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Descargar La Biblia ahora - iglesia viento recio

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Luc.10.30. Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de<br />

Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales<br />

le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio<br />

muerto.<br />

Luc.10.31. Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y<br />

viéndole, pasó de largo.<br />

Luc.10.32. Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y<br />

viéndole, pasó de largo.<br />

Luc.10.33. Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y<br />

viéndole, fue movido a misericordia;<br />

Luc.10.34. y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y<br />

vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y<br />

cuidó de él.<br />

Luc.10.35. Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero,<br />

y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo<br />

pagaré cuando regrese.<br />

Luc.10.36. ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del<br />

que cayó en manos de los ladrones?<br />

Luc.10.37. Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús<br />

le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.<br />

Luc.10.38. Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una<br />

mujer llamada Marta le recibió en su casa.<br />

Luc.10.39. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual,<br />

sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra.<br />

Luc.10.40. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y<br />

acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi<br />

hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.<br />

Luc.10.41. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y<br />

turbada estás con muchas cosas.<br />

Luc.10.42. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la<br />

buena parte, la cual no le será quitada.<br />

Luc.11.1. Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando<br />

terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a<br />

orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.<br />

Luc.11.2. Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en<br />

los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino.<br />

Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la<br />

tierra.<br />

Luc.11.3. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.<br />

Luc.11.4. Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros<br />

perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en<br />

tentación, mas líbranos del mal.<br />

Luc.11.5. Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un amigo,<br />

va a él a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres<br />

panes,<br />

Luc.11.6. porque un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo<br />

qué ponerle delante;<br />

Luc.11.7. y aquél, respondiendo desde adentro, le dice: No me<br />

molestes; la puerta ya está cerrada, y mis niños están<br />

conmigo en cama; no puedo levantarme, y dártelos?

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