iii semana machadiana - Antonio Machado y Baeza
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70<br />
aniversario MUERTE<br />
III SEMANA MACHADIANA<br />
del 16 al 22 de febrero - <strong>Baeza</strong>-09
Semana Machadiana - 2009<br />
Edita: Excmo. Ayuntamiento de <strong>Baeza</strong><br />
Portada, maquetación y diseño: A. Tornero<br />
Imprime: Publimax Impresores
Alcalde de Collioure y Alcalde de <strong>Baeza</strong>-2008<br />
PRESENTACIÓN<br />
Un año más Febrero nos trae a la memoria el recuerdo de<br />
D. <strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong> y nuestro compromiso de, al hilo del<br />
aniversario de su muerte, rendir tributo de admiración<br />
desde este rincón andaluz que él definiera en aquellos<br />
momentos donde la ausencias tenían embargada su alma,<br />
como “un pueblo húmedo y frío, destartalado y sombrío entre<br />
andaluz y manchego”. Justo este año en que la climatología<br />
se empeña en hacer buena aquella primera impresión de<br />
D. <strong>Antonio</strong> nosotros volvemos a nuestro compromiso de<br />
dedicar una <strong>semana</strong> a su memoria.<br />
El año pasado el eje sobre el que giraron las múltiples<br />
actividades que se llevaron a cabo fue el viaje colectivo a la<br />
pequeña ciudad francesa donde reposan sus restos. Hasta<br />
allí nos desplazamos un grupo de baezanos y baezanas a<br />
los que nos unía la admiración por el maestro, la ilusión de<br />
depositar en su tumba unas sencillas flores y leer algunos<br />
de sus poemas.<br />
Una bellísima exposición fotográfica de la <strong>Baeza</strong> de<br />
<strong>Machado</strong> preparada con esmero por <strong>Antonio</strong> Tornero<br />
Gámez, una colección facsímil de los documentos<br />
administrativos que se conservan en el Instituto Stma.<br />
Trinidad y una magnífica conferencia pronunciada en la<br />
Casa de la Cultura de Collioure por Salvador García<br />
Ramírez fue el regalo que llevamos a aquel pequeño<br />
pueblo que con tanta devoción cuida la tumba del poeta.
La <strong>semana</strong> <strong>machadiana</strong> del año pasado cumplió con creces<br />
nuestras expectativas, fue más de lo que queríamos, fue<br />
más que un acto de justicia para honrar y recuperar su<br />
memoria, porque como señala <strong>Antonio</strong> Gamoneda “…la<br />
memoria es siempre consciencia de una pérdida” y son ya<br />
muchos los años de esa pérdida, en los que nuestro poeta<br />
está soñando los campos de <strong>Baeza</strong> y estos, a la vez, lo<br />
siguen soñando y recreando. Precisamente fue ése el texto<br />
de la placa que depositamos en su tumba de Collioure<br />
“Soñando están contigo los campos de <strong>Baeza</strong>”.<br />
Este año y gracias a la colaboración permanente con la<br />
Sede <strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong> de la Universidad Internacional<br />
de Andalucía, nuestra Semana Machadiana se ve<br />
completada con la presencia de personalidades en el<br />
mundo de la cultura y del espectáculo como es el caso,<br />
entre otros, del hispanista Ian Gibson, de la escritora Ana<br />
Rosetti o del cantaor Calixto Sánchez. Pero también con<br />
el impulso del Club UNESCO <strong>Baeza</strong> se vuelven a realizar<br />
tertulias, siempre con temática <strong>machadiana</strong>, que aúnan a<br />
las personas que admiran al Poeta. Y no podemos olvidar,<br />
por un lado, a los Centros educativos que presentan los<br />
trabajos artísticos y literarios de sus alumnos al que es el<br />
“II Concurso de Literatura y Artes Plásticas “<strong>Antonio</strong><br />
<strong>Machado</strong> en los Centros de Enseñanza”, y a todas las<br />
demás instituciones y asociaciones y a aquellas personas<br />
que desde su ámbito o a título personal, con su<br />
colaboración y asistencia, hacen posible que esta Semana<br />
Machadiana llegue a buen puerto.<br />
Leocadio Marín Rodríguez<br />
Alcalde de <strong>Baeza</strong>
Collioure: Fondo izquierda Hotel Bougnol-Quintana<br />
Tumba de <strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong>
VIAJE A COLLIOURE - 2008<br />
Esta mañana me he levantado con la garganta rota pero<br />
con la conciencia tranquila, como quien ha cumplido con<br />
el deber,querido,voluntario y deseado.<br />
Desde que comenzamos a preparar esta II Semana<br />
Machadiana, han sido muchas las pequeñas -y no tan<br />
pequeñas- cosas a tener en cuenta de nuestra parte, para<br />
que todo saliera como Don <strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong> se merece.<br />
Creo que todos nos hemos volcado en ello, el<br />
Ayuntamiento, la Universidad, la Diputación, el Instituto<br />
-donde él diera clase- y nosotros, Club UNESCO-<strong>Baeza</strong>.<br />
El sábado por la noche llegábamos a Collioure, después de<br />
un viaje en armonía y buen entendimiento, como si<br />
hubiese flotado en el ambiente el espíritu de sabiduría y<br />
bondad del gran poeta.<br />
Seis días tardó <strong>Machado</strong>, desde Barcelona a Collioure, en<br />
un penosísimo éxodo hacia el exilio. Murió veinticuatro<br />
días después de su llegada.<br />
Cuando cruzamos la frontera francesa recordé el episodio<br />
que Gómez Burón relata en su libro “<strong>Machado</strong>: los<br />
últimos 30 días”: “De esta manera, rodeado de espanto de<br />
miles de refugiados, extenuado, al límite de su resistencia<br />
física y moral, camino del exilio, en un éxodo dramático,<br />
<strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong> atraviesa la frontera francesa, en la<br />
noche del 27 al 28 de Enero de1939”.
…”Al fin, llegan al puesto fronterizo. Una vez allí, el<br />
escritor exhibe su documentación y solicita ser servido por<br />
el comisario de policía francés. Unos instantes después se<br />
halla ante él, dentro de la caseta de la Aduana, en la que<br />
arde la chimenea. El comisario le interroga con la mirada.<br />
Corpus Varga vuelve a exhibir su documentación.<br />
-En nuestro pequeño grupo vienen también <strong>Antonio</strong><br />
<strong>Machado</strong> y su madre, ambos se encuentran muy enfermos<br />
y debilitados por los penosos acontecimientos de los<br />
últimos días.<br />
-¿<strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong>? –pregunta el comisario, a quien<br />
no dice nada el nombre.<br />
-<strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong> es en España lo que es Paul Valéry<br />
en Francia. El más grande poeta actual. Permítales a él y a<br />
su madre que, mientras se resuelven los trámites del paso,<br />
permanezcan descansando aquí junto a la chimenea.<br />
- ¿Y como piensan continuar el viaje, si <strong>Machado</strong> y su<br />
madre vienen en tal estado?<br />
- Iré yo al vecino pueblo de Cerbère a buscar un coche<br />
para que, por lo menos, los acerque hasta allí. Ya<br />
buscaremos algún lugar donde pasar la noche y mañana<br />
seguiremos viaje a París.<br />
- No es necesario que vaya usted a Cerbère a buscar un<br />
coche –dice el comisario-. Si <strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong> es para<br />
España lo que Paul Valéry para nosotros los franceses, yo<br />
pongo a su disposición mi automóvil para que lo traslade<br />
j u n t a m e n t e c o n s u m a d r e h a s t a C e r b è r e . ”<br />
A pocos metros de nuestro hotel -donde pasamos la fría
noche <strong>machadiana</strong>-, está aquel otro en el que Don<br />
<strong>Antonio</strong> viviera los pocos días hasta que la muerte le<br />
sorprendiera: El Hotel Bougnol-Quintana, ahora fuera<br />
de servicio. También a corta distancia la tumba donde<br />
reposan sus restos, desde hace 69 años. Personalmente<br />
opino que el cuerpo debe reposar allí donde la muerte le<br />
sorprende; lo mismo que don <strong>Antonio</strong> dice que “uno es de<br />
donde nace al amor y no a la vida”. Bien está en ese<br />
precioso y marinero pueblecito francés, tan próximo a<br />
España, donde el mundo entero le rinde culto y<br />
admiración.<br />
Ayer, en Collioure, pudimos comprobarlo en vivo y en<br />
directo. Además de las representaciones que allí<br />
estábamos de algunas de las Ciudades Machadianas,<br />
supimos que gentes de todo el mundo vienen hasta su<br />
tumba a rendirle ese culto de admiración y respeto;<br />
algunos rezan, otros recuerdan sus hazañas bélicas o<br />
políticas en voz alta; los más, en silencio, nos<br />
identificamos con él. Don <strong>Antonio</strong>, desde el silencio de la<br />
Eternidad –como no podía ser de otra manera-, asume<br />
cuanto de él y por él se dice y se hace.<br />
Ayer en Collioure, insisto, una representación baezana,<br />
amantes de la obra de este nuestro gran Poeta, le rendimos<br />
un sentido homenaje, sin pensar en protagonismos de<br />
ningún tipo, todos a una, pretendiendo dejar en buen<br />
lugar a la Ciudad que representábamos.<br />
La cultura no debería tener fronteras de entendimiento,ni<br />
de idioma ni de ideología. Y eso es lo que entiendo que<br />
ocurrió ayer en Collioure. Y si algo me contraría, es que<br />
algunos quieran seguir haciéndolo más suyo por<br />
sentimiento político que por sus auténticos valores; y,<br />
aunque “el hombre es el hombre y sus circunstancias y<br />
éstas cambian a lo largo de la vida de una persona” -<br />
escribiría don <strong>Antonio</strong>-, él nunca militó en partido<br />
político alguno, pero siempre estaría, eso sí, de parte de lo<br />
que decidiera el pueblo, ése que le enseñó cuanto sabía,<br />
aunque mucho menos de lo que éste sabe, confesaría.<br />
Hecha esta matización, el acto de ayer en Collioure<br />
–repito una vez más-, fue un sentido, sencillo y, a la vez,<br />
hermoso homenaje al gran Poeta <strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong>; al<br />
margen de discursos, análisis de su poesía y emotiva<br />
ofrenda floral, de cuantos, desde distintos lugares y<br />
aspectos, le admiramos. Lástima que no siempre<br />
centremos toda nuestra atención y esfuerzo únicamente<br />
en el Poeta y Filósofo, y, por qué no, en el hombre bueno<br />
que fue <strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong>.
