descargar “Kipus de la Solidaridad” - Hermanos Maristas Chile

PRÓLOGO
Son las primeras horas del día. El sol apenas
despunta por la cordillera y se cuela por
las ventanas para despertarnos del sueño
prolongado. Es otro día más, aunque no es
un día como cualquiera. Al abrir los ojos ya
sabemos que este día iniciamos la marcha
hacia la “nueva tierra”. Eso nos provoca
distintas sensaciones: ansiedad, un poco de
nerviosismo, ilusión por lo que encontraremos,
nostalgia por lo que dejamos.
Esta mañana no es cualquier mañana.
Imaginar los paisajes desconocidos nos
hace guardar silencio. Con los ojos bien
abiertos y el futuro en el alma, aguardamos
la invitación a empezar. Es tiempo de
levantarse.
El calor del desayuno nos reúne en torno
a la mesa. Entre aromas y sabores van saliendo
las palabras que hablan de nuestra
historia. Cuando llegamos a esta posada
casi no nos conocíamos; apenas teníamos
en común la experiencia de ser caminantes.
Con años más o años menos, los tres
sabíamos buscar la huella para llegar
hasta las cumbres, cómo protegernos de
una nevada imprevista, cómo distinguir
el canto de los pájaros y leer en las estrellas
la orientación para la ruta.
Los caminos por los que veníamos nos
trajeron hasta aquí. Fue el camino lo que
nos reunió. Y ahora, es también nuestra
fidelidad al camino, a nuestra vocación
de caminantes, lo que nos hace partir a la
“tierra nueva”. Quedarnos detenidos sería
traicionar lo que somos.
Hasta la posada, cada uno recorría su
propia senda; en adelante, compartiremos
la misma ruta. Por eso nos damos tiempo
para rastrear en nuestras mochilas y poner
en común lo que consideramos más
valioso. Lo que hasta ahora fue importante
para mí, en adelante, podría serlo para
los tres…
1
pág
KIPUS de la Solidaridad
Esta escena ayuda a ambientar lo que pretende ser esta publicación.
Es en un clima como éste que queremos compartir
las experiencias, los proyectos y los programas de solidaridad
que distintas comunidades maristas de Bolivia, Perú y Chile
fueron “colocando sobre la mesa”.
La Provincia de Perú, la Provincia de Chile y el Distrito de
Bolivia implementaron durante largos años distintas iniciativas
de servicio. A partir del 2002 decidieron empezar a caminar
juntos bajo el nombre de Provincia Santa María de los
Andes y la solidaridad es una dimensión fundamental que no
puede quedar fuera de esta aventura compartida.
El año 2009 fue apenas el inicio de un recorrido solidario
provincial. Nos dimos un año para ir tomando contacto y
buscar las mejores estrategias para conocernos. El 2010 será
el momento para reflexionar y discernir juntos las pistas por
donde queremos que avance nuestro compromiso. Y así llegar
al 2011 con propuestas concretas de formación en solidaridad,
voluntariado y defensa de los derechos de niños, niñas
y jóvenes.

Los últimos capítulos provinciales y generales enfatizan insistentemente
en la construcción de una sociedad justa y solidaria.
El Documento del XXI Capítulo General nos dice que “ir
hacia una nueva tierra” implica vivir la opción por los pobres,
con una presencia fuertemente significativa entre esos niños
y jóvenes.
Como discípulos de Jesucristo, es ineludible la responsabilidad
que nos cabe ante las injusticias, desigualdades y el dolor
que todavía aflige a gran parte de nuestros pueblos. Si tanto
Champagnat como los Hermanos que nos precedieron en
Perú, Chile y Bolivia fueron dando respuestas a las necesidades
de su tiempo, nosotros no tendríamos por qué hacer distinto.
El Espíritu que nos anima es el mismo que movía a Jesús
cuando le daba su mano al leproso y el mismo que provocaba
la indignación de Marcelino ante el adolescente moribundo.
Los relatos que contiene esta publicación apuntan más a la
narración de experiencias y vivencias que a detalladas descripciones
técnicas. Creemos que ahora es tiempo de inspirar
desafíos y ayudar a soñar. Por eso aspira simplemente a mostrar
aspectos significativos para dar una visión general que
facilite el conocimiento mutuo y nos ayude a caminar juntos.
