Transcripción de las distintas ponencias efectuadas - Club Español ...
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ÍNDICE<br />
I. CEREMONIA DE INAGURACIÓN 5<br />
I.1 Julio González Soria 7<br />
I.2 José María Alonso 11<br />
I.3 Alfredo Prada 15<br />
I.4 Juan Fernando López Aguilar 21<br />
I.5 Su Majestad 25<br />
II. PRÁCTICA ARBITRAL: PERSPECTIVAS REGIONALES 27<br />
II.1 José María Alonso 29<br />
II.2 James Whitelaw 35<br />
II.3 Pedro Martínez Fraga 49<br />
III. LA GRAN EMPRESA ANTE EL ARBITRAJE 59<br />
III.1 Juan Guitard 61<br />
III.2 Rui Mayer 67<br />
III.3 José Luis <strong>de</strong>l Valle 73<br />
III.4 Juan Pelegrí y Girón 77<br />
IV. EL ARBITRAJE COMO MECANISMO DE PROTECCIÓN DE<br />
INVERSIONES 87<br />
IV.1 Manuel Álvarez Tronge 89<br />
IV.2 Andrés Rigo Sureda 97<br />
IV.3 Miquel Griñó 105<br />
V. CUESTIONES PROCESALES EN EL ARBITRAJE COMERCIAL<br />
INTERNACIONAL 111<br />
V.1 Vicente L. Montés 113<br />
V.2 Antonio García Pare<strong>de</strong>s 121<br />
VI. CONSIDERACIONES FINALES 133<br />
VI.1 Jesús Remón 135<br />
VI.2 David Arias 141<br />
VII. ACTO DE CLAUSURA 145<br />
VII.1 José María Alonso 147<br />
3
VII.2 Alberto Ruiz Gallardón 151<br />
VII.3 Francisco José Hernando 155<br />
VIII. COMUNICACIONES AL CONGRESO 161<br />
VIII.1 El arbitraje <strong>de</strong> inversión (Enviada por Don Andrés Rigó Sureda) 163<br />
VIII.2 El arbitrio <strong>de</strong>l Árbitro en la valoración <strong>de</strong> la prueba pericial (Enviada<br />
por Don Fe<strong>de</strong>rico Fernán<strong>de</strong>z <strong>de</strong> Buján) 229<br />
VIII.3 Importancia <strong>de</strong> la estructuración / Reestructuración corporativa <strong>de</strong><br />
inversiones para gozar <strong>de</strong> una mayor protección internacional a<br />
través <strong>de</strong> la posibilidad <strong>de</strong> arbitrar disputas (Enviada por Doña Silvia<br />
Farré Muñoz) 237<br />
4
I. CEREMONIA DE INAGURACIÓN<br />
o D. Julio González-Soria, Vicepresi<strong>de</strong>nte <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong><br />
la Corte <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong> Madrid y Árbitro<br />
o D. José María Alonso, Presi<strong>de</strong>nte <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, Socio Director <strong>de</strong><br />
Garrigues<br />
o Excmo Sr. D. Alfredo Prada Presa, Vicepresi<strong>de</strong>nte Segundo y Consejero <strong>de</strong><br />
Justicia e Interior <strong>de</strong> la Comunidad <strong>de</strong> Madrid<br />
o Excmo Sr. D. Juan Fernándo López Aguilar, Ministro <strong>de</strong> Justicia<br />
o S.M. el Rey <strong>de</strong> España<br />
5
I.1 Julio González Soria<br />
Señor, mis primeras palabras tienen necesariamente que ser para expresar<br />
nuestra enorme <strong>de</strong>uda <strong>de</strong> gratitud con Su Majestad por haber tenido a bien<br />
honrarnos con su presencia en este acto <strong>de</strong> inauguración <strong>de</strong>l Primer Congreso<br />
<strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje y por su apoyo a un evento tan significado para el<br />
arbitraje en España que ha contado, igualmente, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el primer momento con<br />
la valiosa y <strong>de</strong>cidida colaboración <strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong> la Comunidad Madrid y <strong>de</strong>l<br />
Ministerio <strong>de</strong> Justicia.<br />
Nuestro agra<strong>de</strong>cimiento, también, al Ministro <strong>de</strong> Justicia y al Vicepresi<strong>de</strong>nte<br />
Segundo y Consejero <strong>de</strong> Justicia e Interior <strong>de</strong> la Comunidad <strong>de</strong> Madrid, que nos<br />
acompañan.<br />
Este Congreso se enmarca <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> encaminadas al<br />
cumplimiento <strong>de</strong> sus objetivos a los que se referirá en su intervención el<br />
Presi<strong>de</strong>nte.<br />
En consecuencia, hemos querido, bajo el tema global <strong>de</strong> “El Arbitraje en Europa<br />
e Iberoamerica”, reflexionar sobre <strong>las</strong> perspectivas actuales y los retos futuros.<br />
Es evi<strong>de</strong>nte que tal empeño necesitaba <strong>de</strong> <strong>las</strong> necesarias acotaciones para<br />
hacerlo viable y práctico.<br />
Para ello, hemos elegido para <strong>de</strong>batir cuatro gran<strong>de</strong>s temas que, a su vez,<br />
vienen estrechamente ligados al enfoque, creemos que original, <strong>de</strong> hacer posible<br />
oír, y al mismo tiempo reconocer su protagonismo, a los tres pilares en que se<br />
sustenta el arbitraje: la abogacía, la empresa y la judicatura.<br />
Así en la primera Mesa Redonda tendremos la oportunidad <strong>de</strong> analizar la<br />
Práctica arbitral <strong>de</strong>s<strong>de</strong> diversas perspectivas regionales, especialmente España<br />
e Iberoamerica, con quien tantos lazos y afinida<strong>de</strong>s nos unen, sin olvidar<br />
referirnos a los factores jurídicos y prácticos a tener en cuenta para <strong>de</strong>cidir sobre<br />
la elección <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong>l arbitraje y <strong>de</strong> la institución arbitral mas a<strong>de</strong>cuados para<br />
cada caso.<br />
7
La segunda Mesa estará <strong>de</strong>dicada a La gran Empresa ante el arbitraje, en la<br />
que cualificadísimos directivos <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s empresas europeas <strong>de</strong> sectores tan<br />
diversos como el financiero, el energético, la construcción y <strong>las</strong><br />
telecomunicaciones compartirán con nosotros sus i<strong>de</strong>as y sus experiencias en el<br />
uso <strong>de</strong>l arbitraje para resolver los litigios.<br />
La tercera Mesa se ocupará <strong>de</strong> un tema <strong>de</strong> rabiosa actualidad y <strong>de</strong> indudable y<br />
permanente trascen<strong>de</strong>ncia para el mantenimiento y fomento <strong>de</strong> los intercambios<br />
a nivel internacional y el <strong>de</strong>sarrollo económico <strong>de</strong> los países. Nos referimos, por<br />
supuesto, al arbitraje como mecanismo <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> inversiones. En el<br />
<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l mismo, hemos previsto compaginar <strong>las</strong> experiencias <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
empresas con el <strong>de</strong> árbitros expertos en la materia, incluyendo, por supuesto,<br />
una especial referencia al CIADI y a temas como los treaty claims o contractual<br />
claims o la expropiación y el trato injusto y no equitativo.<br />
Finalmente la cuarta mesa, tendrá como ponentes a representantes <strong>de</strong> la<br />
judicatura en sus diversas instancias, Tribunal Supremo, Audiencia Provincial,<br />
Juez Decano <strong>de</strong> los Juzgados <strong>de</strong> 1ª instancia y Vocal Portavoz <strong>de</strong>l Consejo<br />
General <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial. En ella se analizaran <strong>de</strong>terminadas cuestiones<br />
procesales <strong>de</strong> gran trascen<strong>de</strong>ncia en el arbitraje comercial como son la ejecución<br />
<strong>de</strong>l laudo, prueba <strong>de</strong> fuego <strong>de</strong>l arbitraje, los limites <strong>de</strong>l control judicial <strong>de</strong>l laudo;<br />
el arbitraje y la ley penal o <strong>las</strong> medidas cautelares Quiero aprovechar la ocasión,<br />
porque consi<strong>de</strong>ro que es <strong>de</strong> justicia, para señalar que al enorme <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l<br />
arbitraje en nuestro país ha contribuido, a mi juicio, <strong>de</strong> una manera significativa<br />
el tratamiento jurisdiccional que, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sus respectivos ámbitos han dado al<br />
arbitraje, tanto el Tribunal Constitucional como el Tribunal Supremo y <strong>las</strong><br />
Audiencias Provinciales así como los Jueces <strong>de</strong> Primera Instancia en <strong>las</strong><br />
funciones que la Ley les ha encomendado y que han permitido la normalización<br />
<strong>de</strong> la utilización <strong>de</strong> los procedimientos judiciales <strong>de</strong> apoyo y control <strong>de</strong>l arbitraje.<br />
Todas <strong>las</strong> mesas tendrán dos elementos comunes. El primero, la excelencia <strong>de</strong><br />
los ponentes que son todos figuras sobresalientes y reconocidas en sus<br />
diferentes ámbitos. Diecisiete primeros espadas proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> ocho países que<br />
aseguran así no solo la excelencia sino también la diversidad y la<br />
8
internacionalización <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate y a los que aprovecho para expresarles<br />
públicamente nuestra mas profunda gratitud por su colaboración; y el segundo,<br />
la posibilidad que brinda el coloquio previsto en cada una <strong>de</strong> el<strong>las</strong> para un<br />
intercambio <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as y experiencias con <strong>las</strong> aportaciones <strong>de</strong> los congresistas<br />
que, sin duda, enriquecerán nuestras conclusiones.<br />
Congresistas, todos Vds, a los que <strong>de</strong>seo expresar un especial reconocimiento<br />
por su respaldo al Congreso ya que su generosa respuesta a nuestra<br />
convocatoria nos ha permitido po<strong>de</strong>r señalar hoy con gran alegría y satisfacción<br />
que son mas <strong>de</strong> 200 los expertos proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> muy diversos países europeos<br />
y americanos los que participan en nuestro Congreso y a los que también quiero<br />
darles la mas calurosa bienvenida a Madrid y <strong>de</strong>searles una feliz estancia entre<br />
nosotros.<br />
Finalmente, creo que interpretando el sentir común, me atrevería a <strong>de</strong>ciros,<br />
Señor, que vuestra presencia hoy aquí nos estimula a todos a redoblar nuestros<br />
esfuerzos para fomentar el arbitraje y asegurar <strong>las</strong> mejores prácticas arbitrales<br />
que faciliten la resolución amistosa <strong>de</strong> <strong>las</strong> diferencias, contribuyendo así<br />
mo<strong>de</strong>stamente al mantenimiento <strong>de</strong> la paz, aunque sea la paz comercial.<br />
Muchas gracias<br />
9
I.2 José María Alonso<br />
Señor, ante todo, como Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, en nombre <strong>de</strong><br />
su Junta Directiva y en el <strong>de</strong> todos sus Miembros y Socios, permítame,<br />
sumándome a <strong>las</strong> palabras <strong>de</strong>l Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Comité Organizador, <strong>de</strong>cirle una<br />
cosa: gracias. Gracias por aceptar presidir el Comité <strong>de</strong> Honor <strong>de</strong>l Primer<br />
Congreso <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje y gracias por aceptar presidir la<br />
inauguración <strong>de</strong> este Primer Congreso sobre el arbitraje en Europa e<br />
Iberoamérica. Gracias en <strong>de</strong>finitiva, Señor, por poner el broche <strong>de</strong> oro a un<br />
proyecto <strong>de</strong> ilusión, gracias que por supuesto hago extensivas al Gobierno <strong>de</strong> la<br />
nación, en la persona <strong>de</strong> su Ministro <strong>de</strong> Justicia, y a la Comunidad <strong>de</strong> Madrid, en<br />
la persona <strong>de</strong> su Vicepresi<strong>de</strong>nte Segundo y Consejero <strong>de</strong> Justicia e Interior<br />
quienes hoy nos acompañan en este acto.<br />
El <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, que me honro en presidir, es el resultado <strong>de</strong> un<br />
movimiento <strong>de</strong> la sociedad civil al que ciertamente nos dio pie la aprobación por<br />
<strong>las</strong> Cortes Españo<strong>las</strong> <strong>de</strong> la Ley 60/2003, <strong>de</strong> 23 <strong>de</strong> diciembre, <strong>de</strong> Arbitraje. Ley<br />
que, por cierto, se encardina <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l llamado pacto <strong>de</strong> estado para la justicia,<br />
que tan buenos resultados dio para nuestra nación, como lo <strong>de</strong>muestran no solo<br />
esta Ley <strong>de</strong> Arbitraje, sino también otras muchas <strong>de</strong> la que yo <strong>de</strong>stacaría la Ley<br />
Concursal.<br />
La Ley <strong>de</strong> Arbitraje es una ley mo<strong>de</strong>rna, Señor, que tomó como punto <strong>de</strong> partida<br />
la Ley Mo<strong>de</strong>lo UNCITRAL elaborada por la Comisión <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas<br />
para el Derecho Mercantil y que incorpora aquellos elementos más positivos <strong>de</strong><br />
los reglamentos <strong>de</strong> arbitrajes <strong>de</strong> <strong>las</strong> instituciones arbitrales más reconocidas <strong>de</strong>l<br />
mundo.<br />
Es una ley respetuosa con la voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes, poco formalista y que sitúa<br />
al juez en una posición <strong>de</strong> permanente ayuda a la función arbitral, tanto durante<br />
el curso <strong>de</strong>l procedimiento como a la hora <strong>de</strong> hacer efectivos los laudos<br />
arbitrales. Y es una ley, en , con la que se pue<strong>de</strong>n sentir tan cómodos <strong>las</strong> partes<br />
y abogados <strong>de</strong> países <strong>de</strong> raigambre anglosajona como aquellos otros cuyo<br />
origen y formación se encuentran en el llamado <strong>de</strong>recho civil continental. Yo no<br />
11
me cansaré <strong>de</strong> repetir, Señor, que España se ha dotado así misma <strong>de</strong> una <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
leyes <strong>de</strong> arbitraje más avanzadas <strong>de</strong>l mundo.<br />
En este estado <strong>de</strong> cosas, la Ley <strong>de</strong> Arbitraje explicita en su Exposición <strong>de</strong><br />
Motivos que su mera existencia y contenido, y leo textualmente, “facilitará y aún<br />
impulsará que se pacten convenios arbitrales en los que se establezcan en<br />
nuestro país como lugar <strong>de</strong>l arbitraje”. Y es que, en efecto, no es ya sólo que el<br />
arbitraje vaya cada día ganando más a<strong>de</strong>ptos como fórmula alternativa <strong>de</strong><br />
solución <strong>de</strong> conflictos; es que la mayor internacionalización <strong>de</strong> nuestras<br />
empresas, consecuencia <strong>de</strong> la globalización, hace que cada vez más éstas<br />
introduzcan en sus contratos cláusu<strong>las</strong> arbitrales. Y lo mismo es predicable<br />
respecto <strong>de</strong> <strong>las</strong> empresas <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más países europeos, y lo que para nosotros<br />
es aún más importante, por razones obvias, predicable <strong>de</strong> <strong>las</strong> empresas <strong>de</strong><br />
nuestros países hermanos iberoaméricanos.<br />
Este <strong>de</strong>seo abiertamente y excelentemente expresado por la Ley <strong>de</strong> contribuir a<br />
atraer hacia España el mayor número <strong>de</strong> arbitrajes internacionales tiene una<br />
razón <strong>de</strong> ser elemental; el arbitraje es una importantísima fuente <strong>de</strong> generación<br />
<strong>de</strong> riqueza para el país. No solo <strong>de</strong> riqueza económica, sino también intelectual,<br />
y no sólo para el sector <strong>de</strong> la abogacía, sino para todo el sector servicios en<br />
general: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los transportes, los hoteles, los peritos, los traductores, los<br />
servicios informáticos, telemáticos, etc. Esto lo saben bien <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace muchos<br />
años países <strong>de</strong> nuestro entorno como Suiza, Francia, el Reino Unido y, más<br />
recientemente, los Estados Unidos, que <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n el arbitraje como un auténtico<br />
negocio-país, si se me permite la expresión, y como una fuente <strong>de</strong> excelencia<br />
cultural e intelectual. Habiéndonos dotado pues el legislador <strong>de</strong> un instrumento<br />
tan valioso, la sociedad civil, representada en este caso por la abogacía, no<br />
podía permanecer <strong>de</strong> brazos cruzados y, así nació en febrero <strong>de</strong>l pasado año el<br />
<strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje. Su fundación fue impulsada por los principales<br />
<strong>de</strong>spachos <strong>de</strong> abogados y practicantes <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong>l arbitraje en España.<br />
Es un <strong>Club</strong> abierto, generoso, pues no po<strong>de</strong>mos olvidar que buena parte <strong>de</strong> los<br />
que lo integramos somos competidores; y al mismo tiempo están llamados todos<br />
12
los que quieran unir sus esfuerzos en beneficio <strong>de</strong>l arbitraje y en beneficio <strong>de</strong><br />
España como se<strong>de</strong> <strong>de</strong> arbitrajes internacionales.<br />
Nuestro esfuerzo pasa, Señor, por explicarle al mundo <strong>las</strong> bonda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> nuestro<br />
país, por ayudar a formar más y mejores árbitros en los que la calidad y la<br />
in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia sean valores innegociables, y por formar más y mejor a nuestros<br />
abogados dándoles un verda<strong>de</strong>ro componente internacional. Pasa por favorecer<br />
aquel<strong>las</strong> iniciativas y reformas legislativas que favorezcan aún más el arbitraje.<br />
Y pasa por crear una verda<strong>de</strong>ra sintonía con el po<strong>de</strong>r judicial, tan fundamental<br />
para que el mundo compruebe que en España, sus jueces respetan y hacen<br />
respetar el arbitraje. Buena prueba <strong>de</strong> esto Señor, es que este Congreso será<br />
clausurado por el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Tribunal Supremo y <strong>de</strong>l Consejo General <strong>de</strong>l<br />
Po<strong>de</strong>r Judicial, y a lo largo <strong>de</strong>l mismo habrá nutrida participación <strong>de</strong> la judicatura.<br />
En este esfuerzo se encardina este Primer Congreso <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l<br />
Arbitraje. La presencia hoy <strong>de</strong> Su Majestad, si se me permite <strong>de</strong>cirlo, como<br />
primer árbitro <strong>de</strong> la vida nacional; <strong>de</strong> nuestro Ministro, pues el Ministro <strong>de</strong><br />
Justicia es el Ministro <strong>de</strong> los abogados; <strong>de</strong>l Consejero <strong>de</strong> Justicia <strong>de</strong> Interior <strong>de</strong> la<br />
Comunidad <strong>de</strong> Madrid y <strong>de</strong> tantas autorida<strong>de</strong>s, compañeros, practicantes <strong>de</strong>l<br />
arbitraje, supone para nosotros un importantísimo espaldarazo y un acicate<br />
esencial para seguir a<strong>de</strong>lante. Continuaremos necesitando su apoyo, qué duda<br />
cabe, pero ya puedo <strong>de</strong>cirles, Señor, Señor Ministro, Señor Consejero <strong>de</strong><br />
Justicia e Interior, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la sociedad civil, en este caso representada por el<br />
<strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, pue<strong>de</strong>n tener la seguridad <strong>de</strong> que no les<br />
<strong>de</strong>fraudaremos.<br />
Muchas gracias.<br />
13
I.3 Alfredo Prada<br />
Es para mí un honor y una verda<strong>de</strong>ra satisfacción estar hoy aquí y tener la<br />
oportunidad <strong>de</strong> participar, en nombre y representación <strong>de</strong> la Comunidad <strong>de</strong><br />
Madrid, en este acto <strong>de</strong> inauguración <strong>de</strong>l Primer Congreso <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong><br />
Arbitraje.<br />
Y me van a permitir que mis primeras palabras sean, precisamente, para<br />
agra<strong>de</strong>cer al <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong> Arbitraje, a su Presi<strong>de</strong>nte y a todo el Comité<br />
Organizador su amable invitación, así como para felicitarles por la propia<br />
celebración <strong>de</strong> este Encuentro, <strong>de</strong>l que a buen seguro surgirán buenas i<strong>de</strong>as y<br />
propuestas innovadoras que nos ayudarán afrontar los retos que la nueva<br />
sociedad <strong>de</strong>l siglo XXI ya nos está planteando.<br />
Mi presencia en este acto es una pequeña muestra <strong>de</strong> <strong>las</strong> buenas relaciones que<br />
hoy existen entre el mundo arbitral y la Comunidad <strong>de</strong> Madrid; unas excelentes<br />
relaciones <strong>de</strong> apoyo mutuo y colaboración que espero que no sólo continúen<br />
sino que se estrechen aún más en el futuro.<br />
No hay que olvidar que ésta Comunidad autónoma asume casi el 30% <strong>de</strong> todos<br />
los contenciosos que se tramitan en España. Y es evi<strong>de</strong>nte que para conseguir<br />
lo que creo que es un objetivo común <strong>de</strong> todos, es <strong>de</strong>cir, un Estado <strong>de</strong> Derecho<br />
mo<strong>de</strong>rno, ágil y eficaz necesitamos consolidar el arbitraje como contrapunto<br />
indiscutible a la labor que realizan nuestros jueces y como pieza básica para el<br />
correcto engranaje <strong>de</strong> nuestro <strong>de</strong>sarrollo.<br />
Apoyar la institución arbitral es apostar, claramente, por el progreso; por un<br />
sistema judicial más dinámico y eficaz, que sea capaz <strong>de</strong> combinar <strong>las</strong> más<br />
estrictas garantías para los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los ciudadanos con la flexibilidad<br />
suficiente para dar una respuesta ágil a una sociedad en pleno <strong>de</strong>sarrollo.<br />
Majestad,<br />
La Comunidad <strong>de</strong> Madrid es hoy, sin duda alguna, una <strong>de</strong> <strong>las</strong> regiones más<br />
prósperas y atractivas <strong>de</strong> toda Europa; un lugar que se ha convertido en el<br />
15
símbolo <strong>de</strong> la ilusión y cuya capital está llamada a transformarse en el escenario<br />
idóneo para el arbitraje internacional.<br />
Y <strong>las</strong> razones que avalan la candidatura <strong>de</strong> Madrid como se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l arbitraje<br />
internacional –en especial, en todo lo que afecta a <strong>las</strong> relaciones comerciales<br />
con América Latina- son claras y evi<strong>de</strong>ntes.<br />
Los últimos índices económicos hechos públicos por el Instituto Nacional <strong>de</strong><br />
Estadística <strong>de</strong>finen con claridad el excelente momento que vive Madrid y<br />
<strong>de</strong>muestran que nuestra Región continúa sosteniendo el mismo dinamismo <strong>de</strong>l<br />
que ha hecho gala en los últimos años.<br />
Los valores actuales <strong>de</strong>l presente ejercicio económico se mantienen aún muy por<br />
encima <strong>de</strong> <strong>las</strong> previsiones que maneja el Gobierno <strong>de</strong> la Nación para el conjunto<br />
<strong>de</strong> España. Y si nos atenemos únicamente a los datos objetivos y a la simple<br />
lectura <strong>de</strong> <strong>las</strong> cifras, llegamos a una misma conclusión: que Madrid continúa<br />
siendo el primer motor <strong>de</strong> la economía española.<br />
Des<strong>de</strong> 1995, la economía madrileña ha crecido un 38,6%. Es <strong>de</strong>cir, 5,3 puntos<br />
por encima <strong>de</strong> la economía nacional; 3,6 puntos por encima <strong>de</strong> EEUU y más <strong>de</strong><br />
17 puntos por encima <strong>de</strong> la Unión Europea.<br />
Pero, como sin duda todos uste<strong>de</strong>s conocen muy bien, estos dos últimos años<br />
no han sido fáciles para nadie. La <strong>de</strong>saceleración <strong>de</strong> la economía mundial, la<br />
subida <strong>de</strong> los precios <strong>de</strong>l petróleo y la inestabilidad <strong>de</strong> los mercados favorecieron<br />
la creación <strong>de</strong> un marco económico <strong>de</strong>sfavorable en el que, sin embargo, Madrid<br />
ha vuelto a ser una excepción.<br />
El pasado año, la economía madrileña creció, en términos <strong>de</strong> PIB, al 4%, seis<br />
décimas más que la economía nacional. Se crearon más <strong>de</strong> 152.000 empleos y<br />
se realizaron 220.000 afiliaciones nuevas a la Seguridad Social.<br />
Gracias a su acelerado ritmo <strong>de</strong> creación <strong>de</strong> empleo y riqueza, Madrid supera<br />
hoy en más <strong>de</strong> un 30% el umbral <strong>de</strong> la convergencia europea y es la primera<br />
región <strong>de</strong> España en renta per cápita con 27.279 euros por habitante, un 31%<br />
16
más que la media española y casi el doble <strong>de</strong> la registrada por otras<br />
Comunida<strong>de</strong>s Autónomas como Extremadura.<br />
Y todo ello, unido al li<strong>de</strong>razgo en materia <strong>de</strong> tecnología e innovación, que sitúa a<br />
nuestra región –también en esta materia- a la vanguardia <strong>de</strong> España.<br />
Pero esta positiva excepción que Madrid supone en todos los aspectos no es<br />
algo que suceda por azar o que obe<strong>de</strong>zca a complejas fórmu<strong>las</strong> milagrosas. La<br />
prosperidad <strong>de</strong> nuestra Comunidad se sostiene sobre algo tan simple, pero al<br />
mismo tiempo tan difícil <strong>de</strong> conseguir, como es la confianza.<br />
Generar confianza <strong>de</strong>bería ser la primera obligación para todos los que<br />
ejercemos un cargo público. Pero eso es algo que sólo se pue<strong>de</strong> obtener con un<br />
programa <strong>de</strong> Gobierno coherente y honesto, fortaleciendo <strong>las</strong> Instituciones<br />
<strong>de</strong>mocráticas y ofreciendo a los ciudadanos un marco jurídico estable, don<strong>de</strong><br />
todos puedan convivir en paz y en el que sientan que sus <strong>de</strong>rechos y liberta<strong>de</strong>s<br />
son plenamente respetados.<br />
Es cierto que hoy, traspasada ya la frontera <strong>de</strong>l siglo XXI, disfrutamos <strong>de</strong> todas<br />
<strong>las</strong> garantías que nos ofrece un Estado <strong>de</strong> Derecho firmemente consolidado.<br />
Pero sólo cuando consigamos que nuestros sistemas <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> conflictos<br />
(judiciales y extrajudiciales) tengan la misma agilidad y el mismo dinamismo <strong>de</strong><br />
la sociedad actual, estaremos ante un elemento capaz <strong>de</strong> impulsar nuestra<br />
prosperidad y nuestro <strong>de</strong>sarrollo, y no ante un <strong>las</strong>tre que obstaculiza el progreso<br />
<strong>de</strong> nuestra economía.<br />
Detrás <strong>de</strong> cada expediente judicial o <strong>de</strong> cada laudo arbitral hay un conflicto por<br />
resolver. Y los que, <strong>de</strong> una u otra forma, tenemos algún tipo <strong>de</strong> responsabilidad<br />
en esta materia no <strong>de</strong>beríamos olvidar eso.<br />
Creo que no les <strong>de</strong>svelo nada nuevo si afirmo que el arbitraje es uno <strong>de</strong> los<br />
métodos <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> conflictos que ha resultado ser más ágil, útil y eficaz,<br />
sobre todo en cuestiones que afectan al comercio internacional.<br />
17
Por eso, precisamente, y con el fin <strong>de</strong> favorecer la difusión <strong>de</strong> su práctica y <strong>de</strong><br />
promover la unidad <strong>de</strong> criterios a la hora <strong>de</strong> su aplicación, el legislador español<br />
buscó la tan <strong>de</strong>mandada armonización <strong>de</strong> su régimen jurídico a través <strong>de</strong> la<br />
promulgación <strong>de</strong> una nueva ley: la Ley 60/2003, <strong>de</strong> 23 <strong>de</strong> diciembre.<br />
Y todo ello, insisto, con la convicción <strong>de</strong> que una mayor uniformidad en <strong>las</strong> leyes<br />
reguladoras <strong>de</strong> esta institución <strong>de</strong>bía redundar directamente en su mayor<br />
eficacia para resolver controversias, tanto nacionales como internacionales.<br />
La citada nueva ley <strong>de</strong> arbitraje parte en su regulación <strong>de</strong> los innegables<br />
avances que introdujo su pre<strong>de</strong>cesora en esta materia (la ley <strong>de</strong> 1988) pero da<br />
una nueva vuelta <strong>de</strong> tuerca que, en mi opinión, supone un auténtico e importante<br />
salto cualitativo.<br />
La nueva ley toma como base inspiradora la Ley Mo<strong>de</strong>lo elaborada por la<br />
Comisión <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional <strong>de</strong> 21<br />
<strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1985. Y, a partir <strong>de</strong> ese texto, incorpora avances técnicos y da<br />
nuevas respuestas a <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s surgidas <strong>de</strong> la práctica arbitral en el<br />
comercio internacional.<br />
Una <strong>de</strong> sus mayores rarezas, pero que creo que es también su mayor acierto, es<br />
recoger un particular mestizaje entre la tradición jurídica europeo-continental y la<br />
anglosajona.<br />
Y digo que esto es un acierto, porque este particular punto <strong>de</strong> encuentro que el<br />
legislador encontró entre estas dos tradiciones jurídicas, contribuye a favorecer<br />
su difusión entre sujetos pertenecientes a áreas económicas que forman parte<br />
<strong>de</strong> sistemas jurídicos distintos al nuestro y con los que España mantiene<br />
crecientes y fructíferas relaciones comerciales.<br />
Los agentes económicos <strong>de</strong> dichas áreas encuentran, en el nuevo texto, mayor<br />
certidumbre sobre el contenido <strong>de</strong>l régimen jurídico aplicable al arbitraje en<br />
España. Y no cabe duda <strong>de</strong> que ese mayor grado <strong>de</strong> seguridad jurídica que se<br />
obtiene, favorece e impulsa que cada vez sean más los convenios arbitrales que<br />
establecen nuestro país como se<strong>de</strong> <strong>de</strong> su arbitraje.<br />
18
La nueva ley ha resultado, por tanto, ser más asequible al tráfico <strong>de</strong>l comercio<br />
internacional, don<strong>de</strong> la flexibilidad y la capacidad <strong>de</strong> adaptación <strong>de</strong> <strong>las</strong> normas<br />
resultan imprescindibles para dar respuesta a <strong>las</strong> múltiples peculiarida<strong>de</strong>s que<br />
surgen <strong>de</strong> la diversidad <strong>de</strong> escenarios en los que se opera.<br />
Tenemos, por tanto, el marco jurídico más a<strong>de</strong>cuado. Somos el primer motor <strong>de</strong><br />
la economía española y compartimos con Iberoamérica un mismo idioma y una<br />
misma cultura.<br />
Ahora es el momento <strong>de</strong> conseguir el apoyo <strong>de</strong> <strong>las</strong> instituciones públicas y<br />
privadas e impulsar una fructífera colaboración para que, entre todos, podamos<br />
construir una nueva cultura <strong>de</strong>l arbitraje, que ya empieza a nacer en Madrid y<br />
que esperamos que pronto se consoli<strong>de</strong>.<br />
El Gobierno <strong>de</strong> la Comunidad <strong>de</strong> Madrid no va a escatimar esfuerzos en esta<br />
tarea. Y, en este sentido, me complace anunciarles que, a través <strong>de</strong> la empresa<br />
pública PROMOMADRID, vamos a poner en marcha toda una serie <strong>de</strong> iniciativas<br />
con <strong>las</strong> que tenemos la intención <strong>de</strong> consolidar Madrid en el ámbito <strong>de</strong>l arbitraje<br />
internacional.<br />
Permitidme que, ya para concluir, aproveche la oportunidad que me brinda este<br />
acto para agra<strong>de</strong>ceros, en nombre <strong>de</strong> Madrid y <strong>de</strong> todos los madrileños, el<br />
constante apoyo <strong>de</strong> la Corona a todo aquello que representan los valores <strong>de</strong><br />
nuestro Estado <strong>de</strong> Derecho y <strong>las</strong> más firmes garantías constitucionales.<br />
El servicio a España ha sido siempre vuestro mayor compromiso personal e<br />
institucional y el alto sentido <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber con el que lo ejercéis constituye un gran<br />
ejemplo para todos nosotros.<br />
Por eso, hoy, ante este foro académico y profesional, no quiero <strong>de</strong>jar <strong>de</strong><br />
expresaros nuestro más respetuoso agra<strong>de</strong>cimiento por vuestra generosidad,<br />
esfuerzo y constante <strong>de</strong>dicación a España y a los españoles.<br />
19
I.4 Juan Fernando López Aguilar<br />
Majestad, como Ministro <strong>de</strong> Justicia es un verda<strong>de</strong>ro honor saludar y prestar<br />
reconocimiento a los ilustres juristas organizadores y participantes en este<br />
Primer Congreso <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje.<br />
El arbitraje es un medio principal <strong>de</strong> resolución no jurisdiccional <strong>de</strong> conflictos en<br />
nuestro Or<strong>de</strong>namiento Jurídico. El reconocimiento <strong>de</strong> esta importante <strong>de</strong> función<br />
<strong>de</strong> pacificación no está sujeto a discusión entre los estudiosos y los prácticos <strong>de</strong>l<br />
or<strong>de</strong>n constitucional. No en vano, la Constitución, cuando en su artículo 56<br />
regula <strong>las</strong> funciones <strong>de</strong> la Corona incluye entre éstas <strong>las</strong> <strong>de</strong> arbitrar y mo<strong>de</strong>rar el<br />
funcionamiento regular <strong>de</strong> <strong>las</strong> instituciones <strong>de</strong>l Estado, por lo que esta dimensión<br />
<strong>de</strong> Su Majestad el Rey se fun<strong>de</strong> hoy aquí con la más alta representación <strong>de</strong>l<br />
Estado y con <strong>las</strong> relaciones internacionales, especialmente en nuestra<br />
comunidad histórica en la que sobresale la iberoamericana. Proce<strong>de</strong> así<br />
recordar que el arbitraje, en cuanto técnica jurídica <strong>de</strong> composición <strong>de</strong> intereses;<br />
encuentra su fundamento en la exaltación constitucional <strong>de</strong> la libertad como valor<br />
superior <strong>de</strong>l Or<strong>de</strong>namiento Jurídico y en sus <strong>de</strong>rivaciones más arraigadas como<br />
la tradición privatista, la libertad negocial, la autonomía <strong>de</strong> la voluntad, y el<br />
principio dispositivo en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> contratos. La ley que regula el arbitraje en<br />
España, Ley <strong>de</strong> 23 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2003, entró en vigor el 26 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong><br />
2004, por lo que esta primavera ha cumplido dos años. Se elaboró bajo la Ley<br />
Mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas para el Derecho Comercial Internacional <strong>de</strong> 21<br />
<strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1985, recomendada por la Asamblea General <strong>de</strong> Naciones Unidas en<br />
su Resolución 40/72, <strong>de</strong> 11 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1985. Esta Ley Mo<strong>de</strong>lo es el<br />
resultado <strong>de</strong> un compromiso en el más noble <strong>de</strong> los sentidos <strong>de</strong> esta palabra,<br />
entre <strong>las</strong> tradiciones jurídicas continental y anglosajona, para facilitar así la<br />
difusión entre operadores pertenecientes a <strong>distintas</strong> áreas económicas <strong>de</strong>l valor<br />
inapreciable <strong>de</strong> la seguridad jurídica.<br />
Esta ley es expresión, por tanto, <strong>de</strong> la sensibilidad <strong>de</strong>l legislador español a los<br />
requerimientos <strong>de</strong> armonización <strong>de</strong>l régimen jurídico <strong>de</strong>l arbitraje. En particular,<br />
<strong>de</strong>l arbitraje comercial internacional, para favorecer la difusión <strong>de</strong> su práctica y<br />
promover la unidad <strong>de</strong> criterios en su aplicación. Ello obe<strong>de</strong>ce a una razón: una<br />
21
mayor uniformidad en <strong>las</strong> leyes reguladoras <strong>de</strong>l arbitraje ha <strong>de</strong> propiciar la<br />
mayor eficacia como medio <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong> controversias. Esta vocación se<br />
manifestó temprana y explícitamente en el Real Decreto 10/94 <strong>de</strong> 1981, que<br />
hace 25 años abrió <strong>las</strong> puertas al arbitraje comercial internacional en base a una<br />
motivación especial. El incremento <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones comerciales con<br />
iberoamérica ciertamente había provocado el aumento <strong>de</strong> litigios que, por falta<br />
<strong>de</strong> a<strong>de</strong>cuados servicios <strong>de</strong> arbitraje comercial internacional en España, en vez<br />
<strong>de</strong> ser resueltos por nuestras instituciones arbitrales, habían venido<br />
resolviéndose por instituciones arbitrales <strong>de</strong> otro contexto cultural e idiomático.<br />
La Ley <strong>de</strong> arbitraje acoge como base la referida Ley Mo<strong>de</strong>lo y a<strong>de</strong>más, tomando<br />
en consi<strong>de</strong>ración los sucesivos trabajos emprendidos por la Conferencia<br />
Especializada <strong>de</strong> Naciones Unidas UNCITRAL, el propósito <strong>de</strong> incorporar los<br />
avances técnicos y aten<strong>de</strong>r <strong>las</strong> nuevas necesida<strong>de</strong>s en la práctica arbitral,<br />
particularmente en materia <strong>de</strong> requisitos <strong>de</strong> convenio arbitral y en la adopción <strong>de</strong><br />
medidas cautelares.<br />
La Ley Mo<strong>de</strong>lo fue resultado <strong>de</strong> un equilibrio muy cuidado entre <strong>las</strong> tradiciones<br />
jurídicas europeo-continental y la anglosajona; pero, al mismo tiempo, producto<br />
<strong>de</strong> un minucioso estudio <strong>de</strong> Derecho comparado. Su redacción no respon<strong>de</strong>, por<br />
ello, plenamente a los cánones tradicionales <strong>de</strong> nuestro propio Or<strong>de</strong>namiento<br />
patrio; y hace bien, porque es así como mejor facilita la difusión <strong>de</strong>l arbitraje<br />
entre operadores pertenecientes a áreas económicas diversas con <strong>las</strong> que<br />
España mantiene activas y crecientes relaciones comerciales. Ello permite que<br />
los agentes económicos <strong>de</strong> tales áreas tengan la mayor certidumbre sobre el<br />
contenido <strong>de</strong>l régimen jurídico <strong>de</strong>l arbitraje en España, y así se realiza la<br />
intención <strong>de</strong>l legislador español <strong>de</strong> favorecer que se pacten convenios arbitrales<br />
en los que España sea <strong>de</strong>signada como lugar <strong>de</strong> arbitraje.<br />
Dicho esto, no pue<strong>de</strong> olvidarse que la Ley <strong>de</strong> Arbitraje vigente es también<br />
tributaria <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Arbitraje anterior, la 36/88, durante cuya vigencia se<br />
produjo una notable expansión <strong>de</strong>l arbitraje en nuestro país, se aumentó en gran<br />
medida el tipo y el número <strong>de</strong> relaciones contractuales en <strong>las</strong> que <strong>las</strong> partes<br />
podían pactar convenios arbitrales, se asentó el arbitraje institucional, se<br />
consolidaron prácticas uniformes sobre todo en arbitrajes internacionales, se<br />
22
generó un cuerpo <strong>de</strong> doctrina más que estimable y se normalizó la utilización <strong>de</strong><br />
procedimientos judiciales <strong>de</strong> apoyo y control <strong>de</strong>l arbitraje. El transcurso <strong>de</strong> los<br />
dos primeros años <strong>de</strong> vigencia <strong>de</strong> la actualmente vigente Ley <strong>de</strong> Arbitraje<br />
permite ya avanzar un balance <strong>de</strong> sus consecuencias y su impacto en nuestro<br />
sistema <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho y or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> convivencia.<br />
En primer lugar, puedo afirmar que, como se pretendía en esta nueva Ley, se<br />
está favoreciendo el incremento paulatino, pero esperemos que imparable, <strong>de</strong>l<br />
número <strong>de</strong> arbitrajes en España. Así, según la red <strong>de</strong> Cortes <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
Cámaras <strong>de</strong> Comercio <strong>de</strong> España, el número <strong>de</strong> arbitrajes en 2004 ascendió a<br />
419, mientras que en el pasado año 2005 fue <strong>de</strong> 447.<br />
En segundo lugar, a juicio <strong>de</strong> los expertos, el crecimiento sostenido <strong>de</strong> los<br />
arbitrajes tiene una <strong>de</strong> sus principales causas en que la nueva Ley contiene un<br />
procedimiento arbitral muy flexible, poco formalista como os he dicho, que<br />
genera mayor confianza y seguridad y que es a<strong>de</strong>más menos costoso que el <strong>de</strong>l<br />
resto <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> nuestro entorno inmediato. Estos datos respaldan la<br />
afirmación <strong>de</strong> que nuestro país comienza a perfilarse cada vez más como se<strong>de</strong><br />
preferente <strong>de</strong> arbitrajes internacionales, y así resulta <strong>de</strong> los datos que facilita la<br />
Cámara <strong>de</strong> Comercio Internacional, <strong>de</strong> los que resulta que en diez años el<br />
número <strong>de</strong> arbitrajes internacionales celebrados en España se han multiplicado<br />
por 9 y el número <strong>de</strong> árbitros con nacionalidad española se ha incrementado<br />
nada menos que en un 100%. Es por ello que quiero expresar el pleno apoyo <strong>de</strong>l<br />
Ministerio <strong>de</strong> Justicia y <strong>de</strong>l Gobierno al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l arbitraje como<br />
procedimiento <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong> conflictos alterno al jurisdiccional, en sintonía con<br />
<strong>las</strong> ten<strong>de</strong>ncias y directrices marcadas por los progresos <strong>de</strong>l espacio y libertad,<br />
justicia y seguridad en la Unión Europea, pues en esta política el arbitraje llena<br />
<strong>de</strong> contenido la posición central. En ese sentido, <strong>de</strong>sjudicializador <strong>de</strong> lo no<br />
jurisdiccional, se enmarca también la Ley <strong>de</strong> Jurisdicción Voluntaria, que intenta<br />
<strong>de</strong>scargar <strong>de</strong> manera saludable y razonable <strong>de</strong> materia no jurisdiccional a los<br />
titulares <strong>de</strong> la potestad jurisdiccional <strong>de</strong>l Estado. El Gobierno acaba <strong>de</strong> remitir<br />
este Proyecto <strong>de</strong> Ley para iniciar su tramitación pronto en el Parlamento, y hace<br />
recaer en los Secretarios Judiciales y <strong>de</strong> manera optativa, con todas <strong>las</strong><br />
garantías, en Notarios y Registradores un conjunto <strong>de</strong> materias que como el<br />
23
<strong>de</strong>slin<strong>de</strong> <strong>de</strong> fincas o la liberación <strong>de</strong> gravámenes, pue<strong>de</strong>n ser resultas si así lo<br />
<strong>de</strong>ci<strong>de</strong>n <strong>las</strong> partes sin tener que recurrir al conflicto jurisdiccional. Es un paso<br />
más, como el <strong>de</strong>l arbitraje, para <strong>de</strong>scongestionar, agilizar, mejorar y potenciar la<br />
administración <strong>de</strong> justicia. El objetivo es hacer una justicia más ágil, eficaz, <strong>de</strong><br />
calidad, lo que supone en consecuencia una mejor garantía <strong>de</strong> la tutela judicial<br />
efectiva que merecen los ciudadanos. No basta con mo<strong>de</strong>rnizar la estructura<br />
organizativa <strong>de</strong> la Justicia, como es objetivo <strong>de</strong>l Gobierno, sino que hay que<br />
apostar también por la implantación <strong>de</strong> una nueva oficina judicial y por la<br />
finalización <strong>de</strong> <strong>las</strong> reformas procesales en marcha. Si queremos tener éxito en<br />
esta empresa será necesario, a<strong>de</strong>más, lograr la evitación <strong>de</strong>l conflicto ante los<br />
tribunales haciendo <strong>de</strong> ello la última y no la primera opción; para que los<br />
instrumentos como el arbitraje, la mediación, la conciliación o la jurisdicción<br />
voluntaria sean ciertamente cruciales. Una justicia segura, equitativa, con todas<br />
<strong>las</strong> garantías <strong>de</strong> calidad, redunda en la mayor seguridad jurídica, elemento clave<br />
para el progreso económico constante. El fortalecimiento <strong>de</strong>l arbitraje y la<br />
jurisdicción voluntaria, en la medida en que contribuya a mejorar la calidad <strong>de</strong> la<br />
justicia, es un elemento clave no solo para mejorar los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> la gente, sino<br />
también para garantizar un mayor y mejor crecimiento sostenido y sostenible.<br />
Quiero, Majestad, para finalizar, felicitar la iniciativa que hoy inauguramos a sus<br />
promotores y organizadores, al <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje. Supone para mí un<br />
gran privilegio participar en un acto <strong>de</strong> esta trascen<strong>de</strong>ncia bajo la presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><br />
su Majestad el Rey, poniendo la primera piedra <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>be ser una<br />
colaboración estrecha entre el arbitraje internacional y sus promotores en<br />
España. Son estos foros, como lo será sin duda también, así lo espero y trabajo<br />
para ello, la Conferencia <strong>de</strong> Ministros <strong>de</strong> Justicia Iberoamericana, que celebrará<br />
su próxima reunión en septiembre <strong>de</strong> este mismo año en Canarias, se<strong>de</strong>s<br />
a<strong>de</strong>cuadas para el intercambio <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as y conocimientos que enriquecen a todos<br />
para seguir avanzando por la senda <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnización judicial <strong>de</strong> nuestros<br />
respectivos países en la mejor garantía <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> la ciudadanía. Es un<br />
honor, por tanto, participar en la inauguración <strong>de</strong> este Congreso, <strong>de</strong>l que<br />
esperamos lo mejor a través <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>bates y <strong>de</strong> sus conclusiones.<br />
Muchas gracias<br />
24
I.5 Su Majestad<br />
Mucho me alegra po<strong>de</strong>r presidir este Acto inaugural <strong>de</strong>l Primer Congreso <strong>de</strong>l<br />
<strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje.<br />
Me permite dirigir mi saludo más cordial a <strong>las</strong> autorida<strong>de</strong>s que nos acompañan,<br />
expresar mi calurosa felicitación a los organizadores <strong>de</strong> este Congreso, y dar mi<br />
afectuosa bienvenida a cuantos vais a participar en sus sesiones.<br />
Con mi presencia en este Acto, la Corona quiere subrayar la enorme<br />
trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l arbitraje como instrumento que propicia y aumenta la<br />
seguridad jurídica, un factor absolutamente clave y condicionante <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
inversiones y <strong>las</strong> transacciones comerciales en el mundo abierto y globalizado <strong>de</strong><br />
nuestros días.<br />
Estoy seguro <strong>de</strong> que el intercambio <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as que va a producirse a lo largo <strong>de</strong><br />
este Congreso podrá traducirse en futuras acciones <strong>de</strong> cooperación en un<br />
campo tan <strong>de</strong>cisivo como el <strong>de</strong>l arbitraje.<br />
En España, junto al importante nivel <strong>de</strong> internacionalización alcanzado por<br />
nuestras empresas, hemos ido tomando <strong>las</strong> acciones y <strong>las</strong> medidas normativas<br />
necesarias –como la Ley <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong> 2003- para po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>cir hoy, con orgullo<br />
y satisfacción, que nuestro país ha recuperado su tradición histórica en esta<br />
materia, al ser el arbitraje un <strong>de</strong>recho ya recogido en la Constitución <strong>de</strong> 1812.<br />
Nuestra <strong>de</strong>cidida incorporación al universo <strong>de</strong>l arbitraje se ha producido a través<br />
<strong>de</strong> la progresiva inclusión <strong>de</strong> convenios arbitrales en los contratos y la<br />
normalización <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> los procedimientos judiciales para el apoyo y control <strong>de</strong>l<br />
arbitraje.<br />
Esa incorporación plena también se ha producido gracias a la frecuente elección<br />
<strong>de</strong> España como lugar <strong>de</strong> celebración <strong>de</strong> arbitrajes, y a la creación <strong>de</strong><br />
instituciones administradoras <strong>de</strong> arbitraje que se han hecho acreedoras, a lo<br />
largo <strong>de</strong> estos años, <strong>de</strong> un merecido prestigio.<br />
25
Por ello, me produce especial satisfacción po<strong>de</strong>r presidir hoy un Acto que es<br />
fruto <strong>de</strong> la iniciativa <strong>de</strong> la sociedad civil, y que contribuye a poner <strong>de</strong> manifiesto y<br />
a reforzar el papel protagonista que España también juega en el arbitraje<br />
internacional.<br />
Mucho me complace, asimismo, que este Congreso esté tan vinculado con <strong>las</strong><br />
Naciones <strong>de</strong> Iberoamérica -con <strong>las</strong> que nos sentimos tan profundamente<br />
vinculados- y en él vayan a analizarse en profundidad <strong>las</strong> perspectivas actuales y<br />
los retos futuros <strong>de</strong>l arbitraje.<br />
Los países iberoamericanos se encuentran en un proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo<br />
económico muy importante. En ese proceso, la <strong>de</strong>bida seguridad jurídica es un<br />
factor muy significativo para <strong>las</strong> relaciones económicas y, en general, para <strong>las</strong><br />
inversiones extranjeras. También lo es para el incremento <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones e<br />
intercambios comerciales entre los diferentes países <strong>de</strong> aquel Continente.<br />
En esta situación, la institución arbitral pue<strong>de</strong> ser un instrumento <strong>de</strong> suma<br />
importancia para favorecer e incrementar esas relaciones. España está en<br />
condiciones <strong>de</strong> prestar su colaboración para conseguir los mejores resultados.<br />
Consi<strong>de</strong>ro una gran oportunidad que este Congreso analice esas posibilida<strong>de</strong>s,<br />
que no sólo son el producto lógico <strong>de</strong> nuestra proximidad histórica, cultural y<br />
humana, sino también el resultado <strong>de</strong> una cultura jurídica común y <strong>de</strong> una<br />
mentalidad muy cercana.<br />
En suma, la reflexión y el diálogo que vais a abordar estos días nos interesan a<br />
todos, pues afectan a aspectos relevantes <strong>de</strong> los mecanismos económicos,<br />
financieros y comerciales por los que se mueve el mundo <strong>de</strong> hoy.<br />
Animo a todos a trabajar con empeño en la construcción <strong>de</strong> esos instrumentos<br />
<strong>de</strong>cisivos para el mejor <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> nuestros pueblos y el mayor bienestar <strong>de</strong><br />
nuestras socieda<strong>de</strong>s.<br />
Con este espíritu, <strong>de</strong>claro inaugurado el Primer Congreso <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l<br />
Arbitraje.<br />
26
II. PRÁCTICA ARBITRAL:<br />
PERSPECTIVAS REGIONALES<br />
o Mo<strong>de</strong>rador: D. Julio González-Soria, Vicepresi<strong>de</strong>nte <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje,<br />
Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Corte <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong> Madrid y Árbitro<br />
o D. José María Alonso, Presi<strong>de</strong>nte <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, Socio Director <strong>de</strong><br />
Garrigues<br />
o D. James Whitelaw, Vicepresi<strong>de</strong>nte Comisión Interamericana <strong>de</strong> Arbitraje<br />
Comercial<br />
o D. Pedro J. Martínez-Fraga, Socio y Director Dpto. Litigios Internacionales <strong>de</strong><br />
Greenberg & Traurig L.L.P<br />
27
II.1 José María Alonso<br />
Voy a tratar <strong>de</strong> explicar, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la posición <strong>de</strong>l práctico <strong>de</strong>l arbitraje, cuáles son<br />
<strong>las</strong> ventajas que yo encuentro en la Ley <strong>de</strong> Arbitraje española <strong>de</strong> 2003 y que me<br />
llevan a significar, y a lo mejor tengo en eso muchos críticos, que creo que es<br />
una <strong>de</strong> <strong>las</strong> mejores y más avanzadas leyes. Voy a intentar contar <strong>las</strong> bellezas o<br />
los atractivos, si se me permite la expresión, <strong>de</strong> nuestra Ley, para tratar <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r, como buen procesalista, lo que digo.<br />
La primera ventaja que yo encuentro en la Ley <strong>de</strong> Arbitraje es que, para que una<br />
ley <strong>de</strong> arbitraje resulte atractiva, tiene que ser una ley familiar, tiene que ser una<br />
ley cuyo contenido no resulte extraño a nadie, se tenga la nacionalidad que se<br />
tenga o se opere en el sistema jurídico en el que se opere. Y eso, yo creo, es<br />
una característica <strong>de</strong> la Ley española <strong>de</strong> Arbitraje; pues, como todo el mundo<br />
sabe, toma como base la Ley Mo<strong>de</strong>lo UNCITRAL, aprobada por <strong>las</strong> Naciones<br />
Unidas. La Ley española introduce a<strong>de</strong>más los perfeccionamientos que la propia<br />
Comisión fue haciendo a lo largo <strong>de</strong> los años y los mecanismos correctores<br />
extraídos <strong>de</strong> los reglamentos y <strong>las</strong> instituciones arbitrales más importantes <strong>de</strong>l<br />
mundo. Por consiguiente, la Ley <strong>de</strong> Arbitraje –y así se dice explícitamente en su<br />
Exposición <strong>de</strong> Motivos– es una Ley que, como <strong>de</strong>cía antes, resulta familiar tanto<br />
a alguien que tenga una formación en common law como alguien que tenga una<br />
formación en el Derecho Civil codificado; y eso, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego para mí, es un<br />
importante atractivo.<br />
Para que una Ley <strong>de</strong> Arbitraje, en segundo lugar, sea atractiva, tiene que<br />
respetar, en mi opinión, al menos cuatro principios. El primero <strong>de</strong> ellos es el <strong>de</strong><br />
máximo respeto a la autonomía <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes, tanto a la hora <strong>de</strong><br />
redactar la cláusula arbitral como a la hora <strong>de</strong> fijar <strong>las</strong> normas <strong>de</strong> procedimiento.<br />
Y ese respeto es, sin duda, una <strong>de</strong> <strong>las</strong> características <strong>de</strong> la Ley española, cuya<br />
única norma <strong>de</strong> ius cogens, <strong>de</strong> Derecho necesario, es la exigencia <strong>de</strong>l respeto<br />
<strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> igualdad, <strong>de</strong>fensa y contradicción; esto es, <strong>de</strong> la igualdad <strong>de</strong><br />
armas. Todo lo <strong>de</strong>más, o esencialmente todo lo <strong>de</strong>más, se <strong>de</strong>ja a la autonomía<br />
<strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes; luego los contratantes, tanto en la fase pre-litigiosa<br />
como en la ya litigiosa, pue<strong>de</strong>n fijar <strong>las</strong> normas que estimen convenientes.<br />
29
El segundo <strong>de</strong> los principios que una ley <strong>de</strong> arbitraje precisa para ser atractiva<br />
es, en mi opinión, el <strong>de</strong> mínimo formalismo, que se traduce esencialmente en<br />
que, por lo que respecta al convenio arbitral, y si bien se exige que dicho<br />
convenio <strong>de</strong>be constar por escrito, se acepta que pueda <strong>de</strong>ducirse su existencia<br />
<strong>de</strong> la correspon<strong>de</strong>ncia cruzada entre <strong>las</strong> partes y se acepta que ese componente<br />
o esa característica escrita pueda <strong>de</strong>rivarse <strong>de</strong> medios informáticos y<br />
telemáticos. El mínimo formalismo se concreta también en el procedimiento<br />
arbitral; <strong>de</strong> tal manera que, si <strong>las</strong> partes así lo <strong>de</strong>sean, todo el procedimiento<br />
pue<strong>de</strong> hacerse <strong>de</strong> forma oral. Y, finalmente, se concreta en el laudo, en el que<br />
aboliendo el odioso requisito <strong>de</strong> la necesaria protocolización <strong>de</strong>l mismo, se<br />
permite que el laudo pueda constar por medios informáticos o por medios<br />
telemáticos. Nos encontramos, en consecuencia, con una Ley totalmente<br />
aformalista, si se me permite esa expresión.<br />
El tercer principio es el <strong>de</strong> la mínima intervención judicial. El arbitraje, como<br />
formula alternativa <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong> conflictos, yo creo que todos estaremos <strong>de</strong><br />
acuerdo en que requiere que los jueces intervengan en él para facilitarlo y no<br />
para torpe<strong>de</strong>arlo. Por ello, nuestra Ley <strong>de</strong>ja perfectamente claro que los jueces<br />
<strong>de</strong>berán abstenerse <strong>de</strong> conocer <strong>de</strong> un asunto cuando cualquiera <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes<br />
invoque la existencia <strong>de</strong> una cláusula arbitral. Pero para mí lo más importante es<br />
que nuestra Ley, por eso la consi<strong>de</strong>ro atractiva, llama a los jueces cuando son<br />
<strong>de</strong> verdad necesarios, esencialmente en cuatro fases: la primera, a la hora <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>signar árbitro o árbitros cuando alguna <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes se niega a <strong>de</strong>signarlos o<br />
no existe remisión alguna en la cláusula arbitral. La segunda, para la adopción<br />
<strong>de</strong> medidas cautelares, previendo la Ley la posibilidad <strong>de</strong> que dichas medidas<br />
puedan adoptar<strong>las</strong> tanto los árbitros como los jueces. La tercera, para ayudar a<br />
los árbitros a la práctica <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadas pruebas allí don<strong>de</strong> los árbitros no<br />
tienen el necesario imperium. Y finalmente, la cuarta, para ejecutar el laudo.<br />
Esas cuatro fases, esos cuatro momentos en que los jueces son llamados al<br />
procedimiento arbitral, son <strong>de</strong> verdad esenciales a la hora <strong>de</strong> garantizar que el<br />
procedimiento funcione.<br />
En cuarto lugar, está el principio <strong>de</strong> máxima eficacia <strong>de</strong> los laudos arbitrales, que<br />
nuestra Ley acoge, <strong>de</strong> una parte, previendo la posibilidad <strong>de</strong> ejecutar<br />
30
provisionalmente los laudos aunque se ejercite la acción <strong>de</strong> anulación; y, <strong>de</strong> otra<br />
parte, en la limitación prácticamente a cuestiones <strong>de</strong> incongruencia, violación <strong>de</strong>l<br />
principio <strong>de</strong> igualdad <strong>de</strong> armas o violación flagrante <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n público como<br />
posibles causas <strong>de</strong> anulación <strong>de</strong>l laudo.<br />
Por consiguiente, esta suma <strong>de</strong> los cuatro principios que señalo, máximo respeto<br />
<strong>de</strong> la autonomía <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes, mínimo formalismo, mínima<br />
intervención judicial y máxima eficacia <strong>de</strong> los laudos arbitrales, hacen a la Ley<br />
española, en mi opinión, extraordinariamente atractiva para ser instrumento <strong>de</strong><br />
solución <strong>de</strong> conflictos. Pero es que, a<strong>de</strong>más, existen otras características <strong>de</strong> la<br />
Ley que me gustaría señalar y que me parecen muy importantes. Una ley <strong>de</strong><br />
arbitraje es atractiva y es ventajosa si da un tratamiento similar, que en nuestro<br />
caso es prácticamente idéntico, al arbitraje interno y al arbitraje internacional.<br />
Como todos saben, la Ley <strong>de</strong> Arbitraje española se basa en el llamado sistema<br />
monista; sin que existan por tanto, prácticamente, diferencias entre la regulación<br />
<strong>de</strong>l arbitraje interno y <strong>de</strong>l arbitraje internacional. Y esas diferencias se señalan o<br />
plantean esencialmente en términos <strong>de</strong> plazos.<br />
Una ley <strong>de</strong> arbitraje es atractiva en el ámbito internacional, y la nuestra lo es,<br />
cuando impi<strong>de</strong> que los Estados, que <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s estatales o <strong>las</strong><br />
organizaciones participadas por los Estados, puedan eludir el someterse al<br />
arbitraje pese a la existencia <strong>de</strong> una cláusula arbitral, invocando sus <strong>de</strong>rechos o<br />
sus privilegios nacionales. Nuestra Ley expresamente prohíbe eso y, por tanto,<br />
obliga a los Estados o a <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s participadas por estos a respetar el<br />
compromiso arbitral.<br />
Una Ley <strong>de</strong> Arbitraje es atractiva, y la nuestra lo es, cuando garantiza una mayor<br />
capacidad <strong>de</strong> elección <strong>de</strong> los árbitros, el que estos sean verda<strong>de</strong>ramente<br />
in<strong>de</strong>pendientes, y el que los árbitros tengan una amplia capacidad <strong>de</strong> acción. La<br />
mayor capacidad <strong>de</strong> elección <strong>de</strong> los árbitros, en nuestra Ley <strong>de</strong> arbitraje, se<br />
traduce en el arbitraje internacional en que se suprime –y es verdad que esto dio<br />
lugar a gran<strong>de</strong>s reacciones en los colegios <strong>de</strong> abogados <strong>de</strong> España– la<br />
obligación <strong>de</strong> ser abogado en ejercicio para tener la condición <strong>de</strong> arbitro; lo cual,<br />
en muchos arbitrajes <strong>de</strong> naturaleza técnica, pue<strong>de</strong> ser una clara ventaja. En el<br />
31
arbitraje doméstico, sólo cuando éste es <strong>de</strong> Derecho y cuando <strong>las</strong> partes no han<br />
pactado en contrario, los árbitros tendrán que ser abogados en ejercicio.<br />
Consi<strong>de</strong>ro esto positivo porque, aunque creo que los abogados tienen una<br />
magnífica capacidad para ser árbitros, y probablemente sean en general los<br />
mejores árbitros, en la vida se dan muchas situaciones bien diversas que<br />
justifican que los abogados no podamos negarnos a que otras profesiones<br />
ejerzan esa función arbitral si es así la voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes.<br />
El que los árbitros sean absolutamente in<strong>de</strong>pendientes se garantiza en nuestra<br />
Ley <strong>de</strong> Arbitraje estableciendo que los árbitros <strong>de</strong>ben revelar cualquier<br />
circunstancia que pueda suscitar en <strong>las</strong> partes cualquier duda sobre su<br />
imparcialidad o in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, lo que obliga a los árbitros –y puedo asegurar<br />
que, en ocasiones, es un ejercicio extraordinariamente difícil– a colocarse en la<br />
posición <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes. Se exige, por tanto, un <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> transparencia y un <strong>de</strong>ber<br />
<strong>de</strong> revelación cuasi absoluto, aboliendo los criterios que se establecían en la<br />
antigua Ley, conforme a los cuales los árbitros <strong>de</strong>bían abstenerse si concurría en<br />
ellos alguna <strong>de</strong> <strong>las</strong> causas <strong>de</strong> abstención o recusación aplicables a los jueces.<br />
Y la Ley <strong>de</strong> Arbitraje es una Ley atractiva en la medida en que permite los<br />
árbitros, en mi opinión, una amplísima capacidad <strong>de</strong> acción en cuatro áreas<br />
<strong>de</strong>terminantes. La primera, a la hora <strong>de</strong> adoptar medidas cautelares; pues la Ley,<br />
como <strong>de</strong>cía antes, permite tanto a los árbitros como a los jueces adoptar<br />
medidas cautelares, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> la parte la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> a quién solicitar la<br />
adopción <strong>de</strong> dichas medidas. En segundo lugar, la amplia capacidad <strong>de</strong> acción<br />
<strong>de</strong> los árbitros se manifiesta a la hora <strong>de</strong> resolver sobre su propia competencia.<br />
La Ley <strong>de</strong> Arbitraje española incorpora <strong>de</strong> una manera clara y directa el principio<br />
Kompetentz-Kompetentz; y, en consecuencia, no hay que acudir al juez para<br />
<strong>de</strong>terminar si el arbitraje pue<strong>de</strong> seguir a<strong>de</strong>lante, si existe capacidad o si existe<br />
legitimación, puesto que son los árbitros los llamados a <strong>de</strong>cidir sobre su propia<br />
competencia y, en general, sobre <strong>las</strong> excepciones relativas a la existencia o<br />
vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l convenio arbitral y sobre cualesquiera otras cuya estimación impida<br />
entrar en el fondo <strong>de</strong> la controversia.<br />
32
La capacidad <strong>de</strong> acción <strong>de</strong> los árbitros también queda establecida, en tercer<br />
lugar, a la hora <strong>de</strong> fijar <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong>l procedimiento. Los árbitros son libres <strong>de</strong><br />
hacerlo a falta <strong>de</strong> disposición alguna por <strong>las</strong> partes o a falta <strong>de</strong> remisión a algún<br />
tipo <strong>de</strong> institución arbitral. Y, finalmente, esa capacidad <strong>de</strong> acción se muestra<br />
igualmente en la posibilidad <strong>de</strong> dictar laudos parciales; ¡cuántas veces el<br />
arbitraje se pue<strong>de</strong> ir solucionando poco a poco <strong>de</strong> forma más eficaz, resolviendo<br />
<strong>de</strong>terminadas cuestiones con carácter previo a otras, en lugar <strong>de</strong> <strong>de</strong>jarlo todo al<br />
laudo final!<br />
Una ley <strong>de</strong> arbitraje es atractiva y ventajosa si garantiza una justicia rápida, y la<br />
nuestra lo hace; porque, a salvo <strong>de</strong> disposición en contra <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes, el plazo<br />
para dictar el laudo es <strong>de</strong> seis meses contados a partir <strong>de</strong> la contestación a la<br />
<strong>de</strong>manda; con una prorroga –repito que salvo que <strong>las</strong> partes hayan dispuesto<br />
otra cosa– <strong>de</strong> sólo dos meses. Y, como <strong>de</strong>cía con anterioridad, los recursos<br />
frente al laudo se limitan al máximo, reduciéndose prácticamente a una acción<br />
<strong>de</strong> anulación ante el juez competente; acción <strong>de</strong> anulación que, pese a existir, no<br />
impi<strong>de</strong> que el laudo pueda ser ejecutado forzosamente.<br />
Probablemente en estos diez minutos me he <strong>de</strong>jado muchísimos <strong>de</strong> los<br />
atractivos que en mi opinión tiene la Ley española <strong>de</strong> Arbitraje, pero puedo<br />
asegurar que he hecho un ejercicio crítico comparándola con otras y, tanto como<br />
árbitro como abogado, puedo <strong>de</strong>cir que es muy difícil recoger en un mismo<br />
cuerpo normativo tantos elementos a favor <strong>de</strong>l arbitraje, tan avanzados y<br />
mo<strong>de</strong>rnos, como los que tiene nuestra Ley.<br />
Para terminar, si se me permite que haga un poquito <strong>de</strong> propaganda, sobre todo<br />
para nuestros colegas extranjeros, me gustaría, en fin, resaltar algunas ventajas<br />
que España presenta, como país, para acoger arbitrajes internacionales. Esta<br />
mañana, en la rueda <strong>de</strong> prensa, se nos preguntaba, por ejemplo, qué ventajas<br />
tiene España frente a Miami. Para mí, pensando muy especialmente en nuestros<br />
compañeros iberoamericanos, España tiene, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> esta Ley, una serie <strong>de</strong><br />
ventajas importantes. Tenemos, en primer lugar, la misma lengua o –en el caso<br />
<strong>de</strong>l portugués– una lengua muy similar con el mismo origen. A<strong>de</strong>más, nuestros<br />
sistemas jurídicos son muy parecidos, pues tienen el mismo origen en el<br />
33
Derecho romano y el código <strong>de</strong> Napoleón. Y por supuesto, hablando <strong>de</strong> Miami,<br />
don<strong>de</strong>, según nos contaba esta mañana Miguel Ángel Fernán<strong>de</strong>z Ballesteros,<br />
conviene tener en cuenta los mecanismos importados <strong>de</strong> <strong>las</strong> leyes<br />
norteamericanas, como por ejemplo el sistema <strong>de</strong> discovery, que pue<strong>de</strong> llegar a<br />
convertir un arbitraje en una cosa absolutamente interminable y tediosa, España<br />
pue<strong>de</strong> resultar en muchas ocasiones más a<strong>de</strong>cuada para la gente <strong>de</strong><br />
componente latino o <strong>de</strong> formación en el Derecho civil codificado.<br />
La abogacía española, por otra parte, tiene un altísimo componente <strong>de</strong> formación<br />
internacional. No se pue<strong>de</strong> olvidar que muchos <strong>de</strong> los que hoy estamos aquí<br />
hemos tenido que trabajar con colegas extranjeros en la época en que España<br />
era fuente <strong>de</strong> inversiones extranjeras. Pero es que, a<strong>de</strong>más, en España hoy<br />
están ubicados importantísimos <strong>de</strong>spachos internacionales en los que prestan<br />
sus servicios abogados españoles, por lo que nadie nos pue<strong>de</strong> negar ese<br />
componente internacional. Y España es también un país con una altísima<br />
seguridad jurídica, perfectamente equiparable a la <strong>de</strong> cualquier otro país<br />
avanzado; pues, no en vano, somos la novena potencia industrial <strong>de</strong>l mundo; lo<br />
cual <strong>de</strong>muestra el grado <strong>de</strong> avance que ha tenido la sociedad española.<br />
Concluyo, en fin, al hablar <strong>de</strong> <strong>las</strong> ventajas <strong>de</strong> España para acoger arbitrajes<br />
internacionales, haciendo referencia a otro factor, sencillo pero importante, como<br />
es el hecho <strong>de</strong> que España sea actualmente el país que más vuelos tiene con<br />
Latinoamérica. Y, sin duda, nuestros costes jurídicos son inferiores a los que en<br />
muchos casos se producen en <strong>de</strong>spachos o en servicios jurídicos o en<br />
compañeros <strong>de</strong> otros países. Con ello no quiero entrar en conflicto con ningún<br />
otro país, no está en mi ánimo; pero sí creo que es mi obligación, como<br />
Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, el <strong>de</strong>cir qué es lo que consi<strong>de</strong>ro bueno<br />
<strong>de</strong> España como lugar <strong>de</strong> arbitrajes internacionales.<br />
34
II.2 James Whitelaw<br />
Mis siguientes palabras quieren manifestar el honor que me significa en lo<br />
personal haber sido <strong>de</strong>signado para hacer una exposición sobre el arbitraje ante<br />
tan selecto y calificado auditorio y, simultáneamente, agra<strong>de</strong>cer la posibilidad <strong>de</strong><br />
participar en este importante Congreso.<br />
Por <strong>las</strong> razones que viene <strong>de</strong> explicar don Julio González Soria se me ha<br />
asignado el tema <strong>de</strong>l estado actual <strong>de</strong>l arbitraje en toda América. Por tanto,<br />
<strong>de</strong>beré abordar, no sólo al arbitraje en el sur <strong>de</strong> la región americana, sino<br />
también el arbitraje en el resto <strong>de</strong>l continente. A diferencia <strong>de</strong> lo que acontece<br />
en Estados Unidos <strong>de</strong> América en dón<strong>de</strong> se i<strong>de</strong>ntifica toda América con ese<br />
país, en esta disertación haré lo contrario, es <strong>de</strong>cir, me referiré a América para<br />
aludir a toda ésta con excepción precisamente <strong>de</strong> Estados Unidos y, a<strong>de</strong>más, el<br />
Canadá.<br />
Como se compren<strong>de</strong>rá, tendré que hablar necesariamente en términos muy<br />
generales sobre el estado actual <strong>de</strong>l arbitraje en América Latina y el Caribe, y<br />
ello podré hacerlo sólo gracias a la lectura <strong>de</strong> unos excelentes trabajos que<br />
existen en la materia y a los cuales reenvío a mis oyentes en el día <strong>de</strong> hoy.<br />
En particular, he consultado a los efectos <strong>de</strong> esta exposición, los artículos <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>stacados especialistas latinoamericanos como son los <strong>de</strong> Horacio Grigera<br />
Naón, Alejandro Garro y, muy particularmente uno <strong>de</strong>l señor Cristián Conejero,<br />
que hoy está entre nosotros, y que tiene un documento, <strong>de</strong> lectura ineludible,<br />
publicado en una revista española que se titula: “El Arbitraje Internacional en<br />
América Latina: El Impacto <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> la CNUDMI sobre Arbitraje Comercial<br />
Internacional". Por lo tanto, me permitiré tomar algunos aspectos <strong>de</strong> su artículo<br />
que me parecen relevantes y <strong>de</strong> interés.<br />
La otra cuestión que quiero <strong>de</strong>jar bien en claro es que sólo podré tratar la<br />
legislación vigente. Des<strong>de</strong> luego, ésta será una gran limitante <strong>de</strong> mi intervención<br />
por cuanto no estoy en condiciones <strong>de</strong> dar a conocer algo tan importante como<br />
la legislación misma, es <strong>de</strong>cir, la aplicación jurisdiccional <strong>de</strong> esa legislación. No<br />
conozco esa jurispru<strong>de</strong>ncia y, consiguientemente, no puedo apreciar la<br />
35
formulada a partir <strong>de</strong> la legislación que veremos en materia <strong>de</strong> arbitraje<br />
internacional.<br />
Entrando ya en materia, cabe señalar que, en octubre <strong>de</strong>l año 1992, se llevó a<br />
cabo en esta misma ciudad <strong>de</strong> Madrid, vale <strong>de</strong>cir, sólo 14 años atrás, la XI<br />
Conferencia Interamericana <strong>de</strong> Arbitraje Comercial, organizada por la Comisión<br />
Interamericana <strong>de</strong> Arbitraje Comercial (CIAC).<br />
Con motivo <strong>de</strong> esa Conferencia y a efectos <strong>de</strong> su presentación en la misma, la<br />
Cámara <strong>de</strong> Comercio <strong>de</strong> Bogotá editó un libro que se <strong>de</strong>nomina: “Panorama y<br />
Perspectivas <strong>de</strong> la Legislación Iberoamericana sobre Arbitraje Comercial”.<br />
Estimo que la conclusión alcanzada en el libro es indispensable conocerla para<br />
po<strong>de</strong>r estar en condiciones <strong>de</strong> percibir la distancia que existe entre lo que<br />
pasaba en el mundo americano en materia <strong>de</strong> arbitraje en el año 1992 y lo que<br />
acontece hoy día.<br />
La conclusión <strong>de</strong>l libro expresa: “No pue<strong>de</strong> afirmarse que el arbitraje<br />
internacional es sólido y próspero en América Latina, pues, no obstante tantos<br />
instrumentos <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho internacional suscritos y/o ratificados por los países<br />
sigue pesando en un buen número <strong>de</strong> ellos, el arraigado concepto <strong>de</strong> la<br />
“soberanía nacional” que, en últimas, ha <strong>de</strong>terminado con frecuencia la<br />
inaplicabilidad <strong>de</strong> los tratados existentes en un malabar jurídico que no pue<strong>de</strong><br />
