Casas destroyer en la capital Casas destroyer en ... - Diario El Mundo

PARTIDOCRACIA
Por dinero se lucha contra la muerte
ES DE ENTENDER la indignación,
impotencia,molestia y frustración
que para el PDC y el PCN genera la
decisión de tres de cinco magistrados
del Tribunal Supremo Electoral.
Ana Giralt
Periodista
¿Le gustaría que el Estado
de El Salvador le
entregue $1.7 millones
para poder ejecutar
un proyecto
que lo beneficia?¿Qué ocurriría
si un tercero, que no tiene
un vínculo directo con su
proyecto, está por tomar una
decisión que afectaría el que
usted reciba ese dinero? Es
de suponer que haría lo imposible
para evitar un desenlace
contra sus intereses
económicos. Pelear hasta el
final sería la consigna. Y es lo
que están haciendo el Partido
Demócrata Cristiano y el
de Conciliación Nacional en
su afán por no desaparecer
del mapa político.
Más allá de la historia partidaria,
del arraigo por los símbolos
y colores (que por cierto,
la nueva propuesta no varía
mucho de la vieja), lo que
estaría motivándolos a luchar
contra la “muerte” es la deuda
política. Al PCN, por ejemplo,
le correspondería recibir
$1.7 millones provenientes
de las arcas públicas para financiar
parte de la campaña
electoral de 2012, tal y como
lo publicó Diario El Mundo
en su edición del 22 de septiembre.
Sin embargo, debido
a que el Tribunal Supremo
Electoral (TSE) resolvió cancelarlo,
la nueva estructura
que ha surgido de Conciliación
Nacional y que se hace
llamar Concertación Nacional,
sólo obtendrá $58 mil para
su campaña.
Igual cantidad recibirá el Partido
de la Esperanza (nombre
de la nueva estructura de los
“pescados”, a quienes como
PDC les correspondería alrededor
de $600 mil), así como
los populares de Orlando Arévalo,
la Gran Alianza por la
Unidad Nacional (GANA) y
todo aquel partido político
que compita como primerizo
en las elecciones de alcaldes
y diputados del próximo
año. Porque aunque sus líderes
sean viejos conocidos y
con amplia trayectoria, y sus
bases sólo tengan de nuevo la
camisa y la gorra que recibirán
para hacer proselitismo,
la figura jurídica que acuna el
proyecto no existió en procesos
pasados y la ley establece
que la deuda política se calcula
sobre la cantidad de votos
obtenidos por partido en
la última elección en la que
compitió.
Es de entender la indignación,
impotencia, molestia y
frustración que para el PDC y
el PCN genera la decisión de
tres de cinco magistrados del
TSE, sobre todo cuando están
amenazados por un GANA
que podría dar sorpresas y
que tiene todo para convertirse
en la tercera fuerza política
del país. Amén del voto
duro que fielmente acompaña
a los partidos en las contiendas,
es la capacidad financiera,
el derroche de recursos
en mitines, publicidad,
eventos de acercamiento
con votantes, entrega de artículos
partidarios, fiestas,
jornadas médicas, donación
de juguetes (ni modo, hasta
la Navidad la ocupan para hacer
proselitismo) y cualquier
actividad que implique dar
algo a cambio de sumar
adeptos, lo que catapulta a
un partido político.
De ahí que ARENA y el FMLN
son los mayoritarios de El
Salvador (a estos partidos les
corresponde un poco más de
$3 millones de deuda política).
Y también por eso, es que
las posibilidades de GANA
se perfilan positivas en comparación
al PDC y PCN, o lo
que surja de éstos. El partido
que nació de las entrañas
areneras aparenta estar más
holgado económicamente
que sus competidores, quienes
ya hablan de recurrir a
préstamos bancarios en caso
de no poder revertir la decisión
del TSE.
Aunque el dinero importa y
mucho, no es lo único que
motiva al PDC y al PCN a luchar
contra su desaparición.
