián <strong>de</strong> los Reyes (Madrid)<br />
Teléfono: 91 653 75 00<br />
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Web: www.leuter.com<br />
Diseño y Maquetación:<br />
Revista STOCK (Reed Business Information S.L.U.)<br />
Ilustraciones:<br />
Marcelo Delgado (Madison)<br />
Depósito Legal: M-0000-0000<br />
ISBN: 00 -00000 - 0 - X
Índice<br />
Capítulo I La Llegada 9<br />
Capítulo II La Crisis 19<br />
Capítulo III <strong>El</strong> Plan 23<br />
Capítulo IV La Herramienta 31<br />
Capítulo V Información 37<br />
Capítulo VI Mi Almacén 41
Prólogo<br />
La divulgación científica no tiene por qué ser aburrida. La divulgación profesional,<br />
tampoco. Este relato cumple con esa premisa. Con esa y con la <strong>de</strong> la<br />
experiencia, seguramente el mayor valor que pue<strong>de</strong> aportar su autor. Culpable<br />
y confeso <strong>de</strong> ser un apasionado <strong>de</strong> lo que hace. Pasión que transmite en todo<br />
momento y que no ciega su espíritu crítico ejerciente en todo momento, tanto<br />
que es el socio i<strong>de</strong>al para cualquier <strong>de</strong>bate.<br />
Hace unos pocos meses Pedro Puig me envió un borrador que contenía un relato<br />
que recogía una serie <strong>de</strong> situaciones típicas –quizás mejor tópicas en las que<br />
muchos pue<strong>de</strong>n sentirse i<strong>de</strong>ntificados- alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> un <strong>almacén</strong> y sus responsables.<br />
Mi condición periodística en el mundo <strong>de</strong> la logística y la amistad que -me<br />
atrevo a pregonar- nos profesamos me hacía representar en ese momento papel<br />
<strong>de</strong> crítico por un lado y amigo por otro. Como lo primero <strong>de</strong>bería verter mi opinión<br />
sobre las bonda<strong>de</strong>s literarias <strong>de</strong>l relato; como lo segundo tendría que <strong>de</strong>cir<br />
abiertamente a su autor si aquello merecía una divulgación, una transmisión a<br />
terceros o, por el contrario, <strong>de</strong>bería dormir en un cajón o en el disco duro <strong>de</strong> un<br />
or<strong>de</strong>nador como mero ejercicio <strong>de</strong> aficionado.<br />
No me costó <strong>de</strong>cidir apenas consumía unas cuantas páginas, con creciente avi<strong>de</strong>z.<br />
Una <strong>de</strong>cisión que a<strong>de</strong>más estaba exenta <strong>de</strong> toda sorpresa, pues entre los<br />
valores <strong>de</strong>l director general <strong>de</strong> <strong>Leuter</strong> se suma el <strong>de</strong> columnista <strong>de</strong> revistas profesionales.<br />
Esta especie <strong>de</strong> “entremés” logístico que llegó a mi dirección <strong>de</strong> coreo electrónico<br />
tenía todos los elementos <strong>de</strong> un buen relato. Despertaba interés, tenía el<br />
ritmo necesario, estaba más que correctamente elaborado, incluía <strong>de</strong>scripciones<br />
y diálogos, pero sobre todo hacía reconocible el escenario e invitaba a pensar. <strong>El</strong><br />
ejercicio era por tanto notable y en sus manos está ahora el resultado<br />
.<br />
Tras más <strong>de</strong> una década <strong>de</strong>dicado a la comunicación profesional en el mundo <strong>de</strong><br />
la logística en España, puedo asegurar que cualquier consumidor <strong>de</strong> productos<br />
o servicios, cualquier contratante <strong>de</strong> ellos o cualquier consultor especializado en
dar solución a los problemas <strong>de</strong> otros profesionales, se acerca a la comprensión<br />
<strong>de</strong>l nudo gordiano que haya que <strong>de</strong>shacer –y por lo tanto a la búsqueda <strong>de</strong> una<br />
solución- cuando i<strong>de</strong>ntifica, escucha, observa o lee un problema similar, aunque<br />
sea lejanamente, al suyo. Un viejo aforismo dice: las palabras pue<strong>de</strong>n convencer;<br />
el ejemplo arrastra.<br />
Pedro Puig ha conseguido <strong>de</strong> una forma muy amena crear un pequeño universo<br />
cotidiano y reconocible, <strong>de</strong> problemas reales y soluciones posibles. Un escenario<br />
concreto pero a la vez suficientemente abierto como para ser extrapolable a<br />
otros. Descien<strong>de</strong> a la realidad, inventa un conflicto, le aporta solución y hasta<br />
moraleja. Y a<strong>de</strong>más lo ha hecho <strong>de</strong> una forma divertida. ¿Quién da más?<br />
Ricardo J. Hernán<strong>de</strong>z<br />
Revista STOCK
Capítulo I, la llegada<br />
Hoy va a ser mi primer día en el <strong>almacén</strong>. <strong>El</strong> proceso <strong>de</strong> selección ya queda<br />
atrás. La sensación <strong>de</strong> triunfo por haber sido elegido ya ha pasado y se ha<br />
sustituido por mi confianza en que voy a hacerlo bien, que <strong>de</strong>mostraré que<br />
valgo más <strong>de</strong> lo que se piensan. Estoy seguro <strong>de</strong> que podré hacerlo mejor que<br />
mi antecesor.<br />
Es fácil. Conseguiré ganarme a la gente <strong>de</strong>l <strong>almacén</strong> y me ayudarán a obtener<br />
lo que me han pedido: que nadie se queje. Se pue<strong>de</strong>n hacer muchas cosas,<br />
todavía soy joven y tengo la energía suficiente como para meter las horas que<br />
haga falta.<br />
Cuando, durante la selección, me explicaban la situación <strong>de</strong>l <strong>almacén</strong> y cómo<br />
funcionaba realmente, pensé que me estaban ocultando algunas cosas. Seguro<br />
que se trataba <strong>de</strong> pequeños engaños sin importancia que <strong>de</strong>scubriré y<br />
corregiré en los primeros días.<br />
- Juan, el director general no pue<strong>de</strong> venir a presentarte, ha tenido que salir<br />
a una reunión, yo te llevaré al <strong>almacén</strong> y te presentaré a la gente, me dijo<br />
Antonio, el director financiero, que vino a buscarme a recepción. ¿Quieres<br />
un café antes <strong>de</strong> que vayamos al <strong>almacén</strong>?<br />
- Claro, tomemos un café y hablamos.<br />
Solamente había visto a Antonio una vez antes, al final <strong>de</strong>l proceso, cuando<br />
tuve que negociar el sueldo exacto que había hablado con el director general.<br />
Entonces pensé que era un tío sieso, pero menos que el <strong>de</strong> mi empresa anterior.<br />
Los directores financieros <strong>de</strong>ben <strong>de</strong> ser así, supongo.<br />
Yo estaba impaciente por ir al <strong>almacén</strong>, aunque <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> los últimos meses<br />
<strong>de</strong> no trabajar, un rato más <strong>de</strong> espera no iba a importar.<br />
Pedro Puig Montserrat
- ¿Dón<strong>de</strong> vives Juan? ¿Te ha costado mucho llegar?<br />
- Si, pero no me importa, he tardado casi una hora pero es que había<br />
un acci<strong>de</strong>nte en la avenida Botafogo. Seguro que con los días encontraré<br />
atajos y mejores formas para venir.<br />
- ¿Azúcar?<br />
- Por favor.<br />
La máquina <strong>de</strong> café está en el comedor, en el edificio <strong>de</strong> oficinas, no<br />
en el <strong>almacén</strong>, no se ve a nadie que trabaje allí. Supongo que a esta<br />
hora ya llevan trabajando un buen rato y todavía no es la hora <strong>de</strong>l<br />
bocadillo.<br />
- Tienes una enorme tarea, Juan; si no fuera por el <strong>almacén</strong> estoy seguro<br />
<strong>de</strong> que con las cosas que estamos haciendo para reducir costes<br />
podríamos ganar mucho más. Los clientes se quejan <strong>de</strong>l servicio que<br />
estamos dando, tardamos <strong>de</strong>masiado en entregar la mercancía.<br />
- ¡Seguro que toda la culpa no será <strong>de</strong>l <strong>almacén</strong>!<br />
- Bueno, estás aquí para arreglarlo ¿no? <strong>El</strong> anterior <strong>jefe</strong> <strong>de</strong> <strong>almacén</strong><br />
no nos servía. Tenemos a gente muy buena pero él no era capaz <strong>de</strong><br />
