Tratamiento de los trastornos del lenguaje: afasias ... - Conductual
Tratamiento de los trastornos del lenguaje: afasias ... - Conductual
Tratamiento de los trastornos del lenguaje: afasias ... - Conductual
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
MASTER EN PSICOLOGIA CLINICA<br />
Adultos‐Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> Conducta<br />
16ª PROMOCIÓN<br />
MODULO 27<br />
UNIDAD TEMATICA 27.1.<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
<strong>Tratamiento</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>trastornos</strong> <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong>: <strong>afasias</strong>,<br />
dislalias, disfonías, parálisis cerebral...<br />
PROFESOR‐TUTOR: Miguel Ángel González Castañón<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
León Octubre, 2008<br />
1
GUIA DE ESTUDIO<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
He intentado daros una visión muy amplia <strong>de</strong> las funciones cognitivas, en<br />
relación a las diferentes patologías cerebrales que dan como resultado un déficit<br />
lingüístico y/o cognitivo.<br />
Os encontrareis un amplio estudio <strong>de</strong> las <strong>afasias</strong>, con sus características,<br />
alteraciones asociadas, localización y frecuencia así como las formas <strong>de</strong><br />
intervención por cada uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> profesionales.<br />
Veréis unos artícu<strong>los</strong> que creo muy interesantes:<br />
"Consi<strong>de</strong>raciones nosológicas <strong>de</strong>l cambio <strong>de</strong> personalidad postraumático"<br />
"Neuropsiquiatría <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>trastornos</strong> afectivos"<br />
"A propósito <strong>de</strong> 500 casos asistidos por traumatismo encefalocraneano<br />
leve"<br />
Luego os encontrareis una prueba para <strong>de</strong>tectar las situaciones <strong>de</strong> uso y<br />
mal uso vocal.<br />
Para entrar en el tema <strong>de</strong> la rehabilitación <strong>de</strong> la voz en sus diferentes<br />
aspectos.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
2
Funciones cognitivas<br />
Los procesos cognitivos<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Los procesos cognitivos, es <strong>de</strong>cir aquel<strong>los</strong> procesos psicológicos relacionados con el<br />
aten<strong>de</strong>r, percibir, memorizar, recordar y pensar, constituyen una parte sustantiva <strong>de</strong> la<br />
producción superior <strong>de</strong>l psiquismo humano. Si bien son el resultado <strong>de</strong>l funcionamiento<br />
<strong>de</strong>l organismo como un todo, suponen la especial participación <strong>de</strong> ciertas áreas<br />
cerebrales, filogenéticamente recientes, que muchas veces se encargan <strong>de</strong> organizar e<br />
integrar las funciones <strong>de</strong> otras regiones más arcaicas.‐<br />
Las funciones intelectuales o superiores en el hombre permiten realizar activida<strong>de</strong>s que<br />
éste haya adquirido a lo largo <strong>de</strong> la evolución y que lo diferencien <strong>de</strong> <strong>los</strong> animales. Así se<br />
han <strong>de</strong>sarrollado tanto a nivel <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong>, las prácticas, <strong>los</strong> reconocimientos como <strong>de</strong>l<br />
aprendizaje y la memoria una gama <strong>de</strong> funciones avanzadas que han permitido el nivel<br />
máximo <strong>de</strong> complejidad <strong>de</strong> comunicación, intelectualización y abstracción que se pueda<br />
conocer en el campo biológico.<br />
Se estudiará aquí la organización funcional <strong>de</strong> <strong>los</strong> elementos que dan sustento a <strong>los</strong><br />
procesos cognitivos y se la relacionará con algunas dimensiones neuro y<br />
psicopatológicas. Así se enten<strong>de</strong>rá el cerebro como un dispositivo <strong>de</strong> tratar con<br />
información, <strong>de</strong> procesarla, y no como algo que sirve únicamente para respon<strong>de</strong>r a<br />
cierto tipo <strong>de</strong> estímu<strong>los</strong>. Este mo<strong>de</strong>lo abrió el camino a la psicología <strong>de</strong> <strong>los</strong> años 60 para<br />
explicar las representaciones internas <strong>de</strong> acuerdo a la calidad y cantidad <strong>de</strong> información<br />
que contenían y a la neuro y psicofisiología para investigar <strong>los</strong> marcos <strong>de</strong> referencia<br />
psiconeurobiológicos, eléctricos o bioquímicos <strong>de</strong> esas cogniciones, ya que el<br />
procesamiento informativo supone un soporte <strong>de</strong> indudable naturaleza física.‐<br />
En primer lugar, el hombre no se pue<strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r cabalmente sino en relación con<br />
otros hombres y con el ambiente, por lo que las funciones cognitivas, si bien<br />
psiconeurobiológicas, tienen una dimensión social.‐<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
3
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
En segundo término, cada ser humano tiene un sistema <strong>de</strong> constructos particulares ‐la<br />
personalidad‐ con el que categoriza la realidad e interpreta cada suceso <strong>de</strong> su acontecer.<br />
Allí se encontrará la explicación, por ejemplo, <strong>de</strong> las variables cognitivas individuales o<br />
<strong>de</strong> las diferentes motivaciones <strong>de</strong> cada sujeto.‐<br />
En tercer lugar, no es posible, sino didácticamente, estudiar las funciones cognitivas sin<br />
relacionarlas con otras, como las <strong>de</strong>l alerta o las afectivas, con las que integran un todo.<br />
En cuarto lugar, tampoco es posible iniciar el estudio <strong>de</strong> las bases neurales <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
procesos cognitivos sin una solución a la aparente contradicción entre la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que<br />
ciertas regiones <strong>de</strong>l sistema nervioso central, tienen que ver especialmente con<br />
<strong>de</strong>terminadas funciones cognitivas ‐hipótesis localizacionistas‐ y la <strong>de</strong> que es imposible<br />
localizar un <strong>de</strong>terminado proceso cognitivo en un área circunscripta, ya que el cerebro<br />
actúa como un todo. ‐<br />
Las localizaciones cerebrales<br />
Hipócrates sostuvo que el cerebro es el órgano <strong>de</strong> la mente e hizo la primera mención<br />
que fuera registrada a la existencia <strong>de</strong> localizaciones particulares al afirmar que la lesión<br />
<strong>de</strong> uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> hemisferios podría producir parálisis en el lado opuesto <strong>de</strong>l cuerpo. Las<br />
investigaciones frenológicas <strong>de</strong>l siglo XIX (Gall y Spurzheim) reactualizaron el tema <strong>de</strong> las<br />
localizaciones y, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces, la ubicación anatómica <strong>de</strong> las funciones cerebrales ha<br />
sido un tema siempre presente en <strong>los</strong> estudios <strong>de</strong>l sistema nervioso central.‐<br />
Los frenólogos, con métodos que la ciencia actual ni siquiera consi<strong>de</strong>raría, concluyeron<br />
con la división <strong>de</strong>l cerebro en 37 órganos diferentes cada uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> cuales tendría a su<br />
cargo una función intelectual. Lo absurdo <strong>de</strong> sus conclusiones contribuyó, en <strong>los</strong> hechos,<br />
a reforzar el concepto <strong>de</strong> que el cerebro funcionaba como un todo homogéneo.‐<br />
En cambio la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> una localización cerebral particular para ciertas funciones<br />
sensitivo‐sensoriales, motoras y cognitivas adquiere sus primeros fundamentos<br />
científicos a mediados <strong>de</strong>l siglo XIX cuando se suce<strong>de</strong>n algunos <strong>de</strong>scubrimientos<br />
trascen<strong>de</strong>ntes.<br />
Hughlings Jackson, observando la secuencia <strong>de</strong> algunas crisis epilépticas, sostuvo que<br />
para explicarlas era necesario aceptar en el cerebro la existencia <strong>de</strong> diferentes centros<br />
motores, separados entre sí.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
4
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Broca (1861) encuentra que una pequeña lesión en el pié <strong>de</strong> la tercera circunvolución<br />
frontal <strong>de</strong>l hemisferio dominante produce una pérdida <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> <strong>de</strong> expresión, sin<br />
otros <strong>trastornos</strong> intelectuales y Fritsch y Hitzig (1870) estimulan eléctricamente ciertas<br />
áreas <strong>de</strong> la corteza cerebral produciendo movimientos en <strong>los</strong> miembros<br />
contralaterales.‐<br />
Aún avanzado este siglo persistían algunas concepciones ingenuas que proponían la<br />
localización <strong>de</strong> las funciones más complejas <strong>de</strong>l psiquismo en áreas limitadas <strong>de</strong> la<br />
corteza cerebral. Se suponía que, al igual que <strong>los</strong> centros corticales <strong>de</strong> la sensibilidad o<br />
<strong>los</strong> movimientos, podrían hallarse centros análogos <strong>de</strong> <strong>los</strong> fenómenos cognitivos.<br />
Sin embargo hoy sabemos que <strong>los</strong> procesos psíquicos superiores no se dan en la corteza<br />
cerebral igual que las funciones fisiológicas elementales. Por otra parte <strong>los</strong> nuevos<br />
conocimientos acerca <strong>de</strong> la estructura diferenciada <strong>de</strong> ciertas regiones <strong>de</strong>l sistema<br />
nervioso central no condicen con la hipótesis <strong>de</strong> que el cerebro es un todo íntegro e<br />
indiferenciado. Es así que fueron ganando espacio las concepciones que entendían a las<br />
funciones cognitivas apoyadas en estructuras organizadas en sistemas, dinámicas en su<br />
<strong>de</strong>sarrollo y relacionadas tanto a las psiconeurobiología cuanto a las interacciones<br />
sociales,<br />
Nuestro psiquismo no se <strong>de</strong>sarrolla únicamente a través <strong>de</strong> la maduración mecánica <strong>de</strong><br />
las aptitu<strong>de</strong>s biológicas naturales innatas <strong>de</strong>l sistema nervioso central. Se <strong>de</strong>senvuelve y<br />
se organiza en el proceso <strong>de</strong> la actividad propiamente humana, <strong>de</strong> interacción con el<br />
medio y <strong>de</strong> relación con sus semejantes. El hombre, como <strong>los</strong> animales, atien<strong>de</strong> a las<br />
señales <strong>de</strong> su entorno y <strong>de</strong> su medio interno pero también atien<strong>de</strong>, y <strong>de</strong> manera<br />
relevante, a las que él mismo crea.<br />
En su evolución, a medida que fue creciendo la actividad que <strong>de</strong>splegaba en relación<br />
con el medio externo y consigo mismo, esa actividad (o sus representaciones) se fue<br />
replegando en su cerebro, convirtiéndose en procesos psíquicos que parecen funciones<br />
relativamente simples y dadas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre (por ejemplo las percepciones) pero que<br />
son el producto <strong>de</strong> un complejísimo <strong>de</strong>sarrollo histórico.<br />
Es natural que este proceso, propio <strong>de</strong>l hombre, obligue a suponer un principio nuevo<br />
<strong>de</strong> localización cerebral <strong>de</strong> las funciones psíquicas superiores, diferente <strong>de</strong> las formas <strong>de</strong><br />
organización <strong>de</strong> <strong>los</strong> animales y relacionados con activida<strong>de</strong>s específicamente humanas,<br />
básicamente el <strong>lenguaje</strong> y la actividad social. El hecho <strong>de</strong> que en ese proceso <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>sarrollo se originen funciones nuevas ‐cognitivas‐ no significa que cada una <strong>de</strong> ellas se<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
5
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
asiente sobre un nuevo grupo <strong>de</strong> neuronas o nuevos centros nerviosos al estilo <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
que <strong>los</strong> frenólogos <strong>de</strong>scubrían a principio <strong>de</strong>l 1800.<br />
El <strong>de</strong>sarrollo se produce mediante la formación <strong>de</strong> sistemas funcionales originales que<br />
nunca se dieron en <strong>los</strong> animales y cuya creación es un modo inédito <strong>de</strong>l <strong>de</strong>senvolvimiento<br />
ilimitado <strong>de</strong>l sistema nervioso central. Cada función específica <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse<br />
como el producto <strong>de</strong> un cierto centro y, a la vez, la función <strong>de</strong>l cerebro como un todo<br />
tampoco se consi<strong>de</strong>ra como el trabajo <strong>de</strong> una masa indivisa y homogénea <strong>de</strong> tejido<br />
nervioso. En lugar <strong>de</strong> estas dos concepciones se plantea la tesis <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> zonas <strong>de</strong><br />
la corteza altamente diferenciadas y que trabajan conjuntamente, resolviendo <strong>los</strong><br />
nuevos problemas que se le plantean mediante nuevas relaciones y asociaciones<br />
intercentros.<br />
Para completar la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> <strong>los</strong> aspectos organizativos y funcionales <strong>de</strong> las<br />
cogniciones hay que adicionar la dimensión temporal. En un principio, las funciones<br />
superiores <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong> procesos elementales anteriores que les sirven<br />
<strong>de</strong> base; <strong>los</strong> conceptos complejos no se podrían <strong>de</strong>sarrollar si no se dan con suficiente<br />
soli<strong>de</strong>z las percepciones y las representaciones sensoriales, por ejemplo.<br />
Sin embargo, en las etapas tardías, las funciones superiores empiezan a influir sobre sus<br />
bases y las formas más simples <strong>de</strong> <strong>los</strong> procesos psíquicos se reestructuran por efecto <strong>de</strong><br />
la actividad psíquica superior. Si bien es cierto que al principio la formación <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
centros superiores <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> inferiores, en el comportamiento ya formado <strong>los</strong><br />
centros superiores organizan el trabajo <strong>de</strong> <strong>los</strong> inferiores. Respetando una organización<br />
jerárquica <strong>de</strong> control.<br />
El mo<strong>de</strong>lo cognitivo<br />
Las funciones cognitivas individuales necesitan disponer <strong>de</strong> ciertos recursos <strong>de</strong>l sistema<br />
nervioso central para <strong>de</strong>senvolverse. Estos recursos no son ilimitados y por tanto un<br />
funcionamiento cognitivo correcto supone una muy estricta selección <strong>de</strong> estímu<strong>los</strong>,<br />
relaciones, situaciones y tareas a <strong>los</strong> que aten<strong>de</strong>r, ignorando o eliminando otros.<br />
Nuestra mente es capaz <strong>de</strong> registrar y elaborar muchos más datos <strong>de</strong> <strong>los</strong> que podría<br />
suponerse, pero aún así una ingente masa <strong>de</strong> información es <strong>de</strong>sechada, eliminada y/o<br />
ignorada. Esta selección tiene niveles muchas veces conscientes, pero también existen<br />
procesos y esti<strong>los</strong> <strong>de</strong> procesamiento‐ inconscientes.<br />
Las más mo<strong>de</strong>rnas investigaciones parecen indicar que <strong>los</strong> procesos cognitivos<br />
funcionan a través <strong>de</strong> una estructura <strong>de</strong> módu<strong>los</strong> en la que cada uno <strong>de</strong> sus elementos<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
6
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
está <strong>de</strong>dicado a realizar un tipo especial <strong>de</strong> transformaciones. Estos módu<strong>los</strong> pue<strong>de</strong>n<br />
recibir información directamente <strong>de</strong>l entorno o <strong>de</strong> otros módu<strong>los</strong>, con lo que la<br />
capacidad procesadora global se multiplica. Todos son sistemas estratégicamente<br />
flexibles que permiten que las tareas pue<strong>de</strong>n realizarse mediante diferentes caminos,<br />
más automáticos e inconscientes o más controlados y conscientes según el caso.<br />
Algunos módu<strong>los</strong> están bajo control voluntario y permiten seguir paso a paso las<br />
diferentes etapas <strong>de</strong>l procesamiento, otros son cognitivamente impenetrables y se<br />
conoce <strong>de</strong> el<strong>los</strong> solo a través <strong>de</strong> sus resultados.‐ Todos <strong>los</strong> componentes <strong>de</strong>l sistema son<br />
capaces <strong>de</strong> trabajar simultáneamente o en paralelo <strong>de</strong> manera contingente, con<br />
retroalimentación permanente y con referencias frecuentes a estructuras <strong>de</strong><br />
conocimientos ya existentes o esquemas. Estos esquemas pre<strong>de</strong>terminados relacionados<br />
a situaciones, activida<strong>de</strong>s, etc. y almacenados en la memoria, prestan un toque original<br />
a cada proceso y personalizan <strong>los</strong> resultados <strong>de</strong>l funcionamiento cognitivo.<br />
Este mo<strong>de</strong>lo asume la existencia <strong>de</strong> una base psiconeurobiológica el procesador‐. Pero,<br />
como <strong>de</strong>cíamos, su conocimiento no agota el estudio <strong>de</strong> las funciones <strong>de</strong> la cognición<br />
humana. Son imprescindibles, para enten<strong>de</strong>r al hombre, <strong>los</strong> aportes <strong>de</strong> la psicología, y la<br />
psicopatología cognitiva, las que abordan en la actualidad temas como las atribuciones,<br />
<strong>los</strong> valores, las expectativas, las creencias (conscientes o no), la i<strong>de</strong>ntidad personal, la<br />
autoconciencia, el sí mismo, el cambio personal en el <strong>de</strong>curso <strong>de</strong> la vida, y cómo todo<br />
ello modula y da sentido a la actividad propiamente humana.<br />
Así superamos la analogía hombre‐computadora y empezamos a abordar al ser capaz <strong>de</strong><br />
percibir, aten<strong>de</strong>r, memorizar, razonar y pensar, pero también <strong>de</strong> querer y sentir, <strong>de</strong><br />
sufrir y esperar, <strong>de</strong> creer e ilusionarse. Este hombre procesa la información<br />
correctamente o la sesga <strong>de</strong> acuerdo a sus atribuciones, valores o creencias, empujado<br />
por variantes motivacionales o emocionales, por su personalidad y por su biografía, por<br />
la historia <strong>de</strong> sus tiempos o por la influencia <strong>de</strong> sus seres queridos o <strong>de</strong>l entorno social<br />
que lo ro<strong>de</strong>a, pleno <strong>de</strong> razones pero también <strong>de</strong> intuiciones irracionales.<br />
Organización funcional <strong>de</strong> la corteza cerebral<br />
Las divisiones anatómicas <strong>de</strong> la corteza cerebral reconocen dos hemisferios ‐cada uno<br />
<strong>de</strong> el<strong>los</strong> con cuatro lóbu<strong>los</strong> (frontal, temporal, parietal y occipital) divididos por las<br />
cisuras <strong>de</strong> Silvio y <strong>de</strong> Rolando‐ unidos por una ancha banda <strong>de</strong> 200 millones <strong>de</strong> fibras<br />
nerviosas que constituye el cuerpo cal<strong>los</strong>o.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
7
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista funcional, en cambio, se distinguen cinco tipos <strong>de</strong> corteza<br />
cerebral:<br />
Corteza sensorial primaria,<br />
Corteza cerebral secundaria (o <strong>de</strong> alto or<strong>de</strong>n),<br />
Corteza <strong>de</strong> asociación,<br />
Corteza motora secundaria (o <strong>de</strong> alto or<strong>de</strong>n)<br />
Corteza motora primaria<br />
Un estímulo sensorial arriba a la corteza sensorial primaria y se elabora en las áreas<br />
sensoriales secundaria. La información que contiene es procesada en las cortezas <strong>de</strong><br />
asociación y las eventuales respuestas se elaboran en las áreas motoras secundarias<br />
para ejecutarse a través <strong>de</strong> la corteza motora primaria. Este or<strong>de</strong>n funcional podría<br />
sintetizarse en una función cognitiva que implique una función motora luego <strong>de</strong> un<br />
estímulo sensorial <strong>de</strong> la siguiente manera 1‐‐2‐‐3‐‐4‐‐5, siendo este trayecto secuencial<br />
verificado por PET.<br />
Las áreas <strong>de</strong> asociación<br />
Aquí nos <strong>de</strong>tendremos en <strong>de</strong>stacar algunas características <strong>de</strong> la corteza <strong>de</strong> asociación.<br />
En ellas la organización estructural en seis capas está muy bien <strong>de</strong>finida (corteza<br />
homotípica <strong>de</strong> Brodman) y todas tienen ciertos rasgos comunes ‐morfológicos,<br />
eléctricos, <strong>de</strong> mielinización tardía, <strong>de</strong> aferencias e interconexiones‐ que sugieren una<br />
i<strong>de</strong>ntidad funcional.‐<br />
Mediante la técnica <strong>de</strong> correlacionar las lesiones cerebrales más o menos localizadas<br />
con sus secuelas funcionales neuropsicopatológicas, experiencias <strong>de</strong> estimulación<br />
durante las intervenciones neuroquirúrgicas (recordar <strong>los</strong> hallazgos <strong>de</strong> Broca y Fritsch) y,<br />
actualmente, con <strong>los</strong> aportes <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rna electroneurofisiología y las técnicas <strong>de</strong><br />
tomografía por emisión <strong>de</strong> positrones, se fue construyendo un mapa funcional <strong>de</strong> la<br />
corteza cerebral.<br />
Se distinguen tres tipos <strong>de</strong> cortezas terciarias, <strong>de</strong> asociación, claramente <strong>de</strong>finidas tanto<br />
en lo anatómico como en lo funcional:<br />
La corteza <strong>de</strong> asociación parieto‐temporo‐occipital,<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
8
La corteza <strong>de</strong> asociación frontal<br />
La corteza <strong>de</strong> asociación límbica.<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Aunque constituyen más <strong>de</strong>l 80% <strong>de</strong>l total <strong>de</strong> la corteza cerebral su estimulación<br />
eléctrica no <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>na ninguna respuesta y ese silencio es, probablemente, la base<br />
<strong>de</strong>l mito popular <strong>de</strong> que el hombre solo usa un pequeño porcentaje <strong>de</strong> su cerebro.‐<br />
El núcleo <strong>de</strong> la corteza <strong>de</strong> asociación parieto‐temporo‐occipital está formado por las<br />
áreas 39 y 40 <strong>de</strong> Brodman aunque <strong>de</strong>ben incluirse también las áreas 19, 21, 22 y 37.<br />
Dichas zonas constituyen porciones específicamente humanas <strong>de</strong>l cerebro. Maduran<br />
tardíamente y no son completamente operativas hasta <strong>los</strong> 7 años. Su función está<br />
<strong>de</strong>dicada casi por completo a la integración <strong>de</strong> <strong>los</strong> datos que llegan a través <strong>de</strong> las<br />
diferentes áreas sensoriales primarias y secundarias así como a la transferencia <strong>de</strong><br />
información <strong>de</strong> las áreas correspondientes a un sentido hacia las <strong>de</strong> otro sentido, lo que<br />
<strong>de</strong>fine su función supramodal.<br />
Por ejemplo, integrar la información visual significa también la transición <strong>de</strong> las síntesis<br />
visualmente representadas al nivel <strong>de</strong> procesos simbólicos u operaciones con<br />
significados verbales, con estructuras gramaticales y lógicas complejas, con sistemas<br />
numéricos y relaciones abstractas. Por ello estas áreas juegan un papel esencial en la<br />
transformación <strong>de</strong> la percepción concreta en pensamiento abstracto, en la organización<br />
<strong>de</strong> esquemas internos y en la memorización <strong>de</strong> la experiencia organizada.<br />
Estas zonas organizan espacialmente <strong>los</strong> impulsos discretos <strong>de</strong> excitación que llegan<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> distintas regiones y convierten <strong>los</strong> estímu<strong>los</strong> sucesivos en grupos procesados<br />
simultáneamente, el único mecanismo que explica el carácter sintético <strong>de</strong> la percepción.<br />
Los pacientes con lesiones en estas áreas <strong>de</strong>sarrollan alteraciones muy marcadas en la<br />
recepción y el análisis <strong>de</strong> la información; tienen dificultad <strong>de</strong> comprensión <strong>de</strong> <strong>los</strong> datos<br />
que reciben como un todo, no pue<strong>de</strong>n encajar <strong>los</strong> elementos individuales en una<br />
estructura única, no pue<strong>de</strong>n convertir la presentación consecutiva <strong>de</strong> estímu<strong>los</strong> en una<br />
nueva realidad que perciba todo simultáneamente, no pue<strong>de</strong>n encontrar su situación en<br />
el espacio ni en un mapa y tienen una gran dificultad para escribir letras.<br />
En el caso <strong>de</strong> lesiones en el hemisferio dominante se presentan a<strong>de</strong>más alteraciones <strong>de</strong>l<br />
<strong>lenguaje</strong>, especialmente <strong>de</strong> la memoria <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong>, con dificultad para nombrar <strong>los</strong><br />
objetos (amnesia amnéstica). En el caso en el que las lesiones asienten en el hemisferio<br />
no dominante se produce un <strong>de</strong>sconocimiento <strong>de</strong> la mitad contra lateral <strong>de</strong>l cuerpo, la<br />
que es negada como propia (síndrome <strong>de</strong> negligencia).‐<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
9
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Los lóbu<strong>los</strong> frontales apenas son visibles en <strong>los</strong> animales inferiores, se hacen mayores en<br />
<strong>los</strong> primates y en el hombre ocupan más <strong>de</strong>l 25% <strong>de</strong> la masa total <strong>de</strong> <strong>los</strong> hemisferios<br />
cerebrales. La proporción <strong>de</strong>l incremento <strong>de</strong> las regiones frontales es mayor en dos<br />
momentos <strong>de</strong> la ontogenia (entre <strong>los</strong> 3½ y 4 y entre <strong>los</strong> 7 y 8 años).<br />
La corteza <strong>de</strong> asociación frontal ocupa la zona rostral <strong>de</strong>l área 6 <strong>de</strong> Brodman. También<br />
madura tardíamente en la ontogénesis.<br />
La corteza frontal constituye un aparato para formar planes estables e intenciones<br />
capaces <strong>de</strong> controlar el consecuente comportamiento consciente <strong>de</strong>l sujeto a través <strong>de</strong><br />
la regulación <strong>de</strong> <strong>los</strong> procesos <strong>de</strong> activación que se encuentran en la base <strong>de</strong> la atención<br />
voluntaria y <strong>de</strong>l tono cortical. La lesión <strong>de</strong> estas áreas pue<strong>de</strong> conducir a la<br />
<strong>de</strong>sintegración <strong>de</strong> programas complejos <strong>de</strong> actividad y a su reemplazo por formas más<br />
simples <strong>de</strong> conductas o por estereotipos sin lógica ni relevancia.<br />
Los pacientes con lesiones frontales, especialmente bilaterales, tampoco pue<strong>de</strong>n<br />
advertir sus errores, es <strong>de</strong>cir, pier<strong>de</strong>n la capacidad <strong>de</strong> verificar <strong>los</strong> resultados <strong>de</strong> sus<br />
acciones. Las funciones <strong>de</strong> programación, regulación y verificación <strong>de</strong> la corteza frontal<br />
no se limitan a las conductas motoras y se hacen extensivas a procesos mnésicos e<br />
intelectuales. Su alteración compromete a una función muy especial <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong><br />
<strong>de</strong>nominada reguladora; el paciente ya no pue<strong>de</strong> dirigir su comportamiento con la<br />
ayuda <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> propio o <strong>de</strong> otra persona.‐<br />
Las regiones prefrontales <strong>de</strong> la corteza tienen conexiones no solo con las estructuras<br />
inferiores <strong>de</strong>l tallo cerebral y <strong>de</strong>l diencéfalo sino prácticamente con todas las <strong>de</strong>más<br />
regiones corticales y son, <strong>de</strong> hecho, una superestructura sobre todas las <strong>de</strong>más partes<br />
<strong>de</strong>l córtex cerebral, <strong>de</strong> modo que realizan una función mucho más universal en la<br />
regulación general <strong>de</strong> la conducta que la realizada por la corteza asociativa parieto‐<br />
temporo‐occipital.<br />
La corteza <strong>de</strong> asociación límbica se localiza en la cara interna <strong>de</strong>l lóbulo temporal y la<br />
zona orbital <strong>de</strong>l lóbulo frontal, abarcando las áreas 23, 24, 38, 28 y 11 <strong>de</strong> Brodman.<br />
Participan en la regulación <strong>de</strong> la función afectiva o motivacional (porción órbito‐frontal)<br />
y en la memoria (porción temporal). En el primer caso integra <strong>los</strong> aspectos emocionales<br />
al procesamiento informativo global, para lo que cuenta tanto con conexiones con las<br />
cortezas asociativas <strong>de</strong>scriptas cuanto con la encrucijada psiconeuroendocrinológica<br />
hipotalámica.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
10
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
En el segundo participa <strong>de</strong> <strong>los</strong> mecanismos <strong>de</strong> fijación <strong>de</strong> la memoria <strong>de</strong>clarativa<br />
(explícita) mediante <strong>los</strong> circuitos motivacionales <strong>de</strong> la amígdala y el hipocampo que se<br />
conectan con las vías <strong>de</strong> procesamiento <strong>de</strong> la información sensorial. La amígdala<br />
compara la información sensorial con <strong>los</strong> contenidos <strong>de</strong> memoria dándole función social<br />
en el contexto <strong>de</strong>l estado afectivo al animal en una función que podría llamarse<br />
memoria emocional. Estos circuitos motivacionales se encuentran modulados por<br />
proyecciones colinérgicas que están comprometidas en la enfermedad <strong>de</strong> Alzheimer.‐<br />
Asimetría y dominancia cerebral<br />
Lateralización<br />
Las áreas corticales primarias <strong>de</strong> ambos hemisferios tienen roles idénticos. Es diferente<br />
la situación <strong>de</strong> las secundarias y más aún <strong>de</strong> las terciarias. Con la aparición <strong>de</strong> las<br />
habilida<strong>de</strong>s discriminadas <strong>de</strong> las manos (habitualmente mayores en la mano <strong>de</strong>recha) y,<br />
más tar<strong>de</strong>, con la <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong>, comienza un cierto grado <strong>de</strong> lateralización <strong>de</strong> funciones<br />
que no se ha encontrado en <strong>los</strong> animales pero que en el hombre se transformó en un<br />
principio importante <strong>de</strong> organización <strong>de</strong>l cerebro.<br />
El hemisferio izquierdo (en <strong>los</strong> diestros) se ha hecho dominante; éste que se encargaba<br />
<strong>de</strong> la regulación <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong>recha empieza a asumir, también, las funciones <strong>de</strong>l<br />
<strong>lenguaje</strong> y a ejercer un rol no solamente en el control <strong>de</strong>l habla sino también en la<br />
organización cerebral <strong>de</strong> toda la actividad cognitiva conectada con el <strong>lenguaje</strong> (la<br />
percepción organizada en esquemas lógicos, la memoria verbal, el pensamiento, etc).<br />
Es necesario remarcar que la lateralización se realiza solo a partir <strong>de</strong> las zonas corticales<br />
secundarias y, especialmente, <strong>de</strong> las terciarias. A estas últimas concierne la codificación<br />
<strong>de</strong> la información que llega a la corteza, efectuada en el hombre con la ayuda <strong>de</strong>l<br />
<strong>lenguaje</strong>. En estas áreas las funciones difieren netamente <strong>de</strong> un lado y <strong>de</strong>l otro.<br />
Este rol director <strong>de</strong>l hemisferio dominante, como consecuencia <strong>de</strong> la lateralización<br />
progresiva <strong>de</strong> funciones, distingue ampliamente la organización <strong>de</strong>l cerebro humano <strong>de</strong><br />
la <strong>de</strong> <strong>los</strong> animales, cuya conducta no está organizada con la estrecha participación <strong>de</strong>l<br />
<strong>lenguaje</strong>. Y supone una asimetría funcional que se acompaña, a<strong>de</strong>más, <strong>de</strong> una asimetría<br />
anatómica con mayor tamaño <strong>de</strong>l lado correspondiente al hemisferio dominante.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
11
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
En la patología se conocen muchos ejemp<strong>los</strong> en <strong>los</strong> que la pérdida <strong>de</strong> la asimetría<br />
normal se acompaña <strong>de</strong> alteraciones funcionales. Se ha <strong>de</strong>scripto el planum temporale<br />
simétrico (por sub<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l área <strong>de</strong> Brocca o planum temporale izquierdo) en<br />
pacientes con trastorno <strong>de</strong> aprendizaje <strong>de</strong> lectoescritura o dislexia. Recientemente<br />
Crowe postuló que una indiferenciación <strong>de</strong> la lateralidad produce una mayor simetría en<br />
cerebros <strong>de</strong> pacientes con <strong>trastornos</strong> esquizofrénicos.<br />
La asimetría funcional también explica las diferentes consecuencias <strong>de</strong> ablaciones o<br />
lesiones <strong>de</strong> áreas contralaterales idénticas. En la corteza <strong>de</strong> asociación límbica pue<strong>de</strong><br />
producirse amnesia <strong>de</strong>clarativa si hay remoción bilateral <strong>de</strong> su porción temporal,<br />
amnesia nominal en el caso <strong>de</strong> que se trate <strong>de</strong> la remoción unilateral <strong>de</strong> la misma región<br />
<strong>de</strong>l hemisferio dominante y amusia (imposibilidad para recordar melodías) en el caso <strong>de</strong><br />
que se remueva la misma área en el hemisferio no dominante. La lesión unilateral en la<br />
corteza <strong>de</strong> asociación parieto‐temporo‐occipital <strong>de</strong>l hemisferio dominante produce<br />
<strong>afasias</strong> mientras que la lesión <strong>de</strong> la misma región <strong>de</strong>l hemisferio no dominante produce<br />
síndromes <strong>de</strong> negligencia por alteraciones <strong>de</strong>l reconocimiento <strong>de</strong>l propio cuerpo.<br />
Las apraxias son <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes en la ejecución <strong>de</strong> movimientos aprendidos por déficits en<br />
el componente cognitivo ‐i<strong>de</strong>omotor‐ sin merma <strong>de</strong> las capacida<strong>de</strong>s motoras puras que<br />
<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> lesiones en la corteza terciaria parieto‐temporo‐occipital. En este caso<br />
también <strong>los</strong> hemisferios <strong>de</strong>recho e izquierdo hacen contribuciones diferentes a la<br />
ejecución <strong>de</strong> tareas <strong>de</strong> construcción complejas; el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>sempeña una función<br />
predominantemente perceptual en tanto que el izquierdo es más planificador y<br />
ejecutivo.<br />
En la práctica clínica se exploran las praxias solicitando al paciente que dibujen algunas<br />
figuras más o menos complejas; <strong>los</strong> pacientes con lesiones en el hemisferio <strong>de</strong>recho<br />
dibujan con gran energía y a menudo agregan trazos a su producción, sus dibujos son<br />
diseminados y fragmentados, sin límites ni relaciones espaciales y no se benefician si<br />
tienen el mo<strong>de</strong>lo a la vista. Los pacientes con lesiones en el hemisferio izquierdo<br />
realizan la tarea más trabajosamente y sus dibujos, que son más coherentes aunque<br />
extremadamente simplificados y sin <strong>de</strong>talles internos, mejoran con el mo<strong>de</strong>lo a la vista.<br />
El cerebro dividido<br />
Cuando se examina el cerebro se observan dos hemisferios iguales a simple vista; sin<br />
embargo no son idénticos ni estructural ni funcionalmente. En 1961 dos neurocirujanos<br />
realizaron la sección completa <strong>de</strong>l cuerpo cal<strong>los</strong>o para controlar las crisis generalizadas<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
12
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
en pacientes epilépticos. El estudio <strong>de</strong> pacientes con el cerebro dividido nos<br />
proporcionó una gran cantidad <strong>de</strong> información acerca <strong>de</strong>l procesamiento informativo<br />
por parte <strong>de</strong> <strong>los</strong> dos hemisferios aisladamente y <strong>de</strong> cómo contribuyen <strong>de</strong> manera tan<br />
original a la armonía <strong>de</strong>l conjunto. Por ejemplo, si se coloca un objeto en la mano<br />
izquierda <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> estos pacientes <strong>de</strong> modo que éste no pueda verlo, él niega que<br />
dicho objeto esté allí. La percepción táctil <strong>de</strong> la mano izquierda se elabora en el<br />
hemisferio <strong>de</strong>recho pero la información acerca <strong>de</strong> este procesamiento no pue<strong>de</strong> pasar al<br />
hemisferio izquierdo en el que se encuentran <strong>los</strong> centros <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong>.<br />
En <strong>los</strong> sujetos normales la información ofrecida a nuestro hemisferio <strong>de</strong>recho pasa<br />
rápidamente al izquierdo para su <strong>de</strong>nominación. En una experiencia se envió<br />
información a <strong>los</strong> hemisferios <strong>de</strong>recho e izquierdo mediante <strong>los</strong> campos visuales<br />
izquierdo y <strong>de</strong>recho, respectivamente (por ejemplo la palabra mapamundi con mapa en<br />
el campo visual izquierdo y mundi en el <strong>de</strong>recho). Los pacientes con sección <strong>de</strong>l cuerpo<br />
cal<strong>los</strong>o dijeron que vieron mundi, es <strong>de</strong>cir aquello que habían visto con el hemisferio<br />
izquierdo. Pero, cuando se les pidió que i<strong>de</strong>ntificaran lo visto con su mano izquierda,<br />
manejada por el hemisferio <strong>de</strong>recho, señalaron mapa.<br />
Cada hemisferio informó sólo lo que él había visto. Igualmente cuando se le presenta al<br />
hemisferio <strong>de</strong>recho la imagen <strong>de</strong> una llave, <strong>los</strong> pacientes con el cerebro dividido no<br />
pudieron <strong>de</strong>cir qué habían visto; pero cuando se le pidió que i<strong>de</strong>ntifiquen palpando con<br />
la mano izquierda diferentes objetos ocultos tras una pantalla, eligieron la llave sin<br />
dudar.<br />
Sin necesidad <strong>de</strong> recurrir a la sección <strong>de</strong>l cal<strong>los</strong>o <strong>los</strong> mo<strong>de</strong>rnos estudios funcionales<br />
<strong>de</strong>muestran que <strong>los</strong> cerebros funcionan parcelados, especializados. Una tarea<br />
perceptiva hace que la actividad eléctrica local, el incremento <strong>de</strong>l flujo sanguíneo<br />
regional y el <strong>de</strong> consumo <strong>de</strong> glucosa revelen el aumento <strong>de</strong> la actividad <strong>de</strong>l hemisferio<br />
<strong>de</strong>recho; el hablar o el calcular aumenta la actividad <strong>de</strong>l hemisferio izquierdo.<br />
Mediante una técnica incruenta se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar cuál es el hemisferio dominante,<br />
cuestión importante antes <strong>de</strong> algunas intervenciones neuroquirúrgicas. Se realiza la<br />
inyección <strong>de</strong> un sedante en la arteria que llega a uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> hemisferios a un sujeto que<br />
está acostado, con <strong>los</strong> dos brazos levantados y hablando tranquilamente Se consigue así<br />
la sedación inmediata y breve <strong>de</strong> ese hemisferio (señalado por la caída <strong>de</strong>l brazo<br />
contralateral) y, en el caso <strong>de</strong> que sea el dominante, que el sujeto enmu<strong>de</strong>zca hasta que<br />
la droga <strong>de</strong>je <strong>de</strong> hacer efecto. Cuando la droga entra en la arteria contralateral el brazo<br />
opuesto cae pero todavía es posible hablar.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
13
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
El hemisferio izquierdo es más lógico, más verbal y más capaz <strong>de</strong> trabajar con estímu<strong>los</strong><br />
en forma secuencial. El <strong>de</strong>recho es emocionalmente más intuitivo, es diestro en las<br />
relaciones espaciales y pue<strong>de</strong> abarcar las situaciones <strong>de</strong> manera simultánea. Sin<br />
embargo, no hay que simplificar situando las cualida<strong>de</strong>s complejas en uno solo <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
hemisferios; éstas son el producto <strong>de</strong>l funcionamiento integrado <strong>de</strong> <strong>los</strong> dos hemisferios.<br />
Lenguaje<br />
El análisis <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> supone examinar <strong>los</strong> distintos niveles <strong>de</strong> organización lingüística,<br />
entre el<strong>los</strong>:<br />
Los aspectos cognitivos, incluyendo la sensación, la percepción, la memoria, la<br />
conceptualización, la representación y la simbolización, la realización <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong>, es<br />
<strong>de</strong>cir la escritura, la lectura, el habla, la producción y comprensión <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> y la<br />
percepción <strong>de</strong>l habla y, finalmente, sus características <strong>de</strong> medio <strong>de</strong> comunicación con el<br />
ambiente.‐<br />
El estudio <strong>de</strong> <strong>los</strong> aspectos cognitivos obliga a saber que <strong>los</strong> fonemas sean las menores<br />
unida<strong>de</strong>s sonoras distinguibles en el <strong>lenguaje</strong> hablado; cambios <strong>de</strong> <strong>los</strong> fonemas<br />
producen cambios <strong>de</strong> significado. Los fonemas <strong>de</strong> consonantes contienen más<br />
información que <strong>los</strong> <strong>de</strong> vocales.<br />
Los morfemas <strong>de</strong> cada <strong>lenguaje</strong> son las unida<strong>de</strong>s más pequeñas portadoras <strong>de</strong> sentido o<br />
vehículo <strong>de</strong> significado. Algunos morfemas son también fonemas, pero en general se<br />
trata <strong>de</strong> palabras o partes <strong>de</strong> palabras.<br />
El<strong>los</strong> son la base <strong>de</strong> la gramática, sistema <strong>de</strong> reglas en el <strong>lenguaje</strong> que nos permite<br />
<strong>de</strong>sarrollar la función comunicadora social <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> (comunicarnos con otros y<br />
compren<strong>de</strong>r<strong>los</strong>). En la gramática hay que aten<strong>de</strong>r a la semántica, que estudia <strong>los</strong><br />
significados que se <strong>de</strong>rivan <strong>de</strong> <strong>los</strong> morfemas, las palabras o las oraciones y la sintaxis<br />
que son las normas para combinar palabras en oraciones dotadas <strong>de</strong> sentido. El nuevo<br />
campo es el <strong>de</strong> la pragmática, que es el estudio <strong>de</strong> <strong>los</strong> intercambios comunicativos<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista social.<br />
El habla es un medio <strong>de</strong> comunicación especial que utiliza un mecanismo motor emisor<br />
