BOCETO DISEÑO - Orçamento Participativo - Portugal
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LA PEDAGOGÍA<br />
DE LA DECISIÓN<br />
Aportaciones teóricas y prácticas a la<br />
construcción de las Democracias Participativas<br />
construyendo ciudadanía/10<br />
La Delegación de Participación Ciudadana y<br />
el Equipo de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s<br />
dedica este libro a nuestro querido Emilio<br />
Vizuete, que fue un activo participante de<br />
Torreblanca y delegado de los Presupuesos<br />
Participaivos.<br />
A su esposa todo nuestro cariño y apoyo
Editan<br />
CIMAS - Observatorio Internacional de Ciudadanía y Medio Ambiente Sostenible<br />
Delegación de Participación Ciudadana - Ayuntamiento de Sevilla<br />
Coordinan<br />
Joaquín Recio Martínez<br />
Virginia Gutiérrez Barbarrusa<br />
María Bastante Fernández<br />
María Eugenia Cáceres Narbona<br />
Tomás Rodríguez Villasante<br />
Foto Portada<br />
María del Mar Mancheño Lupiañez<br />
Fotos Interiores<br />
Pablo Cousinou.<br />
María del Mar Mancheño Lupiañez.<br />
ISBN-13: 978-84-611-2443-5<br />
ISBN-10: 84-611-2443-X
I PARTE<br />
Contexto teórico de las<br />
Democracias Participativas.<br />
3
LOS RETOS DE LAS DEMOCRACIAS PARTICIPATIVAS<br />
Tomás R. Villasante<br />
1.- Las protestas en los barrios periféricos, como<br />
síntoma<br />
Empecemos por retomar un tema de nos coloca en un límite, como un<br />
“analizador” o suceso candente, que todos hemos comentado por lo que<br />
pueda tener de futuro entre nosotros: la revuelta de los jóvenes de barrios<br />
periféricos franceses y también europeos. Es algo que no es nuevo en<br />
cuanto a rebeldías de los jóvenes en barrios vulnerables, sensibles,<br />
marginados, etc. Lo que es nuevo es la generalización tan rápida entre<br />
unas ciudades y otras, y lo que supone de amenaza de nuevas formas de<br />
contestación tanto para los próximos años como para nuevos territorios a<br />
los que se pudiera extender. Las democracias ¿qué pueden hacer cuando<br />
hay estas protestas generalizadas, y cuyo sentido no parece del todo claro,<br />
al menos con los códigos tradicionales? Por ejemplo, cuando se queman<br />
coches en sus propios barrios y no en los centros urbanos, cuando no hay<br />
una organización manifiesta que reivindique o que quiera hacer propuestas,<br />
etc. Hay nuevos síntomas de malestar con la organización general de<br />
nuestra sociedad, no sólo con algunos hechos aislados sino un mal de<br />
fondo.<br />
No se trata de una revuelta islámica como han querido decir algunos, esto<br />
recuerdan mucho más los fenómenos de Caracas, de Córdoba, o de Los<br />
Angeles, de hace años. La misma forma de anunciar la prensa (8-N-05)<br />
“Los disturbios se cobran la primera muerte” parece no tener en cuenta las<br />
muertes de jóvenes anteriores. Es la sociedad del orden que no entiende a<br />
estas bandas juveniles, aunque las haya estado formando con el vocabulario<br />
provocativo y descalificante de sus políticos, con la violencia de los<br />
video-juegos o de las películas de la TV,... Estos jóvenes sienten que no<br />
tienen nada que perder . “No tienen interés en ser ciudadanos y es mejor<br />
romper”... “conseguimos cosas: salimos en la televisión y van a dar pasta a<br />
los barrios”... “cuando no hay violencia en los barrios se olvidan a sus<br />
5
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habitantes”... (Yazid Kherfi, El Pais, 9-N-05) En el fondo es la única vía que<br />
les queda para pedir socorro, para integrarse en la sociedad que no les<br />
deja otras formas de integración. Salir en los telediarios, aunque sea así, es<br />
existir. Si les quitan a los adultos de esos barrios la policía de proximidad,<br />
las ayudas a las asociaciones, etc. es que fracasa esa vía moderada (por<br />
cierto defendida por muchas entidades islámicas). Y triunfa la polarización<br />
de los conflictos, y el “a ver quién es más macho”: ¿el estado penal con<br />
más cárceles, o mi banda que es más salvaje que ninguna, más “escoria”<br />
que ninguna?<br />
Ni el modelo USA, ni el Inglés ni el Francés, no es una cuestión de formas<br />
de distintos tipos de guetos, sino de haber creado guetos urbanísticos y<br />
sociales. Da lo mismo que la marginación sea étnico-social o socioeconómica,<br />
o una mezcla de ellas con lo urbanístico, pues acaban<br />
retroalimentándose tanto en lo económico como en lo territorial como en<br />
lo simbólico. En Estados Unidos las culturas musicales de los jóvenes lo<br />
vienen anunciando desde hace tiempo, y en Europa solo acaban de<br />
empezar a dar los mismos síntomas. Nos lo están diciendo en los “grafitis”,<br />
en las canciones “rap”, etc. Son los “gritos” (Holloway) de unas generaciones<br />
“sin futuro”. Alguien ha dicho que se trata de “ritos de paso”... ¿pero<br />
hacia donde? No son ritos de paso hacia una sociedad adulta integrada.<br />
Sus padres, después de trabajar toda la vida se encuentran sin trabajo, y<br />
sus asociaciones apenas son reconocidas, sólo el delito o el fundamentalismo<br />
se ven reconocidos por los medios de comunicación. Hace años así<br />
me lo explicaba una grupo de jóvenes ante una cámara en el municipio de<br />
Parla (Madrid), que preferían “dar un palo” que ponerse a “trabajar como<br />
burros y, como su padre, acabar despedido y borracho...”<br />
“Socialismo o barbarie” decía el movimiento social europeo hace años. Y<br />
como no conseguimos lo primero pues está llegando lo segundo. La falta<br />
de perspectivas vitales abre un nuevo proceso, que por lo menos no va a<br />
dejar que perviva la hipocresía y el cinismo de la pura represión sin más. Es<br />
la “explosión del desorden” (Fernández-Durán) que aunque no se le vea<br />
salida fácil, nos sitúa en un nuevo escenario, no sólo del terrorismo<br />
“externo”, sino en los problemas “internos” que no vamos a poder eludir<br />
de ninguna manera. Las medidas represivas de expulsar a parte de la<br />
población o de recrudecer los controles de entrada, de aumentar las<br />
cárceles, de poner más policía en todas partes, no harán más que tensar<br />
aún más las situaciones conflictivas. Pueden ganar algunos votos de los<br />
que votan, o parar algunos estallidos por el miedo a la represión, pero de<br />
fondo la situación de violencia estructural se vivirá peor por el conjunto de<br />
los ciudadanos. Sobre todo esto afecta a los sectores medios urbanos,<br />
porque quienes puedan vivir en sus urbanizaciones de lujo super-aisladas y<br />
muy vigiladas, o quienes se muevan en los guetos sin control y abandonados<br />
socialmente, no van a vivir tan mal como los centros y las zonas
urbanas de transición estas tensiones a medio plazo. Estamos en la “nueva<br />
edad media” (U. Eco, años 70) donde cada cual se refugia en sus castillos,<br />
sus bosques, sus chozas, sus gremios, etc.<br />
Las medidas de urgencia del Gobierno francés parece que no han<br />
entendido la cuestión que se plantea. Además de la represión sin más, de<br />
tipo policial “duro”, aparecen otras de tipo “blando” que tratan de<br />
restaurar más de lo que ya tenían (y habían suprimido). Poner más dinero<br />
para empleo y para Agencias de Renovación Urbana y de Cohesión Social,<br />
y para Asociaciones civiles. Poner a 5.000 pedagogos en los colegios de<br />
estos barrios, y citar a entrevistas personales a “todos los jóvenes de menos<br />
de 25 años” al servicio de empleo. No aparecen medidas comunitarias ni<br />
participativas con las redes sociales de estas poblaciones, más allá de<br />
algunas reuniones simbólicas para la prensa. Son medidas cuantitativas en<br />
la cuestión del dinero, y cualitativas en la cuestión de las agencias profesionales,<br />
pero los poderes decisivos los siguen manteniendo lejos de estas<br />
comunidades barriales. Incluso se justifican contraponiendo los valores<br />
“republicanos” contra los “comunitaristas” (Vidal-Beneyto). Pero no es<br />
cuestión de más profesionales o de más dinero, que traten de acallar el<br />
ruido, sino del modelo de toma de decisiones, de que las redes sociales de<br />
estos barrios y de toda la ciudad puedan manifestar sus necesidades de<br />
forma integral y guiar planes que den soluciones a lo que plantean:<br />
aterrizar y concretar la Dignidad de cada lugar, las Democracias participativas,<br />
y los Recursos disponibles.<br />
Existen metodologías participativas que permiten responder a estas<br />
exigencias en los barrios tal como las tratamos de poner en práctica, pero<br />
es necesario partir desde la implicación de importantes redes de la propia<br />
población involucrada. No se trata de mitificar las comunidades, pues<br />
efectivamente pueden estar manipuladas por fundamentalismos, o por<br />
clientelismos varios, pero tampoco cabe escudarse en estas dificultades<br />
para no contar con los síntomas manifestados por sus propios afectados.<br />
Hay que partir de donde duele, no porque sea la causa profunda del dolor,<br />
sino para poder llegar a construir el camino que nos permita que las<br />
energías fluyan creativamente por esas vías, en vez de bloquearlas. Las<br />
relaciones entre la administración y las entidades ciudadanas, entre las<br />
entidades entre sí, y entre la ciudadanía de a píe y las entidades y la<br />
administración suelen funcionar con muchas deficiencias. Es en estas<br />
relaciones de la vida cotidiana dónde debemos fijar nuestra atención para<br />
que las energías puestas en ellas consigan hacer más fluidos y eficientes los<br />
procesos de toma de decisiones y de ejecución de las mismas. Lo que<br />
podemos avanzar en estos momentos va más allá de las grandes teorías de<br />
filosofía política, de los ideales de la democracia, para tratar de demostrar<br />
con ejemplos concretos (seguramente parciales y limitados aún) cómo se<br />
puede articular una planificación participativa eficaz, como se pueden<br />
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8<br />
integrar colectivos de diferentes culturas, cómo se puede hacer seguimiento<br />
y control de las decisiones públicas, cómo se puede medir con otros<br />
indicadores que nos sea el dinero.<br />
2.- Distinciones sobre contradicciones en que nos<br />
movemos.<br />
Antes de meternos en el cómo hacer las cosas, qué caminos emprender,<br />
conviene pensar un poco sobre el “para qué” de lo que pretendamos<br />
hacer. El “habitar” tiene que ver con el “habitat” pero no se reduce a sus<br />
aspectos espaciales o tecnológicos. Es una distinción importante para que<br />
podamos considerar los “para qué” unidos a los “para quienes”, los<br />
contenidos espaciales que se pretenden en relación con los sujetos que ha<br />
de vivir y sus redes de uso y convivencia. Estas cuestiones a veces se pasan<br />
con conceptos genéricos, como habitabilidad, calidad de vida, democracia,<br />
... donde aparentemente todos coincidimos, pero que cada cual<br />
entiende cosas muy distintas cuando los concretamos a lo largo de los<br />
procesos. Si no se aclaran los problemas y las paradojas que pueda haber<br />
escondidos en ellos, el campo donde nos hemos de mover, y al menos que<br />
es lo que no queremos, acabarán por surgir las disputas cuando menos se<br />
lo piense. Al principio no es necesario precisar tanto que es lo que queremos,<br />
muy delimitado, pues cada cual acabaría por excluir incluso a los<br />
más cercanos. Es preferible empezar por excluir lo que no queremos pues<br />
esto nos permite delimitar un campo con varias posibilidades de construcción<br />
colectiva. Así podemos mantener algunos objetivos generales, sobre<br />
todo si establecemos distinciones lo más claras posibles con lo que serían<br />
sus contrarios.<br />
Por ejemplo, en el campo del habitar, podemos establecer una primera<br />
distinción entre el urbanismo de especulación y segregación que se ha<br />
venido dando y el objetivo de desarrollo sostenible o sustentable. Es un<br />
primer paso para empezar a rechazar lo que no queremos, aunque en esta<br />
dicotomía no quede concreto ni siquiera si es sostenible (tecnológicamente<br />
desde arriba) o sustentable (sustentado desde abajo). Parece que necesitaremos<br />
construir participadamente indicadores que nos concreten en cada<br />
caso cuanto de cada cosa se precisa para cada momento del proceso. Por<br />
ejemplo, otro eje más emergente desde las practicas habituales estaría<br />
entre los Planes Comunitarios de un lado, y las Ocupaciones (de familias<br />
necesitadas) y Okupaciones (de grupos alternativos) del otro. Como<br />
vemos dentro de cada práctica y concepto aparecen a su vez nuevas<br />
distinciones que van precisando que es lo que vamos queriendo hacer,<br />
cuanto de tal o cual aspecto y cuanto de aquel otro. Son campos donde<br />
hemos de ir tomando decisiones en el proceso, y que no dependen de lo<br />
idónea que sea en abstracto una idea, sino de lo que están dispuestos a<br />
realizar las personas y grupos implicados. Hay muchas formas de oponerse
a la especulación y la segregación de un territorio, pero cual sea la<br />
combinación adecuada a cada caso es algo que sólo es viable y deseable<br />
que se construya con las propias redes sociales en presencia.<br />
Podemos seguir profundizando en estos juegos de distinciones, construyendo<br />
estos “tetralemas” que superan los dilemas iniciales. Siempre hay un<br />
primer eje dominante que nos permite delimitar en contra de qué estamos,<br />
y que nos pone de acuerdo a los participantes en estas primeras tomas de<br />
decisiones en un campo que debemos ir profundizando bastante más.<br />
Siempre podemos ir construyendo nuevos ejes emergentes, cuando vayan<br />
siendo planteados por los implicados, para que las decisiones puedan ser<br />
participativas y así mejor asumidas por el conjunto. En el caso de los Planes<br />
Comunitarios sin duda hay muchas formas de realizarlos, y lo mismo es el<br />
caso de las “ocupaciones” de tierras o de edificios. Lo más importante nos<br />
parece que es saber que estamos moviéndonos en campos de decisiones<br />
no cerradas, sino al ritmo de la construcción colectiva, dependiendo de las<br />
fuerzas sociales en presencia y sus intereses. Los “tetralemas” entonces nos<br />
sirven para no cerrar de antemano los procesos, y para devolver a los<br />
grupos y sectores una democracia y un procedimiento anti-especulativo.<br />
Pero también debemos tener en cuenta los aspectos económicos para los<br />
procesos de re-urbanización por ejemplo. La precariedad estructural de<br />
muchos de los habitantes de estos barrios segregados es un elemento clave<br />
para establecer estrategias viables que no se queden en el mero diseño<br />
arquitectónico de viales y edificios. Hemos visto demasiados edificios con<br />
premios a su diseño, que se han convertido por sus usos en todo lo<br />
contrario de lo que se pretendía, ante la imposibilidad de las familias de<br />
atenerse a la capacidad de mantenimiento que se requería. Por ejemplo, lo<br />
que se diseñó para garaje también se puede usar como almacén o como<br />
taller o como tienda. Establecer distinciones sobre las iniciativas de<br />
trabajo que los sujetos de cada caso pueden asumir es prioritario para no<br />
hacer todos los diseños con tipologías iguales y poco concretas a los usos<br />
que se van a dar. Frente a la precariedad estructural del mercado en que se<br />
sitúan muchos sectores cabe plantearse una Regulación de espacios para<br />
la Formación y el Trabajo en las reurbanizaciones. Pero dentro de este<br />
objetivo también cabe otro eje emergente, entre sistemas de iniciativas<br />
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10<br />
Cooperativas, o las Subvenciones planificadas aunque sean improductivas<br />
desde el punto de vista del mercado. Más tetralemas se nos abren en este<br />
campo.<br />
La organización de estos procesos es otro campo, por ejemplo, que no<br />
debemos olvidar para poder aprovechar toda la potencialidad de las<br />
iniciativas en juego. Por un lado tenemos a las administraciones públicas y<br />
sus profesionales que hacen Programas más o menos asistenciales en<br />
función de necesidades que creen observar en el mejor de los casos, y en<br />
función de las campañas de prensa y polémicas entre los partidos más<br />
frecuentemente. En el otro polo de este dilema aparecen las Asociaciones<br />
de diverso tipo que reclaman formas participativas, dado su mayor<br />
conocimiento de las necesidades de los sectores que se ven involucrados<br />
en cada proceso. Pero tampoco aquí las cosas son tan sencillas como esta<br />
polémica sobre participación más o menos, pues dentro de lo participativo<br />
también se dan redes informales que a veces son clientelares de tal o cual<br />
dirigente o grupo social o político. El eje emergente en estos procesos nos<br />
confronta a las redes corporativas con sus intereses particulares con las<br />
metodologías participativas de los “conjuntos de acción”, por ejemplo.<br />
Pues hay metodologías para que los vicios profesionales, o de las asociaciones<br />
o de las redes informales puedan limitarse, y en cambio fomentarse<br />
los ambientes creativos y solidarios desde las iniciativas particulares.<br />
Las cuestiones culturales y simbólicas siempre están presente al considerar<br />
el habitar. Y hay diversas formas que no siempre han de pasar por la<br />
integración a asimilación a la cultura dominante. Sin duda que las<br />
primeras dicotomías se plantean entre el afán de los que viven en un lugar y
que suelen pretender que los demás se acoplen a sus costumbres, y de otro<br />
lado el respeto a las multiculturales formas de vida de cada cual, y que a lo<br />
más que podemos llegar es a “traducir”, hacer inteligibles, unas y otras<br />
culturas. En la práctica la cosa suele ser más compleja, y se dan diferentes<br />
grados de interculturalidad, porque se van produciendo diversas formas de<br />
“sistematización” entre lo que aportan unas y otras culturas. Pero en el eje<br />
emergente se nos vuelven a plantear los problemas de saber cual sea la<br />
buena sistematización o las traducciones acertadas. Como mucho<br />
podremos rechazar el inmovilismo de la integración a una cultura que no<br />
acepta cambiar ni crecer, el regreso a una identidad pura, que por<br />
inexistente sólo puede encubrir una imposición a quienes no la compartan<br />
enteramente. Pero también se pueden plantear estilos creativos en el eje<br />
emergente que no supongan una sola sistematización, sino la apertura de<br />
saltos “transductivos” a variadas propuestas desde las culturas vigentes.<br />
La presentación de estos tetralemas pretende, en primer lugar, desbloquear<br />
los dilemas en que muy a menudo nos encierran en callejones sin<br />
salida los planteamientos tanto de los promotores de los procesos como<br />
los propios usuarios, cuando no se “levanta el foco” de lo más inmediato, y<br />
no se ve más allá de donde nos duele a cada uno. Estas distinciones no son<br />
sólo conceptuales, sino que apuntan a un proceso de profundización en<br />
practicas diversas y posibles. Sirven para hacernos algunas preguntas,<br />
muchas veces con las mismas frases recogidas de sectores de la población<br />
que no suelen ser oídos (jóvenes, minorías, etc.) y que abren los procesos<br />
más allá de debates interminables entre dirigentes muy polarizados. Es en<br />
esta complejidad de contradicciones y paradojas donde surge la creatividad,<br />
cuando se consigue generar un ambiente adecuado a la confianza de<br />
que entre todos los presentes podemos construir caminos que nos resulten<br />
viables y que respondan a buena parte de nuestras necesidades. Construir<br />
los “para qués” no es algo tan evidente que podamos hacer al principio de<br />
un proceso en toda su concreción. Se trata más de un proceso de cierta<br />
duración donde se van encadenando dilemas y tetralemas, donde lo más<br />
importante es rescatar toda la creatividad de los sectores potencialmente<br />
implicados. Y no tanto por ser muchos los que acudan a asambleas<br />
masivas, sino por poder aportar cada cual en conversaciones, en talleres o<br />
11
12<br />
reuniones, donde la gente pueda aprovechar una construcción colectiva<br />
desde los diferentes intereses en juego.<br />
3.- Los retos que vivimos de las democracias participativas.<br />
Ya existen suficientes experiencias, y modalidades diversas, para que no<br />
tengamos que hablar en abstracto de las democracias participativas. Pero<br />
eso no quiere decir que ya tengamos soluciones muy claras y contundentes,<br />
sino que estamos iniciando caminos diversos, con sus “pros” y sus<br />
“contras”, y que aún tenemos muchos retos por delante. Algunos de esos<br />
elementos problemáticos son los que queremos discutir en base a las<br />
controversias actuales de los Presupuestos participativos, de los ritos<br />
democráticos, de los sistemas de Planificación social, de los sistemas de<br />
indicadores, etc. Porque las causas profundas del malestar de muchas<br />
comunidades locales tiene que ver con la insatisfacción de las formas en<br />
que se ven marginadas en las actuales tomas de decisiones, en las formas<br />
de organizar el trabajo, en los valores que se declaran y no se cumplen, etc.<br />
Por eso vamos a tratar de comparar diferentes soluciones que se están<br />
aportando, sus complementariedades y sus contradicciones. Muchas de<br />
estas contradicciones se formulan a veces de manera demasiado simple,<br />
en plan de dicotomías o dilemas, o esto o lo otro. Pero las cosas no suelen<br />
ser tan simples, sino que además de esto y lo otro, suelen existir “ni esto ni<br />
lo otro”, y “esto pero lo otro también”. Como vamos a ver estos “tetralemas”<br />
amplían el campo de discusión de lo que se puede hacer, y hacen<br />
emerger unos ejes nuevos de propuestas más allá de los habituales.<br />
Veamos algunos casos concretos.<br />
3.1-<br />
La descentralización se plantea como forma de llevar más cerca los<br />
servicios al ciudadano, pero no siempre da los mismos resultados. La<br />
cuestión es que no siempre se trata de hacer lo mismo aunque la expresión<br />
sea semejante, y resultan posiciones realmente contrapuestas y hasta<br />
contradictorias. Por eso hay que entrar en las formulaciones más concretas<br />
en cada caso y no quedarse en un debate de principios abstractos, algo así<br />
como la descentralización es buena o mala, muy cerca de discusiones<br />
ideologizantes y maniqueas. Para empezar las formulaciones más habituales<br />
ya nos plantean una dicotomía restringida entre descentralización con<br />
reglas de mercado hacia empresas y ONGs, a quienes la autoridad delega<br />
algunas de sus responsabilidades, o bien desconcentración hacia algunas<br />
unidades burocráticas menores, con más funcionarios, para estar más<br />
cerca de los problemas cotidianos. Este debate se vuelve enseguida en el<br />
de privatización de lo público (con intereses particulares en juego) frente a<br />
burocratización (con falta de control y eficacia de los servicios). Este debate<br />
no deja ver muchas veces que tanto unos como otros tienen razón en sus<br />
críticas pero no tanto en las alternativas.
El modelo tradicional de que la administración ponga más funcionarios o<br />
técnicos contratados para solucionar cualquier asunto desde luego hace<br />
que se multipliquen las instancias de responsabilidad y de coordinaciones<br />
en el mejor de los casos, pero no garantiza la dedicación cualitativa a los<br />
problemas por lo que surgió la problemática. Los sistemas de control y de<br />
incentivos de los trabajadores públicos dejan bastante que desear, pues<br />
desde las autoridades no se es capaz de llegar a todas partes, desde los<br />
sindicatos se tiende más al corporativismo que a la autocrítica, y desde la<br />
ciudadanía apenas hay formas de criticar o estimular un servicio. El<br />
modelo basado en delegar competencias en entidades privadas, con<br />
ánimo de lucro o sin ánimo de lucro, tiene su lógica en la falta tradicional<br />
de resultados de las burocracias estatales. Pero las experiencias de este<br />
tipo de mercado de servicios tampoco nos garantizan que se eliminen las<br />
burocracias sobre todo en el caso de grandes empresas, que aunque<br />
pueden dar servicios más baratos a veces, por las condiciones de explotación<br />
del trabajador traen también mala calidad en los servicios. En el caso<br />
de las ONGs hay de todo, pues algunas no son más que empresas<br />
disfrazadas, y otras en cambio ponen un voluntarismo que les permite<br />
aportar unas calidades que pueden ser interesantes para los usuarios del<br />
servicio. Pero aún con todo, tanto las mejores ONGs como las mejores<br />
empresas son controladas más por las reglas de la competencia del<br />
mercado que por los objetivos de planificación y control públicos. Así<br />
podemos ver en un territorio competir a varias ONGs por las subvenciones<br />
o los convenios en vez de establecer una cooperación más beneficiosa<br />
para los intereses de la gente.<br />
Por estas razones aparecen frecuentemente experiencias de luchas<br />
populares que surgen de las bases sociales enfrentándose con las administraciones.<br />
Y si no surgen más luchas no es porque no haya un descontento<br />
latente, sino porque no se cree que sirvan para algo, pues tras la reivindicación<br />
se suele contestar desde la administración con más funcionarios o con<br />
más servicios privatizados (como en el caso francés citado). Las cuestiones<br />
públicas no se entienden como dar protagonismo a la ciudadanía sino<br />
como atender con dinero y trabajadores cuando hay algún brote de<br />
protesta. Son escasos, y se cuentan como casos singulares en cada<br />
ciudad, algún Plan Comunitario surgido de demandas de la ciudadanía. A<br />
veces consigue articular los diversos servicios implicados en la localidad, y<br />
prevee con tiempo, y a partir de un diagnóstico participativo, cómo<br />
deberían hacerse las cosas y que funcionen los servicios que existen.<br />
Evidentemente cuando se dan tales situaciones la eficiencia y se multiplica,<br />
y se pueden combinar elementos de la administración, de ONGs, religiosos,<br />
privados, y de movimientos sociales, en una suerte de democracia<br />
participativa si las metodologías son las adecuadas. Este camino sí entra<br />
en controlar a los funcionarios y a los no funcionarios, sí hace propuestas<br />
13
14<br />
desde la base, e incluso le discute a los políticos sus papeles a veces<br />
demasiado prepotentes. Razón por la cual desde las mismas administraciones<br />
o desde entidades privadas se prefiere seguir discutiendo sobre la<br />
privatización o la burocratización en términos más ideológicos que<br />
prácticos.<br />
Los movimientos sociales y las protestas son los síntomas de que la cosa ya<br />
no se aguanta más, pero no por eso tienen razón siempre. Sobre todo<br />
cuando se parte de situaciones dónde un colectivo social se toma la<br />
protesta en plan corporativista o sectorial, sin tener en cuenta a los otros<br />
sectores que conviven en la localidad. Es bueno que se parta de la base en<br />
procesos continuos de retroalimentación que son los que pueden prevenir<br />
los malestares, pero ha de hacerse de manera coordinada y no burocrática.<br />
Esto requiere de formas concretas de democracia participativa a<br />
pequeña escala que hay que estudiar en cada caso. Ni tan pequeña que<br />
nos ahoguemos en el conflicto de escalera o en la pelea entre familias, ni<br />
tan grande que la mayoría de la ciudadanía no organizada se desentienda<br />
por no sentirse cercana a la problemática. En las ciencias sociales estos<br />
temas están bastante estudiados y hay ejemplos varios sobre los que se<br />
puede ir construyendo y reconstruyendo como hacerlo de la mejor manera.<br />
El debate hoy está en el eje vertical entre las protestas y las propuestas de<br />
los Planes potenciales, para atender a la calidad de los servicios que se van<br />
haciendo necesarios en nuestras sociedades cambiantes. Avanzar en la<br />
articulación horizontal y vertical de los sectores, recursos y responsabilidades<br />
democráticas, es una primera condición para superar las ineficiencias<br />
del actual sistema.<br />
En el caso de Sevilla, como en otros, antes de los Presupuestos<br />
<strong>Participativo</strong>s ya hay elaborados un Plan General de Ordenación Urbana,<br />
un Plan Estratégico, una Agenda Local 21 de Sostenibilidad, etc. que<br />
marcan las grades líneas del modelo de ciudad. Pero entre esas líneas<br />
(propuestas por comités técnicos y de asociaciones) para bastantes años y<br />
lo que se ha de hacer cada año (con asambleas de la ciudadanía) caben
unos elementos intermedios que llamamos “grupos motores”. Estos grupos<br />
son de gente voluntaria que en los barrios quiere articular la democracia<br />
participativa, o grupos motores de algún sector de la ciudad (mujeres,<br />
inmigrantes, etc.) que también quieren que las nuevas formas democráticas<br />
vayan tejiendo redes entre las Asambleas de cada año y las grandes<br />
decisiones estratégicas de la ciudad. Son las personas que se mueven en<br />
cada barrio o sector para promover los Planes Integrales, Sectoriales, o<br />
Comunitarios, pero que no se quedan en luchas puntuales, sino que<br />
apuntan a articular todo lo que se mueve en cada ciudad. Desde distintos<br />
tipos de reivindicaciones o propuestas, tratando de ampliar las redes<br />
sociales, y no quedándose sólo en los intereses partidistas o de un colectivo<br />
determinado. En la medida que actúan sobre redes y conjuntos de acción<br />
plurales, tienen el apoyo de técnicos municipales para que se incorporen<br />
tanto nuevas asociaciones como sobre todo personas o colectivos nuevos.<br />
Se trata de que en cada zona o sector dónde las problemáticas son muy<br />
concretas se puedan ir uniendo la mayoría de las personas interesadas<br />
tanto para conseguir lo más urgente para el año siguiente, como para<br />
proponer a medio plazo una mejora de la calidad de vida en dónde se vive.<br />
3.2.-<br />
En el tema de los ingresos de las entidades públicas y de los trabajadores<br />
hay también polémicas que desbordan el tema de los gastos de las<br />
administraciones y su control. Porque no se trata sólo de gastar para<br />
resolver los problemas sociales. La cuestión suele venir en primer lugar de<br />
un debate no resuelto sobre los incentivos requeridos para trabajar y dar<br />
buenos servicios. No está claro que por poner más trabajadores y más<br />
salarios para un servicio esté vaya a estar mejor atendido, aunque debería<br />
estarlo con más medios y recursos. No se puede trabajar bien con<br />
inestabilidad laboral y con bajos salarios, por lo que esto es un requisito<br />
necesario. Pero también es cierto que los trabajadores bien pagados y<br />
estables de las universidades o de del estado, o de las administraciones<br />
locales, no dan unos servicios mejores una vez que se han instalado en sus<br />
rutinas burocráticas. Tampoco vemos que los sindicatos se afanen o<br />
aporten sistemas de incentivos para que los trabajadores sean más<br />
creativos y atiendan mejor los servicios, más bien se instalan en la defensa<br />
del puesto de trabajo y del salario, oponiéndose a cualquier otra forma de<br />
contratación o estímulo. En Europa esto es un problema pues los funcionarios<br />
ven pasar no sólo a la población, sino incluso a los políticos, con aire<br />
de que casi nadie les puede controlar su trabajo, como mucho trasladarlos.<br />
En Latinoamérica y otras zonas el problema es más la inestabilidad,<br />
como aquí los contratos precarios,... pero a fin de cuentas no tenemos un<br />
sistema público que sea ágil y resolutivo.<br />
15
16<br />
Las soluciones que apuestan por el mercado tal como está, privatizando<br />
los servicios, porque así sale más barato limpiar las calles o atender a los<br />
enfermos, no están pensando tanto en servicios de calidad para toda la<br />
población, como en hacer un buen balance económico entre ingresos y<br />
gastos. Y es cierto que las economías públicas han de mejorar sus<br />
desequilibrios, controlando mejor sus ingresos y gastos, pero la cuestión es<br />
cómo mejorar la eficiencia de sus trabajadores. Los incentivos actuales del<br />
mercado no se rigen por procesos democráticos de la ciudadanía, sino<br />
que la gente ha de adoptar un comportamiento dependiente ante quienes<br />
tienen capacidad de inversión. Por eso tampoco en el mercado de servicios<br />
la ciudadanía en general puede encontrar respuestas a sus necesidades,<br />
sino la construcción de demandas mediante una oferta limitada unos<br />
cuantos pudientes en servicios de cierto lujo, o bien resolución de las<br />
demandas mediante trabajos muy precarios para atender a la generalidad<br />
con bajas calidades. En cualquiera de los casos sólo las minorías que<br />
tienen dinero pueden sentirse protagonistas de la resolución de sus<br />
necesidades, y aún en estos casos las soluciones aportadas son más de<br />
marketing de productos de moda que de construcción participativa con la<br />
creatividad necesaria. Los incentivos de la privatización tampoco son los<br />
idóneos para las cuestiones públicas que hay que resolver.<br />
El llamado “tercer sector” desde hace algún tiempo ha venido creciendo<br />
en este tipo de servicios, pues pareciera que tiene capacidad para resolver<br />
estas contradicciones que venimos planteando. Por un lado no son<br />
empresas con ánimo de lucro, y sus motivaciones no están en la acumulación<br />
de capital, por lo que pueden hacer unos servicios más centrados en<br />
las motivaciones sociales y humanitarias que les mueven. Y por otro lado<br />
tienen una estructura más centrada en las iniciativas sociales desde<br />
colectivos que dicen tener una vocación de servicio no burocrática. Así con<br />
la agilidad que se supone de la pequeña empresa y con las motivaciones<br />
de un servicio público debieran suponer un avance sustancial en los<br />
incentivos para dar una mayor calidad a sus actividades. Pero no todo es<br />
tan claro, pues en no pocos casos se sustituye a la burocracia estatal por un<br />
clientelismo más o menos encubierto. La concesión de servicios en<br />
despachos de una u otra administración a entidades afines a quién manda<br />
es una práctica que en no pocos casos puede significar clientelismo y en<br />
otros corrupción directamente. Y además muchas de estas entidades, por<br />
no tener una finalidad lucrativa, y al ser no gubernamentales, se valen de<br />
un voluntariado y de una precarización de sus empleos, que están más<br />
cerca de la explotación que de la justicia social con sus trabajadores. Es<br />
necesario que se aclaren mucho más los mecanismos de este sector que<br />
está llamado a ser una buena alternativa tanto a la burocratización como a<br />
la empresa capitalista.
La articulación pública entre colectivos de iniciativas de trabajadores es<br />
algo que está muy cerca de lo que se llama tercer sector, pero que no se<br />
definiría en negativo (no lucrativo, no gubernamental), si no en positivo. Es<br />
decir, un grupo de funcionarios o de trabajadores públicos que deciden<br />
mejorar sus servicio y presentan una iniciativa, y que resulta interesante a<br />
juicio de la población y de los responsables. Hay que ver cómo se puede<br />
articular una democracia de estas iniciativas dentro de la administración,<br />
cuales son las metodologías participativas para mejorar los servicios desde<br />
dentro del sistema, y no sólo desde protestas o propuestas de la ciudadanía<br />
desde fuera. Estamos por defender las “asociaciones libres de trabajadores”<br />
tanto fuera de la administración como dentro, y que puedan acceder a<br />
incentivos adecuados, por ejemplo de flexividad de horarios, o de recursos<br />
y medios mejores para su trabajo, etc. No todo tiene que pasar por unos<br />
salarios más altos, sino por un trabajo más digno y creativo. Se trata de un<br />
mercado de iniciativas regulado por otros incentivos no tan costosos.<br />
Nosotros mismos estamos funcionando en nuestro Instituto Universitario<br />
de esta manera, sometiendo la eficiencia de nuestros servicios ante la<br />
población con la que trabajamos y ante las administraciones con las que<br />
hacemos convenios. Se puede desarrollar mucho más un “mercado” entre<br />
equipos de entidades públicas (estatales o sociales) siempre que se tengan<br />
claros los elementos que incentivan y controlan.<br />
En el caso de los funcionarios en Europa se ha de estudiar cuales son<br />
realmente sus intereses más allá de garantizar el puesto de trabajo y un<br />
salario digno. Un equipo de antropólogos en Sevilla estudian las culturas<br />
del trabajo en relación a los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de la ciudad, los<br />
cambios que ven desde dentro los propios trabajadores y como mejorar su<br />
eficiencia y sus condiciones de trabajo. Las nuevas formas de las democracias<br />
participativas no sólo movilizan a la gente, sino que también obligan a<br />
que se cuestionen las formas de trabajo tradicionales en la administración.<br />
Varios equipos universitarios en este caso estamos conveniados con el<br />
Ayuntamiento, unos para trabajar con los técnicos internos, otros para<br />
trabajar con los niños y adolescentes, otros con los indicadores de calidad<br />
del proceso, etc. La cuestión es que se conjugue el que pueda haber un<br />
control de la ciudadanía (grupos motores, asambleas, etc.), que pueda<br />
17
18<br />
haber un control de la dirección política de la ciudad (renovación o no de<br />
los convenios), y que estas iniciativas se puedan articular entre sí y con los<br />
sectores interesados. Además también se ha de considerar que sale más<br />
económico que el contratar o hacer funcionarios a todos estos equipos<br />
desde el punto de vista del presupuesto público. La cuestión no es tanto<br />
que seamos funcionarios o no, y de qué entidad, sino si se pueden<br />
articular estos equipos para hacer viables las nuevas propuestas democráticas.<br />
Las metodologías participativas no es preciso que sean de técnicos<br />
universitarios, pueden hacerse también desde distintas capacitaciones e<br />
incluso desde colectivos, siempre que se articulen para profundizar la<br />
democracia.<br />
3.3.-<br />
Con estos temas llegamos a la cuestión de cómo las democracias participativas<br />
pueden encuadrar tanto los Planes comunitarios o ciudadanos,<br />
como a los trabajadores de lo social y a las iniciativas de las bases.<br />
Hay distintas formas que queremos diferenciar pues las cuestiones de<br />
forma no son meramente formales. Es decir, detrás de cada forma de<br />
hacer las cosas siempre hay unos contenidos más o menos encubiertos que<br />
queremos desvelar. No tanto para insistir en las criticas a las formas del<br />
mercado, o a las formas de las democracias representativas, como para<br />
avanzar en las nuevas propuestas que estamos poniendo en marcha. No<br />
es lo mismo un mercado de valores financieros como la Bolsa que un<br />
mercadillo de barrio, pero los ritos de comprar y vender en un aparente<br />
caos y con elecciones aparentemente libres es todo un símbolo del<br />
Mercado. Son sistemas que se autorregulan según unas leyes que no son<br />
muy trasparentes y que subyacen sin ser del todo evidentes. No sólo hay<br />
problemas democráticos en la capacidad desigual de compra, sino<br />
también en la capacidad de oferta. Los trabajadores que producen tienen<br />
poco que decir en las grandes transacciones internacionales, los consumidores<br />
medios sabemos poco del marketing y de los productos que llenan<br />
los supermercados, y hasta en los mercadillos más tradicionales no<br />
siempre compramos lo que necesitamos sino lo que la labia del mercader<br />
nos convence. Estos juegos desiguales sin embargo construyen una cultura<br />
de la libertad del mercado en la que todos vivimos, y en la que hemos<br />
aprendido a tener cuidado para no ser engañados, y a convencer a otros<br />
de que lo nuestro es lo mejor.<br />
Las votaciones cada cuatro años apuntan en cambio hacia otro lado. Se<br />
supone que esto es lo más democrático pues no interviene el dinero en la<br />
compra, pero no se repara tanto en que la oferta sí que es muy cara de<br />
montar, pues las campañas de los partidos hacen que las pequeñas<br />
propuestas ni se vean al lado de las grandes. De esta forma la pluralidad y<br />
complejidad social se reduce a unas pocas expresiones que tienen
posibilidades electorales. Posibilidades que además se presentan como<br />
excluyentes, pues sólo se puede votar a un partido o candidatura, aunque<br />
no te acabe de convencer (recientemente un Catedrático catalán ha<br />
propuesto la posibilidad del voto negativo, pero no creo que prospere: por<br />
si hay más negativos que positivos...) En todo caso si alguien quiere<br />
propuestas de una y otra opción no puede conjugarlas en ninguna<br />
proporción, ni puede alterar las listas cerradas y bloqueadas, etc. Hemos<br />
luchado muchos años contra una dictadura y no estamos por denigrar sin<br />
más el sistema electoral, pero hemos de reconocer que tiene muchos<br />
defectos. En general es más defensivo contra los abusos del poder, que<br />
podemos corregir más o menos cada cuatro años, que propositivo de<br />
formas creativas y participativas de las iniciativas de la ciudadanía. Quien<br />
sale elegido se cree legitimado para atender en su despacho a diversos<br />
colectivos y poder conceder tales o cuales ayudas, siempre que no<br />
quebrante la ley. Estas prácticas han ido creando una muy mala opinión de<br />
la política y de los políticos, muy cercana al amiguismo o clientelismo<br />
cuando no a la corrupción. Es necesario pensar en otros rituales o formulas<br />
donde la ciudadanía pueda volver a encontrar confianza en el interés de<br />
las cuestiones públicas. Y no sólo por una cuestión de la ingeniería<br />
electoral entre partidos, sino para que la política pueda dignificar sus<br />
sentido.<br />
Aparecen fuera del sistema habitual partidario otras formas de expresión<br />
socio-política como son los referéndums, las asambleas, las manifestaciones,<br />
la acción directa, las ocupaciones, etc. Hay una gran diferencia entre<br />
unas formas y otras de hacer cada uno de estos ritos de participación,<br />
aunque hay elementos comunes que no siempre resultan tan democráticos.<br />
Se suelen asociar varias de estas prácticas con la democracia directa,<br />
pero hay mucho que precisar cuando nos ponemos a profundizar en estas<br />
formas. Los refendums pueden ser una formula populista de legitimación<br />
de opciones poco discutidas, y tanto los han usado dictadores como<br />
movimientos sociales, por lo que hay que ver en qué condiciones se están<br />
convocando en cada caso. Una asamblea muy numerosa pueden<br />
significar que sólo hablen quienes se atrevan o estén acostumbrados a<br />
hacerlo, y en no pocos casos volvemos a esquemas de la democracia<br />
representativa. Además el conjunto de los asistentes no suele tener tanta<br />
información como para poder discutir en pequeños grupos y hacer<br />
propuestas para marcar de qué se ha de hablar o cómo tener en cuenta<br />
nuevas iniciativas. Cuando las reuniones son de poca gente, o de grupos<br />
muy concienciados, sí es posible una mayor debate, pero a veces se cae en<br />
unas discusiones muy sectarias, sin tener en cuenta los otros puntos de vista<br />
que no están presentes. Por esto no basta decir que lo mejor es la democracia<br />
directa y tratar de legitimar así cualquier actuación, pues hay muchas<br />
variantes y muy controvertidas.<br />
19
20<br />
Hay otras formas o ritos que tenemos que perfeccionar para que quienes<br />
participen se sientan que están siendo protagonistas de iniciativas que son<br />
tomadas en cuenta. No se trata sólo de que participen las redes asociativas<br />
ya acostumbradas, sino de que participe la ciudadanía no organizada. Es<br />
la mayoría quien no está en asociaciones, pero no se pretende que toda la<br />
gente esté implicándose al tiempo en estos procesos, sino que tenga<br />
posibilidad de acudir en paridad de condiciones cuando haya un asunto<br />
que le interese. Y además se trata de que se debatan las propuestas y no<br />
tanto quienes las proponen, que la democracia sirva para impulsar<br />
asuntos candentes y no para hacer figurar a tal o cual persona. Muchos de<br />
los problemas se dan porque es tal o cual persona la que quiere figurar, y<br />
en estas formas participativas debemos primar más el contenido de lo que<br />
queremos conseguir que quienes lo hayan propuesto o quién ha de hacer<br />
el seguimiento para que llega a realizarse. Lo primero es conseguir que un<br />
gran número de iniciativas surjan desde la propia gente, que se estimule la<br />
creatividad y el protagonismo desde la pluralidad de sectores sociales. Y<br />
luego que se puedan ir poniendo de acuerdo en unas primeras reuniones,<br />
concretando y mejorando cada propuesta, hasta que se llegue a unas<br />
votaciones ponderadas para priorizar entre ellas. Pero no como algo<br />
excluyente entre unos y otros, sino como la posibilidad de que cada año<br />
vamos a poner en marcha esto o aquello, y al otro año otra cosa en la que<br />
colaboremos desde la diversidad de intereses. En la escala local hay<br />
muchas cosas en la que puede coincidir una mayoría y que son de cierta<br />
urgencia, y otras que se van haciendo paso promovidas por colectivos más<br />
minoritarios que pueden convencer en determinados casos. Así se pueden<br />
ir educando unas redes en otras formas de democracias participativas, a<br />
partir de vivir las experiencias de tener protagonismo sin necesidad de<br />
aguantar reuniones agotadoras.<br />
El tema de las reuniones tan largas a que nos acostumbran las militancias<br />
sociales o políticas es un ritual que echa para atrás a la mayor parte de la<br />
gente. Son reuniones con ritos muy formalizados y aburridos, de los que<br />
tampoco se saca más que discusiones largas dónde algunos se empeñan<br />
en hablar lo que en otras partes no les aguantan. En Sevilla se está<br />
intentando encontrar fórmulas que permitan agilizar esas asambleas tan<br />
largas, y hacerlas más ágiles y productivas. Por un lado los niños y adoles-
centes de los colegios se han dotado de una suerte de “mercadillo” de<br />
iniciativas dónde ellos presentan lo que quisieran para el año siguiente en<br />
su colegio y en su barrio. Los asistentes o electores pueden distribuir entre<br />
varias de las iniciativas, ponderándolas, sus preferencias hasta un máximo<br />
de puntos de que dispone cada cual. Hay que mejorar distintos aspectos de<br />
esta práctica, en el sentido de alejarla del “mercadeo” y acercarla a la<br />
cooperación, sobre todo para que a los chavales les tengan más en cuenta<br />
los adultos. También se están haciendo más asambleas de los Presupuestos<br />
<strong>Participativo</strong>s en cada Distrito, para que sean más ágiles al no ser con tanta<br />
gente cada una, y que se puedan preparar previamente por los “grupos<br />
motores” para que lo que sea iniciativas de la gente vengan bien presentadas.<br />
Aún queda mucho por caminar en este reto, pues la democracia de<br />
iniciativas de miles de personas, que se puedan sentir protagonistas, no es<br />
fácil de construir, si no se quiere caer en las rutinas pasadas y desprestigiadas.<br />
3.4.-<br />
Para todos estos cambios se ha de ir cambiando la cultura que domina<br />
nuestras sociedades. No es que tengamos primero que hacer el cambio de<br />
cultura, o que este venga después cuando cambien las normas, sino que<br />
todos estos retos han de ir cambiando a la vez: las formas económicas de<br />
producir, los sistemas de planificación participada, la manera de tomar<br />
decisiones, etc. El reto de cambiar la cultura no se puede quedar tampoco<br />
en un deseo general y abstracto, y por eso apostamos por cambiar los<br />
instrumentos de medir, es decir, los indicadores. Pues estas unidades de<br />
manifestar el valor de las cosas y los servicios no son nada neutrales, y nos<br />
están educando en que lo natural es luchar por acumular más dinero, más<br />
poder, más territorios, etc. Siempre “más” de todo, no “mejor” de todo.<br />
Más nivel de vida, no mejor calidad de vida. Por ejemplo más dinero<br />
aunque luego no se tenga tiempo para disfrutar lo que se ha conseguido.<br />
Más consumo aunque luego no se tenga salud, y haya que seguir viviendo<br />
a base de medicinas. No sólo a título personal sino como región o país los<br />
indicadores se miden monetariamente, es decir, en dinero, en PIB (producto<br />
interior bruto). Y esta medida resulta efectivamente bastante “bruta”<br />
pues la zona puede estar perdiendo capacidad productiva al tiempo que<br />
puede estar subiendo la circulación de moneda y las inversiones especulativas,<br />
lo que daría un incremento del PIB y posiblemente de la Renta per<br />
cápita. Algunos pueden estar obteniendo plusvalias exageradas por<br />
compra-venta de inmuebles, mientras se están cerrando fábricas, y otros<br />
pueden conseguir que sus movimientos de capital les den enormes<br />
dividendos, mientras los empleos precarios aumentan y la productividad<br />
desciende. Las cifras macroeconómicas como podemos comprobar<br />
pueden ser muy engañosas.<br />
21
22<br />
Cómo ya se está teniendo en cuenta a escala internacional este desajuste<br />
entre indicadores monetarios y otros indicadores, varios organismos han<br />
ido proponiendo otros sistemas de medir el desarrollo. Y de esta forma ha<br />
ido apareciendo en la última década nuevos indicadores que integran<br />
otros parámetros que dan cuenta también de la esperanza de vida, del<br />
analfabetismo, etc. Se trata de indicadores universales que intentan<br />
comparar unas naciones con otras, no sólo en términos económicos sino<br />
con otros criterios más sociales y humanitarios. Pero también han resultado<br />
problemáticas estas medidas, pues no hay fácil coincidencia en cuales<br />
deben ser las cuestiones a ponderar según las diversas culturas. Por<br />
ejemplo ¿la salud la deberíamos medir con el número de médicos y de<br />
consumo farmacéutico, o más bien porque no hace falta tomar esas<br />
medicinas ni ir al médico? ¿El aumento de número de coches en una<br />
ciudad es un índice de progreso o de contaminación y de congestión del<br />
tráfico? Lo que puede ser interesante en unas circunstancias puede no serlo<br />
en otras, cómo por ejemplo los metros cuadrados de áreas verdes en una<br />
ciudad, que en un pueblo rodeado de naturaleza no tienen la misma<br />
significación. O lo que en unas etapas puede ser significativo, como la<br />
alfabetización, en otras (cuando ya está básicamente resuelta) no viene a<br />
decirnos casi nada, y es mejor escoger otro indicador más adecuado a los<br />
nuevos retos. Porque la cuestión es qué se compara y con quién se compara,<br />
y qué significan estas comparaciones desde el punto de vista pedagógico<br />
de los cambios culturales.<br />
Tienen bastante más sentido comparar una ciudad en una serie de años o<br />
décadas sucesivas y cómo ha ido mejorando (o perdiendo algunas<br />
características), que hacerlo entre dos ciudades cuyas condiciones sean<br />
diferentes. No todas las regiones o localidades han de aspirar a los mismos<br />
parámetros de referencia pues los estilos peculiares de ser y de vivir de<br />
cada cultura no tienen porque equipararse. Es decir, ¿cómo es posible que<br />
alguien piense en definir un único código de valores y de indicadores a<br />
imponer a toda la humanidad...? Incluso en las cuestiones de mínimos que<br />
debería tener cada comunidad seguramente hay prioridades diferentes<br />
según las culturas, las generaciones, etc. Este tipo de criterios no tendría<br />
porque llevarnos a un relativismo generalizado, sino a otras formas de<br />
precisar cómo se deben establecer los que deban ser índices de referencia<br />
para cada caso. Algunas redes sociales están redactando sus códigos de<br />
ética y sus valores referentes para sintetizar que “otros valores son posibles”,<br />
que se pueden mover por criterios de solidaridad, o religiosos, etc.<br />
Pero para poder contrarrestar la exclusividad del dinero como referente<br />
de valor, hay que aportar otros elementos que puedan ser manejados con<br />
facilidad tanto a la hora de establecer una planificación como para la<br />
evaluación de los resultados que se vayan consiguiendo a escala local. Es<br />
una tarea que necesita de mucha experimentación aún, y de unas formas
pedagógicas al mismo tiempo para que sea la cultura de los nuevos<br />
referentes de valor la que vaya marcando sus índices.<br />
A partir de la experiencia a principios de los 90 en Seattle se han venido<br />
construyendo indicadores de sustentabilidad en algunas Agendas Locales<br />
21. No son indicadores universales para comparar ciudades o regiones<br />
entre sí, sino para establecer series bianuales que permitan hacer un<br />
seguimiento de los cambios de cada lugar. No son indicadores en términos<br />
monetarios, sino en unidades que se eligen específicamente para cada<br />
caso (número de peces el río, dispersión entre lo que gana el 20% más rico<br />
y el mas pobre, etc.) Primero se agrupan según unos criterios, que se<br />
definen previamente un Foro Cívico, con respecto a un debate de qué es lo<br />
más sintomático y pedagógico para el cambio en esos años y esa ciudad. Y<br />
luego se miden unos índices que puedan reflejar de la mejor manera esos<br />
criterios, y estos resultados se publican y difunden por los medios de<br />
comunicación, se usan como referentes de la Planificación medioambiental,<br />
social, presupuestaria, etc. Estos Foros Cívicos están compuestos por<br />
personas y colectivos que surgen de la sociedad civil, del tipo de sindicatos,<br />
universidades, federaciones de asociaciones, prensa, movimientos<br />
sociales, etc., y cada dos años proponen un número limitado de criterios<br />
para indicar que es la calidad de vida para este conjunto de entidades.<br />
Luego ya es una cuestión más técnica como pasar a números o a unos<br />
datos concretos las mediciones de cada uno de los parámetros, que<br />
perfectamente pueden hacer un grupo de profesionales universitarios, por<br />
ejemplo. Aunque cada año pueda cambiar alguno de los temas referidos,<br />
siempre habrá otros que se mantengan para poder hacer comparables los<br />
datos de unos años a otros.<br />
Estas unidades pueden usarse también para incidir en los Presupuestos<br />
<strong>Participativo</strong>s para calibrar los déficits existentes, o en las Planificaciones<br />
comunitarias para tener orientaciones generales que puedan sustituir los<br />
criterios de eficiencia monetaria. En Sevilla se han venido usando unas<br />
criterios de Calidad democrática de la participación, con los que un<br />
equipo universitario ha puesto en marcha un proceso en paralelo para<br />
hacer el seguimiento de los Presupuestos participativos. Pero cabe mejorar<br />
estos tipos de procedimientos para que los referentes de valor de un<br />
proceso puedan estar más ajustados a lo que la gente pueda ir entendien-<br />
23
24<br />
do pedagógicamente por calidad de vida (no sólo el nivel de vida al uso).<br />
No es cosa de un día ni de una década, pero el reto está en que necesitamos<br />
otros referentes de valor que no sean las simples unidades monetarias.<br />
Unos índices fáciles de manejar y de explicar, que muestren claramente<br />
cuales pueden ser los nuevos referentes que estamos construyendo. A<br />
partir de ir teniendo este nuevo tipo de referentes o “equivalentes generales<br />
de valor” ya podemos ir popularizando nuevos instrumentos de medir la<br />
calidad de vida. Cierto que la calidad es algo muy subjetivo para cada<br />
persona, pero a partir de ahí también lo podemos hacer como la construcción<br />
de valores compartidos de manera inter-subjetiva, para cada<br />
localidad y tiempo concretos. Y si esto son formas de construir las democracias<br />
participativas, con las que habremos dado un gran salto para<br />
poder articular Planes comunitarios e integrales, colectivos de iniciativas,<br />
votaciones ponderadas, etc. De tal manera que no sólo se proclamen de<br />
manera abstracta que otros mundos son posibles, sino que ya desde ahora<br />
estemos en la construcción de estas herramientas de la transformación<br />
social.<br />
4.- Saltos a dar con las metodologías participativas.<br />
Estas propuestas que estamos planteando ante los retos de las democracias<br />
participativas hay que irlas construyendo con la gente de cada<br />
localidad, no idealizándola sino sabiendo de sus problemas, y tratando de<br />
encontrar respuestas adecuadas a cada situación. Por eso el ir dando los<br />
pasos o saltos metodológicos pertinentes, según la fuerza de cada cual y<br />
de quienes le rodean, es conveniente para no hacer propuestas inabarcables<br />
o idealistas. Hemos ido planteando en diversos tipos de prácticas<br />
estratégicas (Presupuestos <strong>Participativo</strong>s, Planes Comunitarios, Agendas<br />
Locales 21, Cogestión de centros ciudadanos, Agencias de Desarrollo<br />
Local, etc.) la necesidad de no olvidar algunas cuestiones clave en todo<br />
proceso participativo. Para no hacer muy extenso este escrito las resumimos<br />
a continuación en seis saltos de enfoque respecto a las formas más<br />
tradicionales de proceder. No todo lo que se llama metodologías participativas<br />
responde a unos mismos criterios y hay bastantes diferencias que<br />
debemos ir depurando para que cada vez podamos hablar y sobre todo<br />
hacer con más conocimiento de causa. Esta es una de las posibilidades<br />
que existen y desde luego la que tratamos de aplicar, fruto de haber<br />
conjugado otras muchas (socio-análisis, filosofía de la praxis, investigación-acción-participativa,<br />
teoría de redes y de vínculos, diagnóstico rural<br />
participativo, planes estratégicos situacionales, eco-feminismos, pedagogía<br />
popular, etc.) Esto quiere decir que habrá que seguir cruzando resultados<br />
para ir mejorando cada paso y cada salto, en una construcción<br />
continua de lo que precisamos para las democracias participativas.
