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Transcripción de las distintas ponencias efectuadas - Club Español ...

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ÍNDICE<br />

I. CEREMONIA DE INAGURACIÓN 5<br />

I.1 Julio González Soria 7<br />

I.2 José María Alonso 11<br />

I.3 Alfredo Prada 15<br />

I.4 Juan Fernando López Aguilar 21<br />

I.5 Su Majestad 25<br />

II. PRÁCTICA ARBITRAL: PERSPECTIVAS REGIONALES 27<br />

II.1 José María Alonso 29<br />

II.2 James Whitelaw 35<br />

II.3 Pedro Martínez Fraga 49<br />

III. LA GRAN EMPRESA ANTE EL ARBITRAJE 59<br />

III.1 Juan Guitard 61<br />

III.2 Rui Mayer 67<br />

III.3 José Luis <strong>de</strong>l Valle 73<br />

III.4 Juan Pelegrí y Girón 77<br />

IV. EL ARBITRAJE COMO MECANISMO DE PROTECCIÓN DE<br />

INVERSIONES 87<br />

IV.1 Manuel Álvarez Tronge 89<br />

IV.2 Andrés Rigo Sureda 97<br />

IV.3 Miquel Griñó 105<br />

V. CUESTIONES PROCESALES EN EL ARBITRAJE COMERCIAL<br />

INTERNACIONAL 111<br />

V.1 Vicente L. Montés 113<br />

V.2 Antonio García Pare<strong>de</strong>s 121<br />

VI. CONSIDERACIONES FINALES 133<br />

VI.1 Jesús Remón 135<br />

VI.2 David Arias 141<br />

VII. ACTO DE CLAUSURA 145<br />

VII.1 José María Alonso 147<br />

3


VII.2 Alberto Ruiz Gallardón 151<br />

VII.3 Francisco José Hernando 155<br />

VIII. COMUNICACIONES AL CONGRESO 161<br />

VIII.1 El arbitraje <strong>de</strong> inversión (Enviada por Don Andrés Rigó Sureda) 163<br />

VIII.2 El arbitrio <strong>de</strong>l Árbitro en la valoración <strong>de</strong> la prueba pericial (Enviada<br />

por Don Fe<strong>de</strong>rico Fernán<strong>de</strong>z <strong>de</strong> Buján) 229<br />

VIII.3 Importancia <strong>de</strong> la estructuración / Reestructuración corporativa <strong>de</strong><br />

inversiones para gozar <strong>de</strong> una mayor protección internacional a<br />

través <strong>de</strong> la posibilidad <strong>de</strong> arbitrar disputas (Enviada por Doña Silvia<br />

Farré Muñoz) 237<br />

4


I. CEREMONIA DE INAGURACIÓN<br />

o D. Julio González-Soria, Vicepresi<strong>de</strong>nte <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong><br />

la Corte <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong> Madrid y Árbitro<br />

o D. José María Alonso, Presi<strong>de</strong>nte <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, Socio Director <strong>de</strong><br />

Garrigues<br />

o Excmo Sr. D. Alfredo Prada Presa, Vicepresi<strong>de</strong>nte Segundo y Consejero <strong>de</strong><br />

Justicia e Interior <strong>de</strong> la Comunidad <strong>de</strong> Madrid<br />

o Excmo Sr. D. Juan Fernándo López Aguilar, Ministro <strong>de</strong> Justicia<br />

o S.M. el Rey <strong>de</strong> España<br />

5


I.1 Julio González Soria<br />

Señor, mis primeras palabras tienen necesariamente que ser para expresar<br />

nuestra enorme <strong>de</strong>uda <strong>de</strong> gratitud con Su Majestad por haber tenido a bien<br />

honrarnos con su presencia en este acto <strong>de</strong> inauguración <strong>de</strong>l Primer Congreso<br />

<strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje y por su apoyo a un evento tan significado para el<br />

arbitraje en España que ha contado, igualmente, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el primer momento con<br />

la valiosa y <strong>de</strong>cidida colaboración <strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong> la Comunidad Madrid y <strong>de</strong>l<br />

Ministerio <strong>de</strong> Justicia.<br />

Nuestro agra<strong>de</strong>cimiento, también, al Ministro <strong>de</strong> Justicia y al Vicepresi<strong>de</strong>nte<br />

Segundo y Consejero <strong>de</strong> Justicia e Interior <strong>de</strong> la Comunidad <strong>de</strong> Madrid, que nos<br />

acompañan.<br />

Este Congreso se enmarca <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> encaminadas al<br />

cumplimiento <strong>de</strong> sus objetivos a los que se referirá en su intervención el<br />

Presi<strong>de</strong>nte.<br />

En consecuencia, hemos querido, bajo el tema global <strong>de</strong> “El Arbitraje en Europa<br />

e Iberoamerica”, reflexionar sobre <strong>las</strong> perspectivas actuales y los retos futuros.<br />

Es evi<strong>de</strong>nte que tal empeño necesitaba <strong>de</strong> <strong>las</strong> necesarias acotaciones para<br />

hacerlo viable y práctico.<br />

Para ello, hemos elegido para <strong>de</strong>batir cuatro gran<strong>de</strong>s temas que, a su vez,<br />

vienen estrechamente ligados al enfoque, creemos que original, <strong>de</strong> hacer posible<br />

oír, y al mismo tiempo reconocer su protagonismo, a los tres pilares en que se<br />

sustenta el arbitraje: la abogacía, la empresa y la judicatura.<br />

Así en la primera Mesa Redonda tendremos la oportunidad <strong>de</strong> analizar la<br />

Práctica arbitral <strong>de</strong>s<strong>de</strong> diversas perspectivas regionales, especialmente España<br />

e Iberoamerica, con quien tantos lazos y afinida<strong>de</strong>s nos unen, sin olvidar<br />

referirnos a los factores jurídicos y prácticos a tener en cuenta para <strong>de</strong>cidir sobre<br />

la elección <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong>l arbitraje y <strong>de</strong> la institución arbitral mas a<strong>de</strong>cuados para<br />

cada caso.<br />

7


La segunda Mesa estará <strong>de</strong>dicada a La gran Empresa ante el arbitraje, en la<br />

que cualificadísimos directivos <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s empresas europeas <strong>de</strong> sectores tan<br />

diversos como el financiero, el energético, la construcción y <strong>las</strong><br />

telecomunicaciones compartirán con nosotros sus i<strong>de</strong>as y sus experiencias en el<br />

uso <strong>de</strong>l arbitraje para resolver los litigios.<br />

La tercera Mesa se ocupará <strong>de</strong> un tema <strong>de</strong> rabiosa actualidad y <strong>de</strong> indudable y<br />

permanente trascen<strong>de</strong>ncia para el mantenimiento y fomento <strong>de</strong> los intercambios<br />

a nivel internacional y el <strong>de</strong>sarrollo económico <strong>de</strong> los países. Nos referimos, por<br />

supuesto, al arbitraje como mecanismo <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> inversiones. En el<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l mismo, hemos previsto compaginar <strong>las</strong> experiencias <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

empresas con el <strong>de</strong> árbitros expertos en la materia, incluyendo, por supuesto,<br />

una especial referencia al CIADI y a temas como los treaty claims o contractual<br />

claims o la expropiación y el trato injusto y no equitativo.<br />

Finalmente la cuarta mesa, tendrá como ponentes a representantes <strong>de</strong> la<br />

judicatura en sus diversas instancias, Tribunal Supremo, Audiencia Provincial,<br />

Juez Decano <strong>de</strong> los Juzgados <strong>de</strong> 1ª instancia y Vocal Portavoz <strong>de</strong>l Consejo<br />

General <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial. En ella se analizaran <strong>de</strong>terminadas cuestiones<br />

procesales <strong>de</strong> gran trascen<strong>de</strong>ncia en el arbitraje comercial como son la ejecución<br />

<strong>de</strong>l laudo, prueba <strong>de</strong> fuego <strong>de</strong>l arbitraje, los limites <strong>de</strong>l control judicial <strong>de</strong>l laudo;<br />

el arbitraje y la ley penal o <strong>las</strong> medidas cautelares Quiero aprovechar la ocasión,<br />

porque consi<strong>de</strong>ro que es <strong>de</strong> justicia, para señalar que al enorme <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l<br />

arbitraje en nuestro país ha contribuido, a mi juicio, <strong>de</strong> una manera significativa<br />

el tratamiento jurisdiccional que, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sus respectivos ámbitos han dado al<br />

arbitraje, tanto el Tribunal Constitucional como el Tribunal Supremo y <strong>las</strong><br />

Audiencias Provinciales así como los Jueces <strong>de</strong> Primera Instancia en <strong>las</strong><br />

funciones que la Ley les ha encomendado y que han permitido la normalización<br />

<strong>de</strong> la utilización <strong>de</strong> los procedimientos judiciales <strong>de</strong> apoyo y control <strong>de</strong>l arbitraje.<br />

Todas <strong>las</strong> mesas tendrán dos elementos comunes. El primero, la excelencia <strong>de</strong><br />

los ponentes que son todos figuras sobresalientes y reconocidas en sus<br />

diferentes ámbitos. Diecisiete primeros espadas proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> ocho países que<br />

aseguran así no solo la excelencia sino también la diversidad y la<br />

8


internacionalización <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate y a los que aprovecho para expresarles<br />

públicamente nuestra mas profunda gratitud por su colaboración; y el segundo,<br />

la posibilidad que brinda el coloquio previsto en cada una <strong>de</strong> el<strong>las</strong> para un<br />

intercambio <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as y experiencias con <strong>las</strong> aportaciones <strong>de</strong> los congresistas<br />

que, sin duda, enriquecerán nuestras conclusiones.<br />

Congresistas, todos Vds, a los que <strong>de</strong>seo expresar un especial reconocimiento<br />

por su respaldo al Congreso ya que su generosa respuesta a nuestra<br />

convocatoria nos ha permitido po<strong>de</strong>r señalar hoy con gran alegría y satisfacción<br />

que son mas <strong>de</strong> 200 los expertos proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> muy diversos países europeos<br />

y americanos los que participan en nuestro Congreso y a los que también quiero<br />

darles la mas calurosa bienvenida a Madrid y <strong>de</strong>searles una feliz estancia entre<br />

nosotros.<br />

Finalmente, creo que interpretando el sentir común, me atrevería a <strong>de</strong>ciros,<br />

Señor, que vuestra presencia hoy aquí nos estimula a todos a redoblar nuestros<br />

esfuerzos para fomentar el arbitraje y asegurar <strong>las</strong> mejores prácticas arbitrales<br />

que faciliten la resolución amistosa <strong>de</strong> <strong>las</strong> diferencias, contribuyendo así<br />

mo<strong>de</strong>stamente al mantenimiento <strong>de</strong> la paz, aunque sea la paz comercial.<br />

Muchas gracias<br />

9


I.2 José María Alonso<br />

Señor, ante todo, como Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, en nombre <strong>de</strong><br />

su Junta Directiva y en el <strong>de</strong> todos sus Miembros y Socios, permítame,<br />

sumándome a <strong>las</strong> palabras <strong>de</strong>l Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Comité Organizador, <strong>de</strong>cirle una<br />

cosa: gracias. Gracias por aceptar presidir el Comité <strong>de</strong> Honor <strong>de</strong>l Primer<br />

Congreso <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje y gracias por aceptar presidir la<br />

inauguración <strong>de</strong> este Primer Congreso sobre el arbitraje en Europa e<br />

Iberoamérica. Gracias en <strong>de</strong>finitiva, Señor, por poner el broche <strong>de</strong> oro a un<br />

proyecto <strong>de</strong> ilusión, gracias que por supuesto hago extensivas al Gobierno <strong>de</strong> la<br />

nación, en la persona <strong>de</strong> su Ministro <strong>de</strong> Justicia, y a la Comunidad <strong>de</strong> Madrid, en<br />

la persona <strong>de</strong> su Vicepresi<strong>de</strong>nte Segundo y Consejero <strong>de</strong> Justicia e Interior<br />

quienes hoy nos acompañan en este acto.<br />

El <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, que me honro en presidir, es el resultado <strong>de</strong> un<br />

movimiento <strong>de</strong> la sociedad civil al que ciertamente nos dio pie la aprobación por<br />

<strong>las</strong> Cortes Españo<strong>las</strong> <strong>de</strong> la Ley 60/2003, <strong>de</strong> 23 <strong>de</strong> diciembre, <strong>de</strong> Arbitraje. Ley<br />

que, por cierto, se encardina <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l llamado pacto <strong>de</strong> estado para la justicia,<br />

que tan buenos resultados dio para nuestra nación, como lo <strong>de</strong>muestran no solo<br />

esta Ley <strong>de</strong> Arbitraje, sino también otras muchas <strong>de</strong> la que yo <strong>de</strong>stacaría la Ley<br />

Concursal.<br />

La Ley <strong>de</strong> Arbitraje es una ley mo<strong>de</strong>rna, Señor, que tomó como punto <strong>de</strong> partida<br />

la Ley Mo<strong>de</strong>lo UNCITRAL elaborada por la Comisión <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas<br />

para el Derecho Mercantil y que incorpora aquellos elementos más positivos <strong>de</strong><br />

los reglamentos <strong>de</strong> arbitrajes <strong>de</strong> <strong>las</strong> instituciones arbitrales más reconocidas <strong>de</strong>l<br />

mundo.<br />

Es una ley respetuosa con la voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes, poco formalista y que sitúa<br />

al juez en una posición <strong>de</strong> permanente ayuda a la función arbitral, tanto durante<br />

el curso <strong>de</strong>l procedimiento como a la hora <strong>de</strong> hacer efectivos los laudos<br />

arbitrales. Y es una ley, en , con la que se pue<strong>de</strong>n sentir tan cómodos <strong>las</strong> partes<br />

y abogados <strong>de</strong> países <strong>de</strong> raigambre anglosajona como aquellos otros cuyo<br />

origen y formación se encuentran en el llamado <strong>de</strong>recho civil continental. Yo no<br />

11


me cansaré <strong>de</strong> repetir, Señor, que España se ha dotado así misma <strong>de</strong> una <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

leyes <strong>de</strong> arbitraje más avanzadas <strong>de</strong>l mundo.<br />

En este estado <strong>de</strong> cosas, la Ley <strong>de</strong> Arbitraje explicita en su Exposición <strong>de</strong><br />

Motivos que su mera existencia y contenido, y leo textualmente, “facilitará y aún<br />

impulsará que se pacten convenios arbitrales en los que se establezcan en<br />

nuestro país como lugar <strong>de</strong>l arbitraje”. Y es que, en efecto, no es ya sólo que el<br />

arbitraje vaya cada día ganando más a<strong>de</strong>ptos como fórmula alternativa <strong>de</strong><br />

solución <strong>de</strong> conflictos; es que la mayor internacionalización <strong>de</strong> nuestras<br />

empresas, consecuencia <strong>de</strong> la globalización, hace que cada vez más éstas<br />

introduzcan en sus contratos cláusu<strong>las</strong> arbitrales. Y lo mismo es predicable<br />

respecto <strong>de</strong> <strong>las</strong> empresas <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más países europeos, y lo que para nosotros<br />

es aún más importante, por razones obvias, predicable <strong>de</strong> <strong>las</strong> empresas <strong>de</strong><br />

nuestros países hermanos iberoaméricanos.<br />

Este <strong>de</strong>seo abiertamente y excelentemente expresado por la Ley <strong>de</strong> contribuir a<br />

atraer hacia España el mayor número <strong>de</strong> arbitrajes internacionales tiene una<br />

razón <strong>de</strong> ser elemental; el arbitraje es una importantísima fuente <strong>de</strong> generación<br />

<strong>de</strong> riqueza para el país. No solo <strong>de</strong> riqueza económica, sino también intelectual,<br />

y no sólo para el sector <strong>de</strong> la abogacía, sino para todo el sector servicios en<br />

general: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los transportes, los hoteles, los peritos, los traductores, los<br />

servicios informáticos, telemáticos, etc. Esto lo saben bien <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace muchos<br />

años países <strong>de</strong> nuestro entorno como Suiza, Francia, el Reino Unido y, más<br />

recientemente, los Estados Unidos, que <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n el arbitraje como un auténtico<br />

negocio-país, si se me permite la expresión, y como una fuente <strong>de</strong> excelencia<br />

cultural e intelectual. Habiéndonos dotado pues el legislador <strong>de</strong> un instrumento<br />

tan valioso, la sociedad civil, representada en este caso por la abogacía, no<br />

podía permanecer <strong>de</strong> brazos cruzados y, así nació en febrero <strong>de</strong>l pasado año el<br />

<strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje. Su fundación fue impulsada por los principales<br />

<strong>de</strong>spachos <strong>de</strong> abogados y practicantes <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong>l arbitraje en España.<br />

Es un <strong>Club</strong> abierto, generoso, pues no po<strong>de</strong>mos olvidar que buena parte <strong>de</strong> los<br />

que lo integramos somos competidores; y al mismo tiempo están llamados todos<br />

12


los que quieran unir sus esfuerzos en beneficio <strong>de</strong>l arbitraje y en beneficio <strong>de</strong><br />

España como se<strong>de</strong> <strong>de</strong> arbitrajes internacionales.<br />

Nuestro esfuerzo pasa, Señor, por explicarle al mundo <strong>las</strong> bonda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> nuestro<br />

país, por ayudar a formar más y mejores árbitros en los que la calidad y la<br />

in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia sean valores innegociables, y por formar más y mejor a nuestros<br />

abogados dándoles un verda<strong>de</strong>ro componente internacional. Pasa por favorecer<br />

aquel<strong>las</strong> iniciativas y reformas legislativas que favorezcan aún más el arbitraje.<br />

Y pasa por crear una verda<strong>de</strong>ra sintonía con el po<strong>de</strong>r judicial, tan fundamental<br />

para que el mundo compruebe que en España, sus jueces respetan y hacen<br />

respetar el arbitraje. Buena prueba <strong>de</strong> esto Señor, es que este Congreso será<br />

clausurado por el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Tribunal Supremo y <strong>de</strong>l Consejo General <strong>de</strong>l<br />

Po<strong>de</strong>r Judicial, y a lo largo <strong>de</strong>l mismo habrá nutrida participación <strong>de</strong> la judicatura.<br />

En este esfuerzo se encardina este Primer Congreso <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l<br />

Arbitraje. La presencia hoy <strong>de</strong> Su Majestad, si se me permite <strong>de</strong>cirlo, como<br />

primer árbitro <strong>de</strong> la vida nacional; <strong>de</strong> nuestro Ministro, pues el Ministro <strong>de</strong><br />

Justicia es el Ministro <strong>de</strong> los abogados; <strong>de</strong>l Consejero <strong>de</strong> Justicia <strong>de</strong> Interior <strong>de</strong> la<br />

Comunidad <strong>de</strong> Madrid y <strong>de</strong> tantas autorida<strong>de</strong>s, compañeros, practicantes <strong>de</strong>l<br />

arbitraje, supone para nosotros un importantísimo espaldarazo y un acicate<br />

esencial para seguir a<strong>de</strong>lante. Continuaremos necesitando su apoyo, qué duda<br />

cabe, pero ya puedo <strong>de</strong>cirles, Señor, Señor Ministro, Señor Consejero <strong>de</strong><br />

Justicia e Interior, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la sociedad civil, en este caso representada por el<br />

<strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, pue<strong>de</strong>n tener la seguridad <strong>de</strong> que no les<br />

<strong>de</strong>fraudaremos.<br />

Muchas gracias.<br />

13


I.3 Alfredo Prada<br />

Es para mí un honor y una verda<strong>de</strong>ra satisfacción estar hoy aquí y tener la<br />

oportunidad <strong>de</strong> participar, en nombre y representación <strong>de</strong> la Comunidad <strong>de</strong><br />

Madrid, en este acto <strong>de</strong> inauguración <strong>de</strong>l Primer Congreso <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong><br />

Arbitraje.<br />

Y me van a permitir que mis primeras palabras sean, precisamente, para<br />

agra<strong>de</strong>cer al <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong> Arbitraje, a su Presi<strong>de</strong>nte y a todo el Comité<br />

Organizador su amable invitación, así como para felicitarles por la propia<br />

celebración <strong>de</strong> este Encuentro, <strong>de</strong>l que a buen seguro surgirán buenas i<strong>de</strong>as y<br />

propuestas innovadoras que nos ayudarán afrontar los retos que la nueva<br />

sociedad <strong>de</strong>l siglo XXI ya nos está planteando.<br />

Mi presencia en este acto es una pequeña muestra <strong>de</strong> <strong>las</strong> buenas relaciones que<br />

hoy existen entre el mundo arbitral y la Comunidad <strong>de</strong> Madrid; unas excelentes<br />

relaciones <strong>de</strong> apoyo mutuo y colaboración que espero que no sólo continúen<br />

sino que se estrechen aún más en el futuro.<br />

No hay que olvidar que ésta Comunidad autónoma asume casi el 30% <strong>de</strong> todos<br />

los contenciosos que se tramitan en España. Y es evi<strong>de</strong>nte que para conseguir<br />

lo que creo que es un objetivo común <strong>de</strong> todos, es <strong>de</strong>cir, un Estado <strong>de</strong> Derecho<br />

mo<strong>de</strong>rno, ágil y eficaz necesitamos consolidar el arbitraje como contrapunto<br />

indiscutible a la labor que realizan nuestros jueces y como pieza básica para el<br />

correcto engranaje <strong>de</strong> nuestro <strong>de</strong>sarrollo.<br />

Apoyar la institución arbitral es apostar, claramente, por el progreso; por un<br />

sistema judicial más dinámico y eficaz, que sea capaz <strong>de</strong> combinar <strong>las</strong> más<br />

estrictas garantías para los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los ciudadanos con la flexibilidad<br />

suficiente para dar una respuesta ágil a una sociedad en pleno <strong>de</strong>sarrollo.<br />

Majestad,<br />

La Comunidad <strong>de</strong> Madrid es hoy, sin duda alguna, una <strong>de</strong> <strong>las</strong> regiones más<br />

prósperas y atractivas <strong>de</strong> toda Europa; un lugar que se ha convertido en el<br />

15


símbolo <strong>de</strong> la ilusión y cuya capital está llamada a transformarse en el escenario<br />

idóneo para el arbitraje internacional.<br />

Y <strong>las</strong> razones que avalan la candidatura <strong>de</strong> Madrid como se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l arbitraje<br />

internacional –en especial, en todo lo que afecta a <strong>las</strong> relaciones comerciales<br />

con América Latina- son claras y evi<strong>de</strong>ntes.<br />

Los últimos índices económicos hechos públicos por el Instituto Nacional <strong>de</strong><br />

Estadística <strong>de</strong>finen con claridad el excelente momento que vive Madrid y<br />

<strong>de</strong>muestran que nuestra Región continúa sosteniendo el mismo dinamismo <strong>de</strong>l<br />

que ha hecho gala en los últimos años.<br />

Los valores actuales <strong>de</strong>l presente ejercicio económico se mantienen aún muy por<br />

encima <strong>de</strong> <strong>las</strong> previsiones que maneja el Gobierno <strong>de</strong> la Nación para el conjunto<br />

<strong>de</strong> España. Y si nos atenemos únicamente a los datos objetivos y a la simple<br />

lectura <strong>de</strong> <strong>las</strong> cifras, llegamos a una misma conclusión: que Madrid continúa<br />

siendo el primer motor <strong>de</strong> la economía española.<br />

Des<strong>de</strong> 1995, la economía madrileña ha crecido un 38,6%. Es <strong>de</strong>cir, 5,3 puntos<br />

por encima <strong>de</strong> la economía nacional; 3,6 puntos por encima <strong>de</strong> EEUU y más <strong>de</strong><br />

17 puntos por encima <strong>de</strong> la Unión Europea.<br />

Pero, como sin duda todos uste<strong>de</strong>s conocen muy bien, estos dos últimos años<br />

no han sido fáciles para nadie. La <strong>de</strong>saceleración <strong>de</strong> la economía mundial, la<br />

subida <strong>de</strong> los precios <strong>de</strong>l petróleo y la inestabilidad <strong>de</strong> los mercados favorecieron<br />

la creación <strong>de</strong> un marco económico <strong>de</strong>sfavorable en el que, sin embargo, Madrid<br />

ha vuelto a ser una excepción.<br />

El pasado año, la economía madrileña creció, en términos <strong>de</strong> PIB, al 4%, seis<br />

décimas más que la economía nacional. Se crearon más <strong>de</strong> 152.000 empleos y<br />

se realizaron 220.000 afiliaciones nuevas a la Seguridad Social.<br />

Gracias a su acelerado ritmo <strong>de</strong> creación <strong>de</strong> empleo y riqueza, Madrid supera<br />

hoy en más <strong>de</strong> un 30% el umbral <strong>de</strong> la convergencia europea y es la primera<br />

región <strong>de</strong> España en renta per cápita con 27.279 euros por habitante, un 31%<br />

16


más que la media española y casi el doble <strong>de</strong> la registrada por otras<br />

Comunida<strong>de</strong>s Autónomas como Extremadura.<br />

Y todo ello, unido al li<strong>de</strong>razgo en materia <strong>de</strong> tecnología e innovación, que sitúa a<br />

nuestra región –también en esta materia- a la vanguardia <strong>de</strong> España.<br />

Pero esta positiva excepción que Madrid supone en todos los aspectos no es<br />

algo que suceda por azar o que obe<strong>de</strong>zca a complejas fórmu<strong>las</strong> milagrosas. La<br />

prosperidad <strong>de</strong> nuestra Comunidad se sostiene sobre algo tan simple, pero al<br />

mismo tiempo tan difícil <strong>de</strong> conseguir, como es la confianza.<br />

Generar confianza <strong>de</strong>bería ser la primera obligación para todos los que<br />

ejercemos un cargo público. Pero eso es algo que sólo se pue<strong>de</strong> obtener con un<br />

programa <strong>de</strong> Gobierno coherente y honesto, fortaleciendo <strong>las</strong> Instituciones<br />

<strong>de</strong>mocráticas y ofreciendo a los ciudadanos un marco jurídico estable, don<strong>de</strong><br />

todos puedan convivir en paz y en el que sientan que sus <strong>de</strong>rechos y liberta<strong>de</strong>s<br />

son plenamente respetados.<br />

Es cierto que hoy, traspasada ya la frontera <strong>de</strong>l siglo XXI, disfrutamos <strong>de</strong> todas<br />

<strong>las</strong> garantías que nos ofrece un Estado <strong>de</strong> Derecho firmemente consolidado.<br />

Pero sólo cuando consigamos que nuestros sistemas <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> conflictos<br />

(judiciales y extrajudiciales) tengan la misma agilidad y el mismo dinamismo <strong>de</strong><br />

la sociedad actual, estaremos ante un elemento capaz <strong>de</strong> impulsar nuestra<br />

prosperidad y nuestro <strong>de</strong>sarrollo, y no ante un <strong>las</strong>tre que obstaculiza el progreso<br />

<strong>de</strong> nuestra economía.<br />

Detrás <strong>de</strong> cada expediente judicial o <strong>de</strong> cada laudo arbitral hay un conflicto por<br />

resolver. Y los que, <strong>de</strong> una u otra forma, tenemos algún tipo <strong>de</strong> responsabilidad<br />

en esta materia no <strong>de</strong>beríamos olvidar eso.<br />

Creo que no les <strong>de</strong>svelo nada nuevo si afirmo que el arbitraje es uno <strong>de</strong> los<br />

métodos <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> conflictos que ha resultado ser más ágil, útil y eficaz,<br />

sobre todo en cuestiones que afectan al comercio internacional.<br />

17


Por eso, precisamente, y con el fin <strong>de</strong> favorecer la difusión <strong>de</strong> su práctica y <strong>de</strong><br />

promover la unidad <strong>de</strong> criterios a la hora <strong>de</strong> su aplicación, el legislador español<br />

buscó la tan <strong>de</strong>mandada armonización <strong>de</strong> su régimen jurídico a través <strong>de</strong> la<br />

promulgación <strong>de</strong> una nueva ley: la Ley 60/2003, <strong>de</strong> 23 <strong>de</strong> diciembre.<br />

Y todo ello, insisto, con la convicción <strong>de</strong> que una mayor uniformidad en <strong>las</strong> leyes<br />

reguladoras <strong>de</strong> esta institución <strong>de</strong>bía redundar directamente en su mayor<br />

eficacia para resolver controversias, tanto nacionales como internacionales.<br />

La citada nueva ley <strong>de</strong> arbitraje parte en su regulación <strong>de</strong> los innegables<br />

avances que introdujo su pre<strong>de</strong>cesora en esta materia (la ley <strong>de</strong> 1988) pero da<br />

una nueva vuelta <strong>de</strong> tuerca que, en mi opinión, supone un auténtico e importante<br />

salto cualitativo.<br />

La nueva ley toma como base inspiradora la Ley Mo<strong>de</strong>lo elaborada por la<br />

Comisión <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional <strong>de</strong> 21<br />

<strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1985. Y, a partir <strong>de</strong> ese texto, incorpora avances técnicos y da<br />

nuevas respuestas a <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s surgidas <strong>de</strong> la práctica arbitral en el<br />

comercio internacional.<br />

Una <strong>de</strong> sus mayores rarezas, pero que creo que es también su mayor acierto, es<br />

recoger un particular mestizaje entre la tradición jurídica europeo-continental y la<br />

anglosajona.<br />

Y digo que esto es un acierto, porque este particular punto <strong>de</strong> encuentro que el<br />

legislador encontró entre estas dos tradiciones jurídicas, contribuye a favorecer<br />

su difusión entre sujetos pertenecientes a áreas económicas que forman parte<br />

<strong>de</strong> sistemas jurídicos distintos al nuestro y con los que España mantiene<br />

crecientes y fructíferas relaciones comerciales.<br />

Los agentes económicos <strong>de</strong> dichas áreas encuentran, en el nuevo texto, mayor<br />

certidumbre sobre el contenido <strong>de</strong>l régimen jurídico aplicable al arbitraje en<br />

España. Y no cabe duda <strong>de</strong> que ese mayor grado <strong>de</strong> seguridad jurídica que se<br />

obtiene, favorece e impulsa que cada vez sean más los convenios arbitrales que<br />

establecen nuestro país como se<strong>de</strong> <strong>de</strong> su arbitraje.<br />

18


La nueva ley ha resultado, por tanto, ser más asequible al tráfico <strong>de</strong>l comercio<br />

internacional, don<strong>de</strong> la flexibilidad y la capacidad <strong>de</strong> adaptación <strong>de</strong> <strong>las</strong> normas<br />

resultan imprescindibles para dar respuesta a <strong>las</strong> múltiples peculiarida<strong>de</strong>s que<br />

surgen <strong>de</strong> la diversidad <strong>de</strong> escenarios en los que se opera.<br />

Tenemos, por tanto, el marco jurídico más a<strong>de</strong>cuado. Somos el primer motor <strong>de</strong><br />

la economía española y compartimos con Iberoamérica un mismo idioma y una<br />

misma cultura.<br />

Ahora es el momento <strong>de</strong> conseguir el apoyo <strong>de</strong> <strong>las</strong> instituciones públicas y<br />

privadas e impulsar una fructífera colaboración para que, entre todos, podamos<br />

construir una nueva cultura <strong>de</strong>l arbitraje, que ya empieza a nacer en Madrid y<br />

que esperamos que pronto se consoli<strong>de</strong>.<br />

El Gobierno <strong>de</strong> la Comunidad <strong>de</strong> Madrid no va a escatimar esfuerzos en esta<br />

tarea. Y, en este sentido, me complace anunciarles que, a través <strong>de</strong> la empresa<br />

pública PROMOMADRID, vamos a poner en marcha toda una serie <strong>de</strong> iniciativas<br />

con <strong>las</strong> que tenemos la intención <strong>de</strong> consolidar Madrid en el ámbito <strong>de</strong>l arbitraje<br />

internacional.<br />

Permitidme que, ya para concluir, aproveche la oportunidad que me brinda este<br />

acto para agra<strong>de</strong>ceros, en nombre <strong>de</strong> Madrid y <strong>de</strong> todos los madrileños, el<br />

constante apoyo <strong>de</strong> la Corona a todo aquello que representan los valores <strong>de</strong><br />

nuestro Estado <strong>de</strong> Derecho y <strong>las</strong> más firmes garantías constitucionales.<br />

El servicio a España ha sido siempre vuestro mayor compromiso personal e<br />

institucional y el alto sentido <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber con el que lo ejercéis constituye un gran<br />

ejemplo para todos nosotros.<br />

Por eso, hoy, ante este foro académico y profesional, no quiero <strong>de</strong>jar <strong>de</strong><br />

expresaros nuestro más respetuoso agra<strong>de</strong>cimiento por vuestra generosidad,<br />

esfuerzo y constante <strong>de</strong>dicación a España y a los españoles.<br />

19


I.4 Juan Fernando López Aguilar<br />

Majestad, como Ministro <strong>de</strong> Justicia es un verda<strong>de</strong>ro honor saludar y prestar<br />

reconocimiento a los ilustres juristas organizadores y participantes en este<br />

Primer Congreso <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje.<br />

El arbitraje es un medio principal <strong>de</strong> resolución no jurisdiccional <strong>de</strong> conflictos en<br />

nuestro Or<strong>de</strong>namiento Jurídico. El reconocimiento <strong>de</strong> esta importante <strong>de</strong> función<br />

<strong>de</strong> pacificación no está sujeto a discusión entre los estudiosos y los prácticos <strong>de</strong>l<br />

or<strong>de</strong>n constitucional. No en vano, la Constitución, cuando en su artículo 56<br />

regula <strong>las</strong> funciones <strong>de</strong> la Corona incluye entre éstas <strong>las</strong> <strong>de</strong> arbitrar y mo<strong>de</strong>rar el<br />

funcionamiento regular <strong>de</strong> <strong>las</strong> instituciones <strong>de</strong>l Estado, por lo que esta dimensión<br />

<strong>de</strong> Su Majestad el Rey se fun<strong>de</strong> hoy aquí con la más alta representación <strong>de</strong>l<br />

Estado y con <strong>las</strong> relaciones internacionales, especialmente en nuestra<br />

comunidad histórica en la que sobresale la iberoamericana. Proce<strong>de</strong> así<br />

recordar que el arbitraje, en cuanto técnica jurídica <strong>de</strong> composición <strong>de</strong> intereses;<br />

encuentra su fundamento en la exaltación constitucional <strong>de</strong> la libertad como valor<br />

superior <strong>de</strong>l Or<strong>de</strong>namiento Jurídico y en sus <strong>de</strong>rivaciones más arraigadas como<br />

la tradición privatista, la libertad negocial, la autonomía <strong>de</strong> la voluntad, y el<br />

principio dispositivo en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> contratos. La ley que regula el arbitraje en<br />

España, Ley <strong>de</strong> 23 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2003, entró en vigor el 26 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong><br />

2004, por lo que esta primavera ha cumplido dos años. Se elaboró bajo la Ley<br />

Mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas para el Derecho Comercial Internacional <strong>de</strong> 21<br />

<strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1985, recomendada por la Asamblea General <strong>de</strong> Naciones Unidas en<br />

su Resolución 40/72, <strong>de</strong> 11 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1985. Esta Ley Mo<strong>de</strong>lo es el<br />

resultado <strong>de</strong> un compromiso en el más noble <strong>de</strong> los sentidos <strong>de</strong> esta palabra,<br />

entre <strong>las</strong> tradiciones jurídicas continental y anglosajona, para facilitar así la<br />

difusión entre operadores pertenecientes a <strong>distintas</strong> áreas económicas <strong>de</strong>l valor<br />

inapreciable <strong>de</strong> la seguridad jurídica.<br />

Esta ley es expresión, por tanto, <strong>de</strong> la sensibilidad <strong>de</strong>l legislador español a los<br />

requerimientos <strong>de</strong> armonización <strong>de</strong>l régimen jurídico <strong>de</strong>l arbitraje. En particular,<br />

<strong>de</strong>l arbitraje comercial internacional, para favorecer la difusión <strong>de</strong> su práctica y<br />

promover la unidad <strong>de</strong> criterios en su aplicación. Ello obe<strong>de</strong>ce a una razón: una<br />

21


mayor uniformidad en <strong>las</strong> leyes reguladoras <strong>de</strong>l arbitraje ha <strong>de</strong> propiciar la<br />

mayor eficacia como medio <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong> controversias. Esta vocación se<br />

manifestó temprana y explícitamente en el Real Decreto 10/94 <strong>de</strong> 1981, que<br />

hace 25 años abrió <strong>las</strong> puertas al arbitraje comercial internacional en base a una<br />

motivación especial. El incremento <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones comerciales con<br />

iberoamérica ciertamente había provocado el aumento <strong>de</strong> litigios que, por falta<br />

<strong>de</strong> a<strong>de</strong>cuados servicios <strong>de</strong> arbitraje comercial internacional en España, en vez<br />

<strong>de</strong> ser resueltos por nuestras instituciones arbitrales, habían venido<br />

resolviéndose por instituciones arbitrales <strong>de</strong> otro contexto cultural e idiomático.<br />

La Ley <strong>de</strong> arbitraje acoge como base la referida Ley Mo<strong>de</strong>lo y a<strong>de</strong>más, tomando<br />

en consi<strong>de</strong>ración los sucesivos trabajos emprendidos por la Conferencia<br />

Especializada <strong>de</strong> Naciones Unidas UNCITRAL, el propósito <strong>de</strong> incorporar los<br />

avances técnicos y aten<strong>de</strong>r <strong>las</strong> nuevas necesida<strong>de</strong>s en la práctica arbitral,<br />

particularmente en materia <strong>de</strong> requisitos <strong>de</strong> convenio arbitral y en la adopción <strong>de</strong><br />

medidas cautelares.<br />

La Ley Mo<strong>de</strong>lo fue resultado <strong>de</strong> un equilibrio muy cuidado entre <strong>las</strong> tradiciones<br />

jurídicas europeo-continental y la anglosajona; pero, al mismo tiempo, producto<br />

<strong>de</strong> un minucioso estudio <strong>de</strong> Derecho comparado. Su redacción no respon<strong>de</strong>, por<br />

ello, plenamente a los cánones tradicionales <strong>de</strong> nuestro propio Or<strong>de</strong>namiento<br />

patrio; y hace bien, porque es así como mejor facilita la difusión <strong>de</strong>l arbitraje<br />

entre operadores pertenecientes a áreas económicas diversas con <strong>las</strong> que<br />

España mantiene activas y crecientes relaciones comerciales. Ello permite que<br />

los agentes económicos <strong>de</strong> tales áreas tengan la mayor certidumbre sobre el<br />

contenido <strong>de</strong>l régimen jurídico <strong>de</strong>l arbitraje en España, y así se realiza la<br />

intención <strong>de</strong>l legislador español <strong>de</strong> favorecer que se pacten convenios arbitrales<br />

en los que España sea <strong>de</strong>signada como lugar <strong>de</strong> arbitraje.<br />

Dicho esto, no pue<strong>de</strong> olvidarse que la Ley <strong>de</strong> Arbitraje vigente es también<br />

tributaria <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Arbitraje anterior, la 36/88, durante cuya vigencia se<br />

produjo una notable expansión <strong>de</strong>l arbitraje en nuestro país, se aumentó en gran<br />

medida el tipo y el número <strong>de</strong> relaciones contractuales en <strong>las</strong> que <strong>las</strong> partes<br />

podían pactar convenios arbitrales, se asentó el arbitraje institucional, se<br />

consolidaron prácticas uniformes sobre todo en arbitrajes internacionales, se<br />

22


generó un cuerpo <strong>de</strong> doctrina más que estimable y se normalizó la utilización <strong>de</strong><br />

procedimientos judiciales <strong>de</strong> apoyo y control <strong>de</strong>l arbitraje. El transcurso <strong>de</strong> los<br />

dos primeros años <strong>de</strong> vigencia <strong>de</strong> la actualmente vigente Ley <strong>de</strong> Arbitraje<br />

permite ya avanzar un balance <strong>de</strong> sus consecuencias y su impacto en nuestro<br />

sistema <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho y or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> convivencia.<br />

En primer lugar, puedo afirmar que, como se pretendía en esta nueva Ley, se<br />

está favoreciendo el incremento paulatino, pero esperemos que imparable, <strong>de</strong>l<br />

número <strong>de</strong> arbitrajes en España. Así, según la red <strong>de</strong> Cortes <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

Cámaras <strong>de</strong> Comercio <strong>de</strong> España, el número <strong>de</strong> arbitrajes en 2004 ascendió a<br />

419, mientras que en el pasado año 2005 fue <strong>de</strong> 447.<br />

En segundo lugar, a juicio <strong>de</strong> los expertos, el crecimiento sostenido <strong>de</strong> los<br />

arbitrajes tiene una <strong>de</strong> sus principales causas en que la nueva Ley contiene un<br />

procedimiento arbitral muy flexible, poco formalista como os he dicho, que<br />

genera mayor confianza y seguridad y que es a<strong>de</strong>más menos costoso que el <strong>de</strong>l<br />

resto <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> nuestro entorno inmediato. Estos datos respaldan la<br />

afirmación <strong>de</strong> que nuestro país comienza a perfilarse cada vez más como se<strong>de</strong><br />

preferente <strong>de</strong> arbitrajes internacionales, y así resulta <strong>de</strong> los datos que facilita la<br />

Cámara <strong>de</strong> Comercio Internacional, <strong>de</strong> los que resulta que en diez años el<br />

número <strong>de</strong> arbitrajes internacionales celebrados en España se han multiplicado<br />

por 9 y el número <strong>de</strong> árbitros con nacionalidad española se ha incrementado<br />

nada menos que en un 100%. Es por ello que quiero expresar el pleno apoyo <strong>de</strong>l<br />

Ministerio <strong>de</strong> Justicia y <strong>de</strong>l Gobierno al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l arbitraje como<br />

procedimiento <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong> conflictos alterno al jurisdiccional, en sintonía con<br />

<strong>las</strong> ten<strong>de</strong>ncias y directrices marcadas por los progresos <strong>de</strong>l espacio y libertad,<br />

justicia y seguridad en la Unión Europea, pues en esta política el arbitraje llena<br />

<strong>de</strong> contenido la posición central. En ese sentido, <strong>de</strong>sjudicializador <strong>de</strong> lo no<br />

jurisdiccional, se enmarca también la Ley <strong>de</strong> Jurisdicción Voluntaria, que intenta<br />

<strong>de</strong>scargar <strong>de</strong> manera saludable y razonable <strong>de</strong> materia no jurisdiccional a los<br />

titulares <strong>de</strong> la potestad jurisdiccional <strong>de</strong>l Estado. El Gobierno acaba <strong>de</strong> remitir<br />

este Proyecto <strong>de</strong> Ley para iniciar su tramitación pronto en el Parlamento, y hace<br />

recaer en los Secretarios Judiciales y <strong>de</strong> manera optativa, con todas <strong>las</strong><br />

garantías, en Notarios y Registradores un conjunto <strong>de</strong> materias que como el<br />

23


<strong>de</strong>slin<strong>de</strong> <strong>de</strong> fincas o la liberación <strong>de</strong> gravámenes, pue<strong>de</strong>n ser resultas si así lo<br />

<strong>de</strong>ci<strong>de</strong>n <strong>las</strong> partes sin tener que recurrir al conflicto jurisdiccional. Es un paso<br />

más, como el <strong>de</strong>l arbitraje, para <strong>de</strong>scongestionar, agilizar, mejorar y potenciar la<br />

administración <strong>de</strong> justicia. El objetivo es hacer una justicia más ágil, eficaz, <strong>de</strong><br />

calidad, lo que supone en consecuencia una mejor garantía <strong>de</strong> la tutela judicial<br />

efectiva que merecen los ciudadanos. No basta con mo<strong>de</strong>rnizar la estructura<br />

organizativa <strong>de</strong> la Justicia, como es objetivo <strong>de</strong>l Gobierno, sino que hay que<br />

apostar también por la implantación <strong>de</strong> una nueva oficina judicial y por la<br />

finalización <strong>de</strong> <strong>las</strong> reformas procesales en marcha. Si queremos tener éxito en<br />

esta empresa será necesario, a<strong>de</strong>más, lograr la evitación <strong>de</strong>l conflicto ante los<br />

tribunales haciendo <strong>de</strong> ello la última y no la primera opción; para que los<br />

instrumentos como el arbitraje, la mediación, la conciliación o la jurisdicción<br />

voluntaria sean ciertamente cruciales. Una justicia segura, equitativa, con todas<br />

<strong>las</strong> garantías <strong>de</strong> calidad, redunda en la mayor seguridad jurídica, elemento clave<br />

para el progreso económico constante. El fortalecimiento <strong>de</strong>l arbitraje y la<br />

jurisdicción voluntaria, en la medida en que contribuya a mejorar la calidad <strong>de</strong> la<br />

justicia, es un elemento clave no solo para mejorar los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> la gente, sino<br />

también para garantizar un mayor y mejor crecimiento sostenido y sostenible.<br />

Quiero, Majestad, para finalizar, felicitar la iniciativa que hoy inauguramos a sus<br />

promotores y organizadores, al <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje. Supone para mí un<br />

gran privilegio participar en un acto <strong>de</strong> esta trascen<strong>de</strong>ncia bajo la presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><br />

su Majestad el Rey, poniendo la primera piedra <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>be ser una<br />

colaboración estrecha entre el arbitraje internacional y sus promotores en<br />

España. Son estos foros, como lo será sin duda también, así lo espero y trabajo<br />

para ello, la Conferencia <strong>de</strong> Ministros <strong>de</strong> Justicia Iberoamericana, que celebrará<br />

su próxima reunión en septiembre <strong>de</strong> este mismo año en Canarias, se<strong>de</strong>s<br />

a<strong>de</strong>cuadas para el intercambio <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as y conocimientos que enriquecen a todos<br />

para seguir avanzando por la senda <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnización judicial <strong>de</strong> nuestros<br />

respectivos países en la mejor garantía <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> la ciudadanía. Es un<br />

honor, por tanto, participar en la inauguración <strong>de</strong> este Congreso, <strong>de</strong>l que<br />

esperamos lo mejor a través <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>bates y <strong>de</strong> sus conclusiones.<br />

Muchas gracias<br />

24


I.5 Su Majestad<br />

Mucho me alegra po<strong>de</strong>r presidir este Acto inaugural <strong>de</strong>l Primer Congreso <strong>de</strong>l<br />

<strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje.<br />

Me permite dirigir mi saludo más cordial a <strong>las</strong> autorida<strong>de</strong>s que nos acompañan,<br />

expresar mi calurosa felicitación a los organizadores <strong>de</strong> este Congreso, y dar mi<br />

afectuosa bienvenida a cuantos vais a participar en sus sesiones.<br />

Con mi presencia en este Acto, la Corona quiere subrayar la enorme<br />

trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l arbitraje como instrumento que propicia y aumenta la<br />

seguridad jurídica, un factor absolutamente clave y condicionante <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

inversiones y <strong>las</strong> transacciones comerciales en el mundo abierto y globalizado <strong>de</strong><br />

nuestros días.<br />

Estoy seguro <strong>de</strong> que el intercambio <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as que va a producirse a lo largo <strong>de</strong><br />

este Congreso podrá traducirse en futuras acciones <strong>de</strong> cooperación en un<br />

campo tan <strong>de</strong>cisivo como el <strong>de</strong>l arbitraje.<br />

En España, junto al importante nivel <strong>de</strong> internacionalización alcanzado por<br />

nuestras empresas, hemos ido tomando <strong>las</strong> acciones y <strong>las</strong> medidas normativas<br />

necesarias –como la Ley <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong> 2003- para po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>cir hoy, con orgullo<br />

y satisfacción, que nuestro país ha recuperado su tradición histórica en esta<br />

materia, al ser el arbitraje un <strong>de</strong>recho ya recogido en la Constitución <strong>de</strong> 1812.<br />

Nuestra <strong>de</strong>cidida incorporación al universo <strong>de</strong>l arbitraje se ha producido a través<br />

<strong>de</strong> la progresiva inclusión <strong>de</strong> convenios arbitrales en los contratos y la<br />

normalización <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> los procedimientos judiciales para el apoyo y control <strong>de</strong>l<br />

arbitraje.<br />

Esa incorporación plena también se ha producido gracias a la frecuente elección<br />

<strong>de</strong> España como lugar <strong>de</strong> celebración <strong>de</strong> arbitrajes, y a la creación <strong>de</strong><br />

instituciones administradoras <strong>de</strong> arbitraje que se han hecho acreedoras, a lo<br />

largo <strong>de</strong> estos años, <strong>de</strong> un merecido prestigio.<br />

25


Por ello, me produce especial satisfacción po<strong>de</strong>r presidir hoy un Acto que es<br />

fruto <strong>de</strong> la iniciativa <strong>de</strong> la sociedad civil, y que contribuye a poner <strong>de</strong> manifiesto y<br />

a reforzar el papel protagonista que España también juega en el arbitraje<br />

internacional.<br />

Mucho me complace, asimismo, que este Congreso esté tan vinculado con <strong>las</strong><br />

Naciones <strong>de</strong> Iberoamérica -con <strong>las</strong> que nos sentimos tan profundamente<br />

vinculados- y en él vayan a analizarse en profundidad <strong>las</strong> perspectivas actuales y<br />

los retos futuros <strong>de</strong>l arbitraje.<br />

Los países iberoamericanos se encuentran en un proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo<br />

económico muy importante. En ese proceso, la <strong>de</strong>bida seguridad jurídica es un<br />

factor muy significativo para <strong>las</strong> relaciones económicas y, en general, para <strong>las</strong><br />

inversiones extranjeras. También lo es para el incremento <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones e<br />

intercambios comerciales entre los diferentes países <strong>de</strong> aquel Continente.<br />

En esta situación, la institución arbitral pue<strong>de</strong> ser un instrumento <strong>de</strong> suma<br />

importancia para favorecer e incrementar esas relaciones. España está en<br />

condiciones <strong>de</strong> prestar su colaboración para conseguir los mejores resultados.<br />

Consi<strong>de</strong>ro una gran oportunidad que este Congreso analice esas posibilida<strong>de</strong>s,<br />

que no sólo son el producto lógico <strong>de</strong> nuestra proximidad histórica, cultural y<br />

humana, sino también el resultado <strong>de</strong> una cultura jurídica común y <strong>de</strong> una<br />

mentalidad muy cercana.<br />

En suma, la reflexión y el diálogo que vais a abordar estos días nos interesan a<br />

todos, pues afectan a aspectos relevantes <strong>de</strong> los mecanismos económicos,<br />

financieros y comerciales por los que se mueve el mundo <strong>de</strong> hoy.<br />

Animo a todos a trabajar con empeño en la construcción <strong>de</strong> esos instrumentos<br />

<strong>de</strong>cisivos para el mejor <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> nuestros pueblos y el mayor bienestar <strong>de</strong><br />

nuestras socieda<strong>de</strong>s.<br />

Con este espíritu, <strong>de</strong>claro inaugurado el Primer Congreso <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l<br />

Arbitraje.<br />

26


II. PRÁCTICA ARBITRAL:<br />

PERSPECTIVAS REGIONALES<br />

o Mo<strong>de</strong>rador: D. Julio González-Soria, Vicepresi<strong>de</strong>nte <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje,<br />

Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Corte <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong> Madrid y Árbitro<br />

o D. José María Alonso, Presi<strong>de</strong>nte <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, Socio Director <strong>de</strong><br />

Garrigues<br />

o D. James Whitelaw, Vicepresi<strong>de</strong>nte Comisión Interamericana <strong>de</strong> Arbitraje<br />

Comercial<br />

o D. Pedro J. Martínez-Fraga, Socio y Director Dpto. Litigios Internacionales <strong>de</strong><br />

Greenberg & Traurig L.L.P<br />

27


II.1 José María Alonso<br />

Voy a tratar <strong>de</strong> explicar, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la posición <strong>de</strong>l práctico <strong>de</strong>l arbitraje, cuáles son<br />

<strong>las</strong> ventajas que yo encuentro en la Ley <strong>de</strong> Arbitraje española <strong>de</strong> 2003 y que me<br />

llevan a significar, y a lo mejor tengo en eso muchos críticos, que creo que es<br />

una <strong>de</strong> <strong>las</strong> mejores y más avanzadas leyes. Voy a intentar contar <strong>las</strong> bellezas o<br />

los atractivos, si se me permite la expresión, <strong>de</strong> nuestra Ley, para tratar <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r, como buen procesalista, lo que digo.<br />

La primera ventaja que yo encuentro en la Ley <strong>de</strong> Arbitraje es que, para que una<br />

ley <strong>de</strong> arbitraje resulte atractiva, tiene que ser una ley familiar, tiene que ser una<br />

ley cuyo contenido no resulte extraño a nadie, se tenga la nacionalidad que se<br />

tenga o se opere en el sistema jurídico en el que se opere. Y eso, yo creo, es<br />

una característica <strong>de</strong> la Ley española <strong>de</strong> Arbitraje; pues, como todo el mundo<br />

sabe, toma como base la Ley Mo<strong>de</strong>lo UNCITRAL, aprobada por <strong>las</strong> Naciones<br />

Unidas. La Ley española introduce a<strong>de</strong>más los perfeccionamientos que la propia<br />

Comisión fue haciendo a lo largo <strong>de</strong> los años y los mecanismos correctores<br />

extraídos <strong>de</strong> los reglamentos y <strong>las</strong> instituciones arbitrales más importantes <strong>de</strong>l<br />

mundo. Por consiguiente, la Ley <strong>de</strong> Arbitraje –y así se dice explícitamente en su<br />

Exposición <strong>de</strong> Motivos– es una Ley que, como <strong>de</strong>cía antes, resulta familiar tanto<br />

a alguien que tenga una formación en common law como alguien que tenga una<br />

formación en el Derecho Civil codificado; y eso, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego para mí, es un<br />

importante atractivo.<br />

Para que una Ley <strong>de</strong> Arbitraje, en segundo lugar, sea atractiva, tiene que<br />

respetar, en mi opinión, al menos cuatro principios. El primero <strong>de</strong> ellos es el <strong>de</strong><br />

máximo respeto a la autonomía <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes, tanto a la hora <strong>de</strong><br />

redactar la cláusula arbitral como a la hora <strong>de</strong> fijar <strong>las</strong> normas <strong>de</strong> procedimiento.<br />

Y ese respeto es, sin duda, una <strong>de</strong> <strong>las</strong> características <strong>de</strong> la Ley española, cuya<br />

única norma <strong>de</strong> ius cogens, <strong>de</strong> Derecho necesario, es la exigencia <strong>de</strong>l respeto<br />

<strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> igualdad, <strong>de</strong>fensa y contradicción; esto es, <strong>de</strong> la igualdad <strong>de</strong><br />

armas. Todo lo <strong>de</strong>más, o esencialmente todo lo <strong>de</strong>más, se <strong>de</strong>ja a la autonomía<br />

<strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes; luego los contratantes, tanto en la fase pre-litigiosa<br />

como en la ya litigiosa, pue<strong>de</strong>n fijar <strong>las</strong> normas que estimen convenientes.<br />

29


El segundo <strong>de</strong> los principios que una ley <strong>de</strong> arbitraje precisa para ser atractiva<br />

es, en mi opinión, el <strong>de</strong> mínimo formalismo, que se traduce esencialmente en<br />

que, por lo que respecta al convenio arbitral, y si bien se exige que dicho<br />

convenio <strong>de</strong>be constar por escrito, se acepta que pueda <strong>de</strong>ducirse su existencia<br />

<strong>de</strong> la correspon<strong>de</strong>ncia cruzada entre <strong>las</strong> partes y se acepta que ese componente<br />

o esa característica escrita pueda <strong>de</strong>rivarse <strong>de</strong> medios informáticos y<br />

telemáticos. El mínimo formalismo se concreta también en el procedimiento<br />

arbitral; <strong>de</strong> tal manera que, si <strong>las</strong> partes así lo <strong>de</strong>sean, todo el procedimiento<br />

pue<strong>de</strong> hacerse <strong>de</strong> forma oral. Y, finalmente, se concreta en el laudo, en el que<br />

aboliendo el odioso requisito <strong>de</strong> la necesaria protocolización <strong>de</strong>l mismo, se<br />

permite que el laudo pueda constar por medios informáticos o por medios<br />

telemáticos. Nos encontramos, en consecuencia, con una Ley totalmente<br />

aformalista, si se me permite esa expresión.<br />

El tercer principio es el <strong>de</strong> la mínima intervención judicial. El arbitraje, como<br />

formula alternativa <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong> conflictos, yo creo que todos estaremos <strong>de</strong><br />

acuerdo en que requiere que los jueces intervengan en él para facilitarlo y no<br />

para torpe<strong>de</strong>arlo. Por ello, nuestra Ley <strong>de</strong>ja perfectamente claro que los jueces<br />

<strong>de</strong>berán abstenerse <strong>de</strong> conocer <strong>de</strong> un asunto cuando cualquiera <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes<br />

invoque la existencia <strong>de</strong> una cláusula arbitral. Pero para mí lo más importante es<br />

que nuestra Ley, por eso la consi<strong>de</strong>ro atractiva, llama a los jueces cuando son<br />

<strong>de</strong> verdad necesarios, esencialmente en cuatro fases: la primera, a la hora <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>signar árbitro o árbitros cuando alguna <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes se niega a <strong>de</strong>signarlos o<br />

no existe remisión alguna en la cláusula arbitral. La segunda, para la adopción<br />

<strong>de</strong> medidas cautelares, previendo la Ley la posibilidad <strong>de</strong> que dichas medidas<br />

puedan adoptar<strong>las</strong> tanto los árbitros como los jueces. La tercera, para ayudar a<br />

los árbitros a la práctica <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadas pruebas allí don<strong>de</strong> los árbitros no<br />

tienen el necesario imperium. Y finalmente, la cuarta, para ejecutar el laudo.<br />

Esas cuatro fases, esos cuatro momentos en que los jueces son llamados al<br />

procedimiento arbitral, son <strong>de</strong> verdad esenciales a la hora <strong>de</strong> garantizar que el<br />

procedimiento funcione.<br />

En cuarto lugar, está el principio <strong>de</strong> máxima eficacia <strong>de</strong> los laudos arbitrales, que<br />

nuestra Ley acoge, <strong>de</strong> una parte, previendo la posibilidad <strong>de</strong> ejecutar<br />

30


provisionalmente los laudos aunque se ejercite la acción <strong>de</strong> anulación; y, <strong>de</strong> otra<br />

parte, en la limitación prácticamente a cuestiones <strong>de</strong> incongruencia, violación <strong>de</strong>l<br />

principio <strong>de</strong> igualdad <strong>de</strong> armas o violación flagrante <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n público como<br />

posibles causas <strong>de</strong> anulación <strong>de</strong>l laudo.<br />

Por consiguiente, esta suma <strong>de</strong> los cuatro principios que señalo, máximo respeto<br />

<strong>de</strong> la autonomía <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes, mínimo formalismo, mínima<br />

intervención judicial y máxima eficacia <strong>de</strong> los laudos arbitrales, hacen a la Ley<br />

española, en mi opinión, extraordinariamente atractiva para ser instrumento <strong>de</strong><br />

solución <strong>de</strong> conflictos. Pero es que, a<strong>de</strong>más, existen otras características <strong>de</strong> la<br />

Ley que me gustaría señalar y que me parecen muy importantes. Una ley <strong>de</strong><br />

arbitraje es atractiva y es ventajosa si da un tratamiento similar, que en nuestro<br />

caso es prácticamente idéntico, al arbitraje interno y al arbitraje internacional.<br />

Como todos saben, la Ley <strong>de</strong> Arbitraje española se basa en el llamado sistema<br />

monista; sin que existan por tanto, prácticamente, diferencias entre la regulación<br />

<strong>de</strong>l arbitraje interno y <strong>de</strong>l arbitraje internacional. Y esas diferencias se señalan o<br />

plantean esencialmente en términos <strong>de</strong> plazos.<br />

Una ley <strong>de</strong> arbitraje es atractiva en el ámbito internacional, y la nuestra lo es,<br />

cuando impi<strong>de</strong> que los Estados, que <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s estatales o <strong>las</strong><br />

organizaciones participadas por los Estados, puedan eludir el someterse al<br />

arbitraje pese a la existencia <strong>de</strong> una cláusula arbitral, invocando sus <strong>de</strong>rechos o<br />

sus privilegios nacionales. Nuestra Ley expresamente prohíbe eso y, por tanto,<br />

obliga a los Estados o a <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s participadas por estos a respetar el<br />

compromiso arbitral.<br />

Una Ley <strong>de</strong> Arbitraje es atractiva, y la nuestra lo es, cuando garantiza una mayor<br />

capacidad <strong>de</strong> elección <strong>de</strong> los árbitros, el que estos sean verda<strong>de</strong>ramente<br />

in<strong>de</strong>pendientes, y el que los árbitros tengan una amplia capacidad <strong>de</strong> acción. La<br />

mayor capacidad <strong>de</strong> elección <strong>de</strong> los árbitros, en nuestra Ley <strong>de</strong> arbitraje, se<br />

traduce en el arbitraje internacional en que se suprime –y es verdad que esto dio<br />

lugar a gran<strong>de</strong>s reacciones en los colegios <strong>de</strong> abogados <strong>de</strong> España– la<br />

obligación <strong>de</strong> ser abogado en ejercicio para tener la condición <strong>de</strong> arbitro; lo cual,<br />

en muchos arbitrajes <strong>de</strong> naturaleza técnica, pue<strong>de</strong> ser una clara ventaja. En el<br />

31


arbitraje doméstico, sólo cuando éste es <strong>de</strong> Derecho y cuando <strong>las</strong> partes no han<br />

pactado en contrario, los árbitros tendrán que ser abogados en ejercicio.<br />

Consi<strong>de</strong>ro esto positivo porque, aunque creo que los abogados tienen una<br />

magnífica capacidad para ser árbitros, y probablemente sean en general los<br />

mejores árbitros, en la vida se dan muchas situaciones bien diversas que<br />

justifican que los abogados no podamos negarnos a que otras profesiones<br />

ejerzan esa función arbitral si es así la voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes.<br />

El que los árbitros sean absolutamente in<strong>de</strong>pendientes se garantiza en nuestra<br />

Ley <strong>de</strong> Arbitraje estableciendo que los árbitros <strong>de</strong>ben revelar cualquier<br />

circunstancia que pueda suscitar en <strong>las</strong> partes cualquier duda sobre su<br />

imparcialidad o in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, lo que obliga a los árbitros –y puedo asegurar<br />

que, en ocasiones, es un ejercicio extraordinariamente difícil– a colocarse en la<br />

posición <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes. Se exige, por tanto, un <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> transparencia y un <strong>de</strong>ber<br />

<strong>de</strong> revelación cuasi absoluto, aboliendo los criterios que se establecían en la<br />

antigua Ley, conforme a los cuales los árbitros <strong>de</strong>bían abstenerse si concurría en<br />

ellos alguna <strong>de</strong> <strong>las</strong> causas <strong>de</strong> abstención o recusación aplicables a los jueces.<br />

Y la Ley <strong>de</strong> Arbitraje es una Ley atractiva en la medida en que permite los<br />

árbitros, en mi opinión, una amplísima capacidad <strong>de</strong> acción en cuatro áreas<br />

<strong>de</strong>terminantes. La primera, a la hora <strong>de</strong> adoptar medidas cautelares; pues la Ley,<br />

como <strong>de</strong>cía antes, permite tanto a los árbitros como a los jueces adoptar<br />

medidas cautelares, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> la parte la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> a quién solicitar la<br />

adopción <strong>de</strong> dichas medidas. En segundo lugar, la amplia capacidad <strong>de</strong> acción<br />

<strong>de</strong> los árbitros se manifiesta a la hora <strong>de</strong> resolver sobre su propia competencia.<br />

La Ley <strong>de</strong> Arbitraje española incorpora <strong>de</strong> una manera clara y directa el principio<br />

Kompetentz-Kompetentz; y, en consecuencia, no hay que acudir al juez para<br />

<strong>de</strong>terminar si el arbitraje pue<strong>de</strong> seguir a<strong>de</strong>lante, si existe capacidad o si existe<br />

legitimación, puesto que son los árbitros los llamados a <strong>de</strong>cidir sobre su propia<br />

competencia y, en general, sobre <strong>las</strong> excepciones relativas a la existencia o<br />

vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l convenio arbitral y sobre cualesquiera otras cuya estimación impida<br />

entrar en el fondo <strong>de</strong> la controversia.<br />

32


La capacidad <strong>de</strong> acción <strong>de</strong> los árbitros también queda establecida, en tercer<br />

lugar, a la hora <strong>de</strong> fijar <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong>l procedimiento. Los árbitros son libres <strong>de</strong><br />

hacerlo a falta <strong>de</strong> disposición alguna por <strong>las</strong> partes o a falta <strong>de</strong> remisión a algún<br />

tipo <strong>de</strong> institución arbitral. Y, finalmente, esa capacidad <strong>de</strong> acción se muestra<br />

igualmente en la posibilidad <strong>de</strong> dictar laudos parciales; ¡cuántas veces el<br />

arbitraje se pue<strong>de</strong> ir solucionando poco a poco <strong>de</strong> forma más eficaz, resolviendo<br />

<strong>de</strong>terminadas cuestiones con carácter previo a otras, en lugar <strong>de</strong> <strong>de</strong>jarlo todo al<br />

laudo final!<br />

Una ley <strong>de</strong> arbitraje es atractiva y ventajosa si garantiza una justicia rápida, y la<br />

nuestra lo hace; porque, a salvo <strong>de</strong> disposición en contra <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes, el plazo<br />

para dictar el laudo es <strong>de</strong> seis meses contados a partir <strong>de</strong> la contestación a la<br />

<strong>de</strong>manda; con una prorroga –repito que salvo que <strong>las</strong> partes hayan dispuesto<br />

otra cosa– <strong>de</strong> sólo dos meses. Y, como <strong>de</strong>cía con anterioridad, los recursos<br />

frente al laudo se limitan al máximo, reduciéndose prácticamente a una acción<br />

<strong>de</strong> anulación ante el juez competente; acción <strong>de</strong> anulación que, pese a existir, no<br />

impi<strong>de</strong> que el laudo pueda ser ejecutado forzosamente.<br />

Probablemente en estos diez minutos me he <strong>de</strong>jado muchísimos <strong>de</strong> los<br />

atractivos que en mi opinión tiene la Ley española <strong>de</strong> Arbitraje, pero puedo<br />

asegurar que he hecho un ejercicio crítico comparándola con otras y, tanto como<br />

árbitro como abogado, puedo <strong>de</strong>cir que es muy difícil recoger en un mismo<br />

cuerpo normativo tantos elementos a favor <strong>de</strong>l arbitraje, tan avanzados y<br />

mo<strong>de</strong>rnos, como los que tiene nuestra Ley.<br />

Para terminar, si se me permite que haga un poquito <strong>de</strong> propaganda, sobre todo<br />

para nuestros colegas extranjeros, me gustaría, en fin, resaltar algunas ventajas<br />

que España presenta, como país, para acoger arbitrajes internacionales. Esta<br />

mañana, en la rueda <strong>de</strong> prensa, se nos preguntaba, por ejemplo, qué ventajas<br />

tiene España frente a Miami. Para mí, pensando muy especialmente en nuestros<br />

compañeros iberoamericanos, España tiene, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> esta Ley, una serie <strong>de</strong><br />

ventajas importantes. Tenemos, en primer lugar, la misma lengua o –en el caso<br />

<strong>de</strong>l portugués– una lengua muy similar con el mismo origen. A<strong>de</strong>más, nuestros<br />

sistemas jurídicos son muy parecidos, pues tienen el mismo origen en el<br />

33


Derecho romano y el código <strong>de</strong> Napoleón. Y por supuesto, hablando <strong>de</strong> Miami,<br />

don<strong>de</strong>, según nos contaba esta mañana Miguel Ángel Fernán<strong>de</strong>z Ballesteros,<br />

conviene tener en cuenta los mecanismos importados <strong>de</strong> <strong>las</strong> leyes<br />

norteamericanas, como por ejemplo el sistema <strong>de</strong> discovery, que pue<strong>de</strong> llegar a<br />

convertir un arbitraje en una cosa absolutamente interminable y tediosa, España<br />

pue<strong>de</strong> resultar en muchas ocasiones más a<strong>de</strong>cuada para la gente <strong>de</strong><br />

componente latino o <strong>de</strong> formación en el Derecho civil codificado.<br />

La abogacía española, por otra parte, tiene un altísimo componente <strong>de</strong> formación<br />

internacional. No se pue<strong>de</strong> olvidar que muchos <strong>de</strong> los que hoy estamos aquí<br />

hemos tenido que trabajar con colegas extranjeros en la época en que España<br />

era fuente <strong>de</strong> inversiones extranjeras. Pero es que, a<strong>de</strong>más, en España hoy<br />

están ubicados importantísimos <strong>de</strong>spachos internacionales en los que prestan<br />

sus servicios abogados españoles, por lo que nadie nos pue<strong>de</strong> negar ese<br />

componente internacional. Y España es también un país con una altísima<br />

seguridad jurídica, perfectamente equiparable a la <strong>de</strong> cualquier otro país<br />

avanzado; pues, no en vano, somos la novena potencia industrial <strong>de</strong>l mundo; lo<br />

cual <strong>de</strong>muestra el grado <strong>de</strong> avance que ha tenido la sociedad española.<br />

Concluyo, en fin, al hablar <strong>de</strong> <strong>las</strong> ventajas <strong>de</strong> España para acoger arbitrajes<br />

internacionales, haciendo referencia a otro factor, sencillo pero importante, como<br />

es el hecho <strong>de</strong> que España sea actualmente el país que más vuelos tiene con<br />

Latinoamérica. Y, sin duda, nuestros costes jurídicos son inferiores a los que en<br />

muchos casos se producen en <strong>de</strong>spachos o en servicios jurídicos o en<br />

compañeros <strong>de</strong> otros países. Con ello no quiero entrar en conflicto con ningún<br />

otro país, no está en mi ánimo; pero sí creo que es mi obligación, como<br />

Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, el <strong>de</strong>cir qué es lo que consi<strong>de</strong>ro bueno<br />

<strong>de</strong> España como lugar <strong>de</strong> arbitrajes internacionales.<br />

34


II.2 James Whitelaw<br />

Mis siguientes palabras quieren manifestar el honor que me significa en lo<br />

personal haber sido <strong>de</strong>signado para hacer una exposición sobre el arbitraje ante<br />

tan selecto y calificado auditorio y, simultáneamente, agra<strong>de</strong>cer la posibilidad <strong>de</strong><br />

participar en este importante Congreso.<br />

Por <strong>las</strong> razones que viene <strong>de</strong> explicar don Julio González Soria se me ha<br />

asignado el tema <strong>de</strong>l estado actual <strong>de</strong>l arbitraje en toda América. Por tanto,<br />

<strong>de</strong>beré abordar, no sólo al arbitraje en el sur <strong>de</strong> la región americana, sino<br />

también el arbitraje en el resto <strong>de</strong>l continente. A diferencia <strong>de</strong> lo que acontece<br />

en Estados Unidos <strong>de</strong> América en dón<strong>de</strong> se i<strong>de</strong>ntifica toda América con ese<br />

país, en esta disertación haré lo contrario, es <strong>de</strong>cir, me referiré a América para<br />

aludir a toda ésta con excepción precisamente <strong>de</strong> Estados Unidos y, a<strong>de</strong>más, el<br />

Canadá.<br />

Como se compren<strong>de</strong>rá, tendré que hablar necesariamente en términos muy<br />

generales sobre el estado actual <strong>de</strong>l arbitraje en América Latina y el Caribe, y<br />

ello podré hacerlo sólo gracias a la lectura <strong>de</strong> unos excelentes trabajos que<br />

existen en la materia y a los cuales reenvío a mis oyentes en el día <strong>de</strong> hoy.<br />

En particular, he consultado a los efectos <strong>de</strong> esta exposición, los artículos <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>stacados especialistas latinoamericanos como son los <strong>de</strong> Horacio Grigera<br />

Naón, Alejandro Garro y, muy particularmente uno <strong>de</strong>l señor Cristián Conejero,<br />

que hoy está entre nosotros, y que tiene un documento, <strong>de</strong> lectura ineludible,<br />

publicado en una revista española que se titula: “El Arbitraje Internacional en<br />

América Latina: El Impacto <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> la CNUDMI sobre Arbitraje Comercial<br />

Internacional". Por lo tanto, me permitiré tomar algunos aspectos <strong>de</strong> su artículo<br />

que me parecen relevantes y <strong>de</strong> interés.<br />

La otra cuestión que quiero <strong>de</strong>jar bien en claro es que sólo podré tratar la<br />

legislación vigente. Des<strong>de</strong> luego, ésta será una gran limitante <strong>de</strong> mi intervención<br />

por cuanto no estoy en condiciones <strong>de</strong> dar a conocer algo tan importante como<br />

la legislación misma, es <strong>de</strong>cir, la aplicación jurisdiccional <strong>de</strong> esa legislación. No<br />

conozco esa jurispru<strong>de</strong>ncia y, consiguientemente, no puedo apreciar la<br />

35


formulada a partir <strong>de</strong> la legislación que veremos en materia <strong>de</strong> arbitraje<br />

internacional.<br />

Entrando ya en materia, cabe señalar que, en octubre <strong>de</strong>l año 1992, se llevó a<br />

cabo en esta misma ciudad <strong>de</strong> Madrid, vale <strong>de</strong>cir, sólo 14 años atrás, la XI<br />

Conferencia Interamericana <strong>de</strong> Arbitraje Comercial, organizada por la Comisión<br />

Interamericana <strong>de</strong> Arbitraje Comercial (CIAC).<br />

Con motivo <strong>de</strong> esa Conferencia y a efectos <strong>de</strong> su presentación en la misma, la<br />

Cámara <strong>de</strong> Comercio <strong>de</strong> Bogotá editó un libro que se <strong>de</strong>nomina: “Panorama y<br />

Perspectivas <strong>de</strong> la Legislación Iberoamericana sobre Arbitraje Comercial”.<br />

Estimo que la conclusión alcanzada en el libro es indispensable conocerla para<br />

po<strong>de</strong>r estar en condiciones <strong>de</strong> percibir la distancia que existe entre lo que<br />

pasaba en el mundo americano en materia <strong>de</strong> arbitraje en el año 1992 y lo que<br />

acontece hoy día.<br />

La conclusión <strong>de</strong>l libro expresa: “No pue<strong>de</strong> afirmarse que el arbitraje<br />

internacional es sólido y próspero en América Latina, pues, no obstante tantos<br />

instrumentos <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho internacional suscritos y/o ratificados por los países<br />

sigue pesando en un buen número <strong>de</strong> ellos, el arraigado concepto <strong>de</strong> la<br />