<strong>de</strong> sonidos. Sus alteraciones se <strong>de</strong>nominan disartrias o anartrias. El <strong>lenguaje</strong> es una<br />
herramienta para la actividad intelectual, para la comunicación <strong>de</strong> la información y, a la<br />
vez, un método <strong>de</strong> regular u organizar <strong>los</strong> procesos mentales humanos. Sus alteraciones<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
14
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> lesiones en áreas asociativas <strong>de</strong>l hemisferio dominante y se <strong>de</strong>nominan<br />
<strong>afasias</strong>.<br />
Las áreas primarias <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> son las <strong>de</strong> Broca (zona <strong>de</strong>l lóbulo frontal adyacente a la<br />
corteza motora que controla el movimiento <strong>de</strong> <strong>los</strong> múscu<strong>los</strong> <strong>de</strong> la fonación) y <strong>de</strong><br />
Wernike (en el área 22 <strong>de</strong> Brodman en el lóbulo temporal incluyendo el centro <strong>de</strong><br />
comprensión auditiva). Ambas áreas están unidas por un fascículo córtico‐cortical, el<br />
fascículo arqueado (arcuato), y conectadas con las cortezas asociativas frontales y<br />
parieto‐temporo‐occipital.‐<br />
Las <strong>afasias</strong> y otras alteraciones <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong><br />
El diagrama clásico <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> Lichtein explica <strong>los</strong> distintos tipos <strong>de</strong> <strong>afasias</strong>. A su lado<br />
colocamos las <strong>de</strong>nominaciones <strong>de</strong> las <strong>afasias</strong> corticales propuestas por Luria. Las <strong>afasias</strong><br />
subcorticales pue<strong>de</strong>n, a<strong>de</strong>más, <strong>de</strong>nominarse <strong>de</strong> acuerdo a las regiones afectadas: afasia<br />
anterior capsular/putaminal, posterior capsular/putaminal, global capsular/putaminal y<br />
talámica.<br />
Resumen <strong>de</strong> las características <strong>de</strong> <strong>los</strong> síndromes afásicos corticales, tomando en<br />
cuenta el lugar <strong>de</strong> la lesión, el habla, la comprensión, la flui<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong>, la<br />
repetición <strong>de</strong> palabras y la existencia o no <strong>de</strong> anomia.<br />
Cuando las lesiones ocurren en las mismas regiones pero <strong>de</strong>l hemisferio no dominante<br />
el cuadro clínico que se observa es el <strong>de</strong> aprosodia o pérdida <strong>de</strong> <strong>los</strong> aspectos afectivos y<br />
<strong>de</strong> las entonaciones emocionales <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> con conservación <strong>de</strong> sus características<br />
cognitivas. En pacientes lesionados en áreas <strong>de</strong>rechas homólogas a las <strong>de</strong> Broca se<br />
pier<strong>de</strong> la capacidad <strong>de</strong> impartir prosodia a lo que dicen, en pacientes con lesiones en las<br />
áreas posteriores, homólogas a las <strong>de</strong> Wernike, se pier<strong>de</strong> la capacidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>codificar la<br />
entonación afectiva en el <strong>lenguaje</strong> <strong>de</strong> otros.‐<br />
Por agrafía se entien<strong>de</strong> la imposibilidad o la severa disminución <strong>de</strong> la capacidad para<br />
escribir y se suele acompañar <strong>de</strong> alteraciones <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> hablado. Depen<strong>de</strong> <strong>de</strong><br />
lesiones en el área 39 (giro angular).<br />
La alexia es un síndrome que afecta la lectura. Es causada por pequeñas lesiones<br />
circunscriptas en la corteza <strong>de</strong> asociación parieto‐temporo‐occipital que, en general, no<br />
interfieren con el <strong>lenguaje</strong> u otras funciones cognitivas.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
15
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
En cambio, las dislexias son alteraciones <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo que conducen a dificulta<strong>de</strong>s en el<br />
aprendizaje <strong>de</strong> la lectoescritura. La correcta lectoescritura supone un uso simultáneo <strong>de</strong><br />
la percepción visoespacial, la secuenciación espacial y temporal, el procesamiento visual<br />
y auditivo, la elaboración fonética, el análisis gramatical y semántico, la comprensión y<br />
la elaboración y ejecución motora. En niños disléxicos se han encontrado alteraciones<br />
citoarquitectónicas <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> una anormal migración neuronal temprana y una<br />
pérdida <strong>de</strong> la asimetría cerebral normal por sub<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l planum temporale <strong>de</strong>l<br />
hemisferio dominante.<br />
Los procesos <strong>de</strong> aprendizaje<br />
Aceptamos con Skinner que, hasta don<strong>de</strong> se pue<strong>de</strong> saber, la conducta no es más que el<br />
producto <strong>de</strong> la dotación genética, la historia personal y el ambiente. Su organización,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el nacimiento hasta la muerte, se <strong>de</strong>be a <strong>los</strong> procesos <strong>de</strong> aprendizaje.<br />
Ciertos comportamientos, <strong>de</strong> todos <strong>los</strong> organismos, están genéticamente<br />
pre<strong>de</strong>terminados. Los aprendizajes son cambios, más o menos estables, <strong>de</strong>l<br />
comportamiento <strong>de</strong> un organismo dotado genéticamente <strong>de</strong> una manera particular, a<br />
causa <strong>de</strong> la experiencia, entendida ésta como acciones que generan una interrelación<br />
dinámica entre la historia personal y el ambiente.‐<br />
El hombre, en un medio continuamente cambiante que <strong>de</strong>manda una enorme<br />
capacidad adaptativa, interactúa activamente con la realidad <strong>de</strong> la que forma parte<br />
mediante el procesamiento <strong>de</strong> la información presente en el medio y en sí mismo. Esa<br />
información experimenta y genera transformaciones (aprendizajes) y afecta sus<br />
respuestas emocionales y/o conductuales en un proceso inter<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong><br />
cogniciones, emociones y conductas.<br />
La experiencia, es <strong>de</strong>cir la acción, es la clave <strong>de</strong>l aprendizaje y la asociación su<br />
mecanismo fundamental. Nuestras mentes relacionan <strong>los</strong> hechos que ocurren, <strong>de</strong> modo<br />
natural. Los animales simples pue<strong>de</strong>n realizar asociaciones simples; <strong>los</strong> animales más<br />
complejos pue<strong>de</strong>n apren<strong>de</strong>r asociaciones más complejas, (especialmente aquellas que<br />
generan consecuencias favorables a su <strong>de</strong>sarrollo).<br />
Los animales muy complejos, como <strong>los</strong> monos superiores pue<strong>de</strong>n apren<strong>de</strong>r, a<strong>de</strong>más,<br />
por observación (imitación). El hombre pue<strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> todas esas formas y, a través<br />
<strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> y <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> sus funciones cognitivas, es capaz <strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r cosas<br />
que no ha experimentado directamente (mediante procesos vicarios) ni observado o<br />
conocido nunca (a través <strong>de</strong> la transmisión y elaboración <strong>de</strong> la información).‐<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
16
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Existen ciertas respuestas que no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la experiencia previa y que se producen,<br />
siempre, ante la presencia <strong>de</strong> un estímulo <strong>de</strong>terminado. Esas respuestas son innatas, no<br />
aprendidas o incondicionadas (RI). Los estímu<strong>los</strong> que producen estos efectos se<br />
<strong>de</strong>nominan estímu<strong>los</strong> incondicionados (EI).<br />
Cuando un estímulo que previamente era neutro, y no generaba esa respuesta, se<br />
asocia al EI y, luego <strong>de</strong> un <strong>de</strong>terminado proceso, es capaz <strong>de</strong> producir la RI en ausencia<br />
<strong>de</strong>l EI, se acepta que la respuesta ha sido condicionada (RC), es <strong>de</strong>cir, aprendida. Al<br />
estímulo que se asocia al incondicionado se <strong>de</strong>nomina condicionado (EC).‐<br />
Este proceso <strong>de</strong> condicionamiento se <strong>de</strong>nomina clásico (o pavloviano), es <strong>de</strong> carácter<br />
biológicamente adaptativo y su adquisición tiene el objeto <strong>de</strong> ayudar a <strong>los</strong> organismos a<br />
prepararse para hechos que son inminentes. Si el EC es presentado un número<br />
<strong>de</strong>terminado <strong>de</strong> veces sin la presencia <strong>de</strong>l EI, la RC disminuye, se extingue, aunque<br />
pasado cierto tiempo pue<strong>de</strong> producirse alguna recuperación espontánea <strong>de</strong> la respuesta<br />
aprendida. Ella es <strong>de</strong> menor intensidad y <strong>de</strong>muestra que las asociaciones que se habían<br />
realizado no se habían <strong>de</strong>struido. A veces las RC se producen ante EC análogos, aunque<br />
no idénticos y a veces ni siquiera parecidas, <strong>de</strong>bido a fenómenos llamados <strong>de</strong><br />
generalización. Otras veces se pue<strong>de</strong>n inducir aprendizajes muy precisos <strong>de</strong> RC ante<br />
ciertos EC pero no ante otros muy semejantes, mediante procesos <strong>de</strong> discriminación.<br />
El condicionamiento operante es un proceso mediante el cual un organismo repite con<br />
más probabilidad formas <strong>de</strong> conductas recompensadas (reforzadas) y con menos<br />
probabilidad formas no reforzadas o castigadas. Este proceso reconoce muchas<br />
características <strong>de</strong>l condicionamiento clásico ‐adquisición, extinción, recuperación<br />
espontánea, generalización y discriminación‐ aunque es evi<strong>de</strong>ntemente diferente.<br />
En el clásico la conducta respon<strong>de</strong> a ciertos estímu<strong>los</strong> <strong>de</strong>l ambiente en tanto que en el<br />
operante la conducta opera sobre el ambiente para obtener estímu<strong>los</strong> compensatorios<br />
o para evitar estímu<strong>los</strong> punitivos.<br />
Este aprendizaje, también adaptativo, respon<strong>de</strong> a la ley <strong>de</strong>l efecto que dice que si una<br />
conducta es recompensada probablemente se repetirá. La recompensa se <strong>de</strong>nomina con<br />
más propiedad reforzadora y siempre consolida una conducta. Pue<strong>de</strong> ser positivo,<br />
cuando consolida una conducta al presentar un estímulo positivo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esa<br />
conducta o negativo cuando consolida una conducta al reducir o eliminar un estímulo<br />
contrario o <strong>de</strong>sagradable. Los reforzadores primarios son innatamente satisfactorios<br />
(por ejemplo alimentos); <strong>los</strong> secundarios son aprendidos por condicionamiento y su<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
17
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> la asociación con <strong>los</strong> primarios. Los inmediatos son <strong>los</strong> que se producen<br />
en seguida <strong>de</strong> producida la conducta operante correcta. Los <strong>de</strong>morados pue<strong>de</strong>n<br />
producirse mucho tiempo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l comportamiento operante correcta.<br />
El castigo tiene efectos contrarios al refuerzo y se <strong>de</strong>fine como cualquier consecuencia<br />
que disminuya la frecuencia o la probabilidad <strong>de</strong> la conducta a la que sigue. Esto lo<br />
diferencia <strong>de</strong>l reforzador negativo el que, como todo reforzador, siempre aumenta la<br />
frecuencia o la probabilidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadas conductas.‐<br />
Skinner utilizó en sus experimentos la técnica <strong>de</strong> las aproximaciones sucesivas, es <strong>de</strong>cir<br />
reforzar conductas que tendían a acercarse al proce<strong>de</strong>r buscado, para inducir el<br />
comportamiento operante que <strong>de</strong>seaba. Ese procedimiento <strong>de</strong> enseñar paso a paso lo<br />
que se quiere que el otro aprenda se <strong>de</strong>nomina mol<strong>de</strong>amiento.‐<br />
Tanto Skinner como Pavlov, se opusieron a todo mentalismo y obstinadamente <strong>de</strong>jaron<br />
<strong>de</strong> lado la influencia <strong>de</strong> <strong>los</strong> procesos cognitivos (percepciones, expectativas,<br />
pensamientos) y las predisposiciones biológicas sobre el aprendizaje. Investigadores<br />
mo<strong>de</strong>rnos, en cambio, <strong>los</strong> han tomado en cuenta y han incorporado estaciones y<br />
enlaces <strong>de</strong> tipo cognitivo entre estímu<strong>los</strong> y respuestas. Se ha comprobado, por ejemplo,<br />
que <strong>los</strong> animales realizan asociaciones entre episodios sobre todo si el segundo es<br />
significativo y el primero lo predice o que lo que se apren<strong>de</strong> o condiciona son, en<br />
realidad, expectativas <strong>de</strong> ocurrencia y no ocurrencia <strong>de</strong> un fenómeno.<br />
También se comprobó que se pue<strong>de</strong> saber por saber, es <strong>de</strong>cir que se pue<strong>de</strong>n realizar<br />
aprendizajes sin recompensas, en <strong>los</strong> que intervienen procesos cognitivos más allá <strong>de</strong> las<br />
simples asociaciones generando un conocimiento que queda latente y solo se pone en<br />
evi<strong>de</strong>ncia cuando hay un incentivo para <strong>de</strong>mostrarlo. Todo ello <strong>de</strong>muestra la<br />
participación <strong>de</strong> <strong>los</strong> procesos cognitivos en <strong>los</strong> aprendizajes.‐<br />
Por otra parte <strong>los</strong> organismos se encuentran filogenéticamente preparados para realizar<br />
ciertas asociaciones con mayor facilidad y otras con mayor dificultad (Seligman)<br />
especialmente cuando estas asociaciones se encuentran en la base <strong>de</strong> su supervivencia<br />
o adaptabilidad al ambiente. Esta predisposición explicaría por que <strong>los</strong> miedos se<br />
asocian con más facilidad a animales o al encierro que a pijamas o a pelotas <strong>de</strong> fútbol. Y<br />
también las diferencias en la edad <strong>de</strong> comienzo <strong>de</strong> las fobias; las fobias a <strong>los</strong> animales<br />
tienen una edad <strong>de</strong> comienzo temprana (alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> <strong>los</strong> 7 años) lo que resulta lógico<br />
ya que <strong>los</strong> niños son particularmente vulnerables a las agresiones <strong>de</strong> animales, mientras<br />
que las fobias sociales poseen una edad <strong>de</strong> comienza más tardía, durante la<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
18
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
adolescencia, cuando <strong>los</strong> individuos son evaluados por <strong>los</strong> <strong>de</strong>más en sus esfuerzos por<br />
asegurarse un lugar en la sociedad.<br />
Memoria<br />
El proceso cognitivo mediante el cual procesamos información incorporándola a nuestro<br />
cerebro, codificándola, almacenándola y, <strong>de</strong>spués, recuperándola se <strong>de</strong>nomina<br />
memoria.<br />
La memoria es responsable <strong>de</strong> funciones muy diferentes por lo que resulta útil <strong>de</strong>finir<br />
ciertos conceptos antes <strong>de</strong> proponer un mo<strong>de</strong>lo único en el que todas las funciones se<br />
encuentren satisfactoriamente incorporadas.‐<br />
El concepto <strong>de</strong> memoria a corto plazo ha ido perdiendo terreno frente al <strong>de</strong> memoria<br />
operativa o memoria <strong>de</strong> trabajo, el que hace referencia a un sistema muy complejo,<br />
cuyo funcionamiento operativo ‐ incluye la manipulación <strong>de</strong> la información sobre<br />
nuestra experiencia actual‐ es mucho más importante que el almacenamiento. La<br />
memoria <strong>de</strong> trabajo tiene capacidad y duración limitadas. En general se acepta que<br />
pue<strong>de</strong> retener siete más‐menos dos unida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> información durante 20 segundos.<br />
Se encuentra compuesta por un ejecutivo central, que es en realidad un sistema <strong>de</strong><br />
control atencional encargado <strong>de</strong> seleccionar las estrategias para procesar la información<br />
<strong>de</strong> entrada. Por tanto juega un papel importante en las tareas cognitivas esenciales:<br />
aprendizaje, razonamiento, comprensión. En cambio su capacidad <strong>de</strong> almacenamiento<br />
es muy limitada y, cuando se ve superada, recurre a subsistemas tales como el bucle<br />
fonológico que opera sobre la información basada en el habla y el la agenda<br />
visuoespacial que es la encargada <strong>de</strong> la creación y manipulación <strong>de</strong> imágenes visuales.<br />
La memoria a largo plazo pue<strong>de</strong> dividirse en dos formas según el tiempo en el que se<br />
haya gravado: anterógrada o inmediata (menos <strong>de</strong> 10 minutos) y retrógrada o mediata<br />
(por tiempo prolongado) y tiene una capacidad esencialmente ilimitada que permite<br />
almacenar gran<strong>de</strong>s cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> información. Contiene nuestros recuerdos<br />
autobiográficos, el conocimiento <strong>de</strong>l mundo real y <strong>de</strong> sus representaciones a través <strong>de</strong>l<br />
<strong>lenguaje</strong> y sus reglas y <strong>de</strong>l significado <strong>de</strong> <strong>los</strong> conceptos. No es un sistema único o<br />
unificado; su extraordinaria complejidad ha hecho necesaria algunas distinciones<br />
adicionales<br />
Está compuesto al menos por dos subsistemas:<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
19
Las memorias explícitas (<strong>de</strong>clarativa, <strong>de</strong>l saber qué se sabe)<br />
Las memorias implícitas (no <strong>de</strong>clarativa, <strong>de</strong>l saber cómo se sabe).<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
La primera compren<strong>de</strong> la memoria <strong>de</strong> la información general, <strong>de</strong> <strong>los</strong> conocimientos,<br />
<strong>de</strong>nominada memoria semántica, y la memoria <strong>de</strong> la autobiografía, <strong>de</strong> <strong>los</strong> hechos<br />
vividos personalmente contextualizados en tiempo y espacio, que es la memoria<br />
episódica. La implícita, que es la memoria <strong>de</strong> <strong>los</strong> procedimientos (habilida<strong>de</strong>s motoras y<br />
cognoscitivas) y <strong>de</strong> las disposiciones, <strong>de</strong> <strong>de</strong>nomina memoria procedural o<br />
procedimental.<br />
La memoria implícita es, generalmente, subcortical, tiene relación con circuitos<br />
cerebe<strong>los</strong>os y se sustenta en mecanismos <strong>de</strong>l condicionamiento clásico. La memoria<br />
<strong>de</strong>clarativa es predominantemente cortical y sus mecanismos <strong>de</strong> registro y búsqueda <strong>de</strong><br />
engramas se asientan en las regiones mediales <strong>de</strong>l lóbulo temporal (hipocampo y<br />
amígdala) y <strong>de</strong>l diencéfalo (cuerpos mamilares, núcleo mediodorsal <strong>de</strong>l tálamo).<br />
Engrama es el conjunto <strong>de</strong> cambios neuronales que se producen en <strong>los</strong> mismos<br />
circuitos, sensoriales o asociativos, que procesan la información. Los engramas son<br />
aprendizajes y compren<strong>de</strong>n cambios bioquímicos y estructurales más o menos<br />
permanentes en <strong>los</strong> circuitos neuronales participantes. En líneas generales representan<br />
una modificación <strong>de</strong> la eficacia sináptica <strong>de</strong> dichos circuitos. Los engramas <strong>de</strong> la<br />
memoria no tiene localización cerebral; son uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> resultados <strong>de</strong>l procesamiento <strong>de</strong><br />
la información y una <strong>de</strong> las pruebas <strong>de</strong> dicho procesamiento.‐<br />
El cerebro selecciona solo una parte <strong>de</strong> la información a la que acce<strong>de</strong>. ¿Qué <strong>de</strong>termina<br />
qué recordaremos y qué olvidaremos? Una respuesta probable es que la selección<br />
<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> una correcta o incorrecta codificación. Y qué hace que atinemos o no a<br />
codificar. Muy posiblemente la activación, simultánea al procesamiento informativo, <strong>de</strong><br />
<strong>los</strong> sistemas motivacionales límbicos.<br />
Se recuerda aquello que, por la razón que sea, ha tenido agregado un componente<br />
emocional, consciente o inconsciente, provisto por el individuo y su historia o por la<br />
especie y su historia. Aquello que se presenta <strong>de</strong> interés para el individuo o la especie,<br />
por cualquier circunstancia, seguro recibirá un tratamiento preferencial que permitirá su<br />
a<strong>de</strong>cuada codificación para un mejor almacenamiento y una correcta búsqueda.‐<br />
Esto <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la integridad <strong>de</strong> <strong>los</strong> circuitos motivacionales vinculados al circuito<br />
límbico. Las partes <strong>de</strong> este sistema que más influyen sobre el proceso <strong>de</strong> la memoria<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
20
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
son: la formación reticular, el septum, la amígdala, el hipocampo y ciertas porciones <strong>de</strong>l<br />
hipotálamo.<br />
El flujo <strong>de</strong> información esta modulado por la proyección colinérgica <strong>de</strong>l núcleo basal <strong>de</strong><br />
Meynert al neocórtex y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el septum hacia el hipocampo. También las proyecciones<br />
noradrenérgicas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el locus coeruleus y beta‐endorfínicas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el hipotálamo<br />
participan en la fijación <strong>de</strong> la memoria. El nivel <strong>de</strong> ansiedad regula la incorporación <strong>de</strong> la<br />
misma y las influencias hormonales como las provistas por ACTH, las catecolaminas<br />
circulantes y la vasopresina modulan la memoria por acción a nivel <strong>de</strong> la formación<br />
reticular. Esto controlaría la posibilidad <strong>de</strong> fijar u olvidar como un valor homeostático.<br />
Desechar la mayor parte <strong>de</strong> la enorme masa <strong>de</strong> información que segundo a segundo<br />
registran nuestros sentidos y procesa nuestro cerebro nos permite olvidar. En cada<br />
instante, en cada lugar habitado <strong>de</strong>l mundo, una inconcebible cantidad <strong>de</strong> elementos <strong>de</strong><br />
todo tipo se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> <strong>de</strong> la historia y se sumerge en el olvido.<br />
No <strong>de</strong>be <strong>de</strong>jarse <strong>de</strong> mencionar la enorme capacidad adaptativa <strong>de</strong>l olvido. Sin ella es<br />
más difícil abstraer, razonar, pensar y, sobre todo, resolver y actuar. Jorge Luis Borges<br />
tuvo que con<strong>de</strong>nar a la parálisis a Funes, el memorioso, para po<strong>de</strong>r simplemente<br />
imaginar a alguien sin capacidad <strong>de</strong> olvidar.<br />
Un recuerdo es la expresión cognitiva <strong>de</strong> <strong>los</strong> engramas mnésicos; un elemento<br />
almacenado gracias a una red <strong>de</strong> asociaciones. Para recuperar un recuerdo es necesario<br />
i<strong>de</strong>ntificar <strong>los</strong> hi<strong>los</strong> asociativos que lo conducen al mismo o ubicarse en el contexto. En<br />
eso se basan las pruebas <strong>de</strong> la memoria. Aquellas pruebas en las que el tiempo entre la<br />
presentación <strong>de</strong>l material y su recuperación es menor <strong>de</strong> 30 segundos evalúan la<br />
memoria operativa o <strong>de</strong> trabajo.<br />
Cuando el intervalo se extien<strong>de</strong> hasta 10 minutos, aproximadamente, se trata <strong>de</strong><br />
pruebas <strong>de</strong> la memoria inmediata o anterógrada e implica al hipocampo, amígdala,<br />
tubércu<strong>los</strong> mamilares y núcleo mediodorsal <strong>de</strong>l tálamo; aquellas en las que la<br />
recuperación se pier<strong>de</strong> tras interva<strong>los</strong> temporales más amplios se <strong>de</strong>nominan pruebas<br />
<strong>de</strong>moradas y correspon<strong>de</strong>n a la memoria mediata o retrógrada que es el resultado <strong>de</strong><br />
un proceso en paralelo y generalizado <strong>de</strong> la memoria en <strong>los</strong> mismos circuitos neurales<br />
que procesan la información sensorial <strong>de</strong> alto or<strong>de</strong>n.<br />
Estas pruebas pue<strong>de</strong>n ser directas, en la que el sujeto <strong>de</strong>be dar cuenta <strong>de</strong> <strong>los</strong> sucesos<br />
pasados, o indirectas, las que solo requieren alguna indicación <strong>de</strong> la influencia <strong>de</strong> esos<br />
sucesos en su existencia, aún sin aludir a la experiencia original almacenada ya que lo<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
21
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
que se busca es encontrar pruebas <strong>de</strong> que el suceso pasado ejerció alguna influencia<br />
sobre el presente.<br />
Entre las pruebas directas se incluyen las <strong>de</strong> aprendizaje en serie o <strong>de</strong> pares asociados,<br />
las <strong>de</strong> reconocimiento <strong>de</strong> material presentado mezclado con material nuevo, el<br />
recuerdo libre o el recuerdo con indicios. Entre las indirectas <strong>de</strong>ben mencionarse las<br />
pruebas <strong>de</strong> conocimiento <strong>de</strong>l procedimiento, las pruebas <strong>de</strong> respuesta evaluativa y las<br />
pruebas <strong>de</strong> cambios conductuales. Una prueba indirecta que evalúa la memoria<br />
implícita consiste en el adiestramiento para leer palabras en espejo. Los pacientes con<br />
amnesia <strong>de</strong>clarativa (explícita) pue<strong>de</strong>n adquirir la habilidad y retener la memoria <strong>de</strong>l<br />
procedimiento, aunque sin recordar siquiera que han sido entrenados.<br />
Amnesias y <strong>de</strong>mencias<br />
La amnesia retrógrada es la imposibilidad <strong>de</strong> recordar el pasado. En el caso <strong>de</strong> la<br />
amnesia postraumática o producida por la terapia electroconvulsiva <strong>los</strong> olvidos se<br />
realizan en el sentido <strong>de</strong>l eje temporal autobiográfico; son recuerdos que no se pier<strong>de</strong>n<br />
(no se borran ni se olvidan) sino que se hacen inaccesibles a pesar <strong>de</strong> estar disponibles<br />
en la memoria.<br />
En cambio es severa en la <strong>de</strong>mencia <strong>de</strong>l tipo Alzheimer (DTA), y más severa a medida<br />
que progresa la enfermedad. Hay pérdida <strong>de</strong> <strong>los</strong> recuerdos recientes y <strong>de</strong>l comienzo <strong>de</strong><br />
la edad adulta con relativa conservación <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong> la niñez y es tanto semántica como<br />
episódica. Se <strong>de</strong>bería a una interrupción en la recuperación <strong>de</strong> <strong>los</strong> recuerdos por lesión<br />
<strong>de</strong> <strong>los</strong> circuitos frontales.‐<br />
La amnesia anterógrada es la dificultad o imposibilidad <strong>de</strong> retener información nueva,<br />
aunque <strong>los</strong> recuerdos previos al comienzo <strong>de</strong> la enfermedad y la capacidad <strong>de</strong> evocar<strong>los</strong><br />
se mantienen.‐<br />
El síndrome amnésico consiste en el déficit global y permanente <strong>de</strong> la capacidad para<br />
adquirir información nueva <strong>de</strong>bido a alteraciones cerebrales, con una preservación <strong>de</strong> la<br />
capacidad para mantener la atención, la evocación <strong>de</strong> la información remota, las<br />
restantes funciones cognitivas y sin que haya otros <strong>de</strong>terioros intelectuales (nivel <strong>de</strong>l CI,<br />
<strong>lenguaje</strong>, procesos <strong>de</strong> atención y perceptivos, <strong>de</strong>strezas previas a la lesión). La amnesia<br />
es básicamente anterógrada y pue<strong>de</strong> estar acompañada o no <strong>de</strong> amnesia retrógrada. La<br />
memoria <strong>de</strong> trabajo funciona normalmente.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
22
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Cualquier agente que dañe el circuito hipocampo‐fórnix‐cuerpos mamilares‐tálamo<br />
pue<strong>de</strong> producir un trastorno amnésico permanente: traumatismos, síndrome <strong>de</strong><br />
Wernik‐Korsakof, acci<strong>de</strong>ntes cerebrovasculares, neoplasias, encefalitis herpética,<br />
anoxia, intervenciones quirúrgicas. De manera transitoria el síndrome amnésico pue<strong>de</strong><br />
presentarse en crisis epilépticas, episodios isquémicos cerebrales o el síndrome<br />
conocido como amnesia global transitoria (AGT).<br />
Este último consiste en el inicio súbito <strong>de</strong> una amnesia anterógrada que se mantiene en<br />
promedio 4 horas. No se conocen sus causas aunque se ha implicado a<br />
tromboembolismos, migraña, epilepsia y la sobredosis <strong>de</strong> medicamentos entre su<br />
posible etiopatogenia. Las imágenes mediante TC o RMN son normales, pero <strong>los</strong><br />
estudios <strong>de</strong> flujo sanguíneo cerebral han mostrado disminución <strong>de</strong>l mismo en las<br />
regiones hemisféricas posteriores o temporales inferiores.<br />
Los amnésicos tienen un bajo rendimiento en las pruebas tradicionales <strong>de</strong> recuerdo y<br />
reconocimiento, especialmente en las primeras palabras <strong>de</strong> la lista. Sin embargo son<br />
capaces <strong>de</strong> algunos aprendizajes y <strong>de</strong> beneficiarse con <strong>los</strong> fenómenos <strong>de</strong> facilitación,<br />
adquirir <strong>de</strong>strezas y habilida<strong>de</strong>s perceptivo‐motoras o cognitivas.‐<br />
El término <strong>de</strong>mencia <strong>de</strong>fine a un síndrome adquirido <strong>de</strong> alteración intelectual<br />
persistente que compromete la función <strong>de</strong> múltiples esferas <strong>de</strong> la actividad mental tales<br />
como la memoria, el <strong>lenguaje</strong> y otras funciones cognitivas, las habilida<strong>de</strong>s<br />
visoespaciales, las emociones y la personalidad. Son <strong>de</strong>bidas, en general a una serie <strong>de</strong><br />
cambios cerebrales <strong>de</strong>generativos que producen un <strong>de</strong>terioro crónico y progresivo.<br />
Los <strong>trastornos</strong> <strong>de</strong> la memoria son el primer síntoma pero, a medida que avanza la<br />
enfermedad, el <strong>de</strong>clive intelectual y emocional se hace más grave. Los <strong>trastornos</strong><br />
iniciales correspon<strong>de</strong>n a la memoria episódica, especialmente inmediata. Cuando la<br />
enfermedad progresa, se afecta la también la memoria semántica. Más a<strong>de</strong>lante<br />
aparecen síntomas afásicos, apráxicos (imposibilidad para organizar y efectuar tareas<br />
motoras) y agnósicos (dificultad en <strong>los</strong> reconocimientos e i<strong>de</strong>ntificaciones).‐<br />
Una forma útil, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista anátomo‐clínico, <strong>de</strong> caracterizar a las <strong>de</strong>mencias<br />
es diferenciándolas en corticales y subcorticales. Algunos autores incluyen un tercer<br />
grupo <strong>de</strong> <strong>de</strong>mencias ‐axiales‐ <strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong> lesiones localizadas en las estructuras<br />
mediales <strong>de</strong>l lóbulo temporal, hipocampo, cuerpos mamilares e hipotálamo que<br />
presenta graves <strong>de</strong>fectos retentivos, <strong>de</strong>sorientación amnésica, <strong>de</strong>spreocupación y falta<br />
<strong>de</strong> iniciativa, equivalente al síndrome amnésico <strong>de</strong>scripto más arriba.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
23
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
La clínica <strong>de</strong> las <strong>de</strong>mencias corticales refleja la presencia <strong>de</strong> cambios <strong>de</strong>generativos en<br />
la corteza cerebral y evi<strong>de</strong>ncia amnesia, afasia, apraxias y agnosias. Son evi<strong>de</strong>ntes las<br />
dificulta<strong>de</strong>s en la memoria operativa o <strong>de</strong> trabajo, probablemente por alteración <strong>de</strong>l<br />
ejecutivo central atencional, con gran <strong>de</strong>terioro cuando se les pi<strong>de</strong> que realicen dos<br />
tareas a la vez. Las tareas directas <strong>de</strong> la memoria se encuentran alteradas y en las <strong>de</strong><br />
recuerdo libre y reconocimiento se comporta como un sujeto amnésico. En cambio <strong>los</strong><br />
pacientes muestran capacidad para el aprendizaje <strong>de</strong> habilida<strong>de</strong>s.<br />
El ejemplo típico es el <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mencia tipo Alzheimer (DTA) (Alois Alzheimer 1907). Esta<br />
enfermedad se caracteriza, macroscópicamente, por atrofia cortical y aumento <strong>de</strong>l<br />
tamaño <strong>de</strong> <strong>los</strong> surcos cerebrales y <strong>de</strong> <strong>los</strong> ventrícu<strong>los</strong>. Microscópicamente presentan<br />
ovil<strong>los</strong> neurofibrilares intracelulares <strong>de</strong> parejas <strong>de</strong> fragmentos helicoidales que<br />
contienen microtúbu<strong>los</strong> fosforilados con proteínas asociadas, <strong>de</strong>generación<br />
granovacuolar intracelular (especialmente en el hipocampo), placas seniles<br />
extracelulares constituidas por un cuerpo <strong>de</strong> amiloi<strong>de</strong> péptico y aluminosilicatos<br />
ro<strong>de</strong>ados <strong>de</strong> restos <strong>de</strong> terminales neuríticas y angiopatía amiloi<strong>de</strong>a idéntica a la <strong>de</strong> las<br />
placas neuríticas.<br />
Parece estar probada la intervención <strong>de</strong>l amiloi<strong>de</strong> beta (beta A4) y su precursor proteico<br />
(beta APP) en la enfermedad; el evento primario <strong>de</strong> la DTA consiste en el <strong>de</strong>pósito<br />
anormal <strong>de</strong> beta APP y beta amiloi<strong>de</strong>, que por acción neurotóxica induce un aumento <strong>de</strong><br />
su propia síntesis y un aumento <strong>de</strong> dicho <strong>de</strong>pósito. El comienzo <strong>de</strong> la ca<strong>de</strong>na patogénica<br />
podría <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> una alteración <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> la síntesis <strong>de</strong> la acetilcolina.<br />
La DTA tiene componentes heredofamiliares; el cromosoma 21 contiene el gen para la<br />
proteína precursora <strong>de</strong>l amiloi<strong>de</strong>, lo que explica la concordancia entre la DTA y el<br />
síndrome <strong>de</strong> Down (trisomía <strong>de</strong>l par 21). A pesar <strong>de</strong> ello el locus <strong>de</strong>l amiloi<strong>de</strong> se asocia<br />
muy débilmente con la DTA en diferentes genealogías familiares y, en cambio, una<br />
ubicación adicional en <strong>los</strong> cromosomas 19 y 14 parece estar implicada en la <strong>de</strong>mencia<br />
familiar. Sin embargo el hecho <strong>de</strong> que la concordancia <strong>de</strong> geme<strong>los</strong> monocigóticos y<br />
dicigóticos <strong>de</strong> pacientes con DTA sea idéntica (40%), abre la posibilidad <strong>de</strong> una<br />
interacción entre factores genéticos y ambientales.‐<br />
No hay pruebas directas <strong>de</strong> laboratorio para diagnosticar DTA por lo que el diagnóstico<br />
se apoya en las imágenes cerebrales. La TC y la RMN muestran la atrofia cortical; sin<br />
embargo pue<strong>de</strong>n observarse lesiones análogas en individuos no <strong>de</strong>mentes y algunos<br />
pacientes con DTA tienen imágenes parecidas a las normales. En cambio tanto la<br />
tomografía computada por emisión <strong>de</strong> fotones simples (SPECT) como la tomografía por<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
24
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
emisión <strong>de</strong> positrones (PET) muestran una disminución bilateral característica <strong>de</strong>l flujo<br />
sanguíneo cerebral (FSC) en <strong>los</strong> lóbu<strong>los</strong> parietal y temporal posterior, indicadores <strong>de</strong> una<br />
hipofunción <strong>de</strong>l córtex temporo parietal posterior en las primeras etapas <strong>de</strong> la DTA, con<br />
una implicación tardía <strong>de</strong>l lóbulo frontal. La corteza motora primaria, visual y sensorial<br />
así como <strong>los</strong> ganglios basales muestran un FSC normal.‐<br />
Los cambios patológicos más severos se producen en el lóbulo temporal medial<br />
incluyendo el hipocampo, la amígdala, el córtex entorrinal y el giro parahipocámpico.<br />
También se afectan zonas <strong>de</strong> <strong>los</strong> lóbu<strong>los</strong> frontal y parietal y hay una disminución <strong>de</strong>l<br />
número <strong>de</strong> neuronas colinérgicas en el núcleo basal <strong>de</strong> Meynert.‐<br />
La <strong>de</strong>mencia vascular (DV) es <strong>de</strong>bida a acci<strong>de</strong>ntes cerebrovasculares producidos por<br />
diversos mecanismos (infartos lacunares subcorticales, infartos múltiples<br />
periventriculares, embolias cerebrales, etc.) cuyo efecto <strong>de</strong>mentizante y exteriorización<br />
clínica <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> más <strong>de</strong> la localización <strong>de</strong>l daño cerebral que <strong>de</strong>l volumen total <strong>de</strong>l <strong>de</strong><br />
tejido cerebral implicado o el número <strong>de</strong> lesiones. A veces las lesiones se producen en<br />
un cerebro afectado por la enfermedad <strong>de</strong> Alzheimer, lo que multiplica el <strong>de</strong>terioro. Sus<br />
características clínicas <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rán básicamente <strong>de</strong> la localización <strong>de</strong> las lesiones<br />
cerebrales post ACV.‐<br />
Los síntomas <strong>de</strong> las <strong>de</strong>mencias subcorticales son el resultado <strong>de</strong> una disfunción en las<br />
estructuras profundas <strong>de</strong> la sustancia gris y blanca, incluyendo <strong>los</strong> ganglios basales, el<br />
tálamo, <strong>los</strong> núcleos <strong>de</strong> la base y las proyecciones <strong>de</strong> estas estructuras hacia el lóbulo<br />
frontal. Se encuentra alterado el nivel <strong>de</strong> vigilancia, la atención y se dificulta el<br />
procesamiento <strong>de</strong> la información. A la exploración se observa retardo psicomotor,<br />
dificulta<strong>de</strong>s en la evocación, pobre abstracción, dificulta<strong>de</strong>s en la capacidad para<br />
<strong>de</strong>sarrollar estrategias y alteraciones <strong>de</strong>l afecto y la personalidad (<strong>de</strong>presión y apatía).<br />
Parecen tener preservada la capacidad <strong>de</strong> codificación semántica (por lo que pue<strong>de</strong>n<br />
recordar hechos olvidados si se le suministran las claves correctas) y la memoria <strong>de</strong><br />
reconocimiento, pero no tienen capacidad para apren<strong>de</strong>r procedimientos nuevos.<br />
Se acompañan <strong>de</strong> síntomas neurológicos son cuadros clínicos paradigmáticos la<br />
<strong>de</strong>mencia secundaria al HIV, la enfermedad <strong>de</strong> Parkinson o la corea <strong>de</strong> Hungtington.<br />
Esta última es enfermedad transmitida genéticamente por un mecanismo autosómica<br />
dominante y presenta a la TC o la RMN una atrofia <strong>de</strong>l cuerpo estriado, la cabeza <strong>de</strong>l<br />
núcleo caudado y el putamen.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
25
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Las imágenes no diferencian absolutamente la enfermedad <strong>de</strong> Hungtington <strong>de</strong> otras<br />
patologías extrapiramidales y son claramente positivas solo cuando la enfermedad ya se<br />
ha establecido. En cambio la TEP o el SPECT, revelando la disminución <strong>de</strong>l metabolismo<br />
glucídico o <strong>de</strong>l un flujo sanguíneo regional, permiten hacer el diagnóstico aún antes <strong>de</strong><br />
la aparición <strong>de</strong> <strong>los</strong> síntomas clínicos <strong>de</strong> la enfermedad.<br />
Cognición<br />
Introducción<br />
La i<strong>de</strong>a es pensar algunas consignas sobre las funciones mnésicas y su relación con la<br />
emociones <strong>de</strong> las personas, yendo <strong>de</strong> la fisiología a la patología.<br />
La primera parte <strong>de</strong>l mismo se va a dirigir hacia la cognición normal y <strong>de</strong> cómo<br />
funcionan <strong>los</strong> métodos <strong>de</strong> aprendizaje en el sistema nervioso central. Cómo es que<br />
memorizamos y por ejemplo cómo es que en este momento el lector está grabando lo<br />
que está leyendo.<br />
La segunda parte se va a dirigir al proceso patológico, tratando <strong>de</strong> explicar la fisiología<br />
normal <strong>de</strong>l sistema nervioso central. Sin entrar en excesivos <strong>de</strong>talles, pero sí dando<br />
puntos críticos para tener un concepto diferencial entre <strong>los</strong> diferentes procesos <strong>de</strong><br />
memoria normal o anormal y su relación con <strong>los</strong> procesos emocionales.<br />
Desarrollo<br />
El sistema nervioso central tiene neurotransmisores, que son sustancias que sirven<br />
como una especie <strong>de</strong> mecanismo <strong>de</strong> comunicación entre las diferentes neuronas.<br />
Estos tienen diferentes lugares <strong>de</strong> síntesis, diferentes centrales nucleares que <strong>los</strong><br />
secretan. Todos son conjuntos neuronales, sin embargo, las neuronas que <strong>los</strong> componen<br />
son diferentes pues se fueron diferenciando y migrando hacia estructuras con actividad<br />
enzimática específica para cada neurotransmisor.<br />
Uno pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que son un conjunto celular funcionante bajo la corteza, es <strong>de</strong>cir,<br />
subcorticales y cumplen una función neuro‐química específica que termina siendo una<br />
actividad <strong>de</strong>l sistema nervioso.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
26
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Por ejemplo en una zona <strong>de</strong>l tronco encefálico <strong>de</strong>l ser humano existe el núcleo Basal <strong>de</strong><br />
Meynert, que cumple una función acetilcolinérgica. Es <strong>de</strong>cir que tiene exacerbada la<br />
síntesis <strong>de</strong> acetilcolina por lo cual seguramente existieron genes que se <strong>de</strong>staparon y<br />
expresaron fundamentalmente esta función. Es entonces clave la actividad diferenciada<br />
<strong>de</strong> enzimas que producen el neurotransmisor correspondiente en cada zona.<br />
Se ha planteado a<strong>de</strong>más la relación <strong>de</strong>l núcleo <strong>de</strong> Meynert con la enfermedad <strong>de</strong><br />
Alzheimer, siendo una patología <strong>de</strong> la aceticolina y este neurotransmisor parte <strong>de</strong> esta<br />
gran central. Como es conocido, las más recientes investigaciones <strong>de</strong> la farmacología<br />
apuntan fundamentalmente al reemplazo o el aumento <strong>de</strong> aceticolina en el sistema<br />