hacerlos trabajar lo suficiente y, claro, <strong>de</strong>spués Roberto, el director<br />
comercial pier<strong>de</strong> sus ventas y siempre dice que podría ven<strong>de</strong>r mucho<br />
más si tratáramos a los clientes igual que lo hace él.<br />
- Veremos qué puedo hacer. Creo que algunas cosas se van a ver pronto.<br />
En el <strong>almacén</strong> metes un poquito <strong>de</strong> caña y se nota enseguida.<br />
- Está bien. Sinceramente sé muy poco <strong>de</strong> lo que pasa allí. Me limito a<br />
pagar las facturas <strong>de</strong> todo lo que se compra y cada día hay más. Mira<br />
que se lo digo a Eduardo, pero cada día hay más mercancía porque<br />
me dicen que no servimos bien y <strong>de</strong>spués echan al <strong>jefe</strong> <strong>de</strong> <strong>almacén</strong> y<br />
contratan a uno nuevo ¿Estás casado no?<br />
- Si, hace ya tres años.<br />
- ¿Hijos?<br />
- Todavía no,<br />
- ¿A qué esperas, a ver si se te va a pasar el café? Venga, vamos al <strong>almacén</strong><br />
y te presento a Isidro que está haciendo su trabajo y el tuyo<br />
mientras llega un nuevo <strong>jefe</strong>. Yo tengo bastante tajo hoy.<br />
10 <strong>El</strong> Jefe <strong>de</strong> Almacén
<strong>El</strong> <strong>almacén</strong> es un edificio <strong>de</strong> unos 9.000 metros cuadrados, un edificio que<br />
se hace impresionante porque es bastante alto. En el lado <strong>de</strong> la entrada hay<br />
5 puertas <strong>de</strong> carga y <strong>de</strong>scarga para camiones. La puerta <strong>de</strong> entrada está en<br />
el medio <strong>de</strong> la pared con unos escalones. Mientras vamos hacia allá hay tres<br />
trailers en tres puertas y en el parking, a la <strong>de</strong>recha, hay otros seis esperando.<br />
- ¡Hola Rosa!, ¿pue<strong>de</strong>s avisar a Isidro?, le dijo Antonio a la chica que estaba<br />
<strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la ventanilla.<br />
Rosa me miró <strong>de</strong> arriba abajo, noté que me estaba esperando, antes <strong>de</strong> contestar<br />
afirmativamente y acercarse al micrófono para que se oyera: Isidro, al<br />
puesto <strong>de</strong> control; Isidro, al puesto <strong>de</strong> control, por favor.<br />
Isidro parecía un tipo animado y se presentó enseguida en el puesto <strong>de</strong> control.<br />
Era mayor, <strong>de</strong> unos 40 años, vestía un mono azul, llevaba unos papeles<br />
en la mano. Ya lo había visto semanas atrás cuando Eduardo me enseñó<br />
personalmente el <strong>almacén</strong>, me dijo que era un tipo muy espabilado y responsable.<br />
Me lo presentó entonces:<br />
- Juan, aquí tienes a Isidro. La verdad es que no se qué haríamos sin él. Des<strong>de</strong><br />
que se fue el anterior <strong>jefe</strong> <strong>de</strong> <strong>almacén</strong> lo está manejando él solo, e incluso<br />
parece que todo va mejor.<br />
- Isidro, este es Juan, la persona <strong>de</strong> la que te hablé, dijo Eduardo, es muy<br />
posible que nos pongamos <strong>de</strong> acuerdo para que lleve el <strong>almacén</strong>. Vamos a<br />
ver si le enseñamos esto y lo bien que hacemos las cosas aquí para que se<br />
venga.<br />
- Hola Isidro, encantado <strong>de</strong> conocerte.<br />
- Hola Juan. Eduardo me ha dicho que trabajas en un <strong>almacén</strong> más gran<strong>de</strong><br />
que este.<br />
- Si, llevo trabajando siete años en un <strong>almacén</strong>. Es más gran<strong>de</strong>, y soy el responsable<br />
<strong>de</strong> expediciones.<br />
- Bueno pues seguro que aquí hacemos lo mismo, la verdad es que esto es<br />
sota, caballo y rey.<br />
- ¿Quieres que vaya con vosotros o se lo enseñas tú?, dijo Isidro.<br />
11 Pedro Puig Montserrat
- Deja, <strong>de</strong>ja, dijo Eduardo, que tú estás liado y tendrás trabajo. Si llegamos<br />
a un acuerdo ya tendrás tiempo <strong>de</strong> explicarle todo y enseñárselo en<br />
<strong>de</strong>talle.<br />
- Vale.<br />
- Vale. Gracias Isidro.<br />
- Gracias Isidro.<br />
Ahora, Isidro me estaba esperando. Se extrañó <strong>de</strong> que no viniera Eduardo<br />
y que me acompañara Antonio.<br />
- ¿No está Eduardo, Antonio?<br />
- No, ha tenido que salir, pero me ha dicho que tú te encargarías <strong>de</strong> enseñarle<br />
su oficina y el <strong>almacén</strong>.<br />
- ¡Seguro!, Eduardo está <strong>de</strong>masiado liado siempre. A ver cuándo nos hace<br />
más caso.<br />
- No te quejes, que ha contratado a Juan y, por lo que me ha contado, es<br />
un figura y vais a poner esto como los chorros <strong>de</strong>l oro.<br />
- ¡Seguro!, dije yo intuyendo que tocaba <strong>de</strong>cir algo.<br />
- Vale, pues vamos a empezar ya, acabó Isidro.<br />
- Trátale bien Isidro, lo <strong>de</strong>jo contigo para que puedas empezar a trabajar<br />
lo antes posible, ¿vale?<br />
- Venga, yo me ocupo.<br />
- Bueno Juan, bienvenido y te <strong>de</strong>jo en las mejores manos. Isidro está haciendo<br />
un buen trabajo aquí, y seguro que te explicará todo lo necesario,<br />
te enseñara tu <strong>de</strong>spacho y todo lo <strong>de</strong>más.<br />
- Gracias.<br />
- Que sepas que pue<strong>de</strong>s venir a mi <strong>de</strong>spacho cuando quieras.<br />
- Gracias.<br />
- ¡Hasta luego Isidro, Rosa!<br />
Rosa había estado presente en la conversación <strong>de</strong> pie a la entrada <strong>de</strong>l<br />
puesto <strong>de</strong> control y <strong>de</strong>spidió también a Antonio.<br />
- ¡Venga!, te enseño. ¿Quieres ver tu cuchitril?<br />
12 <strong>El</strong> Jefe <strong>de</strong> Almacén
A la <strong>de</strong>recha <strong>de</strong>l puesto <strong>de</strong> control había un <strong>de</strong>spacho con dos pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />
cristal <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cintura para arriba. Una mesa, un archivador y tres sillas era<br />
todo el mobiliario, junto con una papelera vacía. Un reloj redondo parado<br />
a las 8:35 estaba en la pared <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la mesa, al lado <strong>de</strong> un calendario <strong>de</strong>l<br />
año pasado.<br />
Las pare<strong>de</strong>s tenían una mano <strong>de</strong> pintura <strong>de</strong> hacía bastantes años y la imagen<br />
que daba era la <strong>de</strong> no haber sido usado en bastante tiempo.<br />
- Aquí tienes tu lugar <strong>de</strong> <strong>de</strong>scanso, tu antecesor no lo usaba mucho, dijo<br />
Isidro.<br />
Rosa, que nos acompañaba, tenía una mirada <strong>de</strong> aceptación <strong>de</strong> las cosas, que<br />
parecía parte <strong>de</strong>l <strong>de</strong>spacho que me estaban enseñando. Rosa se consi<strong>de</strong>raba<br />
una persona leal a la empresa; ni en sueños se planteaba la posibilidad <strong>de</strong><br />
buscar otro trabajo, aunque cada día tenía que convencerse a sí misma <strong>de</strong> levantarse<br />
e ir a trabajar. Cualquier cosa que sonara a novedad o a <strong>de</strong>sconocido<br />
la asustaba.<br />
- En mi anterior <strong>almacén</strong> no tenía <strong>de</strong>spacho.<br />
En mi anterior trabajo tenía una mesa en el puesto <strong>de</strong> control, junto con<br />
todos lo <strong>de</strong>más. No era íntimo pero no hacía ninguna falta, todos estaban a<br />
mano para tratar cualquier cosa y todos los papeles estaban a mano.<br />
- Si quieres organizo una reunión y te presento a todo el personal <strong>de</strong>l turno<br />
<strong>de</strong> mañana.<br />
- ¿A qué hora tenéis el bocadillo?<br />
- A las once<br />
- ¿Y os lo tomáis aquí?<br />
- Si, a la hora <strong>de</strong> comer nos vamos al otro edificio, pero el bocadillo se lo<br />
toma la gente al lado <strong>de</strong> la máquina <strong>de</strong> refrescos, tenemos un cuartucho<br />
allá.<br />
