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¿Viene la veneración a María del paganismo? - Tu Fe Católica

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<strong>¿Viene</strong> <strong>la</strong> <strong>veneración</strong> a <strong>María</strong> <strong>del</strong> <strong>paganismo</strong>?<br />

Por José Miguel Arráiz<br />

Introducción<br />

abiertos al dialogo y a escuchar.<br />

¿Es adorar lo mismo que venerar?<br />

Una de <strong>la</strong>s acusaciones que se nos suele hacer a los católicos<br />

es que cometemos pecado de ido<strong>la</strong>tría al adorar a <strong>la</strong> Virgen<br />

<strong>María</strong>, que <strong>la</strong> <strong>veneración</strong> a <strong>María</strong> proviene <strong>del</strong> <strong>paganismo</strong> en<br />

donde se adoraba a <strong>la</strong> reina de los cielos (Jeremías 44), una<br />

Diosa pagana. A pesar de que los católicos con paciencia<br />

explicamos una y otra vez que a <strong>María</strong> no <strong>la</strong> adoramos, sino<br />

que <strong>la</strong> veneramos, estas explicaciones son frecuentemente<br />

inútiles ya que <strong>la</strong>s personas que hacen estas acusaciones se<br />

les ha repetido esta afirmación tantas veces que se les hace<br />

muy difícil escuchar. Estas líneas están dedicadas a aquel<strong>la</strong>s<br />

personas que todavía no están en ese estado y todavía están<br />

Muchos protestantes afirman que adorar es lo mismo que venerar, por tanto venerar a <strong>María</strong> es cometer<br />

pecado de ido<strong>la</strong>tría. Sin embargo los significados de ambas pa<strong>la</strong>bras son c<strong>la</strong>ramente distintos. El<br />

diccionario de <strong>la</strong> Real Academia Españo<strong>la</strong> <strong>la</strong>s define de <strong>la</strong> siguiente manera:<br />

Adorar: .Reverenciar con sumo honor o respeto considerándolo como cosa divina 2. Reverenciar y honrar a<br />

Dios con el culto religioso que le es debido.<br />

Venerar: Respetar en sumo grado a una persona por su santidad, dignidad o grandes virtudes o a una<br />

cosa.<br />

El diccionario también define:<br />

Ido<strong>la</strong>tría: Adoración que se da a los ídolos<br />

Ídolo: Imagen de una deidad, adorada como si fuera <strong>la</strong> divinidad misma<br />

Esta definición coincide con <strong>la</strong> composición de <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra ido<strong>la</strong>tría: Ídolo – Latría. Donde ídolo es aquello<br />

que toma el lugar de Dios, y <strong>la</strong>tría significa culto de adoración.<br />

Según <strong>la</strong>s definiciones anteriores <strong>la</strong> diferencia es evidente. Ido<strong>la</strong>tría consiste en adorar (considerar como<br />

Dios o como una deidad) a algo o alguien diferente de Dios mientras venerar es respetar en sumo grado o<br />

a alguien. En ese sentido, podemos venerar a alguien por considerar que esta persona por su vida y


virtudes es grata a Dios, sin necesariamente considerar<strong>la</strong> en sí misma Dios o igual a Él cayendo en pecado<br />

de ido<strong>la</strong>tría.<br />

¿Pero al arrodil<strong>la</strong>rnos a <strong>María</strong> no <strong>la</strong> estamos adorando?<br />

Los protestantes alegan frecuentemente que ponerse de<br />

rodil<strong>la</strong>s ante alguna imagen o incluso alguien es acto de<br />

ido<strong>la</strong>tría, y utilizan esto para argumentar que en <strong>la</strong> práctica<br />

nosotros si adoramos a <strong>María</strong> o a los Santos. Si conocieran<br />

más profundamente <strong>la</strong> Escritura sabrían que estar de rodil<strong>la</strong>s<br />

puede tener varios significados dependiendo de <strong>la</strong> intención<br />

con que se haga. Puede hacerse con intención de adorar:<br />

“Cuando Pedro entraba salió Cornelio a su encuentro y cayó<br />

postrado a sus pies. Pedro le levantó diciéndole: «Levántate,<br />

que también yo soy un hombre.»” Hechos 10,25-26<br />

“Yo, Juan, fui el que vi y oí esto. Y cuando lo oí y vi, caí a los<br />

pies <strong>del</strong> Angel que me había mostrado todo esto para<br />

adorarle. Pero él me dijo: «No, cuidado; yo soy un siervo<br />

como tú y tus hermanos los profetas y los que guardan <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras de este libro. A Dios tienes que<br />

