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another monster FIN:another monster - SERLIB

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<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 1<br />

ANOTHER MONSTER<br />

Informe de una investigación


<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 10/9/08 11:45 Página 2<br />

Este libro no podrá ser reproducido, ni total ni parcialmente,<br />

sin el previo permiso escrito del editor. Todos los derechos reservados<br />

Título original: Mouhitotsu No Monster<br />

Primera edición: octubre de 2008<br />

MOUHITOTSU NO MONSTER by Naoki URASAWA,<br />

Takashi NAGASAKI, Werner WEBER<br />

© 2002 by Naoki URASAWA/ Studio Nuts, Takashi NAGASAKI<br />

All rights reserved<br />

Original Japanese edition published in 2002 by Shogakukan Inc., Tokyo<br />

Spanish translation rights arranged with Shogakukan Inc.<br />

through the Kashima Agency.<br />

Derechos exclusivos de la edición en lengua castellana:<br />

© Scyla Editores, S. A., 2008<br />

Diagonal, 662-664. 08034 Barcelona (España)<br />

Timun Mas es marca registrada de Scyla Editores, S. A.<br />

www.scyla.com<br />

Traducción: © Pau Pitarch. DARUMA Serveis Lingüístics, SL<br />

Preimpresión: Abogal, S.C.P.<br />

ISBN: 978-84-480-4115-1<br />

Depósito legal: M. 42.374-2008<br />

Impreso en España por Brosmac, S.L.


<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 3<br />

Debido a lo complejo de su contenido, es<br />

recomendable leer el cuento El despertar del<br />

monstruo una vez completada la lectura del<br />

informe.<br />

NAOKI URASAWA


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<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 5<br />

PREFACIO<br />

En vuestras manos tenéis un informe que señala las conexiones<br />

entre el caso del «monstruo» Johan Liebheart, que sembró<br />

el terror durante más de diez años desde 1986, y el de<br />

Gustav Kottmann, «el asesino del hacha», de Salzburgo, Austria,<br />

en noviembre de 2000. Aunque a primera vista parezca<br />

una conexión disparatada, el estudio de los documentos me<br />

ha convencido con el tiempo de su veracidad.<br />

En el caso Johan, he hecho todo lo posible por utilizar<br />

los nombres reales de las personas a las que entrevisté, pero<br />

en algunos casos he tenido que usar seudónimos por varias<br />

razones, a veces relacionadas directamente con la seguridad<br />

de los testigos. Debido a la gran cantidad de personas que se<br />

negaron a ser fotografiadas, he optado por incluir esbozos a<br />

lápiz, dibujados de memoria después de hablar con ellas. Los<br />

entrevistados aceptaron a regañadientes que publicara estos<br />

dibujos basados en mis recuerdos, sin saber de mi pasado<br />

como retratista en las calles de Viena.<br />

Pese al uso de esbozos a lápiz y algunos seudónimos,<br />

5


<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 6<br />

puedo asegurar que todo lo narrado en estas páginas es estrictamente<br />

verídico.<br />

Como escribo al final de este informe, queda a discreción<br />

de los lectores decidir si el caso Johan se puede dar por concluido<br />

y cuál es el significado del nuevo cuento que se ha descubierto.<br />

6


<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 7<br />

ÍNDICE<br />

Mensaje de Naoki Urasawa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3<br />

Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5<br />

Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11<br />

PRIMERA PARTE (1986-1997) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31<br />

1. El punto de partida –<br />

Viena, abril de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33<br />

2. Kenzō Tenma –<br />

Yokohama, Tokio y Londres, mayo de 2001 . . . . . 43<br />

3. Eva Heinemann –<br />

Düsseldorf, mayo de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63<br />

4. Heinrich Lunge –<br />

Bruselas, mayo de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73<br />

5. El Kinderheim 511 –<br />

Berlín, mayo de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97<br />

7


<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 8<br />

6. Personalidad múltiple –<br />

Francfort, junio de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111<br />

7. Rudi Gillen –<br />

París, junio de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115<br />

8. El banco clandestino –<br />

Füssen, junio de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123<br />

9. Karl Schuwald –<br />

Múnich, junio de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129<br />

10. Lotte Frank –<br />

Múnich, junio de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143<br />

11. Julius Reichwein –<br />

Múnich, junio de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153<br />

SEGUNDA PARTE (1997-1998) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161<br />

12. República Checa y Alemania –<br />

Praga, julio de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163<br />

13. Jan Suk –<br />

Praga, julio de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173<br />

14. Karel Ranke –<br />

Praga, julio de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189<br />

15. La mansión de las rosas rojas –<br />

Praga, julio de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201<br />

16. Anna –<br />

Praga, agosto de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213<br />

17. Sobotka –<br />

Praga, agosto de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225<br />

18. Jaromír Lipsky –<br />

Praga, agosto de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 233<br />

19. Fritz Vardeman –<br />

Düsseldorf, agosto de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 245<br />

