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FÍSICA<br />
<strong>¡Que</strong> <strong>me</strong> <strong>parta</strong> <strong>un</strong> <strong>rayo</strong>!<br />
LOS RAyOS hAn ASuSTADO A LA humAniDAD<br />
DESDE hAcE SigLOS. LA miTOLOgíA gRiEgA<br />
cOnSiDERABA quE ERAn LAS ARmAS quE zEuS<br />
uTiLizABA cOnTRA SuS EnEmigOS y cOn LAS<br />
quE SOmETió A LOS TiTAnES. A LOS cELTAS LES<br />
La física deL reLámpago<br />
<strong>un</strong> <strong>rayo</strong> es sencilla<strong>me</strong>nte <strong>un</strong>a descarga<br />
de electricidad estática acumulada<br />
en <strong>un</strong>a nube sobre el suelo, que se<br />
produce de forma violenta liberando<br />
luz y energía térmica. Según la teoría<br />
más extendida, la carga estática se<br />
acumula en la nube a través del continuo<br />
roce de cristales de hielo. En <strong>un</strong>a<br />
nube, especial<strong>me</strong>nte en las de tor<strong>me</strong>nta,<br />
hay pequeños cristales de hielo en<br />
suspensión. Estos chocan entre ellos<br />
hAcíAn TEmER quE EL ciELO SE LES fuERA A<br />
DESPLOmAR SOBRE LA cABEzA. EL AcERBO PO-<br />
PuLAR LOS cOnSiDERA PELigROSOS: <strong>un</strong>A DE LAS<br />
PEORES mALDiciOnES ES “mAL RAyO TE PARTA”.<br />
Cristales de hielo<br />
arrancándose electrones <strong>un</strong>os a otros.<br />
Así, se cargan con estos electrones sobrantes,<br />
de forma parecida a <strong>un</strong> peine<br />
que se desliza sobre el pelo o <strong>un</strong> jersey<br />
de lana al ser frotado. De esta manera,<br />
alg<strong>un</strong>os cristales de hielo se cargan<br />
positiva<strong>me</strong>nte y otros negativa<strong>me</strong>nte.<br />
Los cristales positivos ascienden y van<br />
a las zonas periféricas de la nube y los<br />
negativos a la parte inferior y central.<br />
E u r e k a<br />
tony GerViS photoGraphicS
El camino del relámpago<br />
El aire se comporta<br />
como <strong>un</strong> aislante. Sin<br />
embargo, la energía<br />
eléctrica de las nubes<br />
puede abrir canales de<br />
aire cargado eléctrica<strong>me</strong>nte,<br />
que permiten al<br />
relámpago descargarse<br />
(de la misma forma<br />
que los cables eléctricos<br />
permiten circular la corriente).<br />
Así, a través de<br />
ese canal, el <strong>rayo</strong> descargará<br />
<strong>un</strong>a corriente<br />
eléctrica desde la nube<br />
E u r e k a j u n i o 2 0 0 6<br />
al suelo. La corriente es<br />
tan intensa que calentará<br />
decenas de miles de<br />
grados el aire por el que<br />
pasa. Esto hará brillar el<br />
aire, liberando mucha<br />
energía en forma de luz,<br />
y generando el relámpago.<br />
Por otro lado, la<br />
expansión violenta del<br />
aire provocará <strong>un</strong>a onda<br />
de sonido, que no es<br />
nada más que el trueno<br />
que oímos.<br />
¡Descarga!<br />
<strong>un</strong> objeto cargado de electricidad estática<br />
tiende a descargarse allí donde<br />
puede. Por eso, los días secos alg<strong>un</strong>os<br />
objetos <strong>me</strong>tálicos o incluso personas<br />
que hayan acumulado electricidad<br />
estática nos pueden dar pequeñas descargas<br />
cuando las tocamos. A veces,<br />
nos transmiten <strong>un</strong> pequeño chispazo<br />
que puede oírse, producir <strong>un</strong> pequeño<br />
dolor e incluso verse. Lo mismo ocurre<br />
con las nubes. Al acumular carga<br />
estática, tarde o temprano necesitan<br />
descargarse, y a veces lo hacen de forma<br />
violenta, a través de <strong>un</strong> relámpago.<br />
De hecho, si alg<strong>un</strong>a vez nos hemos<br />
quitado <strong>un</strong> jersey de lana en <strong>un</strong>a habitación<br />
a oscuras, podremos haber visto<br />
pequeños <strong>rayo</strong>s de color verde y escuchado<br />
<strong>un</strong> pequeño crepitar. Al quitarnos<br />
el jersey, lo hemos frotado contra<br />
nuestro cuerpo y la ropa que llevamos<br />
debajo: la carga estática que hemos<br />
producido ha generado <strong>un</strong>os “relámpagos<br />
en miniatura”.<br />
La forma<br />
Los canales que se forman en el aire<br />
se producen a saltos. El aire se carga<br />
durante <strong>un</strong>os 50 <strong>me</strong>tros de forma<br />
completa<strong>me</strong>nte recta. Luego, puede<br />
cambiar de dirección e incluso producir<br />
dos ramas y sigue otros 50 <strong>me</strong>tros.<br />
Por ello adopta esa forma como<br />
si hubiera sido dibujado a trazos rectos<br />
y con ángulos marcados.
El peligro de los <strong>rayo</strong>s<br />
Cada año 2000 personas mueren o son<br />
heridas por culpa de los <strong>rayo</strong>s. El <strong>rayo</strong><br />
nos puede hacer daño a través de 4<br />
procesos básicos:<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
por la descarga eléctrica directa<br />
por quemaduras debidas al aire<br />
supercalentado<br />
por la onda de choque<br />
por la descarga eléctrica indirecta<br />
Los <strong>rayo</strong>s son <strong>un</strong>a de las fuentes de<br />
accidentes mortales en alta montaña<br />
en verano. Si estamos en ciudad no<br />
tendremos que preocuparnos demasiado<br />
de los <strong>rayo</strong>s: se descargarán sobre<br />
antenas, para<strong>rayo</strong>s, y edificios que ya<br />
están preparados para poder disiparlos<br />
sin demasiadas consecuencias. Pero si<br />
estamos en el campo o en la montaña,<br />
tendremos que tomar precauciones:<br />
intentar correr a algún lugar cerrado,<br />
como <strong>un</strong>a casa, o <strong>un</strong> vehículo (en este<br />
último caso cerrar las ventanas y no<br />
tener contacto directo con ning<strong>un</strong>a<br />
pieza <strong>me</strong>tálica como la llave de contacto,<br />
porque podríamos recibir <strong>un</strong>a<br />
descarga indirecta), y sobre todo huir<br />
de los lugares más elevados o de los<br />
objetos que sean p<strong>un</strong>tiagudos. Los <strong>rayo</strong>s<br />
tienen más posibilidad de caer en<br />
las cimas y las crestas de las montañas,<br />
o sobre árboles y postes solitarios<br />
o sobre rocas p<strong>un</strong>tiagudas: es imprescindible<br />
alejarnos de estos para<strong>rayo</strong>s<br />
naturales y buscar refugio.<br />
La caída<br />
Los <strong>rayo</strong>s caen de forma bastante<br />
aleatoria, a<strong>un</strong>que tienen preferencia<br />
por los p<strong>un</strong>tos elevados y destacados<br />
como la copa de <strong>un</strong> árbol o la cresta<br />
de <strong>un</strong>a montaña. Sin embargo, es imposible<br />
predecir donde va a caer <strong>un</strong><br />
<strong>rayo</strong>. A pesar de ello, hay pistas: alg<strong>un</strong>os<br />
montañeros han llegado a salvarse<br />
gracias a ellas. Cuando <strong>un</strong> <strong>rayo</strong><br />
está creando el canal de aire cargado,<br />
los objetos <strong>me</strong>tálicos pueden vibrar y<br />
crepitar. Alg<strong>un</strong>os han visto los pelos<br />
de su cabello levantarse. O incluso<br />
aparecer otros fenó<strong>me</strong>nos eléctricos,<br />
como los fuegos de San Telmo en<br />
objetos <strong>me</strong>tálicos. En estas circ<strong>un</strong>stancias<br />
es imprescindible arrojar lejos<br />
los objetos <strong>me</strong>tálicos y tirarse al suelo<br />
ya que el <strong>rayo</strong> va a caer de forma<br />
in<strong>me</strong>diata.<br />
Parpadeos<br />
En general <strong>un</strong> <strong>rayo</strong> no es <strong>un</strong> único<br />
episodio de descarga. Casi siempre<br />
<strong>un</strong> relámpago tendrá <strong>un</strong> pri<strong>me</strong>r destello<br />
violento y <strong>un</strong>a serie de destellos<br />
sec<strong>un</strong>darios cada vez más débiles,<br />
bastante seguidos y que circulan por<br />
el mismo canal: por eso, dará la sensación<br />
de parpadeo.<br />
Cálculos con el <strong>rayo</strong><br />
El relámpago nos puede servir para<br />
calcular la distancia al centro de la tor<strong>me</strong>nta<br />
y saber si ésta se está alejando o<br />
acercando. La mayoría de <strong>rayo</strong>s tienden<br />
a producirse desde el centro de las<br />
nubes de tor<strong>me</strong>nta más activas. cuando<br />
cae el <strong>rayo</strong>, el resplandor del relámpago<br />
nos llegará casi in<strong>me</strong>diata<strong>me</strong>nte.<br />
Pero, el trueno tardará <strong>un</strong> cierto tiempo<br />
a alcanzarnos, aproximada<strong>me</strong>nte <strong>un</strong>os<br />
3 seg<strong>un</strong>dos por cada kiló<strong>me</strong>tro de distancia.<br />
<strong>un</strong> ejercicio para saber si la tor<strong>me</strong>nta<br />
viene o va, y saber la distancia<br />
Hasta el suelo<br />
La mayoría de <strong>rayo</strong>s se descargan<br />
dentro de las propias nubes. Tan sólo<br />
<strong>un</strong>o de cada 10 relámpagos son del<br />
tipo “de la nube al suelo”. De hecho,<br />
no todos los <strong>rayo</strong>s se producen en el<br />
planeta Tierra. Se han observado relámpagos<br />
en Júpiter y en Venus: sus<br />
<strong>me</strong>canismos de formación son muy<br />
parecidos a los terrestres.<br />
a la que nos encontramos del centro,<br />
es contar los seg<strong>un</strong>dos que hay entre el<br />
resplandor del relámpago y el trueno.<br />
Podemos utilizar <strong>un</strong> cronó<strong>me</strong>tro o contar<br />
<strong>me</strong>ntal<strong>me</strong>nte. haciendo <strong>un</strong> cálculo<br />
rápido, cada 3 seg<strong>un</strong>dos estará a <strong>un</strong><br />
kiló<strong>me</strong>tro de distancia. Si vemos que<br />
en los siguientes <strong>rayo</strong>s el tiempo entre<br />
el relámpago y el trueno au<strong>me</strong>nta, es<br />
que la tor<strong>me</strong>nta se está alejando y si el<br />
tiempo disminuye, es que la tor<strong>me</strong>nta<br />
está acercándose.<br />
MICHELE CATANZARO<br />
FÍSICO