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BOCETO DISEÑO - Orçamento Participativo - Portugal

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LA PEDAGOGÍA<br />

DE LA DECISIÓN<br />

Aportaciones teóricas y prácticas a la<br />

construcción de las Democracias Participativas<br />

construyendo ciudadanía/10<br />

La Delegación de Participación Ciudadana y<br />

el Equipo de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s<br />

dedica este libro a nuestro querido Emilio<br />

Vizuete, que fue un activo participante de<br />

Torreblanca y delegado de los Presupuesos<br />

Participaivos.<br />

A su esposa todo nuestro cariño y apoyo


Editan<br />

CIMAS - Observatorio Internacional de Ciudadanía y Medio Ambiente Sostenible<br />

Delegación de Participación Ciudadana - Ayuntamiento de Sevilla<br />

Coordinan<br />

Joaquín Recio Martínez<br />

Virginia Gutiérrez Barbarrusa<br />

María Bastante Fernández<br />

María Eugenia Cáceres Narbona<br />

Tomás Rodríguez Villasante<br />

Foto Portada<br />

María del Mar Mancheño Lupiañez<br />

Fotos Interiores<br />

Pablo Cousinou.<br />

María del Mar Mancheño Lupiañez.<br />

ISBN-13: 978-84-611-2443-5<br />

ISBN-10: 84-611-2443-X


I PARTE<br />

Contexto teórico de las<br />

Democracias Participativas.<br />

3


LOS RETOS DE LAS DEMOCRACIAS PARTICIPATIVAS<br />

Tomás R. Villasante<br />

1.- Las protestas en los barrios periféricos, como<br />

síntoma<br />

Empecemos por retomar un tema de nos coloca en un límite, como un<br />

“analizador” o suceso candente, que todos hemos comentado por lo que<br />

pueda tener de futuro entre nosotros: la revuelta de los jóvenes de barrios<br />

periféricos franceses y también europeos. Es algo que no es nuevo en<br />

cuanto a rebeldías de los jóvenes en barrios vulnerables, sensibles,<br />

marginados, etc. Lo que es nuevo es la generalización tan rápida entre<br />

unas ciudades y otras, y lo que supone de amenaza de nuevas formas de<br />

contestación tanto para los próximos años como para nuevos territorios a<br />

los que se pudiera extender. Las democracias ¿qué pueden hacer cuando<br />

hay estas protestas generalizadas, y cuyo sentido no parece del todo claro,<br />

al menos con los códigos tradicionales? Por ejemplo, cuando se queman<br />

coches en sus propios barrios y no en los centros urbanos, cuando no hay<br />

una organización manifiesta que reivindique o que quiera hacer propuestas,<br />

etc. Hay nuevos síntomas de malestar con la organización general de<br />

nuestra sociedad, no sólo con algunos hechos aislados sino un mal de<br />

fondo.<br />

No se trata de una revuelta islámica como han querido decir algunos, esto<br />

recuerdan mucho más los fenómenos de Caracas, de Córdoba, o de Los<br />

Angeles, de hace años. La misma forma de anunciar la prensa (8-N-05)<br />

“Los disturbios se cobran la primera muerte” parece no tener en cuenta las<br />

muertes de jóvenes anteriores. Es la sociedad del orden que no entiende a<br />

estas bandas juveniles, aunque las haya estado formando con el vocabulario<br />

provocativo y descalificante de sus políticos, con la violencia de los<br />

video-juegos o de las películas de la TV,... Estos jóvenes sienten que no<br />

tienen nada que perder . “No tienen interés en ser ciudadanos y es mejor<br />

romper”... “conseguimos cosas: salimos en la televisión y van a dar pasta a<br />

los barrios”... “cuando no hay violencia en los barrios se olvidan a sus<br />

5


6<br />

habitantes”... (Yazid Kherfi, El Pais, 9-N-05) En el fondo es la única vía que<br />

les queda para pedir socorro, para integrarse en la sociedad que no les<br />

deja otras formas de integración. Salir en los telediarios, aunque sea así, es<br />

existir. Si les quitan a los adultos de esos barrios la policía de proximidad,<br />

las ayudas a las asociaciones, etc. es que fracasa esa vía moderada (por<br />

cierto defendida por muchas entidades islámicas). Y triunfa la polarización<br />

de los conflictos, y el “a ver quién es más macho”: ¿el estado penal con<br />

más cárceles, o mi banda que es más salvaje que ninguna, más “escoria”<br />

que ninguna?<br />

Ni el modelo USA, ni el Inglés ni el Francés, no es una cuestión de formas<br />

de distintos tipos de guetos, sino de haber creado guetos urbanísticos y<br />

sociales. Da lo mismo que la marginación sea étnico-social o socioeconómica,<br />

o una mezcla de ellas con lo urbanístico, pues acaban<br />

retroalimentándose tanto en lo económico como en lo territorial como en<br />

lo simbólico. En Estados Unidos las culturas musicales de los jóvenes lo<br />

vienen anunciando desde hace tiempo, y en Europa solo acaban de<br />

empezar a dar los mismos síntomas. Nos lo están diciendo en los “grafitis”,<br />

en las canciones “rap”, etc. Son los “gritos” (Holloway) de unas generaciones<br />

“sin futuro”. Alguien ha dicho que se trata de “ritos de paso”... ¿pero<br />

hacia donde? No son ritos de paso hacia una sociedad adulta integrada.<br />

Sus padres, después de trabajar toda la vida se encuentran sin trabajo, y<br />

sus asociaciones apenas son reconocidas, sólo el delito o el fundamentalismo<br />

se ven reconocidos por los medios de comunicación. Hace años así<br />

me lo explicaba una grupo de jóvenes ante una cámara en el municipio de<br />

Parla (Madrid), que preferían “dar un palo” que ponerse a “trabajar como<br />

burros y, como su padre, acabar despedido y borracho...”<br />

“Socialismo o barbarie” decía el movimiento social europeo hace años. Y<br />

como no conseguimos lo primero pues está llegando lo segundo. La falta<br />

de perspectivas vitales abre un nuevo proceso, que por lo menos no va a<br />

dejar que perviva la hipocresía y el cinismo de la pura represión sin más. Es<br />

la “explosión del desorden” (Fernández-Durán) que aunque no se le vea<br />

salida fácil, nos sitúa en un nuevo escenario, no sólo del terrorismo<br />

“externo”, sino en los problemas “internos” que no vamos a poder eludir<br />

de ninguna manera. Las medidas represivas de expulsar a parte de la<br />

población o de recrudecer los controles de entrada, de aumentar las<br />

cárceles, de poner más policía en todas partes, no harán más que tensar<br />

aún más las situaciones conflictivas. Pueden ganar algunos votos de los<br />

que votan, o parar algunos estallidos por el miedo a la represión, pero de<br />

fondo la situación de violencia estructural se vivirá peor por el conjunto de<br />

los ciudadanos. Sobre todo esto afecta a los sectores medios urbanos,<br />

porque quienes puedan vivir en sus urbanizaciones de lujo super-aisladas y<br />

muy vigiladas, o quienes se muevan en los guetos sin control y abandonados<br />

socialmente, no van a vivir tan mal como los centros y las zonas


urbanas de transición estas tensiones a medio plazo. Estamos en la “nueva<br />

edad media” (U. Eco, años 70) donde cada cual se refugia en sus castillos,<br />

sus bosques, sus chozas, sus gremios, etc.<br />

Las medidas de urgencia del Gobierno francés parece que no han<br />

entendido la cuestión que se plantea. Además de la represión sin más, de<br />

tipo policial “duro”, aparecen otras de tipo “blando” que tratan de<br />

restaurar más de lo que ya tenían (y habían suprimido). Poner más dinero<br />

para empleo y para Agencias de Renovación Urbana y de Cohesión Social,<br />

y para Asociaciones civiles. Poner a 5.000 pedagogos en los colegios de<br />

estos barrios, y citar a entrevistas personales a “todos los jóvenes de menos<br />

de 25 años” al servicio de empleo. No aparecen medidas comunitarias ni<br />

participativas con las redes sociales de estas poblaciones, más allá de<br />

algunas reuniones simbólicas para la prensa. Son medidas cuantitativas en<br />

la cuestión del dinero, y cualitativas en la cuestión de las agencias profesionales,<br />

pero los poderes decisivos los siguen manteniendo lejos de estas<br />

comunidades barriales. Incluso se justifican contraponiendo los valores<br />

“republicanos” contra los “comunitaristas” (Vidal-Beneyto). Pero no es<br />

cuestión de más profesionales o de más dinero, que traten de acallar el<br />

ruido, sino del modelo de toma de decisiones, de que las redes sociales de<br />

estos barrios y de toda la ciudad puedan manifestar sus necesidades de<br />

forma integral y guiar planes que den soluciones a lo que plantean:<br />

aterrizar y concretar la Dignidad de cada lugar, las Democracias participativas,<br />

y los Recursos disponibles.<br />

Existen metodologías participativas que permiten responder a estas<br />

exigencias en los barrios tal como las tratamos de poner en práctica, pero<br />

es necesario partir desde la implicación de importantes redes de la propia<br />

población involucrada. No se trata de mitificar las comunidades, pues<br />

efectivamente pueden estar manipuladas por fundamentalismos, o por<br />

clientelismos varios, pero tampoco cabe escudarse en estas dificultades<br />

para no contar con los síntomas manifestados por sus propios afectados.<br />

Hay que partir de donde duele, no porque sea la causa profunda del dolor,<br />

sino para poder llegar a construir el camino que nos permita que las<br />

energías fluyan creativamente por esas vías, en vez de bloquearlas. Las<br />

relaciones entre la administración y las entidades ciudadanas, entre las<br />

entidades entre sí, y entre la ciudadanía de a píe y las entidades y la<br />

administración suelen funcionar con muchas deficiencias. Es en estas<br />

relaciones de la vida cotidiana dónde debemos fijar nuestra atención para<br />

que las energías puestas en ellas consigan hacer más fluidos y eficientes los<br />

procesos de toma de decisiones y de ejecución de las mismas. Lo que<br />

podemos avanzar en estos momentos va más allá de las grandes teorías de<br />

filosofía política, de los ideales de la democracia, para tratar de demostrar<br />

con ejemplos concretos (seguramente parciales y limitados aún) cómo se<br />

puede articular una planificación participativa eficaz, como se pueden<br />

7


8<br />

integrar colectivos de diferentes culturas, cómo se puede hacer seguimiento<br />

y control de las decisiones públicas, cómo se puede medir con otros<br />

indicadores que nos sea el dinero.<br />

2.- Distinciones sobre contradicciones en que nos<br />

movemos.<br />

Antes de meternos en el cómo hacer las cosas, qué caminos emprender,<br />

conviene pensar un poco sobre el “para qué” de lo que pretendamos<br />

hacer. El “habitar” tiene que ver con el “habitat” pero no se reduce a sus<br />

aspectos espaciales o tecnológicos. Es una distinción importante para que<br />

podamos considerar los “para qué” unidos a los “para quienes”, los<br />

contenidos espaciales que se pretenden en relación con los sujetos que ha<br />

de vivir y sus redes de uso y convivencia. Estas cuestiones a veces se pasan<br />

con conceptos genéricos, como habitabilidad, calidad de vida, democracia,<br />

... donde aparentemente todos coincidimos, pero que cada cual<br />

entiende cosas muy distintas cuando los concretamos a lo largo de los<br />

procesos. Si no se aclaran los problemas y las paradojas que pueda haber<br />

escondidos en ellos, el campo donde nos hemos de mover, y al menos que<br />

es lo que no queremos, acabarán por surgir las disputas cuando menos se<br />

lo piense. Al principio no es necesario precisar tanto que es lo que queremos,<br />

muy delimitado, pues cada cual acabaría por excluir incluso a los<br />

más cercanos. Es preferible empezar por excluir lo que no queremos pues<br />

esto nos permite delimitar un campo con varias posibilidades de construcción<br />

colectiva. Así podemos mantener algunos objetivos generales, sobre<br />

todo si establecemos distinciones lo más claras posibles con lo que serían<br />

sus contrarios.<br />

Por ejemplo, en el campo del habitar, podemos establecer una primera<br />

distinción entre el urbanismo de especulación y segregación que se ha<br />

venido dando y el objetivo de desarrollo sostenible o sustentable. Es un<br />

primer paso para empezar a rechazar lo que no queremos, aunque en esta<br />

dicotomía no quede concreto ni siquiera si es sostenible (tecnológicamente<br />

desde arriba) o sustentable (sustentado desde abajo). Parece que necesitaremos<br />

construir participadamente indicadores que nos concreten en cada<br />

caso cuanto de cada cosa se precisa para cada momento del proceso. Por<br />

ejemplo, otro eje más emergente desde las practicas habituales estaría<br />

entre los Planes Comunitarios de un lado, y las Ocupaciones (de familias<br />

necesitadas) y Okupaciones (de grupos alternativos) del otro. Como<br />

vemos dentro de cada práctica y concepto aparecen a su vez nuevas<br />

distinciones que van precisando que es lo que vamos queriendo hacer,<br />

cuanto de tal o cual aspecto y cuanto de aquel otro. Son campos donde<br />

hemos de ir tomando decisiones en el proceso, y que no dependen de lo<br />

idónea que sea en abstracto una idea, sino de lo que están dispuestos a<br />

realizar las personas y grupos implicados. Hay muchas formas de oponerse


a la especulación y la segregación de un territorio, pero cual sea la<br />

combinación adecuada a cada caso es algo que sólo es viable y deseable<br />

que se construya con las propias redes sociales en presencia.<br />

Podemos seguir profundizando en estos juegos de distinciones, construyendo<br />

estos “tetralemas” que superan los dilemas iniciales. Siempre hay un<br />

primer eje dominante que nos permite delimitar en contra de qué estamos,<br />

y que nos pone de acuerdo a los participantes en estas primeras tomas de<br />

decisiones en un campo que debemos ir profundizando bastante más.<br />

Siempre podemos ir construyendo nuevos ejes emergentes, cuando vayan<br />

siendo planteados por los implicados, para que las decisiones puedan ser<br />

participativas y así mejor asumidas por el conjunto. En el caso de los Planes<br />

Comunitarios sin duda hay muchas formas de realizarlos, y lo mismo es el<br />

caso de las “ocupaciones” de tierras o de edificios. Lo más importante nos<br />

parece que es saber que estamos moviéndonos en campos de decisiones<br />

no cerradas, sino al ritmo de la construcción colectiva, dependiendo de las<br />

fuerzas sociales en presencia y sus intereses. Los “tetralemas” entonces nos<br />

sirven para no cerrar de antemano los procesos, y para devolver a los<br />

grupos y sectores una democracia y un procedimiento anti-especulativo.<br />

Pero también debemos tener en cuenta los aspectos económicos para los<br />

procesos de re-urbanización por ejemplo. La precariedad estructural de<br />

muchos de los habitantes de estos barrios segregados es un elemento clave<br />

para establecer estrategias viables que no se queden en el mero diseño<br />

arquitectónico de viales y edificios. Hemos visto demasiados edificios con<br />

premios a su diseño, que se han convertido por sus usos en todo lo<br />

contrario de lo que se pretendía, ante la imposibilidad de las familias de<br />

atenerse a la capacidad de mantenimiento que se requería. Por ejemplo, lo<br />

que se diseñó para garaje también se puede usar como almacén o como<br />

taller o como tienda. Establecer distinciones sobre las iniciativas de<br />

trabajo que los sujetos de cada caso pueden asumir es prioritario para no<br />

hacer todos los diseños con tipologías iguales y poco concretas a los usos<br />

que se van a dar. Frente a la precariedad estructural del mercado en que se<br />

sitúan muchos sectores cabe plantearse una Regulación de espacios para<br />

la Formación y el Trabajo en las reurbanizaciones. Pero dentro de este<br />

objetivo también cabe otro eje emergente, entre sistemas de iniciativas<br />

9


10<br />

Cooperativas, o las Subvenciones planificadas aunque sean improductivas<br />

desde el punto de vista del mercado. Más tetralemas se nos abren en este<br />

campo.<br />

La organización de estos procesos es otro campo, por ejemplo, que no<br />

debemos olvidar para poder aprovechar toda la potencialidad de las<br />

iniciativas en juego. Por un lado tenemos a las administraciones públicas y<br />

sus profesionales que hacen Programas más o menos asistenciales en<br />

función de necesidades que creen observar en el mejor de los casos, y en<br />

función de las campañas de prensa y polémicas entre los partidos más<br />

frecuentemente. En el otro polo de este dilema aparecen las Asociaciones<br />

de diverso tipo que reclaman formas participativas, dado su mayor<br />

conocimiento de las necesidades de los sectores que se ven involucrados<br />

en cada proceso. Pero tampoco aquí las cosas son tan sencillas como esta<br />

polémica sobre participación más o menos, pues dentro de lo participativo<br />

también se dan redes informales que a veces son clientelares de tal o cual<br />

dirigente o grupo social o político. El eje emergente en estos procesos nos<br />

confronta a las redes corporativas con sus intereses particulares con las<br />

metodologías participativas de los “conjuntos de acción”, por ejemplo.<br />

Pues hay metodologías para que los vicios profesionales, o de las asociaciones<br />

o de las redes informales puedan limitarse, y en cambio fomentarse<br />

los ambientes creativos y solidarios desde las iniciativas particulares.<br />

Las cuestiones culturales y simbólicas siempre están presente al considerar<br />

el habitar. Y hay diversas formas que no siempre han de pasar por la<br />

integración a asimilación a la cultura dominante. Sin duda que las<br />

primeras dicotomías se plantean entre el afán de los que viven en un lugar y


que suelen pretender que los demás se acoplen a sus costumbres, y de otro<br />

lado el respeto a las multiculturales formas de vida de cada cual, y que a lo<br />

más que podemos llegar es a “traducir”, hacer inteligibles, unas y otras<br />

culturas. En la práctica la cosa suele ser más compleja, y se dan diferentes<br />

grados de interculturalidad, porque se van produciendo diversas formas de<br />

“sistematización” entre lo que aportan unas y otras culturas. Pero en el eje<br />

emergente se nos vuelven a plantear los problemas de saber cual sea la<br />

buena sistematización o las traducciones acertadas. Como mucho<br />

podremos rechazar el inmovilismo de la integración a una cultura que no<br />

acepta cambiar ni crecer, el regreso a una identidad pura, que por<br />

inexistente sólo puede encubrir una imposición a quienes no la compartan<br />

enteramente. Pero también se pueden plantear estilos creativos en el eje<br />

emergente que no supongan una sola sistematización, sino la apertura de<br />

saltos “transductivos” a variadas propuestas desde las culturas vigentes.<br />

La presentación de estos tetralemas pretende, en primer lugar, desbloquear<br />

los dilemas en que muy a menudo nos encierran en callejones sin<br />

salida los planteamientos tanto de los promotores de los procesos como<br />

los propios usuarios, cuando no se “levanta el foco” de lo más inmediato, y<br />

no se ve más allá de donde nos duele a cada uno. Estas distinciones no son<br />

sólo conceptuales, sino que apuntan a un proceso de profundización en<br />

practicas diversas y posibles. Sirven para hacernos algunas preguntas,<br />

muchas veces con las mismas frases recogidas de sectores de la población<br />

que no suelen ser oídos (jóvenes, minorías, etc.) y que abren los procesos<br />

más allá de debates interminables entre dirigentes muy polarizados. Es en<br />

esta complejidad de contradicciones y paradojas donde surge la creatividad,<br />

cuando se consigue generar un ambiente adecuado a la confianza de<br />

que entre todos los presentes podemos construir caminos que nos resulten<br />

viables y que respondan a buena parte de nuestras necesidades. Construir<br />

los “para qués” no es algo tan evidente que podamos hacer al principio de<br />

un proceso en toda su concreción. Se trata más de un proceso de cierta<br />

duración donde se van encadenando dilemas y tetralemas, donde lo más<br />

importante es rescatar toda la creatividad de los sectores potencialmente<br />

implicados. Y no tanto por ser muchos los que acudan a asambleas<br />

masivas, sino por poder aportar cada cual en conversaciones, en talleres o<br />

11


12<br />

reuniones, donde la gente pueda aprovechar una construcción colectiva<br />

desde los diferentes intereses en juego.<br />

3.- Los retos que vivimos de las democracias participativas.<br />

Ya existen suficientes experiencias, y modalidades diversas, para que no<br />

tengamos que hablar en abstracto de las democracias participativas. Pero<br />

eso no quiere decir que ya tengamos soluciones muy claras y contundentes,<br />

sino que estamos iniciando caminos diversos, con sus “pros” y sus<br />

“contras”, y que aún tenemos muchos retos por delante. Algunos de esos<br />

elementos problemáticos son los que queremos discutir en base a las<br />

controversias actuales de los Presupuestos participativos, de los ritos<br />

democráticos, de los sistemas de Planificación social, de los sistemas de<br />

indicadores, etc. Porque las causas profundas del malestar de muchas<br />

comunidades locales tiene que ver con la insatisfacción de las formas en<br />

que se ven marginadas en las actuales tomas de decisiones, en las formas<br />

de organizar el trabajo, en los valores que se declaran y no se cumplen, etc.<br />

Por eso vamos a tratar de comparar diferentes soluciones que se están<br />

aportando, sus complementariedades y sus contradicciones. Muchas de<br />

estas contradicciones se formulan a veces de manera demasiado simple,<br />

en plan de dicotomías o dilemas, o esto o lo otro. Pero las cosas no suelen<br />

ser tan simples, sino que además de esto y lo otro, suelen existir “ni esto ni<br />

lo otro”, y “esto pero lo otro también”. Como vamos a ver estos “tetralemas”<br />

amplían el campo de discusión de lo que se puede hacer, y hacen<br />

emerger unos ejes nuevos de propuestas más allá de los habituales.<br />

Veamos algunos casos concretos.<br />

3.1-<br />

La descentralización se plantea como forma de llevar más cerca los<br />

servicios al ciudadano, pero no siempre da los mismos resultados. La<br />

cuestión es que no siempre se trata de hacer lo mismo aunque la expresión<br />

sea semejante, y resultan posiciones realmente contrapuestas y hasta<br />

contradictorias. Por eso hay que entrar en las formulaciones más concretas<br />

en cada caso y no quedarse en un debate de principios abstractos, algo así<br />

como la descentralización es buena o mala, muy cerca de discusiones<br />

ideologizantes y maniqueas. Para empezar las formulaciones más habituales<br />

ya nos plantean una dicotomía restringida entre descentralización con<br />

reglas de mercado hacia empresas y ONGs, a quienes la autoridad delega<br />

algunas de sus responsabilidades, o bien desconcentración hacia algunas<br />

unidades burocráticas menores, con más funcionarios, para estar más<br />

cerca de los problemas cotidianos. Este debate se vuelve enseguida en el<br />

de privatización de lo público (con intereses particulares en juego) frente a<br />

burocratización (con falta de control y eficacia de los servicios). Este debate<br />

no deja ver muchas veces que tanto unos como otros tienen razón en sus<br />

críticas pero no tanto en las alternativas.


El modelo tradicional de que la administración ponga más funcionarios o<br />

técnicos contratados para solucionar cualquier asunto desde luego hace<br />

que se multipliquen las instancias de responsabilidad y de coordinaciones<br />

en el mejor de los casos, pero no garantiza la dedicación cualitativa a los<br />

problemas por lo que surgió la problemática. Los sistemas de control y de<br />

incentivos de los trabajadores públicos dejan bastante que desear, pues<br />

desde las autoridades no se es capaz de llegar a todas partes, desde los<br />

sindicatos se tiende más al corporativismo que a la autocrítica, y desde la<br />

ciudadanía apenas hay formas de criticar o estimular un servicio. El<br />

modelo basado en delegar competencias en entidades privadas, con<br />

ánimo de lucro o sin ánimo de lucro, tiene su lógica en la falta tradicional<br />

de resultados de las burocracias estatales. Pero las experiencias de este<br />

tipo de mercado de servicios tampoco nos garantizan que se eliminen las<br />

burocracias sobre todo en el caso de grandes empresas, que aunque<br />

pueden dar servicios más baratos a veces, por las condiciones de explotación<br />

del trabajador traen también mala calidad en los servicios. En el caso<br />

de las ONGs hay de todo, pues algunas no son más que empresas<br />

disfrazadas, y otras en cambio ponen un voluntarismo que les permite<br />

aportar unas calidades que pueden ser interesantes para los usuarios del<br />

servicio. Pero aún con todo, tanto las mejores ONGs como las mejores<br />

empresas son controladas más por las reglas de la competencia del<br />

mercado que por los objetivos de planificación y control públicos. Así<br />

podemos ver en un territorio competir a varias ONGs por las subvenciones<br />

o los convenios en vez de establecer una cooperación más beneficiosa<br />

para los intereses de la gente.<br />

Por estas razones aparecen frecuentemente experiencias de luchas<br />

populares que surgen de las bases sociales enfrentándose con las administraciones.<br />

Y si no surgen más luchas no es porque no haya un descontento<br />

latente, sino porque no se cree que sirvan para algo, pues tras la reivindicación<br />

se suele contestar desde la administración con más funcionarios o con<br />

más servicios privatizados (como en el caso francés citado). Las cuestiones<br />

públicas no se entienden como dar protagonismo a la ciudadanía sino<br />

como atender con dinero y trabajadores cuando hay algún brote de<br />

protesta. Son escasos, y se cuentan como casos singulares en cada<br />

ciudad, algún Plan Comunitario surgido de demandas de la ciudadanía. A<br />

veces consigue articular los diversos servicios implicados en la localidad, y<br />

prevee con tiempo, y a partir de un diagnóstico participativo, cómo<br />

deberían hacerse las cosas y que funcionen los servicios que existen.<br />

Evidentemente cuando se dan tales situaciones la eficiencia y se multiplica,<br />

y se pueden combinar elementos de la administración, de ONGs, religiosos,<br />

privados, y de movimientos sociales, en una suerte de democracia<br />

participativa si las metodologías son las adecuadas. Este camino sí entra<br />

en controlar a los funcionarios y a los no funcionarios, sí hace propuestas<br />

13


14<br />

desde la base, e incluso le discute a los políticos sus papeles a veces<br />

demasiado prepotentes. Razón por la cual desde las mismas administraciones<br />

o desde entidades privadas se prefiere seguir discutiendo sobre la<br />

privatización o la burocratización en términos más ideológicos que<br />

prácticos.<br />

Los movimientos sociales y las protestas son los síntomas de que la cosa ya<br />

no se aguanta más, pero no por eso tienen razón siempre. Sobre todo<br />

cuando se parte de situaciones dónde un colectivo social se toma la<br />

protesta en plan corporativista o sectorial, sin tener en cuenta a los otros<br />

sectores que conviven en la localidad. Es bueno que se parta de la base en<br />

procesos continuos de retroalimentación que son los que pueden prevenir<br />

los malestares, pero ha de hacerse de manera coordinada y no burocrática.<br />

Esto requiere de formas concretas de democracia participativa a<br />

pequeña escala que hay que estudiar en cada caso. Ni tan pequeña que<br />

nos ahoguemos en el conflicto de escalera o en la pelea entre familias, ni<br />

tan grande que la mayoría de la ciudadanía no organizada se desentienda<br />

por no sentirse cercana a la problemática. En las ciencias sociales estos<br />

temas están bastante estudiados y hay ejemplos varios sobre los que se<br />

puede ir construyendo y reconstruyendo como hacerlo de la mejor manera.<br />

El debate hoy está en el eje vertical entre las protestas y las propuestas de<br />

los Planes potenciales, para atender a la calidad de los servicios que se van<br />

haciendo necesarios en nuestras sociedades cambiantes. Avanzar en la<br />

articulación horizontal y vertical de los sectores, recursos y responsabilidades<br />

democráticas, es una primera condición para superar las ineficiencias<br />

del actual sistema.<br />

En el caso de Sevilla, como en otros, antes de los Presupuestos<br />

<strong>Participativo</strong>s ya hay elaborados un Plan General de Ordenación Urbana,<br />

un Plan Estratégico, una Agenda Local 21 de Sostenibilidad, etc. que<br />

marcan las grades líneas del modelo de ciudad. Pero entre esas líneas<br />

(propuestas por comités técnicos y de asociaciones) para bastantes años y<br />

lo que se ha de hacer cada año (con asambleas de la ciudadanía) caben


unos elementos intermedios que llamamos “grupos motores”. Estos grupos<br />

son de gente voluntaria que en los barrios quiere articular la democracia<br />

participativa, o grupos motores de algún sector de la ciudad (mujeres,<br />

inmigrantes, etc.) que también quieren que las nuevas formas democráticas<br />

vayan tejiendo redes entre las Asambleas de cada año y las grandes<br />

decisiones estratégicas de la ciudad. Son las personas que se mueven en<br />

cada barrio o sector para promover los Planes Integrales, Sectoriales, o<br />

Comunitarios, pero que no se quedan en luchas puntuales, sino que<br />

apuntan a articular todo lo que se mueve en cada ciudad. Desde distintos<br />

tipos de reivindicaciones o propuestas, tratando de ampliar las redes<br />

sociales, y no quedándose sólo en los intereses partidistas o de un colectivo<br />

determinado. En la medida que actúan sobre redes y conjuntos de acción<br />

plurales, tienen el apoyo de técnicos municipales para que se incorporen<br />

tanto nuevas asociaciones como sobre todo personas o colectivos nuevos.<br />

Se trata de que en cada zona o sector dónde las problemáticas son muy<br />

concretas se puedan ir uniendo la mayoría de las personas interesadas<br />

tanto para conseguir lo más urgente para el año siguiente, como para<br />

proponer a medio plazo una mejora de la calidad de vida en dónde se vive.<br />

3.2.-<br />

En el tema de los ingresos de las entidades públicas y de los trabajadores<br />

hay también polémicas que desbordan el tema de los gastos de las<br />

administraciones y su control. Porque no se trata sólo de gastar para<br />

resolver los problemas sociales. La cuestión suele venir en primer lugar de<br />

un debate no resuelto sobre los incentivos requeridos para trabajar y dar<br />

buenos servicios. No está claro que por poner más trabajadores y más<br />

salarios para un servicio esté vaya a estar mejor atendido, aunque debería<br />

estarlo con más medios y recursos. No se puede trabajar bien con<br />

inestabilidad laboral y con bajos salarios, por lo que esto es un requisito<br />

necesario. Pero también es cierto que los trabajadores bien pagados y<br />

estables de las universidades o de del estado, o de las administraciones<br />

locales, no dan unos servicios mejores una vez que se han instalado en sus<br />

rutinas burocráticas. Tampoco vemos que los sindicatos se afanen o<br />

aporten sistemas de incentivos para que los trabajadores sean más<br />

creativos y atiendan mejor los servicios, más bien se instalan en la defensa<br />

del puesto de trabajo y del salario, oponiéndose a cualquier otra forma de<br />

contratación o estímulo. En Europa esto es un problema pues los funcionarios<br />

ven pasar no sólo a la población, sino incluso a los políticos, con aire<br />

de que casi nadie les puede controlar su trabajo, como mucho trasladarlos.<br />

En Latinoamérica y otras zonas el problema es más la inestabilidad,<br />

como aquí los contratos precarios,... pero a fin de cuentas no tenemos un<br />

sistema público que sea ágil y resolutivo.<br />

15


16<br />

Las soluciones que apuestan por el mercado tal como está, privatizando<br />

los servicios, porque así sale más barato limpiar las calles o atender a los<br />

enfermos, no están pensando tanto en servicios de calidad para toda la<br />

población, como en hacer un buen balance económico entre ingresos y<br />

gastos. Y es cierto que las economías públicas han de mejorar sus<br />

desequilibrios, controlando mejor sus ingresos y gastos, pero la cuestión es<br />

cómo mejorar la eficiencia de sus trabajadores. Los incentivos actuales del<br />

mercado no se rigen por procesos democráticos de la ciudadanía, sino<br />

que la gente ha de adoptar un comportamiento dependiente ante quienes<br />

tienen capacidad de inversión. Por eso tampoco en el mercado de servicios<br />

la ciudadanía en general puede encontrar respuestas a sus necesidades,<br />

sino la construcción de demandas mediante una oferta limitada unos<br />

cuantos pudientes en servicios de cierto lujo, o bien resolución de las<br />

demandas mediante trabajos muy precarios para atender a la generalidad<br />

con bajas calidades. En cualquiera de los casos sólo las minorías que<br />

tienen dinero pueden sentirse protagonistas de la resolución de sus<br />

necesidades, y aún en estos casos las soluciones aportadas son más de<br />

marketing de productos de moda que de construcción participativa con la<br />

creatividad necesaria. Los incentivos de la privatización tampoco son los<br />

idóneos para las cuestiones públicas que hay que resolver.<br />

El llamado “tercer sector” desde hace algún tiempo ha venido creciendo<br />

en este tipo de servicios, pues pareciera que tiene capacidad para resolver<br />

estas contradicciones que venimos planteando. Por un lado no son<br />

empresas con ánimo de lucro, y sus motivaciones no están en la acumulación<br />

de capital, por lo que pueden hacer unos servicios más centrados en<br />

las motivaciones sociales y humanitarias que les mueven. Y por otro lado<br />

tienen una estructura más centrada en las iniciativas sociales desde<br />

colectivos que dicen tener una vocación de servicio no burocrática. Así con<br />

la agilidad que se supone de la pequeña empresa y con las motivaciones<br />

de un servicio público debieran suponer un avance sustancial en los<br />

incentivos para dar una mayor calidad a sus actividades. Pero no todo es<br />

tan claro, pues en no pocos casos se sustituye a la burocracia estatal por un<br />

clientelismo más o menos encubierto. La concesión de servicios en<br />

despachos de una u otra administración a entidades afines a quién manda<br />

es una práctica que en no pocos casos puede significar clientelismo y en<br />

otros corrupción directamente. Y además muchas de estas entidades, por<br />

no tener una finalidad lucrativa, y al ser no gubernamentales, se valen de<br />

un voluntariado y de una precarización de sus empleos, que están más<br />

cerca de la explotación que de la justicia social con sus trabajadores. Es<br />

necesario que se aclaren mucho más los mecanismos de este sector que<br />

está llamado a ser una buena alternativa tanto a la burocratización como a<br />

la empresa capitalista.


La articulación pública entre colectivos de iniciativas de trabajadores es<br />

algo que está muy cerca de lo que se llama tercer sector, pero que no se<br />

definiría en negativo (no lucrativo, no gubernamental), si no en positivo. Es<br />

decir, un grupo de funcionarios o de trabajadores públicos que deciden<br />

mejorar sus servicio y presentan una iniciativa, y que resulta interesante a<br />

juicio de la población y de los responsables. Hay que ver cómo se puede<br />

articular una democracia de estas iniciativas dentro de la administración,<br />

cuales son las metodologías participativas para mejorar los servicios desde<br />

dentro del sistema, y no sólo desde protestas o propuestas de la ciudadanía<br />

desde fuera. Estamos por defender las “asociaciones libres de trabajadores”<br />

tanto fuera de la administración como dentro, y que puedan acceder a<br />

incentivos adecuados, por ejemplo de flexividad de horarios, o de recursos<br />

y medios mejores para su trabajo, etc. No todo tiene que pasar por unos<br />

salarios más altos, sino por un trabajo más digno y creativo. Se trata de un<br />

mercado de iniciativas regulado por otros incentivos no tan costosos.<br />

Nosotros mismos estamos funcionando en nuestro Instituto Universitario<br />

de esta manera, sometiendo la eficiencia de nuestros servicios ante la<br />

población con la que trabajamos y ante las administraciones con las que<br />

hacemos convenios. Se puede desarrollar mucho más un “mercado” entre<br />

equipos de entidades públicas (estatales o sociales) siempre que se tengan<br />

claros los elementos que incentivan y controlan.<br />

En el caso de los funcionarios en Europa se ha de estudiar cuales son<br />

realmente sus intereses más allá de garantizar el puesto de trabajo y un<br />

salario digno. Un equipo de antropólogos en Sevilla estudian las culturas<br />

del trabajo en relación a los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de la ciudad, los<br />

cambios que ven desde dentro los propios trabajadores y como mejorar su<br />

eficiencia y sus condiciones de trabajo. Las nuevas formas de las democracias<br />

participativas no sólo movilizan a la gente, sino que también obligan a<br />

que se cuestionen las formas de trabajo tradicionales en la administración.<br />

Varios equipos universitarios en este caso estamos conveniados con el<br />

Ayuntamiento, unos para trabajar con los técnicos internos, otros para<br />

trabajar con los niños y adolescentes, otros con los indicadores de calidad<br />

del proceso, etc. La cuestión es que se conjugue el que pueda haber un<br />

control de la ciudadanía (grupos motores, asambleas, etc.), que pueda<br />

17


18<br />

haber un control de la dirección política de la ciudad (renovación o no de<br />

los convenios), y que estas iniciativas se puedan articular entre sí y con los<br />

sectores interesados. Además también se ha de considerar que sale más<br />

económico que el contratar o hacer funcionarios a todos estos equipos<br />

desde el punto de vista del presupuesto público. La cuestión no es tanto<br />

que seamos funcionarios o no, y de qué entidad, sino si se pueden<br />

articular estos equipos para hacer viables las nuevas propuestas democráticas.<br />

Las metodologías participativas no es preciso que sean de técnicos<br />

universitarios, pueden hacerse también desde distintas capacitaciones e<br />

incluso desde colectivos, siempre que se articulen para profundizar la<br />

democracia.<br />

3.3.-<br />

Con estos temas llegamos a la cuestión de cómo las democracias participativas<br />

pueden encuadrar tanto los Planes comunitarios o ciudadanos,<br />

como a los trabajadores de lo social y a las iniciativas de las bases.<br />

Hay distintas formas que queremos diferenciar pues las cuestiones de<br />

forma no son meramente formales. Es decir, detrás de cada forma de<br />

hacer las cosas siempre hay unos contenidos más o menos encubiertos que<br />

queremos desvelar. No tanto para insistir en las criticas a las formas del<br />

mercado, o a las formas de las democracias representativas, como para<br />

avanzar en las nuevas propuestas que estamos poniendo en marcha. No<br />

es lo mismo un mercado de valores financieros como la Bolsa que un<br />

mercadillo de barrio, pero los ritos de comprar y vender en un aparente<br />

caos y con elecciones aparentemente libres es todo un símbolo del<br />

Mercado. Son sistemas que se autorregulan según unas leyes que no son<br />

muy trasparentes y que subyacen sin ser del todo evidentes. No sólo hay<br />

problemas democráticos en la capacidad desigual de compra, sino<br />

también en la capacidad de oferta. Los trabajadores que producen tienen<br />

poco que decir en las grandes transacciones internacionales, los consumidores<br />

medios sabemos poco del marketing y de los productos que llenan<br />

los supermercados, y hasta en los mercadillos más tradicionales no<br />

siempre compramos lo que necesitamos sino lo que la labia del mercader<br />

nos convence. Estos juegos desiguales sin embargo construyen una cultura<br />

de la libertad del mercado en la que todos vivimos, y en la que hemos<br />

aprendido a tener cuidado para no ser engañados, y a convencer a otros<br />

de que lo nuestro es lo mejor.<br />

Las votaciones cada cuatro años apuntan en cambio hacia otro lado. Se<br />

supone que esto es lo más democrático pues no interviene el dinero en la<br />

compra, pero no se repara tanto en que la oferta sí que es muy cara de<br />

montar, pues las campañas de los partidos hacen que las pequeñas<br />

propuestas ni se vean al lado de las grandes. De esta forma la pluralidad y<br />

complejidad social se reduce a unas pocas expresiones que tienen


posibilidades electorales. Posibilidades que además se presentan como<br />

excluyentes, pues sólo se puede votar a un partido o candidatura, aunque<br />

no te acabe de convencer (recientemente un Catedrático catalán ha<br />

propuesto la posibilidad del voto negativo, pero no creo que prospere: por<br />

si hay más negativos que positivos...) En todo caso si alguien quiere<br />

propuestas de una y otra opción no puede conjugarlas en ninguna<br />

proporción, ni puede alterar las listas cerradas y bloqueadas, etc. Hemos<br />

luchado muchos años contra una dictadura y no estamos por denigrar sin<br />

más el sistema electoral, pero hemos de reconocer que tiene muchos<br />

defectos. En general es más defensivo contra los abusos del poder, que<br />

podemos corregir más o menos cada cuatro años, que propositivo de<br />

formas creativas y participativas de las iniciativas de la ciudadanía. Quien<br />

sale elegido se cree legitimado para atender en su despacho a diversos<br />

colectivos y poder conceder tales o cuales ayudas, siempre que no<br />

quebrante la ley. Estas prácticas han ido creando una muy mala opinión de<br />

la política y de los políticos, muy cercana al amiguismo o clientelismo<br />

cuando no a la corrupción. Es necesario pensar en otros rituales o formulas<br />

donde la ciudadanía pueda volver a encontrar confianza en el interés de<br />

las cuestiones públicas. Y no sólo por una cuestión de la ingeniería<br />

electoral entre partidos, sino para que la política pueda dignificar sus<br />

sentido.<br />

Aparecen fuera del sistema habitual partidario otras formas de expresión<br />

socio-política como son los referéndums, las asambleas, las manifestaciones,<br />

la acción directa, las ocupaciones, etc. Hay una gran diferencia entre<br />

unas formas y otras de hacer cada uno de estos ritos de participación,<br />

aunque hay elementos comunes que no siempre resultan tan democráticos.<br />

Se suelen asociar varias de estas prácticas con la democracia directa,<br />

pero hay mucho que precisar cuando nos ponemos a profundizar en estas<br />

formas. Los refendums pueden ser una formula populista de legitimación<br />

de opciones poco discutidas, y tanto los han usado dictadores como<br />

movimientos sociales, por lo que hay que ver en qué condiciones se están<br />

convocando en cada caso. Una asamblea muy numerosa pueden<br />

significar que sólo hablen quienes se atrevan o estén acostumbrados a<br />

hacerlo, y en no pocos casos volvemos a esquemas de la democracia<br />

representativa. Además el conjunto de los asistentes no suele tener tanta<br />

información como para poder discutir en pequeños grupos y hacer<br />

propuestas para marcar de qué se ha de hablar o cómo tener en cuenta<br />

nuevas iniciativas. Cuando las reuniones son de poca gente, o de grupos<br />

muy concienciados, sí es posible una mayor debate, pero a veces se cae en<br />

unas discusiones muy sectarias, sin tener en cuenta los otros puntos de vista<br />

que no están presentes. Por esto no basta decir que lo mejor es la democracia<br />

directa y tratar de legitimar así cualquier actuación, pues hay muchas<br />

variantes y muy controvertidas.<br />

19


20<br />

Hay otras formas o ritos que tenemos que perfeccionar para que quienes<br />

participen se sientan que están siendo protagonistas de iniciativas que son<br />

tomadas en cuenta. No se trata sólo de que participen las redes asociativas<br />

ya acostumbradas, sino de que participe la ciudadanía no organizada. Es<br />

la mayoría quien no está en asociaciones, pero no se pretende que toda la<br />

gente esté implicándose al tiempo en estos procesos, sino que tenga<br />

posibilidad de acudir en paridad de condiciones cuando haya un asunto<br />

que le interese. Y además se trata de que se debatan las propuestas y no<br />

tanto quienes las proponen, que la democracia sirva para impulsar<br />

asuntos candentes y no para hacer figurar a tal o cual persona. Muchos de<br />

los problemas se dan porque es tal o cual persona la que quiere figurar, y<br />

en estas formas participativas debemos primar más el contenido de lo que<br />

queremos conseguir que quienes lo hayan propuesto o quién ha de hacer<br />

el seguimiento para que llega a realizarse. Lo primero es conseguir que un<br />

gran número de iniciativas surjan desde la propia gente, que se estimule la<br />

creatividad y el protagonismo desde la pluralidad de sectores sociales. Y<br />

luego que se puedan ir poniendo de acuerdo en unas primeras reuniones,<br />

concretando y mejorando cada propuesta, hasta que se llegue a unas<br />

votaciones ponderadas para priorizar entre ellas. Pero no como algo<br />

excluyente entre unos y otros, sino como la posibilidad de que cada año<br />

vamos a poner en marcha esto o aquello, y al otro año otra cosa en la que<br />

colaboremos desde la diversidad de intereses. En la escala local hay<br />

muchas cosas en la que puede coincidir una mayoría y que son de cierta<br />

urgencia, y otras que se van haciendo paso promovidas por colectivos más<br />

minoritarios que pueden convencer en determinados casos. Así se pueden<br />

ir educando unas redes en otras formas de democracias participativas, a<br />

partir de vivir las experiencias de tener protagonismo sin necesidad de<br />

aguantar reuniones agotadoras.<br />

El tema de las reuniones tan largas a que nos acostumbran las militancias<br />

sociales o políticas es un ritual que echa para atrás a la mayor parte de la<br />

gente. Son reuniones con ritos muy formalizados y aburridos, de los que<br />

tampoco se saca más que discusiones largas dónde algunos se empeñan<br />

en hablar lo que en otras partes no les aguantan. En Sevilla se está<br />

intentando encontrar fórmulas que permitan agilizar esas asambleas tan<br />

largas, y hacerlas más ágiles y productivas. Por un lado los niños y adoles-


centes de los colegios se han dotado de una suerte de “mercadillo” de<br />

iniciativas dónde ellos presentan lo que quisieran para el año siguiente en<br />

su colegio y en su barrio. Los asistentes o electores pueden distribuir entre<br />

varias de las iniciativas, ponderándolas, sus preferencias hasta un máximo<br />

de puntos de que dispone cada cual. Hay que mejorar distintos aspectos de<br />

esta práctica, en el sentido de alejarla del “mercadeo” y acercarla a la<br />

cooperación, sobre todo para que a los chavales les tengan más en cuenta<br />

los adultos. También se están haciendo más asambleas de los Presupuestos<br />

<strong>Participativo</strong>s en cada Distrito, para que sean más ágiles al no ser con tanta<br />

gente cada una, y que se puedan preparar previamente por los “grupos<br />

motores” para que lo que sea iniciativas de la gente vengan bien presentadas.<br />

Aún queda mucho por caminar en este reto, pues la democracia de<br />

iniciativas de miles de personas, que se puedan sentir protagonistas, no es<br />

fácil de construir, si no se quiere caer en las rutinas pasadas y desprestigiadas.<br />

3.4.-<br />

Para todos estos cambios se ha de ir cambiando la cultura que domina<br />

nuestras sociedades. No es que tengamos primero que hacer el cambio de<br />

cultura, o que este venga después cuando cambien las normas, sino que<br />

todos estos retos han de ir cambiando a la vez: las formas económicas de<br />

producir, los sistemas de planificación participada, la manera de tomar<br />

decisiones, etc. El reto de cambiar la cultura no se puede quedar tampoco<br />

en un deseo general y abstracto, y por eso apostamos por cambiar los<br />

instrumentos de medir, es decir, los indicadores. Pues estas unidades de<br />

manifestar el valor de las cosas y los servicios no son nada neutrales, y nos<br />

están educando en que lo natural es luchar por acumular más dinero, más<br />

poder, más territorios, etc. Siempre “más” de todo, no “mejor” de todo.<br />

Más nivel de vida, no mejor calidad de vida. Por ejemplo más dinero<br />

aunque luego no se tenga tiempo para disfrutar lo que se ha conseguido.<br />

Más consumo aunque luego no se tenga salud, y haya que seguir viviendo<br />

a base de medicinas. No sólo a título personal sino como región o país los<br />

indicadores se miden monetariamente, es decir, en dinero, en PIB (producto<br />

interior bruto). Y esta medida resulta efectivamente bastante “bruta”<br />

pues la zona puede estar perdiendo capacidad productiva al tiempo que<br />

puede estar subiendo la circulación de moneda y las inversiones especulativas,<br />

lo que daría un incremento del PIB y posiblemente de la Renta per<br />

cápita. Algunos pueden estar obteniendo plusvalias exageradas por<br />

compra-venta de inmuebles, mientras se están cerrando fábricas, y otros<br />

pueden conseguir que sus movimientos de capital les den enormes<br />

dividendos, mientras los empleos precarios aumentan y la productividad<br />

desciende. Las cifras macroeconómicas como podemos comprobar<br />

pueden ser muy engañosas.<br />

21


22<br />

Cómo ya se está teniendo en cuenta a escala internacional este desajuste<br />

entre indicadores monetarios y otros indicadores, varios organismos han<br />

ido proponiendo otros sistemas de medir el desarrollo. Y de esta forma ha<br />

ido apareciendo en la última década nuevos indicadores que integran<br />

otros parámetros que dan cuenta también de la esperanza de vida, del<br />

analfabetismo, etc. Se trata de indicadores universales que intentan<br />

comparar unas naciones con otras, no sólo en términos económicos sino<br />

con otros criterios más sociales y humanitarios. Pero también han resultado<br />

problemáticas estas medidas, pues no hay fácil coincidencia en cuales<br />

deben ser las cuestiones a ponderar según las diversas culturas. Por<br />

ejemplo ¿la salud la deberíamos medir con el número de médicos y de<br />

consumo farmacéutico, o más bien porque no hace falta tomar esas<br />

medicinas ni ir al médico? ¿El aumento de número de coches en una<br />

ciudad es un índice de progreso o de contaminación y de congestión del<br />

tráfico? Lo que puede ser interesante en unas circunstancias puede no serlo<br />

en otras, cómo por ejemplo los metros cuadrados de áreas verdes en una<br />

ciudad, que en un pueblo rodeado de naturaleza no tienen la misma<br />

significación. O lo que en unas etapas puede ser significativo, como la<br />

alfabetización, en otras (cuando ya está básicamente resuelta) no viene a<br />

decirnos casi nada, y es mejor escoger otro indicador más adecuado a los<br />

nuevos retos. Porque la cuestión es qué se compara y con quién se compara,<br />

y qué significan estas comparaciones desde el punto de vista pedagógico<br />

de los cambios culturales.<br />

Tienen bastante más sentido comparar una ciudad en una serie de años o<br />

décadas sucesivas y cómo ha ido mejorando (o perdiendo algunas<br />

características), que hacerlo entre dos ciudades cuyas condiciones sean<br />

diferentes. No todas las regiones o localidades han de aspirar a los mismos<br />

parámetros de referencia pues los estilos peculiares de ser y de vivir de<br />

cada cultura no tienen porque equipararse. Es decir, ¿cómo es posible que<br />

alguien piense en definir un único código de valores y de indicadores a<br />

imponer a toda la humanidad...? Incluso en las cuestiones de mínimos que<br />

debería tener cada comunidad seguramente hay prioridades diferentes<br />

según las culturas, las generaciones, etc. Este tipo de criterios no tendría<br />

porque llevarnos a un relativismo generalizado, sino a otras formas de<br />

precisar cómo se deben establecer los que deban ser índices de referencia<br />

para cada caso. Algunas redes sociales están redactando sus códigos de<br />

ética y sus valores referentes para sintetizar que “otros valores son posibles”,<br />

que se pueden mover por criterios de solidaridad, o religiosos, etc.<br />

Pero para poder contrarrestar la exclusividad del dinero como referente<br />

de valor, hay que aportar otros elementos que puedan ser manejados con<br />

facilidad tanto a la hora de establecer una planificación como para la<br />

evaluación de los resultados que se vayan consiguiendo a escala local. Es<br />

una tarea que necesita de mucha experimentación aún, y de unas formas


pedagógicas al mismo tiempo para que sea la cultura de los nuevos<br />

referentes de valor la que vaya marcando sus índices.<br />

A partir de la experiencia a principios de los 90 en Seattle se han venido<br />

construyendo indicadores de sustentabilidad en algunas Agendas Locales<br />

21. No son indicadores universales para comparar ciudades o regiones<br />

entre sí, sino para establecer series bianuales que permitan hacer un<br />

seguimiento de los cambios de cada lugar. No son indicadores en términos<br />

monetarios, sino en unidades que se eligen específicamente para cada<br />

caso (número de peces el río, dispersión entre lo que gana el 20% más rico<br />

y el mas pobre, etc.) Primero se agrupan según unos criterios, que se<br />

definen previamente un Foro Cívico, con respecto a un debate de qué es lo<br />

más sintomático y pedagógico para el cambio en esos años y esa ciudad. Y<br />

luego se miden unos índices que puedan reflejar de la mejor manera esos<br />

criterios, y estos resultados se publican y difunden por los medios de<br />

comunicación, se usan como referentes de la Planificación medioambiental,<br />

social, presupuestaria, etc. Estos Foros Cívicos están compuestos por<br />

personas y colectivos que surgen de la sociedad civil, del tipo de sindicatos,<br />

universidades, federaciones de asociaciones, prensa, movimientos<br />

sociales, etc., y cada dos años proponen un número limitado de criterios<br />

para indicar que es la calidad de vida para este conjunto de entidades.<br />

Luego ya es una cuestión más técnica como pasar a números o a unos<br />

datos concretos las mediciones de cada uno de los parámetros, que<br />

perfectamente pueden hacer un grupo de profesionales universitarios, por<br />

ejemplo. Aunque cada año pueda cambiar alguno de los temas referidos,<br />

siempre habrá otros que se mantengan para poder hacer comparables los<br />

datos de unos años a otros.<br />

Estas unidades pueden usarse también para incidir en los Presupuestos<br />

<strong>Participativo</strong>s para calibrar los déficits existentes, o en las Planificaciones<br />

comunitarias para tener orientaciones generales que puedan sustituir los<br />

criterios de eficiencia monetaria. En Sevilla se han venido usando unas<br />

criterios de Calidad democrática de la participación, con los que un<br />

equipo universitario ha puesto en marcha un proceso en paralelo para<br />

hacer el seguimiento de los Presupuestos participativos. Pero cabe mejorar<br />

estos tipos de procedimientos para que los referentes de valor de un<br />

proceso puedan estar más ajustados a lo que la gente pueda ir entendien-<br />

23


24<br />

do pedagógicamente por calidad de vida (no sólo el nivel de vida al uso).<br />

No es cosa de un día ni de una década, pero el reto está en que necesitamos<br />

otros referentes de valor que no sean las simples unidades monetarias.<br />

Unos índices fáciles de manejar y de explicar, que muestren claramente<br />

cuales pueden ser los nuevos referentes que estamos construyendo. A<br />

partir de ir teniendo este nuevo tipo de referentes o “equivalentes generales<br />

de valor” ya podemos ir popularizando nuevos instrumentos de medir la<br />

calidad de vida. Cierto que la calidad es algo muy subjetivo para cada<br />

persona, pero a partir de ahí también lo podemos hacer como la construcción<br />

de valores compartidos de manera inter-subjetiva, para cada<br />

localidad y tiempo concretos. Y si esto son formas de construir las democracias<br />

participativas, con las que habremos dado un gran salto para<br />

poder articular Planes comunitarios e integrales, colectivos de iniciativas,<br />

votaciones ponderadas, etc. De tal manera que no sólo se proclamen de<br />

manera abstracta que otros mundos son posibles, sino que ya desde ahora<br />

estemos en la construcción de estas herramientas de la transformación<br />

social.<br />

4.- Saltos a dar con las metodologías participativas.<br />

Estas propuestas que estamos planteando ante los retos de las democracias<br />

participativas hay que irlas construyendo con la gente de cada<br />

localidad, no idealizándola sino sabiendo de sus problemas, y tratando de<br />

encontrar respuestas adecuadas a cada situación. Por eso el ir dando los<br />

pasos o saltos metodológicos pertinentes, según la fuerza de cada cual y<br />

de quienes le rodean, es conveniente para no hacer propuestas inabarcables<br />

o idealistas. Hemos ido planteando en diversos tipos de prácticas<br />

estratégicas (Presupuestos <strong>Participativo</strong>s, Planes Comunitarios, Agendas<br />

Locales 21, Cogestión de centros ciudadanos, Agencias de Desarrollo<br />

Local, etc.) la necesidad de no olvidar algunas cuestiones clave en todo<br />

proceso participativo. Para no hacer muy extenso este escrito las resumimos<br />

a continuación en seis saltos de enfoque respecto a las formas más<br />

tradicionales de proceder. No todo lo que se llama metodologías participativas<br />

responde a unos mismos criterios y hay bastantes diferencias que<br />

debemos ir depurando para que cada vez podamos hablar y sobre todo<br />

hacer con más conocimiento de causa. Esta es una de las posibilidades<br />

que existen y desde luego la que tratamos de aplicar, fruto de haber<br />

conjugado otras muchas (socio-análisis, filosofía de la praxis, investigación-acción-participativa,<br />

teoría de redes y de vínculos, diagnóstico rural<br />

participativo, planes estratégicos situacionales, eco-feminismos, pedagogía<br />

popular, etc.) Esto quiere decir que habrá que seguir cruzando resultados<br />

para ir mejorando cada paso y cada salto, en una construcción<br />

continua de lo que precisamos para las democracias participativas.