8


<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 9<br />

20. Martin –<br />

Francfort, septiembre de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . 263<br />

21. Petr Čapek –<br />

Francfort, septiembre de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . 273<br />

22. El cuaderno de Grimmer –<br />

Berlín, octubre de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 289<br />

23. Herman Fuer –<br />

Viena, octubre de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 303<br />

24. Colapso –<br />

Düsseldorf, noviembre de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . 311<br />

25. Ruhenheim –<br />

Ruhenheim, noviembre de 2001 . . . . . . . . . . . . . . 325<br />

26. Nina Fortner o Anna Liebheart –<br />

Viena, noviembre de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 335<br />

27. Steiner el Magnífico –<br />

La Valeta, noviembre de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . 349<br />

28. Anna II –<br />

Brno, diciembre de 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 363<br />

29. Klaus Poppe –<br />

Jablonec nad Nisou, diciembre de 2001 . . . . . . . . . 377<br />

30. Franz Bonaparta –<br />

Jablonec nad Nisou, diciembre de 2001 . . . . . . . . . 387<br />

Capítulo final –<br />

Jablonec nad Nisou, diciembre de 2001 . . . . . . . . . 391<br />

Nota del traductor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 397<br />

9


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<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 11<br />

PRÓLOGO<br />

Nonnburg es una localidad tranquila situada a las afueras de<br />

Salzburgo (Austria) al sur del castillo de Hohensalzburg, lejos<br />

de las zonas llenas de turistas en busca de la casa natal de<br />

Mozart o los escenarios de la película Sonrisas y lágrimas.<br />

Todo cambió después del martes 14 de noviembre de 2000,<br />

cuando el pueblo se convirtió en el centro de atención de los<br />

medios austríacos.<br />

En el ala de urgencias del hospital de Santa Úrsula, situado<br />

en el centro de la localidad, al norte de la plaza del Mercado,<br />

aquella noche no había habido ningún paciente. El médico<br />

de guardia Ernst Lerner, el interno Paul Hosch y la<br />

enfermera Rosemarie Berg se encontraban en la sala de reuniones,<br />

tomando café y hablando animadamente de fútbol.<br />

A la 1.05 de la madrugada oyeron los gritos de la recepcionista<br />

Hanna Ruplechter. Cuando Hosch se dirigió a la entrada<br />

a ver qué ocurría, vio a un hombre de gran estatura con<br />

gafas y rostro inexpresivo, completamente ensangrentado.<br />

En un primer momento, el interno pensó que se trataba de<br />

11


<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 12<br />

un paciente que había sufrido un accidente, pero al ver a Ruplechter<br />

sangrando en el suelo comprendió la situación. El<br />

hombre que tenía enfrente llevaba un hacha ensangrentada<br />

en la mano derecha.<br />

Hosch intentó volver a la sala para pedir ayuda, pero antes<br />

de que pudiera hacerlo, el hombre lo tiró al suelo y entró<br />

en la sala de reuniones. Hosch se levantó desesperadamente<br />

y gritó los nombres del médico y la enfermera. Lo que apareció<br />

ante sus ojos inmediatamente después fue la figura de la<br />

enfermera Berg, tambaleándose y sangrando por la cabeza.<br />

Los recuerdos del interno se vuelven nebulosos llegado<br />

este punto, pero parece ser que entonces salió corriendo del<br />

hospital y llamó a la policía desde el teléfono público de la esquina<br />

de enfrente.<br />

Nada más recibir la llamada, el sargento de policía Benjamin<br />

Graber y el agente Hermann Maier se dirigieron corriendo<br />

al hospital. Llegaron a la 1.54. Junto con Hosch, que<br />

los esperaba al amparo de la oscuridad, entraron inmediatamente<br />

en el edificio. Los policías declararon después que la<br />

escena del crimen presentaba un aspecto estremecedor: los<br />

cadáveres de las dos mujeres flotaban en un lago de sangre.<br />

El sargento Graber y el agente Maier dejaron a Hosch<br />

solo en el pasillo y entraron en la sala de reuniones siguiendo<br />

el sonido de una voz. Lo que encontraron en su interior fue<br />

el cadáver de Lerner, prácticamente decapitado, y un hombre<br />

con un hacha en la mano que parecía hipnotizado.<br />

Por alguna razón inexplicable, el hombre sonrió a los policías<br />

y murmuró unas extrañas palabras antes de llevarse el<br />

