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© Alberto Aníbal<br />
VI OBSERVATORIO<br />
CINEGÉTICO DE LA RFEC<br />
Organiza:<br />
Colaboran:<br />
Caza, espacios<br />
protegidos<br />
y desarrollo rural<br />
Conclusiones<br />
Ciudad <strong>Real</strong><br />
29 de marzo de 2012<br />
© Antonio Vilchez/RFEC
2<br />
Índice<br />
I. Los Espacios Protegidos en España 3<br />
1. Los Espacios Protegidos 3<br />
2. Historia: la fundación de los Parques Naturales 4<br />
3. Los Parques Naturales hoy 6<br />
II. La caza en los Espacios Protegidos 8<br />
1. Actual situación legal de la caza en los Espacios Protegidos 8<br />
2. Control de poblaciones y gastos de gestión (algunos ejemplos) 10<br />
2.1. Parque Nacional de los Picos de Europa 10<br />
2.2. Parque Nacional de Cabañeros 12<br />
2.3. Parque Nacional de Sierra Nevada 14<br />
2.4. Parque Nacional de Monfragüe 15<br />
2.5. Coto Nacional de Los Quintos de Mora 17<br />
3. El coste de control en términos económicos 18<br />
4. A nuevos tiempos, nuevas fórmu<strong>las</strong> 19<br />
4.1. Rumanía 19<br />
4.2. Suiza 20<br />
4.3. Macedonia<br />
4.4. Berlín, un caso muy singular. La caza,<br />
21<br />
un instrumento al servicio de la ciudad 22<br />
III. Caza, Desarrollo Rural y Espacios Protegidos 24<br />
IV. Caza, Biodiversidad y Espacios Protegidos 27<br />
V. Conclusiones del VI Observatorio Cinegético de la RFEC:<br />
“Caza, espacios protegidos y desarrollo rural” 29<br />
VI. Observatorio Cinegético de la RFEC:<br />
Caza, espacios protegidos y desarrollo rural 31
I. LOs EsPaCIOs PROtEgIDOs En EsPaña<br />
“En primer lugar, <strong>para</strong> que un Espacio Natural sea protegido, debe ser previamente protegible,<br />
es decir, merecedor de ser protegido, lo que significa que debe reunir una serie<br />
de requisitos y cualidades extraordinarias, y deben ser seleccionados de forma que se<br />
evite la redundancia.”<br />
(Morillo y Leconte, 1988.)<br />
1. Los Espacios Protegidos<br />
España, aun siendo un país relativamente pequeño –tiene una superficie de 505.988<br />
km 2 –, cuenta con uno de los patrimonios naturales más importantes de Europa, tanto<br />
por su biodiversidad como por su estado de conservación. Según el Ministerio de Agricultura,<br />
Alimentación y Medio Ambiente, España posee unas 9.000 plantas vasculares (el<br />
80-90% del total de la Unión Europea [UE]), entre 50.000 y 60.000 especies de animales,<br />
lo que supone el 65% de los vertebrados de la UE, contando con el 74% de todas <strong>las</strong><br />
aves y el 79% de los mamíferos.<br />
Esta especial singularidad se debe a <strong>las</strong> distintas eco-regiones que lo componen (alpina,<br />
mediterránea, macaronésica y atlántica), caracterizadas a su vez por diferentes factores<br />
como son la situación geográfica, la estructura geológica y morfológica, la climatología,<br />
la orografía, la hidrología, la existencia de territorios insulares y, sobre todo, una acción<br />
humana tradicional sobre el territorio, la fauna y la flora.<br />
Esta última circunstancia es fundamental, no sólo por tener virtualmente casi todos los<br />
hábitats europeos, si no por la ubicación en la que se encuentran, debido a que <strong>las</strong> zonas<br />
menos desarrolladas y alejadas de <strong>las</strong> grandes ciudades son áreas más inaccesibles y<br />
por tanto están mejor conservadas. Un claro ejemplo de esto pueden ser <strong>las</strong> zonas de<br />
montaña del norte peninsular.<br />
Tabla 1. Algunos datos sobre superficie<br />
Ha<br />
Superficie de España 50.622.019,42<br />
Superficie zonas LIC 11.608.236<br />
Superficie ZEPAS 10.360,36<br />
Superficie áreas Red Natura 2000 13.722,40<br />
LIC: Lugares de Importancia Comunitaria; ZEPAS: Zonas de Especial Protección <strong>para</strong> Aves.<br />
Fuente: Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.<br />
3
4<br />
Nuestra nación puede catalogarse como una auténtica joya natural gracias a los métodos<br />
y usos tradicionales de aprovechamiento, que han conseguido mantener los diversos<br />
entornos rurales, base de los numerosos y recientes Espacios Naturales Protegidos.<br />
2. Historia: la fundación de los Parques naturales<br />
Uno de estos aprovechamientos seculares por el cual han llegado hasta nuestros días en<br />
buen estado de conservación los Espacios Naturales ha sido la actividad cinegética.<br />
Los habitantes de sus pueblos, junto con los distintos propietarios de estas tierras, o<br />
aquellos que tuvieron un algún vínculo con éstas, mimaron de manera diligente y sabia el<br />
entorno que les rodeaba. Este aprovechamiento permitió, y permite, la supervivencia de<br />
sus pobladores generación tras generación, quienes transmiten a sus vástagos no sólo<br />
este maravilloso legado de extraordinaria riqueza medioambiental, sino también la doctrina<br />
necesaria <strong>para</strong> mantenerlo y preservarlo. Además, al mencionar los Espacios Naturales<br />
Protegidos, es necesario hablar de caza, pues fue la acción venatoria la que motivó<br />
la aparición de <strong>las</strong> primeras reservas naturales. Gracias a la caza, el Monte del Pardo,<br />
Cabañeros o Gredos han sido preservados.<br />
En Mesopotamia, cuna de <strong>las</strong> tres grandes civilizaciones asiria, sumeria y babilónica allá<br />
por los años 3.500 al 500 a. C., se documenta la constitución por parte de los reyes mesopotámicos<br />
de <strong>las</strong> primeras zonas protegidas como reservas privilegiadas de caza. Seguramente<br />
se trata de <strong>las</strong> primeras “figuras” de un espacio territorial sometido a una ordenación<br />
<strong>para</strong> su uso lúdico. Además de estas reservas de caza, se crearon otros<br />
espacios que ya en tiempos lejanos estuvieron bajo una estructura de control y régimen<br />
especial, siendo un primer paso <strong>para</strong> la ordenación<br />
del territorio, como los Jardines Colgantes de<br />
Babilonia, creados por Nabucodonosor II y que<br />
llegaron a ser la única de <strong>las</strong> Siete Maravil<strong>las</strong> del<br />
Mundo Antiguo viviente; el parque Sárnáth, erigido<br />
por los hindúes en honor a Buda; el Olimpo de<br />
la Grecia clásica, etc. Conforme aseveró Paluzié<br />
Mir, los lugares citados anteriormente han posibilitado,<br />
muchos siglos después, la creación de lo<br />
que hoy se entiende por Espacios Protegidos.<br />
Los primeros espacios de protección modernos<br />
son originados por el incremento demográfico y<br />
el aberrante impacto antrópico que sufren algunas<br />
especies y entornos debido a <strong>las</strong> estrechas
elaciones entre sociedad y naturaleza. Estas novedosas iniciativas de protección a nivel<br />
mundial estaban directamente relacionadas con la gestión cinegética. Así, en 1541 se<br />
declaró la reserva lituana <strong>para</strong> la protección del bisonte europeo, y en 1569 se promulgó<br />
la protección de los rebecos <strong>las</strong> cumbres suizas.<br />
Años más tarde, y bajo la influencia del Romanticismo, se comenzó a observar la naturaleza<br />
desde otro punto de vista.<br />
Sin embargo, no es hasta la segunda mitad del siglo XIX cuando por fin se materializan<br />
todas <strong>las</strong> ideas de protección y conservación surgidas a lo largo de la historia. En el año<br />
1872 se declaró el primer Parque Nacional del mundo, Yellowstone, ubicado en los Estados<br />
de Idaho, Wyoming y Montana, en Estados Unidos.<br />
En España hay que esperar algo más de cuarenta años desde la creación de Yellowstone<br />
<strong>para</strong> que por fin surja la primera regulación legal del territorio. Fue en 1916 y de la mano<br />
de Pedro de Pidal y Bernardo de Quirós, marqués de Villaviciosa de Asturias, político,<br />