nervioso central. La fisiología acepta ahora que uno pue<strong>de</strong> hacer lo inverso como<br />
producto <strong>de</strong> un mo<strong>de</strong>lo animal <strong>de</strong>l Alzheimer, justamente lesionando este núcleo.<br />
Los núcleos <strong>de</strong> rafe son otras centrales que se encuentran relacionadas con la<br />
serotonina. Estos núcleos serotoninérgicos son modificados cuando en la <strong>de</strong>presión se<br />
utilizan anti<strong>de</strong>presivos que influyen sobre la serotonina inhibiendo la recaptación <strong>de</strong> la<br />
misma.<br />
Otro núcleo importante es locus coeruleus, que sintetiza noradrenalina conocida por su<br />
importancia en la ansiedad, don<strong>de</strong> dispara al sistema simpático. Otro es el núcleo<br />
tegmental ventral que está <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l locus coeruleus y sintetiza dopamina, es <strong>de</strong>cir<br />
que en la ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> síntesis sus neuronas llegan solamente hasta la este<br />
neurotransmisor.<br />
Existe otro núcleo que es un conjunto celular llamado sustancia nigra, siendo otra<br />
central <strong>de</strong> dopamina pero es parte <strong>de</strong> <strong>los</strong> ganglios <strong>de</strong> la base. Se encuentra su actividad<br />
disminuida en la enfermedad <strong>de</strong> Parkinson y <strong>los</strong> <strong>trastornos</strong> cognitivos emocionales y<br />
conductuales asociados a la misma.<br />
El núcleo tegmental ventral tiene mucho que ver con la esquizofrenia que es don<strong>de</strong> la<br />
función dopaminérgica a diferencia <strong>de</strong> lo anterior está aumentada.<br />
Existe por último otro conjunto nuclear, conformando parte <strong>de</strong>l hipotálamo, que son <strong>los</strong><br />
tubércu<strong>los</strong> mamilares, siendo una central histaminérgica. Cada núcleo subcortical tiene<br />
una especie <strong>de</strong> tela <strong>de</strong> araña <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> eligen sus vías, es <strong>de</strong>cir sus re<strong>de</strong>s hacia<br />
diferentes sectores. Por ejemplo, se sabe muy bien que el núcleo tegmental ventral y la<br />
sustancia nigra envían la información a dos gran<strong>de</strong>s sectores.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
27
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Uno es la sustancia nigra que compone la vía dopaminérgica hacia la zona subcortical‐<br />
estriada y otra es la tegmental ventral que manda la vía a la corteza frontal. Don<strong>de</strong> se<br />
excita la función <strong>de</strong>sinhibitoria como por ejemplo en <strong>los</strong> síntomas positivos <strong>de</strong> la<br />
esquizofrenia. Un punto muy ilustrativo es cuando un paciente con Parkinson ingiere<br />
por vía sistémica L‐Dopa que se transforma en dopamina y la función no sólo estimula lo<br />
motor través <strong>de</strong> esta red, sino que se excita el lóbulo frontal. Mejora entonces la<br />
función <strong>de</strong>presiva <strong>de</strong>l paciente pero a veces produce una psicosis dompamino‐mimética.<br />
Vamos a hablar entonces, <strong>de</strong>l conjunto serotoninérgico que son <strong>los</strong> núcleos <strong>de</strong>l rafe y la<br />
sustancia gris periacue<strong>de</strong>ctal. El<strong>los</strong> tienen conexiones con el lóbulo frontal y con el<br />
tronco siendo mucho más subcorticales pero son parte <strong>de</strong>l sistema límbico.<br />
El sistema Límbico es un conjunto <strong>de</strong> estructuras relacionadas con la emoción y la<br />
memoria fundamentalmente.<br />
Está compuesto por diferentes estructuras relacionadas en red con diferentes<br />
funciones, por ejemplo sabemos que hay un núcleo Basal que es el <strong>de</strong> Meynert que<br />
tiene acelitolina. Este neurotransmisor tiene relación con la función <strong>de</strong> estimulación<br />
mnésica fundamentalmente modulando positivamente al glutamato.<br />
La acetilcolina no solamente tiene esta función sino también tiene relación con la<br />
función autonómica, entonces uno pue<strong>de</strong> observarla no sólo a nivel central, como el<br />
núcleo Basal, sino que la pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>tectar al nivel medular y periférico. La función<br />
autonómica es otro ejemplo <strong>de</strong> cómo el sistema nervioso central tiene claras relaciones<br />
periféricas y neurovegetativas regulando diferentes funciones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo psíquico a lo<br />
corporal o viceversa.<br />
Existen otros núcleos límbicos con funciones pulsionales o instintivas sexuales como lo<br />
son <strong>los</strong> Septales. Estos producen una <strong>de</strong>scarga emocional <strong>de</strong> satisfacción.<br />
Debemos recordar a<strong>de</strong>más que <strong>los</strong> neurotransmisores no cumplen una función en sí<br />
sino que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> una compleja secuencia posterior en la que participan diferentes<br />
factores. Depen<strong>de</strong> entonces qué receptor sea estimulado para ese neurotransmisor,<br />
dón<strong>de</strong> está ubicado anatómicamente, dón<strong>de</strong> se ubica en la hendidura sináptica si pre o<br />
pos sináptica ,qué grado <strong>de</strong> sensibilidad presenta el receptor, qué neuromoduladores lo<br />
están modificando, cómo se encuentra la postsinápsis es <strong>de</strong>cir qué modificaciones<br />
previas ha sufrido, si tiene <strong>los</strong> componentes básicos suficientes como por ejemplo<br />
proteínas, lípidos, proteína o ácidos nucleicos suficientes o cómo es la estructura<br />
genética <strong>de</strong> la neurona que se está estimulando.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
28
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Si uno tuviera que <strong>de</strong>cir cómo funciona el sistema nervioso central tendría que hablar<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> lo emocional, conductual instintivo o pulsional según las<br />
diferentes escuelas teóricas o <strong>de</strong>l punto <strong>de</strong> vista cognitivo intelectual, racional o<br />
consciente que es el otro punto vista, es <strong>de</strong>cir si uno pudiera <strong>de</strong>cir en forma totalmente<br />
arbitraria como separaría la razón o intelectualidad <strong>de</strong> la emoción. Las funciones<br />
superiores o cognitivas como se las quiera llamar un lado y las funciones emocionales,<br />
instintivas o pulsionales por el otro, claro que esto es arbitrario pero es quizá una forma<br />
<strong>de</strong> estudiar la formulación <strong>de</strong> psiquis.<br />
La cognición influye en la emoción y la emoción en la razón <strong>de</strong> modo que existe una ida<br />
y vuelta funcional y anatómico por <strong>los</strong> cuales <strong>los</strong> aprendizajes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la infancia pue<strong>de</strong>n<br />
modificar las condiciones intelectuales y emocionales y viceversa, y el reconocimiento<br />
<strong>de</strong> diferentes situaciones pue<strong>de</strong>n modificar las funciones aprendidas emocionales. Si se<br />
tuviera que <strong>de</strong>cir don<strong>de</strong> se encuentra la función intelectual tendríamos que ubicarla<br />
fundamentalmente en la corteza <strong>de</strong> asociación.<br />
Pero ¿Cuáles son las cortezas <strong>de</strong> asociación? Son las que procesan las funciones más<br />
complejas como por ejemplo el lóbulo prefrontal que principalmente realiza la toma <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>cisiones, la encrucijada parieto‐temporo‐occipital que tiene la capacidad <strong>de</strong> abstraer,<br />
reconocer, el <strong>lenguaje</strong> y la musia. Por último el sistema límbico que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong><br />
vista cognitivo es un procesador <strong>de</strong> la memoria <strong>de</strong>clarativa anterógrada pero tiene un<br />
claro componente relacionado con la emoción siendo quizá este último el lugar <strong>de</strong><br />
relación más claro entre la cognición y la emoción.<br />
Sin embargo no es posible encontrar un mo<strong>de</strong>lo animal con esta función porque no hay<br />
corteza <strong>de</strong> asociación ni siquiera está <strong>de</strong>sarrollada en el animal más parecido al ser<br />
humano que es el chimpancé o el gorila. Estas cortezas pue<strong>de</strong>n dividirse entonces en<br />
tres grupos fundamentales.<br />
La corteza frontal se <strong>de</strong>sarrolló en el ser humano. Siendo que <strong>los</strong> primates, tenían una<br />
frente mucho más reducida en espacio que el ser humano que dio cabida a esta zona<br />
prefrontal. Ese fue el espacio que le cedió el cráneo al cerebro avanzando también el<br />
resto <strong>de</strong> las cortezas, <strong>de</strong>sarrollándose a<strong>de</strong>más la corteza <strong>de</strong> seis capas <strong>de</strong> última<br />
aparición, es <strong>de</strong>cir la neo corteza.<br />
¿Qué permite esta corteza? La función frontal, lo que van a ser frecuentemente, es que<br />
si se lesiona una parte interna <strong>de</strong>l lóbulo frontal pue<strong>de</strong> producirse una <strong>de</strong>presión<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
29
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
secundaria <strong>de</strong> origen orgánico. Frecuentemente va a ver por que esa persona no toma<br />
<strong>de</strong>cisiones y no tomar <strong>de</strong>cisiones la lleva a tener un contexto emocional patológico.<br />
Sin embargo, si se atrofia o lesiona la parte inferior <strong>de</strong>l lóbulo frontal, es <strong>de</strong>cir, el lóbulo<br />
orbitario lo que suce<strong>de</strong> es totalmente diferente, ocurre una <strong>de</strong>sinhibición <strong>de</strong> la<br />
conducta, es <strong>de</strong>cir que indudablemente la zona inferior <strong>de</strong>l lóbulo frontal es inhibitoria y<br />
su <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong>sinhibe y la superior <strong>de</strong>l lóbulo frontal es <strong>de</strong>sinhibitoria y su lesión<br />
inhibe.<br />
Otra estructura es una encrucijada cortical, un conjunto parieto‐temporo‐occipital. Esa<br />
encrucijada tiene función <strong>de</strong> abstracción y encierra <strong>los</strong> procesamientos intelectuales<br />
más complejos entre el<strong>los</strong> el <strong>lenguaje</strong>, es <strong>de</strong>cir el área <strong>de</strong> la comprensión <strong>de</strong>l mismo en<br />
don<strong>de</strong> se encuentran la función <strong>de</strong> <strong>los</strong> procesos <strong>de</strong> abstracción semántica, pero también<br />
don<strong>de</strong> está el área <strong>de</strong> las prosodias es <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> la música, la que nos permite la<br />
comprensión <strong>de</strong> la expresión, exclamación, interrogación <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> o el oído musical.<br />
La última estructura, es la más antigua filogenéticamente relacionada con la asociación<br />
es el sistema límbico, la parte cortical perteneciente al sistema límbico que está muy<br />
cercano a la emoción, como última parte <strong>de</strong> la razón que se nos acerca a la emoción.<br />
Ese sistema límbico tiene dos funciones, una cognitiva y otra emocional.<br />
La funcionalidad <strong>de</strong>l sistema límbico relacionada con la cognición es la memoria<br />
<strong>de</strong>clarativa pero con lo instintivo o pulsional se <strong>de</strong>scriben un conjunto <strong>de</strong> alternativas<br />
mucho más complicadas.<br />
El sistema límbico, es un sistema <strong>de</strong> alta complejidad. Un conjunto <strong>de</strong> estructuras<br />
relacionadas que fueron <strong>de</strong>scriptas primero por Papez basándose en un comentario <strong>de</strong><br />
Broca sobre la posibilidad <strong>de</strong> que una estructura cerebral como la circunvolución <strong>de</strong><br />
cuerpo cal<strong>los</strong>o estuviera relacionada con la función emocional y a la que luego se le<br />
fueron agregando otras zonas con las que no todos <strong>los</strong> autores estuvieron <strong>de</strong> acuerdo.<br />
Lo <strong>de</strong>scripto por Papez es una red que comienza en el hipocampo y que va<br />
posteriormente por el fórnix o trígono hasta <strong>los</strong> cuerpos mamilares, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> éstos hacia el<br />
tálamo anterior y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquí a la circunvolución <strong>de</strong>l cuerpo cal<strong>los</strong>o.<br />
La zona cognitiva <strong>de</strong>l sistema límbico es el hipocampo, es una zona interna cortical<br />
antigua, relacionada con la arquicorteza y con la función <strong>de</strong> memoria <strong>de</strong>clarativa<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
30
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
anterógrada. Memoria que implica acordarse situaciones concretas como qué comí esta<br />
mañana, dón<strong>de</strong> vivo o dón<strong>de</strong> estoy.<br />
Dentro esta memoria pue<strong>de</strong> hallarse diferentes tiempos. Un tiempo inmediato, <strong>de</strong><br />
segundos, que es por ejemplo acordarse un número <strong>de</strong> teléfono que implica a la<br />
memoria <strong>de</strong> trabajo o inmediata y se encuentra en la función prefrontal, un tiempo<br />
posterior, <strong>de</strong> minutos, que es la memoria anterógada que es la que falla le enfermedad<br />
<strong>de</strong>l Alzheimer que es la que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l hipocampo y un tiempo más antiguo, que<br />
todos conocen, que es la memoria retrógrada<br />
Estas diferentes memorias <strong>de</strong>clarativas representan diferentes procesos que van <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
procesos sinápticos eléctricos en un comienzo hasta síntesis proteica, cambios<br />
conformacionales, geométricos y nuevas sinapsis en las más antiguas implicando<br />
a<strong>de</strong>más estructuras diferentes.<br />
Entonces, las funciones cognitivas pue<strong>de</strong>n enmarcarse en el <strong>lenguaje</strong>, las gnosias o<br />
reconocimientos, las praxias o prácticas, la memoria en sus diferentes tipos y la<br />
consecuencia <strong>de</strong> la memoria: el aprendizaje que es la capacidad que tiene la persona o<br />
un animal <strong>de</strong> modificar su conducta a partir <strong>de</strong> la experiencia anterior, por experiencia<br />
previa. El conjunto <strong>de</strong> estas funciones hacen a la capacidad intelectual al consciente<br />
intelectual al que antes equivocadamente veíamos como la única función que hacía a la<br />
expresión intelectual <strong>de</strong> una persona.<br />
El coeficiente intelectual enmarca entonces las prácticas, el <strong>lenguaje</strong>, las gnosias, el<br />
conocimiento, la memoria y el aprendizaje. El<strong>los</strong> concretizan la capacidad global que es<br />
la abstracción consecuente <strong>de</strong> todo esto.<br />
Una estructura que todavía no mencioné y que forma parte <strong>de</strong>l sistema límbico como un<br />
gran regulador es el conjunto nuclear amigdalino, estructura interna <strong>de</strong>l lóbulo temporal<br />
cercana al hipocampo que sería lo que el cerebelo al sistema motor, es <strong>de</strong>cir el<br />
coordinador <strong>de</strong>l sistema límbico encontrándose relacionado con la memoria emocional<br />
que es una gran reguladora tanto <strong>de</strong> la cognición como por supuesto <strong>de</strong> la emoción.<br />
El hipocampo es una ruta <strong>de</strong> ida entre la memoria inmediata y la memoria retrógrada.<br />
Este concepto es clave, falla en la enfermedad <strong>de</strong>l Alzheimer, pues se altera el camino<br />
mnésico al atrofiarse el hipocampo, pero falla también en otras patologías algunas <strong>de</strong><br />
las cuales se confun<strong>de</strong>n con la enfermedad anterior.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
31
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
El paciente pue<strong>de</strong> repetir las cosas inmediatas o también pue<strong>de</strong> recordar las cosas muy<br />
viejas, pero no pue<strong>de</strong> hacer que alguna <strong>de</strong> ellas pase <strong>de</strong> una a la otra.<br />
Sabemos a<strong>de</strong>más que existe un peaje que hay que pagar para que la ruta <strong>de</strong> ida<br />
funcione y este lo cobra la amígdala es <strong>de</strong>cir la emoción y esto es clave porque a la<br />
mayoría <strong>de</strong> las cosas las olvidamos según la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> memoria, pero no<br />
necesariamente se han borrado <strong>de</strong>finitiva y terminantemente o por lo menos han<br />
producido un cambio conformacional cerebral.<br />
Debemos tener presente que permanentemente mueren neuronas en nuestro cerebro<br />
es <strong>de</strong>cir que un cerebro adulto maduro tiene muchas menos neuronas que el <strong>de</strong> un<br />
niño, éste que el <strong>de</strong> un bebé y éste que el <strong>de</strong> un feto. Parte <strong>de</strong>l neuro<strong>de</strong>sarrollo implica<br />
la muerte <strong>de</strong> neuronas, en una especie <strong>de</strong> evolución Darwiniana neuronal es <strong>de</strong>cir que<br />
quedan unas pero mueren muchas otras.<br />
Ahora ¿Qué <strong>de</strong>termina que mueran unas y no otras? ¿Qué sería <strong>de</strong> nuestra<br />
personalidad si hubieran quedado otras? ¿Por qué mueren las que mueren? ¿Qué<br />
mensajes proteicos, sinápticos y geométricos quedan en las neuronas vivas?<br />
Entonces el sistema emocional‐instintivo tiene funciones primarias. El<strong>los</strong> son: la<br />
alimentación, agresión, miedo, control térmico conductual y la sexualidad. El animal<br />
tiene estos instintos que el ser humano comparte relativamente, esto lo relacionamos<br />
con <strong>los</strong> animales en estructuras subcorticales que las compartimos en función y<br />
anatomía. Como mencioné, una estructura muy importante es el conjunto nuclear<br />
amigdalino, que está íntimamente relacionado con el hipocampo, que <strong>de</strong>jaba que la<br />
memoria inmediata se transforme en memoria retrógrada.<br />
En el hipocampo se encuentra una sinapsis especial que se llama potenciación a largo<br />
plazo o a largo término. Función <strong>de</strong>pendiente fundamentalmente <strong>de</strong>l glutamato que es<br />
el neurotransmisor exitatorio más importante <strong>de</strong>l sistema nervioso central. En el<br />
hipocampo la memoria <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l glutamato que es un aminoácido muy simple pero<br />
es un neurotransmisor exitatorio muy importante y la amígdala que es el gran regulador<br />
<strong>de</strong> la emoción a través <strong>de</strong> las señales moduladoras que envía al hipocampo por medio<br />
<strong>de</strong> neurotransmisores.<br />
La función que cumple la amígdala tan cerca <strong>de</strong>l hipocampo, y no por casualidad, ayuda<br />
a recordar siempre que exprese una emoción o ansiedad la que se genera cuando lo que<br />
se presenta a nuestros sentidos parece poco común o extraño. Es <strong>de</strong>cir que memoriza lo<br />
emocional, haciéndonos sentir la diferencia entre lo conocido y lo extraño<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
32
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
produciéndonos esto último una reacción lógica <strong>de</strong> estrés ante lo <strong>de</strong>sconocido<br />
ayudando a fijar la memoria.<br />
Diríamos ¿qué está pasando en este momento aquí? Lo que pasa es que estamos viendo<br />
algo que no estamos acostumbrados a ver o a sentir. Pue<strong>de</strong> existir patología <strong>de</strong> este<br />
proceso, pue<strong>de</strong> estar alterado y <strong>de</strong> repente su neurosensor darnos una sensación<br />
errónea.<br />
También pue<strong>de</strong> pasar que nos <strong>de</strong> una información por si sola, como si fuera una crisis<br />
amigdalina produciendo una <strong>de</strong>scarga neurovegetativa simulando un ataque <strong>de</strong> pánico,<br />
y si se realiza una tomografía por emisión <strong>de</strong> positrones durante un ataque <strong>de</strong> pánico se<br />
observaría una hiperactividad <strong>de</strong> la amígdala, pudiendo <strong>de</strong>spués existir a<strong>de</strong>más un<br />
recuerdo consciente o inconsciente que <strong>de</strong>scargue a la amígdala.<br />
Pue<strong>de</strong> pasar lo contrario, que la amígdala responda en forma disminuida como pasa con<br />
el autista o con <strong>los</strong> esquizofrénicos que comen <strong>de</strong>l tacho <strong>de</strong> basura y per<strong>de</strong>r total<br />
conciencia social o ambiental, o pue<strong>de</strong> ser que funcione normalmente y darle contexto<br />
emocional a las cosas y siendo la estación <strong>de</strong> peaje, es <strong>de</strong>cir el control <strong>de</strong> la formación<br />
<strong>de</strong> la memoria.<br />
Si las funciones está bien la amígdala ¿qué hace? Respon<strong>de</strong> ante situaciones extrañas<br />
con sus eferencias hacia el hipocampo pero también hacia el hipotálamo produciendo la<br />
respuesta autonómica correspondiente. Sólo recordamos el día que chocamos o nos<br />
acordamos <strong>de</strong>l día que nos enamoramos <strong>de</strong> nuestra novia en el tren. Sin embargo,<br />
viajamos millones <strong>de</strong> veces en tren, pero la amígdala sólo le dio posibilidad <strong>de</strong> grabar al<br />
hipocampo cuando la función <strong>de</strong> memoria pasó por él para hacerse memoria<br />
retrógrada.<br />
Debe tener el hipocampo el contexto emocional suficiente que se lo da la amígdala para<br />
que grabe la información. Depen<strong>de</strong> esto <strong>de</strong> <strong>los</strong> neurotransmisores, que se encuentran<br />
en esta sinapsis. Siendo la acetilcolina un reforzador la serotonina y GABA un inhibidor<br />
<strong>de</strong> la memoria. Existen a<strong>de</strong>más neurotransmisores con función dual como la<br />
noradrenalina o endorfinas que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> dón<strong>de</strong> y con qué concentración actúen<br />
modifican la memoria en más o en menos.<br />
Entonces en el hipocampo se produce la potenciación a largo plazo (LTP); esto <strong>de</strong>pen<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>l glutamato y <strong>de</strong> la modulación antedicha. Lo que el glutamato permite cuando se<br />
combinan dos estímu<strong>los</strong> diferentes es la entrada <strong>de</strong> calcio a la célula. Esa es la función<br />
<strong>de</strong> <strong>los</strong> receptores para el glutamato y la L.T.P. es la combinación <strong>de</strong> un receptor llamado<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
33
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
ampa que se <strong>de</strong>spolariza con un primer estímulo <strong>de</strong>spolarizando a la célula, y el<br />
refuerzo dado por otro receptor llamado NMDA (N‐metil‐D‐ aspartato) que se activa con<br />
un segundo estímulo <strong>de</strong>jando entrar calcio por el canal correspondiente.<br />
¿Qué hace el calcio? Es un segundo mensajero, éste mensajero nada más que eso, que<br />
dice lo que va a pasar <strong>de</strong>spués pudiendo pasar muchas cosas, pero lo más interesante<br />
que pue<strong>de</strong> pasar es por un lado reforzar la acción <strong>de</strong> éstos por lo cual ante un nuevo<br />
estímulo la célula reacciona con memoria dando más respuesta con un estímulo<br />
conocido siendo el LTP entonces memoria celular, lo que en la práctica se la consi<strong>de</strong>ra<br />
un mecanismo equivalente al <strong>de</strong> la memoria animal.<br />
El glutamato produce modificaciones genéticas que se traducen en expresión proteica a<br />
partir <strong>de</strong> <strong>los</strong> genes que se <strong>de</strong>stapan produciéndose <strong>los</strong> llamados segundo mensajeros,<br />
pudiendo consi<strong>de</strong>rarse como un material <strong>de</strong> lectura para nuestra memoria. A<strong>de</strong>más<br />
estas proteínas pue<strong>de</strong>n producir modificaciones en la conformación <strong>de</strong> las células<br />
generando nuevas sinapsis, modificaciones geométricas neuronales, cambios en el<br />
número y sensibilidad <strong>de</strong> receptores en diferentes lugares y modificaciones enzimáticas<br />
Esto es la base <strong>de</strong>l aprendizaje, es lo que pasa en el hipocampo, es lo que tiene alterado<br />
el paciente con Alzheimer pero es quien se encuentra con una respuesta anómala<br />
cuando la amígdala lo condiciona en forma patológica como por ejemplo en la<br />
<strong>de</strong>presión, en las neurosis, en el estrés importante como el pos traumático, patologías<br />
en la que existe un marcado <strong>de</strong>terioro <strong>de</strong> la memoria <strong>de</strong>clarativa.<br />
La amígdala entonces tiene una función importante nos permite activar la función<br />
simpática, la parasimpática, la respiración, <strong>los</strong> reflejos, las conductas, la actividad<br />
hormonal, es <strong>de</strong>cir nos da información a la función autonómica y conductual para<br />
respon<strong>de</strong>r ante un estímulo diferenciando el conocido <strong>de</strong>l extraño.<br />
Es muy importante la reacción <strong>de</strong>l hipotálamo que es una especie <strong>de</strong> reactor, hace lo<br />
que dice la amígdala, si es necesario respon<strong>de</strong> con ansiedad. Entonces la amígdala<br />
comunica hay que respon<strong>de</strong>r con ansiedad y el hipotálamo respon<strong>de</strong> disparándola.<br />
Luego se entera el hipocampo. Que graba o no esta información. ¿Cómo se regula esto?<br />
A partir <strong>de</strong> las señales es <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> neurotransmisores que modulan el glutamato,<br />
potenciando la reacción <strong>de</strong>l mismo. Formando memoria retrógrada al levantar la<br />
barrera y permitiendo engramar la información.<br />
Como dije esto <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> muchos neurotransmisores pero la puerta es el hipocampo<br />
y el portero la amígdala. La memoria <strong>de</strong>clarativa entra entonces por el lóbulo frontal en<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
34
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
forma inmediata. Luego se dirige al hipocampo en don<strong>de</strong> la llamamos memoria<br />
anterógrada y <strong>de</strong>spués pasa a las cortezas <strong>de</strong> asociación más difusas, para acumularse.<br />
Se dirige entonces a las cortezas parietales posterior, a la occipital y frontal yendo<br />
<strong>de</strong>spués a las cortezas que ro<strong>de</strong>an cada área primaria. Por ejemplo: la memoria visual<br />
está alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> la corteza visual primaria, la corteza auditiva está alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> la<br />
corteza auditiva primaria. O la memoria <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> que está alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l área<br />
auditiva acortando probablemente el tiempo <strong>de</strong> evocación <strong>de</strong>l mismo.<br />
La memoria <strong>de</strong>clarativa no es la única existente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista cualitativo, ya es<br />
posible <strong>de</strong>scribir otros tipos <strong>de</strong> memoria que implican procesos, funciones y estructuras<br />
diferentes. Una <strong>de</strong> ellas es la <strong>de</strong> procedimiento, que es por ejemplo el recordar realizar<br />
una actividad como manejar o apren<strong>de</strong>r a leer al revés y que se encuentra claramente<br />
diferenciada <strong>de</strong> la memoria <strong>de</strong>clarativa. Abarca estructuras como el cerebelo y <strong>los</strong><br />
ganglios <strong>de</strong> la base.<br />
Otra memoria ya más relacionada con la <strong>de</strong>clarativa es la emocional, que como vimos es<br />
una gran reguladora <strong>de</strong> la anterior pero implica funciones y estructuras diferentes ya<br />
que la amígdala tiene una gran relación con ella. Muestra <strong>de</strong> ésta es cómo un paciente<br />
con una alteración importante <strong>de</strong> la memoria <strong>de</strong>clarativa anterógrada, al recibir una<br />
noticia <strong>de</strong>sagradable se angustia en ese momento, recordando la misma en lo inmediato<br />
pero luego no recuerda la causa que la produjo. Aunque la tristeza continúa<br />
in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong>l recuerdo <strong>de</strong>clarativo, siendo un claro ejemplo <strong>de</strong> memoria<br />
emocional.<br />
Resumen<br />
Es la memoria entonces un proceso que nos permite precisar un recuerdo que se<br />
transforma en aprendizaje modificando la conducta <strong>de</strong>l animal o <strong>de</strong>l ser humano. Como<br />
vimos, esto <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l nivel emocional y <strong>de</strong> ansiedad. Con poca ansiedad no hay<br />
grabación o por lo menos no es posible la evocación, pero sin ansiedad tampoco existe<br />
fijación. Ahora esto es <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> Memoria. Es <strong>de</strong>cir un<br />
proceso que se graba se fija y se evoca, pero ¿Cuándo no se evoca que pasa? La<br />
pregunta es <strong>de</strong> compleja respuesta, pues resulta bastante difícil <strong>de</strong>cir que porque una<br />
memoria no se evoque no produzca modificaciones en el sistema nervioso central,<br />
como hemos visto, o porque no se evoque en un momento no pueda evocarse en otro,<br />
siguiendo un camino bastante parecido al subconsciente.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
35
.<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Es interesante conocer a<strong>de</strong>más, que la mayoría <strong>de</strong> <strong>los</strong> neurofisiólogos consi<strong>de</strong>ran que el<br />
borramiento <strong>de</strong> la memoria se produce durante el sueño REM que es en el que existen<br />
<strong>los</strong> sueños más vívidos, es <strong>de</strong>cir cuando se sueña más, es cuando la memoria <strong>de</strong>ja <strong>de</strong><br />
po<strong>de</strong>r evocarse coma tal.<br />
Como mínimo <strong>de</strong>bemos aceptar, que son muchas las variables a consi<strong>de</strong>rar en la<br />
conjunción <strong>de</strong> la formación intelectual con la emocional. Y que la expresión genética<br />
pue<strong>de</strong> modificarse claramente a partir <strong>de</strong> <strong>los</strong> segundos y terceros mensajeros<br />
cambiando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la vida neuronal, hasta la conformación proteica <strong>de</strong> una célula.<br />
ESTUDIO DE LAS AFASIAS<br />
Definición:<br />
La AFASIA es una pérdida <strong>de</strong> la comprensión y <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> <strong>los</strong> diversos símbo<strong>los</strong> hablados o<br />
escritos con <strong>los</strong> que el hombre se comunica y que tiene como características esenciales el<br />
aparecer como consecuencia <strong>de</strong> una lesión <strong>de</strong>l Sistema Nervioso Central y en un momento<br />
en que el <strong>lenguaje</strong> existía ya en el individuo que pa<strong>de</strong>ció la lesión cerebral.<br />
Existe en la actualidad un amplio acuerdo en consi<strong>de</strong>rar que un trastorno afásico es el<br />
resultado <strong>de</strong> una lesión cerebral relativamente focal y localizada en el hemisferio<br />
dominante. El término afasia fue acuñado en 1864 por el médico francés Armand Troussesu<br />
(1801‐1867).<br />
Literalmente significa falta <strong>de</strong> comunicación por el <strong>lenguaje</strong>: "a" (falta) y "phasia" (palabra).<br />
Etiología:<br />
Las causas más frecuentes <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>trastornos</strong> afásicos son <strong>los</strong> acci<strong>de</strong>ntes cerebrovasculares<br />
(ACV), que en la actualidad constituyen el 75% <strong>de</strong> <strong>los</strong> casos, <strong>los</strong> traumatismos craneanos y<br />
<strong>los</strong> tumores cerebrales.<br />
Se <strong>de</strong>be hacer un examen completo con una cuidadosa y bien elaborada historia clínica,<br />
para lo cual será necesario recurrir a un familiar fiable puesto que el paciente no podrá<br />
darnos todos <strong>los</strong> datos.<br />
Es importante establecer un diagnóstico diferencial (no confundir con mutismo, <strong>de</strong>mencia<br />
precoz,...); para lo cual es necesario conocer la edad, tiempo transcurrido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />
comienzo <strong>de</strong> la afasia, tipo y extensión <strong>de</strong> la lesión, así como la historia <strong>de</strong>l paciente. Los<br />
<strong>trastornos</strong> afásicos son algo más frecuentes en <strong>los</strong> hombres que en las mujeres.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
36
Evolución:<br />
La aparición <strong>de</strong> la afasia es generalmente brusca y cursa varios periodos:<br />
Escala <strong>de</strong> Severidad:<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
I. Período agudo: el paciente se encuentra en terapia intensiva y <strong>los</strong> objetivos son <strong>de</strong><br />
tipo preventivo; el principal objetivo es localizar el daño y prevenir daños lingüísticos<br />
irreversibles.<br />
II. Período subagudo: se trata <strong>de</strong> evaluar <strong>los</strong> daños resultantes; el objetivo se centra en<br />
la readaptación y en establecer el diagnóstico concreto.<br />
III. Período <strong>de</strong> estado: aquí son atendidos terapéuticamente <strong>los</strong> <strong>trastornos</strong> <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong>.<br />
El éxito <strong>de</strong> la rehabilitación <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la prontitud <strong>de</strong>l tratamiento.<br />
IV. Período <strong>de</strong> la secuela: se trata <strong>de</strong> la reinserción social y laboral. Hay que consi<strong>de</strong>rar<br />
las secuelas que ha producido la lesión.<br />
0. Ausencia <strong>de</strong> habla o comprensión auditiva.<br />
1. La comunicación se efectúa totalmente a partir <strong>de</strong> expresiones incompletas; necesidad <strong>de</strong><br />
inferencia, preguntas y adivinación por parte <strong>de</strong>l oyente. El caudal <strong>de</strong> información que<br />
pue<strong>de</strong> ser intercambiado es limitado y el peso <strong>de</strong> la conversación recae sobre el oyente.<br />
2. El paciente pue<strong>de</strong>, con ayuda <strong>de</strong>l examinador, mantener una conversación sobre temas<br />
familiares. Hay fracaso frecuente al intentar expresar una i<strong>de</strong>a, pero el paciente comparte el<br />
peso <strong>de</strong> la conversación con el examinador.<br />
3. El paciente pue<strong>de</strong> referirse a prácticamente todos <strong>los</strong> problemas <strong>de</strong> la vida diaria con<br />
muy poca ayuda o sin ella. Sin embargo, la reducción <strong>de</strong>l habla y/o la comprensión hacen<br />
sumamente difícil o imposible la conversación sobre cierto tipo <strong>de</strong> temas.<br />
4. Hay alguna pérdida obvia <strong>de</strong> flui<strong>de</strong>z en el habla o <strong>de</strong> facilidad <strong>de</strong> comprensión, sin<br />
limitación significativa <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as expresadas o su forma <strong>de</strong> expresión.<br />
5. Mínimos <strong>de</strong>terioros observables en el habla; el paciente pue<strong>de</strong> presentar dificulta<strong>de</strong>s<br />
subjetivas no evi<strong>de</strong>ntes para el oyente.<br />
Medidas para evaluar el daño cerebral:<br />
• Escala <strong>de</strong> severidad <strong>de</strong> las <strong>afasias</strong>:<br />
Según la magnitud <strong>de</strong>l daño, la escala <strong>de</strong> severidad va <strong>de</strong> "0" (daño gravísimo), en la<br />
cual el afásico no pue<strong>de</strong> hablar ni compren<strong>de</strong>r lo que se le dice; hasta "5", don<strong>de</strong> el<br />
paciente tiene mínimos <strong>de</strong>terioros observados en el habla.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
37
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
• La Unidad Pixel (picture element):<br />
Una forma <strong>de</strong> cuantificar el daño es a través <strong>de</strong> la Tomografía Axial Computada<br />
(TAC), sin contraste, que se <strong>de</strong>be hacer <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> las 48 horas. El uso <strong>de</strong> la Unidad<br />
Pixel (correspon<strong>de</strong> a un milímetro cuadrado <strong>de</strong> tejido), permite <strong>de</strong>finir el tamaño <strong>de</strong><br />
la lesión, referida al número <strong>de</strong> Unida<strong>de</strong>s‐Pixel que compren<strong>de</strong>.<br />
• La RMN y la TAC:<br />
La Resonancia Magnética Nuclear (RMN) es superior a la TAC para localizar la lesión<br />
a las pocas horas (por ejemplo tras una oclusión vascular).<br />
• Tomografía por Emisión <strong>de</strong> Positrones:<br />
Método que emplea la tecnología <strong>de</strong> la TAC para permitir visualizar la actividad<br />
metabólica cerebral. Se inyectan al paciente cantida<strong>de</strong>s microscópicas <strong>de</strong> sustancia<br />
químicas radiactivas, y a continuación se registran <strong>los</strong> patrones <strong>de</strong> actividad <strong>de</strong> todo<br />
el cerebro.<br />
TIPOS DE CLASIFICACIÓN.<br />
Existen en la actualidad tantos sistemas <strong>de</strong> clasificación como escuelas neuropsicológicas<br />
interesadas en <strong>los</strong> <strong>trastornos</strong> <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s verbales.<br />
Las <strong>afasias</strong> pue<strong>de</strong>n clasificarse en tres categorías generales:<br />
I. AFASIAS FLUIDAS: El habla es fluida, pero hay dificulta<strong>de</strong>s en la comprensión verbal,<br />
auditiva y/o en la repetición <strong>de</strong> las palabras o frases.<br />
II. AFASIAS NO FLUIDAS: Hay dificulta<strong>de</strong>s en la articulación pero una relativamente buena<br />
comprensión verbal auditiva.<br />
III. AFASIAS PURAS: Hay <strong>de</strong>ficiencias selectivas <strong>de</strong> la lectura, <strong>de</strong> la escritura o <strong>de</strong>l<br />
reconocimiento <strong>de</strong> palabras.<br />
La clasificación <strong>de</strong> Wernicke‐Geschwind es una <strong>de</strong> las que mejor recoge <strong>los</strong> distintos <strong>trastornos</strong><br />
afásicos y una <strong>de</strong> las que más repercusión tiene en la práctica clínica.<br />
Aquí se presentan algunas formas gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong> afasia.<br />
Clasificación <strong>de</strong> Wernicke‐Lichteim (tomado <strong>de</strong> Kertesz, 1985)<br />
TIPO DE AFASIA<br />
A. Broca<br />
AFASIAS CENTRALES<br />
A.<br />
A.<br />
A. Conducción<br />
Global<br />
Wernicke<br />
AFASIAS MARGINALES A. Transcortica Motora<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
38
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
A. Transcortical Sensorial<br />
A. Transcortical Mixta<br />
A. Anómica<br />
a. Afasias centrales: la lesión afecta a zonas centrales <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong>.<br />
b. Afasias marginales: agrupan a <strong>afasias</strong> que se localizan fuera <strong>de</strong> las áreas lingüísticas<br />
tradicionales. La lesión afecta a todas las áreas perisilvianas.<br />
Otra forma <strong>de</strong> clasificar las <strong>afasias</strong> es atendiendo a 2 aspectos:<br />
a. Análisis psicolingüístico: análisis <strong>de</strong> distintos parámetros lingüísticos como habla<br />
espontánea, flui<strong>de</strong>z, comprensión, repetición, <strong>de</strong>nominación.<br />
Un tipo <strong>de</strong> afasia manifiesta alteración selectiva en una serie <strong>de</strong> parámetros lingüísticos<br />
y no en otros; <strong>de</strong> eso <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> que sea una afasia y no otra.<br />
b. Aspecto anatómico: <strong>los</strong> diversos tipos <strong>de</strong> afasia se localizan en distintos lugares <strong>de</strong>l<br />
hemisferio izquierdo<br />
1. Afasias centrales.<br />
2. Afasias marginales.<br />
AFASIA TRANSCORTICAL MOTORA.<br />
Características:<br />
1. Lenguaje espontáneo muy reducido, con habla dificultosa, escasa, disprosódica y<br />
compuesta generalmente <strong>de</strong> frases cortas.<br />
2. En cambio la repetición es mucho mejor que el <strong>lenguaje</strong> espontáneo siendo capaces<br />
incluso <strong>de</strong> repetir frases relativamente largas.<br />
3. La comprensión <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> hablado se encuentra relativamente preservada.<br />
4. Conservan la capacidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>nominación aunque en muchas ocasiones necesitan<br />
ayudas articulatorias.<br />
5. En muchos casos pue<strong>de</strong>n leer en voz alta con alguna dificultad. La escritura se encuentra<br />
casi invariablemente alterada.<br />
6. La recuperación <strong>de</strong> estas <strong>afasias</strong> es, en general, buena.<br />
7. En la Escala <strong>de</strong> Severidad la puntuación es <strong>de</strong> 2 a 3.<br />
Alteraciones asociadas:<br />
• Suelen presentarse alteraciones motoras <strong>de</strong>rechas, variando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una hemiplejia total<br />
a una paresia parcial o focal.<br />
Localización:<br />
Áreas marginales anteriores.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
39
Terminología equivalente:<br />
Afasia dinámica <strong>de</strong> Luria; adinamia <strong>de</strong> la palabra <strong>de</strong> Kleist.<br />
Frecuencia:<br />
2%<br />
AFASIA TRANSCORTICAL SENSORIAL.<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Características:<br />
1. Lenguaje espontáneo fluido (menos alterado que la comprensión), con par<strong>afasias</strong><br />
verbales y anomia. Las características <strong>de</strong>l habla son muy similares a la afasia <strong>de</strong><br />
Wernicke.<br />
2. Comprensión muy limitada <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> oral.<br />
3. Repetición casi normal, en ocasiones ecolalia.<br />
4. La lectura comprensiva está seriamente alterada, y también suele ser <strong>de</strong>ficitaria la<br />
lectura en voz alta. La escritura es ininteligible.<br />
5. Es una <strong>de</strong> las formas más comunes <strong>de</strong> afasia que se observan en la enfermedad <strong>de</strong><br />
Alzheimer (tal vez por la frecuencia con que se asocia a lesiones bilaterales).<br />
6. La puntuación en la Escala <strong>de</strong> Severidad es <strong>de</strong> 1 a 2.<br />
Alteraciones asociadas:<br />
• Este tipo <strong>de</strong> afasia pue<strong>de</strong> acompañarse <strong>de</strong> anosognosia y tiene como signos asociados la<br />
apraxia i<strong>de</strong>omotora y la apraxia i<strong>de</strong>atoria.<br />
Localización:<br />
Lesión en áreas 37 y 39; en ocasiones se extien<strong>de</strong> tanto anteriormente como posteriormente,<br />
provocando un daño masivo.<br />
Terminología equivalente:<br />
Aislamiento <strong>de</strong> las áreas <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> ("isolated speech area") según Goldstein.<br />
Frecuencia:<br />
2%<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
40
AFASIA TRANSCORTICAL MIXTA.<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Características:<br />
1. Lenguaje espontáneo severamente alterado. Habla espontánea pobre, con uso <strong>de</strong> frases<br />
estereotipadas y palabras cortas.<br />
2. Repetición posible, aunque frecuentemente se trata <strong>de</strong> una ecolalia.<br />
3. Comprensión alterada, apenas hay comprensión <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> oral.<br />
4. Prácticamente no hay capacidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>nominación.<br />
5. La lectura y escritura son prácticamente imposibles.<br />
Alteraciones asociadas:<br />
