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<strong>Medalla</strong> <strong>de</strong> <strong>OrO</strong><br />
<strong>de</strong> la aca<strong>de</strong>Mia <strong>de</strong> las artes y las ciencias cineMatOgráficas <strong>de</strong> españa<br />
Alcaine<br />
José Luis<br />
Martes 4 <strong>de</strong> octubre | 21:00 horas | Museo Nacional Centro <strong>de</strong> Arte Reina Sofía - Madrid
iO<br />
infancia su pasión por las imágenes, el futuro operador comienza a trabajar a los catorce años en<br />
un laboratorio <strong>de</strong> revelado. Consigue montar <strong>de</strong>spués su propio laboratorio mientras en Tánger se<br />
respira un ambiente cosmopolita y abierto a la cultura, que va formando su personalidad en contacto<br />
con todo tipo <strong>de</strong> películas.<br />
alcaine llega a españa en 1962 para ingresar en la Escuela<br />
Oficial <strong>de</strong> <strong>Cine</strong>matografía y empieza a pagarse sus estudios haciendo <strong>de</strong> foto-fija en películas como<br />
Nueve cartas a Berta, en cuyo montaje se utilizan las fotografías hechas por él en compañía <strong>de</strong> José Luis<br />
García Sánchez. Diplomado en 1966, al mismo tiempo que ilumina su primer corto, Nueve tierras, y<br />
realiza también sus primeros trabajos para TVE, <strong>de</strong>buta un año <strong>de</strong>spués como director <strong>de</strong> fotografía<br />
con Javier y los invasores <strong>de</strong>l espacio (Wilhelm Ziener, 1967).<br />
a partir <strong>de</strong> su tercer título (El hueso, Antonio<br />
Giménez-Rico, 1967), la filmografía <strong>de</strong> Alcaine se <strong>de</strong>sarrolla en color y con él va forjando su<br />
particular estilo, en busca siempre <strong>de</strong> una imagen que haga cuerpo con la historia <strong>de</strong> forma sigilosa<br />
y armónica, que acierte a <strong>de</strong>finir planos lumínicos y graduaciones <strong>de</strong> penumbra sin violentar la<br />
verosimilitud y sin hacerse notar, pero enriqueciendo el relato a costa <strong>de</strong> recortar los contornos y <strong>de</strong><br />
construir una homogeneidad visual.<br />
con estos criterios, su luz perfila las ficciones <strong>de</strong> Francisco<br />
Betriú (Corazón solitario, 1972), Jaime Chávarri (Los viajes escolares, 1974), Juan Antonio Bar<strong>de</strong>m (El puente,<br />
1976), Alfonso Ungría (Soldados, 1978), o Jaime Camino (La campanada, 1979) hasta que, a comienzos<br />
<strong>de</strong> los años ochenta, inicia el <strong>de</strong>spegue que lo lleva a convertirse en la figura más prestigiosa <strong>de</strong> su<br />
campo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> nuestra industria cinematográfica. Previamente, había trabajado ya con Vicente<br />
Aranda (Cambio <strong>de</strong> sexo, 1977, aunque Néstor Almendros fue el responsable mayoritario <strong>de</strong> aquella iluminación),<br />
y con él mantiene a partir <strong>de</strong> entonces una fructífera colaboración con títulos como La<br />
muchacha <strong>de</strong> las bragas <strong>de</strong> oro (1979); El Lute, camina o revienta (1987); El Lute II, mañana seré libre (1987); Amantes<br />
(1990); Intruso (1993); La pasión turca (1994) y Libertarias (1995). Pero su contribución <strong>de</strong>cisiva a las imá-<br />
filMo Hijo <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los fundadores <strong>de</strong>l cine-club <strong>de</strong> tánger, don<strong>de</strong> Alcaine cultiva <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />
foto cubierta: jesús ugal<strong>de</strong>
genes <strong>de</strong> El Sur (Víctor Erice, 1982) es la que marca una <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s cimas <strong>de</strong> su arte. La intensa<br />
lucha entre la luz y las sombras que impregna y da sentido a aquel inolvidable poema visual, más<br />
cercano a Vermeer que a Zurbarán, con menor aspereza y textura, pero con mayor <strong>de</strong>nsidad en los<br />
colores que la exhibida por Luis Cuadrado en El espíritu <strong>de</strong> la colmena (Víctor Erice, 1973), sienta una<br />
maestría confirmada <strong>de</strong>spués en obras como Tasio (Montxo Armendáriz, 1984), Los paraísos perdidos<br />
(Basilio Martín Patino, 1985), Mambrú se fue a la guerra (Fernando Fernán-Gómez, 1985) o La mitad <strong>de</strong>l cielo<br />
(Manuel Gutiérrez Aragón, 1986).<br />
situado ya en la cúspi<strong>de</strong> profesional, Alcaine recibe el<br />