alpinista y experto cazador, quien presentó en el Senado una proposición de Ley en defensa<br />
de los Parque Nacionales. Así, y tras esta iniciativa, en 1918 se declaró la montaña<br />
de Covadonga y el Valle de Ordesa como los primeros Parques Nacionales españoles.<br />
Una vez más se descubre el fuerte nexo de unión entre caza y conservación, ya que fue<br />
también Pedro de Pidal quien años antes tomó la iniciativa de crear los Cotos <strong>Real</strong>es de<br />
gredos y Picos de Europa, destinados la caza de la aristocracia, con el fin de salvaguardar<br />
cabras monteses y los rebecos, respectivamente, y que le sirvió como referencia <strong>para</strong><br />
la creación de los Parques Naturales.<br />
5
6<br />
3. Los Parques naturales hoy<br />
El desarrollo de lo que podría llamarse la red de<br />
Espacios Protegidos en España ha sido largo y<br />
tortuoso. El proceso fue muy lento en un principio,<br />
detenido luego casi por completo en los<br />
duros años de la posguerra y reiniciado nuevamente<br />
por <strong>las</strong> autoridades franquistas, culminándose<br />
su desarrollado en la España democrática,<br />
especialmente con <strong>las</strong> comunidades<br />
autónomas, que propiciaron a finales del siglo<br />
XX, un crecimiento explosivo del número de espacios<br />
declarados y hectáreas protegidas.<br />
En 1978, con la aprobación de la Constitución,<br />
se da un giro radical a <strong>las</strong> políticas de Espacios<br />
Naturales y Áreas Protegidas que se habían desarrollado<br />
desde el principio del siglo XX. Como<br />
hecho significativo, destaca la inclusión en la Constitución del derecho de todos los<br />
españoles a disfrutar de un medio ambiente adecuado <strong>para</strong> el desarrollo de la persona,<br />
así como el deber de conservarlo.<br />
En la actualidad hay en España diversas normas vigentes en materia de conservación de<br />
la naturaleza y otras que, directa o indirectamente regulan actividades y usos relacionados<br />
con los espacios naturales y el uso sostenible de la biodiversidad, tanto a nivel nacional<br />
como autonómico. El más importante de estos es la Red de Parques nacionales,<br />
que se encuentra en la parte alta de la pirámide de Espacios Protegidos.<br />
La Red de Parques Nacionales es un sistema integrado <strong>para</strong> la protección y gestión de<br />
una selección de <strong>las</strong> mejores muestras del Patrimonio Natural español. Está conformada<br />
por los Parques Nacionales, el marco normativo, los medios materiales y humanos, <strong>las</strong><br />
instituciones y el sistema de relaciones necesario <strong>para</strong> su funcionamiento. La finalidad<br />
de la Red es asegurar la conservación de los Parques Nacionales, posibilitar su uso público<br />
y la mejora del conocimiento científico de sus valores naturales y culturales, así<br />
como fomentar una conciencia social conservacionista, el intercambio de conocimientos<br />
y experiencias en materia de desarrollo sostenible, la formación y cualificación de los<br />
profesionales que trabajan en ella y su incorporación y participación en redes y programas<br />
internacionales.
Según el Ministerio de Medio Ambiente, los Parques Nacionales son Espacios Naturales<br />
de alto valor ecológico y cultural, poco transformados por la explotación o actividad humana<br />
que, en razón de la belleza de sus paisajes, la representatividad de sus ecosistemas<br />
o la singularidad de su flora, de su fauna, de su geología o de sus formaciones geomorfológicas,<br />
poseen unos valores ecológicos, estéticos, culturales, educativos y científicos<br />
destacados cuya conservación merece una atención preferente y se declara de interés<br />
general del Estado. El objetivo de los Parques Nacionales es conservar la integridad de<br />
sus valores naturales, representativos del sistema natural español por el que ha sido<br />
declarado, así como ordenar su uso y disfrute, y fomentar el conocimiento de sus principios<br />
sin excluir a quienes presentan algún tipo de discapacidad, promover la concienciación<br />
y la educación ambiental de la sociedad, contribuir al fomento de la investigación<br />
científica, al desarrollo sostenible de <strong>las</strong> poblaciones y a la conservación de los valores<br />
culturales y los modos de vida tradicional compatibles con su conservación.<br />
Como queda claro, una de la funciones tanto de los Parques Nacionales como de la propia<br />
Red que los aglutina es crear modelos de desarrollo sostenible, conservar los valores<br />
naturales y los modos de vida tradicional. En algunos Parques, no sólo se incumplen<br />
estas premisas sino que, a través de su línea de gestión, van en contra de los citados<br />
puntos. Para ello se profundizará y conocerá más de cerca alguno de estos relevantes<br />
casos.<br />
La aparición del movimiento conservacionista en los años 70, la incorporación del derecho<br />
a disfrutar de un medio ambiente adecuado en la Constitución de 1978 (artículo 45)<br />
y finalmente la incorporación de España a la UE, la Red Natura 2000, etc., han llevado a<br />
la proliferación de espacios naturales protegidos de todas <strong>las</strong> categorías, procedencias y<br />
formas. En muchos casos, la protección de estos espacios ha supuesto restricciones<br />
y/o limitaciones a la actividad cinegética.<br />
7
8<br />
II. La Caza En LOs EsPaCIOs PROtEgIDOs<br />
“Y no es suficiente con declarar un territorio protegido bajo alguna de <strong>las</strong> múltiples figuras<br />
legales existentes y olvidarse de su gestión. Esto sería como crear parques de papel.”<br />
(VI Observatorio Cinegético de la RFEC)<br />
1. actual situación legal de la caza en los Espacios Protegidos<br />
Actualmente España cuenta con catorce Parques nacionales, muchos de los cuales<br />
deben dicha calificación a ser en sus orígenes excelentes acotados de caza, como Picos<br />
de Europa, Tab<strong>las</strong> de Daimiel, Cabañeros, Doñana, Ordesa, etc.<br />
En España, el 12,1% de la superficie terrestre (algo más de 6,1 millones de hectáreas) y<br />
cerca del 1% de la superficie marina están protegidos con fines de conservación de la<br />
naturaleza.<br />
La figura de Parque Natural se utiliza <strong>para</strong> 157 espacios que abarcan 3,7 millones de<br />
hectáreas, el 54% de la superficie total protegida. Considerando además la Red natura<br />
2000, la superficie terrestre protegida supera los 14 millones de hectáreas, el 28% del<br />
territorio, lo que sitúa a España en el país que más superficie aporta a la red europea.<br />
En el conjunto del Estado se utilizan más de 40 figuras de protección de Espacios<br />
naturales. Según el Banco de Datos de la Biodiversidad, estas figuras se agrupan en diez<br />
grandes categorías:<br />
1. Parque Nacional. 6. Paisaje Protegido.<br />
2. Parque Natural. 7. Paraje.<br />
3. Otros Parques. 8. Monumento Natural.<br />
4. Reserva Natural. 9. Biotopo Protegido.<br />
5. Otras Reservas. 10. Otras Figuras.<br />
Todo ello sin hablar de Lugares de Importancia Comunitaria (LIC), Zonas de Especial<br />
Protección <strong>para</strong> Aves (zEPas) y áreas críticas de lince, águila imperial ibérica, cigüeña<br />
negra, etc. En definitiva, toda una marabunta de figuras de protección surgidas desde<br />
todas <strong>las</strong> Administraciones con algún tipo de competencia en materia de conservación.<br />
Los Espacios Naturales protegidos disponen de dos herramientas fundamentales a través<br />
de <strong>las</strong> cuales planifican y ordenan sus recursos naturales:
• Los Planes de Ordenación de los Recursos naturales (PORn). Son instrumentos<br />
de planificación que normalmente se aprueban en relación con Espacios Naturales<br />