• Muchos pacientes presentan signos neurológicos en el hemicuerpo <strong>de</strong>recho, incluyendo<br />
cierto grado <strong>de</strong> parálisis motora, pérdida sensorial y anormalida<strong>de</strong>s en el campo visual.<br />
Localización:<br />
Zonas que circundan áreas perisilvianas.<br />
Frecuencia:<br />
Muy baja.<br />
AFASIA ANÓMICA.<br />
Características:<br />
1. Lenguaje espontáneo fluido con anomias muy frecuentes, lo que produce una dificultad<br />
para encontrar palabras en el contexto <strong>de</strong> un habla fluida y gramaticalmente bien<br />
formada.<br />
2. Comprensión <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> oral relativamente preservada.<br />
3. Repetición buena, pero se observa una notable <strong>de</strong>ficiencia en la <strong>de</strong>nominación.<br />
4. El paciente tratará continuamente <strong>de</strong> buscar sustituciones para las palabras que no es<br />
capaz <strong>de</strong> emitir, dando lugar a circunloquios.<br />
5. La lectura preservada cuando no se ve afectado el giro angular. La escritura aún sin<br />
afectación <strong>de</strong>l giro angular se verá alterada por la anomia.<br />
6. Se diferencia <strong>de</strong> la afasia <strong>de</strong> Wernicke por la ausencia <strong>de</strong> par<strong>afasias</strong> y una comprensión<br />
auditiva bastante buena.<br />
7. La puntuación en la Escala <strong>de</strong> Severidad está comprendida entre 3 y 4.<br />
Localización:<br />
Región temporo‐parietal; daño leve y localización variable.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
41
Terminología equivalente:<br />
Afasia nominal <strong>de</strong> Head; afasia amnésica <strong>de</strong> Goldstein.<br />
Frecuencia:<br />
8%<br />
AFASIA DE WERNICKE.<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Características:<br />
1. La principal característica es la incapacidad para compren<strong>de</strong>r las palabras o para<br />
distribuir <strong>los</strong> sonidos en un habla coherente.<br />
2. Presenta un habla fluida y normal en cuanto a cantidad y melodía.<br />
3. Aunque también tienen errores en la producción <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> como par<strong>afasias</strong>, sobre<br />
todo <strong>de</strong> tipo fonémico, dificulta<strong>de</strong>s para encontrar la palabra correcta y presencia <strong>de</strong><br />
neologismos pudiendo llegar a una jerga neologística.<br />
4. Repetición <strong>de</strong> palabras y frases muy pobre <strong>de</strong>bido a que la comprensión está<br />
gravemente afectada. En casos más leves el paciente pue<strong>de</strong> llegar a repetir las palabras<br />
sin enten<strong>de</strong>rlas, o bien repetirlas con distorsiones parafásicas.<br />
5. Lectura y escritura alteradas en la mayoría <strong>de</strong> <strong>los</strong> casos.<br />
6. Por lo general el afásico <strong>de</strong> Wernicke es anosognósico(no son conscientes <strong>de</strong> su déficit<br />
lingüístico).<br />
7. La puntuación en la Escala <strong>de</strong> Severidad es <strong>de</strong> 0 a 4.<br />
Alteraciones asociadas:<br />
• Salvo <strong>los</strong> síntomas <strong>de</strong> afasia, pue<strong>de</strong> que no haya otros síntomas neurológicos, pero en<br />
ocasiones la información neural <strong>de</strong>l campo visual <strong>de</strong>recho es <strong>de</strong>fectuosa.<br />
• Pue<strong>de</strong> presentar apraxia i<strong>de</strong>omotora y en algunos casos apraxia i<strong>de</strong>atoria.<br />
Localización:<br />
La lesión afecta principalmente al área <strong>de</strong> Wernicke (área 22 <strong>de</strong> Brodmann), aunque suele<br />
exten<strong>de</strong>rse a regiones por encima <strong>de</strong>l lóbulo temporal (áreas 39 y 40) y por <strong>de</strong>bajo hasta el área<br />
37.<br />
Terminología equivalente:<br />
Afasia sintáctica <strong>de</strong> Head; afasia sensorial <strong>de</strong> Goldstein; afasia acústica <strong>de</strong> Luria; afasia receptiva<br />
<strong>de</strong> Weisenburg y MacBri<strong>de</strong>.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
42
Frecuencia:<br />
20%<br />
AFASIA DE BROCA.<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Características:<br />
1. Se conserva gran parte <strong>de</strong> la comprensión mientras que la producción <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> está<br />
alterada gravemente.<br />
2. Lenguaje espontáneo reducido, lento, fatigoso con importante dificultad articulatoria,<br />
con anomia y agramatismo. El déficit en la producción <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> varía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un<br />
mutismo casi total hasta un habla lenta, reflexiva, empleando formas <strong>de</strong> palabras muy<br />
simples.<br />
3. La repetición verbal está <strong>de</strong>teriorada siguiendo las mismas características que el habla<br />
espontánea.<br />
4. Comprensión relativamente preservada aunque <strong>de</strong> forma variable.<br />
5. La lectura en la mayoría <strong>de</strong> <strong>los</strong> casos está alterada; la lectura en voz alta<br />
invariablemente se ve afectada por las dificulta<strong>de</strong>s articulatorias. La escritura se reduce<br />
a la firma y a la copia.<br />
6. En la Escala <strong>de</strong> Severidad se la sitúa en un nivel 1 ó 2.<br />
Alteraciones asociadas:<br />
• Puesto que el área <strong>de</strong> Broca se localiza cerca <strong>de</strong>l córtex motor y <strong>de</strong> la cápsula interna<br />
subyacente, este síndrome se acompaña casi siempre <strong>de</strong> una parálisis parcial <strong>de</strong>l lado<br />
<strong>de</strong>recho y una pérdida <strong>de</strong> visión.<br />
• Presenta apraxia buco‐facial, a veces también se observa apraxia i<strong>de</strong>omotora unilateral<br />
izquierda, y muy frecuentemente, hemiplejia <strong>de</strong>recha o hemiparesia <strong>de</strong>recha.<br />
Localización:<br />
Área 44 clásicamente, aunque abarca una zona más amplia que el área <strong>de</strong> Brocca.<br />
Terminología equivalente:<br />
Afasia verbal <strong>de</strong> Head; afasia motora <strong>de</strong> Goldstein; afasia motora eferente <strong>de</strong> Luria; afasia<br />
expresiva <strong>de</strong> Weisenburg y MacBri<strong>de</strong>; afasia anterior o no fluida.<br />
Frecuencia:<br />
20%<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
43
AFASIA DE CONDUCCIÓN.<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Características:<br />
1. Producción <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> algo menos fluida que <strong>los</strong> pacientes con afasia <strong>de</strong> Wernicke.<br />
2. Cometen muchos errores parafásicos, sustituyendo con palabras o sonidos incorrectos<br />
aquél<strong>los</strong> que son <strong>los</strong> correctos.<br />
3. Comprensión auditiva está relativamente preservada.<br />
4. Repetición severamente alterada, con muchos errores fonémicos.<br />
5. La <strong>de</strong>nominación está gravemente afectada.<br />
6. La lectura es variable <strong>de</strong> un paciente a otro, pero cuando es en voz alta es mala. La<br />
escritura suele ser también pobre y, en muchas ocasiones, se reduce a la firma y a la<br />
copia.<br />
7. La puntuación en la Escala <strong>de</strong> Severidad se sitúa entre 2 y 4.<br />
Alteraciones asociadas:<br />
• En muchos pacientes <strong>los</strong> movimientos voluntarios están hasta cierto punto<br />
<strong>de</strong>teriorados.<br />
Localización:<br />
Lesión <strong>de</strong>l área supramarginal, fascículo arqueado y/o córtex insular y sustancia blanca<br />
subyacente. (El fascículo arqueado atraviesa la sustancia blanca y conecta el área <strong>de</strong> Broca con<br />
la <strong>de</strong> Wernicke).<br />
Terminología equivalente:<br />
Afasia central <strong>de</strong> Goldstein; afasia motora aferente <strong>de</strong> Luria.<br />
Frecuencia:<br />
4%<br />
AFASIA GLOBAL.<br />
Características:<br />
1. Es la forma más grave <strong>de</strong> afasia, hay una <strong>de</strong>strucción masiva <strong>de</strong> las zonas <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong><br />
<strong>de</strong>l hemisferio izquierdo que engloba las áreas <strong>de</strong> Broca y Wernicke.<br />
2. Lenguaje espontáneo inexistente o reducido a estereotipias o fragmentos silábicos.<br />
3. Repetición imposible o reducida a fragmentos silábicos.<br />
4. Comprensión limitada a ór<strong>de</strong>nes muy simples, <strong>de</strong> duración muy corta y fácilmente<br />
previsibles en un momento y contexto <strong>de</strong>terminado.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
44
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
5. La lectura es imposible, y la escritura en el mejor <strong>de</strong> <strong>los</strong> casos se limita a firma y copia<br />
muy <strong>de</strong>fectuosas.<br />
6. La puntuación en la escala <strong>de</strong> Severidad es <strong>de</strong> 0 a 1.<br />
Alteraciones asociadas:<br />
• El paciente pue<strong>de</strong> presentar anosognosia, síntomas apráxicos severos y hemiplejia<br />
<strong>de</strong>recha.<br />
Localización:<br />
En la mayoría <strong>de</strong> <strong>los</strong> casos lesión en áreas perisilvianas y marginales. En <strong>los</strong> restantes casos la<br />
localización es variable.<br />
Frecuencia:<br />
20% ‐ 25%<br />
Los efectos <strong>de</strong> <strong>los</strong> ataques cerebrales<br />
Efectos en el cuerpo, la mente, y las emociones<br />
Cada ataque es diferente, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> la parte <strong>de</strong>l cerebro que afecta, la extensión <strong>de</strong> la<br />
lesión, y el estado general <strong>de</strong> salud <strong>de</strong> la persona. Algunos <strong>de</strong> <strong>los</strong> efectos son:<br />
• Debilidad (hemiparálisis) o parálisis (hemiplejia) en un lado <strong>de</strong>l cuerpo. Esta pue<strong>de</strong><br />
afectar un lado completo <strong>de</strong>l cuerpo, o sólo el brazo o la pierna. Suce<strong>de</strong> en el lado<br />
opuesto al hemisferio <strong>de</strong>l cerebro que sufrió el ataque. Por ejemplo, si el hemisferio<br />
lesionado es el izquierdo, la <strong>de</strong>bilidad o parálisis se presentará en el lado <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l<br />
cuerpo.<br />
• Problemas <strong>de</strong> equilibrio o coordinación. Esto pue<strong>de</strong> hacer difícil que la persona se<br />
siente, pare, o camine; a pesar que <strong>los</strong> múscu<strong>los</strong> tienen suficiente fuerza.<br />
• Problemas <strong>de</strong> <strong>lenguaje</strong> (afasia y disartria). Cuando la persona tiene afasia, pue<strong>de</strong> tener<br />
problemas para enten<strong>de</strong>r el <strong>lenguaje</strong> hablado o escrito; o entien<strong>de</strong> pero no pue<strong>de</strong><br />
recordar las palabras para hablar o escribir. Cuando la persona tiene disartria, sabe las<br />
palabras correctas, pero no las pue<strong>de</strong> enunciar claramente.<br />
• No percibir o ignorar un lado <strong>de</strong>l cuerpo (negligencia corporal). Frecuentemente, la<br />
persona no voltea a ver hacia el lado débil, o ni siquiera come alimentos en ése lado <strong>de</strong><br />
la boca.<br />
• Dolor, adormecimiento, o sensaciones no familiares. Estas pue<strong>de</strong>n impedir que la<br />
persona se relaje y se sienta cómoda.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
45
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
• Problemas <strong>de</strong> memoria, razonamiento, atención, o aprendizaje (problemas<br />
•<br />
cognitivos). La persona pue<strong>de</strong> tener problemas con varias o muchas capacida<strong>de</strong>s<br />
mentales. Por ejemplo, pue<strong>de</strong> tener problemas al tratar <strong>de</strong> seguir instrucciones, pue<strong>de</strong><br />
confundirse si mueven algo en la habitación, o pue<strong>de</strong> ser incapaz <strong>de</strong> mantener claras la<br />
fecha o la hora.<br />
No tener consciencia <strong>de</strong> <strong>los</strong> efectos <strong>de</strong>l ataque. La persona pue<strong>de</strong> per<strong>de</strong>r su capacidad<br />
<strong>de</strong> buen juicio y por lo tanto tratar <strong>de</strong> hacer cosas que son peligrosas <strong>de</strong>bido a <strong>los</strong><br />
efectos <strong>de</strong>l ataque.<br />
• Problemas para tragar (disfagia). Pue<strong>de</strong> complicar la nutrición a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong> la persona.<br />
Es importante tener cuidado para evitar que la persona no vaya a aspirar un trozo <strong>de</strong><br />
comida mientras está tratando <strong>de</strong> tragar.<br />
• Problemas <strong>de</strong> control <strong>de</strong> orina o fecal. Se pue<strong>de</strong> ayudar a la persona con el uso <strong>de</strong><br />
orinales, cómodos, y otros utensilios <strong>de</strong> este tipo.<br />
• Que la persona se cansa rápidamente. Cuando la persona se cansa rápidamente, limita<br />
su participación y <strong>de</strong>sempeño en el programa <strong>de</strong> rehabilitación.<br />
• Exp<strong>los</strong>iones emocionales súbitas, como risa, llanto o furia. Estas emociones pue<strong>de</strong>n<br />
indicar que la persona necesita ayuda, comprensión y apoyo en su proceso <strong>de</strong><br />
adaptación a <strong>los</strong> efectos <strong>de</strong>l ataque.<br />
• Depresión. Es muy común entre las personas que han sufrido un ataque cerebral y<br />
pue<strong>de</strong> presentarse poco <strong>de</strong>spués o varias semanas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l ataque. Frecuentemente<br />
<strong>los</strong> familiares son <strong>los</strong> primeros en notarla.<br />
La <strong>de</strong>presión <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un ataque cerebral<br />
Es normal que una persona que ha sufrido un ataque cerebral se sienta triste. Sin embargo,<br />
algunas personas pue<strong>de</strong>n pa<strong>de</strong>cer un <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n <strong>de</strong>presivo mayor; que se <strong>de</strong>be diagnosticar y<br />
tratar lo antes posible. Una persona que pa<strong>de</strong>ce un <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n <strong>de</strong>presivo mayor tiene varios<br />
síntomas, todos <strong>los</strong> días, durante todo el día, por lo menos por dos semanas. Estos síntomas<br />
siempre incluyen por lo menos uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> siguientes:<br />
• Sentirse triste y melancólico.<br />
• Per<strong>de</strong>r interés en las cosas que antes se disfrutaban.<br />
La persona también pue<strong>de</strong> presentar otros síntomas físicos o psicológicos que incluyen:<br />
• Sentirse agitado o lento, inquieto o que no pue<strong>de</strong> permanecer tranquilo.<br />
• Sentirse culpable o con muy baja autoestima.<br />
• Aumento o reducción <strong>de</strong>l apetito y el peso.<br />
• Problemas para concentrarse, pensar, recordar o tomar <strong>de</strong>cisiones.<br />
• Problemas para dormir, o dormir <strong>de</strong>masiado.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
46
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
• Per<strong>de</strong>r la energía o sentirse cansado todo el tiempo.<br />
• Dolores <strong>de</strong> cabeza.<br />
• Otros dolores y molestias.<br />
• Problemas <strong>de</strong> la digestión.<br />
• Problemas en la función sexual.<br />
• Sentirse pesimista y sin esperanza.<br />
• Sentirse ansioso y preocupado.<br />
• Pensamientos <strong>de</strong> la muerte o el suicidio.<br />
Si la persona tiene síntomas <strong>de</strong> <strong>de</strong>presión, especialmente pensamientos <strong>de</strong> la muerte o el<br />
suicidio, necesita ayuda profesional inmediata. Una vez que se ha tratado la <strong>de</strong>presión, estos<br />
sentimientos <strong>de</strong>saparecerán. La <strong>de</strong>presión se pue<strong>de</strong> tratar con medicamentos, psicoterapia, o<br />
ambos. Si no se da tratamiento, pue<strong>de</strong> causar sufrimiento innecesario y pue<strong>de</strong> hacer más difícil<br />
la recuperación <strong>de</strong>l ataque cerebral.<br />
Incapacitaciones <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un ataque cerebral<br />
Una "incapacitación" es que se haga difícil el realizar alguna tarea o actividad que es parte<br />
normal <strong>de</strong> la vida diaria. Las personas que han sufrido ataques cerebrales pue<strong>de</strong>n encontrar<br />
dificultad en muchas activida<strong>de</strong>s antes sencillas tales como caminar, hablar o realizar sus<br />
"activida<strong>de</strong>s diarias". Estas incluyen tareas básicas como bañarse, vestirse, alimentarse y usar el<br />
inodoro (baño). También pue<strong>de</strong> haber dificultad al realizar otras tareas más complejas,<br />
conocidas como "activida<strong>de</strong>s instrumentales", tales como mantener el hogar, usar el teléfono,<br />
guiar un auto, y escribir cheques.<br />
Algunas incapacitaciones se hacen evi<strong>de</strong>ntes inmediatamente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l ataque y otras se<br />
notan hasta que la persona ha regresado a casa y trata <strong>de</strong> realizar alguna tarea por primera vez<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l ataque.<br />
Lo que suce<strong>de</strong> durante el cuidado intensivo<br />
Las metas principales <strong>de</strong>l cuidado intensivo son las siguientes:<br />
• Asegurarse que <strong>los</strong> síntomas son el resultado <strong>de</strong> un ataque cerebral y no alguna otra<br />
condición médica.<br />
• Determinar el tipo y ubicación <strong>de</strong>l ataque y su grado <strong>de</strong> gravedad.<br />
• Prevenir y tratar complicaciones tales como incontinencia urinaria o fecal y úlceras por<br />
contacto.<br />
• Prevenir otro ataque cerebral.<br />
• Tan pronto como sea medicamente posible, animar al paciente a que se mueva y realice<br />
tareas <strong>de</strong> cuidado personal tales como comer y levantarse <strong>de</strong> la cama. Este es el primer<br />
paso <strong>de</strong> la rehabilitación.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
47
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Antes que termine el cuidado intensivo, el paciente, su familia y el personal <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>n cuál será el<br />
siguiente paso. Para muchos pacientes, el siguiente paso es continuar con la rehabilitación.<br />
La prevención <strong>de</strong> otro ataque<br />
Las personas que ya han pa<strong>de</strong>cido un ataque cerebral tienen mayor riesgo <strong>de</strong> pa<strong>de</strong>cer otro,<br />
especialmente durante el primer año. El riesgo aumenta con: La edad avanzada, alta presión<br />
sanguínea (hipertensión), colesterol alto, diabetes, obesidad, haber sufrido un ataque<br />
transitorio isquémico, enfermeda<strong>de</strong>s cardíacas, fumar, beber mucho alcohol, y drogadicción.<br />
Algunos <strong>de</strong> estos factores <strong>de</strong> riesgo no se pue<strong>de</strong>n controlar, como la edad; pero otros se<br />
pue<strong>de</strong>n reducir con el uso <strong>de</strong> medicamentos y cambios en el estilo <strong>de</strong> vida.<br />
Especialistas <strong>de</strong> rehabilitación<br />
Dado que cada ataque cerebral es diferente, el tratamiento para cada individuo será diferente y<br />
existen diferentes especialistas capacitados para proporcionar <strong>los</strong> servicios <strong>de</strong> rehabilitación. La<br />
persona pue<strong>de</strong> trabajar con cualquiera <strong>de</strong> <strong>los</strong> siguientes:<br />
• Médico. Todos <strong>los</strong> pacientes en rehabilitación <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un ataque cerebral están bajo<br />
el cuidado <strong>de</strong> un médico. Existen varios tipos <strong>de</strong> médicos <strong>de</strong> rehabilitación que cumplen<br />
esta tarea, incluyendo: Médicos <strong>de</strong> familia (cabecera) o internistas, geriatras<br />
(especializados en personas <strong>de</strong> edad avanzada), neurólogos (especialistas en el cerebro<br />
y el sistema nervioso), y médicos especializados en medicina física y rehabilitación.<br />
• Especialista <strong>de</strong> terapia física. Evalúa y trata problemas con la capacidad <strong>de</strong> movimiento,<br />
el equilibrio y la coordinación física. Proporciona capacitación y ejercicios para mejorar<br />
el caminar, acostarse, sentarse, y levantarse <strong>de</strong> camas o sillas, y moverse sin per<strong>de</strong>r el<br />
equilibrio. También capacita a <strong>los</strong> familiares en ayudar al paciente con <strong>los</strong> ejercicios y, si<br />
es necesario, a ayudarle a moverse y caminar.<br />
• Especialista en terapia ocupacional. Da ejercicios y práctica para que <strong>los</strong> pacientes<br />
puedan hacer las cosas que podían hacer antes <strong>de</strong>l ataque, como comer, bañarse,<br />
vestirse, escribir, o cocinar. Ciertas tareas ya no se pue<strong>de</strong>n realizar <strong>de</strong> una manera, así<br />
es que el terapista se encarga <strong>de</strong> enseñar al paciente nuevas técnicas para realizarlas.<br />
• Patólogo <strong>de</strong>l habla y <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong>. Ayuda al paciente a recuperar sus capacida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />
<strong>lenguaje</strong> y a apren<strong>de</strong>r nuevas formas <strong>de</strong> comunicarse. También es importante enseñarle<br />
a la familia a mejorar la comunicación con el paciente. Trabaja con <strong>los</strong> pacientes que<br />
tienen problemas para tragar (disfagia).<br />
• Trabajador social. Ayuda a <strong>los</strong> pacientes y sus familias a tomar <strong>de</strong>cisiones en cuanto a la<br />
rehabilitación y a tener un plan para regresar a casa o a un nuevo lugar en don<strong>de</strong> vivir.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
48
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Respon<strong>de</strong> a las dudas en cuanto a seguro <strong>de</strong> salud y pagos por <strong>los</strong> costos; y ayuda a<br />
hacer arreg<strong>los</strong> para otros servicios disponibles. También pue<strong>de</strong> hacer arreg<strong>los</strong> para que<br />
la familia y el paciente reciban servicios <strong>de</strong> consejería para ayudar con <strong>los</strong> posibles<br />
problemas emocionales.<br />
• Psicólogo. Trata <strong>de</strong> ayudar con la salud mental <strong>de</strong>l paciente a través <strong>de</strong> entrevistas y<br />
pláticas para i<strong>de</strong>ntificar y enten<strong>de</strong>r <strong>los</strong> problemas. Pue<strong>de</strong> proporcionar tratamiento para<br />
problemas <strong>de</strong> memoria o <strong>de</strong> capacidad <strong>de</strong> razonamiento y proveer apoyo para otros<br />
profesionales que trabajan con pacientes con este tipo <strong>de</strong> problemas.<br />
• Otros profesionales. Existen otros profesionales que pue<strong>de</strong>n colaborar en el<br />
tratamiento <strong>de</strong> un paciente. Por ejemplo, un ortoterapista pue<strong>de</strong> hacer aparatos<br />
especiales para dar apoyo a <strong>los</strong> pies y <strong>los</strong> tobil<strong>los</strong> débiles. Un urólogo pue<strong>de</strong> tratar<br />
problemas <strong>de</strong> la vejiga; y otros especialistas pue<strong>de</strong>n ayudar con <strong>los</strong> problemas<br />
emocionales y médicos. Los especialistas en dietética se aseguran que el paciente tenga<br />
una alimentación a<strong>de</strong>cuada durante su rehabilitación y educan a la familia en cuanto a<br />
la nutrición <strong>de</strong>l paciente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l programa. Los especialistas en terapia vocacional<br />
pue<strong>de</strong>n ayudar al paciente a regresar al trabajo o a la escuela.<br />
Para que el proceso <strong>de</strong> rehabilitación sea exitoso, <strong>los</strong> profesionales, la familia y el paciente<br />
<strong>de</strong>ben trabajar y cooperar.<br />
El grupo <strong>de</strong> rehabilitación<br />
En muchos programas, se organiza un grupo especial <strong>de</strong> rehabilitación para cada paciente. Este<br />
grupo consta <strong>de</strong> paciente, familia y <strong>los</strong> profesionales <strong>de</strong> rehabilitación. El grupo se reúne<br />
regularmente para hablar sobre el progreso <strong>de</strong>l paciente durante el tratamiento. Normalmente,<br />
estos grupos ayudan a que todos <strong>los</strong> componentes trabajen en conjunto para lograr las metas.<br />
Obtener <strong>los</strong> mayores beneficios <strong>de</strong> la rehabilitación<br />
Lo que pue<strong>de</strong> hacer el paciente<br />
Si usted es la persona que ha tenido el ataque cerebral, recuer<strong>de</strong> que usted es quien más<br />
importa en su propio tratamiento. Es usted quien tiene <strong>de</strong>recho a tomar las <strong>de</strong>cisiones más<br />
importantes, aunque a veces esto pue<strong>de</strong> ser difícil. A veces probablemente preferiría <strong>de</strong>jar que<br />
el personal <strong>de</strong> rehabilitación tomara las <strong>de</strong>cisiones por usted. Es importante, sin embargo, que<br />
si tiene dificultad para hablar tome el tiempo necesario para pensar sobre sus <strong>de</strong>cisiones. Tiene<br />
que tratar <strong>de</strong> impedir que otros se a<strong>de</strong>lanten a tomar <strong>de</strong>cisiones por usted.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
49
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
• Asegúrese <strong>de</strong> <strong>de</strong>cirle a otros que usted quiere tomar sus propias <strong>de</strong>cisiones en cuanto al<br />
cuidado.<br />
• Discuta sus preguntas y preocupaciones con el personal <strong>de</strong>l programa.<br />
• Exprese sus <strong>de</strong>seos y opiniones en cuanto a las <strong>de</strong>cisiones que le afectan.<br />
• Haga que le escuchen cuando sienta que "le hablan como si fuera un niño"; o si la gente<br />
empieza a hablar sobre usted como si no existiera.<br />
• Recuer<strong>de</strong> que tiene todo el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> ver su archivo médico.<br />
Para <strong>de</strong>sempeñar un papel en su cuidado médico, es necesario que se mantenga informado<br />
sobre el tratamiento y su propio progreso. Pue<strong>de</strong> que le ayu<strong>de</strong> mantener notas sobre el<br />
tratamiento y su progreso y escribir cualquier pregunta que tenga.<br />
Expresar sus necesida<strong>de</strong>s pue<strong>de</strong> ser difícil si tiene problemas <strong>de</strong>l habla. El patólogo <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong><br />
pue<strong>de</strong> ayudarle a comunicarse con <strong>los</strong> <strong>de</strong>más miembros <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> cuidado; o <strong>los</strong> miembros<br />
<strong>de</strong> su familia también le pue<strong>de</strong>n ayudar a comunicar sus i<strong>de</strong>as y necesida<strong>de</strong>s.<br />
La mayoría <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes encuentran que el trabajo <strong>de</strong> rehabilitación es difícil ya que tienen<br />
que mantener capacida<strong>de</strong>s al mismo tiempo que tratan <strong>de</strong> volver a <strong>de</strong>sarrollar capacida<strong>de</strong>s<br />
perdidas. Es normal que a veces se sienta <strong>de</strong>salentado porque es tan difícil hacer cosas que<br />
eran tan sencillas antes <strong>de</strong>l ataque. Trate <strong>de</strong> notar su progreso y disfrute cada logro.<br />
Maneras en que la familia pue<strong>de</strong> ayudar<br />
Si es familiar <strong>de</strong> una persona que tuvo un ataque cerebral, éstas son algunas <strong>de</strong> las cosas que<br />
pue<strong>de</strong> hacer para ayudarle:<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
50
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
• Apoye <strong>los</strong> esfuerzos <strong>de</strong>l paciente para participar en las <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>l programa <strong>de</strong><br />
rehabilitación.<br />
• Visite y hable con el paciente. Traten <strong>de</strong> relajarse juntos ya sea jugando cartas, viendo la<br />
televisión, escuchando la radio, o jugando un juego <strong>de</strong> mesa.<br />
• Si el paciente tiene problemas <strong>de</strong> comunicación (afasia), hable con el patólogo <strong>de</strong>l<br />
<strong>lenguaje</strong> para que le diga cómo pue<strong>de</strong> ayudar más tar<strong>de</strong>.<br />
• Participe en <strong>los</strong> programas <strong>de</strong> educación para el paciente y su familia y trate <strong>de</strong><br />
apren<strong>de</strong>r todo lo posible para ayudar.<br />
• Pida que le <strong>de</strong>jen acudir a las sesiones <strong>de</strong> rehabilitación. Esta es una buena manera <strong>de</strong><br />
apren<strong>de</strong>r cómo funcionan y la manera en que pue<strong>de</strong> ayudar.<br />
• Anime y ayu<strong>de</strong> al paciente a que practique las capacida<strong>de</strong>s que ha aprendido durante la<br />
rehabilitación.<br />
• Asegúrese que el personal <strong>de</strong> rehabilitación recomien<strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s que coincidan con<br />
<strong>los</strong> intereses y necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> su familiar.<br />
• Infórmese sobre las activida<strong>de</strong>s que el paciente pue<strong>de</strong> hacer solo, las que pue<strong>de</strong> hacer<br />
con ayuda, y las que no pue<strong>de</strong> hacer. Entonces, no haga aquello que el paciente pu<strong>de</strong><br />
hacer por sí mismo, ya que cada vez que él/ella realice esta tarea(s) aumentará su<br />
sentido <strong>de</strong> logro.<br />
• Cui<strong>de</strong> <strong>de</strong> usted mismo, aliméntese bien, <strong>de</strong>scanse lo suficiente, y trate <strong>de</strong> tomar tiempo<br />
para realizar algunas activida<strong>de</strong>s que disfrute.<br />
TESTS DE AFASIA.<br />
I. PRUEBAS O TESTS DE AFASIA: evalúan el <strong>lenguaje</strong> en todos sus aspectos.<br />
Test <strong>de</strong> Boston (original <strong>de</strong> Goodglass y Kaplan, 1972; adaptación española <strong>de</strong> García‐<br />
Albea, Sánchez Bernardos y <strong>de</strong>l Viso, 1986)<br />
Es la más utilizada. Aparece como B.D.A.E. no como Test <strong>de</strong> Boston.<br />
Objetivos:<br />
1. Diagnosticar la presencia y el tipo <strong>de</strong> cuadro clínico, lo que ayuda a inferir el<br />
lugar <strong>de</strong> la lesión.<br />
2. Determinar el nivel <strong>de</strong> actuación <strong>de</strong>l sujeto a lo largo <strong>de</strong> un amplio rango <strong>de</strong><br />
pruebas.<br />
3. Evaluar las capacida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l paciente en todas las áreas <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> <strong>de</strong> cara a<br />
diseñar estrategias <strong>de</strong> rehabilitación.<br />
Observación: ofrece mucha información pero la prueba es excesiva para una sola sesión.<br />
II. PRUEBAS ESPECÍFICAS: sólo evalúan algún parámetro.<br />
Test TOTEM: sólo mi<strong>de</strong> comprensión oral. Consta <strong>de</strong> cinco partes que van creciendo en<br />
dificultad.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
51
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
PIZZAMILIO: prueba <strong>de</strong> comprensión <strong>de</strong> frases. Mi<strong>de</strong> comprensión sintáctica.<br />
Test <strong>de</strong> Vocabulario <strong>de</strong> Boston: prueba específica <strong>de</strong> <strong>de</strong>nominación.<br />
III. OTRAS PRUEBAS:<br />
a. "Índice <strong>de</strong> Porch <strong>de</strong> las Capacida<strong>de</strong>s Comunicativas" PICA (1967)<br />
• Ventajas: relativamente corto.<br />
buena fiabilidad test‐retest.<br />
bastante fácil <strong>de</strong> administrar.<br />
• Desventajas: rigi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> cuantificación, requiere un entrenamiento<br />
especial por parte <strong>de</strong>l examinador.<br />
rigi<strong>de</strong>z con la que se puntúa. No ofrece prácticamente información<br />
cualitativa.<br />
b. Test <strong>de</strong> Audrey Holland (1980) "Capacida<strong>de</strong>s Comunicativas en la Vida Diaria".<br />
CADL: diseñada para evaluar fundamentalmente la capacidad <strong>de</strong> comunicación<br />
por encima <strong>de</strong> las alteraciones específicas <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong>.<br />
GLOSARIO.<br />
a. Agramatismo: incapacidad <strong>de</strong> incluir en las frases normales las categorías menores <strong>de</strong>l<br />
<strong>lenguaje</strong>, es <strong>de</strong>cir, omite artícu<strong>los</strong>, preposiciones, verbos auxiliares, conjugaciones etc.;<br />
se refleja en un "habla telegráfica".<br />
b. Anomia: incapacidad selectiva <strong>de</strong> evocar palabras concretas.<br />
c. Anosognósico: no ser consciente <strong>de</strong> su trastorno (en este caso <strong>de</strong> su déficit lingüístico.<br />
d. Circunloquios: producciones verbales intencionales o <strong>de</strong>liberadamente realizadas por<br />
<strong>los</strong> pacientes para evitar sus dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> tipo anómico.<br />
e. Disprosódica: se caracteriza por una atenuación <strong>de</strong> la melodía <strong>de</strong>l discurso (monotonía).<br />
f. Ecolalia: repetición inmediata y prolongada <strong>de</strong> <strong>los</strong> sonidos que se han oído.<br />
g. Estereotipias: consiste en la emisión repetitiva <strong>de</strong>l mismo segmento lingüístico.<br />
h. Habla fluida: emisión realizada a velocidad normal, sin que el hecho <strong>de</strong> hablar produzca<br />
fatiga o esfuerzo. Una emisión menor a 50 palabras por minuto, uso <strong>de</strong> frases cortas,<br />
disprosodia y agramatismo correspon<strong>de</strong> a un habla no fluida<br />
_____________________________________________________________________________________ 52<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta
i. Mutismo: ausencia total <strong>de</strong> emisiones verbales.<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
j. Neologismo: palabras no existentes en el diccionario <strong>de</strong> una lengua que el paciente<br />
emite como una palabra.<br />
k. Parafasia: producción no intencional <strong>de</strong> sílabas, palabras o frases durante el discurso.<br />
Tipos:<br />
BIBLIOGRAFIA<br />
I. Parafasia literal o fonémica: producción <strong>de</strong> sílabas en or<strong>de</strong>n incorrecto,<br />
observándose en la conversación ciertos rasgos fonémicos a<strong>de</strong>cuados.<br />
II. Parafasia verbal: sustitución <strong>de</strong> palabras íntegras. Se <strong>de</strong>nomina parafasia verbal<br />
o semántica si la palabra incorrecta tiene relación con la que el sujeto quería<br />
<strong>de</strong>cir. Ej: pie por mano. Si no guarda relación, ej: café por reloj, se llama<br />
parafasia verbal al azar.<br />
1) Allen<strong>de</strong>, José Luís ‐ Marrero, Moira V. ‐ Lerner, Marcela J. ‐ Alessandria, Sebastián F. y<br />
Leston, José M., Lic., en Fonoaudiología. U.B.A. Cat., <strong>de</strong> Anatomía. Facultad <strong>de</strong> Cs. Médicas<br />
Univ. Maimóni<strong>de</strong>s y Departamento <strong>de</strong> Anatomía. Fac. Medicina <strong>de</strong> U.B.A. ‐ Fundamentos<br />
morfológicos <strong>de</strong> las funciones <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> en el cerebro humano, 1995.<br />
2) Azcoaga, Juan E. ‐ Avances en neurología, Editorial Científica Interamericana, Buenos<br />
Aires, 1984.<br />
3) Azcoaga, Juan E. ‐ Bello, J. A. ‐ Citrinovitz, J. ‐ Derman, B. y Frutos, W. M. ‐ Los retardos<br />
<strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> en el niño, Editorial Paidos Ibérica SA., 2ª Reimpresión, Barcelona, 1985.<br />
4) Bosch, Raimundo ‐ Trastornos <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong>, Revista <strong>de</strong> Medicina Legal y Jurispru<strong>de</strong>ncia<br />
Médica, Número 3‐4, Año XII. Rosario, 1950.<br />
5) Cazayues, Paul ‐ La afasia ‐ Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong>l psicólogo. Versión castellana <strong>de</strong>l<br />
belga, Dessart et Mardaga, Bruselas, 1977, Editorial Her<strong>de</strong>r SA. Barcelona, 1981.<br />
6) Dassen, Rodolfo y Fustinioni, Osvaldo ‐ Sistema nervioso, Biblioteca <strong>de</strong> Semiología <strong>de</strong> T.<br />
Padilla y P. Cossio, 6ª Edición, 1ª reimpresión, Editorial "El Ateneo", 1955, Buenos Aires.<br />
7) Ducarne <strong>de</strong> Ribaucourt, Blanche ‐ Reeducación semiológica <strong>de</strong> la afasia, traducción al<br />
español, Editorial Masson SA., 1989, 1ª Edición, Barcelona.<br />
8) Feldman, A. J. y Fanjul, M. ‐ Afasias: Secuencias <strong>de</strong> trabajo para la recuperación, Editorial<br />
Publicaciones Médicas Argentinas, 1991, Buenos Aires.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
53
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
9) Freud, Sigmund ‐ La afasia, Ediciones Nueva Visión SAIC, versión castellana <strong>de</strong>l original<br />
alemán "Ueber Aphasie", 1891, Buenos Aires, 1973.<br />
10) Geromini, Nilda Graciela ‐ Respuestas a las preguntas más comunes acerca <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
pacientes adultos que han perdido su <strong>lenguaje</strong>, 1955, Rosario, Argentina.<br />
11) Goodglass, Harold y Kaplan, Edith ‐ Evaluación <strong>de</strong> la afasia y <strong>de</strong> <strong>trastornos</strong> relacionados,<br />
2da. Edición, Editorial Médica Panamericana, traducción al español, Madrid, 1986.<br />
12) Grosman Cecilia P. ‐ Capacidad jurídica <strong>de</strong>l enfermo afásico, Buenos Aires, 1994.<br />
13) Helm‐Estabrooks, Nancy y Albert, Martin L. ‐ Manual <strong>de</strong> terapia <strong>de</strong> la afasia, Editorial<br />
Médica Panamericana SA, Madrid, 1993.<br />
14) Jakobson, Roman ‐ Lenguaje infantil y <strong>afasias</strong>, Editorial Ayuso, Madrid, 1974.<br />
15) Joanette, Ives y colaboradores ‐ El afásico, comunicación y daño cerebral, Editorial La<br />
Colmena, Buenos Aires, 1991, versión castellana <strong>de</strong>l francés.<br />
16) Legrand Du Saulle ‐ Les Testaments contestés pour cause <strong>de</strong> folie, 1878, París.<br />
17) Legrand Du Saulle ‐ Traité <strong>de</strong> Medicine Legale, <strong>de</strong> Jurispru<strong>de</strong>nce Medicale et <strong>de</strong><br />
Toxicologie, 1986, París, págs. 679/688. Versión original en francés.<br />
18) López Barrera, María Victoria ‐ Como ayudar a quienes han perdido la capacidad <strong>de</strong><br />
hablar, Ediciones Científicas La Prensa Médica Mexicana SA, México, 1990.<br />
19) Orlando, Roque ‐ Neurología, 4ta. Edición, Editorial López y Etchegoyen, 1957, Buenos<br />
Aires.<br />
20) Peña Casanova, Yordi y Pérez Pasmies, Montserrat ‐ Rehabilitación <strong>de</strong> la afasia y<br />
<strong>trastornos</strong> asociados, 2a. Edición, Editorial Masson S.A., 1995, Barcelona.<br />
21) Rojas, Nerio ‐ Medicina Legal, 11a. Edición, Editorial El Ateneo, 1976, Buenos Aires.<br />
22) Schuell, Hildred ‐ La afasia en <strong>los</strong> adultos, 2ª edición, trabajo <strong>de</strong> revisión por Jenkins, J. J.<br />
; Jiménez; Pabón, E.; Shaw, R. E. y Sefer, J. Williams. Versión castellana <strong>de</strong>l inglés. Editorial<br />
Médica Panamericana, 1976, Buenos Aires.<br />
23) Segre, Renato ‐ La comunicación oral, normal y patológica, Ediciones Toray Argentina<br />
SACI, Buenos Aires, 1973.<br />
24) Tsvétkova, L. S. ‐ Reeducación <strong>de</strong>l Lenguaje, la lectura y la escritura, 1977, Barcelona,<br />
Editorial Fontanella S.A.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
54
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
CONSIDERACIONES NOSOLOGICAS DEL CAMBIO DE PERSONALIDAD POSTRAUMÁTICO<br />
C. Pelegrín Valero*, R. Gómez‐Hernán<strong>de</strong>z**, JM. Muñoz‐Céspe<strong>de</strong>s***, S. Fernán<strong>de</strong>z‐<br />
Guinea**** & J. Tirapu Ustarroz*****<br />
*Servicio <strong>de</strong> Psiquiatría. Hospital "Miguel Servet". Zaragoza<br />
** Servicio <strong>de</strong> Psiquiatría. Hospital Provincial. Zaragoza<br />
*** Facultad <strong>de</strong> Psicología. Universidad Complutense <strong>de</strong> Madrid<br />
**** Servicio <strong>de</strong> Neuropsicología. Fundación Argibi<strong>de</strong>. Pamplona<br />
***** Departamento <strong>de</strong> Psicología. Universidad <strong>de</strong> Jaén<br />
Resumen<br />
Introducción: Los cambios <strong>de</strong> la personalidad (CP) representan una <strong>de</strong> las<br />
secuelas neuropsiquiátricas postraumáticas más frecuentes y persistentes<br />
con importantes repercusiones en <strong>los</strong> familiares y en la reintegración<br />
sociolaboral <strong>de</strong> <strong>los</strong> afectados. Objetivos: Estudiamos la prevalencia y las<br />
características clínicas <strong>de</strong> <strong>los</strong> CP en <strong>los</strong> traumatismos craneoencefálicos<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
55
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
(TCEs) <strong>de</strong> grave intensidad. Material y métodos: La muestra <strong>de</strong> estudio ha<br />
sido extraída <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes que han ingresado <strong>de</strong> manera consecutiva en<br />
la UCI <strong>de</strong> <strong>los</strong> Hospitales "Miguel Servet" y Universitario <strong>de</strong> Zaragoza. Los<br />
pacientes cumplían <strong>los</strong> criterios <strong>de</strong> inclusión: tener entre 15‐ 65 años y<br />
haber sufrido un TCE <strong>de</strong> grave intensidad; y no cumplían <strong>los</strong> criterios <strong>de</strong><br />
exclusión: antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s neuropsiquiátricas. Hemos<br />
utilizado <strong>los</strong> siguientes instrumentos: la escala revisada <strong>de</strong> Iowa para la<br />
valoración <strong>de</strong> <strong>los</strong> síntomas frontales postraumáticos; una entrevista<br />
psiquiátrica semiestructurada; la valoración <strong>de</strong> la personalidad<br />
premórbida; y la escala <strong>de</strong> agresividad <strong>de</strong> Yudosfky. Resultados: El 60 % <strong>de</strong><br />
<strong>los</strong> pacientes cumplían criterios <strong>de</strong> CP según <strong>los</strong> criterios DSM‐IV. De estos<br />
casos en 2/3 <strong>de</strong> <strong>los</strong> mismos hemos documentado un CP <strong>de</strong> tipo mixto.<br />
Respecto <strong>los</strong> cambios objetivados <strong>de</strong>staca un predominio <strong>de</strong> <strong>los</strong> subtipos:<br />
apático, lábil, <strong>de</strong>sinhibido... (Personalidad frontal) y la casi total ausencia<br />
<strong>de</strong> cambios <strong>de</strong> la "personalidad temporal" <strong>de</strong> la CIE‐10. Así mismo <strong>de</strong>staca<br />
la presencia en nueve pacientes <strong>de</strong> síntomas "inespecíficos": "euforia y<br />
simpatía superficial e injustificada...", a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> un escaso "insight" <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
déficits y otros síntomas <strong>de</strong> disfunción ejecutiva. Conclusiones: 1.‐ Un 60 %<br />
<strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes fueron diagnosticados <strong>de</strong> CP, y en un tercio <strong>de</strong> el<strong>los</strong> se<br />
pudo relacionar con <strong>los</strong> rasgos premórbidos cuestionando la exclusión <strong>de</strong>l<br />
criterio "exacerbación <strong>de</strong> la personalidad premórbida" en el DSM‐IV<br />
respecto <strong>los</strong> criterios <strong>de</strong> la revisión <strong>de</strong>l DSM‐III. Los síntomas frontales<br />
predominaron <strong>de</strong> manera absoluta. 2.‐ Sólo un tercio <strong>de</strong> <strong>los</strong> CP<br />
postraumáticos pue<strong>de</strong>n ser clasificados con <strong>los</strong> criterios <strong>de</strong> <strong>los</strong> diversos<br />
subtipos especificados por el DSM‐IV y la CIE‐10. 3.‐ La frecuente presencia<br />
en estos pacientes <strong>de</strong> síntomas relacionados con el conocimiento <strong>de</strong> su<br />