Lo primero, según nos parece, es participar en lo que nos une de dolor o de<br />

síntomas, lo que queremos superar. Tiene que haber una predisposición<br />

inicial que una a unas personas o grupos ante algo que no les convence, y<br />

por lo mismo se abren caminos de convergencia entre los más decididos.<br />

La participación debe generarse desde el principio, aunque sea con poca<br />

gente, con un buen ambiente construir confianzas y luego ya se podrá ir<br />

ampliando. Es preferible ir cargando las “baterías” en el proceso, que no<br />

empezar con mucha gente, con mucha “batería”, e irse descargando por<br />

mal ambiente. Es probable que al empezar lo que aparezcan son dicotomías<br />

y dilemas, frente a esto esta aquello otro, y con estas confrontaciones<br />

simples echemos a caminar. Lo primero es saber cual parece ser el<br />

problema que nos reúne, y para quién es un problema. No es preocupante<br />

si a medida que avanzamos nos vamos dando cuenta que las cosas son<br />

más complejas, que hacen falta metodologías que no se queden en la<br />

superficie de los temas sino que profundicen y aprovechen la creatividad<br />

de la mayoría de las iniciativas posibles. Los análisis más complejos y<br />

construcción de los “tetralemas” puede venir más adelante. Para empezar<br />

con que nos pongamos en lo que no queremos, y que haya un buen<br />

ambiente de colaboración puede ser suficiente.<br />

Lo segundo es hacer un “plan de trabajo” con un “grupo motor”, es decir,<br />

con un grupo mixto de las personas voluntarias y de profesionales que se<br />

van a poner a trabajar. Al principio aparecen distintos intereses que hay<br />

que saber manejar desde posiciones poco prepotentes, más bien autocríticas,<br />

que se pueda saber que es lo bueno que aporta cada cual pero<br />

también los límites que tiene cada aportación. Por ejemplo, no se puede<br />

esperar de las administraciones que sepan de todo o que pretendan dirigir<br />

porque lo tengan escrito en un programa. Pero si se les puede pedir que<br />

aporten medios físicos y económicos, pues es el fruto de los impuestos de la<br />

ciudadanía para hacer políticas públicas. No se puede esperar que los<br />

dirigentes sociales sean los más representativos, pero si que haya grupos o<br />

personas muy activas que se vengan a colaborar. La ciudadanía no tiene<br />

porqué tener la verdad sobre lo que está pasando y porqué es así o de otro<br />

modo, pero aporta dónde está el punto de arranque, la vivencia sin la cual<br />

no entendemos el fondo del problema. No se puede pretender que los<br />

técnicos tengan la solución al momento, pero si que ayuden con metodologías<br />

en un proceso que vaya ganando en rigor y creatividad. Para que<br />

nos hagamos las preguntas que más convienen al proceso es para lo que<br />

se necesitan profesionales y no para que tener que aceptar que sepan de<br />

todo.<br />

En tercer lugar cabe estructurar y organizar las demandas, a partir de las<br />

preguntas por las necesidades tanto las más sentidas como las más<br />

estructurales. Ni las demandas se pueden resumir igual para toda una<br />

comunidad, ni son tampoco tan individuales que no constituyan conjuntos<br />

25


26<br />

de intereses de cierta similitud. Es decir, se puede ir a encontrar alguna<br />

“muestra” que responda a las distintas tipologías sociales de los grupos y<br />

sectores con presencia local, y que esto se pueda construir participadamente<br />

con el grupo motor inicial o en algún taller para hacer un “mapeo”<br />

de la localidad. No sólo nos van a interesar qué grupos o sectores tienen<br />

intereses económicos diferentes, sino también qué posiciones culturales<br />

mantienen a cerca del problema de referencia. Con estas dos variables<br />

podríamos tener un cuadro de doble entrada, pero además también nos<br />

interesa el tipo de relaciones de cotidianeidad, confianzas y desconfianzas,<br />

que históricamente se han ido construyendo. Así tendremos una análisis de<br />

redes además de un cuadrante de condicionantes más estructurales.<br />

Agrupar y auto-organizar las demandas según los conjuntos de acción<br />

presentes es lo que nos permitirá avanzar al siguiente paso.<br />

Pasar, en cuarto lugar, a devolver estas informaciones, sus protestas y sus<br />

propuestas, al conjunto más amplio que se pueda de personas involucradas.<br />

Se trataría de técnicas para detectar de forma participada los “nudos<br />

críticos”, los bloqueos, sobre los que prioritariamente debemos centrar<br />

nuestra atención. Ya que no vamos a poder resolver todos los problemas,<br />

empecemos por aquellos en que hay más consenso sobre su capacidad de<br />

bloquear o de potenciar el proceso. Aquí cabe coordinar esfuerzos para<br />

entrar en los tetralemas, más allá de quién formuló tal o cual posición.<br />

Priorizamos algunos caminos que puedan resultar más colectivos y más<br />

creativos, coordinando intereses y voluntades, más allá de una votación de<br />

mayorías y minorías, sino tratando de sumar consensos, con los conjuntos<br />

de acción más amplios posibles y más dinámicos. Coordinar redes sociales<br />

para un modelo de ciudad que supere los estrechos intereses particulares<br />

de tal o cual visión corporativa. Aquí los criterios del habitar entre los<br />

participantes deberían llegar a la mayor reflexividad posible, profundizando<br />

en sus propias razones, y construyendo posiciones comunes más allá de<br />

los intereses particulares de cada colectivo en particular. No se puede<br />

esperar que todo el mundo esté de acuerdo, pero si que las principales<br />

posiciones se puedan articular en propuestas que desbloqueen los<br />

problemas planteados, para que el proceso de un salto y tenga capacidad<br />

de ilusión en las personas que están participando y las potencialmente<br />

beneficiadas.<br />

En quinto lugar hay que hacer aterrizar en programas y proyectos más<br />

concretos todo lo que se está planteando. También esto se puede hacer de<br />

manera participada, ajustando a necesidades más específicas cada<br />

proceso. Así, por ejemplo, concretando un esquema organizativo para la<br />

toma de decisiones que sea democrático participativo en su funcionamiento<br />

interno; es decir, como aprovechar con una Comisión de Seguimiento<br />

común las Mesas de trabajo específicas, y las tareas de coordinación entre<br />

sí, y también con los sectores de la gente en sus redes informales y cotidia-


nas. Concretando una Idea-fuerza con capacidad de atraer a buena parte<br />

de los afectados por el problema, que les anime en la puesta en marcha de<br />

sus vidas implicándoles en el proceso emprendido; es decir, poner en<br />

marcha “analizadores construidos” o eventos capaces de movilizar las<br />

voluntades a favor del proceso. También es necesario ir concretando los<br />

recursos económicos (dónde poder obtenerlos); y concretar los medios<br />

(lugares disponibles y los medios de información); los tiempos que cada<br />

cual pude dedicar (de los profesionales y de los voluntarios), para que<br />

todo ello tenga una credibilidad y viabilidad, más allá de los voluntarismos<br />

bienintencionados. Esto es hacer un “programa d e acción integral y<br />

sustentable”.<br />

El sexto y último punto a no olvidar es la participación en la ejecución y<br />

monitoreo del proceso. Se trata de hacer el seguimiento con comisiones de<br />

control y apoyo a las rectificaciones que sin duda se tendrán que producir.<br />

Ningún plan o proyecto, por bien hecho que esté, ajusta a la realidad sin<br />

más, sino que siempre hay que estar haciendo ajustes según las circunstancias<br />

que se van presentando. Así pues los cronogramas que hacemos no<br />

son para ser cumplidos tal cual, sino para saber, y justificar en cada caso,<br />

porqué nos desviamos en tal o cual momento. Disponer de un cronograma<br />

del conjunto de los proyectos sectoriales nos permite poder compararlos<br />

entre sí en su grado de realización y de sinérgias, pero también para<br />

compararlos con la marcha de un cronograma de tareas comunes. En el<br />

cronograma de las tareas comunes hemos de ir siguiéndole el ritmo a la<br />

difusión hacia la población, y a la consulta a la misma en determinados<br />

momentos, a la auto-formación de los grupos y mesas de trabajo, y a la<br />

toma de decisiones, en sus momentos concretos. De esta forma se puede<br />

hacer una evaluación continua de cara al monitoreo, es decir, de cara a<br />

poder ir rectificando de forma participativa ante los imprevistos que se irán<br />

sin duda produciendo. El habitar es un proceso que ha de estar siempre<br />

ajustándose a las nuevas realidades que la misma vida va produciendo.<br />

Habitar es algo más que alojarse, y democratizar es algo más que votar. Si<br />

partimos de situaciones conflictivas que se están dando en algunos barrios<br />

de nuestras periferias y que acabarán por perturbar las ciudades enteras,<br />

es para que se vea con hechos contundentes que es lo que se está escondiendo<br />

en las formas de urbanización y de organización que nos estamos<br />

procurando en este cambio de siglo. Ni en las grandes urbanizaciones<br />

super-protegidas se podrá estar a gusto, nunca sabiendo si se está<br />

encerrado en jaula de oro, o si al salir alguien estará esperando para<br />

vengarse (con razón o sin ella). Las distinciones que proponemos es un<br />

ejercicio de salud mental para ver que no tenemos que quedarnos en los<br />

primeros dilemas que se nos plantean. Que es posible ir construyendo<br />

otros ejes emergentes, entrar en procesos de complejización de las<br />

problemáticas hasta dar con salidas y propuestas que se ajusten más a los<br />

27


28<br />

amplios conjunto de acción que están demandando las soluciones más<br />

creativas y operativas para sus necesidades. Y que todo esto se puede<br />

hacer con muchas técnicas y metodologías participativas que hay disponibles<br />

y que están demostrando dar buenos frutos.<br />

La construcción de las democracias participativas no es un simple debate<br />

teórico, sino un debate con las realidades que están en marcha en varias<br />

ciudades y regiones. Aquí no nos detenemos en ejemplos concretos o<br />

casuísticas particulares porque para eso ya hay colecciones de libros que<br />

las cuentan (algunos están en la bibliografía), sino que hemos querido<br />

destacar algunos retos que nos parecen importantes de no olvidar, para<br />

establecer las distinciones y alternativas en las que nos estamos moviendo.<br />

Sin cerrar ningún proceso como el mejor o el único camino. Por suerte hay<br />

variadas propuestas, aunque aún muy minoritarias, pero ya se puede<br />

establecer por dónde aparecen algunos caminos muy creativos. Además<br />

hemos añadido que hay que conocer los pasos importantes de un proceso,<br />

algo así como las preguntas que no se nos deben olvidar contestar, sobre<br />

todo para saber si estamos haciendo un camino con trampas o un proceso<br />

participativo y creativo.<br />

Bibliografía:<br />

Adell, R. y Martinez, M. (2004) “¿Dónde están las llaves?” La Catarata .<br />

Madrid.<br />

Davis, M. (2001) “Control urbano: la ecología del miedo” Virus. Bilbo.<br />

Debord, G. (1976) “La sociedad del espectáculo” Castellote. Madrid.<br />

Eco, U. et al. (1974) “La nueva edad media” Alianza. Madrid<br />

Fernández Durán, R. (1993) “la explosión del desorden”. Fundamentos .<br />

Madrid.<br />

Galtung, J. (1984) “Hay alternativas”. Tecnos. Madrid.<br />

Holloway, J. (2002) “Cambiar el mundo sin tomar el poder”. El Viejo Topo.<br />

Barcelona.<br />

Ibañez, J. (1994) Por una sociología de la vida cotidiana. Siglo XXI. Madrid.<br />

Jara, O. (1998) “Para sistematizar experiencias”. Alforja. Costa Rica.<br />

Naredo, J.M. (1996) “Ciudades para un futuro sostenible” Habitat II. Ministerio<br />

de Obras Públicas. Madrid.<br />

Santos, B.S. (2003) “La caída del angelus novus”. ILSA. Bogotá.<br />

Santos, B.S. (2004) Democratizar a democracia: os caminhos da democracia<br />

participativa. Afrontamento. Porto.<br />

Santos. B. S. (2005) El milenio huérfano. Trotta. Madrid<br />

Sassen, S (2003) “Contrageografías de la globalización”. Traficantes de<br />

sueños. Madrid<br />

Situacionistas (1997) “La creación abierta y sus enemigos. La Piqueta. Madrid.


Villasante et al. (1989) “Retrato de chabolista con piso”. IVIMA-ALFOZ.<br />

Madrid.<br />

Villasante, T.R. (1995) “El habitar (ciudadano) frente al habitat (segregado)”.<br />

En Cortes, L. “Pensar la vivienda”. Talasa. Madrid.<br />

Villasante, T.R. (1998) Cuatro redes para mejor-vivir. Lumen humánitas. Buenos<br />

Aires.<br />

Villasante, Montañés, Marti (2000) “La investigación social participativa”. El<br />

Viejo Topo. Barcelona<br />

Villasante, Montañés, Martin (2001) “Procesos locales de creatividad social”.<br />

El Viejo Topo. Barcelona.<br />

Villasante, Garrido (2003) Metodologías y presupuestos participativos”.<br />

IEPALA- CIMAS. Madrid.<br />

Wainwright, H. (2003) Cómo ocupar el Estado. Icaria. Barcelona.<br />

29


Como consecuencia del diagnóstico participativo, está el presupuesto<br />

participativo: que la gente participe en la elaboración del presupuesto... El<br />

método, dividir el municipio en varias partes, en parroquias, la parroquia<br />

en varias partes, hacer asambleas sucesivas. Ese es un instrumento o<br />

mecanismo de participación comunitaria para darle poder al pueblo…<br />

Ahora yo quiero que todos los alcaldes que tenemos, todos, debemos<br />

comenzar a aplicar el presupuesto participativo. Los que están llegando<br />

deben aprender rápido y los que han sido reelegidos y no lo han hecho<br />

deben poner especial atención, porque como ya pasaron 4 años y no lo<br />

hicieron. Me parece que pudieran estar ustedes invadidos por las viejas<br />

costumbres. Este es el momento de hacer un esfuerzo mayor. Los que están<br />

asumiendo cargo arranquen ya y los que lo han hecho sigan haciéndolo y,<br />

además, irradien el ejemplo hacia los demás. (Presidente Hugo Chávez,<br />

Taller de alto nivel. “El nuevo mapa estratégico”, 12 y 13 de noviembre<br />

2004)<br />

Para desarrollar el tema del presupuesto participativo, hemos dividido el<br />

presente capítulo en cinco secciones. La primera está orientada a dar<br />

respuesta a un cuerpo de interrogantes asociados a la temática. La<br />

segunda aborda un conjunto de propuestas metodológicas para su<br />

implementación. La tercera señala dos posibles formas de realizarlo. La<br />

cuarta ofrece la estructuración de un cronograma. Y la quinta presenta<br />

algunas consideraciones finales.<br />

Preguntas y respuestas<br />

PRESUPUESTO PARTICIPATIVO<br />

Este capítulo dedicado a los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s forma parte<br />

de la obra “Herramientas para la participación”, editada en<br />

Venezuela para la promoción de la democracia participativa. El<br />

original tiene los párrafos numerados<br />

¿Qué es el Presupuesto <strong>Participativo</strong>?<br />

Haiman El Troudi<br />

Marta Harnecker<br />

Luis Bonilla<br />

Es el proceso a través del cual la población participa en la definición de los<br />

valores de los ingresos y gastos del presupuesto público municipal a invertir<br />

en las localidades, e indica en qué áreas deberán hacerse las inversiones y<br />

31


32<br />

cuáles deben ser las obras priorizadas. A su vez, establece las prioridades<br />

de inversión del presupuesto público que manejan las Gobernaciones de<br />

Estado, los Ministerios y los órganos descentralizados de la Administración<br />

Pública.<br />

De esta manera, el presupuesto deja de ser una caja negra elaborada y<br />

administrada por especialistas. Ya no son los técnicos o los gobernantes<br />

solos y a puertas cerradas, los que adoptan las decisiones sobre la política<br />

de impuestos y definen dónde se deben invertir los recursos obtenidos, sino<br />

que ahora junto a ellos participan en la toma de decisiones los<br />

representantes elegidos directamente por la población.<br />

¿De qué recursos materiales se dispone para los proyectos comunitarios?<br />

a) El presupuesto municipal<br />

El presupuesto municipal es administrado por las alcaldías y está<br />

constituido por las recaudaciones en el ámbito municipal (impuestos de<br />

patentes e industrias, derecho de frente, tributos a vehículos, etcétera) y por<br />

las asignaciones que recibe del gobierno nacional (situado constitucional),<br />

variando éstas según el número de habitantes de cada municipio.<br />

b) FIDES y LAEE<br />

Además del situado constitucional y de las recaudaciones municipales, las<br />

alcaldías y las gobernaciones, y también las comunidades organizadas<br />

pueden acceder a otras instancias de financiamiento pero únicamente<br />

para proyectos de inversión. Estas son: el Fondo Intergubernamental para<br />

la Descentralización (FIDES) y fondos de la Ley de Asignaciones<br />

Económicas Especiales (LAEE).<br />

Para acceder a estos fondos, los alcaldes, gobernadores y las propias<br />

comunidades organizadas deben presentar proyectos, pero no cualquier<br />

proyecto sino aquellos que contengan objetivos específicos que apunten a<br />

la solución de problemas concretos de una determinada localidad.<br />

Todos los proyectos de inversión financiados por el FIDES, la LAEE o el<br />

presupuesto municipal disponible para tal fin deberían, a nuestro juicio, ser<br />

1<br />

propuestos y avalados por las comunidades organizadas .<br />

c) Las misiones sociales<br />

Además de todos los recursos financieros disponibles, en cada municipio<br />

es importante considerar tomar en cuenta otras inversiones realizadas por<br />

el gobierno bolivariano, por ejemplo, todo lo que invierte en llevar a<br />

delante las misiones sociales, porque de hecho éstos son recursos que<br />

gobierno central ha otorgado a las comunidades a través de diferentes<br />

servicios: educación, salud, alimentación. Tal realidad no puede ser<br />

olvidada al formular los proyectos y los presupuestos.<br />

d) Las obras que ejecutan los ministerios y gobernaciones


Adicionalmente, los diversos ministerios, sus entes adscritos, las empresas<br />

del Estado y todo el conglomerado de entes y órganos de la administración<br />

pública nacional, descentralizada o desconcentrada, ejecutan acciones,<br />

adoptan medidas y realizan proyectos en los diversos municipios de la<br />

geografía nacional. Lo mismo procede con las gobernaciones.<br />

Al momento de formular el diagnóstico, la comunidad junto con las<br />

autoridades correspondientes determinará las acciones, medidas y<br />

proyectos que, desde el nivel central y regional, deban ser implementadas<br />

en su localidad. Aunque los ministerios no están obligados a planificar la<br />

inversión con las comunidades, la implementación del presupuesto<br />

participativo municipal es una excelente oportunidad para crear esa nueva<br />

cultura.<br />

e) Los recursos no materiales<br />

Además de los recursos materiales ya señalados, las comunidades cuentan<br />

con otros recursos que muchas veces juegan un destacado papel para salir<br />

adelante: la creatividad de su gente, la iniciativa y de la audacia para<br />

proponer ideas ingeniosas acerca de cómo pueden resolverse problemas<br />

con los recursos de la propia comunidad.<br />

Al respecto, revisemos algunas de las reflexiones del presidente Chávez<br />

sobre el tema: “Antes de los recursos financieros hay muchos otros recursos<br />

que hay que poner en juego, para la solución del grave problema que se<br />

nos presenta […] creo que mucho más que el dinero, hace falta:<br />

capacidad, conciencia, coordinación, inventiva, creatividad, ¡eso hace<br />

mucha más falta que dinero! El hombre o la mujer que pone el corazón en<br />

2<br />

lo que hace consigue recursos donde los incapaces se dan por vencidos ”.<br />

¿En qué gasta la Alcaldía?<br />

Anteriormente nos referimos al origen de los recursos con que cuenta la<br />

alcaldía. Pero, ¿en qué gasta la alcaldía estos recursos?<br />

Suele ocurrir que la mayor parte el presupuesto de las alcaldías se destina<br />

al pago de los salarios de los funcionarios municipales (nómina), al<br />

mantenimiento del aparato y la prestación de servicios (redes de agua,<br />

iluminación, limpieza urbana, mantenimiento de locales públicos, salud,<br />

educación (sólo aquella mínima parte que corresponde a las alcaldías),<br />

transporte, cultura y recreación, etcétera), quedando generalmente muy<br />

pocos recursos para la inversión en nuevas obras que beneficien a las<br />

comunidades.<br />

Pero esta circunstancia no puede ser un obstáculo para el pueblo<br />

organizado ni para sus gobernantes, siempre y cuando ambos estén<br />

determinados a promover la transformación de su realidad y a promover el<br />

desarrollo humano y económico sin atentar contra el medio ambiente.<br />

33


34<br />

Mientras más escasos sean los recursos, más importante es que el máximo<br />

de vecinos participe en el proceso de toma de decisiones acerca de cómo<br />

distribuirlos y de cómo generar nuevos recursos.<br />

¿Quién decide los proyectos que se ejecutarán?<br />

Los vecinos de cada comunidad deben ser quienes tomen las decisiones. El<br />

prerrequisito para ello es su participación activa y decidida en las sesiones<br />

ordinarias y extraordinarias de trabajo que se organicen para tal propósito.<br />

¿Dónde se elabora el Presupuesto <strong>Participativo</strong>?<br />

A diferencia del diagnóstico participativo que se realiza en comunidades<br />

pequeñas, el área natural del presupuesto participativo es el municipio<br />

(aunque en el caso de municipios muy grandes es aconsejable realizar la<br />

mayor parte del trabajo por parroquia y, más aún, por subdivisiones dentro<br />

de las parroquias). Cada municipio o parroquia se puede dividir en zonas<br />

que contienen a su vez varios espacios comunales. En secciones siguientes<br />

se presentan los criterios para realizar dicha zonificación.<br />

¿Cuál es el espacio ideal para el desarrollo del Presupuesto<br />

<strong>Participativo</strong>?<br />

La forma de llevar adelante el presupuesto participativo municipal debe<br />

adaptarse a las condiciones concretas de cada lugar: hay que tomar en<br />

cuenta la densidad de la población del municipio y el grado de<br />

organización popular alcanzado en él. No es lo mismo un presupuesto<br />

participativo en un área rural poco poblada que un área urbana<br />

densamente poblada.<br />

En las comunidades rurales pequeñas el presupuesto participativo puede<br />

trabajarse directamente a nivel municipal o parroquial.<br />

En los centros poblados y ciudades pequeñas se puede trabajar a partir de<br />

3<br />

divisiones geográficas tales como la utilizada por las UBEs .<br />

En las ciudades grandes, las experiencias del presupuesto participativo<br />

pueden darse a partir de una subdivisión del área geográfica que<br />

corresponde a una UBE (circuitos, secciones, etcétera).<br />

Pero hay que tener en cuenta que las áreas que se establezcan en los inicios<br />

probablemente no tendrán que ver con definiciones acerca del espacio<br />

más adecuado para desarrollar el proceso del presupuesto participativo<br />

sino que estarán relacionadas con cantidad de cuadros con que se cuente<br />

para impulsarlo. Mientras más organización previa exista en un municipio<br />

o parroquia, y mientras más cuadros preparados para promover la<br />

participación se tenga, hay más posibilidades de que el proceso pueda<br />

realizarse en los espacios más adecuados.


¿Cómo garantizar el manejo transparente y colectivo de la<br />

información?<br />

El proceso del presupuesto participativo exige que haya una completa<br />

transparencia informativa acerca de los recursos con que cuenta la<br />

alcaldía, la forma en que se licitan las obras, el monto de recursos<br />

destinado a cada obra, el cronograma de ejecución de la obra, etcétera.<br />

Además de la información que provenga de las autoridades de la alcaldía<br />

en reuniones públicas, se debe procurar publicar estas informaciones en<br />

algún órgano de difusión sea de la alcaldía o privado.<br />

Se puede aprovechar la tecnología de la información para dar mayor<br />

4<br />

difusión al proceso .<br />

¿Con qué equipo humano debe contar la alcaldía para asumir el<br />

Presupuesto <strong>Participativo</strong>?<br />

Debiera existir, adscrito a la Dirección de Participación Popular de la<br />

Alcaldía correspondiente, un equipo que se ocupe de la promoción<br />

institucional de las jornadas de presupuesto participativo en todas las<br />

comunidades que comprenden el municipio, así como de la facilitación de<br />

todos los procesos inherentes a él. Este equipo debería ser el responsable<br />

del trabajo del presupuesto participativo asociado a la alcaldía y debería<br />

estar conformado por operadores de la Dirección de Participación Popular<br />

y otros funcionarios de la alcaldía que puedan reforzarle.<br />

Para efectos prácticos, denominaremos EPPA al Equipo del Presupuesto<br />

<strong>Participativo</strong> de la Alcaldía.<br />

¿Quién anima a la comunidad a participar en el Presupuesto<br />

<strong>Participativo</strong>?<br />

La animación a la comunidad para que participe es un proceso<br />

permanente, trasversal y compartido. Tanto los agentes de la alcaldía,<br />

como los promotores socioculturales, los miembros de los consejos locales<br />

de planificación pública, los líderes naturales e institucionales y todos los<br />

vecinos que quieran, deben contribuir a la animación.<br />

Por circunstancias propias de la especificidad vecinal, se observará una<br />

diferenciación normal durante la animación comunitaria. Una promovida<br />

por los agentes externos que intervienen en la localidad y otra asociada a<br />

las iniciativas populares. Ambas son complementarias, y deben articularse.<br />

Mientras el EPPA convoca a las comunidades a través de afiches,<br />

pancartas, perifoneo, cuñas radiales o televisivas, anuncios de prensa y<br />

demás medios de difusión; los vecinos y sus liderazgos naturales apelarán<br />

a la invitación casa por casa, a la información cara a cara, el uso de<br />

medios de comunicación alternativos comunitarios. Donde sea posible, los<br />

medios alternativos deben trata de cubrir y divulgar los debates de las<br />

plenarias.<br />

35


36<br />

Propuesta metodológica<br />

A continuación exponemos los pasos que, dentro de lo posible, deberían<br />

ser contempladas en todo proceso de formulación del presupuesto<br />

participativo.<br />

Eso no significa que ésta sea una receta inalterable, se trata, por el<br />

contrario, de una propuesta de procedimiento que puede y debe ser<br />

enriquecida con todas las ideas y sugerencias que hayan surgido a partir<br />

de la reflexión y de la experiencia práctica de los gobernantes locales y las<br />

comunidades organizadas.<br />

Zonificación<br />

A efectos de facilitar la elaboración del presupuesto participativo, es<br />

conveniente dividir cada centro poblado por zonas. Dichas zonas son<br />

espacios territoriales menores claramente definidos, donde se deberían<br />

realizar las asambleas del presupuesto participativo.<br />

Nos parece recomendable usar como criterio para la demarcación de las<br />

zonas el mismo criterio que se ha usado para demarcar las áreas<br />

electorales.<br />

Dentro de esa área geográfica hay que buscar el lugar más adecuado para<br />

que la población se reúna. Probablemente el espacio más conveniente sea<br />

una escuela.<br />

En un municipio o parroquia podrán conformarse tantas zonas del<br />

presupuesto participativo como áreas electorales existan.<br />

Teniendo muy claro que el presupuesto participativo es un proceso abierto<br />

a todos los vecinos y no sólo a los que se sienten identificados con el<br />

gobierno, una zonificación basada en las áreas electorales permitiría<br />

aprovechar todo el potencial organizativo acumulado en las UBEs durante<br />

el proceso del referendo.<br />

Dentro de una zona pueden existir varias organizaciones comunitarias de<br />

base o consejos comunales.<br />

Distribución del Presupuesto por zonas<br />

a) Criterios de distribución: carencias, densidad, prioridades temáticas y<br />

participación<br />

Hemos dicho que la Alcaldía debe fijar la cuota del presupuesto municipal<br />

que le corresponderá a cada zona para la ejecución de proyectos del año<br />

siguiente y debe hacerlo considerando una serie de criterios. A nuestro<br />

juicio, al menos cuatro deberían ser considerados: aquel asociado a las<br />

carencias comunitarias, a la densidad poblacional, a las prioridades<br />

temáticas elegidas por las comunidades y el grado de participación de los<br />

vecinos en las actividades de la zona.


Hay quienes preparan un mapa de carencias de cada zona. Este mapa<br />

muestra el cuadro general de la situación de la comunidad. Un diagnóstico<br />

participativo previo que analiza las carencias en infraestructura y servicios<br />

de cada localidad ayuda a preparar esa información.<br />

También es importante considerar la cantidad de personas que habita en<br />

cada zona y la prioridad temática elegida.<br />

Es conveniente agrupar los problemas en algunas temáticas como, por<br />

ejemplo: saneamiento ambiental, vivienda, pavimentación integrada<br />

(asfalto, red de agua, red de desagüe pluvial), educación, asistencia<br />

social, salud, transporte y circulación, organización de la ciudad y pedir a<br />

los vecinos que establezcan tres prioridades temáticas. Conocer cuales son<br />

las principales temáticas elegidas a nivel de la ciudad es un indicador<br />

importante para los planificadores.<br />

Por último, ha dado muy buen resultado estimular la participación,<br />

asignando un mayor porcentaje de recursos financieros a aquellas<br />

comunidades que en igualdad de condiciones en cuanto a densidad y<br />

carencia, muestren un mayor desarrollo organizativo y prácticas de mayor<br />

participación protagónica.<br />

Para establecer el grado de carencia de servicios e infraestructuras en una<br />

zona, se pueden asignar porcentajes a cada problema a través de una<br />

escala determinada. Así, por ejemplo, el alumbrado público posee una<br />

carencia de 50 por ciento, representa que aproximadamente la mitad de la<br />

zona no posee en sus calles dicho alumbrado.<br />

Una zona densamente poblada y con grandes carencias debe recibir<br />

mucho más recursos que una zona con poca densidad. Sería muy injusto<br />

que el presupuesto se distribuyese en forma igualitaria entre las zonas que<br />

presentan desniveles.<br />

Una zona cuyas comunidades practiquen ejercicios permanentes de<br />

participación ciudadana en los asuntos públicos debería ser premiada con<br />

una asignación mayor que aquellas que poco o nada participan. Esta<br />

práctica promueve a la larga, la motivación a participar en todas las<br />

comunidades.<br />

Ahora bien, ¿qué proporción debe dársele a las carencias, a la densidad y<br />

a la participación?<br />

Esta interrogante debe ser atendida por los gobiernos locales quienes, con<br />

base a su especificidad concreta sabrán en qué cuantía hacer uso de los<br />

5<br />

tres criterios enunciados .<br />

b) Todos los recursos deben ser incorporados<br />

Todos los recursos disponibles, sin excepción, deberían ser incorporados al<br />

presupuesto participativo y distribuido a cada zona. Recordemos que tales<br />

recursos provienen de aquella porción del situado que no se ha destinado<br />

37


38<br />

al gasto administrativo, del pago de impuestos, y de fondos del FIDES y la<br />

LAEE.<br />

Del mismo modo, los ministerios y sus entes adscritos, así como las<br />

empresas del Estado y las gobernaciones que en sus planes operativos y<br />

presupuestos ordinarios tengan recursos destinados para ser ejecutados<br />

en determinadas comunidades pertenecientes al municipio en referencia,<br />

deben evaluar con las propias comunidades la pertinencia de tales<br />

proyectos, para que no suceda lo que en el pasado ha ocurrido con<br />

frecuencia: que, desde el nivel central, se planifican obras que no están<br />

consustanciadas con los requerimientos inmediatos de las comunidades.<br />

Actores Del Presupuesto <strong>Participativo</strong><br />

a) Los vecinos<br />

El proceso del presupuesto participativo es un proceso democrático,<br />

abierto a todos los vecinos interesados, sin color político o nacionalidad. A<br />

las reuniones plenarias y a las reuniones por áreas más pequeñas puede<br />

asistir el que quiera.<br />

b) Los delegados<br />

Pero no todos los vecinos tienen igual compromiso con el proceso. Los más<br />

entusiastas y comprometidos se transforman en sus activistas y deberían<br />

cumplir la función de delegados del presupuesto participativo.<br />

Los llamados “delegados” del presupuesto participativo, son aquellas<br />

personas en quienes la comunidad delega la tarea de recoger los<br />

problemas de las distintas comunidades y de participar luego en el<br />

seguimiento de todo el proceso del presupuesto participativo. Ellos son los<br />

grandes activistas del proceso: movilizan a la comunidad, actúan como<br />

canal de conducción de sus aspiraciones, fiscalizan la aplicación de los<br />

recursos a las obras priorizadas y la ejecución de las mismas.<br />

En los lugares donde existe tradición organizativa y de lucha, los activistas<br />

del presupuesto participativo suelen ser los líderes naturales de dichas<br />

comunidades.<br />

Los delegados deben ser electos en las reuniones del presupuesto<br />

participativo. Pueden elegirse tantos delegados como lo considere<br />

conveniente la comunidad, siempre y cuando su número no sea un<br />

impedimento para realizar fluidamente las tareas. La idea es que el número<br />

de delegados no entorpezca la fluidez de la comunicación en las<br />

reuniones. Los delegados están obligados a rendir cuentas mensuales en<br />

asamblea a las comunidades que los eligieron.<br />

Al proponer este criterio de elección de los delgados lo que se busca es<br />

estimular la participación. La idea es que quien moviliza más gente a las<br />

reuniones pueda elegir más delegados.


La principales funciones del delegado son:<br />

movilizar a la comunidad y recoger las prioridades temáticas y de obras<br />

6<br />

coordinar, junto con los consejeros , el proceso de debate con la<br />

población acerca de las obras a jerarquizar<br />

actuar como canal de conducción de las aspiraciones de la comunidad<br />

que representan<br />

fiscalizar la aplicación de los recursos a las obras priorizadas y la<br />

calidad de su ejecución<br />

fiscalizar la actuación de los consejeros<br />

c) Los consejeros<br />

Mientras los delegados se preocupan de los problemas más inmediatos de<br />

su área: pavimentar una calle, una obra de alcantarillado, etcétera, el<br />

consejero discute temas más amplios y debe pronunciarse sobre las obras<br />

que deben realizarse en la ciudad como un todo tomando en cuenta las<br />

prioridades establecidas en las reuniones del presupuesto participativo.<br />

Deben compatibilizar las demandas de la población con las de la alcaldía<br />

y puede ocurrir que tengan que priorizar obras que no corresponden a la<br />

zona por la que fueron electos. Deben tener la capacidad para analizar el<br />

conjunto de los problemas y para explicar y convencer a sus electores de lo<br />

correcto de sus decisiones, aunque ellas no los favorezcan en lo inmediato.<br />

Ellos son, entonces, los que toman las últimas decisiones sobre las obras<br />

que deberán ser realizadas.<br />

La población, que ya eligió sus prioridades por democracia directa, delega<br />

su representación en estos consejeros para que elaboren en cogestión con<br />

el gobierno municipal y el consejo local de planificación pública, el<br />

presupuesto público y el plan de obras para el año siguiente.<br />

Deben elegirse dos consejeros por cada zona del presupuesto<br />

participativo. Su mandato dura un año, pero si llegan a perder la confianza<br />

de sus electores, como se trata de una representación delegada que<br />

emana de una democracia directa, los consejeros podrán ser revocados<br />

por el foro de delegados en cualquier momento.<br />

Dentro de lo posible los consejeros deben recibir un pequeño curso de las<br />

nociones fundamentales necesarias para entender el tema del<br />

presupuesto. El EPPA debe contribuir en dicho curso.<br />

d) El equipo de la alcaldía que promueve el proceso<br />

Como ya hemos mencionado, debe haber un equipo de la alcaldía<br />

dedicado a promover y facilitar este proceso.<br />

El Equipo del Presupuesto <strong>Participativo</strong> de la Alcaldía (EPPA) será la<br />

instancia responsable de articular todas las actividades inherentes al<br />

desarrollo de las jornadas de presupuesto participativo.<br />

39


40<br />

Deberá preparar las grandes asambleas y las reuniones del Consejo del PP,<br />

y articular sus relaciones con la comunidad a través de los coordinadores<br />

zonales.<br />

Al mismo tiempo deberá articularse con el Consejo Local de Planificación<br />

Pública. Del trabajo mancomunado de ambas instancias junto a las<br />

comunidades dependerá el éxito deseado. En el caso de que el Consejo<br />

Local de Planificación no esté funcionando el alcalde deberá buscar una<br />

fórmula para que el proceso del presupuesto participativo no se detenga.<br />

e) Asesores zonales<br />

Para llevar adelante el proceso es conveniente que cada alcaldía tenga un<br />

personal exclusivamente encargado de atender una zona del presupuesto<br />

participativo, independientemente de que ese cuadro provenga de alguna<br />

de las direcciones de la alcaldía.<br />

Estas personas deben hacer de puente entre la administración y las<br />

respectivas zonas en lo que se refiere a materias relacionadas con el<br />

presupuesto participativo, manteniendo siempre una visión del gobierno<br />

como un todo y debe ayudar a articular los requerimientos de cada zona<br />

con las respectivas direcciones. Debe desempeñar el papel de puente entre<br />

el gobierno y los habitantes de la zona sirviendo a la vez de parachoques y<br />

de punta de lanza del gobierno.<br />

Para evitar problemas no deben vivir en la región de la cual son<br />

coordinadores.<br />

Sus tareas específicas serían:<br />

a) Convocar a quienes todavía no se han integrado al proceso<br />

b) Ayudar al proceso de organización (labor compartida con los líderes<br />

comunitarios y el EPPA)<br />

c) Suministrar a su zona informaciones proveniente s de la alcaldía y el<br />

Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong>.<br />

d) Establecer contactos entre la población y las respectivas direcciones de<br />

la alcaldía<br />

e) Mediar en los conflictos que puedan crearse entre sectores de la<br />

comunidad y con alguna de las entidades de la alcaldía. Por lo tanto, el<br />

asesor zonal debe ser una persona muy respetada por todos los sectores<br />

f) Transmitir en forma pedagógica y convincente los planteamientos de la<br />

alcaldía<br />

g) Preservar y difundir valores cooperativos y solidarios<br />

Instancias del Presupuesto <strong>Participativo</strong><br />

El proceso del presupuesto participativo requiere la conformación de<br />

varias instancias que den cuenta de las diversas tareas por desarrollar. A tal<br />

efecto, se deberá contar con:


Reuniones con la comunidad<br />

Consejo<br />

Foro de Delegados<br />

Consejo Local de Planificación Pública<br />

Junta Financiera o de planificación<br />

a) Reuniones del presupuesto participativo<br />

En el proceso del presupuesto participativo se pueden realizar diversos<br />

tipos de reuniones con la comunidad. Podemos distinguir asambleas por<br />

zona y reuniones menores en comunidades más pequeñas<br />

Asambleas o plenarias<br />

Las asambleas o plenarias constituyen el foro democrático por excelencia<br />

del presupuesto participativo. Son asambleas de ciudadanos del municipio<br />

o zona, a la cual pueden asistir sin limitación alguna todos los vecinos.<br />

Estas reuniones deben ser convocadas por la entidad encargada de<br />

organizar el proceso.<br />

Deben buscarse diversos mecanismos para informar a la comunidad de la<br />

reunión: periódicos murales, recorrido por el área con un altoparlante<br />

puesta a disposición por la alcaldía. Pero, sin duda, lo más conveniente es<br />

la visita casa por casa por parte de los delegados o activistas del<br />

presupuesto participativo. Deben evitarse las invitaciones formales o<br />

aquellas en que se envía a un niño a entregar el papelito de la citación, sin<br />

que el emisario tenga la menor idea de lo que está promoviendo.<br />

Antes de empezar formalmente la reunión deben darse algunos pasos<br />

previos como:<br />

La acreditación de los participantes. Sólo deben participar activamente en<br />

la reunión los habitantes de la zona y las autoridades de la alcaldía. Los<br />

demás pueden ser invitados pero no tendrán derecho a la palabra.<br />

Es muy conveniente realizar actividades culturales mientras la gente se<br />

acredita.<br />

El ideal sería tener un corto video sobre el plan de inversiones del año<br />

anterior y obras que se están ejecutando.<br />

Los coordinadores deben esforzase porque se haga una lista de oradores<br />

consensuada donde haya representantes de cada una de las micro zonas o<br />

consejos comunales, y se procure la expresión de la pluralidad de las<br />

posiciones políticas existentes en esa zona.<br />

Pueden ser convocadas tantas plenarias como se estime conveniente. Sin<br />

embargo, como mínimo, deberán desarrollarse dos o tres sesiones<br />

plenarias. (Ver desarrollo más adelante)<br />

Reuniones más pequeñas<br />

41


42<br />

Además de las reuniones amplias y abiertas por zona, se realizan múltiples<br />

reuniones más pequeñas, promovidas por los delegados, para jerarquizar<br />

las obras y para analizar, con el equipo técnico de la alcaldía y las personas<br />

encargadas por la población de participar en el presupuesto participativo,<br />

los requerimientos técnicos y presupuestarios de las obras priorizadas por<br />

la comunidad.<br />

b) Consejo del presupuesto participativo<br />

El consejo del presupuesto participativo es la instancia rectora del proceso<br />

de formulación del presupuesto participativo municipal. Está integrado por<br />

los consejeros del presupuesto participativo electos por cada zona, que<br />

tienen derecho a voz y voto. Forman parte además de este consejo: el<br />

alcalde y tres miembros del consejo local de planificación pública, que<br />

deberán tener sólo derecho a voz.<br />

La tarea fundamental del Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong> es<br />

compatibilizar las demandas de la población con los recursos de la<br />

alcaldía.<br />

Sus deliberaciones deberán basarse en la búsqueda de consenso en torno<br />

a la selección de las obras a realizar de acuerdo a una visión integral del<br />

municipio y de las prioridades presentes.<br />

En los casos en que sea necesario, una vez se tengan las listas de<br />

problemas jerarquizados por cada zona, el consejo procede a identificar<br />

aquellos problemas comunes a varias zonas. Durante ese proceso se<br />

determina la proximidad de las zonas con problemas análogos. En ciertas<br />

ocasiones, la solución de un problema en una zona impactará en otras<br />

cercanas, con lo que una solución beneficia a varias comunidades. Por<br />

ejemplo, la construcción de una escuela secundaria en la frontera de una<br />

zona con otras. A partir de la caracterización de la comunidad se deberían<br />

conocer los terrenos disponibles y demás infraestructura pública existente<br />

en las diversas zonas, con lo cual sería relativamente fácil decidir donde<br />

ubicar dicha escuela.<br />

Este Consejo se reúne semanalmente durante varios meses para ir<br />

analizando las diferentes propuestas provenientes de las comunidades,<br />

pedir información a las distintas direcciones de la alcaldía y determinar<br />

finalmente, cuáles van a ser las obras que se van a priorizar.<br />

Una de las primeras cosas que se debe hacer, para tener una visión global<br />

de los problemas del municipio, es hacer un recorrido por toda la ciudad<br />

para constatar en persona cuáles de ellos son los que requieren una<br />

solución más urgente.<br />

c) Foro de delegados<br />

Los foros de delegados son las reuniones de delegados de una zona.<br />

Pueden convocarse con diversos objetivos: para recibir una preparación


mínima respecto al tema del presupuesto, intercambiar experiencias de sus<br />

trabajos con las comunidades, dialogar con los consejeros, informarse de<br />

la marcha del proceso, revocar a algún consejero<br />

d) Consejo Local de Planificación Pública (CLPP)<br />

El Consejo Local de Planificación Pública es otra de las instancias que<br />

participa en el proceso. Una vez elaborada la propuesta de presupuesto<br />

por el Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong>, el Consejo Local la revisa a fin<br />

de compatibilizarla con el plan rector del municipio. Se entiende que en<br />

cada municipio existe un plan de desarrollo que orienta el curso de la<br />

actuación de la inversión pública, en consecuencia, todo plan operativo<br />

anual del municipio y su correspondiente presupuesto deben alinearse con<br />

los postulados de la estrategia de desarrollo municipal diseñada por el<br />

CLPP.<br />

Esta disposición no supone veto a las propuestas de presupuesto<br />

participativo por parte del CLPP, por el contrario, debe ser asumido como<br />

un proceso de intercambio para el enriquecimiento de la propuesta. Si<br />

fuera necesario modificar algún proyecto comunitario, el CLPP debe<br />

informar y discutir el tema con las comunidades explicando las razones que<br />

imperan, debe oír las opiniones de la comunidad e invitarlas a que<br />

adopten los correctivos necesarios. Pero puede también ocurrir que la<br />

comunidad convenza al gobernante o a los miembros del Consejo Local<br />

de la necesidad de rectificar un plan propuesto por él.<br />

Una vez validada la propuesta de presupuesto participativo por el CLPP,<br />

éste la consigna a la Junta Financiera de la Alcaldía.<br />

e) Junta Financiera<br />

La Junta Financiera del presupuesto participativo es una instancia técnica<br />

de la alcaldía, compuesta por sus direcciones administrativas, de<br />

planificación y presupuesto. Las funciones inherentes a dicha junta o<br />

comisión están referidas a la validación formal (jurídica, administrativa y<br />

técnica) del presupuesto municipal a ser presentado al Concejo Municipal.<br />

Dicha Junta coordina y elabora la propuesta presupuestaria que deberá<br />

asignarse a cada zona con base a los criterios para priorizar los problemas<br />

de cada zona. Sobre esto ya hemos referido que deberán tomarse en<br />

consideración cuatro criterios: carencias, densidad de población,<br />

prioridades temáticas y participación.<br />

f) Cámara Municipal<br />

De acuerdo a lo establecido por la ley, la Cámara Municipal es quien da la<br />

aprobación al proyecto de presupuesto municipal presentado por la<br />

alcaldía. Los concejales deberán estar concientes que el producto que les<br />

corresponde evaluar y sancionar es el resultado del esfuerzo colectivo de<br />

las distintas comunidades organizadas.<br />

43


44<br />

Aunque puede ocurrir que una Cámara Municipal no esté dispuesta a<br />

aprobar la propuesta del Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong>, validada<br />

por el CLPP, si la comunidad se organiza bien y se moviliza para hacer sentir<br />

su voluntad de luchar por sus propuestas, será muy difícil que finalmente se<br />

oponga. Al fin y al cabo los concejales no desean perder apoyo popular.<br />

Dos formas de realizar el Presupuesto <strong>Participativo</strong><br />

No es lo mismo realizar el presupuesto participativo en comunidades<br />

donde existen tradiciones de organización y de lucha, donde las<br />

comunidades están organizadas en la base en consejos comunales u otras<br />

formas de organización y ya han llevado a cabo el proceso de diagnóstico<br />

7<br />

participativo , que llevarlo adelante en una zona donde existe escasa<br />

organización popular. A continuación señalamos cómo pensamos que<br />

debería hacerse en cada caso.<br />

Presupuesto <strong>Participativo</strong> que parte de un diagnóstico participativo<br />

previo<br />

Allí donde hay organización previa y se ha realizado un proceso de<br />

diagnóstico participativo, como el expuesto en el capítulo anterior de este<br />

libro, se lleva un gran trecho adelantado. Las comunidades ya han<br />

priorizando los problemas de acuerdo a los recursos de la comunidad y, a<br />

la vez, han jerarquizando los problemas que no pueden ser resueltos por<br />

ella.<br />

a) Primera plenaria del presupuesto participativo<br />

En este caso, en una plenaria abierta a todos los habitantes de la zona,<br />

donde no debe existir discriminación alguna, se da inicio al proceso del<br />

presupuesto participativo. Dicha reunión debe estar presidida por el<br />

alcalde, el Equipo del Presupuesto <strong>Participativo</strong> de la alcaldía (EPPA), el<br />

asesor de la zona y miembros del Consejo Local de Planificación Pública<br />

(CLPP). Es conveniente que asistan los directores de la alcaldía o sus<br />

sustitutos.<br />

Allí, el alcalde explica en que consiste el proceso del presupuesto<br />

participativo y por qué ha sido necesario trabajar en espacios menores y,<br />

por lo tanto, la idea de la zonificación. Se debe llevar la propuesta concreta<br />

de zonificación de la alcaldía y dentro de lo posible un mapa del municipio<br />

zonificado.<br />

Luego, el alcalde debe presentar un informe de cómo ha marchado el plan<br />

de inversiones aprobado el año anterior: qué obra se han ejecutado,<br />

cuáles están en proceso de ejecución y cuáles han quedado rezagadas y<br />

por qué. Todo debe ser muy transparente.<br />

En esa reunión se deben revisar las normas internas por las que se va a regir<br />

8<br />

el proceso del presupuesto participativo .


