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PALABRAS DE LA PRIMER COMISIONADA AMINTA GRANERA
DIRECTORA GENERAL DE LA POLICIA NACIONAL
EN ACTO DE CELEBRACIÓN DEL XXXI ANIVERSARIO
Cada Aniversario de nuestra Institución Policial, hoy, el XXXI de su fundación, es una
oportunidad, para renovar, para reafirmar ante el Presidente de la República y Jefe Supremo
de la Policía Nacional, ante las autoridades, familiares y amigos que nos acompañan, y ante
el pueblo de Nicaragua a quien nos debemos, nuestra inquebrantable vocación de servicio a
la comunidad y el compromiso personal e institucional de garantizarle a las familias
nicaragüenses su seguridad.
Esta vocación de servicio y este compromiso policial, está sellado con sacrificio, con sudor
y sangre. Sangre de los 426 hermanos y hermanas policías que han entregado sus vidas en
el cumplimiento del deber en estos 31 años.
Sacrificio, sudor y sangre de los miles de hombres y mujeres policías lisiados; de los que
orgullosos portan en su pecho la medalla al valor por sus actos heroicos; de los que con
mística y amor a su pueblo se han entregado de lleno día a día a esta vida policial, vida
llena de privaciones, rigores, adversidades, presiones, frustraciones, peligros, riesgos,
alejados muchas veces del entorno familiar y en ocasiones hasta insultados y ofendidos por
la misma sociedad a la que sirven y a la que entregarían, sin lugar a dudas, sus vidas, si
fuese necesario.
Hoy hermanos y hermanas nicaragüenses, en nuestro XXXI Aniversario de constitución,
renovamos, reafirmamos, nuestra vocación de servir.
La esencia de ser Policía, nunca me cansaré de decírselos, compañeros y compañeras, es
servir. Servir a los demás sin decir nunca basta, promover el bien común, contribuir a la
convivencia de nuestro pueblo, ser agentes transformadores de fenómenos de violencia en
reconciliación y bienestar social.
Nuestro lema Institucional de “Honor, Seguridad y Servicio” sintetiza la motivación de
nuestra existencia. En cualquier rincón de Nicaragua, donde haya un Policía debe haber
honor; en cualquier rincón de Nicaragua donde haya un Policía debe haber seguridad; en
cualquier lugar de Nicaragua donde haya un Policía debe haber servicio.
Servicio que se traduce en actuaciones policiales, actuaciones que a su vez tienen resultados
concretos que impactan en la vida de nuestro pueblo.
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Este año las actuaciones policiales, tanto en el ámbito preventivo como en el investigativo y
reactivo, se han incrementado.
En el año 2009 la Policía Nacional realizó seis actuaciones por minuto, 342
actuaciones por hora.
Hasta finales de agosto del 2010 hemos realizado nueve actuaciones policiales por
minuto, 513 actuaciones por hora.
Esto refleja la magnitud de la presencia policial en Nicaragua. La Policía Nacional está
enraizada en todos los rincones del país; la Policía Nacional está enraizada en la vida
cotidiana de las familias nicaragüenses.
En los caminos intransitables recorridos a caballo; en la mirada vigilante y serena de las
patrullas de carreteras; en los mercados, en los estadios de beisbol, en los barrios; apoyando
a los que apenas comienzan, en parques y colegios; en la alegría y calidez de nuestras
playas; en el folklor de las fiestas patronales; en la religiosidad de nuestros pueblos y
ciudades; protegiendo la recolección de las cosechas; rescatando a las personas afectada por
los desastres naturales; investigando delitos; persiguiendo a los criminales; luchando
titánicamente contra el crimen organizado transnacional, en todos los rincones, en todos los
momentos, con nueve actuaciones por minuto, ahí está la Policía Nacional al servicio de
ustedes, hermanos y hermanas nicaragüenses.
Y esta presencia policial, ha tenido un impacto positivo en la seguridad de las familias y las
comunidades de nuestro país. En los dos últimos años habíamos conseguido reducir la
aceleración del incremento delictivo. Este año, por primera vez desde 1985, conforme a los
registros policiales hasta finales de agosto, en Nicaragua se redujo el delito en un 3.5 por
ciento en relación a igual periodo del año pasado.
Pero hay más: no sólo la actividad delictiva en general presenta una disminución este año,
sino que han disminuido los delitos de mayor peligrosidad social.