déficit y con una disfunción ejecutiva, nos sugiere la necesidad <strong>de</strong><br />
profundizar en la nosología <strong>de</strong>l cambio <strong>de</strong> personalidad postraumático.<br />
INTRODUCCION<br />
La importancia <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>trastornos</strong> emocionales y conductuales postraumáticos<br />
vienen <strong>de</strong>terminada por varios factores: a) su contribución al <strong>de</strong>terioro social <strong>de</strong>l<br />
paciente (1); b) a diferencia <strong>de</strong> lo que suce<strong>de</strong> en otras enfermeda<strong>de</strong>s crónicas<br />
como la diabetes o el cáncer, la psicopatología asociada a <strong>los</strong> TCEs graves<br />
persiste e incluso pue<strong>de</strong> incrementarse con el paso <strong>de</strong>l tiempo (2); c) la<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
56
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
sobrecarga familiar secundaria a estos <strong>trastornos</strong> es superior a la <strong>de</strong>bida a<br />
déficits físicos y cognoscitivos (3); d) el impacto sobre el equilibrio emocional <strong>de</strong><br />
<strong>los</strong> familiares (4). Los cambios o alteraciones <strong>de</strong> la personalidad representan una<br />
<strong>de</strong> las secuelas neuropsiquiátricas postraumáticas más frecuentes y persistentes<br />
en el tiempo, así como una <strong>de</strong> las <strong>de</strong> mayor sobrecarga y repercusión en la<br />
calidad <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> <strong>los</strong> familiares (5) y, en la mayoría <strong>de</strong> <strong>los</strong> casos, el principal<br />
obstáculo para obtener la reintegración y laboral <strong>de</strong> <strong>los</strong> afectados (6,7). En<br />
general la prevalencia <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>trastornos</strong> o modificaciones <strong>de</strong> la personalidad en<br />
<strong>los</strong> TCEs graves oscila entre el 40 y el 60% (5,8), llegando al 80% en <strong>los</strong> TCE muy<br />
graves (duración <strong>de</strong>l periodo <strong>de</strong> amnesia postraumática igual o superior a 30<br />
días) (9). Estas cifras nos indican la importancia clínica y social <strong>de</strong> esta entidad<br />
nosológica.<br />
Des<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> la clasificación categorial <strong>de</strong> las enfermeda<strong>de</strong>s mentales,<br />
el "Síndrome orgánico <strong>de</strong> la personalidad" <strong>de</strong>l DSM‐III‐R (10), ha sido sustituido<br />
por la categoría diagnóstica: "Cambio <strong>de</strong> la personalidad <strong>de</strong>bido a enfermedad<br />
médica" en el DSM‐IV (11). Los criterios para el diagnóstico <strong>de</strong> esta última<br />
categoría son similares a <strong>los</strong> <strong>de</strong>finidos en el DSM‐III‐R a excepción <strong>de</strong> excluir el<br />
rasgo o síntoma "exacerbación <strong>de</strong> la personalidad premórbida" y <strong>de</strong> incluir el<br />
criterio E que hace referencia a la necesidad <strong>de</strong> que la alteración <strong>de</strong> la<br />
personalidad produzca <strong>de</strong>terioro social. A<strong>de</strong>más se especifica <strong>los</strong> posibles tipos<br />
<strong>de</strong> alteración <strong>de</strong> la personalidad en función <strong>de</strong> las alteraciones<br />
comportamentales que predominan: lábil, <strong>de</strong>sinhibido, agresivo, apático,<br />
paranoi<strong>de</strong>, otros, combinado y no específico. La clasificación <strong>de</strong> la OMS (CIE‐10)<br />
entien<strong>de</strong> al trastorno orgánico <strong>de</strong> personalidad como una alteración significativa<br />
en <strong>los</strong> patrones habituales <strong>de</strong> conducta premórbidos y hace una <strong>de</strong>scripción más<br />
<strong>de</strong>tallada que la clasificación <strong>de</strong> la APA, en la que se mezclan distintos tipos <strong>de</strong><br />
síntomas (volitivos, emocionales, <strong>de</strong> <strong>de</strong>sinhibición, cognoscitivos, <strong>de</strong> la esfera<br />
instintiva y <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong>). Esta clasificación intenta integrar las clásicas<br />
<strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> "personalidad frontal" y "temporal o límbica", como pue<strong>de</strong><br />
inferirse al observar la especificación <strong>de</strong> <strong>los</strong> rasgos <strong>de</strong> <strong>los</strong> posibles subtipos:<br />
pseudoinhibido o apático; pseudopsicopático y personalidad epiléptica. Al<br />
margen <strong>de</strong> estos subtipos clásicos, esta clasificación nos permite también<br />
especificar <strong>los</strong> especificados en el DSM‐IV (12).<br />
Por otra parte, según se establece en el DSM‐IV, el diagnóstico <strong>de</strong> "cambio <strong>de</strong><br />
personalidad <strong>de</strong>bido a enfermeda<strong>de</strong>s médicas" sólo se hará si pue<strong>de</strong><br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
57
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
establecerse un mecanismo fisiopatológico directo responsable <strong>de</strong> la alteración.<br />
Por ello en el estudio <strong>de</strong> estos pacientes se <strong>de</strong>be realizar el diagnóstico<br />
diferencial con <strong>los</strong> <strong>trastornos</strong> "caracteriales" secundarios a <strong>los</strong> siguientes<br />
factores: a) la existencia <strong>de</strong> <strong>trastornos</strong> <strong>de</strong> personalidad premórbidos; y b) la<br />
respuesta adaptativa <strong>de</strong> <strong>los</strong> afectados a sus déficits. En relación a estos últimos<br />
aspectos, hay que mencionar que la obtención <strong>de</strong> una información clínica y<br />
válida y fiable que nos permita realizar este diagnóstico es un procedimiento no<br />
exento <strong>de</strong> dificulta<strong>de</strong>s metodológicas que <strong>de</strong>tallamos en la Tabla nº 1 (13).<br />
OBJETIVOS<br />
Estudiar la prevalencia y las características clínicas <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>trastornos</strong> <strong>de</strong><br />
personalidad en una muestra <strong>de</strong> pacientes consecutivos afectados por un TCE <strong>de</strong><br />
grave intensidad, utilizando una metodología que nos permita en función <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
resultados obtenidos profundizar en diversos aspectos relacionados con la<br />
nosología <strong>de</strong> esta entidad clínica.<br />
MATERIAL Y METODOS<br />
La muestra <strong>de</strong> estudio ha sido extraída <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes que han ingresado <strong>de</strong><br />
manera consecutiva en <strong>los</strong> Servicios <strong>de</strong> U.C.I <strong>de</strong> <strong>los</strong> Hospitales Miguel Servet y<br />
Hospital Clínico Universitario <strong>de</strong> Zaragoza. Los criterios <strong>de</strong> inclusión han sido <strong>los</strong><br />
siguientes a) Haber sufrido un grave TCE, <strong>de</strong>finido por haber presentado una<br />
puntuación en la Escala <strong>de</strong> Coma <strong>de</strong> Glasgow menor o igual a 8 y/o una duración<br />
<strong>de</strong>l período <strong>de</strong> amnesia postraumática superior a 7 días; b) Tener entre 18‐65<br />
años; y c) Ser resi<strong>de</strong>nte en las Comunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la Rioja y Aragón. Los criterios <strong>de</strong><br />
exclusión fueron <strong>los</strong> siguientes: a) Presentar un bajo nivel <strong>de</strong> conciencia o un<br />
grave trastorno <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong>, es <strong>de</strong>cir, déficit importantes <strong>de</strong> la expresión y/o<br />
comprensión <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong> que hacen imposible el abordaje <strong>de</strong> ciertos temas; b)<br />
Tener antece<strong>de</strong>ntes neuropsiquiátricos o pa<strong>de</strong>cer enfermeda<strong>de</strong>s somáticas que<br />
puedan afectar las funciones mentales. En el período <strong>de</strong> recogida <strong>de</strong> la muestra<br />
fue <strong>de</strong> 18 meses, el número total <strong>de</strong> pacientes que ingresaron en UCI con un TCE<br />
fueron 139. Con el objetivo <strong>de</strong> lograr una muestra <strong>de</strong> estudio homogénea, se<br />
excluyeron por diversas causas 84 casos (TCE leves, fallecimiento, antece<strong>de</strong>ntes<br />
neuropsiquiátricos, edad avanzada...). La edad media <strong>de</strong> la muestra ha sido <strong>de</strong><br />
29±13 años con un predominio porcentual <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes varones (82%). Las<br />
características socio<strong>de</strong>mográficas y clínicas <strong>de</strong> la muestra se recogen en la Tabla<br />
nº 2. La recogida <strong>de</strong> <strong>los</strong> datos mediante <strong>los</strong> instrumentos <strong>de</strong> evaluación clínica se<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
58
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
ha realizado tras solicitar el correspondiente consentimiento informado, entre<br />
<strong>los</strong> 9‐14 meses <strong>de</strong>l acci<strong>de</strong>nte realizándose el 60 % <strong>de</strong> las entrevistas en el<br />
domicilio familiar, siempre en compañía <strong>de</strong>l paciente y un familiar que ejercía <strong>de</strong><br />
informador (ver figura 1 don<strong>de</strong> se muestra el algoritmo <strong>de</strong>l estudio).<br />
Respecto a la metodología <strong>de</strong> la investigación tenemos que señalar que hemos<br />
realizado un estudio global <strong>de</strong> la patología neuropsiquiátrica postraumática<br />
(física, cognoscitiva, psiquiátrica y social). Para realizar este estudio hemos<br />
utilizado una serie <strong>de</strong> instrumentos que según nuestra estimación clínica<br />
recogen información suficiente para po<strong>de</strong>r realizar el diagnóstico <strong>de</strong> "Trastorno<br />
<strong>de</strong> personalidad orgánica" según criterios DSM‐III‐R; DSM‐IV e CIE‐10. Estos<br />
instrumentos fueron <strong>los</strong> siguientes:<br />
1) Entrevista semiestructurada <strong>de</strong> Iowa‐Revisada para la valoración <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
síntomas frontales postraumáticos que consta <strong>de</strong> 23 ítems cuya validación fue<br />
realizada en este mismo estudio (14). La entrevista inicial fue diseñada por<br />
Varney en 1989 y publicada en un artículo <strong>de</strong> la revista "Neuropsychology" en<br />
1991 (15). Nosotros la seleccionamos para su adaptación y revisión a nuestro<br />
país por las siguientes razones: 1) El autor había utilizado para su diseño las<br />
aportaciones en esta área <strong>de</strong> investigadores como Lezak, Stuss y Benson; 2)<br />
Recogía teniendo en cuenta la literatura médica sobre el tema, la mayoría y <strong>los</strong><br />
principales síntomas frontales; 3) La entrevista había sido diseñada<br />
originalmente para valorar la patología postraumática a través <strong>de</strong> la información<br />
proporcionada por <strong>los</strong> familiares con lo cual se controlaba la probable escasa<br />
capacidad <strong>de</strong> introspección o <strong>de</strong> conciencia <strong>de</strong> sus déficits <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes; 4)<br />
Recoge conductas <strong>de</strong>l paciente que necesariamente <strong>de</strong>ben ser recogidas en la<br />
vida cotidiana <strong>de</strong>l paciente con lo cual se aumenta la "vali<strong>de</strong>z ecológica “<strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
hallazgos; 5) La ausencia <strong>de</strong> otras entrevistas semiestructuradas que valoraran la<br />
patología frontal postraumática. Para la adaptación y validación en nuestro país<br />
seguimos <strong>los</strong> siguientes pasos: a) Traducción <strong>de</strong> la entrevista; b) Revisión <strong>de</strong> la<br />
entrevista: b.1) Metodología para la puntuación en una escala <strong>de</strong> gradación<br />
entre 0: Ausencia <strong>de</strong> diferencias respecto el estado premórbida; y 4: Grave =<br />
diferencias comportamentales muy marcadas y mantenidas, casi<br />
permanentemente, que afectan gravemente la adaptación sociolaboral <strong>de</strong>l<br />
paciente y su familia. Se consi<strong>de</strong>ro un paciente como "caso", es <strong>de</strong>cir, que<br />
presentaba una alteración respecto su capacidad premórbida en algún<br />
<strong>de</strong>terminado ítem las puntuaciones iguales o superiores a 2: diferencias respecto<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
59
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
el estado premórbido leves y constantes o episódicas e intensas; b.2) Incluimos<br />
dos nuevos ítems: "hiperkinesia" (este en el proceso <strong>de</strong> validación se rechazó por<br />
su escasa prevalencia en <strong>los</strong> pacientes postraumáticos graves) e "inestabilidad<br />
afectiva" (se mantuvo al ser muy prevalente y correlacionarse con la mayoría <strong>de</strong>l<br />
resto <strong>de</strong> <strong>los</strong> ítems); b.3) Para facilitar la comprensión <strong>de</strong> la entrevista y<br />
enriquecer la exploración psicopatológica <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes, <strong>los</strong> diversos ítems <strong>de</strong><br />
la misma fueron revisados y en algunos casos completados por nosotros a través<br />
<strong>de</strong> la revisión y análisis <strong>de</strong> la literatura médica relacionada con el tema; b.4)<br />
Recomendamos <strong>de</strong>sg<strong>los</strong>ar el ítem "escasa conciencia <strong>de</strong> <strong>los</strong> déficits" en: físicos,<br />
cognoscitivos y emocionales‐comportamentales; c) Diseño <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong><br />
validación <strong>de</strong> la entrevista: c.1) Vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> contenido y aparente (consenso <strong>de</strong><br />
expertos); c.2) Aplicación en 55 pacientes con grave traumatismo<br />
craneoencefálico con <strong>los</strong> siguientes hallazgos:<br />
‐ Fiabilidad intraobservadores obtuvimos un coeficiente kappa medio <strong>de</strong> 0,7.<br />
‐ Fiabilidad interobservadores obtuvimos un coeficiente kappa medio <strong>de</strong> 0,6.<br />
‐ Fiabilidad interna obtuvimos un coeficiente alfa <strong>de</strong> Cronbach <strong>de</strong> 0,94.<br />
‐ Análisis factorial <strong>de</strong> <strong>los</strong> componentes principales <strong>de</strong> la entrevista se agruparon<br />
en cuatro factores que explicaron un 74,5 % <strong>de</strong> la varianza: Factor I (Apatía);<br />
Factor II (Desajuste social); Factor III (Pseudopsicopatía); y Factor IV (Disfunción<br />
ejecutiva).<br />
‐ Los resultados <strong>de</strong> las correlaciones, tanto positivas como negativas, <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
síntomas frontales con el resto <strong>de</strong> variables, tanto <strong>de</strong>pendientes como<br />
in<strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong>l estudio, fueron concordantes con <strong>los</strong> conocimientos teóricos<br />
existentes sobre el tema apoyando la "vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> constructo" <strong>de</strong> la entrevista<br />
revisada <strong>de</strong> Iowa.<br />
2) La Entrevista Psiquiátrica Estandarizada Polivalente basada en el Clinical<br />
Interview Schedule (C.I.S) diseñada y validada por Lobo y cols (16); nos permite<br />
información suficiente para la utilización <strong>de</strong> diferentes criterios <strong>de</strong> investigación<br />
psiquiátrica como el DSM‐III‐R y el CIE‐10.<br />
3) Para la valoración <strong>de</strong> la personalidad premórbida, que consi<strong>de</strong>ramos <strong>de</strong> gran<br />
interés en este tipo <strong>de</strong> pacientes, utilizamos una breve y sencilla escala utilizada<br />
en <strong>los</strong> estudios <strong>de</strong> la Organización Mundial <strong>de</strong> la Salud para la esquizofrenia (17).<br />
La selección <strong>de</strong> este sencillo instrumento viene motivada por la extensión <strong>de</strong>l<br />
resto pruebas.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
60
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
4) Para la valoración <strong>de</strong> la exacerbación <strong>de</strong> la personalidad utilizamos <strong>los</strong><br />
siguientes criterios la misma escala <strong>de</strong> gradación que la especificada en la EPEP;<br />
se ha valorado <strong>de</strong> la siguiente manera:<br />
0: Ausencia.‐ La personalidad actual es similar a la premórbida.<br />
1: Ligero.‐ Exageración <strong>de</strong> <strong>los</strong> rasgos premórbidos evi<strong>de</strong>nte sólo para familiares o<br />
amigos que no causa malestar.<br />
2: Mo<strong>de</strong>rado.‐ Exageración <strong>de</strong> <strong>los</strong> rasgos premórbidos evi<strong>de</strong>ntes sólo para<br />
familiares o amigos que ocasionalmente produce malestar social.<br />
3: Intenso.‐ Exageración <strong>de</strong> <strong>los</strong> rasgos premórbidos evi<strong>de</strong>nte incluso para<br />
personas que no tienen una relación estrecha con el paciente. Produce frecuente<br />
e intensa malestar social.<br />
4: Muy intenso.‐ Graves problemas secundarios a la exageración <strong>de</strong> <strong>los</strong> rasgos<br />
premórbidos (p. ej.: suspicacia‐paranoidismo; <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia‐conductas<br />
regresivas; extroversión‐ina<strong>de</strong>cuación social; pasividad‐apatía; exp<strong>los</strong>ividad‐<br />
grave agresividad...)<br />
5) La Escala <strong>de</strong> agresividad <strong>de</strong> Yudosfky (18).‐ Esta escala se subdivi<strong>de</strong> en cuatro<br />
categorías o tipos <strong>de</strong> agresividad en función <strong>de</strong> contra quien va dirigida la misma:<br />
"verbal"; "contra <strong>los</strong> objetos"; "Autoagresividad" y "hetereoagresividad"; así se<br />
obtienen una puntuación parcial para cada subescala y la suma <strong>de</strong> estas supone<br />
la puntuación total.<br />
RESULTADOS<br />
En la Tabla nº 3 <strong>de</strong>tallamos la tabla <strong>de</strong> frecuencias <strong>de</strong> <strong>los</strong> cambios <strong>de</strong><br />
personalidad evaluados mediante la entrevista semiestructurada <strong>de</strong> Iowa‐<br />
revisada, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva dimensional hemos objetivado en la<br />
muestra <strong>de</strong> estudio. Mediante esta entrevista hemos valorado<br />
fundamentalmente: las capacida<strong>de</strong>s para mantener las activida<strong>de</strong>s dirigidas<br />
hacia un fin; las conductas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sinhibición y <strong>de</strong> control <strong>de</strong> las emocionales y la<br />
alteración en las funciones ejecutivas. La agresividad se ha valorado mediante la<br />
escala <strong>de</strong> agresividad <strong>de</strong> Yudosfky mediante la cual documentamos que el 42 %<br />
<strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes presentaba algún tipo <strong>de</strong> conducta agresiva; sin embargo en<br />
sólo nueve casos consi<strong>de</strong>ramos que la gravedad <strong>de</strong> la agresividad justificaba un<br />
diagnóstico <strong>de</strong> "trastorno <strong>de</strong> la personalidad subtipo agresivo"; estos casos<br />
correspondían a aquel<strong>los</strong> pacientes que puntuaban en la subescala<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
61
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
correspondiente a la heteroagresividad. En dos pacientes se documento<br />
mediante la EPEP, la aparición <strong>de</strong> síntomas <strong>de</strong> recelo, <strong>de</strong>sconfianza,<br />
susceptibilidad... <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l traumatismo.<br />
Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista categorial valoramos caso por caso para intentar<br />
documentar que porcentaje <strong>de</strong> pacientes cumplía <strong>los</strong> criterios DSM‐IV:<br />
"alteración dura<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> la personalidad que representa un cambio <strong>de</strong> las<br />
características <strong>de</strong>l patrón <strong>de</strong> personalidad <strong>de</strong>l sujeto producida por el daño<br />
cerebral traumático sin que se explique por la presencia <strong>de</strong> otro trastorno<br />
mental y la alteración causa malestar clínicamente significativo o <strong>de</strong>terioro<br />
laboral en otras áreas importantes <strong>de</strong> la actividad <strong>de</strong>l individuo" para realizar el<br />
diagnóstico <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong> la personalidad <strong>de</strong>bido a enfermedad médica. Des<strong>de</strong><br />
esta perspectiva documentamos que según estos criterios 33 pacientes (60 % <strong>de</strong><br />
la muestra) estaban afectos <strong>de</strong> un "cambio <strong>de</strong> personalidad" <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la lesión<br />
cerebral traumática. Así mismo en este análisis <strong>de</strong>tallado valoramos que tipo <strong>de</strong><br />
síntomas predominaban: <strong>trastornos</strong> <strong>de</strong> la volición (ítems 2, 3, 5, 18 <strong>de</strong> la<br />
entrevista <strong>de</strong> Iowa‐R); <strong>de</strong> <strong>de</strong>sinhibición (ítems 12, 13, 14, 16, 17); labilidad o<br />
inestabilidad afectiva (ítem 23 <strong>de</strong> la entrevista <strong>de</strong> Iowa‐R); <strong>de</strong> agresividad<br />
(puntuación en la escala <strong>de</strong> Yudosfky para la valoración <strong>de</strong> la agresividad) u otros<br />
como paranoi<strong>de</strong> (puntuación en el apartado <strong>de</strong> la EPEP que valora este tipo <strong>de</strong><br />
<strong>trastornos</strong>) u otros síntomas incluidos en la entrevista <strong>de</strong> Iowa‐R. Mediante esta<br />
metodología pudimos documentar que en 2/3 <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes con "cambio <strong>de</strong><br />
la personalidad" <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l acci<strong>de</strong>nte cumplían <strong>los</strong> criterios <strong>de</strong> un subtipo<br />
combinado o mixto (asociación <strong>de</strong> dos o más subtipos especificados en el DSM‐<br />
IV e y CIE‐10); por contra en <strong>los</strong> once casos restantes observamos una única<br />
característica clínica predominante respecto <strong>los</strong> rasgos <strong>de</strong> personalidad<br />
premórbidos. En <strong>los</strong> cambios <strong>de</strong> personalidad documentados en la muestra <strong>de</strong><br />
estudio <strong>de</strong>staca la aparición <strong>de</strong> <strong>los</strong> subtipos: apático, lábil, <strong>de</strong>sinhibido... y la casi<br />
total ausencia <strong>de</strong> modificaciones <strong>de</strong> la personalidad con <strong>los</strong> criterios 4), 5) y 6) <strong>de</strong><br />
la CIE‐10, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> trastorno <strong>de</strong> la personalidad temporal o <strong>de</strong> la epilepsia<br />
límbica, observándose por lo tanto un predominio <strong>de</strong> las características clínicas<br />
correspondientes a la <strong>de</strong>scripciones clásicas <strong>de</strong> la "personalidad frontal". Así<br />
mismo <strong>de</strong>staca la presencia <strong>de</strong> nueve pacientes con un tipo <strong>de</strong> síntomas<br />
"inespecíficos", relacionados con <strong>trastornos</strong> fundamentalmente metacognitivos<br />
o ejecutivos valorados también mediante la entrevista semiestructurada <strong>de</strong><br />
Iowa‐revisada: la presencia <strong>de</strong> un escaso "insight" o <strong>de</strong> autoconocimiento <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
déficits; <strong>de</strong> inflexibilidad cognitiva o rigi<strong>de</strong>z; <strong>de</strong>sorganización o ineficacia; escasa<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
62
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
planificación o <strong>de</strong> anticipación; déficit <strong>de</strong> comprensión o en el reconocimiento<br />
<strong>de</strong> jerarquías; incapacidad para apren<strong>de</strong>r con la experiencia...<br />
La exacerbación <strong>de</strong> <strong>los</strong> rasgos <strong>de</strong> personalidad premórbidos solamente pudimos<br />
observarla en 12 pacientes, lo cual representa el 21 % <strong>de</strong> la muestra. Para<br />
<strong>de</strong>terminar que síntomas <strong>de</strong> <strong>los</strong> valorados mediante la entrevista<br />
semiestructurada <strong>de</strong> Iowa‐revisada se relacionan más con la personalidad<br />
premórbida hemos realizado dos tipos <strong>de</strong> estudios estadísticos: a) <strong>los</strong><br />
coeficientes <strong>de</strong> correlación (coeficiente r <strong>de</strong> Spearman) <strong>de</strong>l ítem: "exacerbación<br />
<strong>de</strong> <strong>los</strong> rasgos previos" con <strong>los</strong> ítems <strong>de</strong> la entrevista <strong>de</strong> Iowa‐R, objetivando que<br />
solamente se obtienen correlaciones significativas con seis ítems o síntomas<br />
logrando un mayor nivel <strong>de</strong> confianza con <strong>los</strong> siguientes: "ausencia <strong>de</strong><br />
reforzamiento", "impulsividad" y "escasa empatía"; b) hemos subdividido la<br />
muestra <strong>de</strong> estudio en dos en función <strong>de</strong> la presencia o ausencia <strong>de</strong> "exageración<br />
<strong>de</strong> <strong>los</strong> rasgos <strong>de</strong> personalidad previos" valorando mediante la prueba <strong>de</strong> Mann‐<br />
Whitney si las puntuaciones obtenidas por <strong>los</strong> pacientes <strong>de</strong> estas submuestras<br />
en la entrevista <strong>de</strong> Iowa‐R tenían la misma distribución estadística. Sólo<br />
documentamos diferencias estadísticamente significativas en <strong>los</strong> ítems:<br />
"perplejidad", "inflexibilidad", "ausencia <strong>de</strong> reforzamiento", "impulsividad" y<br />
"escasa empatía". De la misma manera en el estudio individualizado <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
factores etiológicos relacionados con la aparición <strong>de</strong> agresividad postraumática,<br />
hemos documentado que en el 60 % <strong>de</strong> <strong>los</strong> casos que presentaron conductas<br />
agresivas, <strong>los</strong> familiares o informadores establecieron una relación entre las<br />
mismas y la personalidad premórbida.<br />
DISCUSION<br />
De este estudio po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>stacar <strong>los</strong> siguientes aspectos:<br />
a) Un 60 % <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes fueron diagnosticados <strong>de</strong> "trastorno orgánico <strong>de</strong> la<br />
personalidad" (criterios CIE‐10 y DSM‐IV). Los resultados obtenidos son similares<br />
a <strong>los</strong> obtenidos por otros investigadores en pacientes afectos <strong>de</strong> un grave<br />
traumatismo craneoencefálico (5, 8, 9,19). De manera similar a <strong>los</strong> hallazgos <strong>de</strong><br />
estos autores, <strong>los</strong> síntomas o alteraciones emocionales y conductuales incluidas<br />
en las clásicas <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> la "personalidad frontal" predominaron <strong>de</strong> manera<br />
absoluta.<br />
b) En un tercio <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes con cambios <strong>de</strong> la personalidad, <strong>los</strong> familiares<br />
nos informaron que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l acci<strong>de</strong>nte habían constatado la aparición en su<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
63
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
pariente <strong>de</strong> una "exageración o acentuación" <strong>de</strong> <strong>los</strong> rasgos premórbidos <strong>de</strong><br />
personalidad. Este último hallazgo cuestiona la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> la exclusión <strong>de</strong>l criterio<br />
"acentuación <strong>de</strong> alguna característica previa <strong>de</strong> la personalidad premórbida" en<br />
el DSM‐IV respecto <strong>los</strong> criterios <strong>de</strong>l "síndrome orgánico <strong>de</strong> la personalidad" <strong>de</strong>l<br />
DSM‐III‐R, ya que una exacerbación <strong>de</strong> <strong>los</strong> rasgos <strong>de</strong> personalidad premórbida<br />
pue<strong>de</strong> ser altamente <strong>de</strong>sadaptativa más teniendo en cuenta las características<br />
<strong>de</strong> personalidad (impulsividad, agresividad, egoísmo, autosuficiencia) que con<br />
frecuencia se observan en las personas implicadas en acci<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> tráfico (20).<br />
En nuestra muestra <strong>de</strong> estudio, <strong>los</strong> rasgos <strong>de</strong> personalidad que más informaron<br />
<strong>los</strong> familiares como más frecuentemente observaron acentuado respecto su<br />
estado previo fueron: la "conducta agresiva"; la "inflexibilidad", la "ausencia <strong>de</strong><br />
reforzamiento", la "impulsividad", y la "escasa empatía". No obstante, como se<br />
ha <strong>de</strong>scrito en <strong>los</strong> TCEs graves, en general <strong>los</strong> pacientes presentaron una<br />
conducta caracterizada por la preservación <strong>de</strong> muy pocos rasgos respecto la<br />
personalidad original (21).<br />
c) Otro hallazgo <strong>de</strong>stacable <strong>de</strong> nuestro estudio es que sólo un tercio <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
<strong>trastornos</strong> orgánicos <strong>de</strong> la personalidad postraumáticos pue<strong>de</strong>n ser clasificados<br />
con <strong>los</strong> criterios <strong>de</strong> <strong>los</strong> diversos subtipos especificados por el DSM‐IV y la CIE‐10,<br />
predominando en general la combinación o comorbilidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> distintos<br />
subtipos, en especial combinaciones <strong>de</strong> <strong>los</strong> siguientes: <strong>de</strong>sinhibido, apático, lábil<br />
y agresivo. Este hallazgo está justificado en nuestro criterio por la gravedad y<br />
distribución difusa <strong>de</strong> las lesiones cerebrales asociados a traumatismos <strong>de</strong> grave<br />
intensidad como <strong>los</strong> pacientes incluidos en nuestro estudio y confirma una vez<br />
más la clásica afirmación <strong>de</strong> Blumer y Benson (22), en el sentido que son<br />
necesarias lesiones cerebrales masivas y bilaterales para que se produzcan<br />
alteraciones <strong>de</strong> personalidad <strong>de</strong> tipo frontal. Esta alta comorbilidad <strong>de</strong><br />
modificaciones postraumáticas <strong>de</strong> la personalidad no significa que apoyemos el<br />
diagnóstico categorial en esta patología neuropsiquiátrica; por el contrario<br />
consi<strong>de</strong>ramos que como suce<strong>de</strong> en <strong>los</strong> <strong>trastornos</strong> <strong>de</strong> personalidad primarios<br />
(23), la elevada comorbilidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> distintos subtipos y la ausencia <strong>de</strong> una clara<br />
línea <strong>de</strong> <strong>de</strong>marcación entre lo "normal" y lo "patológico" en la conducta humana,<br />
antes y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l acci<strong>de</strong>nte, apoyan la utilización <strong>de</strong> un sistema dimensional<br />
en la valoración <strong>de</strong> <strong>los</strong> cambios <strong>de</strong> personalidad postraumáticos. Consi<strong>de</strong>ramos<br />
este abordaje, en contraposición <strong>de</strong>l reduccionista sistema categorial, asociado a<br />
diseños experimentales <strong>de</strong> caso único imprescindibles para avanzar en la<br />
comprensión en la fisiopatología <strong>de</strong>l "daño cerebral" y en el diseño <strong>de</strong><br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
64
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
estrategias <strong>de</strong> tratamiento eficaces (24). En este sentido autores <strong>de</strong>l prestigio <strong>de</strong><br />
Yudosfky en el tema <strong>de</strong> la "agresividad" y Marín en la apatía avanzan más allá <strong>de</strong>l<br />
anterior planteamiento, proponiendo la exclusión <strong>de</strong> estas alteraciones<br />
conductuales <strong>de</strong> la categoría <strong>de</strong> "trastorno o cambio <strong>de</strong> personalidad" para<br />
configurar nuevas entida<strong>de</strong>s nosológicas diferenciadas (25, 26).<br />
d) Otro aspecto digno <strong>de</strong> ser subrayado es la frecuente presencia en estos<br />
pacientes <strong>de</strong> síntomas o conductas que hemos englobado <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l subtipo <strong>de</strong><br />
"inespecíficos", relacionados fundamentalmente con aspectos metacognitivos<br />
como son el conocimiento <strong>de</strong> <strong>los</strong> déficits y la alteración <strong>de</strong> otras funciones<br />
ejecutivas como son la planificación, la organización o monitorización <strong>de</strong>l<br />
proceso <strong>de</strong> ejecución, la flexibilidad cognitiva y conductual, la comprensión o<br />
reconocimiento <strong>de</strong> jerarquías, el aprendizaje con la experiencia... . Este hallazgo<br />
pone en evi<strong>de</strong>ncia la necesidad <strong>de</strong> profundizar en <strong>los</strong> pacientes con daño<br />
cerebral traumático, en el estudio <strong>de</strong> las relaciones <strong>de</strong> aspectos <strong>de</strong> la<br />
personalidad observables como la conducta aparente e interpersonal y la<br />
expresión afectiva con el funcionamiento cognitivo y metacognitivo <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
pacientes. Una <strong>de</strong>scripción basada solamente en aspectos solamente<br />
comportamentales observables como la <strong>de</strong>l DSM‐IV pue<strong>de</strong> ser útil para<br />
aumentar la fiabilidad interobservadores, pero nos informara probablemente<br />
poco sobre <strong>los</strong> procesos psíquicos que <strong>los</strong> provocan con lo cual nuestra<br />
capacidad <strong>de</strong> comprensión e intervención sobre <strong>los</strong> mismos se limita <strong>de</strong> manera<br />
notable. Por otra parte, la utilización <strong>de</strong> términos <strong>de</strong>scriptivos como "ausencia<br />
<strong>de</strong> reforzamiento" o "´déficit <strong>de</strong> planificación", nos habla <strong>de</strong> las posibles<br />
limitaciones <strong>de</strong> la psicopatología tradicional para <strong>de</strong>scribir y clasificar <strong>los</strong><br />
<strong>trastornos</strong> neuropsiquiátricos asociados al daño cerebral (27).<br />
En <strong>de</strong>finitiva en este trabajo hemos pretendido profundizar en algunos aspectos<br />
conceptuales sobre las <strong>de</strong>finiciones categoriales <strong>de</strong>l "trastorno <strong>de</strong> personalidad<br />
orgánico" en <strong>los</strong> actuales sistemas <strong>de</strong> clasificación <strong>de</strong> las enfermeda<strong>de</strong>s mentales<br />
(DSM‐IV; CIE‐10). A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> <strong>los</strong> aspectos reseñados, nuestra conclusión<br />
principal es que <strong>los</strong> avances en la conceptualización y por tanto en el<br />
conocimiento <strong>de</strong> esta grave secuela neuropsiquiátrica postraumática son muy<br />
limitadas con relación a las <strong>de</strong>scripciones clásicas realizadas hace más <strong>de</strong> seis<br />
décadas (27,28). Este escaso avance se manifiesta en las <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
sistemas <strong>de</strong> clasificación actuales don<strong>de</strong> la clasificación categorial impresiona <strong>de</strong><br />
ser poco operativa, tanto cualitativamente como cuantitativamente, con las<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
65
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
consiguientes repercusiones <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la clínica (comprensión fisiopatológica,<br />
diseñar estrategias <strong>de</strong> tratamiento, investigación...) y también <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la<br />
medicina legal. En este último campo resulta difícil <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r que <strong>de</strong>ntro<br />
<strong>de</strong> la Ley 30/1995 <strong>de</strong> Or<strong>de</strong>nación y Supervisión <strong>de</strong> <strong>los</strong> Seguros Privados publicada<br />
en el BOE el 9 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1995, se incluyan <strong>de</strong> manera ambigua tres<br />
categorías que hacen referencia a estos <strong>trastornos</strong>: síndrome <strong>de</strong> moría,<br />
síndrome orgánico <strong>de</strong> personalidad y alteración <strong>de</strong> la personalidad y al mismo<br />
tiempo no exista un sistema <strong>de</strong> puntuación dimensional bien documentada que<br />
permita cuantificar las secuelas <strong>de</strong> una manera justa y fiable (29). Por estas<br />
razones consi<strong>de</strong>ramos que es responsabilidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> profesionales implicados en<br />
este tema (neuropsiquiatras y neuropsicólogos) en profundizar tanto en <strong>los</strong><br />
aspectos cualitativos: investigar y consensuar la terminología, la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong><br />
<strong>los</strong> cambios <strong>de</strong> personalidad, <strong>los</strong> aspectos nosológicos y la metodología <strong>de</strong><br />
exploración; investigar la relación <strong>de</strong> las alteraciones comportamentales y<br />
emocionales con <strong>los</strong> el funcionamiento cognitivo y metacognitivo; estudiar la<br />
comorbilidad <strong>de</strong> las alteraciones <strong>de</strong> la personalidad... como intentar respon<strong>de</strong>r<br />
<strong>los</strong> interrogantes sobre <strong>los</strong> aspectos cuantitativos: ¿ que subtipo o dimensión <strong>de</strong><br />
la personalidad alterada produce más discapacidad?; ¿como po<strong>de</strong>mos graduar y<br />
cuantificar esta última?; ¿<strong>los</strong> cambios <strong>de</strong> personalidad combinados provocan<br />
más discapacidad y sobrecarga familiar que <strong>los</strong> subtipos aislados? (30). Este I<br />
Congreso Internacional <strong>de</strong> Neuropsicología por Internet pue<strong>de</strong> ser un buen foro<br />
para iniciar la respuesta a estas últimas cuestiones.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
66
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
BIBLIOGRAFIA<br />
1. Fordyce JJ, Rouche JR, Prigatano GP. Enhaced emotional reactions in chronic<br />
head trauma patients. J Neurol Neurosurg Psychiatry 1983; 43:373‐379.<br />
2. Cassileth BR, Lusk EJ, Strouse TB y cols. Psychosocial status in chronic illness. A<br />
comparative analysis of six diagnostic groups. N Engl J Med 1984; 311: 506‐510.<br />
3. Lezak MD. Living with the caracterologically altered brain injured patient. J Clin<br />
Psychiatry 1978; 39 (7): 592‐598.<br />
4. Urbach JR, Culbert JP. Head‐injured parents and their children. Psychosocial<br />
consequences of a traumatic syndrome. Psychosomatics 1991; 32 (1): 24‐33.<br />
5. Brooks DN, McKinlay W. Personality and behavioural change after severe blunt<br />
head injury: A relative´s view. J Neurol Neurosurg Psychiatry 1983; 46:336‐344.<br />
6. Brooks DN, McKinlay W, Symington C y cols. Return to work within seven years<br />
of severe head injury. Brain Inj 1987; 1:5‐19.<br />
7. Oddy M, Humphrey M. Social recovery during the first year following severe<br />
head injury. J Neurol neurosurg Psychiatry 1980; 43:798‐802.<br />
8. Tate RL, Fenelon B, Manning ML, Hunter M. Patterns of neuropsychological<br />
impairment after severe blunt head injury. J Nerv Ment Dis 1991; 179 (3): 117‐<br />
126.<br />
9. Thomsen IV. Thomsen IV. The patient with severe head injury and his family: A<br />
follow‐up study of 50 patients. Scand J Rehab Med 1974; 6: 180‐183.<br />
10. Asociación Psiquiátrica Americana. DSM‐III‐R: Manual diagnóstico y<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
67
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
estadístico <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>trastornos</strong> mentales. Masson, Barcelona, 1988.<br />
11. Asociación Psiquiátrica Americana. DSM‐IV: Manual diagnóstico y estadístico<br />
<strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>trastornos</strong> mentales. Masson. Barcelona, 1995.<br />
12. Organización Mundial <strong>de</strong> la Salud. CIE‐10: Trastornos mentales y <strong>de</strong>l<br />
comportamiento. Criterios diagnósticos <strong>de</strong> investigación. Meditor, Madrid 1994.<br />
13.‐ Pelegrín C, Gómez‐Hernán<strong>de</strong>z R. Trastornos neuropsiquiátricos en <strong>los</strong> TCEs<br />
graves. En: En: Pelegrín C, Muñoz‐Céspe<strong>de</strong>s JM, Quemada I (eds).<br />
Neuropsiquiatría <strong>de</strong>l daño cerebral traumático. Aspectos clínicos y terapéuticos.<br />
Prous Science, Barcelona, 1996; 97‐135.<br />
14. Pelegrín C, Gómez‐Hernán<strong>de</strong>z R, Lobo A. A Revised Iowa Collateral Head<br />
Injury Interview. A new instrument for the assessment of traumatic psychosocial<br />
frontal symptons. Presented at the Annual meeting of the American Psychiatric<br />
Association, New York, 1996.<br />
15. Martke JS, Swan CS, Varney. Postraumatic anosmia and orbital frontal<br />
damage: neuropsychiatry correlates. Neuropsychology 1991; 5 (3): 213‐225.<br />
16. Lobo A, Campos R, Pérez‐Echevarria MJ y cols. A new interview for the<br />
multiaxial assessment of psychiatric morbidity in medical settings. Psychol Med<br />
1993; 23: 505‐510.<br />
17. Jablensky A, Sartorius N, Ernberg G y cols. Schizophrenia: manifestations,<br />
inci<strong>de</strong>nce and course in diferent cultures. A World Health Organization Ten<br />
Country Study. Psychol Med (monograph suppl., 20), 1991.<br />
18. Yudofsky SC, Silver JM, Jackson W y cols. The Overt Agression Scale for the<br />
objective rating of verbal and physical aggresion. Am J Psychiatry 1986; 143: 35‐<br />
39.<br />
19. Ponsford J, Olver JH, Curran C. A profile of outcome: 2 years after traumatic<br />
brain injury. Brain Inj 1995; 9 (1): 1‐10.<br />
20. Moreno P, Blanco‐Sánchez MC. Clasificación y epi<strong>de</strong>miología <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
traumatismos craneoencefálicos. En: Pelegrín C, Muñoz‐Céspe<strong>de</strong>s JM, Quemada<br />
I (eds). Neuropsiquiatría <strong>de</strong>l daño cerebral traumático. Aspectos clínicos y<br />
terapéuticos. Prous Science, Barcelona, 1996; 11‐33<br />
21. Lezak MD. Assessment of psychosocial dysfunctions resulting from head<br />
trauma. En: Lezak, M.D. (Ed). Assessment of the behavioral consequences of<br />
head trauma. Alan R. Liss, Inc., New York 1989; 113‐143.<br />
22. Blumer D, Benson DF. Personality changes with frontal and temporal lobe<br />
lesions. En: Benson DF, Blumer D (eds). Psychiatric aspects of neurologic disease.<br />
Grune & Stratton, New York 1976; 151‐170.<br />
23. Widiger TA, San<strong>de</strong>rson CJ. Towards a dimensional mo<strong>de</strong>l of personality<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
68
TABLAS<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
disor<strong>de</strong>rs. En: Livesley WJ (Ed). The DSM‐IV Personality Disor<strong>de</strong>rs. Guilford Press,<br />
New York, 1995; 433‐458.<br />
24. Sánchez P, Quemada JI. Trastorno orgánico <strong>de</strong> la personalidad. Aspectos<br />
conceptuales y diagnósticos. Informaciones Psiquiátricas, 1999.<br />
25. Marín RS. Apathy and related disor<strong>de</strong>rs of diminished motivation. Dickstein<br />
LJ, Riba MB, Oldham JM (eds). Review of Psychiatry. Neuropsychiatry for<br />
clinicians. American Psychiatry Press, Washington 1996; 205‐242.<br />