Lo primero, según nos parece, es participar en lo que nos une de dolor o de<br />
síntomas, lo que queremos superar. Tiene que haber una predisposición<br />
inicial que una a unas personas o grupos ante algo que no les convence, y<br />
por lo mismo se abren caminos de convergencia entre los más decididos.<br />
La participación debe generarse desde el principio, aunque sea con poca<br />
gente, con un buen ambiente construir confianzas y luego ya se podrá ir<br />
ampliando. Es preferible ir cargando las “baterías” en el proceso, que no<br />
empezar con mucha gente, con mucha “batería”, e irse descargando por<br />
mal ambiente. Es probable que al empezar lo que aparezcan son dicotomías<br />
y dilemas, frente a esto esta aquello otro, y con estas confrontaciones<br />
simples echemos a caminar. Lo primero es saber cual parece ser el<br />
problema que nos reúne, y para quién es un problema. No es preocupante<br />
si a medida que avanzamos nos vamos dando cuenta que las cosas son<br />
más complejas, que hacen falta metodologías que no se queden en la<br />
superficie de los temas sino que profundicen y aprovechen la creatividad<br />
de la mayoría de las iniciativas posibles. Los análisis más complejos y<br />
construcción de los “tetralemas” puede venir más adelante. Para empezar<br />
con que nos pongamos en lo que no queremos, y que haya un buen<br />
ambiente de colaboración puede ser suficiente.<br />
Lo segundo es hacer un “plan de trabajo” con un “grupo motor”, es decir,<br />
con un grupo mixto de las personas voluntarias y de profesionales que se<br />
van a poner a trabajar. Al principio aparecen distintos intereses que hay<br />
que saber manejar desde posiciones poco prepotentes, más bien autocríticas,<br />
que se pueda saber que es lo bueno que aporta cada cual pero<br />
también los límites que tiene cada aportación. Por ejemplo, no se puede<br />
esperar de las administraciones que sepan de todo o que pretendan dirigir<br />
porque lo tengan escrito en un programa. Pero si se les puede pedir que<br />
aporten medios físicos y económicos, pues es el fruto de los impuestos de la<br />
ciudadanía para hacer políticas públicas. No se puede esperar que los<br />
dirigentes sociales sean los más representativos, pero si que haya grupos o<br />
personas muy activas que se vengan a colaborar. La ciudadanía no tiene<br />
porqué tener la verdad sobre lo que está pasando y porqué es así o de otro<br />
modo, pero aporta dónde está el punto de arranque, la vivencia sin la cual<br />
no entendemos el fondo del problema. No se puede pretender que los<br />
técnicos tengan la solución al momento, pero si que ayuden con metodologías<br />
en un proceso que vaya ganando en rigor y creatividad. Para que<br />
nos hagamos las preguntas que más convienen al proceso es para lo que<br />
se necesitan profesionales y no para que tener que aceptar que sepan de<br />
todo.<br />
En tercer lugar cabe estructurar y organizar las demandas, a partir de las<br />
preguntas por las necesidades tanto las más sentidas como las más<br />
estructurales. Ni las demandas se pueden resumir igual para toda una<br />
comunidad, ni son tampoco tan individuales que no constituyan conjuntos<br />
25
26<br />
de intereses de cierta similitud. Es decir, se puede ir a encontrar alguna<br />
“muestra” que responda a las distintas tipologías sociales de los grupos y<br />
sectores con presencia local, y que esto se pueda construir participadamente<br />
con el grupo motor inicial o en algún taller para hacer un “mapeo”<br />
de la localidad. No sólo nos van a interesar qué grupos o sectores tienen<br />
intereses económicos diferentes, sino también qué posiciones culturales<br />
mantienen a cerca del problema de referencia. Con estas dos variables<br />
podríamos tener un cuadro de doble entrada, pero además también nos<br />
interesa el tipo de relaciones de cotidianeidad, confianzas y desconfianzas,<br />
que históricamente se han ido construyendo. Así tendremos una análisis de<br />
redes además de un cuadrante de condicionantes más estructurales.<br />
Agrupar y auto-organizar las demandas según los conjuntos de acción<br />
presentes es lo que nos permitirá avanzar al siguiente paso.<br />
Pasar, en cuarto lugar, a devolver estas informaciones, sus protestas y sus<br />
propuestas, al conjunto más amplio que se pueda de personas involucradas.<br />
Se trataría de técnicas para detectar de forma participada los “nudos<br />
críticos”, los bloqueos, sobre los que prioritariamente debemos centrar<br />
nuestra atención. Ya que no vamos a poder resolver todos los problemas,<br />
empecemos por aquellos en que hay más consenso sobre su capacidad de<br />
bloquear o de potenciar el proceso. Aquí cabe coordinar esfuerzos para<br />
entrar en los tetralemas, más allá de quién formuló tal o cual posición.<br />
Priorizamos algunos caminos que puedan resultar más colectivos y más<br />
creativos, coordinando intereses y voluntades, más allá de una votación de<br />
mayorías y minorías, sino tratando de sumar consensos, con los conjuntos<br />
de acción más amplios posibles y más dinámicos. Coordinar redes sociales<br />
para un modelo de ciudad que supere los estrechos intereses particulares<br />
de tal o cual visión corporativa. Aquí los criterios del habitar entre los<br />
participantes deberían llegar a la mayor reflexividad posible, profundizando<br />
en sus propias razones, y construyendo posiciones comunes más allá de<br />
los intereses particulares de cada colectivo en particular. No se puede<br />
esperar que todo el mundo esté de acuerdo, pero si que las principales<br />
posiciones se puedan articular en propuestas que desbloqueen los<br />
problemas planteados, para que el proceso de un salto y tenga capacidad<br />
de ilusión en las personas que están participando y las potencialmente<br />
beneficiadas.<br />
En quinto lugar hay que hacer aterrizar en programas y proyectos más<br />
concretos todo lo que se está planteando. También esto se puede hacer de<br />
manera participada, ajustando a necesidades más específicas cada<br />
proceso. Así, por ejemplo, concretando un esquema organizativo para la<br />
toma de decisiones que sea democrático participativo en su funcionamiento<br />
interno; es decir, como aprovechar con una Comisión de Seguimiento<br />
común las Mesas de trabajo específicas, y las tareas de coordinación entre<br />
sí, y también con los sectores de la gente en sus redes informales y cotidia-
nas. Concretando una Idea-fuerza con capacidad de atraer a buena parte<br />
de los afectados por el problema, que les anime en la puesta en marcha de<br />
sus vidas implicándoles en el proceso emprendido; es decir, poner en<br />
marcha “analizadores construidos” o eventos capaces de movilizar las<br />
voluntades a favor del proceso. También es necesario ir concretando los<br />
recursos económicos (dónde poder obtenerlos); y concretar los medios<br />
(lugares disponibles y los medios de información); los tiempos que cada<br />
cual pude dedicar (de los profesionales y de los voluntarios), para que<br />
todo ello tenga una credibilidad y viabilidad, más allá de los voluntarismos<br />
bienintencionados. Esto es hacer un “programa d e acción integral y<br />
sustentable”.<br />
El sexto y último punto a no olvidar es la participación en la ejecución y<br />
monitoreo del proceso. Se trata de hacer el seguimiento con comisiones de<br />
control y apoyo a las rectificaciones que sin duda se tendrán que producir.<br />
Ningún plan o proyecto, por bien hecho que esté, ajusta a la realidad sin<br />
más, sino que siempre hay que estar haciendo ajustes según las circunstancias<br />
que se van presentando. Así pues los cronogramas que hacemos no<br />
son para ser cumplidos tal cual, sino para saber, y justificar en cada caso,<br />
porqué nos desviamos en tal o cual momento. Disponer de un cronograma<br />
del conjunto de los proyectos sectoriales nos permite poder compararlos<br />
entre sí en su grado de realización y de sinérgias, pero también para<br />
compararlos con la marcha de un cronograma de tareas comunes. En el<br />
cronograma de las tareas comunes hemos de ir siguiéndole el ritmo a la<br />
difusión hacia la población, y a la consulta a la misma en determinados<br />
momentos, a la auto-formación de los grupos y mesas de trabajo, y a la<br />
toma de decisiones, en sus momentos concretos. De esta forma se puede<br />
hacer una evaluación continua de cara al monitoreo, es decir, de cara a<br />
poder ir rectificando de forma participativa ante los imprevistos que se irán<br />
sin duda produciendo. El habitar es un proceso que ha de estar siempre<br />
ajustándose a las nuevas realidades que la misma vida va produciendo.<br />
Habitar es algo más que alojarse, y democratizar es algo más que votar. Si<br />
partimos de situaciones conflictivas que se están dando en algunos barrios<br />
de nuestras periferias y que acabarán por perturbar las ciudades enteras,<br />
es para que se vea con hechos contundentes que es lo que se está escondiendo<br />
en las formas de urbanización y de organización que nos estamos<br />
procurando en este cambio de siglo. Ni en las grandes urbanizaciones<br />
super-protegidas se podrá estar a gusto, nunca sabiendo si se está<br />
encerrado en jaula de oro, o si al salir alguien estará esperando para<br />
vengarse (con razón o sin ella). Las distinciones que proponemos es un<br />
ejercicio de salud mental para ver que no tenemos que quedarnos en los<br />
primeros dilemas que se nos plantean. Que es posible ir construyendo<br />
otros ejes emergentes, entrar en procesos de complejización de las<br />
problemáticas hasta dar con salidas y propuestas que se ajusten más a los<br />
27
28<br />
amplios conjunto de acción que están demandando las soluciones más<br />
creativas y operativas para sus necesidades. Y que todo esto se puede<br />
hacer con muchas técnicas y metodologías participativas que hay disponibles<br />
y que están demostrando dar buenos frutos.<br />
La construcción de las democracias participativas no es un simple debate<br />
teórico, sino un debate con las realidades que están en marcha en varias<br />
ciudades y regiones. Aquí no nos detenemos en ejemplos concretos o<br />
casuísticas particulares porque para eso ya hay colecciones de libros que<br />
las cuentan (algunos están en la bibliografía), sino que hemos querido<br />
destacar algunos retos que nos parecen importantes de no olvidar, para<br />
establecer las distinciones y alternativas en las que nos estamos moviendo.<br />
Sin cerrar ningún proceso como el mejor o el único camino. Por suerte hay<br />
variadas propuestas, aunque aún muy minoritarias, pero ya se puede<br />
establecer por dónde aparecen algunos caminos muy creativos. Además<br />
hemos añadido que hay que conocer los pasos importantes de un proceso,<br />
algo así como las preguntas que no se nos deben olvidar contestar, sobre<br />
todo para saber si estamos haciendo un camino con trampas o un proceso<br />
participativo y creativo.<br />
Bibliografía:<br />
Adell, R. y Martinez, M. (2004) “¿Dónde están las llaves?” La Catarata .<br />
Madrid.<br />
Davis, M. (2001) “Control urbano: la ecología del miedo” Virus. Bilbo.<br />
Debord, G. (1976) “La sociedad del espectáculo” Castellote. Madrid.<br />
Eco, U. et al. (1974) “La nueva edad media” Alianza. Madrid<br />
Fernández Durán, R. (1993) “la explosión del desorden”. Fundamentos .<br />
Madrid.<br />
Galtung, J. (1984) “Hay alternativas”. Tecnos. Madrid.<br />
Holloway, J. (2002) “Cambiar el mundo sin tomar el poder”. El Viejo Topo.<br />
Barcelona.<br />
Ibañez, J. (1994) Por una sociología de la vida cotidiana. Siglo XXI. Madrid.<br />
Jara, O. (1998) “Para sistematizar experiencias”. Alforja. Costa Rica.<br />
Naredo, J.M. (1996) “Ciudades para un futuro sostenible” Habitat II. Ministerio<br />
de Obras Públicas. Madrid.<br />
Santos, B.S. (2003) “La caída del angelus novus”. ILSA. Bogotá.<br />
Santos, B.S. (2004) Democratizar a democracia: os caminhos da democracia<br />
participativa. Afrontamento. Porto.<br />
Santos. B. S. (2005) El milenio huérfano. Trotta. Madrid<br />
Sassen, S (2003) “Contrageografías de la globalización”. Traficantes de<br />
sueños. Madrid<br />
Situacionistas (1997) “La creación abierta y sus enemigos. La Piqueta. Madrid.
Villasante et al. (1989) “Retrato de chabolista con piso”. IVIMA-ALFOZ.<br />
Madrid.<br />
Villasante, T.R. (1995) “El habitar (ciudadano) frente al habitat (segregado)”.<br />
En Cortes, L. “Pensar la vivienda”. Talasa. Madrid.<br />
Villasante, T.R. (1998) Cuatro redes para mejor-vivir. Lumen humánitas. Buenos<br />
Aires.<br />
Villasante, Montañés, Marti (2000) “La investigación social participativa”. El<br />
Viejo Topo. Barcelona<br />
Villasante, Montañés, Martin (2001) “Procesos locales de creatividad social”.<br />
El Viejo Topo. Barcelona.<br />
Villasante, Garrido (2003) Metodologías y presupuestos participativos”.<br />
IEPALA- CIMAS. Madrid.<br />
Wainwright, H. (2003) Cómo ocupar el Estado. Icaria. Barcelona.<br />
29
Como consecuencia del diagnóstico participativo, está el presupuesto<br />
participativo: que la gente participe en la elaboración del presupuesto... El<br />
método, dividir el municipio en varias partes, en parroquias, la parroquia<br />
en varias partes, hacer asambleas sucesivas. Ese es un instrumento o<br />
mecanismo de participación comunitaria para darle poder al pueblo…<br />
Ahora yo quiero que todos los alcaldes que tenemos, todos, debemos<br />
comenzar a aplicar el presupuesto participativo. Los que están llegando<br />
deben aprender rápido y los que han sido reelegidos y no lo han hecho<br />
deben poner especial atención, porque como ya pasaron 4 años y no lo<br />
hicieron. Me parece que pudieran estar ustedes invadidos por las viejas<br />
costumbres. Este es el momento de hacer un esfuerzo mayor. Los que están<br />
asumiendo cargo arranquen ya y los que lo han hecho sigan haciéndolo y,<br />
además, irradien el ejemplo hacia los demás. (Presidente Hugo Chávez,<br />
Taller de alto nivel. “El nuevo mapa estratégico”, 12 y 13 de noviembre<br />
2004)<br />
Para desarrollar el tema del presupuesto participativo, hemos dividido el<br />
presente capítulo en cinco secciones. La primera está orientada a dar<br />
respuesta a un cuerpo de interrogantes asociados a la temática. La<br />
segunda aborda un conjunto de propuestas metodológicas para su<br />
implementación. La tercera señala dos posibles formas de realizarlo. La<br />
cuarta ofrece la estructuración de un cronograma. Y la quinta presenta<br />
algunas consideraciones finales.<br />
Preguntas y respuestas<br />
PRESUPUESTO PARTICIPATIVO<br />
Este capítulo dedicado a los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s forma parte<br />
de la obra “Herramientas para la participación”, editada en<br />
Venezuela para la promoción de la democracia participativa. El<br />
original tiene los párrafos numerados<br />
¿Qué es el Presupuesto <strong>Participativo</strong>?<br />
Haiman El Troudi<br />
Marta Harnecker<br />
Luis Bonilla<br />
Es el proceso a través del cual la población participa en la definición de los<br />
valores de los ingresos y gastos del presupuesto público municipal a invertir<br />
en las localidades, e indica en qué áreas deberán hacerse las inversiones y<br />
31
32<br />
cuáles deben ser las obras priorizadas. A su vez, establece las prioridades<br />
de inversión del presupuesto público que manejan las Gobernaciones de<br />
Estado, los Ministerios y los órganos descentralizados de la Administración<br />
Pública.<br />
De esta manera, el presupuesto deja de ser una caja negra elaborada y<br />
administrada por especialistas. Ya no son los técnicos o los gobernantes<br />
solos y a puertas cerradas, los que adoptan las decisiones sobre la política<br />
de impuestos y definen dónde se deben invertir los recursos obtenidos, sino<br />
que ahora junto a ellos participan en la toma de decisiones los<br />
representantes elegidos directamente por la población.<br />
¿De qué recursos materiales se dispone para los proyectos comunitarios?<br />
a) El presupuesto municipal<br />
El presupuesto municipal es administrado por las alcaldías y está<br />
constituido por las recaudaciones en el ámbito municipal (impuestos de<br />
patentes e industrias, derecho de frente, tributos a vehículos, etcétera) y por<br />
las asignaciones que recibe del gobierno nacional (situado constitucional),<br />
variando éstas según el número de habitantes de cada municipio.<br />
b) FIDES y LAEE<br />
Además del situado constitucional y de las recaudaciones municipales, las<br />
alcaldías y las gobernaciones, y también las comunidades organizadas<br />
pueden acceder a otras instancias de financiamiento pero únicamente<br />
para proyectos de inversión. Estas son: el Fondo Intergubernamental para<br />
la Descentralización (FIDES) y fondos de la Ley de Asignaciones<br />
Económicas Especiales (LAEE).<br />
Para acceder a estos fondos, los alcaldes, gobernadores y las propias<br />
comunidades organizadas deben presentar proyectos, pero no cualquier<br />
proyecto sino aquellos que contengan objetivos específicos que apunten a<br />
la solución de problemas concretos de una determinada localidad.<br />
Todos los proyectos de inversión financiados por el FIDES, la LAEE o el<br />
presupuesto municipal disponible para tal fin deberían, a nuestro juicio, ser<br />
1<br />
propuestos y avalados por las comunidades organizadas .<br />
c) Las misiones sociales<br />
Además de todos los recursos financieros disponibles, en cada municipio<br />
es importante considerar tomar en cuenta otras inversiones realizadas por<br />
el gobierno bolivariano, por ejemplo, todo lo que invierte en llevar a<br />
delante las misiones sociales, porque de hecho éstos son recursos que<br />
gobierno central ha otorgado a las comunidades a través de diferentes<br />
servicios: educación, salud, alimentación. Tal realidad no puede ser<br />
olvidada al formular los proyectos y los presupuestos.<br />
d) Las obras que ejecutan los ministerios y gobernaciones
Adicionalmente, los diversos ministerios, sus entes adscritos, las empresas<br />
del Estado y todo el conglomerado de entes y órganos de la administración<br />
pública nacional, descentralizada o desconcentrada, ejecutan acciones,<br />
adoptan medidas y realizan proyectos en los diversos municipios de la<br />
geografía nacional. Lo mismo procede con las gobernaciones.<br />
Al momento de formular el diagnóstico, la comunidad junto con las<br />
autoridades correspondientes determinará las acciones, medidas y<br />
proyectos que, desde el nivel central y regional, deban ser implementadas<br />
en su localidad. Aunque los ministerios no están obligados a planificar la<br />
inversión con las comunidades, la implementación del presupuesto<br />
participativo municipal es una excelente oportunidad para crear esa nueva<br />
cultura.<br />
e) Los recursos no materiales<br />
Además de los recursos materiales ya señalados, las comunidades cuentan<br />
con otros recursos que muchas veces juegan un destacado papel para salir<br />
adelante: la creatividad de su gente, la iniciativa y de la audacia para<br />
proponer ideas ingeniosas acerca de cómo pueden resolverse problemas<br />
con los recursos de la propia comunidad.<br />
Al respecto, revisemos algunas de las reflexiones del presidente Chávez<br />
sobre el tema: “Antes de los recursos financieros hay muchos otros recursos<br />
que hay que poner en juego, para la solución del grave problema que se<br />
nos presenta […] creo que mucho más que el dinero, hace falta:<br />
capacidad, conciencia, coordinación, inventiva, creatividad, ¡eso hace<br />
mucha más falta que dinero! El hombre o la mujer que pone el corazón en<br />
2<br />
lo que hace consigue recursos donde los incapaces se dan por vencidos ”.<br />
¿En qué gasta la Alcaldía?<br />
Anteriormente nos referimos al origen de los recursos con que cuenta la<br />
alcaldía. Pero, ¿en qué gasta la alcaldía estos recursos?<br />
Suele ocurrir que la mayor parte el presupuesto de las alcaldías se destina<br />
al pago de los salarios de los funcionarios municipales (nómina), al<br />
mantenimiento del aparato y la prestación de servicios (redes de agua,<br />
iluminación, limpieza urbana, mantenimiento de locales públicos, salud,<br />
educación (sólo aquella mínima parte que corresponde a las alcaldías),<br />
transporte, cultura y recreación, etcétera), quedando generalmente muy<br />
pocos recursos para la inversión en nuevas obras que beneficien a las<br />
comunidades.<br />
Pero esta circunstancia no puede ser un obstáculo para el pueblo<br />
organizado ni para sus gobernantes, siempre y cuando ambos estén<br />
determinados a promover la transformación de su realidad y a promover el<br />
desarrollo humano y económico sin atentar contra el medio ambiente.<br />
33
34<br />
Mientras más escasos sean los recursos, más importante es que el máximo<br />
de vecinos participe en el proceso de toma de decisiones acerca de cómo<br />
distribuirlos y de cómo generar nuevos recursos.<br />
¿Quién decide los proyectos que se ejecutarán?<br />
Los vecinos de cada comunidad deben ser quienes tomen las decisiones. El<br />
prerrequisito para ello es su participación activa y decidida en las sesiones<br />
ordinarias y extraordinarias de trabajo que se organicen para tal propósito.<br />
¿Dónde se elabora el Presupuesto <strong>Participativo</strong>?<br />
A diferencia del diagnóstico participativo que se realiza en comunidades<br />
pequeñas, el área natural del presupuesto participativo es el municipio<br />
(aunque en el caso de municipios muy grandes es aconsejable realizar la<br />
mayor parte del trabajo por parroquia y, más aún, por subdivisiones dentro<br />
de las parroquias). Cada municipio o parroquia se puede dividir en zonas<br />
que contienen a su vez varios espacios comunales. En secciones siguientes<br />
se presentan los criterios para realizar dicha zonificación.<br />
¿Cuál es el espacio ideal para el desarrollo del Presupuesto<br />
<strong>Participativo</strong>?<br />
La forma de llevar adelante el presupuesto participativo municipal debe<br />
adaptarse a las condiciones concretas de cada lugar: hay que tomar en<br />
cuenta la densidad de la población del municipio y el grado de<br />
organización popular alcanzado en él. No es lo mismo un presupuesto<br />
participativo en un área rural poco poblada que un área urbana<br />
densamente poblada.<br />
En las comunidades rurales pequeñas el presupuesto participativo puede<br />
trabajarse directamente a nivel municipal o parroquial.<br />
En los centros poblados y ciudades pequeñas se puede trabajar a partir de<br />
3<br />
divisiones geográficas tales como la utilizada por las UBEs .<br />
En las ciudades grandes, las experiencias del presupuesto participativo<br />
pueden darse a partir de una subdivisión del área geográfica que<br />
corresponde a una UBE (circuitos, secciones, etcétera).<br />
Pero hay que tener en cuenta que las áreas que se establezcan en los inicios<br />
probablemente no tendrán que ver con definiciones acerca del espacio<br />
más adecuado para desarrollar el proceso del presupuesto participativo<br />
sino que estarán relacionadas con cantidad de cuadros con que se cuente<br />
para impulsarlo. Mientras más organización previa exista en un municipio<br />
o parroquia, y mientras más cuadros preparados para promover la<br />
participación se tenga, hay más posibilidades de que el proceso pueda<br />
realizarse en los espacios más adecuados.
¿Cómo garantizar el manejo transparente y colectivo de la<br />
información?<br />
El proceso del presupuesto participativo exige que haya una completa<br />
transparencia informativa acerca de los recursos con que cuenta la<br />
alcaldía, la forma en que se licitan las obras, el monto de recursos<br />
destinado a cada obra, el cronograma de ejecución de la obra, etcétera.<br />
Además de la información que provenga de las autoridades de la alcaldía<br />
en reuniones públicas, se debe procurar publicar estas informaciones en<br />
algún órgano de difusión sea de la alcaldía o privado.<br />
Se puede aprovechar la tecnología de la información para dar mayor<br />
4<br />
difusión al proceso .<br />
¿Con qué equipo humano debe contar la alcaldía para asumir el<br />
Presupuesto <strong>Participativo</strong>?<br />
Debiera existir, adscrito a la Dirección de Participación Popular de la<br />
Alcaldía correspondiente, un equipo que se ocupe de la promoción<br />
institucional de las jornadas de presupuesto participativo en todas las<br />
comunidades que comprenden el municipio, así como de la facilitación de<br />
todos los procesos inherentes a él. Este equipo debería ser el responsable<br />
del trabajo del presupuesto participativo asociado a la alcaldía y debería<br />
estar conformado por operadores de la Dirección de Participación Popular<br />
y otros funcionarios de la alcaldía que puedan reforzarle.<br />
Para efectos prácticos, denominaremos EPPA al Equipo del Presupuesto<br />
<strong>Participativo</strong> de la Alcaldía.<br />
¿Quién anima a la comunidad a participar en el Presupuesto<br />
<strong>Participativo</strong>?<br />
La animación a la comunidad para que participe es un proceso<br />
permanente, trasversal y compartido. Tanto los agentes de la alcaldía,<br />
como los promotores socioculturales, los miembros de los consejos locales<br />
de planificación pública, los líderes naturales e institucionales y todos los<br />
vecinos que quieran, deben contribuir a la animación.<br />
Por circunstancias propias de la especificidad vecinal, se observará una<br />
diferenciación normal durante la animación comunitaria. Una promovida<br />
por los agentes externos que intervienen en la localidad y otra asociada a<br />
las iniciativas populares. Ambas son complementarias, y deben articularse.<br />
Mientras el EPPA convoca a las comunidades a través de afiches,<br />
pancartas, perifoneo, cuñas radiales o televisivas, anuncios de prensa y<br />
demás medios de difusión; los vecinos y sus liderazgos naturales apelarán<br />
a la invitación casa por casa, a la información cara a cara, el uso de<br />
medios de comunicación alternativos comunitarios. Donde sea posible, los<br />
medios alternativos deben trata de cubrir y divulgar los debates de las<br />
plenarias.<br />
35
36<br />
Propuesta metodológica<br />
A continuación exponemos los pasos que, dentro de lo posible, deberían<br />
ser contempladas en todo proceso de formulación del presupuesto<br />
participativo.<br />
Eso no significa que ésta sea una receta inalterable, se trata, por el<br />
contrario, de una propuesta de procedimiento que puede y debe ser<br />
enriquecida con todas las ideas y sugerencias que hayan surgido a partir<br />
de la reflexión y de la experiencia práctica de los gobernantes locales y las<br />
comunidades organizadas.<br />
Zonificación<br />
A efectos de facilitar la elaboración del presupuesto participativo, es<br />
conveniente dividir cada centro poblado por zonas. Dichas zonas son<br />
espacios territoriales menores claramente definidos, donde se deberían<br />
realizar las asambleas del presupuesto participativo.<br />
Nos parece recomendable usar como criterio para la demarcación de las<br />
zonas el mismo criterio que se ha usado para demarcar las áreas<br />
electorales.<br />
Dentro de esa área geográfica hay que buscar el lugar más adecuado para<br />
que la población se reúna. Probablemente el espacio más conveniente sea<br />
una escuela.<br />
En un municipio o parroquia podrán conformarse tantas zonas del<br />
presupuesto participativo como áreas electorales existan.<br />
Teniendo muy claro que el presupuesto participativo es un proceso abierto<br />
a todos los vecinos y no sólo a los que se sienten identificados con el<br />
gobierno, una zonificación basada en las áreas electorales permitiría<br />
aprovechar todo el potencial organizativo acumulado en las UBEs durante<br />
el proceso del referendo.<br />
Dentro de una zona pueden existir varias organizaciones comunitarias de<br />
base o consejos comunales.<br />
Distribución del Presupuesto por zonas<br />
a) Criterios de distribución: carencias, densidad, prioridades temáticas y<br />
participación<br />
Hemos dicho que la Alcaldía debe fijar la cuota del presupuesto municipal<br />
que le corresponderá a cada zona para la ejecución de proyectos del año<br />
siguiente y debe hacerlo considerando una serie de criterios. A nuestro<br />
juicio, al menos cuatro deberían ser considerados: aquel asociado a las<br />
carencias comunitarias, a la densidad poblacional, a las prioridades<br />
temáticas elegidas por las comunidades y el grado de participación de los<br />
vecinos en las actividades de la zona.
Hay quienes preparan un mapa de carencias de cada zona. Este mapa<br />
muestra el cuadro general de la situación de la comunidad. Un diagnóstico<br />
participativo previo que analiza las carencias en infraestructura y servicios<br />
de cada localidad ayuda a preparar esa información.<br />
También es importante considerar la cantidad de personas que habita en<br />
cada zona y la prioridad temática elegida.<br />
Es conveniente agrupar los problemas en algunas temáticas como, por<br />
ejemplo: saneamiento ambiental, vivienda, pavimentación integrada<br />
(asfalto, red de agua, red de desagüe pluvial), educación, asistencia<br />
social, salud, transporte y circulación, organización de la ciudad y pedir a<br />
los vecinos que establezcan tres prioridades temáticas. Conocer cuales son<br />
las principales temáticas elegidas a nivel de la ciudad es un indicador<br />
importante para los planificadores.<br />
Por último, ha dado muy buen resultado estimular la participación,<br />
asignando un mayor porcentaje de recursos financieros a aquellas<br />
comunidades que en igualdad de condiciones en cuanto a densidad y<br />
carencia, muestren un mayor desarrollo organizativo y prácticas de mayor<br />
participación protagónica.<br />
Para establecer el grado de carencia de servicios e infraestructuras en una<br />
zona, se pueden asignar porcentajes a cada problema a través de una<br />
escala determinada. Así, por ejemplo, el alumbrado público posee una<br />
carencia de 50 por ciento, representa que aproximadamente la mitad de la<br />
zona no posee en sus calles dicho alumbrado.<br />
Una zona densamente poblada y con grandes carencias debe recibir<br />
mucho más recursos que una zona con poca densidad. Sería muy injusto<br />
que el presupuesto se distribuyese en forma igualitaria entre las zonas que<br />
presentan desniveles.<br />
Una zona cuyas comunidades practiquen ejercicios permanentes de<br />
participación ciudadana en los asuntos públicos debería ser premiada con<br />
una asignación mayor que aquellas que poco o nada participan. Esta<br />
práctica promueve a la larga, la motivación a participar en todas las<br />
comunidades.<br />
Ahora bien, ¿qué proporción debe dársele a las carencias, a la densidad y<br />
a la participación?<br />
Esta interrogante debe ser atendida por los gobiernos locales quienes, con<br />
base a su especificidad concreta sabrán en qué cuantía hacer uso de los<br />
5<br />
tres criterios enunciados .<br />
b) Todos los recursos deben ser incorporados<br />
Todos los recursos disponibles, sin excepción, deberían ser incorporados al<br />
presupuesto participativo y distribuido a cada zona. Recordemos que tales<br />
recursos provienen de aquella porción del situado que no se ha destinado<br />
37
38<br />
al gasto administrativo, del pago de impuestos, y de fondos del FIDES y la<br />
LAEE.<br />
Del mismo modo, los ministerios y sus entes adscritos, así como las<br />
empresas del Estado y las gobernaciones que en sus planes operativos y<br />
presupuestos ordinarios tengan recursos destinados para ser ejecutados<br />
en determinadas comunidades pertenecientes al municipio en referencia,<br />
deben evaluar con las propias comunidades la pertinencia de tales<br />
proyectos, para que no suceda lo que en el pasado ha ocurrido con<br />
frecuencia: que, desde el nivel central, se planifican obras que no están<br />
consustanciadas con los requerimientos inmediatos de las comunidades.<br />
Actores Del Presupuesto <strong>Participativo</strong><br />
a) Los vecinos<br />
El proceso del presupuesto participativo es un proceso democrático,<br />
abierto a todos los vecinos interesados, sin color político o nacionalidad. A<br />
las reuniones plenarias y a las reuniones por áreas más pequeñas puede<br />
asistir el que quiera.<br />
b) Los delegados<br />
Pero no todos los vecinos tienen igual compromiso con el proceso. Los más<br />
entusiastas y comprometidos se transforman en sus activistas y deberían<br />
cumplir la función de delegados del presupuesto participativo.<br />
Los llamados “delegados” del presupuesto participativo, son aquellas<br />
personas en quienes la comunidad delega la tarea de recoger los<br />
problemas de las distintas comunidades y de participar luego en el<br />
seguimiento de todo el proceso del presupuesto participativo. Ellos son los<br />
grandes activistas del proceso: movilizan a la comunidad, actúan como<br />
canal de conducción de sus aspiraciones, fiscalizan la aplicación de los<br />
recursos a las obras priorizadas y la ejecución de las mismas.<br />
En los lugares donde existe tradición organizativa y de lucha, los activistas<br />
del presupuesto participativo suelen ser los líderes naturales de dichas<br />
comunidades.<br />
Los delegados deben ser electos en las reuniones del presupuesto<br />
participativo. Pueden elegirse tantos delegados como lo considere<br />
conveniente la comunidad, siempre y cuando su número no sea un<br />
impedimento para realizar fluidamente las tareas. La idea es que el número<br />
de delegados no entorpezca la fluidez de la comunicación en las<br />
reuniones. Los delegados están obligados a rendir cuentas mensuales en<br />
asamblea a las comunidades que los eligieron.<br />
Al proponer este criterio de elección de los delgados lo que se busca es<br />
estimular la participación. La idea es que quien moviliza más gente a las<br />
reuniones pueda elegir más delegados.
La principales funciones del delegado son:<br />
movilizar a la comunidad y recoger las prioridades temáticas y de obras<br />
6<br />
coordinar, junto con los consejeros , el proceso de debate con la<br />
población acerca de las obras a jerarquizar<br />
actuar como canal de conducción de las aspiraciones de la comunidad<br />
que representan<br />
fiscalizar la aplicación de los recursos a las obras priorizadas y la<br />
calidad de su ejecución<br />
fiscalizar la actuación de los consejeros<br />
c) Los consejeros<br />
Mientras los delegados se preocupan de los problemas más inmediatos de<br />
su área: pavimentar una calle, una obra de alcantarillado, etcétera, el<br />
consejero discute temas más amplios y debe pronunciarse sobre las obras<br />
que deben realizarse en la ciudad como un todo tomando en cuenta las<br />
prioridades establecidas en las reuniones del presupuesto participativo.<br />
Deben compatibilizar las demandas de la población con las de la alcaldía<br />
y puede ocurrir que tengan que priorizar obras que no corresponden a la<br />
zona por la que fueron electos. Deben tener la capacidad para analizar el<br />
conjunto de los problemas y para explicar y convencer a sus electores de lo<br />
correcto de sus decisiones, aunque ellas no los favorezcan en lo inmediato.<br />
Ellos son, entonces, los que toman las últimas decisiones sobre las obras<br />
que deberán ser realizadas.<br />
La población, que ya eligió sus prioridades por democracia directa, delega<br />
su representación en estos consejeros para que elaboren en cogestión con<br />
el gobierno municipal y el consejo local de planificación pública, el<br />
presupuesto público y el plan de obras para el año siguiente.<br />
Deben elegirse dos consejeros por cada zona del presupuesto<br />
participativo. Su mandato dura un año, pero si llegan a perder la confianza<br />
de sus electores, como se trata de una representación delegada que<br />
emana de una democracia directa, los consejeros podrán ser revocados<br />
por el foro de delegados en cualquier momento.<br />
Dentro de lo posible los consejeros deben recibir un pequeño curso de las<br />
nociones fundamentales necesarias para entender el tema del<br />
presupuesto. El EPPA debe contribuir en dicho curso.<br />
d) El equipo de la alcaldía que promueve el proceso<br />
Como ya hemos mencionado, debe haber un equipo de la alcaldía<br />
dedicado a promover y facilitar este proceso.<br />
El Equipo del Presupuesto <strong>Participativo</strong> de la Alcaldía (EPPA) será la<br />
instancia responsable de articular todas las actividades inherentes al<br />
desarrollo de las jornadas de presupuesto participativo.<br />
39
40<br />
Deberá preparar las grandes asambleas y las reuniones del Consejo del PP,<br />
y articular sus relaciones con la comunidad a través de los coordinadores<br />
zonales.<br />
Al mismo tiempo deberá articularse con el Consejo Local de Planificación<br />
Pública. Del trabajo mancomunado de ambas instancias junto a las<br />
comunidades dependerá el éxito deseado. En el caso de que el Consejo<br />
Local de Planificación no esté funcionando el alcalde deberá buscar una<br />
fórmula para que el proceso del presupuesto participativo no se detenga.<br />
e) Asesores zonales<br />
Para llevar adelante el proceso es conveniente que cada alcaldía tenga un<br />
personal exclusivamente encargado de atender una zona del presupuesto<br />
participativo, independientemente de que ese cuadro provenga de alguna<br />
de las direcciones de la alcaldía.<br />
Estas personas deben hacer de puente entre la administración y las<br />
respectivas zonas en lo que se refiere a materias relacionadas con el<br />
presupuesto participativo, manteniendo siempre una visión del gobierno<br />
como un todo y debe ayudar a articular los requerimientos de cada zona<br />
con las respectivas direcciones. Debe desempeñar el papel de puente entre<br />
el gobierno y los habitantes de la zona sirviendo a la vez de parachoques y<br />
de punta de lanza del gobierno.<br />
Para evitar problemas no deben vivir en la región de la cual son<br />
coordinadores.<br />
Sus tareas específicas serían:<br />
a) Convocar a quienes todavía no se han integrado al proceso<br />
b) Ayudar al proceso de organización (labor compartida con los líderes<br />
comunitarios y el EPPA)<br />
c) Suministrar a su zona informaciones proveniente s de la alcaldía y el<br />
Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong>.<br />
d) Establecer contactos entre la población y las respectivas direcciones de<br />
la alcaldía<br />
e) Mediar en los conflictos que puedan crearse entre sectores de la<br />
comunidad y con alguna de las entidades de la alcaldía. Por lo tanto, el<br />
asesor zonal debe ser una persona muy respetada por todos los sectores<br />
f) Transmitir en forma pedagógica y convincente los planteamientos de la<br />
alcaldía<br />
g) Preservar y difundir valores cooperativos y solidarios<br />
Instancias del Presupuesto <strong>Participativo</strong><br />
El proceso del presupuesto participativo requiere la conformación de<br />
varias instancias que den cuenta de las diversas tareas por desarrollar. A tal<br />
efecto, se deberá contar con:
Reuniones con la comunidad<br />
Consejo<br />
Foro de Delegados<br />
Consejo Local de Planificación Pública<br />
Junta Financiera o de planificación<br />
a) Reuniones del presupuesto participativo<br />
En el proceso del presupuesto participativo se pueden realizar diversos<br />
tipos de reuniones con la comunidad. Podemos distinguir asambleas por<br />
zona y reuniones menores en comunidades más pequeñas<br />
Asambleas o plenarias<br />
Las asambleas o plenarias constituyen el foro democrático por excelencia<br />
del presupuesto participativo. Son asambleas de ciudadanos del municipio<br />
o zona, a la cual pueden asistir sin limitación alguna todos los vecinos.<br />
Estas reuniones deben ser convocadas por la entidad encargada de<br />
organizar el proceso.<br />
Deben buscarse diversos mecanismos para informar a la comunidad de la<br />
reunión: periódicos murales, recorrido por el área con un altoparlante<br />
puesta a disposición por la alcaldía. Pero, sin duda, lo más conveniente es<br />
la visita casa por casa por parte de los delegados o activistas del<br />
presupuesto participativo. Deben evitarse las invitaciones formales o<br />
aquellas en que se envía a un niño a entregar el papelito de la citación, sin<br />
que el emisario tenga la menor idea de lo que está promoviendo.<br />
Antes de empezar formalmente la reunión deben darse algunos pasos<br />
previos como:<br />
La acreditación de los participantes. Sólo deben participar activamente en<br />
la reunión los habitantes de la zona y las autoridades de la alcaldía. Los<br />
demás pueden ser invitados pero no tendrán derecho a la palabra.<br />
Es muy conveniente realizar actividades culturales mientras la gente se<br />
acredita.<br />
El ideal sería tener un corto video sobre el plan de inversiones del año<br />
anterior y obras que se están ejecutando.<br />
Los coordinadores deben esforzase porque se haga una lista de oradores<br />
consensuada donde haya representantes de cada una de las micro zonas o<br />
consejos comunales, y se procure la expresión de la pluralidad de las<br />
posiciones políticas existentes en esa zona.<br />
Pueden ser convocadas tantas plenarias como se estime conveniente. Sin<br />
embargo, como mínimo, deberán desarrollarse dos o tres sesiones<br />
plenarias. (Ver desarrollo más adelante)<br />
Reuniones más pequeñas<br />
41
42<br />
Además de las reuniones amplias y abiertas por zona, se realizan múltiples<br />
reuniones más pequeñas, promovidas por los delegados, para jerarquizar<br />
las obras y para analizar, con el equipo técnico de la alcaldía y las personas<br />
encargadas por la población de participar en el presupuesto participativo,<br />
los requerimientos técnicos y presupuestarios de las obras priorizadas por<br />
la comunidad.<br />
b) Consejo del presupuesto participativo<br />
El consejo del presupuesto participativo es la instancia rectora del proceso<br />
de formulación del presupuesto participativo municipal. Está integrado por<br />
los consejeros del presupuesto participativo electos por cada zona, que<br />
tienen derecho a voz y voto. Forman parte además de este consejo: el<br />
alcalde y tres miembros del consejo local de planificación pública, que<br />
deberán tener sólo derecho a voz.<br />
La tarea fundamental del Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong> es<br />
compatibilizar las demandas de la población con los recursos de la<br />
alcaldía.<br />
Sus deliberaciones deberán basarse en la búsqueda de consenso en torno<br />
a la selección de las obras a realizar de acuerdo a una visión integral del<br />
municipio y de las prioridades presentes.<br />
En los casos en que sea necesario, una vez se tengan las listas de<br />
problemas jerarquizados por cada zona, el consejo procede a identificar<br />
aquellos problemas comunes a varias zonas. Durante ese proceso se<br />
determina la proximidad de las zonas con problemas análogos. En ciertas<br />
ocasiones, la solución de un problema en una zona impactará en otras<br />
cercanas, con lo que una solución beneficia a varias comunidades. Por<br />
ejemplo, la construcción de una escuela secundaria en la frontera de una<br />
zona con otras. A partir de la caracterización de la comunidad se deberían<br />
conocer los terrenos disponibles y demás infraestructura pública existente<br />
en las diversas zonas, con lo cual sería relativamente fácil decidir donde<br />
ubicar dicha escuela.<br />
Este Consejo se reúne semanalmente durante varios meses para ir<br />
analizando las diferentes propuestas provenientes de las comunidades,<br />
pedir información a las distintas direcciones de la alcaldía y determinar<br />
finalmente, cuáles van a ser las obras que se van a priorizar.<br />
Una de las primeras cosas que se debe hacer, para tener una visión global<br />
de los problemas del municipio, es hacer un recorrido por toda la ciudad<br />
para constatar en persona cuáles de ellos son los que requieren una<br />
solución más urgente.<br />
c) Foro de delegados<br />
Los foros de delegados son las reuniones de delegados de una zona.<br />
Pueden convocarse con diversos objetivos: para recibir una preparación
mínima respecto al tema del presupuesto, intercambiar experiencias de sus<br />
trabajos con las comunidades, dialogar con los consejeros, informarse de<br />
la marcha del proceso, revocar a algún consejero<br />
d) Consejo Local de Planificación Pública (CLPP)<br />
El Consejo Local de Planificación Pública es otra de las instancias que<br />
participa en el proceso. Una vez elaborada la propuesta de presupuesto<br />
por el Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong>, el Consejo Local la revisa a fin<br />
de compatibilizarla con el plan rector del municipio. Se entiende que en<br />
cada municipio existe un plan de desarrollo que orienta el curso de la<br />
actuación de la inversión pública, en consecuencia, todo plan operativo<br />
anual del municipio y su correspondiente presupuesto deben alinearse con<br />
los postulados de la estrategia de desarrollo municipal diseñada por el<br />
CLPP.<br />
Esta disposición no supone veto a las propuestas de presupuesto<br />
participativo por parte del CLPP, por el contrario, debe ser asumido como<br />
un proceso de intercambio para el enriquecimiento de la propuesta. Si<br />
fuera necesario modificar algún proyecto comunitario, el CLPP debe<br />
informar y discutir el tema con las comunidades explicando las razones que<br />
imperan, debe oír las opiniones de la comunidad e invitarlas a que<br />
adopten los correctivos necesarios. Pero puede también ocurrir que la<br />
comunidad convenza al gobernante o a los miembros del Consejo Local<br />
de la necesidad de rectificar un plan propuesto por él.<br />
Una vez validada la propuesta de presupuesto participativo por el CLPP,<br />
éste la consigna a la Junta Financiera de la Alcaldía.<br />
e) Junta Financiera<br />
La Junta Financiera del presupuesto participativo es una instancia técnica<br />
de la alcaldía, compuesta por sus direcciones administrativas, de<br />
planificación y presupuesto. Las funciones inherentes a dicha junta o<br />
comisión están referidas a la validación formal (jurídica, administrativa y<br />
técnica) del presupuesto municipal a ser presentado al Concejo Municipal.<br />
Dicha Junta coordina y elabora la propuesta presupuestaria que deberá<br />
asignarse a cada zona con base a los criterios para priorizar los problemas<br />
de cada zona. Sobre esto ya hemos referido que deberán tomarse en<br />
consideración cuatro criterios: carencias, densidad de población,<br />
prioridades temáticas y participación.<br />
f) Cámara Municipal<br />
De acuerdo a lo establecido por la ley, la Cámara Municipal es quien da la<br />
aprobación al proyecto de presupuesto municipal presentado por la<br />
alcaldía. Los concejales deberán estar concientes que el producto que les<br />
corresponde evaluar y sancionar es el resultado del esfuerzo colectivo de<br />
las distintas comunidades organizadas.<br />
43
44<br />
Aunque puede ocurrir que una Cámara Municipal no esté dispuesta a<br />
aprobar la propuesta del Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong>, validada<br />
por el CLPP, si la comunidad se organiza bien y se moviliza para hacer sentir<br />
su voluntad de luchar por sus propuestas, será muy difícil que finalmente se<br />
oponga. Al fin y al cabo los concejales no desean perder apoyo popular.<br />
Dos formas de realizar el Presupuesto <strong>Participativo</strong><br />
No es lo mismo realizar el presupuesto participativo en comunidades<br />
donde existen tradiciones de organización y de lucha, donde las<br />
comunidades están organizadas en la base en consejos comunales u otras<br />
formas de organización y ya han llevado a cabo el proceso de diagnóstico<br />
7<br />
participativo , que llevarlo adelante en una zona donde existe escasa<br />
organización popular. A continuación señalamos cómo pensamos que<br />
debería hacerse en cada caso.<br />
Presupuesto <strong>Participativo</strong> que parte de un diagnóstico participativo<br />
previo<br />
Allí donde hay organización previa y se ha realizado un proceso de<br />
diagnóstico participativo, como el expuesto en el capítulo anterior de este<br />
libro, se lleva un gran trecho adelantado. Las comunidades ya han<br />
priorizando los problemas de acuerdo a los recursos de la comunidad y, a<br />
la vez, han jerarquizando los problemas que no pueden ser resueltos por<br />
ella.<br />
a) Primera plenaria del presupuesto participativo<br />
En este caso, en una plenaria abierta a todos los habitantes de la zona,<br />
donde no debe existir discriminación alguna, se da inicio al proceso del<br />
presupuesto participativo. Dicha reunión debe estar presidida por el<br />
alcalde, el Equipo del Presupuesto <strong>Participativo</strong> de la alcaldía (EPPA), el<br />
asesor de la zona y miembros del Consejo Local de Planificación Pública<br />
(CLPP). Es conveniente que asistan los directores de la alcaldía o sus<br />
sustitutos.<br />
Allí, el alcalde explica en que consiste el proceso del presupuesto<br />
participativo y por qué ha sido necesario trabajar en espacios menores y,<br />
por lo tanto, la idea de la zonificación. Se debe llevar la propuesta concreta<br />
de zonificación de la alcaldía y dentro de lo posible un mapa del municipio<br />
zonificado.<br />
Luego, el alcalde debe presentar un informe de cómo ha marchado el plan<br />
de inversiones aprobado el año anterior: qué obra se han ejecutado,<br />
cuáles están en proceso de ejecución y cuáles han quedado rezagadas y<br />
por qué. Todo debe ser muy transparente.<br />
En esa reunión se deben revisar las normas internas por las que se va a regir<br />
8<br />
el proceso del presupuesto participativo .