La fuerte y fresca brisa marinera de las primeras horas de la<br />
mañana -antes de asistir a los actos-, nos azotaba el rostro,<br />
en nuestro paseo matinal, y nos traía el recuerdo de<br />
aquellos últimos días de Don <strong>Antonio</strong>,triste y enfermo,en<br />
este pueblecito francés,donde le acogieron y donde reposa<br />
su cuerpo junto al de su madre, muerta tres días después.<br />
El último acto de nuestra visita fue la ofrenda floral en su<br />
tumba, donde, aparte de las flores, depositamos una<br />
inscripción en piedra, adornada con un ramo de olivo<br />
trabajado en hierro, en la que se lee: “Soñando están<br />
contigo los campos de <strong>Baeza</strong>”- 22, Febrero, 2008.<br />
Siempre contigo,Don <strong>Antonio</strong>.<br />
<strong>Antonio</strong>Tornero Gámez.26 -2 -08.<br />
Inscripción en piedra: Juan Ángel Cabrero.<br />
Rama de olivo trabajada en hierro: “Luis y Ramón”.<br />
Este año nuestra visita debería ser a Soria,“donde naciera<br />
al amor”, pasear por “las márgenes del Duero” y subir al<br />
“alto Espino” para depositar unas flores en la tumba de su<br />
joven esposa, Leonor. Posteriormente, comprobar si el<br />
“olmo seco” sigue allí, como monumento y recuerdo, y,<br />
finalmente, viajar hasta la “Laguna Negra”, donde se<br />
consumaría la tragedia de Alvargonzález.<br />
Febrero, 2009.
ANTE LA TUMBA DEL POETA EJEMPLAR<br />
Antes de llegar aquí, <strong>Antonio</strong>, he querido visitar la tumba<br />
de tu amada Leonor. Las sensaciones, los recuerdos, los<br />
pensamientos que ante ella acudían a mi mente nada<br />
tienen que ver con los que se me agolpan ante la tuya.<br />
Allí, en Soria, en el Espino, ante la tumba de la mujer-niña<br />
he pensado que la muerte de Leonor, la muerte de tan<br />
joven mujer era un error, una crueldad del destino.<br />
Llegaste a Soria casi por obligación. Las plazas a las que<br />
podías optar eran Soria, <strong>Baeza</strong>, Mahón. Mahón huele a<br />
destierro, <strong>Baeza</strong>, a Andalucía; pero la Andalucía que<br />
acabas de ver en la obra de los Quintero El genio alegre no<br />
te convence, así que sólo queda Soria. Allí, después de una<br />
breve estancia en otra pensión, recalaste en la de Ceferino<br />
Izquierdo, cuya hija Leonor, tu Leonor, sólo tiene trece<br />
años. No estabas muy a gusto en Soria, te agobiaba la vida<br />
provinciana. Intentaste, sin éxito, marcharte de Soria.<br />
¿Te lo impidió la burocracia administrativa o fue el<br />
incipiente amor hacia Leonor lo que te hizo desistir? La<br />
diferencia de edad no fue obstáculo para que ese amor<br />
creciese incesantemente,a pesar de la incomprensión de la<br />
sociedad soriana. ¿Fue ésa la causa de vuestra escapada<br />
¿huida? a París? Pero en la bellísima ciudad, cuando te<br />
encuentras feliz, tremendamente feliz, comienza la<br />
tragedia el 14 de julio de 1911. Escribiste a tu madre “…la<br />
enfermedad de Leonor nos hirió como un rayo en plena<br />
felicidad”. No se han cumplido ni dos años desde que os<br />
casasteis. La enfermedad de Leonor te lleva de nuevo a<br />
Soria, en donde continúa el calvario que terminará el día<br />
primero de agosto del año siguiente. En esa misma carta a<br />
tu madre escribes “Nuestro ánimo, al fin, se adapta a todo,<br />
y las ocupaciones y deberes que impone la misma<br />
desgracia son otros tantos cauces del dolor que lo alivian y<br />
mitigan. De eso sabes tú más que yo, pues que tu vida ha<br />
sido continuo sufrimiento por los seres queridos.Además,<br />
la felicidad es simplemente una cuestión de egoísmo o de<br />
inconsciencia. Siempre tenemos motivos para sufrir; pero<br />
los únicos dolores que no denigran y que llevan su<br />
consuelo en sí mismos, son los que pasamos por los<br />
demás”<br />
Aquí, en Collioure, todo es distinto. Se me vienen a la<br />
cabeza las circunstancias tan penosas desde que saliste de<br />
Barcelona. La última noche en España, en el Mas Faixat,<br />
que tu hermano resume en “la constante inquietud”, ésa<br />
que hace que nadie pueda dormir. “La guerra nos ha<br />
matado el sueño a todos” “El Poeta, –escribe tu hermano<br />
José- en esta noche de pesadilla, parecía una verdadera<br />
alma en pena entre aquella desasosegada multitud.<br />
Miraba en silencio aquellos diversos corrillos que se
habían formado aquí y allí… El alba nos iba a encontrar a<br />
todos mucho más viejos que cuando llegamos… En<br />
aquella noche demoníaca entraba y salían milicianos con<br />
sus mantas y fusiles, cargados con grandes ramas para<br />
revivir el fuego,ya casi extinguido. El frío del amanecer se<br />
sentía hasta la médula de los huesos… El Poeta<br />
entumecido y agobiado guardaba el más profundo silencio<br />
viéndose rodeado de todas estas gentes que como en una<br />
última oleada infernal y en un postrer espasmo de<br />
movimiento, recogían sus pobres bagajes de maletas,<br />
sacos y bultos de las más extrañas formas, para seguir el<br />
triste camino del destierro”. La tristeza te invadía, por eso<br />
llegaste a decir “Yo no debía salir de España. Sería mejor<br />
que me quedara a morir en una cuneta”. Cuando en la<br />
huida se oye el siniestro sonido de los aviones, la caravana<br />
se para y la gente se tira a las cunetas. En una de estas<br />
ocasiones dijiste “que era muy natural tener miedo, pero<br />
aunque no fuese más que por decoro,no había para qué dar<br />
este espectáculo y que…, por lo demás, si le cayera una<br />
bomba, como ésta llevaba en sí misma la solución<br />
definitiva del problema vital,no había por qué apresurarse<br />
tanto”. El frío intenso, la lluvia abundante, la empinada<br />
cuesta hicieron más dolorosa la llegada a la frontera.<br />
Tuvisteis que dejar los equipajes y hasta tu pequeño<br />
maletín. Bastante tenías con atender a tu madre de<br />
ochenta y muchos años. De aquí hasta tu muerte (llegaría<br />
veintitantos días después) se acumularon las penalidades;<br />
las mismas o similares que tuvieron que pasar<br />
cuatrocientos mil de los nuestros que salieron hacia<br />
Francia. En los procesos judiciales sumarísimos que<br />
siguieron al final de la guerra he visto informes con un<br />
final que se repetía a menudo “No debe tener cabida en la<br />
nueva España”. Ésa fue la causa, seguramente, por la que<br />
más de un millón de españoles abandonó nuestra tierra.<br />
Tu muerte no fue como la de Leonor ni un error ni una<br />
crueldad del destino. Tampoco fue sólo fruto de la<br />
enfermedad; tu muerte, como la de tantos, fue el resultado<br />
de la crueldad humana.<br />
Por esto, al cumplirse setenta años desde que aconteció,<br />
queremos recordarte, a ti y a cuantos soportaron el mismo<br />
sufrimiento…A LA LUMINOSA MEMORIA DE LOS<br />
VENCIDOS.<br />
Alcázar Cruz Rodríguez<br />
Pedro Martín Guzmán
VIAJE A COLLIOURE. FEBRERO - 2008<br />
Es difícil para mi plasmar en pocas palabras nuestra<br />
experiencia del viaje“ homenaje“ a D.<strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong> a<br />
la ciudad que le dio asilo y lo vio morir, y que hoy por hoy<br />
es ruta obligada de todos aquellos que aman la poesía .<br />
El viaje comenzó como uno más, todos hemos hecho<br />
viajes en grupo y por lo tanto no tenía en principio nada de<br />
extraordinario, lo extraordinario estaba muy lejos de<br />
<strong>Baeza</strong>, de la Plaza del Pópulo o Fuente de los Leones , que<br />
nos dio su despedida y nos vio salir con dirección a<br />
Granada-Aeropuerto,para desde allí volar hacia Gerona.<br />
Hasta este punto decir que el viaje había sido<br />
relativamente corto, tal vez fruto de la buena compañía de<br />
las experiencias nuevas, sobre todo para los que no<br />
estamos cogiendo aviones muy a menudo .<br />
Estábamos en Gerona y con un cierto nerviosismo que<br />
nos inundaba, teníamos prisa por llegar, descubrir y ver<br />
con nuestros propios ojos la ciudad que acogió y vio morir<br />
al poeta .<br />
Tras una parada obligada para la cena llegamos a<br />
Collioure ya tarde, la ciudad parecía vacía, unas personas<br />
nos esperaban para llevarnos a los hoteles, no había<br />
tiempo para pasear, hacia frío, algunos aprovecharon para<br />
tomar una copa en el único pub que había abierto.<br />
Madrugamos, apenas había luz solar cuando fuimos a<br />
desayunar, la jornadas y el horario estaban muy ajustados .<br />
Fue entonces cuando conocimos realmente la ciudad y<br />
tengo que decir que en mi humilde opinión es una ciudad<br />
preciosa, una ciudad como salida de una postal o de la<br />
imaginación de un pintor y estuviera plasmada en un<br />
lienzo, creo que no exagero y que aquellos que<br />
compartieron con nosotros esta experiencia podrán<br />
confirmarlo.
