CARLOS ACURSO PATRICIA SOPRANZETTI - AcursoNet
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<strong>CARLOS</strong> <strong>ACURSO</strong><br />
<strong>PATRICIA</strong> <strong>SOPRANZETTI</strong>
Historia Sistémica<br />
fragmento<br />
para publicar en<br />
<strong>AcursoNet</strong>
Luis XVI Rey de Francia<br />
Hace MÁS DE<br />
TRES SIGLOS…<br />
La Moda Revolucionaria<br />
hacha<br />
1793<br />
1649<br />
Un verdadero circuito revolucionario se iniciaba con la muerte de Carlos I<br />
en Inglaterra. La moda de la revolución se extendería al oeste hacia las<br />
entonces colonias británicas que se independizan y declaran su autonomía<br />
en 1776 de la mano de George Washington. El apoyo francés a esta<br />
independencia “rebotó” y tuvo sus consecuencias en el París<br />
revolucionario de 1789.<br />
El hacha de Carlos I y la revolución americana (del norte) anticipaban la<br />
revolución francesa en cuyo clima puede el lector participar de la mano de<br />
Victor Hugo y Alejandro Dumas leyendo el Apéndice que representa<br />
una selección literaria efectuada por un Sistema Experto de Relaciones que<br />
permite ingresar al ambiente de la mano de dos maestros de la narración,<br />
casi contemporáneos de la revolución y pertenecientes (se diría hoy) a la<br />
izquierda y la derecha del arco ideológico lo cual complementa<br />
maravillosamente la información objetiva que brindan sin ser historiadores<br />
con las sensaciones que “los bandos en pugna” debieron sentir durante los<br />
sucesos. La geografía y la historia se ven así enriquecidas por la<br />
literatura, la política, la inteligencia artificial y aún la sicología.<br />
La revolución francesa no debe interpretarse como un hecho con fecha<br />
definida (la toma de la Bastilla o el guillotinamiento del Rey) sino como un<br />
proceso que se inicia con sus autores intelectuales, se “prueba” en inglaterra<br />
y América del Norte, se favorece por vicios de la monarquia y su entorno que<br />
casi nada tenía ya de aritocrático y encuentra actores para el liderazgo en<br />
idealistas capaces de percibir un mundo diferente y otros actores para la<br />
acción violenta aparecidos en ambos bandos y subbandos como típicos<br />
exponentes de la miseria humana.<br />
Durante años estas fuerzas combatieron en el escenario de una situación<br />
económica mala al punto de resultar difícil afirmar cual fue consecuencia de<br />
cual. La pobreza general de la situación o esta de la pobreza generalizada,<br />
las malas cosechas y el abuso financiero.<br />
Tras estas fuerzas visibles y claras como las olas del mar que van<br />
embraveciendo, operaban otras fuerzas como vientos antiguos y<br />
poderosos. Menos evidentes, más constantes y sobre todo más<br />
relacionadas con los procesos de la inteligencia se enfrentaban dos “lineas”<br />
de pensamiento.<br />
Y<br />
guillotina<br />
Carlos I<br />
Rey de Inglaterra<br />
perdía la cabeza frente al hacha del verdugo.<br />
Fue en 1649. Su muerte a manos de los<br />
revolucionarios ingleses a los 49 años de edad<br />
anticipaba el destino de su pariente Luis XVI que<br />
nacería -un siglo después- en Francia en 1754<br />
comenzaría a reinar en 1774 con solo veinte<br />
años y sería guillotinado en 1793 a los 39<br />
durante la Revolución Francesa<br />
¿Moda o boga?<br />
Moda en cuanto a las apariencias<br />
porque primaba una verdadera estética<br />
de la revolución con sus actitudes, poses<br />
y factores de imitación en un efecto<br />
dominó, copiándose estilos, frases,<br />
constituciones, himnos y hasta los<br />
uniformes de los héroes.<br />
Boga en su contenido más cargado de<br />
doctrina moral, de dogma de cambio.<br />
Ideales nacidos de los pensadores se<br />
encarnaban pocos años después en<br />
hombres de acción generando una<br />
sostenida evolución de las estructuras<br />
sociales.<br />
¿A mi manera?<br />
No, a mi Modo<br />
Resulta conveniente resaltar otra<br />
diferencia conceptual que marca la<br />
distancia (medida en “ideas”) que va<br />
desde una actitud que refleja un<br />
posicionamiento interior, intelectual,<br />
moral, ético es decir un Modo de ser<br />
hasta su mera forma visible<br />
representada por una conducta exterior<br />
expresada en acciones y posiciones, en<br />
fin una forma de actuar que llamamos<br />
manera. * Ver La Actitud en el Sistema<br />
Analítico en Obras Completas.<br />
Sinónimos?<br />
La sutil diferencia entre estos palabras<br />
(modo y manera) u otras, no debe<br />
interpretarse como un tema menor pues<br />
cada palabra es una idea, cada idea un<br />
producto del pensar y quien confunde<br />
las palabras confunde las ideas.<br />
Conviene recordar que los sinónimos si<br />
bien son iguales, no son idénticos<br />
pues cada palabra tiene su sentido<br />
único.