Premio Nacional <strong>de</strong> <strong>Cine</strong>matografía en 1989 y es reclamado por Pedro Almodóvar para filmar Mujeres<br />
al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> un ataque <strong>de</strong> nervios (1987) y ¡Átame! (1989). Sus imágenes <strong>de</strong> luz suave y contrastes fuertes enriquecen<br />
los trabajos <strong>de</strong> Fernando Trueba (El sueño <strong>de</strong>l mono loco, 1988 y Belle Époque, 1992) y <strong>de</strong> Pilar Miró<br />
(El pájaro <strong>de</strong> la felicidad, 1993), en tres películas que le proporcionan otros tantos Premios Goya a la mejor<br />
fotografía <strong>de</strong> esos años. Directores como José Luis García Sánchez (La corte <strong>de</strong> Faraón, 1985; Tranvía a<br />
la Malvarrosa, 1996), Carlos Saura (¡Ay, Carmela!, 1989; Sevillanas, 1991) o Bigas Luna (Jamón, jamón, 1992;<br />
Huevos <strong>de</strong> oro, 1993; La teta y la luna, 1994) se han nutrido también <strong>de</strong>l combate permanente <strong>de</strong> Alcaine<br />
por doblegar la luz y por apropiarse <strong>de</strong> cada película sin <strong>de</strong>spegarse <strong>de</strong> su historia y sin veleida<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> lucimiento personal. Pero no hay que olvidar tampoco sus trabajos con Pedro Olea, para el que<br />
iluminó Akelarre (1984) y Más allá <strong>de</strong>l jardín (1996).<br />
en años posteriores, otras dos cintas le proporcionan<br />
sendos premios Goya: El caballero Don Quijote (Manuel Gutiérrez Aragón, 2002) y Las trece rosas<br />
(Emilio Martínez Lázaro, 2007).<br />
su última obra le ha llevado <strong>de</strong> nuevo a trabajar bajo la batuta<br />
<strong>de</strong> Pedro Almodóvar con La piel que habito (2011), por la que obtuvo el Premio Vulcain en la última<br />
edición <strong>de</strong>l Festival <strong>de</strong> Cannes, tras otros trabajos con el director manchego como La mala educación<br />
(2004) y Volver (2006).<br />
Biografía editada a partir <strong>de</strong> la voz escrita en el Diccionario <strong>de</strong>l <strong>Cine</strong> Español por Carlos F. Here<strong>de</strong>ro
viCeNTe ARANdA<br />
Lamento tener que hablar <strong>de</strong> Néstor Almendros para escribir unas líneas que tienen como<br />
protagonista a José Luis Alcaine, pero lo cierto es que sin el primero yo nunca hubiese<br />
conocido al segundo y, muy probablemente, no hubiese sido capaz <strong>de</strong> calibrar la enorme<br />
capacidad artística <strong>de</strong> Alcaine, ni las ventajas, no sólo estéticas, que me podía ofrecer.<br />
Como es sabido, Alcaine nunca trabaja como operador <strong>de</strong> cámara, sino exclusivamente,<br />
como creador <strong>de</strong> luz. Esto es, sin duda, un grave inconveniente para él en una época en<br />
que la economía <strong>de</strong> las películas españolas pasa por momentos muy graves y tensos.<br />
Sin embargo, es una ventaja consi<strong>de</strong>rable para el director, quien, gracias a esta<br />
circunstancia pasa a tener en la película que intenta rodar, dos ayudantes más: el operador<br />
<strong>de</strong> cámara y el operador <strong>de</strong> luz.<br />
en concreto, contar con Alcaine para tenerlo al lado<br />
durante el rodaje, es un regalo inapreciable para el director, pues José Luis no solamente<br />
tiene la capacidad objetiva necesaria para <strong>de</strong>terminar qué tipo <strong>de</strong> fotografía conviene a la<br />
película que se está rodando, sino que a la vez es capaz <strong>de</strong> asumir todo el subjetivismo <strong>de</strong>l<br />
tema llegando a convertirse en un asesor valiosísimo, siempre que el director lo permita.<br />
MARibel veRdÚ<br />
Un genio. Jose Luis Alcaine no es solo un director <strong>de</strong> fotografía: es un creador, un<br />
artífice, un erudito <strong>de</strong> la luz. Y como alguien sensible e inteligente, sabe escuchar y crear<br />
complicidad con quien tiene enfrente y transmitir su sabiduría con suma discreción. Sin<br />
hacerse notar. Y ahí queda su trabajo, para que disfrutemos <strong>de</strong> sus postales aún cuando la<br />
realidad se muestre dura y triste.<br />
Tuve la suerte <strong>de</strong> trabajar, disfrutar y compartir<br />
con él mil vivencias en Belle Époque, Huevos <strong>de</strong> Oro y Amantes, y solo espero que pronto llegue<br />
la próxima. Gracias amigo por darnos tanto.
Amantes, con vicente Aranda y Maribel verdú.