Deben exponerse los criterios con los que se distribuirán los recursos a<br />

cada zona y enunciarse un cronograma de trabajo.<br />

Los asistentes deben evaluar críticamente la rendición de cuenta del<br />

alcalde.<br />

Los consejos comunales allí presentes deben exponer ante todos los<br />

asistentes la priorización temática y la lista jerarquizada de las obras que<br />

dichas comunidades han determinado como más urgentes de realizar. Este<br />

listado es el producto de un diagnóstico participativo previamente<br />

realizado por los consejos comunales.<br />

En dicha reunión se debe elegir a los activistas que están dispuestos a llevar<br />

delante el proceso en dicha zona. Cada organización comunitaria de base<br />

o consejo comunal propone sus candidatos Mientras más gente éste logre<br />

movilizar para la asamblea, más delegados podrá elegir.<br />

Estos delegados recién electos deben informar acerca de los problemas<br />

priorizados en sus respectivas comunidades para que todos los vecinos los<br />

conozcan.<br />

b) Reuniones en los consejos comunales<br />

Luego de la primera reunión plenaria deberán realizarse reuniones en los<br />

consejos comunales para escuchar las informaciones técnicas que deben<br />

proporcionar los órganos de gobierno y sus propuestas de obras y<br />

servicios.<br />

A su vez, los delegados deben visitar las obras acompañados de los<br />

técnicos de la alcaldía para informarse en el terreno de los requerimientos<br />

técnicos y presupuestarios que plantean los problemas priorizados por la<br />

población.<br />

A partir de todas las actividades realizadas por los delegados cada vez más<br />

personas se van interesando en el tema del presupuesto. Y pueden surgir<br />

nuevos activistas los que podrán ser elegidos delegados en las reuniones<br />

más frecuentadas.<br />

c) Segunda plenaria del presupuesto participativo<br />

Luego de este trabajo realizado por los delegados y los órganos de<br />

gobierno, se debe realizar una segunda reunión plenaria.<br />

En esta reunión, la alcaldía, por medio de la Junta Financiera o de<br />

Planificación, presenta sus rubros de gastos (pago de personal, consumo,<br />

servicios de terceros y otros, un estimado de los recursos con que se<br />

contará en el próximo año y la forma en que serán distribuidos por zona.<br />

Por su parte, los delegados informan de las impresiones logradas en sus<br />

recorridos y de las estimaciones de cálculo económico por cada uno de los<br />

proyectos requeridos para la solución de los problemas jerarquizados<br />

previamente por las comunidades y entregan un listado consolidado de las<br />

obras requeridas y de las prioridades temáticas que resultan de dicho<br />

45


46<br />

listado. Por ejemplo, la mayor parte de las obras priorizadas se refiere a<br />

Viviendas, la segunda a educación, la tercera a pavimentación.<br />

En esta reunión, y luego del trabajo realizado por los delegados, donde<br />

habrá algunos que se hayan destacado más que otros por su compresión<br />

de los temas presupuestarios como por la madurez de sus planteamientos<br />

políticos, los asistentes deben elegir entre dichos delegados los consejeros<br />

del PP, que por sus funciones deben ser las personas más competentes para<br />

asumir la tarea de armonizar los intereses de la alcaldía con las obras<br />

priorizadas por la comunidad.<br />

Se deben elegir dos consejeros por cada zona y sus respectivos suplentes.<br />

A partir de este momento, los consejeros saben con qué recursos<br />

aproximados se cuenta y deberán ajustar las prioridades señaladas por la<br />

población a dicha realidad financiera y a las líneas estratégicas de trabajo<br />

de la alcaldía. Se trata de priorizar las obras de acuerdo a una visión de<br />

ciudad.<br />

d) Recorrido por la ciudad<br />

Es importante, por lo tanto, que los consejeros lleguen a tener esa visión de<br />

la ciudad como un todo ya que eso les permitirá tener más elementos y<br />

argumentos para evaluar en forma más objetiva las obras que deben<br />

priorizadas, teniendo que postergar, en algunos casos, obras de su propia<br />

zona por obras más necesarias en otra zona. Para lograr esta visión de<br />

conjunto es importante que conozcan muy bien las distintas urbanizaciones<br />

9<br />

y barrios de su municipio . El ideal es que realicen un recorrido por la<br />

ciudad y que vayan acompañados por el equipo técnicos de la alcaldía<br />

para que les informen acerca de los requerimientos técnicos y financieros<br />

de las obras priorizadas por la comunidad.<br />

e) Reuniones con las diversas direcciones<br />

De acuerdo a las obras priorizadas es conveniente que los consejeros y los<br />

delegados que así lo estimen, tengan reuniones con las respectivas<br />

direcciones administrativas. Por ejemplo, si se ha priorizado una escuela es<br />

muy importante discutir con la Dirección de Educación esta propuesta y los<br />

planes que tiene esa dirección para el municipio.<br />

f) El consejo debe elaborar la propuesta de presupuesto municipal<br />

El Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong>, luego de considerar las<br />

demandas de las distintas zonas, de haber hecho un recorrido por el<br />

municipio visitando junto con el equipo técnico de la alcaldía los lugares<br />

donde se plantea ejecutar dichas obras, de consultar con las distintas<br />

direcciones administrativas de la alcaldía y de conocer la cantidad de<br />

recursos que se asigna por zona, debe elaborar la propuesta de<br />

presupuesto municipal de inversión pública para el próximo año. Dicha<br />

propuesta deberá ser presentada al Consejo Local de Planificación Pública


a fin de dar cumplimiento con lo dispuesto por la Constitución de la<br />

República y demás leyes, reglamentos y ordenanzas que regulan la<br />

materia.<br />

g) Tercera plenaria<br />

Una vez terminado el proceso de elaboración del presupuesto se debe<br />

realizar una última asamblea para informar a la población de los<br />

resultados del proceso. En ella el alcalde debe anunciar el presupuesto con<br />

que contará el próximo año y la forma en que éste será distribuido por<br />

zona, y el Consejo del PP deben presentar las obras que finalmente fueron<br />

priorizadas. Se debe aprovechar la reunión para motivar a la población a<br />

acompañar a las autoridades en la entrega del presupuesto a la Cámara<br />

Municipal.<br />

Presupuesto <strong>Participativo</strong> sin diagnóstico participativo previo<br />

En este caso, no son las comunidades las que llegan a la primera asamblea<br />

del presupuesto participativo con sus obras ya priorizadas, sino que es el<br />

Estado el que crea un espacio para la participación a partir del tema del<br />

presupuesto de obras para la ciudad. Si bien los primeros pasos son<br />

diferentes, a partir de la segunda plenaria del presupuesto participativo<br />

todo sigue igual en ambos casos.<br />

a) Reunión de arranque<br />

Se debe realizar una primera plenaria de arranque del proceso organizada<br />

por el Equipo del presupuesto participativo para organizar las acciones<br />

que conduzcan a la materialización del proceso, en la que debe estar<br />

presente el asesor zonal del presupuesto participativo, el EPPA y alguna<br />

autoridad de la alcaldía, para darle realce.<br />

Como toda reunión del presupuesto participativo, debe ser una plenaria<br />

abierta a todos los habitantes de la zona. No debe existir discriminación<br />

alguna.<br />

La convocatoria tiene que ser muy atractiva. Es importante explicitar que se<br />

trata de una reunión para que la población decida sobre las obras que<br />

considere deben ser ejecutadas por la alcaldía.<br />

En dicha asamblea se debe explicar que la necesidad de trabajar en<br />

espacios menores al espacio municipal condujo a la idea de la<br />

zonificación y que esa es una de las zonas propuestas. Sería conveniente<br />

llevar el mapa de la ciudad zonificado.<br />

Se debe insistir en que son los propios vecinos los que deben pronunciarse<br />

sobre las obras a realizar y se debe subrayar la necesidad de organizarse<br />

para realizar esta consulta y designar cuadros para llevarla a cabo.<br />

Se debe explicar que esa tarea debe ser asignada a los mejores activistas,<br />

que pasarán a ser denominados delegados del presupuesto participativo.<br />

47


48<br />

Se propone elegir a estos delegados entre los presentes en la proporción<br />

de uno por cada diez presentes. Si la asistencia es mayor de 300 personas,<br />

debería elegirse un delegado cada 15 ó 20 asistentes.<br />

b) Múltiples reuniones en las comunidades<br />

Los delegados deben promover la realización de múltiples reuniones para<br />

que las comunidades elijan sus prioridades temáticas y jerarquicen las<br />

obras y servicios que desean ver resueltos por la alcaldía.<br />

c) Primera plenaria del presupuesto participativo<br />

Una vez recogidas las prioridades temáticas y jerarquizadas las obras se<br />

realiza la primera asamblea propiamente dicha del presupuesto<br />

participativo, esta vez presidida por el alcalde, el Equipo del Presupuesto<br />

<strong>Participativo</strong> de la alcaldía (EPPA), el asesor zonal y miembros del Consejo<br />

Local de Planificación Pública (CLPP). Es conveniente que también asistan<br />

los directores de la alcaldía o quienes los sustituyan.<br />

Al igual que en el caso anterior (donde ya se había realizado un<br />

diagnóstico participativo previo), el alcalde debe presentar un informe de<br />

cómo ha marchado el plan de inversiones aprobado el año anterior: qué<br />

obra se han ejecutado, cuáles están en proceso de ejecución y cuáles han<br />

quedado rezagadas y por qué.<br />

En esa reunión se deben establecer o revisar las normas internas por las<br />

10<br />

que se va a regir el proceso del presupuesto participativo .<br />

Análogamente, se deben exponer los criterios con los que se distribuirán<br />

los recursos a cada zona y enunciarse un cronograma de trabajo.<br />

Se debe aprovechar este espacio para que los asistentes evalúen<br />

críticamente la rendición de cuenta del alcalde.<br />

Se deben ratificar los delegados electos en reunión de arranque y se deben<br />

elegir otros si la asistencia ha aumentado mucho.<br />

Estos delegados informan acerca de las prioridades temáticas y de las<br />

obras seleccionadas en sus respectivas comunidades para que todos los<br />

vecinos los conozcan.<br />

d) Delegados y técnicos visitan obras priorizadas<br />

Luego de dicha reunión los delegados regresan a las comunidades<br />

acompañados de los técnicos de la alcaldía para informarse en el terreno<br />

de los requerimientos técnicos y presupuestarios que plantean los<br />

problemas priorizados por la población.<br />

e) La segunda plenaria<br />

Los pasos siguientes coinciden con lo ya expuesto en el primer caso.<br />

Pasos más técnicos<br />

a) Indicadores para la evaluación de la matriz presupuestaria


El Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong> recoge las prioridades<br />

presentadas por cada zona y área temática y las ordena. Realiza un cálculo<br />

ponderando las prioridades y ensambla la propuesta de matriz de<br />

presupuestaria participativa a ser consignada al CLPP.<br />

El Consejo Local de Planificación Pública debe evaluar dicha matriz con<br />

base a determinados criterios que facilitan la articulación de lo propuesto<br />

con el plan rector del municipio. Dicho plan establece un cuerpo de<br />

prioridades municipales que progresivamente deben ser atendidas.<br />

La prioridad temática<br />

Supongamos que las prioridades del municipio se han determinado de<br />

forma tal que el déficit de viviendas es la primera prioridad entre los<br />

miembros del municipio, en segundo lugar se tienen los requerimientos de<br />

pavimentación y en tercero el del aseo urbano. Con base a este ejemplo,<br />

los proyectos presentados en la matriz presupuestaria por el Consejo del<br />

Presupuesto <strong>Participativo</strong> asociados a vivienda tendrán mayor pertinencia y<br />

preponderancia que los demás.<br />

De esta manera se tiene un indicador de planificación para el destino de<br />

los recursos financieros para obras y servicios en cada región de la ciudad<br />

Proyectos de obras estructurales<br />

Al mismo tiempo, se consideran los proyectos y obras estructurales que<br />

forman parte de los planes regionales y nacionales a instancia de los<br />

ministerios y aquellas inversiones en ejecución que requieren de recursos<br />

11<br />

financieros para su continuidad . Estos datos constituyen un segundo<br />

indicador para la planificación del destino de recursos financieros.<br />

Necesidad de mantener nivel de servicios<br />

Un tercer indicador de planificación son las necesidades que tiene el<br />

gobierno para mantener el nivel de los servicios que el municipio presta a<br />

la población: educación, salud, agua potable, recolección de basura,<br />

conservación del sistema vial, iluminación pública, etcétera. La alcaldía<br />

requiere destinar a ello una parte significativa de los fondos municipales.<br />

Estos gastos son considerados rígidos, porque si no se les otorgan los<br />

recursos requeridos, los servicios se ven afectados. Este tipo de gasto sólo<br />

puede ser reducido a mediano y largo plazo si los servicios aumentan en<br />

productividad, disminuyen sus costos y se incrementa la recaudación.<br />

Obras de emergencia<br />

Por último, también deben destinarse recursos a obras de emergencia y<br />

reducción de riesgos por catástrofes naturales.<br />

b) La matriz es analizada por la junta financiera<br />

Una vez validada y armonizada con el plan rector municipal, la matriz<br />

presupuestaria es remitida por el CLPP a la Junta Financiera para su<br />

respectiva evaluación.<br />

49


50<br />

c) La propuesta presupuestaria es entregada a Cámara Municipal<br />

Después que el presupuesto está aprobado por el Consejo del Presupuesto<br />

<strong>Participativo</strong>, el CLPP y la Junta Financiera, es entregado a la Cámara<br />

Municipal por el alcalde, el Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong> y gente<br />

de la comunidad, para su discusión y aprobación<br />

d) Elaboración del plan de inversiones municipales<br />

A instancias de la matriz del presupuesto presentada por el consejo del<br />

presupuesto participativo, la cámara municipal elabora el plan de<br />

inversión para el ejercicio fiscal del año siguiente.<br />

Tomar en cuenta las cooperativas de gestión<br />

Para la formulación de referido plan se debe considerar la recomendación<br />

de asignar a empresas cooperativas de la zona las obras que allí deberán<br />

ser ejecutadas. Tales sugerencias serán debidamente presentadas por el<br />

Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong>, quien previamente habrá<br />

elaborado un listado de las empresas asociativas comunitarias que<br />

garanticen la pronta y correcta ejecución de las obras.<br />

En aquellos casos en que, por su magnitud, una determinada obra no<br />

puede ser desarrollada por cooperativas locales, sino por una empresa<br />

particular foránea, debe asegurarse que dicha empresa se comprometa a<br />

contratar mano de obra de la localidad.<br />

Si la propia comunidad organizada en cooperativas es quien ejecuta un<br />

proyecto determinado, habrá mayor garantía de que los trabajos sean de<br />

calidad y se ejecuten con base al cronograma convenido.<br />

e) Proyectos ante el FIDES y la LAEE<br />

Del mismo modo, a partir de la matriz del presupuesto presentada por el<br />

Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong>, el Consejo Local de Planificación<br />

Pública debe instruir a su sala técnica a fin de formular los proyectos<br />

aprobados acorde a la metodología y criterios técnicos demandados por<br />

los organismos de financiamiento de proyectos, todo ello con el apoyo de<br />

profesionales voluntarios de las comunidades y del cuerpo de<br />

profesionales de la alcaldía.<br />

f) Proyectos regionales y nacionales<br />

El alcalde del municipio junto a una pequeña comitiva integrada por<br />

delegados comunitarios y miembros del Consejo Local de Planificación<br />

Pública, ante la gobernación del estado y los entes adscritos de los diversos<br />

ministerios, debe presentar el cuerpo de recomendaciones para la<br />

acometida de proyectos regionales y nacionales en el municipio, todos<br />

ellos debidamente contenidos en la matriz presupuestaria elaborada de<br />

forma participativa.<br />

g) Recursos extraordinarios


Si por la vía de la asignación de recursos extraordinarios se obtienen<br />

nuevas fuentes de financiamiento de proyectos, el Consejo del Presupuesto<br />

<strong>Participativo</strong> deberá recomendar a la Cámara Municipal el desarrollo del<br />

cuerpo de proyectos que en orden jerárquico le corresponda su ejecución<br />

de acuerdo a lo dispuesto en la matriz del presupuesto participativo.<br />

Un ejemplo de ingresos extraordinarios lo constituyeron en su momento el<br />

12<br />

FIEM , la Ley Paraguas, entre otras.<br />

Propuesta de cronograma<br />

El cronograma atenderá las prerrogativas de ley en cuanto a la<br />

presentación de proyectos, pero como hecho consciente del colectivo. A<br />

tal efecto, se debe socializar el itinerario de actuación donde se reflejen las<br />

fechas medulares, a saber:<br />

Enero:<br />

Conformación del Equipo del Presupuesto <strong>Participativo</strong> en las alcaldías<br />

Zonificación para el presupuesto participativo en cada municipio<br />

(guiarse con el modelo de las UBEs)<br />

Designar a los asesores zonales<br />

Animación comunitaria para la preparación de los diagnósticos<br />

participativos<br />

Febrero - marzo:<br />

Inicio del proceso de diagnóstico participativo a nivel de las<br />

organizaciones de base o Consejos Comunales . Establecimiento de la<br />

jerarquía temática y priorización de las obras de acuerdo a los recursos<br />

propios de la comunidad y priorización de las obras que el Estado<br />

puede emprender. Elaboración de los planes de trabajo de cada<br />

organización de base o Consejo Comunal.<br />

Reunión de arranque en los lugares donde no hay organización previa<br />

y realización de reuniones con las comunidades para que ellas<br />

prioricen temáticas y obras.<br />

Mayo - junio:<br />

Primera plenaria del presupuesto participativo: Rendición de cuentas<br />

del alcalde sobre la ejecución de las obras acordadas con el<br />

presupuesto anterior. Información acerca del presupuesto del año en<br />

curso. Elección o ratificación de los delegados. Información por parte<br />

de los delegados de las temáticas y de las obras priorizadas.<br />

Visita a las obras jerarquizadas de los delegados acompañados por<br />

personal técnico de la alcaldía.<br />

Curso de preparación de los delegados.<br />

51


52<br />

Reuniones de delegados con direcciones de la alcaldía.<br />

Julio:<br />

Segunda plenaria del presupuesto participativo. La alcaldía presenta<br />

sus rubros de gastos y un estimado por zonas de los recursos con que se<br />

contará en el próximo año. Los delegados informan de los resultados<br />

de su intercambio con los órganos técnicos de la alcaldía.<br />

Se elige a los consejeros del presupuesto participativo<br />

Curso de preparación de los consejeros<br />

Recorrido de los consejeros por la ciudad<br />

Agosto:<br />

Instalación del Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong><br />

Sesiones del Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong><br />

Articulación del EPPA con el CLPP<br />

Identificación de problemas comunes a varias zonas<br />

Septiembre:<br />

Entrega de la propuesta presupuestaria al CLPP<br />

El CLPP compatibiliza los proyectos del presupuesto participativo con el<br />

plan rector del municipio<br />

Identificación de cooperativas de gestión de obras comunitaria por<br />

parte del Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong><br />

Octubre - Noviembre:<br />

Entrega de la matriz compatibilizada a la junta financiera y elaboración<br />

del plan de inversiones del municipio<br />

Revisión del presupuesto por la Cámara Municipal<br />

Análisis por parte del Consejo del PP de la matriz presupuestaria<br />

entregada por la Junta Financiera. Elaboración de la propuesta<br />

presupuestaria<br />

Gestión de proyectos ante el FIDES y la LAEE.<br />

Gestión de proyectos regionales y nacionales.<br />

Diciembre:<br />

Aprobación del presupuesto por la Cámara Municipal con la<br />

participación de una delegación del gabinete del presupuesto<br />

participativo y la asistencia de un nutrido grupo de delgados.<br />

Próximo año<br />

Selección de contratistas (cooperativas y empresas privadas).<br />

13<br />

Inspección de obras por parte del comité de control social de obras .


Consideraciones finales<br />

Al término de las plenarias se deberá tener una detallada relación de<br />

proyectos escogidos, susceptibles de ser desarrollados, siempre y cuando<br />

el cuerpo de analistas técnicos no presente algunas objeciones a<br />

posteriori.<br />

Los gobernantes deben ser pacientes<br />

Por tratarse de problemas que tocan los intereses más directos de los<br />

habitantes de la vecindad, con toda seguridad se producirán debates muy<br />

acalorados que en determinadas circunstancias propendan a exaltar los<br />

ánimos de los participantes. Puede ocurrir que la pasión reinante derive en<br />

ofensas o reclamos muy encendidos contra los líderes institucionales.<br />

En tales circunstancias debe primar la paciencia, tolerancia y el respeto.<br />

Los líderes naturales e institucionales deben llamar al respeto mutuo y, por<br />

sobre todo, deben colocarse a la altura de las situaciones y no caer en<br />

diatribas y discusiones estériles.<br />

Control de la ejecución y evaluación permanente.<br />

Es necesario establecer mecanismos de control del proceso de ejecución<br />

de las obras por parte de la comunidad. Es también muy importante tener<br />

métodos tanto cuantitativos como cualitativos para ir evaluando el<br />

desarrollo del trabajo, y poder así realizar, si es necesario, planes de<br />

contingencia, o sea, planes que reestructuren las medidas.<br />

Las evaluaciones deben hacerse siempre en un período menor a tres<br />

meses, porque si no se corre el riesgo que el proyecto se debilite, fallezca.<br />

Es muy importante establecer indicadores y medir desde el principio.<br />

Comités de control social de obras<br />

En cada zona donde se esté ejecutando una obra, los delegados deben<br />

promover la constitución de contralorías sociales. Podrán integrarlos<br />

tantos voluntarios comunitarios como sea necesario, preferiblemente<br />

aquellos que tengan alguna formación en la actividad que será<br />

inspeccionada.<br />

El control social de las obras se inicia desde el momento en que comiencen<br />

las primeras acciones de selección de contratistas y continúa hasta que<br />

finaliza la obra.<br />

Cuando hay obras que requieren del cuidado de la población para ser<br />

mantenidas, como por ejemplo, una cancha deportiva o una escuela<br />

recién restaurada y pintada, es muy importante promover grupos de<br />

14<br />

vecinos que se encarguen de su mantenimiento .<br />

53


54<br />

NOTAS:<br />

1. En los actuales momentos, se adelantan algunas actuaciones legislativas<br />

tendentes a derogar o modificar las leyes del FIDES y la LAEE, a fin de materializar el<br />

mandato constitucional que ordena la creación del Fondo de Compensación<br />

Interterritorial. De acuerdo a lo contenido en la Constitución de la República<br />

Bolivariana de Venezuela, el Fondo de Compensación Interterritorial está destinado<br />

al financiamiento de inversiones públicas dirigidas a promover el desarrollo<br />

equilibrado de las regiones, la cooperación y complementación de las políticas e<br />

iniciativas de desarrollo de las distintas entidades públicas territoriales, y a apoyar<br />

especialmente la dotación de obras y servicios esenciales en las regiones y<br />

comunidades de menor desarrollo relativo. El Consejo Federal de Gobierno, con<br />

base en los desequilibrios regionales, discutirá y aprobará anualmente los recursos<br />

que se destinarán al Fondo de Compensación Interterritorial y a las áreas de<br />

inversión prioritaria a las cuales se aplicarán dichos recursos.<br />

2. Reunión de Gobernadores y Alcaldes, Fuerte Tiuna, 12 y 13 de agosto de<br />

2004. Mci, Caracas, 2004.<br />

3. Unidades de Batalla Electoral.<br />

4. Desde la óptica de la racionalidad comunicativa transparente, las<br />

informaciones sistematizadas en los inventarios locales, y vertidas en los sistemas<br />

de información serán del dominio público. Bajo la modalidad de información<br />

colectiva en el caso de los inventarios no automatizados, y de software libre, en el<br />

caso de los sistemas de información computarizados.<br />

258. 29. 293. Hechos los inventarios con la participación directa de los actores<br />

sociales, cualquiera podrá contar con dicho conocimiento para aprovecharlo y<br />

seguir enriqueciéndolo.293. Hechos los inventarios con la participación directa de<br />

los actores sociales, cualquier persona podrá contar con dicho conocimiento para<br />

aprovecharlo y seguir enriqueciéndolo.<br />

5. Sobre este tema recomendamos leer el libro de Tarso Genro y Ubiratan de<br />

Souza: Presupuesto participativo (La experiencia de Porto Alegre). Editorial<br />

Universitaria, Buenos Aires, 1998. Allí el autor propone cómo hacer en estos casos.<br />

6. Nos referimos a los consejeros del presupuesto participativo, más<br />

adelante hablaremos de ellos.<br />

7. Ver capítulo anterior.<br />

8. En el caso de que sea una primera experiencia debería llevarse una<br />

propuesta de proyecto para ser revisado por la comunidad.<br />

9. O parroquia, en el caso de un municipio.<br />

10. Por ejemplo, cada cuántos asistentes debe elegirse un delegado.<br />

11. Por ejemplo, la construcción de acueductos, red de aguas servidas,<br />

clínicas populares, etcétera.<br />

12. Fondo de Inversión para la Estabilización Macroeconómica.<br />

13. Ver consideraciones finales.<br />

14. Lo que en Caroní se llamó: control democrático de las obras.


Agradecimiento<br />

En primer término, quiero agradecer muy sinceramente la deferencia que<br />

significa el haber sido invitado a compartir estas breves reflexiones en un<br />

evento de tal importancia.<br />

Es para mi una honrosa distinción.<br />

Desde donde hablo…<br />

DESAFIOS ETICOS, TECNICOS Y POLITICOS<br />

DE LA PARTICIPACION SOCIAL<br />

Carlos Núñez Hurtado<br />

Cátedra “Paulo Freire”<br />

Universidad ITESO<br />

Guadalajara Jalisco, México<br />

Quiero iniciar señalando “desde dónde hablo”. Mi experiencia “política”<br />

siempre se ha desarrollado desde el campo de la sociedad civil y de las<br />

organizaciones cívicas, pues nunca ha militado en ningún partido político.<br />

A pesar de ello, y justamente por mi trayectoria ciudadana, en 1994 fui<br />

invitado por el Partido de la Revolución Democrática ( P.R.D.) a ser<br />

candidato a Diputado Federal, habiendo sido electo para la 56ª.<br />

Legislatura, de 1994 a 1997.<br />

La experiencia fue de lo más interesante y aleccionadora. Entrar en<br />

contacto con el mundo de la política en cuanto tal - que no conocía<br />

directamente - me permitió conocer en vivo los límites y alcances del<br />

campo de la Ética en relación con la política<br />

Desde esta doble experiencia, es decir, desde el campo de la sociedad civil<br />

donde he militado por más de 42 años, y desde mi paso por la Cámara de<br />

Diputados en México, es que he ido construyendo mis propias<br />

convicciones, mis aprendizajes y mis búsquedas, que ahora les comparto.<br />

La participación social: diversas comprensiones y<br />

alcances<br />

En el enunciado general de la mesa se mencionan los desafíos “éticos,<br />

técnico y políticos” de la participación social.<br />

55


56<br />

Me gustaría reflexionar primero sobre el sentido y alcance del concepto de<br />

“participación social” y/o “participación ciudadana”, que sin ser<br />

sinónimos, se les suele usar como tales.<br />

Hoy, la “participación” parece haberse convertido en una moda. En el<br />

terreno de la sociedad civil, de la educación, de las esferas<br />

gubernamentales y en los organismos internacionales, la participación se<br />

ha convertido en un componente obligado.<br />

Pero contradictoriamente - en términos generales - nuestras sociedades no<br />

se caracterizan por ser participativas; persiste la cultura de la “no<br />

participación” y de la “delegación representativa del poder” muy presente<br />

en los hábitos y comportamientos sociales, cívicos y ciudadanos.<br />

Eventualmente, los ciudadanos(as) participan en emergencias y/o<br />

coyunturas especiales; es decir, solamente se reacciona, pero no se<br />

“acciona” proactivamente en forma cotidiana y sostenida.<br />

Podríamos acudir a una clasificación operativa para tratar de distinguir<br />

diferentes expresiones de participación que suelen darse. Es necesario<br />

advertir que toda clasificación o tipología corre el riesgo de simplificar y/o<br />

encasillar. Por ello, lo que presentamos a continuación no necesariamente<br />

se da en forma “pura”, claramente diferenciada o “escalonada”, pues<br />

cada circunstancia generará modalidades propias.<br />

Participación “individual/ familiar”<br />

Es aquella que en forma natural - casi siempre “reactiva” - el ciudadano<br />

común tiene que realizar para cumplir sus obligaciones con el gobierno,<br />

hacer reclamos o gestiones de servicios etc.<br />

No tiene ninguna relevancia en los términos que nos interesa reflexionar.<br />

Participación “social”<br />

Normalmente es aquella que genera la participación de un grupo de<br />

ciudadanos, colonos de un barrio, miembros de alguna institución etc.,<br />

para enfrentar algún tipo de reivindicación social o colectiva que los<br />

involucra.<br />

En este sentido, casi siempre es también “reactiva”, pues se genera en<br />

consecuencia y como respuesta o “reacción” ante la circunstancia,<br />

necesidad común o reivindicación, casi siempre de tipo coyuntural.<br />

Implica a un grupo, que como tal, debe resolver problemas de<br />

organización y “planeación” (aunque sea elementalmente): roles,<br />

liderazgo, trabajo en equipo, quizá recursos etc.<br />

Participación social “organizada”<br />

A diferencia de la anterior (y aunque sea muy similar) ésta tendría la<br />

característica de no nacer necesariamente de una situación o reflexión


colectiva de carácter reivindicativo inmediato. Es decir, no es la natural<br />

reacción frente a un problema “imprevisto” o agudizado por alguna<br />

circunstancia, lo que lleva al grupo a formarse y actuar. Más bien, decide<br />

actuar en tal o cual sentido, como producto de su previa conformación<br />

como grupo, de su reflexión y del análisis de su situación.<br />

Dentro de ese proceso, puede también atender temas de “emergencia”.<br />

Pero igualmente puede decidir actuar organizadamente frente a temas o<br />

circunstancias de otro perfil y/o aliento, como situaciones de mayor perfil y<br />

sentido “estructural”, por ejemplo, problemas de consumo por carestía de<br />

bienes, servicios públicos de menor perfil emergente etc.<br />

Participación “comunitaria”<br />

Tiene como característica su origen, ubicación y campo de acción de<br />

carácter territorial (un barrio, una comunidad campesina, una población<br />

indígena etc.)<br />

Abarca los intereses de toda la población contenida en ese espacio,<br />

independientemente del grado de involucración real que el conjunto de la<br />

población asuma.<br />

Implica, obviamente, los mismos retos de organización, roles, liderazgos<br />

etc. ya señalados. Pero lógicamente, su complejidad será mayor.<br />

Participación “institucional”<br />

Es aquella generada y convocada desde el ámbito institucional público y/o<br />

privado, por ejemplo, “juntas de vecinos” a nivel barrial, comités<br />

ciudadanos a nivel municipal, organizaciones parroquiales etc.<br />

La diferencia está fundamentalmente en el origen “externo” de la<br />

convocatoria.<br />

Participación organizada de la “sociedad civil”<br />

Es el campo donde actúan normalmente las llamadas ONGs que<br />

intervienen en estos espacios y sus múltiples expresiones: ambientalistas,<br />

trabajo de género, economía solidaria, educación popular, educación<br />

cívica y ciudadana, desarrollo comunitario, vivienda, hábitat, salud,<br />

investigación etc. etc.<br />

Participación “cívica y/o ciudadana”<br />

Su característica es que nace y actúa en y para el campo específico de lo<br />

“público” y lo “político”, pero entendido en su sentido amplio y no<br />

restringido a lo partidario.<br />

Es decir, no se sitúa frente a reivindicaciones particulares de corto alcance<br />

o limitado ámbito espacial ( como las anteriores), sino que nace y trabaja<br />

para enfrentar el rol que le corresponde - y se le reclama - a una<br />

ciudadanía activa, crítica y conciente en el campo de las políticas públicas.<br />

57


58<br />

Tiene que ver con el impulso a su propia generación, con el control y<br />

auditoria ciudadana frente al ejercicio de gobierno, con el campo de la<br />

educación ciudadana, de la promoción y/o defensa de los derechos<br />

humanos (sociales, económicos, políticos y culturales).<br />

Participación “política”<br />

Es aquella que surge para actuar e incidir directamente en al ámbito<br />

político en cuanto tal, es decir, en el “partidario”. Pero también actúa en<br />

otras expresiones que suelen contemplar las legislaciones de los países,<br />

según cada caso.<br />

Como advertimos al iniciar esta tipología, es necesario insistir en su<br />

carácter absolutamente “utilitario”.Por lo tanto, su utilidad será de acuerdo<br />

a circunstancias y contextos.<br />

Estas y otras modalidades y combinaciones de modelos de participación,<br />

se dan sin duda a lo ancho y largo de nuestros países y cada vez con mayor<br />

fuerza. En algunos casos de sociedades con niveles educativos más<br />

desarrollados, los procesos alcanzan más y mejores niveles de<br />

participación e incidencia.<br />

Igualmente, hay sociedades con historias de lucha social y política muy<br />

intensas que han provocado el avance en la conciencia ciudadana, y con<br />

ello, mejores y más calificados niveles de participación e incidencia.<br />

Pero es criterio compartido el reconocer que, a pesar de esas experiencias<br />

excepcionales, la característica común de nuestros países es que viven<br />

procesos democráticos meramente formalistas, ritualistas y electoreros.<br />

Por eso -paradójicamente- en ellos la democracia “existe” sin<br />

ciudadanos y ciudadanas participando en forma sustantiva.<br />

En muchos países vivimos situaciones políticas que se han dado en llamar<br />

de “partidocracia”, término acuñado para dar cuenta del excesivo y<br />

protagónico rol que han venido asumiendo los partidos políticos en orden<br />

a sus intereses particulares o de sus dirigentes, pero al margen de las<br />

necesidades e intereses de la población. La democracia y la vida política<br />

acaba siendo “secuestrada” por los profesionales del “mercado político”<br />

que reducen su labor educativa y de representación, a un mero juego de<br />

publicidad y mercadotecnia encaminado a conquistar los votos que los<br />

coloquen en el poder formal, para servirse de el, pero no para servir a sus<br />

electores ni a la sociedad en su conjunto.<br />

No parecen haber quedado atrás las enseñanzas de Maquiavelo al<br />

príncipe (y con él, parece que a la mayoría de los políticos actuales ) al<br />

señalar que debe ".... poseer habilidad para fingir y disimular: los hombres,<br />

en efecto, son tan simples y se someten hasta tal punto a las necesidades<br />

presentes, que quien engaña hallará siempre alguien que se deje<br />

engañar..... No es, pues, necesario que un príncipe acrisole todas las


cualidades mencionadas, pero sí muy necesario que parezca poseerlas" .<br />

Y solo para reforzar estas aberrantes (pero muy presentes y actuales<br />

máximas), nos dice Maquiavelo que: "a menudo ( el príncipe ) se ve<br />

obligado, para conservar su Estado, a obrar contra la fe, contra la caridad,<br />

contra la humanidad y contra la religión....... y como dije antes, a no<br />

apartarse del bien, si puede, pero a saber entrar en el mal si se ve obligado<br />

por la necesidad"<br />

Por todas estas razones, la participación como fenómeno social y político,<br />

si bien se expresa en múltiples modalidades, sigue siendo todavía una<br />

meta por construir y conquistar en la mayoría de nuestros países.<br />

Veamos algunas otras de las principales razones para entender el<br />

fenómeno de la frágil o limitada participación:<br />

Una cultura ciudadana y política “delegativa” y “representativa”. Con<br />

cada día más bajos índices, la población participa eventualmente en la<br />

elección de quien(es) serán sus representantes. Pero a partir de ello,<br />

“delega” su responsabilidad en ellos, cancelando su participación<br />

activa<br />

Por ello, no se piensa en la responsabilidad y conveniencia ciudadana y<br />

política de dar seguimiento, controlar, apoyar, proponer o cuestionar<br />

las acciones y/u omisiones de las autoridades que nos representan.<br />

Tras ello, existe una vieja práctica de carácter corporativo, utilitaria y<br />

clientelar que ha castrado, condicionado y manipulado la<br />

participación de los sectores populares y de la ciudadanía en general.<br />

No han habido, en realidad, suficientes espacios francos, libres,<br />

democráticos y útiles “de y para” la participación social y ciudadana.<br />

Sin embargo debemos reconocer que en los últimos tiempos han<br />

habido avances significativos<br />

La falta de políticas y programas educativos encaminados a formar y<br />

propiciar la conciencia y la verdadera participación social y ciudadana.<br />

La inexistencia práctica - o la debilidad, en el mejor de los casos - de<br />

canales autónomos y legítimos para la auténtica participación.<br />

Según sea el caso de cada país y/o región, otro factor clave lo ha sido<br />

la falta de instrumentos jurídicos propiciadores y legitimadores de la<br />

auténtica participación ciudadana. En muchos de nuestros países, el<br />

referéndum, el plesbicito, la iniciativa popular y la revocación de<br />

mandato, siguen siendo aspiraciones largamente reclamadas.<br />

Enunciado fundamental.<br />

En una auténtica democracia no podemos prescindir de la participación.<br />

Pero tampoco asumirla solo como una moda. La participación social y<br />

ciudadana es un componente sustantivo de la verdadera Democracia. De<br />

59


60<br />

no ser así, nuestras democracias se convierten solo en formalistas, pero sin<br />

lograr incidir en el rumbo y en las decisiones de los procesos sociopolíticos.<br />

La formulación, ejecución y control de políticas públicas, siguen<br />

siendo atributos solo de las cúpulas del poder.<br />

Componentes substanciales de la participación<br />

En consecuencia, hablar de una autentica participación, significa e<br />

implica:<br />

Conciencia crítica y formada “de y en” los derechos y obligaciones<br />

sociales y ciudadanas.<br />

De aquí se desprende el rol estratégico de la educación en esta tarea y,<br />

por lo tanto, la importancia del diseño e impulso de programas y<br />

proyectos diversos<br />

formales y “no-formales” - de educación para la participación.<br />

Estos, deberán ser propiciados, favorecidos, estimulados y<br />

financiados por múltiples iniciativas, incluyendo las propias<br />

instancias gubernamentales, sin que ello implique imposición de<br />

criterios políticos o partidarios.<br />

Ejercicio activo, libre y permanente del uso de los derechos y<br />

obligaciones consagrados en las normas jurídicas vigentes.<br />

Por lo tanto, habrá de ponerse fin y castigar cualquier práctica<br />

represiva, manipuladora o intimidatoria de la participación.<br />

Posibilidad de organizarse y militar con plena libertad<br />

No deben imponerse, bajo ninguna circunstancia, formas sociales y<br />

políticas para la participación. Son de hecho muy diversas aquellas que<br />

facilitan e impulsan los procesos de participación social y ciudadana.<br />

Capacidad de real incidencia en la toma de decisiones<br />

Esto debe expresarse a todos los niveles dentro de aquellos procesos<br />

que involucren a los participantes. Hay que superar los meros<br />

formalismos de pseudo participación<br />

Relación efectiva con los intereses y beneficios de los sujetos de los<br />

procesos.<br />

De ahí que la participación social deba impulsarse tomando siempre<br />

en cuenta los intereses y la utilidad real (cercana, cotidiana o de mayor<br />

nivel e impacto ) de los beneficiarios.<br />

No habrá participación sostenida sin conciencia formada, es cierto;<br />

pero tampoco la habrá si los beneficiarios participantes no encuentran<br />

utilidad real y reconocida en los procesos.<br />

Ejercicio libre y democrático en el diseño y en las decisiones de la vida<br />

institucional seleccionada.


Por lo tanto, hay que trabajar por la eliminación de los “candados”<br />

jurídicos que impiden o condicionan la participación ciudadana libre y<br />

plural.<br />

Corolario<br />

Desde este enfoque, PARTICIPAR ES DECIDIR. Por ello, solo cuando la<br />

ciudadanía libremente organizada, respaldada, educada y respetada sea<br />

capaz de diseñar, decidir, pensar y controlar sus procesos sociales,<br />

políticos, económicos y culturales a diferentes escalas y alcances,<br />

podremos hablar de una auténtica participación social, cívica, ciudadana.<br />

Solo entonces podemos también hablar de la existencia de la llamada<br />

“sociedad civil”.<br />

Lograr esto es hablar de construir la Democracia Sustantiva.<br />

Participación: consideraciones éticas<br />

Fernando Savater nos recuerda, cuando se pregunta por la diferencia<br />

fundamental entre la actitud ética y la actitud política, que las dos son<br />

formas de considerar lo que uno va a hacer (es decir, el empleo que vamos<br />

a darle a nuestra libertad). Pero la ética es ante todo una perspectiva que<br />

cada individuo toma atendiendo solamente a lo que es mejor para su<br />

buena vida en un momento determinado y sin esperar convencer a los<br />

demás de que es así como resulta mejor y más satisfactoriamente humano<br />

vivir.<br />

En cambio, la actitud política busca otro tipo de acuerdo; el acuerdo con<br />

los demás y la coordinación y organización entre muchos, de lo que afecta<br />

a muchos. En política es imprescindible que convenza o me deje convencer<br />

por otros, nos dice. La Ética, desde su base etimológica, se refiere al ethos<br />

(del griego) cuyo significado básico es costumbre, uso, manera de<br />

conducirse. Y, cuando nos referimos a Moral (del latín moris, de idéntica<br />

significación) nos estamos refiriendo a la aplicación histórica y<br />

diferenciada de la aplicación de la normas de convivencia social, que<br />

sustentadas en los principios éticos, adquieren materialidad histórica y<br />

contextual diferenciada. Así, bajo el mismo principio ético, por ejemplo, de<br />

la justicia, diferentes sociedades en distintas épocas, crean diversas<br />

normas y/o sanciones para salvaguardar el cumplimiento de la justicia.<br />

Castigos físicos, privaciones de la libertad, diferentes estímulos, sanciones<br />

morales o la pérdida de la vida misma, han expresado y expresan diversas<br />

aplicaciones normativas (morales y/o jurídicas) para la preservación de un<br />

mismo principio de carácter ético: la justicia.<br />

Así pues, la relación entre Ética, Moral y Política, es inevitable. Es - diríamos<br />

-connatural, por cuanto la actividad humana en sociedad - que implica<br />

justamente ser parte… participar - no puede darse sin prescindir de<br />

61


62<br />

principios de comportamiento individual (lo ético), de normas de<br />

comportamiento y sanción social (lo moral), y del accionar individual y<br />

colectivo en busca del Bien Común (lo político).<br />

Desde esta perspectiva, la Política, entendida como la más noble tarea<br />

humana en búsqueda del Bien Común, es decir, del bien de todos y para<br />

todos, debiera ser fundamental y esencialmente la expresión ética y la<br />

concreción moral de la participación social, entendida como el accionar<br />

privado, público e institucional de los ciudadanos(as) en cualquier<br />

sociedad.<br />

Quizá podríamos decir que la Ética, en relación con la participación, tiene<br />

que ver más con el comportamiento en el accionar personal. La Moral, en<br />

cambio, tiene que ver más en su relación con el comportamiento social y<br />

colectivo. Con las normas de convivencia (de y entre los ciudadanos y<br />

ciudadanas). Con las Instituciones (los partidos, los organismos públicos<br />

etc.). Y de éstos con la ciudadanía. Es decir, tiene que ver más con el<br />

campo de lo “público”. Y lo público es el espacio por excelencia de la<br />

política. No solamente del gobierno, sino particularmente, de la<br />

ciudadanía.<br />

La participación: consideraciones políticas<br />

Pero esta separación es en realidad meramente conceptual, pues los<br />

individuos, en sociedad, somos ciudadanos. Y como tales, actuamos<br />

siempre en política en forma “activa” o “reactiva” (en mayor o menor<br />

medida, según ya analizamos) y aunque a veces ni seamos conscientes de<br />

ello. Algunos(as) - es cierto - lo hacen en forma consciente, intencionada<br />

y/o profesional. Son “los políticos”. Pero todos(as) estamos en medio de<br />

una trama social y política sumamente compleja. Actuamos en formas<br />

acordadas de convivencia social, sometidos, por tanto, a normas y<br />

convenciones jurídicas, sociales y culturales y en el marco de actuación de<br />

instituciones creadas socialmente; es decir, todos somos y estamos<br />

dialécticamente actuando y “participando” como sujetos políticos bajo<br />

criterios éticos y morales. Y eso, independientemente de que lo hagamos<br />

conscientemente o no.<br />

Por otro lado, la ideología neoliberal nos ha venido haciendo creer que la<br />

democracias que tenemos (y a las que ya aludimos al calificarlas como<br />

restringidas, tuteladas o de "baja intensidad") son la panacea. Y más<br />

fuerza adquiere este señalamiento cuando históricamente se viene de la<br />

superación de regímenes de fuerza, dictaduras militares y otras<br />

modalidades de autoritarismo extremo que tanto y tan profundamente han<br />

lastimado a nuestros pueblos Latinoamericanos. Que éste tipo de<br />

"democracias" son infinitamente mejores que la más benigna de la<br />

dictaduras, no cabe duda. Pero no podemos caer en la trampa de aceptar


por ello, de manera acrítica y complaciente, las evidentes limitaciones de<br />

que adolecen nuestros sistemas democráticos formales.<br />

Y esto toca de nuevo, como ya advertíamos, el rol de la sociedad en la vida<br />

pública. Es decir, si queremos profundizar en nuestros procesos<br />

democráticos, tenemos que hablar de nuevo de la imprescindible<br />

participación social, cívica y ciudadana a todos los niveles y alcances.<br />

Si acudimos incluso a la acepción etimológica de la palabra<br />

“democracia”, todos recordamos que tiene su origen en Grecia y que su<br />

significado es “demos = pueblo y cratos = poder”. Es decir, la democracia<br />

es el sistema político en el que el pueblo es el que ejerce el poder. Del<br />

pueblo dimana el poder. De ahí surge la expresión referida a los<br />

presidentes(as) de nuestros países cuando les llamamos “primer<br />

mandatario”, pues se refiere justamente al que asume el primer nivel de<br />

compromiso de “ser mandado” por el poder del pueblo. Eso significa<br />

“mandatario”: el que es mandado. El que obedece para servir mejor a<br />

quienes lo eligieron como su representante - su mandatario - que habrá de<br />

conducir los destinos del país al servicio de la mayoría que, mediante el<br />

voto, depositó su confianza en él ( o ella).<br />

Es obvio entonces que la delegación del poder del pueblo en sus<br />

representantes, no elimina para nada la responsabilidad del mismo de<br />

participar y estar atento y vigilante para señalar y atender los actos de<br />

gobierno, que en su nombre, ejecuta el poder en sus diferentes<br />

expresiones.<br />

Obviamente, para ello, la participación (como ya hemos insistido) es<br />

condición esencial. No se puede elegir, sin participar. Como tampoco se<br />

puede vigilar, estar atento, opinar etc., sin participar. ¿Cómo puede darse<br />

entonces la democracia, sin la participación del pueblo?<br />

Ciudadano(a) es la expresión socio-jurídica y política que establece dicha<br />

condición mediante derechos y obligaciones plasmadas en la constitución<br />

y el sistema de leyes de los países. De esta manera, se acota el concepto<br />

genérico de “pueblo”, para convertirlo en ciudadano(a).<br />

Pero al hablar de derechos y obligaciones, estamos aceptando la<br />

implicación inherente a ello: ejercerlos. No se puede ser sujeto de<br />

derechos y obligaciones si estos, no se ejercen. Todo quedaría en meras<br />

declaraciones teóricas que no repercuten en la vida individual, social y<br />

comunitaria de las personas, los grupos y la sociedad en su conjunto.<br />

Es obvio, entonces, que ser ciudadano(a) y participar como tal en la vida<br />

social, implica ejercer activa y responsablemente dicha condición que la<br />

ley y la sociedad le otorgan y reconocen. Y por lo tanto, el ejercicio<br />

consciente y responsable de sus derechos, obligaciones y<br />

responsabilidades. ¿Puede acaso hacerse sin participar? La respuesta<br />

obvia es que no.<br />

63


64<br />

Sin embargo, en los hechos, la respuesta parece encontrar solo en la<br />

formalidad de un importante - pero efímero - acto electoral, el<br />

agotamiento de la condición ciudadana participativa. El ciudadano acaba<br />

enajenando su poder al abandonar sus responsabilidades, pues convierte<br />

al mandatario que eligió, en el representante absoluto del ejercicio de su<br />

poder.<br />

En el campo de la política, el partido sigue siendo el instrumento clásico o<br />

privilegiado para la acción. Pero de acuerdo a lo que hemos ya señalado<br />

de la generalizada perversión de la actividad política, los partidos mismos<br />

han venido perdiendo el sentido profundo de su razón de ser. De ahí, el<br />

señalamiento que hicimos antes hacia el fenómeno que hemos llamado<br />

“partidocracia”<br />

Por ello, en la actualidad, tanto en la teoría como en la práctica, hay muy<br />

diferentes formas de entender y vivir la vida partidaria. En mi libro “La<br />

Revolución Ética" señalo que al partido:<br />

Hay quienes lo entienden sólo como instrumento electoral.<br />

Otros, como instrumento para la conquista y ejercicio del poder<br />

(incluso, no siempre por la vía electoral<br />

Algunos más, como movimiento social de carácter reivindicativo.<br />

Otros, como un instrumento fundamentalmente de carácter<br />

ideológico.<br />

Otros, como un organizador de la sociedad, o de la ciudadanía.<br />

Otros más, como un ente fundamentalmente educador.<br />

Y señalo también que dichas tareas no son siempre ni necesariamente<br />

excluyentes, sino que pueden - muchas de ellas - ser complementarias.<br />

Pero del énfasis que cada partido dé a su accionar, dependerá el tipo de<br />

acción política que desarrolle, así como sus consideraciones éticas.<br />

Un partido fundamentalmente "electorero", normalmente prescindirá de<br />

realizar tareas educativas y organizativas con la población, limitándose al<br />

mero juego electoral. Lo mismo sucederá con aquel que hace de la política<br />

campo de movilización social, pero con un fuerte acento clientelar y<br />

electoral. Su intención será usar la fuerza popular conquistada, solo como<br />

palanca para la consecución de privilegios, puestos públicos y hasta<br />

prevendas personales.<br />

Ningún verdadero partido puede renunciar a su misión de ser un<br />

instrumento para la educación, toma de conciencia crítica, y organización<br />

libre y responsable de la ciudadanía. Y ello, en aras de lograr una<br />

participación activa en la construcción de la Democracia Sustantiva.<br />

Se trata entonces de construir día a día y entre todos - conducidos<br />

democráticamente por los partidos y sus dirigentes - la verdadera


Democracia Integral, es decir, aquella que se exprese en lo social, en lo<br />

cultural, en lo económico y en lo político....y no solo en lo electoral.<br />

A la política, siendo la más noble tarea si se le enfoca y orienta a la<br />

búsqueda del Bien Común, por esas limitadas y hasta perversas<br />

concepciones y prácticas partidistas, se le ha venido reduciendo solo a la<br />

lucha por el poder. Y además, al margen de la consideración de que éste -<br />

el poder - es solo un instrumento - necesario, sin duda, pero simple<br />

instrumento - y no un fin en sí mismo. El poder, como instrumento<br />

privilegiado de la política, debería ser utilizado como ya dijimos - para el<br />

logro del Bien Común, y no para fines particulares o de grupo. Por eso,<br />

cuando así sucede, el poder se convierte en un instrumento/fin, y pierde su<br />

sentido al alejarse de su misión original.<br />

Es lógico entonces que, por ese tipo de concepciones y prácticas político/<br />

partidarias, la ciudadanía es expropiada de su poder originario quedando<br />

al margen, excluida, lejana, incrédula, apática y decepcionada de la<br />

práctica política real que le es inherente a su condición ciudadanía. Es por<br />

estas razones que nos vemos obligados a añadir el concepto<br />

“participativa” al de democracia. Pero con ello estamos reconociendo y<br />

reafirmando - de hecho - que las democracias que tenemos son<br />

incompletas e insuficientes. Si no fuera así, no tendríamos que calificar a<br />

la democracia. Bastaría el concepto mismo para que se entendiera que<br />

estamos hablando del poder de decisión del pueblo - de los ciudadanos y<br />

ciudadanas al participar y decidir colectivamente sobre los destinos de la<br />

nación.<br />

Participación y educación: consideraciones<br />

metodológicas, pedagógicas y técnicas<br />

Partiendo de la breve situación diagnóstica que hemos presentado, y<br />

sustentados en las consideraciones de carácter ético y político<br />

desarrolladas, entremos a la última parte del enunciado general del tema<br />

de trabajo solicitado: los elementos metodológicos, pedagógicos,<br />

didácticos y técnicos implicados para lograr un cambio en la cultura y en la<br />

práctica ciudadana en torno a su participación en los procesos sociales,<br />

culturales y políticos que le competen y afectan en su vida pública.<br />

Ante la fuerza de lo hechos referidos, se ha venido estableciendo en<br />

nuestras sociedades lo que llamamos la "cultura de la normalidad". Desde<br />

ella se hace creer a la gente que lo que sucede es “normal”: que así es y así<br />

tiene que ser. Lógicamente, esta posición vuelve pasivos a los pueblos.<br />

Por lo tanto, los aleja del interés por participar y ser parte de la vida pública.<br />

En otras palabras, los aleja de la conciencia y la práctica activa y<br />

participativa en busca del Bien Común.<br />

Culturalmente se ha ido asumiendo que la Política es algo "naturalmente"<br />

65


66<br />

sucio, corrupto e innoble con lo que no hay que relacionarse. Y<br />

atendiendo a la mayoría de las prácticas políticas reales, dicha afirmación<br />

no deja de tener razón. Pero no la tiene si acudimos al sentido esencial de<br />

lo que significa hacer política.<br />

Hay que romper esa posición. Hay que cambiar la cultura política de la<br />

pasividad y el desinterés. Ello implica desarrollar procesos educativos<br />

profundos y de alcance masivo.<br />

Pero en los hechos, el principal problema que detectamos en dichos<br />

procesos (que incluso pretenden ser innovadores y progresistas) se centra<br />

en la incoherencia entre el decir y el actuar. Más allá de la voluntad, el<br />

problema consiste en no saber “cómo” hacerlo, lo que acaba<br />

frecuentemente haciendo fracasar las buenas intenciones.<br />

Se habla de “educación ciudadana, “educación para la participación”,<br />

“pedagogía de la participación” etc. para referirse justamente a las<br />

iniciativas que tratan de superar la apatía y el desinterés ciudadano. Pero<br />

lejos estamos de que esos enunciados e intenciones se materialicen<br />

efectivamente. Y es que no basta con buenas intenciones, cuando el marco<br />

teórico y la práctica educativa desarrollada sustenta y convalida una<br />

propuesta diametralmente contraria a la deseada. No se conocen<br />

propuestas educativas que acudan a métodos verdaderamente<br />

participativos, mismos que logren incorporar efectiva y democráticamente<br />

la voz y el sentir de los educandos.<br />

Tiene que haber conocimiento, información y motivación suficientes para<br />

que los educadores y los educandos puedan efectivamente participar de<br />

manera activa en los procesos socio-educativos. Y eso implica un cambio<br />

de modelo educativo. Del tradicional “bancario” (según el decir de Paulo<br />

Freire”), a uno generador de participación, de conocimientos, de valores y<br />

actitudes auténticamente democráticas.<br />

Por ello es importante llamar la atención a un problema evidente y de gran<br />

trascendencia: el de los modelos educativos, sus metodologías y prácticas<br />

pedagógicas con que se materializan dichos esfuerzos.<br />

En general, se enfatizan los contenidos teóricos, los elementos<br />

conceptuales, las experiencias históricas etc., pero acudiendo solamente a<br />

procedimientos de mera “transmisión” de contenidos entregados por<br />

“expertos” en forma de conocimientos “cerrados”. Los educandos son<br />

considerados como entes pasivos, cuya tarea es memorizar los contenidos<br />

y presentar exámenes o evaluaciones que den cuenta de lo “aprendido”.<br />

Estas modalidades, propias de los sistemas escolarizados más<br />

tradicionales (y todavía mayoritariamente vigentes) son las que en general<br />

persisten también en los programas de “educación para la participación”.<br />

Así pues, se “educa” para la participación, pero al margen de la<br />

participación efectiva y activa de los educandos. No se incorporan las


experiencias vivenciales, la realidad social y los fenómenos contextuales y<br />

coyunturales que dicen a la vida cotidiana de los educandos. Se dejan<br />

fuera sus propias experiencias y sus percepciones subjetivas que tienen<br />

frente a los fenómenos (y en consecuencia, de las actitudes asumidas). De<br />

esta manera, en el hecho educativo, los “participantes” son convertidos en<br />

meros “objetos” del proceso. No son considerados como verdaderos<br />

“sujetos” - activos y participantes - de la formación de su conciencia y de<br />

su capacitación para la participación que se les pretende “enseñar”.<br />

Así es como se suele educar para la democracia: al margen de prácticas<br />

pedagógicas democráticas y dialogales. Si acaso, se suelen incorporar<br />

medidas reformistas de pseudo-participación… pero no más.<br />

La propuesta que necesitamos requiere partir de los propios sujetos del<br />

proceso: de sus conocimientos, de sus vivencias, de sus prejuicios, de sus<br />

posiciones éticas, de sus prácticas reales. De su conciencia real<br />

(cualquiera que esta sea). De su apreciación objetiva y subjetiva frente al<br />

tema, la sociedad y los valores comprometidos.<br />

En una palabra, es indispensable abordar el trabajo de educación para la<br />

participación y la democracia (a todos los niveles), abordando una<br />

propuesta metodológica y pedagógica de y desde la participación y el<br />

diálogo de saberes.<br />

Sin duda es importante la apropiación crítica y sistemática de los<br />

contenidos a trabajar. Pero también - y sobre todo de la metodología y las<br />

herramientas utilizadas en la propia formación, pues solo así se logrará la<br />

“apropiación y reproducción creativa” de los contenidos y del proceso<br />

seguido, propiciando el conocimiento, la capacidad de análisis, el<br />

rompimiento de la cultura de la normalidad y en consecuencia, el cambio<br />

de actitudes frente a la situación socio política. Se trata de ir más allá de la<br />

sola “memorización y repetición pasiva” de los contenidos entregados.<br />

Lograr esto presupone trabajar con “otro” modelo educativo<br />

(genéricamente conocido como “educación popular”) cuyos elementos<br />

sustantivos ofrecemos a continuación.<br />

Los fundamentos teóricos de la propuesta<br />

La Educación Popular es una propuesta Epistemológica, Ética, Política y<br />

Pedagógica, en permanente construcción desde campos muy variados del<br />

saber y el quehacer socio político, económico y cultural.<br />

Desde el punto de vista epistemológico, parte de un nuevo enfoque en el<br />

que el conocimiento no es considerando como algo acabado que solo<br />

debe ser transmitido eficientemente a quienes no lo poseen. O un<br />

conocimiento que el “experto” extrae de la realidad mediante<br />

procedimientos estadísticos o consultas bibliográficas, pero al margen de<br />

67


68<br />

la verdadera voz y sentimiento de los educandos. El conocimiento, en esta<br />

propuesta, se entiende como una construcción social permanente.<br />

Se parte de la aplicación de la teoría del conocimiento basada en la<br />

“lógica dialéctica”, es decir, aquella que tiene como “punto de partida” la<br />

propia “práctica social” de los participantes. No se trata de partir de la<br />

teoría o la abstracción, que siendo válida, resulta normalmente distante y<br />

ajena a los conocimientos e intereses iniciales de los participantes.<br />

Por ello, el “punto de partida” del proceso es la “práctica social” de los<br />

participantes, lo que implica procesos de autodiagnóstico de sus<br />

concepciones sobre el tema, de su visión del contexto donde actúan y de la<br />

forma misma como actúan (pasiva o activamente) en función del tema y del<br />

propio contexto. A esto llamamos el “triple autodiagnóstico”. La<br />

coherencia o no con que se relacionen los elementos de ese<br />

autodiagnóstico, servirá para identificar las contradicciones dialécticas en<br />

que se encuentran “atrapados” Y ello dará paso a procesos de análisis, a<br />

reflexiones, a incorporación de aportes teóricos, etc. que permitan superar<br />

las contradicciones identificadas en la primera fase. De esta manera, irán<br />

“apropiándose” (y no solo memorizando) valores, conocimientos,<br />

criterios y actitudes generadoras de conciencia crítica y sentido de<br />

pertenencia.<br />

En lo ético, el modelo toma posición a favor del rescate de los verdaderos<br />

valores humanos. Y ello, de frente a los “valores realmente existentes” que<br />

llaman al ser humano al individualismo, a la competencia, al egoísmo etc.<br />

Es decir, frente a los valores de la ética del mercado que, en los hechos, al<br />

ser hegemónica, acaba conduciéndonos en la vida personal y social.<br />

La E,P, plantea una reafirmación de la necesidad de re-colocar al ser<br />

humano en el centro del proceso civilizatorio…y no al mercado<br />

Por ello, asume en consecuencia una posición "política" (obviamente no<br />

partidaria o de determinada corriente) a favor de las mejores causas de la<br />

humanidad y de los sectores que padecen más directamente el efecto del<br />

modelo neoliobreal.<br />

Pero su aporte quizá más distintivo, es el haber construido una propuesta<br />

metodológica, pedagógica y didáctica que articula coherentemente los<br />

elementos epistemológicos, éticos, políticos. Su propuesta materializa<br />

creativamente los elementos señalados por cuanto su base epistemológica<br />

rompe con el paradigma positivista tradicional. Se basa en el diálogo y en<br />

la participación activa de los sujetos del proceso, elementos clave para una<br />

pedagogía de la participación, la colaboración, la solidaridad y la práctica<br />

democrática.<br />

A partir de ahí, desarrolla y/o relaciona lo producido por los participantes<br />

con la teoría existente, generando un nuevo conocimiento teórico-práctico<br />

que permite y facilita a los actores intervenir en la modificación de las


condiciones de las cuales se partió (tanto las sociales, como las del<br />

conocimiento)<br />

Es la “vuelta a la práctica”. Entendida así, la propuesta metodológica<br />

puede trabajar cualquier temática y con cualquier actor. Porque no se trata<br />

de un mero "contenido" ni de un método particular. Se trata de una<br />

propuesta teórica y metodología que se desarrolla en forma vivencial e<br />

intelectual. Así aborda el contenido temático, pero también los elementos<br />

metodológicos (qué hicimos, cómo, porqué etc.) De esta manera, el<br />

proceso pedagógico dará cuenta explícita de la propuesta metodológica y<br />

sus fundamentos teóricos, propiciando la apropiación concientemente<br />

crítica de los contenidos, pero también de la propuesta misma<br />

Elementos esenciales de la metodología dialéctica<br />

La realidad: una sola, múltiple, compleja, contradictoria.<br />

histórica….visión “compleja”<br />

La respuesta: Intervención de tipo “Integral”, holístico, ecológico…<br />

Los elementos: partir de lo cercano, de lo concreto, de lo simple…<br />

La lógica: dialéctica, no formal.<br />

El papel de la Teoría: iluminar la práctica…no teorizar “sobre” o al<br />

“margen” de ella.<br />

El “punto de partida”: La “práctica social”: Relación compleja e<br />

interrelacionada de su concepción del tema, de su análisis de contexto<br />

y de la revisión autocrítica de su práctica real<br />

Esquema metodológico general<br />

69


70<br />

El método general de trabajo. Sobre los aspectos pedagógicos y<br />

didácticos<br />

Para materializar la propuesta, se debe trabajar con métodos basados en<br />

la “plena participación” de los educandos (el “taller”). Es decir, el<br />

conocimiento como ya advertíamos - será generado y construido por los<br />

propios participantes a partir de su propia “Práctica Social”, misma que<br />

será abstraída y analizada mediante herramientas activas que el<br />

coordinador del proceso irá indicando. En ello, debe contemplarse la<br />

aportación de la experiencia y el conocimiento que el propio educador<br />

debe ofrecer en el momento oportuno. Igualmente, debe acercar y facilitar<br />

el conocimiento teórico producido, mismo que será incorporado<br />

críticamente al proceso de generación de conocimientos que el Taller<br />

produce.<br />

El diálogo, la confianza y la tolerancia, son valores y actitudes<br />

indispensables para lograr una pedagogía activa, crítica y participativa.<br />

Para asumir la propuesta hay que aceptar que debemos asumir un natural<br />

“diálogo de saberes”, pues nunca el “saber culto” se impone y desprecia el<br />

“saber natural” - siempre existente - aunque pueda éste ser limitado,<br />

fraccionado o confuso en su estado “original”. Este “dialogo de saberes”<br />

es en realidad - como hemos ya señalado reiteradamente - un proceso de<br />

“construcción de conocimiento”. Y como siempre se trabaja en forma<br />

colectiva, se convierte entonces en un producto de patrimonio grupal e<br />

individual al mismo tiempo.<br />

Como se podrá inferir, para lograr lo anterior se requiere “obligadamente”<br />

de trabajar con una pedagogía profundamente participativa. ¿Cómo, si<br />

no, se puede hacer un proceso de “autodiagnóstico”?. ¿Cómo se puede<br />

lograr el “reconocimiento de la práctica de los participantes”, si no es a<br />

partir de que ellos mismos den cuenta de ella?. Por eso, una propuesta<br />

metodológica dialéctica tiene que trabajar con una “pedagogía de la<br />

plena participación” como le hemos denominado para distinguirla de<br />

prácticas educativas reformistas basadas en el criterio de la<br />

“retroalimentación” de corte conductista. Se trata de que el educando<br />

“aprehenda haciendo” ….y no solo especulando teorías.<br />

Los aspectos didácticos<br />

Para lograr un proceso de total involucración y participación activa, es<br />

necesario echar mano de métodos particulares y herramientas didácticas<br />

propiciadoras, facilitadoras y generadoras - por su cuidadoso diseño y uso<br />

oportuno y pertinente - de la mencionada PARTICIPACION. No basta<br />

entonces con el uso caprichoso - y a veces hasta irresponsable - de<br />

“técnicas” o “dinámicas”, para creer que así se está generando una<br />

verdadera participación.