- Bueno pues organízalo a las once, yo voy allá.<br />
13 Pedro Puig Montserrat
- Como quieras<br />
- ¿Necesitas que te traiga algo?, preguntó Rosa.<br />
- Si, necesito tres cua<strong>de</strong>rnos, bolígrafos <strong>de</strong> diferentes colores, una regla, un<br />
or<strong>de</strong>nador aquí,...<br />
- Bueno, bueno, ¿te dijeron que te iban a dar un or<strong>de</strong>nador?, ¿aquí? Eso lo<br />
tendré que hablar con dirección. La papelería te la pido, pero va a tardar un<br />
par <strong>de</strong> días. Si quieres aquí tenemos papel y yo tengo muchos bolígrafos.<br />
Isidro se había quedado mirando y creí advertir en su mirada algo así como,<br />
“...uno más, este no dura ni un padre nuestro”. Lo <strong>de</strong> Isidro era currar. Llevaba<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> que tenía 18 años trabajando en el <strong>almacén</strong> y había visto pasar a<br />
muchos <strong>jefe</strong>s durante estos años; cuando <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> preparar y pasó a manejar<br />
una carretilla, cuando empezó a validar los pedidos que entraban.<br />
Des<strong>de</strong> hacía varios años había conseguido la confianza <strong>de</strong> Eduardo, un <strong>jefe</strong><br />
<strong>de</strong> <strong>almacén</strong> iba y venía pero él seguía allí. Pensaba que llevar el <strong>almacén</strong> era<br />
cuestión <strong>de</strong> trabajar y <strong>de</strong> que no le faltara ni le sobrara una caja.<br />
Gracias a su antigüedad tenía el respeto <strong>de</strong> todos los que trabajaban en el<br />
<strong>almacén</strong>, viejos y nuevos, y cuando alguien se le <strong>de</strong>smandaba le resultaba fácil<br />
asignarle los peores trabajos hasta que se iba o entraba en vereda.<br />
- ¿Puedo seguir con las <strong>de</strong>scargas? Hay una recepción <strong>de</strong> artículos que seguro<br />
que tendremos que servir hoy y tengo que comprobarla.<br />
- Si, si, vete, yo me quedo aquí, a preparar lo <strong>de</strong> las once, luego doy un paseo.<br />
- Estás en tu casa ¡<strong>jefe</strong>!<br />
- Gracias.<br />
Me senté en el sillón al otro lado <strong>de</strong> la mesa. A través <strong>de</strong> las dos pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />
cristal veía las estanterías <strong>de</strong>l <strong>almacén</strong>, bastante llenas <strong>de</strong> mercancía y vi pasar<br />
a una carretilla y a varios preparadores.<br />
En un momento entró Rosa con una libreta <strong>de</strong> espiral y dos bolígrafos.<br />
14 <strong>El</strong> Jefe <strong>de</strong> Almacén
- Esto es todo lo que te puedo conseguir rápidamente. Me han dicho los<br />
<strong>de</strong> informática que no sabían nada, que nadie les ha dicho que tenían que<br />
comprar un PC y que preguntarán.<br />
- Gracias, es suficiente para empezar.<br />
- ¿Tienes un plan? ¿Por dón<strong>de</strong> vas a empezar?<br />
- Bueno, poco a poco Rosa, no me gustaría cambiarlo todo y que la gente<br />
se asustara. Antes tengo que saber cómo trabajáis aquí.<br />
- Si necesitas cualquier cosa dímelo, ¿vale? Estamos necesitando ayuda en<br />
el <strong>almacén</strong>.<br />
- Gracias Rosa. Seguro que entre todos haremos un buen trabajo para que<br />
hablen bien <strong>de</strong> nosotros.<br />
15 Pedro Puig Montserrat
Rosa se fue.<br />
Ahora ya estaba solo. ¿Tenía un plan? Pues claro que tenía un plan. Se trataba<br />
<strong>de</strong> hacer lo menos posible para que no se molestara la gente <strong>de</strong>l <strong>almacén</strong>.<br />
Aunque no hiciera nada, estaba seguro <strong>de</strong> que el <strong>almacén</strong> no se pararía. Y<br />
si cometía el error <strong>de</strong> pedirle a alguien <strong>de</strong>l <strong>almacén</strong> algo que no le gustara,<br />
estaba seguro <strong>de</strong> que lo pararían en dos días.<br />
Era seguro: hacer poco, mirar, averiguar lo que se esperaba <strong>de</strong> nosotros, conocer<br />
los recursos que teníamos, analizar cómo trabajamos y luego tomar<br />
<strong>de</strong>cisiones, ya habría tiempo para eso.<br />
Abrí la libreta y anoté en la primera página la fecha, página 1 y el título: Plan<br />
<strong>de</strong> trabajo inicial.<br />
A continuación, analizar qué se espera <strong>de</strong>l <strong>almacén</strong>, conocer los recursos<br />
disponibles, analizar la forma <strong>de</strong> trabajo. No hacer cambios.<br />
No hacer cambios, analizar qué se espera <strong>de</strong>l <strong>almacén</strong>, conocer<br />
los recursos disponibles, analizar la forma <strong>de</strong> trabajo.<br />
Puse la frase en un recuadro, abrí el cajón <strong>de</strong>l archivador y <strong>de</strong>jé la libreta junto<br />
con los dos bolígrafos. <strong>El</strong> cajón tenía llave, la llave estaba <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l cajón.<br />
Comprobé que se trataba <strong>de</strong> lo que parecía, abrí y cerré el cajón con la llave<br />
antes <strong>de</strong> meterla en mi llavero con todas mis llaves parsimoniosamente.<br />
Las 10, tenía tiempo <strong>de</strong> sobra, me levanté y me fui a dar una vuelta por el<br />
<strong>almacén</strong>.<br />
La gente me saludaba con la cabeza pero nadie hacía nada más, todos seguían<br />
trabajando. Estaba seguro <strong>de</strong> que todos sabían quien era yo y qué hacía<br />
allí. Mi sensación fue que era un día un poco especial, no había gente parada,<br />
esperando nada, ni voces, parecía que no era necesario que nadie le dijera a<br />
nadie lo que había que hacer.<br />
Empecé a ver que la gente se retiraba y me di cuenta que eran casi las once,<br />
16 <strong>El</strong> Jefe <strong>de</strong> Almacén
me dirigí al cuarto que está a la <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> la pared principal <strong>de</strong>l <strong>almacén</strong>.<br />
Cuando llegué, estaba entrando Isidro, que hablaba con un operario con<br />
unos papeles en la mano.<br />
Dentro, la gente estaba haciendo cola con la máquina o ya sentados abriendo<br />
paquetes con enormes flautas. Ni una mujer en la sala, bullicio.<br />
- A ver, ¿estamos todos?, preguntó Isidro en voz alta haciendo bajar el nivel<br />
<strong>de</strong> bullicio.<br />
- Contó a la gente señalando, y dijo, - Me faltan dos, Ángel, ¿alguien sabe<br />
dón<strong>de</strong> está Ángel?, y... quién más, ah sí, falta José Carlos que está malo.<br />
Ahí entraba alguien por la puerta apresurado. Voces diversas, ¿qué pasa?<br />
¿Al lavabo otra vez? Y voces <strong>de</strong> meón resonaron en la sala, mientras Ángel<br />
entraba y se ponía a hacer cola como los <strong>de</strong>más.<br />
- ¡A ver! ¡Atención!,... Os tengo que presentar a alguien, el nuevo <strong>jefe</strong> <strong>de</strong><br />
<strong>almacén</strong>. <strong>El</strong> bullicio bajó, hasta que Isidro ya pudo hablar en voz normal.<br />
- Atención,... bueno, la empresa ha contratado a un nuevo <strong>jefe</strong> <strong>de</strong> <strong>almacén</strong><br />
que seguro que nos va a enseñar <strong>de</strong> una vez por todas cómo se hacen las<br />
cosas para que no nos echen siempre la bronca. Risas. Se llama Juan, ha<br />
trabajado en el <strong>almacén</strong> <strong>de</strong> Pérez durante mucho tiempo. Silencio. Ahora<br />
quiere <strong>de</strong>ciros algunas cosas. Sepulcral.<br />
Hace tiempo que había pensado en este discurso y tenía claras algunas cosas.<br />
Era mucho mejor que me tomaran por un pardillo inicialmente porque mi<br />
autoridad, si la conseguía, iba ser mucho más fuerte. También sabía por experiencia<br />
que la gente rin<strong>de</strong> más cuando sabe lo que se espera <strong>de</strong> ella y que<br />
tenía que anular el rechazo previo que ya tenía fomentado por cómo se había<br />
vendido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> dirección mi entrada y por la actitud <strong>de</strong> Isidro.<br />