adorar.»” Apocalipsis 22,9<br />

En los dos últimos pasajes, ambos hombres, Cornelio y Juan se pusieron de rodil<strong>la</strong>s con intención de<br />

adoración, y por eso su gesto es reprobado. Por eso dice el pasaje que Juan cayo a sus pies "para<br />

adorarle", a lo que el ángel responde: "A Dios tienes que adorar".<br />

Pero estar de rodil<strong>la</strong>s también puede hacerse como una muestra de <strong>veneración</strong> y respeto, como lo vemos<br />

en otros pasajes en que este acto no es reprobado, por ejemplo cuando el Rey Salomón se arrodil<strong>la</strong> ante<br />

su madre y nadie entendió que por eso él <strong>la</strong> adoraba.<br />

“Entró Betsabé donde el rey Salomón para hab<strong>la</strong>rle acerca de Adonías. Se levantó el rey, fue a su encuentro<br />

y se postró ante el<strong>la</strong>, y se sentó después en su trono; pusieron un trono para <strong>la</strong> madre <strong>del</strong> rey y el<strong>la</strong> se<br />

sentó a su diestra” 1 Reyes 2,19<br />

Abdías se arrodilló ante Elías y este no le corrige porque era por respeto también:<br />

“Estando Abdías en camino, le salió Elías al encuentro. Le reconoció y cayó sobre su rostro y dijo: ¿Eres tú<br />

Elías, mi señor?»” 1 Reyes 18,7<br />

Ante Eliseo también se pusieron de rodil<strong>la</strong>s:<br />

“Habiéndole visto <strong>la</strong> comunidad de los profetas que estaban enfrente, dijeron: «El espíritu de Elías reposa<br />

sobre Eliseo.» Fueron a su encuentro, se postraron ante él en tierra,” 2 Reyes 2,15


Daniel se arrodillo ante el ángel Gabriel:<br />

“Mientras yo, Daniel, contemp<strong>la</strong>ba esta visión y trataba de comprender<strong>la</strong>, vi de pronto de<strong>la</strong>nte de mí como<br />

una apariencia de hombre, y oí una voz de hombre, sobre el U<strong>la</strong>y, que gritaba: «Gabriel, explícale a éste <strong>la</strong><br />

visión.» El se acercó al lugar donde yo estaba y, cuando llegó, me aterroricé y caí de bruces. Me dijo: «Hijo<br />

de hombre, entiende: <strong>la</strong> visión se refiere al tiempo <strong>del</strong> Fin.» Mientras él me hab<strong>la</strong>ba, yo me desvanecí,<br />

rostro en tierra. El me tocó y me hizo incorporarme donde estaba.” Daniel 8,15-18<br />

Las mujeres se arrodil<strong>la</strong>ron frente a ángeles en el sepulcro:<br />

“No sabían que pensar de esto, cuando se presentaron ante el<strong>la</strong>s dos hombres con vestidos<br />

resp<strong>la</strong>ndecientes. Como el<strong>la</strong>s temiesen e inclinasen el rostro a tierra, les dijeron: «¿Por qué buscáis entre<br />

los muertos al que está vivo?” Lucas 24,4-5<br />

En ese sentido es muy aventurado para quien no ve el corazón <strong>del</strong> prójimo y es incapaz de conocer<br />

realmente con que intención se arrodil<strong>la</strong> afirmar que se hace con intención de adorar. Sobre todo si <strong>la</strong><br />

persona deja c<strong>la</strong>ro que su intención no es esa. Recordemos que acusar a alguien de pecado de ido<strong>la</strong>tría es<br />

algo muy serio.<br />

¿Pero no proviene <strong>la</strong> <strong>veneración</strong> de <strong>María</strong> <strong>del</strong> <strong>paganismo</strong>?<br />