A manera de síntesis<br />

Entendemos entonces por metodología “la coherencia con que se deben<br />

articular los objetivos a lograr, los métodos o procedimientos utilizados<br />

para ello y las técnicas o instrumentos aplicados en relación con el marco<br />

teórico que da origen a los objetivos buscados”.<br />

Los aspectos técnicos<br />

Más allá de los aspectos medulares del enfoque educativo que hemos ya<br />

señalado, es importante llamar la atención sobre un último aspecto: los<br />

“comos” de la participación.<br />

Aún suponiendo que se logran cambiar las actitudes de desinterés,<br />

superar prejuicios, romper con culturas pasivas etc. etc., ello no basta para<br />

que la participación se de en forma efectiva, es decir, eficiente y<br />

eficazmente.<br />

La participación implica y requiere también el manejo de conocimientos<br />

técnicos, habilidades, herramientas especializadas etc. Todo ello, por<br />

supuesto, dentro del enfoque metodológico y pedagógico ya señalado.<br />

Pero también de acuerdo con la materia específica que en determinado<br />

momento convoque a la ciudadanía a la participación.<br />

Así, por ejemplo, la educación para la participación ciudadana en una<br />

coyuntura electoral, además de propiciar la comprensión profunda del<br />

sentido de la democracia (y demás factores que ya señalamos<br />

anteriormente), debe “capacitar” en el conocimiento y manejo de las leyes<br />

y procedimientos electorales, de los mecanismos de vigilancia etc.<br />

No se trata de manejar una opción en perjuicio de la otra. Ni de utilizar una<br />

metodología participativa para un proceso (o para parte del proceso) y<br />

otra tradicional para el otro u otras partes. El enfoque debe ser el mismo.<br />

Pero lo específico de la temática y/o circunstancia o coyuntura, debe<br />

aportar contenidos y conocimientos particulares.<br />

Pero lo mismo vale para cualquiera de las otras modalidades de<br />

“participación” a que aludimos en la tipología inicial. Así, un proceso de<br />

“presupuesto participativo”, por ejemplo, requiere de conocimientos<br />

técnicos, financieros, legislativos y/o normativos etc., que obviamente no<br />

tiene la población. Por ello, una vez más, la formación deberá<br />

acompañarse de la necesaria “capacitación” técnica que se requiera.<br />

Y lo mismo podemos decir para procesos de “participación social”, como<br />

el clásico “desarrollo comunitario” que implica capacidades para<br />

diagnosticar, planear, organizar etc. O de propuestas de economía<br />

solidaria (tipo cooperativas) que requiere saber sobre la filosofía de la<br />

cooperación, del marco jurídico, de elementos de organización y<br />

contabilidad etc.<br />

71


72<br />

Y como estos podríamos abundar en mil ejemplos mas. Pero reitero: esto<br />

no significa, en ningún caso, acudir a enfoques parcializados. Ni a la<br />

separación o desvinculación entre unos y otros. Ni mucho menos, trabajar<br />

con propuestas metodológicas y pedagógicas contradictorias.<br />

En síntesis: las implicaciones “técnicas” para la participación no pueden<br />

darse por sí solas ni limitarse en sí mismas. Deben ser parte de procesos y<br />

propuestas que incorporen los elementos que ya hemos señalado respecto<br />

a las implicaciones conceptuales, éticas, políticas y<br />

metodológico/pedagógicas.<br />

Implica también el reconocimiento al necesario ( y ya señalado) “diálogo<br />

de saberes”, pues lo que saben y aportan los técnicos o expertos, debe<br />

saber escuchar, conocer e incorporar lo que aporta el conocimiento y el<br />

sentido común de la gente.<br />

No es la soberbia del conocimiento “culto”, “científico” o “técnico<br />

especializado la que debe imponerse. Tampoco acudir a posiciones<br />

“basistas” de respeto acrítico a lo que sabe, dice y quiere la gente. Es en el<br />

diálogo (escuchar y opinar...opinar y escuchar con mente abierta) en<br />

donde se podrán encontrar las síntesis pertinentes, operativas y legítimas,<br />

porque han sido construidas y acordadas de común acuerdo<br />

Solo con una visión abierta, integral y compleja se puede abordar el<br />

también muy complejo tema de la participación social, cívica y/o<br />

ciudadana. Y ello, dentro de un marco de construcción de la democracia<br />

profunda que necesitamos con urgencia en nuestros países.<br />

Así entendida, la participación, más que una “moda” o un “método”, se<br />

convierte en un imperativo ético de la democracia sustantiva<br />

Bibliografía sugerida<br />

“Educar para Transformar” Carlos Núñez Hurtado. IMDEC.,<br />

Guadalajara Jal. México 1985.<br />

“La Revolución Ética” Carlos Núñez Hurtado. IMDEC., Guadalajara<br />

Jal. México 1998.<br />

“Paulo Freire entre nosotros” Colectivo Nacional del CEAAL. Cuba.<br />

Edición IMDEC. 1988.<br />

Diversas obras de Paulo Freire, como:<br />

“Pedagogía del oprimido”<br />

“Cartas a quien pretende enseñar”<br />

”Pedagogía de la Esperanza”<br />

”Pedagogía de la Autonomía”<br />

”Cartas a Cristina“


“Desarrollo con ciudadanía y democracia participativa: un nuevo<br />

trato entre el Estado y la Sociedad Civil” Documento elaborado por<br />

el “Fondo de las Américas Chile” y la “ Fundación Nacional para la<br />

superación de la Pobreza”. Documento en internet y Copia impresa.<br />

Santiago de Chile, abril 2000.<br />

Participación Ciudadana en la Gestión Pública”. Fondo de las<br />

Américas, Chile Junio 2001.<br />

“La ciudadanía toma la palabra” Cecilia Loría S. Causa Ciudadana<br />

A.P.N, México 1998.<br />

Diversos materiales de apoyo. Movimiento Ciudadano por la<br />

Democracia. México.<br />

“Etica, Política y Ciudadanía” Fernando Savater. Grigalbo, Raya en el<br />

Agua y Causa Ciudadana. México 1998.<br />

“Etica para Amador” Fernando Savater. Editorial Ariel, México 1997.<br />

“Tomar Conciencia” Enrique Gutiérrez. Fomento Cultural y Educativo.<br />

México.<br />

“Formación de educadores para la democracia” diplomado nacional<br />

IFE- CREFAL-ILCE. México 2003<br />

73


74


II PARTE<br />

Los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de Sevilla:<br />

Diferentes perspectivas y singularidades<br />

de un proceso participativo.<br />

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VAS, PROPONES Y VOTAS ... ¿ASI DE FACIL?<br />

Un año de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s en Sevilla<br />

Javier Navascues<br />

Profesor de la Universidad de Sevilla<br />

Fundaciòn de Investigaciones Marxistas<br />

De Porto Alegre a Sevilla. El origen de un proyecto.<br />

Las elecciones municipales del año 2003 dieron como resultado un<br />

gobierno de coalición PSOE-IU en Sevilla. En el pacto programático que se<br />

firmó entre las partes figuraba como uno de los puntos a desarrollar el de la<br />

puesta en marcha de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s que figuraban en el<br />

programa electoral de IU. La Delegación de Participación Ciudadana<br />

quedaba encargada de dirigir políticamente el proceso, el cual debía<br />

comenzar por los Distritos Municipales (que suponen un montante de trece<br />

millones de euros sobre un total de casi seiscientos).<br />

El modelo a seguir inicialmente era el de Porto Alegre. Pero para su puesta<br />

en marcha debían adoptarse algunas decisiones tanto de método como<br />

políticas. Las experiencias geográficamente más próximas, como las de<br />

Córdoba, Las Cabezas de San Juan y Puente Genil, habían partido de unos<br />

procesos previos de investigación y animación con el apoyo de un grupo<br />

consultor externo. Por contra, el proceso original de Porto Alegre había<br />

arrancado de manera inmediata, apoyado en una estructura propia del<br />

Ayuntamiento. En el caso de Sevilla se optó por por una solución mixta: se<br />

iniciaría el proceso de forma inmediata y el apoyo técnico lo aportarían del<br />

grupo CIMAS de la Universidad Complutense de Madrid - dirigido por<br />

Tomás Rodríguez Villasante - y de grupos universitarios sevillanos.<br />

Otra segunda decisión fué la de cuál era el papel a jugar por el movimiento<br />

asociativo en el proceso. En Sevilla, como en la mayoría de otras ciudades<br />

españolas, el movimiento vecinal tiene un peso político muy importante.<br />

Éste se refleja tanto en su presencia reglamentaria en un sinfín de consejos<br />

como en su influencia en los partidos del gobierno municipal, sobre todo<br />

en el PSOE pero también en IU. Por otra parte, la legitimidad histórica del<br />

movimiento vecinal adquirida en la fase final de franquismo y la transición,<br />

no es óbice para que su representatividad se vea impugnada por parte de<br />

los sectores más críticos.<br />

77


78<br />

Así las cosas, el dilema se establecía entre desarrollar el proceso al margen<br />

de las AAVV o atribuirles un papel en el mismo. Los antecedentes eran<br />

contradictorios. En Córdoba el proceso obvió a las AAVV, las cuales<br />

respondieron haciendo el vacío e impugnando la legitimidad del proceso;<br />

el resultado fue el bloqueo total en el que ahora se encuentra. En Puente<br />

Genil se reservó una cuota del 50% en las estructuras del Presupuesto para<br />

el tejido asociativo conformándose una situación que se diferencia poco<br />

de los consejos de participación preexistentes. La solución de Porto Alegre<br />

fue la de convertir al movimiento asociativo en la base del proceso; eran<br />

los propios colectivos y movimientos los que convocaban asambleas de<br />

vecinos y elegían delegadas y delegados en función del número de<br />

asistentes. Sin embargo esta solución fue el resultado de un compromiso<br />

entre el gobierno del Frente Popular, que pretendía basarse en Delegados y<br />

Delegadas elegidos en Asambleas Vecinales y las demandas del<br />

movimiento asociativo popular, que reivindicaban la creación consejos de<br />

participación donde estuvieran presentes las asociaciones.<br />

En Sevilla esta vía ya existe; el movimiento asociativo participa incluso en<br />

las Juntas de Distrito. Además sus vínculos con los partidos del gobierno<br />

municipal le concede una fuerte capacidad de intervención. Además era<br />

preciso incorporar al proceso tanto a las personas no asociadas como a<br />

los sectores del movimiento ciudadano más crítico con la actitud y forma<br />

de funcionar del movimiento vecinal tradicional. La solución adoptada fue<br />

un sistema de asambleas territoriales que elegirían un mismo número de<br />

delegadas y delegados y la creación de unas estructuras de dinamización<br />

de la participación a las que se les dió el nombre de "grupos motores" a<br />

cuya constitución se invitó en primer lugar a las asociaciones y colectivos,<br />

tanto tradicionales como "críticos".<br />

Estos grupos motores son la principal innovación sevillana desde el punto<br />

de vista metodológico. Se trata de grupos de personas voluntarias que<br />

asumen la dinamización y la interlocución con las vecinas y vecinos en una<br />

zona de la ciudad. La ciudad se divide en 15 zonas, cada una de ellas de<br />

las cuales cuenta con un centro cívico. El grupo motor se autoorganiza y<br />

cuenta con el apoyo administrativo y de medios materiales del centro cívico<br />

y su personal (dependientes de la Delegación Municipal de Participación<br />

Ciudadana). En la práctica, sus componentes son miembros de las AAVV,<br />

de las AMPAs y de otras asociaciones "clásicas" pero también de otros<br />

colectivos más alternativos y personas sin organizar que han llegado al<br />

proceso por múltiples razones. Su trabajo principal es el de identificar<br />

grupos y necesidades, trazar "mapas" sociales y territoriales para convocar<br />

de manera específica a la participación en el proceso. Está siempre abierto<br />

a nuevas incorporaciones y es quien convoca y dirige las Asambleas<br />

vecinales en su zona.


Entre la democracia representativa y la democracia<br />

directa: "tienes una cita con tu ciudad".<br />

La tercera decisión inicial fue la de definir la regulación del proceso. Aquí<br />

también se optó por una idea importada de Porto Alegre: el<br />

"autorreglamento". Los grupos motores convocaron una ronda inicial de<br />

asambleas bajo el lema "tienes una cita con tu ciudad" en las que se<br />

eligieron dos personas por cada una de ellas las cuáles quedaron<br />

comisionadas para consensuar un reglamento que regiría el proceso. Estas<br />

treinta personas elaboraron un texto cuyo contenido provocó la crisis<br />

política más fuerte a la que el proceso se ha enfrentado hasta ahora.<br />

Las delegadas y los delegados de las Asambleas que acordaron el<br />

autorreglamento llegaron a un texto en el que se sancionaba un sistema<br />

estrictamente paritario de delegadas y delegados con mandato imperativo<br />

y no reelegibles, un conjunto de criterios que buscaban conjugar el peso<br />

del voto popular con políticas redistributivas y de discriminación positiva<br />

hacia los barrios y los sectores sociales más desfavorecidos y el<br />

compromiso del gobierno municipal de aceptar la distribución de fondos<br />

que surgiera del proceso.<br />

Puesto que tradicionalmente el reparto de los presupuestos de los distritos<br />

ha sido el mecanismo a través del cual se ha articulado la red de<br />

influencias y relaciones mutuas entre el movimiento asociativo y los<br />

partidos políticos, este autorreglamento cuestionaba la práctica<br />

tradicional. Por otra parte, dejaba al descubierto la indefición<br />

reglamentaria de las Juntas Municipales que formalmente carecen de<br />

competencias a la hora de distribuir el presupuesto del distrito pero que en<br />

la práctica son el lugar donde se legitimaba el reparto de fondos en función<br />

de la correlación de fuerzas existente. Todo esto provocó una fortísima<br />

resistencia por parte de un sector del PSOE a aceptar el procedimiento que<br />

las y los delegados de la Asamblea habían elaborado.<br />

Al calor de esta resistencia la oposición de derechas municipal (PP y PA)<br />

cargó contra el proceso argumentando que era anticonstitucional, que<br />

suponía una dejación de sus responsabilidades por el gobierno municipal,<br />

que era un "peaje" que se pagaba por el PSOE al "radicalismo" de IU, ... La<br />

prensa local, conservadora, amplificó esta campaña con el efecto<br />

imprevisto de hacer más conocido el presupuesto participativo por la<br />

polémica desatada.<br />

La crisis se convirtió en un pulso político que al final se resolvió mediante un<br />

acuerdo en el que se le permitía a las Juntas Municipales de distrito<br />

reservar una parte de su presupuesto como gasto ineludible que no podía<br />

discutirse, lo que se denominó "gastos fijos". Dicha parte incluía, además<br />

del gasto en personal y el ordinario de funcionamiento, una reserva en<br />

previsión de "imprevistos" y de "compromisos previos adquiridos". Se<br />

79


80<br />

alcanzó un compromiso político por el cual nadie se reservaría más de un<br />

50% del total disponible por este concepto. El ditrito Sur, gobernado por IU,<br />

puso a debate prácticamente la totalidad de los fondos disponibles. A<br />

cambio de este compromiso, el autorreglamento le da la delegadas y<br />

delegados la capacidad de supervisar le ejecución real del gasto y se<br />

mantenían el resto de características del proceso como la paridad, la<br />

rotación, el mandato imperativo, etc.<br />

"Vas, propones y votas. Así de fácil."<br />

Una vez resuelta esta cuestión, se convocaron las Asambleas vecinales<br />

invitando a toda la población a asistir y presentar sus propuestas lo cual se<br />

podía hacer hasta el mismo momento de la Asamblea. A través de carteles,<br />

anuncios en medios locales y un envío de cartas a cada vivienda se invitó a<br />

la participación con el lema "Vas, proponer y votas. Así de fácil".<br />

Se celebraron quince asambleas en las que se votaron las propuestas de<br />

gasto, se priorizaron los criterios de equilibrio territorial y redistribución y se<br />

eligieron las delegadas y los delegados para la supervisión del proceso.<br />

Previamente, además de los distritos, las áreas de Participación Ciudadana<br />

y de Deportes (gobernadas por IU) y parcialmente la Gerencia de<br />

Urbanismo, habían decidido someter su presupuesto al debate. De este<br />

modo los ciudadanos y ciudadanas pudieron presentar propuestas de<br />

gasto tanto en inversiones como de actividades y programas a estas áreas y<br />

a su distrito. Dichas propuestas fueron votadas en las Asambleas mediante<br />

un procedimiento de voto ponderado (diez puntos para la primera<br />

propuesta, nueve para la segunda, ocho para la tercera y así hasta diez).<br />

Los delegados y delegadas fueron elegidos en listas abiertas, pudiendose<br />

votar un máximo de dos mujeres y dos hombres para cubrir seis (tres y tres)<br />

puestos. Los criterios de ponderación fueron también votados para<br />

atribuirles un peso a cada uno.<br />

A las asambleas, que tuvieron lugar en junio de 2004, asistieron<br />

aproximadamente tres mil personas. De ellas salieron noventa personas<br />

(seis por cada una de las quince asambleas) para conformar un consejo de<br />

delegados de la ciudad y otras noventa para conformar los seis de los seis<br />

distritos municipales. También salieron votadas algo más de 800<br />

propuestas de gasto y los criterios fueron ordenados.<br />

Este proceso no estuvo exento de anécdotas provocadas por el "viejo" estilo<br />

de hacer política. Una componente de voto "organizado" intentó copar los<br />

delegados y delegadas, sin tener presente que las personas elegidas lo<br />

eran con mandato imperativo y por tanto con escaso margen de maniobra.<br />

Las víctimas fueron los miembros de los "grupos motores" algunos de los<br />

cuales se vieron desplazados por el alarde de poder "partidario". No<br />

obstante, el mecansimo de votación que aseguraba un tercio de los


delegados a las minoría y el propio funcionamiento posterior del proceso<br />

evitó que el mismo se desvirtuara. Otras intervenciones organizadas, entre<br />

las que cabe destacar la de una amplia alianza transversal de colectivos y<br />

organizaciones de mujeres ayudó también a ello.<br />

El trabajo de las delegadas y los delegados<br />

Una vez elegidos, los delegados y las delegadas se reunieron para evaluar<br />

con el concurso de los técnicos municipales la viabilidad de las propuestas<br />

votadas y a ordenarlas de acuerdo con la votación obtenida y con los<br />

criterios de ponderación. Para ello celebraron varias sesiones de trabajo a<br />

lo largo de los meses de julio y septiembre de 2004, incluyendo visitas a los<br />

lugares donde la gente había hecho propuestas.<br />

La evaluación técnica de las propuestas evidenció varios problemas. El<br />

primero fue el de la existencia de muchas propuestas muy indefinidas en las<br />

que en muchas ocasiones aparecía una cierta picaresca consistente en<br />

hacer formulaciones tan vagas que, en la práctica, permitían a los<br />

concejales responsables de cada distrito disponer casi discrecionalmente<br />

de los fondos. Un segundo problema detectado fue el de la falta de<br />

coordinación entre proponentes de cosas muy parecidas que, de haberse<br />

juntado, hubieran sumado votos. Un tercero fue el de la confusión sobre el<br />

ámbito de competencias de las diferentes delegaciones municipales, lo<br />

que hacía que se propusieran cosas a órganos que no eran competentes<br />

para ejecutarlas. Por último pero no por ello menos importante, surgieron<br />

problemas derivados del desconocimiento de cuestiones que situaban en<br />

desventaja a los ciudadanos respecto de los técnicos; por ejemplo, el no<br />

saber qué usos del suelo están permitidos en qué terrenos, la forma en qué<br />

se puede ejecutar una actuación o, incluso, si se proponía algo que ya<br />

estaba previsto por el Ayuntamiento.<br />

En cuanto a la priorización de las propuestas atendiendo a los criterios de<br />

ordenación, el método que se siguió fue el que sigue. Cada propuesta<br />

había obtenido una puntuación en las asambleas de acuerdo con el<br />

método de voto ponderado empleado. Dicha puntuación fue primada en<br />

función del grado de cumplimiento de los criterios (barrio o sector social<br />

desfavorecido, necesidad objetiva de la propuesta, ...) pudiendo llegar a<br />

multiplicar por dos como máximo sus puntos iniciales por este<br />

procedimiento. Una vez que todas las propuestas habían sido "baremadas"<br />

de acuerdo con este método se ordenaban. A la hora de confeccionar el<br />

presupuesto, el dinero disponible se repartiría hasta agotarse siguiendo<br />

este orden de prioridad. Si alguna zona se quedaba fuera, su primera<br />

propuesta pasaría a entrar en el presupuesto a costa de la última de otra<br />

zona que ya tuviera más de una.<br />

Los problemas surgidos en la priorización fueron de dos tipos. El primero<br />

surgió cuando los delegados y las delegadas que creían que disponían de<br />

81


82<br />

un margen de discrecionalidad a la hora de repartir los fondos<br />

descubrieron que no era así, que su papel se limitaba a verificar que los<br />

criterios se aplicaban estrictamente y a rendir cuentas ante su asamblea de<br />

como esto se había hecho. Esto provocó algunos abandonos,<br />

singularmente de personas que habían sido elegidas dentro de las<br />

estrategias organizadas de "copo" de delegados. El otro segundo<br />

problema lo ocasionaron los propios criterios que habían sido formulados<br />

en el autorreglamento con muy buena intención pero cuyo traslado<br />

numérico fue bastante problemático. Hubo que construir una serie<br />

compleja de indicadores y las personas participantes se vieron obligadas a<br />

realizar cálculos engorrosos y un poco oscuros.<br />

Final de un ciclo, inicio del siguiente<br />

Concluído el proceso de priorización, en octubre de 2004 volvieron a<br />

convocarse las asambleas vecinales donde las delegadas y dlegados<br />

dieron cuenta del trabajo realizado. Dicho trabajo en forma de una<br />

relación de inversiones y propuestas de gasto ordenadas y priorizadas fue<br />

entregado en un acto formal al Alcalde y al gobierno municipal para su<br />

incorporación al presupuesto para el año 2005.<br />

El proyecto de presupuestos municipales fue votado por el Pleno en<br />

diciembre y tras el preceptivo plazo de alegaciones entró en vigor en enero<br />

siguiente. Lo que se hizo con las propuestas del Presupuesto <strong>Participativo</strong><br />

fue incorporarlas hasta llegar al límite total - el presupuesto es limitado.<br />

Para ello, se sumaron los gastos en actividades y la anualidad<br />

correspondiente a 2005 de las inversiones.<br />

Las asambleas de octubre, además de conocer el trabajo de las delegadas<br />

y delegados eligieron de nuevo a dos personas para revisar el<br />

autorreglamento, tarea que concluyó en febrero de 2005. Esta revisión del<br />

autorreglamento ha conllevado la reafirmación de los principios básicos -<br />

mandato imperativo, rotación, incompatibilidad de cargos, ... - del<br />

proceso así como algunas medidas para perfeccionarlo como son las de<br />

definir mejor el tipo de las propuestas para evitar las confusiones y<br />

picaresca ya citadas y simplificar los criterios de priorización.<br />

Por otra parte el proceso del año 2004 ha revelado la necesidad de<br />

fomentar la comunicación y deliberación previa de las propuestas entre las<br />

y los ciudadanos con dos fines; hacer posible el acuerdo y la cooperación<br />

entre personas y grupos que tienen intereses o ideas parecidas y evaluar los<br />

problemas técnicos que las propuestas puedan tener antes de someterlas a<br />

votación para evitar la frustración de que propuestas que han sido votadas<br />

sean descartadas por inviables. Para resolver esta necesidad en el proceso<br />

de 2005 se celebrarán los denominados Foros de Propuestas en los que<br />

proponentes y técnicos municipales se encontrarán y analizarán las


propuestas antes de las asambleas con vistas a conseguir los dos objetivos<br />

citados: la convergencia y la viabilidad.<br />

También en 2005 se ha ampliado el número de áreas que entran en la<br />

discusión del presupuesto participativo, incorporándose las de Educación,<br />

Igualdad, Cultura, Juventud y Empleo. El porcentaje del presupuesto de<br />

Urbanismo sometido a debate también crecerá. El número de zonas y<br />

grupos motores aumentará a dieciocho en el primer caso y algo más en el<br />

segundo con la creación de grupos motores sectoriales: de mujer, de<br />

jóvenes y de educación. Además se ha lanzado una iniciativa dirigida a<br />

niñas y niños y jóvenes que persigue incorporar a estos sectores al proceso<br />

y generar una cultura de participación y debate entre las generaciones más<br />

jóvenes.<br />

El seguimiento. La clave de la continuidad del proceso.<br />

Los presupuestos aprobados para 2005 deberán pasar la prueba de fuego<br />

para la credibilidad del proceso, que no es otra que el Ayuntamiento<br />

ejecute realmente las partidas que incluyó en el presupuesto como<br />

consecuencia de las deliberaciones y debates en las asambleas.<br />

Para ello no basta con que hayan sido recogidas formal y detalladamente<br />

las propuestas priorizadas en el documento aprobado por el pleno<br />

municipal sino que los órganos de gestión, distritos y delegaciones,<br />

efectivamente las lleven a cabo. El control de que esto es así corresponde a<br />

las comisiones de seguimiento del presupuesto participativo. Estas<br />

comisiones las forman las mismas delegadas y los mismos delegados que<br />

trabajaron en la priorización y que, por tanto, conocen las propuestas.<br />

En cada distrito y en cada delegación implicadas se ha constituido una de<br />

estas comisiones a las cuales los responsables técnicos y políticos deben<br />

informar de la marcha de la ejecución del presupuesto. En el momento de<br />

escribir estas líneas (marzo de 2005) estas comisiones comienzan su<br />

andadura. De como esta evolucione dependerá mucho la credibilidad del<br />

proceso y su continuidad en el futuro.<br />

A modo de conclusión provisional.<br />

Trasladar a una ciudad del Norte en plena crisis de la participación política<br />

una experiencia nacida en una circunstancia particular del Sur<br />

caracterizada por su elevada politización y un fuerte grado de<br />

organización popular puede ser una aventura demasiado arriesgada e<br />

idealista. Pero probablemente si no es a través de estas innovaciones<br />

políticas, la pérdida de calidad de la democracia en Europa será<br />

irreversible.<br />

Una de las críticas que se han hecho a estos procesos especialmente en el<br />

Norte es que al no existir las acuciantes necesidades que afectan a las<br />

83


84<br />

barriadas populares de los países menos desarrollados en materia de<br />

servicios e infraestrcuturas básicas, se acaban convirtiendo en plataformas<br />

donde participan las clases medias ilustradas en el reparto de las migajas<br />

que el neoliberalismo imperante le permite todavía administrar al sector<br />

público. Sin negar que este riesgo es real, conviene recordar varias cosas.<br />

En primer lugar que Sevilla no es Amsterdam ni Copenhague - como por<br />

cierto tampoco Porto Alegre es Calcutta - y que la participación registrada<br />

en este primer año de experiencia ha sido muy mayoritariamente de<br />

personas de las clases populares siendo precisamente el número de<br />

participantes en las asambleas mayor cuanto mayor ha sido la<br />

componente popular de la población de los barrios implicados.<br />

En segundo lugar que si bien el porcentaje de presupuesto debatido es<br />

relativamente bajo, el proceso ha llevado a debate precisamente las<br />

partidas a través de las cuales el poder político municipal en Sevilla ha<br />

articulado tradicionalmente las redes de clientelismo y subordinación del<br />

movimiento ciudadano. Para quien tenga más edad, es fácil recordar<br />

como estos mecanismos cooptaron y amortizaron a un potente y<br />

reivindicativo movimiento popular surgido en los finales del franquismo<br />

cuando se constituyeron los primeros ayuntamientos democráticos. De<br />

alguna manera el proceso iniciado devuelve la independencia a un<br />

movimiento ciudadano cuyas propuestas y reivindicaciones deben ahora<br />

ganarse el espacio mediante la delibración y la votación abierta y no en<br />

función de favores debidos.<br />

Y en tercer lugar y ya desde una perspectiva más general, el proceso<br />

plantea la posibilidad de una reapropiación por la gente del espacio<br />

público estatal al obligar a técnicos y políticos a compartir la gestión y<br />

rendir cuentas de la misma con las y los ciudadanos. Esto en si mismo no<br />

garantiza que se rompan los límites que la situación política global impone<br />

pero crea un campo para su cuestionamiento desde lo concreto, es decir,<br />

un terreno para la lucha política e ideológica contra el "sentido común"<br />

neoliberal empezando por el mero hecho de afirmar que es posible otra<br />

formar de administrar lo público diferente a la burocracia o la<br />

privatización.<br />

En la perspectiva que abren estas posibilidades el balance que se puede<br />

hacer del proceso de Sevilla marca a la vez los retos que deberá superar en<br />

el futuro. Por una parte se ha conseguido que participe un porcentaje muy<br />

sustancial de los sectores organizados del movimiento ciudadano y las y los<br />

militantes de la izquierda política y social. Y con estos grupos se ha<br />

conseguido generar un modelo de funcionamiento poco convencional<br />

frente al que las tácticas "politicistas" tradicionales no han podido<br />

imponerse: mandato imperativo, rotación, incompatibilidad, paridad, ... A<br />

estas alturas ese modelo no está en discusión. Se ha conseguido un


objetivo aparentemente modesto pero nada irrelevante, que las reuniones<br />

y asambleas no sean agotadoras sino rápidas y ejecutivas. Y personas y<br />

grupos tradicionalmente enfrentados han aprendido a trabajar en común.<br />

Dos son los retos a alcanzar a corto plazo, el de ampliar la participación a<br />

las grandes mayorías, a la gente "normal", por una parte; y por la otra, el de<br />

incorporar a ciertos sectores de vanguardia que hasta ahora se han<br />

mantenido al margen pero cuya creatividad y cuya crítica son necesarias<br />

para la vitalidad del proceso. Para lo primero hay que superar las barreras<br />

de la desconfianza así como el retraímiento general de la participación.<br />

Ello sólo se conseguirá ganando credibilidad y confiando en el contagio y<br />

la difusión de los logros concretos que se consigan. En el segundo caso<br />

mediante la ampliación del terreno de la deliberación y del alcance de la<br />

participación. Pero hay ciertos límites que no pueden perderse de vista. En<br />

el primer caso, la ideología individualista e inhibicionista está muy<br />

generalizada por lo que impone barreras difíciles de superar a medio<br />

plazo. En el segundo, habrá que superar el "miedo a la mayoría" y las<br />

dificultades para pasar de la crítica a la alternativa, y más una alternativa<br />

concreta, presupuestable.<br />

En el horizonte de la legislatura (2007), el reto es conseguir que entre una<br />

parte sustancial del presupuesto municipal de Sevilla a debate pero, sobre<br />

todo, que el proceso deje de ser el proyecto de una fuerza política para<br />

convertirse en propiedad de muchos miles de ciudadanas y ciudadanos.<br />

Para ello intencionadamente se ha evitado hacerlo depender<br />

excesivamente de las estructuras municipales y se ha confiado a la<br />

autogestión ciudadana su ordenación y dirección - ejemplarizada por el<br />

autorreglamento y los grupos motores. Este es el verdadero reto político,<br />

que sea el poder ciudadano el que garantice la continuidad.<br />

Si esto se consigue, la propia lógica llevará a asaltar nuevas barrreras y<br />

cuestionar lógicas ahora intocables. En definitiva, a una nueva forma de<br />

entender lo público y ejercer la democracia que permita imponer la política<br />

sobre la economía, la atención a las necesidades sobre el mercado.<br />

85


LA DEMOCRACIA EN PROCESO PARTICIPATIVO:<br />

PRINCIPIOS, FUNDAMENTOS Y REQUISITOS<br />

AULA DE DERECHOS HUMANOS “Josè Carlos Mariategui” de la UPO<br />

Joaquín Herrera Flores<br />

Profesor Universidad de Sevilla<br />

Manuel J. Sabariego Gómez<br />

Rocío Medina Martín<br />

Vicente Barragán Robles<br />

Gemma Lorente Martín<br />

Los dos principios democráticos: el principio de “igualdad de<br />

poder político” y el principio de “distribución del poder<br />

político”<br />

Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que las prácticas participativas<br />

locales constituyen hoy en día un “hecho” constatable por todos los<br />

rincones de nuestro mundo. De todos es sabido que el origen de estas<br />

prácticas se sitúa en el Sur. La terrible realidad con la que se enfrentaban<br />

cotidianamente los habitantes de ciudades como Lima (Perú) o Porto<br />

Alegre (Brasil) indujo a éstos, primero, a organizarse y articularse<br />

socialmente y, segundo, a pasar a la acción política creando marcos de<br />

acción participativa en el ámbito local.<br />

El objetivo básico residía en asumir que los habitantes podían<br />

empoderarse sin más dilación poniendo en práctica procesos en los que<br />

no sólo se aprovecharan los resortes de la democracia formal (instituciones<br />

establecidas, ejercicio del derecho al sufragio…), sino las mismas<br />

posibilidades internas que la propia democracia contiene a la hora de la<br />

expansión de sus límites más allá de lo establecido (la decisión y la<br />

cogestión ciudadana).<br />

En los últimos tiempos tales experiencias han pasado a implementarse en<br />

municipios del Norte económicamente desarrollado. A pesar de tener<br />

condiciones económicas e institucionales bien distintas de las que sufren<br />

los países del Sur, con sólo observar las mejoras sociales y políticas<br />

llevadas a cabo en regiones sometidas a procesos de fuerte subdesarrollo,<br />

se comenzó a percibir la exigencia de extender estas prácticas a entornos<br />

en los que la democracia formal se viene ejerciendo sin problemas desde<br />

hace décadas.<br />

En muchos lugares del Norte desarrollado comenzó, pues, a generalizarse<br />

la necesidad de que las políticas públicas y más en concreto, las políticas<br />

87


88<br />

municipales, tan cercanas a las necesidades concretas de las personas,<br />

impulsasen y pusiesen los medios necesarios para que la ciudadanía fuera<br />

realmente protagonista en la gestión municipal. La idea básica consistía en<br />

que ésta podía ser la mejor manera de profundizar en, y garantizar la,<br />

democracia y hacer de la política un ejercicio permanente de participación<br />

en la vida de las ciudades por parte todos y todas los que las habitan. De<br />

ahí que la experiencia de los presupuestos participativos esté siendo<br />

validada por muchas experiencias internacionales, no solo de ciudades de<br />

América Latina, sino de nuestro entorno más cercano: <strong>Portugal</strong>, Francia,<br />

Alemania, Italia, Holanda, Bélgica, Dinamarca, etc…<br />

Poco a poco, hemos ido asumiendo que los procesos de creatividad social<br />

no parten únicamente de propuestas académicas o de “buenas maneras”<br />

institucionales. La creatividad surge cuando se está atento a las paradojas<br />

y a las contradicciones con las que convivimos todos los días en nuestras<br />

ciudades. Una de estas paradojas destaca por su carácter paradigmático:<br />

estamos ante una de las ciudadanías mejor preparadas y equipadas de los<br />

últimos tiempos, pero, situada cada vez más lejos de los avatares de lo<br />

político.<br />

No se trata, pues, de inventar algo de la nada, sino aprovechar lo existente<br />

para encontrar y construir soluciones favorables a las posiciones de las<br />

mayorías. La cuestión no consiste únicamente en que los dirigentes o los<br />

técnicos sean creativos para que la gente participe, sino de que la gente<br />

participe para que se puedan sentir que ellos también son aptos a la hora<br />

de crear proyectos viables por los que luchar.<br />

Nosotros pensamos que uno de los medios para ir haciendo posible esta<br />

realidad son los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s, como proceso de democracia<br />

participativa, voluntaria y universal que sirva tanto para el debate,<br />

elaboración, control y seguimiento del Presupuesto anual, como para la<br />

decisión ciudadana en los ámbitos que en cada contexto le corresponda,<br />

independientemente del signo político de los gobiernos municipales.<br />

La cuestión básica que es preciso abordar antes de entrar en mayores<br />

detalles reside, pues, en el concepto de democracia con el que<br />

trabajamos. Nuestra propuesta es sencilla y, a la vez, compleja.<br />

Sencilla, en cuanto que lo que proponemos no pretende imponer procesos<br />

ajenos a la experiencia política acumulada en más de veinte años de<br />

democracia formal en el Estado español. La construcción del “estado de<br />

derecho” ha sido tan difícil que no pueden tirarse por la borda las<br />

conquistas que el pueblo español ha conseguido después de muchas<br />

décadas de lucha por las libertades. Es lo que nosotros denominamos<br />

como principio de igualdad del poder político: todos tenemos el derecho a<br />

participar en lo político a través de nuestros representantes ejerciendo, al<br />

mismo tiempo, las libertades y derechos civiles reconocidos en nuestra


Constitución de 1978. Es decir, estamos ante el principio bajo el que se<br />

resume el conjunto de consensos implícitos (creencias compartidas que no<br />

se someten al debate) que conllevan un fuerte grado de confianza en los<br />

mecanismos básicos de representación, y en donde se juega<br />

cotidianamente la credibilidad y eficacia de la gestión de los asuntos de los<br />

habitantes por parte de las instituciones. Todo ello en el marco de la<br />

democracia representativa o democracia formal.<br />

Pero a pesar de ser conscientes de la importancia de dicho principio y de<br />

que su goce no ha caído graciosamente del cielo, sino que ha sido<br />

producto de las luchas sociales mencionadas, nuestra propuesta es<br />

“compleja”, dado que no nos conformamos con un concepto de<br />

democracia que permanezca encerrado en sus aspectos formales y<br />

procedimentales.<br />

Por tal razón, cuando tratamos con experiencias participativas del grado y<br />

de la calidad como las que se han puesto en práctica en la ciudad de<br />

Sevilla, es preciso “complejizar” la cuestión de lo democrático, añadiendo<br />

un factor de enorme importancia. Es lo que nosotros denominamos el<br />

principio de distribución del poder político.<br />

Con este principio, queremos afirmar que la democracia no se construye ni<br />

se reproduce únicamente asumiendo “implícitamente” la libertad como<br />

valor básico y autónomo. La libertad, como cualquier otro valor, no es más<br />

que el producto de luchas sociales por el acceso a los bienes materiales e<br />

inmateriales que hacen digna la vida que vivimos. Por ello, la libertad hay<br />

que complementarla con el valor de la igualdad material, o, lo que es lo<br />

mismo, con el conjunto de condiciones económicas, sociales y culturales<br />

que permiten “explícitamente” poner en práctica el principio de igualdad<br />

del poder político.<br />

No basta, pues, con la mera participación en los procesos electorales y la<br />

confianza ciega en las instituciones. Es preciso profundizar en los aspectos<br />

“decisorios”que están en la base y en la raíz del concepto de democracia.<br />

La democracia no se otorga, la democracia se conquista. Y se conquista<br />

luchando día a día construyendo las condiciones materiales que nos van a<br />

permitir disfrutar de las libertades formales ya conseguidas. Es preciso,<br />

pues, “distribuir” entre la ciudadanía las posibilidades que éstas nos<br />

garantizan. En otros términos, hay que conseguir distribuir el poder político<br />

lo máximo posible para que en conjunto todas y todos, no sólo los que<br />

parten ya de condiciones materiales adecuadas, podamos disfrutar de la<br />

libertad y del estado de derecho.<br />

De ahí que, si en el caso del principio de “igualdad de poder político” los<br />

consensos son implícitos: damos por hecho que todos somos iguales ante<br />

la ley y disfrutamos de libertades y derechos civiles; en el caso del principio<br />

de distribución del poder político los consensos deben ser explícitos, pues<br />

89


90<br />

las condiciones materiales en las que la gente vive es sumamente injusta y,<br />

en muchos casos, desigual. Es decir, a través del principio de distribución<br />

del poder político todos debemos comprometernos “explícitamente” en la<br />

construcción de espacios de igualdad material. Esto es algo que no puede<br />

darse “por supuesto”, ni conseguido de una vez para siempre. Por tanto, se<br />

requiere una participación activa de la ciudadanía a la hora de<br />

implementar acciones institucionales y ciudadanas que permitan “acceder<br />

a los bienes” políticos que propone el sistema democrático.<br />

El corolario al que llegamos reside, pues, en que los consensos, los<br />

mecanismos de representación y la credibilidad y eficacia institucionales<br />

deben tender fundamentalmente hacia un objetivo preciso: el<br />

empoderamiento ciudadano. Todo lo cual nos lleva a la conclusión de que<br />

profundizar en la democracia supone un proceso participativo y decisorio<br />

que vaya de abajo hacia arriba y no al revés. Es decir, un proceso en el que<br />

los que habiten cualquier espacio o territorio puedan expresar libremente<br />

sus opciones y construir igualitariamente las condiciones de su<br />

implementación. La libertad no termina donde comienza la del otro, como<br />

si de individuos egoístas se compusiese la sociedad. La libertad comienza<br />

cuando comienza la del otro, pues sólo a través de procesos colectivos y<br />

solidarios podremos llevar a la práctica lo que intuitivamente entendemos<br />

por democracia.<br />

En resumen, los fundamentos de nuestro análisis de la democracia<br />

confluyen en los dos siguientes puntos:<br />

1º.- La exigencia “política”, no sólo de “representar”, sino, asimismo de<br />

promover el uso y la distribución equitativa y eficiente de los recursos<br />

políticos y materiales disponibles en todo sistema democrático.<br />

Y 2º.- La exigencia “social” de promover capacidades e iniciativas<br />

ciudadanas de individuos, comunidades, organizaciones públicas y<br />

privadas, sindicatos, partidos políticos etc., a la hora de generar<br />

capacidades cognitivas ciudadanas que nos permitan a todas y a todos<br />

detectar problemas y proponer soluciones a los mismos.<br />

La conjunción de las dos exigencias, debe conducirnos a la puesta en<br />

marcha de un proceso de empoderamiento de los habitantes de un lugar<br />

concreto (sea una ciudad, un municipio, una comunidad autónoma o una<br />

nación) en los que lo democrático sea entendido como un proceso<br />

secuencial en el que se suman los criterios de información, participación,<br />

deliberación, decisión y control de dicha decisión.<br />

Los Fundamentos: 20 propuestas de profundización democrática<br />

a través de los presupuestos participativos<br />

1ª-Toda iniciativa democrática en el mundo contemporáneo debe tener en<br />

cuenta las estrechas interrelaciones y los problemas que producen las


conexiones entre los contextos globales (políticas de la OMC, FMI y del<br />

BM) y los contextos locales (incidiendo en las políticas municipales)<br />

2ª-La iniciativa democrática articulada bajo el concepto de Presupuestos<br />

<strong>Participativo</strong>s constituye un mecanismo de profundización democrática<br />

que se ha dado en llamar “democracia participativa”.<br />

3ª-La democracia participativa incluye como elemento definidor el<br />

concepto de “participar para decidir”<br />

4ª-La relación entre democracia participativa y democracia representativa<br />

es una relación de mayor a menor grado de profundización en los<br />

mecanismos democráticos. La democracia participativa incluye, pues,<br />

como uno de sus elementos básicos a la democracia representativa.<br />

5ª-La democracia participativa es un concepto mucho más amplio que el<br />

de democracia representativa, pues no sólo trabaja con la categoría de<br />

participación (a través del voto) sino, asimismo, con la categoría de<br />

decisión (a través de la auto-reglamentación ciudadana)<br />

6ª-En ese sentido, la democracia participativa no es un procedimiento<br />

antagónico a la democracia representativa: ambos conceptos de<br />

democracia se complementan y se refuerzan el uno al otro.<br />

7ª-De este modo, trabajar “participativamente” requiere una<br />

reorientación de los mecanismos democráticos tradicionales en un<br />

sentido: creativo, solidario, operativo e instituyente<br />

8ª-Asimismo, la democracia participativa supone pasar del ciudadano<br />

consumidor (sometido a las inercias de los mercados: económicos,<br />

electorales…) al ciudadano-ciudadano (recuperador del sentido<br />

instituyente de los mecanismos democráticos)<br />

9ª-Estos supuestos, exigen una reorganización creativa y contextualizada<br />

de los tiempos y de los espacios de la democracia representativa a un nivel<br />

local (los auto-reglamentos ciudadanos de los presupuestos participativos<br />

se realizan cada año; los espacios de participación y decisión local se<br />

reorganizan ampliando los conceptos de “barrios”, “distritos”, “centros<br />

cívicos”, etc.)<br />

10ª-Esta “reorganización” espacio-temporal supone la redefinición de las<br />

responsabilidades en las áreas de intervención local: surge la conciencia<br />

de la interrelación horizontal de los problemas con los que se enfrentan<br />

diariamente los vecinos y, a partir de ahí, la doble exigencia de<br />

coordinación de las políticas públicas entre sí, y de las políticas públicas y<br />

las iniciativas ciudadanas.<br />

11ª-Los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s suponen una recuperación ciudadana<br />

del concepto de “lo político” en el sentido de “dinamización e inclusión”<br />

del tejido local asociativo.<br />

91


92<br />

12ª-Como elemento importantísimo, se requiere la creación de una<br />

dinámica antipatriarcal que vaya inculcando la exigencia de consecución<br />

de la igualdad en temas de género, raza, etnia, inmigración, opción<br />

sexual, etc.<br />

13ª-Desde la puesta en marcha de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s, la<br />

Ciudad de Sevilla se medirá, no sólo con criterios de mercado, sino a partir<br />

de la calidad y la cantidad de participación “decisoria” que contenga<br />

14ª-Las experiencias desarrolladas durante los meses previos a la<br />

redacción de los auto-reglamentos de participación ciudadana, muestran<br />

que la participación no puede ser impuesta desde arriba. La participación<br />

debe surgir desde abajo como una necesidad social.<br />

15ª-En ese sentido, se exige la creación de mecanismos de interacción<br />

entre Técnicos y Políticos y, paralelamente, entre Técnicos, Políticos y<br />

Ciudadanía.<br />

16ª-La participación, asimismo, no surge del vacío. Se requieren<br />

campañas de Información Relevante que incluyan cuando menos los<br />

siguientes aspectos<br />

conocimiento de la historia de los barrios<br />

conocimiento de la realidad concreta de los barrios: presupuestos,<br />

programas de intervención social, obras…<br />

conocimiento de problemas comunes que constituyan la base para la<br />

creación de tejido social participativo<br />

17ª-De ahí, la necesidad perentoria de programas de comunicación que<br />

no se reduzcan a la “difusión social” de lo ya decidido; sino programas de<br />

comunicación que potencien los siguientes aspectos:<br />

el cambio social y de percepciones ciudadanas sobre su entorno<br />

urbano<br />

la creación de Espacios de Ciudadanía<br />

la potenciación de otros espacios de expresión e información<br />

alternativos a los tradicionales medios de comunicación<br />

18ª-Dicha creación de tejido social participativo requiere la creación de<br />

nuevas figuras de intervención ciudadana: por ejemplo, la figura de los<br />

“traductores sociales y culturales” que se dediquen a buscar mecanismos<br />

de diálogo entre sectores sociales tradicionalmente separados e<br />

incomunicados.<br />

19ª-Estos mecanismos deben servir para superar las actitudes pasivas<br />

ciudadanas reducidas a la “reivindicación de los deberes públicos”<br />

mientras que se renuncia a la asunción propia de responsabilidades en la<br />

gestión de los propios asuntos. Para tal tarea, los Presupuestos<br />

<strong>Participativo</strong>s deben tender a clarificar el cómo y el cuándo de la gestión


operativa de las decisiones asumidas. Sólo a través de la realización<br />

concreta de lo decidido ciudadanamente, el tejido social asociativo irá<br />

asumiendo confianza en los Presupuestos y se irá pasando de una<br />

reivindicación pasiva de “deberes” ajenos a una auto-imposición activa de<br />

deberes y compromisos para con la ciudadanía.<br />

20ª-Dado lo novedoso de las experiencias dirigidas a implementar en<br />

nuestra ciudad los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s, tanto el equipo técnico del<br />

Área de Participación Ciudadana que trabaja cotidianamente con el tejido<br />

asociativo de la ciudad de Sevilla, como el conjunto de profesores y<br />

profesoras de las dos universidades públicas de Sevilla, exigen tener el<br />

máximo cuidado con las cuestiones procedimentales a partir de las cuales<br />

se decidirán proyectos, obras y reformas urbanas. Es decir:<br />

el procedimiento utilizado para los procesos de decisión debe tener la<br />

máxima sensibilidad a la hora de integrar las concepciones de las<br />

mayorías y de las minorías;<br />

los espacios de decisión y participación deben partir, no de criterios<br />

previos decididos verticalmente sino, de la cooperación estrecha con<br />

las redes sociales que se van formando en la experiencia de los<br />

Presupuestos (en el caso de la ciudad de Sevilla resalta la creación de<br />

los Grupos Motores);<br />

El procedimiento utilizado debe partir del mandato constitucional a<br />

través del cual la participación en los asuntos públicos debe llevarse a<br />

cabo “directa” y “representativamente”: lo cual nos lleva a poner el<br />

máximo cuidado en la organización y puesta en prácticas de las<br />

Asambleas Ciudadanas.<br />

Requisitos democráticos para unos presupuestos participativos<br />

empoderadores<br />

¿Cómo se gobierna desde los presupuestos participativos?: Se<br />

gobierna CO-GESTIONANDO la ciudad entre los habitantes<br />

(articulados socialmente), los equipos de técnicos y los<br />

representantes políticos<br />

Esto supondría:<br />

a)el aumento de la credibilidad y recuperación de la confianza mutua.<br />

b)el aumento de la credibilidad y recuperación de la confianza en los<br />

procesos democráticos de representación.<br />

C)el aumento de la conciencia de que lo democratico es un proceso<br />

secuencial, es decir de acumulación de saberes y prácticas en función del<br />

grado de:<br />

1)transparencia<br />

2)inteligibilidad<br />

93


94<br />

3)participación<br />

4)decisión<br />

5) control<br />

¿Cómo se democratiza un proceso de presupuestos participativos<br />

teniendo en cuenta los dos principios básicos de la democracia<br />

participativa( igualdad de poder político lo formal y de distribución<br />

del poder político lo participativo)?.<br />

a)A través del manejo eficiente de los instrumentos del proceso de<br />

implementación de los presupuestos: lo cual requiere una visión<br />

compartida de la ciudad como referente básico para la resolución de los<br />

problemas comunes<br />

b)De la disponibilidad de la información: evitando los vacíos informativos<br />

sobre todo en lo que respecta a la cantidad de dinero disponible y al<br />

conocimiento técnico.<br />

c)De la transparencia en el gasto: la ciudad debe convertirse en una “casa<br />

de cristal”<br />

d)De la eficacia y compromiso ciudadano en el manejo de las inversiones:<br />

es decir, que se lleven a la práctica las decisiones tomadas<br />

e)De tomarse en serio la horizontalidad en la participación y el principio de<br />

deliberación: primero la información, segundo la deliberación y tercero la<br />

decisión y sus consecuentes procesos de control<br />

f)De la asunción por parte de todas y de todos de que estamos<br />

construyendo una tendencia de profundización en la democracia. Para<br />

ello, es muy importante tener muy claros los procesos, primero de<br />

información, de elección, de proposición, de priorización y de decisiónejecución.<br />

g)De que aceptemos y pongamos en práctica que la participación<br />

ciudadana sea algo común y transversal a toda la acción política<br />

municipal independientemente del ámbito o campo de cada Delegación:<br />

desde el urbanismo a los servicios sociales; desde la infancia hasta los<br />

mayores<br />

h)De que las normas, los reglamentos sean el instrumento legal que<br />

potencie el ejercicio del derecho a la participación y que al mismo tiempo<br />

protejan este derecho. La participación sin poder real no es tal, ya que<br />

entonces puede ser instrumentalizada. De ahí que sea precisa una<br />

adecuación continua de las normas a las necesidades ciudadanas y una<br />

transparencia de las mismas<br />

I)De que la participación contribuya a la transformación del entorno<br />

ciudadano, de ahí que deba formar parte del Plan Estratégico, como<br />

instrumento básico del desarrollo permanente de la ciudad


j)De que la participación en la gestión del presupuesto municipal se<br />

entienda como un factor de modernización de la participación y una<br />

recuperación de la esfera pública en la vida municipal.<br />

k)De que los presupuestos participativos contribuyan al desarrollo<br />

económico y social de las ciudades, y a corregir desigualdades sociales<br />

como así reconoce y recomienda su aplicación la Asamblea Mundial de<br />

Ciudades y Autoridades Locales (Estambul, Habitat 1996) auspiciada por<br />

la ONU, como una de las mejores prácticas de gestión urbana del mundo<br />

l)De la necesidad de que barrio y ciudad sean vistos como dos caras de la<br />

misma moneda. El territorio es fundamental para articular y construir la<br />

ciudad. Todo ello sin olvidar que hay hacerlo desde la solidaridad<br />

interterritorial y superando visiones y prácticas "encerradas" en el “pequeño<br />

entorno”. Los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s han de ayudar a ello<br />

m)De la necesidad de una voluntad política asumida por las instituciones y<br />

de una colaboración decidida de los técnicos municipales implicados en el<br />

proceso. Asimismo, es preciso crear las condiciones para que las<br />

asociaciones y la ciudadanía en general ejerzan su derecho a la<br />

participación para contribuir a la transformación permanente de la ciudad.<br />

¿Cómo garantizar políticamente el proceso de presupuestos<br />

participativos?<br />

A través del aumento anual de la cantidad de dinero propuesta en los<br />

presupuestos.<br />

De la superación real de las carencias de los habitantes.<br />

Del aumento de la credibilidad y confianza mutuas: a través de la<br />

implementación real de las propuestas decididas en las asambleas.<br />

De la calidad del resultado: en la decisión, en la priorización y en la<br />

sostenibilidad.<br />

De la ampliación del concepto de gobernabilidad: igualdad +<br />

distribución.<br />

De la aceptación del principio de diferencia: la conciencia de que<br />

existen diferencias grupales y que hay que saber tratar con esas<br />

diferencias como un recurso público y no sólo como un problema a<br />

resolver por medios de “orden público”.<br />

Promoviendo que los habitantes no seamos simples observadores, sino<br />

protagonistas activos de lo que ocurre en la ciudad.<br />

Buscando respuestas más ajustadas a las necesidades que los<br />

habitantes piensen que son prioritarias.<br />

Creando espacios de diálogo y toma de decisiones entre los<br />

habitantes, los representantes políticos y los equipos de técnicos<br />

permitan construir partiendo de un sentido comunitario, es decir, de<br />

una ciudad más justa e igualitaria.<br />

95


96<br />

Que las decisiones se tomen en asambleas y cualquier persona que<br />

habite la ciudad pueda debatir, proponer, expresarse y decidir,<br />

basándonos en la idea de una mujer/un hombre/un joven/un niño/un<br />

inmigrante puedan informarse, deliberar y capacitarse para actuar en<br />

su entorno local.<br />

Los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de Sevilla y el Aula de Derechos<br />

Humanos “José Carlos Mariátegui”<br />

El Ayuntamiento de Sevilla comenzó en 2004 la aplicación de los<br />

Presupuestos <strong>Participativo</strong>s como el innovador proceso local de<br />

articulación de una esfera pública de cogestión con voluntad de<br />

complementar a la democracia representativa convencional. Proceso que<br />

se inscribe en las innovaciones sobre políticas públicas ciudadanas y los<br />

derechos humanos ya expresadas como compromiso tras la Conferencia<br />

de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos (Hábitat II) en la<br />

Declaración de Estambul sobre los Asentamientos Humanos de 1996.<br />

Además de un proceso en el que la población puede proponer, discutir,<br />

1<br />

decidir y votar sobre el presupuesto y las políticas públicas , que promueve<br />

2<br />

una “esfera pública no estatal de co-gestión” , lo que implica un claro<br />

avance en la democratización del Estado y de su relación con la sociedad<br />

al transformar la forma de actuar en política, este proceso conjuga las<br />

relaciones e interacciones de las más diversas instancias institucionales,<br />

administrativas, populares y ciudadanas.<br />

Este avance, basado en la implementación para la arena política de fuertes<br />

constituyentes de transparencia administrativa, lo que pasa por el<br />

reconocimiento de la diversidad, diferencia, heterogeneidad y<br />

complejidad de los actores, agentes e interesados en dicha arena, como<br />

un universo que alcanza al conjunto de los habitantes de la ciudad de<br />

Sevilla, muestra que el proceso electoral no completa la democracia al<br />

limitar la participación a las elecciones cada cuatro años.<br />

Este límite excluye la participación de la mayor parte de la población en la<br />

toma de decisiones que es inseparable de sus intereses.<br />

Por eso, el objetivo de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s no es derogar a las<br />

instituciones de la democracia representativa, sino, por el contrario,<br />

robustecerlas, al sumar transparencia y control ciudadano a la actividad<br />

estatal.<br />

En ese sentido, es primordial destacar que los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s<br />

aumentan la eficiencia y control público sobre las actividades relacionadas<br />

con la gestión política, recuperando los componentes educativos y<br />

pedagógicos ciudadanos para la extensión de un proyecto común y<br />

solidario en la sociedad, vigorizando la importancia del Estado frente a su<br />

actual crisis de legitimidad.