Las conferencias no puedo decir que fuesen como tantas<br />
otras a las que estamos acostumbrados a asistir y en las que<br />
piensas ¿a qué he venido o qué hago aquí? Todo lo<br />
contrario: cuando ves a tu ciudad expuesta en una<br />
conferencia ligada a la vida del poeta y en la distancia, no<br />
cabe más recuerdo que reflexionar lo que tuvo que sufrir el<br />
poeta en su exilio, enfermo, lejos de Sevilla, Soria, <strong>Baeza</strong> y<br />
que, como cualquier planta, si le cortas sus raíces se seca y<br />
muere .<br />
La visita y ofrenda floral a la tumba así como la lectura de<br />
los poemas fueron extraordinarios , tal vez cortos , tal vez la<br />
jornada debió empezar por ahí. “Nos supo a poco”.<br />
Tengo que destacar que la tumba de D. <strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong><br />
es una tumba sencilla, orientada al este, es decir al sol<br />
saliente donde los amaneceres en la ciudad de Collioure<br />
cobran una belleza plástica extraordinaria y donde D.<br />
<strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong> seguía soñando con los campos de<br />
<strong>Baeza</strong>.<br />
Desde <strong>Baeza</strong> he venido<br />
para dejar para siempre<br />
grabado en mi recuerdo<br />
la tierra que te acogió.<br />
A esta tumba fría<br />
vengo a traerte el recuerdo<br />
de los olivos y olivares<br />
con los que soñaste un día.<br />
Ginés Sánchez Moreno
COLLIOURE: PIEDRA Y AGUA PARA MACHADO<br />
En recuerdo de Mari, de cuya compañía prudente y bondadosacomo<br />
tantas otras veces- disfrutamos todos en nuestro viaje a<br />
Colliure.<br />
En julio de 2001 viajé por primera vez a Colliure con mi<br />
mujer y mis tres hijos. Después de unos días de precioso<br />
recorrido por el norte de España, de visitar en Soria la tumba<br />
de Leonor y los otros lugares del poeta y de atravesar<br />
ensimismados la belleza agreste de los Pirineos, como<br />
machadiano confeso, Colliure constituía el destino final de<br />
un peregrinaje obligado. El deseo de visitar el lugar donde<br />
reposan los restos de <strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong>, era algo que me<br />
había acompañado siempre. Y efectivamente, como me<br />
habían dicho, en la tumba de <strong>Machado</strong> siempre hay flores<br />
frescas y siempre hay españoles. Emoción especial frente al<br />
gran poeta, frente al hombre bueno al que un destino atroz<br />
llevó a morir fuera de España. Hoy aquel trozo de<br />
cementerio abierto a los aires mediterráneos constituye un<br />
símbolo perpetuo de una tragedia fratricida que nunca debió<br />
ocurrir.<br />
En febrero del pasado año, dentro de los actos organizados<br />
para conmemorar la muerte de <strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong>, y junto a<br />
una poblada embajada de baezanos, encabezada por su<br />
Alcalde, tuve la fortuna de volver a Colliure en un viaje muy<br />
emotivo y muy especial, pues con él la ciudad de <strong>Baeza</strong><br />
saldaba una deuda con la memoria del poeta y con el bello<br />
pueblo que lo acogió en su último viaje. Fueron<br />
verdaderamente horas inolvidables, tanto por el conmovedor<br />
homenaje en la tumba del poeta como por la divertida<br />
armonía que reinó todo el tiempo entre todos los<br />
expedicionarios.<br />
Aunque andábamos lidiando con días de lluvia y de frío,<br />
quiso el tiempo ofrecernos una tregua <strong>machadiana</strong> que nos<br />
hizo disfrutar especialmente de nuestro viaje. Fueron<br />
momentos inolvidables ya desde la partida, sobre todo<br />
porque íbamos provistos de la mejor disposición y alegría. Y<br />
es que nuestro viaje no sólo fue la seriedad oficial, sino que<br />
fue también la maleta de <strong>Antonio</strong> Tornero, algunas tarjetas<br />
de embarque en el avión que no llegaban y las consiguientes<br />
caras preocupadas de <strong>Antonio</strong> y Mari, los chistes y juegos de<br />
María Ortega, la gracia de los hermanos Morales, el buen<br />
ánimo de Leocadio, la comida frente al mar, las<br />
conversaciones del autobús y tantos otros buenos momentos<br />
que, recordándolos, extraña pensar que se produjeran en tan<br />
poco tiempo.<br />
Tiene Colliure el encanto de los pueblos con mar que no han<br />
sido maltratados por la avaricia especulativa del hombre, que<br />
no han sucumbido a los destrozos del turismo de masas.<br />
Piedra y agua anegan la vista mires donde mires. A un lado la<br />
omnipresencia majestuosa de un mar de intenso azul, apenas<br />
inquietado por el espigón del puerto;al otro,el sencillo
caserío de siempre de colores pastel y no más de tres alturas,<br />
separado de las murallas protectoras por un canal con patos.<br />
Como población costera, en otro tiempo tan vulnerable al<br />
ataque desde el mar, fue ciudad fortificada y aún hoy<br />
conserva buena parte de su muralla bañada por las aguas del<br />
Mediterráneo y un castillo en la parte más elevada de la villa.<br />
De entre todos los edificios,hay uno que compone el perfil de<br />
Colliure y que atrae todas las miradas: la torre con reloj de la<br />
iglesia, y no tanto por su altura o monumentalidad, sino por<br />
su situación privilegiada junto al mar, en un extremo del<br />
espigón, que la hace parecer antes faro que campanario.<br />
Ningún edificio interfiere para contemplarla, redonda y<br />
siempre nítida,como surgida del agua misma.<br />
En Colliure nada es grandilocuente ni vocinglero, todo<br />
conserva la autenticidad de lo modesto, de las proporciones<br />
humanas abarcables por la vista y el paseo. Por esto y porque<br />
allí descansan los restos de <strong>Machado</strong>, este encantador<br />
pueblecito ejerce un magnetismo especial. Todos sabíamos<br />
que estábamos viviendo unos momentos irrepetibles.Fueron<br />
apenas unas horas pero de una enorme intensidad. Nada más<br />
acomodarnos en el hotel, los más inquietos disfrutamos de<br />
un precioso paseo junto al mar, prácticamente solos por el<br />
pueblo, hasta bien tarde, lo que hizo, junto al cansancio del<br />
viaje, que apenas extrañáramos las camas francesas, y eso que<br />
el nivel de calidad de la hostelería de nuestros vecinos anda<br />
bastante por detrás del de la nuestra.<br />
Al día siguiente tocaba madrugar para asistir en el Centro<br />
Cultural a todos los actos oficiales: intervenciones de<br />
alcaldes y representantes de las ciudades <strong>machadiana</strong>s,<br />
conferencias, lecturas poéticas, etc., una densa mañana que<br />
culminó con el emocionante paseo de todos los asistentes,<br />
más la prensa y otras muchas personas del lugar, hasta el<br />
cementerio donde se depositaron flores y otros recuerdos.<br />
Allí, bajo un enorme ciprés, con la severidad y sentimiento<br />
que inspiraba el lugar, se leyeron poemas y se pronunciaron<br />
emocionadas palabras; era el acontecimiento principal del<br />
viaje,su motivo y fundamento,por el cual,solamente,ya valía<br />
la pena haber hecho un desplazamiento tan largo.<br />
Al salir del cementerio pasamos por el Hotel Quintana,<br />
donde murió Don <strong>Antonio</strong>, y por ser día de mercadillo, los<br />
puestos más variados ocupaban toda la zona; sobresalían los<br />
de flores y recordé lo mucho que le gustaban a <strong>Machado</strong> y<br />
cómo echaba de menos allá donde llegaba las macetas de su<br />
madre, y pensé que realmente, en ese pueblo, nuestro poeta<br />
descansaba a gusto, siempre rodeado, no sólo de piedra y de<br />
agua, sino también de españoles y de flores.<br />
ROGELIO CHICHARRO<br />
BAEZA,febrero de 2009
ALEGORÍA A UN ROMÁNTICO<br />
En un viaje que hicimos a Collioure<br />
Para <strong>Antonio</strong> Tornero Gámez<br />
En ese cuerpo pequeño<br />
en andadura,<br />
-con su sueño-,<br />
y esa única postura<br />
y la blancura<br />
de un pelo alborotado,<br />
largo y de cuello acoplado,<br />
y barba blanca,<br />
en el rito que el bohemio canta,<br />
nace y cría,<br />
vive y anda<br />
la blancura total que en su garganta,<br />
raya con los ancestral<br />
de su bufanda.<br />
Anda…<br />
Chaquetón definido<br />
y pantalón de pana,<br />
gafas de Valleinclán orondas<br />
y en su nido,<br />
una mirada sana<br />
defiende las risitas jondas<br />
donde amigos,<br />
lo esperamos para el lúcido viaje<br />
que en su traje,<br />
y a sus manos, atónitos miramos<br />
con la mirada quieta,<br />
el átomo imperial de su maleta.<br />
Esquinas reforzadas,<br />
asas de cuero<br />
a manos amarradas…<br />
tela de cuadros desiguales<br />
donde el todo más menos<br />
de sus manos,<br />
dan cobijo, a la tela,<br />
al cuero, a los metales,<br />
al hechizo que anhela,<br />
un poema con notas musicales…<br />
Este Tornero tan tuno,<br />
como el Berson del poema,<br />
es el bufón que en su lema<br />
cuenta dos, y pasa uno.<br />
Y en la maleta,<br />
esa diminuta y quieta
pieza de filantropía,<br />
¿qué llevará?<br />
¿un pañuelo<br />
con sueños de la poesía<br />
o un arrebol para el cielo<br />
y la mirada sujeta<br />
a ese Poema de un Día…?<br />
¿qué llevará la maleta?<br />
De todas formas relata<br />
que él “para todo viaje”<br />
es una casa sensata<br />
llevar poquito equipaje.<br />
Y salimos…<br />
rumbo al vuelo<br />
o a las nubes,<br />
a los sueños que vivimos<br />
con los versos machadianos,<br />
todos con algo en las manos<br />
que llevamos, y trajimos.<br />
Hasta la vuelta, ¡Tornero!,<br />
sube al autobús.<br />
Tú, primero…<br />
¡Tu maleta…!<br />
“A mi vida está sujeta,<br />
no te preocupes,<br />
ni chupes,<br />
del dedo la nicotina.<br />
Camina,<br />
que Collioure está lejos<br />
y los que ya para viejos<br />
sorteamos el camino,<br />
sabemos,<br />
que el oro fino<br />
no es de metal ni podemos,<br />
ni debemos<br />
decaer de los empeños<br />
de la mente.<br />
Junto a corazón se siente<br />
la esencia de nuestros sueños.<br />
¿no te parece?<br />
¡Marchemos!.<br />