hacha al cuello y seccionarse la carótida.<br />

El sargento Graber sostiene que las palabras del hombre<br />

fueron: «Uno, dos, tres… Misión cumplida.»<br />

12


<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 13<br />

No se tardó en descubrir la identidad del autor de tan<br />

horrible crimen. Se trataba de Gustav Kottmann, de veintinueve<br />

años de edad. Durante cinco años se le había estado<br />

buscando como sospechoso de una serie de asesinatos de parejas<br />

que dejaron siete víctimas en los alrededores de Viena.<br />

Kottmann escapó hacia el oeste del país y, sorprendentemente,<br />

pasó un año entero sin cometer ningún crimen. Aprovechando<br />

luego que la red de vigilancia se había relajado durante<br />

ese periodo de tiempo, llegó sin ser detectado a aquella<br />

pequeña ciudad cerca de la frontera alemana.<br />

Según las investigaciones de la policía de Salzburgo, al llegar<br />

a Nonnburg sufrió de nuevo un ataque de furia homicida.<br />

La razón de que el ataque no mostrara una clara motivación sexual,<br />

como en los crímenes anteriores, era que el sospechoso<br />

había entrado por casualidad en el hospital al ver luz, empujado<br />

por una necesidad de matar independiente del sexo.<br />

Al quitarse Kottmann la vida, el caso del hospital de<br />

Santa Úrsula se convirtió en el último y el más horrible de la<br />

serie de crímenes del asesino del hacha.<br />

Pero ¿realmente es ésa toda la verdad sobre el caso?<br />

Por aquel entonces yo trabajaba de reportero free lance<br />

para la revista de noticias Idee y me tocó investigar el suceso.<br />

Mi artículo informó del caso en líneas similares al resto de<br />

los medios, pero durante la investigación empezaron a surgirme<br />

diversas dudas. Al seguir los cabos sueltos para intentar<br />

resolverlas, empecé a formar lentamente una hipótesis distinta<br />

que, si se usa como guía para reinterpretar el suceso,<br />

ofrece una imagen muy distinta de los acontecimientos. Mis<br />

descubrimientos me llevaron a dudar incluso de a quién atribuir<br />

la culpabilidad del crimen, que según todos los informes<br />

parece resid ir innegablemente en Kottmann.<br />

13


<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 14<br />

Como ya he indicado antes, las últimas palabras de Kottmann<br />

fueron las siguientes: «Uno, dos, tres… Misión cumplida.»<br />

¿Quién le había encargado la «misión»? ¿Y por qué<br />

pasó un año entero sin cometer ningún asesinato? ¿Había<br />

permanecido oculto a conciencia todo ese tiempo para eludir<br />

la operación de busca y captura? Para intentar responder a<br />

estas tres preguntas empecé a investigar la vida de Kottmann.<br />

Nacido en Kaiserin, una pequeña ciudad del norte del<br />

país, cerca de la frontera checa, Kottmann era el mayor de cuatro<br />

hermanos. Su padre, Hans, era propietario de una pequeña<br />

granja, pero se arruinó cuando Kottmann tenía cinco<br />

años. A partir de entonces tuvo varios trabajos temporales en<br />

granjas vecinas y en el taller de reparación de automóviles de<br />

un conocido, pero siempre se llevó mal con sus patrones y<br />

pasó mucho tiempo en paro, casi sin ingresos, hundido en la<br />

bebida. Su madre, Marlen, también sufría de alcoholismo y<br />

tenía brotes de ira de una violencia sin medida.<br />

A los doce años, Kottmann ingresó en el hospital en estado<br />

comatoso. Sus padres declararon que le había caído encima<br />

un montón de madera apilada para la lumbre, pero el<br />

médico que lo atendió dejó constancia de que las heridas parecían<br />

producidas por un objeto contundente. Es imposible<br />

preguntarle a Kottmann si sus padres lo maltrataban o no,<br />

pero a la vista de que sus hermanos fueron acogidos en diversas<br />

instituciones y adoptados como víctimas de maltrato,<br />

las posibilidades de que él también lo padeciera son extremadamente<br />

altas. Además, el hecho de que Kottmann sufriera<br />

una lesión en el cráneo es de una importancia mayor de lo<br />

que se podría pensar. Aunque aún no hay un consenso médico<br />

sobre el tema, parece ser que muchos de los asesinos<br />

en serie sufrieron durante su infancia heridas serias en la ca-<br />

14


<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 15<br />

Artículo sobre el crimen del<br />

hospital de Santa Úrsula.<br />

El caso salió en primera plana<br />

de los periódicos no sólo en<br />

Austria sino también en<br />

Alemania.