“soberanía nacional” que, en últimas, ha <strong>de</strong>terminado con frecuencia la<br />

inaplicabilidad <strong>de</strong> los tratados existentes en un malabar jurídico que no pue<strong>de</strong><br />

ser fácilmente entendido”.<br />

“Ojalá el auge <strong>de</strong> la internacionalización <strong>de</strong> la economía y un cierto espíritu <strong>de</strong><br />

apertura en el abordaje <strong>de</strong>l concepto mencionado impulsado por reformas <strong>de</strong><br />

or<strong>de</strong>n constitucional y legal nos lleven a hacer realidad, en beneficio <strong>de</strong> todos, la<br />

utilización y la aplicación <strong>de</strong> los tratados vigentes”. (página 191).<br />

Estimo que esta situación que se daba hace solamente 14 años atrás, hoy se ha<br />

modificado sustancialmente y mi ponencia, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> procurar difundir el<br />

estado actual <strong>de</strong> la legislación, va a indicar y subrayar <strong>las</strong> razones que, a mi<br />

juicio, han obrado para una efectiva mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong> la legislación americana<br />

en materia <strong>de</strong> arbitraje comercial internacional.<br />

36


La razón más po<strong>de</strong>rosa, sin duda, para la actualización y puesta a punto <strong>de</strong> la<br />

temática que nos ocupa en América, ha sido el fenómeno <strong>de</strong> la globalización <strong>de</strong><br />

la economía y la interacción cada vez más estrecha <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones en lo que<br />

tiene que ver con <strong>las</strong> relaciones comerciales con la región y con el mundo en<br />

general. La necesidad <strong>de</strong> crear un clima favorable para el comercio y la inversión<br />

fue un factor <strong>de</strong>cisivo en or<strong>de</strong>n a intentar diseñar un marco jurídico propicio para<br />

ello.<br />

Al respecto, cabe tener presente que la América Latina, tradicionalmente, tuvo<br />

una actitud general <strong>de</strong> reticencia, incluso podría hablarse <strong>de</strong> hostilidad, hacia el<br />

arbitraje internacional.<br />

Esa reticencia estuvo basada, entre otras posibles explicaciones, en la doctrina<br />

<strong>de</strong>nominada “Calvo”, <strong>de</strong> tanto arraigo en América, que no permitía a los<br />

inversores extranjeros utilizar el arbitraje internacional, autorizándoles<br />

únicamente acudir a los tribunales <strong>de</strong>l Estado receptor y bajo la legislación local<br />

a efectos <strong>de</strong> obtener una reparación por cualquier violación contractual<br />

suscitada.<br />

También es preciso tener presente que la América a que nos referimos en esta<br />

exposición fue tributaria <strong>de</strong> códigos procesales <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho continental europeo<br />

que regulaban el arbitraje nacional y no el internacional, con fuerte énfasis en los<br />

aspectos formales <strong>de</strong> procedimiento, con gran injerencia <strong>de</strong> la justicia estatal en<br />

todas <strong>las</strong> instancias <strong>de</strong>l proceso arbitral y para rever el laudo, una limitada<br />

autonomía <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes para someter cuestiones a arbitraje y<br />

para convenir el procedimiento arbitral, un diverso número <strong>de</strong> recursos para<br />

impugnar el laudo. Y, a la hora <strong>de</strong> suscitarse un arbitraje internacional, lo que se<br />

hacía, en general, era trasladar y aplicar a éste <strong>las</strong> normas <strong>de</strong>l arbitraje nacional<br />

que, en muchas ocasiones, podrían resultar inapropiadas para esa modalidad <strong>de</strong><br />

solución <strong>de</strong> diferencias.<br />

Ahora bien, el impulso que se dio a la mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong> la legislación <strong>de</strong>l<br />

arbitraje internacional en América estuvo ligado a diversas circunstancias.<br />

37


En primer término, cabe mencionar la ratificación <strong>de</strong> convenios, instrumentos<br />

internacionales y regionales en materia <strong>de</strong>l arbitraje por parte <strong>de</strong> los Estados<br />

latinoamericanos y <strong>de</strong>l Caribe.<br />

En materia <strong>de</strong> tratados internacionales, la mayoría <strong>de</strong> los países americanos<br />

adoptaron la Convención <strong>de</strong> Nueva York <strong>de</strong>l año 1958 sobre reconocimiento y<br />

ejecución <strong>de</strong> sentencias arbitrales, así como la Convención Interamericana <strong>de</strong><br />

Arbitraje Comercial Internacional, conocida como Convención <strong>de</strong> Panamá,<br />

suscrita en el año 1975. El último <strong>de</strong> los países americanos que ratificó la<br />

Convención <strong>de</strong> Nueva York fue Brasil.<br />

Acerca <strong>de</strong> la Convención <strong>de</strong> Nueva York, estimo que todos coincidimos acerca<br />

<strong>de</strong> sus innegables bonda<strong>de</strong>s, en cuanto a que, entre otros aspectos, proporciona<br />

soluciones a<strong>de</strong>cuadas y rápidas para el reconocimiento <strong>de</strong> la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong><br />

acuerdos arbitrales y ejecución <strong>de</strong> laudos, restringiendo los motivos <strong>de</strong><br />

impugnación <strong>de</strong> éstos. Otro tanto entiendo que pue<strong>de</strong> predicarse <strong>de</strong> la<br />

Convención <strong>de</strong> Panamá.<br />

Vale <strong>de</strong>cir que, por la ratificación <strong>de</strong> estas dos convenciones, la mayoría <strong>de</strong> los<br />

países latinoamericanos mejoró consi<strong>de</strong>rablemente el marco regulatorio <strong>de</strong>l<br />

arbitraje internacional.<br />

Pero, a esas convenciones que eran propiamente sobre ejecución y<br />

reconocimiento <strong>de</strong> laudos, se <strong>de</strong>ben sumar <strong>las</strong> ratificaciones <strong>de</strong> otras como, por<br />

ejemplo, el Convenio sobre Arreglo <strong>de</strong> Diferencias Relativas a Inversiones entre<br />

Estados y Nacionales <strong>de</strong> Otros Estados, tratado multilateral celebrado en 1965,<br />

conocido como Convenio <strong>de</strong> Washington, y que fue impulsado por el Banco<br />

Mundial. Éste, en el año 1966, creó, por su parte, el Centro Internacional <strong>de</strong><br />

Arreglo <strong>de</strong> Diferencias Relativas a Inversiones (conocido bajo la sigla española<br />

CIADI e inglesa ICSID).<br />

El Convenio <strong>de</strong> Washington contempla la resolución <strong>de</strong> disputas sobre inversión<br />

extranjera por la vía <strong>de</strong>l arbitraje, y se le adoptó como complemento para<br />

fomentar la inversión extranjera. Este instrumento otorgó al inversor extranjero<br />

un mecanismo más flexible y rápido que el recurso a la justicia ordinaria, a la par<br />

38


que proporcionó un foro neutral y confiable para ambas partes. Debe tenerse<br />

presente que, en general, los inversores, <strong>de</strong> mantener una diferencia con el<br />

Estado <strong>de</strong> la inversión, suelen <strong>de</strong>sconfiar <strong>de</strong> la imparcialidad <strong>de</strong> la justicia <strong>de</strong> ese<br />

Estado, bajo la sospecha que podría inclinarse a favor <strong>de</strong> la posición <strong>de</strong> éste.<br />

Sustraer, por tanto, la controversia <strong>de</strong> los tribunales estatales, confiere a los<br />

inversores una mayor percepción <strong>de</strong> imparcialidad. A la vez, el procedimiento<br />

previsto en el Convenio acuerda al Estado <strong>de</strong> la inversión totales garantías en lo<br />

atinente a la neutralidad <strong>de</strong>l tribunal arbitral.<br />

Hoy son más <strong>de</strong> 15 países americanos que han adherido al Convenio <strong>de</strong><br />

Washington. Sin duda, su influencia ha sido muy importante en América Latina.<br />

El otro acuerdo cuya adopción ha resultado <strong>de</strong> gran relevancia en la práctica<br />

arbitral americana es el Convenio Constitutivo <strong>de</strong>l Organismo Multilateral <strong>de</strong><br />

Garantía <strong>de</strong> Inversiones, conocido bajo la sigla inglesa <strong>de</strong> MIGA (Multilateral<br />

Investment Guarantee Agency). Este Organismo pertenece al grupo <strong>de</strong>l Banco<br />

Mundial y su objeto es apoyar el flujo <strong>de</strong> recursos extranjeros <strong>de</strong> inversión entre<br />

sus países miembros en vías <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo. El mecanismo establece una<br />

garantía o seguro que protege al inversor extranjero <strong>de</strong> ciertos riesgos no<br />

comerciales, como pue<strong>de</strong>n ser, <strong>las</strong> restricciones gubernamentales <strong>de</strong><br />

transferencias <strong>de</strong> moneda; cualquier acción legislativa o cualquier acción u<br />

omisión administrativa atribuible al gobierno receptor que tenga el efecto <strong>de</strong><br />

privar al tenedor <strong>de</strong> una garantía <strong>de</strong> la propiedad o el control <strong>de</strong> su inversión o<br />

<strong>de</strong> un beneficio sustancial <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong> la misma; el rechazo o incumplimiento<br />

por el gobierno receptor <strong>de</strong> un contrato con el tenedor <strong>de</strong> una garantía; guerra y<br />

disturbios civiles. De producirse estos riesgos, entonces, el MIGA paga al<br />

inversor en virtud <strong>de</strong> la cobertura dada por la garantía y se subroga en sus<br />

<strong>de</strong>rechos en contra <strong>de</strong>l Estado receptor <strong>de</strong> la inversión. En tales casos, el MIGA<br />

<strong>de</strong>be resolver sus disputas con el Estado a través <strong>de</strong> negociación, y si no se<br />

alcanza una solución, <strong>de</strong>be acudir al arbitraje sujeto a <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong>l Convenio <strong>de</strong><br />

Washington antes mencionado.<br />

También otros acuerdos <strong>de</strong> ámbito regional y subregional vigentes en América,<br />

como pue<strong>de</strong>n ser los <strong>de</strong>l Mercado Común <strong>de</strong>l Sur (MERCOSUR), Pacto Andino<br />

39


(Acuerdo <strong>de</strong> Cartagena), Tratado <strong>de</strong> Libre Comercio <strong>de</strong> América <strong>de</strong>l Norte<br />

(TLCAN/NAFTA), los múltiples Acuerdos Bilaterales <strong>de</strong> Inversión conocidos<br />

como BITs (Bilateral Investment Treaties) seleccionan al arbitraje como<br />

mecanismo <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> controversias.<br />

Como consecuencia <strong>de</strong> ello, el arbitraje también experimentó un notable<br />

reconocimiento.<br />

Por ejemplo, a nivel <strong>de</strong>l MERCOSUR, existe el Acuerdo sobre Arbitraje<br />

Comercial Internacional, vigente actualmente sólo entre Argentina, Brasil y<br />

Uruguay, ya que Paraguay todavía no lo ratificó. Este Acuerdo contempla <strong>de</strong> un<br />

modo muy favorable al arbitraje a través <strong>de</strong> sus diversas soluciones. Así, se ha<br />

consagrado la autonomía <strong>de</strong> la convención arbitral; en cuanto al acuerdo arbitral<br />

sólo se exige que sea por escrito y, entre ausentes, pue<strong>de</strong> ser por carta y correo<br />

electrónico; el principio kompetenz kompetenz; respecto <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho aplicable<br />

prescribe la elección por <strong>las</strong> partes para solucionar la controversia en base al<br />

<strong>de</strong>recho internacional privado y sus principios, así como al <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l comercio<br />

internacional; en materia <strong>de</strong> nombramiento, recusación y sustitución <strong>de</strong> árbitros<br />

en arbitrajes ad hoc, a falta <strong>de</strong> previsión <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes, se aplican <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong><br />

procedimiento <strong>de</strong> la CIAC; medidas cautelares pue<strong>de</strong>n ser adoptadas <strong>de</strong> oficio o<br />

a petición <strong>de</strong> parte por el tribunal arbitral; y respecto <strong>de</strong> normas supletorias <strong>de</strong><br />

procedimiento se remite a <strong>las</strong> <strong>de</strong> la CIAC y a <strong>las</strong> <strong>de</strong> la Ley Mo<strong>de</strong>lo sobre<br />

Arbitraje Comercial Internacional <strong>de</strong> la CNUDMI.<br />

Me he referido al Acuerdo MERCOSUR porque el arbitraje en el Cono Sur <strong>de</strong><br />

América iba a ser inicialmente el tema <strong>de</strong> mi exposición en la tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> hoy.<br />

Y, al respecto, permítaseme, entonces, hacer un pequeño excursus sobre el<br />

MERCOSUR y, particularmente, <strong>de</strong> su dimensión jurídica.<br />

Me es muy triste expresarlo, hubiera querido dar una buena noticia <strong>de</strong> la región<br />

dón<strong>de</strong> resido, pero no puedo <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> ser sincero, aun fuera <strong>de</strong> fronteras, y<br />

reiterar lo que vengo diciendo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace muchos años atrás en cuanto al<br />

MERCOSUR. En buena medida, el MERCOSUR es un mundo <strong>de</strong> papel que no<br />

se condice con la realidad. En el año 2001 se cumplieron diez años <strong>de</strong> la<br />

40


suscripción, ratificación y vigencia <strong>de</strong>l Tratado <strong>de</strong> Asunción que fue el que<br />

constituyó al Mercado Común <strong>de</strong>l Sur. Con ese motivo, la Cámara Nacional <strong>de</strong><br />

Comercio y Servicios <strong>de</strong>l Uruguay organizó un Ciclo <strong>de</strong> evaluación <strong>de</strong>l<br />

MERCOSUR en la cual me cupo referirme a uno <strong>de</strong> sus temas <strong>de</strong>nominado el<br />

“MERCOSUR Jurídico”. En la exposición que formulé, que se halla publicada en<br />

revistas especializadas <strong>de</strong> ambas márgenes <strong>de</strong>l Río <strong>de</strong> la Plata, abordé la<br />

cuestión <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> la integración vigente en ese espacio<br />

económico. La conclusión que alcancé fue que el MERCOSUR carecía <strong>de</strong><br />

aptitud para realizar el valor seguridad, que no observaba los estándares y<br />

exigencias básicas necesarias para conferir certeza. Ello, por cuanto se advertía<br />

una frecuente alteración <strong>de</strong> la estabilidad jurídica, particularmente, <strong>de</strong> aspectos<br />

fundamentales <strong>de</strong>l marco regulatorio; permanentes apartamientos y violaciones<br />

unilaterales <strong>de</strong> <strong>las</strong> normas convencionales preestablecidas, incurriendo en<br />

arbitrarieda<strong>de</strong>s aplicativas; dictado <strong>de</strong> normas por órganos carentes <strong>de</strong><br />

competencia, incursionando en arbitrarieda<strong>de</strong>s normativas; a la par <strong>de</strong> disponer<br />

<strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> controversias, generalmente evitado por los<br />

Estados, y <strong>de</strong> eficacia limitada en lo atinente, entre otros aspectos, al acceso<br />

directo <strong>de</strong> los agentes económicos privados <strong>de</strong>stinatarios y afectados directos<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> medidas adoptadas en el bloque.<br />

Dije, finalizando la exposición en esa oportunidad, que: “El estado <strong>de</strong> lo que<br />

organizadores <strong>de</strong> este Ciclo han <strong>de</strong>nominado ‘MERCOSUR Jurídico’ es un<br />

estado <strong>de</strong> certeza negativa, vale <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> seguridad <strong>de</strong> la inseguridad. Cabrá<br />

tener presente que un Derecho sin aptitud para proveer seguridad se<br />

<strong>de</strong>snaturaliza, pier<strong>de</strong> su razón <strong>de</strong> ser; en fin, <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser Derecho. La falta <strong>de</strong><br />

certidumbre, <strong>de</strong> la seguridad <strong>de</strong> orientación, no ambienta, por cierto, un clima<br />

favorable para la inversión. Los inversores reclaman, con razón, competitividad<br />

para localizar sus capitales, incluida la competitividad <strong>de</strong> los sistemas jurídicos<br />

que regirán sus relaciones económicas. En una época <strong>de</strong> tan feroz competencia<br />

<strong>de</strong> los países y los bloques económicos para atraer inversiones, no pue<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>senten<strong>de</strong>rse un aspecto tan trascen<strong>de</strong>nte como es el Derecho para que el<br />

MERCOSUR sea efectivamente, entre otros factores, tierra <strong>de</strong> elección y <strong>de</strong>stino<br />

<strong>de</strong> capitales. Será preciso, entonces, que si existe la voluntad <strong>de</strong> mantener el<br />

41


MERCOSUR, se solucione esa trascen<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>bilidad que ha exhibido su<br />

or<strong>de</strong>namiento jurídico en esta trayectoria <strong>de</strong> diez años”.<br />

Estimo que esa “trascen<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>bilidad” <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>namiento jurídico <strong>de</strong>l<br />

MERCOSUR durante su primera década <strong>de</strong> existencia se ha profundizado aún<br />

más en este lustro que transcurrió <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el año 2001.<br />

Volviendo al curso <strong>de</strong> la exposición, podrá apreciarse que <strong>las</strong> Convenciones que<br />

mencionamos introdujeron una regulación favorable <strong>de</strong>l arbitraje internacional e<br />

hicieron que Estados soberanos ―antes reacios a su utilización, recuér<strong>de</strong>se al<br />

respecto la conclusión mencionada más arriba, contenida en el libro sobre<br />

arbitraje editado por la Cámara <strong>de</strong> Comercio <strong>de</strong> Bogotá, así como el influjo que,<br />

al respecto, tuvo la doctrina Calvo― aceptaran con absoluta normalidad<br />

someterse a este sistema <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> controversias.<br />

No obstante el avance que supuso la incorporación <strong>de</strong> los instrumentos<br />

internacionales indicados en los diversos or<strong>de</strong>namientos jurídicos locales,<br />

persistía una legislación interna ina<strong>de</strong>cuada en materia <strong>de</strong> arbitraje que adolecía<br />

<strong>de</strong> los graves <strong>de</strong>fectos a que nos referimos con antelación.<br />

Es así que, a partir <strong>de</strong>l año 1993, comienza en América un proceso <strong>de</strong> revisión<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong> arbitraje internacional<br />

Hoy en día son trece países americanos que han mo<strong>de</strong>rnizado sus legislaciones<br />

nacionales sobre arbitraje internacional. En efecto, Bolivia, Brasil, Colombia,<br />

Costa Rica, Chile, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay,<br />

Perú y Venezuela lo han hecho <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el año 1993. El primero en modificar la ley<br />

nacional fue México en el año 1993 y el último fue Chile en el año 2004. Por su<br />

parte, Argentina y Uruguay tienen a consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> sus respectivos<br />

Parlamentos proyectos <strong>de</strong> ley en la materia que todavía no han sido<br />

sancionados.<br />

Este proceso <strong>de</strong> actualización e implementación <strong>de</strong> leyes especiales relativas al<br />

arbitraje internacional no es casual. Ya hemos indicado que la globalización <strong>de</strong> la<br />

economía fue un factor <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nante para que ello aconteciera, a lo que <strong>de</strong>be<br />

42


sumarse el influjo que <strong>de</strong>splegaron al respecto la Ley Mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> la CNUDMI<br />

(UNCITRAL), el Fondo Multilateral <strong>de</strong> Inversiones (FOMIN) y la Comisión<br />

Interamericana <strong>de</strong> Arbitraje Comercial (CIAC).<br />

La Comisión <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional<br />

aprobó la Ley Mo<strong>de</strong>lo sobre arbitraje comercial internacional en junio <strong>de</strong> 1985.<br />

La Nota Explicativa <strong>de</strong> la Secretaría <strong>de</strong> la CNUDMI sobre esta Ley Mo<strong>de</strong>lo<br />

señala que: “...constituye una base sólida y alentadora para la armonización y el<br />

perfeccionamiento <strong>de</strong>seados <strong>de</strong> <strong>las</strong> leyes nacionales. Regula todas <strong>las</strong> etapas<br />

<strong>de</strong>l proceso arbitral, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el acuerdo <strong>de</strong> arbitraje hasta el reconocimiento y la<br />

ejecución <strong>de</strong>l laudo arbitral y refleja un consenso mundial sobre los principios y<br />

aspectos más importantes <strong>de</strong> la práctica <strong>de</strong>l arbitraje internacional. Resulta<br />

aceptable para Estados <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> regiones y para los diferentes<br />

or<strong>de</strong>namientos jurídicos o sistemas económicos <strong>de</strong>l mundo”.<br />

Aña<strong>de</strong> que: “Se adoptó la forma <strong>de</strong> una Ley Mo<strong>de</strong>lo como instrumento <strong>de</strong><br />

armonización y perfeccionamiento dado que consiente a los Estados proce<strong>de</strong>r<br />

con flexibilidad a la preparación <strong>de</strong> nuevas leyes <strong>de</strong> arbitraje. Parece<br />

conveniente atenerse en la mayor medida posible al mo<strong>de</strong>lo, por cuanto ello<br />

constituiría la mejor contribución a la armonización a la que se aspira y<br />

redundaría en interés <strong>de</strong> quienes recurren al arbitraje internacional, que son<br />

fundamentalmente <strong>las</strong> partes extranjeras y sus abogados”.<br />

Esta Ley Mo<strong>de</strong>lo, que recoge soluciones básicas favorables al arbitraje,<br />

consagró principios fundamentales en la materia, como pue<strong>de</strong>n ser el amplio<br />

reconocimiento a la autonomía <strong>de</strong> la voluntad para estructurar el proceso arbitral<br />

y un limitado papel <strong>de</strong> asistencia y control <strong>de</strong> los tribunales nacionales en<br />

aspectos tales como el nombramiento y recusación <strong>de</strong> árbitros, adopción <strong>de</strong><br />

medidas cautelares, producción <strong>de</strong> pruebas, revisión <strong>de</strong> laudos arbitrales.<br />

La Ley Mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> la CNUDMI ha sido el gran referente <strong>de</strong> la nueva legislación<br />

americana y, una <strong>de</strong> la conclusiones <strong>de</strong> Cristián Conejero en el artículo ya citado<br />

es que: “...todas la leyes o proyectos legales <strong>de</strong> países <strong>de</strong>l continente se han<br />

basado en la Ley Mo<strong>de</strong>lo”.<br />

43


Los aspectos en que se observa una mejoría sustancial en la legislación<br />

americana, verda<strong>de</strong>ramente innovadora respecto <strong>de</strong> la anterior, y tributaria <strong>de</strong> la<br />

Ley Mo<strong>de</strong>lo, atañen al reconocimiento <strong>de</strong>l acuerdo o convenio arbitral, <strong>las</strong><br />

faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l tribunal arbitral para <strong>de</strong>cidir acerca <strong>de</strong> su propia competencia, la<br />

asistencia y cooperación judicial en los procesos arbitrales y los mecanismos<br />

para atacar el laudo arbitral.<br />

No podré <strong>de</strong>tenerme ahora en los contenidos propicios al arbitraje <strong>de</strong> los<br />

aspectos señalados a efectos <strong>de</strong> respetar el tiempo que se me ha otorgado para<br />

formular esta exposición.<br />

Otro elemento que impulsó <strong>de</strong>cididamente el arbitraje en América fue el papel<br />

<strong>de</strong>sempeñado por el Fondo Multilateral <strong>de</strong> Inversiones (FOMIN), que es un fondo<br />

que administra el Banco Interamericano <strong>de</strong> Desarrollo (BID) y que está<br />

constituido con recursos aportados por un comité <strong>de</strong> donantes que no<br />

necesariamente son integrantes <strong>de</strong>l BID. Por ejemplo, uno <strong>de</strong> los donantes que<br />

no es parte <strong>de</strong>l BID es Japón.<br />

Ahora bien, cabe preguntarse, ¿por qué el FOMIN y el BID se comprometieron<br />

con el arbitraje en América Latina?.<br />

En América, salvo excepciones como Uruguay por ejemplo, existen problemas<br />

con la justicia estatal. Así, es dable observar una falta <strong>de</strong> confianza bastante<br />

generalizada en los po<strong>de</strong>res judiciales, carencia <strong>de</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia judicial en<br />

algunos países, un grado elevado <strong>de</strong> congestión judicial por el volumen excesivo<br />

<strong>de</strong> casos en la mayoría, y una <strong>de</strong>mora <strong>de</strong> importancia en los procesos judiciales<br />

<strong>de</strong>bida a la sobrecarga <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong> los tribunales estatales y a procedimientos<br />

que pue<strong>de</strong>n durar añares.<br />

En gran medida, para suplir todas esas <strong>de</strong>ficiencias <strong>de</strong> la justicia, con el objeto<br />

<strong>de</strong> permitir un acceso cada vez mayor y eficiente por parte <strong>de</strong> los agentes<br />

económicos, así como <strong>de</strong> la población en general, a la par <strong>de</strong> crear un clima<br />

favorable para la inversión, el FOMIN comenzó en el año 1994 a financiar<br />

activida<strong>de</strong>s relativas a métodos alternativos <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> controversias<br />

(MASC), confiando su gestión y <strong>de</strong>sarrollo al sector privado.<br />

44


El mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>l FOMIN consistió en crear o apoyar centros <strong>de</strong> arbitraje y<br />

mediación que funcionaran <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> cámaras <strong>de</strong> comercio, <strong>las</strong> cuales, al mismo<br />

tiempo, se convertían en unida<strong>de</strong>s ejecutoras <strong>de</strong> los proyectos MASC.<br />

Los logros alcanzados por el FOMIN en la materia fueron <strong>de</strong> mucha importancia<br />

para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los MASC y <strong>de</strong>l arbitraje en particular.<br />

Téngase presente que el FOMIN financió proyectos <strong>de</strong> MASC en diecinueve<br />

países <strong>de</strong> América Latina y el Caribe (Trinidad y Tobago y Haití), con una<br />

inversión global <strong>de</strong> U$S 23.000.000. Esto significa que cubrió un 75% <strong>de</strong> los<br />

países <strong>de</strong> la región, incluidos los gran<strong>de</strong>s como son Argentina, Brasil, Colombia,<br />

México, Venezuela, entre otros.<br />

Los proyectos que recibieron asistencia financiera <strong>de</strong>l FOMIN consiguieron<br />

múltiples metas, según dan cuenta documentos emanados <strong>de</strong> ese Fondo:<br />

realización <strong>de</strong> 2.200 cursos <strong>de</strong> entrenamiento y capacitación en MASC en los<br />

que participaron más <strong>de</strong> 250.000 profesionales; creación y/o fortalecimiento <strong>de</strong><br />

aproximadamente 230 centros <strong>de</strong> arbitraje y mediación; <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una red <strong>de</strong><br />

centros <strong>de</strong> MASC.<br />

A la vez, a través <strong>de</strong> esos proyectos FOMIN, se logró instalar el uso <strong>de</strong> MASC<br />

para fines comerciales en la región; se perfeccionó el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> arbitraje<br />

comercial; se propició mo<strong>de</strong>rnizar y armonizar la legislación arbitral en América y<br />

la ratificación <strong>de</strong> los tratados internacionales en la materia; se incorporó<br />

tecnología <strong>de</strong> última generación para administrar y gestionar <strong>las</strong> instituciones<br />

arbitrales; se formaron recursos humanos especializados, entrenándose a miles<br />

<strong>de</strong> árbitros, mediadores y formadores; se ejerció un impacto <strong>de</strong> relevancia en los<br />

estudios <strong>de</strong> <strong>las</strong> Faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Derecho, incluyendo los MASC en los programas<br />

curriculares.<br />

Y, a<strong>de</strong>más, otra institución que ha hecho sentir su influencia para el <strong>de</strong>sarrollo<br />

<strong>de</strong>l arbitraje en América ha sido la Comisión Interamericana <strong>de</strong> Arbitraje<br />

Comercial.<br />

45


Esta Comisión, nacida en el ámbito <strong>de</strong> la Organización <strong>de</strong> Estados Americanos<br />

en el año 1936, tiene como objetivo y fines: establecer y mantener un sistema <strong>de</strong><br />

MASC <strong>de</strong> carácter comercial; fomentar el conocimiento y difusión <strong>de</strong> los MASC<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los países que la integran; promover la a<strong>de</strong>cuada interpretación y<br />

aplicación <strong>de</strong> la Convención <strong>de</strong> Panamá <strong>de</strong> 1975; y cumplir con <strong>las</strong> funciones<br />

que los Tratados Internacionales y <strong>las</strong> leyes le atribuyan.<br />

La Comisión dispone <strong>de</strong> secciones nacionales y asociadas en todos los países<br />

que la integran que, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> los americanos, incluye a España; como<br />

institución arbitral administra casos; realiza dos veces por año una Conferencia<br />

sobre Arbitraje Comercial Internacional en <strong>las</strong> diferentes naciones que la<br />

componen; realiza cursos <strong>de</strong> capacitación en MASC, entre otras activida<strong>de</strong>s.<br />

Por su parte, el reglamento <strong>de</strong> arbitraje <strong>de</strong> la CIAC tiene particular importancia<br />

en el sistema interamericano. Su significación <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> la circunstancia que la<br />

Convención Interamericana sobre Arbitraje Comercial, suscrita en Panamá el 30<br />

<strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1975, dispone en su artículo 3° que: “A falta <strong>de</strong> acuerdo expreso<br />

entre <strong>las</strong> partes el arbitraje se llevará cabo conforme a <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong><br />

procedimiento <strong>de</strong> la Comisión Interamericana <strong>de</strong> Arbitraje Comercial”. Vale <strong>de</strong>cir<br />

que el reglamento <strong>de</strong> arbitraje <strong>de</strong> la CIAC sustituye la aplicación <strong>de</strong> los principios<br />

y normas propios <strong>de</strong> los países signatarios <strong>de</strong> la referida Convención,<br />

habiéndose <strong>de</strong>legado en la CIAC la facultad <strong>de</strong> regular el procedimiento arbitral<br />

supletorio que <strong>de</strong>ben adoptar <strong>las</strong> partes en caso <strong>de</strong> silencio al respecto.<br />

Los países americanos que ratificaron hasta ahora la Convención <strong>de</strong> Panamá <strong>de</strong><br />

1975 son los siguientes: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica,<br />

Ecuador, El Salvador, Estados Unidos <strong>de</strong> América, Guatemala, Honduras,<br />

México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.<br />

Finalmente, para cumplir estrictamente con la media hora asignada para esta<br />

disertación, llego entonces a <strong>las</strong> siguientes conclusiones:<br />

1. América ha efectuado en un brevísimo lapso, en términos históricos, el<br />

tránsito <strong>de</strong> la enemistad a la amistad respecto <strong>de</strong>l instituto arbitral.<br />

Raymond Aron <strong>de</strong>cía que lo importante en la vida era la orientación y no la<br />

46


velocidad. En el mundo que vivimos hoy, <strong>de</strong> alta competitividad, la<br />

velocidad resulta tan importante como la orientación. Estimo que estos dos<br />

aspectos se han conjuntado en América y que, en un corto período <strong>de</strong> sólo<br />

14 años, se ha logrado conformar un ambiente favorable al arbitraje.<br />

2. Las causas que removieron la hostilidad y los obstáculos existentes en<br />

América en materia <strong>de</strong> arbitraje internacional radicaron en el<br />

reconocimiento <strong>de</strong>l fenómeno <strong>de</strong> la globalización <strong>de</strong> la economía y en los<br />

mayores flujos comerciales, que exigen métodos ágiles y confiables, como<br />

el arbitraje, para la solución <strong>de</strong> controversias. La ratificación <strong>de</strong><br />

instrumentos internacionales sobre arbitraje; la influencia <strong>de</strong> la Ley Mo<strong>de</strong>lo<br />

<strong>de</strong> la CNUDMI en la mo<strong>de</strong>rnización y mejoramiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> legislaciones<br />

nacionales; el papel <strong>de</strong> instituciones como el FOMIN y la CIAC, han tenido<br />

una enorme gravitación en el estado actual <strong>de</strong> la normativa arbitral en<br />

América, caracterizada por un alto grado <strong>de</strong> homogeneidad común y por la<br />

adopción <strong>de</strong> principios básicos que consultan y respetan la conciencia<br />

jurídica universal.<br />

3. Los países americanos, en su gran mayoría, han aumentado, ahora sí, sus<br />

posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ser centros internacionales <strong>de</strong> arbitrajes.<br />

4. En suma, América tien<strong>de</strong> a la consolidación, en términos generales, <strong>de</strong> un<br />

instituto como el arbitraje, instituto que respeta la auto<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la<br />

persona y la autonomía <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes en pos <strong>de</strong> alcanzar<br />

una solución a<strong>de</strong>cuada y mutuamente satisfactoria a la hora <strong>de</strong> zanjar <strong>las</strong><br />

diferencias que les atañen. De ello, nos complacemos muy vivamente.<br />

Sólo me resta agra<strong>de</strong>cer la atención prestada.<br />

47


II.3 Pedro Martínez Fraga<br />

ESPAÑA COMO CENTRO ARBITRAL PARA IBEROAMERICA<br />

España ya tiene su nueva ley <strong>de</strong> arbitraje comercial. En efecto, España ha<br />

promulgado la Ley 60/2003 y con ella mo<strong>de</strong>rnizó su legislación en materia<br />

arbitral comercial. Esta legislación pone a España a la cabeza, al menos <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

el punto legislativo, <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones en este campo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> tanto auge.<br />

La ley anterior, en vigencia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1998, cumplió su cometido y ahora ha dado<br />

paso a un nuevo cuerpo normativo, <strong>de</strong> los más mo<strong>de</strong>rnas <strong>de</strong>l mundo. Cómo se<br />

propondrá en esta ponencia, la adopción <strong>de</strong> un estatuto arbitral es uno <strong>de</strong> los<br />

elementos fundamentales, más no el único, que hacen atractivo a España como<br />

centro arbitral para Iberoamerica. A su vez, la adopción <strong>de</strong> esta ley mo<strong>de</strong>rna<br />

representa un reto para practicantes, empresarios y jueces en la búsqueda <strong>de</strong> un<br />

sistema a<strong>de</strong>cuado <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong> disputas internacionales en España.<br />

España es el principal inversor en Latinoamérica y comparte, con contadas<br />

excepciones, el idioma y la cultura <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones americanas. A<strong>de</strong>más,<br />

España es puente geográfico entre Europa e Iberoamerica. Es simplemente<br />

lógico que España tenga un interés básico en servir como epicentro <strong>de</strong>l arbitraje<br />

en la región.<br />

A) La Importancia <strong>de</strong> la Se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje<br />

Una <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones más importantes que <strong>las</strong> partes <strong>de</strong>ben tomar al<br />

redactar una cláusula arbitral contenida en una transacción internacional<br />

es el lugar don<strong>de</strong> se va a celebrar el mismo. Por lugar <strong>de</strong>l arbitraje es<br />

importante resaltar que nos referimos a la se<strong>de</strong> jurídica <strong>de</strong>l arbitraje, no al<br />

sitio don<strong>de</strong> se van a llevar acabo <strong>las</strong> audiencias. Mientras que los árbitros<br />

pue<strong>de</strong>n acordar celebrar audiencias en cualquier lugar, la se<strong>de</strong> jurídica<br />

<strong>de</strong>termina en gran medida el régimen jurídico aplicable al arbitraje o lex<br />

arbitri. Asimismo, no <strong>de</strong>be confundirse la lex arbitri con la normativa<br />

aplicable al procedimiento interno <strong>de</strong>l arbitraje la cual se <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> arbitraje adoptadas por <strong>las</strong> partes. El régimen jurídico <strong>de</strong>l<br />

arbitraje va a <strong>de</strong>linear la interacción entre tribunales locales y el arbitraje.<br />

49


El aspecto primordial que van a va a indicar si una <strong>de</strong>terminada ciudad es<br />

a<strong>de</strong>cuada para servir como lugar <strong>de</strong>l arbitraje es la naturaleza y alcance<br />

<strong>de</strong>l control judicial <strong>de</strong>l arbitraje por parte <strong>de</strong> los tribunales <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong>l<br />

mismo. 1<br />

La importancia <strong>de</strong> la se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l arbitraje es evi<strong>de</strong>nte. Veremos a<br />

continuación que aspectos <strong>de</strong>l arbitraje pue<strong>de</strong>n ser influenciados por la ley<br />

<strong>de</strong> la se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l arbitraje.<br />

En primer lugar, es la ley <strong>de</strong> la se<strong>de</strong> arbitral la que <strong>de</strong>termina<br />

fundamentalmente el reconocimiento y la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l compromiso arbitral.<br />

En caso <strong>de</strong> que una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes <strong>de</strong>l arbitraje no quiera impugnar el<br />

compromiso arbitral, su mejor alternativa es acudir a los tribunales don<strong>de</strong><br />

se pactó celebrar el arbitraje y obtener un <strong>de</strong>cisión que establezca que la<br />

parte está vinculada por ese compromiso. En este caso, será la ley <strong>de</strong><br />

este lugar la que <strong>de</strong>fina si los árbitros tienen la facultad para <strong>de</strong>cidir sobre<br />

su propia jurisdicción y la vali<strong>de</strong>z y alcance <strong>de</strong> la cláusula arbitral.<br />

En segundo lugar, la ley <strong>de</strong> la se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l arbitraje pue<strong>de</strong> influenciar lo<br />

concerniente al nombramiento y recusación <strong>de</strong> los árbitros. Este es un<br />

aspecto sobre el cual los tribunales se <strong>de</strong>berían abstener <strong>de</strong> intervenir,<br />

especialmente en el caso <strong>de</strong>l arbitraje institucional don<strong>de</strong> <strong>de</strong>be ser el<br />

centro <strong>de</strong> arbitraje <strong>de</strong>signado por la cláusula arbitral quien <strong>de</strong>cida sobre el<br />

nombramiento y la recusación <strong>de</strong> árbitros. Sin embargo, algunos países<br />

pue<strong>de</strong>n consi<strong>de</strong>rar el nombramiento y recusación <strong>de</strong> árbitros como un<br />

asunto <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n público. De hecho, el artículo 13(3) <strong>de</strong> la Ley Mo<strong>de</strong>lo<br />

UNCITRAL prevé que una parte que no ha podido recusar exitosamente a<br />

un árbitro pueda recurrir a los tribunales locales. La Ley 60/2003 (artículo<br />

18(3)) se alejó <strong>de</strong> esta solución y estableció que la parte pue<strong>de</strong> atacar el<br />

nombramiento y la negación <strong>de</strong> la recusación sólo al momento <strong>de</strong><br />

impugnar el laudo arbitral <strong>de</strong>finitivo.<br />

1 Ver por ejemplo Auto <strong>de</strong> Juzgado <strong>de</strong> Primera Instancia <strong>de</strong> Madrid <strong>de</strong> fecha 28/6/1999<br />

50


En tercer lugar, y cómo ya se a<strong>de</strong>lantó, la ley <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong> arbitraje dibujará<br />

la relación entre el tribunal arbitral y los tribunales ordinarios locales. Por<br />

un lado, esta relación pue<strong>de</strong> resultar muy beneficiosa para el arbitraje si los<br />

tribunales locales mantienen una actitud <strong>de</strong> asistencia activa hacia el<br />

arbitraje. Esta asistencia judicial al arbitraje se pue<strong>de</strong> traducir en la<br />

ejecución <strong>de</strong> medidas preventivas dictadas por los árbitros o la asistencia<br />

para evacuar pruebas solicitadas por los árbitros. A título <strong>de</strong> ejemplo, la<br />

legislación fe<strong>de</strong>ral estadouni<strong>de</strong>nse le otorga al árbitro el po<strong>de</strong>r para citar a<br />

una persona a que <strong>de</strong>clare como testigo en el arbitraje. Si la persona se<br />

niega a comparecer, el árbitro pue<strong>de</strong> pedirle a una corte fe<strong>de</strong>ral que<br />

obligue a la persona testificar.<br />

En cuarto lugar, la ley <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong>l arbitraje tendrá un impacto sobre la<br />

existencia o no <strong>de</strong> ciertos privilegios procesales o sustantivos (tal cómo el<br />

privilegio abogado-cliente) que protegen la divulgación <strong>de</strong> documentos en<br />

un proceso judicial.<br />

En quinto lugar, la ley <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong> arbitral tendrá una influencia importante<br />

(o <strong>de</strong>terminante en el caso <strong>de</strong> un arbitraje ad hoc) en la escogencia <strong>de</strong><br />

aquella normas supletorias que se utilicen en cuanto a la conducta interna<br />

<strong>de</strong>l procedimiento arbitral.<br />

En sexto lugar, la ley <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong>l arbitraje tendrá un rol protagónico en los<br />

recursos disponibles para impugnar el laudo arbitral. Existe el principio <strong>de</strong><br />

que <strong>las</strong> partes al escoger la se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l arbitraje están implícitamente<br />

escogiendo esa jurisdicción a los fines <strong>de</strong> cualquier recurso contra el laudo<br />

arbitral. De acuerdo con el artículo V, literal e, <strong>de</strong> la Convención <strong>de</strong> Nueva<br />

York, los tribunales <strong>de</strong>l lugar don<strong>de</strong> se celebró el arbitraje tienen la<br />

responsabilidad principal para confirmar el laudo arbitral. En vista <strong>de</strong> esta<br />

atribución, <strong>las</strong> partes <strong>de</strong>berán prestar especial atención a los<br />

procedimientos locales para impugnar un laudo arbitral <strong>de</strong> la se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l<br />

(autorizando medidas preventivas en auxilio <strong>de</strong> un arbitraje foráneo);<br />

51


arbitraje, incluyendo los lapsos <strong>de</strong> caducidad para tal efecto. También <strong>las</strong><br />

partes <strong>de</strong>berán prestar atención aquel<strong>las</strong> normas <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n público cuya<br />

violación pue<strong>de</strong> causar la nulidad <strong>de</strong>l laudo en tu etapa <strong>de</strong> impugnación.<br />

B) Aspectos <strong>de</strong> Determinan la Idoneidad <strong>de</strong> la Se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje<br />

Significativamente, la Notas para la Organización <strong>de</strong> Procedimientos<br />

Arbitrales publicadas por UNCITRAL 2 señalan cinco factores claves que<br />

influyen en la escogencia <strong>de</strong> una se<strong>de</strong> idónea para celebrar un<br />

procedimiento arbitral:<br />

1. El <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la legislación <strong>de</strong> arbitraje comercial <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong>l<br />

arbitraje;<br />

2. La existencia <strong>de</strong> un tratado bilateral o multilateral para el<br />

reconocimiento y ejecución <strong>de</strong> laudos arbitrales;<br />

3. La conveniencia logística para <strong>las</strong> partes y los árbitros;<br />

4. La disponibilidad y el coste <strong>de</strong> los servicios <strong>de</strong> soporte; y<br />

5. La ubicación <strong>de</strong> la materia objeto <strong>de</strong>l arbitraje y la proximididad <strong>de</strong> los<br />

medios <strong>de</strong> prueba al lugar <strong>de</strong>l arbitraje.<br />

Sin lugar a dudas, el aspecto más importante <strong>de</strong> estos cinco factores es el<br />

relativo a la existencia <strong>de</strong> un acuerdo sobre el reconocimiento y ejecución<br />

<strong>de</strong> laudos arbitrales. El rotundo éxito <strong>de</strong> la Convención <strong>de</strong> Nueva York, sin<br />

embargo, ha limitado la relevancia <strong>de</strong> este factor en vista que la mayoría<br />

<strong>de</strong> naciones envueltas en el tráfico internacional han adoptado este<br />

importante tratado internacional.<br />

Con base en lo anterior, creemos que el factor fundamental para<br />

<strong>de</strong>terminar el lugar <strong>de</strong> celebración es el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la legislación interna<br />

2 Ver Introducción a <strong>las</strong> Notas, parágrafo 23.<br />

52


sobre arbitraje comercial <strong>de</strong>l país don<strong>de</strong> se plantea celebrar el arbitraje.<br />

Los otros tres factores, aunque importantes, son <strong>de</strong> carácter práctico y no<br />

<strong>de</strong>berían ser los <strong>de</strong>terminantes para realizar la escogencia <strong>de</strong> la se<strong>de</strong><br />

arbitral.<br />

¿Tiene España una legislación <strong>de</strong>sarrollada en materia arbitral? Esta<br />

consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>be analizarse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> dos puntos <strong>de</strong> vista. Uno, es el<br />

estado actual <strong>de</strong> la legislación española en materia arbitral. El otro, la<br />

actitud <strong>de</strong> sus tribunales hacia el arbitraje comercial.<br />

En cuanto al primer aspecto, España cuenta con la reciente Ley 60/2003,<br />

<strong>de</strong> 23 <strong>de</strong> diciembre, <strong>de</strong> Arbitraje. Esta ley sigue el Ley Mo<strong>de</strong>lo sobre<br />

Arbitraje Comercial <strong>de</strong> UNCITRAL <strong>de</strong> 1985 y es un instrumento idóneo <strong>de</strong>l<br />

cual partir para establecer un sistema legal óptimo <strong>de</strong> arbitraje comercial.<br />

La nueva ley substituye a la Ley 36/1988 la cual, aunque un innegable<br />

aporte a la práctica arbitral, ya empezaba a manifestarse obsoleta. Con la<br />

ley 60/2003 España presenta una legislación uniforme con aquel<strong>las</strong><br />

naciones que también has adoptado legislación basada en la Ley Mo<strong>de</strong>lo.<br />

A su vez, España es parte, no solamente <strong>de</strong> la Convención <strong>de</strong> Nueva York,<br />

sino <strong>de</strong>l Convenio europeo sobre arbitraje comercial internacional <strong>de</strong> 1961.<br />

El andamiaje básico esta ahí. Lo que queda es fomentar una aplicación<br />

mo<strong>de</strong>rna y coherente <strong>de</strong> la legislación.<br />

En cuanto al segundo aspecto, los tribunales españoles tienen la<br />

responsabilidad primordial <strong>de</strong> que España sea percibida como un centro<br />

arbitral idóneo, que pueda estar a la par <strong>de</strong> Nueva York, Miami, Paris o<br />

Londres. Especialmente, España tiene el potencial <strong>de</strong> convertirse en el<br />

centro arbitral más relevante para Iberoamerica. La i<strong>de</strong>ntidad con<br />

Latinoamérica en el lenguaje, cultura e historia <strong>de</strong> sus instituciones legales<br />

hacen <strong>de</strong> España un lugar perfecto para que empresarios<br />

latinoamericanos, europeos y <strong>de</strong> otras regiones resuelvan sus disputas.<br />

Más importante aún, sin embargo, es el apoyo incondicional <strong>de</strong> los<br />

tribunales españoles a la autonomía <strong>de</strong>l procedimiento arbitral.<br />

53


Sería ilustrativo citar algunos ejemplos <strong>de</strong> problemas graves que se<br />

presentan actualmente en el arbitraje comercial <strong>de</strong> países<br />

latinoamericanos. Estas dificulta<strong>de</strong>s se han creado por un excesivo celo<br />

judicial <strong>de</strong> los tribunales locales hacia el arbitraje comercial. Actitu<strong>de</strong>s<br />

cómo <strong>las</strong> que <strong>de</strong>scribiré a continuación han ocasionado que <strong>las</strong> principales<br />

ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> esos países no sean recomendables para ser <strong>de</strong>signados<br />

como se<strong>de</strong> arbitral. De hecho, son estas actitu<strong>de</strong>s <strong>las</strong> que presentan una<br />

oportunidad para Madrid para ofrecerse cómo un centro arbitral confiable,<br />

seguro, mo<strong>de</strong>rno y eficaz<br />

El primer ejemplo es el <strong>de</strong> Argentina. El Código Nacional <strong>de</strong><br />

Procedimiento Civil y Comercial <strong>de</strong> Argentina requiere la celebración <strong>de</strong> un<br />

<strong>de</strong>nominado “compromiso” para que el acuerdo arbitral sea efectivo y<br />

ejecutable. Los tribunales argentinos han interpretado este requerimiento<br />

<strong>de</strong>l “compromiso” como extensivo a arbitrajes internacionales no obstante<br />

la vigencia <strong>de</strong> la Convención <strong>de</strong> Nueva York en Argentina. La<br />

consecuencia <strong>de</strong> esta posición es que todos los aspectos vinculados con el<br />

establecimiento <strong>de</strong>l tribunal arbitral, incluyendo al <strong>de</strong>signación <strong>de</strong> los<br />

árbitros y la <strong>de</strong>limitación <strong>de</strong> <strong>las</strong> materias a ser resultas por éstos, están<br />

sujetas al control <strong>de</strong> un tribunal ordinario argentino.<br />

En el caso Ecofisa, 3 por ejemplo, la Corte Internacional <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong> la<br />

ICC había aprobado el acta <strong>de</strong> misión <strong>de</strong> un arbitraje a celebrarse en<br />

Buenos Aires entre partes argentinas. Una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes objetó la<br />

arbitrabilidad <strong>de</strong> algunos aspectos sometidos al arbitraje lo que, <strong>de</strong><br />

acuerdo con la legislación argentina, <strong>de</strong>bió ser resuelto <strong>de</strong> forma exclusiva<br />

por el tribunal ordinario.<br />

En una <strong>de</strong>cisión aún más reciente, Entidad Binacional Yaciretá, <strong>las</strong> partes<br />

eran una entidad formada por los gobiernos <strong>de</strong> Paraguay y Argentina y un<br />

3 Pérez Companc SA y Bridas SA v. Ecofisa y Petrofisa SA, reportado por Horacio Grigera<br />

Naón, en Arbitration and Latin America Progress and Setbacks, 2004 Freshfield Lectures,<br />

Arbitration International, Vol. 21, No. 2 (2005).<br />

54


consorcio con intereses franceses e italianos. Las partes habían acordado<br />

resolver sus disputas mediante arbitraje sujeto a <strong>las</strong> Reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> Arbitraje<br />

CCI. La entidad binacional se negó a firmar el acta <strong>de</strong> misión. Al igual que<br />

en Ecofisa, el tribunal argentino consi<strong>de</strong>ró que el acta <strong>de</strong> misión equivalía a<br />

un “compromiso” sujeto a aprobación judicial. En vista <strong>de</strong> que una <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

partes era una empresa <strong>de</strong> carácter público, el tribunal or<strong>de</strong>nó la<br />

suspensión <strong>de</strong>l arbitraje hasta que el tribunal fe<strong>de</strong>ral <strong>de</strong> Argentina<br />

<strong>de</strong>cidiese la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l acta <strong>de</strong> misión.<br />

Esta actitud <strong>de</strong> los tribunales argentinos han mermado la habilidad <strong>de</strong><br />

Buenos Aires para atraer arbitrajes a su territorio.<br />

El segundo ejemplo es el <strong>de</strong> Colombia. En el caso Termorio, el Consejo<br />

<strong>de</strong> Estado <strong>de</strong> Colombia anuló un laudo arbitral emitido bajo los auspicios<br />

<strong>de</strong> la CCI. El caso se originó <strong>de</strong> la construcción <strong>de</strong> una central eléctrica en<br />

Colombia. Pese a que el único accionista <strong>de</strong> una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes era una<br />

empresa extranjera, el Consejo <strong>de</strong> Estado consi<strong>de</strong>ró que el arbitraje era<br />

interno y que la CCI sólo podía administrar arbitrajes internacionales por<br />

cuanto no figuraba en la lista <strong>de</strong> centros arbitrales autorizados por el<br />

ejecutivo colombiano. Por lo tanto, el arbitraje fue <strong>de</strong>clarado nulo. En<br />

pocas palabras, el Consejo <strong>de</strong> Estado anuló un laudo arbitral por motivo <strong>de</strong><br />

una alegada violación <strong>de</strong> un elemento inci<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong>l acuerdo cómo lo es el<br />

procedimiento arbitral.<br />

Los tribunales <strong>de</strong> Colombia también han tenido dificulta<strong>de</strong>s para reconocer<br />

laudos parciales relativos a la jurisdicción <strong>de</strong>l panel arbitral. En el caso<br />

Merck, la Corte Suprema <strong>de</strong> Colombia permitió que se tramitaran dos<br />

arbitrajes paralelos, no obstante la existencia <strong>de</strong> una cláusula arbitral que<br />

claramente indicaba que el arbitraje <strong>de</strong>bía proce<strong>de</strong>r en los Estados Unidos<br />

y una <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> los árbitros or<strong>de</strong>nado que se paralizase el arbitraje<br />

incoado en Bogota. Más indignante aún fue el hecho <strong>de</strong> que la Corte<br />

Suprema, una vez que la parte victoriosa en el arbitraje en EE.UU. intentó<br />

ejecutar el laudo en Colombia, autorizó a que la otra parte obtuviese<br />

acceso a los archivos <strong>de</strong> la otra para obtener documentos que ayudasen a<br />

55


<strong>de</strong>terminar la voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes <strong>de</strong> someter la disputa a arbitraje. La<br />

parte afectada por la medida <strong>de</strong> la Corte Suprema <strong>de</strong>cidió transar el caso<br />

antes <strong>de</strong> permitir tal intromisión en sus archivos.<br />

Aunque el Consejo <strong>de</strong> Estado colombiano ha dictado nuevas <strong>de</strong>cisiones<br />

corrigiendo errores pasados (ver el caso Drummond), <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong><br />

tribunales inferiores colombianos también han creado inseguridad entre los<br />

inversionistas en relación a la resolución <strong>de</strong> disputas.<br />

El último ejemplo que quiero citar es el caso <strong>de</strong> Venezuela. En razón <strong>de</strong><br />

una serie <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> los tribunales venezolanos se ha establecido el<br />

po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> los tribunales arbitrales para <strong>de</strong>cidir sobre la jurisdicción <strong>de</strong> los<br />

árbitros. Aunado a esto, los tribunales venezolanos han permitido el uso<br />

<strong>de</strong>l recurso <strong>de</strong> amparo constitucional, en el que el recurrente pi<strong>de</strong> una<br />

medida preventiva provisional fundamentada en la violación <strong>de</strong> un <strong>de</strong>recho<br />

constitucional, para suspen<strong>de</strong>r el procedimiento arbitral.<br />

Por ejemplo en el caso Four Seasons, los tribunales venezolanos<br />

admitieron una serie <strong>de</strong> estos amparos constitucionales contra un arbitraje<br />

en Miami que implicaron la aceptación <strong>de</strong> acciones judiciales en Venezuela<br />

en contravención <strong>de</strong>l compromiso arbitral. Más grave aún es que la Corte<br />

Suprema <strong>de</strong> Venezuela indicó que un laudo arbitral extranjero no pue<strong>de</strong><br />

ser reconocido en Venezuela si existe una acción ante los tribunales<br />

locales interpuesta antes <strong>de</strong> que sea dictado el laudo arbitral. Finalmente,<br />

los tribunales venezolanos llegaron hasta el extremo <strong>de</strong> dictar un auto<br />

prohibiendo a los árbitros <strong>de</strong> tramitar el arbitraje y amenazándoles con<br />

cárcel <strong>de</strong> así hacerlo. Esta amenaza obligó a que el árbitro venezolano<br />

tuviese que renunciar a su cargo.<br />

Jurispru<strong>de</strong>ncia similar se pue<strong>de</strong> encontrar en Panamá, Brasil, y México. Es<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>stacar que todos estos países han adoptado legislación basada en la<br />

ley Mo<strong>de</strong>lo UNCITRAL. En un reciente taller sobre arbitraje en<br />

Latinoamérica organizado por la CCI, los expositores fueron muy claros en<br />

no recomendar la escogencia <strong>de</strong> ciuda<strong>de</strong>s cómo Buenos Aires, Caracas o<br />

56


Ciudad <strong>de</strong> México como lugar <strong>de</strong>l arbitraje. Aunque es frustrante observar<br />

una renuencia <strong>de</strong> ciertos tribunales latinoamericanos para aceptar el<br />

arbitraje comercial cómo medio <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong> disputas, es evi<strong>de</strong>nte que<br />

España tiene la oportunidad <strong>de</strong> suplir este vacío <strong>de</strong> se<strong>de</strong>s arbitrales en<br />

Iberoamerica que ofrecen seguridad jurídica a los comerciantes.<br />

C) Consi<strong>de</strong>raciones que Favorecen a España como Se<strong>de</strong> Arbitral<br />

Más allá <strong>de</strong> su mo<strong>de</strong>rna legislación interna sobre arbitraje y <strong>de</strong> su atractivo<br />

en vista <strong>de</strong> la inseguridad jurídica surgida en Latinoamérica por el recelo<br />

todavía existente <strong>de</strong> los tribunales locales hacia el arbitraje comercial, el<br />

sistema jurídico español ofrece otras ventajas que la ponen en una<br />

situación envidiable como se<strong>de</strong> arbitral.<br />

Des<strong>de</strong> 1991, España es parte <strong>de</strong> la Comunidad Europea. La afiliación <strong>de</strong><br />

España ha implicado la adopción <strong>de</strong> un complejo régimen <strong>de</strong> normas<br />

comunitarias en materia <strong>de</strong> Derecho Internacional Privado, tales como el<br />

Convenio <strong>de</strong> Bruse<strong>las</strong> sobre competencia judicial y ejecución <strong>de</strong><br />

resoluciones judiciales en materia civil y mercantil (substituido<br />

recientemente por el Reglamento “Bruse<strong>las</strong> I”) y el Convenio <strong>de</strong> Roma<br />

sobre el <strong>de</strong>recho aplicable a la obligaciones civiles. Los tribunales<br />

españoles han adquirido una invaluable experiencia en materia <strong>de</strong> Derecho<br />

Internacional Privado comunitario. Este roce <strong>de</strong> los tribunales españoles<br />

con transacciones internacionales les pone en situación inmejorable para<br />

resolver problemas ligados al arbitraje comercial internacional.<br />

La jurispru<strong>de</strong>ncia española <strong>de</strong>finitivamente es favorable al arbitraje español<br />

internacional. Esta actitud positiva <strong>de</strong> los tribunales hacia el arbitraje<br />

comercial no surge a partir <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong> 2003. Al contrario, la<br />

jurispru<strong>de</strong>ncia española previa a la nueva ley estaba conciente <strong>de</strong> la<br />

importancia <strong>de</strong>l arbitraje comercial como instrumento para promover el<br />

comercio internacional. Adicionalmente, es también relevante el hecho <strong>de</strong><br />

que la jurispru<strong>de</strong>ncia sobre arbitraje comercial <strong>de</strong> los tribunales españoles<br />

57


es fácilmente asequible para árbitros y consejeros, lo que no ocurre en<br />

muchas naciones latinoamericanas.<br />

Otro aspecto resaltante <strong>de</strong>l arbitraje comercial español es la proliferación<br />

<strong>de</strong> cortes arbitrales por toda España que presentan <strong>distintas</strong> alternativas<br />

<strong>de</strong> servicios a comerciantes y abogados. Entre estas cortes o centros <strong>de</strong><br />

arbitraje se encuentran la Corte Civil y Mercantil <strong>de</strong> Arbitraje, la Corte<br />

<strong>Español</strong>a <strong>de</strong> Arbitraje, y la Corte <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong> Madrid.<br />

D) Conclusión<br />

La adopción <strong>de</strong> la Ley 60/2003 representa un importante avance en la<br />

evolución <strong>de</strong>l arbitraje comercial en España. España tiene todos <strong>las</strong><br />

factores a su favor para <strong>de</strong>sarrollarse en un centro arbitral fundamental<br />

para resolver disputas entre multinacionales europeas y empresas<br />

latinoamericanas. No sólo la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> lenguaje y <strong>de</strong> cultura sino la<br />

madurez <strong>de</strong> sus tribunales dan a España una posición estratégica. Las<br />

tribunales españoles, sin embargo, <strong>de</strong>ben tomar conciencia <strong>de</strong> los<br />

problemas que han surgido en Latinoamérica cuando los tribunales locales<br />

practican un celo excesivo sobre <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> paneles arbitrales.<br />

España tiene el reto <strong>de</strong> fortalecer su práctica arbitral con una<br />

jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> sus tribunales que sea coherente, pre<strong>de</strong>cible y<br />

promueva, en vez, <strong>de</strong> entorpecer al arbitraje comercial.<br />

58


III. LA GRAN EMPRESA ANTE EL<br />

ARBITRAJE<br />

o Mo<strong>de</strong>rador: D. Antonio Hierro, Tesorero <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje y Director<br />

General <strong>de</strong> Cuatrecasas<br />

o D. Juan Guitard, Director General y Vicesecretario General y <strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong>l<br />

Santan<strong>de</strong>r Central Hispano<br />

o D. Rui Mayer, Secretario General <strong>de</strong> Galp Energía<br />

o D. José Luis <strong>de</strong>l Valle, Consejero Secretario General <strong>de</strong> ACS<br />

o D. Juan Pelegrí, Secretario <strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong> Administración <strong>de</strong> CEMEX España<br />

59


III.1 Juan Guitard<br />

Lo que se nos pidió fue que aportáramos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> nuestras<br />

instituciones, la experiencia práctica <strong>de</strong> nuestra relación con el arbitraje y, en<br />

particular, <strong>las</strong> razones que nos llevan a elegir esa vía <strong>de</strong> solución <strong>de</strong><br />

controversias.<br />

Esta experiencia nos dice que, en <strong>de</strong>finitiva, hay dos preguntas fundamentales<br />

que conviene plantearse y contestar: por qué ir al arbitraje y cómo acudir al<br />

arbitraje.<br />

Existe, sin embargo, una consi<strong>de</strong>ración previa <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> compañía que<br />

tiene que enfrentarse con la cuestión <strong>de</strong> cómo resolver <strong>las</strong> posibles controversias<br />

que se encuentre en su tráfico internacional.<br />

Hay compañías cuyo negocio internacional da lugar <strong>de</strong> manera habitual a<br />

cuestiones que requieren una solución <strong>de</strong> disputas. Son ejemplos claros <strong>las</strong><br />

compañías <strong>de</strong> servicios o <strong>las</strong> <strong>de</strong> construcción. Para el<strong>las</strong> es incluso necesario<br />

plantearse una política general sobre cómo abordar estas controversias y qué<br />

papel ha <strong>de</strong> tener el arbitraje en la resolución <strong>de</strong> <strong>las</strong> mismas.<br />

Nuestro caso es distinto, porque no es normal que en la actividad usual <strong>de</strong>l<br />

tráfico bancario nos encontremos con la necesidad <strong>de</strong> resolver disputas que<br />

sean susceptibles <strong>de</strong> arbitraje. Por poner un ejemplo, hacemos en todo el grupo<br />

diariamente muchas operaciones con <strong>de</strong>rivados, sometidas normalmente a la<br />

documentación ISDA y con volúmenes enormes, muchas veces mayores que <strong>las</strong><br />

<strong>de</strong> un contrato <strong>de</strong> suministro, <strong>de</strong> obra o <strong>de</strong> servicio. Sin embargo, ISDA no tiene<br />

previsto un sistema arbitral, ni <strong>las</strong> partes se someten a un sistema arbitral<br />

alternativo. Se trata <strong>de</strong> operaciones financieras con un régimen jurídico muy<br />

ajustado a un or<strong>de</strong>namiento local (ley <strong>de</strong> Nueva York) y <strong>las</strong> disputas suelen<br />

someterse a los tribunales <strong>de</strong> esa jurisdicción.<br />

La posibilidad <strong>de</strong> acudir al arbitraje suele planteársenos en supuestos<br />

relacionados con inversiones. Así pues, no necesitamos establecer una política<br />

<strong>de</strong> resolución cotidiana <strong>de</strong> disputas en nuestra actividad internacional, sino que<br />

61


<strong>de</strong>bemos abordar situaciones relativamente excepcionales. ¿Cuáles son los<br />

motivos que en esa perspectiva nos llevan a utilizar el arbitraje y no otras<br />

posibles soluciones? La verdad es que esta pregunta tiene una respuesta<br />

relativamente sencilla: <strong>de</strong>cidimos ir al arbitraje por necesidad. En los gran<strong>de</strong>s<br />

acuerdos <strong>de</strong> inversión o colaboración, cuyos protagonistas son entida<strong>de</strong>s<br />

internacionales, una parte no quiere someterse a los tribunales y a la ley <strong>de</strong> la<br />

otra, y viceversa, <strong>de</strong> tal manera que se llega al arbitraje porque realmente es la<br />

única posibilidad <strong>de</strong> solución que les queda. Ahora bien, aunque es la necesidad<br />

la que lleva a someter <strong>las</strong> cuestiones <strong>de</strong> arbitraje, no <strong>de</strong>ja, sin embargo, este<br />

sistema <strong>de</strong> tener elementos positivos, sobre todo si se compara con otras<br />

hipotéticas soluciones que, aún no siendo reales porque <strong>las</strong> partes no <strong>las</strong><br />

aceptarían, permiten su utilización como elemento <strong>de</strong> comparación.<br />

¿Cuáles son estos elementos? El primero que se suele citar es la rapi<strong>de</strong>z. Se<br />

discute mucho sobre si, en <strong>de</strong>finitiva, un arbitraje complejo es más o menos<br />

rápido que la alternativa básica que es un procedimiento ante la jurisdicción local<br />

<strong>de</strong> cualquier estado. Al menos en nuestra experiencia, la conclusión es que el<br />

arbitraje sí ofrece mayor rapi<strong>de</strong>z. Dicho esto, es necesario introducir algunas<br />

matizaciones, porque hay <strong>de</strong>terminados aspectos técnicos como <strong>las</strong> medidas<br />

cautelares o la posibilidad <strong>de</strong> recabar la anulación <strong>de</strong>l laudo ante la jurisdicción<br />

que pue<strong>de</strong>n acabar llevando a una conclusión distinta. Obviamente, uno <strong>de</strong> los<br />

motivos esenciales <strong>de</strong> esta rapi<strong>de</strong>z es la ausencia <strong>de</strong> segunda instancia,<br />

circunstancia que inci<strong>de</strong> <strong>de</strong> manera muy importante en otras consi<strong>de</strong>raciones<br />

que luego haré.<br />

Un segundo aspecto que se suele citar como positivo es el <strong>de</strong> la especialización:<br />

partiendo <strong>de</strong> la hipótesis <strong>de</strong> que <strong>las</strong> cuestiones sometidas a arbitraje serán<br />

complejas, parece mejor quedar sujeto al juicio <strong>de</strong> especialistas que al <strong>de</strong> un<br />

juez con buena preparación general pero, probablemente, no experto en <strong>las</strong><br />

materias que se le someterán. Con carácter general, pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que, en<br />

efecto, este aspecto positivo se da en el arbitraje. Pero tiene también algún matiz<br />

importante. En efecto, el arbitraje para la resolución <strong>de</strong> conflictos que son<br />

internacionales por la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes ha <strong>de</strong> aplicar, sin embargo, muchas<br />

veces un <strong>de</strong>recho absolutamente nacional. En el tipo <strong>de</strong> disputas a <strong>las</strong> que me<br />

62


he referido, no estamos ante una relación comercial en la que hay una teórica<br />

“lex-mercatoria” internacional con una serie <strong>de</strong> principios y <strong>de</strong> reg<strong>las</strong> conocidas<br />

por los árbitros y aplicables por ellos, sino ante un puro <strong>de</strong>recho nacional. Se da,<br />

a<strong>de</strong>más, la circunstancia <strong>de</strong> que suele existir reticencia a que los árbitros sean<br />

nacionales <strong>de</strong>l país <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los contendientes y, sin embargo, es<br />

imprescindible que sean especialistas en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> ese país, porque tienen<br />

que <strong>de</strong>cidir sobre la base <strong>de</strong>l mismo.<br />

Esta situación ha <strong>de</strong>terminado en nuestra experiencia algún problema <strong>de</strong> cierta<br />

envergadura y creo que es un elemento importante a consi<strong>de</strong>rar por quienes,<br />

como el <strong>Club</strong>, tienen intención <strong>de</strong> promover que, sometidos a una corte arbitral o<br />

sometidos a otra, se celebre el arbitraje en España. Así pues, es esencial el<br />

prestigio y la capacidad <strong>de</strong> los árbitros, pero es esencial también su<br />

especialización real. Árbitros expertos y especialistas para <strong>de</strong>terminados<br />

aspectos <strong>de</strong> relaciones puramente comerciales pue<strong>de</strong>n no serlo para el tema<br />

concreto que se les plantee.<br />

Se apunta también, en tercer lugar, como elemento positivo en la elección <strong>de</strong>l<br />

arbitraje la confi<strong>de</strong>ncialidad. Creo que este es un elemento muy importante, en<br />

particular en comparación con lo que, en ocasiones, ocurre ante los Tribunales.<br />

Por último, se plantea si el coste <strong>de</strong>l arbitraje es mayor o menor que el <strong>de</strong> la<br />

resolución jurisdiccional. Es un tema dudoso y tendrá mucho que ver con la<br />

envergadura <strong>de</strong>l asunto y con la eventual petición <strong>de</strong> anulación <strong>de</strong> alguna <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

partes, pero cabe señalar que, en general, el coste <strong>de</strong>l arbitraje es superior.<br />

Dicho esto respecto a por qué elegir el arbitraje, hay algunos aspectos relativos a<br />

cómo elegirlo que, como todos sabemos, son también muy relevantes.<br />

En primer lugar, no nos cabe ninguna duda <strong>de</strong> que el arbitraje a<strong>de</strong>cuado a<br />

nuestras necesida<strong>de</strong>s es un arbitraje “institucional”, gestionado por una corte<br />

arbitral <strong>de</strong> prestigio, con reg<strong>las</strong> conocidas y con trayectoria contrastada. No hago<br />

más comentarios sobre este aspecto por su obviedad.<br />

63


En segundo lugar es importante la localización <strong>de</strong>l proceso. Y lo es,<br />

fundamentalmente, por dos razones ya mencionadas en la mesa redonda<br />

anterior, pero que muy brevemente quisiera resaltar. Por un lado, <strong>las</strong> facilida<strong>de</strong>s<br />

operativas materiales para la celebración <strong>de</strong> la vista: sitio bien comunicado,<br />

hoteles u otras ubicaciones don<strong>de</strong> se pue<strong>de</strong>n celebrar bien <strong>las</strong> vistas y otro tipo<br />

<strong>de</strong> medios, como la existencia <strong>de</strong> traductores o <strong>de</strong> personal asistente al arbitraje,<br />

son muy relevantes. El segundo elemento, más importante que el primero, es lo<br />

que podríamos calificar como “complemento procesal”. Dado que la se<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>termina, en gran medida, la norma procesal que será <strong>de</strong> aplicación si alguno<br />

<strong>de</strong> los temas vinculados con el arbitraje tienen que tener un apoyo jurisdiccional<br />

(por ejemplo, para la práctica <strong>de</strong> pruebas o para la ejecución <strong>de</strong>l laudo), conocer<br />

el funcionamiento <strong>de</strong> los tribunales que tendrán que <strong>de</strong>cidir sobre tales<br />

cuestiones y <strong>las</strong> normas procesales que aplicarán es importantísimo. Tampoco<br />

parece que haga falta más comentarios al respecto, pero si es claro que es este<br />

uno <strong>de</strong> los puntos en don<strong>de</strong> el <strong>Club</strong> pue<strong>de</strong> y <strong>de</strong>be hacer muchas cosas para<br />

atraer arbitrajes a España.<br />

En tercer lugar, los árbitros, en mi opinión lo más importante. Como ya dije, una<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> razones fundamentales <strong>de</strong> la rapi<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l arbitraje es la inexistencia <strong>de</strong><br />

segunda instancia. Esto mismo <strong>de</strong>termina, sin embargo, la necesidad <strong>de</strong> estar<br />

muy seguro <strong>de</strong> que el asunto queda sometido a profesionales <strong>de</strong> primerísimo<br />

línea, expertos, conocedores <strong>de</strong> la materia, <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho aplicable y <strong>de</strong> los<br />

idiomas <strong>de</strong>l arbitraje, íntegros y capaces <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r y <strong>de</strong>cidir. De no ser así,<br />

todas <strong>las</strong> ventajas apuntadas respecto a la jurisdicción <strong>de</strong>caen.<br />

En alguna ocasión nos hemos planteado la duda <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> lo que<br />

coloquialmente llamamos el “pluriempleo <strong>de</strong>l árbitro”. El árbitro <strong>de</strong> hoy es<br />

mañana abogado <strong>de</strong> parte. La verdad es que esta realidad nunca nos ha<br />

gustado. Es cierto también que en la práctica yo no he tenido nunca ni siquiera la<br />

sensación <strong>de</strong> que ello haya podido afectar a la función <strong>de</strong> un árbitro. Pero<br />

creemos que el i<strong>de</strong>al sería que en la profesión lleguen a existir árbitros que son<br />

sólo árbitros.<br />

64


Otra cuestión relevante es la <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> árbitros. En mi opinión, claramente<br />

varios mejor que uno. De nuevo el argumento básico es que, dado que sólo se<br />

<strong>de</strong>ci<strong>de</strong> una vez (no hay apelación), el contraste <strong>de</strong> pareceres y la posibilidad <strong>de</strong><br />

un análisis compartido <strong>de</strong>ben favorecer que no se cometan errores. Por otro<br />

lado, la existencia <strong>de</strong> los llamados “árbitros <strong>de</strong> parte” (cada uno elige uno, y entre<br />

los dos un tercero) no parece lo mejor.<br />

Dicho todo lo anterior, quiero citar algunos aspectos técnicos que se plantean en<br />

la práctica arbitral, no para entrar en su análisis <strong>de</strong>tallado, sino para que sirvan<br />

<strong>de</strong> apoyo a una conclusión final: así, por ejemplo, se ha suscitado la posibilidad o<br />

imposibilidad <strong>de</strong> llevar a terceras partes al arbitraje, cuando los negocios<br />

jurídicos <strong>de</strong> los que resulta la disputa les repercuten, pero esas terceras partes<br />

no se han sometido al procedimiento arbitral como forma <strong>de</strong> solución <strong>de</strong><br />

controversias. Son relativamente frecuentes cuestiones relacionadas con la<br />

práctica <strong>de</strong> prueba que afecta a terceros y la necesidad <strong>de</strong> auxilio jurisdiccional<br />

para su realización. La vieja cuestión <strong>de</strong> la firmeza <strong>de</strong>l laudo y la posibilidad <strong>de</strong><br />

reclamar su anulación, o incluso alguna más rebuscada pero interesante que nos<br />

ha planteado un caso reciente, como la imposibilidad <strong>de</strong> que los tribunales<br />

arbitrales ni siquiera planteen cuestiones relacionadas con la constitucionalidad<br />

<strong>de</strong> la norma que han <strong>de</strong> aplicar.<br />

Todos ellos confluyen en una misma realidad: el arbitraje, obviamente, no es<br />

jurisdicción y, por tanto, no es un po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l estado ejercido por los jueces, lo que<br />

conlleva una serie <strong>de</strong> restricciones. Pero, y vuelvo al principio, esas restricciones<br />

no perjudican la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l sistema. El arbitraje bien <strong>de</strong>sarrollado, con árbitros<br />

realmente prestigiosos y expertos pue<strong>de</strong> ser una muy buena forma <strong>de</strong> resolver<br />

conflictos, o sino muy buena, si por lo menos mejor que la jurisdicción para<br />

disputas resultantes <strong>de</strong> contratos entre partes internacionales.<br />