Los hermanos separados utilizan el siguiente pasaje<br />

para afirmar que nosotros adoramos a <strong>María</strong> al darle<br />

el título de Reina:<br />

“«En eso que nos has dicho en nombre de Yahveh,<br />

no te hacemos caso, sino que cumpliremos<br />

precisamente cuanto tenemos prometido, que es<br />

quemar incienso a <strong>la</strong> Reina de los Cielos y hacerle<br />

libaciones, como venimos haciendo nosotros y<br />

nuestros padres, nuestros reyes y nuestros jefes en<br />

<strong>la</strong>s ciudades de Judá y en <strong>la</strong>s calles de Jerusalén, que<br />

nos hartábamos de pan, éramos felices y ningún mal<br />

nos sucedía. En cambio, desde que dejamos de<br />

quemar incienso a <strong>la</strong> Reina de los Cielos y de hacerle<br />

libaciones, carecemos de todo, y por <strong>la</strong> espada y el<br />

hambre somos acabados.» «Pues y cuando nosotras<br />

quemábamos incienso a <strong>la</strong> Reina de los Cielos y nos<br />

dedicábamos a hacerle libaciones, ¿acaso sin contar con nuestros maridos le hacíamos pasteles con su<br />

efigie derramando libaciones?»” Jeremías 44,16-19<br />

En el pasaje anterior vemos como los judíos cometían pecado de ido<strong>la</strong>tría al "adorar" a <strong>la</strong> diosa pagana<br />

l<strong>la</strong>mada reina <strong>del</strong> cielo. Es absurdo pretender tras<strong>la</strong>das <strong>la</strong> ido<strong>la</strong>tría cometida a los católicos solo por<br />

reconocer a <strong>la</strong> Virgen <strong>María</strong> como Reina <strong>del</strong> Cielo. La Reina de los cielos era considerada una divinidad que


ocupaba el lugar que solo corresponde a Yahveh, cosa que no sucede con <strong>María</strong> que recibe su honra (no<br />

adoración) no por ocupar el lugar de Yahveh, sino por ser <strong>la</strong> madre de Jesucristo y no es considerada una<br />

Diosa sino <strong>la</strong> madre <strong>del</strong> Señor.<br />

Siguiendo esa línea de pensamiento, ¿por qué no decir entonces que <strong>la</strong> creencia en <strong>la</strong> resurrección de<br />

Cristo salió <strong>del</strong> <strong>paganismo</strong> que enseñaba que Osiris y Dionisos, dioses de <strong>la</strong> fertilidad morían y<br />

resucitaban?. ¿Por qué no decir que el título de Cristo de Rey de Reyes proviene también <strong>del</strong> <strong>paganismo</strong> ya<br />

que Nabucodonosor es l<strong>la</strong>mado Rey de reyes en Daniel 2,37? ¿Por qué no decir que el bautismo también<br />

tiene origen pagano?. Después de todo el bautismo fue antes un rito religioso pagano practicado entre los<br />

pueblos de <strong>la</strong> antigüedad y eran comunes a muchas religiones antiguas, como los ritos eléusicos o el<br />

hinduismo y el budismo. Los romanos <strong>del</strong> tiempo de Cristo se interesaron en <strong>la</strong>s religiones místicas de<br />

Egipto y Babilonia en algunas de <strong>la</strong>s cuales se practicaba el bautismo como ritual. Por ejemplo en los ritos<br />

de iniciación <strong>del</strong> culto de Isis, el iniciado confesaba sus pecados de<strong>la</strong>nte de otros devotos y era luego<br />

bautizado en <strong>la</strong> creencia que el baño ritual lo purificaba de sus faltas y lo enro<strong>la</strong>ba en <strong>la</strong>s fi<strong>la</strong>s de <strong>la</strong> diosa<br />

salvadora.<br />

En ese sentido ningún católico piensa que <strong>María</strong> es <strong>la</strong> diosa Astarté o Ishtar, así como tampoco que al<br />

bautizarse se enro<strong>la</strong> en <strong>la</strong>s fi<strong>la</strong>s de Isis, y mucho menos que <strong>la</strong> creencia de <strong>la</strong> resurrección de Cristo<br />

proviene de <strong>la</strong> resurrección de Osiris. Un cristiano serio no debe dar oídos a este tipo de argumentos y no<br />

basa su credo en "casualidades". El cristiano verdadero reconoce el árbol por su fruto.<br />

¿Pero de donde proviene entonces <strong>la</strong> <strong>veneración</strong> a <strong>María</strong>?<br />

“¡Desde ahora todas <strong>la</strong>s generaciones me l<strong>la</strong>marán<br />

bienaventurada!” Lucas 1,48<br />

Por medio de estas pa<strong>la</strong>bras que <strong>María</strong> dijo inspirada por el<br />