<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 16<br />

beza que les provocaron la pérdida de conciencia y casi la<br />

muerte.<br />

Kottmann era un adolescente enorme y de expresión impenetrable.<br />

Faltaba a menudo a la escuela y sus resultados<br />

académicos eran los que se podían esperar en alguien como<br />

él. A los dieciséis años entró a trabajar en un supermercado,<br />

pero su superior le dijo claramente que no tenía ninguna expectativa<br />

de futuro allí y no duró más de tres meses. Durante<br />

un tiempo estuvo empleado en una granja, ocupando el puesto<br />

que había perdido su padre por pelearse con el jefe, y alimentando<br />

con el sueldo a su familia. Se supone que fue entonces<br />

cuando aprendió el manejo del hacha.<br />

De todos modos, esa etapa de hijo responsable no duró<br />

mucho. Fue entonces cuando cometió su primer delito y fue<br />

detenido por hurto y voyerismo. Kottmann logró evitar la<br />

pena esa vez, pero se situó en el punto de mira de la policía<br />

local y tuvo que dejar a su familia para mudarse, solo, a la localidad<br />

de Klosterneuburg.<br />

Después del traslado encontró un trabajo temporal en la<br />

librería del pueblo, y mientras estuvo trabajando allí vivió sin<br />

causar problemas como un empleado modelo. Contra todo lo<br />

previsible, Kottmann parece haber sido un lector apasionado.<br />

Sus libros favoritos eran los de la serie de Dorn en la oscuridad,<br />

publicados por la editorial Krone, novelas de terror de<br />

serie B pero con gran número de seguidores. Uno de sus antiguos<br />

compañeros de la librería, que tenía diecinueve años<br />

en la época, declara haberle oído decir con expresión seria:<br />

«Algún día yo también recibiré mi misión y experimentaré la<br />

fuerza de la oscuridad.»<br />

Los libros de Dorn en la oscuridad y los crímenes que<br />

perpetraría luego Kottmann tienen diversos puntos en co-<br />

16


<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 17<br />

mún. Dorn, el protagonista, vende su alma en un ritual de nigromancia<br />

a cambio de poder usar la magia de la oscuridad.<br />

El personaje usa ese poder para enfrentarse al mal en el<br />

mundo y acabar con sus enemigos de manera cruel y despiadada<br />

(en algunos casos utilizando un hacha). Sin embargo,<br />

por cada ser malvado que elimina, una semilla de maldad se<br />

planta en su corazón, y poco a poco Dorn se va adentrando<br />

en la senda del mal. En la primera historia lo asalta la tentación<br />

de hurtar algo en una tienda y espiar a una mujer cambiándose<br />

de ropa, pero el protagonista resiste gracias a la<br />

oportuna aparición de un cuento ilustrado.<br />

Los cuentos ilustrados juegan un papel central en la historia.<br />

Cuando lee un cuento escrito para el público infantil,<br />

Dorn recupera su bondad, cuando lee uno escrito por un autor<br />

perverso, se ve atraído hacia el mal. En la serie se suceden los<br />

giros en la trama. Dorn se dedica a robar y a cometer violentos<br />

crímenes sexuales y cuando lo asaltan los remordimientos<br />

intenta suicidarse. Finalmente, purificado por la lectura de<br />

un cuento, se enfrenta al mal como un santo. La serie describe<br />

esta lucha entre el bien y el mal a través de escenas llenas<br />

de sexo y violencia grotesca. Aunque Dorn suele acabar<br />

venciendo al mal gracias a la magia de la oscuridad, siempre<br />

acaba envuelta en el caso alguna joven pareja enfrascada en<br />

el sexo, como en las películas de terror de serie B. No hace<br />

falta decir que el destino de esas parejas suele ser el de acabar<br />

brutalmente descuartizadas.<br />

Como muestran la complejidad del personaje y la simplicidad<br />

de las estructuras narrativas, Fritz Weindler, autor de la<br />

serie, se sentía a la vez fascinado y repelido por la idea del<br />

amor libre. Estas ideas tuvieron una influencia clara sobre los<br />

crímenes de Kottmann. Aunque no sea más que literatura ba-<br />

17


<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 18<br />

rata, hay que reconocer que Dorn en la oscuridad inspira una<br />

extraña fascinación que hace casi comprensibles las acciones<br />