filMo<br />
pedRo AlModóvAR<br />
el lenguaje <strong>de</strong> la luz es hermético para los que no somos técnicos, y tan<br />
susceptible <strong>de</strong> mezclas y matices que si el director <strong>de</strong> fotografía no posee buen carácter,<br />
intuición, instinto y humildad para reconocer que su trabajo está en función <strong>de</strong> la<br />
película, sería imposible su entendimiento con el director.<br />
He compartido con<br />
José Luis Alcaine cuatro películas que, perdonad mi inmo<strong>de</strong>stia, consi<strong>de</strong>ro clave en<br />
mi trayectoria. José Luis es un maestro <strong>de</strong> la luz <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace décadas. La experiencia,<br />
en todos los aspectos <strong>de</strong> la vida, felices y dolorosos, personales y profesionales, le han<br />
convertido en un director <strong>de</strong> fotografía al que solo tengo que <strong>de</strong>cirle lo que no quiero para<br />
que me entienda. El resto, que es TODO, lo adivina a base <strong>de</strong> sabiduría personal, una<br />
maravillosa disposición para el trabajo y su enorme cultura.<br />
Soy el primero, incluso<br />
por or<strong>de</strong>n alfabético, en aplaudir a José Luis con motivo <strong>de</strong> esta merecidísima medalla.<br />
LARGOMETRAJES<br />
Javier y los invasores <strong>de</strong>l espacio (Wilhelm Ziener, 1967)<br />
El hueso (Antonio Giménez Rico, 1967)<br />
Tinto con amor (Francisco Montolío, 1968)<br />
Las gatas tienen frío (Carlos Serrano, 1969)<br />
El cronicón (Antonio Giménez Rico, 1969)<br />
Me enveneno <strong>de</strong> azules (Francisco Regueiro, 1970)<br />
El niño es nuestro (Manuel Summers, 1972)<br />
Corazón solitario (Francesco Betriú, 1972)<br />
Vera, un cuento cruel (Josefina Molina, 1973)<br />
La enca<strong>de</strong>nada (Manuel Mur Oti, 1974)<br />
Yo la ví primero (Fernando Fernán Gómez, 1974)<br />
¿...Y el prójimo? (Ángel <strong>de</strong>l Pozo, 1974)<br />
Los viajes escolares (Jaime Chávarri, 1974)<br />
¿Quién pue<strong>de</strong> matar a un niño? (Narciso Ibáñez-Serrador, 1975)<br />
¡Ya soy mujer! (Manuel Summers, 1975)<br />
El juego <strong>de</strong>l diablo (Jorge M. Darnell, 1975)<br />
Pepita Jiménez (Rafael Moreno Alba, 1975)<br />
País, S.A. (Antonio ‘Forges’ Fraguas, 1975)<br />
Obsesión/Fascinación (Francisco Lara Polop, 1975)<br />
Sensualidad (Germán Lorente, 1975)<br />
El puente (Juan Antonio Bar<strong>de</strong>m, 1976)<br />
Las cuatro novias <strong>de</strong> Augusto Pérez (José Jara, 1976)<br />
Retrato <strong>de</strong> familia (Antonio Giménez Rico, 1976)<br />
Adiós Alicia (Liko Pérez & Santiago San Miguel, 1976)<br />
Cambio <strong>de</strong> sexo (Vicente Aranda, 1977)
Volver, con Carmen Maura, lola dueñas, penélope Cruz y Yohana Cobo.
filMo<br />
CARloS SAURA<br />
He tenido la fortuna <strong>de</strong> trabajar con gran<strong>de</strong>s iluminadores <strong>de</strong> cine, aquí los llamamos<br />
“directores <strong>de</strong> fotografía”: Luis Cuadrado, Teo Escamilla, López Linares, Aguirresarobe, el<br />
maestro Vittorio Storaro y José Luis Alcaine. Alcaine es hombre culto y bien pertrechado<br />
en el oficio que tan bien conoce y uno <strong>de</strong> esos magos que controlan las luces y las sombras,<br />
los colores y los medios tonos <strong>de</strong> la fotografía en movimiento, y lo digo con conocimiento<br />
<strong>de</strong> causa por mi amor y <strong>de</strong>dicación a la fotografía. Trabajamos juntos en dos oportunida<strong>de</strong>s<br />
y en películas tan creativas para el tratamiento <strong>de</strong> la luz como el musical Sevillanas y Ay,<br />
Carmela, y allí están los resultados.<br />
He vivido el crecimiento <strong>de</strong> José Luis <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
su aterrizaje en Madrid proveniente <strong>de</strong> Tánger, patrocinado por nuestro querido amigo<br />
Emilio Sanz <strong>de</strong> Soto, que tan generosamente nos dio su <strong>de</strong>sinteresada amistad y su<br />
generoso apoyo. Siendo José Luis tangerino, llegó a Madrid con suficientes conocimientos<br />
fotográficos como para hacerse un hueco en el mundo <strong>de</strong>l cine. A lo largo <strong>de</strong> los años ha ido<br />
<strong>de</strong>jando su sabiduría y sensibilidad en innumerables películas, y por eso esta recompensa<br />
que la Aca<strong>de</strong>mia le conce<strong>de</strong> no hace otra cosa que reconocer su talento.<br />
Dios bendiga cada rincón <strong>de</strong> esta casa (José María González<br />
Castrillo, 1977)<br />
Vámonos, Bárbara (Cecilia M. Bartolomé, 1977)<br />
Gulliver (Alfonso Ungría, 1977)<br />
María, la santa (Roberto Fandiño, 1977)<br />