Mi arenga, pues, habló <strong>de</strong> fútbol, pregunté por el equipo <strong>de</strong> la gente que<br />
estaba dividido a partes iguales entre los dos equipos <strong>de</strong> la ciudad. Luego<br />
hablé <strong>de</strong> lo que significa ser un equipo, <strong>de</strong> lo importante que es el capitán en<br />
17 Pedro Puig Montserrat
el campo, mirando a Isidro, y <strong>de</strong> que quería apren<strong>de</strong>r cómo hacía las cosas<br />
el <strong>almacén</strong>. Había oído <strong>de</strong> todo, que algunos transportistas hablaban bien,<br />
que el director general estaba seguro <strong>de</strong> que podíamos hacerlo mucho mejor,<br />
más risas.<br />
En resumen, que confiaba en ellos para hacer el trabajo, que no me asustaba<br />
trabajar mucho y que si me necesitaban, ya sabían don<strong>de</strong> encontrarme.<br />
Al volver a mi <strong>de</strong>spacho estaba bastante satisfecho. Hablé con Isidro y le<br />
pedí su opinión. Parecía satisfecho, aunque tampoco fue muy generoso con<br />
mi intervención. Le pregunté porqué Rosa no había estado en la reunión. No<br />
entendió la pregunta pero se apresuró a contestar que era necesario que alguien<br />
estuviera al teléfono y pendiente <strong>de</strong> la llegada <strong>de</strong> algún transportista.<br />
18 <strong>El</strong> Jefe <strong>de</strong> Almacén
Capítulo II, la crisis<br />
Eran las seis <strong>de</strong> la mañana cuando abría la puerta <strong>de</strong> mi <strong>de</strong>spacho. <strong>El</strong> día anterior<br />
estaba en el <strong>almacén</strong> a las once <strong>de</strong> la noche. Hoy se anunciaba peor que<br />
ayer, porque era jueves y llevábamos atraso <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el martes. No conseguíamos<br />
servir los pedidos y ayer me había llamado Eduardo para preguntarme qué<br />
pasaba.<br />
Tenía llamadas <strong>de</strong> dos <strong>de</strong> sus clientes más importantes que le acusaban <strong>de</strong> no<br />
cumplir sus compromisos, y estaba bastante enfadado.<br />
Ya llevaba ocho meses en el nuevo trabajo. Ayer por la noche, en casa, las cosas<br />
no iban mejor, mi mujer estaba enfadada y con razón, las últimas semanas<br />
habían sido realmente malas, todos los sábados en el <strong>almacén</strong>, y <strong>de</strong> seis a diez<br />
todos los días. La situación en casa era bastante inaguantable.<br />
Des<strong>de</strong> el primer momento me di cuenta <strong>de</strong> que el <strong>almacén</strong> trabajaba a <strong>de</strong>stajo<br />
sin pensar <strong>de</strong>masiado cómo <strong>de</strong>bía hacerlo. La gente entendió mi mensaje<br />
inicial y trabajamos como un equipo. De hecho hasta recibí una felicitación<br />
<strong>de</strong> Eduardo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l primer mes, que compartí en otro <strong>de</strong>sayuno con la<br />
gente.<br />
En cuanto se incrementó nuestra carga <strong>de</strong> trabajo las cosas empezaron a no<br />
funcionar como siempre. En mi libreta había páginas y páginas <strong>de</strong> llamadas<br />
<strong>de</strong> clientes con los que intentaba hacer las paces para que la sangre no llegara<br />
al río.<br />
Isidro mandaba en el campo y yo en los <strong>de</strong>spachos intentando minimizar las<br />
consecuencias <strong>de</strong> nuestra falta <strong>de</strong> eficacia.<br />
Ayer por la noche conseguimos preparar todos los pedidos importantes <strong>de</strong><br />
Eduardo, excepto uno que se acabaría esta mañana. Los <strong>de</strong> ayer estaban saliendo<br />
ahora y ya tenía apalabrado el camión que se llevaría el último por la tar<strong>de</strong>.<br />
1 Pedro Puig Montserrat
Los pedidos <strong>de</strong> este cliente siempre nos daban problemas. Tenía algunas<br />
tiendas muy pequeñas, con pedidos muy pequeños y otras bastante más<br />
gran<strong>de</strong>s. Cuando recibíamos sus pedidos teníamos un trabajo enorme para<br />
clasificarlos y prepararlos más o menos a tiempo.<br />
Sabía <strong>de</strong> sobra que el esfuerzo <strong>de</strong>l equipo había sido enorme, pero que la<br />
situación empeoraba por momentos, los pedidos normales se estaban retrasando<br />
también, y los esfuerzos adicionales que le había pedido a mi equipo<br />
no podían prolongarse eternamente.<br />
Entré en el <strong>de</strong>spacho <strong>de</strong> Eduardo con una actitud humil<strong>de</strong>. Cuando disparó<br />
le conté la situación <strong>de</strong> sus pedidos y su cara se relajó un poco. Le faltó<br />
tiempo para levantar el teléfono y contactar con sus amigos para <strong>de</strong>cirles<br />
que ya todo estaba arreglado, que habíamos tenido un problema <strong>de</strong> bajas <strong>de</strong><br />
personal imposibles <strong>de</strong> planificar y que esto no se repetiría, que <strong>de</strong>bían seguir<br />
comprándonos.<br />
Cuando acabó me lanzó su ultimátum. Él no volvería a engañar a sus amigos<br />
ni pondría en peligro su empresa solamente porque <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l esfuerzo que<br />
le costaba ven<strong>de</strong>r un producto no fuéramos capaces <strong>de</strong> servirlo.<br />
20 <strong>El</strong> Jefe <strong>de</strong> Almacén
Por qué Cutrillas, la mercancía que iba a salir por la noche, siempre recibía<br />
sus pedidos en el último momento, siempre en el límite originando sus quejas<br />
y <strong>de</strong>sconfianza.<br />
Me preguntó cual era la razón <strong>de</strong> fondo, si necesitábamos más <strong>almacén</strong>, más<br />
gente, más carretillas. Que si solo era una cuestión <strong>de</strong> conocimientos <strong>de</strong>l <strong>jefe</strong><br />
<strong>de</strong> <strong>almacén</strong>. Que si volvería a pasar. Que si sobraba alguien,...<br />
Yo no tenía respuestas. Me limité a <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r a mi gente y a asumir la responsabilidad,<br />
esperando que mi gente me <strong>de</strong>volviera el favor con más <strong>de</strong>dicación.<br />
Quería un plan, un plan con fechas y en el que si yo lo consi<strong>de</strong>raba necesario<br />
<strong>de</strong>bía proponer incluso la construcción <strong>de</strong> un nuevo <strong>almacén</strong>. Tenía un mes<br />
para presentarle el plan y, por supuesto, impedir que esta situación se repitiera<br />
hasta entonces.<br />
Ni siquiera presentando un buen plan pensaba yo que tendría muchas opciones<br />
<strong>de</strong> seguir en la empresa.<br />
Al ver mi cara Isidro y Rosa que me estaban esperando me preguntaban con<br />
la mirada si me habían <strong>de</strong>spedido. A pesar <strong>de</strong> los pocos meses <strong>de</strong> trabajo se<br />
había establecido una relación <strong>de</strong> confianza entre los tres, casi <strong>de</strong> complicidad.<br />
Habían sido capaces <strong>de</strong> compartir conmigo su problema <strong>de</strong> todos los<br />
días, y nuestras <strong>de</strong>sgracias en forma <strong>de</strong> trabajar mucho o <strong>de</strong> muchas broncas<br />
eran también compartidas.<br />
Les dije que no, que seguíamos en la arena y que necesitaba un buen rato<br />
para pensar, que ellos se ocuparan <strong>de</strong> todo durante la mañana.<br />
Mientras volvía a mi <strong>de</strong>spacho pensaba en cómo normalizar la situación y<br />
en cómo ningún plan nos ayudaría a hacerlo. En mi <strong>de</strong>spacho abrí la libreta<br />
por la primera página y me acordé <strong>de</strong> la primera pregunta <strong>de</strong> Rosa, ¿Tienes<br />
un plan?<br />
21 Pedro Puig Montserrat
5 <strong>de</strong> Julio <strong>de</strong> 2005, Página 1 Plan <strong>de</strong> trabajo inicial.<br />
Hacer poco, mirar, averiguar lo que se espera <strong>de</strong> nosotros,<br />
conocer los recursos que tenemos, analizar como trabajamos<br />
y luego tomar <strong>de</strong>cisiones, ya habrá tiempo para eso.<br />