ser fácilmente entendido”.<br />
“Ojalá el auge <strong>de</strong> la internacionalización <strong>de</strong> la economía y un cierto espíritu <strong>de</strong><br />
apertura en el abordaje <strong>de</strong>l concepto mencionado impulsado por reformas <strong>de</strong><br />
or<strong>de</strong>n constitucional y legal nos lleven a hacer realidad, en beneficio <strong>de</strong> todos, la<br />
utilización y la aplicación <strong>de</strong> los tratados vigentes”. (página 191).<br />
Estimo que esta situación que se daba hace solamente 14 años atrás, hoy se ha<br />
modificado sustancialmente y mi ponencia, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> procurar difundir el<br />
estado actual <strong>de</strong> la legislación, va a indicar y subrayar <strong>las</strong> razones que, a mi<br />
juicio, han obrado para una efectiva mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong> la legislación americana<br />
en materia <strong>de</strong> arbitraje comercial internacional.<br />
36
La razón más po<strong>de</strong>rosa, sin duda, para la actualización y puesta a punto <strong>de</strong> la<br />
temática que nos ocupa en América, ha sido el fenómeno <strong>de</strong> la globalización <strong>de</strong><br />
la economía y la interacción cada vez más estrecha <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones en lo que<br />
tiene que ver con <strong>las</strong> relaciones comerciales con la región y con el mundo en<br />
general. La necesidad <strong>de</strong> crear un clima favorable para el comercio y la inversión<br />
fue un factor <strong>de</strong>cisivo en or<strong>de</strong>n a intentar diseñar un marco jurídico propicio para<br />
ello.<br />
Al respecto, cabe tener presente que la América Latina, tradicionalmente, tuvo<br />
una actitud general <strong>de</strong> reticencia, incluso podría hablarse <strong>de</strong> hostilidad, hacia el<br />
arbitraje internacional.<br />
Esa reticencia estuvo basada, entre otras posibles explicaciones, en la doctrina<br />
<strong>de</strong>nominada “Calvo”, <strong>de</strong> tanto arraigo en América, que no permitía a los<br />
inversores extranjeros utilizar el arbitraje internacional, autorizándoles<br />
únicamente acudir a los tribunales <strong>de</strong>l Estado receptor y bajo la legislación local<br />
a efectos <strong>de</strong> obtener una reparación por cualquier violación contractual<br />
suscitada.<br />
También es preciso tener presente que la América a que nos referimos en esta<br />
exposición fue tributaria <strong>de</strong> códigos procesales <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho continental europeo<br />
que regulaban el arbitraje nacional y no el internacional, con fuerte énfasis en los<br />
aspectos formales <strong>de</strong> procedimiento, con gran injerencia <strong>de</strong> la justicia estatal en<br />
todas <strong>las</strong> instancias <strong>de</strong>l proceso arbitral y para rever el laudo, una limitada<br />
autonomía <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes para someter cuestiones a arbitraje y<br />
para convenir el procedimiento arbitral, un diverso número <strong>de</strong> recursos para<br />
impugnar el laudo. Y, a la hora <strong>de</strong> suscitarse un arbitraje internacional, lo que se<br />
hacía, en general, era trasladar y aplicar a éste <strong>las</strong> normas <strong>de</strong>l arbitraje nacional<br />
que, en muchas ocasiones, podrían resultar inapropiadas para esa modalidad <strong>de</strong><br />
solución <strong>de</strong> diferencias.<br />
Ahora bien, el impulso que se dio a la mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong> la legislación <strong>de</strong>l<br />
arbitraje internacional en América estuvo ligado a diversas circunstancias.<br />
37
En primer término, cabe mencionar la ratificación <strong>de</strong> convenios, instrumentos<br />
internacionales y regionales en materia <strong>de</strong>l arbitraje por parte <strong>de</strong> los Estados<br />
latinoamericanos y <strong>de</strong>l Caribe.<br />
En materia <strong>de</strong> tratados internacionales, la mayoría <strong>de</strong> los países americanos<br />
adoptaron la Convención <strong>de</strong> Nueva York <strong>de</strong>l año 1958 sobre reconocimiento y<br />
ejecución <strong>de</strong> sentencias arbitrales, así como la Convención Interamericana <strong>de</strong><br />
Arbitraje Comercial Internacional, conocida como Convención <strong>de</strong> Panamá,<br />
suscrita en el año 1975. El último <strong>de</strong> los países americanos que ratificó la<br />
Convención <strong>de</strong> Nueva York fue Brasil.<br />
Acerca <strong>de</strong> la Convención <strong>de</strong> Nueva York, estimo que todos coincidimos acerca<br />
<strong>de</strong> sus innegables bonda<strong>de</strong>s, en cuanto a que, entre otros aspectos, proporciona<br />
soluciones a<strong>de</strong>cuadas y rápidas para el reconocimiento <strong>de</strong> la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong><br />
acuerdos arbitrales y ejecución <strong>de</strong> laudos, restringiendo los motivos <strong>de</strong><br />
impugnación <strong>de</strong> éstos. Otro tanto entiendo que pue<strong>de</strong> predicarse <strong>de</strong> la<br />
Convención <strong>de</strong> Panamá.<br />
Vale <strong>de</strong>cir que, por la ratificación <strong>de</strong> estas dos convenciones, la mayoría <strong>de</strong> los<br />
países latinoamericanos mejoró consi<strong>de</strong>rablemente el marco regulatorio <strong>de</strong>l<br />
arbitraje internacional.<br />
Pero, a esas convenciones que eran propiamente sobre ejecución y<br />
reconocimiento <strong>de</strong> laudos, se <strong>de</strong>ben sumar <strong>las</strong> ratificaciones <strong>de</strong> otras como, por<br />
ejemplo, el Convenio sobre Arreglo <strong>de</strong> Diferencias Relativas a Inversiones entre<br />
Estados y Nacionales <strong>de</strong> Otros Estados, tratado multilateral celebrado en 1965,<br />
conocido como Convenio <strong>de</strong> Washington, y que fue impulsado por el Banco<br />
Mundial. Éste, en el año 1966, creó, por su parte, el Centro Internacional <strong>de</strong><br />
Arreglo <strong>de</strong> Diferencias Relativas a Inversiones (conocido bajo la sigla española<br />
CIADI e inglesa ICSID).<br />
El Convenio <strong>de</strong> Washington contempla la resolución <strong>de</strong> disputas sobre inversión<br />
extranjera por la vía <strong>de</strong>l arbitraje, y se le adoptó como complemento para<br />
fomentar la inversión extranjera. Este instrumento otorgó al inversor extranjero<br />
un mecanismo más flexible y rápido que el recurso a la justicia ordinaria, a la par<br />
38
que proporcionó un foro neutral y confiable para ambas partes. Debe tenerse<br />
presente que, en general, los inversores, <strong>de</strong> mantener una diferencia con el<br />
Estado <strong>de</strong> la inversión, suelen <strong>de</strong>sconfiar <strong>de</strong> la imparcialidad <strong>de</strong> la justicia <strong>de</strong> ese<br />
Estado, bajo la sospecha que podría inclinarse a favor <strong>de</strong> la posición <strong>de</strong> éste.<br />
Sustraer, por tanto, la controversia <strong>de</strong> los tribunales estatales, confiere a los<br />
inversores una mayor percepción <strong>de</strong> imparcialidad. A la vez, el procedimiento<br />
previsto en el Convenio acuerda al Estado <strong>de</strong> la inversión totales garantías en lo<br />
atinente a la neutralidad <strong>de</strong>l tribunal arbitral.<br />
Hoy son más <strong>de</strong> 15 países americanos que han adherido al Convenio <strong>de</strong><br />
Washington. Sin duda, su influencia ha sido muy importante en América Latina.<br />
El otro acuerdo cuya adopción ha resultado <strong>de</strong> gran relevancia en la práctica<br />
arbitral americana es el Convenio Constitutivo <strong>de</strong>l Organismo Multilateral <strong>de</strong><br />
Garantía <strong>de</strong> Inversiones, conocido bajo la sigla inglesa <strong>de</strong> MIGA (Multilateral<br />
Investment Guarantee Agency). Este Organismo pertenece al grupo <strong>de</strong>l Banco<br />
Mundial y su objeto es apoyar el flujo <strong>de</strong> recursos extranjeros <strong>de</strong> inversión entre<br />
sus países miembros en vías <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo. El mecanismo establece una<br />
garantía o seguro que protege al inversor extranjero <strong>de</strong> ciertos riesgos no<br />
comerciales, como pue<strong>de</strong>n ser, <strong>las</strong> restricciones gubernamentales <strong>de</strong><br />
transferencias <strong>de</strong> moneda; cualquier acción legislativa o cualquier acción u<br />
omisión administrativa atribuible al gobierno receptor que tenga el efecto <strong>de</strong><br />
privar al tenedor <strong>de</strong> una garantía <strong>de</strong> la propiedad o el control <strong>de</strong> su inversión o<br />
<strong>de</strong> un beneficio sustancial <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong> la misma; el rechazo o incumplimiento<br />
por el gobierno receptor <strong>de</strong> un contrato con el tenedor <strong>de</strong> una garantía; guerra y<br />
disturbios civiles. De producirse estos riesgos, entonces, el MIGA paga al<br />
inversor en virtud <strong>de</strong> la cobertura dada por la garantía y se subroga en sus<br />
<strong>de</strong>rechos en contra <strong>de</strong>l Estado receptor <strong>de</strong> la inversión. En tales casos, el MIGA<br />
<strong>de</strong>be resolver sus disputas con el Estado a través <strong>de</strong> negociación, y si no se<br />
alcanza una solución, <strong>de</strong>be acudir al arbitraje sujeto a <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong>l Convenio <strong>de</strong><br />
Washington antes mencionado.<br />
También otros acuerdos <strong>de</strong> ámbito regional y subregional vigentes en América,<br />
como pue<strong>de</strong>n ser los <strong>de</strong>l Mercado Común <strong>de</strong>l Sur (MERCOSUR), Pacto Andino<br />
39
(Acuerdo <strong>de</strong> Cartagena), Tratado <strong>de</strong> Libre Comercio <strong>de</strong> América <strong>de</strong>l Norte<br />
(TLCAN/NAFTA), los múltiples Acuerdos Bilaterales <strong>de</strong> Inversión conocidos<br />
como BITs (Bilateral Investment Treaties) seleccionan al arbitraje como<br />
mecanismo <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> controversias.<br />
Como consecuencia <strong>de</strong> ello, el arbitraje también experimentó un notable<br />
reconocimiento.<br />
Por ejemplo, a nivel <strong>de</strong>l MERCOSUR, existe el Acuerdo sobre Arbitraje<br />
Comercial Internacional, vigente actualmente sólo entre Argentina, Brasil y<br />
Uruguay, ya que Paraguay todavía no lo ratificó. Este Acuerdo contempla <strong>de</strong> un<br />
modo muy favorable al arbitraje a través <strong>de</strong> sus diversas soluciones. Así, se ha<br />
consagrado la autonomía <strong>de</strong> la convención arbitral; en cuanto al acuerdo arbitral<br />
sólo se exige que sea por escrito y, entre ausentes, pue<strong>de</strong> ser por carta y correo<br />
electrónico; el principio kompetenz kompetenz; respecto <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho aplicable<br />
prescribe la elección por <strong>las</strong> partes para solucionar la controversia en base al<br />
<strong>de</strong>recho internacional privado y sus principios, así como al <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l comercio<br />
internacional; en materia <strong>de</strong> nombramiento, recusación y sustitución <strong>de</strong> árbitros<br />
en arbitrajes ad hoc, a falta <strong>de</strong> previsión <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes, se aplican <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong><br />
procedimiento <strong>de</strong> la CIAC; medidas cautelares pue<strong>de</strong>n ser adoptadas <strong>de</strong> oficio o<br />
a petición <strong>de</strong> parte por el tribunal arbitral; y respecto <strong>de</strong> normas supletorias <strong>de</strong><br />
procedimiento se remite a <strong>las</strong> <strong>de</strong> la CIAC y a <strong>las</strong> <strong>de</strong> la Ley Mo<strong>de</strong>lo sobre<br />
Arbitraje Comercial Internacional <strong>de</strong> la CNUDMI.<br />
Me he referido al Acuerdo MERCOSUR porque el arbitraje en el Cono Sur <strong>de</strong><br />
América iba a ser inicialmente el tema <strong>de</strong> mi exposición en la tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> hoy.<br />
Y, al respecto, permítaseme, entonces, hacer un pequeño excursus sobre el<br />
MERCOSUR y, particularmente, <strong>de</strong> su dimensión jurídica.<br />
Me es muy triste expresarlo, hubiera querido dar una buena noticia <strong>de</strong> la región<br />
dón<strong>de</strong> resido, pero no puedo <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> ser sincero, aun fuera <strong>de</strong> fronteras, y<br />
reiterar lo que vengo diciendo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace muchos años atrás en cuanto al<br />
MERCOSUR. En buena medida, el MERCOSUR es un mundo <strong>de</strong> papel que no<br />
se condice con la realidad. En el año 2001 se cumplieron diez años <strong>de</strong> la<br />
40
suscripción, ratificación y vigencia <strong>de</strong>l Tratado <strong>de</strong> Asunción que fue el que<br />
constituyó al Mercado Común <strong>de</strong>l Sur. Con ese motivo, la Cámara Nacional <strong>de</strong><br />
Comercio y Servicios <strong>de</strong>l Uruguay organizó un Ciclo <strong>de</strong> evaluación <strong>de</strong>l<br />
MERCOSUR en la cual me cupo referirme a uno <strong>de</strong> sus temas <strong>de</strong>nominado el<br />
“MERCOSUR Jurídico”. En la exposición que formulé, que se halla publicada en<br />
revistas especializadas <strong>de</strong> ambas márgenes <strong>de</strong>l Río <strong>de</strong> la Plata, abordé la<br />
cuestión <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> la integración vigente en ese espacio<br />
económico. La conclusión que alcancé fue que el MERCOSUR carecía <strong>de</strong><br />
aptitud para realizar el valor seguridad, que no observaba los estándares y<br />
exigencias básicas necesarias para conferir certeza. Ello, por cuanto se advertía<br />
una frecuente alteración <strong>de</strong> la estabilidad jurídica, particularmente, <strong>de</strong> aspectos<br />
fundamentales <strong>de</strong>l marco regulatorio; permanentes apartamientos y violaciones<br />
unilaterales <strong>de</strong> <strong>las</strong> normas convencionales preestablecidas, incurriendo en<br />
arbitrarieda<strong>de</strong>s aplicativas; dictado <strong>de</strong> normas por órganos carentes <strong>de</strong><br />
competencia, incursionando en arbitrarieda<strong>de</strong>s normativas; a la par <strong>de</strong> disponer<br />
<strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> controversias, generalmente evitado por los<br />
Estados, y <strong>de</strong> eficacia limitada en lo atinente, entre otros aspectos, al acceso<br />
directo <strong>de</strong> los agentes económicos privados <strong>de</strong>stinatarios y afectados directos<br />
<strong>de</strong> <strong>las</strong> medidas adoptadas en el bloque.<br />
Dije, finalizando la exposición en esa oportunidad, que: “El estado <strong>de</strong> lo que<br />
organizadores <strong>de</strong> este Ciclo han <strong>de</strong>nominado ‘MERCOSUR Jurídico’ es un<br />
estado <strong>de</strong> certeza negativa, vale <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> seguridad <strong>de</strong> la inseguridad. Cabrá<br />
tener presente que un Derecho sin aptitud para proveer seguridad se<br />
<strong>de</strong>snaturaliza, pier<strong>de</strong> su razón <strong>de</strong> ser; en fin, <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser Derecho. La falta <strong>de</strong><br />
certidumbre, <strong>de</strong> la seguridad <strong>de</strong> orientación, no ambienta, por cierto, un clima<br />
favorable para la inversión. Los inversores reclaman, con razón, competitividad<br />
para localizar sus capitales, incluida la competitividad <strong>de</strong> los sistemas jurídicos<br />
que regirán sus relaciones económicas. En una época <strong>de</strong> tan feroz competencia<br />
<strong>de</strong> los países y los bloques económicos para atraer inversiones, no pue<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>senten<strong>de</strong>rse un aspecto tan trascen<strong>de</strong>nte como es el Derecho para que el<br />
MERCOSUR sea efectivamente, entre otros factores, tierra <strong>de</strong> elección y <strong>de</strong>stino<br />
<strong>de</strong> capitales. Será preciso, entonces, que si existe la voluntad <strong>de</strong> mantener el<br />
41
MERCOSUR, se solucione esa trascen<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>bilidad que ha exhibido su<br />
or<strong>de</strong>namiento jurídico en esta trayectoria <strong>de</strong> diez años”.<br />
Estimo que esa “trascen<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>bilidad” <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>namiento jurídico <strong>de</strong>l<br />
MERCOSUR durante su primera década <strong>de</strong> existencia se ha profundizado aún<br />
más en este lustro que transcurrió <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el año 2001.<br />
Volviendo al curso <strong>de</strong> la exposición, podrá apreciarse que <strong>las</strong> Convenciones que<br />
mencionamos introdujeron una regulación favorable <strong>de</strong>l arbitraje internacional e<br />
hicieron que Estados soberanos ―antes reacios a su utilización, recuér<strong>de</strong>se al<br />
respecto la conclusión mencionada más arriba, contenida en el libro sobre<br />
arbitraje editado por la Cámara <strong>de</strong> Comercio <strong>de</strong> Bogotá, así como el influjo que,<br />
al respecto, tuvo la doctrina Calvo― aceptaran con absoluta normalidad<br />
someterse a este sistema <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> controversias.<br />
No obstante el avance que supuso la incorporación <strong>de</strong> los instrumentos<br />
internacionales indicados en los diversos or<strong>de</strong>namientos jurídicos locales,<br />
persistía una legislación interna ina<strong>de</strong>cuada en materia <strong>de</strong> arbitraje que adolecía<br />
<strong>de</strong> los graves <strong>de</strong>fectos a que nos referimos con antelación.<br />
Es así que, a partir <strong>de</strong>l año 1993, comienza en América un proceso <strong>de</strong> revisión<br />
<strong>de</strong> <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong> arbitraje internacional<br />
Hoy en día son trece países americanos que han mo<strong>de</strong>rnizado sus legislaciones<br />
nacionales sobre arbitraje internacional. En efecto, Bolivia, Brasil, Colombia,<br />
Costa Rica, Chile, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay,<br />
Perú y Venezuela lo han hecho <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el año 1993. El primero en modificar la ley<br />
nacional fue México en el año 1993 y el último fue Chile en el año 2004. Por su<br />
parte, Argentina y Uruguay tienen a consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> sus respectivos<br />
Parlamentos proyectos <strong>de</strong> ley en la materia que todavía no han sido<br />
sancionados.<br />
Este proceso <strong>de</strong> actualización e implementación <strong>de</strong> leyes especiales relativas al<br />
arbitraje internacional no es casual. Ya hemos indicado que la globalización <strong>de</strong> la<br />
economía fue un factor <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nante para que ello aconteciera, a lo que <strong>de</strong>be<br />
42
sumarse el influjo que <strong>de</strong>splegaron al respecto la Ley Mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> la CNUDMI<br />
(UNCITRAL), el Fondo Multilateral <strong>de</strong> Inversiones (FOMIN) y la Comisión<br />
Interamericana <strong>de</strong> Arbitraje Comercial (CIAC).<br />
La Comisión <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional<br />
aprobó la Ley Mo<strong>de</strong>lo sobre arbitraje comercial internacional en junio <strong>de</strong> 1985.<br />
La Nota Explicativa <strong>de</strong> la Secretaría <strong>de</strong> la CNUDMI sobre esta Ley Mo<strong>de</strong>lo<br />
señala que: “...constituye una base sólida y alentadora para la armonización y el<br />
perfeccionamiento <strong>de</strong>seados <strong>de</strong> <strong>las</strong> leyes nacionales. Regula todas <strong>las</strong> etapas<br />
<strong>de</strong>l proceso arbitral, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el acuerdo <strong>de</strong> arbitraje hasta el reconocimiento y la<br />
ejecución <strong>de</strong>l laudo arbitral y refleja un consenso mundial sobre los principios y<br />
aspectos más importantes <strong>de</strong> la práctica <strong>de</strong>l arbitraje internacional. Resulta<br />
aceptable para Estados <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> regiones y para los diferentes<br />
or<strong>de</strong>namientos jurídicos o sistemas económicos <strong>de</strong>l mundo”.<br />
Aña<strong>de</strong> que: “Se adoptó la forma <strong>de</strong> una Ley Mo<strong>de</strong>lo como instrumento <strong>de</strong><br />
armonización y perfeccionamiento dado que consiente a los Estados proce<strong>de</strong>r<br />
con flexibilidad a la preparación <strong>de</strong> nuevas leyes <strong>de</strong> arbitraje. Parece<br />
conveniente atenerse en la mayor medida posible al mo<strong>de</strong>lo, por cuanto ello<br />
constituiría la mejor contribución a la armonización a la que se aspira y<br />
redundaría en interés <strong>de</strong> quienes recurren al arbitraje internacional, que son<br />
fundamentalmente <strong>las</strong> partes extranjeras y sus abogados”.<br />
Esta Ley Mo<strong>de</strong>lo, que recoge soluciones básicas favorables al arbitraje,<br />
consagró principios fundamentales en la materia, como pue<strong>de</strong>n ser el amplio<br />
reconocimiento a la autonomía <strong>de</strong> la voluntad para estructurar el proceso arbitral<br />
y un limitado papel <strong>de</strong> asistencia y control <strong>de</strong> los tribunales nacionales en<br />
aspectos tales como el nombramiento y recusación <strong>de</strong> árbitros, adopción <strong>de</strong><br />
medidas cautelares, producción <strong>de</strong> pruebas, revisión <strong>de</strong> laudos arbitrales.<br />
La Ley Mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> la CNUDMI ha sido el gran referente <strong>de</strong> la nueva legislación<br />
americana y, una <strong>de</strong> la conclusiones <strong>de</strong> Cristián Conejero en el artículo ya citado<br />
es que: “...todas la leyes o proyectos legales <strong>de</strong> países <strong>de</strong>l continente se han<br />
basado en la Ley Mo<strong>de</strong>lo”.<br />
43
Los aspectos en que se observa una mejoría sustancial en la legislación<br />
americana, verda<strong>de</strong>ramente innovadora respecto <strong>de</strong> la anterior, y tributaria <strong>de</strong> la<br />
Ley Mo<strong>de</strong>lo, atañen al reconocimiento <strong>de</strong>l acuerdo o convenio arbitral, <strong>las</strong><br />
faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l tribunal arbitral para <strong>de</strong>cidir acerca <strong>de</strong> su propia competencia, la<br />
asistencia y cooperación judicial en los procesos arbitrales y los mecanismos<br />
para atacar el laudo arbitral.<br />
No podré <strong>de</strong>tenerme ahora en los contenidos propicios al arbitraje <strong>de</strong> los<br />
aspectos señalados a efectos <strong>de</strong> respetar el tiempo que se me ha otorgado para<br />
formular esta exposición.<br />
Otro elemento que impulsó <strong>de</strong>cididamente el arbitraje en América fue el papel<br />
<strong>de</strong>sempeñado por el Fondo Multilateral <strong>de</strong> Inversiones (FOMIN), que es un fondo<br />
que administra el Banco Interamericano <strong>de</strong> Desarrollo (BID) y que está<br />
constituido con recursos aportados por un comité <strong>de</strong> donantes que no<br />
necesariamente son integrantes <strong>de</strong>l BID. Por ejemplo, uno <strong>de</strong> los donantes que<br />
no es parte <strong>de</strong>l BID es Japón.<br />
Ahora bien, cabe preguntarse, ¿por qué el FOMIN y el BID se comprometieron<br />
con el arbitraje en América Latina?.<br />
En América, salvo excepciones como Uruguay por ejemplo, existen problemas<br />
con la justicia estatal. Así, es dable observar una falta <strong>de</strong> confianza bastante<br />
generalizada en los po<strong>de</strong>res judiciales, carencia <strong>de</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia judicial en<br />
algunos países, un grado elevado <strong>de</strong> congestión judicial por el volumen excesivo<br />
<strong>de</strong> casos en la mayoría, y una <strong>de</strong>mora <strong>de</strong> importancia en los procesos judiciales<br />
<strong>de</strong>bida a la sobrecarga <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong> los tribunales estatales y a procedimientos<br />
que pue<strong>de</strong>n durar añares.<br />
En gran medida, para suplir todas esas <strong>de</strong>ficiencias <strong>de</strong> la justicia, con el objeto<br />
<strong>de</strong> permitir un acceso cada vez mayor y eficiente por parte <strong>de</strong> los agentes<br />
económicos, así como <strong>de</strong> la población en general, a la par <strong>de</strong> crear un clima<br />
favorable para la inversión, el FOMIN comenzó en el año 1994 a financiar<br />
activida<strong>de</strong>s relativas a métodos alternativos <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> controversias<br />
(MASC), confiando su gestión y <strong>de</strong>sarrollo al sector privado.<br />
44
El mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>l FOMIN consistió en crear o apoyar centros <strong>de</strong> arbitraje y<br />
mediación que funcionaran <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> cámaras <strong>de</strong> comercio, <strong>las</strong> cuales, al mismo<br />
tiempo, se convertían en unida<strong>de</strong>s ejecutoras <strong>de</strong> los proyectos MASC.<br />
Los logros alcanzados por el FOMIN en la materia fueron <strong>de</strong> mucha importancia<br />
para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los MASC y <strong>de</strong>l arbitraje en particular.<br />
Téngase presente que el FOMIN financió proyectos <strong>de</strong> MASC en diecinueve<br />
países <strong>de</strong> América Latina y el Caribe (Trinidad y Tobago y Haití), con una<br />
inversión global <strong>de</strong> U$S 23.000.000. Esto significa que cubrió un 75% <strong>de</strong> los<br />
países <strong>de</strong> la región, incluidos los gran<strong>de</strong>s como son Argentina, Brasil, Colombia,<br />
México, Venezuela, entre otros.<br />
Los proyectos que recibieron asistencia financiera <strong>de</strong>l FOMIN consiguieron<br />
múltiples metas, según dan cuenta documentos emanados <strong>de</strong> ese Fondo:<br />
realización <strong>de</strong> 2.200 cursos <strong>de</strong> entrenamiento y capacitación en MASC en los<br />
que participaron más <strong>de</strong> 250.000 profesionales; creación y/o fortalecimiento <strong>de</strong><br />
aproximadamente 230 centros <strong>de</strong> arbitraje y mediación; <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una red <strong>de</strong><br />
centros <strong>de</strong> MASC.<br />
A la vez, a través <strong>de</strong> esos proyectos FOMIN, se logró instalar el uso <strong>de</strong> MASC<br />
para fines comerciales en la región; se perfeccionó el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> arbitraje<br />
comercial; se propició mo<strong>de</strong>rnizar y armonizar la legislación arbitral en América y<br />
la ratificación <strong>de</strong> los tratados internacionales en la materia; se incorporó<br />
tecnología <strong>de</strong> última generación para administrar y gestionar <strong>las</strong> instituciones<br />
arbitrales; se formaron recursos humanos especializados, entrenándose a miles<br />
<strong>de</strong> árbitros, mediadores y formadores; se ejerció un impacto <strong>de</strong> relevancia en los<br />
estudios <strong>de</strong> <strong>las</strong> Faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Derecho, incluyendo los MASC en los programas<br />
curriculares.<br />
Y, a<strong>de</strong>más, otra institución que ha hecho sentir su influencia para el <strong>de</strong>sarrollo<br />
<strong>de</strong>l arbitraje en América ha sido la Comisión Interamericana <strong>de</strong> Arbitraje<br />
Comercial.<br />
45
Esta Comisión, nacida en el ámbito <strong>de</strong> la Organización <strong>de</strong> Estados Americanos<br />
en el año 1936, tiene como objetivo y fines: establecer y mantener un sistema <strong>de</strong><br />
MASC <strong>de</strong> carácter comercial; fomentar el conocimiento y difusión <strong>de</strong> los MASC<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los países que la integran; promover la a<strong>de</strong>cuada interpretación y<br />
aplicación <strong>de</strong> la Convención <strong>de</strong> Panamá <strong>de</strong> 1975; y cumplir con <strong>las</strong> funciones<br />
que los Tratados Internacionales y <strong>las</strong> leyes le atribuyan.<br />
La Comisión dispone <strong>de</strong> secciones nacionales y asociadas en todos los países<br />
que la integran que, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> los americanos, incluye a España; como<br />
institución arbitral administra casos; realiza dos veces por año una Conferencia<br />
sobre Arbitraje Comercial Internacional en <strong>las</strong> diferentes naciones que la<br />
componen; realiza cursos <strong>de</strong> capacitación en MASC, entre otras activida<strong>de</strong>s.<br />
Por su parte, el reglamento <strong>de</strong> arbitraje <strong>de</strong> la CIAC tiene particular importancia<br />
en el sistema interamericano. Su significación <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> la circunstancia que la<br />
Convención Interamericana sobre Arbitraje Comercial, suscrita en Panamá el 30<br />
<strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1975, dispone en su artículo 3° que: “A falta <strong>de</strong> acuerdo expreso<br />
entre <strong>las</strong> partes el arbitraje se llevará cabo conforme a <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong><br />
procedimiento <strong>de</strong> la Comisión Interamericana <strong>de</strong> Arbitraje Comercial”. Vale <strong>de</strong>cir<br />
que el reglamento <strong>de</strong> arbitraje <strong>de</strong> la CIAC sustituye la aplicación <strong>de</strong> los principios<br />
y normas propios <strong>de</strong> los países signatarios <strong>de</strong> la referida Convención,<br />
habiéndose <strong>de</strong>legado en la CIAC la facultad <strong>de</strong> regular el procedimiento arbitral<br />
supletorio que <strong>de</strong>ben adoptar <strong>las</strong> partes en caso <strong>de</strong> silencio al respecto.<br />
Los países americanos que ratificaron hasta ahora la Convención <strong>de</strong> Panamá <strong>de</strong><br />
1975 son los siguientes: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica,<br />
Ecuador, El Salvador, Estados Unidos <strong>de</strong> América, Guatemala, Honduras,<br />
México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.<br />
Finalmente, para cumplir estrictamente con la media hora asignada para esta<br />
disertación, llego entonces a <strong>las</strong> siguientes conclusiones:<br />
1. América ha efectuado en un brevísimo lapso, en términos históricos, el<br />
tránsito <strong>de</strong> la enemistad a la amistad respecto <strong>de</strong>l instituto arbitral.<br />
Raymond Aron <strong>de</strong>cía que lo importante en la vida era la orientación y no la<br />
46
velocidad. En el mundo que vivimos hoy, <strong>de</strong> alta competitividad, la<br />
velocidad resulta tan importante como la orientación. Estimo que estos dos<br />
aspectos se han conjuntado en América y que, en un corto período <strong>de</strong> sólo<br />
14 años, se ha logrado conformar un ambiente favorable al arbitraje.<br />
2. Las causas que removieron la hostilidad y los obstáculos existentes en<br />
América en materia <strong>de</strong> arbitraje internacional radicaron en el<br />
reconocimiento <strong>de</strong>l fenómeno <strong>de</strong> la globalización <strong>de</strong> la economía y en los<br />
mayores flujos comerciales, que exigen métodos ágiles y confiables, como<br />
el arbitraje, para la solución <strong>de</strong> controversias. La ratificación <strong>de</strong><br />
instrumentos internacionales sobre arbitraje; la influencia <strong>de</strong> la Ley Mo<strong>de</strong>lo<br />
<strong>de</strong> la CNUDMI en la mo<strong>de</strong>rnización y mejoramiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> legislaciones<br />
nacionales; el papel <strong>de</strong> instituciones como el FOMIN y la CIAC, han tenido<br />
una enorme gravitación en el estado actual <strong>de</strong> la normativa arbitral en<br />
América, caracterizada por un alto grado <strong>de</strong> homogeneidad común y por la<br />
adopción <strong>de</strong> principios básicos que consultan y respetan la conciencia<br />
jurídica universal.<br />
3. Los países americanos, en su gran mayoría, han aumentado, ahora sí, sus<br />
posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ser centros internacionales <strong>de</strong> arbitrajes.<br />
4. En suma, América tien<strong>de</strong> a la consolidación, en términos generales, <strong>de</strong> un<br />
instituto como el arbitraje, instituto que respeta la auto<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la<br />
persona y la autonomía <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes en pos <strong>de</strong> alcanzar<br />
una solución a<strong>de</strong>cuada y mutuamente satisfactoria a la hora <strong>de</strong> zanjar <strong>las</strong><br />
diferencias que les atañen. De ello, nos complacemos muy vivamente.<br />
Sólo me resta agra<strong>de</strong>cer la atención prestada.<br />
47
II.3 Pedro Martínez Fraga<br />
ESPAÑA COMO CENTRO ARBITRAL PARA IBEROAMERICA<br />
España ya tiene su nueva ley <strong>de</strong> arbitraje comercial. En efecto, España ha<br />
promulgado la Ley 60/2003 y con ella mo<strong>de</strong>rnizó su legislación en materia<br />
arbitral comercial. Esta legislación pone a España a la cabeza, al menos <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
el punto legislativo, <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones en este campo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> tanto auge.<br />
La ley anterior, en vigencia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1998, cumplió su cometido y ahora ha dado<br />
paso a un nuevo cuerpo normativo, <strong>de</strong> los más mo<strong>de</strong>rnas <strong>de</strong>l mundo. Cómo se<br />
propondrá en esta ponencia, la adopción <strong>de</strong> un estatuto arbitral es uno <strong>de</strong> los<br />
elementos fundamentales, más no el único, que hacen atractivo a España como<br />
centro arbitral para Iberoamerica. A su vez, la adopción <strong>de</strong> esta ley mo<strong>de</strong>rna<br />
representa un reto para practicantes, empresarios y jueces en la búsqueda <strong>de</strong> un<br />
sistema a<strong>de</strong>cuado <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong> disputas internacionales en España.<br />
España es el principal inversor en Latinoamérica y comparte, con contadas<br />
excepciones, el idioma y la cultura <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones americanas. A<strong>de</strong>más,<br />
España es puente geográfico entre Europa e Iberoamerica. Es simplemente<br />
lógico que España tenga un interés básico en servir como epicentro <strong>de</strong>l arbitraje<br />
en la región.<br />
A) La Importancia <strong>de</strong> la Se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje<br />
Una <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones más importantes que <strong>las</strong> partes <strong>de</strong>ben tomar al<br />
redactar una cláusula arbitral contenida en una transacción internacional<br />
es el lugar don<strong>de</strong> se va a celebrar el mismo. Por lugar <strong>de</strong>l arbitraje es<br />
importante resaltar que nos referimos a la se<strong>de</strong> jurídica <strong>de</strong>l arbitraje, no al<br />
sitio don<strong>de</strong> se van a llevar acabo <strong>las</strong> audiencias. Mientras que los árbitros<br />
pue<strong>de</strong>n acordar celebrar audiencias en cualquier lugar, la se<strong>de</strong> jurídica<br />
<strong>de</strong>termina en gran medida el régimen jurídico aplicable al arbitraje o lex<br />
arbitri. Asimismo, no <strong>de</strong>be confundirse la lex arbitri con la normativa<br />
aplicable al procedimiento interno <strong>de</strong>l arbitraje la cual se <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> arbitraje adoptadas por <strong>las</strong> partes. El régimen jurídico <strong>de</strong>l<br />
arbitraje va a <strong>de</strong>linear la interacción entre tribunales locales y el arbitraje.<br />
49
El aspecto primordial que van a va a indicar si una <strong>de</strong>terminada ciudad es<br />
a<strong>de</strong>cuada para servir como lugar <strong>de</strong>l arbitraje es la naturaleza y alcance<br />
<strong>de</strong>l control judicial <strong>de</strong>l arbitraje por parte <strong>de</strong> los tribunales <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong>l<br />
mismo. 1<br />
La importancia <strong>de</strong> la se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l arbitraje es evi<strong>de</strong>nte. Veremos a<br />
continuación que aspectos <strong>de</strong>l arbitraje pue<strong>de</strong>n ser influenciados por la ley<br />
<strong>de</strong> la se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l arbitraje.<br />
En primer lugar, es la ley <strong>de</strong> la se<strong>de</strong> arbitral la que <strong>de</strong>termina<br />
fundamentalmente el reconocimiento y la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l compromiso arbitral.<br />
En caso <strong>de</strong> que una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes <strong>de</strong>l arbitraje no quiera impugnar el<br />
compromiso arbitral, su mejor alternativa es acudir a los tribunales don<strong>de</strong><br />
se pactó celebrar el arbitraje y obtener un <strong>de</strong>cisión que establezca que la<br />
parte está vinculada por ese compromiso. En este caso, será la ley <strong>de</strong><br />
este lugar la que <strong>de</strong>fina si los árbitros tienen la facultad para <strong>de</strong>cidir sobre<br />
su propia jurisdicción y la vali<strong>de</strong>z y alcance <strong>de</strong> la cláusula arbitral.<br />
En segundo lugar, la ley <strong>de</strong> la se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l arbitraje pue<strong>de</strong> influenciar lo<br />
concerniente al nombramiento y recusación <strong>de</strong> los árbitros. Este es un<br />
aspecto sobre el cual los tribunales se <strong>de</strong>berían abstener <strong>de</strong> intervenir,<br />
especialmente en el caso <strong>de</strong>l arbitraje institucional don<strong>de</strong> <strong>de</strong>be ser el<br />
centro <strong>de</strong> arbitraje <strong>de</strong>signado por la cláusula arbitral quien <strong>de</strong>cida sobre el<br />
nombramiento y la recusación <strong>de</strong> árbitros. Sin embargo, algunos países<br />
pue<strong>de</strong>n consi<strong>de</strong>rar el nombramiento y recusación <strong>de</strong> árbitros como un<br />
asunto <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n público. De hecho, el artículo 13(3) <strong>de</strong> la Ley Mo<strong>de</strong>lo<br />
UNCITRAL prevé que una parte que no ha podido recusar exitosamente a<br />
un árbitro pueda recurrir a los tribunales locales. La Ley 60/2003 (artículo<br />
18(3)) se alejó <strong>de</strong> esta solución y estableció que la parte pue<strong>de</strong> atacar el<br />
nombramiento y la negación <strong>de</strong> la recusación sólo al momento <strong>de</strong><br />
impugnar el laudo arbitral <strong>de</strong>finitivo.<br />
1 Ver por ejemplo Auto <strong>de</strong> Juzgado <strong>de</strong> Primera Instancia <strong>de</strong> Madrid <strong>de</strong> fecha 28/6/1999<br />
50
En tercer lugar, y cómo ya se a<strong>de</strong>lantó, la ley <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong> arbitraje dibujará<br />
la relación entre el tribunal arbitral y los tribunales ordinarios locales. Por<br />
un lado, esta relación pue<strong>de</strong> resultar muy beneficiosa para el arbitraje si los<br />
tribunales locales mantienen una actitud <strong>de</strong> asistencia activa hacia el<br />
arbitraje. Esta asistencia judicial al arbitraje se pue<strong>de</strong> traducir en la<br />
ejecución <strong>de</strong> medidas preventivas dictadas por los árbitros o la asistencia<br />
para evacuar pruebas solicitadas por los árbitros. A título <strong>de</strong> ejemplo, la<br />
legislación fe<strong>de</strong>ral estadouni<strong>de</strong>nse le otorga al árbitro el po<strong>de</strong>r para citar a<br />
una persona a que <strong>de</strong>clare como testigo en el arbitraje. Si la persona se<br />
niega a comparecer, el árbitro pue<strong>de</strong> pedirle a una corte fe<strong>de</strong>ral que<br />
obligue a la persona testificar.<br />
En cuarto lugar, la ley <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong>l arbitraje tendrá un impacto sobre la<br />
existencia o no <strong>de</strong> ciertos privilegios procesales o sustantivos (tal cómo el<br />
privilegio abogado-cliente) que protegen la divulgación <strong>de</strong> documentos en<br />
un proceso judicial.<br />
En quinto lugar, la ley <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong> arbitral tendrá una influencia importante<br />
(o <strong>de</strong>terminante en el caso <strong>de</strong> un arbitraje ad hoc) en la escogencia <strong>de</strong><br />
aquella normas supletorias que se utilicen en cuanto a la conducta interna<br />
<strong>de</strong>l procedimiento arbitral.<br />
En sexto lugar, la ley <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong>l arbitraje tendrá un rol protagónico en los<br />
recursos disponibles para impugnar el laudo arbitral. Existe el principio <strong>de</strong><br />
que <strong>las</strong> partes al escoger la se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l arbitraje están implícitamente<br />
escogiendo esa jurisdicción a los fines <strong>de</strong> cualquier recurso contra el laudo<br />
arbitral. De acuerdo con el artículo V, literal e, <strong>de</strong> la Convención <strong>de</strong> Nueva<br />
York, los tribunales <strong>de</strong>l lugar don<strong>de</strong> se celebró el arbitraje tienen la<br />
responsabilidad principal para confirmar el laudo arbitral. En vista <strong>de</strong> esta<br />
atribución, <strong>las</strong> partes <strong>de</strong>berán prestar especial atención a los<br />
procedimientos locales para impugnar un laudo arbitral <strong>de</strong> la se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l<br />
(autorizando medidas preventivas en auxilio <strong>de</strong> un arbitraje foráneo);<br />
51
arbitraje, incluyendo los lapsos <strong>de</strong> caducidad para tal efecto. También <strong>las</strong><br />
partes <strong>de</strong>berán prestar atención aquel<strong>las</strong> normas <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n público cuya<br />
violación pue<strong>de</strong> causar la nulidad <strong>de</strong>l laudo en tu etapa <strong>de</strong> impugnación.<br />
B) Aspectos <strong>de</strong> Determinan la Idoneidad <strong>de</strong> la Se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje<br />
Significativamente, la Notas para la Organización <strong>de</strong> Procedimientos<br />
Arbitrales publicadas por UNCITRAL 2 señalan cinco factores claves que<br />
influyen en la escogencia <strong>de</strong> una se<strong>de</strong> idónea para celebrar un<br />
procedimiento arbitral:<br />
1. El <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la legislación <strong>de</strong> arbitraje comercial <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong>l<br />
arbitraje;<br />
2. La existencia <strong>de</strong> un tratado bilateral o multilateral para el<br />
reconocimiento y ejecución <strong>de</strong> laudos arbitrales;<br />
3. La conveniencia logística para <strong>las</strong> partes y los árbitros;<br />
4. La disponibilidad y el coste <strong>de</strong> los servicios <strong>de</strong> soporte; y<br />
5. La ubicación <strong>de</strong> la materia objeto <strong>de</strong>l arbitraje y la proximididad <strong>de</strong> los<br />
medios <strong>de</strong> prueba al lugar <strong>de</strong>l arbitraje.<br />
Sin lugar a dudas, el aspecto más importante <strong>de</strong> estos cinco factores es el<br />
relativo a la existencia <strong>de</strong> un acuerdo sobre el reconocimiento y ejecución<br />
<strong>de</strong> laudos arbitrales. El rotundo éxito <strong>de</strong> la Convención <strong>de</strong> Nueva York, sin<br />
embargo, ha limitado la relevancia <strong>de</strong> este factor en vista que la mayoría<br />
<strong>de</strong> naciones envueltas en el tráfico internacional han adoptado este<br />
importante tratado internacional.<br />
Con base en lo anterior, creemos que el factor fundamental para<br />
<strong>de</strong>terminar el lugar <strong>de</strong> celebración es el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la legislación interna<br />
2 Ver Introducción a <strong>las</strong> Notas, parágrafo 23.<br />
52
sobre arbitraje comercial <strong>de</strong>l país don<strong>de</strong> se plantea celebrar el arbitraje.<br />
Los otros tres factores, aunque importantes, son <strong>de</strong> carácter práctico y no<br />
<strong>de</strong>berían ser los <strong>de</strong>terminantes para realizar la escogencia <strong>de</strong> la se<strong>de</strong><br />
arbitral.<br />
¿Tiene España una legislación <strong>de</strong>sarrollada en materia arbitral? Esta<br />
consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>be analizarse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> dos puntos <strong>de</strong> vista. Uno, es el<br />
estado actual <strong>de</strong> la legislación española en materia arbitral. El otro, la<br />
actitud <strong>de</strong> sus tribunales hacia el arbitraje comercial.<br />
En cuanto al primer aspecto, España cuenta con la reciente Ley 60/2003,<br />
<strong>de</strong> 23 <strong>de</strong> diciembre, <strong>de</strong> Arbitraje. Esta ley sigue el Ley Mo<strong>de</strong>lo sobre<br />
Arbitraje Comercial <strong>de</strong> UNCITRAL <strong>de</strong> 1985 y es un instrumento idóneo <strong>de</strong>l<br />
cual partir para establecer un sistema legal óptimo <strong>de</strong> arbitraje comercial.<br />
La nueva ley substituye a la Ley 36/1988 la cual, aunque un innegable<br />
aporte a la práctica arbitral, ya empezaba a manifestarse obsoleta. Con la<br />
ley 60/2003 España presenta una legislación uniforme con aquel<strong>las</strong><br />
naciones que también has adoptado legislación basada en la Ley Mo<strong>de</strong>lo.<br />
A su vez, España es parte, no solamente <strong>de</strong> la Convención <strong>de</strong> Nueva York,<br />
sino <strong>de</strong>l Convenio europeo sobre arbitraje comercial internacional <strong>de</strong> 1961.<br />
El andamiaje básico esta ahí. Lo que queda es fomentar una aplicación<br />
mo<strong>de</strong>rna y coherente <strong>de</strong> la legislación.<br />
En cuanto al segundo aspecto, los tribunales españoles tienen la<br />
responsabilidad primordial <strong>de</strong> que España sea percibida como un centro<br />
arbitral idóneo, que pueda estar a la par <strong>de</strong> Nueva York, Miami, Paris o<br />
Londres. Especialmente, España tiene el potencial <strong>de</strong> convertirse en el<br />
centro arbitral más relevante para Iberoamerica. La i<strong>de</strong>ntidad con<br />
Latinoamérica en el lenguaje, cultura e historia <strong>de</strong> sus instituciones legales<br />
hacen <strong>de</strong> España un lugar perfecto para que empresarios<br />
latinoamericanos, europeos y <strong>de</strong> otras regiones resuelvan sus disputas.<br />
Más importante aún, sin embargo, es el apoyo incondicional <strong>de</strong> los<br />
tribunales españoles a la autonomía <strong>de</strong>l procedimiento arbitral.<br />
53
Sería ilustrativo citar algunos ejemplos <strong>de</strong> problemas graves que se<br />
presentan actualmente en el arbitraje comercial <strong>de</strong> países<br />
latinoamericanos. Estas dificulta<strong>de</strong>s se han creado por un excesivo celo<br />
judicial <strong>de</strong> los tribunales locales hacia el arbitraje comercial. Actitu<strong>de</strong>s<br />
cómo <strong>las</strong> que <strong>de</strong>scribiré a continuación han ocasionado que <strong>las</strong> principales<br />
ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> esos países no sean recomendables para ser <strong>de</strong>signados<br />
como se<strong>de</strong> arbitral. De hecho, son estas actitu<strong>de</strong>s <strong>las</strong> que presentan una<br />
oportunidad para Madrid para ofrecerse cómo un centro arbitral confiable,<br />
seguro, mo<strong>de</strong>rno y eficaz<br />
El primer ejemplo es el <strong>de</strong> Argentina. El Código Nacional <strong>de</strong><br />
Procedimiento Civil y Comercial <strong>de</strong> Argentina requiere la celebración <strong>de</strong> un<br />
<strong>de</strong>nominado “compromiso” para que el acuerdo arbitral sea efectivo y<br />
ejecutable. Los tribunales argentinos han interpretado este requerimiento<br />
<strong>de</strong>l “compromiso” como extensivo a arbitrajes internacionales no obstante<br />
la vigencia <strong>de</strong> la Convención <strong>de</strong> Nueva York en Argentina. La<br />
consecuencia <strong>de</strong> esta posición es que todos los aspectos vinculados con el<br />
establecimiento <strong>de</strong>l tribunal arbitral, incluyendo al <strong>de</strong>signación <strong>de</strong> los<br />
árbitros y la <strong>de</strong>limitación <strong>de</strong> <strong>las</strong> materias a ser resultas por éstos, están<br />
sujetas al control <strong>de</strong> un tribunal ordinario argentino.<br />
En el caso Ecofisa, 3 por ejemplo, la Corte Internacional <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong> la<br />
ICC había aprobado el acta <strong>de</strong> misión <strong>de</strong> un arbitraje a celebrarse en<br />
Buenos Aires entre partes argentinas. Una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes objetó la<br />
arbitrabilidad <strong>de</strong> algunos aspectos sometidos al arbitraje lo que, <strong>de</strong><br />
acuerdo con la legislación argentina, <strong>de</strong>bió ser resuelto <strong>de</strong> forma exclusiva<br />
por el tribunal ordinario.<br />
En una <strong>de</strong>cisión aún más reciente, Entidad Binacional Yaciretá, <strong>las</strong> partes<br />
eran una entidad formada por los gobiernos <strong>de</strong> Paraguay y Argentina y un<br />
3 Pérez Companc SA y Bridas SA v. Ecofisa y Petrofisa SA, reportado por Horacio Grigera<br />
Naón, en Arbitration and Latin America Progress and Setbacks, 2004 Freshfield Lectures,<br />
Arbitration International, Vol. 21, No. 2 (2005).<br />
54
consorcio con intereses franceses e italianos. Las partes habían acordado<br />
resolver sus disputas mediante arbitraje sujeto a <strong>las</strong> Reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> Arbitraje<br />
CCI. La entidad binacional se negó a firmar el acta <strong>de</strong> misión. Al igual que<br />
en Ecofisa, el tribunal argentino consi<strong>de</strong>ró que el acta <strong>de</strong> misión equivalía a<br />
un “compromiso” sujeto a aprobación judicial. En vista <strong>de</strong> que una <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
partes era una empresa <strong>de</strong> carácter público, el tribunal or<strong>de</strong>nó la<br />
suspensión <strong>de</strong>l arbitraje hasta que el tribunal fe<strong>de</strong>ral <strong>de</strong> Argentina<br />
<strong>de</strong>cidiese la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l acta <strong>de</strong> misión.<br />
Esta actitud <strong>de</strong> los tribunales argentinos han mermado la habilidad <strong>de</strong><br />
Buenos Aires para atraer arbitrajes a su territorio.<br />
El segundo ejemplo es el <strong>de</strong> Colombia. En el caso Termorio, el Consejo<br />
<strong>de</strong> Estado <strong>de</strong> Colombia anuló un laudo arbitral emitido bajo los auspicios<br />
<strong>de</strong> la CCI. El caso se originó <strong>de</strong> la construcción <strong>de</strong> una central eléctrica en<br />
Colombia. Pese a que el único accionista <strong>de</strong> una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes era una<br />
empresa extranjera, el Consejo <strong>de</strong> Estado consi<strong>de</strong>ró que el arbitraje era<br />
interno y que la CCI sólo podía administrar arbitrajes internacionales por<br />
cuanto no figuraba en la lista <strong>de</strong> centros arbitrales autorizados por el<br />
ejecutivo colombiano. Por lo tanto, el arbitraje fue <strong>de</strong>clarado nulo. En<br />
pocas palabras, el Consejo <strong>de</strong> Estado anuló un laudo arbitral por motivo <strong>de</strong><br />
una alegada violación <strong>de</strong> un elemento inci<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong>l acuerdo cómo lo es el<br />
procedimiento arbitral.<br />
Los tribunales <strong>de</strong> Colombia también han tenido dificulta<strong>de</strong>s para reconocer<br />
laudos parciales relativos a la jurisdicción <strong>de</strong>l panel arbitral. En el caso<br />
Merck, la Corte Suprema <strong>de</strong> Colombia permitió que se tramitaran dos<br />
arbitrajes paralelos, no obstante la existencia <strong>de</strong> una cláusula arbitral que<br />
claramente indicaba que el arbitraje <strong>de</strong>bía proce<strong>de</strong>r en los Estados Unidos<br />
y una <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> los árbitros or<strong>de</strong>nado que se paralizase el arbitraje<br />
incoado en Bogota. Más indignante aún fue el hecho <strong>de</strong> que la Corte<br />
Suprema, una vez que la parte victoriosa en el arbitraje en EE.UU. intentó<br />
ejecutar el laudo en Colombia, autorizó a que la otra parte obtuviese<br />
acceso a los archivos <strong>de</strong> la otra para obtener documentos que ayudasen a<br />
55
<strong>de</strong>terminar la voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes <strong>de</strong> someter la disputa a arbitraje. La<br />
parte afectada por la medida <strong>de</strong> la Corte Suprema <strong>de</strong>cidió transar el caso<br />
antes <strong>de</strong> permitir tal intromisión en sus archivos.<br />
Aunque el Consejo <strong>de</strong> Estado colombiano ha dictado nuevas <strong>de</strong>cisiones<br />
corrigiendo errores pasados (ver el caso Drummond), <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong><br />
tribunales inferiores colombianos también han creado inseguridad entre los<br />
inversionistas en relación a la resolución <strong>de</strong> disputas.<br />
El último ejemplo que quiero citar es el caso <strong>de</strong> Venezuela. En razón <strong>de</strong><br />
una serie <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> los tribunales venezolanos se ha establecido el<br />
po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> los tribunales arbitrales para <strong>de</strong>cidir sobre la jurisdicción <strong>de</strong> los<br />
árbitros. Aunado a esto, los tribunales venezolanos han permitido el uso<br />
<strong>de</strong>l recurso <strong>de</strong> amparo constitucional, en el que el recurrente pi<strong>de</strong> una<br />
medida preventiva provisional fundamentada en la violación <strong>de</strong> un <strong>de</strong>recho<br />
constitucional, para suspen<strong>de</strong>r el procedimiento arbitral.<br />
Por ejemplo en el caso Four Seasons, los tribunales venezolanos<br />
admitieron una serie <strong>de</strong> estos amparos constitucionales contra un arbitraje<br />
en Miami que implicaron la aceptación <strong>de</strong> acciones judiciales en Venezuela<br />
en contravención <strong>de</strong>l compromiso arbitral. Más grave aún es que la Corte<br />
Suprema <strong>de</strong> Venezuela indicó que un laudo arbitral extranjero no pue<strong>de</strong><br />
ser reconocido en Venezuela si existe una acción ante los tribunales<br />
locales interpuesta antes <strong>de</strong> que sea dictado el laudo arbitral. Finalmente,<br />
los tribunales venezolanos llegaron hasta el extremo <strong>de</strong> dictar un auto<br />
prohibiendo a los árbitros <strong>de</strong> tramitar el arbitraje y amenazándoles con<br />
cárcel <strong>de</strong> así hacerlo. Esta amenaza obligó a que el árbitro venezolano<br />
tuviese que renunciar a su cargo.<br />
Jurispru<strong>de</strong>ncia similar se pue<strong>de</strong> encontrar en Panamá, Brasil, y México. Es<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>stacar que todos estos países han adoptado legislación basada en la<br />
ley Mo<strong>de</strong>lo UNCITRAL. En un reciente taller sobre arbitraje en<br />
Latinoamérica organizado por la CCI, los expositores fueron muy claros en<br />
no recomendar la escogencia <strong>de</strong> ciuda<strong>de</strong>s cómo Buenos Aires, Caracas o<br />
56
Ciudad <strong>de</strong> México como lugar <strong>de</strong>l arbitraje. Aunque es frustrante observar<br />
una renuencia <strong>de</strong> ciertos tribunales latinoamericanos para aceptar el<br />
arbitraje comercial cómo medio <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong> disputas, es evi<strong>de</strong>nte que<br />
España tiene la oportunidad <strong>de</strong> suplir este vacío <strong>de</strong> se<strong>de</strong>s arbitrales en<br />
Iberoamerica que ofrecen seguridad jurídica a los comerciantes.<br />
C) Consi<strong>de</strong>raciones que Favorecen a España como Se<strong>de</strong> Arbitral<br />
Más allá <strong>de</strong> su mo<strong>de</strong>rna legislación interna sobre arbitraje y <strong>de</strong> su atractivo<br />
en vista <strong>de</strong> la inseguridad jurídica surgida en Latinoamérica por el recelo<br />
todavía existente <strong>de</strong> los tribunales locales hacia el arbitraje comercial, el<br />
sistema jurídico español ofrece otras ventajas que la ponen en una<br />
situación envidiable como se<strong>de</strong> arbitral.<br />
Des<strong>de</strong> 1991, España es parte <strong>de</strong> la Comunidad Europea. La afiliación <strong>de</strong><br />
España ha implicado la adopción <strong>de</strong> un complejo régimen <strong>de</strong> normas<br />
comunitarias en materia <strong>de</strong> Derecho Internacional Privado, tales como el<br />
Convenio <strong>de</strong> Bruse<strong>las</strong> sobre competencia judicial y ejecución <strong>de</strong><br />
resoluciones judiciales en materia civil y mercantil (substituido<br />
recientemente por el Reglamento “Bruse<strong>las</strong> I”) y el Convenio <strong>de</strong> Roma<br />
sobre el <strong>de</strong>recho aplicable a la obligaciones civiles. Los tribunales<br />
españoles han adquirido una invaluable experiencia en materia <strong>de</strong> Derecho<br />
Internacional Privado comunitario. Este roce <strong>de</strong> los tribunales españoles<br />
con transacciones internacionales les pone en situación inmejorable para<br />
resolver problemas ligados al arbitraje comercial internacional.<br />
La jurispru<strong>de</strong>ncia española <strong>de</strong>finitivamente es favorable al arbitraje español<br />
internacional. Esta actitud positiva <strong>de</strong> los tribunales hacia el arbitraje<br />
comercial no surge a partir <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong> 2003. Al contrario, la<br />
jurispru<strong>de</strong>ncia española previa a la nueva ley estaba conciente <strong>de</strong> la<br />
importancia <strong>de</strong>l arbitraje comercial como instrumento para promover el<br />
comercio internacional. Adicionalmente, es también relevante el hecho <strong>de</strong><br />
que la jurispru<strong>de</strong>ncia sobre arbitraje comercial <strong>de</strong> los tribunales españoles<br />
57
es fácilmente asequible para árbitros y consejeros, lo que no ocurre en<br />
muchas naciones latinoamericanas.<br />
Otro aspecto resaltante <strong>de</strong>l arbitraje comercial español es la proliferación<br />
<strong>de</strong> cortes arbitrales por toda España que presentan <strong>distintas</strong> alternativas<br />
<strong>de</strong> servicios a comerciantes y abogados. Entre estas cortes o centros <strong>de</strong><br />
arbitraje se encuentran la Corte Civil y Mercantil <strong>de</strong> Arbitraje, la Corte<br />
<strong>Español</strong>a <strong>de</strong> Arbitraje, y la Corte <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong> Madrid.<br />
D) Conclusión<br />
La adopción <strong>de</strong> la Ley 60/2003 representa un importante avance en la<br />
evolución <strong>de</strong>l arbitraje comercial en España. España tiene todos <strong>las</strong><br />
factores a su favor para <strong>de</strong>sarrollarse en un centro arbitral fundamental<br />
para resolver disputas entre multinacionales europeas y empresas<br />
latinoamericanas. No sólo la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> lenguaje y <strong>de</strong> cultura sino la<br />
madurez <strong>de</strong> sus tribunales dan a España una posición estratégica. Las<br />
tribunales españoles, sin embargo, <strong>de</strong>ben tomar conciencia <strong>de</strong> los<br />
problemas que han surgido en Latinoamérica cuando los tribunales locales<br />
practican un celo excesivo sobre <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> paneles arbitrales.<br />
España tiene el reto <strong>de</strong> fortalecer su práctica arbitral con una<br />
jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> sus tribunales que sea coherente, pre<strong>de</strong>cible y<br />
promueva, en vez, <strong>de</strong> entorpecer al arbitraje comercial.<br />
58
III. LA GRAN EMPRESA ANTE EL<br />
ARBITRAJE<br />
o Mo<strong>de</strong>rador: D. Antonio Hierro, Tesorero <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje y Director<br />
General <strong>de</strong> Cuatrecasas<br />
o D. Juan Guitard, Director General y Vicesecretario General y <strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong>l<br />
Santan<strong>de</strong>r Central Hispano<br />
o D. Rui Mayer, Secretario General <strong>de</strong> Galp Energía<br />
o D. José Luis <strong>de</strong>l Valle, Consejero Secretario General <strong>de</strong> ACS<br />
o D. Juan Pelegrí, Secretario <strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong> Administración <strong>de</strong> CEMEX España<br />
59
III.1 Juan Guitard<br />
Lo que se nos pidió fue que aportáramos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> nuestras<br />
instituciones, la experiencia práctica <strong>de</strong> nuestra relación con el arbitraje y, en<br />
particular, <strong>las</strong> razones que nos llevan a elegir esa vía <strong>de</strong> solución <strong>de</strong><br />
controversias.<br />
Esta experiencia nos dice que, en <strong>de</strong>finitiva, hay dos preguntas fundamentales<br />
que conviene plantearse y contestar: por qué ir al arbitraje y cómo acudir al<br />
arbitraje.<br />
Existe, sin embargo, una consi<strong>de</strong>ración previa <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> compañía que<br />
tiene que enfrentarse con la cuestión <strong>de</strong> cómo resolver <strong>las</strong> posibles controversias<br />
que se encuentre en su tráfico internacional.<br />
Hay compañías cuyo negocio internacional da lugar <strong>de</strong> manera habitual a<br />
cuestiones que requieren una solución <strong>de</strong> disputas. Son ejemplos claros <strong>las</strong><br />
compañías <strong>de</strong> servicios o <strong>las</strong> <strong>de</strong> construcción. Para el<strong>las</strong> es incluso necesario<br />
plantearse una política general sobre cómo abordar estas controversias y qué<br />
papel ha <strong>de</strong> tener el arbitraje en la resolución <strong>de</strong> <strong>las</strong> mismas.<br />
Nuestro caso es distinto, porque no es normal que en la actividad usual <strong>de</strong>l<br />
tráfico bancario nos encontremos con la necesidad <strong>de</strong> resolver disputas que<br />
sean susceptibles <strong>de</strong> arbitraje. Por poner un ejemplo, hacemos en todo el grupo<br />
diariamente muchas operaciones con <strong>de</strong>rivados, sometidas normalmente a la<br />
documentación ISDA y con volúmenes enormes, muchas veces mayores que <strong>las</strong><br />
<strong>de</strong> un contrato <strong>de</strong> suministro, <strong>de</strong> obra o <strong>de</strong> servicio. Sin embargo, ISDA no tiene<br />
previsto un sistema arbitral, ni <strong>las</strong> partes se someten a un sistema arbitral<br />
alternativo. Se trata <strong>de</strong> operaciones financieras con un régimen jurídico muy<br />
ajustado a un or<strong>de</strong>namiento local (ley <strong>de</strong> Nueva York) y <strong>las</strong> disputas suelen<br />
someterse a los tribunales <strong>de</strong> esa jurisdicción.<br />
La posibilidad <strong>de</strong> acudir al arbitraje suele planteársenos en supuestos<br />
relacionados con inversiones. Así pues, no necesitamos establecer una política<br />
<strong>de</strong> resolución cotidiana <strong>de</strong> disputas en nuestra actividad internacional, sino que<br />
61
<strong>de</strong>bemos abordar situaciones relativamente excepcionales. ¿Cuáles son los<br />
motivos que en esa perspectiva nos llevan a utilizar el arbitraje y no otras<br />
posibles soluciones? La verdad es que esta pregunta tiene una respuesta<br />
relativamente sencilla: <strong>de</strong>cidimos ir al arbitraje por necesidad. En los gran<strong>de</strong>s<br />
acuerdos <strong>de</strong> inversión o colaboración, cuyos protagonistas son entida<strong>de</strong>s<br />
internacionales, una parte no quiere someterse a los tribunales y a la ley <strong>de</strong> la<br />
otra, y viceversa, <strong>de</strong> tal manera que se llega al arbitraje porque realmente es la<br />
única posibilidad <strong>de</strong> solución que les queda. Ahora bien, aunque es la necesidad<br />
la que lleva a someter <strong>las</strong> cuestiones <strong>de</strong> arbitraje, no <strong>de</strong>ja, sin embargo, este<br />
sistema <strong>de</strong> tener elementos positivos, sobre todo si se compara con otras<br />
hipotéticas soluciones que, aún no siendo reales porque <strong>las</strong> partes no <strong>las</strong><br />
aceptarían, permiten su utilización como elemento <strong>de</strong> comparación.<br />
¿Cuáles son estos elementos? El primero que se suele citar es la rapi<strong>de</strong>z. Se<br />
discute mucho sobre si, en <strong>de</strong>finitiva, un arbitraje complejo es más o menos<br />
rápido que la alternativa básica que es un procedimiento ante la jurisdicción local<br />
<strong>de</strong> cualquier estado. Al menos en nuestra experiencia, la conclusión es que el<br />
arbitraje sí ofrece mayor rapi<strong>de</strong>z. Dicho esto, es necesario introducir algunas<br />
matizaciones, porque hay <strong>de</strong>terminados aspectos técnicos como <strong>las</strong> medidas<br />
cautelares o la posibilidad <strong>de</strong> recabar la anulación <strong>de</strong>l laudo ante la jurisdicción<br />
que pue<strong>de</strong>n acabar llevando a una conclusión distinta. Obviamente, uno <strong>de</strong> los<br />
motivos esenciales <strong>de</strong> esta rapi<strong>de</strong>z es la ausencia <strong>de</strong> segunda instancia,<br />
circunstancia que inci<strong>de</strong> <strong>de</strong> manera muy importante en otras consi<strong>de</strong>raciones<br />
que luego haré.<br />
Un segundo aspecto que se suele citar como positivo es el <strong>de</strong> la especialización:<br />
partiendo <strong>de</strong> la hipótesis <strong>de</strong> que <strong>las</strong> cuestiones sometidas a arbitraje serán<br />
complejas, parece mejor quedar sujeto al juicio <strong>de</strong> especialistas que al <strong>de</strong> un<br />
juez con buena preparación general pero, probablemente, no experto en <strong>las</strong><br />
materias que se le someterán. Con carácter general, pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que, en<br />
efecto, este aspecto positivo se da en el arbitraje. Pero tiene también algún matiz<br />
importante. En efecto, el arbitraje para la resolución <strong>de</strong> conflictos que son<br />
internacionales por la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes ha <strong>de</strong> aplicar, sin embargo, muchas<br />
veces un <strong>de</strong>recho absolutamente nacional. En el tipo <strong>de</strong> disputas a <strong>las</strong> que me<br />
62
he referido, no estamos ante una relación comercial en la que hay una teórica<br />
“lex-mercatoria” internacional con una serie <strong>de</strong> principios y <strong>de</strong> reg<strong>las</strong> conocidas<br />
por los árbitros y aplicables por ellos, sino ante un puro <strong>de</strong>recho nacional. Se da,<br />
a<strong>de</strong>más, la circunstancia <strong>de</strong> que suele existir reticencia a que los árbitros sean<br />
nacionales <strong>de</strong>l país <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los contendientes y, sin embargo, es<br />
imprescindible que sean especialistas en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> ese país, porque tienen<br />
que <strong>de</strong>cidir sobre la base <strong>de</strong>l mismo.<br />
Esta situación ha <strong>de</strong>terminado en nuestra experiencia algún problema <strong>de</strong> cierta<br />
envergadura y creo que es un elemento importante a consi<strong>de</strong>rar por quienes,<br />
como el <strong>Club</strong>, tienen intención <strong>de</strong> promover que, sometidos a una corte arbitral o<br />
sometidos a otra, se celebre el arbitraje en España. Así pues, es esencial el<br />
prestigio y la capacidad <strong>de</strong> los árbitros, pero es esencial también su<br />
especialización real. Árbitros expertos y especialistas para <strong>de</strong>terminados<br />
aspectos <strong>de</strong> relaciones puramente comerciales pue<strong>de</strong>n no serlo para el tema<br />
concreto que se les plantee.<br />
Se apunta también, en tercer lugar, como elemento positivo en la elección <strong>de</strong>l<br />
arbitraje la confi<strong>de</strong>ncialidad. Creo que este es un elemento muy importante, en<br />
particular en comparación con lo que, en ocasiones, ocurre ante los Tribunales.<br />
Por último, se plantea si el coste <strong>de</strong>l arbitraje es mayor o menor que el <strong>de</strong> la<br />
resolución jurisdiccional. Es un tema dudoso y tendrá mucho que ver con la<br />
envergadura <strong>de</strong>l asunto y con la eventual petición <strong>de</strong> anulación <strong>de</strong> alguna <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
partes, pero cabe señalar que, en general, el coste <strong>de</strong>l arbitraje es superior.<br />
Dicho esto respecto a por qué elegir el arbitraje, hay algunos aspectos relativos a<br />
cómo elegirlo que, como todos sabemos, son también muy relevantes.<br />
En primer lugar, no nos cabe ninguna duda <strong>de</strong> que el arbitraje a<strong>de</strong>cuado a<br />
nuestras necesida<strong>de</strong>s es un arbitraje “institucional”, gestionado por una corte<br />
arbitral <strong>de</strong> prestigio, con reg<strong>las</strong> conocidas y con trayectoria contrastada. No hago<br />
más comentarios sobre este aspecto por su obviedad.<br />
63
En segundo lugar es importante la localización <strong>de</strong>l proceso. Y lo es,<br />
fundamentalmente, por dos razones ya mencionadas en la mesa redonda<br />
anterior, pero que muy brevemente quisiera resaltar. Por un lado, <strong>las</strong> facilida<strong>de</strong>s<br />
operativas materiales para la celebración <strong>de</strong> la vista: sitio bien comunicado,<br />
hoteles u otras ubicaciones don<strong>de</strong> se pue<strong>de</strong>n celebrar bien <strong>las</strong> vistas y otro tipo<br />
<strong>de</strong> medios, como la existencia <strong>de</strong> traductores o <strong>de</strong> personal asistente al arbitraje,<br />
son muy relevantes. El segundo elemento, más importante que el primero, es lo<br />
que podríamos calificar como “complemento procesal”. Dado que la se<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>termina, en gran medida, la norma procesal que será <strong>de</strong> aplicación si alguno<br />
<strong>de</strong> los temas vinculados con el arbitraje tienen que tener un apoyo jurisdiccional<br />
(por ejemplo, para la práctica <strong>de</strong> pruebas o para la ejecución <strong>de</strong>l laudo), conocer<br />
el funcionamiento <strong>de</strong> los tribunales que tendrán que <strong>de</strong>cidir sobre tales<br />
cuestiones y <strong>las</strong> normas procesales que aplicarán es importantísimo. Tampoco<br />
parece que haga falta más comentarios al respecto, pero si es claro que es este<br />
uno <strong>de</strong> los puntos en don<strong>de</strong> el <strong>Club</strong> pue<strong>de</strong> y <strong>de</strong>be hacer muchas cosas para<br />
atraer arbitrajes a España.<br />
En tercer lugar, los árbitros, en mi opinión lo más importante. Como ya dije, una<br />
<strong>de</strong> <strong>las</strong> razones fundamentales <strong>de</strong> la rapi<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l arbitraje es la inexistencia <strong>de</strong><br />
segunda instancia. Esto mismo <strong>de</strong>termina, sin embargo, la necesidad <strong>de</strong> estar<br />
muy seguro <strong>de</strong> que el asunto queda sometido a profesionales <strong>de</strong> primerísimo<br />
línea, expertos, conocedores <strong>de</strong> la materia, <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho aplicable y <strong>de</strong> los<br />
idiomas <strong>de</strong>l arbitraje, íntegros y capaces <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r y <strong>de</strong>cidir. De no ser así,<br />
todas <strong>las</strong> ventajas apuntadas respecto a la jurisdicción <strong>de</strong>caen.<br />
En alguna ocasión nos hemos planteado la duda <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> lo que<br />
coloquialmente llamamos el “pluriempleo <strong>de</strong>l árbitro”. El árbitro <strong>de</strong> hoy es<br />
mañana abogado <strong>de</strong> parte. La verdad es que esta realidad nunca nos ha<br />
gustado. Es cierto también que en la práctica yo no he tenido nunca ni siquiera la<br />
sensación <strong>de</strong> que ello haya podido afectar a la función <strong>de</strong> un árbitro. Pero<br />
creemos que el i<strong>de</strong>al sería que en la profesión lleguen a existir árbitros que son<br />
sólo árbitros.<br />
64
Otra cuestión relevante es la <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> árbitros. En mi opinión, claramente<br />
varios mejor que uno. De nuevo el argumento básico es que, dado que sólo se<br />
<strong>de</strong>ci<strong>de</strong> una vez (no hay apelación), el contraste <strong>de</strong> pareceres y la posibilidad <strong>de</strong><br />
un análisis compartido <strong>de</strong>ben favorecer que no se cometan errores. Por otro<br />
lado, la existencia <strong>de</strong> los llamados “árbitros <strong>de</strong> parte” (cada uno elige uno, y entre<br />
los dos un tercero) no parece lo mejor.<br />
Dicho todo lo anterior, quiero citar algunos aspectos técnicos que se plantean en<br />
la práctica arbitral, no para entrar en su análisis <strong>de</strong>tallado, sino para que sirvan<br />
<strong>de</strong> apoyo a una conclusión final: así, por ejemplo, se ha suscitado la posibilidad o<br />
imposibilidad <strong>de</strong> llevar a terceras partes al arbitraje, cuando los negocios<br />
jurídicos <strong>de</strong> los que resulta la disputa les repercuten, pero esas terceras partes<br />
no se han sometido al procedimiento arbitral como forma <strong>de</strong> solución <strong>de</strong><br />