Marián (Luis Cortés, 1977)<br />
Así como eres (Alberto Lattuada, 1977)<br />
Soldados (Alfonso Ungría, 1978)<br />
Oro rojo (Alberto Vázquez Figueroa, 1978)<br />
De Dunkerque a la victoria (Hank Milestone & Umberto Lenzi,<br />
1978)<br />
La campanada (Jaime Camino, 1979)<br />
La muchacha <strong>de</strong> las bragas <strong>de</strong> oro (Vicente Aranda, 1979)<br />
La triple muerte <strong>de</strong>l tercer personaje (Helvio Soto, 1979)<br />
Asesinato en el Comité Central (Vicente Aranda, 1981)<br />
Fórmula (Miguel Hermoso Torres, 1981)<br />
La próxima estación (Antonio Mercero, 1981)<br />
Por favor, ocúpate <strong>de</strong> Amelia (Flavio Mogherini, 1982)
SANTiAGo TAbeRNeRo<br />
“DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA CON 45 AÑOS DE EXPERIENCIA, 5 GOYAS Y PARTE DE UN<br />
OSCAR, CAMBIA MEDALLA DE ORO DE LA ACADEMIA POR OFERTA DE TRABAJO”<br />
para más <strong>de</strong>sconcierto, el texto llevaría la firma <strong>de</strong>l maestro José Luís Alcaine, quien<br />
siguiendo la guasa <strong>de</strong> Bette Davis y su célebre anuncio por palabras, habría elegido las páginas<br />
<strong>de</strong> Variety para llamar la atención sobre el agridulce sentimiento <strong>de</strong> acumular distinciones<br />
y estar <strong>de</strong> brazos cruzados. Extremo harto improbable en el caso <strong>de</strong> Alcaine, pues con su<br />
proverbial hiperactividad siempre se las ha ingeniado para mantenerse ocupado, ya sea<br />
dignificando la ficción televisiva española o proyectando sugestivas luces <strong>de</strong> cinematógrafo<br />
sobre el “Guernica” <strong>de</strong> Picasso.<br />
Resulta inquietante pese a todo, que quien sin duda<br />
es uno <strong>de</strong> los mejores directores <strong>de</strong> fotografía <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l cine español, con más <strong>de</strong><br />
120 largometrajes en su haber, entre los que abundan clásicos mo<strong>de</strong>rnos y no faltan obras<br />
maestras, apenas haya conseguido rodar una película en los últimos cuatro años, La piel<br />
que habito, con la que el pasado Festival <strong>de</strong> Cannes quiso reconocer su valiosa aportación al<br />
imaginario <strong>de</strong>l cine <strong>de</strong> Almodóvar.<br />
Algo tendrá que ver la maldita crisis, que ha convertido<br />
hacer cine en España, más que nunca, en un auténtico milagro, también para José<br />
Luis Alcaine. Lo que más <strong>de</strong>scorazona es comprobar, al paso <strong>de</strong> la lupa por su filmografía,<br />
hasta qué punto las nuevas generaciones <strong>de</strong> directores surgidas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el famoso relevo <strong>de</strong><br />
los noventa, han olvidado su magisterio y me temo que, por extensión, el <strong>de</strong> tantos otros<br />
técnicos altamente cualificados cuyo <strong>de</strong>lito es tener más <strong>de</strong> treinta años.<br />
bienvenidos<br />
sean pues los homenajes al maestro Alcaine, en este 2011 pródigo en reconocimientos a<br />
su genio y bonhomía que, tras Málaga y Cannes, culmina con esta <strong>Medalla</strong> <strong>de</strong> Oro <strong>de</strong> la<br />
Aca<strong>de</strong>mia que prestigia <strong>de</strong> paso a quien la da y, a la espera <strong>de</strong> tiempos mejores, abrillanta el<br />
oficio <strong>de</strong> cineasta.
filMo<br />
feRNANdo ColoMo<br />
la primera vez que trabajé con José luis fue en El caballero <strong>de</strong>l dragón (1985). Aportó<br />
al proyecto conceptos fundamentales, sugirió rodar <strong>de</strong> día lo que era noche –los exteriores<br />
<strong>de</strong>l castillo– y <strong>de</strong> noche lo que era día –el exterior <strong>de</strong> la nave extraterrestre–. En el primer<br />
caso hizo “noche americana” y eso simplificó enormemente la producción. En el segundo,<br />
consiguió más magia y, sobre todo, que el <strong>de</strong>corado no “cantase”.<br />
pasaron solamente<br />
quince años hasta nuestro segundo encuentro: Al Sur <strong>de</strong> Granada (2001). José Luis ya no sólo<br />
era un maestro, también era un sabio. Utilizó unos objetivos <strong>de</strong> los años sesenta con el fin<br />
<strong>de</strong> conseguir una imagen diferente, que evocara las fotografías <strong>de</strong> principio <strong>de</strong> siglo. Recreó<br />
en el interior <strong>de</strong> la casa, rodada en estudio, las distintas horas <strong>de</strong>l día, <strong>de</strong> forma que<br />
no había ninguna secuencia que repitiera iluminación. Planificamos los exteriores para<br />
rodar cada plano a la hora a<strong>de</strong>cuada. Arriesgó muchísimo en algunas secuencias (solo contraluz,<br />