22 <strong>El</strong> Jefe <strong>de</strong> Almacén
Capítulo III, el plan<br />
Lo primero que tenía que hacer era conseguir tiempo para pensar. Era evi<strong>de</strong>nte<br />
que si seguía haciendo mi trabajo <strong>de</strong> la misma forma solamente conseguiría<br />
que me <strong>de</strong>spidieran. A<strong>de</strong>más, me habían dado un nuevo trabajo, <strong>de</strong>bía<br />
hacer un plan.<br />
Para conseguir tiempo tenía que conseguir que se normalizara la situación<br />
<strong>de</strong> los pedidos normales. Llamé a Isidro.<br />
- Isidro, quiero que hables con la gente y le pidas que doble turnos la semana<br />
que viene y este fin <strong>de</strong> semana.<br />
23 Pedro Puig Montserrat
- Estás loco Juan, no van a querer, llevan trabajando así <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace tres semanas<br />
y están cansados.<br />
- Isidro, necesitamos cambiar nuestra forma <strong>de</strong> trabajar para conseguir cambiar<br />
las cosas, y para hacerlo necesito tiempo. ¿Crees que se lo <strong>de</strong>bo <strong>de</strong> pedir<br />
yo?<br />
- No se trata <strong>de</strong> eso, se lo puedo <strong>de</strong>cir yo. Lo que pasa es que el otro día le oí<br />
a Ángel comentar que en un <strong>almacén</strong> <strong>de</strong> aquí al lado hay puestos <strong>de</strong> carretillero,<br />
que seguro que no trabajan tanto como aquí.<br />
- Pero aquí lo pagamos, ¿no?<br />
- Tampoco se trata <strong>de</strong> pagárselo, se irán si no pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>scansar.<br />
- Venga, Isidro, voy a empezar a trabajar <strong>de</strong> verdad para organizar esto, solamente<br />
te pido que resuelvas esta semana y la que viene igual que lo hacías<br />
sin estar yo.<br />
- Vale. Pero que sepas que se nos irá la gente y mi parienta ya se está poniendo<br />
<strong>de</strong> los nervios. Sabes que puedo callarla diciéndole lo <strong>de</strong> mis vacaciones<br />
<strong>de</strong>l año que viene, pero se está poniendo pesada.<br />
- Dile a la gente que he empeñado mi palabra en que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un mes sabremos<br />
exactamente lo que vamos a hacer, que se trata solo <strong>de</strong> este mes y<br />
que <strong>de</strong>spués si les he engañado que se vayan con toda la razón <strong>de</strong>l mundo.<br />
Cuando Isidro se fue volví a mirar la primera página <strong>de</strong> la libreta:<br />
...averiguar lo que se espera <strong>de</strong> nosotros, conocer los recursos que tenemos...<br />
¿Qué se espera <strong>de</strong> nosotros? Obviamente Eduardo <strong>de</strong>be <strong>de</strong> estar contento,<br />
¿qué significa esto? Pues que sirvamos todos los pedidos que nos pasen lo<br />
antes posible. ¿Suficiente?<br />
Dos meses y medio <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mi llegada había aparecido una persona <strong>de</strong>l<br />
<strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> informática y me había colocado un or<strong>de</strong>nador sobre la<br />
mesa, y me había explicado cómo funcionaba.<br />
Cuando un transportista <strong>de</strong>jaba la mercancía en los muelles se verificaba y<br />
Rosa escribía en el albarán las cantida<strong>de</strong>s recibidas y al final <strong>de</strong>l día introducía<br />
en un or<strong>de</strong>nador las cantida<strong>de</strong>s que se habían recibido.<br />
24 <strong>El</strong> Jefe <strong>de</strong> Almacén
Igualmente se hacía con los pedidos preparados. <strong>El</strong> sistema <strong>de</strong>scontaba<br />
las existencias <strong>de</strong> los pedidos, por lo que Rosa tenía que hacer, a<strong>de</strong>más, los<br />
ajustes <strong>de</strong> inventario necesarios por no po<strong>de</strong>rlos servir completos. Aunque<br />
aquello no era muy seguro ni muy exacto, valía para tener cierta sensación<br />
<strong>de</strong> control.<br />
Llamé a Rosa.<br />
- ¿Cuántos pedidos servimos al día? ¿De qué tamaño? Mejor, ¿po<strong>de</strong>mos<br />
saber los pedidos que servimos todos los días?<br />
Como si le hubiera hecho una pregunta impertinente Rosa me miró y me<br />
contestó.<br />
- Pues claro, o ¿para qué crees que sirve mi trabajo?<br />
- No te enfa<strong>de</strong>s Rosa, ahora tu trabajo solamente sirve para que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> arriba<br />
facturen lo que servimos. ¿Podríamos saber lo que servimos cada día?<br />
- Se acercó a la pantalla <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>nador, tecleó una fecha presionó una tecla y<br />
en la pantalla apareció una lista <strong>de</strong> pedidos servidos en el día.<br />
- ¿Cuántos pedidos?<br />
25 Pedro Puig Montserrat
Le dio al botón <strong>de</strong> pasar página dos veces y contó 48 envíos ayer<br />
- ¿Y po<strong>de</strong>mos saber cuántas cajas?<br />
- Ni i<strong>de</strong>a, creo que se pue<strong>de</strong>n saber cuántas líneas tiene cada pedido, y la<br />
cantidad <strong>de</strong> artículos que se sirve, pero no sé cómo se hace.<br />
- Si supiéramos cuántas unida<strong>de</strong>s tiene una caja <strong>de</strong> un artículo podríamos<br />
dividir la cantidad <strong>de</strong> las líneas y así tendríamos las cajas servidas. Pregúntale<br />
a los <strong>de</strong> informática si nos pue<strong>de</strong>n dar un listado con las unida<strong>de</strong>s<br />
que tiene una caja <strong>de</strong> cada artículo y cuánta cantidad se sirve por artículo<br />
diariamente.<br />
- No los llames, vete a verlos y diles que Eduardo está muy enfadado, que<br />
necesitamos saberlo cuanto antes.<br />
Al cabo <strong>de</strong> media hora teníamos clara la información que necesitábamos:<br />
vamos a poner aquí los días en las columnas y en las filas lo que quieres ver<br />
1/6/06 2/6/05 3/6/05<br />
Envíos<br />
Cajas<br />
Días (pedido-servido)<br />
Dos días <strong>de</strong>spués, con lo pesada que se podía poner Rosa, en informática<br />
nos regalaron dos gráficos que Rosa me trajo con cara <strong>de</strong> satisfacción y cierta<br />
inseguridad:<br />
- ¿Qué día es ese <strong>de</strong>l pico?<br />
26 <strong>El</strong> Jefe <strong>de</strong> Almacén
- Atiza, si es cuando empezamos a tener problemas, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces ya no<br />
hemos vuelto a trabajar tranquilos en el <strong>almacén</strong>.<br />
- Está claro que esta curva es creciente pero que tiene unos picos que no<br />
po<strong>de</strong>mos servir sin incorporar más recursos. ¿Qué se espera <strong>de</strong> nosotros?<br />
¿Que atendamos igual los picos que los valles? Si esa es la sugerencia,<br />
entonces no po<strong>de</strong>mos hacer absolutamente nada con los recursos que tenemos.<br />
- Con esta situación solamente hay dos opciones: o el <strong>de</strong>partamento comercial<br />
quita los picos <strong>de</strong> esta curva o nosotros ponemos más recursos cuando<br />
se produzca. Somos buenos haciendo esto último, <strong>de</strong> hecho lo llevamos<br />
haciendo bastante tiempo. Si nos hubieran avisado hubiéramos podido<br />
montar otro turno <strong>de</strong> trabajo.<br />
<strong>El</strong> gráfico <strong>de</strong> entradas era muy parecido al <strong>de</strong> salidas y las conclusiones eran<br />
parecidas. Llamaba la atención que las entradas, en lugar <strong>de</strong> ser uniformes<br />
en el tiempo sufrían algunos picos inexplicables.<br />
27 Pedro Puig Montserrat
Almacén. Informe preliminar<br />
En el gráfico se pue<strong>de</strong>n diferenciar tres tipos <strong>de</strong> situaciones, la ver<strong>de</strong><br />
en la que los recursos para mover la mercancía en el <strong>almacén</strong> son<br />
suficientes y la diferencia entre la fecha en la que el <strong>almacén</strong> recibe<br />
el pedido y la fecha <strong>de</strong> servicio es <strong>de</strong> un día, naranja en la que la<br />
