Samayoa Guevara, Hector Humberto. Ensayos sobre la ...

CIHAC. CM- Versión digital
CD-E-147-11
AMERICA CENTRAL
SAMAYOA GUEVARA, HÉCTOR HUMBERTO
Ensayos sobre la Independencia de Centroamérica.
Guatemala: Editorial del Ministerio de Educación
Pública José de Pineda Ibarra, 1972. 303 p.

1972. Af'l'O INTERNACIONAL
DEL LIBRO

Ensayos sobre la
Independencia
de Centroamérica
PUBLICACIONES DEL INSTITUTO DE ANTBOPOLOGIA
E HISTORIA DE GUATEMALA
EDITORIAL "JOSE DE PINEDA mARRA"
1 9 7 2

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E L PRESENTE VOLUMEN, reúne una serie de ensayos
sobre la Independencia de Centroamérica, aparecidos en 14
Revista del Instituto de Antropología e Historia de Guatemala,
desde 1953 hasta la fecha. Objetivos primordiales de su publicación
en un solo volumen, fueron los de contribuir a la conme·
moración del Sesquicentenario de la Independencia de Centroamérica,
magno acontecimiento histórico que acaece el 15 de
6eptiembre del año en curso. El Instituto de Antropología e
Historia de Guatemala, institución a la cual pertenezco -en
mi calidad de investigador de Historia-, al autorizar r patrocinar
la presente publicación, ha querido con ello contribuir
a la conmemoración del Sesquicentenario de la Independencia
de Centroamérica, y como uno de los puntos de su programa
conmemorativo.
Pero también nos ha guiado en esta publicación el deseo
de poner los presentes ensayos, relacionados directa o indirec·
tamente --con personajes o sucesos de nuestra independencia--,
al alcance de los maestros, de los estudiantes y de los lectores
en general, ya que por razones obvias, las revistas de índole
científica, como la del Instituto de Antropología e Historia de
Guatemala, tienen una circulación restringida.
Los trabajos incluidos en este volumen aparecen -salvo
las adiciones y correcciones pertinentes-, tal como fueron
publicados originalmente. Su único mérito consiste en referirse

a per!onajes o a sucesos, generalmente ignorados o parcialmente
conocidos de la historia patria, y cuya raíz nutricia se encuentra
primordialmente, en los ópimos fondos documentales del Archivo
General de Centro América, donde fueron por muchos
año! celosamente guardados y clasificados por el profesor J.
Joaquín Pardo (QEPD), para hoy y para el futuro, como
patrimonio de la cultura centroamericana y universal.

Al bibliógrafo guatemalte~o
don ~rturo Taraeena Flores t
••• Antropologla e HIstoria de Guatemala. Vol. XX-U-Julio.
Diciembre de 1968.

Retrato de Alejandro Ramírez por Francisco Cabrera.
Museo del Libro Antiguo. Antigua Guatemala. Instituto
de Antropología e Historia de Guatemala.

PERIODISTA Y HOMBRE REPRESENTATIVO DE
LA ILUSTRACION
Don Alejandro Ramírez (1777-1821), nació en la villa
de Alaejos, en Castilla la Vieja, el 25 de febrero de 1777 y
murió en Lfl Habana el 20 de mayo de 1821. (1) En todos
sus rasgos biográficos se nos muestra como uno de los representativos
de la élite ilustrada de la monarquía española, de
los finales del siglo XVIII. Modernista, habría leído probablemente
la mayor parte de las obras representativas de la
Enciclopedia. Su biografía también nos indica cómo empeñó
toda su vida en la difusión de las luces. Periodista desde los
20 años (en la Gaceta de Alcalá de Henares), continuó en
esta labor en la mayor parte de las tierras a donde fue, y
aquí en el Reino de Guatemala, le dio lustre y esplendor a
su Gaceta (fundada en 1729), desempeñando su dirección durante
varios años (1794-1802). A su arribo a la Capitanía
General del Reino de Guatemala en 1794, entrará a formar
parte de la élite ilustrada de la misma. Son los momentos en
que los centros de difusión de las luces tienen sus puntos
cardinales en la Real y Pontificia Universidad de San Carlos
de Guatemala (fundada en 1676), la Sociedad Económica
(fundada en 1794) y la Gaceta de Guatemala. Conviene y
sueña con sus contemporáneos ilustrados en realizar la felicidad
humana. Gozará de la amistad y la simpatía de sus

grandes contemporáneos, Fr. Antonio Liendo y Goicoecl1ea,
Fr. Matías de Córdova, José Cecilio del Valle, Pedro Molina,
Jacobo de Villaurrutia, etc. Donde quiera, que fue, ade.
más de fundar periódicos, introdujo nuevos cultivos, fundó
ciudades, erigió Academias de Bellas Artes (la de San Alejandro
en La Habana), Jardines Botánicos, etc. Su labor
en este sentido puede parangonarse c:;onel otro gran ilustrado
coetáneo suyo en el Reino de -Guatemala, don Jacobo de
Villaurrutia, el ya conocido fundador de- l~ Sociedad -Económica
de Guatemala. (2)- - -

Durante los siglos XVI, XVII y parte del XVIlI, Cuba,
Santo Domingo y Puerto Rico fueron dominios españoles sumamente
pobres. San Cristóbal de La Habana, era por ese
entonces una pequeña aldea con viviendas de madera, techadas
de paja: Era también un centro de contrabandistas portugueses
y hebreos españoles -ambos llamados rescatadores-, y
taínbién refugio de criminales. Un gran contraste presentaba
con estas colonias la opulencia del Virreinato de la Nueva
España. El virrey de México don Luis de Vdasco, el año·
de 1555 envió al capitán Diego de Mazariegos como Gobernador
de Cuba. El gobernador Mazariegos estableció la dependencia
económica de Cuba del Virreinato de México, mediante
los situados. No fue sino hasta 1808, aproximadamente
en tiempos del virrey don José de Iturrigaray. en que se dejó
de enviar el situado. En líneas generales puede decirse que
la isla de Cuba dependió mucho tiempo en lo político, lo
económico y lo militar, de la Nueva España. El Virreinato
consideró siempre a La Habana como su puerto militar, y
como clave del dominio del Golfo y del Caribe. También dependieron
económicamente del Virreinato, Santo Domingo,
Puerto Rico y Florida.
Sin embargo, esta situación de pauperismo fue cambiando
-paulatinamente en la isla. Hacia los finales del siglo XVIII

y las tres primeras décadas del XIX, Cuba goz6 de una gran
prosperidad económica, que le permitió subsistir sin los situados
de México. Algo más, desde los finales del XVIII en
adelante, comparti6 con el Virreinato los gastos de la defensa
del imperio colonial español, y a partir de la primera década
del XIX, el peso económico, $ilitar y político de la contrarrevolución
independentista, pas6 casi totalmente a la Capitanía
Gen~ral de Cub~:A partir de la segunda década del XIX
hasta finales de la tercera, fue el bastión más importante de
la política de reconquista de Fernando VII y de la Santa
Alianza. No fue sino hasta el fracaso de la expedición de
Barradas (1829), y la revolución europea de 1830, en que
la Capitanía General de Cuba, dejó de ser una amenaza para
la independencia de Hispanoamérica. (3)
Factores de su prosperidad fueron, entre otros, su situación
de depósito de los cuantiosos caudales de México, del Perú,
de Panamá, del Reino de Guatemala, etc., y que de ahí
eran enviados a España. Contribuyeron también al incremento
y al auge de la economía insular las plantaciones de azúcar,
de café y de tabaco, el tráfico de esclavos, el auge de las
construcciones ~principalmente fortificaciones-, sus astilleros
y arsenales navales, las leyes de libre comercio de Carlos· III,
que· le permitieron la libertad de comerciar dentro del imperio
y con los países amigos y neutrales de la monarquía,
entre ellos Estados Unidos de Norteamérica, la fundación del
Consulado y de la Sociedad Económica de Amigos del País. De
la prosperidad cubana se beneficiaron dominios españoles tan
lejanos, como el Virreinato de la Plata, que llegó a exportar
a la isla, cantidades hasta de 39,281 quintales de carne salada
y de charque. Conviene indicar que fue en Cuba donde por
primera vez se estableció una Intendencia (1764), en los dominios
hispanoamericanos de la Corona Española. Dicha In·
tendencia comprendía no sólo a Cuba sinQ también a las islas

de Barlovento. (4) Posteriormente corrieron a cargo de la
Capitanía de Cuba, los gastos de administración de las dos
Floridas.
La intervención de Cuba en el área del Caribe y del
Golfo de México ante el proceso de la insurgencia hispanoamericana,
se extiende cronológicamente desde el año de 1781
hasta el de 1830. Puntos cardinales de esta intervención contrarrevolucionaria,
fueron sus estratégicos puertos de La Habana
y de Santiago de Cuba. En general, las rivalidades y
las guerras entre el imperio español y otros países europeos
incidieron en forma directa e indirecta en la isla. De México
y de Cuba salieron grandes contingentes guerreros para ayudar
a la independencia de los Estados Unidos de Norteamérica.
Al iniCiarse la Revolución Francesa y posteriormente con el
surgimiento del imperio napoleónico, fueron enviados numerosos
emisarios revolucionarios y agentes bonapartistas a Hispanoamérica.
En L~ Habana fueron capturados los agentes bonapartistas
William Shaler, norteamericano, y el mexicano Manuel
Rodríguez Alemán, quien fue ejecutado en la horca. Grandes
temores produjeron en la isla las Revoluciones Francesa y
Haitiana, sobre todo previendo una insurrección de la numerosa
población de color, principalmente de los negros esclavos.
Esta en efecto no se hizo esperar en la fracasada conspiración
de José Antonio Aponte (1812), reprimida con gran crueldad.
Desde 1808 en adelante, de La Habana salieron grandes contingentes
guerreros, armas, víveres, dinero, corsarios, espías y
agentes contrarrevolucionarios, para combatir la insurgencia
revolucionaria e independentista en Nueva Granada, Venezuela,
México, etc. Ante la amenaza de los corsarios insurgentes
-caso de Luis Aury- quien llegó hasta la Florida,
(5) se reorganizó el corso español. Ante la presencia de
emisarios napoleónicos y revolucionarios y ante las ambiciones

inglesas y las miras y los proyectos expansionistas norteamericanos,
se organizó un servicio de espionaje de gran eficiencia.
De la eficiencia de este servicio baste un ejemplo, la conversión
del gran revolucionario don Juan Bautista Picornell -uno
de los principales actores de la conjuración de Gual y España
(1797)-, en agente confidencial y contrarrevoluC'ionario, por
obra del agente confidencial del gobierno colonial de Cuba,
P. Fr. Antonio de Sedella, cura párroco de Nueva Orleáns.
Motivo de gran preocupación eran las miras expansionistas
de los Estados Unidos de Norteamérica. Desde 1815 se esta-
. blecieron en Norteamérica con el apoyo de esta nación, numerosos
mariscales, generales y oficiales bonapartistas. Entre
los principales se encontraban José Bonaparte, Dupont de
Nem0urs, el mariscal Grouchy, los generales Lallemand, Rigault,
Claussel y Lefebre-Desnouettss. A fines de 1816 y principios
de 1817, el Congreso de los Estados Unidos' de América
les cedió 100,000 acres de tierra en Alabama, pero casi todos
prefirieron establecerse en Gálveston, Texas y de ahí se trasladaron
al río Trinidad, para establecer el llamado Campo
de Asilo. Los propósitos de todos ellos eran organizar una
expedición libertadora a México y proclamar a José Bonaparte
Rey de las Indias. (6) Por otra parte, fueron motivo de gran
preocupación para las autoridades españolas, los proyectos independentistas
de los norteamericanos James Workman y
Aaron Burr. Ambos coincidían en concebir planes para independizar
a Hispanoamérica -principalmente a México-, y
también para anexarse a Louisiana, las Floridas y Nuevo
México. El segundo de ellos, ex vicepresidente de los Estados
Unidos y arruinado en su carrera política por la trágica
muerte de Alexander Hamilton -en duelo contra él-, ofreció
sus proyectos y pidió apoyo no sólo al gobierno de los
Estados Unidos, sino también a Inglaterra y al. emperador
Napoleón. (7)

En esta situación tan compleja y conflictiva, la Gobernación
y la Intendencia de Cuba, se convirtieron, como ya
indicamos, en el centro neurálgico de la defensa de los intf'rf'~es
del imperio español en el Golfo de México y en el
área del Caribe. Desde el punto de vista diplomático, se formó
un triángulo cuyos vértices estaban representados por el ministro
de España en los Estados Unidos, don Luis de Onís,
·el cónsul español en Nueva Orleáns, don Felipe Fatio y el
intendente de La Habana, don Alejandro Ramírez.

FIDELISIMO INTENDENTE Y TEMIBLE ADVERSARIO
DE LA EMANCIPACION
No vamos a pormenorizar aquí los acontecimientos de la
R('volución cle la Emancipación Americana -en la región antillana,
en Angloamérica, en Hispanoamérica y. en Lusoamérica-"
desde sus inicios hasta su culminación. Pero sí conviene
indicar que desde los sucesos de Bayona hasta Ayacucho, la
región insular caribeña, desempeñó un papel muchas veces
decisivo en las contingencias de la lucha emancipadora en el
continente. La isla de Cuba y primordialmente La Habana,
se constituyeron como ya indicamos, en el bastión principal
de las fuerzas realistas, desde donde ejércitos, emisarios contrarrevolucionatios,
espías, armas, dineros, intrigas políticas y
diplomáticos, etcétera, estuvieron muchas veces a punto de
decapitar el movimiento de insurgencia, sobre todo el año
funesto de 1814. Aún con posterioridad a Ayacucho, La Habana
inspiró siempre constantes temores a las nuevas naciones
hispanoamericanas, y al respecto debe récordarse que en el
Congreso Bolivariano de Panamá en 1826, el Libertador D.
Simón Bolívar proyectó emancipar a Cuba, ya que consideraba
que podría ser el bastión de la contrarrevolución antiemancipadora
del absolutismo de Fernando VII y de la ,Santa
Alianza. El año de 1816, D. Alejandro Ramírez arribó a
La Habana con el cargo de Intendente de Real Hacienda (el

2 de julio de 1816) acompañando al capitán general, teniente
general D. José Cienfuegos y Jovellanos. En cargo tan delicado
se necesitaba un funcionario que uniera a .su fidelidad
a la Corona, una gran inteligencia e ilustración, habilidad
política y talento diplomático, comprobados por una larga experiencia
burocrática al servicio de la Corona, y estas cualidades
ya las había mostrado D. Alejandro Ramírez, en los
cargos desempeñados anteriormente (secretario de gobierno
del capitán general de Guatemala D. Antonio González Me>llinedo
y Saravia, Jefe Político Superior de Nicaragua (1813),
Intendente de Puerto Rico, etc.). y en realidad no defraudó
a su monarca. A este respecto, uno de los autores citados,
dice: "Durante el período histórico que abarca los gobiernos
del capitán marqués de Someruelos hasta el general Vives -13
de mayo de 1799 a 15 de mayo de 1832- fue La Habana
el centro político y militar de cuantos esfuerzos realizó la
monarquía española y sus epígonos reaccionarios para aplastar
los movimientos revolucionarios de América, especialmente encaminados
contra Haití, Venezuela, México y Colombia. Y
para lograr ese objetivo, intendentes de Hacienda como Alejandro
Ramírez y gobernadores como Vives, se valieron de
espías, saboteadores, agentes provocadores, corsarios, piratas y
hasta expediciones militares condenadas de ante!J1ano al fracaso".
(]. L. Franco. Docs. para la Hist. de México ... op. cit.
p. XLVII). Efectivamente el intendente D. Alejandro RamÍrez
desde que tomó posesión de su cargo hasta su muerte,
intervino activa y diligentemente en favor de la causa realista.
Son. elocuentes al respecto las siguientes palabras: "Ral'nÍrez
-que durante el mando de Cienfuegos y, también de sus sucesores
Echeverri y Cagigal fue el verdadero Gobernador de
Cuba-, tomó en sus manos el mismo día de la llegada a
La Habana, con insuperada maestría política, la ardua tarea
de defender los principios monárquicos y salvar de una ruina

al imperio colonial español". (]. L. Franco, Docs. para la
Hist. de Venezuela ... op. cit. p. LXIX). Como Intendente
de la Real Hacienda puso todos sus esfuerzos en reorganizar
ésta, ya que la causa antiemancipadora requería cuantiosas
erogaeiones pecuniarias -baste mencionar entre sus medidas-la
realización de un sorteo extraordinario de la Lotería de
La Habana. Fuertes contingentes en hombres, armas y dinero,
fueron enviados desde La Habana contra los insurgentes de
Venezuela y la Nueva Granada y tomó una serie de medidas
tendientes a desbaratar las expediciones libertadoras de Bolívar y
de D. Francisco Javier Mina. Del primero se recelaba inclusive,
la preparación de una expedición libertadora contra la propia
Cuba, en donde existía también un fuerte espíritu de insurgencia
(recuérdese la conspiración de Aponte, 1812). Don
Alejandro Ramírez tuvo también que hacer frente a los corsarios
y a los piratas insurgentes, enviados por los gobiernos
independientes de Venezuela, Colombia y Buenos Aires. Por
otra parte, su correspondencia con D. Luis de Onís, encaro
gado de Negocios de España en Filadelfia, revela los temores
de la Corona Española ante las miras expansionistas de los
Estados Unidos de Norteamérica, ante el menguante poderío
español, y entre cuyas finalidades se barruntaba la posesión
del área insular caribeña.
Al proclamarse nuevamente la Constitución Española de
1812, surgieron conflictos entre las autoridades españolas de
Cuba y una considerable porción de sus habitantes. Desde
el bisemanario "El Tío Bartola", se publicó una serie de artículos
injuriosos contra el intendente D. Alejandro Ramírez,
y que fueron calificados como tales, por la Junta de Censura.
También le afectó el cambio de Jefe Político Superior, recaído
en el mariscal de campo D. Juan M. Echeverri. Los
comerciantes habaneros que se oponían a su política de libertad
de comercio, se confabularon contra D. Alejandro Ra-

mírez, apoyándose en el Juez de Letras de Hacienda Pública,
D. Rafael Lima, y se negaron a pagar determinados impuestos
destinados a costear los gastos de las fuerzas expedicionarias
españolas contra Venezuela y Nueva Granada. Por otra parte,
las noticias relativas a los crecientes e incontenibles triunfos
de la causa independentista -entre ellas el armisticio firmado
entre Bolívar y Morillo, la proclamación del Plan de Iguala,
etc.- le afectaron en su salud ya bastante agotada. Falleció,
como ya indicamos, el 20 de mayo de 1821. (J. L. Franco.
Docs. para la Hist. de Venezuela, pp. XCII-XCIII).

.
Como ya indicamos, D. Alejandro Ramírez, se ausentó
¿el Reino de Guatemala el año de 1813. Su recuerdo como
benefactor de la cultura y su innegable contribución al desarrollo
del periodismo desde la Gaceta de Guatemala, han de
haber pervivido en la memoria de la élite ilustrada del Reino.
Una prueba de ello la encontramos en la petición que el
Ayuntamiento de Guatemala dirigió el 13 de octubre de 1819
a Fernando VII, pidiéndole a D. Alejandro Ramírez, para
Jefe Político Superior de Guatemala. (8) Desde las páginas
de "El Editor Constitucional", órgano del partido denominado
con el mote de Los Cacos, editado por el Dr. Pedro Molina,
los lectores de la Capitanía de Guatemala, se enteraron de
las incidencias ya descritas, del litigio entre D. Alejandro Ramírez
y el Juez de Letras de Hacienda Pública D. Rafael
Lima. (9) Finalmente en el ya citado "El Editor Constitudona!"
de fecha 30 de julio de 1821, se insertó la necrología
de D. Alejandro Ramírez. La necrología lleva las iniciales de
su autor 1. B. que probablemente corresponden al impresoreditor
Ignacio Beteta. En la misma se hace alusión a una carta
del teniente coronel Pedro González, de fecha 22 de mayo del
mismo a:ño, en que dice que murió en la mayor pobreza. (10)
El teniente coronel D. Pedro González, era el agente del gobierno
colonial de Guatemala en La Habana. (11) En la misma
necrología se indica que la Corona Española pensaba
nombrarle Ministro de Hacienda en lugar del señor Barata.

Como ya indicamos al principio de este opúsculo, D. Alejandro
Ramírez fue en lo que se refiere a la ideología de su
siglo, un representativo de la élite ilustrada, hecho comprobado
a través de sus escritos y obras materiales. Como funcionario
del gobierno español, es también un producto del
siglo en que nació, es decir, un fiel representativo de la burocracia
ilustrada, característica del despotismo ilustrado español
de la época dieciochesca. Fiel en el desempeño de sus
cargos y a los conceptos del despotismo ilustrado, su tragedia
consistió, en parte, en haber permanecido adherido a los mismos.
en la época en que este sistema entraba en crisis e incluso
periclitaba, y surgía al mismo tiempo el huracán de la
revolución emancipadora. En medio de las tremendas conmociones
de su época, creyó indudablemente que su deber era
permanecer leal a su Rey e impedir la desmembración del
imperio colonial español. Pero su biografía se vuel~e mucho
más compleja si consideramos que como burócrata sirvió desde
los finales del despotismo ilustrado agonizante con Carlos
IV, hasta el constitucionalismo español de 1812. En síntesis,
su biografía implica la propia complejidad de la época en
que le tocó vivir y actuar. Sin pretender dar siquiera un juicio
provisional, baste observar los siguientes hechos. El Ayuntamiento
de la ciudad de Guatemala que el año de 1819 le
pidiera para Jefe Político Superior de la Provincia de Gua-

temala, indudablemente no ignoraba su fiel adhesión a la
Corona. Por otra parte, como ya indicamos, se le señalaba
un poco antes de su muerte, como sucesor del Ministro de
Hacienda D. Antonio Barata. Ahora bien, no se trataba en este
caso de integrar un gabinete de índole monárquico absolutista,
sino al contrario del Ministerio Feliú-Bardají, integrado por
liberales y constitucionales, surgido en las incidencias posteriores
al pronunciamiento de Cabezas de San Juan. (12)
(1) En lo relativo a la biografía de don Alejandro Ramírez,
vid., Pedro Molina, El Editor Constitucional (Guatemala,
Editorial del Ministerio de Educación Pública, 3 tomos,
1954); Toribio Medina, La Imprenta en Guatemala (Gua·
temala, "III Centenario de la Introducción de la 1m·
prenta en Centro América", 2 tomos, Tipografía Nacional,
1960); Ramón A. Salazar, Historia del Desenvolvimiento
Intelectual de Guatemala (Guatemala, "Biblioteca de
Cultura Popular, 20 de octubre", vols. 11-13 Editorial
del Ministerio de Educación Pública, 1951) e Historia de
Vei~tiún años (Guatemala, Tipografía Nacional, 1928);
DaVId Vela, Literatura Guatemalteca (Guatemala. Unión
Tipográfica, T. 1, 2a. ed., 1948); Boletin del Archivo General
del GobIerno (Guatemala. T.. IV, Nos. 14 octubre
1938, julio 1939, Tipografía Nacional). Diccionario En.
ciclopédIco UTEHA (México, T. VIII. Talleres de "La
Carpeta", S. A., 1952. DiccIonario de Historia de España
(Madrid: Revista de Occidente, 2a. Ed. 1969), 3 tomos.
Pueden consultarse los Documentos del Archivo General
de Centro América, Guatemala, vid. Apéndice A.
(2) David Vela, op. cit. pp. 220-222; Ramón A. Salazar, IDstOrillodel
Desenvolvimiento Intelectual... op. cito vol. 13
pp. 322-325. Diccionario Enciclopédico UTEHA, op. cit:
T. VIII, p. 1039. Diccionario de Historia de España, op.
cito T. III, p. 388.
(3) Durante la presidencia del general Francisco Morazán

(8)
(9)
(10)
(11)
Samayoa Guevara. Héctor Humberto. Implantación del
Régimen de Intendencias en el Reino de Guatemala (Guatemala,
Editorial "José de Pineda Ibarra" del Ministerio
de Educación Pública, 1960), pp. 2528.
Samayoa Guevara, Héctor Humberto. La Presencia de·
Luis Aury en Centro América (Guatemala, Centro Edi·
torial "José de Pineda Ibarra", 1965).
Para la elaboración de este capítulo se han empleado·
las obras de Franco, José L., Documentos para la Historia
de MGxicoexistentes en el Archivo Nacional de Cuba
(La Habana, Talleres del Archivo Nacional, 1961), Y
Documentos para la Historia de Venezuela existentes en
el Archivo Nacional de Cuba (La Habana, Talleres del
Archivo Nacional, 1960).
De la Torre Villar, Ernesto. Dos Proyectos para la Inde.·
pendencia de Hispanoamérica, James Worlcman y Aaron
Burr (México, Sobretiro del No. 49 de la Revista Historia
de América, 1960).
Boletín del Archivo ... , op cit. T. IV-1, p. 101.
El Editor Constitucional, T. II, p. 521 Y p. 523.
El Editor Constitucional, T. III pp. 707-709.
Boletín del Archivo, op. cit. T. IV-1, pp. 50-51. El citado,
coronel Pedro González quien pasó cerca de don Ale·
jandro Ramirez los últimos meses de vida de éste le
escribió: "Admira verdaderamente la serenidad y resistencia
de V. S. al cúmulo de atenciones y ocurrencias
extraordinarias que de continuo le rodean. Y admira
mucho más su firmeza y recursos para irlas más que
sobrellevando. Ya se ve, a un patriotismo puro, y a un
genio poco común, se unen muchos conocimientos de las
Américas y a su país; y he aqui, cómo, en circunstan ..
cias tales, podria sostenerse equilibrio tan dificiL .. ",
Franco, J. L. Docs. pa·ra la Historia de VenezUl~la... ,
op. cito p. LXXXVIII.
El Diccionario de Historia de España, op. cit. T. III,
p. 388, dice que D. Alejandro Ramirez, murió cuando
acababa de ser nombrado Superintendente General de·
todas las Provincias de la Nueva España, y propuesto
para Ministro de Hacienda en sustitución de D. José
Canga Argüelles. Lo cierto es que al instaurarse el
Trienio Constitucional

como Ministro de Hacienda.' Se formó un segundo MI·
nisterio Constitucional encabezado por D. Eusebio Bar·
dají y Azara, en el cual tenía la cartera de Hacienda
D. Antonio Barata (abril de 1821), de manera que las
fuentes" guatemaltecas, están en lo correcto al afirmar
que D. Alejandro Ramirez iba a suceder al sefíor Barata
y no a Canga Argüelles. Vid. Diccionario de Historia
de España, op. cit. T. 1. p. 468 Y 658; T. II. pp. 77-81;
Pío Zavala y Lera. España bajo los Borbones, op. cít.
pp. 291-292 Y Modesto .Lafuente, IDstoria General de
España, op. cit. T. XVIII, p. 291.

1177 25 de febrero. Nace en la Villa de Alaejos en Castilla
la Vieja.
1792 23 de abril. Agregado Supernumerario de la Contaduria
de Rentas Decimales, de Alcalá de Henares.
1794 Viene al Reino de Guatemala. Contrae matrimonio con
la dama guatemalteca dofia Josefa Hernández y Escobar.
1797 23 de febrero. Meritorio en la Real Casa de la Moneda
de Guatemala.
Se hace cargo de la redacción de la Gaceta de Guatemala
(fundada en 1729).
1798 24 de febrero. Secretario del Consulado de Comercio.
1799 Febrero. Socio Asistente de la Sociedad Económica de
Amigos del País (fundada en 1794).
Trabaja en la Casa Comercial de don Juan Bautista de
Irisarri. Viajes al exterior como empleado de dicha casa
(Antillas, etcétera).
1801 Regresa de su viaje a las Antillas.
1802 5 de agosto. Secretario de Cámara y Gobierno de la
Presidencia y Capitania General de Guatemala.
Deja la redacción de La Gaceta, donde le sucede el poeta
don Simón Bergafio y Villegas.
1805 2 de mayo. Secretario Contador interino de la Junta
Superior de Consolidación.
1809 Es electo diputado para la Suprema Junta Central de
;".", -~SeVilla"por los ayuntamientos de Comayagua, Sonsonate
y Granada. Renuncia a dicho cargo. ." ""

Jefe Politico Superior de Nicaragua.·
Intendente de Puerto Rico. (121!'1813, 1516),**
Los diputados a Cortes de Guatemala, solicitan su ascenso
a Jefe Politico Superior de Puerto Rico. Cesantía
por intrigas.
2 de julio. Toma posesión de la Capitania General de
Cuba, el teniente general don José Cienfuegos y Jove·
llanos, y de la Intendencia de Hacienda de La Habana,
don Alejandro Ramirez.
El Ayuntamiento de la ciudad de Guatemala, pide al
rey que le nombre Jefe Politico Superior del Reino.
20 de mayo. Fallece en La Habana, a los 44 ~liíosde edad.
• AGG. B1. 12·80·2352·1820. .
•• Diccllanario de Historia de Espafia, op, cit, T. n, pp. 368·369. 'En
la~ pp. 368·369, se aflrma qUH: "Siendo intendente. honorario pasó
a ,serIo efectivo en 1812,.... ·,

CER'i'IFICACION DE MERITOS y SERVICIOS DE
DON ALEJANDRO RAMIREZ
AÑO DE 1811
BORRADOR DE UNA CERTIFICACION RELATIVA
A VARIOS DOCUMENTOS QUE ACREDITAN LAS
QUALIDADES DE DON ALEJANDRO RAMIREZ
SECRETARIO DE LA PRESIDENCIA, Y LA mCE
POR MANDATO DE LA REAL AUDIENCIA. 1811
, GUATEMALA
DON PEDRO MIGUEL LOPEZ ESCRmANO DE CA·
MARA INTERINO DE LA REAL AUDIENCIA Y
SECRETARIO DE SU REAL ACUERDO, Etc.
Certifico: Que ante el expresado tribunal de la Real Au·
diencia y por esta Escribanía de Cámara de mi cargo se han
presentado y existen tres cuadernos de autos y pruebas, re·
lativos a justificar las circunstancias y conducta pública y
privada de Don Alejandro Ramirez, Secretario de Cámara y
Gobierno de la Presidencia y Capitania General de este Reino.
Obran en ellos dos informaciones judiciales; la la. de nueve
testigos, practicada en el año de 807 ante el Muy Noble Ayuntamiento
de esta Capital por su Juzgado Ordinario de primer
voto: la 2a. ante la misma Real Audiencia en el mes de enero
próxímo pasado. por el Señor Oídor Decano Don Joaquín Bernardo
Campuzano. que examinó por si otros diez testigos: éstos
y aquéllos nombrados de oficio, y todos vecinos de la primera
distinción. Asimísmo obran atestados certificaciones e ínfor·
mes de l1ustrisimos Señores Obispos; de Señore3 Ministros que
J:¡an sido de esta Real Audiencia. y hoy 10 son del Supremo
Consejo de Indias y de la de México; de los cuatro Venerables
Cabildos Eclesiásticos y del Señor Gobernador sede
vacante de este Arzobispado; de Prelados, Comunidades Re·
gulares. y Curas de la Capital; delMuv Noble Ayuntamiento
de ella; de la Real Universidad; del Real Consulado; de los
Jefes de Real Hacienda, de todos los Escribanos de Cámara,

HÉCTOR HUMBERTO SAMAYOA GUEVARA
Reales, públicos, y de Juzgados particulares; Y de los Jefes
y Ayuntamientos de las provincias del Reino; con otros documentos:
de todos los cuales, examinados por su orden con
la debida escrupulosidad, resulta lo siguiente: (1)
10. Que Don Alejandro Ramírez nació en la Villa de Alaejos,
en Castilla la Vieja, a 25 de Febrero de 1777: recibió su
primera educación en la misma provincia, Y en la de
Toledo Y Madrid, Y siguió formándose en este Reino
de Guatemala, a donde vino con Real Licencia expedida
en 15 de Octubre de 1794 por el Excelentisimo Señor
Don Eugenio de Llaguno, Ministro de Gracia Y Justicia,
precedido el consentimiento paterno, Y testimoniales de
vida y costumbres.
20. Que desde los primeros años de su edad manifestó las
cualidades cuyo conjunto forma su carácter; genio suave
'y pacífico, buenas inclinaciones reserva acaso extrema,
laboriosidad exce3iva, talento penetrante, Y espíritu observador
bajo un aspecto serio.
30. .,. Que ha cultivado sus talentos en el retiro del estudio
privado con una aplicación extraordinaria, con la
lectura de libros escogidos, Y con el trato de personas
ilustradas: les ha dado extensión con los viajes que ha
hecho: los ha ejercitado de continuo en íos empleos y
comisiones que ha servido sucesivamente; Y los ha acreditado
en la multitud de papeles que ha escrito. Que
su instrucción es extensa, selecta y digerida, especialmente
en Historia. Economía politica, Filosofia Moral
y Humanidades: posee perfectamente los idiomas cas-
~ell~no, inglés Y fran~és, Y enti~nde el portugués Y el
ltallano: ha desempenado gratUltamente la traducción
que le ha encargado este Superior Gobierno de los docu·
mentos y papeles ingleses, franceses e italianos que han
ocurrido en asunto de oficio, Y de partes: Siempre se
ha contado con él para los asuntos de mayor entidad
por su talento Y expedición; Y los sujetos de carácter
que le han tratado con más intimidad, afirman que siem:
~re s~ ha distinguido J?or su !,!xtensa literatura, e intellgenc.Ia
en lenguas, pIedad smgular, y' conducta irreprenSlble.
40. Que los Cuerpos Y particulares en sus Atestados Y declaraciones
respectivas certifican que efectivamente es
irreprehensible su conducta pública y privada, manifestando
las costumbres que es regular tener cuando el
trato de los libros es mayor que el de los hombres'
retirado del de gentes sin ser mcivil, enemigo de ban:
dos y partidos, sin pleitos ni asuntos forenses, en que

no le agrada .mezclarse aun en conversac' . .
en muchas dIferencias' ocupad lt ~ones, medIador .
noc~e en el estudio o 'en el tr~b ~ e~natlvam!'!~te día y
gema y carácter contrario al aJo ~ su OfICiO;de un
del comercio; sumamente desin(ue e~Ige el mecanismo
el extremo opuesto del d s eres.a

palltica, que debe ser la ciencia de los Consulados: dio
a conocer sus máximas liberales, y principios económicos:
en la Memoria de Ordenanza que escribió: Abrió correspondencia
con los Secretarios de los Consulados de La
Habana, Veracruz y Guadalajara, (2) y la sostuvo, co·
municándose nuevamente lo que podia ser útil al beneficio
general del comercio y agricultura: propuso a
la Junta varios pensamientos, que por su utilidad fueron
adoptados; y entre otros se le debe el Acuerdo en que
se mandó y aprobó Su Majestad que se imprimiesen
las memorias que debe leer el Secretario a principios
del año, a fin de que circulen las luces y no queden
estancadas en el Archivo de la Secretaría: trabajó va·
rios informes y representaciones para Su Majestad y
el Superíor Gobierno... Ultimamente es público y no·
torio que se adquirió la estimación general de este Co·
mercio por la Analogía de sus ideas con el objeto de
su instituto, por su laboriosidad, por su honradez y
por su expedíción en el manejo de papeles". Y en informe
de 8 de Enero de este año, ratificando los mismos
conceptos, añade: "que no sólo no se le conocen
negocios o tratos mercantiles, pero ni se presume que
los tenga, así porque en el país no podría ignorarse,
como porque su genio e inclinaciones son muy opuestas
a ello".
100. Que a los 22, en Febrero de 99 la Real Socíedad Económica
de esta Ciudad le nombró, a propuesta de su
Censor, Socío asistente relevándole de la pensión ordi·
naria por uniformidad de Votos. y eligiéndole vocal nato
de la Junta creada para la continuación de la Gaceta
literaria. (3)
110. Que a la misma edad, habiendo adquirido como Secre·
tario del Consulado conocimiento del Comercio en ge··
neral, y de Don Juan Bautista lrisarri,(4) que había
sido Cónsul 10., y después Consiliario, pensó éste en
él para las Expediciones de Neutrales que emprendió
con permiso del Muy Ilustre Señor Presidente Don José'
Domás, a consecuencia de la Real Orden Circular de
797.* encargándole únicamente la parte teóríca de la co·
rrespondencia y contratas; pues la práctica, en las cua·
les no tiene inteligencia al!tuna, fue cometida a Don
Juan José Echeverría Don Francisco Sosa y Don Francisco
Galin.(?) Aceptó el encargo principalmente por
el deseo, propio de su edad, de conocer nuevos países,
* Por la Real Orden de 18 de noviembre de 1797, Espafia abrió sus.
puertos. al comercio de los paises neutrales, entre ellos a Estadoi·
Unidos de· Norteamérlca.

y adquírir las luces que proporcionan los viajes; y con·
cluidos, ni en vida, ni después de la muerte del empren·
dedal' recibió la más pequeña utilidad pecuniaria de la
Casa. Lejos de esto declaran los Albaceas de Irisarri
que ni aun se acercó a inquirir si le tocaba alguna parte
de -la décima sexta que fue la que se asignó en la uti.
lidad neta, todavía no liquidada, de aquellos negocios:
que hasta el año anterior de 810 reclamó la que pudiese
corresponderle, por habérselo estimulado e instado a que
lo hiciese: que sin embargo del allanamiento de los
mismos Albaceas para que del fondo que existe depo·
sitado se le diese alguna cantidad a cuenta de lo que
pudiese tocarle en el último resultado de la liquidación
general de Cuentas, no se ha movido hasta ahora a
hacer la representación correspondiente, ni percibido
aquélla, ni otra suma chica ni grande: y que su comunicación
posterior con la Casa ha sido de pura urbanidad,
sin tener la más pequeña parte en sus negocios, como
lo declaran todos los testigos que tienen conocimiento
de la misma casa, lo afirman los demás por notoriedad
o por íntima persuación, y consta de sus libros de comercio,
que se me manifestaron para que los reconociese,
como también las cláusulas respectivas de la Memoria
testamento de Irisarri.
120. ~ue aprovechando la ocasión oportuna de dichas expedi-
ClOnes, comenzó en 799 sus viajes por nuestras islas
de Barlovento y Colonias Extranjeras con licencia del
Señor Domás, que se la concedió manifestando en el
Pasaporte que le constaba la buena conducta y circuns.
tancias; en ellos se perfeccionó en los idiomas inglés y
francés; observó diversos establecimientos y costumbres,
y recogió ~nstrumentos y máquinas apreciables, que tuvo
la desgraCia de perder en un naufragio; declarando los
que le acompañaron que no le vieron comprar más que
libros, y que habría vuelto sin camisa, si no le hubieran
cuidado del alimento, vestido, y de todos sus pequeños
gastos en los tránsitos y posadas.
130. Que a los 24 en 801, regresó a este Reino conduciendo 18
canastillos de plantas vivas, y simientes de otras desconocidas
en este Reino; y entre ellas dignas de particular
mención la canela, pimienta de Ceylán, clavo, alcanfor,
árbol de pan, las dos especies de caña de azúcar, la
Otaheiti y. de Barbón, Werba de Guinea; y otras muchas
que fue distribuyendo en su tránsito de Trujillo a esta
Capital, dando instrucciones sobre su cultivo. beneficio
y usos alimenticios y medicinales, y logrando que sé
hayan propagado muchas, particularmente las nuevas
cañas que han duplicado la riqueza de los trapiches, y'

la hierba de guinea que ha aumentado los pastos; que
unas y otras se hayan remitido a la Nueva Espafia: que
en Trujillo se hiciese un plantel considerable de las.
demás; y que el Gobierno dictase varias providencias
para su conservación y propagación.·
140. Que en el mismo tiempo del regreso de sus viajes, un
informe suyo que la Real Audiencia calificó por sóLdo
y muy circunstanciado, sirvió para excusar providencias
dispendiosas y muy gravosas por recelo de una epidemia.
150. Que a los 24 en Real Despacho de 5 de Agosto de 802
se dignó Su Majestad nombrarle Secretario de Cámara
y Gobierno de esta Presidencia y Capitania General,
atendiendo a su aptitud, mérito y demás cIrcunstancias,
y que desde 16 de Diciembre siguiente sirve este empleo
en propiedad con el honor y rectitud que exige. Es general
la voz de los Cuerpos y particulares que han
declarado y certificado: los tengo elegidos de oficio en
Febrero de 807, dicen que es notoria la honradez, desinterés
y pureza con que ha desempefiado la Secretaría:
su laboriosidad no sólo en las horas de oficina. sino
también en aquéllas que los demás empleados destinan
al descanso: su carácter recatado aun en los negocios
que no exigen reserva: su talento en procurar la paz,
y excusar contestaciones entre el Gobierno y .los otros
Cuerpos; y en la dirección de los asuntos una prudencia
superior a su edad. Los posteriores nombrados del mismo
modo en la información practicada en esta Real
Audiencia afirman los mismos puntos, y afiaden que a
su prudencia, luces y celo por la justa causa se debe
en mucha parte la tranquilidad y sosiego de este Reino.
Los cuerpos se explican con términos igualmente honrosos.
El Real Consulado reconoce particularmente su
influjo en la protección que el Comercio ha merecido
al Superior Gobierno en muchos puntos de interés ge,
neral. como la libertad del giro anterior de las provincias,
las relaciones de este Reino y los del Perú y Nueva
Espafia, la traslación de las Bodegas del Golfo Nuevo,
camino de Izabal etc.: El Noble Ayuntamiento. el pulso
y desinterés con que ha sabido llenar la extensión como
plicada de sus deberes: El Venerable Dean y Cabildo
de esta Metropolitana, y los Prelados, Curas y Comunidades
Regulares, su Religión, Cristiandad y desapego
al dinero: El Cabildo de León de Nicaragua la brevedad
• Muchas de las plantas traldas por Ramlrez, fueron cultivadas por
D. Juan Ortlz de Letona, Ministro y Oficial Real de Trujlllo y en
(1809-1811), por D. Vicente Carranza. "Plantas exóticas y Patos
Ingleses traldos en el siglo XVIII", Enrique Del Cid, El Imparcial,
23 de diciembre de 1970, Guatemala.

con que ha despachado, aun a vuelta de Correo, los
asuntos que han ocurrido respectivos al Vice Patronato,
o al Real Subsidio: El de Ciudad Real de Chiapas la
notoriedad de sus buenas circunstancias: Los Nobles
Ayuntamientos de cada una de las provincias. las que
se han expresado con individualidad: Los Ministros Generales
de Real Hacienda su celo, inteligencia y actividad
en el desempeño del servicio del Rey; y los Sefiores
Regente Don Manuel Castillo Negrete, y Ministros que
han sido de esta Real Audiencia que siempre le conocIeron
dedIcado a los libros, sin distracción de ninguna
clase, desempeñando honrada y fielmente su empleo de
Secretario.
160. Que a los 28, en 2 de mayo de 1805 fue nombrado Secretario
Contador interino de la Junta Superior de Consolidación.
y sirvió uno y otro oficio más de cuatro
años, desde la instalación de la Junta hasta que cesó
en sus funciones, formando el Archivo correspondiente,
extendiendo las Actas de las dos Juntas Sema'larias,
llevando los libros de cuenta y razón, y trabajando los
Reglamentos, instrucciones y circulares que se ofrecieron
en un establecimiento tan delicado como laborioso.
170. Que en el servicio sucesivo de los empleos y comisiones
que se le han conferido ha dado pruebas de su exacto
desempefio escribiendo las obras siguientes: la. Una Me·
moria sobre el origen del instituto consular, y progresos
de el de este Reino," impresa el afio de 99 con un extracto
de las de su antecesor. (5) Los Editores del Correo
Mercantil, que la imprimieron en su periódico, manifestaron
su mérito. 2a. Los informes y representacIones,
que hizo cuando estuvo de Secretario del Consulado;
entre las cuales deben distinguirse las que trabajó sobre
las causas de la obstrucción del Comercio, y medios de
removerla, sobre habilitac'ón en clase de menores de
los puertos del Sur de las Costas de este Reino y las
de Nueva España, sobre la Alcabala de Reventa, sobre
contrabandos y arbitrios para precaverlos, jurisdicción
Consular, ete. 3a. Las que ha hecho siéndolo de este
Superior Gobierno: merecen atención particular, la instrucción
para la renta de diezmos, su Gobierno, y admI.
nistración por Claveria: (6) Otra sobre precaver fraudes
y extorsiones en el tráfico del rio de San Juan de N:earagua,
aprobado por Real Orden de 30 de agosto de 805:
un reglamento sobre la población y gobierno de toda
la costa de Mosquitos, en virtud de Rea~es Ordenes del
MInisterio de la Guerra: Otro para el repartimiento de

tierras a las Compañías fijas de la misma Costa, aprobado
en Real Orden de 20 de Noviembre de 804:(7) Otro
para la propagaci

la Casa de Don Juan Bautista Irisarri en que se le suponla
tener parte".
:200. Que últimamente, atendiendo a la Nobleza de sus Seno
timientos, elevación de ideas, práctica de muchos años
en el manejo de negocios, conocimiento de la América,
y edad de 34 años le consideran todos digno de mejor
destino, y con particularidad una de las personas carac·
terizadas que le ha tratado por mayor espacio de tiempo,
dice: "Que el Reino de Guatemala en su actual falta
de población y de medios de prosperar, es un teatro
muy corto para el conjunto de raras y apreciables cir·
cunstancias que en él se reúnen".
Todo lo cual va fielmente extractado de las referidas
informaciones y documentos, que componen la suma de
doscientos y tres deponentes de las primeras clases en
-este Reino, y de todos estados y profesiones; sin haberse
puesto expresión o cláusula en esta Certificación que
no sea literal, y en la substancia repetida con unifor·
midad por los mismos deponentes, que aún se extienden
mucho más en sus conceptos, sin resultar uno solo en
contrario, antes bien constan otras calificaciones, espedalmente
literarias, de Cuerpos y particulares, que se
-omiten a solicitud del interesado. Y en virtud de Real
Auto de 10. de Marzo último, con citación del Señor
{)idor Fiscal, doy la presente a 27 de Mayo de 1811.
ARCHIYO GENERAL DE CENTRO AMERICA:
AGG.Al.29·4685-40434·1.811.

En el indice Onomástico del ARCmVO GENERAL DE
CENTRO AMERICA se encuentran varios documentos
relativos a los Autos seguidos para la formulación de
la CERTIFICACION DE MERITOS y SERVICIOS DE
DON ALEJANDRO RAMIREZ (Apéndice A), entre
e 110 s: AGG.A1.29.exp.55028leg.6083,AGG29.5-exp.40437leg.46861811
y el AGG.A-1.3.10·12665-190H.807,que contiene
la certificación de sus méritos, extendida por la
Universidad de San Carlos de Guatemala.
"Guadaxara" en el original, Guadalajara.
Por los Estatutos de la Sociedad Económica de Guatemala,
eran socios: "Asistentes serán los que hayan de concurrir
frecuentemente a las Juntas Correspondientes: los
que por residir fuera de la ciudad, o por no poder asistir
se alisten sólo para contribuir a los fines de la Sociedad
evacuando las comisiones que por ésta se les den". BAGG,
Boletin del ·Archivo General del Gobierno, op. cit. T. !II.
N. 2-p.-186, enero de 1938.
Don Juan Bautista de Irisarri Larazain Vicuña y Aranibar
era propietario de la Compañia Comercial más
Importante del Reino de Guatemala y que tenia relaciones
comerciales con México, Nueva Granada. el Virreinato
del Perú, el Virreinato de Rio de la Plata. Guayaquil.
Jamaica, La Habana, Londres. Cádiz y Madrid
y con Boston y Baltimore. Fue progenitor del gran prócer,
politico, poligrafo, filólogo, novelista, poeta y diplomático,
don Antonio José de Irisarri (1786-J868).
"996. (Escudo grabado en cobre del Real Consulado de
Guatemala). Memorias del Secretario/ con cuya lectura
se abren anualmente las sesiones/ de la Junta de Gobierno/
Quaderno 1'; Contiene la de 99,/ y un extracto
de las anteriores/ desde la erección.! (Filete), Nueva
Guatemala'; 1799'; (Filete). Por D. Ignacio Beteta. 40.-
Port.-v. en bl.-1 hoja preliminar para el acta de la junta
de 5 de enero de 1799·24 pp. Biblioteca Valle. El secre-

tario era D. Alejandro Ramírez". Medina, José TorlbIo,
La Imprenta en Guatemala, op. cit. T. I, p. 333.
(6) Claverla es la oficina existente en las iglesias catedrales
encargada de la recaudación y distribución de las rent:M
del Cabildo Eclesiástico.
(7) Se refi~re a los milicianos del RegimIento Veterano Fijo,
del Remo de Guatemala.
{8) J?sé To~ibio Medi~a E;nLa Imprenta en Guatemala, op.
CIt., ,regIstra los sigUIentes impresos de don Alejandro
RamIrez:
"995.. Memoria sobre la navegación del rio Motagua en
el Remo de Guatema~a. por D. Alejandro Ramirez. Gua·
temala, 1799, 40. Benstain, T. nI, p. 3" Medina T I
p. 333. . ,. ,
"144~. Reglas para la enagenación del los bienes de Co·
fra9~as, acordadas por la Junta Su-/ perior de Consoli·
daclO!1de Vales Reales de este Reyno. Fol. 4, pp. ss.,
susc:nto en Gu~temala, e~ 26 de marzo de 1806 por D.
AleJ~ndro Ramlrez. ArchIvo parroquial de la Antigua".
Medma, T. n, p. 435.
"1546. En Guatemala a 14 de agosto de 1808, congrega·
dos en Junta general en el Salón del Real Palacio / el
M. ptre. ~t:.Presidente,! etc. Fol. 3, pp.s.f. y finaÍ bl.
Copia c~rtIflcada en Guatemala, a 15 de agosto de 1808,
P?r AleJan~ro. Ramírez. Al margen de la primera pá·
gma una nomma de los. asistentes. Junta en la que se
declaró que no era posIble aceptar como válida la re·
nunCIa 1?-echa;p~r Carlos IV al trono de Espafia. Biblio·
teca UmversItana", Medina, T. n, p. 454.
"Re~u~en General de las familias de espaf'ioles y ladinos
domIclllados .en el Reyno de Guatemala, con distinción
d~ las que viven en los pueblos de indios, villas o reducc~ones.separadas,
haciendas y valles, los que son pro·
pletar~o_sy arrend~tarios de tierras, jornaleros y gentes
de OfI~lO.,Secretana de Cámara del Superior Gobierno
y Capltama General de Guatemala 7 de mayo de 1804
(f) Alejandro Ramírez". Medina, T. n, p. 655. .
(9) En el Archivo G~neral de Centro América se conservaR
docu~entos relatiVOS a la elección de don Alejandro
RamIrez, para vocal de la Junta Suprema de Sevilla,
entre ellos: AGG.A1.1-37-4353-1.810.

OFICIO DE DON ALEJANDRO RAMffiEZ AL SECRETARIO,
DE ESTADO Y DEL DESPACHO DE HACIENDA DE INDIAS.
DICIEMBRE DE 1817
"Es notable el adjunto manifiesto, o mensaje del nuevo Pre.
sidente de los Estados Unidos, al abrirse las sesiones de sU'
Congreso el 2 de este mes * Puede tener considerable influencia
en importantes asuntos públicos, y especialmente en el estado
de nuestras provincias conmovidas de América. Bajo el antifaz
de la disposición amigable en las negociaciones pendientes con
Espaf'ia, este nuevo Xefe republicano no solo imita la conducta
insidiosa de su antecesor, sino que avanza mucho más en su
carrera; reconoce a los insurgentes Espafioles como una Po·
tencia: su rebelión, como una guerra civil. entre partes propiamente
iguales: despacha Comisionados para entrar en relaciones
diplomáticas con qualquier aventurero. que momentáneamente
ocupe algún punto de nuestras Costas y lugares marítimos: y'
les brinda la entrada de buques, y toda especie de auxilios del
suelo, y de la industria; todo no obstante con el velo de la
más imparcial neutralidad, ** pero sin ocultar 'la propensión simpática'
ni los aparatosos anuncios de desinterés para el caso·
de que las Colonias españolas llegasen a establecer su inde·
pendencia. Al propio tiempo. con pretestos semejantes a los
qe. tuvieron para apoderarse de la Movila y Batan Rouge en
1813, el Gobierno de los Estados Unidos ha destinado fuerzas
para ocupar a Galveston, y a la isla Amalia; dominios espa·
fioles, que estaban supeditados por gabillas de piratas y gente
alzada de todas naciones. armados, equipados, y conducidos
á esta emprésa desde los mismos Estados Unidos, con abierta
violación de todas las leyes, y del decoro público. No dexaba
yo de antever éstos sucesos, quando he tenido el más vivo
deseo, y no hé escusado diligencia ni medios, para que desde·
aquí se hiciese un esfuerzo generoso, Y se fuese a destruir
aquellas madrigueras de foragidos. oprobio de los mares, y'
ruina de nuestro Comercio. Varias veces hé tratado á V. E.
de este grave asunto y últimamente en mi carta No. 516.
El Ministro del Rey en los Estados Unidos. Don Luis de Onís,
con fha. de 14 de este mes se me lamentaba enérgicamente'
• James ·Monroe (1817-1825). (H.H.S.G.).
** Ley de Neutralldad de 3 de marzo de 1817: (H.H.S.G.).

de que en tantos meses, ni el Virrey de México, ni los Xefes
de esta isla hayan hecho una tentativa para recobrar la isla
Amalia, y espeler los piratas y traydores de Galveston."''' Ya
no es tiempo. El pabellón de la República americana tremola
hoy en el primer punto, y se dirige al segundo, en consecuencia
de éste mensaje de su Presidente; en el qual no se des·
cubre claro si su 'imparcial neutralidad' se extiende á recibir
presas, y admitir los que se dicen Corsarios insurgentes; en
cuyo caso, mudando de dominio aquellos dos puertos nuestros,
quedarán más autorizados, y se aumentarán más y más los
robos y piraterias a nuestro Comercio. Lo que si se vé claro,
y no podrá menos de resultar es que expelidos de aquellos
parages los aventureros (la mayor parte Americanos de los
Estados Unidos) irán a caer sobre otras de nuestras Costas;
tal vez a Panzacola, como más inmediato, para repetir la
misma escena, preparada y dirigida por los propios Agentes,
con lo qual tengan igual motivo para ocuparns., territorios
y puertos a que no disimular sus pretensiones tan ambiciosas
como injustas. Más seguros informes tendrá ~. M. de éstos
negocios por su expresado Ministro Dn. Luis de Onis, cuyo
'lelo me és bien constante. Yo lo auxilio en quanto. me pide,
para que pueda llevarlos a feliz conclusión. No siendo de mi
esfera, no pudiendo concurrir a ellos, sino con caudales, y
fervorosos deseos, juzgo de mi obligación manifestar éstos
a V. E. como buen espafiol, y vasallo leal, y remitirle este
papel, qe. es auténtico, para que conste en su Ministerio, y
en quanto convenga al servicio del Rey nro. Sor y al bien
del Estado, se observe el rápido vuelo, y se sigan los pasos
gigantescos de una Potencia naciente, aún no bien formada,
que ayudamos á formar, y que á los 34 afios de su existencia,
habla de extensos planes militares, de poUtica Nacional, de
una Milicia de ochocientos mil hombres. de un exército de
línea en las fronteras y costas del Atlántico, de esquadras
fuertes en el Mediterráneo y en el golfo de México, y de un
sobrante de rentas que permite este afio la abolición de mUr
chos impuestos". (151)
Tomado de Franco, José L. Documentos para la Historia
de Venezuela existentes en el Archivo Nacional de Cuba (La
Habana: Talleres del Archivo Nacional, 1960), pp. LXXXVII·
LXXXVIII.
"'*'" Se reflere a la presencia en Florida de Corsarlos y PlratliS ~omo
Jean Lafflte, Louls Aury, Gregor MacGregor, a la fundación de
1" eflmera República de la Florida por este último, a la ocupa.
clón de la Florida por Andrew Jackson a la presencia de en·
vlados de gobiernos Insurgentes, y a la expedición de Francisco
Javier Mina, destinada a Independizar a México, Y.que zarpó de
Galveston, en la escuadra de Louls Aury. (H.H.s.G.).

DEL CID F., Enrique. Plantas Exóticas y Patos Ingleses
Traídos en el Siglo XVIn, El Imparcial, 23 de diciembre
de 1970.
DE LA TORRE VILLAR, Ernesto. Dos Proyectos para la Independencia
de Hispanoamérica. James Workman Aaroo
Burr. México. Sobretiro del No. 49 de la Revista Historia
de América, junio de 1960.
Diccionario de Historia de España (Madrid: Revista de Occi·
dente, 2a. Ed., 1968), 3 tomos.
LAFUENTE, Modesto. Historia General de España

ZABALA Y LERA, Pio. España bajo los Borbones. Espafía~
Colección Labor, 5a. edición, 1955.
VELA, David. Literatura Guatemalteca. Guatemala. Unión Tipográfica,
2a. edición, 1948.
Boletin del Archivo General del Gobierno, T. IV. 1-4, Tipografia
Nacional, 1938·1939.
Archivo General de Centro América. Sección Onomástica
Alejandro Ramirez.
FRANCO, José L. Documentos para la IDstoria de Venezuela
existentes en el Archivo Nacional de Cuba.. La Habana.
Talleres del Archivo Nacional de Cuba, 1960.
Documentos para la IDstoria de México existentes en el
Archivo Nacional de Cuba. La Habana. Talleres del Archivo
Nacional de Cuba, 1961.

