La lombriz de tierra y la práctica de la lombricultura en Cuba.

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Tabla 1. incidencia de pH, temperatura y humedad sobre el comportamiento de las lombrices Eisenia foetida
y Eudrilus eugeniae durante el proceso de lombricultura
efecto sobre la lombriz
Parámetro
muerte Letargo
Produce Humus
rango v. óptimo
Letargo muerte
pH < 5 < 6.5 6.8-8 7.5 > 8.5 > 9
Humedad % < 50 < 75 80-85 82 > 88 > 90
Eisenia foetida
T°C 0 < 7 14-27 20 > 33 > 42
Eudrilus eugeniae
T°C < 15 < 19 20-26 24 > 33 > 42
Como se observa en la tabla, las variaciones de las condiciones
ambientales afectan la cría, en mayor o menor grado
dependiendo de cuanto se alejen del valor óptimo. Bajo
condiciones desfavorables, las lombrices solo se alimentarán,
pero no se reproducen, con lo que la población se estanca
(las lombrices juveniles no pasan a adultas y las adultas no
se acoplarán por lo que no habrá huevos) y disminuirá la
producción de humus. Si las condiciones de vida se hacen
más adversas, las lombrices entran en estado de latencia y
solo se alimentan para sobrevivir, pero no se reproducen
ni producen humus (en estas condiciones en el cultivo solo
quedarán lombrices juveniles que son más resistentes que las
adultas). Ante condiciones extremas, se produce la muerte de
las lombrices. En función de lo señalado, un productor con
suficiente experiencia, por apreciación visual de la población
de lombrices, puede detectar cualquier problema y tomar
las medidas para rectificarlo a tiempo.
El residual orgánico a emplear constituye en primer lugar
el soporte físico de permanencia de la lombriz, a la vez que
implica ser la única alternativa de fuente alimenticia, ya que
es un sistema de cría en cautiverio. Un gran número de los
residuos orgánicos generados por las actividades agrícolas,
urbanas y, en menor medida, industriales de nuestra sociedad
pueden ser utilizados como sustratos en la lombricultura. Por
lo general, la mezcla de varios residuos se transforman más
rápidamente que de forma individual, pero hay que tener en
cuenta la proporción en dependencia del tipo de residual.
No obstante, la mayoría de estos residuos casi nunca se
presentan en condiciones de ser ingeridos directamente por
las lombrices, siendo el pH ácido el principal factor limitante,
pues la lombriz posee una capacidad limitada para neutralizar
los alimentos con el calcio que producen sus glándulas
calcíferas. Por tanto, salvo raras excepciones (estiércol de
conejo y caballo), será necesario someter el residual a un
proceso previo de adecuación, mediante el cual adquirirá las
características que lo hagan asimilable por la lombriz.
Durante el proceso de adecuación, se realizan volteos
del residual y riegos periódicos para propiciar la descomposición
inicial de la materia orgánica en condiciones de una
adecuada oxigenación, lo que acelera el cambio de su pH y
evita que la temperatura se eleve demasiado. Se debe lograr
que el pH alcance valores ligeramente alcalinos. El tiempo
y forma de adecuación depende de las particularidades
de cada residual. Una vez adecuado, es preciso someter el
sustrato a la prueba de caja, procedimiento de obligatorio
cumplimiento antes de alimentar las lombrices.
En trabajos realizados en el Instituto de Suelos, se utilizaron
tres residuales con vistas a evaluar su efectividad en
la lombricultura, de forma individual y combinados en dife-
rentes proporciones. Se utilizó la especie de lombriz Eisenia
foetida y se mantuvo la humedad en el sustrato entre 80 y
85%. Se analizó la dinámica de población de las lombrices
a través de parámetros fisiológicos y reproductivos como la
biomasa, mortalidad, desarrollo de clitelo y producción de
huevos. Los residuales empleados fueron: estiércol vacuno
EV, cachaza C y gallinaza G, en forma individual y en combinaciones
de EV+C (1:1), EV+G (1:1) y C+G (3:1).
Desde un inicio, la prueba de caja mostró la imposibilidad
de utilizar la gallinaza como única fuente de sustrato para la
lombriz. Asimismo en combinación con estiércol vacuno EV+G
(1:1) y con cachaza en proporción aun menor C+G (3:1) su
extremada acidez determina alta mortalidad, lento crecimiento,
poca biomasa de lombrices con tendencia a disminuir, ausencia
de clitelo y por tanto ausencia de producción de huevos. Es
evidente la imposibilidad de llevar a cabo un proceso de producción
exitoso, si los residuales y sus proporciones en la mezcla
no cumplen con la demanda de la lombriz, lo cual determina
la cantidad y calidad del humus de lombriz.
Combinar el estiércol vacuno y la cachaza en iguales
proporciones resulta altamente favorable, así como el uso
de ambos de forma individual como demuestra día a día la
experiencia de innumerables productores.
bibliografía
Son autores también de este trabajo
Francisco Martínez y Clara García.
1. MArtíNez, F., b. CAlero, r. NoGAles, l. rovesti
(2003): Lombricultura. Manual Práctico.
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(Annelida: Lumbricidae) y sus implicancias
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en lombricultura. Revista Electrónica de
Veterinaria REDVET, ISSN 1695-7504,
Vol. VI, N°7, Julio/2005. www.veterinaria.
org/revistas/redvet/n070705.html
4. sChulDt, M. (2002): Las lombrices utilizadas
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5. MArtíNez, M. A (2000): Las lombrices de tierra
y su papel en los agroecosistemas tropicales.
Agricultura Orgánica. 1:34-35.