Precisamente para garantizar estos espacios, el proceso de aplicación de<br />

los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s requiere de instrumentos de SEGUIMIENTO<br />

y EVALUACIÓN que garanticen su desarrollo, analizando los problemas<br />

que dicha aplicación pudiera suscitar.<br />

Para la realización de este seguimiento y la evaluación consecuente, se<br />

propuso al Aula de Derechos Humanos “José Carlos Mariátegui” de la<br />

Universidad Pablo de Olavide (Sevilla), al tratarse de un centro que, con un<br />

contrastado currículo internacional, se proyecta, desde su fundación en<br />

1999, como un espacio abierto de formación e investigación para<br />

potenciar las relaciones Universidad-Sociedad en lo referente a la<br />

garantía, denuncia y promoción de los valores democráticos.<br />

Por esta especial configuración del trabajo que el Aula de Derechos “José<br />

Carlos Mariátegui” desempeña, la creación dentro de este centro de un<br />

GRUPO DE SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN resulta de vital importancia<br />

para la aplicación de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s en Sevilla.<br />

Denominadores comunes en los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s: una<br />

propuesta de seguimiento y evaluación<br />

El GRUPO DE SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN interdisciplinar propuesto<br />

por el Aula de Derechos Humanos “José Carlos Mariátegui” bajo<br />

responsabilidad del Dr. Joaquín Herrera Flores, Director del Programa de<br />

Doctorado en Derechos Humanos y Desarrollo y Presidente de la<br />

Fundación Iberoamericana de Derechos Humanos (http://www.fiadh.org),<br />

va a estar integrado inicialmente por tres investigadores (el Dr. D. Manuel<br />

Jesús Sabariego Gómez, coordinador del Aula de Derechos Humanos<br />

“José Carlos Mariátegui”; Dña. Rocío Medina Martín, D. E. A. en Derechos<br />

Humanos y Desarrollo por el Programa de Doctorado en Derechos<br />

Humanos y Desarrollo de la universidad Pablo de Olavide y D. Vicente<br />

Barragán Robles, doctorando del citado programa). Más adelante, se<br />

uniría al equipo otra investigadora, la Lcda. Dña Gemma Lorente Martín,<br />

también doctoranda del citado programa; debido a las dificultades para<br />

desarrollar el ambicioso plan de trabajo.<br />

Este equipo interdisciplinar (Derecho, Sociología, Filosofía y Letras,<br />

Humanidades, Geografía Humana, Derechos Humanos y Desarrollo) se<br />

encargará del Seguimiento y Evaluación del proceso de aplicación de los<br />

Presupuestos <strong>Participativo</strong>s 2004/2005 coordinadamente con el Equipo<br />

Técnico de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s del Área de Participación<br />

Ciudadana del Ayuntamiento de Sevilla, en razón de los siguientes<br />

materias, consideradas comunes y necesarias para el cumplimiento de los<br />

procesos participativos:<br />

1. El Proceso de Seguimiento y Evaluación velará por la observancia, el<br />

cumplimiento y la implementación de los Indicadores Internacionales<br />

97


98<br />

sobre Participación Ciudadana y los Marcos Legales y Políticos para la<br />

3<br />

Participación Ciudadana estableciendo tres líneas de actuación en razón<br />

de los criterios que vertebran dichos marcos e indicadores:<br />

Transparencia<br />

Información<br />

Capacitación Técnico política de la población<br />

Apoyados en la creación de una Línea de Investigación sobre los<br />

Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de Sevilla en el Programa de Doctorado<br />

Derechos Humanos y Desarrollo de la Universidad Pablo de Olavide<br />

(Sevilla), la elección de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de Sevilla como una<br />

de las prácticas populares de derecho ejemplares observadas dentro del<br />

proyecto Resortes Acción Grundtvig 2 de la Comisión Europea y la<br />

habilitación de un sitio web en la página del Aula de Derechos Humanos<br />

4<br />

“José Carlos Mariátegui” , para la difusión on-line de los materiales que se<br />

generen a lo largo del proceso de Evaluación y el Seguimiento durante el<br />

periodo 2005/2006.<br />

2. Al finalizar dicho periodo se presentará públicamente la Evaluación<br />

realizada en el marco del Seminario Internacional: “PLURALISMO<br />

JURÍDICO, DERECHOS HUMANOS Y PRÁCTICAS CIUDADANAS:<br />

TENDENCIAS ACTUALES DE LA GLOBALIZACIÓN, LA DEMOCRACIA Y<br />

LA CIUDADANÍA POLÍTICA, SOCIAL Y ECOLÓGICA”.<br />

La propuesta metodológica<br />

Como proceso continuo de democratización, los presupuestos<br />

participativos son, entendidos desde los denominadores comunes de las<br />

prácticas participativas, un proceso de aprendizaje y construcción de un<br />

5<br />

nuevo sentido común sobre el sentido de lo común .<br />

Por ello, el eje que relacione este aprendizaje colectivo a múltiples niveles<br />

necesita conjugar múltiples ecologías sociales para desarrollar una<br />

pedagogía de la gestión democrática. Esta es la condición para que los<br />

actores adquieran potencia de acción: la condición necesaria del poderhacer.<br />

Hablamos de la construcción de una nueva cultura política:<br />

metodológicamente deliberativa<br />

que estimula prácticas de co-gestión<br />

que es una pedagogía de lo público<br />

de construcción de un nuevo sentido de lo común<br />

esta ecología social se realiza habitando (habitar vs. HÁBITAT)<br />

promulgando el principio de igualdad dentro del poder político


mediante una distribución del poder político<br />

Se trata de denominadores comunes que entendemos como condiciones<br />

necesarias para la formación de habitantes autónomos y críticos,<br />

implementando y reconociendo las capacidades deliberativas,<br />

comunicativas y argumentativas para participar que proporcionan<br />

herramientas a los habitantes y las instituciones para otras formas de<br />

ejercicio de poder que tienen en la transparencia, la capacidad de oír,<br />

dialogar y reconocer la legitimidad del otro, propiciando la apropiación<br />

del conocimiento técnico-político al ampliar los conocimientos y<br />

apropiaciones sobre/desde/en/para las relaciones en el territorio y su<br />

heterogeneidad, dinamismo y relación de la diversidad y multiplicidad de<br />

los elementos que lo integran y desintegran.<br />

El cumplimiento de éstas desarrolla la autoestima, las capacidades de<br />

comunicación y relaciones interpersonales creando motivaciones<br />

personales para la participación colectiva, además de valores como la<br />

solidaridad, justicia, unión, respeto, tolerancia, humildad y esperanza,<br />

disponibilidad de cambio; elementos éticos transversales que deben estar<br />

en las acciones de esta ecología social.<br />

Método de trabajo<br />

Para evaluar si los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de Sevilla cumplen los<br />

denominadores comunes en materia de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s,<br />

nuestro método de trabajo se ha basado tanto en los Indicadores<br />

Internacionales sobre Participación Ciudadana y los Marcos Legales y<br />

Políticos para la Participación Ciudadana (Logolink) como en los principios<br />

del Autorreglamento de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de Sevilla:<br />

99


100<br />

CARACTERÍSTICAS HABILITANTES<br />

DEL MARCO LEGAL<br />

Promulgado en respuesta a exigencias venidas<br />

desde abajo con insumos de los ciudadanos<br />

Busca fortalecer y mejorar las instituciones de<br />

democracia representativa, representando mejor<br />

a aquellos con menos voz, ofrece mejor calidad de<br />

representación y desempeño a través del uso de<br />

mecanismos de democracia participativa<br />

Reconoce los derechos de la gente y de las<br />

organizaciones de la sociedad civil, incluyendo el<br />

derecho a participar en la gobernanza así como<br />

derecho de ayuda<br />

Elabora medidas de responsabilidad para<br />

asegurar que los representantes pueden ser<br />

retirados y que los actores gubernamentales son<br />

responzabilizados por sus malos desempeños.<br />

Provee o contempla para el futuro un significativo<br />

grado de descentralización fiscal y participación<br />

ciudadana en los procesos fiscales, lo hace tanto<br />

como incentivo para que los ciudadanos participen<br />

en la gobernanza local, como para que el<br />

gobierno local asigne recursos al proceso.<br />

Ley(es) acompañada(s) por conjuntos de directrices,<br />

políticas o medidas de fortalecimiento de la<br />

capacitación para asegurar que los actores relevantes<br />

tienen condiciones de aplicarla(s)<br />

CARACTERÍSTICAS LIMITANTES<br />

DEL MARCO LEGAL<br />

Impuesto desde arriba sin asidero en las<br />

demandas populares y en general inspirado por<br />

discursos internacionales dominantes; tendencia<br />

a dejar de lado los discursos surgidos desde<br />

dentro del país o las aspiraciones y las fuentes de<br />

inspiración regionales<br />

Busca solamente hacer que las instituciones de<br />

democracia representativa funcionen mejor, no<br />

desafiarlas o extender las relaciones de<br />

gobernanza más allá de ellas<br />

Trata a la gente y a las organizaciones de la<br />

sociedad civil como sujetos relativamente pasivos,<br />

a quien se les debe dar participación en consultas<br />

no obligatorias en una fase relativamente tardía<br />

del proceso de toma de decisiones<br />

No hay medidas para responsabilizar a los actores<br />

gubernamentales, o si las hay son impracticables<br />

en situaciones reales<br />

Se mantiene un poder centralizado en relación<br />

con asuntos fiscales (recaudación de rentas y su<br />

asignación) o se prevé participación en los<br />

mismos, contradiciendo el espíritu de descentralización<br />

y participación ciudadana y reduciendo los<br />

incentivos para la participación de los ciudadanos<br />

en la gobernanza local<br />

Dependencia excesiva de leyes o de abordajes<br />

legalistas, dejando de lado directrices operaciones<br />

o la provisión de apoyo práctico y capacitación<br />

para la implementación<br />

Fuente: Marcos Legales para la Participación Ciudadana, Instituto Polis, São Paulo, 2003, p. 72.<br />

El marco más efectivo para analizar los procesos de participación<br />

ciudadana es aquél en el que las potencialidades habilitantes de éstos<br />

pueden identificarse.<br />

Más allá de la propia naturaleza del marco legal en sí, existen factores<br />

adicionales que han sido identificados en esta investigación como siendo<br />

elementos que limitan o habilitan la participación ciudadana:<br />

Ellos están relacionados con la situación cultural e histórica, la<br />

naturaleza y los antecedentes de los actores involucrados y la<br />

disponibilidad (a través de legislación u otros canales) de “auxiliares”<br />

para facilitar la implementación de leyes que promuevan la<br />

participación ciudadana.


Una vez más, estas dimensiones del contexto pueden representarse como<br />

se muestra a continuación:<br />

CARACTERÍSTICAS HABILITANTES<br />

DEL CONTEXTO<br />

Además de disposición y compromiso desde arriba<br />

para dar espacio a la participación, debe existir<br />

una exigencia robusta de los ciudadanos y de los<br />

actores de abajo de la sociedad civil, lo que implica<br />

la existencia de una sociedad civil fuerte (o en<br />

un proceso de fortalecimiento)<br />

Procesos avanzados de descentralización política,<br />

administrativa y fiscal<br />

Relación relativamente abierta, de confianza entre<br />

los ciudadanos y el estado<br />

Discurso sobre participación, gobernanza, descentralización<br />

y democracia de origen local y si<br />

provenientes de afuera contextualizados y adaptados<br />

al escenario nacional<br />

Existencia de partidos progresistas enraizados en<br />

movimientos de democratización y/o movimientos<br />

sociales y con un fuerte compromiso con la<br />

representatividad interna y la transparencia, así<br />

como con la democracia participativa<br />

Una cultura de “higiene burocrática”, apertura y<br />

transparencia, incluyendo una política de divulgación<br />

de informaciones y medidas activas de divulgación<br />

Otras leyes y políticas que apoyan o por lo menos<br />

son conscientes con la legislación participativa<br />

Oportunidades permanentes para el compromiso<br />

con el movimiento a lo largo y ancho del espacio<br />

social hacia la democracia paricipativa<br />

Oportunidades de experimentación, adaptación e<br />

innovación dentro y fuera de los espacios creados<br />

por el marco legal, el estado y por actores no estatales<br />

CARACTERÍSTICAS LIMITANTES<br />

DEL CONTEXTO<br />

Sociedad civil inmadura o inexperta y gobierno<br />

con un compromiso de participación ciudadana<br />

en la gobernanza local<br />

Descentralización de todos los tipos, limitada o<br />

temprana o rígidamente restringida a la descentralización<br />

fiscal<br />

Relaciones estado-sociedad civil marcadas por<br />

desconfianza mutua y falta de familiaridad, como<br />

en los albores de un régimen autoritario<br />

Discursos foráneos sobre participación, gobernanza,<br />

descentralización y democracia sin intentar<br />

traducirlos y adaptarlos al contexto nacional.<br />

Sin partidos políticos (como es estados “no partidarios”)<br />

o la libertad limitada para los partidos<br />

políticos opositores, situación que tiende a favorecer<br />

el conservadurismo y evita presiones sobre el<br />

gobierno en aras de cambios progresistas<br />

Una cultura de corrupciòn y/o falta de transparencia<br />

que genera resistencia a la apertura de los procesos<br />

de gobierno al escrutinio o interferencia.<br />

Contradicciones entre legislación participativa y<br />

otras leyes políticas o legislación incompleta que<br />

lleva a ambigüedades y a dejar en punto muerto la<br />

implementación<br />

Transición política (ej: de un régimen autoritario a<br />

una democracia elitista) vista por el gobierno y/o<br />

sociedad civil como un proceso finito, ahora concluido;<br />

conformidad con el status quo.<br />

Sin espacios para experimentación o innovación<br />

debido a un marco excesivamente rígido y restrictivo<br />

Fuente: Ibìd., P. 100<br />

101


102<br />

El método más efectivo para el análisis de procesos participativos sería<br />

aquel en el que las dimensiones e indicadores descritos en razón de los ejes<br />

metodológicos señalados son visibilizadas horizontalmente identificando<br />

las tendencias del proceso que lo habilitan y lo inhabilitan, sus aspectos<br />

limitantes, las debilidades y fortalezas del mismo, lo que nos servirá para<br />

proponer algunas estrategias de refuerzo al proceso en las conclusiones de<br />

nuestra evaluación.<br />

Es muy importante destacar que los indicadores internacionales, así como<br />

los denominadores comunes sobre presupuestos participativos, definidos<br />

gracias a nuestro trabajo de análisis comparativo de diferentes<br />

experiencias participativas en el mundo, que integran nuestros tres ejes<br />

estratégicos y metodológicos de análisis, deben ajustarse a las pujantes,<br />

reversibles y fuertemente locales especificidades locales, territoriales,<br />

sociológicas y la heterogeneidad de sus componentes actuales, además<br />

de los procesos históricos de configuración de éstas.<br />

Por ello, por lo que de innovador posee la experiencia de los Presupuestos<br />

<strong>Participativo</strong>s de Sevilla, una comprensión de la relación entre experiencias<br />

de participación ciudadana en diferentes escalas y aquella son<br />

fundamentales en este proceso de aprendizaje, para el desarrollo de esta<br />

ecología de múltiples saberes y decires, de ahí que nuestra metodología y<br />

método de trabajo se estructuren en razón de las diferencias contextuales<br />

que el proceso ofrece en Sevilla.<br />

Propuesta indicadores:<br />

Como proceso de democratización: los presupuestos participativos<br />

son un proceso de aprendizaje y construcción de un nuevo sentido<br />

común sobre el sentido de lo común<br />

Por ello, el eje que relacione este aprendizaje colectivo a múltiples<br />

niveles necesita conjugar múltiples ecologías sociales para desarrollar<br />

una pedagogía de la gestión democrática<br />

Esta es la condición para que los actores adquieran potencia de<br />

acción: la condición necesaria del poder-hacer<br />

La metodología se ha basado tanto en los Indicadores Internacionales<br />

sobre Participación Ciudadana y los Marcos Legales y Políticos para la<br />

Participación Ciudadana (Logolink) como en los principios del<br />

Autorreglamento de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de Sevilla,<br />

analizando en función de estos las dimensiones del proceso y sus<br />

potencialidades habilitantes para la participación ciudadana.<br />

Ejes metodológicos:<br />

Información<br />

Deliberación


Capacitación<br />

Ejes temáticos:<br />

INFORMACIÓN:<br />

Acceso<br />

Claridad<br />

Dinamización y difusión<br />

DELIBERACIÓN:<br />

Pluralidad<br />

Inclusión<br />

Transversalidad<br />

SENSIBILIZACIÓN Y CAPACITACIÓN:<br />

Detectar<br />

Gestionar ANTES-DURANTE-DESPUÉS (PROCESO)<br />

Controlar<br />

Evaluación de las experiencias:<br />

Metodo:<br />

Cuadros de doble entrada (apertura vs. cierre con las experiencias<br />

prácticas):<br />

Ejemplos emergentes con cuestiones concretas (ejemplos<br />

rechazables y ejemplos ejemplares)<br />

Técnicas:<br />

Entrevistas semiestructuradas a triangular (PROPUESTAS)<br />

Documentarlas como entrevistas semiestructuradas trianguladas:<br />

TÉCNICO<br />

PROPONENTE<br />

GRUPO<br />

MOTOR<br />

103


104<br />

Cronograma:<br />

2004/2005<br />

Observación participante (Seguimiento):<br />

Elementos estructurales del proceso:<br />

Seguimiento grupos motores<br />

Votación propuestas<br />

Información<br />

Asambleas<br />

Reuniones<br />

Comisiones<br />

Preguntas e indicadores<br />

INFORMACIÓN:<br />

Acceso a la información sobre el proceso de Presupuestos<br />

<strong>Participativo</strong>s:<br />

a) ¿Cuándo accedió a ella?<br />

b) ¿Cómo le llegó la información?<br />

c) ¿Qué información le llegó?<br />

¿Fue nítida la información?<br />

a) ¿En su primer contacto con ella?<br />

b) ¿Durante la fase deliberativa del proceso?<br />

c) ¿Durante la fase de ejecución y seguimiento de la propuesta?<br />

¿Se dinamizó la difusión de la información<br />

a) ¿En su primer contacto con ella?<br />

b) ¿Durante la fase deliberativa del proceso?<br />

c) ¿Durante la fase de ejecución y seguimiento de la propuesta?<br />

DELIBERACIÓN:<br />

Pluralidad<br />

a) ¿Cree que han asistido a las reuniones grupos de la sociedad<br />

organizada: Partidos políticos, Sindicatos, Asociaciones (ONGs,<br />

Asociaciones de Barrio, Deportivas, otros colectivos..)?<br />

b) ¿Cree que ha asistido a las reuniones la sociedad no organizada?<br />

Inclusión<br />

a) ¿Cree que han participado en el proceso participativo, colectivos<br />

en riesgo de exclusión: Grupos étnicos, Inmigrantes, Mujeres, GLBT?


) ¿Cree que han participado en el proceso participativo población<br />

dependiente: Infancia-Juventud, Jubilados?<br />

Transversalidad<br />

a) ¿La propuesta se origina individual o colectivamente?<br />

b) ¿En la deliberación de la propuesta hubo alianzas o fue defendida<br />

de forma individual?<br />

c) ¿Cree que el resto de colectivos la apoyaron a la hora de votar?<br />

SENSIBILIZACIÓN Y CAPACITACIÓN<br />

¿Se siente capacitado para detectar las carencias del distrito ,<br />

gestionar y controlar?<br />

a) ¿en la fase de inicio del proceso?<br />

b) ¿en la fase deliberativa del proceso?<br />

c) ¿en la fase de ejecución y seguimiento de la propuesta?<br />

¿Esa capacitación le ha permitido gestionar las cuestiones que cree<br />

necesario cambiar?<br />

Analizadores<br />

ANALIZADOR Nº 1<br />

PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS<br />

PROPUESTAS PRESUPUESTOS 2004/2005<br />

Fecha: 23/06/04<br />

Zona: San Jerónimo<br />

Distrito: Macarena<br />

Nº de Asistentes con derecho a voto: 271<br />

PROPUESTA ANALIZADA<br />

Nombre de la Propuesta: “Piscina municipal” (E)<br />

Tipo de la propuesta: Inversión u obra nueva<br />

Alcance Territorial: San Jerónimo<br />

Alcance Social: Población en general.<br />

Proponente/s: [ENTREVISTA 1]<br />

Descripción de la Propuesta: “HACER UNA PISCINA MUNICIPAL EN ESTE<br />

BARRIO ES FUNDAMENTAL PARA NUESTRA SALUD, COMO POR<br />

EJEMPLO PARA REHABILITACIONES, ENSEÑANZA A MENORES Y<br />

MAYORES Y TODO LO QUE PUEDA BENEFICIARNOS FÍSICAMENTE Y<br />

PSICOLÓGICAMENTE”.<br />

105


106<br />

Grupo motor: [ENTREVISTA 2]<br />

Técnico/a Presupuestos <strong>Participativo</strong>s: [ENTREVISTA 3]<br />

ANALIZADOR Nº 2<br />

PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS<br />

PROPUESTAS PRESUPUESTOS 2004/2005<br />

Fecha: 23/06/04<br />

Zona: Torreblanca<br />

Distrito: Este<br />

Nº de Asistentes con derecho a voto: 247<br />

PROPUESTA ANALIZADA<br />

Nombre de la Propuesta: Acondicionamiento urbano. “Adecentamiento y<br />

embellecimiento de la entrada principal de Torreblanca” (A)<br />

Tipo de la propuesta: Inversión u obra nueva/Inversión u obra de mejora<br />

Alcance Territorial: BARRIO (TORREBLANCA)<br />

Alcance Social: Población en general<br />

Proponente/s: [ENTREVISTA 1]<br />

Descripción de la Propuesta: “ENTRADA PRINCIPAL DEL BARRIO DE<br />

TORREBLANCA; CON ESTA PROPUESTA SE HACE ALUSIÓN AL ORÍGEN<br />

DEL BARRIO, ADEMÁS SE OTORGA AL BARRIO DE UNA IMAGEN MÁS<br />

ACORDE CON LO QUE ES, Y NO LA ACTUAL ENTRADA QUE DA<br />

SENSACIÓN DE SUCIEDAD Y ABANDONO”.<br />

Grupo motor: [ENTREVISTA 2]<br />

Técnico/a Presupuestos <strong>Participativo</strong>s: [ENTREVISTA 3]<br />

ANALIZADOR Nº 3<br />

PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS<br />

PROPUESTAS PRESUPUESTOS 2004/2005<br />

Fecha: 21/06/04<br />

Zona: Cerro del Águila<br />

Distrito: Este<br />

Nº de Asistentes con derecho a voto: 307<br />

PROPUESTA ANALIZADA<br />

Nombre de la Propuesta: “Zona deportiva” (D) (Los Prunos)<br />

Tipo de la propuesta: Inversión u obra nueva<br />

Alcance Territorial: Barrio La Plata<br />

Alcance Social: Jóvenes y niños y niñas


Proponente/s: [ENTREVISTA 1]<br />

Descripción de la Propuesta: “EN LA BARRIADA PARQUE LOS PRUNOS,<br />

EXISTEN DOS SOLARES DE 473 M2 Y 343 M2 RESPECTIVAMENTE.<br />

SOLICITAMOS QUE SEAN CONSTRUIDAS ZONAS DEPORTIVAS EN<br />

ELLOS POR LA CARENCIA QUE HAY EN LA ZONA LA PLATA, LA MÚSICA,<br />

HUERTA EL CANARIO Y HUERTA LAS ÁGUILAS”.<br />

Grupo motor: [ENTREVISTA 2]<br />

Técnico/a Presupuestos <strong>Participativo</strong>s: [ENTREVISTA 3]<br />

Conclusiones y estrategias de la evaluación y el seguimiento de<br />

2004/2005<br />

Información<br />

INFORMACIÓN<br />

CONCLUSIONES<br />

En una fase previa a la generación y presentación<br />

de las propuestas, concretamente<br />

en la fase de inicio del proceso en el año<br />

2004, la información institucional llega a<br />

los grupos motores y a las asociaciones y<br />

colectivos barriales y de distrito con fluidez.<br />

Sin embrago, aunque se canaliza sin dificultades<br />

hacia los anteriores, existe un serio<br />

déficit en el trasvase de la información, hacia<br />

los ciudadanos ajenos al movimiento<br />

asociativo, ya sea desde los grupos motores<br />

o desde el ámbito institucional.<br />

Desde la observación participante en el<br />

seguimiento del ciclo 2005, se puede afirmar<br />

que esta tendencia se intenta corregir<br />

mediante medidas concretas, destacando<br />

tanto la incorporación en los Centros<br />

Cívicos de un/a animador/a socio-cultural,<br />

cuya función primordial es ejercer la mediación<br />

entre el grupo motor y los habitantes<br />

del barrio, como el establecimiento de<br />

determinadas acciones específicas en el<br />

ámbito de la publicidad del proceso en toda<br />

la ciudad.<br />

ESTRATEGIAS<br />

Para solventar las debilidades detectadas en<br />

este primer momento del proceso, sería conveniente<br />

la incorporación de un/a técnico/a<br />

especializado en IAP (Investigación Acción<br />

Participativa) en cada uno de los nuevos distritos<br />

de la ciudad. Entre las funciones de esta<br />

figura, cabe destacar la realización en los<br />

diferentes distritos de un trabajo dinamizador<br />

en paralelo a los Presupuestos, con un<br />

objetivo pedagógico, en coordinación con<br />

el animador socio-cultural.<br />

De este modo, se intenta dinamizar la información<br />

a partir del estímulo de sinergias más<br />

allá de las estructuras y cauces representativos<br />

tradicionales de barrios y distritos. Del<br />

mismo modo, se establece como objetivo la<br />

integración de movimientos y redes sociales.<br />

Todo ello fundamentado en la cercanía<br />

del técnico de IAP al distrito y a los diferentes<br />

barrios en su trabajo diario, ya<br />

que éste puede no sólo implementar la<br />

generación de la información, sino además,<br />

generar asimismo estrategias de<br />

movilización.<br />

107


108<br />

La información institucional recibida sobre<br />

el proceso por la ciudadanía, además de<br />

estar sesgada por las estructuras representativas<br />

tradicionales en su difusión, está polarizada<br />

entre lo excesivamente técnico y<br />

complejo del proceso, y lo esquemático del<br />

lema, a partir del cual se lanza la campaña<br />

informativa: “Vas, Propones y Votas”. Con<br />

el lema se muestra el “qué hacer” pero es<br />

difícil acceder al “cómo” y a la complejidad<br />

técnica del proceso<br />

En 2004, la falta de fluidez de la información<br />

técnica especializada se relaciona, por<br />

un lado, con el escaso número de técnicosmetodológicos<br />

del Proceso. Las zonas a<br />

coordinar por cada uno/a de los técnicos<br />

del equipo de los Presupuestos son excesivas<br />

y los medios materiales deficitarios.<br />

De otro lado, los obstáculos interpuestos<br />

por muchas de las instancias tradicionales<br />

representativas de barrios y distritos, así como<br />

sus débitos políticos, han paralizado la<br />

difusión de la información y la fluidez del<br />

propio proceso.<br />

Como consecuencia y prueba de la anterior<br />

conclusión, se aprecia una tendencia progresiva<br />

en la que, a medida en que el proceso<br />

se complica técnica y reglamentariamente,<br />

se acrecientan las dificultades para controlar<br />

el proceso por los habitantes. Lo que<br />

corresponde, entre otros factores, a la disminución<br />

de la información recibida por<br />

éstos.<br />

Aunque esta tendencia se aprecia a lo largo<br />

de todo el proceso, se acrecienta en la fase<br />

de ejecución de las propuestas, momento<br />

más técnico, complejo y limitado reglamentariamente<br />

del proceso.<br />

Sería necesario establecer estrategias de<br />

formación y capacitación desde el<br />

comienzo del proceso, con especial énfasis<br />

en el trasvase de la información técnica y<br />

especializada de cada área a debate hacia<br />

los ciudadanos.<br />

En este sentido, estimular la participación y<br />

vinculación horizontal de los técnicos<br />

especializados del ayuntamiento en el<br />

proceso.<br />

Esta tendencia se ha intentado corregir en el<br />

ciclo de 2005 con los Foros Territoriales y el<br />

Foro Ciudad, no solamente la de los<br />

técnicos de Participación Ciudadana sino<br />

también los de aquellas áreas que entran en<br />

e Proceso.<br />

Hay que desarrollar sinergias horizontales<br />

entre los técnicos (Presupuestos y otras<br />

áreas); los técnicos IAP y animadores socioculturales;<br />

grupos motores y los habitantes.<br />

Convendría establecer una agenda de encuentros<br />

técnico especializadosciudadanos,<br />

desarrollada a lo largo de todo<br />

el proceso, que ineludiblemente debe hacer<br />

énfasis tanto en la fase de ejecución y seguimiento<br />

de la propuesta, como en un momento<br />

previo a la generación de las mismas.<br />

Por tanto, una agenda de encuentros permanente<br />

y sinérgica más allá de las comisiones<br />

de seguimiento que generase el encuentro<br />

técnico especializado-ciudadano,<br />

así como el encuentro técnico metodológico-ciudadano.


Existe una enorme densidad en la identificación<br />

entre los Grupos Motores y las instancias<br />

y agentes tradicionalmente representativos<br />

del movimiento vecinal.<br />

A sabiendas de la importancia que el ámbito<br />

político otorga a estas entidades a<br />

comienzo del proceso, resulta lógico la<br />

dimensión de la participación de las mismas<br />

en el proceso. Sin embargo, eso no excluye<br />

la necesidad de generar tendencias de<br />

inserción en la participación de ciudadanos<br />

ajenos a las estructuras tradicionales de<br />

representación vecinal.<br />

Como consecuencia y prueba de la anterior<br />

conclusión, también se revela que dicha<br />

identificación entre grupos motores y<br />

movimiento asociativo, provoca que<br />

muchos de los votantes acudan a las<br />

asambleas movilizados por dichas<br />

instancias y con la propuesta y el voto<br />

predeterminado por éstas.<br />

DELIBERACIÓN<br />

CONCLUSIONES<br />

La tendencia dominante en la deliberación<br />

es el sesgo establecido en la asistencia a las<br />

asambleas por entidades y asociaciones<br />

representativas de barrios y distritos, con<br />

gran afluencia de agentes vinculados a<br />

éstas y votos y propuestas predeterminados.<br />

Ya en las primeras asambleas<br />

existen no obstante, habitantes a título<br />

individual y colectivo que establecen sinergias<br />

alternativas diferenciadas respecto a<br />

éstas desde los Presupuestos.<br />

Establecer mecanismos que garanticen la<br />

efectividad y eficacia de los principios<br />

recogidos en el autorreglamento<br />

conjugando los principios de igualdad y<br />

distribución de poder político.<br />

En este caso, concretamente, en la<br />

constitución y/o Formación del Grupo<br />

Motor, para la integración de agentes de la<br />

sociedad organizada y no organizada,<br />

estableciendo garantías que aseguren las<br />

participación mínima de las minorías en los<br />

grupos motores.<br />

Fomentar los espacios de deliberación en<br />

una fase anterior al voto. Para ello, en el<br />

2005 se han generado espacios como los<br />

Foros Territoriales.<br />

En el mismo sentido, se considera oportuno<br />

generar campañas informativas previas a la<br />

asamblea del autorreglamento, donde exponer<br />

el cronograma anual de acciones; así<br />

como otras previas a la asamblea final, a<br />

través de la cual se expliquen las propuestas<br />

existentes.<br />

En definitiva, dinamizar la información y<br />

devolverla a los habitantes e un momento<br />

previo a la deliberación<br />

ESTRATEGIAS<br />

La deliberación es estratégica para los<br />

Presupuestos, por lo que es necesario abrir<br />

e implementar ésta, creando los mecanismos<br />

diferenciados para atender a los procesos<br />

deliberativos alternativos a las entidades<br />

y agentes representativos tradicionales de<br />

barrios y distritos. Implementación de los<br />

Foros territoriales como órganos informativos<br />

y deliberativos, visibilizando las necesidades<br />

de los barrios y coordinándose en la<br />

realización de la propuesta, e implicando<br />

más directamente en este trabajo a los técnicos<br />

especializados de cada área del ayuntamiento<br />

que participa del proceso.<br />

109


110<br />

La participación de colectivos en riesgo de<br />

exclusión (inmigrantes, grupos étnicos,<br />

minorías, GLBT) es escasa. Desde los<br />

Grupos Motores se ha atendido poco a<br />

trabajar la inclusión de éstos<br />

Los jóvenes no han participado en gran<br />

medida del primer ciclo de los Presupuestos<br />

(2004); tendencia que se ha intentado<br />

corregir en 2005 con la creación de<br />

Laboraforo.<br />

Destacamos cuantitativa (número), y cualitativamente<br />

(políticas transversales de género),<br />

la participación de las mujeres, a título<br />

individual y a través de la Plataforma “8 de<br />

marzo”, y también de los/as mayores, ello<br />

no supone, no obstante, que las demandas<br />

y necesidades de los mayores se traduzcan<br />

en las asambleas como propuestas específicas<br />

de este colectivo.<br />

Esta tendencia necesita implementar las<br />

sinergias transversales de los Presupuestos<br />

<strong>Participativo</strong>s, definiendo estrategias diferenciadas<br />

relativas a la inclusión de los<br />

colectivos en riesgo de exclusión para cada<br />

uno (inmigrantes, grupos étnicos, minorías,<br />

GLBT). Entendemos la diversidad subyacente<br />

al interior de éstos y la necesidad de dinamización<br />

y movilización diferenciada para<br />

cada uno. En función de esta diversidad<br />

crear campañas diferenciadas y llevar los<br />

presupuestos a los colectivos. Un ejemplo<br />

paradigmático especializado puede ser el<br />

del Grupo de Trabajo con chavales y jóvenes.<br />

Creación de grupos especializados<br />

para el trabajo con colectivos en riesgo de<br />

exclusión.<br />

Sería necesario el establecimiento de alguna<br />

garantía, pudiera ser en el<br />

Autorreglamento, si así se decidiera, para<br />

refrendar la participación de colectivos en<br />

riesgos de exclusión (inmigrantes, grupos<br />

étnicos, minorías…) en los Grupos Motores.<br />

Implementar las sinergias transversales<br />

a través de estrategias diferenciadas<br />

relativas a la creación de grupos de<br />

trabajo con colectivos dependientes<br />

(mayores, chavales y jóvenes).


Por un lado, hay una tendencia estratégica<br />

deliberativa en razón de las necesidades del<br />

distrito que, por otro, sin embargo, limita la<br />

participación de personas y colectivos no<br />

integrados, excluidos y dependientes, que<br />

son obviados por los motores del proceso,<br />

ya que se va a recurrir a éstos para la<br />

votación, una vez que las propuestas hayan<br />

sido definidas predeterminadamente por<br />

instancias y agentes tradicionalmente<br />

representativos de barrios y distritos. Aún<br />

así, es importante resaltar la tendencia que<br />

se relaciona con el aumento de propuestas<br />

de carácter individual y colectivo, que han<br />

salido adelante por las necesidades<br />

sentidas en barrios y distritos, así como la<br />

disminución de los límites interpuestos al<br />

proceso por las instancias y entidades<br />

tradicionales de éstos, que se traduce en la<br />

tendencia de intentar acaparar cargos de<br />

delegación (Comisión de Seguimiento,<br />

Delegado-ciudad, Delegado Distrito…),<br />

que una vez vista su falta de poder de<br />

decisión han sido abandonados.<br />

La participación directa responde a una<br />

democracia participativa directa, mientras<br />

que la representación ciudadana, que es la<br />

tendencia dominante en el proceso de los<br />

Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de 2004,<br />

responde a una democracia representativa<br />

comunitaria. Para 2005 se ha implementado<br />

la creación de plenarias temáticas y<br />

territoriales a través de foros que tienden a<br />

una participación directa que aún dista de<br />

haber conseguido el objetivo de ésta, ya<br />

que los principales agentes siguen siendo<br />

organizaciones sociales, de base, que<br />

generan una democracia representativa<br />

comunitaria.<br />

Abrir el diálogo en los foros territoriales y<br />

asambleas informativas más allá de las<br />

instancias, entidades y agentes<br />

representativos tradicionales; principio de<br />

distribución de poder político para no llegar<br />

a las asambleas con cuestiones ya precodificadas<br />

en el seno de éstas.<br />

Es necesaria una reflexión política y teórica<br />

acerca del tema de la contribución que el<br />

Presupuesto <strong>Participativo</strong> está haciendo a la<br />

construcción de una democracia participativa<br />

a nivel municipal, que podría movilizar<br />

no sólo a académicos y técnicos sino a los<br />

responsables políticos, participantes y<br />

potenciales participantes del proceso. Tiene<br />

que haber una relación directa entre la<br />

democracia del procedimiento y la finalidad<br />

democrática del mismo, concretada en la<br />

figura de las propuestas, con la finalidad de<br />

superar un concepto de democracia de<br />

proximidad.<br />

Para ello, tal vez sería interesante, estratégicamente,<br />

implementar el funcionamiento<br />

del Foro de Ciudad y al mismo tiempo,<br />

aumentar las zonas o dividir las asambleas,<br />

lo que permitiría desarrollar la deliberación<br />

integrando un mayor número de habitantes.<br />

111


112<br />

SENSIBILIZACIÓN Y CAPACITACIÓN<br />

CONCLUSIONES<br />

Carencias de formación y preparación de<br />

los implicados en el proceso en 2004, salvo<br />

de los técnicos del Presupuesto <strong>Participativo</strong><br />

en el ámbito de la metodología subyacente<br />

al proceso. Esta tendencia se ha intentado<br />

solucionar en 2005, y aunque en menor<br />

medida, sigue vigente<br />

Como proceso pedagógico, aún no se ha<br />

generado una ecología de saberes<br />

múltiples. La tendencia dominante es<br />

unidireccional desde la administración<br />

hacia los habitantes. En menor medida la<br />

tendencia habitantes-administración es<br />

transitoria y puntual, por lo que la cogestión<br />

y el empoderamiento están<br />

limitados. Aún así, se trata de un proceso<br />

que profundiza en la participación<br />

ciudadana<br />

ESTRATEGIAS<br />

La calidad de la relación entre el gobierno<br />

local y la sociedad civil depende de la calidad<br />

de la formación del proceso, basada en<br />

la comunicación y el aprendizaje común<br />

horizontal y transversal de agentes, habitantes<br />

implicados y potencialmente partícipes<br />

de éste. Ello redunda en sus capacidades<br />

deliberativas y su sensibilización a las necesidades.<br />

Es necesario que este proceso forme<br />

y capacite más allá de Grupos Motores,<br />

Delegados y Técnicos.<br />

Para impulsar el proceso, se podría formar a<br />

los animadores socio-culturales en la metodología<br />

del IAP, implicándolos más en el<br />

trabajo con Grupos Motores y ampliando<br />

sus funciones en el monitoreo del proceso,<br />

atenuando el trabajo de los técnicos de<br />

Presupuestos <strong>Participativo</strong>s.<br />

Es primordial crear mecanismos sólidos y<br />

continuos de formación y capacitación,<br />

entendiendo que son estratégicos a las<br />

condiciones de irreversibilidad del proceso.<br />

Éstas no pueden darse si no se atiende a la<br />

formación colectiva horizontal de técnicos,<br />

habitantes, participantes y potenciales<br />

partícipes. La irreversibilidad de los<br />

Presupuestos <strong>Participativo</strong>s, va a la par del<br />

empoderamiento de la población, sólo<br />

posible a través del reconocimiento de la<br />

diversidad de habitantes y prácticas, y su<br />

comprensión del interés del proceso y de los<br />

beneficios que aporta. Hay que tener en<br />

cuenta la dimensión temporal-espacial del<br />

proceso, que se traduce en problemas<br />

logísticos, organizativos y de coordinación.<br />

Implementar la dotación de personal<br />

técnico y materiales


Hay que profundizar la Evaluación de las<br />

tendencias observadas en 2004 en el<br />

proceso de 2005 (Seguimiento), para<br />

determinar la existencia de la formación de<br />

todos/as y cada uno/a de los participantes<br />

Creación de instrumentos y métodos de<br />

evaluación, seguimiento y monitoreo para<br />

implementar los avances y corregir los<br />

retrocesos del proceso de un modo<br />

transversal y horizontal desde éste. La<br />

gestión-acción sinérgica en cada uno de<br />

estos ámbitos debe ir apoyada en un<br />

modelo de comunicación que recree<br />

encuentros culturales-vivenciales; es decir,<br />

de procesos de socialización donde se<br />

reconstruyan y expliciten los saberes de<br />

todos los que participan y potenciales<br />

participantes, potenciando la autonomía de<br />

los interlocutores y asentando la coresponsabilización<br />

horizontal y la reciprocidad<br />

abierta por y en el proceso, que permite<br />

adquirir las capacidades para comprender<br />

e intercambiar alternativamente los roles en<br />

éste, para transformar estructuras de<br />

relaciones, abriendo la participación a<br />

excluidos y dependientes, creando las<br />

condiciones de irreversibilidad del proceso.<br />

Bibliografía<br />

BARCELÓ, S. y PIMENTEL, Z. (2002): Radicalizar la democracia. Porto<br />

Alegre: un modelo de municipio participativo. Madrid, Catarata.<br />

CLARKE, P. B. (1999): Ser ciudadano. Madrid, Sequitur.<br />

FEDOZZI, L (1997): <strong>Orçamento</strong> <strong>Participativo</strong>. Reflexões sobre a<br />

experiência de Porto Alegre. Porto Alegre, Artes e Oficios.<br />

GENRO, T. (1995): “O controle público não-estatal e o orçamento<br />

participativo”. En: Debate. Caderno do PT, núm. 5, pp. 11-13.<br />

NAVARRO, Z. (1997): “Uma análise do <strong>Orçamento</strong> <strong>Participativo</strong>: Sua<br />

Implantação e Desenvolvimento”, En: GENRO, T. (Org.): Porto da<br />

Cidadania. Porto Alegre, Artes e Oficios, pp. 179-236.<br />

SANTOS, B. de S. (2003): Crítica de la razón indolente. Bilbao, Desclée<br />

de Brouwer.<br />

SOUZA, U. de (1997): “<strong>Orçamento</strong> <strong>Participativo</strong> e Radicalização da<br />

Democracia”, En: GENRO, T. (Org.): Porto da Cidadania. Porto<br />

Alegre, Artes e Oficios, pp. 253-267.<br />

_____. (2001): <strong>Orçamento</strong> participativo: a experiência do Rio Grande<br />

do Sul, mimeografiado.<br />

113


114<br />

ZUBERO, I. (1996): Movimientos sociales y alternativas de sociedad.<br />

Madrid, HOAC.<br />

Recursos<br />

AULA DE DERECHOS HUMANOS “JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI”<br />

<br />

FUNDACIÓN IBEROAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS<br />

<br />

LOGOLINK. LEARNING INITIATIVE ON CITIZEN PARTICIPATION<br />

AND LOCAL GOVERNANCE. <br />

PROYECTO RESORTES


LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA:<br />

DE LOS PRESUPUESTOS A LOS SUPUESTOS PARTICIPATIVOS<br />

Aun a tientas te busco<br />

en el susurro del pasado,<br />

en el recuerdo de lo que pudo haber sido<br />

en los sueños y utopías del presente,<br />

de la cotidianeidad, y hay estás tú multiforme<br />

dibujando un futuro posible de esperanza.<br />

Nuestras palabras de agradecimiento a quienes hacen posible una ciudad<br />

más justa, solidaria y sustentable, con su compromiso, su implicación y sus ilusiones,<br />

a es@s maestr@s, profesores/as, educadores/as y monitores/as con rostro, sentimientos,<br />

sueños e ilusiones, con quienes apoyamos un proyecto social y educativo.<br />

A tant@s niñ@s, chavales/as y jóvenes por quienes merece la pena seguir apostando,<br />

con sus Ideas, aportaciones, propuestas, fantasías, sentimientos y emociones,<br />

porque la vida merece la pena vivirla hasta en las situaciones y contextos más<br />

desfavorecidos y/o superfavorecidos, donde tantas personas se sienten en soledad.<br />

Resumen:<br />

EN LA CIUDAD DE SEVILLA<br />

Jorge Ruiz Morales<br />

Rocío Valderrama Hernández<br />

Mercedes Rubio Juárez<br />

Dolores Limón Domínguez<br />

Jose Luís Carrasco Calero<br />

Es mucho suponer que los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de Sevilla incorporen<br />

todos los supuestos participativos, aunque si nos dan la oportunidad de<br />

experimentar otros modos de construir ciudadanía, desde nosotr@s<br />

mism@s, donde estamos invitadas las cuatro ciudadanías (la asociada, la<br />

no asociada, la técnica y la política).<br />

Sin embargo quedarían sin tener la repercusión social y estructural<br />

deseada si no consiguiésemos democratizar las estructuras económicas,<br />

culturales, ambientales, educativas y políticas, y esta oportunidad nos la<br />

brindan unos invitados de lujo, que con sus nuevos modos de ser, estar y<br />

hacer nos posibilitan encarar este nuevo reto que es la democracia<br />

participativa, por lo menos con el reconocimiento del estatus de<br />

ciudadan@ de todos y todas las personas que convivimos en la comunidad<br />

de nuestro centro educativo, la calle, la plaza, el barrio, el distrito o la<br />

ciudad.<br />

115


116<br />

Ell@s los grandes ausentes de todos y cada uno de los procesos participativos<br />

en nuestra ciudad, nos enseñan que la participación puede ser de otra<br />

manera, y que debe hacerse y cocinarse con otros ingredientes, l@s<br />

niñ@s, chavales/as y jóvenes protagonizan el gran cambio en los presupuestos<br />

participativos de Sevilla.<br />

Entre la utopía y la incredulidad de las personas adultas: las palabras<br />

de l@s niñ@s, chavales/as y jóvenes chocan contra oídos de<br />

hormigón.<br />

Al acercarnos a la ciudad como construcción urbana, política, social, cultural<br />

y medioambiental podemos establecer dos grandes niveles de análisis,<br />

el que se relaciona con los grandes planes generales de ordenación<br />

urbana, de reforma interior, o de reconstrucción, que se realizan en estudios<br />

y oficinas de la administración o de arquitectos bien cualificados, y por<br />

otro lado, el nivel de lo cotidiano desde donde las personas humanizamos<br />

y damos vida a la ciudad, en todas las dimensiones que antes nombrábamos.<br />

Podemos por tanto establecer dos líneas de análisis entorno a la ciudad<br />

que nos hacen confluir en una acción integrada entre lo que se planifica y<br />

ejecuta, y las expectativas, intereses y necesidades de los ciudadan@s.<br />

En ocasiones estos análisis de corte más antropológico, educativo y psicológico<br />

no se implementan con las propuestas en el ordenamiento y planeamiento<br />

de la ciudad, de ahí que se produzcan conflictos entre lo que las personas<br />

sienten como necesario y lo que la realidad les presenta, originándose<br />

situaciones de violencia<br />

explícita, como por ejemplo:<br />

atropellos, inaccesibilidad,<br />

abandono de los espacios<br />

públicos, vandalismo, etc., o<br />

situaciones de violencia implícita,<br />

como por ejemplo: incomunicación,<br />

desencuentro intergeneracional,<br />

impacto paisajístico,<br />

desestructuración de la<br />

comunidad, etc.<br />

En todos estos procesos de<br />

auto-identificación del ciudadan@<br />

con su medio más cercano,<br />

ya sea humano, construido<br />

o natural juega un papel fundamental<br />

el proceso de construcción<br />

colectiva e individual, que<br />

se realiza en las aulas de los cen-


tros educativos, donde se forma a l@s ciudadan@s. Desde donde se<br />

empiezan a generar los procesos de participación democrática que configuran<br />

a la persona con su estatus de ciudadan@. En palabras de F.<br />

Tonnucci los niños aprenden a participar participando, como personas de<br />

pleno derecho, tal y como se reconoce en la Convención de los derechos<br />

de la infancia (1989), artículos que van del 12 al 15, donde se reconoce el<br />

derecho de los/as niñas a ser consultados, escuchados, tenidos en cuenta y<br />

respetados por las autoridades locales e internacionales y la administración<br />

en general.<br />

Por tanto la familia y la escuela juegan un papel fundamental y complementario,<br />

a la hora de re-construir la ciudad, a la medida de l@s niñas,<br />

apoyando sus ideas, defendiéndolas ante las instituciones, promoviendo<br />

los cambios necesarios a nivel social e institucional para que puedan tener<br />

un espacio de participación.<br />

Este diálogo intergeneracional entre niñ@s y adultos posibilita una construcción<br />

intersubjetiva que mejora las calidad de vida en el medio urbano y<br />

la habitabilidad de los espacios de socialización e interacción, de modo<br />

que podemos llegar a la conclusión: “que esta propuesta de trabajo media<br />

en la relación padre o madre, hij@ y profesor/a-alumn@”. El medio urbano<br />

como contenido de esta propuesta de trabajo es suficientemente sugerente<br />

para generar procesos participativos en relación con el diálogo, la<br />

negociación, la mediación y el consenso.<br />

Quizás resulte interesante aclarar qué entendemos por participación, pues<br />

es un término manoseado, desdibujado y manipulado por el sistema sociopolítico,<br />

que trata de descafeinarlo como se ha hecho con otros a lo largo y<br />

ancho de la historia, como: objeción de conciencia, desarrollo sostenible,<br />

voluntariado, feminismo, democracia, etc. Se trata del proceso de socialización<br />

más importante que tiene cualquier persona en un sistema social,<br />

por el que se le reconoce el derecho a tomar decisiones en comunidad,<br />

entendiendo este proceso como dialógico, donde lo importante no son los<br />

resultados, sino los procesos. En estos se produce una escucha activa,<br />

reflexión, contrastación, reformulación de lo pensado, puesta en común,<br />

diálogo, empatía, negociación, y toma de decisión, siempre rehuyendo<br />

de las votaciones y de la aniquilación del pensamiento de las minorías.<br />

Puesto que la opción más correcta será aquella que enriquece a todos y<br />

todas, hombres y mujeres, niños y adultos, inmigrantes y lugareñ@s, jóvenes<br />

y personas mayores,… Se trata de un empoderamiento de la persona<br />

en su papel como ciudadano, donde los procesos colectivos emergen de<br />

las personas individualmente, por tanto la participación existe en función<br />

de una construcción personal en distintas esferas como son: la afectiva, la<br />

emocional, la autoestima, las habilidades sociales, la ética y la sociopolítico-ideológica.<br />