FRA Y MATIAS DE CORDOV A
Educador centroamericano

FRAY MATIAS DE CORDOVA, EDUCADOR
CENTROAMERICANO*
Este trabajo fue preparado originalmente el aflo de
1962, como una colaboración del Instituto de An·
tropologla e Historia y por su autor, para la obra
"Valores Humanos en la Cultura de Centro américa .
y Panamá") publlcación que serIa patrocinada por la
Organizac1on de Estados Centroamericanos,. ODECA.
PANORAMA CULTURAL GUATEMALENSE DE LA
EPOCA DIECIOCHESCA
Desde el punto de vista de su ubicación cultural, fray
Matías de Córdova, pertenece al fecundo siglo XVIII guatemalense.
Por ese entonces, vientos de renovación impregnaron
el panorama cultural de la monarquía española, desde los inidos
de la decimoctava centuria. El Despotismo Ilustrado representado
en España por esa época, por la recién llegada
Dasa de Barbón, tratará de devolverle a España su antiguo
esplendor. Monarcas y ministros, la mayor parte de ellos ilustres
e ilustrados, tratarán de promover el progreso, en los
diversos planos de la cultura, esto es, en la esfera política,
económica, social, científica, filosófica, educativa, religiosa, artística
y literaria. Impulsados ideológicamente por el enciclopedismo,
los Déspotas Ilustrados de España, trazarán planes

de gobierno acordes con principios racionales y científicos, tenderán
a reformar la estructura económica y social de la nación
y un filantropismo de tipo paternalista teñirá muchas de sus
medidas de gobierno. Consecuencia de ellos serán las siguient~s
reformas: implantación del régimen de Intendencias, prom'o1l-
gación de las leyes del libre comercio entre los puertos peninsulares
y los dominios tiitramarinos y en las diversas colonias
entre sí, fundación del Banco de San Carlos, fundación de
numerosas compañías de comercio y navegación, consulados
de comercio, proyectos de reforma agraria, hospicios ~ asilos
!'lara ancianos. En el plano espiritual de la cultura se refor-·
marán los planes de estudios de los colegios y las universidades,
se fundan Academias Científicas y de Bellas Artes, y se patrocinan
por la Corona numerosas expediciones científicas al-
Continente Americano, entre ellas las de La Condamine y Humboldt
y Bonpland. Entre las instituciones de cultura surgidas
en la época y en la cual encarnará en su máxima expresión
el progreso, se encuentran las Sociedades Económicas. Este
siglo también contemplará las maravillas del arte Barroco Am~
rica no y a la vez su paulatina sustitución y desplazamiento.
por el neoclasicismo académico. En la esfera político-religiosa,
será expulsada la Compañía de Jesús de los dominios del
monarca hispano, hecho que tendrá incalculables consecuencias,
desde cualquier sentido y ángulo que se le juzgue, M
la mentalidad del hispanoamericano. También los Déspotas-
Ilustrados favorecerán las nuevas corrientes ideológicas, prtoncipalmente
el gran monarca Carlos 111. pero ante el regicidiO'
de los revolucionarios franceses cometido en la cabeza de Luis
XVI, corrientes de temor, represión y desconfianza surgirán
inútilmente ante las nuevas ideas. A pesar de que la Corona
empleará entonces al Tribunal de la Inquisición, como arma
de represión política e ideológica ante las nuevas ideas, la

difusión de las luces como se decía entonces, e~tará ya encarnada
en la mentalidad del hispanoamericano.
Conviene advertir, empero, que si grandes fueron los pro-
,pósitos y los proyectos de la monarquía ilustrada, los resultados
no correspondieron a las esperanzas. Por otra parte, los resultados
obtenidos en mínima parte, tampoco alcanzaron a todos
los millones de habitantes del orbe hispano e hispanoamericano.
La minoría de beneficiados, cualquiera que fuese su color y
su condición económica y social, no recibió en igual medida
la eficacia o ineficacia de las diversas reformas. No en balde
el eminente Ots Capdequí llama a esta época, un siglo de
logros y frustraciones. De todas maneras las medidas del
Despotismo Ilustrado, forma típica y europea de gobierno de
la mayor parte del siglo XVIII y anterior a la Revolución
Francesa, las nuevas corrientes ideológicas y sus frutos, no
se circunscriben en la monarquía española a sus reinos europeos,
sino que también comprenden a los dominios ultramarinos,
americanos y asiáticos, y por ello no es una excepción
a tal fenómeno histórico, el Reino de Guatemala.
Sólida y centenaria raíz tenía ya la cultura espiritual
guatemalense en la época de fray Matías de Córdova. Desde
los inicios de la conquista y colonización del istmo centroamericano,
a partir de las primeras décadas del siglo XVI y
a todo lo largo del XVII, se fundaron numerosas escuelas,
colegios, seminarios y Universidad, y en 1660 se introdujo la
primera imprenta por el obispo fray Payo Enríquez de Rivera.
Con raíces y antecedentes preuniversitarios en los colegios de
Santo Tomás y San Borja, se fundó en 1676 la Real y Pontificia
Universidad de San Carlos de Guatemala. Multilateral
clesde el" punto de vista de su ideología, ya que en virtud de
sus constituciones podían leerse diversas doctrinas y autores:
Tomismo, Escotismo, Suárez, etcétera, en el siglo siguiente
culminará su pensamiento en un amplio eclecticismo. En la

.otra centuria irán penetrando paulatinamente las nuevas corrientes
ideológicas (Modernismo), que como es natural encontrará
resistencia y oposición como toda innovación (Misaneísmo),
y que por el proceso de aculturación desembocará
en un pensamiento con caracteres netamente nacionalistas
(Criollismo). Señalan los autores como pioneros de la renovación
ideológica a varios príncipes de la Iglesia, entre ellos
al primer arzobispo del reino, el ilustrísimo fray Pedro de
Pardo y Figueroa y al ilustrísimo Cayetano Francos y Monrey
y al jesuita José Vallejo, que en su polémica con los
dominicos, tomistas, esgrimirá argumentos cartesianos. Precursor
de la reforma universitaria será el dominico fray Fermín
Aleas y su realizador, el eminente franciscano fray Antonio de
Goicoechea. Su reforma contendrá entre otros puntos esenciales
los siguientes: a) Creación de nuevas cátedras; b) renovación
de autores; c) introducción del método experimental,
y d) introducción del método histórico. Surgirán nuevas instituciones
de cultura, tales como la Gaceta de Guatemala
(1729), la Sociedad Económica de Guatemala (1794) y SU!!
escuelas de Bellas Artes (1797) y de Hilanderas (1795), el
primer Museo de Historia Natural ( 1797), el Tribunal del
Protomedicato (1793), el Colegio de Cirugía (1804) .Y el Colegio
de Abogados y su Academia de Derecho Teórico-Práctica
(1810). Gran impulso recibe la cultura dieciochesca guatematense
con el arribo de la expedición científica de Mociño
y Martínez (1797), y el conocimiento de la ancestral y esplendorosa
cultura Maya se enriquece con las expediciones
guatemaltecas a Palenque (1784).
Frutos auténticos y figuras representativas de la cultura
guatemalense de esa época, en las ciencias médicas y experimentales,
fueron los doctores Manuel Avalos y Porras, José
Felipe Flores, Narciso Esparragoza y Gallardo y Pedro Molina;
cm filosofía fray Antonio de Goicoechea y en la ciencia

del derecho, el doctor José María Alvarez. Se complementa
este cuadro con el cronista Domingo Juarros, el historiador
.y economista García Peláez, y los poetas Landívar, Bergaño
.y VilIegas, García Goyena, José Domingo Hidalgo y desde
luego nuestro biografiado, fray Matías de Cordova.
RADIOGRAFIA CULTURAL DE LA
EPOCA CORDOVIANA
La multifacética personalidad de fray Matías de Córdova,
puede explicarse en razón de dos factores: su talento singulár
y el ambiente cultural de la época. Lo primero, como es obvio,
lo debió a la Naturaleza y, lo segundo, al magnífico ámbito
cultural espiritual guatemalense. Dijimos ya cómo las doctrinas
de la Modernidad saturaban la mentalidad guatemalteca
de su época. Dijimos también que la cultura espiritual guatemalense
de la época de fray Matías, tenía sólidas raíces afincadas
en más de una centuria. En efecto, en su jerarquización
superior, esto es dentro del ámbito universitario, sus raíces
eran profundas y de gran fecundidad, ya que descansaban en
las Humanidades Clásicas. El idioma del lacio, lengua universitaria
internacional, nutría y vigorizaba las diversas ramas del
saber. La posesión y el dominio del Latín implicaba el conocimiento
de los autores clásicos greca-latinos. A esto se añadía
la adquicisión de una mente sólida y ordenada racionalmente,
mediante el conocimiento y el ejercicio frecuente de la Lógica,
.a través de las disputaciones y de los rigurosos exámenes para
adquirir los grados universitarios: bachillerato, licenciatura,
.maestría y doctorado. Tampoco se menospreció el conocimiento
de las principales lenguas indígenas del país, con los fines pri-

mordiales de evangelización y alfabetización, maneras unilaterales,
pero de todos modos empeños de integración nacional
dentro de la época. Hasta el siglo XVII y buena parte dd
XVIII, el pensamiento universitario guatemalense fue matizado
por una ideología humanista Renacentista, Escolástica y
Neoescolástica a la vez, y al no ser unilateral, sino multilateral
como ya dijimos, desemboca en un pensamiento ecIéctico.
La Modernidad implicaba el conocimiento de autores
como Montesquieu, VoItaire, Rousseau y de sus seguidores
y comentaristas españoles, como Ward, Feijoó, Jovellanos y
Campomanes, etcétera. Las ideas cardinales de la Ilustración
como el racionalismo y el culto de la razón, la fe en el progreso
ininterrumpido, la confianza en la ciencia para lograr la
felicidad del hombre, impregnaron la mentalidad ilustrada del
siglo. El destierro de la ignorancia, la superstición y el fana-
.tismo, la extensión y propagación de la mentalidad ilustrada
o de las luces, el estudio de la naturaleza y de los fenómenos
económicos y sociales, son también ideas cardinales de la generación
cordoviana. Debe añadirse a esto en la esfera religiosa
el Deísmo o la idea de un Dios creador geómetra,
el Latitudinarismo o sea la idea de que la salvación puede
aIcanzarse a través de todas las religiones. Se complementaron
estas ideas en la esfera religiosa con la idea de una religión
natural de principios universales y racionales, y el Regalismo
o sea la doctrina que sostuvo la mayor intervención del Estado
en los asuntos de la Iglesia.
Los hombres de la ilustración guatemalteca se movieron
dentro de la trilogía: Universidad, Gaceta y Sociedad Económica.
Su pensamiento, lenguaje y acción se moverán dentro
de los lineamientos anteriormente expuestos u otros análogos,
y algo muy importante, en función nacionalista. Oriundos de
un territorio vasto y en buena porción aún desconocido, que
contenía un suelo y subsuelo con incalculables riquezas natu-

ales, pródigo en su flora y en su fauna y que contaba además
con una numerosa y heterogénea población, promisorio caI'JÍtal
humaao, susceptible de perfeccionamiento, educación, progreso,
libertad e independencia política. De ahí la necesidad de estudiar
y conocer el istmo entonces aún no denominado centroamericano,
en su territorio y población, y de ahí el auge de
las ciencias de la naturaleza, de las ciencias históricas y de la
economía. O también si se quiere al revés, el estudio y el aug~
de est~s ciencias, llevará a la formulación de los ideales anteriormente
descritos.
Como ya se dijo anteriormente, al reformismo de los
Déspotas Ilustrados Españoles, fue nulificado el'! gran parte por
una serie de factores complejos, que no viene al caso relatar.
En el Reino de Guatemala, vasta extensión territorial de más
de 26,000 leguas cuadradas y con cerca de un millón de habitantes,
enorme despoblación como salta a la vista, y que comprendía
entre sus 15 provincias la de Chiapas (cuna dél
biografiado), no habían llegado los beneficios de la Ilustración
a todos sus habitantes. Una minoría era beneficiaria deIa
I1ustraéión y la riqueza, y la gran mayoría vivía despojada
de los beneficios de la riqueza y la educación. País desintegrado
desde todos los puntos de vista, sólo la minoría de los llamados
blancos, peninsulares y crioIlos, disfrutaban de la cultura
espiritual ya descrita y de un status socioeconómico ventajoso.
Dentro de esta minoría, se agudizaba ya la rivalidad entre los
Uamados españoles europeos (peninsulares) y los españoles
americanos o simplemente americanos (crioIlos). Altos, medianos
y pequeños cargos burocráticos, militares·· y eclesiásticos;
el comercio, la industria añilera y minera, la ganadería, el
manejo' de haciendas de caña de azúcar, el disfrute de los
estancos, y el ejercicio de las profesiones liberales; fueron las
actividades compartidas en mayor o menor grado según
las épocas y las circunstancias, por los peninsulares y los· crío-

11os. En cuanto a los otros grupos, entonces denominados
"éastas", es decir, los indígenas, mestizos, negros, pardos,
zambos, etcétera, ya fuesen rurales o urbanos, su situación
económico-social y educacional era por 10 general deprimente,
con raras excepciones. Teórica y legalmente libres, con excepción'
de los negros esclavos, protegidos de abusos por una copiosa
aunque ineficaz legislación, ineficaz por su frecuente in-
'cumplimiento, la' explotación desde el punto de vista económico-social
de estas mayorías por una minoría, era por· 10
general inicua, y sus faenas habituales las constituian las labores
agrícolas y artesanales. En el agro, antes de las reformas
borbónicas, los indígenas eran compelidos a trabajar, por el .
consorcio de Corregidores y Alcaldes Mayores y un grupo de
comerciantes, mediante los repartimientos de trabajo, fórmula
legalizada de explotación inmisericorde, a pesar de las mismas
prohibiciones legales en contra. Con la ley de intendencias
se abolieron parcialmente los repartimientos de trabajo y sus
abusos, pero entonces los indígenas abandonaron los cultivos
con perjuicio de la agricultura, sin que en los días de fray
Matías, se hubiera podido hallar una solución satisfactoria
al problema.
En la ciudad de Guatemala, capital del Reino, y como consecuencia
de su traslación forzada entre los años 1773-76, y
al cesar el ritmo creciente de las labores de edificación, aparecieron
alrededor de su perímetro urbano, inmensos conglomerados
suburbanos, los cuales constituyeron con el tiempo·
una serie de complejos problemas para las autoridades, ya sea
desde el punto de vista de la salubridad, de la delicuencia,
de la educación y laboral. Estos y otros problemas, ya fueren
rurales o urbanos y que sería prolijo enumerar, preocuparon
la mentalidad de la élite criolla, a la cual pertenecía fray
Matías, y de ahí los numerosos proyectos e intentos frustrados
de hallarles solución, que registran los anales de la época.

Pero como la solución radical de muchos problemas hallaba
como obstáculo la dependencia de la Corona española, surgió
la idea de remoción del impedimento, y así se transitará por
diversas etapas hasta llegar a la emancipación política. De
alú que la generación cordoviana sea a la vez, ilustrada, reformista,
radical e independentista.
Por otra parte, se vivirá en un siglo de incitaciones revolucionarias
y libertarias. En efecto, este será un siglo fecundo
en revoluciones: la Revolución Francesa y la iniciación y a
veces la consumación de la Revolución Emancipadora del Continente
Americano, en Angloamérica, Hispanoamérica y Lusoamérica.
A las incitaciones revolucionarias. y libertarias ya
mencionadas, deben añadirse los factores internos de ilustración,
riqueza, desigualdad socioeconómica y las deficiencias y
,limitaciones del imperio colonial español.
Personalidad multifacética fue la de fray Matías de Córdova,
Prócer de la IndependenCia, patriota, orador, poeta, periodista,
indigenista y educador. Hombre de pensamiento y
acción. Es por ello que urge la' biografía o las biografías que
recojan todos estos aspectos. Tócanos bosquejar su dimensión
de educador Pero antes de proseguir, conviene preguntarse
previamente si por su pensamiento y su acción merece tan
honroso calificativo. Nuestra respuesta en este sentido es afirmativa.
Fray Matías de Córdovafue uno de los grandes educacadores
de su época, y a la vez paradigma de hoy y de mañana.
Testimonio de ello es su recia personalidad de Prócer de la

Independencia y de' patriota, que constituyeron ejemplar Il'Üi:gisterio
dentro de su comunidad y su época. Pero, además de
.esto y ya dentro del ámbito docente, le vemos actuar como
eminente catedrático y como autor de obras didácticas. Y por
si esto fuera poco, la mayor parte de sus obras contienen por lo
general una elevada finalidad educativa. Singularízase además
el patriota como fundador de escuelas primarias y escuelas
normales. En el más mínimo esbozo biográfico resaltará siem·
pre al lado de los otros aspectos de su personalidad, la faceta
de educador.
Fray Matías observa que a pesar de los tres siglos de conquista
y colonización, el proceso de interculturación no ha
conducido todavía a la integración social guatemalteca. Para
dIo propone en su famoso trabajo, auspiciado y premiado por
la Sociedad Económica,· una serie de medidas entre las cuales
no estarán ausentes las de carácter educativo. Y obsérvese bien
que en ellas no se revela como un teórico iluso, sino al contrario,
todas sus observaciones se' basan en un conocimiento profundo
de la realidad nacional. Sus soluciol'les tampoco serán
utópicas, ya que todas ellas se mueven por lo general- dentro
de formulaciones científicas, tal el caso de las de tipo económico,
acordes con la Economía, ciencia social por entonces
aún párvula, y que él poseía en extensión y profundidad. Propone
para el pro'ceso de ladinización del indígena, como ahora
se dice, y que entonces se proponía bajo la nominaci6n de
vestimenta a la española, por un proceso paulatino, racional
e integral, y revestido de una profunda motivación psicol6gic~
En este trabajo en el cual se destaca cronol6gicamente como
el primer indigenista nacional, en el sentido moderno del VÜ"
cablo, propone, como ya indicamos, toda una serie de medidas
que tienen como suprema finalidad la integración nacional.
• Utilidades de que todos los Indios y Ladinos se vistan y calcen
a la Espal\ola... - '

Entre esas medidas contemplará el incremento de la educación
de los habitantes del. Reino de Guatemala, principalmente la
de los individuos pertenecientes a las "castas" menos favorecidas
entonces por la escuela y el alfabeto, entre eHas los
mdíg~nas, a quienes tratará' de elevar a su verdadera calidad
de seres humanos, libres y racionales. A este respecto será uno'
de los precursores de muchos problemas educativos contempol'áneos,
ya que se anticipa a enunciar la inutilidad del alfabeto'
sin pan, y el problema que representa para la escuela guatemalteca
y la alfabetizaci6n, la multiplicidad de culturas y
lel'lgwas indígenas del país. He aquí algunos de los pensamientos
de fray Matías, en los cuales se muestran los aspectos-
anteriores enunciados:
"Los primeros deberes del hombre están impresos en el
alma por su Autor. Estos son mis principios, estas las abs-
tracciones que hace mi coraz6n, y esto lo que me hace pade€er
un vivo sentimiento, viendo la infelicidad de los hom-
bres, que es mi infelicidad misma".
"Una gran parte de hombres ilustrados, que son el honor
de Glol·atemala, están iguaknente persuadidos que yo, de lo útil
de esta empresa (la ladinización); pero están contrapesados
del mayor número, que sigue la opini6n. Para efectuar los
pensamientos grandes se requiere uniformidad en el sentir,
y es cosa averiguada que contra las preocupacione$ sólo pre-valece
la evidencia. En este pensamiento traduce quizá la
necesidad de fundir a la incipiente nacionalidad ceFltroame-,
ricana, en una comunidad de ideales.
"El hombre será infeliz siempre que le falte aquello que
u: conviene por naturaleza. Esto es verdadero en cualquiersentido
que se tome".

"3. Al hombre le conviene por disposición de su Autor'
tener conexión con los' otros hombres. La divinidad lo hiro
sociable.
"4. El vínculo de esta sociedad es la mutua necesidad que
tenemos los unos de los otros. Nadie presta su auxilio sino
por el interés de la retribución, y por esta causa' es lo más
interesante este equilibrio".
"5. El número de comodidades está en' razón directa dd
número de los que ·contribuyen a socorrer las necesidades.
Como el hombre es insuficiente por sí solo, a proporción del
número que supla su insuficiencia estará más utilizado".
"2. Las necesidades de la vida tienen conexión con los
desórdenes en lo moral. Es precisa toda la malignidad posible
del corazón para' hurtar sin otro motivo que el gusto de ejer-
cer un acto malo.
"3. El ocio sugiere la maldad, y éste se ongma de no'
haber quién ponga en acción las manos del ocio".
"10. Nuestra religión, que no deroga las leyes de la naturaleza
(sino que las perfecciona, no se puede avenir con el
desorden. La superstición es efecto de la ignorancia, y ésta
de que el sujeto no puede tratar con quien más sabe. Esta
gen te (me dirán), ¿ no oye los sermones? Dado caso que los'
oiga media hora de bueno tiene por contrapeso todo el año'
de malo: y las acciones son más enérgicas que las palabras".
"8. Se debe entender por medio suave, el que no in-
cluya violencia, coacción o mandato. De lo contrario los indios,
siempre dispuestos a dar una mala interpretación, creerían

que procurábamos nuestra utilidad a costa suya, y un conato
imprudente sólo produciría una obstinada resistencia.!
9. Será sencillo el que no tenga demasiadas combinaciones.
Debe ser adaptable en todas partes: y en todas cucunstancias.
El hombre no es a manera de una máquina, a quien
se puede dar dirección determinada e infalible.
10. Será últimamente practicable, si no consiste en gastos
excesivos y si lo puede efectuar la Real Sociedad por sí,
según sus facultades: He aquí lo que se debe entender por
medios suaves, sencillos y practicables".
"Yo siempre he estado persuadido de que no destruye
los sentimientos de la naturaleza su autor mismo: que el autor
de la naturaleza es el autor del Evangelio: que el precepto
de amar al prójimo es semejante al de amar a Dios, y que
los indios, a proporción que son más infelices, tienen más
derecho a nuestra caridad".
"1. Debemos suponer que todo el mundo desea vestirse
con decencia. Dejarían de ser hombres (los indígenas) si les
faltara el amor propio, por el cual cada uno se estima más
que a nadie. También se debe suponer que vestirse con descencia
es vestirse de aquel modo que los hombres de superior
jerarquía, esto es, a la española".
Como se notará, fray Matías intuye aquí la concepción
sociológica tardeana· de la Imitación, en su ley de la superio~
ridad. Finalmente, en lo que se refiere a las escuelas primarias,
asienta:
1 Recordarla Indudablemente el poeta, la contraproducencla de
tomar medidas coactivas, violentas y antlpopulares, como en el caso'
del famoso Motln de Esqullache, 23. III. 1766, que tuvo entre sus orl.
genes, como es bien sabido, la de cambiar el traje nacional espalíoI.

"7.. Este punto tan interesante (la castellanización), y
mandada a promover por Cédula de S. M. estableciendo Es~
cuelas de primeras letras, es sumamente digno de nuestra consideraci6n.
.
La dive¡:sidad de los idiomas es un fuerte muro entre
dIos y nosotros, tan pernicioso que desune el vínculo de sociedad.
Esto les impide que contraten, que reciban instrucciones,
y aun que se instruyan perfectamente en la Religión.
Cúmplase, pues, con exactitud en los pueblos con la Real
Voluntad, y tendremos a los indios en el mismo grado que
las otras castas. Se ha graduado la dificultad que puede haber
para el proyecto, y se ha visto que RO es tanta como se
piansa. Resta únicamente definir los medios".2
En su inmortal fábula-poema,** es donde se asientan sus
pensamientos educativos, de la má5t elevada altura moral.
Resalta en ella el deber moral del hombre de conservar el
buen nombre legado por sus ascendieFltes, y el de acrecentarlo
mediante una conducta acorde con los principios éticos:
Habia en los desiertos africanos,
entre un grup0 de rocas, una cueva
donde parió una leona su cachorro
y le ocultó con suma diligencia.
Después que con su leche le ha nutrido,
de carnes elegidas le alimenta,
y da, con excelentes instrucciones,
la última mano a su piedad materna.
, 2 La observacl6n de fray Matlas, relativa a los problemas que
presenta para la castellanlzacl6n y alfabetlzacl6n del pals, su dlver.
sldad llngülstlca, es análoga a los conceptos expresados en el PRIMER
SEMINARIO NACIONAL SOBRE PROBLEMAS DE LA EDUCACION
GUATEMALTECA, celebrado en Guatemala en mayo de 1961. Vid.
Primer Seminario Nacional sobre problemas de la Educación Guatemalteca.
Desarrollo y Resoluciones, Guatemala. Editorial del MInisterIo
de Educación Pública, 1961, pp. 44·45.
•• La. tentaUva lilel Le6ny. el Exito de su Empresa..

Le refiere sus nobles ascendientes,
no para que sus glorias le envanezcan,
sino para que imite sus virtudes,
cuyos modelos tiene tan de cerca.
La idea del hombre como cima de las criaturas terrestres,
y el único ser viviente capaz de crear el mundo de la Cultura,
y al mismo tiempo mortal, y sujeto a virtudes y errores, es
resaltada en la fábula:
-El hombre -dice la prudente madrees
animal de una mediana fuerza
que la suele aumentar el ejercicio,
sin que a la tuya compararse pueda;
mas con sagacidad. industria y maña,
todo 10 rinde, todo 10 sujeta:
Oprime el mar, se sirve de los vientos,
arranca las entrañas a la tierra,
y 10 que me horroriza al referirlo,
el rayo ardiente a voluntad maneja.
y así, evita encontrarlo; huye hijo mío;
acelerado corre a tu caverna ...
es el hombre feroz con sus hermanoS
¿cómo no lo será con una fiera?
La doctrina Aristotélica del justo medio en lo relativo a
las virtudes humanas, es recreada poéticamente por fray Matías,
cuando habla del valor:
Sé que temeridad y cobardía
son dos extremos que el valor detesta;
mas se deben probar todos los medios
de conseguir una gloriosa empresa.
Otro concepto filosófico de gran hondura en fray Matías,
consiste en la inoportunidad de buscar por sí mismo la infelicidad,
y el estoicismo en aceptarla cuando azota nuestra
existencia:

La ardiente juventud te precipita
-le replica la madre-, no es pru.dencia
buscarse por sí mismo la desgracia,
aunque es valor sufrirla cuando llega.
Fray Matías también expresa el dram~ del hombre, como
ser dotado de libre albedrío, y que en ciertos ~omentos ~e
su vida tiene que adoptar decisiones que implican la reah-
, 'd
zación de los más altos valores, aun a costa de su VI a:
Retirarse el león, es cobardía;
hacerle frente, peligrosa empresa;
cualquier extremo tiene precipici~;
mas después de un momento, delibera
que es preferible una gloriosa muerte
a una vida comprada con bajezas.
Fustiga más adelante la propensión por qué no decir flaqueza
humana de darle crédito sin mayor refl~xi.ón, a .cu,alquier
aserción que se haga sobre una persona, maxlme SI esta no
goza de nuestras simpatías y amist~d. Lo. mi~n:o en lo que
se refiere a no concederle ninguna virtud nI mento a nuestros
adversarios y enemigos, sobre todo si se trata de cuestiones de
índole política:
Es su enemigo el hombre yeso basta
para creer las calumnias más groseras,
pues así le parece, justifica
el odio que en su pecho reconcentra.
Nuevamente el poeta recrea la ininterrumpida encrucijada
del libre albedrío y de las decisiones de la voluntad, ante
situaciones angustiosas y de premura, y el importante papel
que puede jugar en estas ocasiones el valor y el raciocinio:
Pone, el hombre, en tortura su discurso
porque le suministre alguna treta
mas la presencia de ánimo no pierde
que es en 10 que en tales casos aprovecha.

Y, finalmente, pone de -relieve el atributo ético más valioso
del hombre, la virtud de la clemencia, valor moral supremo,
de la cultura greco-romana cristiana:
-No -dijo el hombre, entonces- ¡vive honrado!
y al mismo tiempo, fácilmente suelta
al vencido león. Y sigue hablando:
-"Mucha gloria es vencerte, noble fiera:
mas, sin comparación es más glorioso
el triunfo celestial de la clemencia".
También en sus famosas Prelecciones*** se encuentran
importantes reflexiones morales y educativas:
"Se entiende por Retórica aquella doctrina que perfecciona.
La natural facultad de mover a la acción a los hombres",
p. 1.
"Se toma aquí en la significación de bien, lo que el
hombre considera útil o anexo a su propia utilidad", p. 8.
En este pensamiento se descubre la influencia del Utilitarismo
a lo Smith y a lo Bentham.
"Los bienes espirituales son más duraderos que los corporales.
Los primeros se gozan sin fastidio; los segundos, percibiéndose
por mutación del órgano corpóreo,o finalizan en náuseas.
Un hombre harto, no se inquietará por el sustento; un
hombre lleno de gloria, todavía se empeñará por más", p. 11.
"La dignidad consiste en no tener manifiesto defecto, ni
en la condición, ni en la conducta", p. 13-14.
"Es el amor un interés de comunicar con otro racional
las perfecciones personales", p. 26.
"El hombre sabio, haciendo el análisis de su ser, cuando
ose compara con los brutos, se abate, se averOgüenza: cuando
.~. Prelecclones a los llbros de Elocuencia. Por fray Matlas de
Córdova. En Guatemala, por Beteta, 1801.

se compara con los ángeles se engrandece y complace. Quisiera
ocultar lo que hace convenir con las bestias y sóio hacer
patente su racionalidad", p. 51.
"Confesaré de plano que Rousseau da a entender en su
Emilio su poca instrucción en la lógica, en la moral, en las
leyes y en la Teología", pp. 57-58.
Aquí observamos que fray Matías, mentalidad ilustrada
y racionalista de convicción, percibió y rechazó los elementos
antirracionales y románticos, del filósofo ginebrino.
"La claridad consiste en la pureza de lenguaje y sintaxis
correcta", p. 8. Esta norma vemos que impregnará todos los
escritos de fray Matías y expresa su repulsa del Barroquismo
de su época y la precedente.
Finalmente, para él la Retórica tendrá una finalidad, eminentemente
moral: "Alabar la virtud y detestar el vicio, defender
la patria y sostener las leyes, absolver al inocente y
penar al culpado, promover finalmente todo cuanto es honesto
y útil, es a lo que aspira un hombre honrado, y lo que proporciona
la Retórica teniendo a su arbitrio la humana voluntad",
p. 59.
En la época de fray Matías de Córdova, corrientes de
renovaClOn pedagógica vendrían desde España al Reino de
Guatemala, y hasta donde he podido verificarlo, inicialmente,
a través de la recia personalidad del ilustrísimo arzobispo,
don Cayetano Francos y Momoy, mecenas de la cultura, en
la renaciente ciudad de la Nueva Guatemala de la Asunción,
sus ideas educativas se plasman en los estatutos de las escuelas
de San José de Calasanz y San Casiano, fundadas y sostenidas

de. su propio peculio. En dichos estatutos aparecen los nombres
y las obras de los autores representativos de la renovación
pedagógica peninsular, españoles y extranjeros, entre
ellos los de Feijoó, Ignacio de Luzán, Fleury,' José María
Palomares, Jerónimo Ripalda, etcétera. Al mismo tiempo, la
preocupación por la educación popular se manifestará simultáneamente
con proyecciones sobre América, en Inglaterra y
Francia. En la primera, por motivaciones de tipo ético-religioso,
y en la segunda, por razones de índole democráticorevolucionarias.
Los resultados de esta doble corriente que
llegaron al Reino de Guatemala por varios caminos, entre
ellos las Sociedades Económicas y las Cortes de Cádiz, consistirán
en la adopción de los principios de estadualización de
la educación, la obligatoriedad, laicidad y gratuidad de la
enseñanza primaria, la fundación de escuelas normales, proyectos
de aumentar las escuelas primarias, la adopción y el
entusiasmo por el método Lancasteriano o Monitorial, y la traducción
y aparecimiento de numerosas obras pedagógicas y
didácticas.
Fray Matías, conocedor de la dolorosa realidad educativa
nacional, y en ella el pavoroso porcentaje de ignorantes y
analfabetos, el insuficiente número de escuelas primarias, la
carencia de suficiente número de maestros y' la' preparación
insuficiente de la mayoría de los entonces existentes, encaminará"
su pensamiento y su acción, a remediar estos males
seculares. Docente universitario, renovará la cátedra y escribirá
tratados magistrales para la docencia univeritaria. Fundará
en Chiapas escuelas primarias y la primera escuela normal
del Continente, que perduró dos décadas más allá de su
muerte. Didacta con profunda raíz y conocimiento de la mentalidad
popular, escribió un método para facilitar elaprendizaje
de la lectura y la escritura.

Recién establecida la cátedra de Retórica en la Universidad
de San Carlos de Guatemala, fray Matías, catedrático
de la materia, escribirá una obra para su enseñanza.· En sus
ya citadas Prelecciones, aconseja para el estudio de la Oratoria,
la lectura de las piezas oratorias de los grandes maestros
del género, verbigracia: Cicerón. Adjunto a estas lecturas deberá
explicar e! catedrático la biografía de! orador y las circunstancias
que motivaron y acompañaron sus discursos. En
seguida explicará las reglas retóricas del género y los habituará
a su uso, mediante ejercicios. El otro paso consistirá en la
traducción de los autores clásicos, en seguida, ejercicios de
imitación y, finalmente, la fijación de temas de desarrollo a
los alumnos, para que ejerciten y muestren su plena capacidad
y creación en el género. Su esfuerzo didáctico se complementa
con el análisis de la Oración de Cicerón por la ley Manilia,
que trae como ejemplo desarrollado en su obra. Entre sus
normas didácticas para la enseñanza y aprendizaje de la Retórica,
están las siguientes:
"10. Ejercitarse los principiantes en los lugares Retóricas.
20. Escríbanse los pensamientos como ocurran, y después
pónganse en orden.
30. Pasado el acaloramiento de la fantasia, quiten se las
puerilidades.
40. Culdese del arte de extractar y de notar los propios
pensamientos", p. 67.
En su famoso método para la enseñanza de la lectura y
la escritura, trata de hacer su aprendizaje fácil .y ameno
para los niños. Oigamos sus palabras:
"Se han hecho reformas utilisimas, a que deben sus rápidos
progresos las ciencias y las artes, pero el arte de pintar
la palabra, la ciencia de hacer visible. el pensamiento, es
muy poco lo que debe a los sabios. Los hombres que por
su concepto de científicos, hubieran podido contrarrestar
la fuerza de la rutina, tal vez han ocupado exclusivamente
su atención, en adelantar los conocimientos menos gene-

ales, de modo que se han olvidado de lo .mucho que les
costó poner el pie en el primer escalón, indispensable p~ra
elevarse a la altura de las ciencias; o tal vez han temdo
a menos ocuparse en lo que no es más que el cimiento
del edificio de la ilustración, en términos que han negado
a los niños su alivio y a la humanidad un beneficio. Los
niños se hallan abrumados con el peso insoportable de
comenzar a ejercer sus funciones intelectuales, por la más
dificil de cuantas ciencias y artes puede adquirir el hombre.
Se ve, por lo mismo, cómo procuran evadirse, por todos
los medios, de la opresión en que, si no fuera por la debilidad
de la infancia, no se les podria contener".
Su método que era fruto de su experiencia obtenida en
la docencia primaria, fue reimpreso el año de 1824 por la
Municipalidad de la ciudad de Guatemala, y los resultados
con él obtenidos fueron sorprendentes:
"En el Semanario Politico Mercantil, de San Salvador,
No. 9, se lee una breve critica del Método del P. Córdova.
Más tarde, El Liberal de Guatemala, en su No. 11 del
6 de junio de 1825, se refiere al mismo método de los
términ0s siguientes: Después de haberse impreso en Guatemala
el cuaderno intitulado Método fácil de enseñar a
leer y escribir se han h~cho algunas. ob~ervaciones .que
por 10 interesante del obJeto merecen IndICarse. Se dIcen
en el discurso, que solo se gastarán 60 dias para aprender
a leer y escribir; pero la experiencia ha hecho ver que
no se necesita tanto tiempo: Doña Eusebia Ruiz, en Co·
mitán. aprendió a leer y escribir en doce días. Doña Reducinda
Solórzano en Ciudad Real. en catorce días, en la
misma Ciudad, Manuela de Jesús Valencia, en diez y ocho
y Crispina Flores, en trece ... ".1
Su método fue perfeccionado a su muerte, por otro coterráneo
y fraile dominico, fray Víctor María Flores "El Pestalozzi
mexicano", hermano del insigne protomédico del Reino,
doctor José Felipe Flores. Opina su principal biógrafo don
Flavio Guillén, que fray Matías de Córdova preconizó tam-
1 Gllberto, Valenzuela. B1bllografia Guatemalteca, T. III, 1821.
1830. Guatemala, Tipografla Nacional, 1961. po. 83·84. El Ayuntamiento
de la ciudad de Guatemala, mandó a imprimir 400 cartillas con el
método de fray Matlas, las cuales se vendieron o. 5% reales el ejemplar
AGG B.78-44·exp.-3'6075·leg. 1507.

ién una serie de reformas fonéticas y neográficas, que más
tarde propugnaron los insignes americanos, Andrés Bello,
Domingo Faustino Sarmiento, Lastarria y otros. 2
Finalmente, su obra de educador insigne se corona con la
fundación de una Escuela Normal en Ciudad Real de Chiapas,
por decreto de 20 de marzo de 1828 y solemnemente inaugurada
el 18 de mayo del mismo año, yla cual sobrevivió 20
años a su fundador. Su primer director fue donPaulino Trejo.
Transcribo los siguientes párrafos del Congreso y Gobierno de
Chiapas, por el cual se fundó dicha escuela normal:
"El Honorable Congreso se ha servido resolver lo
siguiente:
10. El Gobierno, de acuerdo con Fray Matías de Córdova,
hará que antes de sesenta días, se funde en esta ciudad,
la Escuela Normal de Enseftanza Primaría, bajo
el nuevo método inventado por dicho religioso, quien,
como autor ha ofrecido dar un curso.
20. Como los deseos del Congreso tienden a que los frutos
del plantel se generalicen, en utilidad del Estado, el
Gobierno, con tal objeto, invita a cada Partido (distrito)
para que envíe de dos a cinco individuos ya
instruidos, para que aprendiendo el método, puedan
obtener y desempeftar las escuelas que han de es·
tablecerse.
30. Los que vengan a intruirse en la Normal, serán sostenidos
con fondos de sus respectivos municipios y
en caso de no tenerlos, el Gobierno del Estado erogará
con ese fin, hasta la cantidad de mil quinientos pesos.
40. El Gobierno dictará las demás providencias que crea
conducentes al logro de tan interesante objeto.
Imprímase y circule. Dios y Libertad. Capital de Chíapaso
Ignacio Velasco".8
2 Flavlo. Gulllén. Un Fraile Prócer y un~ Fábula Poema. Gua.
temala. Tipografia Nacional, 1932, pp. 45-47.
3 Op. Cit., pp. 51-52.

Fray Matías de Córdova, poeta, educador, prócer de la
Independencia y patriota, por su pensamiento, palabra y obra,
-se cOhstituyó en uno de los paradigmas de la nación centroamericana.
Revivir su figura y su pensamiento, es no sólo
deber ,de los centroamericanos, sino también peldaño seguro,
para reconstruir la patria grande, hoy parcelada en pequeñas
y arbitrarias nacionalidades.

1768. Discrepan los autores sobre la fecha de su nacimiento,
por cárencia de pruebas documentales (¿20 ó 28 de abril?).
Lo mismo sucede con respecto al lugar de la Provincia
de Chiapas, donde aconteció su nacimiento (Ciudad Real o
Tapachula). Fueron sus progenitores don Pedro Rafael Córdova
y dofia Josefa Ordófiez, y tuvo varios hermanos,
quienes llevaron los nombres de Pablo, Paulina y Julián:
1780-1781.Ingresa en el Seminario Conciliar de Chiapas el 20
-de abril de 1780, donde permanecerá hasta el 16 de sep·
tiembre de 178J., por motivo de trasladarse a la ciudad
de Guatemala, con el fin de ingresar en la Orden dominica.
1782·1800.Ingresa en el convento de Santo Domingo de la
ciudad de Guatemala, a principios de 1782, donde permane·
ció hata 1800. Durante este lapso temporal prosiguió sus
estudios en el colegio de dicho convento (1787-1793) y
posteriormente en la Universidad de San Carlos de Gua·
temala. Tanto en su colegio como en la Universidad
ejerció la docencia, sirviendo las cátedras de Filosofia,
Teología, Retórica y de Sagrada Escritura. Sucesos sobre·
salientes de su vida en estos ocho afios, fueron los si·
guientes: 1798-En el concurso promovido por la Sociedad
Económica de Guatemala, obtiene el primer premio, con·
sistente en una medalla de oro y la patente de socio de
Mérito, por su trabajo: Utilidades de que todos los indios
y ladinos vistan y calcen a la espafíola. 1800-Tras de
someterse a los diversos y rigurosos exámenes que exigía
la Universidad de San Carlos y siendo ya Bachiller Pasante,
obtiene los grados mayores de Licenciado (5 de septiembre)
y de Doctor (30 de noviembre). Ese mismo afio
regresó a Chiapas, donde fue catedrático de Teología en
su coÍlVento.

1801·1810.En 1802 pasa a España con el encargo de su Orden,
de solicitar la erección de la provincia dominica de Chiapas,
que entonces pertenecía a la de San Vicente de Chiapas
y Guatemala, lo cual lograra con la erección de la provincia
de San José de Chiapas, por decreto del 9 de junio de
1810, siendo su primer provincial. Durante algún tiempo
estuvo alojado en el· convento. de .la Pasión de Madrid,
y le tocó presenciar los heroicos sucesos del 10. de mayo
de 1808, que iniciaron la lucha del pueblo espaftol contra
.Bonaparte. Por este motivo tuvo que trasladarse a Cór·
doba, Valencia y Cádiz, y de allí retornó a Chiapas; donde
fundó en febrero de 1810. una escuela de primeras letras,
donde él mismo ejerció la docencia.
1819. Funda la Sociedad Económica de Chiapas (lo. de abril).
1821·1823.Durante este periodo tendrá una destacada y bri·
llante actuación en el proceso de la emancipación política
de Centroamérica. Iniciador del proceso de la independencia
en la provincia de Chiapas y más tarde decidido antianexionista,
luchará contra las huestes imperiales de !turbide,
logrando arrojar de Chiapas a las fuerzas mexicanas.
1824. Introduce la primera imprenta en Chiapas y posterior·
mente funda el periódico· El Pararrayo, donde colabora
bajo el seudónimo de "El Especiero".
1828. Funda la primera Escuela Normal en el Continente Ame·
ricano, por su influjo las autoridades del Estado· decretaron
su fundación el 20 de marzo de 1828 y fue inaugurada
el 18 de mayo del miSmO año. Esta Escuela Normal
perduró hasta el afta de 1848. Falleció el 17 de octubre
de 1828, siendo prior del convento de Santo Domingo en
Ciudad Real.
1867. La Sociedad Económica de la Repúblíca de. Guatemala
le rinde un homenaje el 13 de enero de 1867. Este homenaje
estuvo a cargo del insigne escritor don José Milla.
1928. Por el Decreto 1704 de la Asamblea Legislativa de la
República de Guatemala, de fecha 24 de abril de 1931, y
refrendado por Acuerdo del Ejecutivo de fecha 25 de junio
de 1931, dispuso rendir un homenaje nacional a los poetas
Landivar y fray Matias de Córdova. Al primero· con motivo
del segundo centenario de su nacimiento (27 de oc-

,.
tubre de 1731), y al segundo, con motivo del primer ceno
tenario de su fallecimiento (17 de octubre de 1828).
OBRAS: Utilidades de que todos los indios y ladinos se vistan
y calcen a la española, y medios de conseguirlo sin violen·
cia, coacción, ni mandato. Memoria premiada por la Real
Sociedad Económica de Guatemala, en 13 de diciembre de
1797. Su autor: fray Matias de Córdova, maestro de es·
tudiantes en su convento de Sto. Domingo, de la capi·
tal. En la imprenta de D. Ignacio Beteta, nueva Guatemala,
afto de 1798.
Prelecciones a los libros de elocuencia, por fray Matías de
Córdova,' en Guatemala, por Beteta, 1801.
Método fácil de enseñar a leer y escribir. Lo dispuso fray
Matias de Córdova, con el objeto que se generalice la
enseftanza primaria.
Se imprime por Acuerdo de la Municipalidad de esta Corte.
y a virtud de orden supremo del Gobierno. Guatemala en
la imprenta nueva que dirige Juan José de Arévalo, año
de 1824.
La Tentativa del León y el Exito de su Empresa (fábula·
poema). La primera edición hasta ahora conocida de este
poema, es la reedición que de ella hizo el fabulista guatemalteco
Rafael García Goyena, incluyéndola en la obra
"Fábulas y Poesías Varias", impresa en Guatemala en 1825.

Anales de la Sociedad de Geografía e mstoria, VIII, No. 1
(septiembre, 1931).
Castaftón Gamboa, Fernando. "Bibliografía de Fray Matías de
Córdova", Ateneo. Organo de Ciencias y Artes de Chiapas.
afta 1, Vol. 2 (abril-junio, 1951).
Córdova, Fr. Matias de. "La Tentativa del León y el Exito de
su Empresa", 'Utilidades de que todos las indios y ladinos
se vistan y calcen a la espaftola... ", en Un Fraile Prócer
y una Fábula Poema. Flavio Guillén, Guatemala, Tipografía
Nacional, 1932.
Prelecciones/ A los libros de Elocuencia, por Fray Matías
de Córdova. En Guatemala, por Beteta, 1801.
Diaz Laparra, Marcos. Eugenio María de Hostos y Fray Matías
de Córdova (Dos Panoramas Bio~ráficos). Biblioteca
Guatemalteca de Cultura Popular "20 de Octubre", v. 6,
Guatemala, Ministerio de Educación Pública. 1950.
Figueroa M., Horacio. Historia de la Fisiología en Guatemala,
Guatemala, Centro Editorial, 1958.
Guillén, Flavio. Un Fraile Prócer y Una Fábula Poema (Estudio
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Tipografia Nacional, 1932.
Mata Gavidia, José. Fundación de la Universidad en Guatemala,
15481688. Guatemala, Imprenta Universitaria, 1954.
Panorama Filosófico de la Universidad de San Carlos al final
del siglo XVIII. Guatemala, Unión Tipográfica, 1948.
Miranda, José. Las ideas y las instituciones políticas mexicanas.
Primera Parte. 1521·1820.México, Imprenta Universítaria,
1952.

Primer Seminario Nacional sobre Problemas de la Educación
Guatemalteca. Desarrollo y Resoluciones. Informe Final.
Guatemala, Centro Editorial del Ministerio de Educacion
Pública "José de Pineda Ibarra", 1961.
Salazar, Ramón A. Historia del desenvolvimiento intelectual (te
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Samayoa Guevara, Héctor Humberto. "Apuntes para la Historia
del Método Lancasteriano en Guatemala", Antropología O
Historia. Vol. V, No. 2 (junio de 1953). I
"Estatutos de las Escuelas de San José de Calasanz y San
Casiano". Humanidades. Vol. 1, fase. 19 (septiembre, 1955L
Vela, David. Literatura Guatemalteca. Guatemala, Unión Tipográfica,
2a. edición, 1948.
DOCUMENTOS DEL ARCHIVO NACIONAL DE
GUATEMALA
I Fr. Matilis de Córdbva sollcita al Claustro y al Rector d~
la Universidad de Guatemala la cátedra de Retórica que
tenían en mente crear las autoridades Universitarias. Nue·
va Guatemala, 6 de junio de 1799. AGG.A1.3.8.10.-12574-
1904-1799.
II Expediente de la obtención de los grados de Licenciado
y Doctor en Teología de la Universidad de San Carlos de
Guatemala, de Fr. Matías de Córdova. AGG.A1.13.5.-13018-
1948-1800.
III R. C. relativa a la cátedra de Escritura, servida por Fr.
Matías de Córdova, en la Universidad de San Carlos de
Guatemala. AGG.A1.23.-leg. 1536fol. 549, 1804.
IV Capítulo celebrado en el convento dominico de Ciudad Real
de Chiapas, bajo el Priorato de Fr. Matias y en el cual
se acordó enviar a España al P. Fr. Francisco Medarde.
para que solicitara el envío de religiosos de la península
a Chiapas. AGG.A1.23-leg.259·fol. 157-1811.

V Participación de Fr. Matias de Córdova y otras personas,
en los movimientos independentistas de Comitán. AGG.-
B.99.2-exp. 329981eg. 1412-fol. 4·182l.
VI Informe sobre los gastos de reimpresión del método de
lectura y escritura de Fr. Matias de Córdova, por parte
del ayuntamiento de Guatemala. B. 78. 44-exp. 36075-leg.
1507·1825.

La tentativa de abatir al hombre
que por su ingenio y su virtud se eleva,
cantar deseo, Musa, si propicia,
de tal conformidad mi voz alientas,
que" sugiera instrucciones saludables
al mismo tiempo que a la risa mueva.
Había en los desiertos africanos,
entre un grupo de rocas, una cueva
donde parió una leona su cachorro
y le ocultó con suma diligencia.
Después que con su leche le ha nutrido,
de carnes elegidas le alimenta,
y da, con excelentes instrucciones,
la última mano a su piedad materna.
Le refiere sus nobles ascendientes,
no para que sus glorias le envanezcan,:
sino para que imite sus virtudes,
cuyos modelos tiene tan de cerca.
-j Qué gloria, tener --dice- un padre ilustrel
IQl,!é confusión el no seguir sus huellas! i'..'!.

¿Hablarás del honor de una familia
que en ti produzca su mayor afrenta?
Debes ser compasivo y generoso,
por lo mismo que nadie tiene fuerza
para dañarte, y, exceptuando el hombre,
todo a tu fuerte imperio se sujeta.
El león orgulloso aquí se enoja,
sus ojos, encarnados centellean,
la piel movible de su frente agita,
y erizada sacude la melena.
-¿ Quién es -pregunta- guién, ese viviente
que resistir a mi pujanza pueda,
cuya sola mención ha acibarado" ,
las palabras más dulces' y halagüeñas?
Con sólo... (En ese instanted:;t. un bramido
que estremece la gruta, el bosque atruena,
y el eco que repiten las montañas' '
por todo el horizonte se dispersa).
-El hombre ~icela prudente. madrees
animal de una mediana fuerza
que la suele aumentar el ejerciciq,
sin que a la tuya comparars~,pued,a;
mas, con sagacidad, industria y ,maña,
wdo lo rinde, todo lo sujeta:"
oprime el mar, se sirve de los vientos,
arranca las entrañas a la tierra,
y, lo q~~Jn~,999'oriza al referirlo,
el rayo ardient~;a 'v~luntad,maneja. ,

y así, evita encontrarlo; huye hijo, mío;
acelerado corre a tu caverna ...
es el hombre feroz con sus hermanos,
¿ cómo no lo será con una fiera?
-¿ Que yo me esconda? -:-dice-o ¡He, debuscarle,,,
y en singular batalla, aquel que venza
tendrá la primacía, no fundada
en la opinión, fundada en la experiencia!
,Sé que temeridad y cobardía '
son dos extremos que el valor detesta;: 1 "
mas se deben probar todos los medios
de conseguir una gloriosa empresa.
-La ardiente juventud te precipfta
-le replica la madre- no es prudencia
buscarse por sí mismo la desgracia,
aunque es valor sufrirla cuando llega.
Entonces el león dice: -¿Haré alarde
ipese a mí! de rendir la mansa' oveja,
que no pudiendo oscurecer mi gloria,
de mis garras es víctima indefensa?
Estoy determinado; no te canses
en oponer a mi pasión violenta
de la razón los débiles estorbos. , ,
iO me veas triunfante o no me veas!
Dice -y al punto, presuroso, parte,
cuando la noche a descorrer empieza ,
el manto oscuro, que hace majestuoso
el pálido esplendor de las estrellas. ,"

Sin rumbo fijo, sin torcer el paso,
por el tupido bosque se abre senda,
insensible a las puntas de las zarzas,
que le hacen obstinada resistencia.
Sale por fin al anchuroso campo,
y en él un animal se le presenta
que, a los plateados visos de la luna,
con atención, mas sin temor, observa.
-Robusta es la cerviz --dice- en la frente
tiene con sus adornos la defensa.
j Qué nerviosos los pies! ¡Qué forcejudas
deben ser esas manos corpulentas!
j Con cuánta impavidez, qué satisfecho
yace, creyendo que ninguno pueda
tener atrevimiento de inquietarlo,
disputando con él la preeminencia!
Entre tanto, distraído tremolaba
la cola, que, al tocar las hojas secas,
caídas de los árboles vecinos,
formaba ruido extraño que amedrenta ...
Era el rendido buey que descansaba,
para tornar de nuevo a su tarea.
Perezoso se apoya en una mano,
la otra después, con lentitud asienta,
e impeliéndose, al punto se levanta,
dejando ver cuál es su corpulencia.
Retirarse el león, es cobardía;
hacerle frente, peligrosa empresa:
cualquier extremo tiene precipicio;
mas, después de un momento, delibera

que es preferible una gloriosa muerte
a una vida comprada con bajezas.
Así determinado, se adelanta
excusando camino al que sospecha
ser el hombre, a quien busca y furibundo,
y horrible y denodado se presenta.
-¿Tú eres -le dice- el hombre, que presume
ser sólo él, soberano de la tierra,
creyendo que su rango y primacía
todo animal, temblando reverencia?
-No -responde-- iay de mí!, no soy el hombre;
soy de los infelices que sujeta,
y a quien por los más útiles servicios
da la más dura y vil correspondencia.
Al punto que nací, mandó a mi madre
que ,mi alimento natural partiera
entre él y yo y sólo a ciertas horas
tomaba hambriento la ordeñada teta.·
Después impuso a mi cerviz el yugo,
aún antes de cumplir tres primaveras,
para hacerme arrastrar cargas enormes;
y si el peso y el sol me desalientan,
en lugar de apiadarse, enfurecido,
con su aguijón me hiere sin clemencia.
Si en las sutiles cañas, las espigas,
agitadas del aura, balancean,
yo h'e preparado el delicioso cuadro,

abriendo surcos en la dura tierra
que con tanta abundancia le produce
el grano, cuyas pajas me presenta.
iAy! Cuando me envejezco en su servicio
¿ de qué suerte corona mi carrera?
Después de maniatarme,a sangre ffía,
me da el golpe fatal: no le penetran
los gritos y clamores repetidos
que mis útiles obras le recuerdan.
Mira sin conmoci6n correr mi sangre,
y se sirven mis carnes en su mesa,.
j sin horror!, como vianda delicada ...
Y, pues esto del hombre te da idea,
toma ese rumbo y apresura el paso,
que yo debo tomar la parte opuesta,
porque si tú deseas encontrarle,
yo apetezco y procuro no me .vea.
La fiera rencorosa, estas palabras
escuch6 con asombro, y no sospecha,
que acaso el buey sea uno de los criados
que hablan mal _de sus amos _y exageran
lo bien que sirven y lo poc.o o nada
que por ser fieles y oficiosos medran.
Es su enemigo el hombre yeso basta
para creer las calumnias. más groseras,.
pues así le parece, justifica
el odio que en su pecho reconcentra.

Maa el taimado señal6 aquel Tumbo
deseoso de acabar la conferencia
y así le hizo vagar toda -la noche,
sin hallar cosa que a hombre se parezca •. '
La aurora, cuyos labiQs.como rosas
una sonrisa tímida bosquejan
escucha las pintadas. .avecillas
que conduIces gorjeos\la. celebran.
. .'. . .
En tanto, el le6n dé~cu.bre otro _viviente
que al buey enlliésta'ti.lra ',se asemeja.
Vil
LA 9FENS;A DEL CABALLO
A él dirige su' marcha acelerado,
y con tono insultante, así que llega,
-j Ah! ¿Tú eres el víl'ho~bre? -le pregunta::
." . " .
Pero aquel animal, _qúeairoso mues'tra
gallarda petulancia, y noble orgullo,
no le da tan de proilto la respu~sta..
Primero, atentamente lo, examina,
en los pies se recarga, ainbas orejas
hacia él dirige e iinpa,jido respoitde:
.. , ','"
-Del hombre, aquien'se rinden:li sobérbia,
un criado soy,- que con ,place.r le sirvo,
tomando como IIÚas sus empresas.
En sus largas jornadas lo conduzco
puesto sobre mi lomo; con la espuela

me bate los ijares y yo entonces,
corriendo más veloz que una centella,
alcanzo a los rebeldes fugitivos
que no quieren estar a su obediencia.
Si es demasiado mi fogoso empeño
con el freno al instante lo modera
y con el mismo freno me prescribe
el paso en que he de andar y por qué senda.
j Qué peligros arrostro por servirle!
Cuando el clarín y los timbales suenan,
erizada la crin, hiriendo el suelo,
como sensible a la gloriosa empresa,
lejos de amedrentarme los horrores,
a mi señor advierto la itnpaciencia
con que deseo entrar, por él, en parte
de los riesgos y afanes de la guerra.
Sonó entonces de lejos un relincha,
y el caballo al oído: -Aunque quisiera
seguir hablando -dijo- me precisa
ir a donde me llaman con urgencia.
Luego, volviendo las tomeadas ancas,
con tal ímpetu emprende la carrera,
que a la fiera en los ojos encendidos
con las patas arroja las arenas.
Al león, no el dolor, sino el insulto,
le es insufrible. De la acción violenta
jura vengarse, y para hacerla pronto,
sus ojos frota con las manos vueltas;
mas después que los abre, el veloz potro
ya no parece en la llanura inmensa.

-,.-----------
E,NSAYOS SOBRE - ••••
y,. INDEPENDENCIA: DE- O. A.
Sigue, no obstante, por el mism~ rumbo,
creyendo que se oculta en las hi~er~s
de unos frondosos árboles que mlra,
mas pierde la esperanza cuando llega
al sitio majestuoso consagrado
al genio reflexivo. , ,
.. Las Napeas,
el dedo en los labios, a los Faunos,
~: avanzan por mirarlas más de cerca,
silencio imponen, Y las blandas alas
Céfiro con ternura mueve apenas.
Duerme la Ninfa de una clara fuente
que deja ver su reluciente arena;.
copia después los sauces de la onlla
más en lo profundo represen~a
Ya perspectiva augusta de los clel?s d'
. tal que Febo mcen la,
por la parte onen , doro!
. Qué hermoso carmesí! iQué franjas e
~ avenida de luz por allá deja,
a
b
n herrÍloso fondo azul celeste
soreu .
un jaspeado colo.r de madreperla,
Al león, este cuadro na~~ im~orta,
, do su celestial magmÍlcencla
Slen 1 corazón bueno y sensible,
para aque
que odio,
,
envl
'd'
la,
venganza
,
no envenenan.