Deben exponerse los criterios con los que se distribuirán los recursos a<br />
cada zona y enunciarse un cronograma de trabajo.<br />
Los asistentes deben evaluar críticamente la rendición de cuenta del<br />
alcalde.<br />
Los consejos comunales allí presentes deben exponer ante todos los<br />
asistentes la priorización temática y la lista jerarquizada de las obras que<br />
dichas comunidades han determinado como más urgentes de realizar. Este<br />
listado es el producto de un diagnóstico participativo previamente<br />
realizado por los consejos comunales.<br />
En dicha reunión se debe elegir a los activistas que están dispuestos a llevar<br />
delante el proceso en dicha zona. Cada organización comunitaria de base<br />
o consejo comunal propone sus candidatos Mientras más gente éste logre<br />
movilizar para la asamblea, más delegados podrá elegir.<br />
Estos delegados recién electos deben informar acerca de los problemas<br />
priorizados en sus respectivas comunidades para que todos los vecinos los<br />
conozcan.<br />
b) Reuniones en los consejos comunales<br />
Luego de la primera reunión plenaria deberán realizarse reuniones en los<br />
consejos comunales para escuchar las informaciones técnicas que deben<br />
proporcionar los órganos de gobierno y sus propuestas de obras y<br />
servicios.<br />
A su vez, los delegados deben visitar las obras acompañados de los<br />
técnicos de la alcaldía para informarse en el terreno de los requerimientos<br />
técnicos y presupuestarios que plantean los problemas priorizados por la<br />
población.<br />
A partir de todas las actividades realizadas por los delegados cada vez más<br />
personas se van interesando en el tema del presupuesto. Y pueden surgir<br />
nuevos activistas los que podrán ser elegidos delegados en las reuniones<br />
más frecuentadas.<br />
c) Segunda plenaria del presupuesto participativo<br />
Luego de este trabajo realizado por los delegados y los órganos de<br />
gobierno, se debe realizar una segunda reunión plenaria.<br />
En esta reunión, la alcaldía, por medio de la Junta Financiera o de<br />
Planificación, presenta sus rubros de gastos (pago de personal, consumo,<br />
servicios de terceros y otros, un estimado de los recursos con que se<br />
contará en el próximo año y la forma en que serán distribuidos por zona.<br />
Por su parte, los delegados informan de las impresiones logradas en sus<br />
recorridos y de las estimaciones de cálculo económico por cada uno de los<br />
proyectos requeridos para la solución de los problemas jerarquizados<br />
previamente por las comunidades y entregan un listado consolidado de las<br />
obras requeridas y de las prioridades temáticas que resultan de dicho<br />
45
46<br />
listado. Por ejemplo, la mayor parte de las obras priorizadas se refiere a<br />
Viviendas, la segunda a educación, la tercera a pavimentación.<br />
En esta reunión, y luego del trabajo realizado por los delegados, donde<br />
habrá algunos que se hayan destacado más que otros por su compresión<br />
de los temas presupuestarios como por la madurez de sus planteamientos<br />
políticos, los asistentes deben elegir entre dichos delegados los consejeros<br />
del PP, que por sus funciones deben ser las personas más competentes para<br />
asumir la tarea de armonizar los intereses de la alcaldía con las obras<br />
priorizadas por la comunidad.<br />
Se deben elegir dos consejeros por cada zona y sus respectivos suplentes.<br />
A partir de este momento, los consejeros saben con qué recursos<br />
aproximados se cuenta y deberán ajustar las prioridades señaladas por la<br />
población a dicha realidad financiera y a las líneas estratégicas de trabajo<br />
de la alcaldía. Se trata de priorizar las obras de acuerdo a una visión de<br />
ciudad.<br />
d) Recorrido por la ciudad<br />
Es importante, por lo tanto, que los consejeros lleguen a tener esa visión de<br />
la ciudad como un todo ya que eso les permitirá tener más elementos y<br />
argumentos para evaluar en forma más objetiva las obras que deben<br />
priorizadas, teniendo que postergar, en algunos casos, obras de su propia<br />
zona por obras más necesarias en otra zona. Para lograr esta visión de<br />
conjunto es importante que conozcan muy bien las distintas urbanizaciones<br />
9<br />
y barrios de su municipio . El ideal es que realicen un recorrido por la<br />
ciudad y que vayan acompañados por el equipo técnicos de la alcaldía<br />
para que les informen acerca de los requerimientos técnicos y financieros<br />
de las obras priorizadas por la comunidad.<br />
e) Reuniones con las diversas direcciones<br />
De acuerdo a las obras priorizadas es conveniente que los consejeros y los<br />
delegados que así lo estimen, tengan reuniones con las respectivas<br />
direcciones administrativas. Por ejemplo, si se ha priorizado una escuela es<br />
muy importante discutir con la Dirección de Educación esta propuesta y los<br />
planes que tiene esa dirección para el municipio.<br />
f) El consejo debe elaborar la propuesta de presupuesto municipal<br />
El Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong>, luego de considerar las<br />
demandas de las distintas zonas, de haber hecho un recorrido por el<br />
municipio visitando junto con el equipo técnico de la alcaldía los lugares<br />
donde se plantea ejecutar dichas obras, de consultar con las distintas<br />
direcciones administrativas de la alcaldía y de conocer la cantidad de<br />
recursos que se asigna por zona, debe elaborar la propuesta de<br />
presupuesto municipal de inversión pública para el próximo año. Dicha<br />
propuesta deberá ser presentada al Consejo Local de Planificación Pública
a fin de dar cumplimiento con lo dispuesto por la Constitución de la<br />
República y demás leyes, reglamentos y ordenanzas que regulan la<br />
materia.<br />
g) Tercera plenaria<br />
Una vez terminado el proceso de elaboración del presupuesto se debe<br />
realizar una última asamblea para informar a la población de los<br />
resultados del proceso. En ella el alcalde debe anunciar el presupuesto con<br />
que contará el próximo año y la forma en que éste será distribuido por<br />
zona, y el Consejo del PP deben presentar las obras que finalmente fueron<br />
priorizadas. Se debe aprovechar la reunión para motivar a la población a<br />
acompañar a las autoridades en la entrega del presupuesto a la Cámara<br />
Municipal.<br />
Presupuesto <strong>Participativo</strong> sin diagnóstico participativo previo<br />
En este caso, no son las comunidades las que llegan a la primera asamblea<br />
del presupuesto participativo con sus obras ya priorizadas, sino que es el<br />
Estado el que crea un espacio para la participación a partir del tema del<br />
presupuesto de obras para la ciudad. Si bien los primeros pasos son<br />
diferentes, a partir de la segunda plenaria del presupuesto participativo<br />
todo sigue igual en ambos casos.<br />
a) Reunión de arranque<br />
Se debe realizar una primera plenaria de arranque del proceso organizada<br />
por el Equipo del presupuesto participativo para organizar las acciones<br />
que conduzcan a la materialización del proceso, en la que debe estar<br />
presente el asesor zonal del presupuesto participativo, el EPPA y alguna<br />
autoridad de la alcaldía, para darle realce.<br />
Como toda reunión del presupuesto participativo, debe ser una plenaria<br />
abierta a todos los habitantes de la zona. No debe existir discriminación<br />
alguna.<br />
La convocatoria tiene que ser muy atractiva. Es importante explicitar que se<br />
trata de una reunión para que la población decida sobre las obras que<br />
considere deben ser ejecutadas por la alcaldía.<br />
En dicha asamblea se debe explicar que la necesidad de trabajar en<br />
espacios menores al espacio municipal condujo a la idea de la<br />
zonificación y que esa es una de las zonas propuestas. Sería conveniente<br />
llevar el mapa de la ciudad zonificado.<br />
Se debe insistir en que son los propios vecinos los que deben pronunciarse<br />
sobre las obras a realizar y se debe subrayar la necesidad de organizarse<br />
para realizar esta consulta y designar cuadros para llevarla a cabo.<br />
Se debe explicar que esa tarea debe ser asignada a los mejores activistas,<br />
que pasarán a ser denominados delegados del presupuesto participativo.<br />
47
48<br />
Se propone elegir a estos delegados entre los presentes en la proporción<br />
de uno por cada diez presentes. Si la asistencia es mayor de 300 personas,<br />
debería elegirse un delegado cada 15 ó 20 asistentes.<br />
b) Múltiples reuniones en las comunidades<br />
Los delegados deben promover la realización de múltiples reuniones para<br />
que las comunidades elijan sus prioridades temáticas y jerarquicen las<br />
obras y servicios que desean ver resueltos por la alcaldía.<br />
c) Primera plenaria del presupuesto participativo<br />
Una vez recogidas las prioridades temáticas y jerarquizadas las obras se<br />
realiza la primera asamblea propiamente dicha del presupuesto<br />
participativo, esta vez presidida por el alcalde, el Equipo del Presupuesto<br />
<strong>Participativo</strong> de la alcaldía (EPPA), el asesor zonal y miembros del Consejo<br />
Local de Planificación Pública (CLPP). Es conveniente que también asistan<br />
los directores de la alcaldía o quienes los sustituyan.<br />
Al igual que en el caso anterior (donde ya se había realizado un<br />
diagnóstico participativo previo), el alcalde debe presentar un informe de<br />
cómo ha marchado el plan de inversiones aprobado el año anterior: qué<br />
obra se han ejecutado, cuáles están en proceso de ejecución y cuáles han<br />
quedado rezagadas y por qué.<br />
En esa reunión se deben establecer o revisar las normas internas por las<br />
10<br />
que se va a regir el proceso del presupuesto participativo .<br />
Análogamente, se deben exponer los criterios con los que se distribuirán<br />
los recursos a cada zona y enunciarse un cronograma de trabajo.<br />
Se debe aprovechar este espacio para que los asistentes evalúen<br />
críticamente la rendición de cuenta del alcalde.<br />
Se deben ratificar los delegados electos en reunión de arranque y se deben<br />
elegir otros si la asistencia ha aumentado mucho.<br />
Estos delegados informan acerca de las prioridades temáticas y de las<br />
obras seleccionadas en sus respectivas comunidades para que todos los<br />
vecinos los conozcan.<br />
d) Delegados y técnicos visitan obras priorizadas<br />
Luego de dicha reunión los delegados regresan a las comunidades<br />
acompañados de los técnicos de la alcaldía para informarse en el terreno<br />
de los requerimientos técnicos y presupuestarios que plantean los<br />
problemas priorizados por la población.<br />
e) La segunda plenaria<br />
Los pasos siguientes coinciden con lo ya expuesto en el primer caso.<br />
Pasos más técnicos<br />
a) Indicadores para la evaluación de la matriz presupuestaria
El Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong> recoge las prioridades<br />
presentadas por cada zona y área temática y las ordena. Realiza un cálculo<br />
ponderando las prioridades y ensambla la propuesta de matriz de<br />
presupuestaria participativa a ser consignada al CLPP.<br />
El Consejo Local de Planificación Pública debe evaluar dicha matriz con<br />
base a determinados criterios que facilitan la articulación de lo propuesto<br />
con el plan rector del municipio. Dicho plan establece un cuerpo de<br />
prioridades municipales que progresivamente deben ser atendidas.<br />
La prioridad temática<br />
Supongamos que las prioridades del municipio se han determinado de<br />
forma tal que el déficit de viviendas es la primera prioridad entre los<br />
miembros del municipio, en segundo lugar se tienen los requerimientos de<br />
pavimentación y en tercero el del aseo urbano. Con base a este ejemplo,<br />
los proyectos presentados en la matriz presupuestaria por el Consejo del<br />
Presupuesto <strong>Participativo</strong> asociados a vivienda tendrán mayor pertinencia y<br />
preponderancia que los demás.<br />
De esta manera se tiene un indicador de planificación para el destino de<br />
los recursos financieros para obras y servicios en cada región de la ciudad<br />
Proyectos de obras estructurales<br />
Al mismo tiempo, se consideran los proyectos y obras estructurales que<br />
forman parte de los planes regionales y nacionales a instancia de los<br />
ministerios y aquellas inversiones en ejecución que requieren de recursos<br />
11<br />
financieros para su continuidad . Estos datos constituyen un segundo<br />
indicador para la planificación del destino de recursos financieros.<br />
Necesidad de mantener nivel de servicios<br />
Un tercer indicador de planificación son las necesidades que tiene el<br />
gobierno para mantener el nivel de los servicios que el municipio presta a<br />
la población: educación, salud, agua potable, recolección de basura,<br />
conservación del sistema vial, iluminación pública, etcétera. La alcaldía<br />
requiere destinar a ello una parte significativa de los fondos municipales.<br />
Estos gastos son considerados rígidos, porque si no se les otorgan los<br />
recursos requeridos, los servicios se ven afectados. Este tipo de gasto sólo<br />
puede ser reducido a mediano y largo plazo si los servicios aumentan en<br />
productividad, disminuyen sus costos y se incrementa la recaudación.<br />
Obras de emergencia<br />
Por último, también deben destinarse recursos a obras de emergencia y<br />
reducción de riesgos por catástrofes naturales.<br />
b) La matriz es analizada por la junta financiera<br />
Una vez validada y armonizada con el plan rector municipal, la matriz<br />
presupuestaria es remitida por el CLPP a la Junta Financiera para su<br />
respectiva evaluación.<br />
49
50<br />
c) La propuesta presupuestaria es entregada a Cámara Municipal<br />
Después que el presupuesto está aprobado por el Consejo del Presupuesto<br />
<strong>Participativo</strong>, el CLPP y la Junta Financiera, es entregado a la Cámara<br />
Municipal por el alcalde, el Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong> y gente<br />
de la comunidad, para su discusión y aprobación<br />
d) Elaboración del plan de inversiones municipales<br />
A instancias de la matriz del presupuesto presentada por el consejo del<br />
presupuesto participativo, la cámara municipal elabora el plan de<br />
inversión para el ejercicio fiscal del año siguiente.<br />
Tomar en cuenta las cooperativas de gestión<br />
Para la formulación de referido plan se debe considerar la recomendación<br />
de asignar a empresas cooperativas de la zona las obras que allí deberán<br />
ser ejecutadas. Tales sugerencias serán debidamente presentadas por el<br />
Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong>, quien previamente habrá<br />
elaborado un listado de las empresas asociativas comunitarias que<br />
garanticen la pronta y correcta ejecución de las obras.<br />
En aquellos casos en que, por su magnitud, una determinada obra no<br />
puede ser desarrollada por cooperativas locales, sino por una empresa<br />
particular foránea, debe asegurarse que dicha empresa se comprometa a<br />
contratar mano de obra de la localidad.<br />
Si la propia comunidad organizada en cooperativas es quien ejecuta un<br />
proyecto determinado, habrá mayor garantía de que los trabajos sean de<br />
calidad y se ejecuten con base al cronograma convenido.<br />
e) Proyectos ante el FIDES y la LAEE<br />
Del mismo modo, a partir de la matriz del presupuesto presentada por el<br />
Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong>, el Consejo Local de Planificación<br />
Pública debe instruir a su sala técnica a fin de formular los proyectos<br />
aprobados acorde a la metodología y criterios técnicos demandados por<br />
los organismos de financiamiento de proyectos, todo ello con el apoyo de<br />
profesionales voluntarios de las comunidades y del cuerpo de<br />
profesionales de la alcaldía.<br />
f) Proyectos regionales y nacionales<br />
El alcalde del municipio junto a una pequeña comitiva integrada por<br />
delegados comunitarios y miembros del Consejo Local de Planificación<br />
Pública, ante la gobernación del estado y los entes adscritos de los diversos<br />
ministerios, debe presentar el cuerpo de recomendaciones para la<br />
acometida de proyectos regionales y nacionales en el municipio, todos<br />
ellos debidamente contenidos en la matriz presupuestaria elaborada de<br />
forma participativa.<br />
g) Recursos extraordinarios
Si por la vía de la asignación de recursos extraordinarios se obtienen<br />
nuevas fuentes de financiamiento de proyectos, el Consejo del Presupuesto<br />
<strong>Participativo</strong> deberá recomendar a la Cámara Municipal el desarrollo del<br />
cuerpo de proyectos que en orden jerárquico le corresponda su ejecución<br />
de acuerdo a lo dispuesto en la matriz del presupuesto participativo.<br />
Un ejemplo de ingresos extraordinarios lo constituyeron en su momento el<br />
12<br />
FIEM , la Ley Paraguas, entre otras.<br />
Propuesta de cronograma<br />
El cronograma atenderá las prerrogativas de ley en cuanto a la<br />
presentación de proyectos, pero como hecho consciente del colectivo. A<br />
tal efecto, se debe socializar el itinerario de actuación donde se reflejen las<br />
fechas medulares, a saber:<br />
Enero:<br />
Conformación del Equipo del Presupuesto <strong>Participativo</strong> en las alcaldías<br />
Zonificación para el presupuesto participativo en cada municipio<br />
(guiarse con el modelo de las UBEs)<br />
Designar a los asesores zonales<br />
Animación comunitaria para la preparación de los diagnósticos<br />
participativos<br />
Febrero - marzo:<br />
Inicio del proceso de diagnóstico participativo a nivel de las<br />
organizaciones de base o Consejos Comunales . Establecimiento de la<br />
jerarquía temática y priorización de las obras de acuerdo a los recursos<br />
propios de la comunidad y priorización de las obras que el Estado<br />
puede emprender. Elaboración de los planes de trabajo de cada<br />
organización de base o Consejo Comunal.<br />
Reunión de arranque en los lugares donde no hay organización previa<br />
y realización de reuniones con las comunidades para que ellas<br />
prioricen temáticas y obras.<br />
Mayo - junio:<br />
Primera plenaria del presupuesto participativo: Rendición de cuentas<br />
del alcalde sobre la ejecución de las obras acordadas con el<br />
presupuesto anterior. Información acerca del presupuesto del año en<br />
curso. Elección o ratificación de los delegados. Información por parte<br />
de los delegados de las temáticas y de las obras priorizadas.<br />
Visita a las obras jerarquizadas de los delegados acompañados por<br />
personal técnico de la alcaldía.<br />
Curso de preparación de los delegados.<br />
51
52<br />
Reuniones de delegados con direcciones de la alcaldía.<br />
Julio:<br />
Segunda plenaria del presupuesto participativo. La alcaldía presenta<br />
sus rubros de gastos y un estimado por zonas de los recursos con que se<br />
contará en el próximo año. Los delegados informan de los resultados<br />
de su intercambio con los órganos técnicos de la alcaldía.<br />
Se elige a los consejeros del presupuesto participativo<br />
Curso de preparación de los consejeros<br />
Recorrido de los consejeros por la ciudad<br />
Agosto:<br />
Instalación del Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong><br />
Sesiones del Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong><br />
Articulación del EPPA con el CLPP<br />
Identificación de problemas comunes a varias zonas<br />
Septiembre:<br />
Entrega de la propuesta presupuestaria al CLPP<br />
El CLPP compatibiliza los proyectos del presupuesto participativo con el<br />
plan rector del municipio<br />
Identificación de cooperativas de gestión de obras comunitaria por<br />
parte del Consejo del Presupuesto <strong>Participativo</strong><br />
Octubre - Noviembre:<br />
Entrega de la matriz compatibilizada a la junta financiera y elaboración<br />
del plan de inversiones del municipio<br />
Revisión del presupuesto por la Cámara Municipal<br />
Análisis por parte del Consejo del PP de la matriz presupuestaria<br />
entregada por la Junta Financiera. Elaboración de la propuesta<br />
presupuestaria<br />
Gestión de proyectos ante el FIDES y la LAEE.<br />
Gestión de proyectos regionales y nacionales.<br />
Diciembre:<br />
Aprobación del presupuesto por la Cámara Municipal con la<br />
participación de una delegación del gabinete del presupuesto<br />
participativo y la asistencia de un nutrido grupo de delgados.<br />
Próximo año<br />
Selección de contratistas (cooperativas y empresas privadas).<br />
13<br />
Inspección de obras por parte del comité de control social de obras .
Consideraciones finales<br />
Al término de las plenarias se deberá tener una detallada relación de<br />
proyectos escogidos, susceptibles de ser desarrollados, siempre y cuando<br />
el cuerpo de analistas técnicos no presente algunas objeciones a<br />
posteriori.<br />
Los gobernantes deben ser pacientes<br />
Por tratarse de problemas que tocan los intereses más directos de los<br />
habitantes de la vecindad, con toda seguridad se producirán debates muy<br />
acalorados que en determinadas circunstancias propendan a exaltar los<br />
ánimos de los participantes. Puede ocurrir que la pasión reinante derive en<br />
ofensas o reclamos muy encendidos contra los líderes institucionales.<br />
En tales circunstancias debe primar la paciencia, tolerancia y el respeto.<br />
Los líderes naturales e institucionales deben llamar al respeto mutuo y, por<br />
sobre todo, deben colocarse a la altura de las situaciones y no caer en<br />
diatribas y discusiones estériles.<br />
Control de la ejecución y evaluación permanente.<br />
Es necesario establecer mecanismos de control del proceso de ejecución<br />
de las obras por parte de la comunidad. Es también muy importante tener<br />
métodos tanto cuantitativos como cualitativos para ir evaluando el<br />
desarrollo del trabajo, y poder así realizar, si es necesario, planes de<br />
contingencia, o sea, planes que reestructuren las medidas.<br />
Las evaluaciones deben hacerse siempre en un período menor a tres<br />
meses, porque si no se corre el riesgo que el proyecto se debilite, fallezca.<br />
Es muy importante establecer indicadores y medir desde el principio.<br />
Comités de control social de obras<br />
En cada zona donde se esté ejecutando una obra, los delegados deben<br />
promover la constitución de contralorías sociales. Podrán integrarlos<br />
tantos voluntarios comunitarios como sea necesario, preferiblemente<br />
aquellos que tengan alguna formación en la actividad que será<br />
inspeccionada.<br />
El control social de las obras se inicia desde el momento en que comiencen<br />
las primeras acciones de selección de contratistas y continúa hasta que<br />
finaliza la obra.<br />
Cuando hay obras que requieren del cuidado de la población para ser<br />
mantenidas, como por ejemplo, una cancha deportiva o una escuela<br />
recién restaurada y pintada, es muy importante promover grupos de<br />
14<br />
vecinos que se encarguen de su mantenimiento .<br />
53
54<br />
NOTAS:<br />
1. En los actuales momentos, se adelantan algunas actuaciones legislativas<br />
tendentes a derogar o modificar las leyes del FIDES y la LAEE, a fin de materializar el<br />
mandato constitucional que ordena la creación del Fondo de Compensación<br />
Interterritorial. De acuerdo a lo contenido en la Constitución de la República<br />
Bolivariana de Venezuela, el Fondo de Compensación Interterritorial está destinado<br />
al financiamiento de inversiones públicas dirigidas a promover el desarrollo<br />
equilibrado de las regiones, la cooperación y complementación de las políticas e<br />
iniciativas de desarrollo de las distintas entidades públicas territoriales, y a apoyar<br />
especialmente la dotación de obras y servicios esenciales en las regiones y<br />
comunidades de menor desarrollo relativo. El Consejo Federal de Gobierno, con<br />
base en los desequilibrios regionales, discutirá y aprobará anualmente los recursos<br />
que se destinarán al Fondo de Compensación Interterritorial y a las áreas de<br />
inversión prioritaria a las cuales se aplicarán dichos recursos.<br />
2. Reunión de Gobernadores y Alcaldes, Fuerte Tiuna, 12 y 13 de agosto de<br />
2004. Mci, Caracas, 2004.<br />
3. Unidades de Batalla Electoral.<br />
4. Desde la óptica de la racionalidad comunicativa transparente, las<br />
informaciones sistematizadas en los inventarios locales, y vertidas en los sistemas<br />
de información serán del dominio público. Bajo la modalidad de información<br />
colectiva en el caso de los inventarios no automatizados, y de software libre, en el<br />
caso de los sistemas de información computarizados.<br />
258. 29. 293. Hechos los inventarios con la participación directa de los actores<br />
sociales, cualquiera podrá contar con dicho conocimiento para aprovecharlo y<br />
seguir enriqueciéndolo.293. Hechos los inventarios con la participación directa de<br />
los actores sociales, cualquier persona podrá contar con dicho conocimiento para<br />
aprovecharlo y seguir enriqueciéndolo.<br />
5. Sobre este tema recomendamos leer el libro de Tarso Genro y Ubiratan de<br />
Souza: Presupuesto participativo (La experiencia de Porto Alegre). Editorial<br />
Universitaria, Buenos Aires, 1998. Allí el autor propone cómo hacer en estos casos.<br />
6. Nos referimos a los consejeros del presupuesto participativo, más<br />
adelante hablaremos de ellos.<br />
7. Ver capítulo anterior.<br />
8. En el caso de que sea una primera experiencia debería llevarse una<br />
propuesta de proyecto para ser revisado por la comunidad.<br />
9. O parroquia, en el caso de un municipio.<br />
10. Por ejemplo, cada cuántos asistentes debe elegirse un delegado.<br />
11. Por ejemplo, la construcción de acueductos, red de aguas servidas,<br />
clínicas populares, etcétera.<br />
12. Fondo de Inversión para la Estabilización Macroeconómica.<br />
13. Ver consideraciones finales.<br />
14. Lo que en Caroní se llamó: control democrático de las obras.
Agradecimiento<br />
En primer término, quiero agradecer muy sinceramente la deferencia que<br />
significa el haber sido invitado a compartir estas breves reflexiones en un<br />
evento de tal importancia.<br />
Es para mi una honrosa distinción.<br />
Desde donde hablo…<br />
DESAFIOS ETICOS, TECNICOS Y POLITICOS<br />
DE LA PARTICIPACION SOCIAL<br />
Carlos Núñez Hurtado<br />
Cátedra “Paulo Freire”<br />
Universidad ITESO<br />
Guadalajara Jalisco, México<br />
Quiero iniciar señalando “desde dónde hablo”. Mi experiencia “política”<br />
siempre se ha desarrollado desde el campo de la sociedad civil y de las<br />
organizaciones cívicas, pues nunca ha militado en ningún partido político.<br />
A pesar de ello, y justamente por mi trayectoria ciudadana, en 1994 fui<br />
invitado por el Partido de la Revolución Democrática ( P.R.D.) a ser<br />
candidato a Diputado Federal, habiendo sido electo para la 56ª.<br />
Legislatura, de 1994 a 1997.<br />
La experiencia fue de lo más interesante y aleccionadora. Entrar en<br />
contacto con el mundo de la política en cuanto tal - que no conocía<br />
directamente - me permitió conocer en vivo los límites y alcances del<br />
campo de la Ética en relación con la política<br />
Desde esta doble experiencia, es decir, desde el campo de la sociedad civil<br />
donde he militado por más de 42 años, y desde mi paso por la Cámara de<br />
Diputados en México, es que he ido construyendo mis propias<br />
convicciones, mis aprendizajes y mis búsquedas, que ahora les comparto.<br />
La participación social: diversas comprensiones y<br />
alcances<br />
En el enunciado general de la mesa se mencionan los desafíos “éticos,<br />
técnico y políticos” de la participación social.<br />
55
56<br />
Me gustaría reflexionar primero sobre el sentido y alcance del concepto de<br />
“participación social” y/o “participación ciudadana”, que sin ser<br />
sinónimos, se les suele usar como tales.<br />
Hoy, la “participación” parece haberse convertido en una moda. En el<br />
terreno de la sociedad civil, de la educación, de las esferas<br />
gubernamentales y en los organismos internacionales, la participación se<br />
ha convertido en un componente obligado.<br />
Pero contradictoriamente - en términos generales - nuestras sociedades no<br />
se caracterizan por ser participativas; persiste la cultura de la “no<br />
participación” y de la “delegación representativa del poder” muy presente<br />
en los hábitos y comportamientos sociales, cívicos y ciudadanos.<br />
Eventualmente, los ciudadanos(as) participan en emergencias y/o<br />
coyunturas especiales; es decir, solamente se reacciona, pero no se<br />
“acciona” proactivamente en forma cotidiana y sostenida.<br />
Podríamos acudir a una clasificación operativa para tratar de distinguir<br />
diferentes expresiones de participación que suelen darse. Es necesario<br />
advertir que toda clasificación o tipología corre el riesgo de simplificar y/o<br />
encasillar. Por ello, lo que presentamos a continuación no necesariamente<br />
se da en forma “pura”, claramente diferenciada o “escalonada”, pues<br />
cada circunstancia generará modalidades propias.<br />
Participación “individual/ familiar”<br />
Es aquella que en forma natural - casi siempre “reactiva” - el ciudadano<br />
común tiene que realizar para cumplir sus obligaciones con el gobierno,<br />
hacer reclamos o gestiones de servicios etc.<br />
No tiene ninguna relevancia en los términos que nos interesa reflexionar.<br />
Participación “social”<br />
Normalmente es aquella que genera la participación de un grupo de<br />
ciudadanos, colonos de un barrio, miembros de alguna institución etc.,<br />
para enfrentar algún tipo de reivindicación social o colectiva que los<br />
involucra.<br />
En este sentido, casi siempre es también “reactiva”, pues se genera en<br />
consecuencia y como respuesta o “reacción” ante la circunstancia,<br />
necesidad común o reivindicación, casi siempre de tipo coyuntural.<br />
Implica a un grupo, que como tal, debe resolver problemas de<br />
organización y “planeación” (aunque sea elementalmente): roles,<br />
liderazgo, trabajo en equipo, quizá recursos etc.<br />
Participación social “organizada”<br />
A diferencia de la anterior (y aunque sea muy similar) ésta tendría la<br />
característica de no nacer necesariamente de una situación o reflexión
colectiva de carácter reivindicativo inmediato. Es decir, no es la natural<br />
reacción frente a un problema “imprevisto” o agudizado por alguna<br />
circunstancia, lo que lleva al grupo a formarse y actuar. Más bien, decide<br />
actuar en tal o cual sentido, como producto de su previa conformación<br />
como grupo, de su reflexión y del análisis de su situación.<br />
Dentro de ese proceso, puede también atender temas de “emergencia”.<br />
Pero igualmente puede decidir actuar organizadamente frente a temas o<br />
circunstancias de otro perfil y/o aliento, como situaciones de mayor perfil y<br />
sentido “estructural”, por ejemplo, problemas de consumo por carestía de<br />
bienes, servicios públicos de menor perfil emergente etc.<br />
Participación “comunitaria”<br />
Tiene como característica su origen, ubicación y campo de acción de<br />
carácter territorial (un barrio, una comunidad campesina, una población<br />
indígena etc.)<br />
Abarca los intereses de toda la población contenida en ese espacio,<br />
independientemente del grado de involucración real que el conjunto de la<br />
población asuma.<br />
Implica, obviamente, los mismos retos de organización, roles, liderazgos<br />
etc. ya señalados. Pero lógicamente, su complejidad será mayor.<br />
Participación “institucional”<br />
Es aquella generada y convocada desde el ámbito institucional público y/o<br />
privado, por ejemplo, “juntas de vecinos” a nivel barrial, comités<br />
ciudadanos a nivel municipal, organizaciones parroquiales etc.<br />
La diferencia está fundamentalmente en el origen “externo” de la<br />
convocatoria.<br />
Participación organizada de la “sociedad civil”<br />
Es el campo donde actúan normalmente las llamadas ONGs que<br />
intervienen en estos espacios y sus múltiples expresiones: ambientalistas,<br />
trabajo de género, economía solidaria, educación popular, educación<br />
cívica y ciudadana, desarrollo comunitario, vivienda, hábitat, salud,<br />
investigación etc. etc.<br />
Participación “cívica y/o ciudadana”<br />
Su característica es que nace y actúa en y para el campo específico de lo<br />
“público” y lo “político”, pero entendido en su sentido amplio y no<br />
restringido a lo partidario.<br />
Es decir, no se sitúa frente a reivindicaciones particulares de corto alcance<br />
o limitado ámbito espacial ( como las anteriores), sino que nace y trabaja<br />
para enfrentar el rol que le corresponde - y se le reclama - a una<br />
ciudadanía activa, crítica y conciente en el campo de las políticas públicas.<br />
57
58<br />
Tiene que ver con el impulso a su propia generación, con el control y<br />
auditoria ciudadana frente al ejercicio de gobierno, con el campo de la<br />
educación ciudadana, de la promoción y/o defensa de los derechos<br />
humanos (sociales, económicos, políticos y culturales).<br />
Participación “política”<br />
Es aquella que surge para actuar e incidir directamente en al ámbito<br />
político en cuanto tal, es decir, en el “partidario”. Pero también actúa en<br />
otras expresiones que suelen contemplar las legislaciones de los países,<br />
según cada caso.<br />
Como advertimos al iniciar esta tipología, es necesario insistir en su<br />
carácter absolutamente “utilitario”.Por lo tanto, su utilidad será de acuerdo<br />
a circunstancias y contextos.<br />
Estas y otras modalidades y combinaciones de modelos de participación,<br />
se dan sin duda a lo ancho y largo de nuestros países y cada vez con mayor<br />
fuerza. En algunos casos de sociedades con niveles educativos más<br />
desarrollados, los procesos alcanzan más y mejores niveles de<br />
participación e incidencia.<br />
Igualmente, hay sociedades con historias de lucha social y política muy<br />
intensas que han provocado el avance en la conciencia ciudadana, y con<br />
ello, mejores y más calificados niveles de participación e incidencia.<br />
Pero es criterio compartido el reconocer que, a pesar de esas experiencias<br />
excepcionales, la característica común de nuestros países es que viven<br />
procesos democráticos meramente formalistas, ritualistas y electoreros.<br />
Por eso -paradójicamente- en ellos la democracia “existe” sin<br />
ciudadanos y ciudadanas participando en forma sustantiva.<br />
En muchos países vivimos situaciones políticas que se han dado en llamar<br />
de “partidocracia”, término acuñado para dar cuenta del excesivo y<br />
protagónico rol que han venido asumiendo los partidos políticos en orden<br />
a sus intereses particulares o de sus dirigentes, pero al margen de las<br />
necesidades e intereses de la población. La democracia y la vida política<br />
acaba siendo “secuestrada” por los profesionales del “mercado político”<br />
que reducen su labor educativa y de representación, a un mero juego de<br />
publicidad y mercadotecnia encaminado a conquistar los votos que los<br />
coloquen en el poder formal, para servirse de el, pero no para servir a sus<br />
electores ni a la sociedad en su conjunto.<br />
No parecen haber quedado atrás las enseñanzas de Maquiavelo al<br />
príncipe (y con él, parece que a la mayoría de los políticos actuales ) al<br />
señalar que debe ".... poseer habilidad para fingir y disimular: los hombres,<br />
en efecto, son tan simples y se someten hasta tal punto a las necesidades<br />
presentes, que quien engaña hallará siempre alguien que se deje<br />
engañar..... No es, pues, necesario que un príncipe acrisole todas las
cualidades mencionadas, pero sí muy necesario que parezca poseerlas" .<br />
Y solo para reforzar estas aberrantes (pero muy presentes y actuales<br />
máximas), nos dice Maquiavelo que: "a menudo ( el príncipe ) se ve<br />
obligado, para conservar su Estado, a obrar contra la fe, contra la caridad,<br />
contra la humanidad y contra la religión....... y como dije antes, a no<br />
apartarse del bien, si puede, pero a saber entrar en el mal si se ve obligado<br />
por la necesidad"<br />
Por todas estas razones, la participación como fenómeno social y político,<br />
si bien se expresa en múltiples modalidades, sigue siendo todavía una<br />
meta por construir y conquistar en la mayoría de nuestros países.<br />
Veamos algunas otras de las principales razones para entender el<br />
fenómeno de la frágil o limitada participación:<br />
Una cultura ciudadana y política “delegativa” y “representativa”. Con<br />
cada día más bajos índices, la población participa eventualmente en la<br />
elección de quien(es) serán sus representantes. Pero a partir de ello,<br />
“delega” su responsabilidad en ellos, cancelando su participación<br />
activa<br />
Por ello, no se piensa en la responsabilidad y conveniencia ciudadana y<br />
política de dar seguimiento, controlar, apoyar, proponer o cuestionar<br />
las acciones y/u omisiones de las autoridades que nos representan.<br />
Tras ello, existe una vieja práctica de carácter corporativo, utilitaria y<br />
clientelar que ha castrado, condicionado y manipulado la<br />
participación de los sectores populares y de la ciudadanía en general.<br />
No han habido, en realidad, suficientes espacios francos, libres,<br />
democráticos y útiles “de y para” la participación social y ciudadana.<br />
Sin embargo debemos reconocer que en los últimos tiempos han<br />
habido avances significativos<br />
La falta de políticas y programas educativos encaminados a formar y<br />
propiciar la conciencia y la verdadera participación social y ciudadana.<br />
La inexistencia práctica - o la debilidad, en el mejor de los casos - de<br />
canales autónomos y legítimos para la auténtica participación.<br />
Según sea el caso de cada país y/o región, otro factor clave lo ha sido<br />
la falta de instrumentos jurídicos propiciadores y legitimadores de la<br />
auténtica participación ciudadana. En muchos de nuestros países, el<br />
referéndum, el plesbicito, la iniciativa popular y la revocación de<br />
mandato, siguen siendo aspiraciones largamente reclamadas.<br />
Enunciado fundamental.<br />
En una auténtica democracia no podemos prescindir de la participación.<br />
Pero tampoco asumirla solo como una moda. La participación social y<br />
ciudadana es un componente sustantivo de la verdadera Democracia. De<br />
59
60<br />
no ser así, nuestras democracias se convierten solo en formalistas, pero sin<br />
lograr incidir en el rumbo y en las decisiones de los procesos sociopolíticos.<br />
La formulación, ejecución y control de políticas públicas, siguen<br />
siendo atributos solo de las cúpulas del poder.<br />
Componentes substanciales de la participación<br />
En consecuencia, hablar de una autentica participación, significa e<br />
implica:<br />
Conciencia crítica y formada “de y en” los derechos y obligaciones<br />
sociales y ciudadanas.<br />
De aquí se desprende el rol estratégico de la educación en esta tarea y,<br />
por lo tanto, la importancia del diseño e impulso de programas y<br />
proyectos diversos<br />
formales y “no-formales” - de educación para la participación.<br />
Estos, deberán ser propiciados, favorecidos, estimulados y<br />
financiados por múltiples iniciativas, incluyendo las propias<br />
instancias gubernamentales, sin que ello implique imposición de<br />
criterios políticos o partidarios.<br />
Ejercicio activo, libre y permanente del uso de los derechos y<br />
obligaciones consagrados en las normas jurídicas vigentes.<br />
Por lo tanto, habrá de ponerse fin y castigar cualquier práctica<br />
represiva, manipuladora o intimidatoria de la participación.<br />
Posibilidad de organizarse y militar con plena libertad<br />
No deben imponerse, bajo ninguna circunstancia, formas sociales y<br />
políticas para la participación. Son de hecho muy diversas aquellas que<br />
facilitan e impulsan los procesos de participación social y ciudadana.<br />
Capacidad de real incidencia en la toma de decisiones<br />
Esto debe expresarse a todos los niveles dentro de aquellos procesos<br />
que involucren a los participantes. Hay que superar los meros<br />
formalismos de pseudo participación<br />
Relación efectiva con los intereses y beneficios de los sujetos de los<br />
procesos.<br />
De ahí que la participación social deba impulsarse tomando siempre<br />
en cuenta los intereses y la utilidad real (cercana, cotidiana o de mayor<br />
nivel e impacto ) de los beneficiarios.<br />
No habrá participación sostenida sin conciencia formada, es cierto;<br />
pero tampoco la habrá si los beneficiarios participantes no encuentran<br />
utilidad real y reconocida en los procesos.<br />
Ejercicio libre y democrático en el diseño y en las decisiones de la vida<br />
institucional seleccionada.
Por lo tanto, hay que trabajar por la eliminación de los “candados”<br />
jurídicos que impiden o condicionan la participación ciudadana libre y<br />
plural.<br />
Corolario<br />
Desde este enfoque, PARTICIPAR ES DECIDIR. Por ello, solo cuando la<br />
ciudadanía libremente organizada, respaldada, educada y respetada sea<br />
capaz de diseñar, decidir, pensar y controlar sus procesos sociales,<br />
políticos, económicos y culturales a diferentes escalas y alcances,<br />
podremos hablar de una auténtica participación social, cívica, ciudadana.<br />
Solo entonces podemos también hablar de la existencia de la llamada<br />
“sociedad civil”.<br />
Lograr esto es hablar de construir la Democracia Sustantiva.<br />
Participación: consideraciones éticas<br />
Fernando Savater nos recuerda, cuando se pregunta por la diferencia<br />
fundamental entre la actitud ética y la actitud política, que las dos son<br />
formas de considerar lo que uno va a hacer (es decir, el empleo que vamos<br />
a darle a nuestra libertad). Pero la ética es ante todo una perspectiva que<br />
cada individuo toma atendiendo solamente a lo que es mejor para su<br />
buena vida en un momento determinado y sin esperar convencer a los<br />
demás de que es así como resulta mejor y más satisfactoriamente humano<br />
vivir.<br />
En cambio, la actitud política busca otro tipo de acuerdo; el acuerdo con<br />
los demás y la coordinación y organización entre muchos, de lo que afecta<br />
a muchos. En política es imprescindible que convenza o me deje convencer<br />
por otros, nos dice. La Ética, desde su base etimológica, se refiere al ethos<br />
(del griego) cuyo significado básico es costumbre, uso, manera de<br />
conducirse. Y, cuando nos referimos a Moral (del latín moris, de idéntica<br />
significación) nos estamos refiriendo a la aplicación histórica y<br />
diferenciada de la aplicación de la normas de convivencia social, que<br />
sustentadas en los principios éticos, adquieren materialidad histórica y<br />
contextual diferenciada. Así, bajo el mismo principio ético, por ejemplo, de<br />
la justicia, diferentes sociedades en distintas épocas, crean diversas<br />
normas y/o sanciones para salvaguardar el cumplimiento de la justicia.<br />
Castigos físicos, privaciones de la libertad, diferentes estímulos, sanciones<br />
morales o la pérdida de la vida misma, han expresado y expresan diversas<br />
aplicaciones normativas (morales y/o jurídicas) para la preservación de un<br />
mismo principio de carácter ético: la justicia.<br />
Así pues, la relación entre Ética, Moral y Política, es inevitable. Es - diríamos<br />
-connatural, por cuanto la actividad humana en sociedad - que implica<br />
justamente ser parte… participar - no puede darse sin prescindir de<br />
61
62<br />
principios de comportamiento individual (lo ético), de normas de<br />
comportamiento y sanción social (lo moral), y del accionar individual y<br />
colectivo en busca del Bien Común (lo político).<br />
Desde esta perspectiva, la Política, entendida como la más noble tarea<br />
humana en búsqueda del Bien Común, es decir, del bien de todos y para<br />
todos, debiera ser fundamental y esencialmente la expresión ética y la<br />
concreción moral de la participación social, entendida como el accionar<br />
privado, público e institucional de los ciudadanos(as) en cualquier<br />
sociedad.<br />
Quizá podríamos decir que la Ética, en relación con la participación, tiene<br />
que ver más con el comportamiento en el accionar personal. La Moral, en<br />
cambio, tiene que ver más en su relación con el comportamiento social y<br />
colectivo. Con las normas de convivencia (de y entre los ciudadanos y<br />
ciudadanas). Con las Instituciones (los partidos, los organismos públicos<br />
etc.). Y de éstos con la ciudadanía. Es decir, tiene que ver más con el<br />
campo de lo “público”. Y lo público es el espacio por excelencia de la<br />
política. No solamente del gobierno, sino particularmente, de la<br />
ciudadanía.<br />
La participación: consideraciones políticas<br />
Pero esta separación es en realidad meramente conceptual, pues los<br />
individuos, en sociedad, somos ciudadanos. Y como tales, actuamos<br />
siempre en política en forma “activa” o “reactiva” (en mayor o menor<br />
medida, según ya analizamos) y aunque a veces ni seamos conscientes de<br />
ello. Algunos(as) - es cierto - lo hacen en forma consciente, intencionada<br />
y/o profesional. Son “los políticos”. Pero todos(as) estamos en medio de<br />
una trama social y política sumamente compleja. Actuamos en formas<br />
acordadas de convivencia social, sometidos, por tanto, a normas y<br />
convenciones jurídicas, sociales y culturales y en el marco de actuación de<br />
instituciones creadas socialmente; es decir, todos somos y estamos<br />
dialécticamente actuando y “participando” como sujetos políticos bajo<br />
criterios éticos y morales. Y eso, independientemente de que lo hagamos<br />
conscientemente o no.<br />
Por otro lado, la ideología neoliberal nos ha venido haciendo creer que la<br />
democracias que tenemos (y a las que ya aludimos al calificarlas como<br />
restringidas, tuteladas o de "baja intensidad") son la panacea. Y más<br />
fuerza adquiere este señalamiento cuando históricamente se viene de la<br />
superación de regímenes de fuerza, dictaduras militares y otras<br />
modalidades de autoritarismo extremo que tanto y tan profundamente han<br />
lastimado a nuestros pueblos Latinoamericanos. Que éste tipo de<br />
"democracias" son infinitamente mejores que la más benigna de la<br />
dictaduras, no cabe duda. Pero no podemos caer en la trampa de aceptar
por ello, de manera acrítica y complaciente, las evidentes limitaciones de<br />
que adolecen nuestros sistemas democráticos formales.<br />
Y esto toca de nuevo, como ya advertíamos, el rol de la sociedad en la vida<br />
pública. Es decir, si queremos profundizar en nuestros procesos<br />
democráticos, tenemos que hablar de nuevo de la imprescindible<br />
participación social, cívica y ciudadana a todos los niveles y alcances.<br />
Si acudimos incluso a la acepción etimológica de la palabra<br />
“democracia”, todos recordamos que tiene su origen en Grecia y que su<br />
significado es “demos = pueblo y cratos = poder”. Es decir, la democracia<br />
es el sistema político en el que el pueblo es el que ejerce el poder. Del<br />
pueblo dimana el poder. De ahí surge la expresión referida a los<br />
presidentes(as) de nuestros países cuando les llamamos “primer<br />
mandatario”, pues se refiere justamente al que asume el primer nivel de<br />
compromiso de “ser mandado” por el poder del pueblo. Eso significa<br />
“mandatario”: el que es mandado. El que obedece para servir mejor a<br />
quienes lo eligieron como su representante - su mandatario - que habrá de<br />
conducir los destinos del país al servicio de la mayoría que, mediante el<br />
voto, depositó su confianza en él ( o ella).<br />
Es obvio entonces que la delegación del poder del pueblo en sus<br />
representantes, no elimina para nada la responsabilidad del mismo de<br />
participar y estar atento y vigilante para señalar y atender los actos de<br />
gobierno, que en su nombre, ejecuta el poder en sus diferentes<br />
expresiones.<br />
Obviamente, para ello, la participación (como ya hemos insistido) es<br />
condición esencial. No se puede elegir, sin participar. Como tampoco se<br />
puede vigilar, estar atento, opinar etc., sin participar. ¿Cómo puede darse<br />
entonces la democracia, sin la participación del pueblo?<br />
Ciudadano(a) es la expresión socio-jurídica y política que establece dicha<br />
condición mediante derechos y obligaciones plasmadas en la constitución<br />
y el sistema de leyes de los países. De esta manera, se acota el concepto<br />
genérico de “pueblo”, para convertirlo en ciudadano(a).<br />
Pero al hablar de derechos y obligaciones, estamos aceptando la<br />
implicación inherente a ello: ejercerlos. No se puede ser sujeto de<br />
derechos y obligaciones si estos, no se ejercen. Todo quedaría en meras<br />
declaraciones teóricas que no repercuten en la vida individual, social y<br />
comunitaria de las personas, los grupos y la sociedad en su conjunto.<br />
Es obvio, entonces, que ser ciudadano(a) y participar como tal en la vida<br />
social, implica ejercer activa y responsablemente dicha condición que la<br />
ley y la sociedad le otorgan y reconocen. Y por lo tanto, el ejercicio<br />
consciente y responsable de sus derechos, obligaciones y<br />
responsabilidades. ¿Puede acaso hacerse sin participar? La respuesta<br />
obvia es que no.<br />
63
64<br />
Sin embargo, en los hechos, la respuesta parece encontrar solo en la<br />
formalidad de un importante - pero efímero - acto electoral, el<br />
agotamiento de la condición ciudadana participativa. El ciudadano acaba<br />
enajenando su poder al abandonar sus responsabilidades, pues convierte<br />
al mandatario que eligió, en el representante absoluto del ejercicio de su<br />
poder.<br />
En el campo de la política, el partido sigue siendo el instrumento clásico o<br />
privilegiado para la acción. Pero de acuerdo a lo que hemos ya señalado<br />
de la generalizada perversión de la actividad política, los partidos mismos<br />
han venido perdiendo el sentido profundo de su razón de ser. De ahí, el<br />
señalamiento que hicimos antes hacia el fenómeno que hemos llamado<br />
“partidocracia”<br />
Por ello, en la actualidad, tanto en la teoría como en la práctica, hay muy<br />
diferentes formas de entender y vivir la vida partidaria. En mi libro “La<br />
Revolución Ética" señalo que al partido:<br />
Hay quienes lo entienden sólo como instrumento electoral.<br />
Otros, como instrumento para la conquista y ejercicio del poder<br />
(incluso, no siempre por la vía electoral<br />
Algunos más, como movimiento social de carácter reivindicativo.<br />
Otros, como un instrumento fundamentalmente de carácter<br />
ideológico.<br />
Otros, como un organizador de la sociedad, o de la ciudadanía.<br />
Otros más, como un ente fundamentalmente educador.<br />
Y señalo también que dichas tareas no son siempre ni necesariamente<br />
excluyentes, sino que pueden - muchas de ellas - ser complementarias.<br />
Pero del énfasis que cada partido dé a su accionar, dependerá el tipo de<br />
acción política que desarrolle, así como sus consideraciones éticas.<br />
Un partido fundamentalmente "electorero", normalmente prescindirá de<br />
realizar tareas educativas y organizativas con la población, limitándose al<br />
mero juego electoral. Lo mismo sucederá con aquel que hace de la política<br />
campo de movilización social, pero con un fuerte acento clientelar y<br />
electoral. Su intención será usar la fuerza popular conquistada, solo como<br />
palanca para la consecución de privilegios, puestos públicos y hasta<br />
prevendas personales.<br />
Ningún verdadero partido puede renunciar a su misión de ser un<br />
instrumento para la educación, toma de conciencia crítica, y organización<br />
libre y responsable de la ciudadanía. Y ello, en aras de lograr una<br />
participación activa en la construcción de la Democracia Sustantiva.<br />
Se trata entonces de construir día a día y entre todos - conducidos<br />
democráticamente por los partidos y sus dirigentes - la verdadera
Democracia Integral, es decir, aquella que se exprese en lo social, en lo<br />
cultural, en lo económico y en lo político....y no solo en lo electoral.<br />
A la política, siendo la más noble tarea si se le enfoca y orienta a la<br />
búsqueda del Bien Común, por esas limitadas y hasta perversas<br />
concepciones y prácticas partidistas, se le ha venido reduciendo solo a la<br />
lucha por el poder. Y además, al margen de la consideración de que éste -<br />
el poder - es solo un instrumento - necesario, sin duda, pero simple<br />
instrumento - y no un fin en sí mismo. El poder, como instrumento<br />
privilegiado de la política, debería ser utilizado como ya dijimos - para el<br />
logro del Bien Común, y no para fines particulares o de grupo. Por eso,<br />
cuando así sucede, el poder se convierte en un instrumento/fin, y pierde su<br />
sentido al alejarse de su misión original.<br />
Es lógico entonces que, por ese tipo de concepciones y prácticas político/<br />
partidarias, la ciudadanía es expropiada de su poder originario quedando<br />
al margen, excluida, lejana, incrédula, apática y decepcionada de la<br />
práctica política real que le es inherente a su condición ciudadanía. Es por<br />
estas razones que nos vemos obligados a añadir el concepto<br />
“participativa” al de democracia. Pero con ello estamos reconociendo y<br />
reafirmando - de hecho - que las democracias que tenemos son<br />
incompletas e insuficientes. Si no fuera así, no tendríamos que calificar a<br />
la democracia. Bastaría el concepto mismo para que se entendiera que<br />
estamos hablando del poder de decisión del pueblo - de los ciudadanos y<br />
ciudadanas al participar y decidir colectivamente sobre los destinos de la<br />
nación.<br />
Participación y educación: consideraciones<br />
metodológicas, pedagógicas y técnicas<br />
Partiendo de la breve situación diagnóstica que hemos presentado, y<br />
sustentados en las consideraciones de carácter ético y político<br />
desarrolladas, entremos a la última parte del enunciado general del tema<br />
de trabajo solicitado: los elementos metodológicos, pedagógicos,<br />
didácticos y técnicos implicados para lograr un cambio en la cultura y en la<br />
práctica ciudadana en torno a su participación en los procesos sociales,<br />
culturales y políticos que le competen y afectan en su vida pública.<br />
Ante la fuerza de lo hechos referidos, se ha venido estableciendo en<br />
nuestras sociedades lo que llamamos la "cultura de la normalidad". Desde<br />
ella se hace creer a la gente que lo que sucede es “normal”: que así es y así<br />
tiene que ser. Lógicamente, esta posición vuelve pasivos a los pueblos.<br />
Por lo tanto, los aleja del interés por participar y ser parte de la vida pública.<br />
En otras palabras, los aleja de la conciencia y la práctica activa y<br />
participativa en busca del Bien Común.<br />
Culturalmente se ha ido asumiendo que la Política es algo "naturalmente"<br />
65
66<br />
sucio, corrupto e innoble con lo que no hay que relacionarse. Y<br />
atendiendo a la mayoría de las prácticas políticas reales, dicha afirmación<br />
no deja de tener razón. Pero no la tiene si acudimos al sentido esencial de<br />
lo que significa hacer política.<br />
Hay que romper esa posición. Hay que cambiar la cultura política de la<br />
pasividad y el desinterés. Ello implica desarrollar procesos educativos<br />
profundos y de alcance masivo.<br />
Pero en los hechos, el principal problema que detectamos en dichos<br />
procesos (que incluso pretenden ser innovadores y progresistas) se centra<br />
en la incoherencia entre el decir y el actuar. Más allá de la voluntad, el<br />
problema consiste en no saber “cómo” hacerlo, lo que acaba<br />
frecuentemente haciendo fracasar las buenas intenciones.<br />
Se habla de “educación ciudadana, “educación para la participación”,<br />
“pedagogía de la participación” etc. para referirse justamente a las<br />
iniciativas que tratan de superar la apatía y el desinterés ciudadano. Pero<br />
lejos estamos de que esos enunciados e intenciones se materialicen<br />
efectivamente. Y es que no basta con buenas intenciones, cuando el marco<br />
teórico y la práctica educativa desarrollada sustenta y convalida una<br />
propuesta diametralmente contraria a la deseada. No se conocen<br />
propuestas educativas que acudan a métodos verdaderamente<br />
participativos, mismos que logren incorporar efectiva y democráticamente<br />
la voz y el sentir de los educandos.<br />
Tiene que haber conocimiento, información y motivación suficientes para<br />
que los educadores y los educandos puedan efectivamente participar de<br />
manera activa en los procesos socio-educativos. Y eso implica un cambio<br />
de modelo educativo. Del tradicional “bancario” (según el decir de Paulo<br />
Freire”), a uno generador de participación, de conocimientos, de valores y<br />
actitudes auténticamente democráticas.<br />
Por ello es importante llamar la atención a un problema evidente y de gran<br />
trascendencia: el de los modelos educativos, sus metodologías y prácticas<br />
pedagógicas con que se materializan dichos esfuerzos.<br />
En general, se enfatizan los contenidos teóricos, los elementos<br />
conceptuales, las experiencias históricas etc., pero acudiendo solamente a<br />
procedimientos de mera “transmisión” de contenidos entregados por<br />
“expertos” en forma de conocimientos “cerrados”. Los educandos son<br />
considerados como entes pasivos, cuya tarea es memorizar los contenidos<br />
y presentar exámenes o evaluaciones que den cuenta de lo “aprendido”.<br />
Estas modalidades, propias de los sistemas escolarizados más<br />
tradicionales (y todavía mayoritariamente vigentes) son las que en general<br />
persisten también en los programas de “educación para la participación”.<br />
Así pues, se “educa” para la participación, pero al margen de la<br />
participación efectiva y activa de los educandos. No se incorporan las
experiencias vivenciales, la realidad social y los fenómenos contextuales y<br />
coyunturales que dicen a la vida cotidiana de los educandos. Se dejan<br />
fuera sus propias experiencias y sus percepciones subjetivas que tienen<br />
frente a los fenómenos (y en consecuencia, de las actitudes asumidas). De<br />
esta manera, en el hecho educativo, los “participantes” son convertidos en<br />
meros “objetos” del proceso. No son considerados como verdaderos<br />
“sujetos” - activos y participantes - de la formación de su conciencia y de<br />
su capacitación para la participación que se les pretende “enseñar”.<br />
Así es como se suele educar para la democracia: al margen de prácticas<br />
pedagógicas democráticas y dialogales. Si acaso, se suelen incorporar<br />
medidas reformistas de pseudo-participación… pero no más.<br />
La propuesta que necesitamos requiere partir de los propios sujetos del<br />
proceso: de sus conocimientos, de sus vivencias, de sus prejuicios, de sus<br />
posiciones éticas, de sus prácticas reales. De su conciencia real<br />
(cualquiera que esta sea). De su apreciación objetiva y subjetiva frente al<br />
tema, la sociedad y los valores comprometidos.<br />
En una palabra, es indispensable abordar el trabajo de educación para la<br />
participación y la democracia (a todos los niveles), abordando una<br />
propuesta metodológica y pedagógica de y desde la participación y el<br />
diálogo de saberes.<br />
Sin duda es importante la apropiación crítica y sistemática de los<br />
contenidos a trabajar. Pero también - y sobre todo de la metodología y las<br />
herramientas utilizadas en la propia formación, pues solo así se logrará la<br />
“apropiación y reproducción creativa” de los contenidos y del proceso<br />
seguido, propiciando el conocimiento, la capacidad de análisis, el<br />
rompimiento de la cultura de la normalidad y en consecuencia, el cambio<br />
de actitudes frente a la situación socio política. Se trata de ir más allá de la<br />
sola “memorización y repetición pasiva” de los contenidos entregados.<br />
Lograr esto presupone trabajar con “otro” modelo educativo<br />
(genéricamente conocido como “educación popular”) cuyos elementos<br />
sustantivos ofrecemos a continuación.<br />
Los fundamentos teóricos de la propuesta<br />
La Educación Popular es una propuesta Epistemológica, Ética, Política y<br />
Pedagógica, en permanente construcción desde campos muy variados del<br />
saber y el quehacer socio político, económico y cultural.<br />
Desde el punto de vista epistemológico, parte de un nuevo enfoque en el<br />
que el conocimiento no es considerando como algo acabado que solo<br />
debe ser transmitido eficientemente a quienes no lo poseen. O un<br />
conocimiento que el “experto” extrae de la realidad mediante<br />
procedimientos estadísticos o consultas bibliográficas, pero al margen de<br />
67
68<br />
la verdadera voz y sentimiento de los educandos. El conocimiento, en esta<br />
propuesta, se entiende como una construcción social permanente.<br />
Se parte de la aplicación de la teoría del conocimiento basada en la<br />
“lógica dialéctica”, es decir, aquella que tiene como “punto de partida” la<br />
propia “práctica social” de los participantes. No se trata de partir de la<br />
teoría o la abstracción, que siendo válida, resulta normalmente distante y<br />
ajena a los conocimientos e intereses iniciales de los participantes.<br />
Por ello, el “punto de partida” del proceso es la “práctica social” de los<br />
participantes, lo que implica procesos de autodiagnóstico de sus<br />
concepciones sobre el tema, de su visión del contexto donde actúan y de la<br />
forma misma como actúan (pasiva o activamente) en función del tema y del<br />
propio contexto. A esto llamamos el “triple autodiagnóstico”. La<br />
coherencia o no con que se relacionen los elementos de ese<br />
autodiagnóstico, servirá para identificar las contradicciones dialécticas en<br />
que se encuentran “atrapados” Y ello dará paso a procesos de análisis, a<br />
reflexiones, a incorporación de aportes teóricos, etc. que permitan superar<br />
las contradicciones identificadas en la primera fase. De esta manera, irán<br />
“apropiándose” (y no solo memorizando) valores, conocimientos,<br />
criterios y actitudes generadoras de conciencia crítica y sentido de<br />
pertenencia.<br />
En lo ético, el modelo toma posición a favor del rescate de los verdaderos<br />
valores humanos. Y ello, de frente a los “valores realmente existentes” que<br />
llaman al ser humano al individualismo, a la competencia, al egoísmo etc.<br />
Es decir, frente a los valores de la ética del mercado que, en los hechos, al<br />
ser hegemónica, acaba conduciéndonos en la vida personal y social.<br />
La E,P, plantea una reafirmación de la necesidad de re-colocar al ser<br />
humano en el centro del proceso civilizatorio…y no al mercado<br />
Por ello, asume en consecuencia una posición "política" (obviamente no<br />
partidaria o de determinada corriente) a favor de las mejores causas de la<br />
humanidad y de los sectores que padecen más directamente el efecto del<br />
modelo neoliobreal.<br />
Pero su aporte quizá más distintivo, es el haber construido una propuesta<br />
metodológica, pedagógica y didáctica que articula coherentemente los<br />
elementos epistemológicos, éticos, políticos. Su propuesta materializa<br />
creativamente los elementos señalados por cuanto su base epistemológica<br />
rompe con el paradigma positivista tradicional. Se basa en el diálogo y en<br />
la participación activa de los sujetos del proceso, elementos clave para una<br />
pedagogía de la participación, la colaboración, la solidaridad y la práctica<br />
democrática.<br />
A partir de ahí, desarrolla y/o relaciona lo producido por los participantes<br />
con la teoría existente, generando un nuevo conocimiento teórico-práctico<br />
que permite y facilita a los actores intervenir en la modificación de las
condiciones de las cuales se partió (tanto las sociales, como las del<br />
conocimiento)<br />
Es la “vuelta a la práctica”. Entendida así, la propuesta metodológica<br />
puede trabajar cualquier temática y con cualquier actor. Porque no se trata<br />
de un mero "contenido" ni de un método particular. Se trata de una<br />
propuesta teórica y metodología que se desarrolla en forma vivencial e<br />
intelectual. Así aborda el contenido temático, pero también los elementos<br />
metodológicos (qué hicimos, cómo, porqué etc.) De esta manera, el<br />
proceso pedagógico dará cuenta explícita de la propuesta metodológica y<br />
sus fundamentos teóricos, propiciando la apropiación concientemente<br />
crítica de los contenidos, pero también de la propuesta misma<br />
Elementos esenciales de la metodología dialéctica<br />
La realidad: una sola, múltiple, compleja, contradictoria.<br />
histórica….visión “compleja”<br />
La respuesta: Intervención de tipo “Integral”, holístico, ecológico…<br />
Los elementos: partir de lo cercano, de lo concreto, de lo simple…<br />
La lógica: dialéctica, no formal.<br />
El papel de la Teoría: iluminar la práctica…no teorizar “sobre” o al<br />
“margen” de ella.<br />
El “punto de partida”: La “práctica social”: Relación compleja e<br />
interrelacionada de su concepción del tema, de su análisis de contexto<br />
y de la revisión autocrítica de su práctica real<br />
Esquema metodológico general<br />
69
70<br />
El método general de trabajo. Sobre los aspectos pedagógicos y<br />
didácticos<br />
Para materializar la propuesta, se debe trabajar con métodos basados en<br />
la “plena participación” de los educandos (el “taller”). Es decir, el<br />
conocimiento como ya advertíamos - será generado y construido por los<br />
propios participantes a partir de su propia “Práctica Social”, misma que<br />
será abstraída y analizada mediante herramientas activas que el<br />
coordinador del proceso irá indicando. En ello, debe contemplarse la<br />
aportación de la experiencia y el conocimiento que el propio educador<br />
debe ofrecer en el momento oportuno. Igualmente, debe acercar y facilitar<br />
el conocimiento teórico producido, mismo que será incorporado<br />
críticamente al proceso de generación de conocimientos que el Taller<br />
produce.<br />
El diálogo, la confianza y la tolerancia, son valores y actitudes<br />
indispensables para lograr una pedagogía activa, crítica y participativa.<br />
Para asumir la propuesta hay que aceptar que debemos asumir un natural<br />
“diálogo de saberes”, pues nunca el “saber culto” se impone y desprecia el<br />
“saber natural” - siempre existente - aunque pueda éste ser limitado,<br />
fraccionado o confuso en su estado “original”. Este “dialogo de saberes”<br />
es en realidad - como hemos ya señalado reiteradamente - un proceso de<br />
“construcción de conocimiento”. Y como siempre se trabaja en forma<br />
colectiva, se convierte entonces en un producto de patrimonio grupal e<br />
individual al mismo tiempo.<br />
Como se podrá inferir, para lograr lo anterior se requiere “obligadamente”<br />
de trabajar con una pedagogía profundamente participativa. ¿Cómo, si<br />
no, se puede hacer un proceso de “autodiagnóstico”?. ¿Cómo se puede<br />
lograr el “reconocimiento de la práctica de los participantes”, si no es a<br />
partir de que ellos mismos den cuenta de ella?. Por eso, una propuesta<br />
metodológica dialéctica tiene que trabajar con una “pedagogía de la<br />
plena participación” como le hemos denominado para distinguirla de<br />
prácticas educativas reformistas basadas en el criterio de la<br />
“retroalimentación” de corte conductista. Se trata de que el educando<br />
“aprehenda haciendo” ….y no solo especulando teorías.<br />
Los aspectos didácticos<br />
Para lograr un proceso de total involucración y participación activa, es<br />
necesario echar mano de métodos particulares y herramientas didácticas<br />
propiciadoras, facilitadoras y generadoras - por su cuidadoso diseño y uso<br />
oportuno y pertinente - de la mencionada PARTICIPACION. No basta<br />
entonces con el uso caprichoso - y a veces hasta irresponsable - de<br />
“técnicas” o “dinámicas”, para creer que así se está generando una<br />
verdadera participación.
