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El mover del espíritu - Iglesia de Cristo Ebenezer Honduras

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<strong>El</strong> <strong>mover</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>espíritu</strong><br />

Domingo a.m. 25 Enero <strong><strong>de</strong>l</strong> 2009<br />

Y la tierra estaba <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz <strong><strong>de</strong>l</strong><br />

abismo y el Espíritu <strong>de</strong> Dios se movía sobre la faz <strong>de</strong> las aguas. Génesis 1:2<br />

En el principio todo era caos, <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n, vaciedad. Aparece ante nosotros un panorama<br />

oscuro, nada prometedor, casi sin esperanza. Lo único que había en la tierra era<br />

incoherencia. Pero entonces, justo cuando la imagen no podía ser más <strong>de</strong>vastadora,<br />

aparece Dios: “<strong>El</strong> Espíritu <strong>de</strong> Dios se movía sobre la faz <strong>de</strong> las aguas.- <strong>El</strong> Espíritu <strong>de</strong><br />

Dios, Dios mismo, estaba allí, para resolver los problemas. De igual forma EL esta EN<br />

NOSOTROS para traer or<strong>de</strong>n a nuestra vida, para darnos esperanza, viene a nuestra<br />

vida para <strong>de</strong>sbordar su amor y su po<strong>de</strong>r sobre nosotros. <strong>El</strong> es el administrador <strong>de</strong> todos<br />

los dones y <strong>de</strong> toda la herencia que tiene para nosotros aquí en la tierra.<br />

Note entonces que el <strong>espíritu</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n es una iniquidad que pue<strong>de</strong> ser heredad<br />

hasta la cuarta generación.- Para <strong>de</strong>sarraigar este <strong>espíritu</strong> <strong>de</strong> nuestra generaciones,<br />

únicamente lo po<strong>de</strong>mos lograr a través <strong>de</strong> la ministracion <strong><strong>de</strong>l</strong> Espíritu <strong>de</strong> Dios que<br />

cambia el <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n en or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> nuestras vidas.<br />

Este <strong>espíritu</strong> <strong>de</strong> <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n (INIQUIDAD) En arábigo tiene el significado <strong>de</strong> «doblar» o<br />

«<strong>de</strong>sviarse <strong><strong>de</strong>l</strong> camino». - La primera enunciación <strong>de</strong> este <strong>espíritu</strong> proviene <strong>de</strong> los<br />

labios <strong>de</strong> Caín, con la connotación especial <strong>de</strong> «castigo»: «Y dijo Caín a Jehová: Gran<strong>de</strong><br />

es mi castigo para ser soportado» (Génesis 4:13). <strong>El</strong> significado básico aquí es<br />

«iniquidad». <strong>El</strong> término indica una ofensa, intencional o no, en contra <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong><br />

Dios.<br />

La «iniquidad» merece castigo porque es una ofensa a la santidad <strong>de</strong> Dios. Se advierte<br />

que Dios castiga nuestras transgresiones: «Cada cual morirá por su propia maldad; los<br />

dientes <strong>de</strong> todo hombre que comiere las uvas agrias, tendrán la <strong>de</strong>ntera» (Jeremías<br />

31:30). Hay a<strong>de</strong>más un sentido colectivo en que el uno es responsable por los muchos:<br />

«No te inclinarás ante ellas ni les rendirás culto, porque yo soy Jehová tu Dios, un Dios<br />

celoso que castigo la maldad <strong>de</strong> los padres sobre los hijos, sobre la tercera y sobre la<br />

cuarta generación <strong>de</strong> los que me aborrecen» (Éxodo 20:5 Rva). Ninguna generación,<br />

no obstante, <strong>de</strong>be consi<strong>de</strong>rarse bajo el juicio <strong>de</strong> Dios por la «iniquidad» <strong>de</strong> otra<br />

generación: «Y si preguntáis: ¿Por qué es que el hijo no cargará con el pecado <strong>de</strong> su<br />