de su protagonista.<br />

Weindler murió repentinamente en 1992 (hay quien dice<br />

que se suicidó). Hasta entonces había escrito cinco volúmenes<br />

de la serie, que quedó inacabada. Al final del quinto volumen,<br />

Dorn parece a punto de sucumbir a las fuerzas de la<br />

oscuridad, debilitado por la cocaína. Su magia está casi agotada<br />

y el personaje parece cada vez más débil al tiempo que<br />

sus enemigos se fortalecen. Lo único que salva al personaje de<br />

ser engullido por la oscuridad es la aparición repentina de un<br />

nuevo personaje, un misterioso mago que lo salva. La conclusión<br />

del volumen parece indicar que, en adelante, Dorn y<br />

el mago seguirían apareciendo juntos en la serie.<br />

Justo en aquella época, Kottmann dejó el trabajo de la librería<br />

sin razón aparente y al cabo de pocos meses perpetró<br />

su primer crimen. Se diría que se había convertido en el propio<br />

personaje y quería reproducir en la vida real la acción de<br />

las novelas… Se enfrentó a una pareja que mantenía relaciones<br />

sexuales en un parque y, cuando el hombre le respondió,<br />

lo golpeó hasta dejarlo inconsciente y agredió a la mujer. No<br />

llegó a violarla, pero le produjo heridas serias que casi le provocaron<br />

daños cerebrales.<br />

El criminal produjo tan mala impresión en el juez que<br />

éste decidió condenarlo de inmediato. Tras dos años en la<br />

cárcel, Kottmann dejó Klosterneuburg y se mudó a Viena.<br />

Durante el día trabajaba a tiempo parcial en un supermercado<br />

y durante la noche se dedicaba a cazar parejas por la<br />

animada noche vienesa. El primer asesinato con hacha fue<br />

probablemente producto de una escalada fortuita de la violencia.<br />

Al sorprender a Rudolf Gross y Anna Dohrmann te-<br />

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<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 19<br />

niendo relaciones sexuales en un aparcamiento, Kottmann<br />

asesinó al hombre a hachazos y violó a la mujer. Pasaron los<br />

meses, pero la policía no llegó a relacionar a Kottmann con<br />

el crimen y el caso se perdió en los laberintos del sistema judicial.<br />

La policía de Viena buscó al autor del brutal asesinato<br />

entre los delincuentes sexuales conocidos, pero el primer delito<br />

de Kottmann había sido calificado de simple acto violento<br />

y por ello no se encontraba en las listas.<br />

Aquélla fue la primera vez que Kottmann cometió un<br />

asesinato y el inicio de un periodo de cinco años durante el<br />

que tuvo a toda Austria aterrorizada. No se puede decir que<br />

fuera un hombre especialmente inteligente, pero fue capaz<br />

de escapar repetidas veces de la persecución policial. Al contrario<br />

que la mayoría de asesinos en serie, la distancia temporal<br />

entre sus asesinatos no era regular y no se llevó nunca<br />

ningún recuerdo de sus víctimas. Por supuesto, nada más lejos<br />

de mi intención que acusar a la policía de no hacer bien<br />

su trabajo…<br />

En octubre de 1999, Kottmann cometió un fallo decisivo.<br />

Atacó a una pareja que se encontraba en un área de descanso<br />

apartada, pero no se dio cuenta de que en el coche había también<br />

un perro dóberman. Kottmann sufrió un mordisco en la<br />

pantorrilla y logró escapar a duras penas hasta su vehículo,<br />

pero se encontró por casualidad con un coche policía de<br />

patrulla. Los policías le persiguieron hasta Meyerling y el<br />

arresto del asesino parecía ya sólo cuestión de tiempo. Sin<br />

embargo, lo único que encontró la policía fue su furgoneta<br />

abandonada en Schneeberg. Después de estos sucesos, Kotmann<br />

desapareció completamente del mapa durante un año,<br />

hasta la noche en que perpetró los asesinatos del hospital de<br />

Salzburgo…<br />

19


<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 20<br />

Primer volumen de Dorn en<br />

la oscuridad, novela favorita<br />

de Kottmann, El asesino del hacha.<br />

Se vendieron dos millones y medio de<br />

ejemplares de esta serie de culto de cinco<br />

volúmenes. Hoy en día sigue reeditándose<br />

en Austria, Alemania y Holanda.