Este año en Nicaragua, hemos tenido menos homicidios (-2%), menos violaciones (-11%),
menos robos con intimidación (-14%), menos vehículos robados (-3.2%), hemos golpeado
fuertemente al crimen organizado transnacional.
Frenamos la amenaza del uso del lago Cocibolca, como pasadizo para el trasiego de droga,
desarticulando las tres células del cártel del golfo que intentaban instalarse en el territorio
nacional.
Más importante que las dos toneladas y media de cocaína incautadas por la Policía
Nacional en estos primeros ocho meses del 2010, es el desmantelamiento de la plataforma
terrestre y de la base social de los cárteles de la droga que les restringe y dificulta cada vez
más el uso de nuestro territorio para sus operaciones.
175 vehículos.
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113 armas de fuego.
14 lanchas.
2 avionetas.
1 helicóptero.
1,692 personas detenidas.
328 equipos de comunicaciones.
1.5 millones de dólares en efectivo incautados.
Son expresión de la fuerte sacudida que la Policía Nacional le ha dado al narcotráfico
internacional.
Otro impacto positivo en las familias nicaragüenses, de esas 513 actividades por hora que
realiza la Policía Nacional es de cara a los jóvenes.
¡En Nicaragua no hay maras! Insisto, en Nicaragua no tenemos maras.
Este año hemos dado un salto cualitativo en el Plan de intervención sicosocial y policial
con los jóvenes en riesgo. Además del trabajo en conjunto con los líderes comunitarios y
religiosos como lo veníamos haciendo, hemos incluido en el proceso a las madres de los 4
mil 800 jóvenes en riesgo con los que trabajamos estrechamente.
Este esfuerzo conjunto, sumado al estricto seguimiento y control que nuestros órganos de
inteligencia llevan sobre los pocos residentes en nuestro país que estuvieron vinculados a
las maras y pandillas en otros países del norte, han hecho que:
Los homicidios producto del actuar de grupos juveniles hayan disminuido en este
año en un 59 por ciento. Solamente 16 homicidios en Nicaragua fueron producto del
actuar de estos grupos.
Que 560 jóvenes más estén en proceso de pacificación celebrándose en los
próximos días el acto simbólico en el que entregan sus armas a la Policía Nacional.
Que cada día se sumen más jóvenes a las actividades culturales y deportivas que
para ellos organiza la Policía Nacional.
Los campesinos y productores nicaragüenses gozan de más seguridad en el campo, pues
desarticulamos 48 bandas delincuenciales que se movilizaban en los departamentos de
Chontales, Nueva Segovia, Matagalpa y Jinotega.
Y creamos 44 nuevos Puestos Policiales en territorios alejados de Boaco, la RAAN, Estelí,
Somoto, Matagalpa, Nueva Segovia, Siuna y Jinotega.
Un último impacto de la actuación policial en Nicaragua al que quiero referirme hoy, es el
índice de victimización.
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Índice de victimización que lo sacamos de las encuestas que realiza periódicamente la firma
M&R:
En junio del 2009, el índice de victimización en Nicaragua era del 32%.
En junio del 2010, el índice de victimización en Nicaragua fue del 16.1%
¿Qué quiere decir esto?, que no sólo a través de los registros policiales, sino también a
través de las encuestas que realizan firmas consultores ajenas a la Policía Nacional,
podemos afirmar sin lugar a dudas, y darle a nuestro pueblo la buena noticia de que este
año en Nicaragua tenemos mejores niveles de seguridad.
Estos logros, Comandante, no hubiesen sido posibles, sin su respaldo decidido, a la
Seguridad Ciudadana, fortaleciendo los recursos técnicos y humanos de nuestra Institución.
Y su preocupación por mejorar la calidad de vida nuestros policías con salarios más bajos, a
través del bono solidario, las viviendas, y otros programas sociales con los que han sido
beneficiados.
Estos logros no hubiesen sido posibles sin el sacrificio, esfuerzo y tenacidad de ustedes,
hermanos y hermanas policías. Estos logros no hubiesen sido posibles sin la comprensión y
apoyo de nuestras familias, que con ternura soportan nuestras ausencias y nos sostienen.
Estos logros no hubiesen sido posibles, sin la participación ciudadana en la Seguridad. De
las 72 mil personas organizadas en los Comités de Prevención Social del Delito, en los
Gabinetes del Poder Ciudadano, las Promotoras de la Mujer, las Brigadas Estudiantiles y
otros miles y miles que de forma espontánea trabajan con la Policía en función de fortalecer
la seguridad en sus comunidades.