sin relleno) y siempre con la rapi<strong>de</strong>z que convenía al plan <strong>de</strong> trabajo. Aportó claras<br />
i<strong>de</strong>as para la puesta en escena que, en algún caso – la “confesión” <strong>de</strong> Angela Molina a An-<br />
tonio Resines – hicieron que la secuencia tuviera un giro total, sorpren<strong>de</strong>nte y divertido.<br />
en Rivales (2007) utilizó técnicas <strong>de</strong> Green Back para fondos <strong>de</strong> los vehículos con<br />
excelentes resultados; y me propuso continuamente i<strong>de</strong>as visuales, excitantes y divertidas<br />
para la puesta en escena.<br />
José luis es ya historia <strong>de</strong>l cine, pero su genial teoría sobre la<br />
inspiración <strong>de</strong>l “Guernica” <strong>de</strong> Picasso le hará aparecer también en la historia <strong>de</strong> la pintura.<br />
Y hablando <strong>de</strong> Picasso, en unos días empezamos juntos La banda Picasso. Continuará.<br />
Bésame, tonta (Fernando González <strong>de</strong> Canales, 1982)<br />
El sur (Víctor Erice, 1982)<br />
Demonios en el jardín (Manuel Gutiérrez Aragón, 1982)<br />
El caso Almería (Pedro Costa, 1983)<br />
Akelarre (Pedro Olea, 1984)<br />
Tasio (Montxo Armendáriz, 1984)<br />
La reina <strong>de</strong>l mate (Fermín Cabal, 1984)<br />
Esos locos cuatreros (Hugh Wilson, 1984)<br />
El viaje a ninguna parte (Fernando Fernán Gómez, 1985)<br />
La corte <strong>de</strong> Faraón (José Luis García Sánchez, 1985)<br />
Los paraísos perdidos (Basilio Martín Patino, 1985)<br />
El caballero <strong>de</strong>l dragón (Fernando Colomo, 1985)<br />
Mambrú se fue a la guerra (Fernando Fernán Gómez, 1985)<br />
La mitad <strong>de</strong>l cielo (Manuel Gutiérrez Aragón, 1986)<br />
Hay que <strong>de</strong>shacer la casa (José Luis García Sánchez, 1986)<br />
El Lute: camina o revienta (Vicente Aranda, 1987)
Con fernando Colomo en una espera <strong>de</strong>l rodaje <strong>de</strong> El caballero <strong>de</strong>l dragón.
NAdiA <strong>de</strong> SANTiAGo<br />
Querido José luis: Tu profesionalidad, indiscutible, va más allá <strong>de</strong> todo arte. Tú haces<br />
<strong>de</strong> la luz magia, don<strong>de</strong> a veces es muy dificil encontrarla, llenando <strong>de</strong> ilusión, color y vida<br />
todas tus películas.<br />
particularmente, tengo mucho que agra<strong>de</strong>certe. Tu manera <strong>de</strong> ser,<br />
<strong>de</strong> transmitirme paz, tranquilidad y amor en todos los sentidos me ha hecho mejor persona<br />
y mejor actriz. Nunca hubiera sido lo mismo sin tu humildad, templanza, consejos y<br />
sin tu sonrisa permanente. Tan solo me queda darte las gracias y <strong>de</strong>cirte que te llevo en mi<br />
corazón.<br />
RAY loRiGA<br />
Con José luis Alcaine aprendí a mirar. He tenido la enorme fortuna <strong>de</strong> trabajar con<br />
él en dos películas y la suerte aún mayor <strong>de</strong> ser su amigo. No quedan en el mundo muchos<br />
<strong>de</strong> su rango. Está a la altura <strong>de</strong> Almendros, o Nykvist, por buscar dos gran<strong>de</strong>s directores <strong>de</strong><br />
fotografía que comparten, pienso, una ética similar. Alcaine convierte una obsesión, la luz,<br />
en un placer y al mismo tiempo en una <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> principios. La tremenda honestidad<br />
con la que trabaja confiere a sus imágenes una pureza que las diferencia <strong>de</strong> la banalidad o el<br />
mero preciosismo <strong>de</strong> tantas otras. A pesar <strong>de</strong> ser capaz, como bien ha <strong>de</strong>mostrado a lo largo<br />
<strong>de</strong> su dilatada carrera, <strong>de</strong> fundirse con la mirada <strong>de</strong> su director y con las razones <strong>de</strong>l guión<br />
sobre el que trabaja, hay algo propio en cada una <strong>de</strong> sus fotografías, algo que Alcaine sabe<br />
que no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir: su respeto por la luz real, y por el tiempo que <strong>de</strong>limita.<br />
Trabajando a su lado fui consciente <strong>de</strong> que siempre hay una razón <strong>de</strong>trás<br />
<strong>de</strong> cada imagen. Las dos películas en las que colaboramos juntos, La pistola <strong>de</strong> mi hermano<br />
y Teresa,el cuerpo <strong>de</strong> Cristo, no podrían ser más alejadas respecto a su tratamiento visual y<br />
en ambas la <strong>de</strong>licada labor <strong>de</strong> Alcaine elevó el resultado final más allá <strong>de</strong> lo que hubiera<br />
podido imaginar.<br />
por eso y por el placer <strong>de</strong> su amistad, mi admiración y agra<strong>de</strong>cimiento<br />
hacia él son eternos.