A manera de síntesis<br />
Entendemos entonces por metodología “la coherencia con que se deben<br />
articular los objetivos a lograr, los métodos o procedimientos utilizados<br />
para ello y las técnicas o instrumentos aplicados en relación con el marco<br />
teórico que da origen a los objetivos buscados”.<br />
Los aspectos técnicos<br />
Más allá de los aspectos medulares del enfoque educativo que hemos ya<br />
señalado, es importante llamar la atención sobre un último aspecto: los<br />
“comos” de la participación.<br />
Aún suponiendo que se logran cambiar las actitudes de desinterés,<br />
superar prejuicios, romper con culturas pasivas etc. etc., ello no basta para<br />
que la participación se de en forma efectiva, es decir, eficiente y<br />
eficazmente.<br />
La participación implica y requiere también el manejo de conocimientos<br />
técnicos, habilidades, herramientas especializadas etc. Todo ello, por<br />
supuesto, dentro del enfoque metodológico y pedagógico ya señalado.<br />
Pero también de acuerdo con la materia específica que en determinado<br />
momento convoque a la ciudadanía a la participación.<br />
Así, por ejemplo, la educación para la participación ciudadana en una<br />
coyuntura electoral, además de propiciar la comprensión profunda del<br />
sentido de la democracia (y demás factores que ya señalamos<br />
anteriormente), debe “capacitar” en el conocimiento y manejo de las leyes<br />
y procedimientos electorales, de los mecanismos de vigilancia etc.<br />
No se trata de manejar una opción en perjuicio de la otra. Ni de utilizar una<br />
metodología participativa para un proceso (o para parte del proceso) y<br />
otra tradicional para el otro u otras partes. El enfoque debe ser el mismo.<br />
Pero lo específico de la temática y/o circunstancia o coyuntura, debe<br />
aportar contenidos y conocimientos particulares.<br />
Pero lo mismo vale para cualquiera de las otras modalidades de<br />
“participación” a que aludimos en la tipología inicial. Así, un proceso de<br />
“presupuesto participativo”, por ejemplo, requiere de conocimientos<br />
técnicos, financieros, legislativos y/o normativos etc., que obviamente no<br />
tiene la población. Por ello, una vez más, la formación deberá<br />
acompañarse de la necesaria “capacitación” técnica que se requiera.<br />
Y lo mismo podemos decir para procesos de “participación social”, como<br />
el clásico “desarrollo comunitario” que implica capacidades para<br />
diagnosticar, planear, organizar etc. O de propuestas de economía<br />
solidaria (tipo cooperativas) que requiere saber sobre la filosofía de la<br />
cooperación, del marco jurídico, de elementos de organización y<br />
contabilidad etc.<br />
71
72<br />
Y como estos podríamos abundar en mil ejemplos mas. Pero reitero: esto<br />
no significa, en ningún caso, acudir a enfoques parcializados. Ni a la<br />
separación o desvinculación entre unos y otros. Ni mucho menos, trabajar<br />
con propuestas metodológicas y pedagógicas contradictorias.<br />
En síntesis: las implicaciones “técnicas” para la participación no pueden<br />
darse por sí solas ni limitarse en sí mismas. Deben ser parte de procesos y<br />
propuestas que incorporen los elementos que ya hemos señalado respecto<br />
a las implicaciones conceptuales, éticas, políticas y<br />
metodológico/pedagógicas.<br />
Implica también el reconocimiento al necesario ( y ya señalado) “diálogo<br />
de saberes”, pues lo que saben y aportan los técnicos o expertos, debe<br />
saber escuchar, conocer e incorporar lo que aporta el conocimiento y el<br />
sentido común de la gente.<br />
No es la soberbia del conocimiento “culto”, “científico” o “técnico<br />
especializado la que debe imponerse. Tampoco acudir a posiciones<br />
“basistas” de respeto acrítico a lo que sabe, dice y quiere la gente. Es en el<br />
diálogo (escuchar y opinar...opinar y escuchar con mente abierta) en<br />
donde se podrán encontrar las síntesis pertinentes, operativas y legítimas,<br />
porque han sido construidas y acordadas de común acuerdo<br />
Solo con una visión abierta, integral y compleja se puede abordar el<br />
también muy complejo tema de la participación social, cívica y/o<br />
ciudadana. Y ello, dentro de un marco de construcción de la democracia<br />
profunda que necesitamos con urgencia en nuestros países.<br />
Así entendida, la participación, más que una “moda” o un “método”, se<br />
convierte en un imperativo ético de la democracia sustantiva<br />
Bibliografía sugerida<br />
“Educar para Transformar” Carlos Núñez Hurtado. IMDEC.,<br />
Guadalajara Jal. México 1985.<br />
“La Revolución Ética” Carlos Núñez Hurtado. IMDEC., Guadalajara<br />
Jal. México 1998.<br />
“Paulo Freire entre nosotros” Colectivo Nacional del CEAAL. Cuba.<br />
Edición IMDEC. 1988.<br />
Diversas obras de Paulo Freire, como:<br />
“Pedagogía del oprimido”<br />
“Cartas a quien pretende enseñar”<br />
”Pedagogía de la Esperanza”<br />
”Pedagogía de la Autonomía”<br />
”Cartas a Cristina“
“Desarrollo con ciudadanía y democracia participativa: un nuevo<br />
trato entre el Estado y la Sociedad Civil” Documento elaborado por<br />
el “Fondo de las Américas Chile” y la “ Fundación Nacional para la<br />
superación de la Pobreza”. Documento en internet y Copia impresa.<br />
Santiago de Chile, abril 2000.<br />
Participación Ciudadana en la Gestión Pública”. Fondo de las<br />
Américas, Chile Junio 2001.<br />
“La ciudadanía toma la palabra” Cecilia Loría S. Causa Ciudadana<br />
A.P.N, México 1998.<br />
Diversos materiales de apoyo. Movimiento Ciudadano por la<br />
Democracia. México.<br />
“Etica, Política y Ciudadanía” Fernando Savater. Grigalbo, Raya en el<br />
Agua y Causa Ciudadana. México 1998.<br />
“Etica para Amador” Fernando Savater. Editorial Ariel, México 1997.<br />
“Tomar Conciencia” Enrique Gutiérrez. Fomento Cultural y Educativo.<br />
México.<br />
“Formación de educadores para la democracia” diplomado nacional<br />
IFE- CREFAL-ILCE. México 2003<br />
73
74
II PARTE<br />
Los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de Sevilla:<br />
Diferentes perspectivas y singularidades<br />
de un proceso participativo.<br />
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VAS, PROPONES Y VOTAS ... ¿ASI DE FACIL?<br />
Un año de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s en Sevilla<br />
Javier Navascues<br />
Profesor de la Universidad de Sevilla<br />
Fundaciòn de Investigaciones Marxistas<br />
De Porto Alegre a Sevilla. El origen de un proyecto.<br />
Las elecciones municipales del año 2003 dieron como resultado un<br />
gobierno de coalición PSOE-IU en Sevilla. En el pacto programático que se<br />
firmó entre las partes figuraba como uno de los puntos a desarrollar el de la<br />
puesta en marcha de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s que figuraban en el<br />
programa electoral de IU. La Delegación de Participación Ciudadana<br />
quedaba encargada de dirigir políticamente el proceso, el cual debía<br />
comenzar por los Distritos Municipales (que suponen un montante de trece<br />
millones de euros sobre un total de casi seiscientos).<br />
El modelo a seguir inicialmente era el de Porto Alegre. Pero para su puesta<br />
en marcha debían adoptarse algunas decisiones tanto de método como<br />
políticas. Las experiencias geográficamente más próximas, como las de<br />
Córdoba, Las Cabezas de San Juan y Puente Genil, habían partido de unos<br />
procesos previos de investigación y animación con el apoyo de un grupo<br />
consultor externo. Por contra, el proceso original de Porto Alegre había<br />
arrancado de manera inmediata, apoyado en una estructura propia del<br />
Ayuntamiento. En el caso de Sevilla se optó por por una solución mixta: se<br />
iniciaría el proceso de forma inmediata y el apoyo técnico lo aportarían del<br />
grupo CIMAS de la Universidad Complutense de Madrid - dirigido por<br />
Tomás Rodríguez Villasante - y de grupos universitarios sevillanos.<br />
Otra segunda decisión fué la de cuál era el papel a jugar por el movimiento<br />
asociativo en el proceso. En Sevilla, como en la mayoría de otras ciudades<br />
españolas, el movimiento vecinal tiene un peso político muy importante.<br />
Éste se refleja tanto en su presencia reglamentaria en un sinfín de consejos<br />
como en su influencia en los partidos del gobierno municipal, sobre todo<br />
en el PSOE pero también en IU. Por otra parte, la legitimidad histórica del<br />
movimiento vecinal adquirida en la fase final de franquismo y la transición,<br />
no es óbice para que su representatividad se vea impugnada por parte de<br />
los sectores más críticos.<br />
77
78<br />
Así las cosas, el dilema se establecía entre desarrollar el proceso al margen<br />
de las AAVV o atribuirles un papel en el mismo. Los antecedentes eran<br />
contradictorios. En Córdoba el proceso obvió a las AAVV, las cuales<br />
respondieron haciendo el vacío e impugnando la legitimidad del proceso;<br />
el resultado fue el bloqueo total en el que ahora se encuentra. En Puente<br />
Genil se reservó una cuota del 50% en las estructuras del Presupuesto para<br />
el tejido asociativo conformándose una situación que se diferencia poco<br />
de los consejos de participación preexistentes. La solución de Porto Alegre<br />
fue la de convertir al movimiento asociativo en la base del proceso; eran<br />
los propios colectivos y movimientos los que convocaban asambleas de<br />
vecinos y elegían delegadas y delegados en función del número de<br />
asistentes. Sin embargo esta solución fue el resultado de un compromiso<br />
entre el gobierno del Frente Popular, que pretendía basarse en Delegados y<br />
Delegadas elegidos en Asambleas Vecinales y las demandas del<br />
movimiento asociativo popular, que reivindicaban la creación consejos de<br />
participación donde estuvieran presentes las asociaciones.<br />
En Sevilla esta vía ya existe; el movimiento asociativo participa incluso en<br />
las Juntas de Distrito. Además sus vínculos con los partidos del gobierno<br />
municipal le concede una fuerte capacidad de intervención. Además era<br />
preciso incorporar al proceso tanto a las personas no asociadas como a<br />
los sectores del movimiento ciudadano más crítico con la actitud y forma<br />
de funcionar del movimiento vecinal tradicional. La solución adoptada fue<br />
un sistema de asambleas territoriales que elegirían un mismo número de<br />
delegadas y delegados y la creación de unas estructuras de dinamización<br />
de la participación a las que se les dió el nombre de "grupos motores" a<br />
cuya constitución se invitó en primer lugar a las asociaciones y colectivos,<br />
tanto tradicionales como "críticos".<br />
Estos grupos motores son la principal innovación sevillana desde el punto<br />
de vista metodológico. Se trata de grupos de personas voluntarias que<br />
asumen la dinamización y la interlocución con las vecinas y vecinos en una<br />
zona de la ciudad. La ciudad se divide en 15 zonas, cada una de ellas de<br />
las cuales cuenta con un centro cívico. El grupo motor se autoorganiza y<br />
cuenta con el apoyo administrativo y de medios materiales del centro cívico<br />
y su personal (dependientes de la Delegación Municipal de Participación<br />
Ciudadana). En la práctica, sus componentes son miembros de las AAVV,<br />
de las AMPAs y de otras asociaciones "clásicas" pero también de otros<br />
colectivos más alternativos y personas sin organizar que han llegado al<br />
proceso por múltiples razones. Su trabajo principal es el de identificar<br />
grupos y necesidades, trazar "mapas" sociales y territoriales para convocar<br />
de manera específica a la participación en el proceso. Está siempre abierto<br />
a nuevas incorporaciones y es quien convoca y dirige las Asambleas<br />
vecinales en su zona.
Entre la democracia representativa y la democracia<br />
directa: "tienes una cita con tu ciudad".<br />
La tercera decisión inicial fue la de definir la regulación del proceso. Aquí<br />
también se optó por una idea importada de Porto Alegre: el<br />
"autorreglamento". Los grupos motores convocaron una ronda inicial de<br />
asambleas bajo el lema "tienes una cita con tu ciudad" en las que se<br />
eligieron dos personas por cada una de ellas las cuáles quedaron<br />
comisionadas para consensuar un reglamento que regiría el proceso. Estas<br />
treinta personas elaboraron un texto cuyo contenido provocó la crisis<br />
política más fuerte a la que el proceso se ha enfrentado hasta ahora.<br />
Las delegadas y los delegados de las Asambleas que acordaron el<br />
autorreglamento llegaron a un texto en el que se sancionaba un sistema<br />
estrictamente paritario de delegadas y delegados con mandato imperativo<br />
y no reelegibles, un conjunto de criterios que buscaban conjugar el peso<br />
del voto popular con políticas redistributivas y de discriminación positiva<br />
hacia los barrios y los sectores sociales más desfavorecidos y el<br />
compromiso del gobierno municipal de aceptar la distribución de fondos<br />
que surgiera del proceso.<br />
Puesto que tradicionalmente el reparto de los presupuestos de los distritos<br />
ha sido el mecanismo a través del cual se ha articulado la red de<br />
influencias y relaciones mutuas entre el movimiento asociativo y los<br />
partidos políticos, este autorreglamento cuestionaba la práctica<br />
tradicional. Por otra parte, dejaba al descubierto la indefición<br />
reglamentaria de las Juntas Municipales que formalmente carecen de<br />
competencias a la hora de distribuir el presupuesto del distrito pero que en<br />
la práctica son el lugar donde se legitimaba el reparto de fondos en función<br />
de la correlación de fuerzas existente. Todo esto provocó una fortísima<br />
resistencia por parte de un sector del PSOE a aceptar el procedimiento que<br />
las y los delegados de la Asamblea habían elaborado.<br />
Al calor de esta resistencia la oposición de derechas municipal (PP y PA)<br />
cargó contra el proceso argumentando que era anticonstitucional, que<br />
suponía una dejación de sus responsabilidades por el gobierno municipal,<br />
que era un "peaje" que se pagaba por el PSOE al "radicalismo" de IU, ... La<br />
prensa local, conservadora, amplificó esta campaña con el efecto<br />
imprevisto de hacer más conocido el presupuesto participativo por la<br />
polémica desatada.<br />
La crisis se convirtió en un pulso político que al final se resolvió mediante un<br />
acuerdo en el que se le permitía a las Juntas Municipales de distrito<br />
reservar una parte de su presupuesto como gasto ineludible que no podía<br />
discutirse, lo que se denominó "gastos fijos". Dicha parte incluía, además<br />
del gasto en personal y el ordinario de funcionamiento, una reserva en<br />
previsión de "imprevistos" y de "compromisos previos adquiridos". Se<br />
79
80<br />
alcanzó un compromiso político por el cual nadie se reservaría más de un<br />
50% del total disponible por este concepto. El ditrito Sur, gobernado por IU,<br />
puso a debate prácticamente la totalidad de los fondos disponibles. A<br />
cambio de este compromiso, el autorreglamento le da la delegadas y<br />
delegados la capacidad de supervisar le ejecución real del gasto y se<br />
mantenían el resto de características del proceso como la paridad, la<br />
rotación, el mandato imperativo, etc.<br />
"Vas, propones y votas. Así de fácil."<br />
Una vez resuelta esta cuestión, se convocaron las Asambleas vecinales<br />
invitando a toda la población a asistir y presentar sus propuestas lo cual se<br />
podía hacer hasta el mismo momento de la Asamblea. A través de carteles,<br />
anuncios en medios locales y un envío de cartas a cada vivienda se invitó a<br />
la participación con el lema "Vas, proponer y votas. Así de fácil".<br />
Se celebraron quince asambleas en las que se votaron las propuestas de<br />
gasto, se priorizaron los criterios de equilibrio territorial y redistribución y se<br />
eligieron las delegadas y los delegados para la supervisión del proceso.<br />
Previamente, además de los distritos, las áreas de Participación Ciudadana<br />
y de Deportes (gobernadas por IU) y parcialmente la Gerencia de<br />
Urbanismo, habían decidido someter su presupuesto al debate. De este<br />
modo los ciudadanos y ciudadanas pudieron presentar propuestas de<br />
gasto tanto en inversiones como de actividades y programas a estas áreas y<br />
a su distrito. Dichas propuestas fueron votadas en las Asambleas mediante<br />
un procedimiento de voto ponderado (diez puntos para la primera<br />
propuesta, nueve para la segunda, ocho para la tercera y así hasta diez).<br />
Los delegados y delegadas fueron elegidos en listas abiertas, pudiendose<br />
votar un máximo de dos mujeres y dos hombres para cubrir seis (tres y tres)<br />
puestos. Los criterios de ponderación fueron también votados para<br />
atribuirles un peso a cada uno.<br />
A las asambleas, que tuvieron lugar en junio de 2004, asistieron<br />
aproximadamente tres mil personas. De ellas salieron noventa personas<br />
(seis por cada una de las quince asambleas) para conformar un consejo de<br />
delegados de la ciudad y otras noventa para conformar los seis de los seis<br />
distritos municipales. También salieron votadas algo más de 800<br />
propuestas de gasto y los criterios fueron ordenados.<br />
Este proceso no estuvo exento de anécdotas provocadas por el "viejo" estilo<br />
de hacer política. Una componente de voto "organizado" intentó copar los<br />
delegados y delegadas, sin tener presente que las personas elegidas lo<br />
eran con mandato imperativo y por tanto con escaso margen de maniobra.<br />
Las víctimas fueron los miembros de los "grupos motores" algunos de los<br />
cuales se vieron desplazados por el alarde de poder "partidario". No<br />
obstante, el mecansimo de votación que aseguraba un tercio de los
delegados a las minoría y el propio funcionamiento posterior del proceso<br />
evitó que el mismo se desvirtuara. Otras intervenciones organizadas, entre<br />
las que cabe destacar la de una amplia alianza transversal de colectivos y<br />
organizaciones de mujeres ayudó también a ello.<br />
El trabajo de las delegadas y los delegados<br />
Una vez elegidos, los delegados y las delegadas se reunieron para evaluar<br />
con el concurso de los técnicos municipales la viabilidad de las propuestas<br />
votadas y a ordenarlas de acuerdo con la votación obtenida y con los<br />
criterios de ponderación. Para ello celebraron varias sesiones de trabajo a<br />
lo largo de los meses de julio y septiembre de 2004, incluyendo visitas a los<br />
lugares donde la gente había hecho propuestas.<br />
La evaluación técnica de las propuestas evidenció varios problemas. El<br />
primero fue el de la existencia de muchas propuestas muy indefinidas en las<br />
que en muchas ocasiones aparecía una cierta picaresca consistente en<br />
hacer formulaciones tan vagas que, en la práctica, permitían a los<br />
concejales responsables de cada distrito disponer casi discrecionalmente<br />
de los fondos. Un segundo problema detectado fue el de la falta de<br />
coordinación entre proponentes de cosas muy parecidas que, de haberse<br />
juntado, hubieran sumado votos. Un tercero fue el de la confusión sobre el<br />
ámbito de competencias de las diferentes delegaciones municipales, lo<br />
que hacía que se propusieran cosas a órganos que no eran competentes<br />
para ejecutarlas. Por último pero no por ello menos importante, surgieron<br />
problemas derivados del desconocimiento de cuestiones que situaban en<br />
desventaja a los ciudadanos respecto de los técnicos; por ejemplo, el no<br />
saber qué usos del suelo están permitidos en qué terrenos, la forma en qué<br />
se puede ejecutar una actuación o, incluso, si se proponía algo que ya<br />
estaba previsto por el Ayuntamiento.<br />
En cuanto a la priorización de las propuestas atendiendo a los criterios de<br />
ordenación, el método que se siguió fue el que sigue. Cada propuesta<br />
había obtenido una puntuación en las asambleas de acuerdo con el<br />
método de voto ponderado empleado. Dicha puntuación fue primada en<br />
función del grado de cumplimiento de los criterios (barrio o sector social<br />
desfavorecido, necesidad objetiva de la propuesta, ...) pudiendo llegar a<br />
multiplicar por dos como máximo sus puntos iniciales por este<br />
procedimiento. Una vez que todas las propuestas habían sido "baremadas"<br />
de acuerdo con este método se ordenaban. A la hora de confeccionar el<br />
presupuesto, el dinero disponible se repartiría hasta agotarse siguiendo<br />
este orden de prioridad. Si alguna zona se quedaba fuera, su primera<br />
propuesta pasaría a entrar en el presupuesto a costa de la última de otra<br />
zona que ya tuviera más de una.<br />
Los problemas surgidos en la priorización fueron de dos tipos. El primero<br />
surgió cuando los delegados y las delegadas que creían que disponían de<br />
81
82<br />
un margen de discrecionalidad a la hora de repartir los fondos<br />
descubrieron que no era así, que su papel se limitaba a verificar que los<br />
criterios se aplicaban estrictamente y a rendir cuentas ante su asamblea de<br />
como esto se había hecho. Esto provocó algunos abandonos,<br />
singularmente de personas que habían sido elegidas dentro de las<br />
estrategias organizadas de "copo" de delegados. El otro segundo<br />
problema lo ocasionaron los propios criterios que habían sido formulados<br />
en el autorreglamento con muy buena intención pero cuyo traslado<br />
numérico fue bastante problemático. Hubo que construir una serie<br />
compleja de indicadores y las personas participantes se vieron obligadas a<br />
realizar cálculos engorrosos y un poco oscuros.<br />
Final de un ciclo, inicio del siguiente<br />
Concluído el proceso de priorización, en octubre de 2004 volvieron a<br />
convocarse las asambleas vecinales donde las delegadas y dlegados<br />
dieron cuenta del trabajo realizado. Dicho trabajo en forma de una<br />
relación de inversiones y propuestas de gasto ordenadas y priorizadas fue<br />
entregado en un acto formal al Alcalde y al gobierno municipal para su<br />
incorporación al presupuesto para el año 2005.<br />
El proyecto de presupuestos municipales fue votado por el Pleno en<br />
diciembre y tras el preceptivo plazo de alegaciones entró en vigor en enero<br />
siguiente. Lo que se hizo con las propuestas del Presupuesto <strong>Participativo</strong><br />
fue incorporarlas hasta llegar al límite total - el presupuesto es limitado.<br />
Para ello, se sumaron los gastos en actividades y la anualidad<br />
correspondiente a 2005 de las inversiones.<br />
Las asambleas de octubre, además de conocer el trabajo de las delegadas<br />
y delegados eligieron de nuevo a dos personas para revisar el<br />
autorreglamento, tarea que concluyó en febrero de 2005. Esta revisión del<br />
autorreglamento ha conllevado la reafirmación de los principios básicos -<br />
mandato imperativo, rotación, incompatibilidad de cargos, ... - del<br />
proceso así como algunas medidas para perfeccionarlo como son las de<br />
definir mejor el tipo de las propuestas para evitar las confusiones y<br />
picaresca ya citadas y simplificar los criterios de priorización.<br />
Por otra parte el proceso del año 2004 ha revelado la necesidad de<br />
fomentar la comunicación y deliberación previa de las propuestas entre las<br />
y los ciudadanos con dos fines; hacer posible el acuerdo y la cooperación<br />
entre personas y grupos que tienen intereses o ideas parecidas y evaluar los<br />
problemas técnicos que las propuestas puedan tener antes de someterlas a<br />
votación para evitar la frustración de que propuestas que han sido votadas<br />
sean descartadas por inviables. Para resolver esta necesidad en el proceso<br />
de 2005 se celebrarán los denominados Foros de Propuestas en los que<br />
proponentes y técnicos municipales se encontrarán y analizarán las
propuestas antes de las asambleas con vistas a conseguir los dos objetivos<br />
citados: la convergencia y la viabilidad.<br />
También en 2005 se ha ampliado el número de áreas que entran en la<br />
discusión del presupuesto participativo, incorporándose las de Educación,<br />
Igualdad, Cultura, Juventud y Empleo. El porcentaje del presupuesto de<br />
Urbanismo sometido a debate también crecerá. El número de zonas y<br />
grupos motores aumentará a dieciocho en el primer caso y algo más en el<br />
segundo con la creación de grupos motores sectoriales: de mujer, de<br />
jóvenes y de educación. Además se ha lanzado una iniciativa dirigida a<br />
niñas y niños y jóvenes que persigue incorporar a estos sectores al proceso<br />
y generar una cultura de participación y debate entre las generaciones más<br />
jóvenes.<br />
El seguimiento. La clave de la continuidad del proceso.<br />
Los presupuestos aprobados para 2005 deberán pasar la prueba de fuego<br />
para la credibilidad del proceso, que no es otra que el Ayuntamiento<br />
ejecute realmente las partidas que incluyó en el presupuesto como<br />
consecuencia de las deliberaciones y debates en las asambleas.<br />
Para ello no basta con que hayan sido recogidas formal y detalladamente<br />
las propuestas priorizadas en el documento aprobado por el pleno<br />
municipal sino que los órganos de gestión, distritos y delegaciones,<br />
efectivamente las lleven a cabo. El control de que esto es así corresponde a<br />
las comisiones de seguimiento del presupuesto participativo. Estas<br />
comisiones las forman las mismas delegadas y los mismos delegados que<br />
trabajaron en la priorización y que, por tanto, conocen las propuestas.<br />
En cada distrito y en cada delegación implicadas se ha constituido una de<br />
estas comisiones a las cuales los responsables técnicos y políticos deben<br />
informar de la marcha de la ejecución del presupuesto. En el momento de<br />
escribir estas líneas (marzo de 2005) estas comisiones comienzan su<br />
andadura. De como esta evolucione dependerá mucho la credibilidad del<br />
proceso y su continuidad en el futuro.<br />
A modo de conclusión provisional.<br />
Trasladar a una ciudad del Norte en plena crisis de la participación política<br />
una experiencia nacida en una circunstancia particular del Sur<br />
caracterizada por su elevada politización y un fuerte grado de<br />
organización popular puede ser una aventura demasiado arriesgada e<br />
idealista. Pero probablemente si no es a través de estas innovaciones<br />
políticas, la pérdida de calidad de la democracia en Europa será<br />
irreversible.<br />
Una de las críticas que se han hecho a estos procesos especialmente en el<br />
Norte es que al no existir las acuciantes necesidades que afectan a las<br />
83
84<br />
barriadas populares de los países menos desarrollados en materia de<br />
servicios e infraestrcuturas básicas, se acaban convirtiendo en plataformas<br />
donde participan las clases medias ilustradas en el reparto de las migajas<br />
que el neoliberalismo imperante le permite todavía administrar al sector<br />
público. Sin negar que este riesgo es real, conviene recordar varias cosas.<br />
En primer lugar que Sevilla no es Amsterdam ni Copenhague - como por<br />
cierto tampoco Porto Alegre es Calcutta - y que la participación registrada<br />
en este primer año de experiencia ha sido muy mayoritariamente de<br />
personas de las clases populares siendo precisamente el número de<br />
participantes en las asambleas mayor cuanto mayor ha sido la<br />
componente popular de la población de los barrios implicados.<br />
En segundo lugar que si bien el porcentaje de presupuesto debatido es<br />
relativamente bajo, el proceso ha llevado a debate precisamente las<br />
partidas a través de las cuales el poder político municipal en Sevilla ha<br />
articulado tradicionalmente las redes de clientelismo y subordinación del<br />
movimiento ciudadano. Para quien tenga más edad, es fácil recordar<br />
como estos mecanismos cooptaron y amortizaron a un potente y<br />
reivindicativo movimiento popular surgido en los finales del franquismo<br />
cuando se constituyeron los primeros ayuntamientos democráticos. De<br />
alguna manera el proceso iniciado devuelve la independencia a un<br />
movimiento ciudadano cuyas propuestas y reivindicaciones deben ahora<br />
ganarse el espacio mediante la delibración y la votación abierta y no en<br />
función de favores debidos.<br />
Y en tercer lugar y ya desde una perspectiva más general, el proceso<br />
plantea la posibilidad de una reapropiación por la gente del espacio<br />
público estatal al obligar a técnicos y políticos a compartir la gestión y<br />
rendir cuentas de la misma con las y los ciudadanos. Esto en si mismo no<br />
garantiza que se rompan los límites que la situación política global impone<br />
pero crea un campo para su cuestionamiento desde lo concreto, es decir,<br />
un terreno para la lucha política e ideológica contra el "sentido común"<br />
neoliberal empezando por el mero hecho de afirmar que es posible otra<br />
formar de administrar lo público diferente a la burocracia o la<br />
privatización.<br />
En la perspectiva que abren estas posibilidades el balance que se puede<br />
hacer del proceso de Sevilla marca a la vez los retos que deberá superar en<br />
el futuro. Por una parte se ha conseguido que participe un porcentaje muy<br />
sustancial de los sectores organizados del movimiento ciudadano y las y los<br />
militantes de la izquierda política y social. Y con estos grupos se ha<br />
conseguido generar un modelo de funcionamiento poco convencional<br />
frente al que las tácticas "politicistas" tradicionales no han podido<br />
imponerse: mandato imperativo, rotación, incompatibilidad, paridad, ... A<br />
estas alturas ese modelo no está en discusión. Se ha conseguido un
objetivo aparentemente modesto pero nada irrelevante, que las reuniones<br />
y asambleas no sean agotadoras sino rápidas y ejecutivas. Y personas y<br />
grupos tradicionalmente enfrentados han aprendido a trabajar en común.<br />
Dos son los retos a alcanzar a corto plazo, el de ampliar la participación a<br />
las grandes mayorías, a la gente "normal", por una parte; y por la otra, el de<br />
incorporar a ciertos sectores de vanguardia que hasta ahora se han<br />
mantenido al margen pero cuya creatividad y cuya crítica son necesarias<br />
para la vitalidad del proceso. Para lo primero hay que superar las barreras<br />
de la desconfianza así como el retraímiento general de la participación.<br />
Ello sólo se conseguirá ganando credibilidad y confiando en el contagio y<br />
la difusión de los logros concretos que se consigan. En el segundo caso<br />
mediante la ampliación del terreno de la deliberación y del alcance de la<br />
participación. Pero hay ciertos límites que no pueden perderse de vista. En<br />
el primer caso, la ideología individualista e inhibicionista está muy<br />
generalizada por lo que impone barreras difíciles de superar a medio<br />
plazo. En el segundo, habrá que superar el "miedo a la mayoría" y las<br />
dificultades para pasar de la crítica a la alternativa, y más una alternativa<br />
concreta, presupuestable.<br />
En el horizonte de la legislatura (2007), el reto es conseguir que entre una<br />
parte sustancial del presupuesto municipal de Sevilla a debate pero, sobre<br />
todo, que el proceso deje de ser el proyecto de una fuerza política para<br />
convertirse en propiedad de muchos miles de ciudadanas y ciudadanos.<br />
Para ello intencionadamente se ha evitado hacerlo depender<br />
excesivamente de las estructuras municipales y se ha confiado a la<br />
autogestión ciudadana su ordenación y dirección - ejemplarizada por el<br />
autorreglamento y los grupos motores. Este es el verdadero reto político,<br />
que sea el poder ciudadano el que garantice la continuidad.<br />
Si esto se consigue, la propia lógica llevará a asaltar nuevas barrreras y<br />
cuestionar lógicas ahora intocables. En definitiva, a una nueva forma de<br />
entender lo público y ejercer la democracia que permita imponer la política<br />
sobre la economía, la atención a las necesidades sobre el mercado.<br />
85
LA DEMOCRACIA EN PROCESO PARTICIPATIVO:<br />
PRINCIPIOS, FUNDAMENTOS Y REQUISITOS<br />
AULA DE DERECHOS HUMANOS “Josè Carlos Mariategui” de la UPO<br />
Joaquín Herrera Flores<br />
Profesor Universidad de Sevilla<br />
Manuel J. Sabariego Gómez<br />
Rocío Medina Martín<br />
Vicente Barragán Robles<br />
Gemma Lorente Martín<br />
Los dos principios democráticos: el principio de “igualdad de<br />
poder político” y el principio de “distribución del poder<br />
político”<br />
Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que las prácticas participativas<br />
locales constituyen hoy en día un “hecho” constatable por todos los<br />
rincones de nuestro mundo. De todos es sabido que el origen de estas<br />
prácticas se sitúa en el Sur. La terrible realidad con la que se enfrentaban<br />
cotidianamente los habitantes de ciudades como Lima (Perú) o Porto<br />
Alegre (Brasil) indujo a éstos, primero, a organizarse y articularse<br />
socialmente y, segundo, a pasar a la acción política creando marcos de<br />
acción participativa en el ámbito local.<br />
El objetivo básico residía en asumir que los habitantes podían<br />
empoderarse sin más dilación poniendo en práctica procesos en los que<br />
no sólo se aprovecharan los resortes de la democracia formal (instituciones<br />
establecidas, ejercicio del derecho al sufragio…), sino las mismas<br />
posibilidades internas que la propia democracia contiene a la hora de la<br />
expansión de sus límites más allá de lo establecido (la decisión y la<br />
cogestión ciudadana).<br />
En los últimos tiempos tales experiencias han pasado a implementarse en<br />
municipios del Norte económicamente desarrollado. A pesar de tener<br />
condiciones económicas e institucionales bien distintas de las que sufren<br />
los países del Sur, con sólo observar las mejoras sociales y políticas<br />
llevadas a cabo en regiones sometidas a procesos de fuerte subdesarrollo,<br />
se comenzó a percibir la exigencia de extender estas prácticas a entornos<br />
en los que la democracia formal se viene ejerciendo sin problemas desde<br />
hace décadas.<br />
En muchos lugares del Norte desarrollado comenzó, pues, a generalizarse<br />
la necesidad de que las políticas públicas y más en concreto, las políticas<br />
87
88<br />
municipales, tan cercanas a las necesidades concretas de las personas,<br />
impulsasen y pusiesen los medios necesarios para que la ciudadanía fuera<br />
realmente protagonista en la gestión municipal. La idea básica consistía en<br />
que ésta podía ser la mejor manera de profundizar en, y garantizar la,<br />
democracia y hacer de la política un ejercicio permanente de participación<br />
en la vida de las ciudades por parte todos y todas los que las habitan. De<br />
ahí que la experiencia de los presupuestos participativos esté siendo<br />
validada por muchas experiencias internacionales, no solo de ciudades de<br />
América Latina, sino de nuestro entorno más cercano: <strong>Portugal</strong>, Francia,<br />
Alemania, Italia, Holanda, Bélgica, Dinamarca, etc…<br />
Poco a poco, hemos ido asumiendo que los procesos de creatividad social<br />
no parten únicamente de propuestas académicas o de “buenas maneras”<br />
institucionales. La creatividad surge cuando se está atento a las paradojas<br />
y a las contradicciones con las que convivimos todos los días en nuestras<br />
ciudades. Una de estas paradojas destaca por su carácter paradigmático:<br />
estamos ante una de las ciudadanías mejor preparadas y equipadas de los<br />
últimos tiempos, pero, situada cada vez más lejos de los avatares de lo<br />
político.<br />
No se trata, pues, de inventar algo de la nada, sino aprovechar lo existente<br />
para encontrar y construir soluciones favorables a las posiciones de las<br />
mayorías. La cuestión no consiste únicamente en que los dirigentes o los<br />
técnicos sean creativos para que la gente participe, sino de que la gente<br />
participe para que se puedan sentir que ellos también son aptos a la hora<br />
de crear proyectos viables por los que luchar.<br />
Nosotros pensamos que uno de los medios para ir haciendo posible esta<br />
realidad son los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s, como proceso de democracia<br />
participativa, voluntaria y universal que sirva tanto para el debate,<br />
elaboración, control y seguimiento del Presupuesto anual, como para la<br />
decisión ciudadana en los ámbitos que en cada contexto le corresponda,<br />
independientemente del signo político de los gobiernos municipales.<br />
La cuestión básica que es preciso abordar antes de entrar en mayores<br />
detalles reside, pues, en el concepto de democracia con el que<br />
trabajamos. Nuestra propuesta es sencilla y, a la vez, compleja.<br />
Sencilla, en cuanto que lo que proponemos no pretende imponer procesos<br />
ajenos a la experiencia política acumulada en más de veinte años de<br />
democracia formal en el Estado español. La construcción del “estado de<br />
derecho” ha sido tan difícil que no pueden tirarse por la borda las<br />
conquistas que el pueblo español ha conseguido después de muchas<br />
décadas de lucha por las libertades. Es lo que nosotros denominamos<br />
como principio de igualdad del poder político: todos tenemos el derecho a<br />
participar en lo político a través de nuestros representantes ejerciendo, al<br />
mismo tiempo, las libertades y derechos civiles reconocidos en nuestra
Constitución de 1978. Es decir, estamos ante el principio bajo el que se<br />
resume el conjunto de consensos implícitos (creencias compartidas que no<br />
se someten al debate) que conllevan un fuerte grado de confianza en los<br />
mecanismos básicos de representación, y en donde se juega<br />
cotidianamente la credibilidad y eficacia de la gestión de los asuntos de los<br />
habitantes por parte de las instituciones. Todo ello en el marco de la<br />
democracia representativa o democracia formal.<br />
Pero a pesar de ser conscientes de la importancia de dicho principio y de<br />
que su goce no ha caído graciosamente del cielo, sino que ha sido<br />
producto de las luchas sociales mencionadas, nuestra propuesta es<br />
“compleja”, dado que no nos conformamos con un concepto de<br />
democracia que permanezca encerrado en sus aspectos formales y<br />
procedimentales.<br />
Por tal razón, cuando tratamos con experiencias participativas del grado y<br />
de la calidad como las que se han puesto en práctica en la ciudad de<br />
Sevilla, es preciso “complejizar” la cuestión de lo democrático, añadiendo<br />
un factor de enorme importancia. Es lo que nosotros denominamos el<br />
principio de distribución del poder político.<br />
Con este principio, queremos afirmar que la democracia no se construye ni<br />
se reproduce únicamente asumiendo “implícitamente” la libertad como<br />
valor básico y autónomo. La libertad, como cualquier otro valor, no es más<br />
que el producto de luchas sociales por el acceso a los bienes materiales e<br />
inmateriales que hacen digna la vida que vivimos. Por ello, la libertad hay<br />
que complementarla con el valor de la igualdad material, o, lo que es lo<br />
mismo, con el conjunto de condiciones económicas, sociales y culturales<br />
que permiten “explícitamente” poner en práctica el principio de igualdad<br />
del poder político.<br />
No basta, pues, con la mera participación en los procesos electorales y la<br />
confianza ciega en las instituciones. Es preciso profundizar en los aspectos<br />
“decisorios”que están en la base y en la raíz del concepto de democracia.<br />
La democracia no se otorga, la democracia se conquista. Y se conquista<br />
luchando día a día construyendo las condiciones materiales que nos van a<br />
permitir disfrutar de las libertades formales ya conseguidas. Es preciso,<br />
pues, “distribuir” entre la ciudadanía las posibilidades que éstas nos<br />
garantizan. En otros términos, hay que conseguir distribuir el poder político<br />
lo máximo posible para que en conjunto todas y todos, no sólo los que<br />
parten ya de condiciones materiales adecuadas, podamos disfrutar de la<br />
libertad y del estado de derecho.<br />
De ahí que, si en el caso del principio de “igualdad de poder político” los<br />
consensos son implícitos: damos por hecho que todos somos iguales ante<br />
la ley y disfrutamos de libertades y derechos civiles; en el caso del principio<br />
de distribución del poder político los consensos deben ser explícitos, pues<br />
89
90<br />
las condiciones materiales en las que la gente vive es sumamente injusta y,<br />
en muchos casos, desigual. Es decir, a través del principio de distribución<br />
del poder político todos debemos comprometernos “explícitamente” en la<br />
construcción de espacios de igualdad material. Esto es algo que no puede<br />
darse “por supuesto”, ni conseguido de una vez para siempre. Por tanto, se<br />
requiere una participación activa de la ciudadanía a la hora de<br />
implementar acciones institucionales y ciudadanas que permitan “acceder<br />
a los bienes” políticos que propone el sistema democrático.<br />
El corolario al que llegamos reside, pues, en que los consensos, los<br />
mecanismos de representación y la credibilidad y eficacia institucionales<br />
deben tender fundamentalmente hacia un objetivo preciso: el<br />
empoderamiento ciudadano. Todo lo cual nos lleva a la conclusión de que<br />
profundizar en la democracia supone un proceso participativo y decisorio<br />
que vaya de abajo hacia arriba y no al revés. Es decir, un proceso en el que<br />
los que habiten cualquier espacio o territorio puedan expresar libremente<br />
sus opciones y construir igualitariamente las condiciones de su<br />
implementación. La libertad no termina donde comienza la del otro, como<br />
si de individuos egoístas se compusiese la sociedad. La libertad comienza<br />
cuando comienza la del otro, pues sólo a través de procesos colectivos y<br />
solidarios podremos llevar a la práctica lo que intuitivamente entendemos<br />
por democracia.<br />
En resumen, los fundamentos de nuestro análisis de la democracia<br />
confluyen en los dos siguientes puntos:<br />
1º.- La exigencia “política”, no sólo de “representar”, sino, asimismo de<br />
promover el uso y la distribución equitativa y eficiente de los recursos<br />
políticos y materiales disponibles en todo sistema democrático.<br />
Y 2º.- La exigencia “social” de promover capacidades e iniciativas<br />
ciudadanas de individuos, comunidades, organizaciones públicas y<br />
privadas, sindicatos, partidos políticos etc., a la hora de generar<br />
capacidades cognitivas ciudadanas que nos permitan a todas y a todos<br />
detectar problemas y proponer soluciones a los mismos.<br />
La conjunción de las dos exigencias, debe conducirnos a la puesta en<br />
marcha de un proceso de empoderamiento de los habitantes de un lugar<br />
concreto (sea una ciudad, un municipio, una comunidad autónoma o una<br />
nación) en los que lo democrático sea entendido como un proceso<br />
secuencial en el que se suman los criterios de información, participación,<br />
deliberación, decisión y control de dicha decisión.<br />
Los Fundamentos: 20 propuestas de profundización democrática<br />
a través de los presupuestos participativos<br />
1ª-Toda iniciativa democrática en el mundo contemporáneo debe tener en<br />
cuenta las estrechas interrelaciones y los problemas que producen las
conexiones entre los contextos globales (políticas de la OMC, FMI y del<br />
BM) y los contextos locales (incidiendo en las políticas municipales)<br />
2ª-La iniciativa democrática articulada bajo el concepto de Presupuestos<br />
<strong>Participativo</strong>s constituye un mecanismo de profundización democrática<br />
que se ha dado en llamar “democracia participativa”.<br />
3ª-La democracia participativa incluye como elemento definidor el<br />
concepto de “participar para decidir”<br />
4ª-La relación entre democracia participativa y democracia representativa<br />
es una relación de mayor a menor grado de profundización en los<br />
mecanismos democráticos. La democracia participativa incluye, pues,<br />
como uno de sus elementos básicos a la democracia representativa.<br />
5ª-La democracia participativa es un concepto mucho más amplio que el<br />
de democracia representativa, pues no sólo trabaja con la categoría de<br />
participación (a través del voto) sino, asimismo, con la categoría de<br />
decisión (a través de la auto-reglamentación ciudadana)<br />
6ª-En ese sentido, la democracia participativa no es un procedimiento<br />
antagónico a la democracia representativa: ambos conceptos de<br />
democracia se complementan y se refuerzan el uno al otro.<br />
7ª-De este modo, trabajar “participativamente” requiere una<br />
reorientación de los mecanismos democráticos tradicionales en un<br />
sentido: creativo, solidario, operativo e instituyente<br />
8ª-Asimismo, la democracia participativa supone pasar del ciudadano<br />
consumidor (sometido a las inercias de los mercados: económicos,<br />
electorales…) al ciudadano-ciudadano (recuperador del sentido<br />
instituyente de los mecanismos democráticos)<br />
9ª-Estos supuestos, exigen una reorganización creativa y contextualizada<br />
de los tiempos y de los espacios de la democracia representativa a un nivel<br />
local (los auto-reglamentos ciudadanos de los presupuestos participativos<br />
se realizan cada año; los espacios de participación y decisión local se<br />
reorganizan ampliando los conceptos de “barrios”, “distritos”, “centros<br />
cívicos”, etc.)<br />
10ª-Esta “reorganización” espacio-temporal supone la redefinición de las<br />
responsabilidades en las áreas de intervención local: surge la conciencia<br />
de la interrelación horizontal de los problemas con los que se enfrentan<br />
diariamente los vecinos y, a partir de ahí, la doble exigencia de<br />
coordinación de las políticas públicas entre sí, y de las políticas públicas y<br />
las iniciativas ciudadanas.<br />
11ª-Los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s suponen una recuperación ciudadana<br />
del concepto de “lo político” en el sentido de “dinamización e inclusión”<br />
del tejido local asociativo.<br />
91
92<br />
12ª-Como elemento importantísimo, se requiere la creación de una<br />
dinámica antipatriarcal que vaya inculcando la exigencia de consecución<br />
de la igualdad en temas de género, raza, etnia, inmigración, opción<br />
sexual, etc.<br />
13ª-Desde la puesta en marcha de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s, la<br />
Ciudad de Sevilla se medirá, no sólo con criterios de mercado, sino a partir<br />
de la calidad y la cantidad de participación “decisoria” que contenga<br />
14ª-Las experiencias desarrolladas durante los meses previos a la<br />
redacción de los auto-reglamentos de participación ciudadana, muestran<br />
que la participación no puede ser impuesta desde arriba. La participación<br />
debe surgir desde abajo como una necesidad social.<br />
15ª-En ese sentido, se exige la creación de mecanismos de interacción<br />
entre Técnicos y Políticos y, paralelamente, entre Técnicos, Políticos y<br />
Ciudadanía.<br />
16ª-La participación, asimismo, no surge del vacío. Se requieren<br />
campañas de Información Relevante que incluyan cuando menos los<br />
siguientes aspectos<br />
conocimiento de la historia de los barrios<br />
conocimiento de la realidad concreta de los barrios: presupuestos,<br />
programas de intervención social, obras…<br />
conocimiento de problemas comunes que constituyan la base para la<br />
creación de tejido social participativo<br />
17ª-De ahí, la necesidad perentoria de programas de comunicación que<br />
no se reduzcan a la “difusión social” de lo ya decidido; sino programas de<br />
comunicación que potencien los siguientes aspectos:<br />
el cambio social y de percepciones ciudadanas sobre su entorno<br />
urbano<br />
la creación de Espacios de Ciudadanía<br />
la potenciación de otros espacios de expresión e información<br />
alternativos a los tradicionales medios de comunicación<br />
18ª-Dicha creación de tejido social participativo requiere la creación de<br />
nuevas figuras de intervención ciudadana: por ejemplo, la figura de los<br />
“traductores sociales y culturales” que se dediquen a buscar mecanismos<br />
de diálogo entre sectores sociales tradicionalmente separados e<br />
incomunicados.<br />
19ª-Estos mecanismos deben servir para superar las actitudes pasivas<br />
ciudadanas reducidas a la “reivindicación de los deberes públicos”<br />
mientras que se renuncia a la asunción propia de responsabilidades en la<br />
gestión de los propios asuntos. Para tal tarea, los Presupuestos<br />
<strong>Participativo</strong>s deben tender a clarificar el cómo y el cuándo de la gestión
operativa de las decisiones asumidas. Sólo a través de la realización<br />
concreta de lo decidido ciudadanamente, el tejido social asociativo irá<br />
asumiendo confianza en los Presupuestos y se irá pasando de una<br />
reivindicación pasiva de “deberes” ajenos a una auto-imposición activa de<br />
deberes y compromisos para con la ciudadanía.<br />
20ª-Dado lo novedoso de las experiencias dirigidas a implementar en<br />
nuestra ciudad los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s, tanto el equipo técnico del<br />
Área de Participación Ciudadana que trabaja cotidianamente con el tejido<br />
asociativo de la ciudad de Sevilla, como el conjunto de profesores y<br />
profesoras de las dos universidades públicas de Sevilla, exigen tener el<br />
máximo cuidado con las cuestiones procedimentales a partir de las cuales<br />
se decidirán proyectos, obras y reformas urbanas. Es decir:<br />
el procedimiento utilizado para los procesos de decisión debe tener la<br />
máxima sensibilidad a la hora de integrar las concepciones de las<br />
mayorías y de las minorías;<br />
los espacios de decisión y participación deben partir, no de criterios<br />
previos decididos verticalmente sino, de la cooperación estrecha con<br />
las redes sociales que se van formando en la experiencia de los<br />
Presupuestos (en el caso de la ciudad de Sevilla resalta la creación de<br />
los Grupos Motores);<br />
El procedimiento utilizado debe partir del mandato constitucional a<br />
través del cual la participación en los asuntos públicos debe llevarse a<br />
cabo “directa” y “representativamente”: lo cual nos lleva a poner el<br />
máximo cuidado en la organización y puesta en prácticas de las<br />
Asambleas Ciudadanas.<br />
Requisitos democráticos para unos presupuestos participativos<br />
empoderadores<br />
¿Cómo se gobierna desde los presupuestos participativos?: Se<br />
gobierna CO-GESTIONANDO la ciudad entre los habitantes<br />
(articulados socialmente), los equipos de técnicos y los<br />
representantes políticos<br />
Esto supondría:<br />
a)el aumento de la credibilidad y recuperación de la confianza mutua.<br />
b)el aumento de la credibilidad y recuperación de la confianza en los<br />
procesos democráticos de representación.<br />
C)el aumento de la conciencia de que lo democratico es un proceso<br />
secuencial, es decir de acumulación de saberes y prácticas en función del<br />
grado de:<br />
1)transparencia<br />
2)inteligibilidad<br />
93
94<br />
3)participación<br />
4)decisión<br />
5) control<br />
¿Cómo se democratiza un proceso de presupuestos participativos<br />
teniendo en cuenta los dos principios básicos de la democracia<br />
participativa( igualdad de poder político lo formal y de distribución<br />
del poder político lo participativo)?.<br />
a)A través del manejo eficiente de los instrumentos del proceso de<br />
implementación de los presupuestos: lo cual requiere una visión<br />
compartida de la ciudad como referente básico para la resolución de los<br />
problemas comunes<br />
b)De la disponibilidad de la información: evitando los vacíos informativos<br />
sobre todo en lo que respecta a la cantidad de dinero disponible y al<br />
conocimiento técnico.<br />
c)De la transparencia en el gasto: la ciudad debe convertirse en una “casa<br />
de cristal”<br />
d)De la eficacia y compromiso ciudadano en el manejo de las inversiones:<br />
es decir, que se lleven a la práctica las decisiones tomadas<br />
e)De tomarse en serio la horizontalidad en la participación y el principio de<br />
deliberación: primero la información, segundo la deliberación y tercero la<br />
decisión y sus consecuentes procesos de control<br />
f)De la asunción por parte de todas y de todos de que estamos<br />
construyendo una tendencia de profundización en la democracia. Para<br />
ello, es muy importante tener muy claros los procesos, primero de<br />
información, de elección, de proposición, de priorización y de decisiónejecución.<br />
g)De que aceptemos y pongamos en práctica que la participación<br />
ciudadana sea algo común y transversal a toda la acción política<br />
municipal independientemente del ámbito o campo de cada Delegación:<br />
desde el urbanismo a los servicios sociales; desde la infancia hasta los<br />
mayores<br />
h)De que las normas, los reglamentos sean el instrumento legal que<br />
potencie el ejercicio del derecho a la participación y que al mismo tiempo<br />
protejan este derecho. La participación sin poder real no es tal, ya que<br />
entonces puede ser instrumentalizada. De ahí que sea precisa una<br />
adecuación continua de las normas a las necesidades ciudadanas y una<br />
transparencia de las mismas<br />
I)De que la participación contribuya a la transformación del entorno<br />
ciudadano, de ahí que deba formar parte del Plan Estratégico, como<br />
instrumento básico del desarrollo permanente de la ciudad
j)De que la participación en la gestión del presupuesto municipal se<br />
entienda como un factor de modernización de la participación y una<br />
recuperación de la esfera pública en la vida municipal.<br />
k)De que los presupuestos participativos contribuyan al desarrollo<br />
económico y social de las ciudades, y a corregir desigualdades sociales<br />
como así reconoce y recomienda su aplicación la Asamblea Mundial de<br />
Ciudades y Autoridades Locales (Estambul, Habitat 1996) auspiciada por<br />
la ONU, como una de las mejores prácticas de gestión urbana del mundo<br />
l)De la necesidad de que barrio y ciudad sean vistos como dos caras de la<br />
misma moneda. El territorio es fundamental para articular y construir la<br />
ciudad. Todo ello sin olvidar que hay hacerlo desde la solidaridad<br />
interterritorial y superando visiones y prácticas "encerradas" en el “pequeño<br />
entorno”. Los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s han de ayudar a ello<br />
m)De la necesidad de una voluntad política asumida por las instituciones y<br />
de una colaboración decidida de los técnicos municipales implicados en el<br />
proceso. Asimismo, es preciso crear las condiciones para que las<br />
asociaciones y la ciudadanía en general ejerzan su derecho a la<br />
participación para contribuir a la transformación permanente de la ciudad.<br />
¿Cómo garantizar políticamente el proceso de presupuestos<br />
participativos?<br />
A través del aumento anual de la cantidad de dinero propuesta en los<br />
presupuestos.<br />
De la superación real de las carencias de los habitantes.<br />
Del aumento de la credibilidad y confianza mutuas: a través de la<br />
implementación real de las propuestas decididas en las asambleas.<br />
De la calidad del resultado: en la decisión, en la priorización y en la<br />
sostenibilidad.<br />
De la ampliación del concepto de gobernabilidad: igualdad +<br />
distribución.<br />
De la aceptación del principio de diferencia: la conciencia de que<br />
existen diferencias grupales y que hay que saber tratar con esas<br />
diferencias como un recurso público y no sólo como un problema a<br />
resolver por medios de “orden público”.<br />
Promoviendo que los habitantes no seamos simples observadores, sino<br />
protagonistas activos de lo que ocurre en la ciudad.<br />
Buscando respuestas más ajustadas a las necesidades que los<br />
habitantes piensen que son prioritarias.<br />
Creando espacios de diálogo y toma de decisiones entre los<br />
habitantes, los representantes políticos y los equipos de técnicos<br />
permitan construir partiendo de un sentido comunitario, es decir, de<br />
una ciudad más justa e igualitaria.<br />
95
96<br />
Que las decisiones se tomen en asambleas y cualquier persona que<br />
habite la ciudad pueda debatir, proponer, expresarse y decidir,<br />
basándonos en la idea de una mujer/un hombre/un joven/un niño/un<br />
inmigrante puedan informarse, deliberar y capacitarse para actuar en<br />
su entorno local.<br />
Los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de Sevilla y el Aula de Derechos<br />
Humanos “José Carlos Mariátegui”<br />
El Ayuntamiento de Sevilla comenzó en 2004 la aplicación de los<br />
Presupuestos <strong>Participativo</strong>s como el innovador proceso local de<br />
articulación de una esfera pública de cogestión con voluntad de<br />
complementar a la democracia representativa convencional. Proceso que<br />
se inscribe en las innovaciones sobre políticas públicas ciudadanas y los<br />
derechos humanos ya expresadas como compromiso tras la Conferencia<br />
de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos (Hábitat II) en la<br />
Declaración de Estambul sobre los Asentamientos Humanos de 1996.<br />
Además de un proceso en el que la población puede proponer, discutir,<br />
1<br />
decidir y votar sobre el presupuesto y las políticas públicas , que promueve<br />
2<br />
una “esfera pública no estatal de co-gestión” , lo que implica un claro<br />
avance en la democratización del Estado y de su relación con la sociedad<br />
al transformar la forma de actuar en política, este proceso conjuga las<br />
relaciones e interacciones de las más diversas instancias institucionales,<br />
administrativas, populares y ciudadanas.<br />
Este avance, basado en la implementación para la arena política de fuertes<br />
constituyentes de transparencia administrativa, lo que pasa por el<br />
reconocimiento de la diversidad, diferencia, heterogeneidad y<br />
complejidad de los actores, agentes e interesados en dicha arena, como<br />
un universo que alcanza al conjunto de los habitantes de la ciudad de<br />
Sevilla, muestra que el proceso electoral no completa la democracia al<br />
limitar la participación a las elecciones cada cuatro años.<br />
Este límite excluye la participación de la mayor parte de la población en la<br />
toma de decisiones que es inseparable de sus intereses.<br />
Por eso, el objetivo de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s no es derogar a las<br />
instituciones de la democracia representativa, sino, por el contrario,<br />
robustecerlas, al sumar transparencia y control ciudadano a la actividad<br />
estatal.<br />
En ese sentido, es primordial destacar que los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s<br />
aumentan la eficiencia y control público sobre las actividades relacionadas<br />
con la gestión política, recuperando los componentes educativos y<br />
pedagógicos ciudadanos para la extensión de un proyecto común y<br />
solidario en la sociedad, vigorizando la importancia del Estado frente a su<br />
actual crisis de legitimidad.