padre? Es porque el hijo practicó el <strong>de</strong>recho y la justicia, guardó todos mis estatutos y<br />

los puso por obra; por eso vivirá. <strong>El</strong> alma que peca, esa morirá. <strong>El</strong> hijo no cargará con


el pecado <strong><strong>de</strong>l</strong> padre, ni el padre cargará con el pecado <strong><strong>de</strong>l</strong> hijo. La justicia <strong><strong>de</strong>l</strong> justo será<br />

sobre él, y la injusticia <strong><strong>de</strong>l</strong> impío será sobre él» (Ezequiel 18:19-20 Rva).<br />

Israel fue llevada al cautiverio por los pecados <strong>de</strong> los padres y los suyos: «Las naciones<br />

sabrán también que la casa <strong>de</strong> Israel fue llevada cautiva por causa <strong>de</strong> su pecado. Porque<br />

se rebelaron contra mí, yo escondí <strong>de</strong> ellos mi rostro y los entregué en mano <strong>de</strong> sus<br />

enemigos; y todos ellos cayeron a espada» (Ezequiel 39:23 Rva).<br />

A pesar <strong>de</strong> la seriedad con que Dios trata la «iniquidad» <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la relación <strong><strong>de</strong>l</strong> pacto<br />

entre Él y su pueblo, se le recuerda al pueblo que Él es el Dios viviente y que está<br />

dispuesto a perdonar la «iniquidad»: ¡Jehová, Dios compasivo y clemente, lento<br />

para la ira y gran<strong>de</strong> en misericordia y verdad, que conserva su<br />

misericordia por mil generaciones, que perdona la iniquidad, la rebelión y el<br />

pecado.<br />

En Isaías 53 apren<strong>de</strong>mos que Dios colocó sobre Jesucristo nuestras «iniquida<strong>de</strong>s» , para<br />

que Él, herido por nuestras «iniquida<strong>de</strong>s» , justificara los que en Él creyeren: «Verá el<br />

fruto <strong>de</strong> la aflicción <strong>de</strong> su alma y quedará satisfecho: por su conocimiento justificará mi<br />

siervo justo a muchos, y llevará sobre sí las iniquida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ellos» (Isaías 53:11 Nrv).<br />

Dios cambia todo <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>ne en un perfecto or<strong>de</strong>n, <strong>de</strong>jemos que SU ESPIRITU<br />

haga la obra perfecta en nosotros.<br />

DESARROLLO:<br />

<strong>El</strong> Espíritu nos lleva a encontrarnos con Jesús<br />

Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres <strong><strong>de</strong>l</strong> niño Jesús lo<br />

trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito <strong>de</strong> la ley. 28 él tomó al<br />

niño en sus brazos, y bendijo a Dios y dijo: 29 Ahora, Señor, permite que tu<br />

siervo se vaya en paz, conforme a tu palabra; 30 porque han visto mis ojos tu<br />

salvación. Lucas 2:27-30<br />

<strong>El</strong> <strong>espíritu</strong> <strong>de</strong> Dios mueve a este hombre llamado Simeón, para que vaya al templo,<br />

note la bendición <strong>de</strong> <strong>de</strong>jarnos guiar por el <strong>espíritu</strong> para congregarnos.- SIMEÓN o<br />

SHIMEON, cuyo significado es: EL QUE OYE U OBEDECE, QUE ES OÍDO.<br />

(Génesis 29:33). EL QUE BENDIJO A JESÚS. Simeón ("escuchante") fue un judío<br />

típico en cuanto a obediencia a la Ley <strong>de</strong> Moisés y en cuanto a la esperanza en la<br />

venida <strong><strong>de</strong>l</strong> Mesías. Dios le había prometido que no moriría sin ver al <strong>Cristo</strong>. Estaba<br />

en el templo cuando María y José, <strong>de</strong> acuerdo con la Ley, llevaron al Niño para


circuncidarlo. Simeón, dirigido por el Espíritu Santo, conoció que el Niño era el<br />