Roma, con Juan diego botto y Susú pecoraro.
filMo<br />
JoRGe SANz<br />
Jose luis Alcaine es un maestro. Tengo la inmensa suerte <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>cir que es uno<br />
<strong>de</strong> mis maestros. Me enseñó a valorar la luz en el cine, y la oscuridad también. En nuestro<br />
primer trabajo juntos hace 26 años iluminó una cueva don<strong>de</strong> vivía Fernando Fernan Gómez<br />
sólo con carburos <strong>de</strong> los usados en las minas. Los contrastes eran brutales y teníamos que<br />
esperar continuamente a que la gota <strong>de</strong> agua que caía sobre el mineral liberara la cantidad<br />
exacta <strong>de</strong> gas que nos proporcionara la luz que él quería.<br />
Se tomaba su tiempo pero el<br />
resultado era único. Había magia y había que aprovechar el instante. Ese tío era un artesano.<br />
Me fijé en él, pasaban los años y yo trataba <strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> sus maneras siempre<br />
elegantes, su trato cordial con todo el equipo, <strong>de</strong>l primero al último. Nunca le ví per<strong>de</strong>r los<br />
papeles, no le hacía falta; cuando hay un sabio en el equipo... todo el mundo le escucha y<br />
todo el mundo le respeta.<br />
eso me queda <strong>de</strong> Jose Luis, un profundo respeto a su saber<br />
hacer, a su excelencia. Pero también aprendí otra cosa muy importante: ¡A echar siestas<br />
en los rodajes! “Es fundamental Jorge, pero hay que sacrificar la comida”.<br />
El Lute II: mañana seré libre (Vicente Aranda, 1987)<br />
Jarrapellejos (Antonio Giménez Rico, 1987)<br />
Mujeres al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> un ataque <strong>de</strong> nervios (Pedro Almodóvar, 1987)<br />
Malaventura (Manuel Gutiérrez Aragón, 1988)<br />
El sueño <strong>de</strong>l mono loco(Fernando Trueba, 1988)<br />
El mar y el tiempo (Fernando Fernán Gómez, 1989)<br />
¡Átame! (Pedro Almodóvar, 1989)<br />
¡Ay, Carmela! (Carlos Saura, 1989)<br />
Solo o en compañía <strong>de</strong> otros (Santiago San Miguel, 1990)<br />
Barbablú, Barbablú (Fabio Carpi, 1990)<br />
Dancing Machine (Gilles Béhat, 1990)<br />
Amantes (Vicente Aranda, 1990)<br />
Hay que zurrar a los pobres (Santiago San Miguel, 1991)<br />
Sevillanas (Carlos Saura, 1991)<br />
Jamón, jamón (Bigas Luna, 1992)<br />
Semana Santa (Manuel Gutiérrez Aragón, 1992)<br />
Belle Époque (Fernando Trueba, 1992)<br />
El pájaro <strong>de</strong> la felicidad (Pilar Miró, 1993)<br />
Intruso (Vicente Aranda, 1993)<br />
Huevos <strong>de</strong> oro (Bigas Luna, 1993)<br />
La teta y la luna (Bigas Luna, 1994)<br />
La pasión turca (Vicente Aranda, 1994)<br />
Dile a Laura que la quiero (José Miguel Juárez, 1994)<br />
Two Much (Fernando Trueba, 1995)<br />
Libertarias (Vicente Aranda, 1995)<br />
En brazos <strong>de</strong> la mujer madura (Manuel Lombar<strong>de</strong>ro, 1995)<br />
Tranvía a la Malvarrosa (José Luis García Sánchez, 1996)<br />
Más allá <strong>de</strong>l jardín (Pedro Olea, 1996)
El viaje a ninguna parte, con fernando fernán Gómez.
filMo<br />
JoSé lUiS GARCíA SáNCHez<br />
Hace quince o veinte años escribí esta misma estampa: Recorríamos<br />
Salamanca Alcaine y yo en busca <strong>de</strong> imágenes. Un día encontramos lo que a mí me parecía un<br />
buen tema: frente a la Catedral Vieja varios monaguillos jugaban al balón. Llevaban bonete<br />
y beca. El pelo rapadito. Asomaban las vueltas <strong>de</strong> unos pantalones anchos por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> las<br />
sotanas. Luz <strong>de</strong> atar<strong>de</strong>cer invernal sobre las piedras doradas. La escena parecía estupenda,<br />
casi casi <strong>de</strong> “Triunfo” (la represión medieval + el fútbol = España/1964, españolito que vienes<br />
al mundo...).<br />
pero Alcaine me objetó, didáctico: “la luz <strong>de</strong>sdice la imagen, la ablanda;<br />
es <strong>de</strong>masiado hermosa y atraería la atención sobre la catedral. Lo que <strong>de</strong>be tener luminosidad<br />
es el balón”.<br />
Tenía razón. Alcaine tiene siempre razón, hasta cuando se equivoca.<br />
Porque es un místico.<br />
por cierto, que a ver si <strong>de</strong>jáis <strong>de</strong> darle homenajes y le dáis más películas.<br />
La pistola <strong>de</strong> mi hermano (Ray Loriga, 1996)<br />
Don Juan (Jacques Weber, 1997)<br />
Buscando a Eva (Hugh Wilson, 1998)<br />
Il mio West (Giovanni Veronesi, 1998)<br />
L’amante perduto (Roberto Faenza, 1998)<br />
Celos (Vicente Aranda, 1999)<br />
António, um rapaz <strong>de</strong> Lisboa (Jorge Silva Melo, 1999)<br />
Sé quién eres (Patricia Ferreira, 1999)<br />
Pasos <strong>de</strong> baile (John Malkovich, 2000)<br />
Son <strong>de</strong> mar (Bigas Luna, 2000)<br />
Chica <strong>de</strong> Río (Christopher Monger, 2001)<br />
La vida <strong>de</strong> nadie (Eduard Cortés, 2001)<br />
Al sur <strong>de</strong> Granada (Fernando Colomo, 2001)<br />
El caballero Don Quijote (Manuel Gutiérrez Aragón, 2002)<br />
La puta y la ballena (Luis Puenzo, 2003)<br />
Roma (Adolfo Aristaráin, 2003)<br />
La mala educación (Pedro Almodóvar, 2004)<br />
Otros días vendrán (Eduard Cortés, 2004)<br />
La vida perra <strong>de</strong> Juanita Narboni (Farida Amor Benlyazid, 2004)<br />
Vida y color (Santiago Tabernero, 2004)<br />
Tirante el Blanco (Vicente Aranda, 2005)<br />
Teresa, el cuerpo <strong>de</strong> Cristo (Ray Loriga, 2005)<br />
Volver (Pedro Almodóvar, 2006)<br />
Tuya siempre (Manuel Lombar<strong>de</strong>ro, 2006)<br />
Las trece rosas (Emilio Martínez-Lázaro, 2007)<br />
Canciones <strong>de</strong> amor en Lolita’s Club (Vicente Aranda, 2007)
La Corte <strong>de</strong> Faraón, con Ana belén y Antonio ban<strong>de</strong>ras.