<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 21<br />

La policía resalta repetidas veces en su informe la<br />

enorme suerte del sujeto. Efectivamente, es difícil encontrar<br />

otra explicación a su huida. Es inimaginable que un hombre<br />

fácilmente reconocible como él, de dos metros y cien kilos,<br />

pudiera escapar en tren, autobús o autostop sin levantar sospechas.<br />

Aún más increíble parece que no hubiera ni una sola<br />

pista auténtica entre las treinta mil llamadas de testigos que<br />

aseguraban haberlo visto por toda Austria e incluso por Alemania.<br />

¿Dónde estuvo Kottmann escondido? ¿Cómo logró escapar?<br />

¿Era él el tipo de persona capaz de llevar a cabo con<br />

éxito una huida de esas características?<br />

Personalmente, me resulta muy difícil no pensar en la posibilidad<br />

de que el homicida tuviera un cómplice o, al menos,<br />

otra persona que le ofreciera apoyo. La policía, sin embargo,<br />

niega rotundamente esa opción porque sus crímenes<br />

eran obviamente obra de una sola persona. Kottmann perpetraba<br />

sus asesinatos en solitario, eso es innegable, pero ¿implica<br />

eso necesariamente que no tuviera nadie que lo ayudara?<br />

El agente encargado del caso me preguntó riendo: «¿Me<br />

estás diciendo en serio que crees que aquel día, después de<br />

que le mordiera un perro, se le apareció un cómplice de la<br />

nada?»<br />

La verdad es que según mis investigaciones los acontecimientos<br />

se parecen mucho al último volumen de Dorn en la<br />

oscuridad. Cuando Dorn ya se ha resignado a su derrota, se<br />

le aparece inesperadamente un misterioso mago que lo<br />

salva…<br />

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<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 22<br />

Querría llamar la atención ahora sobre dos pequeños casos<br />

que ocurrieron en la región una semana antes de los crímenes<br />

del hospital de Santa Úrsula.<br />

El primero tuvo lugar la noche del 7 de noviembre, en el<br />

mismo hospital, exactamente siete días antes de los asesinatos.<br />

Hacia las dos de la madrugada la ambulancia llegó con<br />

un hombre herido. Cuando se quitó el abrigo se vio que iba<br />

en mangas de camisa y que traía el brazo sangrando. El hombre<br />

dijo ser un viajante de comercio que iba a Innsbruck y<br />

declaró que el arma que llevaba para protegerse se le había<br />

disparado dentro del coche. La bala había salido limpiamente<br />

del brazo pero necesitaba que le pararan la hemorragia.<br />

Aquel día la recepcionista era también Hanna Ruplechter<br />

y el médico de guardia, Ernst Lerner. La enfermera de<br />

turno era Rosemarie Berg, que sustituía a una compañera que<br />

había causado baja por enfermedad. Con excepción del interno<br />

Hosch, estaban entonces en el hospital exactamente las<br />

mismas personas que el trágico día una semana después. Lerner<br />

y Berg examinaron al hombre con rayos X y, después de<br />

comprobar que no quedaban restos de la bala y que las arterias<br />

no habían sufrido daños, le practicaron los primeros auxilios<br />

necesarios. Todo el proceso duró una media hora. Por si<br />

acaso, el doctor Lerner le dijo discretamente a la recepcionista<br />

Ruplechter que avisara a la policía.<br />

Cuando llegaron los agentes, el hombre había desaparecido<br />

de la sala de espera. La policía envió avisos por todos<br />

lados, pero no había habido ningún caso de ataque con arma<br />

de fuego y en la carretera hacia Innsbruck no apareció el coche<br />

del sujeto.<br />

El segundo caso ocurrió el 9 de noviembre, dos días después,<br />

en la Gilmgasse, una de las calles más tranquilas de la<br />

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zona residencial de Nonnburg. Eugen Molke, residente del<br />

bloque número tres, apareció muerto de un balazo en la sien.<br />

El fallecido era un anciano de setenta años que vivía solo y su<br />

cadáver fue hallado casualmente por una enfermera de la<br />

asistencia social que había ido a visitarlo. Según el informe forense,<br />

Molke se había disparado su propia arma hacia las diez<br />

de la noche del día 6 de noviembre. Después de encontrar<br />

su testamento escrito en una estantería y saber que Molke sufría<br />

una grave dolencia cardiaca, la policía concluyó que se<br />

trataba de un suicidio.<br />

Entonces nadie pensó que estos dos incidentes, tan cercanos<br />

en el tiempo, tuvieran nada que ver el uno con el otro…<br />

Al intentar contactar con los parientes del fallecido, la<br />

policía de Innsbruck descubrió el pasado insólito de<br />

Molke. Mejor dicho, descubrió que no tenía ningún pasado.<br />

Molke llevaba diez años viviendo en la Gilmgasse.<br />

Según declaró un vecino: «Después de la muerte de su esposa<br />

dejó el piso que tenía cerca de la estación de cercanías y se<br />

mudó aquí. Decía que había sido profesor de matemáticas.»<br />

Sin embargo, no se encontró ningún rastro de nadie<br />

parecido a Molke en el área donde se supone que había vivido<br />

antes y ninguno de los vecinos de la zona lo recordaba.<br />

Además, los ahorros que tenía en el banco eran una cantidad<br />

obviamente demasiado elevada para haber sido un<br />

simple maestro retirado. Al buscar los registros de la Seguridad<br />

Social y el pasaporte, la policía descubrió que el<br />

bebé que había nacido setenta años antes con el nombre<br />

de Eugen Molke había muerto antes de cumplir los seis<br />

meses y reposaba desde entonces en un cementerio de las<br />

afueras de Landeck.<br />

Cuando la autopsia reveló que el cadáver presentaba se-<br />

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<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 24<br />