Ungido <strong>de</strong> Dios y lo <strong>de</strong>dicó al servicio <strong>de</strong> Dios (Lucas 2:33 35).<br />

Simeón fue impulsado para ir a encontrarse con Jesús. Una <strong>de</strong> las labores más<br />

importantes <strong><strong>de</strong>l</strong> Espíritu es la <strong>de</strong> conducirnos al templo. Pero ¿para que? Para tener un<br />

encuentro con Jesús. ¿Acaso no po<strong>de</strong>mos hallar a Jesús en la calle, en la oficina, en la<br />

casa? Por supuesto que si. Pero hay algo importante en el templo, el Espíritu nos<br />

mueve para tengamos una vida <strong>de</strong> templo. Hebreos 10:25 no <strong>de</strong>jando <strong>de</strong><br />

congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a<br />

otros, y mucho más al ver que el día se acerca.<br />

Nunca el Espíritu <strong>de</strong> Dios va a guiarnos para no ir al templo. Si alguna vez hemos<br />

amanecido cansados un domingo, y <strong>de</strong> repente todavía en la cama, escuchamos una<br />

voz que nos dice: “No vayas al templo, no te preocupes, yo se que estas cansado”.<br />

Po<strong>de</strong>mos estar seguros <strong>de</strong> una cosa: Esa no es la voz <strong><strong>de</strong>l</strong> Espíritu.<br />

Lucas 2:49 Pero Jesús les respondió: --¿Y por qué me buscaban? ¿No sabían que<br />

yo <strong>de</strong>bo estar en la casa <strong>de</strong> mi Padre?<br />

<strong>El</strong> Espíritu nos permite escuchar la voz <strong>de</strong> Dios<br />

Yo estaba en el Espíritu en el día <strong><strong>de</strong>l</strong> Señor, y oí <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> mí una gran voz como<br />

<strong>de</strong> trompeta, que <strong>de</strong>cía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último.<br />

Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia:<br />

a Efeso, Esmirna, Pergamo, Tiatira, Sardis, Fila<strong><strong>de</strong>l</strong>fia y Laodicea. Y me<br />

volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete can<strong><strong>de</strong>l</strong>eros <strong>de</strong><br />

oro, y en medio <strong>de</strong> los siete can<strong><strong>de</strong>l</strong>eros, a uno semejante al Hijo <strong><strong>de</strong>l</strong> Hombre,<br />

vestido <strong>de</strong> una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un<br />

cinto <strong>de</strong> oro. Apocalipsis 1:10-13<br />

A Juan le suce<strong>de</strong> lo mismo que a Simeón, con la diferencia que al apóstol Juan le suce<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la resurrección <strong>de</strong> Jesús.- Cuando el apóstol Juan estuvo en el Cielo,<br />

escuchó a sus espaldas una voz, y se volteó. Juan estaba en el Espíritu, escucha una voz,<br />

se voltea, mira que la voz sale <strong>de</strong> un can<strong><strong>de</strong>l</strong>ero. <strong>El</strong> can<strong><strong>de</strong>l</strong>ero es la <strong>Iglesia</strong>. – Esto nos<br />

lleva a una tremenda realidad <strong>de</strong> que en la <strong>Iglesia</strong> es don<strong>de</strong> encontramos la voz<br />

autorizada <strong>de</strong> Dios (la palabra profética).<br />

A Juan le dicen ve al templo, al can<strong><strong>de</strong>l</strong>ero.<br />

A Simeón le dijeron: “Ve al templo” y se encuentra con Jesús.