controversias. Son relativamente frecuentes cuestiones relacionadas con la<br />
práctica <strong>de</strong> prueba que afecta a terceros y la necesidad <strong>de</strong> auxilio jurisdiccional<br />
para su realización. La vieja cuestión <strong>de</strong> la firmeza <strong>de</strong>l laudo y la posibilidad <strong>de</strong><br />
reclamar su anulación, o incluso alguna más rebuscada pero interesante que nos<br />
ha planteado un caso reciente, como la imposibilidad <strong>de</strong> que los tribunales<br />
arbitrales ni siquiera planteen cuestiones relacionadas con la constitucionalidad<br />
<strong>de</strong> la norma que han <strong>de</strong> aplicar.<br />
Todos ellos confluyen en una misma realidad: el arbitraje, obviamente, no es<br />
jurisdicción y, por tanto, no es un po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l estado ejercido por los jueces, lo que<br />
conlleva una serie <strong>de</strong> restricciones. Pero, y vuelvo al principio, esas restricciones<br />
no perjudican la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l sistema. El arbitraje bien <strong>de</strong>sarrollado, con árbitros<br />
realmente prestigiosos y expertos pue<strong>de</strong> ser una muy buena forma <strong>de</strong> resolver<br />
conflictos, o sino muy buena, si por lo menos mejor que la jurisdicción para<br />
disputas resultantes <strong>de</strong> contratos entre partes internacionales.<br />
Y añado una última reflexión: siendo así que el arbitraje es casi ineludible<br />
cuando hay relaciones internacionales entre partes nacionales que no quieren<br />
someterse a la jurisdicción <strong>de</strong> la otra parte, en un mundo en proceso <strong>de</strong><br />
globalización no cabe ninguna duda <strong>de</strong> que el arbitraje internacional tiene un<br />
futuro prometedor.<br />
65
III.2 Rui Mayer<br />
Quería comenzar por agra<strong>de</strong>cer al <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong> Arbitraje y a la organización<br />
<strong>de</strong>l Primer Congreso <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong> Arbitraje la invitación que fue cursada<br />
a Galp Energía en general y a mi persona en particular, lo que es todo un honor,<br />
para realizar una presentación a este Congreso sobre la experiencia <strong>de</strong> Galp<br />
Energía en procedimientos Arbitrales.<br />
Quería también, antes <strong>de</strong> comenzar, pedir por anticipado disculpas a la<br />
audiencia, porque para hacerme enten<strong>de</strong>r mejor, voy a intentar realizar la<br />
presentación en español. Pido el favor, <strong>de</strong> que me sean perdonados los errores<br />
que con certeza cometeré.<br />
El título <strong>de</strong> esta ponencia es “Galp Energía ante el arbitraje”. Por qué<br />
pon<strong>de</strong>ramos nosotros la situación <strong>de</strong> ponernos ante un procedimiento arbitral.<br />
En primer lugar porque hoy en día, gracias al gran <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l comercio<br />
nacional e internacional, a la multiplicación <strong>de</strong> los instrumentos jurídicos y<br />
comerciales, y a la explosión <strong>de</strong> litigios que suce<strong>de</strong>n normalmente en situaciones<br />
como estas, nos encontramos en una situación en que los medios tradicionales<br />
<strong>de</strong> administración <strong>de</strong> justicia no son capaces verda<strong>de</strong>ramente <strong>de</strong> satisfacer <strong>las</strong><br />
necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s empresas y obtener satisfacción <strong>de</strong> lo que<br />
consi<strong>de</strong>ran ser sus intereses. Eso crea para nosotros algunas dificulta<strong>de</strong>s que<br />
tenemos que solucionar <strong>de</strong> otra manera.<br />
Nos enfrentamos con una situación en que los tribunales se encuentran con<br />
exceso <strong>de</strong> carga. No hay manera sencilla <strong>de</strong> resolver la cuestión porque no hay<br />
gran posibilidad <strong>de</strong> invertir en la formación <strong>de</strong> jueces, ni en la creación y<br />
multiplicación <strong>de</strong> órganos jurisdiccionales especializados. Simplemente serían<br />
soluciones que no se podrían poner rápidamente en práctica.<br />
También hay efectos como consecuencia <strong>de</strong> la enorme multiplicación en estos<br />
últimos años <strong>de</strong> los instrumentos jurídicos y económicos, cada vez más<br />
complejos, y <strong>de</strong> la explosión <strong>de</strong> litigios que resultó <strong>de</strong>l aumento <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
transacciones comerciales. Lo que constatamos es que los jueces muchas veces<br />
67
no están suficientemente preparados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista técnico para<br />
resolver algunas cuestiones que surgen <strong>de</strong> la aplicación práctica <strong>de</strong> estos<br />
nuevos instrumentos, que resultan <strong>de</strong> la imaginación <strong>de</strong>l mercado y <strong>de</strong> la gran<br />
creatividad <strong>de</strong> sus operadores. Muchas veces los jueces intentan resolver<br />
situaciones nuevas por analogía, cuando estas soluciones analógicas no son <strong>las</strong><br />
más a<strong>de</strong>cuadas.<br />
También nos encontramos con reg<strong>las</strong> procedimentales que son complejas y<br />
anticuadas y que no están perfectamente a<strong>de</strong>cuadas a <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l<br />
comercio actual. Creo que la aplicación <strong>de</strong> esas reg<strong>las</strong>, muchas veces crean<br />
dificulta<strong>de</strong>s porque son difíciles <strong>de</strong> interpretar y <strong>de</strong> aplicar en el contexto <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
exigencias <strong>de</strong> celeridad y certidumbre <strong>de</strong> los mercados actuales.<br />
Finalmente, la incertidumbre creada por la posibilidad <strong>de</strong> tener un gran número<br />
<strong>de</strong> recursos que a la postre resultan, en que <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> Tribunales inferiores<br />
son tantas veces modificadas, creando también otra dificultad adicional. Los<br />
propios jueces pue<strong>de</strong>n sentirse <strong>de</strong>sinteresados <strong>de</strong> encontrar la solución más<br />
a<strong>de</strong>cuada para el problema concreto que les planteamos, y luego <strong>de</strong>jan la<br />
resolución <strong>de</strong>l problema a un juez <strong>de</strong> una instancia superior que tendrá, o no,<br />
más o menos tiempo, o más o menos, disponibilidad para mirarla.<br />
Es por ello, que creo que en <strong>de</strong>terminadas circunstancias <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s empresas<br />
se sienten motivadas a recurrir a mecanismos como pue<strong>de</strong> ser el arbitraje:<br />
en situaciones <strong>de</strong> gran complejidad técnica o jurídica, en que se plantean<br />
instrumentos económicos o jurídicos que son <strong>de</strong> aplicación compleja, que<br />
tienen dificulta<strong>de</strong>s particulares y a los cuales su aplicación, su interpretación<br />
requiere una atención muy <strong>de</strong>licada;<br />
en gran<strong>de</strong>s proyectos, con inversiones <strong>de</strong> muchos millones, en que la<br />
responsabilidad por lo que suce<strong>de</strong> es elevadísima y en que tenemos que<br />
tener una certeza muy gran<strong>de</strong> en la solución que procuramos;<br />
en proyectos multinacionales en que están en frente <strong>de</strong> una entidad que<br />
tiene que juzgar entida<strong>de</strong>s que provienen <strong>de</strong> culturas muy diferentes con<br />
68
actitu<strong>de</strong>s muy diferentes, y con probablemente expectativas muy diversas,<br />
muy diferentes, y muy difíciles <strong>de</strong> conciliar;<br />
finalmente, claro, en proyectos con gran<strong>de</strong>s riesgos técnicos o financieros,<br />
que requieren en su ejecución una atención muy especial, y que muchas<br />
veces los jueces que están ocupados con otro tipo <strong>de</strong> situaciones no estarán<br />
tan preparados para <strong>de</strong>tallar.<br />
Hay otras situaciones también en que el procedimiento arbitral presenta otras<br />
ventajas. Hay ventajas propias <strong>de</strong>l sistema.<br />
Porque vamos a buscar árbitros que están técnicamente mejor preparados para<br />
mirar <strong>las</strong> particulares circunstancias <strong>de</strong> los casos que se les plantean, tenemos<br />
ciertamente un tribunal mejor preparado para garantizar una mejor <strong>de</strong>cisión, a la<br />
cual <strong>las</strong> partes pue<strong>de</strong>n adherirse con mayor facilidad.<br />
Po<strong>de</strong>mos elegir por acuerdo entre varios reglamentos procesales que garanticen<br />
una efectiva neutralidad, solo a <strong>las</strong> partes, sino también al resultado <strong>de</strong>l pleito.<br />
Tenemos una garantía, en principio, <strong>de</strong> que <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones, porque son<br />
<strong>de</strong>cisiones miradas con especialidad con un <strong>de</strong>talle muy gran<strong>de</strong> y mucho mayor<br />
que lo que conseguimos encontrar normalmente en los tribunales, que respeten<br />
efectivamente a <strong>las</strong> exigencias y características propias <strong>de</strong> la situación que se<br />
plantea en un tribunal.<br />
Tenemos una garantía <strong>de</strong> celeridad también, y eso es muy importante cuando<br />
estamos hablando <strong>de</strong> proyectos <strong>de</strong> muchos millones <strong>de</strong> euros, en que la<br />
resolución <strong>de</strong> un pleito cada día nos cuesta más y más, y a la gestión <strong>de</strong> la<br />
empresa eso duele mucho.<br />
Pero el procedimiento arbitral también tiene algunos inconvenientes, como son<br />
los costes normalmente más altos. Esto pue<strong>de</strong> ser, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
situaciones y <strong>de</strong> los casos, más ilusorios o más real. En efecto ten<strong>de</strong>mos a<br />
pensar y a concluir que los costes <strong>de</strong>l procedimiento arbitral son siempre más<br />
elevados que los costes <strong>de</strong>l procedimiento judicial, pero eso pue<strong>de</strong><br />
69
probablemente ser compensado con la celeridad y con la mejor calidad <strong>de</strong> la<br />
<strong>de</strong>cisión.<br />
Finalmente, podremos tener problemas si hay necesidad <strong>de</strong> seguir para la<br />
ejecución <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión. Ahí no tenemos otro remedio que no sea caer <strong>de</strong> nuevo<br />
en el sistema <strong>de</strong> los tribunales judiciales normales y ahí empezamos <strong>de</strong> nuevo<br />
todos los problemas que tenemos y que nos llevan en primera mano a recurrir al<br />
arbitraje.<br />
Tenemos algunas experiencias <strong>de</strong> arbitraje que francamente nos aconsejan<br />
seguir utilizando este medio siempre que los proyectos lo exijan.<br />
Me han pedido que presentase también algún ejemplo negativo <strong>de</strong> nuestra<br />
experiencia concreta en situaciones <strong>de</strong> arbitraje.<br />
Tenemos una experiencia en GALP ENERGÍA algo compleja y que nos hace<br />
pensar un poco todo esto, pero que al final confirma lo que pensábamos.<br />
El Tribunal Arbitral normalmente es más correcto, es más <strong>de</strong>tallado en su<br />
<strong>de</strong>cisión. Y eso crea dificulta<strong>de</strong>s especiales cuando, por ejemplo, preten<strong>de</strong>mos<br />
recurrir a los Tribunales Civiles para intentar anular una <strong>de</strong>cisión arbitral con<br />
fundamento en nulidad <strong>de</strong> una sentencia <strong>de</strong> un Tribunal que <strong>de</strong> partida nos<br />
pue<strong>de</strong> parecer muy correcto. En ese momento, un factor muy importante que<br />
tenemos es la se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l arbitraje. Tenemos la suerte <strong>de</strong> que los arbitrajes que<br />
tenemos en su gran mayoría han sido en lugares don<strong>de</strong> nos sentimos muy<br />
confortables <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista cultural. Normalmente nuestros arbitrajes<br />
discurren en Lisboa, porque Galp Energía es una compañía portuguesa y porque<br />
normalmente somos nosotros los promotores <strong>de</strong>l proyecto que da origen al<br />
pleito, o porque somos nosotros el cliente y ahí estamos en posición<br />
normalmente <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir cual será el mejor lugar para el foro <strong>de</strong>l procedimiento<br />
arbitral.<br />
Lo que suce<strong>de</strong> normalmente es que tenemos una gran ventaja en trabajar en un<br />
lugar en don<strong>de</strong>, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista cultural, los hechos y <strong>las</strong> cuestiones<br />
sean valoradas por los árbitros, tanto el punto <strong>de</strong> vista jurídico como <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />
70
punto <strong>de</strong> vista económico, <strong>de</strong> una forma consistente con la manera que lo vemos<br />
nosotros, Tenemos una gran ventaja que la se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l arbitraje sea en algún lugar<br />
don<strong>de</strong> tengamos nosotros también raíces culturales. Esa es una buena razón por<br />
la cual nosotros, y vosotros también, pues creo que todos los presentes somos<br />
<strong>de</strong> países <strong>de</strong> Iberoamérica, po<strong>de</strong>mos plantear Madrid como se<strong>de</strong> <strong>de</strong> arbitraje,<br />
quizás Lisboa en ciertos casos <strong>de</strong> arbitraje con compañías o intereses<br />
brasileños. Son se<strong>de</strong>s que ofrecen garantías <strong>de</strong> que <strong>las</strong> cuestiones sean<br />
valoradas <strong>de</strong> una manera homogénea con lo que nosotros pensamos.<br />
Evitaremos algunas sorpresas que podrían ocurrir, si por ejemplo, seguimos a un<br />
arbitraje en Londres. Tenemos nosotros un caso, exactamente un arbitraje en<br />
Londres <strong>de</strong> hace algunos años, en que discutíamos un concepto que para<br />
nosotros era muy claro y muy sencillo, pero que en efecto fue valorado por los<br />
árbitros <strong>de</strong> forma totalmente diferente, porque esa forma era la costumbre en<br />
Londres. Esa valoración fue la clave para la <strong>de</strong>cisión, y para nosotros, que no<br />
nos esperábamos a eso, fue una verda<strong>de</strong>ra sorpresa.<br />
Muchas gracias a todos por su atención.<br />
71
III.3 José Luis <strong>de</strong>l Valle<br />
Los organizadores <strong>de</strong> estas Jornadas me manifestaron que lo que querían era<br />
que mi intervención se hiciera <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la experiencia <strong>de</strong> cada uno y a eso me voy<br />
a ceñir.<br />
Como sabéis, el Grupo ACS es un grupo muy amplio, fundamentalmente <strong>de</strong><br />
obras y <strong>de</strong> prestación <strong>de</strong> servicios, ya sean servicios industriales o urbanos, y<br />
que se ejecutan tanto para terceros como en régimen concesional y tanto en<br />
España (país en el que se concentra el 80% <strong>de</strong> la actividad) como en el exterior.<br />
Por todo ello, se realiza un número muy elevado <strong>de</strong> transacciones, en el ámbito<br />
nacional y en el internacional, que se formalizan en contratos, ya sean <strong>de</strong> obra o<br />
<strong>de</strong> prestación <strong>de</strong> servicios ya <strong>de</strong> compra <strong>de</strong> empresas, en cuya ejecución se<br />
pue<strong>de</strong>n producir situaciones litigiosas o pre-litigiosas para cuya solución no es<br />
infrecuente que se pacte el arbitraje.<br />
En los contratos <strong>de</strong> obra, y concretamente en el <strong>de</strong> obra pública, es más extraño<br />
que se acuda al arbitraje por el elemento <strong>de</strong> soberanía que está en juego, pero<br />
en <strong>de</strong>terminados países se viene a aceptar el pacto <strong>de</strong> someter <strong>las</strong> cuestiones<br />
ligadas a la interpretación o ejecución <strong>de</strong>l contrato a una <strong>de</strong>cisión arbitral, ya sea<br />
<strong>de</strong> una institución <strong>de</strong>l propio país ya sea un arbitraje internacional en cuyo caso<br />
es muy frecuente acudir a la Cámara <strong>de</strong> Comercio Internacional.<br />
También en estos contratos <strong>de</strong> obra, como en muchos supuestos <strong>las</strong> cuestiones<br />
que se ventilan son cuestiones técnicas, todas esas cuestiones técnicas se<br />
suelen someter a una instancia <strong>de</strong> carácter previo a la arbitral, que suele ser un<br />
comité integrado por técnicos <strong>de</strong> titulación a<strong>de</strong>cuada a la resolución <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
cuestiones que pue<strong>de</strong>n plantearse, <strong>de</strong>signados en el propio contrato entre<br />
expertos <strong>de</strong> terceros países nacionales <strong>de</strong> países distintos <strong>de</strong> los <strong>de</strong> contratista y<br />
contratante.<br />
Aunque es mucho más infrecuente, la posibilidad <strong>de</strong> acudir al arbitraje como<br />
solución <strong>de</strong> conflictos en los contratos públicos también se da en los contratos <strong>de</strong><br />
prestación <strong>de</strong> servicios, recientemente hemos tenido un caso, se trata <strong>de</strong> la<br />
prestación <strong>de</strong> un servicio <strong>de</strong> recogida <strong>de</strong> residuos urbanos para un país <strong>de</strong>l<br />
73
mundo árabe, en cuyo contrato, que naturalmente era <strong>de</strong> adhesión, figuraba la<br />
cláusula <strong>de</strong> que los conflictos <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong>l mismo fuesen resueltos por la<br />
Cámara <strong>de</strong> Comercio <strong>de</strong>l país en cuestión. La verdad es que nosotros teníamos<br />
mucha prevención a esa <strong>de</strong>cisión pero al final nos hemos quedado gratamente<br />
sorprendidos en que ha sido muy neutral, bastante eficaz y rápida.<br />
Tampoco es infrecuente acudir al sistema arbitral como sistema <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong><br />
conflictos en los contratos <strong>de</strong> concesión, sobre todo para solventar problemas<br />
tan complicados como los que afectan tarifas. Recientemente hemos tenido un<br />
caso, que ha sido administrado por la Cámara <strong>de</strong> Comercio Internacional, en<br />
don<strong>de</strong> <strong>las</strong> partes involucradas eran tres: la concesionaria, el usuario principal <strong>de</strong>l<br />
servicio y el Estado conce<strong>de</strong>nte que ha sido, también, llamado al pleito.<br />
Pero don<strong>de</strong> mayor variedad existe en <strong>las</strong> fórmu<strong>las</strong> arbitrales que se pactan es en<br />
los contratos <strong>de</strong> la compraventa <strong>de</strong> empresas tanto a nivel nacional como<br />
internacional. En estos casos, con mayor inci<strong>de</strong>ncia en los internacionales, el<br />
sistema arbitral es el procedimiento claramente dominante <strong>de</strong> solventar los<br />
conflictos; lo habitual es que se acuda a un sistema <strong>de</strong> arbitraje administrado, ya<br />
sea la Cámara <strong>de</strong> Comercio Internacional o al <strong>de</strong> UNCITRAL.<br />
La experiencia en los casos <strong>de</strong> contratos <strong>de</strong> compraventa <strong>de</strong> empresas <strong>de</strong><br />
carácter internacional es bastante rica, tanto en lo que afecta a <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong><br />
arbitrales como a <strong>las</strong> cuestiones, para mí, conexas como <strong>las</strong> que afectan a la ley<br />
<strong>de</strong>l contrato, cuestión ésta en la que, al menos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi experiencia, se pue<strong>de</strong><br />
llegar a la conclusión, que es casi indiferente la ley <strong>de</strong>l contrato que se pacte, al<br />
final la ratio <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión va estar muy influenciada por el <strong>de</strong>recho que conozca<br />
el árbitro. Otra cuestión que se suele plantear, aunque no tiene mucha<br />
trascen<strong>de</strong>ncia, es el <strong>de</strong> la se<strong>de</strong>, una se<strong>de</strong> habitual <strong>de</strong> arbitraje es Suiza, Suiza es<br />
un país <strong>de</strong> compañías poco activas y, por tanto, no es frecuente que coincida<br />
con el <strong>de</strong> nacionalidad <strong>de</strong> alguna <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes implicadas en la transacción.<br />
¿Cuáles son <strong>las</strong> razones que llevan a <strong>las</strong> empresas a elegir el arbitraje como<br />
modo <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> conflictos?. Sin duda, la razón más importante es la<br />
rapi<strong>de</strong>z: por muy lento que sea un procedimiento arbitral siempre es mucho más<br />
74
ápido que el proceso judicial. Y un segundo motivo, quizá tan importante para<br />
mi como el primero, es el <strong>de</strong> la cualificación <strong>de</strong> los árbitros especialmente a la<br />
hora <strong>de</strong> solventar cuestiones <strong>de</strong> una gran complejidad.<br />
¿Cuáles son <strong>las</strong> <strong>de</strong>sventajas que tiene el sistema arbitral?, que también <strong>las</strong><br />
tiene. Una, que yo creo que no es trascen<strong>de</strong>nte, es el <strong>de</strong> los costes mucho más<br />
altos que los <strong>de</strong>l proceso judicial. Una segunda, que creo que tampoco es<br />
trascen<strong>de</strong>nte, es la necesidad <strong>de</strong> acudir al proceso judicial en la fase <strong>de</strong><br />
ejecución, pero creo que no es muy importante porque lo importante es tener<br />
una sentencia, una <strong>de</strong>cisión firme.<br />
Pero sí que existe un problema que no po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>sconocer, y es un problema<br />
que lleva a muchos dirigentes empresariales a plantearse el arbitraje como modo<br />
<strong>de</strong> solución <strong>de</strong> conflictos, y ese es el problema <strong>de</strong> que la <strong>de</strong>cisión arbitral, el<br />
laudo arbitral, es una <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> única instancia y prácticamente no revisable.<br />
Los motivos <strong>de</strong> revisión, tasados, son normalmente formales. La pregunta que el<br />
empresario, el dirigente empresarial, suele hacer al técnico es que remedio cabe<br />
si no se está <strong>de</strong> acuerdo con la <strong>de</strong>cisión que se dicte. La respuesta a esa<br />
pregunta es la <strong>de</strong> “nada” o “prácticamente nada”; los motivos <strong>de</strong> impugnación <strong>de</strong>l<br />
laudo son puramente formales y muy tasados, y en la medida en que el árbitro<br />
sea medianamente experto es muy difícil que incurran en alguno <strong>de</strong> ellos. Este si<br />
que es un problema, y un problema bastante serio y bastante grave, y es un<br />
problema que está haciendo replantearse en muchas empresas el sometimiento<br />
<strong>de</strong> <strong>las</strong> cuestiones relativas en la interpretación y ejecución <strong>de</strong> los contratos a la<br />
<strong>de</strong>cisión arbitral, sobre todo en aquellos casos <strong>de</strong> gran cuantía o <strong>de</strong> cierta<br />
complejidad técnica. La no posibilidad <strong>de</strong> revisión por razones <strong>de</strong> fondo, es un<br />
problema que <strong>de</strong>bería hacer que nos replanteásemos la conveniencia <strong>de</strong> volver<br />
al sistema anterior en los arbitrajes <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho.<br />
Muchas gracias,<br />
75
III.4 Juan Pelegrí y Girón<br />
“EL GRUPO CEMEX ANTE EL ARBITRAJE INTERNACIONAL”<br />
A) Introducción<br />
Como empresa <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rable tamaño y trascen<strong>de</strong>ncia extraterritorial, el<br />
grupo Cemex se enfrenta prácticamente a los mismos problemas que<br />
cualquier otra gran empresa en lo que a cuestiones <strong>de</strong> arbitraje se refiere.<br />
A continuación, me gustaría poner <strong>de</strong> manifiesto algunos problemas<br />
prácticos que encontramos al abordar el tema <strong>de</strong>l arbitraje.<br />
En primer lugar, una empresa <strong>de</strong> carácter multinacional como es el grupo<br />
Cemex no implica el uso <strong>de</strong> contratos internacionales y por tanto, tampoco<br />
<strong>de</strong>l arbitraje internacional. Una empresa multinacional es un conglomerado<br />
<strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s, un grupo normalmente consolidado, que actúa a través <strong>de</strong><br />
otras empresas <strong>de</strong> distinta nacionalidad que a su vez formalizan distintos<br />
contratos, los cuales suelen tener un ámbito <strong>de</strong> aplicación nacional. En el<br />
caso <strong>de</strong>l grupo CEMEX, actúa en España a través <strong>de</strong> su filial CEMEX<br />
ESPAÑA, S.A. que realiza, como regla general, contratos sometidos a la<br />
ley española, y sólo contratos internacionales como excepción.<br />
B) Los contratos nacionales<br />
A la hora <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir la conveniencia o no <strong>de</strong> los arbitrajes, -cualquier<br />
“arbitraje” antes que “arbitraje internacional”-, en el caso <strong>de</strong> España, en los<br />
contratos nacionales, la excepción es la cláusula arbitral. En efecto, en los<br />
contratos sometidos a Derecho español, apenas acudimos al arbitraje<br />
<strong>de</strong>bido a la experiencia negativa <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Arbitraje 36/1988 <strong>de</strong> 5 <strong>de</strong><br />
diciembre, que ha planteado a los juristas muchos problemas y ha dado<br />
lugar a la nulidad <strong>de</strong> muchas cláusu<strong>las</strong> arbitrales, bien por la ambigüedad<br />
<strong>de</strong> la redacción <strong>de</strong> <strong>las</strong> mismas, bien por la falta <strong>de</strong> ejecutoriedad <strong>de</strong> los<br />
laudos. Esperamos por ello que con la nueva ley <strong>de</strong>l año 2003 se pueda<br />
invertir esa ten<strong>de</strong>ncia, y empezar a incluir <strong>de</strong> forma sistemática, cláusu<strong>las</strong><br />
<strong>de</strong> arbitraje en los contratos nacionales.<br />
77
C) Los contratos internacionales<br />
En los contratos <strong>de</strong> ámbito extraterritorial, o contratos internacionales, se<br />
pue<strong>de</strong> resumir que como regla general, tampoco se utilizan cláusu<strong>las</strong> <strong>de</strong><br />
arbitraje, refiriéndonos a los contratos <strong>de</strong>l día a día, venta y suministro <strong>de</strong><br />
cemento, hormigón, áridos, etc. que son los productos fundamentales que<br />
se utilizan en el sector <strong>de</strong> la construcción, al que se <strong>de</strong>dica Cemex España,<br />
S.A. Este tipo <strong>de</strong> operaciones se hacen a través <strong>de</strong> unas ventas con el<br />
nombre <strong>de</strong> spot, la venta puntual, en <strong>las</strong> que en numerosas ocasiones no<br />
existe ni siquiera un contrato escrito. Cuando no hay contrato escrito, no<br />
obstante sí hay un acuerdo <strong>de</strong> volunta<strong>de</strong>s, pero muchas veces no se sabe<br />
cuál es la ley aplicable, o no sabemos, como consecuencia <strong>de</strong> la ley<br />
aplicable, cuál es la jurisdicción que correspon<strong>de</strong>.<br />
Queda reservada la inclusión <strong>de</strong> cláusu<strong>las</strong> arbitrales para los gran<strong>de</strong>s<br />
contratos, por lo tanto el número <strong>de</strong> casos sería muy reducido, a lo mejor<br />
un 10% o un 8% <strong>de</strong>l total <strong>de</strong> contratos, pero una cosa es el número<br />
cuantitativo y otra el número cualitativo <strong>de</strong> volumen <strong>de</strong> negocios que<br />
representa, por lo que en <strong>de</strong>finitiva son la inmensa mayoría.<br />
Aplicamos <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong> arbitrales, en primer lugar, en todos los supuestos<br />
<strong>de</strong> adquisiciones internacionales, al comprar una empresa en otro país,<br />
siempre que no sea una oferta pública o una licitación pública o<br />
privatización, en cuyo caso, quedas muy constreñido por <strong>las</strong> propias leyes<br />
<strong>de</strong> privatización y sólo excepcionalmente el Gobierno <strong>de</strong> un país que está<br />
privatizando va a permitir una cláusula <strong>de</strong> arbitraje. Sin revelar ningún<br />
secreto, ya que ha aparecido en prensa internacional, que ahora mismo<br />
Cemex está teniendo ante la Cámara <strong>de</strong> Comercio Internacional un<br />
arbitraje muy conocido contra el Gobierno indonesio por la privatización <strong>de</strong><br />
la empresa SEMEN GRESIK. Nuestra empresa también realizó una<br />
adquisición internacional importante en Egipto y en ese caso el Gobierno<br />
egipcio sí aceptó la cláusula arbitral, pero evi<strong>de</strong>ntemente <strong>de</strong> la forma más<br />
ventajosa para ellos, ya que se sometían a una corte arbitral con se<strong>de</strong> en<br />
78
Singapur, que aplica leyes <strong>de</strong> carácter internacional, más próximas al<br />
mundo árabe que al mundo occi<strong>de</strong>ntal.<br />
Quitando los supuestos <strong>de</strong> adquisición internacional, también utilizamos <strong>las</strong><br />
cláusu<strong>las</strong> arbitrales en todos los contratos <strong>de</strong> suministros <strong>de</strong> maquinaria y<br />
tecnología don<strong>de</strong>, normalmente, la cláusula viene recomendada o<br />
impuesta por el proveedor <strong>de</strong> esta maquinaria <strong>de</strong> alta tecnología y<br />
maquinaria pesada, <strong>de</strong> precio elevado. Y en los contratos <strong>de</strong> consultoría y<br />
servicios profesionales internacionales también <strong>las</strong> utilizamos y, por<br />
supuesto, en los contratos bancarios, como son los <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lo tipo, como<br />
la ISDA, en los que ya se incluye la propia cláusula arbitral. En <strong>las</strong> cartas<br />
<strong>de</strong> crédito, por ejemplo, cuando hay una garantía por medio, también se<br />
aplican <strong>las</strong> normas internacionales. Se trata <strong>de</strong> contratos <strong>de</strong> adhesión<br />
don<strong>de</strong> apenas existe capacidad <strong>de</strong> negociación o <strong>de</strong> imposición sobre <strong>las</strong><br />
cláusu<strong>las</strong> arbitrales.<br />
También utilizamos cláusu<strong>las</strong> <strong>de</strong> sumisión arbitral en los contratos <strong>de</strong><br />
suministro <strong>de</strong> cemento, en su doble proyección, primero cuando se<br />
realizan <strong>las</strong> operaciones <strong>de</strong> trading, o intermediación <strong>de</strong> cemento, compra<br />
y venta, o también ventas puras, es <strong>de</strong>cir, suministrando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> nuestras<br />
propias fábricas <strong>de</strong> cemento, y a<strong>de</strong>más estas ventas implican, en muchos<br />
casos, un segundo contrato <strong>de</strong> transporte, es el supuesto <strong>de</strong> los charter<br />
parties o contratos marítimos, en los que por aplicación <strong>de</strong>l Admiral’s Law<br />
<strong>de</strong>l Derecho Marítimo Internacional, se aplican <strong>las</strong> normas <strong>de</strong> arbitraje<br />
también en este caso con preferencia al tribunal <strong>de</strong> Londres.<br />
Estos son en resumidas cuentas los supuestos en los que acudimos al<br />
arbitraje internacional, quizá son menores en número cuantitativo, pero son<br />
más importantes por su peso específico y volumen <strong>de</strong> negocio, como ya he<br />
mencionado.<br />
D) La negociación <strong>de</strong> <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong><br />
¿Cómo se <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> sobre la inclusión o no <strong>de</strong> una cláusula arbitral en un<br />
contrato?, ¿cómo se negocia? Una <strong>de</strong> <strong>las</strong> preguntas que suelen hacerme<br />
79
es cuánto tiempo le <strong>de</strong>dicamos a la redacción <strong>de</strong> <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong>. Entonando<br />
el mea culpa, <strong>de</strong>bo <strong>de</strong>cir –le <strong>de</strong>dicamos muy poco tiempo, primero porque<br />
los gran<strong>de</strong>s contratos no los negocian los abogados, al menos en <strong>las</strong><br />
empresas, sino los hombres <strong>de</strong> negocios, que suelen ser muy escépticos<br />
respecto a este tipo <strong>de</strong> estipulaciones, <strong>las</strong> suelen solucionar aludiendo a<br />
que los temas <strong>de</strong> abogados <strong>de</strong>bemos discutirlos nosotros. Lo que, por otra<br />
parte, nos da una ventaja adicional a los abogados, que en tales casos<br />
po<strong>de</strong>mos intentar introducir una cláusula que apenas se discutiría,<br />
existiendo sin embargo el inconveniente <strong>de</strong> que <strong>de</strong> este modo muchas<br />
veces se llega a restar importancia a temas que realmente la tienen.<br />
Todo porque el hombre <strong>de</strong> negocios tien<strong>de</strong> a ser optimista, a ejecutar, a<br />
<strong>de</strong>sarrollar, a ir directamente al grano, y nunca piensa que una patología<br />
<strong>de</strong>l contrato, ya que <strong>de</strong> ellos el 50% suelen terminar mal, suelen plantear<br />
problemas. No necesariamente en la vía judicial, pero sobre todo los<br />
contratos <strong>de</strong> larga duración, a partir <strong>de</strong>l año <strong>de</strong> duración, van a plantear<br />
muchos problemas <strong>de</strong> interpretación, y más aún cuando hay implicadas<br />
<strong>distintas</strong> jurisdicciones, distintos lugares <strong>de</strong> <strong>de</strong>stino, y entonces es cuando<br />
se ve el valor <strong>de</strong> <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong> arbitrales.<br />
E) La mediación<br />
Normalmente no prevemos nunca cláusu<strong>las</strong> <strong>de</strong> mediación, me refiero a la<br />
mediación institucional, porque nos inspiran <strong>de</strong>sconfianza; es preferible<br />
llevar una negociación directa con la contraparte que quedarnos en manos<br />
<strong>de</strong> terceros. Confiamos mucho más en el arbitraje institucional y también<br />
en el arbitraje ad hoc, pero en un arbitraje “<strong>de</strong> <strong>de</strong>recho”, frente a un<br />
arbitraje “<strong>de</strong> equidad”.La mediación institucional reconduce un poco a la<br />
i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> arbitraje <strong>de</strong> equidad, <strong>de</strong>l que también tratamos <strong>de</strong> huir por<br />
experiencias negativas, sobre todo en el ámbito nacional, y procuramos<br />
ceñirnos a arbitrajes fundamentalmente <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho.<br />
F) Experto resolutor<br />
80
También otra experiencia que hemos tenido en la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
cláusu<strong>las</strong> <strong>de</strong> arbitraje es el nombramiento <strong>de</strong> expertos in<strong>de</strong>pendientes para<br />
la <strong>de</strong>terminación o resolución <strong>de</strong> cuestiones prácticas. En realidad no es<br />
arbitraje, sino un arbitraje <strong>de</strong> equidad, y tampoco es arbitraje <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho,<br />
aunque muchas veces permite resolver cuestiones no solo <strong>de</strong> índole<br />
tecnológica, sino por ejemplo económicas. En adquisiciones<br />
internacionales acostumbramos a <strong>de</strong>signar a una <strong>de</strong> <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s firmas<br />
auditoras cuando hay una discrepancia, por ejemplo, en la valoración <strong>de</strong><br />
<strong>las</strong> compañías, en la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda neta, en la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l capital<br />
circulante, cuando estos son elementos <strong>de</strong>terminantes en la fijación <strong>de</strong>l<br />
precio. Entonces eludimos directamente el arbitraje y hacemos que una<br />
cuestión práctica vaya directamente a un especialista.<br />
G) Dos razones a favor <strong>de</strong>l arbitraje<br />
Se da poca atención a <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong> <strong>de</strong> arbitraje en general. Tenemos poco<br />
margen <strong>de</strong> maniobra también, y cuando buscamos la cláusula arbitral es<br />
por dos razones fundamentales: la neutralidad, (que no imparcialidad,<br />
puesto que presumimos que el juez <strong>de</strong> cualquier jurisdicción es imparcial)<br />
<strong>de</strong> la legislación y <strong>de</strong> la jurisdicción que no son <strong>las</strong> nuestras, ni la <strong>de</strong> la<br />
contraparte. Esto va a condicionar muchas veces la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la<br />
se<strong>de</strong>, porque la se<strong>de</strong> pue<strong>de</strong> jugar, siempre o en muchos casos, a favor <strong>de</strong><br />
la nacionalidad <strong>de</strong>l país don<strong>de</strong> esté situada la se<strong>de</strong>, y por eso vamos a<br />
buscar también en la se<strong>de</strong> una neutralidad. Y segundo, la rapi<strong>de</strong>z. La<br />
contrapartida <strong>de</strong> esto es el coste, el arbitraje internacional es costoso, pero<br />
estamos dispuestos a pagarlo a cambio <strong>de</strong> la neutralidad y la rapi<strong>de</strong>z que<br />
vamos a obtener.<br />
El cálculo que tenemos hecho en arbitraje internacional es que pue<strong>de</strong><br />
suponer el 20% como media <strong>de</strong>l quantum <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda arbitral, es <strong>de</strong>cir,<br />
no teniendo en cuenta el caso <strong>de</strong> que haya una <strong>de</strong>manda reconvencional<br />
ni tampoco el volumen total <strong>de</strong> la adquisición, sino solamente el quantum<br />
inicial <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda arbitral. Parece un precio elevado dado que<br />
interviene una sola instancia en lugar <strong>de</strong> dos, es <strong>de</strong>cir, la posibilidad <strong>de</strong><br />
81
dictar el laudo con valor vinculante en una sola instancia y a<strong>de</strong>más se<br />
adquiere valor <strong>de</strong> cosa juzgada. Por el contrario, la apelación es uno <strong>de</strong> los<br />
inconvenientes que tiene el sistema judicial, por no <strong>de</strong>cir el propio recurso<br />
<strong>de</strong> casación, y todo esto porque el recurso <strong>de</strong> apelación en segunda<br />
instancia se justifica por ser ante un tribunal maduro y colegiado que podrá<br />
superar los inconvenientes, <strong>de</strong>sventajas y errores <strong>de</strong> un solo juez en<br />
primera instancia, por eso también ten<strong>de</strong>mos, en el sistema arbitral, a<br />
preferir los tres árbitros a uno solo.<br />
H) Otros problemas prácticos<br />
Otros problemas prácticos son, por una parte, la cuestión <strong>de</strong> quién redacta<br />
la cláusula arbitral. Los hombres <strong>de</strong> negocios la <strong>de</strong>jan en manos <strong>de</strong> los<br />
abogados; y aquí empieza una verda<strong>de</strong>ra discusión en profundidad,<br />
comenzando por <strong>de</strong>limitar la cuestión inicial <strong>de</strong> cuál sea la jurisdicción<br />
aplicable. Hay muchas discrepancias en este tema sobre la ley formal y la<br />
ley <strong>de</strong> fondo, pero consi<strong>de</strong>ramos que el elemento básico es la ley <strong>de</strong><br />
fondo. Ésta va a traer como consecuencia la aplicación <strong>de</strong> la ley formal.<br />
sobre todo en contratos internacionales cuando no haya una vis atractiva.<br />
Por ejemplo, normalmente lo que discutimos son merca<strong>de</strong>rías <strong>de</strong> tráfico<br />
internacional y contratos <strong>de</strong> Derecho Marítimo, quien consiga persuadir a<br />
la otra parte <strong>de</strong> la aplicación <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> fondo, también conseguirá que se<br />
aplique la ley formal que <strong>de</strong>sea. Aquí observamos que la Ley <strong>de</strong> Arbitraje<br />
<strong>de</strong> 2003 incorpora ventajas adicionales respecto a otro tipo <strong>de</strong> legislación<br />
arbitral <strong>de</strong> otros países europeos, don<strong>de</strong> hemos tenido alguna experiencia<br />
bastante negativa. El tipo <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lo que sigue la Ley <strong>de</strong> 2003 va a dar<br />
indudables ventajas a la resi<strong>de</strong>ncialidad <strong>de</strong>l arbitraje internacional en<br />
España y favorecerá a su sometimiento.<br />
Por supuesto, cuando se trata <strong>de</strong> un arbitraje institucional, para evitar<br />
ambigüeda<strong>de</strong>s y para evitar el riesgo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la cláusula y la<br />
ambigüedad que pue<strong>de</strong> poner en peligro la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> la propia cláusula,<br />
nos dirigimos a la se<strong>de</strong> <strong>de</strong> ese Tribunal Institucional y pedimos que nos<br />
proporcionen su propia redacción, evitando mayores complicaciones,<br />
82
porque ya tenemos una garantía <strong>de</strong> que esa cláusula va a estar bien<br />
redactada. Por ejemplo, cuando es la Cámara <strong>de</strong> Comercio Internacional<br />
solemos utilizar el mo<strong>de</strong>lo recomendado que tiene su propio reglamento.<br />
I) Procedimiento arbitral<br />
Respecto al tema procedimental, es importante el hecho <strong>de</strong> que la ley <strong>de</strong><br />
fondo va a <strong>de</strong>terminar la ley formal <strong>de</strong> aplicación <strong>de</strong>l Arbitraje. Por mucho<br />
que tenga su propia regla <strong>de</strong> funcionamiento el Tribunal Arbitral, cuando es<br />
institucional y sobre todo cuando nos encontramos con un Tribunal ad hoc,<br />
es importante po<strong>de</strong>r usar conceptos jurídicos que nos resulten familiares,<br />
aplicar un <strong>de</strong>recho civil con un procedimiento que pue<strong>de</strong> ser más o menos<br />
rígido, pero que es fijo y estable y no conce<strong>de</strong> sorpresas, como en los<br />
sistemas anglosajones, don<strong>de</strong> los abogados españoles, <strong>de</strong> corte civilista,<br />
quizá nos encontramos más <strong>de</strong>sorientados. En esta cuestión la Ley Arbitral<br />
<strong>de</strong> 2003 nos da a todos los países iberoamericanos la ventaja <strong>de</strong> usar<br />
términos y conceptos jurídicos con los que estamos más familiarizados.<br />
J) Las injerencias judiciales<br />
El gran peligro <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> arbitraje es lo que se pue<strong>de</strong> llamar la<br />
“amenaza” <strong>de</strong> la injerencia judicial; no la amenaza <strong>de</strong> una nulidad <strong>de</strong> la<br />
cláusula arbitral, redactada con empeño y tras una larga negociación si la<br />
ha habido, sino el supuesto <strong>de</strong> que la contraparte trate <strong>de</strong> blindarse, <strong>de</strong><br />
boicotear cualquier laudo arbitral acudiendo directamente a los Tribunales.<br />
Ése es uno <strong>de</strong> los peligros que tiene el arbitraje no sólo en España, sino<br />
cualquier arbitraje internacional. Sobre todo en lo referente a <strong>las</strong> medidas<br />
cautelares urgentes, <strong>las</strong> famosas “injunctions” <strong>de</strong>l Derecho Inglés y más<br />
concretamente en temas <strong>de</strong> Derecho Marítimo Internacional.<br />
La amenaza más reciente para nosotros son los “cautionary measures” o<br />
embargos marítimos. La urgencia <strong>de</strong>l embargo ante la jurisdicción <strong>de</strong>l país<br />
don<strong>de</strong> ha recalado uno <strong>de</strong> los barcos fletados por nuestra empresa. La<br />
amenaza <strong>de</strong> embargo como medida cautelar siempre amparada por el<br />
Derecho Internacional, pue<strong>de</strong> llevar al traste todo lo que son <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong><br />
83
competenciales porque toda medida cautelar lleva como consecuencia, en<br />
casi todos los sistemas jurisdiccionales conocidos, una <strong>de</strong>manda principal,<br />
como ocurre en España, que va a tener una vis atractiva que pone en<br />
situación <strong>de</strong> peligro la cláusula arbitral que ha sido diseñada con todo<br />
cuidado y atención.<br />
Por ejemplo, los tribunales <strong>de</strong> Inglaterra y Gales establecen un sistema<br />
proteccionista <strong>de</strong>l arbitraje muy interesante; es el llamado “Anti-Suit<br />
Injuction” en el cual pue<strong>de</strong>s <strong>de</strong>mandar a una contraparte si ha abusado <strong>de</strong><br />
la medida cautelar y ha incumplido el contrato, burlando <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong><br />
arbitrales y llevando la discusión a una jurisdicción <strong>de</strong>l tercer país con la<br />
excusa <strong>de</strong> la interposición <strong>de</strong> esa medida cautelar.<br />
Otra <strong>de</strong> <strong>las</strong> ocasiones en <strong>las</strong> que hemos visto burladas <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong><br />
arbitrales pue<strong>de</strong> ser por la excesiva ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los tribunales<br />
norteamericanos a aplicar medidas extraterritoriales. Po<strong>de</strong>mos encontrar<br />
arbitrajes internacionales en los que la contraparte ha acudido a un<br />
abogado <strong>de</strong> Nueva York y ha solicitado el embargo <strong>de</strong> cuentas radicadas<br />
en EE.UU. y alegando apariencia <strong>de</strong> buen <strong>de</strong>recho, o “fumus bonis iuris”,<br />
ha presentado <strong>de</strong>manda judicial ante el juez norteamericano alegando la<br />
inoperancia <strong>de</strong> los Tribunales Arbitrales por su lentitud y procediendo a<br />
bloquear unas cuentas o una transferencia <strong>de</strong> fondos <strong>de</strong> un país a otro, ya<br />
que cuando se efectúa el pago en dólares, la transferencia tiene que pasar<br />
necesariamente por un banco norteamericano que actúa como<br />
corresponsal y esta circunstancia es la que pue<strong>de</strong>n aprovechar para<br />
efectuar el embargo <strong>de</strong> tales cuentas.<br />
Son situaciones en <strong>las</strong> que la empresa se ha visto involucrada y muchas<br />
veces ponen en tela <strong>de</strong> juicio la efectividad <strong>de</strong> estas cláusu<strong>las</strong> arbitrales<br />
aunque cuando dos partes <strong>de</strong>l contrato están firmando la cláusula arbitral,<br />
es con la intención <strong>de</strong> aplicarla. En ocasiones queda burlado pero no por la<br />
ambigüedad en la redacción, sino por estos subterfugios a través <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
situaciones <strong>de</strong> medidas cautelares.<br />
84
K) Ejecutoriedad <strong>de</strong>l laudo<br />
Como se ha puesto en evi<strong>de</strong>ncia, lógicamente el gran peligro que tiene<br />
toda cláusula arbitral es la <strong>de</strong>bilidad en algunos países para la ejecución<br />
<strong>de</strong>l laudo. Hoy po<strong>de</strong>mos hablar <strong>de</strong>l gran éxito <strong>de</strong> la Convención <strong>de</strong> Nueva<br />
Cork, sin duda uno <strong>de</strong> los Tratados Internacionales con mayor número <strong>de</strong><br />
Estados firmantes, pero que sin embargo en algunos países incluso siendo<br />
firmantes, la ejecutoriedad se convierte en una auténtica situación<br />
excepcional.<br />
85
IV. EL ARBITRAJE COMO<br />
MECANISMO DE PROTECCIÓN DE<br />
INVERSIONES<br />
o Mo<strong>de</strong>rador: D. Juan Fernán<strong>de</strong>z-Armesto, Vicepresi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l<br />
Arbitraje y Árbitro<br />
o D. Manuel Álvarez Trongé, Secretario General <strong>de</strong> Telefónica Internacional S.A.<br />
o D. Andrés Rigo, Árbitro y ex-Vicepresi<strong>de</strong>nte Jurídico Adjunto <strong>de</strong>l Banco Mundial<br />
o D. Miquel Griñó, Jefe Área Procesal, Dirección Corporativa <strong>de</strong> Asesoría Jurídica<br />
<strong>de</strong> Aguas <strong>de</strong> Barcelona (Agbar)<br />
87
IV.1 Manuel Álvarez Tronge<br />
En primer lugar quiero agra<strong>de</strong>cer la invitación <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje.<br />
Para mi es un honor, una gran satisfacción y me siento muy honrado <strong>de</strong> estar en<br />
esta mesa. También les quiero agra<strong>de</strong>cer porque como notarán, por mi acento,<br />
no soy español, soy argentino, hace poco tiempo que estoy acá en Madrid<br />
disfrutando <strong>de</strong> esta ciudad tan maravillosa y me han dado una cálida bienvenida<br />
lo cual les agra<strong>de</strong>zco profundamente. Esta charla para mi es un gran <strong>de</strong>safío,<br />
soy un enamorado <strong>de</strong> los métodos alternativos <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong> conflictos y hace<br />
aproximadamente 14 años atrás instalamos este concepto en Latinoamérica,<br />
fundando la Asociación Iberoamericana para la Resolución Alternativa <strong>de</strong><br />
Disputas (AIRAD) con se<strong>de</strong> en Buenos Aires y representaciones en diferentes<br />
países <strong>de</strong> la región, inclusive en España (algunos colegas hoy presentes en la<br />
Sala, como conversábamos hace unos minutos previo a comenzar esta<br />
Conferencia, recordaban a AIRAD con cariño). Es por ello que compartir con<br />
uste<strong>de</strong>s algunos conceptos sobre uno <strong>de</strong> estos métodos, como es el Arbitraje y<br />
su impacto en Iberoamérica, es para mi un <strong>de</strong>safío que me entusiasma y me<br />
brinda profunda alegría. Gracias, entonces, por esta convocatoria.<br />
Las pautas que se me dieron para esta presentación era compartir con uste<strong>de</strong>s<br />
especialmente algunos conceptos claves <strong>de</strong> una experiencia concreta: el<br />
Arbitraje <strong>de</strong> Telefónica con la República Argentina ante el CIADI (ICSID, como<br />
se <strong>de</strong>nomina en Inglés). Pues bien, así lo haré, advirtiéndoles previamente que<br />
sólo me referiré a aspectos les diría <strong>de</strong> forma, aquellos que son públicos. Como<br />
uste<strong>de</strong>s compren<strong>de</strong>rán, en virtud <strong>de</strong> estar el caso todavía en trámite, les pido<br />
disculpas pero no voy a referirme a aspectos <strong>de</strong>l Arbitraje que <strong>de</strong>ben ser<br />
reservados. En este momento, les anticipo, la acción <strong>de</strong> Telefónica está<br />
suspendida, y creo si interesante y <strong>de</strong>safiante para todos, pensar y trabajar<br />
sobre la experiencia, para que la misma nos sirva a todos para po<strong>de</strong>r reflexionar<br />
en un procedimiento mejor. Así <strong>las</strong> cosas, compartiré con uste<strong>de</strong>s: Primero los<br />
antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l arbitraje, segundo el estado <strong>de</strong> situación actual y cuestiones<br />
<strong>de</strong> forma y tercero, como Conclusión quisiera compartir con vosotros algunas<br />
preguntas que serán motivo seguramente <strong>de</strong> alguna polémica.<br />
89
Vamos entonces a los antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l Arbitraje CIADI:<br />
Para hablar <strong>de</strong> la experiencia Argentina, tengo que explicar - porque<br />
seguramente habrá personas en la audiencia que no conocen - que fue lo que<br />
sucedió en nuestro país y cual fue la magnitud <strong>de</strong> la crisis que sufrimos. Quiero<br />
también referirme a la normativa aplicable en el procedimiento <strong>de</strong>nominado <strong>de</strong><br />
Renegociación que enseguida explicaré y que interpuso el gobierno Argentino<br />
como obligatorio para <strong>las</strong> compañías que como en el caso <strong>de</strong> Telefónica<br />
prestaban servicios públicos en el país. Por último haré una explicación sobre los<br />
<strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> Telefónica que se pretendían proteger y llevar a este tribunal<br />
arbitral.<br />
Retrocedamos entonces a fines <strong>de</strong>l año 2001 y primer semana <strong>de</strong>l 2002: Que fue<br />
lo que sucedió en Argentina?. Casi todos conocerán por los medios <strong>de</strong><br />
comunicación lo que fue la crisis, el “efecto Tango” como algunos lo llamaron.<br />
Hasta nacieron palabras específicas que se hicieron famosas por lo que<br />
acontecía en Buenos Aires, como fue la palabra “ Corralito “ y “congelamiento<br />
tarifario“, conceptos que se originaron en aquellos días y que dieron lugar a la<br />
mayor crisis social y económica <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> mi país y que todavía se está<br />
intentando resolver.<br />
Quiero circunscribirme a la que fue, quizás, la mayor <strong>de</strong>mostración <strong>de</strong> la<br />
magnitud <strong>de</strong> la crisis: la Ley <strong>de</strong> Emergencia Económica votada por el Parlamento<br />
argentino aquel 6 en enero <strong>de</strong>l 2002. Esta ley estableció el marco <strong>de</strong> situación<br />
que <strong>de</strong>bían enfrentar los ciudadanos y <strong>las</strong> empresas que <strong>de</strong>sarrollan negocios<br />
allí. Específicamente me voy a referir a los artículos <strong>de</strong> esta ley que se refirieron<br />
a <strong>las</strong> empresas <strong>de</strong> servicios públicos. Especialmente el artículo 8, como se ve<br />
en la pantalla, que <strong>de</strong>jó sin efectos aquel<strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong> pactadas con <strong>las</strong><br />
autorida<strong>de</strong>s argentinas que se <strong>de</strong>nominaban “cláusu<strong>las</strong> <strong>de</strong> ajustes <strong>de</strong> acuerdo a<br />
tipo <strong>de</strong> cambio“ y <strong>de</strong>jó sin efecto también a todos los mecanismos in<strong>de</strong>xatorios<br />
que podrían tener estos contratos (ya sea basadas en índices <strong>de</strong> precios <strong>de</strong><br />
otros países o cualquier otro sistema <strong>de</strong> ajuste). Como resulta <strong>de</strong> todo esto, lo<br />
que se <strong>de</strong>nominó “congelamiento <strong>de</strong> tarifas“ fue que todas los precios <strong>de</strong><br />
servicios resultantes <strong>de</strong> estos contratos públicos como el <strong>de</strong> Telefónica<br />
90
quedaban establecidos en pesos y fijos, inamovibles, en la relación <strong>de</strong> cambio 1<br />
peso igual 1 dólar, cuando, también es público, que en ese momento sufrió la<br />
Argentina una gran <strong>de</strong>valuación <strong>de</strong> alto impacto que llevó el valor <strong>de</strong>l dólar <strong>de</strong> un<br />
peso a casi 4 pesos. Debe <strong>de</strong>stacarse que este “congelamiento” para <strong>las</strong><br />
empresas <strong>de</strong> servicios públicos (en la absoluta mayoría <strong>de</strong> capital extranjero), no<br />
afectó a los <strong>de</strong>más ciudadanos argentinos o empresas que <strong>de</strong>sarrollaban sus<br />
negocios en el país, <strong>las</strong> que acomodaron sus contratos con un parámetro<br />
in<strong>de</strong>xatorio, índice <strong>de</strong> ajuste, que se <strong>de</strong>nominó “CER”, Coeficiente <strong>de</strong><br />
Estabilización <strong>de</strong> Referencia y que tuvo presente el índice inflacionario y parte<br />
<strong>de</strong>l incremento <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> cambio.<br />
Los artículos 9 y 10 <strong>de</strong> esta ley <strong>de</strong> Emergencia, <strong>de</strong>legaron <strong>las</strong> faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />
renegociar los contratos <strong>de</strong> servicios públicos en el Po<strong>de</strong>r Ejecutivo y, como dije<br />
antes, se abrió un procedimiento -que se repite hoy en otros países <strong>de</strong><br />
Sudamérica- por el cual se iniciaron conversaciones con <strong>las</strong> compañías para<br />
establecer nuevas bases, nuevas pautas, nuevas reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> juego, en lo que eran<br />
los convenios originales con aquel<strong>las</strong> empresas con inversiones en el país. Se<br />
estableció allí en esta ley un muevo marco a tener en cuenta y como figura en la<br />
pantalla, se fijaron algunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> característica que <strong>de</strong>bían respetarse en la<br />
renegociación y estas fueron: a) el impacto <strong>de</strong> <strong>las</strong> tarifas <strong>de</strong>be respetar la calidad<br />
<strong>de</strong> la inversión, b) la inversión comprometida <strong>de</strong>be continuar, y por supuesto, c)<br />
el interés <strong>de</strong> los usuarios y la accesibilidad <strong>de</strong>ben ser parámetros especiales a<br />
tener en cuenta. Por último, se dispuso también que “la rentabilidad <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
empresas” era un ítem que <strong>de</strong>bía evaluarse a la hora <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir los términos <strong>de</strong> la<br />
renegociación. Lo que se estableció a<strong>de</strong>más, es una prohibición general que no<br />
autorizaba a <strong>las</strong> compañías a suspen<strong>de</strong>r o alterar <strong>las</strong> obligaciones contractuales.<br />
Esto es importante <strong>de</strong>stacarlo: como enseguida vamos a ver, el hecho <strong>de</strong> no<br />
autorizar a <strong>las</strong> empresas <strong>de</strong> servicios públicos a suspen<strong>de</strong>r sus obligaciones<br />
según contrato, justamente fue darle vali<strong>de</strong>z a los mismos, ya que se le dijo a <strong>las</strong><br />
empresas que <strong>de</strong>bían continuar con sus prestaciones fijadas en los acuerdos<br />
firmados, es <strong>de</strong>cir, le estaban dando vida a los convenios firmados al momento<br />
<strong>de</strong> <strong>las</strong> privatizaciones <strong>de</strong> los años 90.<br />
91
Como consecuencia <strong>de</strong> esta normativa se establecieron en diferentes Decretos y<br />
Resoluciones unos parámetros, unas bases, <strong>de</strong> lo que sería el proceso <strong>de</strong><br />
renegociaciones en Argentina (todo esto obe<strong>de</strong>ciendo a diferentes momentos<br />
políticos y económicos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la crisis aludida). En ese marco, la primera<br />
resolución <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Economía (Nro.20) que fijó <strong>las</strong> bases <strong>de</strong>l proceso, y<br />
que luego fue ratificada en la administración <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte Kirchner fue la que<br />
<strong>de</strong>finió el concepto. La <strong>de</strong>finición es interesante remarcarla: el concepto <strong>de</strong><br />
renegociación se <strong>de</strong>finió como “un proceso <strong>de</strong> procurar con el principio <strong>de</strong>l<br />
sacrificio compartido a<strong>de</strong>cuar <strong>de</strong> común acuerdo los contratos, sin introducir<br />
cambios estructurales a efectos <strong>de</strong> preservar la vida <strong>de</strong> los mismos y <strong>las</strong><br />
condiciones pactadas originariamente”. Quiere <strong>de</strong>cir esto que los contratos que<br />
se negociaron, como <strong>de</strong>cía antes, mantuvieron vigencia parcial, es <strong>de</strong>cir, no se<br />
<strong>de</strong>rogaron. Lo que ocurrió es que esa vigencia fue parcial ya que se<br />
mantuvieron vigentes <strong>las</strong> obligaciones asumidas por los prestadores extranjeros<br />
pero no <strong>las</strong> obligaciones asumidas por el estado argentino. Y como comentaba<br />
antes, también el proceso en sí <strong>de</strong> la renegociación, que al principio fue<br />
establecido para realizarse en 120 días, no se cumplió y todavía, luego <strong>de</strong> más<br />
<strong>de</strong> cuatro años y medio, está pendiente <strong>de</strong> finalizar.<br />
Pasemos ahora a examinar los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> Telefónica en Argentina, es <strong>de</strong>cir,<br />
aquellos que se pretendía proteger. Me voy a basar en la normativa <strong>de</strong><br />
privatización <strong>de</strong>l año 90, cuando llega Telefónica al país, como parte <strong>de</strong> un grupo<br />
económico y <strong>de</strong> un “joint venture” a hacer la inversión en Argentina. Telefónica<br />
en aquel momento tenía el 8% aproximadamente <strong>de</strong>l consorcio formado al efecto<br />
para competir en el proceso <strong>de</strong> privatización <strong>de</strong> la ex-Entel.<br />
I<strong>de</strong>ntifico este proceso porque es interesante precisar que en el año 90 también<br />
existía en Argentina una ley <strong>de</strong> Emergencia (igual <strong>de</strong>nominación que la <strong>de</strong>l año<br />
2.002 ). Esto es relevante y hasta simpático. Cuando Telefónica llega a la<br />
Argentina, comienza su actividad con esta ley <strong>de</strong> Emergencia que la<br />
administración <strong>de</strong>l Presi<strong>de</strong>nte Menem presentó en el Congreso, con lo cual era<br />
lógico que este contexto <strong>de</strong> crisis, se previeran en el contrato que nacía en el<br />
año 1990, unas series <strong>de</strong> pautas que le dieran un marco <strong>de</strong> estabilidad jurídica a<br />
lo que iba a ser un gran <strong>de</strong>safío y una gran apuesta por el país.<br />
92
El primero <strong>de</strong> estos <strong>de</strong>rechos a los que Telefónica accedió, fue que la licencia<br />
que se le otorgada fuera a–temporal, es <strong>de</strong>cir, siguiendo una línea <strong>de</strong> algunos<br />
ejemplos internacionales, la licencia <strong>de</strong> telefonía básica no tenía tiempo fijo sino<br />
solamente metas y compromisos <strong>de</strong> inversión cíclicos a cumplir por la compañía<br />
adjudicataria. La empresa, bajo este marco, se convirtió en propietaria <strong>de</strong> los<br />
activos que adquirió pagando una cifra cercanas a los mil millones <strong>de</strong> dólares.<br />
Asimismo en el contrato se establecieron garantías. Recor<strong>de</strong>mos que en ese<br />
momento se estaba en una situación económica y social en el país <strong>de</strong><br />
“emergencia“, con lo cual era lógico que se negociaran cláusu<strong>las</strong> que otorgaban<br />
estabilidad a la inversión <strong>de</strong> Telefónica. Y así fue que se estableció que el<br />
Estado nacional compensaría a <strong>las</strong> empresas licenciatarias con la eventual suma<br />
que se perciba <strong>de</strong> menos en el supuesto que se establezcan topes o nuevos<br />
“congelamiento <strong>de</strong> tarifas y precios” que se aparten <strong>de</strong> lo establecido en el<br />
pliego <strong>de</strong> base y condiciones <strong>de</strong> la Licitación. Uste<strong>de</strong>s se preguntarán ¿porqué<br />
era esto?, ¿porqué la Argentina daba esta garantía tan especial? Es que pocos<br />
meses antes <strong>de</strong>l año 1990, y como una reiteración <strong>de</strong> experiencias anteriores, el<br />
país había vivido un “congelamiento” y “control absoluto” <strong>de</strong> precios que impedía<br />
aumentos autónomos resueltos por <strong>las</strong> empresas. Siendo esto así era previsible<br />
que se volvieran a repetir los “congelamientos” teniendo a la vista aquel<br />
acontecimiento y es por ello que se precisó claramente en el pliego <strong>de</strong> la<br />
licitación, estableciéndose en él que “no se le pue<strong>de</strong> aplicar al régimen <strong>de</strong><br />
tarifas y precios <strong>de</strong> <strong>las</strong> licenciatarias congelamientos administraciones y/o<br />
controles <strong>de</strong> precios“ y se estableció que si a pesar <strong>de</strong> esta estipulación “se<br />
obligara a la sociedad licenciataria a a<strong>de</strong>cuarse a un régimen <strong>de</strong> control <strong>de</strong><br />
precios, la sociedad tendrá <strong>de</strong>recho a una compensación equivalente“. No quiero<br />
<strong>de</strong>tenerme en muchos más <strong>de</strong>talles ya que el tiempo asignado para esta<br />
presentación me lo impi<strong>de</strong>, pero les diría que varias <strong>de</strong> <strong>las</strong> disposiciones que<br />
fueron consecuentes a estas normas establecieron hasta el hartazgo el <strong>de</strong>talle<br />
<strong>de</strong> cómo Telefónica, en caso que el Estado Argentino violara esta disposición,<br />
se haría <strong>de</strong> los fondos <strong>de</strong> compensación ( sólo <strong>de</strong>cirles que se estableció un<br />
anexo específico <strong>de</strong>l Contrato <strong>de</strong> Transferencia hasta el número <strong>de</strong> cuenta<br />
bancaria, don<strong>de</strong> <strong>las</strong> empresas licenciatarias podrían hacer su débito en el caso<br />
<strong>de</strong> que se estableciera un congelamiento <strong>de</strong> precios en el futuro )..<br />
93
Veamos ahora y como último punto previo a <strong>las</strong> conclusiones el arbitraje en sí<br />
mismo: ante la violación por parte <strong>de</strong>l Estado Argentino <strong>de</strong> sus compromisos<br />
llegamos, entonces a dar inicio al proceso arbitral basados evi<strong>de</strong>ntemente en<br />
una norma que nos daba esta protección y que era el Tratado con España, el<br />
Tratado Bilateral <strong>de</strong> Protección y Promoción recíproca <strong>de</strong> inversiones. Este<br />
tratado se firmó en octubre <strong>de</strong> 1991 y luego fue aprobado por una ley en<br />
Argentina, la número 24.118 en agosto <strong>de</strong>l 92. ¿Qué es lo que establece este<br />
tratado? Un mecanismo <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> controversias con una etapa previa <strong>de</strong><br />
negociación entre la empresa española y la República Argentina. Así fue que<br />
Telefónica inició esta etapa notificando formalmente en mayo <strong>de</strong>l 2002, dando<br />
comienzo a esta negociación. En aquel momento en la Argentina interpretó que<br />
se daba cumplimiento a la misma por la renegociación antes referida y no dio<br />
lugar a este procedimiento conciliatorio. Vencido el plazo y luego <strong>de</strong> diferentes<br />
tentativas, Telefónica <strong>de</strong>bió presentar su solicitud <strong>de</strong> arbitraje el 14 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong>l<br />
2003 (quedó registrado oficialmente en julio <strong>de</strong> 2003). Tardamos bastante en<br />
constituir el tribunal arbitral producto <strong>de</strong> diferentes impugnaciones a candidatos.<br />
En abril <strong>de</strong> 2004 se constituyó el tribunal y la primera audiencia citada fue el 6 <strong>de</strong><br />
julio <strong>de</strong> ese año que se realizó en Washington. Allí <strong>las</strong> partes manifestaron que<br />
estábamos en una etapa <strong>de</strong> negociación privada y pedimos una suspensión por<br />
90 días <strong>de</strong>l procedimiento para seguir intentando una conciliación, cosa que fue<br />
bien recibida por la Argentina pero lamentablemente resultó infructuosa y así fue<br />
como Telefónica se vio ante la obligación <strong>de</strong> presentar el <strong>de</strong>nominado “Primer<br />
Memorial” o primer resumen <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda, en diciembre 2004. La Argentina<br />
respondió con objeciones a la jurisdicción <strong>de</strong>l Tribunal CIADI sobre febrero <strong>de</strong>l<br />
2005. En el mes <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 2005 se realizó la audiencia final sobre la excepción<br />
<strong>de</strong> jurisdicción planteada por los representantes argentinos y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esa época,<br />
se está a la espera <strong>de</strong>l fallo <strong>de</strong> jurisdicción. Como novedad, <strong>de</strong>bo compartir con<br />
uste<strong>de</strong>s que hace una semana atrás Telefónica y la Argentina solicitaron<br />
conjuntamente la suspensión <strong>de</strong>l proceso arbitral producto <strong>de</strong> un primer acuerdo<br />
al que han arribado, al cual le restan una serie <strong>de</strong> etapas y compromisos <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
partes. Estamos ahora en el proceso final <strong>de</strong> una negociación sobre el mismo.<br />
Hasta aquí el proceso ante el CIADI y la experiencia consecuente.<br />
94
Quiero ahora compartir rápidamente con vosotros, mis Conclusiones enfocadas<br />
en el título principal <strong>de</strong> este Seminario. Y estas conclusiones no son <strong>de</strong>finiciones<br />
sino preguntas que pretendo originen una reflexión. La primera pregunta que me<br />
formulo y quiero formular a los asistentes es ¿Porqué el Arbitraje?, ¿Cuál es su<br />
razón <strong>de</strong> ser? ¿Y qué es lo que está sucediendo en Latinoamérica en relación<br />
con el arbitraje?. Mi experiencia hoy, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 15 años haciendo<br />
negocios en la región y que abarca todo Latinoamérica, y que se hace patente<br />
hoy <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Telefónica con el control <strong>de</strong> cinco operadoras <strong>de</strong> telefonía en<br />
Colombia, Perú, Chile, Argentina, y Brasil y con negocios en todos los países <strong>de</strong><br />
América es que el arbitraje tiene <strong>de</strong>cididamente algunas ventajas comparativas.<br />
El arbitraje es un mecanismo, una po<strong>de</strong>rosa herramienta para la paz. Es un<br />
medio <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> controversias, no es un fin en sí mismo. Tal naturaleza, si<br />
es bien comprendida y utilizada enaltece su importancia y su razón <strong>de</strong> ser.<br />
El arbitraje nos brinda neutralidad, idoneidad, celeridad y cierta economía en<br />
costos, características que no encontramos muchas veces en <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong><br />
la justicia ordinaria <strong>de</strong> iberoamérica. Y esta reflexión se vincula con mi segunda<br />
pregunta: “¿Porqué los tratados <strong>de</strong> protección recíproca <strong>de</strong> <strong>las</strong> inversiones?. Y a<br />
los efectos <strong>de</strong> esta respuesta necesito <strong>de</strong> vuestra reflexión. Mi impresión es los<br />
países exportadores <strong>de</strong> capital a esta área <strong>de</strong>l mundo necesitan <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
características antes apuntadas, y necesitan garantías que conformen la<br />
<strong>de</strong>nominada “estabilidad o seguridad jurídica”. Como dijo ayer Su Majestad este<br />
es el <strong>de</strong>safío. El problema institucional, salvo algunas excepciones, lo tenemos<br />
presente a lo largo <strong>de</strong> todo Iberoamérica y es nuestra responsabilidad<br />
gestionarlo.<br />
Todo esto me lleva a mi última reflexión que quería compartir con uste<strong>de</strong>s acerca<br />
<strong>de</strong> cuál es el rol que <strong>de</strong>be <strong>de</strong>sempeñar España en este <strong>de</strong>safío. Mi conclusión es<br />
que en materia <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong> controversias vuestro país tiene un papel crítico<br />
en Iberoamérica que todavía no ha comprendido. Los países <strong>de</strong> la región<br />
respetan a España. Vuestra estabilidad <strong>de</strong>mocrática <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> los Acuerdos <strong>de</strong><br />
la Moncloa, el grado <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo económico en los últimos años, los lazos<br />
culturales, familiares y sociales han dado origen a esta credibilidad. En la región<br />
llamamos a España la “Madre Patria” y tal concepto tiene en este caso una<br />
95
connotación especial: ¿Quién mejor que un padre o una madre para ayudar a los<br />
hijos a solucionar conflictos? La i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> lenguaje, la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong><br />
costumbres, el ser parte <strong>de</strong> nuestras historia hace que este rol, este<br />
protagonismo lo <strong>de</strong>ba asumir España y <strong>las</strong> instituciones enclavadas en su<br />
cultura. Ningún otro país en el mundo, ni ninguna otra institución que no tuviera<br />
este origen tiene esta característica frente a Latinoamérica. La oportunidad está<br />
presente y per<strong>de</strong>rla sería una pena y, a mi criterio, una irresponsabilidad. Como<br />
señalé al comienzo, cuando constituimos la Asociación Iberoamericana <strong>de</strong><br />
Resolución <strong>de</strong> Disputas, en el año 1.990 vimos a España como lí<strong>de</strong>r natural en<br />
este tema. Hoy ha llegado el momento.<br />
Estas son <strong>las</strong> reflexiones que quería compartir con vosotros. Muchas gracias.<br />
96
IV.2 Andrés Rigo Sureda<br />
En primer lugar introduciré el tema, seguidamente explicaré <strong>las</strong> características<br />
<strong>de</strong>l arbitraje <strong>de</strong> inversión y <strong>de</strong>l arbitraje según <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong>l Centro Internacional<br />
<strong>de</strong> Arreglo <strong>de</strong> Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), centro especializado<br />
en este tipo <strong>de</strong> arbitraje, <strong>de</strong>spués me ocuparé <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> los temas que<br />
preocupan hoy en día para cerrar con algunas reflexiones finales a modo <strong>de</strong><br />
conclusión.<br />
El arbitraje <strong>de</strong> inversión se inserta en la ten<strong>de</strong>ncia que se ha <strong>de</strong>sarrollado en los<br />
últimos 50 años <strong>de</strong> dar acceso a individuos o socieda<strong>de</strong>s a jurisdicciones<br />
internacionales. Esta ten<strong>de</strong>ncia se ve sobre todo en el campo <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos<br />
humanos, pero resulta también evi<strong>de</strong>nte en el arbitraje <strong>de</strong> inversión cuando<br />
individuos o socieda<strong>de</strong>s que han invertido en países diferentes <strong>de</strong>l suyo tienen<br />
acceso a una jurisdicción internacional respecto <strong>de</strong> diferencias sobe el trato que<br />
les ha dado el país anfitrión. El CIADI es el ejemplo más significativo.<br />
El otro punto <strong>de</strong> tipo general para encuadrar el tema es el repetido fracaso <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
negociaciones para llegar a un acuerdo multilateral <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> inversiones.<br />
Así ocurrió con los intentos <strong>de</strong> la OCDE <strong>de</strong> establecer un código <strong>de</strong> conducta o<br />
un sistema multilateral <strong>de</strong> garantías <strong>de</strong> la inversión en los años 60 y con el<br />
Multilateral Investment Agreement en los años 90, que llegó a un punto<br />
avanzado pero no consiguió cuajar. A principios <strong>de</strong> los años 60 el Banco Mundial<br />
tomó la iniciativa y propuso la creación <strong>de</strong>l CIADI que vamos a ver más a<strong>de</strong>lante.<br />
Las dos características principales <strong>de</strong>l arbitraje <strong>de</strong> inversión en su modalidad<br />
actual son el que una parte sea un estado, normalmente como parte<br />
<strong>de</strong>mandada, y la otra una empresa privada, y que el consentimiento se dé por<br />
a<strong>de</strong>lantado, a veces, pocas, en la legislación sobre inversiones y más<br />
comúnmente en los acuerdos bilaterales <strong>de</strong> protección y promoción <strong>de</strong><br />
inversiones (APPRI) o en algún tratado regional como el Tratado <strong>de</strong> Libre<br />
Comercio <strong>de</strong> América <strong>de</strong>l Norte (TLCAN) o multilateral especializado en un<br />
sector como la Carta <strong>de</strong> Energía. Todos estos instrumentos prevén la posibilidad<br />
97