media es <strong>de</strong> dos y rojo en los que la media es <strong>de</strong> más <strong>de</strong> tres.<br />
Acciones propuestas:<br />
1) Cuando el <strong>de</strong>partamento comercial planee una venta superior a<br />
las 15.000 cajas <strong>de</strong> envío por día lo comunique con la antelación<br />
suficiente para que permita establecer un nuevo turno <strong>de</strong> preparación.<br />
2) <strong>El</strong> <strong>de</strong>partamento comercial no pue<strong>de</strong> realizar ventas que superen<br />
las 5.000 cajas por día con un plazo <strong>de</strong> entrega <strong>de</strong> un día. En<br />
estos casos es necesario avisar al cliente y establecer los compromisos<br />
<strong>de</strong> calidad posibles solamente.<br />
3) Aún cuando es difícil planificar las ventas, sí es fácil planificar las<br />
entradas <strong>de</strong> mercancía.<br />
28 <strong>El</strong> Jefe <strong>de</strong> Almacén
Cuando le pedí a Eduardo cita para el martes me preguntó si ya tenía el plan<br />
y si ya había resuelto todos los problemas, a lo que le respondí que solamente<br />
había hecho un análisis y que tenia dudas acerca <strong>de</strong> lo que él esperaba <strong>de</strong>l<br />
<strong>almacén</strong>.<br />
<strong>El</strong> lunes por la noche le <strong>de</strong>je el informe impreso a su secretaria para que lo<br />
mirara. Era solamente una página, por lo que entendía que no tendría mayor<br />
problema en mirarlo antes <strong>de</strong> la reunión.<br />
Al entrar me comentó que le parecía que había hecho mis <strong>de</strong>beres.<br />
Yo solamente quería conocer el enunciado <strong>de</strong>l problema: lo que él esperaba<br />
<strong>de</strong>l <strong>almacén</strong>.<br />
- No puedo respon<strong>de</strong>r a muchas preguntas que me hago con la informática<br />
que tenemos, necesito una herramienta.<br />
- ¿Qué quieres saber?, los <strong>de</strong> informática me han dicho que están trabajando<br />
para ti.<br />
- Ahora soy capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>cirle que no po<strong>de</strong>mos sacar más <strong>de</strong> 12.000 cajas con<br />
los turnos habituales, pero me gustaría po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>cirle que con un turno más<br />
podríamos llegar a 15.000 cajas al día.<br />
- No sé si me voy a encontrar que no tengo suficientes carretillas, por ejemplo,<br />
o si no tengo muelle suficiente. Los límites que le he dado son según<br />
estamos trabajando hoy, que está condicionado a los recursos que tenemos<br />
disponibles.<br />
- No soy capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>cirle que añadiendo una carretilla más podríamos servir<br />
las 15.000 cajas sin necesidad <strong>de</strong> añadir un tercer turno, por ejemplo, lo que<br />
repercutiría enormemente en los costes.<br />
- Tampoco soy capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>cirle si el problema es el número <strong>de</strong> preparadores,<br />
y que, poniendo más gente, se acabarán los problemas.<br />
- Si hacemos lo que dice el informe que le he hecho creo que <strong>de</strong>beríamos<br />
<strong>de</strong> tener una cierta tranquilidad en los próximos meses si consigue que los<br />
comerciales avisen a sus clientes y nos avisen a nosotros <strong>de</strong> lo que compran<br />
y ven<strong>de</strong>n con antelación. Necesito trabajar con ellos.<br />
- Me gustaría pedirle que me <strong>de</strong>jara investigar en el mercado herramientas<br />
para averiguar los cuellos <strong>de</strong> botella y alejar sus límites <strong>de</strong> distribución.<br />
2 Pedro Puig Montserrat
30 <strong>El</strong> Jefe <strong>de</strong> Almacén
Capítulo IV, la herramienta<br />
...analizar cómo trabajamos...<br />
Existen sistemas <strong>de</strong> gestión <strong>de</strong> almacenes y la búsqueda por Internet me<br />
llevó a la asistencia a una presentación a la semana siguiente.<br />
La presentación fue como oír exactamente lo que necesitábamos, aunque la<br />
corbata y las formas <strong>de</strong> quien daba la presentación parecían encontrarse a<br />
dos mundos <strong>de</strong> distancia <strong>de</strong>l <strong>almacén</strong>.<br />
31 Pedro Puig Montserrat
Al cabo <strong>de</strong> un rato, sin embargo, parecía que él conocía todos mis problemas,<br />
hasta los familiares. Su <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> la situación <strong>de</strong> mi <strong>almacén</strong>, lo que le<br />
había preguntado a Eduardo, lo que él me dijo, coincidían al 100%.<br />
Acabé comprando su análisis, y me convenció <strong>de</strong> que casi todos mis problemas<br />
se podían resolver si ponía en marcha un sistema <strong>de</strong> gestión <strong>de</strong> <strong>almacén</strong>.<br />
No me podía costar el esfuerzo <strong>de</strong> Rosa con informática obtener los informes<br />
que sacábamos difícilmente cada viernes. Debíamos tenerlos porque<br />
sí, y fiables. No podíamos seguir ajustando manualmente los stocks <strong>de</strong> los<br />
pedidos incompletos.<br />
Pero había mucho más que se podía saber: si el <strong>almacén</strong> estaba 90% ó 99%<br />
ocupado, o cuántos huecos <strong>de</strong> picking teníamos no asignados, o cuánto tardaba<br />
cada operario en hacer sus tareas,… empecé a soñar y a pensar qué<br />
cosas podría hacer si tenía un sistema <strong>de</strong> gestión <strong>de</strong> <strong>almacén</strong>.<br />
Aunque le dije al presentador <strong>de</strong> la corbata que estaba mirando más opciones<br />
para negociar el precio, y asegurar su ayuda en el arranque <strong>de</strong>l sistema,<br />
me convenció <strong>de</strong>l todo. Mi problema era cómo hacer que Eduardo autorizara<br />
la inversión.<br />
Después <strong>de</strong> pedirle más diálogo con los comerciales, Eduardo organizó<br />
varias reuniones con Roberto, el director comercial. Ahora la mercancía<br />
entraba en el <strong>almacén</strong> <strong>de</strong> forma mucho más or<strong>de</strong>nada, <strong>de</strong>saparecieron los<br />
picos, y yo podía <strong>de</strong>dicar muchos más recursos que antes a resolver el rompecabezas<br />
<strong>de</strong> buscar la mercancía y bajarla, para que los preparadores no<br />
perdieran tiempo.<br />
A pesar <strong>de</strong> esto, el <strong>almacén</strong> funcionaba gracias a Isidro y a la buena voluntad<br />
<strong>de</strong> la gente que <strong>de</strong>dicaba horas y más horas para sacar pedidos.<br />
- ¿Qué hay <strong>de</strong> mi parienta <strong>jefe</strong>?, solía <strong>de</strong>cirme <strong>de</strong> vez en cuando Isidro.<br />
- Vamos, solo falta un poco más, tío, ¿ya has <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> confiar en mi?,<br />
contestaba yo.<br />
32 <strong>El</strong> Jefe <strong>de</strong> Almacén
Era necesario, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> tener tranquilo a Eduardo, mejorar la calidad <strong>de</strong><br />
vida en el <strong>almacén</strong>.<br />
<strong>El</strong> presupuesto <strong>de</strong>l sistema no era bajo, pero haciendo bien los números,<br />
íbamos a recuperar el coste <strong>de</strong>l proyecto en menos <strong>de</strong> dos años. Conseguí<br />
convencer a Eduardo. Mi intuición <strong>de</strong> cómo estábamos trabajando me <strong>de</strong>cía<br />
que mucho antes.<br />
<strong>El</strong> tiempo que tardábamos en hacer un inventario, y encima siempre nos<br />
faltaba mercancía. Lo que tardábamos en encontrar mercancía para preparar<br />
pedidos.<br />
<strong>El</strong> sistema consistía en la aplicación <strong>de</strong> algunos principios básicos:<br />
- Cada pallet estaba etiquetado con un código <strong>de</strong> barras.<br />
- Cada ubicación tenía también un código <strong>de</strong> barras.<br />
- Todos los operarios que movían mercancía llevaban un terminal <strong>de</strong> radio<br />