filMo<br />
biGAS lUNA<br />
José luis<br />
Ojo mágico<br />
iluminador iluminado<br />
bajo tu mirada todo es siempre mejor<br />
eres un auténtico mago <strong>de</strong> la luz. Gracias.<br />
CoNCHA velASCo<br />
Cuando pedro olea me eligió para hacer Más allá <strong>de</strong>l jardín en contra <strong>de</strong> la<br />
opinión <strong>de</strong> Antonio Gala, autor <strong>de</strong> la novela en la que se basaba la película, y con la ayuda<br />
<strong>de</strong> Andrés Vicente Gómez, productor, lo que me tranquilizó es que la fotografía iba a ser<br />
<strong>de</strong> José Luis Alcaine. Me sometió a unas pruebas fotográficas exhaustivas y enseguida me<br />
di cuenta <strong>de</strong> que me amaba. Porque yo soy <strong>de</strong> la opinión <strong>de</strong> que no somos los actores los<br />
que enamoramos a la cámara, sino que la cámara, a través <strong>de</strong>l director <strong>de</strong> fotografía, se<br />
enamora <strong>de</strong> nosotros, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> mí.<br />
No sólo estaba guapa, sino que a través <strong>de</strong><br />
los ojos y gracias a la ayuda <strong>de</strong> Alcaine se podía ver mi alma, es <strong>de</strong>cir, la <strong>de</strong>l personaje,<br />
Palmira Ga<strong>de</strong>a. Yo, como mujer coqueta, coqueteaba con él (yo coqueteo con mi sombra),<br />
pero nada, ¡sólo me retrataba!.<br />
Mi mejor anécdota: Giancarlo Gianini, con el que<br />
también coqueteé, me dijo un día mirándome a los ojos: “¡Oh, qué bella luce!”. Yo pensé<br />
que me iba a invitar a cenar, pero lo que le enamoró <strong>de</strong> mí fue la luz <strong>de</strong> Alcaine.<br />
Mi vida en ruinas (Donald Petrie, 2007)<br />
Rivales (Fernando Colomo, 2007)<br />
La piel que habito (Pedro Almodóvar, 2011)<br />
CORTOS Y DOCUMENTALES<br />
Anabel (Pedro Olea, 1964)<br />
Día <strong>de</strong> justicia (Santiago San Miguel, 1964)<br />
Su dulce compañía (Luis Vasconcelos, 1965)<br />
Querida Julia (Eladio Pérez Díez, 1965)<br />
El estrangulador (Juan Antonio Porto, 1965)<br />
Carmen <strong>de</strong> Carabanchel (Cecilia M. Bartolomé, 1965)<br />
Los buenos samaritanos (Francisco Montolío, 1966)<br />
Nueve tierras (José Ángel Cortés & Juan José García-Noblejas,<br />
1966)
Mirando el ví<strong>de</strong>o con bigas luna en el rodaje <strong>de</strong> La teta y la luna.