Trepa ligero al sauce más antiguo:
mira por todas partes .y no encuentra
por ninguna el objeto de sus iras;
pero siendo oportuno a sus ideas
aquel sitio, en el brazo más robusto
que hay en la rama principal; -se sienta.
Ve desde ahí venir hacia la fuente
un animal de poca corpulencia,
aunque muy bien formado, que clamando
con voz aguda, su' dolor eXEresa.
Cuando lleg6 a distancia en que podía
el león escucharle iqué sorpresa!,
1qué accesos de 'furor! Habla del hombre,
a quien, como si oyéndole estuviera,
con el dulce entusiasmo del cariño,
le dirige la voz de esta manera:
-¿Dónde, señor, estás que no me escuchas?
¿De mi lealtad acaso no te acuerdas?
¿Quién como yo. te advierte los peligros
o se expone a morir en tu defensa?
Ningún criado te da más testimonios
de amor, de sumisión y de obediencia;
pues si las leves faltas me castigas,
no opongo a tu furor más que la queja.
Lamiéndote la mano que me hiere,
y postrado a tus pies, pido me vuelvas

a tu amistad, y úna mirada tuya, .
golpes, desprecios, todo lo compensa.
Si me mandas seguir alguna caza,
icon qué empeño, qué celo, qué presteza,
la persigo, la alcanzo y de ella triunfo!
Mas, sobrio te la entrego, sin que pueda
mi integridad faltar,' aun en el cas~
de que el hambre furiosa me acometa.
Cuando duermes, yo velo cuidad~so; .
rondo la casa, porque no sorprenda
algún extraño tan preciosa vida;
muestro, además, mi celo en la defensa
de animales a quienes dañaría,
si el placer que te causan no advirtiera.
Mas por aquí el olfato... ciertamente ... ·
sí, por aquí pasó, según la huella
decía el perro, oliendo las pisadas
que vio estampadas en la blanda tierra.
Sigue el rastro, creyendo que ninguno
nada de cuanto dijo oirIo pudiera.
-1 y el enemigo lo escuchaba todo!iEsas
facilidades de la lengua!
X
CONFLICTO INTERNO
El león, confundido, ,no concibe
qué magia, qué virtud el hombre tenga,
pues que los animales más valientes,
de grado se le rinden, o por fuerza.

Baja, no obstante, y se encamina al sitio
en que el perro observ6 la humana huella;
-al llegar, cuidadoso la examina,
y viendo su tamaño considera
que excediendo a la suya en otro tanto,
tendría su rival doble grandeza.
En traje de prudencia, disfrazado
el pálido temor, temblando llega,
y tomar la espesura le persuade
con el semblante, la actitud y señas.
Mas luego, la opini6n inexorable
que tiraniza el globo de la tierra,
con ojos torvos: -¡ qué dirán! -le grita ...
No dice más. ni aguarda la respuesta.
Venid, acá, censores inflexibles,
no aguardéis a que el éxito se vea
para fallar en tono decisivo:
el león, vuestro sabio juicio espera;
cuando ya no le sirva, si es vencido,
sería locura proseguir la empresa;
como si vence debe ser cordura
no abandonar una victoria cierta.
Al le6n, fatigado, que no sabe
a d6nde encaminarse, o qué hacer deba;
un matorral espeso le convida,

y en él, dudoso, a descansar se interna,
notando que ahí puede sin ser visto,
observar cuanto pasa por de fuera.
El sueño le acomete; él se resiste
y le rechaza, en fin, cuando ve cerca
un animal bien hecho, cuya mole
s6lo sobre los pies mantiene recta.
No arman sus manos -dice- corvas uñas;
es ~dorno su pelo, no cubierta;
calma y bondad anuncia su semblante;
todo es blandura, gracias, inocencia.
iEn tu favor previenes ser amable!
¿ Serás, dulce viviente, serás presa
que esclavice y degrade el feroz hombre?
j No hará tal, que yo salgo a tu defensa!
Se levanta, se estira, se sacude,
y se dirige al que auxiliar intenta;
mas como ve su turbación, le dice:
-El hombre es a quien busco, nada temas.
-Pues bien, yo soy el hombre que buscabas,
¿ qué se ofrece? -le dijo con firmeza.
-¿ Eres tú -le pregunta- eres el mismo?
--Sin duda soy el mismo -le contesta.
-¿ Cómo --exclama el le6n-, tantas maldades.
ocu~tas con tan bellas aparienciali?
-Dejemos -dijo el hombre- los insultos
que irritan, aunque propios de una bestia;
y así, para evitar contestaciones
puedes volver te al bosque y yo a la aldea.

-No -responde el león -no nos iremos:
hoy mismo quiero ver por experiencia
si acaso eres conmigo tan valiente,
como tirano con las otras bestias.
Pone, el hombre, en tortura su discurso
porque le suministre alguna treta
mas la presencia de ánimo no pierde
que es lo que en tales casos aprovecha.
-Mira -dijo al león-, siempre la fama ...
ya se ve, es imposible que uno pueda
a todos contentar ... mas no me opongo;
estoy conforme a lo que tú más quieras
pero antes que riñamos, es preciso
hacer para mi casa un haz de leña;
porque si tú me vences, ya eso menos
tendrá quro hacer mi débil compañera;
cuando no, quedaré debilitado,
porque no hay enemigo que no ofenda.
El león no advertía que en un tronco
cuyas profundas raíces lo sustentan,
y que tenía cerca su enemigo,
una hacha muy pesada estaba puesta.
Tomola, pués, el hombre y ahí mismo
la clavó con tal ímpetu y violencia,
que bien se percibió crujir el tronco,
vibrar el aire, retemblar la tierra.

-Después con tono impávido le dice:
Si apeteces cuanto antes la contienda,
ven a ayudarme a dividir el tronco.
El león, que el reñir a punto lleva,
-¿ Cómo quieres -pregunta- que te ayude?
y el hombre contestó: -De esta manera.
y atrás doblando un pie, sobre sí tira
el extremo del astil con gran fuerza:
en un lado del hacha fue el apoyo;
con el otro venció la resistencia
del tronco, haciendo en él una abertura.
y pujando, le dice: -¡ Con presteza ... !
agarra la hendedura ... j Que me canso ... !
j Tírala luego por la parte opuesta!
j Con valor... Ahora... Fuerte! Y el incauto
mete las manos hasta las muñecas
para abrir más el tronco; pero el hombre,
soltando la palanca, preso deja
a su rival, que brama de coraje
y del dolor, que le hace ver estrellas.
Entonces, con irónica risita,
le decía: "Verás por experiencia
si acaso soy contigo tan valiente
como tirano con las otras bestias".
j Rebelde! iA palos domaré tu orgullo,
y amarrado después, con fuerte cuerda,
te llevaré arrastrando por las calles,
para que en la l horca deshonrado muerasl

Tanto el tormento de la mordedura,
como lo doloroso de la afrenta,
angustian al león: pierde el sentido;
se desmaya, inclinando la cabeza
contra el pérfido tronco; mas volviendo
en sí otra vez, le dice: -¡ Hombre!, respeta
los decretos del cielo en la desgracia,
que hacer mayor pretendes con la afrenta.
Si acaso te es tan dulce la venganza
tienes tú, mano armada, y yo cabeza;
hiere al que ingenuamente reconoce
que a todo es superior tu inteligencia.
-No -dijo el hombre, entonces--, ¡vive
y al mismo tiempo, fácilmente suelta
al vencido león. Y sigue hablando:
-Mucha gloria es vencer te, noble fiera;
mas, sin comparación es más glorioso
el triunfo celestial de la clemencia".
Fray Matlas de Córdova, La Tentativa del León y el Exlto de Slk
Empresa (Guatemala, Editorial "José de Pineda Ibarra", 1966).

UTILIDADES DE QUE TODOS LOS INDIOS Y LADINOS
SE VISTAN Y CALCEN A LA ESPAR'OLA y MEDIOS
DE CONSEGUmLO SIN VIOLENCIA. COACCION.
NI MANDATO
Memoria premiada por la Real Sociedad Económica
de Guatemala, el 13 de diciembre de 1797
Su autor, Fr. Matlas de C6rdova, Maestro de
Estudiantes en su Convento de Sto. Domingo
de la Capital. En la Imprenta de D. Ignal'lo
Beteta, Nueva Guatemala, afto de 1798. Odl
profanum vulgus, 4lt arceo. Q. Hor. Car. Lib.
III. Od. l.

La Real Sociedad patriotica de Guatemala ofreció en el
afto de 1796 el premio de una medalla de oro de tres onzas,
y patente de Socio de merito, al que en una memoria demostrase
con mas solidez y claridad las ventajas que resultarán
al Estado de que todos los Indios y Ladinos de este Reyno
se calcen y vistan á la Española, y las utilidades fisicas, morales
y politicas, que experimentarán ellos mismos; proponiendo
los medios mas suaves, sencillos y practicables para
reducirlos al uso de éstas cosas sin violencia, coacción, ni
mandato. Seria preferido el que en igualdad de circunstancias
manifestase mejor por via de ampliación las mutuas ventajas
que traerá al Estado, y á los Indios y Ladinos, el que se haga
general el uso de cama, y otros muebles domesticos de nece·
sidad y comodidad, y la mejora de habitaciones.
Concluido el termino se adjudicó el premio en 12 de
Diciembre de 97 al autor de ésta memoria, y el accesit con
el titulo de Socio de merito al M. R. P. Fr. Antonio de S.
José Muro. Asistente General del Orden Bethlemitico, autor
de una de las presentadas que se imprimirá á la mayor Iilrevedad
colocandose a su continuación un extracto de las demas
que concurrieron.
Hasta ahora se ha creido que si se ven los hombres con
unos ojos filosoficos han de excitar precisamente ó nuestra
risa ó nuestro llanto. Vulgarismo autorizado por el tiempo,
Con que yo no he podido conformarme. No, las profundas
meditaciones de las ciencias abstractas que han hecho conocer
que yo no me distingo del horbbre, y que la humanidad no
és una ficcion de las Aulas, sino yo mismo, cuyos intereses
tienen una intima union con aquellos del cuerpo que como
pongo. Los primeros deberes del hombre están impresos' en
el alma por su Autor. Estos son mis principios, éstas las
abstracciones que hace mi corazon, y ésto lo que me hace
padecer un vivo sentimiento, viendo la infelicidad de lo~ hom·
bres, que és mi infelicidad misma. Hombres honrados que
merecisteis a la naturaleza un corazón capaz de éstos senti·

mientas nobilisimos, á vosotros os pongo por testigos de ésta
verdad. Esto que es regular á todo hombre de bien. en qual·
quier parte, hiere sobre manera en nuestro Reyno. en donde
vemos al hombre presentado por el hombre segun el aspecto
mas fatal, mas horroroso, y mas cargado de las sombras que
puede recibir. Esta mancha que nos habia de deshonrar en
la posteridad, y que no habian de disimular nuestros succesores.
és la que desea borrar el noble cuerpo de hombres buenos,
yá en las demás empresa~ yá en inquirir las utilidades que
resultarán de que se vistan los Indios y Mulatos á la Española,
y cómo se podrá realizar éste proyecto verdaderamente digno
de la humanidad, al que subscribo desde luego, haciendo ver
uno y otro. No hay que aguardar ideas pomposas, ni bellos
rasgos de eloqüencia, porque unicamente la sencillez, la solidéz,
y la verdad serán lo caracteristico de mis reflexiones.
1. Establezcamos inmediatamente máximas innegables, que
hagan el fundamento, y cuyo enlace sirva a la demostración.
Una gran parte de hombres ilustrados, que son el honor de
Guatemala. están igualmente persuadidos que yo de lo util
de ésta empresa; pero estan contrapesados del mayor número,
que sigue la opinión contraria. Para efectuar los pensamientos
grandes se requiere uniformidad en el sentir, y é.;; cosa ave·
riguada que contra las preocupaciones solo prevalece la evi·
dencia.
2. El hombre será infeliz siempre que le falte aquello que
le conviene por naturaleza. Esto és verdadero en cualquiera
sentido que se tome.
3. Al hombre le conviene por disposlcion de su Autor
tener conéxion con los otros hombres. La divinidad lo hizo
sociable.
4. El vinculo de ésta sociedad és la mutua necesidad que
tenemos los unos de los otros. Nadie presta su auxilio smo
por el interés de la retribucion, y por ésta causa és lo mas
interesante éste equilibrio.
5. El numero de comodidades está en razon directa del
numero de los que contribuyen á socorrer las necesidades.
Como el hombre és insuficiente por si solo, á proporcion del
numero que supla su insuficiencia estará mas utilizado.
6. A medida de las distintas especies de necesidad que
tenga un particular, Se esforzará á utilizar en una especie
de socorro á todos aquellos de quienes necesite. El zapatero,
v. gr.. remedia la descalzez á los que le suministran y prepa·
ran el trigo á los que siembran el lino, trabajan los lienzos,
le cosen el vestido. &c. Esto se vé claro en la moneda, inventada
para simplificar los mutuos auxilios.

7. Es igualmente cierto que falta en nosotros el vinculo
-de sociedad (4). Unicamente lo que podrá dudarse és si somos
nosotros mas infelices que los Indios y Mulatos, pues nece·
sitamos mas nosotros de ellos. que ellos de nosotros. Con todo
és preciso hacer demostracion de lo primero. El Indio no ha
menester nuestro comercio, ni nuestros jorna·les. y por con·
.siguiente no está unido con el mutuo vinculo de necesidad.
Cada Indio, Negro, Mulato. Mestizo. y aun español pobre, no
aecesita mas que á su muger. Ella le prepara el maiz que
,siembra, y ambos habitan una despreciable choza. negados á
toda civilidad, sin necesitar de otra persona para vestirse y
sustentarse. Este hombre no echa menos el dinero para reme·
diar sus necesidades. y será un necio si interrumpe el sueño
.de su pereza, arando, cabando, &c.. por adquirir una cosa su·
perflua. De ésto proviene que si estan cerca de la ciudad, y
se vén precisados al trabajo, separan un medio del jornal J?ara
comer y lo demás se lo beben en chicha. De suerte que SI no
.se emprende mantener el equilibrio de las necesidades cada
dia hará mas progresos la embriaguez.
8. Unicamente necesitando los Indios y Mulatos vestir, y
-calzarse, se excitarán del ócio (6), gozarán una vida cómoda
(5), y asegurarán su felicidad. necesitando los unos de los
otros. que es el lo que hace al hombre sociable (4)' Porque
'Supongamos á todos vestidos, y calzados: ya el Indio necesitará
á los Artesanos y á los comerciantes, lo mismo que nosotros.
Estos tendrán mas expendio, y aquellos en que poderse exer·
-citar. Tendrá aumento el ganado menor, y los que texen el
pañete lo harán mas fino y barato. En éste caso no convinarian
las ganancias con las pocas varas que se venden. Y ésto llÚSmo
es facil conocer en todos los generas, y oficios.
1. En percibiendo lo que está referido Se muestra con la
mayor facilidad quan util. por no decir necesario és á nuestro
Reyno. en lo civil y en lo moral, establecer un proyecto tan
conforme á la naturaleza humana. Por muy escrupulosamente
-que ventilemos éste asunto. solo debemos reducir la utilidad
á destruir lo nocivo, y substituir lo cómodo. Este termino uti.
lidad Se dice por comparacion al hombre, y nada és util en
'Si mismo. sino por su respecto,
2. Demos una ligera vista á las desgracias de éste Reyno.
Nadie negará lo perdido que está el comercio, tomado univer.
salmente por toda especie de cambio. Vemos que están abatidas
las Artes, que és mucha la carestia de los viveres, y mueren
los hombre.;; sin auxilio despues de una vida miserable.
3. Todo conspira contra el comercio: los caminos son inac·
-cesibles, los rios caudalosos se pasan con peligro, y en los

desiertos Se exponen los caminantes á ser destrozo de los foragidos
y las fieras. De aqui proviene lo costoso de los fletes
y conductores. Los comerciantes calculan la dilación del logro,
y el peligro del dafto, y como son pocos los generos á pro·
porcion del expendio han de venderlos sumamente caros.
4. Los Españoles que visten y calzan están respecto. de
los otros como cinco á ciento. Es decir, que para uno que VISt~
á la Española hay veinte Indios, Mulatos &c., que no lo ven·
fican. Vemos que en todas las poblaciones hay muchos mas
descalzos que calzados, y hay muchísimas poblaciones que
constan de Indios solamente. Según ésto el calculo mas és
diminuto que excesivo. Si el comercio pues, prpporcionado. á
cinco per~f)nRS que se socorrer¡ mutuamente, da do;>espeCIes
de comodidades, calzándose todos sería éste co.merclO proporcionado
á ciento, y producirá otra;; tantas esp~cles mas. Luego
habiendo con el presente comercIO dos HospItales, tres Co~egios
&c. en el caso dicho estarían estos cien veces mas aSIstidos
habria casas de expositos, cuya necesidad conoce qual.
quie; hombre que juzga rectamente, no careceriamos de
alondigas fortalezas, puentes, calzadas, y todo aquello por
cuyo def~cto estamos expuestos á todas las necesidades. (Il.5.)
5. Muchos se creen precisados á poner la ganancia en
razón inversa del capital. Un Indio por exemplo compra en
los pueblos de los altos un escaño por seis reales. aquí lo
vende por doce. y gana un ciento por ciento; nosotros nos
reimos de ésta ganancia tan mezquina, y és justamente lo que
pasa en. nuest~os comerciantes. Estos, aun.que ganan un. veinte
y cinco por CIento, como és corto el capItal á proporclOn del
consumo, no logran lo 9ue log.rar~an aun reduciendC?sus ganancias
á un diez por CIento, SI, SIendo el consumo CIen veces
mayor, creciera el capital cien veces mas.
6. Los Artesanos ó no necesitan de trabajar, ó no ti~nen
quien los ocupe. Habiendo pocos Españoles que los neceSIten,
así mismo en poco tiempo quedan desocupados. Por que aun
en ésta Ciudad en donde hay mas que trabajar, no és proporcionado
el empleo al numero de Artesanos. Aqui se cuentan
treinta y seis mil Almas: demos de gracia que la mitad no
sean Artesanos: supongamos también que hay diez y ocho
oficios: ya corresponden mil oficiales para cada uno; y será
creible que mil sastres puedan tener ocupación en la C!u.dad?
Lo cierto és que si se pregunta á los Maestros de ofICIales,
dirán que se les presentan mozos buscando acomodo, y los
despiden por no haber que hacer. De aquí proviene la ociosidad,
y de ella los vicios; pero el origen principal és la falta
de equilibrio en las necesidades. (IlA)
7. Las Fabricas, verificandose el proyecto, adelantarían
asi en número como en perfeccion; en numero porque ésto
sería necesario: en perfecciono porque solo asi se harían recomendables.
Los generas que tienen seguridad en el· consumo,

no Son los mejores, y van desmereciendo segun és mas la segUridad
de que se expendan, como lo acredita la experiencia.
8. El cultivo de las tierras está por lo comun en manos
de los Indios, que quasi no las trabajan, y continuamente pa.
decemos carestia de granos. Ellos solo hacen ésto compelidos,
por que en trabajar no tienen intereso (Il 7.) De aqui prnv;pne
que viviendo en suma pobreza, mueren sin auxilios arrojados
en el suelo, sin tener una taza de caldo que beber. Finalmente,
mas és su muerte apresurada de la aspereza del cilicio, dureza
de la cama, malignas impresiones del ayre, y del hambre que
los va acabando por momento. Desafio al hombre mas barbaro
y feroz á que vea la muerte de un Indio con serenidad.
9. A la prudencia corresponde calcular los sucesos pasa.
dos, convinarlos con las circunstancias presentes y en virtud
de ésto dar providencias para lo futuro. Esto és lo que falta
á la gente ordinaria. Embebida en la materia, solo excita por
los movimientos naturales, comunes á hombres y brutos. La
acción para que hemos nacido, como la agitación de dos leños,
enciende la imaginación y produce la luz del pensamiento. No
aguardemos pues prudencia ni racionalidad en los Indios, mien.
tras se hallen apoderados del ócio: ni creamos que éste se
aniquile hasta que les sea preciso trabajar, ésto és, hasta que
necesiten de vestir. (Il.6'>
10. En las Costas donde se cultiva el cacao, la vida del
Indio és la siguiente. Despues de haber sembrado el maiz suficiente
para mantenerse, se acuesta en una Hamaca, donde
yace todo el año. La India sale por la mañana á registrar el
Cacaoatal. que precisamente le subministra una o dos mazorcas,
6 cacaoazintes, que és la pension diaria. Con cinco almendras
de cacao compra chile, con veinte compra carne, y lo restante
lo reduce á chocolate sin dulce. ¿No és cierto que estas gentes
unicamente sirven para vegetar? Pero si se les hace trabajar,
és hacerles padecer violencia. (11.7.) Quando los Alcaldes ma.
yores visitaban los cacaotales compelian á los Indios para que
tuvieran cierto numero de plantas; creyóse injusticia el pero
cibir uno ó dos reales por ésta inspeccion: se prohibieron las
visitas, y se arruinó éste ramo, particularmente en Soconusco.
Se vé que se afanaban inultimente los Indios en todo aquello
que les podia producir mas de quarenta granos de cacao
por día, y és necesario todo el rigor de los presidios para
hacer á un hombre trabajar de valde.
11. Sin embargo, aun trabajando el Indio tan poco, és re.
guIar que le quede algun sobrante, por que no pudiendo hacer
el calculo tan 'exacto en lo moral como en lo matematico, dictan
los primeros principios que mas vale el exceso que el defecto.
Segun ésto trabajarian los Indios todo el afta, serian los ahorros
de consideracion, y tendrian menos enfermedades. Con
lo que juzgan superfluo se proporcionarian un trato ma~ có.
modo, y caso de enfermarse tendrian de qué echar mano para
los socorros precisos.

12. Esto és lo que resulta de calzar y vestir los Indios
y Mulatos á la Española: el adelantamiento del comercio y
de las Artes, la abundancia, y la comodidad. Si fuera tal nuestra
fortuna que abriendo ahora los ojos nos empeñáramos en
promoverla. dentro de pocos afíos conoceríamos que ahora
tenemos la humanidad sumamente abatida, y que estamos la-
_miendo nuestra propia sangre.
1. Ahora reflexionemos las utilidades que resultarán en
lo moral, y supongamos desde luego verdades innegables para
-deducirlas.
2. Las necesidades de la vida tienen conexion con los desordenes
en 10 moral. Es precisa toda la malignidad posible del
-corazón para hurtar sin otro motivo que el gusto de exercer
un acto malo.
3. El ócio sugiere la maldad, y este se origina de no haber
quien ponga en accion las manos del ócio. UI.7.)
4. La comun opinión influye en las acciones, por que In·
fluye en los juicios. Los desafios, y otros hechos, que son resi·
duos de la antigua barbarie. lo acreditan.
5. Sino se visten los Indios y Mulatos á la Espaftola, se·
gun éstos principios no debemos aguardar que nuestro Reyno
adelante un paso ácia la virtud.
¿En donde habrá proporcionalmente mas adulterios, mas
estupros, y mas prostituciones? Donde tendremos mas peligro
-de que nos despogen? De quantas personas podremos hacer
confianza para nuestros tratos, y para el desempeño de nues·
iras comisiones? Todo está lleno de trampas, apenas tiene
donde extenderse mas la embriaguez, los homicidios son fre·
.qüentes, y la gente ordinaria, entre que estamos confundidos,
si hace algunas acciones de christiano és como por fuerza ó
mecanismo. Atiendase á la conducta de su vida y se advertirá
-que son unos hombres sin principios, y que solo procuran
entretener el tiempo de su existencia, como los que gustan
de creer que son iguales á los brutos. Todos los pueblos dice
un autor, que andan desnudos, son ladrones, homicidas, inc!'!n.
-diarios, y antropofagos. (a) Ahora vamos á ver qué conexlOn
tiene con estas desgracias la desnudez y la descalzez.
(a) Genov. Lec. de Como p. 2, cap. 9. Not. al N. 4.
Nota: Alude a AntonIo Genovesl (17131769l, economIsta Italiano,
nacIdo en Salern~ precursor del LIberalismo Económico en Italia y
fundador de la r-rlmera Cátedra de Economla PollUca en Europa
(Nápoles 1754), la obra a que alude fray Matlas de Córdova es:
Lezlon •• íll commerclo 08sla de'economla clvlle. (H.H.S.G. l. Vid. Dlcclona.
1'10 Enciclopédico UTEHA, T. V. p. 547, 1952. Vid. también, Pensamiento
Europeo en el siglo xvm, Paul Hazard, (Madrid: Ediciones Guada.
rrama, 1958), pp. 126·127, en que se describe el pensarnlento de
Genovesl como Apologeta.

6. Si permanecen como hasta ahora los Indios y Mulatos,
no hay tantas necesidades quantos brazos pueden auxiliarlas.
Hé aquí una ociosidad forzosa UII.6.), y por consiguiente una
como necesaria corrupción de costumbres. (3)
7. En estas gentes se admiran no sé que esfuerzos de
buena indole. Por malos que sean los padres, jamas se des·
cuidan de hacer que los hijos se dediquen á algun oficio, y
muy pocos hombres se encontrarán sin él. Como no obstante
no hay gente que los necesite, y ellos se han de estar mano
sobre mano, es imposible quieran malograr su existencia, y
han de comer, aunque sea del hurto. En las mugeres sucede
lo mismo, y no tienen mas recurso que una prostitucion ver·
gonzosa. Un hombre pobre, cargado de familia, me refirió su
infelicidad de un modo que debe enternecer: Ayer me desayu.
né, decía, hasta las tres de la tarde; qué importa que misdos
hijas hubieran hilado un real de pita cada una, sino pu·
dieron vender mas que un rea,} hasta esas horas? Yo no me
afligia tanto por mi muger, y las dos hijas grandes, quanto·
por mis hijos pequeños, que no dexaban de mortíficarme pi·
diendo que comer, por mas que yo los azotaba. Asi me lo·
refirió, con estas mismas palabras me lo dixo, y qualquiera
podrá contar muchas anécdotas semejantes. Estas mozas amo
brientas hasta despues del medio dia ¿no se hubieran pros·
tituido por cualquier cosa, á haberseles proporcionado éste
lance infeliz? El caso és que con media libra de pita que se
hile hay que coser quanto se ofrece en la mayor parte de la
ciudad, y asi no se necesita de las demas personas que se
dedican á éste trabajo. Lo mismo sucede con el hilo, y con
lo demás que benefician las mugeres. No teniendo pues ex·
pendio sus labores, y siendo necesario existir, será precisa una
virtud en grado heroico para no abandonarse, al principio por
necesidad, y después por facilidad y profesion. Quisiera yoque
alguno me hiciera ver que estos desordenes se originan
de otro principio distinto de no necesitar los unos de los otros,
que és no haber union para el reciproco alivio de las necesidades.
8. Nosotros hacemos concepto de los hombres por su fi.
gura. Si vemos á uno vestido con decencia, creéremos que és·
digno de nuestro trato. Mas si le vémos derrotado, inferimos
no sé que agregado de maldades, que nos le hacen sospech030.
Por ésto dice bien el celebre Conde de Bufón, que hasta los'
trages y el peinado influyen en nuestro ju'c'o; por 10 qual un
hombre cuerdo debe considerar sus vestidos como que como
ponen parte de su ser. (a).* Esto que sucede respecto de los:
(al Tomo 4. Descripción del Hombre.
* Se refiere a Jorge Luis Leclerc. Conde de Bu!ton. el célebreescritor
y naturalista francés, (1707·1788), autor d~ la Historia Na··
tural, Las Epocas de la Naturaleza, etcétera. (H.H.S.G.).

demás, sucede también respecto de nosotros mismos. Es natural
sostener el concepto" y llevar adelante la favorable ilusion de
los otros. Vestido con decencia el hombre mas malvado del
mundo juzga que se hace de él mucha estimacion mas de la
que se hace en realidad. Lisongeada su vanidad con esto, todas
sus miras se dirigen á no desconceptuarse, y podemos estar
seguros de que en todas sus acciones aspira á confirmar la
opinion ventajosa que él se ha figurado. Al contrario un hom·
bre que se mira indecente cree que todos son sus antagonistas,
espera que le traten con dureza. y sabe que todos han formado
de él un concepto vilisimo. Qué se puede esperar de éste
hombre, sino que conforme su proceder con la idea que se
ha formado? Esta gente derrotada és la que hace las muertes,
los hurtos, y demas excesos. Qué hombres aseados se encuen·
tran en las chicherias? Que mugeres decentes son.,las que se
abandonan? Miremos con reflexion las carceles de hombres, y
mugeres: á vér quantos malhechores hay calzados? Pero no
acabamos de creer que el vestido forma la opinion. por una
fuerza con que atrae á los hombres la exterioridad. Todavia
no bastan las experiencias para hacernos conocer que los me·
dios directos no los más eficaces, y que és preciso valerse de
algunas flaquezas del corazon para fortalecerlo en la virtud.
9. Es pedir un mílagro querer que un hombre de las cir·
cunstancias de la gente de broza se gobierne segun la recta
razon ilustrada por el christianismo. Sus depravadas costum·
bres van tomando vigor con las acciones de los de su jaez,
ante quienes, unicamente puede presentarse. El hombre, asi
como se hace inocente con los inocentes, también se pervierte
con los perversos. Si éste estuviera vestido como los españoles,
siendo natural la imitación, aprendería sus costumbres y co·
tejando la sincerídad, la honestidad, la suavidad en el trato,
y el deseo de complacer, con el doblez, el descaro, la grosería,
y el egoismo, no podría menos de avergonzarse. y emprendería
éstas virtudes, aunque no fuera mas que por preciarse de
hombre culto. (8)
10. Nuestra Religion, que no deroga las leyes de la' nao
turaleza, sino que las perfecciona. no se puede avenir con el
desorden. La supersticion és efecto de la ignorancia. y ésta de
que el sugeto no pueda tratar con quien mas sabe. Esta gente,
me dirán, no oye los sermones? Dado caso que los oyga,
media hora de bueno tiene por contrapeso todo el año de malo;
y las acciones son más energicas que las palabras.
11. Yo no sé que haya otra cosa de mas importancia
que el mayor interés de la naturaleza: y qué cosa habrá igual
á los que debemos reputar origen de los bienes ciyiles y morales?
Nuestro comercio, nuestra agricultura, y todás las artes
claman en favor de ésta verdad. La depravacion de las coso
tumbres, un materialismo practico contrario á la religion del
hombre de bien, que és la christiana, noS interesa demasiado.

Valgame Dios! Una empresa que tiene tan sagrados vinculas
podrá tener quien la contradiga! '
.. 12. Es de di~imular la detención en un asunto tan ma.
lllfIesto, tan ~ensIble, y ~a1! de bulto, teniendo presente que
no todos perCIben su C?neXlOncon la comun felicidad. Ahora
voy á proponer los medlOs, para que con suavidad se verifique
éste proyecto tan útil.
1. De~emos suponer que todo el mundo desea vestirse
con ~ecenCla. DexarIan de ser hombres si les faltára el amor
P~OplOpor el qual cada uno se estima mas que á nadie. Tam.
bIen se debe suponer que vestirse con decencia és vestirse de
~quel mo~o que los hombres de superior gerarquia, esto és
a la espanola. '
2. No hay dia mas plausible para los indios. y mulatos
que el de su casam.iento, quando los apadrinan españoles, por
que entonc~s se vIsten,.y se peynan. Gastan en alquileres
l? que no tIenen por lUCIren los bayles que inventan en las
fIestas ~e s~s pue~los. Con és.te designio, y al cabo de diez
Ó. doce dIa~, ~s preCISOq.ue. medIe disgusto con los alquiladores.
SI se prohIbIera á los mdlOs de Ciudad Vieja el que salieran
con peluca y casaca en los paseos, era de temer un alzamiento
Creer, pues, que ellos no quieren vestirse á la española éS
creer que no se estiman á sí mismos. '
3. Si discurrimos con reflexion por la ciudad, hallaremos
C;luemuchos entre los mulatos pueden calzarse, y no lo hacen.
¿Quantos con 1.0que gastan en sombrero de castor, camisa y
chupa de estop111a,traslapa de recorte, ceñidor de seda, y cal.
zones de ter:clOpelo galoneado, pudieran haber comprado za.
patos y medIas? Las mulatas de la misma suerte hacen mas
gasto que una española. La buelta de tisú de la mantilla el
emballenado, el peto y la punta de manto en las naguas az~les'
valen por tres mantones y basquiñas. En qué consiste pues
q.ue no salga~ de su uso? No hemos de decir que estan apa.
slOnados.~or el. Un hombre de los que hemos dicho conozerá
que .é~ ndlCula mezcla la gala, y descalzez. A las mugeres por
~recIslOn les ha de chocar el precioso remiendo de las mano
t111,?-s. Es necesari? que hayan caido en la cuenta de que el
pan~ .puesto contmuamente en' la cabeza y pulmones, les
precIpI~a reumas en la garganta. causa de la deformidad que se
v~ hacIend~ comun, y de la fatuidad de sus hijos, y de aquellos
mños á qUlene~ dán de mamar. Las indias que ó nada traen
en la cabeza, o quando mas se ponen una toca de bretaña
estan li'?r:esde éste gravisimo .defecto y hacen ver á las mulataS
lo permCI?SOde sus. mantellmas. No hay que dudarlo: ellas
aban~onanan su vestldo y podrian hacerla como los españoles.
lo úmco que se lo impide és la opinion. .

4. Los mulatos, como se consideran cercanos á los espafioles
tienen mil trazas para eludir ésta opinion. Con pretesto
de cbnvalecer de una enfermedad he visto mulatos que se
calzan. Lo que llaman salir de oficial, és otro arbitrio para
los hombres; y abusan de la piedad las mugeres. tomando el
habito de terceras, para quitarselo despues de tiempos en trage
de espafiolas; por que si lo hubieran hecho ~e improviso hu·
bieran sido el blanco de la zumba. Para que vIstan pues, como
los espafioles, no es menester otra cosa sino que estos no lo
lleven á mal. •.
5. La unica dificultad al parecer está en los indios, en
quienes tiene mas esfuerzo la opinion influida por los espa·
fiales De más de ésto, no és su clase como la de los mulatos,
que se confunden. con los ~spafioles ~obres, ~ por consiguiente
no tiene los medIOS refendos para mtroduclrse en el estado
que ahora tiene el Mulato, y hubiera la misma facilidad que
hay respecto de aquellos.
6. Por mas que clame la venerable antigüedad. nadie
puede decir á un Indio: yo soy mejor que tu. En qué consiste
pues que un Mulato se tiene por mejor que un Indio, y has~a
los Indios convienen en ésto? No hay otra cosa que los dis·
tinga, sino el no saber éstos hablar el castellano.
7. Este punto tan interesante. y mandado promover por
Cedulas de S. M. estableciendo Escuelas de primeras letras,
és sumamente digno de nuestra consideración. La diversidad
de los idiomas és un fuerte muro entre ellos y nosotros tan
pernicioso que desune el vinculo de sociedad. Esto les impide
que contraten. que reciban nuestras instrucciones, y aún que
se instruyan perfectamente en la Religión. Cúmplase pues con
exactitud en los Pueblos con la Real voluntad, y tendremos
á los Indios en el mismo grado que las otras castas. Se ha
graduado la dificultad que puede haber para el proyecto, y
se ha visto que no és tanta como se piensa. Resta unicamente
definir los medios.
8. Se debe entender por medio suave el que no incluya
violencia. coaccion ó mandato. De lo contrario los Indios, siem·
pre dispuestos á' dar una mala interpretación creerian que
procurabamos nuestra utilidad a costa suya, y un conato im·
prudente solo produciri~ una obstinada resistencia.. .
9. Será medio senCIllo el que no tenga demasIadas conVl·
naciones. Debe ser adaptable en todas partes, y en todas
circunstancias. El hombre no és á manera de una maquina, á
quien se puede dar dirección determinada é infalible.
10. Será ultimamente practicable, si no consiste en gastos
excesivos, y si los puede efectuar la Real Sociedad por si. se·
gun sus facultad~s. He aqui l? que se debe entender por me·
dios suaves, sencillos, y practIcables.
11. Destruyase la opinion, que és ~a que .ha sostenido
la descalzez, y éste será un medio negatIvo. Esten todos pero
suadidos de las utilidades que resultan verificandose el pro·

yecto, y ~ste será un medio tanto mas infalible quanto sea
mas universal. Pero hablemos con mas determinacion.
12. Los Curas y los Alcaldes mayores, al paso que tienen
un influxo grande sobre los Indios, son los que pueden llevar
á la extremidad é3te gran pensamiento. Ellos de ésta manera
partirian con la Divinidad el afan glorioso de hacer felices á
los hombres. Si ellos Se persuaden del empefio que debemos
contraer, no será menester que busquen medios, porque ellos
mismos se les presentarán, según la indole, situación, y aun
preocupación de las gentes para quienes somos ahora recipro.
camente inutiles. Unas veces concediendo que se presenten á
la Espafiola, como un favor singular, que á no mediar una
excesiva bondad no se concederia. Otras animandolos, para
que conozcan que no les aborrecemos, y que vistiendose nuestro
trage se convencerán del carifio que nos deben, por la como
placencia que manifestaremos. Ya ponderandoles el honor de
los cargos concegiles. y que para no abatirlos és preciso ves·
tirse con decencia. Ya finalmente concediendo algunas singu·
laridades y privilegios á los que se hayan introducido en éste
uso espafiol.
13. Estos dos ultimos arbitrios serán muy eficaces si los
Curas y Alcaldes mayores los hacen inseparables de sus inte·
reses. Yo me abstengo de opinar como algunos, que la Alcaldia
en un Indio és lo mismo que autoridad para hurtar, que las
cofradias aseguran la subSIstencia para toda su vida, y que
todos aquellos cargos de oficios principales no los maneJan
con las manos limpias. Sus Alcaldes mayores velan para im·
pedir éstos excesos, y es cosa bien sabida que quando se trata
de los Indios se hablan proposiciones absolutas. Es cierto
no obstante que tienen interes por el honor y distincion. Ellos
son hombres como nosotros. Intentese pues por parte de los
Alcaldes mayores, que los Alcaldes Regidores, Escribano. y
por parte de los Curas, que los administradores de cofradias
y Fiscales, por el mismo hecho de ser elevados á éste honor
estén obligados á calzarse, y tendremos cada afio en cada
Pueblo lo menos diez y seis hombres que lo parezcan.
14. Los Acólitos son también los que se deben animar á
que se calzen, por que és grande indecencia que se ¡;>resenten
del modo que hasta ahora en la función de un sacnficio tan
augusto. Para celebrar el Cordero Pasqual, que solo era fi·
gura de éste Sacramento, era preciso por expreso mandato
de Dios, estar calzado. (a) Nosotros no habiamos advertido
en ésta irreverencia, tiranizados por la preocupación.
15. Los que se calzaren, tengan el privilegio de sentarse
separadamente en las funciones, de no hablarles de tú, de concederles
que sus hijos también puedan calzarse, y finalmente
de tratarlos con aquella afabilidad hechicera que merece un

'hombre que se agrega á nuestra sociedad, que padece tanta
escasez de ellos. El Indio que se calze una vez, ya seguira
'calzandose toda su vida. Por que lisongeando el vestido su
'vanidad. creerá degradarse volviendo á la antigua desnudez,
'y haciendose inferior á los brutos, a quienes ha cubierto la
.naturaleza. Vistiendose de éste modo algunos Indios, se ad·
'vertirá á los otros que son capaces de éste honor, que les és
·'lícito aspirar á éL Y que no disgustan en ello á los Españoles.
'Asi emprenderán lo que tanto anhelan, y no pueden conseguir
sino buscando algun pretexto. (V.2.)
16. Las ventajas que traerá al Estado y á"los Indios y
'Ladinos el uso de cama casa, y demas muebles de necesidad
y comodidad, son las mismas que antes se dixeron. Porque
,ésto se reduce al comercio, en el sentido que se ha tomado.
El modo de introducirlo sin violencia, no se distingue de los
que se han propuesto. Si un Indio no tiene cama, es por que
está asegurado que no choca ésto á los que le visitan, por que
solo entran en sus casas otras gentes de su temple. Si entráran
los Espafioles, se avergonzarían de la indecencia de sus mue·
bles: y estando algunos Indios segun nuestro método, al en·
trar en las casas de sus iguales producirian éste efecto mismo.
En ésto no hay que detenerse, y unicamente falta satisfacer
los frívolos obstaculos de la opinion No sea que el desprecio
de una necedad se me atribuya á mala fé. Diré lo que he oido
decir, y me hará poco honor el que crea ser éstas las dificul·
'tades que se me han ocurrido.
17. Quienes nos sirven? preguntan; es decír, que ahora
:tenemos quien nos sirva, y entonces no tendremos. Es preciso
tener paciencia en éstas objeciones y las que siguen. Nos
,servirán todos los que tengan necesidad de n030tros, y de nues·
tro comercio, es decir, todos estarán en disposición de servir·
,nos. Habrá donde escoger criados fieles y honrados, y no nos
veremos en la precision de admitir un picara, por que no hay
otro mas que él.
18. Otros dicen que tenemos interes en que se esté 1'1
mundo como se está, y que nos distingamos unos de otros.
.No dan la razón en qué se fundan. Juzgan desde luego que
,sucederá un trastorno, por el qual los Indios y Mulatos serán
,superiores á nosotros. Pero ésto ya se ve és un temor sin
,fundamento. Si creen que padecen sus intereses. es falso, pues
,antes Se mejoran: y si creen que se rebaxa algo de su estío
macion solamente con la igualdad del vestido, hagan el animo
,de abandonar una nobleza que solo consiste en la recomen·
,dacion del sastre. El grado de nobleza se calcula por los in·
,feriores, de suerte que si el noble reduce á nada el termino
de su comparacion destruye su nobleza hacienrt')3e él infimo.
Si los Indios son quasi nada, qué elevacion tendran sus superiores?
Hasta la vanidad y el amor propio faborece una caUda,
que solo tiene contra si la preocupacion.