Pero ¿Qué es lo que hay cuando nos reunimos en la iglesia? Esta vez es el apóstol Pablo<br />

quien nos explica y nos dice hay: “Lenguas, interpretaciones <strong>de</strong> lenguas, Salmos,<br />

alabanzas, enseñanza, revelación”.<br />

Más a<strong><strong>de</strong>l</strong>ante, siempre en el libro <strong>de</strong> las Revelaciones, vemos que Juan mira el<br />

can<strong><strong>de</strong>l</strong>ero, y cuando lo mira, encuentra a Jesús en medio <strong>de</strong> ellos. ¡Miro a nuestro gran<br />

Sumo Sacerdote¡¡ <strong>El</strong> esta en el can<strong><strong>de</strong>l</strong>ero. La <strong>Iglesia</strong> es el can<strong><strong>de</strong>l</strong>ero.<br />

<strong>El</strong> Espíritu <strong>de</strong> Dios nos mueve a encontrarnos con Jesús, a escuchar la voz <strong>de</strong> Dios,<br />

yendo al templo.<br />

En la iglesia encontramos:<br />

La voz <strong>de</strong> Dios<br />

<strong>El</strong> sacerdocio divino<br />

La bendición sacerdotal<br />

Llevamos dos casos <strong><strong>de</strong>l</strong> impulso <strong><strong>de</strong>l</strong> Espíritu:<br />

1. Para or<strong>de</strong>nar nuestra vida, nos ilumina<br />

2. Para encontrarnos con Jesús : Simeón y Juan<br />

EL MOVER DEL ESPIRITU ES VIDA ESPIRITUAL<br />

<strong>El</strong> Espíritu Santo también nos impulsa a dar para su obra<br />

Y vino todo varón a quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien su <strong>espíritu</strong><br />

le dio voluntad, con ofrenda a Jehová para la obra <strong><strong>de</strong>l</strong> tabernáculo <strong>de</strong><br />

reunión y para toda su obra, y para las sagradas vestiduras. Éxodo 35:21<br />

Hemos visto que Dios primero nos ilumina, nos trae al templo, nos <strong>de</strong>ja escuchar su<br />

voz, nos permite ver a Jesús en medio <strong><strong>de</strong>l</strong> can<strong><strong>de</strong>l</strong>ero. Y aquí encontramos que el<br />

Espíritu nos impulsa a ser dadivosos, a dar. Cuando estaba pequeño, iba a la iglesia con mi<br />

abuela. <strong>El</strong>la siempre me enseño que a la hora <strong>de</strong> las limosnas, había que dar fichas. Sin embargo,<br />

el Espíritu nos impulsa a dar para su obra generosamente, abundantemente,<br />

libremente.- Las ofrendas son voluntarias: “Cada uno <strong>de</strong> como propuso en su<br />

corazón”.<br />

En tiempos <strong>de</strong> Moisés la gente daba no solo para la construcción <strong><strong>de</strong>l</strong> templo, sino<br />

también para la manutención <strong>de</strong> los obreros. Pero nada los obligo. Fue un testimonio<br />

interno. Un <strong>de</strong>seo que se produjo en su interior y que fue engendrado por el Espíritu


<strong>de</strong> Dios. <strong>El</strong> es quien los movió a ofrendar abundantemente. Solamente EL pue<strong>de</strong><br />

hacerlo. Note que el pueblo <strong>de</strong> Dios estaba en el <strong>de</strong>sierto, ellos habían estado<br />

esclavizados por cuatrocientos años, estaban estrenando la vida <strong>de</strong> libertad, pero el<br />

Señor le dice que construyan un tabernáculo, que pudiera soportar las intemperies <strong><strong>de</strong>l</strong><br />

<strong>de</strong>sierto y ellos se encargan <strong>de</strong> ofrendar para:<br />

La construcción <strong><strong>de</strong>l</strong> templo<br />

La manutención <strong>de</strong> los obreros<br />

<strong>El</strong> mantenimiento <strong><strong>de</strong>l</strong> tabernáculo<br />

Suplir el servicio.<br />

Pues hacia don<strong>de</strong> se movía la nube hacia allá iba el tabernáculo, era un templo<br />

movible, así estuvieron por cuarenta años.<br />

Tabernáculo era una tienda, una "morada [recinto]"; era el tabernáculo erigido por<br />