JAvieR bAR<strong>de</strong>M<br />
en el cine si el actor no recibe una luz <strong>de</strong> algún lado entonces se convierte en radio, sólo<br />
escuchamos su voz. Así que lo primero es agra<strong>de</strong>cerle por hacer que se nos vea. Pero la cosa<br />
se complica... ¿Verte cómo? ¿De qué manera? ¿Para contar qué? Ahí ya empieza el artista<br />
y <strong>de</strong>saparece el técnico.<br />
Cuando dicen acción el actor tiene que hacer lo suyo, que no<br />
es poco... y a<strong>de</strong>más hacerlo en perfecta consonancia y absoluta confianza con el director<br />
<strong>de</strong> fotografía. Te dice que estás entre sombras, o con una luz plana y fría, o bañado por un<br />
fantástico sol <strong>de</strong> atar<strong>de</strong>cer que no existe más que en sus focos y el actor confía, se olvida,<br />
y hace lo suyo: interpretar. Tienes que ser un gran director <strong>de</strong> fotografía para que aquellos<br />
a los que iluminas se olvi<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la luz y <strong>de</strong> las sombras, para que se muevan libres, llenos<br />
y completos por un set sin más límite que su imaginación, sabiendo que siempre habrá un<br />
ojo iluminado siendo testigo artístico y creativo <strong>de</strong> esa libertad para dárselo al espectador<br />
en pantalla gran<strong>de</strong>. José Luis Alcaine es <strong>de</strong> esos gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong> verdad. Su luz ha iluminado<br />
muchos <strong>de</strong> los rincones más oscuros <strong>de</strong> un buen puñado <strong>de</strong> mis personajes, y nunca los<br />
ha cegado, nunca los ha embellecido en exceso... sólo ha puesto su arte al servicio <strong>de</strong><br />
la belleza, esa que nos recuerda que siempre hay luz aún cuando no sintamos más que<br />
oscuridad. Y una apreciación final, no ha habido nadie en el mundo <strong>de</strong>l cine que ilumine<br />
mejor a la mujer. Un verda<strong>de</strong>ro maestro. Muchas gracias José Luis.<br />
pAz veGA<br />
He tenido la inmensa fortuna <strong>de</strong> toparme contigo en el camino porque<br />
pocos como tú saben crear esa atmósfera que se pue<strong>de</strong> sentir, palpar, oler...<br />
Gracias por regalarnos tantos y tantos planos llenos <strong>de</strong> belleza. Ha sido<br />
un honor y un verda<strong>de</strong>ro placer trabajar bajo tu luz.
Pasos <strong>de</strong> baile, con Javier bar<strong>de</strong>m y John Malkovich.
filMo<br />
MANUel viCeNT<br />
Guardo una imagen <strong>de</strong> Jose luis Alcaine <strong>de</strong> un día en valencia mientras<br />
preparaba la luz para una secuencia <strong>de</strong> la película Tranvía a la Malvarrosa que se realizaba<br />
en una sala <strong>de</strong> billares. Solo en una esquina, aislado <strong>de</strong>l ajetreo, tenía la cabeza baja, con<br />
una mano se pellizcaba la barbilla, parecía pensar con los ojos cerrados, como si buscara<br />
la solución <strong>de</strong> la luz <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sí mismo. La luz <strong>de</strong> Alcaine es una <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> su propia<br />
personalidad. Nunca como en este caso se hace evi<strong>de</strong>nte que las superficies <strong>de</strong> las cosas<br />
constituyen su esencia siempre que estén bien iluminadas. Si el cine no es sino un juego<br />
<strong>de</strong> luces y sombras que se ejerce sobre la sábana blanca <strong>de</strong> un fantasma, el camino que<br />
recorre Alcaine en este juego va <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la poesía a la psicología, tanto en la atmósfera que<br />
penetra en el alma <strong>de</strong> los personajes como en el aura que da expresividad y belleza a los<br />
rostros. Su fuerza <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> en gran medida <strong>de</strong>l misterio que regala este artista. Porque <strong>de</strong><br />
esto se trata. José Luis Alcaine no es un técnico sino un artista cuya sensibilidad se <strong>de</strong>riva<br />
<strong>de</strong> ese aire <strong>de</strong> misticismo que lo corona. La realidad iluminada por <strong>de</strong>ntro a través <strong>de</strong> la<br />
creación interior, esta es la marca <strong>de</strong> José Luis Alcaine, este es su estilo.<br />
Un pequeño colonizador ver<strong>de</strong> (Guillermo F. Zúñiga, 1968)<br />
Crónicas levantinas (Gilbert Kay, 1968)<br />
El último día <strong>de</strong> la humanidad (Manuel Gutíerrez Aragón, 1969)<br />
Deseoconsumo (Miguel Cañones, 1969)<br />
El mejillón gallego (Guillermo F. Zúñiga, 1970)<br />
Labelecialalacio (José Luis García Sánchez, 1970)<br />
Loco por Machín (José Luis García Sánchez, 1971)<br />
Canciones para <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una guerra (Basilio Martín Patino, 1971)<br />
Encinares (Guillermo F. Zúñiga, 1973)<br />
De purificatione automobilis (Gabriel Blanco, 1974)<br />
Vía libre al tráfico (Gabriel Blanco, 1975)<br />
La vieja memoria (Jaime Camino, 1977)<br />
Thais, hombres libres (Manuela García <strong>de</strong> la Vega & Máximo<br />
Martín Ortiz, 1980)<br />
La lucha Thai (Manuela García <strong>de</strong> la Vega & Máximo Martín Ortiz,<br />
1980)<br />
La fiesta <strong>de</strong> los elefantes (Manuela García <strong>de</strong> la Vega & Máximo<br />
Martín Ortiz, 1980)<br />
Ayuthaya, el fin <strong>de</strong> una ciudad (Manuela García <strong>de</strong> la Vega &<br />
Máximo Martín Ortiz, 1980)<br />
Después <strong>de</strong>... primera parte: No se os pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>jar solos (Cecilia<br />
M. Bartolomé & José Juan Bartolomé, 1981)<br />
Después <strong>de</strong>... segunda parte: Atado y bien atado (Cecilia M.<br />
Bartolomé & José Juan Bartolomé, 1981)<br />
Pedro entrevista a las actrices (Pedro Almodóvar, 2006)
en el rodaje <strong>de</strong> Otros días vendrán, <strong>de</strong> eduard Cortés.
filMo