Fuente de los Leones, <strong>Baeza</strong>, 23 de febrero de 2008<br />
<strong>Antonio</strong> Checa
“ESTOS DÍAS AZULES Y ESTE SOL DE LA INFANCIA”…<br />
Este verso alejandrino de <strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong>-quizá el<br />
último que escribió antes de morir-puede expresar mejor<br />
que ningún otro lo que algunos sentimos en Collioure<br />
hace justamente un año. Era una mañana de domingo<br />
espléndido y soleado cuando llegó el momento<br />
culminante de rendir homenaje ante su tumba al poeta<br />
que ha sido símbolo de la España tras terrada desde hace<br />
70 años.<br />
Sobre una losa humilde y resquebrajada, Leocadio Marín,<br />
alcalde de <strong>Baeza</strong>, y su homólogo de Collioure, Michel<br />
Moly,depositaron un ramo de flores,y una pequeña lápida<br />
de piedra, con una inscripción que simbolizaba la sintonía<br />
cordial que el pueblo baezano siente con su poeta:<br />
“Soñando están contigo los campos de <strong>Baeza</strong>…”.<br />
Después del acto, los testimonios recogidos de diversos<br />
vecinos de Collioure nos sirvieron para comprobar cómo<br />
todavía permanece vivo el recuerdo del poeta de Campos<br />
de Castilla.<br />
Hijos y nietos de los que vieron y conocieron a <strong>Antonio</strong><br />
<strong>Machado</strong> en aquellos fríos días de febrero de 1939, nos<br />
evocaron anécdotas de los últimos momentos del poeta.<br />
Pero, sin duda, la sorpresa más grata para nosotros fue el<br />
encuentro en el mismo cementerio con la famosa escritora<br />
granadina Antonina Rodrigo, quien nos comentaba que<br />
“venimos todos los años a Collioure, por estas fechas, a<br />
rendir homenaje a <strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong>, pues su recuerdo<br />
debe permanecer siempre vivo”. Fruto de aquel encuentro<br />
fue una ilustración-con texto de la propia escritora-, que<br />
trasportamos con cuidado durante todo el viaje y que<br />
ahora guardamos con especial cariño.<br />
De aquellas horas pasadas en Collioure también<br />
guardamos innumerables recuerdos: aquella noche<br />
fresca-pero plácida-, oyendo el dulce y suave rumor de las<br />
olas contra la orilla; aquellas gratas conversaciones<br />
durante la madrugada, y el intenso domingo que después<br />
nos aguardaba,repleto de actos.<br />
También recuerdo gratamente a nuestras alumnas del<br />
Instituto (Laura, Eva, Toni, y Rocío), ganadoras de los<br />
premios de la <strong>semana</strong> <strong>machadiana</strong>; el acto académico
celebrado en la casa de la cultura de Collioure, la<br />
exposición bibliográfica y los avatares para montarla a<br />
tiempo…Pero, sin duda, el mar…y esa orilla que acogió a<br />
miles de españoles exiliados tras perder la guerra civil,<br />
justo cuando se cumplen 70 años del fin de aquella terrible<br />
contienda.<br />
Para terminar esta breve semblanza, quisiera reproducir<br />
lo que escribió José <strong>Machado</strong>, tras acompañar a su<br />
hermano <strong>Antonio</strong> y a la madre de ambos, Doña Ana Ruiz,<br />
en estos últimos días:<br />
“Unos días antes de su muerte me dijo: vamos a ver el mar.<br />
Esta fue su primera y última salida. El sol del mediodía no<br />
daba casi calor. Hacía mucho viento, pero él se quitó el<br />
sombrero que sujetó con una mano en la rodilla, mientras<br />
que la otra mano reposaba sobre la cayada de su bastón.Así<br />
permaneció absorto,silencioso,ante el constante ir y venir<br />
de las olas. Al cabo de un rato me dijo: Quién pudiera vivir<br />
ahí tras una de esas ventanas, libre ya de toda<br />
preocupación. Después se levantó con gran esfuerzo y<br />
emprendimos el regreso en el más profundo silencio.”<br />
Juan Carlos Ortiz Lozano
LO CUBRE EL POLVO DE UN PAÍS VECINO<br />
Buscando nuevos caminos de libertad “marchó el poeta<br />
lejos del hogar”, aunque su hogar estuvo dónde nació al<br />
amor, cerca del Duero. Así, en ese largo caminar,<br />
buscando, buscando unas veces a Dios entre la niebla,<br />
buscando al hombre que hay en cada uno, buscando un<br />
lugar dónde el dolor le sea más leve… dejando atrás. Atrás<br />
quedó su Sevilla natal, Soria, la ciudad que no volvería a<br />
pisar, París, la ciudad de la luz, <strong>Baeza</strong>, a la que soñaría en la<br />
distancia, Segovia de estabilidad y aquel Madrid de<br />
infancia, juventud y madurez. Ya en las postrimerías,<br />
Valencia y Barcelona,el último suelo español antes de salir<br />
al exilio, para llegar a Collioure, cerca del mar, a<br />
emprender el viaje del que nunca ha de tornar.<br />
Esa última travesía la emprendió un 22 de febrero, hace<br />
ahora 70 años. Poco pudo buscar allí, aunque encontró los<br />
días azules y el sol de la infancia, de aquella niñez, en la que<br />
como canta a Julio Castro en Nuevas Canciones decía:<br />
…mi infancia marinera,<br />
que yo también,de niño,ser quería<br />
pastor de olas,capitán de estrellas.<br />
En conmemoración de esa fecha, el año pasado se retomó<br />
la realización de una nueva Semana Machadiana,<br />
siguiendo la que se celebró del 21 al 26 de abril de 1997,<br />
aunque durante ese paréntesis se había seguido realizando<br />
el Paseo Machadiano, escuchamos a Serrat y a Carlos<br />
Cano, las tertulias radiofónicas y se hizo algún que otro<br />
acto sencillo recordando al Poeta. En ambas Semanas<br />
tomé parte activa y de cada una de ellas guardo buenos<br />
recuerdos, vivencias, emociones y amigos que forman<br />
parte de ese ligero equipaje intangible que nos acompaña y<br />
que, aunque difícil de contar, quiero compartir la última.<br />
Una de esas vivencias tuvo lugar en una fecha<br />
significativa, la tarde del 22 de febrero, en la que fui<br />
literalmente protagonista, en el ámbito académico y en el<br />
marco del Curso dirigido por <strong>Antonio</strong> Chicharro<br />
Chamorro dedicado a <strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong> en la UNIA. Se<br />
presentaba el libro Apuntes de Filosofía de <strong>Antonio</strong><br />
<strong>Machado</strong>, fruto de una laboriosa investigación y<br />
trascripción de los manuscritos de Burgos durante la<br />
realización de mi Doctorado en Arte y Literatura<br />
Comparada y que la Universidad de Granada publicó<br />
meses antes. Un trabajo en el que aunaba mi dos pasiones,<br />
la Filosofía, por la formación que adquirí durante la<br />
Licenciatura, y la de la Literatura. Gracias desde aquí a<br />
<strong>Antonio</strong> Chicharro y a Rafael Bellón por su presentación<br />
Es difícil transmitir la emoción que supone ver culminado<br />
un trabajo ilusionante, que una institución prestigiosa<br />
publique tu primer libro, que éste se presente en tu ciudad<br />
natal y, a pesar de la coincidencia con otros actos<br />
programados, encontrarse arropada en un salón de actos
lleno de público, de amigos, de machadianos - “oficiales” y<br />
“no confesos”- porque, no se nos olvide, <strong>Machado</strong> fue<br />
declarado por la UNESCO Poeta de los Valores<br />
Universales en 1989 y no es propiedad de unos pocos que<br />
en muchas ocasiones abanderan su nombre.<br />
Otro momento central, para recordar, fue el de Collioure,<br />
hacía donde partimos al día siguiente un grupo reducido<br />
de “privilegiados”, peregrinos de la voz poética que ayuda<br />
a conversar con uno mismo. Un viaje entre la razón y el<br />
corazón, para mantener vivas sus palabras y añadir nuevos<br />
sentimientos a la leyenda <strong>machadiana</strong>. Primero Granada,<br />
allí casi se quedan en tierra algunos pasajeros, después<br />
“parada y fonda” en Gerona, continuando en autobús a<br />
Collioure. Llegamos una noche fría y a un hotel “helado”,<br />
pero calor y emoción en todos nosotros porque al día<br />
siguiente haríamos la tan ansiada visita y ofrenda a la<br />
tumba del Poeta. Esa noche pude conocer en persona a<br />
Monique Alonso, nuestra interlocutora e intermediaria<br />
con Collioure, a la que doy las gracias por todo su apoyo y<br />
amistad.<br />
Y ya por la mañana, una jornada maratoniana de discursos<br />
y conferencias. En un descanso me acerque a la Plaza del<br />
pueblo donde había un mercadillo (¡me pierden!) con<br />
frutas, ropa… y flores y compré un pequeño ramillete<br />
p a r a , t r a s e l h o m e n a j e o f i c i a l , d e p o s i t a r l a s<br />
inadvertidamente sobre la lapida pétrea, siempre llena de<br />
flores, de poemas, de banderas y sobre todo de<br />
sentimientos y emociones.<br />
Allí junto a la tumba coincidimos con muchos más,<br />
llegados de todos sitios y por distintos motivos y para los<br />
que, como dijo el escritor Leopoldo de Luís, <strong>Machado</strong> es<br />
“ejemplo y lección”. Unos, hijos, hijas, nietos de exiliados,<br />
algunos, antiguos republicanos, otros, personas sin más<br />
tocadas por sus versos y, en todos, una emoción<br />
compartida y cómplice con el Poeta.<br />
Y no puedo finalizar esta “memoria sentimental” de la<br />
Semana Machadiana sin recordar a Mari, la inseparable<br />
esposa y compañera de <strong>Antonio</strong> Checa, <strong>machadiana</strong> por<br />
contagio y convicción,mujer afable,tierna y amable que ni<br />
la muerte pudo borrar la sonrisa de sus labios, sólo cerrar y<br />
apagar sus ojos, esos ojos que eran todo ella, porque su<br />
mirada luminosa lo decía todo. Allí en Collioure, de la<br />
mano de <strong>Antonio</strong>, ni una mueca, ni un quejido, solo una<br />
frase “no estoy mal”, únicamente trascendía la emoción<br />
de compartir junto a su esposo un largo sueño y así, hasta<br />
el final. Mari tú tampoco te has ido de vacío, te vas llena de<br />
amor y cariño, de admiración y respeto, de trabajo y de<br />
amigos. Descansa en paz en el reino de las musas y espera<br />
en aquella rivera la llegada de tu poeta.<br />
Filomena Garrido Curiel
VIAJE A COLLIOURE<br />
Señor,me cansa la vida<br />
y el universo me ahoga.<br />