Sistemas:<br />
Lingüístico,<br />
Lógico y<br />
Matemático<br />
(relaciones)<br />
Los sinónimos expresan relaciones<br />
de igualdad entre palabras que<br />
sintetizan ideas.<br />
Distinguimos las cosas diferentes,<br />
parecidas y aún iguales entre sí pero<br />
por definición de principios lógicos<br />
sabemos que un ente solo es idéntico<br />
a si mismo.<br />
La identidad de las cosas, de todas<br />
las cosas, consigo mismas no debe<br />
confundirse con su posible igualdad<br />
con otras.<br />
Ejemplo: 4 es igual a 3+1 a 2+2 y a 9-5<br />
pero solo es idéntico a 4.<br />
Un hombre es diferente de una<br />
tortuga, parecido a otros hombres,<br />
igual a su hermano gemelo e idéntico<br />
solamente a si mismo.<br />
Lo mismo ocurre con las revoluciones<br />
y quienes en ellas intervienen. Como<br />
toda cosa, como todo hecho solo son<br />
idénticos a si mismos pero estudiar<br />
sus relaciones de igualdad y génesis<br />
puede orientar acerca de las<br />
pulsiones que las crearon y que ellas<br />
mismas originaron después.<br />
Nobleza<br />
Aristocrática<br />
Noble: notable, virtuoso, excelente.<br />
Aristocracia: de aristos, óptimo,<br />
superior y de krateia, poder. El poder<br />
óptimo, superior, supremo. El<br />
gobierno de los mejores para el<br />
beneficio de todos.<br />
Es claro que este sentido fue<br />
cambiado para confundirlo con el del<br />
mercantilismo oligárquico más<br />
relacionado con la usura y el abuso.<br />
La monarquía decae en dictadura, la<br />
aristocracia en oligarquía y la<br />
democracia en demagogia.<br />
Nada que ver con el noble caballero<br />
de nuestro Quijote.<br />
CIRCUITO<br />
REVOLUCIONARIO<br />
Los poderosos<br />
vientos de la<br />
Revolución<br />
Unos de estos Vientos lo constituía la familia real europea que era un<br />
sistema de relaciones políticas con una ideología compartida y disputas<br />
familiares frecuentes. Con ellos los beneficiarios de esta estructura familiar<br />
de poder: parientes, funcionarios, empresarios allegados al poder,<br />
financistas de guerras y obras públicas, proveedores del estado<br />
monárquico, favoritas y porque no favoritos de todos ellos.<br />
Algunos representaban formas decadentes de familias con antepasados<br />
aristocráticos en el verdadero sentido de la palabra y ellos hacían<br />
“portación de apellido” ante terceros, pues aquellos que conservaban las<br />
virtudes de la nobleza eran sin dudas los mejores calificados para<br />
detectarlos, juzgarlos y depreciarlos, cosa que hacían.<br />
Otros venían del resto de las clases sociales pues su mérito era haber<br />
llegado cerca de alguno de los anteriores y haberse “pegado” a el por algún<br />
motivo.<br />
También estaban las fuerzas productivas de operadores capaces, honestos<br />
y trabajadores que llevaron adelante la maquinaria estatal, privada y del<br />
tercer sector de la época y también estaban los Nobles, que haciendo<br />
honor a esta calificación, representaban todo aquello que fuera sinónimo de<br />
caballero y veían como decaía su ambiente en manos de un nuevo espíritu<br />
de avaricia donde los valores de Dios y Honor se desdibujaban ante el del<br />
dinero ya no tanto de tierras y trabajo sino de usura y negociados.<br />
Otro Viento era el espíritu de estos caballeros rescatado en acciones<br />
individuales o de grupos que a cielo abierto o encubiertamente rescataban<br />
valores de los cruzados y la época feudal adecuándolos a la tendencia<br />
cultural del momento que pretendía un retorno al pensamiento de la anciana<br />
Grecia y aún de la Magna Grecia o Reino de las Dos Sicilias cuyo rey el<br />
duque D’Anjou (hermano del rey de Francia )lo fuera también de Jerusalén<br />
en asociación con los Caballeros del Temple y los Hospitalarios. De estos<br />
grupos relacionados con la masonería tuvieron destacada actuación<br />
Cagliostro (ver Apéndice) y Miranda, el primero trabajando en los<br />
preparativos revolucionarios de Francia y el segundo sirviendo de puente<br />