Precisamente para garantizar estos espacios, el proceso de aplicación de<br />
los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s requiere de instrumentos de SEGUIMIENTO<br />
y EVALUACIÓN que garanticen su desarrollo, analizando los problemas<br />
que dicha aplicación pudiera suscitar.<br />
Para la realización de este seguimiento y la evaluación consecuente, se<br />
propuso al Aula de Derechos Humanos “José Carlos Mariátegui” de la<br />
Universidad Pablo de Olavide (Sevilla), al tratarse de un centro que, con un<br />
contrastado currículo internacional, se proyecta, desde su fundación en<br />
1999, como un espacio abierto de formación e investigación para<br />
potenciar las relaciones Universidad-Sociedad en lo referente a la<br />
garantía, denuncia y promoción de los valores democráticos.<br />
Por esta especial configuración del trabajo que el Aula de Derechos “José<br />
Carlos Mariátegui” desempeña, la creación dentro de este centro de un<br />
GRUPO DE SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN resulta de vital importancia<br />
para la aplicación de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s en Sevilla.<br />
Denominadores comunes en los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s: una<br />
propuesta de seguimiento y evaluación<br />
El GRUPO DE SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN interdisciplinar propuesto<br />
por el Aula de Derechos Humanos “José Carlos Mariátegui” bajo<br />
responsabilidad del Dr. Joaquín Herrera Flores, Director del Programa de<br />
Doctorado en Derechos Humanos y Desarrollo y Presidente de la<br />
Fundación Iberoamericana de Derechos Humanos (http://www.fiadh.org),<br />
va a estar integrado inicialmente por tres investigadores (el Dr. D. Manuel<br />
Jesús Sabariego Gómez, coordinador del Aula de Derechos Humanos<br />
“José Carlos Mariátegui”; Dña. Rocío Medina Martín, D. E. A. en Derechos<br />
Humanos y Desarrollo por el Programa de Doctorado en Derechos<br />
Humanos y Desarrollo de la universidad Pablo de Olavide y D. Vicente<br />
Barragán Robles, doctorando del citado programa). Más adelante, se<br />
uniría al equipo otra investigadora, la Lcda. Dña Gemma Lorente Martín,<br />
también doctoranda del citado programa; debido a las dificultades para<br />
desarrollar el ambicioso plan de trabajo.<br />
Este equipo interdisciplinar (Derecho, Sociología, Filosofía y Letras,<br />
Humanidades, Geografía Humana, Derechos Humanos y Desarrollo) se<br />
encargará del Seguimiento y Evaluación del proceso de aplicación de los<br />
Presupuestos <strong>Participativo</strong>s 2004/2005 coordinadamente con el Equipo<br />
Técnico de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s del Área de Participación<br />
Ciudadana del Ayuntamiento de Sevilla, en razón de los siguientes<br />
materias, consideradas comunes y necesarias para el cumplimiento de los<br />
procesos participativos:<br />
1. El Proceso de Seguimiento y Evaluación velará por la observancia, el<br />
cumplimiento y la implementación de los Indicadores Internacionales<br />
97
98<br />
sobre Participación Ciudadana y los Marcos Legales y Políticos para la<br />
3<br />
Participación Ciudadana estableciendo tres líneas de actuación en razón<br />
de los criterios que vertebran dichos marcos e indicadores:<br />
Transparencia<br />
Información<br />
Capacitación Técnico política de la población<br />
Apoyados en la creación de una Línea de Investigación sobre los<br />
Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de Sevilla en el Programa de Doctorado<br />
Derechos Humanos y Desarrollo de la Universidad Pablo de Olavide<br />
(Sevilla), la elección de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de Sevilla como una<br />
de las prácticas populares de derecho ejemplares observadas dentro del<br />
proyecto Resortes Acción Grundtvig 2 de la Comisión Europea y la<br />
habilitación de un sitio web en la página del Aula de Derechos Humanos<br />
4<br />
“José Carlos Mariátegui” , para la difusión on-line de los materiales que se<br />
generen a lo largo del proceso de Evaluación y el Seguimiento durante el<br />
periodo 2005/2006.<br />
2. Al finalizar dicho periodo se presentará públicamente la Evaluación<br />
realizada en el marco del Seminario Internacional: “PLURALISMO<br />
JURÍDICO, DERECHOS HUMANOS Y PRÁCTICAS CIUDADANAS:<br />
TENDENCIAS ACTUALES DE LA GLOBALIZACIÓN, LA DEMOCRACIA Y<br />
LA CIUDADANÍA POLÍTICA, SOCIAL Y ECOLÓGICA”.<br />
La propuesta metodológica<br />
Como proceso continuo de democratización, los presupuestos<br />
participativos son, entendidos desde los denominadores comunes de las<br />
prácticas participativas, un proceso de aprendizaje y construcción de un<br />
5<br />
nuevo sentido común sobre el sentido de lo común .<br />
Por ello, el eje que relacione este aprendizaje colectivo a múltiples niveles<br />
necesita conjugar múltiples ecologías sociales para desarrollar una<br />
pedagogía de la gestión democrática. Esta es la condición para que los<br />
actores adquieran potencia de acción: la condición necesaria del poderhacer.<br />
Hablamos de la construcción de una nueva cultura política:<br />
metodológicamente deliberativa<br />
que estimula prácticas de co-gestión<br />
que es una pedagogía de lo público<br />
de construcción de un nuevo sentido de lo común<br />
esta ecología social se realiza habitando (habitar vs. HÁBITAT)<br />
promulgando el principio de igualdad dentro del poder político
mediante una distribución del poder político<br />
Se trata de denominadores comunes que entendemos como condiciones<br />
necesarias para la formación de habitantes autónomos y críticos,<br />
implementando y reconociendo las capacidades deliberativas,<br />
comunicativas y argumentativas para participar que proporcionan<br />
herramientas a los habitantes y las instituciones para otras formas de<br />
ejercicio de poder que tienen en la transparencia, la capacidad de oír,<br />
dialogar y reconocer la legitimidad del otro, propiciando la apropiación<br />
del conocimiento técnico-político al ampliar los conocimientos y<br />
apropiaciones sobre/desde/en/para las relaciones en el territorio y su<br />
heterogeneidad, dinamismo y relación de la diversidad y multiplicidad de<br />
los elementos que lo integran y desintegran.<br />
El cumplimiento de éstas desarrolla la autoestima, las capacidades de<br />
comunicación y relaciones interpersonales creando motivaciones<br />
personales para la participación colectiva, además de valores como la<br />
solidaridad, justicia, unión, respeto, tolerancia, humildad y esperanza,<br />
disponibilidad de cambio; elementos éticos transversales que deben estar<br />
en las acciones de esta ecología social.<br />
Método de trabajo<br />
Para evaluar si los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de Sevilla cumplen los<br />
denominadores comunes en materia de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s,<br />
nuestro método de trabajo se ha basado tanto en los Indicadores<br />
Internacionales sobre Participación Ciudadana y los Marcos Legales y<br />
Políticos para la Participación Ciudadana (Logolink) como en los principios<br />
del Autorreglamento de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de Sevilla:<br />
99
100<br />
CARACTERÍSTICAS HABILITANTES<br />
DEL MARCO LEGAL<br />
Promulgado en respuesta a exigencias venidas<br />
desde abajo con insumos de los ciudadanos<br />
Busca fortalecer y mejorar las instituciones de<br />
democracia representativa, representando mejor<br />
a aquellos con menos voz, ofrece mejor calidad de<br />
representación y desempeño a través del uso de<br />
mecanismos de democracia participativa<br />
Reconoce los derechos de la gente y de las<br />
organizaciones de la sociedad civil, incluyendo el<br />
derecho a participar en la gobernanza así como<br />
derecho de ayuda<br />
Elabora medidas de responsabilidad para<br />
asegurar que los representantes pueden ser<br />
retirados y que los actores gubernamentales son<br />
responzabilizados por sus malos desempeños.<br />
Provee o contempla para el futuro un significativo<br />
grado de descentralización fiscal y participación<br />
ciudadana en los procesos fiscales, lo hace tanto<br />
como incentivo para que los ciudadanos participen<br />
en la gobernanza local, como para que el<br />
gobierno local asigne recursos al proceso.<br />
Ley(es) acompañada(s) por conjuntos de directrices,<br />
políticas o medidas de fortalecimiento de la<br />
capacitación para asegurar que los actores relevantes<br />
tienen condiciones de aplicarla(s)<br />
CARACTERÍSTICAS LIMITANTES<br />
DEL MARCO LEGAL<br />
Impuesto desde arriba sin asidero en las<br />
demandas populares y en general inspirado por<br />
discursos internacionales dominantes; tendencia<br />
a dejar de lado los discursos surgidos desde<br />
dentro del país o las aspiraciones y las fuentes de<br />
inspiración regionales<br />
Busca solamente hacer que las instituciones de<br />
democracia representativa funcionen mejor, no<br />
desafiarlas o extender las relaciones de<br />
gobernanza más allá de ellas<br />
Trata a la gente y a las organizaciones de la<br />
sociedad civil como sujetos relativamente pasivos,<br />
a quien se les debe dar participación en consultas<br />
no obligatorias en una fase relativamente tardía<br />
del proceso de toma de decisiones<br />
No hay medidas para responsabilizar a los actores<br />
gubernamentales, o si las hay son impracticables<br />
en situaciones reales<br />
Se mantiene un poder centralizado en relación<br />
con asuntos fiscales (recaudación de rentas y su<br />
asignación) o se prevé participación en los<br />
mismos, contradiciendo el espíritu de descentralización<br />
y participación ciudadana y reduciendo los<br />
incentivos para la participación de los ciudadanos<br />
en la gobernanza local<br />
Dependencia excesiva de leyes o de abordajes<br />
legalistas, dejando de lado directrices operaciones<br />
o la provisión de apoyo práctico y capacitación<br />
para la implementación<br />
Fuente: Marcos Legales para la Participación Ciudadana, Instituto Polis, São Paulo, 2003, p. 72.<br />
El marco más efectivo para analizar los procesos de participación<br />
ciudadana es aquél en el que las potencialidades habilitantes de éstos<br />
pueden identificarse.<br />
Más allá de la propia naturaleza del marco legal en sí, existen factores<br />
adicionales que han sido identificados en esta investigación como siendo<br />
elementos que limitan o habilitan la participación ciudadana:<br />
Ellos están relacionados con la situación cultural e histórica, la<br />
naturaleza y los antecedentes de los actores involucrados y la<br />
disponibilidad (a través de legislación u otros canales) de “auxiliares”<br />
para facilitar la implementación de leyes que promuevan la<br />
participación ciudadana.
Una vez más, estas dimensiones del contexto pueden representarse como<br />
se muestra a continuación:<br />
CARACTERÍSTICAS HABILITANTES<br />
DEL CONTEXTO<br />
Además de disposición y compromiso desde arriba<br />
para dar espacio a la participación, debe existir<br />
una exigencia robusta de los ciudadanos y de los<br />
actores de abajo de la sociedad civil, lo que implica<br />
la existencia de una sociedad civil fuerte (o en<br />
un proceso de fortalecimiento)<br />
Procesos avanzados de descentralización política,<br />
administrativa y fiscal<br />
Relación relativamente abierta, de confianza entre<br />
los ciudadanos y el estado<br />
Discurso sobre participación, gobernanza, descentralización<br />
y democracia de origen local y si<br />
provenientes de afuera contextualizados y adaptados<br />
al escenario nacional<br />
Existencia de partidos progresistas enraizados en<br />
movimientos de democratización y/o movimientos<br />
sociales y con un fuerte compromiso con la<br />
representatividad interna y la transparencia, así<br />
como con la democracia participativa<br />
Una cultura de “higiene burocrática”, apertura y<br />
transparencia, incluyendo una política de divulgación<br />
de informaciones y medidas activas de divulgación<br />
Otras leyes y políticas que apoyan o por lo menos<br />
son conscientes con la legislación participativa<br />
Oportunidades permanentes para el compromiso<br />
con el movimiento a lo largo y ancho del espacio<br />
social hacia la democracia paricipativa<br />
Oportunidades de experimentación, adaptación e<br />
innovación dentro y fuera de los espacios creados<br />
por el marco legal, el estado y por actores no estatales<br />
CARACTERÍSTICAS LIMITANTES<br />
DEL CONTEXTO<br />
Sociedad civil inmadura o inexperta y gobierno<br />
con un compromiso de participación ciudadana<br />
en la gobernanza local<br />
Descentralización de todos los tipos, limitada o<br />
temprana o rígidamente restringida a la descentralización<br />
fiscal<br />
Relaciones estado-sociedad civil marcadas por<br />
desconfianza mutua y falta de familiaridad, como<br />
en los albores de un régimen autoritario<br />
Discursos foráneos sobre participación, gobernanza,<br />
descentralización y democracia sin intentar<br />
traducirlos y adaptarlos al contexto nacional.<br />
Sin partidos políticos (como es estados “no partidarios”)<br />
o la libertad limitada para los partidos<br />
políticos opositores, situación que tiende a favorecer<br />
el conservadurismo y evita presiones sobre el<br />
gobierno en aras de cambios progresistas<br />
Una cultura de corrupciòn y/o falta de transparencia<br />
que genera resistencia a la apertura de los procesos<br />
de gobierno al escrutinio o interferencia.<br />
Contradicciones entre legislación participativa y<br />
otras leyes políticas o legislación incompleta que<br />
lleva a ambigüedades y a dejar en punto muerto la<br />
implementación<br />
Transición política (ej: de un régimen autoritario a<br />
una democracia elitista) vista por el gobierno y/o<br />
sociedad civil como un proceso finito, ahora concluido;<br />
conformidad con el status quo.<br />
Sin espacios para experimentación o innovación<br />
debido a un marco excesivamente rígido y restrictivo<br />
Fuente: Ibìd., P. 100<br />
101
102<br />
El método más efectivo para el análisis de procesos participativos sería<br />
aquel en el que las dimensiones e indicadores descritos en razón de los ejes<br />
metodológicos señalados son visibilizadas horizontalmente identificando<br />
las tendencias del proceso que lo habilitan y lo inhabilitan, sus aspectos<br />
limitantes, las debilidades y fortalezas del mismo, lo que nos servirá para<br />
proponer algunas estrategias de refuerzo al proceso en las conclusiones de<br />
nuestra evaluación.<br />
Es muy importante destacar que los indicadores internacionales, así como<br />
los denominadores comunes sobre presupuestos participativos, definidos<br />
gracias a nuestro trabajo de análisis comparativo de diferentes<br />
experiencias participativas en el mundo, que integran nuestros tres ejes<br />
estratégicos y metodológicos de análisis, deben ajustarse a las pujantes,<br />
reversibles y fuertemente locales especificidades locales, territoriales,<br />
sociológicas y la heterogeneidad de sus componentes actuales, además<br />
de los procesos históricos de configuración de éstas.<br />
Por ello, por lo que de innovador posee la experiencia de los Presupuestos<br />
<strong>Participativo</strong>s de Sevilla, una comprensión de la relación entre experiencias<br />
de participación ciudadana en diferentes escalas y aquella son<br />
fundamentales en este proceso de aprendizaje, para el desarrollo de esta<br />
ecología de múltiples saberes y decires, de ahí que nuestra metodología y<br />
método de trabajo se estructuren en razón de las diferencias contextuales<br />
que el proceso ofrece en Sevilla.<br />
Propuesta indicadores:<br />
Como proceso de democratización: los presupuestos participativos<br />
son un proceso de aprendizaje y construcción de un nuevo sentido<br />
común sobre el sentido de lo común<br />
Por ello, el eje que relacione este aprendizaje colectivo a múltiples<br />
niveles necesita conjugar múltiples ecologías sociales para desarrollar<br />
una pedagogía de la gestión democrática<br />
Esta es la condición para que los actores adquieran potencia de<br />
acción: la condición necesaria del poder-hacer<br />
La metodología se ha basado tanto en los Indicadores Internacionales<br />
sobre Participación Ciudadana y los Marcos Legales y Políticos para la<br />
Participación Ciudadana (Logolink) como en los principios del<br />
Autorreglamento de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de Sevilla,<br />
analizando en función de estos las dimensiones del proceso y sus<br />
potencialidades habilitantes para la participación ciudadana.<br />
Ejes metodológicos:<br />
Información<br />
Deliberación
Capacitación<br />
Ejes temáticos:<br />
INFORMACIÓN:<br />
Acceso<br />
Claridad<br />
Dinamización y difusión<br />
DELIBERACIÓN:<br />
Pluralidad<br />
Inclusión<br />
Transversalidad<br />
SENSIBILIZACIÓN Y CAPACITACIÓN:<br />
Detectar<br />
Gestionar ANTES-DURANTE-DESPUÉS (PROCESO)<br />
Controlar<br />
Evaluación de las experiencias:<br />
Metodo:<br />
Cuadros de doble entrada (apertura vs. cierre con las experiencias<br />
prácticas):<br />
Ejemplos emergentes con cuestiones concretas (ejemplos<br />
rechazables y ejemplos ejemplares)<br />
Técnicas:<br />
Entrevistas semiestructuradas a triangular (PROPUESTAS)<br />
Documentarlas como entrevistas semiestructuradas trianguladas:<br />
TÉCNICO<br />
PROPONENTE<br />
GRUPO<br />
MOTOR<br />
103
104<br />
Cronograma:<br />
2004/2005<br />
Observación participante (Seguimiento):<br />
Elementos estructurales del proceso:<br />
Seguimiento grupos motores<br />
Votación propuestas<br />
Información<br />
Asambleas<br />
Reuniones<br />
Comisiones<br />
Preguntas e indicadores<br />
INFORMACIÓN:<br />
Acceso a la información sobre el proceso de Presupuestos<br />
<strong>Participativo</strong>s:<br />
a) ¿Cuándo accedió a ella?<br />
b) ¿Cómo le llegó la información?<br />
c) ¿Qué información le llegó?<br />
¿Fue nítida la información?<br />
a) ¿En su primer contacto con ella?<br />
b) ¿Durante la fase deliberativa del proceso?<br />
c) ¿Durante la fase de ejecución y seguimiento de la propuesta?<br />
¿Se dinamizó la difusión de la información<br />
a) ¿En su primer contacto con ella?<br />
b) ¿Durante la fase deliberativa del proceso?<br />
c) ¿Durante la fase de ejecución y seguimiento de la propuesta?<br />
DELIBERACIÓN:<br />
Pluralidad<br />
a) ¿Cree que han asistido a las reuniones grupos de la sociedad<br />
organizada: Partidos políticos, Sindicatos, Asociaciones (ONGs,<br />
Asociaciones de Barrio, Deportivas, otros colectivos..)?<br />
b) ¿Cree que ha asistido a las reuniones la sociedad no organizada?<br />
Inclusión<br />
a) ¿Cree que han participado en el proceso participativo, colectivos<br />
en riesgo de exclusión: Grupos étnicos, Inmigrantes, Mujeres, GLBT?
) ¿Cree que han participado en el proceso participativo población<br />
dependiente: Infancia-Juventud, Jubilados?<br />
Transversalidad<br />
a) ¿La propuesta se origina individual o colectivamente?<br />
b) ¿En la deliberación de la propuesta hubo alianzas o fue defendida<br />
de forma individual?<br />
c) ¿Cree que el resto de colectivos la apoyaron a la hora de votar?<br />
SENSIBILIZACIÓN Y CAPACITACIÓN<br />
¿Se siente capacitado para detectar las carencias del distrito ,<br />
gestionar y controlar?<br />
a) ¿en la fase de inicio del proceso?<br />
b) ¿en la fase deliberativa del proceso?<br />
c) ¿en la fase de ejecución y seguimiento de la propuesta?<br />
¿Esa capacitación le ha permitido gestionar las cuestiones que cree<br />
necesario cambiar?<br />
Analizadores<br />
ANALIZADOR Nº 1<br />
PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS<br />
PROPUESTAS PRESUPUESTOS 2004/2005<br />
Fecha: 23/06/04<br />
Zona: San Jerónimo<br />
Distrito: Macarena<br />
Nº de Asistentes con derecho a voto: 271<br />
PROPUESTA ANALIZADA<br />
Nombre de la Propuesta: “Piscina municipal” (E)<br />
Tipo de la propuesta: Inversión u obra nueva<br />
Alcance Territorial: San Jerónimo<br />
Alcance Social: Población en general.<br />
Proponente/s: [ENTREVISTA 1]<br />
Descripción de la Propuesta: “HACER UNA PISCINA MUNICIPAL EN ESTE<br />
BARRIO ES FUNDAMENTAL PARA NUESTRA SALUD, COMO POR<br />
EJEMPLO PARA REHABILITACIONES, ENSEÑANZA A MENORES Y<br />
MAYORES Y TODO LO QUE PUEDA BENEFICIARNOS FÍSICAMENTE Y<br />
PSICOLÓGICAMENTE”.<br />
105
106<br />
Grupo motor: [ENTREVISTA 2]<br />
Técnico/a Presupuestos <strong>Participativo</strong>s: [ENTREVISTA 3]<br />
ANALIZADOR Nº 2<br />
PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS<br />
PROPUESTAS PRESUPUESTOS 2004/2005<br />
Fecha: 23/06/04<br />
Zona: Torreblanca<br />
Distrito: Este<br />
Nº de Asistentes con derecho a voto: 247<br />
PROPUESTA ANALIZADA<br />
Nombre de la Propuesta: Acondicionamiento urbano. “Adecentamiento y<br />
embellecimiento de la entrada principal de Torreblanca” (A)<br />
Tipo de la propuesta: Inversión u obra nueva/Inversión u obra de mejora<br />
Alcance Territorial: BARRIO (TORREBLANCA)<br />
Alcance Social: Población en general<br />
Proponente/s: [ENTREVISTA 1]<br />
Descripción de la Propuesta: “ENTRADA PRINCIPAL DEL BARRIO DE<br />
TORREBLANCA; CON ESTA PROPUESTA SE HACE ALUSIÓN AL ORÍGEN<br />
DEL BARRIO, ADEMÁS SE OTORGA AL BARRIO DE UNA IMAGEN MÁS<br />
ACORDE CON LO QUE ES, Y NO LA ACTUAL ENTRADA QUE DA<br />
SENSACIÓN DE SUCIEDAD Y ABANDONO”.<br />
Grupo motor: [ENTREVISTA 2]<br />
Técnico/a Presupuestos <strong>Participativo</strong>s: [ENTREVISTA 3]<br />
ANALIZADOR Nº 3<br />
PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS<br />
PROPUESTAS PRESUPUESTOS 2004/2005<br />
Fecha: 21/06/04<br />
Zona: Cerro del Águila<br />
Distrito: Este<br />
Nº de Asistentes con derecho a voto: 307<br />
PROPUESTA ANALIZADA<br />
Nombre de la Propuesta: “Zona deportiva” (D) (Los Prunos)<br />
Tipo de la propuesta: Inversión u obra nueva<br />
Alcance Territorial: Barrio La Plata<br />
Alcance Social: Jóvenes y niños y niñas
Proponente/s: [ENTREVISTA 1]<br />
Descripción de la Propuesta: “EN LA BARRIADA PARQUE LOS PRUNOS,<br />
EXISTEN DOS SOLARES DE 473 M2 Y 343 M2 RESPECTIVAMENTE.<br />
SOLICITAMOS QUE SEAN CONSTRUIDAS ZONAS DEPORTIVAS EN<br />
ELLOS POR LA CARENCIA QUE HAY EN LA ZONA LA PLATA, LA MÚSICA,<br />
HUERTA EL CANARIO Y HUERTA LAS ÁGUILAS”.<br />
Grupo motor: [ENTREVISTA 2]<br />
Técnico/a Presupuestos <strong>Participativo</strong>s: [ENTREVISTA 3]<br />
Conclusiones y estrategias de la evaluación y el seguimiento de<br />
2004/2005<br />
Información<br />
INFORMACIÓN<br />
CONCLUSIONES<br />
En una fase previa a la generación y presentación<br />
de las propuestas, concretamente<br />
en la fase de inicio del proceso en el año<br />
2004, la información institucional llega a<br />
los grupos motores y a las asociaciones y<br />
colectivos barriales y de distrito con fluidez.<br />
Sin embrago, aunque se canaliza sin dificultades<br />
hacia los anteriores, existe un serio<br />
déficit en el trasvase de la información, hacia<br />
los ciudadanos ajenos al movimiento<br />
asociativo, ya sea desde los grupos motores<br />
o desde el ámbito institucional.<br />
Desde la observación participante en el<br />
seguimiento del ciclo 2005, se puede afirmar<br />
que esta tendencia se intenta corregir<br />
mediante medidas concretas, destacando<br />
tanto la incorporación en los Centros<br />
Cívicos de un/a animador/a socio-cultural,<br />
cuya función primordial es ejercer la mediación<br />
entre el grupo motor y los habitantes<br />
del barrio, como el establecimiento de<br />
determinadas acciones específicas en el<br />
ámbito de la publicidad del proceso en toda<br />
la ciudad.<br />
ESTRATEGIAS<br />
Para solventar las debilidades detectadas en<br />
este primer momento del proceso, sería conveniente<br />
la incorporación de un/a técnico/a<br />
especializado en IAP (Investigación Acción<br />
Participativa) en cada uno de los nuevos distritos<br />
de la ciudad. Entre las funciones de esta<br />
figura, cabe destacar la realización en los<br />
diferentes distritos de un trabajo dinamizador<br />
en paralelo a los Presupuestos, con un<br />
objetivo pedagógico, en coordinación con<br />
el animador socio-cultural.<br />
De este modo, se intenta dinamizar la información<br />
a partir del estímulo de sinergias más<br />
allá de las estructuras y cauces representativos<br />
tradicionales de barrios y distritos. Del<br />
mismo modo, se establece como objetivo la<br />
integración de movimientos y redes sociales.<br />
Todo ello fundamentado en la cercanía<br />
del técnico de IAP al distrito y a los diferentes<br />
barrios en su trabajo diario, ya<br />
que éste puede no sólo implementar la<br />
generación de la información, sino además,<br />
generar asimismo estrategias de<br />
movilización.<br />
107
108<br />
La información institucional recibida sobre<br />
el proceso por la ciudadanía, además de<br />
estar sesgada por las estructuras representativas<br />
tradicionales en su difusión, está polarizada<br />
entre lo excesivamente técnico y<br />
complejo del proceso, y lo esquemático del<br />
lema, a partir del cual se lanza la campaña<br />
informativa: “Vas, Propones y Votas”. Con<br />
el lema se muestra el “qué hacer” pero es<br />
difícil acceder al “cómo” y a la complejidad<br />
técnica del proceso<br />
En 2004, la falta de fluidez de la información<br />
técnica especializada se relaciona, por<br />
un lado, con el escaso número de técnicosmetodológicos<br />
del Proceso. Las zonas a<br />
coordinar por cada uno/a de los técnicos<br />
del equipo de los Presupuestos son excesivas<br />
y los medios materiales deficitarios.<br />
De otro lado, los obstáculos interpuestos<br />
por muchas de las instancias tradicionales<br />
representativas de barrios y distritos, así como<br />
sus débitos políticos, han paralizado la<br />
difusión de la información y la fluidez del<br />
propio proceso.<br />
Como consecuencia y prueba de la anterior<br />
conclusión, se aprecia una tendencia progresiva<br />
en la que, a medida en que el proceso<br />
se complica técnica y reglamentariamente,<br />
se acrecientan las dificultades para controlar<br />
el proceso por los habitantes. Lo que<br />
corresponde, entre otros factores, a la disminución<br />
de la información recibida por<br />
éstos.<br />
Aunque esta tendencia se aprecia a lo largo<br />
de todo el proceso, se acrecienta en la fase<br />
de ejecución de las propuestas, momento<br />
más técnico, complejo y limitado reglamentariamente<br />
del proceso.<br />
Sería necesario establecer estrategias de<br />
formación y capacitación desde el<br />
comienzo del proceso, con especial énfasis<br />
en el trasvase de la información técnica y<br />
especializada de cada área a debate hacia<br />
los ciudadanos.<br />
En este sentido, estimular la participación y<br />
vinculación horizontal de los técnicos<br />
especializados del ayuntamiento en el<br />
proceso.<br />
Esta tendencia se ha intentado corregir en el<br />
ciclo de 2005 con los Foros Territoriales y el<br />
Foro Ciudad, no solamente la de los<br />
técnicos de Participación Ciudadana sino<br />
también los de aquellas áreas que entran en<br />
e Proceso.<br />
Hay que desarrollar sinergias horizontales<br />
entre los técnicos (Presupuestos y otras<br />
áreas); los técnicos IAP y animadores socioculturales;<br />
grupos motores y los habitantes.<br />
Convendría establecer una agenda de encuentros<br />
técnico especializadosciudadanos,<br />
desarrollada a lo largo de todo<br />
el proceso, que ineludiblemente debe hacer<br />
énfasis tanto en la fase de ejecución y seguimiento<br />
de la propuesta, como en un momento<br />
previo a la generación de las mismas.<br />
Por tanto, una agenda de encuentros permanente<br />
y sinérgica más allá de las comisiones<br />
de seguimiento que generase el encuentro<br />
técnico especializado-ciudadano,<br />
así como el encuentro técnico metodológico-ciudadano.
Existe una enorme densidad en la identificación<br />
entre los Grupos Motores y las instancias<br />
y agentes tradicionalmente representativos<br />
del movimiento vecinal.<br />
A sabiendas de la importancia que el ámbito<br />
político otorga a estas entidades a<br />
comienzo del proceso, resulta lógico la<br />
dimensión de la participación de las mismas<br />
en el proceso. Sin embargo, eso no excluye<br />
la necesidad de generar tendencias de<br />
inserción en la participación de ciudadanos<br />
ajenos a las estructuras tradicionales de<br />
representación vecinal.<br />
Como consecuencia y prueba de la anterior<br />
conclusión, también se revela que dicha<br />
identificación entre grupos motores y<br />
movimiento asociativo, provoca que<br />
muchos de los votantes acudan a las<br />
asambleas movilizados por dichas<br />
instancias y con la propuesta y el voto<br />
predeterminado por éstas.<br />
DELIBERACIÓN<br />
CONCLUSIONES<br />
La tendencia dominante en la deliberación<br />
es el sesgo establecido en la asistencia a las<br />
asambleas por entidades y asociaciones<br />
representativas de barrios y distritos, con<br />
gran afluencia de agentes vinculados a<br />
éstas y votos y propuestas predeterminados.<br />
Ya en las primeras asambleas<br />
existen no obstante, habitantes a título<br />
individual y colectivo que establecen sinergias<br />
alternativas diferenciadas respecto a<br />
éstas desde los Presupuestos.<br />
Establecer mecanismos que garanticen la<br />
efectividad y eficacia de los principios<br />
recogidos en el autorreglamento<br />
conjugando los principios de igualdad y<br />
distribución de poder político.<br />
En este caso, concretamente, en la<br />
constitución y/o Formación del Grupo<br />
Motor, para la integración de agentes de la<br />
sociedad organizada y no organizada,<br />
estableciendo garantías que aseguren las<br />
participación mínima de las minorías en los<br />
grupos motores.<br />
Fomentar los espacios de deliberación en<br />
una fase anterior al voto. Para ello, en el<br />
2005 se han generado espacios como los<br />
Foros Territoriales.<br />
En el mismo sentido, se considera oportuno<br />
generar campañas informativas previas a la<br />
asamblea del autorreglamento, donde exponer<br />
el cronograma anual de acciones; así<br />
como otras previas a la asamblea final, a<br />
través de la cual se expliquen las propuestas<br />
existentes.<br />
En definitiva, dinamizar la información y<br />
devolverla a los habitantes e un momento<br />
previo a la deliberación<br />
ESTRATEGIAS<br />
La deliberación es estratégica para los<br />
Presupuestos, por lo que es necesario abrir<br />
e implementar ésta, creando los mecanismos<br />
diferenciados para atender a los procesos<br />
deliberativos alternativos a las entidades<br />
y agentes representativos tradicionales de<br />
barrios y distritos. Implementación de los<br />
Foros territoriales como órganos informativos<br />
y deliberativos, visibilizando las necesidades<br />
de los barrios y coordinándose en la<br />
realización de la propuesta, e implicando<br />
más directamente en este trabajo a los técnicos<br />
especializados de cada área del ayuntamiento<br />
que participa del proceso.<br />
109
110<br />
La participación de colectivos en riesgo de<br />
exclusión (inmigrantes, grupos étnicos,<br />
minorías, GLBT) es escasa. Desde los<br />
Grupos Motores se ha atendido poco a<br />
trabajar la inclusión de éstos<br />
Los jóvenes no han participado en gran<br />
medida del primer ciclo de los Presupuestos<br />
(2004); tendencia que se ha intentado<br />
corregir en 2005 con la creación de<br />
Laboraforo.<br />
Destacamos cuantitativa (número), y cualitativamente<br />
(políticas transversales de género),<br />
la participación de las mujeres, a título<br />
individual y a través de la Plataforma “8 de<br />
marzo”, y también de los/as mayores, ello<br />
no supone, no obstante, que las demandas<br />
y necesidades de los mayores se traduzcan<br />
en las asambleas como propuestas específicas<br />
de este colectivo.<br />
Esta tendencia necesita implementar las<br />
sinergias transversales de los Presupuestos<br />
<strong>Participativo</strong>s, definiendo estrategias diferenciadas<br />
relativas a la inclusión de los<br />
colectivos en riesgo de exclusión para cada<br />
uno (inmigrantes, grupos étnicos, minorías,<br />
GLBT). Entendemos la diversidad subyacente<br />
al interior de éstos y la necesidad de dinamización<br />
y movilización diferenciada para<br />
cada uno. En función de esta diversidad<br />
crear campañas diferenciadas y llevar los<br />
presupuestos a los colectivos. Un ejemplo<br />
paradigmático especializado puede ser el<br />
del Grupo de Trabajo con chavales y jóvenes.<br />
Creación de grupos especializados<br />
para el trabajo con colectivos en riesgo de<br />
exclusión.<br />
Sería necesario el establecimiento de alguna<br />
garantía, pudiera ser en el<br />
Autorreglamento, si así se decidiera, para<br />
refrendar la participación de colectivos en<br />
riesgos de exclusión (inmigrantes, grupos<br />
étnicos, minorías…) en los Grupos Motores.<br />
Implementar las sinergias transversales<br />
a través de estrategias diferenciadas<br />
relativas a la creación de grupos de<br />
trabajo con colectivos dependientes<br />
(mayores, chavales y jóvenes).
Por un lado, hay una tendencia estratégica<br />
deliberativa en razón de las necesidades del<br />
distrito que, por otro, sin embargo, limita la<br />
participación de personas y colectivos no<br />
integrados, excluidos y dependientes, que<br />
son obviados por los motores del proceso,<br />
ya que se va a recurrir a éstos para la<br />
votación, una vez que las propuestas hayan<br />
sido definidas predeterminadamente por<br />
instancias y agentes tradicionalmente<br />
representativos de barrios y distritos. Aún<br />
así, es importante resaltar la tendencia que<br />
se relaciona con el aumento de propuestas<br />
de carácter individual y colectivo, que han<br />
salido adelante por las necesidades<br />
sentidas en barrios y distritos, así como la<br />
disminución de los límites interpuestos al<br />
proceso por las instancias y entidades<br />
tradicionales de éstos, que se traduce en la<br />
tendencia de intentar acaparar cargos de<br />
delegación (Comisión de Seguimiento,<br />
Delegado-ciudad, Delegado Distrito…),<br />
que una vez vista su falta de poder de<br />
decisión han sido abandonados.<br />
La participación directa responde a una<br />
democracia participativa directa, mientras<br />
que la representación ciudadana, que es la<br />
tendencia dominante en el proceso de los<br />
Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de 2004,<br />
responde a una democracia representativa<br />
comunitaria. Para 2005 se ha implementado<br />
la creación de plenarias temáticas y<br />
territoriales a través de foros que tienden a<br />
una participación directa que aún dista de<br />
haber conseguido el objetivo de ésta, ya<br />
que los principales agentes siguen siendo<br />
organizaciones sociales, de base, que<br />
generan una democracia representativa<br />
comunitaria.<br />
Abrir el diálogo en los foros territoriales y<br />
asambleas informativas más allá de las<br />
instancias, entidades y agentes<br />
representativos tradicionales; principio de<br />
distribución de poder político para no llegar<br />
a las asambleas con cuestiones ya precodificadas<br />
en el seno de éstas.<br />
Es necesaria una reflexión política y teórica<br />
acerca del tema de la contribución que el<br />
Presupuesto <strong>Participativo</strong> está haciendo a la<br />
construcción de una democracia participativa<br />
a nivel municipal, que podría movilizar<br />
no sólo a académicos y técnicos sino a los<br />
responsables políticos, participantes y<br />
potenciales participantes del proceso. Tiene<br />
que haber una relación directa entre la<br />
democracia del procedimiento y la finalidad<br />
democrática del mismo, concretada en la<br />
figura de las propuestas, con la finalidad de<br />
superar un concepto de democracia de<br />
proximidad.<br />
Para ello, tal vez sería interesante, estratégicamente,<br />
implementar el funcionamiento<br />
del Foro de Ciudad y al mismo tiempo,<br />
aumentar las zonas o dividir las asambleas,<br />
lo que permitiría desarrollar la deliberación<br />
integrando un mayor número de habitantes.<br />
111
112<br />
SENSIBILIZACIÓN Y CAPACITACIÓN<br />
CONCLUSIONES<br />
Carencias de formación y preparación de<br />
los implicados en el proceso en 2004, salvo<br />
de los técnicos del Presupuesto <strong>Participativo</strong><br />
en el ámbito de la metodología subyacente<br />
al proceso. Esta tendencia se ha intentado<br />
solucionar en 2005, y aunque en menor<br />
medida, sigue vigente<br />
Como proceso pedagógico, aún no se ha<br />
generado una ecología de saberes<br />
múltiples. La tendencia dominante es<br />
unidireccional desde la administración<br />
hacia los habitantes. En menor medida la<br />
tendencia habitantes-administración es<br />
transitoria y puntual, por lo que la cogestión<br />
y el empoderamiento están<br />
limitados. Aún así, se trata de un proceso<br />
que profundiza en la participación<br />
ciudadana<br />
ESTRATEGIAS<br />
La calidad de la relación entre el gobierno<br />
local y la sociedad civil depende de la calidad<br />
de la formación del proceso, basada en<br />
la comunicación y el aprendizaje común<br />
horizontal y transversal de agentes, habitantes<br />
implicados y potencialmente partícipes<br />
de éste. Ello redunda en sus capacidades<br />
deliberativas y su sensibilización a las necesidades.<br />
Es necesario que este proceso forme<br />
y capacite más allá de Grupos Motores,<br />
Delegados y Técnicos.<br />
Para impulsar el proceso, se podría formar a<br />
los animadores socio-culturales en la metodología<br />
del IAP, implicándolos más en el<br />
trabajo con Grupos Motores y ampliando<br />
sus funciones en el monitoreo del proceso,<br />
atenuando el trabajo de los técnicos de<br />
Presupuestos <strong>Participativo</strong>s.<br />
Es primordial crear mecanismos sólidos y<br />
continuos de formación y capacitación,<br />
entendiendo que son estratégicos a las<br />
condiciones de irreversibilidad del proceso.<br />
Éstas no pueden darse si no se atiende a la<br />
formación colectiva horizontal de técnicos,<br />
habitantes, participantes y potenciales<br />
partícipes. La irreversibilidad de los<br />
Presupuestos <strong>Participativo</strong>s, va a la par del<br />
empoderamiento de la población, sólo<br />
posible a través del reconocimiento de la<br />
diversidad de habitantes y prácticas, y su<br />
comprensión del interés del proceso y de los<br />
beneficios que aporta. Hay que tener en<br />
cuenta la dimensión temporal-espacial del<br />
proceso, que se traduce en problemas<br />
logísticos, organizativos y de coordinación.<br />
Implementar la dotación de personal<br />
técnico y materiales
Hay que profundizar la Evaluación de las<br />
tendencias observadas en 2004 en el<br />
proceso de 2005 (Seguimiento), para<br />
determinar la existencia de la formación de<br />
todos/as y cada uno/a de los participantes<br />
Creación de instrumentos y métodos de<br />
evaluación, seguimiento y monitoreo para<br />
implementar los avances y corregir los<br />
retrocesos del proceso de un modo<br />
transversal y horizontal desde éste. La<br />
gestión-acción sinérgica en cada uno de<br />
estos ámbitos debe ir apoyada en un<br />
modelo de comunicación que recree<br />
encuentros culturales-vivenciales; es decir,<br />
de procesos de socialización donde se<br />
reconstruyan y expliciten los saberes de<br />
todos los que participan y potenciales<br />
participantes, potenciando la autonomía de<br />
los interlocutores y asentando la coresponsabilización<br />
horizontal y la reciprocidad<br />
abierta por y en el proceso, que permite<br />
adquirir las capacidades para comprender<br />
e intercambiar alternativamente los roles en<br />
éste, para transformar estructuras de<br />
relaciones, abriendo la participación a<br />
excluidos y dependientes, creando las<br />
condiciones de irreversibilidad del proceso.<br />
Bibliografía<br />
BARCELÓ, S. y PIMENTEL, Z. (2002): Radicalizar la democracia. Porto<br />
Alegre: un modelo de municipio participativo. Madrid, Catarata.<br />
CLARKE, P. B. (1999): Ser ciudadano. Madrid, Sequitur.<br />
FEDOZZI, L (1997): <strong>Orçamento</strong> <strong>Participativo</strong>. Reflexões sobre a<br />
experiência de Porto Alegre. Porto Alegre, Artes e Oficios.<br />
GENRO, T. (1995): “O controle público não-estatal e o orçamento<br />
participativo”. En: Debate. Caderno do PT, núm. 5, pp. 11-13.<br />
NAVARRO, Z. (1997): “Uma análise do <strong>Orçamento</strong> <strong>Participativo</strong>: Sua<br />
Implantação e Desenvolvimento”, En: GENRO, T. (Org.): Porto da<br />
Cidadania. Porto Alegre, Artes e Oficios, pp. 179-236.<br />
SANTOS, B. de S. (2003): Crítica de la razón indolente. Bilbao, Desclée<br />
de Brouwer.<br />
SOUZA, U. de (1997): “<strong>Orçamento</strong> <strong>Participativo</strong> e Radicalização da<br />
Democracia”, En: GENRO, T. (Org.): Porto da Cidadania. Porto<br />
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_____. (2001): <strong>Orçamento</strong> participativo: a experiência do Rio Grande<br />
do Sul, mimeografiado.<br />
113
114<br />
ZUBERO, I. (1996): Movimientos sociales y alternativas de sociedad.<br />
Madrid, HOAC.<br />
Recursos<br />
AULA DE DERECHOS HUMANOS “JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI”<br />
<br />
FUNDACIÓN IBEROAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS<br />
<br />
LOGOLINK. LEARNING INITIATIVE ON CITIZEN PARTICIPATION<br />
AND LOCAL GOVERNANCE. <br />
PROYECTO RESORTES
LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA:<br />
DE LOS PRESUPUESTOS A LOS SUPUESTOS PARTICIPATIVOS<br />
Aun a tientas te busco<br />
en el susurro del pasado,<br />
en el recuerdo de lo que pudo haber sido<br />
en los sueños y utopías del presente,<br />
de la cotidianeidad, y hay estás tú multiforme<br />
dibujando un futuro posible de esperanza.<br />
Nuestras palabras de agradecimiento a quienes hacen posible una ciudad<br />
más justa, solidaria y sustentable, con su compromiso, su implicación y sus ilusiones,<br />
a es@s maestr@s, profesores/as, educadores/as y monitores/as con rostro, sentimientos,<br />
sueños e ilusiones, con quienes apoyamos un proyecto social y educativo.<br />
A tant@s niñ@s, chavales/as y jóvenes por quienes merece la pena seguir apostando,<br />
con sus Ideas, aportaciones, propuestas, fantasías, sentimientos y emociones,<br />
porque la vida merece la pena vivirla hasta en las situaciones y contextos más<br />
desfavorecidos y/o superfavorecidos, donde tantas personas se sienten en soledad.<br />
Resumen:<br />
EN LA CIUDAD DE SEVILLA<br />
Jorge Ruiz Morales<br />
Rocío Valderrama Hernández<br />
Mercedes Rubio Juárez<br />
Dolores Limón Domínguez<br />
Jose Luís Carrasco Calero<br />
Es mucho suponer que los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de Sevilla incorporen<br />
todos los supuestos participativos, aunque si nos dan la oportunidad de<br />
experimentar otros modos de construir ciudadanía, desde nosotr@s<br />
mism@s, donde estamos invitadas las cuatro ciudadanías (la asociada, la<br />
no asociada, la técnica y la política).<br />
Sin embargo quedarían sin tener la repercusión social y estructural<br />
deseada si no consiguiésemos democratizar las estructuras económicas,<br />
culturales, ambientales, educativas y políticas, y esta oportunidad nos la<br />
brindan unos invitados de lujo, que con sus nuevos modos de ser, estar y<br />
hacer nos posibilitan encarar este nuevo reto que es la democracia<br />
participativa, por lo menos con el reconocimiento del estatus de<br />
ciudadan@ de todos y todas las personas que convivimos en la comunidad<br />
de nuestro centro educativo, la calle, la plaza, el barrio, el distrito o la<br />
ciudad.<br />
115
116<br />
Ell@s los grandes ausentes de todos y cada uno de los procesos participativos<br />
en nuestra ciudad, nos enseñan que la participación puede ser de otra<br />
manera, y que debe hacerse y cocinarse con otros ingredientes, l@s<br />
niñ@s, chavales/as y jóvenes protagonizan el gran cambio en los presupuestos<br />
participativos de Sevilla.<br />
Entre la utopía y la incredulidad de las personas adultas: las palabras<br />
de l@s niñ@s, chavales/as y jóvenes chocan contra oídos de<br />
hormigón.<br />
Al acercarnos a la ciudad como construcción urbana, política, social, cultural<br />
y medioambiental podemos establecer dos grandes niveles de análisis,<br />
el que se relaciona con los grandes planes generales de ordenación<br />
urbana, de reforma interior, o de reconstrucción, que se realizan en estudios<br />
y oficinas de la administración o de arquitectos bien cualificados, y por<br />
otro lado, el nivel de lo cotidiano desde donde las personas humanizamos<br />
y damos vida a la ciudad, en todas las dimensiones que antes nombrábamos.<br />
Podemos por tanto establecer dos líneas de análisis entorno a la ciudad<br />
que nos hacen confluir en una acción integrada entre lo que se planifica y<br />
ejecuta, y las expectativas, intereses y necesidades de los ciudadan@s.<br />
En ocasiones estos análisis de corte más antropológico, educativo y psicológico<br />
no se implementan con las propuestas en el ordenamiento y planeamiento<br />
de la ciudad, de ahí que se produzcan conflictos entre lo que las personas<br />
sienten como necesario y lo que la realidad les presenta, originándose<br />
situaciones de violencia<br />
explícita, como por ejemplo:<br />
atropellos, inaccesibilidad,<br />
abandono de los espacios<br />
públicos, vandalismo, etc., o<br />
situaciones de violencia implícita,<br />
como por ejemplo: incomunicación,<br />
desencuentro intergeneracional,<br />
impacto paisajístico,<br />
desestructuración de la<br />
comunidad, etc.<br />
En todos estos procesos de<br />
auto-identificación del ciudadan@<br />
con su medio más cercano,<br />
ya sea humano, construido<br />
o natural juega un papel fundamental<br />
el proceso de construcción<br />
colectiva e individual, que<br />
se realiza en las aulas de los cen-
tros educativos, donde se forma a l@s ciudadan@s. Desde donde se<br />
empiezan a generar los procesos de participación democrática que configuran<br />
a la persona con su estatus de ciudadan@. En palabras de F.<br />
Tonnucci los niños aprenden a participar participando, como personas de<br />
pleno derecho, tal y como se reconoce en la Convención de los derechos<br />
de la infancia (1989), artículos que van del 12 al 15, donde se reconoce el<br />
derecho de los/as niñas a ser consultados, escuchados, tenidos en cuenta y<br />
respetados por las autoridades locales e internacionales y la administración<br />
en general.<br />
Por tanto la familia y la escuela juegan un papel fundamental y complementario,<br />
a la hora de re-construir la ciudad, a la medida de l@s niñas,<br />
apoyando sus ideas, defendiéndolas ante las instituciones, promoviendo<br />
los cambios necesarios a nivel social e institucional para que puedan tener<br />
un espacio de participación.<br />
Este diálogo intergeneracional entre niñ@s y adultos posibilita una construcción<br />
intersubjetiva que mejora las calidad de vida en el medio urbano y<br />
la habitabilidad de los espacios de socialización e interacción, de modo<br />
que podemos llegar a la conclusión: “que esta propuesta de trabajo media<br />
en la relación padre o madre, hij@ y profesor/a-alumn@”. El medio urbano<br />
como contenido de esta propuesta de trabajo es suficientemente sugerente<br />
para generar procesos participativos en relación con el diálogo, la<br />
negociación, la mediación y el consenso.<br />
Quizás resulte interesante aclarar qué entendemos por participación, pues<br />
es un término manoseado, desdibujado y manipulado por el sistema sociopolítico,<br />
que trata de descafeinarlo como se ha hecho con otros a lo largo y<br />
ancho de la historia, como: objeción de conciencia, desarrollo sostenible,<br />
voluntariado, feminismo, democracia, etc. Se trata del proceso de socialización<br />
más importante que tiene cualquier persona en un sistema social,<br />
por el que se le reconoce el derecho a tomar decisiones en comunidad,<br />
entendiendo este proceso como dialógico, donde lo importante no son los<br />
resultados, sino los procesos. En estos se produce una escucha activa,<br />
reflexión, contrastación, reformulación de lo pensado, puesta en común,<br />
diálogo, empatía, negociación, y toma de decisión, siempre rehuyendo<br />
de las votaciones y de la aniquilación del pensamiento de las minorías.<br />
Puesto que la opción más correcta será aquella que enriquece a todos y<br />
todas, hombres y mujeres, niños y adultos, inmigrantes y lugareñ@s, jóvenes<br />
y personas mayores,… Se trata de un empoderamiento de la persona<br />
en su papel como ciudadano, donde los procesos colectivos emergen de<br />
las personas individualmente, por tanto la participación existe en función<br />
de una construcción personal en distintas esferas como son: la afectiva, la<br />
emocional, la autoestima, las habilidades sociales, la ética y la sociopolítico-ideológica.<br />
117
118<br />
Esta complementariedad y aportación de lo individual a lo colectivo, y viceversa,<br />
es consustancial a la propia existencia del ser humano, cuando se<br />
limita o cercena esta capacidad de construcción colectiva se genera una<br />
situación de violencia tal, que revierte en modo de conflicto sobre todos y<br />
cada uno de los miembros de la comunidad. Así entendemos que la negación<br />
del niñ@ a participar en nuestra sociedad como ciudadan@ de pleno<br />
derecho, supone un efecto reversivo y subversivo contra el sistema de opresión<br />
de la infancia, de modo que padres y madres, educadores y poderes<br />
públicos sufrimos posteriormente en nuestras carnes la violencia de los<br />
jóvenes, la apatía y falta de compromiso, la competitividad, la sumisión,<br />
falta de autonomía, incapacidad para construir un proyecto individual y<br />
colectivo, la soledad y el abandono de las personas mayores, el suicidio,<br />
homicidio y alcoholismo de adolescentes y jóvenes, que posteriormente<br />
serán unos infelices el resto de sus existencias. En cierto modo al cercenar<br />
sus potencialidades estamos eliminando toda posibilidad de transformar<br />
una sociedad que resulta injusta no sólo para ell@s sino para la mayoría<br />
de las personas adultas, ya que estamos agotando “las energías renovables<br />
de nuestro sistema bioenergético”.<br />
Otra Sevilla es posible con la participación de l@s niñ@s,<br />
chavales/as y jóvenes.<br />
Con este título proponíamos en marzo un foro social y educativo en la ciudad<br />
de Sevilla, donde reflexionar, dialogar, debatir, construir estrategias de<br />
dinamización y apoyarnos l@s un@s a l@s otr@s en una lucha que es<br />
nuestra, porque hemos elegido apostar por quienes tienen menos voz, quienes<br />
gritan su verdad contra oídos de hormigón armado, sin que puedan<br />
tenerse en cuenta sus criterios, ideas y propuestas.<br />
Nos dijeron que era posible, una utopía realizable, la ilusión de quienes<br />
han permanecido en la esfera política al otro lado en la oposición, ahora<br />
nos toca a nosotr@s, construir una ciudad más humana y habitable desde<br />
planteamientos de justicia social, algunas personas nos lo creímos, y cada<br />
día más seres humanos, la hacemos posible con nuestra implicación, compromiso<br />
y dedicación.<br />
Todo empezó con la apuesta política de una fuerza política de izquierdas<br />
en la ciudad de Sevilla, Izquierda Unida (I.U.), que mediante acuerdo de<br />
gobierno con el Partido Socialista Obrero Español (P.S.O.E.), deciden<br />
poner en marcha el Presupuesto <strong>Participativo</strong> durante el año 2.004. A partir<br />
de octubre de este mismo año, se plantea la iniciativa del Área de<br />
Participación Ciudadana, bajo la responsabilidad de I.U., de implicar en<br />
este proceso a l@s niñ@s, chavales/as y jóvenes de la ciudad de Sevilla,<br />
de modo que mediante un convenio de colaboración con el Grupo de<br />
Investigación: Educación de Personas Adultas y Desarrollo perteneciente a
la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla se<br />
pone en marcha un proyecto de investigación y dinamización sectorial en<br />
los presupuestos participativos de Sevilla.<br />
Así surge el Equipo de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s con l@s niñ@s, chavales/as<br />
y jóvenes de Sevilla “LABORAFORO”, esta denominación responde<br />
a un trabajo de enfoque grupal y cooperativo que realizamos en la ciudad,<br />
recordando el origen de los foros romanos, a partir de los cuales se<br />
construye y emergen las urbes, entre personas adultas que pretenden trabajar<br />
desde las distintas realidades que comparten niñ@s, chavales/as y<br />
jóvenes y con el apoyo de sus experiencias vitales y profesionales, en coordinación<br />
con l@s técnic@s de la administración, responsables políticos,<br />
Equipo de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s PREPAR, quienes trabajaban desde<br />
el año anterior en el proceso con toda la población en general y el resto<br />
de los profesionales que se encuentran implicados en estos presupuestos<br />
participativos en base a los convenios suscritos entre otros departamentos<br />
de la universidad y el Área de Participación Ciudadana del Excmo.<br />
Ayuntamiento de Sevilla.<br />
A partir de la puesta en marcha de este proceso emergen interrogantes que<br />
nos parecen ricas para ir acercándonos a la complejidad del mismo, comprender<br />
los motivos y argumentos que nos mueven en nuestra praxis<br />
socioeducativa, así como los matices que aparecen a lo largo de esta<br />
comunicación. Sin embargo avisamos de que no hemos encontrado aun<br />
respuestas a todas, así podemos construirlas juntos y juntas:<br />
¿En qué medida construimos ciudadanía desde los procesos<br />
participativos en que nos implicamos y comprometemos como<br />
personas?<br />
¿Cómo nos sentimos en estos procesos en los que recuperamos<br />
nuestro estatus de ciudadan@?<br />
¿Qué significa la participación de l@s niñ@s, chavales/as y jóvenes en<br />
los presupuestos participativos?<br />
¿Cómo afecta la participación de l@s niñ@s, chavales/as y jóvenes al<br />
proceso de los presupuestos participativos puestos en marcha?<br />
¿Qué estrategias poner en marcha para la implementación de ambos<br />
procesos?<br />
¿Nos pueden enseñar l@s niñ@s, chavales/as y jóvenes nuevos<br />
modos de participar en nuestra sociedad?<br />
¿Existe alguna relación entre los bloqueos emocionales de las personas<br />
adultas y la participación social de l@s niñ@s, chavales/as y jóvenes?<br />
¿En qué medida afectan los presupuestos participativos a las<br />
estructuras organizativas y culturales de nuestros sistemas sociales y<br />
educativos?<br />
119
120<br />
Un proceso con baches, socavones, charcos y obstáculos:<br />
dificultades y resistencias.<br />
A priori contamos con las dificultades propias de cualquier proceso de participación<br />
en su fase inicial, algunas de ellas se han visto más presentes,<br />
pero en general todas estas se han dado hasta el momento.<br />
Existe desconocimiento de este proceso entre las personas que forman<br />
estos sectores de población.<br />
Las campañas de información son insuficientes y descontextualizadas<br />
para llegar a ell@s.<br />
Se carece de formación para participar en estos procesos<br />
asamblearios.<br />
Las dinámicas y técnicas al uso no sirven para que estos sectores se<br />
sientan identificados en el proceso y miembros del mismo.<br />
Se necesita una metodología específica para dinamizar la<br />
participación en estos procesos.<br />
Faltan materiales educativos para formar y dinamizar a estas personas,<br />
haciendo posible su participación en los presupuestos participativos.<br />
Los espacios y modos de participación, los símbolos, los ritmos y<br />
lenguajes son diferentes a los que habitualmente se eligen para los<br />
programas institucionales.<br />
Sin embargo, empiezan hacer acto de presencia las resistencias propias de<br />
un proceso de dinamización, que en algunos casos podemos relacionar<br />
con las dificultades anteriormente expuestas y en otros casos con la realidad<br />
social y educativa de una ciudad como Sevilla con cerca de un millón<br />
de habitantes. Hemos pensado plantear un glosario de frases y argumentos<br />
enunciados por distintas personas con respecto al proceso:<br />
Resulta inconstitucional la participación de chavales/as de entre 16 y<br />
18 años, pues no se corresponden los derechos con el nivel de<br />
responsabilidad exigible social y penalmente (Director de un centro de<br />
primaria).<br />
¿Cómo van a participar niñ@s de 3 a 5 años? ¿Qué van a aportar?<br />
(risas y carcajadas, miradas de incredulidad) (argumento de algunas<br />
madres, maestr@s, etc.) (en ocasiones se utiliza para desacreditar todo<br />
el proceso sin entrar en otras valoraciones).<br />
En este proceso pueden participar los más mayores, los de 3º y 4º de<br />
ESO, los demás son demasiado pequeños e inmaduros (profesora de<br />
secundaria).<br />
Las propuestas las presentan las madres de las AMPAS, porque ya<br />
sabemos que así tienen más apoyos, y pueden salir…, nuestr@s niñ@s<br />
hacían propuestas un poco absurdas, después ya empezaron a
plantear otras más lógicas (Educadora y dinamizadora de una<br />
asociación).<br />
¿Cómo nos vamos a plantear que l@s niñ@s participen en el proceso?<br />
No estoy de acuerdo con que se les de y consienta todo a l@s niñ@s,<br />
como si todo estuviese permitido (tono de desconfianza respecto al<br />
papel y criterio de l@s niñ@s) (Responsable política del Ayuntamiento).<br />
L@s niñ@s con necesidades básicas sin cubrir poco interés tienen por<br />
estos procesos, además ¿qué van a plantear ell@s? esto se puede<br />
plantear para aquell@s que tienen sus necesidades cubiertas, la<br />
persona puede pensar cuando tiene el estómago lleno (Grupo de<br />
maestr@s).<br />
Esta propuesta es política, por tanto no debe entrar en la escuela, aquí<br />
lo importante son los contenidos, no podemos seguir incorporando<br />
todo lo que llegué a la escuela (Director de un centro privado y otro<br />
público).<br />
Ya te mandaré a l@s niñ@s y chavales/as más serios y buenos, tengo<br />
un chaval muy bueno que sabe lo que quiere, hay que conseguir más<br />
actividades para el instituto, las propuestas que ellos hacen ya sabemos<br />
cuales son, sin nos dan un taller lo llenamos (Director de un instituto).<br />
Este proceso es un gasto de dinero inútil, para esto ya tenemos a los<br />
responsables políticos, además no merece la pena para decidir algo<br />
tan simple como hacer, o no, un taller (Maestra de un colegio de<br />
educación primaria).<br />
Ya estuve participando el año anterior y fue un desastre, a mi no me<br />
permitieron presentar una propuesta que llevaba, al final se votaban<br />
las que ell@s querían (refiriéndose a los políticos y técnicos) (Maestra<br />
de un colegio de educación primaria).<br />
El trabajo con l@s niñ@s es muy delicado, hay que contar con el visto<br />
bueno de l@s maestr@s, padres y madres, pues no olvidemos que son<br />
menores de edad y que no tenemos competencias en educación<br />
(Responsable política del Ayuntamiento).<br />
Se está corriendo demasiado, no hay necesidad, para qué tantas<br />
prisas, se está abarcando demasiado (Técnica del Área de<br />
Participación Ciudadana).<br />
Se podría plantear un autorreglamento para la infancia, de modo que<br />
se organizase por otro lado (Técnico de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s).<br />
Planificación del proceso de dinamización sectorial en el<br />
momento actual.<br />
Esta planificación responde a un proceso de investigación acción emancipatoria,<br />
en el que inicialmente l@s investigadores/as proponen un pre-<br />
121
122<br />
proyecto de trabajo, a partir del cual se monta el proceso de dinamización,<br />
para ir tomando conciencia del papel de l@s sujetos sociales, en este caso,<br />
niñ@s, chavales/as y jóvenes, y su protagonismo en la toma de decisiones.<br />
Se trata de un modelo de concientización que parte de hacer visible lo invisible,<br />
lo negado y ocultado para que niñ@s, chavales/as y jóvenes tomen<br />
conciencia de su papel social, y para que el mundo adulto asuma el reparto<br />
de poderes y la cesión de espacios, a la vez que se produce un diálogo<br />
intergeneracional con la implicación del mayor número de actores y actrices<br />
sociales.<br />
La espiral autorreflexiva que forman las distintas fases no responden a una<br />
organización en compartimentos estanco (figura 1). Sería absurdo plantear<br />
esta idea en un proceso abierto, flexible y globalizador que trata de<br />
construirse desde la participación social con el apoyo técnico de l@s profesionales<br />
que estamos implicados de modo más directo.<br />
Toma de<br />
decisión<br />
Presentación y<br />
análisis de<br />
resultados<br />
Espiral autorreflexiva en el proceso de<br />
investigación acción emancipatoria<br />
Análisis de la<br />
realidad<br />
Pre-proyecto<br />
Planificación<br />
Evaluación<br />
Recogida de<br />
información<br />
Revisión de<br />
planificación<br />
Información<br />
Acción<br />
Así aunque parezca que hemos cerrado el nivel de análisis de la realidad<br />
simplemente hemos empezado a dar más peso al nivel de información y<br />
planificación, revirtiendo todo esto en la dinamización o ejecución de la<br />
propuesta que a su vez se ve enriquecida por la primera fase y viceversa. Se<br />
trata por tanto de un proceso complejo en el que l@s distint@s actores y<br />
actrices sociales, las distintas ciudadanías que señala Cesar Muñoz (l@s<br />
polític@s, técnic@s, padres y/o madres y ciudadan@s de a pie) van<br />
tomando relevancia desde el protagonismo de niñ@s, chavales/as y jóvenes<br />
y con el apoyo de la experiencia y el conocimiento diverso y diferente,<br />
entre el adulto y el niñ@, porque las personas no se liberan solas, sino en<br />
comunidad, así lo afirmaba Paulo Freire en su libro Pedagogía del<br />
Oprimido.