Y añado una última reflexión: siendo así que el arbitraje es casi ineludible<br />

cuando hay relaciones internacionales entre partes nacionales que no quieren<br />

someterse a la jurisdicción <strong>de</strong> la otra parte, en un mundo en proceso <strong>de</strong><br />

globalización no cabe ninguna duda <strong>de</strong> que el arbitraje internacional tiene un<br />

futuro prometedor.<br />

65


III.2 Rui Mayer<br />

Quería comenzar por agra<strong>de</strong>cer al <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong> Arbitraje y a la organización<br />

<strong>de</strong>l Primer Congreso <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong> Arbitraje la invitación que fue cursada<br />

a Galp Energía en general y a mi persona en particular, lo que es todo un honor,<br />

para realizar una presentación a este Congreso sobre la experiencia <strong>de</strong> Galp<br />

Energía en procedimientos Arbitrales.<br />

Quería también, antes <strong>de</strong> comenzar, pedir por anticipado disculpas a la<br />

audiencia, porque para hacerme enten<strong>de</strong>r mejor, voy a intentar realizar la<br />

presentación en español. Pido el favor, <strong>de</strong> que me sean perdonados los errores<br />

que con certeza cometeré.<br />

El título <strong>de</strong> esta ponencia es “Galp Energía ante el arbitraje”. Por qué<br />

pon<strong>de</strong>ramos nosotros la situación <strong>de</strong> ponernos ante un procedimiento arbitral.<br />

En primer lugar porque hoy en día, gracias al gran <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l comercio<br />

nacional e internacional, a la multiplicación <strong>de</strong> los instrumentos jurídicos y<br />

comerciales, y a la explosión <strong>de</strong> litigios que suce<strong>de</strong>n normalmente en situaciones<br />

como estas, nos encontramos en una situación en que los medios tradicionales<br />

<strong>de</strong> administración <strong>de</strong> justicia no son capaces verda<strong>de</strong>ramente <strong>de</strong> satisfacer <strong>las</strong><br />

necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s empresas y obtener satisfacción <strong>de</strong> lo que<br />

consi<strong>de</strong>ran ser sus intereses. Eso crea para nosotros algunas dificulta<strong>de</strong>s que<br />

tenemos que solucionar <strong>de</strong> otra manera.<br />

Nos enfrentamos con una situación en que los tribunales se encuentran con<br />

exceso <strong>de</strong> carga. No hay manera sencilla <strong>de</strong> resolver la cuestión porque no hay<br />

gran posibilidad <strong>de</strong> invertir en la formación <strong>de</strong> jueces, ni en la creación y<br />

multiplicación <strong>de</strong> órganos jurisdiccionales especializados. Simplemente serían<br />

soluciones que no se podrían poner rápidamente en práctica.<br />

También hay efectos como consecuencia <strong>de</strong> la enorme multiplicación en estos<br />

últimos años <strong>de</strong> los instrumentos jurídicos y económicos, cada vez más<br />

complejos, y <strong>de</strong> la explosión <strong>de</strong> litigios que resultó <strong>de</strong>l aumento <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

transacciones comerciales. Lo que constatamos es que los jueces muchas veces<br />

67


no están suficientemente preparados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista técnico para<br />

resolver algunas cuestiones que surgen <strong>de</strong> la aplicación práctica <strong>de</strong> estos<br />

nuevos instrumentos, que resultan <strong>de</strong> la imaginación <strong>de</strong>l mercado y <strong>de</strong> la gran<br />

creatividad <strong>de</strong> sus operadores. Muchas veces los jueces intentan resolver<br />

situaciones nuevas por analogía, cuando estas soluciones analógicas no son <strong>las</strong><br />

más a<strong>de</strong>cuadas.<br />

También nos encontramos con reg<strong>las</strong> procedimentales que son complejas y<br />

anticuadas y que no están perfectamente a<strong>de</strong>cuadas a <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l<br />

comercio actual. Creo que la aplicación <strong>de</strong> esas reg<strong>las</strong>, muchas veces crean<br />

dificulta<strong>de</strong>s porque son difíciles <strong>de</strong> interpretar y <strong>de</strong> aplicar en el contexto <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

exigencias <strong>de</strong> celeridad y certidumbre <strong>de</strong> los mercados actuales.<br />

Finalmente, la incertidumbre creada por la posibilidad <strong>de</strong> tener un gran número<br />

<strong>de</strong> recursos que a la postre resultan, en que <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> Tribunales inferiores<br />

son tantas veces modificadas, creando también otra dificultad adicional. Los<br />

propios jueces pue<strong>de</strong>n sentirse <strong>de</strong>sinteresados <strong>de</strong> encontrar la solución más<br />

a<strong>de</strong>cuada para el problema concreto que les planteamos, y luego <strong>de</strong>jan la<br />

resolución <strong>de</strong>l problema a un juez <strong>de</strong> una instancia superior que tendrá, o no,<br />

más o menos tiempo, o más o menos, disponibilidad para mirarla.<br />

Es por ello, que creo que en <strong>de</strong>terminadas circunstancias <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s empresas<br />

se sienten motivadas a recurrir a mecanismos como pue<strong>de</strong> ser el arbitraje:<br />

en situaciones <strong>de</strong> gran complejidad técnica o jurídica, en que se plantean<br />

instrumentos económicos o jurídicos que son <strong>de</strong> aplicación compleja, que<br />

tienen dificulta<strong>de</strong>s particulares y a los cuales su aplicación, su interpretación<br />

requiere una atención muy <strong>de</strong>licada;<br />

en gran<strong>de</strong>s proyectos, con inversiones <strong>de</strong> muchos millones, en que la<br />

responsabilidad por lo que suce<strong>de</strong> es elevadísima y en que tenemos que<br />

tener una certeza muy gran<strong>de</strong> en la solución que procuramos;<br />

en proyectos multinacionales en que están en frente <strong>de</strong> una entidad que<br />

tiene que juzgar entida<strong>de</strong>s que provienen <strong>de</strong> culturas muy diferentes con<br />

68


actitu<strong>de</strong>s muy diferentes, y con probablemente expectativas muy diversas,<br />

muy diferentes, y muy difíciles <strong>de</strong> conciliar;<br />

finalmente, claro, en proyectos con gran<strong>de</strong>s riesgos técnicos o financieros,<br />

que requieren en su ejecución una atención muy especial, y que muchas<br />

veces los jueces que están ocupados con otro tipo <strong>de</strong> situaciones no estarán<br />

tan preparados para <strong>de</strong>tallar.<br />

Hay otras situaciones también en que el procedimiento arbitral presenta otras<br />

ventajas. Hay ventajas propias <strong>de</strong>l sistema.<br />

Porque vamos a buscar árbitros que están técnicamente mejor preparados para<br />

mirar <strong>las</strong> particulares circunstancias <strong>de</strong> los casos que se les plantean, tenemos<br />

ciertamente un tribunal mejor preparado para garantizar una mejor <strong>de</strong>cisión, a la<br />

cual <strong>las</strong> partes pue<strong>de</strong>n adherirse con mayor facilidad.<br />

Po<strong>de</strong>mos elegir por acuerdo entre varios reglamentos procesales que garanticen<br />

una efectiva neutralidad, solo a <strong>las</strong> partes, sino también al resultado <strong>de</strong>l pleito.<br />

Tenemos una garantía, en principio, <strong>de</strong> que <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones, porque son<br />

<strong>de</strong>cisiones miradas con especialidad con un <strong>de</strong>talle muy gran<strong>de</strong> y mucho mayor<br />

que lo que conseguimos encontrar normalmente en los tribunales, que respeten<br />

efectivamente a <strong>las</strong> exigencias y características propias <strong>de</strong> la situación que se<br />

plantea en un tribunal.<br />

Tenemos una garantía <strong>de</strong> celeridad también, y eso es muy importante cuando<br />

estamos hablando <strong>de</strong> proyectos <strong>de</strong> muchos millones <strong>de</strong> euros, en que la<br />

resolución <strong>de</strong> un pleito cada día nos cuesta más y más, y a la gestión <strong>de</strong> la<br />

empresa eso duele mucho.<br />

Pero el procedimiento arbitral también tiene algunos inconvenientes, como son<br />

los costes normalmente más altos. Esto pue<strong>de</strong> ser, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

situaciones y <strong>de</strong> los casos, más ilusorios o más real. En efecto ten<strong>de</strong>mos a<br />

pensar y a concluir que los costes <strong>de</strong>l procedimiento arbitral son siempre más<br />

elevados que los costes <strong>de</strong>l procedimiento judicial, pero eso pue<strong>de</strong><br />

69


probablemente ser compensado con la celeridad y con la mejor calidad <strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>cisión.<br />

Finalmente, podremos tener problemas si hay necesidad <strong>de</strong> seguir para la<br />

ejecución <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión. Ahí no tenemos otro remedio que no sea caer <strong>de</strong> nuevo<br />

en el sistema <strong>de</strong> los tribunales judiciales normales y ahí empezamos <strong>de</strong> nuevo<br />

todos los problemas que tenemos y que nos llevan en primera mano a recurrir al<br />

arbitraje.<br />

Tenemos algunas experiencias <strong>de</strong> arbitraje que francamente nos aconsejan<br />

seguir utilizando este medio siempre que los proyectos lo exijan.<br />

Me han pedido que presentase también algún ejemplo negativo <strong>de</strong> nuestra<br />

experiencia concreta en situaciones <strong>de</strong> arbitraje.<br />

Tenemos una experiencia en GALP ENERGÍA algo compleja y que nos hace<br />

pensar un poco todo esto, pero que al final confirma lo que pensábamos.<br />

El Tribunal Arbitral normalmente es más correcto, es más <strong>de</strong>tallado en su<br />

<strong>de</strong>cisión. Y eso crea dificulta<strong>de</strong>s especiales cuando, por ejemplo, preten<strong>de</strong>mos<br />

recurrir a los Tribunales Civiles para intentar anular una <strong>de</strong>cisión arbitral con<br />

fundamento en nulidad <strong>de</strong> una sentencia <strong>de</strong> un Tribunal que <strong>de</strong> partida nos<br />

pue<strong>de</strong> parecer muy correcto. En ese momento, un factor muy importante que<br />

tenemos es la se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l arbitraje. Tenemos la suerte <strong>de</strong> que los arbitrajes que<br />

tenemos en su gran mayoría han sido en lugares don<strong>de</strong> nos sentimos muy<br />

confortables <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista cultural. Normalmente nuestros arbitrajes<br />

discurren en Lisboa, porque Galp Energía es una compañía portuguesa y porque<br />

normalmente somos nosotros los promotores <strong>de</strong>l proyecto que da origen al<br />

pleito, o porque somos nosotros el cliente y ahí estamos en posición<br />

normalmente <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir cual será el mejor lugar para el foro <strong>de</strong>l procedimiento<br />

arbitral.<br />

Lo que suce<strong>de</strong> normalmente es que tenemos una gran ventaja en trabajar en un<br />

lugar en don<strong>de</strong>, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista cultural, los hechos y <strong>las</strong> cuestiones<br />

sean valoradas por los árbitros, tanto el punto <strong>de</strong> vista jurídico como <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />

70


punto <strong>de</strong> vista económico, <strong>de</strong> una forma consistente con la manera que lo vemos<br />

nosotros, Tenemos una gran ventaja que la se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l arbitraje sea en algún lugar<br />

don<strong>de</strong> tengamos nosotros también raíces culturales. Esa es una buena razón por<br />

la cual nosotros, y vosotros también, pues creo que todos los presentes somos<br />

<strong>de</strong> países <strong>de</strong> Iberoamérica, po<strong>de</strong>mos plantear Madrid como se<strong>de</strong> <strong>de</strong> arbitraje,<br />

quizás Lisboa en ciertos casos <strong>de</strong> arbitraje con compañías o intereses<br />

brasileños. Son se<strong>de</strong>s que ofrecen garantías <strong>de</strong> que <strong>las</strong> cuestiones sean<br />

valoradas <strong>de</strong> una manera homogénea con lo que nosotros pensamos.<br />

Evitaremos algunas sorpresas que podrían ocurrir, si por ejemplo, seguimos a un<br />

arbitraje en Londres. Tenemos nosotros un caso, exactamente un arbitraje en<br />

Londres <strong>de</strong> hace algunos años, en que discutíamos un concepto que para<br />

nosotros era muy claro y muy sencillo, pero que en efecto fue valorado por los<br />

árbitros <strong>de</strong> forma totalmente diferente, porque esa forma era la costumbre en<br />

Londres. Esa valoración fue la clave para la <strong>de</strong>cisión, y para nosotros, que no<br />

nos esperábamos a eso, fue una verda<strong>de</strong>ra sorpresa.<br />

Muchas gracias a todos por su atención.<br />

71


III.3 José Luis <strong>de</strong>l Valle<br />

Los organizadores <strong>de</strong> estas Jornadas me manifestaron que lo que querían era<br />

que mi intervención se hiciera <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la experiencia <strong>de</strong> cada uno y a eso me voy<br />

a ceñir.<br />

Como sabéis, el Grupo ACS es un grupo muy amplio, fundamentalmente <strong>de</strong><br />

obras y <strong>de</strong> prestación <strong>de</strong> servicios, ya sean servicios industriales o urbanos, y<br />

que se ejecutan tanto para terceros como en régimen concesional y tanto en<br />

España (país en el que se concentra el 80% <strong>de</strong> la actividad) como en el exterior.<br />

Por todo ello, se realiza un número muy elevado <strong>de</strong> transacciones, en el ámbito<br />

nacional y en el internacional, que se formalizan en contratos, ya sean <strong>de</strong> obra o<br />

<strong>de</strong> prestación <strong>de</strong> servicios ya <strong>de</strong> compra <strong>de</strong> empresas, en cuya ejecución se<br />

pue<strong>de</strong>n producir situaciones litigiosas o pre-litigiosas para cuya solución no es<br />

infrecuente que se pacte el arbitraje.<br />

En los contratos <strong>de</strong> obra, y concretamente en el <strong>de</strong> obra pública, es más extraño<br />

que se acuda al arbitraje por el elemento <strong>de</strong> soberanía que está en juego, pero<br />

en <strong>de</strong>terminados países se viene a aceptar el pacto <strong>de</strong> someter <strong>las</strong> cuestiones<br />

ligadas a la interpretación o ejecución <strong>de</strong>l contrato a una <strong>de</strong>cisión arbitral, ya sea<br />

<strong>de</strong> una institución <strong>de</strong>l propio país ya sea un arbitraje internacional en cuyo caso<br />

es muy frecuente acudir a la Cámara <strong>de</strong> Comercio Internacional.<br />

También en estos contratos <strong>de</strong> obra, como en muchos supuestos <strong>las</strong> cuestiones<br />

que se ventilan son cuestiones técnicas, todas esas cuestiones técnicas se<br />

suelen someter a una instancia <strong>de</strong> carácter previo a la arbitral, que suele ser un<br />

comité integrado por técnicos <strong>de</strong> titulación a<strong>de</strong>cuada a la resolución <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

cuestiones que pue<strong>de</strong>n plantearse, <strong>de</strong>signados en el propio contrato entre<br />

expertos <strong>de</strong> terceros países nacionales <strong>de</strong> países distintos <strong>de</strong> los <strong>de</strong> contratista y<br />

contratante.<br />

Aunque es mucho más infrecuente, la posibilidad <strong>de</strong> acudir al arbitraje como<br />

solución <strong>de</strong> conflictos en los contratos públicos también se da en los contratos <strong>de</strong><br />

prestación <strong>de</strong> servicios, recientemente hemos tenido un caso, se trata <strong>de</strong> la<br />

prestación <strong>de</strong> un servicio <strong>de</strong> recogida <strong>de</strong> residuos urbanos para un país <strong>de</strong>l<br />

73


mundo árabe, en cuyo contrato, que naturalmente era <strong>de</strong> adhesión, figuraba la<br />

cláusula <strong>de</strong> que los conflictos <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong>l mismo fuesen resueltos por la<br />

Cámara <strong>de</strong> Comercio <strong>de</strong>l país en cuestión. La verdad es que nosotros teníamos<br />

mucha prevención a esa <strong>de</strong>cisión pero al final nos hemos quedado gratamente<br />

sorprendidos en que ha sido muy neutral, bastante eficaz y rápida.<br />

Tampoco es infrecuente acudir al sistema arbitral como sistema <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong><br />

conflictos en los contratos <strong>de</strong> concesión, sobre todo para solventar problemas<br />

tan complicados como los que afectan tarifas. Recientemente hemos tenido un<br />

caso, que ha sido administrado por la Cámara <strong>de</strong> Comercio Internacional, en<br />

don<strong>de</strong> <strong>las</strong> partes involucradas eran tres: la concesionaria, el usuario principal <strong>de</strong>l<br />

servicio y el Estado conce<strong>de</strong>nte que ha sido, también, llamado al pleito.<br />

Pero don<strong>de</strong> mayor variedad existe en <strong>las</strong> fórmu<strong>las</strong> arbitrales que se pactan es en<br />

los contratos <strong>de</strong> la compraventa <strong>de</strong> empresas tanto a nivel nacional como<br />

internacional. En estos casos, con mayor inci<strong>de</strong>ncia en los internacionales, el<br />

sistema arbitral es el procedimiento claramente dominante <strong>de</strong> solventar los<br />

conflictos; lo habitual es que se acuda a un sistema <strong>de</strong> arbitraje administrado, ya<br />

sea la Cámara <strong>de</strong> Comercio Internacional o al <strong>de</strong> UNCITRAL.<br />

La experiencia en los casos <strong>de</strong> contratos <strong>de</strong> compraventa <strong>de</strong> empresas <strong>de</strong><br />

carácter internacional es bastante rica, tanto en lo que afecta a <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong><br />

arbitrales como a <strong>las</strong> cuestiones, para mí, conexas como <strong>las</strong> que afectan a la ley<br />

<strong>de</strong>l contrato, cuestión ésta en la que, al menos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi experiencia, se pue<strong>de</strong><br />

llegar a la conclusión, que es casi indiferente la ley <strong>de</strong>l contrato que se pacte, al<br />

final la ratio <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión va estar muy influenciada por el <strong>de</strong>recho que conozca<br />

el árbitro. Otra cuestión que se suele plantear, aunque no tiene mucha<br />

trascen<strong>de</strong>ncia, es el <strong>de</strong> la se<strong>de</strong>, una se<strong>de</strong> habitual <strong>de</strong> arbitraje es Suiza, Suiza es<br />

un país <strong>de</strong> compañías poco activas y, por tanto, no es frecuente que coincida<br />

con el <strong>de</strong> nacionalidad <strong>de</strong> alguna <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes implicadas en la transacción.<br />

¿Cuáles son <strong>las</strong> razones que llevan a <strong>las</strong> empresas a elegir el arbitraje como<br />

modo <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> conflictos?. Sin duda, la razón más importante es la<br />

rapi<strong>de</strong>z: por muy lento que sea un procedimiento arbitral siempre es mucho más<br />

74


ápido que el proceso judicial. Y un segundo motivo, quizá tan importante para<br />

mi como el primero, es el <strong>de</strong> la cualificación <strong>de</strong> los árbitros especialmente a la<br />

hora <strong>de</strong> solventar cuestiones <strong>de</strong> una gran complejidad.<br />

¿Cuáles son <strong>las</strong> <strong>de</strong>sventajas que tiene el sistema arbitral?, que también <strong>las</strong><br />

tiene. Una, que yo creo que no es trascen<strong>de</strong>nte, es el <strong>de</strong> los costes mucho más<br />

altos que los <strong>de</strong>l proceso judicial. Una segunda, que creo que tampoco es<br />

trascen<strong>de</strong>nte, es la necesidad <strong>de</strong> acudir al proceso judicial en la fase <strong>de</strong><br />

ejecución, pero creo que no es muy importante porque lo importante es tener<br />

una sentencia, una <strong>de</strong>cisión firme.<br />

Pero sí que existe un problema que no po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>sconocer, y es un problema<br />

que lleva a muchos dirigentes empresariales a plantearse el arbitraje como modo<br />

<strong>de</strong> solución <strong>de</strong> conflictos, y ese es el problema <strong>de</strong> que la <strong>de</strong>cisión arbitral, el<br />

laudo arbitral, es una <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> única instancia y prácticamente no revisable.<br />

Los motivos <strong>de</strong> revisión, tasados, son normalmente formales. La pregunta que el<br />

empresario, el dirigente empresarial, suele hacer al técnico es que remedio cabe<br />

si no se está <strong>de</strong> acuerdo con la <strong>de</strong>cisión que se dicte. La respuesta a esa<br />

pregunta es la <strong>de</strong> “nada” o “prácticamente nada”; los motivos <strong>de</strong> impugnación <strong>de</strong>l<br />

laudo son puramente formales y muy tasados, y en la medida en que el árbitro<br />

sea medianamente experto es muy difícil que incurran en alguno <strong>de</strong> ellos. Este si<br />

que es un problema, y un problema bastante serio y bastante grave, y es un<br />

problema que está haciendo replantearse en muchas empresas el sometimiento<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> cuestiones relativas en la interpretación y ejecución <strong>de</strong> los contratos a la<br />

<strong>de</strong>cisión arbitral, sobre todo en aquellos casos <strong>de</strong> gran cuantía o <strong>de</strong> cierta<br />

complejidad técnica. La no posibilidad <strong>de</strong> revisión por razones <strong>de</strong> fondo, es un<br />

problema que <strong>de</strong>bería hacer que nos replanteásemos la conveniencia <strong>de</strong> volver<br />

al sistema anterior en los arbitrajes <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho.<br />

Muchas gracias,<br />

75


III.4 Juan Pelegrí y Girón<br />

“EL GRUPO CEMEX ANTE EL ARBITRAJE INTERNACIONAL”<br />

A) Introducción<br />

Como empresa <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rable tamaño y trascen<strong>de</strong>ncia extraterritorial, el<br />

grupo Cemex se enfrenta prácticamente a los mismos problemas que<br />

cualquier otra gran empresa en lo que a cuestiones <strong>de</strong> arbitraje se refiere.<br />

A continuación, me gustaría poner <strong>de</strong> manifiesto algunos problemas<br />

prácticos que encontramos al abordar el tema <strong>de</strong>l arbitraje.<br />

En primer lugar, una empresa <strong>de</strong> carácter multinacional como es el grupo<br />

Cemex no implica el uso <strong>de</strong> contratos internacionales y por tanto, tampoco<br />

<strong>de</strong>l arbitraje internacional. Una empresa multinacional es un conglomerado<br />

<strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s, un grupo normalmente consolidado, que actúa a través <strong>de</strong><br />

otras empresas <strong>de</strong> distinta nacionalidad que a su vez formalizan distintos<br />

contratos, los cuales suelen tener un ámbito <strong>de</strong> aplicación nacional. En el<br />

caso <strong>de</strong>l grupo CEMEX, actúa en España a través <strong>de</strong> su filial CEMEX<br />

ESPAÑA, S.A. que realiza, como regla general, contratos sometidos a la<br />

ley española, y sólo contratos internacionales como excepción.<br />

B) Los contratos nacionales<br />

A la hora <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir la conveniencia o no <strong>de</strong> los arbitrajes, -cualquier<br />

“arbitraje” antes que “arbitraje internacional”-, en el caso <strong>de</strong> España, en los<br />

contratos nacionales, la excepción es la cláusula arbitral. En efecto, en los<br />

contratos sometidos a Derecho español, apenas acudimos al arbitraje<br />

<strong>de</strong>bido a la experiencia negativa <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Arbitraje 36/1988 <strong>de</strong> 5 <strong>de</strong><br />

diciembre, que ha planteado a los juristas muchos problemas y ha dado<br />

lugar a la nulidad <strong>de</strong> muchas cláusu<strong>las</strong> arbitrales, bien por la ambigüedad<br />

<strong>de</strong> la redacción <strong>de</strong> <strong>las</strong> mismas, bien por la falta <strong>de</strong> ejecutoriedad <strong>de</strong> los<br />

laudos. Esperamos por ello que con la nueva ley <strong>de</strong>l año 2003 se pueda<br />

invertir esa ten<strong>de</strong>ncia, y empezar a incluir <strong>de</strong> forma sistemática, cláusu<strong>las</strong><br />

<strong>de</strong> arbitraje en los contratos nacionales.<br />

77


C) Los contratos internacionales<br />

En los contratos <strong>de</strong> ámbito extraterritorial, o contratos internacionales, se<br />

pue<strong>de</strong> resumir que como regla general, tampoco se utilizan cláusu<strong>las</strong> <strong>de</strong><br />

arbitraje, refiriéndonos a los contratos <strong>de</strong>l día a día, venta y suministro <strong>de</strong><br />

cemento, hormigón, áridos, etc. que son los productos fundamentales que<br />

se utilizan en el sector <strong>de</strong> la construcción, al que se <strong>de</strong>dica Cemex España,<br />

S.A. Este tipo <strong>de</strong> operaciones se hacen a través <strong>de</strong> unas ventas con el<br />

nombre <strong>de</strong> spot, la venta puntual, en <strong>las</strong> que en numerosas ocasiones no<br />

existe ni siquiera un contrato escrito. Cuando no hay contrato escrito, no<br />

obstante sí hay un acuerdo <strong>de</strong> volunta<strong>de</strong>s, pero muchas veces no se sabe<br />

cuál es la ley aplicable, o no sabemos, como consecuencia <strong>de</strong> la ley<br />

aplicable, cuál es la jurisdicción que correspon<strong>de</strong>.<br />

Queda reservada la inclusión <strong>de</strong> cláusu<strong>las</strong> arbitrales para los gran<strong>de</strong>s<br />

contratos, por lo tanto el número <strong>de</strong> casos sería muy reducido, a lo mejor<br />

un 10% o un 8% <strong>de</strong>l total <strong>de</strong> contratos, pero una cosa es el número<br />

cuantitativo y otra el número cualitativo <strong>de</strong> volumen <strong>de</strong> negocios que<br />

representa, por lo que en <strong>de</strong>finitiva son la inmensa mayoría.<br />

Aplicamos <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong> arbitrales, en primer lugar, en todos los supuestos<br />

<strong>de</strong> adquisiciones internacionales, al comprar una empresa en otro país,<br />

siempre que no sea una oferta pública o una licitación pública o<br />

privatización, en cuyo caso, quedas muy constreñido por <strong>las</strong> propias leyes<br />

<strong>de</strong> privatización y sólo excepcionalmente el Gobierno <strong>de</strong> un país que está<br />

privatizando va a permitir una cláusula <strong>de</strong> arbitraje. Sin revelar ningún<br />

secreto, ya que ha aparecido en prensa internacional, que ahora mismo<br />

Cemex está teniendo ante la Cámara <strong>de</strong> Comercio Internacional un<br />

arbitraje muy conocido contra el Gobierno indonesio por la privatización <strong>de</strong><br />

la empresa SEMEN GRESIK. Nuestra empresa también realizó una<br />

adquisición internacional importante en Egipto y en ese caso el Gobierno<br />

egipcio sí aceptó la cláusula arbitral, pero evi<strong>de</strong>ntemente <strong>de</strong> la forma más<br />

ventajosa para ellos, ya que se sometían a una corte arbitral con se<strong>de</strong> en<br />

78


Singapur, que aplica leyes <strong>de</strong> carácter internacional, más próximas al<br />

mundo árabe que al mundo occi<strong>de</strong>ntal.<br />

Quitando los supuestos <strong>de</strong> adquisición internacional, también utilizamos <strong>las</strong><br />

cláusu<strong>las</strong> arbitrales en todos los contratos <strong>de</strong> suministros <strong>de</strong> maquinaria y<br />

tecnología don<strong>de</strong>, normalmente, la cláusula viene recomendada o<br />

impuesta por el proveedor <strong>de</strong> esta maquinaria <strong>de</strong> alta tecnología y<br />

maquinaria pesada, <strong>de</strong> precio elevado. Y en los contratos <strong>de</strong> consultoría y<br />

servicios profesionales internacionales también <strong>las</strong> utilizamos y, por<br />

supuesto, en los contratos bancarios, como son los <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lo tipo, como<br />

la ISDA, en los que ya se incluye la propia cláusula arbitral. En <strong>las</strong> cartas<br />

<strong>de</strong> crédito, por ejemplo, cuando hay una garantía por medio, también se<br />

aplican <strong>las</strong> normas internacionales. Se trata <strong>de</strong> contratos <strong>de</strong> adhesión<br />

don<strong>de</strong> apenas existe capacidad <strong>de</strong> negociación o <strong>de</strong> imposición sobre <strong>las</strong><br />

cláusu<strong>las</strong> arbitrales.<br />

También utilizamos cláusu<strong>las</strong> <strong>de</strong> sumisión arbitral en los contratos <strong>de</strong><br />

suministro <strong>de</strong> cemento, en su doble proyección, primero cuando se<br />

realizan <strong>las</strong> operaciones <strong>de</strong> trading, o intermediación <strong>de</strong> cemento, compra<br />

y venta, o también ventas puras, es <strong>de</strong>cir, suministrando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> nuestras<br />

propias fábricas <strong>de</strong> cemento, y a<strong>de</strong>más estas ventas implican, en muchos<br />

casos, un segundo contrato <strong>de</strong> transporte, es el supuesto <strong>de</strong> los charter<br />

parties o contratos marítimos, en los que por aplicación <strong>de</strong>l Admiral’s Law<br />

<strong>de</strong>l Derecho Marítimo Internacional, se aplican <strong>las</strong> normas <strong>de</strong> arbitraje<br />

también en este caso con preferencia al tribunal <strong>de</strong> Londres.<br />

Estos son en resumidas cuentas los supuestos en los que acudimos al<br />

arbitraje internacional, quizá son menores en número cuantitativo, pero son<br />

más importantes por su peso específico y volumen <strong>de</strong> negocio, como ya he<br />

mencionado.<br />

D) La negociación <strong>de</strong> <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong><br />

¿Cómo se <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> sobre la inclusión o no <strong>de</strong> una cláusula arbitral en un<br />

contrato?, ¿cómo se negocia? Una <strong>de</strong> <strong>las</strong> preguntas que suelen hacerme<br />

79


es cuánto tiempo le <strong>de</strong>dicamos a la redacción <strong>de</strong> <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong>. Entonando<br />

el mea culpa, <strong>de</strong>bo <strong>de</strong>cir –le <strong>de</strong>dicamos muy poco tiempo, primero porque<br />

los gran<strong>de</strong>s contratos no los negocian los abogados, al menos en <strong>las</strong><br />

empresas, sino los hombres <strong>de</strong> negocios, que suelen ser muy escépticos<br />

respecto a este tipo <strong>de</strong> estipulaciones, <strong>las</strong> suelen solucionar aludiendo a<br />

que los temas <strong>de</strong> abogados <strong>de</strong>bemos discutirlos nosotros. Lo que, por otra<br />

parte, nos da una ventaja adicional a los abogados, que en tales casos<br />

po<strong>de</strong>mos intentar introducir una cláusula que apenas se discutiría,<br />

existiendo sin embargo el inconveniente <strong>de</strong> que <strong>de</strong> este modo muchas<br />

veces se llega a restar importancia a temas que realmente la tienen.<br />

Todo porque el hombre <strong>de</strong> negocios tien<strong>de</strong> a ser optimista, a ejecutar, a<br />

<strong>de</strong>sarrollar, a ir directamente al grano, y nunca piensa que una patología<br />

<strong>de</strong>l contrato, ya que <strong>de</strong> ellos el 50% suelen terminar mal, suelen plantear<br />

problemas. No necesariamente en la vía judicial, pero sobre todo los<br />

contratos <strong>de</strong> larga duración, a partir <strong>de</strong>l año <strong>de</strong> duración, van a plantear<br />

muchos problemas <strong>de</strong> interpretación, y más aún cuando hay implicadas<br />

<strong>distintas</strong> jurisdicciones, distintos lugares <strong>de</strong> <strong>de</strong>stino, y entonces es cuando<br />

se ve el valor <strong>de</strong> <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong> arbitrales.<br />

E) La mediación<br />

Normalmente no prevemos nunca cláusu<strong>las</strong> <strong>de</strong> mediación, me refiero a la<br />

mediación institucional, porque nos inspiran <strong>de</strong>sconfianza; es preferible<br />

llevar una negociación directa con la contraparte que quedarnos en manos<br />

<strong>de</strong> terceros. Confiamos mucho más en el arbitraje institucional y también<br />

en el arbitraje ad hoc, pero en un arbitraje “<strong>de</strong> <strong>de</strong>recho”, frente a un<br />

arbitraje “<strong>de</strong> equidad”.La mediación institucional reconduce un poco a la<br />

i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> arbitraje <strong>de</strong> equidad, <strong>de</strong>l que también tratamos <strong>de</strong> huir por<br />

experiencias negativas, sobre todo en el ámbito nacional, y procuramos<br />

ceñirnos a arbitrajes fundamentalmente <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho.<br />

F) Experto resolutor<br />

80


También otra experiencia que hemos tenido en la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

cláusu<strong>las</strong> <strong>de</strong> arbitraje es el nombramiento <strong>de</strong> expertos in<strong>de</strong>pendientes para<br />

la <strong>de</strong>terminación o resolución <strong>de</strong> cuestiones prácticas. En realidad no es<br />

arbitraje, sino un arbitraje <strong>de</strong> equidad, y tampoco es arbitraje <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho,<br />

aunque muchas veces permite resolver cuestiones no solo <strong>de</strong> índole<br />

tecnológica, sino por ejemplo económicas. En adquisiciones<br />

internacionales acostumbramos a <strong>de</strong>signar a una <strong>de</strong> <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s firmas<br />

auditoras cuando hay una discrepancia, por ejemplo, en la valoración <strong>de</strong><br />

<strong>las</strong> compañías, en la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda neta, en la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l capital<br />

circulante, cuando estos son elementos <strong>de</strong>terminantes en la fijación <strong>de</strong>l<br />

precio. Entonces eludimos directamente el arbitraje y hacemos que una<br />

cuestión práctica vaya directamente a un especialista.<br />

G) Dos razones a favor <strong>de</strong>l arbitraje<br />

Se da poca atención a <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong> <strong>de</strong> arbitraje en general. Tenemos poco<br />

margen <strong>de</strong> maniobra también, y cuando buscamos la cláusula arbitral es<br />

por dos razones fundamentales: la neutralidad, (que no imparcialidad,<br />

puesto que presumimos que el juez <strong>de</strong> cualquier jurisdicción es imparcial)<br />

<strong>de</strong> la legislación y <strong>de</strong> la jurisdicción que no son <strong>las</strong> nuestras, ni la <strong>de</strong> la<br />

contraparte. Esto va a condicionar muchas veces la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la<br />

se<strong>de</strong>, porque la se<strong>de</strong> pue<strong>de</strong> jugar, siempre o en muchos casos, a favor <strong>de</strong><br />

la nacionalidad <strong>de</strong>l país don<strong>de</strong> esté situada la se<strong>de</strong>, y por eso vamos a<br />

buscar también en la se<strong>de</strong> una neutralidad. Y segundo, la rapi<strong>de</strong>z. La<br />

contrapartida <strong>de</strong> esto es el coste, el arbitraje internacional es costoso, pero<br />

estamos dispuestos a pagarlo a cambio <strong>de</strong> la neutralidad y la rapi<strong>de</strong>z que<br />

vamos a obtener.<br />

El cálculo que tenemos hecho en arbitraje internacional es que pue<strong>de</strong><br />

suponer el 20% como media <strong>de</strong>l quantum <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda arbitral, es <strong>de</strong>cir,<br />

no teniendo en cuenta el caso <strong>de</strong> que haya una <strong>de</strong>manda reconvencional<br />

ni tampoco el volumen total <strong>de</strong> la adquisición, sino solamente el quantum<br />

inicial <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda arbitral. Parece un precio elevado dado que<br />

interviene una sola instancia en lugar <strong>de</strong> dos, es <strong>de</strong>cir, la posibilidad <strong>de</strong><br />

81


dictar el laudo con valor vinculante en una sola instancia y a<strong>de</strong>más se<br />

adquiere valor <strong>de</strong> cosa juzgada. Por el contrario, la apelación es uno <strong>de</strong> los<br />

inconvenientes que tiene el sistema judicial, por no <strong>de</strong>cir el propio recurso<br />

<strong>de</strong> casación, y todo esto porque el recurso <strong>de</strong> apelación en segunda<br />

instancia se justifica por ser ante un tribunal maduro y colegiado que podrá<br />

superar los inconvenientes, <strong>de</strong>sventajas y errores <strong>de</strong> un solo juez en<br />

primera instancia, por eso también ten<strong>de</strong>mos, en el sistema arbitral, a<br />

preferir los tres árbitros a uno solo.<br />

H) Otros problemas prácticos<br />

Otros problemas prácticos son, por una parte, la cuestión <strong>de</strong> quién redacta<br />

la cláusula arbitral. Los hombres <strong>de</strong> negocios la <strong>de</strong>jan en manos <strong>de</strong> los<br />

abogados; y aquí empieza una verda<strong>de</strong>ra discusión en profundidad,<br />

comenzando por <strong>de</strong>limitar la cuestión inicial <strong>de</strong> cuál sea la jurisdicción<br />

aplicable. Hay muchas discrepancias en este tema sobre la ley formal y la<br />

ley <strong>de</strong> fondo, pero consi<strong>de</strong>ramos que el elemento básico es la ley <strong>de</strong><br />

fondo. Ésta va a traer como consecuencia la aplicación <strong>de</strong> la ley formal.<br />

sobre todo en contratos internacionales cuando no haya una vis atractiva.<br />

Por ejemplo, normalmente lo que discutimos son merca<strong>de</strong>rías <strong>de</strong> tráfico<br />

internacional y contratos <strong>de</strong> Derecho Marítimo, quien consiga persuadir a<br />

la otra parte <strong>de</strong> la aplicación <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> fondo, también conseguirá que se<br />

aplique la ley formal que <strong>de</strong>sea. Aquí observamos que la Ley <strong>de</strong> Arbitraje<br />

<strong>de</strong> 2003 incorpora ventajas adicionales respecto a otro tipo <strong>de</strong> legislación<br />

arbitral <strong>de</strong> otros países europeos, don<strong>de</strong> hemos tenido alguna experiencia<br />

bastante negativa. El tipo <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lo que sigue la Ley <strong>de</strong> 2003 va a dar<br />

indudables ventajas a la resi<strong>de</strong>ncialidad <strong>de</strong>l arbitraje internacional en<br />

España y favorecerá a su sometimiento.<br />

Por supuesto, cuando se trata <strong>de</strong> un arbitraje institucional, para evitar<br />

ambigüeda<strong>de</strong>s y para evitar el riesgo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la cláusula y la<br />

ambigüedad que pue<strong>de</strong> poner en peligro la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> la propia cláusula,<br />

nos dirigimos a la se<strong>de</strong> <strong>de</strong> ese Tribunal Institucional y pedimos que nos<br />

proporcionen su propia redacción, evitando mayores complicaciones,<br />

82


porque ya tenemos una garantía <strong>de</strong> que esa cláusula va a estar bien<br />

redactada. Por ejemplo, cuando es la Cámara <strong>de</strong> Comercio Internacional<br />

solemos utilizar el mo<strong>de</strong>lo recomendado que tiene su propio reglamento.<br />

I) Procedimiento arbitral<br />

Respecto al tema procedimental, es importante el hecho <strong>de</strong> que la ley <strong>de</strong><br />

fondo va a <strong>de</strong>terminar la ley formal <strong>de</strong> aplicación <strong>de</strong>l Arbitraje. Por mucho<br />

que tenga su propia regla <strong>de</strong> funcionamiento el Tribunal Arbitral, cuando es<br />

institucional y sobre todo cuando nos encontramos con un Tribunal ad hoc,<br />

es importante po<strong>de</strong>r usar conceptos jurídicos que nos resulten familiares,<br />

aplicar un <strong>de</strong>recho civil con un procedimiento que pue<strong>de</strong> ser más o menos<br />

rígido, pero que es fijo y estable y no conce<strong>de</strong> sorpresas, como en los<br />

sistemas anglosajones, don<strong>de</strong> los abogados españoles, <strong>de</strong> corte civilista,<br />

quizá nos encontramos más <strong>de</strong>sorientados. En esta cuestión la Ley Arbitral<br />

<strong>de</strong> 2003 nos da a todos los países iberoamericanos la ventaja <strong>de</strong> usar<br />

términos y conceptos jurídicos con los que estamos más familiarizados.<br />

J) Las injerencias judiciales<br />

El gran peligro <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> arbitraje es lo que se pue<strong>de</strong> llamar la<br />

“amenaza” <strong>de</strong> la injerencia judicial; no la amenaza <strong>de</strong> una nulidad <strong>de</strong> la<br />

cláusula arbitral, redactada con empeño y tras una larga negociación si la<br />

ha habido, sino el supuesto <strong>de</strong> que la contraparte trate <strong>de</strong> blindarse, <strong>de</strong><br />

boicotear cualquier laudo arbitral acudiendo directamente a los Tribunales.<br />

Ése es uno <strong>de</strong> los peligros que tiene el arbitraje no sólo en España, sino<br />

cualquier arbitraje internacional. Sobre todo en lo referente a <strong>las</strong> medidas<br />

cautelares urgentes, <strong>las</strong> famosas “injunctions” <strong>de</strong>l Derecho Inglés y más<br />

concretamente en temas <strong>de</strong> Derecho Marítimo Internacional.<br />

La amenaza más reciente para nosotros son los “cautionary measures” o<br />

embargos marítimos. La urgencia <strong>de</strong>l embargo ante la jurisdicción <strong>de</strong>l país<br />

don<strong>de</strong> ha recalado uno <strong>de</strong> los barcos fletados por nuestra empresa. La<br />

amenaza <strong>de</strong> embargo como medida cautelar siempre amparada por el<br />

Derecho Internacional, pue<strong>de</strong> llevar al traste todo lo que son <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong><br />

83


competenciales porque toda medida cautelar lleva como consecuencia, en<br />

casi todos los sistemas jurisdiccionales conocidos, una <strong>de</strong>manda principal,<br />

como ocurre en España, que va a tener una vis atractiva que pone en<br />

situación <strong>de</strong> peligro la cláusula arbitral que ha sido diseñada con todo<br />

cuidado y atención.<br />

Por ejemplo, los tribunales <strong>de</strong> Inglaterra y Gales establecen un sistema<br />

proteccionista <strong>de</strong>l arbitraje muy interesante; es el llamado “Anti-Suit<br />

Injuction” en el cual pue<strong>de</strong>s <strong>de</strong>mandar a una contraparte si ha abusado <strong>de</strong><br />

la medida cautelar y ha incumplido el contrato, burlando <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong><br />

arbitrales y llevando la discusión a una jurisdicción <strong>de</strong>l tercer país con la<br />

excusa <strong>de</strong> la interposición <strong>de</strong> esa medida cautelar.<br />

Otra <strong>de</strong> <strong>las</strong> ocasiones en <strong>las</strong> que hemos visto burladas <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong><br />

arbitrales pue<strong>de</strong> ser por la excesiva ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los tribunales<br />

norteamericanos a aplicar medidas extraterritoriales. Po<strong>de</strong>mos encontrar<br />

arbitrajes internacionales en los que la contraparte ha acudido a un<br />

abogado <strong>de</strong> Nueva York y ha solicitado el embargo <strong>de</strong> cuentas radicadas<br />

en EE.UU. y alegando apariencia <strong>de</strong> buen <strong>de</strong>recho, o “fumus bonis iuris”,<br />

ha presentado <strong>de</strong>manda judicial ante el juez norteamericano alegando la<br />

inoperancia <strong>de</strong> los Tribunales Arbitrales por su lentitud y procediendo a<br />

bloquear unas cuentas o una transferencia <strong>de</strong> fondos <strong>de</strong> un país a otro, ya<br />

que cuando se efectúa el pago en dólares, la transferencia tiene que pasar<br />

necesariamente por un banco norteamericano que actúa como<br />

corresponsal y esta circunstancia es la que pue<strong>de</strong>n aprovechar para<br />

efectuar el embargo <strong>de</strong> tales cuentas.<br />

Son situaciones en <strong>las</strong> que la empresa se ha visto involucrada y muchas<br />

veces ponen en tela <strong>de</strong> juicio la efectividad <strong>de</strong> estas cláusu<strong>las</strong> arbitrales<br />

aunque cuando dos partes <strong>de</strong>l contrato están firmando la cláusula arbitral,<br />

es con la intención <strong>de</strong> aplicarla. En ocasiones queda burlado pero no por la<br />

ambigüedad en la redacción, sino por estos subterfugios a través <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

situaciones <strong>de</strong> medidas cautelares.<br />

84


K) Ejecutoriedad <strong>de</strong>l laudo<br />

Como se ha puesto en evi<strong>de</strong>ncia, lógicamente el gran peligro que tiene<br />

toda cláusula arbitral es la <strong>de</strong>bilidad en algunos países para la ejecución<br />

<strong>de</strong>l laudo. Hoy po<strong>de</strong>mos hablar <strong>de</strong>l gran éxito <strong>de</strong> la Convención <strong>de</strong> Nueva<br />

Cork, sin duda uno <strong>de</strong> los Tratados Internacionales con mayor número <strong>de</strong><br />

Estados firmantes, pero que sin embargo en algunos países incluso siendo<br />

firmantes, la ejecutoriedad se convierte en una auténtica situación<br />

excepcional.<br />

85


IV. EL ARBITRAJE COMO<br />

MECANISMO DE PROTECCIÓN DE<br />

INVERSIONES<br />

o Mo<strong>de</strong>rador: D. Juan Fernán<strong>de</strong>z-Armesto, Vicepresi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l<br />

Arbitraje y Árbitro<br />

o D. Manuel Álvarez Trongé, Secretario General <strong>de</strong> Telefónica Internacional S.A.<br />

o D. Andrés Rigo, Árbitro y ex-Vicepresi<strong>de</strong>nte Jurídico Adjunto <strong>de</strong>l Banco Mundial<br />

o D. Miquel Griñó, Jefe Área Procesal, Dirección Corporativa <strong>de</strong> Asesoría Jurídica<br />

<strong>de</strong> Aguas <strong>de</strong> Barcelona (Agbar)<br />

87


IV.1 Manuel Álvarez Tronge<br />

En primer lugar quiero agra<strong>de</strong>cer la invitación <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje.<br />

Para mi es un honor, una gran satisfacción y me siento muy honrado <strong>de</strong> estar en<br />

esta mesa. También les quiero agra<strong>de</strong>cer porque como notarán, por mi acento,<br />

no soy español, soy argentino, hace poco tiempo que estoy acá en Madrid<br />

disfrutando <strong>de</strong> esta ciudad tan maravillosa y me han dado una cálida bienvenida<br />

lo cual les agra<strong>de</strong>zco profundamente. Esta charla para mi es un gran <strong>de</strong>safío,<br />

soy un enamorado <strong>de</strong> los métodos alternativos <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong> conflictos y hace<br />

aproximadamente 14 años atrás instalamos este concepto en Latinoamérica,<br />

fundando la Asociación Iberoamericana para la Resolución Alternativa <strong>de</strong><br />

Disputas (AIRAD) con se<strong>de</strong> en Buenos Aires y representaciones en diferentes<br />

países <strong>de</strong> la región, inclusive en España (algunos colegas hoy presentes en la<br />

Sala, como conversábamos hace unos minutos previo a comenzar esta<br />

Conferencia, recordaban a AIRAD con cariño). Es por ello que compartir con<br />

uste<strong>de</strong>s algunos conceptos sobre uno <strong>de</strong> estos métodos, como es el Arbitraje y<br />

su impacto en Iberoamérica, es para mi un <strong>de</strong>safío que me entusiasma y me<br />

brinda profunda alegría. Gracias, entonces, por esta convocatoria.<br />

Las pautas que se me dieron para esta presentación era compartir con uste<strong>de</strong>s<br />

especialmente algunos conceptos claves <strong>de</strong> una experiencia concreta: el<br />

Arbitraje <strong>de</strong> Telefónica con la República Argentina ante el CIADI (ICSID, como<br />

se <strong>de</strong>nomina en Inglés). Pues bien, así lo haré, advirtiéndoles previamente que<br />

sólo me referiré a aspectos les diría <strong>de</strong> forma, aquellos que son públicos. Como<br />

uste<strong>de</strong>s compren<strong>de</strong>rán, en virtud <strong>de</strong> estar el caso todavía en trámite, les pido<br />

disculpas pero no voy a referirme a aspectos <strong>de</strong>l Arbitraje que <strong>de</strong>ben ser<br />

reservados. En este momento, les anticipo, la acción <strong>de</strong> Telefónica está<br />

suspendida, y creo si interesante y <strong>de</strong>safiante para todos, pensar y trabajar<br />

sobre la experiencia, para que la misma nos sirva a todos para po<strong>de</strong>r reflexionar<br />

en un procedimiento mejor. Así <strong>las</strong> cosas, compartiré con uste<strong>de</strong>s: Primero los<br />

antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l arbitraje, segundo el estado <strong>de</strong> situación actual y cuestiones<br />

<strong>de</strong> forma y tercero, como Conclusión quisiera compartir con vosotros algunas<br />

preguntas que serán motivo seguramente <strong>de</strong> alguna polémica.<br />

89


Vamos entonces a los antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l Arbitraje CIADI:<br />

Para hablar <strong>de</strong> la experiencia Argentina, tengo que explicar - porque<br />

seguramente habrá personas en la audiencia que no conocen - que fue lo que<br />

sucedió en nuestro país y cual fue la magnitud <strong>de</strong> la crisis que sufrimos. Quiero<br />

también referirme a la normativa aplicable en el procedimiento <strong>de</strong>nominado <strong>de</strong><br />

Renegociación que enseguida explicaré y que interpuso el gobierno Argentino<br />

como obligatorio para <strong>las</strong> compañías que como en el caso <strong>de</strong> Telefónica<br />

prestaban servicios públicos en el país. Por último haré una explicación sobre los<br />

<strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> Telefónica que se pretendían proteger y llevar a este tribunal<br />

arbitral.<br />

Retrocedamos entonces a fines <strong>de</strong>l año 2001 y primer semana <strong>de</strong>l 2002: Que fue<br />

lo que sucedió en Argentina?. Casi todos conocerán por los medios <strong>de</strong><br />

comunicación lo que fue la crisis, el “efecto Tango” como algunos lo llamaron.<br />

Hasta nacieron palabras específicas que se hicieron famosas por lo que<br />

acontecía en Buenos Aires, como fue la palabra “ Corralito “ y “congelamiento<br />

tarifario“, conceptos que se originaron en aquellos días y que dieron lugar a la<br />

mayor crisis social y económica <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> mi país y que todavía se está<br />

intentando resolver.<br />

Quiero circunscribirme a la que fue, quizás, la mayor <strong>de</strong>mostración <strong>de</strong> la<br />

magnitud <strong>de</strong> la crisis: la Ley <strong>de</strong> Emergencia Económica votada por el Parlamento<br />

argentino aquel 6 en enero <strong>de</strong>l 2002. Esta ley estableció el marco <strong>de</strong> situación<br />

que <strong>de</strong>bían enfrentar los ciudadanos y <strong>las</strong> empresas que <strong>de</strong>sarrollan negocios<br />

allí. Específicamente me voy a referir a los artículos <strong>de</strong> esta ley que se refirieron<br />

a <strong>las</strong> empresas <strong>de</strong> servicios públicos. Especialmente el artículo 8, como se ve<br />

en la pantalla, que <strong>de</strong>jó sin efectos aquel<strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong> pactadas con <strong>las</strong><br />

autorida<strong>de</strong>s argentinas que se <strong>de</strong>nominaban “cláusu<strong>las</strong> <strong>de</strong> ajustes <strong>de</strong> acuerdo a<br />

tipo <strong>de</strong> cambio“ y <strong>de</strong>jó sin efecto también a todos los mecanismos in<strong>de</strong>xatorios<br />

que podrían tener estos contratos (ya sea basadas en índices <strong>de</strong> precios <strong>de</strong><br />

otros países o cualquier otro sistema <strong>de</strong> ajuste). Como resulta <strong>de</strong> todo esto, lo<br />

que se <strong>de</strong>nominó “congelamiento <strong>de</strong> tarifas“ fue que todas los precios <strong>de</strong><br />

servicios resultantes <strong>de</strong> estos contratos públicos como el <strong>de</strong> Telefónica<br />

90


quedaban establecidos en pesos y fijos, inamovibles, en la relación <strong>de</strong> cambio 1<br />

peso igual 1 dólar, cuando, también es público, que en ese momento sufrió la<br />

Argentina una gran <strong>de</strong>valuación <strong>de</strong> alto impacto que llevó el valor <strong>de</strong>l dólar <strong>de</strong> un<br />

peso a casi 4 pesos. Debe <strong>de</strong>stacarse que este “congelamiento” para <strong>las</strong><br />

empresas <strong>de</strong> servicios públicos (en la absoluta mayoría <strong>de</strong> capital extranjero), no<br />

afectó a los <strong>de</strong>más ciudadanos argentinos o empresas que <strong>de</strong>sarrollaban sus<br />

negocios en el país, <strong>las</strong> que acomodaron sus contratos con un parámetro<br />

in<strong>de</strong>xatorio, índice <strong>de</strong> ajuste, que se <strong>de</strong>nominó “CER”, Coeficiente <strong>de</strong><br />

Estabilización <strong>de</strong> Referencia y que tuvo presente el índice inflacionario y parte<br />

<strong>de</strong>l incremento <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> cambio.<br />

Los artículos 9 y 10 <strong>de</strong> esta ley <strong>de</strong> Emergencia, <strong>de</strong>legaron <strong>las</strong> faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

renegociar los contratos <strong>de</strong> servicios públicos en el Po<strong>de</strong>r Ejecutivo y, como dije<br />

antes, se abrió un procedimiento -que se repite hoy en otros países <strong>de</strong><br />

Sudamérica- por el cual se iniciaron conversaciones con <strong>las</strong> compañías para<br />

establecer nuevas bases, nuevas pautas, nuevas reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> juego, en lo que eran<br />

los convenios originales con aquel<strong>las</strong> empresas con inversiones en el país. Se<br />

estableció allí en esta ley un muevo marco a tener en cuenta y como figura en la<br />

pantalla, se fijaron algunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> característica que <strong>de</strong>bían respetarse en la<br />

renegociación y estas fueron: a) el impacto <strong>de</strong> <strong>las</strong> tarifas <strong>de</strong>be respetar la calidad<br />

<strong>de</strong> la inversión, b) la inversión comprometida <strong>de</strong>be continuar, y por supuesto, c)<br />

el interés <strong>de</strong> los usuarios y la accesibilidad <strong>de</strong>ben ser parámetros especiales a<br />

tener en cuenta. Por último, se dispuso también que “la rentabilidad <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

empresas” era un ítem que <strong>de</strong>bía evaluarse a la hora <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir los términos <strong>de</strong> la<br />

renegociación. Lo que se estableció a<strong>de</strong>más, es una prohibición general que no<br />

autorizaba a <strong>las</strong> compañías a suspen<strong>de</strong>r o alterar <strong>las</strong> obligaciones contractuales.<br />

Esto es importante <strong>de</strong>stacarlo: como enseguida vamos a ver, el hecho <strong>de</strong> no<br />

autorizar a <strong>las</strong> empresas <strong>de</strong> servicios públicos a suspen<strong>de</strong>r sus obligaciones<br />

según contrato, justamente fue darle vali<strong>de</strong>z a los mismos, ya que se le dijo a <strong>las</strong><br />

empresas que <strong>de</strong>bían continuar con sus prestaciones fijadas en los acuerdos<br />

firmados, es <strong>de</strong>cir, le estaban dando vida a los convenios firmados al momento<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> privatizaciones <strong>de</strong> los años 90.<br />

91


Como consecuencia <strong>de</strong> esta normativa se establecieron en diferentes Decretos y<br />

Resoluciones unos parámetros, unas bases, <strong>de</strong> lo que sería el proceso <strong>de</strong><br />

renegociaciones en Argentina (todo esto obe<strong>de</strong>ciendo a diferentes momentos<br />

políticos y económicos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la crisis aludida). En ese marco, la primera<br />

resolución <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Economía (Nro.20) que fijó <strong>las</strong> bases <strong>de</strong>l proceso, y<br />

que luego fue ratificada en la administración <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte Kirchner fue la que<br />

<strong>de</strong>finió el concepto. La <strong>de</strong>finición es interesante remarcarla: el concepto <strong>de</strong><br />

renegociación se <strong>de</strong>finió como “un proceso <strong>de</strong> procurar con el principio <strong>de</strong>l<br />

sacrificio compartido a<strong>de</strong>cuar <strong>de</strong> común acuerdo los contratos, sin introducir<br />

cambios estructurales a efectos <strong>de</strong> preservar la vida <strong>de</strong> los mismos y <strong>las</strong><br />

condiciones pactadas originariamente”. Quiere <strong>de</strong>cir esto que los contratos que<br />

se negociaron, como <strong>de</strong>cía antes, mantuvieron vigencia parcial, es <strong>de</strong>cir, no se<br />

<strong>de</strong>rogaron. Lo que ocurrió es que esa vigencia fue parcial ya que se<br />

mantuvieron vigentes <strong>las</strong> obligaciones asumidas por los prestadores extranjeros<br />

pero no <strong>las</strong> obligaciones asumidas por el estado argentino. Y como comentaba<br />

antes, también el proceso en sí <strong>de</strong> la renegociación, que al principio fue<br />

establecido para realizarse en 120 días, no se cumplió y todavía, luego <strong>de</strong> más<br />

<strong>de</strong> cuatro años y medio, está pendiente <strong>de</strong> finalizar.<br />

Pasemos ahora a examinar los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> Telefónica en Argentina, es <strong>de</strong>cir,<br />

aquellos que se pretendía proteger. Me voy a basar en la normativa <strong>de</strong><br />

privatización <strong>de</strong>l año 90, cuando llega Telefónica al país, como parte <strong>de</strong> un grupo<br />

económico y <strong>de</strong> un “joint venture” a hacer la inversión en Argentina. Telefónica<br />

en aquel momento tenía el 8% aproximadamente <strong>de</strong>l consorcio formado al efecto<br />

para competir en el proceso <strong>de</strong> privatización <strong>de</strong> la ex-Entel.<br />

I<strong>de</strong>ntifico este proceso porque es interesante precisar que en el año 90 también<br />

existía en Argentina una ley <strong>de</strong> Emergencia (igual <strong>de</strong>nominación que la <strong>de</strong>l año<br />

2.002 ). Esto es relevante y hasta simpático. Cuando Telefónica llega a la<br />

Argentina, comienza su actividad con esta ley <strong>de</strong> Emergencia que la<br />

administración <strong>de</strong>l Presi<strong>de</strong>nte Menem presentó en el Congreso, con lo cual era<br />

lógico que este contexto <strong>de</strong> crisis, se previeran en el contrato que nacía en el<br />

año 1990, unas series <strong>de</strong> pautas que le dieran un marco <strong>de</strong> estabilidad jurídica a<br />

lo que iba a ser un gran <strong>de</strong>safío y una gran apuesta por el país.<br />

92


El primero <strong>de</strong> estos <strong>de</strong>rechos a los que Telefónica accedió, fue que la licencia<br />

que se le otorgada fuera a–temporal, es <strong>de</strong>cir, siguiendo una línea <strong>de</strong> algunos<br />

ejemplos internacionales, la licencia <strong>de</strong> telefonía básica no tenía tiempo fijo sino<br />

solamente metas y compromisos <strong>de</strong> inversión cíclicos a cumplir por la compañía<br />

adjudicataria. La empresa, bajo este marco, se convirtió en propietaria <strong>de</strong> los<br />

activos que adquirió pagando una cifra cercanas a los mil millones <strong>de</strong> dólares.<br />

Asimismo en el contrato se establecieron garantías. Recor<strong>de</strong>mos que en ese<br />

momento se estaba en una situación económica y social en el país <strong>de</strong><br />

“emergencia“, con lo cual era lógico que se negociaran cláusu<strong>las</strong> que otorgaban<br />

estabilidad a la inversión <strong>de</strong> Telefónica. Y así fue que se estableció que el<br />

Estado nacional compensaría a <strong>las</strong> empresas licenciatarias con la eventual suma<br />

que se perciba <strong>de</strong> menos en el supuesto que se establezcan topes o nuevos<br />

“congelamiento <strong>de</strong> tarifas y precios” que se aparten <strong>de</strong> lo establecido en el<br />

pliego <strong>de</strong> base y condiciones <strong>de</strong> la Licitación. Uste<strong>de</strong>s se preguntarán ¿porqué<br />

era esto?, ¿porqué la Argentina daba esta garantía tan especial? Es que pocos<br />

meses antes <strong>de</strong>l año 1990, y como una reiteración <strong>de</strong> experiencias anteriores, el<br />

país había vivido un “congelamiento” y “control absoluto” <strong>de</strong> precios que impedía<br />

aumentos autónomos resueltos por <strong>las</strong> empresas. Siendo esto así era previsible<br />

que se volvieran a repetir los “congelamientos” teniendo a la vista aquel<br />

acontecimiento y es por ello que se precisó claramente en el pliego <strong>de</strong> la<br />

licitación, estableciéndose en él que “no se le pue<strong>de</strong> aplicar al régimen <strong>de</strong><br />

tarifas y precios <strong>de</strong> <strong>las</strong> licenciatarias congelamientos administraciones y/o<br />

controles <strong>de</strong> precios“ y se estableció que si a pesar <strong>de</strong> esta estipulación “se<br />

obligara a la sociedad licenciataria a a<strong>de</strong>cuarse a un régimen <strong>de</strong> control <strong>de</strong><br />

precios, la sociedad tendrá <strong>de</strong>recho a una compensación equivalente“. No quiero<br />

<strong>de</strong>tenerme en muchos más <strong>de</strong>talles ya que el tiempo asignado para esta<br />

presentación me lo impi<strong>de</strong>, pero les diría que varias <strong>de</strong> <strong>las</strong> disposiciones que<br />

fueron consecuentes a estas normas establecieron hasta el hartazgo el <strong>de</strong>talle<br />

<strong>de</strong> cómo Telefónica, en caso que el Estado Argentino violara esta disposición,<br />

se haría <strong>de</strong> los fondos <strong>de</strong> compensación ( sólo <strong>de</strong>cirles que se estableció un<br />

anexo específico <strong>de</strong>l Contrato <strong>de</strong> Transferencia hasta el número <strong>de</strong> cuenta<br />

bancaria, don<strong>de</strong> <strong>las</strong> empresas licenciatarias podrían hacer su débito en el caso<br />

<strong>de</strong> que se estableciera un congelamiento <strong>de</strong> precios en el futuro )..<br />

93


Veamos ahora y como último punto previo a <strong>las</strong> conclusiones el arbitraje en sí<br />

mismo: ante la violación por parte <strong>de</strong>l Estado Argentino <strong>de</strong> sus compromisos<br />

llegamos, entonces a dar inicio al proceso arbitral basados evi<strong>de</strong>ntemente en<br />

una norma que nos daba esta protección y que era el Tratado con España, el<br />

Tratado Bilateral <strong>de</strong> Protección y Promoción recíproca <strong>de</strong> inversiones. Este<br />

tratado se firmó en octubre <strong>de</strong> 1991 y luego fue aprobado por una ley en<br />

Argentina, la número 24.118 en agosto <strong>de</strong>l 92. ¿Qué es lo que establece este<br />

tratado? Un mecanismo <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> controversias con una etapa previa <strong>de</strong><br />

negociación entre la empresa española y la República Argentina. Así fue que<br />

Telefónica inició esta etapa notificando formalmente en mayo <strong>de</strong>l 2002, dando<br />

comienzo a esta negociación. En aquel momento en la Argentina interpretó que<br />

se daba cumplimiento a la misma por la renegociación antes referida y no dio<br />

lugar a este procedimiento conciliatorio. Vencido el plazo y luego <strong>de</strong> diferentes<br />

tentativas, Telefónica <strong>de</strong>bió presentar su solicitud <strong>de</strong> arbitraje el 14 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong>l<br />

2003 (quedó registrado oficialmente en julio <strong>de</strong> 2003). Tardamos bastante en<br />

constituir el tribunal arbitral producto <strong>de</strong> diferentes impugnaciones a candidatos.<br />

En abril <strong>de</strong> 2004 se constituyó el tribunal y la primera audiencia citada fue el 6 <strong>de</strong><br />

julio <strong>de</strong> ese año que se realizó en Washington. Allí <strong>las</strong> partes manifestaron que<br />

estábamos en una etapa <strong>de</strong> negociación privada y pedimos una suspensión por<br />

90 días <strong>de</strong>l procedimiento para seguir intentando una conciliación, cosa que fue<br />

bien recibida por la Argentina pero lamentablemente resultó infructuosa y así fue<br />

como Telefónica se vio ante la obligación <strong>de</strong> presentar el <strong>de</strong>nominado “Primer<br />

Memorial” o primer resumen <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda, en diciembre 2004. La Argentina<br />

respondió con objeciones a la jurisdicción <strong>de</strong>l Tribunal CIADI sobre febrero <strong>de</strong>l<br />

2005. En el mes <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 2005 se realizó la audiencia final sobre la excepción<br />

<strong>de</strong> jurisdicción planteada por los representantes argentinos y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esa época,<br />

se está a la espera <strong>de</strong>l fallo <strong>de</strong> jurisdicción. Como novedad, <strong>de</strong>bo compartir con<br />

uste<strong>de</strong>s que hace una semana atrás Telefónica y la Argentina solicitaron<br />

conjuntamente la suspensión <strong>de</strong>l proceso arbitral producto <strong>de</strong> un primer acuerdo<br />

al que han arribado, al cual le restan una serie <strong>de</strong> etapas y compromisos <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

partes. Estamos ahora en el proceso final <strong>de</strong> una negociación sobre el mismo.<br />

Hasta aquí el proceso ante el CIADI y la experiencia consecuente.<br />

94


Quiero ahora compartir rápidamente con vosotros, mis Conclusiones enfocadas<br />

en el título principal <strong>de</strong> este Seminario. Y estas conclusiones no son <strong>de</strong>finiciones<br />

sino preguntas que pretendo originen una reflexión. La primera pregunta que me<br />

formulo y quiero formular a los asistentes es ¿Porqué el Arbitraje?, ¿Cuál es su<br />

razón <strong>de</strong> ser? ¿Y qué es lo que está sucediendo en Latinoamérica en relación<br />

con el arbitraje?. Mi experiencia hoy, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 15 años haciendo<br />

negocios en la región y que abarca todo Latinoamérica, y que se hace patente<br />

hoy <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Telefónica con el control <strong>de</strong> cinco operadoras <strong>de</strong> telefonía en<br />

Colombia, Perú, Chile, Argentina, y Brasil y con negocios en todos los países <strong>de</strong><br />

América es que el arbitraje tiene <strong>de</strong>cididamente algunas ventajas comparativas.<br />

El arbitraje es un mecanismo, una po<strong>de</strong>rosa herramienta para la paz. Es un<br />

medio <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> controversias, no es un fin en sí mismo. Tal naturaleza, si<br />

es bien comprendida y utilizada enaltece su importancia y su razón <strong>de</strong> ser.<br />

El arbitraje nos brinda neutralidad, idoneidad, celeridad y cierta economía en<br />

costos, características que no encontramos muchas veces en <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong><br />

la justicia ordinaria <strong>de</strong> iberoamérica. Y esta reflexión se vincula con mi segunda<br />

pregunta: “¿Porqué los tratados <strong>de</strong> protección recíproca <strong>de</strong> <strong>las</strong> inversiones?. Y a<br />

los efectos <strong>de</strong> esta respuesta necesito <strong>de</strong> vuestra reflexión. Mi impresión es los<br />

países exportadores <strong>de</strong> capital a esta área <strong>de</strong>l mundo necesitan <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

características antes apuntadas, y necesitan garantías que conformen la<br />

<strong>de</strong>nominada “estabilidad o seguridad jurídica”. Como dijo ayer Su Majestad este<br />

es el <strong>de</strong>safío. El problema institucional, salvo algunas excepciones, lo tenemos<br />

presente a lo largo <strong>de</strong> todo Iberoamérica y es nuestra responsabilidad<br />

gestionarlo.<br />

Todo esto me lleva a mi última reflexión que quería compartir con uste<strong>de</strong>s acerca<br />

<strong>de</strong> cuál es el rol que <strong>de</strong>be <strong>de</strong>sempeñar España en este <strong>de</strong>safío. Mi conclusión es<br />

que en materia <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong> controversias vuestro país tiene un papel crítico<br />

en Iberoamérica que todavía no ha comprendido. Los países <strong>de</strong> la región<br />

respetan a España. Vuestra estabilidad <strong>de</strong>mocrática <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> los Acuerdos <strong>de</strong><br />

la Moncloa, el grado <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo económico en los últimos años, los lazos<br />

culturales, familiares y sociales han dado origen a esta credibilidad. En la región<br />

llamamos a España la “Madre Patria” y tal concepto tiene en este caso una<br />

95


connotación especial: ¿Quién mejor que un padre o una madre para ayudar a los<br />

hijos a solucionar conflictos? La i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> lenguaje, la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong><br />

costumbres, el ser parte <strong>de</strong> nuestras historia hace que este rol, este<br />

protagonismo lo <strong>de</strong>ba asumir España y <strong>las</strong> instituciones enclavadas en su<br />

cultura. Ningún otro país en el mundo, ni ninguna otra institución que no tuviera<br />

este origen tiene esta característica frente a Latinoamérica. La oportunidad está<br />

presente y per<strong>de</strong>rla sería una pena y, a mi criterio, una irresponsabilidad. Como<br />

señalé al comienzo, cuando constituimos la Asociación Iberoamericana <strong>de</strong><br />

Resolución <strong>de</strong> Disputas, en el año 1.990 vimos a España como lí<strong>de</strong>r natural en<br />

este tema. Hoy ha llegado el momento.<br />

Estas son <strong>las</strong> reflexiones que quería compartir con vosotros. Muchas gracias.<br />

96


IV.2 Andrés Rigo Sureda<br />

En primer lugar introduciré el tema, seguidamente explicaré <strong>las</strong> características<br />

<strong>de</strong>l arbitraje <strong>de</strong> inversión y <strong>de</strong>l arbitraje según <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong>l Centro Internacional<br />

<strong>de</strong> Arreglo <strong>de</strong> Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), centro especializado<br />

en este tipo <strong>de</strong> arbitraje, <strong>de</strong>spués me ocuparé <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> los temas que<br />

preocupan hoy en día para cerrar con algunas reflexiones finales a modo <strong>de</strong><br />

conclusión.<br />

El arbitraje <strong>de</strong> inversión se inserta en la ten<strong>de</strong>ncia que se ha <strong>de</strong>sarrollado en los<br />

últimos 50 años <strong>de</strong> dar acceso a individuos o socieda<strong>de</strong>s a jurisdicciones<br />

internacionales. Esta ten<strong>de</strong>ncia se ve sobre todo en el campo <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos<br />

humanos, pero resulta también evi<strong>de</strong>nte en el arbitraje <strong>de</strong> inversión cuando<br />

individuos o socieda<strong>de</strong>s que han invertido en países diferentes <strong>de</strong>l suyo tienen<br />

acceso a una jurisdicción internacional respecto <strong>de</strong> diferencias sobe el trato que<br />

les ha dado el país anfitrión. El CIADI es el ejemplo más significativo.<br />

El otro punto <strong>de</strong> tipo general para encuadrar el tema es el repetido fracaso <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

negociaciones para llegar a un acuerdo multilateral <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> inversiones.<br />

Así ocurrió con los intentos <strong>de</strong> la OCDE <strong>de</strong> establecer un código <strong>de</strong> conducta o<br />

un sistema multilateral <strong>de</strong> garantías <strong>de</strong> la inversión en los años 60 y con el<br />

Multilateral Investment Agreement en los años 90, que llegó a un punto<br />

avanzado pero no consiguió cuajar. A principios <strong>de</strong> los años 60 el Banco Mundial<br />

tomó la iniciativa y propuso la creación <strong>de</strong>l CIADI que vamos a ver más a<strong>de</strong>lante.<br />

Las dos características principales <strong>de</strong>l arbitraje <strong>de</strong> inversión en su modalidad<br />

actual son el que una parte sea un estado, normalmente como parte<br />

<strong>de</strong>mandada, y la otra una empresa privada, y que el consentimiento se dé por<br />

a<strong>de</strong>lantado, a veces, pocas, en la legislación sobre inversiones y más<br />

comúnmente en los acuerdos bilaterales <strong>de</strong> protección y promoción <strong>de</strong><br />

inversiones (APPRI) o en algún tratado regional como el Tratado <strong>de</strong> Libre<br />

Comercio <strong>de</strong> América <strong>de</strong>l Norte (TLCAN) o multilateral especializado en un<br />

sector como la Carta <strong>de</strong> Energía. Todos estos instrumentos prevén la posibilidad<br />

97


<strong>de</strong> que inversores <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los países contratantes que hayan invertido en otro<br />

puedan recurrir al arbitraje.<br />

Según cifras <strong>de</strong> UNCTAD <strong>de</strong> mediados <strong>de</strong>l año pasado se han firmado cerca <strong>de</strong><br />

2.400 APPRI, <strong>de</strong> ellos 1700 están en vigor. Mientras que una mayoría <strong>de</strong> estos<br />

acuerdos son entre países exportadores y países importadores <strong>de</strong> capital, hay<br />

un porcentaje cada vez mayor, un 28%, siempre según datos <strong>de</strong> UNCTAD, que<br />

ha sido concluido entre países comúnmente consi<strong>de</strong>rados importadores <strong>de</strong><br />

capital.<br />

Los APPRI son documentos relativamente breves que enumeran <strong>de</strong> forma<br />

general <strong>las</strong> protecciones otorgadas a la inversión hecha por inversores <strong>de</strong>l otro<br />

estado contratante empezando por un concepto muy amplio <strong>de</strong> inversión. Se<br />

conviene que la inversión gozará <strong>de</strong> plena protección y seguridad, <strong>de</strong> un trato<br />

justo y equitativo, no discriminatorio, no inferior al otorgado a los propios<br />

nacionales <strong>de</strong>l estado receptor <strong>de</strong> la inversión e igual al otorgado a la inversión<br />

en otros APPRI a través <strong>de</strong> la cláusula <strong>de</strong> nación más favorecida. Asimismo los<br />

estados se comprometen a no expropiar <strong>las</strong> inversiones, excepto por razón <strong>de</strong><br />

utilidad pública, con in<strong>de</strong>mnización y <strong>de</strong> forma no discriminatoria. Los APPRI<br />

incluyen también el concepto <strong>de</strong> la expropiación indirecta, <strong>de</strong> la expropiación<br />

progresiva a través <strong>de</strong> medidas que en su conjunto tienen el efecto <strong>de</strong> una<br />

expropiación pero que individualmente <strong>de</strong> por sí no la serían. Una cláusula no<br />

siempre incluida pero bastante frecuente es la llamada cláusula paraguas cuyo<br />

objeto es transformar un compromiso contractual <strong>de</strong>l estado en un<br />

incumplimiento <strong>de</strong>l APPRI. Es una cláusula controvertida por sus consecuencias<br />

y ha sido objeto <strong>de</strong> diferentes interpretaciones por los tribunales arbitrales.<br />