Moisés en el monte Sinaí, la sagrada morada <strong>de</strong> Dios (Éxodo 25:8, 9) y el centro <strong><strong>de</strong>l</strong><br />

culto hebreo por más <strong>de</strong> 4 siglos, frecuentemente <strong>de</strong>nominada "tabernáculo <strong>de</strong> reunión<br />

[<strong><strong>de</strong>l</strong> testimonio]". De acuerdo con el sistema teocrático, Dios era el supremo<br />

Gobernante <strong>de</strong> Israel, y en el lugar santísimo <strong><strong>de</strong>l</strong> tabernáculo aparecía en forma visible<br />

la gloria, símbolo <strong>de</strong> la presencia divina (25:22; 40:34, 35), llamada Shekina.<br />

Ese resplandor visible flotaba sobre el propiciatorio <strong><strong>de</strong>l</strong> arca entre los 2 querubines. Se<br />

construyó el tabernáculo <strong>de</strong> acuerdo con el "diseño" que Dios le reveló a Moisés<br />

en el monte Sinaí (Éxodo 25:9-40). Los materiales más voluminosos que se<br />

emplearon en la construcción, como ser la ma<strong>de</strong>ra y las pieles <strong>de</strong> animales, se podían<br />

conseguir en las inmediaciones <strong><strong>de</strong>l</strong> Sinaí. Los metales preciosos -oro, plata y bronce-,<br />

como asimismo el lino, obviamente los trajo el pueblo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Egipto. Note todo lo que<br />

ellos ofrendaron para la construcción <strong><strong>de</strong>l</strong> tabernáculo.- Un cálculo aproximado <strong><strong>de</strong>l</strong><br />

precio <strong>de</strong> los diferentes materiales, usados en la construcción <strong><strong>de</strong>l</strong> tabernáculo, nos<br />

revela que significaba una inversión consi<strong>de</strong>rable.<br />

<strong>El</strong> can<strong><strong>de</strong>l</strong>abro con sus lámparas y diversos utensilios se hizo con un talento <strong>de</strong> oro. Se<br />

necesitaron aproximadamente 6 meses para construir el tabernáculo, tarea que insumió<br />

la 2ª mitad <strong><strong>de</strong>l</strong> año <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la salida <strong>de</strong> Egipto.- La tienda estaba dividida en 2<br />

compartimentos: el 1º conocido como "lugar santo" y el 2º como "lugar santísimo",<br />

literalmente "el Santo <strong>de</strong> los Santos.- La entrada al lugar santísimo era una cortina <strong>de</strong><br />

lino cubierta <strong>de</strong> complicados bordados, y sostenida por 4 columnas.<br />

<strong>El</strong> único objeto que se encontraba en el lugar santísimo era el arca <strong><strong>de</strong>l</strong> pacto, una caja<br />

<strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> acacia revestida <strong>de</strong> oro puro, cubierta con una tapa conocida como "el<br />

propiciatorio", en cada uno <strong>de</strong> cuyos extremos se hallaba un querubín <strong>de</strong> oro. La


estructura <strong><strong>de</strong>l</strong> tabernáculo estaba formada por pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, y un techo<br />

constituido por 3 diferentes cubiertas <strong>de</strong> pieles.<br />

<strong>El</strong> Espíritu <strong>de</strong>spierta a los hombres para realizar gran<strong>de</strong>s obras<br />

Entonces se levantaron los jefes <strong>de</strong> las casas paternas <strong>de</strong> Judá y <strong>de</strong> Benjamín, y<br />

los sacerdotes y levitas, todos aquellos cuyo <strong>espíritu</strong> <strong>de</strong>spertó Dios para subir<br />

a edificar la casa <strong>de</strong> Jehová, la cual está en Jerusalén. Y todos los que<br />

estaban en sus alre<strong>de</strong>dores les ayudaron con plata y oro, con bienes y ganado,<br />

y con cosas preciosas, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> todo lo que se ofreció. Esdras 1:5-6<br />