concretos (en todo caso la aprobación de un PORN es requisito previo a la declaración<br />
de Parques y Reservas Naturales).<br />
• Los Planes Rectores de Uso y gestión (PRUg). Son obligatorios <strong>para</strong> los Parques.<br />
Su aprobación corresponderá al órgano competente de la comunidad autónoma.<br />
No obstante, la declaración legal de un Espacio Protegido y el desarrollo de los instrumentos<br />
de planificación son condición necesaria, pero no suficiente. La gestión requiere<br />
contar con los medios adecuados <strong>para</strong> cumplir con los objetivos legales y los compromisos<br />
sociales y políticos. Y no es suficiente con declarar un territorio protegido<br />
bajo alguna de <strong>las</strong> múltiples figuras legales existentes y olvidarse de su gestión. Esto<br />
sería como crear parques de papel.<br />
A la saturación de figuras de protección que acumula el Estado español y los excesivos<br />
costes que suponen su mantenimiento, hay que sumarle otra nueva problemática: la situación<br />
legislativa que presenta cada una de estas figuras. Algunos de estos territorios<br />
tipificados con determinados grados de protección son reconocidos y/o protegidos con<br />
diferentes figuras legales, que a veces se complementan, otras se solapan y en todos los<br />
casos conviven. La irracionalidad resultante del reparto de estas competencias, con episodios<br />
recientes como la disputa sobre la gestión compartida de los Parque Nacionales,<br />
ha derivado en una situación en la cual no es apropiado hablar de una “Red Nacional de<br />
Espacios Protegidos”. Y aun así, esta acepción no sería del todo acertada, pues hay regiones<br />
en <strong>las</strong> que coexisten redes distintas, como en Cataluña, con una red de áreas<br />
protegidas gestionadas por la Generalitat y otra por la Diputación de Barcelona. Tanta<br />
disparidad no deja de ser fiel reflejo de la complejidad y diversidad del marco normativo<br />
en España.<br />
Esta disparidad se produce también. Así, dentro de la Red Estatal de Parques Nacionales,<br />
no tiene cabida ninguna actividad de <strong>las</strong> consideradas “incompatibles con los<br />
objetivos de conservación”, entre <strong>las</strong> que figuran “la pesca deportiva y recreativa y<br />
la caza deportiva y comercial”, según consta en el artículo 13.3 de la Ley 5/2007 de<br />
la Red de Parques Nacionales. Además, si en dichas áreas se practicaba la caza o la<br />
pesca con anterioridad a la declaración de Parque Nacional, la ley contempla literalmente<br />
que <strong>las</strong> autoridades competentes “adoptarán <strong>las</strong> medidas precisas <strong>para</strong> su eliminación”.<br />
9
10<br />
Según el primer informe de la situación de la Red de Parques Nacionales, que incluye<br />
datos hasta el 1 de enero de 2007 y que fue presentado en abril de 2008 ante el Senado,<br />
“los aprovechamientos cinegéticos y piscíco<strong>las</strong> de tipo recreativo” se habían eliminado<br />
de toda la red, “persistiendo sólo en los Parques de los Picos de Europa y de<br />
Cabañeros”. En este último caso, aun estando recogido, nunca se llevó a efecto, y los<br />
controles poblacionales siempre han corrido a cargo del personal por cuenta de la<br />
Administración y a costa suya.<br />
Por tanto, la ubicación autonómica del Espacio Protegido, su, PORN y su PURG, marcarán<br />
<strong>las</strong> posibles actuaciones cinegéticas a seguir, siempre acordes con la Ley de<br />
Caza que rija en dicho lugar.<br />
2. Control de poblaciones y gastos de gestión (algunos ejemplos)<br />
2.1. Parque nacional de los Picos de Europa<br />
Superficie: 65.000 ha.<br />
Creación: 1918.<br />
Región: Asturias, Castilla y León, Cantabria.<br />
Reserva de la Biosfera declarada<br />
por la UNESCO (2003)<br />
Alberga importantes comunidades de especies protegidas. La actividad cinegética dentro<br />
del mismo y en sus zonas limítrofes es abundante. Gracias a la buena gestión llevada a<br />
cabo y a la excelente coordinación que mantiene con la Administración de la que depende,<br />
la caza en estas zonas goza de una extraordinaria fama y prestigio a nivel internacional.<br />
Las Reservas Regionales de Caza (RRC) de Riaño y Mampodre se internan ampliamente<br />
en los límites del Parque Nacional pero, aun así, la gestión cinegética que en el<strong>las</strong> se<br />
lleva a cabo, es necesaria <strong>para</strong> mantener el equilibrio y la protección de <strong>las</strong> importantes<br />
especies que habitan estas áreas. Según los planes de actuación del propio Parque, la<br />
presión cinegética propuesta sobre <strong>las</strong> especies ciervo y jabalí se considera adecuada,<br />
toda vez que la población de ambas se encuentra en unos niveles poblacionales en los
que pueden causar una incidencia grave sobre <strong>las</strong> de otras<br />
especies en peligro de extinción, como es el urogallo. No<br />
obstante, dado el estado crítico de la especie y como complemento<br />
de <strong>las</strong> medidas establecidas en el Plan de Recuperación<br />
del urogallo cantábrico en Castilla y León (Decreto<br />
4/2009, de 15 de Enero), y continuando con el esquema acordado<br />
en 2008, se considera conveniente el desarrollo de <strong>las</strong><br />
actividades de caza colectivas (batidas), manteniendo la presión<br />
de extracción prevista. Como en Cantabria conservacionistas y cazadores<br />
han demostrado la compatibilidad entre caza y conservación.<br />
Como se extrae de estos planes de actuación, la coordinación entre Parque Nacional y<br />
Reserva Regional de Caza está más que consolidada y estudiada, siendo imprescindible<br />
la actuación de RRC <strong>para</strong> el buen estado del resto del Parque.<br />
Por otro lado, y no menos importante, la consolidación de estas reservas de caza aporta<br />
un elevado número de puestos de trabajos directos e indirectos <strong>para</strong> los vecinos de los<br />
núcleos urbanos situados dentro o en <strong>las</strong> inmediaciones de Picos de Europa, y además<br />
aportan una renta económica a <strong>las</strong> poblaciones locales.<br />
Según datos recogidos en el Informe Económico de la Temporada 2010/2011 de la RRC<br />
de Riaño (figura 1), los ingresos generados durante esa temporada ascendieron a<br />
521.434,50 €, repartidos en función de la superficie aportada a cada uno de los propietarios<br />
de terrenos incluidos en el ámbito territorial de la Reserva de Caza.<br />
Cupo de<br />
nacionales/<br />
Autonómicos:<br />
60.552,00 €;<br />
12%<br />
Cupo vecinos:<br />
49.542,50 €;<br />
9%<br />
Figura 1. Distribución de los ingresos por cupos. Temporada 2010/2011<br />
Cupo<br />
de propietarios:<br />
411.340,00 €;<br />
79%<br />
Fuente: Reserva Regional de Caza de Riaño.<br />
11
12<br />
En este sentido, D. Juan Carlos Peral, Director de <strong>las</strong> Reservas Regionales de Caza de<br />
León, expresó que la caza es necesaria <strong>para</strong> la estabilidad del Parque nacional, destacando<br />
que ésta es más antigua en la zona que el propio Parque Nacional, y si el Parque<br />
ha llegado a ser así, es gracias en gran medida a este aprovechamiento.<br />
Para la temporada 2012-2013 se pretenden realizar 508 permisos a rececho, 3 monterías<br />
de ciervos, 109 batidas de jabalí y 42 permisos de caza menor. Por lo tanto, está previsto<br />
conceder 662 permisos de caza en la Reserva, incluyendo permisos del Plan Ordinario y<br />
del Plan de Caza Selectiva. Esto generará 4.008 jornadas de caza (857 corresponderán a<br />
recechos y 3.151 a cacerías colectivas). Además de <strong>las</strong> piezas contempladas en el Plan<br />
de Caza, se abatirán por la Guardería y personal adscrito a la Reserva todos los animales<br />
enfermos o anormales, así como aquellos que se consideren necesarios por la Dirección<br />