26. Silver JM, Yudosfky SC y Hales RE. Neuropsychiatric aspects of traumatic<br />
brain injury. En: Hales RE y Yudosfky (eds). Texsbook of Neuropsychiatry.<br />
American Psychiatric Press, Washington, 1987; 179‐190.<br />
27. Berrios GE, Denning TR. Biological and quantitative issues in neuropsychiatry.<br />
Behav Neurol 1990; 3: 247‐259.<br />
28. Jaspers K. Efectos <strong>de</strong>l mundo circundante y <strong>de</strong>l cuerpo sobre la vida psíquica.<br />
Procesos cerebrales. Psicopatología general. 4ª edición. Ediciones Beta, Buenos<br />
Aires, 1980; 559.<br />
29. Kleist K. Die Störugen <strong>de</strong>r Ich‐Leistungen und ihre Lokalisation im Orbital‐<br />
Innen und Zwischenhirn. Monatsschrift für Psychiatrie. 1931; 71: 338‐350<br />
30. Ley 30/1995 <strong>de</strong> Or<strong>de</strong>nación y Supervisión <strong>de</strong> <strong>los</strong> Seguros Privados. Boletín<br />
Oficial <strong>de</strong>l Estado. Número 268, 9 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1995.<br />
31. Tyrer P, Johnson T. Establishing the severity of personality disor<strong>de</strong>rs. Am J<br />
Psychiatry 1996; 153 (12): 1593‐1597.<br />
Tabla nº 1.‐ Dificulta<strong>de</strong>s metodológicas existentes para la valoración clínica <strong>de</strong><br />
<strong>los</strong> cambios <strong>de</strong> personalidad <strong>de</strong>bidos a un traumatismo craneal (13):<br />
‐ La inestabilidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> síntomas, en especial en la fase <strong>de</strong> recuperación rápida<br />
<strong>de</strong> las secuelas (seis primeros meses).<br />
‐ La obligatoriedad <strong>de</strong> evaluar <strong>de</strong> manera retrospectiva la personalidad<br />
premórbida<br />
‐ La ausencia <strong>de</strong> instrumentos estándar para la valoración <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong><br />
secuelas<br />
‐ La probable presencia <strong>de</strong> una escasa capacidad <strong>de</strong> introspección en <strong>los</strong><br />
pacientes<br />
‐ La necesidad <strong>de</strong> controlar posibles factores <strong>de</strong> confusión, como <strong>los</strong> <strong>trastornos</strong><br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
69
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
físicos (ej. tetraplejía), déficit cognoscitivos (ej. afasia) y situaciones sociales<br />
adversas (ej. ambiente social poco estimulante).<br />
‐ La obligatoriedad <strong>de</strong> diferenciar rasgos versus estados (ej. <strong>de</strong>presión)<br />
‐ La necesidad <strong>de</strong> diferenciar rasgos versus situaciones (ej. adaptación a unas<br />
<strong>de</strong>mandas sociales excesivas para la capacidad actual <strong>de</strong>l paciente).<br />
‐ La posible presencia <strong>de</strong> paciente y familiares poco colaboradores (ej. cuando<br />
existen cuestiones legales) o inestables emocionalmente.<br />
‐ La probable escasa fiabilidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> datos proporcionados por <strong>los</strong> familiares por<br />
la presencia <strong>de</strong> distintos mecanismos psicológicos: a) la negación <strong>de</strong> <strong>los</strong> síntomas<br />
por parte <strong>de</strong> sus parientes; b) modificación en la atribución al consi<strong>de</strong>rar el TCE<br />
como la causa <strong>de</strong> conductas <strong>de</strong>bidas a otros factores; y c) exageración <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
síntomas al <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r su nivel <strong>de</strong> tolerancia a el<strong>los</strong> o por la existencia <strong>de</strong><br />
ganancia secundaria <strong>de</strong> tipo económico.<br />
‐ Posibles "falsos positivos" o "falsos negativos" en relación a las características<br />
culturales, normas sociales y éticas <strong>de</strong>l informador (ej. tolerancia con las<br />
conductas sociales inapropiadas).<br />
‐ Las diferencias en la interpretación <strong>de</strong> la información obtenida por parte <strong>de</strong> dos<br />
o varios clínicos (fiabilidad interobservadores) o en diferentes momentos <strong>de</strong> la<br />
evolución (fiabilidad test‐retest).<br />
Figura nº 1.‐ Algoritmo <strong>de</strong>l estudio:<br />
Ingresos consecutivos en UCI<br />
Tiempo<br />
N= 139<br />
<strong>de</strong> estudio: 18 meses<br />
Fase aguda<br />
Pacientes excluidos<br />
N = 50<br />
Pacientes incluidos<br />
N= 89<br />
Excluidos en esta fase 24 pacientes por las siguientes casusas: resi<strong>de</strong>ntes en<br />
otras comunida<strong>de</strong>s (n = 14); antece<strong>de</strong>ntes neuropsiquiátricos (n = 10); estado<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
70
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
vegetativo (n = 4); muerte (n = 3); rechazo (n = 2); <strong>trastornos</strong> graves <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong><br />
(n = 1)<br />
Fase subcrónica (11,5 (0,84 meses)<br />
Total muestra <strong>de</strong> estudio (N = 55)<br />
Material:<br />
‐ Entrevista <strong>de</strong> Iowa<br />
‐ EPEP<br />
‐ Escala <strong>de</strong> Yudosfky<br />
‐ Valoración <strong>de</strong> la personalidad premórbida y <strong>de</strong> la acentuación <strong>de</strong> la misma<br />
Tabla nº 2.‐ Características <strong>de</strong>mográficas y clínicas <strong>de</strong> la muestra <strong>de</strong> estudio.<br />
Edad 29,95 (<br />
13,28 años<br />
Años <strong>de</strong> educación 9,50 ( 3.07<br />
Sexo<br />
Varón<br />
Mujer<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
45<br />
10<br />
Estado civil 35<br />
71
Soltero<br />
Casado<br />
Tipo <strong>de</strong> acci<strong>de</strong>nte:<br />
Tráfico<br />
Laboral<br />
Práctica <strong>de</strong> <strong>de</strong>portes<br />
Puntuación en la escala <strong>de</strong> coma <strong>de</strong><br />
Glasgow (24 horas):<br />
( o ( 8<br />
9‐12<br />
Duración <strong>de</strong>l periodo <strong>de</strong> amnesia<br />
postraumática:<br />
7‐30 días<br />
( 30 días<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Tabla nº 3.‐ Distribución <strong>de</strong> frecuencias <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes <strong>de</strong> la muestra <strong>de</strong><br />
estudio que fueron evaluados como "casos" en <strong>los</strong> distintos ítems <strong>de</strong> la<br />
entrevista semiestructurada <strong>de</strong> Iowa‐revisada:<br />
Denominación <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
ítems<br />
Número <strong>de</strong><br />
pacientes<br />
consi<strong>de</strong>rados<br />
"casos"<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
20<br />
41<br />
9<br />
5<br />
39<br />
16<br />
22<br />
33<br />
Perplejidad 28 50,9<br />
Escasa autoconciencia 25 45,5<br />
Escasa iniciativa 23 41,8<br />
Porcentaje<br />
72
Inestabilidad afectiva 23 41,8<br />
Distracción 22 40,0<br />
Embotamiento afectivo 21 38,2<br />
Inflexibilidad‐rigi<strong>de</strong>z 20 36,4<br />
Inmadurez 19 35,2<br />
Déficit en la creación <strong>de</strong><br />
objetivos<br />
Desmotivación‐<br />
impersistencia<br />
18 32,7<br />
18 32,7<br />
Euforia inapropiada 16 27,3<br />
Ina<strong>de</strong>cuación social 15 27,3<br />
Escasa comprensión o<br />
reconocimiento <strong>de</strong><br />
jerarquías<br />
14 25,4<br />
Egocentrismo 14 25,4<br />
Desorganización‐<br />
ineficacia<br />
10 18,2<br />
Desinhibición sexual 7 12,7<br />
Impulsividad 7 12,7<br />
Ausencia <strong>de</strong><br />
reforzamiento<br />
7 12,7<br />
Escasa planificación 5 9,1<br />
Incapacidad para<br />
apren<strong>de</strong>r con la<br />
experiencia<br />
4 9,1<br />
Escasa empatía 4 7,4<br />
Irresponsabilidad 3 5,4<br />
Depen<strong>de</strong>ncia ambiental 2 3,6<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
73
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Tabla nº 4.‐ Distribución <strong>de</strong> frecuencias <strong>de</strong> <strong>los</strong> distintos subtipos <strong>de</strong> "Cambios<br />
<strong>de</strong> personalidad postraumáticos" según criterios <strong>de</strong>l DSM‐IV.<br />
Subtipos <strong>de</strong> cambios <strong>de</strong> la<br />
personalidad (DSM‐ IV)<br />
N %<br />
Tipo apático 19 34,5<br />
Tipo lábil 18 32,7<br />
Tipo <strong>de</strong>sinhibido 15 27,3<br />
Tipo agresivo 9 16,4<br />
Tipo inespecífico 9 16,4<br />
Tipo paranoi<strong>de</strong> 2 3,6<br />
Otro tipo <strong>de</strong> trastorno <strong>de</strong> la<br />
personalidad<br />
Trastornos <strong>de</strong> la<br />
personalidad tipo mixto o<br />
combinado<br />
Trastorno <strong>de</strong> personalidad<br />
con solo un subtipo<br />
0 0,00<br />
22 40<br />
11 20<br />
NEUROPSIQUIATRÍA DE LOS TRASTORNOS AFECTIVOS:<br />
La <strong>de</strong>presión o la manía se pue<strong>de</strong>n presentar como consecuencia <strong>de</strong> lesión cerebral estructural.<br />
Las tres entida<strong>de</strong>s más relacionadas con <strong>trastornos</strong> afectivos son: El acci<strong>de</strong>nte cerebrovascular<br />
(ACV), la enfermedad <strong>de</strong> parkinson, y la lesión cerebral traumática (LCT).<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
74
TRASTORNO DEPRESIVO ASOCIADO A ACV:<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
El ACV es la tercera causa <strong>de</strong> muerte en <strong>los</strong> E.E.U.U en personas mayores <strong>de</strong> 50 años <strong>de</strong> edad.<br />
La inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l ACV aumenta con la edad, <strong>de</strong> tal manera que para un individuo menor <strong>de</strong> 35<br />
años es <strong>de</strong> 0.01% y para una persona mayor <strong>de</strong> 75 años es <strong>de</strong> 6%. De extraordinaria<br />
importancia es el hecho <strong>de</strong> que el 75% <strong>de</strong> las personas que sobreviven a un ACV, presentan un<br />
compromiso intelectual o físico que <strong>los</strong> limita en su funcionamiento diario.<br />
La <strong>de</strong>presión es el trastorno emocional más asociado a ACV, con una prevalencia <strong>de</strong> 20 a 25%,<br />
seguido por la distimia en segundo lugar.<br />
Su presentación clínica es muy similar a la <strong>de</strong> una <strong>de</strong>presión primaria con la diferencia que en la<br />
<strong>de</strong>presión post‐ACV hay mayor "enlentecimiento" y en la <strong>de</strong>presión primaria hay mayor pérdida<br />
<strong>de</strong> concentración e interés.<br />
La <strong>de</strong>presión pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong> inicio rápido, generalmente durante la hospitalización, con una<br />
recuperación que se presenta durante el primer año post‐ACV, ó <strong>de</strong> inicio tardío la cual<br />
presenta una recuperación más lenta.<br />
Inicialmente se pensó que la <strong>de</strong>presión post‐ACV era <strong>de</strong> tipo reactivo al déficit físico e<br />
intelectual, pero <strong>los</strong> estudios han fallado en <strong>de</strong>mostrar una relación entre la severidad <strong>de</strong> la<br />
<strong>de</strong>presión y el empeoramiento físico o intelectual. Lo que sí se ha <strong>de</strong>mostrado es la significativa<br />
influencia negativa <strong>de</strong> la <strong>de</strong>presión en el proceso <strong>de</strong> recuperación.<br />
DEPRESION ASOCIADA A ACV Y FUNCIONES COGNOSCITIVAS<br />
‐ Cuando el ACV suce<strong>de</strong> en el hemisferio izquierdo y a<strong>de</strong>más, se presenta <strong>de</strong>presión el déficit<br />
cognoscitivo es mayor, que en aquel<strong>los</strong> pacientes con similar lesión pero, que no están<br />
<strong>de</strong>primidos.<br />
‐ El déficit cognoscitivo se presenta mas cuando la lesión está en lóbulo frontal izquierdo y<br />
ganglios básales izquierdos; comprometiéndose orientación, <strong>lenguaje</strong>, habilidad<br />
visoconstruccional y funciones motoras.<br />
‐ Cuando la afasia es una secuela <strong>de</strong>l ACV, el diagnóstico <strong>de</strong> <strong>de</strong>presión se hace especialmente<br />
difícil y podría basarse sólo en observaciones conductuales que, aún, no están respaldadas por<br />
estudios científicos. Sin embargo, se estima que <strong>los</strong> pacientes con afasia presentan <strong>de</strong>presión<br />
mayor en un 53% y que es más frecuente este trastorno en la afasia no fluente, posiblemente,<br />
por la localización <strong>de</strong> la lesión.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
75
LOCALIZACIÓN DE LA LESIÓN:<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
La <strong>de</strong>presión mayor y <strong>los</strong> síntomas <strong>de</strong>presivos leves se presentan con mayor frecuencia en<br />
pacientes que tuvieron el ACV en regiones anteriores e izquierdas <strong>de</strong>l cerebro, principalmente<br />
corteza dorsolateral frontal izquierda, caudado y/o putamen izquierdos.<br />
Existen estudios que <strong>de</strong>muestran que la severidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>presión es mayor entre más cercana<br />
es la lesión al polo frontal <strong>de</strong>l cerebro.<br />
Por otra parte, en pacientes con ACV en el hemisferio <strong>de</strong>recho, la <strong>de</strong>presión es más frecuente<br />
en lesiones ubicadas en sustancia blanca <strong>de</strong> áreas frontales y parietales.<br />
TERRITORIO VASCULAR:<br />
Cuando el ACV ocurrió en territorio <strong>de</strong> la arteria cerebral media; la <strong>de</strong>presión y la distimia se<br />
presentan en un 48% durante la fase aguda, 82% a <strong>los</strong> seis meses y 68% al año. Mientras que<br />
cuando el ACV fue en la circulación posterior; la <strong>de</strong>presión y la distimia se presentan en un 35%<br />
agudamente, 20% a <strong>los</strong> seis meses y 0% al año. Probablemente, porque las lesiones en la<br />
circulación posterior causan zonas más pequeñas <strong>de</strong> injuria y representan un daño menor en las<br />
vías <strong>de</strong> aminas biógenas.<br />
FACTORES DE RIESGO:<br />
Según estudios realizados se ha encontrado que la atrofia subcortical (Dilatación ventricular)<br />
presente al momento <strong>de</strong>l ACV y la historia personal o familiar <strong>de</strong> <strong>trastornos</strong> psiquiátricos, son<br />
<strong>los</strong> principales factores <strong>de</strong> riesgo para <strong>de</strong>sarrollar <strong>de</strong>presión mayor post‐ACV.<br />
MECANISMO DE LA DEPRESIÓN POST‐ACV:<br />
Existen dos hipótesis al respecto, que en cierta medida pue<strong>de</strong>n ser complementarias.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
76
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Sistema serotoninérgico<br />
HIPÓTESIS 1: Se sabe que <strong>los</strong> cuerpos <strong>de</strong> las neuronas serotoninérgicos y noradrenérgicas se<br />
encuentran en el tallo cerebral y envían axones que forman proyecciones ascen<strong>de</strong>ntes hacia la<br />
región cerebral anterior, específicamente, corteza frontal. Por lo tanto, cualquier lesión en<br />
estas regiones produciría una disrupción <strong>de</strong> las vías aminérgicas llevando a una <strong>de</strong>pleción <strong>de</strong><br />
noradrenalina y/o serotonina.<br />
HIPÓTESIS 2: La corteza dorso‐lateral frontal y el núcleo caudado conformarían una unidad<br />
integradora que recibe información <strong>de</strong>l área motora suplementaria, la corteza <strong>de</strong> asociación<br />
temporoparietal, y el sistema límbico. Mediando entonces en la función motora, intelectual, y<br />
conducta instintiva. El daño en el anterior sistema produciría retardo motor, síntomas<br />
afectivos, alteraciones en la atención y síntomas autonómicos.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
77
Sistema noradrenérgico<br />
TRATAMIENTO DE LA DEPRESIÓN POST‐ACV<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Aunque aún falta mucha investigación al respecto, se han <strong>de</strong>sarrollado algunos estudios con<br />
Nortriptilina, evi<strong>de</strong>nciándose mejoría <strong>de</strong> <strong>los</strong> síntomas <strong>de</strong>presivos pero, con gran cantidad <strong>de</strong><br />
efectos secundarios como; sincope, sedación, mareo y en algunas ocasiones, <strong>de</strong>lirium. Hoy en<br />
día, han aparecido muchos anti<strong>de</strong>presivos con menos efectos colaterales (P.Ej.: sertralina,<br />
fluoxetina, fluvoxamina, paroxetina, citalopram), que representan una buena alternativa. .<br />
DEPRESIÓN Y PARKINSON:<br />
La <strong>de</strong>presión mayor se presenta en el parkinson con una prevalencia <strong>de</strong> 20% y <strong>los</strong> síntomas<br />
<strong>de</strong>presivos leves en un 21%, con una frecuencia que es mayor en <strong>los</strong> estadios iniciales y<br />
terminales <strong>de</strong>l parkinson. Se ha documentado que en estadios finales <strong>de</strong> la enfermedad si el<br />
paciente está <strong>de</strong>primido, el déficit cognoscitivo es mayor que en pacientes en igual estadio pero<br />
sin <strong>de</strong>presión. Se ha llegado a afirmar que la <strong>de</strong>presión podría ser un hallazgo temprano en<br />
pacientes con parkinson que posteriormente, <strong>de</strong>sarrollarán <strong>de</strong>mencia.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
78
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Algunos investigadores han planteado que la <strong>de</strong>presión en el parkinson es entendible como<br />
reactivo al empeoramiento físico; otros, no han encontrado correlación entre la severidad <strong>de</strong><br />
la <strong>de</strong>presión y el empeoramiento físico y un tercer grupo, ha sugerido que la <strong>de</strong>presión es<br />
consecuencia <strong>de</strong> cambios neuroquímicos.<br />
MECANISMO DE LA DEPRESION EN PARKINSON:<br />
En estudios <strong>de</strong> neuroimágenes, <strong>de</strong> pacientes con parkinson y <strong>de</strong>presión, se ha observado<br />
Hipometabolismo en la cabeza <strong>de</strong>l núcleo caudado y en la corteza frontal inferior.<br />
También, se ha establecido que el área tegmental ventral (neuronas dopaminérgicas) dan<br />
inervación a la corteza prefrontal y que la corteza orbitofrontal da inervación a núcleos <strong>de</strong>l rafe<br />
dorsal (neuronas serotoninérgicas). Con <strong>los</strong> anteriores datos se ha creado la hipótesis que<br />
plantea que la disfunción <strong>de</strong>l sistema dopaminérgico mesocortico‐límbico, que se encuentra<br />
en el parkinson, llevaría a una disfunción <strong>de</strong> la corteza orbitofrontal que secundariamente<br />
afectaría las neuronas serotoninérgicas ubicadas en el rafe dorsal produciéndose la <strong>de</strong>presión.<br />
Sistema dopaminérgico<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
79
TRATAMIENTO:<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Se ha podido comprobar, a partir <strong>de</strong> <strong>los</strong> pocos estudios realizados, que <strong>los</strong> pacientes con<br />
parkinson y <strong>de</strong>presión que reciben tratamiento tienen una menor disminución en <strong>los</strong> puntajes<br />
<strong>de</strong> pruebas que evalúan funciones cognoscitivas, en comparación con aquel<strong>los</strong> que no reciben<br />
tratamiento.<br />
DEPRESION EN LESION CEREBRAL TRAUMATICA LCT:<br />
Debido a <strong>los</strong> acci<strong>de</strong>ntes automovilísticos y al aumento <strong>de</strong> la violencia, la lesión cerebral<br />
traumática es muy frecuente y con ella sus secuelas. Desafortunadamente, existen muchos<br />
estudios sobre las consecuencias neuroconductuales pero, muy pocos sobre <strong>los</strong> <strong>trastornos</strong> <strong>de</strong>l<br />
humor.<br />
Los datos disponibles sobre la frecuencia con que se presenta la <strong>de</strong>presión como secuela <strong>de</strong> una<br />
LCT varían <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 6% hasta 50%. Sin embargo, estudios recientes bien diseñados muestran una<br />
prevalencia <strong>de</strong> 26% durante la hospitalización seguida al trauma y una prevalencia <strong>de</strong> 42% en<br />
un año <strong>de</strong> seguimiento.<br />
La <strong>de</strong>presión se pue<strong>de</strong> presentar como un cuadro transitorio que dura pocas semanas y que se<br />
piensa es <strong>de</strong>bido a cambios neuroquímicos secundarios a la LCT, o pue<strong>de</strong> presentarse como un<br />
cuadro persistente cuya etiología es compleja interviniendo varios factores como el<br />
empeoramiento cognitivo y físico, la red <strong>de</strong> apoyo familiar y social y cambios cerebrales<br />
permanentes.<br />
La <strong>de</strong>presión transitoria se presenta con mayor frecuencia en lesiones hemisféricas izquierdas<br />
en región anterior (Corteza frontal dorso‐lateral izquierda y ganglios basales izquierdos),<br />
perdiéndose esta relación <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> seis meses, probablemente <strong>de</strong>bido a <strong>los</strong> procesos <strong>de</strong><br />
recuperación dados por una sinaptogénesis reactiva.<br />
La <strong>de</strong>presión persistente es más común en pacientes que tienen un empeoramiento en el<br />
funcionamiento social.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
80
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Como factores <strong>de</strong> riesgo son importantes la historia personal <strong>de</strong> <strong>trastornos</strong> psiquiátricos, pobre<br />
ajuste social previo y disatisfacción social.<br />
TRATAMIENTO:<br />
Para la elección <strong>de</strong>l anti<strong>de</strong>presivo se <strong>de</strong>be tener en cuenta:<br />
‐ que tenga poca actividad anticolinérgica pues esto afectaría más la memoria y <strong>de</strong>más<br />
funciones cognoscitivas,<br />
‐ no <strong>de</strong>be disminuir el umbral convulsivo<br />
‐ <strong>de</strong>be tener pocos efectos sedativos.<br />
La fluoxetina o la sertralina podrían usarse y una buena opción es el trazodone. Cuando a<strong>de</strong>más<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>presión hay ansiedad; la buspirona, un agonista 5‐HT1a, estaría indicada.<br />
La intervención social y familiar ha <strong>de</strong>mostrado ser <strong>de</strong> gran utilidad y <strong>de</strong>be realizarse. La terapia<br />
electroconvulsiva no está contraindicada y pue<strong>de</strong> conservarse como una última alternativa ante<br />
la refractariedad a otros tratamientos.<br />
MANIA ASOCIADA A ACV:<br />
La manía es una entidad que rara vez se presenta, estimándose una prevalencia <strong>de</strong>l 1%. La<br />
presentación clínica es idéntica a la <strong>de</strong> una manía típica; con logorrea, exaltación afectiva,<br />
disminución <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> sueño, <strong>de</strong>shinbición, aumento <strong>de</strong> la actividad diaria, i<strong>de</strong>as<br />
<strong>de</strong>lirantes <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>za, fuga <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as, alucinaciones, irritabilidad, e inquietud motora.<br />
La manía se presenta con mayor frecuencia en lesiones <strong>de</strong>l hemisferio <strong>de</strong>recho en áreas basal y<br />
polar <strong>de</strong>l lóbulo temporal <strong>de</strong>recho, cabeza <strong>de</strong>l núcleo caudado <strong>de</strong>recho y tálamo <strong>de</strong>recho.<br />
En estudios con PET se ha observado que pacientes con ACV, en ganglios basales <strong>de</strong>rechos y<br />
manía, presentan un hipometabolismo en corteza frontal basal <strong>de</strong>recha que se conoce como<br />
Diaschisis (efectos a distancia).<br />
FACTORES DE RIESGO<br />
Son factores <strong>de</strong> riesgo para presentar manía pot‐ACV:<br />
‐ Atrofia subcortical al momento <strong>de</strong>l ACV,<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
81
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
‐ historia familiar <strong>de</strong> transtornos psiquiátricos<br />
‐ <strong>trastornos</strong> convulsivos previos.<br />
MECANISMO DE LA MANIA ASOCIADA A ACV:<br />
Existe un sistema en el que la corteza orbitofrontal ejerce un control inhibitorio sobre la<br />
amígdala a través <strong>de</strong>l fascículo uncinado. La amígdala a su vez, recibe información<br />
psicosensorial y psicomotora <strong>de</strong> áreas <strong>de</strong> asociación cortical y corteza temporal. Lesiones o<br />
disfunción en estas estructuras produciría <strong>de</strong>shinbición intelectual, motora e instintiva que<br />
lleva a la manía.<br />
Estudios en ratas han <strong>de</strong>mostrado que lesiones en corteza frontal <strong>de</strong>recha producen un<br />
aumento <strong>de</strong> aminas biógenas en el núcleo acumbens.<br />
TRATAMIENTO:<br />
La experiencia clínica muestra que Litio, Valproato, Carbamazepina, Clonidina y <strong>los</strong><br />
Neurolépticos son útiles; sin embargo, no han sido evaluados en estudios doble ciego.<br />
MANIA ASOCIADA A LESION CEREBRAL TRAUMATICA (LCT):<br />
La manía se presenta post‐LCT con una prevalencia <strong>de</strong> 9% y con una duración media <strong>de</strong> dos<br />
meses. La presentación clínica es muy similar a una manía típica excepto porque en la manía<br />
post‐LCT la conducta es más agresiva.<br />
La severidad <strong>de</strong> la manía no se asocia con la severidad <strong>de</strong>l trauma, el empeoramiento físico o<br />
cognitivo, historia <strong>de</strong> <strong>trastornos</strong> psiquiátricos, soporte social o funcionamiento social.<br />
La manía se presenta con mayor frecuencia en lesiones ubicadas en región temporal anterior.<br />
Sin embargo, aún faltan más estudios para <strong>de</strong>terminar si es mas frecuente en el hemisferio<br />
izquierdo o <strong>de</strong>recho.<br />
MECANISMO DE LA MANIA ASOCIADA A LCT:<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
82
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Existen tres puntos <strong>de</strong> vista:<br />
‐ El mecanismo por el cual se presenta la manía post‐LCT consiste en patrones <strong>de</strong> activación<br />
eléctrica anormal en el sistema límbico.<br />
‐ Otros investigadores afirman que se producen vías <strong>de</strong> regeneración aberrantes o cambios<br />
funcionales en sistemas inhibitorios aminergicos.<br />
‐ Por último, se pue<strong>de</strong> pensar en la interacción <strong>de</strong> dos o tres <strong>de</strong> estos factores.<br />
TRATAMIENTO<br />
El tratamiento seria el mismo que se mencionó para la manía post‐ACV.<br />
A propósito <strong>de</strong> 500 casos asistidos por traumatismo encefalocraneano leve<br />
Dres. Saúl Wajskopf 1 , Gonzalo Costa 2 , Aurana Erman 2 , Alvaro Villar 2<br />
Resumen<br />
Se presenta una serie <strong>de</strong> 500 pacientes asistidos<br />
por traumatismo encefalocraneano (TEC) leve y<br />
estudiados tomográficamente. Sólo se incluyeron<br />
pacientes con un puntaje <strong>de</strong> 14 o 15 en la escala <strong>de</strong><br />
Glasgow. Se evi<strong>de</strong>nciaron lesiones intracraneanas<br />
en 9% <strong>de</strong> <strong>los</strong> casos y fueron operados 12 pacientes.<br />
Ningún paciente falleció y 498 tuvieron buen<br />
resultado. Se analizan y comparan series<br />
publicadas.<br />
Se pudo lograr la <strong>de</strong>tección precoz <strong>de</strong> lesiones<br />
intracraneanas, potencialmente quirúrgicas, en<br />
todos <strong>los</strong> casos. Se logró una "mortalidad cero" en<br />
este tipo <strong>de</strong> pacientes.<br />
Todos <strong>los</strong> pacientes que consultan por TEC, <strong>de</strong>ben<br />
ser estudiados con tomografía computada <strong>de</strong><br />
cráneo en forma urgente.<br />
Palabras clave: Traumatismos <strong>de</strong> la cabeza‐diagnóstico<br />
Traumatismos <strong>de</strong> la cabeza‐ultrasonografía<br />
Tomografía‐utilización<br />
Introducción<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
83
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
El que sufre un golpe en la cabeza y presenta pérdida <strong>de</strong> conocimiento o amnesia<br />
postraumática <strong>de</strong> breve duración o ambas y un puntaje en la escala <strong>de</strong> coma <strong>de</strong> Glasgow (GCS)<br />
<strong>de</strong> 13 a 15 al momento <strong>de</strong>l examen médico (tabla 1), es consi<strong>de</strong>rado clásicamente portador <strong>de</strong><br />
un traumatismo encefalocraneano (TEC) leve (1,2).<br />
El subgrupo que presenta un GCS <strong>de</strong> 13 tiene un muy alto índice <strong>de</strong> tomografías anormales (casi<br />
40%) y <strong>de</strong> lesiones que requieren cirugía (10%) (3). Se tien<strong>de</strong> a incluirlo como TEC mo<strong>de</strong>rado y<br />
no leve, concepto que compartimos y adoptamos en la práctica y en este trabajo.<br />
En 1975 (4) se llamó la atención y acuñó el término <strong>de</strong> "pacientes que hablaron y murieron"<br />
luego <strong>de</strong> sufrir un TEC, que podría, a priori, estimarse poco severo.<br />
Al evaluar el sistema asistencial uruguayo en relación al TEC grave (5,6), <strong>de</strong>stacamos<br />
especialmente <strong>los</strong> pacientes que comenzaron siendo TEC leves y terminaron muriendo, la<br />
mayoría <strong>de</strong> el<strong>los</strong> a raíz <strong>de</strong> la <strong>de</strong>tección tardía <strong>de</strong> un hematoma intracraneano.<br />
A partir <strong>de</strong> datos obtenidos <strong>de</strong>l National Traumatic Coma Data Bank en EE.UU. (7,8), resultó<br />
evi<strong>de</strong>nte que lo mismo ocurría en ese país. Existía mortalidad entre <strong>los</strong> TEC leves, y ésta<br />
también era resultado <strong>de</strong> la <strong>de</strong>tección tardía <strong>de</strong> procesos expansivos traumáticos<br />
intracraneanos.<br />
La finalidad <strong>de</strong> este trabajo es fundamentar conductas diagnósticas que permitan la precoz<br />
<strong>de</strong>tección <strong>de</strong> complicaciones intracraneanas (procesos expansivos traumáticos) en pacientes<br />
que consultan por un TEC leve. Incapaces <strong>de</strong> prevenir el TEC, esa parece ser la única vía posible<br />
para llegar a "mortalidad cero" en estos pacientes. Con ese fin, analizamos nuestra experiencia<br />
en 500 casos estudiados con tomografía computarizada <strong>de</strong> cráneo (TAC) <strong>de</strong> urgencia y<br />
realizamos una amplia revisión bibliográfica.<br />
Material y método<br />
Los casos analizados correspon<strong>de</strong>n a pacientes que asistimos con diagnóstico <strong>de</strong> TEC leve, con<br />
GCS <strong>de</strong> 14 o 15 al momento <strong>de</strong>l examen inicial, en el Hospital <strong>de</strong> Clínicas o en el mutualismo.<br />
Los pacientes correspon<strong>de</strong>n a diferentes períodos <strong>de</strong> <strong>los</strong> años 1995 y 1996, meses tomados en<br />
forma arbitraria, con períodos <strong>de</strong> recolección <strong>de</strong> datos e interva<strong>los</strong> libres mensuales.<br />
Se completó, en cada caso, una historia clínica tipo, complementada con un examen físico<br />
dirigido y seguida <strong>de</strong> solicitud <strong>de</strong> TAC urgente.<br />
Se incluyeron todos <strong>los</strong> casos asistidos en <strong>los</strong> cuales se pudo realizar TAC, hasta el paciente<br />
número 500.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
84
Se realizó seguimiento <strong>de</strong> cada caso hasta el alta neuroquirúrgica.<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
No se incluyeron en el estudio <strong>los</strong> TEC con hundimientos expuestos ni <strong>los</strong> heridos <strong>de</strong> bala, más<br />
allá <strong>de</strong>l GCS que presentaran. Igualmente <strong>los</strong> pacientes politraumatizados graves, con severas<br />
alteraciones respiratorias, hemodinámicas o ambas, no fueron incluidos. No se incluyó ningún<br />
paciente que presentara un GCS igual o menor <strong>de</strong> 13 al examen <strong>de</strong> ingreso.<br />
El resultado final en cada caso fue catalogado según la escala <strong>de</strong> resultados <strong>de</strong> Glasgow<br />
(GOS) (9).<br />
Resultados<br />
Durante <strong>los</strong> períodos <strong>de</strong> recolección <strong>de</strong> datos asistimos más <strong>de</strong> 500 pacientes con TEC leve. En<br />
muchos casos y por muy diversas razones, no se pudo obtener el estudio tomográfico. Esos<br />
pacientes no son incluidos en este estudio.<br />
61% <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes eran hombres y 39% mujeres. En la tabla 2 pue<strong>de</strong> apreciarse la<br />
distribución por eda<strong>de</strong>s, siendo la edad promedio 34 años y el grupo más numeroso el <strong>de</strong> 21 a<br />
30 años. Entre <strong>los</strong> 11 y <strong>los</strong> 40 años están 66% <strong>de</strong> <strong>los</strong> casos.<br />
56% <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes sufrió un acci<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> tránsito (tabla 3). Otras causas <strong>de</strong> TEC leve fueron<br />
las caídas (casi todas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la altura <strong>de</strong>l paciente), agresiones, acci<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>portivos y<br />
laborales. En 10 casos la causa fue <strong>de</strong>sconocida. La gran mayoría <strong>de</strong> acci<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> tránsito<br />
fueron por moto, bicicleta o peatones embestidos.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
85
Tabla 1. Escala <strong>de</strong> coma <strong>de</strong> Glasgow (GCS)<br />
Apertura ocular<br />
Espontánea 4 puntos<br />
Frente a estímu<strong>los</strong> verbales 3 puntos<br />
Frente a estímu<strong>los</strong> dolorosos 2 puntos<br />
No abre <strong>los</strong> ojos 1 punto<br />
Respuesta verbal<br />
Espontánea y correcta 5 puntos<br />
Conversación confusa 4 puntos<br />
Palabras inapropiadas 3 puntos<br />
Sonidos incomprensibles 2 puntos<br />
Ninguna respuesta 1 punto<br />
Respuesta motora<br />
Movimientos normales 6 puntos<br />
Localiza dolor 5 puntos<br />
Flexión apropiada 4 puntos *<br />
Flexión anormal 3 puntos **<br />
Respuesta extensora<br />
Presente 2 puntos ***<br />
Ningún movimiento 1 punto<br />
En cada caso se puntea la mejor respuesta obtenida.<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Tabla 2. Eda<strong>de</strong>s en 500 pacientes con<br />
traumatismo encéfalo craneano leve<br />
Grupo/años Nº casos Porcentaje<br />
0‐10 15 3%<br />
11‐20 91 18%<br />
21‐30 134 27%<br />
31‐40 105 21%<br />
41‐50 63 13%<br />
51‐60 57 11%<br />
>> 60 35 7%<br />
Tabla 3. Causas <strong>de</strong>l traumatismo encéfalo<br />
craneano leve en 500 pacientes<br />
Causa<br />
Nº<br />
pacientes %<br />
Acci<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> tránsito 281 56%<br />
Acci<strong>de</strong>nte<br />
<strong>de</strong>portivo/laboral<br />
79 16%<br />
Caída 74 15%<br />
Agresión 56 11%<br />
Causa <strong>de</strong>sconocida 10 2%<br />
De 281 acci<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> tránsito las características<br />
fueron:<br />
36% motociclistas<br />
25% ciclistas<br />
22% peatones embestidos<br />
17% ocupantes <strong>de</strong> automóviles<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
86
* Se refiere a movimientos <strong>de</strong> flexión que no<br />
localizan el dolor provocado.<br />
** Se refiere a la flexión tónica que aparece en la<br />
rigi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> <strong>de</strong>corticación.<br />
*** Se refiere a la extenso‐pronación que aparece<br />
en la rigi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> <strong>de</strong>scerebración.<br />
Jennett B. et al. 1975. (9)<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Tabla 4. Otras lesiones asociadas al traumatismo<br />
encefalocraneano leve en 500 pacientes<br />
Sitio lesionado<br />
Nº<br />
pacientes %<br />
Columna cervical 6 1,2%<br />
Tórax 3 0,6%<br />
Abdomen 4 0,8%<br />
Miembros 47 9,4%<br />
Se constató, por clínica, una intoxicación alcohólica en 59 pacientes asistidos, 12% <strong>de</strong> la serie.<br />
En la tabla 4 se <strong>de</strong>stacan las lesiones extraneurológicas asociadas que presentaron <strong>los</strong> pacientes<br />
asistidos. La asociación TEC leve con fractura <strong>de</strong> miembros inferiores es la más frecuente.<br />
Correspondió en general a pacientes jóvenes que sufrieron acci<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> tránsito <strong>de</strong> dos<br />
ruedas.<br />
31% (154 pacientes) presentó un GCS <strong>de</strong> 14 puntos al ingresar y ser examinado, mientras que<br />
en 69% (346 pacientes) el GCS fue <strong>de</strong> 15 puntos.<br />
En la tabla 5 <strong>de</strong>stacamos <strong>los</strong> síntomas y signos vinculados al TEC al momento <strong>de</strong> ingresar y ser<br />
examinados. Un solo paciente que será <strong>de</strong>tallado más a<strong>de</strong>lante, presentó una crisis convulsiva<br />
precoz, tipo gran mal.<br />
Tabla 5. Síntomas y signos en 500 pacientes<br />
con traumatismo encefalocraneano leve<br />
Síntoma o signo<br />
Nº<br />
pacientes<br />
Cefaleas 330 66%<br />
Vómitos 48 10%<br />
Herida cuero 96 19%<br />
Porcentaje<br />
Tabla 6. Resultados en 500 tomografías<br />
TAC<br />
normal:<br />
TAC<br />
patológica:<br />
454<br />
pacientes 91%<br />
46<br />
pacientes 9%<br />
Lesión tomográfica Nº <strong>de</strong> casos<br />
Fractura lineal 23<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
87
cabelludo<br />
Equimosis/hematoma<br />
bipalpebral<br />
Equimosis<br />
retroauricular<br />
Otorraquia ‐<br />
rinorraquia<br />
64 13%<br />
ninguno<br />
ninguno<br />
Otorragia unilateral 7 1,4%<br />
convexidad<br />
Fractura base <strong>de</strong><br />
cráneo<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
6<br />
Hundimiento cerrado 4<br />
Hemorragia meníngea 6<br />
Neumoencéfalo 1<br />
Contusión encefálica 17 (*)<br />
Hematoma extradural 9 (**)<br />
Hematoma subdural 10 (***)<br />
* En dos casos junto a fractura lineal.<br />
** En cinco casos junto a fractura lineal y en<br />
uno con hundimiento cerrado.<br />
*** En un caso junto a fractura lineal.<br />
La TAC fue solicitada <strong>de</strong> urgencia en todos <strong>los</strong> casos apenas examinado el paciente. La <strong>de</strong>mora<br />
en su realización varió entre 20 minutos a casi 14 horas, con un promedio <strong>de</strong> casi 4 horas. En la<br />
tabla 6 se <strong>de</strong>scriben <strong>los</strong> hallazgos tomográficos.<br />
Debieron ser operados 12 pacientes, que representan 2,4% <strong>de</strong> la serie y 26% <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes<br />
con TAC anormal. Once pacientes se operaron <strong>de</strong> urgencia apenas vista la TAC. Un paciente se<br />
operó luego <strong>de</strong> un período <strong>de</strong> control evolutivo. Siete pacientes fueron intervenidos para<br />
evacuar un hematoma extradural (HED) y en cinco casos se operaron hematomas subdurales<br />
(HSD), cuatro agudos y uno subagudo.<br />
En cuanto al resultado final, el grupo con GOS 1 (buen resultado, sin secuelas) lo componen 498<br />
<strong>de</strong> <strong>los</strong> 500 pacientes. Dos pacientes, ambos <strong>de</strong> mal terreno, presentaron un GOS 3 (secuelas,<br />
vida <strong>de</strong>pendiente) al momento <strong>de</strong>l alta, si bien ambos mejoraban progresivamente (serán<br />
<strong>de</strong>tallados más a<strong>de</strong>lante). Ningún paciente falleció.<br />
El grupo con tomografías patológicas lo componen 46 pacientes y fue analizado especialmente<br />
(tablas 7,8 y 9).<br />
En este grupo, el GCS al ingreso era <strong>de</strong> 14 puntos para 41% (19 pacientes) y <strong>de</strong> 15 puntos para<br />
59% (27 pacientes).<br />
Tabla 7. Eda<strong>de</strong>s en el grupo <strong>de</strong> pacientes con Tabla 8. Causas <strong>de</strong>l traumatismo<br />
88
tomografía <strong>de</strong> cráneo anormal<br />
Total: 46 pacientes<br />
Grupo/años Nº casos Porcentaje<br />
0‐10 4 9%<br />
11‐20 13 28%<br />
21‐30 8 17%<br />
31‐40 7 15%<br />
41‐50 2 4%<br />
51‐60 3 7%<br />
>> 60 9 20%<br />
Edad promedio 33 años.<br />
Tabla 9. Otras lesiones asociadas al<br />
traumatismo encefalocraneano leve en 46<br />
pacientes con tomografía <strong>de</strong> cráneo anormal<br />
Sitio lesionado<br />
Nº<br />
pacientes<br />
Columna cervical 3 6,5%<br />
Tórax 1 2,1%<br />
Abdomen 1 2,1%<br />
Porcentaje<br />
Miembros 12 26,0%<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
encefalocraneano leve en 46 pacientes con<br />
tomografía <strong>de</strong> cráneo anormal<br />
Causa<br />
Nº<br />
pacientes Porcentaje<br />
Acci<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> tránsito 32 70%<br />
Acci<strong>de</strong>ntes<br />
<strong>de</strong>portivo/laboral<br />
0 0%<br />
Caída 12 26%<br />
Agresión 2 4%<br />
Causa <strong>de</strong>sconocida 0 0%<br />
De 32 acci<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> tránsito las características<br />
fueron:<br />
38% motociclistas<br />
28% ciclistas<br />
28% peatones embestidos<br />
6% ocupantes <strong>de</strong> automóviles<br />
Tabla 10. Síntomas y signos en 46 pacientes<br />
con traumatismo encefalocraneano leve y<br />
tomografía <strong>de</strong> cráneo anormal<br />
Síntoma o signo<br />
Nº<br />
pacientes Porcentaje<br />
Cefaleas 35 76%<br />
Vómitos 11 24%<br />
Herida cuero cabelludo 13 28%<br />
Equimosis/hematoma<br />
bipalpebral<br />
Equimosis<br />
retroauricular<br />
9 20%<br />
ninguno<br />
Otorraquia ‐ rinorraquia ninguno<br />
Otorragia unilateral 5 11%<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
89
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
No se logró establecer una relación con valor significativo entre el tamaño <strong>de</strong> <strong>los</strong> hematomas y<br />
el puntaje en la GCS, quizás por el bajo número <strong>de</strong> pacientes. Así, pacientes con un mismo GCS<br />
<strong>de</strong> 15 presentaban, por ejemplo, HED muy pequeños y sin efecto <strong>de</strong> masa (figura 1) o gran<strong>de</strong>s<br />
hematomas (figura 2) con severo efecto <strong>de</strong> masa.<br />
Figura 1. Hematoma extradural pequeño, sin<br />
efecto <strong>de</strong> masa en un paciente con TEC leve y<br />
una GCS <strong>de</strong> 15 al ingreso.<br />
Figura 2. Hematoma extradural gran<strong>de</strong>, con<br />
severo efecto <strong>de</strong> masa, en paciente con TEC leve<br />
y una GCS <strong>de</strong> 15 al ingreso.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
90
Figura 3. Hematoma subdural agudo hemisférico<br />
<strong>de</strong>recho con efecto <strong>de</strong> masa mo<strong>de</strong>rado. Paciente<br />
que sufrió una crisis convulsiva.<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Figura 4. Hematoma subdural agudo <strong>de</strong> poco<br />
espesor en hemisferio izquierdo, acompañado <strong>de</strong><br />
secuelas isquémicas y atrofia cerebral.<br />
El único paciente que sufrió una crisis convulsiva presentaba una TAC patológica. Era un<br />
hombre <strong>de</strong> 38 años, que sufrió un TEC en un acci<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> tránsito (manejaba una moto). Fue<br />
recibido con un GCS <strong>de</strong> 15, cefaleas y vómitos. Mientras esperaba la realización <strong>de</strong> TAC, y a casi<br />
4 horas <strong>de</strong>l ingreso, presentó una convulsión tipo gran mal. Llegó a realizarse la tomografía con<br />
un GCS <strong>de</strong> 14, con muy ligera ten<strong>de</strong>ncia al sueño (se le había administrado diazepam i.v.). Su<br />
TAC (figura 3) evi<strong>de</strong>nciaba un HSD agudo hemisférico <strong>de</strong>recho con efecto <strong>de</strong> masa mo<strong>de</strong>rado y<br />
contusiones bifrontales leves. Fue operado <strong>de</strong> inmediato y evolucionó muy bien.<br />
Tanto <strong>los</strong> síntomas como <strong>los</strong> signos que acompañan al TEC leve, aparecen en un porcentaje más<br />
elevado en este grupo (tabla 10). Es <strong>de</strong> <strong>de</strong>stacar que 5 <strong>de</strong> <strong>los</strong> 7 pacientes con otorragia<br />
presentaron tomografías anormales.<br />
Los dos pacientes <strong>de</strong> la serie con un GOS <strong>de</strong> 3 fueron operados por HSD y tenían antece<strong>de</strong>ntes<br />