Espíritu Santo, describiría cual sería <strong>la</strong> actitud que el pueblo<br />

de Dios tendría con el<strong>la</strong> por todas <strong>la</strong>s generaciones. El pasaje<br />

es realmente reve<strong>la</strong>dor en tiempos como hoy cuando<br />

muchos cristianos no-católicos piensan que al venerar a<br />

<strong>María</strong> como madre <strong>del</strong> Señor se le quita <strong>la</strong> gloria que solo<br />

corresponde a Dios, pero aquí vemos todo lo contrario.<br />

Aquellos llenos <strong>del</strong> Espíritu Santo no dudarán en a<strong>la</strong>bar a<br />

<strong>María</strong> y l<strong>la</strong>mar<strong>la</strong> "bienaventurada".<br />

Es importante notar también el verdadero sentido <strong>del</strong> pasaje.<br />

El pasaje no dice: "Todas <strong>la</strong>s generaciones sabrán que soy bienaventurada", o "Todas <strong>la</strong>s generaciones<br />

dirán que fui bienaventurada", sino que va mucho más allá: "Todas <strong>la</strong>s generaciones me l<strong>la</strong>marán<br />

bienaventurada", <strong>la</strong> l<strong>la</strong>marán a el<strong>la</strong>, desde ese momento y en el futuro.<br />

¿Eres tu uno de los que pertenecen a <strong>la</strong>s generaciones de los que hab<strong>la</strong>ba <strong>María</strong>?, no dudes en l<strong>la</strong>mar<strong>la</strong><br />

bienaventurada, a el<strong>la</strong>. Como lo hizo el ángel Gabriel por orden de Dios:


“Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, l<strong>la</strong>mada Nazaret, a una virgen<br />

desposada con un hombre l<strong>la</strong>mado José, de <strong>la</strong> casa de David; el nombre de <strong>la</strong> virgen era <strong>María</strong>. Y entrando,<br />

le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»” Lucas 1,26-28<br />

Como lo hizo su prima Isabel cuando <strong>la</strong> l<strong>la</strong>mó "Madre <strong>del</strong> Señor"<br />

“y ¿de dónde a mí que <strong>la</strong> madre de mi Señor venga a mí?” Lucas 1,43<br />

La pa<strong>la</strong>bra utilizada para Señor en griego es Kyrios, pa<strong>la</strong>bra con que <strong>la</strong> Biblia Griega designa a Yahveh que<br />

es Dios de Dioses y Señor de Señores (Deuteronomio 10,17 y Salmo 136,2-3) y que en el Nuevo<br />

Testamento solo se da a Cristo dejando c<strong>la</strong>ro que le reconoce sin <strong>la</strong> más mínima duda como Dios. Es por<br />

eso que cuando Isabel l<strong>la</strong>ma a <strong>María</strong> "Madre de mi Señor" le está l<strong>la</strong>mando "Madre de Dios", y por eso<br />

podemos decir sin ningún temor a equivocarnos que <strong>María</strong> es realmente Madre de Dios (Que no es lo<br />

mismo a creadora de Dios).<br />

Ni siquiera el primer reformador protestante negó a <strong>María</strong> el título de Madre de Dios a quien veneró hasta<br />

su muerte rezando el Magníficat:<br />

“«Al l<strong>la</strong>mar [a <strong>María</strong>] "Madre de Dios" se compendia todo su honor y nadie puede decir algo más grande,<br />

aunque tuviera tantas lenguas como <strong>la</strong>s hojas o p<strong>la</strong>ntas de hierba que existen, como estrel<strong>la</strong>s en el cielo o<br />

arenas en el mar».” Martín Lutero, «Das Magníficat», W 7, 572-573.<br />

Isabel inspirada por el Espíritu Santo también <strong>la</strong> l<strong>la</strong>mó "Bendita entre <strong>la</strong>s mujeres"<br />

“Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de <strong>María</strong>, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó<br />

llena de Espíritu Santo; y exc<strong>la</strong>mando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre <strong>la</strong>s mujeres y bendito el fruto<br />

de tu seno;” Lucas 1,41-42<br />

Isabel fue una de <strong>la</strong>s que pertenecía a <strong>la</strong> generación <strong>del</strong> pueblo de Dios que no temía ofender a Dios por<br />

l<strong>la</strong>mar a <strong>María</strong> bienaventurada.<br />

<strong>María</strong> fue <strong>la</strong> primera cristiana creyente de <strong>la</strong> nueva alianza:<br />