de~' Algunos dicen con entusiasmo que ésto tiene visos
~~~d~~ea:~~~::~3}: et~:~f::~'u~~~iof~~e~re~~~ ~~:~.r~~~rn~::
conservar como ellos piensfn ;us ~~k~e~~~e~~~~cuLPaclOnes,y
tras, que andamos vestidos lz d . uego noso-
~3in~0~~Ci~i~rto de los dogm~s.~1en~~~n~~~~O~n~~d~:r;!~~
do.tisas de mod~m8~ed~a~~a;e~~~~~adSi mtroducian las Sacer.
tOJo; ~ero ahora es incompartible ést~ ~~lá~~los si gun su ano
y santIdad de nuestro culto Yo si con a gravedad
de. que no destruye los senÚmientoesarel he estado persuadido
mismo: que el autor de la e a naturaleza su autor
gelio: que el precepto de am~;t~[apleza. es el autor. del Evan.
amar á Dios' u 1 . rOXlmoes semeJante al de
lices tienen. ~~s qd:re~~oIn~I~~~t~~O~~~fá~~.que son mas infe.
20. Que inconveniente p
recer á ésta gran arte de 1ues enc:ontraremos para no fabonuestra
patria? Esfoy seguro a ;~~efIe, fi l~ mayor porcion de
han merecido de Dios el fabor de os 0rp res honrados, que
resarán en un proyecto ue honr una a ~a grande, se inte·
conexion con los adelan1amiento~ l~ r~mfnJdad, y tiene in.tima
á nuestro Reyno en lo civil y en lo ~ f ~ o, y hace meJorar
gafiados, hagamos causa co ora. st~mos todos desen·
aquellos que por su autorW~~ ~~te asunto, mt.éresense en él
mendable, y Se concluirá Ienen persuaSIva mas recofigurado
imposible. No dUd~n~uob:a t ~ue la opinion nos habia
al h?nor, capacez de las verdaJe~s o" sugedtos,como sensibles
patria, que tienen res eto a 1 exp~esa as, amantes de la
fabor de esta empresa p que haadpOhterIdad, se sacrifiquen en
edad venidera Tam ~c d e acer nuestro credito en la
premie con honores f 19s vudo, que. este Cuerp.o patriótico
que emprendan efectuar ést:r~~~~ d:gnos de l~ mmortalidad
és ma~ digno del honor que quien e~ o'diPstiersuadIdoque nadie
humamdad. e ngue en honrar la
(Folleto de 22 pAginas). S e conserva la ortogratla del original.
Tomado de los Anales d I S I
Guatemala, VOI.XIV.2-PP.21l.2~2.adl~~~~~~ ~: Y3gt,rafla tl Hlstor1l\ de

, Supongo que el arte de ler es el vehículo de la ilumina·
ción. en cuya virtud todo aquel que sabe ler está en estado,
de ilustrarse, pudiendo por medio de la escritura aprovecharse'
de los conocimientos de los sabios. En la Nación americana,
por exemplo habrá una ilustración absoluta con tal que com·.
prenda porción de hombres instruidos en todo género de cien-'
cias; pero no habrá ilustración popular si la mayor parte de'
sus individuos no sabe escribir, o a lo menos ler. Baxo esta
suposición se puede proponer la siguiente questión.
¿Podrá ser la América un Pueblo ilustrado en poco tiem·
po? o en otros términos ¿será posible que en muy breve,
tiempo sepan leer y escribir los americanos, o a lo menos le'
mayor parte de ellos?
Por la parte negativa está la experiencia de que en Ingla.
terra, Francia y España hay muchos que no saben ler, como
se ve en los pobres jornaleros, marineros y pescadores. Todo'
consiste en el mucho tiempo que gastan los niños para ins·'
truirse de suerte que muchos padres que por su indigencia'
necesitan del corto auxilio de sus hijos, rehusan privarse de,
él por tres o quatro años. Todo esto sobra en América con'
la mayor eficacia que en ninguna parte: porque el ímprobo'
trabajo de esta enseñanza tiene una mezquina recompensa, y
porque tal vez sólo la milésima parte de los habitantes se
hallan en proporción de desprenderse sin gravamen de los pe·'
queños auxilios de sus hijos. De lo que proviene que la ma·;
yor parte de las gentes de color, y casi todos los indios no'
sepan escribir, y leer. He aquí en lo que puede fundarse la.
parte negativa. *
* Contrasta este concepto con el Ol!tlmlsmo Pedagógico de la·
época, tal el caso del Conde FrancIsco Cabarrús (1752-1810), y en
general de la Pedagogla de la IlustracIón. VId. VIcente Palacio Atard,
Los Espafioles de la nustraclón (MadrId: EdIcIones Guadarrama, 1964),
pp. ,215-217. (H.H.S.G.).

·Si un niñ? .en dos meses puede aprender a ler con perf~cclón,
y escrIbIr aunque sin buena forma, podrá ser la Amé.
flca un pueblo ilustrado en poco tiempo: porque yo tengo por
tal el de _sesenta dias empleados en la enseñanza, una hora
p~r la 1!lanana y otra por la tarde cada dia; y esta es la parte
a!IrmatIva del problema! que fundada en la experiencia con.
flO.resolver. Rue~o ~ mIs lectores. por lo que importa la ma.
terIa tengan pacIencIa para no desdeñarse en atender las ra.
zones de esta, que les parecerá paradoxa.
Los motivos de consumir años enteros en aprender a leer
se pueden reducir a tres: el irracional sistema de la ortografia:
el mal método que ha~ta ahora se ha observa~o para enseñar,
y la suma repugnan~la que para aprender tIenen los niños:
reformando pues el sIstema adoptando otro método y logrando
hacer a;gradable a los niños la enseñanza. es consecuente que
se consIga en breve tiempo lo que demandaba tantos años.
. Para reformar el sistema de ortografia se ha de comenzar
qUItando la diferencia de figura que le damos a una misma
letra. ~a A, a,. á, á saber mayúscula, minúscula y cursiva tiene
tres fIguras ?If.erentes: por consiguiente se le exigen al niño
cua;tro c:onoclmlentos, que Son tres de las figuras y uno de
la IdentIdad de su valor. Lo mismo debe decirse de la B D
E, etc. que ':~ nada se parecen a las minúsculas b, d, ~. si
se han sImplIf!ca?o los sIstemas a favor de los que ya tienen
~lJunos conOCImIentos ¿por qué razón en beneficio de los
nIn?s no se ha de simplificar este en que por la primera vez
aplIc:~n su;> facultad~s intelectivas en la carrera de la ilustracI.on?
SI las 1!l~yusculas 0, e, P, etc. no tienen mas diferencIa
con ~as mmusculas que el tamaño ¿por que no se podrá
hacer lo mIsmo con todas las demás?
También es otro error en el Sistema actual el haber dos
o .tres letras con .distintos nombres, y figuras; que tienen una
mIsma con~onanc!a: tales son G, J. X, pues de la misma suerte
Se pronunc.la~á. XlCara que jícara o gícara: y asi suprimiendo
la x como mutIl, y quedando la j para la pronunciación fuerte,
y. la. g para la suave, como en gusto quedará simplificado ...
(ilegIble esta parte).
No es menos digno de reforma el que todas letras no
teng~n consta~!emente un sonido. í~éntico siempre que se pronu~clan.
Un nI~.oes capaz de percIbIr que una b y una a, quiere
deCIr ba, t~mblen una b y una e; quiere decir b' pero esta
regla que SI fuera general serviria de gobierno pará las demás
consonantes, la encuentra quebrantada en la c y la q pues a
pesar de que .una c :r una a .quiere decir ea no por eso una
e y una e qUIere deCIr que, smo ze. Lo mismo sucede con la
q que para que suene suave con e y la j es menester añadir u
como sucede en las palabras guerra, guitarra' porque de lo
contrario ~?na~ian jerra, ,jitarra, y lo que es' más r'h()cante
esta exepclOn tiene otras excepciones, como la voz agilero que

para que se pronuncie la u han inventado ponerle la nota
Diéresis. Otro tanto sucede con la inútil q, a la que constan·
temente se debe seguir u.
Quedará el Sistema resuelto si el sonido. 1?landode la e y
de la g es igual en todas las vocales, eSCrIbIendoy pronun·
dando,. v. g. cerella, cinto en lugar de querella, quinto y gerra,
gisante, en lugar de guerra, guisante.
Vengamos al otro punto, que necesita de reforma, que
confunde a los niños para percibir la pronunciación de las
sílabas expresar en el deletreo los nombres de las consonantes
-compuestas de varias letras que no deben pronunciarse y que
tal vez ninguna tiene el sonido que ha de tener en la sílaba.
En la palabra Xabon ¿qué sonido empleamos al pronunciar
1*Jui que tenga alguna semejanza con la jota? Es cosa sensible
ver las angustias de un niño cuando en el detestable pronun·
da equi ege eje efe, sin atinar que toda esta baraunda quiere
decir Xefe. .
Nuestros mayores conocieron este inconveniente, y. qUItaronel
nombre a las vocales, y las expresaron por su mIsmo
sonido, y no por su nombre alpha; no asi en las consonantes.
El famoso Pestalozzi por evitar el inconveniente hacia que
sus discipulos nombraran las vocales añadiéndoles una é muda,
pero esta vocal es desconocida en la pronunciación castellana,
no estamos en el caso de adoptar el arvitrio. .
No hay dificultad en dar a las consonantes su somdo neto,
si se hallan precedidas de una vocal: teniendo pues el artículo
femenino la y el nombre genérico letra que finalizan con a, se
pueden nombrar lab, lad, las, etc. o también, letrag. letram.
letrar, etc. porque en semejante caso conocerán !os niños que
el articulo la y el nombre letra no son unos SOnIdosconnexos
con la pronunciación de los caracteres.
Pasando al método corriente de enseñar se puede asegurar
que aún en un buen sistema de ortografia es suficiente por
si solo á retardar por afíos el beneficio de aprender a ler.
Vemos frecuentemente un sólo Maestro ensefíar a veinte
nifíos poco más o menos. todos en diverso estado de aprove·
chamiento, por cuyo motivo mientras ensefía a uno el IY1aestro
los más adelantados pierden tiempo porque no necesItan. de
aquella explicación y los menos adelantados porque la e~t.lenden;
¡qué error seria tan grande en un hombre. que qUISIera
ensefíar Geometria a varios discipulos, que cada uno necesi·
tase de distinta lección!
Se puede asegurar que si no perdia de valde el t,iempo,
y la paciencia, no le bastarian diez años para conclUIr una
ensefíanza, que de otro modo podia en seis meses tenerla
concluida.
No quiero detenerme sobre este particular por hablar del
tercer motivo de consumir tantos años en aprender a leer,
que es la suma repugnancia a los nifías. En una edad en la
que jamás se tiene reposo sino que se duerme ¿podrá dejar

de repugnar a un niño estar en inacción quatro horas por la·
mañana y tres 'por la tarde? Una enseñanza tan árida que
pone en mal humor al Maestro, ¿podrá ser agradable a los,
discipulos que no tienen interés en ella ni creen adquirirla' por·
que· no la entienden? Se les castiga porque no comprenden)
una cosa tan clara para el Maestro y tan obscura para ellos:·
de aquí proviene que apoderándose el temor de sus potencias,.
los imposibilita para comprender, y de aquí un delito para
más castigos. He aquí la razón que me ha movido a creer,
que el número mayor de niños: que entren en la enseñanza·
no ha de parar en doze, y que habiéndose comenzado el curso
no se reciban otros de nuevo. Esto no quita que el Maestro
pueda concluida la de unos enseñar a otros en la siguiente hora.
. Soy pues del sentir que cuando el niño yerre, no sólo no·
se le castigue, sino que aun ni se le muestre mal semblante;'
pues me ha enseñado la experiencia que quando advierten.
disgusto en el Maestro, se confunden y yerran mucho más ..
Los· niños estando en acción, que al pOCotiempo de una hora,
lexos de tener horror a una enseñanza, que está de sus al·'
cances, y en que conocen que adelantan, la apetecerán como:
tina de las más agradables diversiones de su edad.
Se han hecho reformas utilísimas a que deben sus rápidos
progresos las ciencias, y las artes; pero el arte de pintar la'
palabra, la ciencia de hacer visible el pensamiento es muy
poco lo que debe a los sabios. Los hombres que por su con·
cepto de científicos, hubieran podido contrarrestar a la fuerza··
de la rutina, tal vez han ocupado exclusivamente su atención
en adelantar los conocimientos generales; de modo que se han
olvidado de lo mucho que les costó poner el pie en el primer'
escalón indispensable para elevarse a la altura de las ciencias,
o' tal vez han tenido a menos ocuparse en lo que no es mas
que el cimiento del edificio de la ilustración, en términos,
que han negado a los niños un alivio, y a la humanida~ un~
beneficio. Los niños se hallan abrumados con el peso mso··
portable' de

que el común del pueblo se instruyera. Pero aun suponiéndola
inacsequible, se pueden salvar estos inconvenientes, porque en:
breve tiempo se puede enseñar la pronunciación del Sistema.
decimal. El que ya está exercitado en leer no halla como el
principiante una gran dificultad en qualquier variación, sino'
que las comprehende, y retiene con facilidad. ¿Quánto tiempo
se necesita para comprender que en la lectura de la lengua.
francesa no se ha de pronuiciar ou, sino u, eau sino ó etc.?
Pues lo mismo deberá suceder a los que ya estén exercitados.
en el Sistema que propongo.
El que quisiera fallar sobre mi método con conocimiento'
de causa, puede hacerlo fácilmente dedicándose a enseñar a
un niño según él como por el corto tiempo de ocho dias, al.
cabo de los cuales sabrá por experiencia si es útil o no.
En unos cartoncitos iguales se escribírán las letras mi.
núsculas siguientes: a. b. c. d. e. f. g. ch. i. j. l. 11.m. n. ñ. o.
p. r. rr. s. t. u. z.
Se harán 2 juegos iguales y ambas deberán tener en la
parte superior alguna seña para evitar que se confundan la
u con la n o la p con la d. .
Uno de estos juegos se horadará por arriba, quanto pueda
meterse en una estaquita de alambre grueso.
Para el efecto se pondrá colgada en la pared una tabla·
en tamaño competente con dichas estaquitas que tengan como.
una pulgada de largo y estén colocadas con proporción al
tamaño de los cartoncitos.
El otro juego lo tendrá el Maestro para usar de él quandQ'
convenga.
. Se proveerá de pizarras, en su defecto piedras lisas de'
mollejón, y quando no ladrillos bien raspados.
Sobre estas pizarras o ladrillos se tirarán las líneas hori·
zontales que marquen el tamafío de la letra y las diagonales
para su inclinación y anchura: todo según las reglas que da.
Torio de la Riva en su arte de escribir capitulo 3, párrafo 40,1
1 Torcuato Torlo de la Rlva (1759·1820), nacido en Vlllatude,
Palencla, su obra principal y a la que alude fray Matlas). es: Arte
de Escribir por Regias y con Muestras, Madrid: 1798. 4111 Vágf'1'ls.
'()d. Diccionario Enciclopédico UTHEA, T. X., p. 190, 1952 Y Catálogo
dei Museo dei Libro Antiguo, Manuel Reyes Hernández (Guatemala;
Editorial "José de Pineda Ibarra", 1971),.p. 160" (H.~.S.G.).. .:

Para que no se borren las I!neas al tiempo de borrar las
letras que se han de escribir sobre ellas, es menester que
se señalen raspando con una lima.
Se prevendrán barricas de yeso para formar con ellas las
letras sobre la pizarra: y para que no salgan duras. se fol'.
marán luego que se halla batido el yeso. Estando secas se
agregarán con una navaja hasta que queden proporcionadas
al tamaño de las letras que Se hallan de formar, cuya opera.
ción ya se percibe que deberá hacerse muchas veces, según se
fuere embotando la barrica con el uso.
Aún suponiendo el} el Maestro todas las bellas qualidades
que se requieren para el desempeño de sus funciones, no está
demás advertirle que tenga mucho cuidado de no manifestar
disgusto ó impaciencia quando yerra el disclpulo: la experien.
cia hace ver, que se aturden y cometen más errores, quando
advierten enfado.
Tampoco debe hacer la prueba de que un niño corrija el
error de otro, porque es muy probable que todos sigan errando.
En la pronunciación af un nifio pronuncia fa. Que precisa re.
pasar esta inadvertencia, diciéndole con agrado: Aqui dice at.
¿No ves que la letra que está primero se ha de pronunciar
primero? Pues aqui está primero la a y después la f. Después
se hizo que puse á hacer esta misma advertencia a cada uno
de sus condiscípulos, y pronunciaban at, á vista de las dos
letras.
Las vocales son las primeras letras que se harán conocer,
y formar al niño.
Al hacerle conocer la a se le advertirá que siempre que
vea esta figura ha de pronunciar a. Se le hara fixar bien la
consideración en ella. Después la irá mostrando y hacíéndola
pronunciar a cada uno de sus condiscipulos, y últimamente
se le dirá que vaya a desclavar una á en tabla. en que estarán
puestos sin orden los cartoncitos de las letras.
Si en lugar de traer la á trae la u ó cualquiera otra letra,
se le hará notar bien la diferencia á el y á todos y se le hará
que la busque hasta que la halle.
Conocida la letra se le pondrá á formarIa en la pizarra
con la barrica de yeso, cuidando desde luego que se arreglen
a las líneas horizontales y diagonales, que comiencen a fol'.
marla por donde debe ser, y que pongan el brazo y tomen la
barrica de un modo conveniente cuya operación debe hacerse
en cada letra que se le haga conocer.
En las consonantes debe el Maestro hacer bien perceptible
su sonido, anteponiéndoles las voces letra, ma o la como la letra
en b; o una f en f, ó lás en s. Tal vez dirán los niños ab, af,
as, etc. en lugar de b, f, s. etc., pero este no es error substan.
cial, aunque será bueno corregirlo.
. A la que no se debe dar sonido de ge, sino de gue pues
la primera es propia de la jota.

Quando ya conozcan los nlftos suficientes letras par~ ha·
cer algunas combinaciones, Se les hará leer ~n la adJ~nta
cartilla hasta que no yerren: y después que escnban los mños·
que han leydo. .
La cartilla deberá escribirse en letra curslVa, aunque mejor
sería que se hiciere con láminas. .
El tiempo que deberá emplearse en la ~eccIón será una
hora por la mañana y otra por la tarde. El tIempo que ~obra
se puede emplear en repasar alguna o algunas de las le~clOnes
antecedentes, y en hacer combinaciones con los cartoncItos de
las letras que conozcan. .
Conocida la última letra y sabidola fo~~ar debe consIde·
rarse concluida la enseñanza de leer ~ .escnbIr, ~as para que
se perfeccionen los nifios con el exerclclO: es precIso que estu·
dien, si puede ser hasta tomar de ~emona e~ tratado de Ortografía
explicándoles el Maestro aSI la doctrma con él, como
los té~minos cuya significación no sepan. De. este modo: .el
nifio haciéndolo reflexionar sobre lo que percIbe, se habItua
al buen uso de su entendimiento. . .
Para que se exerciten los discípulos en escn~Ir se ha hecho·
con buen suceso de dar les por muestras, y cop~en l~s Reglas
para I~r en el sistema antiguo, que va a contmuacIón.

Lecz. 2a.
b= ba, be, ab, eb, aba, eba, baba, 'beba, bobo, bibo.
c= ea, co, cu, ec, ic, aca, coco, cuba, cai, caio, bico, boca,
caiba, caoba, baca, cabe.
6a.
d= da, de, id. ud, duda, dia, dio, oido, doi, daba, bade,
abad, odiado, odiaba.
7a.
r= ar, arar. araria, aurora, barba, arder, ardera, cara,
coro, cabra, quadro, creia, ócre.
8a.
f= fa, af, afear. freir; fiado, adufe, bufar, bufido, feo,
cafe, cofre, fabricador, furia, frio, federico.

9a.
g~ ga, aga, ago, igo, grada, gx:eda, bagre,. carga, gafa,
gorda, aguda, aguado, agriO, agradecIdo, gargara,
gargado, cargaba, grifo.
lOa.
J- ja, ji, ajado, bajo, baxio, o:'Jeja, j!l:ja, ojo, dejado,
caja, cajero, jorobado, abroJo, cobIJa, fija, ajofifa,
dirijo, ijo, ~erejia, aja, gerga.
11a.
1= labado, alabado, loa, loco, colear, colorado, flaco, fl.?jo,
aflojar, olor, globo, clavado, lacre, largo, arbol, Jlca·
ral, coral, cabildo, ilera, ledo, logrero, adulador.
12a.
m= mama amo madre mia, malba, mia, comida, afanado,
mojado, májo. formal, roma. arma, marfil, comadre,
amago, amigo, madama, omoa, lima, flema, mamado.
l3a.
D= nonada, anona, manojo, nombre, ana, lana,. lanudo,
canana, macana, grana, jarana, negra, enemIgo, ~elón,
enano, freno, anfora, ufano, grano, naranJa,
jenero, nabaja.
l4a..
p~ papaia, pan. pana, campana, primo. palmo, plano,
propio perplejo, aparejo, preferido, canape, paladar,
apalear, copado, opro.bio, corporal, po?re, palabra,
pipa, pago, apego, plIego, padre, padrmo.
l5a.
si. asi, asia, sabio, sabroso, casa, cosa, las. minimas,
sobrar nos son premiadas, si las damos a los pobres,
sed m'isericordioso, y se reir, siempre, bien·adador,
asi sea, jovenes.

l6a.
tata, tatita, truena, tortita, todo, patriota tiene de
dar tarde, ó temprano cuenta jura hasta de lo mi·
nimo de su patriotismo: tened jovenes esto tan pre·
sente, como tesoro de vuestros talentos.
l7a.
z= zapato, luz, capaz, orazuz, los ciudadanos, son felices
por la paz, y esta no la ai sin obediencia, i obser·
vancia. la zienzia es mayorazgo de la razon, la ig.
norancia pozo donde se sampa el necio.
Nota a la leczion l7a.
En esta letra una de las sibiladas, se levanta un poco el
medio de la lengua, para hacer que el aliento salga estre·
chado desde el paladar hasta los dientes.
l8a.
ch= chacha, acha, chile, chocho, leche, chulo, muchos,
machos, mochos, escuchan. bixlochos, á lo hecho, pe·
cho, del dicho al hecho aiy mucho trecho.
19a.
ll= llama, malla, calfate, pollo és un gallito, poio és silla
de ladrillo, estrella. bella, brilla, con llama, amarillo,
bollo, relleno. acalla el llanto al caballero.
Nota a la leczion 19a.
La pronunziazion de esta letra se forma levantando la
lengua para que toque el remate del paladar, no con la
punta como sucede en la l sino con la parte que hay de
ella hasta la mitad de modo que para dar paso al aliento
se vaia deslizando.
fi= a~o, bafio. cafio, ufia, pezuña, mafia, mañana, pispi.
ngafia, señor, sueña. cucafia, niño, empeñado, en.
ensefiar, añade extraño primor á sus pocos años.

Nota a la leczion 20a.
Esta letra no tiene especial uso en la lengua castellana
para principiar los bocablos.
21a.
rr= arra, erre, arriero, zurra, arribl;l, torre, carrosibo, carrera,
barrica, ramo, rezelo, nco, fonco, rum ruro.
monroi, israelita.
Nota a la leczion 21a.
La r tiene sonido fuerte siempr~ que s~ comienza con ella
el vocablo, y azi no es necesarlO d~phcarla. c?mo quando
se ha de pronunciar fuerte en medlO de d1CZlontampoco
se duplica despues de la n y la s.
REGLAS PARA LEER EN EL SISTEMA ANTIGUO
Lo primero que debe tenerse. presente pa~!i leer los in:presos
y manuscritos del sistema antIguo és 9~e al letras ma}'uscu·
las que tienen diver~as. figuras que las mmusculas, ó cornentes,
que son las que slgUlen: Aa, Bb, Dd, Ee, Ff, Gg, LI, Mm,
Nn, Rr, Tt. . 1 . f'
Estas onze letras tienen en lo manuscnto a mIsma 19ura
casi que en lo impreso. .
Debe también notarse que la e i la g no tienen er dICho
sistema un sonido constante, la e cuando pre.cede á la. l;' 1 la i se
pronuncian como la z; de suerte que escnbe~ CecilIa y pro.
nunzian Zezilia. Téngase pues presente que la silaba que qUlere
dezir ze i la sílaba ci quiere dezir zi.
Lo mismo suzede con la g pr~zedie?do las I?isma~ dos
letras, pues se pronunzia como la Jota, 1 así ~scnben glgedO
y pronuncian jijedo: de suerte. que ~e. vale j~, 1 gi vale jl.
Por esta cauza quando al prezIsIon de dar una pronun·
ziazión neta a la g antes de é que i como I;"erra,glnda, af1!iden
una u que no suena, o se haze muda y escrIben guerra, ~mda.
En las palabras que debe sonar la u como aguero agulta se
pone la nota diéresis sobre la u para que no se lea agero, 6
agita. . 1 h' i6
Se halla de continuo en la escritura ~ntIgua a. sm un. n
que la e y esta letra jamás se pr:onunzIa:. ~ues SI se escnbe
hombre, ahora, vale tanto como SI se escnb1era ombre, aora.

Ai otra letra desconozida en nuestro método que llaman
eu: ~u mayúscula tiene esta. figura. Q, i su minúscula q sirve
lo ffilsmo que la C, con la dIferencIa que siempre se le ha de
seguir u, la cual es muda, sino es en el caso de tener la nota
,diéresis, como en la palabra cuestión que escriben questión
pues de lo contrario se leeria cestión.
Us~n también de la u consonante. i que la 1 griega: la primera
tIene esta figura V en la pronunziazión se confunde con
la b, de manera que lo mismo dice vaca que baca.
La i griega tIene esta figura Y: sirve para las vocales
·como yace, yegua, oyito, poyo, iuca: espresa también la con:
,junción 1, como Pedro y Pablo; Pedro i Pablo.
La escritura es una sustitución de la palabra. de la misma
:suerte que la palabra es una sustitución del pensamiento: amo
b~s cosas s?n dos arbitrios admirables fundados en la nece·
:sldad que tIene el hombre social de la mutua comunicación
'~e i~eas.. Porque ¿có~o podrian los demás penetrar nuestro
mterlOr sm que medIante la palabra, le diéramos sonido al
p~~samiento? Ni ¿cómo 'podrían los ausentes y venideros per-
-c~b1rlo que I:ablamos sm q~e le pintáramos la palabra me·
·dIante la ~~cntl}r~? La escntura pues .sustituyendo las pala.
bras, se. dIrIge ultImamente a la comumcación de las ideas: i
la doctrma que se da sobre este particular se llama ortografía.
El, h?mbre, s~n duda, advirtió 9.ue los vocablos se compo·
nen d~ sua~as dIversamente combmadas. Por ejemplo sa es
una sl1a~a 1 po es otra! l~~ cuales pronunciadas ejecutiva·
mente ~Icen sapo, que sIgmfLCa un animal; pero mudado el
-rdendIcen posa, que significa otra cosa distinta de donde se

Las consonantes pueden clasificarse en aspiradas, gutul'llr
les, Unguales, sibiJadas, labiales i nasales; según las diversas
partes de la boca con que principalmente se forma su pronunciación.
Toda vocal se pronuncia con la boca abierta, ó solamenteel
!ronco de la leng~a se bNa, ó Se levanta según sea nece.
sarla para que el aliento hIera con cantidad maior o menor
la bóveda del paladar
La a se prC!nuncia.abatiendo el tronco de la lengua desuerte
que el aIlento hIera de lleno el paladar. los labios se
abren algO más que la pronunciación de las demás vocales.
En la e se sube el tronco de la lengua cuanto es necesario·
para qUE!el aliento se dirija á herir la parte que hay desde
lo superIOr del paladar hasta su remate hacia los dientes.
En .la I se ~ube el tronco de la lengua mucho más que en
la é, .deJando aSI m';1ypoco hueco en el paladar, para que hiera
el aliento. Los labIOS pueden quedar en la misma abertura
que en la e i si alguna vez parece que se retiran un tanto los.
ángulos de la boca, es porque se necesita esfuerzo para pro~·
nunciar esta vocal, cuya dificultad se hecha de ver en los
sordomudos cuando aprenden a pronunciarla.
. La po~ición de la lengua en la pronunciación de la o, es
caSI la mIsma que en la de la a; pero enuecando la boca,
por cuyo motivo toman los labios una figura circular.
La u se pronuncia estrechando los labios mucho más queen
la o cuya postura es la misma con respecto al tronco dela
lengua.
3.
DE LAS CONSONANTES ASPIRADAS
En realid~d no hay ~ás letra aspirada. q~e la J: porquela
que en .el SIstema co,rrle!lte llam!ln ache, 1 tIene esta figura
H h no tIene una aspIracIón senSIble. No sabían como aspi.
rarian los antiguos la o en la palabra hombre y demás que
se escriben con ache: la aspiración francesa en la palabra haut
y otras; .no se usa en castellano i por otra parte los que
creen aspIrar con la ache, no hacen más que pronunciar la J.
como jigo jaeha en lugar de igo aeha. '
Con sólo arrojar el aliento con alguna fuerza se pronuncia
la j, como cuando decimos jarro. Aquellos en cuyo idioma no
se I?r.onuncia·esta le!ra á la española, la gradúan de áspera
y dIfICultosa; pero SI se observa, que un niño recién naCido.
pronuncia la· J clara y fácilmente, y que cuando comienza a

hablar no se resiste como la r la s i algunas otras, Se creerá
que se han equivocado teniendo por falta de suavizar lo que
sólo es falta de hábito.
La e y la g se llaman guturales porque su sonido se forma
en la garganta que los latinos llaman gatur.
Ambas se forman uniendo el tronco de la lengua contra
el paladar con la diferencia de que en la e se impele el áliento
con alguna fuerza, de modo que al mismo tiempo tire el es·
torbo que se opone a su salida; pero en la g se detiene con
suavidad el tronco de la lengua, de suerte que el aliento no
haga fuerza para abrirse paso, como se advierte en las pala·
bras casto, gasto.
5.
LINGUALES
Las letras d, 1, n, t, i la r sencilla se llaman linguales por
pronunciarse con la punta de la lengua. .
La d se pronuncia llegando la punta de la lengua al grueso
que tiene el enjuste de los dientes, desde estos hasta el re·
mate del paladar, y retirándola con suavidad para que salga
el aliento.
En la 1 se pone la lengua un tanto doblada de modo que
haga mayor el hueco de la boca, i toque el remate del paladar
mas bien que el enjuste de los dientes, de cuya posición se
retira hacia abaxo.
Esta letra puede ser herida de la b como en blanco; de
la f como en flaco; de la p como en plato; de la e como en
clavo de la g como en globo y de la t, como en tlaeo.
Si duplicamos la I nos sirve para expresar una consonan·
cia 'lingual a que no corresponde signo sencillo. Su pronun·
ciación se forma levantando la lengua para que toque el remate
del paladar. no precisamente con la punta, sino con la parte
que hay desde ella hasta casi la mitad, de suerte que para
dar paso al aliento se vaya deslizando.
La n por lo que corresponde a la postura de la lengua,
es la misma de la d con la diferencia, que la mayor parte del
aliento sale por las narices: y así esta letra también es nasal.
En la t se da a la lengua la misma configuración que en
la d; pero el aliento se abre paso con alguna violencia.
Para pronunciar la r sencilla, lo que sólo se usa en medio
de dicción, como en ara, se toca el remate del paladar con la
punta de la lengua, la cual se retira hacia lo interior al salir
el aliento.

Esta letra puede ser herida de las mismas consonantes
que la 1 como sucede en las palabras brazo, freno, primo, crudo,
grande, tronar.
La r tiene un sonido fuerte en principio de dicción como
en ropa; mas para que en el medio tenga el mismo sonido es
menester duplicarla, como en carro: debiéndose advertir que
no se escribe doble y se pronuncia fuerte después de n y de s
como en las dicciones Israel, honra. En estos casos su pronunciación
es sibilada y se hace arrojando el aire, a cuya
salida se libra la punta de la lengua contra el remate del
paladar.
6.
LABIALES
Se llaman labiales aquellas consonantes para cuya pronunciación
se requiere tener antes la boca cerrada, o con los
dos labios o con sólo el inferior, i los dientes de arriba.
La p se pronuncia arrojando con fuerza el aliento, de
suerte que al separar los labios haga en ellos alguna violencia,
casi impeliéndolos hacia fuera. Nótese que antes de esta letra
no se escribe n sino m como campo, lámpara.
En la b no se abre paso el aliento, sino que los labios
se apartan para dárselo. También se ha de observar en esta
letra lo mismo que se dijo en la p y asi se debe escribir ambiente,
sombra y no anbiente, sonbra.
La pronunciación de la m sólo se diferencia de la que
tiene la b, en que la mayor parte del aliento sale por las narices
y por esta razón se numera esta letra entre las nasales.
La f, es como una p, pronunciada con el labio y los dientes.
7.
SIBILADAS
La s y la z se llaman sibiladas por tener su pronpnciación
alguna semejanza al silbido, en latin sibilus.
En la s se estrecha la salida del aliento entre la punta
de la lengua y el principio de los dientes.
En la z se levanta un poco el medio de la lengua para
hacer que el aliento salga estrechando desde el remate del
paladar hasta los dientes.
La ch se pronuncia estrechando el paladar con ¡os lados
de la lengua para hacer el silbido.
La rr de que ya se ha hablado, corresponde a las consonantes
sibiladas.

8.
NASALES
Se llaman nasales con alusión al naruz latino, que signi.
fica la nariz, aquellas letras cuya pronunciación se forma despidiendo
el aliento por las narices. Tales son la m i la n; pero
particularmente esta ~ltima quando se le pone e~ci~a una
raya que la hace serVIr para expresar una pronunClaClOnque
no tiene signo sencillo en el alfabeto, como en caña. Para pronunciarla
se sube el tronco de la lengua mucho más que en
la i, arrojando todo el aliento por las narices; por cuya razón
quando estas se hallan enteramente cerradas mas bien se
pronuncia la i que la ñ.
Supuesto que en otra parte se ha hablado de las letras
mayúsculas, ó grandes, sólo resta notar, que siempre se da
principio á la e~critura con letra, grande, i lo mism? se practica
en lo suceSIVOcuando despues de punto Se comIenza otra
cláusula.
Todo nombre propio y apellido debe escribirse con letra
grande. como Pedro, Sánchez, Juana, Contreras. También se
deben escribir con mayúscula los propios de regione3, pueblos,
ciencias y artes, como Palestina, Santander, Olancho, Teología,
Pirotecnia.
Los nombres de dignidades se escriben sin mayúscula en
los impresos y manuscritos modernos, lo que no sucedía antes,
que los escribían con letra grande.
10.
DE LA PRONUNCIACION
Después de figurarse con las letras la pronunciación de
las palabras ¿todavía hay necesídad de saberse en cuál de sus
vocales se ha de hacer el acento i qué maior o menor causa
(sic.) * se ha de hacer en la lectura i con qué tono debe pronunciarse
el período?, para cuyo efecto debe ser menester usar
de la puntuación i esta consiste en ciertos signos que denotan
estos accidentes de la pronunciación.
Para denotar la vocal en que se ha de hacer el acento,
ó la mayor fuerza de la voz, se le sobrepone una rayita** ti·

ada de arriba abaxo hacia la izquierda de esta manera como
en solicito. Esta puntuación se omite en las palabras q'ue tie.
nen el acento en la penúltima sílaba, por ser las que más
abundan en nuestro idioma, como papelera, golosa, y demás
en que no es necesario acentuar escribiendo papeléra golósa
j caso deberá hac~rse para evitar equivocación como er: sandía.
En las que tIenen el acento en la última. particularmente
sI pueden equivocarse con otras, se deberá expresar el acento,
como en amará, amára.
Para denotar la mayor o menor pausa que Se debe inter.
poner a las palabras que componen el razonamiento se usa
el punto U; los dos puntos (:); coma (,); punto y coma (;).
El punto denota estar finalizando el servicio de la cláu.
sula; por cuya razón la pausa, que se hace después de punto
es mayor que las demás que se sefialan en el razonamiento.
Los dos puntos denotan una pausa menor que la del
p.unto; sirve para distinguir los principales miembros del pe.
rIada cuando es largo: y para denotar que la oración aunque
está perfecta quand? al régimen. ~o lo está quanto al sentido,
como: amemos a DIOSpor ser qUien es, i al próximo porque
Dios lo manda: pucs así cumplimos toda la ley.
Cuando se citan palabras o razonamiento de otro se ante.
ponen dos puntos como: Dios ha dicho: no quiero la muerte
del pecador.
. .La ~oma .sirve para indicar una pausa muy corta y para
dIstmgUlr vanas partes de la oración que tienen conjunciones
como: el nacímiento, la riqueza, la ciencIa, no Son cualidad~
comparables con la virtud.
Cuando la persona con que hablamos se expresa en el
razonamiento, debe ponerse entre comas, como: aprovechad,
niños, el tiempo cuya pérdida es irreparable.
Sirve también. la coma, par? separar alg!lnas palabras,
que aunque perteclentes á la oracIón no pervertIrán su sentido
si se citasen. En esta, por ejemplo: la virtud tantas veces recomendada.
es el mejor titulo, en el común decir de los sabíos
para exígir el respeto de los hombres. Si de esta cláusula cita.
.mos las palabras, tantas veces recomendada, i otras en el
común sentir de los sabíos, que están entre comas se 'da pero
fecta la oración: la virtud es el mejor titulQ para exigir el
respeto de los hombres.
. El punto y. c

Empléase últimamente el punto y coma en la numeración
de partes que importan ?~aciones completas. como: i?s hom·
bre~§8criflcan su tranqUIlIdad buscando con humUlacIOnesel
favor de los poderosos; exponiendo su vída por ideas, acaso
falsas, de un mal entendido pundonor; arrostrando los peligros
de la navegación por la esperanza de ser ricos.
Para indicar el tono con que se han de pronunciar las pa·
labras, se usa de la interrogación, y admiración. La primera
tiene esta figura (?) i sirve para cuando preguntamos; la
segunda tiene esta otra (!) i es para denotar el tono de sor·
presa o admiración, como: el estudio perfecciona el entendL
miento y así lo aborreces?, qué insensatez!
Para mayor exactitud se suele anunciar el tono de la pre·
gunta o exclamación poniendo antes por reclamo sus mismas
notas inversas, como: siendo la virtud amable ¿cómo no la
buscamos?, ¡la generación futura verá su patria floreciente
y dichosos ciudadanos! .
También usamos del paréntesis. fIgurados por dos semi·
circulas para incluir en ellos aquellas palabras que siendo
oportun'o decirlas. no tip.nen conexión con el sentido de la
cláusula: por lo que damos a la voz cierta diferencia de tono,
como: gran parte de los hombres (no lo digo por exasperar)
solamente nacieron para aumentar el número, 1 conswnJr las
'Cosechas.
Ultlmamente hay otras notas que sirven para mayor comodidad
de los lectores, á saber, guión, puntos, comas dobles,
i dialogismo. .
El guión una rayita horizontal que se pone al fm del
renglón;' cuando por no caber la palabra queda cor!ada, como
si escribiendo esta palabra caravana, no caben al fm del reno
glón más que las dos primeras sílabas. se les p~mqrá un .gui?n,
para advertir al lector que hasta el renglón SIgUIentefinaliZa
el vocablo, cara-vana.
No debe cortarse la palabra cuando la primera parte fi·
naliza, ó la segunda empieza con letra, o letras que no se
usan para principiar ó terminar vocablos castellanos: por esta
razón no se deben hacer las divisiones siguientes: ense-ñanza
ó enseñ·anza; pe-rfecto ó perf-ecto.
Tampoco se puede dividir la JI como en caballero; pues
equivocaría la pronunciación lo que no sucede con la rr en
que se puede principiar el renglón que siga con una, como:
oor.respondencia, hon·rado. .

· Cuando se cita alguna autoridad, suprimiendo algunas palabras,
que no son necesarias al objeto que se propone el que
las cita. se escribe una serie de puntos que denota esta falta,
como si dejéramol>:la escritura ... se dirige últimamente a la
comunicación de las ideas.
También se pone esta serie de puntos para notar porque
parte falta algo, para completar la menzura del verso que
se cita.
.......... esa prenda yo la tengo también ...
Las dos comas se ponen al principio de la cita, i se con·
tinúa en el de todos los renglones hasta terminarla con punto,
después del cual se ponen otras dos comas hacia arriba: "es
"necesario estar siempre dispuesto a hacer la guerra, para no
"hallarse jamás reducido a la desgracia de hacerla."*
El dialogismo se figura con una raya que separa unas
palabras con otras, tiene lugar quando se escriben frecuentes
preguntas y respuestas. en que seria molesto la repetición,
dixo, respondió, etc., como: que tal sefior lector la fabuUlla?
Puede ser que le agrade y que le instruya -es una maravilla,
dixo.
una cosa como suya Pues mire V.: Esopo no la ha escrito;
salió de mi cabeza -con que es tuya? -Sí sefior erudito, 1
ya que antes también le parecía: critíquemela ahora por
ser mía.** •
Es copia de los tres quadernitos que dirigió á la Municipalidad
el R. P. Dr. y Maestro Fray Matias Córdova. Secre·
taria de la Municipalidad de Guatemala. Junio 11. de 1824.
José Manuel Noriega".
ArchIvo General de Centro AmérIca.
B.80.6i.-Exp. 23075.-Leg. 1079.-Fol. 89.
Nota: El presente manuscrIto. fue Indudablemente el que sIrvió
para la edIcIón Impresa del afto 1824, en la Imprenta de Juan José
de Arévalo. (H.H.S.G.l.

Nota introductoria a las composiciones
poéticas anónimas publicadas por H.H.S.G.

Siempre es' interesante -en el campo de la literaturavolver
a lo antiguo y buscar en amarillentas páginas los escritos
de lQs hombres y mujeres que vivieron antes que nosotros.
Es interesante, porque esos escritos revelan las creencias,
tradiciones, leyendas, costumbres, luchas y' esperanzas de toda
una época~
Nadie como el poeta para ayudar al historiador a reconstruir
edades pretéritas, pues el poeta -que interpreta su
tiempo y su medio geográfico y social- fija en los versos
el paisaje que le rodea; pinta a hombres, bestias y criaturas
inanimadas; habla de los problemas y luchas del grupo humano
que le acompaña y anuncia, además, los caminos del
porvenir.
En la poesía de altos vuelos, los atributos del poeta están
mejor delineados que en la poesía popular y an6nima, ya
que el poeta culto sabe manejar su elemento de trabajo -que
es el idioma- como el buen alfarero maneja el barro de su
oficio. Sin embargo, no por esa raz6n la poesía del poeta
sin cultura es menos importante que la otra -cuando brota
de un poeta auténtico-, pues encontramos en ella atisbas intuitivos,
un lenguaje directo y popular, descripciones o sugerencias
interesantes y verdaderos brotes de gracia. El historiador
acucioso no puede despreciar esta clase de poesía. Tanto
la última como la primera pueden serle de gran utilidad en
sus investigaciones.
Sirva este corto preámbulo para justificar la publicaci6n
de algunas poesías de autores an6nimos en la Revista del
Instituto de Antropología e Historia. Héctor Humberto Sa-

mayoa Guevara nos da en la nota -que les sirve de pr6logo-
datos precisos sobre su procedencia, sus caracteres
caligráficos y la época a que pertenecen. A nosotros nos toca,
apenas, decir unas breves palabras que se refieran, especialmente,
al aspecto literario de las mismas pbesías.
La primera de ellas, dedicada a la Virgen del Oarmen,
es una composición octosílaba de motivo sagrado. En ella se
celebran a la bendita Señora del Monte Carmelo y a la conocida
Orden Carmelitana. Desde la segunda estrofa se advierte
que la poesía fue escrita en México y no en Guatemala, pues
los versos que pertenecen a dicha estrofa dicen así:
"A aquesta Nueva Espatia
que viene como mendiga
la que es Reina de los Cielos,
del Eterno Padre, hija". "
Pleno de la constructiva fe que era común a las gentes
de la colonia española en América, el poema habla de bulas
y jubileo s, de las gracias espirituales que reciben los devotos
de Nuestra Señora del Carmen y de sus triunfos celestiales
en la otra vida. Así, a través de un poeta sin nombre se nos
ofrece, en este tiempo materialista y afanoso, la mística colectividad
de los colonos españoles en el Nuevo Mundo.
En la "Canción de Cuna" encontramos atractivas imágenes
y una ternura fina y sencilla, que nos "obliga a declarar
que esta canción materna tiene mayor mérito literario, a
pesar de ciertas cojeras en algunos versos, que todas las poesías
de la presente colección. No es, exactamente, el arrullo
de la mujer común que duerme a su hijo; es más bien la
exaltación que entona la Belleza eterna frente al Niño Amor.
Ambicioso fue el poeta que escrib~ este poemita. Aunque
desciende al arrorró de la madre pobre y se inclina, comer
cualquier progenitora, sobre la criatura de carne y hueso,

comprendemos que sigue pensando en las figuras inmortales.
Es cierto que no se muestra preocupado por las reglas de la
ortografía y que a ratos se pierde o se confunde en su propia
modalidad expresiva. Pese a tales defectos, hay momentos
en que nos recuerda al clásico Góngora de los romances -y
que don Luis nos perdone la comparación-o He aquí un
ejemplo:
"Si mis brazos son tu cuna,
dormidos, hermosa flor,
que más de cuatro quisieran
la cama que tenéis vos".
El arrorró, que es como un ritornelo, tiene el encanto
primitivo del más primitivo folklore:
"Calla, no te coma,
duérmete mi bien, por Dios;
a la rana, rana va,
a la rorro, rorro, ro".
"Ai que si, que si, que si;
ai que no, que no, que no.
A la rorro, rosa mia;
a la rorro, bello sol",
Luego viene una cancioncilla juguetona, de alguien que
le teme a la patrulla nocturna, pero que, al mismo tiempo,
se burla de su propio temor. Después leemos un mensaje amoroso,
en el que el amante sabe decir palabras como éstas:
"Mis tristes suspiros
correos serán
que ha, donde estuvieres,
irán y vendrán".

Las últimas composiciones son apasionadas referencias a
los sucesos políticos que conmovieron a Centro América después
de la proclamación de nuestra independencia. Interesan
más por las señas históricas que en ellas pueden hallarse que
por sus cualidades poéticas. Ni siquiera llegan a tener la espontaneidad
vital y la bizarría de los más simples corrido~
mexicanos.

En el Archivo General del Gobierno de Guatemala, en
su fichero de COMPOSICIONES POETICAS y EN VERSO,
se encuentran numerosas poesías anónimas. De ellas se han
seleccionado algunas para su publicación. La primera de tema
religioso es dedicada a la Virgen del Carmen. La segunda es,
probablemente, una canción de Cuna, en la cual aparecen
Venus y el" Amor. La tercera se reduce a un fragmento, y
la cuarta versa sobre un tema amoroso. Las cuatro se encuentran
manuscritas con letra cuyos caracteres caligráficos
corresponden a copias hechas en los finales del siglo XVIII
o principios del XIX. Ninguna de ellas tiene fecha ni indicación
alguna sobre su autor o sobre su copista. Las otras
cuatro tienen como tema los sucesos posteriores a la proclamación
de la Independencia de Centro América, en la ciudad
de Guatemala, el 15 de septiembre de 1821, y en ellas zahieren
al Partido denominado de los Gacistas, sus adversarios
del Partido 'denominado de los Cacos.' Mientras que los cuatro
primeros reúnen alguna calidad poética, los cuatro últimos
carecen de ella y son hijos de las pasiones políticas del momento,
que dividieron a la opinión pública en, los días turbulentos
anteriores y posteriores a nuestra emancipación política
de España.

POESIA ANONIMA DEDICADA A LA
VIRGEN DEL CARMEN
Alabemos con los Santos
a la estrella peregrina
de Truxillo Peruano
por lo Oriente conducida.
A aquesta Nueva España,
que viene como mendiga
la que es Reina de los Cielos
del Eterno Padre hija.
Quién la tubo prevenida
para Madre la más linda
del Redentor, y su Esposa
del Espíritu de Vida.
Esta es la esperaba (sic.)
aquel gran propheta Elías
novecientos y más años,
en oración noche y día.
Pues .sin verla veneraba,
. y Capilla le tenía
en aquel Monte Carmelo
su primer dorada Silla.
Donde es Madre y Magisterio
de su Religión bendita
Sacra Orden Carmelitana
familia la más lucida.
A esta le merece el timbre
Virgen pura la más limpia
de ese Santo escapulario
del cielo reliquia traida.

A San Simon general
le entregó por real divisa
con sus manos esa joia
para que todos la vistan.
Sus gracias son mar inmenzo
el Bulario que lo diga
Indulgencias, fabores,
y más diga (testado en el original)
Juvileos y más diga.
Los que devotos trugeren
a su garganta ceñida
prenda tan alta. que es muro,
y defensa de alma y vida.
No padesera en el fuego
del infierno, y su fatiga,
y al Purgatorio si fuesen
por providencia divina;
En el Sábado primero
después de su muerte lista,
el Carmelo Monte Madre
por su real palabra dicha,
Yntercederá piadosa,
si han cumplido en la vida
sus mismas palabras dichas
en la Bula Sabatina.
Que saldran de aquellas penas
a gozar de las delicias
en la Gloria Celestial
de aquella triunphal Milicia.

Desbelada estaba Venus
al llanto del Niño Amor
y entre sonoros arrullos
le entonaba esta Canzion.
Basta, Basta Niño mio,
No aia mas cese el dolor
Guárdate que viene el bu,
ai que feo y que tragan.
Calla no te coma
duermete mi bien por Dios
a la Rana, Rana va
a la Rorro, rorro, ro.
Duermete vello Cupido
y suspende tu Rigor
porque cesen en tu brazo
las Saetas y el Harpon.
Mira que te azechan Zelos
ai hijo que malos son
porque meten por los ojos
Ponzoñas al Corazon.
Ai que si, Que si, Que si,
Ai que no, Que no, Que no,
pues si el niño amor se duerme
no abra en los zelos rigor.
""Si mis brazos son tu cuna
dormirías Hermosa !

Chito, Chito, que el Desden
se come al niño lloran
para que al desprecio muera
el que no duerme al favor.
Ai Que si, Que si, Que si,
Ai que no, que no, que no,
a la rorro, rorro, Rosa mia,
a la rorro, rorro, vello sol.
Si inquieto dormir no puedes
mira que te arrullo yo,
y el mas travieso durmera
al arrullo de mi Voz;
Duermete por la preciosa
que es locura tu clamor
porque sin razón acaba
el que llora sin razon
A la Rana, rana, rana,
a la rorro, rorro, ro,
Que mientras amor, no duerme
es martirio la aficiono
J onda permíteme que me esconda
que viene tras mi la ronda,
Ay isi me llegan a pescar
a donde ire ya a parar!
Recit. O. (Estribillo)
Jonda yo vendo monda y vironda
mui tarifa y mui joronda
Ay ¡si me antecogen assi
no se que sera de mi!

Jonda la Cassa de Trapissonda
Ay ¡y si en ella vengo a dar
sin duda que habre de hilar.
Jonda yo no haio quien me responda
con ser que vengo redonda
Ay ¡Y yo quisiera temer
pero me pueden coger.
(Estribillo) .
Querirlfsima Prenda, y nunca olbidada Perla,
que en esta Concha de mi triste Corazon, Pura
Slt:mpre guardo.
Divina Sefiora
mi bien escuchad
que te ama mi amor
ya, que esto es verdad.
De tus vellos ojos
me habre, de usentar
no porque es mi gusto
ni mi boluntad.
Mensajero oculto
el suefio sera
que aunque estes dormida
contigo hablara.
Mis tristes suspiros
correos seran
que ha, donde estuvieres
yran y vendran.

Y con ellos mismos
tu me escribiras
para que yo sepa
mi bien como estas.
Ya vida mía
que me parto ya
y mi corazon
en ti quedara.
Se cagaron los gases 1
por la ignosiensia
por no saberse juraba
la Yndependensia.
Pensaba el gaz 2
con cruel biolensia
el ser tan firmes
sin la Yndependensia.
Como va de Yndependencia
Sanvo: chucan envustero
deja de vivir Yngrido
Ve lo que te a susedido
por tus amigos los gases
viva vobo majadero
1 Alusión a los miembros del Partido denominado Gaclsta cuyo
principal corifeo era el Sabio don José Ceclllo del Valle. '
2 Alusión al partido Gaclsta.

pues que no an sido capases
de defender su partido
Vive quieto· y escondido
y con mucha resistencia.
Con vos ablamos Marcelo
alias San Juan y demas
vien puedes aser consilio
con el cojo Don Tomas.
Tanvien como Morales
todos toditos los gases
que han sido tus secuases
los nikitos Perales.
Vusca onor y resistencia
no te hagas avoresido
que el grito de Yndependencia
te a dejado mui corrido.
Ya no cuentes con Yvara 3
vive aora con gran paciencia
no trates de sin guisarra
y jura la Yndependencia.
O que poca consequencia
la que has tenido en aniar
aora deves convocar
que juren la Yndependencia.
3 Probablemente se alude a don Mateo Ybarra, prior del Consulado
de Comercio, corifeo del Partido Gaclsta y quien al organizar un
mitin en Antigua Guatemala, tuvo que huir al ser atacado por las
autoridades de dicha ciudad, miembros del Partido Caco. Héctor Humberto
Sámayoa Guevara, El Artesano en la Indep,endencla de Centroamérica,
(Guatemala: Separata de la Revista 'Universidad d.e San
Carlos", Imprenta Universitaria, 1963). pp. 130-131.

DON JOSE CECILIO DEL VALLE, DEFENSOR DE LOS
MAGISTRADOS ESCOBAR Y MEJIA *
Antropologla e Wstorla de Guatemala, Yol. XIY·1·p. 38, enero
de 1962.

La recién fundada República Federal de Centroamérica,
se vio muy pronto convulsionada por la guerra civil de 1826-29.
Bien sabido es, que ésta concluyó con el triunfo del general
Francisco Morazán. Desde 1830 hasta 1839, es decir, por dos
períodos consecutivos, Morazári ejerció la primera magistratura
de la Federación Centroamericana. El triunfo del general
Morazán y su permanencia en el poder, entrañó la hegemonía
del Partido Liberal y el desplazamiento del Partido Con~
servador de "Centroamérica. La revolución liberai triunc
fante dictó una serie de medidas, tales· como: la libertad
de cuitos; la expulsión y supresión· de las comunidades religiosas,
con excep~ión de los Belemitas, nacionalización
de los bienes" de la Iglesia, expulsión del arzobispo fray Ramón
Casaus y Torres y" de los principales líderes del partido vencido,
"etcétera. Coetáneo· de la administración morazánica, fue
el gobierno de" ¡os i" '!ños (18"31 ~38)"; en el Estado de Guatemala:
. del doctor .."Mariano Gálvet.. Administración notable
por la se"r~e derefbrmil.s emprendidas durante la misma, y
trágicamente truncadaslJOr su:violenta caída en 1838.
M~y prontoé GQbí~rno: de Moraián tuvo· queenfren~
tátse a la "reacción del Partido Conservador. La "república fue
atacada: entre los años ·1831-32 por las fácciones de Arce y
Domínguez casi simultáneamente, ágravándose la situación por
los "súcesos del Estádo" de El Salvador. De todos estos sucesos
nos interesa particularmente "la invasi6n de Arce por Soconusco.

Don Manuel José Arce, prócer de la emancipaci6n política
y primer presidente de la Federación Centroamericana y uno
de los principales protagonistas de la guerra civil 1826-29,
había perdido el poder a consecuencia del triunfo de Morazán.
Exiliado en México, se situó a fines de 1831 en el territorio
de Soconusco, que entonces tenía· un ."statu quo" de Estado
soberano e independiente. La invasión de Arce por Soconusco
fue destrozada por el Gobierno Fede;al Centroamericano.
Las fuerzas federales al mando del coronel Nicolás
Raoul, de origen francés, tomó el 24 de febrero de 1832, la
población de Escuintla, en Soconusco, donde estaba Arce,
infligiéndole una derrota total.
Intima conexión con estos sucesos, tiene el presente documento:
"En junio de 1832, las autoridades del Estado de
Guatemala, capturaron y encarcelaron a Isidro Arreola, chiapan
eco, suponiéndolo espía y partidario de Arce. En la visita
de cárceles efectuada por los Magistrados Bernardo Escobar
y Mariano Mejía, pusieron en libertad a dicho "Isidro Arreola,
por no haberse librado auto motivado de prisión, y haberse
infringido el artículo 33 de la Constitución", etcétera. Esto
motivó el disgusto del jefe del Estado de Guatemala doctor
Mariano Gálvez. Conocido el caso por la Asamblea Legislativa
del Estado de Guatemala, ésta declaró haber lugar a la formación
de causa, contra los mágistrados Escobar y Mejía,
con fecha 11 de julio de 1832. Se formó un Tribunal de
Suplentes en el seno de la Corte Suprema de Justicia del Estado,
y los magistrados precitados nombraron defensor al licenciado
José Cecilia del Valle, con fecha 22 de mayo de
1833. A pesar de la brillante defensa del Sabio Valle, y haber
mostrado que la razón y la justicia estaban de parte de los
magistrados Escobar y Mejía, éstos fueron condenados "A
tres meses de suspensión de los derechos de Ciudadano y pér.
dida de las dos terceras partes de las dietas que han dejado

de percibir volviendo a tomar su asiento el Magistrado Escobar,
tan luego como transcurran los tres meses citados".
Singular importancia reviste el presente documento, ya
que muestra una de las facetas poco conocidas del Sabio Valle.
Me refiero a la de su propia profesión, esto es, la abogacía.
Se han recopilado numerosos documentos referentes al pensamiento
filosófico, pedagógico, económico, sociológico, histórico
y político de Valle. Pero en lo relativo a su pensamiento
jurídico, es uno de los pocos documentos conservados
hasta hoy, y que muestra el alto rango que como jurista,
alcanzó el Sabio José Cecilia del Valle. Este documento fuera
también del valor que tuviera en su época, es una valiosa
lección de historia del Derecho Constitucional, Internacional,
Civil y Penal para los estudiosos de hoy.
Finalmente, este documento tiene especial importancia
biográfica, porque uno de sus protagonistas, el licenciado Bernardo
Escobar, fue una de las figuras políticas de mayor relieve
por esa época, uno de los principales corifeos del Partido
Liberal y en 1849 llegó a ocupar la presidencia del Estado
de Guatemala.
Tribunal de Suplentes;
Los Magistrados Bernardo Escobar y Mariano Mejla, procesados
por este Tribunal, han pensado en mi para su
defensa. No era justo desoir su voz. La de un desgraciado
tiene derecho a la sensibilidad. Y si un criminal, acusado
por la opinión pública, excita la ira de los hombres justos;
un inocente, perseguido en juicio, se atrae la conmiseración
de los hombres de bien.
Yo me presté a las súplicas de los Magistrados que tienen
a su favor los sufragios del público. Yo resolVÍ ser su
defensor; y aceptando (estando) este cargo me propuse
dos objetos: Servir a dos desgraciados, manifestando su

lnocencia: Servir al Estado; designando las leyes que _el
proceso acredita ser dignas de reforma .
.Para llenar uno y otro, y dar a esta exposición lá.s luces
- dél orden, la dividiré en tres partes. En la primera in·
dicaré .las leyes o acuerdos que han dirigido este asunto,
y -demostraré los- daños, que pueden causar y 1a necesi·
dad de lleriar el vacío -que haya en ellas. Expresaré los
cargos hechos a los Magistrados, y manifest~ré q!1e no
- son legales en la segunda. En la tercera contestaré a las
objeciones que se han hecho, evidenciándo su nulidad.
Pero discurriendo sobretódos C estos puntos en -una cau-·
sa -en que se han tocado -articulos- tan odiosos; yo no
-olvidaré jamás las consideraciones que merecen las Au·
toridades, la atención de -que es digno todo _hombre y
- el decoro que debo a mi firma. No hay personas para
-mí: Hay prÍIlci¡:>ios:-hay razón: hay justicia. ..
Que ella sea la que inspire a este Tribunal. Que -la venda
de la razón no permita a sus individuos ver a -las pero
sanas que _aparecen en el juicio atacando, o defendiendo:
·.Que sJ1 atención seaexclusiv¿¡,mente fija en la. Ley~ y
no oiga otra voz que la de ésta.
Tales són -los votos que hágo para que la SentenCia que
·Se-pronuncié -s~a obra de aquella Imparcialidad ilustrada
que elevándose sobre todo, no mira más que· lo justo.
Ninguna Autoridad, dice el articulo 70. de la Constitución
del Estado, es superior. a la Ley. Por ella debe ordenarse,
juzgarse y gobernarse.f' .
Yo me prometo la observancia de este articulo, lleno de
esperanzas en su cumplimiento .empiezo' IDi exposición,
y ~spero .que no seI:~ inútil mi trabajo.
•La. Constitución del· Estado, acorde con la de otras naciones,
declara en los articulas 222 y. siguientes que los
Agentes Supremos de. los Poderes, Legislador, Ejecutor
y Juzgador: Los Diputados, el Jefe.y Vice:Jefe, los Ma-
1 Alude a la primera ConstitucIón del Estado dé Guatema·
la, promulgada el 11 de octubre .de1825. Cada EstadQ de la
Federación Centroamericana tenIa ·su Comstltuclón particular.

gistrados y los Consejeros no pueden ser procesados sin
que la Asamblea declare previamente haber lugar a foro
mación de causa.
Pero la Asamblea pronuncia estas declaratorias sin audiencia
precedente a los interesados. Sin darle a los Ma·
gistrados Escobar y Mejía mandó, que se les formare
causa: sin haberles oído sufren en su honor la nota con·
siguiente a aquella declaratoria desde 11 de Junio de 1832:
Sufren en su empleo la supresión de trece meses y dias:
Sufren en su persona todas las durezas de un proceso
criminal.
Prescindamos de abstracciones que haya al fin un muro
y valladar entre las Teorias y las Experiencias. Sufrir
notas depresivas en el honor: Sufrir un año y más de un
mes

.convenir a su derecho, y. después de esta audiencia se
.discute el asunto y declara si ha lugar a la formación