La generalidad con que están <strong>de</strong>scritas <strong>las</strong> protecciones otorgadas ha suscitado<br />

en la práctica diferencias sobre su significado. ¿Qué es una inversión? ¿Qué<br />

nivel <strong>de</strong> riesgo tiene que asumir el inversor? ¿Es necesario que la inversión<br />

favorezca el <strong>de</strong>sarrollo económico <strong>de</strong>l país receptor? ¿Es un préstamo una<br />

inversión? ¿Qué significa plena protección y seguridad? ¿Se trata <strong>de</strong> seguridad<br />

en el sentido físico o va más allá y abarca, por ejemplo, cambios en la legislación<br />

<strong>de</strong>l país receptor? etc. No tenemos tiempo para entrar en estos temas y algunos<br />

98


<strong>de</strong> ellos serán tratados por los otros ponentes. Simplemente quiero apuntar la<br />

gran cantidad <strong>de</strong> cuestiones que se van planteando.<br />

Tal vez el elemento más importante <strong>de</strong> los APPRI es el otorgar al inversor<br />

extranjero el acceso a la conciliación (muy poco frecuente) o al arbitraje<br />

internacional en caso <strong>de</strong> infracción <strong>de</strong>l estado receptor <strong>de</strong> sus compromisos en<br />

el APPRI. ¿Qué tipo <strong>de</strong> arbitraje? La mayoría <strong>de</strong> los APPRI prevén arbitraje<br />

según <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> arbitraje <strong>de</strong>l CIADI con alternativas como el arbitraje ad hoc<br />

según el reglamento <strong>de</strong> la CNUDMI, o <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> la Cámara <strong>de</strong> Comercio<br />

Internacional (CCI) o <strong>las</strong> <strong>de</strong> la Cámara <strong>de</strong> Comercio <strong>de</strong> Estocolmo (CCE).<br />

Como pue<strong>de</strong>n ver en la pantalla, hasta el 31 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2006 el CIADI ha<br />

registrado en su historia un total <strong>de</strong> 240 casos, esta cifra incluye los casos<br />

registrados bajo el Mecanismo Complementario <strong>de</strong>l que voy a hablar en un<br />

momento. 24 casos se registraron en 2005 y 10 casos han sido registrados este<br />

año. 104 procedimientos están en curso en este momento. Mientras el CIADI<br />

publica el registro <strong>de</strong> casos no siempre es así en otras instituciones o en el<br />

arbitraje ad hoc. Según UNCTAD, a mediados <strong>de</strong> 2005 había 39 procedimientos<br />

en curso según <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> la CNUDMI, 4 según <strong>las</strong> <strong>de</strong> la CCI y 4 según <strong>las</strong> <strong>de</strong><br />

la CCE.<br />

Pasemos ahora al CIADI mismo. El origen <strong>de</strong>l CIADI hay que situarlo en el<br />

contexto <strong>de</strong> los intentos multilaterales <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la segunda guerra mundial<br />

para promocionar y proteger la inversión extranjera. El Banco Mundial, al que el<br />

CIADI está afiliado, recibía a menudo solicitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> gobiernos e inversores<br />

privados para que mediara en controversias, como la resultante <strong>de</strong> la<br />

expropiación <strong>de</strong> la Anglo-Iranian Oil Company o la <strong>de</strong> la Sociedad <strong>de</strong>l Canal <strong>de</strong><br />

Suez. En 1962 la junta <strong>de</strong> gobernadores <strong>de</strong>l Banco Mundial encargó un estudio<br />

sobre cómo tratar este tipo <strong>de</strong> intervenciones <strong>de</strong> forma más sistemática. El<br />

resultado fue el Convenio sobre Arreglo <strong>de</strong> Diferencia Relativas a Inversiones<br />

entre Estados y Nacionales <strong>de</strong> Otros Estados (el Convenio) firmado en 1965.<br />

En el preámbulo <strong>de</strong>l Convenio se reconoce la “necesidad <strong>de</strong> la cooperación<br />

internacional para el <strong>de</strong>sarrollo económico y la función que en ese campo<br />

99


<strong>de</strong>sempeñan <strong>las</strong> inversiones internacionales <strong>de</strong> carácter privado” y que “aún<br />

cuando tales diferencias se someten a jurisdicciones nacionales, en ciertos<br />

casos el empleo <strong>de</strong> métodos internacionales <strong>de</strong> arreglo pue<strong>de</strong> ser apropiado<br />

para su solución.” El objetivo <strong>de</strong>l Convenio es contribuir a la promoción <strong>de</strong> la<br />

inversión privada, a través <strong>de</strong> la protección <strong>de</strong> la inversión extranjera, mejorando<br />

el contexto <strong>de</strong> <strong>las</strong> inversiones tanto para los inversores como para los Estados.<br />

En efecto, el Convenio trata <strong>de</strong> mantener el equilibrio entre los intereses <strong>de</strong> los<br />

inversores y los Estados. Los arbitrajes y conciliaciones se pue<strong>de</strong>n iniciar tanto<br />

por unos como por otros.<br />

Las funciones <strong>de</strong>l CIADI son registrar <strong>las</strong> solicitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> arbitraje o conciliación,<br />

dar apoyo a los tribunales y comisiones <strong>de</strong> conciliación, ayudar a constituirlos<br />

cuando una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes no actúa o intenta obstaculizar el procedimiento,<br />

nombrar un secretario que actúa <strong>de</strong> intermediario entre el tribunal o la comisión y<br />

<strong>las</strong> partes.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> <strong>las</strong> características <strong>de</strong>l arbitraje según <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong>l CIADI ya<br />

apuntadas -que <strong>las</strong> partes sean un estado contratante y un individuo o sociedad<br />

con nacionalidad <strong>de</strong> otro estado contratante- la diferencia <strong>de</strong> que se trate <strong>de</strong>be<br />

ser <strong>de</strong> naturaleza jurídica y surgir directamente <strong>de</strong> una inversión, el <strong>de</strong>recho<br />

aplicable es el acordado por <strong>las</strong> partes pero por <strong>de</strong>fecto se prevé cual sería el<br />

aplicable, el consentimiento al arbitraje CIADI es un consentimiento exclusivo e<br />

irrevocable, el laudo no pue<strong>de</strong> ser impugnado en los tribunales. Respecto <strong>de</strong>l<br />

laudo sólo existen los recursos que prevé el Convenio mismo -recursos <strong>de</strong><br />

aclaración, revisión y anulación. El laudo pue<strong>de</strong> ser anulado bien sea en parte o<br />

completamente porque el tribunal no se constituyó <strong>de</strong> forma apropiada, se<br />

excedió en sus po<strong>de</strong>res, hubo corrupción <strong>de</strong> un miembro <strong>de</strong> un tribunal, no se<br />

fundamentó el laudo o se quebrantó una regla fundamental <strong>de</strong>l procedimiento<br />

arbitral. Los Estados miembros se han comprometido a no conce<strong>de</strong>r protección<br />

diplomática ni promover ningún tipo <strong>de</strong> reclamación internacional respecto <strong>de</strong><br />

cualquier diferencia que uno <strong>de</strong> sus nacionales haya sometido al arbitraje <strong>de</strong>l<br />

CIADI, excepto si el Estado contratante que es parte en una diferencia no ha<br />

acatado el laudo. Esta es la contrapartida <strong>de</strong> que el Estado receptor <strong>de</strong> la<br />

inversión haya aceptado someter la controversia al arbitraje.<br />

100


He mencionado antes el mecanismo complementario. En 1978 el Consejo<br />

Administrativo –el órgano rector <strong>de</strong>l CIADI- autorizó al Secretario General a<br />

administrar ciertos procedimientos fuera <strong>de</strong> la competencia <strong>de</strong>l CIADI a través<br />

<strong>de</strong>l Mecanismo Complementario. Este Mecanismo se pue<strong>de</strong> utilizar siempre que<br />

<strong>las</strong> partes en la diferencia estén <strong>de</strong> acuerdo: (i) cuando una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes no es<br />

Estado contratante o no tiene la nacionalidad <strong>de</strong> un Estado contratante, (ii)<br />

cuando la diferencia es <strong>de</strong> carácter jurídico pero no surge directamente <strong>de</strong> una<br />

inversión, y (iii) respecto <strong>de</strong> procedimientos <strong>de</strong> comprobación <strong>de</strong> hechos. En<br />

estos casos el CIADI da el mismo apoyo a los tribunales arbitrales o <strong>las</strong><br />

comisiones <strong>de</strong> conciliación que a los <strong>de</strong>l CIADI propiamente dicho, sin embargo<br />

el laudo no es un laudo en el sentido <strong>de</strong>l laudo en el Convenio y no goza <strong>de</strong> su<br />

reconocimiento como sentencia firme por los países miembros. No cabe en estos<br />

casos el recurso <strong>de</strong> anulación previsto en el Convenio, pero los laudos pue<strong>de</strong>n<br />

ser impugnados ante los tribunales ordinarios <strong>de</strong>l país se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l tribunal <strong>de</strong><br />

arbitraje. El Mecanismo Complementario ha sido mayormente utilizado en los<br />

casos <strong>de</strong> NAFTA porque ni Canadá ni México han ratificado el Convenio.<br />

Nos quedan por tratar los temas que preocupan hoy en día. El arbitraje<br />

tradicional y los procedimientos <strong>de</strong>l CIADI son normalmente confi<strong>de</strong>nciales. El<br />

hecho <strong>de</strong> que una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes sea un estado implica una mayor preocupación<br />

por la transparencia en el procedimiento. En consecuencia hay una ten<strong>de</strong>ncia a<br />

publicar <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones, laudos y ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> procedimiento e incluso a que <strong>las</strong><br />

vistas estén abiertas al público. Los procedimientos arbitrales que involucran uno<br />

<strong>de</strong> los estados contratantes <strong>de</strong>l TLCAN son los que revisten mayor publicidad.<br />

En el caso <strong>de</strong>l CIADI y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un principio el registro <strong>de</strong> los casos ha sido público<br />

así como los miembros <strong>de</strong> los tribunales o comisiones <strong>de</strong> conciliación y <strong>las</strong><br />

inci<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong>l procedimiento. La publicación <strong>de</strong> los laudos, escritos <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

partes o asistencia a <strong>las</strong> vistas <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes. En la última<br />

revisión que se ha hecho <strong>de</strong> <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> arbitraje <strong>de</strong>l CIADI, <strong>las</strong> partes que<br />

aceptan este arbitraje se obligan a que el CIADI pueda publicar la parte<br />

sustantiva jurídica <strong>de</strong> los laudos, es <strong>de</strong>cir, aquella que pueda tener significado<br />

para la doctrina jurídica, en fin, para la experiencia <strong>de</strong>l arbitraje.<br />

101


Otro tema <strong>de</strong> actualidad es el <strong>de</strong> la participación <strong>de</strong> partes no contendientes en<br />

el procedimiento, los llamados “amici curiae”. Las primeras ocasiones en que se<br />

admitió dicha participación han sido mo<strong>de</strong>ladas según la experiencia <strong>de</strong> la<br />

Organización Mundial <strong>de</strong> Comercio. El caso Metanex, un caso <strong>de</strong>l TLCAN, fue el<br />

primer caso <strong>de</strong> un arbitraje <strong>de</strong> inversión don<strong>de</strong> se admitió que partes no<br />

contendientes participaran en el procedimiento. La Comisión <strong>de</strong> Libre Comercio<br />

prevista en el TLCAN estableció por medio <strong>de</strong> una <strong>de</strong>claración los factores a<br />

tener en cuenta por un tribunal para <strong>de</strong>cidir si proce<strong>de</strong> admitir partes no<br />

contendientes. Las partes no contendientes pue<strong>de</strong>n participar en un<br />

procedimiento siempre que ayu<strong>de</strong>n al tribunal en cuanto al <strong>de</strong>recho o a los<br />

hechos <strong>de</strong>l caso. Se concibe como una participación para ayudar al tribunal a<br />

<strong>de</strong>sempeñar su función.<br />

Las reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> arbitraje <strong>de</strong>l CIADI no preveían este supuesto y el primer tribunal<br />

que lo ha consi<strong>de</strong>rado es el <strong>de</strong> Aguas Argentinas c. Argentina. El tribunal <strong>de</strong>cidió<br />

que era esta una cuestión <strong>de</strong> procedimiento y que el tribunal tenía autoridad<br />

suficiente, una autoridad residual bajo <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> arbitraje y <strong>de</strong>l Convenio,<br />

para admitir este tipo <strong>de</strong> participación cuando se reúnen ciertos requisitos que<br />

reflejan los establecidos para los arbitrajes <strong>de</strong>l TLCAN. En la revisión <strong>de</strong> 2006<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> arbitraje <strong>de</strong>l CIADI se permite la participación <strong>de</strong> partes no<br />

contendientes si se dan los supuestos que uste<strong>de</strong>s ven en la pantalla: si ayuda a<br />

<strong>de</strong>terminar hechos o <strong>de</strong>recho, interés significativo <strong>de</strong>l no contendiente, la<br />

intervención está en el ámbito <strong>de</strong> la diferencia, no perturba el procedimiento, ni<br />

genera carga in<strong>de</strong>bida, ni perjudica injustamente una parte.<br />

Cabe subrayar que esta participación ha sido consi<strong>de</strong>rada posible aunque <strong>las</strong><br />

reg<strong>las</strong> no lo previeran, y va a servir <strong>de</strong> prece<strong>de</strong>nte en situaciones futuras ya que<br />

<strong>las</strong> reg<strong>las</strong> aplicables son aquel<strong>las</strong> vigentes en el momento <strong>de</strong> dar el<br />

consentimiento y va a transcurrir un cierto tiempo hasta que <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> revisadas<br />

surtan su efecto.<br />

El último punto que quiero mencionar es el tema <strong>de</strong> la coherencia <strong>de</strong> los laudos.<br />

Medidas tomadas por los estados afectan a muchas partes que pue<strong>de</strong>n entablar<br />

procedimientos arbitrales paralelos que <strong>de</strong>n resultados contradictorios. También<br />

102


es posible que en la estructura <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s se <strong>de</strong>n<br />

nacionalida<strong>de</strong>s múltiples que involucren tratados bilaterales múltiples. Es <strong>de</strong>cir,<br />

no sólo se pue<strong>de</strong> dar que haya arbitrajes paralelos respecto <strong>de</strong> <strong>las</strong> mismas<br />

medidas sino también que sean iniciados bajo APPRI diferentes.<br />

Se han propuesto algunas soluciones pero no han pasado <strong>de</strong> propuestas. El<br />

CIADI mismo puso sobre la mesa un posible mecanismo <strong>de</strong> apelación, se<br />

recibieron muchos comentarios y <strong>de</strong> momento sigue siendo estudiado. Estados<br />

Unidos incluye la posibilidad <strong>de</strong> un mecanismo <strong>de</strong> apelación en los tratados<br />

bilaterales o los tratados <strong>de</strong> libre comercio que está concluyendo. En estos<br />

instrumentos <strong>las</strong> partes se obligan a que, si un día hay un tratado bilateral que<br />

contemple un recurso <strong>de</strong> apelación <strong>de</strong> los laudos, <strong>las</strong> partes van a esforzarse<br />

para que los laudos bajo el APPRI en cuestión puedan ser apelados.<br />

El TCAN prevé la posible acumulación <strong>de</strong> procedimientos y ha habido dos casos<br />

recientes <strong>de</strong> ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> procedimiento en ese sentido. En un caso se aceptó, en<br />

el otro se <strong>de</strong>negó aunque <strong>las</strong> circunstancias eran parecidas.<br />

Algunos académicos han propuesto un sistema <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones preliminares al<br />

estilo <strong>de</strong>l Tribunal Europeo <strong>de</strong> Justicia, lo que plantea cuestiones como ¿a qué<br />

órgano uno se <strong>de</strong>be dirigir y qué obligaciones tendría el tribunal arbitral <strong>de</strong><br />

dirigirse a ese órgano?<br />

Para concluir:<br />

ha habido un tremendo auge en este tipo <strong>de</strong> arbitrajes pero el volumen <strong>de</strong><br />

<strong>las</strong> inversiones involucradas, teniendo en cuenta el volumen <strong>de</strong> inversión<br />

extranjera en el mundo, es relativamente mo<strong>de</strong>sto.<br />

cabe recalcar que los países tradicionalmente importadores <strong>de</strong> capital han<br />

firmado APPRI entre sí y que sus nacionales son parte <strong>de</strong>mandante en<br />

alguna <strong>de</strong> estas diferencias, como lo son como <strong>de</strong>mandados Estados<br />

Unidos y Canadá bajo el TLCAN.<br />

103


la ten<strong>de</strong>ncia a una mayor publicidad y la participación <strong>de</strong> partes no<br />

contendientes son <strong>de</strong>sarrollos importantes para que el procedimiento arbitral<br />

sea percibido como legítimo.<br />

104


IV.3 Miquel Griñó<br />

Muy buenos días a todos y especialmente me gustaría empezar agra<strong>de</strong>ciendo al<br />

<strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje su amabilísima invitación para compartir con todos<br />

vosotros algunas <strong>de</strong> nuestras experiencias en el CIADI, <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuales yo<br />

fundamentalmente me <strong>de</strong>claro un sufridor; sufridor <strong>de</strong> la gran diversidad <strong>de</strong> retos<br />

que supone el articular <strong>las</strong> <strong>de</strong>fensas y abordar todos los problemas que la<br />

práctica plantean, pero que a su vez es un enamorado <strong>de</strong> la misma y que<br />

disfruta trabajando en este campo. Me gustaría empezar mi intervención<br />

diciendo que hoy soy una persona feliz, por cuanto esta mañana, leyendo la<br />

prensa, me he <strong>de</strong>sayunado con la noticia <strong>de</strong> la publicación <strong>de</strong> la primera <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

resoluciones (que no laudos) que la empresa para la que trabajo ha obtenido en<br />

uno <strong>de</strong> los tres arbitrajes que en este momento estamos sosteniendo contra<br />

Argentina en el CIADI. La problemática con la que nos hemos encontrado con<br />

nuestras inversiones en dicho país es muy similar a la que acaba <strong>de</strong> exponer el<br />

compañero Álvarez Trongé, lo que suce<strong>de</strong> es que se focaliza en tres<br />

concesiones <strong>de</strong> distribución <strong>de</strong> agua y servicios cloacales.<br />

Como la mayoría <strong>de</strong> vosotros seguramente conocéis por su repercusión en<br />

prensa, tanto nacional como internacional, la empresa para la cual presto mis<br />

servicios, se ha visto involucrada en la reciente crisis argentina <strong>de</strong>l año 2002, lo<br />

cual ha repercutido ostensiblemente en <strong>las</strong> inversiones realizadas,<br />

fundamentalmente, en concesiones <strong>de</strong> abastecimiento <strong>de</strong> agua y saneamiento a<br />

<strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Buenos Aires, Córdoba y a la provincia <strong>de</strong> Santa Fe, y ello ha<br />

<strong>de</strong>rivado en sendas <strong>de</strong>mandas arbitrales ante el CIADI o centro <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong><br />

controversias <strong>de</strong>l Banco Mundial, especializado precisamente en <strong>las</strong> disputas<br />

relativas a inversiones, por cuanto el estado argentino, o al menos esta es la<br />

postura que <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>mos, no ha respetado <strong>las</strong> obligaciones asumidas en su día<br />

internacionalmente a través <strong>de</strong> los tratados <strong>de</strong> protección y promoción recíproca<br />

<strong>de</strong> inversiones.<br />

En la mayoría <strong>de</strong> estos arbitrajes siempre hay una primera fase en la cual el<br />

estado <strong>de</strong>mandado argumenta toda una serie <strong>de</strong> excepciones tendientes a evitar<br />

que el tribunal entre en el fondo <strong>de</strong>l asunto, <strong>de</strong> tipo tanto <strong>de</strong> competencia <strong>de</strong>l<br />

105


tribunal como <strong>de</strong> no arbitrabilidad <strong>de</strong>l asunto. Pues bien, haciendo un símil con<br />

los acontecimientos <strong>de</strong> estos días, po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que en esta primera<br />

resolución hemos ganado por goleada, pues han sido <strong>de</strong>sestimadas todas y<br />

cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> alegaciones formuladas por el estado <strong>de</strong>mandado para evitar el<br />

conocimiento <strong>de</strong>l tribunal.<br />

Dicho esto, y para no repetirme con algunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> cosas que ya se han<br />

señalado, me gustaría plantearos algunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> reflexiones que nos planteamos<br />

en su día con AGBAR cuando nos encontramos con toda esa problemática tan<br />

bien explicada por el compañero Álvarez Trongé.<br />

La primera cuestión que uno se plantea ante una situación como ésta, es saber<br />

dón<strong>de</strong> va a intentar que le resarzan <strong>de</strong> sus perjuicios y le restauren su vulnerado<br />

<strong>de</strong>recho. Ello supone <strong>de</strong>cidir si el tema <strong>de</strong>be llevarse ante los tribunales locales<br />

<strong>de</strong>l país receptor <strong>de</strong> la inversión, o bien <strong>de</strong>be elevarse el tema a instancias<br />

internacionales, y especialmente teniendo en cuenta criterios como los costes<br />

que suelen suponer los arbitrajes en esta materia.<br />

Yo diría que aquí subyacen dos tipos <strong>de</strong> motivaciones:<br />

La primera <strong>de</strong> el<strong>las</strong>, muy <strong>de</strong> la mentalidad <strong>de</strong>l inversor, yo la <strong>de</strong>finiría como una<br />

motivación <strong>de</strong> tipo psicológico, y es la siguiente: pensemos que cuando nos<br />

encontramos con esta problemática el inversor se siente totalmente, digamos,<br />

vapuleado, por el estado en el cual ha invertido cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> dinero muy<br />

importantes en sectores estratégicos y lo que menos quiere, si se me permite la<br />

expresión, es que le sigan vapuleando. En razón <strong>de</strong> ello, justificada o<br />

injustificadamente, (este es un tema en el cual yo no voy a <strong>de</strong>batir) el inversor<br />

suele pensar que si se va a los tribunales internos seguramente le seguirán<br />

vapuleando; se establece esta especie <strong>de</strong> link entre el po<strong>de</strong>r político y el po<strong>de</strong>r<br />

judicial que hace que se tenga una gran <strong>de</strong>sconfianza en los tribunales internos<br />

para resolver ese tipo <strong>de</strong> problemáticas.<br />

La segunda <strong>de</strong> <strong>las</strong> motivaciones es netamente jurídica, y po<strong>de</strong>mos hablar <strong>de</strong> dos<br />

tipos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esta categoría:<br />

106


a) En primer lugar hemos <strong>de</strong> pensar que si sometemos la cuestión a los<br />

tribunales locales estaremos ante meros recursos contencioso –<br />

administrativos contra resoluciones emanadas <strong>de</strong> <strong>las</strong> administraciones<br />

públicas. Ello quiere <strong>de</strong>cir, en la mayoría <strong>de</strong> los países, que estaremos<br />

ante actos administrativos que van a gozar <strong>de</strong> la presunción <strong>de</strong> legalidad y<br />

<strong>de</strong>l privilegio <strong>de</strong> ejecutividad, ante lo cual el tribunal local vendrá atado por<br />

<strong>las</strong> propias disposiciones <strong>de</strong> su legislación interna. No será un trato <strong>de</strong><br />

igual a igual entre el inversor y el estado receptor <strong>de</strong> <strong>las</strong> inversiones, sino<br />

<strong>de</strong> un trato entre Administración y entre administrado y,<br />

b) Los comportamientos <strong>de</strong>l estado receptor <strong>de</strong> la inversión pue<strong>de</strong>n ser<br />

catalogados como los <strong>de</strong>nominados “treaty claims” y no como meros<br />

incumplimientos <strong>de</strong> contratos. Lo que en <strong>de</strong>finitiva se vulnera no es en sí<br />

previsiones incluidas en contratos celebrados entre inversor y estado<br />

receptor <strong>de</strong> <strong>las</strong> inversiones, sino <strong>las</strong> obligaciones asumidas por el estado<br />

receptor <strong>de</strong> la inversión en tratados <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> inversiones, lo que<br />

posibilita llevar el tema a instancias internacionales.<br />

¿Cuál es el instrumento que permite alegar esta vulneración a nivel<br />

internacional? Como ya he señalado, el tratado <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> inversiones que<br />

sea <strong>de</strong> aplicación. Fundamentalmente estaremos hablando <strong>de</strong> tratados<br />

bilaterales <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> inversiones, aunque a su lado coexistan ciertos<br />

tratados multilaterales <strong>de</strong> ámbito regional que contienen previsiones sobre la<br />

protección <strong>de</strong> inversiones (por ejemplo el NAFTA) o tratados <strong>de</strong> ámbito<br />

especializado (por ejemplo el Energy Charter Treaty). Son, pues,<br />

fundamentalmente estos tratados bilaterales <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> inversiones los<br />

instrumentos que actualmente regulan esta cuestión, pues los intentos <strong>de</strong> crear<br />

un acuerdo multilateral <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> inversiones por el momento están<br />

paralizados, a pesar <strong>de</strong> los esfuerzos que se han llevado a cabo, tanto en el<br />

ámbito <strong>de</strong> la OCDE (el acuerdo conocido como MAI se empezó a negociar en el<br />

año 1995 y se paralizó en el año 1998) como en el ámbito <strong>de</strong> la OMC (en julio<br />

<strong>de</strong>l año 2004, la cuestión relativa a regulación y protección <strong>de</strong> <strong>las</strong> inversiones<br />

quedó fuera <strong>de</strong> la agenda <strong>de</strong> Doha, especialmente por la oposición <strong>de</strong> los países<br />

en vías <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo), pese a que en este último ámbito exista, tras la Ronda <strong>de</strong><br />

107


Uruguay, el <strong>de</strong>nominado acuerdo TRIMS (Tra<strong>de</strong> Related Investment Measures)<br />

pero que no va más allá <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir <strong>de</strong>terminados comportamientos que <strong>de</strong>ben ser<br />

proscritos <strong>de</strong> <strong>las</strong> legislaciones <strong>de</strong> los países miembros.<br />

Tenemos, por tanto, que en esta materia predomina el bilateralismo, lo cual<br />

conlleva su propia problemática. Efectivamente, la excesiva proliferación <strong>de</strong><br />

tratados bilaterales en esta materia supone que, especialmente por el juego <strong>de</strong> la<br />

cláusula <strong>de</strong> la nación más favorecida, haya constantes remisiones <strong>de</strong> unos<br />

tratados a otros que obliga al intérprete a realizar una fina labor <strong>de</strong><br />

diseccionamiento jurídico para saber exactamente cual es la norma <strong>de</strong><br />

aplicación. Es inevitable pensar que, en ocasiones, este marasmo jurídico es<br />

querido por <strong>de</strong>terminados estados receptores <strong>de</strong> inversiones para dificultar la<br />

interpretación en caso <strong>de</strong> conflicto. Sería <strong>de</strong>seable, pues, que tan pronto como<br />

sea posible, la comunidad jurídica internacional, a través <strong>de</strong> <strong>las</strong> instituciones más<br />

apropiadas al efecto, estableciesen <strong>las</strong> bases y promoviesen efectivamente la<br />

creación <strong>de</strong> un tratado omnicomprensivo en materia <strong>de</strong> protección <strong>de</strong><br />

inversiones.<br />

Los tratados que actualmente regulan la materia, suelen prever diversas<br />

posibilida<strong>de</strong>s en cuanto a la institución a la que someter la controversia, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />

mencionado CIADI como otros foros (entre otros la Cámara <strong>de</strong> Comercio<br />

Internacional), como arbitrajes “ad hoc” habitualmente bajo <strong>las</strong> normas<br />

UNCITRAL. Es por ello hacer una reflexión acerca <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> nos conviene<br />

someter nuestra disputa. Por razones <strong>de</strong> tiempo me centraré en la figura <strong>de</strong>l<br />

CIADI.<br />

Como ya se ha dicho anteriormente, el CIADI o Centro Internacional para el<br />

Arreglo <strong>de</strong> Diferencias Relativas a Inversiones, es un organismo que forma parte<br />

<strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong>l Banco Mundial y constituye la única institución a nivel mundial que<br />

<strong>de</strong> forma exclusiva se <strong>de</strong>dica al arreglo <strong>de</strong> diferencias relativas a inversiones.<br />

Po<strong>de</strong>mos estar hablando <strong>de</strong> arbitrajes en se<strong>de</strong> <strong>de</strong> otras instituciones (CCI, LCIA,<br />

etc.), pero la única que exclusivamente tiene por objeto <strong>las</strong> inversiones<br />

extranjeras es el CIADI.<br />

108


Y no solo por eso; el CIADI se crea en el marco <strong>de</strong> un tratado internacional<br />

in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> los otros tratados relativos a arbitraje, concretamente por el<br />

Convenio <strong>de</strong> Washington <strong>de</strong> 1965. Entre <strong>las</strong> disposiciones <strong>de</strong> este Convenio está<br />

la relativa a la forma <strong>de</strong> ejecución <strong>de</strong> <strong>las</strong> resoluciones, y concretamente su<br />

artículo 53 establece la obligación <strong>de</strong> ejecutar en sus términos <strong>las</strong> resoluciones<br />

emanadas <strong>de</strong> dicho organismo en el territorio <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los estados parte<br />

<strong>de</strong>l Convenio. Ello quiere <strong>de</strong>cir que en ninguno <strong>de</strong> los estados en los que está en<br />

vigor este Convenio pue<strong>de</strong> someterse a un juicio <strong>de</strong> reconocimiento y, ni mucho<br />

menos, <strong>de</strong> revisión, el laudo que emane <strong>de</strong> un tribunal CIADI. Esto es<br />

sustancialmente diferente con el someter el arbitraje a cualquier otra institución,<br />

pues la ejecución, en su caso, vendrá <strong>de</strong>terminada por la normativa interna <strong>de</strong><br />

cada país y, en su caso, por lo dispuesto en el Convenio <strong>de</strong> Nueva York <strong>de</strong> 1958<br />

sobre reconocimiento y ejecución <strong>de</strong> laudos arbitrales. Ello implica que el laudo,<br />

en estos casos, pue<strong>de</strong> someterse a un cierto juicio por los tribunales <strong>de</strong>l país en<br />

el que se pretenda su ejecución, que pue<strong>de</strong> dar al traste con la misma si se<br />

aplican, como suele suce<strong>de</strong>r, excepciones al reconocimiento o ejecución con<br />

base en cuestiones <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n público que no pue<strong>de</strong>n ser alegadas cuando<br />

estamos hablando <strong>de</strong> una resolución <strong>de</strong>l CIADI.<br />

Por todo ello, y por la seriedad que imprime el formar parte <strong>de</strong> una institución <strong>de</strong><br />

la magnitud <strong>de</strong>l Banco Mundial (<strong>de</strong> nuevo volvemos a un cierto argumento<br />

psicológico), es por lo que este tipo <strong>de</strong> arbitrajes suelen dirimirse ante el CIADI.<br />

Ciertamente en nuestro caso observamos que el arbitraje ante el CIADI supone<br />

una dilación temporal importante. Efectivamente, son más <strong>de</strong> tres años <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

que se iniciaron los arbitrajes en nuestro caso, y aun es momento <strong>de</strong> que<br />

entremos a <strong>de</strong>batir el fondo <strong>de</strong>l asunto. En ello subyacen elementos<br />

organizativos y logísticos <strong>de</strong> la propia secretaría <strong>de</strong>l tribunal, y que se han<br />

acentuado, precisamente, tras la crisis argentina, que ha supuesto una<br />

avalancha <strong>de</strong> peticiones. Sería <strong>de</strong>seable mejorar estos aspectos lo más pronto<br />

posible.<br />

Es también importante señalar la sensación <strong>de</strong> “estar haciendo camino”, pues<br />

muchos <strong>de</strong> los problemas que aparecen diariamente se presentan como<br />

109


cuestiones no resueltas absolutamente por anteriores resoluciones <strong>de</strong> dicho<br />

Tribunal. La sensación que <strong>de</strong> ello se tiene es que nunca antes se había dado<br />

ante el CIADI una situación equivalente a la quiebra <strong>de</strong> un país <strong>de</strong> lo que<br />

po<strong>de</strong>mos conceptuar como “primer mundo” al cual pertenece Argentina. Hasta la<br />

eclosión <strong>de</strong> dicha crisis, el CIADI había funcionado con un relativamente<br />

reducido número <strong>de</strong> casos que, evi<strong>de</strong>ntemente, no planteaban el cúmulo <strong>de</strong><br />

problemas que se han puesto <strong>de</strong> manifiesto tras la mencionada avalancha <strong>de</strong><br />

peticiones. Cierto es que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista jurídico es una tarea<br />

apasionante el tratar <strong>de</strong> buscar soluciones a cada problema que se plantea pero,<br />

como digo, resulta en una sensación que cuestiones tan importantes, cuanto<br />

menos económica y estratégicamente como <strong>las</strong> inversiones extranjeras, no están<br />

lo suficientemente <strong>de</strong>sarrolladas.<br />

No obstante, hemos <strong>de</strong> finalizar con una reflexión <strong>de</strong> confianza. Estamos<br />

hablando <strong>de</strong>l único sistema existente en la actualidad que permite al inversor<br />

tratar en un plano <strong>de</strong> igualdad al estado receptor <strong>de</strong> sus inversiones y que le<br />

permite alegar incumplimientos <strong>de</strong> sus obligaciones internacionales ante<br />

tribunales que, <strong>de</strong> no existir estos tratados, le estarían vedados en la medida en<br />

que el sujeto <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho internacional público es el estado y no el particular. Y el<br />

tema es mucho más serio <strong>de</strong> lo que en un principio podría pensarse, pues la<br />

única alternativa es la Protección Diplomática que pueda ejercer el estado <strong>de</strong><br />

nacionalidad <strong>de</strong>l inversor frente al estado <strong>de</strong> recepción, que en otras épocas<br />

había llegado, por estos motivos, a la solución <strong>de</strong> <strong>las</strong> controversias incluso por<br />

medios no pacíficos.<br />

Evi<strong>de</strong>ntemente en el mundo en que vivimos no nos movemos por estos<br />

principios, pero sí <strong>de</strong>bemos exigir el correcto funcionamiento <strong>de</strong> los mecanismos<br />

<strong>de</strong> resolución <strong>de</strong> estos problemas y en ello, evi<strong>de</strong>ntemente, confiamos.<br />

Muchas gracias por su atención.<br />

110


V. CUESTIONES PROCESALES EN<br />

EL ARBITRAJE COMERCIAL<br />

INTERNACIONAL<br />

o Mo<strong>de</strong>rador: D. Miguel Ángel Fernán<strong>de</strong>z-Ballesteros, Vicepresi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l <strong>Club</strong><br />

<strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, Director Departamento Litigación y Arbitraje <strong>de</strong> Gómez-<br />

Acebo & Pombo<br />

o Sr. D. Vicente Montés, Magistrado <strong>de</strong> la Sala 1ª <strong>de</strong>l Tribunal Supremo<br />

o Sr. D. Antonio García Pare<strong>de</strong>s, Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Sección 8ª <strong>de</strong> la Audiencia<br />

Provincial <strong>de</strong> Madrid<br />

o Sr. D. Enrique López, Vocal Portavoz <strong>de</strong>l Consejo General <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial<br />

o Sr. D. José Luis González Armengol, Juez Decano <strong>de</strong> los Juzgados <strong>de</strong> Madrid<br />

111


V.1 Vicente L. Montés<br />

Es forzoso iniciar estas palabras con el agra<strong>de</strong>cimiento a la organización, que<br />

me ha permitido participar en este foro, cuya excelencia ha sido ya <strong>de</strong>bidamente<br />

<strong>de</strong>stacada, y en el que mi mo<strong>de</strong>sta aportación vendrá marcada por el único<br />

mérito que me puedo atribuir: el <strong>de</strong> haber sido en estas li<strong>de</strong>s “cocinero antes <strong>de</strong><br />

fraile”. Esta intervención, necesariamente breve, pues así se acordó con el<br />

Mo<strong>de</strong>rador, trata <strong>de</strong> abrir un <strong>de</strong>bate. Por esta razón <strong>las</strong> opiniones que se viertan<br />

no han <strong>de</strong> estar cerradas a la revisión, ni <strong>de</strong>be ser planteadas dogmáticamente.<br />

Pero lo han <strong>de</strong> ser <strong>de</strong> modo sencillo y, en lo posible, claro.<br />

La ejecución <strong>de</strong> laudo constituye un verda<strong>de</strong>ro punctum pruriens <strong>de</strong>l arbitraje, y<br />

una <strong>de</strong> sus inevitables paradojas. El arbitraje, como ha señalado una autorizada<br />

opinión 4 , i<strong>de</strong>ado para liberarse <strong>de</strong> la jurisdicción estatal, la necesita firmemente<br />

para su eficacia. La eficacia <strong>de</strong>l arbitraje no se explica sin una especial<br />

protección o tutela jurisdiccional, una especial garantía jurisdiccional que,<br />

siguiendo esa misma opinión, cabría señalar que tiene protección en diversos<br />

momentos <strong>de</strong>l iter arbitral 5 . Como he dicho en otro lugar 6 , la relación jurídica<br />

establecida entre <strong>las</strong> partes a través <strong>de</strong>l convenio arbitral da paso a un acto <strong>de</strong><br />

verda<strong>de</strong>ra jurisdicción, pues el arbitraje es lo que la Jurispru<strong>de</strong>ncia<br />

Constitucional ha calificado como un “equivalente jurisdiccional” 7 y el grado <strong>de</strong><br />

eficacia, así como el círculo <strong>de</strong> los afectados, no acaban <strong>de</strong> explicarse a través<br />

4 ALMAGRO NOSETE : “ La ejecución <strong>de</strong>l laudo arbitral “ , 1988, pags. 160 y 166-168<br />

5 que siguiendo la exposición <strong>de</strong>l ilustre autor podrían fijarse en la eficacia privilegiada <strong>de</strong> la<br />

cláusula compromisoria, la compulsión jurisdiccional para la formalización <strong>de</strong>l compromiso,<br />

la excepción <strong>de</strong> sumisión a arbitraje, con eliminación <strong>de</strong> <strong>las</strong> vías procesales<br />

jurisdiccionales ordinarias, la cooperación judicial para la práctica <strong>de</strong> medios probatorios,<br />

<strong>las</strong> medidas cautelares, el régimen imitado <strong>de</strong> impugnaciones <strong>de</strong>l laudo y, sobre todo, la<br />

ejecución <strong>de</strong>l laudo, <strong>de</strong> modo que no es difícil concluir que el arbitraje “necesita una tutela<br />

jurisdiccional propia y diferenciada <strong>de</strong> la común y general dispensada a los contratos”<br />

(Ibi<strong>de</strong>m, esp. pág. 168)<br />

6 “Composición y jurisdicción en el convenio arbitral”, en el Libro Homenaje al Profesor<br />

Manuel Albala<strong>de</strong>jo García, II, 2004, pags. 3351 y sigs.<br />

7 SSTC 43/1988, 233/1988, 288/1993, 176/1996 <strong>de</strong> 11 <strong>de</strong> noviembre.<br />

113


<strong>de</strong> la referencia a <strong>las</strong> categorías generales <strong>de</strong> eficacia <strong>de</strong> los contratos (artículos<br />

1091, 1258 CC) y al principio <strong>de</strong> relatividad (artículo 1257 CC). El arbitraje goza<br />

<strong>de</strong> una especial protección jurisdiccional cuyo centro <strong>de</strong> gravedad se encuentra,<br />

precisamente, en el sistema <strong>de</strong> ejecución <strong>de</strong>l laudo. Verificamos, al efecto,<br />

algunas observaciones que nos parecen <strong>de</strong> especial interés en este Congreso<br />

en el que se pone <strong>de</strong> relieve un momento <strong>de</strong> mayor y mejor implantación <strong>de</strong> la<br />

institución arbitral, tan largos años abandonada por una práctica poco cuidadosa<br />

y por un legislador que se resistía a incorporarnos al círculo <strong>de</strong> los países que, a<br />

impulsos <strong>de</strong> la necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l Comercio internacional, creaba y potenciaba<br />

foros <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> controversias en los que, <strong>de</strong>struyendo recelos, se<br />

establecían, por vía <strong>de</strong>l arbitraje, mecanismos <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> conflictos a través<br />

<strong>de</strong> técnicas ágiles y directas 8 .<br />

Formularemos, al efecto que nos hemos propuesto, varias proposiciones que no<br />

constituyen ninguna novedad, sino un mero recordatorio <strong>de</strong> <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> y <strong>de</strong> los<br />

principios que rigen la ejecución <strong>de</strong>l laudo, a los efectos <strong>de</strong> presentar el tema en<br />

el breve espacio <strong>de</strong> tiempo que se nos ha concedido, y <strong>de</strong> abrir el coloquio<br />

correspondiente.<br />

A) El laudo (<strong>de</strong> con<strong>de</strong>na) es título ejecutivo<br />

No hay que insistir mucho en ello. Lo dice el artículo 517.2.2º LEC, bajo la<br />

rúbrica “Acción ejecutiva. Títulos ejecutivos” 9 Tal y como se dice en la LEC,<br />

si el laudo no es voluntariamente cumplido <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los 20 días<br />

8 “Técnicas a la par simples y eficaces”, como <strong>las</strong> ha calificado la reciente jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><br />

la Sala 1ª <strong>de</strong>l Tribunal Supremo : SSTS 23 <strong>de</strong> julio y 30 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 2001, 6 <strong>de</strong><br />

febrero y 9 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2003, entre otras. Empieza ahora el arbitraje a tener un campo<br />

propio en España, don<strong>de</strong> estuvieron en vigor la Leyes <strong>de</strong> 1953 (redactada por uno <strong>de</strong> los<br />

mejores procesalistas <strong>de</strong>l siglo, el Prof. Jaime Guasp, y llamada “ley contra el arbitraje”) y<br />

<strong>de</strong> 1988, en la que todavía eran perceptibles viejos idola. Los recelos todavía no se han<br />

vencido absolutamente, como veremos.<br />

9 El precepto indica, en primer lugar, que la acción ejecutiva habrá <strong>de</strong> fundarse en un “título<br />

que lleve aparejada la ejecución” que, sigue diciendo, sólo tendrán … (2º) Los laudos o<br />

resoluciones arbitrales firmes<br />

114


posteriores a la notificación (artículo 548 LEC) se pue<strong>de</strong> pedir que se<br />

<strong>de</strong>spache ejecución 10 .<br />

Dos reflexiones, al menos, se ha <strong>de</strong> realizar al respecto. Por una parte, la<br />

ley dice que son ejecutivos los laudos o resoluciones arbitrales, y hay que<br />

enten<strong>de</strong>r que no lo son <strong>las</strong> resoluciones <strong>de</strong> contenido procesal 11 ni <strong>las</strong><br />

absolutorias <strong>de</strong> la instancia. 12 Por analogía con lo que dispone el artículo<br />

521 LEC solo han <strong>de</strong> ser título ejecutivo los laudos (<strong>de</strong>finitivos) que<br />

resuelvan la cuestión <strong>de</strong> fondo y sean <strong>de</strong> con<strong>de</strong>na.<br />

En segundo lugar, el invocado precepto <strong>de</strong> la LEC (517.2. 2º) dice que ha<br />

<strong>de</strong> tratase <strong>de</strong> laudos firmes y el artículo 518 <strong>de</strong> la propia LEC, al establecer<br />

el plazo <strong>de</strong> la caducidad <strong>de</strong> la acción ejecutiva, señala que ha <strong>de</strong> contarse<br />

el plazo (<strong>de</strong> cinco años) <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la firmeza <strong>de</strong> la sentencia o resolución 13 .<br />

Ello abre alguna duda, aunque tenga una mera base teórica, en cuanto<br />

que el laudo, no siendo susceptible <strong>de</strong> un verda<strong>de</strong>ro recurso, sea firme o<br />

no <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento en que se dicta, y no haya que buscar otro momento<br />

que el <strong>de</strong> la notificación. Parece, <strong>de</strong> entrada, que sería lo coherente con <strong>las</strong><br />

10 El precepto necesita alguna aclaración, que se obtiene <strong>de</strong> la regla especial <strong>de</strong>l artículo 39<br />

<strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Arbitraje (Ley 60/2003, <strong>de</strong> 23 <strong>de</strong> diciembre) en relación con el artículo 37 <strong>de</strong><br />

la misma Ley. Cabe solicitar la aclaración <strong>de</strong>l Laudo, e incluso su corrección o<br />

complemento, lo que pue<strong>de</strong> acordarse <strong>de</strong> oficio, respecto <strong>de</strong> los errores señalados en al<br />

artículo 39.1.a), o a solicitud <strong>de</strong> parte. Los 20 días, en tal caso, entiendo que habrán <strong>de</strong><br />

contarse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la notificación <strong>de</strong>l acuerdo o <strong>de</strong>cisión que recaiga.<br />

11 No lo son los “laudos interlocutorios” o resoluciones <strong>de</strong> contenido procesal, ni los laudos<br />

que tengan un puro contenido procesal, como los Laudos absolutorios <strong>de</strong> la instancia.<br />

Dictados, por ejemplo, por falta <strong>de</strong> competencia objetiva para conocer <strong>de</strong>l asunto, por ser<br />

nulo el convenio o por estimar la excepción <strong>de</strong> competencia, o <strong>de</strong> cosa juzgada, <strong>de</strong><br />

acuerdo con lo previsto en el artículo 22.1 LA en que se faculta a los árbitros para <strong>de</strong>cidir<br />

sobre su propia competencia, incluso sobre <strong>las</strong> excepciones relativas a la existencia o a la<br />

vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l convenio arbitra o cualesquiera otras cuya estimación impida entrar en el fondo<br />

<strong>de</strong> la controversia…<br />

12 Sobre todo ello, FERNANDEZ-BALLESTEROS, M.A.: “Los laudos y transacciones<br />

judiciales” en La ejecución forzosa, (2001), & 10, págs. 167 y sigs.<br />

13<br />

A lo que hay que añadir que el artículo 43 LA se refiere a la cosa juzgada y a la revisión <strong>de</strong><br />

laudos firmes.<br />

115


indicaciones que se contienen en el punto IX <strong>de</strong> la Exposición <strong>de</strong> Motivos 14<br />

y por ello algún autor, con indudable autoridad, apunta que la afirmación <strong>de</strong><br />

la Ley se realiza en sentido impropio, ya que todo laudo por <strong>de</strong>finición es<br />

firme <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento en que se dicta 15 . Cabría pensar, en contra, que<br />

la firmeza se produce, a los efectos que se indican, cuando ha transcurrido<br />

el plazo para interponer la acción <strong>de</strong> anulación <strong>de</strong>l laudo 16 o, en su caso,<br />

cuando se notifica la Sentencia que recaiga en el proceso que subsigue a<br />

la acción <strong>de</strong> anulación. 17 Pero cierto es que tal i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la “firmeza” <strong>de</strong>l<br />

laudo no impi<strong>de</strong> su ejecución (artículo 45.1 LA), salvo que la Audiencia<br />

Provincial (artículo 8.5 LA) que conoce <strong>de</strong> la impugnación <strong>de</strong>cida la<br />

suspensión <strong>de</strong> la ejecución, bajo la caución correspondiente.<br />

B) La ejecución <strong>de</strong>l laudo <strong>de</strong>be realizarse por el procedimiento previsto<br />

para la ejecución <strong>de</strong> sentencias <strong>de</strong> con<strong>de</strong>na.<br />

14 Don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>nomina acción <strong>de</strong> anulación a la impugnación <strong>de</strong>l laudo, se subraya que la ley<br />

opta por atribuir fuerza ejecutiva al laudo aunque sea objeto <strong>de</strong> impugnación y se <strong>de</strong>staca<br />

que “ningún sentido tendría que la ejecutividad <strong>de</strong>l laudo <strong>de</strong>pendiera <strong>de</strong> su firmeza en un<br />

or<strong>de</strong>namiento que permite ampliamente la ejecución provisional <strong>de</strong> sentencias”<br />

15 FERNANDEZ-BALLESTEROS : loc. cit., 168. Ya señalaba ALMAGRO (Op. Cit, 179) que<br />

el arbitraje se realiza en un única instancia, que no hay recurso y sólo caben contra él<br />

acciones rescisorias, impropiamente <strong>de</strong>nominadas <strong>de</strong> nulidad que, por otra parte, suponen<br />

una discriminación injustificada <strong>de</strong>l laudo frente a la sentencia, “contraria, a<strong>de</strong>más, al<br />

espíritu legal que claramente equipara el valor <strong>de</strong>l laudo firme o sentencia arbitral y el <strong>de</strong> la<br />

sentencia o sentencia judicial”.<br />

16 Que, <strong>de</strong> acuerdo con lo dispuesto en el artículo 41.4 LA, habrá <strong>de</strong> ejercitarse en el plazo<br />

<strong>de</strong> dos meses siguientes a su notificación, o, en caso <strong>de</strong> que se haya solicitado corrección,<br />

aclaración o complemento <strong>de</strong>l laudo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la notificación <strong>de</strong> la resolución sobre esta<br />

solicitud o <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la expiración <strong>de</strong>l plazo para adoptarla.<br />

17 Vi<strong>de</strong> también MARTINEZ GARCIA, E.: El arbitraje en el marco <strong>de</strong> la Ley 1/2000, 2002,<br />

pags. 263 y sigs. En <strong>de</strong>finitiva es lo que ocurre en el tráfico cuando, por ejemplo, se<br />

solicita la práctica <strong>de</strong> inscripciones o anotaciones registrales subsiguientes o<br />

consecuenciales a un arbitraje. Se suele exigir la prueba <strong>de</strong> que ha pasado el plazo <strong>de</strong> la<br />

acción <strong>de</strong> impugnación sin interponerla, o la sentencia <strong>de</strong>sestimatoria <strong>de</strong> la impugnación.<br />

116


Y cabe la misma oposición que cabría frente a la sentencia (artículos 518,<br />

556, 559 LEC) 18 . La regla correspon<strong>de</strong> a nuestra tradición 19 , aunque<br />

todavía encuentra resistencias 20 Y significa, como ha dicho GUASP 21 no<br />

por la vía <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> cognición más o menos sumario, sino <strong>de</strong> un<br />

auténtico proceso <strong>de</strong> ejecución 22 , como si <strong>de</strong> una sentencia se tratara, ya<br />

que la “fase <strong>de</strong> calificación” 23 , o como se la quiera llamar, se reduce a la<br />

18 La DF1ª.3 LA ha añadido un nº 4 al artículo 559 LEC, para <strong>de</strong>negar ejecución cuando se<br />

produce falta <strong>de</strong> autenticidad <strong>de</strong>l documento en que consta el laudo, en los supuestos en<br />

que no ha sido protocolizado notarialmente.<br />

19 Ya en Las Partidas, y <strong>de</strong>spués en <strong>las</strong> sucesivas Leyes <strong>de</strong> Enjuiciamiento civil <strong>de</strong> 1830, <strong>de</strong><br />

1855 y <strong>de</strong> 1881 <strong>las</strong> sentencias arbitrales por el mero hecho <strong>de</strong> ser dictadas causan<br />

ejecutoria. Vi<strong>de</strong> ALMAGRO, loc. cit., 170. En profundidad, MERCHAN . El arbitraje<br />

(Estudio histórico- jurídico), Sevilla, 1981, 220 (la cita es <strong>de</strong> ALMAGRO)<br />

20 Vi<strong>de</strong> RUBIO GARRIDO : “Cosa juzgada y tutela judicial efectiva”, en la Revista “Derecho<br />

Privado y Constitución”, 16 (2002), pags. 259 y sigs. A juicio <strong>de</strong>l autor (pags 292-293) la<br />

cosa juzgada es un efecto jurídico público, propio y privativo <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadas resoluciones<br />

jurisdiccionales, y que los privatistas <strong>de</strong>beríamos <strong>de</strong>spojarnos e los resabios que, en punto<br />

a la cosa juzgada aún quedan, <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> concebir el proceso civil como un tipo más <strong>de</strong><br />

contrato privado, similar a los <strong>de</strong> transacción y arbitraje . Entre tales resabios se<br />

encontraría “el hechizo <strong>de</strong> los términos que emplean los artículos 1816 CC y 37 LA (1988),<br />

y compren<strong>de</strong>r que son solo una mera inercia histórica, hoy sin más valor que el<br />

metafórico”, toda vez que “el efecto <strong>de</strong> cosa juzgada verda<strong>de</strong>ro es predicable solo <strong>de</strong><br />

resoluciones jurisdiccionales”. Lo cual, sigue diciendo este autor, “<strong>de</strong>be ser también tenido<br />

en cuenta al analizar la corriente que enaltece hoy al arbitraje privado, nacional o<br />

internacional, equiparándolo al proceso civil”. Y concluye: “No me parece viable, con<br />

nuestra Carfta Magna en la mano, poner en el mismo plano a un laudo y a una sentencia<br />

judicial”, conclusión que preten<strong>de</strong> apoyar en DE CASTRO (“El arbitraje y la nueva lex<br />

mercatoria”, ADC, 1979, pags. 619 y sigs). La tesis <strong>de</strong>l autor no se ajusta a la<br />

Jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l Tribunal Constitucional ni a la <strong>de</strong> la Sala 1ª <strong>de</strong>l Tribunal Supremo, como<br />

hemos visto, y la “corriente que enaltece el arbitraje” es hoy claramente mayoritaria en la<br />

doctrina procesal y en la civil, al menos en cuanto significa que el laudo genera el efecto<br />

<strong>de</strong> cosa juzgada y es susceptible <strong>de</strong> ejecución como si <strong>de</strong> una sentencia judicial se tratara.<br />

21 El arbitraje en el Derecho español, Barcelona, 1956, pag. 170<br />

22 No hay un “exequatur interno” y el laudo es, por ello, un “título <strong>de</strong> ejecución” más que un<br />

título ejecutivo. ALMAGRO, loc. cit., 171<br />

23 ALCALA-ZAMORA, N. “La ejecución <strong>de</strong> sentencias arbitrales”, en Estudios procesales,<br />

Madrid, 1975, pag. 76. FENECH ( “La ejecución <strong>de</strong> <strong>las</strong> sentencias arbitrales” en FENECH-<br />

CARRERAS : Estudios <strong>de</strong> Derecho procesal, Barcelona, 1962, pag. 533) la <strong>de</strong>nomina<br />

“fase <strong>de</strong> enjuiciamiento” se reduce a la mera comprobación, dice ALMAGRO ( Op. Cit.,<br />

179) “a la mera comprobación, por parte <strong>de</strong>l órgano jurisdiccional ejecutor <strong>de</strong> que el laudo<br />

reúne <strong>las</strong> características extrínsecas formales que lo i<strong>de</strong>ntifican como tal laudo”.<br />

117


comprobación <strong>de</strong> <strong>las</strong> características extrínsecas <strong>de</strong>l documento en que se<br />

contiene el laudo 24 .<br />

El juez, pues, examina la regularidad formal (artículos 551.1.1º LEC,<br />

redactado por la DF1ª.2 LA, y 551.1 LEC ) y ahora se aporta también, entre<br />

los documentos que han <strong>de</strong> acompañar al escrito en que se solicita el<br />

<strong>de</strong>spacho <strong>de</strong> ejecución, que es una verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>manda ejecutiva, el<br />

convenio arbitral, para que el juez pueda examinar <strong>de</strong> oficio si la obligación<br />

<strong>de</strong> la que dimanó el laudo era arbitrable y <strong>de</strong> lícito cumplimiento.<br />

C) Precisiones acerca <strong>de</strong>l examen <strong>de</strong> la regularidad formal <strong>de</strong>l laudo.-<br />

Enlazando con lo que veníamos diciendo, si el órgano judicial ejecutor ha<br />

<strong>de</strong> examinar en el laudo algún aspecto que no pue<strong>de</strong> revisar en la<br />

sentencia, se plantea alguna cuestión en torno a si, <strong>de</strong>finitivamente, laudo<br />

y sentencia se equiparan plenamente a efectos <strong>de</strong> ejecución o si, por el<br />

contrario, cabe <strong>de</strong>negar el <strong>de</strong>spacho <strong>de</strong> ejecución por alguna razón <strong>de</strong><br />

fondo, lo que en materia <strong>de</strong> ejecución <strong>de</strong>s sentencias no proce<strong>de</strong>ría en<br />

modo alguno.<br />

a) ¿Cabe <strong>de</strong>negar <strong>de</strong> oficio el <strong>de</strong>spacho <strong>de</strong> ejecución o cabe que se<br />

oponga el con<strong>de</strong>nado por los motivos <strong>de</strong>l artículo 41 LA?<br />

La posición más segura es la que consi<strong>de</strong>ra que el con<strong>de</strong>nado pue<strong>de</strong><br />

presentar los motivos <strong>de</strong>l artículo 41 LA (inexistencia o invali<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l<br />

convenio arbitral, faltas <strong>de</strong> notificación con in<strong>de</strong>fensión, <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong><br />

cuestiones no sometidas, falta <strong>de</strong> ajuste <strong>de</strong>l procedimiento a lo<br />

convenido o a norma imperativa, <strong>de</strong>cisión sobre cuestiones no<br />

arbitrables, laudo contrario al or<strong>de</strong>n público) para fundamentar la<br />

acción <strong>de</strong> impugnación. Podrá, entonces, el con<strong>de</strong>nado solicitar la<br />

24 No hay, como hemos dicho, un exequatur interno o un procedimiento <strong>de</strong> homologación <strong>de</strong>l<br />

laudo. Lo hay en Francia, ante el Tribunal <strong>de</strong> la “Gran<strong>de</strong> Instance” (artículo 1477 Código<br />

procesal). Y en Italia, don<strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> 6 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1983 hace <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r la ejecutividad<br />

<strong>de</strong>l laudo <strong>de</strong> una <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>l Pretor. Valor <strong>de</strong> sentencia judicial se atribuye en Austria y en<br />

Portugal.<br />

118


suspensión <strong>de</strong> la ejecución, en los términos <strong>de</strong>l artículo 45.1 LA, pero<br />

no podrá el Juez <strong>de</strong> la ejecución <strong>de</strong>negar la ejecución por haberse<br />

invocado alguno <strong>de</strong> estos motivos para impedirla.<br />

Esta posición es clara respecto <strong>de</strong> todos los motivos, menos en lo<br />

referente al or<strong>de</strong>n público, tema respecto <strong>de</strong>l cual subsiste alguna<br />

duda 25 , especialmente proyectable en los supuestos <strong>de</strong> manifiesta<br />

oposición <strong>de</strong>l laudo a normas imperativas <strong>de</strong> aplicación necesaria. Es<br />

difícil la precisión <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n público, y difícilmente pue<strong>de</strong><br />

realizarse hic et nunc, pero hay que señalar que, a reserva <strong>de</strong><br />

opinión mejor fundada, no parece que, tal y como se configura la<br />

ejecución en la vigente Ley <strong>de</strong> Enjuiciamiento Civil, pue<strong>de</strong> oponerse<br />

a la ejecución (artículo 556 LEC) la cuestión relativa al or<strong>de</strong>n<br />

público 26 .<br />

b) Si la acción <strong>de</strong> anulación fuera estimada en cualquier momento <strong>de</strong>l<br />

proceso ejecutivo el <strong>de</strong>udor pue<strong>de</strong> alegarlo, promoviendo el<br />

correspondiente inci<strong>de</strong>nte (artículo 562.1.3º LEC).<br />

25 Por todos, FERNANDEZ-BALLESTEROS : Op. Cit., 170<br />

26 El citado precepto admite la oposición, en tema <strong>de</strong> sentencias y laudos, por pago o<br />

cumplimiento justificado documentalmente, caducidad <strong>de</strong> la acción, y pacto o transacción<br />

documentados sobre la ejecución. Hay que añadir la sentencia <strong>de</strong> anulación <strong>de</strong>l laudo<br />

(artículo 45.3 LA), y la existencia <strong>de</strong> vicios formales graves (artículo 551.1.1º LEC). Pero la<br />

necesidad <strong>de</strong> acompañar al escrito <strong>de</strong> solicitud el mismo Convenio y los documentos<br />

acreditativos <strong>de</strong> la notificación <strong>de</strong>l laudo (Disposición Final 1ª. 2, que aña<strong>de</strong> un párrafo al<br />

artículo 550.1.1º LEC) hace pensar que el legislador trata <strong>de</strong> situar bajo control <strong>de</strong>l juez <strong>de</strong><br />

la ejecución que el convenio contenga un pacto lícito y ejecutable en cuanto, al menos, no<br />

implique una manifiesta contradicción con el núcleo <strong>de</strong> preceptos que expresan <strong>las</strong> bases<br />

<strong>de</strong>l sistema. Y así, por ejemplo, no se pretenda la ejecución <strong>de</strong> un laudo sobre cuestión<br />

palmariamente no arbitrable, o dictado en un procedimiento en que se haya producido<br />

manifiesta vulneración <strong>de</strong> los principios <strong>de</strong> audiencia y contradicción, o en el que no se<br />

haya notificado el laudo, si bien, en este último caso, cabría <strong>de</strong>negar la ejecución por no<br />

tratarse <strong>de</strong> un laudo firme. Sólo que la LEC no prevé una causa <strong>de</strong> oposición a la<br />

ejecución, <strong>de</strong> modo directo y ante el juez que ha <strong>de</strong> ejecutar, basada en la oposición <strong>de</strong>l<br />

laudo al or<strong>de</strong>n público, sin perjuicio <strong>de</strong> que siempre quepa hacer valer esta fundamental<br />

razón en la impugnación y obtener, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ella, la suspensión.<br />

119


Y siempre cabe, como antes hemos puesto <strong>de</strong> manifiesto, que el<br />

órgano judicial que está conociendo <strong>de</strong> la ejecución admita la<br />

suspensión, bajo caución (artículos 45.1 LA, 566.1 LEC a simili,<br />

240.4 LOPJ) por hallarse pendiente la acción <strong>de</strong> impugnación <strong>de</strong>l<br />

laudo.<br />

El ejecutor solo pue<strong>de</strong>, pues, <strong>de</strong>negar el <strong>de</strong>spacho <strong>de</strong> ejecución si<br />

comprueba que en el título ejecutivo concurren vicios formales, pero<br />

no pue<strong>de</strong>, en general, examinar el fondo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión arbitral. La<br />

cuestión acerca <strong>de</strong> si cabe <strong>de</strong>negar la ejecución por razón <strong>de</strong> que la<br />

controversia no era arbitrable <strong>de</strong> modo evi<strong>de</strong>nte o palmario, o por<br />

cualquier otra razón <strong>de</strong> oposición al or<strong>de</strong>n público, ha <strong>de</strong> quedar, <strong>de</strong><br />

momento sobre la mesa, aunque po<strong>de</strong>mos partir <strong>de</strong> la falta <strong>de</strong><br />

previsión en el sistema <strong>de</strong> la LEC <strong>de</strong> una causa <strong>de</strong> oposición por<br />

esta razón.<br />

Po<strong>de</strong>mos, pues, pasar al <strong>de</strong>bate. Muchas gracias por su atención.<br />

120


V.2 Antonio García Pare<strong>de</strong>s<br />

El arbitraje en España goza <strong>de</strong> buena salud.<br />

Esto quiere <strong>de</strong>cir que la sociedad española, la Abogacía española y el Po<strong>de</strong>r<br />

Judicial en España, están en condiciones idóneas para soportar con éxito<br />

cualquier intento o <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> constituir a España como se<strong>de</strong> <strong>de</strong> los arbitrajes que<br />

<strong>las</strong> relaciones comerciales, cada vez más mundializadas y globalizadas,<br />

generan.<br />

Esta afirmación no es gratuita, sino que está asentada sobre cuatro realida<strong>de</strong>s a<br />

<strong>las</strong> que me referiré brevemente:<br />

La historia jurídica <strong>de</strong> nuestro país.<br />

La doctrina <strong>de</strong> nuestro Tribunal Constitucional.<br />

La vigente Ley <strong>de</strong> Arbitraje.<br />

Los pronunciamientos <strong>de</strong> nuestros tribunales civiles.<br />

En estos cuatro ámbitos podremos comprobar los límites en los que se mueve el<br />

arbitraje y los frenos que se pone a sí mismo el po<strong>de</strong>r judicial para no rebasar los<br />

contornos <strong>de</strong>finitorios <strong>de</strong>l arbitraje.<br />

El interés por el control <strong>de</strong>l laudo arbitral pue<strong>de</strong> tener dos tipos <strong>de</strong> enfoque,<br />

según que lo que se <strong>de</strong>see es que el laudo sea <strong>de</strong>svirtuado o que el laudo<br />

permanezca in<strong>de</strong>mne. En ocasiones los tribunales percibimos –a través <strong>de</strong> los<br />

casos <strong>de</strong> acciones <strong>de</strong> anulación- que lo que expresa el impugnante <strong>de</strong>l laudo es<br />

un tácita disconformidad con la resolución <strong>de</strong> fondo y que lo que preten<strong>de</strong> no es<br />

que se revise el laudo por <strong>las</strong> causas que la ley establece sino que el tribunal<br />

entre a revisar (y si es posible cambie) ese fondo <strong>de</strong>l asunto, haga una nueva<br />

valoración <strong>de</strong> la prueba y, a ser posible, le conceda la razón que no le otorgó el<br />

laudo. Se trata, como es evi<strong>de</strong>nte, <strong>de</strong> una forma <strong>de</strong> actuar en contra la esencia y<br />

la dinámica propia <strong>de</strong> la institución <strong>de</strong>l arbitraje. Y por ello me abstendré <strong>de</strong><br />

referirme a los límites <strong>de</strong>l control <strong>de</strong>l laudo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esa perspectiva.<br />

121


De mayor interés –por supuesto- es la perspectiva <strong>de</strong> quien espera que el control<br />

judicial <strong>de</strong>l laudo arbitral respete al máximo el fundamento mismo <strong>de</strong>l arbitraje sin<br />

violentar el principio <strong>de</strong> legalidad ofreciendo la garantía institucional <strong>de</strong> que el<br />

laudo correctamente emitido no corre peligro alguno.<br />

De entrada me atrevo a afirmar que en la actualidad el sistema español <strong>de</strong><br />

control sobre el arbitraje se une a una larga tradición en España en que la<br />

voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes contratantes ha sido respetada al máximo en el ámbito <strong>de</strong>l<br />

contrato e, incluso, en el ámbito <strong>de</strong>l proceso civil. Una tradición cuyo inicio data<br />

<strong>de</strong> hace casi mil años, que se consolidó con la aparición <strong>de</strong>l Estado liberal y que<br />

sigue cuajando en la España constitucional nacida en 1978.<br />

A) Los inicios <strong>de</strong> la protección <strong>de</strong> la libertad contractual. Alfonso X.<br />

Or<strong>de</strong>namiento <strong>de</strong> Alcalá<br />

En España ha sido y es una tradición un principio jurídico que es esencial e<br />

inherente a la institución misma <strong>de</strong>l arbitraje: el respeto y la especial<br />

consi<strong>de</strong>ración a la voluntad negocial <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes. Esto se inicio hace casi<br />

10 siglos cuando el rey Fernando III, el Santo, encomendó la realización <strong>de</strong><br />

los libros <strong>de</strong> Las Partidas, que luego culminaría su hijo Alfonso X, el Sabio.<br />

El rey sabio –a través <strong>de</strong>l Fuero Real, el Espéculo y <strong>las</strong> Partidas- procuró<br />

llevar a cabo un intento <strong>de</strong> unificar <strong>las</strong> leyes aplicables en los territorios <strong>de</strong><br />

los reinos <strong>de</strong> Castilla y León. Lo que da i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l carácter <strong>de</strong> “universalidad”<br />

<strong>de</strong> los principios y preceptos recogidos en aquellos. Universalidad que se<br />

vería reforzada por el hecho <strong>de</strong> que se utilizase ya la lengua castellana<br />

para volcar sobre estos textos jurídicos muchas <strong>de</strong> <strong>las</strong> normas y leyes <strong>de</strong>l<br />

Derecho Romano (entre <strong>las</strong> que po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>stacar la <strong>de</strong>l Digesto (D. 4, 8,<br />

27,2; D, 4, 8,32, 14) que no concedía apelación contra el laudo). Pues<br />

bien, como dice Julio Val<strong>de</strong>ón, “los contenidos <strong>de</strong> <strong>las</strong> Partidas no se<br />

convirtieron en normas jurídicas operativas hasta casi un siglo <strong>de</strong>spués,<br />

cuando <strong>las</strong> Cortes <strong>de</strong> Alcalá <strong>de</strong> Henares <strong>de</strong>l año 1348, reunidas en tiempo<br />

<strong>de</strong> Alfonso XI, aprobaron el famoso Or<strong>de</strong>namiento, expresión inequívoca<br />

<strong>de</strong> la imposición a todos los reinos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> la corona”. Des<strong>de</strong><br />

122


entonces referirse al Or<strong>de</strong>namiento <strong>de</strong> Alcalá es referirse al fundamento<br />

genuino <strong>de</strong> la libertad contractual.<br />

Como recuerda Antonio Cabanil<strong>las</strong> (en los Comentarios a la Ley <strong>de</strong><br />

Arbitraje <strong>de</strong> Bercovitch) en el Derecho Histórico español, el Espéculo<br />

refleja la regla general <strong>de</strong> la inapelabilidad <strong>de</strong>l laudo <strong>de</strong> los jueces <strong>de</strong><br />

avenencia. Y Las Partidas se mantienen fieles a la concepción <strong>de</strong>l<br />

Digesto. Por tanto, respeto a la voluntad <strong>de</strong> la partes e inapelabilidad <strong>de</strong>l<br />

laudo son <strong>las</strong> fronteras con que el arbitraje nace frente a un posible control<br />

judicial.<br />

Esto se reflejará más tar<strong>de</strong> en <strong>las</strong> Or<strong>de</strong>nanzas <strong>de</strong> Bilbao <strong>de</strong> 1737 que<br />

mantiene la inapelabilidad <strong>de</strong> los laudos mercantiles.<br />

Y –como excepción en contra- están sin embargo <strong>las</strong> Or<strong>de</strong>nanzas <strong>de</strong><br />

Madrid <strong>de</strong> 1502 que, en contra <strong>de</strong>l criterio <strong>de</strong> Las Partidas establecieron la<br />

posibilidad <strong>de</strong> apelar el laudo<br />

B) Constitución <strong>de</strong> Cádiz. 1812. La España Mo<strong>de</strong>rna<br />

Cuando España se abre a la organización política mo<strong>de</strong>rna <strong>de</strong>l Estado<br />

liberal a través <strong>de</strong> la Constitución <strong>de</strong> Cádiz, <strong>de</strong> 1812, vemos que entre<br />

sus principios básicos y entre sus instituciones se <strong>de</strong>staca la institución <strong>de</strong>l<br />

arbitraje. En el artículo 280 –con el que se abría el capítulo <strong>de</strong>dicado a la<br />

administración <strong>de</strong> justicia en lo civil- se establecía que “no se podrá privar<br />

a ningún español <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a terminar sus diferencias por medio <strong>de</strong><br />

jueces árbitros elegidos por ambas partes”. Y el artículo siguiente se<br />

reconocía la virtualidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión arbitral disponiendo que “la<br />

sentencia que dieren los árbitros se ejecutarán, si la partes al hacer el<br />

compromiso, no se hubieren reservado el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> apelar”.<br />

Esa posibilidad <strong>de</strong> apelar el laudo la <strong>de</strong>sarrollaría normativamente la Ley<br />

<strong>de</strong> Enjuiciamiento Civil <strong>de</strong> 1881, que ha estado vigente hasta la entrada en<br />

vigor <strong>de</strong> la nueva LEC <strong>de</strong> 2000.<br />

123


La Ley <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong> Derecho Privado, <strong>de</strong> 22 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1953<br />

suprimió el recurso <strong>de</strong> apelación en relación al laudo arbitral dictada en<br />

el arbitraje <strong>de</strong> Derecho para <strong>de</strong>rivarlo hacia el recurso <strong>de</strong> casación ante la<br />

Sala Primera <strong>de</strong>l Tribunal Supremo. La parquedad en su regulación<br />

(artículos 28 y 30) plantearía en la práctica numerosos problemas, sobre<br />

todo por el difícil encaje <strong>de</strong> los supuestos <strong>de</strong> impugnación <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los<br />

formalistas motivos <strong>de</strong> casación.<br />

C) Nueva Ley <strong>de</strong> Arbitraje. Encaje constitucional. Respuesta al mundo<br />

globalizado<br />

Des<strong>de</strong> que en España está vigente la Constitución <strong>Español</strong>a <strong>de</strong> 1978 es<br />

innegable la especial protección e importancia que el arbitraje tiene –<br />

también <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva constitucional- y <strong>las</strong> garantías <strong>de</strong> que<br />

dispone para el a<strong>de</strong>cuado <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> su peculiar dinámica.<br />

El artículo 24 <strong>de</strong> la Constitución y la doctrina constitucional emanada en<br />

relación con él han consi<strong>de</strong>rado como un pilar básico <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>rechos emanados <strong>de</strong> la misma Constitución y <strong>de</strong>sarrollados en nuestro<br />

or<strong>de</strong>namiento jurídico el <strong>de</strong> la “tutela judicial efectiva” <strong>de</strong> los ciudadanos<br />

en el ejercicio <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos e intereses legítimos. Lo que ha supuesto<br />

una especial flexibilidad en el acceso <strong>de</strong> los ciudadanos a los tribunales o<br />

en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> todo ciudadano al juez pre<strong>de</strong>terminado por<br />

la ley. Esto, que podría constituir un obstáculo a la viabilidad <strong>de</strong>l arbitraje<br />

(que por esencia supone un cierto alejamiento <strong>de</strong> los conflictos <strong>de</strong>l ámbito<br />

jurisdiccional), no va a suponer sin embargo ninguna rémora ni<br />

contradicción <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> nuestro or<strong>de</strong>namiento por la finura con el que<br />

Tribunal Constitucional ha sabido encajarlo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l sistema español <strong>de</strong><br />

liberta<strong>de</strong>s.<br />

Así, en la STC <strong>de</strong> 17 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 2005, se <strong>de</strong>clara que el arbitraje es un<br />

medio heterónomo <strong>de</strong> arreglo <strong>de</strong> controversias que se fundamenta en<br />

la autonomía <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> los sujetos privados, lo que<br />

constitucionalmente lo vincula con la libertad como valor superior <strong>de</strong>l<br />

or<strong>de</strong>namiento. Y aquello que, por voluntad expresa <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes, se<br />

124


<strong>de</strong>fiere al ámbito <strong>de</strong>l proceso arbitral, por esa misma voluntad expresa <strong>de</strong><br />