Esdras vivió en un tiempo en que el pueblo <strong>de</strong> Dios estaba en cautiverio en Babilonia.<br />

En tiempos <strong>de</strong> abundancia, el pueblo se olvidó <strong>de</strong> Dios. Entonces se levantaron los<br />

babilonios y <strong>de</strong>struyeron las ciuda<strong>de</strong>s y se llevaron cautivos a muchos. Esdras lo que<br />

hace es <strong>de</strong>spertar el Espíritu, para ser libres <strong><strong>de</strong>l</strong> cautiverio al que los habían sometido<br />

por espacio <strong>de</strong> setenta años.<br />

Esdras, Descendiente sacerdotal <strong>de</strong> Sadoc, <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> Finees. Fue <strong>de</strong>signado por un<br />

<strong>de</strong>creto <strong><strong>de</strong>l</strong> rey persa Artajerjes, emitido en su 7º año, para viajar a Jerusalén con el fin<br />

<strong>de</strong> establecer la administración civil y religiosa, y para tomar las medidas necesarias<br />

para el bienestar <strong>de</strong> Jerusalén y sus habitantes.- Era un "escriba diligente en la ley <strong>de</strong><br />

Moisés" y por tanto, un judío bien educado <strong>de</strong> la clase sacerdotal. La tradición judía lo<br />

i<strong>de</strong>ntifica como el 1º <strong>de</strong> la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los "escribas" que, en los días <strong>de</strong> <strong>Cristo</strong>, eran los<br />

intérpretes oficiales <strong>de</strong> la ley judía.<br />

Esdras, Sacerdote dirigente que acompañó a Zorobabel al regresar <strong>de</strong> la cautividad<br />

babilónica (Nehemias 12:1, 7). <strong>El</strong> Señor los movió con Su Espíritu para que fueran a<br />

edificar, los <strong>de</strong>spertó para que cambiaran su manera <strong>de</strong> pensar, hubo una renovación <strong>de</strong><br />

la mente.<br />

Babilonia es confusión religiosa. Algunos <strong>de</strong> nosotros nacimos y crecimos en medio <strong>de</strong><br />

confusión religiosa. Nos enseñaban religión, pero nos las enseñaban mal. Pensábamos<br />

que haciendo buenas obras todo estaba bien. Pensábamos que con llegar al templo <strong>de</strong><br />

vez en cuando no había problema. Pensábamos que como no hacíamos “mal a nadie”<br />

éramos buenos. Y que equivocados estábamos. Pero entonces llega Dios y nos<br />

<strong>de</strong>spierta. Entonces es allí cuando comenzamos a ver, escuchar y enten<strong>de</strong>r cosas que<br />

antes no podíamos captar. Note entonces que si alguno esta dormido no va a po<strong>de</strong>r<br />

recibir el mensaje que le traen.- Por eso Dios envía su Espíritu a <strong>de</strong>spertarnos, a<br />

explicarnos las cosas <strong>de</strong> Dios, y nos habilita para po<strong>de</strong>r experimentarlo y <strong>de</strong>sarrollarlo y<br />

con ello lograr el cumplimiento profético <strong>de</strong> nuestra vida.


<strong>El</strong> Espíritu Santo también comisiona a predicar<br />

Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres<br />

hombres te buscan. Levántate, pues, y <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> y no du<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ir con ellos,<br />

porque yo los he enviado. Hechos 10:19<br />

Aqui la labor <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>espíritu</strong> ya no es:<br />

a) Sacarte <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n<br />

b) Llevarte al templo<br />

c) Impulsarte a ofrendar<br />

d) Ahora el Espíritu te impulsa a predicar su palabra.<br />

Aquí vemos como Pedro, <strong><strong>de</strong>l</strong> vulgo y sin letras, es comisionado para realizar una obra,<br />

una misión, ir a predicar.<br />

La obra <strong>de</strong> Dios no esta reservada para los letrados e instruidos, sino que es todo aquel<br />

a quien Dios quiera comisionar y habilitar para una encomienda en particular.<br />