frecuencia a través <strong>de</strong>l cual recibían las ór<strong>de</strong>nes, aquello que tenían que<br />
hacer a continuación.<br />
<strong>El</strong> sistema sabía dón<strong>de</strong> estaba la mercancía y también en don<strong>de</strong> estaba el<br />
operario la última vez que disparó a una ubicación, en tiempo real, gracias a<br />
los terminales conectados con el sistema.<br />
De esta forma podía actuar como un “gran hermano” y asignar tareas a cada<br />
operario.<br />
Tres meses <strong>de</strong>spués, la puesta en marcha <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> gestión <strong>de</strong> <strong>almacén</strong><br />
no fue fácil. Ahora era el or<strong>de</strong>nador el que le <strong>de</strong>cía a la gente lo que tenía<br />
que hacer.<br />
Sorpren<strong>de</strong>ntemente la gente no mostró rechazo ninguno. Al contrario, el<br />
terminal <strong>de</strong> radio a través <strong>de</strong>l cual recibían instrucciones se convirtió en la<br />
<strong>de</strong>mostración <strong>de</strong> que su trabajo era importante: alguien les daba una herramienta<br />
que a<strong>de</strong>más valía un montón <strong>de</strong> dinero.<br />
33 Pedro Puig Montserrat
Por mi parte y con la inestimable ayuda <strong>de</strong> la excitada Rosa hice mucho<br />
trabajo con la sensación <strong>de</strong> que ya lo tenía que haber hecho mucho antes;<br />
¿Dón<strong>de</strong> estaba el picking <strong>de</strong> cada artículo?; ¿por qué unos más cerca <strong>de</strong> los<br />
muelles que otros?<br />
- Verás lo mal que tienes los datos, me <strong>de</strong>cía Clara, la consultora que se<br />
encargaba <strong>de</strong> dirigir el proyecto.<br />
En el inventario que hicimos el fin <strong>de</strong> semana antes <strong>de</strong>l arranque, <strong>de</strong>scubrimos<br />
mercancía perdida y, sobre todo, nos dimos cuenta que con nuestra<br />
forma <strong>de</strong> trabajar solamente conseguíamos hundirnos cada día un poco más,<br />
e incumplir la responsabilidad <strong>de</strong> los stocks que nos confiaban.<br />
Clara parecía saber todo lo que pasaba en el <strong>almacén</strong> y había aportado ya<br />
varias i<strong>de</strong>as que, por evi<strong>de</strong>ntes, eran las mejores. Se llevó <strong>de</strong> calle a Isidro.<br />
- No po<strong>de</strong>mos bajar el pallet que está más cerca <strong>de</strong>l picking, sino el que está<br />
más lejos, <strong>de</strong>cía Clara.<br />
- Pero si queremos ir más rápido será necesario ir <strong>de</strong>prisa en la reposición,<br />
¿no? <strong>de</strong>cía Isidro.<br />
34 <strong>El</strong> Jefe <strong>de</strong> Almacén
- Pero entonces solo conseguirás ir más rápido con este pedido, ¿y los siguientes?<br />
Si el <strong>almacén</strong> se va or<strong>de</strong>nando poco a poco todos se benefician,<br />
no solo el siguiente.<br />
No sé si al final le dio la razón o si estaba convencido pero Isidro cedió.<br />
<strong>El</strong> sistema podía hacer que los carretilleros que entraban mercancía <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
los muelles no tuvieran que terminar una entrada antes <strong>de</strong> seguir con otra.<br />
- Pero es que tenemos poco muelle. ¡Se colapsará! Isidro estaba <strong>de</strong>sesperado.<br />
- Verás, si lo hacemos así, los carretilleros irán más rápido y vaciarán mejor<br />
los muelles. A<strong>de</strong>más, cuando arranquemos po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>sactivarlo, si quieres,<br />
pero espérate a verlo, <strong>de</strong>cía Clara.<br />
Yo intentaba <strong>de</strong>jar que Clara convenciera a Isidro sin intervenir directamente,<br />
pero no estaba muy convencido <strong>de</strong> esto último. En cuanto vi el <strong>almacén</strong><br />
me di cuenta que las playas eran un problema, no había espacio suficiente.<br />
Una cosa que enseguida le asaltó fue el pedido <strong>de</strong> Cutrillas. Era imposible<br />
preparar todos los pedidos <strong>de</strong> ese cliente <strong>de</strong> la misma forma, algunos con<br />
cuatro líneas y 10 cajas y otros con cientos <strong>de</strong> líneas. Era necesario que el<br />
sistema separara los dos tipos <strong>de</strong> pedidos.<br />
Mientras los gran<strong>de</strong>s se podían preparar como cualquier otro, para los pequeños<br />
era mucho más eficaz fusionarlos, ir a buscar al <strong>almacén</strong> la mercancía<br />
con un solo viaje, y luego repartirlos en los muelles. No se <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> iba a<br />
sacar espacio en los muelles, pero ¡parecía tan segura! <strong>El</strong> sistema parecía que<br />
podía configurarse así y, en función <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> líneas y <strong>de</strong> cajas era capaz<br />
<strong>de</strong> generar la carga <strong>de</strong> trabajo a<strong>de</strong>cuada para el <strong>almacén</strong>.<br />
Clara estaba preocupada con la calidad <strong>de</strong> nuestros datos.<br />
- Los datos tienen que tener una calidad mínima para po<strong>de</strong>r arrancar. Tal y<br />
como habéis estado gestionando el <strong>almacén</strong>, no podéis tenerlos bien. Hasta<br />
que no comprobemos las presentaciones <strong>de</strong> los artículos, las asignaciones <strong>de</strong><br />
picking, no po<strong>de</strong>mos arrancar.<br />
35 Pedro Puig Montserrat
La semana <strong>de</strong>l arranque fue la más agotadora <strong>de</strong> las que he vivido en el <strong>almacén</strong>,<br />
menos mal que Roberto y yo conseguimos establecer una magnífica<br />
relación personal, y nos explicábamos mutuamente los problemas que nos<br />
planteaba Eduardo. Me ayudó todo lo que pudo, durante la primera semana<br />
redujimos algo los pedidos y mucho las entradas.<br />
Clara trajo otras dos personas <strong>de</strong> su equipo para ayudar en el arranque. Al<br />
principio todo parecía ir sobre ruedas, el martes se estropeó, las dudas <strong>de</strong> la<br />
gente, y los errores en los datos que teníamos ralentizó la operación para<br />
realizar correcciones y aten<strong>de</strong>r a las consultas <strong>de</strong> la gente.<br />
Lo bueno es que cada vez que un preparador pasaba por todos los problemas<br />
que se le podían plantear, ya no necesitaba más ayuda. <strong>El</strong> equipo <strong>de</strong> Clara se<br />
multiplicó ayudando a la gente.<br />
<strong>El</strong> sábado siguiente fue el momento <strong>de</strong> echar el resto y acabar con todos los<br />
pedidos pendientes <strong>de</strong> la semana. Hice venir a un carretillero extra para que<br />
repusiera al máximo el picking, y así empezar la semana ahorrando muchas<br />
reposiciones.<br />
No me preocupó, estaba seguro, o necesitaba creerlo, que era la última vez<br />
que se nos iban a quedar pedidos atrasados.<br />
36 <strong>El</strong> Jefe <strong>de</strong> Almacén
Capítulo V, información<br />
Tres meses <strong>de</strong>spués pudimos ver, con datos, que el carretillero que teníamos<br />
para hacer reposiciones estaba sin hacer nada mucho tiempo, a pesar <strong>de</strong><br />
que los preparadores se quejaban, y que los dos que por la mañana hacían<br />
las entradas a veces no daban abasto para limpiar los muelles, agravando<br />
el principal problema <strong>de</strong>l <strong>almacén</strong>: muelles pequeños, lo que no era muy<br />
difícil <strong>de</strong> ver.<br />
Configuramos el sistema para que los tres pudieran hacer reposiciones, y el<br />
sistema les iba dando trabajo conforme terminaban cada movimiento. Los<br />
resultados fueron casi inesperados por lo buenas que fueron las consecuencias.<br />
Las playas estaban mucho más limpias y cabían muchos más pedidos preparados.<br />
Pero lo mejor fue su efecto sobre los preparadores. Siempre se<br />
encontraban la mercancía que les <strong>de</strong>cía el sistema en el picking y ya no<br />
esperaban, ni se iban a la caseta a ver a Isidro como antes: aumentó sensiblemente<br />
la velocidad <strong>de</strong> preparación.<br />
Meses <strong>de</strong>spués, convencí a Eduardo para que comprara dos baterías <strong>de</strong> repuesto<br />
más para las máquinas, con la excusa <strong>de</strong> que podríamos recibir mercancía<br />
por la tar<strong>de</strong>. Roberto no podía creerlo. Lo que no le conté a Eduardo<br />
es que iba a <strong>de</strong>splazar la mitad <strong>de</strong> las <strong>de</strong>scargas por la tar<strong>de</strong> para liberar lo<br />
más posible espacio en la playa para los pedidos.<br />
En el <strong>almacén</strong> había una zona <strong>de</strong> estanterías tipo drive-in. Una estructura<br />
metálica con diez huecos y cuatro alturas en la que cabían 10 pallets <strong>de</strong><br />
fondo por cada una. Alguien, supongo que Eduardo, las había mandado<br />
instalar tiempo atrás para recibir mercancía que se compraba por criterios<br />
especulativos. Casi siempre estaba medio vacía, pero nadie se atrevía a <strong>de</strong>cirlo.<br />
37 Pedro Puig Montserrat
La parte <strong>de</strong> suelo se aprovechaba para hacer picking <strong>de</strong> algunos artículos que<br />
tenían alta rotación o intervenían en muchos pedidos. <strong>El</strong> sistema <strong>de</strong>cía que<br />
los artículos que estaban allí eran los que más costaba preparar, así que hice<br />
una prueba: saqué dos <strong>de</strong> los artículos y los puse en un hueco convencional<br />
<strong>de</strong> picking cerca <strong>de</strong> las puertas.<br />
No puse un solo hueco sino dos, para que el sistema generara una reposición<br />
cada vez que se vaciaba uno <strong>de</strong> los huecos.<br />
La velocidad <strong>de</strong> preparación <strong>de</strong> estos artículos mejoró sensiblemente (tenía<br />
un sistema que registraba cada vez que un preparador disparaba sobre el<br />
código <strong>de</strong> barras <strong>de</strong> la ubicación).<br />
Así que <strong>de</strong>cidí hacerlo con todos los artículos <strong>de</strong> la drive-in. <strong>El</strong> problema que<br />
representó reajustar los huecos <strong>de</strong> picking no fue un problema tan gran<strong>de</strong><br />
como el que suponía antes, ya que se podía hacer con un terminal <strong>de</strong> radio<br />
frecuencia.<br />
Y en el lugar en que estaban antes estos artículos quedó un espacio inestimable<br />
para <strong>de</strong>jar pedidos preparados que hizo más gran<strong>de</strong>s nuestras exiguas<br />
playas <strong>de</strong> entrada y salida, sin tocar un solo muro.<br />
Gracias al espacio que ganamos en los muelles <strong>de</strong> expedición, y la separación<br />
<strong>de</strong> los pedidos pequeños <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s, el pedido <strong>de</strong> Cutrillas se preparaba<br />
<strong>de</strong> forma óptima. Con pequeños ajustes en la configuración <strong>de</strong>l sistema,<br />
conseguimos coordinar el camión que se llevaba la mercancía, los pedidos<br />
gran<strong>de</strong>s y los pequeños, <strong>de</strong> forma que la fusión se repartiera inmediatamente<br />
antes <strong>de</strong> tener el camión en el muelle.<br />
Una <strong>de</strong> las consecuencias inconfesables que esto tuvo es que Cutrillas incrementó<br />
sensiblemente los pedidos pequeños que nos enviaba, parece que<br />
<strong>de</strong>cidió que también sirviéramos mercancía a una franquicia <strong>de</strong> tiendas que<br />
tenía. Roberto estaba inflado como un pavo, Eduardo pensaba que era mérito<br />
<strong>de</strong> un viaje al que había invitado a su amigo, pero yo sabía perfectamente<br />
que si sus pedidos no hubieran salido sin fallos, regularmente en los últimos<br />
meses, eso no hubiera pasado.<br />
38 <strong>El</strong> Jefe <strong>de</strong> Almacén
Mi contacto con Clara seguía existiendo. De vez en cuando hablábamos y<br />
nos comentábamos las últimas noveda<strong>de</strong>s. <strong>El</strong> <strong>almacén</strong> cada día iba mejor,<br />
pero yo aprovechaba para hacer preguntas difíciles, para que me diera pistas<br />
<strong>de</strong> algunas cosas que podía o no <strong>de</strong>bía hacer.<br />
Quedamos que una vez al año nos iba a hacer una visita para ver si había<br />
cosas que se pudieran mejorar, para discutir i<strong>de</strong>as que podían representar<br />
mejoras en nuestra eficacia o en nuestra calidad <strong>de</strong> vida.<br />
3 Pedro Puig Montserrat
40 <strong>El</strong> Jefe <strong>de</strong> Almacén
Capítulo V, mi <strong>almacén</strong><br />
He pintado mi <strong>de</strong>spacho, el reloj ya no está parado y <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> mí cuelga el<br />
último informe que le he entregado a Eduardo y mi último informe interno.<br />
Eduardo conoce exactamente cuáles son los límites <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> servicio<br />
que po<strong>de</strong>mos ofrecer y el coste asociado a cada una.<br />
A<strong>de</strong>más, le proveo <strong>de</strong> herramientas muy importantes para medir la eficacia<br />
<strong>de</strong> nuestro trabajo como la calidad <strong>de</strong> servicio, que le sirve para implantar<br />
bonos para mi y mis empleados.<br />
Todos los elementos <strong>de</strong> control <strong>de</strong> mi negocio están <strong>de</strong>finidos y puedo hacer<br />
un seguimiento e intervenir en caso necesario. En función <strong>de</strong> la carga <strong>de</strong><br />
trabajo y <strong>de</strong> otros muy pocos parámetros, he i<strong>de</strong>ntificado los cuellos <strong>de</strong> botella<br />
que se producen. Estos elementos <strong>de</strong> control me han permitido actuar<br />
a voluntad sobre los costes en función <strong>de</strong> la carga <strong>de</strong> trabajo.<br />
<strong>El</strong> ritmo previsible <strong>de</strong> trabajo me ha permitido abrir simultáneamente dos<br />
proyectos <strong>de</strong> mejora continua a corto plazo. Cada vez que acabo con uno lo<br />
sustituyo por uno nuevo. Esto me permite mantener la tensión en mi gente<br />
e incrementar los límites <strong>de</strong> mi capacidad <strong>de</strong> distribución, a veces reducir los<br />
costes y siempre mejorar la calidad <strong>de</strong> servicio.<br />
Isidro tiene otra cara, es evi<strong>de</strong>nte que en su casa notan el cambio <strong>de</strong> su jornada<br />
laboral. Con el Sistema <strong>de</strong> Gestión <strong>de</strong> Almacén que tenemos, Angel<br />
pue<strong>de</strong> hacer muchas cosas que antes solamente Isidro podía hacer, así que<br />
cuando hay picos (no han <strong>de</strong>saparecido porque Roberto me explicó que era<br />
imposible ven<strong>de</strong>r regularmente: las elecciones, Navidad, el verano,…), pue<strong>de</strong>n<br />
alternarse y mantener una mínima vida normal.<br />
41 Pedro Puig Montserrat
En mi caso las cosas todavía están mejor. La paz que tengo en casa hace<br />
que mi trabajo sea mucho más eficaz en el <strong>almacén</strong>. Ahora ni se me ocurre<br />
mover mercancía ni <strong>de</strong>cir que la cambien <strong>de</strong> sitio, a menos que los datos así<br />
lo digan, y todo este tiempo lo paso en mi <strong>de</strong>spacho analizando el porqué<br />
hay que cambiar.<br />
Todavía conservaba en el cajón la primera libreta que me dio Rosa cuando<br />
empecé. Había averiguado qué se esperaba <strong>de</strong>l <strong>almacén</strong>, y había puesto en<br />
marcha un sistema que me daba toda la información necesaria para saber<br />
qué hacían mis recursos. Después <strong>de</strong> esto sí que podía tomar <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong><br />
verdad, que es para lo que me contrataron.<br />
42 <strong>El</strong> Jefe <strong>de</strong> Almacén