Nº 38 REVISTA ANEO Ya está un nuevo número de la ... - Andrea

Noviembre · 2012 | ANEO · Revista nacional de odontología | núm. 38 www.aneo.es
Así pues, la clínica, cada mes, emitirá unas facturas que nos dará a nosotros, con el sueldo que
cobraremos. Pero ahí no acaba la cosa, en estas facturas que emita la clínica quedará retenido el IRPF
famoso. Este IRPF en la actualidad está en el 9% para todos aquellos autónomos en los 3 primeros
años de actividad laboral (Después de los tres años, será del 21%). Por tanto, y siguiendo con el
ejemplo anterior, si después de hacer el 30%, tu sueldo se queda en 600 euros, de esos 600 euros será
retenido el 9% en concepto del IRPF. Esto significa que a los 600 euros hay que restarle el 9% (54 €),
cobrando pues 546.
¿Pero para poder trabajar como autónomo qué debo hacer?
Para estar legal, y poder ejercer es necesario inscribirse como autónomo. Para ello, tenemos que
acudir a una oficina de Hacienda e inscribirnos como autónomos profesionales. Después, tenemos dos
opciones: contratar una mutua que nos cubra en caso de accidente laboral (esto significaría que en
caso de accidente laboral hay que acudir a la mutua, que será la que nos dará la baja; y en caso de
enfermedad común, hay que acudir a la seguridad social y serán ellos quienes nos den la baja), o no
contratar la mutua (que significaría que tanto si tenemos un accidente laboral como si se trata de una
enfermedad común, debemos acudir a la seguridad social y será donde nos den la baja). Cabe
remarcar, que los accidentes hacia el propio profesional en el mundo de la odontología son poco
frecuentes, así que recomiendo no contratar mutua al principio (ya que se trata de pagar más y con la
seguridad social estamos cubiertos).
Una vez decidido si queremos mutua o no, hay que ir a una oficina de la seguridad social a inscribirse
(presentándoles el contrato de la mutua en caso de haberlo contratado).
¿Todo esto en qué se resume? En pagar más, como siempre. Al inscribirnos como autónomos,
nosotros mismos decidimos cuánto cotizamos. Con la Orden ESS/184/2012 de 02.02 se establece que
la base mínima para menores de 47 años de edad es de 850,20€ y la base máxima de 3.262,50€ (es
decir, nosotros decidimos la cantidad que pagamos de entre estas dos). Pero no os alarméis aún, si
nosotros elegimos pagar la base mínima de 850,20€, de esta tenemos que pagar un porcentaje del
26,50%, lo que significan 225,303€ al mes.
Es muy importante que tengáis en cuenta que existen bonificaciones especiales, y que por ser
menores de 30 años existe una bonificación del 25% (vale la pena recordárselo a la persona que os
atienda porque sino quizá no os lo aplique). Por tanto, en lugar de 225,303€, tendremos que pagar el
25% menos: 168,98€ al mes. Para que os hagáis una idea general, pagar este dinero al mes servirá
para nuestra futura jubilación, bajas, etc.
Bien, ya estamos inscritos como autónomos, colegiados y con el seguro de responsabilidad civil
contratado. Ahora podemos trabajar dentro de la legalidad. Cabe remarcar, que trabajando como
autónomos no tendremos un contrato laboral con la clínica o empresa para la que trabajemos.
Y, como siempre, hay algo más. Tendremos que tener gran control de aquello que ingresamos y de
aquello que gastamos en relación a nuestra actividad laboral. Será necesario guardar todas las facturas
que nos emitan las clínicas en las que trabajemos (ingresos), y todas las facturas de material, gasolina,
móvil…(gastos) que se deriven directamente de la actividad de la odontología. Es decir, si utilizamos el
coche para ir a una clínica, las facturas de la gasolina hay que guardarlas, si utilizamos el móvil para
llamar a pacientes también o si nos compramos un pijama odontológico o una turbina.
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