<strong>las</strong> partes queda sustraído al conocimiento <strong>de</strong>l Tribunal Constitucional a<br />

través <strong>de</strong> un recurso <strong>de</strong> amparo en el que se invoquen <strong>las</strong> garantías <strong>de</strong>l<br />

art. 24 CE, cuyas exigencias se dirigen, en principio, a la actividad<br />

jurisdiccional estatal. Esto supone, no sólo un espaldarazo al arbitraje<br />

como compromiso y como institución, sino también una fijación <strong>de</strong>l marco<br />

jurídico en el que <strong>de</strong>be <strong>de</strong>senvolverse la posibilidad <strong>de</strong> impugnación <strong>de</strong> los<br />

laudos arbitrales, que, por mucho que se los asimile a los<br />

pronunciamientos judiciales, su tratamiento jurídico <strong>de</strong>be ir por otros<br />

<strong>de</strong>rroteros. Se reconoce y protege, pues, la libertad <strong>de</strong> la partes para<br />

someter la resolución <strong>de</strong> sus controversias a los árbitros. Y se refuerza ese<br />

reconocimiento con la limitación <strong>de</strong>l empleo frente a los laudos <strong>de</strong><br />

mecanismos jurídicos (como el recurso <strong>de</strong> amparo) propios <strong>de</strong> la<br />

impugnación <strong>de</strong> <strong>las</strong> resoluciones dictadas por los jueces en el ámbito<br />

jurisdiccional.<br />

En la STC <strong>de</strong> 11 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 2002 se afinaba en el tema <strong>de</strong> la<br />

impugnación <strong>de</strong> los laudos (<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva constitucional) aclarando<br />

que la tutela judicial efectiva –que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego no ampara el acierto <strong>de</strong><br />

<strong>las</strong> resoluciones judiciales- lo que exige fundamentalmente es el<br />

pronunciamiento judicial no sea manifiestamente infundado, arbitrario,<br />

irrazonado o irrazonable o fruto <strong>de</strong> un error patente. Pero ciñéndolo al<br />

pronunciamiento sobre los motivos concretos que la ley permite para la<br />

anulación <strong>de</strong>l laudo, y separándolo <strong>de</strong>l contenido propiamente dicho <strong>de</strong>l<br />

laudo o <strong>de</strong> la cuestión sometida a arbitraje.<br />

Esa especie <strong>de</strong> “agotamiento <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong> los conflictos”<br />

que parece atribuirle al laudo arbitral, lo confirma también la STS <strong>de</strong> 11 <strong>de</strong><br />

noviembre <strong>de</strong> 1996, al afirmar que “no cabe enten<strong>de</strong>r que, por el hecho<br />

<strong>de</strong> someter voluntariamente <strong>de</strong>terminada cuestión litigiosa al arbitraje<br />

<strong>de</strong> un tercero, que<strong>de</strong> menoscabado y pa<strong>de</strong>zca el <strong>de</strong>recho a la tutela<br />

judicial efectiva que la Constitución reconoce a todos” y que “una vez<br />

elegida dicha vía ello supone tan solo que en la misma ha <strong>de</strong> alcanzarse el<br />

arreglo <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuestiones litigiosas mediante la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>l árbitro” y que el<br />

125


acceso a la jurisdicción será sólo a través <strong>de</strong>l recurso por nulidad <strong>de</strong>l laudo<br />

arbitral “y no cualquier otro proceso ordinario en el que sea posible volver a<br />

plantear el fondo <strong>de</strong>l litigio tal y como antes fue <strong>de</strong>batido en el proceso<br />

arbitral”.<br />

Finalmente la STC <strong>de</strong> 16 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1988 <strong>de</strong>jaba bien claro que “la<br />

revisión que opera el recurso <strong>de</strong> nulidad es, como ya dijo la sentencia<br />

<strong>de</strong>l Tribunal Supremo <strong>de</strong> 13 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1986, un juicio externo”, <strong>de</strong><br />

manera que el tribunal que competente para resolver el recurso o la acción<br />

<strong>de</strong> nulidad “es sólo juez <strong>de</strong> la forma <strong>de</strong>l juicio o <strong>de</strong> su mínimas garantías<br />

formales; no se pronuncia sobre el fondo”.<br />

Se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir, por tanto, que en España el control judicial que pue<strong>de</strong><br />

darse sobre el arbitraje –a través <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong> anulación <strong>de</strong>l laudo- es<br />

sobre todo una garantía para el propio arbitraje, porque trata <strong>de</strong><br />

proteger, por un lado, la libertad negocial <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes y, por otro, reforzar<br />

la <strong>de</strong>cisión arbitral adoptada <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un marco mínimo o esencial <strong>de</strong><br />

garantías procesales.<br />

Lo que es indiscutible en el terreno <strong>de</strong> los principios se ve corroborado en<br />

el texto positivo <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Arbitraje, <strong>de</strong> 23 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2003,<br />

vigente en la actualidad, que adopta y fija en nuestro or<strong>de</strong>namiento positivo<br />

no sólo esos principios <strong>de</strong> la doctrina constitucional sino también los<br />

principios <strong>de</strong> la CNUDMI y <strong>de</strong> la UNCITRAL. Como se dice en su<br />

Exposición <strong>de</strong> Motivos:<br />

“su principal criterio inspirador es el <strong>de</strong> basar el régimen jurídico<br />

español <strong>de</strong>l arbitraje en la Ley Mo<strong>de</strong>lo elaborada por la Comisión <strong>de</strong><br />

<strong>las</strong> Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, <strong>de</strong> 21 <strong>de</strong><br />

junio <strong>de</strong> 1985 (Ley Mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> CNUDMI/UNCITRAL), recomendada por<br />

la Asamblea General en su Resolución 40/72, <strong>de</strong> 11 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong><br />

1985, «teniendo en cuenta <strong>las</strong> exigencias <strong>de</strong> la uniformidad <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>recho procesal arbitral y <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la práctica <strong>de</strong>l arbitraje<br />

comercial internacional». El legislador español sigue la<br />

126


ecomendación <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas, acoge como base la Ley<br />

Mo<strong>de</strong>lo”.<br />

En lo que se refiere a los límites que la LA señala al posible control judicial,<br />

observamos en primer lugar una regla general –en el artículo 7 y artículo<br />

11- <strong>de</strong> no intervención <strong>de</strong> los jueces en los asuntos que se rijan por esta<br />

Ley. (Antes <strong>de</strong>l arbitraje cabrá utilizar la <strong>de</strong>clinatoria. Durante el arbitraje la<br />

litispen<strong>de</strong>ncia. Y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l arbitraje la cosa juzgada). El legislador no<br />

quiere exten<strong>de</strong>r la potestad jurisdiccional al ámbito <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong><br />

someter a arbitraje <strong>las</strong> controversias ni al procedimiento a seguir para la<br />

adopción <strong>de</strong>l laudo. Se va a limitar, en el art. 8, a señalar unas funciones<br />

<strong>de</strong> apoyo y control <strong>de</strong>l arbitraje, como el nombramiento <strong>de</strong> árbitros, la<br />

asistencia judicial en la práctica <strong>de</strong> <strong>las</strong> pruebas, la adopción <strong>de</strong> medidas<br />

cautelares, la ejecución forzosa <strong>de</strong>l laudo, la acción <strong>de</strong> anulación, y el<br />

exequatur <strong>de</strong> laudos extranjeros. La función <strong>de</strong> control –que es el tema<br />

objeto <strong>de</strong> esta exposición- la encomienda a la Audiencia Provincial <strong>de</strong>l<br />

lugar en que el laudo ha sido dictado.<br />

En el artículo 41 <strong>de</strong> la LA se exponen los motivos o causas que permiten el<br />

control judicial y <strong>de</strong>clarar la nulidad <strong>de</strong>l laudo.<br />

1. El laudo sólo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la<br />

anulación alegue y pruebe:<br />

a) Que el convenio arbitral no existe o no es válido.<br />

b) Que no ha sido <strong>de</strong>bidamente notificada <strong>de</strong> la <strong>de</strong>signación <strong>de</strong> un<br />

árbitro o <strong>de</strong> <strong>las</strong> actuaciones arbitrales o no ha podido, por<br />

cualquier otra razón, hacer valer sus <strong>de</strong>rechos.<br />

c) Que los árbitros han resuelto sobre cuestiones no sometidas a<br />

su <strong>de</strong>cisión.<br />

d) Que la <strong>de</strong>signación <strong>de</strong> los árbitros o el procedimiento arbitral no<br />

se han ajustado al acuerdo entre <strong>las</strong> partes, salvo que dicho<br />

127


acuerdo fuera contrario a una norma imperativa <strong>de</strong> esta Ley, o,<br />

a falta <strong>de</strong> dicho acuerdo, que no se han ajustado a esta ley.<br />

e) Que los árbitros han resuelto sobre cuestiones no susceptibles<br />

<strong>de</strong> arbitraje.<br />

f) Que el laudo es contrario al or<strong>de</strong>n público.<br />

2. Los motivos contenidos en los párrafos b), e) y f) <strong>de</strong>l apartado<br />

anterior podrán ser apreciados por el tribunal que conozca <strong>de</strong> la<br />

acción <strong>de</strong> anulación <strong>de</strong> oficio o a instancia <strong>de</strong>l Ministerio Fiscal<br />

en relación con los intereses cuya <strong>de</strong>fensa le está legalmente<br />

atribuida.<br />

3. En los casos previstos en los párrafos c) y e) <strong>de</strong>l apartado 1, la<br />

anulación afectará sólo a los pronunciamientos <strong>de</strong>l laudo sobre<br />

cuestiones no sometidas a <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> los árbitros o no<br />

susceptibles <strong>de</strong> arbitraje, siempre que puedan separarse <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

<strong>de</strong>más.<br />

En este precepto se distingue claramente entre lo que pue<strong>de</strong> ser un<br />

control rogado o solicitado por <strong>las</strong> partes y un control <strong>de</strong> oficio o<br />

realizado a iniciativa <strong>de</strong>l juez.<br />

Control rogado<br />

Como ha señalado la doctrina, “el laudo goza <strong>de</strong> una presunción <strong>de</strong> vali<strong>de</strong>z<br />

que correspon<strong>de</strong> <strong>de</strong>svirtuar a la parte que alegue la nulidad” (se exceptúan<br />

<strong>las</strong> violaciones <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n público y <strong>de</strong> la arbitrabilidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> controversias).<br />

Las causas a), c), d) tendrán que se alegadas y probadas. Son causas que<br />

se refieren esencialmente al contenido <strong>de</strong> la libertad contractual <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

partes y al respeto <strong>de</strong> los árbitros hacia ese contenido, tanto durante el<br />

procedimiento como en la resolución. Aquí el control que se pue<strong>de</strong> solicitar<br />

al juez es un control <strong>de</strong> la esencia misma <strong>de</strong>l arbitraje: su existencia, su<br />

contenido, su forma <strong>de</strong> llevarlo a cabo, su forma <strong>de</strong> resolverlo. Si hay un<br />

convenio arbitral válido, si el procedimiento ha respetado <strong>las</strong> normas<br />

128


pactadas por <strong>las</strong> partes, si los árbitros han ceñido su resolución al ámbito<br />

estricto <strong>de</strong> la controversia, la parte que intente una acción <strong>de</strong> nulidad lo<br />

tendrá muy difícil, pues el control judicial será también un control <strong>de</strong> los<br />

abusos o <strong>de</strong> la intenciones torcidas frente al laudo. Pues la parte actuante,<br />

ella y solo ella, tendrá que probar que aquel<strong>las</strong> coor<strong>de</strong>nadas no han sido<br />

respetadas. Esto comporta que el juez no pue<strong>de</strong> ni <strong>de</strong>be extremar su celo<br />

en la indagación <strong>de</strong> posibles <strong>de</strong>fectos <strong>de</strong>l laudo o <strong>de</strong>l procedimiento<br />

arbitral. Y así pienso que se está haciendo realmente en nuestros<br />

tribunales.<br />

Control <strong>de</strong> oficio<br />

Las causas b) e) y f) aunque también pue<strong>de</strong>n ser alegadas, si no son<br />

objeto <strong>de</strong> prueba (o incluso sin haber sido alegadas) pue<strong>de</strong>n ser<br />

apreciadas <strong>de</strong> oficio por el juez.<br />

Pero incluso ese control <strong>de</strong> oficio tiene “sus limitaciones”. Fundadas, como<br />

es lógico, en la autonomía <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes. Es <strong>de</strong>cir, aunque<br />

se cometan <strong>las</strong> irregularida<strong>de</strong>s previstas en el apartado b), relativas a <strong>las</strong><br />

<strong>de</strong>ficiencias en <strong>las</strong> “notificaciones”, nada impi<strong>de</strong> que los participantes en el<br />

proceso arbitral hayan “consentido” y consiguientemente anulado o sanado<br />

esas <strong>de</strong>ficiencias. Por otro lado, el concepto <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n público ha sido<br />

suficientemente acotado por la doctrina jurispru<strong>de</strong>ncial y por la doctrina<br />

constitucional, hasta el punto <strong>de</strong> que creo que no es posible hoy día<br />

<strong>de</strong>sconfiar <strong>de</strong>l control judicial por la presunción <strong>de</strong> que pueda expandir<br />

in<strong>de</strong>bidamente su acción a zonas que están más allá <strong>de</strong> <strong>las</strong> propias<br />

limitaciones legales.<br />

Sin querer introducir ningún elemento distorsionador en el tema <strong>de</strong> este<br />

congreso, entiendo que es conveniente advertir <strong>de</strong> la inci<strong>de</strong>ncia que pue<strong>de</strong><br />

tener en el arbitraje interno y en el arbitraje internacional los criterios o<br />

posturas que <strong>de</strong>terminados tribunales están adoptando en el ámbito <strong>de</strong>l<br />

arbitraje <strong>de</strong> consumo o mejor <strong>de</strong>l arbitraje en el comercio menor, para<br />

enten<strong>de</strong>rnos. El abuso que en algunos sectores <strong>de</strong>l comercio o <strong>de</strong> la<br />

129


industria se está dando con la introducción <strong>de</strong> cláusu<strong>las</strong> arbitrales a <strong>las</strong><br />

que los contratantes se adhieren sin una especial conciencia <strong>de</strong> su<br />

trascen<strong>de</strong>ncia y <strong>de</strong> su vinculación territorial está dando lugar a que muchos<br />

tribunales, en fase incluso <strong>de</strong> ejecución <strong>de</strong>l laudo, se nieguen a <strong>de</strong>spachar<br />

ejecución por enten<strong>de</strong>r que dicha cláusula es abusiva y <strong>de</strong>clarando,<br />

indirectamente, la nulidad <strong>de</strong>l laudo, que, por ley, tenía ya efecto <strong>de</strong> cosa<br />

juzgada.<br />

La asimetría que pue<strong>de</strong> darse entre un arbitraje internacional y un arbitraje<br />

interno <strong>de</strong> entidad económica menor pue<strong>de</strong> colocar también en una<br />

situación asimétrica los criterios a mantener en el ámbito <strong>de</strong>l control <strong>de</strong><br />

oficio. Pero nada garantiza que esos criterios se permeabilicen y o bien<br />

hagan más restrictivo el control judicial <strong>de</strong>l arbitraje interno menor<br />

(evitando el control <strong>de</strong> <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong> arbitrales abusivas) o bien <strong>de</strong>slicen el<br />

control judicial <strong>de</strong>l arbitraje internacional hacia posturas judiciales más<br />

intervencionistas. De momento no hay mecanismo legal que haga<br />

diferentes unas <strong>de</strong> otras a <strong>las</strong> acciones <strong>de</strong> nulidad <strong>de</strong> los laudos.<br />

Los datos lo confirman<br />

Que el sistema arbitral en España está funcionando bastante bien, lo<br />

<strong>de</strong>nota el hecho <strong>de</strong> que por ejemplo en la Audiencia <strong>de</strong> Madrid <strong>las</strong><br />

acciones <strong>de</strong> nulidad son relativamente pocas en relación con el gran<br />

número <strong>de</strong> laudos que –sin duda- se dictan en nuestra Capital y en nuestra<br />

Comunidad. Y, <strong>de</strong> esas acciones <strong>de</strong> nulidad, son un porcentaje muy<br />

escaso, por no <strong>de</strong>cir mínimo, <strong>las</strong> que prosperan.<br />

Y es que, al margen <strong>de</strong> o junto a lo que dicen <strong>las</strong> estadísticas, mi<br />

experiencia personal <strong>de</strong> más <strong>de</strong> trece años en la Audiencia Provincial <strong>de</strong><br />

Madrid en los que he formado parte <strong>de</strong> tres Secciones he podido constatar<br />

la actitud favorable <strong>de</strong> los magistrados hacia la institución <strong>de</strong>l arbitraje, el<br />

respeto (y a veces admiración) por la calidad <strong>de</strong> muchas resoluciones<br />

arbitrales, y el gran interés <strong>de</strong> los jueces por que el arbitraje mantenga su<br />

130


i<strong>de</strong>ntidad como un sistema alternativo <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> <strong>las</strong> controversias<br />

basado en la lealtad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes hacia su propia libertad.<br />

131


VI. CONSIDERACIONES FINALES<br />

o D. David Arias, Secretario <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, Socio y Director Dpto.<br />

Litigación y Arbitraje <strong>de</strong> Pérez-Llorca<br />

o D. Jesús Remón, Miembro Junta Directiva <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, Socio<br />

<strong>de</strong> Uría Menén<strong>de</strong>z<br />

133


VI.1 Jesús Remón<br />

Las sesiones <strong>de</strong> este I Congreso <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, que bajo el título<br />

“El arbitraje en Europa e Iberoamérica” hemos celebrado en Madrid, han servido<br />

para volver a poner <strong>de</strong> manifiesto que los mecanismos <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> conflictos<br />

– jurisdicción y arbitraje- son piezas claves <strong>de</strong>l sistema jurídico y que, a su vez,<br />

el sistema jurídico es una infraestructura esencial para la inversión y el <strong>de</strong>sarrollo<br />

económico.<br />

Pierre Tercier ha sostenido que el arbitraje es el mecanismo <strong>de</strong>l futuro para la<br />

solución <strong>de</strong> conflictos. Esta tesis se proyecta con especial énfasis sobre el<br />

comercio internacional, en el que el arbitraje se impone, entre otras razones, por<br />

la común voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes <strong>de</strong> someter sus eventuales diferencias a un foro<br />

neutral.<br />

La práctica nos enseña que, en muchos contratos internacionales, el arbitraje<br />

viene impuesto. Pero el pleno <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> un sistema arbitral se produce<br />

cuando la cláusula arbitral no nace <strong>de</strong> ninguna imposición o ausencia <strong>de</strong> una<br />

alternativa aceptable para <strong>las</strong> partes sino que es elegida. Ese es el gran salto. La<br />

<strong>de</strong>cisión consciente, <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong> <strong>las</strong> circunstancias o factores<br />

concurrentes, frente a la cláusula <strong>de</strong> estilo.<br />

Para examinar <strong>las</strong> condiciones necesarias para que se produzca ese salto, sobre<br />

el marco <strong>de</strong> <strong>las</strong> intervenciones que hemos escuchado en este Congreso,<br />

propongo discurrir por tres planos: los presupuestos <strong>de</strong>l arbitraje, su función y su<br />

meta. Vayamos por partes.<br />

El presupuesto <strong>de</strong>l arbitraje es la confianza. Hace falta, primero, confianza en los<br />

árbitros y en <strong>las</strong> instituciones arbitrales pero es preciso también tener confianza<br />

en la jurisdicción. El arbitraje no pue<strong>de</strong> vivir <strong>de</strong> espaldas a la jurisdicción, que es<br />

clave para el proceso arbitral, al menos, en los momentos que i<strong>de</strong>ntificaba ante<br />

nosotros Martínez-Fraga: la cautelares instadas en la vía judicial, la <strong>de</strong>signación<br />

<strong>de</strong> árbitros en algunos supuestos <strong>de</strong> falta <strong>de</strong> acuerdo, la asistencia para la<br />

práctica <strong>de</strong> <strong>las</strong> pruebas, la ejecución <strong>de</strong>l laudo y la acción <strong>de</strong> anulación. Si se<br />

repara en esos momentos fácilmente se advierte que el sistema judicial pue<strong>de</strong><br />

135


tener intervención en el inicio y <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l proceso arbitral y es, en todo caso,<br />

fundamental en su terminación. La ejecución <strong>de</strong>l laudo y su resistencia frente a<br />

infundadas acciones <strong>de</strong> anulación <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los jueces. Ni más ni menos.<br />

Las condiciones necesarias para tener confianza en el arbitraje concurren, sin<br />

duda alguna, en España. Des<strong>de</strong> que en el año 1979 un célebre artículo <strong>de</strong>l<br />

profesor <strong>de</strong> Castro en el Anuario <strong>de</strong> Derecho Civil se refiriese al arbitraje como<br />

una “fuga <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho” hasta nuestros días se ha producido una profunda<br />

evolución, un autentico cambio <strong>de</strong> paradigma. Ese cambio se ha instaurado <strong>de</strong><br />

forma <strong>de</strong>finitiva con la entrada en vigor <strong>de</strong> la nueva Ley <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong> 2003.<br />

Aquél<strong>las</strong> resoluciones <strong>de</strong> nuestro Tribunal Supremo que anularon cláusu<strong>las</strong> <strong>de</strong><br />

sumisión a arbitraje por no incluir una renuncia “clara y terminante” al fuero<br />

judicial o anularon un laudo por falta <strong>de</strong> protocolización están ya muy lejos. Tras<br />

el importante avance que supuso la Ley <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong> 1988, la nueva Ley <strong>de</strong><br />

2003 adopta el sistema <strong>de</strong> la Ley mo<strong>de</strong>lo Uncitral y consolida <strong>de</strong> forma <strong>de</strong>finitiva<br />

a España como un foro neutral para el arbitraje internacional.<br />

La meta <strong>de</strong>l arbitraje tiene que ser la seguridad jurídica. El arbitraje, el arbitraje<br />

<strong>de</strong> Derecho, no pue<strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificarse con un juicio salomónico. Tiene que respetar<br />

la voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes y aplicar <strong>las</strong> normas a <strong>las</strong> que se sometieron.<br />

Es cierto, sin embargo, que la creciente complejidad <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>namiento jurídico, la<br />

escasa calidad <strong>de</strong> una legislación que sigue estando “motorizada”, la aceleración<br />

<strong>de</strong> los cambios y <strong>de</strong>l surgimiento <strong>de</strong> nuevas situaciones y problemas en un<br />

contexto globalizado y en permanente transformación mantienen al problema <strong>de</strong><br />

la in<strong>de</strong>terminación o incertidumbre <strong>de</strong>l Derecho entre <strong>las</strong> preocupaciones más<br />

<strong>de</strong>stacadas <strong>de</strong> los operadores jurídicos y económicos.<br />

Des<strong>de</strong> esta perspectiva, se ha hablado <strong>de</strong> crisis <strong>de</strong> la jurisdicción (ZAGREBELSKY)<br />

o <strong>de</strong> crisis <strong>de</strong>l Derecho. Esta reflexión bien pue<strong>de</strong> apuntar en la actualidad a<br />

problemas <strong>de</strong> mayor calado, que se vinculan a <strong>las</strong> transformaciones <strong>de</strong>l Estado y<br />

al <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> muchas <strong>de</strong> <strong>las</strong> tradicionales funciones estatales hacía<br />

estructuras o sistemas globales que se autogeneran en cada uno <strong>de</strong> los diversos<br />

sectores sociales y económicos y actúan siguiendo sus propias pautas <strong>de</strong><br />

136


acionalidad. XIOL RÍOS, Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Sala Primera <strong>de</strong> nuestro Tribunal<br />

Supremo, ha escrito recientemente en esta dirección y tras <strong>de</strong>stacar la i<strong>de</strong>a<br />

<strong>de</strong> que la globalización es “un terreno en el que se tien<strong>de</strong> a institucionalizar el<br />

lenguaje <strong>de</strong> los intereses” como sustituto <strong>de</strong>l “lenguaje <strong>de</strong>l Derecho” y en el que<br />

“la lógica <strong>de</strong> los sistemas sustituye a la lógica <strong>de</strong>l Derecho”, advierte que<br />

“la seguridad jurídica no se logra ya mediante una instancia <strong>de</strong>cisora<br />

jerárquicamente superior. De manera realista, es <strong>de</strong> esperar una disminución <strong>de</strong><br />

la inseguridad jurídica mediante una conexión reiterada <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones<br />

jurídicas con <strong>las</strong> que se van produciendo posteriormente, lo cual apunta, en la<br />

realidad <strong>de</strong> la práctica judicial, a la tradición <strong>de</strong>l prece<strong>de</strong>nte jurídico” 27<br />

Des<strong>de</strong> una perspectiva general, la multiplicación <strong>de</strong> centros sectoriales <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>cisión y el creciente recurso a la mediación y el arbitraje podrían analizarse en<br />

el contexto <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> “refeudalización” <strong>de</strong>l sistema político y social. La<br />

lógica <strong>de</strong>l imperio <strong>de</strong> la ley y el dogma <strong>de</strong> la racionalidad <strong>de</strong>l legislador, que<br />

condujeron al monopolio <strong>de</strong> la jurisdicción en la tarea <strong>de</strong> solucionar los conflictos,<br />

está siendo paulatinamente sustituida por una “lógica <strong>de</strong> red” (XIOL RÍOS)<br />

articulada en torno a una trama <strong>de</strong> estructuras sectoriales autónomas dotadas <strong>de</strong><br />

sus propios centros y pautas <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión. Y para que un sistema asentado sobre<br />

esas claves pueda estar en condiciones <strong>de</strong> satisfacer unos mínimos estándares<br />

<strong>de</strong> seguridad será preciso que sea transparente pero, sobre todo, que asuma el<br />

principio <strong>de</strong> vinculación al prece<strong>de</strong>nte para que todo el mundo pueda conocer <strong>las</strong><br />

líneas <strong>de</strong> razón que sirven <strong>de</strong> fundamento a sus <strong>de</strong>cisiones.<br />

¿Cuáles son <strong>las</strong> claves que explican esta evolución? ¿Cuál es la razón<br />

<strong>de</strong>terminante <strong>de</strong> la creación <strong>de</strong> esos nuevos centros <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión? ¿Porqué<br />

aumentan los arbitrajes y <strong>las</strong> mediaciones? Me atrevería a <strong>de</strong>cir que, en el fondo,<br />

late una falta <strong>de</strong> confianza en el Estado y, en particular, en la legislación y en la<br />

jurisdicción. La sociedad global se estructura en una multitud <strong>de</strong> escenarios<br />

27<br />

Xiol, J.A., El prece<strong>de</strong>nte judicial y otros estudios sobre el proceso administrativo, Madrid,<br />

2005, pág. 29.<br />

137


sectoriales que no confían en la capacidad <strong>de</strong> la ley, entendida como norma<br />

general, para resolver sus problemas; y que asimismo consi<strong>de</strong>ran que sus<br />

peculiarida<strong>de</strong>s no pue<strong>de</strong>n ser eficazmente abordadas por una jurisdicción<br />

generalista sino por un sistema especializado. Estas dos ten<strong>de</strong>ncias se han<br />

visto alimentadas por la progresiva pérdida <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> leyes, más<br />

atentas a <strong>las</strong> urgencias coyunturales que a <strong>las</strong> exigencias <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n y sistema, y<br />

por una progresiva disminución <strong>de</strong>l valor <strong>de</strong> la jurispru<strong>de</strong>ncia, que cuando llega<br />

lo hace tar<strong>de</strong> y pocas veces es uniforme.<br />

Este planteamiento merece, no obstante, alguna matización. Ya hemos visto<br />

como el arbitraje no pue<strong>de</strong> vivir <strong>de</strong> espaldas a la jurisdicción. Y hemos podido<br />

comprobar durante una <strong>de</strong> <strong>las</strong> sesiones <strong>de</strong> este Congreso que la jurisdicción<br />

española es plenamente consciente <strong>de</strong> <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l sistema arbitral y<br />

viene dando respuestas sólidas y útiles a los problemas que se presentan.<br />

Tampoco pue<strong>de</strong> olvidarse que la jurisdicción también encuentra respuestas a<br />

estas nuevas exigencias con la creación <strong>de</strong> juzgados especializados, como los<br />

Juzgados Mercantiles (recientemente creados en España), o <strong>las</strong> reformas <strong>de</strong>l<br />

recurso <strong>de</strong> casación. Pero lo que parece claro es que el respeto a la voluntad <strong>de</strong><br />

<strong>las</strong> partes, la vinculación al Derecho y al prece<strong>de</strong>nte y el rigor en la motivación<br />

son los factores necesarios para que el arbitraje cumpla su función, sirva al papel<br />

que le correspon<strong>de</strong> y pueda acrecentar, caso a caso, su autoridad y prestigio.<br />

Dicho <strong>de</strong> otro modo: el arbitraje vale lo que valgan los árbitros. Y sobre el<br />

necesario valor entendido <strong>de</strong> la más absoluta imparcialidad y neutralidad <strong>de</strong> los<br />

árbitros, en la calidad, claridad y coherencia <strong>de</strong> cada laudo es don<strong>de</strong> el arbitraje<br />

se juega realmente, día a día, su futuro.<br />

La meta <strong>de</strong>l arbitraje es la eficacia. En este Congreso, los responsables jurídicos<br />

<strong>de</strong> importantes empresas (Juan Gitard, Rui Mayer, José Luis <strong>de</strong>l Valle, Juan<br />

Pelegrí y Miles Jobling) coincidían al enten<strong>de</strong>r que <strong>las</strong> claves para optar por el<br />

arbitraje se encontraban en la rapi<strong>de</strong>z, la especialización y la confi<strong>de</strong>ncialidad.<br />

Pero también compartían la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que el arbitraje no es la solución más eficaz<br />

y a<strong>de</strong>cuada para cualquier tipo <strong>de</strong> disputa. Rui Mayer <strong>de</strong>stacó la complejidad<br />

técnica y jurídica y los gran<strong>de</strong>s proyectos multinacionales o con riesgos técnicos<br />

138


y financieros como casos que aconsejan acudir al arbitraje. Otro grupo <strong>de</strong><br />

supuestos que se acomodan con ventaja a la vía arbitral son los conflictos<br />

complejos entre empresas que mantienen relaciones continuadas o, dicho <strong>de</strong><br />

otro modo, entre operadores con<strong>de</strong>nados a enten<strong>de</strong>rse. La i<strong>de</strong>a que quiero<br />

<strong>de</strong>stacar es bien simple. La opción por el arbitraje <strong>de</strong>be hacerse caso a caso,<br />

tras una serena y reflexiva pon<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> factores que concurren<br />

en el negocio.<br />

La nueva Ley <strong>de</strong> arbitraje <strong>de</strong> 2003 refuerza, sin duda, la eficacia <strong>de</strong>l arbitraje en<br />

España. Con la Ley <strong>de</strong> 1988 un arbitraje fácilmente podía tardar más en lograr la<br />

solución <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong> la disputa que un procedimiento judicial tramitado con<br />

arreglo a la nueva Ley <strong>de</strong> Enjuiciamiento Civil <strong>de</strong> 2000. Esta Ley permite la<br />

ejecución provisional <strong>de</strong> <strong>las</strong> sentencias <strong>de</strong> instancia sin necesidad <strong>de</strong> caución. La<br />

Ley <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong> 1988 no permitía esa ejecución provisional <strong>de</strong> los laudos si<br />

se interponía recurso <strong>de</strong> anulación. A lo sumo, era posible obtener alguna<br />

medida cautelar. Esto ha cambiado con la Ley <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong>l 2003. El ejercicio<br />

<strong>de</strong> la acción <strong>de</strong> anulación no impi<strong>de</strong> que pueda instarse la ejecución <strong>de</strong>l laudo. Si<br />

el ejecutado preten<strong>de</strong> suspen<strong>de</strong>r esa ejecución mientras se tramita la anulación,<br />

habrá <strong>de</strong> prestar caución por el valor <strong>de</strong> la con<strong>de</strong>na más los daños y perjuicios<br />

que pudieran <strong>de</strong>rivarse <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mora en la ejecución <strong>de</strong>l laudo.<br />

A<strong>de</strong>más, la Ley <strong>de</strong> 2003 permite que los árbitros, y no sólo los jueces, puedan<br />

adoptar medidas cautelares; y consagra un principio <strong>de</strong> conservación <strong>de</strong>l<br />

convenio arbitral que probablemente va mucho más allá <strong>de</strong> lo que dice el propio<br />

Convenio <strong>de</strong> Nueva York.<br />

Voy a terminar. El libro <strong>de</strong> Zhuang Zi anima a vivir en un doble registro: el <strong>de</strong> la<br />

razón firmemente asentada en la realidad y el <strong>de</strong>l sueño (“recorrer la tierra sin<br />

tocarla”). Esta imagen pue<strong>de</strong> servir para simbolizar el cambio operado en<br />

España. En el año 1953 el arbitraje era un sueño. Con la ley <strong>de</strong> arbitraje 2003, el<br />

arbitraje es en España una realidad.<br />

139


VI.2 David Arias<br />

En relación con la intervención anterior <strong>de</strong> nuestro compañero Jesús Remón, ha<br />

quedado patente que en <strong>las</strong> cuestiones <strong>de</strong> comercio internacional el arbitraje no<br />

es una mera opción. En efecto, ante contratos internacionales o relaciones<br />

internacionales entre inversores y Estados, el arbitraje es sin duda, la forma<br />

natural mediante la que <strong>de</strong>ben dirimirse <strong>las</strong> controversias.<br />

Un laudo arbitral, que pue<strong>de</strong> consistir en un simple documento <strong>de</strong> Word, escrito<br />

en Times 12, impreso en DIN-A4, y firmado por uno o tres árbitros, tiene, en el<br />

ámbito internacional, probablemente más eficacia que una sentencia<br />

jurisdiccional, como pudiera ser una sentencia española, que haya podido ser<br />

objeto <strong>de</strong> recurso incluso ante el Tribunal Supremo. Precisamente ello se <strong>de</strong>be a<br />

que el reconocimiento <strong>de</strong> una sentencia española en otro país necesita un<br />

convenio bilateral o multilateral que la ampare. Asimismo, hay que tener en<br />

cuenta que España tiene suscritos menos convenios <strong>de</strong> reconocimiento y<br />

ejecución <strong>de</strong> sentencias que países signatarios <strong>de</strong>l Convenio <strong>de</strong> Nueva York <strong>de</strong><br />

1958 sobre Reconocimiento y Ejecución <strong>de</strong> Laudos Extranjeros, que en la<br />

actualidad está ratificado por 138 países. Por tanto, aunque resulte difícil <strong>de</strong><br />

creer para aquellos juristas <strong>de</strong> tradición más rígida, un laudo arbitral resulta más<br />

eficaz que una sentencia.<br />

Por otro lado, hay que hacer hincapié en el hecho <strong>de</strong> que el arbitraje<br />

internacional permite una <strong>de</strong>slocalización, un <strong>de</strong>sapasionamiento y una mejor<br />

perspectiva para la resolución <strong>de</strong> <strong>las</strong> controversias internacionales. En este<br />

sentido, y como ya se señaló en el Decimoctavo Congreso <strong>de</strong>l International<br />

Council for Commercial Arbitration (ICCA) 28 , “el árbitro internacional es el<br />

auténtico juez natural <strong>de</strong> la controversia internacional”. Esto es algo que no<br />

<strong>de</strong>bemos olvidar: cuando alguien es llevado a un arbitraje internacional no <strong>de</strong>be<br />

verlo como la casa don<strong>de</strong> juega el inversionista o la gran multinacional, sino que<br />

estos últimos pue<strong>de</strong>n per<strong>de</strong>r el asunto <strong>de</strong>l mismo modo que cualquier otra parte.<br />

28 Celebrado en Montreal <strong>de</strong>l 31 <strong>de</strong> mayo al 3 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 2006.<br />

141


D. Andrés Rigo, árbitro y ex-Vicepresi<strong>de</strong>nte Jurídico Adjunto <strong>de</strong>l Banco Mundial,<br />

nos ha hecho una excelente exposición <strong>de</strong>l arbitraje <strong>de</strong> inversión. Resulta<br />

curioso comprobar que existe un gran número <strong>de</strong> tratados bilaterales <strong>de</strong><br />

inversión en los que los inversionistas pue<strong>de</strong>n ver protegidos sus <strong>de</strong>rechos frente<br />

a actuaciones <strong>de</strong> los Estados poco acor<strong>de</strong>s con la normativa internacional. Esto<br />

es algo que todos <strong>de</strong>bemos tener en cuenta y a lo que me referiré más a<strong>de</strong>lante,<br />

al hablar <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje y <strong>de</strong>l papel <strong>de</strong> España e Iberoamérica en<br />

el arbitraje internacional.<br />

Recientemente, se ha producido la nacionalización <strong>de</strong> varias empresas en<br />

Bolivia, algunas <strong>de</strong> el<strong>las</strong> españo<strong>las</strong>. En ese contexto, representantes españoles<br />

manifestaron que tales nacionalizaciones no eran razonables y que se <strong>de</strong>bían<br />

respetar los usos <strong>de</strong>l comercio internacional, así como el principio pacta sunt<br />

servanda y el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> propiedad. Sin embargo, en ocasiones, España ha<br />

actuado <strong>de</strong> forma restrictiva a la hora <strong>de</strong> reconocer a los extranjeros los mismos<br />

<strong>de</strong>rechos que a los nacionales. Me estoy refiriendo al caso Maffezini v. Spain 29<br />

en el que el Sr. Maffezini, <strong>de</strong> nacionalidad argentina, interpuso un arbitraje CIADI<br />

contra el Reino <strong>de</strong> España, alegando haber recibido, por parte <strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s<br />

españo<strong>las</strong>, un tratamiento distinto al que reciben los españoles, en relación con<br />

su inversión en una empresa <strong>de</strong> productos químicos en Galicia. Así, España<br />

resultó con<strong>de</strong>nada frente a un particular en el marco <strong>de</strong> un arbitraje.<br />

En este sentido, conviene recordar que el arbitraje no es sólo un mecanismo<br />

aplicable a <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s ligas, a los “global players”, o una especie <strong>de</strong> limbo o<br />

paraíso para casos <strong>de</strong> gran magnitud o importancia, sino que se trata <strong>de</strong> un<br />

mecanismo que nos pue<strong>de</strong> proporcionar instrumentos <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa muy efectivos,<br />

in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong>l tamaño o la importancia económica <strong>de</strong> nuestros<br />

clientes.<br />

En la actualidad, estamos presenciando un cambio en el epicentro <strong>de</strong> los<br />

arbitrajes para la resolución <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s controversias, y probablemente esta<br />

29 ICSID Caso nº ARB/97/7.<br />

142


ten<strong>de</strong>ncia continuará en la próxima década. A diferencia <strong>de</strong> épocas anteriores, y<br />

con motivo <strong>de</strong> la coyuntura económica presente y <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones que se están<br />

tomando en <strong>de</strong>terminados países, dicho epicentro radica ya en países <strong>de</strong> habla<br />

hispana, como son los países iberoamericanos y España. Nos encontramos<br />

pues en un momento en el que tanto Iberoamérica como España se hallan muy<br />

implicadas en el arbitraje internacional.<br />

Por todo lo anterior, tenemos la gran responsabilidad <strong>de</strong> mantenernos a la altura<br />

<strong>de</strong> estas circunstancias y <strong>de</strong> hacer que triunfe la libertad <strong>de</strong> comercio, al igual<br />

que los “embajadores <strong>de</strong> la paz” que, con este leitmotiv, constituyeron en 1919 la<br />

Cámara <strong>de</strong> Comercio Internacional. Con este mismo objetivo surge también el<br />

<strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje, para que <strong>las</strong> futuras generaciones no puedan<br />

cuestionar nuestra actuación en un momento <strong>de</strong> tal efervescencia <strong>de</strong> arbitrajes<br />

en los que están involucradas partes iberoamericanas y españo<strong>las</strong>.<br />

Actualmente, España es, si no el primero, el segundo inversor en Iberoamérica,<br />

lo que constituye no sólo una llamada, sino también una gran responsabilidad.<br />

Hemos recibido un apoyo institucional muy importante, empezando por Su<br />

Majestad el Rey y siguiendo con la Presi<strong>de</strong>nta <strong>de</strong> la Comunidad <strong>de</strong> Madrid, el<br />

Alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Madrid y el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Tribunal Supremo y <strong>de</strong>l Consejo General<br />

<strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial, todos ellos miembros <strong>de</strong>l Comité <strong>de</strong> Honor <strong>de</strong> este Congreso.<br />

En tal contexto, hay que hacer una llamada a todos los juristas <strong>de</strong> países<br />

iberoamericanos que nos han honrado con su presencia: el <strong>Club</strong> sin vosotros no<br />

va a ser nada, contamos con vosotros y creemos que tenéis que realizar<br />

iniciativas semejantes a este Congreso, con el fin <strong>de</strong> unir dos <strong>de</strong> los pilares<br />

fundamentales <strong>de</strong> nuestro <strong>Club</strong>. En primer lugar, servir <strong>de</strong> foro abierto a todo el<br />

que esté interesado por el arbitraje. En segundo lugar, promover <strong>las</strong> iniciativas<br />

que fomenten el arbitraje para la resolución <strong>de</strong> conflictos, como asociación<br />

abierta -y no como corte arbitral-.<br />

Hoy en día, Madrid se presenta como una opción en auge <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>las</strong> posibles<br />

se<strong>de</strong>s <strong>de</strong> arbitraje internacional, lo que no significa que otras se<strong>de</strong>s <strong>de</strong> mayor<br />

raigambre hayan quedado eclipsadas por la eclosión <strong>de</strong> Madrid. De hecho, aún<br />

tenemos mucho que apren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> se<strong>de</strong>s como Ginebra, Londres, Miami, París o<br />

143


Zúrich. Cumplimos con todos los requisitos para ser una buena se<strong>de</strong> <strong>de</strong> arbitraje<br />

internacional: disponemos <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho continental, con juristas <strong>de</strong><br />

gran calidad y prestigio y contamos con todos los medios a<strong>de</strong>cuados para<br />

conducir arbitrajes internacionales. No hay que olvidar, a<strong>de</strong>más, que nuestra Ley<br />

<strong>de</strong> Arbitraje 30 , basada en la Ley Mo<strong>de</strong>lo UNCITRAL, es una ley mo<strong>de</strong>rna y a la<br />

altura <strong>de</strong> <strong>las</strong> mejores. Asimismo, tenemos suscrito el ya mencionado Convenio<br />

<strong>de</strong> Nueva York <strong>de</strong> 1958, sin ningún tipo <strong>de</strong> reservas, y contamos también con un<br />

gran apoyo institucional, siendo este Congreso una buena muestra <strong>de</strong> ello.<br />

Finalmente, también disponemos <strong>de</strong> un po<strong>de</strong>r judicial, plena y conscientemente<br />

alineado con la promoción <strong>de</strong>l arbitraje en España.<br />

Por todo ello, nos han comentado a lo largo <strong>de</strong> este Congreso que ha habido un<br />

136 por ciento <strong>de</strong> incremento <strong>de</strong> <strong>las</strong> ejecuciones <strong>de</strong> laudos. Llegados a este<br />

punto, conviene <strong>de</strong>stacar que no se preten<strong>de</strong> que la jurisdicción se comporte, en<br />

temas relacionados con el arbitraje, como los célebres tres monos que ni hablan,<br />

ni ven, ni oyen. Muy al contrario, los <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong>l arbitraje estamos a favor <strong>de</strong><br />

que la jurisdicción <strong>de</strong>pure <strong>las</strong> prácticas nocivas o perniciosas o, si se me permite<br />

la expresión, los <strong>de</strong>nominados “chiringuitos procesales”, cuyo único resultado es<br />

la quiebra <strong>de</strong> la confianza en el arbitraje. Estaremos encantados <strong>de</strong> que el po<strong>de</strong>r<br />

judicial nos ayu<strong>de</strong> a ser mejores árbitros y purifique la práctica <strong>de</strong>l arbitraje,<br />

sobre todo en el ámbito doméstico. Estamos hablando <strong>de</strong> una jurisdicción que no<br />

tendrá problema alguno en reconocer un laudo que haya sido dictado por un<br />

tribunal arbitral extranjero, y que tampoco va a tener ningún problema en apoyar,<br />

en todo lo que sea menester, a los árbitros o al arbitraje.<br />

En conclusión, nos encontramos en un momento crucial para el arbitraje<br />

internacional, momento también en el que todos tenemos una gran<br />

responsabilidad, especialmente <strong>las</strong> personas que han organizado este<br />

Congreso, así como todos aquéllos que habéis asistido al mismo, a los que<br />

agra<strong>de</strong>cemos su presencia.<br />

30 Ley 60/2003, <strong>de</strong> 23 <strong>de</strong> diciembre, <strong>de</strong> Arbitraje.<br />

144


VII. ACTO DE CLAUSURA<br />

145


VII.1 José María Alonso<br />

Excelentísimo Señor Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Tribunal Supremo y <strong>de</strong>l Consejo General <strong>de</strong>l<br />

Po<strong>de</strong>r Judicial, Excelentísimo Señor Presi<strong>de</strong>nte Alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong>l Ayuntamiento <strong>de</strong><br />

Madrid, Excelentísimo Señor Vocal Portavoz <strong>de</strong>l Consejo General <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r<br />

Judicial, excelentísimos señores magistrados, autorida<strong>de</strong>s, compañeros, amigos<br />

todos.<br />

Llegamos ya al acto <strong>de</strong> clausura <strong>de</strong> nuestro primer Congreso, y yo no puedo sino<br />

expresar en nombre <strong>de</strong> la Junta Directiva y <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje,<br />

nuestra enorme satisfacción por el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l mismo. Nuestra satisfacción por<br />

haber tenido el privilegio <strong>de</strong> que el mismo fuera inaugurado por su Majestad el<br />

Rey, acompañado por el Ministro <strong>de</strong> Justicia y por el Vicepresi<strong>de</strong>nte 2º y<br />

Consejero <strong>de</strong> Justicia Interior <strong>de</strong> la Comunidad <strong>de</strong> Madrid. Nuestra satisfacción<br />

por la magnífica recepción que anoche nos dio la Comunidad <strong>de</strong> Madrid en la<br />

esplendida casa <strong>de</strong> Correos, y por el compromiso que su Vicepresi<strong>de</strong>nte 2º y<br />

Consejero <strong>de</strong> Justicia-Interior asumió públicamente <strong>de</strong> <strong>de</strong>stinar unas<br />

instalaciones en la nueva ciudad <strong>de</strong> la justicia para que puedan ser utilizadas<br />

como se<strong>de</strong>s <strong>de</strong> arbitrajes especialmente internacionales.<br />

Nuestra enorme satisfacción porque al Consejo se hayan inscrito 220<br />

participantes <strong>de</strong> 14 nacionalida<strong>de</strong>s <strong>distintas</strong> y ello sin contar a <strong>las</strong> autorida<strong>de</strong>s,<br />

ponentes y organizadores.<br />

Nuestra satisfacción por la calidad y variedad <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>ponencias</strong> y vaya <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

aquí mi reconocimiento y mi gratitud a cada uno <strong>de</strong> los ponentes por su<br />

excelencia, esfuerzo y <strong>de</strong>dicación.<br />

Señor Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Tribunal Supremo, Señor Alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Madrid, aquí se han<br />

tratado temas muy importantes <strong>de</strong> valiosa actualidad para el arbitraje. Des<strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

<strong>distintas</strong> perspectivas regionales en el mundo iberoamericano y en el mundo<br />

europeo. Hemos oído a <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s empresas no sólo españo<strong>las</strong>, sino también<br />

europeas sus vicisitu<strong>de</strong>s en el mundo internacional. Hemos visto esta mañana<br />

temas tan importantes como el arbitraje como mecanismo <strong>de</strong> protección <strong>de</strong><br />

147


inversiones. Alsocaire también <strong>de</strong> acontecimientos muy recientes. Y finalmente<br />

hemos tratado <strong>las</strong> cuestiones procesales en el arbitraje como es el internacional.<br />

En una intervención <strong>de</strong> la adjudicatura a la que luego me volveré a referir, a la<br />

que estaremos siempre agra<strong>de</strong>cidos.<br />

Y nuestra satisfacción finalmente por tener hoy aquí en el acto <strong>de</strong> clausura al<br />

primer edil <strong>de</strong> la ciudad que nos ha acogido durante estos días, y al máximo<br />

representante <strong>de</strong>l gobierno <strong>de</strong> los jueces.<br />

Madrid, querido Alcal<strong>de</strong>, ha <strong>de</strong>mostrado una vez más que es una ciudad abierta<br />

y cosmopolita, que es una ciudad <strong>de</strong> acogida don<strong>de</strong> todo el mundo se siente a<br />

gusto, pero Madrid es a<strong>de</strong>más una ciudad mo<strong>de</strong>rna con un sector servicios <strong>de</strong><br />

primerísima calidad y dotado <strong>de</strong> <strong>las</strong> mejores infraestructuras. Y también hemos<br />

podido corroborar, lo sabíamos los madrileños, pero estoy seguro que nuestros<br />

compañeros <strong>de</strong> fuera <strong>de</strong> Madrid y fuera <strong>de</strong> España, han podido corroborar que<br />

Madrid es una ciudad volcada al arbitraje.<br />

Pese a tus actualida<strong>de</strong>s responsabilida<strong>de</strong>s políticas, querido Alcal<strong>de</strong>, tu<br />

formación es esencialmente jurídica. Y como insigne jurista que eres estamos<br />

seguros <strong>de</strong> que valoras la extraordinaria importancia que el arbitraje tiene como<br />

fórmula <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> conflictos alternativa a la jurisdicción ordinaria. La<br />

importancia que tiene para Madrid, <strong>de</strong> que sea consi<strong>de</strong>rada cada vez más como<br />

se<strong>de</strong> <strong>de</strong> arbitrajes internacionales.<br />

Tu presencia hoy aquí, querido Alcal<strong>de</strong>, que te agra<strong>de</strong>cemos muy<br />

especialmente, es una prueba evi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> tu claro entendimiento en este<br />

sentido.<br />

Por otra parte la presencia hoy aquí <strong>de</strong>l Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Consejo General <strong>de</strong>l<br />

Po<strong>de</strong>r Judicial y <strong>de</strong>l Tribunal Supremo <strong>de</strong> la Nación tiene una trascen<strong>de</strong>ncia muy<br />

especial. Los países y <strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s son consi<strong>de</strong>rados se<strong>de</strong>s a<strong>de</strong>cuadas <strong>de</strong><br />

arbitrajes internacionales, no sólo por supuesto, porque se hayan dotados así<br />

mismo <strong>de</strong> leyes buenas, no es nuestro caso. O si disponen <strong>de</strong> un buen sector<br />

servicios y buenas estructuras y comunicaciones, sino muy especialmente si su<br />

148


sistema judicial es respetuoso con el arbitraje. De nada sirve todo lo anterior si<br />

los jueces <strong>de</strong>l país <strong>de</strong> que se trate en vez <strong>de</strong> favorecer el arbitraje lo entorpecen.<br />

En el pasado, querido Presi<strong>de</strong>nte, algunos países competidores se ocuparon <strong>de</strong><br />

crear una leyenda negra sobre España en este sentido. Y digo que se trata <strong>de</strong><br />

una leyenda negra pues tras 30 años <strong>de</strong> ejercicio profesional conozco<br />

poquísimos casos <strong>de</strong> anulación <strong>de</strong> laudos, y conozco poquísimos casos <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>negación <strong>de</strong> laudos extranjeros. Pero es verdad, no po<strong>de</strong>mos olvidarlo que<br />

hasta 2003 la normativa arbitral española no era, a mi juicio, la más a<strong>de</strong>cuada<br />

para facilitar el apoyo <strong>de</strong> los jueces al buen <strong>de</strong>senvolvimiento <strong>de</strong>l arbitraje. Pero<br />

hoy eso forma parte <strong>de</strong>l pasado. La ley <strong>de</strong>l 2003 sitúa la labor <strong>de</strong>l juez,<br />

precisamente en aquellos momentos en que su presencia e intervención es<br />

absolutamente indispensable para que el arbitraje pueda tener lugar, para que se<br />

pueda <strong>de</strong>sarrollar a<strong>de</strong>cuadamente y para que los laudos puedan ser ejecutados.<br />

Recuér<strong>de</strong>se en este sentido y ya lo hemos oído a lo largo <strong>de</strong> esta mañana, que<br />

la función judicial se sitúa en 4 momentos capitales, en la <strong>de</strong>signación <strong>de</strong>l árbitro<br />

cuando una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes se niega a hacerlo y no hay remisión en la cláusula<br />

arbitral a institución alguna. En la adopción <strong>de</strong> medidas cautelares cuando <strong>las</strong><br />

partes prefieren que estas sean tomadas por el juez y no por los árbitros. En la<br />

ayuda a la práctica <strong>de</strong> <strong>las</strong> pruebas acordadas por los árbitros allí don<strong>de</strong> estos<br />

carecen <strong>de</strong> imperio y en la ejecución <strong>de</strong> los laudos arbitrales.<br />

Estamos pues, querido Presi<strong>de</strong>nte, en el mejor <strong>de</strong> los mundos normativos y a<br />

todos nos consta a<strong>de</strong>más que existe un claro sentimiento en el colectivo <strong>de</strong> los<br />

jueces <strong>de</strong> apoyo al arbitraje.<br />

Decía antes que me quería referir a <strong>las</strong> últimas intervenciones <strong>de</strong> la mañana, en<br />

la que han estado presentes el Magistrado <strong>de</strong>l Tribunal Supremo, el Presi<strong>de</strong>nte<br />

<strong>de</strong> la sección 8ª <strong>de</strong> la Audiencia Provincial <strong>de</strong> Madrid, Enrique López, como<br />

vocal portavoz y el Juez Decano <strong>de</strong> los Juzgados <strong>de</strong> Madrid. El mensaje que han<br />

lanzado a la comunidad internacional es un mensaje impagable, es un mensaje<br />

clarísimo <strong>de</strong> apoyo al arbitraje. Nadie, absolutamente nadie, querido Presi<strong>de</strong>nte,<br />

que les haya oído esta mañana, pue<strong>de</strong> tener la más mínima duda que la<br />

adjudicatura española apoya sin reservas al arbitraje.<br />

149


Des<strong>de</strong> luego, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> este <strong>Club</strong> vamos a hacer todo lo necesario para reforzar<br />

este sentimiento en la judicatura y que se podría concretar entre otras iniciativas<br />

en el establecimiento <strong>de</strong> algún acuerdo entre el Consejo General <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r<br />

Judicial y <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> español <strong>de</strong>l Arbitraje, que permita el intercambio <strong>de</strong><br />

experiencias, inquietu<strong>de</strong>s y porque no la formación recíproca especialmente en<br />

el árbitro internacional.<br />

En fin Señor Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Consejo General <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial y <strong>de</strong>l Tribunal<br />

Supremo, señor Alcal<strong>de</strong> Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Ayuntamiento <strong>de</strong> Madrid, termino como<br />

empecé, expresando a ambos nuestra infinita gratitud por vuestra presencia hoy<br />

en este acto <strong>de</strong> clausura y por lo que ello significa <strong>de</strong> respaldo a lo que tantas<br />

veces hemos dicho, es una importantísima e ilusionante iniciativa <strong>de</strong> la sociedad<br />

civil. Muchísimas gracias.<br />

150


VII.2 Alberto Ruiz Gallardón<br />

El pasado 15 <strong>de</strong> mayo, con motivo <strong>de</strong> la entrega <strong>de</strong> la Medalla <strong>de</strong> Oro <strong>de</strong> Madrid<br />

al Consejo General <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial, esta ciudad reconocía expresamente, 25<br />

años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su nacimiento, el hecho <strong>de</strong> que gracias, entre otros factores, a<br />

una Justicia <strong>de</strong>mocrática y al servicio <strong>de</strong>l ciudadano, España ha cosechado <strong>las</strong><br />

mayores cotas <strong>de</strong> libertad y prosperidad <strong>de</strong> su Historia. El Po<strong>de</strong>r Judicial,<br />

caracterizado por la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia en su ejercicio y la seguridad jurídica que<br />

proporciona a los sujetos <strong>de</strong> Derecho, ha permitido una estabilidad que en lo<br />

social, pero también en lo económico, ha facilitado el progreso <strong>de</strong> este país, y<br />

muy en especial <strong>de</strong> Madrid. Al mismo tiempo, durante este cuarto <strong>de</strong> siglo el<br />

régimen jurídico tanto <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas como <strong>de</strong> <strong>las</strong> empresas ha experimentado<br />

una profunda evolución, incluyendo un mayor reconocimiento <strong>de</strong> su autonomía y<br />

una mayor flexibilidad a la hora regular <strong>las</strong> relaciones y establecer acuerdos<br />

entre el<strong>las</strong>, e incluso fomentando sistemas privados <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong><br />

controversias como el arbitraje.<br />

Madrid ha sabido aprovechar estos cambios y <strong>de</strong>mostrar que es una sociedad<br />

mo<strong>de</strong>rna. Consecuencia <strong>de</strong> esa transformación, esta ciudad se ha convertido en<br />

uno <strong>de</strong> los espacios más abiertos <strong>de</strong> Europa, tanto en lo social, con una<br />

población extranjera que supera el 16% <strong>de</strong>l total, como en lo económico. Así,<br />

según el Ministerio <strong>de</strong> Economía, en 2005, el área metropolitana recibió 4.458<br />

millones <strong>de</strong> euros, el 54% <strong>de</strong> toda la inversión extranjera que llegó a España, al<br />

mismo tiempo que fue el origen <strong>de</strong>l 81% <strong>de</strong> <strong>las</strong> inversiones que <strong>las</strong> empresas<br />

españo<strong>las</strong> realizaron en el exterior, confirmando que el empresariado madrileño<br />

ha comprendido el reto <strong>de</strong> una economía en la que ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> existir fronteras.<br />

Por tanto, la era global hacia la que avanzamos exige nuevas fórmu<strong>las</strong> capaces<br />

<strong>de</strong> adaptarse a situaciones inéditas en <strong>las</strong> que la sociedad civil, en especial la<br />

iniciativa privada, sustenta una tupida red <strong>de</strong> relaciones económicas y<br />

empresariales en <strong>las</strong> que la distancia ya no es una limitación. Esta explosión <strong>de</strong><br />

<strong>las</strong> operaciones transnacionales ha impulsado el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> sistemas que<br />

permitan una eficaz solución <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> controversias que puedan surgir en el<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>las</strong> mismas, garantizando en todo momento la seguridad jurídica <strong>de</strong><br />

151


<strong>las</strong> partes implicadas, aunque <strong>las</strong> operaciones objeto <strong>de</strong> arbitraje se <strong>de</strong>sarrollen<br />

en otros lugares.<br />

Si a ello le sumamos la <strong>de</strong>cidida vocación que tiene Madrid por ser puente entre<br />

Europa e Iberoamérica, enten<strong>de</strong>mos porqué nos llena <strong>de</strong> satisfacción acoger el<br />

primer congreso <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong> Arbitraje, una asociación creada por los<br />

principales expertos en esta materia. En este sistema alternativo al estrictamente<br />

judicial, Madrid reconoce una serie <strong>de</strong> características acor<strong>de</strong>s con su afán <strong>de</strong><br />

progreso y mo<strong>de</strong>rnización, que pue<strong>de</strong>n contribuir activamente a reforzar nuestro<br />

papel como punto <strong>de</strong> intercambio. La mayor autonomía entre <strong>las</strong> partes, la<br />

celeridad, la flexibilidad, la agilidad o la admisión <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> <strong>las</strong> nuevas<br />

tecnologías en los procesos hacen <strong>de</strong>l arbitraje una solución que, sin reducir la<br />

seguridad jurídica necesaria en todo acuerdo, facilita el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

operaciones <strong>de</strong> <strong>las</strong> más <strong>de</strong> 162.000 empresas que existen en esta ciudad,<br />

asegurando, en caso <strong>de</strong> que sea necesario, la ejecución forzosa <strong>de</strong>l laudo por<br />

los órganos judiciales. La avanzada legislación con la que cuenta España en<br />

esta materia, recogida en la Ley 60/2003, <strong>de</strong> 23 <strong>de</strong> diciembre, <strong>de</strong> Arbitraje, así<br />

como la estabilidad que aporta su sistema judicial y la alta cualificación <strong>de</strong> sus<br />

profesionales, hacen <strong>de</strong> Madrid un espacio especialmente idóneo para resolver<br />

los litigios susceptibles <strong>de</strong> ser sometidos a arbitraje. Por tanto, ofrecer Madrid<br />

como lugar don<strong>de</strong> resolver un arbitraje constituye una garantía añadida en<br />

cualquier contrato o inversión, con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> don<strong>de</strong> estos se celebren.<br />

Así, este Madrid dinámico y cosmopolita <strong>de</strong>l siglo XXI, que presenta unas<br />

expectativas <strong>de</strong> futuro como nunca antes había tenido, aspira a convertirse en<br />

una referencia en la resolución <strong>de</strong> conflictos a través <strong>de</strong>l arbitraje. Esta ciudad es<br />

la se<strong>de</strong> <strong>de</strong> importantes empresas y <strong>de</strong>spachos <strong>de</strong> abogados, cuenta con un<br />

sistema judicial eficaz y <strong>de</strong> reconocido prestigio, al que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace tiempo nos<br />

propusimos dotarla <strong>de</strong> los medios materiales necesarios para su buen<br />

funcionamiento, incluso con iniciativas tan innovadoras como la construcción <strong>de</strong><br />

la Ciudad <strong>de</strong> la Justicia. Al mismo tiempo, <strong>las</strong> previsiones indican que la<br />

economía madrileña crecerá este año un 3,9%, hasta superar por vez primera<br />

los 100.000 millones <strong>de</strong> euros <strong>de</strong> PIB, y situarse <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> Europa, por<br />

generación <strong>de</strong> riqueza, tan solo por <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> Londres y París.<br />

152


Este fuerte posicionamiento internacional y económico hacen <strong>de</strong> esta ciudad una<br />

firme candidata para convertirse en la tercera metrópoli global <strong>de</strong>l continente.<br />

Pero para conseguirlo no <strong>de</strong>bemos <strong>de</strong>jar pasar ninguna oportunidad. Y, sin duda,<br />

convertirnos en una importante se<strong>de</strong> arbitral, que cuente con el reconocimiento<br />

<strong>de</strong> numerosos operadores económicos y jurídicos <strong>de</strong> todo el mundo, es<br />

imprescindible. De ahí la absoluta disposición <strong>de</strong>l Ayuntamiento <strong>de</strong> Madrid a<br />

acompañar y apoyar <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong> Arbitraje para hacer <strong>de</strong><br />

esta ciudad, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> una <strong>de</strong> <strong>las</strong> principales capitales <strong>de</strong> negocios <strong>de</strong>l mundo,<br />

un acreditado centro para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> procesos arbitrales. Ése es nuestro<br />

compromiso.<br />

153


VII.3 Francisco José Hernando<br />

Excelentísimo Señor Alcal<strong>de</strong>, señor Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> español <strong>de</strong> arbitraje,<br />

queridos compañeros, amigos, compañeros en <strong>de</strong>finitivas todos en la labor<br />

conjunta <strong>de</strong>l quehacer judicial en la que todos <strong>de</strong> alguna manera intervenimos y<br />

coadyuvamos al i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> hacer justicia. Me correspon<strong>de</strong> el honor y la<br />

satisfacción <strong>de</strong> clausurar este Primer Congreso Anual <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> español <strong>de</strong><br />

Arbitrajes, que se ha celebrado en la jornada <strong>de</strong> ayer y en la <strong>de</strong> hoy aquí en<br />

Madrid bajo la presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> honor <strong>de</strong> su Majestad el Rey, gracias al apoyo <strong>de</strong>l<br />

Ministerio <strong>de</strong> Justicia, <strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong> la Comunidad <strong>de</strong> Madrid, <strong>de</strong>l Ilustre<br />

Colegio <strong>de</strong> Abogados <strong>de</strong> esta capital y la Cámara <strong>de</strong> Comercio también <strong>de</strong><br />

Madrid. He <strong>de</strong> agra<strong>de</strong>cer al <strong>Club</strong> español <strong>de</strong> arbitraje su gentileza al invitarme a<br />

este acto. Acto que ha concitado el interés <strong>de</strong> un selecto grupo <strong>de</strong> profesionales<br />

proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong> la empresa <strong>de</strong> la abogacía y <strong>de</strong> la judicatura <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong>l atractivo marco en el que nos encontramos. La gratitud que manifiesto por<br />

supuesto lo es en nombre <strong>de</strong> todos los Jueces y Magistrados que integramos el<br />

Po<strong>de</strong>r Judicial español. Y necesariamente se <strong>de</strong>be <strong>de</strong> convertir en felicitación por<br />

el magnífico trabajo <strong>de</strong>sarrollado a lo largo <strong>de</strong> estos dos días en los que se ha<br />

podido asistir a <strong>de</strong>bates <strong>de</strong> muy alto nivel sobre el que ha sido el Leit Motiv <strong>de</strong><br />

este congreso: <strong>las</strong> perspectivas actuales y los retos <strong>de</strong>l futuro <strong>de</strong>l arbitraje en<br />

Europa y en Iberoamérica.<br />

Una felicitación para todos los asistentes y para los integrantes <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuatro<br />

mesas <strong>de</strong> trabajo que han conformado el programa <strong>de</strong> este congreso, pero por<br />

supuesto también ha <strong>de</strong> ser por y para el <strong>Club</strong> español <strong>de</strong> arbitraje por la<br />

iniciativa. El Congreso que hoy se clausura forma parte <strong>de</strong> ese empeño colectivo<br />

por la promoción <strong>de</strong>l arbitraje como instrumento para la paz jurídica y con<br />

apenas un año <strong>de</strong> existencia consolida al <strong>Club</strong> español <strong>de</strong> arbitraje como<br />

referencia nacional e internacional en el fomento <strong>de</strong> la práctica arbitral <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l<br />

mundo <strong>de</strong> habla hispana.<br />

Las cuatro mesas redondas que han conformado el programa han girado en<br />

torno a diferentes perspectivas <strong>de</strong> un mismo fenómeno, la situación actual <strong>de</strong> la<br />

práctica arbitral en Europa y en Ibero América. Se trata sin lugar a dudas <strong>de</strong> un<br />

155


asunto <strong>de</strong> can<strong>de</strong>nte actualidad si se presta atención a la evolución <strong>de</strong> los<br />

acontecimientos a uno y a otro lado <strong>de</strong>l Atlántico. Asistimos en los últimos años a<br />

un cambio <strong>de</strong> perspectiva en <strong>las</strong> relaciones políticas y económicas entre<br />

nuestros continentes. La emergencia <strong>de</strong> los nacionalismos y <strong>de</strong>l indigenismo<br />

influye <strong>de</strong> forma meridiana en el <strong>de</strong>senvolvimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones jurídicas<br />

entre los ciudadanos, entre <strong>las</strong> empresas <strong>de</strong> unos y otros Estados. Se ha llegado<br />

incluso a poner en cuestión la idoneidad <strong>de</strong> los viejos mo<strong>de</strong>los jurídicos <strong>de</strong> la<br />

Europa occi<strong>de</strong>ntal para or<strong>de</strong>nar <strong>las</strong> relaciones jurídicas y económicas en algunas<br />

naciones. Mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong> la convivencia que están a mi juicio<br />

plenamente vigentes y cuyo establecimiento y estabilidad están en opinión <strong>de</strong> los<br />

expertos en la raíz <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo y <strong>de</strong> la prosperidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones europeas a<br />

lo largo <strong>de</strong> los dos últimos siglos. Así como en el establecimiento para el<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una actividad jurídica libre y basada en la mutua confianza <strong>de</strong> los<br />

operadores económicos. Se trata <strong>de</strong> momentos <strong>de</strong> incertidumbre y confusión en<br />

los que se ponen en cuestión la pervivencia <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los tradicionales <strong>de</strong><br />

resolución <strong>de</strong> conflictos jurídicos y por supuesto como parte integrante <strong>de</strong> ellos<br />

<strong>de</strong>l arbitraje como sistema hetero-composición, alternativo al sistema judicial <strong>de</strong><br />

administrar justicia. No podía ser <strong>de</strong> otra forma pues toda duda acerca <strong>de</strong> los<br />

sistemas liberales que se basan en la libre actuación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos y en el<br />

ejercicio libre <strong>de</strong> la voluntad como fuente <strong>de</strong> los mismos <strong>de</strong>be afectar<br />

necesariamente también al arbitraje. Un método <strong>de</strong> solución, <strong>de</strong> controversias<br />

que también encuentra su fundamento en la libertad <strong>de</strong> los individuos y en la<br />

confianza en terceros ajenos a la estructura burocrática y administrativa <strong>de</strong> la<br />

jurisdicción, es <strong>de</strong>cir a otros individuos que como ellos intervienen en el tráfico<br />

jurídico y a quienes someten voluntariamente sus cuestiones y la <strong>de</strong>cisión sobre<br />

sus litigios. El arbitraje es tal y como se ha <strong>de</strong>scrito una institución puramente<br />

liberal en la medida en que confía la resolución <strong>de</strong> los conflictos jurídicos y<br />

comerciales a instancias ajenas al Estado. El cual <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su monopolio en la<br />

tutela jurídica <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a personas e instituciones que asumen la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong><br />

tales controversias cuando así lo quieran <strong>las</strong> partes implicadas y siempre que<br />

sólo estén en juego <strong>de</strong>rechos que afecten a su esfera personal <strong>de</strong> soberanía. Y<br />

por supuesto previo el compromiso <strong>de</strong> aceptar por parte <strong>de</strong> estas lo que el<br />

árbitro, o el Colegio <strong>de</strong> Árbitros resuelvan en el laudo.<br />

156


El arbitraje, que en España ha contado en los últimos 50 años con tres<br />

or<strong>de</strong>naciones legales, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la inicial Ley <strong>de</strong> 1958. Aquella Ley <strong>de</strong> arbitrajes<br />

privados, <strong>de</strong>bida a la mente privilegiada <strong>de</strong>l profesor Jaime Wash hasta la más<br />

reciente Ley <strong>de</strong> arbitraje promulgada en el año 2003. El arbitraje en España<br />

refleja su condición <strong>de</strong> institución directamente arraigada en la libertad, la<br />

evolución <strong>de</strong> <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s libres. Por eso no <strong>de</strong>be extrañar que hoy preocupe<br />

en relación con el arbitraje asuntos como son por ejemplo su papel en el seno <strong>de</strong><br />

los gran<strong>de</strong>s litigios empresariales o <strong>las</strong> consecuencias <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong>l arbitraje como<br />

cauce <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> litigios <strong>de</strong> carácter transnacional. Estas dos cuestiones han<br />

formado parte <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>bates que se han mantenido en este<br />

Congreso. Y ello como cuestiones <strong>de</strong> interés presente y con perspectiva <strong>de</strong><br />

futuro. Y ha sido así porque en el tráfico jurídico y económico también ha<br />

alcanzado un consi<strong>de</strong>rable <strong>de</strong>sarrollo la actividad <strong>de</strong> la gran empresa que rompe<br />

<strong>las</strong> barreras políticas <strong>de</strong> los Estados para exten<strong>de</strong>r su actividad productiva a<br />

otros países. Desarrollo tecnológico, globalización y gran empresa son<br />

conceptos que avanzan unidos en nuestra realidad económica.<br />

En lo que se refiere al arbitraje internacional cabe apreciar ciertas analogías con<br />

la inci<strong>de</strong>ncia con <strong>las</strong> jurisdicciones estatales <strong>de</strong>l ingrediente trasnacional. Cuando<br />

se plantean procesos en los que aparecen elementos <strong>de</strong> extranjería o en los que<br />

se preten<strong>de</strong> obtener la eficacia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>l juez fuera <strong>de</strong>l territorio<br />

nacional al que se extien<strong>de</strong>n los límites <strong>de</strong> la jurisdicción. Indiscutiblemente nos<br />

encontramos en un plano puramente técnico-jurídico. En la permanente tensión<br />

entre la seguridad jurídica que <strong>de</strong>be ser aspiración constante <strong>de</strong> todo<br />

or<strong>de</strong>namiento jurídico y <strong>las</strong> dificulta<strong>de</strong>s para adoptar <strong>de</strong> estabilidad a aquel<strong>las</strong><br />

situaciones jurídicas cuya eficacia en el espacio transcien<strong>de</strong> <strong>de</strong>l ámbito territorial<br />

al que se extien<strong>de</strong> el paraguas protector que a los sujetos proporciona la tutela<br />

<strong>de</strong>l Estado. El nuevo escenario comercial y mercantil, ha dado, da píe al<br />

surgimiento <strong>de</strong> nuevas modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> conflictos, <strong>de</strong> conflictos jurídicos y <strong>de</strong><br />

litigios, mucho más sofisticados y tecnificados y a la flexibilización <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

fronteras <strong>de</strong> los Estados como fenómeno cada vez menos extraño a la realidad<br />

<strong>de</strong>l tráfico jurídico. En ese contexto <strong>de</strong>be <strong>de</strong>stacarse el papel, el gran papel que<br />

<strong>de</strong>sempeña el arbitraje. Debe hacerse así porque entre otras razones el arbitraje<br />

157


conjuga muchos <strong>de</strong> los valores tradicionales atribuidos al propio tráfico mercantil,<br />

como son la agilidad, la espontaneidad que proporciona la propia naturaleza <strong>de</strong><br />

los mercados basado en la confianza, el valor <strong>de</strong> la autonomía y <strong>de</strong> la voluntad,<br />

basados en los usos como fuente <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho.<br />

Y como fiel hijo que es el arbitraje <strong>de</strong> los principios que sirven <strong>de</strong> base al<br />

<strong>de</strong>sarrollo comercial ha servido con eficacia y con justicia a la resolución <strong>de</strong><br />

numerosos conflictos cuya trascen<strong>de</strong>ncia rebasan los límites estatales. Una<br />

eficacia no siempre alcanzable <strong>de</strong> haberse sometido la cuestión a los estrictos<br />

términos en <strong>las</strong> soberanías nacionales. Una institución en consecuencia cuya<br />

generalización podría servir <strong>de</strong> eficacísimo instrumento para racionalizar el papel<br />

<strong>de</strong> la jurisdicción estatal en la resolución <strong>de</strong> conflictos privados. Estos y otros<br />

problemas sin duda habrán salido en estas sesiones <strong>de</strong> trabajo a punto por<br />

poner en cuestión un par <strong>de</strong> ejemplos. Las dificulta<strong>de</strong>s para hacer eficaces en el<br />

plano trasnacional los laudos arbítrales o la necesidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar un marco<br />

jurídico estable y asumible por los estados que permita la extensión <strong>de</strong>l arbitraje<br />

como medio <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> conflictos con dimensión supranacional. Los trabajos<br />

<strong>de</strong> la Comisión <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional<br />

que culminaron con la conclusión en 1985 <strong>de</strong> una ley mo<strong>de</strong>lo sobre arbitraje o<br />

los realizados en el seno <strong>de</strong> la unión europea <strong>de</strong>berían acabar antes o <strong>de</strong>spués<br />

con los recelos <strong>de</strong> los ciudadanos para su uso. Por suerte cada vez menos<br />

presentes.<br />

Concluyo, nos encontramos en un asunto <strong>de</strong>l máximo interés en unos tiempos<br />

que están en crisis una serie <strong>de</strong> valores. El arbitraje será centro <strong>de</strong> <strong>de</strong>bates en<br />

los próximos <strong>de</strong>cenios, en la medida que se pone en cuestión a través <strong>de</strong>l<br />

arbitraje y aunque sea un método complementario <strong>de</strong>l ejercicio jurisdiccional y<br />

complemente a la actividad estatal que como obligación servicial para los<br />

conciudadanos tiene el Estado <strong>de</strong> prestar un sistema <strong>de</strong> justicia que solucionen<br />

<strong>las</strong> diferencias <strong>de</strong> criterios que puedan surgir están en conflicto, como digo, la<br />

solución <strong>de</strong> conflictos jurídico-privados por medio <strong>de</strong> la jurisdicción ordinaria. En<br />

la medida en que esta es lenta y tiene en algunas ocasiones un elevado coste<br />

económico. Más no es este el momento <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar este asunto espinoso que<br />

sin duda nos ocupara, y les ocupara los años veni<strong>de</strong>ros. Simplemente quiero por<br />

158


último reiterar mis agra<strong>de</strong>cimientos y mis felicitaciones a todos los que han<br />

contribuido <strong>de</strong> uno y otro modo al éxito <strong>de</strong> este Congreso que ahora se clausura.<br />

Y tengan todos uste<strong>de</strong>s la seguridad <strong>de</strong> que el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Tribunal Supremo<br />

y <strong>de</strong>l Consejo General <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial respaldará en cualquier tiempo y en<br />

cualquier lugar como lo ha hecho. Porque he <strong>de</strong> confesarles a uste<strong>de</strong>s que<br />

cuando ejercía como abogado era muy aficionado a los arbitrajes, al uso <strong>de</strong>l<br />

arbitraje como medio <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> los conflictos que se sometían a mi<br />

consi<strong>de</strong>ración y en mi <strong>de</strong>spacho. Por eso puedo afirmarles que el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l<br />

Tribunal Supremo y <strong>de</strong>l Consejo General <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial va a respaldar, como<br />

no podía ser <strong>de</strong> otra manera, el arbitraje como modo <strong>de</strong> solución complementario<br />

<strong>de</strong> los conflictos que en <strong>las</strong> relaciones jurídico-económicas puedan suscitarse.<br />

Muchas gracias por su atención.<br />

Y sólo resta <strong>de</strong>clarar clausurado este Primer Congreso, y darle la bienvenida,<br />

estoy seguro, al segundo que ya Alonso lo estará preparando, muchas gracias.<br />

159


VIII. COMUNICACIONES AL<br />

CONGRESO<br />

161


VIII.1 El arbitraje <strong>de</strong> inversión (Enviada por Don Andrés Rigó Sureda)<br />

SUMARIO: A. INTRODUCCIÓN.- B. EL CIADI.- C. LA INVERSIÓN<br />

PROTEGIDA.- D. EL INVERSOR.- 1. Nacionalidad.- 2. Inversor privado o<br />

público.- E. EL ESTADO COMO DEMANDADO. F. EL NIVEL DE<br />

FROTECCIÓN.- 1. Trato justo y equitativo.- 2. Medidas discriminatorias. 3.<br />

Medidas equivalentes a expropiación.- 4. La cláusula «paraguas».- 5. La<br />

cláusula <strong>de</strong> la nación más favorecida (NMF).- 6. Los límites <strong>de</strong> la protección.- G.<br />

MULTIPLES CLÁUSULAS JURISDICCIONALES.- H. REFLEXIONES DE CARA<br />

AL FUTURO<br />

A) Introducción<br />

El arbitraje <strong>de</strong> inversión tiene como característica que una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes es<br />

un Estado. Los ejemplos tradicionales son los contratos <strong>de</strong> concesión en<br />

los que el Estado acepta someter <strong>las</strong> diferencias con el concesionario a un<br />

Tribunal Arbitral. Es <strong>de</strong>cir, se trata <strong>de</strong> arbitrajes basados en cláusu<strong>las</strong><br />

compromisorias contractuales. Este tipo <strong>de</strong> arbitraje es relativamente<br />

infrecuente. Una institución especializada en arbitrajes <strong>de</strong> inversión como<br />

es el Centro Internacional <strong>de</strong> Arreglo <strong>de</strong> Diferencias Relativas a<br />

Inversiones (CIADI) 31 ha registrado en sus casi cuarenta años <strong>de</strong><br />

experiencia una solicitud <strong>de</strong> arbitraje por año basada en una cláusula<br />

contractual. Si sólo existieran estos casos, el arbitraje <strong>de</strong> inversión no sería<br />

objeto <strong>de</strong> <strong>las</strong> discusiones y estudios <strong>de</strong> que es objeto en la actualidad.<br />

En <strong>las</strong> dos últimas décadas los Estados han multiplicado los instrumentos<br />

jurídicos a través <strong>de</strong> los cuales otorgan su consentimiento por a<strong>de</strong>lantado y<br />

unilateralmente para someter a Tribunales Arbitrales sus diferencias con<br />

inversores, bien sea a través <strong>de</strong> ofertas <strong>de</strong> arbitraje contenidas en tratados<br />

multilaterales o, con más frecuencia, bilaterales <strong>de</strong> promoción y protección<br />

31 Establecido por el Convenio sobre Arreglo <strong>de</strong> Diferencias Relativas a Inversiones entre<br />

Estados y Nacionales <strong>de</strong> Otros Estados que fue puesto a la firma el 18 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1965<br />

y entró en vigor el 14 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1966 (en a<strong>de</strong>lante el Convenio)<br />

163


<strong>de</strong> inversiones, bien sea por medio <strong>de</strong> legislación relativa a inversiones 32 .<br />

Los acuerdos bilaterales <strong>de</strong> promoción y protección recíproca <strong>de</strong><br />

inversiones (APPRI) suman ya más <strong>de</strong> dos mil. A ellos se aña<strong>de</strong>n tratados<br />

multilaterales como el Tratado <strong>de</strong> Libre Comercio <strong>de</strong> América <strong>de</strong>l Norte<br />

(TLCAN) y la Carta <strong>de</strong> la Energía que, contienen disposiciones similares.<br />

Los APPRI 33 se sitúan en el contexto <strong>de</strong>l cambio <strong>de</strong> actitud <strong>de</strong> los Estados<br />

respecto <strong>de</strong> la inversión extranjera y <strong>de</strong>l papel <strong>de</strong>l Estado en la economía.<br />

En la década <strong>de</strong> los ochenta los Estados abrieron sus economías a<br />

capitales extranjeros y redujeron su actividad empresarial para convertirse<br />

principalmente en reguladores <strong>de</strong> la actividad económica. Si bien el primer<br />

APPRI se firmó en 1959, la mayor parte <strong>de</strong> los APPRI se han concluido a<br />

partir <strong>de</strong> los años ochenta.<br />

Los APPRI normalmente reflejan mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> acuerdo elaborados por los<br />

Estados exportadores <strong>de</strong> capital. Sin embargo, países que<br />

tradicionalmente se consi<strong>de</strong>ran importadores <strong>de</strong> capital han firmado<br />

numerosos APPRI entre ellos y se han sometido a arbitraje diferencias<br />

entre inversores <strong>de</strong> países importadores <strong>de</strong> capital y Estados exportadores<br />

o importadores 34 . En el caso <strong>de</strong>l TLCAN el número <strong>de</strong> reclamaciones<br />

arbitrales formuladas contra cada uno <strong>de</strong> los países miembros es<br />

32 Vid. J. PAULSSON, «Arbitration Without Privity», ICSID Review, 1995, Pp. 232 ss.<br />

33 La bibliografía sobre los APPRI es muy abundante. Destacan <strong>las</strong> obras <strong>de</strong> R. DOLZER y<br />

M. STEVENS, Bilateral Investment Treaties, 199; 0. SACERDOTI, «Bilateral Treaties and<br />

Multilateral Instruments on Investment Protection», Rec. <strong>de</strong>s Cours, vol. 269, 1997 (en<br />

a<strong>de</strong>lante SACERDOTI) pp. 251 Ss., y los informes <strong>de</strong> UNCTAD en Series on issues Li<br />

international investment agreements. Sobre los APPRI concluidos por España vid., 1.<br />

GARCÍA RODRIGUEZ, La Protección <strong>de</strong> <strong>las</strong> Inversiones Exteriores (Los Acuerdos <strong>de</strong><br />

Promoción Recíproca <strong>de</strong> Inversiones Celebrados por España), 2005.<br />

34 F. A. MANN comentaba en 1981: «It will be seen that these Agreements proceed from the<br />

principle of reciprocity: they apply to investments by the United Kingdom in the Philippines<br />

no less than to investments by the Philippines iii the United Kingdom. In practice, of course,<br />

the later type will be extremely rare and it is probably no exaggeration to suggest that<br />

reciprocity is to a large extent a matter of prestige rather than reality. What is primarily<br />

inten<strong>de</strong>d is the promotion and protection of British investments in the Philippines». me<br />

British Year Bock of International Law, vol. 52, 1981, p. 241 (en a<strong>de</strong>lante MANN).<br />

164


prácticamente igual, a pesar <strong>de</strong> que en un principio el arbitraje<br />

internacional se introdujo en este tratado pensando en proteger al inversor<br />

estadouni<strong>de</strong>nse o canadiense en México.<br />

No es el propósito <strong>de</strong> este trabajo analizar los APPRI concluidos por un<br />

país en particular ni tampoco hacer un estudio comparativo <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

disposiciones <strong>de</strong> los APPRI vigentes, sino examinar casos concretos en<br />

que sus disposiciones han sido aplicadas por Tribunales Arbitrales y<br />

esbozar algunos <strong>de</strong> los problemas prácticos que se plantean.<br />

En términos generales cada Estado parte en un APPRI se compromete a<br />

tratar a los inversores <strong>de</strong> la otra parte <strong>de</strong> forma justa y equitativa, no<br />

discriminatoria, no menos favorable que a sus propios inversores o que a<br />

los inversores <strong>de</strong> otros Estados, así corno a no expropiar sin<br />

compensación a<strong>de</strong>cuada, a respetar los compromisos contraídos y a dar<br />

plena seguridad y protección a la inversión. La oferta <strong>de</strong> arbitraje viene<br />

condicionada a que, antes <strong>de</strong> presentar la reclamación, la parte<br />

<strong>de</strong>mandante haya intentado el arreglo amistoso <strong>de</strong> la diferencia durante un<br />

período <strong>de</strong> tiempo pru<strong>de</strong>nte y, con menos frecuencia, a que se haya<br />

sometido previamente la diferencia a los Tribunales ordinarios y, según los<br />

casos, haya recaído sentencia firme —que agote los recursos a nivel<br />

nacional— o no se haya resuelto la diferencia <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un cierto período<br />

<strong>de</strong> tiempo.<br />

Al ser acuerdos para promover y proteger inversiones no es sorpren<strong>de</strong>nte<br />

que incluyan <strong>de</strong>finiciones amplias <strong>de</strong> lo que constituye una inversión y<br />

conceptos igualmente amplios en relación con el trato que <strong>las</strong> partes se<br />

obligan a otorgar. La generalidad <strong>de</strong> los términos en que viene expresada<br />

la protección ofrecida al inversor explica el gran número <strong>de</strong> casos que se<br />

están planteando ante los Tribunales Arbitrales, así como que los Estados<br />

respondan en casi todas <strong>las</strong> instancias con excepciones a su competencia.<br />

A ello se unen <strong>las</strong> ca<strong>de</strong>nas <strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>las</strong> que el inversor es a<br />

menudo un eslabón, y que pue<strong>de</strong>n resultar en la posibilidad <strong>de</strong> optar por la<br />

protección <strong>de</strong> varios APPRI según <strong>las</strong> nacionalida<strong>de</strong>s que se <strong>de</strong>n en la<br />

165


ca<strong>de</strong>na, la existencia <strong>de</strong> múltiples cláusu<strong>las</strong> jurisdiccionales y el alcance <strong>de</strong><br />

la cláusula <strong>de</strong> la nación más favorecida (NMF).<br />

El papel <strong>de</strong>l Estado como regulador <strong>de</strong> la economía hace que rara vez<br />

haya expropiaciones en sentido estricto y que éstas tengan lugar a través<br />

<strong>de</strong> medidas tomadas por el Estado que resultan en una pérdida <strong>de</strong> valor <strong>de</strong><br />

la inversión o <strong>de</strong> su uso. El tema es <strong>de</strong> un gran interés público en<br />

instancias <strong>de</strong> medidas protectoras <strong>de</strong>l medio ambiente o la salud pública.<br />

Como veremos, dos consecuencias <strong>de</strong> lo sensible <strong>de</strong>l tema son la mayor<br />

publicidad en el procedimiento y <strong>de</strong> los laudos, y la posible participación <strong>de</strong><br />

terceros en el procedimiento.<br />

El arbitraje previsto en los APPRI pue<strong>de</strong> ser ad hoc, normalmente<br />

siguiendo el reglamento <strong>de</strong> arbitraje <strong>de</strong> la CNUDMI, según <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong>l<br />

CIADI o <strong>de</strong>l Mecanismo Complementario <strong>de</strong>l CIADI o, menos<br />

frecuentemente, conforme al reglamento <strong>de</strong> la Cámara <strong>de</strong> Comercio<br />

Internacional o <strong>de</strong> instituciones similares. Si <strong>las</strong> partes <strong>de</strong>l APPRI son<br />

panes contratantes <strong>de</strong>l Convenio, lo más común es que el arbitraje que se<br />

ofrezca en el APPRI sea bajo los auspicios <strong>de</strong>l CIADI.<br />

Como se ha apuntado, y aunque el número <strong>de</strong> casos sea limitado, los<br />

Estados <strong>de</strong>mandados pue<strong>de</strong>n ser países que han promovido sus propios<br />

mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> APPRI. Si bien esos mo<strong>de</strong>los otorgan a los inversores <strong>de</strong> cada<br />

país el <strong>de</strong>recho a recurrir al arbitraje en contra <strong>de</strong>l otro, en la práctica el<br />

Estado promotor pue<strong>de</strong> ver con cierta sorpresa que un Tribunal Arbitral le<br />

juzgue conforme a parámetros <strong>de</strong> conducta que en realidad habían sido<br />

incluidos en el acuerdo pensando en su aplicación a la otra parte 35 y, en<br />

consecuencia, que sienta la tentación <strong>de</strong> re-pensar <strong>las</strong> ventajas que dichos<br />

35 «One may surmise that at least some of the distress felt by Canada and the United States<br />

over NAFTA 11 [arbitration] has been caused by the. novel and disconcerting fact of having<br />

to live up to the same substantive and procedural guarantees that they have required of<br />

their BIT partners». C.N. BROWER y L.A. STEVEN, «Who Then Should Judge?:<br />

Developing the international Rule of Law un<strong>de</strong>r NAFTA Chapter 11», Chicago Journal of<br />

International Law, 2001, p. 195.<br />

166


tratados otorgan al inversor extranjero. En ese sentido es particularmente<br />

relevante la nueva generación <strong>de</strong> APPRI <strong>de</strong> Estados Unidos y <strong>las</strong> <strong>de</strong>fensas<br />

presentadas por Estados Unidos y Canadá en casos en que han sido<br />

<strong>de</strong>mandados 36 .<br />

Vamos a tratar los temas en el siguiente or<strong>de</strong>n: el concepto <strong>de</strong> inversión, la<br />

<strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l inversor en cuanto individuo o sociedad que directa o<br />

indirectamente pueda haber llevado a cabo la inversión y en cuanto a su<br />

nacionalidad, <strong>las</strong> acciones que involucran al Estado, sea por actuar a<br />

través <strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s políticas subnacionales o por la naturaleza <strong>de</strong> sus<br />

actuaciones, el nivel <strong>de</strong> protección otorgada por los APPRI, incluido el<br />

alcance <strong>de</strong> <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong> «paraguas» y NMF, y la multiplicidad <strong>de</strong> cláusu<strong>las</strong><br />

jurisdiccionales. A modo <strong>de</strong> conclusión, haremos unas reflexiones sobre el<br />

futuro <strong>de</strong>l arbitraje <strong>de</strong> inversión.<br />

El arbitraje <strong>de</strong> inversión está íntimamente relacionado con el CIADJ y, para<br />

mejor compren<strong>de</strong>r los temas que tratamos más a<strong>de</strong>lante, es importante<br />

que antes <strong>de</strong> entrar en su consi<strong>de</strong>ración recor<strong>de</strong>mos <strong>de</strong> forma introductoria<br />

<strong>las</strong> características básicas <strong>de</strong>l arbitraje CIADI.<br />

B) El CIADI<br />

El origen <strong>de</strong>l CIADI hay que situarlo en el contexto <strong>de</strong> los intentos<br />

multilaterales <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la Segunda Guerra Mundial para promocionar y<br />

36 Esta reacción ha llamado la atención y suscitado comentarios <strong>de</strong> la doctrina: «En cierta<br />

manera los Estados Unidos son victimas <strong>de</strong> su propio éxito. En el pasado, los<br />

estadouni<strong>de</strong>nses han persuadido a veces a los árbitros a adoptar estándares <strong>de</strong>masiado<br />

amplios respecto <strong>de</strong> “protección y seguridad” que pue<strong>de</strong>n implicar el poner <strong>de</strong> lado la<br />

legislación nacional legítima», y «la protesta no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser irónica si recordamos que con<br />

frecuencia Estados Unidos ha impuesto el arbitraje a otros países, y como los<br />

negociadores [<strong>de</strong>l TLCAN] propusieron el arbitraje para promover la seguridad <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

inversiones americanas en contra <strong>de</strong> la tradicional oposición <strong>de</strong> México». (G. AGUILAR y<br />

W. PARK, «The New Face of Investment Arbitration: Capital Exporters as Host States<br />

un<strong>de</strong>r NAFTA Chapter 11», Yate J. Int’l L., 2003, pp. 365 ss.). Vid. también en el mismo<br />

sentido F. ORREGO VICUÑA, «Carlos Calvo, Honorary NAFTA Citizen», discurso leído el<br />

26 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 2002 en la New York University School of Law con motivo <strong>de</strong> una<br />

conferencia sobre «Regulatory Expropriations in International Law» (archivo personal <strong>de</strong>l<br />

autor, citado en a<strong>de</strong>lante como ORREGO). Traducción <strong>de</strong>l autor.<br />

167


proteger la inversión extranjera. El Banco Mundial, al que el CIADI está<br />

afiliado, recibía a menudo solicitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> gobiernos e inversores privados<br />

para que mediara en controversias, como la resultante <strong>de</strong> la expropiación<br />

<strong>de</strong> la Anglo-Iranian Oil Company o la <strong>de</strong> la Sociedad <strong>de</strong>l Canal <strong>de</strong> Suez. En<br />

1962 la junta <strong>de</strong> gobernadores <strong>de</strong>l Banco Mundial encargó un estudio<br />

sobre cómo tratar este tipo <strong>de</strong> intervenciones <strong>de</strong> forma más sistemática.<br />

Al mismo tiempo, la OCDE discutió la posibilidad <strong>de</strong> un convenio sobre un<br />

código <strong>de</strong> conducta para el tratamiento equitativo <strong>de</strong> inversores extranjeros<br />

y un sistema multilateral para garantizar la inversión extranjera contra el<br />

riesgo político. Ninguna <strong>de</strong> estas dos iniciativas prosperó, pero sí lo hizo la<br />

más mo<strong>de</strong>sta que había patrocinado el Banco Mundial en la forma <strong>de</strong>l<br />

CIADI. El Convenio se firmó en 1965.<br />

En el preámbulo <strong>de</strong>l Convenio se reconoce la «necesidad <strong>de</strong> la<br />

cooperación internacional para el <strong>de</strong>sarrollo económico y la función que en<br />

ese campo <strong>de</strong>sempeñan <strong>las</strong> inversiones internacionales <strong>de</strong> carácter<br />

privado» y que aun cuando diferencias relacionadas con tales inversiones<br />

«se sometan a jurisdicciones nacionales, en ciertos casos el empleo <strong>de</strong><br />

métodos internacionales <strong>de</strong> arreglo pue<strong>de</strong> ser apropiado para su solución».<br />

El objetivo <strong>de</strong>l Convenio es contribuir a la promoción <strong>de</strong> la inversión<br />

privada, a través <strong>de</strong> la protección <strong>de</strong> la inversión extranjera, mejorando el<br />

contexto <strong>de</strong> <strong>las</strong> inversiones tanto para los inversores como para los<br />

Estados. En efecto, el Convenio trata <strong>de</strong> mantener el equilibrio entre los<br />

intereses <strong>de</strong> los inversores y los Estados. Los arbitrajes y conciliaciones se<br />

pue<strong>de</strong>n iniciar tanto por unos como por otros.<br />

Como organización internacional, el CIADI tiene una estructura sencilla: un<br />

Consejo Administrativo presidido ex-oficio por el presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Banco<br />

Mundial y un secretario general. Cada Estado contratante está<br />

representado en el Consejo Administrativo y tiene un voto. Para ser<br />

miembro se requiere ser miembro <strong>de</strong>l Banco Mundial o <strong>de</strong>l Estatuto <strong>de</strong>l<br />

168


Tribunal Internacional <strong>de</strong> Justicia. Hasta este momento 142 miembros <strong>de</strong>l<br />

Banco Mundial han ratificado el Convenio 37 .<br />

El CIADI no concilia o arbitra diferencias, simplemente registra <strong>las</strong><br />

solicitu<strong>de</strong>s, da su apoyo a los Tribunales y comisiones <strong>de</strong> conciliación y<br />

ayuda a su constitución. A tal efecto el CIADI mantiene listas <strong>de</strong> árbitros y<br />

conciliadores <strong>de</strong>signados por los Estados miembros (cuatro árbitros y<br />

cuatro conciliadores cada uno) y el presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Consejo Administrativo<br />

(diez). Los nombramientos <strong>de</strong> árbitros por el presi<strong>de</strong>nte a petición <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

partes en una controversia, o cuando éstas no hayan actuado en el<br />

momento oportuno, <strong>de</strong>ben ser hechos <strong>de</strong> entre <strong>las</strong> personas incluidas en<br />

estas listas. El CIADI nombra un secretario para cada Tribunal Arbitral y<br />

Comisión <strong>de</strong> Conciliación. Entre sus funciones principales están mantener<br />

el registro correspondiente al caso y servir <strong>de</strong> intermediario para <strong>las</strong><br />

comunicaciones entre <strong>las</strong> partes y los árbitros o conciliadores.<br />

Las características principales <strong>de</strong>l CIADI vienen dadas por quienes pue<strong>de</strong>n<br />

ser parte, la naturaleza y origen <strong>de</strong> la diferencia objeto <strong>de</strong>l arbitraje, el<br />

consentimiento, el <strong>de</strong>recho aplicable, la ejecución y anulación <strong>de</strong> laudos y<br />

la relación entre el arbitraje CIADI y la protección diplomática por parte <strong>de</strong>l<br />

Estado <strong>de</strong>l inversor. Las veremos sucintamente a continuación.<br />

Las partes en la controversia han <strong>de</strong> ser, por una parte, un Estado que<br />

haya ratificado el Convenio y, por otra, un individuo o una sociedad que<br />

tenga la nacionalidad <strong>de</strong> otro Estado que también lo haya ratificado.<br />

La diferencia tiene que ser <strong>de</strong> naturaleza jurídica. Según se manifestó a los<br />

directores ejecutivos <strong>de</strong>l Banco Mundial en el momento <strong>de</strong> presentación<br />

<strong>de</strong>l proyecto <strong>de</strong> convenio, «el objeto <strong>de</strong> la diferencia <strong>de</strong>be ser la existencia<br />

o contenido <strong>de</strong> un <strong>de</strong>recho u obligación, o la naturaleza o medida <strong>de</strong> la<br />

compensación <strong>de</strong>bida por el incumplimiento <strong>de</strong> una obligación». La<br />

diferencia <strong>de</strong>be tener su origen directamente en una inversión. Se hicieron<br />

37 Vid, lista <strong>de</strong> Estados Contrantes en http://www.worldbank.org/icsid.<br />

169


varios intentos infructuosos para <strong>de</strong>finir esta palabra cuando se redactaba<br />

el Convenio. Se llegó a la conclusión <strong>de</strong> que una <strong>de</strong>finición era innecesaria<br />

dado el carácter consensual <strong>de</strong>l arbitraje o la conciliación. Volveremos<br />

sobre este punto más a<strong>de</strong>lante.<br />

El recurso al CIADI es voluntario. No basta que un Estado haya ratificado<br />

el Convenio para que esté sujeto a su jurisdicción. Tiene que haber un<br />

consentimiento específico <strong>de</strong>l Estado contratante a someter una diferencia<br />

al arbitraje o la conciliación que ofrece el CIADI. Este consentimiento<br />

pue<strong>de</strong> estar reflejado en un contrato <strong>de</strong> inversión respecto <strong>de</strong> futuras<br />

diferencias que puedan surgir o pue<strong>de</strong> ser acordado respecto <strong>de</strong> una<br />

diferencia cuando ya haya surgido. Un Estado pue<strong>de</strong> también ofrecer su<br />

consentimiento a través <strong>de</strong> su legislación sobre inversiones o, lo que es<br />

más común hoy en día, a través <strong>de</strong> tratados bilaterales o multilaterales <strong>de</strong><br />

promoción <strong>de</strong> inversión extranjera o <strong>de</strong> libre comercio.<br />

El elemento consensual es la piedra clave <strong>de</strong>l Convenio y se refleja<br />

también en el Derecho que <strong>de</strong>be aplicar el Tribunal Arbitral al <strong>de</strong>cidir una<br />

diferencia. Las partes tienen completa libertad para ponerse <strong>de</strong> acuerdo<br />

sobre este punto. Únicamente si no se ponen <strong>de</strong> acuerdo el Convenio<br />

dispone que el tribunal «aplicará la legislación <strong>de</strong>l Estado que sea parte en<br />

la diferencia, incluyendo sus normas <strong>de</strong> Derecho internacional privado, y<br />

aquel<strong>las</strong> normas <strong>de</strong> Derecho internacional que pudieren ser aplicables» 38 .<br />

38 Art. 42(1). La interpretación <strong>de</strong> esta frase ha sido objeto <strong>de</strong> una extensa discusión doctrinal<br />

e interpretada <strong>de</strong> forma diferente por Tribunales Arbitrales. Mientras unos ven una relación<br />

jerárquica entre el Derecho nacional y el internacional, aplicándose primero el Derecho<br />

nacional y el internacional sólo en la medida en que el nacional le es contrario, otros<br />

consi<strong>de</strong>ran que la relación es subsidiaria, el Derecho internacional se aplica sólo en caso<br />

<strong>de</strong> lagunas en el <strong>de</strong>recho nacional, finalmente otros estiman que la relación es<br />

complementaria, cada uno tiene su propia esfera <strong>de</strong> aplicación. Vid. “Antoine Goetz y<br />

consorts y. République <strong>de</strong> Burundi” (Caso CIADI núm. ARB¡95/3, párr. 97) y E. GAILLARD<br />

e Y. BANIFATEM, «The meaning of “and” in Article 42(1), second sentence, of the<br />

Washington Convention: The role of international law in the ICSID choice of law process»,<br />

ICSID Review, 2003, Pp. 375 Ss.<br />

170


El sistema <strong>de</strong> arbitraje previsto por el Convenio es exclusivo y autónomo.<br />

El consentimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes se consi<strong>de</strong>ra como consentimiento al<br />

arbitraje con exclusión <strong>de</strong> cualquier otro medio <strong>de</strong> solución <strong>de</strong><br />

controversias. Conforme al Convenio, los Estados contratantes<br />

reconocerán los laudos como obligatorios y los harán ejecutar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su<br />

territorio como si fueran una sentencia firme <strong>de</strong> sus propios tribunales.<br />

Los laudos no pue<strong>de</strong>n ser objeto <strong>de</strong> apelación ni <strong>de</strong> cualquier otro recurso<br />

excepto los previstos en el propio Convenio, esto es, los recursos <strong>de</strong><br />

aclaración, revisión, interpretación y anulación <strong>de</strong>l laudo, que se rigen por<br />

los términos previstos en el Convenio. El recurso <strong>de</strong> anulación <strong>de</strong>l laudo<br />

está limitado a <strong>las</strong> siguientes causas: i) que el Tribunal hubiera sido<br />

constituido incorrectamente; u) que el tribunal hubiera excedido <strong>de</strong> forma<br />

manifiesta sus faculta<strong>de</strong>s; iii) que hubiera habido corrupción <strong>de</strong> algún<br />

miembro <strong>de</strong>l tribunal; iv) que hubiera un quebrantamiento grave <strong>de</strong> una<br />

norma fundamental <strong>de</strong>l procedimiento; y v) que no se hubieran expresado<br />

en el laudo los motivos en que se funda 39 .<br />

El recurso <strong>de</strong> anulación <strong>de</strong>be presentarse a los 120 días <strong>de</strong> dictarse el<br />

laudo excepto en el caso <strong>de</strong> corrupción en que el período empieza a contar<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong>l hecho pero en cualquier caso el <strong>de</strong>recho a<br />

presentarlo caduca a los tres años. Después <strong>de</strong> recibir el recurso <strong>de</strong><br />

anulación el presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Consejo Administrativo constituye<br />

inmediatamente una comisión ad hoc integrada por tres miembros<br />

escogidos <strong>de</strong> la lista <strong>de</strong> árbitros. Esta comisión tiene facultad para resolver<br />

sobre la anulación total o parcial <strong>de</strong>l laudo por <strong>las</strong> causas que se han<br />

enumerado 40 .<br />

39 Art. 52 <strong>de</strong>l Convenio.<br />

40 Vid. sobre el recurso <strong>de</strong> anulación en la práctica <strong>de</strong>l CIAIDI el trabajo <strong>de</strong> C. SCHREUER,<br />

«TCSID Annulment Revisited», Legal issues of Economic Integration, 2003, pp. 103 ss.<br />

171


Los Estados miembros se han comprometido a no conce<strong>de</strong>r protección<br />

diplomática ni promover ningún tipo <strong>de</strong> reclamación internacional respecto<br />

<strong>de</strong> cualquier diferencia que uno <strong>de</strong> sus nacionales haya sometido al<br />

arbitraje <strong>de</strong>l CIADJ, excepto si el Estado contratante que es parte en una<br />

diferencia no ha acatado el laudo. Esta es la contrapartida <strong>de</strong> que el<br />

Estado receptor <strong>de</strong> la inversión haya aceptado someter la controversia al<br />

arbitraje 41 .<br />

El registro <strong>de</strong> un caso, <strong>las</strong> partes, los miembros <strong>de</strong>l Tribunal y <strong>las</strong><br />

inci<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong>l procedimiento son <strong>de</strong> dominio público y se pue<strong>de</strong>n<br />

consultar en la página web <strong>de</strong>l Centro. Los laudos pue<strong>de</strong>n ser publicados<br />

por <strong>las</strong> partes así como por el Centro si <strong>las</strong> dos partes están <strong>de</strong> acuerdo.<br />

En este último caso el Centro los publica a través <strong>de</strong> Internet 42 . Las<br />

audiencias pue<strong>de</strong>n ser públicas si <strong>las</strong> partes están <strong>de</strong> acuerdo.<br />

Esta somera <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong>l CIADI no seda completa sin una referencia al<br />

Mecanismo Complementario. En 1978 el Consejo Administrativo <strong>de</strong>l CADI<br />

autorizó al secretario general a administrar ciertos procedimientos fuera <strong>de</strong><br />

la competencia <strong>de</strong>l CIADI a través <strong>de</strong>l Mecanismo Complementario. Este<br />

Mecanismo se pue<strong>de</strong> utilizar, siempre que <strong>las</strong> partes en la diferencia estén<br />

41 Esta contrapartida refleja el objetivo que persigue el CIADI <strong>de</strong> <strong>de</strong>spolitizar <strong>las</strong> diferencias<br />

relativas a inversiones. Sobre este punto, vid. 1. F 1. SHIHATA, «Towards a Greater<br />

Depoliticization of Investment Disputes: The Roles of ICSID and MIGA», ICSLD Review<br />

(1986) Pp. 1-25. En “Autopista Concesionada <strong>de</strong> Venezuela, C.A. (Aucoven) v. República<br />

Bolivariana <strong>de</strong> Venezuela” (Caso CIADI núm. ARBICOIS) Decisión sobre jurisdicción. El<br />

Tribunal distinguió, basándose en el art. 27 <strong>de</strong>l Convenio, entre la protección diplomática y<br />

<strong>las</strong> gestiones para el arreglo amistoso como requisito preliminar a la presentación <strong>de</strong> la<br />

solicitud <strong>de</strong> arbitraje previsto en el APPRII correspondiente: «El Convenio <strong>de</strong>l CIADI<br />

proporciona un foro para resolver <strong>las</strong> diferencias pero no preten<strong>de</strong> obligar a <strong>las</strong> partes a<br />

recurrir al arbitraje cuando existe la posibilidad <strong>de</strong> llegar a una solución amistosa. En<br />

consecuencia, <strong>las</strong> diligencias realizadas con el fin <strong>de</strong> resolver una diferencia no<br />

constituyen medidas prohibidas <strong>de</strong> protección diplomática conforme al art. 27». Párr. 38.<br />

Compárese con el razonamiento en el laudo <strong>de</strong>l caso “Banro American Resources, Inc. y<br />

Société Aurifere du Kivu et du Maniema S.A.R.L. v. Républica Democrática <strong>de</strong>l Congo”<br />

(Caso CIADI num. ARB/98/7) párr. 13.<br />

42 Vid. www.worldbank.org/icsid/cases/awards.htm. A menos que se indique lo contrario, los<br />

casos citados <strong>de</strong>l CIADI, incluidos los <strong>de</strong>l Mecanismo Complementario, se encuentran<br />

publicados en este sitio <strong>de</strong> Internet.<br />

172


43 Art. 2<br />

<strong>de</strong> acuerdo: i) cuando una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes no es Estado contratante o no<br />

tiene la nacionalidad <strong>de</strong> un Estado contratante; ii) cuando la diferencia es<br />

<strong>de</strong> carácter jurídico pero no surge directamente <strong>de</strong> una inversión; y iii)<br />

respecto <strong>de</strong> procedimientos <strong>de</strong> comprobación <strong>de</strong> hechos 43 . No cabe en<br />

estos casos el recurso <strong>de</strong> anulación previsto en el Convenio, pero los<br />

laudos pue<strong>de</strong>n ser impugnados ante los Tribunales ordinarios <strong>de</strong>l país<br />

se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l Tribunal <strong>de</strong> arbitraje. Salvo algunas excepciones, todos los<br />

asuntos que se han registrado conforme al Mecanismo Complementario<br />

están basados en <strong>las</strong> disposiciones <strong>de</strong>l Capítulo 11 <strong>de</strong>l TLCAN, pues<br />

Canadá y México no son miembros <strong>de</strong>l CIADI.<br />

C) La inversión protegida<br />

El Convenio <strong>de</strong>l CIADI no <strong>de</strong>fine el término inversión. Los intentos <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>finirlo durante la negociación <strong>de</strong>l Convenio fueron fallidos, estimándose<br />

finalmente que la <strong>de</strong>finición podía <strong>de</strong>jarse a <strong>las</strong> partes en <strong>las</strong> diferencias<br />

dado que el arbitraje previsto en el Convenio requiere su consentimiento.<br />

Por otro lado, la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> inversión en los APPRI suele ser muy amplia,<br />

por ejemplo, en el APPRI entre España y Egipto se <strong>de</strong>fine como «todo tipo<br />

<strong>de</strong> haberes, tales como bienes y <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> toda naturaleza, adquiridos<br />

<strong>de</strong> acuerdo con la legislación <strong>de</strong>l país receptor <strong>de</strong> la inversión» 44 A esta<br />

<strong>de</strong>finición, o similar, sigue normalmente una lista no exhaustiva <strong>de</strong> posibles<br />

inversiones que incluye acciones, otras formas <strong>de</strong> participación en<br />

socieda<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> todo tipo <strong>de</strong> aportaciones realizadas<br />

con el propósito <strong>de</strong> crear valor económico, incluidos préstamos concedidos<br />

con este fin, socieda<strong>de</strong>s, bienes muebles e inmuebles, hipotecas,<br />

gravámenes o prendas, <strong>de</strong>rechos en el ámbito <strong>de</strong> la propiedad intelectual,<br />

44 Art. 1.2 <strong>de</strong>l Acuerdo para la Protección y Fomento Recíprocos <strong>de</strong> Inversiones entre el<br />

Reino <strong>de</strong> España y la República Árabe <strong>de</strong> Egipto.<br />

173


45 Ibid.<br />

<strong>de</strong>rechos para realizar activida<strong>de</strong>s económicas y comerciales otorgadas<br />

por la ley en virtud <strong>de</strong> un contrato 45 , etcétera.<br />

No obstante la generalidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>finición, se ha planteado la cuestión <strong>de</strong><br />

si una medida califica cómo inversión bajo el consiguiente APPRI por su<br />

naturaleza o por el lugar don<strong>de</strong> se ha realizado. En cuanto a la naturaleza<br />

los Tribunales han fallado a favor <strong>de</strong> un concepto amplio <strong>de</strong> inversión<br />

protegida, incluyendo en él la adquisición <strong>de</strong> obligaciones emitidas por un<br />

Estado así como contratos <strong>de</strong> construcción, servicios o préstamo, siempre<br />

que haya una aportación al Estado receptor y a su <strong>de</strong>sarrollo económico,<br />

un elemento <strong>de</strong> riesgo por parte <strong>de</strong>l inversor 46 y una cierta duración en la<br />

ejecución 47 . Sólo en una ocasión el secretario general <strong>de</strong>l CIADI rehusó el<br />

registro <strong>de</strong> una solicitud <strong>de</strong> arbitraje por consi<strong>de</strong>rarla que no consistía en<br />

una inversión sino en una simple venta 48 . Recientemente, en “PSEG Global<br />

Inc. et al. y. Turquía”, el Tribunal <strong>de</strong>sestimó la legitimación activa <strong>de</strong> uno <strong>de</strong><br />

los <strong>de</strong>mandantes por enten<strong>de</strong>r que, dadas <strong>las</strong> circunstancias <strong>de</strong>l caso, el<br />

<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> opción consi<strong>de</strong>rado no constituía una inversión, señalando que<br />

a pesar <strong>de</strong> lo amplias que son en los APPRI <strong>las</strong> <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> inversión<br />

46 Riesgo ha sido entendido en un sentido amplio, «No tiene importancia que los riesgos<br />

hayan sido tomados libremente. Tampoco la tiene que la remuneración <strong>de</strong>l Contratista no<br />

esté vinculada a la operación <strong>de</strong> la obra una vez terminada. La realización <strong>de</strong> una obra<br />

que dura muchos años y cuyo costo no se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar con precisión por a<strong>de</strong>lantado,<br />

crea un riesgo obvio para el Contratista». [“Salini Construttori S.P.A. y Itaistra<strong>de</strong> S.P.A. v.<br />

Marruecos” (Caso CIADI núm. ARBIOO/4) (en a<strong>de</strong>lante Salini), Decisión sobre jurisdicción,<br />

párr. 56. Traducción <strong>de</strong>l autor].<br />

47 l hecho <strong>de</strong> que el Convenio no <strong>de</strong>fina el término inversión no indica que su <strong>de</strong>finición sea<br />

enteramente a la discreción <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes. El arquitecto <strong>de</strong>l Convenio, Aron BROCHES, lo<br />

señaló <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un principio y así lo han consi<strong>de</strong>rado los tribunales CIADI al analizar su<br />

competencia según el Convenio y el instrumento don<strong>de</strong> se ha dado el consentimiento.<br />

Véase BROCHES, p. 208, SCHRBUER, pp. 121-125, “Fedax N. V. v. Venezuela” (Caso<br />

CIADI n.º ARB/96/3) (en a<strong>de</strong>lante Fedax) y Saliul.<br />

48<br />

“Asian Express v. Greater Colombo Economic Commission”, Informe Anual <strong>de</strong>l CADI,<br />

1985, p. 6.<br />

174


hay un límite a lo que pue<strong>de</strong> abarcar este concepto 49 , De la misma, el<br />

tribunal en “Joy Mining y. Egipto” aceptó una excepción a su competencia<br />

basada en que la garantía dada por el ven<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> unos equipos mineros<br />

no constituía una inversión. Según el Tribunal, una obligación contingente<br />

no pue<strong>de</strong> ser una inversión ni tampoco lo es un contrato <strong>de</strong> compraventa 50 .<br />

Pasamos a ver ahora varios casos en que la cuestión se ha planteado en<br />

términos territoriales, es <strong>de</strong>cir, si la inversión se llevó a cabo en el territorio<br />

<strong>de</strong> una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes <strong>de</strong>l APPRI.<br />

En el caso <strong>de</strong> la Société Générale <strong>de</strong> Surveillance (SGS), sociedad <strong>de</strong><br />

nacionalidad suiza, contra Pakistán, SGS había concluido con ese país un<br />

contrato <strong>de</strong> asistencia en el control aduanero que incluía la inspección<br />

previa al envío <strong>de</strong> mercancías a Pakistán. Al realizarse la inspección fuera<br />

<strong>de</strong> Pakistán, éste alegó que la inversión no se había llevado a cabo en su<br />

territorio y, por en<strong>de</strong>, que la inversión no estaba protegida por el APPRI<br />

con Suiza. En su <strong>de</strong>cisión sobre jurisdicción el Tribunal <strong>de</strong>cidió que la<br />

inversión había sido realizada en Pakistán puesto que, para cumplir el<br />

contrato, SGS <strong>de</strong>bió realizar ciertos gastos en ese país, sus servicios<br />

49 “PSEG Global Inc., The North American Coal Corporation y Konya Ilgin Elektrik Uretim ve<br />

Ticaret Limited Sirketi v. Turquía” (Caso CIADI núm. ARBIO2/5) Decisión sobre<br />

jurisdicción, p&r. 189. En “Mihaly International Corporation v. Sri Lanka” (Caso CIADI núm.<br />

ARB¡00/2), el Tribunal tuvo que <strong>de</strong>cidir a los efectos <strong>de</strong> su competencia si los gastos<br />

hechos en la fase <strong>de</strong> la preinversión constituían una inversión cuando la inversión no se<br />

llevó a cabo. El Tribunal <strong>de</strong>cidió que no lo constituían porque el inversor nunca firmó un<br />

contrato y los documentos firmados eran puramente <strong>de</strong> intención y no eran obligatorios<br />

para el gobierno. Vid, la crítica <strong>de</strong> este laudo por Y. M. ROBINSON, en «ICSID Cases on<br />

its Jurisdiction: a Serious Problem for Public Private Partnerships for Infrastructure in<br />

Developing Countries», International Business Lawyer; 2004, pp. 263 ss.<br />

50 “Soy Mining Machinery Limited y Egipto” (ICSID Case nº ARB/03/Il). Por otra parte, la<br />

Carta <strong>de</strong> la Energía engloba entre los activos que <strong>de</strong>finen la inversión contratos <strong>de</strong><br />

compraventa <strong>de</strong> materiales energéticos como el gas. Véase en este sentido “Petrobart<br />

Limited y Kirguiz” Arbitration nº 126/2003 of Ihe Arbitraion Institute of the Stockholm<br />

Chamber of Commerce, Laudo <strong>de</strong> 29 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 2005.<br />

175


originaban «reclamaciones <strong>de</strong> dinero» y constituían «una concesión <strong>de</strong><br />

Derecho público» en términos <strong>de</strong>l APPRJ 51 .<br />

La misma cuestión se planteó en un caso similar entablado por el mismo<br />

inversor contra Filipinas 52 . El Tribunal Arbitral consi<strong>de</strong>ró que el contrato<br />

había sido concluido entre el Estado y el inversor y que SGS estaba<br />

obligada a dar servicio <strong>de</strong>ntro y fuera <strong>de</strong> Filipinas para mejorar e integrar<br />

los servicios <strong>de</strong> importación y recaudación <strong>de</strong> rentas aduaneras en<br />

Filipinas. El servicio prestado por SOS en el extranjero no era otro que<br />

entregar en Filipinas un certificado <strong>de</strong> inspección que permitiera la entrada<br />

<strong>de</strong> mercancías en ese país, su valoración y la recaudación <strong>de</strong> los<br />

impuestos consiguientes. El Tribunal enfatizó el hecho <strong>de</strong> que el certificado<br />

tenía que ser entregado en Filipinas y en la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

activida<strong>de</strong>s previstas en el contrato <strong>de</strong> forma global 53 .<br />

En el caso “Fedax N.V. v. Venezuela” el instrumento utilizado para la<br />

inversión eran obligaciones emitidas por el Estado venezolano negociables<br />

internacionalmente en el mercado secundario. Las obligaciones habían<br />

sido adquiridas por el inversor fuera <strong>de</strong>l país. El Tribunal consi<strong>de</strong>ró que en<br />

<strong>las</strong> operaciones financieras internacionales es normal que los fondos no<br />

sean transferidos físicamente al territorio <strong>de</strong>l beneficiario sino puestos a su<br />

disposición fuera <strong>de</strong> él. De hecho, muchos préstamos no salen <strong>de</strong>l territorio<br />

<strong>de</strong> origen pero son accesibles a proveedores u otras entida<strong>de</strong>s. Lo<br />

esencial es que los fondos puestos a la disposición <strong>de</strong> Venezuela hubieran<br />

51 “SGS Société Générale <strong>de</strong> Surveillance S. A., y. Islamie RepubJic of Pakistan” (Caso<br />

CIADI núm. ARB/01/13) (en a<strong>de</strong>lante “SGS v. Pakistán”) Decisión sobre jurisdicción, pp.<br />

44-46.<br />

52 “SGS Société Genérale <strong>de</strong> Surveillance 5. A. y. Republie of the Philipines” (Caso CIADI<br />

num. ARB/02/6) (en a<strong>de</strong>lante “SGS v. Filipinas”). Decisión sobre jurisdicción.<br />

53 Ibid., párrs. 99-112.<br />

176


sido utilizados por ésta para sus necesida<strong>de</strong>s gubernamentales y no cabía<br />

la menor duda <strong>de</strong> que éste era el caso 54 .<br />

En “Tokios Tokelés v. Ucrania” la cuestión territorial surgió en sentido<br />

inverso, es <strong>de</strong>cir, si la inversión procedía efectivamente <strong>de</strong>l extranjero.<br />

Ucrania presentó una excepción a la competencia <strong>de</strong>l Tribunal alegando<br />

que el capital invertido por Tokios Tokelés, una empresa <strong>de</strong> nacionalidad<br />

lituana, procedía <strong>de</strong> la misma Ucrania. El Tribunal rechazó la excepción,<br />

entre otros motivos, porque el Convenio no <strong>de</strong>fine el término inversión, ni<br />

los requisitos que <strong>de</strong>be reunir para calificar como tal a los efectos <strong>de</strong> la<br />

jurisdicción <strong>de</strong>l CIADI, y porque el APPRI entre Ucrania y Lituania no<br />

requiere que el capital invertido proceda <strong>de</strong>l país <strong>de</strong>l inversor ni que no sea<br />

capital <strong>de</strong> Ucrania misma. El Tribunal estimó que no podía restringir el<br />

ámbito <strong>de</strong> <strong>las</strong> inversiones protegidas por el APPRI entre Lituania y Ucrania<br />

y añadir una nueva condición —el origen <strong>de</strong>l capital invertido— que no se<br />

encuentra ni en el Convenio ni en el APPRI. Por otra parte, consi<strong>de</strong>ró<br />

<strong>de</strong>cisivo que el inversor hubiera <strong>de</strong>cidido utilizar el capital bajo su control<br />

en Ucrania en lugar <strong>de</strong> utilizarlo en otro lugar, <strong>de</strong>scartando que el origen<br />

<strong>de</strong>l capital fuera relevante para que existiera una inversión protegida. El<br />

Tribunal concluyó que, aun cuando todo el capital empleado tuviera su<br />

origen en Ucrania, la inversión no caería fuera <strong>de</strong>l ámbito <strong>de</strong>l Convenio 55 .<br />

Por primera vez en la historia <strong>de</strong>l CIADI, el presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Tribunal estuvo<br />

en minoría y formuló una opinión don<strong>de</strong> razona su <strong>de</strong>sacuerdo y consi<strong>de</strong>ra<br />

que es contrario al objeto y fin <strong>de</strong>l Convenio afirmar que el origen <strong>de</strong>l<br />

capital es irrelevante en el contexto <strong>de</strong>l CIADI 56 . Según su opinión, la<br />

afirmación rotunda <strong>de</strong>l Tribunal <strong>de</strong> que el origen <strong>de</strong>l capital es irrelevante<br />

resulta difícil <strong>de</strong> encuadrar en el contexto <strong>de</strong>l Convenio, cuyo primer<br />

54 “Fedax N.V. v. Venezuela” (Caso CIADI núm. ARB/96/3) (en a<strong>de</strong>lante “Fedax”) párr. 41.<br />

55<br />

“Tokios Tokelés v. Ucrania” (Caso CIADI núm. ARB/02/18) Decisión sobre jurisdicción,<br />

párr. 80.<br />

56 Opinión disi<strong>de</strong>nte, p. 11.<br />

177


57 Ibid.<br />

consi<strong>de</strong>rando se refiere a «inversiones internacionales», y seguidamente a<br />

diferencias que surjan «en relación con tales inversiones». No parece<br />

concluyente para que una inversión sea internacional que sólo el inversor<br />

tenga la nacionalidad <strong>de</strong> otro Estado cuando en el preámbulo <strong>de</strong>l Convenio<br />

se habla <strong>de</strong> que la inversión misma sea internacional y el inversor tenga la<br />

nacionalidad <strong>de</strong> otro Estado. Si verda<strong>de</strong>ramente no se ha aportado ningún<br />

activo al país receptor, no se compren<strong>de</strong> qué beneficio se genera en el<br />

país. Es posible que los activos que se aporten no sean capital sino, por<br />

ejemplo, <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> propiedad intelectual, y que el capital sea <strong>de</strong>l país<br />

receptor y esos <strong>de</strong>rechos sean aportados por nacionales extranjeros. El<br />

argumento <strong>de</strong> que el inversor habría podido invertir los activos en Ucrania<br />

o en otro país no es convincente, pues esta posibilidad existe siempre y<br />

supone exten<strong>de</strong>r la protección <strong>de</strong>l Convenio a inversiones simplemente<br />

propiedad <strong>de</strong> un nacional extranjero 57 .<br />

El elemento consensual es crítico <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong>l Convenio.<br />

Sin embargo, el hecho <strong>de</strong> que el Convenio no incluya una <strong>de</strong>finición <strong>de</strong><br />

inversión no significa que cualquier operación acordada por <strong>las</strong> partes<br />

califique como tal, pues <strong>de</strong> lo contrario el criterio objetivo <strong>de</strong>l artículo 25 a<br />

los efectos <strong>de</strong> fijar la jurisdicción <strong>de</strong>l Centro, carecería <strong>de</strong> sentido. De esta<br />

manera, aun siempre interpretando el concepto <strong>de</strong> forma amplia, los<br />

tribunales han tratado <strong>de</strong> establecer <strong>de</strong>limitaciones basadas en la<br />

aportación al <strong>de</strong>sarrollo económico <strong>de</strong>l Estado en cuestión y el riesgo<br />

asumido por el inversor durante un cierto tiempo más allá <strong>de</strong> una operación<br />

puramente comercial. En cuanto al elemento territorial, lo importante es<br />

que la inversión produzca los beneficios en el Estado receptor sin que ello<br />

signifique que los fondos <strong>de</strong> la inversión hayan sido recibidos físicamente<br />

en su territorio. Los Tribunales han usado un criterio global <strong>de</strong> la<br />

transacción para dilucidar esta cuestión y han rechazado alegaciones<br />

basadas sobre elementos aislados.<br />

178


D) El inversor<br />

Los APPRI han suscitado cuestiones múltiples sobre la protección <strong>de</strong>l<br />

inversor indirecto, <strong>de</strong>l accionista minoritario <strong>de</strong>l inversor, <strong>de</strong>l tratamiento <strong>de</strong><br />

<strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s locales como inversores, la nacionalidad <strong>de</strong>l inversor o su<br />

carácter público o privado. Nos vamos a concentrar sobre estas dos<br />

últimas cuestiones 58 .<br />

(i) Nacionalidad<br />

El Convenio abarca sólo diferencias entre un nacional <strong>de</strong> una <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

partes contratantes y otra parte contratante. Se pue<strong>de</strong> tratar <strong>de</strong> una<br />

persona natural o moral. Las personas físicas <strong>de</strong>ben tener la<br />

nacionalidad <strong>de</strong> otro Estado contratante que no sea parte en la<br />

diferencia en el momento en que <strong>las</strong> partes dan el consentimiento a<br />

someter la diferencia al arbitraje y en la fecha <strong>de</strong> su registro por el<br />

CIADI. Se excluyen expresamente quienes hayan tenido la<br />

nacionalidad <strong>de</strong>l Estado contratante parte en la diferencia en<br />

cualquiera <strong>de</strong> esas fechas 59 .<br />

El Convenio exige que <strong>las</strong> personas jurídicas tengan la nacionalidad<br />

<strong>de</strong> un Estado contratante que no sea parte en la diferencia<br />

únicamente en el momento en que <strong>las</strong> partes <strong>de</strong>n su consentimiento<br />

al arbitraje y no especifica ningún criterio para <strong>de</strong>terminar la<br />

nacionalidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s. El Convenio permite que una<br />

sociedad tenga la nacionalidad <strong>de</strong>l Estado parte en la diferencia si <strong>las</strong><br />

partes han acordado atribuirle la nacionalidad <strong>de</strong> la otra parte por<br />

estar sometida a control extranjero 60 . Aron BROCHES, el arquitecto<br />

58 Vid. sobre este tema J. DÍEZ-HOCHLEITNER y C. IZQUIERDO, «Las inversiones a través<br />

<strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s locales en los APPRIs celebrados por España con países <strong>de</strong><br />

latinoamérica», 7 Revista Electrónica <strong>de</strong> Estudios Internacionales, 2003.<br />

59 Arts. 25.1 y 25.2.a).<br />

60 Art. 25.2.b).<br />

179


61 BROCHES, op. cit., p. 360.<br />

62 Ibid., p. 331.<br />

<strong>de</strong>l Convenio, opina que esta consi<strong>de</strong>ración implica que el art. 5.2.b)<br />

presume el país <strong>de</strong> registro como criterio <strong>de</strong> nacionalidad pero<br />

permite que <strong>las</strong> partes puedan acordar otro criterio como el <strong>de</strong> la<br />

propiedad o el control 61 . Según BROCHES, <strong>las</strong> partes en una<br />

controversia <strong>de</strong>berían gozar <strong>de</strong> la más amplia facultad para ponerse<br />

<strong>de</strong> acuerdo sobre el significado <strong>de</strong> «nacionalidad» siempre que se<br />

base en un criterio razonable 62 .<br />

Hay una abundante jurispru<strong>de</strong>ncia sobre la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la<br />

nacionalidad <strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s, en qué medida <strong>de</strong>be tenerse en cuenta<br />

la nacionalidad <strong>de</strong> quienes la controlan y el efecto <strong>de</strong> la doble<br />

nacionalidad <strong>de</strong> personas físicas como accionistas controladores <strong>de</strong><br />

una sociedad. Por otra parte, la contun<strong>de</strong>ncia con que están<br />

excluidas <strong>las</strong> personas físicas nacionales <strong>de</strong>l Estado parte en una<br />

diferencia ha hecho prácticamente innecesario que los Tribunales<br />

tengan que pronunciarse sobre este particular, con alguna excepción<br />

que veremos.<br />

El Tribunal en “Amco Asia” consi<strong>de</strong>ró que el concepto <strong>de</strong><br />

nacionalidad en el Convenio era el concepto clásico <strong>de</strong> registro y<br />

se<strong>de</strong>:<br />

«Se hace una excepción a este concepto en el caso <strong>de</strong> personas<br />

morales que teniendo la nacionalidad así <strong>de</strong>finida <strong>de</strong>l Estado<br />

Contratante que es parte en la diferencia están bajo control<br />

extranjero. Pero no se dispone excepción alguna al concepto clásico<br />

en lo referente a la nacionalidad <strong>de</strong>l controlador extranjero, aún<br />

suponiendo —que no está claramente <strong>de</strong>clarado en el Convenio—<br />

180


que el hecho <strong>de</strong> que el controlador es nacional <strong>de</strong> uno u otro Estado<br />

extranjero <strong>de</strong>ba tenerse en cuenta» 63 .<br />

La última frase apunta a otra cuestión estrechamente relacionada<br />

con la nacionalidad y es hasta qué punto en una ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong><br />

socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> nacionalida<strong>de</strong>s diferentes un Tribunal pue<strong>de</strong> buscar<br />

en dicha ca<strong>de</strong>na la nacionalidad <strong>de</strong> un Estado contratante a los<br />

efectos <strong>de</strong> <strong>de</strong>scartar la jurisdicción <strong>de</strong>l CIADI. En “Amco Asia” el<br />

Tribunal se pronunció por el primer nivel <strong>de</strong> control y rechazó que se<br />

<strong>de</strong>biera tener en cuenta la nacionalidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas físicas o<br />

morales que controlen la sociedad que tiene el control directo, pues<br />

ello supondría preocuparse por la nacionalidad <strong>de</strong> quienes controlan<br />

en un segundo, tercer, o cuarto nivel o incluso más allá 64 . Por otra<br />

parte, en “SOABI v. Senegal” el Tribunal recurrió al segundo nivel<br />

para <strong>de</strong>terminar el control extranjero <strong>de</strong> la sociedad local, siendo así<br />

que la sociedad que la controlaba directamente, si bien era<br />

extranjera, no era nacional <strong>de</strong> un Estado contratante. El Tribunal en<br />

este caso manifestó que no podía aceptar que el Convenio limitara la<br />

interpretación <strong>de</strong> control extranjero a control directo 65 .<br />

La interpretación <strong>de</strong> si el control extranjero significa control<br />

mayoritario o efectivo a los efectos <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar la nacionalidad <strong>de</strong><br />

una sociedad se planteó en “Aucoven”. En este caso <strong>las</strong> partes<br />

habían acordado aplicar el criterio <strong>de</strong> la nacionalidad <strong>de</strong> la mayoría<br />

<strong>de</strong> los accionistas directos a los efectos <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar la<br />

nacionalidad <strong>de</strong> la sociedad local. El Tribunal <strong>de</strong>sestimó el<br />

argumento <strong>de</strong> Venezuela según el cual la expresión «control<br />

63 “Amco Asia Corporation et al. v. Indonesia” (Caso CIADI núm. ARB/81/1) Decisión sobre<br />

jurisdicción, párr. 14. Traducción <strong>de</strong>l autor.<br />

64 Ibid.<br />

65 “Société Ouest Africaine <strong>de</strong>s Bétons Industriels v. Senegal” (Caso CIADI núm. ARB/82/1)<br />

Decisión sobre jurisdicción, párr. 35. Vid. también en el mismo sentido el laudo en el<br />

segundo caso “Waste Management” (Caso núm. ARB(AF)/00/3), párr. 85.<br />

181


extranjero» se utiliza en el art. 25.2.b) <strong>de</strong>l Convenio en el sentido <strong>de</strong><br />

control efectivo. El Tribunal no encontró indicación alguna en los<br />

trabajos preparatorios <strong>de</strong>l Convenio <strong>de</strong> que el control efectivo «sea el<br />

nivel mínimo al que se <strong>de</strong>ba llegar antes <strong>de</strong> que <strong>las</strong> partes puedan<br />

convenir en atribuir a una persona jurídica local el carácter <strong>de</strong><br />

nacional extranjero» 66 . El Tribunal manifestó que no podía «adoptar<br />

una <strong>de</strong>finición más restrictiva <strong>de</strong>l término “control extranjero” a menos<br />

que <strong>las</strong> partes hayan ejercido sus faculta<strong>de</strong>s discrecionales <strong>de</strong> un<br />

modo inconsistente con los fines <strong>de</strong>l Convenio» 67 . El Tribunal estuvo<br />

<strong>de</strong> acuerdo con Venezuela en que los criterios económicos suelen<br />

reflejar mejor la realidad que los jurídicos, pero los consi<strong>de</strong>ró<br />

improce<strong>de</strong>ntes en el caso concreto porque <strong>las</strong> partes habían<br />

acordado que el criterio a aplicar sería la titularidad <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong><br />

<strong>las</strong> acciones y la titularidad directa es un criterio razonable para<br />

<strong>de</strong>terminar el control 68 . Sin embargo, el Tribunal creyó oportuno<br />

comentar que dichos criterios podrían haber sido relevantes, como<br />

había mantenido Venezuela, si los hechos hubieran sustentado tal<br />

argumento y la sociedad mayoritaria hubiera sido una sociedad <strong>de</strong><br />

conveniencia que ejerce un control puramente ficticio a los efectos <strong>de</strong><br />

la competencia 69 . Es <strong>de</strong>cir, un Tribunal <strong>de</strong>l CIADI podría tener en<br />

cuenta criterios más allá <strong>de</strong> la nacionalidad formal para establecer la<br />

nacionalidad <strong>de</strong>l inversor en el contexto <strong>de</strong> una ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong><br />

socieda<strong>de</strong>s.<br />

Mientras que a los efectos <strong>de</strong>l art. 25.2.b), se hace necesario<br />

averiguar la nacionalidad <strong>de</strong> quienes ejercen el control <strong>de</strong> la sociedad<br />

66 “Autopista Concesionada <strong>de</strong> Venezuela, C.A. v. República Bolivariana <strong>de</strong> Venezuela”<br />

(Caso CIADI núm. ARB/00/5) Decisión sobre jurisdicción, párr. 102.<br />

67 Ibid., párr. 104.<br />

68 Ibid., párrs. 119 y 121.<br />

69 Ibid., párr. 122.<br />

182


local, en los casos en los que no lo exige el APPRI correspondiente,<br />

los Tribunales no «han levantado el velo societario» para <strong>de</strong>terminar<br />

si la sociedad estaba controlada por los nacionales <strong>de</strong>l Estado parte<br />

en la diferencia cuando aquélla tenía la nacionalidad <strong>de</strong> otra parte<br />

contratante. En “Wena Hotels v. Egipto” el <strong>de</strong>mandante era una<br />

sociedad británica con accionistas egipcios y su capacidad <strong>de</strong> actuar<br />

no se vio afectada por este hecho 70 . Tal vez el caso más notorio es el<br />

<strong>de</strong> “Tokios Tokelés”, <strong>de</strong>l que ya hemos hablado, en el que Ucrania<br />

alegó en sus excepciones a la competencia <strong>de</strong>l Tribunal que, al ser la<br />

sociedad lituana inversora en Ucrania controlada por ciudadanos<br />

ucranianos, no podía ser calificada como inversora bajo el Convenio<br />

o el APPRI, <strong>de</strong>biendo el Tribunal «levantar el velo» societario para<br />

averiguar la nacionalidad <strong>de</strong> los accionistas. También alegó que el<br />

APPRI se extendía a socieda<strong>de</strong>s registradas en terceros países<br />

siempre que el control estuviera en manos <strong>de</strong> los ciudadanos <strong>de</strong> una<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> partes contratantes o en ellos estuviera su se<strong>de</strong> social y que,<br />

<strong>de</strong> la misma manera, este criterio <strong>de</strong>bía emplearse en sentido<br />

contrario para <strong>de</strong>negar la calidad <strong>de</strong> inversor a quien estuviera bajo<br />

el control <strong>de</strong> los nacionales <strong>de</strong> una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes. El Tribunal no<br />

estuvo <strong>de</strong> acuerdo con este argumento, señalando que si <strong>las</strong> partes<br />

hubieran querido que se aplicase este criterio restrictivo lo hubieran<br />

incluido expresamente en el APPRI 71 . El Tribunal se refirió a <strong>las</strong><br />

situaciones <strong>de</strong>scritas en “Barcelona Traction” en que es legítimo<br />

«levantar el velo»: prevenir abusos <strong>de</strong> los privilegios por parte <strong>de</strong> la<br />

persona jurídica y casos <strong>de</strong> frau<strong>de</strong>, proteger a terceros o prevenir la<br />

evasión <strong>de</strong> requisitos legales u obligaciones 72 . El Tribunal no aceptó<br />

70 International Legal Materials, 2002, pp. 887 ss.<br />

71 Párr. 30.<br />

72 ICJ Reports, 1970, párr. 58.<br />

183


73 “Tokios Tokelés”, párr. 40.<br />

que estos supuestos se dieran en “Tokios Tokelés”, rehusando<br />

«levantar el velo» y consi<strong>de</strong>rar la nacionalidad <strong>de</strong> los accionistas 73 .<br />

Mientras que la exclusión <strong>de</strong> los nacionales personas físicas <strong>de</strong>l<br />

Estado parte en la diferencia viene claramente expresada en el<br />

Convenio, aun cuando tengan la nacionalidad <strong>de</strong> otro Estado<br />

contratante, no es este el caso <strong>de</strong> una sociedad <strong>de</strong> nacionalidad <strong>de</strong><br />

otro Estado contratante cuyos accionistas gozan <strong>de</strong> la doble<br />

nacionalidad, la <strong>de</strong> la sociedad y la <strong>de</strong>l Estado parte en la diferencia.<br />

La <strong>de</strong>cisión sobre jurisdicción en “Champion Trading et al. v. Egipto”<br />

ofrece un ejemplo en el que se dan <strong>las</strong> dos situaciones. Tres <strong>de</strong> los<br />

cinco <strong>de</strong>mandantes eran personas físicas que tenían doble<br />

nacionalidad, estadouni<strong>de</strong>nse y egipcia. Los <strong>de</strong>mandantes alegaron<br />

que la atribución <strong>de</strong> la nacionalidad <strong>de</strong> un país <strong>de</strong> acuerdo con su<br />

legislación <strong>de</strong>bía ajustarse al criterio <strong>de</strong> la nacionalidad efectiva<br />

establecido en el caso “Nottembohm” por el Tribunal Internacional <strong>de</strong><br />

Justicia. Egipto presentó excepciones a la competencia <strong>de</strong>l Tribunal<br />

basándose en la doble nacionalidad <strong>de</strong> los <strong>de</strong>mandantes personas<br />

físicas y <strong>de</strong> los accionistas <strong>de</strong> <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>mandantes. El<br />

Tribunal aceptó la excepción a su competencia por lo que atañe a <strong>las</strong><br />

personas físicas <strong>de</strong>bido a los términos estrictos <strong>de</strong>l Convenio en<br />

cuanto a la nacionalidad <strong>de</strong>l inversor 74 . Por otra parte rechazó la<br />

excepción <strong>de</strong> competencia respecto <strong>de</strong> <strong>las</strong> otras <strong>de</strong>mandantes —dos<br />

socieda<strong>de</strong>s registradas en Estados Unidos cuyos accionistas eran en<br />

su mayoría nacionales doblemente egipcios y estadouni<strong>de</strong>nses—. La<br />

<strong>de</strong>cisión es particularmente interesante porque el APPRI entre<br />

Estados Unidos y Egipto estipula que «Sociedad <strong>de</strong> una Parte»<br />

significa una sociedad establecida según la ley <strong>de</strong> la parte en la que<br />

personas físicas nacionales <strong>de</strong> esa parte tienen un interés sustancial.<br />

74<br />

“Champion Trading Company et al. v. Egipto” (Caso CIADI núm. ARB/02/1). Decisión<br />

sobre Jurisdicción, p. 17.<br />

184


75 Ibid., p. 18.<br />

El Tribunal <strong>de</strong>cidió que la restricción en cuanto a la doble<br />

nacionalidad no se extien<strong>de</strong> a los accionistas <strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s pues ni<br />

el Convenio ni el APPRI excluyen a <strong>las</strong> personas <strong>de</strong> doble<br />

nacionalidad como accionistas <strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la otra parte<br />

contratante 75 .<br />

La doble nacionalidad <strong>de</strong> personas físicas y su efectividad fueron<br />

consi<strong>de</strong>radas en “Eudoro Olguín”. La <strong>de</strong>manda en ese caso se<br />

basaba en el APPRI entre Perú y Paraguay y el <strong>de</strong>mandante tenía<br />

nacionalidad peruana y estadouni<strong>de</strong>nse 76 . La cuestión se planteó no<br />

tanto respecto <strong>de</strong> la restricción <strong>de</strong>l Convenio —el Sr. Olguín no era<br />

paraguayo— como sobre si la nacionalidad peruana era la<br />

verda<strong>de</strong>ramente efectiva. El Sr. Olguín residía en Estados Unidos y,<br />

según arguyó Paraguay, el or<strong>de</strong>n jurídico peruano en caso <strong>de</strong> doble<br />

nacionalidad supedita el ejercicio <strong>de</strong> ciertos <strong>de</strong>rechos al domicilio <strong>de</strong><br />

la persona. El Tribunal <strong>de</strong>cidió que, para saber si el <strong>de</strong>mandante<br />

podía tener acceso a la jurisdicción arbitral, lo importante era<br />

<strong>de</strong>terminar si tenía nacionalidad peruana y si esta nacionalidad era<br />

efectiva:<br />

«No hay duda en cuanto a ese punto. No ha habido controversia en<br />

cuanto a que el señor Olguín tiene <strong>las</strong> dos nacionalida<strong>de</strong>s, y que<br />

ambas son efectivas. Lo que entienda uno <strong>de</strong> sus dos estados<br />

patriales, o el otro, o acaso ambos, sobre, por ejemplo, el ejercicio<br />

por parte <strong>de</strong> esa persona <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos políticos, los <strong>de</strong>rechos<br />

civiles, la responsabilidad por su protección diplomática y la<br />

importancia <strong>de</strong>l domicilio para la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> tales <strong>de</strong>rechos<br />

carece <strong>de</strong> importancia ante el hecho jurídico legítimo <strong>de</strong> que el señor<br />

Olguín tiene efectivamente <strong>las</strong> dos nacionalida<strong>de</strong>s. Al Tribunal le<br />

76 Estados Unidos y Paraguay no han concluido un APPRI.<br />

185


77 Párr. 61.<br />

basta la efectividad <strong>de</strong> su nacionalidad peruana para juzgar que no<br />

se le pue<strong>de</strong> excluir <strong>de</strong>l régimen <strong>de</strong> protección <strong>de</strong>l CBI» 77 .<br />

Para el Tribunal lo importante era, pues, que la nacionalidad <strong>de</strong>l<br />

Estado parte <strong>de</strong>l APPRI fuera efectiva <strong>de</strong> por sí, sin necesidad <strong>de</strong><br />

analizar si era más o menos efectiva en relación con otra<br />

nacionalidad.<br />

Se pue<strong>de</strong> concluir que los Tribunales se han guiado por criterios que<br />

favorecen la competencia <strong>de</strong>l CIADI cuando se pue<strong>de</strong> escoger entre<br />

socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la misma ca<strong>de</strong>na a los efectos <strong>de</strong> encontrar un vínculo<br />

con una nacionalidad <strong>de</strong> un Estado parte contratante, con la<br />

salvedad <strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s que se hayan establecido por conveniencia<br />

o <strong>de</strong> forma engañosa respecto <strong>de</strong>l Estado en cuestión. Por otra parte,<br />

la exclusión clara en el Convenio <strong>de</strong> los individuos con doble<br />

nacionalidad que incluya la <strong>de</strong>l Estado parte en la diferencia limita su<br />

capacidad <strong>de</strong> actuar aunque esa nacionalidad fuera por conveniencia<br />

o no efectiva.<br />

(ii) Inversor privado o público<br />

Para que se pueda someter a un arbitraje <strong>de</strong>l CIADI se requiere que<br />

en la diferencia una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes sea un nacional <strong>de</strong> otra parte<br />

contratante; no cabe que sea una diferencia entre dos Estados. En<br />

“Ceskoslovenska Obchodni Banka, A.S. (CSOB) v. Eslovaquia” la<br />

<strong>de</strong>mandada objetó la competencia <strong>de</strong>l Tribunal por ser CSOB una<br />

agencia <strong>de</strong>l gobierno checo y no una entidad comercial<br />

in<strong>de</strong>pendiente; la parte verda<strong>de</strong>ramente interesada en la diferencia<br />

era el Estado checo. El Tribunal se refirió en primer lugar a los<br />

trabajos preparatorios <strong>de</strong>l Convenio a los efectos <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar que<br />

la intención no había sido excluir socieda<strong>de</strong>s propiedad <strong>de</strong> gobiernos<br />

186


y que el criterio <strong>de</strong>terminante es si actúa como agente <strong>de</strong>l gobierno o<br />

<strong>de</strong>sempeña una función esencialmente gubernamental 78 .<br />

A juicio <strong>de</strong>l Tribunal, lo relevante era, pues, la naturaleza <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

activida<strong>de</strong>s que CSOB había ejercido en representación <strong>de</strong>l gobierno<br />

checo y no la finalidad que éstas perseguían. Las activida<strong>de</strong>s en<br />

cuestión eran activida<strong>de</strong>s para facilitar o ejecutar transacciones<br />

bancarias internacionales y operaciones comerciales extranjeras que<br />

el Estado <strong>de</strong>seaba apoyar. En resumen, activida<strong>de</strong>s que, si bien<br />

tenían por objetivo promover <strong>las</strong> políticas gubernamentales, eran <strong>de</strong><br />

naturaleza esencialmente comercial y no gubernamental. Las<br />

medidas que CSOB había tomado para ajustarse a una economía <strong>de</strong><br />

mercado en el momento <strong>de</strong> la transformación <strong>de</strong>l Estado checo no<br />

suponían el ejercicio <strong>de</strong> funciones <strong>de</strong> gobierno. Eran medidas para<br />

reforzar la posición financiera <strong>de</strong> CSOB que no diferían <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

tomadas por un banco privado en circunstancias similares 79 .<br />

Volveremos sobre este punto en la sección siguiente en el contexto<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> actuaciones <strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s estatales y en qué medida<br />

involucran al Estado.<br />

E) El estado como <strong>de</strong>mandado<br />

Aunque hay inversores que han sido <strong>de</strong>mandados por el Estado receptor<br />

<strong>de</strong> la inversión, se trata <strong>de</strong> casos aislados y no siempre posibles en el<br />

marco <strong>de</strong> los APPRI que, en general, sólo permiten que sea <strong>de</strong>mandante<br />

el inversor. La cuestión que se plantea es cuándo el Estado actúa como tal<br />

y cuándo actúa como podría hacerlo una contraparte <strong>de</strong> Derecho privado.<br />