Estos logros no hubiesen sido posibles sin la cooperación externa, que confía en esta
Policía, apoyándola con 20 millones de dólares en los últimos cuatro años. Estos logros no
hubiesen sido posibles sin las coordinaciones con nuestros hermanos del Ejército y la
Fiscalía General de la República.
Estos logros no son de la Policía Nacional. Estos logros son de Nicaragua. Estos logros son
del gobierno y del pueblo de Nicaragua.
La seguridad Ciudadana en Nicaragua es un lujo. Un lujo que tenemos que preservar con el
esfuerzo de todos.
Más allá de los logros, como policías, somos conscientes del sentido de urgencia que la
Seguridad Ciudadana tiene para las familias nicaragüenses y la cuota de responsabilidad
que nos corresponde como Institución. Tenemos claros los desafíos y retos en materia de
Seguridad Ciudadana y hacia ello enfocamos el esfuerzo y el trabajo diario; enfrentando la
delincuencia organizada y la delincuencia común, con perseverancia y decisión.
Hacer cada día mejor nuestro trabajo es un compromiso que asumimos con nosotros
mismos, con nuestro pueblo y con la Institución.
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Esta noche han sido ascendidos a Comisionado Mayor 20 compañeros y compañeras. Y en
los próximos días serán ascendidos en las diferentes Delegaciones Policiales del País 1,749
policías al grado inmediato superior. Queremos decirles a ustedes una palabra:
El mayor grado jerárquico, compañeros y compañeras, significa asumir mayores
responsabilidades en la Institución. Y a mayor responsabilidad en la Institución, mayor es
la necesidad de tener presente la dimensión ética al actuar.
Obrar éticamente no es un asunto de sentimientos ni de pasiones, sino de distinguir,
analizar y optar en cada situación que se nos presente por lo mejor.
La población no sólo espera que seamos buenos policías, sino además buenas personas.
Compañeros y compañeras, sirvamos con alegría, con firmeza, con honor, con templanza,
con honestidad, pero sobre todo sintiéndonos dichosos y orgullosos de ser policía.
Sabemos que lo hacen. Sabemos que se han ganado y merecen este ascenso. Su Jefatura
confía en ustedes y los felicita con especial cariño a cada uno y a sus familias.
A las madres de nuestros hermanos y hermanas caídos en cumplimiento del deber, la mano
tendida y el corazón abierto.
Nuestra profunda solidaridad también a todas las familias que sufren la pérdida de sus seres
queridos producto de las copiosas lluvias de esta temporada.
Con ustedes ha estado y seguirá estando la Policía Nacional, no sólo como Institución
cumpliendo las misiones que nos corresponden, sino como seres humanos, que sienten y se
solidarizan con su dolor.
En este XXXI Aniversario, saludamos y reconocemos el trabajo de cada policía, de los que
participan en este acto, y de los que están en este momento, poniendo sus mejores esfuerzos
por la seguridad de Nicaragua.
Ese esfuerzo de todos y de todas es el tributo que revela la leyenda real de ser policía y su
impacto sobre la vida de nuestra nación.
Ese esfuerzo de todos y de todas es el tributo a quienes están detrás del uniforme, a quienes
con tenacidad, han forjado el nombre de la Policía Nacional y continúan construyendo la
Policía Nacional de todos los y las nicaragüenses.
Ese esfuerzo de todos y de todas es el tributo a nuestra Institución Policial, en el trasegar de
sus caminos en estos 31 años de existencia, en medio de aciertos y desaciertos; es el tributo
a nuestra Institución cuyas páginas han sido escritas por las miles de historias anónimas de
los hombre y mujeres policías, por los que ofrendaron sus vidas, por las historias de
ausencia, por el regreso a la vida, por la mirada vigilante, por el infinito amor a Nicaragua,
por ese corazón humano que nos permite dolernos cuando la policía enfrenta adversidades
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y nos permite gozarnos cuando sus éxitos involucran el trabajo y el sentimiento de todos y
de todas.
¡Honor y gloria a nuestros hermanos y hermanas caídos en el cumplimiento del deber!
¡Honor y gloria a ustedes compañeros y compañeras policías!
¡Honor y gloria a la Policía Nacional!
Policía Nacional…
¡Que viva la Policía Nacional¡
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