Esta planificación se inscribe en otra más amplia, que es el presupuesto participativo<br />
de toda la población joven y adulta, con la que hemos ido coordinando<br />
cada una de las fases del proceso, tal y como se presenta en la<br />
siguiente flecha-cronograma (figura 2).<br />
123
124<br />
El siguiente organigrama pretende dar a conocer con más exactitud como<br />
se ha organizado el proceso de participación de l@s niñ@s, chavales/as y<br />
jóvenes:<br />
Foro de<br />
actividades y<br />
experiencias<br />
Grupo motor<br />
Propuestas para los<br />
presupuestos<br />
participativos<br />
Consejo de ciudad<br />
y<br />
Consejo de distrito<br />
Asamblea de zona<br />
Asamblea sectorial<br />
Grupo clase o taller<br />
Consejo de<br />
representantes<br />
Nos acercamos al grupo clase o taller a través de reuniones y entrevistas<br />
con l@s educadores/as, maestr@s y profesores/as, para explicarles el<br />
pre-proyecto y el proceso de participación ciudadana que queremos poner<br />
en marcha con ell@s. A partir de aquí algun@s niñ@s, chavales/as y jóvenes<br />
se acercan al consejo de representantes para empezar a informarse y<br />
hacer propuestas de actividades para el foro de actividades. En este foro de<br />
actividades además de realizar las actividades que ell@s habían propuesto,<br />
elegían el logotipo de los presupuestos participativos sectoriales.<br />
Se constituye a partir de ahora el grupo motor que será el encargado de<br />
velar por el desarrollo del proceso, ya que a través suya se analizan las propuestas,<br />
se elevan a la asamblea sectorial y se encargan de organizar todo<br />
el proceso asamblerio. La asamblea sectorial es el único órgano de deci-
sión para las propuestas de niñ@s, chavales/as y jóvenes, de aquí emergerán<br />
las propuestas que posteriormente se votan en la asamblea de zona. El<br />
modo como se organiza este proceso es muy dinámico y divertido, ya que<br />
se trata de no hacer la participación tediosa y aburrida, que por otro lado<br />
no resta seriedad y rigurosidad al proceso de toma de decisiones, así planteamos<br />
un mercadillo de propuestas, en la que cada proponente desde su<br />
puesto realiza la propuesta y la explica a l@s participantes en la asamblea.<br />
Una vez elegidas las propuestas por cada zona se elevan a la asamblea de<br />
zona, donde se votarán con el resto de las que presenten las personas adultas,<br />
y en este caso sólo podrán participar personas mayores de 16 años. En<br />
esta misma sesión se eligen a los representantes del Consejo de Ciudad y<br />
Distrito, dos órganos formados por ciudadan@s que se encargan de valorar<br />
las propuestas, añadiéndole a los votos que ha obtenido cada propuesta<br />
una puntuación en función de la necesidad y urgencia de la propuesta,<br />
siempre que éstas hayan pasado el informe de viabilidad técnica de cada<br />
delegación del Ayuntamiento.<br />
Implicaciones de este proceso en el sistema social y educativo.<br />
Hemos pensado dividirlas en función de los contextos para que resulten<br />
más sencillas de interpretar, aun a riesgo de que puedan repetirse algunas<br />
de ellas.<br />
Ámbito educativo: existe poca cultura participativa en los centros y en la<br />
propia comunidad educativa, sólo hay que observar la perdida de<br />
poder de los consejos escolares, la baja participación de niñ@s,<br />
chavales/as y jóvenes, así como de sus padres y madres. La figura de<br />
representación del delegad@ pasa casi desapercibida, en el aula,<br />
suele ser ocupada por alguien en quien el maestr@s o profesor/a<br />
confía.<br />
Así hemos visto que la articulación entre este proceso y la cultura<br />
participativa en la escuela choca con una visión del profesorado sobre<br />
el alumnado muy infravalorativa, como si tuviesen poco que aportar,<br />
acrecentándose esta idea conforme bajamos en los niveles educativos,<br />
y nos referimos a l@s alumn@s de menos edad.<br />
La democracia escolar brilla por su ausencia, en el período de la<br />
transición española a la democracia, después de 40 años de dictadura,<br />
no se imprimió un cambio de estructuras al sistema escolar que abriese<br />
espacios para la participación de niñ@s, chavales/as y jóvenes, de<br />
modo que se funciona mediante un sistema de democracia sustitutiva<br />
que relega a un segundo plano los intereses, necesidades,<br />
potencialidades y propuestas de l@s alumn@s, como si fuesen<br />
usuarios, clientes o ciudadan@s de segunda.<br />
125
126<br />
Existe la idea extendida de que los contenidos escolares, no tienen<br />
relación con la realidad social, y la vida cotidiana, sino que por el<br />
contrario encontramos un divorcio entre ambos, llegando la escuela a<br />
desvalorizar las experiencias y vivencias de l@s niñ@s, chavales/as y<br />
jóvenes, cuando no se utilizan como anécdota escolar.<br />
Hemos encontrado una respuesta diferente en los centros de primaria<br />
respecto de los institutos de educación secundaria, en los primeros<br />
existe menos disponibilidad para trabajar sobre estos temas por<br />
motivos de horario, ya que no poseen un horario de tutoría, y suelen<br />
poner más impedimentos por la idea extendida de que el criterio<br />
aparece ligado a la edad. Sin embargo en secundaria, parecen<br />
entenderlo como un modo de acceder al mundo de l@s chavales/as,<br />
de conectar con sus intereses, de desarrollar unas habilidades sociales,<br />
sin que todavía exista una idea extendida sobre su papel como<br />
ciudadan@s activos con un estatus propio. En el nivel de infantil,<br />
sorprende la disposición a trabajar estos temas, por entender que es un<br />
modo de revalorizar la educación en estas edades, y el reconocimiento<br />
de sus alumn@s como personas con ideas y criterio que no se tiene en<br />
cuenta habitualmente.<br />
Esta propuesta socioeducativa implica varios cambios a los que<br />
algunos profesionales de la educación están empezando a prestar<br />
especial atención en su práctica educativa, como son:<br />
Conmueve las emociones, ilusiones y sentimientos de las personas<br />
adultas respecto de su si mismo niñ@, que ha sido olvidado y<br />
traicionado por un pensamiento adultocéntrico.<br />
Provoca el análisis y detección de injusticias sociales, educativas y<br />
culturales que se reproducen en el sistema educativo que se<br />
producen en cuanto al reconocimiento de los derechos de niñ@s,<br />
chavales/as y jóvenes.<br />
Reconocimiento del estatus de ciudadan@ de l@s niñ@s,<br />
chavales/as y jóvenes que están en las aulas, con criterio, intereses,<br />
ilusiones y capacidades para cambiar la realidad.<br />
Respeto a las ideas y opiniones que parten de l@s niñ@s,<br />
chavales/as y jóvenes.<br />
Incorporación de contenidos de marcado carácter sociopolítico y<br />
ético al currículum escolar en áreas de conocimiento afines.<br />
En dos centros se pone a discusión una parte del presupuesto de<br />
actividades educativas y culturales con l@s niñ@s y chavales/as.<br />
Fortalece y apoya iniciativas de innovación curricular en áreas de<br />
conocimiento como geografía urbana, conocimiento del medio y<br />
tutoría.
Dota de materiales curriculares específicos sobre participación<br />
ciudadana, cubriendo un déficit institucional y social.<br />
Puesta en cuestión del modelo organizativo de la escuela donde los<br />
niveles superiores disfrutan de espacios que le son negados a l@s<br />
niñ@s de educación infantil.<br />
Identificación de dificultades para que tod@s l@s niñ@s,<br />
chavales/as y jóvenes puedan hacer uso de los espacios públicos,<br />
sobre todo en relación a la oferta de actividades según barrios y<br />
edad de l@s niñ@s.<br />
Se observan cambios en la relación entre maestr@s, profesores/as<br />
y alumn@s en relación con la capacidad de escucha y la resolución<br />
de conflictos de modo no violento respecto de los<br />
comportamientos.<br />
Ámbito político-institucional: inicialmente existen apoyos muy claros<br />
desde el Área de Participación Ciudadana del Excmo. Ayuntamiento de<br />
Sevilla, de quien surge la propuesta, que se torna en desconfianza por<br />
distintos acontecimientos propios de cualquier dinámica social, y que<br />
puede tener relación con un exceso de control directivo que se pretende<br />
imponer en un momento concreto. En la relación con el otro equipo<br />
existen algunos celos profesionales y problemas de entendimiento en<br />
relación con el papel que jugamos tanto a nivel de coordinación, como<br />
de organigrama de funcionamiento, sin embargo parece estar<br />
encauzándose. Existen algunas incertidumbres sobre el papel que<br />
deben jugar l@s niñ@s y chavales/as con su participación en los<br />
presupuestos participativos, ya que inicialmente el autorreglamento<br />
reconoce ésta a partir de los 16 años. Han existido inicialmente<br />
algunos roces con técnicos responsables de espacios de participación<br />
ciudadana, por no haberse contactado con ell@s, debido a una<br />
decisión política. El resto de los grupos políticos del ayuntamiento se<br />
mantienen al margen, incluso ha existido un posicionamiento del<br />
partido mayoritario que esta en coalición con IU, desvalorizando la<br />
participación de niñ@s, chavales/as y jóvenes.<br />
Esta propuesta implica cambios organizativos, culturales y<br />
estructurales, como son:<br />
Reparto más justo, equilibrado y sustentable de responsabilidades y<br />
poderes, entre técnicos, políticos y ciudadan@s (padres, madres,<br />
niñ@s, chavales/as, jóvenes, personas mayores, pertenecientes o<br />
no a las mayorías o minorías culturales existentes).<br />
La cogestión de lo público se realiza desde criterios éticos de<br />
redistribución de la riqueza, solidaridad, participación,<br />
sustentabilidad y colaboración.<br />
127
128<br />
Fortalece las estructuras horizontales de cogestión en la<br />
administración entre actores y actrices sociales.<br />
Revalorización de los saberes cotidianos que nos acercan al día a<br />
día, al conocimiento y experiencia de las personas que comparten<br />
las realidades sociales, haciendo más viables y eficientes las<br />
actuaciones que se hacen con la administración.<br />
Reconocimiento del otr@ como interlocutor válido al que hay que<br />
prestar atención, dejando a un la actitudes servilistas, dependientes,<br />
autoritarias, etc., tanto por parte de todas las personas implicadas<br />
independientemente del rol que desempeñan en cada momento.<br />
Provoca la integración de una visión intergeneracional, intercultural<br />
y de género en las políticas públicas institucionales.<br />
Al reconocer la visión y lógica del pensamiento desde la niñez se<br />
humanizan los modos de funcionar y organizar la gestión.<br />
Ámbito social: existe una visión adultocéntrica que se convierte en el<br />
parámetro de construcción y organización de la vida pública, no siendo<br />
posible la participación l@s niñ@s, chavales/as y jóvenes en ningún<br />
espacio de decisión ciudadana. Sin embargo, esta visión se hace más<br />
liviana y flexible en las relaciones con los adultos como padres y<br />
madres, que cuando se plantea con los técnicos o políticos. Está<br />
despertando interés y confianzas entre quienes están participando<br />
desde el año anterior en el proceso, por significar un avance en<br />
procesos de participación, y la posibilidad de que se sumen más<br />
personas a los grupos mototes y asambleas.<br />
Sin embargo existe una visión paternalista que ningunea a un sector de<br />
población muy importante que por existir y ocupar un espacio social en
nuestras calles, familias, mercado laboral, sistema de consumo, etc.,<br />
tiene el derecho de ser tenido en cuenta.<br />
A nivel social este proceso quiebra la lógica capitalista por:<br />
Ser subversivo respecto a un sistema centrado en el consumo, la<br />
competitividad, el individualismo, la opresión de unas mayorías<br />
minoritarias y la homogeneización.<br />
Estar centrado en las personas, con todas sus diferencias, matices y<br />
sensibilidades distintitas.<br />
Hablar el lenguaje de las mariposas, donde el efecto de torbellino<br />
de ilusiones irradia brisas, vientos y huracanes que ponen en entre<br />
dicho la “única lógica”, permitiendo utilizar otras ideas, propuestas<br />
y acciones dialógicas.<br />
Hacer las cosas de un modo participado y creativo entre todas las<br />
personas, reconociendo la importancia de cada una de ellas, la<br />
individuación, la significatividad y la irrepitibilidad de nuestros<br />
pensamientos.<br />
Soñar que otro mundo es posible con la participación de l@s<br />
niñ@s, chavales/as y jóvenes en nuestra sociedad.<br />
Bibliografía:<br />
Miller, A. (2001): Por tu propio bien. Raíces de la violencia en la<br />
educación del niño, Barcelona, Ed. Tusquets, pp. 276.<br />
Miller, A. (1998): El saber proscrito, Barcelona, Ed. Tusquets, pp. 226.<br />
Martínez Bonafé, Á. (2002): Vivir la democracia en la escuela.<br />
Herramientas para intervenir en el aula y en el centro, Sevilla, Ed.<br />
Cooperación Educativa Kikiriki, pp. 282.<br />
Muñoz, C. (2003): Vivir, educar: desde la seducción, el amor y la<br />
pasión, Barcelona, Edit. Centro de investigaciones pedagógicas de la<br />
infancia, la adolescencia y la juventud, pp. 445.<br />
Tonucci, F. (2002): Cuando los niños dicen ¡basta!, Madrid, Edit.<br />
Fundación Germán Sánchez Ruipérez, pp. 303.<br />
129
130
INTRODUCCIÓN<br />
LA PEDAGOGIA DE LA DECISION<br />
María Bastante Fernández<br />
María Eugenia Cáceres Carbona<br />
Paula Garvín Salazar<br />
Virginia Gutiérrez Barbarrusa<br />
Joaquín Recio Martínez<br />
Hace ahora un año, presentábamos en este mismo marco, en las II<br />
Jornadas Internacionales del Presupuesto <strong>Participativo</strong>s de la Ciudad de<br />
Sevilla, un artículo en el que se describía el desarrollo del primer ejercicio,<br />
la puesta en marcha y los problemas que hasta entonces habían surgido.<br />
Sería complicado detallar en este artículo todas lo acontecido en el<br />
segundo año del proceso, pero podemos resaltar algunas de las<br />
innovaciones y elementos surgidos a partir de las evaluaciones realizadas<br />
a finales del 2004, y del devenir de la experiencia en sí.<br />
El análisis de esta experiencia tendría que realizarse teniendo en cuenta,<br />
además de su propia naturaleza, la incorporación de distintos elementos<br />
que han contribuido a enriquecer el proceso.<br />
En primer lugar, desde la Delegación de Participación Ciudadana se vio la<br />
necesidad de apoyarse en nuevos actores externos, que analizaran desde<br />
diferentes ópticas diversos aspectos que el desarrollo del proceso<br />
demanda. En estas Jornadas tendremos la oportunidad de conocer los<br />
resultados de las diferentes investigaciones, trabajos y procesos de<br />
dinamización llevados a cabo por diferentes equipos de investigación y<br />
grupos de trabajo vinculados a las universidades de Sevilla.<br />
Por otro lado, ya en las jornadas internacionales del 2004, se valoró de<br />
forma muy positiva la existencia de grupos motores en las zonas, como una<br />
innovación en el caso de Sevilla, que no se ha contemplado en otras experiencias<br />
de presupuestos participativos. En este segundo año ha sido intención<br />
del equipo responsable de la coordinación del proceso promover la<br />
función del grupo motor en cada una de las zonas. Para ello, ha sido fundamental<br />
la creación por parte del Ayuntamiento de dieciocho plazas de<br />
Técnicos en Animación Sociocultural que desarrollan su actividad en cada<br />
uno de los Centros Cívicos de la ciudad. De esta manera se apoya desde la<br />
131
132<br />
administración la labor<br />
de estos grupos de vecinos<br />
comprometidos en<br />
la tarea de implicar a<br />
otros vecinos, difundir<br />
las convocatorias, comunicar<br />
los logros, trabajar<br />
con las necesidades de<br />
los barrios,…<br />
La incorporación al<br />
debate y toma de decisiones<br />
de nuevas áreas<br />
competenciales del<br />
Ayuntamiento de Sevilla,<br />
ha significado un incremento<br />
de la cantidad del<br />
presupuesto municipal a<br />
discutir, además de abrir<br />
el debate a nuevos contenidos.<br />
Ha supuesto asimismo,<br />
la implicación<br />
de los funcionarios de<br />
estas áreas. A las partidas<br />
presupuestarias de<br />
los Distritos, del Area de Participación Ciudadana, del Instituto Municipal<br />
de Deportes y de la Gerencia Municipal de Urbanismo, se han sumado en<br />
el segundo año, las áreas de Cultura, Educación, Igualdad, Empleo y<br />
Juventud.<br />
La estructura del proceso se ha mantenido básicamente igual que la del primer<br />
ejercicio, aunque a partir de las diferentes sesiones de autoevaluación<br />
realizadas se han desarrollado nuevas acciones que no se dieron entonces,<br />
y que detallaremos a continuación.<br />
LA ESTRUCTURA DEL SEGUNDO AÑO<br />
Aunque en lo fundamental el segundo año supone la continuidad de la<br />
estructura definida inicialmente, algunas de las innovaciones introducidas<br />
están encaminadas a mejorar la eficacia y el resultado que se persigue con<br />
la puesta en marcha del proceso.<br />
1ª FASE: AUTORREGLAMENTO<br />
Antes de continuar había que plasmar en el documento normativo del<br />
Presupuesto <strong>Participativo</strong> los cambios necesarios que surgen de las evaluaciones<br />
realizadas con los grupos motores en el conjunto de la ciudad. La
evisión del Autorreglamento aparece reglada en el mismo documento, en<br />
el que se recoge la creación de una comisión electa, la Comisión de<br />
Autorreglamento, que debía revisar el texto. Asimismo se abrió un plazo de<br />
presentación de enmiendas que serían votadas en las asambleas abiertas<br />
celebradas entre los meses de enero y febrero.<br />
Los principales cambios que se aprobaron, se referían fundamentalmente<br />
a tres aspectos. El primero de ellos, ha sido consustancial a la descentralización<br />
territorial prevista para la ciudad, que establece once distritos, y<br />
estos son los que se recogieron en el texto. Para las zonas, se decidió crear<br />
tres zonas nuevas de tal forma que de las quince iniciales, en el segundo<br />
año se ha pasado a dieciocho. El segundo, supuso la necesidad de reflejar<br />
en el texto de forma más detallada el procedimiento y funcionamiento de<br />
las asambleas de zona, y en concreto, aspectos referidos a la convocatoria<br />
o los plazos de presentación de propuestas. Esta fue una de las cuestiones<br />
más críticas de la autoevaluación realizada. El tercero supuso la incorporación<br />
al texto de u n capítulo sobre las propuestas: su concreción, viabilidad,<br />
etc.<br />
El trabajo de los Delegados / as del primer año se complicó bastante debido<br />
a la poca concreción en la forma de aplicación de los criterios de justicia<br />
social previstos, cuarto elemento cuestionado, lo cual trajo consigo que<br />
en el segundo texto, el capítulo dedicado a los mismos se haya intentado<br />
mejorar, considerándose por parte de los delegados /as una de las mayores<br />
aportaciones efectuadas.<br />
El trabajo por parte de los Delegados y Delegadas de la Comisión de<br />
Autorreglamento durante el segundo año se centró en la revisión del texto,<br />
y la incorporación en el mismo de las enmiendas presentadas en las diferentes<br />
zonas. En las sesiones celebradas se abrió un espacio de debate<br />
para iniciar a aquellas personas que se incorporaban por primera vez en el<br />
proceso, a través de la lectura del texto del Autorreglamento, para que<br />
pudiesen entender la estructura del proceso y debatieran entre ellos no<br />
sólo las cuestiones formales del texto, sino también los elementos de fondo<br />
del Presupuesto <strong>Participativo</strong>.<br />
2ª FASE: LOS FOROS DE PROPUESTAS<br />
Más allá del Autorreglamento, que el primer año supuso un gran esfuerzo<br />
por parte de las delegadas y los delegados de la comisión, en el segundo<br />
año se le ha dado más importancia a la construcción de propuestas, al trabajo<br />
previo que los funcionarios municipales podían aportar antes de la<br />
celebración de las asambleas decisorias, así como a la necesidad de que<br />
las vecinas y los vecinos pudieran conocer las propuestas de su zona con<br />
anterioridad a la votación de las mismas.<br />
Ello supuso que el trabajo, sobre todo por parte de los 18 Grupos Motores,<br />
133
134<br />
se centrara entre los<br />
meses de febrero a mayo<br />
en una labor de toma de<br />
contacto con los colectivos<br />
y los vecinos y las vecinas<br />
de los barrios, para<br />
informarles del proceso,<br />
para conocer sus necesidades<br />
y ayudarles a construir<br />
propuestas.<br />
Se celebraron dos fases<br />
de lo que se denominaron<br />
“Foros de Propuestas”: un<br />
Foro de Ciudad y dieciocho<br />
Foros Territoriales en<br />
el mes de abril, y otros tantos<br />
en el mes de mayo.<br />
La celebración de los<br />
Foros de Propuestas han<br />
supuesto una de las innovaciones<br />
más importantes<br />
con respecto a la generación<br />
y concreción de las<br />
propuestas vecinales.<br />
Estos tienen como objetivo generar el espacio de encuentro técnico ciudadano<br />
que haga posible el entendimiento necesario para conseguir la co<br />
gestión que se define en el Autorreglamento. A estos Foros están convocados<br />
los técnicos responsables de las diferentes áreas municipales, así como<br />
los miembros de los grupos motores y las personas que han presentado propuestas.<br />
La idea es que los funcionarios municipales den respuestas sobre<br />
su viabilidad, directamente al proponente o a las personas asistentes que<br />
conforman los grupos motores, o asesoren sobre la reformulación de las<br />
mismas de cara a que se puedan ejecutar posteriormente. La participación<br />
de los funcionarios municipales en los Foros de Ciudad se plantea para dar<br />
respuesta a la necesidad de abrir el espacio de encuentro técnico vecinal,<br />
y de establecer cauces de comunicación y entendimiento entre ambos actores.<br />
Además se busca que las propuestas formuladas, a nivel de ciudad, sean<br />
conocidas por las personas que participan en el Foro, de cara a que sean<br />
apoyadas en las diferentes asambleas y construir desde este ámbito una<br />
idea de ciudad que supera el límite territorial de la zona o del distrito, que<br />
en la práctica no se estaba dando, así como un trabajo colectivo que supe-
a los intereses concretos de los diferentes grupos y/o colectivos de los<br />
barrios.<br />
En la práctica fue en los Foros Territoriales, celebrados en cada una de las<br />
dieciocho zonas, donde se lograron mejores resultados de acuerdo con los<br />
objetivos que se habían planteado. Estos se estructuraron como espacios<br />
de encuentro ciudadano para el conocimiento y la deliberación conjunta<br />
de las necesidades que los vecinos y las vecinas reflejaron en sus propuestas.<br />
Sirvieron además para que propuestas que podían ser similares se<br />
pudieran unir antes de la celebración de la asamblea, y se buscaran estrategias<br />
de apoyo colectivas.<br />
Fundamentalmente en el Foro de Ciudad se analizó la viabilidad técnica<br />
de las propuestas presentadas. En los dos Foros celebrados, los técnicos<br />
municipales actuaron en un doble sentido: por un lado, ante propuestas<br />
que no podían ser asumidas por ninguna de las áreas implicadas, se explicó<br />
la imposibilidad de llevarlas a cabo, por carecer de competencias en su<br />
campo de actuación para poder ejecutarlas posteriormente. Por otro lado,<br />
se analizaron propuestas que sí correspondían a su ámbito de actuación.<br />
En algunos casos se referían, sobre todo en el caso de programas y actividades,<br />
a actuaciones que se estaban llevando a la práctica desde las distintas<br />
delegaciones municipales. Esta circunstancia pone de manifiesto la<br />
falta de información que por lo general tiene la ciudadanía de las políticas<br />
desarrolladas por el Ayuntamiento de Sevilla.<br />
También se analizaron propuestas novedosas que, siendo competencia de<br />
las diferentes Delegaciones, tuvieron dificultades en este debate ya que los<br />
técnicos que en un principio plantearon inconvenientes, a lo largo del proceso<br />
trabajaron en buscar la manera de adecuar las demandas ciudadanas<br />
a sus distintas programaciones. Para ello, fueron necesarias diferentes<br />
reuniones de coordinación donde los técnicos responsables debatieron<br />
sobre posibles fórmulas de cooperación para llevar adelante estas propuestas.<br />
Así, las Áreas de Cultura y Participación Ciudadana lograron una<br />
programación de actividades conjuntas, así como el Área de Igualdad con<br />
Educación, o esta última con P. Ciudadana...<br />
En cuanto a la búsqueda de estrategias colectivas de ciudad, entendiendo<br />
como tal que propuestas presentadas en una asamblea fueran conocidas<br />
para ser apoyadas en otras zonas, no pudo conseguirse en los Foros de<br />
Ciudad celebrados. Únicamente se apoyaron las propuestas que fueron<br />
enviadas por deseo de sus proponentes a diferentes asambleas, pero que<br />
venían de colectivos ya organizados en la ciudad.<br />
En los Foros territoriales se trabajó para que las propuestas que se iban a<br />
presentar en cada una de las asambleas de zona fueran conocidas previamente<br />
a la celebración de las mismas. A pesar de que la participación no<br />
fue demasiado alta, se dio entre los asistentes el nivel de diálogo necesario<br />
135
136<br />
para permitir un debate y deliberación que no tiene lugar durante las asambleas,<br />
por las circunstancias que veremos a continuación.<br />
3ª FASE: ASAMBLEAS DE PROPUESTAS<br />
Las asambleas vecinales se celebraron entre finales de mayo y principios de<br />
junio, con una participación de 2270 vecinas y vecinos y la defensa y votación<br />
de más de dos mil propuestas dirigidas a las diferentes áreas que forman<br />
parte del Presupuesto <strong>Participativo</strong>. Este año se ha procurado que no<br />
se votaran aquellas propuestas que no fueran realizables. Para ello, también<br />
sirvieron los Foros de Ciudad, ya que los técnicos municipales in situ<br />
podían responder sobre la inviabilidad de algunas propuestas.<br />
Como habíamos señalado anteriormente, la ciudad se ha estructurado el<br />
segundo año en 18 zonas. Las asambleas son territoriales, pues en la práctica<br />
sevillana no se han dado aún las circunstancias para plantear asambleas<br />
temáticas, como sucede en otras ciudades. En este sentido en cada<br />
una de las asambleas celebradas, se trataron las cuestiones territoriales, circunscritas<br />
a propuestas de barrio y de distrito, y las necesidades de la ciudad.<br />
Antes del inicio de la asamblea, se abre la mesa inscripción. Para participar<br />
en la asamblea, según indica el Autorreglamento, existen dos requisitos:<br />
ser mayor de 16 años y residente en la zona. Una vez presentado el DNI, o<br />
documento oficial por el que acreditan ambas condiciones, se hace entrega<br />
de la acreditación oficial para participar en la asamblea. Mientras esto
sucede, el Grupo Motor de la zona va ultimando los preparativos para su<br />
desarrollo. Los Grupos Motores tienen entre sus funciones la coordinación<br />
de las asambleas y para ello, la mesa de coordinación de la misma, está formada<br />
por: “al menos, dos miembros del Grupo Motor, un/a trabajador/a<br />
del equipo técnico del Presupuesto <strong>Participativo</strong>, un/a funcionario/a del<br />
Área de Participación Ciudadana, y el Delegado del Distrito o persona en<br />
quien delegue”. Es el Grupo Motor, con el apoyo del trabajador/a del equipo<br />
técnico quien tiene la función de organizar el desarrollo de la asamblea,<br />
mientras que el funcionario/a municipal es quien levanta acta de la<br />
asamblea. El Concejal/a del Distrito tiene como misión principal, informar<br />
sobre el presupuesto que el Distrito pone a debate. A lo largo de la<br />
Asamblea intervienen los Concejales de las otras Áreas para informar del<br />
dinero sobre el que se va a decidir.<br />
Una vez ultimados los detalles da comienzo la asamblea según un orden<br />
del día que incluye cuatro puntos: Información sobre el desarrollo y procedimiento<br />
de la asamblea; presentación y defensa de las propuestas; presentación<br />
de candidatos/as a Delegados/as. Por último se realiza la votación.<br />
A continuación se pasan a defender las propuestas por bloques, cada proponente<br />
sube al escenario, defiende su propuesta, que se identifica con<br />
una letra y una vez presentadas todas, los asistentes rellenan la papeleta<br />
correspondiente.<br />
PAPELETA<br />
Las papeletas de voto incluyen diferentes apartados. Reproducimos en este<br />
texto las papeletas utilizadas, que, como se ve, incluyen tanto los votos de<br />
las propuestas presentadas como de las Delegadas y Delegados que van a<br />
representar a la Asamblea en el Consejo de Distrito y en el Consejo de<br />
Ciudad.<br />
137
138<br />
El método utilizado<br />
en las Asambleas de<br />
propuestas del<br />
Presupuesto<br />
<strong>Participativo</strong> de<br />
Sevilla es el de elección<br />
múltiple, y el<br />
voto es ponderado,<br />
de tal forma que por<br />
cada bloque de propuestas<br />
presentadas<br />
y defendidas, cada<br />
participante de la<br />
asamblea puede<br />
votar hasta 5 ó 10,<br />
según los casos.<br />
Este sistema permite<br />
que se puedan generar<br />
alianzas entre<br />
diferentes bloques<br />
de intereses, si se ve<br />
la ventaja que supone<br />
que un grupo<br />
apoya sus propuestas<br />
en los primeros<br />
lugares, y las de otros colectivos en lugares posteriores, de tal forma que al<br />
final las propuestas que están negociadas tienen más probabilidades de<br />
salir adelante. La ponderación del voto se consigue asignando a las propuestas<br />
votadas en primer lugar 5 ó 10 puntos, según los casos, la segunda,<br />
4 ó 9, la tercera, 3 u 8, y así sucesivamente, hasta la última que en<br />
ambos casos puntúa 1. En ningún caso las propuestas puntúan en sentido<br />
negativo, es decir no se puede votar en contra de una propuesta.<br />
En cuanto a la elección de Delegadas y Delegados, el sistema fue recogido<br />
a partir de una enmienda que se presentó el primer año al<br />
Autorreglamento y que continúa vigente. Se trata en primer lugar de un voto<br />
paritario, siendo nulas aquellas papeletas que no cumplan tal requisito:<br />
“todas las mesas y comisiones de trabajo serán paritarias”. Para conseguir<br />
el acceso a la representatividad de las minorías, y esta no quede en las mayorías<br />
organizadas presentes en los territorios, para seis puestos de<br />
Delegadas/os pueden votarse como máximo cuatro. Es decir, en cada papeleta,<br />
máximo 4 personas: 2 hombres y 2 mujeres.<br />
En cada Asamblea son elegidos seis Delegados/as para el Consejo de<br />
Ciudad y seis Delegadas/os para el Consejo de Distrito. Es necesario re-
cordar que otro requisito para poder ser candidato a Delegado es: “haber<br />
presentado o defendido, al menos, una propuesta ante la asamblea”. Este<br />
aspecto es muy importante en un proceso como es el Presupuesto<br />
<strong>Participativo</strong> de Sevilla, ya que en el mismo, lo importante son las propuestas<br />
que van a incorporarse al Presupuesto Municipal que serán ejecutadas<br />
el ejercicio siguiente. Lo lógico desde este punto de vista es que aquellas vecinas<br />
y vecinos, los que las han trabajado, presentado y defendido sean<br />
quienes luego desarrollen su trabajo como Delegadas y Delegados en los<br />
respectivos Consejos.<br />
4ª FASE: CONSEJOS DE CIUDAD Y DE DISTRITO<br />
En las asambleas fueron elegidas las personas que compondrían los<br />
Consejos de Ciudad y de Distrito. Durante septiembre y octubre han aplicado<br />
los criterios de justicia que recoge el Autorreglamento, después de visitar<br />
todas las calles, plazas, colegios, instalaciones deportivas o parques a<br />
los que se referían las propuestas votadas en sus respectivas asambleas.<br />
Los Consejos de Distrito están formados por la/os Delegada/os elegidos y<br />
elegidas en cada una de las asambleas que conforman un Distrito. En el segundo<br />
año, existen 11 Distritos y se da la circunstancia de que, en algunos<br />
casos, pueden estar formados por 6 Delegadas/os, en otros por 12, y en<br />
otros por 18, porque hay Distritos que albergan una zona (y por lo tanto<br />
una asamblea), como son los casos de Casco Antiguo, Triana, Los<br />
Remedios, Nervión, San Pablo y Bellavista; por otro lado, hay Distritos que<br />
albergan dos zonas, como Sur (zonas Polígono Sur y Torre del Agua), Cerro<br />
Amate (zonas Cerro y Su Eminencia) y Macarena (zonas Virgen de los Reyes<br />
y Los Carteros Macarena), y Distritos que albergan tres zonas, como Este<br />
(zonas Sevilla Este, Torreblanca y Alcosa) y Macarena Norte (zonas Los<br />
Carteros Norte, San Jerónimo y Entreparques). En estos Consejos se valoran<br />
las propuestas que debe ejecutar el Distrito, que están dentro de sus<br />
competencias y que suelen corresponder, para el caso de actividades con<br />
los festejos populares de los barrios (cabalgatas, carnavales, cruces de mayo,<br />
veladas), celebraciones (28 de febrero, días conmemorativos de algunos<br />
barrios que coinciden con alguna fecha especial), celebración de jornadas,<br />
fiestas en colegios, viajes para determinados colectivos (que suele<br />
concretarse en excursiones para mayores, o niños), y los talleres que suelen<br />
impartirse en los Centros Civicos (de pintura, de baile, de informática, de<br />
yoga, etc…). En cuanto a inversiones y mantenimiento las propuestas que<br />
pueden ejecutar los Distritos se refieren a obras menores, aquellas cuyo presupuesto<br />
no exceda de lo 30.000 €, que suelen corresponder a arreglos<br />
puntuales de la calzada, eliminación de barreras arquitectónicas, reposición<br />
de mobiliario urbano, parques infantiles,… En relación con el primer<br />
año, y de acuerdo con las modificaciones que se incorporaron en el<br />
Autorreglamento, este segundo año no se admitían para su votación aque-<br />
139
140<br />
llas propuestas que no fueran concretas, es decir, que no especificaran la<br />
calle, plaza, el arreglo específico la actividad lo más detallada posible, de<br />
tal forma que facilitara el cálculo presupuestario y pudiera ser valorada por<br />
las Delegadas y los Delegados de la forma más objetiva.<br />
El Consejo de Ciudad, por su parte, está compuesto por las 6 Delegadas y<br />
Delegados elegidos en cada una de las 18 Asambleas. Las propuestas que<br />
a ellas /os les corresponde valorar son aquellas cuyas competencias entran<br />
en el ámbito de cada una las Delegaciones que pone su presupuesto a debate.<br />
La propuesta de trabajo para estos órganos fue la división de sus componentes<br />
en seis comisiones temáticas: 1 Urbanismo, 2 Deportes, 3<br />
Educación, 4 Cultura 5 Participación Ciudadana, 6 Igualdad, Juventud y<br />
Empleo. Las propuestas son de actividades y/o programas (Deporte,<br />
Educación, Participación Ciudadana, Cultura, Juventud, Igualdad y<br />
Empleo) y/o Inversiones (para todas las anteriores y además Urbanismo,<br />
que no incluye programas ni actividades).<br />
El orden que reciben las propuestas viene determinado por: primero, los<br />
puntos que reciben en las asambleas a partir de las votaciones de las vecinas<br />
y los vecinos y, segundo, por los puntos que reciben después de la aplicación<br />
de los criterios por parte de las delegadas /os. Tras la revisión del<br />
Autorreglamento en el segundo año las propuestas pueden incrementar su<br />
puntuación hasta el doble. Aunque también funcionaron con esta lógica<br />
los Consejos en el primer año, esto ha quedado recogido en el texto para el<br />
segundo año. Los diferentes criterios significan puntos porcentuales que
van incrementando el valor de la propuesta según va cumpliendo los indicadores<br />
de población, nivel socioeconómico de la misma, necesidades básicas<br />
no cubiertas, falta de infraestructuras, etc.<br />
En este sentido, el margen de negociación que estos delegados tienen para<br />
sacar adelante las propuestas de sus respectivas zonas es bastante escaso,<br />
teniendo en cuenta que, los criterios aplicados vienen determinados por indicadores<br />
socioeconómicos y de población disponibles en el Servicio de<br />
Estadística del Ayuntamiento de Sevilla (criterios “objetivos”), y ahí es donde<br />
se cumple otro de los preceptos recogidos en el Autorreglamento, el<br />
que hace referencia al “mandato imperativo” de los Delegados y<br />
Delegadas del Presupuesto <strong>Participativo</strong>. La aplicación de los criterios “subjetivos”,<br />
aunque como hemos dicho antes no sean en porcentaje muy importantes<br />
para modificar la puntuación de las propuestas, sí permite trabajar<br />
en colectivo la cooperación y la solidaridad entre los barrios y así mismo<br />
opinar con mayor conocimiento sobre las propuestas (hace falta conocerlas<br />
y conocer el contexto previo debate entre los delegados y las delegadas).<br />
Una vez ordenadas las propuestas según este procedimiento, los delegados<br />
/as del Presupuesto <strong>Participativo</strong> las entregan al equipo de Gobierno<br />
para su incorporación en el Presupuesto Municipal del 2006, en el acto oficial<br />
que constituye la inauguración de estas Jornadas Internacionales. El<br />
documento presupuestario donde se recoge cada una de ellas lo incluimos<br />
en este texto.<br />
Una vez aprobado el Presupuesto Municipal de 2006, las Delegados y<br />
Delegados que han participado como miembros de los Consejos de<br />
Ciudad o de Distrito pasan a convertirse en miembros de las Comisiones<br />
de Seguimiento de Distrito y de Ciudad, y serán los encargados de vigilar el<br />
cumplimiento de la ejecución de propuestas que ellos han valorado.<br />
EJECUCIÓN DEL PRESUPUESTO DE 2005<br />
¿Qué pasó con las propuestas aprobadas en el 2004? Aquellas propuestas<br />
fueron incorporadas en el Presupuesto Municipal del 2005, y, o se han<br />
ejecutado o se encuentran en ejecución actualmente. Hay que tener en<br />
cuenta aquellas grandes obras cuya ejecución se debe realizar en varios<br />
años.<br />
Este es seguramente, el aspecto que más ha marcado el desarrollo del segundo<br />
año en la ejecución de las propuestas: las obras de Distrito se vieron<br />
frenadas por la falta de personal técnico municipal. Con la contratación<br />
de cinco técnicos en el mes de agosto por parte de la Gerencia Municipal<br />
de Urbanismo, que serán los responsables técnicos de la ejecución de las<br />
obras de los Distritos. Esto tuvo como consecuencia que los expedientes de<br />
obras que estos profesionales tienen que visar, se resolvieran en el último tri-<br />
141
142<br />
mestre del año, con lo cual, los resultados prácticos no han sido percibidos<br />
por las vecinas y los vecinos a lo largo del año.<br />
Ello se traduce en la práctica del Presupuesto <strong>Participativo</strong>, al igual que en<br />
otras líneas políticas a nivel local, en una muestra de desconfianza por parte<br />
de la ciudadanía hacía los responsables municipales, por la percepción<br />
del incumplimiento de un año para otro de las decisiones tomadas en las<br />
Asamblea. Cuando estamos escribiendo este artículo estamos asistiendo a<br />
la ejecución de las pequeñas obras de los distritos.<br />
La ejecución de los programas y actividades tiene otro carácter. Muchas<br />
propuestas están fechadas por su propia naturaleza: carnaval, cruces de<br />
mayo, velás, o actividades que se celebran en conmemoración de algún<br />
evento con una fecha definida. Sin embargo, la incidencia en la percepción<br />
de la realización de las actividades por parte de la ciudadanía como<br />
resultado del Presupuesto <strong>Participativo</strong>, es menor que en el caso de las intervenciones<br />
por las obras que se realizan en la ciudad.<br />
En cuanto a las grandes inversiones, la tramitación de los expedientes es<br />
mucho más compleja y tiene más trámites que las pequeñas inversiones.<br />
Por lo que estamos asistiendo a una comprobación de los tiempos y plazos<br />
de la administración que superan las expectativas temporales a corto plazo<br />
deseadas por la ciudadanía. Del expediente al inicio de la obra en sí pueden<br />
pasar varios meses, que pueden alargarse hasta el año. Este trámite se<br />
inicia desde la medición del terreno y estudios topográficos, el diseño del<br />
proyecto, su aprobación por el órgano correspondiente, el anuncio públi-
co para la contratación en el respectivo Boletín Oficial, el plazo para presentar<br />
ofertas, la licitación, la adjudicación a contratistas, el estudio seguridad<br />
y salud, … contemplados en la legislación de contratación, que afecta<br />
a toda la administración. Ello ha supuesto por un lado, la expresión por parte<br />
de los miembros de las respectivas comisiones de seguimiento de una<br />
queja a lo largo de todo el año por no ver aún la realización de las peticiones<br />
realizadas en el año 2004, pero al mismo, un aprendizaje por parte de<br />
los mismos acerca de la forma de operar de las distintas instancias administrativas<br />
municipales, en cumplimiento de un procedimiento garantista<br />
de transparencia de lo público. Estamos de acuerdo, no obstante con la lentitud<br />
de los procedimientos públicos, tanto por la dimensión de su estructura<br />
como por la dilatación de los plazos sin una causa aparentemente justificada.<br />
En este año hemos asistido a un proceso en crecimiento, que a diferencia<br />
de otras experiencias, en su segundo año ha conseguido más asistencia de<br />
personas en las asambleas de propuestas (3371 personas), así como un<br />
mayor número de propuestas presentadas (2205 propuestas). La composición<br />
de las personas que han participado también ha cambiado pues, como<br />
se explica en otro artículo incluido en este libro, la incorporación de los<br />
niños y las niñas, chavales/as y jóvenes se ha manifestado en propuestas<br />
propias de ell@s y en su participación en las asambleas (han defendido<br />
propuestas, si bien sólamente pueden votar las personas mayores de 16<br />
años). La ciudadanía de Sevilla está expectante con este proceso, a la espe-<br />
143
144 ra de resultados con los que comprobar el cumplimiento por parte del<br />
Gobierno Municipal de esta apuesta que trata de profundizar la democracia.<br />
Expectantes porque se les ha dado la palabra y también la capacidad<br />
de decidir, y esto no es inmediato sino un proceso de aprendizaje colectivo<br />
que sin duda tiene que estar fundamentado en la comprensión, el diálogo y<br />
la lucha por lo público y la participación política en lo cotidiano.