con las “petit revoluciones” de la América del Sur recibiendo,<br />
recomendando y enviando a muchos de quienes fueran después héroes<br />
americanos.<br />
El Tercer Viento lo representaba el espíritu de los nuevos ricos que teniendo<br />
recursos no tenían tradición, que compraban títulos y tierras que no podían<br />
heredar y deseaban un nuevo orden que los reposicionara socialmente
Washington<br />
Napoleón<br />
Caballeros<br />
Vs.<br />
Ciudadanos<br />
La estirpe de los Cid Campeador, los San Luis, los<br />
Ricardo Corazón de León, caballeros de honor, de<br />
palabra y de corazón enfrentaba la decadencia de una<br />
época representada por oligarcas ambiciosos que ya<br />
nada tenían de aristócratas o nobles pero que aún<br />
permanecían mezclados en la filas de la tradición.<br />
Con esta carga de incertidumbre en sus propias filas<br />
daba batalla a los defensores de una Idea que<br />
demostraron que además de saber matar en su<br />
nombre tuvieron la convicción de dejarse matar por<br />
ella cuando hizo falta. Esto los acercaba a los nobles<br />
caballeros.<br />
En este segundo equipo también había miserias, los<br />
ambiciosos de toda laya, los pequeños artesanos de la<br />
intriga y el escalamiento.<br />
Caballeros A y B vs. Ciudadanos A y B en la realidad<br />
el resultado fue una combinación de los intereses por<br />
ellos representados y subsisten Caballeros y<br />
Ciudadanos de tipo A y B. Cada uno puede estimar en<br />
que medida y con que consecuencias para todos.<br />
Don Quijote fue “el loco” defensor de la caballería<br />
terminada en la representación literaria pero el Cid fue<br />
la encarnadura del caballero real que combatió a los<br />
moros y al lado de ellos cuando sus principios le<br />
indicaron que así correspondía.<br />
En Argentina hubo otro Quijote, un criollo, Martín<br />
Fierro hijo literario de otro masón José Hernández.<br />
Quien ante una circunstancia terrible de su héroe a<br />
punto de ser abatido por la policía hace surgir de esas<br />
misma partida un personaje que dice “Cruz no<br />
conciente que se cometa el delito de matar así a un<br />
valiente” y con esa frase, con esa actitud rescata toda<br />
la herencia de la caballería, de la nobleza de la<br />
aristocracia y la pone en la mano de los miembros de<br />
esa raza cuyo personajes mitológicos estaba creando.<br />
Ahora los criollos podían soñar con ser semidioses<br />
porque Cruz los redimía como una especie de<br />
Prometeo Cetrino<br />
El Choque de los Vientos<br />
El escenario es Francia, los actores y<br />
fuerzas compiten en algo que conocemos<br />
como La Revolución. Luego vendrá la<br />
difusión de dicha revolución mediante la<br />
gesta napoleónica que llegará a España y<br />
América. Bolívar y San Martín serán sus<br />
principales motores en esta última. Las<br />
olas impulsadas por los vientos llegan a<br />
otras costas. Buenos Aires es una de ellas<br />
Bolivar<br />
La Revolución<br />
mata al Rey<br />
Miranda<br />
San Martín<br />
Este conjunto de fuerzas seguramente no eran fáciles de<br />
distinguir por los actores. Uno de ellos, principal pero no<br />
necesariamente más lúcido o mejor informado fue el Rey,<br />
Luis XVI, nieto del Rey Sol, esposo de la Archiduquesa de<br />
Austria, familiarmente María Antonieta y padre del Delfín de<br />
Francia y futuro Luis XVII y de una niña.<br />
Sorprendido por los acontecimientos pretendió permanecer al<br />
margen gozando de un pasar de pequeño burgués que sentaba<br />
mejor a su perfil que la grandilocuencia de la realeza francesa.<br />
Posiblemente hubiera sido más feliz siendo barón de alguna<br />
pequeña tierra en la campiña. Sin las presiones del gobierno, de<br />
los miembros de la realeza, de los burgueses, de la iglesia, del<br />
pueblo, de su mujer más fuerte y ambiciosa, de sus familiares<br />
en el extranjero. Todos presionaron al Rey y cuando no<br />
respondió como debía, como El Rey, entonces lo<br />
presionaron más y cuando ya no respondía casi de ninguna<br />