La distinción ha sido objeto <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones en casos <strong>de</strong> contratación directa<br />

<strong>de</strong>l Estado con una sociedad privada y <strong>de</strong> contratación entre un ente <strong>de</strong><br />

78<br />

“CSOB E v. Eslovaquia” (Caso CIADI núm. ARB/97/4) Decisión sobre jurisdicción, párr. 17,<br />

y BROCHES, pp. 354-355.<br />

79 Decisión sobre jurisdicción, párr. 25.<br />

187


Derecho privado <strong>de</strong> propiedad <strong>de</strong>l Estado con una sociedad <strong>de</strong> Derecho<br />

mercantil. Por otra parte, cuando se trata <strong>de</strong> actuaciones <strong>de</strong> una división<br />

territorial <strong>de</strong>l Estado los Tribunales han sido unánimes en sus <strong>de</strong>cisiones<br />

en el sentido que dichas actuaciones involucran la responsabilidad<br />

internacional <strong>de</strong>l Estado.<br />

Uno <strong>de</strong> los análisis más completos <strong>de</strong> este tema se encuentra en la<br />

<strong>de</strong>cisión sobre competencia en el único caso contra España. Un ciudadano<br />

argentino, Emilio Maffezini, había invertido en la producción <strong>de</strong> ciertos<br />

productos químicos en Galicia por medio <strong>de</strong> una sociedad, Emilio Maffezini<br />

S.A. (EAMSA), registrada en España. El Sr. Maffezini aportó dos tercios<br />

<strong>de</strong>l capital y la Sociedad para el Desarrollo Industrial <strong>de</strong> Galicia (SODIGA),<br />

una sociedad cuyo capital provenía <strong>de</strong> fondos públicos, aportó el resto.<br />

Poco <strong>de</strong>spués que empezara la construcción <strong>de</strong> una planta química,<br />

EAMSA tuvo dificulta<strong>de</strong>s financieras, se paralizaron los trabajos y los<br />

empleados fueron licenciados. En su reclamación contra España, el Sr.<br />

Maffezini mantuvo que SODIGA era una entidad pública cuyos actos y<br />

omisiones eran atribuibles al Estado. El Tribunal, en la fase <strong>de</strong><br />

competencia, apuntó que ni el APPRI ni el Convenio preveían criterios para<br />

<strong>de</strong>terminar qué actuaciones <strong>de</strong> <strong>las</strong> agencias o subdivisiones <strong>de</strong> un Estado<br />

le eran atribuibles. El Tribunal consi<strong>de</strong>ró si SODIGA era una entidad estatal<br />

y, en la fase sobre el fondo, en qué medida sus acciones podían ser<br />

atribuidas al Estado.<br />

Para <strong>de</strong>cidir la primera cuestión, el Tribunal recurrió a <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong><br />

Derecho internacional y se guió por criterios estructurales y funcionales.<br />

Aunque SODIGA estaba registrada como sociedad mercantil, el Tribunal<br />

consi<strong>de</strong>ró <strong>de</strong>terminante, según el criterio estructural, que su capital hubiera<br />

sido contribuido por entida<strong>de</strong>s públicas. Después analizó <strong>las</strong> funciones que<br />

el Estado había encomendado a SODIGA, <strong>de</strong>terminando que muchas <strong>de</strong><br />

el<strong>las</strong> tenían por objeto cumplir funciones gubernamentales en el área <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>sarrollo económico y no podían ser consi<strong>de</strong>radas <strong>de</strong> naturaleza<br />

comercial. El Tribunal incluso opinó que aun cuando el Estado hubiera<br />

188


80 “Salini”, párr. 60.<br />

81 Ibid. ,párr. 31.<br />

82 Ibid., párrs. 30-35.<br />

<strong>de</strong>legado estas funciones a una entidad privada sería responsable por el<br />

<strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> esas funciones. En la fase sobre el fondo el Tribunal estimó<br />

que ciertas funciones como el manejo <strong>de</strong> los pagos, cuentas y finanzas <strong>de</strong><br />

EAMSA, así como sus intervenciones ante <strong>las</strong> autorida<strong>de</strong>s españo<strong>las</strong> sin<br />

remuneración, eran atribuibles a su función como representante <strong>de</strong>l<br />

Estado. La misma opinión le mereció la <strong>de</strong>cisión tomada por SODIGA, y no<br />

EAMSA, <strong>de</strong> aumentar la inversión.<br />

En el caso “Salini” el Tribunal señaló que en los casos en que el Estado ha<br />

organizado la actividad <strong>de</strong> un sector a través <strong>de</strong> una entidad legal<br />

diferente, no necesariamente se encuentra vinculado por la oferta <strong>de</strong><br />

arbitraje realizada en un APPRI respecto <strong>de</strong> incumplimientos contractuales<br />

<strong>de</strong> dicha entidad, ni aun cuando la entidad sea estatal 80 . También recalcó<br />

que ni el Convenio ni el APPRI <strong>de</strong> Italia con Marruecos dan la más mínima<br />

indicación sobre lo que <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse por «Estado contratante» 81 .<br />

Después el Tribunal hizo un análisis similar al <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión sobre<br />

jurisdicción en “Maffezini” basándose en criterios estructurales y<br />

funcionales. El Tribunal se fijó en que el gobierno era propietario <strong>de</strong> casi el<br />

90 por 100 <strong>de</strong> <strong>las</strong> acciones <strong>de</strong> la sociedad con quien Salini había<br />

contratado y en el control <strong>de</strong> la sociedad por el Estado, a través <strong>de</strong> la<br />

asamblea general <strong>de</strong> accionistas, el consejo <strong>de</strong> administración y la<br />

titularidad <strong>de</strong> la presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> este último por un ministro <strong>de</strong>l gobierno. En<br />

cuanto al criterio funcional, la sociedad estatal estaba encargada <strong>de</strong> tareas<br />

estatales relacionadas con servicios públicos, siendo su actividad principal<br />

la construcción, mantenimiento y operación <strong>de</strong> <strong>las</strong> carreteras y gran<strong>de</strong>s<br />

vías <strong>de</strong> comunicación. El punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong>l Tribunal fue confirmado por la<br />

naturaleza administrativa <strong>de</strong>l contrato, cómo había sido licitado y<br />

concluido 82 .<br />

189


Se pue<strong>de</strong> concluir que los Tribunales Arbitrales han tomado nota <strong>de</strong> la gran<br />

variedad <strong>de</strong> modos <strong>de</strong> organización que el Estado utiliza en sus<br />

activida<strong>de</strong>s como autoridad pública y han ido más allá <strong>de</strong> los aspectos<br />

formales para <strong>de</strong>terminar la responsabilidad <strong>de</strong>l Estado en casos <strong>de</strong><br />

socieda<strong>de</strong>s mercantiles que están controladas por el Estado y cumplen<br />

funciones <strong>de</strong> naturaleza estatal.<br />

F) El nivel <strong>de</strong> protección<br />

Los estándares <strong>de</strong> protección están enunciados en los APPRI en términos<br />

generales que cobran sentido específico en su aplicación a <strong>las</strong><br />

circunstancias <strong>de</strong> un caso concreto. Por razones <strong>de</strong> espacio nos<br />

limitaremos a analizar los conceptos <strong>de</strong> trato justo y equitativo, <strong>de</strong> medidas<br />

equivalentes a una expropiación y <strong>de</strong> medidas discriminatorias o<br />

arbitrarias; también nos ocuparemos <strong>de</strong> <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong> «paraguas» y <strong>de</strong> la<br />

nación más favorecida y <strong>de</strong>l alcance <strong>de</strong> la protección otorgada por los<br />

APPRI en relación con el riesgo comercial <strong>de</strong>l inversor.<br />

(i) Trato justo y equitativo 83<br />

Tradicionalmente se consi<strong>de</strong>raba que un Estado había violado la<br />

obligación internacional <strong>de</strong> trato justo y equitativo <strong>de</strong> un extranjero<br />

cuando se producía una situación <strong>de</strong> «ultraje, mala fe, negligencia<br />

intencional <strong>de</strong> un <strong>de</strong>ber, o a una falta <strong>de</strong> actuación gubernamental<br />

tan por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> los estándares internacionales que cualquier<br />

persona razonable e imparcial fácilmente la reconocería» 84 . Este<br />

concepto <strong>de</strong> trato justo y equitativo se consi<strong>de</strong>ra superado por la<br />

doctrina actual y la jurispru<strong>de</strong>ncia arbitral, sin embargo sigue<br />

discutiéndose si el trato justo y equitativo previsto en los APPRI o en<br />

el TLCAN consiste en el trato mínimo <strong>de</strong> extranjeros que requiere el<br />

83 Vid, en general, S. VASCIANNIE, «The Fair and Equitable Treatment Standard in<br />

International Investment Law and Practice», BYIL, 1999, pp. 99 ss.<br />

84 “USA (L. F. Neer) y. México”, AJIL, 1927, p. 556. Traducción <strong>de</strong>l autor.<br />

190


Derecho internacional consuetudinario o su contenido tiene<br />

elementos adicionales. En el laudo <strong>de</strong> “Pope & Talbot” el Tribunal<br />

sostuvo que los elementos <strong>de</strong> trato equitativo en el art. 1.105(1) <strong>de</strong>l<br />

TLCAN <strong>de</strong>bían evaluarse sin el límite que vendría impuesto en una<br />

evaluación <strong>de</strong> medidas bajo el estándar <strong>de</strong> trato mínimo <strong>de</strong><br />

extranjeros en Derecho internacional 85 .<br />

A raíz <strong>de</strong> este laudo, la Comisión <strong>de</strong> Libre Comercio, prevista en el<br />

TLCAN para su interpretación, interpretó el alcance <strong>de</strong>l nivel mínimo<br />

<strong>de</strong> trato previsto en el art. 1.105(1) <strong>de</strong>l TLCAN como se indica a<br />

continuación:<br />

«1. El art. 1.15 1(1) establece un nivel mínimo <strong>de</strong> trato a los<br />

extranjeros acor<strong>de</strong> con el <strong>de</strong>recho internacional consuetudinario<br />

como nivel mínimo <strong>de</strong> trato a otorgar a <strong>las</strong> inversiones <strong>de</strong><br />

inversionistas <strong>de</strong> la otra parte.<br />

2. Los conceptos <strong>de</strong> “trato justo y equitativo” y <strong>de</strong> “protección y<br />

seguridad plenas” no requieren un tratamiento adicional a aquel<br />

exigido por el nivel mínimo <strong>de</strong> trato <strong>de</strong> extranjeros <strong>de</strong> acuerdo al<br />

<strong>de</strong>recho internacional consuetudinario» 86 .<br />

Dadas <strong>las</strong> circunstancias en que se adoptó esta interpretación podría<br />

enten<strong>de</strong>rse como un endoso por los países miembros <strong>de</strong>l TLCAN <strong>de</strong>l<br />

concepto <strong>de</strong> trato justo y equitativo bajo un Derecho internacional<br />

consuetudinario estático, que no ha evolucionado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el caso<br />

“Neer”. Así pues no es sorpren<strong>de</strong>nte que el tema haya sido discutido<br />

por Tribunales Arbitrales posteriores en casos en que <strong>de</strong>ben <strong>de</strong>cidir<br />

si una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes <strong>de</strong>l TLCAN ha incumplido el estándar <strong>de</strong> trato<br />

85 “Pope and Talbot v. Canada, Laudo” (Segunda fase), párr. 111. El art 1.105(1) dice así:<br />

«Each Party shall accord to investments of investors of another Party treatment in<br />

accordance with international law, including fair and equitable treatment and full protection<br />

and security».<br />

86 Decisión <strong>de</strong> 31 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 2001.<br />

191


justo y equitativo. En el laudo <strong>de</strong> “Mon<strong>de</strong>y v. Estados Unidos” se <strong>de</strong>ja<br />

constancia que Estados Unidos acepta que los términos <strong>de</strong>l art.<br />

1.105(1) son susceptibles <strong>de</strong> evolucionar 87 e igualmente en el laudo<br />

<strong>de</strong> “ADF Group Inc. y. Estados Unidos” se señala que este punto <strong>de</strong><br />

vista es aceptado por Canadá y México 88 . El estándar aplicable hoy<br />

no es el mismo <strong>de</strong> 1927. La diferencia está principalmente en que ni<br />

la práctica <strong>de</strong> los Estados, ni <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> los Tribunales<br />

internacionales, ni el parecer <strong>de</strong> la doctrina estima que la mala fe o<br />

una intención maliciosa son un elemento esencial para apreciar falta<br />

<strong>de</strong> trato justo y equitativo 89 .<br />

En el reciente laudo <strong>de</strong>l segundo caso <strong>de</strong> “Waste Management”, el<br />

Tribunal, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> analizar <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones y laudos <strong>de</strong> Tribunales<br />

arbitrales 90 establecidos bajo el TLCAN, llega a la conclusión <strong>de</strong> que<br />

«el nivel mínimo <strong>de</strong> trato justo y equitativo es quebrantado por una<br />

conducta atribuible al Estado y es perjudicial para la <strong>de</strong>mandante si<br />

dicha conducta es arbitraria, notoriamente injusta, antijurídica o<br />

idiosincrásica y discriminatoria si la <strong>de</strong>mandante es objeto <strong>de</strong><br />

prejuicios raciales o regionales o si involucra ausencia <strong>de</strong> <strong>de</strong>bido<br />

proceso que lleva a un resultado que ofen<strong>de</strong> la discrecionalidad<br />

judicial, como podría ocurrir con un fracaso manifiesto <strong>de</strong> la justicia<br />

natural en los procedimientos judiciales o una falta total <strong>de</strong><br />

transparencia e imparcialidad en un proceso administrativo. Al aplicar<br />

87 “Mon<strong>de</strong>v International Ltd. v. Estados Unidos” (Caso núm. ARB(AF)/99/2) Laudo, párr.<br />

119. «AP» indica que es un caso siguiendo el reglamento <strong>de</strong>l Mecanismo<br />

Complementario, «Additional Facility» en inglés.<br />

88 “ADF Group Inc. v. Estados Unidos” (Caso núm. ALRB(AF)/00/1) Laudo, párr. 179.<br />

89 «To the mo<strong>de</strong>rn eye, what it unfair or inequitable need not equate with the outrageous or<br />

the egregious. In particular; a state may treat foreign investment unfairly and inequitably<br />

without necessarily acting in bad faith». “Mon<strong>de</strong>v”, párr. 116. Vid. también el laudo en “The<br />

Lowen Group, Inc. y Raymond L. Loewen v. Estados Unidos” (Caso núm. ARB(AF)/98/03)<br />

párr. 132.<br />

90 “S.D. Myers, Inc. v. Canadá, ADF, Mon<strong>de</strong>v y Lowen”.<br />

192


91 “Waste Management”, párr. 98.<br />

este criterio es pertinente que el trato sea contrario y violatorio <strong>de</strong><br />

forma razonable» 91 .<br />

Cabe notar la referencia a la noción <strong>de</strong> transparencia y, por otra<br />

parte, la falta <strong>de</strong> referencia a la mala fe, aun manteniéndose un<br />

estándar relativamente estricto al referirse a «un fracaso manifiesto<br />

<strong>de</strong> la justicia natural» y «falta total <strong>de</strong> transparencia e imparcialidad».<br />

También Tribunales Arbitrales que han aplicado el estándar <strong>de</strong> trato<br />

justo y equitativo <strong>de</strong> los APPRI han consi<strong>de</strong>rado la transparencia en<br />

la conducta <strong>de</strong>l Estado como uno <strong>de</strong> los elementos <strong>de</strong>terminantes <strong>de</strong><br />

su responsabilidad. En “Maffezini” el Tribunal tomó en consi<strong>de</strong>ración<br />

la falta <strong>de</strong> transparencia en la conducta <strong>de</strong> SODIGA al disponer <strong>de</strong><br />

los fondos <strong>de</strong>l inversor sin su consentimiento.<br />

En el laudo <strong>de</strong> “Tecmed” se encuentra la <strong>de</strong>finición que se pue<strong>de</strong><br />

consi<strong>de</strong>rar más <strong>de</strong>scriptiva y comprensiva <strong>de</strong> lo que significa el trato<br />

justo y equitativo:<br />

«[El estándar <strong>de</strong>l tratamiento justo y equitativo exige] brindar un<br />

tratamiento a la inversión extranjera que no <strong>de</strong>svirtúe <strong>las</strong><br />

expectativas básicas en razón <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuales el inversor extranjero<br />

<strong>de</strong>cidió realizar la inversión. Como parte <strong>de</strong> tales expectativas, aquél<br />

cuenta con que el Estado receptor <strong>de</strong> la inversión se conducirá <strong>de</strong><br />

manera coherente, <strong>de</strong>sprovista <strong>de</strong> ambigüeda<strong>de</strong>s y transparente en<br />

sus relaciones con el inversor extranjero, <strong>de</strong> manera que éste pueda<br />

conocer <strong>de</strong> manera anticipada, para planificar sus activida<strong>de</strong>s y<br />

ajustar su conducta, no sólo <strong>las</strong> normas o reglamentaciones que<br />

regirán tales activida<strong>de</strong>s, sino también <strong>las</strong> políticas perseguidas por<br />

193


tal normativa y <strong>las</strong> prácticas o directivas administrativas que les son<br />

relevantes» 92 .<br />

Comparada con la conclusión a que se llegó en el segundo caso <strong>de</strong><br />

“Waste Management” <strong>de</strong>staca la falta <strong>de</strong> calificativos extremos en la<br />

<strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> <strong>las</strong> actuaciones estatales. La misma trayectoria sigue<br />

el Tribunal en el laudo <strong>de</strong> “RFCC”. Este Tribunal da al trato justo y<br />

equitativo dos posibles significados: el <strong>de</strong> un tratamiento conforme a<br />

un estándar <strong>de</strong> Derecho internacional que protege <strong>de</strong>rechos<br />

personales y procesales elementales, como acceso a la justicia y<br />

protección <strong>de</strong> la persona <strong>de</strong>l inversor y sus bienes contra medidas<br />

injustificadas y arbitrarias, o el <strong>de</strong> una obligación sin contenido<br />

específico pre<strong>de</strong>terminado y que se refiere a nociones <strong>de</strong> justicia y<br />

equidad entendidas objetivamente, teniendo en cuenta <strong>las</strong><br />

circunstancias <strong>de</strong> hecho <strong>de</strong>l caso. Es <strong>de</strong>cir, siempre según “RFCC”,<br />

«un Tribunal pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cidir que el Estado receptor ha <strong>de</strong>mostrado un<br />

comportamiento injusto y sin equidad aun sin que haya habido<br />

<strong>de</strong>negación <strong>de</strong> justicia o <strong>de</strong>negación sin motivo <strong>de</strong> un <strong>de</strong>recho<br />

evi<strong>de</strong>nte» 93 .<br />

Por otra parte, el Tribunal en “Alex Genin” se apartó <strong>de</strong> esa línea al<br />

consi<strong>de</strong>rar si el procedimiento seguido por el Banco <strong>de</strong> Estonia en la<br />

revocación <strong>de</strong> una licencia bancaria suponía una violación <strong>de</strong>l trato<br />

justo y equitativo. El Tribunal <strong>de</strong>claró que actuaciones <strong>de</strong>l Estado que<br />

indican «un abandono intencional <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber, falta <strong>de</strong> acción muy por<br />

92<br />

“Técnicas Medioambientales Tecmed, S.A. v. México” (Caso núm. ARB(AF)/00/2), párr.<br />

154.<br />

93<br />

“Consortium RFCC v. Marruecos” (Caso CIAUI núm. ARB/00/6), p. 33. Traducción <strong>de</strong>l<br />

autor.<br />

194


<strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> estándares internacionales, o incluso mala fe» 94<br />

constituyen violaciones <strong>de</strong> ese estándar.<br />

Como hemos visto en la aplicación <strong>de</strong>l estándar por los Tribunales<br />

hay diferentes apreciaciones <strong>de</strong> los elementos que contiene,<br />

particularmente si es necesario que el Estado haya actuado <strong>de</strong> mala<br />

fe o «muy por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> estándares internacionales». La<br />

jurispru<strong>de</strong>ncia parece encauzarse por un estándar más alto <strong>de</strong><br />

conducta en el que juega un papel principal no la mala fe <strong>de</strong>l Estado<br />

sino los elementos que <strong>de</strong> buena fe consi<strong>de</strong>ró el inversor al realizar<br />

su inversión y la actuación coherente y transparente <strong>de</strong>l Estado.<br />

(ii) Medidas discriminatorias<br />

Como hemos visto en <strong>las</strong> <strong>de</strong>scripciones <strong>de</strong> la obligación <strong>de</strong> trato justo<br />

y equitativo, la no discriminación y la no arbitrariedad forman parte <strong>de</strong><br />

los estándares <strong>de</strong> conducta a que <strong>de</strong>be ajustarse la actuación <strong>de</strong>l<br />

Estado en relación con <strong>las</strong> inversiones protegidas por los APPRI.<br />

Aquí nos limitaremos a hacer una referencia a algunos casos<br />

concretos que han aportado aclaraciones sobre el concepto <strong>de</strong><br />

medida discriminatoria o arbitraria.<br />

Se consi<strong>de</strong>ra que hay discriminación cuando una inversión es tratada<br />

<strong>de</strong> forma menos favorable que otra por motivos políticos o sin que<br />

medie un motivo objetivo que lo justifique 95 . Así, en “GAMI v. México”,<br />

el Tribunal estimó que la medida consi<strong>de</strong>rada no había sido<br />

discriminatoria porque existían razones que justificaban el trato<br />

diferenciado: el hecho <strong>de</strong> que sólo ciertos ingenios azucareros fueran<br />

expropiados por el gobierno <strong>de</strong> México reflejaba el objetivo legítimo<br />

<strong>de</strong> que la industria azucarera estuviera en manos <strong>de</strong> empresas<br />

94 “Alex Genin, Eastern Credit Limited, inc. and A.S. Baltoil v. Estonia” (Caso CIADI núm.<br />

ARB/99/2), párr. 367. Traducción <strong>de</strong>l autor.<br />

95 “RFCC”, párr. 97.<br />

195


solventes, no siendo la medida aplicada <strong>de</strong> forma discriminatoria ni<br />

como una barrera disfrazada contra la igualdad <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s 96 .<br />

En “Alex Genin” el Tribunal consi<strong>de</strong>ró si el procedimiento seguido<br />

para la revocación <strong>de</strong> una licencia bancaria violaba la obligación <strong>de</strong><br />

tratamiento no discriminatorio y no arbitrario exigido por el APPRI<br />

entre Estados Unidos y Estonia. Según este Tribunal, el Banco <strong>de</strong><br />

Estonia tenía motivos más que suficientes para revocar la licencia y<br />

habría violado la obligación <strong>de</strong> no discriminar sólo si hubiera actuado<br />

<strong>de</strong> «mala fe, faltado intencionalmente al procedimiento requerido por<br />

la ley o haber incurrido en una omisión extrema» 97 . El Tribunal aña<strong>de</strong><br />

un elemento intencional o exige que se trate <strong>de</strong> un caso extremo, no<br />

contentándose con comprobar la objetividad en la <strong>de</strong>cisión como en<br />

el caso “GAMI” que acabamos <strong>de</strong> ver.<br />

(iii) Medidas equivalentes a expropiación<br />

Como ya se ha indicado es raro en la jurispru<strong>de</strong>ncia arbitral actual<br />

encontrar casos <strong>de</strong> expropiación en sentido estricto. Generalmente<br />

se trata <strong>de</strong> medidas tomadas por el Estado que tienen un efecto<br />

equivalente a la expropiación. La <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> esas medidas, la<br />

evaluación <strong>de</strong> sus efectos para <strong>de</strong>terminar sí son equivalentes a una<br />

expropiación y la distinción entre medidas contractuales son<br />

cuestiones frecuentemente planteadas en el arbitraje <strong>de</strong> inversión 98 .<br />

96 “GAMI Investments, Inc. v. México” (Caso TLCAN/CNUDMI), párr. 144.<br />

97 En el original se dice: «in or<strong>de</strong>r to amount to a violation of the BIT, any procedural<br />

irregularity that may have been present would have to amount to bad faith, a willfull<br />

disregard of due process of law or an extreme insufficiency of action», párr. 371.<br />

98 Vid., en general, R. DOLZER «Indirect Expropriation of Alien Property», ICSID Review,<br />

1986, pp. 41 ss.; R. HIGGINS, «The Taking of Property by the State: Recent<br />

Developments in International Law», Rec. <strong>de</strong>s cours, pp. 322-354 (en a<strong>de</strong>lante HIGGINS);<br />

T. WAELDE & A. KOLO, «Environmental regulation, investment protection and “regulatory<br />

taking” in international law» ICLQ, 2001, pp. 811 ss.; Y. NOUVEL, «Les mesures<br />

equivalent à une expropriation dans la practique récente <strong>de</strong>s tribunaux arbitraux», Revue<br />

Générale <strong>de</strong> Droit international Public, 2002, pp. 79 ss.; L. Y. FORTIER y S. L. DRYMER,<br />

196


Los APPRI no <strong>de</strong>finen normalmente <strong>las</strong> medidas equivalentes a una<br />

expropiación, lo que es comprensible si se tiene en cuenta la gran<br />

variedad <strong>de</strong> medidas posibles. Encontramos a lo sumo APPRI que<br />

ilustran el concepto con ejemplos. Así, algunos APPRI <strong>de</strong> Estados<br />

Unidos se refieren a medidas fiscales, a la venta forzosa <strong>de</strong> la<br />

inversión, a la interferencia en la gerencia o en el control <strong>de</strong> la<br />

inversión.<br />

En “Compañía <strong>de</strong>l Desarrollo <strong>de</strong> Santa Elena S.A. v. Costa Rica” la<br />

diferencia se centraba en el monto <strong>de</strong> la compensación que <strong>de</strong>bía<br />

pagar el Estado al inversor, no había diferencia sobre el hecho <strong>de</strong><br />

que el inversor había sido expropiado. A los efectos <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar<br />

cuándo la expropiación tuvo lugar, el Tribunal <strong>de</strong>finió como medidas<br />

equivalentes a una expropiación aquel<strong>las</strong> medidas tomadas por el<br />

Estado que privan al propietario <strong>de</strong>l título, <strong>de</strong> la posesión o <strong>de</strong>l<br />

beneficio y utilidad económica <strong>de</strong> su propiedad. El Tribunal sostuvo<br />

que la intención <strong>de</strong>l Estado al interferir en los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> propiedad<br />

es menos importante que el impacto <strong>de</strong> <strong>las</strong> medidas para el<br />

propietario 99 .<br />

En “Metalclad” el Tribunal <strong>de</strong>finió <strong>de</strong> forma parecida el concepto <strong>de</strong><br />

expropiación indirecta. El gobierno mexicano fe<strong>de</strong>ral había aprobado<br />

la instalación <strong>de</strong> un centro <strong>de</strong> tratamiento <strong>de</strong> residuos tóxicos en<br />

cierta localidad, indicando al inversor que no se necesitaban otros<br />

permisos. Sin embargo, el ayuntamiento <strong>de</strong> la localidad exigió un<br />

permiso adicional y rehusó conce<strong>de</strong>rlo sin fundamentar su<br />

«Indirect Expropriation in the Law of International Investment: I Know It When I See It, or<br />

Caveat Investor», ICSID Review, 2004, pp. 293-327; J. PAULSSON y Z. DOUGLAS,<br />

«Indirect Expropriation in Investment Treaty Arbitrations», en N. HORN (ed.), Arbitrating<br />

Foreign Investment Disputes. 2004, pp. 145 ss.<br />

99 “Compañía <strong>de</strong>l Desarrollo <strong>de</strong> Santa Elena S.A. v. Costa Rica” (Caso CIADI núm.<br />

ARB/96/1) (en a<strong>de</strong>lante “Santa Elena”) Laudo, párr. 71.<br />

197


<strong>de</strong>cisión 100 . En estas circunstancias el Tribunal <strong>de</strong>finió expropiación<br />

como «una interferencia disimulada o inci<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> la<br />

propiedad que tenga el efecto <strong>de</strong> privar, totalmente o en parte<br />

significativa, al propietario <strong>de</strong>l uso o <strong>de</strong>l beneficio económico que<br />

razonablemente se esperaría <strong>de</strong> la propiedad, aunque no<br />

necesariamente en beneficio obvio <strong>de</strong>l Estado receptor» 101 . El<br />

Tribunal <strong>de</strong>terminó que <strong>las</strong> medidas tomadas por el ayuntamiento<br />

«consi<strong>de</strong>radas conjuntamente con <strong>las</strong> afirmaciones <strong>de</strong>l gobierno<br />

fe<strong>de</strong>ral mexicano, en <strong>las</strong> cuales Metalclad se basó, y en la ausencia<br />

<strong>de</strong> una negativa <strong>de</strong>l Municipio emitida a tiempo, en or<strong>de</strong>n o con<br />

alguna base sustantiva respecto al permiso local <strong>de</strong> construcción,<br />

equivalen a una expropiación indirecta» 102 . De igual modo razonó el<br />

Tribunal en “RFCC” al <strong>de</strong>finir como medidas equivalentes a una<br />

expropiación aquel<strong>las</strong> que «tienen efectos sustanciales <strong>de</strong> una<br />

intensidad cierta que reducen y/o hacen <strong>de</strong>saparecer los beneficios<br />

legítimamente esperados <strong>de</strong> la explotación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos objeto <strong>de</strong><br />

dicha medida hasta tal punto que convienen en inútil la tenencia <strong>de</strong><br />

esos <strong>de</strong>rechos» 103 . La dificultad estriba en <strong>de</strong>terminar hasta qué<br />

punto los beneficios han <strong>de</strong> verse reducidos para que la medida<br />

pueda ser consi<strong>de</strong>rada equivalente a una expropiación.<br />

En “Pope & Talbot” el Tribunal consi<strong>de</strong>ró que, ante la dificultad <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>terminar en ciertos casos si una interferencia en un negocio<br />

equivale a una expropiación, el criterio <strong>de</strong>cisivo se encuentra en que<br />

el alcance <strong>de</strong> la interferencia sea equivalente a una media <strong>de</strong><br />

incautación. Aplicando este estándar el Tribunal <strong>de</strong>sestimó que<br />

ciertas restricciones a la exportación <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> Canadá a<br />

100 “Metalclad v. México” (Caso núm. ARB(AF)/97/1) Laudo, párrs. 106-107.<br />

101 Ibid., párr. 103.<br />

102 Párr. 107.<br />

103 Párr 69. Original en francés. Traducción <strong>de</strong>l autor.<br />

198


Estados Unidos constituían una medida equivalente a una<br />

expropiación por cuanto el <strong>de</strong>mandante podía seguir exportando y<br />

obteniendo beneficios sustanciales 104 .<br />

El Tribunal en “S.D. Myers, Inc. v. Canadá” señaló que, <strong>de</strong> acuerdo<br />

con <strong>las</strong> disposiciones <strong>de</strong>l TLCAN, sería poco probable que medidas<br />

regulatorias pudieran ser «legítimamente» objeto <strong>de</strong> reclamaciones.<br />

Una expropiación involucra la pérdida <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> propiedad,<br />

mientras que <strong>las</strong> medidas regulatorias suponen una injerencia menor.<br />

Según el mismo Tribunal, esta distinción elimina la mayoría <strong>de</strong> los<br />

casos posibles <strong>de</strong> reclamaciones por motivo <strong>de</strong> la intervención<br />

económica <strong>de</strong>l Estado y reduce el riesgo <strong>de</strong> que los gobiernos sean<br />

objeto <strong>de</strong> reclamaciones en el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> sus funciones.<br />

A<strong>de</strong>más, una expropiación normalmente implica la pérdida <strong>de</strong> los<br />

<strong>de</strong>rechos económicos <strong>de</strong>l propietario <strong>de</strong> forma permanente, sí bien<br />

es posible, según <strong>las</strong> circunstancias, que una pérdida parcial o<br />

temporal equivalga a una expropiación ~. En el caso concreto, la<br />

medida contra la que el <strong>de</strong>mandante reclamaba era una restricción<br />

temporal <strong>de</strong> exportación <strong>de</strong> ciertos productos químicos. El Tribunal<br />

consi<strong>de</strong>ró que el elemento temporal <strong>de</strong> la medida tomada por<br />

Canadá no equivalía a una expropiación 105 ; simplemente había<br />

aplazado una oportunidad pues ni Canadá ni otros se beneficiaron<br />

directamente <strong>de</strong> la medida y no había habido una transferencia <strong>de</strong> la<br />

propiedad 106 .<br />

El Tribunal en “Tecmed” se refiere al mismo estándar para diferenciar<br />

entre «una medida regulatoria, expresión normal <strong>de</strong> la autoridad<br />

104 “Pope & Talbot, Inc v. Canadá” (Caso TLCAN/CNUDMI) Interim Award, párrs. 101-102. La<br />

documentación se pue<strong>de</strong> ver en http://www.naftalaw.org.<br />

105 “S. D. Myers v. Canadá” (Caso TLCAN/CNUDMI) Decisión sobre jurisdicción, párrs. 281-<br />

283. La documentación se pue<strong>de</strong> ver en http://www.naftalaw.org.<br />

106 Ibid., párr. 287.<br />

199


107 “Tecmed”, Laudo, párr. 115.<br />

108 Ibid., párr. 122.<br />

estatal en ejercicio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> policía, que trae consigo una<br />

disminución <strong>de</strong> los bienes o <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>l particular, y una<br />

expropiación <strong>de</strong> facto, que priva <strong>de</strong> toda sustancia real a tales bienes<br />

o <strong>de</strong>rechos» 107 . A los efectos <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar el efecto expropiatorio <strong>de</strong><br />

medidas regulatorias, este Tribunal tomó en consi<strong>de</strong>ración, a<strong>de</strong>más<br />

<strong>de</strong> su impacto financiero, su proporcionalidad con el interés público<br />

que <strong>las</strong> medidas trataban <strong>de</strong> proteger; también tuvo en cuenta que un<br />

inversor extranjero tiene poca o ninguna participación en <strong>las</strong><br />

<strong>de</strong>cisiones que le afectan, al no po<strong>de</strong>r ejercer los <strong>de</strong>rechos políticos<br />

reservados a los nacionales <strong>de</strong>l país 108 .<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar si una medida tiene un efecto expropiatorio,<br />

los Tribunales Arbitrales han tenido que distinguir entre medidas<br />

expropiatorias adoptadas por el Estado en el ejercicio <strong>de</strong> su<br />

autoridad e incumplimientos contractuales por el Estado. En “SGS y.<br />

Filipinas” el Tribunal <strong>de</strong>cidió que rehusar el pago <strong>de</strong> una <strong>de</strong>uda no es<br />

una expropiación, siempre que existan medios para hacer valer los<br />

<strong>de</strong>rechos correspondientes ante los Tribunales ordinarios. Con más<br />

razón no hay expropiación si existe una controversia sin resolver<br />

sobre el monto a pagar 109 . En el segundo caso <strong>de</strong> “Waste<br />

Management”, el Tribunal analizó este punto y estimó que:<br />

«El mero incumplimiento <strong>de</strong> una obligación contractual no <strong>de</strong>be ser<br />

equiparado a la confiscación <strong>de</strong> una propiedad, como tampoco (a<br />

menos que esté acompañado por otros elementos) es equivalente a<br />

una expropiación. Cualquier parte <strong>de</strong> carácter privado pue<strong>de</strong><br />

109 Decisión sobre jurisdicción, párr. 161.<br />

200


incumplir sus contratos, mientras que la nacionalización y la<br />

expropiación son actos inherentemente gubernamentales» 110 .<br />

Según el mismo Tribunal, éstas no son medidas en el sentido <strong>de</strong>l art.<br />

1.110(1) <strong>de</strong>l TLCAN sobre expropiación. La respuesta normal en<br />

estos casos es entablar una <strong>de</strong>manda ante los Tribunales<br />

competentes y «sólo cuando tal acceso a la justicia es vedado en lo<br />

jurídico o en la práctica que el incumplimiento pue<strong>de</strong> convertirse en<br />

una <strong>de</strong>negación <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho» 111 . El <strong>de</strong>mandante no había<br />

perdido sus <strong>de</strong>rechos contractuales y podía continuar ejerciéndolos,<br />

lo que no sería el caso si hubieran sido confiscados o expropiados.<br />

Se necesita «<strong>de</strong>mostrar la privación efectiva <strong>de</strong> un <strong>de</strong>recho, privación<br />

no reparada por ningún recurso a disposición <strong>de</strong> la Demandante, lo<br />

que tiene el efecto <strong>de</strong> impedir el ejercicio <strong>de</strong> ese <strong>de</strong>recho a pleno [sic]<br />

o hasta cierto punto sustancial» 112 . De esta manera en “Amco Asia” el<br />

Tribunal calificó <strong>de</strong> expropiatoria la privación por el Estado <strong>de</strong>l<br />

acceso a sus Tribunales por parte <strong>de</strong>l expropiado, autorizando así<br />

tácitamente al poseedor <strong>de</strong> hecho a quedarse con la posesión <strong>de</strong>l<br />

bien incautado 113 .<br />

Estos casos ilustran la difícil tarea <strong>de</strong> encontrar un punto <strong>de</strong> equilibrio<br />

entre el interés <strong>de</strong>l Estado como regulador <strong>de</strong> la economía y<br />

protector <strong>de</strong>l interés público y el interés <strong>de</strong> inversores particulares en<br />

la protección <strong>de</strong> su inversión y <strong>de</strong> sus beneficios. Los Tribunales se<br />

han guiado por el impacto sobre la inversión <strong>de</strong> <strong>las</strong> medidas<br />

consi<strong>de</strong>radas en su conjunto y han elaborado otros criterios para<br />

distinguir entre medidas <strong>de</strong>l Estado que no requieren compensación<br />

110 “Waste Management v. México” (Caso ARB(AF)/00/3) Laudo, párr. 174.<br />

111 Ibid.<br />

112 Ibid., párr. 175.<br />

113 “Amco Asia Corporation y otros v. Indonesia” (Caso CIADI núm. ARB/81/1), párr. 158.<br />

201


y medidas <strong>de</strong> incautación. No todas <strong>las</strong> actuaciones <strong>de</strong>l Estado han<br />

sido consi<strong>de</strong>radas «medidas». Actuaciones <strong>de</strong>l Estado como parte en<br />

un contrato sin intervención <strong>de</strong> su autoridad pública no han sido<br />

estimadas en los casos estudiados como medidas que equivalgan a<br />

una expropiación, a menos que el inversor tenga vedado el acceso a<br />

los Tribunales ordinarios para hacer valer sus <strong>de</strong>rechos.<br />

(iv) La cláusula «paraguas»<br />

Como parte <strong>de</strong> la protección sustantiva <strong>de</strong> la inversión, algunos<br />

APPRJ incluyen una cláusula disponiendo que cada Estado parte se<br />

compromete a cumplir con <strong>las</strong> obligaciones que ha asumido respecto<br />

<strong>de</strong> inversiones específicas en su territorio hechas por inversores <strong>de</strong><br />

la otra parte. Esta cláusula, <strong>de</strong>nominada cláusula paraguas<br />

(«umbrella clause»), compromiso <strong>de</strong> cobertura («traité <strong>de</strong> coverture»)<br />

o cláusula espejo («clause mirroir»), tiene, según algunos autores, el<br />

efecto <strong>de</strong> convertir un incumplimiento contractual <strong>de</strong>l Estado parte en<br />

un incumplimiento <strong>de</strong>l APPRI 114 . Los Tribunales Arbitrales, por su<br />

parte, han adoptado posiciones diversas en relación con el efecto <strong>de</strong><br />

estas cláusu<strong>las</strong>.<br />

En el caso “Fedax” el Tribunal aplicó implícitamente una cláusula <strong>de</strong><br />

este tipo contenida en el APPRI entre los Países Bajos y Venezuela<br />

sin hacer comentarios al respecto. Por su parte, dos <strong>de</strong>cisiones<br />

recientes han llegado a diferentes conclusiones sobre el alcance <strong>de</strong><br />

la cláusula paraguas. El APPRI entre Suiza y Pakistán incluye una<br />

disposición que obliga a cada parte a «garantizar constantemente la<br />

observancia <strong>de</strong> los compromisos a que se ha obligado respecto <strong>de</strong><br />

114 Vid. C. SCHREUER, «Travelling the BIT Route. Of Waiting Periods, Umbrella Clauses and<br />

Forks in the Road», en The Journal of World Investment & Tra<strong>de</strong>, 2004, pp. 249 ss. (en<br />

a<strong>de</strong>lante Travelling the BIT Route). Sobre el origen <strong>de</strong> la cláusula, vid. A. SINCLAIR. «The<br />

Origins of the Umbrella Clause in the International Law of Investment Protection»,<br />

Arbitration International, 2004, pp. 411 ss.<br />

202


115 Art. 11. Traducción <strong>de</strong>l autor.<br />

116 Párr. 98.<br />

<strong>las</strong> inversiones <strong>de</strong> los inversores <strong>de</strong> la otra parte» 115 . La <strong>de</strong>mandante,<br />

SGS, alegó que esta disposición tenía el efecto <strong>de</strong> transformar un<br />

simple incumplimiento contractual <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> inversión en un<br />

incumplimiento <strong>de</strong> su APPRI con Pakistán 116 . El Tribunal rechazó este<br />

argumento —entre otras razones, por el alcance <strong>de</strong> sus<br />

consecuencias y el impacto que tendría para el Estado— salvo que<br />

se probara que ésta era la intención <strong>de</strong> <strong>las</strong> panes <strong>de</strong>l APPRI. El<br />

Tribunal <strong>de</strong>cidió que el <strong>de</strong>mandante no había presentado pruebas<br />

convincentes <strong>de</strong> que tal fuera el caso 117 .<br />

A raíz <strong>de</strong> esta <strong>de</strong>cisión, Suiza dirigió una comunicación al Secretario<br />

General adjunto <strong>de</strong>l CIADJ expresando su preocupación por la<br />

interpretación dada a la cláusula paraguas <strong>de</strong> su APPRI con<br />

Pakistán. Suiza manifestó que la interpretación <strong>de</strong>l Tribunal era<br />

contraria a la intención <strong>de</strong> Suiza al concluir el APPRI y que no<br />

encontraba apoyo en cláusu<strong>las</strong> similares <strong>de</strong> APPRI concluidos por<br />

otros países ni en los comentarios <strong>de</strong> la doctrina. Suiza lamentó en<br />

panicular que la primera vez que un Tribunal se pronunciaba sobre<br />

esta cuestión adoptara una interpretación restringida, señalando que<br />

se corría el riesgo <strong>de</strong> que fuera tomada como prece<strong>de</strong>nte en casos<br />

futuros 118 . Suiza a<strong>de</strong>más se quejó <strong>de</strong> que el Tribunal no hubiera<br />

solicitado su opinión sobre el significado <strong>de</strong> la cláusula en cuestión<br />

dado que atribuía en su <strong>de</strong>cisión tanta importancia a la intención <strong>de</strong><br />

<strong>las</strong> partes y que había solicitado la opinión <strong>de</strong> Pakistán 119 .<br />

117 Párr. 167. Vid, una crítica <strong>de</strong> esta <strong>de</strong>cisión y cada uno <strong>de</strong> los argumentos utilizados por el<br />

Tribunal en “Travellin the BIT Route”, pp. 252 ss.<br />

118 Mealey’s International Arbitration Report (febrero <strong>de</strong> 2004), pp. 3-4.<br />

119 Ibid., p. 3<br />

203


120 Párr. 126. Traducción <strong>de</strong>l autor.<br />

121 Párr. 128.<br />

Poco tiempo <strong>de</strong>spués un Tribunal Arbitral volvió a pronunciarse sobre<br />

la cláusula paraguas <strong>de</strong>l APPRI entre Suiza y Filipinas en un asunto<br />

en el que SGS también era la parte <strong>de</strong>mandante. El Tribunal<br />

consi<strong>de</strong>ró que el razonamiento contenido en la <strong>de</strong>cisión recaída en el<br />

caso “SGS y. Pakistán” no era convincente y rechazó su<br />

interpretación <strong>de</strong> la cláusula paraguas. Según el Tribunal en el caso<br />

“SGS v. Filipinas”, el efecto <strong>de</strong> esta cláusula no es convertir en<br />

convencionales cuestiones contractuales ni convertir al Derecho<br />

internacional en el Derecho aplicable al contrato, en lugar <strong>de</strong>l<br />

Derecho nacional. La cláusula concierne el cumplimiento <strong>de</strong> los<br />

compromisos <strong>de</strong>l Estado y no su alcance. Su función consiste en<br />

«asegurar a los inversores extranjeros el cumplimiento <strong>de</strong> los<br />

compromisos asumidos por el Estado bajo su propio or<strong>de</strong>namiento<br />

jurídico respecto <strong>de</strong> inversiones específicas —en efecto, ayudar a<br />

asegurar el estado <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho en relación a la protección <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

inversiones—. En la opinión <strong>de</strong>l Tribunal esta es la interpretación<br />

correcta <strong>de</strong>l art. X (2)» 120 . En consecuencia, el Tribunal en “SGS v.<br />

Filipinas” concluyó afirmando que la cláusula paraguas <strong>de</strong>l APPRI<br />

entre Suiza y Filipinas convierte en una violación <strong>de</strong>l APPRI un<br />

incumplimiento <strong>de</strong>l contrato pero no eleva la cuestión <strong>de</strong>l alcance o el<br />

contenido <strong>de</strong> <strong>las</strong> obligaciones contractuales a una cuestión <strong>de</strong><br />

Derecho internacional 121 . Como en el caso en cuestión <strong>las</strong> partes en<br />

el contrato habían acordado someter sus diferencias a otro foro —los<br />

Tribunales ordinarios— y el monto paga<strong>de</strong>ro a SGS según los<br />

términos <strong>de</strong>l contrato estaba en disputa, el Tribunal Arbitral <strong>de</strong>cidió<br />

suspen<strong>de</strong>r el procedimiento hasta que dicho monto fuera acordado<br />

por <strong>las</strong> partes o fijado por los Tribunales ordinarios <strong>de</strong> Filipinas 122 .<br />

122 Párr. 175. Uno <strong>de</strong> los árbitros anexó a la <strong>de</strong>cisión sobre jurisdicción una «<strong>de</strong>claración»<br />

explicando que la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>l Tribunal había sido unánime excepto sobre la cuestión <strong>de</strong><br />

204


Evi<strong>de</strong>ntemente el tema <strong>de</strong> <strong>las</strong> reclamaciones contractuales y su<br />

relación con los APPRJ seguirá siendo objeto <strong>de</strong> discusión vistas <strong>las</strong><br />

dispares conclusiones a que llegaron los Tribunales arbitrales en los<br />

casos SGS 123 .<br />

(v) La cláusula <strong>de</strong> la nación más favorecida (NMF)<br />

Los APPRI extien<strong>de</strong>n el trato otorgado por una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes a<br />

inversores <strong>de</strong> un tercer Estado a través <strong>de</strong> la cláusula NMF. Las<br />

cláusu<strong>las</strong> NMF están redactadas en términos generales e incluyen<br />

excepciones específicas, entre <strong>las</strong> que figuran, entre otras, <strong>las</strong><br />

ventajas otorgadas en el marco <strong>de</strong> tratados <strong>de</strong> integración regional o<br />

<strong>las</strong> <strong>de</strong> naturaleza fiscal. A causa <strong>de</strong> su generalidad, los <strong>de</strong>mandantes<br />

se han basado en este tipo <strong>de</strong> cláusu<strong>las</strong> para reclamar beneficios<br />

otorgados a nacionales <strong>de</strong> terceros Estados 124 . De nuevo ha sido el<br />

Tribunal en el caso “Maffezini” el que ha analizado la cuestión con<br />

más <strong>de</strong>talle. El <strong>de</strong>mandante se basó en el APPRI entre España y<br />

Chile para evitar, como requería el APPRI entre España y Argentina,<br />

recurrir a los Tribunales españoles antes <strong>de</strong> iniciar un procedimiento<br />

si, en cuanto a reclamaciones contractuales, la cláusula <strong>de</strong> jurisdicción exclusiva en el<br />

contrato <strong>de</strong> inversión podía ser <strong>de</strong>scartada a favor <strong>de</strong> la cláusula jurisdiccional en el<br />

APPRI. Mientras que el Tribunal <strong>de</strong>cidió que éste no podía ser el caso, el árbitro disi<strong>de</strong>nte<br />

opinó que, habiendo el Tribunal concluido que tenía jurisdicción sobre reclamaciones<br />

contractuales y basadas en el tratado, estaba obligado a continuar el procedimiento y<br />

examinar<strong>las</strong>. Resulta interesante comparar estas <strong>de</strong>cisiones con los comentarios <strong>de</strong> F. A.<br />

MANN sobre el APPRI entre el Reino Unido y Filipinas que contiene una cláusula<br />

paraguas similar a la <strong>de</strong> los APPRI suizos: «This is a provision of particular importance in<br />

that it protects the investor against any interference with his contractual rights, whether it<br />

results from a mere breach of contract or a legislative or administrative act, and<br />

in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ntly of the question whether or no such interference amounts to expropriation.<br />

The variation of the terms of a contract or licence by legislative measures, the termination<br />

of the contract or the failure to perform any of its terms [...] these and similar acts the<br />

treaties ren<strong>de</strong>r wrongful». MANN, p. 246.<br />

123 Vid. GAILLARD, p. 905. Este tema está relacionado con el <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> múltiples<br />

cláusu<strong>las</strong> jurisdiccionales que se ve más a<strong>de</strong>lante.<br />

124 Vid. R. DOLZER y T. MYERS, «After Tecmed: Most-Favored-Nation Clauses in Investment<br />

Protection Agreements». ICSID Review, 2004, pp. 49 ss.<br />

205


125 Párr. 54.<br />

arbitral. Según este APPRI, el inversor sólo pue<strong>de</strong> recurrir al arbitraje<br />

transcurridos 18 meses <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el sometimiento <strong>de</strong> la diferencia a los<br />

Tribunales internos <strong>de</strong>l Estado receptor <strong>de</strong> la inversión sin que éstos<br />

se hayan pronunciado o, habiéndolo hecho, si la diferencia subsiste.<br />

El Tribunal se planteó si <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong> NMF se aplican únicamente a<br />

la protección substantiva prevista en el acuerdo o si abarcan también<br />

<strong>las</strong> cuestiones procesales. El Tribunal analizó la práctica <strong>de</strong><br />

Argentina y España apuntando que ambas partes habían<br />

abandonado en acuerdos posteriores la exigencia <strong>de</strong> recurrir<br />

previamente a los Tribunales ordinarios, permitiendo el acceso al<br />

arbitraje <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> transcurrido un <strong>de</strong>terminado plazo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />

inicio <strong>de</strong> <strong>las</strong> negociaciones con vistas a intentar una solución<br />

amistosa <strong>de</strong> la controversia. El Tribunal también realizó un estudio<br />

<strong>de</strong>tallado <strong>de</strong> los casos en que esta cláusula ha sido aplicada por<br />

Tribunales internacionales y llegó a la conclusión que los<br />

procedimientos para el arreglo <strong>de</strong> controversias están íntimamente<br />

ligados a la protección <strong>de</strong> los inversores, al igual que lo están<br />

respecto <strong>de</strong> la protección <strong>de</strong> los comerciantes en los tratados<br />

comerciales 125 . El Tribunal relacionó a<strong>de</strong>más <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong> NMF con<br />

el requisito <strong>de</strong>l APPRI <strong>de</strong> que los inversores no reciban un trato<br />

inferior al <strong>de</strong> los nacionales <strong>de</strong>l país receptor. El trato que España<br />

exige para sus inversores en el extranjero <strong>de</strong>be exten<strong>de</strong>rse a los<br />

inversores extranjeros en España. En el caso particular, el acceso al<br />

arbitraje se basaría en el trato que España ha exigido <strong>de</strong> Chile<br />

cuando inversores españoles invierten en Chile.<br />

El Tribunal consi<strong>de</strong>ró los posibles límites al juego <strong>de</strong> <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong><br />

NMF basados en el or<strong>de</strong>n público, mencionando el agotamiento <strong>de</strong><br />

los recursos internos antes <strong>de</strong> recurrir al arbitraje como una regla<br />

fundamental <strong>de</strong> Derecho internacional que si ha sido incluida en un<br />

206


126 Párr. 63.<br />

127 Ibid.<br />

128 Ibid.<br />

APPRI no pue<strong>de</strong> evitarse con fundamento en la cláusula NMF, así<br />

como la opción irrevocable <strong>de</strong> someter-se a los Tribunales<br />

nacionales o al arbitraje internacional. El Tribunal opinó que, <strong>de</strong> no<br />

ser así, al aplicar la cláusula NMF los Tribunales alterarían «el<br />

carácter <strong>de</strong>finitivo <strong>de</strong> los arreglos pactados que muchos países<br />

estiman importantes como cuestión <strong>de</strong> política pública» 126 . También<br />

consi<strong>de</strong>ró inamovibles los pactos relativos a <strong>de</strong>terminados<br />

mecanismos <strong>de</strong> arbitraje, como el CIADI mismo, o cuyo objeto es<br />

«someterse a un sistema <strong>de</strong> arbitraje altamente institucionalizado<br />

que incorpore reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> procedimiento precisas», como el <strong>de</strong>l<br />

TLCAN 127 . La preocupación <strong>de</strong>l Tribunal por evitar que su <strong>de</strong>cisión<br />

fuera interpretada <strong>de</strong> forma extensiva es evi<strong>de</strong>nte en la conclusión <strong>de</strong><br />

sus consi<strong>de</strong>raciones sobre este tema: «En todo caso, <strong>de</strong>be quedar<br />

clara la distinción entre la legítima extensión <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y<br />

beneficios mediante la aplicación <strong>de</strong> la cláusula, por una parte, y la<br />

alternativa nociva <strong>de</strong> tratar <strong>de</strong> aplicar diversos tratados para alterar<br />

los objetivos <strong>de</strong> política en que se fundamentan algunas<br />

disposiciones específicas, por la otra» 128 .<br />

Más recientemente, en “Tecmed” el <strong>de</strong>mandante, basándose en<br />

“Maffezini”, reclamó la aplicación retroactiva <strong>de</strong>l acuerdo al estar ésta<br />

permitida en el APPRI entre Austria y México. El Tribunal rehusó<br />

entrar en el tema en <strong>de</strong>talle estimando que<br />

«cuestiones vinculadas a la aplicación en el tiempo <strong>de</strong>l acuerdo, que<br />

en realidad conciernen más el ámbito temporal <strong>de</strong> aplicación <strong>de</strong> sus<br />

disposiciones sustantivas que a cuestiones <strong>de</strong> índole procesal o<br />

jurisdiccional, por su trascen<strong>de</strong>ncia e importancia, integran el núcleo<br />

207


129 “Tecmed”, Laudo, párr. 69.<br />

<strong>de</strong> cuestiones que <strong>de</strong>ben presumirse como especialmente<br />

negociadas entre <strong>las</strong> Partes Contratantes y <strong>de</strong>terminantes <strong>de</strong> su<br />

aceptación <strong>de</strong>l Acuerdo, ya que atañen directamente, tanto la<br />

i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>l régimen sustantivo <strong>de</strong> protección aplicable al<br />

inversor extranjero y muy particularmente <strong>de</strong>l contexto jurídico<br />

general —nacional o internacional— <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l cual tal régimen<br />

opera, cuanto al acceso <strong>de</strong>l inversor extranjero a <strong>las</strong> disposiciones<br />

sustantivas que forman tal régimen; y no pue<strong>de</strong>n, por en<strong>de</strong>, verse<br />

<strong>de</strong>svirtuadas en su aplicación a través <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> La cláusula<br />

más favorecida» 129 .<br />

La dificultad en ambas <strong>de</strong>cisiones está en dilucidar cuáles son <strong>las</strong><br />

cuestiones que afectan la política <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes o cuáles son aquel<strong>las</strong><br />

que han sido especialmente negociadas. En “Plama” el Tribunal optó<br />

por un concepto restringido <strong>de</strong> la operación <strong>de</strong> la cláusula NMF que<br />

evita esta dificultad. Según este Tribunal, «<strong>las</strong> disposiciones <strong>de</strong> un<br />

tratado específico han sido negociadas para resolver <strong>las</strong> diferencias<br />

bajo ese tratado. No es posible presumir que los Estados parte hayan<br />

acordado que tales disposiciones puedan ser extendidas<br />

incorporando <strong>las</strong> disposiciones sobre el arreglo <strong>de</strong> diferencias <strong>de</strong><br />

otros tratados negociados en un contexto diferente» 130 . A menos,<br />

claro está, que <strong>las</strong> partes <strong>de</strong>l tratado lo hayan acordado<br />

expresamente. Esta interpretación restrictiva <strong>de</strong> la cláusula se<br />

entien<strong>de</strong> en el contexto <strong>de</strong>l caso específico, pues el <strong>de</strong>mandante<br />

pretendía acogerse a través <strong>de</strong> la cláusula NMF al arbitraje <strong>de</strong>l CIADI<br />

que no estaba específicamente previsto en el tratado básico. Es<br />

<strong>de</strong>cir, el alcance que el <strong>de</strong>mandante pretendía darle era mucho más<br />

extenso que en “Maffezini” y, como observa el Tribunal en la<br />

<strong>de</strong>cisión, ningún Tribunal ha hecho lo que el <strong>de</strong>mandante solicita, a<br />

130 “Plama Consortium Ltd. V. Bulgaria” ((ICSID Case núm. ARB/03/24) Decisión sobre<br />

jurisdicción, párr. 207 (traducción <strong>de</strong>l autor).<br />

208


saber, reemplazar in toto <strong>las</strong> disposiciones sobre el arreglo <strong>de</strong><br />

diferencias <strong>de</strong> un tratado por <strong>las</strong> <strong>de</strong> otro 131 .<br />

(vi) Los límites <strong>de</strong> la protección<br />

La generalidad <strong>de</strong> los términos y expresiones empleados en los<br />

APPRI, tales como «protección y seguridad plenas», ha dado origen<br />

a algunas reclamaciones basadas en la creencia <strong>de</strong> que el Estado <strong>de</strong><br />

inversión asume una responsabilidad ilimitada en cuanto a la<br />

seguridad <strong>de</strong> <strong>las</strong> inversiones en su territorio, responsabilidad que<br />

podría llegar a incluir los riesgos propios <strong>de</strong>l inversor.<br />

En la primera reclamación basada en un APPRI, “Asian Agricultural<br />

Products v. Sri Lanka” 132 , el <strong>de</strong>mandante afirmó que el criterio<br />

tradicional <strong>de</strong> la diligencia <strong>de</strong>bida como obligación mínima en<br />

Derecho internacional consuetudinario había sido reemplazada por el<br />

criterio <strong>de</strong> la responsabilidad objetiva, según el cual el Estado sería<br />

responsable in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> la diligencia con que hubiera<br />

actuado para proteger una inversión que fue dañada en el curso <strong>de</strong><br />

acciones militares.<br />

El Tribunal rechazó este argumento y sostuvo que la protección y<br />

seguridad a que se había comprometido Sri Lanka en el tratado era<br />

equivalente al estándar <strong>de</strong> diligencia requerida en Derecho<br />

internacional consuetudinario y que no iba más allá. El mismo<br />

significado fue atribuido a esta obligación en el caso <strong>de</strong> “American<br />

Manufacturing & Trading, Inc. v. Republic of Zafre” 133 : la obligación<br />

131 Ibid., párr. 210. La <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>l Tribunal sobre cuestiones preliminares en el caso “Gas<br />

Natural SDG, S.A. v. Argentina” (Caso CIADI núm. ARB/03/10) confirma que <strong>las</strong><br />

disposiciones <strong>de</strong> los APRI sobre arbitraje constituyen un incentivo y protección importante<br />

para los inversores (párr. 31) y adopta una interpretación <strong>de</strong> la cláusula NMF similar a la<br />

<strong>de</strong> “Maffizini” en una situación parecida a la <strong>de</strong> ese caso.<br />

132 ICSID Review, 1991, pp. 526 ss.<br />

133 Internacional Legal Materials, 1997, pp. 1531 ss.<br />

209


134 Párrs. 6.01-6.11.<br />

135 Laudo, párr. 64<br />

136 Ibid.<br />

<strong>de</strong>l Zaire era simplemente una obligación <strong>de</strong> vigilancia pero no <strong>de</strong><br />

protección a toda costa. El Tribunal no consi<strong>de</strong>ró necesario analizar<br />

si esta obligación era una obligación <strong>de</strong> resultado o <strong>de</strong> conducta ya<br />

que el Estado no había tomado ninguna medida protectora 134 .<br />

En cuanto a la atribución <strong>de</strong> riesgos comerciales al Estado, los<br />

Tribunales arbitrales se han pronunciado repetidamente sobre este<br />

punto y han tratado <strong>de</strong> diferenciar el riesgo comercial <strong>de</strong>l riesgo<br />

político. En “Maffezini” el Tribunal rechazó reclamaciones en <strong>las</strong> que<br />

se implicaba al Estado por la calidad <strong>de</strong> la información entregada por<br />

SODIGA al inversor y por irregularida<strong>de</strong>s cometidas por la banca<br />

privada. En ese contexto el Tribunal afirmó que los APPRI no son<br />

pólizas <strong>de</strong> seguro contra <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> negocios equivocadas 135 y<br />

que <strong>las</strong> políticas y prácticas que hubiera podido seguir SODIGA no<br />

eximían al inversor <strong>de</strong> los riesgos inherentes a cualquier inversión 136 .<br />

De la misma manera falló el Tribunal en “Eudoro Olguín”. El inversor<br />

había <strong>de</strong>positado ciertos fondos en Paraguay con la intención <strong>de</strong><br />

invertirlos. El <strong>de</strong>pósito había sido hecho en una sociedad que emitió<br />

certificados <strong>de</strong> <strong>de</strong>pósito. Esta sociedad quebró durante la crisis<br />

financiera subsiguiente. El inversor pretendía que el Estado era<br />

responsable <strong>de</strong> su pérdida por cuanto, a su juicio, la crisis había sido<br />

el resultado <strong>de</strong> la supervisión negligente <strong>de</strong>l sistema financiero por<br />

<strong>las</strong> autorida<strong>de</strong>s paraguayas. El Tribunal rechazó tal pretensión al<br />

consi<strong>de</strong>rar que la inversión hecha por el inversor era especulativa y<br />

arriesgada y que, al ser el <strong>de</strong>mandante un hombre <strong>de</strong> negocios con<br />

experiencia, <strong>de</strong>bía ser consciente <strong>de</strong> los riesgos asumidos. Si bien<br />

Paraguay hubiera podido ser negligente en la supervisión <strong>de</strong> su<br />

sistema financiero no había relación directa con el inversor.<br />

210


En el mismo sentido se pronunció un Tribunal Arbitral en un caso<br />

reciente en que el <strong>de</strong>mandante estaba a punto <strong>de</strong> quebrar y basaba<br />

su reclamación en el impago <strong>de</strong> ciertas facturas. El Tribunal<br />

manifestó que<br />

«no es función <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional en materia <strong>de</strong> expropiación,<br />

tal como se refleja en el art. 1.110 [<strong>de</strong>l TLCAN], eliminar los riesgos<br />

comerciales normales que asume un inversionista extranjero, o<br />

trasladarle a México el peso <strong>de</strong> in<strong>de</strong>mnizar por el fracaso <strong>de</strong> un plan<br />

<strong>de</strong> negocios que, dadas <strong>las</strong> circunstancias, se fundaba en una base<br />

<strong>de</strong> clientes <strong>de</strong>masiado acotada que <strong>de</strong>pendía para su éxito <strong>de</strong><br />

hipótesis insostenibles sobre captación <strong>de</strong> clientes y cumplimiento<br />

contractual. Una empresa a punto <strong>de</strong> quebrar no es expropiada sólo<br />

porque no se pagan <strong>las</strong> <strong>de</strong>udas o por que no se cumplen otras<br />

obligaciones contractuales» 137 .<br />

Estos ejemplos reflejan la preocupación <strong>de</strong> los Tribunales por no<br />

atribuir al Estado responsabilida<strong>de</strong>s que no le correspon<strong>de</strong>n. Un<br />

inversor diligente y con experiencia evalúa la situación <strong>de</strong> riesgo en<br />

el país. La plena protección y seguridad a que se comprometen los<br />

Estados en los APPRI no incluyen <strong>las</strong> consecuencias <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong><br />

errores <strong>de</strong> evaluación cometidos por el inversor.<br />

(vii) Múltiples cláusu<strong>las</strong> jurisdiccionales<br />

137 GAMI, Laudo, párr. 177.<br />

Uno <strong>de</strong> los temas frecuentes que se plantean en los arbitrajes <strong>de</strong><br />

inversión basados en los APPRI es la competencia <strong>de</strong> los Tribunales<br />

en los supuestos en que el <strong>de</strong>mandante ha concluido un contrato con<br />

el Estado o una <strong>de</strong> sus subdivisiones políticas o socieda<strong>de</strong>s estatales<br />

comprometiéndose a someter <strong>las</strong> diferencias contractuales a los<br />

Tribunales ordinarios o administrativos <strong>de</strong>l Estado en cuestión. En<br />

estos supuestos, el Estado suele alegar que, al tener la reclamación<br />

211


su origen en una controversia contractual, ningún Tribunal Arbitral<br />

pue<strong>de</strong> ser competente en perjuicio <strong>de</strong> <strong>las</strong> jurisdicciones previstas en<br />

el correspondiente contrato. Por su parte, el <strong>de</strong>mandante caracteriza<br />

la diferencia como una diferencia que surge <strong>de</strong> un incumplimiento <strong>de</strong>l<br />

APPRI por el Estado.<br />

En “Lanco” el Tribunal Arbitral afirmó su competencia no obstante<br />

una cláusula jurisdiccional en un contrato <strong>de</strong> concesión para la<br />

explotación y construcción <strong>de</strong> una terminal portuaria en el que se<br />

estipulaba que <strong>las</strong> partes aceptaban la competencia <strong>de</strong> la jurisdicción<br />

administrativa <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Buenos Aires para conocer <strong>de</strong><br />

cuestiones relacionadas con la concesión. El Tribunal Arbitral <strong>de</strong>cidió<br />

que la opción <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes por la jurisdicción administrativa local no<br />

suponía un acuerdo previo sobre un procedimiento <strong>de</strong> arreglo <strong>de</strong><br />

diferencias en el sentido previsto en el APPRI entre Estados Unidos y<br />

Argentina. Según el Tribunal, el inversor no tenía otra opción que la<br />

<strong>de</strong> aceptar la jurisdicción administrativa pues ésta no pue<strong>de</strong> ni ser<br />

elegida ni rechazada. 138 . Por otra parte Argentina, siempre según el<br />

Tribunal, ofreció por medio <strong>de</strong>l APPRI someter <strong>las</strong> controversias <strong>de</strong><br />

inversión al CIADI y el inversor aceptó esta oferta. De acuerdo con el<br />

Convenio, Argentina no podía retirar unilateralmente su<br />

consentimiento a la jurisdicción <strong>de</strong>l CIADI y ningún otro<br />

procedimiento podía interferir con el procedimiento <strong>de</strong> arbitraje una<br />

vez que éste se había iniciado 139 .<br />

El Tribunal en “Compañía <strong>de</strong> Aguas <strong>de</strong>l Aconquija, S.A. y Compagnie<br />

Générale <strong>de</strong>s Eaux (Vivendi Universal) [en a<strong>de</strong>lante ‘Vivendi’] v.<br />

Argentina” <strong>de</strong>cidió que los Tribunales administrativos <strong>de</strong> Tucumán,<br />

138 Internacional Legal Materials, 2001, p. 457, párr. 26. Vid. el comentario <strong>de</strong> GAILLARD:<br />

“Même si la <strong>de</strong>cisión du Tribunal paraît justifieée, il aurait été plus simple, et<br />

vraisemblement plus respectueux <strong>de</strong> la voonté <strong>de</strong>s parties, <strong>de</strong> la fon<strong>de</strong>r sur la seule<br />

considération que la traité bilateral offre une option à l’investisseur” (GAILLARD, p. 640).<br />

139 Internacional LegalMaterials, 2001, p. 470, párr. 40.<br />

212


que tenían competencia para aplicar e interpretar el contrato <strong>de</strong><br />

concesión, no la tenían para <strong>de</strong>cidir respecto <strong>de</strong> reclamaciones que<br />

se fundaban en un <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acción <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong>l APPRI. El<br />

Tribunal afirmó su competencia para enten<strong>de</strong>r <strong>de</strong> <strong>las</strong> reclamaciones<br />

<strong>de</strong> los <strong>de</strong>mandantes por estar basadas en el APPRI entre Francia y<br />

Argentina. Sin embargo, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> afirmar su competencia, en su<br />

<strong>de</strong>cisión sobre el fondo, el Tribunal estimó que, como <strong>las</strong> actuaciones<br />

en que basaban los <strong>de</strong>mandantes su reclamación estaban ligadas al<br />

cumplimiento <strong>de</strong>l contrato <strong>de</strong> concesión y existía una conexión crucial<br />

entre los términos <strong>de</strong>l contrato y los pretendidos incumplimientos <strong>de</strong>l<br />

APPRI, Argentina no podía ser consi<strong>de</strong>rada responsable a menos<br />

que los <strong>de</strong>mandantes hubieran hecho valer sus <strong>de</strong>rechos ante los<br />

Tribunales <strong>de</strong> Tucumán, en función <strong>de</strong>l contrato <strong>de</strong> concesión, y<br />

éstos les hubieran <strong>de</strong>negado sus <strong>de</strong>rechos procesales o sustantivos.<br />

Los <strong>de</strong>mandantes solicitaron la anulación <strong>de</strong>l laudo y el Comité <strong>de</strong><br />

Anulación <strong>de</strong>cidió que el Tribunal Arbitral había incurrido en abuso <strong>de</strong><br />

po<strong>de</strong>r al afirmar su competencia y, sin embargo, no ejercerla. En<br />

consecuencia, anuló parcialmente el laudo en cuanto al fondo <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

reclamaciones presentadas con fundamento en el APPRI. El comité<br />

no aceptó que una cláusula <strong>de</strong> jurisdicción exclusiva en un contrato<br />

pueda impedir que una conducta <strong>de</strong>l Estado pueda ser calificada<br />

como ilícita por incumplimiento <strong>de</strong>l APPRI, cuestión ésta que ha <strong>de</strong><br />

dilucidarse conforme al Derecho internacional 140 . No se trata <strong>de</strong><br />

ejercer la jurisdicción en relación con los aspectos contractuales <strong>de</strong> la<br />

controversia, que, en el caso consi<strong>de</strong>rado, son <strong>de</strong> competencia<br />

exclusiva <strong>de</strong> los Tribunales locales, sino <strong>de</strong> tener en cuenta <strong>las</strong><br />

140 Decisión sobre anulación, párr. 103.<br />

213


disposiciones <strong>de</strong>l contrato al <strong>de</strong>terminar si se ha incumplido el<br />

APPRI 141 .<br />

En CMS el Tribunal se refirió, entre otras, a <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> “Lanco”<br />

y “Vivendi” concluyendo que <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong> <strong>de</strong> la licencia otorgando<br />

jurisdicción exclusiva a los Tribunales ordinarios <strong>de</strong> Argentina no<br />

impedían la afirmación <strong>de</strong> competencia <strong>de</strong> un Tribunal <strong>de</strong>l CIADI bajo<br />

el APPRI ya que <strong>las</strong> funciones <strong>de</strong> la licencia y <strong>de</strong>l tratado eran<br />

diferentes 142<br />

En “Salini” el Tribunal consi<strong>de</strong>ró que el consentimiento <strong>de</strong> Marruecos<br />

a someter diferencias con un inversor al arbitraje en el APPRI con<br />

Italia no abarcaba reclamaciones contra una entidad con<br />

personalidad jurídica propia organizada por el Estado a los efectos<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar una actividad particular. En consecuencia, <strong>las</strong><br />

violaciones <strong>de</strong> un contrato entre esta persona moral y un inversor no<br />

implicarían al Estado y el Tribunal Arbitral no tendría competencia<br />

para consi<strong>de</strong>rar<strong>las</strong>. Por otra parte, el Tribunal se <strong>de</strong>claró competente<br />

para consi<strong>de</strong>rar aquel<strong>las</strong> violaciones <strong>de</strong> ese contrato que fueran al<br />

mismo tiempo una violación <strong>de</strong>l APPRI por el Estado mismo 143 . Al<br />

igual que en “Lanco”, la cláusula jurisdiccional <strong>de</strong>l contrato<br />

administrativo <strong>de</strong> obra no fue consi<strong>de</strong>rada por el Tribunal como una<br />

opción válida a efectos <strong>de</strong>l APPRI que excluyera la jurisdicción <strong>de</strong> un<br />

Tribunal CIADI para enten<strong>de</strong>r <strong>de</strong> reclamaciones formuladas como<br />

infracciones <strong>de</strong>l APPRI 144 . Según otro Tribunal, este tipo <strong>de</strong><br />

reclamaciones <strong>de</strong>ben ser objeto <strong>de</strong> un examen <strong>de</strong> fondo por parte <strong>de</strong><br />

141<br />

“CMS Gas Transmisión Company v. Argentina” (Caso CIADI núm. ARB/01/8) Decisión<br />

sobre jurisdicción, párr. 76.<br />

142<br />

“CMS Gas Transmisión Company v. Argentina” (Caso CIADI núm. ARB/01/8) Decisión<br />

sobre jurisdicción, párr. 76.<br />

143 Decisión sobre jurisdicción, párrs. 60-62<br />

144 Ibid., párr. 27.<br />

214


los Tribunales Arbitrales, pues <strong>de</strong> lo contrario se estaría aceptando la<br />

alegación <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> que se trata <strong>de</strong> reclamaciones puramente<br />

contractuales y <strong>de</strong>negando al <strong>de</strong>mandante el <strong>de</strong>recho a presentar<br />

ante el Tribunal sus alegaciones en contra. Si el Tribunal se <strong>de</strong>clara<br />

incompetente <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> <strong>de</strong> antemano que la reclamación <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>mandante carece <strong>de</strong> fundamento 145<br />

Las <strong>de</strong>cisiones sobre jurisdicción coinci<strong>de</strong>n en rechazar excepciones<br />

basadas en la exclusividad <strong>de</strong>l foro <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> una cláusula<br />

contractual cuando la reclamación ha sido presentada en relación<br />

con el incumplimiento <strong>de</strong> un APPRI. Sin embargo, hay variaciones en<br />

su fundamento. Mientras el Tribunal en “Lanco”, y en parte en<br />

“Salini”, se basó en la imposibilidad <strong>de</strong> rechazar la jurisdicción<br />

administrativa, los otros Tribunales diferencian la causa <strong>de</strong> la acción.<br />