EL TERCER PILAR:<br />
LOS TECNICOS MUNICIPALES EN LOS PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS<br />
Isidoro Moreno Navarro<br />
Javier Hernández Ramírez<br />
José María Manjavacas Ruiz<br />
Departamento de Antropología Social<br />
Universidad de Sevilla<br />
Grupo GEISA<br />
Los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s desde el interior de la<br />
Administración.<br />
El presente trabajo aporta un avance parcial de una investigación en la<br />
que se estudia el comportamiento de la organización municipal y, más<br />
concretamente, el papel de sus funcionarios y técnicos en los Presupuestos<br />
<strong>Participativo</strong>s en tanto que mediadores entre los dirigentes políticos y la<br />
ciudadanía. Con este objetivo general, se toman como unidades de<br />
análisis las estructuras administrativas involucradas, atendiendo a sus<br />
aspectos formales e informales, y las culturas del trabajo de sus<br />
profesionales, así como sus percepciones, aportaciones, valoraciones<br />
1<br />
críticas y niveles de identificación con el proceso .<br />
Los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s introducen un nuevo marco de relaciones<br />
entre los representantes políticos, los habitantes del municipio y los<br />
profesionales al servicio de la Administración local. El hecho de que las<br />
propuestas de inversiones, programas e infraestructuras emanen de<br />
asambleas ciudadanas y otros procedimientos de democracia directa, y de<br />
que éstas tengan un carácter vinculante para el gobierno municipal,<br />
contribuye a la profundización del municipalismo democrático, ya que los<br />
Presupuestos <strong>Participativo</strong>s constituyen una iniciativa política que<br />
profundiza la vida democrática en los contextos locales. La extensión de la<br />
participación ciudadana emerge como alternativa democrática a un<br />
sistema político de delegación de la representatividad donde el poder de<br />
1) El proyecto de investigación denominado Técnicos municipales y Presupuestos <strong>Participativo</strong>s. Análisis<br />
Antropológico de Culturas del Trabajo en el Ayuntamiento de Sevilla se realiza en virtud de convenio<br />
suscrito entre el Área de Participación Ciudadana del Ayuntamiento y el grupo GEISA de la Universidad de<br />
Sevilla, del que es director el Dr. Isidoro Moreno Navarro. La investigación adopta una metodología<br />
empírico analítica en la que se combina el estudio de fuentes bibliográficas y documentales con el trabajo<br />
de campo antropológico, mediante la utilización, entre otras técnicas, de la observación participante,<br />
entrevistas y contactos con diferentes tipos de informantes, análisis contrastivo de discursos y prácticas,<br />
grupos de discusión y análisis de la producción etnográfica.<br />
145
146<br />
decisión efectiva se encuentra muy mediatizado, ya sea por fuerzas<br />
socioeconómicas ajenas al ámbito de “lo público”, por unos aparatos<br />
partidistas que escapan al control real de la ciudadanía o por la<br />
interlocución privilegiada con unos agentes sociales escasamente<br />
representativos. En este sentido, la participación directa de las ciudadanas<br />
y ciudadanos debería interpretarse como un indicador de la calidad<br />
democrática de la gestión política municipal. Pero la participación<br />
democrática directa conlleva una cesión de atribuciones hasta ahora<br />
monopolizadas por los dirigentes políticos y, al mismo tiempo, exige<br />
compromisos y energías a una ciudadanía poco habituada a la práctica<br />
participativa. Este nuevo marco político se ve condicionado por varios<br />
factores que pueden favorecer o frenar el proceso. Entre ellos cabría<br />
destacar las posiciones y voluntad políticas del equipo municipal de<br />
gobierno, así como la correlación de fuerzas existente entre los diferentes<br />
partidos; los hábitos de participación de la sociedad civil, encauzados<br />
tradicionalmente a través del tejido asociativo; y unas sólidas estructuras<br />
administrativas cuyo comportamiento organizacional no fue diseñado<br />
para un proceso de estas características.<br />
A estos condicionantes, que en los últimos años vienen siendo abordados<br />
desde diversos estudios en el ámbito de las ciencias sociales, es pertinente<br />
añadir otro elemento de primer orden: las propuestas vecinales deben ser<br />
tramitadas, con arreglo a los preceptos legales y administrativos, por un<br />
cuerpo de funcionarios y técnicos que necesariamente ha de incorporarse<br />
a un nuevo modelo de gestión caracterizado por un mayor protagonismo<br />
de la ciudadanía. Este aspecto, que demanda cambios y adaptaciones en<br />
la organización del trabajo de los profesionales implicados en sus<br />
habilidades, prioridades, planificaciones, calendarios...-, ha sido<br />
escasamente analizado desde las ciencias sociales o, al menos, no lo ha<br />
sido en la medida que su trascendencia requiere. Como consecuencia, las<br />
investigaciones sobre presupuestos participativos suelen atender sólo<br />
colateralmente al funcionamiento interno de la administración desde la<br />
que se impulsa el proceso y, dentro de ella, al análisis de las culturas del<br />
trabajo de los técnicos municipales: su experiencia, competencias,<br />
sistemas de trabajo y relaciones socio profesionales como empleados<br />
públicos. Sin embargo, abordar el estudio de los procesos de fomento de<br />
la participación ciudadana y, no lo olvidemos, de transformación de la<br />
estructura interna de la propia administración, sin analizar en profundidad<br />
el papel de los técnicos municipales supone desatender uno de los tres<br />
pilares fundamentales que, junto con los órganos políticos y la ciudadanía,<br />
sostienen el nuevo proceso de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s.<br />
De acuerdo con este enfoque, en el análisis se consideran cuatro<br />
conceptos centrales. De un lado, la “Administración municipal” en tanto<br />
que organización social compleja y específica; de otro, las “culturas del
trabajo” entendidas como conjuntos de conocimientos técnicos,<br />
habilidades y prácticas sociales, adquiridos básicamente en los procesos<br />
socio profesionales, y que impregnan percepciones, comportamientos y<br />
cosmovisiones que contribuyen a modelar las identidades colectivas.<br />
Asimismo, las “culturas organizacionales” o conjuntos diferenciados de<br />
prácticas, símbolos, normas y valores que caracterizan formas específicas<br />
de organización y estilo en el seno de las grandes corporaciones, así como<br />
las relaciones entre éstas y el contexto sociocultural en que se insertan. Y,<br />
por último, los procesos de “cambio sociocultural” y su incidencia en las<br />
culturas del trabajo y en la estructura y el diseño de las organizaciones.<br />
El estudio de estas unidades conceptuales se materializa en un conjunto de<br />
unidades de observación: el Ayuntamiento de Sevilla como ámbito<br />
institucional en que se pretende insertar los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s; las<br />
estructuras organizativas de sus áreas y distritos directamente implicados<br />
en el proceso: sus organismos, servicios, secciones y negociados; y los<br />
empleados públicos municipales adscritos a estas áreas. Profundizar en el<br />
estudio de estos elementos nos obliga, igualmente, a abordar otros<br />
aspectos tales como los órganos y espacios de deliberación, decisión,<br />
ejecución y control del proceso; así como las relaciones formales e<br />
informales establecidas entre los distintos actores sociales involucrados:<br />
técnicos, representantes políticos, tejido asociativo, vecinos participantes,<br />
secciones sindicales, grupos motores y otros equipos externos de apoyo.<br />
El impulso de la participación ciudadana en un gran municipio<br />
europeo.<br />
La puesta en marcha de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s en la ciudad de<br />
Sevilla constituye un reto político y social de gran envergadura del que no<br />
existen precedentes en Europa si atendemos al número de habitantes<br />
2<br />
residente en la misma . Esta circunstancia añade, sin lugar a dudas, mayor<br />
complejidad a un proceso innovador que comienza a gestarse tras las<br />
elecciones municipales celebradas en 2003.<br />
Tras los comicios, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y la<br />
coalición Izquierda Unida-Los Verdes-Convocatoria por Andalucía (IU-LV-<br />
CA) firmaron en Sevilla un Pacto de Gobierno municipal, denominado<br />
“Pacto de Progreso” que, entre otros elementos programáticos y a<br />
iniciativa del socio minoritario (IU-LV-CA), contempló la apertura de un<br />
2) Según el Padrón Municipal de 2004, Sevilla cuenta con una población de 704.203 habitantes. Hasta<br />
ahora es la mayor ciudad de Europa en cuanto a población que implementa un proceso de este tipo<br />
(Navascués, J. 2004). En Andalucía y el resto del Estado Español, han puesto en práctica iniciativas<br />
similares otros municipios pero todos ellos son de mediana o pequeña entidad como Córdoba, Albacete,<br />
Valladolid, Rubí, Las Cabezas de San Juan y Puente Genil entre otros.<br />
147
148<br />
3<br />
proceso de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s para el año 2004 . De acuerdo con<br />
el “Pacto de Progreso”, los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s se han ido<br />
extendiendo gradualmente a un mayor número de delegaciones<br />
municipales. En una primera fase, la iniciativa se puso en práctica en áreas<br />
que estaban bajo la dirección del Grupo Municipal de IU-LV-CA<br />
(Delegación de Participación Ciudadana, Instituto Municipal de Deportes<br />
4<br />
y Distritos Municipales ), así como en la Gerencia Municipal de<br />
Urbanismo, donde esta coalición había negociado con el PSOE uno de los<br />
puestos de confianza de su equipo de dirección política. A lo largo del año<br />
2005 se han sumado las delegaciones de Juventud, Igualdad, Empleo,<br />
dos secciones de la Delegación de Cultura (Bibliotecas y Artes escénicas) y<br />
el Servicio de Educación y Universidades; delegaciones, servicios y<br />
secciones que han destinado al proceso diferentes porcentajes de su<br />
asignación presupuestaria.<br />
Los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s han generado un aparato institucional<br />
participativo complejo y novedoso: normas y procedimientos, asambleas y<br />
distintas comisiones ciudadanas. En el caso de Sevilla los principios y<br />
mecanismos de funcionamiento vienen regulados a través de un<br />
documento fundamental -el autorreglamento- debatido y aprobado cada<br />
año en asambleas de barrio. Asimismo, se han constituido “grupos<br />
motores” con personas voluntarias que impulsan la sensibilización y la<br />
participación vecinal, así como comisiones de representantes electos de<br />
barrios y ciudad que supervisan la ejecución y cumplimiento de unos<br />
acuerdos tenidos por vinculantes por las autoridades políticas del<br />
consistorio. La estrategia cuenta, además, con la dirección técnica de un<br />
equipo externo al Ayuntamiento y con el asesoramiento de varios grupos<br />
de investigadores de las universidades sevillanas. Toda esta maquinaria<br />
institucional ha permitido abrir un proceso inédito en la ciudad, pues son<br />
las vecinas y vecinos quienes tienen capacidad para presentar propuestas<br />
concretas de ejecución de infraestructuras, equipamientos y actividades a<br />
realizar con los presupuestos municipales, una vez debatidas, votadas y<br />
tamizadas según criterios de cohesión social.<br />
En 2004 fueron sometidas a debate ciudadano, aprobadas y tramitadas<br />
más de mil quinientas propuestas de entre las que finalmente llegaron a ser<br />
presupuestadas doscientas sesenta y seis actuaciones. Éstas suponen el<br />
2% de la previsión presupuestaria global municipal para el ejercicio 2005:<br />
un 6,2% una vez detraídos conceptos tales como gastos de personal,<br />
financieros y otros destinados a empresas y servicios municipales. Si<br />
3)Como resultado de estas últimas elecciones el PSOE ostenta la alcaldía y 14 concejalías gobernando en<br />
coalición con IU-LV-CA que cuenta con 3 concejalías. Los partidos de oposición Partido Popular (PP) y<br />
Partido Andalucista (PA)- obtuvieron 12 y 4 concejales respectivamente.<br />
4)Los Distritos Municipales son unas estructuras territoriales que, hasta su reciente reestructuración,<br />
dependían orgánicamente del área de Participación Ciudadana.
consideramos las áreas y delegaciones municipales implicadas en el<br />
proceso durante el año 2004, las propuestas aprobadas supusieron el<br />
62,5% del presupuesto susceptible de ser debatido en las asambleas<br />
ciudadanas. Estos resultados, que a primera vista son muy significativos,<br />
quedan matizados si se tiene en cuenta que, en los dos años de<br />
Presupuestos <strong>Participativo</strong>s, se ha alcanzado una participación activa que<br />
apenas supera las seis mil personas: aproximadamente el 1% del censo<br />
electoral en cada edición. El porcentaje, que no por interesante deja de ser<br />
bajo, apunta a débiles tradiciones de participación ciudadana, lo que<br />
debe unirse a tendencias crecientes de desconfianza hacia “lo político”,<br />
desencantos y resistencias a la implicación personal en asuntos colectivos.<br />
Pero es pertinente inventariar otras limitaciones evidenciadas por el propio<br />
proceso en estos dos años: unas guardan relación con la debilidad de la<br />
fuerza política más empeñada en su implantación frente al apoyo sólo<br />
relativo de la mayoría gobernante y el desinterés o la abierta beligerancia<br />
de los partidos de oposición y del tejido social, mediático y académico que<br />
les respalda; otras tienen que ver con una deficiente publicidad o con el<br />
vacío encontrado en los grandes medios de comunicación; y otras más<br />
con la poca agilidad y el engorro de algunos de los mecanismos<br />
5<br />
participativos diseñados . Junto a ello, la ejecución de las infraestructuras y<br />
5) El proceso está siendo impulsado y dirigido desde un posición de minoría política dentro del consistorio;<br />
de modo que es extendida su identificación con el Grupo Municipal de Izquierda Unida y, más<br />
concretamente, en círculos más restringidos, con sus dirigentes y militantes vinculados a la Delegación de<br />
Participación Ciudadana. Este hecho, que a nuestro juicio revaloriza el extraordinario esfuerzo de los<br />
promotores de la iniciativa, hay que ubicarlo, además, en una situación política local muy marcada por el<br />
tenaz enfrentamiento entre las diferentes opciones partidistas con el concurso de sus apéndices mediáticos<br />
y de sus extensiones en el tejido asociativo vecinal. La denominada “batalla de Sevilla” salpica toda la<br />
actividad política municipal en varios frentes. Por un lado, la principal fuerza de oposición -el Partido<br />
Popular- mantiene una permanente campaña de hostigamiento hacia la coalición gobernante, con la<br />
esperanza de pulir la escasa diferencia en votos que le separa del Partido Socialista Obrero Español;<br />
enfrentamiento éste que, por extensión, alcanza al socio minoritario de Gobierno. Por su parte, el Partido<br />
Andalucista, apenas recuperado de sus últimas disensiones internas, compite con Izquierda Unida en el<br />
papel de “bisagra” inevitable en una correlación de fuerzas electorales en la que no son previsibles<br />
mayorías absolutas. En cuanto a la coalición Izquierda Unida, cuyas diferencias internas también alcanzan<br />
al ámbito municipal, carecía de experiencia directa en el gobierno local y ha afrontado iniciativas políticas<br />
doblemente arriesgadas: corren el riesgo de ser etiquetadas de manera simplista y, por otro lado, en sus<br />
manifestaciones más espectaculares, corren el riesgo de ser apropiadas por la mayoría municipal en su<br />
intento de capitalización política. En este marco deben ser entendidas las críticas desmedidas emitidas<br />
desde el periódico ABC hacia el proceso de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s y sus impulsores, los ataques de los<br />
portavoces andalucistas al concejal de IU que se perfila como futuro candidato de esta coalición a la<br />
alcaldía, o los intentos de dirigentes socialistas por presentar algunas propuestas promovidas desde los<br />
Presupuestos <strong>Participativo</strong>s como actuaciones incluidas en el Plan de Barrios, ambicioso proyecto<br />
urbanístico bajo la directa ejecución de la concejalía socialista de Vía Pública. En cualquier caso, esta<br />
enrarecida situación política local contribuye a “ideologizar” el proceso de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s y a<br />
encasillarlo como una iniciativa política casi exclusiva de Izquierda Unida y, por tanto, coyuntural y con<br />
virtual fecha de caducidad. Esta coyuntura refuerza distorsiones tales como el etiquetaje partidista de las<br />
actuaciones políticas, el intento de deslegitimación de las iniciativas de los “contrarios” o una práctica<br />
sistemática de rentabilización con miras electorales; hechos que dificultan objetivamente el desarrollo de<br />
los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s como proyecto político ciudadano de amplio espectro.<br />
149
150<br />
actividades aprobadas deben ser tramitadas con arreglo a lentos<br />
procedimientos técnicos, financieros y administrativos propios de la<br />
Administración Pública, algo que no contribuye precisamente a la rápida<br />
visualización social de los resultados prácticos.<br />
Y aún habría que añadir una cuestión cuyo significado ambivalente puede<br />
estar colaborando a dificultar la participación ciudadana en el proceso: la<br />
decisión de no contar con el tejido asociativo existente en la ciudad. Éste,<br />
sin duda, sobre todo en cuanto al asociacionismo vecinal, se halla hoy<br />
fuertemente relacionado con los propios partidos políticos y, por ello, su no<br />
protagonismo en el proceso “despartidiza”, al menos teóricamente, el<br />
proceso. Pero esto mismo hace que la participación individual en los<br />
debates, decisiones y seguimiento sea menor de la que podría ser posible,<br />
sin que logre evitarse la presencia de representantes de facto de las<br />
asociaciones en reuniones clave, con consignas claramente definidas.<br />
Presupuestos <strong>Participativo</strong>s y estructuras administrativas<br />
municipales.<br />
En nuestra investigación tiene un papel central el estudio de la estructura<br />
organizativa del Ayuntamiento y de las distintas áreas involucradas en los<br />
Presupuestos <strong>Participativo</strong>s. Como se ha expuesto, estos requieren algunos<br />
cambios operativos en la Administración local y en las relaciones con la<br />
ciudadanía: de ahí su carácter instituyente (Rodríguez Villasante y Garrido,<br />
2002). Sin embargo, los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s se insertan en unas<br />
estructuras que, si bien han conocido actuaciones modernizadoras y de<br />
readecuación a nuevas realidades sociales, tecnológicas y<br />
organizacionales, no fueron diseñadas para impulsar procesos de<br />
participación ciudadana. Por ello, los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s tienen<br />
que adaptarse a una estructura municipal preexistente compleja y diversa,<br />
que se organiza en unidades muy dispares en cuanto a objetivos,<br />
actividades, organización del trabajo y relaciones con la ciudadanía. Este<br />
es un aspecto fundamental para el análisis, porque el establecimiento y<br />
extensión del nuevo modelo puede impulsar transformaciones en las<br />
estructuras municipales, pero también éstas pueden dificultar e incluso<br />
bloquear la materialización del proceso de democracia participativa.<br />
En la institución municipal sevillana se observan diferentes áreas que<br />
6<br />
operan con distintos modelos organizativos . Unas establecen un sistema<br />
funcional de organización del trabajo por el que sus distintas unidades se<br />
especializan en una actividad que, bajo una dirección central, tienen como<br />
6)Debido a su operatividad, para el análisis de caso del ayuntamiento de Sevilla se ha aplicado el modelo<br />
de organización de las estructuras administrativas en las Administraciones públicas propuesto por Ramió,<br />
C. (1999).
7<br />
finalidad producir un único servicio ; en otros casos, el área adopta un<br />
modelo de organización del trabajo descentralizado en unidades, cada<br />
una de las cuales se especializa en la prestación de un servicio público<br />
8<br />
concreto y distinto . También ocurre que la estructura organizativa de<br />
algunas áreas se dispone en función de la prestación de servicios a<br />
9<br />
colectivos ciudadanos específicos ; u otras áreas municipales organizan su<br />
10<br />
trabajo para atender territorios bien delimitados . Unas unidades se<br />
adscriben a servicios que gozan de cierta autonomía, otras se integran en<br />
delegaciones más centralizadas, y otras forman parte de complejos<br />
organismos autónomos caso de la Gerencia Municipal de Urbanismo o<br />
del Instituto Municipal de Deportes- donde, a su vez, coexisten diferentes<br />
modelos organizacionales.<br />
Esta tipología de áreas municipales se traduce en que, en la misma<br />
institución municipal, coexisten estructuras administrativas muy dispares<br />
en sus grados de burocratización, mecanismos de coordinación,<br />
requerimientos de habilidades a sus unidades y funcionarios y<br />
procedimientos de atención y relación con los ciudadanos. Esta<br />
complejidad de la institución municipal y su subdivisión en estructuras en<br />
muchos casos estancas supone un primer reto para la ejecución de<br />
orientaciones políticas integradoras.<br />
Junto a lo expuesto, es pertinente considerar que, además de los<br />
correspondientes estudios que corroboren la viabilidad técnica de las<br />
intervenciones municipales, el Procedimiento Administrativo, -con sus<br />
plazos, controles y protocolos de carácter garantista-, preside la<br />
tramitación de los expedientes y la ejecución de unas partidas de gasto<br />
que, asimismo, deben ser rigurosamente fiscalizadas por la Intervención<br />
7) Es el caso del Servicio de Desarrollo Local de la Delegación de Empleo, que goza de una inusual<br />
autonomía en materia de política de personal, gestión económica e incluso planificación de obras e<br />
infraestructuras o servicios informáticos. En este servicio las unidades administrativas constituyen el apoyo<br />
logístico a otras unidades técnicas especializadas en la implementación de programas de orientación,<br />
formación e inserción laboral dirigidos a personas desempleadas.<br />
8) Por ejemplo, el Servicio de Educación y Universidades, adscrito a la Delegación de Innovación, que<br />
gestiona diversos programas inspirados en la Carta de Ciudades Educadoras y específicamente dirigidos a<br />
la comunidad educativa; o el Instituto Municipal de Deportes, organismo que cuenta con unidades<br />
especializadas en la gestión de instalaciones, deporte base y de alta competición o espectáculos<br />
deportivos.<br />
9)La Delegación de Igualdad, que centra sus actividades en el asesoramiento, atención y formación<br />
dirigida específicamente a mujeres, y la Delegación de Juventud orientada hacia la prestación de servicios<br />
a los jóvenes son dos ejemplos claros de esta especialización en colectivos ciudadanos específicos.<br />
10) Los distritos constituyen un claro ejemplo de organización descentralizada y territorial que acerca a los<br />
ciudadanos la prestación de determinados servicios. A otro nivel, la Sección de Centros Cívicos<br />
dependiente de la Delegación de Participación Ciudadana gestiona, igualmente de manera<br />
descentralizada, programas y actuaciones de esta delegación en distintas zonas de la ciudad.<br />
11) La Gerencia Municipal de Urbanismo, por ejemplo, cuenta con órganos de gobierno específicos;<br />
diferentes asesorías políticas; órganos técnicos unipersonales de dirección y diversos departamentos<br />
especializados de los que, a su vez, dependen otras estructuras administrativas divididas en servicios,<br />
secciones y negociados. Además, desarrolla parte de su actividad mediante oficinas específicas caso de la<br />
Oficina Técnica de Atención a Inquilinos Sometidos a Abusos (OTAINSA)- o unidades externas concertadas<br />
como la OPS: Oficina del Plan Sevilla, entidad responsable del Plan General de Ordenación Urbana.<br />
151
152<br />
municipal. La observancia de estos mecanismos técnicos, administrativos y<br />
contables añaden requisitos, trámites y tiempo a unas actuaciones cuya<br />
ejecución se puede demorar durante meses e incluso años.<br />
A estos condicionamientos legales y normativos, jerárquicos y funcionales<br />
ha de unirse la complejidad de una dotación de personal afectada por<br />
variadas divisiones en categorías profesionales, subescalas, titulaciones<br />
académicas, especializaciones y situaciones administrativas, además de<br />
por otras variables sociodemográficas. Así, en el Ayuntamiento de Sevilla<br />
prestan servicio un total de 4.223 efectivos, adscritos a tres subescalas<br />
Administración General, Obrera y Técnica- que cuentan con cinco grupos<br />
profesionales, en función de los distintos niveles académicos. El 57,1% de<br />
estos profesionales son funcionarios, el 29,4% es personal laboral, un<br />
6,6% son interinos y un 6,9% se corresponde con otras situaciones de<br />
carácter temporal. Algo más del 17% de estos profesionales pertenecen a<br />
los grupos A y B; tramos que se corresponden con la posesión de<br />
titulaciones universitarias. Del conjunto de empleados municipales, el<br />
32,2% son mujeres; el 4% es menor de 31 años, el 14,5% supera los 55<br />
años, y el resto -entre 31 y 55 años- suponen un 81,5%; siendo mayoría<br />
quienes superan los 41 años. Por lo general, los mecanismos de selección<br />
y provisión de plazas se rigen por sistemas de concurso oposición,<br />
traslados y promoción interna de carácter genérico; sin que rijan procesos<br />
selectivos ajustados a perfiles profesionales específicos, salvo en algunos<br />
puestos técnicos de carácter eventual.<br />
Por último, y sin con ello agotar nuestro intento por ilustrar la complejidad<br />
de la maquinaria institucional en que se insertan los Presupuestos<br />
<strong>Participativo</strong>s, apuntamos tres elementos susceptibles de originar otras<br />
tantas contradicciones. Uno refiere a la desigual receptividad de las<br />
iniciativas políticas en unos colectivos profesionales que, a lo largo de su<br />
vida laboral, han conocido ya varios ensayos distintos, promovidos por<br />
partidos y responsables políticos dispares y que han discurrido con<br />
desigual suerte. Este hecho incide en una relaciones entre dirigentes<br />
políticos y directivos técnico-administrativos que, aunque suelen<br />
caracterizarse por el respeto y la colaboración mutua, no están exenta de<br />
12<br />
conflictos y disfunciones que pueden obedecer a causas objetivas . Por<br />
otra parte, los organigramas de las estructuras municipales presentan a<br />
12) La contradicción entre el pragmatismo de algunas decisiones políticas y las facultades garantistas del<br />
aparato funcionarial adquiere una dimensión especialmente relevante en los distritos municipales, donde<br />
llegan a coexistir dos estructuras paralelas de difícil encaje: una, constituida por colaboradores eventuales<br />
designados por el partido político que ostenta la dirección del distrito y vinculados a su Secretaría; y otra,<br />
nutrida por funcionarios de carrera y jerárquicamente dependiente de la Delegación de Participación<br />
Ciudadana. Este último aspecto ha tratado de ser subsanado recientemente en el acuerdo de la Junta de<br />
Gobierno de 10 de enero de 2006 por el cual se amplían las competencias de los Capitulares Presidentes<br />
de las Juntas Municipales de Distrito, los cuales ejercerán la dirección del personal funcionario adscrito al<br />
Distrito.
veces tramos de excesivas longitud vertical y dimensión horizontal, lo que<br />
se traduce en ocasiones en unidades administrativas dispersas,<br />
escasamente integradas en los objetivos estratégicos de la institución y que<br />
demandan el reforzamiento de mecanismos burocráticos de control y<br />
coordinación. Tras esta situación asoman dinámicas organizacionales<br />
muy desiguales y poderosas tendencias centrífugas. De hecho, en nuestro<br />
trabajo de campo hemos constatado que, a menudo, ha constitudo un<br />
problema de difícil resolución cómo ubicar determinadas propuestas<br />
ciudadanas surgidas de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s por cuanto<br />
requerían de la implicación simultánea de varias áreas que,<br />
tradicionalmente, han operado de manera independiente.<br />
En resumen, y sin que quepa caracterizar de manera absoluta el modelo<br />
organizacional del ayuntamiento sevillano como un modelo clásico<br />
burocrático, sí procede destacar la importancia de su lastre disfuncional<br />
característico de las administraciones públicas.<br />
Burocratización y receptividad ante las innovaciones, los<br />
cambios y la participación en programas integrales.<br />
La dilatada trayectoria histórica de la Administración municipal se traduce<br />
en un legado institucional donde, como se ha apuntado anteriormente,<br />
coexisten diversidad de estructuras y modelos organizacionales. Junto a<br />
ello, determinadas disfunciones operativas afectan a la capacidad de la<br />
Administración para asumir innovaciones organizacionales como las que<br />
exigen los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s. En ocasiones, las áreas municipales<br />
se caracterizan por la excesiva burocratización de unas estructuras de<br />
elevada altura, es decir, por una considerable distancia entre las unidades<br />
de dirección estratégica y las unidades directamente operativas; así como<br />
por una notoria fragmentación horizontal de las unidades de nivel<br />
intermedio o negociados. Este peso de la maquinaria administrativa<br />
conlleva una acusada inflación orgánica (Ramió, 1999); hecho que<br />
entorpece la comunicación entre distintos niveles de la organización, resta<br />
agilidad a los procesos de toma de decisiones, refuerza tensiones<br />
centrífugas entre partes inconexas de difícil coordinación y provoca<br />
lentitud y rigidez en la gestión de proyectos y actividades.<br />
Este parece ser el caso de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU),<br />
cuyo organigrama ejemplifica una estructura de considerables altura<br />
jerárquica y división horizontal, así como de gran complejidad en sus<br />
mecanismos de coordinación. Con al menos siete niveles jerárquicos entre<br />
sus órganos de dirección política y los negociados de los que dependen los<br />
puestos de trabajo básicos, presenta una pronunciada división horizontal<br />
no sólo en sus niveles intermedios de dirección técnica y administrativa<br />
sino incluso en la presencia de diferentes asesorías de carácter político. La<br />
153
154<br />
estructura de la GMU acoge unidades de una gran diversidad funcional de<br />
planificación técnica, supervisión legal, disciplina urbanística,<br />
administración financiera...- agrupadas en secciones, servicios y<br />
departamentos autónomos que, en algunos casos, obedecen a iniciativas<br />
políticas coyunturales; o incluso, como ocurre con el Plan de Barrios, son<br />
dirigidas desde otra delegación aunque con recursos humanos y<br />
financieros de la propia Gerencia.<br />
La Comisión de Seguimiento de Urbanismo de los Presupuestos<br />
<strong>Participativo</strong>s, probablemente la que hasta ahora ha tenido un<br />
funcionamiento más estable, ha evidenciado ante los vecinos las<br />
complicaciones técnicas y administrativas para la ejecución de sus<br />
propuestas: desarrollo técnico de proyectos, inicio de expedientes,<br />
tramitación y aprobación por el Consejo de Gobierno, publicación,<br />
contratación y adjudicación de obras... Trámites a los que hay que unir la<br />
observancia de sus correspondientes plazos legales. Diversos informantes<br />
refieren cierta agilización de estos procesos en relación a otros proyectos<br />
urbanísticos ajenos a los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s, pero lo cierto es que<br />
los representantes vecinales han manifestado en varias ocasiones su<br />
descontento por el retraso del comienzo efectivo de unas obras propuestas<br />
hace ya más de un año.<br />
Estas disfunciones orgánicas no sólo derivan de una excesiva<br />
fragmentación horizontal y de una alta distancia jerárquica entre las<br />
unidades administrativas, sino también del hecho de que muchos<br />
departamentos municipales no fueron diseñados con criterios racionales<br />
atendiendo a su funcionalidad dentro de delegaciones concretas, e<br />
incluso, en ocasiones, ni tan siquiera fueron concebidos para la<br />
realización de las tareas y actividades que desempeñan en la actualidad.<br />
De hecho, muchas de estas unidades, a lo largo del tiempo, han ido<br />
asumiendo directrices políticas y finalidades dispares y se han ubicado<br />
orgánicamente en diferentes secciones, servicios y delegaciones.<br />
Algunos ejemplos de estos últimos problemas funcionales podemos<br />
apreciarlos en algunas áreas como el Servicio de Educación, el Servicio de<br />
Desarrollo Local o el Área de Participación Ciudadana. En el primer caso,<br />
la política municipal en materia educativa tuvo su primera plasmación en<br />
el Centro Municipal de Investigación y Dinamización Educativa (CEMIDE),<br />
impulsado en 1987 como una Sección del Área de Cultura. Esta unidad<br />
sería disuelta una década después, siendo reubicados parte de sus<br />
empleados en el Servicio de Bibliotecas. Dos años más tarde se constituiría<br />
el Servicio de Educación y sería orgánicamente integrado a una nueva<br />
Delegación que también gestionaba el Patrimonio Municipal. En 2003, al<br />
comienzo de la presente legislatura, fue creado el actual Servicio de<br />
Educación y Universidades dentro de una delegación autónoma para, un<br />
año después y tras el relevo de la concejala responsable, integrarse a la
Delegación de Innovación, Educación y Universidades, junto a los<br />
servicios municipales de Estadística e Informática. En sentido semejante, el<br />
Servicio de Desarrollo Local, en la actualidad adscrito a la Delegación de<br />
Empleo, ha intervenido en los últimos años en políticas sectoriales<br />
dispares: desarrollo local, economía, políticas de juventud y orientación,<br />
formación e inserción de personas desempleadas.<br />
Del mismo modo, una mirada a la estructura administrativa del área de<br />
Participación Ciudadana, núcleo central del proceso de Presupuestos<br />
<strong>Participativo</strong>s, muestra la dificultad para integrar las unidades existentes<br />
dentro de la Delegación. De su jefatura de Servicio dependen dos grandes<br />
secciones cuya especialización introduce un primer fraccionamiento. Una<br />
de estas secciones de Gestión de Centros Cívicos, Infraestructuras y<br />
Programas- planifica y ejecuta actividades y fomenta la participación<br />
ciudadana; mientras la Sección de Gestión Administrativa asume tareas<br />
relacionadas con la tramitación de expedientes, el registro y archivo del<br />
padrón de entidades, la gestión de subvenciones y una serie de servicios<br />
públicos como la información y recogida de demandas ciudadanas. En<br />
esta subdivisión se observan algunas unidades débilmente conectadas a la<br />
estructura, pues desarrollan sus tareas de forma muy autónoma al resto de<br />
la organización e incluso, en ocasiones, desvinculadas del sistema<br />
jerárquico de la misma; hecho que dificulta una coordinación eficaz de los<br />
esfuerzos y una visión y actuación integrales. El caso más evidente es el de<br />
los distritos, cuyo grado de vinculación al área se reducía prácticamente al<br />
terreno administrativo y a la dependencia jerárquica de sus funcionarios.<br />
Pero esta desvinculación orgánica también se aprecia en negociados o<br />
unidades concretas dependientes de la Sección Administrativa (Comisión<br />
Especial de Sugerencias y Reclamaciones; Registro de Parejas de Hecho...)<br />
que prestan servicios muy específicos, los cuales no tienen prácticamente<br />
ninguna relación con el resto de las unidades del área, desarrollando un<br />
funcionamiento ajeno al resto de la organización. Podría decirse que en<br />
los casi veinte años de existencia del área han encajado en la misma<br />
determinados servicios que bien podrían haberse integrado en otras<br />
delegaciones municipales y, que en todo caso, desarrollan un<br />
funcionamiento tan especializado y con fines tan definidos que el propio<br />
personal de otras unidades del área ni siquiera los conoce; y, a su vez, los<br />
de éstas desconocen los objetivos globales de la organización, teniendo<br />
una visión muy parcial de la misma.<br />
Asimismo, en los centros cívicos y particularmente en lo referido a tareas<br />
vinculadas a los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s, la actividad de los<br />
responsables de las unidades básicas y de los especialistas en<br />
participación está muy mediatizada por las directrices definidas por la<br />
dirección política y, en menor grado, por los puestos de alta dirección y<br />
línea media que supervisan directamente el trabajo de las distintas<br />
155
156<br />
unidades. En estas circunstancias, las funciones de estos negociados como<br />
unidades especializadas en la dinamización sociocultural y apoyo al<br />
asociacionismo en los ámbitos territoriales donde intervienen, acaban<br />
dependiendo de la iniciativa y habilidades profesionales de sus<br />
responsables u otras contingencias entre las que cabe destacar la<br />
dependencia de varios centros cívicos de un solo negociado.<br />
Las disfunciones de las estructuras administrativas municipales que han de<br />
acoger el proceso de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s, de las que hemos citado<br />
a título ilustrativo sólo algunos ejemplos, no se limitan a las áreas de mayor<br />
complejidad. En otras de menor entidad son frecuentes sensibles<br />
desequilibrios y diferencias entre algunas de sus unidades o entre<br />
estructuras especializadas en diferentes programas. Valgan como botones<br />
de muestra la desigual dotación del negociado administrativo del Servicio<br />
de Educación y Universidades frente a su Sección técnica o la coexistencia<br />
en la Delegación de Empleo de dos estructuras: una típicamente<br />
funcionarial, dividida en secciones y negociados que constituye el Servicio<br />
de Desarrollo Local; mientras que la otra, muy ágil y de escasa<br />
burocratización, agrupa a varios equipos técnicos encargados de la<br />
ejecución del Pacto Local por el Empleo. Iniciativa ésta, por cierto,<br />
radicalmente desvinculada del proceso de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s,<br />
aunque el concejal delegado de Empleo sea miembro de Izquierda Unida.<br />
Presupuestos <strong>Participativo</strong>s, transformaciones en la institución<br />
municipal y técnicos municipales.<br />
De modo tentativo, podemos indicar que en aquéllas áreas que<br />
tradicionalmente se han organizado en función de actuaciones<br />
previamente diseñadas por técnicos muy especializados, la implantación<br />
del modelo de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s puede introducir cambios tan<br />
profundos que inevitablemente provoca resistencias desde su interior. Que<br />
sean ahora las asambleas vecinales quienes realicen las propuestas e<br />
intervengan en el seguimiento de los proyectos puede ser percibido entre<br />
algunos técnicos como una fuente de incertidumbre y de imprevisión, e<br />
incluso como una delegación de sus atribuciones a una ciudadanía<br />
considerada “no cualificada” y una pérdida de protagonismo y<br />
competencias profesionales. No obstante, la experiencia aporta<br />
situaciones contradictorias pues, de una parte, hemos detectado alguna<br />
modificación técnica a proyectos presentados por los ciudadanos que no<br />
fueron del agrado de estos últimos; pero también es cierto que en ámbitos<br />
técnicos y administrativos se ha recibido con agrado la presión ciudadana<br />
hacia los dirigentes políticos en el sentido de acelerar trámites para la<br />
ejecución de unas actuaciones que, normalmente, se desenvuelven en<br />
plazos de tiempo más dilatados. La proyección y ejecución de actuaciones<br />
urbanísticas, auténtico nudo gordiano de la política municipal, es un claro
ejemplo de área soportada por un elevado número de expertos en gestión<br />
financiera, legislación, arquitectura o ingeniería civil, donde las<br />
propuestas y soluciones ciudadanas han tenido, tradicionalmente, escasa<br />
cabida. De hecho, hasta ahora, las demandas y quejas ciudadanas se han<br />
realizado a través de la Oficina de Atención al Ciudadano sin existir otros<br />
cauces de participación. La instauración de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s<br />
podría originar en el futuro cambios organizacionales en esta área<br />
municipal; particularmente, en sus departamentos más técnicos. Sin<br />
embargo, como hemos expuesto, las dificultades y los factores de bloqueo<br />
a la participación son difícilmente salvables.<br />
Del mismo modo, en aquellas áreas especializadas en la promoción de<br />
actividades proyectadas bajo determinadas concepciones ideológicopolíticas<br />
o a través de relaciones establecidas con determinados colectivos<br />
concretos (asociaciones culturales, deportivas, vecinales...), la<br />
implantación de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s supone un cambio<br />
organizacional profundo, ya que el sistema tradicional entra en conflicto<br />
con un nuevo modelo de democracia directa en el que, al menos en teoría,<br />
la ciudadanía determina problemas y propone soluciones. Nos referimos,<br />
por ejemplo, a la primacía del espectáculo en materias “culturales”, a las<br />
subvenciones selectivas a determinadas entidades o al sostenimiento de<br />
clubes o actividades deportivas a los que la extensión de la deliberación<br />
participativa podría sustraer los fondos que los sustentan.<br />
Por el contrario, en áreas más descentralizadas y de mayor proyección<br />
territorial, que tradicionalmente han desarrollado su actividad más<br />
vinculadas al tejido asociativo y a las demandas ciudadanas, la<br />
adaptación a los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s es menos conflictiva. De<br />
hecho, la introducción de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s viene suponiendo<br />
un mayor reconocimiento dentro de la institución municipal de<br />
determinados equipos técnicos que, además, ganan en creatividad y<br />
diversificación de sus funciones profesionales. El caso de la Delegación de<br />
Participación Ciudadana tal vez sea el más significativo de cuanto<br />
decimos. Sus profesionales han pasado de la tramitación burocrática de<br />
monótonos expedientes bajo las instrucciones concretas de dirigentes<br />
políticos -que, a su vez, negociaban actividades con determinadas<br />
entidades-, a asistir a reuniones ciudadanas, asesorar a los vecinos, tomar<br />
sus propuestas y construir expedientes de ejecución singulares en una<br />
novedosa y más rica- interrelación con políticos y ciudadanos. Asimismo,<br />
los equipos directivos de los centros cívicos vienen reforzando, con la<br />
colaboración de unos profesionales de nueva incorporación los Técnicos<br />
en Animación Sociocultural-, su vinculación a la realidad vecinal de los<br />
barrios adscritos a sus centros. No obstante, algunos factores como la<br />
celeridad que exige el proceso, la improvisación de algunas decisiones o<br />
problemas de comunicación entre la alta dirección política y técnica con<br />
157
158<br />
los responsables de las líneas operativas generan inseguridad e<br />
insatisfacción entre los profesionales.<br />
El trabajo de investigación muestra que la introducción de los Presupuestos<br />
<strong>Participativo</strong>s genera cambios en la organización del trabajo de los<br />
técnicos que deberían administrarse correctamente, pues el éxito del<br />
proceso depende en buena medida de las actuaciones que en este sentido<br />
se lleven a efecto. Nos referimos a la complicada inserción de calendarios,<br />
ritmos y actividades en unas unidades ya sobrecargadas con sus<br />
cometidos habituales. Compatibilizar las tareas derivadas de los<br />
Presupuestos <strong>Participativo</strong>s con la actividad regular complica a unos<br />
profesionales que desempeñan en sus secciones y negociados<br />
responsabilidades que demandan una alta dedicación; particularmente,<br />
la multiplicación, en algunas fases del proceso, de reuniones escasamente<br />
operativas y de larga duración. Esta sobrecarga de trabajo produce una<br />
situación laboral dual pues, al tiempo que han de ser ejecutadas las<br />
propuestas y tareas vinculadas a los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s, deben ser<br />
atendidas las habituales actividades internas y externas- de las diferentes<br />
unidades. También en este sentido los tiempos político y técnicoadministrativo<br />
juegan con diferentes plazos; y esta situación contradictoria<br />
refuerza, en no pocos técnicos, la ubicación de los Presupuestos<br />
<strong>Participativo</strong>s en las planificaciones como un mero apéndice añadido,<br />
que, además, podría restar dedicación y presupuesto a otros programas<br />
con cuya ejecución los profesionales pueden sentirse comprometidos.<br />
Por otra parte, los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s generan dinámicas que<br />
provocan cambios profundos en la cultura organizativa municipal y en la<br />
propia estructura, la cual se resiente, por ejemplo, ante la demanda de<br />
intervenciones integrales. En este sentido, hemos podido observar cómo<br />
determinadas propuestas ciudadanas exigen respuestas conjuntas que<br />
implican el trabajo coordinado de profesionales de diferentes áreas y<br />
unidades; situaciones que podrían ser cada vez más frecuentes a medida<br />
que se profundice en el proceso. Esto exigirá una mayor actividad de<br />
equipo entre técnicos pertenecientes a distintas organizaciones<br />
municipales, lo que podría llegar a introducir importantes cambios<br />
culturales, al favorecer la comunicación e interrelación transversal entre<br />
profesionales y contribuir al desarrollo de sinergias en el seno de unas<br />
administraciones demasiado acomodadas a sus exclusivas parcelas de<br />
intervención.<br />
Asimismo, nuestro trabajo etnográfico ha permitido un acercamiento en<br />
profundidad a los profesionales más vinculados a esta iniciativa que hace<br />
pertinente introducir varias consideraciones. En primer lugar, hemos de<br />
destacar el escaso conocimiento de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s entre el<br />
conjunto de los empleados municipales. Este desconocimiento es general<br />
entre los empleados y funcionarios adscritos a áreas y delegaciones que
no están presentes en el proceso; pero también entre muchos otros cuyas<br />
unidades sí lo están. Una mención singular, como podría esperarse,<br />
merece la Delegación de Participación Ciudadana, donde la generalidad<br />
de sus efectivos vinculados a la Sección de Gestión de Centros Cívicos,<br />
Infraestructuras y Programas sí conocen y participan en mayor o menor<br />
grado- en el proceso. Pero la participación del personal de las restantes<br />
áreas implicadas se limita a aquellos profesionales que las representan en<br />
los diversos foros a que son convocados, con asistencia y regularidad<br />
variables, o a aquellos que, junto a otras de sus tareas profesionales,<br />
gestionan puntualmente expedientes vinculados a propuestas procedentes<br />
de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s. Además del personal referido de la<br />
Delegación de Participación Ciudadana, la participación más activa en el<br />
proceso suele limitarse a un profesional dos, a lo sumo- de cada área<br />
implicada; salvo la Gerencia Municipal de Urbanismo y la Delegación de<br />
Juventud, cuya intervención se canaliza a través de cargos de confianza<br />
política vinculados al Grupo Municipal de Izquierda Unida.<br />
De modo general, este equipo de profesionales cuya participación hemos<br />
13<br />
considerado “más activa” está constituido por funcionarias y<br />
funcionarios, generalmente pertenecientes a los grupos A y B de la<br />
Subescala Técnica, con edades medias algo superior a los cuarenta años,<br />
dilatada experiencia laboral en sus unidades y en las materias en que<br />
14<br />
intervienen y un amplio conocimiento de las estructuras municipales .<br />
Asimismo y como consecuencia de su trayectoria profesional, estos<br />
técnicos acumulan determinadas sensibilidades sociales y experiencia en<br />
la interlocución con los colectivos ciudadanos a quienes van dirigidas sus<br />
actuaciones sectoriales.<br />
La recepción inicial del proyecto de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s fue<br />
acogida con interés y expectación por cuanto supone la ampliación de la<br />
participación de los ciudadanos en la toma de decisiones municipales, así<br />
como una innovación en la gestión de los asuntos públicos y un factor<br />
potencial en la revalorización social de la posición profesional del<br />
funcionariado. Sin embargo, transcurridos dos años del proceso se han<br />
ido configurando una serie de actitudes y valoraciones que podríamos<br />
sintetizar en tres tipos dominantes. En la tipología de sensibilidades hacia<br />
esta iniciativa política, se encuentran dos polos minoritarios que agrupan,<br />
por un lado, a profesionales que entienden que la participación<br />
ciudadana a nivel municipal cuenta ya con espacios tradicionales<br />
suficientes que deben seguir siendo atendidos y reforzados; y, por otro<br />
13) Nos referimos a una treintena de técnicos y funcionarios que, con mayor o menor asiduidad, participan<br />
en la preparación de asambleas vecinales, tareas de dinamización, tramitación de propuestas o acuden a<br />
comisiones de seguimiento, acciones formativas, foros técnicos y foros de ciudad.<br />
14) Aunque no se ajustan a este perfil los Técnicos de Animación Sociocultural, jóvenes recién titulados,<br />
pertenecientes al grupo C y con relación laboral eventual, que desarrollan la mayor parte de su trabajo en<br />
los barrios, en los centros cívicos y en la relación con los grupos motores y otras instancias del proceso.<br />
159
160<br />
lado, a un sector igualmente minoritario que considera que los<br />
Presupuestos <strong>Participativo</strong>s “se quedan cortos” y deberían incluir entre los<br />
temas de deliberación vecinal las líneas verdaderamente estratégicas de la<br />
política local. Entre ambos polos, la percepción que consideramos más<br />
extendida sintoniza de modo general con el proceso, con desiguales<br />
niveles de entusiasmo, crítica y conciencia de sus contradicciones y de las<br />
dificultades que lo condicionan.<br />
Así, por ejemplo, los niveles de asistencia y participación en las asambleas<br />
vecinales y otros foros, suscitan respuestas y valoraciones dispares.<br />
Mientras un sector de profesionales considera que ninguna otra iniciativa<br />
de participación ciudadana directa ha llegado a movilizar a un número de<br />
vecinas y vecinos tan considerable, otros entienden que se trata de una<br />
participación muy débil, no ajena a dudosas intervenciones de algunos<br />
aparatos partidistas, que desatiende a importantes sectores de la sociedad<br />
civil organizada y que, en cualquier caso, sus propuestas no deberían<br />
eclipsar otras actividades y programas municipales acordados con<br />
colectivos profesionales o con sectores del tejido asociativo local. En<br />
cualquier caso, unos y otros coinciden en criticar la deficiente difusión y<br />
publicidad de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s entre la ciudadanía.<br />
También se aprecian opiniones que encierran diferentes matices con<br />
respecto al equipo técnico externo concertado por la Delegación de<br />
Participación Ciudadana para el impulso y desarrollo del proceso. Junto a<br />
la consideración general de que este equipo está realizando un trabajo<br />
crucial, con escasos medios e importante dedicación, existen al menos dos<br />
apreciaciones que creemos deben ser especialmente tenidas en cuenta.<br />
Una de ellas refleja cierto malestar por lo que es percibido como<br />
desconsideración o desconfianza hacia las capacidades del propio<br />
personal municipal en el que existirían profesionales cualificados<br />
interesados en participar en el proceso. Otra, entiende que la actividad de<br />
los profesionales externos debe ser complementada con funcionarios,<br />
pues éstos últimos podrían actuar como facilitadores de los Presupuestos<br />
<strong>Participativo</strong>s en el interior de unas estructuras municipales muy extrañas a<br />
quienes “no son de la casa”.<br />
En otro orden de cosas, y de manera general, estos profesionales no son<br />
ajenos a los avatares políticos en que se insertan los Presupuestos<br />
<strong>Participativo</strong>s. Conocedores de las dinámicas políticas municipales,<br />
ubican el proceso en un contexto muy marcado por las luchas partidistas y<br />
por el carácter minoritario del socio del gobierno municipal más volcado<br />
en su desarrollo. Se trata de un hecho que, además, tiene su inmediata<br />
traducción en el desinterés de otras estructuras municipales o en la escasa<br />
persuasión de algunos dirigentes políticos y, por extensión, de algunos<br />
sectores de la alta dirección técnico-administrativa. En este sentido, la<br />
lógica inseguridad sobre el Gobierno municipal que emanará de unos
próximos comicios municipales, cuya precampaña electoral hace meses se<br />
hace sentir en diversos medios, no contribuye sino a aumentar las<br />
incertidumbres sobre si los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s llegarán a<br />
consolidarse o si concluirán, sin más, con la actual legislatura.<br />
Obviamente, la valoración y consecuencias de este análisis no son<br />
coincidentes según se aborde desde una óptica política o técnicoadministrativa.<br />
A modo de recapitulación<br />
Con esta aproximación creemos poner de manifiesto un conjunto de<br />
contradicciones y condicionantes a la iniciativa de profundización de la<br />
democracia municipal que representan los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s en<br />
el Ayuntamiento de Sevilla. Unos aluden a diversos factores políticos, ya<br />
sean externos al proceso o inherentes a su relativa debilidad política, y<br />
otros señalan dificultades propias de la participación ciudadana en el<br />
contexto sociopolítico de la globalización. Por último, el núcleo central de<br />
nuestro trabajo incide en las dificultades para el desarrollo y extensión de<br />
las innovaciones propuestas por esta fórmula de democracia participativa<br />
en las estructuras municipales y repara en la posición mediadora de unos<br />
profesionales que acogen la iniciativa expectantes pero, también,<br />
conscientes de sus incertidumbres.<br />
El futuro de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s sevillanos depende, en gran<br />
medida, de la evolución de variables políticas y sociales a nivel de la<br />
ciudad, pero también, en un nivel más concreto, del correcto tratamiento<br />
de las disfunciones apuntadas. Por ello, el papel de los técnicos<br />
municipales en el proceso de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s debe ser tenido<br />
como fundamental, pues a ellos corresponde hacer viables y tramitar con<br />
lealtad institucional, eficacia y eficiencia las propuestas ciudadanas y las<br />
directrices políticas. Dada su relevancia como tercer pilar del trípode que<br />
sostiene el proceso, deben ser correctamente informados y capacitados<br />
para la realización de sus nuevas tareas, al tiempo que deben ser<br />
consideradas su cualificación, experiencia, sensibilidades y opiniones; así<br />
como tenidas en cuenta sus cargas y ritmos de trabajo, las normas y<br />
dinámicas organizacionales que las determinan, sus condiciones laborales<br />
y sus legítimas aspiraciones de desarrollo profesional.<br />
Bibliografía y fuentes documentales.<br />
Allegretti, G. y Herzberg, C. “El “retorno de las carabelas”: los<br />
Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de América Latina en el contexto europeo”,<br />
en Transnational Institute y Fundación de investigaciones marxistas.<br />
Ámsterdam-Madrid, 2004.<br />
161
162<br />
Ayuntamiento de Sevilla. Memoria del Presupuesto General 2005.<br />
Aprobado inicialmente por el Excmo. Ayuntamiento Pleno en sesión<br />
celebrada el día 27 de diciembre de 2004 y definitivamente el día 2 de<br />
febrero de 2005.<br />
Ayuntamiento de Sevilla. Pacto de Progreso por Sevilla. Mandato<br />
2003-2007. Balance del primer año del Gobierno de Sevilla. Mayo de<br />
2004.<br />
Collins, R. La sociedad credencialista. Sociología histórica de la<br />
educación y la estratificación. Akal. Madrid, 1989.<br />
De Souza Santos, B. Democracia y Participación. El ejemplo del<br />
Presupuesto <strong>Participativo</strong> de Porto Alegre. El Viejo Topo. Barcelona.<br />
2003.<br />
De Souza Santos, B. Democracia y Globalización. Ponencia<br />
presentada en el Foro Mundial Temático. Porto Alegre, 2002.<br />
Del Río, E. Poder político y participación popular. Talasa Ediciones.<br />
Madrid, 2003.<br />
Ganuza, E. y Alvarez, C. Democracia y Presupuestos <strong>Participativo</strong>s.<br />
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Genro, T. y de Sousa, U. El presupuesto participativo. La experiencia de<br />
Porto Alegre. Ed. del Serbal. Barcelona. 2000.<br />
Habermas, J. Ciencia y Técnica como ideología. Tecnos, Madrid,<br />
1986.<br />
Mayntz, R. Sociología de la Administración Pública. Alianza, Madrid,<br />
1994.<br />
Mintzberg, H. El poder en la organización. Ariel, Barcelona.<br />
Moreno, I. “Globalización, ideologías sobre el trabajo y culturas del<br />
trabajo”. Áreas. Revista de Ciencias Sociales, nº 19, pp. 17-34.<br />
Universidad de Murcia, 1999.<br />
Moreno, I, Hernández, J. y otros. “Los barrios de Sevilla: ciudades en la<br />
ciudad”. Informe-Memoria para la Gerencia de Urbanismo del Excmo.<br />
Ayuntamiento de Sevilla para la nueva organización de los distritos de<br />
la ciudad en el nuevo PGOU. Sevilla, 2001.<br />
Morgan, G. Imágenes de la organización. Rama, Madrid, 1990.<br />
Navascués, J. “Sevilla: un año de experiencia de presupuestos<br />
participativos”, en Transnational Institute y Fundación de<br />
investigaciones marxistas. Ámsterdam-Madrid, 2004.<br />
Navascués, J. “Vas, propones y votas... ¿Así de fácil? Un año de<br />
Presupuestos <strong>Participativo</strong>s en Sevilla”, en El Viejo Topo, mayo 2005.