Sin ningún afán de comparar la cantidad o calidad de las
iniciativas, ni de juzgar lo pertinente, o no, que puedan ser, los
invitamos a acoger con respeto fraterno los relatos y testimonios
que están en las próximas páginas. Como hermanos que
se sientan a la misma mesa y se van narrando mutuamente
la vida, queremos que esta publicación sea una oportunidad
para conocernos y conocer al otro. Queremos avanzar juntos
y éste puede ser un primer paso.
Explicación del nombre
Mucho antes de que existieran
Bolivia, Perú y Chile,
los antepasados de nuestros
pueblos estuvieron unidos
por la historia. Antes de que
existieran estas fronteras,
parte importante de lo que
hoy día son nuestros países,
conformaron el estado prehispánico
más extenso de
América: el Tahuantinsuyo o
Imperio Inca.
2
pág
Su organización social se basaba en los Ayllus, comunidades
que trabajan la tierra en forma colectiva y con un espíritu
solidario. Era costumbre en los Ayllus convocar a trabajos comunales
en forma gratuita y por turnos. Las familias colaboraban
en la construcción de obras públicas y ayudaban a los
discapacitados, huérfanos y ancianos a labrar sus tierras.
Para mantener la comunicación, registrar información y
guardar la historia del Tahuantinsuyo, los pueblos andinos
diseñaron los KIPUS; mecanismo que consistía en atar varias
cuerdas de diversos colores, formas y tamaños a una cuerda
principal. Los KIPUS servían para registrar y comunicar la
producción de los Ayllus.
Acogiendo la herencia de nuestros ancestros y la solidaridad
de sus ayllus, queremos que la SOLIDARIDAD en Santa
María de los Andes, sea como un KIPUS. A la cuerda firme de
JESUCRISTO atar la formación en la solidaridad, el voluntariado
y la defensa y promoción de los derechos de los niños.
Tan diversos como son nuestros países, presencias y comunidades,
son las distintas formas, extensiones y colores de sus
cuerdas.
Subcomisión Provincial de Solidaridad
P. Santa María de los Andes - 2010

Pocos años antes de morir, cuando el P. Champagnat tramitaba
la autorización legal del Instituto, en las cartas que
escribe a las autoridades les indicaba: “el fin de los Hermanos
de María es proporcionar a los niños del campo la
enseñanza cristiana que los Hermanos de la Doctrina Cristiana
imparten a los pobres en las ciudades”. Dice también
que podrán dirigir casas de providencia y refugio para los
huérfanos. De hecho, en 1835 aceptó que dirigieran un orfelinato
en Lyon y en 1839 un hospicio de caridad para niños,
en Saint Chamond.
En épocas posteriores, esta intuición ha tomado distintas
formas:
En el año 1932, el 13° Capítulo General, expresaba “hoy
también la clase pobre es la que absorbe la actividad de la
mayoría de los Hermanos empleados en la enseñanza, a
pesar del desarrollo de los grandes colegios de enseñanza
media, principalmente fuera de Europa. La creación de una
escuela gratuita al lado de un colegio floreciente, es una idea
muy apreciable y digna de tenerse en cuenta”.
Para asegurar la opción por los pobres, en 1946, el 14° Capítulo
General estipulaba que:
a) “Para conservar las tradiciones de familia, serán objeto
de nuestras preferencias las escuelas gratuitas”.
b) “Cuando un Consejo Provincial presente al Consejo
General un proyecto de fundación de colegio de pago,
irá acompañada la petición de una sucinta estadística
de lo que en la Provincia se realiza en favor de los niños
pobres y, en general, de los de la clase obrera”.
3
pág
KIPUS de la Solidaridad
Fundamentos y referencias Institucionales
de la Solidaridad Marista
Cuando el Hno. Basilio Rueda asumió la misión de Superior
General, en 1968, escribía a los Hermanos: “Emplearé mi influencia
y mi actividad para orientar el Instituto, a ser posible
en mayor medida que hasta el presente, hacia los pobres
y hacia las misiones”. Más tarde, les decía: “la necesidad del
servicio educativo y la atención a las clases pobres se convierte
hoy no sólo en un deber cristiano fundamental sino
en una urgente y sangrienta necesidad para la Iglesia. Un
Instituto puede dedicarse a otras tareas o destinatarios distintos
de aquellos para los que nació, pero lo que no puede
hacer, sin dejar de ser él mismo, es no dedicarse a aquello
o aquellos para quienes nació”.