<strong>de</strong> que inversores <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los países contratantes que hayan invertido en otro<br />
puedan recurrir al arbitraje.<br />
Según cifras <strong>de</strong> UNCTAD <strong>de</strong> mediados <strong>de</strong>l año pasado se han firmado cerca <strong>de</strong><br />
2.400 APPRI, <strong>de</strong> ellos 1700 están en vigor. Mientras que una mayoría <strong>de</strong> estos<br />
acuerdos son entre países exportadores y países importadores <strong>de</strong> capital, hay<br />
un porcentaje cada vez mayor, un 28%, siempre según datos <strong>de</strong> UNCTAD, que<br />
ha sido concluido entre países comúnmente consi<strong>de</strong>rados importadores <strong>de</strong><br />
capital.<br />
Los APPRI son documentos relativamente breves que enumeran <strong>de</strong> forma<br />
general <strong>las</strong> protecciones otorgadas a la inversión hecha por inversores <strong>de</strong>l otro<br />
estado contratante empezando por un concepto muy amplio <strong>de</strong> inversión. Se<br />
conviene que la inversión gozará <strong>de</strong> plena protección y seguridad, <strong>de</strong> un trato<br />
justo y equitativo, no discriminatorio, no inferior al otorgado a los propios<br />
nacionales <strong>de</strong>l estado receptor <strong>de</strong> la inversión e igual al otorgado a la inversión<br />
en otros APPRI a través <strong>de</strong> la cláusula <strong>de</strong> nación más favorecida. Asimismo los<br />
estados se comprometen a no expropiar <strong>las</strong> inversiones, excepto por razón <strong>de</strong><br />
utilidad pública, con in<strong>de</strong>mnización y <strong>de</strong> forma no discriminatoria. Los APPRI<br />
incluyen también el concepto <strong>de</strong> la expropiación indirecta, <strong>de</strong> la expropiación<br />
progresiva a través <strong>de</strong> medidas que en su conjunto tienen el efecto <strong>de</strong> una<br />
expropiación pero que individualmente <strong>de</strong> por sí no la serían. Una cláusula no<br />
siempre incluida pero bastante frecuente es la llamada cláusula paraguas cuyo<br />
objeto es transformar un compromiso contractual <strong>de</strong>l estado en un<br />
incumplimiento <strong>de</strong>l APPRI. Es una cláusula controvertida por sus consecuencias<br />
y ha sido objeto <strong>de</strong> diferentes interpretaciones por los tribunales arbitrales.<br />
La generalidad con que están <strong>de</strong>scritas <strong>las</strong> protecciones otorgadas ha suscitado<br />
en la práctica diferencias sobre su significado. ¿Qué es una inversión? ¿Qué<br />
nivel <strong>de</strong> riesgo tiene que asumir el inversor? ¿Es necesario que la inversión<br />
favorezca el <strong>de</strong>sarrollo económico <strong>de</strong>l país receptor? ¿Es un préstamo una<br />
inversión? ¿Qué significa plena protección y seguridad? ¿Se trata <strong>de</strong> seguridad<br />
en el sentido físico o va más allá y abarca, por ejemplo, cambios en la legislación<br />
<strong>de</strong>l país receptor? etc. No tenemos tiempo para entrar en estos temas y algunos<br />
98
<strong>de</strong> ellos serán tratados por los otros ponentes. Simplemente quiero apuntar la<br />
gran cantidad <strong>de</strong> cuestiones que se van planteando.<br />
Tal vez el elemento más importante <strong>de</strong> los APPRI es el otorgar al inversor<br />
extranjero el acceso a la conciliación (muy poco frecuente) o al arbitraje<br />
internacional en caso <strong>de</strong> infracción <strong>de</strong>l estado receptor <strong>de</strong> sus compromisos en<br />
el APPRI. ¿Qué tipo <strong>de</strong> arbitraje? La mayoría <strong>de</strong> los APPRI prevén arbitraje<br />
según <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> arbitraje <strong>de</strong>l CIADI con alternativas como el arbitraje ad hoc<br />
según el reglamento <strong>de</strong> la CNUDMI, o <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> la Cámara <strong>de</strong> Comercio<br />
Internacional (CCI) o <strong>las</strong> <strong>de</strong> la Cámara <strong>de</strong> Comercio <strong>de</strong> Estocolmo (CCE).<br />
Como pue<strong>de</strong>n ver en la pantalla, hasta el 31 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2006 el CIADI ha<br />
registrado en su historia un total <strong>de</strong> 240 casos, esta cifra incluye los casos<br />
registrados bajo el Mecanismo Complementario <strong>de</strong>l que voy a hablar en un<br />
momento. 24 casos se registraron en 2005 y 10 casos han sido registrados este<br />
año. 104 procedimientos están en curso en este momento. Mientras el CIADI<br />
publica el registro <strong>de</strong> casos no siempre es así en otras instituciones o en el<br />
arbitraje ad hoc. Según UNCTAD, a mediados <strong>de</strong> 2005 había 39 procedimientos<br />
en curso según <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> la CNUDMI, 4 según <strong>las</strong> <strong>de</strong> la CCI y 4 según <strong>las</strong> <strong>de</strong><br />
la CCE.<br />
Pasemos ahora al CIADI mismo. El origen <strong>de</strong>l CIADI hay que situarlo en el<br />
contexto <strong>de</strong> los intentos multilaterales <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la segunda guerra mundial<br />
para promocionar y proteger la inversión extranjera. El Banco Mundial, al que el<br />
CIADI está afiliado, recibía a menudo solicitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> gobiernos e inversores<br />
privados para que mediara en controversias, como la resultante <strong>de</strong> la<br />
expropiación <strong>de</strong> la Anglo-Iranian Oil Company o la <strong>de</strong> la Sociedad <strong>de</strong>l Canal <strong>de</strong><br />
Suez. En 1962 la junta <strong>de</strong> gobernadores <strong>de</strong>l Banco Mundial encargó un estudio<br />
sobre cómo tratar este tipo <strong>de</strong> intervenciones <strong>de</strong> forma más sistemática. El<br />
resultado fue el Convenio sobre Arreglo <strong>de</strong> Diferencia Relativas a Inversiones<br />
entre Estados y Nacionales <strong>de</strong> Otros Estados (el Convenio) firmado en 1965.<br />
En el preámbulo <strong>de</strong>l Convenio se reconoce la “necesidad <strong>de</strong> la cooperación<br />
internacional para el <strong>de</strong>sarrollo económico y la función que en ese campo<br />
99
<strong>de</strong>sempeñan <strong>las</strong> inversiones internacionales <strong>de</strong> carácter privado” y que “aún<br />
cuando tales diferencias se someten a jurisdicciones nacionales, en ciertos<br />
casos el empleo <strong>de</strong> métodos internacionales <strong>de</strong> arreglo pue<strong>de</strong> ser apropiado<br />
para su solución.” El objetivo <strong>de</strong>l Convenio es contribuir a la promoción <strong>de</strong> la<br />
inversión privada, a través <strong>de</strong> la protección <strong>de</strong> la inversión extranjera, mejorando<br />
el contexto <strong>de</strong> <strong>las</strong> inversiones tanto para los inversores como para los Estados.<br />
En efecto, el Convenio trata <strong>de</strong> mantener el equilibrio entre los intereses <strong>de</strong> los<br />
inversores y los Estados. Los arbitrajes y conciliaciones se pue<strong>de</strong>n iniciar tanto<br />
por unos como por otros.<br />
Las funciones <strong>de</strong>l CIADI son registrar <strong>las</strong> solicitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> arbitraje o conciliación,<br />
dar apoyo a los tribunales y comisiones <strong>de</strong> conciliación, ayudar a constituirlos<br />
cuando una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes no actúa o intenta obstaculizar el procedimiento,<br />
nombrar un secretario que actúa <strong>de</strong> intermediario entre el tribunal o la comisión y<br />
<strong>las</strong> partes.<br />
A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> <strong>las</strong> características <strong>de</strong>l arbitraje según <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong>l CIADI ya<br />
apuntadas -que <strong>las</strong> partes sean un estado contratante y un individuo o sociedad<br />
con nacionalidad <strong>de</strong> otro estado contratante- la diferencia <strong>de</strong> que se trate <strong>de</strong>be<br />
ser <strong>de</strong> naturaleza jurídica y surgir directamente <strong>de</strong> una inversión, el <strong>de</strong>recho<br />
aplicable es el acordado por <strong>las</strong> partes pero por <strong>de</strong>fecto se prevé cual sería el<br />
aplicable, el consentimiento al arbitraje CIADI es un consentimiento exclusivo e<br />
irrevocable, el laudo no pue<strong>de</strong> ser impugnado en los tribunales. Respecto <strong>de</strong>l<br />
laudo sólo existen los recursos que prevé el Convenio mismo -recursos <strong>de</strong><br />
aclaración, revisión y anulación. El laudo pue<strong>de</strong> ser anulado bien sea en parte o<br />
completamente porque el tribunal no se constituyó <strong>de</strong> forma apropiada, se<br />
excedió en sus po<strong>de</strong>res, hubo corrupción <strong>de</strong> un miembro <strong>de</strong> un tribunal, no se<br />
fundamentó el laudo o se quebrantó una regla fundamental <strong>de</strong>l procedimiento<br />
arbitral. Los Estados miembros se han comprometido a no conce<strong>de</strong>r protección<br />
diplomática ni promover ningún tipo <strong>de</strong> reclamación internacional respecto <strong>de</strong><br />
cualquier diferencia que uno <strong>de</strong> sus nacionales haya sometido al arbitraje <strong>de</strong>l<br />
CIADI, excepto si el Estado contratante que es parte en una diferencia no ha<br />
acatado el laudo. Esta es la contrapartida <strong>de</strong> que el Estado receptor <strong>de</strong> la<br />
inversión haya aceptado someter la controversia al arbitraje.<br />
100
He mencionado antes el mecanismo complementario. En 1978 el Consejo<br />
Administrativo –el órgano rector <strong>de</strong>l CIADI- autorizó al Secretario General a<br />
administrar ciertos procedimientos fuera <strong>de</strong> la competencia <strong>de</strong>l CIADI a través<br />
<strong>de</strong>l Mecanismo Complementario. Este Mecanismo se pue<strong>de</strong> utilizar siempre que<br />
<strong>las</strong> partes en la diferencia estén <strong>de</strong> acuerdo: (i) cuando una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes no es<br />
Estado contratante o no tiene la nacionalidad <strong>de</strong> un Estado contratante, (ii)<br />
cuando la diferencia es <strong>de</strong> carácter jurídico pero no surge directamente <strong>de</strong> una<br />
inversión, y (iii) respecto <strong>de</strong> procedimientos <strong>de</strong> comprobación <strong>de</strong> hechos. En<br />
estos casos el CIADI da el mismo apoyo a los tribunales arbitrales o <strong>las</strong><br />
comisiones <strong>de</strong> conciliación que a los <strong>de</strong>l CIADI propiamente dicho, sin embargo<br />
el laudo no es un laudo en el sentido <strong>de</strong>l laudo en el Convenio y no goza <strong>de</strong> su<br />
reconocimiento como sentencia firme por los países miembros. No cabe en estos<br />
casos el recurso <strong>de</strong> anulación previsto en el Convenio, pero los laudos pue<strong>de</strong>n<br />
ser impugnados ante los tribunales ordinarios <strong>de</strong>l país se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l tribunal <strong>de</strong><br />
arbitraje. El Mecanismo Complementario ha sido mayormente utilizado en los<br />
casos <strong>de</strong> NAFTA porque ni Canadá ni México han ratificado el Convenio.<br />
Nos quedan por tratar los temas que preocupan hoy en día. El arbitraje<br />
tradicional y los procedimientos <strong>de</strong>l CIADI son normalmente confi<strong>de</strong>nciales. El<br />
hecho <strong>de</strong> que una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes sea un estado implica una mayor preocupación<br />
por la transparencia en el procedimiento. En consecuencia hay una ten<strong>de</strong>ncia a<br />
publicar <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones, laudos y ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> procedimiento e incluso a que <strong>las</strong><br />
vistas estén abiertas al público. Los procedimientos arbitrales que involucran uno<br />
<strong>de</strong> los estados contratantes <strong>de</strong>l TLCAN son los que revisten mayor publicidad.<br />
En el caso <strong>de</strong>l CIADI y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un principio el registro <strong>de</strong> los casos ha sido público<br />
así como los miembros <strong>de</strong> los tribunales o comisiones <strong>de</strong> conciliación y <strong>las</strong><br />
inci<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong>l procedimiento. La publicación <strong>de</strong> los laudos, escritos <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
partes o asistencia a <strong>las</strong> vistas <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes. En la última<br />
revisión que se ha hecho <strong>de</strong> <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> arbitraje <strong>de</strong>l CIADI, <strong>las</strong> partes que<br />
aceptan este arbitraje se obligan a que el CIADI pueda publicar la parte<br />
sustantiva jurídica <strong>de</strong> los laudos, es <strong>de</strong>cir, aquella que pueda tener significado<br />
para la doctrina jurídica, en fin, para la experiencia <strong>de</strong>l arbitraje.<br />
101
Otro tema <strong>de</strong> actualidad es el <strong>de</strong> la participación <strong>de</strong> partes no contendientes en<br />
el procedimiento, los llamados “amici curiae”. Las primeras ocasiones en que se<br />
admitió dicha participación han sido mo<strong>de</strong>ladas según la experiencia <strong>de</strong> la<br />
Organización Mundial <strong>de</strong> Comercio. El caso Metanex, un caso <strong>de</strong>l TLCAN, fue el<br />
primer caso <strong>de</strong> un arbitraje <strong>de</strong> inversión don<strong>de</strong> se admitió que partes no<br />
contendientes participaran en el procedimiento. La Comisión <strong>de</strong> Libre Comercio<br />
prevista en el TLCAN estableció por medio <strong>de</strong> una <strong>de</strong>claración los factores a<br />
tener en cuenta por un tribunal para <strong>de</strong>cidir si proce<strong>de</strong> admitir partes no<br />
contendientes. Las partes no contendientes pue<strong>de</strong>n participar en un<br />
procedimiento siempre que ayu<strong>de</strong>n al tribunal en cuanto al <strong>de</strong>recho o a los<br />
hechos <strong>de</strong>l caso. Se concibe como una participación para ayudar al tribunal a<br />
<strong>de</strong>sempeñar su función.<br />
Las reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> arbitraje <strong>de</strong>l CIADI no preveían este supuesto y el primer tribunal<br />
que lo ha consi<strong>de</strong>rado es el <strong>de</strong> Aguas Argentinas c. Argentina. El tribunal <strong>de</strong>cidió<br />
que era esta una cuestión <strong>de</strong> procedimiento y que el tribunal tenía autoridad<br />
suficiente, una autoridad residual bajo <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> arbitraje y <strong>de</strong>l Convenio,<br />
para admitir este tipo <strong>de</strong> participación cuando se reúnen ciertos requisitos que<br />
reflejan los establecidos para los arbitrajes <strong>de</strong>l TLCAN. En la revisión <strong>de</strong> 2006<br />
<strong>de</strong> <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> arbitraje <strong>de</strong>l CIADI se permite la participación <strong>de</strong> partes no<br />
contendientes si se dan los supuestos que uste<strong>de</strong>s ven en la pantalla: si ayuda a<br />
<strong>de</strong>terminar hechos o <strong>de</strong>recho, interés significativo <strong>de</strong>l no contendiente, la<br />
intervención está en el ámbito <strong>de</strong> la diferencia, no perturba el procedimiento, ni<br />
genera carga in<strong>de</strong>bida, ni perjudica injustamente una parte.<br />
Cabe subrayar que esta participación ha sido consi<strong>de</strong>rada posible aunque <strong>las</strong><br />
reg<strong>las</strong> no lo previeran, y va a servir <strong>de</strong> prece<strong>de</strong>nte en situaciones futuras ya que<br />
<strong>las</strong> reg<strong>las</strong> aplicables son aquel<strong>las</strong> vigentes en el momento <strong>de</strong> dar el<br />
consentimiento y va a transcurrir un cierto tiempo hasta que <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> revisadas<br />
surtan su efecto.<br />
El último punto que quiero mencionar es el tema <strong>de</strong> la coherencia <strong>de</strong> los laudos.<br />
Medidas tomadas por los estados afectan a muchas partes que pue<strong>de</strong>n entablar<br />
procedimientos arbitrales paralelos que <strong>de</strong>n resultados contradictorios. También<br />
102
es posible que en la estructura <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s se <strong>de</strong>n<br />
nacionalida<strong>de</strong>s múltiples que involucren tratados bilaterales múltiples. Es <strong>de</strong>cir,<br />
no sólo se pue<strong>de</strong> dar que haya arbitrajes paralelos respecto <strong>de</strong> <strong>las</strong> mismas<br />
medidas sino también que sean iniciados bajo APPRI diferentes.<br />
Se han propuesto algunas soluciones pero no han pasado <strong>de</strong> propuestas. El<br />
CIADI mismo puso sobre la mesa un posible mecanismo <strong>de</strong> apelación, se<br />
recibieron muchos comentarios y <strong>de</strong> momento sigue siendo estudiado. Estados<br />
Unidos incluye la posibilidad <strong>de</strong> un mecanismo <strong>de</strong> apelación en los tratados<br />
bilaterales o los tratados <strong>de</strong> libre comercio que está concluyendo. En estos<br />
instrumentos <strong>las</strong> partes se obligan a que, si un día hay un tratado bilateral que<br />
contemple un recurso <strong>de</strong> apelación <strong>de</strong> los laudos, <strong>las</strong> partes van a esforzarse<br />
para que los laudos bajo el APPRI en cuestión puedan ser apelados.<br />
El TCAN prevé la posible acumulación <strong>de</strong> procedimientos y ha habido dos casos<br />
recientes <strong>de</strong> ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> procedimiento en ese sentido. En un caso se aceptó, en<br />
el otro se <strong>de</strong>negó aunque <strong>las</strong> circunstancias eran parecidas.<br />
Algunos académicos han propuesto un sistema <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones preliminares al<br />
estilo <strong>de</strong>l Tribunal Europeo <strong>de</strong> Justicia, lo que plantea cuestiones como ¿a qué<br />
órgano uno se <strong>de</strong>be dirigir y qué obligaciones tendría el tribunal arbitral <strong>de</strong><br />
dirigirse a ese órgano?<br />
Para concluir:<br />
ha habido un tremendo auge en este tipo <strong>de</strong> arbitrajes pero el volumen <strong>de</strong><br />
<strong>las</strong> inversiones involucradas, teniendo en cuenta el volumen <strong>de</strong> inversión<br />
extranjera en el mundo, es relativamente mo<strong>de</strong>sto.<br />
cabe recalcar que los países tradicionalmente importadores <strong>de</strong> capital han<br />
firmado APPRI entre sí y que sus nacionales son parte <strong>de</strong>mandante en<br />
alguna <strong>de</strong> estas diferencias, como lo son como <strong>de</strong>mandados Estados<br />
Unidos y Canadá bajo el TLCAN.<br />
103
la ten<strong>de</strong>ncia a una mayor publicidad y la participación <strong>de</strong> partes no<br />
contendientes son <strong>de</strong>sarrollos importantes para que el procedimiento arbitral<br />
sea percibido como legítimo.<br />
104
IV.3 Miquel Griñó<br />
Muy buenos días a todos y especialmente me gustaría empezar agra<strong>de</strong>ciendo al<br />
<strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje su amabilísima invitación para compartir con todos<br />
vosotros algunas <strong>de</strong> nuestras experiencias en el CIADI, <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuales yo<br />
fundamentalmente me <strong>de</strong>claro un sufridor; sufridor <strong>de</strong> la gran diversidad <strong>de</strong> retos<br />
que supone el articular <strong>las</strong> <strong>de</strong>fensas y abordar todos los problemas que la<br />
práctica plantean, pero que a su vez es un enamorado <strong>de</strong> la misma y que<br />
disfruta trabajando en este campo. Me gustaría empezar mi intervención<br />
diciendo que hoy soy una persona feliz, por cuanto esta mañana, leyendo la<br />
prensa, me he <strong>de</strong>sayunado con la noticia <strong>de</strong> la publicación <strong>de</strong> la primera <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
resoluciones (que no laudos) que la empresa para la que trabajo ha obtenido en<br />
uno <strong>de</strong> los tres arbitrajes que en este momento estamos sosteniendo contra<br />
Argentina en el CIADI. La problemática con la que nos hemos encontrado con<br />
nuestras inversiones en dicho país es muy similar a la que acaba <strong>de</strong> exponer el<br />
compañero Álvarez Trongé, lo que suce<strong>de</strong> es que se focaliza en tres<br />
concesiones <strong>de</strong> distribución <strong>de</strong> agua y servicios cloacales.<br />
Como la mayoría <strong>de</strong> vosotros seguramente conocéis por su repercusión en<br />
prensa, tanto nacional como internacional, la empresa para la cual presto mis<br />
servicios, se ha visto involucrada en la reciente crisis argentina <strong>de</strong>l año 2002, lo<br />
cual ha repercutido ostensiblemente en <strong>las</strong> inversiones realizadas,<br />
fundamentalmente, en concesiones <strong>de</strong> abastecimiento <strong>de</strong> agua y saneamiento a<br />
<strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Buenos Aires, Córdoba y a la provincia <strong>de</strong> Santa Fe, y ello ha<br />
<strong>de</strong>rivado en sendas <strong>de</strong>mandas arbitrales ante el CIADI o centro <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong><br />
controversias <strong>de</strong>l Banco Mundial, especializado precisamente en <strong>las</strong> disputas<br />
relativas a inversiones, por cuanto el estado argentino, o al menos esta es la<br />
postura que <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>mos, no ha respetado <strong>las</strong> obligaciones asumidas en su día<br />
internacionalmente a través <strong>de</strong> los tratados <strong>de</strong> protección y promoción recíproca<br />
<strong>de</strong> inversiones.<br />
En la mayoría <strong>de</strong> estos arbitrajes siempre hay una primera fase en la cual el<br />
estado <strong>de</strong>mandado argumenta toda una serie <strong>de</strong> excepciones tendientes a evitar<br />
que el tribunal entre en el fondo <strong>de</strong>l asunto, <strong>de</strong> tipo tanto <strong>de</strong> competencia <strong>de</strong>l<br />
105
tribunal como <strong>de</strong> no arbitrabilidad <strong>de</strong>l asunto. Pues bien, haciendo un símil con<br />
los acontecimientos <strong>de</strong> estos días, po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que en esta primera<br />
resolución hemos ganado por goleada, pues han sido <strong>de</strong>sestimadas todas y<br />
cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> alegaciones formuladas por el estado <strong>de</strong>mandado para evitar el<br />
conocimiento <strong>de</strong>l tribunal.<br />
Dicho esto, y para no repetirme con algunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> cosas que ya se han<br />
señalado, me gustaría plantearos algunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> reflexiones que nos planteamos<br />
en su día con AGBAR cuando nos encontramos con toda esa problemática tan<br />
bien explicada por el compañero Álvarez Trongé.<br />
La primera cuestión que uno se plantea ante una situación como ésta, es saber<br />
dón<strong>de</strong> va a intentar que le resarzan <strong>de</strong> sus perjuicios y le restauren su vulnerado<br />
<strong>de</strong>recho. Ello supone <strong>de</strong>cidir si el tema <strong>de</strong>be llevarse ante los tribunales locales<br />
<strong>de</strong>l país receptor <strong>de</strong> la inversión, o bien <strong>de</strong>be elevarse el tema a instancias<br />
internacionales, y especialmente teniendo en cuenta criterios como los costes<br />
que suelen suponer los arbitrajes en esta materia.<br />
Yo diría que aquí subyacen dos tipos <strong>de</strong> motivaciones:<br />
La primera <strong>de</strong> el<strong>las</strong>, muy <strong>de</strong> la mentalidad <strong>de</strong>l inversor, yo la <strong>de</strong>finiría como una<br />
motivación <strong>de</strong> tipo psicológico, y es la siguiente: pensemos que cuando nos<br />
encontramos con esta problemática el inversor se siente totalmente, digamos,<br />
vapuleado, por el estado en el cual ha invertido cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> dinero muy<br />
importantes en sectores estratégicos y lo que menos quiere, si se me permite la<br />
expresión, es que le sigan vapuleando. En razón <strong>de</strong> ello, justificada o<br />
injustificadamente, (este es un tema en el cual yo no voy a <strong>de</strong>batir) el inversor<br />
suele pensar que si se va a los tribunales internos seguramente le seguirán<br />
vapuleando; se establece esta especie <strong>de</strong> link entre el po<strong>de</strong>r político y el po<strong>de</strong>r<br />
judicial que hace que se tenga una gran <strong>de</strong>sconfianza en los tribunales internos<br />
para resolver ese tipo <strong>de</strong> problemáticas.<br />
La segunda <strong>de</strong> <strong>las</strong> motivaciones es netamente jurídica, y po<strong>de</strong>mos hablar <strong>de</strong> dos<br />
tipos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esta categoría:<br />
106
a) En primer lugar hemos <strong>de</strong> pensar que si sometemos la cuestión a los<br />
tribunales locales estaremos ante meros recursos contencioso –<br />
administrativos contra resoluciones emanadas <strong>de</strong> <strong>las</strong> administraciones<br />
públicas. Ello quiere <strong>de</strong>cir, en la mayoría <strong>de</strong> los países, que estaremos<br />
ante actos administrativos que van a gozar <strong>de</strong> la presunción <strong>de</strong> legalidad y<br />
<strong>de</strong>l privilegio <strong>de</strong> ejecutividad, ante lo cual el tribunal local vendrá atado por<br />
<strong>las</strong> propias disposiciones <strong>de</strong> su legislación interna. No será un trato <strong>de</strong><br />
igual a igual entre el inversor y el estado receptor <strong>de</strong> <strong>las</strong> inversiones, sino<br />
<strong>de</strong> un trato entre Administración y entre administrado y,<br />
b) Los comportamientos <strong>de</strong>l estado receptor <strong>de</strong> la inversión pue<strong>de</strong>n ser<br />
catalogados como los <strong>de</strong>nominados “treaty claims” y no como meros<br />
incumplimientos <strong>de</strong> contratos. Lo que en <strong>de</strong>finitiva se vulnera no es en sí<br />
previsiones incluidas en contratos celebrados entre inversor y estado<br />
receptor <strong>de</strong> <strong>las</strong> inversiones, sino <strong>las</strong> obligaciones asumidas por el estado<br />
receptor <strong>de</strong> la inversión en tratados <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> inversiones, lo que<br />
posibilita llevar el tema a instancias internacionales.<br />
¿Cuál es el instrumento que permite alegar esta vulneración a nivel<br />
internacional? Como ya he señalado, el tratado <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> inversiones que<br />
sea <strong>de</strong> aplicación. Fundamentalmente estaremos hablando <strong>de</strong> tratados<br />
bilaterales <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> inversiones, aunque a su lado coexistan ciertos<br />
tratados multilaterales <strong>de</strong> ámbito regional que contienen previsiones sobre la<br />
protección <strong>de</strong> inversiones (por ejemplo el NAFTA) o tratados <strong>de</strong> ámbito<br />
especializado (por ejemplo el Energy Charter Treaty). Son, pues,<br />
fundamentalmente estos tratados bilaterales <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> inversiones los<br />
instrumentos que actualmente regulan esta cuestión, pues los intentos <strong>de</strong> crear<br />
un acuerdo multilateral <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> inversiones por el momento están<br />
paralizados, a pesar <strong>de</strong> los esfuerzos que se han llevado a cabo, tanto en el<br />
ámbito <strong>de</strong> la OCDE (el acuerdo conocido como MAI se empezó a negociar en el<br />
año 1995 y se paralizó en el año 1998) como en el ámbito <strong>de</strong> la OMC (en julio<br />
<strong>de</strong>l año 2004, la cuestión relativa a regulación y protección <strong>de</strong> <strong>las</strong> inversiones<br />
quedó fuera <strong>de</strong> la agenda <strong>de</strong> Doha, especialmente por la oposición <strong>de</strong> los países<br />
en vías <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo), pese a que en este último ámbito exista, tras la Ronda <strong>de</strong><br />
107
Uruguay, el <strong>de</strong>nominado acuerdo TRIMS (Tra<strong>de</strong> Related Investment Measures)<br />
pero que no va más allá <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir <strong>de</strong>terminados comportamientos que <strong>de</strong>ben ser<br />
proscritos <strong>de</strong> <strong>las</strong> legislaciones <strong>de</strong> los países miembros.<br />
Tenemos, por tanto, que en esta materia predomina el bilateralismo, lo cual<br />
conlleva su propia problemática. Efectivamente, la excesiva proliferación <strong>de</strong><br />
tratados bilaterales en esta materia supone que, especialmente por el juego <strong>de</strong> la<br />
cláusula <strong>de</strong> la nación más favorecida, haya constantes remisiones <strong>de</strong> unos<br />
tratados a otros que obliga al intérprete a realizar una fina labor <strong>de</strong><br />
diseccionamiento jurídico para saber exactamente cual es la norma <strong>de</strong><br />
aplicación. Es inevitable pensar que, en ocasiones, este marasmo jurídico es<br />
querido por <strong>de</strong>terminados estados receptores <strong>de</strong> inversiones para dificultar la<br />
interpretación en caso <strong>de</strong> conflicto. Sería <strong>de</strong>seable, pues, que tan pronto como<br />
sea posible, la comunidad jurídica internacional, a través <strong>de</strong> <strong>las</strong> instituciones más<br />
apropiadas al efecto, estableciesen <strong>las</strong> bases y promoviesen efectivamente la<br />
creación <strong>de</strong> un tratado omnicomprensivo en materia <strong>de</strong> protección <strong>de</strong><br />
inversiones.<br />
Los tratados que actualmente regulan la materia, suelen prever diversas<br />
posibilida<strong>de</strong>s en cuanto a la institución a la que someter la controversia, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />
mencionado CIADI como otros foros (entre otros la Cámara <strong>de</strong> Comercio<br />
Internacional), como arbitrajes “ad hoc” habitualmente bajo <strong>las</strong> normas<br />
UNCITRAL. Es por ello hacer una reflexión acerca <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> nos conviene<br />
someter nuestra disputa. Por razones <strong>de</strong> tiempo me centraré en la figura <strong>de</strong>l<br />
CIADI.<br />
Como ya se ha dicho anteriormente, el CIADI o Centro Internacional para el<br />
Arreglo <strong>de</strong> Diferencias Relativas a Inversiones, es un organismo que forma parte<br />
<strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong>l Banco Mundial y constituye la única institución a nivel mundial que<br />
<strong>de</strong> forma exclusiva se <strong>de</strong>dica al arreglo <strong>de</strong> diferencias relativas a inversiones.<br />
Po<strong>de</strong>mos estar hablando <strong>de</strong> arbitrajes en se<strong>de</strong> <strong>de</strong> otras instituciones (CCI, LCIA,<br />
etc.), pero la única que exclusivamente tiene por objeto <strong>las</strong> inversiones<br />
extranjeras es el CIADI.<br />
108
Y no solo por eso; el CIADI se crea en el marco <strong>de</strong> un tratado internacional<br />
in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> los otros tratados relativos a arbitraje, concretamente por el<br />
Convenio <strong>de</strong> Washington <strong>de</strong> 1965. Entre <strong>las</strong> disposiciones <strong>de</strong> este Convenio está<br />
la relativa a la forma <strong>de</strong> ejecución <strong>de</strong> <strong>las</strong> resoluciones, y concretamente su<br />
artículo 53 establece la obligación <strong>de</strong> ejecutar en sus términos <strong>las</strong> resoluciones<br />
emanadas <strong>de</strong> dicho organismo en el territorio <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los estados parte<br />
<strong>de</strong>l Convenio. Ello quiere <strong>de</strong>cir que en ninguno <strong>de</strong> los estados en los que está en<br />
vigor este Convenio pue<strong>de</strong> someterse a un juicio <strong>de</strong> reconocimiento y, ni mucho<br />
menos, <strong>de</strong> revisión, el laudo que emane <strong>de</strong> un tribunal CIADI. Esto es<br />
sustancialmente diferente con el someter el arbitraje a cualquier otra institución,<br />
pues la ejecución, en su caso, vendrá <strong>de</strong>terminada por la normativa interna <strong>de</strong><br />
cada país y, en su caso, por lo dispuesto en el Convenio <strong>de</strong> Nueva York <strong>de</strong> 1958<br />
sobre reconocimiento y ejecución <strong>de</strong> laudos arbitrales. Ello implica que el laudo,<br />
en estos casos, pue<strong>de</strong> someterse a un cierto juicio por los tribunales <strong>de</strong>l país en<br />
el que se pretenda su ejecución, que pue<strong>de</strong> dar al traste con la misma si se<br />
aplican, como suele suce<strong>de</strong>r, excepciones al reconocimiento o ejecución con<br />
base en cuestiones <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n público que no pue<strong>de</strong>n ser alegadas cuando<br />
estamos hablando <strong>de</strong> una resolución <strong>de</strong>l CIADI.<br />
Por todo ello, y por la seriedad que imprime el formar parte <strong>de</strong> una institución <strong>de</strong><br />
la magnitud <strong>de</strong>l Banco Mundial (<strong>de</strong> nuevo volvemos a un cierto argumento<br />
psicológico), es por lo que este tipo <strong>de</strong> arbitrajes suelen dirimirse ante el CIADI.<br />
Ciertamente en nuestro caso observamos que el arbitraje ante el CIADI supone<br />
una dilación temporal importante. Efectivamente, son más <strong>de</strong> tres años <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
que se iniciaron los arbitrajes en nuestro caso, y aun es momento <strong>de</strong> que<br />
entremos a <strong>de</strong>batir el fondo <strong>de</strong>l asunto. En ello subyacen elementos<br />
organizativos y logísticos <strong>de</strong> la propia secretaría <strong>de</strong>l tribunal, y que se han<br />
acentuado, precisamente, tras la crisis argentina, que ha supuesto una<br />
avalancha <strong>de</strong> peticiones. Sería <strong>de</strong>seable mejorar estos aspectos lo más pronto<br />
posible.<br />
Es también importante señalar la sensación <strong>de</strong> “estar haciendo camino”, pues<br />
muchos <strong>de</strong> los problemas que aparecen diariamente se presentan como<br />
109
cuestiones no resueltas absolutamente por anteriores resoluciones <strong>de</strong> dicho<br />
Tribunal. La sensación que <strong>de</strong> ello se tiene es que nunca antes se había dado<br />
ante el CIADI una situación equivalente a la quiebra <strong>de</strong> un país <strong>de</strong> lo que<br />
po<strong>de</strong>mos conceptuar como “primer mundo” al cual pertenece Argentina. Hasta la<br />
eclosión <strong>de</strong> dicha crisis, el CIADI había funcionado con un relativamente<br />
reducido número <strong>de</strong> casos que, evi<strong>de</strong>ntemente, no planteaban el cúmulo <strong>de</strong><br />
problemas que se han puesto <strong>de</strong> manifiesto tras la mencionada avalancha <strong>de</strong><br />
peticiones. Cierto es que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista jurídico es una tarea<br />
apasionante el tratar <strong>de</strong> buscar soluciones a cada problema que se plantea pero,<br />
como digo, resulta en una sensación que cuestiones tan importantes, cuanto<br />
menos económica y estratégicamente como <strong>las</strong> inversiones extranjeras, no están<br />
lo suficientemente <strong>de</strong>sarrolladas.<br />
No obstante, hemos <strong>de</strong> finalizar con una reflexión <strong>de</strong> confianza. Estamos<br />
hablando <strong>de</strong>l único sistema existente en la actualidad que permite al inversor<br />
tratar en un plano <strong>de</strong> igualdad al estado receptor <strong>de</strong> sus inversiones y que le<br />
permite alegar incumplimientos <strong>de</strong> sus obligaciones internacionales ante<br />
tribunales que, <strong>de</strong> no existir estos tratados, le estarían vedados en la medida en<br />
que el sujeto <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho internacional público es el estado y no el particular. Y el<br />
tema es mucho más serio <strong>de</strong> lo que en un principio podría pensarse, pues la<br />
única alternativa es la Protección Diplomática que pueda ejercer el estado <strong>de</strong><br />
nacionalidad <strong>de</strong>l inversor frente al estado <strong>de</strong> recepción, que en otras épocas<br />
había llegado, por estos motivos, a la solución <strong>de</strong> <strong>las</strong> controversias incluso por<br />
medios no pacíficos.<br />
Evi<strong>de</strong>ntemente en el mundo en que vivimos no nos movemos por estos<br />
principios, pero sí <strong>de</strong>bemos exigir el correcto funcionamiento <strong>de</strong> los mecanismos<br />
<strong>de</strong> resolución <strong>de</strong> estos problemas y en ello, evi<strong>de</strong>ntemente, confiamos.<br />
Muchas gracias por su atención.<br />
110
V. CUESTIONES PROCESALES EN<br />
EL ARBITRAJE COMERCIAL<br />
INTERNACIONAL<br />
o Mo<strong>de</strong>rador: D. Miguel Ángel Fernán<strong>de</strong>z-Ballesteros, Vicepresi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l <strong>Club</strong><br />
<strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, Director Departamento Litigación y Arbitraje <strong>de</strong> Gómez-<br />
Acebo & Pombo<br />
o Sr. D. Vicente Montés, Magistrado <strong>de</strong> la Sala 1ª <strong>de</strong>l Tribunal Supremo<br />
o Sr. D. Antonio García Pare<strong>de</strong>s, Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Sección 8ª <strong>de</strong> la Audiencia<br />
Provincial <strong>de</strong> Madrid<br />
o Sr. D. Enrique López, Vocal Portavoz <strong>de</strong>l Consejo General <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial<br />
o Sr. D. José Luis González Armengol, Juez Decano <strong>de</strong> los Juzgados <strong>de</strong> Madrid<br />
111
V.1 Vicente L. Montés<br />
Es forzoso iniciar estas palabras con el agra<strong>de</strong>cimiento a la organización, que<br />
me ha permitido participar en este foro, cuya excelencia ha sido ya <strong>de</strong>bidamente<br />
<strong>de</strong>stacada, y en el que mi mo<strong>de</strong>sta aportación vendrá marcada por el único<br />
mérito que me puedo atribuir: el <strong>de</strong> haber sido en estas li<strong>de</strong>s “cocinero antes <strong>de</strong><br />
fraile”. Esta intervención, necesariamente breve, pues así se acordó con el<br />
Mo<strong>de</strong>rador, trata <strong>de</strong> abrir un <strong>de</strong>bate. Por esta razón <strong>las</strong> opiniones que se viertan<br />
no han <strong>de</strong> estar cerradas a la revisión, ni <strong>de</strong>be ser planteadas dogmáticamente.<br />
Pero lo han <strong>de</strong> ser <strong>de</strong> modo sencillo y, en lo posible, claro.<br />
La ejecución <strong>de</strong> laudo constituye un verda<strong>de</strong>ro punctum pruriens <strong>de</strong>l arbitraje, y<br />
una <strong>de</strong> sus inevitables paradojas. El arbitraje, como ha señalado una autorizada<br />
opinión 4 , i<strong>de</strong>ado para liberarse <strong>de</strong> la jurisdicción estatal, la necesita firmemente<br />
para su eficacia. La eficacia <strong>de</strong>l arbitraje no se explica sin una especial<br />
protección o tutela jurisdiccional, una especial garantía jurisdiccional que,<br />
siguiendo esa misma opinión, cabría señalar que tiene protección en diversos<br />
momentos <strong>de</strong>l iter arbitral 5 . Como he dicho en otro lugar 6 , la relación jurídica<br />
establecida entre <strong>las</strong> partes a través <strong>de</strong>l convenio arbitral da paso a un acto <strong>de</strong><br />
verda<strong>de</strong>ra jurisdicción, pues el arbitraje es lo que la Jurispru<strong>de</strong>ncia<br />
Constitucional ha calificado como un “equivalente jurisdiccional” 7 y el grado <strong>de</strong><br />
eficacia, así como el círculo <strong>de</strong> los afectados, no acaban <strong>de</strong> explicarse a través<br />
4 ALMAGRO NOSETE : “ La ejecución <strong>de</strong>l laudo arbitral “ , 1988, pags. 160 y 166-168<br />
5 que siguiendo la exposición <strong>de</strong>l ilustre autor podrían fijarse en la eficacia privilegiada <strong>de</strong> la<br />
cláusula compromisoria, la compulsión jurisdiccional para la formalización <strong>de</strong>l compromiso,<br />
la excepción <strong>de</strong> sumisión a arbitraje, con eliminación <strong>de</strong> <strong>las</strong> vías procesales<br />
jurisdiccionales ordinarias, la cooperación judicial para la práctica <strong>de</strong> medios probatorios,<br />
<strong>las</strong> medidas cautelares, el régimen imitado <strong>de</strong> impugnaciones <strong>de</strong>l laudo y, sobre todo, la<br />
ejecución <strong>de</strong>l laudo, <strong>de</strong> modo que no es difícil concluir que el arbitraje “necesita una tutela<br />
jurisdiccional propia y diferenciada <strong>de</strong> la común y general dispensada a los contratos”<br />
(Ibi<strong>de</strong>m, esp. pág. 168)<br />
6 “Composición y jurisdicción en el convenio arbitral”, en el Libro Homenaje al Profesor<br />
Manuel Albala<strong>de</strong>jo García, II, 2004, pags. 3351 y sigs.<br />
7 SSTC 43/1988, 233/1988, 288/1993, 176/1996 <strong>de</strong> 11 <strong>de</strong> noviembre.<br />
113
<strong>de</strong> la referencia a <strong>las</strong> categorías generales <strong>de</strong> eficacia <strong>de</strong> los contratos (artículos<br />
1091, 1258 CC) y al principio <strong>de</strong> relatividad (artículo 1257 CC). El arbitraje goza<br />
<strong>de</strong> una especial protección jurisdiccional cuyo centro <strong>de</strong> gravedad se encuentra,<br />
precisamente, en el sistema <strong>de</strong> ejecución <strong>de</strong>l laudo. Verificamos, al efecto,<br />
algunas observaciones que nos parecen <strong>de</strong> especial interés en este Congreso<br />
en el que se pone <strong>de</strong> relieve un momento <strong>de</strong> mayor y mejor implantación <strong>de</strong> la<br />
institución arbitral, tan largos años abandonada por una práctica poco cuidadosa<br />
y por un legislador que se resistía a incorporarnos al círculo <strong>de</strong> los países que, a<br />
impulsos <strong>de</strong> la necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l Comercio internacional, creaba y potenciaba<br />
foros <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> controversias en los que, <strong>de</strong>struyendo recelos, se<br />
establecían, por vía <strong>de</strong>l arbitraje, mecanismos <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> conflictos a través<br />
<strong>de</strong> técnicas ágiles y directas 8 .<br />
Formularemos, al efecto que nos hemos propuesto, varias proposiciones que no<br />
constituyen ninguna novedad, sino un mero recordatorio <strong>de</strong> <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> y <strong>de</strong> los<br />
principios que rigen la ejecución <strong>de</strong>l laudo, a los efectos <strong>de</strong> presentar el tema en<br />
el breve espacio <strong>de</strong> tiempo que se nos ha concedido, y <strong>de</strong> abrir el coloquio<br />
correspondiente.<br />
A) El laudo (<strong>de</strong> con<strong>de</strong>na) es título ejecutivo<br />
No hay que insistir mucho en ello. Lo dice el artículo 517.2.2º LEC, bajo la<br />
rúbrica “Acción ejecutiva. Títulos ejecutivos” 9 Tal y como se dice en la LEC,<br />
si el laudo no es voluntariamente cumplido <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los 20 días<br />
8 “Técnicas a la par simples y eficaces”, como <strong>las</strong> ha calificado la reciente jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><br />
la Sala 1ª <strong>de</strong>l Tribunal Supremo : SSTS 23 <strong>de</strong> julio y 30 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 2001, 6 <strong>de</strong><br />
febrero y 9 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2003, entre otras. Empieza ahora el arbitraje a tener un campo<br />
propio en España, don<strong>de</strong> estuvieron en vigor la Leyes <strong>de</strong> 1953 (redactada por uno <strong>de</strong> los<br />
mejores procesalistas <strong>de</strong>l siglo, el Prof. Jaime Guasp, y llamada “ley contra el arbitraje”) y<br />
<strong>de</strong> 1988, en la que todavía eran perceptibles viejos idola. Los recelos todavía no se han<br />
vencido absolutamente, como veremos.<br />
9 El precepto indica, en primer lugar, que la acción ejecutiva habrá <strong>de</strong> fundarse en un “título<br />
que lleve aparejada la ejecución” que, sigue diciendo, sólo tendrán … (2º) Los laudos o<br />
resoluciones arbitrales firmes<br />
114
posteriores a la notificación (artículo 548 LEC) se pue<strong>de</strong> pedir que se<br />
<strong>de</strong>spache ejecución 10 .<br />
Dos reflexiones, al menos, se ha <strong>de</strong> realizar al respecto. Por una parte, la<br />
ley dice que son ejecutivos los laudos o resoluciones arbitrales, y hay que<br />
enten<strong>de</strong>r que no lo son <strong>las</strong> resoluciones <strong>de</strong> contenido procesal 11 ni <strong>las</strong><br />
absolutorias <strong>de</strong> la instancia. 12 Por analogía con lo que dispone el artículo<br />
521 LEC solo han <strong>de</strong> ser título ejecutivo los laudos (<strong>de</strong>finitivos) que<br />
resuelvan la cuestión <strong>de</strong> fondo y sean <strong>de</strong> con<strong>de</strong>na.<br />
En segundo lugar, el invocado precepto <strong>de</strong> la LEC (517.2. 2º) dice que ha<br />
<strong>de</strong> tratase <strong>de</strong> laudos firmes y el artículo 518 <strong>de</strong> la propia LEC, al establecer<br />
el plazo <strong>de</strong> la caducidad <strong>de</strong> la acción ejecutiva, señala que ha <strong>de</strong> contarse<br />
el plazo (<strong>de</strong> cinco años) <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la firmeza <strong>de</strong> la sentencia o resolución 13 .<br />
Ello abre alguna duda, aunque tenga una mera base teórica, en cuanto<br />
que el laudo, no siendo susceptible <strong>de</strong> un verda<strong>de</strong>ro recurso, sea firme o<br />
no <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento en que se dicta, y no haya que buscar otro momento<br />
que el <strong>de</strong> la notificación. Parece, <strong>de</strong> entrada, que sería lo coherente con <strong>las</strong><br />
10 El precepto necesita alguna aclaración, que se obtiene <strong>de</strong> la regla especial <strong>de</strong>l artículo 39<br />
<strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Arbitraje (Ley 60/2003, <strong>de</strong> 23 <strong>de</strong> diciembre) en relación con el artículo 37 <strong>de</strong><br />
la misma Ley. Cabe solicitar la aclaración <strong>de</strong>l Laudo, e incluso su corrección o<br />
complemento, lo que pue<strong>de</strong> acordarse <strong>de</strong> oficio, respecto <strong>de</strong> los errores señalados en al<br />
artículo 39.1.a), o a solicitud <strong>de</strong> parte. Los 20 días, en tal caso, entiendo que habrán <strong>de</strong><br />
contarse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la notificación <strong>de</strong>l acuerdo o <strong>de</strong>cisión que recaiga.<br />
11 No lo son los “laudos interlocutorios” o resoluciones <strong>de</strong> contenido procesal, ni los laudos<br />
que tengan un puro contenido procesal, como los Laudos absolutorios <strong>de</strong> la instancia.<br />
Dictados, por ejemplo, por falta <strong>de</strong> competencia objetiva para conocer <strong>de</strong>l asunto, por ser<br />
nulo el convenio o por estimar la excepción <strong>de</strong> competencia, o <strong>de</strong> cosa juzgada, <strong>de</strong><br />
acuerdo con lo previsto en el artículo 22.1 LA en que se faculta a los árbitros para <strong>de</strong>cidir<br />
sobre su propia competencia, incluso sobre <strong>las</strong> excepciones relativas a la existencia o a la<br />
vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l convenio arbitra o cualesquiera otras cuya estimación impida entrar en el fondo<br />
<strong>de</strong> la controversia…<br />
12 Sobre todo ello, FERNANDEZ-BALLESTEROS, M.A.: “Los laudos y transacciones<br />
judiciales” en La ejecución forzosa, (2001), & 10, págs. 167 y sigs.<br />
13<br />
A lo que hay que añadir que el artículo 43 LA se refiere a la cosa juzgada y a la revisión <strong>de</strong><br />
laudos firmes.<br />
115
indicaciones que se contienen en el punto IX <strong>de</strong> la Exposición <strong>de</strong> Motivos 14<br />
y por ello algún autor, con indudable autoridad, apunta que la afirmación <strong>de</strong><br />
la Ley se realiza en sentido impropio, ya que todo laudo por <strong>de</strong>finición es<br />
firme <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento en que se dicta 15 . Cabría pensar, en contra, que<br />
la firmeza se produce, a los efectos que se indican, cuando ha transcurrido<br />
el plazo para interponer la acción <strong>de</strong> anulación <strong>de</strong>l laudo 16 o, en su caso,<br />
cuando se notifica la Sentencia que recaiga en el proceso que subsigue a<br />
la acción <strong>de</strong> anulación. 17 Pero cierto es que tal i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la “firmeza” <strong>de</strong>l<br />
laudo no impi<strong>de</strong> su ejecución (artículo 45.1 LA), salvo que la Audiencia<br />
Provincial (artículo 8.5 LA) que conoce <strong>de</strong> la impugnación <strong>de</strong>cida la<br />
suspensión <strong>de</strong> la ejecución, bajo la caución correspondiente.<br />
B) La ejecución <strong>de</strong>l laudo <strong>de</strong>be realizarse por el procedimiento previsto<br />
para la ejecución <strong>de</strong> sentencias <strong>de</strong> con<strong>de</strong>na.<br />
14 Don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>nomina acción <strong>de</strong> anulación a la impugnación <strong>de</strong>l laudo, se subraya que la ley<br />
opta por atribuir fuerza ejecutiva al laudo aunque sea objeto <strong>de</strong> impugnación y se <strong>de</strong>staca<br />
que “ningún sentido tendría que la ejecutividad <strong>de</strong>l laudo <strong>de</strong>pendiera <strong>de</strong> su firmeza en un<br />
or<strong>de</strong>namiento que permite ampliamente la ejecución provisional <strong>de</strong> sentencias”<br />
15 FERNANDEZ-BALLESTEROS : loc. cit., 168. Ya señalaba ALMAGRO (Op. Cit, 179) que<br />
el arbitraje se realiza en un única instancia, que no hay recurso y sólo caben contra él<br />
acciones rescisorias, impropiamente <strong>de</strong>nominadas <strong>de</strong> nulidad que, por otra parte, suponen<br />
una discriminación injustificada <strong>de</strong>l laudo frente a la sentencia, “contraria, a<strong>de</strong>más, al<br />
espíritu legal que claramente equipara el valor <strong>de</strong>l laudo firme o sentencia arbitral y el <strong>de</strong> la<br />
sentencia o sentencia judicial”.<br />
16 Que, <strong>de</strong> acuerdo con lo dispuesto en el artículo 41.4 LA, habrá <strong>de</strong> ejercitarse en el plazo<br />
<strong>de</strong> dos meses siguientes a su notificación, o, en caso <strong>de</strong> que se haya solicitado corrección,<br />
aclaración o complemento <strong>de</strong>l laudo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la notificación <strong>de</strong> la resolución sobre esta<br />
solicitud o <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la expiración <strong>de</strong>l plazo para adoptarla.<br />
17 Vi<strong>de</strong> también MARTINEZ GARCIA, E.: El arbitraje en el marco <strong>de</strong> la Ley 1/2000, 2002,<br />
pags. 263 y sigs. En <strong>de</strong>finitiva es lo que ocurre en el tráfico cuando, por ejemplo, se<br />
solicita la práctica <strong>de</strong> inscripciones o anotaciones registrales subsiguientes o<br />
consecuenciales a un arbitraje. Se suele exigir la prueba <strong>de</strong> que ha pasado el plazo <strong>de</strong> la<br />
acción <strong>de</strong> impugnación sin interponerla, o la sentencia <strong>de</strong>sestimatoria <strong>de</strong> la impugnación.<br />
116
Y cabe la misma oposición que cabría frente a la sentencia (artículos 518,<br />
556, 559 LEC) 18 . La regla correspon<strong>de</strong> a nuestra tradición 19 , aunque<br />
todavía encuentra resistencias 20 Y significa, como ha dicho GUASP 21 no<br />
por la vía <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> cognición más o menos sumario, sino <strong>de</strong> un<br />
auténtico proceso <strong>de</strong> ejecución 22 , como si <strong>de</strong> una sentencia se tratara, ya<br />
que la “fase <strong>de</strong> calificación” 23 , o como se la quiera llamar, se reduce a la<br />
18 La DF1ª.3 LA ha añadido un nº 4 al artículo 559 LEC, para <strong>de</strong>negar ejecución cuando se<br />
produce falta <strong>de</strong> autenticidad <strong>de</strong>l documento en que consta el laudo, en los supuestos en<br />
que no ha sido protocolizado notarialmente.<br />
19 Ya en Las Partidas, y <strong>de</strong>spués en <strong>las</strong> sucesivas Leyes <strong>de</strong> Enjuiciamiento civil <strong>de</strong> 1830, <strong>de</strong><br />
1855 y <strong>de</strong> 1881 <strong>las</strong> sentencias arbitrales por el mero hecho <strong>de</strong> ser dictadas causan<br />
ejecutoria. Vi<strong>de</strong> ALMAGRO, loc. cit., 170. En profundidad, MERCHAN . El arbitraje<br />
(Estudio histórico- jurídico), Sevilla, 1981, 220 (la cita es <strong>de</strong> ALMAGRO)<br />
20 Vi<strong>de</strong> RUBIO GARRIDO : “Cosa juzgada y tutela judicial efectiva”, en la Revista “Derecho<br />
Privado y Constitución”, 16 (2002), pags. 259 y sigs. A juicio <strong>de</strong>l autor (pags 292-293) la<br />
cosa juzgada es un efecto jurídico público, propio y privativo <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadas resoluciones<br />
jurisdiccionales, y que los privatistas <strong>de</strong>beríamos <strong>de</strong>spojarnos e los resabios que, en punto<br />
a la cosa juzgada aún quedan, <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> concebir el proceso civil como un tipo más <strong>de</strong><br />
contrato privado, similar a los <strong>de</strong> transacción y arbitraje . Entre tales resabios se<br />
encontraría “el hechizo <strong>de</strong> los términos que emplean los artículos 1816 CC y 37 LA (1988),<br />
y compren<strong>de</strong>r que son solo una mera inercia histórica, hoy sin más valor que el<br />
metafórico”, toda vez que “el efecto <strong>de</strong> cosa juzgada verda<strong>de</strong>ro es predicable solo <strong>de</strong><br />
resoluciones jurisdiccionales”. Lo cual, sigue diciendo este autor, “<strong>de</strong>be ser también tenido<br />
en cuenta al analizar la corriente que enaltece hoy al arbitraje privado, nacional o<br />
internacional, equiparándolo al proceso civil”. Y concluye: “No me parece viable, con<br />
nuestra Carfta Magna en la mano, poner en el mismo plano a un laudo y a una sentencia<br />
judicial”, conclusión que preten<strong>de</strong> apoyar en DE CASTRO (“El arbitraje y la nueva lex<br />
mercatoria”, ADC, 1979, pags. 619 y sigs). La tesis <strong>de</strong>l autor no se ajusta a la<br />
Jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l Tribunal Constitucional ni a la <strong>de</strong> la Sala 1ª <strong>de</strong>l Tribunal Supremo, como<br />
hemos visto, y la “corriente que enaltece el arbitraje” es hoy claramente mayoritaria en la<br />
doctrina procesal y en la civil, al menos en cuanto significa que el laudo genera el efecto<br />
<strong>de</strong> cosa juzgada y es susceptible <strong>de</strong> ejecución como si <strong>de</strong> una sentencia judicial se tratara.<br />
21 El arbitraje en el Derecho español, Barcelona, 1956, pag. 170<br />
22 No hay un “exequatur interno” y el laudo es, por ello, un “título <strong>de</strong> ejecución” más que un<br />
título ejecutivo. ALMAGRO, loc. cit., 171<br />
23 ALCALA-ZAMORA, N. “La ejecución <strong>de</strong> sentencias arbitrales”, en Estudios procesales,<br />
Madrid, 1975, pag. 76. FENECH ( “La ejecución <strong>de</strong> <strong>las</strong> sentencias arbitrales” en FENECH-<br />
CARRERAS : Estudios <strong>de</strong> Derecho procesal, Barcelona, 1962, pag. 533) la <strong>de</strong>nomina<br />
“fase <strong>de</strong> enjuiciamiento” se reduce a la mera comprobación, dice ALMAGRO ( Op. Cit.,<br />
179) “a la mera comprobación, por parte <strong>de</strong>l órgano jurisdiccional ejecutor <strong>de</strong> que el laudo<br />
reúne <strong>las</strong> características extrínsecas formales que lo i<strong>de</strong>ntifican como tal laudo”.<br />
117
comprobación <strong>de</strong> <strong>las</strong> características extrínsecas <strong>de</strong>l documento en que se<br />
contiene el laudo 24 .<br />
El juez, pues, examina la regularidad formal (artículos 551.1.1º LEC,<br />
redactado por la DF1ª.2 LA, y 551.1 LEC ) y ahora se aporta también, entre<br />
los documentos que han <strong>de</strong> acompañar al escrito en que se solicita el<br />
<strong>de</strong>spacho <strong>de</strong> ejecución, que es una verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>manda ejecutiva, el<br />
convenio arbitral, para que el juez pueda examinar <strong>de</strong> oficio si la obligación<br />
<strong>de</strong> la que dimanó el laudo era arbitrable y <strong>de</strong> lícito cumplimiento.<br />
C) Precisiones acerca <strong>de</strong>l examen <strong>de</strong> la regularidad formal <strong>de</strong>l laudo.-<br />
Enlazando con lo que veníamos diciendo, si el órgano judicial ejecutor ha<br />
<strong>de</strong> examinar en el laudo algún aspecto que no pue<strong>de</strong> revisar en la<br />
sentencia, se plantea alguna cuestión en torno a si, <strong>de</strong>finitivamente, laudo<br />
y sentencia se equiparan plenamente a efectos <strong>de</strong> ejecución o si, por el<br />
contrario, cabe <strong>de</strong>negar el <strong>de</strong>spacho <strong>de</strong> ejecución por alguna razón <strong>de</strong><br />
fondo, lo que en materia <strong>de</strong> ejecución <strong>de</strong>s sentencias no proce<strong>de</strong>ría en<br />
modo alguno.<br />
a) ¿Cabe <strong>de</strong>negar <strong>de</strong> oficio el <strong>de</strong>spacho <strong>de</strong> ejecución o cabe que se<br />
oponga el con<strong>de</strong>nado por los motivos <strong>de</strong>l artículo 41 LA?<br />
La posición más segura es la que consi<strong>de</strong>ra que el con<strong>de</strong>nado pue<strong>de</strong><br />
presentar los motivos <strong>de</strong>l artículo 41 LA (inexistencia o invali<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l<br />
convenio arbitral, faltas <strong>de</strong> notificación con in<strong>de</strong>fensión, <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong><br />
cuestiones no sometidas, falta <strong>de</strong> ajuste <strong>de</strong>l procedimiento a lo<br />
convenido o a norma imperativa, <strong>de</strong>cisión sobre cuestiones no<br />
arbitrables, laudo contrario al or<strong>de</strong>n público) para fundamentar la<br />
acción <strong>de</strong> impugnación. Podrá, entonces, el con<strong>de</strong>nado solicitar la<br />
24 No hay, como hemos dicho, un exequatur interno o un procedimiento <strong>de</strong> homologación <strong>de</strong>l<br />
laudo. Lo hay en Francia, ante el Tribunal <strong>de</strong> la “Gran<strong>de</strong> Instance” (artículo 1477 Código<br />
procesal). Y en Italia, don<strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> 6 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1983 hace <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r la ejecutividad<br />
<strong>de</strong>l laudo <strong>de</strong> una <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>l Pretor. Valor <strong>de</strong> sentencia judicial se atribuye en Austria y en<br />
Portugal.<br />
118
suspensión <strong>de</strong> la ejecución, en los términos <strong>de</strong>l artículo 45.1 LA, pero<br />
no podrá el Juez <strong>de</strong> la ejecución <strong>de</strong>negar la ejecución por haberse<br />
invocado alguno <strong>de</strong> estos motivos para impedirla.<br />
Esta posición es clara respecto <strong>de</strong> todos los motivos, menos en lo<br />
referente al or<strong>de</strong>n público, tema respecto <strong>de</strong>l cual subsiste alguna<br />
duda 25 , especialmente proyectable en los supuestos <strong>de</strong> manifiesta<br />
oposición <strong>de</strong>l laudo a normas imperativas <strong>de</strong> aplicación necesaria. Es<br />
difícil la precisión <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n público, y difícilmente pue<strong>de</strong><br />
realizarse hic et nunc, pero hay que señalar que, a reserva <strong>de</strong><br />
opinión mejor fundada, no parece que, tal y como se configura la<br />
ejecución en la vigente Ley <strong>de</strong> Enjuiciamiento Civil, pue<strong>de</strong> oponerse<br />
a la ejecución (artículo 556 LEC) la cuestión relativa al or<strong>de</strong>n<br />
público 26 .<br />
b) Si la acción <strong>de</strong> anulación fuera estimada en cualquier momento <strong>de</strong>l<br />
proceso ejecutivo el <strong>de</strong>udor pue<strong>de</strong> alegarlo, promoviendo el<br />
correspondiente inci<strong>de</strong>nte (artículo 562.1.3º LEC).<br />
25 Por todos, FERNANDEZ-BALLESTEROS : Op. Cit., 170<br />
26 El citado precepto admite la oposición, en tema <strong>de</strong> sentencias y laudos, por pago o<br />
cumplimiento justificado documentalmente, caducidad <strong>de</strong> la acción, y pacto o transacción<br />
documentados sobre la ejecución. Hay que añadir la sentencia <strong>de</strong> anulación <strong>de</strong>l laudo<br />
(artículo 45.3 LA), y la existencia <strong>de</strong> vicios formales graves (artículo 551.1.1º LEC). Pero la<br />
necesidad <strong>de</strong> acompañar al escrito <strong>de</strong> solicitud el mismo Convenio y los documentos<br />
acreditativos <strong>de</strong> la notificación <strong>de</strong>l laudo (Disposición Final 1ª. 2, que aña<strong>de</strong> un párrafo al<br />
artículo 550.1.1º LEC) hace pensar que el legislador trata <strong>de</strong> situar bajo control <strong>de</strong>l juez <strong>de</strong><br />
la ejecución que el convenio contenga un pacto lícito y ejecutable en cuanto, al menos, no<br />
implique una manifiesta contradicción con el núcleo <strong>de</strong> preceptos que expresan <strong>las</strong> bases<br />
<strong>de</strong>l sistema. Y así, por ejemplo, no se pretenda la ejecución <strong>de</strong> un laudo sobre cuestión<br />
palmariamente no arbitrable, o dictado en un procedimiento en que se haya producido<br />
manifiesta vulneración <strong>de</strong> los principios <strong>de</strong> audiencia y contradicción, o en el que no se<br />
haya notificado el laudo, si bien, en este último caso, cabría <strong>de</strong>negar la ejecución por no<br />
tratarse <strong>de</strong> un laudo firme. Sólo que la LEC no prevé una causa <strong>de</strong> oposición a la<br />
ejecución, <strong>de</strong> modo directo y ante el juez que ha <strong>de</strong> ejecutar, basada en la oposición <strong>de</strong>l<br />
laudo al or<strong>de</strong>n público, sin perjuicio <strong>de</strong> que siempre quepa hacer valer esta fundamental<br />
razón en la impugnación y obtener, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ella, la suspensión.<br />
119
Y siempre cabe, como antes hemos puesto <strong>de</strong> manifiesto, que el<br />
órgano judicial que está conociendo <strong>de</strong> la ejecución admita la<br />
suspensión, bajo caución (artículos 45.1 LA, 566.1 LEC a simili,<br />
240.4 LOPJ) por hallarse pendiente la acción <strong>de</strong> impugnación <strong>de</strong>l<br />
laudo.<br />
El ejecutor solo pue<strong>de</strong>, pues, <strong>de</strong>negar el <strong>de</strong>spacho <strong>de</strong> ejecución si<br />
comprueba que en el título ejecutivo concurren vicios formales, pero<br />
no pue<strong>de</strong>, en general, examinar el fondo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión arbitral. La<br />
cuestión acerca <strong>de</strong> si cabe <strong>de</strong>negar la ejecución por razón <strong>de</strong> que la<br />
controversia no era arbitrable <strong>de</strong> modo evi<strong>de</strong>nte o palmario, o por<br />
cualquier otra razón <strong>de</strong> oposición al or<strong>de</strong>n público, ha <strong>de</strong> quedar, <strong>de</strong><br />
momento sobre la mesa, aunque po<strong>de</strong>mos partir <strong>de</strong> la falta <strong>de</strong><br />
previsión en el sistema <strong>de</strong> la LEC <strong>de</strong> una causa <strong>de</strong> oposición por<br />
esta razón.<br />
Po<strong>de</strong>mos, pues, pasar al <strong>de</strong>bate. Muchas gracias por su atención.<br />
120
V.2 Antonio García Pare<strong>de</strong>s<br />
El arbitraje en España goza <strong>de</strong> buena salud.<br />
Esto quiere <strong>de</strong>cir que la sociedad española, la Abogacía española y el Po<strong>de</strong>r<br />
Judicial en España, están en condiciones idóneas para soportar con éxito<br />
cualquier intento o <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> constituir a España como se<strong>de</strong> <strong>de</strong> los arbitrajes que<br />
<strong>las</strong> relaciones comerciales, cada vez más mundializadas y globalizadas,<br />
generan.<br />
Esta afirmación no es gratuita, sino que está asentada sobre cuatro realida<strong>de</strong>s a<br />
<strong>las</strong> que me referiré brevemente:<br />
La historia jurídica <strong>de</strong> nuestro país.<br />
La doctrina <strong>de</strong> nuestro Tribunal Constitucional.<br />
La vigente Ley <strong>de</strong> Arbitraje.<br />
Los pronunciamientos <strong>de</strong> nuestros tribunales civiles.<br />
En estos cuatro ámbitos podremos comprobar los límites en los que se mueve el<br />
arbitraje y los frenos que se pone a sí mismo el po<strong>de</strong>r judicial para no rebasar los<br />
contornos <strong>de</strong>finitorios <strong>de</strong>l arbitraje.<br />
El interés por el control <strong>de</strong>l laudo arbitral pue<strong>de</strong> tener dos tipos <strong>de</strong> enfoque,<br />
según que lo que se <strong>de</strong>see es que el laudo sea <strong>de</strong>svirtuado o que el laudo<br />
permanezca in<strong>de</strong>mne. En ocasiones los tribunales percibimos –a través <strong>de</strong> los<br />
casos <strong>de</strong> acciones <strong>de</strong> anulación- que lo que expresa el impugnante <strong>de</strong>l laudo es<br />
un tácita disconformidad con la resolución <strong>de</strong> fondo y que lo que preten<strong>de</strong> no es<br />
que se revise el laudo por <strong>las</strong> causas que la ley establece sino que el tribunal<br />
entre a revisar (y si es posible cambie) ese fondo <strong>de</strong>l asunto, haga una nueva<br />
valoración <strong>de</strong> la prueba y, a ser posible, le conceda la razón que no le otorgó el<br />
laudo. Se trata, como es evi<strong>de</strong>nte, <strong>de</strong> una forma <strong>de</strong> actuar en contra la esencia y<br />
la dinámica propia <strong>de</strong> la institución <strong>de</strong>l arbitraje. Y por ello me abstendré <strong>de</strong><br />
referirme a los límites <strong>de</strong>l control <strong>de</strong>l laudo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esa perspectiva.<br />
121
De mayor interés –por supuesto- es la perspectiva <strong>de</strong> quien espera que el control<br />
judicial <strong>de</strong>l laudo arbitral respete al máximo el fundamento mismo <strong>de</strong>l arbitraje sin<br />
violentar el principio <strong>de</strong> legalidad ofreciendo la garantía institucional <strong>de</strong> que el<br />
laudo correctamente emitido no corre peligro alguno.<br />
De entrada me atrevo a afirmar que en la actualidad el sistema español <strong>de</strong><br />
control sobre el arbitraje se une a una larga tradición en España en que la<br />
voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes contratantes ha sido respetada al máximo en el ámbito <strong>de</strong>l<br />
contrato e, incluso, en el ámbito <strong>de</strong>l proceso civil. Una tradición cuyo inicio data<br />
<strong>de</strong> hace casi mil años, que se consolidó con la aparición <strong>de</strong>l Estado liberal y que<br />
sigue cuajando en la España constitucional nacida en 1978.<br />
A) Los inicios <strong>de</strong> la protección <strong>de</strong> la libertad contractual. Alfonso X.<br />
Or<strong>de</strong>namiento <strong>de</strong> Alcalá<br />
En España ha sido y es una tradición un principio jurídico que es esencial e<br />
inherente a la institución misma <strong>de</strong>l arbitraje: el respeto y la especial<br />
consi<strong>de</strong>ración a la voluntad negocial <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes. Esto se inicio hace casi<br />
10 siglos cuando el rey Fernando III, el Santo, encomendó la realización <strong>de</strong><br />
los libros <strong>de</strong> Las Partidas, que luego culminaría su hijo Alfonso X, el Sabio.<br />
El rey sabio –a través <strong>de</strong>l Fuero Real, el Espéculo y <strong>las</strong> Partidas- procuró<br />
llevar a cabo un intento <strong>de</strong> unificar <strong>las</strong> leyes aplicables en los territorios <strong>de</strong><br />
los reinos <strong>de</strong> Castilla y León. Lo que da i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l carácter <strong>de</strong> “universalidad”<br />
<strong>de</strong> los principios y preceptos recogidos en aquellos. Universalidad que se<br />
vería reforzada por el hecho <strong>de</strong> que se utilizase ya la lengua castellana<br />
para volcar sobre estos textos jurídicos muchas <strong>de</strong> <strong>las</strong> normas y leyes <strong>de</strong>l<br />
Derecho Romano (entre <strong>las</strong> que po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>stacar la <strong>de</strong>l Digesto (D. 4, 8,<br />
27,2; D, 4, 8,32, 14) que no concedía apelación contra el laudo). Pues<br />
bien, como dice Julio Val<strong>de</strong>ón, “los contenidos <strong>de</strong> <strong>las</strong> Partidas no se<br />
convirtieron en normas jurídicas operativas hasta casi un siglo <strong>de</strong>spués,<br />
cuando <strong>las</strong> Cortes <strong>de</strong> Alcalá <strong>de</strong> Henares <strong>de</strong>l año 1348, reunidas en tiempo<br />
<strong>de</strong> Alfonso XI, aprobaron el famoso Or<strong>de</strong>namiento, expresión inequívoca<br />
<strong>de</strong> la imposición a todos los reinos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> la corona”. Des<strong>de</strong><br />
122
entonces referirse al Or<strong>de</strong>namiento <strong>de</strong> Alcalá es referirse al fundamento<br />
genuino <strong>de</strong> la libertad contractual.<br />
Como recuerda Antonio Cabanil<strong>las</strong> (en los Comentarios a la Ley <strong>de</strong><br />
Arbitraje <strong>de</strong> Bercovitch) en el Derecho Histórico español, el Espéculo<br />
refleja la regla general <strong>de</strong> la inapelabilidad <strong>de</strong>l laudo <strong>de</strong> los jueces <strong>de</strong><br />
avenencia. Y Las Partidas se mantienen fieles a la concepción <strong>de</strong>l<br />
Digesto. Por tanto, respeto a la voluntad <strong>de</strong> la partes e inapelabilidad <strong>de</strong>l<br />
laudo son <strong>las</strong> fronteras con que el arbitraje nace frente a un posible control<br />
judicial.<br />
Esto se reflejará más tar<strong>de</strong> en <strong>las</strong> Or<strong>de</strong>nanzas <strong>de</strong> Bilbao <strong>de</strong> 1737 que<br />
mantiene la inapelabilidad <strong>de</strong> los laudos mercantiles.<br />
Y –como excepción en contra- están sin embargo <strong>las</strong> Or<strong>de</strong>nanzas <strong>de</strong><br />
Madrid <strong>de</strong> 1502 que, en contra <strong>de</strong>l criterio <strong>de</strong> Las Partidas establecieron la<br />
posibilidad <strong>de</strong> apelar el laudo<br />
B) Constitución <strong>de</strong> Cádiz. 1812. La España Mo<strong>de</strong>rna<br />
Cuando España se abre a la organización política mo<strong>de</strong>rna <strong>de</strong>l Estado<br />
liberal a través <strong>de</strong> la Constitución <strong>de</strong> Cádiz, <strong>de</strong> 1812, vemos que entre<br />
sus principios básicos y entre sus instituciones se <strong>de</strong>staca la institución <strong>de</strong>l<br />
arbitraje. En el artículo 280 –con el que se abría el capítulo <strong>de</strong>dicado a la<br />
administración <strong>de</strong> justicia en lo civil- se establecía que “no se podrá privar<br />
a ningún español <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a terminar sus diferencias por medio <strong>de</strong><br />
jueces árbitros elegidos por ambas partes”. Y el artículo siguiente se<br />
reconocía la virtualidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión arbitral disponiendo que “la<br />
sentencia que dieren los árbitros se ejecutarán, si la partes al hacer el<br />
compromiso, no se hubieren reservado el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> apelar”.<br />
Esa posibilidad <strong>de</strong> apelar el laudo la <strong>de</strong>sarrollaría normativamente la Ley<br />
<strong>de</strong> Enjuiciamiento Civil <strong>de</strong> 1881, que ha estado vigente hasta la entrada en<br />
vigor <strong>de</strong> la nueva LEC <strong>de</strong> 2000.<br />
123
La Ley <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong> Derecho Privado, <strong>de</strong> 22 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1953<br />
suprimió el recurso <strong>de</strong> apelación en relación al laudo arbitral dictada en<br />
el arbitraje <strong>de</strong> Derecho para <strong>de</strong>rivarlo hacia el recurso <strong>de</strong> casación ante la<br />
Sala Primera <strong>de</strong>l Tribunal Supremo. La parquedad en su regulación<br />
(artículos 28 y 30) plantearía en la práctica numerosos problemas, sobre<br />
todo por el difícil encaje <strong>de</strong> los supuestos <strong>de</strong> impugnación <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los<br />
formalistas motivos <strong>de</strong> casación.<br />
C) Nueva Ley <strong>de</strong> Arbitraje. Encaje constitucional. Respuesta al mundo<br />
globalizado<br />
Des<strong>de</strong> que en España está vigente la Constitución <strong>Español</strong>a <strong>de</strong> 1978 es<br />
innegable la especial protección e importancia que el arbitraje tiene –<br />
también <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva constitucional- y <strong>las</strong> garantías <strong>de</strong> que<br />
dispone para el a<strong>de</strong>cuado <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> su peculiar dinámica.<br />
El artículo 24 <strong>de</strong> la Constitución y la doctrina constitucional emanada en<br />
relación con él han consi<strong>de</strong>rado como un pilar básico <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>rechos emanados <strong>de</strong> la misma Constitución y <strong>de</strong>sarrollados en nuestro<br />
or<strong>de</strong>namiento jurídico el <strong>de</strong> la “tutela judicial efectiva” <strong>de</strong> los ciudadanos<br />