de causa. El dictamen de la comisión y los documentos
a que se refiera, dice el artículo 54 del Reglamento del
Congreso de esta República, se lerán (sic.) al "Congreso
en presencia .del acusado: éste expondrá lo que juzgue
convenirle: Se retirará en seguida; y los Diputados de·
clararán si ha lugar a la formación de causa.
No se diga que la Asamblea es el gran jurado en casos
semejantes al presente, y que en los grandes jurados no
se da audiencia al acusado. En los Estados Unidos del
Norte, en la Nación que no cesamos de presentar como
modelo en tribunal de policia compuesto de tres Magistrados
hace comparecer al inculpado luego que tiene no·
ticia o queja de un delito: le toma inmediatamente declaración:
examina en público a los testigos; y manda pasar
estas diligencias al jurado de acusación: este declara si
ha lugar a ella; pero lo declara después de haberse re·
cibido declaración al acusado por el tribunal de policia;
y esa declaración es una audiencia dada conforme al de·
recho más sagrado de la especie humana.
El primero de los derechos, entre todos los que dirigen
al hombre: la razón universal enseña, que la Autoridad a
nadie ha de hacer sufrir' sin oirle previamente. La au·
diencia es necesaria en todos casos; y si las leyes y reglamentos
de la Asamblea no la previenen expresamente el
bien público exige que el Poder Legislativo llene este vacio.
Pronunciar la declaratoria de haber lugar de formación
de causa: suspender por ella a un funcionario,.,y dejarle
suspenso meses o años sin formarse el Tribunal que deba
juzgarlo, es procedimiento que tampoco puede tener los
votos de la razón.
Las detenciones: las prisiones: las suspensiones: los pro·
cesas criminales: todo tiene término prescrito por la ley.
La detención dice el articulo 186 de la Constitución del
Estado, no puede exceder de 48 horas. Todo preso, dice
el artículo 188, ibidem, debe ser interrogado dentro de
48 horas; y el juez debe decretar la libertad, permanen·
cia en la prisión dentro de las 24 siguientes. La pena
correccional de arresto, dice el mismo artículo, no puede

exceder de un mes. El Poder EjeqItivo, dice el articulo
149, ibidem, podrá suspender a los funcionarios del Go.
bierno por el tiempo de tres meses cuando. lo exijan la
tranquilidad y el orden público, o el interés del Estado
evidentemente manifiesto, previo dictamen del Consejo.
La acusación, dice una ley, debe formalizarse en tal tér.
mino. El acusador, dice otra, debe producir sus pruebas
en tantos dias. La acusación del delincuente y su pena,
añade otra, prescribe por tanto tiempo, y pasado este no
puede procederse contra él.
Todo es acotado en la legislación: todo tiene términos
designados. Sólo la facultad de tener suspenso a un fun·
cionario a quien la Asamblea ha mandado formar causa,
será ilimitada, y no tendrá otros linderos que los que
quiera la voluntad o libre albedrio. Aun cuando la tranquilidad
pública o el interés del Estado exige que se suspenda
a un empleado, la Constitución manda que su
suspensión no exceda de tres meses; y no exigiendo la tran.
quilidad y el interés del Estado la suspensión de los Ma.
gistrados Escobar y Megía. Será justo, será conforme a
la Constitución que se les haya tenido suspensos trece
meses y días sin establecerse el Tribunal que debe juz.
garlos?
Desde 11 de Julio de 1832 se acordó sin oirles, que se
les formase causa: desde aquel mes han estado suspen.
sos, y hastal 13 de Mayo de 1833 empezó a funcionar
el Tribunal que se organizó el mismo mes para juzgarlos.
Se les suspendió el 11 de Julio de 1832 mandando que se
les formase causa: a los seis meses y días ·se acordó el
27 de Diciembre del mismo año el Decreto Orgánico del
Tribunal que los habrá de juzgar, y de la sustanciación
que debía darse a su causa; y a los once meses y dias
se formó aquel Tribunal y comenzó a sustanciarse la
causa. El 11 de Octubre de 1825 mandó la Constitución
que los Magistrados fuesen juzgados por un Tribunal
nombrado por el Consejo entre los suplentes. En 1832
se ignoraba cual seria la organización del Tribunal: se
ignoraba cual seria la sustanciación de la causa. Todo
se hizo con posterioridad al cargo de que se ha acusado
a los Magistrados Escobar y Megía a la responsabilidad

que' se' les declaró, a la suspensión a que se les tiene
sujetos: Cual hombre de honor y capital querría ser Ma·
gistrado, si pudiera decretarse formación de causa a losque
lo sean, y no seguirse la causa hasta el alío de ha·
berse mandado formar? Y a que sujetos iría pasandola
magistratura, si rehusasen servirla los que tíenen pro·
bidad, ilustración y fortuna? Y pasando a manos POc()
aptas o a pechos inmorales, cual sería la suerte de la
República que desde 821 procuramos organizar y no esta
todavía consolidada?
Si hay ley que prefina el término preciso dentro del cual
ha de juzgarse al Magistrado a quien se ha mandado foro
mar causa, su voz debe hablar a favor de los Magistrados
Escobar y Megía. Si no la hay acordada todavía, el celode
la Asamblea debe sin duda dictarla. No es justo: no
es moral suspender a un funcionario hasta que se le
absuelva en la causa que se le deba formar, y dejarmeses
o alíos suspenso, sin seguirle la causa que ha de
decidir su suerte. Si al hombre más facineroso debe formarse
causa inmediatamente que es denunciado o acusado,
y la causa debe instruirse en términos breves y
perentorios para no prolongar el sufrimíento. Un emplea-o
do será de condición más triste que el más vil y depravadocriminal?
No es este el tíempo de los derechos, el períodode
la libertad, la época de las garantías? Y cuales son
las de los Magistrados si pueden ser suspensos sín seroídos,
y condenados a sufrir esta pena por tiempo ilimi·
tado, sin formarse el Tribunal que ha de juzgarlos, ni
instruírse el proceso que debe decídir sus destinos?
El Decreto de 27 de Diciembre de 832 que prescribe la
sustanciación que debe darse a la causa de los Magistrados
es otro punto digno también del celo de lá Asamblea.
No distingue casos que es preciso tener presentes:
manda que se instruyan breve y sumariamente; y esta
generalidad es poco conforme a los principios de Derecho
y en diversas circunstancias priva a los Magistrados, de
una de las garantías más recomendables.
Las causas deben tener sustanciación sumaria, u ordinaria
según la diversidad respectiva del caso. Cuando el
cargo es de fácil averiguación, y la pena que correspon-

da imponer debe ser leve o correccional, la sustanciación
debe ser también breve y sumaria. Pero siendo dificil o
complicada la inquisición y grave la pena que correspon·
da fallar, la sustanciación debe ser ordinaria para que
la verdad pueda averiguarse en todos sus aspectos.
Que sea breve y sumariamente sentenciada la causa en
que se acusa a los Magistrados de haber determinado un
asunto contra ley expresa. La sentencia que hubiere fa·
lIado es bastante para formar el proceso. Pero haciéndose
cargo de traición, de correspondencia con enemigos de
la República, o de otros delitos que exigen indagaciones
largas y difíciles, se sacrificaría el interés público del
Estado, y el Derecho particular de los Magistrados embarazando
la sustanciación ordinaria que puede dar luces
para el descubrimiento de la verdad.
Saber si debe ponerse en libertad a un hombre preso
desde muchos dias sin auto motivado de arresto, es problema
de muy fácil resolución, y en uno o dos días po·
dría ser determinada la causa que se siguiese sobre este
preciso punto. Pero a este cargo, hecho a los Magistrados
Escobar y Megía, se han añadido otros que nos son de la
misma naturaleza; y su averiguación exigía una sustanelación
capaz de sacar la verdad de lo más obscuro, y
ponerla en el punto más luminoso.
No se ha dado a la causa la que le correspondía por su
naturaleza. Ha sido preciso darle la que prescribe el Decreto:
los Magistrados no han podido dar todas las pruebas
que convenía a su derecho: han dado algunas en
términos breves, angustiados por ser breve y sumaria la
sUstanciación de la causa: se han quedado sin evacuar
algunas diligencias; y los que estuvierol,l esperando once
meses que se les formase causa, se han visto al cabo
de tanto tiempo reducidos a causa breve y sumaria, sin
aquella latitud que permite las ordinarias.
El cargo que ha dado mérito a instruirla ha sido el de
haber puesto en libertad a Ysidro Arreola,2 que desde
2 Ysldro Arreola (alias Chato FllIs) , chlapaneco, casado,
avecindado en Chlapas, y presunto espla de Arce. Fue detenido
en el barrio de San Sebastlán, en la ciudad de Guatemala don·
de se decIa que tenIa numerosos parientes. Fue hecho prisionero
por el Jefe PollUco interino, Manuel José Jáuregul.

muchos dias estaba preso sin auto motivado de prisión.
Se ha dicho por una parte que Arreola era un espia delos
expatriados, un traidor, un reo de Estado. Se ha ma·
nifestado por otra la ley fundamental que manda poner
en libertad a los que estén presos sin auto motivado deprisión.
Yo he meditado una y otra razón: he visto las pruebas
con que se intenta acreditar lo uno, y la ley en que se
funda lo otro; y después de un examen detenido suplico
se me permita decir. que si los legisladores que dictaron
aquella ley, le hubieran dado otra forma, se ha:brian excusado
las incidencias odiosas de esta causa y otras que
pueden ocurrir.
Un hombre puede estar preso sin auto motivado de pri·
sión por una de dos causas: o porque siendo inocente,
la venganza o prevención del Juez quiere tenerlo preso
y no encuentra motivos justos para su prisión, o porque
siendo positivamente criminoso, el Juez tiene poca actividad
y celo, o es poco exacto en el cumplimiento de
sus deberes.
Dictar ley para que se ponga en libertad al inocente que
estuviere preso sin auto de prisión, porque el Juez no
ha encontrado causas en que fundarla seria oir la voz
de la justicia y los acentos de la humanidad. Decretarla
para que se ponga en libertad al criminoso que se hallare
preso sin auto de prisión porque la indolencia del Juez
no se ha acordado de proverlo, seria olvidar los intereses
del público y desatender las inspiraciones de la razón.
Las leyes muy universales, dijo el filósofo de Estagira,
son peligrosas en muchos casos, y los siglos corridos desde
entonces atestan su previsión.3
Se ha mandado que se ponga en libertad a todos los que
estuvieren detenidos sin auto motivado de prisión. Y si
es Catilina el que está en la Cárcel, y la apatia e indiferencia
del Juez olvidó proveer el auto motivado de prisión,
no saldrá el preso a unirse con la facción que espera
a su jefe para incendiar a Roma? Y si es un perro ra'

ioso el encadenado, no correrá a morder a todos los que
encuentre al paso?
La ley manda con generalidad que se ponga libres a los
detenidos, si no hubiere auto motivado de prisión; y los
magistrados deben cumplir la ley. Han sido instruidos
para su ejecución. No pende de su voluntad el dejarla
de observar.
Si el detenido sale a hacer daños, la leyes la causa de
ellos: la leyes, la que mandando que se le ponga en
libertad, ha mandado que se castigue al público por el
descuido u omisión del Juez que no proveyó el auto motivado
de prisión; y una ley que castiga al pueblo por
la culpa de otro debe ser reformada sin duda.
Yo respeto al primer legislador que dijo: Pongase en li·
bertad a los detenidos, si no hubiere auto motivado de
prisión. Yo ofrezco mis consideraciones a los legisladores
que han sido ecos del primero. Pero séame licito decirlo
la ley no debe mandar con generalidad, que se ponga en
libertad al detenido si no hubiere auto motivado de pri·
sión. Esta universalidad puede ser peligrosa, especialmente
en Centro América en donde la educación está tan
atrasada, y particularmente en una época en que el Gobierno
no ha sido todavia consolidado. Es preciso conocer
muy bien el suelo y la estación antes de dictar leyes. Las
que vegetan lozanamente en Europa, no podrán talvez
germinar en América sin brotar espinas, ó producir frutos
venenosos.
Lo que podria mandar la leyes, que si hubiere algún
detenido sin auto motivado de prisión, los Magistrados
en el acto de la visita manden que en el mismo dia informe
el Juez acompañando las diligencias respectivas,
y que en vista de ellas la Corte le imponga una de las
penas que debe designar la ley según la diversidad de
casos.
No quedaria entonces impune el .Juez que descuidase de
poner el auto de prisión: no seria el público castigado en
ningún caso por la omisión de otro: no se verian Ma·
gistrados, suspensos y procesados como Escobar y Megia,
por ser como ellos ejecutores exactos de la ley.

No merecen otra denominación los acusados. No lo digo
por la prevención que inspira el título de defensor. Lo
afirmo con la mínima imparcialidad con que hablaria si
fuera Juez.
Los Magístrados Escobar y Megia mandaron poner en
libertad a Ysidro Arreola por estar preso desde muchos
días sin auto motivado de prisión; y dando esta orden
se dice: 10. que obraron ilegalmente: 20. que desconocieron
la orden de 16 de Noviembre de 1831 dictada por la
Asamblea: 30. que infringieron los decretos emitidos por
el Jefe del Estado en virtud de aquella orden: 40. que
contravinieron el Artículo 117 del Reglamento de la Corte.
Estos son los cargos hechos a los acusados, los cargos
por los cuales se les mandó formar la causa que pende
en este Tribunal.
10. El primero asombrará sin duda a los que hayan leido
las Constituciones publicadas sucesivamente en Europa y
América desde la época que se llama Constitucional.
Antes de ella, en los tiempos anteriores había en diversos
paises diferentes abusos. Unos eran presos por alguaciles,
oficiales o comisionados que no tenian facultad para de
cretar prisiones: otros lo eran sin orden escrita de auto·
ridad competente: otros sin constar el motivo de su pri·
sión y otros se envejecian en ella sin ser interrogados ni
concluida su causa.
La Filosofia que se interesa por los sufrimientos de la
humanidad, empezó a levantar la voz contra tales abusos,
y sus acentos fueron oidos por los legisladores.4
Los de Francia dijeron en el capitulo 50. sección 3a., articulo
100. y 110. de la Constitución de 1791: Ninguno
puede ser aprendido sino para ser presentado al oficial
de policía: todo hombre presentado a éste, sea examinado
inmediatamente o en 24 horas a más tardar: Si de examen
resulta que no hay culpa en él, pongase desde luego
en libertad; y si resulta culpado, dese órden para su

prísión en la Cárcel con tanta brevedad que no exceda
de tres dias: En los articulas 3, 4 y 5 de la Constitución
de 1793, que se observase 10 mismo que expresa la ano
terior: en los articulas 223 y 224 que toda persona aprendida
fuese presentada al oficial de policia y examinada
iI1mediatamente, y que el auto de prisión no fuese cum·
plido si no expresaba el motivo de ella, y la ley 'por la
cual había sido ordenado.
Los de España mandaron en los articulas 287-293299 Y
330 de la Constitución de 1812: que ninguno pueda ser
preso sin que preceda información sumaria de delito, y
mandamiento escrito del Juez: que el Alcayde no admita
a ningún preso sin que se le entregue copía del auto motivado
de prisión que el Juez y el Alcayde que faltaren
a esta disposición sean castigados como reos de detención
arbitraria; y que dentro de 24 horas se manifieste al tratado
como reo de causa de su prisión.
Los de los Estados Unidos Mejicanos acordaron en los
articulas 150 y 151 de la Constitución de 4 de Octubre
de 1824: que nadie sea detenido sin que haya semi-plena
prueba o indicio de que es delincuente; y que ninguno
sea detenido más de 60 horas.
Los de esta República de Centro·América decretaron en
los articulo s 158159 Y 160 de la Constitución de 22 de
Noviembre de 1824: que nadie pueda estar detenido más
de 48 horas, y en este término la autoridad que haya
ordenado la detención debe librar por escrito la orden
de prisión o poner en libertad al detenido: que el Alcayde
no reciba ni detenga en la Cárcel a ninguna persona sin
transcribir en su registro de presos o detenidos la orden
de prisión o detención: que todo preso debe ser interrogado
dentro de 48 horas, y el Juez debe decretar la li·
bertad o permanencia en la prisión dentro de las 24 horas
siguientes. .
Los de este Estado de Guatemala dispusieron en los aro
ticulos 186-187y 188 de la Constitución de 11 de Noviem·
bre de 825: que la detención de un hombre no puede
exceder de 48 horas: que en este término debe librarse
por escrito la orden de prisión, o ponerse en libertad al
detenido: que el A1cayde no detenga en la Cárcel a nin·

gurio sin transcribir el auto de prisión: que todo' preso
debe ser examinado dentro de 48 horas; y en las 24 siguientes
debe decretarse la libertad o permanencia en
la Cárcel.
El Jefe actual de este Estado dice en el articulo 115 del
Reglamento de la Corte de Justicia, acordado por él mis-
-moel 22 de Marzo de 1832 en uso de facultades extraordinarias:
que la Corte ponga en libertad a todos los
que se hallen en la Cárcel detenidos o presos por autoridadincompetente;
y a los que lo estén por autoridad
competente, si pasado el término de dos días no se huhiere
proveído contra ellos el auto' motivado de prisión.
, No era posible el explicarse con palabras más expresivas.
En' el término de dos días debe decidirse la suerte de
'cualquiera que esté detenido. O se le pone en libertad, o
se provee el auto motivado de prisión.
Esto es lo que han dispuesto las Constituciones politicas
de otras naciones: esto es lo que ha decretado la de nues-
'tra República:' esto es lo que ha mandado la de este
Estado de Guatemala: esto es lo que ha dispuesto el Jefe
, , actual de él. .,
El artículo 40. del Reglamento de la Corte de Justicia
acordada por el mismo Jefe dice, que los Magistrados
antes de tomar posesión juren guardar y hacer guardar
la Constitución de la República y la del Estado. Los
Magistrados Escobar y Megía, elegidos por el pueblo, prestaron
este juramento: 5 y obligados a cumplirlo viendo
en la visita de Cárcel de 23 de Julio de 1832 que Ysidro
Arreola se hallaba detenido desde '17 del mismo mes sin
haberse proveído el auto motivado de prisión, según consta
de la Certificación que presentó el Secretario de la
Corte: sabiendo que el mismo día de la visita por la
mafiana el Alcayde había pedido dicho auto motivado:
que también lo había pedí~o por la mafiana y por la tal'-
, 'de en dia anterior al alcalde 10. Ciudadano Manuel José
Játiregui que había ordenado la detención de Arreola y
sin embargo de esto no se había proveido el auto motí·
5 Conforme a la citada Constitución de 1825 los maglstra·
dos eran electos de acuerdo ~l Titulo IX, Sección IV, Artos.
199·208.

vado de prisión, según aparece de la declaración del
Alcayde: teniendo presente la decisión expresa de las
Constituciones de la República y del Estado y de lo pro·
veído en términos aún más expresivos en el Reglamento
de la Corte, acordaron que se pusiese en libertad a Arreola,
si dentro de una hora no se proveía el auto motivado,
de prisión, según manifiesta el Secretario en la Certificación
indicada. El Alcayde comunicó el acuerdo, al Al·
calde 10.; y este le contestó que no pusiera en libertad
a Arreola, porque en caso contrario el Jefe de Estado
lo haria responsable. Esta contestación se hizo presente
a la Corte por el Alcayde. Se leyó también en ella des·
pués de la visita (según la declaración del oficial mayor
a fojas 3) la nota en que dicho Alcalde 10. manifestaba,
que no podía concurrir a ella por' tenerle ocupado una
comisión del Gobierno: que por autorización especial de
éste seguía causa a Arreola por espía: lo habia tenido
incomunicado cinco dias, y era preciso continuarlo del
, mismo modo hasta capturar a otro hombre: que por todo
esto no había proveido el auto motivado; que no siendo-
Arreola Ciudadano ni habitante de la República, no debía
gozar las garantías constitucionales. Los Magistrados tu·
vieron presente el artículo 70. de la Constitución del
Estado, en el cual se declara que ninguna Autoridad es
superior a la Ley. Se mantuvieron firmes en este principio;
y reiterando el cumplimiento de lo dispuesto en
las Constituciones de la República y del Estado, repitie·
ron en la Corte que se pusiere en libertad a Arreola, si
dentro de media hora no se proveia el auto motivado de
prisión; y que el Presidente de la misma Corte manl·
- festase al Jefe de Estado todo lo ocurrido.
Asi obraron los Magistrados en la visita respetable de
Cárcel: así obraron en la Corte de. Justicia. Los Jueces
Superiores mandaron al Alcayde que en cumplimiento
de la ley pusiese en libertad al detenido si no se proveía
el auto motivado de prisión; y el Juez inferior constante
en no ponerlo ordenó al mismo Alcayde que no lo pusiese
en libertad porque seria responsable. Los Jueces
Superiores fueron suspensos y condenados a ser proce·

sados; y el Juez inferior siguió tranquilo en el ej~rclcio
de sus funciones.
Véase aquí uno de los cuadros que el mundo no cesa de
presentar en los siglos y paises. Lejos de mí el deseo de
que se haga mal a otro. No acrlmino: no acuso a nadie;
veo a pesar mio equivocaciones, o raciocinios poco exactos:
no trabajo para descubrir delitos.
Pero los sufrimientos de la inocencia pueden ser indife·
rentes a quien tenga virtud, o ame la justicia? Será esto
ilegal mandar que se cumpla el articulo 186 de la ley
fundamental del Estado en el cual se acuerda que en el
término preciso de dos días se ponga en libertad a un
detenido, o se provea el auto motivado de prisión? Será
culpa mandar que se observe el articulo 158 de la Constitución
de la República que previene lo mismo? Será
delito mandar que se ejecute el articulo 115 del Reglamento
de la Corte de Justicia que ordena a ésta poner
en libertad a los detenidos, si pasados dos días no se hubiere
proveid0 contra ellos el auto motivado de prisión?
Los Magistrados, sin compararse en sentido alguno con
Tulio, pueden hacer uso de las palabras que dijo este,
cuando perseguido en la misma República que poco antes
le habian llamado padre de la patria: en la misma Re·
pública que habían salvado de los Catilinas y Dantones:
en la misma República a la cual hacían el honor de vivir
en ella, exclamaba en la Tribuna: En dónde está el de·
lita? Quién es mi acusador? Cuál es la prueba?
Procesemos a los hombres que atacan de cien maneras
la Propiedad, que hemos llamado sagrada. Instruyamos
causa a los que insultan al Buen sentido, el Sano juicio,
la Recta Razón. Pero hagamos justicia a los Magistrados
que han cumplido lo acordado por el Jefe de Estado en
el artículo 115 del Reglamento d~ la Corte, y lo dispuesto
por las Constituciones de la República y del Estado en
los artículos 158 y 186.
No es delito el cumplimiento exacto de la ley. Delito es
la infracción voluntaria de ella. Y cual es la que han
infringido los Magistrados? E¡;¡donde ha sido publicada?
Quien es el legislador que la ha dictado? Porque no se
ha citado o agregado a la causa?

20. Ordenando la libertad de Arreola se dice, desconocie·
ron la orden de 16 de Noviembre de 1831 en que la Asam·
blea dió facultades extraordinarias al Jefe de Estado.
Tengo a la vista la orden. En ella dice la Asamblea, que
teniendo presente las maniobras de los emigrados y ex·
pulsos contra la tranquilidad del Estado, acordaba: que
el Jefe de él estuviese facultado, míentras hubiese temor
de que el orden fuese alterado, para obrar en todos los
ramos de administración como lo demandase la seguridad
del Estado.
Cuando esta orden fué comunicada a lli Corte un Magis·
trado dijo: que no le parecía constitucional: que el aro
tículo 94 atribución 14 dice, que deben ser expresamente
detalladas las facultades extraordinarias que la Asamblea
conceda al Poder Ejecutivo, y no lo eran las que concedía
aquella orden: que opinaba por esto se hicíese represen·
taci6n a la misma Asamblea.
Otro Magistrado ha sido de la misma opinión fundado
en tres causas: que la orden no detalla las facultades y
puede abrir campo basto al libre albedrío: no limita el
tiempo como exige el articulo precitado de la Constitu·
ción, y deja en libertad al temor para que lo prorrogue
a su placer: no fue comunicado en el boletín,6 y el decreto
de 12 de Marzo de 1832 manda, que la publicación
solemne se haga en el Boletín: que su circulación se
verifique por oficios de remisión del mismo periódico;
que las leyes obligan a los funcionarios y corporaciones
desde que reciben el Boletín; y no habiendose recibido
este por los Magistrados, no podia según aquel decreto
consfderárseles obligados a la orden.
Se ha observado también, que la de la Asamblea mandó,
que el Jefe del Estado estuviese autorizado con facul·
tades extraordinarias mientras hubíese temor de que el
orden fuese alterado: que las facultades extraordinarias
debían por consiguiente durar cuanto durasen las circuns·
tancias de temor: que ese temor, esa circunstancia ceo
saron el 4 de Junio de 1832: que el mismo Jefe del Es·

,tado .lo confesó así diciendo en el. decreto del mismo 4
de Junio que habían cesado laS circUnstancias que le im·
pulsaron a prohibir la extracción de elementos de guerra
fuera del Estado, y en su consecuencia decfaraba libre
lil exportaCión de todo útil de guerra: que e14 de Junio
en que cesó el temor cesaron también Jas facultades extraordinarias;
no existían estas por consiguiente el 17
del mismo Junio en que se puso a Arreola en la C,árcel:
que a más de esto el Jefe de-lEstado devolvió las facultades
extraordinarias que se le habian otorgado: la Asamblea
acordó el 13 de dicho Junio que el Ejecutivo continua·
se con ellas para reparar a los particulares y pueblos los
perjuicios que habian sufrido en la guerra; y dar firmeza
a los triunfos adquiridos: el Consejo no sancionó este
acuerdo h'asta el 22 del mismo Junio;7 y por consecuencia
el 17 de idem en que Arreola fué puesto en la Cárcel
y los siguientes en que siguió en ella no tenía el Ejecu·
tivo las facultades extraordinarias que se le comunicaron
después; y debió tenerse presente el artículo 145 de la
Constitución del Estado, si Arreola era en efecto traidor.
Yo excuso examinar estos puntos, delicados 'por las rela·
ciones que tienen con los Poderes Legisladores y Ejecutor.
Supongo que a las fechasen que Arreola fué detenido
y puesto en libertad, estaba todavía viva la orden de 16
, de Noviembre que concedía facultades extraordinarias al
Jefe de Estado. Aun en este caso sería infundado el
cargo que se hace a los Magistrados de haberla desconocido
acordando la libertad de dicho Arreola.
El artículo 158 de la Constitución de la República que
manda poner en libertad a los detenidos, o proveer el
auto motivado de prisión dentro' de dos días, es una de
las garantías más sagradas. Está comprendida en el titulo
10. que trata de las garantias de la libertad individual
y el artículo 154 de la misma Constitución declara, que
ninguna ley del Congreso ni de las Asambleas pueden
7 El Consejo Representativo era un cuerpo compuesto por
un núm~ro tie r"presenlantes, igual al número de departamentos
del Estado. electos popularmente. Entre sus diversas atribuciones
estaba la de sancionar todas las resoluciones de la Asam·
blea Legislativa del Estado, de acuerdo con el Articulo 122 de
la Constitución Estatal.

contrariar aquellas garantlas. La Asamblea del.Estado ha
visto' ,la Constitución de ia República,', yno debe, suponerse
en ella voluntad de hacerse superiora la ley fundamental
de la Nación. Si del salón de sus sesiones salió
la orden de 16 de Noviembre que da facultades extra·
ordinarias, en ella no comprende la de contrariar la ga·
rantía del artículo 158 precitado que la Constitución de
la República declara que no puede ser contrariada por
ley alguna de las Asambleas. El J,efe del Estado' podia
según la orden indicada, hacer lo que demandase la seguridad
del Estado. Pero no podía mandar que un detenido
estuviese más de dos días sin libertad y sin auto
motivado de prisión, Esta es garantla del titulo 10. de la
Constitución de la República; y las de ese título no pueden
ser contrariadas ni por el Congreso ní por las Asam·
bleas.s
Pero supóngasemomentáneamente '.10contrario. ,Aún ade·
lantando el supuesto hasta este 'punto, las deducciones
son favorables a los acusados.
La orden expresada autorizaba al Jefe para obrar 10 que
demandase la segurídad del Estado. En uso de las facul·
tades extraordinarias podia ser según aquella orden, lo
que exigiese aquella seguridad: no ,podia ser lo que no
exigiese. Y la seguridad del Estado demandaba que tu.
viese a un hombre siete días en la Cárcel sin acordar su
libertad, no proveer el auto de su prisión ?La seguridad
del Estado demandaba que si era inocente, no se le declarase
libre; y si era culpable por haber venido sin pa·
saporte con el objeto de ser espía, no se diese orden
escrita de prisión por haber quebrantado las leyes de policía?
La seguridad del Estado demandaba que no se le
examínase dentro de dos días, como previenen los aro
tículos 188 y 160 de la Constitución del Estado y de la
República para recoger algunas luces sobre el plan que
pudíese haber, sus ramificaciones y cómplices en el caso
de ser cierto?
8 El Poder Legislativo Federal estaba representado por el
Congreso Federal y la de cada uno de los Estados de la Fede
ración, por sus respectivas Asambleas.

La. seguridad de un Estado exige que se ponga preso a
quien séa criminal; pero no demanda que se omita el auto
de prisión en el término prefinido por la ley. Son puntos
diversos: no confundamos lo uno con lo otro. Ni los
Magistrados ni el Alcayde tenian empefio por la libertad
de Arreola. Si lo hubieran tenido, habrían deseado con
insistencia el auto motivado de prisión? querian el cumplimiento
de la ley para no ser responsables. Por esta
causa el día anteríor a la visita el Alcayde pidió dos veces
por la mafiana y por la tarde al Alcalde 10. el auto
motivado: por ella misma no acordaron los Magistrados
que desde luego se pusiese en libertad a Arreola como
pudieron hacerlo. Concedieron en la Sala de visíta una
hora entera para que se proveyesen el auto de prisión:
otorgaron en la de la Corte otra medida para el mismo
fin.
El articulo 188 de la Constitución del Estado manda que
todo preso sea interrogado dentro de dos días; y el 145;
cuando se informare al Poder Ejecutivo de alguna conspiración
o traición al Estado, que amenace un riesgo próxi·
mo al orden público, podrá dar orden de arresto e
interrogar a los que se presuman reos; pero en término
de tres dias los pondrá precisamente a disposición del
Juez respectivo. Lo mismo manda la Constitución de la
República en el articulo 127; y ambas disposiciones son
decisivas del caso.
Aún maquinándose conspiraciones: aún habiendo traición:
aú~ estando el orden público en riesgo próximo, la ley
qUlere que se respete las garantías prometidas a los detenidos
y presos; y una de ellas es que Se provea el auto
de prisión o se acuerde su libertad. Arreola estuvo en
la Cárcel siete días sin practicarse ni uno ni otro. Tenía
derecho a las garantías aún siendo espía: aún siendo
cómplice de traidores. La ley lo manda así. Esta es la
forma prescrita por ella misma; y el artículo 33 de la
Constitución del Estado dice: que ninguno puede ser arrestado
ni detenido sino en la forma que prescribe ella
misma.
El peligro del orden público di6 mérito para que la Asam·
blea concediece facultades extraordinarias al Poder Eje·

cutivo: el peligro del orden público lo dió para que el
Poder Ejecutivo ordenase el arresto de Arreola. Pero aún
en estos casos manda la Constitución, Superior a toda
autoridad, que se guarden las garantías de los detenidos
y presos: que se decrete su libertad, si no se provee: que
se le ponga en disposición del Juez respectivo.
Los Magistrados que han existido han respetado siempre
la ley que designa las facultades de los Alcaldes. Mandan
sin embargo, que se ponga en libertad a los que de
su orden esten detenidos sin auto motivado de prisión;
y mandándolo así no desconocen la ley de sus facultades.
Mandar que se observen las garantías, no es desconocer
la orden de facultades extraordinarias, que no podía con·
trariarlas, según el artículo 174 de la Constitución de la
República. El guardar las leyes fundamentales de ésta
y del Estado: es cumplir el juramento prestado a la faz
del pueblo en el Salón de la Asamblea.
30. Pero si acordando la libertad de Arreola no desconocieron
la orden de facultades extraordinarias. No será
el menos cierto que infringieron los decretos emitidos
por el Jefe de Estado en uso de aquellas facultades?
N? ,s: cita uno solo de los decretos que se suponen infrmgldos
o desconocidos: no se prueba la infracción o
desconocimiento, ni era posible probarlo. Yo he visto los
que ha dado a luz el Boletin, destinado por el decreto de
la Asamblea para la publicación de los que se emitan;
y no he encontrado uno solo aplicable al punto preciso
de la cuestión.
El que ha dado mérito a la causa, y forma el objeto del
juicio esta reducido a saber, si debe ponerse en libertad
a un detenido, y cuando ha pasado el término de la ley,
y no se ha proveido el auto motivado de prisión.
Sobre este punto no expidió el Jefe de Estado decreto
alguno, publicado en el Boletín, ni era creible que lo expidiese.
Las Constituciones de la República y del Estado
ordenan la libertad del detenido, o el auto de prisión; y
en los Gobiernos Constitucionales todo debe callar cuando
habla la ley fundamental.
Mandó el Jefe de Estado en decreto de 22 de Noviembre
de 1831, que se imponga pena capital a los que llaman

heréticas9 las leyes del Gobierno y formen reuniones, o
provoquen a tumultos: en decreto de 21 de. M~rzo de
1831 que sea prohibida toda clase de comumcacló? con
los habitantes de los puntos en que no sea reconocida la
Autoridad Federal, y sufran la pena establecida por la
Ordenanza del Ejército en el artículo -45 títulQ 10..tratado
.80., los que tengan correspondencia con. el e~emlgo: en
decreto de 11 de Septiembre de id. que sea Igualmente
prohibida la extracción de elemento~ de guerra, etc.
Ninguno de estos decretos puede aplIcarse al caso pr~sen.
te que Arreola haya tenido inteligencia a los enemigos:
que haya venido sin pasaporte o salvoc?nducto: .que sea
sospechoso o criminal. Nada de esto, aun su~on.lendo lo
cierto, probaría en los Magistrados desconocimiento de
los· decretos.
Un homicida ha sido detenido en la Cárcel seis o siete
días' y la Sala de visita manda que se le ponga en libert~d
porque no se proveyó el auto motívad~ de prisión.
Se inferirá de aquí, que la Sala desconoce la ·ley que
prohibe los homicidios?
40. Pero la infracción del articulo 117 del Reglament~
de la Corte de Justicia parece indudable. Manda que SI
las faltas cometidas exigieren medidas fuertes, o' que se
aperciba a los jueces, no se dicten las provincias. en .la
Sala de visita, sino por la Corte en su despacho or~ma~lO.
La medida de acordar la libertad de uno que habla Sido
detenido en la Cárcel· por orden del Ejecutivo me~ece .la
calificación de fuerte; y no debió por consecuenCia diC'
.tarse en la visita sino en la Corte.
El cargo a este aspecto ya no es el de haber acordado
la libertad de Arreola, sino el de haberle ordenado en la
Sala de visita. Es punto diverso de los examinados ano
teriormente; pero tiene, como ellos, la razón y la ley
en contra.
Mandar que se ponga en libertad a quien estuvi~re detenido
sin auto motivado de prisión no es una medida fuero
te de las que el Reglamento prohibe dictar en las visitas
9 Asl callflcaba la reacclón conservadora a las medidas liberales
y antlclericales de la administración Liberal de Morazá.n
y Gálvez.

de Cárcel. Es una medida ordinaria prevenida por el mismo
Reglamento y acordada por la ley fundamental.
Públicamente ha mandado la Constitución que en el tér·
mino de dos días se ponga en libertad a los detenidos,
o se provea el auto motivado de prisión. Públicamente
se manifiesta en las visitas quienes existen en la Cárcel
sin auto motivado de prisión. Públicamente debe mandar·
se que se les ponga en libertad.
Cumplir la ley no es acto ofensivo a las personas: no
hiere la de ninguno; y mucho menos la del Jefe del
Estado, que ha sido instituido para ser ejecutor de ella.
El mismo acordó en el articulo 115 del Reglamento, que
se ponga en libertad a los que estén detenidos o presos,
si pasado el término de la ley no se hubiere proveido
contra ellos el auto motivado de prisión. Dar cumplimien·
to a lo que él mismo dispuso: ejecutar lo que él mismo
acordó; no puede ser en sentido alguno ofensivo a su autoridad.
Ni la Constitución de la República, ni la del Estado,
ni el Reglamento dicen que se ponga en libertad a los detenidos
o presos por los Alcaldes, o Jueces de Primera
Instancia; y que se guarde silencio sobre aquellos que
lo sean por el Jefe de Estado. Con generalidad hablan las
Constituciones y el Reglamento. Con generalidad deben
ser cumplidas. Un magistrado no puede hacer excepciones
que no ha hecho la ley. Es ejecutor. No es legislador.
El mismo Reglamento que prohibe dictar medidas fuertes
o apercibir a los Jueces y Alcaldes en las visitas, mano
da que se ponga en libertad a los detenidos o presos por
ellos, si corrido el término no se hubiere proveido el auto
motivado de prisión. Luego el mismo Reglamento distingue
las medidas fuertes de la de ordenar la libertad
en el caso expresado: luego ne deben confundirse aque·
llas con esta: ni aplicarse a la una lo que está dispuesto
sobre las otras.
Diversos Magistrados han mandado diversas ocasiones en
las visitas de Cárcel que se ponga en libertad a los pre·
sos por Jueces o Alcaldes sin auto de prisión. Nadie ha
creído fuertes sus medidas: ninguno las ha reclamado.
La práctica intérprete de la ley ha sido acorde con lo
.'que dicta la razón.

la. El Poder Ejecutivo dice su Secretario se desvirtuará
si los Magistrados ponen en libertad a los que él envia
a la Cárcel: no tendrá consideración si se desairan sus.
órdenes.
Esta objeción no debe hacerse a los acusados. Debe oponerse
al sistema: debe dirigirse a la ley.
Las que nos regían antes se afanaban por la considera··
ción y respeto a las Autoridades. Eran escrupulosas:
eran delicadas en este punto. La ley 11 titulo 10., parte
70. declaró, que los Jueces y Magistrados no podrían ser
acusados mientras durase su empleo, porque tienen siem·
pre enemigos, dice, aunque obren conforme a Derecho,
y sí se permitiera acusarlos, se envileceria la Autoridad,
y serian tantos los acusadores que no podrian cumplir
su oficio. La ley 51, titulo 16, libro 20. de la Recopilación
de Indias mandaba que los Virreyes y Presidentes, cuan·
do ocurriese algún caso de escándalo en que fuese nece·
sario reprender algún Magistrado, lo hiciese en el secreto·
del Acuerdo.·
Querian nuestros mayores que la Magistratura tuviese
respetabilidad para que sus autos o decreto fuesen cum··
plidos con más exactitud. Creian que es despreciado lo
que sale de Autoridades envilecidas; y no habria visto
en aquella época, que mandando los Qidores la libertad
de un preso, el Alcalde osase ordenar que no se le pusieseen
libertad.
Una linea muy honda separa lo que es de lo que ha sido.
Se estableció el Gobierno Popular Representativo; y todo
es publicidad en tales sistemas. Las Cortes de España
truenan contra la Regencia, los Virreyes y Presidentes.
En el Parlamento de Inglaterra se habla públicamente
del adulterio de la Reina. En el Congreso y Asamblea
de Centro·América se ataca muchas veces en sesiones.
públicas a los Poderes Ejecutivos. Las del Poder Judicial,
• De Felipe III en San Lorenzo (5·IX·162 O, etc.). Vid. Recopilación
de Leyes de los Reinos de Indias (Madrid: Consejo de·
la Hispanidad, 1943), 3 T., T. l. p. 383.

abiertas también a todas revelan lo más escondido. La
imprenta publica el origen más oculto y los procedimientos
más ignorados de los Gobernantes; y son diversos
los autores que escriben contra las Sesiones Secretas. manifestando
que no Son conformes a un sistema Popular
Representativo. Querer en Gobiernos de' esta clase que
séa secreto el cumplimiento de la ley fundamental que
manda poner en libertad a los que existen presos sin
auto motivado de prisión: querer que este acuerdo no sea
pronunciado en las visitas de Cárcel, instituidas para
oeshacer agravios y corregir yerros, sería exponerse a
la risa y aventurarse a la crítica y censura.
2a. Arreola era un espia de los expatriados: un traidor
al Estado. Poner en libertad a tal hombre es un verdaoero
crimen.
Véase aqui la segunda objeción que se hace por ignorarse
el punto preciso de la cuestión que se ventila en
la causa.
No hay en los autos prueba plena de que Arreola fuese
espía de los expatriados: no la hay de que fuese verdadero
traidor al Estado lo digo teniendo a la vista el proceso:
lo escribo después de haber examinado en las le·
yes cuales son en derecho las pruebas que merecen el
titulo de plenas.
Arreola vino a esta Capital sin pasaporte: decía a unos
que había hecho su viaje por un camino: indicaba a otros
que lo habia verificado por otro: deseaba regresar a
Chiapa, y queria que otros se fuesen con él: se expre·
saba contra los que Se llaman exaltados. Todo esto lo
hace sospechoso pero no acredita plenamente que fuese
espía y traidor.
Tampoco es un hombre iniluente, apto para un plan ca·
paz de poner cuidado a un Gobierno. Es una persona
insignificante: un sujeto despreciable. Se le puso en li·
bertad, y la atmósfera no fué perturbada en un solo
átomo.
Pero supongo cuanto se quiera señores su criminalidad.
Que fuese un espia, un traidor, un criminal, un faci·
neroso, un Catilina, un Dantón, un Robespierre, un diablo,
un monstruo, el geaio del mal.

No es este el punto de la cuestión. En la causa de Arreola
se trata de averiguar su criminalidad. En esta de los
Magistrados se trata de examinar si debian, según la ley,
ponerle en libertad.
Estaba en la Cárcel desde siete días sin anto motivado
de prisión; y las Constituciones y el Reglamento manda.
que se ponga libre al detenido si dentro de dos días no
se provee el auto motivado de prisión. Esta es la resolución
del problema.
Si Arreola era un criminal. Porque no se proveyó desde
luego el auto de prisión? Puede haber escrúpulo en de·
cretar la de un demonio? El hecho mismo de ser un
diablo no exitaba a acordar arresto? Porque se omitió
un paso tan deseado? Porque se dió mérito para que
se cumpliese la ley poniendo en libertad al genio del mal?
Los autores de las Constituciones de la República y del
Estado serían tan estúpidos que no siendo posible proveer
el auto de prisión en dos ni tres días mandaran se pusie·
se en libertad a los conspiradores, y perturbadores del oro
den, si dentro de aquel térmíno no se proveía aquel auto?
3a. Arreola trajo carta para el Magistrado Escobar. No
solo aquel era diablo, también este es demonio.
Esta es la tercera objeción, más infundada que las anteriores,
más digna de atención que todas.
No hay prueba alguna plena, ni semi plena que la acredite:
no hay sospechas: no hay indicios.
En la primera declaración de la ciudadana Dolores Rios
se dice,lOque Arreola trajo carta para Escobar, sin ma·
,nifestarse quien la dirigía y cual era el asunto a que se
contraía. En las posteriores asegura la misma Rios que
no declaró jamás que Arreola trajese carta para Escobar:
que este punto se supuso en su declaración: que el Juez
comisionado por el Gobierno para examinar la tomó
empefio en que declarase en contra de Escobar: que le
ofreció con este objeto doscientos pesos: que a cuenta de
ellos le dió libranzas para que el ciudadano Alejo Vaca
le ¡liese ocho libretes, doce medias, una pieza de gaza.ll
10 Arreola se habla hospedado en la casa de dofia Dolo.
res Rlos. '
11 Otro de los testigos de la causa.

El Juez comisionado Manuel José Jáuregui confiesa que
le ofreció cien pesos y dió libramiento u orden para que
Vaca le entregase aquellos géneros; pero que esto fue
para que declarase en donde estaba Arreola. El ciuda.
dano Benito Cividanes declara, que el ciudadano Vicente
Salazar, le comunicó que el ciudadano Eusebio Murga le
ofreció un empleo si lograba, que la ciudadana Rios declarase
contra Escobar. El ciudadano Salazar expone que
el ciudadano Murga fué positivamente a buscarle a su
casa: que 'a solas le preguntó sobre la declaración de la
ciudadana Rios: que aconsejara a esta que declarase la
verdad para que no le hiciesen cargo de perjura: que le
habló de su' carrera médica: que le ofreció proporcionarle
empleo; pero que no comprendió cual sería su ob·
jeto. El ciudadano Murga niega haber hecho oferta al·
guna a nombre del Gobierno. No hay otras declaraciones,
ni indicios sobre la carta que se sUponía haber traído
Arreola para Escobar. Este no ha tenido jamás relaciones
con los expatriados, antes ni después de la guerra de
826 y afios siguientes. Sus opiniones han sido absoluta·
mente contrarias. Lo prueban diversos escritos; y en una
Carta que Manuel José Arce escribió desde Chiapa a un
'sujeto de San, Salvador, le dice, que los ciudadanos Ri·
vera, Barrundia y Escobar formaban el partido de oposición
contra él.12 Así consta del documento que acom·
pafio y su vista acaba de poner en claro la falsedad,
absolutamente inverosímil, con que se hizo suponer, que
Arreola había traído carta para Escobar.
Yo podría discurrir sobre las declaraciones de la ciudadana
Rios, Cividanes, Salazar, y Murga. Excuso hacerlo
sin embargo. Quisiera que puntos tan odiosos quedaran
sepultados en el olvido.
P~ro se ha ofendido a Escobar, suponiendo, que un hombre
sospechoso traía cartas para él. Yo pido que se justifique
este agravio: que se castigue a Escobar, si se le
prueba: que se castigue al calumniante en caso contrario.
12 Don Manuel José Arce (1787-1847), oriundo de ~I S~I.
vador, fue uno de los principales próceres de la emanclpaC!on
polltlca y el primer presidente de la Federación Centroamericana
(1825-1828).

4a. La ciudadana Rios vive en una casa del Magistrado
Escobar y esto hace sospechosas sus declaraciones. Lo
dice asi el Comisionado del Gobierno. Pero es absoluta·
mente incierto. La ciudadana Rios no ha vivido jamás
en casa alguna del Magistrado Escobar.
El Padre: la Madre de la ciudadana Rios declararon bajo
su juramento que vive en casa propia de ellos, y que
el Magistrado Escobar, no ha tenido relación alguna con
ella.
5a. Arreola era un reo de policia, que no estaba sujeto
al Poder Judicial. Yo siento que el Secretario del Poder
Ejecutivo haya dicho esto en la nota que dirigió a la
Asamblea. Siento que en el ministerio se crea, que en
un Gobierno constitucional hay reos, presos, y procesados
que no están sujetos al Poder Judicial.
La división de poderes es basa fundamental de nuestra
Constitución; y esa basa desapareceria, si hubiera asuntos
legislativos que no estuvieran sometidos al Poder Le·
gislador, negocios administrativos que no fuesen dependientes
del Poder Ejecutor, y reos y causas que no estuviesen
sujetos al Poder Juzgador.
Al Legislador corresponde dictar leyes: al Ejecutivo ad·
ministrar: a los Tribunales y Jueces Juzgar. Asi hablá·
bamos cuando censurábamos la reunión de poderes en
un Monarca, nacido para el trono, educado para gobernar,
rodeado de todos los hombres, y sin tentaciones para
obrar mal. Si se concentrara los Poderes en una mano:
Si un sólo individuo dictara decretos, administrara, y
nombrara comisionados para juzgar. Cual sería la Constitucionalidad
de nuestro Gobierno?
El Ejecutivo dió comisión al Alcalde 10. Jáuregui para
que pusiera preso a Arreola, e instruyera las diligencias
correspondientes. Dió aquella orden porque fué informado
de que Arreola era conspirador, traidor, o perturbador
del orden. El articulo 145 de la Constitución del
Estado declara, que el Ejecutivo, cuando fuere informado
de alguna conspiración o traición, puede dar órdenes de
arresto, e interrogar a los que se presuman reos; pero
que en el término de tres dias los ponga precisamente
a disposición del Juez respectivo. Arreola estaba por con-

-siguiente sujeto al Poder Judicial: Arreola debió ponerse
a disposición del Juez respectivo.
No hay reo que no esté sujeto al Poder Judicial. No
hay Constitución, Europea o Americana, que no lo manifieste
asi.
Los Ciudadanos, dice la Constitución Francesa de 1791,
no pueden ser separados de los Jueces que les asigna la
ley por ninguna comisión.
Ninguno, dice la Carta de Francia de 1814, puede ser
distraído de sus Jueces naturales, y no deben crearse

fue ciertamente para burlarse del género humano y sus
habitantes,13
La Constitución Francesa de 1791 dice: Los extrangero$
que se hallen en Francia están--sometidos a las mismas
leyes criminales y de policia que los Ciudadanos France.
ses; y su persona y bienes son igualmente protegidos
por la ley.
Sabiendo el Rey, dice la Cédula de 24 de Diciembre de
1782, que a sus vasayos transeuntes o domiciliados en
otros reinos, cuando delinquen, se les forma proceso por
las justicias ordinarias juzgándolos según su Derecho,
mandando su Magestad, que siguiendo la regla de recio
procidad contra los extrangeros, transeuntes o domiciliados
de cualquier nación que infringiere las leyes o
bandos, las justicias de Espafia les formen causa,.conforme
al Derecho y Pragmáticas del Reino EspafioI.
Los publiclstas, divergentes en otros puntos, acordes en
este, ensefian que los extrangeros están sometidos a las
leyes del pais en donde existen, transeuntes o domici·
liados, o gozan la protección dispensada por ellas.
'El Soberano, dice Vattel en el libro 20., capitulo 80. del
Derecho de Gentes que escribió y respetan todos los Ga·
binetes ·de Europa, no puede concederle entrada en sus
Estados a los extrangeros con el objeto de que caigan
en una asechanza, porque en el momento que lo recibe,
se obliga a protegerlos como a sus propios súbditos y a
proporcionarles, en cuanto sea posible, una cq,mpleta se·
guridad. Por eso vemos que cualquiera soberano que
concede asilo a los extrangeros,se ofende tanto del mal
que se les hace, como el que se causase a cualquiera de
sus súbditos'.14
13 Se llamó asI al Congreso ConstItuyente reunido en la
ciudad de Guatemala, el 24 de jullo de 1823 y que formuló la
ConstItucIón Federal de 1824.
14 Vattel (Emerlco de), jurIsconsulto y dIplomátIco suIzo
(1714·1765). DIsclpulo de Lelbnitz y Wolff. Su obra princIpal y
que ejercIó gran Influencia en el Derecho InternacioTlal, ~e tI·
tula: Le drolt des gene s au prlnclpes de la loi naturel1e appl1qu&
a la condulte et aux affalres des notlons et des souverains (1758).
Esta es la obra citada por '. nll .
. . Vattel preconizaba la existencia de una Sociedad de Naciones,
fundada en la ley natural y que trascend1a a las naclonalldades
particulares, cualquiera que fuera su cultura. IndudaQlemente fue

Todos se han equivocado seguramente, los legisladores,
y los publicistas. Guatemala no es una Sección del genero
humano. Es una especie distinta. Los principios que sir·
ven de basa a las garantias. no son principios de la razón
universal de la humanidad entera. Guatemala tiene sus
principios particulares, y según ellos no debe haber ga·
rantias para los de otros paises.
7a. El magistrado Escobar, después de haberse acordado
en la visita de Cárcel y en la Corte, que se pusiera libre
a Arreola si no se proveia el auto motivado de prisión
dentro de hora y media, pasó personalmente a manifestar
lo ocurrido al Jefe de Estado, para que en el tér.
mino indicado se proveyese dicho auto, o se pusiese a
Arreola en donde los Magistrados no fuesen comprometidos
ante la ley. El Ejecutivo manifestó conformidad,
y Escobar quedó por consecuencia obligado a no disponer
del preso hasta que el Ejecutivo lo colocase en un lugar
en donde no hubiere responsabilidad para los Magistrados.
No hay capitulaciones, convenios, transacciones, pactos,
ni contratos sobre el cumplimiento de la ley. Si hubo
el que se indica entre el Jefe del Estado y el Magistrado
Escobar, parece que no es posible reconocer en él valor
alguno legal.
La ley manda que los detenidos en la Cárcel sean puestos
en libertad, si pasado el término prescrito por ella no
se provee el auto motivado de prisión. Capitular que el
detenido sea sacado de una Cárcel y trasladado a otra
para que siga preso, y no se provea el auto motivado de
prisión, seria una Capitulación nula resi¡¡;tida justamente
por la ley.
Yo no creo que la hayan celebrado el Jefe del Estado y
el Magistrado Escobar. Ambas saben, que el imperio
en la ley Se extiende a todas las Cárceles, a todas las
prisiones, a todos los lugares donde hayan detenidos o
presos: ambos saben que trasladándose Arreola de una
Cárcel a otra, quedaba siempre viva la ley, y v:igente
una de las fuentes .de Inspiración del PanamerIcanismo del sabio
Valle. Vid. Paul Hazard, El Pensamiento Europeo en el siglo
xvm (Madrid: Ediciones Guadarrama, 1958), pp. 240.241.

el deber de proveer el auto motivado de prisión. El Alcayde
dice el articulo 187 de la Constitución del Estado, ni
oficial alguno encargado de cualquier cárcel o establecimiento
de detención o prisión, no puede recibir ni
detener en las Cárceles o en dichos establecimientos a
ninguna persona, sin transcribir la orden de prisión
o detención.
Cual seria la libertad individual, si puesto alguno en la
Cárcel se le trasladase a un Cuartel. o a otro lugar
para tenerlo preso sin auto motivado de prisión? Que
seria de la seguridad personal, si se hiciesen estas traslaciones
luego que se reclamase la ley de garantías?
El Magistrado Escobar no fue a manifestar al Ejecutivo
lo ocurrido para eludir lo dispuesto en la Constitución.
Dió este paso de Cortesanía: dijo que era necesario pro·
veer el auto motivado de prisión o poner al preso en
donde no hubiese la responsabilidad de la ley, para manifestar
indirectamente que no habíendo lugar a donde no se
extendiese lo dispuesto en las Constituciones era de
absoluta necesidad proveer el auto éxpresado. Esto
es lo que debe impedirse de su declaración y del texto
de la ley: esto es lo que manifiesta el mérito de la causa.
8a. 'Había en la Cárcel dos prisioneros de guerra, sin
auto motivado de prisión, dijo a la Asamblea el Secretario
del Ejecutivo; y los Magistrados Escobar y Megia
no dieron a ellos la atención que dispensaron a Arreola',
Existian en la Cárcel los prisioneros que se indica; pero
habia contra ellos auto motivado de prisión. Lo declara
así el Alcayde, y consta de la lista de presos. SI no hubiera
sido proveido el auto de prisión, hubieran sido
puestos en libertad como Arreola.· La Leyes general, y
los Magistrados son ejecutores también universales.
Ba. Escobar en su confesión y declaración ha vertido algunas
expresiones ofensivas al Ejecutivo.
Escobar no ha tenido voluntad de hacerle ofensa alguna.
Ha indicado lo que le ha dicho: ha referido lo que se le
ha comunicado. La expresión ha sido defectuosa; la in·
tención ha sido sana. Esto es lo que me ha manUestado
sobre este articulo.

El Tribunal solo puede juzgar sobre el cargo en que la
Asamblea ha declarado haber lugar a formación de cau·
sa; y sobre el punto de expresiones ofensivas no ha precedido
aquella declaratoria
Son diversos los impresos, publicados por diversos sujetos,
en que se han arrojado expresiones fuertes, dignas de·
atención. La prudencia no ha seguido causa a nadie:
sabe que son odiosos los procesos de este género y no,
ignoran que si se procede contra uno, la justicia, siempre
imparCial, exigiria que se procediese contra todos. Una
montaña de autos seria entonces formada, y para evitarinteligencias
poco rectas, sería necesario fijar la latitud
del articulo 175 de la Constitución de la República que
dice: no podrán el Congreso, las Asambleas, ni las demás
autoridades coartar en ningún caso, ni por pretexto al·
guno la libertad, la de la palabra, la de la escritura y
la de la imprenta.
He demostrado las leyes, aplicables a causas de esta es·
pecie, que exigen reformas, y los vacios que deben llenarse
en otras, para que si este Tribunal lo juzga útil
al público, se sirva mandar que se eleven mis pensa·
mientas a la Asamblea para que su celo se digne tomarlos
en consideración si fuesen merecedores de ella.
He manifestado la ilegalidad de los cargos de que se ha
acusado a los Magistrados Escobar y Megia, para llenar
en la parte que depende de mí los deberes de defensor.
y hacer este servicio a la inocencia.
He contestado las objecíones que se hacen para que no·
haya motivo alguno de duda, y se administre justicia sin
vacilar, ni temer equivocaciones.
Defendiendo a Escobar y Megia, he defendido los Dere·
chos de la Magistratura, digna siempre de alto respeto;
y las garantias de todos los individuos del pueblo, merecedores
de toda consideración.
Si he defendido a unos, no he acriminado a otros. Por·
que buscar siempre delitos? Para que suponer siempre
malas las acciones? Porque afanarse en buscar motivos
y objetos inmorales? No podrá pensarse que por una
parte el celo por el cumplimiento de la Constitución, 'J

por 'otra el celo por la tranquilidad del Estado hiCieron
obrar a los Magistrados de un modo, .y al Ejecutivo y
su comisionado de otro? q
Yo hago punto en esta defensa. El Tribunal se compone
de los Ciudadanos Francisco Flores, Carlos Esquivel, José
María Samayoa, Valentin Rodas y Tiburcio Espafta; y el
fiscal es el Ciudadano Valerio Ignacio Rivas.
Yo espero que meditados todos los puntos de Derecho:
examinadas las leyes; y aplicadas las doctrinas haran lo
que exige la justicia; y persuadido de esto:
Suplico al Tribunal se sirva absolver a los Magistrados
José Bernardo Escobar y Mariano Megía de los cargos
que se les han hecho, declarándolos ejecutores exactos
de la ley; y manifestando que esta causa 'no perjudica
a su opinión y crédito por ser así de justicia que pido, etc.
Fols. 111-131.
Documento propiedad de Héctor H. Samayoa G.
José del Valle
Rúbrica".
Nota: Sobre el Incidente de los magistrados Escobar y Me:l1a.
trae una breve noticIa, don Vlctor Miguel D1az, en su obra BocetD
blográflco del doctor lUariano Gálvez (Guatemala: Tlpogra!la SAn·