Un fruto importante del 17° Capítulo General (1976), fue
el documento “Pobreza y Justicia”. Quería reflejar el eco que
el sufrimiento de mucha gente produce en el corazón de un
hijo de Champagnat: una llamada a despertarnos, a comprometernos
según nuestra vocación y a dejarnos transformar,
siempre desde el seguimiento de Jesús.
En América Latina, especialmente durante las últimas décadas,
la opción por los pobres y por la solidaridad, ha tenido
una acogida particular. La Conferencia Latinoamericana
de Provinciales - CLAP de 1984, celebrada en Chosica (Perú)
constituye un hito en ese caminar fraterno. El tema central
“Misión del Hermano Marista en América Latina hoy”, enfatiza
la urgencia de hacer una real y operativa opción por los
pobres desde el carisma marista.
El Hermano Charles Howard, Superior General entre
1985 y 1993, escribía en una de sus cartas circulares: “está

claro que la nueva civilización que proclamamos es la que
se basa en el amor y la solidaridad. Evangelizar es, desde
luego, procla mar a Jesucristo explícitamente, pero también
nos exige el compromi so de luchar por el nacimiento de una
civilización de amor, solidari dad y diálogo, y entregarnos a
la labor de reconstruir la unidad de nuestro mundo fragmentado”.
(Mov. Champagnat de la Familia Marista, una
gracia para todos nosotros).
Su sucesor, el Hno. Benito Arbués, impulsó fuertemente
entre 1993 y 2001 el proceso de Refundación. Para ponerlo
en marcha, explicaba la importancia de ser fieles a lo que ha
estado en el origen de las congregaciones: los pobres como
motor de cambios y como motivación impulsora; la fuerza de
la misión como desplazamiento a las fronteras (el margen,
peligro, aventura, vanguardia, desafío, novedad); y la tendencia
a un camino espiritual de más implicación en el mundo.
En la circular “Dar a conocer a Jesucristo y hacerlo amar”
(2006), el Hno. Seán Sammon, Superior General entre 2001
y 2009, precisaba quiénes son los pobres para clarificar cuáles
son los destinatarios de nuestra acción: “cuando el fundador
habló de los pobres, él se refería claramente a los niños
y jóvenes que eran económicamente débiles. Es preciso tener
esto bien en cuenta, ya que en nuestro mundo hay unas cuantas
formas de pobreza y al menos otras tantas definiciones.
Pero como hermanos de Marcelino no estamos llamados a
dar respuesta a cada una de ellas”. En la misma circular ofrece
una interesante visión de la Solidaridad: “no es un derecho
que podamos exigir o dar por garantizado. Es, más bien, un
regalo que nos ofrecen los que sufren la pobreza, los que están
arrinconados por la sociedad en la que viven. Y lo dan
a su propio tiempo y manera, y sólo a los que vienen a ellos
despojados de actitudes de paternalismo y superioridad”.
En el año 2007, en Mendes (Brasil), se realizó la Asamblea
de la Misión Marista. Allí se proyectó el futuro de nuestro
apostolado, compartiendo la misión entre Hermanos y Laicos,
abiertos a los soplos del Espíritu, con énfasis en la evangelización,
y asumiendo los nuevos desafíos de la educación
y defensa de los derechos del niño. Un reto para la educación
es acompañar “a nuestros niños y jóvenes de manera que
lleguen a ser personas comprometidas en la construcción
de una sociedad más justa y solidaria”. Del mismo modo, se
pide denunciar las estructuras que oprimen a los niños y jóvenes,
ser testigos de la defensa de sus derechos y favorecer las
oportunidades para que participen en la toma de decisiones.
4
pág
Más recientemente, en la fase preparatoria del XXI Capítulo
General (2009), los representantes del Cono Sur Marista,
resumían en este llamado lo que hoy estamos invitados a vivir:
“Pequeños hermanos, laicas y laicos de María: vayan a la
Galilea de los niños y jóvenes pobres, y allí me encontrarán”.
Y en entre las propuestas concretas que hacían para la región,
se encontraba: promover experiencias de voluntariado en las
comunidades maristas; crear una comisión que esté atenta a
la realidad de los niños y jóvenes pobres; promover experiencias
concretas y fuertes de solidaridad, sobre todo en los que
están a cargo de la gestión de la misión marista.