El claro incumplimiento de
ley que cometieron los magistrados,
al resolver por tres
votos y no por cuatro (mayoría
calificada) la cancelación
de ambas agrupaciones, los
motiva a seguir peleando
contra una decisión que debió
tomarse hace más de cinco
años, cuando (así como los
afectados alegan está pasando
ahora) se irrespetó el estado
de derecho y los principios
jurídicos que rigen el sistema
político de El Salvador, al que
vigentes partidos que por votos
no lo merecían.
OPINIÓN
PREOCUPACIÓN
EL MUNDO
VIERNES 30/09/2011
¿Por qué no
se depura el
sistema judicial?
Simple, porque hay gente a la que no le conviene
que el sistema judicial sea saneado, transparente
y justo. Quienes no están en el camino de la legalidad
y el bien les convienen operadores de justicia
débiles, sobornables y sobre todo con falta de ética
profesional.
En el pasado y todavía, la Corte Suprema de Justicia ha resuelto
en algunas ocasiones a la medida del que paga la música
y no necesariamente apegado a derecho. Por eso es que
buena parte de la población que ha acudido a los tribunales
ha perdido la confianza en el sistema judicial y termina en
muchas ocasiones tomando la justicia por su cuenta. Y esto
es lo más grave. Cuando esto sucede estamos a un paso de
la anarquía y la ley del más fuerte. Es en fin, el resultado de
una débil institucionalidad que solo mira para un lado y no
reparte justicia por igual.
Cuando un sistema judicial está viciado y no es equitativo
se desarrolla un circulo de impunidad que genera más violencia
y mensajes desalentadores para las grandes mayorías
que desean vivir en paz. Cuando al delincuente no se le
castiga está demostrado sociológicamente que vuelve a delinquir
y va sembrando una estela de dolor y odio que termina
igual en más violencia. El mensaje es sencillo: aquí
manda el más fuerte y la justicia no existe.
Un sistema judicial que no goce de credibilidad se presta
para muchas ilegalidades. Para avalar
lo que a todas luces es inconstitucional,
para fallar a favor de delincuentes
que apelan sentencias y
lo peor de todo, para castigar o intimidar
a jueces que no son sumi-
Romeo Lemus
Periodista
15
sos a “los dioses del olimpo”.
Por el contrario, si el sistema judicial
es fuerte la gente le respeta y acu-
de a éste antes de tomar acciones por su cuenta. No vacila
en dejar en manos de jueces fuertes e independientes los
casos que le afectan. El país mismo se vuelve muy atractivo
para la inversión nacional y extranjera y esto consecuentemente
fortalece las economías. Cuando la justicia funciona
los empresarios saben que si alguien se pasa de vivo pueden
confiar en que habrá resoluciones apegadas a derecho
y se respetará el debido proceso, independientemente si es
o no a su favor.
Los vicios del sistema judicial y la necesidad de una depuración
han sido señalados en varias ocasiones por el Departamento
de Estado de los Estados Unidos que sin duda
conoce muchas de las intimidades de cómo se maneja este
tema en nuestro país. Y no es para menos, continuamente
conocemos de jueces y juezas que resuelven erróneamente
motivados por diversas razones.
En la depuración del sistema judicial también juega un papel
importante el Consejo Nacional de la Judicatura que hace
dos evaluaciones al año de los aplicadores de justicia. El
CNJ debe convertirse en un censor y anticipador de los malos
jueces y juezas.
Mediante estas auditorías puede prevenir y advertir qué
juzgadores están manejando el asunto apegados a derecho
y quiénes están disparando por otro lado. Sus informes deben
ser vitales para una depuración efectiva y sobre todo
transparente, porque tampoco se vale hacer una cacería de
brujas con los buenos jueces y juezas que sin duda son la
gran mayoría y a quienes se debe apoyar. La cierto es que estamos
a tiempo de cortar el círculo vicioso de la impunidad
y rescatar la credibilidad de las instituciones claves que fortalecen
la democracia.