Técnica <strong>para</strong> los estudios que se están llevando a cabo (veterinarios, genéticos, alimenticios,<br />
etc.).<br />
2.2. Parque nacional de Cabañeros<br />
Superficie: 40.856 ha.<br />
Creación: 1995.<br />
Región: Castilla-La Mancha.<br />
Es el <strong>para</strong>je natural representativo del monte mediterráneo dentro de la red de Parques<br />
Nacionales.<br />
El paisaje de Cabañeros derivado de la acción del hombre a lo largo de la historia ha dado<br />
lugar a un peculiar territorio de extensas rañas de uso anteriormente cerealístico en secano<br />
y con ricos pastos estacionales.<br />
El Parque se asienta sobre una zona tradicional de caza mayor en la que la caza de<br />
ciervos, corzos y jabalíes ha sido un aprovechamiento tradicional.<br />
Según el Plan de Gestión del mismo, se reconoce que la zona formaba parte de un coto<br />
de caza mayor, con aprovechamiento centrado en ciervo y jabalí, y en menor medida en
corzo. De acuerdo al Plan Director de la Red de Parques Nacionales, la caza y la pesca,<br />
como actividades recreativas o como aprovechamiento de animales silvestres, son incompatibles<br />
con los objetivos y finalidades de un Parque Nacional. La caza, pese a un<br />
aprovechamiento tradicional, se encuentra por lo tanto prohibida y únicamente se realiza<br />
como “control de población”. En la realización de esos controles poblacionales se utilizan<br />
además capturaderos. La caza deportiva reportaría rentas alternativas al área del Parque.<br />
En el año 2004, la publicación de un reportaje sobre <strong>las</strong> formas de control de <strong>las</strong> poblaciones<br />
de ungulados dio lugar a una extensa polémica sobre el control de <strong>las</strong> poblaciones<br />
de ciervo y jabalí.<br />
El turismo de naturaleza, junto con algunas pequeñas concesiones de aprovechamiento<br />
forestal, apicultura o extracción de corcho son los únicos ingresos que recibe el Parque<br />
(figura 2), frente a los más de 7,5 millones de euros que invierte tanto la Administración<br />
Gestora, como la Red de Parques Nacionales en conceptos de funcionamiento, inversiones<br />
ordinarias y otras inversiones, como se extrae de la Memoria de la Red de Parques<br />
Nacionales 2010 en su capítulo “Recursos Económicos”. Cabañeros es el segundo Parque<br />
nacional menos visitado de todos los que conforman la Red; con apenas 92.000<br />
turistas al año, se sitúa sólo por encima del Parque Nacional del Archipiélago de la Cabrera.<br />
Según el Organismo Autónomo de Parques Nacionales, en 2010 Cabañeros sólo representó<br />
el 0,96% del total de visitantes a los Parques Nacionales.<br />
Los meses de invierno <strong>las</strong> visitas al Parque son prácticamente inexistentes, lo que hace<br />
perfectamente compatible la caza deportiva dentro del espacio.<br />
Euros<br />
4.500.000,00<br />
4.000.000,00<br />
3.500.000,00<br />
3.000.000,00<br />
2.500.000,00<br />
2.000.000,00<br />
1.500.000,00<br />
1.000.000,00<br />
500.000,00<br />
0,00<br />
Figura 2. Inversiones reales en Cabañeros<br />
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010<br />
Parque Centralizado<br />
Fuente: Organismo Autónomo Parques Nacionales. MARM, 2010.<br />
13
14<br />
Alcoba de los Montes, Hontanar, Horcajo de Los Montes, Los Navalucillos, Navas de<br />
Estena y Retuerta del Bullaque son los pueblos cuyo término municipal está parcial o<br />
totalmente dentro de los límites de Cabañeros, conformando una población total de<br />
aproximadamente 5.550 habitantes.<br />
2.3. Parque nacional de sierra nevada<br />
Superficie: 83.833 ha.<br />
Creación: 1999.<br />
Región: Andalucía.<br />
Calificación: Reserva de la Biosfera 1986.<br />
UNESCO.<br />
Datos de interés: Destaca la industria turística<br />
que se ha desarrollado en torno a este<br />
Parque Natural, la cual es muy importante.<br />
Los aficionados al esquí, el montañismo, la<br />
pesca o el senderismo encuentran aquí un<br />
adecuado lugar de ocio donde disfrutar en<br />
vacaciones.<br />
En el Espacio Natural Sierra Nevada se realiza una gestión integrada que corresponde a<br />
la suma de dos figuras jurídicas de protección diferentes: un único Plan de Ordenación<br />
de Recursos Naturales (PORN), pero dos Planes Rectores de Uso y Gestión (PRUG).<br />
En relación a la caza, hay que diferenciar dos regímenes jurídicos diferentes: el Parque nacional,<br />
donde está terminantemente prohibida la actividad cinegética, y el Parque natural,<br />
donde se permite, y además se fomenta, la caza a través de varios expedientes de inversión<br />
<strong>para</strong> la mejora de <strong>las</strong> especies cinegéticas y/o subvenciones a <strong>las</strong> diferentes sociedades de<br />
caza radicadas en este territorio. Obviamente, cualquier cacería se realiza bajo la regulación<br />
de los planes técnicos de los diferentes acotados.<br />
En el Parque Nacional está prohibida la caza, aunque en realidad se han articulado desde<br />
su creación en 1999 los Planes de gestión de cabra montés y jabalí, empleándose la<br />
caza como herramienta de gestión, pero sólo por parte del personal por cuenta de la<br />
Administración. En este sentido, el plan de gestión del jabalí permite la realización de<br />
batidas con participación local. Durante la temporada cinegética, regulada anualmente<br />
por la Orden General de Vedas, se organizan por el centro administrativo del Parque más<br />
de 30 actividades de control, colaborando con el equipo de gestores del Parque en el
seguimiento y monitorización de los parámetros poblacionales y sanitarios propios de<br />
esta especie. Fuera de la temporada cinegética, el personal del Parque actúa puntualmente<br />
sobre el jabalí.<br />
En relación con la cabra montés, el control de la población se efectúa con medios propios<br />
por parte de la Administración, dotándose de un presupuesto aproximado de 600.000 €,<br />
aproximadamente, según reza la memoria del Parque Nacional de 2009. La Administración,<br />
mediante agentes medioambientales especializados y un equipo formado por varias<br />
personas dependientes de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de la Junta de Andalucía,<br />
se encarga de acometer estas tareas. Los mecanismos utilizados en la monitorización<br />
demográfica de la población consisten en abatimientos y captura en vivo.<br />
Cada uno de los cotos existentes dentro del Parque Natural regulan su actividad mediante<br />
los correspondientes planes técnicos de caza, en los que se contemplan <strong>las</strong> cacerías<br />
de jabalí, cabra montés y jornadas de caza menor.<br />
¿Cuánto se ahorraría el Parque en licitar los permisos de caza de cabra montés dentro de<br />
sus lindes? ¿Qué beneficio se pierde tanto en <strong>las</strong> arcas del Parque como en <strong>las</strong> poblaciones<br />
que lo configuran?<br />
2.4. Parque nacional de Monfragüe<br />
Superficie: 18.386 ha.<br />
Creación: 2007.<br />
Región: Extremadura.<br />
Datos de interés: Bosque y matorral<br />
mediterráneo en la Red de Parques<br />
Nacionales. Alberga importantes colonias<br />
de águila imperial y buitre negro. Otras aves<br />
nidificantes en el Parque son el halcón<br />
peregrino, águila perdicera, búho real,<br />
alimoche, buitre leonado, águila real, etc.<br />
Su paisaje se caracteriza por ser resultado, en buena parte, de la acción humana, constituyendo<br />
la dehesa el exponente más característico de la interacción sostenible entre el<br />
medio y el ser humano, en toda la zona periférica de protección.<br />
15
16<br />
Los números evidencian que, en el año 2010, la inversión por<br />
parte de la Red de Parque Nacionales ascendió a 849.329,71<br />
€, mientras que los gastos derivados de su gestión fueron<br />