manera lo mataron.<br />
Hoy es como hablar de símbolos, murió el Rey –casi de ajedrez<br />
o de cuento- pero Luis tenía 39 años, le gustaba componer los<br />
complicados engranajes de los relojes de la época que<br />
correspondían a la avanzada tecnológica del momento (simil<br />
quizás del computador de hoy). Sus hijos eran pequeños e<br />
incluso intentó huir con ellos y su mujer al extranjero pero<br />
fracasó. Cuando intentó huir era todavía el Rey de Francia y<br />
dejaba este rol para ir al exilio con su familia.<br />
Sin duda cabe su juicio como hombre público, tampoco puede<br />
negarse su condición simbólica de Rey pero es conveniente a<br />
nuestros fines rescatar a Luis el hombre.<br />
Tuvo una buena vida al principio, una mala vida luego y un<br />
pésimo final, preso los últimos años en El Temple muere<br />
decapitado en la guillotina. Su mujer María Antonieta corre<br />
igual suerte.<br />
Sus hijos permanecen en prisión y luego la historia es<br />
confusa como la revolución en esos momentos. Para<br />
algunos mueren tiempo después para otros no.
María Antonieta<br />
El Delfín de Francia y futuro Luis XVII<br />
prisionero en el Temple<br />
Los Mares del Sur esconden al Delfín<br />
Muy al Sur, en otras tierras todo era posible, Pedro huyó de Portugal y fundó su imperio<br />
en Brasil donde hoy un Braganza amigo de Guillermo Piernes Borbolla (* ver Escuela<br />
Sistémica Brasil) aún tendría oportunidad de ejercer sus derechos si la república<br />
decidiera ser monarquía constitucional cambiando “hacia atrás” como lo hizo<br />
España. El mismo Napoleón que difundiera por el mundo la revolución y peleara con<br />
toda la familia monarquica europea unida contra el con la dirección inglesa encontró su<br />
último refugio en la carcel que los mismos ingleses dispusieron en una de sus islas<br />
del atlántico sur “Santa Elena” frente a las costas brasileñas. Era un lugar apartado<br />
donde el emperador Pedro se considero a distancia razonable de Napoleón y los<br />
ingleses coincidiendo lo encarcelaron en la región. Lejos, muy lejos del mundo, de la<br />
civilización, allí donde estaban las actuales “marcas” que en el medioevo asignaban el<br />
título de Marqués a quien las defendía en las fronteras de los reinos.<br />
Un lugar apartado, lejano, rumbo al faro que Julio Verne bautizara como del fin del<br />
mundo tenía una ciudad de tipo europeo. Posiblemente la más europea de América<br />
por aspecto, por costumbres, pero sobre todo por vocación. Buenos Aires siempre<br />
quiso ser europea, siempre se sintió más unida a Europa que al resto de los<br />
americanos. Sin embargo que extraño contrasentido esa ciudad es capital de un país,<br />
de un estado al que también Buenos Aires dio la espalda por mirar al mar.<br />
Un mar que el primero de julio de 1818 trajo a la goleta francesa La Chiffon. A su<br />
bordo el delfín de Francia, Luis XVII, el niño del temple, salvado milagrosamente a<br />
costa de otro niño muerto en su lugar según la historia o la leyenda. Pero junto a<br />
otros franceses decididos a radicarse en Buenos Aires llega Luis quien<br />
desembarca con el nombre de Pierre Benoit.<br />
Vivió 34 años en Argentina donde desarrolló intensa actividad profesional casando con<br />
María de las Mercedes Leyes Espinosa (argentina) y teniendo dos hijos: Petrona (sin<br />
descendencia) y Pedro (la razón de esta historia) cuya hija primogénita Dolores Cándida<br />
Benoit casó con José Matías de Zapiola constituyendo la familia Zapiola Benoit heredera<br />
del legado histórico del Luis XVII.<br />
De profesión ingeniero civil y naval, con manejo de cinco idiomas entre ellos latín y<br />
griego , dibujante y pintor, con conocimientos de botánica, astronomía y geodesia<br />
destacó fácilmente y cubrió numerosos cargos públicos haciéndose cargo de<br />
construcciones importantes tales como el Cementerio de la Recoleta y el frente de la<br />
catedral de Buenos Aires.<br />
Había arribado a la Argentina con una carta de recomendación para Simón Bolivar<br />
