un hombre Con - The Philadelphia Church of God

e Con
isión
ligrosa
una elección sorpresiva puso
a uno de línea dura en la
presidencia iraní. MahMud
ahMadIneyad quiere hacer
de Irán un modelo del poder
nacional islámico; tal como los
mulás [líderes religiosos] que
lo pusieron en el cargo.
obteniendo el 61,7 por ciento de los votos
comparado con el 35,9 por ciento para
Rafsanyani.
¿Qué pasó? El resultado dejó desconcertados
a los gobiernos en el mundo.
Parecía ser un cumplimiento de sus peores
pesadillas.
Desde la revolución de 1979 que hizo
al Islam la fuente suprema de su doctrina
política, el objetivo estratégico principal
de Irán ha sido dominar el Oriente Medio,
en particular al servir como modelo de
gobierno nacional islámico para los musulmanes
en todo el mundo.
reuters
a R t I C u l o d e l a P o R t a d a
Ahmadineyad, después de su victoria,
señaló su celo por esta meta. “Mi
misión”, dijo, “es hacer un modelo ejemplar
de una sociedad islámica moderna,
avanzada, poderosa”.
Esta elección es un momento definitivo
en el ascenso de Irán a la supremacía
regional. Coincide con lo que Trompeta
ha profetizado que ocurrirá y señala una
aceleración dramática en el cumplimiento
iraní de su papel crítico en los eventos
del tiempo del fin.
Vigile con atención a Irán. Está a
punto de cumplir sus ambiciones.
¿Quién es este hombre?
El nuevo presidente, de 49 años, tiene un
título máximo “PhD” en ingeniería de la
universidad más selecta de Irán, haciéndolo
el presidente mejor educado en la
historia moderna de Irán.
Ahmadineyad es un hijo de la Revolución
iraní. Como parte de una facción
ultra conservadora del grupo estudiantil
radical, Oficina para el Fortalecimiento
de la Unidad, él participó en la infame
toma de la Embajada de Estados Unidos
en Teherán en 1979. Luego consiguió un
trabajo como un interrogador en la Prisión
Evin de Teherán, conocida por su
trato brutal a prisioneros políticos.
Durante la guerra Irán-Irak de 1980
a 1988, él llegó a ser comandante en el
Cuerpo de Guardia Revolucionaria islámico
(responsable de los programas de
misiles y armas nucleares de Irán) dentro
del brazo de inteligencia y sabotaje
llamado “Fuerza de Jerusalén”, el cual
maneja ataques terroristas y asesinatos.
Por su obra de perseguir a los disidentes
iraníes en el extranjero, él ha sido
identificado por fuentes de inteligencia
occidentales como el presunto autor intelectual
en el asesinato
de disidentes kurdos en
Austria y Alemania.
Ahmadineyad trabajó
en la milicia patrocinada
por el estado como
basiyi, los que disciplinan a los civiles
por violar códigos islámicos de conducta
y vestimenta. Él también ayudó
organizar Ánsar-i-Hezbolá, un grupo
paramilitar semioficial que cumple una
función similar. Cuando él fue nombrado
alcalde de Teherán en 2003, organizó
grupos similares de implementación
para patrullar la ciudad capital.
Por todos descrito como alguien profundamente
religioso y que tiene una
conducta que nos hace recordar los tempranos
días estrictos de la revolución,
tRoMPeta de fIladelfIa OCTUBRE 2005
Ahmadineyad inicia sus conferencias
de prensa con recitaciones y lecturas del
Corán. Un reportero del New York Times
hizo estas observaciones en un escrito
del 27 de junio: “Ahmadineyad no parece
demasiado preocupado por lo que
cualquiera fuera de Irán esté pensando
de él. Él habla con orgullo nacionalista,
y con determinación por conseguir que
Irán sea tratado como un igual, no como
un partido de segunda clase en la mesa
de negociaciones. En las ruedas de prensa,
el nuevo presidente se muestra como
un político experimentado …”
Por supuesto, en la república teocrática
de Irán, el poder real no descansa
en los funcionarios elegidos, sino en
los líderes religiosos. Bajo la ley iraní, el
ayatolá (ahora Jamenei, sucesor del Ayatolá
Jomeini que dirigió la revolución de
1979) puede predominar sobre un Presidente
en cualquier acción que el ayatolá
desee, y el Concilio Guardián clerical de
12 miembros puede desechar cualquier
decisión del parlamento elegido. Los
líderes islámicos dirigen la corte revolucionaria,
el Departamento de Justicia de
Teherán y la corte especial para el clero.
Ahmadineyad se acomoda bien con
esto. Comparado con los presidentes pasados
de Irán, él tiene un nivel singular
de unidad ideológica con los clérigos. En
su discurso de victoria, él exaltó mucho
la estructura gubernamental que lo hace
a él, y a todos los funcionarios elegidos,
responsables ante los gobernantes religiosos.
“La democracia religiosa es el único
camino hacia la prosperidad humana, y
es el tipo más avanzado de gobierno que
los humanos puedan tener”, dijo.
Después de ser elegido, Ahmadineyad
reafirmó su solidaridad con los
ideales religiosos de la revolución de
esta elección representa un
momento definitivo en el ascenso
de Irán a la supremacía regional.
1979 diciendo: “Nosotros no tuvimos
una revolución para tener democracia”.
En una de sus primeras acciones como
presidente electo, él presentó sus respetos
en la tumba de Jomeini.
Detrás, pues, están los días de tensión
y lucha entre las ramas, secular y
religiosa, del poder iraní. La victoria de
Ahmadineyad acabó convincentemente
el coqueteo de Irán con un gobierno
ligeramente más suave, más secular,
representado por el Presidente Mohamad
Jatamí. El Ayatolá Jamenei puede
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