1.800.973,35 €.<br />
En referencia a la actividad cinegética, única y exclusivamente<br />
se permiten los controles de <strong>las</strong> poblaciones de ciervo y jabalí,<br />
tal y como establece la Ley 1/2007, de declaración del Parque.<br />
En <strong>las</strong> zonas de titularidad pública se hace mediante rececho de gestión por parte de los<br />
Agentes del Medio Natural del propio Parque. En el caso de fincas privadas, se opera<br />
solamente en unas 3.000 ha, en <strong>las</strong> que se considera necesario, autorizando a la propiedad<br />
privada la ejecución de batidas selectivas <strong>para</strong> ciervas, jabalí y algún que otro macho<br />
de ciervo manifiestamente defectuoso.<br />
La falta de control efectivo de la población de ciervos y jabalíes hizo que, en menos de<br />
tres años desde la declaración del Parque Nacional, <strong>las</strong> manadas de ciervos y jabalíes<br />
que habitaban al abrigo de sus bosques pusieran en grave peligro <strong>para</strong> la vegetación<br />
existente, como la cabaña ganadera de la zona. El crecimiento desmedido de <strong>las</strong> poblaciones<br />
de ciervo en bastantes áreas contribuyó al contagio y la dispersión de enfermedades<br />
infecciosas como la tuberculosis, compartida por poblaciones salvajes y domésticas,<br />
lo que motivó el sacrificio de numerosas cabezas de ganado. En 2011 se<br />
calculaba que entre <strong>las</strong> 18.000 ha del área declarada Parque Nacional y <strong>las</strong> 32.000 de los<br />
alrededores se mueven unos 14.000 ejemplares de ciervos y unos 5.000 jabalíes. Es<br />
decir, una densidad de población aproximada de 28 ciervos por cada 100 ha, por lo que<br />
sobra algo más del 40% de estas poblaciones.<br />
Tras los graves casos de contagio a la cabaña ganadera, y la amenaza además <strong>para</strong><br />
el rico ecosistema vegetal, se procedió a la celebración de batidas de gestión con el fin<br />
de controlar radicalmente esta superpoblación de individuos. De aquí <strong>las</strong> palabras de los<br />
responsables de la gestión de Monfragüe, en <strong>las</strong> que además de creer compatible la caza<br />
dentro de este espacio, comprueban que es perfectamente mejorable con una actuación<br />
específica sobre <strong>las</strong> poblaciones de ciervo y jabalíes del interior del Parque y especialmente<br />
sobre la zona periférica de protección.<br />
Pero, ¿es necesario llegar a estos extremos? ¿No sería más fácil establecer unos cupos<br />
anuales <strong>para</strong> mantener el equilibrio de <strong>las</strong> poblaciones y además generar beneficios económicos<br />
en estas zonas?
2.5. Coto nacional de Los Quintos de Mora<br />
El monte de los Quintos de Mora se encuentra en los<br />
Montes de Toledo.<br />
Su relieve está constituido por una serie de alineaciones<br />
montañosas (Sierra de los Torneros al Norte y Sierra<br />
del Pocito y Sierra de la Higuera al Sur) comprendidas entre<br />
los 1.000 y 1.200 m, se<strong>para</strong>das por una gran “raña” central.<br />
La vegetación dominante son los encinares, acompañados a<br />
veces por alcornoques, madroños y labiérnagos. En los valles más húmedos aparecen<br />
arces, quejigos y melojos. En cuanto a su fauna, destaca el elevado número de ungulados<br />
silvestres como el ciervo, el gamo, el corzo y el jabalí. Otros aspectos relevantes son sus<br />
características <strong>para</strong> albergar a especies amenazadas y/o en peligro de extinción como el<br />
águila imperial ibérica, la cigüeña negra y el buitre negro. Además cuenta con una notable<br />
variedad florística y micológica.<br />
Este Coto Nacional y sus montes están destinados al desarrollo de estrategias piloto en<br />
la gestión y utilización sostenible del Monte Mediterráneo. Hasta 2010 existió un Centro<br />
de Cría en cautividad de águila imperial ibérica, ahora cerrado, ya que la presencia de<br />
grandes aves protegidas es variable, a pesar de declararse Zona ZEPA.<br />
La principal gestión que se realiza es la cinegética, orientada exclusivamente a mantener<br />
<strong>las</strong> poblaciones de caza mayor en los niveles deseados, con una adecuada relación<br />
de sexos y una definida estructura poblacional. No había aprovechamiento comercial,<br />
únicamente control poblacional, por lo que los beneficios económicos eran nulos.<br />
Se estima que la población de ciervos es de unos 2.500 individuos, lo que supone una<br />
densidad alrededor de 36 animales por km 2 . La carga actual se considera alta, sin ser<br />
excesiva, ya que la oferta de alimento, agua y refugio es buena y está bien distribuida.<br />
Habida cuenta de que crece aproximadamente un 20% cada año, si se quiere mantener<br />
o reducir debería extraerse cada año un mínimo de 500 reses, lo que resulta difícil teniendo<br />
en cuenta los métodos que pueden emplearse, como así lo estima OAPN 2011.<br />
Hasta 2012, el control poblacional se realiza a rececho y en batidas, con personal de<br />
Parques Nacionales a través de descastes y caza selectiva, por lo que no se cazan los<br />
ciervos adultos con buen trofeo. En 2012 se ha sacado a subasta el aprovechamiento<br />
de la caza en monterías y recechos. Hasta 2012, la reducción de <strong>las</strong> densidades de<br />
ciervos y jabalíes se venía haciendo a costa de <strong>las</strong> arcas públicas.<br />
17
18<br />
Lugar nuevo y Contadero-selladores son otros Cotos Nacionales en los que hasta<br />
2012 la caza, el llamado control de población, se hacía por personal a cargo o por cuenta<br />
de la Administración. Como en el caso del Coto Nacional de Quintos de Mora en 2012<br />
el Ministerio ha sacado a subasta parte de los aprovechamientos cinegéticos.<br />
3. El coste de control en términos económicos<br />
Es necesario hacer notar que estos costes de gestión están mayoritariamente financiados<br />
por <strong>las</strong> Administraciones Públicas competentes. Según el OAPN, en 2007 se contó con<br />
un presupuesto total de 145 millones de euros. financiados a través de los presupuestos<br />
generales del Estado.<br />
El aumento de visitas ha ido acompañado del crecimiento de todo un conjunto de infraestructuras,<br />
equipamientos y servicios que pretenden dar respuesta a <strong>las</strong> demandas de los<br />
visitantes. A pesar que el Plan Director de la Red de Parques Nacionales referencia contempla<br />
la obtención de ingresos a través de la comercialización de servicios no considerados<br />
“básicos” por concesiones de equipamientos y servicios (en todo caso el acceso<br />
a los parques ha de tener siempre carácter gratuito), la realidad es que la mayor parte de<br />
la financiación necesaria ha corrido a cargo de presupuestos públicos.<br />
Es aquí donde la caza puede desempeñar un papel crucial como método de gestión<br />
económica eficaz de los EnP, repercutiendo positivamente en sus áreas de influencia<br />
socioeconómicas. El gasto destinado por <strong>las</strong> Administraciones a controlar los excedentes<br />
poblacionales de especies cinegéticas a través de la concesión de permisos de caza<br />
tutelados, como los actuales de la RRC Riaño, no sólo se recuperaría en su totalidad, sino<br />
que seguramente se obtendría un beneficio mayor. Así, por ejemplo, como se mencionó<br />
en el apartado del P.N de Sierra Nevada, los 600.000 € que destinan al control de la cabra<br />
montés y el jabalí dentro de sus límites, podrían revertirse en el mismo si se sacaran a<br />
subasta los oportunos permisos <strong>para</strong> su caza. Además, esto haría que los cazadores<br />
tanto nacionales como extranjeros necesitaran buscar alojamientos en alguna de <strong>las</strong> poblaciones<br />
aledañas, generando aún más beneficios en la economía del entorno.