Señor,me dejaste solo,<br />
solo,con el mar a solas.<br />
Desolación. Esa es la palabra que mejor define tu último<br />
viaje. Ese viaje de no retorno que emprendiste un 22 de<br />
enero de 1939 y que te llevaría hasta Collioure, donde un<br />
mes después la tristeza te ahogó.<br />
Cuentan quienes te conocieron que tu agonía comenzó<br />
cuando te subiste a ese coche que os recogió a ti, a tu<br />
madre, a tu hermano José y a tu cuñada en Torre Castañer,<br />
para conduciros al exilio tras el anuncio del Estado Mayor<br />
de la República de que Barcelona sería tomada en breve<br />
por los nacionales.<br />
Tu agonía perduró durante seis largos, húmedos y fríos<br />
días de enero, en los que tuviste que aceptar que la<br />
confusión y la barbarie de la Guerra Civil, te obligaban a<br />
renunciar a tu tierra.<br />
Una barbarie que, cuentan los que te acompañaron,<br />
procurabas eludir en tus conversaciones.Tu refugio fue la<br />
poesía y los poetas, como lo fue tantas veces ante tantas<br />
adversidades, para ocultar o disimular lo que te afligía.<br />
Cuentan quienes emprendieron el camino contigo que la<br />
primera noche de tu exilio francés la pasaste en un vagón<br />
de ferrocarril en Cerbère junto a tu familia,y que el frío y la<br />
humedad hicieron mella en tu ya deteriorada salud.<br />
Al día siguiente, 28 de enero, ya estabas en Collioure,<br />
acompañado de los tuyos. Pudiste dormir bajo techo en la<br />
que sería tu última residencia, la pensión Quintana. Allí<br />
tu madre, ya enferma y a sus 88, apenas salía de la cama y tú<br />
pasabas largas horas a su lado. A veces te permitías salir a<br />
pasear por las callejuelas del pueblo y contemplar el mar.<br />
Empeoraste, tenías 64 años, estabas agotado, muerto ya de<br />
pena antes de que la parca viniera a verte un 22 de febrero,<br />
sin haber vivido siquiera un mes en el exilio.<br />
Y te quedaste junto al mar, aunque no solo, en ese<br />
pueblecito francés de inmensos y luminosos días azules<br />
Expectación. Sí, yo también fui a Collioure, tras la estela<br />
de tu memoria, para rememorar junto a unos amigos tu
viaje final. Pero a ti, al <strong>Machado</strong> que yo admiro, lo<br />
encuentro en los versos, en esos versos universales y no<br />
bajo una piedra fría.<br />
En una mañana de domingo, soleada, azul y fría, estuve en<br />
el cementerio que te aloja. Allí, una sencilla tumba<br />
encierra tu cuerpo y el de tu madre, que no supo o no quiso<br />
dejarte solo, y se fue contigo. La hallé llena de flores, de<br />
recuerdos de mil rincones y de vida.<br />
Sí, de vida, porque bajo aquella lápida no está un <strong>Antonio</strong><br />
<strong>Machado</strong> muerto, sino un poeta aún vivo y recordado.<br />
Querido y admirado.<br />
En el homenaje que se te hizo en el sexagésimo noveno<br />
aniversario de tu muerte se leyeron tus poemas –tú sigues<br />
vivo en ellos-,se te ofrecieron flores y se te quiso.<br />
Se te quiso como se quiere a quien te acompaña en la vida,<br />
porque tus versos han acompañado y acompañan a cada<br />
uno de los que allí estuvimos, a lo largo de nuestro, a veces<br />
fácil,a veces difícil,caminar.<br />
Adelaida Herrera
TRABAJOS PREMIADOS EN EL<br />
I CONCURSO DE LITERATURA Y<br />
ARTES PLÁSTICAS<br />
"ANTONIO MACHADO EN LOS<br />
CENTROS DE ENSEÑANZA"<br />
1er PREMIO DE POESÍA:<br />
DESDE LAS MURALLAS<br />
Caminando por las calles<br />
De <strong>Baeza</strong>,<br />
Vago meditabunda<br />
Arrastrando los pies.<br />
Sin rumbo ni dirección,<br />
Camino solitaria<br />
Por donde me lleva el corazón.<br />
Todo está desierto,<br />
Apenas el ruido de mis pasos<br />
Rompen el frío silencio.<br />
Sobre la vieja muralla<br />
Me encuentro situada,<br />
Disfrutando del bello paisaje<br />
De alegres campos y grises olivares,<br />
Cuando me trae la suave brisa<br />
Unos versos de su vida...<br />
"De la ciudad moruna<br />
Tras las murallas viejas<br />
Yo contemplo la tarde silenciosa,<br />
A solas con mi sombra y con mi pena".<br />
Apoyada en una vieja estatua,<br />
Saco mi pluma y mi papel<br />
Y comienzo a escribir<br />
Sobre aquel que me enseñó a vivir:<br />
"Gracias a ti<br />
Un día encontré mi camino,<br />
Hoy sé que mi destino<br />
Es el arte de escribir.<br />
Siempre me pregunté<br />
Por mi lugar en el mundo,
Y tú me hiciste entender<br />
Que las cosas se pueden ver<br />
Desde el corazón,<br />
Y la única forma que encuentro<br />
Es escribiendo acerca de lo que siento.<br />
Tu poesía hoy me llenó de vida,<br />
Tu forma de ver el mundo,<br />
Hoy es mi alegría"<br />
Contemplo la estatua<br />
Y siento en el alma<br />
Que por muchos años que pasen,<br />
En aquellas murallas<br />
Quedará un trozo de mí,<br />
Pues el hombre que tantas<br />
Bellas palabras escribió,<br />
Estuvo un día aquí.<br />
Aquel que tanto me enseñó,<br />
Vio los campos<br />
Que hoy contemplo yo.<br />
Y con un sentimiento extraño<br />
Termino mi poesía<br />
Con una frase<br />
Dictada en el corazón<br />
Y de un tímido suspiro<br />
Nacen estas palabras<br />
Para el olvido:<br />
"GRACIAS MACHADO<br />
POR HACERME ENCONTRAR EN MÍ<br />
LO QUE NADIE HA ENCONTRADO"<br />
ANTONIA CARRASCO GARCÍA<br />
2º Bachillerato A<br />
I.E.S. Santísima Trinidad
1er PREMIO COMPARTIDO DE PROSA<br />
DIARIO DE DON ANTONIO MACHADO<br />
BAEZA,2 de Noviembre de 1912<br />
Ayer llegué a esta ciudad que espero me haga olvidar el<br />
dolor que supuso tu pérdida. Aún está muy reciente, pero<br />
confío en que los pocos años que me quedan antes de<br />
reunirme contigo de nuevo no estén bañados por la<br />
tristeza y la nostalgia. Ésta es la labor que le he<br />
encomendado a <strong>Baeza</strong>, aunque ella misma será un<br />
obstáculo para lograr su objetivo: ¡me recuerda tanto a<br />
Castilla! ¡Me recuerda tanto a ti...! Nada más llegar noté<br />
cómo la lluvia empapaba mi gabardina (no llevaba<br />
paraguas, ya sabes lo despistado que soy), esa lluvia que a ti<br />
tanto te gustaba, que tú tanto añorabas cuando tus ojos no<br />
la veían, esa lluvia que tanto te recordaba a tus orígenes<br />
sorianos y esa lluvia que hoy me recuerda tanto a ti.<br />
Iré conociendo poco a poco los rincones de esta ciudad,<br />
aunque me frene el hecho de que tú no estés aquí para<br />
explorarla conmigo ...pero sé que debo sacar fuerzas de<br />
flaqueza para hacerlo, para que tu recuerdo no suponga un<br />
sacrificio para este corazón solitario, porque sé que desde<br />
alguna parte tu energía me hará ver la luz para seguir<br />
adelante...<br />
Mañana comienzo a impartir las clases de francés en el<br />
Instituto Santísima Trinidad, ya seguiré escribiendo<br />
sobre mis primeras impresiones del instituto y de la<br />
ciudad. Mañana será otro día... espero que mejor que<br />
éste...<br />
BAEZA,3 de Noviembre de 1912<br />
Hoy he conocido el instituto y a los que serán mis<br />
compañeros durante, por lo menos, este año que ante mis<br />
ojos se presenta. El instituto posee unas joyas<br />
arquitectónicas maravillosas, acorde con el nivel artístico<br />
en cuanto a monumentos se refiere que posee <strong>Baeza</strong>.<br />
Quizás esté ya adaptándome a esta "Salamanca<br />
andaluza"que me acogerá durante algún tiempo.<br />
Ahora iré a pasear y a conocer algunos rincones en los que<br />
poder emplear mis ratos libres,ya que este apartamento no<br />
es lo suficientemente grande como para entretenerme<br />
durante mucho tiempo y no creo que oculte muchos<br />
secretos que atraigan mi atención.<br />
Acabo de regresar a casa. Lo cierto es que no he llegado<br />
muy lejos con mi exploración, ya que he pasado toda la
tarde en una cafetería situada al otro lado de la manzana.<br />
Se llama Café Mercantil y, aunque por ahora no puedo<br />
expresar una opinión respecto del mismo, ya que sólo lo he<br />
visitado una vez, sí que puedo decir que probablemente no<br />
sea la última vez que lo haga, debido a su cercanía con mi<br />
vivienda y a que, como primera impresión, me ha gustado<br />
su ambiente.<br />
BAEZA,6 de Noviembre de 1912<br />
Creo que cada vez me adecuo más a esta ciudad. Es<br />
cuestión de conocerla bien. De darse tiempo a uno mismo<br />
para explorarla y de darle tiempo a ella para mostrar su más<br />
profundo interior y, lo que es más importante aún: lo que<br />
puedes llegar a ahondar en tu más profundo interior sólo<br />
con observar sus paisajes. Ésta es la conclusión a la que he<br />
llegado tras encontrar esta tarde un lugar que<br />
verdaderamente ha logrado hipnotizarme. Hablo de las<br />
Murallas de <strong>Baeza</strong>, un lugar desde el que se alcanzan unos<br />
contornos excepcionales e indescriptibles sólo con la vista<br />
y la imaginación acompañadas simplemente de la soledad.<br />
Sí, de la propia soledad, de esa soledad a la que muchos<br />
temen pero a la que, sencillamente, es necesario conocer<br />
bien para disfrutar de ella y hacerla partícipe (de vez en<br />
cuando) de nuestra estancia en este mundo, hacerla parte<br />
de nuestro propio ser sin verla como un estorbo o como un<br />
obstáculo que salvar, sino como algo que nos puede<br />
ofrecer una solución inmejorable a nuestros conflictos<br />
internos:el conocemos a nosotros mismos.<br />
Como estaba diciendo, las Murallas constituyen uno de<br />
los tesoros de esta tierra, uno de esos "secretos" que al<br />
principio de mi estancia esperaba encontrar y que,<br />
curiosamente,tenía la seguridad de que iba a hallar.<br />
Definitivamente, me he topado con un sitio que, estoy<br />
seguro, visitaré muy a menudo y al que puedo catalogar<br />
como fuente de mi inspiración y de mi paz interior.<br />
BAEZA,9 de Noviembre de 1912<br />
Hoy he despertado sobre los exámenes que me quedé<br />
corrigiendo hasta tarde y sobre unos borradores de<br />
poemas que empecé a escribir hace unos días.<br />
"Desde mi ventana,<br />
¡campo de <strong>Baeza</strong>,<br />
a la luna clara!"