donde los masones identificaban en clave a Benoit como Bolivar II.<br />
El 21 de agosto de 1852 llegó un barco procedente de Francia del cual bajó un “doctor”<br />
que solicito verlo. Lo atendió desde la cama pues estaba enfermo. Mercedes la esposa<br />
los dejo a solas al darse cuenta que se onocian. Un rato después se retiro el visitante.<br />
Benoit fue encontradomuerto, envenenado. El asesino había partido inmediatamente<br />
para Europa. Una muerte misteriosa como su vida.<br />
Su hijo Pedro Benoit nace el 18 de febrero de 1836, fue Jefe de Ingenieros de la<br />
Provincia de Buenos Aires, uno de los diseñadores del trazado de la Ciudad de La Plata<br />
De la que fue intendente. También fue Director del Banco Hipotecario, Coronel del<br />
Ejército y Catedrático de la Universidad. En 1872 fue uno de los fundadores de la<br />
Sociedad Científica Argentina (*Ver trabajos Universidad de Córdoba relacionados).<br />
Luis XVI<br />
El Delfín<br />
El Delfín<br />
transformado en<br />
Pierre Benoit en Buenos Aires<br />
Pedro Benoit (h)<br />
El nieto argentino de Luis XVI
El nieto de Luis XVI construye una Catedral<br />
Pronto se vincula con el Dr. Dardo Rocha iniciado como masón por su padre el Coronel<br />
Juan José Rocha en el año 1858 (Logia Constancia N° 7,próximo en el tiempo a la llegada<br />
del ferrocarril a Mar del Plata y a la construcción de la residencia Rocha a una cuadra de la<br />
actual terminal de ómnibus de esa ciudad (Garay y Lamadrid) que en ese momento lo era<br />
de trenes.<br />
Benoit también había sido iniciado el 26 de octubre de 1858 así como muchos otros de los<br />
diseñadores de la capital de provincia, tanto así que son innumerables las relaciones con<br />
la geometría sagrada que se conocen o imaginan.<br />
A su muerte el 4 de abril de 1897 sus restos son trasladados desde Mar del Plata a<br />
Buenos Aires descansando en el cementerio de la Recoleta. El monumento fue realizado<br />
por encargo de sus amigos entre los que figuraba el masón Rafael Hernández hermano del<br />
autor del Martín Fierro (también masón) quienes posteriormente tuvieron sepultura a solo<br />
5 metros de Benoit y a escasa distancia todos ellos de la bóveda del Dr. Dardo Rocha y<br />
familia.<br />
El día de su muerte encuentra al nieto de Luis XVI realizando las obras por el proyectadas<br />
de la Catedral de Mar del Plata cuya piedra fundamental se colocó en 1893 dándose por<br />
terminada la obra en 1919.<br />
El nieto argentino de Maria Antonieta muere en Mar del Plata<br />
Es así como la Archiduquesa de Austria que llegara a Francia en condición de delfina en vida de Luis XV y se casara y<br />
reinara posteriormente junto a Luis XVI crió dos hijos en sus años felices y disfruto de todos los halagos de la vida.<br />
Tuvo su propio teatro “El Trianón” (origen del boliche y letra del tango “sos del Trianón, del Trianón de Villa Crespo,<br />
milonguerita pebeta de arrabal”) y hasta algún romance casto o no con quien después fuera Rey de Suecia quien<br />
arriesgó la vida para rescatarla sin éxito en los últimos tiempos de su cautiverio.<br />
Su hijo Pedro era un niño cuando vio primero partir a su padre y luego a su madre hacia la guillotina, soportó prisión y<br />
fue probablemente reemplazado por familiar o parecido, ocultado en territorio francés primero y enviado a lugar seguro<br />
y amigo después. Allí la vida le devolvió algo de lo cobrado por adelantado mediante el éxito familiar y profesional pero<br />
nuevamente lo alcanzó el destino y murió envenenado. Su hijo, el nieto argentino de María Antonieta y Luis XVI<br />
también conoció el éxito y finalmente lo coronó muriendo mientras concretaba una casa donde honrar al Señor. Quiera<br />
Dios estén juntos haciendo iglesias, practicando teatro y arreglando los relojes del Cielo.<br />
Catedral<br />
de los Santos<br />
Pedro y Cecilia<br />
Mar del Plata<br />
Argentina<br />
Historia Sistémica de Mar del Plata FIN DEL CAPÍTULO I: “La Cabeza del Rey”