chez & de GuIse, 1925), pp. 38-39. .
Para todo lo relativo a la Constitución Federal de 1824 y la
del Estado de Guatemala de 11 de octubre de 1825 vId.: Revista
de la Facultad de Clenclas Juridlcas y Sociales de Guatemala.
DIgesto Constitucional. Epoca IU-T. VU-Núms. 2-4, Jullo·Dlclembre
de 1944j y LuIs Marlfias Otero, Las Constituciones de Guatemala
(.Madrlll: Instituto de Estudios Polltlcos, 1958). .

PROCESO CONTRA EL PELUQUERO
AGUSTIN VILCHES*
(1772 ?' 1822)
En la Capitanía General del Reino de Guatemala, se
tuvo noticia de la abdicación que de la Corona de la Monarquía
Española hizo Carlos IV en Fernando VII, -el 30 de
junio de 1808. Los vertiginosos acontecimientos posteriore.s
que culminaron con la abdicación de Bayona en favor del emperador
Napoleón y la consiguiente ocupación de la península
por las tropas francesas, así como el inicio de la heroica lucha
del pueblo español por sacudirse del yugo de Bonaparte,' fue~
ron conocidas en los meses subsiguientes por los habitantes
del Reino de Guatemala. 1 El 14-de agosto de 1808 tuvo lugar
en la ciudad de Guatemala, en el Palacio de los Capitanes
Generales, una junta general a la cual concurrieron las principales
autoridades políticas, eclesiásticas y militares, donde
después de haber conocido y deliberado sobre los sucesos de
Bayona, acordaron:
"Que no reconocen, ni reconocerán en tíempo alguno los
expresados actos, teniéndolos, como los tienen, por desnu·
dos de toda autoridad y fuerza extrinseca, y por violen-
1 Vid. Salazar, Ramón A., Historia de Veintiún Afios. La Independencia
de Guatemala y el Boletin del Archivo General del Gobierno
(BAGG). Año IU, número 3, pág. 325. . .
* Antropologia e Historia de Guatemala, vol. VI, 1-p. 49. Enero de 1954.

tos, ilegales, y nulos por derecho, según parece por los
papeles públicos que se han tenido a la vista. Y en con·
secuencia acordaron renovar, como renovaron, todos, el
juramento de fidelidad a nuestro legitimo Soberano, y
a las leyes que actualmente nos rigen; guardando toda
uni6n·y conformidad con los Magistrados, para que se
conserve ilesa nuestra sagrada Religi6n, y se mantenga
el orden y la tranquilidad pública; y protestando no ad·
mItir autoridad extranjera".2
El 5 de septiembre de 1808, el capitán general don Antonio
González Mollinedo y Saravia, mandó publicar la declaración
de guerra de la Junta Suprema de Sevilla, al emperador Napoleón.
Desde este momento se tomaron, por parte de las
autoridades del Reino, una serie de medidas de seguridad y
represión contra cualquiera maniobras hostiles de parte de
los franceses, ya provinieran éstas de la península o de las
colonias mismas. Dichas medidas, como confiesa el mismo
González y Saravia -habían sido ya tomacÍas- con anterioridad
a la publicación de la declaratoria de guerra en la
Capitanía. Entre las medidas adoptadas se encontraban las
relativas al registro escrupuloso de todas las naves de nacionalidad
extranjera y española, que arribaran a los puertos
del Reino, por temor de que ellas transportaran tropas, armamentos,
o papeles u órdenes falsas y desorientadoras de
parte de los franceses. 8
A partir de este momento se inicia de parte de las autoridades
de la Capitanía General de Guatemala, una época de
franco temor y sospecha contra cualesquiera actividades subversivas
que pudieran provenir de los franceses. El temor y
las medidas contra los franceses se extremaron a partir del
recibimiento de la Real Orden de 27 de junio de 18Ó9, en
la cual se daba a conocer a las autoridades, los planes del
2 BAGG, af\o lII, número 3', pflg. 331.
3 Op. cit., pflg. 349.

monarca ilegítimo José Bonaparte para sublevar los dominios
hispánicos en América. Entre otras cosas se noticiaba que
habia sido enviado un agente napoleónico a los Estados Unidos
de Norteamérica, para financiar una revolución en Nueva
España. Su nombre, M. Dolart; su residencia, en Baltimore.·
Por su parte el capitán general Mollinedo y Saravia, se vio
obligado a publicar un manifiesto en que explicaba a los habitantes
del Reino, la situación de la Monarquía española
con motivo de la invasión de los franceses, e incitaba a mantener
la 1ucha frente al invasor y a la fidelidad al monarca
legítimo y cautivo, Fernando VII. En este manifiesto dado
en la ciudad de Guatemala el 22 de mayo de 1810, revela el
capitán general el temor que le causa la seducción que podría
ejercer sobre los espíritus de los habitantes de Guatemala,
la Constitución de Bayona y la legislación de ella emanada. 5
También expresa su temor ante la actitud del Gobierno de los
Estados Unidos de Norteamérica, ante los emisarios franceses:
"Los Estados Unidos, en sus actuales diferencias con la
.. Gran Bretaña y llevando a un ecseso reprensible sus reglas·
de neutralidad, admiten buques franceses en sus
puertos. En ellos desembarcan y se preparan los viles
emisarios destinados, si pudieran, a clavar el puñal en
el pecho de todos los españoles leales. Justo motivo de
queja, y de desconfianza de aquel Gobierno, debillsirrió
para todos los objetos y relaciones de la política interior
y exterior. Pero nada de esto debe de infundir cui·
dado ... ".6
4 Op. cit., pflg. 349.
5 ·Op. Cit., pflg. 353. Sobre todo ha de haber temido el In!lujo
que podrla ejercer sobre los americanos. la representación en las
Cortes ofrecida en éstos en su Titulo IX, de la Constitución de Bayona
de 6 de julio de 1808. La convocatoria de la Junta de Regencia para
las eleCCIOnes de diputados a las Cortes Generales y Extraordinarias
de Cádiz, fue recibida en Guatemala, hasta junio de 1810.
6 Op. cit., pflg. 357.
En la p. 369 se dan los nombres de dichos agentes: Estanislao Oro·
peza (extremef\o, de Badajoz), para Guatemala, Ornoa y San Salvador'
Ciriaco Retolaza (de San Sebastlfln), para Chlapa y costa del sur, dé

Poco después se reglamentaba la emigración e inmigra.ción
en el Reino. Por su parte el Real Acuerdo, aprobó las
medidas tomadas por el capitán general para aprehender varios
emisarios franceses que se suponía se habían introducido
en el Reino. Sobre todo, se encarecía que se aprehendiera a
dos agentes que sopechaba el fiscal don J osé Isi~ro Yáñez
Nuño, se hubieran introducido por el Petén. 7 Vanas proclamas
de José Bonaparte llegaron a manos del propio capitán
general, quien así lo dio a conocer a los habitantes del Reino
por Bando del 6 de julio de 1810, y mandó que dichos papeles
se quemaran por mano del verdugo en la Plaza Mayor
de la ciudad de Guatemala. Cosa similar se ejecutó con otros
papeles en la ciudad de Granada, en Nicaragua. s , Durante la
administración de González y Saravia se verificaron otros actos
de Fidelismo, entre ellos la Jura de Fernando VII el 12
de diciembre de 1808, y el reconocimiento de la Suprema
Junta de Sevilla. El 9 de junio de 181? se .estableció e~ la
ciudad de Guatemala el Tribunal de Infldencla, con el objeto
de descubrir y castigar a los emisarios franceses y sus simpatizantes.
9 Las medidas contra los emisarios franceses se
extremaron a raíz de la comunicación del nuevo capitán general
don José de Bustamante y Guerra al Ayuntamiento de
Tonalá hasta Realejo' Fermln Esparragoza, para Trujilló y toda la
Intendencia de Comayagua; Juan Chagaray (vizcaino). para la Intendencia
de Nicaragua, el Gobierno de Costa Rica, Sonsonate y Panamá.
Esta misma lista aparece en la Q:aceta de Caracas, Caracas, Biblioteca
de la Academia Nacional de la Historia, 1960, 2. T. T. 11, 26 de febrero
de 1811, p. 4.
7 Op. cit., págs. 361 y 365, respectivamente.
8 BAGG, afio IV, número 1, pág. 6. Salazar, R. A. Historia de
los 21 años, capítulo XIX. pág. 121 .
9 El Tribunal de Fidelidad establecldo el 9 de jumo de 1810 en
ia ciudad de Guatemala, duró en sus funciones hasta su abolición
por la Real Orden de 20 de febrero de 1811. Sus primeros vocales
fueron los españoles: don José Méndez, comandante del Cuerpo de
Artlllerla' el oldor don Joaquln Bernardo Campusano y el Auditor de
Guerra don Joaquin Ibáfiez. El Ayuntamiento de la ciudad de Gua·
temala' elevó una petición al capitán general González y Saravla,
para que se aumentara el número de miembros del Tribunal de Fidelidad
y la mitad de sus miembros fueran criollos. DIcha petición
fue rechazada por el capitán general. Vid. BAGG, afio lII, número 4pá~s.
471·474.

la ciudad de Guatemala, donde aseguraba que un emisario
del gobierno francés, había tenido la audacia de introducirse
en las cercanías de la ciudad. 1o Posteriormente se publicó una
lista de los emisarios enviados por el Gobierno francés, que
traían la misión de perturbar al Reino. u En este ambiente de
temor y de represión contra los supuestos o reales agentes
bonapartistas y en general contra cualquiera manifestación
subversiva contra las autoridades españolas, en un ambiente
ya 'maduro y propicio para la independencia política, se inició
el proceso contra el peluquero Agustín Vilches.
El 6 de mayo de 1809 fue reducido a prisión el peluquero
de color, Agustín Vilches, acusado de incitar a la rebelión
contra el Gobierno español a los artesanos de la ciudad de
Guatemala. De las fajas del proceso únicamente son posibles
de determinar, los siguientes datos biográficos de Agustín Vilches,
avecinado en la ciudad de Guatemala, era un pardo, que
ejercía el oficio de peluquero. Natural de León en Nicaragua,
soltero, frisaba aproximadamente en los 50 años en la época
de su detención. * En 1793, después de haber estado en la ciudad
de San Salvador, formó una sociedad comercial con el
comerciante don Anselmo Quiroz, pero por no cumplir éste
con las condiciones estipuladas, según el parecer de Vilches,
le había iniciado un proceso de disolución de dicha sociedad,
en el Real Consulado de Comercio. De los pasajes del pro-
10 BAGG, afio 111, número 3, pág. 367.
11 Ibid., pág. 369.
* Por haber testado in artlculis mortls, el 4. de mayo de 1822, se
desprende que nació el afio de 1772.AGG.A1..3051.29323-fol. 65

ceso también se desprende que Vilches poseía una educación
sobresaliente entre los de su clase, donde era reputado por
"Sabio", sobre todo en materia de Historia. Era tenido por
esto "como un Oráculo entre el pueblo bajo". Al incautársele
sus bienes con motivo de su prisión, se le encontró una gran
cantidad de libros que atestiguan su desmedido amor a la
lectura. l2 También era reputado entre los de. su clase como
rico y como elegante o petimetre. Dicha reputación se confiI'~
ma con el inventario que se hizo de sus bienes, donde se le
encontraron abundantes alhajas de considerable valor y calidad,
así como abundancia de trajes. Por un recibo presentado
a las autoridades por Nicolasa López, desempeñando un estribo
de plata empeñado en $7 ante Vilches, más la abundancia
de joyas valiosas en su poder, cabe sospechar qye se·
dedicaba también al oficio de Prestamista. Sumamente aficionado
a la lotería, se le incautaron varios números de la Real
Lotería de Nueva España y de la Rifa destinada a la construcción
del. templo de la Virgen de Guadalupe de la ciudad
de México. Para obtener dichos billetes de Lotería, había enviado
en libranzas a Nueva España $400, y varias cartas su-·
plicando le comprasen los dichos billetes al virrey de México,
al arzobispo del Virreinato, y a los obispos de Oaxaca y Puebla.
Entre las numerosas pinturas y esculturas de Santos que poseía,
se le encontró un cuadro de la Virgen de Guadalupe,
de quien seguramente impetraba el favor celestial, para salir
favorecido en la rifa en beneficio de su templo en México. Ignoramos
si haya. tenido parentesco alguno con el doctor Juan
Francisco Vilches, deán de la Catedral de León por esa.
época. l3
12 VId. ApéndIce C.
13 Docs. 1 y 2.
Su oficio de prestamIsta se confirma por su testamento, vId•.
ApéndIce "D".

Como ya se dijo anteriormente, Agustín Vilches fue re-
d,+cido a prisión el .6 de mayo de. 1809. Dicha comisión la
l!evó a ~abo el escribano de la Audiencia don José Joaquín
Calvo. Fue detenido bajo la acusación de: "visitar las tiendas
de los artesanos, tomando de oficio el persuadirles ser falsa
lá instalación de fa Suprema Junta Soberana Nacional, negando,
por consecuencia, su alta dignidad y disposiciones, que
estan~o la Península ganada por los franceses, éstos han de
gobernar las Américas y ser obedecidos por sus habitantes, y
que los españoles que son conocidos en el país con el nombre
de Chape ton es, deben en virtud de esto desocuparlo inmediatame~te".
Reducido a prisión no se le permitió llevar a
ella sino úriicamente su ropa de cama. La Real Sala del Crimen
aprobó dicha detención ordenando que permaneciera en
prisión hasta nueva orden. Se comisionó a los oidores don Antonio
Norberto Serrano Polo y Domingo Gómez de' Segura,
y al escribano José Joaquín Calvo, para que procedieran a
efectuar un inventario de los bienes y papeles de Vilches.
Efectuada esta diligencia, se dispuso nombrar un depositario
de dichos bienes, y se nombró al señor Domingo Segura, del
comercio de la ciudad. Inmediatamente se procedió a la citación
de testigos, los cuales rindieron sus respectivas declaraciones,
que en síntesis fueron las siguientes: .
Declaración de Benito Cividanes
"Comerciante, vecino de la ciudad de Guatemala. Declaró
que estando en su tienda había llegado don Rafael Otondo,
y le había contado que el negro Vilches aJ}daba prO-:

palando la especie de que era falso que se hubiera formado
la Junta de Gobierno en España, que ésta se encontraba
en poder de los Franceses, y que por lo tanto la América
pertenecia a Francia y no a los Chapetones. Que dichas
sugestiones ya las habia hecho Vilches a dos individuos
de su casa",
Declaración de Rafael Otondo
"Natural de los Reinos de España y comerciante avecinado
en la ciudad de Guatemala. Declaró que le habia contado su
dependiente Pedro Quiñónez, que yendo por .,las calles de
la ciudad en compañía de su esposa había encontrado en
dos ocasiones al negro Vilches, quien los detuvo enta·
blándoles conversación. En dichas conversaciones les ha·
bia dicho que era falso que gobernara la Junta de Go·
bierno, que los Franceses ocupaban la península, y por
lo tanto los españoles debían abandonar la América. Dijo
Otondo que indignado por tales ocurrencias había pasado
a dar aviso al Alcalde Don Gregario Urruela, y como
ese día no le hallara en su casa, le había dejado un
recado con su sobrino Don José de Urruela. y según
tiene entendido, el Alcalde Urruela pensaba poner en prisión
al citado Vilches, proyecto que no pudo llevar a
cabo por habérsele anticipado la Real Sala" del Crimen.
Que creyó de su deber avisar al Alcalde Urruela por el
influjo peligroso que el citado Vilches ejerce entre el
pueblo bajo. Que de la misma opinión fueron los Señores:
Don José de Urruela, Don Félix Pogio, Don Gerónimo
BaIlarina y Don Domingo Payés. Supo también
por el citado Quiñónez, que Vilches hacía "frecuentes
tertulias en la Barbería del Maestro Narciso",·
Declaración de Pedro Quiñónez
"Vecino de la ciudad de Guatemala, declaró ser de 24
años, de calidad español, y que no tiene mgtivo de ene-·
• El año de 1809 fue procesado el mulato AntonIo Cam¡;>os, de
la ciudad de San Salvador v de oficio encuadernador, Dor afrnncesado.
AGG.A1.1-6921-56920-1812. Su proceso consta de varios documen·
tos, que por razones obvias aqul se omiten.

mistad con el citado Vilches. Que está acorde en todo lo
declarado con respecto a él, por don Rafael Otondo. En
lo único que disiente es que la segunda vez que se en·
contró con Vilches, él iba solo y no con su esposa. Que
sabe que ejerce influencia sobre el bajo pueblo, que de·
fiende a los Franceses, y que frecuenta a varios barberos,
entre ellos al Maestro Narciso Contreras",
Declaración de Gerónlmo Ballarino
"Comerciante, vecino de la ciudad de Guatemala, dijo que
es cierta la conversación a que' se refiere don Rafael
Otondo. Que no puede declarar respecto al influjo que
se atribuye a Vilches por no constarle. 'Que no sabe más
sino que el dicho Vilches es entremetí do y se precia de
aseado o petimetre con respecto de su esfera', Más ade·
lante expone el declarante que: 'debe entenderse que el
concepto de que expone es el de reputarlo como ha significado,
de petimetre. o aseado porque no tiene otro
antecedente del referido'''.
Declaración de Domingo Payés
"Dijo que con el referido Vilches: 'no tiene motivo de
amor, ní desafecto, que es mayor de edad'. Que ratifica
la conversación sostenida con Otondo. Que es cuanto pue·
de declarar",
Declaración de José de Urruela
"Comerciante, vecino de la ciudad de Guatemala. Dijo ser
cierto lo referido por Otondo, no tener enemístad con
Vilches, y que es cierta la influencia que ejerce sobre el
pueblo bajo",
Declaración de Eusfaquio Minera
"Este testigo fue citado por órden del Juez de la Causa,
De Oficio Filarmónico. declaró que habiendo asistido como
músico al Jubileo 'que hubo en las próximas carne stolendas
en la tercera Orden' salió a descansar al campa-

nario, donde halló a varios compañeros en, conversación
con Vilches, y que él no le prestó mayor atención a di·
cha conversación. Sin embargo, declara que Vilches: 'Ha·
bIaba de asuntos de Guerra, les aseguró que dentro de
dos meses o de pocos dias sería México y Guatemala de
Francia, pues los habitantes de este continente no valian
nada respecto de ellos'. Que esto lo oyó claramente; pero
como miró con indiferencia aquella conversación y con
desprecio, no pensó que pudiese tener resorte. Declaró no
tener enemistad con Vilches".14
Declaración de Narciso Contreras
"Maestro Barbero, de calidad Pardo, declaró que hace
cerca de ocho meses Vilches no visitaba su tienda, por
estar ambos enojados, por' motivo de haber castigado in·
justamente Vilches a un aprendiz suyo. Que durante todo
el tiempo en que ambos sostuvieron amistad, no le oyó
decir nada respecto a los Franceses, y que en Vilches no
observó 'otro cosa que la de querer figurar muy sabio,
impuesto en Historia, y aún en la lengua latina' ".
,Declaración de José Joaquin Alvarez
"Pardo, Maestro de Barbería, con su establecimiento si,
tuado junto al Convento de San Agustin. Dijo que si bien
era cierto que Vilches visitaba su establecimiento, la
mayoría de las veces era para jugar a las Damas. Que
nunca lo ha oído hablar nada respecto a los Franceses".
Declaración de Félix Poglo
"Maestro Filarmónico, mayor de edad. Dijo que lo único
que puede declarar es la conversación que sostuvo con
Otondo. Que no conoce a Vilches, que solamente ha oído
decir que posee alguna ínstrucción".
, 14 Se trata Indudablemente de la Tercera Orden Fraclscana
fundada en 1613. Por esa época su capilla servla de Iglesia a la rell~
glón de San Francisco. Podrla tratarse también de la Tercera Orden
de Nuestra Sellara del Carmen. Vid. Juarros, DomIngo. Compendio de
la Historia de la Ciudad. de Guatemala. T. 1, pág. 140. '

Declaración de Mateo Sl\enz
"Filarmónico, mayor de edad, de calidad español. Dijo
que habiendp asistido. como ~úsico al.Jubileo de la Ter·
cera Orden pasadas las Carnestolendas;· y que habiendo
subido al campanario a conversar con varios compañeros,
se acercó Vilches y empezó a: 'contarles, o preguntarles
¡ si sabian qu~ .eran ya Franceses, con' otras cosas de que
:el deponente -no puede ,hacer acuerdo'.' Que entre:.los' como
pañeros asistentes recuerda a EustaquioMinera· y José
l'6rtoia. Que no tiene motivo contra .Vilches".15
D~claración de Jo~ Tórtio!.ay Cabrera
"Filarmó,nico, .d'e 33~ños de edad~ Dijo ser cierta la con·
versación sostenida con Vilches: 'añadiendo que en esta
cOll'versaei6n qHe Vilches sin ir, ni venir el caso, lritró;
" . dujo con el' declarante' y sus cnmpañeros, les aseguró que'
, ,era, mucho mejor que esttlviésemos ,b~jo·.a dominación
.~fra,ncesa y de ·Napoleón' .. Que no tiene motiv.os de ene·
~st~d con Vilches"..
En vista de las declaraciones de los testigos arriba cita~

IV
PRESUNTO PASQUINERO
Al efectuarse la captura de Agustín Vilches se hizo un
inventario minucioso de sus haberes y papeles. Entre los papeles
incautados se le encontró una numerosa correspondencia
cruzada con el virrey de la Nueva España, don Jo§é de Iturrigaray,
de su secretario Manuel Velásquez de León, del
obispo de Oaxaca don Antonio Bergosa y Jordán y del obispo de
Puebla y una carta dirigida al emperador Napoleón. l6 También
se le encontraron numerosos billetes de la Real Lotería de Nueva
España y de la Rifa a beneficio de la construcción del templo
de la Virgen de Guadalupe de la ciudad de México; así como
varios papeles relativos a un pleito entablado contra el comerciante
don Anselmo Quiroz, en el Real Consulado de
Comercio. l7 Interrogado sobre el porqué de su correspondencia
con tan altos personajes del Virreinato de Nueva España,
Vilches respondió que deseando invertir $400 de' su pertenencia
en la Lotería de México, se encontró con el problema
de no tener amigo alguno en dicho Virreinato que se los comprara.
Entonces se le ocurrió consultar la Guía de Forasteros
y decidió encomendarles la compra a tan encumbrados personajes.
Para ello les escribió cartas suplicándoles le comprasen
l:!ilIetes de Lotería, previo el envío a cada uno de Libranzas
de $100. Que todos los personajes mencionados respondieron
a sus cartas, a excepción del arzobispo de México. El virrey
d~ México le contestó por intermedio de su secretario, el obispo
de Puebla por intermedio de su mayordomo y" el obispo
de Oaxaca le contestó personalmente, al margen de su propia
16 Vid. Apéndice B.
. 17 El Consulado de Comercio fue erigido por Real Cédula de 11
de diciembre de 1793 en el Reino· de Guatemala.

carta. Este último le contestó diciéndole que le devolvía el di.
nero de la libranza, por ser ésta una comisión indigna de su
cargo y misión, pues el aceptarla sería fomentarle el espíritu
de juego, cuando su deber era disuadirle de ello. En cuanto
al origen de su carta al emperador Napoleón, explicó que
con motivo de la dilación de su pleito entablado con el Con.
sulado de Comercio contra don Anselmo Quiroz, se le ocurrió
dirigirse al secretario del virrey de México, para que por su
intermedio e influencia solicitar pronta justicia de Su Majestad.
Al hacer esta súplica ante el secretario del virrey de
México, confiaba en la deferencia de éste hacia su persona,
ya que éste siempre le enviaba billetes y listas de la Lotería
de México. Que el secretario del virrey le contestó que le
era imposible cumplir con su encargo, por haber caído pri.
sionero del emperador Napoleón Su Majestad Fernando VII.
"Que esta última noticia disgustó tanto el ánimo del deponente
que vacilando consigo en uno de los delirios de amor
hacia su soberano resolvió figurarse qué haría él si tuviera
proporción de hablar con el Emperador de Francia, y que
desde luego, dijo, le diría yo esto, poniendo en seguida un
Borrador de una Carta que se hallara entre sus papeles, en
la cual le pedía por merced, la vuelta de nuestros Soberanos;
pero que esto no fue más que una influencia de su lealtad
y nunca pensó en dirigirla por no tener conducto ni... creer
que pudiera, por su sola petición, efecto de lo que deseaba.l8
Uno de los objetos perseguidos en la incautación de los
papeles de Agustín Vilches, era la sospecha de que fuera uno
de los autores de libelos y pasquines que esos días circulaban,
incitando a la rebelión y desobediencia contra las autoridades
españolas. En efecto, desde los primeros días del mes de enero
de 1808, se había desatado en la ciudad de Guatemala, una
verdadera lluvia de pasquines y libelos. Ello había motivado

uú Bando de fecha 25 de abril de 1809, en el cuál se fijaban
penas severísimas para los pasquineros, que oscilaban entre
multas, presidio, destierro y pena de muerte, segÚI1la gravedad
de la culpa.l9 Sospechando, pues; de Vilches, se procedió a
un peritaje caligráfico, llamado para ello al maestro, de primeras
letras don Antonio Cervantes, y' a los escribanos Reales
don José María Esttada y don Pedro Miguel -López.El dictamen
de la comisión fnedeque la letra de los pasquines y la
de Vilches, no coincidían en todos sus rasgos, por lo cual no
podían asegurar que éste fuera su autor. 20 En lo relativo a la
compra de billetes de Lotería de Nueva España, debe tomarse
en consideración -que en la Capitanía General de Guatemala,
no existían _ni loterías ni rifas por esos días, además de estar
prohibidas tales actividades. La-Sociedad Económica de Amigos
del País había establecido una Lotería _y tina Rifa de Alhaja!
desde su fundación en J 749, pero dicha instituci6n había sido
clausurada en 1800, no siendo reinstalada sino hasta 1811.
Ello hace suponer que Vilches se había aficionado a la Lotería
de 'la Sociedad Económica de Guatemala y en· defecto' de
ésta, 'recurría a la de Nueva España en' la forma que hemas
visto.
El proceso contra Agustín Vilches, ini~iado· en 180~-al·
canza hasta el año de 1812, tiempo durante el cual guarda
larga y penosa prisión. Desde el mes de febrero de 1812 en
adelante, ignoramos por falta de fuentes documentales, cuáles
hayan sido los autos ulteriores del proceso y la fecha en que

ecobró Vilches-su libertad. Cabe' suponer haya sido favo-.
recido po'r el Real Indulto decretado por las Cortes Ge"
nerales de la Nadón y mandado a publicar por la Regencia
el 25 de mayo de 1812. El proceso contra Agustín Vilches
siguió una larga serie de incidencias, cuyos pasajes principalesextractaremo~.
20.a
Como procurador de su causa pidió Vilches se le señalara
al Procurador c;lePobres, Joaquín Eduardo Mariscal" aduciendo
suma pobreza. Por su parte el Procurador de Pobres
al aceptar la defensa de Vilches, indic6 que por ser suma·
mente graves las acusaciones contra el reo y hallarse sumamen·
te recargádo, de trabajo, se le señalara un abogado auxiliar
en la causa. Se le nombró como abogado auxiliar al licenciado
don Miguel Larreinaga.2l En julio de 1809 el procurador
Mariscal y don- Miguel Larreinaga pidieron la excar·
cel~ci6n bajo fianza de Vilches, señalándole como cárcel la
ciudad. Fundaban su pedimento en el hecho de hallarse sumament~
enfermo y enflaquecido por la prisión. La Real Sala
del Crimen ordenó -que Vilches fuera examinado por el ciru·
jano de las cárceles, doctor Narciso Esparragoza y Gallardo,2Z
quien certific6 que efectivamente Vilches se hallaba enfermq.
del , est6m~go. ~ dé.bil de pulsos, todo ello debido a la vida
2O.a. -Por los Documentos del Tribunal de FldeHdad, consta quela
causa' contra VI'ches comprendla 3 cuadernos de 9,37 y 86 follos,
respectivamente. (Junio 27 de 18101. AGG.Al.l.-6921-5651-1810. El 28 de
junio de 1810 el Trlb\lnalde Fidelidad hizo la siguiente consulta, e-
Información al CapltAn General: Que el proceso estuvo sometido a
prueba en sumario en la Real Audiencia (7·VI-1809 a 20 XI.1809); que'
convendrll;l remltlrlo a una prisión en la penlnsula (de acuerdo .con la
R. O. de 14 de abril de 1809l; Y rematar sus bienes en Almoneda, y
de su producto Pllgar las costas del juicio, remunerar al escribano de'
CAmara y el sobrante como ,donativo a la Junta de Regencia. Al.1.·
6921·1812.
21' Don Miguel Larrelnaga (17711847), originario de León, Nlca·
ragua; fue uno de los jurisconsultos mAs notables de su tiempo di·
putado, a las, Cortes Generales J Prócer de la Independencia, etcétera.,
Vid. D. Ignacio Gómez, Blograda del Lic. Miguel Larrelnaga. Salazar,
R. A., Historia de los Veintiún Afios, pAgs. 229-231.
- 22 'Don Narciso Esparragoza y Gallardo (1759·1819), protomédlco
del Reino 'de Guatemala, notable cirujano, y una de las glorias de'
la medicina Colonial. Vid. Martlnez DurAn, Carlos. Las Ciencias Médicas
en Guatemala. Origen y Evolucl6n.

sedentaria de la cárcel· y a su mala ventilación .. En vista
del dictamen médico, el fiscal don José Ignacio Palomo dispuso
que Vilches fuera trasladado al Real Hospital para su resta.
blecimiento, debiendo posteriormente, volver a su prisión. Cuan-
do el oficial de la Sala, Ramón Arriaza, se apersonó en la
cárcel para efectuar el traslado de Vilches, dicho traslado
no se llevó a cabo por haberse negado a ello el reo, quien
pidió comunicarse con el Procurador de Pobres. El procurador
Mariscal, a su vez se dirigió a la Real Sala "del Crimen
manifestando que era muy justa su petición de excarcelación
de Vilches, pero que se oponía a su traslado al Real Hospital
porque "se expondría a mayor peligro por las calenturas que
allí se padecen y Ilaman hospitalaria". Insiste también en su
petición de excarcelación del reo, proponiendo como fiador
a don Pedro de Aycinena 23 o cualquiera otra persona honorable.
Sin embargo, declara, estando probada la inocencia de
Vilches, lo mejor sería proceder al sobreseimiento de la causa.
Por su parte el fiscal Palomo se opuso a dicha excarcelación,
diciendo que ella llevaría la demora de la causa, .,y pedía se
procediera a la publicación de Probanzas, lo cual se verificó
el 20 de noviembre de 1809.
El 7 de febrero· de 1810, pidió nuevamente la excarcelación
bajo fianza de Vilches el procurador Mariscal, proponiendo
como fiador a don Pedro José Valenzuela. En marzo
de ese mismo año, la causa de Vilches fue pedida al abogado
defensor don Miguel Larreinaga, por el regente de la Audiencia
don José Bernardo Asteguieta. En mayo de 1811, doña
Nicolasa López se presentó ante las autoridades manifestando
que entre los bienes embargados a Vilches se hall?-ba un estribo
de plata, el cual ella había empeñado por $7 a Vilches,
23 Don Pedro de Ayclnena, hijo del segundo Marqués de Aycl.
nena. Fue Ministro de Estado durante las administraciones de los
presidentes Rafael Carrera y Vicente Cerna. Vid. Salazar, R. A.
~Iarlano de Aycinena, pág. 22.

el cual deseaba ahora desempeñar. Hechas las averiguaciones
de ley y comprobada la veracidad de lo manifestado por doña
Nicolasa López, se realizó su petición.
Al instalarse el Tribunal de Infidencia el 9 de junio de
1809 en la ciudad de Guatemala, el proceso contra Agustín
Vilches pasó a su conocimiento. Dicho Tribunal" basá~dose
en la Real Orden de 14 de abril de 1809, condeno a VIlches
a ser confinado a un lugar seguro en la Península. Contra
dicha sentencia apelaron el procurador Mariscal y el abogado
defensor Larreinaga. El Tribunal de Fidelidad rechazó la apelación
de la parte defensora. 24 El último trámite que se registra
en el proceso contra Vilches, llega hasta el mes de febrero
de 1812. El depositario de los bienes de Vi1ches se presentó
ante la Audiencia, manifestando que los objetos confiados a
su custodia se encontraban deteriorados, especialmente las
prendas de vestir, todo ello debido al transcurso del t~em~o.
Que para salvar su responsabilidad daba aviso a la AudIencIa.
Dispuso entonces la Audiencia efectuar un avalúo, nombrando
para ello a varios peritos. Para el avalúo de los libros se
nombró a] maestro Manuel Aréva10; para el de los muebles,
al maestro carpintero Agustín Guevara; para las ropas, al
sastre' Jacinto Carabayo, y para las joyas. al platero José
María Argueta. Por no haber aceptado Aréva10 aduciendo
muchas ocupaciones, se nombró para el avalúo de los libros
al licenciado don Miguel Aragón.
24 Doc. 3.
Al ser abolldo el Tribunal de Fldelldad, por las Cortes Gellera1es
y Extraordinarias de Cádlz, las causas de Insurgencia, pasaron nueva·
mente a la Real Audiencia, por el Decreto de 26 de agosto de 1811,
dado en Cádlz. AGG.Al.·5-leg.5-exp.19-181l. .

De los pasajes del proceso contra Agustín Vilches, se
desprende que el motivo principal de su prisión radícaba en
el temor que causaba a las autoridades de la Capitanía, el
clima propicio a cualquier manifestación o rebelión contra la
dominación española. Tanto el fiscal de la Audiencia. como
el procurador Mariscal convienen en que las acusaciopes contra.
Vilches, carecen de fundamento. El fiscal, después de ha.
ber examinado la. correspondencia de Vilches con el. virrey
y el arzobispo de México, ··los obispos de Puebla y baxaca y
la carta dirigida a Napoleón, coñcluye por considerar a Vilches,
como un pobre hombre casi enloquecido 'poruQ afán
dé .megalomanía. Pero a la vez considera que no puede ser
excarcelado por las graves circunstancias políticas porque atra.
Viesa. el Reino.· A su vez, el procurador Mariscal expresa su
acuerdo con el. dictamen del fiscal, máxime que en Su pedi-
·mento expresaJ:>a: "que suspendía, el juicio. sobre el d~Jito".
Añade el procurador que si no fuera por la gravedad de .la
sit\laci6n política, donde cualquier exaltado podría proQuéir
trastornos, pondría en libertad aIreo. Este parecer. fue emitido
por el procurador Mariscal, con·· anterioridad a su pedimento
de excarcelación bajo fianza del reo, en julio de 1809.
No era infundada la preocupación que constituia para
las autoridades de la Capitanía, la actitud de los habitantes
de la ciudad de Guatemala y en general de todo el Reino,
ante los sucesos de la Península y en particular de Nueva
España. Esta desconfianza ante la actitud que pudiera tomar
el .pueblo, comprendía a éste tanto en sus clases altas com~
en la llamada ínfima plebe, y se fundaba no en simples. pre:-

sunciones sino en hechos públicos y manifiestos. Desde el año
de 1808; los habitantes de la ciudad de Guatemala, habían
manifestado· ya su repudio a las autoridades españolas:
"Que la noche del diez y siete del corriente cuando el
Pueblo iba siguiendo la tambora salieron dentro de la
muchedumbre unas voces de mueran los Chapetones y
viva Guatemala, las cuales se oyeron en la esquina del
citado Peynado".25
Este incidente pone de manifiesto el proceso formado contra
el poeta y periodista don Simón Bergaño y Villegas,
acusado ·de fomentar la divisi6n entre los europeos y los americanos.
De las páginas del proceso contra Bergaño y Villegas,
se desprende que varios Criollos prominentes, algunos de ellos
miembros del Ayuntamiento de la ciudad de Guatemala, abrigaban
sentimientos hostiles contra los peninsulares o chapetones
y que a semejanza de lo ocurrido en Nueva España,
intentaban deponer al capitán general y formar una Junta
de Gobierno.26 Algunos de ellos simpatizaban abiertamente
con los franceses:
"Que desde el momento en que empezaron a saberse en
esta Capital los atentados de dos de mayo cometidos por
el Duque de Berg tuvo en casa del Regidor José Maria
Peynado algunas disenciones con su hermano Don Manuel
y el Doctor Don Diego Batres en virtud de los
elogios que hacian de la tropa Francesa al mismo tiempo
que injuriaban a la Española".27
25 Doc. 4, tol. 2v. Don José Marla Peinado, Regidor Perpetuo. y
Decano del mismo Ayuntamiento, autor de las "Instrucciones para la
Constitución Fundamental de la Monarqula Española".
26 Docs. 4 y 5. Sobre la vida y obra de don Slmón Bergaño y
Vlllegas. Vela, David. Literatura Guatemalteca. Salazar, R. A., Hlsto'
rla de los Veintiún Años y Desenvolvimiento Intelectual de Guatemala.
Carrillo Ramlrez Salomón, El Poeta VilJegas (Guatemala: Editorial
Curthlz, la. Ed. 1938'), Y Simón Bergaño y VilJegas. Poemas (Guatemala:
Ediciones Revista de Guatemala, 1959).
:;>.7 Doc. 4, tol. 2.

Si a esta situación de abierta y franca rebeldía contra las
autoridades españolas prevaleciente desde 1808 en el Reino
de Guatemala, añadimos los graves sucesos de Nueva España,
el temor a los emisarios napoleónicos y al espíritu levantisco
del bajo pueblo; tendremos la raíz del fundado temor que
causaba la especie de liderato que ejercía entre el bajo pueblo
Agustín ViIches, y la causa fundamental de su la~ga y penosa
prisión. Las autoridades, por otra parte, tenían pleno conocimiento
del espíritu levantisco y peligroso del pueblo bajo,
sobre el cual ejercían estrecha vigilancia a través de los alcaIdes
de barrio y el cual trataron de controlar a través de
los Bandos de Buen Gobierno, sobre todo en una época en
que los sucesos políticos se comentaban "aun en las zapaterías".28
Sin poder verificar plenamente la culpabilidad o la
inocencia de Agustín ViIches, su proceso es una prueba más,
ínfima si se quiere, para desvanecer la infundada opinión
de que el proceso histórico de la emancipación política de
Centroamérica, se obtuvo sin costo ni esfuerzo alguno, y sin
rubricarse con la sangre de muchos mártires, entre ellos el
de un humilde negro peluquero. Sirva también el proceso contra
ViIches para afirmar una conclusión más general: "Esta
'conciencia pro-independencia no fue meramente clasista como
se ha creído. Los juicios de infidencia nos cuentan de centenares
de presioneros obreros y artesanos y hasta agricultores,
y nos mencionan a indios, negros y mulatos".29
28 Doc. 4, rol. 104v. Docs. 6 y 7.
29 Mata Gavldla, José. Lo auténtico y lo Circunstanciado en la
independencia de Centro América, pág. 30.

ENCABEZAMIENTO DE LA CAUSA CONTRA
AGUSTIN VILCHES
"Por una prodigiosa casualidad he sabido ayer de persona
fidedigna que Agustín Vilches, negro de este Vecindario y de
-Oficio Peluquero se ha empleado estos dias en visitar las
tiendas de los artesanos tomando de oficio el persuadirles ser
falsa la instalación de la Suprema Junta Soberana Nacional,
negando por consecuencia su alta dignidad y disposiciones, que
·estando la Península ganada por los Franceses, éstos han de
'gobernar las Américas y ser obedecidos por sus habitantes, y
·que los Españoles que son conocidos en el País con el nombre
·d~ Chapetones, deben en virtud de esto desocuparlo inme-
.diatamente.
Como el referido Vilches tiene su prepotencia en el Pueblo
bajo y está reputado por él como un oráculo, por la fama que
ha procurado adquirirse de acaudalado con respecto a su esfera.
y sabio también, por la narración de cuatro cuentos, o
anécdotas de Historia que ha robado de algunas conversaciones
y cuyas especies aplica como un verdadero charlatán sin
la menor oportunidad en sus tertulias, con el objeto de constituirse
en ellas un ... ; creyendo muy nocivas a la tranquilidad
-de este Público fiel, y de funestísimas resultas para la mayor
.parte de sus honrados vecinos las insinuadas sugestiones, estimé
de mi obligación para evitar cuanto antes el peligro que
pudie~an origi~ar. las persuacio~es de este Bl!1sfemo político,
Teduclrlo a pnslOn como lo eJecuté ayer mismo de noche
poniéndolo a disposición de este Supremo Tribunal en la Reai
Cárcel de Corte sin comunicación hasta tanto que en virtud
de lo relacionado se digne V. A. resolver lo que fuere de su
:Superior agrado.
Nuestro Señor que la C.R.P. de V.A. muchos años. Guaiemala
y Mayo de 1809.
Juaquín José Calvo
Rúbrica".

BORRADOR DE LA CARTA DIRIGIDA POR AGUSTIN
VILCHES AL EMPERADOR NAPOLEON
"Gran Sef\or...
Postrado a los' Imperiales pies de V.M. imploro su clemencia,
pidiéndole merced;
Sef\or
A mis noticias han allegado las voces de haber el Gran Imperio
de la Francia; las Majestades de Nuestros Soberanos,
los Augustos Reyes de Espafia, mis Sef\ores, a cumplimentar·
los re~iprocos afectos de buel?a Voluntad, paz. unión y buena
armoma. que han profesado sIempre, con la Augusta, Imperial
y Real Persona de V:M.
No dudo sef\or. de que los fines de nuestros Augustos·
Soberanos, ·son laudables, y provechosos a la Monarquia Es.·
pafiola y humilde, y fieles Vasallos: empero las M M. de Nuestros.
Soberanos han dilatado su vuelta ... y esta Augusta au·
senCIa de nuestros Reyes, y Sefiores, tienen grandemente·
penetrados. nuestros corazones, de los más vivos sentimientos;·
por semos absolutamente necesario el Sol de Su Real Augusta.
persona en el cielo, el Trono Español.
Sef\or Imperial. AV.M. pido de Merced en mi nombre digne
de suplicarles a las Ms M de nuestros Soberanos. nos favorezcan
con el oportuno regreso· a España, para consuelo de todos.
sus leales Vasallos.
Asi, lo esperamos de la imperial Clemencia de V.M.
Dios Nuestro Guarde la vida de V.M. los muchos afios:
que la Cristiandad necesita, para bien de la Monarquia Es-·
pañola.
Nueva Guatemala y Octubre 3 de 180...
Gran Sefior.

INVENTARIO DE LOS LIBROS DECOMISADOS A
AGUSTIN VILCHES 30
"69. Un tomo en pergamino Fantasmas de Madrid.
70. Un tomo id Arismética.
71. Otro pensamientos Cristianos.
72. Otro quantidad de las Silavas.
73. Otro titulado Luz del Alma.
74. Otro guia del Hombre.
75. Otro Cartas de Juan de la Encina.
76. Otro en pasta idioma de la Razón.
77. Otro id grandes a del Alma.
78. Otro id las noches clementinas.
79. Tres tomos id de las Cartas del Papa Clemente Catorce.
80. Arte de Reloxeros en pasta de un tomo.
81. Un tomo Elementos de todas las ciencias.
82. Un tomo compendio historico de la Religion.
83. Un tomo pergamino compendio historico de la Europa.
84. Ytem un tomo pasta compendio de las tres Leyes.
85. Ytem un tomo pergamino de F. Anta. Margil.
86. Ytem un tomo id el Orinoco Ylustrado. (",'''''' G-v)--l-; l(e...
87. Ytem dos tomos Año Cristiano de Febrero y Agosto.
88. Ytem un Quaderno que contiene las diferentes representaciones
de la guerra.
89. Ytem un Tomo pasta tratado de los pulsos.
90. Ytem un Tomo exequias del Sr. Dn. Carlos tercero.
91. Ytem el tomo primero viajes de Wanton.
92. Ytem un tomo pasta Semana Santa.
93. Ytem un tomo pasta id Parnaso Espafiol.
94. Ytem un tomo id la Ermosura de Dios.
95. Ytem un tomo segundo de Almeida. Recreaciones filosóficas.
96. Ytem un tomo Diccionario de Francés al Castellano.
97. Ytem otro id Refugio de Pecadores.
98. Ytem tomo tercero en pergamino Espectaculo de la Naturaleza.
99. Ytem un tomo pasta, Molestias del trato humano.
30 Nótese la taita de libros prohibidos. Chlnchll1a Agullar, Ernesto.
La, InquIsición en Guatemala, Instituto de Antropolog-(a e HIstoria,
1953, págs. 299·313.

100.
1Ol.
102.
Ytem un tomo Obra Médica de Madama Fouquet.
Ytem otro en folio mayor, que comprehende el Retrato'
de varios Soberanos de la Antiguedad.
Ytem un rollo de Estampas.
Se omite apuntar otro legajo de Libros truncos, sin forro,
y descuadernados por ser de poco momento",

M. José Francisco Gavarrete sobre que se redusca a testamento
formal la memoria bajo cuya disposición falleció Agustin
Vilches, (1822).
Digo yo Agustín de Vilches que muero Christianamente. con·
fesando los misterios de Nuestra Sagrada Religión de la SS.
Trinidad Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espiritu Santo, tres
personas distintas y un solo Dios verdadero, y la Ynmaculada
Concepción de María Santísima, Amén.
Suplico por amor de Dios a los sefíores por el paso en
que me ayo, a la eternidad me sean abaseas; en primer lugar
D. Francisco Gavarrete a quien siempre e profesado amor, confianza
y respeto; en segundo lugar a D. Francisco Abalos y Soto
que nos emos amado siempre como es notorio. Yten declaro
que en poder de D. Juan Fermín de Aycinena tengo la cantidad
como constar por su recibo que existe en las papeleras de mil
seis cientos pesos con sus réditos que deve de entregar desde
el dia de su recibo, amás de otra cantidad que existe en poder
de D. Francisco Gavarrete, no se que tanto sea y ropas de
uso y muebles; encargo a mis Alvaseas los recojan, una mesa
grande que está en poder de D. José María Cárdenas, dos
sillas de sentarse que dará razon de ellas Pantaleón de Gue·
vara, y en poder de este las sillas de montar a cavallo; en
poder de la demandera de las monjas de S. Teresa estan un
Misterio de Nifío y una Ymagen de Sefíor S. Antonio de vestir
y una caxa de polvos de plata; y en poder de D. Anselmo
Quiros una Ymagen de Dolores con su correspondiente S.
Cristo los dos con sus insinias doradas. el resto de los demás
muebles estan en poder de mi alvacea Gavarrete; y igual·
mente suplico a mis alvaseas sigan el cobro de las utilidades
que tengo pendiente contra don Anselmo Quiros, y de estos
bienes que se conoscan ser mios en primer lugar paguen a
un criado llamado José Antonio; de don Roberto Sacasa de
Granada que cuando estuvo en esta capital con su amo me
lo dejó a guardar en un cofresito, la cual cantidad la aIlaran
en los autos de la criminal que me levantó don Joaquin
Calvo, en segundo lugar a la sefíora María de la Cruz Abalos
mis asistencias que será lo que ella dijere; y dejo a la voluntad
de mis alvaseas la sepultura de mi cuerpo y lo que la can·
tidad describe giados del amor de Dios el bien que quieran

aser por mi alma y si de mis bienes sacando todo lo forzoso re·
sultase algo suplico lo allan de distribuir entre los pobres a
la voluntad de mis alvaseas otro si digo que sieste papel no
estuviere conforme a derecho, lo tiene por mí mis alvaseas para
que arreglen y dispongan conforme a las Leyes, esta es mi
voluntad y para que conste la firmo en esta siudad de Gua·
temala, a quatro de Mayo de 1822, siemdo testigos y por
estar impotente de firmar lo ago a su ruego Juan Francisco
Abalos y Soto, Vicente Escovar, Marselino Luarca, Manuel
Molina, José Domingo Castillo.
Don Francisco Gavarrete de este vecindario en forma de
Srio. ante V. paresco presentando el testamento bajo el qual
fallecio en principios de este mes Agustin Vilches otorgado
ante cinco testigos venargandome el albaceasgo en primer lugar
para que semejante documento tenga mejor validación
y yo me evite de qualquier resultas suplico a V. se sirva
mandar comparecer en mi Juzgado a los testigos que aparecen
firmados y examinarlos con juramento al tenor de las preguntas
siguientes: primeramente si son vecinos; si conocieron al refe·
rido Agustin y si con el tenian algun parentesco y si estendido
el testamento de letra del Mro. Francisco Abalos estubieron
en su casa, fue leído apresencia c;leellos y del enfermo el
expresado Agustin, firmando a ruego de este por que la
enfermedad se lo impedía, el mencionado Mro. Francisco Abalos,
y en seguida los demás testigos aconsequencia de mani·
festar al testador de ser lo escrito su final voluntad para
que se cumpliera. Y por ultimo si no sabiendo escribir el teso
tigo Marcelino Luarca, puso su nombre y apellido por él, don
Vicente Escobar que aparece firmado de segundo testigo en
el presente documento: dicha esta información suplico a V. se
sirva aprobarla interponiendo su autoridad judicial y mandar
se eleve todo a instrumento publico protocolisado en el registro
conste al presente escribano y que me dé integro testimonio
para executar quanto deja dispuesto el finado, y que siempre
me sirva de resguardo: por tanto A. V. pido sea mi escrito
proveer segun solicito que es justicia jurando en forma lo
necesario Francisco Gavarrete. Juzgado 20. Constitucional en
Guatemala y agosto veinte y nueve de mil ochocientos veinte
y dos. Recibase la información que se solicita y evaquada
traigase. Batres. Zelaya.
En seguida lo hise saber a don Francisco Gavárrete. Gars.
Zelaya.
En quatro de septiembre fué juramentado en forma don
Francisco Abalos y examinado con arreglo al interrogatorio
presente. a la primera pregunta dixo: que es vecino de la
capital: conoció a el mero Agustin Vilches que era natural
de León y que no era su pariente en ningun grado; a la
segunda con vista de la memoria a que se contrae dixo: ser
de su pufio y letra como la firma que dió el finado, por RO

poderlo este hacer a causa de la gravedad de su m.al y que
al auto de solemnizarse dicho instrumento concurrieron los
testigos ~lli, ante quienes manifestó el paciente por su final
voluntad. 'a la tercera que es cierto en todas .las partes .y. que
-dicho es la verdad en juramento en que se aflrmó'y ratlflcJ y
firmó con el sefior. doy fé.-Batres. Juan FranCISco Abalos.
Gars. Zelaya. en diez y siete del mismo fue jura~entado en
forma don Domingo Castillo y eXél:I?inadopor el .mterrogado
anterior. A la primera pregunta dIJO: q~e es vecI~o de esta
capital que conoció al maestro Agustín Vllches naclOnal de la
.ciudad de León, y que no teníll: coI!. el ningun ~nlace. A la
segunda con vista de la memOria dIJO: que la fm~~ que se
hallaba al pie es de su punio y l~tra y que. concurno cor: los
demás testigos al acto en que V¡Jches la flrmó ~ d~claro su
voluntad segun en ella se expresa y que no firmo por la
gravedad del mal pero dio facult~~ ,al maestro Abalos para
que lo hiciere por él como lo. verifico este .. A la tercera que
es cierto y le consta he conocld~ y que ~o dICho es la verdad
por su juramento en que se ratifica y firma d?y fé.-;-Ba.tres.
José Domingo Castillo. Gars. Zelaya. En el mIsmo dla J.ura.
mentado en forma Manuel Molina y examinado por el mt~rrogatorio
anterior dqo: A la primera p~egunta que conOCIó
al maestro Agustín V¡Jches y que no tema con él parente1?co
alguno. A la segunda que concurrió al acten que el referlqo
Agustín aseguró ante él y los demás testigos e~ la memOria
que se le ha manifestado que aquella era su ultIma voluntad
y que no pudiendo firmar por impedirselo la gravedad del
mal dió facultad al maestro Francisco Abalos p.ara que lo .hi·
ciese por él como lo verificó este y que la firma que dice
Manuel Molina es de pufio y letra del declarante. A la ter~era
que es cierto su contenido y le consta por haberlo presen~lad?
y que 10 dicho es la verdad por su juramento en que se af!rmo
y ratificó, doy fé.-Batres. Manuel Molina Zelaya. En el ~lsmo
día fue jl,lramentado en forma Marcelino Luarca y exammado
con arreglo al anterior dijo: A la primera pregun~a q~e es
vecino de esta capital que conoció al maestro Agust.m VIlches
y que no era su par!ente. A la segund!i que conoció cr¡n 10;S
demás testigos que flrmaron la memOria al acto de solemm·
zarse y que leyendosela al citado Agus~ín dijo q~e aquella
era su ultima voluntad y por no poder fIrmar le dló fac':11~ad
al maestro Abalos para que lo hiciere por el como lo verlfl.có,
y en seguida los demás testigos. A la tercera que es ~fectlvo
que no sabiendo firmar el declarante le encargó al senor Vicente
Escobar lo hiciere por el y que este puso su nombre
y apelativo en lugar de firmar por el y a nombre del deponente
y que lo dicho es la verdad 1?or su juramento en que
le ratifica y no sabe firmar. dyfe.-Batres. Zelaya. e)1 se·
guida fue juramentado don VIcente Escobar y exammado
como los antecedentes. A la primera pregunta a el interroga·

torio anterior dixo: que e's vecino de esta capital, que conoció
a Agustin Vilches y que no era su pariente. A la segunda
que es cierto haber conocido con los demás testigos al acto
en que firmaron la memoria con que encabeza este expediente
la qual consta al referido Vilches, expresa ser aquella su vo·
luntad y por no permitirle firmarla por el mal que tenia
dicho presentado al maestro para que lo hiciere, como lo
verificó y en seguida los demás testigos. A la tercera: que
Marcelino Luarca y no sabiendo firmar le suplicó que lo hl·
ciere por el y que creyendo asertar puso en su letra el nom·
bre y apeidos, de este en lugar a firmar con los suyos a nombre
del mismo y que lo dicho es la verdad por el juramento
en que se ratifica y firma doy fé.-Batres. Vicente Escobar.
Zelaya. Juzgado 20. Constitucional de Guatemala y septiembre
veinte y siete de mil ochocientos veinte y dos. Vistos apruebase
quanto ha lugar en dicho la precedente informaCión y en
consecuencia reduscase la memoria a que se contrae a instru·
mento público protocolandose por el presente escribano y
dándose a los albas eas, los testimonios que pidan.-Batres.
Robles. Zelaya. En seguida lo hise saber a don Francisco Ga·
varrete. En Guatemala, a treinta de septiembre de mil ochocientos
veinte y dos en virtud de lo mandado en el anterior
auto agrego a mi protocolo corriente estas diligencias prac·
ticadas para reducir a testamentos la memoria simple que
otorgó Agustin Vilches bajo cuya disposición falleció segun
se sabe es publico y notorio; y fueron testigos de este don
José Maria Llerena y don Manuel Herrarte de este vecindario.
en siete de octubre del mismo afto de testimonio de estas dili·
gencias antes citadas del albacea.
Nota: El autor agradece el hallazgo y la ubicación de este docu·
ment~ a los sefiores profesor Ricardo Toledo Palomo y a su hermano
Luis J!Jlrique Samayoa Guevara.
DOCUMENTO DEL ARCmvO GENERAL
DEL GOBIERNO (AGG)
"l. De la causa contra Agustin Vilches por indicios de andar
propalando especies de Insurrección.
AGG.B.2.7, Leg. 31·773·1809.
2. De la causa reservada contra Agustin Vilches y contiene
la correspondencia y otros papeles recogidos en su casa.
AGG.B.2.1, Leg. 31·774.1908.

3. Apelación de la sentencia del Tribunal de Fidelidad contra
Agustin Vilches.
4. Sobre averiguar la conducta de Don Simón Villegas en
punto al estado de insurrección que se recela en esta
Capital.
5. Petición de Don Simón Bergaño y Villegas para que se
le aplique el Real Indulto.
AGG. Intldencla 2·229·1808..
6. Pedimento del Fiscal sobre la conveniencia de establecer
la Sociedad Económica en Guatemala.
AGG.A1.6·4640, Fols. 86·90, 179:5.
7. Bando de Buen Gobierno del Capitán General Don Carlos.
Urrutia y Montoya".

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Guatemala, 1944.

El proceso contra el indígena Manue! Paz,· es uno de los
episodios de la emancipación política de Centro América prácticamente
hasta hoy desconocidos. Su estudio ayuda, aunque
sea en mínima parte, a la comprensión del espíritu de insurgencia,
prevaleciente en la Capitanía General del Reino de
Guatemala, en la primera década del siglo XIX. En dicho
proceso se revela el temor de las autoridades españolas de
la Capitanía General ante los sucesos de España; e! recelo
ante los planes subversivos de N apoleón en Hispanoamérica,
al surgimiento de! clima de insurgencia en la propia Hispanoamérica,
y ante todo a los movimientos independentistas
registrados desde 1808, en la propia Capitanía Gerieral. A ello
se aúna el clima de relativa libertad, propiciado por las Cortes
de Cádiz y la Constitución Española de 1812. Manifestaciones
del temor de las autoridades coloniales españolas fueron una
serie de leyes y medidas preventivas y represivas, el control
de la migración, la serie de precauciones adoptadas contra los
agentes bonapartistas y el establecimiento de los Tribunales
de Infidencia. Pero además es importante anotar que en el
proceso contra Manuel Paz, se revela la condición jurídica
del indígena en la Legislación Indiana, y en lo que se refiere
al Derecho Procesal respecto al mismo, sus características de
semigratuidad y e! carácter sumario del proceso, como vere-

mos en seguida. Conviene, sin embargo, dejar previamente
aclarado, en qué consistía la condición jurídica del indígena
y las características del Derecho Procesal ya enunciadas. A
este. respecto un autor asienta:
"Jurídicamente el indio tenía la condici6n de miserable.
Sol6rzano define esta capacidad especial diciendo que se reputan
personas 'Miserables' aquellas de quién, naturalmente, nos
compadecemos por su estado, calidad y trabajo. Su determinación
queda al arbitrio del juez, por ser tantas y tan varias
las circunstancias. Pero cualquiera que se atienda y requiera
hallamos que concurren en nuestros indios por su humilde,
servil y rendida condición. Consecuencia de ello es que los
indios hayan de gozar y gocen de todos los favores y privilegios
que a los menores, pobres, rústicos y a otros tales se
conceden, así en lo judicial como en lo extrajudicial". "Semigratuidad
(20). La justicia indígena para el indio ofrecía la
ventaja del poco costo, en contraposición a la costosa justicia
de Castilla, sumamente censurada por nuestros autores (21).
"Se obliga a los abogados a que con anterioridad al juicio
ajusten sus igualas, a fin de evitar los abusos de excesivos
honorarios, mandándoseles que sean, respecto a los indios, verdaderos
padres y protectores de sus personas intereses y bienes,
obligándose a los letrados a indemnizar (22) al litigante que
hubieren causado, por perjuicios en sus intereses, por malicia,
culpa, negligencia o impericia.
"A los indios, así como a los que pleiteaban por pobre,
no se les cobraba derecho alguno, ni por el escribano, ni por
el relator. Los negocios leves se despachaban por decreto y
no por provisión, a fin de evitarles el pago de derechos y
costas" (23) .
"Carácter sumario del proceso para los indios (27). Duramente
ha sido criticado por los juristas de todo tiempo la

lentitud y enmarañada administración de justicia española,
sin que por ello haya sufrido reformas ni aún en los tiempos
actuales, pues parece que la claridad y la rapidez del procedimiento
está regañada con la verdad de la justicia. No es
así, sin embargo, como nos lo prueba que nunca se faltó a
los principios de justicia en Indias, adonde para los indígenas
se acudió a medios que no eternizaran los asuntos en las
Reales Audiencias y Cancillerías, creándose salas especiales en
las Audiencias para pleitos de indios pobres, señalándose un
día a la ,semana para que entendiesen exclusivamente a ellos,
y a sus abogados se les ordenó no dilatasen los pleitos de indios
(28). Tenían los indígenas la facultad de elección de
fuero, para el caso en que fuesen demandados, pudiendo defender
sus derechos ante la Justicia ordinaria o ante la Real
Audiencia (29). Los indios podían testificar pero dada su capacidad
sui generis no era necesario que se les tomara juramento
en sus causas y pleitos, por el peligro o riesgo en que
se les ponía de que se perjurasen "por deponer ordinariamente
en la forma que los instruyen o persuaden, o en la
forma q4e entienden que será más del gusto del Juez" (30).1
Finalmente en los autos del proceso se revela la anulación
de toda clase de fueros ante el delito de Infidencia e Insurgencia,
el celo y el despotismo del Capitán General Bustamante
y Guerra aun con la propia Audiencia, para reprimir
los movimientos independentistas, y el forcejeo de la propia
Audiencia, para hacer prevalecer la justicia, frente a la arbitrariedad
de su presidente. 2
1 Malagón Barceló, Javier. Teor(a General del Derecho Procesal
en las Leyes de Indias, en Estudios de Historia y Derecho, México.
Universidad Veracruzana. 1966, p. 125 Y pp. 128·130.
2 La audiencia de Guatemala era pretorlal y por lo consiguiente.
su presidente era el Capitán General.

Antes de adentrarnos en los pormenores del proceso contra
el indígena Manuel Paz, maestro de postas de San Martín
Cuchumatán, conviene trazar un esquema de la provincia de
Totonicapán o Huehuetenango, al menos desde el punto de