4. a nuevos tiempos, nuevas fórmu<strong>las</strong><br />
Algunos ejemplos significativos: Rumanía, Suiza, Macedonia y Berlín.<br />
4.1. Rumanía<br />
Rumanía es un país con una gran biodiversidad<br />
y un elevado porcentaje de<br />
sus ecosistemas naturales intactos,<br />
siendo la mayor área de bosques naturales<br />
de Europa. Casi la totalidad de<br />
los mismos son gestionados por la<br />
Administración Nacional, que se encarga<br />
del aprovechamiento de los recursos<br />
que ofrecen, ya sea madera,<br />
frutos, caza, etc. Su tradición legislativa tanto en materia de bosques, como en aspectos<br />
relacionados con la caza, es diferente a la española. Los bosques y sus recursos no son<br />
patrimonio privado, siendo el 65% de la superficie arbolada de titularidad pública.<br />
La estrategia cinegética desarrollada por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural,<br />
que es el responsable de la área de caza, contiene una frase que resume muy bien lo que<br />
es esta actividad en este país: “La caza, sus tradiciones y costumbres forman parte<br />
del patrimonio cultural nacional de Rumanía”. Con esta definición por parte del Ministerio<br />
se puede comprobar la valoración y estima que tienen a esta actividad. Además este<br />
organismo refleja lo siguiente en su ordenación estratégica: “La caza puede ayudar a<br />
regular el uso sostenible de los ecosistemas e implica una multitud de acciones relacionadas<br />
con la conservación de la caza de fauna silvestre y sus hábitat”. Entre los<br />
objetivos principales del Gobierno está mantener el equilibrio entre el conjunto que forman<br />
agricultura-bosque-caza, pilar importantísimo del producto interior bruto del país.<br />
La metodología del Gobierno rumano en la gestión de la caza consiste en conceder terrenos<br />
de <strong>las</strong> reservas naturales o áreas protegidas a empresas que dependen directamente<br />
de él. Dichas empresas explotan responsablemente los recursos que encuentran,<br />
como la caza. Para lograr tal fin, adecuan y pre<strong>para</strong>n sus infraestructuras, que, aunque<br />
no son nada ostentosas, son más que suficientes, proporcionando trabajo de manera<br />
directa a más de 5.000 personas. El aprovechamiento cinegético está tan integrado que<br />
obligan a los cazadores foráneos a alojarse en refugios de caza de la Administración, ya<br />
sean de nueva construcción o de tiempos de Ceaucescu, obteniendo así un beneficio<br />
19
20<br />
mayor por la estancia, a la vez que conservan en perfectas condiciones sus infraestructuras.<br />
Es importante tener en cuenta que Rumanía cuenta con especies de megafauna a<br />
todos los niveles tróficos, en especial poblaciones de grandes carnívoros (lobo, oso y<br />
lince), junto con el amplio espectro de sus presas naturales (jabalíes, corzos, ciervos,<br />
muflones, rebecos y gamos).<br />
La consecuencia de todo este esfuerzo por fomentar la caza, como así recoge el punto I<br />
de la estrategia cinegética desarrollada por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural,<br />
es que en un país donde apenas el 0,4% de la población es adepta a ella, cerca de 100<br />
millones de dólares son destinados a su conservación, utilización sostenible de los recursos<br />
cinegéticos y del medio en el que se encuentran, recabados en gran parte por el turismo<br />
cinegético que recibe el país.<br />
4.2. suiza<br />
En el caso de Suiza, una de <strong>las</strong> economías capitalistas más estables, poderosas y modernas<br />
del mundo, ubicada entre <strong>las</strong> diez mejores según el Índice de Libertad Económica<br />
de 2009, los ingresos por la caza no suponen una inyección necesaria <strong>para</strong> su hacienda<br />
pero, aun así, la explotan y aprovechan incluso en reservas naturales.<br />
Durante el siglo XIX, <strong>las</strong> poblaciones de ungulados en Suiza<br />
se redujeron al mínimo debido a la fuerte presión cinegética<br />
y el mal estado en que estaban sus bosques.<br />
Rebecos e íbices fueron completamente exterminados,<br />
mientras que los ciervos apenas consiguieron<br />
sobrevivir. Como consecuencia de esta<br />
aniquilación, se aprobó la legislación que limita<br />
la caza, la protección de <strong>las</strong> hembras y crías, la<br />
realización de una eficiente red de guardabosques<br />
y la delimitación de la prohibición federal.<br />
Gracias a estas medidas, a finales del siglo XIX<br />
y principios del XX fue posible restablecer <strong>las</strong><br />
poblaciones de animales silvestres autóctonos.<br />
La Ley Federal sobre la caza y la protección de<br />
mamíferos y aves silvestres (SR 992.0), promulgada<br />
en 1988, tiene como propósito, según su punto I, <strong>las</strong> siguientes<br />
directrices:
a. Preservar la biodiversidad y los hábitats de <strong>las</strong> aves silvestres nativas y migratorias y<br />
mamíferos.<br />
b. Proteger <strong>las</strong> especies en peligro de extinción.<br />
c. Limitar los daños de la fauna en los bosques y los cultivos agríco<strong>las</strong> a un nivel aceptable.<br />
d. Adecuar de <strong>las</strong> poblaciones silvestres <strong>para</strong> asegurar la caza.<br />
Para ello cuenta con la Oficina Federal <strong>para</strong> el Medio Ambiente (OFMA), responsable de<br />
la legislación cinegética nacional y de que cada cantón (provincias suizas) regule la<br />
caza dentro de su propio territorio. La OFMA marca <strong>las</strong> directrices de <strong>las</strong> cuotas de captura,<br />
<strong>las</strong> zonas de caza y tramita los incidentes de la fauna silvestre. En este último apartado,<br />
la ley suiza es muy estricta, pues vigila que la fauna silvestre no se apodere de los<br />
pastos necesarios <strong>para</strong> su abundante cabaña ganadera, evitando además cualquier contagio<br />
epidemiológico entre ambos. Por ello utilizan la caza como medio de gestión, tanto<br />
en bosques comunales, reservas naturales y/o espacios protegidos. La mayor parte de<br />
los permisos de caza con categoría de trofeo son reservados <strong>para</strong> cazadores extranjeros,<br />
quienes dejan importantes cantidades de dinero por comprar alguna de estas licencias.<br />
Estos visitantes cinegéticos aportan beneficios a varios sectores del país, como hostelero,<br />
transporte, artesano, etc., además de ser una buena inyección <strong>para</strong> financiar tanto <strong>las</strong><br />
arcas de la OFMA, como la del cantón donde se lleva a cabo la cacería. Este beneficio<br />
repercute de forma directa en la conservación y estudio del ecosistema tutelado por estas<br />
dos instituciones.<br />
4.3. Macedonia<br />
El Parque Nacional Mavrovo se estableció por ley en la<br />
Asamblea Nacional de la República Popular de Macedonia<br />
del 19-04-1949, dada su extraordinaria belleza natural,<br />
importancia histórica y científica de los bosques<br />
y zonas forestales alrededor del campo Mavrovo.<br />
El Parque nacional Mavrovo es uno de los tres<br />
parques nacionales de Macedonia y el más grande,<br />
pues alberga 73.088 ha, la mayoría de <strong>las</strong> cuales<br />
son cadenas montañosas con picos por encima de<br />
los 2.000 m de altitud. Es conocido mundialmente por<br />
su extraordinaria población de rebecos balcánicos (Rupicapra<br />
rupicapra balcánica), tanto en abundancia como<br />
21
22<br />
en calidad de trofeos. Esto lo convierte en uno de los destinos favoritos de los cazadores<br />
internacionales, entre los que se encuentran numerosos españoles, acogiendo cada año<br />
un importante número de compatriotas.<br />
La dirección de Mavrovo concede una costosa licencia con cupo máximo de dos rebecos<br />
(machos o hembras) <strong>para</strong> que puedan ser recechados durante dos jornadas de caza.<br />
Estas licencias son más difíciles de conseguir dada la aceptación y buen funcionamiento<br />
del sistema adoptado por los gestores del Parque, a pesar que los precios oscilan en<br />
torno a los 3.500 €.<br />
Aparte de este elevado precio, <strong>las</strong> dos jornadas de caza aseguran al menos tres o cuatro<br />
días de estancia en Mavrovo, suponiendo una inyección extra <strong>para</strong> la economía rural de<br />
la zona.<br />
4.4. Berlín, un caso muy singular. La caza, un instrumento<br />
al servicio de la ciudad<br />
En la capital alemana, <strong>para</strong> cazar jabalíes no es necesario salir del centro de la ciudad.<br />
Berlín tiene 892 km 2 de superficie, de los cuales 170 son de bosque y otros 65 de zonas<br />
verdes. Eso la convierte en una de <strong>las</strong> capitales más verdes del mundo, con su propia<br />
flora y fauna.<br />
La proliferación descontrolada de especies en esta ingente masa forestal puede llegar a<br />
ser un problema en una urbe de casi 3,5 millones de habitantes. Además de los varios<br />
cientos de tipos de aves que anidan en el Tiergarten, uno de los principales parques, situado<br />
junto a la Puerta de Brandemburgo, y además de los conejos y ardil<strong>las</strong> que tanto<br />
gustan a los turistas, los bosques del municipio albergan zorros, corzos y jabalíes. Estos<br />
últimos complican especialmente la vida a los berlineses porque cuando se adentra el<br />
invierno y escasea la comida, rebuscan en los cubos de basura, entran en los patios de<br />
<strong>las</strong> casas, llegando a ser agresivos, y además provocan infinidad de accidentes de tráfico.<br />
En los años pasados <strong>las</strong> autoridades berlinesas abrieron la veda <strong>para</strong> la caza mayor en el<br />
término municipal de la capital alemana con el propósito de abatir un determinado número<br />
de corzos y jabalíes. Según los datos oficiales aportados por la guardia forestal municipal,<br />
los cazadores abatieron 2.459 jabalíes y más de 500 corzos en los bosques de<br />
la capital (figura 3). Más de 600 de estas piezas fueron abatidas en pleno centro.