en el ejercicio <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos e intereses legítimos. Lo que ha supuesto<br />
una especial flexibilidad en el acceso <strong>de</strong> los ciudadanos a los tribunales o<br />
en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> todo ciudadano al juez pre<strong>de</strong>terminado por<br />
la ley. Esto, que podría constituir un obstáculo a la viabilidad <strong>de</strong>l arbitraje<br />
(que por esencia supone un cierto alejamiento <strong>de</strong> los conflictos <strong>de</strong>l ámbito<br />
jurisdiccional), no va a suponer sin embargo ninguna rémora ni<br />
contradicción <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> nuestro or<strong>de</strong>namiento por la finura con el que<br />
Tribunal Constitucional ha sabido encajarlo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l sistema español <strong>de</strong><br />
liberta<strong>de</strong>s.<br />
Así, en la STC <strong>de</strong> 17 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 2005, se <strong>de</strong>clara que el arbitraje es un<br />
medio heterónomo <strong>de</strong> arreglo <strong>de</strong> controversias que se fundamenta en<br />
la autonomía <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> los sujetos privados, lo que<br />
constitucionalmente lo vincula con la libertad como valor superior <strong>de</strong>l<br />
or<strong>de</strong>namiento. Y aquello que, por voluntad expresa <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes, se<br />
124
<strong>de</strong>fiere al ámbito <strong>de</strong>l proceso arbitral, por esa misma voluntad expresa <strong>de</strong><br />
<strong>las</strong> partes queda sustraído al conocimiento <strong>de</strong>l Tribunal Constitucional a<br />
través <strong>de</strong> un recurso <strong>de</strong> amparo en el que se invoquen <strong>las</strong> garantías <strong>de</strong>l<br />
art. 24 CE, cuyas exigencias se dirigen, en principio, a la actividad<br />
jurisdiccional estatal. Esto supone, no sólo un espaldarazo al arbitraje<br />
como compromiso y como institución, sino también una fijación <strong>de</strong>l marco<br />
jurídico en el que <strong>de</strong>be <strong>de</strong>senvolverse la posibilidad <strong>de</strong> impugnación <strong>de</strong> los<br />
laudos arbitrales, que, por mucho que se los asimile a los<br />
pronunciamientos judiciales, su tratamiento jurídico <strong>de</strong>be ir por otros<br />
<strong>de</strong>rroteros. Se reconoce y protege, pues, la libertad <strong>de</strong> la partes para<br />
someter la resolución <strong>de</strong> sus controversias a los árbitros. Y se refuerza ese<br />
reconocimiento con la limitación <strong>de</strong>l empleo frente a los laudos <strong>de</strong><br />
mecanismos jurídicos (como el recurso <strong>de</strong> amparo) propios <strong>de</strong> la<br />
impugnación <strong>de</strong> <strong>las</strong> resoluciones dictadas por los jueces en el ámbito<br />
jurisdiccional.<br />
En la STC <strong>de</strong> 11 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 2002 se afinaba en el tema <strong>de</strong> la<br />
impugnación <strong>de</strong> los laudos (<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva constitucional) aclarando<br />
que la tutela judicial efectiva –que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego no ampara el acierto <strong>de</strong><br />
<strong>las</strong> resoluciones judiciales- lo que exige fundamentalmente es el<br />
pronunciamiento judicial no sea manifiestamente infundado, arbitrario,<br />
irrazonado o irrazonable o fruto <strong>de</strong> un error patente. Pero ciñéndolo al<br />
pronunciamiento sobre los motivos concretos que la ley permite para la<br />
anulación <strong>de</strong>l laudo, y separándolo <strong>de</strong>l contenido propiamente dicho <strong>de</strong>l<br />
laudo o <strong>de</strong> la cuestión sometida a arbitraje.<br />
Esa especie <strong>de</strong> “agotamiento <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong> los conflictos”<br />
que parece atribuirle al laudo arbitral, lo confirma también la STS <strong>de</strong> 11 <strong>de</strong><br />
noviembre <strong>de</strong> 1996, al afirmar que “no cabe enten<strong>de</strong>r que, por el hecho<br />
<strong>de</strong> someter voluntariamente <strong>de</strong>terminada cuestión litigiosa al arbitraje<br />
<strong>de</strong> un tercero, que<strong>de</strong> menoscabado y pa<strong>de</strong>zca el <strong>de</strong>recho a la tutela<br />
judicial efectiva que la Constitución reconoce a todos” y que “una vez<br />
elegida dicha vía ello supone tan solo que en la misma ha <strong>de</strong> alcanzarse el<br />
arreglo <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuestiones litigiosas mediante la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>l árbitro” y que el<br />
125
acceso a la jurisdicción será sólo a través <strong>de</strong>l recurso por nulidad <strong>de</strong>l laudo<br />
arbitral “y no cualquier otro proceso ordinario en el que sea posible volver a<br />
plantear el fondo <strong>de</strong>l litigio tal y como antes fue <strong>de</strong>batido en el proceso<br />
arbitral”.<br />
Finalmente la STC <strong>de</strong> 16 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1988 <strong>de</strong>jaba bien claro que “la<br />
revisión que opera el recurso <strong>de</strong> nulidad es, como ya dijo la sentencia<br />
<strong>de</strong>l Tribunal Supremo <strong>de</strong> 13 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1986, un juicio externo”, <strong>de</strong><br />
manera que el tribunal que competente para resolver el recurso o la acción<br />
<strong>de</strong> nulidad “es sólo juez <strong>de</strong> la forma <strong>de</strong>l juicio o <strong>de</strong> su mínimas garantías<br />
formales; no se pronuncia sobre el fondo”.<br />
Se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir, por tanto, que en España el control judicial que pue<strong>de</strong><br />
darse sobre el arbitraje –a través <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong> anulación <strong>de</strong>l laudo- es<br />
sobre todo una garantía para el propio arbitraje, porque trata <strong>de</strong><br />
proteger, por un lado, la libertad negocial <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes y, por otro, reforzar<br />
la <strong>de</strong>cisión arbitral adoptada <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un marco mínimo o esencial <strong>de</strong><br />
garantías procesales.<br />
Lo que es indiscutible en el terreno <strong>de</strong> los principios se ve corroborado en<br />
el texto positivo <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Arbitraje, <strong>de</strong> 23 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2003,<br />
vigente en la actualidad, que adopta y fija en nuestro or<strong>de</strong>namiento positivo<br />
no sólo esos principios <strong>de</strong> la doctrina constitucional sino también los<br />
principios <strong>de</strong> la CNUDMI y <strong>de</strong> la UNCITRAL. Como se dice en su<br />
Exposición <strong>de</strong> Motivos:<br />
“su principal criterio inspirador es el <strong>de</strong> basar el régimen jurídico<br />
español <strong>de</strong>l arbitraje en la Ley Mo<strong>de</strong>lo elaborada por la Comisión <strong>de</strong><br />
<strong>las</strong> Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, <strong>de</strong> 21 <strong>de</strong><br />
junio <strong>de</strong> 1985 (Ley Mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> CNUDMI/UNCITRAL), recomendada por<br />
la Asamblea General en su Resolución 40/72, <strong>de</strong> 11 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong><br />
1985, «teniendo en cuenta <strong>las</strong> exigencias <strong>de</strong> la uniformidad <strong>de</strong>l<br />
<strong>de</strong>recho procesal arbitral y <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la práctica <strong>de</strong>l arbitraje<br />
comercial internacional». El legislador español sigue la<br />
126
ecomendación <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas, acoge como base la Ley<br />
Mo<strong>de</strong>lo”.<br />
En lo que se refiere a los límites que la LA señala al posible control judicial,<br />
observamos en primer lugar una regla general –en el artículo 7 y artículo<br />
11- <strong>de</strong> no intervención <strong>de</strong> los jueces en los asuntos que se rijan por esta<br />
Ley. (Antes <strong>de</strong>l arbitraje cabrá utilizar la <strong>de</strong>clinatoria. Durante el arbitraje la<br />
litispen<strong>de</strong>ncia. Y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l arbitraje la cosa juzgada). El legislador no<br />
quiere exten<strong>de</strong>r la potestad jurisdiccional al ámbito <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong><br />
someter a arbitraje <strong>las</strong> controversias ni al procedimiento a seguir para la<br />
adopción <strong>de</strong>l laudo. Se va a limitar, en el art. 8, a señalar unas funciones<br />
<strong>de</strong> apoyo y control <strong>de</strong>l arbitraje, como el nombramiento <strong>de</strong> árbitros, la<br />
asistencia judicial en la práctica <strong>de</strong> <strong>las</strong> pruebas, la adopción <strong>de</strong> medidas<br />
cautelares, la ejecución forzosa <strong>de</strong>l laudo, la acción <strong>de</strong> anulación, y el<br />
exequatur <strong>de</strong> laudos extranjeros. La función <strong>de</strong> control –que es el tema<br />
objeto <strong>de</strong> esta exposición- la encomienda a la Audiencia Provincial <strong>de</strong>l<br />
lugar en que el laudo ha sido dictado.<br />
En el artículo 41 <strong>de</strong> la LA se exponen los motivos o causas que permiten el<br />
control judicial y <strong>de</strong>clarar la nulidad <strong>de</strong>l laudo.<br />
1. El laudo sólo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la<br />
anulación alegue y pruebe:<br />
a) Que el convenio arbitral no existe o no es válido.<br />
b) Que no ha sido <strong>de</strong>bidamente notificada <strong>de</strong> la <strong>de</strong>signación <strong>de</strong> un<br />
árbitro o <strong>de</strong> <strong>las</strong> actuaciones arbitrales o no ha podido, por<br />
cualquier otra razón, hacer valer sus <strong>de</strong>rechos.<br />
c) Que los árbitros han resuelto sobre cuestiones no sometidas a<br />
su <strong>de</strong>cisión.<br />
d) Que la <strong>de</strong>signación <strong>de</strong> los árbitros o el procedimiento arbitral no<br />
se han ajustado al acuerdo entre <strong>las</strong> partes, salvo que dicho<br />
127
acuerdo fuera contrario a una norma imperativa <strong>de</strong> esta Ley, o,<br />
a falta <strong>de</strong> dicho acuerdo, que no se han ajustado a esta ley.<br />
e) Que los árbitros han resuelto sobre cuestiones no susceptibles<br />
<strong>de</strong> arbitraje.<br />
f) Que el laudo es contrario al or<strong>de</strong>n público.<br />
2. Los motivos contenidos en los párrafos b), e) y f) <strong>de</strong>l apartado<br />
anterior podrán ser apreciados por el tribunal que conozca <strong>de</strong> la<br />
acción <strong>de</strong> anulación <strong>de</strong> oficio o a instancia <strong>de</strong>l Ministerio Fiscal<br />
en relación con los intereses cuya <strong>de</strong>fensa le está legalmente<br />
atribuida.<br />
3. En los casos previstos en los párrafos c) y e) <strong>de</strong>l apartado 1, la<br />
anulación afectará sólo a los pronunciamientos <strong>de</strong>l laudo sobre<br />
cuestiones no sometidas a <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> los árbitros o no<br />
susceptibles <strong>de</strong> arbitraje, siempre que puedan separarse <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
<strong>de</strong>más.<br />
En este precepto se distingue claramente entre lo que pue<strong>de</strong> ser un<br />
control rogado o solicitado por <strong>las</strong> partes y un control <strong>de</strong> oficio o<br />
realizado a iniciativa <strong>de</strong>l juez.<br />
Control rogado<br />
Como ha señalado la doctrina, “el laudo goza <strong>de</strong> una presunción <strong>de</strong> vali<strong>de</strong>z<br />
que correspon<strong>de</strong> <strong>de</strong>svirtuar a la parte que alegue la nulidad” (se exceptúan<br />
<strong>las</strong> violaciones <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n público y <strong>de</strong> la arbitrabilidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> controversias).<br />
Las causas a), c), d) tendrán que se alegadas y probadas. Son causas que<br />
se refieren esencialmente al contenido <strong>de</strong> la libertad contractual <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
partes y al respeto <strong>de</strong> los árbitros hacia ese contenido, tanto durante el<br />
procedimiento como en la resolución. Aquí el control que se pue<strong>de</strong> solicitar<br />
al juez es un control <strong>de</strong> la esencia misma <strong>de</strong>l arbitraje: su existencia, su<br />
contenido, su forma <strong>de</strong> llevarlo a cabo, su forma <strong>de</strong> resolverlo. Si hay un<br />
convenio arbitral válido, si el procedimiento ha respetado <strong>las</strong> normas<br />
128
pactadas por <strong>las</strong> partes, si los árbitros han ceñido su resolución al ámbito<br />
estricto <strong>de</strong> la controversia, la parte que intente una acción <strong>de</strong> nulidad lo<br />
tendrá muy difícil, pues el control judicial será también un control <strong>de</strong> los<br />
abusos o <strong>de</strong> la intenciones torcidas frente al laudo. Pues la parte actuante,<br />
ella y solo ella, tendrá que probar que aquel<strong>las</strong> coor<strong>de</strong>nadas no han sido<br />
respetadas. Esto comporta que el juez no pue<strong>de</strong> ni <strong>de</strong>be extremar su celo<br />
en la indagación <strong>de</strong> posibles <strong>de</strong>fectos <strong>de</strong>l laudo o <strong>de</strong>l procedimiento<br />
arbitral. Y así pienso que se está haciendo realmente en nuestros<br />
tribunales.<br />
Control <strong>de</strong> oficio<br />
Las causas b) e) y f) aunque también pue<strong>de</strong>n ser alegadas, si no son<br />
objeto <strong>de</strong> prueba (o incluso sin haber sido alegadas) pue<strong>de</strong>n ser<br />
apreciadas <strong>de</strong> oficio por el juez.<br />
Pero incluso ese control <strong>de</strong> oficio tiene “sus limitaciones”. Fundadas, como<br />
es lógico, en la autonomía <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes. Es <strong>de</strong>cir, aunque<br />
se cometan <strong>las</strong> irregularida<strong>de</strong>s previstas en el apartado b), relativas a <strong>las</strong><br />
<strong>de</strong>ficiencias en <strong>las</strong> “notificaciones”, nada impi<strong>de</strong> que los participantes en el<br />
proceso arbitral hayan “consentido” y consiguientemente anulado o sanado<br />
esas <strong>de</strong>ficiencias. Por otro lado, el concepto <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n público ha sido<br />
suficientemente acotado por la doctrina jurispru<strong>de</strong>ncial y por la doctrina<br />
constitucional, hasta el punto <strong>de</strong> que creo que no es posible hoy día<br />
<strong>de</strong>sconfiar <strong>de</strong>l control judicial por la presunción <strong>de</strong> que pueda expandir<br />
in<strong>de</strong>bidamente su acción a zonas que están más allá <strong>de</strong> <strong>las</strong> propias<br />
limitaciones legales.<br />
Sin querer introducir ningún elemento distorsionador en el tema <strong>de</strong> este<br />
congreso, entiendo que es conveniente advertir <strong>de</strong> la inci<strong>de</strong>ncia que pue<strong>de</strong><br />
tener en el arbitraje interno y en el arbitraje internacional los criterios o<br />
posturas que <strong>de</strong>terminados tribunales están adoptando en el ámbito <strong>de</strong>l<br />
arbitraje <strong>de</strong> consumo o mejor <strong>de</strong>l arbitraje en el comercio menor, para<br />
enten<strong>de</strong>rnos. El abuso que en algunos sectores <strong>de</strong>l comercio o <strong>de</strong> la<br />
129
industria se está dando con la introducción <strong>de</strong> cláusu<strong>las</strong> arbitrales a <strong>las</strong><br />
que los contratantes se adhieren sin una especial conciencia <strong>de</strong> su<br />
trascen<strong>de</strong>ncia y <strong>de</strong> su vinculación territorial está dando lugar a que muchos<br />
tribunales, en fase incluso <strong>de</strong> ejecución <strong>de</strong>l laudo, se nieguen a <strong>de</strong>spachar<br />
ejecución por enten<strong>de</strong>r que dicha cláusula es abusiva y <strong>de</strong>clarando,<br />
indirectamente, la nulidad <strong>de</strong>l laudo, que, por ley, tenía ya efecto <strong>de</strong> cosa<br />
juzgada.<br />
La asimetría que pue<strong>de</strong> darse entre un arbitraje internacional y un arbitraje<br />
interno <strong>de</strong> entidad económica menor pue<strong>de</strong> colocar también en una<br />
situación asimétrica los criterios a mantener en el ámbito <strong>de</strong>l control <strong>de</strong><br />
oficio. Pero nada garantiza que esos criterios se permeabilicen y o bien<br />
hagan más restrictivo el control judicial <strong>de</strong>l arbitraje interno menor<br />
(evitando el control <strong>de</strong> <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong> arbitrales abusivas) o bien <strong>de</strong>slicen el<br />
control judicial <strong>de</strong>l arbitraje internacional hacia posturas judiciales más<br />
intervencionistas. De momento no hay mecanismo legal que haga<br />
diferentes unas <strong>de</strong> otras a <strong>las</strong> acciones <strong>de</strong> nulidad <strong>de</strong> los laudos.<br />
Los datos lo confirman<br />
Que el sistema arbitral en España está funcionando bastante bien, lo<br />
<strong>de</strong>nota el hecho <strong>de</strong> que por ejemplo en la Audiencia <strong>de</strong> Madrid <strong>las</strong><br />
acciones <strong>de</strong> nulidad son relativamente pocas en relación con el gran<br />
número <strong>de</strong> laudos que –sin duda- se dictan en nuestra Capital y en nuestra<br />
Comunidad. Y, <strong>de</strong> esas acciones <strong>de</strong> nulidad, son un porcentaje muy<br />
escaso, por no <strong>de</strong>cir mínimo, <strong>las</strong> que prosperan.<br />
Y es que, al margen <strong>de</strong> o junto a lo que dicen <strong>las</strong> estadísticas, mi<br />
experiencia personal <strong>de</strong> más <strong>de</strong> trece años en la Audiencia Provincial <strong>de</strong><br />
Madrid en los que he formado parte <strong>de</strong> tres Secciones he podido constatar<br />
la actitud favorable <strong>de</strong> los magistrados hacia la institución <strong>de</strong>l arbitraje, el<br />
respeto (y a veces admiración) por la calidad <strong>de</strong> muchas resoluciones<br />
arbitrales, y el gran interés <strong>de</strong> los jueces por que el arbitraje mantenga su<br />
130
i<strong>de</strong>ntidad como un sistema alternativo <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> <strong>las</strong> controversias<br />
basado en la lealtad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes hacia su propia libertad.<br />
131
VI. CONSIDERACIONES FINALES<br />
o D. David Arias, Secretario <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, Socio y Director Dpto.<br />
Litigación y Arbitraje <strong>de</strong> Pérez-Llorca<br />
o D. Jesús Remón, Miembro Junta Directiva <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, Socio<br />
<strong>de</strong> Uría Menén<strong>de</strong>z<br />
133
VI.1 Jesús Remón<br />
Las sesiones <strong>de</strong> este I Congreso <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, que bajo el título<br />
“El arbitraje en Europa e Iberoamérica” hemos celebrado en Madrid, han servido<br />
para volver a poner <strong>de</strong> manifiesto que los mecanismos <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> conflictos<br />
– jurisdicción y arbitraje- son piezas claves <strong>de</strong>l sistema jurídico y que, a su vez,<br />
el sistema jurídico es una infraestructura esencial para la inversión y el <strong>de</strong>sarrollo<br />
económico.<br />
Pierre Tercier ha sostenido que el arbitraje es el mecanismo <strong>de</strong>l futuro para la<br />
solución <strong>de</strong> conflictos. Esta tesis se proyecta con especial énfasis sobre el<br />
comercio internacional, en el que el arbitraje se impone, entre otras razones, por<br />
la común voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes <strong>de</strong> someter sus eventuales diferencias a un foro<br />
neutral.<br />
La práctica nos enseña que, en muchos contratos internacionales, el arbitraje<br />
viene impuesto. Pero el pleno <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> un sistema arbitral se produce<br />
cuando la cláusula arbitral no nace <strong>de</strong> ninguna imposición o ausencia <strong>de</strong> una<br />
alternativa aceptable para <strong>las</strong> partes sino que es elegida. Ese es el gran salto. La<br />
<strong>de</strong>cisión consciente, <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong> <strong>las</strong> circunstancias o factores<br />
concurrentes, frente a la cláusula <strong>de</strong> estilo.<br />
Para examinar <strong>las</strong> condiciones necesarias para que se produzca ese salto, sobre<br />
el marco <strong>de</strong> <strong>las</strong> intervenciones que hemos escuchado en este Congreso,<br />
propongo discurrir por tres planos: los presupuestos <strong>de</strong>l arbitraje, su función y su<br />
meta. Vayamos por partes.<br />
El presupuesto <strong>de</strong>l arbitraje es la confianza. Hace falta, primero, confianza en los<br />
árbitros y en <strong>las</strong> instituciones arbitrales pero es preciso también tener confianza<br />
en la jurisdicción. El arbitraje no pue<strong>de</strong> vivir <strong>de</strong> espaldas a la jurisdicción, que es<br />
clave para el proceso arbitral, al menos, en los momentos que i<strong>de</strong>ntificaba ante<br />
nosotros Martínez-Fraga: la cautelares instadas en la vía judicial, la <strong>de</strong>signación<br />
<strong>de</strong> árbitros en algunos supuestos <strong>de</strong> falta <strong>de</strong> acuerdo, la asistencia para la<br />
práctica <strong>de</strong> <strong>las</strong> pruebas, la ejecución <strong>de</strong>l laudo y la acción <strong>de</strong> anulación. Si se<br />
repara en esos momentos fácilmente se advierte que el sistema judicial pue<strong>de</strong><br />
135
tener intervención en el inicio y <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l proceso arbitral y es, en todo caso,<br />
fundamental en su terminación. La ejecución <strong>de</strong>l laudo y su resistencia frente a<br />
infundadas acciones <strong>de</strong> anulación <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los jueces. Ni más ni menos.<br />
Las condiciones necesarias para tener confianza en el arbitraje concurren, sin<br />
duda alguna, en España. Des<strong>de</strong> que en el año 1979 un célebre artículo <strong>de</strong>l<br />
profesor <strong>de</strong> Castro en el Anuario <strong>de</strong> Derecho Civil se refiriese al arbitraje como<br />
una “fuga <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho” hasta nuestros días se ha producido una profunda<br />
evolución, un autentico cambio <strong>de</strong> paradigma. Ese cambio se ha instaurado <strong>de</strong><br />
forma <strong>de</strong>finitiva con la entrada en vigor <strong>de</strong> la nueva Ley <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong> 2003.<br />
Aquél<strong>las</strong> resoluciones <strong>de</strong> nuestro Tribunal Supremo que anularon cláusu<strong>las</strong> <strong>de</strong><br />
sumisión a arbitraje por no incluir una renuncia “clara y terminante” al fuero<br />
judicial o anularon un laudo por falta <strong>de</strong> protocolización están ya muy lejos. Tras<br />
el importante avance que supuso la Ley <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong> 1988, la nueva Ley <strong>de</strong><br />
2003 adopta el sistema <strong>de</strong> la Ley mo<strong>de</strong>lo Uncitral y consolida <strong>de</strong> forma <strong>de</strong>finitiva<br />
a España como un foro neutral para el arbitraje internacional.<br />
La meta <strong>de</strong>l arbitraje tiene que ser la seguridad jurídica. El arbitraje, el arbitraje<br />
<strong>de</strong> Derecho, no pue<strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificarse con un juicio salomónico. Tiene que respetar<br />
la voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes y aplicar <strong>las</strong> normas a <strong>las</strong> que se sometieron.<br />
Es cierto, sin embargo, que la creciente complejidad <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>namiento jurídico, la<br />
escasa calidad <strong>de</strong> una legislación que sigue estando “motorizada”, la aceleración<br />
<strong>de</strong> los cambios y <strong>de</strong>l surgimiento <strong>de</strong> nuevas situaciones y problemas en un<br />
contexto globalizado y en permanente transformación mantienen al problema <strong>de</strong><br />
la in<strong>de</strong>terminación o incertidumbre <strong>de</strong>l Derecho entre <strong>las</strong> preocupaciones más<br />
<strong>de</strong>stacadas <strong>de</strong> los operadores jurídicos y económicos.<br />
Des<strong>de</strong> esta perspectiva, se ha hablado <strong>de</strong> crisis <strong>de</strong> la jurisdicción (ZAGREBELSKY)<br />
o <strong>de</strong> crisis <strong>de</strong>l Derecho. Esta reflexión bien pue<strong>de</strong> apuntar en la actualidad a<br />
problemas <strong>de</strong> mayor calado, que se vinculan a <strong>las</strong> transformaciones <strong>de</strong>l Estado y<br />
al <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> muchas <strong>de</strong> <strong>las</strong> tradicionales funciones estatales hacía<br />
estructuras o sistemas globales que se autogeneran en cada uno <strong>de</strong> los diversos<br />
sectores sociales y económicos y actúan siguiendo sus propias pautas <strong>de</strong><br />
136
acionalidad. XIOL RÍOS, Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Sala Primera <strong>de</strong> nuestro Tribunal<br />
Supremo, ha escrito recientemente en esta dirección y tras <strong>de</strong>stacar la i<strong>de</strong>a<br />
<strong>de</strong> que la globalización es “un terreno en el que se tien<strong>de</strong> a institucionalizar el<br />
lenguaje <strong>de</strong> los intereses” como sustituto <strong>de</strong>l “lenguaje <strong>de</strong>l Derecho” y en el que<br />
“la lógica <strong>de</strong> los sistemas sustituye a la lógica <strong>de</strong>l Derecho”, advierte que<br />
“la seguridad jurídica no se logra ya mediante una instancia <strong>de</strong>cisora<br />
jerárquicamente superior. De manera realista, es <strong>de</strong> esperar una disminución <strong>de</strong><br />
la inseguridad jurídica mediante una conexión reiterada <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones<br />
jurídicas con <strong>las</strong> que se van produciendo posteriormente, lo cual apunta, en la<br />
realidad <strong>de</strong> la práctica judicial, a la tradición <strong>de</strong>l prece<strong>de</strong>nte jurídico” 27<br />
Des<strong>de</strong> una perspectiva general, la multiplicación <strong>de</strong> centros sectoriales <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>cisión y el creciente recurso a la mediación y el arbitraje podrían analizarse en<br />
el contexto <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> “refeudalización” <strong>de</strong>l sistema político y social. La<br />
lógica <strong>de</strong>l imperio <strong>de</strong> la ley y el dogma <strong>de</strong> la racionalidad <strong>de</strong>l legislador, que<br />
condujeron al monopolio <strong>de</strong> la jurisdicción en la tarea <strong>de</strong> solucionar los conflictos,<br />
está siendo paulatinamente sustituida por una “lógica <strong>de</strong> red” (XIOL RÍOS)<br />
articulada en torno a una trama <strong>de</strong> estructuras sectoriales autónomas dotadas <strong>de</strong><br />
sus propios centros y pautas <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión. Y para que un sistema asentado sobre<br />
esas claves pueda estar en condiciones <strong>de</strong> satisfacer unos mínimos estándares<br />
<strong>de</strong> seguridad será preciso que sea transparente pero, sobre todo, que asuma el<br />
principio <strong>de</strong> vinculación al prece<strong>de</strong>nte para que todo el mundo pueda conocer <strong>las</strong><br />
líneas <strong>de</strong> razón que sirven <strong>de</strong> fundamento a sus <strong>de</strong>cisiones.<br />
¿Cuáles son <strong>las</strong> claves que explican esta evolución? ¿Cuál es la razón<br />
<strong>de</strong>terminante <strong>de</strong> la creación <strong>de</strong> esos nuevos centros <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión? ¿Porqué<br />
aumentan los arbitrajes y <strong>las</strong> mediaciones? Me atrevería a <strong>de</strong>cir que, en el fondo,<br />
late una falta <strong>de</strong> confianza en el Estado y, en particular, en la legislación y en la<br />
jurisdicción. La sociedad global se estructura en una multitud <strong>de</strong> escenarios<br />
27<br />
Xiol, J.A., El prece<strong>de</strong>nte judicial y otros estudios sobre el proceso administrativo, Madrid,<br />
2005, pág. 29.<br />
137
sectoriales que no confían en la capacidad <strong>de</strong> la ley, entendida como norma<br />
general, para resolver sus problemas; y que asimismo consi<strong>de</strong>ran que sus<br />
peculiarida<strong>de</strong>s no pue<strong>de</strong>n ser eficazmente abordadas por una jurisdicción<br />
generalista sino por un sistema especializado. Estas dos ten<strong>de</strong>ncias se han<br />
visto alimentadas por la progresiva pérdida <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> leyes, más<br />
atentas a <strong>las</strong> urgencias coyunturales que a <strong>las</strong> exigencias <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n y sistema, y<br />
por una progresiva disminución <strong>de</strong>l valor <strong>de</strong> la jurispru<strong>de</strong>ncia, que cuando llega<br />
lo hace tar<strong>de</strong> y pocas veces es uniforme.<br />
Este planteamiento merece, no obstante, alguna matización. Ya hemos visto<br />
como el arbitraje no pue<strong>de</strong> vivir <strong>de</strong> espaldas a la jurisdicción. Y hemos podido<br />
comprobar durante una <strong>de</strong> <strong>las</strong> sesiones <strong>de</strong> este Congreso que la jurisdicción<br />
española es plenamente consciente <strong>de</strong> <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l sistema arbitral y<br />
viene dando respuestas sólidas y útiles a los problemas que se presentan.<br />
Tampoco pue<strong>de</strong> olvidarse que la jurisdicción también encuentra respuestas a<br />
estas nuevas exigencias con la creación <strong>de</strong> juzgados especializados, como los<br />
Juzgados Mercantiles (recientemente creados en España), o <strong>las</strong> reformas <strong>de</strong>l<br />
recurso <strong>de</strong> casación. Pero lo que parece claro es que el respeto a la voluntad <strong>de</strong><br />
<strong>las</strong> partes, la vinculación al Derecho y al prece<strong>de</strong>nte y el rigor en la motivación<br />
son los factores necesarios para que el arbitraje cumpla su función, sirva al papel<br />
que le correspon<strong>de</strong> y pueda acrecentar, caso a caso, su autoridad y prestigio.<br />
Dicho <strong>de</strong> otro modo: el arbitraje vale lo que valgan los árbitros. Y sobre el<br />
necesario valor entendido <strong>de</strong> la más absoluta imparcialidad y neutralidad <strong>de</strong> los<br />
árbitros, en la calidad, claridad y coherencia <strong>de</strong> cada laudo es don<strong>de</strong> el arbitraje<br />
se juega realmente, día a día, su futuro.<br />
La meta <strong>de</strong>l arbitraje es la eficacia. En este Congreso, los responsables jurídicos<br />
<strong>de</strong> importantes empresas (Juan Gitard, Rui Mayer, José Luis <strong>de</strong>l Valle, Juan<br />
Pelegrí y Miles Jobling) coincidían al enten<strong>de</strong>r que <strong>las</strong> claves para optar por el<br />
arbitraje se encontraban en la rapi<strong>de</strong>z, la especialización y la confi<strong>de</strong>ncialidad.<br />
Pero también compartían la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que el arbitraje no es la solución más eficaz<br />
y a<strong>de</strong>cuada para cualquier tipo <strong>de</strong> disputa. Rui Mayer <strong>de</strong>stacó la complejidad<br />
técnica y jurídica y los gran<strong>de</strong>s proyectos multinacionales o con riesgos técnicos<br />
138
y financieros como casos que aconsejan acudir al arbitraje. Otro grupo <strong>de</strong><br />
supuestos que se acomodan con ventaja a la vía arbitral son los conflictos<br />
complejos entre empresas que mantienen relaciones continuadas o, dicho <strong>de</strong><br />
otro modo, entre operadores con<strong>de</strong>nados a enten<strong>de</strong>rse. La i<strong>de</strong>a que quiero<br />
<strong>de</strong>stacar es bien simple. La opción por el arbitraje <strong>de</strong>be hacerse caso a caso,<br />
tras una serena y reflexiva pon<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> factores que concurren<br />
en el negocio.<br />
La nueva Ley <strong>de</strong> arbitraje <strong>de</strong> 2003 refuerza, sin duda, la eficacia <strong>de</strong>l arbitraje en<br />
España. Con la Ley <strong>de</strong> 1988 un arbitraje fácilmente podía tardar más en lograr la<br />
solución <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong> la disputa que un procedimiento judicial tramitado con<br />
arreglo a la nueva Ley <strong>de</strong> Enjuiciamiento Civil <strong>de</strong> 2000. Esta Ley permite la<br />
ejecución provisional <strong>de</strong> <strong>las</strong> sentencias <strong>de</strong> instancia sin necesidad <strong>de</strong> caución. La<br />
Ley <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong> 1988 no permitía esa ejecución provisional <strong>de</strong> los laudos si<br />
se interponía recurso <strong>de</strong> anulación. A lo sumo, era posible obtener alguna<br />
medida cautelar. Esto ha cambiado con la Ley <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong>l 2003. El ejercicio<br />
<strong>de</strong> la acción <strong>de</strong> anulación no impi<strong>de</strong> que pueda instarse la ejecución <strong>de</strong>l laudo. Si<br />
el ejecutado preten<strong>de</strong> suspen<strong>de</strong>r esa ejecución mientras se tramita la anulación,<br />
habrá <strong>de</strong> prestar caución por el valor <strong>de</strong> la con<strong>de</strong>na más los daños y perjuicios<br />
que pudieran <strong>de</strong>rivarse <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mora en la ejecución <strong>de</strong>l laudo.<br />
A<strong>de</strong>más, la Ley <strong>de</strong> 2003 permite que los árbitros, y no sólo los jueces, puedan<br />
adoptar medidas cautelares; y consagra un principio <strong>de</strong> conservación <strong>de</strong>l<br />
convenio arbitral que probablemente va mucho más allá <strong>de</strong> lo que dice el propio<br />
Convenio <strong>de</strong> Nueva York.<br />
Voy a terminar. El libro <strong>de</strong> Zhuang Zi anima a vivir en un doble registro: el <strong>de</strong> la<br />
razón firmemente asentada en la realidad y el <strong>de</strong>l sueño (“recorrer la tierra sin<br />
tocarla”). Esta imagen pue<strong>de</strong> servir para simbolizar el cambio operado en<br />
España. En el año 1953 el arbitraje era un sueño. Con la ley <strong>de</strong> arbitraje 2003, el<br />
arbitraje es en España una realidad.<br />
139
VI.2 David Arias<br />
En relación con la intervención anterior <strong>de</strong> nuestro compañero Jesús Remón, ha<br />
quedado patente que en <strong>las</strong> cuestiones <strong>de</strong> comercio internacional el arbitraje no<br />
es una mera opción. En efecto, ante contratos internacionales o relaciones<br />
internacionales entre inversores y Estados, el arbitraje es sin duda, la forma<br />
natural mediante la que <strong>de</strong>ben dirimirse <strong>las</strong> controversias.<br />
Un laudo arbitral, que pue<strong>de</strong> consistir en un simple documento <strong>de</strong> Word, escrito<br />
en Times 12, impreso en DIN-A4, y firmado por uno o tres árbitros, tiene, en el<br />
ámbito internacional, probablemente más eficacia que una sentencia<br />
jurisdiccional, como pudiera ser una sentencia española, que haya podido ser<br />
objeto <strong>de</strong> recurso incluso ante el Tribunal Supremo. Precisamente ello se <strong>de</strong>be a<br />
que el reconocimiento <strong>de</strong> una sentencia española en otro país necesita un<br />
convenio bilateral o multilateral que la ampare. Asimismo, hay que tener en<br />
cuenta que España tiene suscritos menos convenios <strong>de</strong> reconocimiento y<br />
ejecución <strong>de</strong> sentencias que países signatarios <strong>de</strong>l Convenio <strong>de</strong> Nueva York <strong>de</strong><br />
1958 sobre Reconocimiento y Ejecución <strong>de</strong> Laudos Extranjeros, que en la<br />
actualidad está ratificado por 138 países. Por tanto, aunque resulte difícil <strong>de</strong><br />
creer para aquellos juristas <strong>de</strong> tradición más rígida, un laudo arbitral resulta más<br />
eficaz que una sentencia.<br />
Por otro lado, hay que hacer hincapié en el hecho <strong>de</strong> que el arbitraje<br />
internacional permite una <strong>de</strong>slocalización, un <strong>de</strong>sapasionamiento y una mejor<br />
perspectiva para la resolución <strong>de</strong> <strong>las</strong> controversias internacionales. En este<br />
sentido, y como ya se señaló en el Decimoctavo Congreso <strong>de</strong>l International<br />
Council for Commercial Arbitration (ICCA) 28 , “el árbitro internacional es el<br />
auténtico juez natural <strong>de</strong> la controversia internacional”. Esto es algo que no<br />
<strong>de</strong>bemos olvidar: cuando alguien es llevado a un arbitraje internacional no <strong>de</strong>be<br />
verlo como la casa don<strong>de</strong> juega el inversionista o la gran multinacional, sino que<br />
estos últimos pue<strong>de</strong>n per<strong>de</strong>r el asunto <strong>de</strong>l mismo modo que cualquier otra parte.<br />
28 Celebrado en Montreal <strong>de</strong>l 31 <strong>de</strong> mayo al 3 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 2006.<br />
141
D. Andrés Rigo, árbitro y ex-Vicepresi<strong>de</strong>nte Jurídico Adjunto <strong>de</strong>l Banco Mundial,<br />
nos ha hecho una excelente exposición <strong>de</strong>l arbitraje <strong>de</strong> inversión. Resulta<br />
curioso comprobar que existe un gran número <strong>de</strong> tratados bilaterales <strong>de</strong><br />
inversión en los que los inversionistas pue<strong>de</strong>n ver protegidos sus <strong>de</strong>rechos frente<br />
a actuaciones <strong>de</strong> los Estados poco acor<strong>de</strong>s con la normativa internacional. Esto<br />
es algo que todos <strong>de</strong>bemos tener en cuenta y a lo que me referiré más a<strong>de</strong>lante,<br />
al hablar <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje y <strong>de</strong>l papel <strong>de</strong> España e Iberoamérica en<br />
el arbitraje internacional.<br />
Recientemente, se ha producido la nacionalización <strong>de</strong> varias empresas en<br />
Bolivia, algunas <strong>de</strong> el<strong>las</strong> españo<strong>las</strong>. En ese contexto, representantes españoles<br />
manifestaron que tales nacionalizaciones no eran razonables y que se <strong>de</strong>bían<br />
respetar los usos <strong>de</strong>l comercio internacional, así como el principio pacta sunt<br />
servanda y el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> propiedad. Sin embargo, en ocasiones, España ha<br />
actuado <strong>de</strong> forma restrictiva a la hora <strong>de</strong> reconocer a los extranjeros los mismos<br />
<strong>de</strong>rechos que a los nacionales. Me estoy refiriendo al caso Maffezini v. Spain 29<br />
en el que el Sr. Maffezini, <strong>de</strong> nacionalidad argentina, interpuso un arbitraje CIADI<br />
contra el Reino <strong>de</strong> España, alegando haber recibido, por parte <strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s<br />
españo<strong>las</strong>, un tratamiento distinto al que reciben los españoles, en relación con<br />
su inversión en una empresa <strong>de</strong> productos químicos en Galicia. Así, España<br />
resultó con<strong>de</strong>nada frente a un particular en el marco <strong>de</strong> un arbitraje.<br />
En este sentido, conviene recordar que el arbitraje no es sólo un mecanismo<br />
aplicable a <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s ligas, a los “global players”, o una especie <strong>de</strong> limbo o<br />
paraíso para casos <strong>de</strong> gran magnitud o importancia, sino que se trata <strong>de</strong> un<br />
mecanismo que nos pue<strong>de</strong> proporcionar instrumentos <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa muy efectivos,<br />
in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong>l tamaño o la importancia económica <strong>de</strong> nuestros<br />
clientes.<br />
En la actualidad, estamos presenciando un cambio en el epicentro <strong>de</strong> los<br />
arbitrajes para la resolución <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s controversias, y probablemente esta<br />
29 ICSID Caso nº ARB/97/7.<br />
142
ten<strong>de</strong>ncia continuará en la próxima década. A diferencia <strong>de</strong> épocas anteriores, y<br />
con motivo <strong>de</strong> la coyuntura económica presente y <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones que se están<br />
tomando en <strong>de</strong>terminados países, dicho epicentro radica ya en países <strong>de</strong> habla<br />
hispana, como son los países iberoamericanos y España. Nos encontramos<br />
pues en un momento en el que tanto Iberoamérica como España se hallan muy<br />
implicadas en el arbitraje internacional.<br />
Por todo lo anterior, tenemos la gran responsabilidad <strong>de</strong> mantenernos a la altura<br />
<strong>de</strong> estas circunstancias y <strong>de</strong> hacer que triunfe la libertad <strong>de</strong> comercio, al igual<br />
que los “embajadores <strong>de</strong> la paz” que, con este leitmotiv, constituyeron en 1919 la<br />
Cámara <strong>de</strong> Comercio Internacional. Con este mismo objetivo surge también el<br />
<strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, para que <strong>las</strong> futuras generaciones no puedan<br />
cuestionar nuestra actuación en un momento <strong>de</strong> tal efervescencia <strong>de</strong> arbitrajes<br />
en los que están involucradas partes iberoamericanas y españo<strong>las</strong>.<br />
Actualmente, España es, si no el primero, el segundo inversor en Iberoamérica,<br />
lo que constituye no sólo una llamada, sino también una gran responsabilidad.<br />
Hemos recibido un apoyo institucional muy importante, empezando por Su<br />
Majestad el Rey y siguiendo con la Presi<strong>de</strong>nta <strong>de</strong> la Comunidad <strong>de</strong> Madrid, el<br />
Alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Madrid y el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Tribunal Supremo y <strong>de</strong>l Consejo General<br />
<strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial, todos ellos miembros <strong>de</strong>l Comité <strong>de</strong> Honor <strong>de</strong> este Congreso.<br />
En tal contexto, hay que hacer una llamada a todos los juristas <strong>de</strong> países<br />
iberoamericanos que nos han honrado con su presencia: el <strong>Club</strong> sin vosotros no<br />
va a ser nada, contamos con vosotros y creemos que tenéis que realizar<br />
iniciativas semejantes a este Congreso, con el fin <strong>de</strong> unir dos <strong>de</strong> los pilares<br />
fundamentales <strong>de</strong> nuestro <strong>Club</strong>. En primer lugar, servir <strong>de</strong> foro abierto a todo el<br />
que esté interesado por el arbitraje. En segundo lugar, promover <strong>las</strong> iniciativas<br />
que fomenten el arbitraje para la resolución <strong>de</strong> conflictos, como asociación<br />
abierta -y no como corte arbitral-.<br />
Hoy en día, Madrid se presenta como una opción en auge <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>las</strong> posibles<br />
se<strong>de</strong>s <strong>de</strong> arbitraje internacional, lo que no significa que otras se<strong>de</strong>s <strong>de</strong> mayor<br />
raigambre hayan quedado eclipsadas por la eclosión <strong>de</strong> Madrid. De hecho, aún<br />
tenemos mucho que apren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> se<strong>de</strong>s como Ginebra, Londres, Miami, París o<br />
143
Zúrich. Cumplimos con todos los requisitos para ser una buena se<strong>de</strong> <strong>de</strong> arbitraje<br />
internacional: disponemos <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho continental, con juristas <strong>de</strong><br />
gran calidad y prestigio y contamos con todos los medios a<strong>de</strong>cuados para<br />
conducir arbitrajes internacionales. No hay que olvidar, a<strong>de</strong>más, que nuestra Ley<br />
<strong>de</strong> Arbitraje 30 , basada en la Ley Mo<strong>de</strong>lo UNCITRAL, es una ley mo<strong>de</strong>rna y a la<br />
altura <strong>de</strong> <strong>las</strong> mejores. Asimismo, tenemos suscrito el ya mencionado Convenio<br />
<strong>de</strong> Nueva York <strong>de</strong> 1958, sin ningún tipo <strong>de</strong> reservas, y contamos también con un<br />
gran apoyo institucional, siendo este Congreso una buena muestra <strong>de</strong> ello.<br />
Finalmente, también disponemos <strong>de</strong> un po<strong>de</strong>r judicial, plena y conscientemente<br />
alineado con la promoción <strong>de</strong>l arbitraje en España.<br />
Por todo ello, nos han comentado a lo largo <strong>de</strong> este Congreso que ha habido un<br />
136 por ciento <strong>de</strong> incremento <strong>de</strong> <strong>las</strong> ejecuciones <strong>de</strong> laudos. Llegados a este<br />
punto, conviene <strong>de</strong>stacar que no se preten<strong>de</strong> que la jurisdicción se comporte, en<br />
temas relacionados con el arbitraje, como los célebres tres monos que ni hablan,<br />
ni ven, ni oyen. Muy al contrario, los <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong>l arbitraje estamos a favor <strong>de</strong><br />
que la jurisdicción <strong>de</strong>pure <strong>las</strong> prácticas nocivas o perniciosas o, si se me permite<br />
la expresión, los <strong>de</strong>nominados “chiringuitos procesales”, cuyo único resultado es<br />
la quiebra <strong>de</strong> la confianza en el arbitraje. Estaremos encantados <strong>de</strong> que el po<strong>de</strong>r<br />
judicial nos ayu<strong>de</strong> a ser mejores árbitros y purifique la práctica <strong>de</strong>l arbitraje,<br />
sobre todo en el ámbito doméstico. Estamos hablando <strong>de</strong> una jurisdicción que no<br />
tendrá problema alguno en reconocer un laudo que haya sido dictado por un<br />
tribunal arbitral extranjero, y que tampoco va a tener ningún problema en apoyar,<br />
en todo lo que sea menester, a los árbitros o al arbitraje.<br />
En conclusión, nos encontramos en un momento crucial para el arbitraje<br />
internacional, momento también en el que todos tenemos una gran<br />
responsabilidad, especialmente <strong>las</strong> personas que han organizado este<br />
Congreso, así como todos aquéllos que habéis asistido al mismo, a los que<br />
agra<strong>de</strong>cemos su presencia.<br />
30 Ley 60/2003, <strong>de</strong> 23 <strong>de</strong> diciembre, <strong>de</strong> Arbitraje.<br />
144
VII. ACTO DE CLAUSURA<br />
145
VII.1 José María Alonso<br />
Excelentísimo Señor Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Tribunal Supremo y <strong>de</strong>l Consejo General <strong>de</strong>l<br />
Po<strong>de</strong>r Judicial, Excelentísimo Señor Presi<strong>de</strong>nte Alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong>l Ayuntamiento <strong>de</strong><br />
Madrid, Excelentísimo Señor Vocal Portavoz <strong>de</strong>l Consejo General <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r<br />
Judicial, excelentísimos señores magistrados, autorida<strong>de</strong>s, compañeros, amigos<br />
todos.<br />
Llegamos ya al acto <strong>de</strong> clausura <strong>de</strong> nuestro primer Congreso, y yo no puedo sino<br />
expresar en nombre <strong>de</strong> la Junta Directiva y <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje,<br />
nuestra enorme satisfacción por el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l mismo. Nuestra satisfacción por<br />
haber tenido el privilegio <strong>de</strong> que el mismo fuera inaugurado por su Majestad el<br />
Rey, acompañado por el Ministro <strong>de</strong> Justicia y por el Vicepresi<strong>de</strong>nte 2º y<br />
Consejero <strong>de</strong> Justicia Interior <strong>de</strong> la Comunidad <strong>de</strong> Madrid. Nuestra satisfacción<br />
por la magnífica recepción que anoche nos dio la Comunidad <strong>de</strong> Madrid en la<br />
esplendida casa <strong>de</strong> Correos, y por el compromiso que su Vicepresi<strong>de</strong>nte 2º y<br />
Consejero <strong>de</strong> Justicia-Interior asumió públicamente <strong>de</strong> <strong>de</strong>stinar unas<br />
instalaciones en la nueva ciudad <strong>de</strong> la justicia para que puedan ser utilizadas<br />
como se<strong>de</strong>s <strong>de</strong> arbitrajes especialmente internacionales.<br />
Nuestra enorme satisfacción porque al Consejo se hayan inscrito 220<br />
participantes <strong>de</strong> 14 nacionalida<strong>de</strong>s <strong>distintas</strong> y ello sin contar a <strong>las</strong> autorida<strong>de</strong>s,<br />
ponentes y organizadores.<br />
Nuestra satisfacción por la calidad y variedad <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>ponencias</strong> y vaya <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
aquí mi reconocimiento y mi gratitud a cada uno <strong>de</strong> los ponentes por su<br />
excelencia, esfuerzo y <strong>de</strong>dicación.<br />
Señor Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Tribunal Supremo, Señor Alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Madrid, aquí se han<br />
tratado temas muy importantes <strong>de</strong> valiosa actualidad para el arbitraje. Des<strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
<strong>distintas</strong> perspectivas regionales en el mundo iberoamericano y en el mundo<br />
europeo. Hemos oído a <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s empresas no sólo españo<strong>las</strong>, sino también<br />
europeas sus vicisitu<strong>de</strong>s en el mundo internacional. Hemos visto esta mañana<br />
temas tan importantes como el arbitraje como mecanismo <strong>de</strong> protección <strong>de</strong><br />
147
inversiones. Alsocaire también <strong>de</strong> acontecimientos muy recientes. Y finalmente<br />
hemos tratado <strong>las</strong> cuestiones procesales en el arbitraje como es el internacional.<br />
En una intervención <strong>de</strong> la adjudicatura a la que luego me volveré a referir, a la<br />
que estaremos siempre agra<strong>de</strong>cidos.<br />
Y nuestra satisfacción finalmente por tener hoy aquí en el acto <strong>de</strong> clausura al<br />
primer edil <strong>de</strong> la ciudad que nos ha acogido durante estos días, y al máximo<br />
representante <strong>de</strong>l gobierno <strong>de</strong> los jueces.<br />
Madrid, querido Alcal<strong>de</strong>, ha <strong>de</strong>mostrado una vez más que es una ciudad abierta<br />
y cosmopolita, que es una ciudad <strong>de</strong> acogida don<strong>de</strong> todo el mundo se siente a<br />
gusto, pero Madrid es a<strong>de</strong>más una ciudad mo<strong>de</strong>rna con un sector servicios <strong>de</strong><br />
primerísima calidad y dotado <strong>de</strong> <strong>las</strong> mejores infraestructuras. Y también hemos<br />
podido corroborar, lo sabíamos los madrileños, pero estoy seguro que nuestros<br />
compañeros <strong>de</strong> fuera <strong>de</strong> Madrid y fuera <strong>de</strong> España, han podido corroborar que<br />
Madrid es una ciudad volcada al arbitraje.<br />
Pese a tus actualida<strong>de</strong>s responsabilida<strong>de</strong>s políticas, querido Alcal<strong>de</strong>, tu<br />
formación es esencialmente jurídica. Y como insigne jurista que eres estamos<br />
seguros <strong>de</strong> que valoras la extraordinaria importancia que el arbitraje tiene como<br />
fórmula <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> conflictos alternativa a la jurisdicción ordinaria. La<br />
importancia que tiene para Madrid, <strong>de</strong> que sea consi<strong>de</strong>rada cada vez más como<br />
se<strong>de</strong> <strong>de</strong> arbitrajes internacionales.<br />
Tu presencia hoy aquí, querido Alcal<strong>de</strong>, que te agra<strong>de</strong>cemos muy<br />
especialmente, es una prueba evi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> tu claro entendimiento en este<br />
sentido.<br />
Por otra parte la presencia hoy aquí <strong>de</strong>l Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Consejo General <strong>de</strong>l<br />
Po<strong>de</strong>r Judicial y <strong>de</strong>l Tribunal Supremo <strong>de</strong> la Nación tiene una trascen<strong>de</strong>ncia muy<br />
especial. Los países y <strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s son consi<strong>de</strong>rados se<strong>de</strong>s a<strong>de</strong>cuadas <strong>de</strong><br />
arbitrajes internacionales, no sólo por supuesto, porque se hayan dotados así<br />
mismo <strong>de</strong> leyes buenas, no es nuestro caso. O si disponen <strong>de</strong> un buen sector<br />
servicios y buenas estructuras y comunicaciones, sino muy especialmente si su<br />
148
sistema judicial es respetuoso con el arbitraje. De nada sirve todo lo anterior si<br />
los jueces <strong>de</strong>l país <strong>de</strong> que se trate en vez <strong>de</strong> favorecer el arbitraje lo entorpecen.<br />
En el pasado, querido Presi<strong>de</strong>nte, algunos países competidores se ocuparon <strong>de</strong><br />
crear una leyenda negra sobre España en este sentido. Y digo que se trata <strong>de</strong><br />
una leyenda negra pues tras 30 años <strong>de</strong> ejercicio profesional conozco<br />
poquísimos casos <strong>de</strong> anulación <strong>de</strong> laudos, y conozco poquísimos casos <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>negación <strong>de</strong> laudos extranjeros. Pero es verdad, no po<strong>de</strong>mos olvidarlo que<br />
hasta 2003 la normativa arbitral española no era, a mi juicio, la más a<strong>de</strong>cuada<br />
para facilitar el apoyo <strong>de</strong> los jueces al buen <strong>de</strong>senvolvimiento <strong>de</strong>l arbitraje. Pero<br />
hoy eso forma parte <strong>de</strong>l pasado. La ley <strong>de</strong>l 2003 sitúa la labor <strong>de</strong>l juez,<br />
precisamente en aquellos momentos en que su presencia e intervención es<br />
absolutamente indispensable para que el arbitraje pueda tener lugar, para que se<br />
pueda <strong>de</strong>sarrollar a<strong>de</strong>cuadamente y para que los laudos puedan ser ejecutados.<br />
Recuér<strong>de</strong>se en este sentido y ya lo hemos oído a lo largo <strong>de</strong> esta mañana, que<br />
la función judicial se sitúa en 4 momentos capitales, en la <strong>de</strong>signación <strong>de</strong>l árbitro<br />
cuando una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes se niega a hacerlo y no hay remisión en la cláusula<br />
arbitral a institución alguna. En la adopción <strong>de</strong> medidas cautelares cuando <strong>las</strong><br />
partes prefieren que estas sean tomadas por el juez y no por los árbitros. En la<br />
ayuda a la práctica <strong>de</strong> <strong>las</strong> pruebas acordadas por los árbitros allí don<strong>de</strong> estos<br />
carecen <strong>de</strong> imperio y en la ejecución <strong>de</strong> los laudos arbitrales.<br />
Estamos pues, querido Presi<strong>de</strong>nte, en el mejor <strong>de</strong> los mundos normativos y a<br />
todos nos consta a<strong>de</strong>más que existe un claro sentimiento en el colectivo <strong>de</strong> los<br />
jueces <strong>de</strong> apoyo al arbitraje.<br />
Decía antes que me quería referir a <strong>las</strong> últimas intervenciones <strong>de</strong> la mañana, en<br />
la que han estado presentes el Magistrado <strong>de</strong>l Tribunal Supremo, el Presi<strong>de</strong>nte<br />
<strong>de</strong> la sección 8ª <strong>de</strong> la Audiencia Provincial <strong>de</strong> Madrid, Enrique López, como<br />
vocal portavoz y el Juez Decano <strong>de</strong> los Juzgados <strong>de</strong> Madrid. El mensaje que han<br />
lanzado a la comunidad internacional es un mensaje impagable, es un mensaje<br />
clarísimo <strong>de</strong> apoyo al arbitraje. Nadie, absolutamente nadie, querido Presi<strong>de</strong>nte,<br />
que les haya oído esta mañana, pue<strong>de</strong> tener la más mínima duda que la<br />
adjudicatura española apoya sin reservas al arbitraje.<br />
149
Des<strong>de</strong> luego, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> este <strong>Club</strong> vamos a hacer todo lo necesario para reforzar<br />
este sentimiento en la judicatura y que se podría concretar entre otras iniciativas<br />
en el establecimiento <strong>de</strong> algún acuerdo entre el Consejo General <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r<br />
Judicial y <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> español <strong>de</strong>l Arbitraje, que permita el intercambio <strong>de</strong><br />
experiencias, inquietu<strong>de</strong>s y porque no la formación recíproca especialmente en<br />
el árbitro internacional.<br />
En fin Señor Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Consejo General <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial y <strong>de</strong>l Tribunal<br />
Supremo, señor Alcal<strong>de</strong> Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Ayuntamiento <strong>de</strong> Madrid, termino como<br />
empecé, expresando a ambos nuestra infinita gratitud por vuestra presencia hoy<br />
en este acto <strong>de</strong> clausura y por lo que ello significa <strong>de</strong> respaldo a lo que tantas<br />
veces hemos dicho, es una importantísima e ilusionante iniciativa <strong>de</strong> la sociedad<br />
civil. Muchísimas gracias.<br />
150
VII.2 Alberto Ruiz Gallardón<br />
El pasado 15 <strong>de</strong> mayo, con motivo <strong>de</strong> la entrega <strong>de</strong> la Medalla <strong>de</strong> Oro <strong>de</strong> Madrid<br />
al Consejo General <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial, esta ciudad reconocía expresamente, 25<br />
años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su nacimiento, el hecho <strong>de</strong> que gracias, entre otros factores, a<br />
una Justicia <strong>de</strong>mocrática y al servicio <strong>de</strong>l ciudadano, España ha cosechado <strong>las</strong><br />
mayores cotas <strong>de</strong> libertad y prosperidad <strong>de</strong> su Historia. El Po<strong>de</strong>r Judicial,<br />
caracterizado por la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia en su ejercicio y la seguridad jurídica que<br />
proporciona a los sujetos <strong>de</strong> Derecho, ha permitido una estabilidad que en lo<br />
social, pero también en lo económico, ha facilitado el progreso <strong>de</strong> este país, y<br />
muy en especial <strong>de</strong> Madrid. Al mismo tiempo, durante este cuarto <strong>de</strong> siglo el<br />
régimen jurídico tanto <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas como <strong>de</strong> <strong>las</strong> empresas ha experimentado<br />
una profunda evolución, incluyendo un mayor reconocimiento <strong>de</strong> su autonomía y<br />
una mayor flexibilidad a la hora regular <strong>las</strong> relaciones y establecer acuerdos<br />
entre el<strong>las</strong>, e incluso fomentando sistemas privados <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong><br />
controversias como el arbitraje.<br />
Madrid ha sabido aprovechar estos cambios y <strong>de</strong>mostrar que es una sociedad<br />
mo<strong>de</strong>rna. Consecuencia <strong>de</strong> esa transformación, esta ciudad se ha convertido en<br />
uno <strong>de</strong> los espacios más abiertos <strong>de</strong> Europa, tanto en lo social, con una<br />
población extranjera que supera el 16% <strong>de</strong>l total, como en lo económico. Así,<br />
según el Ministerio <strong>de</strong> Economía, en 2005, el área metropolitana recibió 4.458<br />
millones <strong>de</strong> euros, el 54% <strong>de</strong> toda la inversión extranjera que llegó a España, al<br />
mismo tiempo que fue el origen <strong>de</strong>l 81% <strong>de</strong> <strong>las</strong> inversiones que <strong>las</strong> empresas<br />
españo<strong>las</strong> realizaron en el exterior, confirmando que el empresariado madrileño<br />
ha comprendido el reto <strong>de</strong> una economía en la que ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> existir fronteras.<br />
Por tanto, la era global hacia la que avanzamos exige nuevas fórmu<strong>las</strong> capaces<br />
<strong>de</strong> adaptarse a situaciones inéditas en <strong>las</strong> que la sociedad civil, en especial la<br />
iniciativa privada, sustenta una tupida red <strong>de</strong> relaciones económicas y<br />
empresariales en <strong>las</strong> que la distancia ya no es una limitación. Esta explosión <strong>de</strong><br />
<strong>las</strong> operaciones transnacionales ha impulsado el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> sistemas que<br />
permitan una eficaz solución <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> controversias que puedan surgir en el<br />
<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>las</strong> mismas, garantizando en todo momento la seguridad jurídica <strong>de</strong><br />
151
<strong>las</strong> partes implicadas, aunque <strong>las</strong> operaciones objeto <strong>de</strong> arbitraje se <strong>de</strong>sarrollen<br />
en otros lugares.<br />
Si a ello le sumamos la <strong>de</strong>cidida vocación que tiene Madrid por ser puente entre<br />
Europa e Iberoamérica, enten<strong>de</strong>mos porqué nos llena <strong>de</strong> satisfacción acoger el<br />
primer congreso <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong> Arbitraje, una asociación creada por los<br />
principales expertos en esta materia. En este sistema alternativo al estrictamente<br />
judicial, Madrid reconoce una serie <strong>de</strong> características acor<strong>de</strong>s con su afán <strong>de</strong><br />
progreso y mo<strong>de</strong>rnización, que pue<strong>de</strong>n contribuir activamente a reforzar nuestro<br />
papel como punto <strong>de</strong> intercambio. La mayor autonomía entre <strong>las</strong> partes, la<br />
celeridad, la flexibilidad, la agilidad o la admisión <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> <strong>las</strong> nuevas<br />
tecnologías en los procesos hacen <strong>de</strong>l arbitraje una solución que, sin reducir la<br />
seguridad jurídica necesaria en todo acuerdo, facilita el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
operaciones <strong>de</strong> <strong>las</strong> más <strong>de</strong> 162.000 empresas que existen en esta ciudad,<br />
asegurando, en caso <strong>de</strong> que sea necesario, la ejecución forzosa <strong>de</strong>l laudo por<br />
los órganos judiciales. La avanzada legislación con la que cuenta España en<br />
esta materia, recogida en la Ley 60/2003, <strong>de</strong> 23 <strong>de</strong> diciembre, <strong>de</strong> Arbitraje, así<br />
como la estabilidad que aporta su sistema judicial y la alta cualificación <strong>de</strong> sus<br />
profesionales, hacen <strong>de</strong> Madrid un espacio especialmente idóneo para resolver<br />
los litigios susceptibles <strong>de</strong> ser sometidos a arbitraje. Por tanto, ofrecer Madrid<br />
como lugar don<strong>de</strong> resolver un arbitraje constituye una garantía añadida en<br />
cualquier contrato o inversión, con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> don<strong>de</strong> estos se celebren.<br />
Así, este Madrid dinámico y cosmopolita <strong>de</strong>l siglo XXI, que presenta unas<br />
expectativas <strong>de</strong> futuro como nunca antes había tenido, aspira a convertirse en<br />
una referencia en la resolución <strong>de</strong> conflictos a través <strong>de</strong>l arbitraje. Esta ciudad es<br />
la se<strong>de</strong> <strong>de</strong> importantes empresas y <strong>de</strong>spachos <strong>de</strong> abogados, cuenta con un<br />
sistema judicial eficaz y <strong>de</strong> reconocido prestigio, al que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace tiempo nos<br />
propusimos dotarla <strong>de</strong> los medios materiales necesarios para su buen<br />
funcionamiento, incluso con iniciativas tan innovadoras como la construcción <strong>de</strong><br />
la Ciudad <strong>de</strong> la Justicia. Al mismo tiempo, <strong>las</strong> previsiones indican que la<br />
economía madrileña crecerá este año un 3,9%, hasta superar por vez primera<br />
los 100.000 millones <strong>de</strong> euros <strong>de</strong> PIB, y situarse <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> Europa, por<br />
generación <strong>de</strong> riqueza, tan solo por <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> Londres y París.<br />
152
Este fuerte posicionamiento internacional y económico hacen <strong>de</strong> esta ciudad una<br />
firme candidata para convertirse en la tercera metrópoli global <strong>de</strong>l continente.<br />
Pero para conseguirlo no <strong>de</strong>bemos <strong>de</strong>jar pasar ninguna oportunidad. Y, sin duda,<br />
convertirnos en una importante se<strong>de</strong> arbitral, que cuente con el reconocimiento<br />
<strong>de</strong> numerosos operadores económicos y jurídicos <strong>de</strong> todo el mundo, es<br />
imprescindible. De ahí la absoluta disposición <strong>de</strong>l Ayuntamiento <strong>de</strong> Madrid a<br />
acompañar y apoyar <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong> Arbitraje para hacer <strong>de</strong><br />
esta ciudad, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> una <strong>de</strong> <strong>las</strong> principales capitales <strong>de</strong> negocios <strong>de</strong>l mundo,<br />
un acreditado centro para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> procesos arbitrales. Ése es nuestro<br />
compromiso.<br />
153
VII.3 Francisco José Hernando<br />
Excelentísimo Señor Alcal<strong>de</strong>, señor Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> español <strong>de</strong> arbitraje,<br />
queridos compañeros, amigos, compañeros en <strong>de</strong>finitivas todos en la labor<br />
conjunta <strong>de</strong>l quehacer judicial en la que todos <strong>de</strong> alguna manera intervenimos y<br />
coadyuvamos al i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> hacer justicia. Me correspon<strong>de</strong> el honor y la<br />
satisfacción <strong>de</strong> clausurar este Primer Congreso Anual <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> español <strong>de</strong><br />
Arbitrajes, que se ha celebrado en la jornada <strong>de</strong> ayer y en la <strong>de</strong> hoy aquí en<br />
Madrid bajo la presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> honor <strong>de</strong> su Majestad el Rey, gracias al apoyo <strong>de</strong>l<br />
Ministerio <strong>de</strong> Justicia, <strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong> la Comunidad <strong>de</strong> Madrid, <strong>de</strong>l Ilustre<br />
Colegio <strong>de</strong> Abogados <strong>de</strong> esta capital y la Cámara <strong>de</strong> Comercio también <strong>de</strong><br />
Madrid. He <strong>de</strong> agra<strong>de</strong>cer al <strong>Club</strong> español <strong>de</strong> arbitraje su gentileza al invitarme a<br />
este acto. Acto que ha concitado el interés <strong>de</strong> un selecto grupo <strong>de</strong> profesionales<br />
proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong> la empresa <strong>de</strong> la abogacía y <strong>de</strong> la judicatura <strong>de</strong>ntro<br />
<strong>de</strong>l atractivo marco en el que nos encontramos. La gratitud que manifiesto por<br />
supuesto lo es en nombre <strong>de</strong> todos los Jueces y Magistrados que integramos el<br />
Po<strong>de</strong>r Judicial español. Y necesariamente se <strong>de</strong>be <strong>de</strong> convertir en felicitación por<br />
el magnífico trabajo <strong>de</strong>sarrollado a lo largo <strong>de</strong> estos dos días en los que se ha<br />
podido asistir a <strong>de</strong>bates <strong>de</strong> muy alto nivel sobre el que ha sido el Leit Motiv <strong>de</strong><br />
este congreso: <strong>las</strong> perspectivas actuales y los retos <strong>de</strong>l futuro <strong>de</strong>l arbitraje en<br />
Europa y en Iberoamérica.<br />
Una felicitación para todos los asistentes y para los integrantes <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuatro<br />
mesas <strong>de</strong> trabajo que han conformado el programa <strong>de</strong> este congreso, pero por<br />
supuesto también ha <strong>de</strong> ser por y para el <strong>Club</strong> español <strong>de</strong> arbitraje por la<br />
iniciativa. El Congreso que hoy se clausura forma parte <strong>de</strong> ese empeño colectivo<br />
por la promoción <strong>de</strong>l arbitraje como instrumento para la paz jurídica y con<br />
apenas un año <strong>de</strong> existencia consolida al <strong>Club</strong> español <strong>de</strong> arbitraje como<br />
referencia nacional e internacional en el fomento <strong>de</strong> la práctica arbitral <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l<br />
mundo <strong>de</strong> habla hispana.<br />
Las cuatro mesas redondas que han conformado el programa han girado en<br />
torno a diferentes perspectivas <strong>de</strong> un mismo fenómeno, la situación actual <strong>de</strong> la<br />
práctica arbitral en Europa y en Ibero América. Se trata sin lugar a dudas <strong>de</strong> un<br />
155
asunto <strong>de</strong> can<strong>de</strong>nte actualidad si se presta atención a la evolución <strong>de</strong> los<br />
acontecimientos a uno y a otro lado <strong>de</strong>l Atlántico. Asistimos en los últimos años a<br />
un cambio <strong>de</strong> perspectiva en <strong>las</strong> relaciones políticas y económicas entre<br />
nuestros continentes. La emergencia <strong>de</strong> los nacionalismos y <strong>de</strong>l indigenismo<br />
influye <strong>de</strong> forma meridiana en el <strong>de</strong>senvolvimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones jurídicas<br />
entre los ciudadanos, entre <strong>las</strong> empresas <strong>de</strong> unos y otros Estados. Se ha llegado<br />
incluso a poner en cuestión la idoneidad <strong>de</strong> los viejos mo<strong>de</strong>los jurídicos <strong>de</strong> la<br />
Europa occi<strong>de</strong>ntal para or<strong>de</strong>nar <strong>las</strong> relaciones jurídicas y económicas en algunas<br />
naciones. Mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong> la convivencia que están a mi juicio<br />
plenamente vigentes y cuyo establecimiento y estabilidad están en opinión <strong>de</strong> los<br />
expertos en la raíz <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo y <strong>de</strong> la prosperidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones europeas a<br />
lo largo <strong>de</strong> los dos últimos siglos. Así como en el establecimiento para el<br />
<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una actividad jurídica libre y basada en la mutua confianza <strong>de</strong> los<br />
operadores económicos. Se trata <strong>de</strong> momentos <strong>de</strong> incertidumbre y confusión en<br />
los que se ponen en cuestión la pervivencia <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los tradicionales <strong>de</strong><br />
resolución <strong>de</strong> conflictos jurídicos y por supuesto como parte integrante <strong>de</strong> ellos<br />
<strong>de</strong>l arbitraje como sistema hetero-composición, alternativo al sistema judicial <strong>de</strong><br />
administrar justicia. No podía ser <strong>de</strong> otra forma pues toda duda acerca <strong>de</strong> los<br />
sistemas liberales que se basan en la libre actuación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos y en el<br />
ejercicio libre <strong>de</strong> la voluntad como fuente <strong>de</strong> los mismos <strong>de</strong>be afectar<br />
necesariamente también al arbitraje. Un método <strong>de</strong> solución, <strong>de</strong> controversias<br />
que también encuentra su fundamento en la libertad <strong>de</strong> los individuos y en la<br />
confianza en terceros ajenos a la estructura burocrática y administrativa <strong>de</strong> la<br />
jurisdicción, es <strong>de</strong>cir a otros individuos que como ellos intervienen en el tráfico<br />
jurídico y a quienes someten voluntariamente sus cuestiones y la <strong>de</strong>cisión sobre<br />
sus litigios. El arbitraje es tal y como se ha <strong>de</strong>scrito una institución puramente<br />
liberal en la medida en que confía la resolución <strong>de</strong> los conflictos jurídicos y<br />
comerciales a instancias ajenas al Estado. El cual <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su monopolio en la<br />
tutela jurídica <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a personas e instituciones que asumen la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong><br />
tales controversias cuando así lo quieran <strong>las</strong> partes implicadas y siempre que<br />
sólo estén en juego <strong>de</strong>rechos que afecten a su esfera personal <strong>de</strong> soberanía. Y<br />
por supuesto previo el compromiso <strong>de</strong> aceptar por parte <strong>de</strong> estas lo que el<br />
árbitro, o el Colegio <strong>de</strong> Árbitros resuelvan en el laudo.<br />
156
El arbitraje, que en España ha contado en los últimos 50 años con tres<br />
or<strong>de</strong>naciones legales, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la inicial Ley <strong>de</strong> 1958. Aquella Ley <strong>de</strong> arbitrajes<br />
privados, <strong>de</strong>bida a la mente privilegiada <strong>de</strong>l profesor Jaime Wash hasta la más<br />
reciente Ley <strong>de</strong> arbitraje promulgada en el año 2003. El arbitraje en España<br />
refleja su condición <strong>de</strong> institución directamente arraigada en la libertad, la<br />
evolución <strong>de</strong> <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s libres. Por eso no <strong>de</strong>be extrañar que hoy preocupe<br />
en relación con el arbitraje asuntos como son por ejemplo su papel en el seno <strong>de</strong><br />
los gran<strong>de</strong>s litigios empresariales o <strong>las</strong> consecuencias <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong>l arbitraje como<br />
cauce <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> litigios <strong>de</strong> carácter transnacional. Estas dos cuestiones han<br />
formado parte <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>bates que se han mantenido en este<br />
Congreso. Y ello como cuestiones <strong>de</strong> interés presente y con perspectiva <strong>de</strong><br />
futuro. Y ha sido así porque en el tráfico jurídico y económico también ha<br />
alcanzado un consi<strong>de</strong>rable <strong>de</strong>sarrollo la actividad <strong>de</strong> la gran empresa que rompe<br />
<strong>las</strong> barreras políticas <strong>de</strong> los Estados para exten<strong>de</strong>r su actividad productiva a<br />
otros países. Desarrollo tecnológico, globalización y gran empresa son<br />
conceptos que avanzan unidos en nuestra realidad económica.<br />