A Pedro le toco que acompañar a tres <strong>de</strong>sconocidos para po<strong>de</strong>r llevar el<br />

evangelio a los gentiles.<br />

También vemos que a Pablo y Bernabé el Espíritu Santo los comisionó <strong>de</strong> manera<br />

específica. <strong>El</strong> es el que llama para el ministerio. Aunque había muchos y muy<br />

buenos elementos, el Espíritu los escogió a ellos dos <strong>de</strong> en medio <strong>de</strong> muchos.<br />

Cuando Pablo llegó a Atenas, notó que la gente era muy religiosa. Tenían altares para<br />

todos los dioses imaginables. Pablo observó que había un podio sin estatua. Era en<br />

honor al “dios <strong>de</strong>sconocido”. Así que cuando<br />

Pablo les habló <strong><strong>de</strong>l</strong> evangelio comenzó diciéndoles: “Yo vengo a hablarles <strong>de</strong> ese Dios<br />

Desconocido”.<br />

Note que hay muchos que no conocen a Dios completamente. Conocemos al Padre,<br />

conocemos a Jesús, pero no conocemos al Espíritu Santo, que es Dios.<br />

Note que predicar no esta condicionado a que estemos en un pulpito para hacerlo,<br />

po<strong>de</strong>mos predicarle a un compañero <strong>de</strong> trabajo, a un vecino, un amigo (a), un


familiar o a una persona que el Espíritu nos impulse a hacerlo, es muy importante<br />

<strong>de</strong>jarnos guiar por el Espíritu.<br />

TODA NUESTRA VIDA DEBE SER MOVIDA E IMPULSADA POR EL<br />

ESPIRITU SANTO.<br />

CONCLUSIONES<br />

<strong>El</strong> Espíritu Santo es el que nos permite encontrarnos con Jesús, escuchar la voz <strong>de</strong><br />

Dios.<br />

<strong>El</strong> Espíritu Santo es quien nos llama al ministerio.<br />

<strong>El</strong> Espíritu Santo pue<strong>de</strong> traer or<strong>de</strong>n y restauración a nuestras vidas.<br />

<strong>El</strong> Espíritu Santo es el que <strong>de</strong>spierta el <strong>espíritu</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> hombre.<br />

<strong>El</strong> lugar <strong>de</strong> nuestro encuentro con Jesús es el templo, el can<strong><strong>de</strong>l</strong>ero como lo hizo el<br />

aposto Juan.<br />

En el templo te encuentras con Jesús, EL te habla, te guía, allí está la voz<br />

autorizada <strong>de</strong> Dios para hablar a tu corazón y re direccionar tu vida.<br />

<strong>El</strong> <strong>mover</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> Espíritu es sacarte <strong><strong>de</strong>l</strong> caos, <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n, para que una vez or<strong>de</strong>nada<br />

tu vida le <strong>de</strong>s lo mejor a EL, para que recibas un ministerio, que prediques su<br />

palabra, que hagas tu tarea <strong>de</strong> evangelismo en tu trabajo, en tu escuela,<br />

universidad, colegio, en tu colonia, con tus vecinos, amigos y familiares.<br />

Este <strong>espíritu</strong> <strong>de</strong> <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n (INIQUIDAD) En arábigo tiene el significado <strong>de</strong> «doblar» o<br />

«<strong>de</strong>sviarse <strong><strong>de</strong>l</strong> camino». - La primera enunciación <strong>de</strong> este <strong>espíritu</strong> proviene <strong>de</strong> los<br />

labios <strong>de</strong> Caín, con la connotación especial <strong>de</strong> «castigo»: «Y dijo Caín a Jehová: Gran<strong>de</strong><br />

es mi castigo para ser soportado» (Génesis 4:13). <strong>El</strong> significado básico aquí es<br />

«iniquidad». <strong>El</strong> término indica una ofensa, intencional o no, en contra <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong><br />

Dios.