De esta manera adoptan un criterio más amplio que podría abarcar<br />

cualquier otro medio <strong>de</strong> arreglo <strong>de</strong> diferencias previsto en el contrato<br />

incluido el arbitraje mismo.<br />

G) Reflexiones <strong>de</strong> cara al futuro<br />

El arbitraje <strong>de</strong> inversión está evolucionando rápidamente y cobrando su<br />

propia personalidad. Las cuestiones que se plantean son diferentes <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

que normalmente <strong>de</strong>ben abordar los Tribunales en el arbitraje comercial.<br />

La presencia <strong>de</strong> los Estados como partes en los procedimientos les<br />

imprime un carácter distinto, influyéndolos gradualmente en términos <strong>de</strong><br />

publicidad, participación <strong>de</strong> terceros y posible apelación <strong>de</strong> los laudos. De<br />

hecho, la experiencia en la aplicación <strong>de</strong> los APPRI está propiciando una<br />

nueva generación <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> APPRI. Estos temas van marcando el<br />

futuro <strong>de</strong>l arbitraje <strong>de</strong> inversión y se discuten a continuación.<br />

La confi<strong>de</strong>ncialidad es una <strong>de</strong> <strong>las</strong> características <strong>de</strong>l arbitraje comercial<br />

internacional, en el que, a<strong>de</strong>más, los laudos no constituyen, por <strong>de</strong>finición,<br />

145 “SGS v. Pakistán”, párr. 181.<br />

215


prece<strong>de</strong>ntes a seguir para futuros árbitros que normalmente no tendrían<br />

conocimiento <strong>de</strong> ellos. Estas características no encajan bien en los<br />

procedimientos arbitrales con la participación <strong>de</strong> Estados, preocupados,<br />

como están, por el interés público, la transparencia en el procedimiento y la<br />

consistencia entre <strong>las</strong> <strong>distintas</strong> <strong>de</strong>cisiones arbitrales.<br />

Se ha dicho que:<br />

«El arbitraje se ha <strong>de</strong>sarrollado en una dirección fundamentalmente nueva<br />

con los arbitrajes inversor-Estado <strong>de</strong>jando el ámbito <strong>de</strong> la resolución <strong>de</strong><br />

diferencias puramente privadas y entrando una esfera <strong>de</strong> características<br />

públicas sustanciales. Este papel público presenta un <strong>de</strong>safío importante a<br />

la credibilidad <strong>de</strong>l arbitraje internacional que, por primera vez se enfrenta<br />

con <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> justificarse en términos <strong>de</strong> los valores <strong>de</strong> una sociedad<br />

abierta. Estas <strong>de</strong>mandas suscitan cuestiones <strong>de</strong> transparencia <strong>de</strong>l<br />

procedimiento arbitral, <strong>de</strong> la responsabilidad <strong>de</strong> los árbitros y <strong>de</strong><br />

compatibilidad <strong>de</strong>l arbitraje inversor-Estado con la <strong>de</strong>mocracia y la<br />

soberanía nacional» 146 .<br />

De forma sucinta estas afirmaciones registran el impacto <strong>de</strong> que una parte<br />

sea un Estado: interés público, transparencia en el procedimiento y en <strong>las</strong><br />

<strong>de</strong>cisiones. La publicidad <strong>de</strong>l procedimiento está directamente ligada al<br />

interés <strong>de</strong>l público respecto <strong>de</strong> la medida gubernamental que ha dado lugar<br />

al procedimiento. al interés general en una protección apropiada <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

inversiones o al interés en el efecto que pueda tener lo que <strong>de</strong>cidan los<br />

Tribunales Arbitrales en relación con situaciones internas análogas, por<br />

ejemplo, al <strong>de</strong>finir los conceptos <strong>de</strong> expropiación y <strong>de</strong> medidas<br />

equivalentes 147 .<br />

146 “B. CREMADES y D. CAIRNS, “The Brave New World of Global Arbitration”, The Journal<br />

of World Investment, 2002, pp. 208-209.<br />

147<br />

B. LEGUM, “trenes and Challenges in Investor-State Arbitration”, Arbitration International,<br />

2003, p. 145.<br />

216


La confi<strong>de</strong>ncialidad no es consubstancial al arbitraje. Los reglamentos <strong>de</strong>l<br />

CIADI y <strong>de</strong>l Mecanismo Complementario permiten la publicidad <strong>de</strong>l<br />

procedimiento y <strong>de</strong> los laudos siempre que <strong>las</strong> partes estén <strong>de</strong> acuerdo. De<br />

hecho ha habido procedimientos abiertos al público que se han podido<br />

seguir por Internet y la mayoría <strong>de</strong> los laudos se publican por dicha<br />

institución o, a falta <strong>de</strong> acuerdo entre <strong>las</strong> partes a este respecto, por una <strong>de</strong><br />

el<strong>las</strong>.<br />

Des<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista histórico, <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> comisiones mixtas <strong>de</strong><br />

reclamaciones o los laudos <strong>de</strong> Tribunales Arbitrales específicos<br />

establecidos por Estados y a los que tienen acceso particulares han sido<br />

publicados. Se pue<strong>de</strong>n citar numerosos ejemplos empezando por el<br />

Tribunal Arbitral establecido por Estados Unidos y el Reino Unido bajo el<br />

Tratado Jay para resolver reclamaciones generadas por la guerra <strong>de</strong><br />

in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Estados Unidos o la Comisión <strong>de</strong> Reclamaciones<br />

Franco-Americana, que publicó entre 1880 y 1884 setenta y cinco<br />

volúmenes <strong>de</strong> alegatos, transcripciones <strong>de</strong> audiencias, pruebas<br />

documentales y laudos. Lo mismo se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> <strong>las</strong> comisiones mixtas<br />

establecidas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la primera guerra mundial 148 .<br />

Por otra parte, a los efectos <strong>de</strong> representar el interés público o <strong>de</strong>l público,<br />

la participación <strong>de</strong> terceros —amici curiae, amigos <strong>de</strong>l Tribunal— en el<br />

procedimiento <strong>de</strong> Tribunales internacionales es más reciente. El amicus<br />

curiae tiene sus raíces en el or<strong>de</strong>namiento jurídico inglés y en el <strong>de</strong><br />

Estados Unidos. Consiste en facultar a un tercero para presentar<br />

información en un procedimiento judicial que pueda ayudar al Tribunal en<br />

cuestiones <strong>de</strong> hecho o Derecho. A pesar <strong>de</strong> que el Entendimiento sobre<br />

Solución <strong>de</strong> Diferencias <strong>de</strong> la OMC no prevé la figura <strong>de</strong>l amicus curiae, el<br />

Órgano <strong>de</strong> Apelación previsto en dicho Entendimiento ha estructurado un<br />

procedimiento a tal efecto y éste ha servido <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lo para los Tribunales<br />

148<br />

B. LEGUM, “Fe<strong>de</strong>ralism, NAFTA Chapter Eleven and the Jay Treaty of 1794”, ICSID<br />

News, vol. 18, núm. 1, pp. 3-4.<br />

217


arbitrales establecidos bajo el TLCAN, empezando por el caso “Methanex<br />

v. Estados Unidos” 149 ,<br />

La Comisión <strong>de</strong> Libre Comercio <strong>de</strong>l TLCAN publicó en dicha ocasión una<br />

<strong>de</strong>claración sobre el procedimiento a seguir, <strong>de</strong>claración que fue adoptada<br />

por el Tribunal Arbitral correspondiente. La posibilidad <strong>de</strong> que un tercero<br />

participe se <strong>de</strong>ja a la discreción <strong>de</strong>l Tribunal <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar la<br />

solicitud <strong>de</strong>l tercero y su presentación por escrito. Según dicha <strong>de</strong>claración,<br />

el Tribunal, al <strong>de</strong>cidir si permite la participación <strong>de</strong> un tercero, <strong>de</strong>be tener<br />

en cuenta los siguientes factores:<br />

si la participación ayudará al Tribunal en la apreciación <strong>de</strong> los hechos<br />

o el <strong>de</strong>recho,<br />

si está <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l ámbito <strong>de</strong> la diferencia,<br />

si el tercero tiene un interés importante en la controversia, y<br />

si hay un interés público en el asunto sometido al arbitraje 150<br />

Estas preocupaciones —transparencia, publicidad, temor <strong>de</strong> que el or<strong>de</strong>n<br />

jurídico interno se vea afectado por laudos <strong>de</strong> Tribunales ajenos a ese<br />

or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>mocráticamente establecido — están estrechamente ligadas a<br />

otro hecho que hemos apuntado al principio, esto es, que los arbitrajes <strong>de</strong><br />

inversión también se dirijan contra países exportadores <strong>de</strong> capital. En<br />

efecto, Estados que normalmente han sido los promotores <strong>de</strong> los APPRI y<br />

han impuesto su propio mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> APPRI empiezan a ser parte<br />

<strong>de</strong>mandada. Un hecho al parecer no anticipado. El caso más claro es el<br />

149 L. BOISSON DE CHAZOURNES y M.M. MBENGUE, “The Amici Curiae and the WTO<br />

Dispute Settlement System: the Doors are Open”, The Law and Practice of International<br />

Courts and Tribunals, 2003, pp. 205 ss. Y bibliografía allí citada.<br />

150 Vid- texto en www.naftalaw.org. Vid. también la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> 19 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2005 <strong>de</strong>l Tribunal<br />

en “Aguas Argentinas, S.A. et al v. Argentina” (Caso CIADI núm. ARB/03/19) respondiendo<br />

a una petición <strong>de</strong> transparencia y participación como amici curiae por primera vez en un<br />

caso CIADI, www.wordbank.org/icsid.<br />

218


<strong>de</strong>l TLCAN, dos <strong>de</strong> cuyos miembros — Canadá y EEUU—, son<br />

tradicionalmente exportadores <strong>de</strong> capital. La experiencia <strong>de</strong> ser Estado<br />

<strong>de</strong>mandado está produciendo en estos países una reacción <strong>de</strong>fensiva. Por<br />

otra parte, México se ha mostrado más ecuánime. Su abogado <strong>de</strong>fensor<br />

manifestó recientemente que, comparado con <strong>las</strong> inversiones en México en<br />

los años noventa, el monto que se ha visto obligado a pagar por daños y<br />

perjuicios en cumplimiento <strong>de</strong> laudos es irrisorio. La posibilidad <strong>de</strong> recurrir<br />

al arbitraje ha resultado ser ventajosa para México aun cuando pue<strong>de</strong><br />

haber perdido algunos casos 151 .<br />

La publicidad <strong>de</strong> los laudos ha puesto <strong>de</strong> manifiesto que en situaciones<br />

análogas Tribunales Arbitrales han dictado laudos contradictorios, lo que a<br />

su vez está provocando una reconsi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> los elementos <strong>de</strong> control<br />

<strong>de</strong>l procedimiento arbitral. Los casos recientes que más han llamado la<br />

atención son “Lau<strong>de</strong>r v. Chequia” y “CME v. Chequia”. El mismo actor<br />

estaba involucrado en ambos casos, como individuo en el primero, a través<br />

<strong>de</strong> una sociedad <strong>de</strong> la que era accionista en el segundo. La sociedad<br />

holan<strong>de</strong>sa CME basó su reclamación en el APPRI entre Holanda y<br />

Chequia, en tanto que el Sr. Lau<strong>de</strong>r, ciudadano estadouni<strong>de</strong>nse, en el<br />

correspondiente APPRI <strong>de</strong> Estados Unidos con Chequia. El que los<br />

resultados <strong>de</strong> los arbitrajes fueran completamente diferentes ha sido objeto<br />

<strong>de</strong> preocupación y <strong>de</strong> crítica 152 .<br />

En los casos <strong>de</strong> “SGS v. Pakistán” y “SGS v. Filipinas”, como ya hemos<br />

apuntado, los Tribunales han interpretado <strong>de</strong> forma diferente la llamada<br />

cláusula paraguas. En el caso que involucra a Filipinas, el Tribunal, al<br />

mostrar su <strong>de</strong>sacuerdo con la interpretación dada a esa cláusula por el<br />

151 H. PEREZCANO, “Has the proliferation of BITs [APPRI en inglés] gone too far?”, The<br />

Journal of World Investment & Tra<strong>de</strong>, 2004, pp. 102 – 103.<br />

152 Ninguno <strong>de</strong> los dos casos es <strong>de</strong>l CIADI. Vid. <strong>las</strong> contribuciones <strong>de</strong> W. KHAN, B. KLEIN, J.<br />

CARVER y H. BAGNER sobre el tema “How to avoid Conflicting Awards – The Lau<strong>de</strong>r and<br />

CME Cases”, The Journal of World Tra<strong>de</strong> & Investment, 2004, pp. 7 ss.; y C.N. BROWER,<br />

C.H. BROWER y J.K. SHARPE, “The Coming Crisis in the Global Adjudication System”,<br />

Arbitration International, 2003, pp. 415 ss.<br />

219


Tribunal en el caso <strong>de</strong> Pakistán, <strong>de</strong>stacó que no existe jerarquía entre los<br />

Tribunales internacionales y que los Tribunales Arbitrales no están<br />

obligados a seguir lo <strong>de</strong>cidido por otros Tribunales. Esta manifestación <strong>de</strong><br />

in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> cada Tribunal pone <strong>de</strong> relieve la tensión entre, por una<br />

parte, el interés <strong>de</strong> los Estados por la coherencia <strong>de</strong> laudos sobre<br />

cuestiones similares y, por otra parte, el concepto tradicional <strong>de</strong>l laudo<br />

arbitral como solución <strong>de</strong> una diferencia entre dos partes <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho<br />

privado sin otra consecuencia.<br />

Para resolver esta tensión, el gobierno <strong>de</strong> Estados Unidos en los<br />

procedimientos bajo el TLCAN ha invitado a los árbitros a pensar <strong>de</strong> forma<br />

institucional, consi<strong>de</strong>rando no sólo el caso que les ocupa en cada arbitraje.<br />

De no actuar <strong>de</strong> este modo, los Estados estarán tentados a consi<strong>de</strong>rar la<br />

posible creación <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> Tribunales permanentes que <strong>de</strong>n<br />

resultados más coherentes 153 Así se ha hecho en el pasado para conseguir<br />

resultados coherentes cuando ha habido múltiples casos contra un Estado.<br />

Los Estados normalmente han establecido un Tribunal que se pueda<br />

ocupar <strong>de</strong> todos ellos. El Tribunal <strong>de</strong> reclamaciones Estados Unidos-Irán<br />

es un buen ejemplo.<br />

Las reacciones a estas preocupaciones a nivel estatal e institucional no se<br />

han hecho esperar. Veremos dos: el nuevo mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> APPRI <strong>de</strong> Estados<br />

Unidos y la propuesta sobre un mecanismo <strong>de</strong> apelación en el contexto <strong>de</strong>l<br />

CIADI.<br />

El nuevo mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> APPRI <strong>de</strong> Estados Unidos se ajusta a los objetivos<br />

fijados por el Congreso <strong>de</strong> este país en la legislación adoptada en 2002<br />

que otorga al ejecutivo po<strong>de</strong>res para promover el libre comercio. Se inspira<br />

en el arbitraje <strong>de</strong>l Capítulo 11 <strong>de</strong>l TLCAN y la experiencia acumulada. En él<br />

se preten<strong>de</strong> reforzar <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> que el público contribuya en la<br />

formación <strong>de</strong> la posición <strong>de</strong>l gobierno, así como establecer un órgano <strong>de</strong><br />

153 B. LEGUM, supra 116.<br />

220


apelación para dar coherencia a <strong>las</strong> interpretaciones <strong>de</strong> los acuerdos y dar<br />

la más completa transparencia a los mecanismos <strong>de</strong> solución <strong>de</strong><br />

diferencias. A este respecto se prevé que <strong>las</strong> solicitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> arbitraje sean<br />

hechas públicas, al igual que los escritos y <strong>las</strong> vistas en la fase oral <strong>de</strong> los<br />

procedimientos, y que se permita la actuación como amici curiae <strong>de</strong><br />

empresas, sindicatos y organizaciones no gubernamentales.<br />

Otra dimensión <strong>de</strong>l nuevo mo<strong>de</strong>lo es la participación <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> la<br />

nacionalidad <strong>de</strong>l inversor en el procedimiento a los efectos <strong>de</strong><br />

interpretación <strong>de</strong>l acuerdo. Ambas panes en el acuerdo serían oídas por<br />

los Tribunales Arbitrales y, en caso <strong>de</strong> acuerdo entre el<strong>las</strong> sobre la<br />

interpretación <strong>de</strong> una <strong>de</strong>terminada disposición, ésta sería vinculante para<br />

el Tribunal. Las partes en el acuerdo participarían también en la<br />

<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> si una medida está incluida en <strong>las</strong> llamadas medidas noconformes<br />

que recogería un anexo <strong>de</strong>l acuerdo. Como en el caso <strong>de</strong> la<br />

interpretación <strong>de</strong> una disposición <strong>de</strong>l acuerdo, si <strong>las</strong> partes se pusieran <strong>de</strong><br />

acuerdo sobre el significado <strong>de</strong> una medida, el Tribunal <strong>de</strong>bería seguir lo<br />

acordado.<br />

Se prevé que <strong>las</strong> partes en el procedimiento, así como el Estado <strong>de</strong> la<br />

nacionalidad <strong>de</strong>l inversor, puedan formular comentarios al borrador durante<br />

un período <strong>de</strong> sesenta días siempre que no haya posibilidad <strong>de</strong> apelar el<br />

laudo. El objetivo es triple: permitir la corrección <strong>de</strong> errores, minimizar<br />

reclamaciones alegando que la parte per<strong>de</strong>dora no tuvo la oportunidad <strong>de</strong><br />

ser escuchada, y permitir a los Estados partes en el acuerdo presentar su<br />

punto <strong>de</strong> vista sobre el impacto <strong>de</strong>l laudo propuesto en cuestiones <strong>de</strong><br />

interés u or<strong>de</strong>n público 154<br />

En cuanto a la apelación <strong>de</strong> laudos, el mo<strong>de</strong>lo APPRJ dispone en su art.<br />

28(10) que si un tratado multilateral entra en vigor entre <strong>las</strong> partes que<br />

establezca un órgano <strong>de</strong> apelación, éstas se esforzarán por concluir un<br />

154<br />

M. KANTON, “The New Draft Mo<strong>de</strong>l U.S. BIT: Notesworthy Devlopments”, Journal of<br />

Internacional Arbitration, 2004, p. 388.<br />

221


acuerdo sobre la revisión por este órgano <strong>de</strong> los laudos <strong>de</strong> los arbitrajes<br />

previstos en el APPRI. A<strong>de</strong>más, se prevé que <strong>las</strong> partes consi<strong>de</strong>ren la<br />

posibilidad <strong>de</strong> establecer un órgano bilateral <strong>de</strong> apelación <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los<br />

tres años <strong>de</strong> entrar en vigor el APPRI correspondiente (Annex D).<br />

Bajo el título <strong>de</strong> «Posibles mejoras al marco <strong>de</strong>l arbitraje CIADI» se ha<br />

publicado recientemente una propuesta <strong>de</strong>l CIADI, solicitándose<br />

comentarios <strong>de</strong> los Estados y <strong>de</strong>l público en general 155<br />

De forma realista el CIADI consi<strong>de</strong>ra que existen pocas posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

que el Convenio <strong>de</strong>l CIADJ pueda ser modificado para incluir, por ejemplo,<br />

un Tribunal <strong>de</strong> apelación, dado que su enmienda requiere la unanimidad<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> partes. Propone por ello ingeniosamente que el Consejo<br />

Administrativo <strong>de</strong>l CIADI adopte una reglamentación administrativa que<br />

articule un mecanismo <strong>de</strong> apelación, siguiendo el procedimiento seguido<br />

para la adopción <strong>de</strong> <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> vigentes <strong>de</strong> arbitraje y conciliación <strong>de</strong>l<br />

CJADI.<br />

El mecanismo propuesto estaría a disposición <strong>de</strong> los Estados miembros<br />

<strong>de</strong>l CIADI y podría incluirse por consentimiento mutuo en un arbitraje<br />

CIADI o <strong>de</strong> su Mecanismo Complementario, en arbitrajes bajo <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong><br />

la CNUDMI, en <strong>las</strong> legislaciones nacionales sobre inversiones, en<br />

contratos y en tratados. Al estar sujeto al consentimiento mutuo, este<br />

mecanismo <strong>de</strong> apelación sería flexible y se podría ajustar en el instrumento<br />

en que se diera el consentimiento.<br />

El mecanismo <strong>de</strong> apelación podría contar con un cuerpo <strong>de</strong> 15 personas<br />

elegidas por el Consejo Administrativo <strong>de</strong>l CIADI a propuesta <strong>de</strong>l secretario<br />

general. El nombramiento sería por seis años, si bien, para asegurar la<br />

continuidad, <strong>las</strong> renovaciones serían parciales, <strong>de</strong> ocho y siete miembros<br />

cada vez. Los miembros <strong>de</strong> este grupo habrían <strong>de</strong> ser personas <strong>de</strong><br />

155<br />

www.worldbank.org/icsid/improve-arb.htm. Los párrafos que sigues <strong>de</strong>scriben el contenido<br />

<strong>de</strong> este documento.<br />

222


econocida autoridad y <strong>de</strong>mostrados conocimientos jurídicos sobre<br />

inversiones internacionales y acuerdos <strong>de</strong> promoción <strong>de</strong> inversiones.<br />

En caso <strong>de</strong> apelación <strong>de</strong> un laudo, el secretario general nombraría un<br />

Tribunal <strong>de</strong> tres miembros <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> consultar, en la medida <strong>de</strong> lo<br />

posible, con <strong>las</strong> partes. La apelación podría basarse en un manifiesto error<br />

en la aplicación <strong>de</strong>l Derecho o en cualquiera <strong>de</strong> <strong>las</strong> causas <strong>de</strong> anulación<br />

previstas en el art. 52 <strong>de</strong>l Convenio. A el<strong>las</strong> se podrían añadir los<br />

supuestos <strong>de</strong> serios errores <strong>de</strong> hecho, <strong>de</strong>finiendo este motivo <strong>de</strong> modo<br />

restringido. La propuesta prevé la posibilidad <strong>de</strong> apelación <strong>de</strong> laudos<br />

interlocutorios. Para que este procedimiento no fuera objeto <strong>de</strong> abuso, uno<br />

<strong>de</strong> los miembros <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> apelación podría ser <strong>de</strong>signado para <strong>de</strong>cidir<br />

la proce<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l recurso y, en todo caso, el arbitraje subyacente seguiría<br />

a<strong>de</strong>lante.<br />

El Tribunal podría confirmar o modificar el laudo apelado, o <strong>de</strong>cidir lo<br />

opuesto. También podría anularlo completa o parcialmente por <strong>las</strong> razones<br />

que se establecen en el art. 52 <strong>de</strong>l Convenio CIADI. En este caso una u<br />

otra <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes podría plantear el caso ante un nuevo Tribunal Arbitral<br />

bajo <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> arbitraje originales. La propuesta prevé la posibilidad en<br />

algunos casos —no especificados— <strong>de</strong> que el Tribunal <strong>de</strong> apelación<br />

<strong>de</strong>volviera el asunto al Tribunal original.<br />

Como es práctica habitual en los casos en que una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes solicita la<br />

anulación <strong>de</strong> un laudo, la parte solicitante sería responsable <strong>de</strong>l pago <strong>de</strong><br />

los a<strong>de</strong>lantos para sufragar los honorarios y gastos <strong>de</strong>l Tribunal, así como<br />

otros costos relativos al procedimiento, sin perjuicio <strong>de</strong> que el Comité <strong>de</strong><br />

Anulación <strong>de</strong>cidiera en última instancia quién corre con tales costas. Se<br />

seguiría el mismo sistema en el caso <strong>de</strong>l mecanismo <strong>de</strong> apelación y<br />

a<strong>de</strong>más la parte que apela <strong>de</strong>bería otorgar una garantía bancaria por el<br />

monto <strong>de</strong>l laudo apelado. Dicha garantía sería aprobada por el Tribunal <strong>de</strong><br />

apelación y serviría como condición para aplazar la ejecución <strong>de</strong>l laudo.<br />

223


El acceso al mecanismo <strong>de</strong> apelación estaría sujeto a la aprobación <strong>de</strong>l<br />

secretario general <strong>de</strong>l CIADI <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> recibir la solicitud <strong>de</strong> una <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

partes. La solicitud <strong>de</strong>bería ser presentada <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un <strong>de</strong>terminado<br />

plazo, pendiente <strong>de</strong> ser fijado. El secretario general verificada si la solicitud<br />

fue recibida <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l plazo previsto y cae <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l ámbito <strong>de</strong>l<br />

mecanismo. Después <strong>de</strong> registrarla, proce<strong>de</strong>ría a la constitución <strong>de</strong>l<br />

Tribunal <strong>de</strong> apelación.<br />

Las reg<strong>las</strong> <strong>de</strong>l mecanismo podrían incluir compromisos <strong>de</strong> no intentar<br />

ejecutar el laudo mientras está siendo consi<strong>de</strong>rado por el Tribunal <strong>de</strong><br />

apelación y <strong>de</strong> cumplirlo en la medida en que fuera confirmado por dicho<br />

Tribunal. A<strong>de</strong>más, <strong>las</strong> partes se comprometerían a no utilizar otros<br />

recursos posibles <strong>de</strong> apelación o anulación. El mecanismo podría<br />

adoptarse provisionalmente por un período <strong>de</strong> seis años como se hizo en<br />

su día respecto <strong>de</strong>l Mecanismo Complementario.<br />

In<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong>l futuro <strong>de</strong> la propuesta <strong>de</strong>l CIADI, que sigue siendo<br />

estudiada, o <strong>de</strong> la influencia que pueda tener el nuevo mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> APPRI<br />

<strong>de</strong> Estados Unidos, hay otras medidas que podrían tomarse por los<br />

Estados y los Tribunales para contribuir al fortalecimiento <strong>de</strong>l arbitraje.<br />

Para evitar procedimientos múltiples se podrían tomar medidas por parte<br />

<strong>de</strong> los Tribunales tales como el sobreseimiento <strong>de</strong> un procedimiento hasta<br />

que se conozca el resultado <strong>de</strong>l otro o la consolidación <strong>de</strong> procedimientos.<br />

Precisamente esto es lo que se propuso en los casos “Lau<strong>de</strong>r” y “CME” y<br />

que el país <strong>de</strong>mandado rehusó. Los países también podrían adoptar<br />

medidas que contribuyan a ese resultado. Así, se podrían excluir<br />

socieda<strong>de</strong>s interpuestas o, si un procedimiento ha sido iniciado a<br />

instancias <strong>de</strong> una sociedad <strong>de</strong> un grupo, no aceptarse reclamaciones <strong>de</strong><br />

otras socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l mismo grupo.<br />

Los árbitros son, en general, muy conscientes <strong>de</strong> los prece<strong>de</strong>ntes. Los<br />

aducen para reforzar su argumentación y si se apartan <strong>de</strong> ellos suelen<br />

justificar la razón. Los ejemplos son numerosos. Así en el caso “Aucoven”<br />

224


156 Párr. 143<br />

el Tribunal manifestó que no <strong>de</strong>sconocía el caso “Banro”, en el que se llegó<br />

a una conclusión diferente respecto <strong>de</strong> una situación que podría<br />

consi<strong>de</strong>rarse similar. El Tribunal, sin embargo, estimó que <strong>las</strong><br />

circunstancias en “Aucoven” eran diferentes: «En el caso “Banro” la<br />

transferencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> acciones no estaba supeditada a la aprobación <strong>de</strong>l<br />

Gobierno y, lo que es más importante, <strong>las</strong> partes no habían <strong>de</strong>finido<br />

contractualmente la prueba relativa al control extranjero», razones por <strong>las</strong><br />

que no cabía establecer una analogía entre los dos casos 156 . Por su parte<br />

el Tribunal en “Enron Corporation y. Pon<strong>de</strong>rosa Assets” basó su<br />

razonamiento en casos prece<strong>de</strong>ntes, justificándolo <strong>de</strong>bidamente. Así se<br />

refirió a <strong>de</strong>cisiones recientes <strong>de</strong> otros Tribunales Arbitrales que han tratado<br />

la cuestión <strong>de</strong>l Derecho <strong>de</strong> accionistas a presentar una reclamación directa<br />

in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> la sociedad afectada y manifestó su intención <strong>de</strong><br />

no volver sobre el<strong>las</strong> incluyendo el razonamiento que apoya dichas<br />

<strong>de</strong>cisiones. A continuación admitió tener conciencia <strong>de</strong> que <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones<br />

<strong>de</strong> Tribunales <strong>de</strong>l CIADI o <strong>de</strong> otros no son una frente normativa principal y<br />

<strong>de</strong>claró que <strong>las</strong> citas y referencias a esas <strong>de</strong>cisiones respondían al hecho<br />

<strong>de</strong> que el Tribunal, al examinar la reclamación y los argumentos bajo el<br />

Derecho internacional en el caso presente, estimaba que en sustancia<br />

estas conclusiones y razonamientos eran correctos 157<br />

Aunque cada Tribunal <strong>de</strong>be juzgar según corresponda al caso particular, la<br />

tensión entre <strong>de</strong>cisiones puntuales y coherencia parece resolverse<br />

satisfactoriamente en la mayoría <strong>de</strong> los casos —salvo situaciones<br />

excepcionales como <strong>las</strong> mencionadas — y es <strong>de</strong> esperar que no se<br />

exagere en la búsqueda <strong>de</strong> la uniformidad. El costo y la <strong>de</strong>mora en<br />

alcanzar <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>finitivas también <strong>de</strong>ben tenerse en cuenta en la<br />

solución que se adopte.<br />

157 “Enron Corporation and Pon<strong>de</strong>rosa Assets, L.P. v. Argentina” (Caso CIADI núm.<br />

ARB/01/3) Decisión sobre jurisdicción, párr. 40 Vid. sobre prece<strong>de</strong>ntes en el contexto<br />

judicial internacional, M. SHAHABUDDEEN, Prece<strong>de</strong>nt in the World Court (1996).<br />

225


158 ORREGO.<br />

En cualquier caso hay límites a la posible uniformidad. La protección<br />

sustantiva está basada en principios generales cuya aplicación a casos<br />

particulares pue<strong>de</strong> dar lugar a resultados diferentes en función <strong>de</strong> los<br />

hechos y <strong>de</strong> <strong>las</strong> circunstancias específicas. Trato justo, equitativo, nodiscriminatorio<br />

son conceptos muy amplios y su contenido se va<br />

<strong>de</strong>sarrollando caso por caso. De la misma manera, resulta difícil<br />

<strong>de</strong>terminar a priori qué medida pueda ser una medida equivalente a<br />

expropiación. La naturaleza misma <strong>de</strong>l Derecho internacional que <strong>de</strong>ben<br />

aplicar los Tribunales Arbitrales con-lleva un cierto grado <strong>de</strong> diversidad.<br />

Como manifestaba ORREGO VICUÑA:<br />

«Es <strong>de</strong> sobra conocido que los jueces internacionales y árbitros tienen a<br />

menudo gran dificultad en <strong>de</strong>cidir quién tiene razón y quién no la tiene en<br />

un caso <strong>de</strong>terminado. Uno pue<strong>de</strong> haber sido convencido en primer lugar<br />

por <strong>las</strong> alegaciones <strong>de</strong> una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes para encontrarse más tar<strong>de</strong> con<br />

que los argumentos <strong>de</strong> la otra parte son más convincentes. No es que el<br />

juez o el árbitro carezcan <strong>de</strong> convicción jurídica pero es más bien una<br />

consecuencia <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional. En realidad el <strong>de</strong>recho<br />

internacional es normalmente el resultado <strong>de</strong> un difícil proceso <strong>de</strong><br />

reconciliación entre puntos <strong>de</strong> vista diferentes sobre cuestiones<br />

fundamentales» 158<br />

Este proceso <strong>de</strong> conciliación ocurre también en el tiempo:<br />

«El interés intelectual <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional yace en gran parte en<br />

saber que lo que es norma hoy refleja la <strong>de</strong>sviación <strong>de</strong> ayer; y que el tejido<br />

<strong>de</strong> la obligación <strong>de</strong> ayer está cortada en parte por el patrón <strong>de</strong>l no<br />

conformismo. Nuestra función como abogados internacionales en el<br />

sentido amplio <strong>de</strong> la expresión está, por tanto, en encontrar un equilibrio<br />

aceptable entre, por una parte, afirmar que es ley una norma antigua que<br />

226


nadie respeta y, por otra, preten<strong>de</strong>r que cada conducta <strong>de</strong>l Estado es<br />

legítima simplemente porque la práctica <strong>de</strong> los Estados mol<strong>de</strong>a la ley» 159<br />

En la búsqueda <strong>de</strong> la conciliación entre los diversos puntos <strong>de</strong> vista<br />

presentes <strong>de</strong>ben admitirse márgenes razonables <strong>de</strong> apreciación, que<br />

permitan tener en cuenta <strong>las</strong> circunstancias <strong>de</strong> cada caso y la evolución <strong>de</strong>l<br />

Derecho.<br />

159 E. LAUTERPACHT, “The Devlopment of the Law of International Organisations by the<br />

Decisions of International Tribunals”, Rec. <strong>de</strong>s Cours, vol. 4, 1976, p. 389.<br />

227


VIII.2 El arbitrio <strong>de</strong>l Árbitro en la valoración <strong>de</strong> la prueba pericial (Enviada por<br />

Don Fe<strong>de</strong>rico Fernán<strong>de</strong>z <strong>de</strong> Buján)<br />

Arbitraje y árbitro provienen <strong>de</strong> arbitrar, cuya raíz etimológica es arbitrare que<br />

significa dar o proponer arbitrios. Arbitrar es, pues, resolver, como árbitro, <strong>de</strong><br />

forma pacífica un conflicto entre partes. A los efectos <strong>de</strong> arbitrar, el árbitro tiene<br />

arbitrio que, <strong>de</strong> acuerdo con el Diccionario <strong>de</strong> la Real Aca<strong>de</strong>mia <strong>Español</strong>a, en su<br />

primera acepción, es: Facultad que tiene el hombre <strong>de</strong> adoptar una resolución<br />

con preferencia a otra.<br />

Junto a esta acepción general el DRAE contiene una acepción particular,<br />

aplicable sólo al ámbito <strong>de</strong>l Derecho: Facultad que la ley <strong>de</strong>ja a los jueces y<br />

autorida<strong>de</strong>s para la apreciación <strong>de</strong> circunstancias o para la mo<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> sus<br />

<strong>de</strong>cisiones. Resulta obvio que la expresión genérica “jueces y autorida<strong>de</strong>s”<br />

compren<strong>de</strong> a los árbitros en el sentido técnico que les otorga la legislación<br />

vigente sobre arbitraje. Me <strong>de</strong>canto más por asimilar la figura <strong>de</strong>l árbitro a<br />

autorida<strong>de</strong>s que a jueces. La razón no es solamente por razón <strong>de</strong> nuestra<br />

condición <strong>de</strong> medio alternativo a la administración <strong>de</strong> justicia, sino también por<br />

su sentido semántico.<br />

Así, la segunda acepción <strong>de</strong> arbitrio es autoridad. Entiendo la función <strong>de</strong>l árbitro<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la auctoritas - saber socialmente reconocido en expresión orsiana -, que<br />

<strong>las</strong> partes le confieren y le reconocen como causa <strong>de</strong> someterle el arbitraje <strong>de</strong> su<br />

controversia. No dispone el árbitro <strong>de</strong> la misma potestas – po<strong>de</strong>r jurídicamente<br />

reconocido - <strong>de</strong> que son portadores los jueces y tribunales en el ejercicio <strong>de</strong> su<br />

potestad jurisdiccional. Por ello la fuerza vinculante <strong>de</strong>l Laudo proviene <strong>de</strong> la<br />

auctoritas, causa <strong>de</strong>l sometimiento arbitral y <strong>de</strong> la aceptación y cumplimiento por<br />

<strong>las</strong> partes <strong>de</strong> la resolución arbitral.<br />

Todas esta consi<strong>de</strong>raciones lingüísticas he querido hacer<strong>las</strong> para abordar,<br />

tomando <strong>las</strong> aguas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> arriba, la cuestión que me ocupa y que trata <strong>de</strong><br />

analizar el arbitrio <strong>de</strong>l árbitro en la valoración <strong>de</strong> la prueba pericial.<br />

229


El Primer Congreso <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong>l Arbitraje - cuyo Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Comité<br />

organizador ha sido Julio Gonzalez Soria, una <strong>de</strong> <strong>las</strong> personalida<strong>de</strong>s más<br />

prestigiosas en el ámbito <strong>de</strong>l Arbitraje nacional e internacional -, abordó en su<br />

primera Mesa redonda la cuestión <strong>de</strong> “La gran empresa ante el arbitraje”. En el<br />

curso <strong>de</strong> la misma, Juan Guitard presenta una precisa intervención en la que<br />

expone, entre otras interesantes cuestiones, el elenco <strong>de</strong> ventajas y beneficios<br />

que reporta para <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s empresas la adopción <strong>de</strong>l Arbitraje, como medio <strong>de</strong><br />

resolución <strong>de</strong> los conflictos que pudieran surgir en la ejecución <strong>de</strong> un gran<br />

número sus relaciones contractuales.<br />

Señala Guitard cómo, en numerosas ocasiones, los pleitos o controversias que<br />

se suscitan en la interpretación <strong>de</strong> los contratos <strong>de</strong> <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s empresas<br />

presentan un especial grado <strong>de</strong> especialización y complejidad. Ello implica que<br />

la persona o el órgano que pueda conocer, con el fin <strong>de</strong> resolver, dicha<br />

controversia <strong>de</strong>be estar dotado <strong>de</strong> un alto grado <strong>de</strong> especialización y<br />

competencia en la materia y el contenido objeto <strong>de</strong> litigio.<br />

Dicha especialización no siempre pue<strong>de</strong> encontrarse en quienes <strong>de</strong>tentan la<br />

potestad jurisdiccional <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la Administración <strong>de</strong> Justicia. En este sentido, el<br />

Arbitraje institucional, confiado y administrado por una Corte <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong><br />

prestigio, con un amplio, plural y competente equipo <strong>de</strong> Árbitros pue<strong>de</strong>, en<br />

muchas ocasiones, ser la se<strong>de</strong> más idónea para resolver estos conflictos.<br />

En este mismo sentido y en el curso <strong>de</strong> una interesante intervención, D. José<br />

María Alonso, en el seno <strong>de</strong> la Mesa Redonda I <strong>de</strong>l Congreso, afirma que si bien<br />

los Abogados, por razón <strong>de</strong> nuestra cualificación profesional, estamos<br />

especialmente capacitados para encarnar la figura <strong>de</strong> Árbitro, es obvio, que no<br />

pue<strong>de</strong> excluirse <strong>de</strong> esta función a profesionales <strong>de</strong> ámbitos ajenos al Derecho.<br />

Pues, bien al hilo <strong>de</strong> estas dos sugerentes reflexiones, planteo - <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto<br />

<strong>de</strong> vista teórico-abstracto pero con una evi<strong>de</strong>nte implicación práctica casuística -,<br />

una cuestión problemática que conecta con <strong>las</strong> mismas.<br />

Se trata <strong>de</strong> la presunta dificultad <strong>de</strong> valoración que, en ocasiones, pue<strong>de</strong> tener<br />

un Árbitro en relación con los contenidos <strong>de</strong> la prueba pericial, tanto en su<br />

230


manifestación documental como testifical, en el curso probatorio <strong>de</strong> un<br />

procedimiento arbitral. Consi<strong>de</strong>ro que esta situación problemática se produce,<br />

especialmente, en aquellos arbitrajes en los que la cuestión litigiosa es<br />

extraordinariamente técnica, ad exemplum, en algunas contiendas en materia <strong>de</strong><br />

construcción o <strong>de</strong> obras <strong>de</strong> ingeniería. En estos supuestos, junto con otros tales<br />

como supuestos complejos <strong>de</strong> contenido económico-contable o médicobiológico,<br />

suele darse una situación fáctica <strong>de</strong> difícil comprensión que podría<br />

concretarse en los siguientes extremos:<br />

En primer lugar, <strong>las</strong> partes intervinientes en el procedimiento arbitral suelen<br />

presentar - acompañando a sus escritos, para mejor proveer la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong><br />

sus <strong>de</strong>rechos y para lograr la mejor eficacia probatoria <strong>de</strong> sus posiciones -,<br />

una extensa, prolija y, en muchas ocasiones, críptica documentación. Sin<br />

duda, el Árbitro tiene, en frecuentes ocasiones, gran<strong>de</strong>s dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

valoración <strong>de</strong> los contenidos <strong>de</strong> los Informes y documentos técnicos que,<br />

como profano, no está en condiciones <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r, plenamente, en su<br />

totalidad.<br />

En segundo lugar, <strong>las</strong> <strong>de</strong>claraciones testificales que se realizan en el curso<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> Audiencias <strong>de</strong> pruebas que se celebran, en numerosos casos, no<br />

resultan aclaratorias sino, sorpren<strong>de</strong>ntemente, provocan el efecto contrario,<br />

<strong>de</strong>bido al antagonismo que se produce respecto <strong>de</strong> la distinta valoración<br />

que, cada uno <strong>de</strong> los peritos propuestos por <strong>las</strong> partes, realiza respecto <strong>de</strong><br />

hechos que, en principio, podrían consi<strong>de</strong>rarse objetivables por razón <strong>de</strong> su<br />

carácter o naturaleza empírica. Ello provoca en el Árbitro la sorpresa <strong>de</strong> la<br />

confusión, quedando sumido, incluso, en más dudas <strong>de</strong> <strong>las</strong> que tenía antes<br />

<strong>de</strong> ilustrarse con la referida prueba pericial.<br />

En todo caso, entiendo que no pue<strong>de</strong> cuestionarse, en nada, la absoluta<br />

discrecionalidad <strong>de</strong>l Árbitro en la valoración <strong>de</strong> dicha prueba pericial. Por ello, no<br />

cabe hablar <strong>de</strong> una cierta reducción o limitación en la valoración <strong>de</strong> dicha<br />

prueba, en atención a que el Árbitro se vería constreñido por razón <strong>de</strong> la<br />

naturaleza, supuestamente objetiva y experimental, <strong>de</strong> los informes o <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

<strong>de</strong>claraciones periciales. Consi<strong>de</strong>ro que su ámbito <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión es idéntico al que<br />

231


se ejerce en la valoración <strong>de</strong> cualquier otro medio <strong>de</strong> prueba documental o <strong>de</strong><br />

testigos.<br />

Sí, en cambio, consi<strong>de</strong>ro que <strong>de</strong>be exigirse en la redacción <strong>de</strong>l Laudo una<br />

rigurosa fundamentación, que otorgue un tratamiento <strong>de</strong>tallado a la posición <strong>de</strong>l<br />

Árbitro en la asunción <strong>de</strong> uno u otro punto <strong>de</strong> vista, respecto <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong><br />

prueba periciales alegados y expuestos.<br />

Planteada así la cuestión y tratando <strong>de</strong> pergeñar algunas soluciones a fin <strong>de</strong> que<br />

el Árbitro, o el Colegio Arbitral, pueda conformarse una i<strong>de</strong>a clara <strong>de</strong> la cuestión<br />

fáctica problemática objeto <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate, cabrían, a mi juicio, <strong>las</strong> siguientes<br />

opciones, que no necesariamente <strong>de</strong>ben <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse como alternativas, sino<br />

cabe también su consi<strong>de</strong>ración como complementarias:<br />

Pudiera recurrirse a solicitar un Peritaje, in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes, que<br />

pudiese terciar entre los mismos y proporcionar cierta aclaración <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

cuestiones más complejas, controvertidas y contradictorias. Ciertamente,<br />

con dicho Informe, el Árbitro pue<strong>de</strong> conocer y valorar un punto <strong>de</strong> vista<br />

absolutamente neutral a <strong>las</strong> posiciones <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes en conflicto.<br />

No obstante, entiendo que predicar la neutralidad <strong>de</strong> un Informe pericial<br />

solicitado por el propio Árbitro no <strong>de</strong>be, en ningún caso, cuestionar la<br />

objetividad <strong>de</strong> los presentados por los peritos llamados por <strong>las</strong> partes.<br />

Consi<strong>de</strong>ro que se trata, en todo caso, <strong>de</strong> profesionales que merecen el<br />

máximo respeto en relación con el ejercicio <strong>de</strong> su profesión, por lo que no<br />

cabe dudar - salvo que exista prueba en contrario -, <strong>de</strong> su <strong>de</strong>ontología<br />

profesional a la hora <strong>de</strong> elaborar el informe solicitado <strong>de</strong> parte. Esto significa<br />

que, a priori, no <strong>de</strong>be otorgarse mayor objetividad a ese Informe solicitado<br />

por el Árbitro <strong>de</strong> oficio, que a los presentados por los peritos a instancia <strong>de</strong><br />

<strong>las</strong> partes.<br />

Tampoco cabe, a mi juicio, optar por una solución <strong>de</strong> mayoría <strong>de</strong> criterios<br />

entendiendo que si dos informes - el presentado por una parte y el <strong>de</strong> un<br />

perito neutral -, coinci<strong>de</strong>n ello implica que su contenido refleja fielmente la<br />

realidad <strong>de</strong> los hechos. Es evi<strong>de</strong>nte que esta coinci<strong>de</strong>ncia apoyaría la tesis<br />

232


<strong>de</strong> una parte, pero entiendo que ello no <strong>de</strong>bería llevar a anular, totalmente,<br />

el valor <strong>de</strong> la otra. No se trata, pues, <strong>de</strong> un simple proceso <strong>de</strong> suma<br />

algebraica.<br />

A<strong>de</strong>más, en muchos casos el tercer informe <strong>de</strong> perito, solicitado por el<br />

Árbitro, viene sencillamente a dar una tercera, y particular visión, <strong>de</strong> los<br />

hechos que en parte coincidirá y en parte no con cada uno <strong>de</strong> los anteriores<br />

informes. Por ello, consi<strong>de</strong>ro que la medida <strong>de</strong> solicitar un tercer informe<br />

sólo en unos pocos supuestos provoca en el Árbitro la aclaración <strong>de</strong> lo<br />

confuso.<br />

Otra posible solución sería potenciar <strong>las</strong> Audiencias <strong>de</strong> Pruebas, tanto en su<br />

número como en su contenido. Des<strong>de</strong> un profundo y particularizado estudio<br />

<strong>de</strong> la documentación pericial presentada, el propio Árbitro pue<strong>de</strong> aprovechar<br />

la comparecencia <strong>de</strong> los peritos <strong>de</strong> parte, para presentarles <strong>las</strong> cuestiones<br />

que no haya llegado a ver claro en su análisis y requerirles, respecto <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

mismas, <strong>las</strong> explicaciones y aclaraciones pertinentes.<br />

Así, con un riguroso trabajo previo a la sesión y con indudable esfuerzo <strong>de</strong><br />

comprensión en la misma, pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>spejar ciertas incógnitas que le<br />

clarificarán la cuestión litigiosa. En esta línea <strong>de</strong> tratar <strong>de</strong> alcanzar la<br />

aclaración <strong>de</strong> <strong>las</strong> dudas fácticas pue<strong>de</strong>, asimismo, el Árbitro propiciar, en<br />

alguna <strong>de</strong> <strong>las</strong> Audiencias <strong>de</strong> prueba, la confrontación entre los peritos <strong>de</strong><br />

parte para verificar cuál es la más sólida <strong>de</strong> <strong>las</strong> posiciones <strong>de</strong>fendidas.<br />

Todo ello, bajo su estricta dirección y mo<strong>de</strong>ración que, en todo caso,<br />

<strong>de</strong>berá tratar <strong>de</strong> evitar enfrentamientos que sólo generan tensión y<br />

contribuyen a la radicalización <strong>de</strong> <strong>las</strong> posiciones enfrentadas.<br />

Si <strong>las</strong> dos medidas procedimentales expuestas no alcanzan a solucionar<br />

plenamente la problemática que planteamos, una tercera, que se enmarca<br />

en <strong>las</strong> premisas iniciales formuladas, es la que consi<strong>de</strong>ro más idónea a los<br />

efectos <strong>de</strong> lograr los fines perseguidos.<br />

Muchos <strong>de</strong> los supuestos en los cuales se suscita la cuestión problemática<br />

expuesta, son casos <strong>de</strong> cuantía económica <strong>de</strong> suficiente entidad como para<br />

233


equerir el nombramiento <strong>de</strong> un Colegio Arbitral, <strong>de</strong> acuerdo con lo<br />

habitualmente, dispuesto en los Reglamentos <strong>de</strong> <strong>las</strong> Cortes institucionales<br />

<strong>de</strong> arbitraje.<br />

Pues bien, se trataría que la Corte <strong>de</strong> Arbitraje que gestiona y administra el<br />

Arbitraje <strong>de</strong>signe <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ese Colegio, como Árbitro, a un profesional <strong>de</strong><br />

reconocido prestigio en el ámbito propio y específico <strong>de</strong> la problemática<br />

planteada. Así, tratándose <strong>de</strong> un arbitraje relativo a temas vinculados a la<br />

construcción se nombraría a un Arquitecto, si se tratase <strong>de</strong> obras <strong>de</strong><br />

Ingeniería a un Titulado superior <strong>de</strong>l ramo o tratándose <strong>de</strong> cuestiones<br />

médicas a un Doctor especialista en la cuestión <strong>de</strong> salud correspondiente.<br />

Entiendo que es en todo caso suficiente, el nombramiento <strong>de</strong> uno sólo, y no<br />

<strong>de</strong> dos Árbitros <strong>de</strong> esta naturaleza.<br />

Por tanto, a mi juicio, el Colegio arbitral <strong>de</strong>bería estar presidido por un<br />

Abogado y constituido por dos Vocales, uno también Abogado y el otro<br />

“experto” en la materia fáctica objeto <strong>de</strong> la controversia. Si se nombrasen<br />

dos árbitros “expertos” la situación, en ocasiones podría llevar a una<br />

confrontación entre los mismos que, más que arrojar luz, abocaría a la<br />

in<strong>de</strong>seada confusión en el seno <strong>de</strong>l propio Colegio.<br />

Consi<strong>de</strong>ro que el nombramiento <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> estos profesionales ajenos al<br />

Derecho enriquece, enormemente, en estos supuestos, al Colegio arbitral a<br />

los efectos <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r con acierto a la valoración <strong>de</strong> <strong>las</strong> pruebas complejas<br />

presentadas por <strong>las</strong> partes. Se trata, pues, <strong>de</strong> incorporar a un perito, <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong>l Colegio arbitral como Árbitro y, así, su labor no sólo se reducirá a la<br />

presentación <strong>de</strong> un Informe o a prestar una <strong>de</strong>claración pericial en una<br />

Audiencia <strong>de</strong> pruebas.<br />

Su condición <strong>de</strong> Árbitro le hará conocer el caso <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l Colegio,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus orígenes hasta su resolución. En la redacción <strong>de</strong>l Laudo el<br />

conocimiento específico <strong>de</strong> este Árbitro, experto en la cuestión fáctica objeto<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>bate, facilitará la a<strong>de</strong>cuada redacción <strong>de</strong> su fundamentación y<br />

tratamiento fáctico.<br />

234


En suma, la presencia <strong>de</strong> este Árbitro especialista en la materia fáctica<br />

litigiosa, dota al Colegio arbitral <strong>de</strong> una autonomía que le sustrae <strong>de</strong> la<br />

necesidad y la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> un perito externo. El Colegio será por tanto<br />

autosuficiente para la correcta valoración <strong>de</strong> cualquier prueba pericial por<br />

compleja y técnica que sea.<br />

A fin <strong>de</strong> que este nombramiento, como Árbitro, <strong>de</strong> un profesional ajeno al<br />

<strong>de</strong>recho sea viable, <strong>de</strong> acuerdo con la legislación que regula el arbitraje, se<br />

hace preciso que en la cláusula <strong>de</strong> sometimiento a arbitraje se opte por un<br />

Arbitraje <strong>de</strong> equidad, a fin <strong>de</strong> posibilitar el nombramiento <strong>de</strong> un profesional<br />

ajeno a la Abogacía. No obstante esta limitación legal podría suplirse<br />

cuando el Árbitro “ experto”, nombrado en su condición <strong>de</strong> tal, fuese a la vez<br />

Licenciado en Derecho. Siendo en la actualidad bastante frecuente la doble<br />

titulación universitaria, cada vez será más fácil incorporar a <strong>las</strong> Cortes <strong>de</strong><br />

Arbitraje, en calidad <strong>de</strong> Árbitros, a quienes ostenten como primera Titulación<br />

la relativa a un Escuela Superior <strong>de</strong> Escuela <strong>de</strong> Ingeniería, Arquitectura o a<br />

una Facultad que imparta una Licenciatura en Administración y Dirección <strong>de</strong><br />

Empresas, Economía o Medicina y como segunda titulación la Licenciatura<br />

en Derecho.<br />

Así, es creciente el número <strong>de</strong> alumnos <strong>de</strong> <strong>las</strong> nuevas generaciones que<br />

cursan simultáneamente <strong>las</strong> Licenciaturas <strong>de</strong> Derecho y ADE. También es<br />

progresivo el número <strong>de</strong> los profesionales - sobre todo en el ámbito<br />

empresarial y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> titulaciones <strong>de</strong> Escue<strong>las</strong> Técnicas Superiores- que, en<br />

un momento posterior, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la madurez <strong>de</strong> su ejercicio profesional, sienten<br />

la necesidad <strong>de</strong> cursar los estudios <strong>de</strong> Derecho como complemento<br />

necesario, y no sólo conveniente, para sus expectativas <strong>de</strong> ascenso a los<br />

puestos <strong>de</strong> responsabilidad y dirección empresarial.<br />

Ante esta pujante realidad bifronte <strong>de</strong> doble licenciatura, no será difícil<br />

encontrar magníficos profesionales, en distintos campos, que sean a<strong>de</strong>más<br />

Abogados, por lo que no será ni siquiera necesario recurrir a la opción <strong>de</strong>l<br />

Arbitraje <strong>de</strong> equidad para incorporarlos a un Colegio arbitral. Entiendo que<br />

esta tercera solución - que no invalida a <strong>las</strong> anteriores pero <strong>las</strong> complementa<br />

235


y perfecciona -, es la opción más eficaz para que esos arbitrajes <strong>de</strong><br />

importante cuantía económica y relevancia empresarial en los que se<br />

aprecia una especial complejidad técnica.<br />

Des<strong>de</strong> la misma, por razón <strong>de</strong> la especialización en la materia objeto <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>bate, los Colegios arbitrales se encontrarán en una situación ventajosa y<br />

segura <strong>de</strong> resolver con mejores garantías <strong>de</strong> arbitrio, ya que será más fácil<br />

la completa y plena comprensión fáctica <strong>de</strong> los informes y <strong>de</strong>claraciones que<br />

constituyan <strong>las</strong> transcen<strong>de</strong>ntales pruebas periciales presentadas.<br />

236


VIII.3 Importancia <strong>de</strong> la estructuración / Reestructuración corporativa <strong>de</strong><br />

inversiones para gozar <strong>de</strong> una mayor protección internacional a través <strong>de</strong><br />

la posibilidad <strong>de</strong> arbitrar disputas (Enviada por Doña Silvia Farré Muñoz)<br />

A) Introducción<br />

Este comentario versa sobre la importancia, en el momento <strong>de</strong> planear una<br />

inversión, que <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s empresas inversoras en el extranjero <strong>de</strong>berían<br />

dar a la existencia <strong>de</strong> mecanismos que permitan arbitrar contra el estado<br />

receptor <strong>de</strong> tal inversión. El siguiente análisis pues tiene relación con dos<br />

<strong>de</strong> los temas expuestos durante el I Congreso <strong>de</strong>l <strong>Club</strong> <strong>Español</strong> <strong>de</strong><br />

Arbitraje: "La gran empresa ante el arbitraje" y "El arbitraje como<br />

mecanismo <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> inversiones".<br />

B) Importancia <strong>de</strong> la estructuración / reestructuración corporativa<br />

Recientemente asistí a una presentación titulada: "Arbitraje <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto<br />

<strong>de</strong> vista <strong>de</strong>l cliente", impartida por un miembro <strong>de</strong>l equipo legal <strong>de</strong> una <strong>de</strong><br />

<strong>las</strong> empresas energéticas lí<strong>de</strong>res en el sector. Una <strong>de</strong> <strong>las</strong> preguntas<br />

interpuestas versaba sobre la consi<strong>de</strong>ración que la empresa en cuestión<br />

daba a la posible existencia <strong>de</strong> mecanismos <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> inversiones,<br />

tales como Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca <strong>de</strong><br />

Inversiones ("APPRI"), en inglés "Bilateral Investment Treaties, en el<br />

proceso <strong>de</strong> estructurar la organización corporativa diseñada para canalizar<br />

la inversión en el extranjero. La respuesta fue rotunda: muy poca o<br />

ninguna, aunque se reconoció que, dado el nivel <strong>de</strong> inversión y el riesgo<br />

que se corre si el estado receptor <strong>de</strong> la inversión la expropia, directa o<br />

indirectamente, este tipo <strong>de</strong> cuestiones <strong>de</strong>berían ser consi<strong>de</strong>radas mucho<br />

más <strong>de</strong> lo que lo son en la práctica.<br />

En efecto, en general, durante la estructuración / reestructuración<br />

corporativa que canalizará la inversión, los inversores concentran su<br />

atención en cuestiones fundamentalmente impositivas. Ésos son<br />

momentos <strong>de</strong> euforia. El inversor quiere invertir y el estado receptor <strong>de</strong> la<br />

inversión quiere que se invierta en su territorio. Por supuesto que en esos<br />

237


momentos el estado receptor asegurará al inversor que nada ocurrirá a la<br />

inversión y que ésta estará a<strong>de</strong>cuadamente protegida. Sin embargo, la<br />

realidad muestra que, entre otros, cambios <strong>de</strong> gobierno, cambios <strong>de</strong><br />

política <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un mismo gobierno, oposición popular o simplemente la<br />

no voluntad <strong>de</strong> querer cumplir con parte <strong>de</strong>l trato pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>jar sin<br />

significado tales garantías.<br />

Por ello, es importante que a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> contar con intenciones, <strong>las</strong><br />

empresas inversoras estructuren / reestructuren sus inversiones <strong>de</strong><br />

manera que éstas que<strong>de</strong>n protegidas por APPRIs, los cuales proporcionan<br />

privilegios únicos a los inversores para que protejan sus inversiones. Entre<br />

otros, APPRIs permiten a los inversores <strong>de</strong>mandar en el ámbito <strong>de</strong>l<br />

arbitraje internacional al estado don<strong>de</strong> se efectúa la inversión, con<br />

in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia a una posible relación contractual entre ambas partes, en el<br />

supuesto que el estado receptor <strong>de</strong> la inversión haya violado <strong>las</strong> garantías<br />

previstas en el APPRI relativas:<br />

al tratamiento justo y equitativo;<br />

a la protección plena y seguridad <strong>de</strong> la inversión;<br />

al pronto, a<strong>de</strong>cuado y efectivo pago <strong>de</strong> compensación en caso <strong>de</strong><br />

expropiación; o<br />

a la libertad <strong>de</strong> movimiento <strong>de</strong> capital sin restricciones.<br />

Aunque cada APPRI es distinto y jurisdicción <strong>de</strong>l respectivo tribunal<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> lo que los países signatarios hubiesen acordado, uno <strong>de</strong> los<br />

requisitos indispensables para tener ius standi en un arbitraje internacional<br />

<strong>de</strong> inversión es el relativo a la nacionalidad <strong>de</strong> la empresa inversora. En<br />

este sentido, APPRIs requieren que la empresa que canaliza la inversión<br />

en el territorio <strong>de</strong> un estado signatario <strong>de</strong> un APPRI sea nacional <strong>de</strong>l otro<br />

país signatario <strong>de</strong>l mismo. El inversor sofisticado analizará los APPRIs<br />

que el país receptor <strong>de</strong> la inversión haya firmado con otros países y<br />

estructurará / reestructurará la organización corporativa en función <strong>de</strong> la<br />

238


protección proporcionada por tales tratados. Así pues, si hay un tratado<br />

beneficioso firmado entre X, país receptor <strong>de</strong> la inversión, y Z, el otro país<br />

signatario <strong>de</strong>l APPRI, el inversor sofisticado tratará <strong>de</strong> organizar su<br />

estructura corporativa <strong>de</strong> manera que la empresa que canalizará la<br />

inversión sea nacional <strong>de</strong>l país Z.<br />

¿Cuándo podrá el inversor quedar satisfecho <strong>de</strong> que su inversión en el<br />

territorio <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los estados signatarios está canalizada a través <strong>de</strong> una<br />

entidad nacional <strong>de</strong>l otro estado signatario <strong>de</strong>l APPRI, <strong>de</strong> manera que la<br />

inversión en cuestión goza <strong>de</strong> la protección <strong>de</strong>l APPRI firmado entre<br />

ambos estados?<br />

En muchas ocasiones los países receptores <strong>de</strong> inversión requieren a los<br />

inversores extranjeros que canalicen la inversión a través <strong>de</strong> un ente<br />

corporativo incorporado en el mismo país receptor <strong>de</strong> la inversión. Para<br />

este tipo <strong>de</strong> casos, el artículo 25(2)(b) <strong>de</strong> la Convención CIADI establece<br />

que cuando la entidad legal a través <strong>de</strong> la cual se efectúa la inversión es<br />

un ente incorporado en el territorio don<strong>de</strong> se realiza la inversión, se<br />

consi<strong>de</strong>rará nacional <strong>de</strong>l otro estado contratante cuando esté sujeta a<br />

control extranjero. Así pues, es perfectamente posible que un Tribunal<br />

CIADI sea competente para oír <strong>de</strong> una disputa en la que el estado receptor<br />

<strong>de</strong> la inversión haya violado los términos <strong>de</strong> un APPRI en relación con la<br />

inversión efectuada por una empresa incorporada bajo <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong>l mismo<br />

estado receptor, siempre y cuando la empresa canalizadora <strong>de</strong> la inversión<br />

esté controlada por otra empresa extrajera <strong>de</strong> nacionalidad <strong>de</strong>l otro estado<br />

signatario <strong>de</strong>l APPRI. A<strong>de</strong>más, la jurispru<strong>de</strong>ncia CIADI requiere que <strong>las</strong><br />

partes hayan acordado expresamente que la empresa filial, incorporada en<br />

el territorio <strong>de</strong>l país receptor, sea tratada como una empresa extranjera. 160<br />

160 Holidays Inn v Morocco Case CIADI No. ARB/72/1. Este caso <strong>las</strong> partes llegaron a un<br />

acuerdo amistoso para solventar la disputa y el procedimiento fue <strong>de</strong>scontinuado el 17 <strong>de</strong><br />

octubre <strong>de</strong> 1978. Las sumisiones <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes no se hicieron públicas. Sin embargo, un<br />

resumen <strong>de</strong> la disputa pue<strong>de</strong> verse en Lalive, The First "World Bank" Arbitration (Holiday<br />

Inns v Morocco) – Some Legal Problems, 1 ICSID Reports 645.<br />

239


En Vacuum SALT.c. Ghana el tribunal <strong>de</strong>terminó que "control extranjero"<br />

no requería, o implicaba, un porcentaje especial <strong>de</strong> propiedad <strong>de</strong><br />

accionariado. Cada caso bajo esta cláusula tenía que ser visto en su<br />

contexto particular, teniendo en cuneta todos los hechos y circunstancias.<br />

No hay ninguna fórmula para <strong>de</strong>terminar cuando una empresa <strong>de</strong>be ser<br />

consi<strong>de</strong>rada extranjera para los efectos <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> inversiones. Por<br />

supuesto, en los casos don<strong>de</strong> la empresa matriz posea un 100% <strong>de</strong>l<br />

accionariado <strong>de</strong> la empresa filial, con casi toda certeza, la empresa matriz<br />

estará sujeta a control extranjero. Por otra parte, una total ausencia <strong>de</strong><br />

accionariado en la empresa filial prácticamente niega la existencia <strong>de</strong><br />

control extranjero. 161<br />

En general, los tribunales arbitrales CIADI, <strong>de</strong>bido parcialmente a <strong>las</strong><br />

<strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> "inversor" o "inversión" contenidas en los APPRIs<br />

aplicables, han tendido a no levantar el velo corporativo para <strong>de</strong>terminar la<br />

cuestión <strong>de</strong> nacionalidad. Se ha sugerido que los tribunales arbitrales<br />

internacionales <strong>de</strong>berían, en este respecto, tomar en consi<strong>de</strong>ración la<br />

realidad económica <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong> un grupo corporativo y <strong>de</strong>terminar<br />

la nacionalidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> empresas basándose en propiedad accionarial y<br />

control corporativo. Sin embargo, con frecuencia, tribunales arbitrales<br />

CIADI han <strong>de</strong>terminado la cuestión <strong>de</strong> nacionalidad basándose puramente<br />

en lugar <strong>de</strong> constitución empresarial o lugar don<strong>de</strong> se encuentra la se<strong>de</strong><br />

corporativa. 162<br />

161 Vacuum SALT Production Limited v Government of the Republic of Ghana, Caso CIADI<br />

No. Arb/92/1, 4 ICSID Reports 320 en 346 (1997)<br />

162 Los árbitros en Autopista Concesionada <strong>de</strong> Venezuela c. Venezuela concluyeron que<br />

diciendo que <strong>de</strong> acuerdo con la el <strong>de</strong>recho y la práctica internacional, hay diferentes<br />

criterios para <strong>de</strong>terminar la nacionalidad jurídica <strong>de</strong> un persona. El criterio relativo al lugar<br />

<strong>de</strong> incorporación o el lugar <strong>de</strong> la se<strong>de</strong> empresarial son criterios ampliamente adoptados<br />

por Tribunales CIADI. Autopista Concesionada <strong>de</strong> Venezuela c. Venezuela, Caso CIADI<br />

No. ARB/00/5, <strong>de</strong>cisión relativa a la jurisdicción, 27 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 2001, párrafos 107-<br />

108, publicado en (2001) 16 ICSID Rev FIKJ 469<br />

240


Un ejemplo claro <strong>de</strong> esta postura lo representa el caso Tokios Tokelés c.<br />

Ucrania, centrado en una disputa surgida bajo los auspicios <strong>de</strong>l APPRI<br />

entre Lituania y Ucrania. En este caso, el Demandante había sido<br />

constituido en Lituania, aunque la empresa no tenía activida<strong>de</strong>s<br />

sustanciales en ese país. Por el contrario, el 99% <strong>de</strong>l accionariado<br />

pertenecía y era controlado por ucranianos. A<strong>de</strong>más la se<strong>de</strong> empresarial<br />

no se encontraba en Lituania. El Demandado objetó a la jurisdicción <strong>de</strong>l<br />

tribunal argumentando que el Demandante no podía gozar <strong>de</strong> la protección<br />

ofrecida por el APPRI entre Lituania y Ucrania, puesto que los reales<br />

<strong>de</strong>mandantes eran nacionales ucranianos, quienes trataban <strong>de</strong> conducir un<br />

arbitraje internacional contra su propio gobierno y tal circunstancia no<br />

estaba amparada por el APPRI en cuestión. La mayoría <strong>de</strong>l tribunal, en<br />

relación a la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la nacionalidad <strong>de</strong> la persona jurídica,<br />

sostuvo que bajo el relevante APPRI, el único factor a tener en cuenta para<br />

<strong>de</strong>terminar nacionalidad era si el Demandante se había constituido bajo <strong>las</strong><br />

leyes <strong>de</strong> Lituania. Como éste era el caso, la mayoría <strong>de</strong>l tribunal consi<strong>de</strong>ró<br />

que el Demandante era lituano y, en consecuencia, a efectos <strong>de</strong>l APPRI, el<br />

Demandante era un inversor extranjero. Es importante mencionar en este<br />

punto que el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l tribunal no se adhirió a la opinión <strong>de</strong> la mayoría<br />

<strong>de</strong>l tribunal y favoreció el análisis <strong>de</strong> la realidad económica para <strong>de</strong>terminar<br />

la nacionalidad <strong>de</strong> una persona jurídica. 163 De manera significativa, la<br />

mayoría <strong>de</strong>l tribunal indicó que el análisis <strong>de</strong> la realidad económica y el<br />

levantamiento <strong>de</strong>l velo para <strong>de</strong>terminar la nacionalidad jurídica pue<strong>de</strong>n<br />

hacerse sólo en circunstancias excepcionales. Sin embargo, el caso en<br />

cuestión no había evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> abuso <strong>de</strong> personalidad jurídica porque,<br />

entre otras cosas, Tokios Tokelés, el Demandante, fue incorporado mucho<br />

antes <strong>de</strong> que el APPRI entrara en vigor y, por lo tanto, tal entidad no podía<br />

haber sido creada para el propósito <strong>de</strong> asegurar que el tribunal CIADI<br />

tendría jurisdicción. Este último punto muestra que para que los Tribunales<br />

arbitrales no consi<strong>de</strong>ren que se ha abusado <strong>de</strong>l sistema e incurrido en la<br />

163 Reconocido en la Opinión Disi<strong>de</strong>nte en Tokios Tokelés c Ucraina (Caso CIADI No.<br />

ARB/02/18) <strong>de</strong>cisión relativa a la jurisdicción <strong>de</strong>l 29 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 2004<br />

241


práctica <strong>de</strong>l "treaty shopping" con el exclusivo objeto <strong>de</strong> acce<strong>de</strong>r al arbitraje<br />

internacional para <strong>de</strong>mandar al estado receptor <strong>de</strong> la inversión, la cuestión<br />

<strong>de</strong> cuando se hizo la inversión fue fundamental.<br />

Otro ejemplo que muestra la importancia <strong>de</strong> estructurar inversiones <strong>de</strong><br />

manera que éstas que<strong>de</strong>n bajo la protección <strong>de</strong> un APPRI se refleja en el<br />

reciente caso Aguas <strong>de</strong>l Tunari, S.A. c. La República <strong>de</strong> Bolivia 164 . En este<br />

caso, el Demandante realizó una reestructuración corporativa interna, que<br />

tuvo lugar <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que la empresa obtuviera un contrato <strong>de</strong> concesión<br />

otorgado por el Demandado y reacciones hostiles se manifestaran entre la<br />

población don<strong>de</strong> la inversión se había efectuado. La reestructuración,<br />

realizada por razones ajenas a la protección <strong>de</strong> la inversión, culminó en la<br />

siguiente estructura: la empresa que canalizaba la inversión estaba<br />

controlada mayoritariamente (en un 55%) por una empresa holan<strong>de</strong>sa, que<br />

a su vez estaba controlada en un 100% por otra empresa holan<strong>de</strong>sa, que a<br />

su vez estaba controlada por la filial holan<strong>de</strong>sa <strong>de</strong> una empresa americana<br />

y una empresa italiana. El 55% <strong>de</strong>l accionariado permitió a la empresa<br />

holan<strong>de</strong>sa argumentar que la inversión estaba protegida bajo el APPRI<br />

entre Holanda y Bolivia. El tribunal dio la razón al Demandante y afirmó su<br />

jurisdicción para oír <strong>de</strong> la controversia porque, tal y como requería el<br />

APPRI entre Holanda y Bolivia, el Demandante "estaba controlado directa<br />

o indirectamente" por un nacional <strong>de</strong> Holanda. El tribunal estableció que<br />

una empresa está controlada por otra <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong><br />

accionariado que la empresa matriz posea respecto a su filial. Es<br />

importante notar que uno <strong>de</strong> los árbitros disintió <strong>de</strong> la opinión <strong>de</strong> la mayoría<br />

<strong>de</strong>l Tribunal aludiendo al hecho que el tribunal no tendría que <strong>de</strong>clararse<br />

competente cuando el Demandante reestructure sus inversiones<br />

exclusivamente con el afán <strong>de</strong> aprovechar la protección ofrecida por un<br />

APPRI una vez la disputa sea previsible. Sin embargo, la opinión disi<strong>de</strong>nte<br />

<strong>de</strong>l árbitro también admitió que en el caso en cuestión no era claro que la<br />

164 Augas <strong>de</strong>l Tunari, A.A. c. La República <strong>de</strong> Bolivia, Caso CIADI No. ARB/02/3, Decisión<br />

relativa a <strong>las</strong> objeciones a la jurisdicción interpuestas por el Demandado.<br />

242


expropiación fuera previsible en el momento <strong>de</strong> la reestructuración<br />

empresarial. Este punto pone <strong>de</strong> manifiesto que si una empresa quiere<br />

aprovechar la protección ofrecida bajo los distintos APPRIs firmados por el<br />

país receptor <strong>de</strong> la inversión es importante que tal reestructuración se haga<br />

lo antes posible, i<strong>de</strong>almente, antes <strong>de</strong> que una controversia legal sea<br />

pre<strong>de</strong>cible para evitar la posible <strong>de</strong>negación <strong>de</strong> jurisdicción por parte <strong>de</strong>l<br />

tribunal<br />

C) Conclusión<br />

No es negativo, <strong>de</strong> hecho es aconsejable, que los inversores estructuren<br />

sus inversiones para obtener protección bajo los auspicios <strong>de</strong> un APPRI.<br />

La jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> tribunales CIADI muestra que los tribunales afirmarán<br />

su jurisdicción ratione personae, si el inversor es un nacional <strong>de</strong>l otro<br />

estado contratante <strong>de</strong>l APPRI. Jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l CIADI muestra que<br />

nacionalidad suele ser atribuida en función a criterios objetivos tales como<br />

el país don<strong>de</strong> se encuentra la se<strong>de</strong> social; el país <strong>de</strong> constitución<br />

empresarial o nacionalidad <strong>de</strong>l accionista mayoritario. Inversores, por<br />

tanto, tendrían que asegurarse que, cuando estructuran / reestructuran la<br />

organización corporativa que canaliza la inversión, cumplen con los testos<br />

objetivos seguidos por los tribunales CIADI.<br />

Hasta ahora, los tribunales CIADI no han ido más allá y normalmente no<br />

han levantado el velo corporativo o analizado quien ejerce el verda<strong>de</strong>ro<br />

control para la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>l requisito <strong>de</strong> nacionalidad. Sin embargo,<br />

<strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones en Tokios Tokelés y en Aguas <strong>de</strong>l Tunari, y en especial los<br />

comentarios contenidos en <strong>las</strong> opiniones disi<strong>de</strong>ntes, muestran que los<br />

tribunales arbitrales pue<strong>de</strong>n estar dispuestos a levantar el velo corporativo<br />

para <strong>de</strong>terminar la nacionalidad <strong>de</strong> la empresa a través <strong>de</strong> la cual se<br />

realiza la inversión en situaciones cuando <strong>las</strong> partes hayan "abusado <strong>de</strong> su<br />

nacionalidad". En este proceso, el momento en el que se realice la<br />

reestructuración será un elemento crucial. Por el momento, el impacto <strong>de</strong>l<br />

momento en que se realiza la inversión y el consecuente levantamiento <strong>de</strong>l<br />

velo por parte <strong>de</strong> los tribunales CIADI aún están por verse.<br />

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