Fue en este Capítulo que sonó con fuerza: ¡Con María, salgan
deprisa a una nueva tierra! En la sesión inaugural, el Hno. Seán
invitó a mirar a través de los ojos de los niños pobres. Y en el discurso
de clausura, el Hno. Emili Turú, nuevo Superior General,
insistió en ver el mundo desde abajo y convertirnos en expertos
en la defensa de los derechos de los niños y los jóvenes. Este
énfasis transversal quedó plasmado en la tercera prioridad, que
marca el rumbo para los próximos ocho años: “Una presencia
fuertemente significativa entre los niños y jóvenes pobres”. Se
invita a “animar a sus alumnos a transformar sus corazones,
sus vidas y actividades, para que crezcan como personas comprometidas
en la construcción de una sociedad justa y solidaria,
en el respeto por la vida, conscientes de la ecología en
vistas a conseguir un mundo mejor y sostenible”. También se
nos pide recordar a “María y José huyendo rápidamente a
Egipto para proteger al niño Jesús. Esta imagen nos inspira
a convertirnos en expertos y defensores de los derechos de
los niños y jóvenes de manera valiente y profética en los foros
públicos. Nos sentimos impulsados a desafiar las políticas sociales,
económicas, culturales y religiosas que oprimen a los
niños y jóvenes. Ahora es el momento para todos nosotros de
unirnos a los esfuerzos de la Fundación Marista para la Solidaridad
Internacional (FMSI)”.
En síntesis, de este breve recorrido por el magisterio marista,
se pueden reconocer por lo menos estas tres constantes:
y Atención directa y presencia entre los niños económicamente
pobres, que crecen en contextos de vulnerabilidad
y riesgo social.
y Formación de todos los alumnos maristas en la solidaridad,
la conciencia social y el compromiso con la justicia.
y Y - especialmente a partir del último tiempo - la promoción
y defensa de los derechos de niños, niñas y jóvenes.

El año recién pasado se celebró el centenario de la llegada
de los Hermanos Maristas a Perú. En el 2011 conmemoraremos
el mismo aniversario en Chile. Y en Bolivia hace muy
poco —año 2007— recordábamos los 50 años de trayectoria
marista.
La intuición de Champagnat de atender en forma particular
a los más necesitados, ha estado muy presente, en los tres países
a través de todo este tiempo, si bien, no de la misma forma.
PERÚ:
Cuando se llegó en 1909 al colegio del Callao, el objetivo
inicial no era atender específicamente a los más pobres. Sin
embargo, pronto los primeros Hermanos sintieron el llamado
a trabajar con los niños y jóvenes más necesitados. Las tempranas
fundaciones de Huánuco y Jauja así lo demuestran.
Por diversos motivos administrativos y por falta de recursos,
ambas obras no pudieron mantenerse durante mucho tiempo.
Pero pronto se canalizó nuevamente esta inquietud aceptando
la dirección del “Puericultorio Pérez Aranívar”, donde
se atendía a los niños enfermizos y subalimentados de las
escuelas fiscales de Lima. En esta obra muchos Hermanos
dieron lo mejor de sus años jóvenes y no tan jóvenes. El Hno.
Mateo Valle es un testigo privilegiado de esa hermosa y dura
experiencia.
En la década de los 60 se da nuevo impulso a esta prioridad
con la creación del colegio “Manuel Ramírez Barinaga”, en lo
que entonces era uno de los barrios marginales de Lima: San
Juan de Miraflores. En la misma época empieza a tomar forma,
muy humildemente, el colegio San José Obrero de Sullana,
igualmente en uno de los sectores más deprimidos de esa
ciudad nortina. Hoy es un gran centro de formación general
y técnico-profesional para esa población, que sigue sufriendo
de una pobreza y una marginación endémicas.
5
pág
En esta misma línea, la opción de aceptar que el colegio
Cristo Rey de Cajamarca fuera un colegio “nacional”, implicaba
que nos comprometíamos a que permaneciera gratuito,
lo que ha permitido recibir a alumnos de diversos niveles socioeconómicos,
siendo un buen ejemplo de integración social.
En el año 1997 los Maristas del Perú crean una nueva presencia
en Puerto Maldonado. Junto con la inserción en la Iglesia
local, esta obra apoya la formación de los jóvenes, trabajando
en los colegios e instituciones de la zona. Un internado
para adolescentes provenientes de la selva, busca facilitar el
acceso a la educación y ofrecer una instancia de crecimiento y
formación en valores.