“Dijo <strong>María</strong>: «He aquí <strong>la</strong> esc<strong>la</strong>va <strong>del</strong> Señor; hágase en mí según tu pa<strong>la</strong>bra.»” Lucas 1,38<br />

Fue <strong>la</strong> que guardaría y practicaría <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra de Dios, guardándo<strong>la</strong> en su corazón:<br />

“<strong>María</strong>, por su parte, guardaba todas estas cosas, y <strong>la</strong>s meditaba en su corazón.” Lucas 2,19<br />

El cristiano católico debe tener c<strong>la</strong>ro que <strong>la</strong> adoración solo se debe a Dios, pero a <strong>María</strong> hay que amar<strong>la</strong> y<br />

honrar<strong>la</strong> por ser quien es, <strong>la</strong> madre <strong>del</strong> Rey y Señor y por tanto <strong>la</strong> Reina. Recordemos que en el reinado de<br />

David siempre <strong>la</strong> reina era <strong>la</strong> madre y tenía un trono al <strong>la</strong>do <strong>del</strong> rey:<br />

“Entró Betsabé donde el rey Salomón para hab<strong>la</strong>rle acerca de Adonías. Se levantó el rey, fue a su encuentro<br />

y se postró ante el<strong>la</strong>, y se sentó después en su trono; pusieron un trono para <strong>la</strong> madre <strong>del</strong> rey y el<strong>la</strong> se


sentó a su diestra. El<strong>la</strong> dijo: «Tengo que hacerte una pequeña petición, no me <strong>la</strong> niegues.» Dijo el rey:<br />

«Pide, madre mía, porque no te <strong>la</strong> negaré.»” 1 Reyes 2,19-20<br />

Tenía un título poderoso y prestigioso: GEBIRAH ("señora", "Gran Dama") y hasta llevó una corona:<br />

“Di al rey y a <strong>la</strong> Gran Dama: Humil<strong>la</strong>os, sentaos, porque ha caído de vuestras cabezas vuestra diadema<br />

preciosa.” Jeremías 13,18<br />

Y por eso <strong>la</strong> madre <strong>del</strong> rey ocupaba un lugar especial y su nombre era asociado con <strong>la</strong> toma de poder de<br />

éste:<br />

“Roboam, hijo de Salomón, reinó en Judá; tenía 41 años Roboam cuando comenzó a reinar y reinó<br />

diecisiete años en Jerusalén, <strong>la</strong> ciudad que había elegido Yahveh de entre todas <strong>la</strong>s tribus de Israel para<br />

poner en el<strong>la</strong> su Nombre. El nombre de su madre era Naamá, ammonita.” 1 Reyes 14,21<br />

“El año dieciocho <strong>del</strong> rey Jeroboam, hijo de Nebat, comenzó a reinar Abiyyam sobre Judá. Reinó tres años<br />

en Jerusalén; el nombres de su madre era Maaká, hija de Absalón.” 1 Reyes 15,1-2<br />

La "Gebirah" es mencionada casi regu<strong>la</strong>rmente en <strong>la</strong>s listas de los reyes de Judá (salvo Jorán, Acaz y Asá).<br />

Y Jesús es el legítimo heredero <strong>del</strong> reinado de David, que trascendería el mundo terrenal:<br />

“El será grande y será l<strong>la</strong>mado Hijo <strong>del</strong> Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre;” Lucas<br />

1,32<br />

Y por eso estaba profetizado desde el antiguo testamento que Jesús tomaría posesión de su reino, y a su<br />

<strong>la</strong>do, una reina vestida con oro de Ofir (lugar que como hemos visto ocupa siempre <strong>la</strong> madre)<br />

“<strong>Tu</strong> trono es de Dios para siempre jamás; un cetro de equidad, el cetro de tu reino; tú amas <strong>la</strong> justicia y<br />

odias <strong>la</strong> impiedad. Por eso Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros;<br />

mirra y áloe y casia son todos tus vestidos. Desde pa<strong>la</strong>cios de marfil <strong>la</strong>údes te recrean. Hijas de reyes hay<br />

entre tus preferidas; a tu diestra una reina, con el oro de Ofir” Salmo 45,7-10<br />

