El Bautismo - Acceso Siweb

la Iglesia podemos tener acceso a los sacramentos. Vosotros mismos habéis
pedido a la Iglesia el bautismo para vuestros hijos y algún día pediréis otros
sacramentos. Se supone que en el fondo es porque valoráis los sacramentos
y también a la Iglesia que os los ofrece y de la que formáis parte. Ella es
también ejemplo de preocupación por los más débiles y necesitados.
¿Acaso tiene sentido para un cristiano la frase: “Creo en Dios, pero no
creo en la Iglesia?”
Bautizarse significa entrar oficialmente a formar parte de una comunidad
llamada Iglesia. No tiene, pues, ningún sentido bautizar a los hijos y
rechazar a la Iglesia. A través de ella nos unimos a Jesucristo. San Pablo, a
la hora de explicar lo que es la Iglesia, la compara con un cuerpo que tiene
muchos miembros. Si un miembro se separa del cuerpo, se muere. Así
mismo dice que la cabeza es Cristo. No podemos vivir separados de la
cabeza. Hay una frase que es para hacernos pensar: “Fuera de la Iglesia no
hay salvación”. Para salvarse es necesario pertenecer a la Iglesia, si bien,
como dice el Concilio Vaticano II, también pertenecen a la Iglesia los seguidores
de otras religiones y personas de buena voluntad que, sin culpa suya,
no conocen a Cristo. Nosotros ya no tenemos disculpa, pues por el
Bautismo hemos sido incorporados a Él.
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