En lo que se refiere al arbitraje internacional cabe apreciar ciertas analogías con<br />
la inci<strong>de</strong>ncia con <strong>las</strong> jurisdicciones estatales <strong>de</strong>l ingrediente trasnacional. Cuando<br />
se plantean procesos en los que aparecen elementos <strong>de</strong> extranjería o en los que<br />
se preten<strong>de</strong> obtener la eficacia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>l juez fuera <strong>de</strong>l territorio<br />
nacional al que se extien<strong>de</strong>n los límites <strong>de</strong> la jurisdicción. Indiscutiblemente nos<br />
encontramos en un plano puramente técnico-jurídico. En la permanente tensión<br />
entre la seguridad jurídica que <strong>de</strong>be ser aspiración constante <strong>de</strong> todo<br />
or<strong>de</strong>namiento jurídico y <strong>las</strong> dificulta<strong>de</strong>s para adoptar <strong>de</strong> estabilidad a aquel<strong>las</strong><br />
situaciones jurídicas cuya eficacia en el espacio transcien<strong>de</strong> <strong>de</strong>l ámbito territorial<br />
al que se extien<strong>de</strong> el paraguas protector que a los sujetos proporciona la tutela<br />
<strong>de</strong>l Estado. El nuevo escenario comercial y mercantil, ha dado, da píe al<br />
surgimiento <strong>de</strong> nuevas modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> conflictos, <strong>de</strong> conflictos jurídicos y <strong>de</strong><br />
litigios, mucho más sofisticados y tecnificados y a la flexibilización <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
fronteras <strong>de</strong> los Estados como fenómeno cada vez menos extraño a la realidad<br />
<strong>de</strong>l tráfico jurídico. En ese contexto <strong>de</strong>be <strong>de</strong>stacarse el papel, el gran papel que<br />
<strong>de</strong>sempeña el arbitraje. Debe hacerse así porque entre otras razones el arbitraje<br />
157
conjuga muchos <strong>de</strong> los valores tradicionales atribuidos al propio tráfico mercantil,<br />
como son la agilidad, la espontaneidad que proporciona la propia naturaleza <strong>de</strong><br />
los mercados basado en la confianza, el valor <strong>de</strong> la autonomía y <strong>de</strong> la voluntad,<br />
basados en los usos como fuente <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho.<br />
Y como fiel hijo que es el arbitraje <strong>de</strong> los principios que sirven <strong>de</strong> base al<br />
<strong>de</strong>sarrollo comercial ha servido con eficacia y con justicia a la resolución <strong>de</strong><br />
numerosos conflictos cuya trascen<strong>de</strong>ncia rebasan los límites estatales. Una<br />
eficacia no siempre alcanzable <strong>de</strong> haberse sometido la cuestión a los estrictos<br />
términos en <strong>las</strong> soberanías nacionales. Una institución en consecuencia cuya<br />
generalización podría servir <strong>de</strong> eficacísimo instrumento para racionalizar el papel<br />
<strong>de</strong> la jurisdicción estatal en la resolución <strong>de</strong> conflictos privados. Estos y otros<br />
problemas sin duda habrán salido en estas sesiones <strong>de</strong> trabajo a punto por<br />
poner en cuestión un par <strong>de</strong> ejemplos. Las dificulta<strong>de</strong>s para hacer eficaces en el<br />
plano trasnacional los laudos arbítrales o la necesidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar un marco<br />
jurídico estable y asumible por los estados que permita la extensión <strong>de</strong>l arbitraje<br />
como medio <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> conflictos con dimensión supranacional. Los trabajos<br />
<strong>de</strong> la Comisión <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional<br />
que culminaron con la conclusión en 1985 <strong>de</strong> una ley mo<strong>de</strong>lo sobre arbitraje o<br />
los realizados en el seno <strong>de</strong> la unión europea <strong>de</strong>berían acabar antes o <strong>de</strong>spués<br />
con los recelos <strong>de</strong> los ciudadanos para su uso. Por suerte cada vez menos<br />
presentes.<br />
Concluyo, nos encontramos en un asunto <strong>de</strong>l máximo interés en unos tiempos<br />
que están en crisis una serie <strong>de</strong> valores. El arbitraje será centro <strong>de</strong> <strong>de</strong>bates en<br />
los próximos <strong>de</strong>cenios, en la medida que se pone en cuestión a través <strong>de</strong>l<br />
arbitraje y aunque sea un método complementario <strong>de</strong>l ejercicio jurisdiccional y<br />
complemente a la actividad estatal que como obligación servicial para los<br />
conciudadanos tiene el Estado <strong>de</strong> prestar un sistema <strong>de</strong> justicia que solucionen<br />
<strong>las</strong> diferencias <strong>de</strong> criterios que puedan surgir están en conflicto, como digo, la<br />
solución <strong>de</strong> conflictos jurídico-privados por medio <strong>de</strong> la jurisdicción ordinaria. En<br />
la medida en que esta es lenta y tiene en algunas ocasiones un elevado coste<br />
económico. Más no es este el momento <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar este asunto espinoso que<br />
sin duda nos ocupara, y les ocupara los años veni<strong>de</strong>ros. Simplemente quiero por<br />
158
último reiterar mis agra<strong>de</strong>cimientos y mis felicitaciones a todos los que han<br />
contribuido <strong>de</strong> uno y otro modo al éxito <strong>de</strong> este Congreso que ahora se clausura.<br />
Y tengan todos uste<strong>de</strong>s la seguridad <strong>de</strong> que el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Tribunal Supremo<br />
y <strong>de</strong>l Consejo General <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial respaldará en cualquier tiempo y en<br />
cualquier lugar como lo ha hecho. Porque he <strong>de</strong> confesarles a uste<strong>de</strong>s que<br />
cuando ejercía como abogado era muy aficionado a los arbitrajes, al uso <strong>de</strong>l<br />
arbitraje como medio <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> los conflictos que se sometían a mi<br />
consi<strong>de</strong>ración y en mi <strong>de</strong>spacho. Por eso puedo afirmarles que el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l<br />
Tribunal Supremo y <strong>de</strong>l Consejo General <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial va a respaldar, como<br />
no podía ser <strong>de</strong> otra manera, el arbitraje como modo <strong>de</strong> solución complementario<br />
<strong>de</strong> los conflictos que en <strong>las</strong> relaciones jurídico-económicas puedan suscitarse.<br />
Muchas gracias por su atención.<br />
Y sólo resta <strong>de</strong>clarar clausurado este Primer Congreso, y darle la bienvenida,<br />
estoy seguro, al segundo que ya Alonso lo estará preparando, muchas gracias.<br />
159
VIII. COMUNICACIONES AL<br />
CONGRESO<br />
161
VIII.1 El arbitraje <strong>de</strong> inversión (Enviada por Don Andrés Rigó Sureda)<br />
SUMARIO: A. INTRODUCCIÓN.- B. EL CIADI.- C. LA INVERSIÓN<br />
PROTEGIDA.- D. EL INVERSOR.- 1. Nacionalidad.- 2. Inversor privado o<br />
público.- E. EL ESTADO COMO DEMANDADO. F. EL NIVEL DE<br />
FROTECCIÓN.- 1. Trato justo y equitativo.- 2. Medidas discriminatorias. 3.<br />
Medidas equivalentes a expropiación.- 4. La cláusula «paraguas».- 5. La<br />
cláusula <strong>de</strong> la nación más favorecida (NMF).- 6. Los límites <strong>de</strong> la protección.- G.<br />
MULTIPLES CLÁUSULAS JURISDICCIONALES.- H. REFLEXIONES DE CARA<br />
AL FUTURO<br />
A) Introducción<br />
El arbitraje <strong>de</strong> inversión tiene como característica que una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes es<br />
un Estado. Los ejemplos tradicionales son los contratos <strong>de</strong> concesión en<br />
los que el Estado acepta someter <strong>las</strong> diferencias con el concesionario a un<br />
Tribunal Arbitral. Es <strong>de</strong>cir, se trata <strong>de</strong> arbitrajes basados en cláusu<strong>las</strong><br />
compromisorias contractuales. Este tipo <strong>de</strong> arbitraje es relativamente<br />
infrecuente. Una institución especializada en arbitrajes <strong>de</strong> inversión como<br />
es el Centro Internacional <strong>de</strong> Arreglo <strong>de</strong> Diferencias Relativas a<br />
Inversiones (CIADI) 31 ha registrado en sus casi cuarenta años <strong>de</strong><br />
experiencia una solicitud <strong>de</strong> arbitraje por año basada en una cláusula<br />
contractual. Si sólo existieran estos casos, el arbitraje <strong>de</strong> inversión no sería<br />
objeto <strong>de</strong> <strong>las</strong> discusiones y estudios <strong>de</strong> que es objeto en la actualidad.<br />
En <strong>las</strong> dos últimas décadas los Estados han multiplicado los instrumentos<br />
jurídicos a través <strong>de</strong> los cuales otorgan su consentimiento por a<strong>de</strong>lantado y<br />
unilateralmente para someter a Tribunales Arbitrales sus diferencias con<br />
inversores, bien sea a través <strong>de</strong> ofertas <strong>de</strong> arbitraje contenidas en tratados<br />
multilaterales o, con más frecuencia, bilaterales <strong>de</strong> promoción y protección<br />
31 Establecido por el Convenio sobre Arreglo <strong>de</strong> Diferencias Relativas a Inversiones entre<br />
Estados y Nacionales <strong>de</strong> Otros Estados que fue puesto a la firma el 18 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1965<br />
y entró en vigor el 14 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1966 (en a<strong>de</strong>lante el Convenio)<br />
163
<strong>de</strong> inversiones, bien sea por medio <strong>de</strong> legislación relativa a inversiones 32 .<br />
Los acuerdos bilaterales <strong>de</strong> promoción y protección recíproca <strong>de</strong><br />
inversiones (APPRI) suman ya más <strong>de</strong> dos mil. A ellos se aña<strong>de</strong>n tratados<br />
multilaterales como el Tratado <strong>de</strong> Libre Comercio <strong>de</strong> América <strong>de</strong>l Norte<br />
(TLCAN) y la Carta <strong>de</strong> la Energía que, contienen disposiciones similares.<br />
Los APPRI 33 se sitúan en el contexto <strong>de</strong>l cambio <strong>de</strong> actitud <strong>de</strong> los Estados<br />
respecto <strong>de</strong> la inversión extranjera y <strong>de</strong>l papel <strong>de</strong>l Estado en la economía.<br />
En la década <strong>de</strong> los ochenta los Estados abrieron sus economías a<br />
capitales extranjeros y redujeron su actividad empresarial para convertirse<br />
principalmente en reguladores <strong>de</strong> la actividad económica. Si bien el primer<br />
APPRI se firmó en 1959, la mayor parte <strong>de</strong> los APPRI se han concluido a<br />
partir <strong>de</strong> los años ochenta.<br />
Los APPRI normalmente reflejan mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> acuerdo elaborados por los<br />
Estados exportadores <strong>de</strong> capital. Sin embargo, países que<br />
tradicionalmente se consi<strong>de</strong>ran importadores <strong>de</strong> capital han firmado<br />
numerosos APPRI entre ellos y se han sometido a arbitraje diferencias<br />
entre inversores <strong>de</strong> países importadores <strong>de</strong> capital y Estados exportadores<br />
o importadores 34 . En el caso <strong>de</strong>l TLCAN el número <strong>de</strong> reclamaciones<br />
arbitrales formuladas contra cada uno <strong>de</strong> los países miembros es<br />
32 Vid. J. PAULSSON, «Arbitration Without Privity», ICSID Review, 1995, Pp. 232 ss.<br />
33 La bibliografía sobre los APPRI es muy abundante. Destacan <strong>las</strong> obras <strong>de</strong> R. DOLZER y<br />
M. STEVENS, Bilateral Investment Treaties, 199; 0. SACERDOTI, «Bilateral Treaties and<br />
Multilateral Instruments on Investment Protection», Rec. <strong>de</strong>s Cours, vol. 269, 1997 (en<br />
a<strong>de</strong>lante SACERDOTI) pp. 251 Ss., y los informes <strong>de</strong> UNCTAD en Series on issues Li<br />
international investment agreements. Sobre los APPRI concluidos por España vid., 1.<br />
GARCÍA RODRIGUEZ, La Protección <strong>de</strong> <strong>las</strong> Inversiones Exteriores (Los Acuerdos <strong>de</strong><br />
Promoción Recíproca <strong>de</strong> Inversiones Celebrados por España), 2005.<br />
34 F. A. MANN comentaba en 1981: «It will be seen that these Agreements proceed from the<br />
principle of reciprocity: they apply to investments by the United Kingdom in the Philippines<br />
no less than to investments by the Philippines iii the United Kingdom. In practice, of course,<br />
the later type will be extremely rare and it is probably no exaggeration to suggest that<br />
reciprocity is to a large extent a matter of prestige rather than reality. What is primarily<br />
inten<strong>de</strong>d is the promotion and protection of British investments in the Philippines». me<br />
British Year Bock of International Law, vol. 52, 1981, p. 241 (en a<strong>de</strong>lante MANN).<br />
164
prácticamente igual, a pesar <strong>de</strong> que en un principio el arbitraje<br />
internacional se introdujo en este tratado pensando en proteger al inversor<br />
estadouni<strong>de</strong>nse o canadiense en México.<br />
No es el propósito <strong>de</strong> este trabajo analizar los APPRI concluidos por un<br />
país en particular ni tampoco hacer un estudio comparativo <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
disposiciones <strong>de</strong> los APPRI vigentes, sino examinar casos concretos en<br />
que sus disposiciones han sido aplicadas por Tribunales Arbitrales y<br />
esbozar algunos <strong>de</strong> los problemas prácticos que se plantean.<br />
En términos generales cada Estado parte en un APPRI se compromete a<br />
tratar a los inversores <strong>de</strong> la otra parte <strong>de</strong> forma justa y equitativa, no<br />
discriminatoria, no menos favorable que a sus propios inversores o que a<br />
los inversores <strong>de</strong> otros Estados, así corno a no expropiar sin<br />
compensación a<strong>de</strong>cuada, a respetar los compromisos contraídos y a dar<br />
plena seguridad y protección a la inversión. La oferta <strong>de</strong> arbitraje viene<br />
condicionada a que, antes <strong>de</strong> presentar la reclamación, la parte<br />
<strong>de</strong>mandante haya intentado el arreglo amistoso <strong>de</strong> la diferencia durante un<br />
período <strong>de</strong> tiempo pru<strong>de</strong>nte y, con menos frecuencia, a que se haya<br />
sometido previamente la diferencia a los Tribunales ordinarios y, según los<br />
casos, haya recaído sentencia firme —que agote los recursos a nivel<br />
nacional— o no se haya resuelto la diferencia <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un cierto período<br />
<strong>de</strong> tiempo.<br />
Al ser acuerdos para promover y proteger inversiones no es sorpren<strong>de</strong>nte<br />
que incluyan <strong>de</strong>finiciones amplias <strong>de</strong> lo que constituye una inversión y<br />
conceptos igualmente amplios en relación con el trato que <strong>las</strong> partes se<br />
obligan a otorgar. La generalidad <strong>de</strong> los términos en que viene expresada<br />
la protección ofrecida al inversor explica el gran número <strong>de</strong> casos que se<br />
están planteando ante los Tribunales Arbitrales, así como que los Estados<br />
respondan en casi todas <strong>las</strong> instancias con excepciones a su competencia.<br />
A ello se unen <strong>las</strong> ca<strong>de</strong>nas <strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>las</strong> que el inversor es a<br />
menudo un eslabón, y que pue<strong>de</strong>n resultar en la posibilidad <strong>de</strong> optar por la<br />
protección <strong>de</strong> varios APPRI según <strong>las</strong> nacionalida<strong>de</strong>s que se <strong>de</strong>n en la<br />
165
ca<strong>de</strong>na, la existencia <strong>de</strong> múltiples cláusu<strong>las</strong> jurisdiccionales y el alcance <strong>de</strong><br />
la cláusula <strong>de</strong> la nación más favorecida (NMF).<br />
El papel <strong>de</strong>l Estado como regulador <strong>de</strong> la economía hace que rara vez<br />
haya expropiaciones en sentido estricto y que éstas tengan lugar a través<br />
<strong>de</strong> medidas tomadas por el Estado que resultan en una pérdida <strong>de</strong> valor <strong>de</strong><br />
la inversión o <strong>de</strong> su uso. El tema es <strong>de</strong> un gran interés público en<br />
instancias <strong>de</strong> medidas protectoras <strong>de</strong>l medio ambiente o la salud pública.<br />
Como veremos, dos consecuencias <strong>de</strong> lo sensible <strong>de</strong>l tema son la mayor<br />
publicidad en el procedimiento y <strong>de</strong> los laudos, y la posible participación <strong>de</strong><br />
terceros en el procedimiento.<br />
El arbitraje previsto en los APPRI pue<strong>de</strong> ser ad hoc, normalmente<br />
siguiendo el reglamento <strong>de</strong> arbitraje <strong>de</strong> la CNUDMI, según <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong>l<br />
CIADI o <strong>de</strong>l Mecanismo Complementario <strong>de</strong>l CIADI o, menos<br />
frecuentemente, conforme al reglamento <strong>de</strong> la Cámara <strong>de</strong> Comercio<br />
Internacional o <strong>de</strong> instituciones similares. Si <strong>las</strong> partes <strong>de</strong>l APPRI son<br />
panes contratantes <strong>de</strong>l Convenio, lo más común es que el arbitraje que se<br />
ofrezca en el APPRI sea bajo los auspicios <strong>de</strong>l CIADI.<br />
Como se ha apuntado, y aunque el número <strong>de</strong> casos sea limitado, los<br />
Estados <strong>de</strong>mandados pue<strong>de</strong>n ser países que han promovido sus propios<br />
mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> APPRI. Si bien esos mo<strong>de</strong>los otorgan a los inversores <strong>de</strong> cada<br />
país el <strong>de</strong>recho a recurrir al arbitraje en contra <strong>de</strong>l otro, en la práctica el<br />
Estado promotor pue<strong>de</strong> ver con cierta sorpresa que un Tribunal Arbitral le<br />
juzgue conforme a parámetros <strong>de</strong> conducta que en realidad habían sido<br />
incluidos en el acuerdo pensando en su aplicación a la otra parte 35 y, en<br />
consecuencia, que sienta la tentación <strong>de</strong> re-pensar <strong>las</strong> ventajas que dichos<br />
35 «One may surmise that at least some of the distress felt by Canada and the United States<br />
over NAFTA 11 [arbitration] has been caused by the. novel and disconcerting fact of having<br />
to live up to the same substantive and procedural guarantees that they have required of<br />
their BIT partners». C.N. BROWER y L.A. STEVEN, «Who Then Should Judge?:<br />
Developing the international Rule of Law un<strong>de</strong>r NAFTA Chapter 11», Chicago Journal of<br />
International Law, 2001, p. 195.<br />
166
tratados otorgan al inversor extranjero. En ese sentido es particularmente<br />
relevante la nueva generación <strong>de</strong> APPRI <strong>de</strong> Estados Unidos y <strong>las</strong> <strong>de</strong>fensas<br />
presentadas por Estados Unidos y Canadá en casos en que han sido<br />
<strong>de</strong>mandados 36 .<br />
Vamos a tratar los temas en el siguiente or<strong>de</strong>n: el concepto <strong>de</strong> inversión, la<br />
<strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l inversor en cuanto individuo o sociedad que directa o<br />
indirectamente pueda haber llevado a cabo la inversión y en cuanto a su<br />
nacionalidad, <strong>las</strong> acciones que involucran al Estado, sea por actuar a<br />
través <strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s políticas subnacionales o por la naturaleza <strong>de</strong> sus<br />
actuaciones, el nivel <strong>de</strong> protección otorgada por los APPRI, incluido el<br />
alcance <strong>de</strong> <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong> «paraguas» y NMF, y la multiplicidad <strong>de</strong> cláusu<strong>las</strong><br />
jurisdiccionales. A modo <strong>de</strong> conclusión, haremos unas reflexiones sobre el<br />
futuro <strong>de</strong>l arbitraje <strong>de</strong> inversión.<br />
El arbitraje <strong>de</strong> inversión está íntimamente relacionado con el CIADJ y, para<br />
mejor compren<strong>de</strong>r los temas que tratamos más a<strong>de</strong>lante, es importante<br />
que antes <strong>de</strong> entrar en su consi<strong>de</strong>ración recor<strong>de</strong>mos <strong>de</strong> forma introductoria<br />
<strong>las</strong> características básicas <strong>de</strong>l arbitraje CIADI.<br />
B) El CIADI<br />
El origen <strong>de</strong>l CIADI hay que situarlo en el contexto <strong>de</strong> los intentos<br />
multilaterales <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la Segunda Guerra Mundial para promocionar y<br />
36 Esta reacción ha llamado la atención y suscitado comentarios <strong>de</strong> la doctrina: «En cierta<br />
manera los Estados Unidos son victimas <strong>de</strong> su propio éxito. En el pasado, los<br />
estadouni<strong>de</strong>nses han persuadido a veces a los árbitros a adoptar estándares <strong>de</strong>masiado<br />
amplios respecto <strong>de</strong> “protección y seguridad” que pue<strong>de</strong>n implicar el poner <strong>de</strong> lado la<br />
legislación nacional legítima», y «la protesta no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser irónica si recordamos que con<br />
frecuencia Estados Unidos ha impuesto el arbitraje a otros países, y como los<br />
negociadores [<strong>de</strong>l TLCAN] propusieron el arbitraje para promover la seguridad <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
inversiones americanas en contra <strong>de</strong> la tradicional oposición <strong>de</strong> México». (G. AGUILAR y<br />
W. PARK, «The New Face of Investment Arbitration: Capital Exporters as Host States<br />
un<strong>de</strong>r NAFTA Chapter 11», Yate J. Int’l L., 2003, pp. 365 ss.). Vid. también en el mismo<br />
sentido F. ORREGO VICUÑA, «Carlos Calvo, Honorary NAFTA Citizen», discurso leído el<br />
26 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 2002 en la New York University School of Law con motivo <strong>de</strong> una<br />
conferencia sobre «Regulatory Expropriations in International Law» (archivo personal <strong>de</strong>l<br />
autor, citado en a<strong>de</strong>lante como ORREGO). Traducción <strong>de</strong>l autor.<br />
167
proteger la inversión extranjera. El Banco Mundial, al que el CIADI está<br />
afiliado, recibía a menudo solicitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> gobiernos e inversores privados<br />
para que mediara en controversias, como la resultante <strong>de</strong> la expropiación<br />
<strong>de</strong> la Anglo-Iranian Oil Company o la <strong>de</strong> la Sociedad <strong>de</strong>l Canal <strong>de</strong> Suez. En<br />
1962 la junta <strong>de</strong> gobernadores <strong>de</strong>l Banco Mundial encargó un estudio<br />
sobre cómo tratar este tipo <strong>de</strong> intervenciones <strong>de</strong> forma más sistemática.<br />
Al mismo tiempo, la OCDE discutió la posibilidad <strong>de</strong> un convenio sobre un<br />
código <strong>de</strong> conducta para el tratamiento equitativo <strong>de</strong> inversores extranjeros<br />
y un sistema multilateral para garantizar la inversión extranjera contra el<br />
riesgo político. Ninguna <strong>de</strong> estas dos iniciativas prosperó, pero sí lo hizo la<br />
más mo<strong>de</strong>sta que había patrocinado el Banco Mundial en la forma <strong>de</strong>l<br />
CIADI. El Convenio se firmó en 1965.<br />
En el preámbulo <strong>de</strong>l Convenio se reconoce la «necesidad <strong>de</strong> la<br />
cooperación internacional para el <strong>de</strong>sarrollo económico y la función que en<br />
ese campo <strong>de</strong>sempeñan <strong>las</strong> inversiones internacionales <strong>de</strong> carácter<br />
privado» y que aun cuando diferencias relacionadas con tales inversiones<br />
«se sometan a jurisdicciones nacionales, en ciertos casos el empleo <strong>de</strong><br />
métodos internacionales <strong>de</strong> arreglo pue<strong>de</strong> ser apropiado para su solución».<br />
El objetivo <strong>de</strong>l Convenio es contribuir a la promoción <strong>de</strong> la inversión<br />
privada, a través <strong>de</strong> la protección <strong>de</strong> la inversión extranjera, mejorando el<br />
contexto <strong>de</strong> <strong>las</strong> inversiones tanto para los inversores como para los<br />
Estados. En efecto, el Convenio trata <strong>de</strong> mantener el equilibrio entre los<br />
intereses <strong>de</strong> los inversores y los Estados. Los arbitrajes y conciliaciones se<br />
pue<strong>de</strong>n iniciar tanto por unos como por otros.<br />
Como organización internacional, el CIADI tiene una estructura sencilla: un<br />
Consejo Administrativo presidido ex-oficio por el presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Banco<br />
Mundial y un secretario general. Cada Estado contratante está<br />
representado en el Consejo Administrativo y tiene un voto. Para ser<br />
miembro se requiere ser miembro <strong>de</strong>l Banco Mundial o <strong>de</strong>l Estatuto <strong>de</strong>l<br />
168
Tribunal Internacional <strong>de</strong> Justicia. Hasta este momento 142 miembros <strong>de</strong>l<br />
Banco Mundial han ratificado el Convenio 37 .<br />
El CIADI no concilia o arbitra diferencias, simplemente registra <strong>las</strong><br />
solicitu<strong>de</strong>s, da su apoyo a los Tribunales y comisiones <strong>de</strong> conciliación y<br />
ayuda a su constitución. A tal efecto el CIADI mantiene listas <strong>de</strong> árbitros y<br />
conciliadores <strong>de</strong>signados por los Estados miembros (cuatro árbitros y<br />
cuatro conciliadores cada uno) y el presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Consejo Administrativo<br />
(diez). Los nombramientos <strong>de</strong> árbitros por el presi<strong>de</strong>nte a petición <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
partes en una controversia, o cuando éstas no hayan actuado en el<br />
momento oportuno, <strong>de</strong>ben ser hechos <strong>de</strong> entre <strong>las</strong> personas incluidas en<br />
estas listas. El CIADI nombra un secretario para cada Tribunal Arbitral y<br />
Comisión <strong>de</strong> Conciliación. Entre sus funciones principales están mantener<br />
el registro correspondiente al caso y servir <strong>de</strong> intermediario para <strong>las</strong><br />
comunicaciones entre <strong>las</strong> partes y los árbitros o conciliadores.<br />
Las características principales <strong>de</strong>l CIADI vienen dadas por quienes pue<strong>de</strong>n<br />
ser parte, la naturaleza y origen <strong>de</strong> la diferencia objeto <strong>de</strong>l arbitraje, el<br />
consentimiento, el <strong>de</strong>recho aplicable, la ejecución y anulación <strong>de</strong> laudos y<br />
la relación entre el arbitraje CIADI y la protección diplomática por parte <strong>de</strong>l<br />
Estado <strong>de</strong>l inversor. Las veremos sucintamente a continuación.<br />
Las partes en la controversia han <strong>de</strong> ser, por una parte, un Estado que<br />
haya ratificado el Convenio y, por otra, un individuo o una sociedad que<br />
tenga la nacionalidad <strong>de</strong> otro Estado que también lo haya ratificado.<br />
La diferencia tiene que ser <strong>de</strong> naturaleza jurídica. Según se manifestó a los<br />
directores ejecutivos <strong>de</strong>l Banco Mundial en el momento <strong>de</strong> presentación<br />
<strong>de</strong>l proyecto <strong>de</strong> convenio, «el objeto <strong>de</strong> la diferencia <strong>de</strong>be ser la existencia<br />
o contenido <strong>de</strong> un <strong>de</strong>recho u obligación, o la naturaleza o medida <strong>de</strong> la<br />
compensación <strong>de</strong>bida por el incumplimiento <strong>de</strong> una obligación». La<br />
diferencia <strong>de</strong>be tener su origen directamente en una inversión. Se hicieron<br />
37 Vid, lista <strong>de</strong> Estados Contrantes en http://www.worldbank.org/icsid.<br />
169
varios intentos infructuosos para <strong>de</strong>finir esta palabra cuando se redactaba<br />
el Convenio. Se llegó a la conclusión <strong>de</strong> que una <strong>de</strong>finición era innecesaria<br />
dado el carácter consensual <strong>de</strong>l arbitraje o la conciliación. Volveremos<br />
sobre este punto más a<strong>de</strong>lante.<br />
El recurso al CIADI es voluntario. No basta que un Estado haya ratificado<br />
el Convenio para que esté sujeto a su jurisdicción. Tiene que haber un<br />
consentimiento específico <strong>de</strong>l Estado contratante a someter una diferencia<br />
al arbitraje o la conciliación que ofrece el CIADI. Este consentimiento<br />
pue<strong>de</strong> estar reflejado en un contrato <strong>de</strong> inversión respecto <strong>de</strong> futuras<br />
diferencias que puedan surgir o pue<strong>de</strong> ser acordado respecto <strong>de</strong> una<br />
diferencia cuando ya haya surgido. Un Estado pue<strong>de</strong> también ofrecer su<br />
consentimiento a través <strong>de</strong> su legislación sobre inversiones o, lo que es<br />
más común hoy en día, a través <strong>de</strong> tratados bilaterales o multilaterales <strong>de</strong><br />
promoción <strong>de</strong> inversión extranjera o <strong>de</strong> libre comercio.<br />
El elemento consensual es la piedra clave <strong>de</strong>l Convenio y se refleja<br />
también en el Derecho que <strong>de</strong>be aplicar el Tribunal Arbitral al <strong>de</strong>cidir una<br />
diferencia. Las partes tienen completa libertad para ponerse <strong>de</strong> acuerdo<br />
sobre este punto. Únicamente si no se ponen <strong>de</strong> acuerdo el Convenio<br />
dispone que el tribunal «aplicará la legislación <strong>de</strong>l Estado que sea parte en<br />
la diferencia, incluyendo sus normas <strong>de</strong> Derecho internacional privado, y<br />
aquel<strong>las</strong> normas <strong>de</strong> Derecho internacional que pudieren ser aplicables» 38 .<br />
38 Art. 42(1). La interpretación <strong>de</strong> esta frase ha sido objeto <strong>de</strong> una extensa discusión doctrinal<br />
e interpretada <strong>de</strong> forma diferente por Tribunales Arbitrales. Mientras unos ven una relación<br />
jerárquica entre el Derecho nacional y el internacional, aplicándose primero el Derecho<br />
nacional y el internacional sólo en la medida en que el nacional le es contrario, otros<br />
consi<strong>de</strong>ran que la relación es subsidiaria, el Derecho internacional se aplica sólo en caso<br />
<strong>de</strong> lagunas en el <strong>de</strong>recho nacional, finalmente otros estiman que la relación es<br />
complementaria, cada uno tiene su propia esfera <strong>de</strong> aplicación. Vid. “Antoine Goetz y<br />
consorts y. République <strong>de</strong> Burundi” (Caso CIADI núm. ARB¡95/3, párr. 97) y E. GAILLARD<br />
e Y. BANIFATEM, «The meaning of “and” in Article 42(1), second sentence, of the<br />
Washington Convention: The role of international law in the ICSID choice of law process»,<br />
ICSID Review, 2003, Pp. 375 Ss.<br />
170
El sistema <strong>de</strong> arbitraje previsto por el Convenio es exclusivo y autónomo.<br />
El consentimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes se consi<strong>de</strong>ra como consentimiento al<br />
arbitraje con exclusión <strong>de</strong> cualquier otro medio <strong>de</strong> solución <strong>de</strong><br />
controversias. Conforme al Convenio, los Estados contratantes<br />
reconocerán los laudos como obligatorios y los harán ejecutar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su<br />
territorio como si fueran una sentencia firme <strong>de</strong> sus propios tribunales.<br />
Los laudos no pue<strong>de</strong>n ser objeto <strong>de</strong> apelación ni <strong>de</strong> cualquier otro recurso<br />
excepto los previstos en el propio Convenio, esto es, los recursos <strong>de</strong><br />
aclaración, revisión, interpretación y anulación <strong>de</strong>l laudo, que se rigen por<br />
los términos previstos en el Convenio. El recurso <strong>de</strong> anulación <strong>de</strong>l laudo<br />
está limitado a <strong>las</strong> siguientes causas: i) que el Tribunal hubiera sido<br />
constituido incorrectamente; u) que el tribunal hubiera excedido <strong>de</strong> forma<br />
manifiesta sus faculta<strong>de</strong>s; iii) que hubiera habido corrupción <strong>de</strong> algún<br />
miembro <strong>de</strong>l tribunal; iv) que hubiera un quebrantamiento grave <strong>de</strong> una<br />
norma fundamental <strong>de</strong>l procedimiento; y v) que no se hubieran expresado<br />
en el laudo los motivos en que se funda 39 .<br />
El recurso <strong>de</strong> anulación <strong>de</strong>be presentarse a los 120 días <strong>de</strong> dictarse el<br />
laudo excepto en el caso <strong>de</strong> corrupción en que el período empieza a contar<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong>l hecho pero en cualquier caso el <strong>de</strong>recho a<br />
presentarlo caduca a los tres años. Después <strong>de</strong> recibir el recurso <strong>de</strong><br />
anulación el presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Consejo Administrativo constituye<br />
inmediatamente una comisión ad hoc integrada por tres miembros<br />
escogidos <strong>de</strong> la lista <strong>de</strong> árbitros. Esta comisión tiene facultad para resolver<br />
sobre la anulación total o parcial <strong>de</strong>l laudo por <strong>las</strong> causas que se han<br />
enumerado 40 .<br />
39 Art. 52 <strong>de</strong>l Convenio.<br />
40 Vid. sobre el recurso <strong>de</strong> anulación en la práctica <strong>de</strong>l CIAIDI el trabajo <strong>de</strong> C. SCHREUER,<br />
«TCSID Annulment Revisited», Legal issues of Economic Integration, 2003, pp. 103 ss.<br />
171
Los Estados miembros se han comprometido a no conce<strong>de</strong>r protección<br />
diplomática ni promover ningún tipo <strong>de</strong> reclamación internacional respecto<br />
<strong>de</strong> cualquier diferencia que uno <strong>de</strong> sus nacionales haya sometido al<br />
arbitraje <strong>de</strong>l CIADJ, excepto si el Estado contratante que es parte en una<br />
diferencia no ha acatado el laudo. Esta es la contrapartida <strong>de</strong> que el<br />
Estado receptor <strong>de</strong> la inversión haya aceptado someter la controversia al<br />
arbitraje 41 .<br />
El registro <strong>de</strong> un caso, <strong>las</strong> partes, los miembros <strong>de</strong>l Tribunal y <strong>las</strong><br />
inci<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong>l procedimiento son <strong>de</strong> dominio público y se pue<strong>de</strong>n<br />
consultar en la página web <strong>de</strong>l Centro. Los laudos pue<strong>de</strong>n ser publicados<br />
por <strong>las</strong> partes así como por el Centro si <strong>las</strong> dos partes están <strong>de</strong> acuerdo.<br />
En este último caso el Centro los publica a través <strong>de</strong> Internet 42 . Las<br />
audiencias pue<strong>de</strong>n ser públicas si <strong>las</strong> partes están <strong>de</strong> acuerdo.<br />
Esta somera <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong>l CIADI no seda completa sin una referencia al<br />
Mecanismo Complementario. En 1978 el Consejo Administrativo <strong>de</strong>l CADI<br />
autorizó al secretario general a administrar ciertos procedimientos fuera <strong>de</strong><br />
la competencia <strong>de</strong>l CIADI a través <strong>de</strong>l Mecanismo Complementario. Este<br />
Mecanismo se pue<strong>de</strong> utilizar, siempre que <strong>las</strong> partes en la diferencia estén<br />
41 Esta contrapartida refleja el objetivo que persigue el CIADI <strong>de</strong> <strong>de</strong>spolitizar <strong>las</strong> diferencias<br />
relativas a inversiones. Sobre este punto, vid. 1. F 1. SHIHATA, «Towards a Greater<br />
Depoliticization of Investment Disputes: The Roles of ICSID and MIGA», ICSLD Review<br />
(1986) Pp. 1-25. En “Autopista Concesionada <strong>de</strong> Venezuela, C.A. (Aucoven) v. República<br />
Bolivariana <strong>de</strong> Venezuela” (Caso CIADI núm. ARBICOIS) Decisión sobre jurisdicción. El<br />
Tribunal distinguió, basándose en el art. 27 <strong>de</strong>l Convenio, entre la protección diplomática y<br />
<strong>las</strong> gestiones para el arreglo amistoso como requisito preliminar a la presentación <strong>de</strong> la<br />
solicitud <strong>de</strong> arbitraje previsto en el APPRII correspondiente: «El Convenio <strong>de</strong>l CIADI<br />
proporciona un foro para resolver <strong>las</strong> diferencias pero no preten<strong>de</strong> obligar a <strong>las</strong> partes a<br />
recurrir al arbitraje cuando existe la posibilidad <strong>de</strong> llegar a una solución amistosa. En<br />
consecuencia, <strong>las</strong> diligencias realizadas con el fin <strong>de</strong> resolver una diferencia no<br />
constituyen medidas prohibidas <strong>de</strong> protección diplomática conforme al art. 27». Párr. 38.<br />
Compárese con el razonamiento en el laudo <strong>de</strong>l caso “Banro American Resources, Inc. y<br />
Société Aurifere du Kivu et du Maniema S.A.R.L. v. Républica Democrática <strong>de</strong>l Congo”<br />
(Caso CIADI num. ARB/98/7) párr. 13.<br />
42 Vid. www.worldbank.org/icsid/cases/awards.htm. A menos que se indique lo contrario, los<br />
casos citados <strong>de</strong>l CIADI, incluidos los <strong>de</strong>l Mecanismo Complementario, se encuentran<br />
publicados en este sitio <strong>de</strong> Internet.<br />
172
43 Art. 2<br />
<strong>de</strong> acuerdo: i) cuando una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes no es Estado contratante o no<br />
tiene la nacionalidad <strong>de</strong> un Estado contratante; ii) cuando la diferencia es<br />
<strong>de</strong> carácter jurídico pero no surge directamente <strong>de</strong> una inversión; y iii)<br />
respecto <strong>de</strong> procedimientos <strong>de</strong> comprobación <strong>de</strong> hechos 43 . No cabe en<br />
estos casos el recurso <strong>de</strong> anulación previsto en el Convenio, pero los<br />
laudos pue<strong>de</strong>n ser impugnados ante los Tribunales ordinarios <strong>de</strong>l país<br />
se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l Tribunal <strong>de</strong> arbitraje. Salvo algunas excepciones, todos los<br />
asuntos que se han registrado conforme al Mecanismo Complementario<br />
están basados en <strong>las</strong> disposiciones <strong>de</strong>l Capítulo 11 <strong>de</strong>l TLCAN, pues<br />
Canadá y México no son miembros <strong>de</strong>l CIADI.<br />
C) La inversión protegida<br />
El Convenio <strong>de</strong>l CIADI no <strong>de</strong>fine el término inversión. Los intentos <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>finirlo durante la negociación <strong>de</strong>l Convenio fueron fallidos, estimándose<br />
finalmente que la <strong>de</strong>finición podía <strong>de</strong>jarse a <strong>las</strong> partes en <strong>las</strong> diferencias<br />
dado que el arbitraje previsto en el Convenio requiere su consentimiento.<br />
Por otro lado, la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> inversión en los APPRI suele ser muy amplia,<br />
por ejemplo, en el APPRI entre España y Egipto se <strong>de</strong>fine como «todo tipo<br />
<strong>de</strong> haberes, tales como bienes y <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> toda naturaleza, adquiridos<br />
<strong>de</strong> acuerdo con la legislación <strong>de</strong>l país receptor <strong>de</strong> la inversión» 44 A esta<br />
<strong>de</strong>finición, o similar, sigue normalmente una lista no exhaustiva <strong>de</strong> posibles<br />
inversiones que incluye acciones, otras formas <strong>de</strong> participación en<br />
socieda<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> todo tipo <strong>de</strong> aportaciones realizadas<br />
con el propósito <strong>de</strong> crear valor económico, incluidos préstamos concedidos<br />
con este fin, socieda<strong>de</strong>s, bienes muebles e inmuebles, hipotecas,<br />
gravámenes o prendas, <strong>de</strong>rechos en el ámbito <strong>de</strong> la propiedad intelectual,<br />
44 Art. 1.2 <strong>de</strong>l Acuerdo para la Protección y Fomento Recíprocos <strong>de</strong> Inversiones entre el<br />
Reino <strong>de</strong> España y la República Árabe <strong>de</strong> Egipto.<br />
173
45 Ibid.<br />
<strong>de</strong>rechos para realizar activida<strong>de</strong>s económicas y comerciales otorgadas<br />
por la ley en virtud <strong>de</strong> un contrato 45 , etcétera.<br />
No obstante la generalidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>finición, se ha planteado la cuestión <strong>de</strong><br />
si una medida califica cómo inversión bajo el consiguiente APPRI por su<br />
naturaleza o por el lugar don<strong>de</strong> se ha realizado. En cuanto a la naturaleza<br />
los Tribunales han fallado a favor <strong>de</strong> un concepto amplio <strong>de</strong> inversión<br />
protegida, incluyendo en él la adquisición <strong>de</strong> obligaciones emitidas por un<br />
Estado así como contratos <strong>de</strong> construcción, servicios o préstamo, siempre<br />
que haya una aportación al Estado receptor y a su <strong>de</strong>sarrollo económico,<br />
un elemento <strong>de</strong> riesgo por parte <strong>de</strong>l inversor 46 y una cierta duración en la<br />
ejecución 47 . Sólo en una ocasión el secretario general <strong>de</strong>l CIADI rehusó el<br />
registro <strong>de</strong> una solicitud <strong>de</strong> arbitraje por consi<strong>de</strong>rarla que no consistía en<br />
una inversión sino en una simple venta 48 . Recientemente, en “PSEG Global<br />
Inc. et al. y. Turquía”, el Tribunal <strong>de</strong>sestimó la legitimación activa <strong>de</strong> uno <strong>de</strong><br />
los <strong>de</strong>mandantes por enten<strong>de</strong>r que, dadas <strong>las</strong> circunstancias <strong>de</strong>l caso, el<br />
<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> opción consi<strong>de</strong>rado no constituía una inversión, señalando que<br />
a pesar <strong>de</strong> lo amplias que son en los APPRI <strong>las</strong> <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> inversión<br />
46 Riesgo ha sido entendido en un sentido amplio, «No tiene importancia que los riesgos<br />
hayan sido tomados libremente. Tampoco la tiene que la remuneración <strong>de</strong>l Contratista no<br />
esté vinculada a la operación <strong>de</strong> la obra una vez terminada. La realización <strong>de</strong> una obra<br />
que dura muchos años y cuyo costo no se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar con precisión por a<strong>de</strong>lantado,<br />
crea un riesgo obvio para el Contratista». [“Salini Construttori S.P.A. y Itaistra<strong>de</strong> S.P.A. v.<br />
Marruecos” (Caso CIADI núm. ARBIOO/4) (en a<strong>de</strong>lante Salini), Decisión sobre jurisdicción,<br />
párr. 56. Traducción <strong>de</strong>l autor].<br />
47 l hecho <strong>de</strong> que el Convenio no <strong>de</strong>fina el término inversión no indica que su <strong>de</strong>finición sea<br />
enteramente a la discreción <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes. El arquitecto <strong>de</strong>l Convenio, Aron BROCHES, lo<br />
señaló <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un principio y así lo han consi<strong>de</strong>rado los tribunales CIADI al analizar su<br />
competencia según el Convenio y el instrumento don<strong>de</strong> se ha dado el consentimiento.<br />
Véase BROCHES, p. 208, SCHRBUER, pp. 121-125, “Fedax N. V. v. Venezuela” (Caso<br />
CIADI n.º ARB/96/3) (en a<strong>de</strong>lante Fedax) y Saliul.<br />
48<br />
“Asian Express v. Greater Colombo Economic Commission”, Informe Anual <strong>de</strong>l CADI,<br />
1985, p. 6.<br />
174
hay un límite a lo que pue<strong>de</strong> abarcar este concepto 49 , De la misma, el<br />
tribunal en “Joy Mining y. Egipto” aceptó una excepción a su competencia<br />
basada en que la garantía dada por el ven<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> unos equipos mineros<br />
no constituía una inversión. Según el Tribunal, una obligación contingente<br />
no pue<strong>de</strong> ser una inversión ni tampoco lo es un contrato <strong>de</strong> compraventa 50 .<br />
Pasamos a ver ahora varios casos en que la cuestión se ha planteado en<br />
términos territoriales, es <strong>de</strong>cir, si la inversión se llevó a cabo en el territorio<br />
<strong>de</strong> una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes <strong>de</strong>l APPRI.<br />
En el caso <strong>de</strong> la Société Générale <strong>de</strong> Surveillance (SGS), sociedad <strong>de</strong><br />
nacionalidad suiza, contra Pakistán, SGS había concluido con ese país un<br />
contrato <strong>de</strong> asistencia en el control aduanero que incluía la inspección<br />
previa al envío <strong>de</strong> mercancías a Pakistán. Al realizarse la inspección fuera<br />
<strong>de</strong> Pakistán, éste alegó que la inversión no se había llevado a cabo en su<br />
territorio y, por en<strong>de</strong>, que la inversión no estaba protegida por el APPRI<br />
con Suiza. En su <strong>de</strong>cisión sobre jurisdicción el Tribunal <strong>de</strong>cidió que la<br />
inversión había sido realizada en Pakistán puesto que, para cumplir el<br />
contrato, SGS <strong>de</strong>bió realizar ciertos gastos en ese país, sus servicios<br />
49 “PSEG Global Inc., The North American Coal Corporation y Konya Ilgin Elektrik Uretim ve<br />
Ticaret Limited Sirketi v. Turquía” (Caso CIADI núm. ARBIO2/5) Decisión sobre<br />
jurisdicción, p&r. 189. En “Mihaly International Corporation v. Sri Lanka” (Caso CIADI núm.<br />
ARB¡00/2), el Tribunal tuvo que <strong>de</strong>cidir a los efectos <strong>de</strong> su competencia si los gastos<br />
hechos en la fase <strong>de</strong> la preinversión constituían una inversión cuando la inversión no se<br />
llevó a cabo. El Tribunal <strong>de</strong>cidió que no lo constituían porque el inversor nunca firmó un<br />
contrato y los documentos firmados eran puramente <strong>de</strong> intención y no eran obligatorios<br />
para el gobierno. Vid, la crítica <strong>de</strong> este laudo por Y. M. ROBINSON, en «ICSID Cases on<br />
its Jurisdiction: a Serious Problem for Public Private Partnerships for Infrastructure in<br />
Developing Countries», International Business Lawyer; 2004, pp. 263 ss.<br />
50 “Soy Mining Machinery Limited y Egipto” (ICSID Case nº ARB/03/Il). Por otra parte, la<br />
Carta <strong>de</strong> la Energía engloba entre los activos que <strong>de</strong>finen la inversión contratos <strong>de</strong><br />
compraventa <strong>de</strong> materiales energéticos como el gas. Véase en este sentido “Petrobart<br />
Limited y Kirguiz” Arbitration nº 126/2003 of Ihe Arbitraion Institute of the Stockholm<br />
Chamber of Commerce, Laudo <strong>de</strong> 29 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 2005.<br />
175
originaban «reclamaciones <strong>de</strong> dinero» y constituían «una concesión <strong>de</strong><br />
Derecho público» en términos <strong>de</strong>l APPRJ 51 .<br />
La misma cuestión se planteó en un caso similar entablado por el mismo<br />
inversor contra Filipinas 52 . El Tribunal Arbitral consi<strong>de</strong>ró que el contrato<br />
había sido concluido entre el Estado y el inversor y que SGS estaba<br />
obligada a dar servicio <strong>de</strong>ntro y fuera <strong>de</strong> Filipinas para mejorar e integrar<br />
los servicios <strong>de</strong> importación y recaudación <strong>de</strong> rentas aduaneras en<br />
Filipinas. El servicio prestado por SOS en el extranjero no era otro que<br />
entregar en Filipinas un certificado <strong>de</strong> inspección que permitiera la entrada<br />
<strong>de</strong> mercancías en ese país, su valoración y la recaudación <strong>de</strong> los<br />
impuestos consiguientes. El Tribunal enfatizó el hecho <strong>de</strong> que el certificado<br />
tenía que ser entregado en Filipinas y en la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
activida<strong>de</strong>s previstas en el contrato <strong>de</strong> forma global 53 .<br />
En el caso “Fedax N.V. v. Venezuela” el instrumento utilizado para la<br />
inversión eran obligaciones emitidas por el Estado venezolano negociables<br />
internacionalmente en el mercado secundario. Las obligaciones habían<br />
sido adquiridas por el inversor fuera <strong>de</strong>l país. El Tribunal consi<strong>de</strong>ró que en<br />
<strong>las</strong> operaciones financieras internacionales es normal que los fondos no<br />
sean transferidos físicamente al territorio <strong>de</strong>l beneficiario sino puestos a su<br />
disposición fuera <strong>de</strong> él. De hecho, muchos préstamos no salen <strong>de</strong>l territorio<br />
<strong>de</strong> origen pero son accesibles a proveedores u otras entida<strong>de</strong>s. Lo<br />
esencial es que los fondos puestos a la disposición <strong>de</strong> Venezuela hubieran<br />
51 “SGS Société Générale <strong>de</strong> Surveillance S. A., y. Islamie RepubJic of Pakistan” (Caso<br />
CIADI núm. ARB/01/13) (en a<strong>de</strong>lante “SGS v. Pakistán”) Decisión sobre jurisdicción, pp.<br />
44-46.<br />
52 “SGS Société Genérale <strong>de</strong> Surveillance 5. A. y. Republie of the Philipines” (Caso CIADI<br />
num. ARB/02/6) (en a<strong>de</strong>lante “SGS v. Filipinas”). Decisión sobre jurisdicción.<br />
53 Ibid., párrs. 99-112.<br />
176
sido utilizados por ésta para sus necesida<strong>de</strong>s gubernamentales y no cabía<br />
la menor duda <strong>de</strong> que éste era el caso 54 .<br />
En “Tokios Tokelés v. Ucrania” la cuestión territorial surgió en sentido<br />
inverso, es <strong>de</strong>cir, si la inversión procedía efectivamente <strong>de</strong>l extranjero.<br />
Ucrania presentó una excepción a la competencia <strong>de</strong>l Tribunal alegando<br />
que el capital invertido por Tokios Tokelés, una empresa <strong>de</strong> nacionalidad<br />
lituana, procedía <strong>de</strong> la misma Ucrania. El Tribunal rechazó la excepción,<br />
entre otros motivos, porque el Convenio no <strong>de</strong>fine el término inversión, ni<br />
los requisitos que <strong>de</strong>be reunir para calificar como tal a los efectos <strong>de</strong> la<br />
jurisdicción <strong>de</strong>l CIADI, y porque el APPRI entre Ucrania y Lituania no<br />
requiere que el capital invertido proceda <strong>de</strong>l país <strong>de</strong>l inversor ni que no sea<br />
capital <strong>de</strong> Ucrania misma. El Tribunal estimó que no podía restringir el<br />
ámbito <strong>de</strong> <strong>las</strong> inversiones protegidas por el APPRI entre Lituania y Ucrania<br />
y añadir una nueva condición —el origen <strong>de</strong>l capital invertido— que no se<br />
encuentra ni en el Convenio ni en el APPRI. Por otra parte, consi<strong>de</strong>ró<br />
<strong>de</strong>cisivo que el inversor hubiera <strong>de</strong>cidido utilizar el capital bajo su control<br />
en Ucrania en lugar <strong>de</strong> utilizarlo en otro lugar, <strong>de</strong>scartando que el origen<br />
<strong>de</strong>l capital fuera relevante para que existiera una inversión protegida. El<br />
Tribunal concluyó que, aun cuando todo el capital empleado tuviera su<br />
origen en Ucrania, la inversión no caería fuera <strong>de</strong>l ámbito <strong>de</strong>l Convenio 55 .<br />
Por primera vez en la historia <strong>de</strong>l CIADI, el presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Tribunal estuvo<br />
en minoría y formuló una opinión don<strong>de</strong> razona su <strong>de</strong>sacuerdo y consi<strong>de</strong>ra<br />
que es contrario al objeto y fin <strong>de</strong>l Convenio afirmar que el origen <strong>de</strong>l<br />
capital es irrelevante en el contexto <strong>de</strong>l CIADI 56 . Según su opinión, la<br />
afirmación rotunda <strong>de</strong>l Tribunal <strong>de</strong> que el origen <strong>de</strong>l capital es irrelevante<br />
resulta difícil <strong>de</strong> encuadrar en el contexto <strong>de</strong>l Convenio, cuyo primer<br />
54 “Fedax N.V. v. Venezuela” (Caso CIADI núm. ARB/96/3) (en a<strong>de</strong>lante “Fedax”) párr. 41.<br />
55<br />
“Tokios Tokelés v. Ucrania” (Caso CIADI núm. ARB/02/18) Decisión sobre jurisdicción,<br />
párr. 80.<br />
56 Opinión disi<strong>de</strong>nte, p. 11.<br />
177
57 Ibid.<br />
consi<strong>de</strong>rando se refiere a «inversiones internacionales», y seguidamente a<br />
diferencias que surjan «en relación con tales inversiones». No parece<br />
concluyente para que una inversión sea internacional que sólo el inversor<br />
tenga la nacionalidad <strong>de</strong> otro Estado cuando en el preámbulo <strong>de</strong>l Convenio<br />
se habla <strong>de</strong> que la inversión misma sea internacional y el inversor tenga la<br />
nacionalidad <strong>de</strong> otro Estado. Si verda<strong>de</strong>ramente no se ha aportado ningún<br />
activo al país receptor, no se compren<strong>de</strong> qué beneficio se genera en el<br />
país. Es posible que los activos que se aporten no sean capital sino, por<br />
ejemplo, <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> propiedad intelectual, y que el capital sea <strong>de</strong>l país<br />
receptor y esos <strong>de</strong>rechos sean aportados por nacionales extranjeros. El<br />
argumento <strong>de</strong> que el inversor habría podido invertir los activos en Ucrania<br />
o en otro país no es convincente, pues esta posibilidad existe siempre y<br />
supone exten<strong>de</strong>r la protección <strong>de</strong>l Convenio a inversiones simplemente<br />
propiedad <strong>de</strong> un nacional extranjero 57 .<br />
El elemento consensual es crítico <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong>l Convenio.<br />
Sin embargo, el hecho <strong>de</strong> que el Convenio no incluya una <strong>de</strong>finición <strong>de</strong><br />
inversión no significa que cualquier operación acordada por <strong>las</strong> partes<br />
califique como tal, pues <strong>de</strong> lo contrario el criterio objetivo <strong>de</strong>l artículo 25 a<br />
los efectos <strong>de</strong> fijar la jurisdicción <strong>de</strong>l Centro, carecería <strong>de</strong> sentido. De esta<br />
manera, aun siempre interpretando el concepto <strong>de</strong> forma amplia, los<br />
tribunales han tratado <strong>de</strong> establecer <strong>de</strong>limitaciones basadas en la<br />
aportación al <strong>de</strong>sarrollo económico <strong>de</strong>l Estado en cuestión y el riesgo<br />
asumido por el inversor durante un cierto tiempo más allá <strong>de</strong> una operación<br />
puramente comercial. En cuanto al elemento territorial, lo importante es<br />
que la inversión produzca los beneficios en el Estado receptor sin que ello<br />
signifique que los fondos <strong>de</strong> la inversión hayan sido recibidos físicamente<br />
en su territorio. Los Tribunales han usado un criterio global <strong>de</strong> la<br />
transacción para dilucidar esta cuestión y han rechazado alegaciones<br />
basadas sobre elementos aislados.<br />
178
D) El inversor<br />
Los APPRI han suscitado cuestiones múltiples sobre la protección <strong>de</strong>l<br />
inversor indirecto, <strong>de</strong>l accionista minoritario <strong>de</strong>l inversor, <strong>de</strong>l tratamiento <strong>de</strong><br />
<strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s locales como inversores, la nacionalidad <strong>de</strong>l inversor o su<br />
carácter público o privado. Nos vamos a concentrar sobre estas dos<br />
últimas cuestiones 58 .<br />
(i) Nacionalidad<br />
El Convenio abarca sólo diferencias entre un nacional <strong>de</strong> una <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
partes contratantes y otra parte contratante. Se pue<strong>de</strong> tratar <strong>de</strong> una<br />
persona natural o moral. Las personas físicas <strong>de</strong>ben tener la<br />
nacionalidad <strong>de</strong> otro Estado contratante que no sea parte en la<br />
diferencia en el momento en que <strong>las</strong> partes dan el consentimiento a<br />
someter la diferencia al arbitraje y en la fecha <strong>de</strong> su registro por el<br />
CIADI. Se excluyen expresamente quienes hayan tenido la<br />
nacionalidad <strong>de</strong>l Estado contratante parte en la diferencia en<br />
cualquiera <strong>de</strong> esas fechas 59 .<br />
El Convenio exige que <strong>las</strong> personas jurídicas tengan la nacionalidad<br />
<strong>de</strong> un Estado contratante que no sea parte en la diferencia<br />
únicamente en el momento en que <strong>las</strong> partes <strong>de</strong>n su consentimiento<br />
al arbitraje y no especifica ningún criterio para <strong>de</strong>terminar la<br />
nacionalidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s. El Convenio permite que una<br />
sociedad tenga la nacionalidad <strong>de</strong>l Estado parte en la diferencia si <strong>las</strong><br />
partes han acordado atribuirle la nacionalidad <strong>de</strong> la otra parte por<br />
estar sometida a control extranjero 60 . Aron BROCHES, el arquitecto<br />
58 Vid. sobre este tema J. DÍEZ-HOCHLEITNER y C. IZQUIERDO, «Las inversiones a través<br />
<strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s locales en los APPRIs celebrados por España con países <strong>de</strong><br />
latinoamérica», 7 Revista Electrónica <strong>de</strong> Estudios Internacionales, 2003.<br />
59 Arts. 25.1 y 25.2.a).<br />
60 Art. 25.2.b).<br />
179
61 BROCHES, op. cit., p. 360.<br />
62 Ibid., p. 331.<br />
<strong>de</strong>l Convenio, opina que esta consi<strong>de</strong>ración implica que el art. 5.2.b)<br />
presume el país <strong>de</strong> registro como criterio <strong>de</strong> nacionalidad pero<br />
permite que <strong>las</strong> partes puedan acordar otro criterio como el <strong>de</strong> la<br />
propiedad o el control 61 . Según BROCHES, <strong>las</strong> partes en una<br />
controversia <strong>de</strong>berían gozar <strong>de</strong> la más amplia facultad para ponerse<br />
<strong>de</strong> acuerdo sobre el significado <strong>de</strong> «nacionalidad» siempre que se<br />
base en un criterio razonable 62 .<br />
Hay una abundante jurispru<strong>de</strong>ncia sobre la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la<br />
nacionalidad <strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s, en qué medida <strong>de</strong>be tenerse en cuenta<br />
la nacionalidad <strong>de</strong> quienes la controlan y el efecto <strong>de</strong> la doble<br />
nacionalidad <strong>de</strong> personas físicas como accionistas controladores <strong>de</strong><br />
una sociedad. Por otra parte, la contun<strong>de</strong>ncia con que están<br />
excluidas <strong>las</strong> personas físicas nacionales <strong>de</strong>l Estado parte en una<br />
diferencia ha hecho prácticamente innecesario que los Tribunales<br />
tengan que pronunciarse sobre este particular, con alguna excepción<br />
que veremos.<br />
El Tribunal en “Amco Asia” consi<strong>de</strong>ró que el concepto <strong>de</strong><br />
nacionalidad en el Convenio era el concepto clásico <strong>de</strong> registro y<br />
se<strong>de</strong>:<br />
«Se hace una excepción a este concepto en el caso <strong>de</strong> personas<br />
morales que teniendo la nacionalidad así <strong>de</strong>finida <strong>de</strong>l Estado<br />
Contratante que es parte en la diferencia están bajo control<br />
extranjero. Pero no se dispone excepción alguna al concepto clásico<br />
en lo referente a la nacionalidad <strong>de</strong>l controlador extranjero, aún<br />
suponiendo —que no está claramente <strong>de</strong>clarado en el Convenio—<br />
180
que el hecho <strong>de</strong> que el controlador es nacional <strong>de</strong> uno u otro Estado<br />
extranjero <strong>de</strong>ba tenerse en cuenta» 63 .<br />
La última frase apunta a otra cuestión estrechamente relacionada<br />
con la nacionalidad y es hasta qué punto en una ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong><br />
socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> nacionalida<strong>de</strong>s diferentes un Tribunal pue<strong>de</strong> buscar<br />
en dicha ca<strong>de</strong>na la nacionalidad <strong>de</strong> un Estado contratante a los<br />
efectos <strong>de</strong> <strong>de</strong>scartar la jurisdicción <strong>de</strong>l CIADI. En “Amco Asia” el<br />
Tribunal se pronunció por el primer nivel <strong>de</strong> control y rechazó que se<br />
<strong>de</strong>biera tener en cuenta la nacionalidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas físicas o<br />
morales que controlen la sociedad que tiene el control directo, pues<br />
ello supondría preocuparse por la nacionalidad <strong>de</strong> quienes controlan<br />
en un segundo, tercer, o cuarto nivel o incluso más allá 64 . Por otra<br />
parte, en “SOABI v. Senegal” el Tribunal recurrió al segundo nivel<br />
para <strong>de</strong>terminar el control extranjero <strong>de</strong> la sociedad local, siendo así<br />
que la sociedad que la controlaba directamente, si bien era<br />
extranjera, no era nacional <strong>de</strong> un Estado contratante. El Tribunal en<br />
este caso manifestó que no podía aceptar que el Convenio limitara la<br />
interpretación <strong>de</strong> control extranjero a control directo 65 .<br />
La interpretación <strong>de</strong> si el control extranjero significa control<br />
mayoritario o efectivo a los efectos <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar la nacionalidad <strong>de</strong><br />
una sociedad se planteó en “Aucoven”. En este caso <strong>las</strong> partes<br />
habían acordado aplicar el criterio <strong>de</strong> la nacionalidad <strong>de</strong> la mayoría<br />
<strong>de</strong> los accionistas directos a los efectos <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar la<br />
nacionalidad <strong>de</strong> la sociedad local. El Tribunal <strong>de</strong>sestimó el<br />
argumento <strong>de</strong> Venezuela según el cual la expresión «control<br />
63 “Amco Asia Corporation et al. v. Indonesia” (Caso CIADI núm. ARB/81/1) Decisión sobre<br />
jurisdicción, párr. 14. Traducción <strong>de</strong>l autor.<br />
64 Ibid.<br />
65 “Société Ouest Africaine <strong>de</strong>s Bétons Industriels v. Senegal” (Caso CIADI núm. ARB/82/1)<br />
Decisión sobre jurisdicción, párr. 35. Vid. también en el mismo sentido el laudo en el<br />
segundo caso “Waste Management” (Caso núm. ARB(AF)/00/3), párr. 85.<br />
181
extranjero» se utiliza en el art. 25.2.b) <strong>de</strong>l Convenio en el sentido <strong>de</strong><br />
control efectivo. El Tribunal no encontró indicación alguna en los<br />
trabajos preparatorios <strong>de</strong>l Convenio <strong>de</strong> que el control efectivo «sea el<br />
nivel mínimo al que se <strong>de</strong>ba llegar antes <strong>de</strong> que <strong>las</strong> partes puedan<br />
convenir en atribuir a una persona jurídica local el carácter <strong>de</strong><br />
nacional extranjero» 66 . El Tribunal manifestó que no podía «adoptar<br />
una <strong>de</strong>finición más restrictiva <strong>de</strong>l término “control extranjero” a menos<br />
que <strong>las</strong> partes hayan ejercido sus faculta<strong>de</strong>s discrecionales <strong>de</strong> un<br />
modo inconsistente con los fines <strong>de</strong>l Convenio» 67 . El Tribunal estuvo<br />
<strong>de</strong> acuerdo con Venezuela en que los criterios económicos suelen<br />
reflejar mejor la realidad que los jurídicos, pero los consi<strong>de</strong>ró<br />
improce<strong>de</strong>ntes en el caso concreto porque <strong>las</strong> partes habían<br />
acordado que el criterio a aplicar sería la titularidad <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong><br />
<strong>las</strong> acciones y la titularidad directa es un criterio razonable para<br />
<strong>de</strong>terminar el control 68 . Sin embargo, el Tribunal creyó oportuno<br />
comentar que dichos criterios podrían haber sido relevantes, como<br />
había mantenido Venezuela, si los hechos hubieran sustentado tal<br />
argumento y la sociedad mayoritaria hubiera sido una sociedad <strong>de</strong><br />
conveniencia que ejerce un control puramente ficticio a los efectos <strong>de</strong><br />
la competencia 69 . Es <strong>de</strong>cir, un Tribunal <strong>de</strong>l CIADI podría tener en<br />
cuenta criterios más allá <strong>de</strong> la nacionalidad formal para establecer la<br />
nacionalidad <strong>de</strong>l inversor en el contexto <strong>de</strong> una ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong><br />
socieda<strong>de</strong>s.<br />
Mientras que a los efectos <strong>de</strong>l art. 25.2.b), se hace necesario<br />
averiguar la nacionalidad <strong>de</strong> quienes ejercen el control <strong>de</strong> la sociedad<br />
66 “Autopista Concesionada <strong>de</strong> Venezuela, C.A. v. República Bolivariana <strong>de</strong> Venezuela”<br />
(Caso CIADI núm. ARB/00/5) Decisión sobre jurisdicción, párr. 102.<br />
67 Ibid., párr. 104.<br />
68 Ibid., párrs. 119 y 121.<br />
69 Ibid., párr. 122.<br />
182
local, en los casos en los que no lo exige el APPRI correspondiente,<br />
los Tribunales no «han levantado el velo societario» para <strong>de</strong>terminar<br />
si la sociedad estaba controlada por los nacionales <strong>de</strong>l Estado parte<br />
en la diferencia cuando aquélla tenía la nacionalidad <strong>de</strong> otra parte<br />
contratante. En “Wena Hotels v. Egipto” el <strong>de</strong>mandante era una<br />
sociedad británica con accionistas egipcios y su capacidad <strong>de</strong> actuar<br />
no se vio afectada por este hecho 70 . Tal vez el caso más notorio es el<br />
<strong>de</strong> “Tokios Tokelés”, <strong>de</strong>l que ya hemos hablado, en el que Ucrania<br />
alegó en sus excepciones a la competencia <strong>de</strong>l Tribunal que, al ser la<br />
sociedad lituana inversora en Ucrania controlada por ciudadanos<br />
ucranianos, no podía ser calificada como inversora bajo el Convenio<br />
o el APPRI, <strong>de</strong>biendo el Tribunal «levantar el velo» societario para<br />
averiguar la nacionalidad <strong>de</strong> los accionistas. También alegó que el<br />
APPRI se extendía a socieda<strong>de</strong>s registradas en terceros países<br />
siempre que el control estuviera en manos <strong>de</strong> los ciudadanos <strong>de</strong> una<br />
<strong>de</strong> <strong>las</strong> partes contratantes o en ellos estuviera su se<strong>de</strong> social y que,<br />
<strong>de</strong> la misma manera, este criterio <strong>de</strong>bía emplearse en sentido<br />
contrario para <strong>de</strong>negar la calidad <strong>de</strong> inversor a quien estuviera bajo<br />
el control <strong>de</strong> los nacionales <strong>de</strong> una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes. El Tribunal no<br />
estuvo <strong>de</strong> acuerdo con este argumento, señalando que si <strong>las</strong> partes<br />
hubieran querido que se aplicase este criterio restrictivo lo hubieran<br />
incluido expresamente en el APPRI 71 . El Tribunal se refirió a <strong>las</strong><br />
situaciones <strong>de</strong>scritas en “Barcelona Traction” en que es legítimo<br />
«levantar el velo»: prevenir abusos <strong>de</strong> los privilegios por parte <strong>de</strong> la<br />
persona jurídica y casos <strong>de</strong> frau<strong>de</strong>, proteger a terceros o prevenir la<br />
evasión <strong>de</strong> requisitos legales u obligaciones 72 . El Tribunal no aceptó<br />
70 International Legal Materials, 2002, pp. 887 ss.<br />
71 Párr. 30.<br />
72 ICJ Reports, 1970, párr. 58.<br />
183
73 “Tokios Tokelés”, párr. 40.<br />
que estos supuestos se dieran en “Tokios Tokelés”, rehusando<br />
«levantar el velo» y consi<strong>de</strong>rar la nacionalidad <strong>de</strong> los accionistas 73 .<br />
Mientras que la exclusión <strong>de</strong> los nacionales personas físicas <strong>de</strong>l<br />
Estado parte en la diferencia viene claramente expresada en el<br />
Convenio, aun cuando tengan la nacionalidad <strong>de</strong> otro Estado<br />
contratante, no es este el caso <strong>de</strong> una sociedad <strong>de</strong> nacionalidad <strong>de</strong><br />
otro Estado contratante cuyos accionistas gozan <strong>de</strong> la doble<br />
nacionalidad, la <strong>de</strong> la sociedad y la <strong>de</strong>l Estado parte en la diferencia.<br />
La <strong>de</strong>cisión sobre jurisdicción en “Champion Trading et al. v. Egipto”<br />
ofrece un ejemplo en el que se dan <strong>las</strong> dos situaciones. Tres <strong>de</strong> los<br />
cinco <strong>de</strong>mandantes eran personas físicas que tenían doble<br />
nacionalidad, estadouni<strong>de</strong>nse y egipcia. Los <strong>de</strong>mandantes alegaron<br />
que la atribución <strong>de</strong> la nacionalidad <strong>de</strong> un país <strong>de</strong> acuerdo con su<br />
legislación <strong>de</strong>bía ajustarse al criterio <strong>de</strong> la nacionalidad efectiva<br />
establecido en el caso “Nottembohm” por el Tribunal Internacional <strong>de</strong><br />
Justicia. Egipto presentó excepciones a la competencia <strong>de</strong>l Tribunal<br />
basándose en la doble nacionalidad <strong>de</strong> los <strong>de</strong>mandantes personas<br />
físicas y <strong>de</strong> los accionistas <strong>de</strong> <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>mandantes. El<br />
Tribunal aceptó la excepción a su competencia por lo que atañe a <strong>las</strong><br />
personas físicas <strong>de</strong>bido a los términos estrictos <strong>de</strong>l Convenio en<br />
cuanto a la nacionalidad <strong>de</strong>l inversor 74 . Por otra parte rechazó la<br />
excepción <strong>de</strong> competencia respecto <strong>de</strong> <strong>las</strong> otras <strong>de</strong>mandantes —dos<br />
socieda<strong>de</strong>s registradas en Estados Unidos cuyos accionistas eran en<br />
su mayoría nacionales doblemente egipcios y estadouni<strong>de</strong>nses—. La<br />
<strong>de</strong>cisión es particularmente interesante porque el APPRI entre<br />
Estados Unidos y Egipto estipula que «Sociedad <strong>de</strong> una Parte»<br />
significa una sociedad establecida según la ley <strong>de</strong> la parte en la que<br />
personas físicas nacionales <strong>de</strong> esa parte tienen un interés sustancial.<br />
74<br />
“Champion Trading Company et al. v. Egipto” (Caso CIADI núm. ARB/02/1). Decisión<br />
sobre Jurisdicción, p. 17.<br />
184
75 Ibid., p. 18.<br />
El Tribunal <strong>de</strong>cidió que la restricción en cuanto a la doble<br />
nacionalidad no se extien<strong>de</strong> a los accionistas <strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s pues ni<br />
el Convenio ni el APPRI excluyen a <strong>las</strong> personas <strong>de</strong> doble<br />
nacionalidad como accionistas <strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la otra parte<br />
contratante 75 .<br />
La doble nacionalidad <strong>de</strong> personas físicas y su efectividad fueron<br />
consi<strong>de</strong>radas en “Eudoro Olguín”. La <strong>de</strong>manda en ese caso se<br />
basaba en el APPRI entre Perú y Paraguay y el <strong>de</strong>mandante tenía<br />
nacionalidad peruana y estadouni<strong>de</strong>nse 76 . La cuestión se planteó no<br />
tanto respecto <strong>de</strong> la restricción <strong>de</strong>l Convenio —el Sr. Olguín no era<br />
paraguayo— como sobre si la nacionalidad peruana era la<br />
verda<strong>de</strong>ramente efectiva. El Sr. Olguín residía en Estados Unidos y,<br />
según arguyó Paraguay, el or<strong>de</strong>n jurídico peruano en caso <strong>de</strong> doble<br />
nacionalidad supedita el ejercicio <strong>de</strong> ciertos <strong>de</strong>rechos al domicilio <strong>de</strong><br />
la persona. El Tribunal <strong>de</strong>cidió que, para saber si el <strong>de</strong>mandante<br />
podía tener acceso a la jurisdicción arbitral, lo importante era<br />
<strong>de</strong>terminar si tenía nacionalidad peruana y si esta nacionalidad era<br />
efectiva:<br />
«No hay duda en cuanto a ese punto. No ha habido controversia en<br />
cuanto a que el señor Olguín tiene <strong>las</strong> dos nacionalida<strong>de</strong>s, y que<br />
ambas son efectivas. Lo que entienda uno <strong>de</strong> sus dos estados<br />
patriales, o el otro, o acaso ambos, sobre, por ejemplo, el ejercicio<br />
por parte <strong>de</strong> esa persona <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos políticos, los <strong>de</strong>rechos<br />
civiles, la responsabilidad por su protección diplomática y la<br />
importancia <strong>de</strong>l domicilio para la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> tales <strong>de</strong>rechos<br />
carece <strong>de</strong> importancia ante el hecho jurídico legítimo <strong>de</strong> que el señor<br />
Olguín tiene efectivamente <strong>las</strong> dos nacionalida<strong>de</strong>s. Al Tribunal le<br />
76 Estados Unidos y Paraguay no han concluido un APPRI.<br />
185
77 Párr. 61.<br />
basta la efectividad <strong>de</strong> su nacionalidad peruana para juzgar que no<br />
se le pue<strong>de</strong> excluir <strong>de</strong>l régimen <strong>de</strong> protección <strong>de</strong>l CBI» 77 .<br />
Para el Tribunal lo importante era, pues, que la nacionalidad <strong>de</strong>l<br />
Estado parte <strong>de</strong>l APPRI fuera efectiva <strong>de</strong> por sí, sin necesidad <strong>de</strong><br />
analizar si era más o menos efectiva en relación con otra<br />
nacionalidad.<br />
Se pue<strong>de</strong> concluir que los Tribunales se han guiado por criterios que<br />
favorecen la competencia <strong>de</strong>l CIADI cuando se pue<strong>de</strong> escoger entre<br />
socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la misma ca<strong>de</strong>na a los efectos <strong>de</strong> encontrar un vínculo<br />
con una nacionalidad <strong>de</strong> un Estado parte contratante, con la<br />
salvedad <strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s que se hayan establecido por conveniencia<br />
o <strong>de</strong> forma engañosa respecto <strong>de</strong>l Estado en cuestión. Por otra parte,<br />
la exclusión clara en el Convenio <strong>de</strong> los individuos con doble<br />
nacionalidad que incluya la <strong>de</strong>l Estado parte en la diferencia limita su<br />
capacidad <strong>de</strong> actuar aunque esa nacionalidad fuera por conveniencia<br />
o no efectiva.<br />
(ii) Inversor privado o público<br />
Para que se pueda someter a un arbitraje <strong>de</strong>l CIADI se requiere que<br />
en la diferencia una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes sea un nacional <strong>de</strong> otra parte<br />
contratante; no cabe que sea una diferencia entre dos Estados. En<br />
“Ceskoslovenska Obchodni Banka, A.S. (CSOB) v. Eslovaquia” la<br />
<strong>de</strong>mandada objetó la competencia <strong>de</strong>l Tribunal por ser CSOB una<br />
agencia <strong>de</strong>l gobierno checo y no una entidad comercial<br />
in<strong>de</strong>pendiente; la parte verda<strong>de</strong>ramente interesada en la diferencia<br />
era el Estado checo. El Tribunal se refirió en primer lugar a los<br />
trabajos preparatorios <strong>de</strong>l Convenio a los efectos <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar que<br />
la intención no había sido excluir socieda<strong>de</strong>s propiedad <strong>de</strong> gobiernos<br />
186
y que el criterio <strong>de</strong>terminante es si actúa como agente <strong>de</strong>l gobierno o<br />
<strong>de</strong>sempeña una función esencialmente gubernamental 78 .<br />
A juicio <strong>de</strong>l Tribunal, lo relevante era, pues, la naturaleza <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
activida<strong>de</strong>s que CSOB había ejercido en representación <strong>de</strong>l gobierno<br />
