11.05.2013 Views

Descargar La Biblia ahora - iglesia viento recio

Descargar La Biblia ahora - iglesia viento recio

Descargar La Biblia ahora - iglesia viento recio

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

2Co.4.11. Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados<br />

a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de<br />

Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.<br />

2Co.4.12. De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros<br />

la vida.<br />

2Co.4.13. Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que<br />

está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también<br />

creemos, por lo cual también hablamos,<br />

2Co.4.14. sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros<br />

también nos resucitará con Jesús, y nos presentará<br />

juntamente con vosotros.<br />

2Co.4.15. Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros,<br />

para que abundando la gracia por medio de muchos, la<br />

acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios.<br />

2Co.4.16. Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro<br />

hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante<br />

se renueva de día en día.<br />

2Co.4.17. Porque esta leve tribulación momentánea produce en<br />

nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de<br />

gloria;<br />

2Co.4.18. no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no<br />

se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las<br />

que no se ven son eternas.<br />

2Co.5.1. Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este<br />

tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio,<br />

una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.<br />

2Co.5.2. Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de<br />

aquella nuestra habitación celestial;<br />

2Co.5.3. pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos.<br />

2Co.5.4. Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo<br />

gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser<br />

desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea<br />

absorbido por la vida.<br />

2Co.5.5. Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha<br />

dado las arras del Espíritu.<br />

2Co.5.6. Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre<br />

tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del<br />

Señor<br />

2Co.5.7. (porque por fe andamos, no por vista);<br />

2Co.5.8. pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del<br />

cuerpo, y presentes al Señor.<br />

2Co.5.9. Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes,<br />

serle agradables.<br />

2Co.5.10. Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos<br />

ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según<br />

lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno<br />

o sea malo.<br />

2Co.5.11. Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los<br />

hombres; pero a Dios le es manifiesto lo que somos; y<br />

espero que también lo sea a vuestras conciencias.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!