patológicos y mal terreno.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
91
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Uno <strong>de</strong> el<strong>los</strong> era una paciente <strong>de</strong> 75 años, cardiópata, sometida a cirugía cardíaca años antes,<br />
anticoagulada, y con antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> acci<strong>de</strong>nte vascular encefálico (AVE) isquémico. Fue<br />
atropellada, sufrió un TEC, y consultó una hora <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l mismo presentando un GCS <strong>de</strong> 14 y<br />
cefaleas. Su TAC inicial (figura 4) evi<strong>de</strong>nciaba un HSD agudo <strong>de</strong> poco espesor en el hemisferio<br />
izquierdo, acompañado <strong>de</strong> secuelas isquémicas y atrofia cerebral. Se mantuvo con un GCS <strong>de</strong><br />
14, confusa, con TAC <strong>de</strong> control a las 24 horas sin cambios. Presentó una trombosis venosa<br />
profunda y un tromboembolismo pulmonar en la semana siguiente, por lo que fue<br />
hipocoagulada nuevamente. A <strong>los</strong> 28 días comenzó con cefaleas y afasia. Otra TAC evi<strong>de</strong>nció la<br />
evolución <strong>de</strong>l hematoma a la cronicidad, con componente hemorrágico nuevo y con efecto <strong>de</strong><br />
masa. Fue operada, presentó una mejoría parcial <strong>de</strong> su afasia, manteniendo una confusión<br />
mental al alta (38 días <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l TEC).<br />
El segundo paciente fue un hombre <strong>de</strong> 67 años, gran alcoholista, que en estado <strong>de</strong> ebriedad<br />
cayó <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su altura. Ingresó con un GCS <strong>de</strong> 14, su TAC evi<strong>de</strong>nció contusiones bifrontales y un<br />
HSD agudo, y fue operado <strong>de</strong> inmediato. Al alta, un mes <strong>de</strong>spués, se presentaba confuso y con<br />
alteraciones psíquicas importantes, si bien la ten<strong>de</strong>ncia era a la mejoría.<br />
El grupo <strong>de</strong> pacientes operados tiene también algunas características especiales: <strong>de</strong> <strong>los</strong> 12<br />
pacientes operados, la mitad presentaba un GCS <strong>de</strong> 14 y otros 6 pacientes un GCS <strong>de</strong> 15.<br />
Los cinco pacientes operados por HSD presentaban un GCS <strong>de</strong> 14 a su ingreso. De <strong>los</strong> 7<br />
operados por HED, uno presentaba un GCS <strong>de</strong> 14 y otros 6 presentaban un GCS <strong>de</strong> 15.<br />
La edad promedio <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes operados por HSD es <strong>de</strong> 52 años, la <strong>de</strong> <strong>los</strong> operados por HED<br />
es <strong>de</strong> 23 años.<br />
Discusión<br />
En nuestro país no hay estudios epi<strong>de</strong>miológicos confiables respecto a TEC leve. En EE.UU. se<br />
estima en 200/100.000 habitantes/año el número <strong>de</strong> pacientes ingresados en centros<br />
asistenciales por TEC, <strong>de</strong> <strong>los</strong> cuales más <strong>de</strong> la mitad son TEC leves (1).<br />
Nuestro estudio no tiene (ni pue<strong>de</strong> tener) como fin analizar la frecuencia real <strong>de</strong>l TEC leve en<br />
nuestro medio. Tiene, entre otras, la gran <strong>de</strong>sventaja <strong>de</strong> falsear <strong>los</strong> datos respecto a la edad<br />
pediátrica, pues no acce<strong>de</strong>mos a <strong>los</strong> servicios pediátricos en forma directa. Aun así, veremos<br />
que nuestras cifras y conclusiones son muy similares a las series importantes en trabajos<br />
publicados (3,10‐14) .<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
92
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Se estima que la mitad <strong>de</strong> <strong>los</strong> TEC leves se <strong>de</strong>ben a acci<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> tránsito, y el resto se reparte<br />
entre: caídas, agresiones, traumas <strong>de</strong>portivos y otros (1,2). Nuestra serie <strong>de</strong> 500 casos coinci<strong>de</strong><br />
con esta estimación.<br />
En algunas series, el porcentaje <strong>de</strong> pacientes con alcoholemia elevada llega a ser muy alto (más<br />
<strong>de</strong> 40%) (2). Nosotros no disponemos <strong>de</strong> otro recurso que el diagnóstico clínico <strong>de</strong> intoxicación<br />
alcohólica, y lo constatamos en 12% <strong>de</strong> nuestros pacientes.<br />
Dos tercios <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes son menores <strong>de</strong> 40 años, la edad promedio es <strong>de</strong> 34 años y el<br />
grupo más numeroso es el <strong>de</strong> 21 a 30 años. Predominan <strong>los</strong> hombres. Los datos coinci<strong>de</strong>n con<br />
otras series analizadas (1,2).<br />
Es <strong>de</strong>stacable el muy bajo número <strong>de</strong> lesiones asociadas al TEC leve, a pesar <strong>de</strong>l alto porcentaje<br />
<strong>de</strong> pacientes acci<strong>de</strong>ntados. La asociación lesional más frecuente es con fracturas <strong>de</strong> miembros<br />
(9,4%).<br />
Estos datos relativos a edad, causas <strong>de</strong>l TEC leve y lesiones asociadas, son similares a <strong>los</strong><br />
obtenidos en nuestros trabajos referentes a TEC graves (5,6). Reflejan las características en<br />
cuanto a <strong>de</strong>sarrollo y motorización en nuestro medio.<br />
Marshall (15) enfatiza que "el número <strong>de</strong> pacientes que hablan, se agravan y mueren... pue<strong>de</strong><br />
ser usado para analizar la calidad <strong>de</strong> un centro regional <strong>de</strong> trauma, así como la atención pre e<br />
intrahospitalaria".<br />
En nuestra serie <strong>de</strong> 500 casos <strong>de</strong> TEC leve, estudiados con TAC urgente, no se produjo ninguna<br />
muerte.<br />
Un grupo <strong>de</strong> neurocirujanos <strong>de</strong> Glasgow (16) evi<strong>de</strong>nció que 17% <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes operados por<br />
hematomas intracraneanos tienen un GCS <strong>de</strong> 15 al momento <strong>de</strong> ser admitidos. Es el caso <strong>de</strong> 6<br />
<strong>de</strong> <strong>los</strong> 7 pacientes operados por un HED en nuestra serie.<br />
Dacey, en 1986 (10), analizó una amplia serie <strong>de</strong> pacientes con TEC leve (GCS 13‐15) asistidos<br />
en un servicio que disponía <strong>de</strong> fácil acceso a TAC. Aun así, <strong>los</strong> pacientes eran controlados<br />
clínicamente, estudiados con radiografías simples <strong>de</strong> cráneo y sometidos a TAC solo si existía un<br />
<strong>de</strong>terioro clínico (la misma política se sigue usando con alta frecuencia en nuestro país). Sus<br />
objetivos eran evi<strong>de</strong>nciar el riesgo <strong>de</strong> complicaciones neuroquirúrgicas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un TEC leve<br />
y estimar la relación costo‐beneficio <strong>de</strong> ésta u otras conductas alternativas (10). 3% <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
pacientes tuvo que ser operado, llamativamente encontró tres veces más HSD que HED en la<br />
serie. Un paciente <strong>de</strong> 28 años, con GCS <strong>de</strong> 15 al inicio, falleció por un HSD agudo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ser<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
93
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
operado, la TAC se realizó <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l <strong>de</strong>terioro clínico. El estudio sugirió que se podría llegar a<br />
reducir el costo <strong>de</strong> la asistencia <strong>de</strong> estos pacientes hasta 50% usando TAC para <strong>de</strong>terminar qué<br />
pacientes <strong>de</strong>ben quedar internados en observación y cuáles pue<strong>de</strong>n ser dados <strong>de</strong> alta.<br />
De un trabajo <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> Becker en 1988, surge la siguiente conclusión: "un GCS <strong>de</strong> 13 o 14<br />
coloca al paciente en riesgo <strong>de</strong> pa<strong>de</strong>cer un hematoma que requiera cirugía" y recomiendan<br />
realizar TAC a todos <strong>los</strong> pacientes con un GCS menor <strong>de</strong> 15 o con signos neurológicos<br />
<strong>de</strong>ficitarios.<br />
Stein, Ross y col., en una serie <strong>de</strong> trabajos publicados a partir <strong>de</strong> 1990 (3, 13,14), analizaron más<br />
<strong>de</strong> 1.500 pacientes con diagnóstico <strong>de</strong> TEC leve y TAC urgente realizada a su ingreso.<br />
Evi<strong>de</strong>nciaron casi 18% <strong>de</strong> pacientes con lesiones craneoencefálicas <strong>de</strong>tectables<br />
tomográficamente. Casi 5% <strong>de</strong> <strong>los</strong> mismos necesitó ser intervenido quirúrgicamente por esas<br />
lesiones. Es muy interesante <strong>de</strong>stacar que la mitad <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes operados no presentaban<br />
fracturas <strong>de</strong> cráneo, y que cuanto más bajo el puntaje en la GCS más lesiones fueron <strong>de</strong>tectadas<br />
y mayor el índice <strong>de</strong> pacientes operados. Pacientes con un GCS <strong>de</strong> 15 evi<strong>de</strong>nciaron procesos<br />
expansivos extra o intracerebrales que requerían cirugía. Ningún paciente con TAC normal se<br />
<strong>de</strong>terioró clínicamente o requirió cirugía en su evolución.<br />
Estos autores (3, 13,14) concluyeron que el control clínico, con o sin radiografía <strong>de</strong> cráneo, es<br />
insuficiente para <strong>de</strong>scartar lesiones potencialmente peligrosas en el TEC leve, y que todo<br />
paciente con TEC leve <strong>de</strong>be ser estudiado con TAC urgente.<br />
Jeret y colaboradores (12) publicaron en 1993 una serie <strong>de</strong> 712 pacientes estudiados<br />
tomográficamente, con TEC leve y GCS 15 al examen. Casi 10% presentaba lesiones en la TAC.<br />
Al tratar <strong>de</strong> relacionar factores clínicos y TAC anormal, evi<strong>de</strong>nciaron algunos estadísticamente<br />
significativos: pacientes <strong>de</strong> edad avanzada, signos <strong>de</strong> fractura <strong>de</strong> base <strong>de</strong> cráneo, ser un peatón<br />
embestido o víctima <strong>de</strong> un asalto.<br />
Nuestra serie <strong>de</strong> 500 casos <strong>de</strong> TEC leves, con GCS <strong>de</strong> 14 o 15, brinda datos muy semejantes a <strong>los</strong><br />
expuestos por todos estos autores (3,10‐14).<br />
2,4% <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes fue operado por hematomas traumáticos, tanto extra como subdurales.<br />
Po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>stacar algunas características <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes con TAC patológica: hay más<br />
pacientes <strong>de</strong> edad avanzada (mayores <strong>de</strong> 60 años), hay más pacientes que sufrieron su TEC por<br />
caídas y sobre todo por acci<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> tránsito. En ese grupo aumentó sobre todo el porcentaje<br />
<strong>de</strong> peatones embestidos. Las lesiones asociadas son mucho más frecuentes entre el<strong>los</strong>.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
94
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Los pacientes con lesiones tomográficas sufren más <strong>de</strong> cefaleas y vómitos que el grupo en<br />
general, así como tienen heridas <strong>de</strong> cuero cabelludo y evi<strong>de</strong>ncias externas <strong>de</strong> fractura <strong>de</strong><br />
cráneo (equimosis, hematomas bipalpebrales, otorragia o todas) en mayor porcentaje.<br />
Los pacientes que presentaron un GOS diferente a uno (GOS <strong>de</strong> 3), pertenecen al grupo <strong>de</strong><br />
lesiones tomográficas, y constituyen 4,3% <strong>de</strong> ese grupo (son 0,4% <strong>de</strong>l grupo general).<br />
Las diferencias son todavía más notorias entre pacientes operados respecto al grupo en<br />
general. En el grupo <strong>de</strong> operados, 50% <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes tenían un GCS <strong>de</strong> 14 al ingreso. A su vez,<br />
la presencia <strong>de</strong> un HSD se vio sólo en pacientes con un GCS <strong>de</strong> 14.<br />
La edad <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes con HSD y HED era mayor y menor que la <strong>de</strong>l promedio general,<br />
respectivamente.<br />
Respecto al GCS al ingreso, con GCS <strong>de</strong> 15, en 8% <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes se observa una TAC anormal<br />
y 1,7% requieren cirugía. Con un GCS <strong>de</strong> 14, 12% tienen TAC anormal y casi 4% <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes<br />
requieren cirugía. En fin, cuanto más bajo el GCS, mayor el índice <strong>de</strong> tomografías anormales y<br />
<strong>de</strong> lesiones quirúrgicas.<br />
Las radiografías simples <strong>de</strong> cráneo han sido por décadas (y en muchos centros todavía lo son)<br />
ampliamente usadas para ubicar el grupo <strong>de</strong> más alto riesgo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes con TEC<br />
leve (1, 10,17‐19) . Jennett y colaboradores (19) <strong>de</strong>stacaron que un paciente con GCS <strong>de</strong> 15, sin<br />
evi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> fractura, tiene menos <strong>de</strong> 1/1.000 posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> tener un hematoma<br />
intracraneano, pero si hay fractura la posibilidad es <strong>de</strong> 1/30.<br />
Otros autores (10), analizando más <strong>de</strong> 600 casos <strong>de</strong> TEC leve, concluyeron que <strong>los</strong> pacientes con<br />
un GCS <strong>de</strong> entre 13 y 15 con fracturas <strong>de</strong> cráneo en radiografías simples, tienen 20 veces más<br />
posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> tener que ser sometidos a intervención quirúrgica, que aquel<strong>los</strong> pacientes sin<br />
fractura.<br />
A pesar <strong>de</strong> ello, se ha <strong>de</strong>mostrado que las radiografías <strong>de</strong> cráneo pue<strong>de</strong>n ser <strong>de</strong> poca utilidad,<br />
pues no evi<strong>de</strong>ncian lesiones intracraneanas, tienen alto costo, y en fin, muchos pacientes<br />
presentan importantes lesiones con radiografía <strong>de</strong> cráneo normal (10). Es también nuestra<br />
experiencia y nuestra impresión.<br />
Creemos que no tiene justificación la realización <strong>de</strong> radiografías simples <strong>de</strong> cráneo en todos <strong>los</strong><br />
TEC que consultan. Frente al tipo <strong>de</strong> lesiones que evi<strong>de</strong>nciamos (contusiones, hematomas extra<br />
e intradurales) la realización <strong>de</strong> radiografías simples <strong>de</strong> cráneo sólo se justifica si no se dispone<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
95
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
en forma rápida <strong>de</strong> una TAC. Varios pacientes con contusiones cerebrales, HSD y también HED<br />
no presentaban fracturas <strong>de</strong> cráneo en nuestra serie.<br />
Los pue<strong>de</strong>n realizarse entre esquemas <strong>de</strong> tratamiento que supongan tener iguales resultados,<br />
lo que permite al equipo asistencial optar por el menos costoso. En todos <strong>los</strong> casos <strong>de</strong>be primar<br />
la calidad asistencial. No creemos justificable hacer entre grupos <strong>de</strong> pacientes con radiografías<br />
simples unos y con TAC otros, no sería aceptable pues no tienen el mismo resultado.<br />
La inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> epilepsia postraumática precoz o tardía es muy baja en <strong>los</strong> TEC leves no<br />
complicados en adultos (1, 2,20‐25) .<br />
Lee y Lui (22) publicaron en 1992 un trabajo analizando inci<strong>de</strong>ncia y características <strong>de</strong> la<br />
epilepsia en más <strong>de</strong> 4.000 pacientes adultos con TEC leve. Poco más <strong>de</strong> 2% <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes<br />
sufrieron crisis <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>los</strong> primeros 7 días posTEC, la mitad en las primeras 24 horas <strong>de</strong><br />
evolución. La TAC en pacientes con crisis precoces fue patológica en 47% <strong>de</strong> <strong>los</strong> casos, siendo el<br />
hallazgo mas frecuente la contusión hemorrágica, seguida <strong>de</strong>l hematoma subdural agudo. El<br />
único paciente <strong>de</strong> nuestra serie que sufrió epilepsia precoz, era portador <strong>de</strong> HSD agudo y<br />
contusiones cerebrales.<br />
Coincidimos en que no está específicamente aconsejado administrar anticonvulsivantes en<br />
forma preventiva en todos <strong>los</strong> TEC leves, tanto en niños como en adultos (1,17‐19, 21, 25,26) .<br />
El proceso por el cual billones <strong>de</strong> neuronas pier<strong>de</strong>n su función en forma abrupta y rápidamente<br />
la recobran permanece oscuro y es motivo <strong>de</strong> controversia (23, 27,28). La evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> lesiones<br />
encefálicas en resonancia magnética por imagen (RMI) frente a conmoción cerebral pura, hace<br />
imprescindible un replanteo <strong>de</strong> su fisiopatología y <strong>de</strong>l llamado síndrome postraumático (1, 2,<br />
10, 17, 18,28‐33), temas que no po<strong>de</strong>mos incluir en este trabajo y serán objeto <strong>de</strong> estudios<br />
futuros.<br />
Conclusión<br />
Un porcentaje pequeño pero significativo <strong>de</strong> pacientes que consultan por TEC leve, con un GCS<br />
<strong>de</strong> 14 o 15, tienen lesiones traumáticas intracraneanas graves y potencialmente letales.<br />
Se pue<strong>de</strong> lograr la <strong>de</strong>tección precoz <strong>de</strong> estas lesiones, potencialmente quirúrgicas, en todos <strong>los</strong><br />
pacientes con TEC leve (34).<br />
Se pue<strong>de</strong> llegar a una "mortalidad cero" en este tipo <strong>de</strong> pacientes.<br />
Todos <strong>los</strong> pacientes que consultan por TEC, <strong>de</strong>ben ser estudiados con TAC en forma urgente.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
96
Bibliografía<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
1. Dacey RG, Vollmer D, Dikmen SS. Mild head injury. In: Cooper PR. Head Injury.<br />
3rd ed. Baltimore: Williams & Wilkins, 1993(8): 159‐82.<br />
2. Rimel RW, Giordani B, Barth JT, Boll TJ, Jane JA. Disability caused by minor<br />
head injury. Neurosurgery 1981; 9: 221‐8.<br />
3. Stein SC, Ross SE. The value of computed tomographic scans in patients with<br />
low‐risk injuries. Neurosurgery 1990; 26: 638‐40.<br />
4. Reilly PL, Graham DL, Adams JH, Jennett B. Patients with head injury who talk<br />
and die. Lancet 1975; 2: 375.<br />
5. Bastarrica E, Velázquez MS, Wajskopf S, Scioscia D, García P. Evaluación <strong>de</strong>l<br />
sistema asistencial uruguayo en el tratamiento <strong>de</strong>l TEC grave. Arch Med Int 1986;<br />
7: 37‐46.<br />
6. Wajskopf S, Tarigo A, Aboal C, Bastarrica E. TEC grave, análisis <strong>de</strong> su manejo y<br />
resultados en nuestro medio. Arch Med Int 1992; 14: 121‐32.<br />
7. Klauber MR, Marshall LF, Leurssen PG, Frankowski R, Tabaddor K, Eisenberg<br />
HM. Determinants of head injury mortality: importance of the low risk patient.<br />
Neurosurgery 1989; 24: 31‐6.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
97
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
8. Marshall LF, Toole BM, Bowers SA. The National Coma Data Bank. Patients<br />
who talk and <strong>de</strong>teriored. Implication for treatment. J Neurosurg 1983; 59: 285‐8.<br />
9. Jennett B, Bond M. Assessment of outcome after severe brain damage. A<br />
practical scale. Lancet 1975; 1: 480‐4.<br />
10. Dacey RG, Alves WM, Rimel RW, Winn HR, Jane JA. Neurosurgical<br />
complications after apparently minor head injury. J Neurosurg 1986; 65: 203‐10.<br />
11. Feuerman T, Wackym PA, Becker DP. Value of skull radiography, head<br />
computed tomographic scanning, an admission for observation in cases of minor<br />
head injury. Neurosurgery 1988; 22: 449‐53.<br />
12. Jeret JS, Man<strong>de</strong>ll M, Anzika B, Lipitz M, Vilceus AP, Ware JA et al. Clinical<br />
predictors of abnormality disc<strong>los</strong>ed by computed tomography after mild head<br />
trauma. Neurosurgery 1993; 32: 9‐16.<br />
13. Stein SC, Spettell C, Young G, Ross SE. Limitations of neurological<br />
assessment in mild head injury. Brain Inj 1993; 7: 425‐30.<br />
14. Stein SC, Ross SE. Mild head injury: a plea for routine early CT scanning. J<br />
Trauma 1992; 33: 11‐3.<br />
15. Marshall LF. Comment. In: Rockswold GI, Leonard PR, Nagib MG. Analysis of<br />
management in thirty‐three c<strong>los</strong>ed head injury patients who "talked and<br />
<strong>de</strong>teriorated". Neurosurgery 1987; 21: 55.<br />
16. Miller JD, Murray LS, Teasdale GM. Development of a traumatic intracranial<br />
hematoma after a "minor" head injury. Neurosurgery 1990; 27: 669‐73.<br />
17. Bakay L, Glasauer FE. Traumatismos craneales. Barcelona: Doyma, 1983.<br />
18. Bastarrica E, Gordon Firing S, Wajskopf S. Traumatismo encéfalo craneano.<br />
Montevi<strong>de</strong>o: Oficina <strong>de</strong>l Libro AEM, 1991.<br />
19. Jennett B. Gui<strong>de</strong>lines for initial management after head injury in adults. Br<br />
Med J 1984; 288: 983‐5.<br />
20. Chiofalo N, Madsen J, Basauri L. Perinatal and postraumatic seizures. In:<br />
Raimondi AJ, Choux M, Di Rocco C. Head injuries in the newborn and infant<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
98
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
(Principles of pediatric neurosurgery). New York: Springer Verlag, 1986(15): 217‐<br />
32.<br />
21. Jennett B. Epilepsy after non‐missile head injuries. London: Heinemann,<br />
1975.<br />
22. Lee ST, Lui TN. Early seizures after mild c<strong>los</strong>ed head injury. J Neurosurg 1992;<br />
76: 435‐9.<br />
23. Miller JD. Physiology of trauma. Clin Neurosurg 1982; 29: 103‐30.<br />
24. Ruijs MB, Gabreels FJ, Thijssen HM. The utility of electroencephalography<br />
and cerebral computed tomography in children with mild and mo<strong>de</strong>rately severe<br />
c<strong>los</strong>ed head injuries. Neuropediatrics 1994; 25: 73‐7.<br />
25. Walker ML, Storrs BB. Medical management of head injuries in neonates and<br />
infants. In: Raimondi AJ, Choux M, Di Rocco C. Head injuries in the newborn and<br />
infant (Principles of pediatric neurosurgery). New York: Springer Verlag, 1986;<br />
6(11): 151‐61.<br />
26. Polissar NL, Fay GC, Jaffe KM, Liao S, Martin KM, Shurtleff HA et al. Mild<br />
pediatric traumatic brain injury: adjusting significance levels for multiple<br />
comparisons. Brain Inj 1994; 8: 249‐63.<br />
27. Parkinson D. The biomechanics of concussion. Clin Neurosurg 1982; 29: 131‐<br />
45.<br />
28. Walker AE. The physiological basis of concussion: 50 years later. J Neurosurg<br />
1994; 81: 493‐4.<br />
29. Bohnen N, Jolles J. Neurobehavioral aspects of postconcussive symptoms<br />
after mild head injury. J Nerv Ment Dis 1992; 180: 683‐92.<br />
30. Levin HS, Amparo E, Eisenberg HM, Williams DH, High WM, McArdle CB et<br />
al. Magnetic resonance imaging and computerized tomography in relation to the<br />
neurobehavioral sequelae of mild and mo<strong>de</strong>rate head injuries. J Neurosurg 1987;<br />
66: 706‐13.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
99
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
31. Levin HS, Williams DH, Eisenberg HM, High WM Jr, Guinto FC Jr. Serial MRI<br />
and neurobehavioural findings after mild to mo<strong>de</strong>rate c<strong>los</strong>ed head injury. J<br />
Neurol Neurosurg Psychiatry 1992; 55: 255‐62.<br />
32. Mifka P. Postraumatic psychiatric disturbances. In: Vinken PJ, Bruyn GW.<br />
Handbook of Clinical Neurology. Amsterdam: North‐Holland Publ. Comp., 1976;<br />
24 (29): 517‐74.<br />
33. Mittl RL, Grossman RI, Hiehle JF, Hurst RW, Kau<strong>de</strong>r DR, Gennarelli TA et al.<br />
Prevalence of MR evi<strong>de</strong>nce of diffuse axonal injury in patients with mild head<br />
injury and normal head CT findings. Am J Neuroradiol 1994; 15: 1583‐9.<br />
34. Wajskopf S. El TEC leve, ¿una lesión tan trivial como para ignorarla? Gaceta<br />
Médica (Uruguay) 1993; 1: 53‐8.<br />
TEST DE SITUACIONES DE USO Y MAL USO VOCAL<br />
Asigne a cada ítem un valor en relación a su conducta habitual al<br />
hablar<br />
0 punto no le ocurre<br />
1 punto le ocurre rara vez<br />
2 puntos le ocurre algunas veces<br />
3 puntos le ocurre con bastante frecuencia<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
100
4 puntos le ocurre constantemente<br />
Habla con voz fuerte?<br />
Habla durante mucho tiempo ?<br />
Habla con un tono muy fino (agudo) ?<br />
Habla con un tono muy grueso ( grave) ?<br />
Habla susurrando ?<br />
Habla con <strong>los</strong> dientes trabados ?<br />
Habla con esfuerzo ?<br />
Habla sin respirar y sin hacer pausas ?<br />
Se queda sin aire en <strong>los</strong> finales <strong>de</strong> las frases ?<br />
Habla rápido ?<br />
Habla al mismo tiempo que las otras personas ?<br />
Habla durante mucho tiempo sin beber líquidos ?<br />
Habla sin <strong>de</strong>scansar ?<br />
Habla mucho por teléfono ?<br />
Habla mucho al aire libre ?<br />
Habla mucho en el coche, tren, o autobús?<br />
Carraspea constantemente ?<br />
Tose en exceso ?<br />
Ríe en exceso ?<br />
Llora en exceso ?<br />
Grita en exceso ?<br />
Trabaja en ambiente ruidoso ?<br />
Vive en un ambiente familiar ruidoso ?<br />
Vive con personas con problemas <strong>de</strong> audición ?<br />
Mientras habla, está escuchando la radio, la tv ó música ?<br />
Imita voces <strong>de</strong> otros ?<br />
Imita varios sonidos ?<br />
Habla mientras que su cuerpo adopta cualquier postura ?<br />
Practica <strong>de</strong>portes que usan la voz ?<br />
Participa <strong>de</strong> grupos religiosos con gran uso <strong>de</strong> la voz ?<br />
Tiene alergias ?<br />
Usa la voz normalmente cuando está resfriado ?<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
101
Toma menos <strong>de</strong> un litro y medio <strong>de</strong> agua por día ?<br />
Permanece en un ambiente con aire acondicionado ?<br />
Permanece en ambientes empolvados, con humedad o con poca<br />
ventilación?<br />
Se expone a cambios bruscos <strong>de</strong> temperatura ?<br />
Toma bebidas heladas constantemente ?<br />
Fuma ?<br />
Vive en ambiente <strong>de</strong> fumadores ?<br />
Consume bebidas alcohólicas <strong>de</strong>stiladas (whisky, vodka, coñac) ?<br />
Consume drogas ?<br />
Duerme poco ?<br />
Canta en exceso ?<br />
Usa ropas apretadas en el cuello, tórax o cintura ?<br />
Tiene aci<strong>de</strong>z ?<br />
Tiene vida social intensa ?<br />
Sufre <strong>de</strong> stress ?<br />
Sume sus puntos:<br />
Clasificación <strong>de</strong>l comportamiento vocal<br />
Clase 1: Hasta 30 puntos<br />
Buen comportamiento vocal<br />
Ud. no tiene problemas <strong>de</strong> la voz pues respeta <strong>los</strong> límites <strong>de</strong> su<br />
organismo. Aun así, si Ud. Estuviera presentando un problema <strong>de</strong> voz,<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
102
como voz ronca o esfuerzo para hablar, <strong>de</strong>berá consultar con un<br />
especialista, pues probablemente presenta un cuadro orgánico,<br />
in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> su comportamiento vocal y necesita <strong>de</strong> una<br />
evaluación médica <strong>de</strong>tallada.<br />
Clase 2: <strong>de</strong> 31 a 50 puntos<br />
Con posibilida<strong>de</strong>s a pa<strong>de</strong>cer problemas <strong>de</strong> voz<br />
Ud. tiene ten<strong>de</strong>ncia a <strong>de</strong>sarrollar un problema <strong>de</strong> voz o tal vez ya<br />
presente algunas señales o síntomas <strong>de</strong> alteración vocal (disfonía). Ud.<br />
precisa ser evaluado por un especialista, pues Ud. Está en una situación<br />
don<strong>de</strong> un aumento <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> la voz en la actividad profesional pue<strong>de</strong><br />
llevarlo a un serio riesgo vocal.<br />
Procure observar cuáles son <strong>los</strong> ítems que se manifiestan muy<br />
frecuentemente y revise si <strong>los</strong> factores pertenecen al medio ambiente o<br />
correspon<strong>de</strong>n a abusos personales.<br />
Conciénciese <strong>de</strong> la importancia <strong>de</strong> su voz y reduzca la práctica <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
comportamientos negativos.<br />
Clase 3: <strong>de</strong> 51 a 60 puntos<br />
Ud. pa<strong>de</strong>ce un serio riesgo...<br />
Ud. se ha arriesgado <strong>de</strong>más y pue<strong>de</strong> llegar a per<strong>de</strong>r uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> mayores<br />
bienes que posee – su voz‐. Tal vez ya presente síntomas <strong>de</strong> una<br />
alteración vocal (disfonía). Consulte a un especialista y procure seguir<br />
sus sugerencias.<br />
Sería conveniente que se replantee su modo <strong>de</strong> comunicación con las<br />
personas. Relea <strong>los</strong> ítems y piense cuáles son <strong>los</strong> factores ambientales o<br />
psíquico ‐ emocionales o posturales u orgánicos que inci<strong>de</strong>n en su<br />
emisión vocal.<br />
Trate <strong>de</strong> caracterizar <strong>los</strong> principales focos <strong>de</strong> tensión y estrés diario,<br />
para intentar cambiar<strong>los</strong>.<br />
Clase 4: más <strong>de</strong> 61 puntos.<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
103
El ganador <strong>de</strong> abusos vocales<br />
Ud. sufre <strong>de</strong> un problema <strong>de</strong> voz crónico o presenta una resistencia<br />
vocal excepcional!<br />
Si Ud. pa<strong>de</strong>ce un problema en la voz sabe cuánto esta situación<br />
interfiere negativamente en su vida y cómo este acto representa una<br />
sobrecarga adicional en la casa y en el trabajo. Sería conveniente<br />
consultar con un especialista.<br />
Si a pesar <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>svíos en el uso <strong>de</strong> la voz, ella todavía se presenta<br />
saludable, Ud. pertenece al tipo <strong>de</strong> individuos con resistencia vocal a<br />
toda prueba. Cuí<strong>de</strong>se, pues la voz no es eterna y <strong>los</strong> límites <strong>de</strong>l<br />
organismo varían constantemente con la edad y con las condiciones<br />
generales <strong>de</strong> salud.<br />
Trate <strong>de</strong> cambiar sus hábitos nocivos!<br />
|<br />
REHABILITACIÓN DE LA VOZ.<br />
Índice:<br />
1. Finalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la rehabilitación<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
104
2. Etapas<br />
3. Introducción<br />
4. Bases terapéuticas<br />
5. Recomendaciones<br />
FINALIDADES DE LA REHABILITACION:<br />
La rehabilitación <strong>de</strong> la voz, tiene como finalida<strong>de</strong>s:<br />
• Educar la respiración para que sea eficaz en la fonación.<br />
• Aumentar la elasticidad <strong>de</strong> las cuerdas vocales y su correcto funcionamiento<br />
• Aumentar la agilidad y elasticidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> órganos <strong>de</strong> la articulación y <strong>de</strong> las<br />
cavida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> resonancia.<br />
Todas las etapas en una reeducación van <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la comprensión o conocimiento<br />
consciente <strong>de</strong>l mecanismo fisiológico hasta la práctica <strong>de</strong> la técnica que se produce <strong>de</strong><br />
forma automática e inconsciente.<br />
ETAPAS:<br />
Las etapas son:<br />
1. Relajación<br />
2. Respiración<br />
3. Posición, postura y actitud<br />
4. Resonancia y articulación<br />
5. Emisión y fonación<br />
6. Higiene vocal.<br />
1.‐RELAJACIÓN:<br />
Un entrenamiento consiste en obtener progresivamente una relajación<br />
<strong>de</strong> <strong>los</strong> múscu<strong>los</strong> para llegar a un estado <strong>de</strong> <strong>de</strong>sconexión; a partir <strong>de</strong> la<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
105
autosugestión; a la relajación (SCHOLTZ).<br />
Otro método es fisiológico, pasando <strong>de</strong> una brusca contracción a una<br />
distensión (JACOBSON).<br />
2.‐RESPIRACIÓN:<br />
Se trabaja sobre la técnica respiratoria costo‐diafragmática a fin <strong>de</strong> :<br />
1. Alargar la fonación<br />
2. Regular el aire expulsado<br />
3. Aumentar el volumen <strong>de</strong> la voz.<br />
3.‐POSICIÓN, POSTURA, Y ACTITUD:<br />
La voz es una energía sonora, que <strong>de</strong>be proyectarse, y como tal<br />
necesita una base <strong>de</strong> apoyo cuyos objetivos son:<br />
• Concienciación <strong>de</strong> la actitud durante el acto vocal.<br />
• Corrección <strong>de</strong> <strong>los</strong> puntos <strong>de</strong> apoyo patológicos, <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>fectos posturales<br />
existentes y el <strong>de</strong>sbloqueo <strong>de</strong> zonas retraídas.<br />
4.‐RESONANCIA Y ARTICULACIÓN:<br />
Los ejercicios se basan en:<br />
• Apertura y ampliación <strong>de</strong> la cavidad vocal<br />
• Control y movilización <strong>de</strong>l velo <strong>de</strong>l paladar<br />
• Agilización y flexibilización <strong>de</strong> <strong>los</strong> órganos articulatorios.<br />
5.‐EMISIÓN Y FONACIÓN:<br />
Son todos <strong>los</strong> ejercicios <strong>de</strong> impostación <strong>de</strong> la voz.<br />
6.‐HIGIENE VOCAL:<br />
Citaremos como <strong>los</strong> más importantes:<br />
1. No hacer uso <strong>de</strong> la voz en situaciones <strong>de</strong> labilidad laríngea.<br />
2. Eliminación mediante <strong>los</strong> tratamientos médicos y/o quirúrgicos <strong>de</strong> puntos <strong>de</strong><br />
infección o focos <strong>de</strong> las vías aéreas superiores.<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
106
3. Eliminación <strong>de</strong> factores irritantes sobre las cuerdas vocales (tabaco, alcohol,<br />
ambientes secos, cambios bruscos <strong>de</strong> temperatura, irritaciones alérgicas).<br />
4. No realizar reposo vocal sin estar prescrito por el médico o foniatra.<br />
5. Tener una alimentación regular, tanto en cantidad como en calidad.<br />
6. Evitar situaciones <strong>de</strong> esfuerzo físico no <strong>de</strong>seado así como, situaciones <strong>de</strong><br />
ansiedad, <strong>de</strong>scontrol emocional, y otras alteraciones que alteren el equilibrio<br />
emocional.<br />
7. Tener un ritmo a<strong>de</strong>cuado <strong>de</strong>l sueño y <strong>de</strong>scanso nocturno.<br />
8. Reservar <strong>los</strong> gritos para las situaciones extremas,<br />
9. Utilizar la voz hablada siempre con un volumen mo<strong>de</strong>rado<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
107
INTRODUCCION:<br />
La Voz es el sonido que se produce en la laringe siendo modificado a<br />
través <strong>de</strong> las cavida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> resonancia.<br />
La voz es un acto voluntario, en el que intervienen para su producción y<br />
control, multitud <strong>de</strong> factores, como son, el SNC (sistema nervioso<br />
central), la audición, el estado general, y lógicamente <strong>los</strong> propios<br />
órganos fonadores.<br />
Por patología <strong>de</strong> la voz, enten<strong>de</strong>mos la perturbación <strong>de</strong> esta en una o<br />
más <strong>de</strong> sus cualida<strong>de</strong>s, y dicha perturbación recibe un nombre:<br />
DISFONIA.<br />
Cualida<strong>de</strong>s:<br />
1. Altura<br />
2. Intensidad<br />
3. Timbre<br />
En el tratamiento <strong>de</strong> las disfonías, <strong>de</strong>be examinarse la causa que produce la alteración<br />
<strong>de</strong> la voz, orientando el posterior trabajo logopédico hacia su etiología.<br />
En este apartado se preten<strong>de</strong> señalar las bases <strong>de</strong> reeducación <strong>de</strong> la<br />
voz, para mejorar la cualidad <strong>de</strong> esta, pero <strong>de</strong>be señalarse que la<br />
respuesta a un problema específico <strong>de</strong>be estudiarse individualmente;<br />
<strong>los</strong> puntos que trataremos son <strong>de</strong> índole general.<br />
BASES TERAPEUTICAS<br />
Les bases terapeúticas son:<br />
1. RELAJACIÓN MUSCULAR<br />
2. BUENA CAPACIDAD RESPIRATORIA, Y POSTERIORMENTE, UNA BUENA<br />
COORDINACIÓN FONO‐RESPIRATORIA.<br />
3. IMPOSTACIÓN DE LA VOZ, MAXIMIZANDO NUESTRA CAJA DE RESONANCIA.<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
108
Seguidamente hacemos referencia a estos tres puntos:<br />
1.‐RELAJACIÓN MUSCULAR<br />
De forma continuada, observamos muchos casos <strong>de</strong> hipertensión <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
múscu<strong>los</strong> que intervienen en el habla, siendo esto, motivo <strong>de</strong> cansancio<br />
al hablar o motivo <strong>de</strong> forzar nuestra voz, para que nos oigan o<br />
entiendan.<br />
Sin preguntarnos cual es el motivo o bien el origen <strong>de</strong> esta<br />
hipertensión, que si será importante para la realización <strong>de</strong>l tratamiento<br />
individualizado y <strong>de</strong>terminante para el éxito terapéutico,<br />
concretaremos unos ejercicios, a fin <strong>de</strong> producir una relajación <strong>de</strong><br />
todos <strong>los</strong> múscu<strong>los</strong>, centrándose principalmente en <strong>los</strong> <strong>de</strong>l cuello y<br />
espaldas, para favorecer, el tono muscular y como consecuencia dar<br />
paso a una relajación muscular.<br />
Existen diversos ejercicios <strong>de</strong> relajación y cada persona sabe <strong>los</strong> más<br />
a<strong>de</strong>cuados para ella, pero a título general, nombramos <strong>los</strong> posibles<br />
métodos <strong>de</strong> trabajo :<br />
• Método SCHOLTZ o entrenamiento autógeno.<br />
• Técnica <strong>de</strong> relajación <strong>de</strong> JACQUES DALCROZE<br />
• Ejercicios <strong>de</strong> yoga.<br />
2.‐RESPIRACIÓN<br />
En este apartado, se hace referencia a <strong>los</strong> ejercicios <strong>de</strong> respiración<br />
costo‐diafragmática; <strong>de</strong> todos modos, <strong>de</strong>be normalizarse la frecuencia<br />
respiratoria, la intensidad y la duración <strong>de</strong> las respiraciones.<br />
3.‐IMPOSTACIÓN DE LA VOZ:<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
109
Se trata <strong>de</strong> sacar el máximo provecho <strong>de</strong> nuestra caja <strong>de</strong> resonancia, es<br />
<strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>bemos notar que la voz resuene <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> nuestra cara.<br />
En este apartado <strong>de</strong>bemos consi<strong>de</strong>rar <strong>los</strong> siguientes puntos:<br />
• buena movilidad <strong>de</strong>l velo <strong>de</strong>l paladar<br />
• posición lingual plana<br />
• potenciar nuestra articulación, que <strong>de</strong>be ser clara y abierta<br />
• buena movilidad laríngea<br />
• trabajar nuestro esquema corporal vocal<br />
RECOMENDACIONES:<br />
Una vez realizada estas referencias, anunciaremos una serie <strong>de</strong><br />
recomendaciones en pro <strong>de</strong> una voz lo más sana posible:<br />
1. No hacer uso largo <strong>de</strong> la voz en situaciones que exista una labilidad laríngea,<br />
por ejemplo, un resfriado, una congestión nasal, una hipersecreción <strong>de</strong><br />
moco, ciertos periodos <strong>de</strong> alergias, etc<br />
2. Intentar evitar o disminuir la ingesta <strong>de</strong> alcohol, uso <strong>de</strong> tabaco, presencia <strong>de</strong><br />
humos, la estancia en ambientes secos y calientes.<br />
3. Evitar el uso <strong>de</strong> la voz, en situaciones don<strong>de</strong> se realiza un esfuerzo físico<br />
consi<strong>de</strong>rable.<br />
4. Utilizar el grito lo menos posible, No combatir, mediante la intensidad <strong>de</strong> la<br />
voz, en las gran<strong>de</strong>s multitu<strong>de</strong>s, o lugares <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rable ruido.<br />
5. No cantar si se <strong>de</strong>be forzar la voz.<br />
6. Se recomienda <strong>de</strong> forma habitual, <strong>los</strong> ejercicios <strong>de</strong> respiración, así como<br />
ejercitar la musculatura que interviene en la fonación.<br />
7. Buena higiene alimentaria<br />
8. Minimizar el uso <strong>de</strong> la voz, si esta se halla alterada.<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
110
INDICE:<br />
1. Conceptos<br />
RESPIRACIÓN NASAL:<br />
SU IMPORTANCIA Y NECESIDAD.<br />
2. Características <strong>de</strong> la nariz y <strong>de</strong> las fosas nasales<br />
3. Características interiores <strong>de</strong> las fosas nasales<br />
4. Características <strong>de</strong> la mucosa nasal<br />
5. Conclusiones<br />
6. Mecanismos para obtener una respiración nasal satisfactoria.<br />
7. Lavados Nasales.<br />
8. Vahos.<br />
CONCEPTOS:<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
La respiración nasal es el elemento básico, indispensable, primordial, etc. para la vida <strong>de</strong>l ser<br />
humano.<br />
Gracias a la respiración se dan las bases <strong>de</strong>l intercambio gaseoso <strong>de</strong> nuestro organismo, <strong>de</strong> la<br />
vida neuronal, <strong>de</strong> la actividad hemática, y <strong>de</strong> toda una innumerable lista <strong>de</strong> funciones básicas.<br />
El aire <strong>de</strong>be penetrar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> nuestro organismo y llega a <strong>los</strong> pulmones.<br />
La entrada es y <strong>de</strong>be ser a través <strong>de</strong> las fosas nasales o nariz.<br />
CARACTERÍSTICAS DE LA NARIZ Y DE LAS FOSAS NASALES<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
111
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
La nariz es la parte anatómica que se encuentra en nuestra cara o fascies, y en su interior<br />
presenta un tabique medio que la divi<strong>de</strong> en dos fosas nasales.<br />
Así pues, las fosas nasales, tienen dos orificios anteriores que <strong>los</strong> llamamos vestíbulo nasal, y<br />
son <strong>los</strong> orificios <strong>de</strong> entrada <strong>de</strong>l aire <strong>de</strong>l exterior o <strong>de</strong>l medio ambiente; otros dos orificios<br />
posteriores son llamados coanas, que dan a la parte <strong>de</strong> la rinofaringe, es <strong>de</strong>cir son orificios<br />
interiores, son por don<strong>de</strong> el aire cae hacia nuestro organismo.<br />
CARACTERÍSTICAS INTERIORES DE LAS FOSAS NASALES<br />
Es importante conocer como son por <strong>de</strong>ntro estas fosas nasales.<br />
A gran<strong>de</strong>s rasgos, solo diremos que anatómicamente, estas fosas nasales tienen una pared<br />
medial, que se la <strong>de</strong>nomina tabique nasal., y una pared lateral, que presenta <strong>los</strong> llamados<br />
cornetes nasales (son unas proci<strong>de</strong>ncias óseas).<br />
Estos cornetes nasales, ofrecen una anatomía muy irregular, y es en esta pared, don<strong>de</strong> hay las<br />
comunicaciones con <strong>los</strong> senos paranasales.<br />
Para enten<strong>de</strong>r la necesidad <strong>de</strong> que la respiración <strong>de</strong>be ser nasal, <strong>de</strong>bemos saber que estas<br />
fosas nasales, estan recubiertas <strong>de</strong> una mucosa.<br />
Lo que <strong>de</strong>nominamos mucosa, es para enten<strong>de</strong>rlo, como un tapiz, o un velo, que se encuentra<br />
pegado al hueso, es <strong>de</strong>cir, recubre todo el tabique, y todas las cavida<strong>de</strong>s y salientes <strong>de</strong> estas<br />
fosas nasales, así como también recubre el interior <strong>de</strong> <strong>los</strong> senos paranasales.<br />
CARACTERÍSTICAS DE LA MUCOSA NASAL<br />
De forma muy elemental, diremos que esta mucosa nasal, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista histológico,<br />
tiene dos partes.<br />