Después, he llegado al instituto, pero no he podido dar la<br />
clase. He mandado a mis alumnos unos ejercicios para que<br />
los hicieran y me entregaran cuando finalizara la hora<br />
mientras yo miraba a través de la ventana la razón de mi<br />
pesadumbre. Cada gota de lluvia que caía era un recuerdo<br />
junto a ti. Cada gota de lluvia era una de tantas y tantas<br />
lágrimas que derramé por ti. A veces no puedo evitar<br />
maldecirte y señalarte como el origen de todos mis<br />
sufrimientos y de todo mi dolor por haberme abandonado<br />
en este mundo que no concibo sin tu amor, por haberme<br />
dejado solo y huérfano en este reino de imperfección y<br />
defectos, de angustia y consternación... Pero entonces<br />
siento como el mundo se detiene y sólo una frase ocupa mi<br />
pensamiento:<br />
"Mais je t'aime..."<br />
LAURA CABALLERO RABANAL<br />
4° E.S.O.A<br />
I.E.S.SantísimaTrinidad
1er PREMIO COMPARTIDO DE PROSA<br />
MACHADO Y BAEZA<br />
-Resonante<br />
jadeante<br />
marcha el tren,el campo vuela.<br />
Voy camino de <strong>Baeza</strong>, a mi pesar. Si hubiera podido<br />
escoger entre otros institutos, seguramente no hubiera<br />
elegido éste de <strong>Baeza</strong>, pero tras los consejos de mi<br />
hermano Manuel opté por solicitar la primera plaza<br />
vacante que hubiera en cualquier punto de la geografía<br />
española. En un pr incipio, me produjo g ran<br />
insatisfacción, la posesión de la cátedra de Lengua<br />
Francesa, del Instituto de Segunda Enseñanza de <strong>Baeza</strong>.<br />
Pero era la única salida para superar la depresión que me<br />
produjo, hace tres meses, la pérdida prematura de mi<br />
jovencísima Leonor. Yo hubiera preferido mil veces<br />
morirme, a verla morir. A este terrible golpe no creo<br />
reponerme a pesar del éxito de Campos de Castilla, ni por<br />
la distancia.<br />
Por muy lejos que esté de Soria y muchos años que viva,<br />
siempre vivirán en mí los recuerdos de ella y los momentos<br />
tan felices que juntos pasamos en Soria.<br />
-Adiós tierra de Soria<br />
Adiós el alto llano<br />
Ya he pasado de tierra manchega, entramos en<br />
Despeñaperros.<br />
-Ya en los campos de Jaén<br />
amanece,corre el tren.<br />
Es una mañana de Otoño, hace un día fresco, aunque<br />
soleado de este año 1912.<br />
-Solo, triste, cansado, pensativo y viejo, más envejecido en<br />
tres meses que en treinta años. Pregunté por el instituto de<br />
Segunda enseñanza y ¡Oh! ¡Sorpresa!. Yo que creía haber<br />
llegado ya a la ciudad moruna, y estaba en una estación a<br />
orillas del río del Guadalimar y a catorce kilómetros de la<br />
ciudad, y unida a ella por un modesto tranvía con paradas<br />
en Canena,Rus y la Yedra, en el que se tarda casi tres largas<br />
horas en recorrer el trayecto.<br />
En este mi primer viaje de la estación a la ciudad, acepto la<br />
invitación de un buen hombre, que con su carro tirado por<br />
una yunta de mulos me invitó a llevarme.<br />
Cuando llego a <strong>Baeza</strong> me instalo en la habitación número<br />
quince del hotel Comercio.<br />
Por la tarde voy a presentarme al director del Instituto y<br />
cuál sería mi sorpresa cuando pregunto por Don
Leopoldo, a Gregoria la sirvienta, y me dice: Don<br />
Leopoldo está en la agonía ¡Oh! ¡Vaya por Dios! Lo siento,<br />
yo no sabía que...<br />
¡No!, me aclaró la muchacha; si la agonía es donde se<br />
reúnen cada día, y como los labradores, siempre se quejan<br />
de que no llueve,pues de ahí le viene el nombre.<br />
Ya trabajando en <strong>Baeza</strong>; el instituto, además de lugar de<br />
trabajo me sirve de lugar de consuelo y alivio de mis<br />
pesares.<br />
-Heme aquí,ya profesor<br />
En un pueblo húmedo y frío<br />
destartalado y sombrío,<br />
entre andaluz y manchego<br />
Ya llevo varios meses en <strong>Baeza</strong>, hace calor y no me parece<br />
muy acertado haber solicitado traslado, para haber venido<br />
aquí, a un pueblo levítico, pero sin gota de religiosidad,<br />
donde más de doce mil de sus habitantes no sabe leer,<br />
aunque tiene instituto, seminario y varios colegio de<br />
primaria y enseñanza secundaria. Está llena de mendigos<br />
y de señoritos arruinados en el juego.<br />
Mi gran afición es dar largos paseos; el otro día fui, como<br />
otras veces, a la vecina Úbeda, allí tomé café y compré<br />
cerillas; como hace calor por el camino descanso a la<br />
sombra de una encina.<br />
-La encina negra<br />
A medio camino<br />
De Úbeda a <strong>Baeza</strong><br />
Casi todos los días paseo por el camino de las murallas.<br />
-De la ciudad moruna<br />
Tras las murallas viejas<br />
Yo contemplo la tarde silenciosa<br />
A solas con mi sombra y con mi pena<br />
Observo y admiro el valle del Guadalquivir, y el<br />
maravilloso paisaje que desde aquí se contempla, y a mi<br />
gusto, es la mayor satisfacción que he encontrado en<br />
<strong>Baeza</strong>.<br />
-Paseo a solas,<br />
con mi sombra y con mi pena<br />
-Camino de los campos<br />
¡Ay! Ya no puedo caminar con ella<br />
A veces voy acompañado por Don Florentino, el profesor<br />
de dibujo,que por cierto,habla poco,bueno,como yo.<br />
Paso parte de mi tiempo libre en el casino de los
Artesanos, a veces acompañado por el catedrático de<br />
Geografía,Don Mariano Ferrer.<br />
Ya llevo un año aquí, pero el sueldo no me permite el gasto<br />
excesivo que conlleva vivir en el hotel, así que he buscado<br />
una casa de alquiler en el Prado de la cárcel, para vivir con<br />
mi madre donde escribiría lo que algunos críticos van a<br />
llamar lo mejor de mis obras.<br />
Anochece, me voy a la botica del farmacéutico Almazán<br />
que está aquí, cerca de mi casa. Allí hacemos tertulias con<br />
Don Leopoldo, el director del instituto, Don José León, el<br />
que fue alcalde cuando gobernaban los conservadores,<br />
Don Juan Martínez, el médico, Manuel Olivera, el<br />
concejal, Don Pedro Gutiérrez, el notario, el abogado<br />
Don Emilio, el secretario del instituto Don <strong>Antonio</strong><br />
Parra,Don Miguel Silvestre,el registrador,entre otros.<br />
Cuando se habla de política yo me aburro y estoy casi todo<br />
el tiempo callado.<br />
-Es de noche se platica<br />
al fondo de la botica<br />
Conforme pasan los años, me voy acostumbrando más a<br />
esta gente de esta ciudad provinciana, que hasta no hace<br />
mucho, me producía desprecio y aislamiento, quizá por lo<br />
cercano y lo vigente que estaba el recuerdo de Leonor y de<br />
Soria.<br />
Poco a poco voy superando el ambiente de tristeza que me<br />
envolvía, cuando vine a esta cátedra. Gracias a la poesía<br />
filosófica,la angustia de su memoria me la va enjugando.<br />
-Los olivos grises<br />
Los caminos blancos<br />
el sol ha sorbido el calor del campo<br />
y hasta tu recuerdo me lo va secando.<br />
En los largos paseos por el camino de las murallas, me<br />
inspiro para muchas de mis poesías<br />
Campo, campo,campo<br />
y entre los olivos los cortijos blancos<br />
Le escribo a casi todos los puntos de su geografía. A veces<br />
como soy tan meticuloso, tacho algo que no me gusta y lo<br />
corrijo.<br />
-En Begíjar se cantaba<br />
si la luna sale<br />
mejor entre los olivos<br />
que entre los espartales<br />
Pero mejor cambio el nombre de Begíjar, no suena<br />
poético.