3.500<br />
3.000<br />
2.500<br />
2.000<br />
1.500<br />
1.000<br />
500<br />
0<br />
1992-1993<br />
1993-1994<br />
1994-1995<br />
1995-1996<br />
1996-1997<br />
1997-1998<br />
1998-1999<br />
1999-2000<br />
2000-2001<br />
2001-2002<br />
2002-2003<br />
2003-2004<br />
2004-2005<br />
2005-2006<br />
2006-2007<br />
2007-2008<br />
2008-2009<br />
2009-2010<br />
2009-2010<br />
Jabalí Corzo Zorro<br />
Figura 3. Evolución de la caza en el distrito de Berlín desde 1992 hasta 2010<br />
Fuente: Ayuntamiento de Berlín.<br />
Los responsables forestales de Berlín han marcado una serie de restricciones importantes<br />
<strong>para</strong> depurar responsabilidades y salvaguardar la integridad de todos los usuarios de<br />
estos espacios verdes. Así, <strong>las</strong> horas de caza están limitadas al amanecer y al anochecer,<br />
cuando los parques son menos visitados. La caza cumple también en este caso, en un<br />
espacio público, una importante función social.<br />
23
24<br />
III. Caza, Desarrollo Rural y Espacios Protegidos<br />
“La caza es el motor económico del sector primario en España.”<br />
(D. Jesús Casas Grandes, Ex Director General de Desarrollo Sostenible<br />
del MARM. I Congreso de Caza y Desarrollo Rural. Toledo 2011)<br />
El turismo de naturaleza es una de <strong>las</strong> influencias positivas que están recibiendo los Espacios<br />
Naturales Protegidos, pero es necesario puntualizar. La presencia de visitantes<br />
genera nuevos tipos de aprovechamientos (campings, casas rurales, aparcamientos, centros<br />
de interpretación, etc.), pero a su vez crea nuevos conflictos ambientales (residuos,<br />
vertidos, carga turística excesiva, etc.). El turismo de naturaleza no debe considerarse la<br />
única fuente de escape a los problemas del establecimiento del desarrollo rural. En los<br />
cuatro últimos años, como se aprecia en <strong>las</strong> estadísticas de OAPN, la afluencia de visitantes<br />
ha caído en más de un millón de personas al año, suponiendo casi un 10% del<br />
total. Sobre estos datos hay que destacar que tres de los catorce Parques Nacionales<br />
aca<strong>para</strong>n casi el 60% del total de visitantes, lo que deja al resto de figuras con una bajísima<br />
tasa de afluencia (figura 4).<br />
Otro aspecto de importante trascendencia en cuanto al desarrollo rural es el paulatino<br />
recorte de subvenciones que tanto Autonomías como Administración Central están destinando<br />
a <strong>las</strong> áreas de influencia socioeconómica de los espacios protegidos (figura 5).<br />
Estas medidas están agudizando aún más la situación de crisis que viven <strong>las</strong> poblaciones<br />
rurales y especialmente <strong>las</strong> dedicadas al sector servicios.<br />
1.200.000<br />
1.000.000<br />
800.000<br />
600.000<br />
400.000<br />
200.000<br />
0<br />
9.661.493<br />
2002<br />
11.134.828<br />
10.743.480 10.979.470 10.864.738<br />
10.296.382<br />
10.222.818 10.083.561<br />
90.514.829,31<br />
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010<br />
Fuente: Organismo Autónomo Parques Nacionales. MARM, 2010.<br />
Figura 4. Visitantes a la Red de Parques Nacionales de 2002 a 2010
Millones de euros<br />
2.000.000,00<br />
1.800.000,00<br />
1.600.000,00<br />
1.400.000,00<br />
1.200.000,00<br />
1.000.000,00<br />
800.000,00<br />
600.000,00<br />
400.000,00<br />
200.000,00<br />
0,00<br />
Ordesa y Monte Perdido<br />
Cabañeros<br />
Tab<strong>las</strong> de Daimiel<br />
Caldera de Taburiente<br />
Garajonay<br />
Teide<br />
Timanfaya<br />
Doñana<br />
Sierra Nevada<br />
En algunos Espacios Naturales Protegidos se permite el mantenimiento de <strong>las</strong> actividades<br />
tradicionales compatibles con la conservación de la naturaleza. Muchas de estas<br />
actividades producen bienes y servicios con una demanda en alza, no solo entre consumidores<br />
españoles, sino de todos los lugares del planeta. Aquí es donde la caza, vista<br />
como turismo cinegético, contribuye de una manera especial a la economía de estas<br />
áreas rurales.<br />
Este fue uno de los principales temas de debate<br />
en el I Congreso de Caza y Desarrollo Rural, donde<br />
se manifestó que “la caza no ha de argumentarse<br />
en torno a la conservación de la<br />
naturaleza, sino como la ordenación general<br />
de la economía de nuestro país y la vertebración<br />
del territorio”. Además se dieron datos<br />
precisos que muestran cómo se ha convertido<br />
en el motor económico del sector<br />
primario, representando un alto porcentaje<br />
del producto interior bruto, generando<br />
30.000 puestos de trabajo directos, 115.000<br />
indirectos, y aportando 3.600 millones de<br />
euros a la economía nacional.<br />
Picos de Europa<br />
Is<strong>las</strong> Atlánticas de Galicia<br />
Fuente: Organismo Autónomo Parques Nacionales. MARM, 2010.<br />
Figura 5. Dotación y cuantía de <strong>las</strong> subvenciones en <strong>las</strong> áreas de influencia socioeconómica<br />
de los Parques Nacionales (millones/€)<br />
25
26<br />
Tabla 2.<br />
Año 1950 1960 1970 1980 1990 2000 2010<br />
N.º de licencias 195.000 298.000 662.500 1.152.700 1.443.514 1.183.071 895.870<br />
Algunas de <strong>las</strong> <strong>conclusiones</strong> de este I Congreso Nacional de Caza y Desarrollo Rural resaltaron<br />
la necesidad de reconocer la evidencia del papel que la actividad cinegética<br />
tiene en el desarrollo del medio rural, siendo preciso fortalecer la capacidad empresarial<br />
y sus instrumentos asociados <strong>para</strong> permitir una plena incorporación de la caza a la actividad<br />
económica y a la creación de riqueza.