ñales de haber sido objeto de operaciones de cirugía plástica<br />

en la nariz y los pómulos, la policía se aplicó con todos sus esfuerzos<br />

a descubrir su verdadera identidad. Después de comprobar<br />

que las huellas dactilares del muerto no coincidían<br />

con ninguno de los registros nacionales, contactaron con la<br />

INTERPOL para pedir ayuda a nivel internacional.<br />

La investigación los llevó al nombre de Jaroslav Čarek,<br />

alto cargo de OMNIPOL, corporación comercial pública de<br />

la antigua Checoslovaquia.<br />

OMNIPOL no necesita presentación. Después de la caída<br />

del bloque comunista en el este de Europa, fue una de las organizaciones<br />

que más presión sufrieron desde EEUU y el<br />

Reino Unido para que hicieran públicos sus archivos.<br />

El 21 de diciembre de 1986, un vuelo de la compañía aérea<br />

Pan Am explotó en pleno vuelo sobre la localidad escocesa<br />

de Lockerbie. Los autores del atentado fueron guerrillas palestinas<br />

que usaron explosivo plástico Semtex obtenido de<br />

Libia. La compañía que había producido y exportado toneladas<br />

de tal explosivo a Libia no había sido otra que OMNI-<br />

POL. Los gobiernos americano y británico sospechaban que<br />

OMNIPOL no les había proporcionado sólo las armas, sino<br />

también entrenamiento y asesoría.<br />

En 1989, la Revolución de Terciopelo acabó con el régimen<br />

comunista de Checoslovaquia. En cierta manera,<br />

puede considerarse una victoria del movimiento de resistencia<br />

clandestina que empezó treinta años antes en la Primavera<br />

de Praga, pero la represión que sufrieron los opositores<br />

a manos del partido comunista fue de una dureza<br />

inenarrable. Del mismo modo que en la Unión Soviética y<br />

la Alemania Oriental, el gobierno comunista se aplicó con<br />

todas sus fuerzas para acabar con los disidentes dentro y<br />

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<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 25<br />

fuera del país. Una de las personas claves en tales acciones<br />

fue Čarek, que huyó inmediatamente del país tan pronto<br />

como cayó el régimen.<br />

Según los informes en poder de la policía checa, antes de<br />

convertirse en alto cargo de OMNIPOL, Čarek fue coronel<br />

de la policía secreta checoslovaca y ejerció de responsable de<br />

las instalaciones secretas de entrenamiento de terroristas dentro<br />

del país. El primer gobierno democrático del Foro Cívico<br />

publicó una orden de busca y captura contra Čarek, pero el<br />

ex coronel se desvaneció. Tanto los gobiernos checo como<br />

eslovaco sufrieron las presiones de EEUU y el Reino Unido<br />

para que lo persiguieran, pero no fue posible dar con su paradero.<br />

Al descubrir la verdadera identidad del anciano, la policía<br />

de Salzburgo decidió reabrir el caso. Un examen más minucioso<br />

del cadáver sacó a la luz restos químicos de pegamento<br />

en su rostro y manos. Una inspección meticulosa de la<br />

habitación en la que había aparecido el cadáver de Čarek dio<br />

como resultado el descubrimiento de un agujero de bala cuidadosamente<br />

oculto en la pared. El casquillo de la bala no se<br />

encontró nunca.<br />

La policía reconoció su error inicial y reclasificó el caso<br />

como asesinato. El escenario hipotético que reconstruyeron<br />

fue el siguiente:<br />

El 6 de noviembre de 2000, hacia las ocho de la noche, un<br />

desconocido se infiltró en la residencia de Molke (Čarek).<br />

Amenazando al anciano con un arma, lo forzó a escribir el testamento.<br />

Čarek temió por su vida y sacó la Beretta M21A que<br />

llevaba escondida para disparar contra el intruso, pero probablemente<br />

sólo logró hacerle una herida leve. El atacante consi-<br />

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<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 26<br />