Por fin, en los últimos años, la cristalización de esta inquietud
permanente en el sector se ha plasmado en la nueva obra
“Santa María de los Andes”, en un barrio del Cono Sur de
Lima —Santa María del Triunfo—, tan periférico como lo era
San Juan de Miraflores hace unas pocas décadas atrás.
Por su parte, la Universidad Champagnat está prestando un
extraordinario servicio de solidaridad a través de su Programa
a Distancia. Ya son centenares de jóvenes y adultos de escasos
recursos económicos que han podido obtener un título
universitario a través de este programa; sobre todo, los que
habitan en regiones apartadas de la selva y de la sierra.
CHILE:
KIPUS de la Solidaridad
Recorrido histórico de la solidaridad marista
en Perú, Chile y Bolivia
La llegada de los Hermanos a Chile tuvo como origen el deseo
de los obispos, a través del Centro Cristiano, de ofrecer
una alternativa de educación católica en ciudades de provincia,
para contrarrestar el laicicismo de inicios del siglo XX que
se propiciaba a través de los liceos fiscales, de muy buena calidad
y para familias de elite. Por esta razón las seis primeras
fundaciones se localizaron en ciudades de provincia. Sólo en
1929 se fundó el Alonso de Ercilla, en Santiago.

Aún así, la opción por los más sencillos estuvo muy presente
en los primeros Hermanos, con las tempranas fundaciones de
Rengo (1915), que duró muy poco, y Constitución (1923).
En los años treinta, cristalizó este anhelo en obras muy específicas,
como la escuela Cemento Melón de La Calera, destinada
a los hijos de los obreros y, sobre todo, en la Fundación
“Diego Echeverría” de Quillota, que empezó como un hogar
para huérfanos.
De todas formas, los colegios maristas de provincia funcionaron
en sus primeras décadas al filo de la sustentabilidad
económica, pues la escolaridad que se cobraba era realmente
módica. Eran más bien los internados los que aportaban
algún beneficio. De esta forma, se convertían en centros de
integración social, pues a menudo convivían en ellos los hijos
de los patrones con los hijos de los obreros agrícolas.
El despegue económico y lo que podríamos designar como
una progresiva “elitización económica” de los colegios, se inició
en la década de los sesenta, principalmente con la reforma
educativa que culminó en 1968, reforma que —entre otras cosas—
hizo del liceo fiscal una institución popular y de amplia
cobertura. Muchos Hermanos lamentaron que en 1967 se cerrara
el colegio de Constitución y en 1972 ocurriera lo mismo
con la Escuela Cemento Melón. Los avatares políticos de la
época no dejaron espacio a una serena reflexión del tema.
Sin embargo, en 1981 se decide la apertura de la obra de
Tocopilla y desde esa fecha se intensifica la opción por los más
pobres a través de varias iniciativas y “en todos los niveles”,
como reza la “Prioridad de Chosica”. A nivel de las obras se
funda La Pintana, La Serena y Alto Hospicio. A nivel de los
procesos educativos se instaura el “Proyecto 14”, que quiere
involucrar a los alumnos de todos los colegios en la formación
en la conciencia social y el compromiso con la justicia. A nivel
de las comunidades religiosas, se intensifica la opción por una
vida más sencilla y austera, tanto en los ritmos de consumo
interno como en las residencias de las comunidades.
Paralelamente, la Provincia de Chile se embarca en un compromiso
de nivel financiero, consistente en destinar copiosas
sumas de dinero, no solamente a apoyar los colegios subvencionados
propios, sino también a otras instituciones. No menos
importante es el aporte solidario que, a través de diversos
beneficios, se entrega al personal que labora en todas las
obras maristas.
6
pág
BOLIVIA:
A diferencia de Perú y Chile, la llegada de los Hermanos a Bolivia
en 1956 tenía el objetivo explícito de dedicarse a los más
necesitados. Por ello las primeras obras se establecen en pequeñas
poblaciones del Oriente, alejadas de los centros de riqueza
y poder. Cuando, más tarde, se funda un nuevo colegio en la
ciudad de Cochabamba, se elige uno de los barrios más pobres.
Todas las obras de Bolivia son gratuitas, manteniendo hasta
ahora ese carácter que quisieron darle sus fundadores. La excepción
es el Colegio Marista de Santa Cruz, que contribuye
con sus recursos a apoyar la formación inicial de los Hermanos
Maristas y diversos proyectos de los colegios gratuitos.