117


118<br />

Esta complementariedad y aportación de lo individual a lo colectivo, y viceversa,<br />

es consustancial a la propia existencia del ser humano, cuando se<br />

limita o cercena esta capacidad de construcción colectiva se genera una<br />

situación de violencia tal, que revierte en modo de conflicto sobre todos y<br />

cada uno de los miembros de la comunidad. Así entendemos que la negación<br />

del niñ@ a participar en nuestra sociedad como ciudadan@ de pleno<br />

derecho, supone un efecto reversivo y subversivo contra el sistema de opresión<br />

de la infancia, de modo que padres y madres, educadores y poderes<br />

públicos sufrimos posteriormente en nuestras carnes la violencia de los<br />

jóvenes, la apatía y falta de compromiso, la competitividad, la sumisión,<br />

falta de autonomía, incapacidad para construir un proyecto individual y<br />

colectivo, la soledad y el abandono de las personas mayores, el suicidio,<br />

homicidio y alcoholismo de adolescentes y jóvenes, que posteriormente<br />

serán unos infelices el resto de sus existencias. En cierto modo al cercenar<br />

sus potencialidades estamos eliminando toda posibilidad de transformar<br />

una sociedad que resulta injusta no sólo para ell@s sino para la mayoría<br />

de las personas adultas, ya que estamos agotando “las energías renovables<br />

de nuestro sistema bioenergético”.<br />

Otra Sevilla es posible con la participación de l@s niñ@s,<br />

chavales/as y jóvenes.<br />

Con este título proponíamos en marzo un foro social y educativo en la ciudad<br />

de Sevilla, donde reflexionar, dialogar, debatir, construir estrategias de<br />

dinamización y apoyarnos l@s un@s a l@s otr@s en una lucha que es<br />

nuestra, porque hemos elegido apostar por quienes tienen menos voz, quienes<br />

gritan su verdad contra oídos de hormigón armado, sin que puedan<br />

tenerse en cuenta sus criterios, ideas y propuestas.<br />

Nos dijeron que era posible, una utopía realizable, la ilusión de quienes<br />

han permanecido en la esfera política al otro lado en la oposición, ahora<br />

nos toca a nosotr@s, construir una ciudad más humana y habitable desde<br />

planteamientos de justicia social, algunas personas nos lo creímos, y cada<br />

día más seres humanos, la hacemos posible con nuestra implicación, compromiso<br />

y dedicación.<br />

Todo empezó con la apuesta política de una fuerza política de izquierdas<br />

en la ciudad de Sevilla, Izquierda Unida (I.U.), que mediante acuerdo de<br />

gobierno con el Partido Socialista Obrero Español (P.S.O.E.), deciden<br />

poner en marcha el Presupuesto <strong>Participativo</strong> durante el año 2.004. A partir<br />

de octubre de este mismo año, se plantea la iniciativa del Área de<br />

Participación Ciudadana, bajo la responsabilidad de I.U., de implicar en<br />

este proceso a l@s niñ@s, chavales/as y jóvenes de la ciudad de Sevilla,<br />

de modo que mediante un convenio de colaboración con el Grupo de<br />

Investigación: Educación de Personas Adultas y Desarrollo perteneciente a


la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla se<br />

pone en marcha un proyecto de investigación y dinamización sectorial en<br />

los presupuestos participativos de Sevilla.<br />

Así surge el Equipo de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s con l@s niñ@s, chavales/as<br />

y jóvenes de Sevilla “LABORAFORO”, esta denominación responde<br />

a un trabajo de enfoque grupal y cooperativo que realizamos en la ciudad,<br />

recordando el origen de los foros romanos, a partir de los cuales se<br />

construye y emergen las urbes, entre personas adultas que pretenden trabajar<br />

desde las distintas realidades que comparten niñ@s, chavales/as y<br />

jóvenes y con el apoyo de sus experiencias vitales y profesionales, en coordinación<br />

con l@s técnic@s de la administración, responsables políticos,<br />

Equipo de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s PREPAR, quienes trabajaban desde<br />

el año anterior en el proceso con toda la población en general y el resto<br />

de los profesionales que se encuentran implicados en estos presupuestos<br />

participativos en base a los convenios suscritos entre otros departamentos<br />

de la universidad y el Área de Participación Ciudadana del Excmo.<br />

Ayuntamiento de Sevilla.<br />

A partir de la puesta en marcha de este proceso emergen interrogantes que<br />

nos parecen ricas para ir acercándonos a la complejidad del mismo, comprender<br />

los motivos y argumentos que nos mueven en nuestra praxis<br />

socioeducativa, así como los matices que aparecen a lo largo de esta<br />

comunicación. Sin embargo avisamos de que no hemos encontrado aun<br />

respuestas a todas, así podemos construirlas juntos y juntas:<br />

¿En qué medida construimos ciudadanía desde los procesos<br />

participativos en que nos implicamos y comprometemos como<br />

personas?<br />

¿Cómo nos sentimos en estos procesos en los que recuperamos<br />

nuestro estatus de ciudadan@?<br />

¿Qué significa la participación de l@s niñ@s, chavales/as y jóvenes en<br />

los presupuestos participativos?<br />

¿Cómo afecta la participación de l@s niñ@s, chavales/as y jóvenes al<br />

proceso de los presupuestos participativos puestos en marcha?<br />

¿Qué estrategias poner en marcha para la implementación de ambos<br />

procesos?<br />

¿Nos pueden enseñar l@s niñ@s, chavales/as y jóvenes nuevos<br />

modos de participar en nuestra sociedad?<br />

¿Existe alguna relación entre los bloqueos emocionales de las personas<br />

adultas y la participación social de l@s niñ@s, chavales/as y jóvenes?<br />

¿En qué medida afectan los presupuestos participativos a las<br />

estructuras organizativas y culturales de nuestros sistemas sociales y<br />

educativos?<br />

119


120<br />

Un proceso con baches, socavones, charcos y obstáculos:<br />

dificultades y resistencias.<br />

A priori contamos con las dificultades propias de cualquier proceso de participación<br />

en su fase inicial, algunas de ellas se han visto más presentes,<br />

pero en general todas estas se han dado hasta el momento.<br />

Existe desconocimiento de este proceso entre las personas que forman<br />

estos sectores de población.<br />

Las campañas de información son insuficientes y descontextualizadas<br />

para llegar a ell@s.<br />

Se carece de formación para participar en estos procesos<br />

asamblearios.<br />

Las dinámicas y técnicas al uso no sirven para que estos sectores se<br />

sientan identificados en el proceso y miembros del mismo.<br />

Se necesita una metodología específica para dinamizar la<br />

participación en estos procesos.<br />

Faltan materiales educativos para formar y dinamizar a estas personas,<br />

haciendo posible su participación en los presupuestos participativos.<br />

Los espacios y modos de participación, los símbolos, los ritmos y<br />

lenguajes son diferentes a los que habitualmente se eligen para los<br />

programas institucionales.<br />

Sin embargo, empiezan hacer acto de presencia las resistencias propias de<br />

un proceso de dinamización, que en algunos casos podemos relacionar<br />

con las dificultades anteriormente expuestas y en otros casos con la realidad<br />

social y educativa de una ciudad como Sevilla con cerca de un millón<br />

de habitantes. Hemos pensado plantear un glosario de frases y argumentos<br />

enunciados por distintas personas con respecto al proceso:<br />

Resulta inconstitucional la participación de chavales/as de entre 16 y<br />

18 años, pues no se corresponden los derechos con el nivel de<br />

responsabilidad exigible social y penalmente (Director de un centro de<br />

primaria).<br />

¿Cómo van a participar niñ@s de 3 a 5 años? ¿Qué van a aportar?<br />

(risas y carcajadas, miradas de incredulidad) (argumento de algunas<br />

madres, maestr@s, etc.) (en ocasiones se utiliza para desacreditar todo<br />

el proceso sin entrar en otras valoraciones).<br />

En este proceso pueden participar los más mayores, los de 3º y 4º de<br />

ESO, los demás son demasiado pequeños e inmaduros (profesora de<br />

secundaria).<br />

Las propuestas las presentan las madres de las AMPAS, porque ya<br />

sabemos que así tienen más apoyos, y pueden salir…, nuestr@s niñ@s<br />

hacían propuestas un poco absurdas, después ya empezaron a


plantear otras más lógicas (Educadora y dinamizadora de una<br />

asociación).<br />

¿Cómo nos vamos a plantear que l@s niñ@s participen en el proceso?<br />

No estoy de acuerdo con que se les de y consienta todo a l@s niñ@s,<br />

como si todo estuviese permitido (tono de desconfianza respecto al<br />

papel y criterio de l@s niñ@s) (Responsable política del Ayuntamiento).<br />

L@s niñ@s con necesidades básicas sin cubrir poco interés tienen por<br />

estos procesos, además ¿qué van a plantear ell@s? esto se puede<br />

plantear para aquell@s que tienen sus necesidades cubiertas, la<br />

persona puede pensar cuando tiene el estómago lleno (Grupo de<br />

maestr@s).<br />

Esta propuesta es política, por tanto no debe entrar en la escuela, aquí<br />

lo importante son los contenidos, no podemos seguir incorporando<br />

todo lo que llegué a la escuela (Director de un centro privado y otro<br />

público).<br />

Ya te mandaré a l@s niñ@s y chavales/as más serios y buenos, tengo<br />

un chaval muy bueno que sabe lo que quiere, hay que conseguir más<br />

actividades para el instituto, las propuestas que ellos hacen ya sabemos<br />

cuales son, sin nos dan un taller lo llenamos (Director de un instituto).<br />

Este proceso es un gasto de dinero inútil, para esto ya tenemos a los<br />

responsables políticos, además no merece la pena para decidir algo<br />

tan simple como hacer, o no, un taller (Maestra de un colegio de<br />

educación primaria).<br />

Ya estuve participando el año anterior y fue un desastre, a mi no me<br />

permitieron presentar una propuesta que llevaba, al final se votaban<br />

las que ell@s querían (refiriéndose a los políticos y técnicos) (Maestra<br />

de un colegio de educación primaria).<br />

El trabajo con l@s niñ@s es muy delicado, hay que contar con el visto<br />

bueno de l@s maestr@s, padres y madres, pues no olvidemos que son<br />

menores de edad y que no tenemos competencias en educación<br />

(Responsable política del Ayuntamiento).<br />

Se está corriendo demasiado, no hay necesidad, para qué tantas<br />

prisas, se está abarcando demasiado (Técnica del Área de<br />

Participación Ciudadana).<br />

Se podría plantear un autorreglamento para la infancia, de modo que<br />

se organizase por otro lado (Técnico de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s).<br />

Planificación del proceso de dinamización sectorial en el<br />

momento actual.<br />

Esta planificación responde a un proceso de investigación acción emancipatoria,<br />

en el que inicialmente l@s investigadores/as proponen un pre-<br />

121


122<br />

proyecto de trabajo, a partir del cual se monta el proceso de dinamización,<br />

para ir tomando conciencia del papel de l@s sujetos sociales, en este caso,<br />

niñ@s, chavales/as y jóvenes, y su protagonismo en la toma de decisiones.<br />

Se trata de un modelo de concientización que parte de hacer visible lo invisible,<br />

lo negado y ocultado para que niñ@s, chavales/as y jóvenes tomen<br />

conciencia de su papel social, y para que el mundo adulto asuma el reparto<br />

de poderes y la cesión de espacios, a la vez que se produce un diálogo<br />

intergeneracional con la implicación del mayor número de actores y actrices<br />

sociales.<br />

La espiral autorreflexiva que forman las distintas fases no responden a una<br />

organización en compartimentos estanco (figura 1). Sería absurdo plantear<br />

esta idea en un proceso abierto, flexible y globalizador que trata de<br />

construirse desde la participación social con el apoyo técnico de l@s profesionales<br />

que estamos implicados de modo más directo.<br />

Toma de<br />

decisión<br />

Presentación y<br />

análisis de<br />

resultados<br />

Espiral autorreflexiva en el proceso de<br />

investigación acción emancipatoria<br />

Análisis de la<br />

realidad<br />

Pre-proyecto<br />

Planificación<br />

Evaluación<br />

Recogida de<br />

información<br />

Revisión de<br />

planificación<br />

Información<br />

Acción<br />

Así aunque parezca que hemos cerrado el nivel de análisis de la realidad<br />

simplemente hemos empezado a dar más peso al nivel de información y<br />

planificación, revirtiendo todo esto en la dinamización o ejecución de la<br />

propuesta que a su vez se ve enriquecida por la primera fase y viceversa. Se<br />

trata por tanto de un proceso complejo en el que l@s distint@s actores y<br />

actrices sociales, las distintas ciudadanías que señala Cesar Muñoz (l@s<br />

polític@s, técnic@s, padres y/o madres y ciudadan@s de a pie) van<br />

tomando relevancia desde el protagonismo de niñ@s, chavales/as y jóvenes<br />

y con el apoyo de la experiencia y el conocimiento diverso y diferente,<br />

entre el adulto y el niñ@, porque las personas no se liberan solas, sino en<br />

comunidad, así lo afirmaba Paulo Freire en su libro Pedagogía del<br />

Oprimido.


Esta planificación se inscribe en otra más amplia, que es el presupuesto participativo<br />

de toda la población joven y adulta, con la que hemos ido coordinando<br />

cada una de las fases del proceso, tal y como se presenta en la<br />

siguiente flecha-cronograma (figura 2).<br />

123


124<br />

El siguiente organigrama pretende dar a conocer con más exactitud como<br />

se ha organizado el proceso de participación de l@s niñ@s, chavales/as y<br />

jóvenes:<br />

Foro de<br />

actividades y<br />

experiencias<br />

Grupo motor<br />

Propuestas para los<br />

presupuestos<br />

participativos<br />

Consejo de ciudad<br />

y<br />

Consejo de distrito<br />

Asamblea de zona<br />

Asamblea sectorial<br />

Grupo clase o taller<br />

Consejo de<br />

representantes<br />

Nos acercamos al grupo clase o taller a través de reuniones y entrevistas<br />

con l@s educadores/as, maestr@s y profesores/as, para explicarles el<br />

pre-proyecto y el proceso de participación ciudadana que queremos poner<br />

en marcha con ell@s. A partir de aquí algun@s niñ@s, chavales/as y jóvenes<br />

se acercan al consejo de representantes para empezar a informarse y<br />

hacer propuestas de actividades para el foro de actividades. En este foro de<br />

actividades además de realizar las actividades que ell@s habían propuesto,<br />

elegían el logotipo de los presupuestos participativos sectoriales.<br />

Se constituye a partir de ahora el grupo motor que será el encargado de<br />

velar por el desarrollo del proceso, ya que a través suya se analizan las propuestas,<br />

se elevan a la asamblea sectorial y se encargan de organizar todo<br />

el proceso asamblerio. La asamblea sectorial es el único órgano de deci-


sión para las propuestas de niñ@s, chavales/as y jóvenes, de aquí emergerán<br />

las propuestas que posteriormente se votan en la asamblea de zona. El<br />

modo como se organiza este proceso es muy dinámico y divertido, ya que<br />

se trata de no hacer la participación tediosa y aburrida, que por otro lado<br />

no resta seriedad y rigurosidad al proceso de toma de decisiones, así planteamos<br />

un mercadillo de propuestas, en la que cada proponente desde su<br />

puesto realiza la propuesta y la explica a l@s participantes en la asamblea.<br />

Una vez elegidas las propuestas por cada zona se elevan a la asamblea de<br />

zona, donde se votarán con el resto de las que presenten las personas adultas,<br />

y en este caso sólo podrán participar personas mayores de 16 años. En<br />

esta misma sesión se eligen a los representantes del Consejo de Ciudad y<br />

Distrito, dos órganos formados por ciudadan@s que se encargan de valorar<br />

las propuestas, añadiéndole a los votos que ha obtenido cada propuesta<br />

una puntuación en función de la necesidad y urgencia de la propuesta,<br />

siempre que éstas hayan pasado el informe de viabilidad técnica de cada<br />

delegación del Ayuntamiento.<br />

Implicaciones de este proceso en el sistema social y educativo.<br />

Hemos pensado dividirlas en función de los contextos para que resulten<br />

más sencillas de interpretar, aun a riesgo de que puedan repetirse algunas<br />

de ellas.<br />

Ámbito educativo: existe poca cultura participativa en los centros y en la<br />

propia comunidad educativa, sólo hay que observar la perdida de<br />

poder de los consejos escolares, la baja participación de niñ@s,<br />

chavales/as y jóvenes, así como de sus padres y madres. La figura de<br />

representación del delegad@ pasa casi desapercibida, en el aula,<br />

suele ser ocupada por alguien en quien el maestr@s o profesor/a<br />

confía.<br />

Así hemos visto que la articulación entre este proceso y la cultura<br />

participativa en la escuela choca con una visión del profesorado sobre<br />

el alumnado muy infravalorativa, como si tuviesen poco que aportar,<br />

acrecentándose esta idea conforme bajamos en los niveles educativos,<br />

y nos referimos a l@s alumn@s de menos edad.<br />

La democracia escolar brilla por su ausencia, en el período de la<br />

transición española a la democracia, después de 40 años de dictadura,<br />

no se imprimió un cambio de estructuras al sistema escolar que abriese<br />

espacios para la participación de niñ@s, chavales/as y jóvenes, de<br />

modo que se funciona mediante un sistema de democracia sustitutiva<br />

que relega a un segundo plano los intereses, necesidades,<br />

potencialidades y propuestas de l@s alumn@s, como si fuesen<br />

usuarios, clientes o ciudadan@s de segunda.<br />

125


126<br />

Existe la idea extendida de que los contenidos escolares, no tienen<br />

relación con la realidad social, y la vida cotidiana, sino que por el<br />

contrario encontramos un divorcio entre ambos, llegando la escuela a<br />

desvalorizar las experiencias y vivencias de l@s niñ@s, chavales/as y<br />

jóvenes, cuando no se utilizan como anécdota escolar.<br />

Hemos encontrado una respuesta diferente en los centros de primaria<br />

respecto de los institutos de educación secundaria, en los primeros<br />

existe menos disponibilidad para trabajar sobre estos temas por<br />

motivos de horario, ya que no poseen un horario de tutoría, y suelen<br />

poner más impedimentos por la idea extendida de que el criterio<br />

aparece ligado a la edad. Sin embargo en secundaria, parecen<br />

entenderlo como un modo de acceder al mundo de l@s chavales/as,<br />

de conectar con sus intereses, de desarrollar unas habilidades sociales,<br />

sin que todavía exista una idea extendida sobre su papel como<br />

ciudadan@s activos con un estatus propio. En el nivel de infantil,<br />

sorprende la disposición a trabajar estos temas, por entender que es un<br />

modo de revalorizar la educación en estas edades, y el reconocimiento<br />

de sus alumn@s como personas con ideas y criterio que no se tiene en<br />

cuenta habitualmente.<br />

Esta propuesta socioeducativa implica varios cambios a los que<br />

algunos profesionales de la educación están empezando a prestar<br />

especial atención en su práctica educativa, como son:<br />

Conmueve las emociones, ilusiones y sentimientos de las personas<br />

adultas respecto de su si mismo niñ@, que ha sido olvidado y<br />

traicionado por un pensamiento adultocéntrico.<br />

Provoca el análisis y detección de injusticias sociales, educativas y<br />

culturales que se reproducen en el sistema educativo que se<br />

producen en cuanto al reconocimiento de los derechos de niñ@s,<br />

chavales/as y jóvenes.<br />

Reconocimiento del estatus de ciudadan@ de l@s niñ@s,<br />

chavales/as y jóvenes que están en las aulas, con criterio, intereses,<br />

ilusiones y capacidades para cambiar la realidad.<br />

Respeto a las ideas y opiniones que parten de l@s niñ@s,<br />

chavales/as y jóvenes.<br />

Incorporación de contenidos de marcado carácter sociopolítico y<br />

ético al currículum escolar en áreas de conocimiento afines.<br />

En dos centros se pone a discusión una parte del presupuesto de<br />

actividades educativas y culturales con l@s niñ@s y chavales/as.<br />

Fortalece y apoya iniciativas de innovación curricular en áreas de<br />

conocimiento como geografía urbana, conocimiento del medio y<br />

tutoría.


Dota de materiales curriculares específicos sobre participación<br />

ciudadana, cubriendo un déficit institucional y social.<br />

Puesta en cuestión del modelo organizativo de la escuela donde los<br />

niveles superiores disfrutan de espacios que le son negados a l@s<br />

niñ@s de educación infantil.<br />

Identificación de dificultades para que tod@s l@s niñ@s,<br />

chavales/as y jóvenes puedan hacer uso de los espacios públicos,<br />

sobre todo en relación a la oferta de actividades según barrios y<br />

edad de l@s niñ@s.<br />

Se observan cambios en la relación entre maestr@s, profesores/as<br />

y alumn@s en relación con la capacidad de escucha y la resolución<br />

de conflictos de modo no violento respecto de los<br />

comportamientos.<br />

Ámbito político-institucional: inicialmente existen apoyos muy claros<br />

desde el Área de Participación Ciudadana del Excmo. Ayuntamiento de<br />

Sevilla, de quien surge la propuesta, que se torna en desconfianza por<br />

distintos acontecimientos propios de cualquier dinámica social, y que<br />

puede tener relación con un exceso de control directivo que se pretende<br />

imponer en un momento concreto. En la relación con el otro equipo<br />

existen algunos celos profesionales y problemas de entendimiento en<br />

relación con el papel que jugamos tanto a nivel de coordinación, como<br />

de organigrama de funcionamiento, sin embargo parece estar<br />

encauzándose. Existen algunas incertidumbres sobre el papel que<br />

deben jugar l@s niñ@s y chavales/as con su participación en los<br />

presupuestos participativos, ya que inicialmente el autorreglamento<br />

reconoce ésta a partir de los 16 años. Han existido inicialmente<br />

algunos roces con técnicos responsables de espacios de participación<br />

ciudadana, por no haberse contactado con ell@s, debido a una<br />

decisión política. El resto de los grupos políticos del ayuntamiento se<br />

mantienen al margen, incluso ha existido un posicionamiento del<br />

partido mayoritario que esta en coalición con IU, desvalorizando la<br />

participación de niñ@s, chavales/as y jóvenes.<br />

Esta propuesta implica cambios organizativos, culturales y<br />

estructurales, como son:<br />

Reparto más justo, equilibrado y sustentable de responsabilidades y<br />

poderes, entre técnicos, políticos y ciudadan@s (padres, madres,<br />

niñ@s, chavales/as, jóvenes, personas mayores, pertenecientes o<br />

no a las mayorías o minorías culturales existentes).<br />

La cogestión de lo público se realiza desde criterios éticos de<br />

redistribución de la riqueza, solidaridad, participación,<br />

sustentabilidad y colaboración.<br />

127


128<br />

Fortalece las estructuras horizontales de cogestión en la<br />

administración entre actores y actrices sociales.<br />

Revalorización de los saberes cotidianos que nos acercan al día a<br />

día, al conocimiento y experiencia de las personas que comparten<br />

las realidades sociales, haciendo más viables y eficientes las<br />

actuaciones que se hacen con la administración.<br />

Reconocimiento del otr@ como interlocutor válido al que hay que<br />

prestar atención, dejando a un la actitudes servilistas, dependientes,<br />

autoritarias, etc., tanto por parte de todas las personas implicadas<br />

independientemente del rol que desempeñan en cada momento.<br />

Provoca la integración de una visión intergeneracional, intercultural<br />

y de género en las políticas públicas institucionales.<br />

Al reconocer la visión y lógica del pensamiento desde la niñez se<br />

humanizan los modos de funcionar y organizar la gestión.<br />

Ámbito social: existe una visión adultocéntrica que se convierte en el<br />

parámetro de construcción y organización de la vida pública, no siendo<br />

posible la participación l@s niñ@s, chavales/as y jóvenes en ningún<br />

espacio de decisión ciudadana. Sin embargo, esta visión se hace más<br />

liviana y flexible en las relaciones con los adultos como padres y<br />

madres, que cuando se plantea con los técnicos o políticos. Está<br />

despertando interés y confianzas entre quienes están participando<br />

desde el año anterior en el proceso, por significar un avance en<br />

procesos de participación, y la posibilidad de que se sumen más<br />

personas a los grupos mototes y asambleas.<br />

Sin embargo existe una visión paternalista que ningunea a un sector de<br />

población muy importante que por existir y ocupar un espacio social en


nuestras calles, familias, mercado laboral, sistema de consumo, etc.,<br />

tiene el derecho de ser tenido en cuenta.<br />

A nivel social este proceso quiebra la lógica capitalista por:<br />

Ser subversivo respecto a un sistema centrado en el consumo, la<br />

competitividad, el individualismo, la opresión de unas mayorías<br />

minoritarias y la homogeneización.<br />

Estar centrado en las personas, con todas sus diferencias, matices y<br />

sensibilidades distintitas.<br />

Hablar el lenguaje de las mariposas, donde el efecto de torbellino<br />

de ilusiones irradia brisas, vientos y huracanes que ponen en entre<br />

dicho la “única lógica”, permitiendo utilizar otras ideas, propuestas<br />

y acciones dialógicas.<br />

Hacer las cosas de un modo participado y creativo entre todas las<br />

personas, reconociendo la importancia de cada una de ellas, la<br />

individuación, la significatividad y la irrepitibilidad de nuestros<br />

pensamientos.<br />

Soñar que otro mundo es posible con la participación de l@s<br />

niñ@s, chavales/as y jóvenes en nuestra sociedad.<br />

Bibliografía:<br />

Miller, A. (2001): Por tu propio bien. Raíces de la violencia en la<br />

educación del niño, Barcelona, Ed. Tusquets, pp. 276.<br />

Miller, A. (1998): El saber proscrito, Barcelona, Ed. Tusquets, pp. 226.<br />

Martínez Bonafé, Á. (2002): Vivir la democracia en la escuela.<br />

Herramientas para intervenir en el aula y en el centro, Sevilla, Ed.<br />

Cooperación Educativa Kikiriki, pp. 282.<br />

Muñoz, C. (2003): Vivir, educar: desde la seducción, el amor y la<br />

pasión, Barcelona, Edit. Centro de investigaciones pedagógicas de la<br />

infancia, la adolescencia y la juventud, pp. 445.<br />

Tonucci, F. (2002): Cuando los niños dicen ¡basta!, Madrid, Edit.<br />

Fundación Germán Sánchez Ruipérez, pp. 303.<br />

129


130


INTRODUCCIÓN<br />

LA PEDAGOGIA DE LA DECISION<br />

María Bastante Fernández<br />

María Eugenia Cáceres Carbona<br />

Paula Garvín Salazar<br />

Virginia Gutiérrez Barbarrusa<br />

Joaquín Recio Martínez<br />

Hace ahora un año, presentábamos en este mismo marco, en las II<br />

Jornadas Internacionales del Presupuesto <strong>Participativo</strong>s de la Ciudad de<br />

Sevilla, un artículo en el que se describía el desarrollo del primer ejercicio,<br />

la puesta en marcha y los problemas que hasta entonces habían surgido.<br />

Sería complicado detallar en este artículo todas lo acontecido en el<br />

segundo año del proceso, pero podemos resaltar algunas de las<br />

innovaciones y elementos surgidos a partir de las evaluaciones realizadas<br />

a finales del 2004, y del devenir de la experiencia en sí.<br />

El análisis de esta experiencia tendría que realizarse teniendo en cuenta,<br />

además de su propia naturaleza, la incorporación de distintos elementos<br />

que han contribuido a enriquecer el proceso.<br />

En primer lugar, desde la Delegación de Participación Ciudadana se vio la<br />

necesidad de apoyarse en nuevos actores externos, que analizaran desde<br />

diferentes ópticas diversos aspectos que el desarrollo del proceso<br />

demanda. En estas Jornadas tendremos la oportunidad de conocer los<br />

resultados de las diferentes investigaciones, trabajos y procesos de<br />

dinamización llevados a cabo por diferentes equipos de investigación y<br />

grupos de trabajo vinculados a las universidades de Sevilla.<br />

Por otro lado, ya en las jornadas internacionales del 2004, se valoró de<br />

forma muy positiva la existencia de grupos motores en las zonas, como una<br />

innovación en el caso de Sevilla, que no se ha contemplado en otras experiencias<br />

de presupuestos participativos. En este segundo año ha sido intención<br />

del equipo responsable de la coordinación del proceso promover la<br />

función del grupo motor en cada una de las zonas. Para ello, ha sido fundamental<br />

la creación por parte del Ayuntamiento de dieciocho plazas de<br />

Técnicos en Animación Sociocultural que desarrollan su actividad en cada<br />

uno de los Centros Cívicos de la ciudad. De esta manera se apoya desde la<br />

131


132<br />

administración la labor<br />

de estos grupos de vecinos<br />

comprometidos en<br />

la tarea de implicar a<br />

otros vecinos, difundir<br />

las convocatorias, comunicar<br />

los logros, trabajar<br />

con las necesidades de<br />

los barrios,…<br />

La incorporación al<br />

debate y toma de decisiones<br />

de nuevas áreas<br />

competenciales del<br />

Ayuntamiento de Sevilla,<br />

ha significado un incremento<br />

de la cantidad del<br />

presupuesto municipal a<br />

discutir, además de abrir<br />

el debate a nuevos contenidos.<br />

Ha supuesto asimismo,<br />

la implicación<br />

de los funcionarios de<br />

estas áreas. A las partidas<br />

presupuestarias de<br />

los Distritos, del Area de Participación Ciudadana, del Instituto Municipal<br />

de Deportes y de la Gerencia Municipal de Urbanismo, se han sumado en<br />

el segundo año, las áreas de Cultura, Educación, Igualdad, Empleo y<br />

Juventud.<br />

La estructura del proceso se ha mantenido básicamente igual que la del primer<br />

ejercicio, aunque a partir de las diferentes sesiones de autoevaluación<br />

realizadas se han desarrollado nuevas acciones que no se dieron entonces,<br />

y que detallaremos a continuación.<br />

LA ESTRUCTURA DEL SEGUNDO AÑO<br />

Aunque en lo fundamental el segundo año supone la continuidad de la<br />

estructura definida inicialmente, algunas de las innovaciones introducidas<br />

están encaminadas a mejorar la eficacia y el resultado que se persigue con<br />

la puesta en marcha del proceso.<br />

1ª FASE: AUTORREGLAMENTO<br />

Antes de continuar había que plasmar en el documento normativo del<br />

Presupuesto <strong>Participativo</strong> los cambios necesarios que surgen de las evaluaciones<br />

realizadas con los grupos motores en el conjunto de la ciudad. La


evisión del Autorreglamento aparece reglada en el mismo documento, en<br />

el que se recoge la creación de una comisión electa, la Comisión de<br />

Autorreglamento, que debía revisar el texto. Asimismo se abrió un plazo de<br />

presentación de enmiendas que serían votadas en las asambleas abiertas<br />

celebradas entre los meses de enero y febrero.<br />

Los principales cambios que se aprobaron, se referían fundamentalmente<br />

a tres aspectos. El primero de ellos, ha sido consustancial a la descentralización<br />

territorial prevista para la ciudad, que establece once distritos, y<br />

estos son los que se recogieron en el texto. Para las zonas, se decidió crear<br />

tres zonas nuevas de tal forma que de las quince iniciales, en el segundo<br />

año se ha pasado a dieciocho. El segundo, supuso la necesidad de reflejar<br />

en el texto de forma más detallada el procedimiento y funcionamiento de<br />

las asambleas de zona, y en concreto, aspectos referidos a la convocatoria<br />

o los plazos de presentación de propuestas. Esta fue una de las cuestiones<br />

más críticas de la autoevaluación realizada. El tercero supuso la incorporación<br />

al texto de u n capítulo sobre las propuestas: su concreción, viabilidad,<br />

etc.<br />

El trabajo de los Delegados / as del primer año se complicó bastante debido<br />

a la poca concreción en la forma de aplicación de los criterios de justicia<br />

social previstos, cuarto elemento cuestionado, lo cual trajo consigo que<br />

en el segundo texto, el capítulo dedicado a los mismos se haya intentado<br />

mejorar, considerándose por parte de los delegados /as una de las mayores<br />

aportaciones efectuadas.<br />

El trabajo por parte de los Delegados y Delegadas de la Comisión de<br />

Autorreglamento durante el segundo año se centró en la revisión del texto,<br />

y la incorporación en el mismo de las enmiendas presentadas en las diferentes<br />

zonas. En las sesiones celebradas se abrió un espacio de debate<br />

para iniciar a aquellas personas que se incorporaban por primera vez en el<br />

proceso, a través de la lectura del texto del Autorreglamento, para que<br />

pudiesen entender la estructura del proceso y debatieran entre ellos no<br />

sólo las cuestiones formales del texto, sino también los elementos de fondo<br />

del Presupuesto <strong>Participativo</strong>.<br />

2ª FASE: LOS FOROS DE PROPUESTAS<br />

Más allá del Autorreglamento, que el primer año supuso un gran esfuerzo<br />

por parte de las delegadas y los delegados de la comisión, en el segundo<br />

año se le ha dado más importancia a la construcción de propuestas, al trabajo<br />

previo que los funcionarios municipales podían aportar antes de la<br />

celebración de las asambleas decisorias, así como a la necesidad de que<br />

las vecinas y los vecinos pudieran conocer las propuestas de su zona con<br />

anterioridad a la votación de las mismas.<br />

Ello supuso que el trabajo, sobre todo por parte de los 18 Grupos Motores,<br />

133


134<br />

se centrara entre los<br />

meses de febrero a mayo<br />

en una labor de toma de<br />

contacto con los colectivos<br />

y los vecinos y las vecinas<br />

de los barrios, para<br />

informarles del proceso,<br />

para conocer sus necesidades<br />

y ayudarles a construir<br />

propuestas.<br />

Se celebraron dos fases<br />

de lo que se denominaron<br />

“Foros de Propuestas”: un<br />

Foro de Ciudad y dieciocho<br />

Foros Territoriales en<br />

el mes de abril, y otros tantos<br />

en el mes de mayo.<br />

La celebración de los<br />

Foros de Propuestas han<br />

supuesto una de las innovaciones<br />

más importantes<br />

con respecto a la generación<br />

y concreción de las<br />

propuestas vecinales.<br />

Estos tienen como objetivo generar el espacio de encuentro técnico ciudadano<br />

que haga posible el entendimiento necesario para conseguir la co<br />

gestión que se define en el Autorreglamento. A estos Foros están convocados<br />

los técnicos responsables de las diferentes áreas municipales, así como<br />

los miembros de los grupos motores y las personas que han presentado propuestas.<br />

La idea es que los funcionarios municipales den respuestas sobre<br />

su viabilidad, directamente al proponente o a las personas asistentes que<br />

conforman los grupos motores, o asesoren sobre la reformulación de las<br />

mismas de cara a que se puedan ejecutar posteriormente. La participación<br />

de los funcionarios municipales en los Foros de Ciudad se plantea para dar<br />

respuesta a la necesidad de abrir el espacio de encuentro técnico vecinal,<br />

y de establecer cauces de comunicación y entendimiento entre ambos actores.<br />

Además se busca que las propuestas formuladas, a nivel de ciudad, sean<br />

conocidas por las personas que participan en el Foro, de cara a que sean<br />

apoyadas en las diferentes asambleas y construir desde este ámbito una<br />

idea de ciudad que supera el límite territorial de la zona o del distrito, que<br />

en la práctica no se estaba dando, así como un trabajo colectivo que supe-


a los intereses concretos de los diferentes grupos y/o colectivos de los<br />

barrios.<br />

En la práctica fue en los Foros Territoriales, celebrados en cada una de las<br />

dieciocho zonas, donde se lograron mejores resultados de acuerdo con los<br />

objetivos que se habían planteado. Estos se estructuraron como espacios<br />

de encuentro ciudadano para el conocimiento y la deliberación conjunta<br />

de las necesidades que los vecinos y las vecinas reflejaron en sus propuestas.<br />

Sirvieron además para que propuestas que podían ser similares se<br />

pudieran unir antes de la celebración de la asamblea, y se buscaran estrategias<br />

de apoyo colectivas.<br />

Fundamentalmente en el Foro de Ciudad se analizó la viabilidad técnica<br />

de las propuestas presentadas. En los dos Foros celebrados, los técnicos<br />

municipales actuaron en un doble sentido: por un lado, ante propuestas<br />

que no podían ser asumidas por ninguna de las áreas implicadas, se explicó<br />

la imposibilidad de llevarlas a cabo, por carecer de competencias en su<br />

campo de actuación para poder ejecutarlas posteriormente. Por otro lado,<br />

se analizaron propuestas que sí correspondían a su ámbito de actuación.<br />

En algunos casos se referían, sobre todo en el caso de programas y actividades,<br />

a actuaciones que se estaban llevando a la práctica desde las distintas<br />

delegaciones municipales. Esta circunstancia pone de manifiesto la<br />

falta de información que por lo general tiene la ciudadanía de las políticas<br />

desarrolladas por el Ayuntamiento de Sevilla.<br />

También se analizaron propuestas novedosas que, siendo competencia de<br />

las diferentes Delegaciones, tuvieron dificultades en este debate ya que los<br />

técnicos que en un principio plantearon inconvenientes, a lo largo del proceso<br />

trabajaron en buscar la manera de adecuar las demandas ciudadanas<br />

a sus distintas programaciones. Para ello, fueron necesarias diferentes<br />

reuniones de coordinación donde los técnicos responsables debatieron<br />

sobre posibles fórmulas de cooperación para llevar adelante estas propuestas.<br />

Así, las Áreas de Cultura y Participación Ciudadana lograron una<br />

programación de actividades conjuntas, así como el Área de Igualdad con<br />

Educación, o esta última con P. Ciudadana...<br />

En cuanto a la búsqueda de estrategias colectivas de ciudad, entendiendo<br />

como tal que propuestas presentadas en una asamblea fueran conocidas<br />

para ser apoyadas en otras zonas, no pudo conseguirse en los Foros de<br />

Ciudad celebrados. Únicamente se apoyaron las propuestas que fueron<br />

enviadas por deseo de sus proponentes a diferentes asambleas, pero que<br />

venían de colectivos ya organizados en la ciudad.<br />

En los Foros territoriales se trabajó para que las propuestas que se iban a<br />

presentar en cada una de las asambleas de zona fueran conocidas previamente<br />

a la celebración de las mismas. A pesar de que la participación no<br />

fue demasiado alta, se dio entre los asistentes el nivel de diálogo necesario<br />

135


136<br />

para permitir un debate y deliberación que no tiene lugar durante las asambleas,<br />

por las circunstancias que veremos a continuación.<br />

3ª FASE: ASAMBLEAS DE PROPUESTAS<br />

Las asambleas vecinales se celebraron entre finales de mayo y principios de<br />

junio, con una participación de 2270 vecinas y vecinos y la defensa y votación<br />

de más de dos mil propuestas dirigidas a las diferentes áreas que forman<br />

parte del Presupuesto <strong>Participativo</strong>. Este año se ha procurado que no<br />

se votaran aquellas propuestas que no fueran realizables. Para ello, también<br />

sirvieron los Foros de Ciudad, ya que los técnicos municipales in situ<br />

podían responder sobre la inviabilidad de algunas propuestas.<br />

Como habíamos señalado anteriormente, la ciudad se ha estructurado el<br />

segundo año en 18 zonas. Las asambleas son territoriales, pues en la práctica<br />

sevillana no se han dado aún las circunstancias para plantear asambleas<br />

temáticas, como sucede en otras ciudades. En este sentido en cada<br />

una de las asambleas celebradas, se trataron las cuestiones territoriales, circunscritas<br />

a propuestas de barrio y de distrito, y las necesidades de la ciudad.<br />

Antes del inicio de la asamblea, se abre la mesa inscripción. Para participar<br />

en la asamblea, según indica el Autorreglamento, existen dos requisitos:<br />

ser mayor de 16 años y residente en la zona. Una vez presentado el DNI, o<br />

documento oficial por el que acreditan ambas condiciones, se hace entrega<br />

de la acreditación oficial para participar en la asamblea. Mientras esto


sucede, el Grupo Motor de la zona va ultimando los preparativos para su<br />

desarrollo. Los Grupos Motores tienen entre sus funciones la coordinación<br />

de las asambleas y para ello, la mesa de coordinación de la misma, está formada<br />

por: “al menos, dos miembros del Grupo Motor, un/a trabajador/a<br />

del equipo técnico del Presupuesto <strong>Participativo</strong>, un/a funcionario/a del<br />

Área de Participación Ciudadana, y el Delegado del Distrito o persona en<br />

quien delegue”. Es el Grupo Motor, con el apoyo del trabajador/a del equipo<br />

técnico quien tiene la función de organizar el desarrollo de la asamblea,<br />

mientras que el funcionario/a municipal es quien levanta acta de la<br />

asamblea. El Concejal/a del Distrito tiene como misión principal, informar<br />

sobre el presupuesto que el Distrito pone a debate. A lo largo de la<br />

Asamblea intervienen los Concejales de las otras Áreas para informar del<br />

dinero sobre el que se va a decidir.<br />

Una vez ultimados los detalles da comienzo la asamblea según un orden<br />

del día que incluye cuatro puntos: Información sobre el desarrollo y procedimiento<br />

de la asamblea; presentación y defensa de las propuestas; presentación<br />

de candidatos/as a Delegados/as. Por último se realiza la votación.<br />

A continuación se pasan a defender las propuestas por bloques, cada proponente<br />

sube al escenario, defiende su propuesta, que se identifica con<br />

una letra y una vez presentadas todas, los asistentes rellenan la papeleta<br />

correspondiente.<br />

PAPELETA<br />

Las papeletas de voto incluyen diferentes apartados. Reproducimos en este<br />

texto las papeletas utilizadas, que, como se ve, incluyen tanto los votos de<br />

las propuestas presentadas como de las Delegadas y Delegados que van a<br />

representar a la Asamblea en el Consejo de Distrito y en el Consejo de<br />

Ciudad.<br />

137


138<br />

El método utilizado<br />

en las Asambleas de<br />

propuestas del<br />

Presupuesto<br />

<strong>Participativo</strong> de<br />

Sevilla es el de elección<br />

múltiple, y el<br />

voto es ponderado,<br />

de tal forma que por<br />

cada bloque de propuestas<br />

presentadas<br />

y defendidas, cada<br />

participante de la<br />

asamblea puede<br />

votar hasta 5 ó 10,<br />

según los casos.<br />

Este sistema permite<br />

que se puedan generar<br />

alianzas entre<br />

diferentes bloques<br />

de intereses, si se ve<br />

la ventaja que supone<br />

que un grupo<br />

apoya sus propuestas<br />

en los primeros<br />

lugares, y las de otros colectivos en lugares posteriores, de tal forma que al<br />

final las propuestas que están negociadas tienen más probabilidades de<br />

salir adelante. La ponderación del voto se consigue asignando a las propuestas<br />

votadas en primer lugar 5 ó 10 puntos, según los casos, la segunda,<br />

4 ó 9, la tercera, 3 u 8, y así sucesivamente, hasta la última que en<br />

ambos casos puntúa 1. En ningún caso las propuestas puntúan en sentido<br />

negativo, es decir no se puede votar en contra de una propuesta.<br />

En cuanto a la elección de Delegadas y Delegados, el sistema fue recogido<br />

a partir de una enmienda que se presentó el primer año al<br />

Autorreglamento y que continúa vigente. Se trata en primer lugar de un voto<br />

paritario, siendo nulas aquellas papeletas que no cumplan tal requisito:<br />

“todas las mesas y comisiones de trabajo serán paritarias”. Para conseguir<br />

el acceso a la representatividad de las minorías, y esta no quede en las mayorías<br />

organizadas presentes en los territorios, para seis puestos de<br />

Delegadas/os pueden votarse como máximo cuatro. Es decir, en cada papeleta,<br />

máximo 4 personas: 2 hombres y 2 mujeres.<br />

En cada Asamblea son elegidos seis Delegados/as para el Consejo de<br />

Ciudad y seis Delegadas/os para el Consejo de Distrito. Es necesario re-


cordar que otro requisito para poder ser candidato a Delegado es: “haber<br />

presentado o defendido, al menos, una propuesta ante la asamblea”. Este<br />

aspecto es muy importante en un proceso como es el Presupuesto<br />

<strong>Participativo</strong> de Sevilla, ya que en el mismo, lo importante son las propuestas<br />

que van a incorporarse al Presupuesto Municipal que serán ejecutadas<br />

el ejercicio siguiente. Lo lógico desde este punto de vista es que aquellas vecinas<br />

y vecinos, los que las han trabajado, presentado y defendido sean<br />

quienes luego desarrollen su trabajo como Delegadas y Delegados en los<br />

respectivos Consejos.<br />

4ª FASE: CONSEJOS DE CIUDAD Y DE DISTRITO<br />

En las asambleas fueron elegidas las personas que compondrían los<br />

Consejos de Ciudad y de Distrito. Durante septiembre y octubre han aplicado<br />

los criterios de justicia que recoge el Autorreglamento, después de visitar<br />

todas las calles, plazas, colegios, instalaciones deportivas o parques a<br />

los que se referían las propuestas votadas en sus respectivas asambleas.<br />

Los Consejos de Distrito están formados por la/os Delegada/os elegidos y<br />

elegidas en cada una de las asambleas que conforman un Distrito. En el segundo<br />

año, existen 11 Distritos y se da la circunstancia de que, en algunos<br />

casos, pueden estar formados por 6 Delegadas/os, en otros por 12, y en<br />

otros por 18, porque hay Distritos que albergan una zona (y por lo tanto<br />

una asamblea), como son los casos de Casco Antiguo, Triana, Los<br />

Remedios, Nervión, San Pablo y Bellavista; por otro lado, hay Distritos que<br />

albergan dos zonas, como Sur (zonas Polígono Sur y Torre del Agua), Cerro<br />

Amate (zonas Cerro y Su Eminencia) y Macarena (zonas Virgen de los Reyes<br />

y Los Carteros Macarena), y Distritos que albergan tres zonas, como Este<br />

(zonas Sevilla Este, Torreblanca y Alcosa) y Macarena Norte (zonas Los<br />

Carteros Norte, San Jerónimo y Entreparques). En estos Consejos se valoran<br />

las propuestas que debe ejecutar el Distrito, que están dentro de sus<br />

competencias y que suelen corresponder, para el caso de actividades con<br />

los festejos populares de los barrios (cabalgatas, carnavales, cruces de mayo,<br />

veladas), celebraciones (28 de febrero, días conmemorativos de algunos<br />

barrios que coinciden con alguna fecha especial), celebración de jornadas,<br />

fiestas en colegios, viajes para determinados colectivos (que suele<br />

concretarse en excursiones para mayores, o niños), y los talleres que suelen<br />

impartirse en los Centros Civicos (de pintura, de baile, de informática, de<br />

yoga, etc…). En cuanto a inversiones y mantenimiento las propuestas que<br />

pueden ejecutar los Distritos se refieren a obras menores, aquellas cuyo presupuesto<br />

no exceda de lo 30.000 €, que suelen corresponder a arreglos<br />

puntuales de la calzada, eliminación de barreras arquitectónicas, reposición<br />

de mobiliario urbano, parques infantiles,… En relación con el primer<br />

año, y de acuerdo con las modificaciones que se incorporaron en el<br />

Autorreglamento, este segundo año no se admitían para su votación aque-<br />

139


140<br />

llas propuestas que no fueran concretas, es decir, que no especificaran la<br />

calle, plaza, el arreglo específico la actividad lo más detallada posible, de<br />

tal forma que facilitara el cálculo presupuestario y pudiera ser valorada por<br />

las Delegadas y los Delegados de la forma más objetiva.<br />

El Consejo de Ciudad, por su parte, está compuesto por las 6 Delegadas y<br />

Delegados elegidos en cada una de las 18 Asambleas. Las propuestas que<br />

a ellas /os les corresponde valorar son aquellas cuyas competencias entran<br />

en el ámbito de cada una las Delegaciones que pone su presupuesto a debate.<br />

La propuesta de trabajo para estos órganos fue la división de sus componentes<br />

en seis comisiones temáticas: 1 Urbanismo, 2 Deportes, 3<br />

Educación, 4 Cultura 5 Participación Ciudadana, 6 Igualdad, Juventud y<br />

Empleo. Las propuestas son de actividades y/o programas (Deporte,<br />

Educación, Participación Ciudadana, Cultura, Juventud, Igualdad y<br />

Empleo) y/o Inversiones (para todas las anteriores y además Urbanismo,<br />

que no incluye programas ni actividades).<br />

El orden que reciben las propuestas viene determinado por: primero, los<br />

puntos que reciben en las asambleas a partir de las votaciones de las vecinas<br />

y los vecinos y, segundo, por los puntos que reciben después de la aplicación<br />

de los criterios por parte de las delegadas /os. Tras la revisión del<br />

Autorreglamento en el segundo año las propuestas pueden incrementar su<br />

puntuación hasta el doble. Aunque también funcionaron con esta lógica<br />

los Consejos en el primer año, esto ha quedado recogido en el texto para el<br />

segundo año. Los diferentes criterios significan puntos porcentuales que


van incrementando el valor de la propuesta según va cumpliendo los indicadores<br />

de población, nivel socioeconómico de la misma, necesidades básicas<br />

no cubiertas, falta de infraestructuras, etc.<br />

En este sentido, el margen de negociación que estos delegados tienen para<br />

sacar adelante las propuestas de sus respectivas zonas es bastante escaso,<br />

teniendo en cuenta que, los criterios aplicados vienen determinados por indicadores<br />

socioeconómicos y de población disponibles en el Servicio de<br />

Estadística del Ayuntamiento de Sevilla (criterios “objetivos”), y ahí es donde<br />

se cumple otro de los preceptos recogidos en el Autorreglamento, el<br />

que hace referencia al “mandato imperativo” de los Delegados y<br />

Delegadas del Presupuesto <strong>Participativo</strong>. La aplicación de los criterios “subjetivos”,<br />

aunque como hemos dicho antes no sean en porcentaje muy importantes<br />

para modificar la puntuación de las propuestas, sí permite trabajar<br />

en colectivo la cooperación y la solidaridad entre los barrios y así mismo<br />

opinar con mayor conocimiento sobre las propuestas (hace falta conocerlas<br />

y conocer el contexto previo debate entre los delegados y las delegadas).<br />

Una vez ordenadas las propuestas según este procedimiento, los delegados<br />

/as del Presupuesto <strong>Participativo</strong> las entregan al equipo de Gobierno<br />

para su incorporación en el Presupuesto Municipal del 2006, en el acto oficial<br />

que constituye la inauguración de estas Jornadas Internacionales. El<br />

documento presupuestario donde se recoge cada una de ellas lo incluimos<br />

en este texto.<br />

Una vez aprobado el Presupuesto Municipal de 2006, las Delegados y<br />

Delegados que han participado como miembros de los Consejos de<br />

Ciudad o de Distrito pasan a convertirse en miembros de las Comisiones<br />

de Seguimiento de Distrito y de Ciudad, y serán los encargados de vigilar el<br />

cumplimiento de la ejecución de propuestas que ellos han valorado.<br />

EJECUCIÓN DEL PRESUPUESTO DE 2005<br />

¿Qué pasó con las propuestas aprobadas en el 2004? Aquellas propuestas<br />

fueron incorporadas en el Presupuesto Municipal del 2005, y, o se han<br />

ejecutado o se encuentran en ejecución actualmente. Hay que tener en<br />

cuenta aquellas grandes obras cuya ejecución se debe realizar en varios<br />

años.<br />

Este es seguramente, el aspecto que más ha marcado el desarrollo del segundo<br />

año en la ejecución de las propuestas: las obras de Distrito se vieron<br />

frenadas por la falta de personal técnico municipal. Con la contratación<br />

de cinco técnicos en el mes de agosto por parte de la Gerencia Municipal<br />

de Urbanismo, que serán los responsables técnicos de la ejecución de las<br />

obras de los Distritos. Esto tuvo como consecuencia que los expedientes de<br />

obras que estos profesionales tienen que visar, se resolvieran en el último tri-<br />

141


142<br />

mestre del año, con lo cual, los resultados prácticos no han sido percibidos<br />

por las vecinas y los vecinos a lo largo del año.<br />

Ello se traduce en la práctica del Presupuesto <strong>Participativo</strong>, al igual que en<br />

otras líneas políticas a nivel local, en una muestra de desconfianza por parte<br />

de la ciudadanía hacía los responsables municipales, por la percepción<br />

del incumplimiento de un año para otro de las decisiones tomadas en las<br />

Asamblea. Cuando estamos escribiendo este artículo estamos asistiendo a<br />

la ejecución de las pequeñas obras de los distritos.<br />

La ejecución de los programas y actividades tiene otro carácter. Muchas<br />

propuestas están fechadas por su propia naturaleza: carnaval, cruces de<br />

mayo, velás, o actividades que se celebran en conmemoración de algún<br />

evento con una fecha definida. Sin embargo, la incidencia en la percepción<br />

de la realización de las actividades por parte de la ciudadanía como<br />

resultado del Presupuesto <strong>Participativo</strong>, es menor que en el caso de las intervenciones<br />

por las obras que se realizan en la ciudad.<br />

En cuanto a las grandes inversiones, la tramitación de los expedientes es<br />

mucho más compleja y tiene más trámites que las pequeñas inversiones.<br />

Por lo que estamos asistiendo a una comprobación de los tiempos y plazos<br />

de la administración que superan las expectativas temporales a corto plazo<br />

deseadas por la ciudadanía. Del expediente al inicio de la obra en sí pueden<br />

pasar varios meses, que pueden alargarse hasta el año. Este trámite se<br />

inicia desde la medición del terreno y estudios topográficos, el diseño del<br />

proyecto, su aprobación por el órgano correspondiente, el anuncio públi-


co para la contratación en el respectivo Boletín Oficial, el plazo para presentar<br />

ofertas, la licitación, la adjudicación a contratistas, el estudio seguridad<br />

y salud, … contemplados en la legislación de contratación, que afecta<br />

a toda la administración. Ello ha supuesto por un lado, la expresión por parte<br />

de los miembros de las respectivas comisiones de seguimiento de una<br />

queja a lo largo de todo el año por no ver aún la realización de las peticiones<br />

realizadas en el año 2004, pero al mismo, un aprendizaje por parte de<br />

los mismos acerca de la forma de operar de las distintas instancias administrativas<br />

municipales, en cumplimiento de un procedimiento garantista<br />

de transparencia de lo público. Estamos de acuerdo, no obstante con la lentitud<br />

de los procedimientos públicos, tanto por la dimensión de su estructura<br />

como por la dilatación de los plazos sin una causa aparentemente justificada.<br />

En este año hemos asistido a un proceso en crecimiento, que a diferencia<br />

de otras experiencias, en su segundo año ha conseguido más asistencia de<br />

personas en las asambleas de propuestas (3371 personas), así como un<br />

mayor número de propuestas presentadas (2205 propuestas). La composición<br />

de las personas que han participado también ha cambiado pues, como<br />

se explica en otro artículo incluido en este libro, la incorporación de los<br />

niños y las niñas, chavales/as y jóvenes se ha manifestado en propuestas<br />

propias de ell@s y en su participación en las asambleas (han defendido<br />

propuestas, si bien sólamente pueden votar las personas mayores de 16<br />

años). La ciudadanía de Sevilla está expectante con este proceso, a la espe-<br />

143


144 ra de resultados con los que comprobar el cumplimiento por parte del<br />

Gobierno Municipal de esta apuesta que trata de profundizar la democracia.<br />

Expectantes porque se les ha dado la palabra y también la capacidad<br />

de decidir, y esto no es inmediato sino un proceso de aprendizaje colectivo<br />

que sin duda tiene que estar fundamentado en la comprensión, el diálogo y<br />

la lucha por lo público y la participación política en lo cotidiano.