Y <strong>la</strong> concordancia entre el salmo 45 y <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras de <strong>María</strong> es innegable:<br />

“Toda espléndida, <strong>la</strong> hija <strong>del</strong> rey, va adentro, con vestidos en oro recamados; con sus brocados el llevada<br />

ante el rey. Vírgenes tras el<strong>la</strong>, compañeras suyas, donde él son introducidas; entre alborozo y regocijo<br />

avanzan, al entrar en el pa<strong>la</strong>cio <strong>del</strong> rey. En lugar de tus padres, tendrás hijos; príncipes los harás sobre<br />

toda <strong>la</strong> tierra.¡Logre yo hacer tu nombre memorable por todas <strong>la</strong>s generaciones, y los pueblos te a<strong>la</strong>ben<br />

por los siglos de los siglos!” Salmo 45,14-18<br />

“por eso desde ahora todas <strong>la</strong>s generaciones me l<strong>la</strong>marán bienaventurada,” Lucas 1,48<br />

La <strong>veneración</strong> a <strong>María</strong> no es contraria a <strong>la</strong> adoración a Dios Es precisamente porque adoramos a Cristo que<br />

honramos a su madre. El lugar de <strong>María</strong> en nuestros corazones se debe precisamente al amor que<br />

sentimos por Cristo. <strong>María</strong> es una criatura como nosotros, pero estamos seguros que todos somos parte


<strong>del</strong> cuerpo de Cristo, tanto cuando estamos vivos como cuando estamos muertos, y somos una familia.<br />

Estamos seguros también que <strong>María</strong> si bien es una criatura, es <strong>la</strong> "más pura de todas <strong>la</strong>s criaturas", <strong>la</strong> más<br />

"bendita", en el<strong>la</strong> Dios derramó <strong>la</strong> plenitud de su gracia. Y así como estamos seguros de que Cristo no<br />

desoirá nuestras peticiones porque lo ha prometido, estamos seguros también que sería absurdo negar<br />

que Él oiga sus peticiones siendo su madre.<br />

No es cuestión de quitarle gloria a Dios para dárse<strong>la</strong> a <strong>María</strong>, sino de dar gloria a Dios por lo que ha hecho<br />

en <strong>María</strong>.<br />

La Biblia nos reve<strong>la</strong> que <strong>María</strong> es <strong>la</strong> nueva arca de <strong>la</strong> alianza, por haber en el<strong>la</strong> <strong>la</strong> presencia completa de <strong>la</strong><br />

Trinidad:<br />

“El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder <strong>del</strong> Altísimo te cubrirá con su sombra;<br />

por eso el que ha de nacer será santo y será l<strong>la</strong>mado Hijo de Dios.” Lucas 1,35<br />

El Padre: "y el poder <strong>del</strong> Altísimo te cubrirá con su sombra"<br />

El Hijo: "eso el que ha de nacer será santo y será l<strong>la</strong>mado Hijo de Dios."<br />

El Espíritu Santo: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti"<br />

Ya que en el génesis estaba profetizado que el hijo de "<strong>la</strong> mujer" que es Cristo pisaría <strong>la</strong> cabeza de <strong>la</strong><br />

serpiente:<br />

“Enemistad pondré entre ti y <strong>la</strong> mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará <strong>la</strong> cabeza mientras acechas<br />

tú su calcañar.»” Génesis 3,15<br />

Profecía que se vería cumplida cuando el<strong>la</strong> como nueva arca de <strong>la</strong> alianza y <strong>la</strong> serpiente manifestaría su<br />

enemistad contra el<strong>la</strong>:<br />

“Y se abrió el Santuario de Dios en el cielo, y apareció el arca de su alianza en el Santuario, y se<br />

produjeron relámpagos, y fragor, y truenos, y temblor de tierra y fuerte granizada.” Apocalipsis 11,19<br />

“Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida <strong>del</strong> sol, con <strong>la</strong> luna bajo sus pies, y una corona de<br />

doce estrel<strong>la</strong>s sobre su cabeza;” Apocalipsis 12,1<br />

La mujer es <strong>María</strong>, con una corona (por ser reina, "La gran Dama") de 12 estrel<strong>la</strong>s (reina de <strong>la</strong>s 12 tribus de<br />