vista político-administrativo, durante las primeras décadas
del siglo XIX.3 Situada al O. en el Reino de Guatemala,
colindaba por el S. O. con la Provincia de Quezaltenango;
por el O. y el N. con la de Chiapas; por el N. E. con la de
Vera paz, y por el S. con la de Sololá, J uarros" la considera
como una de las más populosas del Reino, pues contaba con
58,200 habitantes, de ellos 2,750 ladinos y 55,450 indígenas.
Sus habitantes estaban distribuidos en 48 pueblos y 2 aldeas
de ladinos. Desde el punto de vista eclesiástico, comprendía
11 curatos, 7 servidos por clérigos seculares y los restantes
por regulares de las Ordenes dominica, franciscana y me:cedaria.
Como ya se habrá observado, desde el punto de VIsta
étnico y cultural, predominaba la población indígena. La Alcaldía
Mayor comprendía dos partidos: el de Totonicapán y
el de Huehuetenango. La principal población del partido de
Totonicapán, era San Miguel Totonicapán, capital de la Provincia
y residencia del alcalde mayor. En el partido de Huehuetenango
la principal población era Concepción Huehuetenango,
antigua capital de la provincia, y donde por ese
entonces residían temporalmente los alcaldes mayores.
San Martín Cuchumatán, era por esa época un pintoresco
pueblecillo del partido de Huehuetenango. Desde el punto
de vista eclesiástico, San Martín Cuchumatán dependía de la
parroquia de Chiantla, y distaba de este pueblo 15 leguas.
3 Juarros. DomIngo. CompendIo de la HistorIa de. la Ciudad de
Guatemala. Guatemala; Tipografla Nacional, 3a. edición, 1936, tomo 1,
pp. 46·48.

.su población se componía en los finales del siglo XVIII, de
26 familias indígenas, que hacían un total de 97 almas. La
lengua predominante en esa región era y sigue siendo el
man. 4 San Martín Cuchumatán distaba de la ciudad de Huehuetenango,
15 leguas. La provincia Mercedaria de la Presentación
de Nuestra Señora, cuya cabeza de provincia se
hallaba en la ciudad de Guatemala, tenía bajo su jurisdicción,
varios pueblos del partido de Huehuetenango, entre ellos Huehuetenango,
Malacatán, Chiantla y San Martín Cuchumatán.lI
Con fecha 6 de noviembre de 1811, el Capitán General
·de Guatemala, teniente general don José de Bustamante y
'Guerra, 6
dirigió un oficio a la Real Audiencia, que en su
:parte medular decía:
"Para el arreglo de mis providencIas gubernativas me es
Indispensable saber todas las ocurrencias o casos parti.
culares de infidencia, sedición y demás que influyen en
el buen orden y tranquilidad pública ... ".7
"Los Jueces dan cuenta de estos asuntos a ese Tribunal,
conforme a la última Real Resolución, pero sIn perjuicio
de sus trámites y determinación de justicia, conviene y
4 Cortés y Larraz, Pedro. Descripción Geográflco.Moral de la
'Dlócesls de Guatemala. Guatemala. Biblioteca "Goathemala". Tipogra.
!la NacIonal, 1958, tomo n, pp. 131·132. Adrlán Reclnos. Monografia
·del Departamento de Huehuetenango, Guatemala. Tlpogratla Sánchez
& de Guise, 1913.
5 Samayoa Guevara, Héctor Humberto. "Historia del Establecl.
miento de la Orden Mercedaria en el Reino de Guatemala", en An.
'tropologla e Historia de Guatemala, Vol. IX·2·p. 30. Junio de 1957.
6 El Teniente General de la Armada, don José de Bustamante
y Guerra, fue Capitán General de Guatemala los afios 1811·1818. Este
funcionario se dIstinguió por su celo en matener la dependencia a
Espafia. su dpspotismo en el gobierno y la dureza en la represIón de
'los movImIentos Independentistas.
7 Doc. n, fol. l. Es interesante anotar que durante el mes de
noviembre de 1811, se regIstraron los movimIentos Independentlstas
de las Intendencias de San Salvador y Nicaragua. El 5 de noviembre
tuvieron lugar los movimIentos de la cIudad de San Salvador.

es preciso que yo sepa los que sean, su naturaleza y
trascendencia que puedan tener en la quietud de los pueblos,
sobre que debo ejercer la mayor vigilancia".8
"En esta virtud espero Se sirvan Vuestras Señorías pasarme
una relación de los negocios pendientes de esta
clase, y de su estado actual: y para lo sucesivo me parece
correspondiente que conforme lleguen a ese Tribunal
se me comuniquen momentáneamente, no sólo para el
efecto de ver, en inteligencia de que no los detendré sino
lo muy preciso para mi instrucción, y tomar los apuntes
o noticias que convengan".9
El 8 de noviembre del mismo año, la Real Sala dd
Crimen de la Audiencia, acordó que se cursara recibo de
dicho Oficio al presidente Bustamante, y que pasara a dictamen
del oidor fiscal. Este curso lo rubricaron el regente
don José Bernardo Asteguieta y Sarralde, y los oidores don
Joaquín Bernardo de Campuzano y don Norberto Serrano
Polo y el Escribano Juan Hurtado. El 10 de diciembre del
mismo año, el oidor fiscal González dictaminó en el sentido
de estar de acuerdo con lo pedido por el presidente Bustamante
y Guerra, por:
"Que son muy racionales y fundadas las reflexiones del'
Excelentísimo Señor Presidente en el oficio que prece-de
... " y añade que los expedientes: "que existen en
curso han venido por conducto del mismo Señor Presidente
... ".10
El 13 de diciembre la Real Sala del Crimen determinó·
que se diese cuenta a Bustamante por el relator. El 4 de enero·
de 1812, reunidos en la Real Sala del Crimen, el regente As-teguieta
y los oidores Polo y Aguirre, acordaron que la Escribanía
diera cuenta· de las causas que "existen sobre la infi~
8 noc. n, fols. l·lv.
9 Doc. II, fol. 3v.
10 Doc. Ir, fol. 4

dencia, o sedición ... ".11 El 2 de abril del mismo año, el oficio
antecedente fue notificado a la Escribanía a cargo del escribano
José Manuel Saravia, por el escribano de Cámara de lo
civil, Francisco Berdugo. El 6 de abril del mismo año, la
Escribanía se dirigió a la Real Sala del Crimen, proporcionándole
el informe pedido. En él se indica que en la cárcel
de la Corte se encontraban guardando prisión don Francisco
Ramón O'Horan y don José Agustín Alvarado.l2 La causa
del primero se hallaba en poder del relator desde el dos del
corriente y la del segundo a "la vista y mandada pasar al
señor Oidor Fiscal". En la cárcel del Ayuntamiento se encontraban
únicamente ocho reos, "entre los veinte y cinco presos
por la Capitanía General que corresponden a esta Real Sala",
y eran "Don Francisco Portillo, cuya causa pasó al Superior
Gobierno y se halla en el Procurador de Pobres para producir
pruebas", Manuel Zepeda, José Galdámez, Severino Posadas,
Juan Ortega, Leandro y Vicente Fajardos, comprometidos en
los movimientos de Metapán del año 1811. En cuanto a Vital
Antonio y Luciano López, añade el informe de la Escribanía:
"ni se 'hallan en la cárcel ni hay constancia de su salida".
En cuanto a Lucas Flores, "se halla efectivamente preso en
dicha cárcel, no hay en toda la actuación constancia de su
apremio, ni menos de su remisión". En cuanto a las actuaciones
existentes en el Tribunal de Fidelidad,13 el informe dice
11 Doc. II, fol. 4.
12 Don Francisco Ramón O'Horan hermano del famoso don To·
más O'Horan 1763-1848, OIdor de la Real Audiencia y de relevante
actuación en los sucesos Independentlstas Y postlndependentlstas. El
otro hermano de don Francisco Ramón, don José Gabrlel, participó en
los movimientos Independentistas de Nicaragua de 1811, vid. "Relación
de los méritos del licenciado Tomás O'Horan", en Antropologla e H1storla
de Guatemala, por Louls E. Bumgartner, Vol.·XVIII·1, enero
de 1966,_p. 7.
13 El Tribunal de Fidelidad se Instaló en Guatemala en 10 de
junio de 1810 y duró en sus funciones hasta el 20 de febrero de 1811.
Sus primeros vocales fueron el Comandante de Artlllerla don José
Méndez el Oidor Joaquln Bernardo de Campuzano y el Auditor de
Guerra' Joaquln Ibáfiez. Alejandro Marure, Bosquejo Histórico de las
Revoluciones de Centro-América. Guatemala. Tlpogra!la El Progreso,
1877, tomo I, p. 12. Al ser abolido el Tribunal de Fidelidad, por las

que: "de todas ha tenido conocimiento, o sola aquella Junta
o con el Señor Presidente, o el Superior Gobierno solo, no·
encuentro más causas de reos presentes en esta Real Sala que
las que dejo referidas, ni he visto otra que la de Manuel Paz,
Indio de la Provincia de Totonicapam por oponerse en conversación
al Gobierno de los Europeos dirigida expresamente
a esta Real Sala por aquel Alcalde Mayor y al que se ha
mandado poner en libertad el cuatro del con;iente (es decir,.
4- de Abril)".14
Ello. de abril de 1812, el Capitán General Bustamante
y Guerra volvió a reiterar a la Real Audiencia, su oficio del
6 de noviembre del año anterior, agregando además, que:
"No habiendo tenido contestación y siendo tanta la importancia
de su contenido en las circunstancias actuales,
lo reitero a Vuestras Señorías para los correspondientes
efectos, teniendo presente la responsabilidad impuesta por
las Cortes en sus últimos decretos".l5
El oficio de Bustamante y Guerra fue reciqido nuevamente
en la Real Sala del Crimen el 9 de abril, y ésta acordóque
con base en el informe dado por la Escribanía de Cámara
el 6 del mismo mes, y al cual ya hicimos referencia anteriormente,
se contestara con certificación al Capitán General. En
el informe de la Real Sala del Crimen, se reiteran los conceptos
de la certificación de la Escribanía, de fecha 6 de abril.
Sin embargo, es interesante advertir que en él se añade, b
siguiente:
"Aunque efectivamente desde la Real Orden de veinte de
Febrero de ochocientos once el conocimiento de semejan.
tes delitos corresponde a esta Real Sala; sin embargo los
Cortes Generales y Extraordinarias de Cádlz, las causas de Insurgencia
pasaron nuevamente a la Real Audiencia, por el Decreto de 26 de
agosto de 1811, dado en Cádlz. AGG.Bl.5-leg.5-exp.190-1811.
14 Doc. II, fols. 4v·5v.
15 Doc. n, fol. 7v.

Jueces donde ha habido algunas resoluciones, han remi·
tido los culpados a disposición de Vuestra Excelencia y
aún los reos de esta Capital han estado del mismo modo
sin noticia de este Tribunal. .. ". Doc. n, fols. 9·9v.
El mismo día 6 se pasaron también a Bustamante y
Guerra, los autos de la sublevación de Metapán. El 15 de
junio del mismo año, se pasó también certificación a Bustamante
de la causa contra "Antonio Campos, vecino de San
Salvador, por sospechar de adección a Francia".16
Por oficio reservado de fecha 18 de enero de 1812, el
alcalde mayor de Totonicapán, don Narciso Mallol, dio aviso
a la Real Audiencia de estar procediendo contra el indígena
Manuel Paz, Maestro de Postas de San Martín Cuchumatán,
"por haberse manifestado opuesto al Gobierno de los Europeos,
con motivo de las ocurrencias de San Salvador",17 Además
en la misma fecha dicho alcalde mayor se dirigió también
al capitán general Bustamante y Guerra, informándole por
Oficio reservado de las acusaciones contra Paz. Por su parte
Bustamante le dirigió a Mallol un oficio de fecha 30 de enero,
pidiéndole que le informase de lo actuado contra Manuel
Paz. lB El 28 de enero, la Real Audiencia dictó un Auto Antecedente
dirigido al alcalde mayor Mallol, rubricado por el
regente Asteguieta, y los oidores Serrano Polo y Aguirre. En
dicho Auto se le ordenaba a Mallol que: "por la naturaleza
de la causa y la trascendencia que pueda tener la evacue a
16 Doc. II, fol. 9v. El año de 1809 fue reducido a prisión y pro·
cesado, por mostrarse partidario de los franceses e· Incitar a los artesanos
a la rebelión, el peluquero de co'or, Agustln Vilches, vid.
"Proceso contra el Peluquero Agustln Vllches", en Antropolog[a e
ffistorla de Guatemala, Vol. VI-No. 1, p. 49, enero de 1954.
17 Doc. III, fols. 2·2v.
18 Doc. III, fol. 3 y Doc. I.

la mayor posible brevedad".19 Ahora bien, el inicio del proceso
contra Manuel Paz, tenía como fundamento una acusación del
religioso mercedario, fray Manuel Echeverría:
"Yo el Padre Fray Manuel Echeverría, Mercedario de la
Provincia de Guatemala certifico en cuanto puedo, y el
derecho me permite, que pasando por el pueblo de San
Martín Cuchumatán se llegó a mí el Indio Manuel Paz,
a preguntarme por el estado de San Salvador, y habiért.
dole respuesto que se hallaba quieto, y tranquilo, se insi.
nuó de la manera siguiente: que fue decir que hacían
bien, en oponerse al gobierno de los Europeos, sin tener
para esto más motivo, que una corta conferencia que
tuvo con un pasajero, y habiéndole reprendido acerca del
punto tomó otros pretextos frívolos. Yo en virtud de las
presentes circunstancias, le di parte al Juez más inmediato,
y siendo a Don Joaquín Mont, a su pedimento hice
esta para los efectos que convengan en Chiantla a 28 de
Diciembre de 1811, y para que conste lo firmo, Fr. Manuel
Echeverría (R)" (19).
El 18 de enero, Mallol dirigió un oficio al juez de ChiantIa,
Joaquín Mont, en el cual le ordenaba lo siguiente: 10.
Que procediera a tomar declaración a Manuel Paz; 20. Que
procediera al sumario: "con embargo de bienes, y prisión de
los que resultaren culpados, pues el punto de infidencia no
admite distinción de fueros, y estar sujetos a la jurisdicción
ordinaria hasta los militares y Eclesiásticos, es decir en cuanto
a proceder contra los alzados", y 30. Que averiguara si era
cierto que Manuel Paz azotó a un español en la época del
alcalde mayor Prudencio de Cózar, que según noticia de don
Francisco (¿ Contreras?), vecino de Villahermosa y que había
intentado hacer lo mismo con don Francisco de Castriciones,
vecino de Quezaltenango. 20 El 24 del mismo mes don Joaquín
19 Doc. I!I, fol. lo
20 Doc. !lI, fol. 2v.

Mont, ordenó que se pusieran mandamientos a los alcaldes
-de San Martín Cuchumatán, para que le enviaran a Manuel
Paz para tomarle declaración. 21 El 17 de febrero, don Joaquín
Mont tomó declaración a Manuel Paz en Chiantla y en la
misma fecha, dictó auto de prisión, contra éste. 22 La decla-
:ración tomada a Manuel Paz, dice literalmente:
"Hasta hoy diez y siete de Febrero de mil ochocientos y
doce me mandaron los Alcaldes de San Martín, a Manuel
Paz contenido en estas diligencias, de quien inmediata·
mente recibí juramento que hizo por Dios Nuestro Señor
y a una señal de Cruz en forma de Derecho,23 bajo cuyo
cargo prometió decir verdad en lo que supiere y fuere
preguntado y siéndolo por el tenor del certifico que en·
c1!beza dijo: Que es cierto pasó por su pueblo el dia veinte
y siete de Diciembre anterior un Religioso que ignora su
nombre, y que lo es de la Merced, quien llamó al de·
clarante estando en su casa, para que le mandara hacer
fuego y calentar una gallina, que estaba muerto de hamo
bre, y tenía que pasarse al Pueblo de Todos Santos.
Preguntado qué palabras tuvo con dicho Religioso, dijo:
que él le preguntó porque no había cogido al emisa·
ríO.24 Y le dijo el declarante que no había pasado, y que
estaban con el cuidado de coger lo, pues que las señas
que le había mandado el Excelentisimo Señor Presidente
eran o las tenían presentes. Entonces le dijo el Religioso
21 Doc. !lI, fol. 4. A falta de escribano don Joaquln Mont, em·
'plea para "certlfico, a dos testigos de asistencia: José Marla Dlaz y
·Gavlno VeIAsquez".
22 Doc. I!I, fol. 5.
23 Como vemos i al ser acusado de presunto Infidente Manuel Paz,
se abolló su fuero, omándole juramento.
24 Desde la época del capitán general don AntonIo González y
:Saravla 1801-1811, se empezaron a tomar medIdas por parte de las
autorIdades colonIales, .contra supuestos emisarios napoleónicos que
venlan a HIspanoamérica, a sublevar las colonias en su favor. Con
fecha 8 de noviembre de 1811, el capItán general Bustamante r.
'Guerra, se dirigió al AyuntamIento de la ciudad de Guatemala, Ind.
cándole que un emisario francés se encontraba oculto en la cIudad
·de Guatemala. Posiblemente a este emisario es al que se referla el
padre fray Manuel Echeverrla. Boletln del Archivo General del Go·
;blerno, tomo 1!I·3, pp. 349-369, abril de 19:>'8.

que lo cogieran y que tuvieran entendido que el Padre
Hidalgo se había alzado en México como con ocho leguas
de gente; pero que ya lo habían cogido y lo habian ma·
tado,2ó y que tuvieran cuidado por los muchos Emísaríos
que andaban por el Reino; a esto le dijo el declarante;
quién va a saber Padre si entre tantos chapetones que
pasan por aquí, que yo no les entiendo su lengua, será
alguno de ellos, y a esto le replicó el Religioso que no·
debía dejar pasasen los pasajeros sin enseftar el Pasa·
porte,26 y que el que no lo trajera lo prendiesen: a lo·
que respondió Paz, que allí tenía la orden para hacer1o>
del Excelentísimo Seftor Presidente, y que en esto em·
pezó a comer el Religioso en el corredor del Cabildo Y'
allí le instó a Paz para que le vendiera un caballo grullo
gach027 que tenía allí; y habiéndole dicho este que no·
podía pues que lo estimaba, y le había costado cincuenta
peso~ en Comitán y era de su mujer, el Padre se sintió,
de esto, acabó de comer, montó a Caballo y se vino para.
Todos Santos: que es cuanto pasó con el expresado Re·
ligioso y nada más, siendo lo mismo que declara en viro
tud del juramento que fecho tiene, en el que se ratificó>
leída que le fue por muchas veces esta su" declaración.
Dijo ser Indio Principal de como cincuenta aftos28 y no>
firmó por no saber, lo hice Yo el Juez Comisionado con
los testigos de asistencia con quienes actuo a falta de·
Escribano que Certifico. Joaquln Mont (R), José María.
Diaz (R), Gavina Velásquez (R). Doc. IrI, fols. 4-5".
25 Como se sabe, el padre Miguel Hidalgo y Costilla, fue ejecu·
tado el 30 de julio de 1811.
26 Desde el 15 de mayo de 1810, el capitán general don Antonio·
González y Saravla, reglamentó la emigración y la Inmigración en
el Reino de Guatemala. Por el Arto. 70. de dicho Reglamento, se esta·
blecia que "cualquier forastero deberá mostrar al juez que se lo pida,.
no sólo su pasaporte, sino todos los papeles y cartas particulares, en,
lo conducente a justificar la calidad de su persona, y el objeto de su
venida ... ". Boletln del Archivo, op. cit., pp. 361 Y s. s. Indudablemente'
a este Reglamento aludia también el padre Echeverrla.
27 Caballo grullo, es declr h de color ceniciento, y fRCho, es decir,.
muy entrenado y que tiene el oclco muy metido en e pecho, a diferencia
de los despapados, que tienen la cabeza muy levantada.
28 Habria nacido aproximadamente por el afio de 1762.

El 3 de marzo de 1812, desde San Sebastián Coatán,.
el alcalde mayor de Totonicapán, Narciso Mallol, informó a.
la Real Sala del Crimen que no había sido Manuel Paz,' el
que había azotado a un español, sino: "Martín Lópei indiode
Petatán".29 El 12 del mismo mes la Real Sala del Crimen.
decretó que el proceso pasara a dictamen del oidor fiscal. El'
16, el oidor fiscal rindió el siguiente dictamen:
"El Oidor Fiscal dice: Que el Alcalde Mayor de Totoni.
capán formó este proceso contra el Indio Manuel Paz porsospechas
de infidencia; pero a más de la atestación del
Padre Fr. Manuel Echeverría que lo denuncló, ninguna
otra prueba obra contra la conducta de aquel. En esta
virtud, se servirá vuestra Alteza prevenir al citado Al.
calde Mayor que inmediatamente lo ponga en libertad"
y por citado. Guatemala Marzo 16 de 1812. González".3o
El 4 de abril del mismo año, y previo traslado al relator,
la Real Sala del Crimen, en vista del dictamen del üidor-
Fiscal, decret6 la libertad de Manuel Paz:
"Real Sala del Crimen, abril cuatro de ochocientos doce.
Vistos dijeron: Póngase en libertad a Manuel Paz, s1Ib
costas, escribiéndose carta al Alcalde Mayor de Totoni.
capam. Regente (Asteguieta). Campuzano. Serrano".31
El mismo día se puso en conocimiento del oidor fiscal,.
el Auto de libertad de Manuel Paz, y rubricado por éste, el
mismo día se mand6 a ponerlo en conocimiento del alcalde'
mayor de Totonicapán, por medio de un oficio. Desde esa.
fecha, el nombre del indígena Manuel Paz, se sumerge en el<
piélago del olvido y del anonimato.
29 Doc. III, fol. 4.4v,
30 Doc. III, fols. 4·5.
31 Doc. III, fols. 5·5v. Como se observará aqul, se aplicó el prln.
ciplo de la gratuidad del Derecho Procesal, para con el lndigena.

DOCUlUENTOS DEL ARCHIVO NACIONAL
DE GUATEMALA
1 AGG.Al. Leg. 6114 . 56319 . 1812.
II AGG.A1. Leg. 6921 exp. 56928 1811.
TII AGG.Al. Leg. 6922 . exp. 56945 . 1812.

BUMGARTNER, Louls E. "Relación de los méritos del licenciado
Tomás O'Horan", en Antropología e Historia de Guatemala,
Vol. XVIII, p. 7, enero de 1966.
Boletín del Archivo General del Gobíerno, T. !II, 3 d~
abril de 1938.
CORTES Y LARRAZ, Pedro. Descripción Geográfic()-lUoral d~
la Diócesis de Goathemala, Guatemala. Biblioteca "Goathemala",
Tipografía Nacional, 1958, 2 tomos.
JUARROS, Domingo. Compendio de la Historia de la Ciudad
de Guatemala, Guatemala. Tipografía Nacional, 1936,
2 tomos.
MARURE, Alejandro. Bosquejo Histórico de las Revoluciones
de Centro·América, Guatemala. Tipografía El Progreso,.
1877, 2 tomos.
MALAGON BARCELO, Javier. Estudios de Historia y Derecho.
México. Universidad Veracruzana, 1966.
RECINOS. Adrián. Monografía del Departamento de Huehua.
tenang(), Guatemala. Tipografía Sánchez & de Guise, 1913.
SAMAYOA GUEVARA, Héctor Humberto. "Historia del Establecimiento
de la Orden Mercedaria en el Reino de Gua·
temala, desde el año 1537 hasta 1632", en Antropología e
Historia de Guatemala, Vol. IX 2, p. 30, junio de 1957.
"Proceso contra el Peluquero Agustín Vilches" en Antro.
po~ogía e Historia de Guatemala. Vol. VI 1, p. 49, enero
de 1954.

Capitán de Navl0 Hipólito Bouchard.
Retrato existente en el Museo Histórico Nacional de Buenos Aires, pintado por
José Gil en 1919.

PRESENCIA DE HIPOLITO BOUCHARD
EN CENTRO AMERICA*
Como ya indicamos en un trabajo anterior, en la lucha
por la emancipación política de Hispanoamérica, fueron un
factor decisivo las fuerzas navales recién improvisadas por los
primigenios gobiernos independentistas, así como la ayuda prestada
también por los corsarios y piratas insurgentes. En ese
mismo trabajo también indicamos cómo ya son legendarios
en los anales de la gesta emancipadora hispanoamericana, los
nombres" de Cochrane, Brown, Aury, Bouchard y otros. En
lo que respecta a Centro América, sus costas fueron visitadas
por las armadas insurgentes de Hipólito Bouchard, Luis Aury
y Lord Cochrane. En este trabajo de índole divulgativa, nos
ocuparemos de la presencia de Hipólito Bouchard en las costas
centroamericanas, el año de 1819. Debe advertirse que
desde el siglo pasado, varios historiadores centroamericanos,
principalmente hondureños y salvadoreños, dejaron noticias
en algunas de sus obras respecto a las incursiones de Hipólito
Bouchard sobre el litoral centroamericano, sin identificar a
dicho. personaje. Recientemente el historiador argentino Carlos
A. Ferro, ha publicado un trabajo sobre la presencia de
los corsarios insurgentes Aury y Bouchard, el cual nos ha

sido de suma utilidad para la redacción de este pequeño trabajo.l
Conviene hacer algunas indicaciones preliminares sobre
la naturaleza del corso en esa época. 2 A este respecto nos dice
un autor: "Un corsario, es, en definitiva, un conductor de
buques de propiedad de particulares, ceñido a reglamentaciones
del Estado y autorizado por éste, para llevar la gue:ra a
las naves y al comercio enemigos" (H. R: Ratto. ~~. CIt. ~.
27). En cambio quienes ejercían depredacIOnes mantlmas sm
licencia de corso, eran lisa y llanamente piratas. Como ya
indiqué en otro trabajo la piratería y el c?rso, al me?,o~ en
,lo que respecta a las colonias hispanoamencan~s y aSlatlcaS,
'era ejercido contra España por parte de las naCIOnes europeas
que rivalizaban contra ésta -principalmente por Inglaterra,
Francia y Holanda-, empero la piratería y el corso de carácter
insurgente, surgió a raíz de las luchas por la emancipación
política en Hispanoamérica, contra el poderío marítimo
español, que aunque menguante, representaba entonces
un grave peligro para los jóvenes gobiernos insurgentes. Los
corsarios estaban sujetos, además de las reglamentaciones respectivas,
a los llamados Tribunales de Presas. ,,A los corsa:i?s
les daban sus patentes de corso, los gobiernos a cuyo servICIO
1 Como Indicamos al Inicio de este trabajq, su Indole es de ea·
,rácter dlvulgatlvo, ya que a pesar de nuestra busqueda en el Archivo
Nacional de Guatemala en los ficheros Onomástlco, Corsarlos y PI.
ratas no encontramos 'ninguna referencia respecto a Bouchar;d. Por
ello no pudimos Ir más allá de lo que refieren las fuentes cláSicas de
Información al resp'ecto: Rómulo E. Durón, Bosquejo Históri~o de
Honduras (México: 'Publicaciones del Ministerio de Educación Publlca
de Honduras", Imprenta Aldina, 1956) y Antonio R. vallejo¡ C?mi!en.
dio de la Historia Social y Politlca de Honduras (Teguclga nR, Tinorana
Nacional, 2a. ed., 1926). T. l. En lo que respecta a la bl~gr!"f1a
ae Bouchard nos hemos va ido de la obra de Héctor R. Ratto, lJapltán
de Navio Hipóllto Bouchard (Buel')os AI;-es: Secretaria d~, Estado de
Marina "Departamento de EstudIOS HIstóricos Navales, Serie C~
No 2 imprenta Peuser 1961). También nos ha sido de suma utllldau
la 'obra de Carlos A. Ferro. La Bandera Argentina, Inspiradora de 108
Pabellones Centroamericanos (Tegucigalpa: Edltorl¡U, del Ministerio
de Educación Pública, 1968). Con respecto a Luis Aury utl.llcé mI
obra' Héctor Humberto Samayoa Guevara, La Prescncla de LUIS Aury
en Centro América (Guatemala: Centro Editorial "José de Pineda
Ibarra", Guatemala, 1965).
, 2 Héctor H. Sama yoa G., Luis Aury, op. cit., pp. 9·17.

estaban, y tanto sus capitanes como el resto de la tripulación:
"se les consideraba al servicio de la marina militar mientras
duraba la campaña" (H. R. Ratto. op. cit., p. 29). Personas
particulares ,y acaudaladas, denominadas armadores, previo
acuerdo con los gobiernos respectivos, organizaban expediciones
de corso, proporcionando los navíos, las armas, los víveres,
dcétera. Al regresar una expedición corsaria, se procedía de
la siguiente manera: "Las capturas o apresamientos realizados,
eran sometidos a la decisión de un Tribunal de Presas, el
cual, luego de haber establecido debidamente la legalidad
de tales capturas, procedía a la venta en pública subasta de
naves y mercadería; las armas, pólvora y municiones eran
siempre de propiedad del Estado" (H. R. Ratto. op cit, p.
29). Como indiqué en mi trabajo precitado, en muchos países
'se formaron asociaciones de capitalistas para dedicarse al
corso, desde los siglos XVI y XVII. Estas asociaciones se
incrementaron a partir del siglo XVIII en adelante y se extendieron
también a los países americanos. Paralelamente, va-
'rios países empezaron a proponer y a tomar medidas contra
el corso y la piratería. En el caso de los países hispanoamericanos,
una vez asegurada su independencia, también tomaron
medidas contra el corso y la piratería, y ejemplo de ello
~on los artículos de la Constitución de 1824 de la República
Federal de Centro América, el Tratado celebrado por la pre-
.opitada Federación Centroamericana y la Gran Colombia en
1826, y los Tratados y Convenciones del Congreso Bolivariano
de Panamá en el mismo año de 1826.3
Los gobiernos insurgentes sudamericanos, entre ellos los de
Venezuela, Colombia, Chile y Argentina, improvisaron fuerzas
navales y habilitaron corsarios para hacerle frente al poderío
marítimo español. En las fuerzas navales regulares y en las
,naves corsarias, se enrolaron numerosos marinos, oficiales y aven-

tureros procedentes de diversos países europeos, y de cuya experiencia
era necesario valerse en países que tenían que afrontar
el poderío y la centenaria experiencia náutica del imperio español.
Para nuestro tema tendremos que ocuparnos del caso
del gobierno insurgente de Buenos Aires. Entre los años de 1815
y 1820, dicho gobierno armó cerca de setenta buques corsarios,.
los cuales capturaron más de doscientos navíos españoles. Nu-·
merosos marinos de nacionalidad europea militaban tanto en
las fuerzas navales regulares como en las naves corsarias, entre
ellos: Juan Bautista Azopardo, Angel Hubac, Mordeille, Estanislao
Courrande, Guillermo Brown y su hermano Guillermo·
Oliverio Russell, Diego Chitter, Nathan Somers e Hipólito Bouchard.
De este último haremos un breve esbozo biográfico.
De nacionalidad francesa, nació en la población marítima
y mediterránea de Saint Tropez, cercana a Marsella (ca. del
año 1785).4 El espíritu y la acción emancipadora en el Virreinato
de Buenos Aires, bajo los impulsos patrióticos de Mariano·
Moreno, Bernardino Rivadavia, Castelli y otros magnos patricios.
desembocaron en los sucesos del 21 y del 25 de mayo de
1810. La Junta Gubernativa de Buenos Aires envió expediciones
libertadoras al Alto Perú, al Paraguay y a Montevideo. La
expedición libertadora enviada al Paraguay, como es ya sabido,
estuvo al mando del general Manuel Belgrano, el cual a pesar
de su entusiasmo patriótico y de su valor, saboreó la amargura.
de la derrota en Tacuarí (9 de marzo de 1811). Para reforzar
y auxiliar la expedición libertadora de Belgrano, la Junta de
Buenos Aires envió una expedición naval a través del Paraná,
bajo el comando supremo del ex teniente de fragata y diputado.
por Salta, Francisco de Gurruchaga. En esta expedición toma-
4 H. R. Ratto. Op. cit., 71 72. Sus biógrafos no han podido de·
terminar aún la fecha exacta de su nacimiento, que hacen oscilar'
entre los alias de 1782 a 1785. Fueron sus progenitores André Louls
Bouchard y Anne· Marie Thérese Brunet. Sus hermanos fuero': Andrés
Pab:o, el primogénito, Ana Rosa, Rosa Susana, Luis e Hipóllto Vln·
cent (nacido en 1796 y que no debe confundirse con nuestro blograflado).

on parte también Courrande, Hubac, Azopardo y Bouchard.
A esta expedición tampoco le sonrió la victoria, y en ella Bouchard
capitaneó la nave "25 de Mayo". A consecuencia de esta
derrota, Bouchard y sus compañeros tuvieron que comparecer
ante un Consejo de Guerra, el cual le absolvió de toda culpabilidad.
El mismo año de 1811 Bouchard intervino en varios de
los combates navales contra la flota del almirante español Michelena,
quien durante varios meses sitió y bombardeó a Buenos
Aires. El año de 1812 Bouchard contrajo matrimonio con la
dama porteña, doña N orberta Melo, con quien procreó dos
hijas. El mismo año de 1812 Bouchard se alistó en el famoso
regimiento de Granaderos del general y libertador José de San
Martín, e intervino en el combate de San Lorenzo, donde con
sus propias manos arrebató el pabellón español al enemigo. El
22 de febrero de 1812, la Asamblea Nacional Constituyente de
las Provincias Unidas del Río de la Plata, presidida por Carlos
Alvear, concedió a Bouchard la ciudadanía argentina, y posteriormente
se le ascendió a teniente.
El año de 1815 el Director Supremo de las Provincias Unidas
de Buenos Aires, decidió organizar una campaña de corso
en el Océano Pacífico contra los navíos y puertos españoles.
Esta ¿ampaña estaba también destinada a preparar en cierta
manera el camino a la expedición del general José de San
Martín, contra los' realistas de Chile. En esta expedición participaron
cuatro naves capitaneadas por Guillermo Brown, su
hermano Miguel, su cuñado Diego Chitter e Hipólito Bouchard,
quien iba como capitán del navío "El Halcón". La expedición
fue costeada por ricos comerciantes de Buenos Aires, convertidos
en Armadores, entre ellos don Vicente Anastasio de Echeverría,
vocal del Tribunal de Presas, participando también como
armadores y tripulantes, varios patriotas chilenos emigrados a
Buenos Aires, después de la derrota de Rancagua, entre ellos
el canónigo Julián Uribe. Numerosas cuartillas tendríamos que

escribir para detallar pormenorizadamente esta .travesía de
corso, pero baste decir que ambos, Brown y Bouchard cruzaron
el estrecho de Magallanes e intentaron infructuosamente
tomar los puertos del Callao y Guayaquil, capturaron y destruyeron
numerosos navíos españoles e infligieron grandes perjuicios
a las ya citadas poblaciones del Callao y Guayaquil,
y después de repartir se el botín en una de las islas del Archipiélago
de los Galápagos, regresaron a Buenos Aires el año
de 1816. Durante el ataque a Guayaquil, Brown cayó prisionero
de los españoles, pero fue rescatado por Bouchard.1I
El 27 de julio de 1817, inició Bouchard su viaje de circunnavegación
y corso, que debía durar cerca de dos años.
Durante este viaje su nave "La Argentina", tremoló el pabellón
azul y blanco de las Provincias Unidas del Río de la
Plata, en lugares tan distantes como el cabo de Buena E~
peranza, Madagascar, Java, Las Filipinas, Hawai, la Alta y
Baja California, las costas de México y el litoral centromericano,
para finalizado en Valparaíso el 9 de julio de 1819.
La fragata "La Argentina" estaba tripulada por 250 hombres
y llevaba como capitán de bandera al inglés Nathan Somers,
como primer teniente a WiIliam Shipsi, como oficiales de estado
mayor a Daniel Oliver, Pedro Cornet, John Van Burgen,
Luis Greyssac, Luis Harris, Miguel Borgen, Carlos Douglas.
y a J ohn Miller (como pilotines a sus cuñados Agustín y Cayetano
Melo y como médico al doctor Bernardo Copacabana).
Iban, además, el capitán Juan Piris, natural de Montevideo
y como grumete Julián Manrique, quienes escribieron años
más tarde unas memorias sobre el prolongado y azaroso viaje,
escritos que hoy constituyen valiosas fuentes para los historiadores
de tan magno acontecimiento. La fragata fue armada
en corso por el doctor Vicente Anastasio Echeverría, a quien
ya mencionamos anteriormente, y como fiador de'Bouchard

el doctor Juan José de Sarratea, personaje que ya se había
destacado políticamente desde los movimientos revolucionarios
de 1812. Las instrucciones a que debía ceñirse Bouchard en
su travesía le fueron entregadas el 25 de junio de 1817, de
acuerdo con la recién promulgada Ordenanza Provisional de
Corso, y estaban firmadas por el Director Supremo Juan Martín
de Pueyrredón. De entre los 15 puntos que comprenden
las precipitadas instrucciones, merecen señalarse los siguie~tes:
atacar a todo buque español, ya fuese mercante, corsano o
de guerra; no atacar a las naves pertenecientes a .la~ naciones
amigas o neutrales; remitir mensualmente un dIana de sus
operaciones; hostilizar cualquier expedición militar española
dirigida contra las Provincias Unidas del Río de la Plat~ y
enarbolar el pabellón argentino al entablar combate. El objeto
de dirigirse hacia el Lejano Oriente, era para hacer sus presas
en las naves mercantes de la Compañía de Comercio de las
Filipinas. Se necesitaría de la pluma de los cantores de epcr'
peyas o de la habilidad de los autores de narraciones heroicas,
para detallar en su vívida y legendaria magnitud, el crucero
realizado por "La Argentina". Baste decir en este escueto relato,
que durante su travesía en mares ignotos y procelosos,
vastos continentes y archipiélagos desconocidos, la tripulación
y s~ valeroso capitán, padeció motines, desalientos, sangrientos
combates navales y terrestres, el tormento del hambre, el infierno
de la sed, el flagelo del escorbuto y otras enfermedades
y la cauda de vidas cobradas por la fría e inexorable guadaña
de la muerte. Numerosas naves enemigas abordadas unas veces,
en otras ocasiones capturadas con sus ricos cargamentos·
de oro, plata y mercaderías valiosas, y en múltiples ocasiones
incendiadas y echadas a pique, fueron episodios cotidianos
-del periplo de Bouchard. Puertos y poblaciones tanto del litoral
como del interior de varias tierras y países insulares y continentales,
sufrieron el ataque, el saqueo, la destrucción, el in-

cendio y el arrasamiento del corsario. Su viaje estuvo también
matizado de episodios dignos de mencionarse, tales como
la ayuda que prestó en Madagascar al gobernador inglés,
cooperando para que no zarparan unos barcos traficantes, de
esclavos, obrando en consonancia con los principios proclamados
por la revolución emancipadora de la República de la
Argentina, que proscribió la esclavitud. Otro episodio digno
de mencionarse es la devolución que obtuvo de la nave corsaria
de bandera argentina "La Chacabuco", cuya tripulación
sublevada contra su capitán y oficiales, se había dedicado a
la piratería, y finalmente dicha tripulación, amotinada, había
vendido la nave al poderoso monarca de la isla de Hawaii.
Aquí reinaba el poderoso monarca Kameha-Meha 1, cuyo imperio
se extendía a todo el archipiélago circunvecino a su
reino y que tenía su capital en la ciudad de Karakakova. De
este inteligente, hábil, astuto y poderoso monarca que ensayaba
la europeización de sus súbditos -su secretario era un
norteamericano--, obtuvo Bouchard con hábil diplomacia la
devolución de la Chacabuco, la entrega de los amotinados para
su castigo, que incluyó el fusilamiento de sus cabecillas y la
pena de azotes para sus cómplices. Pero el hecho más notable
fue el reconocimiento que obtuvo Bouchard de parte de Kameha-Meha
1, de la independencia de la Argentina y un
tratado que estipulaba la "Unión para la paz, la guerra y el
comercio, reconociendo el Rey la independencia argentina, obligándose
a poner a disposición de su gobierno todo buque que
llegase a aquellas islas, como la Chacabuco, a suministrar los
auxilios que necesitase la fragata", "incluso algunos naturales
para aumentar su tripulación además de los marineros asilados,
que según noticias pasaban de setenta" (H. R. Ratto,
op. cit., 46).
A su regreso a Valparaíso el 9 de julio de 1819, Bouchard
fue capturado, reducido a prisión, despojado de sus naves y

de su rico botín, por Lord Cochrane, almirante supremo de
la flota de San Martín. No podemos detenemos aquí a narrar
las incidencias de su larga prisión y el proceso a que fue sometido
-detallado y controvertido por sus biógrafos-, pero
baste decir que posteriormente se incorporó a la misma flota
de Cochrane que condujo el ejército del Libertador José de
San Martín al Perú (1820). Por haber sido abolido el corso
en la República de Argentina el año de 18~1 y por hab~r
roto sus relaciones con su armador doctor VIcente AnastaslO
Echeverría no retornó a este país. De ahí en adelante su vida
aventurera' le hizo participar en múltiples hechos históricos
de entonces -protagonizados entre los países sudamericanos-,
entre ellos el de haber formado parte de la escuadra peruana
del almirante Blanco Encalada; haber intervenido en la sofo-
.cación de la insurrección realista del Callao (1824); haber
tomado parte en la expedición del almirante Jorge Martín
Guisse -de origen inglés- en la expedición contra Guaya-
quil (1828), episodio como es sabid~, de la ~uerra.del P:rú
contra la Gran Colombia. En esta aCClOnperdlO la VIda GUlsse
y tomó el mando Bouchard. El año de 1829, alcanzó e~ man~o
'supremo 'éle la escuadra de la República del Perú. El mcendlO
y la explosión de su fragat~ almirante, "La Prueba:', -en la
expedición contra GuayaquII-, provoco la separaClOn d€ su
alto cargo. El 4 de enero de 1837 encontró la muerte Bo~-
-chard, en su hacienda de San Javier de N azca,en el Peru,
a consecuencia de una rebelión de sus esclavos negros. 6
En los meses de marzo y abril de 1819, Bouchard y sus
corsarios realizaron sus ataques a las costas centroamericanas.
Por ese entonces la Capitanía General' del Reino .de Guatemala,
tenía un'); extensión aproximada de 27,000 leguas cuadradas

y una población estimada en un millón de habitantes. Desde
e! punto de vista político-administrativo, la Capitanía General
de Guatemala comprendía las Provincias de Chiapas (incluyendo
el territorio de Soconusco), la de Guatemala, El Salvador,
Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Por ese entonces
era capitán general el brigadier don Carlos Urrutia y Montoya
(1818-1820), Intendente de Honduras e! corone! don José
Gregario Tinaco de Contrera&, quien desempeñaba el cargo
desde 1816, e Intendente de Nicaragua con jurisdicción sobre
la gobernación de Costa Rica, el teniente coronel don Miguel-
González y Saravia, quien desempeñaba este oficio desde el
año de 1817. Por ese entonces la Alcaldía Mayor d~ Sonsonate
tenía como capital la Villa de la Santísima Trinidad de Sonsonate,
población situada sobre e! río del mismo nombre, con
un total de cerca de 2,836 almas. En dicha vilIa existían conventos
de la Orden dominica, franciscana, mercedaria y de la·
hospitalaria de San Juan de Dios. De clima sumamente- cálido,
sus principales producciones eran e! liquidámbar, la trementina,
el lacre y el bálsamo, que constituian los principales
ramos de su comercio. La Villa de Sonsonate tenía como mínima
distancia del mar 4 leguas y corno máxima 6. "A 4 leguasde
la Villa de Sonsonate se encontraba e! puerto de Acajutla, -
que desde la segunda mitad del siglo XVI era e! principar
enlace del comercio de la mar del Sur, es decir, entre el Reino
de Guatemala y el Virreinato del Perú. Del Perú se importaban
vinos, aceites, pasas, pellones (pellejos curtidos empleados
para las cabalgaduras) y venía la moneda perulera (es
decir, del Perú ). De Guatemala se exportaban principalmenteel
añil -,-,el principal producto de exportación de la Capitanía
por ese entonces-, la zarzaparrilla, el alquitrán, la vainilla y.
el famoso bálsamo de San Salvador (muy empleado entonces-

en la medicina y en la liturgia de la Iglesia).7 Sintetizando
un informe del año 1811, nos dice al respecto: "Uno, dos o
tres barcos menores que vienen a Sonsonate también anualmente
del Perú, con cargamentos de vinos de! Chile, aceite,
pasas, almendras, pellones y de 200 a 300 pesos en monedapara
compra de añiles, cortes, forma otra relación de comercio
entre este y aquel Reyno". (La Economía del Reino de Guatemala,
op. cit., pp. 30-31). En la In tendencia de León o
Nicaragua, se encontraba el Partido del Realejo, cuya población
lIegaba a 6,210 habitantes. La cabecera del Partido era
la Villa del Realejo, situada cerca del puerto del Cardón o
del Realejo. La mayor parte de su vecindario estaba compuesto
por mulatos, casi todos ellos de oficio carpinteros,
especializados en la fabricación de navíos, calafates, herreros_
y en general todos aquellos oficios que demandan los astilleros_
navales. Era también por ese entonces lugar importante para
la ruta del mar del Sur, podía albergar hasta 200 navíos y
por haber sido atacado en varias ocasiones por los piratas,_
contaba con murallas defensivas. Tales fueron los puertos
elegidos por Bouchard para sus ataques a las costas del Reino
de Guatemala. 8
El 27 de marzo de 1819, se presentó Bouchard con su
escuadra frente a Sonsonate. En este lugar se encontraba una
guarnición de 200 veteranos, los cuales se desbandaron ante
el cañoneo de la flota atacante. En esta acción Bouchard
capturó e! bergantín "Nuestra Señora de Guadalupe", llamado
también el "GalIardo".o Después de costear las aguas
7 Domingo Juarros, Compendio de la Historia de la Ciudad de
Guatemala (Guatemala: Tlpogratla Nacional, 1936), T. l, pp. 22.23 Y
Pedro Cortés y Larraz, Descrlpcl6n Geográflco·Moral de la Dl6cesls
de Guatemala (Guatemala: Biblioteca "Goathemala", 1958), T. l, pp.
75·79. La Economia del Reino de Guatemala al final de la E'poca Co·
lonlal, varios autores (Guatemala: Centro de Producciones Materiales
de la Universidad de San Carlos, 1967).
8 Juarros, op. cit., T. l, p. 43.
9 H. R. Ratto. -Op. cit., pp. 53·54 Y C. A. Ferro, op. cit., p. 37, R. E.
Durón op. cit., p. 193.

del golfo de Fonseca, Bouchard atacó el 3 de abril el puerto
del Realejo. Bouchard, con admirable estrategia y después de
librar un sangriento combate, logró abordar y capturar cuatro
embarcaciones de propiedad y bandera española. Una vez que
hubo capturado dichas naves, se presentó ante Bouchard una
comisión de los propietarios de las mismas, ofreciéndole por
su devolución $10,000. Bouchard rechazó esta oferta, mandó
a incendiar unas de ellas y se apropió de otras dos, una para
reforzar su escuadra y otra para presa del gobierno argentino.
Estas cuatro naves iban ricamente cargadas de añil y de cacao
y fuertemente artilIadas. Se preparaba Bouchard para prose·
guir su viaje hacia el sur, cuando fue avisado que su escuadra
era seguida por un navío supuestamente enemigo. Ya en alta
mar y yendo a bordo de "La Chacabuco" se avistó con dicha
nave y le presentó combate. Dicha nave enarbolaba pabellón
español, pero poco después fue grande su rabia y su dolor
cuando la vio enarbolar el pabellón chileno. Se trataba del
navío corsario chileno, de nombre "El Chileno", y su coman·
dante era de apellido Coll. Bouchard reconvino a Coll,quien
optó por callar. Poco después se alejó "El Chileno", pero
sin enviarle a Bouchard el cirujano de dicha nave como le
había prometido Coll, para curar a los numerosos heridos
ocasionados por el combate. Al día siguiente regresó "La
Argentina" trayendo como presa una nave que se averiguó
que pertenecía al Chileno, por lo que fue puesta en libertad.
Las naves capturadas por Bouchard en el Realejo, eran los
bergantines San Antonio y Neptuno y las goletas Sofía y
Loreta, de propiedad nicaragüense. lO
Los ataques de Bouchard a las costas centroamericanas,
narrados anteriormente, provocaron la alarma y el temor de
las autoridades de la Capitanía General y la 'adopción, por

parte de -éstas, de una serie de medidas de carácter preventivo
y defensivo. La presencia de Bouchard fue comunicada
al Intendente Tinoco de Contreras por el teniente delegado
de Intendencia de la Villa de San Alejo, de la jurisdicción
del Partido de San Miguel, de la Intendencia de El Salvador,
don Felipe Santos. Dicha comunicación está fechada el 8 de
abril de 1819. Tinoco de Contreras recibió también otros partes
sobre las incursiones de Bouchard, entre ellos el del teniente
de la Villa de Choluteca, jurisdicción del Partido de
Tegucigaipa, don Justo Herrera y otra de don Manuel Lucas
Sierra, teniente de Nacaome, población también jurisdiccional
del Partido de Tegucigalpa. El intendente Tinoco de Contreras
ordenó que salieran refuerzos para las poblaciones de
Choluteca y Nacaome, al mando respectivamente de los subtenientes
Juan Antonio Inestroza y José Miguel Lardizábal,
así como 100 hombres de Comayagua, al mando del coronel
Andrés Britos. Otras medidas defensivas fueron las de colocar
vigías en el golfo de Fonseca.n Tinoco de Contreras dirigió
a su vez dos proclamas a los pobladores de su Intendencia,
de fechaS' 11 y 14 de abril de 1819, respectivamente. La
primera de ellas iba dirigida a los habitantes de la Intendencia
de la costa norte y la otra a los moradores del litoral pacífico,
-ya que naves corsarias amenazaban casi simultáneamente ambos
océanos. En esas proclamas excita a dichos pobladores a
permanecer leales a la Corona y a cooperar a la defensa del
territorio. Una proclama en igual sentido dirigió también el
teniente de la Choluteca, don Justo José Herrera, con fecha
10. de mayo de 1819. 12
Muchos de los autores que han escrito sobre la Independencia
de. Centro América, se han referido ya al clima deinsurgencia
prevaleciente en los últimos años del dominio
11 C. A. Ferro. Op. cit., pp. 40·42. A. R. VaIlejo, op. cit., pp. 194·195..
12 C. A. Ferro. Op. cit., pp. 40·42 Y documentos 2, 3 Y 4, en A. R.
VaIlejo, op- cit., pp. 112-114·116.

español. Coadyuvaron indudablemente al espíritu de descon-
.tento y malestar reinante, los quebrantos económicos originados
por la interrupción del comercio en ambos océanos, por
.la presencia de corsarios y piratas insurgentes. La presencia
de Bouchard el año de 1819 en las costas del Pacífico
y el ataque efectuado el 29 de mayo del mismo año 1819
al castillo de. San Felipe y al puerto lacustre de Izabal
-por Aury-, se agrava por los ataques del mismo Luis
AUlY a Trujillo y a Omoa el año de 1820 y a su constante
amenaza en el mismo litoral caribe,durante todo el
resto del año 1820 y parte del 21,13 En el-'mes de mayo de
1820, el Ayuntamiento de la ciudad de Guatemala, pedía al
capitán general Urrutia y Montoya, que tratara de rehabilitar
y reabrir el comercio de la Provincia por la ruta Amatique-Río
Dulce e Izabal, arruinada como ya dijimos por
Aury.14 En lo que respecta a las incursiones de Bouchard,
.se sabe que: "... aquellas noticias causaron· visibles trastornos
en el comercio; los beneficios de las minas de D~
lores, Macue}izo y La Misericordia se paralizaron y, como
. consecuenciá, el mercado o 'feria' de--gañaaoque ordinariamente
se realizaba en el segundo de estos pueblos, suspendió
sus transacciones". La situación de incerti.?umbre y los
malos negocios deben haber influido en el ánimo de Herrera
(don Dionisio) para resolver su traslado a Tegucigalpa, en
donde fijó su residencia, pues para principios de 1819 sus
negocios se mantenían por los créditos; sólo a don Benito
Rodríguez, vecino del pueblo de El Viejo (?), le dio varias
partidas de ganado al precio de cinco pesos cuatro reales por
cabeza, en atención a que el señor Rodríguez había tenido
13 H. H. Samayoa G., Luis Aury ... op. cit., pp. 53·55.
14 Ibid., p. 15.
Luis Aury destruyó el Castlllo de San Felipe, tomó el puerto la·
custre de Izabal y un. rico botln de afíll y grana, el- afío de 1819.
.Haefkens, Jacobo, ViaJe a Guatemala y Centroamérica (Guatemala'
"Serie Viajeros 1", Editorial Universitaria, 1969), p. 183 Y 189. .

negocios con su padre don Juan Jacinto de Herrera, desde
1780 y siempre había pagado en plata contante y sonante,
pero ahora los temores y la amenaza de disolución del orden
han rebajado tanto el beneficio particular que no era posible
comerciar de contado teniendo que aceptar "obligaciones" debidamente
aseguradas, a cambio de dineroY¡ Debe agregarse
que los habitantes de las poblaciones de El Viejo y Chinandega,
al tener noticia de la aproximación de los corsarios al
Realejo, huyeron despavoridos a los montes circunvecinos.
Por otra parte, Olancho tuvo que sufrir por esos mismos días
las incursiones de los zambos mosquitos.
A todo ello debe también agregarse el probable estímulo
que constituia para el espíritu independentista, la presencia
de los corsarios insurgentes sudamericanos. Ferro, citando a
Durón, nos cuenta como un ejemplo de ello, la actitud de la
dueña de la hacienda de San Bernardo, quien se negó a proporcionar
alimentos a los vigías marítimos de las autoridades
españolas, contrariando las órdenes dadas en tal sentido, por
el ya citado teniente de Choluteca, don Justo José Herrera,
señora de quien dijeron las autoridades españolas que: "se
metía en cosa ajena al ser defensora de los derechos del paisanaje
y que se podía decir que, como mujer era sugerida
por personas díscolas que tal vez anhelaban el momento de
unirse a los enemigos de la patria" (C. A. Ferro, op. cit., p. 39).

Plaza de Armas de la Nueva Guatemala.
Grabado tomado de la obra de Jaéobo Hae!kens. Viaje a Guatemala Y Centroam6rlca.
(

EL 15 DE SEPTIEMBRE DE 1821 EN GUATEMALA
Y EN YUCATAN*

Los movimientos de emancipaclOn política en la Capitanía
General del Reino de Guatemala y en el Virreinato de
la Nueva España, se iniciaron e! año de 1808, a raíz de la
invasión, de España por Napoleón Bonaparte. En la Nueva
España, como es bien sabido, la pugna entre el Ayuntamiento
de la ciudad de México, fray Melchor de Talamantes y el
síndico licenciado Francisco Verdad por una parte; y la Audiencia
y el Tribunal de la Inquisición por otra, culminaron
con la deposición de! virrey don José de Iturrigaray.l En la
ciudad de Guatemala, se verificó e! motín de los tejedores del
barrio de San Sebastián, acaudillados por el poeta y periodista
Simón Bergaño y ViIlegas, suceso que tenía al parecer
como finalidad la deposición del Capitán General brigadier
Antonio González y Saravia, y la formación de una Junta
de Gobi~rno. Al año siguiente se encarcelaba al negro peluquero
Agustín Vilches, quien incitaba a los artesanos a rebelarse
contra los españoles y se mostraba decidido partidario
de los franceses. 2 Y como es bien sabido, a partir del Grito
de Dolores del padre Hidalgo en 1810, los sucesos se precipitan
en México hasta culminar el año de 1821 con el Plan
de Iguala y los Tratados de Córdoba. En e! Reino de Gua-
1 Sánchez, Luis Alberto. Historia de América, tomo 1, p. 54, Edlclones
Ercllla, Santiago de Chile, 1945. Pereyra, Carlos. Breve Historia
de América, Editorial Zlg-Zag, Santiago de Chile, 1946. Miranda, José.
Las Ideas y las Instituciones Polltlcas Mexlcanas. Imprenta Universitaria,
México, 1952.
2 "Primeros Intentos de Rebeldla durante el Régimen Colonial".
J. Joaquin Pardo, en Letras, 1·p.7·juJlo-septlembre de 1955. "Proceso
contra el Peluquero Ag.ustln Vllches", por Héctor H. Samayoa G., en
Antropologla e Historia de Guatemala, VI·1·p.49·Enero de. 1954.

temala, a partir del año de 1811, también se precipitan los
acontecimientos, hasta culminar con la Independencia Absoluta
ello. de julio de 1823. En el Reino de Guatemala los
movimientos en pro de la independencia, dejan también una
cauda de sangre y mártires a causa de sus diversos movimientos.
En 1811 son los patriotas de Nicaragua y San Salvador;
en 1813 los de la conspiración del convento de Belén de la
ciudad de Guatemala; en 1814 los de la segunda conjuración
de la ciudad de San Salvador; en 1820 la rebelión de los
indígenas de Totonicapán, acaudillados por Atanasio Tzul, y
el 15 de septiembre de 1821, se redacta el Acta de la Independencia
de Centro América en la ciudad de Guatemala.
Al poco tiempo de verificado este suceso, los patriotas luchan
contra la arbitraria incorporación de Centro América al Imperio
Mexicano, siendo sacrificados varios patriotas en la ciudad
de Guatemala, e iniciando la ciudad de San Salvador
una heroica y desigual resistencia contra las huestes imperiales
de Iturbide, hasta que finalmente el 10. de julio de 1823, obtiene
su independencia absoluta frente a la Nueva y Vieja
España.
Como es bien. sabido, tanto el Virreinato de la Nueva
España como la Capitanía General de,1 Reino de Guatemala,
formaban dentro de los dominios de la Corona Española, dos
entidades políticas independientes entre sí. Por razones de contigüidad
geográfica, histórica, económica y cultural, los diversos
sucesos de la cruenta lucha de los mexicanos por obtener
su independencia política frente a España, tuvieron resonancia
en el Reino de Guatemala. Sabemos que en la Provincia de
Guatemala se denunciaron ante el Tribunal del Santo Oficio
a varias mujeres por mostrarse partidarias de Hidª,lg03 y en
los momentos en que Morelos recorría victorioso el sur de

México, el Capitán General de Guatemala, Bustamante y Guerra,
destacó un ejército para atacar a Morelos, ejército que
fue desbaratado en Oaxaca. 4 Con motivo de este desastre, el
fraile franciscano fray Juan de Dios Campos Díez, recorrió
el Reino de Guatemala incitando a los insurrectos de San
Salvador y de Nicaragua del año 1811, a una nueva rebelión,
motivo por el cual se le tuvo que reducir a prisión. 5 No sabemos
aún si como fruto de ello los patriotas de la ciudad
de Guatemala conspiren en el convento de Belén y San
Salvador se insurreccionen nuevamente en 1814. Los sucesos
anteriores y posteriores al Plan de Iguala han de tener mayor
trascendencia en el Reino de Guatemala. Todo lo dicho anteriormente
viene a confirmar un hecho, puesto cada vez con
mayor relieve por la investigación histórica, y que consiste
en el ardiente espíritu de independencia política, que se registraba
en ese entonces en todas las regiones del Continente
Americano y en la interdependencia e interrelación de muchos
de los sucesos verificados en lugares a veces contiguos y a
veces lejanos del mismo continente.
Ya indicamos con anterioridad que los movimientos independentistas
en el Reino de Guatemala se iniciaron el año de
1808 y concluyeron el año de 1823. El Reino de Guatemala
tenía una extensión aproximada de 26,000 leguas cuadradas
y una población aproximada también de 1.000,000 de habitantes,
y comprendía las Provincias de Chiapas, Guatemala,
El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, es decir, lo
4 Historia de Veintiún Años. La Independencia de Guatemala
Ramón A. Salazar, p. 169. Tipografla Nacional, Guatemala, 1928. '
5 El Franciscano Fr. Juan de Dios Campos Diez fue procesad(}
por mostrarse partidario de Morelos e incitar a la rebelión, aprove·
chando la derrota de las fuerzas realistas Guatemaltecas. AGG.B.2.
exp.796-leg.34-fol.12. Sobre este sonado proceso existen más documen.
tos en el Archivo Nacional de Guatemala.

que constituye aproximadamente en nuestros días, con exclusión
de Chiapas, las cinco repúblicas de Centro América. Hecha
esta previa advertencia, prosigamos nuestro relato.
Con anterioridad y posterioridad a la promulgación de
la Constitución de la Monarquía Española de 1812, el Reino
de Guatemala envió sus diputados a Cortes, e integró conforme
a las disposiciones de la misma, sus Ayuntamientos Constitucionales
y sus Diputaciones Provinciales. Al ser abolida la
Constitución en 1814, por Fernando VII, estos cuerpos fueron
disueltos y muchos liberales guatemaItecos encarcelados, entre
ellos el diputado a Cortes, doctor y canónigo, Antonio de Larrazábal,
años más tarde dos veces rector de la Universidad
y gobernador del Arzobispado, cuando en los tiempos tormentosos
de la vida republicana se expulsó al arzobispo fray Ramón
Casaus y Torres. Al instaurarse el régimen constitucional
nuevamente en 1820, se crea un clima político propicio para
proclamar la independencia. Este clima propicio estaba condicionado
por los siguientes factores: 1) La sustitución del
despótico Capitán General brigadier José Bustamante y Guerra
por el débil y benigno brigadier Carlos Urrutia y Montoya.
2) El clima de agitación electoral previo y anterior a
las elecciones, para integrar nuevamente los Ayuntamientos
Constitucionales, las Diputaciones Provinciales y elegir los Diputados
a las Cortes de la Nación. 3) Al aparecimiento de dos
partidos, el uno de tendencia radical o revolucionaria, denominado
despectivamente como de los Cacos, y el otro de tendencia
moderada, que tuvo también un mote despectivo, el
de los Gacistas, y 4) Bajo la libertad de imprenta instaurada
por el régimen constitucional, surge el periodismo independentista.
El doctor don Pedro Molina, uno de los principales carifeos
del Partido Caco, edita el Editor Constitucional y el
Genio de la Libertad, y el Sabio don José Cecilia del Valle,