-En Alicún se cantaba....<br />
Así se oye mejor.<br />
Si es cierto que la primera impresión de <strong>Baeza</strong> y de su<br />
gente fueron de choque, con el paso del tiempo, terminé<br />
cautivado en sus encantos, que acabaron venciendo mi<br />
susceptibilidad. Aunque a la mayoría de la gente, con la<br />
que conviví el tiempo que estuve en <strong>Baeza</strong>, pasaba<br />
inadvertida mi aptitud como poeta.<br />
Una de las pocas personas que se empezó a interesar por<br />
mis versos fue María, la hija del director del instituto,<br />
cuyos ojos tan seductores no olvidaré jamás, sin olvidar a<br />
mi gran amiga Francisca de la Poza, de la que he hablado<br />
en rara ocasión.<br />
Fueron algunas de las personas que me hicieron salir de las<br />
ataduras de mi pasado en Soria.<br />
Si de algo estoy seguro,es que si volviera a <strong>Baeza</strong> en el siglo<br />
XXI, sería mejor acogido que lo fui en los años que estuve<br />
de docente.<br />
Es evidente que soy embajador de <strong>Baeza</strong> y de sus campos<br />
-Campos de <strong>Baeza</strong><br />
soñaré contigo<br />
cuando no te vea.<br />
Pero Baez a ag radecida me ha cor respondido<br />
devolviéndome sobradamente mi afecto, poniendo mi<br />
nombre a la Universidad de verano, al paseo de las<br />
murallas (que tanto me gustaba ir), a un colegio de<br />
primera enseñanza,a una calle...<br />
Hoy no me imagino a <strong>Machado</strong> sin <strong>Baeza</strong>,<strong>Machado</strong> sin su<br />
obra sugerida y escrita en <strong>Baeza</strong>, no me imagino a <strong>Baeza</strong><br />
sin <strong>Machado</strong>, en la que cada calle, cada plaza, cada rincón<br />
rezuman y evocan los versos de <strong>Machado</strong>; a juicio de<br />
muchos críticos,lo mejor de sucosecha.<br />
Quiero terminar derramando gratitud a esta ciudad que<br />
después de casi noventa años que la dejé, me recuerda más<br />
vivo y con más cariño que nunca.<br />
-Venga Dios a los hogares<br />
y a las almas de esta tierra<br />
de olivares y olivares.<br />
EVA MARÍA GARCÍA MARTOS<br />
2º Bachillerato<br />
I.E.S. SantísimaTrinidad
1er Premio - Canciones de Guiomar<br />
Rocío Salcedo - 4º E.S.O.- I.E.S. Santísima Trinidad<br />
Accésit - El sentir de <strong>Machado</strong><br />
Carmen García - 1º Bachillerato - Escuela de Arte “Gaspar Becerra”<br />
Accésit-<br />
<strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong> Pop-Art<br />
Carmen Espadas - 1º Bachillerato - Escuela de Arte “Gaspar Becerra”
PROGRAMACIÓN<br />
DÍA 16 DE FEBRERO,LUNES:<br />
Conferencia a cargo de Miguel Ángel García, profesor de<br />
la Universidad de Granada sobre “Lecturas de <strong>Antonio</strong><br />
<strong>Machado</strong>:Los poetas del 50 y el realismo crítico”.<br />
Lugar: Salón de Actos de la Sede <strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong> de la<br />
UNIA<br />
Hora:19’00<br />
DÍA 17 DE FEBRERO,MARTES:<br />
“La tierra de Alvargonzález”, recitada por el profesoractor<br />
Juan Padilla Buger.<br />
Posteriormente, coloquio sobre la misma y <strong>Antonio</strong><br />
<strong>Machado</strong>.<br />
Lugar:HotelTRH <strong>Baeza</strong><br />
Hora:19’00<br />
DÍA 18 DE FEBRERO,MIÉRCOLES:<br />
Audición de poemas en las voces de Fernando Fernán<br />
Gómez, Agustín González y Ana María Noé, con<br />
posterior tertulia-coloquio.<br />
Lugar:Hotel Palacio de los Salcedo<br />
Hora:17’00<br />
DÍA 19 DE FEBRERO, JUEVES:<br />
Lectura de poemas escritos en <strong>Baeza</strong>, con la intervención<br />
de quienes deseen participar.<br />
Lugar:Hotel La Casona del Arco<br />
Hora:17’00<br />
DÍA 20 DE FEBRERO,VIERNES:<br />
Entrega Premio “II Concurso de Literatura y Artes<br />
Plásticas <strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong> en los Centros de<br />
Enseñanza”.<br />
Presentación Convocatoria “XIII Premio Internacional<br />
de Poesía <strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong> en <strong>Baeza</strong>”.<br />
Lugar:Salón de Actos del antiguo Cuartel de Sementales<br />
Hora:19’00
DÍA 21 DE FEBRERO,SÁBADO:<br />
(Programación de la Sede <strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong> de la UNIA)<br />
- Lectura Poética.<br />
Patio Sede <strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong> de la UNIA<br />
Hora:12’00<br />
- Proyección del Documental:<br />
“<strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong>:Destierro y muerte de un poeta”.<br />
- Mesa Redonda.<br />
Intervienen:<br />
Ian Gibson,Ana Rosseti<br />
Modera:<strong>Antonio</strong> Chicharro Chamorro<br />
Sede <strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong> de la UNIA<br />
Hora:17'00<br />
- Recital Flamenco:Homenaje a <strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong>,<br />
por Calixto Sánchez.<br />
Teatro Montemar<br />
Hora:20’00<br />
Organiza:Sede <strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong> de la UNIA<br />
DÍA 22 DE FEBRERO,DOMINGO:<br />
Inauguración de la Escultura de <strong>Antonio</strong> <strong>Machado</strong>, obra<br />
del escultor <strong>Antonio</strong> Pérez Almahano.<br />
C/ San Pablo<br />
Hora:12’00<br />
A continuación Paseo Machadiano:<br />
Comienzo junto a la Escultura en C/ San Pablo,<br />
continuando por Pasaje del Cardenal Benavides (frente a<br />
la casa en la que vivió el poeta), y otros lugares<br />
machadianos: Instituto, Catedral, Murallas y<br />
Monumento,con lectura de poemas y ofrenda de flores.
Coilloure - 2008
PROVERBIOS Y CANTARES: ANTONIO MACHADO<br />
I<br />
Nunca perseguí la gloria<br />
ni dejar en la memoria<br />
de los hombres mi canción;<br />
yo amo los mundos sutiles,<br />
ingrávidos y gentiles<br />
como pompas de jabón.<br />
Me gusta verlos pintarse<br />
de sol y grana, volar<br />
bajo el cielo azul, temblar<br />
súbitamente y quebarse<br />
II<br />
¿Para qué llamar caminos<br />
a los surcos del azar?...<br />
Todo el que camina anda,<br />
como Jesús, sobre el mar.<br />
III<br />
A quien nos justifica nuestra desconfianza<br />
llamamos enemigo, ladrón de una esperanza.<br />
Jamás perdona el necio si ve la nuez vacía<br />
que dío a cascar al diente de la sabiduría.<br />
IV<br />
Nuestras horas son minutos<br />
cuando esperamos saber,<br />
y siglos cuando sabemos<br />
lo que se puede aprender.<br />
V<br />
Ni vale nada el fruto<br />
cogido sin sazón...<br />
Ni aunque te elogie un bruto<br />
ha de tener razón.<br />
VI<br />
De lo que llaman los hombres<br />
virtud, justicia y bondad,<br />
una mitad es envidia,<br />
y la otra no es caridad.
VII<br />
Yo he visto garras en las pulinas manos;<br />
conozco grajos mélicos y líricos marranos...<br />
El más truhán se lleva la mano al corazón,<br />
y el bruto más espeso se carga de razón.<br />
VIII<br />
En preguntar lo que sabes<br />
el tiempo no has de perder...<br />
Y a preguntas sin respuesta,<br />
¿quién te podrá responder?<br />
IX<br />
El hombre, a quien el hambre de la rapiña acucia,<br />
de ingénita malicia y natural astucia,<br />
formó la inteligencia y acaparó la tierra.<br />
¡Y aun la verdad proclama! ¡Supremo ardid de guerra!<br />
X<br />
La envidia de la virtud<br />
hizo a Caín criminal.<br />
¡Gloria a Caín! Hoy el vicio<br />
es lo que se envidia más.<br />
XI<br />
La mano del piadoso nos quita siempre honor;<br />
mas nunca ofende al darnos su manos el lidiador.<br />
Virtud es fortaleza, ser bueno es ser valiente;<br />
escudo, espada y maza llevar bajo la frente;<br />
porque el valor honrado de todas armas viste:<br />
no sólo para, hiere, y más que aguarda, embiste.<br />
Que la piqueta arruine, y el látigo flagele;<br />
la fragua ablande el hierro, la lima pula y gaste,<br />
y que el buril burile, y que el cincel cincele,<br />
la espada punce y hienda y el gran martillo aplaste.<br />
XII<br />
¡Ojos que a la luz se abrieron<br />
un día para, después,<br />
ciegos tornar a la tierra,<br />
hartos de mirar sin ver!
XIII<br />
Es el mejor de los buenos<br />
quien sabe que en esta vida<br />
todo es cuestión de medida:<br />
un poco más, algo menos...<br />
XIV<br />
Virtud es la alegría que alivia el corazón<br />
más grave y desarruga el ceño de Catón.<br />
El bueno es el que guarda, cual venta del camino,<br />
para el sediento, el agua; para el borracho, el vino.<br />
XV<br />
Cantad conmigo en coro: Saber, nada sabemos,<br />
de arcano mar vinimos, a ignota mar iremos...<br />
Y entre los dos misterios está el enigma grave;<br />
tres arcas cierra una desconocida llave.<br />
La luz nada ilumina y el sabio nada enseña.<br />
¿Qué dice la palabra? ¿Qué el agua de la peña?<br />
XVI<br />
El hombre es por natura la bestia paradójica,<br />
un animal absurdo que necesita lógica.<br />
Creó de nada un mundo y, su obra terminada,<br />
"Ya estoy en el secreto-se dijo-, todo es nada."<br />
XVII<br />
El hombre sólo es rico en hipocresía.<br />
En sus diez mil disfraces para engañar confía;<br />
y con la doble llave que guarda su mansión<br />
para la ajena hace ganzúa de ladrón.<br />
XVIII<br />
¡Ah, cuando yo era niño<br />
soñaba con los héroes de la Ilíada!<br />
Ayax era más fuerte que Diomedes;<br />
Héctor, más fuerte que Ayax,<br />
y Aquiles el más fuerte; porque era<br />
el más fuerte... ¡Inocencias de la infancia!<br />
¡Ah, cuando yo era niño<br />
soñaba con los héroes de la Ilíada!