La «iniquidad» merece castigo porque es una ofensa a la santidad <strong>de</strong> Dios. Se advierte<br />

que Dios castiga nuestras transgresiones: «Cada cual morirá por su propia maldad; los<br />

dientes <strong>de</strong> todo hombre que comiere las uvas agrias, tendrán la <strong>de</strong>ntera» (Jeremías<br />

31:30). Hay a<strong>de</strong>más un sentido colectivo en que el uno es responsable por los muchos:<br />

«No te inclinarás ante ellas ni les rendirás culto, porque yo soy Jehová tu Dios, un Dios<br />

celoso que castigo la maldad <strong>de</strong> los padres sobre los hijos, sobre la tercera y sobre la<br />

cuarta generación <strong>de</strong> los que me aborrecen» (Éxodo 20:5 Rva).<br />

Ninguna generación, no obstante, <strong>de</strong>be consi<strong>de</strong>rarse bajo el juicio <strong>de</strong> Dios por la<br />

«iniquidad» <strong>de</strong> otra generación: «Y si preguntáis: ¿Por qué es que el hijo no cargará con<br />

el pecado <strong>de</strong> su padre? Es porque el hijo practicó el <strong>de</strong>recho y la justicia, guardó todos<br />

mis estatutos y los puso por obra; por eso vivirá. <strong>El</strong> alma que peca, esa morirá. <strong>El</strong> hijo<br />

no cargará con el pecado <strong><strong>de</strong>l</strong> padre, ni el padre cargará con el pecado <strong><strong>de</strong>l</strong> hijo. La<br />

justicia <strong><strong>de</strong>l</strong> justo será sobre él, y la injusticia <strong><strong>de</strong>l</strong> impío será sobre él» (Ezequiel 18:19-<br />

20 Rva).<br />

Israel fue llevada al cautiverio por los pecados <strong>de</strong> los padres y los suyos: «Las naciones<br />

sabrán también que la casa <strong>de</strong> Israel fue llevada cautiva por causa <strong>de</strong> su pecado. Porque<br />

se rebelaron contra mí, yo escondí <strong>de</strong> ellos mi rostro y los entregué en mano <strong>de</strong> sus<br />

enemigos; y todos ellos cayeron a espada» (Ezequiel 39:23 Rva).<br />

<strong>El</strong> Espíritu Santo nos llama a trabajar, a <strong>de</strong>sarrollar un ministerio, nuestra comisión<br />

existencia, es muy importante que <strong>de</strong>scubras tu comisión en este paréntesis <strong>de</strong> la<br />

eternidad para que seas preparado, equipado y or<strong>de</strong>nado para <strong>de</strong>sarrollarla, no permitas<br />

que le <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n te impida <strong>de</strong>sarrollar tu llamado primario, ponte en las manos <strong>de</strong><br />

Jehova <strong>de</strong> los Ejércitos y enfílate en su milicia celestial.<br />

La obra <strong>de</strong> Dios no esta reservada para los letrados e instruidos, sino que es todo aquel<br />

a quien Dios quiera comisionar y habilitar para una encomienda en particular.<br />

A Pedro le toco que acompañar a tres <strong>de</strong>sconocidos para po<strong>de</strong>r llevar el<br />

evangelio a los gentiles.<br />

También vemos que a Pablo y Bernabé el Espíritu Santo los comisionó <strong>de</strong> manera<br />

específica. <strong>El</strong> es el que llama para el ministerio. Aunque había muchos y muy<br />

buenos elementos, el Espíritu los escogió a ellos dos <strong>de</strong> en medio <strong>de</strong> muchos.<br />

Dios cambia todo <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n en un perfecto or<strong>de</strong>n, <strong>de</strong>jemos que SU ESPIRITU<br />

haga la obra perfecta en nosotros.

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