EL TERCER PILAR:<br />

LOS TECNICOS MUNICIPALES EN LOS PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS<br />

Isidoro Moreno Navarro<br />

Javier Hernández Ramírez<br />

José María Manjavacas Ruiz<br />

Departamento de Antropología Social<br />

Universidad de Sevilla<br />

Grupo GEISA<br />

Los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s desde el interior de la<br />

Administración.<br />

El presente trabajo aporta un avance parcial de una investigación en la<br />

que se estudia el comportamiento de la organización municipal y, más<br />

concretamente, el papel de sus funcionarios y técnicos en los Presupuestos<br />

<strong>Participativo</strong>s en tanto que mediadores entre los dirigentes políticos y la<br />

ciudadanía. Con este objetivo general, se toman como unidades de<br />

análisis las estructuras administrativas involucradas, atendiendo a sus<br />

aspectos formales e informales, y las culturas del trabajo de sus<br />

profesionales, así como sus percepciones, aportaciones, valoraciones<br />

1<br />

críticas y niveles de identificación con el proceso .<br />

Los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s introducen un nuevo marco de relaciones<br />

entre los representantes políticos, los habitantes del municipio y los<br />

profesionales al servicio de la Administración local. El hecho de que las<br />

propuestas de inversiones, programas e infraestructuras emanen de<br />

asambleas ciudadanas y otros procedimientos de democracia directa, y de<br />

que éstas tengan un carácter vinculante para el gobierno municipal,<br />

contribuye a la profundización del municipalismo democrático, ya que los<br />

Presupuestos <strong>Participativo</strong>s constituyen una iniciativa política que<br />

profundiza la vida democrática en los contextos locales. La extensión de la<br />

participación ciudadana emerge como alternativa democrática a un<br />

sistema político de delegación de la representatividad donde el poder de<br />

1) El proyecto de investigación denominado Técnicos municipales y Presupuestos <strong>Participativo</strong>s. Análisis<br />

Antropológico de Culturas del Trabajo en el Ayuntamiento de Sevilla se realiza en virtud de convenio<br />

suscrito entre el Área de Participación Ciudadana del Ayuntamiento y el grupo GEISA de la Universidad de<br />

Sevilla, del que es director el Dr. Isidoro Moreno Navarro. La investigación adopta una metodología<br />

empírico analítica en la que se combina el estudio de fuentes bibliográficas y documentales con el trabajo<br />

de campo antropológico, mediante la utilización, entre otras técnicas, de la observación participante,<br />

entrevistas y contactos con diferentes tipos de informantes, análisis contrastivo de discursos y prácticas,<br />

grupos de discusión y análisis de la producción etnográfica.<br />

145


146<br />

decisión efectiva se encuentra muy mediatizado, ya sea por fuerzas<br />

socioeconómicas ajenas al ámbito de “lo público”, por unos aparatos<br />

partidistas que escapan al control real de la ciudadanía o por la<br />

interlocución privilegiada con unos agentes sociales escasamente<br />

representativos. En este sentido, la participación directa de las ciudadanas<br />

y ciudadanos debería interpretarse como un indicador de la calidad<br />

democrática de la gestión política municipal. Pero la participación<br />

democrática directa conlleva una cesión de atribuciones hasta ahora<br />

monopolizadas por los dirigentes políticos y, al mismo tiempo, exige<br />

compromisos y energías a una ciudadanía poco habituada a la práctica<br />

participativa. Este nuevo marco político se ve condicionado por varios<br />

factores que pueden favorecer o frenar el proceso. Entre ellos cabría<br />

destacar las posiciones y voluntad políticas del equipo municipal de<br />

gobierno, así como la correlación de fuerzas existente entre los diferentes<br />

partidos; los hábitos de participación de la sociedad civil, encauzados<br />

tradicionalmente a través del tejido asociativo; y unas sólidas estructuras<br />

administrativas cuyo comportamiento organizacional no fue diseñado<br />

para un proceso de estas características.<br />

A estos condicionantes, que en los últimos años vienen siendo abordados<br />

desde diversos estudios en el ámbito de las ciencias sociales, es pertinente<br />

añadir otro elemento de primer orden: las propuestas vecinales deben ser<br />

tramitadas, con arreglo a los preceptos legales y administrativos, por un<br />

cuerpo de funcionarios y técnicos que necesariamente ha de incorporarse<br />

a un nuevo modelo de gestión caracterizado por un mayor protagonismo<br />

de la ciudadanía. Este aspecto, que demanda cambios y adaptaciones en<br />

la organización del trabajo de los profesionales implicados en sus<br />

habilidades, prioridades, planificaciones, calendarios...-, ha sido<br />

escasamente analizado desde las ciencias sociales o, al menos, no lo ha<br />

sido en la medida que su trascendencia requiere. Como consecuencia, las<br />

investigaciones sobre presupuestos participativos suelen atender sólo<br />

colateralmente al funcionamiento interno de la administración desde la<br />

que se impulsa el proceso y, dentro de ella, al análisis de las culturas del<br />

trabajo de los técnicos municipales: su experiencia, competencias,<br />

sistemas de trabajo y relaciones socio profesionales como empleados<br />

públicos. Sin embargo, abordar el estudio de los procesos de fomento de<br />

la participación ciudadana y, no lo olvidemos, de transformación de la<br />

estructura interna de la propia administración, sin analizar en profundidad<br />

el papel de los técnicos municipales supone desatender uno de los tres<br />

pilares fundamentales que, junto con los órganos políticos y la ciudadanía,<br />

sostienen el nuevo proceso de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s.<br />

De acuerdo con este enfoque, en el análisis se consideran cuatro<br />

conceptos centrales. De un lado, la “Administración municipal” en tanto<br />

que organización social compleja y específica; de otro, las “culturas del


trabajo” entendidas como conjuntos de conocimientos técnicos,<br />

habilidades y prácticas sociales, adquiridos básicamente en los procesos<br />

socio profesionales, y que impregnan percepciones, comportamientos y<br />

cosmovisiones que contribuyen a modelar las identidades colectivas.<br />

Asimismo, las “culturas organizacionales” o conjuntos diferenciados de<br />

prácticas, símbolos, normas y valores que caracterizan formas específicas<br />

de organización y estilo en el seno de las grandes corporaciones, así como<br />

las relaciones entre éstas y el contexto sociocultural en que se insertan. Y,<br />

por último, los procesos de “cambio sociocultural” y su incidencia en las<br />

culturas del trabajo y en la estructura y el diseño de las organizaciones.<br />

El estudio de estas unidades conceptuales se materializa en un conjunto de<br />

unidades de observación: el Ayuntamiento de Sevilla como ámbito<br />

institucional en que se pretende insertar los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s; las<br />

estructuras organizativas de sus áreas y distritos directamente implicados<br />

en el proceso: sus organismos, servicios, secciones y negociados; y los<br />

empleados públicos municipales adscritos a estas áreas. Profundizar en el<br />

estudio de estos elementos nos obliga, igualmente, a abordar otros<br />

aspectos tales como los órganos y espacios de deliberación, decisión,<br />

ejecución y control del proceso; así como las relaciones formales e<br />

informales establecidas entre los distintos actores sociales involucrados:<br />

técnicos, representantes políticos, tejido asociativo, vecinos participantes,<br />

secciones sindicales, grupos motores y otros equipos externos de apoyo.<br />

El impulso de la participación ciudadana en un gran municipio<br />

europeo.<br />

La puesta en marcha de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s en la ciudad de<br />

Sevilla constituye un reto político y social de gran envergadura del que no<br />

existen precedentes en Europa si atendemos al número de habitantes<br />

2<br />

residente en la misma . Esta circunstancia añade, sin lugar a dudas, mayor<br />

complejidad a un proceso innovador que comienza a gestarse tras las<br />

elecciones municipales celebradas en 2003.<br />

Tras los comicios, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y la<br />

coalición Izquierda Unida-Los Verdes-Convocatoria por Andalucía (IU-LV-<br />

CA) firmaron en Sevilla un Pacto de Gobierno municipal, denominado<br />

“Pacto de Progreso” que, entre otros elementos programáticos y a<br />

iniciativa del socio minoritario (IU-LV-CA), contempló la apertura de un<br />

2) Según el Padrón Municipal de 2004, Sevilla cuenta con una población de 704.203 habitantes. Hasta<br />

ahora es la mayor ciudad de Europa en cuanto a población que implementa un proceso de este tipo<br />

(Navascués, J. 2004). En Andalucía y el resto del Estado Español, han puesto en práctica iniciativas<br />

similares otros municipios pero todos ellos son de mediana o pequeña entidad como Córdoba, Albacete,<br />

Valladolid, Rubí, Las Cabezas de San Juan y Puente Genil entre otros.<br />

147


148<br />

3<br />

proceso de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s para el año 2004 . De acuerdo con<br />

el “Pacto de Progreso”, los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s se han ido<br />

extendiendo gradualmente a un mayor número de delegaciones<br />

municipales. En una primera fase, la iniciativa se puso en práctica en áreas<br />

que estaban bajo la dirección del Grupo Municipal de IU-LV-CA<br />

(Delegación de Participación Ciudadana, Instituto Municipal de Deportes<br />

4<br />

y Distritos Municipales ), así como en la Gerencia Municipal de<br />

Urbanismo, donde esta coalición había negociado con el PSOE uno de los<br />

puestos de confianza de su equipo de dirección política. A lo largo del año<br />

2005 se han sumado las delegaciones de Juventud, Igualdad, Empleo,<br />

dos secciones de la Delegación de Cultura (Bibliotecas y Artes escénicas) y<br />

el Servicio de Educación y Universidades; delegaciones, servicios y<br />

secciones que han destinado al proceso diferentes porcentajes de su<br />

asignación presupuestaria.<br />

Los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s han generado un aparato institucional<br />

participativo complejo y novedoso: normas y procedimientos, asambleas y<br />

distintas comisiones ciudadanas. En el caso de Sevilla los principios y<br />

mecanismos de funcionamiento vienen regulados a través de un<br />

documento fundamental -el autorreglamento- debatido y aprobado cada<br />

año en asambleas de barrio. Asimismo, se han constituido “grupos<br />

motores” con personas voluntarias que impulsan la sensibilización y la<br />

participación vecinal, así como comisiones de representantes electos de<br />

barrios y ciudad que supervisan la ejecución y cumplimiento de unos<br />

acuerdos tenidos por vinculantes por las autoridades políticas del<br />

consistorio. La estrategia cuenta, además, con la dirección técnica de un<br />

equipo externo al Ayuntamiento y con el asesoramiento de varios grupos<br />

de investigadores de las universidades sevillanas. Toda esta maquinaria<br />

institucional ha permitido abrir un proceso inédito en la ciudad, pues son<br />

las vecinas y vecinos quienes tienen capacidad para presentar propuestas<br />

concretas de ejecución de infraestructuras, equipamientos y actividades a<br />

realizar con los presupuestos municipales, una vez debatidas, votadas y<br />

tamizadas según criterios de cohesión social.<br />

En 2004 fueron sometidas a debate ciudadano, aprobadas y tramitadas<br />

más de mil quinientas propuestas de entre las que finalmente llegaron a ser<br />

presupuestadas doscientas sesenta y seis actuaciones. Éstas suponen el<br />

2% de la previsión presupuestaria global municipal para el ejercicio 2005:<br />

un 6,2% una vez detraídos conceptos tales como gastos de personal,<br />

financieros y otros destinados a empresas y servicios municipales. Si<br />

3)Como resultado de estas últimas elecciones el PSOE ostenta la alcaldía y 14 concejalías gobernando en<br />

coalición con IU-LV-CA que cuenta con 3 concejalías. Los partidos de oposición Partido Popular (PP) y<br />

Partido Andalucista (PA)- obtuvieron 12 y 4 concejales respectivamente.<br />

4)Los Distritos Municipales son unas estructuras territoriales que, hasta su reciente reestructuración,<br />

dependían orgánicamente del área de Participación Ciudadana.


consideramos las áreas y delegaciones municipales implicadas en el<br />

proceso durante el año 2004, las propuestas aprobadas supusieron el<br />

62,5% del presupuesto susceptible de ser debatido en las asambleas<br />

ciudadanas. Estos resultados, que a primera vista son muy significativos,<br />

quedan matizados si se tiene en cuenta que, en los dos años de<br />

Presupuestos <strong>Participativo</strong>s, se ha alcanzado una participación activa que<br />

apenas supera las seis mil personas: aproximadamente el 1% del censo<br />

electoral en cada edición. El porcentaje, que no por interesante deja de ser<br />

bajo, apunta a débiles tradiciones de participación ciudadana, lo que<br />

debe unirse a tendencias crecientes de desconfianza hacia “lo político”,<br />

desencantos y resistencias a la implicación personal en asuntos colectivos.<br />

Pero es pertinente inventariar otras limitaciones evidenciadas por el propio<br />

proceso en estos dos años: unas guardan relación con la debilidad de la<br />

fuerza política más empeñada en su implantación frente al apoyo sólo<br />

relativo de la mayoría gobernante y el desinterés o la abierta beligerancia<br />

de los partidos de oposición y del tejido social, mediático y académico que<br />

les respalda; otras tienen que ver con una deficiente publicidad o con el<br />

vacío encontrado en los grandes medios de comunicación; y otras más<br />

con la poca agilidad y el engorro de algunos de los mecanismos<br />

5<br />

participativos diseñados . Junto a ello, la ejecución de las infraestructuras y<br />

5) El proceso está siendo impulsado y dirigido desde un posición de minoría política dentro del consistorio;<br />

de modo que es extendida su identificación con el Grupo Municipal de Izquierda Unida y, más<br />

concretamente, en círculos más restringidos, con sus dirigentes y militantes vinculados a la Delegación de<br />

Participación Ciudadana. Este hecho, que a nuestro juicio revaloriza el extraordinario esfuerzo de los<br />

promotores de la iniciativa, hay que ubicarlo, además, en una situación política local muy marcada por el<br />

tenaz enfrentamiento entre las diferentes opciones partidistas con el concurso de sus apéndices mediáticos<br />

y de sus extensiones en el tejido asociativo vecinal. La denominada “batalla de Sevilla” salpica toda la<br />

actividad política municipal en varios frentes. Por un lado, la principal fuerza de oposición -el Partido<br />

Popular- mantiene una permanente campaña de hostigamiento hacia la coalición gobernante, con la<br />

esperanza de pulir la escasa diferencia en votos que le separa del Partido Socialista Obrero Español;<br />

enfrentamiento éste que, por extensión, alcanza al socio minoritario de Gobierno. Por su parte, el Partido<br />

Andalucista, apenas recuperado de sus últimas disensiones internas, compite con Izquierda Unida en el<br />

papel de “bisagra” inevitable en una correlación de fuerzas electorales en la que no son previsibles<br />

mayorías absolutas. En cuanto a la coalición Izquierda Unida, cuyas diferencias internas también alcanzan<br />

al ámbito municipal, carecía de experiencia directa en el gobierno local y ha afrontado iniciativas políticas<br />

doblemente arriesgadas: corren el riesgo de ser etiquetadas de manera simplista y, por otro lado, en sus<br />

manifestaciones más espectaculares, corren el riesgo de ser apropiadas por la mayoría municipal en su<br />

intento de capitalización política. En este marco deben ser entendidas las críticas desmedidas emitidas<br />

desde el periódico ABC hacia el proceso de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s y sus impulsores, los ataques de los<br />

portavoces andalucistas al concejal de IU que se perfila como futuro candidato de esta coalición a la<br />

alcaldía, o los intentos de dirigentes socialistas por presentar algunas propuestas promovidas desde los<br />

Presupuestos <strong>Participativo</strong>s como actuaciones incluidas en el Plan de Barrios, ambicioso proyecto<br />

urbanístico bajo la directa ejecución de la concejalía socialista de Vía Pública. En cualquier caso, esta<br />

enrarecida situación política local contribuye a “ideologizar” el proceso de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s y a<br />

encasillarlo como una iniciativa política casi exclusiva de Izquierda Unida y, por tanto, coyuntural y con<br />

virtual fecha de caducidad. Esta coyuntura refuerza distorsiones tales como el etiquetaje partidista de las<br />

actuaciones políticas, el intento de deslegitimación de las iniciativas de los “contrarios” o una práctica<br />

sistemática de rentabilización con miras electorales; hechos que dificultan objetivamente el desarrollo de<br />

los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s como proyecto político ciudadano de amplio espectro.<br />

149


150<br />

actividades aprobadas deben ser tramitadas con arreglo a lentos<br />

procedimientos técnicos, financieros y administrativos propios de la<br />

Administración Pública, algo que no contribuye precisamente a la rápida<br />

visualización social de los resultados prácticos.<br />

Y aún habría que añadir una cuestión cuyo significado ambivalente puede<br />

estar colaborando a dificultar la participación ciudadana en el proceso: la<br />

decisión de no contar con el tejido asociativo existente en la ciudad. Éste,<br />

sin duda, sobre todo en cuanto al asociacionismo vecinal, se halla hoy<br />

fuertemente relacionado con los propios partidos políticos y, por ello, su no<br />

protagonismo en el proceso “despartidiza”, al menos teóricamente, el<br />

proceso. Pero esto mismo hace que la participación individual en los<br />

debates, decisiones y seguimiento sea menor de la que podría ser posible,<br />

sin que logre evitarse la presencia de representantes de facto de las<br />

asociaciones en reuniones clave, con consignas claramente definidas.<br />

Presupuestos <strong>Participativo</strong>s y estructuras administrativas<br />

municipales.<br />

En nuestra investigación tiene un papel central el estudio de la estructura<br />

organizativa del Ayuntamiento y de las distintas áreas involucradas en los<br />

Presupuestos <strong>Participativo</strong>s. Como se ha expuesto, estos requieren algunos<br />

cambios operativos en la Administración local y en las relaciones con la<br />

ciudadanía: de ahí su carácter instituyente (Rodríguez Villasante y Garrido,<br />

2002). Sin embargo, los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s se insertan en unas<br />

estructuras que, si bien han conocido actuaciones modernizadoras y de<br />

readecuación a nuevas realidades sociales, tecnológicas y<br />

organizacionales, no fueron diseñadas para impulsar procesos de<br />

participación ciudadana. Por ello, los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s tienen<br />

que adaptarse a una estructura municipal preexistente compleja y diversa,<br />

que se organiza en unidades muy dispares en cuanto a objetivos,<br />

actividades, organización del trabajo y relaciones con la ciudadanía. Este<br />

es un aspecto fundamental para el análisis, porque el establecimiento y<br />

extensión del nuevo modelo puede impulsar transformaciones en las<br />

estructuras municipales, pero también éstas pueden dificultar e incluso<br />

bloquear la materialización del proceso de democracia participativa.<br />

En la institución municipal sevillana se observan diferentes áreas que<br />

6<br />

operan con distintos modelos organizativos . Unas establecen un sistema<br />

funcional de organización del trabajo por el que sus distintas unidades se<br />

especializan en una actividad que, bajo una dirección central, tienen como<br />

6)Debido a su operatividad, para el análisis de caso del ayuntamiento de Sevilla se ha aplicado el modelo<br />

de organización de las estructuras administrativas en las Administraciones públicas propuesto por Ramió,<br />

C. (1999).


7<br />

finalidad producir un único servicio ; en otros casos, el área adopta un<br />

modelo de organización del trabajo descentralizado en unidades, cada<br />

una de las cuales se especializa en la prestación de un servicio público<br />

8<br />

concreto y distinto . También ocurre que la estructura organizativa de<br />

algunas áreas se dispone en función de la prestación de servicios a<br />

9<br />

colectivos ciudadanos específicos ; u otras áreas municipales organizan su<br />

10<br />

trabajo para atender territorios bien delimitados . Unas unidades se<br />

adscriben a servicios que gozan de cierta autonomía, otras se integran en<br />

delegaciones más centralizadas, y otras forman parte de complejos<br />

organismos autónomos caso de la Gerencia Municipal de Urbanismo o<br />

del Instituto Municipal de Deportes- donde, a su vez, coexisten diferentes<br />

modelos organizacionales.<br />

Esta tipología de áreas municipales se traduce en que, en la misma<br />

institución municipal, coexisten estructuras administrativas muy dispares<br />

en sus grados de burocratización, mecanismos de coordinación,<br />

requerimientos de habilidades a sus unidades y funcionarios y<br />

procedimientos de atención y relación con los ciudadanos. Esta<br />

complejidad de la institución municipal y su subdivisión en estructuras en<br />

muchos casos estancas supone un primer reto para la ejecución de<br />

orientaciones políticas integradoras.<br />

Junto a lo expuesto, es pertinente considerar que, además de los<br />

correspondientes estudios que corroboren la viabilidad técnica de las<br />

intervenciones municipales, el Procedimiento Administrativo, -con sus<br />

plazos, controles y protocolos de carácter garantista-, preside la<br />

tramitación de los expedientes y la ejecución de unas partidas de gasto<br />

que, asimismo, deben ser rigurosamente fiscalizadas por la Intervención<br />

7) Es el caso del Servicio de Desarrollo Local de la Delegación de Empleo, que goza de una inusual<br />

autonomía en materia de política de personal, gestión económica e incluso planificación de obras e<br />

infraestructuras o servicios informáticos. En este servicio las unidades administrativas constituyen el apoyo<br />

logístico a otras unidades técnicas especializadas en la implementación de programas de orientación,<br />

formación e inserción laboral dirigidos a personas desempleadas.<br />

8) Por ejemplo, el Servicio de Educación y Universidades, adscrito a la Delegación de Innovación, que<br />

gestiona diversos programas inspirados en la Carta de Ciudades Educadoras y específicamente dirigidos a<br />

la comunidad educativa; o el Instituto Municipal de Deportes, organismo que cuenta con unidades<br />

especializadas en la gestión de instalaciones, deporte base y de alta competición o espectáculos<br />

deportivos.<br />

9)La Delegación de Igualdad, que centra sus actividades en el asesoramiento, atención y formación<br />

dirigida específicamente a mujeres, y la Delegación de Juventud orientada hacia la prestación de servicios<br />

a los jóvenes son dos ejemplos claros de esta especialización en colectivos ciudadanos específicos.<br />

10) Los distritos constituyen un claro ejemplo de organización descentralizada y territorial que acerca a los<br />

ciudadanos la prestación de determinados servicios. A otro nivel, la Sección de Centros Cívicos<br />

dependiente de la Delegación de Participación Ciudadana gestiona, igualmente de manera<br />

descentralizada, programas y actuaciones de esta delegación en distintas zonas de la ciudad.<br />

11) La Gerencia Municipal de Urbanismo, por ejemplo, cuenta con órganos de gobierno específicos;<br />

diferentes asesorías políticas; órganos técnicos unipersonales de dirección y diversos departamentos<br />

especializados de los que, a su vez, dependen otras estructuras administrativas divididas en servicios,<br />

secciones y negociados. Además, desarrolla parte de su actividad mediante oficinas específicas caso de la<br />

Oficina Técnica de Atención a Inquilinos Sometidos a Abusos (OTAINSA)- o unidades externas concertadas<br />

como la OPS: Oficina del Plan Sevilla, entidad responsable del Plan General de Ordenación Urbana.<br />

151


152<br />

municipal. La observancia de estos mecanismos técnicos, administrativos y<br />

contables añaden requisitos, trámites y tiempo a unas actuaciones cuya<br />

ejecución se puede demorar durante meses e incluso años.<br />

A estos condicionamientos legales y normativos, jerárquicos y funcionales<br />

ha de unirse la complejidad de una dotación de personal afectada por<br />

variadas divisiones en categorías profesionales, subescalas, titulaciones<br />

académicas, especializaciones y situaciones administrativas, además de<br />

por otras variables sociodemográficas. Así, en el Ayuntamiento de Sevilla<br />

prestan servicio un total de 4.223 efectivos, adscritos a tres subescalas<br />

Administración General, Obrera y Técnica- que cuentan con cinco grupos<br />

profesionales, en función de los distintos niveles académicos. El 57,1% de<br />

estos profesionales son funcionarios, el 29,4% es personal laboral, un<br />

6,6% son interinos y un 6,9% se corresponde con otras situaciones de<br />

carácter temporal. Algo más del 17% de estos profesionales pertenecen a<br />

los grupos A y B; tramos que se corresponden con la posesión de<br />

titulaciones universitarias. Del conjunto de empleados municipales, el<br />

32,2% son mujeres; el 4% es menor de 31 años, el 14,5% supera los 55<br />

años, y el resto -entre 31 y 55 años- suponen un 81,5%; siendo mayoría<br />

quienes superan los 41 años. Por lo general, los mecanismos de selección<br />

y provisión de plazas se rigen por sistemas de concurso oposición,<br />

traslados y promoción interna de carácter genérico; sin que rijan procesos<br />

selectivos ajustados a perfiles profesionales específicos, salvo en algunos<br />

puestos técnicos de carácter eventual.<br />

Por último, y sin con ello agotar nuestro intento por ilustrar la complejidad<br />

de la maquinaria institucional en que se insertan los Presupuestos<br />

<strong>Participativo</strong>s, apuntamos tres elementos susceptibles de originar otras<br />

tantas contradicciones. Uno refiere a la desigual receptividad de las<br />

iniciativas políticas en unos colectivos profesionales que, a lo largo de su<br />

vida laboral, han conocido ya varios ensayos distintos, promovidos por<br />

partidos y responsables políticos dispares y que han discurrido con<br />

desigual suerte. Este hecho incide en una relaciones entre dirigentes<br />

políticos y directivos técnico-administrativos que, aunque suelen<br />

caracterizarse por el respeto y la colaboración mutua, no están exenta de<br />

12<br />

conflictos y disfunciones que pueden obedecer a causas objetivas . Por<br />

otra parte, los organigramas de las estructuras municipales presentan a<br />

12) La contradicción entre el pragmatismo de algunas decisiones políticas y las facultades garantistas del<br />

aparato funcionarial adquiere una dimensión especialmente relevante en los distritos municipales, donde<br />

llegan a coexistir dos estructuras paralelas de difícil encaje: una, constituida por colaboradores eventuales<br />

designados por el partido político que ostenta la dirección del distrito y vinculados a su Secretaría; y otra,<br />

nutrida por funcionarios de carrera y jerárquicamente dependiente de la Delegación de Participación<br />

Ciudadana. Este último aspecto ha tratado de ser subsanado recientemente en el acuerdo de la Junta de<br />

Gobierno de 10 de enero de 2006 por el cual se amplían las competencias de los Capitulares Presidentes<br />

de las Juntas Municipales de Distrito, los cuales ejercerán la dirección del personal funcionario adscrito al<br />

Distrito.


veces tramos de excesivas longitud vertical y dimensión horizontal, lo que<br />

se traduce en ocasiones en unidades administrativas dispersas,<br />

escasamente integradas en los objetivos estratégicos de la institución y que<br />

demandan el reforzamiento de mecanismos burocráticos de control y<br />

coordinación. Tras esta situación asoman dinámicas organizacionales<br />

muy desiguales y poderosas tendencias centrífugas. De hecho, en nuestro<br />

trabajo de campo hemos constatado que, a menudo, ha constitudo un<br />

problema de difícil resolución cómo ubicar determinadas propuestas<br />

ciudadanas surgidas de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s por cuanto<br />

requerían de la implicación simultánea de varias áreas que,<br />

tradicionalmente, han operado de manera independiente.<br />

En resumen, y sin que quepa caracterizar de manera absoluta el modelo<br />

organizacional del ayuntamiento sevillano como un modelo clásico<br />

burocrático, sí procede destacar la importancia de su lastre disfuncional<br />

característico de las administraciones públicas.<br />

Burocratización y receptividad ante las innovaciones, los<br />

cambios y la participación en programas integrales.<br />

La dilatada trayectoria histórica de la Administración municipal se traduce<br />

en un legado institucional donde, como se ha apuntado anteriormente,<br />

coexisten diversidad de estructuras y modelos organizacionales. Junto a<br />

ello, determinadas disfunciones operativas afectan a la capacidad de la<br />

Administración para asumir innovaciones organizacionales como las que<br />

exigen los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s. En ocasiones, las áreas municipales<br />

se caracterizan por la excesiva burocratización de unas estructuras de<br />

elevada altura, es decir, por una considerable distancia entre las unidades<br />

de dirección estratégica y las unidades directamente operativas; así como<br />

por una notoria fragmentación horizontal de las unidades de nivel<br />

intermedio o negociados. Este peso de la maquinaria administrativa<br />

conlleva una acusada inflación orgánica (Ramió, 1999); hecho que<br />

entorpece la comunicación entre distintos niveles de la organización, resta<br />

agilidad a los procesos de toma de decisiones, refuerza tensiones<br />

centrífugas entre partes inconexas de difícil coordinación y provoca<br />

lentitud y rigidez en la gestión de proyectos y actividades.<br />

Este parece ser el caso de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU),<br />

cuyo organigrama ejemplifica una estructura de considerables altura<br />

jerárquica y división horizontal, así como de gran complejidad en sus<br />

mecanismos de coordinación. Con al menos siete niveles jerárquicos entre<br />

sus órganos de dirección política y los negociados de los que dependen los<br />

puestos de trabajo básicos, presenta una pronunciada división horizontal<br />

no sólo en sus niveles intermedios de dirección técnica y administrativa<br />

sino incluso en la presencia de diferentes asesorías de carácter político. La<br />

153


154<br />

estructura de la GMU acoge unidades de una gran diversidad funcional de<br />

planificación técnica, supervisión legal, disciplina urbanística,<br />

administración financiera...- agrupadas en secciones, servicios y<br />

departamentos autónomos que, en algunos casos, obedecen a iniciativas<br />

políticas coyunturales; o incluso, como ocurre con el Plan de Barrios, son<br />

dirigidas desde otra delegación aunque con recursos humanos y<br />

financieros de la propia Gerencia.<br />

La Comisión de Seguimiento de Urbanismo de los Presupuestos<br />

<strong>Participativo</strong>s, probablemente la que hasta ahora ha tenido un<br />

funcionamiento más estable, ha evidenciado ante los vecinos las<br />

complicaciones técnicas y administrativas para la ejecución de sus<br />

propuestas: desarrollo técnico de proyectos, inicio de expedientes,<br />

tramitación y aprobación por el Consejo de Gobierno, publicación,<br />

contratación y adjudicación de obras... Trámites a los que hay que unir la<br />

observancia de sus correspondientes plazos legales. Diversos informantes<br />

refieren cierta agilización de estos procesos en relación a otros proyectos<br />

urbanísticos ajenos a los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s, pero lo cierto es que<br />

los representantes vecinales han manifestado en varias ocasiones su<br />

descontento por el retraso del comienzo efectivo de unas obras propuestas<br />

hace ya más de un año.<br />

Estas disfunciones orgánicas no sólo derivan de una excesiva<br />

fragmentación horizontal y de una alta distancia jerárquica entre las<br />

unidades administrativas, sino también del hecho de que muchos<br />

departamentos municipales no fueron diseñados con criterios racionales<br />

atendiendo a su funcionalidad dentro de delegaciones concretas, e<br />

incluso, en ocasiones, ni tan siquiera fueron concebidos para la<br />

realización de las tareas y actividades que desempeñan en la actualidad.<br />

De hecho, muchas de estas unidades, a lo largo del tiempo, han ido<br />

asumiendo directrices políticas y finalidades dispares y se han ubicado<br />

orgánicamente en diferentes secciones, servicios y delegaciones.<br />

Algunos ejemplos de estos últimos problemas funcionales podemos<br />

apreciarlos en algunas áreas como el Servicio de Educación, el Servicio de<br />

Desarrollo Local o el Área de Participación Ciudadana. En el primer caso,<br />

la política municipal en materia educativa tuvo su primera plasmación en<br />

el Centro Municipal de Investigación y Dinamización Educativa (CEMIDE),<br />

impulsado en 1987 como una Sección del Área de Cultura. Esta unidad<br />

sería disuelta una década después, siendo reubicados parte de sus<br />

empleados en el Servicio de Bibliotecas. Dos años más tarde se constituiría<br />

el Servicio de Educación y sería orgánicamente integrado a una nueva<br />

Delegación que también gestionaba el Patrimonio Municipal. En 2003, al<br />

comienzo de la presente legislatura, fue creado el actual Servicio de<br />

Educación y Universidades dentro de una delegación autónoma para, un<br />

año después y tras el relevo de la concejala responsable, integrarse a la


Delegación de Innovación, Educación y Universidades, junto a los<br />

servicios municipales de Estadística e Informática. En sentido semejante, el<br />

Servicio de Desarrollo Local, en la actualidad adscrito a la Delegación de<br />

Empleo, ha intervenido en los últimos años en políticas sectoriales<br />

dispares: desarrollo local, economía, políticas de juventud y orientación,<br />

formación e inserción de personas desempleadas.<br />

Del mismo modo, una mirada a la estructura administrativa del área de<br />

Participación Ciudadana, núcleo central del proceso de Presupuestos<br />

<strong>Participativo</strong>s, muestra la dificultad para integrar las unidades existentes<br />

dentro de la Delegación. De su jefatura de Servicio dependen dos grandes<br />

secciones cuya especialización introduce un primer fraccionamiento. Una<br />

de estas secciones de Gestión de Centros Cívicos, Infraestructuras y<br />

Programas- planifica y ejecuta actividades y fomenta la participación<br />

ciudadana; mientras la Sección de Gestión Administrativa asume tareas<br />

relacionadas con la tramitación de expedientes, el registro y archivo del<br />

padrón de entidades, la gestión de subvenciones y una serie de servicios<br />

públicos como la información y recogida de demandas ciudadanas. En<br />

esta subdivisión se observan algunas unidades débilmente conectadas a la<br />

estructura, pues desarrollan sus tareas de forma muy autónoma al resto de<br />

la organización e incluso, en ocasiones, desvinculadas del sistema<br />

jerárquico de la misma; hecho que dificulta una coordinación eficaz de los<br />

esfuerzos y una visión y actuación integrales. El caso más evidente es el de<br />

los distritos, cuyo grado de vinculación al área se reducía prácticamente al<br />

terreno administrativo y a la dependencia jerárquica de sus funcionarios.<br />

Pero esta desvinculación orgánica también se aprecia en negociados o<br />

unidades concretas dependientes de la Sección Administrativa (Comisión<br />

Especial de Sugerencias y Reclamaciones; Registro de Parejas de Hecho...)<br />

que prestan servicios muy específicos, los cuales no tienen prácticamente<br />

ninguna relación con el resto de las unidades del área, desarrollando un<br />

funcionamiento ajeno al resto de la organización. Podría decirse que en<br />

los casi veinte años de existencia del área han encajado en la misma<br />

determinados servicios que bien podrían haberse integrado en otras<br />

delegaciones municipales y, que en todo caso, desarrollan un<br />

funcionamiento tan especializado y con fines tan definidos que el propio<br />

personal de otras unidades del área ni siquiera los conoce; y, a su vez, los<br />

de éstas desconocen los objetivos globales de la organización, teniendo<br />

una visión muy parcial de la misma.<br />

Asimismo, en los centros cívicos y particularmente en lo referido a tareas<br />

vinculadas a los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s, la actividad de los<br />

responsables de las unidades básicas y de los especialistas en<br />

participación está muy mediatizada por las directrices definidas por la<br />

dirección política y, en menor grado, por los puestos de alta dirección y<br />

línea media que supervisan directamente el trabajo de las distintas<br />

155


156<br />

unidades. En estas circunstancias, las funciones de estos negociados como<br />

unidades especializadas en la dinamización sociocultural y apoyo al<br />

asociacionismo en los ámbitos territoriales donde intervienen, acaban<br />

dependiendo de la iniciativa y habilidades profesionales de sus<br />

responsables u otras contingencias entre las que cabe destacar la<br />

dependencia de varios centros cívicos de un solo negociado.<br />

Las disfunciones de las estructuras administrativas municipales que han de<br />

acoger el proceso de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s, de las que hemos citado<br />

a título ilustrativo sólo algunos ejemplos, no se limitan a las áreas de mayor<br />

complejidad. En otras de menor entidad son frecuentes sensibles<br />

desequilibrios y diferencias entre algunas de sus unidades o entre<br />

estructuras especializadas en diferentes programas. Valgan como botones<br />

de muestra la desigual dotación del negociado administrativo del Servicio<br />

de Educación y Universidades frente a su Sección técnica o la coexistencia<br />

en la Delegación de Empleo de dos estructuras: una típicamente<br />

funcionarial, dividida en secciones y negociados que constituye el Servicio<br />

de Desarrollo Local; mientras que la otra, muy ágil y de escasa<br />

burocratización, agrupa a varios equipos técnicos encargados de la<br />

ejecución del Pacto Local por el Empleo. Iniciativa ésta, por cierto,<br />

radicalmente desvinculada del proceso de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s,<br />

aunque el concejal delegado de Empleo sea miembro de Izquierda Unida.<br />

Presupuestos <strong>Participativo</strong>s, transformaciones en la institución<br />

municipal y técnicos municipales.<br />

De modo tentativo, podemos indicar que en aquéllas áreas que<br />

tradicionalmente se han organizado en función de actuaciones<br />

previamente diseñadas por técnicos muy especializados, la implantación<br />

del modelo de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s puede introducir cambios tan<br />

profundos que inevitablemente provoca resistencias desde su interior. Que<br />

sean ahora las asambleas vecinales quienes realicen las propuestas e<br />

intervengan en el seguimiento de los proyectos puede ser percibido entre<br />

algunos técnicos como una fuente de incertidumbre y de imprevisión, e<br />

incluso como una delegación de sus atribuciones a una ciudadanía<br />

considerada “no cualificada” y una pérdida de protagonismo y<br />

competencias profesionales. No obstante, la experiencia aporta<br />

situaciones contradictorias pues, de una parte, hemos detectado alguna<br />

modificación técnica a proyectos presentados por los ciudadanos que no<br />

fueron del agrado de estos últimos; pero también es cierto que en ámbitos<br />

técnicos y administrativos se ha recibido con agrado la presión ciudadana<br />

hacia los dirigentes políticos en el sentido de acelerar trámites para la<br />

ejecución de unas actuaciones que, normalmente, se desenvuelven en<br />

plazos de tiempo más dilatados. La proyección y ejecución de actuaciones<br />

urbanísticas, auténtico nudo gordiano de la política municipal, es un claro


ejemplo de área soportada por un elevado número de expertos en gestión<br />

financiera, legislación, arquitectura o ingeniería civil, donde las<br />

propuestas y soluciones ciudadanas han tenido, tradicionalmente, escasa<br />

cabida. De hecho, hasta ahora, las demandas y quejas ciudadanas se han<br />

realizado a través de la Oficina de Atención al Ciudadano sin existir otros<br />

cauces de participación. La instauración de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s<br />

podría originar en el futuro cambios organizacionales en esta área<br />

municipal; particularmente, en sus departamentos más técnicos. Sin<br />

embargo, como hemos expuesto, las dificultades y los factores de bloqueo<br />

a la participación son difícilmente salvables.<br />

Del mismo modo, en aquellas áreas especializadas en la promoción de<br />

actividades proyectadas bajo determinadas concepciones ideológicopolíticas<br />

o a través de relaciones establecidas con determinados colectivos<br />

concretos (asociaciones culturales, deportivas, vecinales...), la<br />

implantación de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s supone un cambio<br />

organizacional profundo, ya que el sistema tradicional entra en conflicto<br />

con un nuevo modelo de democracia directa en el que, al menos en teoría,<br />

la ciudadanía determina problemas y propone soluciones. Nos referimos,<br />

por ejemplo, a la primacía del espectáculo en materias “culturales”, a las<br />

subvenciones selectivas a determinadas entidades o al sostenimiento de<br />

clubes o actividades deportivas a los que la extensión de la deliberación<br />

participativa podría sustraer los fondos que los sustentan.<br />

Por el contrario, en áreas más descentralizadas y de mayor proyección<br />

territorial, que tradicionalmente han desarrollado su actividad más<br />

vinculadas al tejido asociativo y a las demandas ciudadanas, la<br />

adaptación a los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s es menos conflictiva. De<br />

hecho, la introducción de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s viene suponiendo<br />

un mayor reconocimiento dentro de la institución municipal de<br />

determinados equipos técnicos que, además, ganan en creatividad y<br />

diversificación de sus funciones profesionales. El caso de la Delegación de<br />

Participación Ciudadana tal vez sea el más significativo de cuanto<br />

decimos. Sus profesionales han pasado de la tramitación burocrática de<br />

monótonos expedientes bajo las instrucciones concretas de dirigentes<br />

políticos -que, a su vez, negociaban actividades con determinadas<br />

entidades-, a asistir a reuniones ciudadanas, asesorar a los vecinos, tomar<br />

sus propuestas y construir expedientes de ejecución singulares en una<br />

novedosa y más rica- interrelación con políticos y ciudadanos. Asimismo,<br />

los equipos directivos de los centros cívicos vienen reforzando, con la<br />

colaboración de unos profesionales de nueva incorporación los Técnicos<br />

en Animación Sociocultural-, su vinculación a la realidad vecinal de los<br />

barrios adscritos a sus centros. No obstante, algunos factores como la<br />

celeridad que exige el proceso, la improvisación de algunas decisiones o<br />

problemas de comunicación entre la alta dirección política y técnica con<br />

157


158<br />

los responsables de las líneas operativas generan inseguridad e<br />

insatisfacción entre los profesionales.<br />

El trabajo de investigación muestra que la introducción de los Presupuestos<br />

<strong>Participativo</strong>s genera cambios en la organización del trabajo de los<br />

técnicos que deberían administrarse correctamente, pues el éxito del<br />

proceso depende en buena medida de las actuaciones que en este sentido<br />

se lleven a efecto. Nos referimos a la complicada inserción de calendarios,<br />

ritmos y actividades en unas unidades ya sobrecargadas con sus<br />

cometidos habituales. Compatibilizar las tareas derivadas de los<br />

Presupuestos <strong>Participativo</strong>s con la actividad regular complica a unos<br />

profesionales que desempeñan en sus secciones y negociados<br />

responsabilidades que demandan una alta dedicación; particularmente,<br />

la multiplicación, en algunas fases del proceso, de reuniones escasamente<br />

operativas y de larga duración. Esta sobrecarga de trabajo produce una<br />

situación laboral dual pues, al tiempo que han de ser ejecutadas las<br />

propuestas y tareas vinculadas a los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s, deben ser<br />

atendidas las habituales actividades internas y externas- de las diferentes<br />

unidades. También en este sentido los tiempos político y técnicoadministrativo<br />

juegan con diferentes plazos; y esta situación contradictoria<br />

refuerza, en no pocos técnicos, la ubicación de los Presupuestos<br />

<strong>Participativo</strong>s en las planificaciones como un mero apéndice añadido,<br />

que, además, podría restar dedicación y presupuesto a otros programas<br />

con cuya ejecución los profesionales pueden sentirse comprometidos.<br />

Por otra parte, los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s generan dinámicas que<br />

provocan cambios profundos en la cultura organizativa municipal y en la<br />

propia estructura, la cual se resiente, por ejemplo, ante la demanda de<br />

intervenciones integrales. En este sentido, hemos podido observar cómo<br />

determinadas propuestas ciudadanas exigen respuestas conjuntas que<br />

implican el trabajo coordinado de profesionales de diferentes áreas y<br />

unidades; situaciones que podrían ser cada vez más frecuentes a medida<br />

que se profundice en el proceso. Esto exigirá una mayor actividad de<br />

equipo entre técnicos pertenecientes a distintas organizaciones<br />

municipales, lo que podría llegar a introducir importantes cambios<br />

culturales, al favorecer la comunicación e interrelación transversal entre<br />

profesionales y contribuir al desarrollo de sinergias en el seno de unas<br />

administraciones demasiado acomodadas a sus exclusivas parcelas de<br />

intervención.<br />

Asimismo, nuestro trabajo etnográfico ha permitido un acercamiento en<br />

profundidad a los profesionales más vinculados a esta iniciativa que hace<br />

pertinente introducir varias consideraciones. En primer lugar, hemos de<br />

destacar el escaso conocimiento de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s entre el<br />

conjunto de los empleados municipales. Este desconocimiento es general<br />

entre los empleados y funcionarios adscritos a áreas y delegaciones que


no están presentes en el proceso; pero también entre muchos otros cuyas<br />

unidades sí lo están. Una mención singular, como podría esperarse,<br />

merece la Delegación de Participación Ciudadana, donde la generalidad<br />

de sus efectivos vinculados a la Sección de Gestión de Centros Cívicos,<br />

Infraestructuras y Programas sí conocen y participan en mayor o menor<br />

grado- en el proceso. Pero la participación del personal de las restantes<br />

áreas implicadas se limita a aquellos profesionales que las representan en<br />

los diversos foros a que son convocados, con asistencia y regularidad<br />

variables, o a aquellos que, junto a otras de sus tareas profesionales,<br />

gestionan puntualmente expedientes vinculados a propuestas procedentes<br />

de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s. Además del personal referido de la<br />

Delegación de Participación Ciudadana, la participación más activa en el<br />

proceso suele limitarse a un profesional dos, a lo sumo- de cada área<br />

implicada; salvo la Gerencia Municipal de Urbanismo y la Delegación de<br />

Juventud, cuya intervención se canaliza a través de cargos de confianza<br />

política vinculados al Grupo Municipal de Izquierda Unida.<br />

De modo general, este equipo de profesionales cuya participación hemos<br />

13<br />

considerado “más activa” está constituido por funcionarias y<br />

funcionarios, generalmente pertenecientes a los grupos A y B de la<br />

Subescala Técnica, con edades medias algo superior a los cuarenta años,<br />

dilatada experiencia laboral en sus unidades y en las materias en que<br />

14<br />

intervienen y un amplio conocimiento de las estructuras municipales .<br />

Asimismo y como consecuencia de su trayectoria profesional, estos<br />

técnicos acumulan determinadas sensibilidades sociales y experiencia en<br />

la interlocución con los colectivos ciudadanos a quienes van dirigidas sus<br />

actuaciones sectoriales.<br />

La recepción inicial del proyecto de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s fue<br />

acogida con interés y expectación por cuanto supone la ampliación de la<br />

participación de los ciudadanos en la toma de decisiones municipales, así<br />

como una innovación en la gestión de los asuntos públicos y un factor<br />

potencial en la revalorización social de la posición profesional del<br />

funcionariado. Sin embargo, transcurridos dos años del proceso se han<br />

ido configurando una serie de actitudes y valoraciones que podríamos<br />

sintetizar en tres tipos dominantes. En la tipología de sensibilidades hacia<br />

esta iniciativa política, se encuentran dos polos minoritarios que agrupan,<br />

por un lado, a profesionales que entienden que la participación<br />

ciudadana a nivel municipal cuenta ya con espacios tradicionales<br />

suficientes que deben seguir siendo atendidos y reforzados; y, por otro<br />

13) Nos referimos a una treintena de técnicos y funcionarios que, con mayor o menor asiduidad, participan<br />

en la preparación de asambleas vecinales, tareas de dinamización, tramitación de propuestas o acuden a<br />

comisiones de seguimiento, acciones formativas, foros técnicos y foros de ciudad.<br />

14) Aunque no se ajustan a este perfil los Técnicos de Animación Sociocultural, jóvenes recién titulados,<br />

pertenecientes al grupo C y con relación laboral eventual, que desarrollan la mayor parte de su trabajo en<br />

los barrios, en los centros cívicos y en la relación con los grupos motores y otras instancias del proceso.<br />

159


160<br />

lado, a un sector igualmente minoritario que considera que los<br />

Presupuestos <strong>Participativo</strong>s “se quedan cortos” y deberían incluir entre los<br />

temas de deliberación vecinal las líneas verdaderamente estratégicas de la<br />

política local. Entre ambos polos, la percepción que consideramos más<br />

extendida sintoniza de modo general con el proceso, con desiguales<br />

niveles de entusiasmo, crítica y conciencia de sus contradicciones y de las<br />

dificultades que lo condicionan.<br />

Así, por ejemplo, los niveles de asistencia y participación en las asambleas<br />

vecinales y otros foros, suscitan respuestas y valoraciones dispares.<br />

Mientras un sector de profesionales considera que ninguna otra iniciativa<br />

de participación ciudadana directa ha llegado a movilizar a un número de<br />

vecinas y vecinos tan considerable, otros entienden que se trata de una<br />

participación muy débil, no ajena a dudosas intervenciones de algunos<br />

aparatos partidistas, que desatiende a importantes sectores de la sociedad<br />

civil organizada y que, en cualquier caso, sus propuestas no deberían<br />

eclipsar otras actividades y programas municipales acordados con<br />

colectivos profesionales o con sectores del tejido asociativo local. En<br />

cualquier caso, unos y otros coinciden en criticar la deficiente difusión y<br />

publicidad de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s entre la ciudadanía.<br />

También se aprecian opiniones que encierran diferentes matices con<br />

respecto al equipo técnico externo concertado por la Delegación de<br />

Participación Ciudadana para el impulso y desarrollo del proceso. Junto a<br />

la consideración general de que este equipo está realizando un trabajo<br />

crucial, con escasos medios e importante dedicación, existen al menos dos<br />

apreciaciones que creemos deben ser especialmente tenidas en cuenta.<br />

Una de ellas refleja cierto malestar por lo que es percibido como<br />

desconsideración o desconfianza hacia las capacidades del propio<br />

personal municipal en el que existirían profesionales cualificados<br />

interesados en participar en el proceso. Otra, entiende que la actividad de<br />

los profesionales externos debe ser complementada con funcionarios,<br />

pues éstos últimos podrían actuar como facilitadores de los Presupuestos<br />

<strong>Participativo</strong>s en el interior de unas estructuras municipales muy extrañas a<br />

quienes “no son de la casa”.<br />

En otro orden de cosas, y de manera general, estos profesionales no son<br />

ajenos a los avatares políticos en que se insertan los Presupuestos<br />

<strong>Participativo</strong>s. Conocedores de las dinámicas políticas municipales,<br />

ubican el proceso en un contexto muy marcado por las luchas partidistas y<br />

por el carácter minoritario del socio del gobierno municipal más volcado<br />

en su desarrollo. Se trata de un hecho que, además, tiene su inmediata<br />

traducción en el desinterés de otras estructuras municipales o en la escasa<br />

persuasión de algunos dirigentes políticos y, por extensión, de algunos<br />

sectores de la alta dirección técnico-administrativa. En este sentido, la<br />

lógica inseguridad sobre el Gobierno municipal que emanará de unos


próximos comicios municipales, cuya precampaña electoral hace meses se<br />

hace sentir en diversos medios, no contribuye sino a aumentar las<br />

incertidumbres sobre si los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s llegarán a<br />

consolidarse o si concluirán, sin más, con la actual legislatura.<br />

Obviamente, la valoración y consecuencias de este análisis no son<br />

coincidentes según se aborde desde una óptica política o técnicoadministrativa.<br />

A modo de recapitulación<br />

Con esta aproximación creemos poner de manifiesto un conjunto de<br />

contradicciones y condicionantes a la iniciativa de profundización de la<br />

democracia municipal que representan los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s en<br />

el Ayuntamiento de Sevilla. Unos aluden a diversos factores políticos, ya<br />

sean externos al proceso o inherentes a su relativa debilidad política, y<br />

otros señalan dificultades propias de la participación ciudadana en el<br />

contexto sociopolítico de la globalización. Por último, el núcleo central de<br />

nuestro trabajo incide en las dificultades para el desarrollo y extensión de<br />

las innovaciones propuestas por esta fórmula de democracia participativa<br />

en las estructuras municipales y repara en la posición mediadora de unos<br />

profesionales que acogen la iniciativa expectantes pero, también,<br />

conscientes de sus incertidumbres.<br />

El futuro de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s sevillanos depende, en gran<br />

medida, de la evolución de variables políticas y sociales a nivel de la<br />

ciudad, pero también, en un nivel más concreto, del correcto tratamiento<br />

de las disfunciones apuntadas. Por ello, el papel de los técnicos<br />

municipales en el proceso de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s debe ser tenido<br />

como fundamental, pues a ellos corresponde hacer viables y tramitar con<br />

lealtad institucional, eficacia y eficiencia las propuestas ciudadanas y las<br />

directrices políticas. Dada su relevancia como tercer pilar del trípode que<br />

sostiene el proceso, deben ser correctamente informados y capacitados<br />

para la realización de sus nuevas tareas, al tiempo que deben ser<br />

consideradas su cualificación, experiencia, sensibilidades y opiniones; así<br />

como tenidas en cuenta sus cargas y ritmos de trabajo, las normas y<br />

dinámicas organizacionales que las determinan, sus condiciones laborales<br />

y sus legítimas aspiraciones de desarrollo profesional.<br />

Bibliografía y fuentes documentales.<br />

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Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de América Latina en el contexto europeo”,<br />

en Transnational Institute y Fundación de investigaciones marxistas.<br />

Ámsterdam-Madrid, 2004.<br />

161


162<br />

Ayuntamiento de Sevilla. Memoria del Presupuesto General 2005.<br />

Aprobado inicialmente por el Excmo. Ayuntamiento Pleno en sesión<br />

celebrada el día 27 de diciembre de 2004 y definitivamente el día 2 de<br />

febrero de 2005.<br />

Ayuntamiento de Sevilla. Pacto de Progreso por Sevilla. Mandato<br />

2003-2007. Balance del primer año del Gobierno de Sevilla. Mayo de<br />

2004.<br />

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Presupuesto <strong>Participativo</strong> de Porto Alegre. El Viejo Topo. Barcelona.<br />

2003.<br />

De Souza Santos, B. Democracia y Globalización. Ponencia<br />

presentada en el Foro Mundial Temático. Porto Alegre, 2002.<br />

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Porto Alegre. Ed. del Serbal. Barcelona. 2000.<br />

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<strong>Participativo</strong>s. Construyendo Ciudadanía, 3. IEPALA-CIMAS. Madrid.<br />

