PALABRA DE DIOS ACTUAL - Regreso

Unan sus corazones en amor, ésta es la nueva religión
Yo habito en el interior de todos y cada uno de ustedes y ¡es tiempo de que se den cuenta!
Y lo único que espero de la humanidad es el amor de unos por otros.
Eso por añadidura, es el camino de regreso a Dios.
¿El único mediador entre Dios y los
hombres es Jesucristo? (1Tim 2, 5-6).
No. Jesucristo es una representación de la
Trinidad, es el Dios Hecho Hombre, que por su
misma naturaleza es intermediario entre Dios y los
hombres, sin embargo, existen otras entidades que
conducen a Dios.
Te lo voy a decir sencillamente:
Un Espíritu puro, en la ignorancia de la
persona de Jesucristo (en otras culturas), puede
acceder a Dios, por eso les otorgué a cada ser
humano un Espíritu a mi Imagen y Semejanza. Este
Espíritu Individual tiene comunicación directa con su
Creador.
¿La Virgen María y los Santos pueden
ser mediadores e intercesores también?
Sí, no sólo pueden, de hecho lo son,
¿Algunas religiones toman este texto
para descalificar a los Santos y a la Virgen
María? ¿Esto es correcto?
No, hay jerarquías: debajo de Jesucristo: está
la Virgen María y los Santos.
También interceden tus seres amados, que
están ya en otra dimensión no corporal. Ejemplo: tus
padres. El ser humano cuando ora y pide a Dios por
otro, también intercede.
La intercesión no necesariamente es
redención.
El amor es un laso indisoluble, en la Creación.
Es el único sentimiento que trasciende la muerte.
Es tiempo de que abran los ojos y se den
cuenta para qué están en el mundo. Todas sus
expectativas las han puesto afuera, cuando el
porvenir del mundo yace en su interior.
¿Dios Padre nos libró del poder de las
tinieblas? (Col 1, 13).
Sí, a través de Jesús, sin embargo
actualmente están luchando contra el poder de las
tinieblas, mismas que habitan en su interior, igual
que la luz.
¿En Dios Hijo tenemos la redención y el
perdón de los pecados? (Col 1, 14).
Yo envié a Mi Hijo, como ejemplo y como
camino al Padre; pero cada uno de ustedes es
responsable de lo que ustedes llaman: pecado.
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