checo y no la finalidad que éstas perseguían. Las activida<strong>de</strong>s en<br />
cuestión eran activida<strong>de</strong>s para facilitar o ejecutar transacciones<br />
bancarias internacionales y operaciones comerciales extranjeras que<br />
el Estado <strong>de</strong>seaba apoyar. En resumen, activida<strong>de</strong>s que, si bien<br />
tenían por objetivo promover <strong>las</strong> políticas gubernamentales, eran <strong>de</strong><br />
naturaleza esencialmente comercial y no gubernamental. Las<br />
medidas que CSOB había tomado para ajustarse a una economía <strong>de</strong><br />
mercado en el momento <strong>de</strong> la transformación <strong>de</strong>l Estado checo no<br />
suponían el ejercicio <strong>de</strong> funciones <strong>de</strong> gobierno. Eran medidas para<br />
reforzar la posición financiera <strong>de</strong> CSOB que no diferían <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
tomadas por un banco privado en circunstancias similares 79 .<br />
Volveremos sobre este punto en la sección siguiente en el contexto<br />
<strong>de</strong> <strong>las</strong> actuaciones <strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s estatales y en qué medida<br />
involucran al Estado.<br />
E) El estado como <strong>de</strong>mandado<br />
Aunque hay inversores que han sido <strong>de</strong>mandados por el Estado receptor<br />
<strong>de</strong> la inversión, se trata <strong>de</strong> casos aislados y no siempre posibles en el<br />
marco <strong>de</strong> los APPRI que, en general, sólo permiten que sea <strong>de</strong>mandante<br />
el inversor. La cuestión que se plantea es cuándo el Estado actúa como tal<br />
y cuándo actúa como podría hacerlo una contraparte <strong>de</strong> Derecho privado.<br />
La distinción ha sido objeto <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones en casos <strong>de</strong> contratación directa<br />
<strong>de</strong>l Estado con una sociedad privada y <strong>de</strong> contratación entre un ente <strong>de</strong><br />
78<br />
“CSOB E v. Eslovaquia” (Caso CIADI núm. ARB/97/4) Decisión sobre jurisdicción, párr. 17,<br />
y BROCHES, pp. 354-355.<br />
79 Decisión sobre jurisdicción, párr. 25.<br />
187
Derecho privado <strong>de</strong> propiedad <strong>de</strong>l Estado con una sociedad <strong>de</strong> Derecho<br />
mercantil. Por otra parte, cuando se trata <strong>de</strong> actuaciones <strong>de</strong> una división<br />
territorial <strong>de</strong>l Estado los Tribunales han sido unánimes en sus <strong>de</strong>cisiones<br />
en el sentido que dichas actuaciones involucran la responsabilidad<br />
internacional <strong>de</strong>l Estado.<br />
Uno <strong>de</strong> los análisis más completos <strong>de</strong> este tema se encuentra en la<br />
<strong>de</strong>cisión sobre competencia en el único caso contra España. Un ciudadano<br />
argentino, Emilio Maffezini, había invertido en la producción <strong>de</strong> ciertos<br />
productos químicos en Galicia por medio <strong>de</strong> una sociedad, Emilio Maffezini<br />
S.A. (EAMSA), registrada en España. El Sr. Maffezini aportó dos tercios<br />
<strong>de</strong>l capital y la Sociedad para el Desarrollo Industrial <strong>de</strong> Galicia (SODIGA),<br />
una sociedad cuyo capital provenía <strong>de</strong> fondos públicos, aportó el resto.<br />
Poco <strong>de</strong>spués que empezara la construcción <strong>de</strong> una planta química,<br />
EAMSA tuvo dificulta<strong>de</strong>s financieras, se paralizaron los trabajos y los<br />
empleados fueron licenciados. En su reclamación contra España, el Sr.<br />
Maffezini mantuvo que SODIGA era una entidad pública cuyos actos y<br />
omisiones eran atribuibles al Estado. El Tribunal, en la fase <strong>de</strong><br />
competencia, apuntó que ni el APPRI ni el Convenio preveían criterios para<br />
<strong>de</strong>terminar qué actuaciones <strong>de</strong> <strong>las</strong> agencias o subdivisiones <strong>de</strong> un Estado<br />
le eran atribuibles. El Tribunal consi<strong>de</strong>ró si SODIGA era una entidad estatal<br />
y, en la fase sobre el fondo, en qué medida sus acciones podían ser<br />
atribuidas al Estado.<br />
Para <strong>de</strong>cidir la primera cuestión, el Tribunal recurrió a <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong><br />
Derecho internacional y se guió por criterios estructurales y funcionales.<br />
Aunque SODIGA estaba registrada como sociedad mercantil, el Tribunal<br />
consi<strong>de</strong>ró <strong>de</strong>terminante, según el criterio estructural, que su capital hubiera<br />
sido contribuido por entida<strong>de</strong>s públicas. Después analizó <strong>las</strong> funciones que<br />
el Estado había encomendado a SODIGA, <strong>de</strong>terminando que muchas <strong>de</strong><br />
el<strong>las</strong> tenían por objeto cumplir funciones gubernamentales en el área <strong>de</strong>l<br />
<strong>de</strong>sarrollo económico y no podían ser consi<strong>de</strong>radas <strong>de</strong> naturaleza<br />
comercial. El Tribunal incluso opinó que aun cuando el Estado hubiera<br />
188
80 “Salini”, párr. 60.<br />
81 Ibid. ,párr. 31.<br />
82 Ibid., párrs. 30-35.<br />
<strong>de</strong>legado estas funciones a una entidad privada sería responsable por el<br />
<strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> esas funciones. En la fase sobre el fondo el Tribunal estimó<br />
que ciertas funciones como el manejo <strong>de</strong> los pagos, cuentas y finanzas <strong>de</strong><br />
EAMSA, así como sus intervenciones ante <strong>las</strong> autorida<strong>de</strong>s españo<strong>las</strong> sin<br />
remuneración, eran atribuibles a su función como representante <strong>de</strong>l<br />
Estado. La misma opinión le mereció la <strong>de</strong>cisión tomada por SODIGA, y no<br />
EAMSA, <strong>de</strong> aumentar la inversión.<br />
En el caso “Salini” el Tribunal señaló que en los casos en que el Estado ha<br />
organizado la actividad <strong>de</strong> un sector a través <strong>de</strong> una entidad legal<br />
diferente, no necesariamente se encuentra vinculado por la oferta <strong>de</strong><br />
arbitraje realizada en un APPRI respecto <strong>de</strong> incumplimientos contractuales<br />
<strong>de</strong> dicha entidad, ni aun cuando la entidad sea estatal 80 . También recalcó<br />
que ni el Convenio ni el APPRI <strong>de</strong> Italia con Marruecos dan la más mínima<br />
indicación sobre lo que <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse por «Estado contratante» 81 .<br />
Después el Tribunal hizo un análisis similar al <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión sobre<br />
jurisdicción en “Maffezini” basándose en criterios estructurales y<br />
funcionales. El Tribunal se fijó en que el gobierno era propietario <strong>de</strong> casi el<br />
90 por 100 <strong>de</strong> <strong>las</strong> acciones <strong>de</strong> la sociedad con quien Salini había<br />
contratado y en el control <strong>de</strong> la sociedad por el Estado, a través <strong>de</strong> la<br />
asamblea general <strong>de</strong> accionistas, el consejo <strong>de</strong> administración y la<br />
titularidad <strong>de</strong> la presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> este último por un ministro <strong>de</strong>l gobierno. En<br />
cuanto al criterio funcional, la sociedad estatal estaba encargada <strong>de</strong> tareas<br />
estatales relacionadas con servicios públicos, siendo su actividad principal<br />
la construcción, mantenimiento y operación <strong>de</strong> <strong>las</strong> carreteras y gran<strong>de</strong>s<br />
vías <strong>de</strong> comunicación. El punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong>l Tribunal fue confirmado por la<br />
naturaleza administrativa <strong>de</strong>l contrato, cómo había sido licitado y<br />
concluido 82 .<br />
189
Se pue<strong>de</strong> concluir que los Tribunales Arbitrales han tomado nota <strong>de</strong> la gran<br />
variedad <strong>de</strong> modos <strong>de</strong> organización que el Estado utiliza en sus<br />
activida<strong>de</strong>s como autoridad pública y han ido más allá <strong>de</strong> los aspectos<br />
formales para <strong>de</strong>terminar la responsabilidad <strong>de</strong>l Estado en casos <strong>de</strong><br />
socieda<strong>de</strong>s mercantiles que están controladas por el Estado y cumplen<br />
funciones <strong>de</strong> naturaleza estatal.<br />
F) El nivel <strong>de</strong> protección<br />
Los estándares <strong>de</strong> protección están enunciados en los APPRI en términos<br />
generales que cobran sentido específico en su aplicación a <strong>las</strong><br />
circunstancias <strong>de</strong> un caso concreto. Por razones <strong>de</strong> espacio nos<br />
limitaremos a analizar los conceptos <strong>de</strong> trato justo y equitativo, <strong>de</strong> medidas<br />
equivalentes a una expropiación y <strong>de</strong> medidas discriminatorias o<br />
arbitrarias; también nos ocuparemos <strong>de</strong> <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong> «paraguas» y <strong>de</strong> la<br />
nación más favorecida y <strong>de</strong>l alcance <strong>de</strong> la protección otorgada por los<br />
APPRI en relación con el riesgo comercial <strong>de</strong>l inversor.<br />
(i) Trato justo y equitativo 83<br />
Tradicionalmente se consi<strong>de</strong>raba que un Estado había violado la<br />
obligación internacional <strong>de</strong> trato justo y equitativo <strong>de</strong> un extranjero<br />
cuando se producía una situación <strong>de</strong> «ultraje, mala fe, negligencia<br />
intencional <strong>de</strong> un <strong>de</strong>ber, o a una falta <strong>de</strong> actuación gubernamental<br />
tan por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> los estándares internacionales que cualquier<br />
persona razonable e imparcial fácilmente la reconocería» 84 . Este<br />
concepto <strong>de</strong> trato justo y equitativo se consi<strong>de</strong>ra superado por la<br />
doctrina actual y la jurispru<strong>de</strong>ncia arbitral, sin embargo sigue<br />
discutiéndose si el trato justo y equitativo previsto en los APPRI o en<br />
el TLCAN consiste en el trato mínimo <strong>de</strong> extranjeros que requiere el<br />
83 Vid, en general, S. VASCIANNIE, «The Fair and Equitable Treatment Standard in<br />
International Investment Law and Practice», BYIL, 1999, pp. 99 ss.<br />
84 “USA (L. F. Neer) y. México”, AJIL, 1927, p. 556. Traducción <strong>de</strong>l autor.<br />
190
Derecho internacional consuetudinario o su contenido tiene<br />
elementos adicionales. En el laudo <strong>de</strong> “Pope & Talbot” el Tribunal<br />
sostuvo que los elementos <strong>de</strong> trato equitativo en el art. 1.105(1) <strong>de</strong>l<br />
TLCAN <strong>de</strong>bían evaluarse sin el límite que vendría impuesto en una<br />
evaluación <strong>de</strong> medidas bajo el estándar <strong>de</strong> trato mínimo <strong>de</strong><br />
extranjeros en Derecho internacional 85 .<br />
A raíz <strong>de</strong> este laudo, la Comisión <strong>de</strong> Libre Comercio, prevista en el<br />
TLCAN para su interpretación, interpretó el alcance <strong>de</strong>l nivel mínimo<br />
<strong>de</strong> trato previsto en el art. 1.105(1) <strong>de</strong>l TLCAN como se indica a<br />
continuación:<br />
«1. El art. 1.15 1(1) establece un nivel mínimo <strong>de</strong> trato a los<br />
extranjeros acor<strong>de</strong> con el <strong>de</strong>recho internacional consuetudinario<br />
como nivel mínimo <strong>de</strong> trato a otorgar a <strong>las</strong> inversiones <strong>de</strong><br />
inversionistas <strong>de</strong> la otra parte.<br />
2. Los conceptos <strong>de</strong> “trato justo y equitativo” y <strong>de</strong> “protección y<br />
seguridad plenas” no requieren un tratamiento adicional a aquel<br />
exigido por el nivel mínimo <strong>de</strong> trato <strong>de</strong> extranjeros <strong>de</strong> acuerdo al<br />
<strong>de</strong>recho internacional consuetudinario» 86 .<br />
Dadas <strong>las</strong> circunstancias en que se adoptó esta interpretación podría<br />
enten<strong>de</strong>rse como un endoso por los países miembros <strong>de</strong>l TLCAN <strong>de</strong>l<br />
concepto <strong>de</strong> trato justo y equitativo bajo un Derecho internacional<br />
consuetudinario estático, que no ha evolucionado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el caso<br />
“Neer”. Así pues no es sorpren<strong>de</strong>nte que el tema haya sido discutido<br />
por Tribunales Arbitrales posteriores en casos en que <strong>de</strong>ben <strong>de</strong>cidir<br />
si una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes <strong>de</strong>l TLCAN ha incumplido el estándar <strong>de</strong> trato<br />
85 “Pope and Talbot v. Canada, Laudo” (Segunda fase), párr. 111. El art 1.105(1) dice así:<br />
«Each Party shall accord to investments of investors of another Party treatment in<br />
accordance with international law, including fair and equitable treatment and full protection<br />
and security».<br />
86 Decisión <strong>de</strong> 31 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 2001.<br />
191
justo y equitativo. En el laudo <strong>de</strong> “Mon<strong>de</strong>y v. Estados Unidos” se <strong>de</strong>ja<br />
constancia que Estados Unidos acepta que los términos <strong>de</strong>l art.<br />
1.105(1) son susceptibles <strong>de</strong> evolucionar 87 e igualmente en el laudo<br />
<strong>de</strong> “ADF Group Inc. y. Estados Unidos” se señala que este punto <strong>de</strong><br />
vista es aceptado por Canadá y México 88 . El estándar aplicable hoy<br />
no es el mismo <strong>de</strong> 1927. La diferencia está principalmente en que ni<br />
la práctica <strong>de</strong> los Estados, ni <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> los Tribunales<br />
internacionales, ni el parecer <strong>de</strong> la doctrina estima que la mala fe o<br />
una intención maliciosa son un elemento esencial para apreciar falta<br />
<strong>de</strong> trato justo y equitativo 89 .<br />
En el reciente laudo <strong>de</strong>l segundo caso <strong>de</strong> “Waste Management”, el<br />
Tribunal, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> analizar <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones y laudos <strong>de</strong> Tribunales<br />
arbitrales 90 establecidos bajo el TLCAN, llega a la conclusión <strong>de</strong> que<br />
«el nivel mínimo <strong>de</strong> trato justo y equitativo es quebrantado por una<br />
conducta atribuible al Estado y es perjudicial para la <strong>de</strong>mandante si<br />
dicha conducta es arbitraria, notoriamente injusta, antijurídica o<br />
idiosincrásica y discriminatoria si la <strong>de</strong>mandante es objeto <strong>de</strong><br />
prejuicios raciales o regionales o si involucra ausencia <strong>de</strong> <strong>de</strong>bido<br />
proceso que lleva a un resultado que ofen<strong>de</strong> la discrecionalidad<br />
judicial, como podría ocurrir con un fracaso manifiesto <strong>de</strong> la justicia<br />
natural en los procedimientos judiciales o una falta total <strong>de</strong><br />
transparencia e imparcialidad en un proceso administrativo. Al aplicar<br />
87 “Mon<strong>de</strong>v International Ltd. v. Estados Unidos” (Caso núm. ARB(AF)/99/2) Laudo, párr.<br />
119. «AP» indica que es un caso siguiendo el reglamento <strong>de</strong>l Mecanismo<br />
Complementario, «Additional Facility» en inglés.<br />
88 “ADF Group Inc. v. Estados Unidos” (Caso núm. ALRB(AF)/00/1) Laudo, párr. 179.<br />
89 «To the mo<strong>de</strong>rn eye, what it unfair or inequitable need not equate with the outrageous or<br />
the egregious. In particular; a state may treat foreign investment unfairly and inequitably<br />
without necessarily acting in bad faith». “Mon<strong>de</strong>v”, párr. 116. Vid. también el laudo en “The<br />
Lowen Group, Inc. y Raymond L. Loewen v. Estados Unidos” (Caso núm. ARB(AF)/98/03)<br />
párr. 132.<br />
90 “S.D. Myers, Inc. v. Canadá, ADF, Mon<strong>de</strong>v y Lowen”.<br />
192
91 “Waste Management”, párr. 98.<br />
este criterio es pertinente que el trato sea contrario y violatorio <strong>de</strong><br />
forma razonable» 91 .<br />
Cabe notar la referencia a la noción <strong>de</strong> transparencia y, por otra<br />
parte, la falta <strong>de</strong> referencia a la mala fe, aun manteniéndose un<br />
estándar relativamente estricto al referirse a «un fracaso manifiesto<br />
<strong>de</strong> la justicia natural» y «falta total <strong>de</strong> transparencia e imparcialidad».<br />
También Tribunales Arbitrales que han aplicado el estándar <strong>de</strong> trato<br />
justo y equitativo <strong>de</strong> los APPRI han consi<strong>de</strong>rado la transparencia en<br />
la conducta <strong>de</strong>l Estado como uno <strong>de</strong> los elementos <strong>de</strong>terminantes <strong>de</strong><br />
su responsabilidad. En “Maffezini” el Tribunal tomó en consi<strong>de</strong>ración<br />
la falta <strong>de</strong> transparencia en la conducta <strong>de</strong> SODIGA al disponer <strong>de</strong><br />
los fondos <strong>de</strong>l inversor sin su consentimiento.<br />
En el laudo <strong>de</strong> “Tecmed” se encuentra la <strong>de</strong>finición que se pue<strong>de</strong><br />
consi<strong>de</strong>rar más <strong>de</strong>scriptiva y comprensiva <strong>de</strong> lo que significa el trato<br />
justo y equitativo:<br />
«[El estándar <strong>de</strong>l tratamiento justo y equitativo exige] brindar un<br />
tratamiento a la inversión extranjera que no <strong>de</strong>svirtúe <strong>las</strong><br />
expectativas básicas en razón <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuales el inversor extranjero<br />
<strong>de</strong>cidió realizar la inversión. Como parte <strong>de</strong> tales expectativas, aquél<br />
cuenta con que el Estado receptor <strong>de</strong> la inversión se conducirá <strong>de</strong><br />
manera coherente, <strong>de</strong>sprovista <strong>de</strong> ambigüeda<strong>de</strong>s y transparente en<br />
sus relaciones con el inversor extranjero, <strong>de</strong> manera que éste pueda<br />
conocer <strong>de</strong> manera anticipada, para planificar sus activida<strong>de</strong>s y<br />
ajustar su conducta, no sólo <strong>las</strong> normas o reglamentaciones que<br />
regirán tales activida<strong>de</strong>s, sino también <strong>las</strong> políticas perseguidas por<br />
193
tal normativa y <strong>las</strong> prácticas o directivas administrativas que les son<br />
relevantes» 92 .<br />
Comparada con la conclusión a que se llegó en el segundo caso <strong>de</strong><br />
“Waste Management” <strong>de</strong>staca la falta <strong>de</strong> calificativos extremos en la<br />
<strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> <strong>las</strong> actuaciones estatales. La misma trayectoria sigue<br />
el Tribunal en el laudo <strong>de</strong> “RFCC”. Este Tribunal da al trato justo y<br />
equitativo dos posibles significados: el <strong>de</strong> un tratamiento conforme a<br />
un estándar <strong>de</strong> Derecho internacional que protege <strong>de</strong>rechos<br />
personales y procesales elementales, como acceso a la justicia y<br />
protección <strong>de</strong> la persona <strong>de</strong>l inversor y sus bienes contra medidas<br />
injustificadas y arbitrarias, o el <strong>de</strong> una obligación sin contenido<br />
específico pre<strong>de</strong>terminado y que se refiere a nociones <strong>de</strong> justicia y<br />
equidad entendidas objetivamente, teniendo en cuenta <strong>las</strong><br />
circunstancias <strong>de</strong> hecho <strong>de</strong>l caso. Es <strong>de</strong>cir, siempre según “RFCC”,<br />
«un Tribunal pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cidir que el Estado receptor ha <strong>de</strong>mostrado un<br />
comportamiento injusto y sin equidad aun sin que haya habido<br />
<strong>de</strong>negación <strong>de</strong> justicia o <strong>de</strong>negación sin motivo <strong>de</strong> un <strong>de</strong>recho<br />
evi<strong>de</strong>nte» 93 .<br />
Por otra parte, el Tribunal en “Alex Genin” se apartó <strong>de</strong> esa línea al<br />
consi<strong>de</strong>rar si el procedimiento seguido por el Banco <strong>de</strong> Estonia en la<br />
revocación <strong>de</strong> una licencia bancaria suponía una violación <strong>de</strong>l trato<br />
justo y equitativo. El Tribunal <strong>de</strong>claró que actuaciones <strong>de</strong>l Estado que<br />
indican «un abandono intencional <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber, falta <strong>de</strong> acción muy por<br />
92<br />
“Técnicas Medioambientales Tecmed, S.A. v. México” (Caso núm. ARB(AF)/00/2), párr.<br />
154.<br />
93<br />
“Consortium RFCC v. Marruecos” (Caso CIAUI núm. ARB/00/6), p. 33. Traducción <strong>de</strong>l<br />
autor.<br />
194
<strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> estándares internacionales, o incluso mala fe» 94<br />
constituyen violaciones <strong>de</strong> ese estándar.<br />
Como hemos visto en la aplicación <strong>de</strong>l estándar por los Tribunales<br />
hay diferentes apreciaciones <strong>de</strong> los elementos que contiene,<br />
particularmente si es necesario que el Estado haya actuado <strong>de</strong> mala<br />
fe o «muy por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> estándares internacionales». La<br />
jurispru<strong>de</strong>ncia parece encauzarse por un estándar más alto <strong>de</strong><br />
conducta en el que juega un papel principal no la mala fe <strong>de</strong>l Estado<br />
sino los elementos que <strong>de</strong> buena fe consi<strong>de</strong>ró el inversor al realizar<br />
su inversión y la actuación coherente y transparente <strong>de</strong>l Estado.<br />
(ii) Medidas discriminatorias<br />
Como hemos visto en <strong>las</strong> <strong>de</strong>scripciones <strong>de</strong> la obligación <strong>de</strong> trato justo<br />
y equitativo, la no discriminación y la no arbitrariedad forman parte <strong>de</strong><br />
los estándares <strong>de</strong> conducta a que <strong>de</strong>be ajustarse la actuación <strong>de</strong>l<br />
Estado en relación con <strong>las</strong> inversiones protegidas por los APPRI.<br />
Aquí nos limitaremos a hacer una referencia a algunos casos<br />
concretos que han aportado aclaraciones sobre el concepto <strong>de</strong><br />
medida discriminatoria o arbitraria.<br />
Se consi<strong>de</strong>ra que hay discriminación cuando una inversión es tratada<br />
<strong>de</strong> forma menos favorable que otra por motivos políticos o sin que<br />
medie un motivo objetivo que lo justifique 95 . Así, en “GAMI v. México”,<br />
el Tribunal estimó que la medida consi<strong>de</strong>rada no había sido<br />
discriminatoria porque existían razones que justificaban el trato<br />
diferenciado: el hecho <strong>de</strong> que sólo ciertos ingenios azucareros fueran<br />
expropiados por el gobierno <strong>de</strong> México reflejaba el objetivo legítimo<br />
<strong>de</strong> que la industria azucarera estuviera en manos <strong>de</strong> empresas<br />
94 “Alex Genin, Eastern Credit Limited, inc. and A.S. Baltoil v. Estonia” (Caso CIADI núm.<br />
ARB/99/2), párr. 367. Traducción <strong>de</strong>l autor.<br />
95 “RFCC”, párr. 97.<br />
195
solventes, no siendo la medida aplicada <strong>de</strong> forma discriminatoria ni<br />
como una barrera disfrazada contra la igualdad <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s 96 .<br />
En “Alex Genin” el Tribunal consi<strong>de</strong>ró si el procedimiento seguido<br />
para la revocación <strong>de</strong> una licencia bancaria violaba la obligación <strong>de</strong><br />
tratamiento no discriminatorio y no arbitrario exigido por el APPRI<br />
entre Estados Unidos y Estonia. Según este Tribunal, el Banco <strong>de</strong><br />
Estonia tenía motivos más que suficientes para revocar la licencia y<br />
habría violado la obligación <strong>de</strong> no discriminar sólo si hubiera actuado<br />
<strong>de</strong> «mala fe, faltado intencionalmente al procedimiento requerido por<br />
la ley o haber incurrido en una omisión extrema» 97 . El Tribunal aña<strong>de</strong><br />
un elemento intencional o exige que se trate <strong>de</strong> un caso extremo, no<br />
contentándose con comprobar la objetividad en la <strong>de</strong>cisión como en<br />
el caso “GAMI” que acabamos <strong>de</strong> ver.<br />
(iii) Medidas equivalentes a expropiación<br />
Como ya se ha indicado es raro en la jurispru<strong>de</strong>ncia arbitral actual<br />
encontrar casos <strong>de</strong> expropiación en sentido estricto. Generalmente<br />
se trata <strong>de</strong> medidas tomadas por el Estado que tienen un efecto<br />
equivalente a la expropiación. La <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> esas medidas, la<br />
evaluación <strong>de</strong> sus efectos para <strong>de</strong>terminar sí son equivalentes a una<br />
expropiación y la distinción entre medidas contractuales son<br />
cuestiones frecuentemente planteadas en el arbitraje <strong>de</strong> inversión 98 .<br />
96 “GAMI Investments, Inc. v. México” (Caso TLCAN/CNUDMI), párr. 144.<br />
97 En el original se dice: «in or<strong>de</strong>r to amount to a violation of the BIT, any procedural<br />
irregularity that may have been present would have to amount to bad faith, a willfull<br />
disregard of due process of law or an extreme insufficiency of action», párr. 371.<br />
98 Vid., en general, R. DOLZER «Indirect Expropriation of Alien Property», ICSID Review,<br />
1986, pp. 41 ss.; R. HIGGINS, «The Taking of Property by the State: Recent<br />
Developments in International Law», Rec. <strong>de</strong>s cours, pp. 322-354 (en a<strong>de</strong>lante HIGGINS);<br />
T. WAELDE & A. KOLO, «Environmental regulation, investment protection and “regulatory<br />
taking” in international law» ICLQ, 2001, pp. 811 ss.; Y. NOUVEL, «Les mesures<br />
equivalent à une expropriation dans la practique récente <strong>de</strong>s tribunaux arbitraux», Revue<br />
Générale <strong>de</strong> Droit international Public, 2002, pp. 79 ss.; L. Y. FORTIER y S. L. DRYMER,<br />
196
Los APPRI no <strong>de</strong>finen normalmente <strong>las</strong> medidas equivalentes a una<br />
expropiación, lo que es comprensible si se tiene en cuenta la gran<br />
variedad <strong>de</strong> medidas posibles. Encontramos a lo sumo APPRI que<br />
ilustran el concepto con ejemplos. Así, algunos APPRI <strong>de</strong> Estados<br />
Unidos se refieren a medidas fiscales, a la venta forzosa <strong>de</strong> la<br />
inversión, a la interferencia en la gerencia o en el control <strong>de</strong> la<br />
inversión.<br />
En “Compañía <strong>de</strong>l Desarrollo <strong>de</strong> Santa Elena S.A. v. Costa Rica” la<br />
diferencia se centraba en el monto <strong>de</strong> la compensación que <strong>de</strong>bía<br />
pagar el Estado al inversor, no había diferencia sobre el hecho <strong>de</strong><br />
que el inversor había sido expropiado. A los efectos <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar<br />
cuándo la expropiación tuvo lugar, el Tribunal <strong>de</strong>finió como medidas<br />
equivalentes a una expropiación aquel<strong>las</strong> medidas tomadas por el<br />
Estado que privan al propietario <strong>de</strong>l título, <strong>de</strong> la posesión o <strong>de</strong>l<br />
beneficio y utilidad económica <strong>de</strong> su propiedad. El Tribunal sostuvo<br />
que la intención <strong>de</strong>l Estado al interferir en los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> propiedad<br />
es menos importante que el impacto <strong>de</strong> <strong>las</strong> medidas para el<br />
propietario 99 .<br />
En “Metalclad” el Tribunal <strong>de</strong>finió <strong>de</strong> forma parecida el concepto <strong>de</strong><br />
expropiación indirecta. El gobierno mexicano fe<strong>de</strong>ral había aprobado<br />
la instalación <strong>de</strong> un centro <strong>de</strong> tratamiento <strong>de</strong> residuos tóxicos en<br />
cierta localidad, indicando al inversor que no se necesitaban otros<br />
permisos. Sin embargo, el ayuntamiento <strong>de</strong> la localidad exigió un<br />
permiso adicional y rehusó conce<strong>de</strong>rlo sin fundamentar su<br />
«Indirect Expropriation in the Law of International Investment: I Know It When I See It, or<br />
Caveat Investor», ICSID Review, 2004, pp. 293-327; J. PAULSSON y Z. DOUGLAS,<br />
«Indirect Expropriation in Investment Treaty Arbitrations», en N. HORN (ed.), Arbitrating<br />
Foreign Investment Disputes. 2004, pp. 145 ss.<br />
99 “Compañía <strong>de</strong>l Desarrollo <strong>de</strong> Santa Elena S.A. v. Costa Rica” (Caso CIADI núm.<br />
ARB/96/1) (en a<strong>de</strong>lante “Santa Elena”) Laudo, párr. 71.<br />
197
<strong>de</strong>cisión 100 . En estas circunstancias el Tribunal <strong>de</strong>finió expropiación<br />
como «una interferencia disimulada o inci<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> la<br />
propiedad que tenga el efecto <strong>de</strong> privar, totalmente o en parte<br />
significativa, al propietario <strong>de</strong>l uso o <strong>de</strong>l beneficio económico que<br />
razonablemente se esperaría <strong>de</strong> la propiedad, aunque no<br />
necesariamente en beneficio obvio <strong>de</strong>l Estado receptor» 101 . El<br />
Tribunal <strong>de</strong>terminó que <strong>las</strong> medidas tomadas por el ayuntamiento<br />
«consi<strong>de</strong>radas conjuntamente con <strong>las</strong> afirmaciones <strong>de</strong>l gobierno<br />
fe<strong>de</strong>ral mexicano, en <strong>las</strong> cuales Metalclad se basó, y en la ausencia<br />
<strong>de</strong> una negativa <strong>de</strong>l Municipio emitida a tiempo, en or<strong>de</strong>n o con<br />
alguna base sustantiva respecto al permiso local <strong>de</strong> construcción,<br />
equivalen a una expropiación indirecta» 102 . De igual modo razonó el<br />
Tribunal en “RFCC” al <strong>de</strong>finir como medidas equivalentes a una<br />
expropiación aquel<strong>las</strong> que «tienen efectos sustanciales <strong>de</strong> una<br />
intensidad cierta que reducen y/o hacen <strong>de</strong>saparecer los beneficios<br />
legítimamente esperados <strong>de</strong> la explotación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos objeto <strong>de</strong><br />
dicha medida hasta tal punto que convienen en inútil la tenencia <strong>de</strong><br />
esos <strong>de</strong>rechos» 103 . La dificultad estriba en <strong>de</strong>terminar hasta qué<br />
punto los beneficios han <strong>de</strong> verse reducidos para que la medida<br />
pueda ser consi<strong>de</strong>rada equivalente a una expropiación.<br />
En “Pope & Talbot” el Tribunal consi<strong>de</strong>ró que, ante la dificultad <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>terminar en ciertos casos si una interferencia en un negocio<br />
equivale a una expropiación, el criterio <strong>de</strong>cisivo se encuentra en que<br />
el alcance <strong>de</strong> la interferencia sea equivalente a una media <strong>de</strong><br />
incautación. Aplicando este estándar el Tribunal <strong>de</strong>sestimó que<br />
ciertas restricciones a la exportación <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> Canadá a<br />
100 “Metalclad v. México” (Caso núm. ARB(AF)/97/1) Laudo, párrs. 106-107.<br />
101 Ibid., párr. 103.<br />
102 Párr. 107.<br />
103 Párr 69. Original en francés. Traducción <strong>de</strong>l autor.<br />
198
Estados Unidos constituían una medida equivalente a una<br />
expropiación por cuanto el <strong>de</strong>mandante podía seguir exportando y<br />
obteniendo beneficios sustanciales 104 .<br />
El Tribunal en “S.D. Myers, Inc. v. Canadá” señaló que, <strong>de</strong> acuerdo<br />
con <strong>las</strong> disposiciones <strong>de</strong>l TLCAN, sería poco probable que medidas<br />
regulatorias pudieran ser «legítimamente» objeto <strong>de</strong> reclamaciones.<br />
Una expropiación involucra la pérdida <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> propiedad,<br />
mientras que <strong>las</strong> medidas regulatorias suponen una injerencia menor.<br />
Según el mismo Tribunal, esta distinción elimina la mayoría <strong>de</strong> los<br />
casos posibles <strong>de</strong> reclamaciones por motivo <strong>de</strong> la intervención<br />
económica <strong>de</strong>l Estado y reduce el riesgo <strong>de</strong> que los gobiernos sean<br />
objeto <strong>de</strong> reclamaciones en el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> sus funciones.<br />
A<strong>de</strong>más, una expropiación normalmente implica la pérdida <strong>de</strong> los<br />
<strong>de</strong>rechos económicos <strong>de</strong>l propietario <strong>de</strong> forma permanente, sí bien<br />
es posible, según <strong>las</strong> circunstancias, que una pérdida parcial o<br />
temporal equivalga a una expropiación ~. En el caso concreto, la<br />
medida contra la que el <strong>de</strong>mandante reclamaba era una restricción<br />
temporal <strong>de</strong> exportación <strong>de</strong> ciertos productos químicos. El Tribunal<br />
consi<strong>de</strong>ró que el elemento temporal <strong>de</strong> la medida tomada por<br />
Canadá no equivalía a una expropiación 105 ; simplemente había<br />
aplazado una oportunidad pues ni Canadá ni otros se beneficiaron<br />
directamente <strong>de</strong> la medida y no había habido una transferencia <strong>de</strong> la<br />
propiedad 106 .<br />
El Tribunal en “Tecmed” se refiere al mismo estándar para diferenciar<br />
entre «una medida regulatoria, expresión normal <strong>de</strong> la autoridad<br />
104 “Pope & Talbot, Inc v. Canadá” (Caso TLCAN/CNUDMI) Interim Award, párrs. 101-102. La<br />
documentación se pue<strong>de</strong> ver en http://www.naftalaw.org.<br />
105 “S. D. Myers v. Canadá” (Caso TLCAN/CNUDMI) Decisión sobre jurisdicción, párrs. 281-<br />
283. La documentación se pue<strong>de</strong> ver en http://www.naftalaw.org.<br />
106 Ibid., párr. 287.<br />
199
107 “Tecmed”, Laudo, párr. 115.<br />
108 Ibid., párr. 122.<br />
estatal en ejercicio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> policía, que trae consigo una<br />
disminución <strong>de</strong> los bienes o <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>l particular, y una<br />
expropiación <strong>de</strong> facto, que priva <strong>de</strong> toda sustancia real a tales bienes<br />
o <strong>de</strong>rechos» 107 . A los efectos <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar el efecto expropiatorio <strong>de</strong><br />
medidas regulatorias, este Tribunal tomó en consi<strong>de</strong>ración, a<strong>de</strong>más<br />
<strong>de</strong> su impacto financiero, su proporcionalidad con el interés público<br />
que <strong>las</strong> medidas trataban <strong>de</strong> proteger; también tuvo en cuenta que un<br />
inversor extranjero tiene poca o ninguna participación en <strong>las</strong><br />
<strong>de</strong>cisiones que le afectan, al no po<strong>de</strong>r ejercer los <strong>de</strong>rechos políticos<br />
reservados a los nacionales <strong>de</strong>l país 108 .<br />
A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar si una medida tiene un efecto expropiatorio,<br />
los Tribunales Arbitrales han tenido que distinguir entre medidas<br />
expropiatorias adoptadas por el Estado en el ejercicio <strong>de</strong> su<br />
autoridad e incumplimientos contractuales por el Estado. En “SGS y.<br />
Filipinas” el Tribunal <strong>de</strong>cidió que rehusar el pago <strong>de</strong> una <strong>de</strong>uda no es<br />
una expropiación, siempre que existan medios para hacer valer los<br />
<strong>de</strong>rechos correspondientes ante los Tribunales ordinarios. Con más<br />
razón no hay expropiación si existe una controversia sin resolver<br />
sobre el monto a pagar 109 . En el segundo caso <strong>de</strong> “Waste<br />
Management”, el Tribunal analizó este punto y estimó que:<br />
«El mero incumplimiento <strong>de</strong> una obligación contractual no <strong>de</strong>be ser<br />
equiparado a la confiscación <strong>de</strong> una propiedad, como tampoco (a<br />
menos que esté acompañado por otros elementos) es equivalente a<br />
una expropiación. Cualquier parte <strong>de</strong> carácter privado pue<strong>de</strong><br />
109 Decisión sobre jurisdicción, párr. 161.<br />
200
incumplir sus contratos, mientras que la nacionalización y la<br />
expropiación son actos inherentemente gubernamentales» 110 .<br />
Según el mismo Tribunal, éstas no son medidas en el sentido <strong>de</strong>l art.<br />
1.110(1) <strong>de</strong>l TLCAN sobre expropiación. La respuesta normal en<br />
estos casos es entablar una <strong>de</strong>manda ante los Tribunales<br />
competentes y «sólo cuando tal acceso a la justicia es vedado en lo<br />
jurídico o en la práctica que el incumplimiento pue<strong>de</strong> convertirse en<br />
una <strong>de</strong>negación <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho» 111 . El <strong>de</strong>mandante no había<br />
perdido sus <strong>de</strong>rechos contractuales y podía continuar ejerciéndolos,<br />
lo que no sería el caso si hubieran sido confiscados o expropiados.<br />
Se necesita «<strong>de</strong>mostrar la privación efectiva <strong>de</strong> un <strong>de</strong>recho, privación<br />
no reparada por ningún recurso a disposición <strong>de</strong> la Demandante, lo<br />
que tiene el efecto <strong>de</strong> impedir el ejercicio <strong>de</strong> ese <strong>de</strong>recho a pleno [sic]<br />
o hasta cierto punto sustancial» 112 . De esta manera en “Amco Asia” el<br />
Tribunal calificó <strong>de</strong> expropiatoria la privación por el Estado <strong>de</strong>l<br />
acceso a sus Tribunales por parte <strong>de</strong>l expropiado, autorizando así<br />
tácitamente al poseedor <strong>de</strong> hecho a quedarse con la posesión <strong>de</strong>l<br />
bien incautado 113 .<br />
Estos casos ilustran la difícil tarea <strong>de</strong> encontrar un punto <strong>de</strong> equilibrio<br />
entre el interés <strong>de</strong>l Estado como regulador <strong>de</strong> la economía y<br />
protector <strong>de</strong>l interés público y el interés <strong>de</strong> inversores particulares en<br />
la protección <strong>de</strong> su inversión y <strong>de</strong> sus beneficios. Los Tribunales se<br />
han guiado por el impacto sobre la inversión <strong>de</strong> <strong>las</strong> medidas<br />
consi<strong>de</strong>radas en su conjunto y han elaborado otros criterios para<br />
distinguir entre medidas <strong>de</strong>l Estado que no requieren compensación<br />
110 “Waste Management v. México” (Caso ARB(AF)/00/3) Laudo, párr. 174.<br />
111 Ibid.<br />
112 Ibid., párr. 175.<br />
113 “Amco Asia Corporation y otros v. Indonesia” (Caso CIADI núm. ARB/81/1), párr. 158.<br />
201
y medidas <strong>de</strong> incautación. No todas <strong>las</strong> actuaciones <strong>de</strong>l Estado han<br />
sido consi<strong>de</strong>radas «medidas». Actuaciones <strong>de</strong>l Estado como parte en<br />
un contrato sin intervención <strong>de</strong> su autoridad pública no han sido<br />
estimadas en los casos estudiados como medidas que equivalgan a<br />
una expropiación, a menos que el inversor tenga vedado el acceso a<br />
los Tribunales ordinarios para hacer valer sus <strong>de</strong>rechos.<br />
(iv) La cláusula «paraguas»<br />
Como parte <strong>de</strong> la protección sustantiva <strong>de</strong> la inversión, algunos<br />
APPRJ incluyen una cláusula disponiendo que cada Estado parte se<br />
compromete a cumplir con <strong>las</strong> obligaciones que ha asumido respecto<br />
<strong>de</strong> inversiones específicas en su territorio hechas por inversores <strong>de</strong><br />
la otra parte. Esta cláusula, <strong>de</strong>nominada cláusula paraguas<br />
(«umbrella clause»), compromiso <strong>de</strong> cobertura («traité <strong>de</strong> coverture»)<br />
o cláusula espejo («clause mirroir»), tiene, según algunos autores, el<br />
efecto <strong>de</strong> convertir un incumplimiento contractual <strong>de</strong>l Estado parte en<br />
un incumplimiento <strong>de</strong>l APPRI 114 . Los Tribunales Arbitrales, por su<br />
parte, han adoptado posiciones diversas en relación con el efecto <strong>de</strong><br />
estas cláusu<strong>las</strong>.<br />
En el caso “Fedax” el Tribunal aplicó implícitamente una cláusula <strong>de</strong><br />
este tipo contenida en el APPRI entre los Países Bajos y Venezuela<br />
sin hacer comentarios al respecto. Por su parte, dos <strong>de</strong>cisiones<br />
recientes han llegado a diferentes conclusiones sobre el alcance <strong>de</strong><br />
la cláusula paraguas. El APPRI entre Suiza y Pakistán incluye una<br />
disposición que obliga a cada parte a «garantizar constantemente la<br />
observancia <strong>de</strong> los compromisos a que se ha obligado respecto <strong>de</strong><br />
114 Vid. C. SCHREUER, «Travelling the BIT Route. Of Waiting Periods, Umbrella Clauses and<br />
Forks in the Road», en The Journal of World Investment & Tra<strong>de</strong>, 2004, pp. 249 ss. (en<br />
a<strong>de</strong>lante Travelling the BIT Route). Sobre el origen <strong>de</strong> la cláusula, vid. A. SINCLAIR. «The<br />
Origins of the Umbrella Clause in the International Law of Investment Protection»,<br />
Arbitration International, 2004, pp. 411 ss.<br />
202
115 Art. 11. Traducción <strong>de</strong>l autor.<br />
116 Párr. 98.<br />
<strong>las</strong> inversiones <strong>de</strong> los inversores <strong>de</strong> la otra parte» 115 . La <strong>de</strong>mandante,<br />
SGS, alegó que esta disposición tenía el efecto <strong>de</strong> transformar un<br />
simple incumplimiento contractual <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> inversión en un<br />
incumplimiento <strong>de</strong> su APPRI con Pakistán 116 . El Tribunal rechazó este<br />
argumento —entre otras razones, por el alcance <strong>de</strong> sus<br />
consecuencias y el impacto que tendría para el Estado— salvo que<br />
se probara que ésta era la intención <strong>de</strong> <strong>las</strong> panes <strong>de</strong>l APPRI. El<br />
Tribunal <strong>de</strong>cidió que el <strong>de</strong>mandante no había presentado pruebas<br />
convincentes <strong>de</strong> que tal fuera el caso 117 .<br />
A raíz <strong>de</strong> esta <strong>de</strong>cisión, Suiza dirigió una comunicación al Secretario<br />
General adjunto <strong>de</strong>l CIADJ expresando su preocupación por la<br />
interpretación dada a la cláusula paraguas <strong>de</strong> su APPRI con<br />
Pakistán. Suiza manifestó que la interpretación <strong>de</strong>l Tribunal era<br />
contraria a la intención <strong>de</strong> Suiza al concluir el APPRI y que no<br />
encontraba apoyo en cláusu<strong>las</strong> similares <strong>de</strong> APPRI concluidos por<br />
otros países ni en los comentarios <strong>de</strong> la doctrina. Suiza lamentó en<br />
panicular que la primera vez que un Tribunal se pronunciaba sobre<br />
esta cuestión adoptara una interpretación restringida, señalando que<br />
se corría el riesgo <strong>de</strong> que fuera tomada como prece<strong>de</strong>nte en casos<br />
futuros 118 . Suiza a<strong>de</strong>más se quejó <strong>de</strong> que el Tribunal no hubiera<br />
solicitado su opinión sobre el significado <strong>de</strong> la cláusula en cuestión<br />
dado que atribuía en su <strong>de</strong>cisión tanta importancia a la intención <strong>de</strong><br />
<strong>las</strong> partes y que había solicitado la opinión <strong>de</strong> Pakistán 119 .<br />
117 Párr. 167. Vid, una crítica <strong>de</strong> esta <strong>de</strong>cisión y cada uno <strong>de</strong> los argumentos utilizados por el<br />
Tribunal en “Travellin the BIT Route”, pp. 252 ss.<br />
118 Mealey’s International Arbitration Report (febrero <strong>de</strong> 2004), pp. 3-4.<br />
119 Ibid., p. 3<br />
203
120 Párr. 126. Traducción <strong>de</strong>l autor.<br />
121 Párr. 128.<br />
Poco tiempo <strong>de</strong>spués un Tribunal Arbitral volvió a pronunciarse sobre<br />
la cláusula paraguas <strong>de</strong>l APPRI entre Suiza y Filipinas en un asunto<br />
en el que SGS también era la parte <strong>de</strong>mandante. El Tribunal<br />
consi<strong>de</strong>ró que el razonamiento contenido en la <strong>de</strong>cisión recaída en el<br />
caso “SGS y. Pakistán” no era convincente y rechazó su<br />
interpretación <strong>de</strong> la cláusula paraguas. Según el Tribunal en el caso<br />
“SGS v. Filipinas”, el efecto <strong>de</strong> esta cláusula no es convertir en<br />
convencionales cuestiones contractuales ni convertir al Derecho<br />
internacional en el Derecho aplicable al contrato, en lugar <strong>de</strong>l<br />
Derecho nacional. La cláusula concierne el cumplimiento <strong>de</strong> los<br />
compromisos <strong>de</strong>l Estado y no su alcance. Su función consiste en<br />
«asegurar a los inversores extranjeros el cumplimiento <strong>de</strong> los<br />
compromisos asumidos por el Estado bajo su propio or<strong>de</strong>namiento<br />
jurídico respecto <strong>de</strong> inversiones específicas —en efecto, ayudar a<br />
asegurar el estado <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho en relación a la protección <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
inversiones—. En la opinión <strong>de</strong>l Tribunal esta es la interpretación<br />
correcta <strong>de</strong>l art. X (2)» 120 . En consecuencia, el Tribunal en “SGS v.<br />
Filipinas” concluyó afirmando que la cláusula paraguas <strong>de</strong>l APPRI<br />
entre Suiza y Filipinas convierte en una violación <strong>de</strong>l APPRI un<br />
incumplimiento <strong>de</strong>l contrato pero no eleva la cuestión <strong>de</strong>l alcance o el<br />
contenido <strong>de</strong> <strong>las</strong> obligaciones contractuales a una cuestión <strong>de</strong><br />
Derecho internacional 121 . Como en el caso en cuestión <strong>las</strong> partes en<br />
el contrato habían acordado someter sus diferencias a otro foro —los<br />
Tribunales ordinarios— y el monto paga<strong>de</strong>ro a SGS según los<br />
términos <strong>de</strong>l contrato estaba en disputa, el Tribunal Arbitral <strong>de</strong>cidió<br />
suspen<strong>de</strong>r el procedimiento hasta que dicho monto fuera acordado<br />
por <strong>las</strong> partes o fijado por los Tribunales ordinarios <strong>de</strong> Filipinas 122 .<br />
122 Párr. 175. Uno <strong>de</strong> los árbitros anexó a la <strong>de</strong>cisión sobre jurisdicción una «<strong>de</strong>claración»<br />
explicando que la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>l Tribunal había sido unánime excepto sobre la cuestión <strong>de</strong><br />
204
Evi<strong>de</strong>ntemente el tema <strong>de</strong> <strong>las</strong> reclamaciones contractuales y su<br />
relación con los APPRJ seguirá siendo objeto <strong>de</strong> discusión vistas <strong>las</strong><br />
dispares conclusiones a que llegaron los Tribunales arbitrales en los<br />
casos SGS 123 .<br />
(v) La cláusula <strong>de</strong> la nación más favorecida (NMF)<br />
Los APPRI extien<strong>de</strong>n el trato otorgado por una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes a<br />
inversores <strong>de</strong> un tercer Estado a través <strong>de</strong> la cláusula NMF. Las<br />
cláusu<strong>las</strong> NMF están redactadas en términos generales e incluyen<br />
excepciones específicas, entre <strong>las</strong> que figuran, entre otras, <strong>las</strong><br />
ventajas otorgadas en el marco <strong>de</strong> tratados <strong>de</strong> integración regional o<br />
<strong>las</strong> <strong>de</strong> naturaleza fiscal. A causa <strong>de</strong> su generalidad, los <strong>de</strong>mandantes<br />
se han basado en este tipo <strong>de</strong> cláusu<strong>las</strong> para reclamar beneficios<br />
otorgados a nacionales <strong>de</strong> terceros Estados 124 . De nuevo ha sido el<br />
Tribunal en el caso “Maffezini” el que ha analizado la cuestión con<br />
más <strong>de</strong>talle. El <strong>de</strong>mandante se basó en el APPRI entre España y<br />
Chile para evitar, como requería el APPRI entre España y Argentina,<br />
recurrir a los Tribunales españoles antes <strong>de</strong> iniciar un procedimiento<br />
si, en cuanto a reclamaciones contractuales, la cláusula <strong>de</strong> jurisdicción exclusiva en el<br />
contrato <strong>de</strong> inversión podía ser <strong>de</strong>scartada a favor <strong>de</strong> la cláusula jurisdiccional en el<br />
APPRI. Mientras que el Tribunal <strong>de</strong>cidió que éste no podía ser el caso, el árbitro disi<strong>de</strong>nte<br />
opinó que, habiendo el Tribunal concluido que tenía jurisdicción sobre reclamaciones<br />
contractuales y basadas en el tratado, estaba obligado a continuar el procedimiento y<br />
examinar<strong>las</strong>. Resulta interesante comparar estas <strong>de</strong>cisiones con los comentarios <strong>de</strong> F. A.<br />
MANN sobre el APPRI entre el Reino Unido y Filipinas que contiene una cláusula<br />
paraguas similar a la <strong>de</strong> los APPRI suizos: «This is a provision of particular importance in<br />
that it protects the investor against any interference with his contractual rights, whether it<br />
results from a mere breach of contract or a legislative or administrative act, and<br />
in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ntly of the question whether or no such interference amounts to expropriation.<br />
The variation of the terms of a contract or licence by legislative measures, the termination<br />
of the contract or the failure to perform any of its terms [...] these and similar acts the<br />
treaties ren<strong>de</strong>r wrongful». MANN, p. 246.<br />
123 Vid. GAILLARD, p. 905. Este tema está relacionado con el <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> múltiples<br />
cláusu<strong>las</strong> jurisdiccionales que se ve más a<strong>de</strong>lante.<br />
124 Vid. R. DOLZER y T. MYERS, «After Tecmed: Most-Favored-Nation Clauses in Investment<br />
Protection Agreements». ICSID Review, 2004, pp. 49 ss.<br />
205
125 Párr. 54.<br />
arbitral. Según este APPRI, el inversor sólo pue<strong>de</strong> recurrir al arbitraje<br />
transcurridos 18 meses <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el sometimiento <strong>de</strong> la diferencia a los<br />
Tribunales internos <strong>de</strong>l Estado receptor <strong>de</strong> la inversión sin que éstos<br />
se hayan pronunciado o, habiéndolo hecho, si la diferencia subsiste.<br />
El Tribunal se planteó si <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong> NMF se aplican únicamente a<br />
la protección substantiva prevista en el acuerdo o si abarcan también<br />
<strong>las</strong> cuestiones procesales. El Tribunal analizó la práctica <strong>de</strong><br />
Argentina y España apuntando que ambas partes habían<br />
abandonado en acuerdos posteriores la exigencia <strong>de</strong> recurrir<br />
previamente a los Tribunales ordinarios, permitiendo el acceso al<br />
arbitraje <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> transcurrido un <strong>de</strong>terminado plazo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />
inicio <strong>de</strong> <strong>las</strong> negociaciones con vistas a intentar una solución<br />
amistosa <strong>de</strong> la controversia. El Tribunal también realizó un estudio<br />
<strong>de</strong>tallado <strong>de</strong> los casos en que esta cláusula ha sido aplicada por<br />
Tribunales internacionales y llegó a la conclusión que los<br />
procedimientos para el arreglo <strong>de</strong> controversias están íntimamente<br />
ligados a la protección <strong>de</strong> los inversores, al igual que lo están<br />
respecto <strong>de</strong> la protección <strong>de</strong> los comerciantes en los tratados<br />
comerciales 125 . El Tribunal relacionó a<strong>de</strong>más <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong> NMF con<br />
el requisito <strong>de</strong>l APPRI <strong>de</strong> que los inversores no reciban un trato<br />
inferior al <strong>de</strong> los nacionales <strong>de</strong>l país receptor. El trato que España<br />
exige para sus inversores en el extranjero <strong>de</strong>be exten<strong>de</strong>rse a los<br />
inversores extranjeros en España. En el caso particular, el acceso al<br />
arbitraje se basaría en el trato que España ha exigido <strong>de</strong> Chile<br />
cuando inversores españoles invierten en Chile.<br />
El Tribunal consi<strong>de</strong>ró los posibles límites al juego <strong>de</strong> <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong><br />
NMF basados en el or<strong>de</strong>n público, mencionando el agotamiento <strong>de</strong><br />
los recursos internos antes <strong>de</strong> recurrir al arbitraje como una regla<br />
fundamental <strong>de</strong> Derecho internacional que si ha sido incluida en un<br />
206
126 Párr. 63.<br />
127 Ibid.<br />
128 Ibid.<br />
APPRI no pue<strong>de</strong> evitarse con fundamento en la cláusula NMF, así<br />
como la opción irrevocable <strong>de</strong> someter-se a los Tribunales<br />
nacionales o al arbitraje internacional. El Tribunal opinó que, <strong>de</strong> no<br />
ser así, al aplicar la cláusula NMF los Tribunales alterarían «el<br />
carácter <strong>de</strong>finitivo <strong>de</strong> los arreglos pactados que muchos países<br />
estiman importantes como cuestión <strong>de</strong> política pública» 126 . También<br />
consi<strong>de</strong>ró inamovibles los pactos relativos a <strong>de</strong>terminados<br />
mecanismos <strong>de</strong> arbitraje, como el CIADI mismo, o cuyo objeto es<br />
«someterse a un sistema <strong>de</strong> arbitraje altamente institucionalizado<br />
que incorpore reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> procedimiento precisas», como el <strong>de</strong>l<br />
TLCAN 127 . La preocupación <strong>de</strong>l Tribunal por evitar que su <strong>de</strong>cisión<br />
fuera interpretada <strong>de</strong> forma extensiva es evi<strong>de</strong>nte en la conclusión <strong>de</strong><br />
sus consi<strong>de</strong>raciones sobre este tema: «En todo caso, <strong>de</strong>be quedar<br />
clara la distinción entre la legítima extensión <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y<br />
beneficios mediante la aplicación <strong>de</strong> la cláusula, por una parte, y la<br />
alternativa nociva <strong>de</strong> tratar <strong>de</strong> aplicar diversos tratados para alterar<br />
los objetivos <strong>de</strong> política en que se fundamentan algunas<br />
disposiciones específicas, por la otra» 128 .<br />
Más recientemente, en “Tecmed” el <strong>de</strong>mandante, basándose en<br />
“Maffezini”, reclamó la aplicación retroactiva <strong>de</strong>l acuerdo al estar ésta<br />
permitida en el APPRI entre Austria y México. El Tribunal rehusó<br />
entrar en el tema en <strong>de</strong>talle estimando que<br />
«cuestiones vinculadas a la aplicación en el tiempo <strong>de</strong>l acuerdo, que<br />
en realidad conciernen más el ámbito temporal <strong>de</strong> aplicación <strong>de</strong> sus<br />
disposiciones sustantivas que a cuestiones <strong>de</strong> índole procesal o<br />
jurisdiccional, por su trascen<strong>de</strong>ncia e importancia, integran el núcleo<br />
207
129 “Tecmed”, Laudo, párr. 69.<br />
<strong>de</strong> cuestiones que <strong>de</strong>ben presumirse como especialmente<br />
negociadas entre <strong>las</strong> Partes Contratantes y <strong>de</strong>terminantes <strong>de</strong> su<br />
aceptación <strong>de</strong>l Acuerdo, ya que atañen directamente, tanto la<br />
i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>l régimen sustantivo <strong>de</strong> protección aplicable al<br />
inversor extranjero y muy particularmente <strong>de</strong>l contexto jurídico<br />
general —nacional o internacional— <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l cual tal régimen<br />
opera, cuanto al acceso <strong>de</strong>l inversor extranjero a <strong>las</strong> disposiciones<br />
sustantivas que forman tal régimen; y no pue<strong>de</strong>n, por en<strong>de</strong>, verse<br />
<strong>de</strong>svirtuadas en su aplicación a través <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> La cláusula<br />
más favorecida» 129 .<br />
La dificultad en ambas <strong>de</strong>cisiones está en dilucidar cuáles son <strong>las</strong><br />
cuestiones que afectan la política <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes o cuáles son aquel<strong>las</strong><br />
que han sido especialmente negociadas. En “Plama” el Tribunal optó<br />
por un concepto restringido <strong>de</strong> la operación <strong>de</strong> la cláusula NMF que<br />
evita esta dificultad. Según este Tribunal, «<strong>las</strong> disposiciones <strong>de</strong> un<br />
tratado específico han sido negociadas para resolver <strong>las</strong> diferencias<br />
bajo ese tratado. No es posible presumir que los Estados parte hayan<br />
acordado que tales disposiciones puedan ser extendidas<br />
incorporando <strong>las</strong> disposiciones sobre el arreglo <strong>de</strong> diferencias <strong>de</strong><br />
otros tratados negociados en un contexto diferente» 130 . A menos,<br />
claro está, que <strong>las</strong> partes <strong>de</strong>l tratado lo hayan acordado<br />
expresamente. Esta interpretación restrictiva <strong>de</strong> la cláusula se<br />
entien<strong>de</strong> en el contexto <strong>de</strong>l caso específico, pues el <strong>de</strong>mandante<br />
pretendía acogerse a través <strong>de</strong> la cláusula NMF al arbitraje <strong>de</strong>l CIADI<br />
que no estaba específicamente previsto en el tratado básico. Es<br />
<strong>de</strong>cir, el alcance que el <strong>de</strong>mandante pretendía darle era mucho más<br />
extenso que en “Maffezini” y, como observa el Tribunal en la<br />
<strong>de</strong>cisión, ningún Tribunal ha hecho lo que el <strong>de</strong>mandante solicita, a<br />
130 “Plama Consortium Ltd. V. Bulgaria” ((ICSID Case núm. ARB/03/24) Decisión sobre<br />
jurisdicción, párr. 207 (traducción <strong>de</strong>l autor).<br />
208
saber, reemplazar in toto <strong>las</strong> disposiciones sobre el arreglo <strong>de</strong><br />
diferencias <strong>de</strong> un tratado por <strong>las</strong> <strong>de</strong> otro 131 .<br />
(vi) Los límites <strong>de</strong> la protección<br />
La generalidad <strong>de</strong> los términos y expresiones empleados en los<br />
APPRI, tales como «protección y seguridad plenas», ha dado origen<br />
a algunas reclamaciones basadas en la creencia <strong>de</strong> que el Estado <strong>de</strong><br />
inversión asume una responsabilidad ilimitada en cuanto a la<br />
seguridad <strong>de</strong> <strong>las</strong> inversiones en su territorio, responsabilidad que<br />
podría llegar a incluir los riesgos propios <strong>de</strong>l inversor.<br />
En la primera reclamación basada en un APPRI, “Asian Agricultural<br />
Products v. Sri Lanka” 132 , el <strong>de</strong>mandante afirmó que el criterio<br />
tradicional <strong>de</strong> la diligencia <strong>de</strong>bida como obligación mínima en<br />
Derecho internacional consuetudinario había sido reemplazada por el<br />
criterio <strong>de</strong> la responsabilidad objetiva, según el cual el Estado sería<br />
responsable in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> la diligencia con que hubiera<br />
actuado para proteger una inversión que fue dañada en el curso <strong>de</strong><br />
acciones militares.<br />
El Tribunal rechazó este argumento y sostuvo que la protección y<br />
seguridad a que se había comprometido Sri Lanka en el tratado era<br />
equivalente al estándar <strong>de</strong> diligencia requerida en Derecho<br />
internacional consuetudinario y que no iba más allá. El mismo<br />
significado fue atribuido a esta obligación en el caso <strong>de</strong> “American<br />
Manufacturing & Trading, Inc. v. Republic of Zafre” 133 : la obligación<br />
131 Ibid., párr. 210. La <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>l Tribunal sobre cuestiones preliminares en el caso “Gas<br />
Natural SDG, S.A. v. Argentina” (Caso CIADI núm. ARB/03/10) confirma que <strong>las</strong><br />
disposiciones <strong>de</strong> los APRI sobre arbitraje constituyen un incentivo y protección importante<br />
para los inversores (párr. 31) y adopta una interpretación <strong>de</strong> la cláusula NMF similar a la<br />
<strong>de</strong> “Maffizini” en una situación parecida a la <strong>de</strong> ese caso.<br />
132 ICSID Review, 1991, pp. 526 ss.<br />
133 Internacional Legal Materials, 1997, pp. 1531 ss.<br />
209
134 Párrs. 6.01-6.11.<br />
135 Laudo, párr. 64<br />
136 Ibid.<br />
<strong>de</strong>l Zaire era simplemente una obligación <strong>de</strong> vigilancia pero no <strong>de</strong><br />
protección a toda costa. El Tribunal no consi<strong>de</strong>ró necesario analizar<br />
si esta obligación era una obligación <strong>de</strong> resultado o <strong>de</strong> conducta ya<br />
que el Estado no había tomado ninguna medida protectora 134 .<br />
En cuanto a la atribución <strong>de</strong> riesgos comerciales al Estado, los<br />
Tribunales arbitrales se han pronunciado repetidamente sobre este<br />
punto y han tratado <strong>de</strong> diferenciar el riesgo comercial <strong>de</strong>l riesgo<br />
político. En “Maffezini” el Tribunal rechazó reclamaciones en <strong>las</strong> que<br />
se implicaba al Estado por la calidad <strong>de</strong> la información entregada por<br />
SODIGA al inversor y por irregularida<strong>de</strong>s cometidas por la banca<br />
privada. En ese contexto el Tribunal afirmó que los APPRI no son<br />
pólizas <strong>de</strong> seguro contra <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> negocios equivocadas 135 y<br />
que <strong>las</strong> políticas y prácticas que hubiera podido seguir SODIGA no<br />
eximían al inversor <strong>de</strong> los riesgos inherentes a cualquier inversión 136 .<br />
De la misma manera falló el Tribunal en “Eudoro Olguín”. El inversor<br />
había <strong>de</strong>positado ciertos fondos en Paraguay con la intención <strong>de</strong><br />
invertirlos. El <strong>de</strong>pósito había sido hecho en una sociedad que emitió<br />
certificados <strong>de</strong> <strong>de</strong>pósito. Esta sociedad quebró durante la crisis<br />
financiera subsiguiente. El inversor pretendía que el Estado era<br />
responsable <strong>de</strong> su pérdida por cuanto, a su juicio, la crisis había sido<br />
el resultado <strong>de</strong> la supervisión negligente <strong>de</strong>l sistema financiero por<br />
<strong>las</strong> autorida<strong>de</strong>s paraguayas. El Tribunal rechazó tal pretensión al<br />
consi<strong>de</strong>rar que la inversión hecha por el inversor era especulativa y<br />
arriesgada y que, al ser el <strong>de</strong>mandante un hombre <strong>de</strong> negocios con<br />
experiencia, <strong>de</strong>bía ser consciente <strong>de</strong> los riesgos asumidos. Si bien<br />
Paraguay hubiera podido ser negligente en la supervisión <strong>de</strong> su<br />
sistema financiero no había relación directa con el inversor.<br />
210
En el mismo sentido se pronunció un Tribunal Arbitral en un caso<br />
reciente en que el <strong>de</strong>mandante estaba a punto <strong>de</strong> quebrar y basaba<br />
su reclamación en el impago <strong>de</strong> ciertas facturas. El Tribunal<br />
manifestó que<br />
«no es función <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional en materia <strong>de</strong> expropiación,<br />
tal como se refleja en el art. 1.110 [<strong>de</strong>l TLCAN], eliminar los riesgos<br />
comerciales normales que asume un inversionista extranjero, o<br />
trasladarle a México el peso <strong>de</strong> in<strong>de</strong>mnizar por el fracaso <strong>de</strong> un plan<br />
<strong>de</strong> negocios que, dadas <strong>las</strong> circunstancias, se fundaba en una base<br />
<strong>de</strong> clientes <strong>de</strong>masiado acotada que <strong>de</strong>pendía para su éxito <strong>de</strong><br />
hipótesis insostenibles sobre captación <strong>de</strong> clientes y cumplimiento<br />
contractual. Una empresa a punto <strong>de</strong> quebrar no es expropiada sólo<br />
porque no se pagan <strong>las</strong> <strong>de</strong>udas o por que no se cumplen otras<br />
obligaciones contractuales» 137 .<br />
Estos ejemplos reflejan la preocupación <strong>de</strong> los Tribunales por no<br />
atribuir al Estado responsabilida<strong>de</strong>s que no le correspon<strong>de</strong>n. Un<br />
inversor diligente y con experiencia evalúa la situación <strong>de</strong> riesgo en<br />
el país. La plena protección y seguridad a que se comprometen los<br />
Estados en los APPRI no incluyen <strong>las</strong> consecuencias <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong><br />
errores <strong>de</strong> evaluación cometidos por el inversor.<br />
(vii) Múltiples cláusu<strong>las</strong> jurisdiccionales<br />
137 GAMI, Laudo, párr. 177.<br />
Uno <strong>de</strong> los temas frecuentes que se plantean en los arbitrajes <strong>de</strong><br />
inversión basados en los APPRI es la competencia <strong>de</strong> los Tribunales<br />
en los supuestos en que el <strong>de</strong>mandante ha concluido un contrato con<br />
el Estado o una <strong>de</strong> sus subdivisiones políticas o socieda<strong>de</strong>s estatales<br />
comprometiéndose a someter <strong>las</strong> diferencias contractuales a los<br />
Tribunales ordinarios o administrativos <strong>de</strong>l Estado en cuestión. En<br />
estos supuestos, el Estado suele alegar que, al tener la reclamación<br />
211
su origen en una controversia contractual, ningún Tribunal Arbitral<br />
pue<strong>de</strong> ser competente en perjuicio <strong>de</strong> <strong>las</strong> jurisdicciones previstas en<br />
el correspondiente contrato. Por su parte, el <strong>de</strong>mandante caracteriza<br />
la diferencia como una diferencia que surge <strong>de</strong> un incumplimiento <strong>de</strong>l<br />
APPRI por el Estado.<br />
En “Lanco” el Tribunal Arbitral afirmó su competencia no obstante<br />
una cláusula jurisdiccional en un contrato <strong>de</strong> concesión para la<br />
explotación y construcción <strong>de</strong> una terminal portuaria en el que se<br />
estipulaba que <strong>las</strong> partes aceptaban la competencia <strong>de</strong> la jurisdicción<br />
administrativa <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Buenos Aires para conocer <strong>de</strong><br />
cuestiones relacionadas con la concesión. El Tribunal Arbitral <strong>de</strong>cidió<br />
que la opción <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes por la jurisdicción administrativa local no<br />
suponía un acuerdo previo sobre un procedimiento <strong>de</strong> arreglo <strong>de</strong><br />
diferencias en el sentido previsto en el APPRI entre Estados Unidos y<br />
Argentina. Según el Tribunal, el inversor no tenía otra opción que la<br />
<strong>de</strong> aceptar la jurisdicción administrativa pues ésta no pue<strong>de</strong> ni ser<br />
elegida ni rechazada. 138 . Por otra parte Argentina, siempre según el<br />
Tribunal, ofreció por medio <strong>de</strong>l APPRI someter <strong>las</strong> controversias <strong>de</strong><br />
inversión al CIADI y el inversor aceptó esta oferta. De acuerdo con el<br />
Convenio, Argentina no podía retirar unilateralmente su<br />
consentimiento a la jurisdicción <strong>de</strong>l CIADI y ningún otro<br />
procedimiento podía interferir con el procedimiento <strong>de</strong> arbitraje una<br />
vez que éste se había iniciado 139 .<br />
El Tribunal en “Compañía <strong>de</strong> Aguas <strong>de</strong>l Aconquija, S.A. y Compagnie<br />
Générale <strong>de</strong>s Eaux (Vivendi Universal) [en a<strong>de</strong>lante ‘Vivendi’] v.<br />
Argentina” <strong>de</strong>cidió que los Tribunales administrativos <strong>de</strong> Tucumán,<br />
138 Internacional Legal Materials, 2001, p. 457, párr. 26. Vid. el comentario <strong>de</strong> GAILLARD:<br />
“Même si la <strong>de</strong>cisión du Tribunal paraît justifieée, il aurait été plus simple, et<br />
vraisemblement plus respectueux <strong>de</strong> la voonté <strong>de</strong>s parties, <strong>de</strong> la fon<strong>de</strong>r sur la seule<br />
considération que la traité bilateral offre une option à l’investisseur” (GAILLARD, p. 640).<br />
139 Internacional LegalMaterials, 2001, p. 470, párr. 40.<br />
212
que tenían competencia para aplicar e interpretar el contrato <strong>de</strong><br />
concesión, no la tenían para <strong>de</strong>cidir respecto <strong>de</strong> reclamaciones que<br />
se fundaban en un <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acción <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong>l APPRI. El<br />
Tribunal afirmó su competencia para enten<strong>de</strong>r <strong>de</strong> <strong>las</strong> reclamaciones<br />
<strong>de</strong> los <strong>de</strong>mandantes por estar basadas en el APPRI entre Francia y<br />
Argentina. Sin embargo, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> afirmar su competencia, en su<br />
<strong>de</strong>cisión sobre el fondo, el Tribunal estimó que, como <strong>las</strong> actuaciones<br />
en que basaban los <strong>de</strong>mandantes su reclamación estaban ligadas al<br />
cumplimiento <strong>de</strong>l contrato <strong>de</strong> concesión y existía una conexión crucial<br />
entre los términos <strong>de</strong>l contrato y los pretendidos incumplimientos <strong>de</strong>l<br />
APPRI, Argentina no podía ser consi<strong>de</strong>rada responsable a menos<br />
que los <strong>de</strong>mandantes hubieran hecho valer sus <strong>de</strong>rechos ante los<br />
Tribunales <strong>de</strong> Tucumán, en función <strong>de</strong>l contrato <strong>de</strong> concesión, y<br />
éstos les hubieran <strong>de</strong>negado sus <strong>de</strong>rechos procesales o sustantivos.<br />
Los <strong>de</strong>mandantes solicitaron la anulación <strong>de</strong>l laudo y el Comité <strong>de</strong><br />
Anulación <strong>de</strong>cidió que el Tribunal Arbitral había incurrido en abuso <strong>de</strong><br />
po<strong>de</strong>r al afirmar su competencia y, sin embargo, no ejercerla. En<br />
consecuencia, anuló parcialmente el laudo en cuanto al fondo <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
reclamaciones presentadas con fundamento en el APPRI. El comité<br />
no aceptó que una cláusula <strong>de</strong> jurisdicción exclusiva en un contrato<br />
pueda impedir que una conducta <strong>de</strong>l Estado pueda ser calificada<br />
como ilícita por incumplimiento <strong>de</strong>l APPRI, cuestión ésta que ha <strong>de</strong><br />
dilucidarse conforme al Derecho internacional 140 . No se trata <strong>de</strong><br />
ejercer la jurisdicción en relación con los aspectos contractuales <strong>de</strong> la<br />
controversia, que, en el caso consi<strong>de</strong>rado, son <strong>de</strong> competencia<br />
exclusiva <strong>de</strong> los Tribunales locales, sino <strong>de</strong> tener en cuenta <strong>las</strong><br />
140 Decisión sobre anulación, párr. 103.<br />
213
disposiciones <strong>de</strong>l contrato al <strong>de</strong>terminar si se ha incumplido el<br />
APPRI 141 .<br />
En CMS el Tribunal se refirió, entre otras, a <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> “Lanco”<br />
y “Vivendi” concluyendo que <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong> <strong>de</strong> la licencia otorgando<br />
jurisdicción exclusiva a los Tribunales ordinarios <strong>de</strong> Argentina no<br />
impedían la afirmación <strong>de</strong> competencia <strong>de</strong> un Tribunal <strong>de</strong>l CIADI bajo<br />
el APPRI ya que <strong>las</strong> funciones <strong>de</strong> la licencia y <strong>de</strong>l tratado eran<br />
diferentes 142<br />
En “Salini” el Tribunal consi<strong>de</strong>ró que el consentimiento <strong>de</strong> Marruecos<br />
a someter diferencias con un inversor al arbitraje en el APPRI con<br />
Italia no abarcaba reclamaciones contra una entidad con<br />
personalidad jurídica propia organizada por el Estado a los efectos<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar una actividad particular. En consecuencia, <strong>las</strong><br />
violaciones <strong>de</strong> un contrato entre esta persona moral y un inversor no<br />
implicarían al Estado y el Tribunal Arbitral no tendría competencia<br />
para consi<strong>de</strong>rar<strong>las</strong>. Por otra parte, el Tribunal se <strong>de</strong>claró competente<br />
para consi<strong>de</strong>rar aquel<strong>las</strong> violaciones <strong>de</strong> ese contrato que fueran al<br />
mismo tiempo una violación <strong>de</strong>l APPRI por el Estado mismo 143 . Al<br />
igual que en “Lanco”, la cláusula jurisdiccional <strong>de</strong>l contrato<br />
administrativo <strong>de</strong> obra no fue consi<strong>de</strong>rada por el Tribunal como una<br />
opción válida a efectos <strong>de</strong>l APPRI que excluyera la jurisdicción <strong>de</strong> un<br />
Tribunal CIADI para enten<strong>de</strong>r <strong>de</strong> reclamaciones formuladas como<br />
infracciones <strong>de</strong>l APPRI 144 . Según otro Tribunal, este tipo <strong>de</strong><br />
reclamaciones <strong>de</strong>ben ser objeto <strong>de</strong> un examen <strong>de</strong> fondo por parte <strong>de</strong><br />
141<br />
“CMS Gas Transmisión Company v. Argentina” (Caso CIADI núm. ARB/01/8) Decisión<br />
sobre jurisdicción, párr. 76.<br />
142<br />
“CMS Gas Transmisión Company v. Argentina” (Caso CIADI núm. ARB/01/8) Decisión<br />
sobre jurisdicción, párr. 76.<br />
143 Decisión sobre jurisdicción, párrs. 60-62<br />
144 Ibid., párr. 27.<br />
214
los Tribunales Arbitrales, pues <strong>de</strong> lo contrario se estaría aceptando la<br />
alegación <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> que se trata <strong>de</strong> reclamaciones puramente<br />
contractuales y <strong>de</strong>negando al <strong>de</strong>mandante el <strong>de</strong>recho a presentar<br />
ante el Tribunal sus alegaciones en contra. Si el Tribunal se <strong>de</strong>clara<br />
incompetente <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> <strong>de</strong> antemano que la reclamación <strong>de</strong>l<br />
<strong>de</strong>mandante carece <strong>de</strong> fundamento 145<br />
Las <strong>de</strong>cisiones sobre jurisdicción coinci<strong>de</strong>n en rechazar excepciones<br />
basadas en la exclusividad <strong>de</strong>l foro <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> una cláusula<br />
contractual cuando la reclamación ha sido presentada en relación<br />
con el incumplimiento <strong>de</strong> un APPRI. Sin embargo, hay variaciones en<br />
su fundamento. Mientras el Tribunal en “Lanco”, y en parte en<br />
“Salini”, se basó en la imposibilidad <strong>de</strong> rechazar la jurisdicción<br />
administrativa, los otros Tribunales diferencian la causa <strong>de</strong> la acción.<br />
De esta manera adoptan un criterio más amplio que podría abarcar<br />
cualquier otro medio <strong>de</strong> arreglo <strong>de</strong> diferencias previsto en el contrato<br />
incluido el arbitraje mismo.<br />
G) Reflexiones <strong>de</strong> cara al futuro<br />
El arbitraje <strong>de</strong> inversión está evolucionando rápidamente y cobrando su<br />
propia personalidad. Las cuestiones que se plantean son diferentes <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
que normalmente <strong>de</strong>ben abordar los Tribunales en el arbitraje comercial.<br />
La presencia <strong>de</strong> los Estados como partes en los procedimientos les<br />
imprime un carácter distinto, influyéndolos gradualmente en términos <strong>de</strong><br />
publicidad, participación <strong>de</strong> terceros y posible apelación <strong>de</strong> los laudos. De<br />