2002.<br />

Weber, M. Economía y Sociedad (2ª edición). Fondo de Cultura<br />

Económica, México, pp. 716-751 (1969).<br />

163


164


ANEXO DE LA SEGUNDA PARTE<br />

PASOS EN LA CONSTRUCCION DE LAS PROPUESTAS DE<br />

PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS DEL 2005<br />

Francisco Zurbano<br />

Delegación de Participación Ciudadana<br />

Ayuntamiento de Sevilla<br />

165


166


ACTIVIDADES Y<br />

PROGRAMAS:<br />

DEPORTES<br />

DISTRITOS<br />

PARTICIPACION<br />

CIUDADANA<br />

PERIODO DE REGISTRO<br />

DE PROPUESTAS CIUDADANAS<br />

DISTRITOS MUNICIPALES Y<br />

CENTROS CIVICOS<br />

CLASIFICACION DE<br />

PROPUESTAS<br />

ESTUDIO DE VIABILIDAD<br />

CRITERIOS DE AUTORREGLAMENTO<br />

CONTACTO PROPONENTES<br />

REALIZACION DE LA PROPUESTA<br />

EJEMPLOS DE PROPUESTAS:<br />

INVERSIONES:<br />

DEPORTES<br />

DISTRITOS<br />

PARTICIPACION<br />

CIUDADANA<br />

URBANISMO<br />

DIA INTERNACIONAL DEL LIBRO EN ALCOSA<br />

ITINERARIOS ARQUEOLOGICOS<br />

167


168<br />

DIA INTERNACIONAL DEL LIBRO EN ALCOSA:<br />

PROPUESTA DE BARRIO<br />

PROPUESTA CON IDEA DESARROLLADA<br />

CONVENIO ESCUELA<br />

DE ADULTOS<br />

CATEGORIA<br />

ADULTOS<br />

PREMIOS<br />

CONCURSO DE<br />

RELATOS<br />

BREVES<br />

CATEGORIA<br />

JOVENES<br />

REALIZACION<br />

VIDEO<br />

GRAFICO DE<br />

LA ACTIVIDAD<br />

CARTELERIA Y DIPTICOS<br />

INFORMAIVOS SEGUN<br />

IDEA DE PROPONENTE<br />

FASES<br />

PASACALLES<br />

ENTREGA<br />

DE<br />

PREMIOS<br />

LECTURA<br />

LIBRE DE<br />

PARTICIPANTES<br />

CELEBRACION<br />

DIA DEL LIBRO<br />

ACTUACIONES<br />

DE TEATRO


ITINERARIOS ARQUEOLOGICOS:<br />

PROPUESTA DE CIUDAD<br />

PROPUESTA SIN IDEA DESARROLLADA<br />

RUINAS ALMOHADES EN CALLE MENDIGORRIA<br />

CONVENTO DE SANTA CLARA ANTES DE RESTAURAR<br />

ELABORACION<br />

DE LA IDEA<br />

CONVENTO SAN CLEMENTE TRAS SU RESTAURACION<br />

ENVISESA<br />

URBANISMO<br />

CULTURA<br />

PARTICIPACION CIUDADANA<br />

ENTIDADES<br />

COLABORADORAS<br />

FASES<br />

VISITAS GUIADAS POR<br />

ARQUEOLOGOS/AS<br />

TRASLADOS<br />

EN AUTOCAR<br />

INSCRIPCION<br />

EN CENTROS<br />

CIVICOS<br />

DESARROLLO<br />

DE LA<br />

PROPUESTA<br />

VUELTA A CENTRO<br />

CIVICO DE ORIGEN<br />

169


170


III PARTE<br />

Otras experiencias de<br />

Democracias Participativas.<br />

171


172


UN PROCESO DE PARTICIPACION CIUDADANA<br />

Dr. Marc P. Lammerink<br />

Científico social<br />

Director de FMD Consultores (Forestry Manpower Development)<br />

en <strong>Portugal</strong>/Holanda<br />

Esta ponencia esta basada en experiencias del propio autor desde los años<br />

noventa en situaciones urbanas y peri-urbanas en diversos ciudades de<br />

Latinoamérica, África, Asia y Holanda. En la mayoría de los casos el<br />

objetivo principal fue mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en los<br />

barrios, obtener compromisos ciudadanos con los planes de desarrollo<br />

integrales, empoderar a pobladores de los barrios urbanos o pueblos<br />

pequeños y mejorar sus organizaciones. Una experiencia importante en<br />

este sentido fue un programa de gestión comunitaria para el abastecimiento<br />

de agua en 24 comunidades en seis países en desarrollo. En todas las<br />

experiencias no sólo fue importante el resultado, es decir el conocimiento<br />

mejorado, sino también el proceso a través del cual se incrementó el<br />

control de la población local sobre su propio entorno. Las experiencias<br />

ayudaron a desarrollar nuevas metodologías y formas para facilitar<br />

aprendizaje, reforzar iniciativas locales a través del desarrollo local.<br />

Últimamente en Holanda estuvimos involucrados en experiencias relacionadas<br />

con Presupuestos <strong>Participativo</strong>s propiamente hablado (en<br />

Rotterdam, Amsterdam y Alkmaar).<br />

Todos los proyectos basados en procesos participativos tienen características<br />

comunes que incluye tres focos - lo local, la acción y el proceso:<br />

Foco local:<br />

Una orientación hacia las necesidades sentidas por la población local y<br />

por las instituciones locales. Presupuesto <strong>Participativo</strong> se basa en la<br />

problemática experimentada y explícitamente reconocido por la gente<br />

local y sus instituciones.<br />

Una relación fuerte con las iniciativas localmente generadas.<br />

Presupuesto <strong>Participativo</strong> tiene como objetivo el fortalecer procedimientos<br />

de toma de decisión útiles para objetivos locales y aplicables a<br />

las iniciativas locales. Presupuesto <strong>Participativo</strong> es parte y consecuencia<br />

de un nuevo modelo de gestión local.<br />

173


174<br />

El involucramiento de profesionales no-locales como socios en un<br />

proceso de aprendizaje. Los profesionales no-locales (equipo técnico)<br />

contribuyen al proceso de participación popular como facilitadores o<br />

para proporcionar información técnica sobre temas de gestión local y<br />

ordenamiento territorial.<br />

Foco de la acción:<br />

Un espacio de tiempo muy corto entre la recolección de datos, el<br />

análisis y la traducción en decisiones prácticas y factibles dentro la<br />

gestión urbana.<br />

La rapidez del análisis y de la rapidez de la devolución es importante,<br />

tanto para aumentar la credibilidad de las actividades del proceso<br />

participativo, como para promover los compromisos ciudadanos con<br />

los planes de desarrollo y el empoderamiento de los pobladores de los<br />

barrios urbanos.<br />

Foco de proceso:<br />

Una preocupación igual por proceso y resultados. El proceso de<br />

participación popular tiene como objetivo de enterar a mayor cantidad<br />

de pobladores en las implicaciones del diagnóstico y apoyándolos en<br />

proponer acciones relevantes.<br />

Una estrategia incorporada de comunicación permanente. Los<br />

informes finales escritos son útiles para los propósitos institucionales o<br />

del entrenamiento de profesionales, pero las reuniones, las asambleas,<br />

los carteles, el teatro, la radio local, los talleres son medios más<br />

importantes de proporcionar la retroalimentación a los grupos e<br />

instituciones locales y a la agrupación en grande.<br />

Las fases y actividades para elaborar el Presupuesto<br />

<strong>Participativo</strong><br />

Presupuesto <strong>Participativo</strong> debe ser parte y consecuencia de un nuevo<br />

modelo de gestión local que permite una mayor participación de la<br />

ciudadanía. Por eso es primordial contar con una firme voluntad política<br />

del gobierno local, orientada a la democratización de la gestión y la<br />

planificación local. Es la autoridad municipal conjuntamente con grupos<br />

de actores y agentes sociales que propone empezar con un proceso de<br />

gestión local. Como ejemplo en ciudades en Holanda como Alkmaar y<br />

Rotterdam fueron sus alcaldes los que lanzaron la propuesta de desarro-<br />

1<br />

llo y realizaron los convocatorios a los procesos de planificación del<br />

desarrollo. En otros ejemplos fueron profesionales los que constituyeron en<br />

1) Haitsma, D.J., M.P. Lammerink, C.F. Spratt, 2004, Het één beweegt niet zonder het andere Evaluatie<br />

maak Millinx Mooier, Haarlem, Holanda y<br />

Haitsma, D.J., M.P. Lammerink, 2005, Evaluatie Wijkgericht Samenwerken gemeente Alkmaar -<br />

Samenwerken is meer dan alles samen doen, Haarlem, Holanda


un núcleo promotor como es el caso de un barrio (Kolenkit) en Amsterdam.<br />

En otros casos fue un grupo de ONG's quienes plantearon el alcalde la<br />

realización de un Plan de Desarrollo. Sin embargo, en todos estos casos las<br />

autoridades municipales han estado fuertemente involucradas de manera<br />

diferente en la iniciativa de gestión local.<br />

No basta con una voluntad política o los esfuerzos de un núcleo promotor<br />

para dar inicio al proceso. También es muy importante un enfoque claro<br />

sobre el tipo de desarrollo que se requieren para elaborar los Presupuestos<br />

<strong>Participativo</strong>s. Proponemos un enfoque de sostenibilidad, que integra<br />

enfoques sobre el desarrollo basado en lo ambiental, lo social, lo económico<br />

y lo espacial desde una perspectiva de sostenibilidad. Además para<br />

llevar a cabo un proceso participativo este requiere de una metodología<br />

suficientemente flexible y compatible que permita a los ciudadanos en los<br />

barrios, zonas y ciudades compartir y analizar su entorno y que les permita<br />

planificar e implementar actividades para el mejoramiento del mismo. Nos<br />

planteamos en este articulo una propuesta metodológica en tres fases para<br />

llevar a cabo este proceso participativo.<br />

El desarrollo de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s conduce a un número de<br />

pasos, actividades, métodos y herramientas con vistas a estimular la<br />

participación llena de hombres y mujeres en el proceso. Esta dividido en<br />

2<br />

tres fases: el diagnosticar, el elaborar y el sostener . La siguiente sección<br />

describe la lógica y la secuencia de los pasos seguidos dentro de la fase de<br />

diagnóstico, elaboración y sostenimiento. Describo además brevemente<br />

las actividades y posibles resultados de cada una. Quiero enfatizar que el<br />

orden seguido no es fijo y que cada proceso en la realidad puede ser<br />

diferente, por lo tanto es posible que algunos de ellos se repitan o se<br />

manifiesten de forma paralela.<br />

También hay algunas actividades que continúan a través de todo el<br />

proceso:<br />

Actividades dirigidas al desarrollo de canales de participación<br />

constantes y al fortalecimiento de las capacidades organizativas<br />

locales;<br />

Actividades para que los ciudadanos desarrollen su comprensión de<br />

principios y de prácticas de gestión local y conducción del desarrollo<br />

local;<br />

Todas las decisiones sobre actividades locales dentro del Presupuesto<br />

<strong>Participativo</strong> se deben tomar con la mayor parte de los ciudadanos del<br />

barrio posible;<br />

2) Lammerink, M.P., 1998, 'Community managed rural water supply: experiences from Participatory<br />

Action Research in Kenya, Cameroon, Nepal, Pakistan, Guatemala and Colombia', en: Community<br />

Development Journal, Vol. 33, No. 4: 342-352<br />

175


176<br />

Actividades que estimularán obtener nuevas imágenes sobre 'futuros<br />

posibles' del entorno del barrio o de la zona;<br />

La fase de diagnóstico local<br />

Los pasos a seguir en la fase de diagnóstico local abarcan: la preparación<br />

y formación del equipo para el desarrollo del proceso participativo; la<br />

selección de las zonas o barrios; y la identificación de los problemas de<br />

desarrollo y sus posibles soluciones para eventualmente ser incluidas en el<br />

Presupuesto <strong>Participativo</strong>.<br />

Normalmente se trata de un equipo basado en generalistas y especialistas<br />

de disciplinas multidisciplinares, con mujeres/ hombres, preferiblemente<br />

con gente externa/interna. El equipo de profesionales (equipo técnico)<br />

necesitará desarrollar actitudes y habilidades en concordancia con el<br />

proceso participativo que se quiere promover. En este sentido talleres de<br />

capacitación son muy útiles. Un elemento importante en estos preparativos<br />

es el fortalecimiento del trabajo en equipo. No se logra automáticamente<br />

un trabajo sólido de equipo ni una colaboración efectiva. Sin embargo,<br />

ambas son esenciales para el proceso de aprendizaje de todos los implicados.<br />

Un buen trabajo de equipo significa, además, confianza en los demás<br />

y diálogo mutuo. Desde sus inicios el equipo técnico debe prestar atención<br />

a todos los aspectos de su trabajo, incluyendo la capacidad de escuchar,<br />

observar, preguntar y retroalimentarse.<br />

Las habilidades del trabajo de equipo puede hacer que los miembros se<br />

sensibilicen más en la manera como los demás los ven y los haga más<br />

realistas en relación a los cambios que promueven. Si ellos realmente<br />

consideran que la participación de los ciudadanos es esencial en la<br />

preparación y transformación del presupuesto, entonces su propio<br />

funcionamiento y los métodos que utilizan deben ser consistentes con este<br />

objetivo. Luego deberá prestarse igualmente atención al reforzamiento de<br />

las habilidades en el barrio o zona para desarrollar un proceso hacia la<br />

autogestión.<br />

Después del taller el trabajo puede comenzar con la preparación de un<br />

plan de trabajo detallado y en la selección de los barrios o zonas basado<br />

en criterios establecidos de zonificación.<br />

El trabajo del equipo técnico de apoyo con el barrio o la zona puede<br />

continuar con unir y analizar información secundaria y establecer relaciones<br />

con los ciudadanos con vistas a iniciar un proceso participativo. Una<br />

fiesta o cualquier actividad en que todos se diviertan podría ayudar en el<br />

diálogo. De igual forma ayudaría un paseo a pie o en bus por el aire del<br />

barrio o la zona.<br />

Es importante determinar tan pronto como sea posible las bases para una<br />

propuesta de colaboración de forma clara y práctica. Esta será un tipo de<br />

'contrato', que describa el proceso propuesto, el papel de los ciudadanos,


el papel o compromiso del gobierno local, el potencial de los resultados<br />

para ser incluido en el Presupuesto <strong>Participativo</strong> y los métodos propuestos<br />

para el trabajo con el barrio o la zona. La organización del equipo técnico y<br />

del barrio o de la zona deberán elaborar en conjunto un proyecto de<br />

contrato y deberán llegar a un acuerdo al respecto. Uno de los acuerdos<br />

podría ser cómo lograr trabajar en conjunto.<br />

Al final de este paso, los miembros del equipo técnico estarán en condiciones<br />

de iniciar el proceso participativo necesario para llegar a un<br />

Presupuesto <strong>Participativo</strong> verdadero. El barrio o la zona habrá sido<br />

seleccionada y se habrá logrado llegar a acuerdos.<br />

Previamente deberán haber comenzado los esfuerzos del fortalecimiento<br />

del equipo (tanto barrial como de afuera) y cursos para desarrollar<br />

facilidades y habilidades de documentación. Deberá haber identificado<br />

una red de individuos y organizaciones que puedan contribuir al fortalecimiento<br />

y sostenibilidad del proceso y que puedan usar sus resultados en el<br />

futuro.<br />

En esta etapa de la fase del diagnóstico local el equipo técnico ayuda a<br />

cada barrio o zona a describir y analizar su situación para identificar los<br />

problemas y oportunidades en el desarrollo local, especificando exactamente<br />

que iniciativas, tendencias y problemas han sido identificados. El<br />

diagnóstico es como una fotografía dinámica de la realidad local.<br />

Elementos importantes en este análisis lo constituye una comprensión<br />

preliminar de las condiciones socio-culturales, físicas y económicos. A<br />

través de reuniones, formales o informales, entrevistas con individuos<br />

claves y los miembros del barrio o zona se puede determinar el número de<br />

aspectos que interesan a los miembros para ser tomado en cuenta en el<br />

Presupuesto <strong>Participativo</strong>. Ha sido muy útil el comparar los resultados con<br />

3<br />

resultados de otros barrios o zonas a través de visitas de intercambio . De<br />

esta forma los miembros del barrio o zona estarán estimulados para ver<br />

mejor cuáles son los aspectos que necesitan ser mejorado en su barrio.<br />

Este da una buena base para evaluarse por sí mismos.<br />

El próxima paso comprende una serie de actividades que se puede resumir<br />

como el desarrollo de la agenda para el Presupuesto <strong>Participativo</strong>:<br />

recopilación de la información para la realización de un análisis detallado<br />

de los tendencias y problemas prioritarios y identificando soluciones<br />

prometedoras. La agenda puede basarse en los conocimientos técnicos<br />

locales y su experiencia pasada en el barrio o zona, al igual que la recopilación<br />

de ideas prometedoras provenientes de fuera del barrio o pueblo<br />

como una opción a valorar.<br />

3) Lammerink, M.P., 1999, A detailed look at Participatory Action Development (PAD) approach, en: PLA<br />

Notes no.35, IIED, London, Inglaterra: 34 42.<br />

177


178<br />

El equipo técnico puede comenzar con el análisis de la información, a<br />

pesar de que los resultados pueden ser objeto de revisiones continuas por<br />

parte del barrio o zona a través de 'visitas de campo' a otras ciudades o<br />

barrios. Durante estas 'visitas de campo' los objetivos serán el establecer<br />

criterios para sentar prioridades (por ejemplo, a través de preguntas a<br />

individuos claves en el barrio para darles un orden de prioridad), para<br />

valorar críticamente soluciones potenciales por medio de la valoración de<br />

sus ventajas y desventajas, para lograr aprobar la agenda para el<br />

Presupuesto <strong>Participativo</strong> y formular con precisión lo que se debe examinar<br />

y por quien. La parte final puede realizarse en una reunión general en el<br />

barrio o en la zona.<br />

Para el diagnóstico local, una combinación de métodos y de diversas<br />

herramientas está disponible, algunos de los cuales emanan de la tradición<br />

de la investigación participativa (IAP) y del diagnóstico rural participativa<br />

(DRP). Por ejemplo, entrevistas semi-estructuradas, observaciones,<br />

mapas parlantes, transectos, diagramas estacionales y diagramas de<br />

flujos, de causalidad, de tendencias y diagramas Venn sobre lazos de<br />

organizaciones locales, matrices de prioridad; reunión de reflexión y<br />

estudios de caso. Para la devolución, varias herramientas de la representación<br />

visual y de la comunicación se pueden utilizar, como por ejemplo las<br />

reuniones barriales, el teatro o pupitres sobre temas para incluir en el<br />

Presupuesto <strong>Participativo</strong> y diversas formas de celebraciones. Todos estos<br />

son formas útiles de retroalimentar los ciudadanos sobre el contenido del<br />

diagnostico local elaborado.<br />

Como resultados de esta fase obtendremos una panorámica de los temas<br />

para el Presupuesto <strong>Participativo</strong> importantes para el barrio o la zona;<br />

además se han mejorado las habilidades de los miembros del barrio o<br />

zona como también del equipo técnico. En estos momentos ya ellos<br />

podrán ser capaces de identificar potencialidades y problemas, comprender<br />

la relación causa-efecto existente y detectar posibles soluciones (sobre<br />

la base de los conocimientos locales, así como de los conocimientos<br />

técnicos de otros). De igual manera deben haber logrado acuerdos en<br />

cuanto a la lista de prioridades de los potencialidades y problemas y de las<br />

posibles soluciones a evaluar (una acordada 'agenda para el Presupuesto<br />

<strong>Participativo</strong>'). Otros resultados lo conforman el aumento de la concienciación,<br />

de la confianza en sí mismos, de la apreciación y un aumento de las<br />

relaciones entre el exterior y el barrio o la zona. El barrio o zona deberá<br />

poseer en estos momentos una organización efectiva que proveerá bases<br />

sólidas para la siguiente fase de definir el Presupuesto <strong>Participativo</strong> mas en<br />

detalle.


La fase de elaboración del Presupuesto <strong>Participativo</strong><br />

La fase de elaboración del Presupuesto <strong>Participativo</strong> involucra a los<br />

miembros del barrio o zona en la evaluación de posibles soluciones y la<br />

decisión sobre ciertos programas e acciones, que pueden fortalecer<br />

potencialidades existentes e introducir soluciones para disminuir problemas<br />

diagnosticadas. También se trata de desarrollar una Visión de<br />

Desarrollo para el barrio o la zona como el horizonte hacia que quiere<br />

llegar en un cierto tiempo y que influye en las líneas y objetivos estratégicas<br />

del desarrollo local.<br />

El objetivo general de esta fase es diseñar programas en base a las posibles<br />

soluciones y potencialidades, que son confiables y manejables en el<br />

tiempo y que preferiblemente pueden ser monitoreados y evaluados por los<br />

mismos miembros del barrio o zona. Para lograr esto, las capacidades<br />

locales - por ejemplo habilidades, confianza en si mismo y organización -<br />

deben ser reforzadas. De tal forma el barrio o zona pueda planear y<br />

diseñar en el futuro sus propios programas independientemente del equipo<br />

técnico y mejorarlos o ampliarlos sobre la base de la práctica existente.<br />

Esto requerirá también la formación de equipos locales y esfuerzos para<br />

reforzar intercambios y lazos con miembros de otros barrios o zonas.<br />

Las actividades a desarrollar durante esta fase incluyen la revisión de las<br />

prácticas existentes prometedoras por medio de visitas de intercambio a<br />

barrios o zonas relevantes y talleres para examinar posibles soluciones. Es<br />

importante que desde un inicio se decida sobre criterios y pautas para<br />

evaluar el éxito de prácticas ya existentes en otros contextos. Normalmente<br />

la revisión y la evaluación se hace con un equipo reducido de miembros<br />

del barrio en conjunto con el equipo técnico. Los resultados deberán ser<br />

compilados y analizados sistemáticamente. Este análisis deberá contener,<br />

además, el reconocimiento de consecuencias indeseadas y el cómo las<br />

soluciones contribuyen a resolver problemas de forma sostenible.<br />

Después se podrán celebrar reuniones de grupo o talleres de tal forma que<br />

un número mayor de miembros del barrio puedan discutir sobre los<br />

resultados y comenzar elaborar conclusiones. En base a esta información<br />

los ciudadanos presente en estos talleres del barrio podrán planificar y<br />

diseñar los programas seleccionados, decidir acerca de su dimensión y<br />

hacer un plan de Desarrollo Local en su conjunto sobre qué se puede<br />

elaborar el Presupuesto <strong>Participativo</strong>. Siempre el Plan debe ser presentado<br />

a una Asamblea General o un Plenario del barrio, donde todos los<br />

ciudadanos son invitados y la participación del ciudadano está garantizada,<br />

sin necesidad de pertenecer a ninguna organización social. En<br />

Alkmaar, Holanda se elaboraron un Visión Estratégica Local cada 4 años y<br />

un Plan de Desarrollo cada 2 años y el Presupuesto <strong>Participativo</strong> anual-<br />

179


180<br />

4<br />

mente . El espacio de este artículo no nos permite dar explicaciones sobre<br />

la parte técnica de cómo elaborar el Presupuesto <strong>Participativo</strong>, ni tampoco<br />

sobre la definición, la organización y el alcance del presupuesto. En el caso<br />

brasileña de la ciudad de Porto Alegre el alcance es el 100% del presupuesto<br />

municipal, que esta sometido a la discusión. En el caso de la ciudad<br />

de Sevilla el alcance es una parte del presupuesto municipal. Hay múltiples<br />

5<br />

publicaciones y manuales sobre estos temas .<br />

El resultado principal de esta etapa deberá ser el lograr involucrar a la<br />

mayor parte de los miembros del barrio o zona dotados ya de una mejor<br />

comprensión del proceso y con mejores habilidades practicas. El proceso<br />

de evaluación de posibles soluciones y potencialidades deberá conducir a<br />

una mayor cooperación e intercambio entre los miembros del barrio o<br />

zona así como a un apoyo más activo de las instituciones de la zona y del<br />

gobierno local.<br />

La retroalimentación suministrada por las evaluaciones deberá proveer<br />

una imagen clara de los resultados y del proceso seguido. Esta imagen<br />

deberá ser preferiblemente discernible no sólo para los evaluadores, sino<br />

también para la mayoría de los miembros del barrio o zona o al menos<br />

para todos los miembros activos del barrio. Debe indicarse claramente la<br />

sostenibilidad de las diferentes prácticas de gerencias en condiciones<br />

locales y una guía técnica de como implementar la idea examinada. Las<br />

soluciones aceptadas o rechazadas por el barrio deberán ser igualmente<br />

grabadas. El proceso deberá servir para alimentar la confianza del barrio o<br />

pueblo en su habilidad para resolver problemas y para crear un medio de<br />

apoyo para elaborar en el futuro.<br />

Otros resultados en este paso podrían incluir:<br />

la difusión exitosa de estrategias, métodos y herramientas;<br />

el desarrollo de lazos institucionales con ONG's, otros barrios y<br />

técnicos del gobierno local;<br />

el establecimiento de un sistema de formación y comunicación;<br />

un modelo para definir Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de los barrios o<br />

zonas operativo y bien documentado;<br />

un conjunto de materiales que pueden ser utilizados en otras áreas de<br />

interés.<br />

La fase de la implementación y sostenibilidad del Presupuesto<br />

<strong>Participativo</strong><br />

Una vez concluido el proceso de formulación del Presupuesto <strong>Participativo</strong>,<br />

viene una fase de ejecución, seguimiento y sostenibilidad del mismo. Antes<br />

4) Haitsma , Lammerink, ibid., 2005: 45.<br />

5) Un ejemplo: Figueroa, C.G., 2002, Presupuesto <strong>Participativo</strong> Manual no. 1, Foro Ciudades para la<br />

Vida, Lima, Peru: 92-96


poder ejecutar muchas veces es necesario hacer un espacio de reingeniería<br />

en la estructura del gobierno local y la administración municipal. Pues,<br />

la administración municipal normalmente no esta preparado para<br />

incorporar la participación ciudadana y muchas veces es sumamente<br />

burocratizada y rígida. Capacitación a funcionarios y asistencia técnica<br />

para mejorar procedimientos pueden ser necesario. Los gobiernos locales<br />

ya manejan procedimientos para la conversión del Presupuesto en un Plan<br />

Operativo municipal.<br />

Sin embargo, las dos etapas principales para el proceso participativo en<br />

esta fase son el intercambio, el monitoreo y la evaluación de los resultados<br />

por parte de los ciudadanos. Diferentes experiencias han demostrado que<br />

las buenas ideas se difunden espontáneamente, como por ejemplo<br />

mediante el intercambio de los resultados entre barrios, o mediante el uso<br />

de la tradicional transmisión de rumores entre la gente. Sus efectos podrían<br />

ampliarse a través de la elaboración de un programa para intercambiar los<br />

resultados con los demás barrios o zonas regionales. Otro componente de<br />

importancia en este fase es la movilización de las redes desarrolladas<br />

durante las primeras fases como medios de comunicación y difusión.<br />

El intercambio centrará su atención por un lado en los resultados de los<br />

programas del barrio o zona (nuevas prácticas de desarrollo local), donde<br />

se enfatizan las ideas básicas y los principios que resaltan los programas y<br />

por otro lado en los aspectos metodológicos del proceso de elaboración y<br />

sostenimiento del Presupuesto <strong>Participativo</strong>.<br />

La parte final del proceso de Presupuesto <strong>Participativo</strong> es de suma importancia<br />

porque el proceso participativo debe conducir a la autogestión. El<br />

objetivo es dotar a la gente de los barrios de una mayor capacidad para<br />

implementar un proceso participativo efectivo y de la habilidad para<br />

encontrar soluciones para futuras y diferentes situaciones que necesiten ser<br />

mejoradas. La clave de la sostenibilidad es el enfoque del Presupuesto en<br />

relación a las prioridades del barrio o zona. El enfoque tiene que ser<br />

altamente compatibles con las condiciones locales y con la cultura local,<br />

de tal forma que sobre esta base los ciudadanos, miembros del barrio,<br />

puedan decidir de forma independiente sobre las acciones útiles y necesarios<br />

para los años entrantes. Los ciudadanos y organizaciones barriales<br />

apoyaran lo que satisfagan sus objetivos y rechazaran lo que no.<br />

Desde el comienzo del proceso el equipo técnico debe abordar el desarrollo<br />

organizativo y la creación de condiciones favorables (externas), para<br />

que la gente del barrio o zona pueda continuar trabajando en otras<br />

situaciones, que necesiten ser mejoradas en el futuro, ya sean relacionadas<br />

con el desarrollo local o con otros campos.<br />

En este ultima fase del proceso, el papel del equipo técnico externo<br />

cambia. Gradualmente cambiará su papel de facilitadores directas, que<br />

181


182<br />

ayudan y facilitan, al papel de 'consultor' externo llamado solamente,<br />

cuando el barrio o la zona lo necesita. Sin embargo, al mismo tiempo ellos<br />

mantienen su interés en llevar la experiencia a otro nivel, por medio de<br />

encuentros urbanos o otras iniciativas.<br />

Esta fase continua con la evaluación de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s<br />

anuales para solucionar las problemas prioritarias referente al desarrollo<br />

local y la sistematización de procesos y resultados (a nivel del barrio o<br />

zona) ayudando a asegurar la sostenibilidad del proceso dentro del barrio.<br />

Dentro de las actividades de esta fase puede considerarse también el<br />

invitar personalidades claves, por ejemplo de la municipalidad, a reuniones<br />

de planificación y evaluación y la organización de talleres de campo.<br />

Es importante igualmente documentar todo detalle del proceso y los<br />

métodos usados para el diagnóstico y la definición del Presupuesto.<br />

Pudieran agregar, además, manuales y materiales audiovisuales utilizados<br />

y podría ser conveniente indicar la formación de los líderes. Igualmente<br />

deberá prestársele atención a estimular el trabajo en red entre los miembros<br />

de los barrios o pueblos y las organizaciones con vistas a consolidar el<br />

apoyo institucional urbano a los procesos locales.<br />

Dentro de los posibles resultados de esta fase final se encuentran:<br />

Relación y/o lazos entre barrios, organizaciones de desarrollo local y el<br />

gobierno local;<br />

Una metodología bien documentada y operativa para diseñar e<br />

implementar presupuestos participativos, que puede ser utilizada para<br />

el mejoramiento del desarrollo local;<br />

Un gran número de barrios o zonas involucrados en el proceso de<br />

desarrollo local; y<br />

Eventualmente el establecimiento de un sistema de formación y<br />

comunicación interbarrial.<br />

Desarrollo local y el Presupuesto <strong>Participativo</strong>: algunas<br />

conclusiones<br />

Experiencias en varias países con Presupuesto <strong>Participativo</strong> confirma que<br />

los ciudadanos poseen conocimientos valiosos para solucionar problemas<br />

del desarrollo local. Estos conocimientos están bien adaptados a las<br />

circunstancias barriales, al contexto y a las culturas locales. El proceso<br />

para el descubrimiento de la relación específica entre causas y consecuencias<br />

de problemas barriales aumenta la posibilidad de llevar a cabo<br />

cambios positivas en una situación determinada. Los programas como<br />

parte del Presupuesto <strong>Participativo</strong> supone al mismo tiempo comprobar y<br />

mejorar estas teorías locales. Aunque a menudo teorías locales no encajan<br />

en el conocimiento profesional/técnico, no por ello son menos valiosas.


El ser consciente del valor del conocimiento local ha tenido consecuencias<br />

para el papel del gobierno local y la manera de identificar y definir<br />

programas de desarrollo local. En el Presupuesto <strong>Participativo</strong> no se trata<br />

de encontrar soluciones o verdades definitivas. La cuestión es siempre<br />

contribuir a un proceso continuo. Es importante constatar que cada barrio<br />

y situación exige un planteamiento específico, aún utilizando el mismo<br />

planteamiento metodológico. Todavía es oportuno responder a la<br />

pregunta de cómo se puede 'multiplicar' a gran escala las pequeñas<br />

escalas y las orientaciones locales de las experiencias con Presupuestos<br />

<strong>Participativo</strong>s sin incurrir en la estandarización del método y de los presupuestos.<br />

Parte de la respuesta esta en el buen dominio y en una aplicación<br />

creativa consecuente de la metodología participativa.<br />

En mi experiencia el proceso participativo se ha convertido en una filosofía<br />

y un estilo de trabajar con la gente. Es una metodología encaminada al<br />

'empoderamiento' tanto para los involucrados de los barrios, como para el<br />

equipo técnico y para la administración municipal. Es una manera de<br />

poder realizar una verdadera democratización desde abajo.<br />

183


184


INTRODUCCIÓN<br />

EXPERIENCIA DE ZARAGOZA<br />

El presente documento pretende reflejar el proceso de toma de conciencia<br />

e implicación del tejido social zaragozano, y más concretamente de las<br />

Asociaciones de Vecinos, en la idea de crear y recrear una experiencia que<br />

al mismo tiempo representara un modelo de participación en sí misma, y<br />

por tanto germen de una realidad más ambiciosa, y por otro lado forzara a<br />

los gobiernos locales, depositarios de la soberanía popular en el ámbito<br />

municipal, a asumir el reto de una participación real de su poder delegado<br />

y representativo-.<br />

La realidad de partida, al igual que otras muchas ciudades, es la de un<br />

tejido social asentado, con años de experiencia en la reivindicación, la<br />

participación sectorial e incluso la gestión de proyectos, estructurado en<br />

redes sectoriales, en agrupaciones o en el caso de las Asociaciones de<br />

Vecinos en dos grandes Federaciones (una con 45 y otra con unas 30). Un<br />

tejido social que no presenta un único interlocutor y que desde su ámbito<br />

negocia, reivindica, participa y lleva a acuerdos de forma aislada con la<br />

Administración. Una situación de partida donde la participación directa<br />

del vecino/a no organizado ni asociado, es muy residual. El único<br />

resquicio posible para este tipo de participación lo constituye la presencia<br />

con voz en el pleno de la Junta de Distrito y los mecanismos de<br />

participación directa más teóricos que reales- que recoge nuestro<br />

reglamento de Participación Ciudadana (consulta popular, encuesta de<br />

opinión ciudadana…).<br />

En este marco, la elaboración presupuestaria se realiza, en la práctica, de<br />

manera “informal” y nada participada. Las áreas económicas del<br />

Ayuntamiento plantean sus directrices y objetivos “macroeconómicos” así<br />

como desde el área de Alcaldía (y en la “otra” Alcaldía, al tratarse de una<br />

coalición de dos partidos) se fijan sus opciones de obras emblemáticas o<br />

185


186<br />

de partido que hay que llevar a cabo. Simultáneamente cada área<br />

municipal establece, conforme a los condicionantes anteriormente dichos,<br />

su reparto de gasto de forma autónoma, teniendo en cuenta en algunas<br />

ocasiones algunas de las reivindicaciones ciudadanas (generalmente las<br />

que más capacidad de movilización han suscitado). Este “collage” es<br />

tradicionalmente presentado a su aprobación inicial y tras una sucesión de<br />

críticas por parte de la oposición y los vecinos y, en su caso, con algunas<br />

modificaciones para la galería, llevado a su aprobación definitiva, con la<br />

mayoría de los vecinos/as desencantados por la falta de inversiones otro<br />

año más y, con unos pocos temerosos, porque ese año sí tienen una<br />

consignación presupuestaria para una obra deseada, de que finalmente se<br />

lleve a cabo y no se quede sin ejecutar dicha partida.<br />

Esta realidad es la que impulsa al movimiento vecinal zaragozano a<br />

plantear una alternativa que renueve la confianza en la democracia y por<br />

tanto profundice en ella mediante fórmulas más participativas, y que<br />

suponga una experiencia real, nítida y con efectos beneficiosos para la<br />

ciudadanía en el corto plazo. Así, siendo conscientes de las dificultades<br />

existentes, siendo la primera de ellas la escasa propensión a la participación<br />

de los vecinos/as de nuestros barrios y por supuesto nuestra propia<br />

limitación al ser una parte del tejido social, diseñamos y realizamos las<br />

iniciativas que vamos a exponer.<br />

DATOS SIGNIFICATIVOS<br />

DATOS GENERALES DE ZARAGOZA<br />

Población<br />

Zaragoza cuenta con una población de 650.592 habitantes según datos<br />

facilitados por el Ayuntamiento de Zaragoza a fecha de 1 de enero de<br />

2005.<br />

El término municipal del Municipio de Zaragoza está dividido en 14<br />

Distritos Urbanos (Casco Histórico, Centro, Delicias, Universidad,<br />

Casablanca, San José, Las Fuentes, Almozara, Miralbueno, Oliver-<br />

Valdefierro, Torrero-La Paz, Actur-Rey Fernando, El Rabal, Santa Isabel)<br />

concentrando su población en tres de ellos (Delicias, San José y El Rabal)<br />

que en suma superan el 40% de la población total.<br />

Cuenta también con 15 Barrios Rurales agrupados en un Distrito Rural que<br />

cuentan con una población de 30.366 habitantes, (La Cartuja, Torrecilla<br />

Valmadrid, Juslibol-El Zorongo, San Juan de Mozarrifar, Montañana, San<br />

Gregorio, Peñaflor, Villamayor, Movera, Garrapinillos, Venta del Olivar,<br />

Monzalbarba, Villarapa, Alfocea, Casetas) siendo éste último el más<br />

poblado con un 4,5% sobre el total.


Organización municipal<br />

Actualmente el Ayuntamiento está formado por 31 concejales con la<br />

siguiente distribución 12 del Partido Socialista Obrero Español, 11 del<br />

Partido Popular, 6 de Chunta Aragonesista y 2 del Partido Aragonés.<br />

El gobierno está formado por una coalición entre PSOE-CHA con el<br />

reparto de las áreas siguiente:<br />

PSOE<br />

Tenencia de Alcaldía de Servicios Públicos<br />

Tenencia de Alcaldía de Participación Ciudadana<br />

Tenencia de Alcaldía de Cultura y Turismo<br />

Tenencia de Alcaldía de Grandes Proyectos e Infraestructuras<br />

Tenencia de Alcaldía de Régimen Interior y Fomento<br />

CHA<br />

Tenencia de Alcaldía de Urbanismo y Arquitectura<br />

Tenencia de Alcaldía de Educación, Acción Social<br />

Tenencia de Alcaldía de Juventud y Deportes<br />

Capacidad Presupuestaria<br />

La capacidad presupuestaria total para el año 2005 fue la siguiente:<br />

187


188<br />

DATOS GENERALES DE LA FABZ<br />

La Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza FABZ- coordina,<br />

estructura y organiza un Movimiento Vecinal cada vez más fuerte en cada<br />

barrio. Actualmente está compuesta por 45 asociaciones de vecinos<br />

contando con unos 15.000 socios aproximadamente. Las cuarenta y cinco<br />

asociaciones se encuentran difundidas por todo el término municipal,<br />

concentrándose algunas en zonas concretas y otras más dispersas, tanto<br />

en distritos urbanos como en barrios rurales.<br />

Dentro de la demarcación territorial de cada Asociación de Vecinos hay<br />

que destacar que no corresponde el ámbito territorial de cada Distrito (y<br />

por tanto de la Junta de Distrito) con el ámbito de cada asociación. Aunque<br />

la FABZ tiene integradas a prácticamente una asociación por cada distrito<br />

o barrio, la no coincidencia de los ámbitos territoriales ha supuesto y<br />

supondrá un inconveniente a la hora de poner en práctica este proyecto.<br />

Otros datos (de la FABZ y las AAVV federadas en ella):<br />

Publicaciones Propias............................................................15<br />

Gestión de Centros Sociolaborales............................................5<br />

Gestión de Cetros de Tiempo Libre y Ludotecas ...........................7<br />

Gestión de Puntos limpios.......................................................10<br />

Puntos de Distribución de Comercio Justo: .................................4<br />

Otros Proyectos.....................................................................16<br />

Media de actividades culturales al año: .................................116<br />

Media de cursos o talleres al año: .........................................118<br />

Apariciones en medios de comunicación: ..............................120<br />

Media de Movilizaciones anuales: ..........................................29


¿Qué objetivos tiene la FABZ?<br />

Defender, fomentar y mejorar los intereses generales de los vecinos en<br />

calidad de usuarios y consumidores y destinatarios finales de la<br />

actividad urbanística, cultural, deportiva, educativa, sanitaria,<br />

vivienda, social, económica, etc...<br />

Informar y formara a los vecinos en todas aquellas cuestiones que<br />

afecten al interés general, siendo respetuosos con los derechos de los<br />

demás colectivos y con la defensa de la naturaleza como bien general.<br />

Asumir la representación de agrupar a todas las asociaciones de<br />

vecinos constituidas, adoptando las resoluciones que, por su<br />

importancia afecten a los intereses de las mismas individual o<br />

colectivamente, o a los intereses de la Comunidad.<br />

Fomentar las Asociaciones de Vecinos como instrumento de defensa.<br />

Apoyar su creación allí donde no existan.<br />

La defensa de los intereses generales de los vecinos, incluidas su<br />

educación, formación e información, en su condición de destinatarios<br />

finales en adquisición, uso o disfrute de bienes, muebles o inmuebles,<br />

productos, servicios, actividades o funciones cualquiera que sea la<br />

naturaleza pública o privada, individual o colectiva de quienes los<br />

producen, facilitan, suministran o expiden.<br />

Velar y exigir en el ámbito de la comunidad autónoma el cumplimiento<br />

por parte de la Administración Pública de los derechos reconocidos en<br />

el ordenamiento jurídico hacia las asociaciones de vecinos como<br />

entidades de interés general, de usuarios, consumidores y de<br />

participación.<br />

Promover la mejora de las condiciones de vida y el control de todo tipo<br />

de actuaciones que afecten a su ámbito territorial.<br />

Defender los Derechos Humanos, los valores democráticos y libertades<br />

elementales, y promoverá la participación como base fundamental de<br />

la Democracia.<br />

Velar por la promoción cultural y social de los ciudadanos.<br />

Colaborar con las actividades que las asociaciones y que los<br />

ciudadanos lleven a cabo, en la búsqueda de las soluciones a sus<br />

problemas.<br />

Promover e impulsar actuaciones tendentes a conseguir estos fines.<br />

Relacionar cuando lo estime conveniente, con otras organización y<br />

entidades de cualquier tipo, en áreas a conseguir los fines para los<br />

cuales se constituye.<br />

189


190<br />

¿Cómo se organiza la FABZ?<br />

En cuanto a la organización de la FABZ, se estructura en Asamblea, Pleno y<br />

Secretariado principalmente, contando con comisiones y grupos de<br />

trabajo más o menos continuos dependiendo de la materia y prioridades<br />

marcadas en la asamblea anual.<br />

Anualmente celebra una asamblea donde los delegados de las 45<br />

asociaciones de vecinos marcan las líneas generales a seguir, aprobando<br />

la memoria del año anterior y la programación y los presupuestos para el<br />

siguiente. También es la Asamblea la que elige a los miembros del<br />

Secretariado y al Presidente de la misma mediante votación directa.<br />

Una vez al mes se realiza el Pleno, órgano de seguimiento a la gestión del<br />

Secretariado entre asambleas.<br />

El Secretariado compuesto por 11 miembros se reúne una vez por semana,<br />

teniendo encomendada la gestión y planificación de las actividades que,<br />

con la ayuda de cada comisión o grupo de trabajo, se llevan a cabo<br />

durante el año.<br />

En las comisiones o grupos de trabajo forman parte los socios de las<br />

asociaciones de vecinos que se involucran en la materia a tratar.<br />

Actualmente están constituidas ocho comisiones en materias de salud,<br />

mayores, presupuestos participativos, urbanismo, transporte, medio<br />

ambiente, mujer.<br />

LA EXPERIENCIA DE ZARAGOZA<br />

HISTORIA RECIENTE<br />

Fue en la asamblea de 23 de febrero de 2003 donde por primera vez<br />

desde una perspectiva general del conjunto de Asociaciones de Vecinos se<br />

aborda el debate sobre los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s como un<br />

mecanismo de profundización en la Democracia participativa. Este debate<br />

se realizó sobre la base de un documento llamado “Presupuestos<br />

<strong>Participativo</strong>s y Asociativos” en uno de los talleres de debate, de donde se<br />

obtuvieron las siguientes conclusiones:<br />

Necesidad de profundizar en la democracia, lo que sugiere interrogar<br />

necesariamente el estado actual de nuestras democracias. Así, resulta<br />

evidente que la ciudadanía en general siente escasa inclinación hacia<br />

la política y la participación en lo público, lo que se traduce en una<br />

efectiva falta de interés por lo que ocurre en el ámbito político y<br />

público.<br />

La extensión de las pautas participativas a partir de los Presupuestos<br />

<strong>Participativo</strong>s pueden fortalecer a las asociaciones, primero,<br />

aumentando su presencia social en la ciudad, haciéndolas no sólo más


visibles, sino poniendo a su disposición espacios ciudadanos en los que<br />

contribuir con su trabajo, segundo, cualificando su propio trabajo<br />

como organizaciones ciudadanas, y tercero, enriqueciéndose ellas<br />

mismas con la participación de más gente en un proceso que extiende<br />

las prácticas participativas a todo el espacio público, distinguiendo<br />

claramente el espacio público del privado, parcialmente soterrado en<br />

los marcos institucionales actuales.<br />

Así quedaron estas conclusiones y muchas preguntas en el aire como<br />

¿Qué ventajas ofrece la democracia participativa que no la<br />

representativa?, ¿Son los presupuestos participativos un instrumento útil?<br />

¿Qué valores tienen? ¿Conocemos otros instrumentos de democracia<br />

participativa? ¿Son aplicables en nuestra ciudad? ¿Cómo podría<br />

favorecer desde la FABZ y las Asociaciones de Vecinos la aplicación de la<br />

democracia participativa?<br />

Tras estas conclusiones se pone en marcha un grupo de trabajo en la FABZ<br />

que en el año 2004 es capaz de plantear una experiencia participativareivindicativa<br />

a nivel de toda zaragoza, con la elaboración de un<br />

documento de demandas vecinales en todos los ámbitos, asociación por<br />

asociación, recopilando datos, sugerencias, propuestas, demandas... un<br />

proceso que se denominó de “presupuestos participativos” más por el<br />

efecto ilusionante del término que por su realidad.<br />

RESUMEN DE LA EXPERIENCIA DEL AÑO 2004<br />

Como continuación del trabajo comenzado en el año 2003 la FABZ se<br />

planteó realizar una experiencia participativa-reivindicativa a nivel de<br />

toda Zaragoza, que se basaba en la elaboración de un documentoresumen<br />

de las demandas de las Asociaciones de Vecinos recogidas en un<br />

solo documento, jerarquizadas en orden de importancia y valoradas<br />

conjuntamente por todas las AAVV.<br />

Este proceso cumplía diferentes objetivos, por un lado reivindicar al<br />

Ayuntamiento la implantación de presupuestos participativos en la ciudad<br />

de Zaragoza, por otro lado obtener unas propuestas elaboradas a partir de<br />

las demandas de los vecinos/as de los barrios y que las Asociaciones, a<br />

modo de representantes de esos vecinos, clasificaran en orden de<br />

importancia introduciendo criterios de solidaridad interterritorial y decisión<br />

conjunta.<br />

Características:<br />

Carácter reivindicativo y de abajo a arriba. Porque no partía del<br />

compromiso previo del Ayuntamiento de acatar (ni tan siquiera tener<br />

en cuenta) el resultado de este proceso.<br />

De participación limitada. Porque sí bien potencialmente se daba la<br />

191


192<br />

participación directa de los vecinos a la hora de hacer propuestas a<br />

través de las Asociaciones de Vecinos y eran estas mismos vecinos,<br />

constituidos en Asociación, los que decidían el orden de prelación de<br />

las propuestas de su barrio y del de los demás, realmente el ámbito de<br />

las personas que participaron en el proceso fue la Junta de las AAVV y<br />

algún socio de las mismas.<br />

No ceñido a un presupuesto concreto. Dado que por un lado no existía<br />

ese compromiso por la Administración y por otro se carecían de las<br />

herramientas técnicas para valorar técnicamente (viabilidad, duración<br />

de la obra…) y económicamente la propuesta.<br />

El proceso fue el siguiente:<br />

1º) En un primer momento las AAVV, recogiendo las demandas de los<br />

vecinos, presentaron en el pleno de la FABZ todas las necesidades de cada<br />

barrio, justificando su importancia y explicando su alcance.<br />

2º) Posteriormente las AAVV se organizaron en reuniones por sectores de<br />

ámbito superior al barrio (Distrito) donde se debatió la posibilidad de<br />

agrupar las reivindicaciones o incluso de priorizar conjuntamente algunas<br />

de ellas.<br />

3º) Con todo este trabajo se ha elaboró un documento con una<br />

clasificación propia, que diferenciaba entre:<br />

Grandes infraestructuras o aquellas que afectaban a toda la ciudad;<br />

Infraestructuras de Barrio, que eran aquellas que se localizan en una<br />

parte del barrio pero que afectaban a todo el barrio o Distrito<br />

Obras menores localizadas en una parte del barrio;<br />

Problemas de movilidad;<br />

Políticas de Acción Social, aquellas que no implicaran un equipamiento<br />

que ya estuviera recogido en otra clasificación.<br />

Seguimiento de Partidas ya comprometidas o incluso presupuestadas<br />

año a año y nunca ejecutadas.<br />

Además, como complemento a ello y dado que para poder decidir era<br />

preciso tener en cuenta la situación de partida de cada barrio realizamos<br />

un documento en el que se daban datos de población y demográficos de<br />

cada distrito a la vez que se daba cuenta de los equipamientos y servicios<br />

ya existentes en el mismo.<br />

4º) Finalmente se realizó una votación donde cada Asociación de Vecinos<br />

dio unos votos a cada reivindicación, dentro de cada categoría,<br />

dependiendo de la importancia que le atribuyera a la misma, valorada<br />

según los recursos que ya disponía el barrio o el número de habitantes o la<br />

edad media de cada barrio. Con todo ello se elaboró un documento que<br />

recoge todas las reivindicaciones jerarquizadas por orden de prioridad.


5º) Presentación pública de los resultados a los medios de comunicación al<br />

Ayuntamiento y a los diferentes grupos municipales.<br />

El resultado de este proceso fue en cuanto a la consecución de las medidas<br />

concretas que se solicitaron en las demandas escaso por no decir nulo. Esa<br />

era precisamente su debilidad y es que no partía del compromiso previo de<br />

aceptación al tratarse de un proceso de abajo a arriba, demandado por la<br />

sociedad, al contrario que en otras experiencias de arriba abajo,<br />

implantado por el equipo municipal.<br />

Sin embargo, esta falta de resultados inmediatos se tradujo en varios<br />

efectos muy beneficiosos, y entre ellos destaca como ese mismo año, como<br />

resultado de la presión ejercida por este proceso y la demanda constante<br />

de las AAVV en sus Juntas, diferentes concejales inician en sus Distritos<br />

experiencias variopintas de participación definidas todas ellas como<br />

“presupuestos participativos” .<br />

Con diferente suerte y calidad estas asunciones suponen que se va<br />

asumiendo, aunque sea de manera formal y la conveniencia de establecer<br />

una suerte de presupuestos participativos en Zaragoza y esto abre las<br />

puertas para plantear nuevas iniciativas.<br />

DATOS:<br />

Número de AAVV participantes ...............................................34<br />

Número de personas que han participado ..............................300<br />

Número de propuestas obtenidas..........................................193<br />

EL FUTURO INMEDIATO<br />

Actualmente tras una serie de negociaciones y una propuesta conjunta de<br />

todas las AAVV a través de la FABZ se ha conseguido que el Ayuntamiento<br />

de Zaragoza acepte iniciar una “experiencia piloto” en todos los Distritos<br />

Urbanos de la Ciudad 14 a través de sus Juntas de Distrito en determinadas<br />

partidas (obras menores y actividades) de las propias juntas.<br />

Paralelamente se iniciará un proceso de recogida de sugerencias sobre<br />

obras y equipamientos necesarios para el barrio que trasciendan de las<br />

partidas “puestas en participativo” para la confección del presupuesto<br />

general.<br />

El alcance del proceso es limitado en cuanto a la cuantía de las partidas de<br />

las Juntas (no más de 60.000 euros por Junta) y en cuanto al carácter de<br />

sugerencia de las obras que exceden esta cuantía, sin embargo,<br />

entendemos que la importancia de la experiencia es más cualitativa que<br />

cuantitativa constituyendo un punto de inflexión en la elaboración<br />

presupuestaria municipal.<br />

193


194<br />

Esta iniciativa supone varias innovaciones:<br />

1) Es el Ayuntamiento el que asume el proceso y la autoaceptación de los<br />

resultados, aunque delegue la gestión concreta en la propia FABZ<br />

mediante la firma de un convenio.<br />

2) El participación se da en función de la vecindad (por ser vecino de un<br />

barrio) y no por la vinculación a una asociación de vecinos.<br />

3) Existe un componente técnico que valora la viabilidad técnica de las<br />

propuestas y el coste de las mismas, información básica para un proceso<br />

de participación.


ÍNDICE GENERAL<br />

I Parte. Contexto teórico de las Democracias<br />

Participativas..........................................................................3<br />

Los retos de las Democracias Participativas. ......................5<br />

Tomás Rodríguez Villasante<br />

Presupuesto <strong>Participativo</strong> (Herramientas para la<br />

participación) ...............................................................31<br />

Haiman El Troudi<br />

Marta Harnecker<br />

Luis Bonilla<br />

Desafíos éticos, técnicos y políticos de la Participación<br />

Social ..........................................................................55<br />

Carlos Núñez Hurtado<br />

II Parte. Los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de Sevilla:<br />

Diferentes perspectivas y singularidades de un proceso<br />

participativo. ..................................................................75<br />

Vas, propones y votas ... ¿Así de fácil? Un año de<br />

Presupuestos <strong>Participativo</strong>s en Sevilla..............................77<br />

Javier Navascues<br />

La democracia en proceso participativo: principios,<br />

fundamentos y requisitos................................................87<br />

Joaquín Herrera Flores<br />

Manuel J. Sabariego Gómez<br />

Rocío Medina Martín<br />

Vicente Barragán Robles<br />

Gemma Lorente Martín<br />

La Democracia Participativa: de los presupuestos a los<br />

supuestos participativos en la Ciudad de Sevilla ............115<br />

Jorge Ruiz Morales<br />

Rocío Valderrama Hernández<br />

Mercedes Rubio Juárez<br />

Dolores Limón Domínguez<br />

José Luis Carrasco Calero<br />

195


196<br />

La Pedagogía de la Decisión........................................131<br />

Virginia Gutiérrez Barbarruso<br />

Paula Garvín Salazar<br />

Joaquín Recio Martínez<br />

María Bastante Fernàndez<br />

María Eugenia Cáceres Carbona<br />

El Tercer Pilar: Los técnicos municipales en los presupuestos<br />

participativos ..............................................................145<br />

Isidoro Moreno Navarro<br />

Javier Hernández Ramírez<br />

José María Manjavacas Ruiz<br />

ANEXO. Pasos en la construcción de las propuestas de<br />

Presupuestos <strong>Participativo</strong>s del 2005.............................165<br />

Francisco Zurbano<br />

III Parte. Otras experiencias de Democracias<br />

Participativas................................................................171<br />

Un proceso de Participación Ciudadana .......................173<br />

Marc P. Lammerink<br />

Experiencia de Zaragoza .............................................185<br />

Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ)

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