Una parte, en contacto con el aire, es pues la parte superficial, y la <strong>de</strong>nominamos epitelio. Otra<br />
parte, profunda, en contacto con el hueso, y la <strong>de</strong>nominamos conjuntivo.<br />
Es en esta parte profunda o conjuntivo, don<strong>de</strong> se hallan unas glándulas, que son las<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
112
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
responsables <strong>de</strong> la secreción <strong>de</strong>l moco nasal.<br />
CONCLUSIONES :<br />
• El aire, entra en las fosas nasales por la inspiración y crea una corriente hacia su interior.<br />
• Esta corriente <strong>de</strong> airees la responsable <strong>de</strong>l intercambio aéreo <strong>de</strong> <strong>los</strong> senos.<br />
• Esta corriente aérea, llaga a una zona muy alta <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> estas fosas nasales, que es don<strong>de</strong> se encuentra<br />
el órgano <strong>de</strong> la olfacción, así po<strong>de</strong>mos tener un correcto olfato.<br />
• Mientras existe esta corriente <strong>de</strong> aire, gracias al moco existente en esta mucosa, este aire sufre unos<br />
cambios fundamentales.<br />
• Este aire es humidificado, así al pasar por la laringe, en su trayecto hacia <strong>los</strong> pulmones, no estropea este<br />
órgano, llegando correctamente saturado <strong>de</strong> agua.<br />
• Este aire es también filtrado, <strong>de</strong>jando en la nariz o fosas nasales, todas las partículas que son dañinas a<br />
nuestra laringe, y tráquea. Este filtro pue<strong>de</strong> ser y en realidad lo es, muy útil para la prevención <strong>de</strong> alergias<br />
y procesos asmáticos.<br />
• Este aire, es calentado, es <strong>de</strong>cir, penetra <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las fosas nasales a una temperatura ambiental, la<br />
existente, que en ocasiones pue<strong>de</strong> ser muy fría, y con el contacto <strong>de</strong> la mucosa, este aire adquiere la<br />
temperatura corporal, que es necesaria e indispensable para que no dañe a la laringe, tráquea y<br />
pulmones. De esta forma se previenen bronquitis, y otros procesos inflamatorios o infecciosos <strong>de</strong>l<br />
aparato respiratorio.<br />
MECANISMOS PARA OBTENER UNA RESPIRACIÓN NASAL SATISFACTORIA<br />
1. Mecanismos fisiológicos: lavados nasales y vahos<br />
2. Mecanismos terapéuticos: mecanismos locales: instalación <strong>de</strong> sprays o gotas nasales; mecanismos por<br />
vía general: son la toma <strong>de</strong> medicamentos, (que <strong>de</strong>ben estar prescritos por el médico).<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
113
LAVADOS NASALES<br />
Es la introducción <strong>de</strong> agua, suero etc. a tabes <strong>de</strong> las fosas nasales.<br />
Se recomienda que si son a base <strong>de</strong> baños, sean <strong>de</strong> agua <strong>de</strong> mar.<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Usar preferentemente productos farmacéuticos, ya que las concentraciones <strong>de</strong> sal i otros<br />
iones, estan correctamente proporcionados y actúan <strong>de</strong> modo totalmente fisiológico<br />
El lavado nasal, <strong>de</strong>be hacerse para que penetre hasta la rinofaringe, es <strong>de</strong>cir, el lavado <strong>de</strong>be<br />
caer hacia la cavidad bucal.<br />
En niños pequeños se usa suero fisiológico y se instala con un cuentagotas (mayoritariamente),<br />
pero <strong>de</strong>be insistirse que sea efectivo.<br />
VAHOS<br />
Son medidas terapéuticas muy sanas, que anteriormente se practicaban con más frecuencia,<br />
quizá por falta <strong>de</strong> las medidas o tratamientos actuales.<br />
Al igual que el lavado nasal, se recomienda usar productos farmacéuticos, pero <strong>de</strong> todos<br />
modos, las conocidas sustancias <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> plantas, hojas <strong>de</strong> árboles, e hierbas son<br />
totalmente efectivas.<br />
El vaho bien hecho, es el que se realiza a conciencia, es <strong>de</strong>cir, tapados con una toalla y respirar<br />
por la nariz, hasta que prácticamente la piel <strong>de</strong> la cara nos moleste o impida su prolongación y<br />
evi<strong>de</strong>ntemente que no sea molesto para la persona que lo efectúa.<br />
Son también totalmente válidos, todos <strong>los</strong> mecanismos humidificantes que existen en el<br />
mercado farmacéutico.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
114
Índice:<br />
1. Introducción<br />
LA VOZ. SU CLASIFICACIÓN.<br />
2. Carácter agudo y grave <strong>de</strong> la voz. Su importancia<br />
3. Recuerdo histórico<br />
4. Clasificaciones<br />
1.‐ INTRODUCCIÓN:<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
La voz no es igual para todas las personas, así pues no pue<strong>de</strong> participar con sus mismas<br />
cualida<strong>de</strong>s. La voz es una <strong>de</strong> las expresiones humanas en don<strong>de</strong> más se pone <strong>de</strong> manifiesto<br />
las características <strong>de</strong>l individuo, englobándose en ellas tanto las constitucionales,<br />
anatómicas como anímicas.<br />
Es en el canto, don<strong>de</strong> las características <strong>de</strong> la voz, como son el timbre, tono e intensidad se<br />
ponen <strong>de</strong> manifiesto y <strong>de</strong>terminan las diferencias <strong>de</strong> cualidad, que esperamos hallar en la<br />
voz cantada.<br />
Debemos enten<strong>de</strong>r, que una voz no pue<strong>de</strong> servir para interpretar toda la música existente,<br />
toda voz tiene y <strong>de</strong>be ser conocedora <strong>de</strong> sus limitaciones.<br />
La clasificación <strong>de</strong> la voz, sirve para que se obtenga <strong>de</strong> un modo óptimo sus posibilida<strong>de</strong>s en<br />
la interpretación, evitando el esfuerzo muscular impropio, que terminaría dañando la<br />
laringe.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
115
2.‐ CARACTER AGUDO Y GRAVE DE LA VOZ. SU IMPORTANCIA<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Una voz con un carácter grave tiene una gran sonoridad y si el cantante quiere encuadrarla<br />
como aguda o así se la ha clasificado, aumentan las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> producir lesiones en las<br />
cuerdas vocales citando como ejemp<strong>los</strong>: nódu<strong>los</strong>, pequeños e<strong>de</strong>mas, zonas <strong>de</strong> induración y<br />
otras lesiones <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> patología laríngea, que lesiona las cuerdas vocales<br />
Si contrariamente la voz es aguda y es clasificada o encasillada como grave, <strong>los</strong> efectos<br />
vocales <strong>de</strong>seados <strong>de</strong> una voz aguda, como son <strong>los</strong> sonidos redon<strong>de</strong>ados o filados, son<br />
imposibles <strong>de</strong> conseguir, y a<strong>de</strong>más existe la posibilidad <strong>de</strong> lesionar también el órgano<br />
laríngeo.<br />
Una frase conocida <strong>de</strong>l Dr. G. Canuyt, nos dice que en el canto, las voces enfermas y<br />
fatigadas, son las voces mal clasificadas.<br />
3.‐ RECUERDO HISTÓRICO<br />
En el siglo primero ya se clasificó la voz, pero su clasificación se basaba por la calidad (dulce,<br />
áspera, sonora, clara etc) y por la cantidad (gran<strong>de</strong>, mediana y pequeña), según escritos <strong>de</strong><br />
Quintanillo (orador romano).<br />
Fue en el renacimiento con el inicio <strong>de</strong>l canto coral, cuando se inicia una clasificación, tal<br />
como la enten<strong>de</strong>mos actualmente, correspondiendo a tenor y bajo en el hombre y a un<br />
contralto y contratenor en la mujer.<br />
Pero fue a mediados <strong>de</strong>l siglo XVIII, cuando se inicia <strong>de</strong> un modo más serio, las diversas<br />
clasificaciones, así pues, se escribe música para bajos, barítonos y tenores, respecto a las<br />
tesituras masculinas ;y contraltos, mezzos y sopranos, para las tesituras femeninas.<br />
La escuela francesa en el siglo XIX nos <strong>de</strong>scribe la siguiente clasificación: para las voces <strong>de</strong><br />
hombre, voz grave (contrabajo), voz media (barítono), y voz aguda (tenor). Para las voces <strong>de</strong><br />
mujer: voz grave (contralto), voz media (mezzosoprano), y voz aguda (soprano).<br />
La escuela italiana, efectúa unas diferencias que se centran en tenores graves, agudos y<br />
ligeros; y respecto a <strong>los</strong> bajos en, bajos cantantes y profundos; y en cuanto a las sopranos en<br />
sopranos dramáticas, líricas y ligeras. Estas subclasificaciones, se pue<strong>de</strong>n exten<strong>de</strong>r a <strong>los</strong><br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
116
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
otros tipos <strong>de</strong> voces. Esta escuela, inicia la clasificación sobre el timbre y el <strong>de</strong>nominado<br />
color <strong>de</strong> la voz.<br />
Dentro <strong>de</strong> este apartado histórico, señalamos la divergencia existente sobre el punto <strong>de</strong><br />
vista <strong>de</strong> <strong>los</strong> diversos autores, ya que respecto a <strong>los</strong> límites <strong>de</strong> cada voz, confluyen muchos<br />
aspectos <strong>de</strong> difícil encasillamiento.<br />
4.‐ CLASIFICACIONES:<br />
Se divi<strong>de</strong> la clasificación <strong>de</strong> la voz <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista didáctico en:<br />
• 4A: CLASIFICACION SEXUAL<br />
• 4B: CLASIFICACION POR TESITURA<br />
• 4C: CLASIFICACION POR TIMBRE<br />
4A.‐ CLASIFICACIÓN SEXUAL<br />
No es importante dicha clasificación, por obvia y posiblemente por simplista, <strong>de</strong> todos<br />
modos a gran<strong>de</strong>s rasgos comentamos que la voz <strong>de</strong> mujer se halla condicionada por las<br />
características anátomo‐fisiológicas propias y que la laringe <strong>de</strong> la mujer, presenta unas<br />
medidas que oscilan entre 3,6 cm <strong>de</strong> altura, 4,3 cm. <strong>de</strong> anchura y un diámetro<br />
anteroposterior <strong>de</strong> unos 2,6 cm.; y la longitud <strong>de</strong> las cuerdas vocales se sitúa entre <strong>los</strong> 1,5 y 2<br />
cm.<br />
La mujer canta una octava más aguda que el hombre.<br />
Respecto al hombre, observamos una laringe <strong>de</strong> mayor tamaño, situándose esta entre <strong>los</strong><br />
siguientes parámetros; una altura <strong>de</strong> unos 4,9 cm. y otros tantos <strong>de</strong> anchura y un diámetro<br />
antero‐posterior <strong>de</strong> unos 3,5 cm. Las cuerdas vocales acusan una longitud <strong>de</strong> unos 2 hasta<br />
2,5 cm.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
117
El hombre canta a una octava <strong>de</strong> diferencia por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la mujer.<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Otro capítulo a mencionar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esta clasificación, son las voces infantiles, que se<br />
correspon<strong>de</strong>n a laringes <strong>de</strong> pequeñas dimensiones, y la voz infantil, se pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar,<br />
como voz <strong>de</strong> tránsito hasta que sobreviene la muda vocal.<br />
Otras voces a tener en cuenta, pero que solo las <strong>de</strong>scribimos como clasificación teórica, son<br />
las voces eunucoi<strong>de</strong>s o voz <strong>de</strong> castrado. Se obtienen por la falta <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
caracteres secundarios sexuales, ya que se han extirpado las glándulas sexuales antes <strong>de</strong> la<br />
pubertad. La laringe se queda con un tamaño reducido.<br />
4B.‐ CLASIFICACIÓN POR TESITURA<br />
Es una clasificación importante, no la única pero si interesante y que <strong>de</strong>be conocerse.<br />
Se <strong>de</strong>fine, como aquella, que clasifica la voz por su amplitud tonal. Es en la amplitud tonal<br />
a<strong>de</strong>cuada, en la que el cantante se mueve a su comodidad sin apurar las notas extremas.<br />
Esta amplitud tonal, se sitúa entre dos octavas y evi<strong>de</strong>ntemente hay bastantes excepciones.<br />
Son pues, el conjunto <strong>de</strong> notas que pue<strong>de</strong> emitir una <strong>de</strong>terminada persona.<br />
Un sentido correcto <strong>de</strong> interpretar la tesitura, es el que sitúa el conjunto <strong>de</strong> sonidos, en <strong>los</strong><br />
que la voz se adapta mejor, es pues, la parte <strong>de</strong> la gamma vocal, en que el cantante se siente<br />
cómodo, sin ningún tipo <strong>de</strong> fatiga.<br />
Tipos <strong>de</strong> voz según tesitura:<br />
Importante: Se exponen dicha clasificación como esquema orientativo, siendo susceptible <strong>de</strong><br />
variación según voces.<br />
Tipos <strong>de</strong> voz Mujer Hombre<br />
Voces agudas Soprano Tenor<br />
Voces medias Mezzo‐soprano Barítono<br />
Voces graves Contralto Bajo<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
118
Voces intermedias Son voces que poseen propieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> uno u otro grupo.<br />
Teniendo en cuenta la tesitura se pue<strong>de</strong>n situar, las voces <strong>de</strong> mujer entre:<br />
Soprano Do3, hasta DO5<br />
Soprano ligera <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el DO3 hasta el FA5<br />
Mezzo‐soprano lírica <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el LA2 hasta el LA4<br />
Contralto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el SOL2 hasta el SOL4<br />
Siguiendo con esta clasificación se sitúan las voces <strong>de</strong> hombre entre:<br />
Tenor Des<strong>de</strong> el Do2 hasta el Do4 (se valora el tenor lírico, spinto y el dramático).<br />
Barítono <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Sol1 hasta el La3 ( El lírico, pue<strong>de</strong> llegar a Si,3 )<br />
Bajo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> MI1 hasta el MI3<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Debemos señalar, como ya hemos expuesto anteriormente, que entre la voz <strong>de</strong> hombre y <strong>de</strong><br />
mujer, una misma nota en el pentagrama, supone una diferencia <strong>de</strong> octava. En clave <strong>de</strong> sol, un<br />
La <strong>de</strong>l segundo espacio, (La, 2) para un tenor, es un La <strong>de</strong>l tercer espacio, (La, 3) para una voz<br />
<strong>de</strong> mujer.<br />
Pue<strong>de</strong> también señalarse que la frecuencia <strong>de</strong> cada nota se mi<strong>de</strong> en hertz, pero pue<strong>de</strong><br />
presentar variaciones, según el tipo <strong>de</strong> instrumento en que se emita, o bien según el punto<br />
geográfico, (cambios <strong>de</strong> altitud, presión atmosférica etc). El La, 3 <strong>de</strong>l diapasón es la base <strong>de</strong> la<br />
afinación instrumental y se ha fijado en 440 cic<strong>los</strong> por segundo.<br />
4C.‐ CLASIFICACIÓN POR TIMBRE<br />
El timbre se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>finir, como la cualidad que nos permite diferenciar dos sonidos, que<br />
acusen una misma intensidad y frecuencia. Los sonidos no son puros, es <strong>de</strong>cir, no tienen un<br />
movimiento armónico simple (sería el diapasón). Los sonidos provienen <strong>de</strong> movimientos<br />
vibratorios complejos.<br />
Se <strong>de</strong>nomina armónico, cada sonido puro, correspondiendo el primer armónico, al sonido más<br />
grave <strong>de</strong>l período. El timbre esta formado pues, por muchos armónicos, y <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l cuerpo<br />
sonoro que forma el sonido, el número <strong>de</strong> armónicos que tiene este sonido.<br />
En el caso <strong>de</strong> la voz humana, el timbre, en parte <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>, <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> cuerdas vocales <strong>de</strong>l<br />
individuo, <strong>de</strong> su modo <strong>de</strong> vibración, y <strong>de</strong> las cajas <strong>de</strong> resonancia (senos paranasales, cavida<strong>de</strong>s<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
119
supralaríngeas, cavidad orofaríngea).<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Des<strong>de</strong> 1956, Husson, ha distinguido (por estudios fisiológicos realizados en Paris. Universidad<br />
<strong>de</strong> la Sorbona), dos timbres en cada voz humana. Timbre vocálico y timbre extravocálico.<br />
El timbre vocálico se correspon<strong>de</strong> a circunstancias fisiológicas condicionables, incluyendo aquí<br />
todas la técnicas <strong>de</strong> aprendizaje; y el timbre extravocálico <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> en exclusividad <strong>de</strong> la<br />
constitucionalidad laríngea, y es el que caracteriza la voz <strong>de</strong> cada individuo.<br />
En el canto o arte lírico las cualida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l timbre son las siguientes:<br />
1. Color<br />
2. Volumen<br />
3. Espesor<br />
4. Mordiente<br />
5. Vibrato<br />
1.‐ Color:<br />
Básicamente, es la técnica empleada o bien es la conducta vocal, la que <strong>de</strong>termina el color <strong>de</strong>l<br />
canto, siendo este claro u oscuro. Dentro <strong>de</strong>l color, tenemos la eufonía, siendo esta, el matiz<br />
que el cantante emplea en la emisión vocálica, así pués, un cantante pue<strong>de</strong> presentar una<br />
eufonía clara u oscura.<br />
El color se pue<strong>de</strong> analizar, si se estudia mediante <strong>los</strong> analizadores <strong>de</strong>l espectro sonoro<br />
vocálico. En este estudio las coor<strong>de</strong>nadas son la intensidad y la frecuencia, y según se<br />
<strong>de</strong>splazca la gráfica, obtenemos diversos timbres.<br />
2.‐Volumen:<br />
Se encasillan las voces en pequeñas o en voluminosas. Las primeras no son válidas para<br />
gran<strong>de</strong>s interpretaciones o salas <strong>de</strong> concierto. Quizá este punto tiene su importancia en la<br />
sensación <strong>de</strong> acercamiento o lejanía que se quiere ofrecer o transmitir a lo largo <strong>de</strong> una<br />
interpretación.<br />
El volumen <strong>de</strong> la voz, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> casi exclusivamente <strong>de</strong> la presión <strong>de</strong>l flujo aéreo ascen<strong>de</strong>nte,<br />
que inci<strong>de</strong> en la subglotis <strong>de</strong> la laringe <strong>de</strong>l cantante.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
120
3.‐Espesor:<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
El origen <strong>de</strong>l espesor <strong>de</strong> la voz, lo situamos en las características <strong>de</strong> las cavida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />
resonancia y principalmente en la cavidad orofaríngea. Son las sensaciones <strong>de</strong> inflados, a<br />
mayor abertura <strong>de</strong> la cavidad orofaríngea, mayor es el espesor <strong>de</strong> una voz.<br />
4.‐ Mordiente:<br />
Se sitúa el mordiente según el grado <strong>de</strong> elasticidad y tonicidad <strong>de</strong> la musculatura laríngea. El<br />
mordiente es también el grado <strong>de</strong> brillantez <strong>de</strong> la voz.<br />
Una buena tonicidad implica que en la emisión <strong>de</strong>l canto, el cierre <strong>de</strong> las cuerdas vocales o <strong>de</strong>l<br />
espacio glótico, se presenta firme. De todos modos la afectividad y otros factores durante el<br />
canto, condicionan el grado <strong>de</strong> brillantez o mordiente <strong>de</strong> la interpretación.<br />
5.‐ Vibrato:<br />
El vibrato es cuando el cantante apoya su voz, es <strong>de</strong>cir, existe una modulación <strong>de</strong> frecuencia<br />
más baja, con su intensidad y frecuencia, que se superpone a la <strong>de</strong>l cantante. No <strong>de</strong>be<br />
confundirse el vibrato con el "trémolo", que sería una cierta inestabilidad vocal.<br />
De modo esquemático, según el timbre po<strong>de</strong>mos observar voces claras; pequeñas o<br />
voluminosas (gran<strong>de</strong>s); débiles (<strong>de</strong>lgadas) o espesas (gruesas); <strong>de</strong>stimbradas (lisas) o<br />
timbradas (brillantes); y con mayor o menor vibrato.<br />
La clasificación por timbre afecta directamente al estilo <strong>de</strong> la voz, y a las posibilida<strong>de</strong>s<br />
expresivas <strong>de</strong>l cantante, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>be escucharse el gusto <strong>de</strong>l público.<br />
Para finalizar, el timbre es sutil e in<strong>de</strong>finible, siendo el responsable que dos voces conserven su<br />
individualidad y sean inconfundibles, es en <strong>de</strong>finitiva, la personalidad <strong>de</strong> cada voz.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
121
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
122
INDICE:<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
PREVENCIÓN DE LOS TRANSTORNOS DE LA VOZ<br />
1. Frases que ayudan a compren<strong>de</strong>r el tema.<br />
2. Características <strong>de</strong> la voz.<br />
3. Conceptos anatómicos <strong>de</strong> la formación <strong>de</strong> la voz.<br />
4. Conceptos fisiológicos sobre la voz.<br />
5. Curiosida<strong>de</strong>s relacionadas con el tema.<br />
6. Como se explora la voz y como se visualiza su formación.<br />
7. Método Actual <strong>de</strong> Vi<strong>de</strong>o.<br />
8. Enfermeda<strong>de</strong>s más comunes y habituales.<br />
9. Conservación <strong>de</strong> la voz. Mecanismos más apropiados.<br />
10. FRASES QUE AYUDAN A COMPRENDER EL TEMA:<br />
• La voz es un capital; mejor conservarlo. Usemos y trabajemos solo con el interés <strong>de</strong> este capital.<br />
• La voz es la base <strong>de</strong>l <strong>lenguaje</strong><br />
• La voz es la esencia <strong>de</strong>l canto<br />
• Sin voz no habría comunicación, porque no habría palabra.<br />
• La voz con la palabra adquiere cuerpo y con el canto se enaltece, se espiritualiza, adquiere alma.<br />
• La voz es el instrumento más rápido, claro, y preciso, <strong>de</strong> la comunicación <strong>de</strong> nuestros pensamientos,<br />
sensaciones y sentimientos.<br />
• La voz es una herramienta fundamental <strong>de</strong> nuestro trabajo.<br />
• Nuestra voz nos <strong>de</strong>lata, en ella esta anotado nuestro sexo, edad, estado <strong>de</strong> ánimo, personalidad y etc.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
123
CARACTERÍSTICAS DE LA VOZ<br />
La emisión <strong>de</strong> la voz se mi<strong>de</strong> mediante tres parámetros básicos:<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
1. Intensidad: son <strong>los</strong> <strong>de</strong>cibelios <strong>los</strong> que mi<strong>de</strong>n dicha intensidad. Se <strong>de</strong>terminan las voces fuertes o flojas.<br />
2. Tono o frecuencia <strong>de</strong> la voz. Se mi<strong>de</strong> mediante cic<strong>los</strong> por segundo o hertz. Se <strong>de</strong>terminan <strong>de</strong> este modo<br />
las voces graves o agudas.<br />
3. Timbre: Determina las características propias <strong>de</strong> la voz. Son <strong>los</strong> armónicos. Así tenemos voces<br />
metálicas, voces apagadas, etc. Las cavida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> resonancia <strong>de</strong>terminan en parte el timbre <strong>de</strong> la voz<br />
CONCEPTOS ANATÓMICOS DE LA FORMACIÓN DE LA VOZ<br />
La laringe es un órgano que se encuentra en la zona media <strong>de</strong>l cuello y es <strong>de</strong>limitado por<br />
unos cartílagos, que en su interior engloban unos múscu<strong>los</strong>.<br />
Las cuerdas vocales son unos pequeños múscu<strong>los</strong> que se encuentran <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la laringe. Son<br />
dos múscu<strong>los</strong> <strong>de</strong> unos pocos milímetros <strong>de</strong> longitud, entre 9 y 11 milímetros.<br />
Nuestra laringe se divi<strong>de</strong> en tres zonas:<br />
• Supraglotis: Por encima <strong>de</strong> las cuerdas vocales. Es la parte responsable <strong>de</strong> confeccionar el timbre y la<br />
calidad <strong>de</strong> la voz, es para enten<strong>de</strong>rnos, la que confecciona lo que enten<strong>de</strong>mos por voz.<br />
• Glotis: Es el espacio que se halla entre las cuerdas vocales<br />
• Subglotis: Es la zona situada por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> las cuerdas vocales, su continuación es la tráquea.<br />
CONCEPTOS FISIOLÓGICOS SOBRE LA VOZ<br />
La voz se produce <strong>de</strong> modo muy simple, (símil: igual como sale la música <strong>de</strong> un instrumento<br />
<strong>de</strong> viento). Es una corriente <strong>de</strong> aire que ascien<strong>de</strong> por un tubo (tráquea), y <strong>de</strong> modo súbito se<br />
estrecha (cuerdas vocales).<br />
El estrechamiento hace que el aire produzca la vibración <strong>de</strong> las cuerdas vocales, pero la<br />
emisión <strong>de</strong> la voz, se <strong>de</strong>be a la acción coordinada <strong>de</strong> una infinidad <strong>de</strong> múscu<strong>los</strong> y órganos;<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
124
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
abdomen, tórax, cuello, cara. Sabemos que la expulsión <strong>de</strong> aire por parte <strong>de</strong> <strong>los</strong> pulmones<br />
alcanza en la zona inferior <strong>de</strong> las cuerdas vocales, una presión <strong>de</strong> 7 centímetros <strong>de</strong> agua en<br />
las conversaciones normales.<br />
Las cavida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> resonancia son indispensables para la emisión <strong>de</strong> la voz. Estas cavida<strong>de</strong>s<br />
empiezan en la región subglótica y <strong>de</strong> modo ascen<strong>de</strong>nte son la parte baja <strong>de</strong> la faringe<br />
(hipofaringe), la cavidad bucal, paladar, <strong>los</strong> senos paranasales, la rinofaringe, entre las<br />
cavida<strong>de</strong>s más importantes.<br />
Estas cavida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> resonancia son <strong>de</strong>terminantes para nuestra voz. Todo el mundo nota la<br />
diferencia entre un piano <strong>de</strong> pared y un piano <strong>de</strong> cola por ejemplo.<br />
CURIOSIDADES RELACIONADAS CON EL TEMA<br />
• Los maestros es el colectivo que más bajas laborales pa<strong>de</strong>cen por problemas <strong>de</strong> la voz.<br />
• El 42 % <strong>de</strong> <strong>los</strong> maestros (colectivo bien estudiado), han sufrido una vez en su vida o más, alguna<br />
patología <strong>de</strong> la voz (disfonía).<br />
• Los niños entre 5 y 15 años, un 20%, sufre algún tipo <strong>de</strong> disfonía.<br />
• Los formantes <strong>de</strong>terminan diferencias <strong>de</strong>l timbre <strong>de</strong> la voz.<br />
• Fue en 1884, que un médico español Dr.: Manuel García, <strong>de</strong>scubrió mediante unos espejos colocados<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la boca y ayudado por <strong>los</strong> reflejos <strong>de</strong>l sol, podía visualizarse nuestra laringe; así nació la<br />
llamada laringoscopia.<br />
• El tamaño <strong>de</strong> la laringe en el hombre es mayor que la <strong>de</strong> la mujer, y junto con factores hormonales, y<br />
otros, <strong>de</strong>terminan las características <strong>de</strong> la voz masculina y femenina.<br />
• El primer simposium sobre el estudio <strong>de</strong> la voz, fue en New York, en 1972.<br />
• La primera fundación para el estudio <strong>de</strong> la voz, fue creada por el Dr... Wilbur James Gould.<br />
• El ser humano adulto, respira 18 veces minuto (en condiciones normales); el recién nacido, unas 20<br />
veces por minuto; y a <strong>los</strong> 3 años, unas 25 veces por minuto.<br />
• El hombre adulto, inhala por minuto 7 litros <strong>de</strong> aire; siendo la capacidad respiratoria <strong>de</strong> 4,5 litros en el<br />
hombre y 3,5 en la mujer.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
125
COMO SE EXPLORA LA VOZ Y COMO SE VISUALIZA SU FORMACIÓN:<br />
La Exploración clásica es la laringoscopia.<br />
Tipos <strong>de</strong> laringoscopia:<br />
• Indirecta: es la que se usa actualmente en la mayoría <strong>de</strong> ambulatorios.<br />
• Directa: <strong>de</strong>be realizarse en quirófano y con el paciente anestesiado<br />
METODO ACTUAL: VIDEO‐LARINGO‐ESTROBOSCOPIA.<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Es el método más fiable, actual, mo<strong>de</strong>rno, sin equivocaciones, y comprobable, ya que se<br />
graba la exploración, mediante ví<strong>de</strong>o.<br />
Definición: Se coloca un micrófono y cuando el paciente fona (pronuncia la e o la i) se activa<br />
la estroboscopia; la luz ilumina las cuerdas vocales y la frecuencia <strong>de</strong> la luz estroboscópica se<br />
<strong>de</strong>sfasa unos dos herz <strong>de</strong> la vibración, y es cuando el médico explorador visualiza <strong>de</strong> modo<br />
lento, <strong>los</strong> movimientos ondulatorios <strong>de</strong> las vibraciones <strong>de</strong> las cuerdas vocales.<br />
Ventajas <strong>de</strong> la vi<strong>de</strong>o‐laringo‐estroboscopia:<br />
1. Método <strong>de</strong> exploración fácil (sin ningún tipo <strong>de</strong> anestesia) o simplemente con ligera anestesia local.<br />
2. Mecanismo legal <strong>de</strong> certeza diagnóstica; pue<strong>de</strong> revisarse siempre que se quiera y no caben conjeturas.<br />
3. Método <strong>de</strong> estudio para <strong>los</strong> logopedas<br />
4. Método que permite corroborar la corrección <strong>de</strong> un acto quirúrgico.<br />
5. Método que permite observar la eficacia <strong>de</strong> una rehabilitación logopédica.<br />
6. Método que <strong>de</strong>fina bien las disfonías funcionales, <strong>de</strong> las disfonías orgánicas.<br />
7. Método que permite diagnosticar entre lesión maligna y benigna.<br />
8. Método <strong>de</strong> confianza <strong>de</strong> cara al paciente, ya que entien<strong>de</strong> muy bien el porque <strong>de</strong>l tratamiento.<br />
ENFERMEDADES MAS COMUNES Y HABITUALES:<br />
La causa más frecuente <strong>de</strong> las personas es que el trastorno <strong>de</strong> la voz se produzca en el curso<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
126
<strong>de</strong> un resfriado, sobreviniendo la laringitis con su disfonía.<br />
Dentro <strong>de</strong> las disfonías tenemos dos gran<strong>de</strong>s clasificaciones:<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
• Disfonías funcionales: La causa <strong>de</strong>l trastorno no se encuentra <strong>de</strong> modo evi<strong>de</strong>nciable <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
componentes <strong>de</strong> la laringe y entre el<strong>los</strong> las cuerdas vocales.<br />
• Disfonías orgánicas: Es cuando se aprecia una lesión <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la laringe, hallándose principalmente en<br />
las cuerdas vocales.<br />
Dentro <strong>de</strong> las lesiones más habituales tenemos: nódu<strong>los</strong>, pólipos, e<strong>de</strong>mas, quistes, diversas laringitis.<br />
CONSERVACIÓN DE LA VOZ MECANISMOS MÁS APROPIADOS:<br />
Posiblemente podríamos enumerar largas listas <strong>de</strong> cuidados y <strong>de</strong> métodos personales o<br />
copiados <strong>de</strong> nuestros abue<strong>los</strong>, otros familiares o conocidos; posiblemente todos el<strong>los</strong> tengan<br />
su porqué y ser útiles para <strong>de</strong>terminadas personas y en <strong>de</strong>terminados momentos.<br />
Básicamente son dos:<br />
1. Correcta respiración nasal<br />
2. Correcta relajación muscular<br />
La respiración nasal es la que condiciona el aire que respiramos, y al pasar este a través <strong>de</strong> la laringe y en<br />
contacto con las cuerdas vocales no las daña.<br />
La correcta relajación muscular es la responsable <strong>de</strong> evitar <strong>los</strong> sobreesfuerzos que puedan<br />
realizar <strong>los</strong> múscu<strong>los</strong> laríngeos y evitar así el posible daño <strong>de</strong> las cuerdas vocales.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
127
Índice:<br />
1. Características anatómicas <strong>de</strong> la faringe.<br />
2. Características fisiológicas <strong>de</strong> la faringe.<br />
FARINGITIS.<br />
3. Principales signos y síntomas faríngeos en la patología faríngea.<br />
4. Bibliografía<br />
1.‐ CARACTERÍSTICAS ANATÓMICAS DE LA FARINGE:<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Si <strong>de</strong>scribimos a la faringe en su totalidad, <strong>de</strong>bemos contemplar tres zonas <strong>de</strong>nominadas,<br />
RINOFARINGE, OROFARINGE e HIPOFARINGE.<br />
RINOFARINGE: Se la llama también cavum, y se sitúa por <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> las aberturas posteriores <strong>de</strong> las fosas<br />
nasales, y es don<strong>de</strong> se localizan el a<strong>de</strong>noi<strong>de</strong>s (ver imagen: a<strong>de</strong>noi<strong>de</strong>s). Presenta unas relaciones que a<br />
modo <strong>de</strong> resumen son:<br />
La pared superior con la base <strong>de</strong> cráneo, esfenoi<strong>de</strong>s, peñasco <strong>de</strong>l temporal y parte <strong>de</strong>l occipital<br />
La pared inferior en relación con la orofaringe (se halla abierta en estado normal), e<br />
interviene activamente durante <strong>los</strong> mecanismos <strong>de</strong> <strong>de</strong>glución.<br />
La pared anterior en relación con las coanas, con la parte posterior <strong>de</strong>l tabique nasal y<br />
fosas nasales.<br />
La pared posterior se halla en relación con el espacio vertebral y con las dos primeras<br />
vértebras, el atlas y el axis, a<strong>de</strong>más es la que se relaciona con el hueso esfenoi<strong>de</strong>s y<br />
parte <strong>de</strong>l occipital<br />
Las pare<strong>de</strong>s laterales presentan una relación con el oído medio a través <strong>de</strong> las<br />
aberturas <strong>de</strong> la trompa <strong>de</strong> Eustaquio, mediante un pequeño orificio (fosita <strong>de</strong><br />
Reossenmüller) formado por <strong>los</strong> múscu<strong>los</strong> periestafilinos, el externo y el interno.<br />
OROFARINGE: Tal como indica su terminología, se relaciona con la cavidad oral, sus principales relaciones las<br />
po<strong>de</strong>mos enumerar <strong>de</strong>l siguiente modo:<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
128
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Su pared posterior sigue a la musculatura faríngea y se halla en contacto con el espacio<br />
prevertebral.<br />
Su pared anterior en relación con la úvula y el paladar blando o el <strong>de</strong>nominado istmo<br />
(dicha zona es en don<strong>de</strong>, en mayor medida, se localiza la causa <strong>de</strong> <strong>los</strong> ronquidos, la<br />
etiología <strong>de</strong> la apnea nocturna etc.).<br />
Su pared superior está relacionada con el cavum o la anteriormente <strong>de</strong>scrita<br />
rinofaringe<br />
Su pared inferior está relacionada con la <strong>de</strong>nominada hipofaringe que se <strong>de</strong>scribe<br />
seguidamente.<br />
Su pared lateral es en don<strong>de</strong> encontramos las llamadas amígdalas palatinas, que<br />
forman parte <strong>de</strong>l <strong>de</strong>nominado anillo linfoi<strong>de</strong>o <strong>de</strong> Wal<strong>de</strong>yer.<br />
HIPOFARINGE: Es el tracto inferior <strong>de</strong> la faringe, y pue<strong>de</strong> afirmarse que dicha hipofaringe abraza a la laringe, ya<br />
que la ro<strong>de</strong>a formando <strong>los</strong> senos piriformes, dando lugar al esófago; sus principales relaciones son :<br />
Pared superior, en relación con la orofaringe<br />
Pared inferior, en relación con la abertura esofágica.<br />
Pared anterior, es la que engloba a la laringe.<br />
Pared posterior, es el espacio retrofaríngeo y en relación con el espacio prevertebral.<br />
Las pare<strong>de</strong>s laterales son las que forman <strong>los</strong> senos piriformes, que en realidad se<br />
asemejan a unos sacos <strong>de</strong> fondo abierto, siendo estos, por don<strong>de</strong> transcurre el<br />
alimento para entrar en la cavidad esofágica.<br />
2.‐ CARACTERÍSTICAS FISIOLÓGICAS DE LA FARINGE:<br />
La faringe presenta múltiples funciones, <strong>de</strong>bido, entre varias razones, a su gran variada<br />
relación anatómica; pero po<strong>de</strong>mos agruparlas básicamente en una función activa y en otras<br />
funciones pasivas y básicas.<br />
Función activa, es la <strong>de</strong>glución. Función básica, es la <strong>de</strong>fensiva o llevada a cabo por el anillo<br />
linfoi<strong>de</strong>o amigdalar. Funciones pasivas, po<strong>de</strong>mos citar la respiratoria, la gustativa (papilas<br />
linguales), aireación <strong>de</strong>l oído medio, la articulación <strong>de</strong> la palabra.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
129
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>sarrollar las principales funciones <strong>de</strong> la faringe, empezando por la activa o función<br />
<strong>de</strong>glutoria.<br />
DEGLUCIÓN:<br />
Es sin duda alguna la principal función <strong>de</strong> la faringe. Durante la lactancia no existe la <strong>de</strong>glución<br />
es solamente la succión; así pues, es <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> este proceso que se inicia la <strong>de</strong>glución.<br />
Básicamente la <strong>de</strong>glución consiste en elevar la lengua actuando esta, a modo <strong>de</strong> émbolo y el<br />
bolo alimenticio cruza el <strong>de</strong>nominado istmo <strong>de</strong> las fauces, cayendo hacia <strong>los</strong> senos piriformes<br />
sucediéndose unas variaciones <strong>de</strong> presión en el interior <strong>de</strong> la faringe.<br />
Po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>finir unos tiempos <strong>de</strong> <strong>de</strong>glución:<br />
A.: Tiempo ístmico o bucal. Este tiempo es voluntario aunque en la práctica es<br />
inconsciente, existiendo unas influencias <strong>de</strong> ciertas zonas reflexógenas <strong>de</strong> excitación<br />
orofaríngea <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n fisiológico. Durante este tiempo tenemos la contracción enérgica<br />
<strong>de</strong>l músculo milohio<strong>de</strong>o. Los múscu<strong>los</strong> retractores <strong>de</strong> la lengua son: el estilog<strong>los</strong>o (pilar<br />
anterior amigdalar), y el hiog<strong>los</strong>o, estos dos múscu<strong>los</strong> se hallan inervados por el<br />
g<strong>los</strong>ofaríngeo o IX par craneal.<br />
B.: Tiempo faríngeo. En este tiempo suce<strong>de</strong> que la úvula queda pegada en la pared<br />
posterior <strong>de</strong> la faringe, es <strong>de</strong>cir, existe el cierre entre orofaringe y rinofaringe. Durante<br />
este tiempo intervienen la contracción <strong>de</strong> la musculatura constrictora faríngea.<br />
También es este tiempo se eleva el bloque laríngeo (pue<strong>de</strong> oscilar dicha elevación<br />
entre 2.5 centímetros a 3 centímetros). A título orientativo, el aumento <strong>de</strong> la presión<br />
que supone la contracción <strong>de</strong> la musculatura lingual, es <strong>de</strong> 60 u 80 centímetros <strong>de</strong> agua<br />
en la cavidad faríngea. En realidad en el interior <strong>de</strong>l esófago se produce un vacío, y es<br />
este el motivo <strong>de</strong> la movilidad y <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong>l bolo alimenticio.<br />
C.: Tiempo esofágico. En realidad es un tiempo alejado <strong>de</strong> la esfera<br />
otorrinolaringológica, siendo pues un tiempo digestivo. Interviene la contracción <strong>de</strong> la<br />
musculatura esofágica con sus movimientos peristálticos.<br />
Si hablamos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>glución, <strong>de</strong>bemos señalar la existencia <strong>de</strong> unas posibles falsas rutas, que se centran en dos:<br />
una ruta es hacia la rinofaringe y la otra falsa ruta es hacia el árbol laringo‐traqueal.<br />
3.‐ PRINCIPALES SÍNTOMAS Y SIGNOS FARÍNGEOS EN LA PATOLOGIA FARÍNGEA.<br />
Los pacientes nos relatan diversos síntomas que en ocasiones son difíciles <strong>de</strong> enmarcar,<br />
muchas veces son inconexos o diversos, pero es frecuente que nosotros <strong>los</strong> especialistas en<br />
O.R.L., podamos agrupar<strong>los</strong> y clasificar<strong>los</strong> para tener una orientación diagnóstica que es<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
130
indispensable para un tratamiento correcto, previo el examen O.R.L.<br />
ORIENTACIONES SEMIOLÓGICAS:<br />
1.‐ DOLOR FARÍNGEO FEBRIL:<br />
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
Es probablemente una patología infecciosa y <strong>de</strong>be realizarse una exploración local, regional y general.<br />
Tenemos que diferenciar si existen signos <strong>de</strong> gravedad o no, en caso <strong>de</strong> que hubiera signos <strong>de</strong> gravedad<br />
el paciente presentaría trismus o tortícolis un empastamiento cervical etc. así pues <strong>de</strong>bería<br />
hospitalizarse y practicar diversas exploraciones.<br />
Si no existen signos <strong>de</strong> gravedad el paciente pue<strong>de</strong> ser tratado con las pautas médicas<br />
correspondientes en su domicilio siendo el origen <strong>de</strong> su patología con toda seguridad<br />
<strong>de</strong> origen bacteriano.<br />
2.‐ DOLOR FARINGEO NO FEBRIL:<br />
En estos casos po<strong>de</strong>mos diferenciar entre causa <strong>de</strong> origen faríngeo y <strong>de</strong> causas ajenas a un origen <strong>de</strong> vías<br />
aéreo digestivas superiores.<br />
Las causa faríngeas las po<strong>de</strong>mos encontrar en <strong>los</strong> cuerpos extraños (sean visibles o no).<br />
En caso <strong>de</strong> no ser visibles se practicaran <strong>los</strong> exámenes correspondientes radiológicos,<br />
endoscópicos etc.<br />
Otras causas <strong>de</strong> dolor faríngeo no visible son las causas tumorales, y es el especialista<br />
O.R.L., que realizará el estudio correspondiente.<br />
3.‐ TRASTORNO DE LA DEGLUCIÓN:<br />
Estos <strong>trastornos</strong> pue<strong>de</strong>n cursar con dolor o sin dolor. A gran<strong>de</strong>s rasgos po<strong>de</strong>mos citar un trastorno<br />
subjetivo, o bien una causa objetiva.<br />
Dentro <strong>de</strong> las causa subjetivas, que son muchas y variadas, situamos las diversas<br />
parestesias y dificulta<strong>de</strong>s faríngeas <strong>de</strong> origen psicógeno (se relata la existencia <strong>de</strong><br />
sensaciones <strong>de</strong> tener una bola, <strong>de</strong> tener unos picores etc.) y en la mayoría <strong>de</strong> <strong>los</strong> casos<br />
todos estos problemas <strong>de</strong>saparecen durante la comida. No se preten<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que todo<br />
picor o sensación <strong>de</strong> ocupación faríngea sea subjetiva, ya que existen diversas<br />
patologías que presentan estos síntomas.<br />
Dentro <strong>de</strong> las posibles causa objetivas, también muchas y variadas, po<strong>de</strong>mos diferenciar las <strong>de</strong><br />
origen inflamatorio, las <strong>de</strong> origen infeccioso (<strong>de</strong> varias causas y tipos), <strong>de</strong> origen alérgico, <strong>de</strong><br />
origen neurológico y <strong>de</strong>bemos poner varios etc., ya que son temas estrictamente médicos que<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
131
Avda. Padre Isla, 28‐6º‐Izda; 24002‐León<br />
cpcadministracion@cpsicologiaconductual.es<br />
Tfs. 987.239.462; 987.235.532; Fax: 987 235532<br />
sin un <strong>de</strong>tallado esquema pue<strong>de</strong>n dar lugar a confusiones o requerir varias explicaciones.<br />
_____________________________________________________________________________________<br />
Máster en Psicología Clínica<br />
Adultos-Infantil<br />
Formación <strong>de</strong> Psicoterapéutas <strong>de</strong> conducta<br />
132