del Partido Gacista, edita el Amigo de la Patria. Uno de

nuestros 'historiadores clásicos, recoge en las siguientes palabras,
algunos de los aspectos reseñados:
"Don José del Valle á la cabeza del bando Gazista, formado
de los españoles europeos y de la clase artistica,
trabajó afanosamente para disputar la victoria en las elecciones
á los Cacos. Este segundo partido se componla
de las familias nobles y de la mayor parte de los que se
llamaban independientes". Bosquejo Histórico de las Revoluciones
de Centro América. Alejandro Marure, p.20.-
T.I.·Tip. El Progreso, Guatemala, 1877.6
Con" respecto a los motes de Gacistas y Cacos, otro historiador
asienta 10 siguiente:
"Se les llamaba españolistas, término despectivo que equivalia
al de afrancesados, en España; pero la denomina·
ción más conocida y con la que han pasado a la historia,
es la del Partido del gas, para denotar que ese grupo
estaba en su mayor parte compuesto de borrachos. En
represalias, éstos dieron a sus contrarios, los fiebres, otro
nombre aún más hiriente: el de cacos, por ladrones".
Ramón A. Salazar, Historia de Veintiún Años. La Independencia
de Guatemala, p. 209. Tipografia Nacional
Guatemala, 1928.
Los Gacistas ganaron las elecciones. Desde el 4 de septiembre
de 1821, el Ayuntamiento de la ciudad de Guatemala,
en un Cabildo Extraordinario invitó al Capitán General brigadier
don Gabino Gaínza, a que proclamara la independencia,
dado el clima de agitación que existía en la ciudad de
Guatemala, temiéndose una sublevación popular. 7 El 14 de
septiembre de 1821, se recibieron en la Administración General
de Correos de la ciudad de Guatemala, los Oficios de los
6 pa~a una descripción de los sucesos anteriores y posteriores al
15 de septiembre de 1821, vid., al ya citado Marure.
7 Boletin dlll Archivo General del Gobierno. IV·1·pp.122·23. Octubre
de 1938.

Ayuntamientos de Ciudad Real, Comitán y Tuxtla, de la vecina
provincia de Chiapas, en que comunicaban haber proclamado
su independencia, adhiriéndose condicionalmente al Plan
de Iguala. 8 Conocidos estos Oficios por el Capitán General
los pasó a conocimiento de la Diputación Provincial, quien
acordó que para el día siguiente, 15, se convocase a una Junta
Extraordinaria en el Palacio de los Capitanes Generales. 9 A
esta Junta se citaron y acudieron las principales autoridades
políticas, militares y eclesiásticas, así como diputados de las
diversas Corporaciones. Sintetizando, podemos decir que acudieron
entre otros el Capitán General don Gabino Gaínza, la
Diputación Provincial, el Ayuntamiento, el arzobispo fray Ra.
món Casaus y Torres, diputados de la Universidad de San
Carlos de Guatemala, del Colegio de Abogados, etcétera. Tras
muchas incidencias prolijas de relatar/O se redactó y firmó
el Acta de la Independencia, en la misma mañana del 15 de
septiembre de 1821. Entre sus puntos sustanciales se encuentran
el de la formación de un Gobierno Provisional presidido
por el mismo Capitán General, don Gabino Gaínza, asistido
por una Junta Provisional Consultiva, dejar en Vigencia las
leyes de la Constitución Española de 1812, y en lo que se
refiere a la independencia de España, esta quedaba ad refe·
réndum, a un Congreso que debería reunirse ello. de marzo
de 1822. En la Junta verificada en la mañana del 15 de septiembre
de 1821, hubo UD fuerte grupo de personas que se
opusieron' a la independencia, pero los partidarios de la misma
que eran más numerosos y acaudillados entre otros por el
doctor don Pedro Molina, la esposa de éste doña Dolores Bedoya
8 Rodrlguez Cerna, José. Nuestro Derecho Internaci9nal, ps. 650
y s. Tlpografia Nacional, Guatemala, 1938. .
9 El Palacio de los Capitanes Generales de la ciudad de Guatemala,
fue destruido por los terremotos de 1917·18.
10 Sobre el 15 de septiembre vid., los historiadores clásicos:
Marure, Montúfar y Coronado, Garda Granados y los documentos publlcados
en el ya citado Boletln del Archivo General del Gobierno.

de Molina, don Juan Francisco Barrundia, José Francisco
Córdova, etcétera; se impusieron y atemorizaron a sus adversarios,
secundados por el numeroso pueblo congregado en el
recinto y en los alrededores del Palacio de los Capitanes Generales,
y de la plaza mayor de la ciudad.
2. El 15 de septiembre de 1821 en ciudad Mérida
Al formarse la Audiencia de los Confines el año de 1542,
ésta comprendía dentro de su jurisdicción a la Provincia de
Yucatán, tal como lo expresa un cronista:
"Se manda que la nueva Chancillería a quien se da el
nombre de Audiencia de los confines por haber de estar
en los de Honduras, Nicaragua y Guatemala, Chiapa y
Yucatán, Cozumel y todas las demás Provincias e islas
que habia en la costa y paraje de las dichas provincias
hasta la provincia de tierra firme llamada Castilla del
Oro inclusive que tan dilatada como esto era su juris·
dicción~'.l1
Suprimida en 1565 la Audiencia de los Confines y vuelta
a crear en 1570, el Reino de Guatemala perdió su jurisdicción
sobre Yucatán. Con motivo de los sucesos posteriores a 1810
en el Virreinato de la Nueva España, y por haberse interrumpido
las comunicaciones entre México y Yucatán, se dispuso
por las Reales Cédulas de 16 de octubre de 1814 y 14 de
enero de 1817, que la Intendencia de Yucatán quedase
sujeta en lo relativo a la administración de justicia y Real
Hacienda, a la Audiencia de Guatemala, mientras duraba la
guerra (Vid. Apéndices A, B, C y D). Todavía con fecha
14 de septiembre de 1821, por Real Orden expedida en Madrid,
se comunicaba al regente de la Audiencia de Guatemala,

haberse nombrado Jefe Político Superior de Yucatán, a don
José Gayangos. 12 De manera, pues, que desde 1814, Yucatán
dependía interinamente desde el punto de vista de la administración
de justicia y Real Hacienda, de la Audiencia de
Guatemala.
En Yucatán la opinión pública se había dividido, como
es bien sabido, en dos bandos, el de los Sanjuanistas o partidarios
de la Independencia y el de los que se opinían a ella
o los Rutineros. Al abolirse la Constitución el año de 1814,
siendo Capitán General el mariscal don Manuel Artazo Barral,
los Sanjuanistas fueron perseguidos y muchos de ellos
confinados en el castillo de San Juan de Ulúa. Al restablecerse
e! régimen constitucional en 1820, recobraron la libertad
muchos Sanjuanistas distinguidos, entre ellos don Lorenzo
de Zavala, e inclusive ganaron las elecciones para los Ayuntamientos
Constitucionales y la Diputación ProvinciaI.13 Al
conocerse el Plan de Iguala en Yucatán, y saberse que Tabasca
se había adherido al Plan Trigarante, al ser invadido
por las fuerzas de! capitán Juan N. Fernández y haberse desbandado
las tropas del gobernador de Tabasco; el Capitán
General de Yucatán Juan María Echeverri, previo acuerdo
con la Diputación Provincial, convocó a una Junta Extraordinaria
para la mañana del 15 de septiembre de 1821. A esta
Junt~, a~istieron las, principales autoridades civiles, militares y
ecleslastlcas. Despues de haber deliberado, Yucatán proclam6
su independencia con respecto a España y se form6 un gobierno
interino presidido por e! propio capitán general Echeverri.
Se comisionaron diputados a México para determinar su uni6n
al Plan de Iguala, y de lo actuado y acordado el 15 de sep-
12 AGG.B1.12·15·463·fol.1·1821.
13 Boletln del Archivo General de la Nación. Como se celebró en
Mérlda de Yucatán la noticia del golpe de Estado de Fernando VII
T.·XVII·3·p.315, México. julio· septiembre de 1946. .'

tiembre de '1821, Echeverri dio noticia a los jefes políticos de
La Habana, Vera cruz y Guatemala. 14
Del ya citado Boletín de! Archivo de México, T.xX-3.
pp.464-65, tomamos lo siguiente:
"Esta reunión, que será para siempre memorable en los
anales de nuestra historia -dice el historiador Ancana-,
se verificó en las Casas Consistoriales de Mérida,
el indicado 15 de septiembre... Asistieron a ella el ca·
pitán general que la presidió, los diputados de provincia,
los alcaldes. los regidores, los síndicos, el juez de letras,
los elllpleados superiores de Hacienda. los jefes militares
que residían en la plaza, los obispos, los canónigos. los
cinco curas de la ciudad, el tesorero de la Cruzada y
un buen número de ciudadanos que no tenían ningún
carácter oficial. Allí estaban reunidos todos los partidos
políticos que en otro tiempo se habían hecho la guerrá;
pero que ahora estaban unidos en solo sentimiento".
La comunicación de Echeverri a los Jefes Políticos de
La Habana, Veracruz y Guatemala, dice en uno de sus
párrafos:
"Después de repetidos avisos de la agitación de espíritus
en Campeche por la rapidez de la revolución apenas princi·
piada y ya casi consumada en la Nueva España, recibí
el 15 del corriente con fecha 3. parte del gobernador
militar de Tabasco, Partido de esta provincia, de que
habiendo pretendido oponerse a la entrada en él, de los
independientes, lo abandonó su tropa y seguidamente los
pueblos hasta quedar reducido a la cabecera sin defensa
alguna y con los habitantes decididos por el mismo par·
tido. concluyendo su oficio con que debía considerarse
14 Boletln del Archivo General de la Nación. La Independencia
de Yucatán. Un documento Interesante. T.·XX·3·p.461, México, julio·
septiembre de 1949. Yucatán. por Jaime Orosa Dlaz, México, 1945.
Rubio Maflé, Ignacio. El Separatismo de Yucatán, Imprenta Oriente,
Mérlda, Yucatán, 1935, pp. 42·45. Carrillo y Ancona, Crescenclo. Como
pendlo de la Historia de Yucatán, Mérlda: Talleres Gráficos Guerra,
1967, pp. 39·43, vid. Apéndice E.

ya con certeza a Tabasco independiente. En el mismo dia
de su recibo comuniqué estas noticias a la Diputación
Provincial que inmediatamente resolvió formar una junta
extraordinaria compuesta de sus individuos; de los del
Ayuntamiento, jefes y autoridades civiles, militares yeCle.
siásticas, que en vista de esta circunstancia y del estado
de la opinión pública del resto de la provincia, acordaron
unánimes para evitar- discusión en lo interior y asegurar
la libertad pública, proClamar la unidad de sus senti·
mientos con las demás provincias de Nueva Espafia, re·
servándose hacerlo con solemnidad hasta ver las bases
en que se ha de fundar el nuevo gobierno, siguiendo
entretanto las órdenes de S. M. y las leyes del congreso
nacional".
Con respecto al Acta de la Independencia de Yucatán,
dice el Boletín citado, lo siguiente, en nota de pie de página:
"En el acta de la independencia de Yucatán, como punto
sexto, figura esta Cláusula: Que para hacer más notoria
y eficaz esta determinación tomada, se comisiona a los
seflores don Juan Rivas Vértiz y licenciado Francisco
Antonio Tarrazo, para que, pasando a la corte de México,
la comuniquen a los dos seflores jefes superiores o gobierno
provisional que hayan acordado establecer en Nue·
va Espafla, a efecto de que a la mayor brevedad, y con
la más completa instrucción, den parte a esta provincia
de sus definitivas resoluciones". Vid. Apéndice "E".
3. Sucesos posteriores al 15 de septieI1lbre
de 1821 en Guatemala y Yucatán "
Con posterioridad al 15 de septiembre de 1821, el Reino
.de Guatemala fue anexado arbitrariamente al Imperio Mexicano
de don Agustín de Iturbide, el 5 de enero de 1822, a
pesar de la oposición de los patriotas antianexionistas y de
la heroica resistencia de la ciudad de San Salvador. Al derrum-

arse el Imperio por el Plan de Casa-Mata, un Congreso
reunido en la ciudad de Guatemala, proclamó ello. de julio
de 1823, la independencia absoluta con respecto a México,
España y cualquier otra nación, tanto del Viejo como del
Nuevo Mundo. Este Congreso que posteriormente tomó el
nombre de Asamblea Nacional Constituyente de las Provincias
Unidas de Centro América, con fecha 22 de noviembre. de
1824, decretó la Constitución por la cual se creó la República
Federal de Centro América. Con respecto a Yucatán,
sabemos que el gobierno provisional surgido del Plan Trigarante,
nombró Jefe Político y Capitán General a don Melchor
Alvarez. Al derrumbarse el Imperio de Iturbide, un Congreso
denominado "Augusto Congreso Constituyente", decretó la
primera Constitución del Estado de Yucatán, en abril de 1825.

REAL CEDULA DE 16 DE OCTUBRE DE 1814, POR LA QUE
YUCATAN PASA BAJO LA JURISDlCCION DE LA AUDIEN·
CIA DE GUATEMALA, EN LO RELATIVO A LA ADMI·
NISTRACION DE JUSTICIA
"El Rey, Presidente, Regente y Oidores de mi Real Au·
diencia de Guatemala. En carta de diez y ocho de Febrero de
este año me dió cuenta el Gobernador Intendente de la Pro·
vincia de Yucatán, de la Consulta acordada por la Diputación
Provincial, sobre los graves perjuicios que resultan en la Ad·
ministración de Justicia de la incomunicación con México por
las circunstancias actuales de aquel Reino, y si interim duran
estos, podria ocurrir á esa Audiencia en las instancias y ma·
terias que os tocan por Derecho, a fin de remediar los males
que originan de que los negocios no tengan el debido curso
con arreglo a las Leyes. Y visto lo referido en mi Consejo de
las Indias con lo que en SU inteligencia expuso mi Fiscal, he
resuelto prevenir a dicho Gobernador de Yucatán (como se
hace con esta fecha) que en tanto no se ponga expedita la
comunicación con la Audiencia de México se entienda aquella
Provincia con vos en cuanto la ocurra respectivo á la Admi·
nistración de Justicia, bien entendido que tan pronto cese la
indicada obstrucción de caminos vuelvan los asuntos que no
se hayan radicado en esa Audiencia, sin otra nueva Provi·
dencia al curso que han tenido hasta aquí. A su consecuencia
os mando que por vuestra parte déis a esta determinación en
lo que os corresponde el más exacto cumplimiento en todas
sus partes, que asi es mi voluntad. Fecha en Palacio a diez
y seis de Octubre de mil ochocientos catorce. Yo el Rey.
Por mandato del Rey Nuestro Señor.

OFICIO DE LA AUDIENCIA DE MEXICO CON RESPECTO
A LA REAL CEDULA DE 16 DE OCTUBRE" DE 1814
AGG.A.1.23.-1539·[0Is.429-449v.-1814
"Cuando se recibió en esta Real Audiencia la copia que remi·
V. S. con Oficio de 17 del último de Mayo, de la Real CMula
de 16 de Octubre de 814 para que mientras dure la in~om~.
nicación de la Provincia de Yucatán con esta Real AudIencIa
se entienda con esa en cuanto la ocurra respectivo a la Administración
de Justicia: Se había recibido ya en este Tribunal
lo que a él se le ha expedido, y se mandó tener presente en
los casos que ocurran. Lo participo a V. S. en contestación.
Dios Guarde a V. S. muchos aftos. México, 11 de Agosto
de 1815.
OFICIO DEL INTENDENTE DE YUCATAN, RESPECTO A
LA REAL CEDULA DE 16 DE OCTUBRE DE 1814
AGG.A1.23·1539- [01.427 ·1814
"Con el Oficio de V. S. de 17 de Mayo último he recibido
Testimonio que me acompafta de la Real Cédula de 16 de
Octubre del afta próximo pasado relativa a que esta provincia
se entienda con esa Real Audiencia en todos los asuntos de
Justicia, que ocurran durante la incomunicación con la de
México. Y habiéndola circulado en su oportunidad a todos los
Tribunales y Justicias del distrito de mi mando, cuidarán estos
de remitir las causas y negocios que tengan en sus respectivos
Juzgados. así como yo lo haré de los que pertenecen a mi
Autoridad. Lo aviso a V. S. para su inteligencia, y en contes·
tación a su citado Oficio.
Dios Guarde a V. S. muchos aftos. Mérida, 17 de Agosto
de 1815.

REAL CEDULA DE 14 DE ENERO DE 1817, POBLA QUE
YUCATAN PASA BAJO LA JURISDICCION DE LA AUDIEN·
CIA DE GUATEMALA, EN LO RELATIVO A LA ADMINI8-
TRACION DE REAL HACIENDA
"El Rey,-Presidente y Vocales de mi Junta Superior de
Real Hacienda del Reino de Guatemala. Deseando facilitar a
mis amados Vasallos de la Provincia de Yucatán la pronta
administración de Justicia en materias de Hacienda, de que
carecen en el día por la intercepción de la correspondencia
con México, a causa de la actual insurrección; he venido en
mandar con esta fecha, que ínterin dure aquella, se entiendan
con vos en cuanto ocurra, relativo a vuestras facultades en
los mismos términos que tengo dispuesto se ejecute con la
Audiencia de ese distrito, respecto de los Asuntos Civiles y
Criminales, por Real Cédula de diez y seis de Octubre del afto
pasado de mil ochocientos catorce: Y en su consecuencia os
lo comunico para vuestra inteligencia y puntual cumplimiento
en los casos que ocurran; que así es mi voluntad. Fecha en
Palacio a catorce de Enero de mil ochocientos diez y siete.
Yo el Rey. Por mandado del Rey Nuestro Seftor. Estevan
Varea. Hay tres rúbricas".
No pocos alegan, en defensa de sus ideas, que Yucatán
tomó cierta parte en la lucha por conquistar la emancipación
política de la patria, estando representada en ella.
Estamos defendiendo la verdad histórica y a nombre de
ella debemos decir que eso es completamente falso. Yucatán
no tuvo participación como pueblo en esa revolución emano
cipadora. Todavía más: en Yucatán no hubo movimiento al
guno a favor de la independencia.
Lo que hubo en Yucatán fueron cuestiones políticas dentro
del dominio espaftol. abogando unos por el régimen constitu.
cionalista y otros por el absolutismo. Y la lucha fue ardiente,
pero sin llegar a las armas. Fue una contienda más noble:
en el palenque de las ideas se libraron las :batallas.

Muy cierto es que con este movimiento Se fueron prepa.
rando las conciencias a concebir la idea de la emancipación,
que al fin cristalizó, pero sin verse en todo el proceso el plan
que guiara a eSe término. No hubo idea de independencia en
Yucatán.
Es también muy cierto que un joven yucateco tomó activa
participación en México en las luchas de independencia. Pero
don Andrés Quintana Roo no fue ningún delegado del pueblo
yucateco para representarlo en esas contiendas. Hijo de familia
meridana, de profundas convicciones constitucionalistas, él
aun en la adolescencia fue enviado por su padre a México
para que terminara sus estudios. Años más tarde, envuelto
en el romance de amor de doña Leona Vicario, enamorados
ambos del porvenir, sus corazones se decidieron a ser héroes
y fuéronse al campo de batalla, alli donde militaban los va.
lerosos insurgentes que capitaneaba el gran Morelos.
Quintana Roo es gloriosa figura que mucho honra a la
cuna donde vio la luz primera. Pero, justo es confesarlo, su
actuación individual en la epopeya insurgente no reflejó ninguna
idea yucateca. Fue un yucateco que comprendió ideas
mexicanas y las desarrolló en el centro donde podían ser apreciadas.
Muy honroso es para Yucatán saber que un hijo suyo muy
ilustre, el presidente del Congreso de Chilpancingo hizo la
primera declaración formal de la independencia nacional. Pero
justo es confesar que Yucatán no lo envió. El por cuenta
propia lo hizo. Y si Quintana Roa usó el nombre de Yucatán
en algún acta del Congreso de los insurgentes, no consta que
tuviera tal representación. Tal vez lo hizo para dar mayor
influencia territorial al movimiento y convencer así al enemigo
de la extensión que ya abarcaba la idea.
En Yucatán no hubo idea de independencia antes de 1821.
No podía haber con buenos gobernantes como Pérez Valde·
lomar. Y si surgieron bandos constitucionalistas y absolutistas,
las ideas que éstos perseguian entraban en el movimiento
politico que se llevaba a cabo en España. y el gobierno de
la provincia no los tuvo como insurgentes. Los gobernantes
españoles adoptaban en Yucatán el sistema político que triunfaba
en España, y los que perdían en Yucatán se aguantaban
a esperar un nuevo testimonio de la volubilidad de Fernando
VII. Cierto es que se les perseguía, pero por enemigos de las
ideas politicas que habían triunfado, no por enemigos del
dominio español.
No fue sino hasta que se formó el Plan de Iguala y el
generalísimo don Agustín de Iturbide envió al general Juan
José Fernández del Ejército Libertador mexicano, con destino
a Yucatán cuando surgió la idea emancipadora en la pe'1ín.
sula. El último Capitán·General español citó a una magna
asamblea, el 15 de septiembre de 1821, para informar al pue.
blo yucateco de que tropas enemigas al régimen español ha.

ían entrado a la capital de Tabasco y que él. s.e veía en
difíciles circunstancias por no tener fuerzas sufiCIentes con
qué hacerles frente. El pu~blo decidió la cues~i~mproclamando
la independencia en el mIsmo act.o. El Capltar;¡ Gene~al re.spetó
la opinión popular y en nOVIembre del mIsmo ano deJó
el gobierno de una manera muy digna y noble.
Así se proclamó y consumó la independencia de Yucatán.
y Yucatán se emancipaba de la Madre España conforme a las
siguientes bases:
'Que la provincia de Yucatán, unida en afectos y
sentimientos a todos los que aspiraban a la f~lici~,!-d
del suelo americano, proclamaba su emancIpaclOn
política de la metrópoli; bajo el supuesto de que el
sistema de independencia ac?rdado en los. pl!lpes de
Iguala y Córdova no estana en contradlcclOn con
la libertad civil.
Que Yucatán haría la proclamación solemne de su
independencia, luego que los encargados del poder
interino en México fijasen las bases de la nueva nao
cionalidad.
Que entretanto y para afianzar más eficazmente la
libertad la propiedad, la seguridad individual que
son los' elementos de toda sociedad bien organizada,
se observasen las leyes existentes, con inclusión de.
'la Constitución Española y se conservasen las autoridades
establecidas.
Que la provincia reconocia por hermanos y amigos
a todos los americanos y españoles europeos que
participaran de sus mismos sentimientos y. quisieran
comunicar pacíficamente con. sus habltan~es,
para todos los negocios y transaCClOnes de la VIda
civil".
Es de observarse en todos estos actos el siguiente resumen:
Yucatán no se había manifestado por la independencia.
Iturbide concebía un plan vastisimo de nacionalidad americana
que abarcaría desde las riberas del Colorado hasta muy cerca
del Istmo de Panamá. Le enamoraba el ideal de Bolívar .y
soñaba hacer de la nueva nación toda una fuerte potenCIa
americana: No podía consiguientemente permitir que Yucatán
quedara en poder de España, porque serviria de base a en·
torpecerle sus planes. Echeverri, el último Capitán General de
Yucatán no tenia fuerzas suficientes para hacer frente al
Ejército' Libertador Mexicano, que. había invadi.do Tab~sco.
La opinión popular yucateca se deCIde P?r m.ayona a la. m~e.
pendencia y la unión con la nueva naclOnahdad.. 90nstltuclO.
nalistas y absolutista s eran ya adversos al dommlO español.

El Capitán General no tiene otro recurso que tolerar el m::lVimiento
emancipador. Se redactan las bases, y en ellas se
estipula que la unión con la nueva nación es bajo la condición
que se ha de respetar la libertad civil de Yucatán.
Los comisionados, el coronel don Juan Rivas y Vértiz y
el licenciado don Francisco Antonio Tarrazo y 'Casafia, dos
campechanos, tratan en seguida en México la incorporación
de Yucatán al Imperio Mexicano.
El 2 de noviembre de 1821 se jura en Mérida la nueva
nacionalidad, enarbolándose en los edificios públicos la ensefia
tricolor.
Liquidado ya el régimen espafiol, Yucatán, por su propia
voluntad, se une al nuevo régimen americano, a la nacionalidad
mexicana, a la metrópoli que después de Espafia había
reconocido por tres siglos. No medió conquista. Fue obra de
la opinión popular, impulsada por los acontecimientos. Era la
misma opinión que a raíz de la conquista solicitó que Yucatán
dependiera de la Real Audiencia de México. Al cabo de tres
siglos la identificación con. México continuaba imperturbable.
Por tres siglos Yucatán fue de la Nueva Espafia por su voluntad.
Ahora va a ser del Imperio Mexicano, sucesor de la
Nueva Espafia. por la voluntad popular.
El licenciado don Albino Acereto en su interesante obra:
"Evolución Histórica de las Relaciones Políticas entre México
y Yucatán", bien dice que "Yucatán no hubíera declarado su
mdependencia sí Méxíco no hubiera hecho la suya; lo que
prueba que Yucatán estaba políticamente, desde entonces,
sujeto a la esfera de acción de México, e identificado con la
vida autonómica de la nación".

MARURE, Alejandro. Bosquejo Histórico de las Revoluciones
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Boletín del Archivo General de la Nación. México. T. XVII-3

EL BOCHINCHE ESTUDIANTIL DEL 12
DE NOVIEMBRE DE 1821*
NOTA: El autor agradece la colaboración de don
Ll\ón Bilak. parl\ la publicación del presente trabajo.
La instauración del Trienio Constitucional en la Monarquía
Española (1820-1823), a raíz del pronunciamiento del
brigadier Rafael Riego, en Cabezas de San Juan, tuvo hondas
repercusiones en los dominios ultramarinos de la misma, donde
desde 1808 se habían iniciado ya los movimientos independendistas.
En el Reino de Guatemala, era por ese entonces
capitán general don Carlos Urrutia y Montoya (1818-1820),
quien por causa de enfermedad delegó el mando en el brigadier
don Gabino Gaínza, el 10 de marzo de 1821. Por
decreto promulgado el 26 de junio de 1820, el precitado
capitán general Urrutia y Montoya mandó que se jurara la
Constitución gaditana de 1812, en el Reino de Guatemala.
A partir de ese momento se desarrollan toda la serie de acOntecimientos,
que han de conducir al 15 de septiembre de
1821 y a los sucesos ulteriores de la anexión y la desanexión

al Imperio Mexicano de Agustín de Iturbide. Entre estos
sucesos conviene recordar la formación de los partidos políticos
denominados de los Cacos y de los Gacistas, el aparecimiento
de los periódicos, El Editor Constitucional y el Genio
de la Libertad, como órganos del Partido de los Cacos y del
Amigo de la Patria, órgano del Partido Gacista, siendo sus
redactores respectivamente, el doctor Pedro Molina y ellicenciado
José Cecilia del Valle. La instauración del Trienio
Constitucional en Guatemala, promovió la formación de los
citados partidos políticos, con el fin de integrar electoralmente
los Ayuntamientos Constitucionales, las Diputaciones Provinciales
y las Cortes Ordinarias. Surgen también como instituciones
promotoras de la independencia, las Tertulias Patrióticas.
En este ambiente es donde se ubica y se desarrolla,
el acontecimiento que vamos a relatar. (1)
La participación del universitario en el proceso de la
emancipación política de Centro América, ha sido puesta ya
de manifiesto en varios estudios (2) . Por ello es que nos
concretaremos a narrar únicamente aquellos acontecimientos
que pudieran tener alguna relación con nuestro suceso. En
el Cabildo Extraordinario celebrado por el Ayuntamiento de
la ciudad de Guatemala el 4 de septiembre de 1821, al cual
fue invitado a asistir el capitán general don Gabino Gaínza,
el síndico don Mariano de Aycinena, instó a Gaínza a que
proclamase la independencia. Gaínza se negó a ello y en esa
ocasión, manifestó que: "se ha ido a seducir y distraer del
estudio, a los niños de la Universidad y Colegio".' Esta seducción
se ejercía recogiendo entre ellos firmas en favor de
la .independencia (3) .

Como es bien. sabido, los diputados de la Universidad
de San Carlos de Guatemala a la Junta del 15 de septiembre
de 1821, fueron don Serapio Sánchez y el doctor Mariano
Gálvez, años más tarde Jefe del Estado de Guatemala y
famoso reformador(4). Con posterioridad al 15 de septiembre
y de acuerdo con el artículo 80. del Acta de la Independencia,
se formó un gobierno provisional presidido por el
mismo capitán general don Gabino Gaínza, conocido con el
nombre de Junta Provisional Consultiva. Las sesiones de la
Junta Provisional Consultiva fueron públicas en un principio,
pero las intervenciones de numerosos patriotas, acaudillados
por don Pedro Molina, don José Francisco Barrundia
y don José Francisco de Córdova, decidieron a sus miembros
a celebrar sus sesiones a puertas cerradas. Esta medida alteró
los ánimos de los perjudicados con tal disposición, máxime
si tomamos en cuenta qúe ya se había iniciado la cruenta
división y lucha entre los patriotas antianexionistas y los
partidarios de la anexión al Imperio de Iturbide (5).
En efecto, en la sesión celebrada por la Junta Provisional
Consultiva el 27 de noviembre de 1821, fue recibido don
José de Oñate, comisionado de Iturbide ante el gobierno de
Guatemala (6).
Por otra parte las Juntas Patrióticas habían empezado
a proliferar en la ciudad de Guatemala, entre ellas la de la
Universidad, que tenía su sede en el General Mayor del
edificio de la misma, y las de las parroquias de San Sebastián
y los Remedios (7) . Establecidas por Decreto de las
Cortes de 21 de octubre de 1820, tenían por objeto: "que los
individuos que en adelante quieran reunirse periódicamente
en algún sitio público para discutir asuntos políticos, y cooperar
a su recíproca ilustración, puedan hacerla con previo
conocimiento de la autoridad local" (8). *

A partir de la llegada de don José de Oñate, se recrudeció
la persecución contra los patriotas antianexionistas y la
noche del 30 de noviembre de 1821, en un encuentro entre
los miembros de la Junta Patriótica de la Universidad y un
grupo de anexionistas acaudillados por el alcalde, doctor Mariano
Larrave, en las inmediaciones del templo de San José,
murieron los estudiantes don Mariano Bedoya y don Remigio
Maida (9). A consecuencia de estos trágicos acontecimientos,
fueron clausuradas las Juntas Patrióticas por la Junta Provisional
Consultiva, ello. de Diciembre de 1821 (10).*
Conforme a las Constituciones de la Universidad de San
Carlos de Guatemala, la elección de rectores la verificaba el
Claustro de Conciliarios, en tres escrutinios que debían verificarse
los días 5, 8 y 10 de noviembre de cada año. Antes
del escrutinio final debía celebrarse una misa del Espíritu
Santo en la Capilla de la Universidad y jurar elegir rector
con libertad, imparcialidad y ecuanimidad ( 11).
El año de 1821, era rector de la Universidad de San
Carlos de Guatemala el doctor y canónigo don Antonio de
Larrazábal y Arrivillaga, el famoso diputado a las Cortes
Generales y Extraordinarias de Cádiz, presidente de las mismas
y años más tarde plenipotenciario de la República Federal
de Centro América, conjuntamente con el doctor Pedro
Molina, ante el Congreso Bolivariano de Panamá (1826).
EllO de noviembre de dicho año, el claustro de Conciliarios,
después de celebrar la misa de Espíritu Santo, eligió
rector por unanimidad de votos al doctor Manuel Antonio
* Los turbulentos sucesos del Trienio Constitucional obligaron a las
Cortes a abolir las Juntas o Tertulias Patrióticas en España Plo
Zavala y Lera, España bajo los Burbones (España, Editorial Labor,
5a. Ed., 1955), pp. 290·291. .

de Molina y el cual fue notificado y juramentado en su
cargo ese ·mismo día. Fueron además electas conciliarios, las
siguientes personas: doctor Antonino Corral (por la Facultad
de Teología), el doctor Mariano Gálvez (por la Facultad de
Cánones) , fray José Antonio Orellana (por las Ordenes
Religiosas, tocándoles en esa ocasión a los franciscanos) ,
doctor Mariano Larrave (por Medicina), y licenciado Antonio
Robles (por la Facultad de Artes).
. En lo tocante a los bachilleres conciliarios, fueron electos:
don Ramón Salís (por Teología), don Tomás de Beltranena
(por Cánones) y don Leandro Guerra (por Medicina) ( 12).
El 12 de noviembre se había citado a Claustro pleno y
se testifica del mismo de la siguiente manera: "Doce del
mismo mes no habiéndose reunido el claustro pleno sin embargo
de habérsele citado por Cédula ante diem no habiendo
concurrido más que los S.S. Doctor Don Manuel Antonio de
Molina, Don Antonio de Larrazábal, Don Pedro Bustamante
y el Bachiller Catedrático Don Ramón Salís pasaron al General
de esta Universidad donde los cursantes prestaron el
juramento de obediencia al nuebo Señor Rector Don Manuel
Antonio, de Molina conforme previenen las Constituciones y
se concluyó el acto firmando los mismos S.S. de que certifico.
Rúbricas: Molina-Larrazabal· José Antonio Solis" ( 13).
El 14 del mismo mes en la Sala de claustros, prestaron
juramento al nuevo rector don Manuel Antonio de Molina,
las siguientes personas: Doctor Antonio de Larrazábal, doctor
Buenaventura Rojas, doctor Pedro Bustamante, doctor fray
José Antonio de Carrascal y los catedráticos: fray Pedro
Pérez, don Ramón Salís, don Pedro Valenzuela y fray Felipe
Navarro. Por los nuevos Conciliarios prestó juramento don
Ramón ,Salís, quien fue el único que se halló presente de
ellos ( 14). Se eligieron ese mismo día a los siguien'es diputados
de Hacienda: presbítero bachiller fray Pedro Morales (por

los catedráticos de Teología), bachiller Ramón Salís (por la
cátedra de Cánones), el bachiller don Pedro Valenzuela (por
.la cátedra de Leyes) y los· catedráticos doctor fray Luis
(Escoto) y fray Felipe Navarro (por Filosofía). Y finalmente
ese mismo día se eligieron los siguientes examinadores: doctor
don Bentura Roxas (en Artes), doctor fray Luis Escoto
(por la Prima de Filosofía) y el doctor Pedro Molina (por la
Prima de Medicina) (15) .
El próximo Claustro se celebró el 13 de diciembre y
en él se conoció un oficio del jefe político superior, don
Gabino Gaínza, pidiendo la opinión del Claustro, sobre la
conveniencia o inconveniencia de la unión del Reino de Guatemala
al Imperio de Iturbide y se acordó diferir este asunto
para el Claustro del 19 del mismo mes. En el Claustro verificado
el día 19 de septiembre, se acordó la conveniencia
de unirse al Imperio de Iturbide, salvo el voto en desacuerdo
del doctor y presbítero, don José Simeón Cañas y Villacorta ( 16) .
El bochinche estudiantil a que hacemos referencia, tuvo
lugar el día 12 de noviembre de 1821 y de él se tiene noticia
por la carta dirigida al rector don Manuel Antonio Molina,
por el doctor Pedro José Valenzuela, quien acababa de tomar
posesión de la cátedra de Prima de Leyes el 31 de octubre
de 1821, y de destacada actuación política en los años posteriores
a la independencia, llegando a ocupar más tarde el
cargo de vicejefe del Estado de Guatemala (1835). Como
vimos anteriormente, el 12 de noviembre se había citado al
Claustro pleno para juramentar al nuevo rector don Manuel
Antonio Molina, el cual no pudo verificarse por la ausencia
de sus miembros y sólo prestaron dicho juramento los cursantes.
El Claustro pleno se componía de todos ros doctores
graduados e incorporados y de todos los bachilleres del Claustro
de conciliarios, y su quórum mínimo era de 20 doctores ( 17).

El bochinche consistió en esencia, en el hecho de que numerosos
estudiantes de los cursos de Derecho Civil y Canónico,
impidieron la iniciación de las clases en la Universidad, con
sus insultos, algazaras, pedreas, ruidos de puertas y aun emporcando
las aulas con estiércol. Sus víctimas fueron los estudiantes
novatos y aun numerosos cursantes de años superiores.
No bastaron para calmar los ánimos de los exaltados, ni
las reprimendas de algunos catedráticos ni la intervención
del bedel. Los desórdenes duraron dos días consecutivos (18).
Vid. apéndice "A".
A pesar de los esfuerzos realizados, no logramos desen·
trañar las causas del bochinche estudiantil antedicho. Puede
conjeturarse el clima de exaltación política que se vivía en
esos días y que hemos reseñado líneas arriba. También podría
pensarse en algún descontento proveniente por las elecciones
verificadas en el seno de la misma Universidad, ya que muchas
de las personas electas, sustentaban diferente ideología
y color político. Entre estas personas figuraban el doctor y
canónigo don Antonio de Larrazábal, ya mencionado por sus
méritos políticos, don Mariano Gálvez, el anexionista doctor
Mariano Larrave, etcétera. Pero quizás el mayor disgusto se
manifestara contra el nuevo rector, doctor Manuel Antonio
de Molina, por sus antecedentes antiindependentistas manifestados
en 1811, cuando era vicario provincial de la Villa
de San Vicente de Austria, y que merecieron elogios del
capitán general don José de Bustamante y Guerra(19).
La oscuridad sobre este suceso es mayor, si se considera
.que de él no se encuentran noticias ni en el propio Libro de
Claustros de la Universidad, ni en las Actas de la Junta
Provisional Consultiva, ni en los Libros de Actas de Cabildos
del Ayuntamiento de Guatemala, y ni en los periódicos
de la época(20).

Para el bochinche del 12 de noviembre de 1821,el único
testimonio conocido hasta hoyes el documento publi.
cado por León Bilak, en El Imparcial de 21 de agosto
de 1970. bajo el título de "Algarada s de otros tiempos.
Los Estudiantes, Enfant Terribles". Para la redacción
de' este opúsculo, se ha empleado la siguiente bibliografia:
Historia de Veintiún Años, Ramón A. Salazar. (Gua.
temala: Tipografia Nacional, 1928), Bosquejo Histórico
de las Revoluciones de Centro América, Alejandro Ma·
rure. (Guatemala: Tipografia El Progreso, 1877),2 tomos.
l\'lemorias para la Historia de la Revolución de Centroamérica,
Manuel Montúfar y Coronado, (Guatemala:
Tipografia Sánchez & de Guise, 1934). El Presbítero y
Doctor don José Matías Delgado en la forja de la Nacionalidad
Centroamericana. Carlos Meléndez Chaverri, (El
Salvador: Ministerio de Educación, Dirección General de
Publicaciones, J961). Fundación de la Universidad en
Guatema.}a, 1548-1688,José Mata Gavidia (Guatemala:
Imprenta Universitaria, 1954. El Editor Constitucional y
el Genio de la Libertad. Doctor Pedro Molina. (Guate·
maja: Editorial del Ministerio de Educación Pública,
1954), 3 tomos, y El Amigo de la Patria, José Cecilio del
Valle. (Guatemala: Editorial "José de Pineda Ibarra",
1969), 2 tomos. En cuanto a Documentos: Boletín del
Archivo Genera.}del Gobierno, Guatemala, Tomos !II IV,
Y Libro de Actas del Claustro de la Universidad: AGG.A3.
1·189212340.
Vid. Mata Gavidia, José. "La Universidad de San Carlos
en el movimiento de la Independencia", en Humanidades
III-IV, septiembre de 1949.
Boletín del Archivo General del Gobierno, B. A. GG, T.
IV l·pp. 122·123.
Salazar Ramón A. op cit. pp. 232235.
Montúfar y Coronado, Manuel, op cit, pp. 48·49Y B. A.
GG, T. IV·4pp. 541·542.
BAGG. T. IV·3304.
AGG.B.3.6.·47·1001·1820, y AGG, B3.5·46-937.
289

(8)
(9)
(10)
(11)
(12)
(13)
(14)
(15)
. (16)
(17)
(18)
AGG.B3.6.47·1001-1820.Vid. Apéndice C.
Marure, Alejandro, op cit. T.I..p.36 y BAGG, T.IV·3·p.327
y 343344.
BAGG. T.IV.-3-pp.319·320.
Mata Gavidia, José. Fundación de la Universidad. Op.
cit. pp.243244.
Libro de Actas del .Claustro, op. cit. fols. 133·133v.
Doc. cit. fols. 134.
Ibid, fols. 134-134v.
Ibid.
Doc. cit. pp.134v-i35 y 135·135v.
Mata Gavidia, José, Fundación de la Universidad, op.
cit. pp.254-255.
Bilak, León, op. cit. La carta al rector Molina la firmaban
José Mariano Dominguez y Pedro José Valenzuela.
Entre los catedráticos afectados por dicho bochinche,
se menciona a dori Felipe Navarro y don Buenaventura
Rojas. El edificio de la Universidad en ese entonces, es
el que actualmente ocupa la Facultad de Ciencias Juridicas
y Sociales.
Salazar Ramón A., op cit. pp. 245·249-Y Meléndez Chaverri,
Carlos. op. cit. pp. 128-129. Don Manuel Antonio
Molina era además vocal de la Junta Provisional Consultiva
y su firma figura en el acta del 15 de septiembre
de 1821. Doctor en Filosofia y Cánones, era reputado
por hombre de grandes conocimientos.
A.G.G. Al. 2.22194-15748·1821 (Libro de Actas de Cabildo
del Ayuntamiento de Guatemala). El Editor Constitucional
y El Amigo de la Patria, ops. cits. En el número
26 del Genio de la Libertad, correspondiente al
12 de noviembre, se inserta la noticia de que don Pedro
José Valenzuela, había tomado posesión de su cátedra
de Prima de Leyes, el 31 de octubre, habiendo merecido
la calificación "de eminente". Como es sabido la Ga·
ceta en su tercera época comprende desde 1797 hasta
1816. La Gaceta del Gobierno de Guatemala, empezó a
publicarse el 21 de noviembre de 1821. pero desafortunadamente
no hemos conseguido ejemplares.

"Los Catedráticos que suscribieron ante U. en la mejor
forma que por derecho haya lugar decimos que habiéndose
dado principio el día 12 del corriente (noviembre de 1821) a
un nuevo curso de Filosofia, en la cátedra de Prima de esta
facultad que dirige uno de los que hablan ha sido ya imposible
su continuación tanto en esta clase como en las otras
de leyes e Instituta, a causa de la escandalosa conducta que
particularmente en estos días han observado los cursantes de
la universidad contra los mismos Catedráticos, los nuevos estudiantes
y lo que es peor contra todo el orden de las clases
y enseñanza de estudios imposibilitada ya por aquellos.
El dia de la apertura del curso y siguiente, la Universidad
ha sido el laberinto más completo que jamás se vio en ella,
formando sus cursantes la confusión y desorden que ha es·
candalizado y puesto en consternación aún al vecindario, pues
fue trascendental a él, como se manifiesta por la relación de
los hechos siguientes:
Los cursantes de las clases de derechos y muy especial·
mente los de la de Filosofía que regenta el Sr. Felipe Navarro,
han sido los causantes de este desorden. y contra quienes dirigimos
nuestra actual exposición. Reunidos todos estos en el
patio y corredores del edificio de la Universidad con el objeto
de burlar e insultar a los nuevos cursantes, que sucesivamente
iban entrando a la clase del nuevo curso, lo verificaron no
sólo ellos, síno con los catedráticos. Con cada uno de los que
entraban ~e. formaba entre todos ellos. un palmoteo acampa.
ñado de SIlbIdos, voces tumultuosas, rUldos de puertas y piedras
que arrojaban a aquel individuo, en términos que muchos
de ellos tuvieron que volverse a sus casas impelidos del temor
que semejante revolución les causaba. Algunos de los estudiantes,
aún los que no eran de los nuevos han sufrido el
maltrato de las piedras. como lo fueron l¿s alumnos Luis
Cárdenas y Domingo Talavera con otros muchos que en medio
de -la algazara y confusión no eran posible distinguir. Igual
escá:r:dalo executaron con los dos catedráticos que hablamos,
el pru~ero qt.!-ees. el de Instituta, lo toleró y disimuló la tarde
d~l pnmer dIa, sm embargo de haberlos reprehendido y mamfestándoles
con la moderación y urbanidad necesaria, la falta

de respeto en que incurrían. A pesar de esto continuaron en
su desorden, si1'lhacer caso a tales insinuaciones y con mayor
audacia lo repitieron al dia siguiente con ambos a dos al
tiempo de entrar cada uno a dar sus clases. Este tumulto
duraba lo menos una media hora, de que resultaba que ni
los cursantes todas las clases podian fijar la atención a las
lecciones de sus maestros, ni éstos dar sus explicaciones, y
esto fue lo que impelió al catedrático de Prima de Teologia C.
don Buenaventura Rojas a salir de su clase a examinar quienes
fuesen la causa de este desorden el que consistía en que
los cursionistas no habian entrado a su respectiva clase por
falta de su catedrático. El bedel hizo varios reclamos para
contenerlos y aún no quiso repetirlos temiendo no le fuesen
a atropellar y sólo pudo evitar la desgracia que tenian fraguarda
con un palo que habian colocado sobre la puerta de
la clase de Filosofia del nuevo curso. El catedrático de éste,
después de haber sufrido el bochorno a la entrada con el
palmoteo y demás se halló con la pieza destinada a ella toda
llena de piedras y excrementos de bestias y sus estudiantes
todos desaparecidos, quejándose cada qual de lo que habia
padecido. En este estado llegó el catedrático de Instituta, quien
por serIe imposible tomar sosiego en su clase, y comenzar su
explicación, por la voceria y algazara se retiraba: conociamos
ambos que no podiamos contenerla y que nos exponiamos si
lo intentábamos. motivo porque abandonando nuestras clases
salimos a formalizar este reclamo.
Algunos de los que nos oyeron nos empeñaron en ad·
vertir que ellos no tenian parte en este mal proceder, estando
muy lejos de Nosotros debemos decir, en honor concurrir a
semejantes excesos, de varios cursantes de derechos que no
han tenido parte alguna en esta conducta tan desarreglada.
Por todo lo expuesto. a U. pedimos mande seguir una infor·
mación secreta de los cursantes de este escandaloso atentado,
examinando al efecto algunos testigos de los que no estén
comprehendidos en el caso y al mismo tiempo que se oiga
en el particular el acerto de los CC vecinos. Pedimos asimis·
mo que sean expelidos de esta Universidad los que resultasen
culpados, estando resueltos a no volver a regentar nuestras
cátedras hasta tanto que se halle esto verificado; lo contra·
rio seria exponernos y al mismo tiempo quedaríamos desautorizados.
Conviente pues. al bien público, conviene a nuestro
honor, conviene al buen nombre de este e3tablecimiento, y
sobre todo a el nuevo plantel de juventud estudiosa que
comienza a formarse, que tomen ese escarmiento en un ri·
guroso exemplar. Es por justicia que pedimos y juramos no
proceder de malicia.

León Bilak
Miembro de la Sociedad de Geografía e Hístoria.
BmLIOGRAFIA
Archivo L. Bilak (ex archivo Gilberto Valenzuela).
Sei'iores
Dr. Larraza\.
bal.
Dr. Fr. Luis
Escoto.
Dr. Bu st a·
manteo
Dr. Oliver.
Dr. Mollna
Bachilleres
D. José Maria
Gálvez.
Dr. Marlano
J1errarte.
D. Domingo
Estrnda.
D. Francisco
Barberena·.
SESIONES DEL CLAUSTRO DE LA UNIVER·
SIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA.
Tomado del Libro de Actas del Claustro de la
Universidad, AGG. Al-1892-12340.
"En la nueva Guatemala a diez de noviembre
de mil ochocientos veinte y uno reunidos en esta
Sala de Claustros de Orden del Señor Rector
Doctor Don Antonio Larrazábal los Señores con·
ciliarios del margen citados por cédula ante diem
por tratar de la elección de nuevo Rector con·
forme a las Constituciones de esta Universidad
despues de celebrar la misa de Espíritu Santo
procedieron a la elección por votos secretos que
escribió cada uno por si y depositaba en una
arca la que reconocida por el Sefior R'"~t0r' a
prescencia de los Señores Conciliarios y por ante
mí y regulados los Sufragios resultó electo por
unanimidad el Señor Doctor Don Manuel An·
tonio de Molina y habiéndosele dado parte de
su elección por medio de dos individuos de este
Cuerpo compareció personalmente manifestando
que aceptaba el cargo dando las debidas gracias
por la confianza que se hacia de su persona. En
cuya virtud habiendo prestado el juramento en
la forma que previenen estas Constituciones en
manos del Señor Rector concluye su (?) le dió
posesión que recibió sin contradicción alguna.
En seguida entraron en la Sala los Señores que componen el
Claustro pleno que a más de los expresados lo fueron los
Señores Catedrátícos y Doctores que se puntualizan en este
márgen y habiendo puesto en una arca los nombres de los
señores Doctores Teólogos para sortear al Conciliario de esta
Facultad, salió el Señor Doctor Don Antonio Corral, y hecha

igual diligencia con los demás Seftores Doctores y Bachilleres
la suerte eligió por la Facultad de Cánones al .Seftol' Doctor
Don Mariano Gálvez. Por los padres Maestros de los conven·
tos correspondiéndole por turno a San Franciscos salió el
Doctor Fray José Antonio Orellana. Por Medicina al Seftor
Doctor don Mariano Larrave. Por faltar el Maestro en Artes
sin otro grado entraron a la (arca) los nombres de todos los
Bachilleres en Facultades Mayores y salió en la suerte el Li·
cenciado· Don Antonio Robles. Por Bachiller en Sagrada Tea·
logía salió Don Ramón Solis, en el mismo concepto por la
Facultad de Cánones resultó Conciliaría el Licenciado Don
Tomás de Beltranena y por la de Medicina el Bachiller Don
Leandro Guerra. Con lo que se concluyó el acto que fírman
los mísmos seftores de que certifico. (f) Antonio Larrazábal.
Manue) Antonio de Molina. Jorge GuiUermo Oliver. Pedro
Ruiz de Bustamante. Ramón Solis. Fr. Felipe Navarro. José
María de Gálvez. José Antonio Solís (Rúbricas)." Fols. 1.;33133v.
"Doce del mismo mes no habiéndose reunido el Claustro
Pleno sin embargo de habérsele citado por Cédula ante diem
no habiendo concurrido más que los seftores Doctores Don
Manuel Antonio de Molina, don Antonio de Larraiábal, Don
Pedro Bustamante y el Bachiller Catedrático Don Ramón
Solís pasaron al General de esta Universidad en donde los
cursantes prestaron el juramento de obediencia al nuevo Seftor
Rector Don Manuel Antonio de Molina conforme previenen
las Constituciones y se concluyó el acto firmando los mismos
seftores de gue certifico. (f) Molina. LarrazábaI. José Antonio
Salís (RúbrIcas)". Fa!. 134.
"En catorce del mismo mes reunidos en la Sala de Claustros
de esta Universidad los seftores Doctores Rector Don Manuel
Antonio de Molina, Doctor Don Antonio de Larrazábal,
Doctor Don Buena Ventura Rojas. Doctor Don Pedro Busta·
mante, Doctor Fray José Antonio Carrasca!. Catedráticos Fray
Pedro Pérez, Don Ramón Solís, Doctor Pedro Valenzuela, Fray
Felipe Navarro, prestaron el juramento de obediencia al
nuevo Seftor Rector conforme previenen las constituciones ha·
ciéndolo por todos los nuevos Conciliarios Don Ramón Solís
que únicamente se halló presente. En seguida se procedió al
nombramiento de Diputados de Hacienda y salió electo por
Catedrático de Teología el Padre Bachiller Fray Pedro Morales,
por la Cátedra de Cánones el Bachiller non' Ramón
Solís. Por la de Leyes el Bachiller Don Pedro Valenzuela y

por Filoso¡)hia los Catedráticos Doctor Fray Luis Escoto(?)
y Fray Felipe Navarro. Para examinadores en los grados 'en
Artes por suficiencia el Seftor Doctor Don Bentura Roxas que
le corresponde en turno como Catedrático de príma de Teolo·
gía, el Doctor fray Luis Escota por la de príma de Filosophia '
y el Doctor Don Pedro Molina por la de Medicina. Y no
habiéndo que notar en la conducta de los Ministros de esta
Universidad que se averiguó. Se concluyó el acto que firmaron.
los mismos seftores por ante mí de que certifico. (f) Molina.
Larrazábal. Fray José Antonio Carrasca!. Navarro. José An·'
tonio Salís (Rúbricas)". Fols. 134·134v.
"En trece de diciembre de mil ochocientos veinte y uno
reunidos en la Sala de Claustros de esta Universidad los se·
ftores Doctores Don Manuel Antonio de Molina. Rector, Doctor'
Don Simeón Caftas Doctor Don Antonio Cróquer, Doctor Fray
José Antonio Taboada, Doctor Fray José Antonio Orellana,
Doctor Don Juan José Ayzinena, Doctor Fray José Antonio
Carrascal, Doctor Don Angel Maria Candina, Doctor Don
Antonino Corral. Catedráticos Don Ramón Solís, Fray Pedro
Pérez y Fray Felipe Navarro, habiéndo sido citados por cé..
dula ante diem para tratar sobre el contenido de un Oficio del
Excelentísimo Seftor Jefe Político. y habiéndose abíerto se leyó
por mi el Pro Secretario como también un manifiesto del
Seftor Yturvide que acompaftó relativo a todo a que el Claus·
tro diese su opinión y voto sobre la reuníón de estas Provincias
al Gobierno de México. Y oído por dichos Seftores acordaron
se difiriese la discusión y votación para otro Claustro respecto
a ser el asunto de tanta gravedad para el que se seftaló el
día diez y nueve del mismo a las cuatro de la tarde.
20. El Seftor Rector manifestó gue el Presidente de la Acade·
mia de Derecho Teórico Práctlco* le había suplicado se le
diese .una clase para dar sus lecciones prácticas por haberse
ocupado la que tenían en la Audiencia, y se acordó se le
asignase la que sirve para clase de Teología inmediata a la
Sala de Claustros sin perjuicio de las funciones de Universidad
y se disolvió la Sesión firmando el Seftor Rector y doctores
más antiguos de que certifico. (f) Molina. OrelIana. Carrasca).
Aycinena. José Antonio Salís (Rúbricas)". Fols. 134v·135.
• Anexa al Colegio de Abogados fundado el año de 1810. "Su
objeto era obligar a los pasantes a aslstlr a las lecciones y ejercicios
de derecho teórlco.práctlco, durante tres años, además de otro en'
casa de un letrado conocido". Ramón A. Salazar, Historia del De·
senvolvimiento Intelectual de Guatemala (Guatemala: Biblioteca de
Cultura Popular "20 de octubre", EdItorIal del MInIsterIo de Educa·
ción Pública, vols. 11·13, 1951). vol. 11, p. 120.

"En diez y nueve de diciembre de mil ochocientos veinte
y uno reunidos en la Sala de Claustros de esta Universidad
los Sefiores Doctores Don Manuel Antonio Molina Rector.
Doctor Don José Bernardo Diguero Vice Cancelario, Doctor
Don Antonio Garcia Redondo, Doctor Don Mariano García
Reyes, Doctor Don Antonio Larrazábal, Doctor Don Antonio
Cróquer, Doctor Don José Ignacio Oliver, Doctor Don Juan
José de Aycinena. Doctor Fray José Antonio Carrasca!. Catedráticos
Don Ramón Solís, Fray Pedro Pérez, Don Pedro
Valenzuela y Fray Felipe Navarro habiéndo sido citados por
cédula ante diem para acordarse la conveniencia sobre el
asunt? del oficio del Excelentísimo Sefior Don Agustin de
Yturvlde fecha del diez y nueve de Octubre próximo pasado
y habiéndose examinado y discutido con la detención que
exige la importancía de la materia convinieron en que por
la mutua utilidad que resultaba a Guatemala y a México de
su unión se desidían por ella debiendo ratificarla nuestros Di·
putados en el Congreso del Imperio. El Doctor Don Juan José
Batres pidió se expresase su voto de que la unión debía ser
sin otras condiciones que las que insinuaba el expresado Ex·
celentísimo Sefior Yturbide en su citado oficio. El Doctor
Don José Simeón Cafias singularizó en todo su voto diciendo
que Guate~ala podía ser una Monarquía separada y que no
hallaba motivo que estrechase a determinarse a la unión y se
disolvió la sesión firmando el Sefior Rector y Doctores etc. de
que certifico. (i) Molina. Lan·azábaI. Doctor Carrascal (ilegible).
Aycinena. José Antonio de Solís (Rúbricas)". Fols.
135-135v.
Dictamen sobre la conveniencia de establecer Juntas Pa·
trióticas, emitido por una Comisión Específica de las Cortes
del Trienio Constitucional.
No~a: Se omite la parte considerativa y únicamente se
transcnbe la parte resolutiva. Para el conocimiento completo
del documento. Vid. Historia General de España Modesto La.
fuente (Barcelona: Montaner y Simón, Editores,' 1889), T. 18,
pp. 434-439.
"La Comisión los somete a la superior penetración de las
Cortes, y su tenor es como sigue:
Artículo lo. Todos los espafioles tienen la libertad de los
asuntos públicos bajo las restricciones y responsabilidad establecidas
ó que se establezcan por las leyes.

20. No siendo necesarias para ejercer esta libertad, y habiendo
dejado de ser convenientes las reuniones de individuos
constituidas y reglamentadas :por ellos mismos bajo los nom·
bres de sociedades, confederaCIOnes,juntas patrióticas ó cualquiera
otro, sin autoridad pública, cesarán desde luego con
arreglo á las leyes que prohiben estas corporaciones.
30. Los individuos que en adelante quieran reunirse períó.
dicamente en algún sitio público para discutir asuntos politicos,
ó cooperar a su recíproca ilustración, podrán hacerlo con previo
permiso de la autorialad superior local, la cual será res·
ponsable de los abusos, tomando al efecto las medidas que
estime oportunas, sin excluir la inspección de las reuniones.
40. Los individuos así reunidos no podrán jamás conside·
rarse corporación, ni representar como tal, ni tomar la voz del
pueblo, ni tener correspondencia con otras reuniones de igual
clase. Moscoso-Pérez Costa-Calatrava-Benítez-Cosio-Ga·
relIy-Alvarez Guerra-Couto. Madrid, 16 de setiembre de 1820.

Pág.
PROLOGO 7
Don Alejandro Ramlrez (Al bibli6grafo guatemalteco den Arturo
Taracena Flora!!) 9
1. Periodista y hombre representativo de laílustraci6n 13
11. La Habana, basti6n contrarrevolucionario 15
111. Fidelisimo intendente y temible adversario de la emancipaci6n 21
IV. Resonancia de su muerte en Guatemala 25
V. Complejidades de una biografía 27
Gui6n biográfico de don Alejandro Ramlrez (1777-1821) 31
Apéndice A. Certificaci6n de méritos y servicios de don Alejandro
Ram'ir.ez, año de 1811 33
Apéndice B. Oficio de don Alejandro Ramírez al secretario de
Estado y del Despacho de Hacienda de Indias. Diciembre
de 1817 45
Fray Matías de C6rdova, educador centroamericano 51
1. Panorama cultural guatemalense de la época dieciochesca 51
11. Radiografía cultural de la época cordoviana 55
111. Fray Matías de C6rdova, educador 59
IV. La obra del edu«;ador 68
Apéndicé A. La Tentativa de! Le6n y e! Exito de su Empresa 83
Apéndice B. Utílídades de que todos los indios y ladinos se vistan
y' calcen a la española y medios de coruseguirlo sin violencia,
coacci6n, ni mandato 101

Apéndice C. Método para enseñar a leer y escribir, de fray Madas
de Córdova
Nota introductoria a las compooiciones poéticas anónimas publicadas
por H. H. S. G. Carlos Samayoa Chinchilla
Composiciones poéticas anQnimas
Don J05é Cecilio del Vallé;' dt:fensót de los magistrados Escobar
y Mejía
.;,p.rQcesocontra el peluquero Agustln Vilches (1772 ? 1822)
" 1. Introducción
ll. .Rasgos biógr.áficosde. ~gustln. ~ViIches , .
011. Se inicia el proceso contra ViIches
IV. Presunto pasquinero
;Y. Consignac.iónal Tribunal de Fidelidad ~
; VI. Conclusión
, ~191
'W5
197
202
~204
'208
'Apéni1i~:~' A: E~¿lbez~ientci d~ la 'causa: contr~ Ag~stí; Vilches 211
'Apéndice B. Borrador de la tartli dirigida Pl)t Agústín 'vilcheil al
Emperador Napoleón ., 212
Apéndice C. Inventario de los libr05 decomisadl)s a Agustín ViIches 213
·Apéndice D. Testamento de Ag~stínVÚches " 215
Procesóco,ntI'a .el indígena. Maque!, paz: 223
Pre>sencia de Hipólito Bouchard en Centro Ainérica ' , 241
El 15 de, septiembre de 1821 en Guatemalay en Yucatán 259
l. Antecedentes 26·1
11. El 15 de septiembre de, 1821 en Guatemala ,.263
Ill. El 15 de septiembre dé 1li21én éiui:Iad Mérlda . 267
LV. Suc

Apéndice D. Real Cédula de 14 de enero de 1817, por la que
Yucatán pasa bajo la jurisdicción de la Audiencia de Guatemala,
en lo relativo a la administración de Real Hacienda
Apéndice E. La Independencia
El bochinche estudiantil del 12 de noviembre de 1821. (Episodios
de la Independencia), por Héctor Humberto Samayoa Gue·
vara
Apéndice A.
Apéndice B. 5esiones del claustro de la Universidad de San Carlos
de Guatemala
Apéndice C.

Se termin6 de imprimir el 28 de
septiembre de 1972 en la Editorial
"José de Pineda Ibarra" del Ministerio
de Educaci.6n, 15 avenida 3-22,
zona 1, República de Guatemala,
América Central. Esta edición consta
de 5 000 ejemplares (4 000 en papel
periódico y 1000 en bond 80 gramos).

PUBLICACIONES DEL INSTITUTO DE ANTROPOLOGIA
E HISTORIA DE GUATEMALA