IV. Caza, Biodiversidad y Espacios Protegidos<br />
“La biodiversidad desempeña importantes funciones económicas que deben ser reconocidas<br />
en <strong>las</strong> políticas públicas, incluso desde un punto de vista estratégico como elemento<br />
dinamizador <strong>para</strong> la salida de la crisis y la orientación a un modelo productivo sostenible.”<br />
(Informe Anual Sostenibilidad en España 2011)<br />
La definición más aceptada de biodiversidad es la que se adoptó en el seno del Convenio<br />
sobre Diversidad Biológica en 1992: “La variabilidad de organismos vivos de cualquier<br />
fuente, incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas terrestres y marinos y otros sistemas<br />
acuáticos, y los complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad<br />
dentro de cada especie, entre <strong>las</strong> especies y de los ecosistemas. La biodiversidad abarca,<br />
por tanto, la enorme variedad de formas mediante <strong>las</strong> que se organiza la vida”.<br />
Así, acogiéndonos a los ejemplos citados a lo largo de este trabajo (véase Parque Nacional<br />
de Picos de Europa) en cuanto a la gestión, conservación de Espacios Naturales<br />
Protegidos o simplemente de los terrenos acotados, desciframos que la caza, bien gestionada,<br />
es una de la mejores herramientas <strong>para</strong> garantizar y mantener la Biodiversidad.<br />
27
28<br />
También hemos conocido que en España el medio rural representa el 90% del territorio,<br />
acoge al 35% de la población y concentra la práctica totalidad de los recursos naturales,<br />
además de una parte significativa de nuestro patrimonio cultural.<br />
Son, pues, el desarrollo del medio rural y la conservación de la naturaleza objetivos complementarios.<br />
Generar empleo y mejorar la calidad de vida en el medio rural es un requisito<br />
básico <strong>para</strong> mantener un uso del territorio que garantice su cuidado y buen estado<br />
de conservación y la caza, en muchos de estos lugares es el único manantial económico<br />
en el que se sustentan.<br />
Por tanto la primera premisa básica que hay que sostener es absolutamente rotunda: la<br />
caza, como recurso natural renovable que es, si se aprovecha y gestiona de manera<br />
sostenible, es beneficiosa <strong>para</strong> satisfacer legítimas necesidades humanas y, a la vez,<br />
constituye una herramienta de primer nivel <strong>para</strong> la conservación de la biodiversidad, los<br />
hábitats y el paisaje. Así se reconoce desde fundamentales instancias internacionales, en<br />
tanto en cuanto a la utilización de los recursos naturales renovables vivos, como son la<br />
Unión Internacional <strong>para</strong> la Conservación de la Naturaleza (UICN) a través de la Declaración<br />
de la política de la UICN acerca del uso sostenible de los recursos vivos silvestres<br />
promulgada en el año 2000.<br />
Pero ya tiempo antes, el más importante divulgador ambientalista, y considerado promotor<br />
de la defensa de la naturaleza en España, Félix Rodríguez de la Fuente, en uno de<br />
sus sensacionales documentales de El Hombre y la Tierra, concretamente en el dedicado<br />
a <strong>las</strong> Sierras de Cazorla y Segura, habla del círculo cíclico que hay a través de la caza<br />
<strong>para</strong> garantizar la estabilidad de los ecosistemas: “Constituye toda una lección de ecología<br />
esta simbiosis entre los intereses de la montería y la conservación de la fauna autóctona.<br />
Si los cadáveres de algunas reses abatidas por los monteros y libradas de sus trofeos,<br />
sirven <strong>para</strong> alimentar a los buitres y acrecentar su colonia, y sirven <strong>para</strong> sustituir a<br />
<strong>las</strong> antiguas caballerías de labor, o a <strong>las</strong> ovejas y <strong>las</strong> cabras que en otros tiempos morían<br />
en estas sierras, se habrá cerrado un ciclo ecológico que nos permitirá perpetuar aves tan<br />
poderosas y llamativas como el buitre leonado o el quebrantahuesos”.
V. Conclusiones del VI Observatorio Cinegético<br />
de la RFEC: “Caza, espacios protegidos<br />
y desarrollo rural”<br />
1. La caza, como herramienta clave de control de <strong>las</strong> poblaciones de ungulados,<br />
es imprescindible <strong>para</strong> el equilibrio de los ecosistemas. El buen estado de <strong>las</strong><br />
cubiertas vegetales, la reducción de los daños a los cultivos, la contención de <strong>las</strong><br />
enfermedades animales, e incluso la seguridad del tráfico rodado, dependen del<br />
equilibrio poblacional de especies como el ciervo o el jabalí.<br />
2. La caza racional, deportiva, ética y ordenada es perfectamente compatible<br />
con la conservación de los espacios naturales protegidos.<br />
3. Una gestión de <strong>las</strong> poblaciones<br />
de caza ordenada y social<br />
es un elemento generador de<br />
empleo, riqueza y desarrollo<br />
<strong>para</strong> el medio rural. La caza es<br />
una actividad de ocio y un<br />
aprovechamiento tradicional<br />
complementario a otras actividades<br />
relacionadas con el disfrute<br />
de la naturaleza. No es<br />
cierto que sea un uso incompatible<br />
con la realización de<br />
otras actividades lúdicas, de<br />
ocio o empresariales.<br />
4. Las decisiones en materia de<br />
conservación, y especialmente<br />
cualquier regulación de la actividad<br />
cinegética, deben basarse<br />
en criterios técnicos y<br />
científicos, nunca en prejuicios<br />
o cuestiones emocionales.<br />
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5. La participación de los cazadores en los controles de poblacionales en los espacios<br />
protegidos, como por ejemplo, algunos Parques Nacionales, reduciría el<br />
coste de este servicio a <strong>las</strong> arcas públicas y podría contribuir incluso a su saneamiento.<br />
Por otro lado, supondría reconocimiento a la función social del cazador.<br />
6. La Administración central debe reformular el Plan Director de Parques nacionales,<br />
en lo que se refiere a la consideración de la caza como una actividad incompatible<br />
con la conservación. El mundo científico, la Administración, la sociedad<br />
en general, consideran que el control de poblaciones o manejo de la fauna<br />
cinegética en los espacios protegidos podría hacerse a través de la caza<br />
deportiva.<br />
Parque Natural de Monfragüe
VI Observatorio Cinegético de la RFEC<br />
Caza, espacios protegidos y desarrollo rural<br />
Introducción: la caza y los espacios protegidos<br />
Presenta: D. José Luis Garrido Martín, Director General de FEDENCA<br />
• Exposición 1: Estudio económico de la caza en los Parques Nacionales.<br />
D. Javier Viñue<strong>las</strong> Madera, Investigador del IREC<br />
• Exposición 2: El galimatías de <strong>las</strong> competencias en materia de gestión de Parques Nacionales.<br />
D. Alonso Sánchez Gascón, Asesor Jurídico de la RFEC<br />
Mesa: la caza deportiva, ¿un uso incompatible con la conservación?<br />
Modera: D. Santiago Ballesteros Rodríguez, Secretario General de la RFEC<br />
Ponentes:<br />
• D. Alberto Ruiz del Portal, Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente<br />
• D. Ángel Rodríguez Martín, Director del Parque Natural de Monfragüe<br />
• D. José M.ª Toledano Toledano, Jefe de Servicio de Medio Natural (Ciudad <strong>Real</strong>)<br />
• D. Felipe González de Canales, Economista. Secretario General Red Española de Desarrollo Rural<br />
• Dña. M.ª del Mar Lara López, Gerente del Parque Natural de Sierra Nevada<br />
• D. Luis Fernando Villanueva González, Presidente APROCA España<br />
• D. José Ángel Pérez Yespes, Alcalde de Navalucillos y Miembro de Patronato<br />
© Aníbal de la Beldad<br />
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Organiza: Colaboran: