A , Juan Manuel y Ares, Jorge Luis s encubrimiento calificado. S.C. ...

Mmisterio Público
Procuración General de la ción
A , Juan Manuel y Ares, Jorge Luis s encubrimiento calificado.
S.C. Comp. 1974, L.XXXVII.
Suprema C o r t e
Entre el Tribunal Oral en lo Criminal Federal nO 1 de San
,
Martín, y el Tribunal Oral en lo C iminal n° 2 del departamento
judicial de La Matanza, ámbos de la provincia de Buenos Aires, se
suscitó la presente contienda negativ de competencia en la causa
instruida contra Juan Manuel A y Jo ge Luis A a quienes, el 5 de
septiembre de 2000, se les secuestró en la localidad bonaerense de
Villa Madero, un automóvil que habia ido sustraído tres días antes en
esta ciudad. , ,
Las magistrados federales declinaron su competencia al
entender que, a partir de la reforma: co stitucional de 1994, la ciudad
de Buenos Aires ya no constituía un d strito federal. En este sentido,
sostuvieron que los precedentes de la C rte en cuanto han resuelto que
el encubrimiento de un delito come ido en esta ciudad debe ser
investigado por la justicia de excepci n, fueron efectuados con base
en la naturaleza federal de este territorio antes de aquella
modificación (fs. 245/246).
El tribunal local, por su p rte, rechazó esa atribución al
considerar que previamente debía des artarse la participación de los
imputados en el delito encubiert Asimismo, agregaron sus
integrantes que, más allá del status ju ídico que revista esta Capital,
"
su servicio de justicia era nacional y el encubrimiento de un delito
cometido en su ámbito afectaba interes s federales (fs. 255/257).
Con la insistencia de las j eces nacionales y la elevación
de las actuaciones, quedó trabada esta ontienda (fs. 270).

En mi opinión, los escasos elementos reunidos hasta el
presente no alcanzan para calif car, con el grado de certeza que esta
etapa procesal requiere, el delit que habrían cometido los imputados.
En este sentido, ent en40 que resulta indispensable contar
'1on una adecuada investigació y un auto de mérito que defina la
situación jurídica de los profesados respecto de la sustracción,
especialmente si se repara en fue las pruebas colectadas autorizan,
cuanto menos, a recibirles decla aciÓn indagatoria por ese suceso.
Así, cabe advertir ue los imputados fueron encontrados
conduciendo el vehículo a sólo tres días de su sustracción, a lo que
debe sumarse la circunstancia e que presentaba signos de violencia
en sus cerraduras, en su siste a de arranque y que en su interior
fueron secuestradas diversas
resultados (fs. 1/3 y 17/vta.).
rramientas aptas para provocar esos
Por otra parte, con idero que la excusa que intentan los
inculpados (vid fs. 139/141
s,uficientes, a esta altura
21/222) no pueden ser consideradas
,
la pesquisa. para descartar sus
participaciones en aquel evento y, menos aún, cuando ellas aparecen
claramente controvertidas con 1 s dichos brindados por las víctimas y
los preventores (fs. 144/5,211/2 2 Y. 8/13, 98/102, respectivamente).
A lo expuesto cabe gf'egar, que no se ha determinado la
existencia de "Carlitos", ni de "chino", como así tampoco de las
"
personas que habrían intentad contactar los imputados con el
supuesto fin de remolcar el auto otor (ver declaraciones indagatorias
4e fojas 139/141 y 221/222, ya c' adas).
Sobre la base de consideraciones, estimo que
resultan prematuras las resolu adoptadas por la titular del
Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción n° 7 a fojas 55 y 156.
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