hecho, la experiencia en la aplicación <strong>de</strong> los APPRI está propiciando una<br />
nueva generación <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> APPRI. Estos temas van marcando el<br />
futuro <strong>de</strong>l arbitraje <strong>de</strong> inversión y se discuten a continuación.<br />
La confi<strong>de</strong>ncialidad es una <strong>de</strong> <strong>las</strong> características <strong>de</strong>l arbitraje comercial<br />
internacional, en el que, a<strong>de</strong>más, los laudos no constituyen, por <strong>de</strong>finición,<br />
145 “SGS v. Pakistán”, párr. 181.<br />
215
prece<strong>de</strong>ntes a seguir para futuros árbitros que normalmente no tendrían<br />
conocimiento <strong>de</strong> ellos. Estas características no encajan bien en los<br />
procedimientos arbitrales con la participación <strong>de</strong> Estados, preocupados,<br />
como están, por el interés público, la transparencia en el procedimiento y la<br />
consistencia entre <strong>las</strong> <strong>distintas</strong> <strong>de</strong>cisiones arbitrales.<br />
Se ha dicho que:<br />
«El arbitraje se ha <strong>de</strong>sarrollado en una dirección fundamentalmente nueva<br />
con los arbitrajes inversor-Estado <strong>de</strong>jando el ámbito <strong>de</strong> la resolución <strong>de</strong><br />
diferencias puramente privadas y entrando una esfera <strong>de</strong> características<br />
públicas sustanciales. Este papel público presenta un <strong>de</strong>safío importante a<br />
la credibilidad <strong>de</strong>l arbitraje internacional que, por primera vez se enfrenta<br />
con <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> justificarse en términos <strong>de</strong> los valores <strong>de</strong> una sociedad<br />
abierta. Estas <strong>de</strong>mandas suscitan cuestiones <strong>de</strong> transparencia <strong>de</strong>l<br />
procedimiento arbitral, <strong>de</strong> la responsabilidad <strong>de</strong> los árbitros y <strong>de</strong><br />
compatibilidad <strong>de</strong>l arbitraje inversor-Estado con la <strong>de</strong>mocracia y la<br />
soberanía nacional» 146 .<br />
De forma sucinta estas afirmaciones registran el impacto <strong>de</strong> que una parte<br />
sea un Estado: interés público, transparencia en el procedimiento y en <strong>las</strong><br />
<strong>de</strong>cisiones. La publicidad <strong>de</strong>l procedimiento está directamente ligada al<br />
interés <strong>de</strong>l público respecto <strong>de</strong> la medida gubernamental que ha dado lugar<br />
al procedimiento. al interés general en una protección apropiada <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
inversiones o al interés en el efecto que pueda tener lo que <strong>de</strong>cidan los<br />
Tribunales Arbitrales en relación con situaciones internas análogas, por<br />
ejemplo, al <strong>de</strong>finir los conceptos <strong>de</strong> expropiación y <strong>de</strong> medidas<br />
equivalentes 147 .<br />
146 “B. CREMADES y D. CAIRNS, “The Brave New World of Global Arbitration”, The Journal<br />
of World Investment, 2002, pp. 208-209.<br />
147<br />
B. LEGUM, “trenes and Challenges in Investor-State Arbitration”, Arbitration International,<br />
2003, p. 145.<br />
216
La confi<strong>de</strong>ncialidad no es consubstancial al arbitraje. Los reglamentos <strong>de</strong>l<br />
CIADI y <strong>de</strong>l Mecanismo Complementario permiten la publicidad <strong>de</strong>l<br />
procedimiento y <strong>de</strong> los laudos siempre que <strong>las</strong> partes estén <strong>de</strong> acuerdo. De<br />
hecho ha habido procedimientos abiertos al público que se han podido<br />
seguir por Internet y la mayoría <strong>de</strong> los laudos se publican por dicha<br />
institución o, a falta <strong>de</strong> acuerdo entre <strong>las</strong> partes a este respecto, por una <strong>de</strong><br />
el<strong>las</strong>.<br />
Des<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista histórico, <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> comisiones mixtas <strong>de</strong><br />
reclamaciones o los laudos <strong>de</strong> Tribunales Arbitrales específicos<br />
establecidos por Estados y a los que tienen acceso particulares han sido<br />
publicados. Se pue<strong>de</strong>n citar numerosos ejemplos empezando por el<br />
Tribunal Arbitral establecido por Estados Unidos y el Reino Unido bajo el<br />
Tratado Jay para resolver reclamaciones generadas por la guerra <strong>de</strong><br />
in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Estados Unidos o la Comisión <strong>de</strong> Reclamaciones<br />
Franco-Americana, que publicó entre 1880 y 1884 setenta y cinco<br />
volúmenes <strong>de</strong> alegatos, transcripciones <strong>de</strong> audiencias, pruebas<br />
documentales y laudos. Lo mismo se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> <strong>las</strong> comisiones mixtas<br />
establecidas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la primera guerra mundial 148 .<br />
Por otra parte, a los efectos <strong>de</strong> representar el interés público o <strong>de</strong>l público,<br />
la participación <strong>de</strong> terceros —amici curiae, amigos <strong>de</strong>l Tribunal— en el<br />
procedimiento <strong>de</strong> Tribunales internacionales es más reciente. El amicus<br />
curiae tiene sus raíces en el or<strong>de</strong>namiento jurídico inglés y en el <strong>de</strong><br />
Estados Unidos. Consiste en facultar a un tercero para presentar<br />
información en un procedimiento judicial que pueda ayudar al Tribunal en<br />
cuestiones <strong>de</strong> hecho o Derecho. A pesar <strong>de</strong> que el Entendimiento sobre<br />
Solución <strong>de</strong> Diferencias <strong>de</strong> la OMC no prevé la figura <strong>de</strong>l amicus curiae, el<br />
Órgano <strong>de</strong> Apelación previsto en dicho Entendimiento ha estructurado un<br />
procedimiento a tal efecto y éste ha servido <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lo para los Tribunales<br />
148<br />
B. LEGUM, “Fe<strong>de</strong>ralism, NAFTA Chapter Eleven and the Jay Treaty of 1794”, ICSID<br />
News, vol. 18, núm. 1, pp. 3-4.<br />
217
arbitrales establecidos bajo el TLCAN, empezando por el caso “Methanex<br />
v. Estados Unidos” 149 ,<br />
La Comisión <strong>de</strong> Libre Comercio <strong>de</strong>l TLCAN publicó en dicha ocasión una<br />
<strong>de</strong>claración sobre el procedimiento a seguir, <strong>de</strong>claración que fue adoptada<br />
por el Tribunal Arbitral correspondiente. La posibilidad <strong>de</strong> que un tercero<br />
participe se <strong>de</strong>ja a la discreción <strong>de</strong>l Tribunal <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar la<br />
solicitud <strong>de</strong>l tercero y su presentación por escrito. Según dicha <strong>de</strong>claración,<br />
el Tribunal, al <strong>de</strong>cidir si permite la participación <strong>de</strong> un tercero, <strong>de</strong>be tener<br />
en cuenta los siguientes factores:<br />
si la participación ayudará al Tribunal en la apreciación <strong>de</strong> los hechos<br />
o el <strong>de</strong>recho,<br />
si está <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l ámbito <strong>de</strong> la diferencia,<br />
si el tercero tiene un interés importante en la controversia, y<br />
si hay un interés público en el asunto sometido al arbitraje 150<br />
Estas preocupaciones —transparencia, publicidad, temor <strong>de</strong> que el or<strong>de</strong>n<br />
jurídico interno se vea afectado por laudos <strong>de</strong> Tribunales ajenos a ese<br />
or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>mocráticamente establecido — están estrechamente ligadas a<br />
otro hecho que hemos apuntado al principio, esto es, que los arbitrajes <strong>de</strong><br />
inversión también se dirijan contra países exportadores <strong>de</strong> capital. En<br />
efecto, Estados que normalmente han sido los promotores <strong>de</strong> los APPRI y<br />
han impuesto su propio mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> APPRI empiezan a ser parte<br />
<strong>de</strong>mandada. Un hecho al parecer no anticipado. El caso más claro es el<br />
149 L. BOISSON DE CHAZOURNES y M.M. MBENGUE, “The Amici Curiae and the WTO<br />
Dispute Settlement System: the Doors are Open”, The Law and Practice of International<br />
Courts and Tribunals, 2003, pp. 205 ss. Y bibliografía allí citada.<br />
150 Vid- texto en www.naftalaw.org. Vid. también la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> 19 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2005 <strong>de</strong>l Tribunal<br />
en “Aguas Argentinas, S.A. et al v. Argentina” (Caso CIADI núm. ARB/03/19) respondiendo<br />
a una petición <strong>de</strong> transparencia y participación como amici curiae por primera vez en un<br />
caso CIADI, www.wordbank.org/icsid.<br />
218
<strong>de</strong>l TLCAN, dos <strong>de</strong> cuyos miembros — Canadá y EEUU—, son<br />
tradicionalmente exportadores <strong>de</strong> capital. La experiencia <strong>de</strong> ser Estado<br />
<strong>de</strong>mandado está produciendo en estos países una reacción <strong>de</strong>fensiva. Por<br />
otra parte, México se ha mostrado más ecuánime. Su abogado <strong>de</strong>fensor<br />
manifestó recientemente que, comparado con <strong>las</strong> inversiones en México en<br />
los años noventa, el monto que se ha visto obligado a pagar por daños y<br />
perjuicios en cumplimiento <strong>de</strong> laudos es irrisorio. La posibilidad <strong>de</strong> recurrir<br />
al arbitraje ha resultado ser ventajosa para México aun cuando pue<strong>de</strong><br />
haber perdido algunos casos 151 .<br />
La publicidad <strong>de</strong> los laudos ha puesto <strong>de</strong> manifiesto que en situaciones<br />
análogas Tribunales Arbitrales han dictado laudos contradictorios, lo que a<br />
su vez está provocando una reconsi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> los elementos <strong>de</strong> control<br />
<strong>de</strong>l procedimiento arbitral. Los casos recientes que más han llamado la<br />
atención son “Lau<strong>de</strong>r v. Chequia” y “CME v. Chequia”. El mismo actor<br />
estaba involucrado en ambos casos, como individuo en el primero, a través<br />
<strong>de</strong> una sociedad <strong>de</strong> la que era accionista en el segundo. La sociedad<br />
holan<strong>de</strong>sa CME basó su reclamación en el APPRI entre Holanda y<br />
Chequia, en tanto que el Sr. Lau<strong>de</strong>r, ciudadano estadouni<strong>de</strong>nse, en el<br />
correspondiente APPRI <strong>de</strong> Estados Unidos con Chequia. El que los<br />
resultados <strong>de</strong> los arbitrajes fueran completamente diferentes ha sido objeto<br />
<strong>de</strong> preocupación y <strong>de</strong> crítica 152 .<br />
En los casos <strong>de</strong> “SGS v. Pakistán” y “SGS v. Filipinas”, como ya hemos<br />
apuntado, los Tribunales han interpretado <strong>de</strong> forma diferente la llamada<br />
cláusula paraguas. En el caso que involucra a Filipinas, el Tribunal, al<br />
mostrar su <strong>de</strong>sacuerdo con la interpretación dada a esa cláusula por el<br />
151 H. PEREZCANO, “Has the proliferation of BITs [APPRI en inglés] gone too far?”, The<br />
Journal of World Investment & Tra<strong>de</strong>, 2004, pp. 102 – 103.<br />
152 Ninguno <strong>de</strong> los dos casos es <strong>de</strong>l CIADI. Vid. <strong>las</strong> contribuciones <strong>de</strong> W. KHAN, B. KLEIN, J.<br />
CARVER y H. BAGNER sobre el tema “How to avoid Conflicting Awards – The Lau<strong>de</strong>r and<br />
CME Cases”, The Journal of World Tra<strong>de</strong> & Investment, 2004, pp. 7 ss.; y C.N. BROWER,<br />
C.H. BROWER y J.K. SHARPE, “The Coming Crisis in the Global Adjudication System”,<br />
Arbitration International, 2003, pp. 415 ss.<br />
219
Tribunal en el caso <strong>de</strong> Pakistán, <strong>de</strong>stacó que no existe jerarquía entre los<br />
Tribunales internacionales y que los Tribunales Arbitrales no están<br />
obligados a seguir lo <strong>de</strong>cidido por otros Tribunales. Esta manifestación <strong>de</strong><br />
in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> cada Tribunal pone <strong>de</strong> relieve la tensión entre, por una<br />
parte, el interés <strong>de</strong> los Estados por la coherencia <strong>de</strong> laudos sobre<br />
cuestiones similares y, por otra parte, el concepto tradicional <strong>de</strong>l laudo<br />
arbitral como solución <strong>de</strong> una diferencia entre dos partes <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho<br />
privado sin otra consecuencia.<br />
Para resolver esta tensión, el gobierno <strong>de</strong> Estados Unidos en los<br />
procedimientos bajo el TLCAN ha invitado a los árbitros a pensar <strong>de</strong> forma<br />
institucional, consi<strong>de</strong>rando no sólo el caso que les ocupa en cada arbitraje.<br />
De no actuar <strong>de</strong> este modo, los Estados estarán tentados a consi<strong>de</strong>rar la<br />
posible creación <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> Tribunales permanentes que <strong>de</strong>n<br />
resultados más coherentes 153 Así se ha hecho en el pasado para conseguir<br />
resultados coherentes cuando ha habido múltiples casos contra un Estado.<br />
Los Estados normalmente han establecido un Tribunal que se pueda<br />
ocupar <strong>de</strong> todos ellos. El Tribunal <strong>de</strong> reclamaciones Estados Unidos-Irán<br />
es un buen ejemplo.<br />
Las reacciones a estas preocupaciones a nivel estatal e institucional no se<br />
han hecho esperar. Veremos dos: el nuevo mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> APPRI <strong>de</strong> Estados<br />
Unidos y la propuesta sobre un mecanismo <strong>de</strong> apelación en el contexto <strong>de</strong>l<br />
CIADI.<br />
El nuevo mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> APPRI <strong>de</strong> Estados Unidos se ajusta a los objetivos<br />
fijados por el Congreso <strong>de</strong> este país en la legislación adoptada en 2002<br />
que otorga al ejecutivo po<strong>de</strong>res para promover el libre comercio. Se inspira<br />
en el arbitraje <strong>de</strong>l Capítulo 11 <strong>de</strong>l TLCAN y la experiencia acumulada. En él<br />
se preten<strong>de</strong> reforzar <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> que el público contribuya en la<br />
formación <strong>de</strong> la posición <strong>de</strong>l gobierno, así como establecer un órgano <strong>de</strong><br />
153 B. LEGUM, supra 116.<br />
220
apelación para dar coherencia a <strong>las</strong> interpretaciones <strong>de</strong> los acuerdos y dar<br />
la más completa transparencia a los mecanismos <strong>de</strong> solución <strong>de</strong><br />
diferencias. A este respecto se prevé que <strong>las</strong> solicitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> arbitraje sean<br />
hechas públicas, al igual que los escritos y <strong>las</strong> vistas en la fase oral <strong>de</strong> los<br />
procedimientos, y que se permita la actuación como amici curiae <strong>de</strong><br />
empresas, sindicatos y organizaciones no gubernamentales.<br />
Otra dimensión <strong>de</strong>l nuevo mo<strong>de</strong>lo es la participación <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> la<br />
nacionalidad <strong>de</strong>l inversor en el procedimiento a los efectos <strong>de</strong><br />
interpretación <strong>de</strong>l acuerdo. Ambas panes en el acuerdo serían oídas por<br />
los Tribunales Arbitrales y, en caso <strong>de</strong> acuerdo entre el<strong>las</strong> sobre la<br />
interpretación <strong>de</strong> una <strong>de</strong>terminada disposición, ésta sería vinculante para<br />
el Tribunal. Las partes en el acuerdo participarían también en la<br />
<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> si una medida está incluida en <strong>las</strong> llamadas medidas noconformes<br />
que recogería un anexo <strong>de</strong>l acuerdo. Como en el caso <strong>de</strong> la<br />
interpretación <strong>de</strong> una disposición <strong>de</strong>l acuerdo, si <strong>las</strong> partes se pusieran <strong>de</strong><br />
acuerdo sobre el significado <strong>de</strong> una medida, el Tribunal <strong>de</strong>bería seguir lo<br />
acordado.<br />
Se prevé que <strong>las</strong> partes en el procedimiento, así como el Estado <strong>de</strong> la<br />
nacionalidad <strong>de</strong>l inversor, puedan formular comentarios al borrador durante<br />
un período <strong>de</strong> sesenta días siempre que no haya posibilidad <strong>de</strong> apelar el<br />
laudo. El objetivo es triple: permitir la corrección <strong>de</strong> errores, minimizar<br />
reclamaciones alegando que la parte per<strong>de</strong>dora no tuvo la oportunidad <strong>de</strong><br />
ser escuchada, y permitir a los Estados partes en el acuerdo presentar su<br />
punto <strong>de</strong> vista sobre el impacto <strong>de</strong>l laudo propuesto en cuestiones <strong>de</strong><br />
interés u or<strong>de</strong>n público 154<br />
En cuanto a la apelación <strong>de</strong> laudos, el mo<strong>de</strong>lo APPRJ dispone en su art.<br />
28(10) que si un tratado multilateral entra en vigor entre <strong>las</strong> partes que<br />
establezca un órgano <strong>de</strong> apelación, éstas se esforzarán por concluir un<br />
154<br />
M. KANTON, “The New Draft Mo<strong>de</strong>l U.S. BIT: Notesworthy Devlopments”, Journal of<br />
Internacional Arbitration, 2004, p. 388.<br />
221
acuerdo sobre la revisión por este órgano <strong>de</strong> los laudos <strong>de</strong> los arbitrajes<br />
previstos en el APPRI. A<strong>de</strong>más, se prevé que <strong>las</strong> partes consi<strong>de</strong>ren la<br />
posibilidad <strong>de</strong> establecer un órgano bilateral <strong>de</strong> apelación <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los<br />
tres años <strong>de</strong> entrar en vigor el APPRI correspondiente (Annex D).<br />
Bajo el título <strong>de</strong> «Posibles mejoras al marco <strong>de</strong>l arbitraje CIADI» se ha<br />
publicado recientemente una propuesta <strong>de</strong>l CIADI, solicitándose<br />
comentarios <strong>de</strong> los Estados y <strong>de</strong>l público en general 155<br />
De forma realista el CIADI consi<strong>de</strong>ra que existen pocas posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />
que el Convenio <strong>de</strong>l CIADJ pueda ser modificado para incluir, por ejemplo,<br />
un Tribunal <strong>de</strong> apelación, dado que su enmienda requiere la unanimidad<br />
<strong>de</strong> <strong>las</strong> partes. Propone por ello ingeniosamente que el Consejo<br />
Administrativo <strong>de</strong>l CIADI adopte una reglamentación administrativa que<br />
articule un mecanismo <strong>de</strong> apelación, siguiendo el procedimiento seguido<br />
para la adopción <strong>de</strong> <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> vigentes <strong>de</strong> arbitraje y conciliación <strong>de</strong>l<br />
CJADI.<br />
El mecanismo propuesto estaría a disposición <strong>de</strong> los Estados miembros<br />
<strong>de</strong>l CIADI y podría incluirse por consentimiento mutuo en un arbitraje<br />
CIADI o <strong>de</strong> su Mecanismo Complementario, en arbitrajes bajo <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong><br />
la CNUDMI, en <strong>las</strong> legislaciones nacionales sobre inversiones, en<br />
contratos y en tratados. Al estar sujeto al consentimiento mutuo, este<br />
mecanismo <strong>de</strong> apelación sería flexible y se podría ajustar en el instrumento<br />
en que se diera el consentimiento.<br />
El mecanismo <strong>de</strong> apelación podría contar con un cuerpo <strong>de</strong> 15 personas<br />
elegidas por el Consejo Administrativo <strong>de</strong>l CIADI a propuesta <strong>de</strong>l secretario<br />
general. El nombramiento sería por seis años, si bien, para asegurar la<br />
continuidad, <strong>las</strong> renovaciones serían parciales, <strong>de</strong> ocho y siete miembros<br />
cada vez. Los miembros <strong>de</strong> este grupo habrían <strong>de</strong> ser personas <strong>de</strong><br />
155<br />
www.worldbank.org/icsid/improve-arb.htm. Los párrafos que sigues <strong>de</strong>scriben el contenido<br />
<strong>de</strong> este documento.<br />
222
econocida autoridad y <strong>de</strong>mostrados conocimientos jurídicos sobre<br />
inversiones internacionales y acuerdos <strong>de</strong> promoción <strong>de</strong> inversiones.<br />
En caso <strong>de</strong> apelación <strong>de</strong> un laudo, el secretario general nombraría un<br />
Tribunal <strong>de</strong> tres miembros <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> consultar, en la medida <strong>de</strong> lo<br />
posible, con <strong>las</strong> partes. La apelación podría basarse en un manifiesto error<br />
en la aplicación <strong>de</strong>l Derecho o en cualquiera <strong>de</strong> <strong>las</strong> causas <strong>de</strong> anulación<br />
previstas en el art. 52 <strong>de</strong>l Convenio. A el<strong>las</strong> se podrían añadir los<br />
supuestos <strong>de</strong> serios errores <strong>de</strong> hecho, <strong>de</strong>finiendo este motivo <strong>de</strong> modo<br />
restringido. La propuesta prevé la posibilidad <strong>de</strong> apelación <strong>de</strong> laudos<br />
interlocutorios. Para que este procedimiento no fuera objeto <strong>de</strong> abuso, uno<br />
<strong>de</strong> los miembros <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> apelación podría ser <strong>de</strong>signado para <strong>de</strong>cidir<br />
la proce<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l recurso y, en todo caso, el arbitraje subyacente seguiría<br />
a<strong>de</strong>lante.<br />
El Tribunal podría confirmar o modificar el laudo apelado, o <strong>de</strong>cidir lo<br />
opuesto. También podría anularlo completa o parcialmente por <strong>las</strong> razones<br />
que se establecen en el art. 52 <strong>de</strong>l Convenio CIADI. En este caso una u<br />
otra <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes podría plantear el caso ante un nuevo Tribunal Arbitral<br />
bajo <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> arbitraje originales. La propuesta prevé la posibilidad en<br />
algunos casos —no especificados— <strong>de</strong> que el Tribunal <strong>de</strong> apelación<br />
<strong>de</strong>volviera el asunto al Tribunal original.<br />
Como es práctica habitual en los casos en que una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes solicita la<br />
anulación <strong>de</strong> un laudo, la parte solicitante sería responsable <strong>de</strong>l pago <strong>de</strong><br />
los a<strong>de</strong>lantos para sufragar los honorarios y gastos <strong>de</strong>l Tribunal, así como<br />
otros costos relativos al procedimiento, sin perjuicio <strong>de</strong> que el Comité <strong>de</strong><br />
Anulación <strong>de</strong>cidiera en última instancia quién corre con tales costas. Se<br />
seguiría el mismo sistema en el caso <strong>de</strong>l mecanismo <strong>de</strong> apelación y<br />
a<strong>de</strong>más la parte que apela <strong>de</strong>bería otorgar una garantía bancaria por el<br />
monto <strong>de</strong>l laudo apelado. Dicha garantía sería aprobada por el Tribunal <strong>de</strong><br />
apelación y serviría como condición para aplazar la ejecución <strong>de</strong>l laudo.<br />
223
El acceso al mecanismo <strong>de</strong> apelación estaría sujeto a la aprobación <strong>de</strong>l<br />
secretario general <strong>de</strong>l CIADI <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> recibir la solicitud <strong>de</strong> una <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
partes. La solicitud <strong>de</strong>bería ser presentada <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un <strong>de</strong>terminado<br />
plazo, pendiente <strong>de</strong> ser fijado. El secretario general verificada si la solicitud<br />
fue recibida <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l plazo previsto y cae <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l ámbito <strong>de</strong>l<br />
mecanismo. Después <strong>de</strong> registrarla, proce<strong>de</strong>ría a la constitución <strong>de</strong>l<br />
Tribunal <strong>de</strong> apelación.<br />
Las reg<strong>las</strong> <strong>de</strong>l mecanismo podrían incluir compromisos <strong>de</strong> no intentar<br />
ejecutar el laudo mientras está siendo consi<strong>de</strong>rado por el Tribunal <strong>de</strong><br />
apelación y <strong>de</strong> cumplirlo en la medida en que fuera confirmado por dicho<br />
Tribunal. A<strong>de</strong>más, <strong>las</strong> partes se comprometerían a no utilizar otros<br />
recursos posibles <strong>de</strong> apelación o anulación. El mecanismo podría<br />
adoptarse provisionalmente por un período <strong>de</strong> seis años como se hizo en<br />
su día respecto <strong>de</strong>l Mecanismo Complementario.<br />
In<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong>l futuro <strong>de</strong> la propuesta <strong>de</strong>l CIADI, que sigue siendo<br />
estudiada, o <strong>de</strong> la influencia que pueda tener el nuevo mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> APPRI<br />
<strong>de</strong> Estados Unidos, hay otras medidas que podrían tomarse por los<br />
Estados y los Tribunales para contribuir al fortalecimiento <strong>de</strong>l arbitraje.<br />
Para evitar procedimientos múltiples se podrían tomar medidas por parte<br />
<strong>de</strong> los Tribunales tales como el sobreseimiento <strong>de</strong> un procedimiento hasta<br />
que se conozca el resultado <strong>de</strong>l otro o la consolidación <strong>de</strong> procedimientos.<br />
Precisamente esto es lo que se propuso en los casos “Lau<strong>de</strong>r” y “CME” y<br />
que el país <strong>de</strong>mandado rehusó. Los países también podrían adoptar<br />
medidas que contribuyan a ese resultado. Así, se podrían excluir<br />
socieda<strong>de</strong>s interpuestas o, si un procedimiento ha sido iniciado a<br />
instancias <strong>de</strong> una sociedad <strong>de</strong> un grupo, no aceptarse reclamaciones <strong>de</strong><br />
otras socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l mismo grupo.<br />
Los árbitros son, en general, muy conscientes <strong>de</strong> los prece<strong>de</strong>ntes. Los<br />
aducen para reforzar su argumentación y si se apartan <strong>de</strong> ellos suelen<br />
justificar la razón. Los ejemplos son numerosos. Así en el caso “Aucoven”<br />
224
156 Párr. 143<br />
el Tribunal manifestó que no <strong>de</strong>sconocía el caso “Banro”, en el que se llegó<br />
a una conclusión diferente respecto <strong>de</strong> una situación que podría<br />
consi<strong>de</strong>rarse similar. El Tribunal, sin embargo, estimó que <strong>las</strong><br />
circunstancias en “Aucoven” eran diferentes: «En el caso “Banro” la<br />
transferencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> acciones no estaba supeditada a la aprobación <strong>de</strong>l<br />
Gobierno y, lo que es más importante, <strong>las</strong> partes no habían <strong>de</strong>finido<br />
contractualmente la prueba relativa al control extranjero», razones por <strong>las</strong><br />
que no cabía establecer una analogía entre los dos casos 156 . Por su parte<br />
el Tribunal en “Enron Corporation y. Pon<strong>de</strong>rosa Assets” basó su<br />
razonamiento en casos prece<strong>de</strong>ntes, justificándolo <strong>de</strong>bidamente. Así se<br />
refirió a <strong>de</strong>cisiones recientes <strong>de</strong> otros Tribunales Arbitrales que han tratado<br />
la cuestión <strong>de</strong>l Derecho <strong>de</strong> accionistas a presentar una reclamación directa<br />
in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> la sociedad afectada y manifestó su intención <strong>de</strong><br />
no volver sobre el<strong>las</strong> incluyendo el razonamiento que apoya dichas<br />
<strong>de</strong>cisiones. A continuación admitió tener conciencia <strong>de</strong> que <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones<br />
<strong>de</strong> Tribunales <strong>de</strong>l CIADI o <strong>de</strong> otros no son una frente normativa principal y<br />
<strong>de</strong>claró que <strong>las</strong> citas y referencias a esas <strong>de</strong>cisiones respondían al hecho<br />
<strong>de</strong> que el Tribunal, al examinar la reclamación y los argumentos bajo el<br />
Derecho internacional en el caso presente, estimaba que en sustancia<br />
estas conclusiones y razonamientos eran correctos 157<br />
Aunque cada Tribunal <strong>de</strong>be juzgar según corresponda al caso particular, la<br />
tensión entre <strong>de</strong>cisiones puntuales y coherencia parece resolverse<br />
satisfactoriamente en la mayoría <strong>de</strong> los casos —salvo situaciones<br />
excepcionales como <strong>las</strong> mencionadas — y es <strong>de</strong> esperar que no se<br />
exagere en la búsqueda <strong>de</strong> la uniformidad. El costo y la <strong>de</strong>mora en<br />
alcanzar <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>finitivas también <strong>de</strong>ben tenerse en cuenta en la<br />
solución que se adopte.<br />
157 “Enron Corporation and Pon<strong>de</strong>rosa Assets, L.P. v. Argentina” (Caso CIADI núm.<br />
ARB/01/3) Decisión sobre jurisdicción, párr. 40 Vid. sobre prece<strong>de</strong>ntes en el contexto<br />
judicial internacional, M. SHAHABUDDEEN, Prece<strong>de</strong>nt in the World Court (1996).<br />
225
158 ORREGO.<br />
En cualquier caso hay límites a la posible uniformidad. La protección<br />
sustantiva está basada en principios generales cuya aplicación a casos<br />
particulares pue<strong>de</strong> dar lugar a resultados diferentes en función <strong>de</strong> los<br />
hechos y <strong>de</strong> <strong>las</strong> circunstancias específicas. Trato justo, equitativo, nodiscriminatorio<br />
son conceptos muy amplios y su contenido se va<br />
<strong>de</strong>sarrollando caso por caso. De la misma manera, resulta difícil<br />
<strong>de</strong>terminar a priori qué medida pueda ser una medida equivalente a<br />
expropiación. La naturaleza misma <strong>de</strong>l Derecho internacional que <strong>de</strong>ben<br />
aplicar los Tribunales Arbitrales con-lleva un cierto grado <strong>de</strong> diversidad.<br />
Como manifestaba ORREGO VICUÑA:<br />
«Es <strong>de</strong> sobra conocido que los jueces internacionales y árbitros tienen a<br />
menudo gran dificultad en <strong>de</strong>cidir quién tiene razón y quién no la tiene en<br />
un caso <strong>de</strong>terminado. Uno pue<strong>de</strong> haber sido convencido en primer lugar<br />
por <strong>las</strong> alegaciones <strong>de</strong> una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes para encontrarse más tar<strong>de</strong> con<br />
que los argumentos <strong>de</strong> la otra parte son más convincentes. No es que el<br />
juez o el árbitro carezcan <strong>de</strong> convicción jurídica pero es más bien una<br />
consecuencia <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional. En realidad el <strong>de</strong>recho<br />
internacional es normalmente el resultado <strong>de</strong> un difícil proceso <strong>de</strong><br />
reconciliación entre puntos <strong>de</strong> vista diferentes sobre cuestiones<br />
fundamentales» 158<br />
Este proceso <strong>de</strong> conciliación ocurre también en el tiempo:<br />
«El interés intelectual <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional yace en gran parte en<br />
saber que lo que es norma hoy refleja la <strong>de</strong>sviación <strong>de</strong> ayer; y que el tejido<br />
<strong>de</strong> la obligación <strong>de</strong> ayer está cortada en parte por el patrón <strong>de</strong>l no<br />
conformismo. Nuestra función como abogados internacionales en el<br />
sentido amplio <strong>de</strong> la expresión está, por tanto, en encontrar un equilibrio<br />
aceptable entre, por una parte, afirmar que es ley una norma antigua que<br />
226
nadie respeta y, por otra, preten<strong>de</strong>r que cada conducta <strong>de</strong>l Estado es<br />
legítima simplemente porque la práctica <strong>de</strong> los Estados mol<strong>de</strong>a la ley» 159<br />
En la búsqueda <strong>de</strong> la conciliación entre los diversos puntos <strong>de</strong> vista<br />
presentes <strong>de</strong>ben admitirse márgenes razonables <strong>de</strong> apreciación, que<br />
permitan tener en cuenta <strong>las</strong> circunstancias <strong>de</strong> cada caso y la evolución <strong>de</strong>l<br />
Derecho.<br />
159 E. LAUTERPACHT, “The Devlopment of the Law of International Organisations by the<br />
Decisions of International Tribunals”, Rec. <strong>de</strong>s Cours, vol. 4, 1976, p. 389.<br />
227
VIII.2 El arbitrio <strong>de</strong>l Árbitro en la valoración <strong>de</strong> la prueba pericial (Enviada por<br />
Don Fe<strong>de</strong>rico Fernán<strong>de</strong>z <strong>de</strong> Buján)<br />
Arbitraje y árbitro provienen <strong>de</strong> arbitrar, cuya raíz etimológica es arbitrare que<br />
significa dar o proponer arbitrios. Arbitrar es, pues, resolver, como árbitro, <strong>de</strong><br />
forma pacífica un conflicto entre partes. A los efectos <strong>de</strong> arbitrar, el árbitro tiene<br />
arbitrio que, <strong>de</strong> acuerdo con el Diccionario <strong>de</strong> la Real Aca<strong>de</strong>mia <strong>Español</strong>a, en su<br />
primera acepción, es: Facultad que tiene el hombre <strong>de</strong> adoptar una resolución<br />
con preferencia a otra.<br />
Junto a esta acepción general el DRAE contiene una acepción particular,<br />
aplicable sólo al ámbito <strong>de</strong>l Derecho: Facultad que la ley <strong>de</strong>ja a los jueces y<br />
autorida<strong>de</strong>s para la apreciación <strong>de</strong> circunstancias o para la mo<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> sus<br />
<strong>de</strong>cisiones. Resulta obvio que la expresión genérica “jueces y autorida<strong>de</strong>s”<br />
compren<strong>de</strong> a los árbitros en el sentido técnico que les otorga la legislación<br />
vigente sobre arbitraje. Me <strong>de</strong>canto más por asimilar la figura <strong>de</strong>l árbitro a<br />
autorida<strong>de</strong>s que a jueces. La razón no es solamente por razón <strong>de</strong> nuestra<br />
condición <strong>de</strong> medio alternativo a la administración <strong>de</strong> justicia, sino también por<br />
su sentido semántico.<br />
Así, la segunda acepción <strong>de</strong> arbitrio es autoridad. Entiendo la función <strong>de</strong>l árbitro<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la auctoritas - saber socialmente reconocido en expresión orsiana -, que<br />
<strong>las</strong> partes le confieren y le reconocen como causa <strong>de</strong> someterle el arbitraje <strong>de</strong> su<br />
controversia. No dispone el árbitro <strong>de</strong> la misma potestas – po<strong>de</strong>r jurídicamente<br />
reconocido - <strong>de</strong> que son portadores los jueces y tribunales en el ejercicio <strong>de</strong> su<br />
potestad jurisdiccional. Por ello la fuerza vinculante <strong>de</strong>l Laudo proviene <strong>de</strong> la<br />
auctoritas, causa <strong>de</strong>l sometimiento arbitral y <strong>de</strong> la aceptación y cumplimiento por<br />
<strong>las</strong> partes <strong>de</strong> la resolución arbitral.<br />
Todas esta consi<strong>de</strong>raciones lingüísticas he querido hacer<strong>las</strong> para abordar,<br />
tomando <strong>las</strong> aguas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> arriba, la cuestión que me ocupa y que trata <strong>de</strong><br />
analizar el arbitrio <strong>de</strong>l árbitro en la valoración <strong>de</strong> la prueba pericial.<br />
229
El Primer Congreso <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje - cuyo Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Comité<br />
organizador ha sido Julio Gonzalez Soria, una <strong>de</strong> <strong>las</strong> personalida<strong>de</strong>s más<br />
prestigiosas en el ámbito <strong>de</strong>l Arbitraje nacional e internacional -, abordó en su<br />
primera Mesa redonda la cuestión <strong>de</strong> “La gran empresa ante el arbitraje”. En el<br />
curso <strong>de</strong> la misma, Juan Guitard presenta una precisa intervención en la que<br />
expone, entre otras interesantes cuestiones, el elenco <strong>de</strong> ventajas y beneficios<br />
que reporta para <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s empresas la adopción <strong>de</strong>l Arbitraje, como medio <strong>de</strong><br />
resolución <strong>de</strong> los conflictos que pudieran surgir en la ejecución <strong>de</strong> un gran<br />
número sus relaciones contractuales.<br />
Señala Guitard cómo, en numerosas ocasiones, los pleitos o controversias que<br />
se suscitan en la interpretación <strong>de</strong> los contratos <strong>de</strong> <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s empresas<br />
presentan un especial grado <strong>de</strong> especialización y complejidad. Ello implica que<br />
la persona o el órgano que pueda conocer, con el fin <strong>de</strong> resolver, dicha<br />
controversia <strong>de</strong>be estar dotado <strong>de</strong> un alto grado <strong>de</strong> especialización y<br />
competencia en la materia y el contenido objeto <strong>de</strong> litigio.<br />
Dicha especialización no siempre pue<strong>de</strong> encontrarse en quienes <strong>de</strong>tentan la<br />
potestad jurisdiccional <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la Administración <strong>de</strong> Justicia. En este sentido, el<br />
Arbitraje institucional, confiado y administrado por una Corte <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong><br />
prestigio, con un amplio, plural y competente equipo <strong>de</strong> Árbitros pue<strong>de</strong>, en<br />
muchas ocasiones, ser la se<strong>de</strong> más idónea para resolver estos conflictos.<br />
En este mismo sentido y en el curso <strong>de</strong> una interesante intervención, D. José<br />
María Alonso, en el seno <strong>de</strong> la Mesa Redonda I <strong>de</strong>l Congreso, afirma que si bien<br />
los Abogados, por razón <strong>de</strong> nuestra cualificación profesional, estamos<br />
especialmente capacitados para encarnar la figura <strong>de</strong> Árbitro, es obvio, que no<br />
pue<strong>de</strong> excluirse <strong>de</strong> esta función a profesionales <strong>de</strong> ámbitos ajenos al Derecho.<br />
Pues, bien al hilo <strong>de</strong> estas dos sugerentes reflexiones, planteo - <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto<br />
<strong>de</strong> vista teórico-abstracto pero con una evi<strong>de</strong>nte implicación práctica casuística -,<br />
una cuestión problemática que conecta con <strong>las</strong> mismas.<br />
Se trata <strong>de</strong> la presunta dificultad <strong>de</strong> valoración que, en ocasiones, pue<strong>de</strong> tener<br />
un Árbitro en relación con los contenidos <strong>de</strong> la prueba pericial, tanto en su<br />
230
manifestación documental como testifical, en el curso probatorio <strong>de</strong> un<br />
procedimiento arbitral. Consi<strong>de</strong>ro que esta situación problemática se produce,<br />
especialmente, en aquellos arbitrajes en los que la cuestión litigiosa es<br />
extraordinariamente técnica, ad exemplum, en algunas contiendas en materia <strong>de</strong><br />
construcción o <strong>de</strong> obras <strong>de</strong> ingeniería. En estos supuestos, junto con otros tales<br />
como supuestos complejos <strong>de</strong> contenido económico-contable o médicobiológico,<br />
suele darse una situación fáctica <strong>de</strong> difícil comprensión que podría<br />
concretarse en los siguientes extremos:<br />
En primer lugar, <strong>las</strong> partes intervinientes en el procedimiento arbitral suelen<br />
presentar - acompañando a sus escritos, para mejor proveer la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong><br />
sus <strong>de</strong>rechos y para lograr la mejor eficacia probatoria <strong>de</strong> sus posiciones -,<br />
una extensa, prolija y, en muchas ocasiones, críptica documentación. Sin<br />
duda, el Árbitro tiene, en frecuentes ocasiones, gran<strong>de</strong>s dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />
valoración <strong>de</strong> los contenidos <strong>de</strong> los Informes y documentos técnicos que,<br />
como profano, no está en condiciones <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r, plenamente, en su<br />
totalidad.<br />
En segundo lugar, <strong>las</strong> <strong>de</strong>claraciones testificales que se realizan en el curso<br />
<strong>de</strong> <strong>las</strong> Audiencias <strong>de</strong> pruebas que se celebran, en numerosos casos, no<br />
resultan aclaratorias sino, sorpren<strong>de</strong>ntemente, provocan el efecto contrario,<br />
<strong>de</strong>bido al antagonismo que se produce respecto <strong>de</strong> la distinta valoración<br />
que, cada uno <strong>de</strong> los peritos propuestos por <strong>las</strong> partes, realiza respecto <strong>de</strong><br />
hechos que, en principio, podrían consi<strong>de</strong>rarse objetivables por razón <strong>de</strong> su<br />
carácter o naturaleza empírica. Ello provoca en el Árbitro la sorpresa <strong>de</strong> la<br />
confusión, quedando sumido, incluso, en más dudas <strong>de</strong> <strong>las</strong> que tenía antes<br />
<strong>de</strong> ilustrarse con la referida prueba pericial.<br />
En todo caso, entiendo que no pue<strong>de</strong> cuestionarse, en nada, la absoluta<br />
discrecionalidad <strong>de</strong>l Árbitro en la valoración <strong>de</strong> dicha prueba pericial. Por ello, no<br />
cabe hablar <strong>de</strong> una cierta reducción o limitación en la valoración <strong>de</strong> dicha<br />
prueba, en atención a que el Árbitro se vería constreñido por razón <strong>de</strong> la<br />
naturaleza, supuestamente objetiva y experimental, <strong>de</strong> los informes o <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
<strong>de</strong>claraciones periciales. Consi<strong>de</strong>ro que su ámbito <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión es idéntico al que<br />
231
se ejerce en la valoración <strong>de</strong> cualquier otro medio <strong>de</strong> prueba documental o <strong>de</strong><br />
testigos.<br />
Sí, en cambio, consi<strong>de</strong>ro que <strong>de</strong>be exigirse en la redacción <strong>de</strong>l Laudo una<br />
rigurosa fundamentación, que otorgue un tratamiento <strong>de</strong>tallado a la posición <strong>de</strong>l<br />
Árbitro en la asunción <strong>de</strong> uno u otro punto <strong>de</strong> vista, respecto <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong><br />
prueba periciales alegados y expuestos.<br />
Planteada así la cuestión y tratando <strong>de</strong> pergeñar algunas soluciones a fin <strong>de</strong> que<br />
el Árbitro, o el Colegio Arbitral, pueda conformarse una i<strong>de</strong>a clara <strong>de</strong> la cuestión<br />
fáctica problemática objeto <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate, cabrían, a mi juicio, <strong>las</strong> siguientes<br />
opciones, que no necesariamente <strong>de</strong>ben <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse como alternativas, sino<br />
cabe también su consi<strong>de</strong>ración como complementarias:<br />
Pudiera recurrirse a solicitar un Peritaje, in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes, que<br />
pudiese terciar entre los mismos y proporcionar cierta aclaración <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
cuestiones más complejas, controvertidas y contradictorias. Ciertamente,<br />
con dicho Informe, el Árbitro pue<strong>de</strong> conocer y valorar un punto <strong>de</strong> vista<br />
absolutamente neutral a <strong>las</strong> posiciones <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes en conflicto.<br />
No obstante, entiendo que predicar la neutralidad <strong>de</strong> un Informe pericial<br />
solicitado por el propio Árbitro no <strong>de</strong>be, en ningún caso, cuestionar la<br />
objetividad <strong>de</strong> los presentados por los peritos llamados por <strong>las</strong> partes.<br />
Consi<strong>de</strong>ro que se trata, en todo caso, <strong>de</strong> profesionales que merecen el<br />
máximo respeto en relación con el ejercicio <strong>de</strong> su profesión, por lo que no<br />
cabe dudar - salvo que exista prueba en contrario -, <strong>de</strong> su <strong>de</strong>ontología<br />
profesional a la hora <strong>de</strong> elaborar el informe solicitado <strong>de</strong> parte. Esto significa<br />
que, a priori, no <strong>de</strong>be otorgarse mayor objetividad a ese Informe solicitado<br />
por el Árbitro <strong>de</strong> oficio, que a los presentados por los peritos a instancia <strong>de</strong><br />
<strong>las</strong> partes.<br />
Tampoco cabe, a mi juicio, optar por una solución <strong>de</strong> mayoría <strong>de</strong> criterios<br />
entendiendo que si dos informes - el presentado por una parte y el <strong>de</strong> un<br />
perito neutral -, coinci<strong>de</strong>n ello implica que su contenido refleja fielmente la<br />
realidad <strong>de</strong> los hechos. Es evi<strong>de</strong>nte que esta coinci<strong>de</strong>ncia apoyaría la tesis<br />
232
<strong>de</strong> una parte, pero entiendo que ello no <strong>de</strong>bería llevar a anular, totalmente,<br />
el valor <strong>de</strong> la otra. No se trata, pues, <strong>de</strong> un simple proceso <strong>de</strong> suma<br />
algebraica.<br />
A<strong>de</strong>más, en muchos casos el tercer informe <strong>de</strong> perito, solicitado por el<br />
Árbitro, viene sencillamente a dar una tercera, y particular visión, <strong>de</strong> los<br />
hechos que en parte coincidirá y en parte no con cada uno <strong>de</strong> los anteriores<br />
informes. Por ello, consi<strong>de</strong>ro que la medida <strong>de</strong> solicitar un tercer informe<br />
sólo en unos pocos supuestos provoca en el Árbitro la aclaración <strong>de</strong> lo<br />
confuso.<br />
Otra posible solución sería potenciar <strong>las</strong> Audiencias <strong>de</strong> Pruebas, tanto en su<br />
número como en su contenido. Des<strong>de</strong> un profundo y particularizado estudio<br />
<strong>de</strong> la documentación pericial presentada, el propio Árbitro pue<strong>de</strong> aprovechar<br />
la comparecencia <strong>de</strong> los peritos <strong>de</strong> parte, para presentarles <strong>las</strong> cuestiones<br />
que no haya llegado a ver claro en su análisis y requerirles, respecto <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
mismas, <strong>las</strong> explicaciones y aclaraciones pertinentes.<br />
Así, con un riguroso trabajo previo a la sesión y con indudable esfuerzo <strong>de</strong><br />
comprensión en la misma, pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>spejar ciertas incógnitas que le<br />
clarificarán la cuestión litigiosa. En esta línea <strong>de</strong> tratar <strong>de</strong> alcanzar la<br />
aclaración <strong>de</strong> <strong>las</strong> dudas fácticas pue<strong>de</strong>, asimismo, el Árbitro propiciar, en<br />
alguna <strong>de</strong> <strong>las</strong> Audiencias <strong>de</strong> prueba, la confrontación entre los peritos <strong>de</strong><br />
parte para verificar cuál es la más sólida <strong>de</strong> <strong>las</strong> posiciones <strong>de</strong>fendidas.<br />
Todo ello, bajo su estricta dirección y mo<strong>de</strong>ración que, en todo caso,<br />
<strong>de</strong>berá tratar <strong>de</strong> evitar enfrentamientos que sólo generan tensión y<br />
contribuyen a la radicalización <strong>de</strong> <strong>las</strong> posiciones enfrentadas.<br />
Si <strong>las</strong> dos medidas procedimentales expuestas no alcanzan a solucionar<br />
plenamente la problemática que planteamos, una tercera, que se enmarca<br />
en <strong>las</strong> premisas iniciales formuladas, es la que consi<strong>de</strong>ro más idónea a los<br />
efectos <strong>de</strong> lograr los fines perseguidos.<br />
Muchos <strong>de</strong> los supuestos en los cuales se suscita la cuestión problemática<br />
expuesta, son casos <strong>de</strong> cuantía económica <strong>de</strong> suficiente entidad como para<br />
233
equerir el nombramiento <strong>de</strong> un Colegio Arbitral, <strong>de</strong> acuerdo con lo<br />
habitualmente, dispuesto en los Reglamentos <strong>de</strong> <strong>las</strong> Cortes institucionales<br />
<strong>de</strong> arbitraje.<br />
Pues bien, se trataría que la Corte <strong>de</strong> Arbitraje que gestiona y administra el<br />
Arbitraje <strong>de</strong>signe <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ese Colegio, como Árbitro, a un profesional <strong>de</strong><br />
reconocido prestigio en el ámbito propio y específico <strong>de</strong> la problemática<br />
planteada. Así, tratándose <strong>de</strong> un arbitraje relativo a temas vinculados a la<br />
construcción se nombraría a un Arquitecto, si se tratase <strong>de</strong> obras <strong>de</strong><br />
Ingeniería a un Titulado superior <strong>de</strong>l ramo o tratándose <strong>de</strong> cuestiones<br />
médicas a un Doctor especialista en la cuestión <strong>de</strong> salud correspondiente.<br />
Entiendo que es en todo caso suficiente, el nombramiento <strong>de</strong> uno sólo, y no<br />
<strong>de</strong> dos Árbitros <strong>de</strong> esta naturaleza.<br />
Por tanto, a mi juicio, el Colegio arbitral <strong>de</strong>bería estar presidido por un<br />
Abogado y constituido por dos Vocales, uno también Abogado y el otro<br />
“experto” en la materia fáctica objeto <strong>de</strong> la controversia. Si se nombrasen<br />
dos árbitros “expertos” la situación, en ocasiones podría llevar a una<br />
confrontación entre los mismos que, más que arrojar luz, abocaría a la<br />
in<strong>de</strong>seada confusión en el seno <strong>de</strong>l propio Colegio.<br />
Consi<strong>de</strong>ro que el nombramiento <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> estos profesionales ajenos al<br />
Derecho enriquece, enormemente, en estos supuestos, al Colegio arbitral a<br />
los efectos <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r con acierto a la valoración <strong>de</strong> <strong>las</strong> pruebas complejas<br />
presentadas por <strong>las</strong> partes. Se trata, pues, <strong>de</strong> incorporar a un perito, <strong>de</strong>ntro<br />
<strong>de</strong>l Colegio arbitral como Árbitro y, así, su labor no sólo se reducirá a la<br />
presentación <strong>de</strong> un Informe o a prestar una <strong>de</strong>claración pericial en una<br />
Audiencia <strong>de</strong> pruebas.<br />
Su condición <strong>de</strong> Árbitro le hará conocer el caso <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l Colegio,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus orígenes hasta su resolución. En la redacción <strong>de</strong>l Laudo el<br />
conocimiento específico <strong>de</strong> este Árbitro, experto en la cuestión fáctica objeto<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>bate, facilitará la a<strong>de</strong>cuada redacción <strong>de</strong> su fundamentación y<br />
tratamiento fáctico.<br />
234
En suma, la presencia <strong>de</strong> este Árbitro especialista en la materia fáctica<br />
litigiosa, dota al Colegio arbitral <strong>de</strong> una autonomía que le sustrae <strong>de</strong> la<br />
necesidad y la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> un perito externo. El Colegio será por tanto<br />
autosuficiente para la correcta valoración <strong>de</strong> cualquier prueba pericial por<br />
compleja y técnica que sea.<br />
A fin <strong>de</strong> que este nombramiento, como Árbitro, <strong>de</strong> un profesional ajeno al<br />
<strong>de</strong>recho sea viable, <strong>de</strong> acuerdo con la legislación que regula el arbitraje, se<br />
hace preciso que en la cláusula <strong>de</strong> sometimiento a arbitraje se opte por un<br />
Arbitraje <strong>de</strong> equidad, a fin <strong>de</strong> posibilitar el nombramiento <strong>de</strong> un profesional<br />
ajeno a la Abogacía. No obstante esta limitación legal podría suplirse<br />
cuando el Árbitro “ experto”, nombrado en su condición <strong>de</strong> tal, fuese a la vez<br />
Licenciado en Derecho. Siendo en la actualidad bastante frecuente la doble<br />
titulación universitaria, cada vez será más fácil incorporar a <strong>las</strong> Cortes <strong>de</strong><br />
Arbitraje, en calidad <strong>de</strong> Árbitros, a quienes ostenten como primera Titulación<br />
la relativa a un Escuela Superior <strong>de</strong> Escuela <strong>de</strong> Ingeniería, Arquitectura o a<br />
una Facultad que imparta una Licenciatura en Administración y Dirección <strong>de</strong><br />
Empresas, Economía o Medicina y como segunda titulación la Licenciatura<br />
en Derecho.<br />
Así, es creciente el número <strong>de</strong> alumnos <strong>de</strong> <strong>las</strong> nuevas generaciones que<br />
cursan simultáneamente <strong>las</strong> Licenciaturas <strong>de</strong> Derecho y ADE. También es<br />
progresivo el número <strong>de</strong> los profesionales - sobre todo en el ámbito<br />
empresarial y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> titulaciones <strong>de</strong> Escue<strong>las</strong> Técnicas Superiores- que, en<br />
un momento posterior, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la madurez <strong>de</strong> su ejercicio profesional, sienten<br />
la necesidad <strong>de</strong> cursar los estudios <strong>de</strong> Derecho como complemento<br />
necesario, y no sólo conveniente, para sus expectativas <strong>de</strong> ascenso a los<br />
puestos <strong>de</strong> responsabilidad y dirección empresarial.<br />
Ante esta pujante realidad bifronte <strong>de</strong> doble licenciatura, no será difícil<br />
encontrar magníficos profesionales, en distintos campos, que sean a<strong>de</strong>más<br />
Abogados, por lo que no será ni siquiera necesario recurrir a la opción <strong>de</strong>l<br />
Arbitraje <strong>de</strong> equidad para incorporarlos a un Colegio arbitral. Entiendo que<br />
esta tercera solución - que no invalida a <strong>las</strong> anteriores pero <strong>las</strong> complementa<br />
235
y perfecciona -, es la opción más eficaz para que esos arbitrajes <strong>de</strong><br />
importante cuantía económica y relevancia empresarial en los que se<br />
aprecia una especial complejidad técnica.<br />
Des<strong>de</strong> la misma, por razón <strong>de</strong> la especialización en la materia objeto <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>bate, los Colegios arbitrales se encontrarán en una situación ventajosa y<br />
segura <strong>de</strong> resolver con mejores garantías <strong>de</strong> arbitrio, ya que será más fácil<br />
la completa y plena comprensión fáctica <strong>de</strong> los informes y <strong>de</strong>claraciones que<br />
constituyan <strong>las</strong> transcen<strong>de</strong>ntales pruebas periciales presentadas.<br />
236
VIII.3 Importancia <strong>de</strong> la estructuración / Reestructuración corporativa <strong>de</strong><br />
inversiones para gozar <strong>de</strong> una mayor protección internacional a través <strong>de</strong><br />
la posibilidad <strong>de</strong> arbitrar disputas (Enviada por Doña Silvia Farré Muñoz)<br />
A) Introducción<br />
Este comentario versa sobre la importancia, en el momento <strong>de</strong> planear una<br />
inversión, que <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s empresas inversoras en el extranjero <strong>de</strong>berían<br />
dar a la existencia <strong>de</strong> mecanismos que permitan arbitrar contra el estado<br />
receptor <strong>de</strong> tal inversión. El siguiente análisis pues tiene relación con dos<br />
<strong>de</strong> los temas expuestos durante el I Congreso <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong><br />
Arbitraje: "La gran empresa ante el arbitraje" y "El arbitraje como<br />
mecanismo <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> inversiones".<br />
B) Importancia <strong>de</strong> la estructuración / reestructuración corporativa<br />
Recientemente asistí a una presentación titulada: "Arbitraje <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto<br />
<strong>de</strong> vista <strong>de</strong>l cliente", impartida por un miembro <strong>de</strong>l equipo legal <strong>de</strong> una <strong>de</strong><br />
<strong>las</strong> empresas energéticas lí<strong>de</strong>res en el sector. Una <strong>de</strong> <strong>las</strong> preguntas<br />
interpuestas versaba sobre la consi<strong>de</strong>ración que la empresa en cuestión<br />
daba a la posible existencia <strong>de</strong> mecanismos <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> inversiones,<br />
tales como Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca <strong>de</strong><br />
Inversiones ("APPRI"), en inglés "Bilateral Investment Treaties, en el<br />
proceso <strong>de</strong> estructurar la organización corporativa diseñada para canalizar<br />
la inversión en el extranjero. La respuesta fue rotunda: muy poca o<br />
ninguna, aunque se reconoció que, dado el nivel <strong>de</strong> inversión y el riesgo<br />
que se corre si el estado receptor <strong>de</strong> la inversión la expropia, directa o<br />
indirectamente, este tipo <strong>de</strong> cuestiones <strong>de</strong>berían ser consi<strong>de</strong>radas mucho<br />
más <strong>de</strong> lo que lo son en la práctica.<br />
En efecto, en general, durante la estructuración / reestructuración<br />
corporativa que canalizará la inversión, los inversores concentran su<br />
atención en cuestiones fundamentalmente impositivas. Ésos son<br />
momentos <strong>de</strong> euforia. El inversor quiere invertir y el estado receptor <strong>de</strong> la<br />
inversión quiere que se invierta en su territorio. Por supuesto que en esos<br />
237
momentos el estado receptor asegurará al inversor que nada ocurrirá a la<br />
inversión y que ésta estará a<strong>de</strong>cuadamente protegida. Sin embargo, la<br />
realidad muestra que, entre otros, cambios <strong>de</strong> gobierno, cambios <strong>de</strong><br />
política <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un mismo gobierno, oposición popular o simplemente la<br />
no voluntad <strong>de</strong> querer cumplir con parte <strong>de</strong>l trato pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>jar sin<br />
significado tales garantías.<br />
Por ello, es importante que a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> contar con intenciones, <strong>las</strong><br />
empresas inversoras estructuren / reestructuren sus inversiones <strong>de</strong><br />
manera que éstas que<strong>de</strong>n protegidas por APPRIs, los cuales proporcionan<br />
privilegios únicos a los inversores para que protejan sus inversiones. Entre<br />
otros, APPRIs permiten a los inversores <strong>de</strong>mandar en el ámbito <strong>de</strong>l<br />
arbitraje internacional al estado don<strong>de</strong> se efectúa la inversión, con<br />
in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia a una posible relación contractual entre ambas partes, en el<br />
supuesto que el estado receptor <strong>de</strong> la inversión haya violado <strong>las</strong> garantías<br />
previstas en el APPRI relativas:<br />
al tratamiento justo y equitativo;<br />
a la protección plena y seguridad <strong>de</strong> la inversión;<br />
al pronto, a<strong>de</strong>cuado y efectivo pago <strong>de</strong> compensación en caso <strong>de</strong><br />
expropiación; o<br />
a la libertad <strong>de</strong> movimiento <strong>de</strong> capital sin restricciones.<br />
Aunque cada APPRI es distinto y jurisdicción <strong>de</strong>l respectivo tribunal<br />
<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> lo que los países signatarios hubiesen acordado, uno <strong>de</strong> los<br />
requisitos indispensables para tener ius standi en un arbitraje internacional<br />
<strong>de</strong> inversión es el relativo a la nacionalidad <strong>de</strong> la empresa inversora. En<br />
este sentido, APPRIs requieren que la empresa que canaliza la inversión<br />
en el territorio <strong>de</strong> un estado signatario <strong>de</strong> un APPRI sea nacional <strong>de</strong>l otro<br />
país signatario <strong>de</strong>l mismo. El inversor sofisticado analizará los APPRIs<br />
que el país receptor <strong>de</strong> la inversión haya firmado con otros países y<br />
estructurará / reestructurará la organización corporativa en función <strong>de</strong> la<br />
238
protección proporcionada por tales tratados. Así pues, si hay un tratado<br />
beneficioso firmado entre X, país receptor <strong>de</strong> la inversión, y Z, el otro país<br />
signatario <strong>de</strong>l APPRI, el inversor sofisticado tratará <strong>de</strong> organizar su<br />
estructura corporativa <strong>de</strong> manera que la empresa que canalizará la<br />
inversión sea nacional <strong>de</strong>l país Z.<br />
¿Cuándo podrá el inversor quedar satisfecho <strong>de</strong> que su inversión en el<br />
territorio <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los estados signatarios está canalizada a través <strong>de</strong> una<br />
entidad nacional <strong>de</strong>l otro estado signatario <strong>de</strong>l APPRI, <strong>de</strong> manera que la<br />
inversión en cuestión goza <strong>de</strong> la protección <strong>de</strong>l APPRI firmado entre<br />
ambos estados?<br />
En muchas ocasiones los países receptores <strong>de</strong> inversión requieren a los<br />
inversores extranjeros que canalicen la inversión a través <strong>de</strong> un ente<br />
corporativo incorporado en el mismo país receptor <strong>de</strong> la inversión. Para<br />
este tipo <strong>de</strong> casos, el artículo 25(2)(b) <strong>de</strong> la Convención CIADI establece<br />
que cuando la entidad legal a través <strong>de</strong> la cual se efectúa la inversión es<br />
un ente incorporado en el territorio don<strong>de</strong> se realiza la inversión, se<br />
consi<strong>de</strong>rará nacional <strong>de</strong>l otro estado contratante cuando esté sujeta a<br />
control extranjero. Así pues, es perfectamente posible que un Tribunal<br />
CIADI sea competente para oír <strong>de</strong> una disputa en la que el estado receptor<br />
<strong>de</strong> la inversión haya violado los términos <strong>de</strong> un APPRI en relación con la<br />
inversión efectuada por una empresa incorporada bajo <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong>l mismo<br />
estado receptor, siempre y cuando la empresa canalizadora <strong>de</strong> la inversión<br />
esté controlada por otra empresa extrajera <strong>de</strong> nacionalidad <strong>de</strong>l otro estado<br />
signatario <strong>de</strong>l APPRI. A<strong>de</strong>más, la jurispru<strong>de</strong>ncia CIADI requiere que <strong>las</strong><br />
partes hayan acordado expresamente que la empresa filial, incorporada en<br />
el territorio <strong>de</strong>l país receptor, sea tratada como una empresa extranjera. 160<br />
160 Holidays Inn v Morocco Case CIADI No. ARB/72/1. Este caso <strong>las</strong> partes llegaron a un<br />
acuerdo amistoso para solventar la disputa y el procedimiento fue <strong>de</strong>scontinuado el 17 <strong>de</strong><br />
octubre <strong>de</strong> 1978. Las sumisiones <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes no se hicieron públicas. Sin embargo, un<br />
resumen <strong>de</strong> la disputa pue<strong>de</strong> verse en Lalive, The First "World Bank" Arbitration (Holiday<br />
Inns v Morocco) – Some Legal Problems, 1 ICSID Reports 645.<br />
239
En Vacuum SALT.c. Ghana el tribunal <strong>de</strong>terminó que "control extranjero"<br />
no requería, o implicaba, un porcentaje especial <strong>de</strong> propiedad <strong>de</strong><br />
accionariado. Cada caso bajo esta cláusula tenía que ser visto en su<br />
contexto particular, teniendo en cuneta todos los hechos y circunstancias.<br />
No hay ninguna fórmula para <strong>de</strong>terminar cuando una empresa <strong>de</strong>be ser<br />
consi<strong>de</strong>rada extranjera para los efectos <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> inversiones. Por<br />
supuesto, en los casos don<strong>de</strong> la empresa matriz posea un 100% <strong>de</strong>l<br />
accionariado <strong>de</strong> la empresa filial, con casi toda certeza, la empresa matriz<br />
estará sujeta a control extranjero. Por otra parte, una total ausencia <strong>de</strong><br />
accionariado en la empresa filial prácticamente niega la existencia <strong>de</strong><br />
control extranjero. 161<br />
En general, los tribunales arbitrales CIADI, <strong>de</strong>bido parcialmente a <strong>las</strong><br />
<strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> "inversor" o "inversión" contenidas en los APPRIs<br />
aplicables, han tendido a no levantar el velo corporativo para <strong>de</strong>terminar la<br />
cuestión <strong>de</strong> nacionalidad. Se ha sugerido que los tribunales arbitrales<br />
internacionales <strong>de</strong>berían, en este respecto, tomar en consi<strong>de</strong>ración la<br />
realidad económica <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong> un grupo corporativo y <strong>de</strong>terminar<br />
la nacionalidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> empresas basándose en propiedad accionarial y<br />
control corporativo. Sin embargo, con frecuencia, tribunales arbitrales<br />
CIADI han <strong>de</strong>terminado la cuestión <strong>de</strong> nacionalidad basándose puramente<br />
en lugar <strong>de</strong> constitución empresarial o lugar don<strong>de</strong> se encuentra la se<strong>de</strong><br />
corporativa. 162<br />
161 Vacuum SALT Production Limited v Government of the Republic of Ghana, Caso CIADI<br />
No. Arb/92/1, 4 ICSID Reports 320 en 346 (1997)<br />
162 Los árbitros en Autopista Concesionada <strong>de</strong> Venezuela c. Venezuela concluyeron que<br />
diciendo que <strong>de</strong> acuerdo con la el <strong>de</strong>recho y la práctica internacional, hay diferentes<br />
criterios para <strong>de</strong>terminar la nacionalidad jurídica <strong>de</strong> un persona. El criterio relativo al lugar<br />
<strong>de</strong> incorporación o el lugar <strong>de</strong> la se<strong>de</strong> empresarial son criterios ampliamente adoptados<br />
por Tribunales CIADI. Autopista Concesionada <strong>de</strong> Venezuela c. Venezuela, Caso CIADI<br />
No. ARB/00/5, <strong>de</strong>cisión relativa a la jurisdicción, 27 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 2001, párrafos 107-<br />
108, publicado en (2001) 16 ICSID Rev FIKJ 469<br />
240
Un ejemplo claro <strong>de</strong> esta postura lo representa el caso Tokios Tokelés c.<br />
Ucrania, centrado en una disputa surgida bajo los auspicios <strong>de</strong>l APPRI<br />
entre Lituania y Ucrania. En este caso, el Demandante había sido<br />
constituido en Lituania, aunque la empresa no tenía activida<strong>de</strong>s<br />
sustanciales en ese país. Por el contrario, el 99% <strong>de</strong>l accionariado<br />
pertenecía y era controlado por ucranianos. A<strong>de</strong>más la se<strong>de</strong> empresarial<br />
no se encontraba en Lituania. El Demandado objetó a la jurisdicción <strong>de</strong>l<br />
tribunal argumentando que el Demandante no podía gozar <strong>de</strong> la protección<br />
ofrecida por el APPRI entre Lituania y Ucrania, puesto que los reales<br />
<strong>de</strong>mandantes eran nacionales ucranianos, quienes trataban <strong>de</strong> conducir un<br />
arbitraje internacional contra su propio gobierno y tal circunstancia no<br />
estaba amparada por el APPRI en cuestión. La mayoría <strong>de</strong>l tribunal, en<br />
relación a la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la nacionalidad <strong>de</strong> la persona jurídica,<br />
sostuvo que bajo el relevante APPRI, el único factor a tener en cuenta para<br />
<strong>de</strong>terminar nacionalidad era si el Demandante se había constituido bajo <strong>las</strong><br />
leyes <strong>de</strong> Lituania. Como éste era el caso, la mayoría <strong>de</strong>l tribunal consi<strong>de</strong>ró<br />
que el Demandante era lituano y, en consecuencia, a efectos <strong>de</strong>l APPRI, el<br />
Demandante era un inversor extranjero. Es importante mencionar en este<br />
punto que el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l tribunal no se adhirió a la opinión <strong>de</strong> la mayoría<br />
<strong>de</strong>l tribunal y favoreció el análisis <strong>de</strong> la realidad económica para <strong>de</strong>terminar<br />
la nacionalidad <strong>de</strong> una persona jurídica. 163 De manera significativa, la<br />
mayoría <strong>de</strong>l tribunal indicó que el análisis <strong>de</strong> la realidad económica y el<br />
levantamiento <strong>de</strong>l velo para <strong>de</strong>terminar la nacionalidad jurídica pue<strong>de</strong>n<br />
hacerse sólo en circunstancias excepcionales. Sin embargo, el caso en<br />
cuestión no había evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> abuso <strong>de</strong> personalidad jurídica porque,<br />
entre otras cosas, Tokios Tokelés, el Demandante, fue incorporado mucho<br />
antes <strong>de</strong> que el APPRI entrara en vigor y, por lo tanto, tal entidad no podía<br />
haber sido creada para el propósito <strong>de</strong> asegurar que el tribunal CIADI<br />
tendría jurisdicción. Este último punto muestra que para que los Tribunales<br />
arbitrales no consi<strong>de</strong>ren que se ha abusado <strong>de</strong>l sistema e incurrido en la<br />
163 Reconocido en la Opinión Disi<strong>de</strong>nte en Tokios Tokelés c Ucraina (Caso CIADI No.<br />
ARB/02/18) <strong>de</strong>cisión relativa a la jurisdicción <strong>de</strong>l 29 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 2004<br />
241
práctica <strong>de</strong>l "treaty shopping" con el exclusivo objeto <strong>de</strong> acce<strong>de</strong>r al arbitraje<br />
internacional para <strong>de</strong>mandar al estado receptor <strong>de</strong> la inversión, la cuestión<br />
<strong>de</strong> cuando se hizo la inversión fue fundamental.<br />
Otro ejemplo que muestra la importancia <strong>de</strong> estructurar inversiones <strong>de</strong><br />
manera que éstas que<strong>de</strong>n bajo la protección <strong>de</strong> un APPRI se refleja en el<br />
reciente caso Aguas <strong>de</strong>l Tunari, S.A. c. La República <strong>de</strong> Bolivia 164 . En este<br />
caso, el Demandante realizó una reestructuración corporativa interna, que<br />
tuvo lugar <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que la empresa obtuviera un contrato <strong>de</strong> concesión<br />
otorgado por el Demandado y reacciones hostiles se manifestaran entre la<br />
población don<strong>de</strong> la inversión se había efectuado. La reestructuración,<br />
realizada por razones ajenas a la protección <strong>de</strong> la inversión, culminó en la<br />
siguiente estructura: la empresa que canalizaba la inversión estaba<br />
controlada mayoritariamente (en un 55%) por una empresa holan<strong>de</strong>sa, que<br />
a su vez estaba controlada en un 100% por otra empresa holan<strong>de</strong>sa, que a<br />
su vez estaba controlada por la filial holan<strong>de</strong>sa <strong>de</strong> una empresa americana<br />
y una empresa italiana. El 55% <strong>de</strong>l accionariado permitió a la empresa<br />
holan<strong>de</strong>sa argumentar que la inversión estaba protegida bajo el APPRI<br />
entre Holanda y Bolivia. El tribunal dio la razón al Demandante y afirmó su<br />
jurisdicción para oír <strong>de</strong> la controversia porque, tal y como requería el<br />
APPRI entre Holanda y Bolivia, el Demandante "estaba controlado directa<br />
o indirectamente" por un nacional <strong>de</strong> Holanda. El tribunal estableció que<br />
una empresa está controlada por otra <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong><br />
accionariado que la empresa matriz posea respecto a su filial. Es<br />
importante notar que uno <strong>de</strong> los árbitros disintió <strong>de</strong> la opinión <strong>de</strong> la mayoría<br />
<strong>de</strong>l Tribunal aludiendo al hecho que el tribunal no tendría que <strong>de</strong>clararse<br />
competente cuando el Demandante reestructure sus inversiones<br />
exclusivamente con el afán <strong>de</strong> aprovechar la protección ofrecida por un<br />
APPRI una vez la disputa sea previsible. Sin embargo, la opinión disi<strong>de</strong>nte<br />
<strong>de</strong>l árbitro también admitió que en el caso en cuestión no era claro que la<br />
164 Augas <strong>de</strong>l Tunari, A.A. c. La República <strong>de</strong> Bolivia, Caso CIADI No. ARB/02/3, Decisión<br />
relativa a <strong>las</strong> objeciones a la jurisdicción interpuestas por el Demandado.<br />
242
expropiación fuera previsible en el momento <strong>de</strong> la reestructuración<br />
empresarial. Este punto pone <strong>de</strong> manifiesto que si una empresa quiere<br />
aprovechar la protección ofrecida bajo los distintos APPRIs firmados por el<br />
país receptor <strong>de</strong> la inversión es importante que tal reestructuración se haga<br />
lo antes posible, i<strong>de</strong>almente, antes <strong>de</strong> que una controversia legal sea<br />
pre<strong>de</strong>cible para evitar la posible <strong>de</strong>negación <strong>de</strong> jurisdicción por parte <strong>de</strong>l<br />
tribunal<br />
C) Conclusión<br />
No es negativo, <strong>de</strong> hecho es aconsejable, que los inversores estructuren<br />
sus inversiones para obtener protección bajo los auspicios <strong>de</strong> un APPRI.<br />
La jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> tribunales CIADI muestra que los tribunales afirmarán<br />
su jurisdicción ratione personae, si el inversor es un nacional <strong>de</strong>l otro<br />
estado contratante <strong>de</strong>l APPRI. Jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l CIADI muestra que<br />
nacionalidad suele ser atribuida en función a criterios objetivos tales como<br />
el país don<strong>de</strong> se encuentra la se<strong>de</strong> social; el país <strong>de</strong> constitución<br />
empresarial o nacionalidad <strong>de</strong>l accionista mayoritario. Inversores, por<br />
tanto, tendrían que asegurarse que, cuando estructuran / reestructuran la<br />
organización corporativa que canaliza la inversión, cumplen con los testos<br />
objetivos seguidos por los tribunales CIADI.<br />
Hasta ahora, los tribunales CIADI no han ido más allá y normalmente no<br />
han levantado el velo corporativo o analizado quien ejerce el verda<strong>de</strong>ro<br />
control para la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>l requisito <strong>de</strong> nacionalidad. Sin embargo,<br />
<strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones en Tokios Tokelés y en Aguas <strong>de</strong>l Tunari, y en especial los<br />
comentarios contenidos en <strong>las</strong> opiniones disi<strong>de</strong>ntes, muestran que los<br />
tribunales arbitrales pue<strong>de</strong>n estar dispuestos a levantar el velo corporativo<br />
para <strong>de</strong>terminar la nacionalidad <strong>de</strong> la empresa a través <strong>de</strong> la cual se<br />
realiza la inversión en situaciones cuando <strong>las</strong> partes hayan "abusado <strong>de</strong> su<br />
nacionalidad". En este proceso, el momento en el que se realice la<br />
reestructuración será un elemento crucial. Por el momento, el impacto <strong>de</strong>l<br />
momento en que se realiza la inversión y el consecuente levantamiento <strong>de</strong>l<br />
velo por parte <strong>de</strong> los tribunales CIADI aún están por verse.<br />
243