Edición 34 - Revista literaria POLIGRAMAS - Universidad del Valle

Elizabeth Vejarano Soto
Sommers profundiza en esta relación entre literatura y política en su
texto Ficciones Fundacionales 3 , donde aclara que su objetivo es “Poner
al descubierto lo inextricable que es la relación que existe entre la
política y la ficción en la historia de la construcción de una nación…”
(Sommers: 22)
El maridaje entre literatura y nación, resultado del aporte de autores
de ficción que preparaban proyectos nacionales, favorecía esta
conquista interna del espíritu nacional, con base en la creación de un
imaginario patrio, fundamentado en la familia, el amor, y la producción.
La novela romántica es un escenario de arraigo de ese proyecto
de armonización nacional (Sommers: 23). En este escenario el cuerpo
de la mujer – madre- esposa, en el centro del gobierno del hogar, hacía
las veces de reguladora de las virtudes, los afectos, la apariencia y las
conductas de los hijos y del marido, junto a la economía de la casa.
Diseño de la interioridad femenina
En el imaginario de Nación que se desplegó en plena consolidación
de la República y en el juego de las relaciones económicas precapitalistas
a finales del siglo XIX, también fue pertinente imaginar
los cuerpos de las mujeres y de los hombres: cuerpos que realizaban
acciones y tareas diferentes y con ellas contribuían a la solidez de
aquellos proyectos de modernidad, para los cuales el cuerpo constituye
la entidad por excelencia para definir la condición humana. La
densidad semántica y simbólica de los cuerpos, se resuelve con una
lectura moral de los paulatinos hallazgos de los estudios anatómicos
del siglo XVIII, unidos a la fisiología, la higiene y, posteriormente, a
la medicina (Pedraza: 2008). Dichas lecturas arrojan el ordenamiento
retórico de la diferencia de mujeres y niños (calificados en el mismo
nivel de minoría de edad, incapacidad e incompetencia) que debía vigilarse,
con respecto a la normalidad antropológica, representada por
3 En resumen, uno de los argumentos de Sommers (2004), más relevantes para este estudio
apuntan a que la novela romántica afianza a los ciudadanos, en las creencias y valores nacionales,
la novela romántica también llena vacíos, pretende resolver conflictos. Por ello no podía
fortalecerse como género literario, sino después de las independencias, cuando se necesitaba
consolidar una identidad nacional.
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