guió entonces inmovilizar a su víctima y le sujetó la mano del<br />

arma con cinta adhesiva, haciéndole apuntarse a la cabeza. Después<br />

de apretar el gatillo y comprobar que Čarek había fallecido,<br />

retiró la cinta adhesiva y borró minuciosamente todo rastro<br />

de una tercera persona en la casa. La identidad del intruso<br />

sigue siendo un misterio, pero está claro que se trataba de un<br />

profesional.<br />

La policía de Salzburgo empezó a investigar entonces el caso<br />

del hombre que apareció en el hospital de Santa Úrsula a<br />

las dos de la madrugada del día siguiente. Sin embargo, eso<br />

fue dos semanas después del asesinato de Čarek, lo que significaba<br />

que las tres únicas personas que habían visto al hombre<br />

habían sido asesinadas a hachazos…<br />

La policía acepta que el asesinato de Čarek y el hombre<br />

que apareció con una herida de bala están relacionados, pero<br />

niega que Kottmann tenga ningún vínculo con ellos. El hecho<br />

de que los únicos tres testigos del caso fueran asesinados a<br />

hachazos no fue más que una trágica coincidencia. Su razonamiento<br />

es el siguiente: el asesino de Čarek era obviamente<br />

alguien con entrenamiento especializado en actos terroristas,<br />

y ese tipo de criminales nunca se involucran con asesinos en<br />

serie. Kottmann actuaba puramente por impulsos, nada más<br />

lejos del perfil de alguien capaz de asesinar por encargo y suicidarse<br />

después. Ciertamente, tal argumento tiene sentido.<br />

No obstante, las últimas palabras de Kottmann siguen sin<br />

explicación. «Uno, dos, tres… Misión cumplida.»<br />

Mi propia hipótesis acerca de lo sucedido es la siguiente:<br />

Quien apareció en el hospital con una herida en el brazo<br />

era el asesino de Čarek. Probablemente esperaba evitar que<br />

el personal de urgencias avisara a la policía, pero tenía pre-<br />

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<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 27<br />

Ilustración de Dorn en la<br />

oscuridad. El personaje de Dorn,<br />

que se debate entre el bien y el<br />

mal, sigue teniendo un gran<br />

éxito entre los adolescentes. La<br />

crítica, por su parte, lo ha<br />

calificado con cierto sarcasmo<br />

como el más fascinante de los<br />

folletines de horror.


<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 28<br />

parado un plan en caso de que lo hicieran. Si la policía no<br />

descubría la verdadera identidad del anciano y pensaba que<br />

se trataba de un suicidio, no tendría que utilizarlo. Sin embargo,<br />

el trabajo de Čarek para ocultar su pasado no fue lo<br />

suficientemente concienzudo para resistir las investigaciones<br />

policiales y su asesino tuvo que jugar la carta que tenía preparada:<br />

Kottmann, El asesino del hacha. Fuera como fuese<br />

que conociera a Kottmann, parece evidente que su papel en<br />

la historia fue el de «mago misterioso». Apareció para salvarlo<br />

después de que lo mordiera el dóberman y lo ocultó<br />

durante un año. Kottmann, convencido de haberse convertido<br />

en Dorn, permaneció escondido sin rechistar. Cuando<br />

por fin recibió el encargo de su misión, partió alegremente a<br />

ejecutarla: tenía que acabar con los tres testigos. Esto explica<br />

por qué el interno Hosch salió con vida del suceso.<br />

El perfil de criminal que presento es el de alguien que<br />

trasciende al asesino, puesto que demuestra ser capaz no sólo<br />

de matar, sino también de acercarse a un psicópata, ganarse<br />

su confianza y dominarlo. Un individuo capaz de manipular<br />

al psicópata a voluntad, hacerle perpetrar más asesinatos e<br />

incluso conseguir que se haga desaparecer a sí mismo del escenario<br />

una vez completado su papel.<br />

Esta pareja formada por un asesino profesional y un asesino<br />

en serie, como bien apunta la policía, es algo extremadamente<br />

poco común. En circunstancias normales yo también<br />

desestimaría esta hipótesis.<br />

¿Hay algún caso en la historia que se le pueda comparar?<br />

Hay uno.<br />

El caso que estremeció a Alemania en 1998…<br />

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<strong>another</strong> <strong>monster</strong> <strong>FIN</strong>:<strong>another</strong> <strong>monster</strong> 9/9/08 10:45 Página 29<br />

Los lectores avispados ya lo habrán deducido, pero lo que<br />

me propongo hacer en este informe es revisar el caso de Alemania<br />

y aclarar algunos puntos oscuros que quedan en él. A<br />

la vez, me propongo demostrar que aún queda al menos otro<br />

monstruo como aquél. Otro monstruo que recibió el mismo<br />

entrenamiento y que permanece oculto en algún lugar de Europa.<br />

Estoy convencido de que aún no sabemos toda la verdad<br />

acerca de los casos de Austria y Alemania. Es posible incluso<br />

que todavía no hayan terminado…<br />

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