XIX<br />
El casca-nueces-vacías,<br />
Colón de cien vanidades,<br />
vive de supercherías<br />
que vende como verdades.<br />
XX<br />
¡Teresa, alma de fuego;<br />
Juan de la Cruz, espíritu de llama,<br />
por aquí hay mucho frío, padres, nuestros<br />
corazoncitos de Jesús se apagan!<br />
XXI<br />
Ayer soñé que veía<br />
a Dios y que a Dios hablaba;<br />
y soñé que Dios me oía...<br />
Después soñé que soñaba.<br />
XXII<br />
Cosas de hombres y mujeres,<br />
los amoríos de ayer,<br />
casi los tengo olvidados.,<br />
si fueron alguna vez.<br />
XXIII<br />
No extrañéis, dulces amigos,<br />
que esté mi frente arrugada.<br />
Yo vivo en paz con los hombres<br />
y en guerra con mis entrañas.<br />
XXIV<br />
De diez cabezas, nueve<br />
embisten y una piensa.<br />
Nunca extrañéis que un bruto<br />
se descuerne luchando por la idea.<br />
XXV<br />
Las abejas de las flores<br />
sacan miel, y melodía<br />
del amor, los ruiseñores;<br />
Dante y yo-perdón, señores-,<br />
trocamos-perdón, Lucía-,<br />
el amor en Teología.
XXVI<br />
Poned sobre los campos<br />
un carbonero, un sabio y un poeta.<br />
Veréis como el poeta admira y calla,<br />
el sabio mira y piensa...<br />
Seguramente, el carbonero busca<br />
las moras o las setas.<br />
Llevadlos al teatro<br />
y sólo el carbonero no bosteza.<br />
Quien prefiere lo vivo a lo pintado<br />
es el hombre que piensa, canta o sueña.<br />
El carbonero tiene<br />
llena de fantasías la cabeza.<br />
XXVII<br />
¿Donde está la utilidad<br />
de nuestras utilidades?<br />
Volvamos a la verdad:<br />
vanidad de vanidades.<br />
XXVIII<br />
Todo hombre tiene dos<br />
batallas que pelear.<br />
En sueños lucha con Dios;<br />
y despierto, con el mar.<br />
XXIX<br />
Caminante son tus huellas<br />
el camino, y nada más;<br />
caminante, no hay camino,<br />
se hace camino al andar.<br />
Al andar se hace camino,<br />
y al volver la vista atrás<br />
se ve la senda que nunca<br />
se ha de volver a pisar.<br />
Caminante, no hay camino,<br />
sino estelas en la mar.<br />
XXX<br />
El que espera desespera,<br />
dice la voz popular.<br />
¡Que verdad tan verdadera!
La verdad es lo que es,<br />
y sigue siendo verdad<br />
aunque se piense al revés<br />
XXXI<br />
Corazón, ayer sonoro,<br />
¿ya no suena<br />
tu monedilla de oro?<br />
Tu alcancía,<br />
antes que el tiempo la rompa,<br />
¿se irá quedando vacía?<br />
Confiemos<br />
en que no será verdad<br />
nada de lo que sabemos.<br />
XXXII<br />
¡Oh fe del meditabundo!<br />
¡Oh fe después del pensar!<br />
Sólo si viene en corazón al mundo<br />
rebosa el vaso humano y se hincha el mar.<br />
XXXIII<br />
Soñé a Dios como una fragua<br />
de fuego que ablanda el hierro,<br />
como un forjador de espadas,<br />
como un bruñidor de aceros<br />
que iba firmando en las hojas<br />
de luz: Libertad.-Imperio.<br />
XXXIV<br />
Yo amo a Jesús que nos dijo:<br />
Cielo y Tierra pasarán.<br />
Cuando Cielo y Tierra pasen<br />
mi palabra quedará.<br />
¿Cuál fué, Jesús, tu palabra?<br />
¿Amor? ¿Perdón? ¿Caridad?<br />
Todas tus palabras fueron<br />
una palabra: Velad.<br />
Como no sabéis la hora<br />
en que os han de despertar,<br />
os despertarán dormidos,<br />
si no veláis: despertad.
XXXV<br />
Hay dos modos de conciencia:<br />
una es luz, y otra paciencia.<br />
Una estriba en alumbrar<br />
un poquito el hondo mar;<br />
otra, en hacer penitencia<br />
con caña o red, y esperar<br />
el pez, como pescador.<br />
Dime tú: ¿Cuál es mejor?<br />
¿Conciencia de visionario<br />
que mira en el hondo acuario<br />
peces vivos,<br />
fugitivos,<br />
que no se pueden pescar,<br />
o esta maldita faena<br />
de ir arrojando a la arena,<br />
muertos, los peces del mar?<br />
XXXVI<br />
Fe empirista. Ni somos ni seremos.<br />
Todo nuestro vivir es emprestado.<br />
Nada Trajimos; nada llevaremos.<br />
XXXVII<br />
¿Dices que nada se crea?<br />
No te importe; con el barro<br />
de la tierra, haz una copa<br />
para que beba tu hermano.<br />
XXXVIII<br />
¿Dices que nada se crea?<br />
Alfarero, a tus cachorros.<br />
Haz tu copa, y no te importe<br />
si no puedes hacer barro.<br />
XXXIX<br />
Dicen que el ave divina<br />
trocada en pobre gallina,<br />
por obra de las tijeras<br />
de aquel sabio profesor<br />
-fué Kant un esquilador<br />
de las aves altaneras;<br />
toda su filosofía,
un sport de cetrería-,<br />
dicen que quiere saltar<br />
las tapias del corralón,<br />
y volar,<br />
otra vez, hacia Platón.<br />
¡Hurra! ¡Sea!<br />
¡Feliz será quien lo vea!<br />
XL<br />
Sí, cada uno y todos sobre la tierra iguales:<br />
el ómnibus que arrastran dos pencos matalones,<br />
por el camino, a tumbos, hacia las estaciones;<br />
el ómnibus completo de viajeros banales,<br />
y en medio un hombre mudo, hipocondriaco, austero,<br />
a quien se cuentan cosas y a quien se ofrece vino...<br />
Y allá, cuando se llegue, ¿descenderá un viajero<br />
no más? ¿O habránse todos quedado en el camino?<br />
XLI<br />
Bueno es saber que los vasos<br />
nos sirven para beber;<br />
lo malo es que no sabemos<br />
para qué sirve la sed.<br />
XLII<br />
¿Dices que nada se pierde?<br />
Si esta copa de cristal<br />
se me rompe, nunca en ella<br />
beberé, nunca jamás.<br />
XLIII<br />
Dices que nada se pierde,<br />
y acaso dices verdad;<br />
pero todo lo perdemos,<br />
y todo nos perderá.<br />
XLIV<br />
Todo pasa y todo queda;<br />
pero lo nuestro es pasar,<br />
pasar haciendo caminos,<br />
caminos sobre el mar.
XLV<br />
Morir... ¿Caer como gota<br />
de mar en el mar inmenso?<br />
¿O ser lo que nunca he sido:<br />
uno, sin sombra y sin sueño,<br />
un solitario que avanza<br />
sin camino y sin espejo?<br />
XLVI<br />
Anoche soñé que oía<br />
a Dios gritándome: ¡Alerta!<br />
Luego era Dios quien dormía,<br />
y yo gritaba: ¡Despierta!<br />
XLVII<br />
Cuatro casos tiene el hombre<br />
que no sirven en la mar:<br />
ancla, gobernalle y remos,<br />
y miedo de naufragar.<br />
XLVIII<br />
Mirando mi calavera<br />
un nuevo Hamlet dirá:<br />
He aquí un lindo fósil de una<br />
careta de carnaval.<br />
XLIX<br />
Ya noto, al paso que me torno viejo,<br />
que en el inmenso espejo,<br />
donde orgulloso me miraba un día,<br />
era el azogue lo que yo ponía.<br />
Al espejo del fondo de mi casa<br />
una mano fatal<br />
va rayando el azogue, y todo pasa<br />
por él como la luz por el cristal.<br />
L<br />
-Nuestro español bostezaba.<br />
¿Es hambre? ¿Sueño? ¿Hastío?<br />
Doctor, ¿tendrá el estómago vacío?<br />
-El vacío es más bien en la cabeza.
LI<br />
Luz de alma, luz divina,<br />
faro, antorcha, estrella, sol...<br />
Un hombre a tiendas camina;<br />
lleva a la espalda un farol.<br />
LII<br />
Discutiendo están dos mozos<br />
si a la fiesta del lugar<br />
irán por la carretera<br />
o campo atraviesa irán.<br />
Discutiendo y disputando<br />
empiezan a pelear.<br />
Ya con las tranca s de pino<br />
furiosos golpes se dan;<br />
ya se tiran de las barbas,<br />
que se las quieren pelar.<br />
Ha pasado un carretero,<br />
que va cantando un cantar:<br />
“Romero, para ir a Roma,<br />
lo que importa es caminar;<br />
a Roma por todas partes,<br />
por todas partes se va.”<br />
LIII<br />
Ya hay un español que quiere<br />
vivir y a vivir empieza,<br />
entre una España que muere<br />
y otra España que bosteza.<br />
Españolito que vienes<br />
al mundo, te guarde Dios.<br />
Una de las dos Españas<br />
ha de helarte el corazón.
<strong>Baeza</strong>, Febrero 2009
Y cuando llegue el día del último viaje,<br />
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar<br />
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,<br />
casi desnudo, como los hijos de la mar.<br />
Excmo. Ayuntamiento<br />
de <strong>Baeza</strong>