Pfeffer, J. El poder en las organizaciones. Política e influencia de la<br />
empresa. McGraw-Hill, Madrid, 1993<br />
Ramió, C. Teoría de la organización y administración pública. Tecnos.<br />
1999.<br />
Rodríguez Villasante, T. y Garrido, F.J. Metodologías y Presupuestos<br />
<strong>Participativo</strong>s. Construyendo Ciudadanía, 3. IEPALA-CIMAS. Madrid.<br />
2002.<br />
Weber, M. Economía y Sociedad (2ª edición). Fondo de Cultura<br />
Económica, México, pp. 716-751 (1969).<br />
163
164
ANEXO DE LA SEGUNDA PARTE<br />
PASOS EN LA CONSTRUCCION DE LAS PROPUESTAS DE<br />
PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS DEL 2005<br />
Francisco Zurbano<br />
Delegación de Participación Ciudadana<br />
Ayuntamiento de Sevilla<br />
165
166
ACTIVIDADES Y<br />
PROGRAMAS:<br />
DEPORTES<br />
DISTRITOS<br />
PARTICIPACION<br />
CIUDADANA<br />
PERIODO DE REGISTRO<br />
DE PROPUESTAS CIUDADANAS<br />
DISTRITOS MUNICIPALES Y<br />
CENTROS CIVICOS<br />
CLASIFICACION DE<br />
PROPUESTAS<br />
ESTUDIO DE VIABILIDAD<br />
CRITERIOS DE AUTORREGLAMENTO<br />
CONTACTO PROPONENTES<br />
REALIZACION DE LA PROPUESTA<br />
EJEMPLOS DE PROPUESTAS:<br />
INVERSIONES:<br />
DEPORTES<br />
DISTRITOS<br />
PARTICIPACION<br />
CIUDADANA<br />
URBANISMO<br />
DIA INTERNACIONAL DEL LIBRO EN ALCOSA<br />
ITINERARIOS ARQUEOLOGICOS<br />
167
168<br />
DIA INTERNACIONAL DEL LIBRO EN ALCOSA:<br />
PROPUESTA DE BARRIO<br />
PROPUESTA CON IDEA DESARROLLADA<br />
CONVENIO ESCUELA<br />
DE ADULTOS<br />
CATEGORIA<br />
ADULTOS<br />
PREMIOS<br />
CONCURSO DE<br />
RELATOS<br />
BREVES<br />
CATEGORIA<br />
JOVENES<br />
REALIZACION<br />
VIDEO<br />
GRAFICO DE<br />
LA ACTIVIDAD<br />
CARTELERIA Y DIPTICOS<br />
INFORMAIVOS SEGUN<br />
IDEA DE PROPONENTE<br />
FASES<br />
PASACALLES<br />
ENTREGA<br />
DE<br />
PREMIOS<br />
LECTURA<br />
LIBRE DE<br />
PARTICIPANTES<br />
CELEBRACION<br />
DIA DEL LIBRO<br />
ACTUACIONES<br />
DE TEATRO
ITINERARIOS ARQUEOLOGICOS:<br />
PROPUESTA DE CIUDAD<br />
PROPUESTA SIN IDEA DESARROLLADA<br />
RUINAS ALMOHADES EN CALLE MENDIGORRIA<br />
CONVENTO DE SANTA CLARA ANTES DE RESTAURAR<br />
ELABORACION<br />
DE LA IDEA<br />
CONVENTO SAN CLEMENTE TRAS SU RESTAURACION<br />
ENVISESA<br />
URBANISMO<br />
CULTURA<br />
PARTICIPACION CIUDADANA<br />
ENTIDADES<br />
COLABORADORAS<br />
FASES<br />
VISITAS GUIADAS POR<br />
ARQUEOLOGOS/AS<br />
TRASLADOS<br />
EN AUTOCAR<br />
INSCRIPCION<br />
EN CENTROS<br />
CIVICOS<br />
DESARROLLO<br />
DE LA<br />
PROPUESTA<br />
VUELTA A CENTRO<br />
CIVICO DE ORIGEN<br />
169
170
III PARTE<br />
Otras experiencias de<br />
Democracias Participativas.<br />
171
172
UN PROCESO DE PARTICIPACION CIUDADANA<br />
Dr. Marc P. Lammerink<br />
Científico social<br />
Director de FMD Consultores (Forestry Manpower Development)<br />
en <strong>Portugal</strong>/Holanda<br />
Esta ponencia esta basada en experiencias del propio autor desde los años<br />
noventa en situaciones urbanas y peri-urbanas en diversos ciudades de<br />
Latinoamérica, África, Asia y Holanda. En la mayoría de los casos el<br />
objetivo principal fue mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en los<br />
barrios, obtener compromisos ciudadanos con los planes de desarrollo<br />
integrales, empoderar a pobladores de los barrios urbanos o pueblos<br />
pequeños y mejorar sus organizaciones. Una experiencia importante en<br />
este sentido fue un programa de gestión comunitaria para el abastecimiento<br />
de agua en 24 comunidades en seis países en desarrollo. En todas las<br />
experiencias no sólo fue importante el resultado, es decir el conocimiento<br />
mejorado, sino también el proceso a través del cual se incrementó el<br />
control de la población local sobre su propio entorno. Las experiencias<br />
ayudaron a desarrollar nuevas metodologías y formas para facilitar<br />
aprendizaje, reforzar iniciativas locales a través del desarrollo local.<br />
Últimamente en Holanda estuvimos involucrados en experiencias relacionadas<br />
con Presupuestos <strong>Participativo</strong>s propiamente hablado (en<br />
Rotterdam, Amsterdam y Alkmaar).<br />
Todos los proyectos basados en procesos participativos tienen características<br />
comunes que incluye tres focos - lo local, la acción y el proceso:<br />
Foco local:<br />
Una orientación hacia las necesidades sentidas por la población local y<br />
por las instituciones locales. Presupuesto <strong>Participativo</strong> se basa en la<br />
problemática experimentada y explícitamente reconocido por la gente<br />
local y sus instituciones.<br />
Una relación fuerte con las iniciativas localmente generadas.<br />
Presupuesto <strong>Participativo</strong> tiene como objetivo el fortalecer procedimientos<br />
de toma de decisión útiles para objetivos locales y aplicables a<br />
las iniciativas locales. Presupuesto <strong>Participativo</strong> es parte y consecuencia<br />
de un nuevo modelo de gestión local.<br />
173
174<br />
El involucramiento de profesionales no-locales como socios en un<br />
proceso de aprendizaje. Los profesionales no-locales (equipo técnico)<br />
contribuyen al proceso de participación popular como facilitadores o<br />
para proporcionar información técnica sobre temas de gestión local y<br />
ordenamiento territorial.<br />
Foco de la acción:<br />
Un espacio de tiempo muy corto entre la recolección de datos, el<br />
análisis y la traducción en decisiones prácticas y factibles dentro la<br />
gestión urbana.<br />
La rapidez del análisis y de la rapidez de la devolución es importante,<br />
tanto para aumentar la credibilidad de las actividades del proceso<br />
participativo, como para promover los compromisos ciudadanos con<br />
los planes de desarrollo y el empoderamiento de los pobladores de los<br />
barrios urbanos.<br />
Foco de proceso:<br />
Una preocupación igual por proceso y resultados. El proceso de<br />
participación popular tiene como objetivo de enterar a mayor cantidad<br />
de pobladores en las implicaciones del diagnóstico y apoyándolos en<br />
proponer acciones relevantes.<br />
Una estrategia incorporada de comunicación permanente. Los<br />
informes finales escritos son útiles para los propósitos institucionales o<br />
del entrenamiento de profesionales, pero las reuniones, las asambleas,<br />
los carteles, el teatro, la radio local, los talleres son medios más<br />
importantes de proporcionar la retroalimentación a los grupos e<br />
instituciones locales y a la agrupación en grande.<br />
Las fases y actividades para elaborar el Presupuesto<br />
<strong>Participativo</strong><br />
Presupuesto <strong>Participativo</strong> debe ser parte y consecuencia de un nuevo<br />
modelo de gestión local que permite una mayor participación de la<br />
ciudadanía. Por eso es primordial contar con una firme voluntad política<br />
del gobierno local, orientada a la democratización de la gestión y la<br />
planificación local. Es la autoridad municipal conjuntamente con grupos<br />
de actores y agentes sociales que propone empezar con un proceso de<br />
gestión local. Como ejemplo en ciudades en Holanda como Alkmaar y<br />
Rotterdam fueron sus alcaldes los que lanzaron la propuesta de desarro-<br />
1<br />
llo y realizaron los convocatorios a los procesos de planificación del<br />
desarrollo. En otros ejemplos fueron profesionales los que constituyeron en<br />
1) Haitsma, D.J., M.P. Lammerink, C.F. Spratt, 2004, Het één beweegt niet zonder het andere Evaluatie<br />
maak Millinx Mooier, Haarlem, Holanda y<br />
Haitsma, D.J., M.P. Lammerink, 2005, Evaluatie Wijkgericht Samenwerken gemeente Alkmaar -<br />
Samenwerken is meer dan alles samen doen, Haarlem, Holanda
un núcleo promotor como es el caso de un barrio (Kolenkit) en Amsterdam.<br />
En otros casos fue un grupo de ONG's quienes plantearon el alcalde la<br />
realización de un Plan de Desarrollo. Sin embargo, en todos estos casos las<br />
autoridades municipales han estado fuertemente involucradas de manera<br />
diferente en la iniciativa de gestión local.<br />
No basta con una voluntad política o los esfuerzos de un núcleo promotor<br />
para dar inicio al proceso. También es muy importante un enfoque claro<br />
sobre el tipo de desarrollo que se requieren para elaborar los Presupuestos<br />
<strong>Participativo</strong>s. Proponemos un enfoque de sostenibilidad, que integra<br />
enfoques sobre el desarrollo basado en lo ambiental, lo social, lo económico<br />
y lo espacial desde una perspectiva de sostenibilidad. Además para<br />
llevar a cabo un proceso participativo este requiere de una metodología<br />
suficientemente flexible y compatible que permita a los ciudadanos en los<br />
barrios, zonas y ciudades compartir y analizar su entorno y que les permita<br />
planificar e implementar actividades para el mejoramiento del mismo. Nos<br />
planteamos en este articulo una propuesta metodológica en tres fases para<br />
llevar a cabo este proceso participativo.<br />
El desarrollo de Presupuestos <strong>Participativo</strong>s conduce a un número de<br />
pasos, actividades, métodos y herramientas con vistas a estimular la<br />
participación llena de hombres y mujeres en el proceso. Esta dividido en<br />
2<br />
tres fases: el diagnosticar, el elaborar y el sostener . La siguiente sección<br />
describe la lógica y la secuencia de los pasos seguidos dentro de la fase de<br />
diagnóstico, elaboración y sostenimiento. Describo además brevemente<br />
las actividades y posibles resultados de cada una. Quiero enfatizar que el<br />
orden seguido no es fijo y que cada proceso en la realidad puede ser<br />
diferente, por lo tanto es posible que algunos de ellos se repitan o se<br />
manifiesten de forma paralela.<br />
También hay algunas actividades que continúan a través de todo el<br />
proceso:<br />
Actividades dirigidas al desarrollo de canales de participación<br />
constantes y al fortalecimiento de las capacidades organizativas<br />
locales;<br />
Actividades para que los ciudadanos desarrollen su comprensión de<br />
principios y de prácticas de gestión local y conducción del desarrollo<br />
local;<br />
Todas las decisiones sobre actividades locales dentro del Presupuesto<br />
<strong>Participativo</strong> se deben tomar con la mayor parte de los ciudadanos del<br />
barrio posible;<br />
2) Lammerink, M.P., 1998, 'Community managed rural water supply: experiences from Participatory<br />
Action Research in Kenya, Cameroon, Nepal, Pakistan, Guatemala and Colombia', en: Community<br />
Development Journal, Vol. 33, No. 4: 342-352<br />
175
176<br />
Actividades que estimularán obtener nuevas imágenes sobre 'futuros<br />
posibles' del entorno del barrio o de la zona;<br />
La fase de diagnóstico local<br />
Los pasos a seguir en la fase de diagnóstico local abarcan: la preparación<br />
y formación del equipo para el desarrollo del proceso participativo; la<br />
selección de las zonas o barrios; y la identificación de los problemas de<br />
desarrollo y sus posibles soluciones para eventualmente ser incluidas en el<br />
Presupuesto <strong>Participativo</strong>.<br />
Normalmente se trata de un equipo basado en generalistas y especialistas<br />
de disciplinas multidisciplinares, con mujeres/ hombres, preferiblemente<br />
con gente externa/interna. El equipo de profesionales (equipo técnico)<br />
necesitará desarrollar actitudes y habilidades en concordancia con el<br />
proceso participativo que se quiere promover. En este sentido talleres de<br />
capacitación son muy útiles. Un elemento importante en estos preparativos<br />
es el fortalecimiento del trabajo en equipo. No se logra automáticamente<br />
un trabajo sólido de equipo ni una colaboración efectiva. Sin embargo,<br />
ambas son esenciales para el proceso de aprendizaje de todos los implicados.<br />
Un buen trabajo de equipo significa, además, confianza en los demás<br />
y diálogo mutuo. Desde sus inicios el equipo técnico debe prestar atención<br />
a todos los aspectos de su trabajo, incluyendo la capacidad de escuchar,<br />
observar, preguntar y retroalimentarse.<br />
Las habilidades del trabajo de equipo puede hacer que los miembros se<br />
sensibilicen más en la manera como los demás los ven y los haga más<br />
realistas en relación a los cambios que promueven. Si ellos realmente<br />
consideran que la participación de los ciudadanos es esencial en la<br />
preparación y transformación del presupuesto, entonces su propio<br />
funcionamiento y los métodos que utilizan deben ser consistentes con este<br />
objetivo. Luego deberá prestarse igualmente atención al reforzamiento de<br />
las habilidades en el barrio o zona para desarrollar un proceso hacia la<br />
autogestión.<br />
Después del taller el trabajo puede comenzar con la preparación de un<br />
plan de trabajo detallado y en la selección de los barrios o zonas basado<br />
en criterios establecidos de zonificación.<br />
El trabajo del equipo técnico de apoyo con el barrio o la zona puede<br />
continuar con unir y analizar información secundaria y establecer relaciones<br />
con los ciudadanos con vistas a iniciar un proceso participativo. Una<br />
fiesta o cualquier actividad en que todos se diviertan podría ayudar en el<br />
diálogo. De igual forma ayudaría un paseo a pie o en bus por el aire del<br />
barrio o la zona.<br />
Es importante determinar tan pronto como sea posible las bases para una<br />
propuesta de colaboración de forma clara y práctica. Esta será un tipo de<br />
'contrato', que describa el proceso propuesto, el papel de los ciudadanos,
el papel o compromiso del gobierno local, el potencial de los resultados<br />
para ser incluido en el Presupuesto <strong>Participativo</strong> y los métodos propuestos<br />
para el trabajo con el barrio o la zona. La organización del equipo técnico y<br />
del barrio o de la zona deberán elaborar en conjunto un proyecto de<br />
contrato y deberán llegar a un acuerdo al respecto. Uno de los acuerdos<br />
podría ser cómo lograr trabajar en conjunto.<br />
Al final de este paso, los miembros del equipo técnico estarán en condiciones<br />
de iniciar el proceso participativo necesario para llegar a un<br />
Presupuesto <strong>Participativo</strong> verdadero. El barrio o la zona habrá sido<br />
seleccionada y se habrá logrado llegar a acuerdos.<br />
Previamente deberán haber comenzado los esfuerzos del fortalecimiento<br />
del equipo (tanto barrial como de afuera) y cursos para desarrollar<br />
facilidades y habilidades de documentación. Deberá haber identificado<br />
una red de individuos y organizaciones que puedan contribuir al fortalecimiento<br />
y sostenibilidad del proceso y que puedan usar sus resultados en el<br />
futuro.<br />
En esta etapa de la fase del diagnóstico local el equipo técnico ayuda a<br />
cada barrio o zona a describir y analizar su situación para identificar los<br />
problemas y oportunidades en el desarrollo local, especificando exactamente<br />
que iniciativas, tendencias y problemas han sido identificados. El<br />
diagnóstico es como una fotografía dinámica de la realidad local.<br />
Elementos importantes en este análisis lo constituye una comprensión<br />
preliminar de las condiciones socio-culturales, físicas y económicos. A<br />
través de reuniones, formales o informales, entrevistas con individuos<br />
claves y los miembros del barrio o zona se puede determinar el número de<br />
aspectos que interesan a los miembros para ser tomado en cuenta en el<br />
Presupuesto <strong>Participativo</strong>. Ha sido muy útil el comparar los resultados con<br />
3<br />
resultados de otros barrios o zonas a través de visitas de intercambio . De<br />
esta forma los miembros del barrio o zona estarán estimulados para ver<br />
mejor cuáles son los aspectos que necesitan ser mejorado en su barrio.<br />
Este da una buena base para evaluarse por sí mismos.<br />
El próxima paso comprende una serie de actividades que se puede resumir<br />
como el desarrollo de la agenda para el Presupuesto <strong>Participativo</strong>:<br />
recopilación de la información para la realización de un análisis detallado<br />
de los tendencias y problemas prioritarios y identificando soluciones<br />
prometedoras. La agenda puede basarse en los conocimientos técnicos<br />
locales y su experiencia pasada en el barrio o zona, al igual que la recopilación<br />
de ideas prometedoras provenientes de fuera del barrio o pueblo<br />
como una opción a valorar.<br />
3) Lammerink, M.P., 1999, A detailed look at Participatory Action Development (PAD) approach, en: PLA<br />
Notes no.35, IIED, London, Inglaterra: 34 42.<br />
177
178<br />
El equipo técnico puede comenzar con el análisis de la información, a<br />
pesar de que los resultados pueden ser objeto de revisiones continuas por<br />
parte del barrio o zona a través de 'visitas de campo' a otras ciudades o<br />
barrios. Durante estas 'visitas de campo' los objetivos serán el establecer<br />
criterios para sentar prioridades (por ejemplo, a través de preguntas a<br />
individuos claves en el barrio para darles un orden de prioridad), para<br />
valorar críticamente soluciones potenciales por medio de la valoración de<br />
sus ventajas y desventajas, para lograr aprobar la agenda para el<br />
Presupuesto <strong>Participativo</strong> y formular con precisión lo que se debe examinar<br />
y por quien. La parte final puede realizarse en una reunión general en el<br />
barrio o en la zona.<br />
Para el diagnóstico local, una combinación de métodos y de diversas<br />
herramientas está disponible, algunos de los cuales emanan de la tradición<br />
de la investigación participativa (IAP) y del diagnóstico rural participativa<br />
(DRP). Por ejemplo, entrevistas semi-estructuradas, observaciones,<br />
mapas parlantes, transectos, diagramas estacionales y diagramas de<br />
flujos, de causalidad, de tendencias y diagramas Venn sobre lazos de<br />
organizaciones locales, matrices de prioridad; reunión de reflexión y<br />
estudios de caso. Para la devolución, varias herramientas de la representación<br />
visual y de la comunicación se pueden utilizar, como por ejemplo las<br />
reuniones barriales, el teatro o pupitres sobre temas para incluir en el<br />
Presupuesto <strong>Participativo</strong> y diversas formas de celebraciones. Todos estos<br />
son formas útiles de retroalimentar los ciudadanos sobre el contenido del<br />
diagnostico local elaborado.<br />
Como resultados de esta fase obtendremos una panorámica de los temas<br />
para el Presupuesto <strong>Participativo</strong> importantes para el barrio o la zona;<br />
además se han mejorado las habilidades de los miembros del barrio o<br />
zona como también del equipo técnico. En estos momentos ya ellos<br />
podrán ser capaces de identificar potencialidades y problemas, comprender<br />
la relación causa-efecto existente y detectar posibles soluciones (sobre<br />
la base de los conocimientos locales, así como de los conocimientos<br />
técnicos de otros). De igual manera deben haber logrado acuerdos en<br />
cuanto a la lista de prioridades de los potencialidades y problemas y de las<br />
posibles soluciones a evaluar (una acordada 'agenda para el Presupuesto<br />
<strong>Participativo</strong>'). Otros resultados lo conforman el aumento de la concienciación,<br />
de la confianza en sí mismos, de la apreciación y un aumento de las<br />
relaciones entre el exterior y el barrio o la zona. El barrio o zona deberá<br />
poseer en estos momentos una organización efectiva que proveerá bases<br />
sólidas para la siguiente fase de definir el Presupuesto <strong>Participativo</strong> mas en<br />
detalle.
La fase de elaboración del Presupuesto <strong>Participativo</strong><br />
La fase de elaboración del Presupuesto <strong>Participativo</strong> involucra a los<br />
miembros del barrio o zona en la evaluación de posibles soluciones y la<br />
decisión sobre ciertos programas e acciones, que pueden fortalecer<br />
potencialidades existentes e introducir soluciones para disminuir problemas<br />
diagnosticadas. También se trata de desarrollar una Visión de<br />
Desarrollo para el barrio o la zona como el horizonte hacia que quiere<br />
llegar en un cierto tiempo y que influye en las líneas y objetivos estratégicas<br />
del desarrollo local.<br />
El objetivo general de esta fase es diseñar programas en base a las posibles<br />
soluciones y potencialidades, que son confiables y manejables en el<br />
tiempo y que preferiblemente pueden ser monitoreados y evaluados por los<br />
mismos miembros del barrio o zona. Para lograr esto, las capacidades<br />
locales - por ejemplo habilidades, confianza en si mismo y organización -<br />
deben ser reforzadas. De tal forma el barrio o zona pueda planear y<br />
diseñar en el futuro sus propios programas independientemente del equipo<br />
técnico y mejorarlos o ampliarlos sobre la base de la práctica existente.<br />
Esto requerirá también la formación de equipos locales y esfuerzos para<br />
reforzar intercambios y lazos con miembros de otros barrios o zonas.<br />
Las actividades a desarrollar durante esta fase incluyen la revisión de las<br />
prácticas existentes prometedoras por medio de visitas de intercambio a<br />
barrios o zonas relevantes y talleres para examinar posibles soluciones. Es<br />
importante que desde un inicio se decida sobre criterios y pautas para<br />
evaluar el éxito de prácticas ya existentes en otros contextos. Normalmente<br />
la revisión y la evaluación se hace con un equipo reducido de miembros<br />
del barrio en conjunto con el equipo técnico. Los resultados deberán ser<br />
compilados y analizados sistemáticamente. Este análisis deberá contener,<br />
además, el reconocimiento de consecuencias indeseadas y el cómo las<br />
soluciones contribuyen a resolver problemas de forma sostenible.<br />
Después se podrán celebrar reuniones de grupo o talleres de tal forma que<br />
un número mayor de miembros del barrio puedan discutir sobre los<br />
resultados y comenzar elaborar conclusiones. En base a esta información<br />
los ciudadanos presente en estos talleres del barrio podrán planificar y<br />
diseñar los programas seleccionados, decidir acerca de su dimensión y<br />
hacer un plan de Desarrollo Local en su conjunto sobre qué se puede<br />
elaborar el Presupuesto <strong>Participativo</strong>. Siempre el Plan debe ser presentado<br />
a una Asamblea General o un Plenario del barrio, donde todos los<br />
ciudadanos son invitados y la participación del ciudadano está garantizada,<br />
sin necesidad de pertenecer a ninguna organización social. En<br />
Alkmaar, Holanda se elaboraron un Visión Estratégica Local cada 4 años y<br />
un Plan de Desarrollo cada 2 años y el Presupuesto <strong>Participativo</strong> anual-<br />
179
180<br />
4<br />
mente . El espacio de este artículo no nos permite dar explicaciones sobre<br />
la parte técnica de cómo elaborar el Presupuesto <strong>Participativo</strong>, ni tampoco<br />
sobre la definición, la organización y el alcance del presupuesto. En el caso<br />
brasileña de la ciudad de Porto Alegre el alcance es el 100% del presupuesto<br />
municipal, que esta sometido a la discusión. En el caso de la ciudad<br />
de Sevilla el alcance es una parte del presupuesto municipal. Hay múltiples<br />
5<br />
publicaciones y manuales sobre estos temas .<br />
El resultado principal de esta etapa deberá ser el lograr involucrar a la<br />
mayor parte de los miembros del barrio o zona dotados ya de una mejor<br />
comprensión del proceso y con mejores habilidades practicas. El proceso<br />
de evaluación de posibles soluciones y potencialidades deberá conducir a<br />
una mayor cooperación e intercambio entre los miembros del barrio o<br />
zona así como a un apoyo más activo de las instituciones de la zona y del<br />
gobierno local.<br />
La retroalimentación suministrada por las evaluaciones deberá proveer<br />
una imagen clara de los resultados y del proceso seguido. Esta imagen<br />
deberá ser preferiblemente discernible no sólo para los evaluadores, sino<br />
también para la mayoría de los miembros del barrio o zona o al menos<br />
para todos los miembros activos del barrio. Debe indicarse claramente la<br />
sostenibilidad de las diferentes prácticas de gerencias en condiciones<br />
locales y una guía técnica de como implementar la idea examinada. Las<br />
soluciones aceptadas o rechazadas por el barrio deberán ser igualmente<br />
grabadas. El proceso deberá servir para alimentar la confianza del barrio o<br />
pueblo en su habilidad para resolver problemas y para crear un medio de<br />
apoyo para elaborar en el futuro.<br />
Otros resultados en este paso podrían incluir:<br />
la difusión exitosa de estrategias, métodos y herramientas;<br />
el desarrollo de lazos institucionales con ONG's, otros barrios y<br />
técnicos del gobierno local;<br />
el establecimiento de un sistema de formación y comunicación;<br />
un modelo para definir Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de los barrios o<br />
zonas operativo y bien documentado;<br />
un conjunto de materiales que pueden ser utilizados en otras áreas de<br />
interés.<br />
La fase de la implementación y sostenibilidad del Presupuesto<br />
<strong>Participativo</strong><br />
Una vez concluido el proceso de formulación del Presupuesto <strong>Participativo</strong>,<br />
viene una fase de ejecución, seguimiento y sostenibilidad del mismo. Antes<br />
4) Haitsma , Lammerink, ibid., 2005: 45.<br />
5) Un ejemplo: Figueroa, C.G., 2002, Presupuesto <strong>Participativo</strong> Manual no. 1, Foro Ciudades para la<br />
Vida, Lima, Peru: 92-96
poder ejecutar muchas veces es necesario hacer un espacio de reingeniería<br />
en la estructura del gobierno local y la administración municipal. Pues,<br />
la administración municipal normalmente no esta preparado para<br />
incorporar la participación ciudadana y muchas veces es sumamente<br />
burocratizada y rígida. Capacitación a funcionarios y asistencia técnica<br />
para mejorar procedimientos pueden ser necesario. Los gobiernos locales<br />
ya manejan procedimientos para la conversión del Presupuesto en un Plan<br />
Operativo municipal.<br />
Sin embargo, las dos etapas principales para el proceso participativo en<br />
esta fase son el intercambio, el monitoreo y la evaluación de los resultados<br />
por parte de los ciudadanos. Diferentes experiencias han demostrado que<br />
las buenas ideas se difunden espontáneamente, como por ejemplo<br />
mediante el intercambio de los resultados entre barrios, o mediante el uso<br />
de la tradicional transmisión de rumores entre la gente. Sus efectos podrían<br />
ampliarse a través de la elaboración de un programa para intercambiar los<br />
resultados con los demás barrios o zonas regionales. Otro componente de<br />
importancia en este fase es la movilización de las redes desarrolladas<br />
durante las primeras fases como medios de comunicación y difusión.<br />
El intercambio centrará su atención por un lado en los resultados de los<br />
programas del barrio o zona (nuevas prácticas de desarrollo local), donde<br />
se enfatizan las ideas básicas y los principios que resaltan los programas y<br />
por otro lado en los aspectos metodológicos del proceso de elaboración y<br />
sostenimiento del Presupuesto <strong>Participativo</strong>.<br />
La parte final del proceso de Presupuesto <strong>Participativo</strong> es de suma importancia<br />
porque el proceso participativo debe conducir a la autogestión. El<br />
objetivo es dotar a la gente de los barrios de una mayor capacidad para<br />
implementar un proceso participativo efectivo y de la habilidad para<br />
encontrar soluciones para futuras y diferentes situaciones que necesiten ser<br />
mejoradas. La clave de la sostenibilidad es el enfoque del Presupuesto en<br />
relación a las prioridades del barrio o zona. El enfoque tiene que ser<br />
altamente compatibles con las condiciones locales y con la cultura local,<br />
de tal forma que sobre esta base los ciudadanos, miembros del barrio,<br />
puedan decidir de forma independiente sobre las acciones útiles y necesarios<br />
para los años entrantes. Los ciudadanos y organizaciones barriales<br />
apoyaran lo que satisfagan sus objetivos y rechazaran lo que no.<br />
Desde el comienzo del proceso el equipo técnico debe abordar el desarrollo<br />
organizativo y la creación de condiciones favorables (externas), para<br />
que la gente del barrio o zona pueda continuar trabajando en otras<br />
situaciones, que necesiten ser mejoradas en el futuro, ya sean relacionadas<br />
con el desarrollo local o con otros campos.<br />
En este ultima fase del proceso, el papel del equipo técnico externo<br />
cambia. Gradualmente cambiará su papel de facilitadores directas, que<br />
181
182<br />
ayudan y facilitan, al papel de 'consultor' externo llamado solamente,<br />
cuando el barrio o la zona lo necesita. Sin embargo, al mismo tiempo ellos<br />
mantienen su interés en llevar la experiencia a otro nivel, por medio de<br />
encuentros urbanos o otras iniciativas.<br />
Esta fase continua con la evaluación de los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s<br />
anuales para solucionar las problemas prioritarias referente al desarrollo<br />
local y la sistematización de procesos y resultados (a nivel del barrio o<br />
zona) ayudando a asegurar la sostenibilidad del proceso dentro del barrio.<br />
Dentro de las actividades de esta fase puede considerarse también el<br />
invitar personalidades claves, por ejemplo de la municipalidad, a reuniones<br />
de planificación y evaluación y la organización de talleres de campo.<br />
Es importante igualmente documentar todo detalle del proceso y los<br />
métodos usados para el diagnóstico y la definición del Presupuesto.<br />
Pudieran agregar, además, manuales y materiales audiovisuales utilizados<br />
y podría ser conveniente indicar la formación de los líderes. Igualmente<br />
deberá prestársele atención a estimular el trabajo en red entre los miembros<br />
de los barrios o pueblos y las organizaciones con vistas a consolidar el<br />
apoyo institucional urbano a los procesos locales.<br />
Dentro de los posibles resultados de esta fase final se encuentran:<br />
Relación y/o lazos entre barrios, organizaciones de desarrollo local y el<br />
gobierno local;<br />
Una metodología bien documentada y operativa para diseñar e<br />
implementar presupuestos participativos, que puede ser utilizada para<br />
el mejoramiento del desarrollo local;<br />
Un gran número de barrios o zonas involucrados en el proceso de<br />
desarrollo local; y<br />
Eventualmente el establecimiento de un sistema de formación y<br />
comunicación interbarrial.<br />
Desarrollo local y el Presupuesto <strong>Participativo</strong>: algunas<br />
conclusiones<br />
Experiencias en varias países con Presupuesto <strong>Participativo</strong> confirma que<br />
los ciudadanos poseen conocimientos valiosos para solucionar problemas<br />
del desarrollo local. Estos conocimientos están bien adaptados a las<br />
circunstancias barriales, al contexto y a las culturas locales. El proceso<br />
para el descubrimiento de la relación específica entre causas y consecuencias<br />
de problemas barriales aumenta la posibilidad de llevar a cabo<br />
cambios positivas en una situación determinada. Los programas como<br />
parte del Presupuesto <strong>Participativo</strong> supone al mismo tiempo comprobar y<br />
mejorar estas teorías locales. Aunque a menudo teorías locales no encajan<br />
en el conocimiento profesional/técnico, no por ello son menos valiosas.
El ser consciente del valor del conocimiento local ha tenido consecuencias<br />
para el papel del gobierno local y la manera de identificar y definir<br />
programas de desarrollo local. En el Presupuesto <strong>Participativo</strong> no se trata<br />
de encontrar soluciones o verdades definitivas. La cuestión es siempre<br />
contribuir a un proceso continuo. Es importante constatar que cada barrio<br />
y situación exige un planteamiento específico, aún utilizando el mismo<br />
planteamiento metodológico. Todavía es oportuno responder a la<br />
pregunta de cómo se puede 'multiplicar' a gran escala las pequeñas<br />
escalas y las orientaciones locales de las experiencias con Presupuestos<br />
<strong>Participativo</strong>s sin incurrir en la estandarización del método y de los presupuestos.<br />
Parte de la respuesta esta en el buen dominio y en una aplicación<br />
creativa consecuente de la metodología participativa.<br />
En mi experiencia el proceso participativo se ha convertido en una filosofía<br />
y un estilo de trabajar con la gente. Es una metodología encaminada al<br />
'empoderamiento' tanto para los involucrados de los barrios, como para el<br />
equipo técnico y para la administración municipal. Es una manera de<br />
poder realizar una verdadera democratización desde abajo.<br />
183
184
INTRODUCCIÓN<br />
EXPERIENCIA DE ZARAGOZA<br />
El presente documento pretende reflejar el proceso de toma de conciencia<br />
e implicación del tejido social zaragozano, y más concretamente de las<br />
Asociaciones de Vecinos, en la idea de crear y recrear una experiencia que<br />
al mismo tiempo representara un modelo de participación en sí misma, y<br />
por tanto germen de una realidad más ambiciosa, y por otro lado forzara a<br />
los gobiernos locales, depositarios de la soberanía popular en el ámbito<br />
municipal, a asumir el reto de una participación real de su poder delegado<br />
y representativo-.<br />
La realidad de partida, al igual que otras muchas ciudades, es la de un<br />
tejido social asentado, con años de experiencia en la reivindicación, la<br />
participación sectorial e incluso la gestión de proyectos, estructurado en<br />
redes sectoriales, en agrupaciones o en el caso de las Asociaciones de<br />
Vecinos en dos grandes Federaciones (una con 45 y otra con unas 30). Un<br />
tejido social que no presenta un único interlocutor y que desde su ámbito<br />
negocia, reivindica, participa y lleva a acuerdos de forma aislada con la<br />
Administración. Una situación de partida donde la participación directa<br />
del vecino/a no organizado ni asociado, es muy residual. El único<br />
resquicio posible para este tipo de participación lo constituye la presencia<br />
con voz en el pleno de la Junta de Distrito y los mecanismos de<br />
participación directa más teóricos que reales- que recoge nuestro<br />
reglamento de Participación Ciudadana (consulta popular, encuesta de<br />
opinión ciudadana…).<br />
En este marco, la elaboración presupuestaria se realiza, en la práctica, de<br />
manera “informal” y nada participada. Las áreas económicas del<br />
Ayuntamiento plantean sus directrices y objetivos “macroeconómicos” así<br />
como desde el área de Alcaldía (y en la “otra” Alcaldía, al tratarse de una<br />
coalición de dos partidos) se fijan sus opciones de obras emblemáticas o<br />
185
186<br />
de partido que hay que llevar a cabo. Simultáneamente cada área<br />
municipal establece, conforme a los condicionantes anteriormente dichos,<br />
su reparto de gasto de forma autónoma, teniendo en cuenta en algunas<br />
ocasiones algunas de las reivindicaciones ciudadanas (generalmente las<br />
que más capacidad de movilización han suscitado). Este “collage” es<br />
tradicionalmente presentado a su aprobación inicial y tras una sucesión de<br />
críticas por parte de la oposición y los vecinos y, en su caso, con algunas<br />
modificaciones para la galería, llevado a su aprobación definitiva, con la<br />
mayoría de los vecinos/as desencantados por la falta de inversiones otro<br />
año más y, con unos pocos temerosos, porque ese año sí tienen una<br />
consignación presupuestaria para una obra deseada, de que finalmente se<br />
lleve a cabo y no se quede sin ejecutar dicha partida.<br />
Esta realidad es la que impulsa al movimiento vecinal zaragozano a<br />
plantear una alternativa que renueve la confianza en la democracia y por<br />
tanto profundice en ella mediante fórmulas más participativas, y que<br />
suponga una experiencia real, nítida y con efectos beneficiosos para la<br />
ciudadanía en el corto plazo. Así, siendo conscientes de las dificultades<br />
existentes, siendo la primera de ellas la escasa propensión a la participación<br />
de los vecinos/as de nuestros barrios y por supuesto nuestra propia<br />
limitación al ser una parte del tejido social, diseñamos y realizamos las<br />
iniciativas que vamos a exponer.<br />
DATOS SIGNIFICATIVOS<br />
DATOS GENERALES DE ZARAGOZA<br />
Población<br />
Zaragoza cuenta con una población de 650.592 habitantes según datos<br />
facilitados por el Ayuntamiento de Zaragoza a fecha de 1 de enero de<br />
2005.<br />
El término municipal del Municipio de Zaragoza está dividido en 14<br />
Distritos Urbanos (Casco Histórico, Centro, Delicias, Universidad,<br />
Casablanca, San José, Las Fuentes, Almozara, Miralbueno, Oliver-<br />
Valdefierro, Torrero-La Paz, Actur-Rey Fernando, El Rabal, Santa Isabel)<br />
concentrando su población en tres de ellos (Delicias, San José y El Rabal)<br />
que en suma superan el 40% de la población total.<br />
Cuenta también con 15 Barrios Rurales agrupados en un Distrito Rural que<br />
cuentan con una población de 30.366 habitantes, (La Cartuja, Torrecilla<br />
Valmadrid, Juslibol-El Zorongo, San Juan de Mozarrifar, Montañana, San<br />
Gregorio, Peñaflor, Villamayor, Movera, Garrapinillos, Venta del Olivar,<br />
Monzalbarba, Villarapa, Alfocea, Casetas) siendo éste último el más<br />
poblado con un 4,5% sobre el total.
Organización municipal<br />
Actualmente el Ayuntamiento está formado por 31 concejales con la<br />
siguiente distribución 12 del Partido Socialista Obrero Español, 11 del<br />
Partido Popular, 6 de Chunta Aragonesista y 2 del Partido Aragonés.<br />
El gobierno está formado por una coalición entre PSOE-CHA con el<br />
reparto de las áreas siguiente:<br />
PSOE<br />
Tenencia de Alcaldía de Servicios Públicos<br />
Tenencia de Alcaldía de Participación Ciudadana<br />
Tenencia de Alcaldía de Cultura y Turismo<br />
Tenencia de Alcaldía de Grandes Proyectos e Infraestructuras<br />
Tenencia de Alcaldía de Régimen Interior y Fomento<br />
CHA<br />
Tenencia de Alcaldía de Urbanismo y Arquitectura<br />
Tenencia de Alcaldía de Educación, Acción Social<br />
Tenencia de Alcaldía de Juventud y Deportes<br />
Capacidad Presupuestaria<br />
La capacidad presupuestaria total para el año 2005 fue la siguiente:<br />
187
188<br />
DATOS GENERALES DE LA FABZ<br />
La Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza FABZ- coordina,<br />
estructura y organiza un Movimiento Vecinal cada vez más fuerte en cada<br />
barrio. Actualmente está compuesta por 45 asociaciones de vecinos<br />
contando con unos 15.000 socios aproximadamente. Las cuarenta y cinco<br />
asociaciones se encuentran difundidas por todo el término municipal,<br />
concentrándose algunas en zonas concretas y otras más dispersas, tanto<br />
en distritos urbanos como en barrios rurales.<br />
Dentro de la demarcación territorial de cada Asociación de Vecinos hay<br />
que destacar que no corresponde el ámbito territorial de cada Distrito (y<br />
por tanto de la Junta de Distrito) con el ámbito de cada asociación. Aunque<br />
la FABZ tiene integradas a prácticamente una asociación por cada distrito<br />
o barrio, la no coincidencia de los ámbitos territoriales ha supuesto y<br />
supondrá un inconveniente a la hora de poner en práctica este proyecto.<br />
Otros datos (de la FABZ y las AAVV federadas en ella):<br />
Publicaciones Propias............................................................15<br />
Gestión de Centros Sociolaborales............................................5<br />
Gestión de Cetros de Tiempo Libre y Ludotecas ...........................7<br />
Gestión de Puntos limpios.......................................................10<br />
Puntos de Distribución de Comercio Justo: .................................4<br />
Otros Proyectos.....................................................................16<br />
Media de actividades culturales al año: .................................116<br />
Media de cursos o talleres al año: .........................................118<br />
Apariciones en medios de comunicación: ..............................120<br />
Media de Movilizaciones anuales: ..........................................29
¿Qué objetivos tiene la FABZ?<br />
Defender, fomentar y mejorar los intereses generales de los vecinos en<br />
calidad de usuarios y consumidores y destinatarios finales de la<br />
actividad urbanística, cultural, deportiva, educativa, sanitaria,<br />
vivienda, social, económica, etc...<br />
Informar y formara a los vecinos en todas aquellas cuestiones que<br />
afecten al interés general, siendo respetuosos con los derechos de los<br />
demás colectivos y con la defensa de la naturaleza como bien general.<br />
Asumir la representación de agrupar a todas las asociaciones de<br />
vecinos constituidas, adoptando las resoluciones que, por su<br />
importancia afecten a los intereses de las mismas individual o<br />
colectivamente, o a los intereses de la Comunidad.<br />
Fomentar las Asociaciones de Vecinos como instrumento de defensa.<br />
Apoyar su creación allí donde no existan.<br />
La defensa de los intereses generales de los vecinos, incluidas su<br />
educación, formación e información, en su condición de destinatarios<br />
finales en adquisición, uso o disfrute de bienes, muebles o inmuebles,<br />
productos, servicios, actividades o funciones cualquiera que sea la<br />
naturaleza pública o privada, individual o colectiva de quienes los<br />
producen, facilitan, suministran o expiden.<br />
Velar y exigir en el ámbito de la comunidad autónoma el cumplimiento<br />
por parte de la Administración Pública de los derechos reconocidos en<br />
el ordenamiento jurídico hacia las asociaciones de vecinos como<br />
entidades de interés general, de usuarios, consumidores y de<br />
participación.<br />
Promover la mejora de las condiciones de vida y el control de todo tipo<br />
de actuaciones que afecten a su ámbito territorial.<br />
Defender los Derechos Humanos, los valores democráticos y libertades<br />
elementales, y promoverá la participación como base fundamental de<br />
la Democracia.<br />
Velar por la promoción cultural y social de los ciudadanos.<br />
Colaborar con las actividades que las asociaciones y que los<br />
ciudadanos lleven a cabo, en la búsqueda de las soluciones a sus<br />
problemas.<br />
Promover e impulsar actuaciones tendentes a conseguir estos fines.<br />
Relacionar cuando lo estime conveniente, con otras organización y<br />
entidades de cualquier tipo, en áreas a conseguir los fines para los<br />
cuales se constituye.<br />
189
190<br />
¿Cómo se organiza la FABZ?<br />
En cuanto a la organización de la FABZ, se estructura en Asamblea, Pleno y<br />
Secretariado principalmente, contando con comisiones y grupos de<br />
trabajo más o menos continuos dependiendo de la materia y prioridades<br />
marcadas en la asamblea anual.<br />
Anualmente celebra una asamblea donde los delegados de las 45<br />
asociaciones de vecinos marcan las líneas generales a seguir, aprobando<br />
la memoria del año anterior y la programación y los presupuestos para el<br />
siguiente. También es la Asamblea la que elige a los miembros del<br />
Secretariado y al Presidente de la misma mediante votación directa.<br />
Una vez al mes se realiza el Pleno, órgano de seguimiento a la gestión del<br />
Secretariado entre asambleas.<br />
El Secretariado compuesto por 11 miembros se reúne una vez por semana,<br />
teniendo encomendada la gestión y planificación de las actividades que,<br />
con la ayuda de cada comisión o grupo de trabajo, se llevan a cabo<br />
durante el año.<br />
En las comisiones o grupos de trabajo forman parte los socios de las<br />
asociaciones de vecinos que se involucran en la materia a tratar.<br />
Actualmente están constituidas ocho comisiones en materias de salud,<br />
mayores, presupuestos participativos, urbanismo, transporte, medio<br />
ambiente, mujer.<br />
LA EXPERIENCIA DE ZARAGOZA<br />
HISTORIA RECIENTE<br />
Fue en la asamblea de 23 de febrero de 2003 donde por primera vez<br />
desde una perspectiva general del conjunto de Asociaciones de Vecinos se<br />
aborda el debate sobre los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s como un<br />
mecanismo de profundización en la Democracia participativa. Este debate<br />
se realizó sobre la base de un documento llamado “Presupuestos<br />
<strong>Participativo</strong>s y Asociativos” en uno de los talleres de debate, de donde se<br />
obtuvieron las siguientes conclusiones:<br />
Necesidad de profundizar en la democracia, lo que sugiere interrogar<br />
necesariamente el estado actual de nuestras democracias. Así, resulta<br />
evidente que la ciudadanía en general siente escasa inclinación hacia<br />
la política y la participación en lo público, lo que se traduce en una<br />
efectiva falta de interés por lo que ocurre en el ámbito político y<br />
público.<br />
La extensión de las pautas participativas a partir de los Presupuestos<br />
<strong>Participativo</strong>s pueden fortalecer a las asociaciones, primero,<br />
aumentando su presencia social en la ciudad, haciéndolas no sólo más
visibles, sino poniendo a su disposición espacios ciudadanos en los que<br />
contribuir con su trabajo, segundo, cualificando su propio trabajo<br />
como organizaciones ciudadanas, y tercero, enriqueciéndose ellas<br />
mismas con la participación de más gente en un proceso que extiende<br />
las prácticas participativas a todo el espacio público, distinguiendo<br />
claramente el espacio público del privado, parcialmente soterrado en<br />
los marcos institucionales actuales.<br />
Así quedaron estas conclusiones y muchas preguntas en el aire como<br />
¿Qué ventajas ofrece la democracia participativa que no la<br />
representativa?, ¿Son los presupuestos participativos un instrumento útil?<br />
¿Qué valores tienen? ¿Conocemos otros instrumentos de democracia<br />
participativa? ¿Son aplicables en nuestra ciudad? ¿Cómo podría<br />
favorecer desde la FABZ y las Asociaciones de Vecinos la aplicación de la<br />
democracia participativa?<br />
Tras estas conclusiones se pone en marcha un grupo de trabajo en la FABZ<br />
que en el año 2004 es capaz de plantear una experiencia participativareivindicativa<br />
a nivel de toda zaragoza, con la elaboración de un<br />
documento de demandas vecinales en todos los ámbitos, asociación por<br />
asociación, recopilando datos, sugerencias, propuestas, demandas... un<br />
proceso que se denominó de “presupuestos participativos” más por el<br />
efecto ilusionante del término que por su realidad.<br />
RESUMEN DE LA EXPERIENCIA DEL AÑO 2004<br />
Como continuación del trabajo comenzado en el año 2003 la FABZ se<br />
planteó realizar una experiencia participativa-reivindicativa a nivel de<br />
toda Zaragoza, que se basaba en la elaboración de un documentoresumen<br />
de las demandas de las Asociaciones de Vecinos recogidas en un<br />
solo documento, jerarquizadas en orden de importancia y valoradas<br />
conjuntamente por todas las AAVV.<br />
Este proceso cumplía diferentes objetivos, por un lado reivindicar al<br />
Ayuntamiento la implantación de presupuestos participativos en la ciudad<br />
de Zaragoza, por otro lado obtener unas propuestas elaboradas a partir de<br />
las demandas de los vecinos/as de los barrios y que las Asociaciones, a<br />
modo de representantes de esos vecinos, clasificaran en orden de<br />
importancia introduciendo criterios de solidaridad interterritorial y decisión<br />
conjunta.<br />
Características:<br />
Carácter reivindicativo y de abajo a arriba. Porque no partía del<br />
compromiso previo del Ayuntamiento de acatar (ni tan siquiera tener<br />
en cuenta) el resultado de este proceso.<br />
De participación limitada. Porque sí bien potencialmente se daba la<br />
191
192<br />
participación directa de los vecinos a la hora de hacer propuestas a<br />
través de las Asociaciones de Vecinos y eran estas mismos vecinos,<br />
constituidos en Asociación, los que decidían el orden de prelación de<br />
las propuestas de su barrio y del de los demás, realmente el ámbito de<br />
las personas que participaron en el proceso fue la Junta de las AAVV y<br />
algún socio de las mismas.<br />
No ceñido a un presupuesto concreto. Dado que por un lado no existía<br />
ese compromiso por la Administración y por otro se carecían de las<br />
herramientas técnicas para valorar técnicamente (viabilidad, duración<br />
de la obra…) y económicamente la propuesta.<br />
El proceso fue el siguiente:<br />
1º) En un primer momento las AAVV, recogiendo las demandas de los<br />
vecinos, presentaron en el pleno de la FABZ todas las necesidades de cada<br />
barrio, justificando su importancia y explicando su alcance.<br />
2º) Posteriormente las AAVV se organizaron en reuniones por sectores de<br />
ámbito superior al barrio (Distrito) donde se debatió la posibilidad de<br />
agrupar las reivindicaciones o incluso de priorizar conjuntamente algunas<br />
de ellas.<br />
3º) Con todo este trabajo se ha elaboró un documento con una<br />
clasificación propia, que diferenciaba entre:<br />
Grandes infraestructuras o aquellas que afectaban a toda la ciudad;<br />
Infraestructuras de Barrio, que eran aquellas que se localizan en una<br />
parte del barrio pero que afectaban a todo el barrio o Distrito<br />
Obras menores localizadas en una parte del barrio;<br />
Problemas de movilidad;<br />
Políticas de Acción Social, aquellas que no implicaran un equipamiento<br />
que ya estuviera recogido en otra clasificación.<br />
Seguimiento de Partidas ya comprometidas o incluso presupuestadas<br />
año a año y nunca ejecutadas.<br />
Además, como complemento a ello y dado que para poder decidir era<br />
preciso tener en cuenta la situación de partida de cada barrio realizamos<br />
un documento en el que se daban datos de población y demográficos de<br />
cada distrito a la vez que se daba cuenta de los equipamientos y servicios<br />
ya existentes en el mismo.<br />
4º) Finalmente se realizó una votación donde cada Asociación de Vecinos<br />
dio unos votos a cada reivindicación, dentro de cada categoría,<br />
dependiendo de la importancia que le atribuyera a la misma, valorada<br />
según los recursos que ya disponía el barrio o el número de habitantes o la<br />
edad media de cada barrio. Con todo ello se elaboró un documento que<br />
recoge todas las reivindicaciones jerarquizadas por orden de prioridad.
5º) Presentación pública de los resultados a los medios de comunicación al<br />
Ayuntamiento y a los diferentes grupos municipales.<br />
El resultado de este proceso fue en cuanto a la consecución de las medidas<br />
concretas que se solicitaron en las demandas escaso por no decir nulo. Esa<br />
era precisamente su debilidad y es que no partía del compromiso previo de<br />
aceptación al tratarse de un proceso de abajo a arriba, demandado por la<br />
sociedad, al contrario que en otras experiencias de arriba abajo,<br />
implantado por el equipo municipal.<br />
Sin embargo, esta falta de resultados inmediatos se tradujo en varios<br />
efectos muy beneficiosos, y entre ellos destaca como ese mismo año, como<br />
resultado de la presión ejercida por este proceso y la demanda constante<br />
de las AAVV en sus Juntas, diferentes concejales inician en sus Distritos<br />
experiencias variopintas de participación definidas todas ellas como<br />
“presupuestos participativos” .<br />
Con diferente suerte y calidad estas asunciones suponen que se va<br />
asumiendo, aunque sea de manera formal y la conveniencia de establecer<br />
una suerte de presupuestos participativos en Zaragoza y esto abre las<br />
puertas para plantear nuevas iniciativas.<br />
DATOS:<br />
Número de AAVV participantes ...............................................34<br />
Número de personas que han participado ..............................300<br />
Número de propuestas obtenidas..........................................193<br />
EL FUTURO INMEDIATO<br />
Actualmente tras una serie de negociaciones y una propuesta conjunta de<br />
todas las AAVV a través de la FABZ se ha conseguido que el Ayuntamiento<br />
de Zaragoza acepte iniciar una “experiencia piloto” en todos los Distritos<br />
Urbanos de la Ciudad 14 a través de sus Juntas de Distrito en determinadas<br />
partidas (obras menores y actividades) de las propias juntas.<br />
Paralelamente se iniciará un proceso de recogida de sugerencias sobre<br />
obras y equipamientos necesarios para el barrio que trasciendan de las<br />
partidas “puestas en participativo” para la confección del presupuesto<br />
general.<br />
El alcance del proceso es limitado en cuanto a la cuantía de las partidas de<br />
las Juntas (no más de 60.000 euros por Junta) y en cuanto al carácter de<br />
sugerencia de las obras que exceden esta cuantía, sin embargo,<br />
entendemos que la importancia de la experiencia es más cualitativa que<br />
cuantitativa constituyendo un punto de inflexión en la elaboración<br />
presupuestaria municipal.<br />
193
194<br />
Esta iniciativa supone varias innovaciones:<br />
1) Es el Ayuntamiento el que asume el proceso y la autoaceptación de los<br />
resultados, aunque delegue la gestión concreta en la propia FABZ<br />
mediante la firma de un convenio.<br />
2) El participación se da en función de la vecindad (por ser vecino de un<br />
barrio) y no por la vinculación a una asociación de vecinos.<br />
3) Existe un componente técnico que valora la viabilidad técnica de las<br />
propuestas y el coste de las mismas, información básica para un proceso<br />
de participación.
ÍNDICE GENERAL<br />
I Parte. Contexto teórico de las Democracias<br />
Participativas..........................................................................3<br />
Los retos de las Democracias Participativas. ......................5<br />
Tomás Rodríguez Villasante<br />
Presupuesto <strong>Participativo</strong> (Herramientas para la<br />
participación) ...............................................................31<br />
Haiman El Troudi<br />
Marta Harnecker<br />
Luis Bonilla<br />
Desafíos éticos, técnicos y políticos de la Participación<br />
Social ..........................................................................55<br />
Carlos Núñez Hurtado<br />
II Parte. Los Presupuestos <strong>Participativo</strong>s de Sevilla:<br />
Diferentes perspectivas y singularidades de un proceso<br />
participativo. ..................................................................75<br />
Vas, propones y votas ... ¿Así de fácil? Un año de<br />
Presupuestos <strong>Participativo</strong>s en Sevilla..............................77<br />
Javier Navascues<br />
La democracia en proceso participativo: principios,<br />
fundamentos y requisitos................................................87<br />
Joaquín Herrera Flores<br />
Manuel J. Sabariego Gómez<br />
Rocío Medina Martín<br />
Vicente Barragán Robles<br />
Gemma Lorente Martín<br />
La Democracia Participativa: de los presupuestos a los<br />
supuestos participativos en la Ciudad de Sevilla ............115<br />
Jorge Ruiz Morales<br />
Rocío Valderrama Hernández<br />
Mercedes Rubio Juárez<br />
Dolores Limón Domínguez<br />
José Luis Carrasco Calero<br />
195
196<br />
La Pedagogía de la Decisión........................................131<br />
Virginia Gutiérrez Barbarruso<br />
Paula Garvín Salazar<br />
Joaquín Recio Martínez<br />
María Bastante Fernàndez<br />
María Eugenia Cáceres Carbona<br />
El Tercer Pilar: Los técnicos municipales en los presupuestos<br />
participativos ..............................................................145<br />
Isidoro Moreno Navarro<br />
Javier Hernández Ramírez<br />
José María Manjavacas Ruiz<br />
ANEXO. Pasos en la construcción de las propuestas de<br />
Presupuestos <strong>Participativo</strong>s del 2005.............................165<br />
Francisco Zurbano<br />
III Parte. Otras experiencias de Democracias<br />
Participativas................................................................171<br />
Un proceso de Participación Ciudadana .......................173<br />
Marc P. Lammerink<br />
Experiencia de Zaragoza .............................................185<br />
Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ)