Boletín 136 - Religiosas angélicas

Rasgo común, la humildad
Santa Genoveva y Benedicto XVI ❰❰
Benedicto XVI y Santa Genoveva tienen un rasgo común muy acusado: la humildad. Humilde fue
la sencilla y casi sin cultura académica mujer de Almenara, cuya única sabiduría era la del amor crucificado
para servir amando. Humilde la silueta de este pontífice sabio, que ha tenido por norte de
su vida y magisterio la primacía de Dios sobre las realidades humanas.
El pontificado de Benedicto XVI puede ser definido como el ministerio de la humildad al servicio
de la verdad. Así lo anunciaron sus primeras palabras en la tarde de su elección, el 19 de abril de
2005, cuando se definió a sí mismo como un humilde servidor de la verdad en la viña del Señor .
El gesto de su renuncia ha sido impresionante y muestra la hondura de su pensamiento y la bondad
de su corazón. «Ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Os doy las gracias
de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio,
y pido per dón por todos mis defectos». Son dos frases que constituyen un vivo retrato de la
grandeza de este Papa y a la vez de su profunda humildad. Humildad y valentía. Libertad y responsabilidad.
Generosidad e inteligencia. Sencillez y fidelidad. Cercanía a Dios y a las gentes.
En el rito humilde de recibir la ceniza el miércoles inaugural de la Cuaresma, nos dijo: «La calidad
y la verdad de la r elación con Dios es la que acr edita la autenticidad de todo gesto r eligioso. Jesús
denuncia la hipocresía religiosa, el comportamiento que tan sólo pretende parecer, las actitudes que
buscan el aplauso y la apr obación. Por eso nuestr o testimonio será tanto más eficaz cuanto menos
busquemos nuestra gloria y seamos conscientes de que la r ecompensa del justo es Dios mismo, estar
unidos a él aquí abajo en el camino de la fe y, al tér mino de nuestra vida, en la paz y en la luz del
encuentro cara a cara con él para siempr e» (1 Cor 13,12). ➠
Religiosas Angélicas en
diferentes momentos
con el Papa emérito
Benedicto XVI
Ángel de la Soledad 5