Israel y de los 12 apóstoles)<br />

“está encinta, y grita con los dolores <strong>del</strong> parto y con el tormento de dar a luz.” Apocalipsis 12,2<br />

Que está en cinta <strong>del</strong> Mesías (El linaje de <strong>la</strong> mujer), por lo que aparece el dragón que en su rebelión le<br />

siguen <strong>la</strong> tercera parte de los ángeles convertidos en demonios y precipitados a tierra:<br />

“Y apareció otra señal en el cielo: un gran Dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus<br />

cabezas siete diademas. Su co<strong>la</strong> arrastra <strong>la</strong> tercera parte de = <strong>la</strong>s estrel<strong>la</strong>s <strong>del</strong> cielo y <strong>la</strong>s precipitó sobre <strong>la</strong>


tierra. = El Dragón se detuvo de<strong>la</strong>nte de <strong>la</strong> Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su Hijo en cuanto lo<br />

diera a luz.” Apocalipsis 12,3-4<br />

La mujer da a luz el Mesías:<br />

“La mujer = dio a luz un = Hijo = varón, = el que ha de = regir a todas <strong>la</strong>s naciones con cetro de hierro; =<br />

y su hijo fue arrebatado hasta Dios y hasta su trono.” Apocalipsis 12,5<br />

Y sus ángeles dirigidos por San Miguel combaten a <strong>la</strong>s serpientes y vencen gracias a <strong>la</strong> sangre <strong>del</strong><br />

Cordero:<br />

“Entonces se entabló una batal<strong>la</strong> en el cielo: = Miguel = y sus Ángeles combatieron con el Dragón.<br />

También el Dragón y sus Ángeles combatieron, pero no prevalecieron y no hubo ya en el cielo lugar para<br />

ellos. Y fue arrojado el gran Dragón, <strong>la</strong> Serpiente antigua, el l<strong>la</strong>mado Diablo y Satanás, el seductor <strong>del</strong><br />

mundo entero; fue arrojado a <strong>la</strong> tierra y sus Ángeles fueron arrojados con él. Oí entonces una fuerte voz<br />

que decía en el cielo: «Ahora ya ha llegado <strong>la</strong> salvación, el poder y el reinado de nuestro Dios y <strong>la</strong> potestad<br />

de su Cristo, porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche<br />

de<strong>la</strong>nte de nuestro Dios. Ellos lo vencieron gracias a <strong>la</strong> sangre <strong>del</strong> Cordero y a <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra de testimonio<br />

que dieron, porque despreciaron su vida ante <strong>la</strong> muerte.” Apocalipsis 12,7-11<br />

Cumpliéndose plenamente <strong>la</strong> profecía:<br />

“Enemistad pondré entre ti y <strong>la</strong> mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará <strong>la</strong> cabeza mientras acechas<br />

tú su calcañar.»” Génesis 3,15<br />

En esta lucha donde hay enemistad entre <strong>la</strong> mujer y el dragón debemos tener c<strong>la</strong>ro de que <strong>la</strong>do debemos<br />

estar. Sin saber muchas veces atacamos a <strong>la</strong> mujer y nos ponemos <strong>del</strong> <strong>la</strong>do <strong>del</strong> dragón. Yo estoy seguro de<br />

que <strong>la</strong>do estar porque quiero ser de aquellos de que hab<strong>la</strong>ba <strong>María</strong>:<br />

¡Desde ahora todas <strong>la</strong>s generaciones me l<strong>la</strong>marán bienaventurada!<br />

Hermano que lees estas líneas, te invito que pidas al Señor que te ilumine y te ayude a leer <strong>la</strong> Biblia sin<br />

prejuicios. Quizá te han enseñado una y otra vez que al amar a <strong>María</strong> quitas adoración a Dios, pero esto<br />

no es así, todo lo contrario. Comienza a dar Gloria a Dios por lo que ha hecho en <strong>María</strong>. Mientras más<br />

ames a Jesús más amarás a su madre. Te invito a que seas como Juan, el discípulo amado, quien fue a<br />

quien Cristo encomendó a su madre y quien <strong>la</strong> recibió en su casa. ¿Eres tú un discípulo amado de Jesús?,<br />

recíbe<strong>la</strong> en tu casa, sin miedo, con seguridad. Recuerda, que en tu corazón sabes que solo se debe adorar<br />

a Dios, y eso es lo que importa ya que solo Dios ve al corazón de los hombres.

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