A lo largo de los años se ha vuelto a destacar el sentido social
de las nuevas obras en Cochabamba y Sta. Cruz. Específicamente
en Cochabamba, los Centros Educativos Maristas
se encuentran en barrios formados por reubicados provenientes
de las minas. También se han ampliado las opciones
de enseñanza con la formación agropecuaria, salas de computación,
talleres, etc. en favor de la juventud necesitada de
un título técnico, para mejorar sus posibilidades laborales. Al
mismo tiempo, en todos nuestros colegios se ha incrementado
el servicio del comedor para asegurar el acceso básico a la
alimentación. Algunas obras cuentan, además, con un centro
de salud.
Cabe una especial mención al programa de voluntariado
“Proyecto Bolivia” que durante los últimos veinte años ha permitido
el servicio de jóvenes españoles, particularmente en la
zona de la Siberia, aledaña a Comarapa. Otras experiencias,
promovidas por la ONG Marista SED, se han focalizado en comunidades
campesinas del Oriente, cercanas a Roboré y San
José de Chiquitos.

Experiencias
y CCECH: Comedor Estudiantil Champagnat } Colegio Marcelino Champagnat, Santa Cruz de la Sierra
·
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
34
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
48
49
50
Campamento trabajo } Colegio Marcelino Champagnat, Sta. Cruz de la Sierra
· Campamento trabajo en Kurupaiti } Colegio Marcelino Champagnat, Santa Cruz de la Sierra
· Campamento Trabajo } Colegio Marista, Sta. Cruz de la Sierra
· Proyectos de solidaridad de cursos } Colegio Marista, Sta. Cruz de la Sierra
· Comedor estudiantil } Centro Educativo Gabriel René Moreno, Comarapa
y Una comunidad en clave solidaria } Centro Educativo Gabriel René Moreno, Comarapa
y Una oferta de formación técnica } Instituto Técnico Ntra. Sra. del Pilar (ITP), Cochabamba
y Vida religiosa en formación: compromiso y solidaridad } Noviciado Interprovincial, Cochabamba
y Programa de voluntariado: Proyecto Bolivia
y Seguro de Salud Escolar } Centros educativos del Ticti Norte, Cochabamba
y Red de protección infantil y familiar de la comuna Tunari } Centros educativos del Ticti Norte - Cbba.
y Experiencia de vida rural en el secano costero } Instituto O’Higgins, Rancagua
y Experiencia rural en Paredones } Instituto San Fernando, San Fernando
y Un colegio que defiende y promueve derechos } Colegio Hermano Fernando, Alto Hospicio
y Escuela para padres } Colegio Hermano Fernando, Alto Hospicio
y Voluntariado en hospedería “María Madre de la Misericordia” } Instituto Rafael Ariztía, Quillota
y Fraternidad solidaria } Instituto Rafael Ariztía, Quillota
y MARCHA: Servicio de amor concreto } Colegio Champagnat, Villa Alemana
y Colonias de Invierno: Pintando sonrisas en el frío } Colegio Ntra. Sra. de Andacollo, Compañía Alta (La Serena)
y Acompañamiento a los abuelitos de la casa de acogida Hno. Miguel } F. Diego Echeverría, Quillota
y Programa indiferencia cero: Acciones que transforman vidas } Fundación Gesta
y Inserción social en las ferias libres } Instituto Alonso de Ercilla, Santiago
y Desarrollo local comunidad llanos norte } Instituto Chacabuco, Los Andes
y Un techo para Jesús } Instituto San Martín, Curicó
y Experiencia solidaria: Hogar “San Miguel Arcangel” } Colegio San José, Callao
y Experiencia solidaria en la casa hogar “Nuestra Señora del Mar” } Colegio San José, Callao
y Una década de solidaridad } Colegio San José, Callao
y Programa de actividades solidarias } Colegio Champagnat, Surco
y Experiencias para formar a los niños en la solidaridad } Colegio Champagnat, Surco
y Experiencias para formar a los adolescentes en la solidaridad } Colegio Champagnat, Surco
y Campañas Solidarias } Colegio Santa Rosa, Sullana
y Campamento Misión Solidario } Colegio Santa Rosa, Sullana
y Pintando el encuentro } Colegio San José, Huacho
y Inserción en comunidades campesinas } Colegio Marcelino Champagnat, Sta. Eulalia
y Comunidad Marista en la Amazonía Peruana } Puerto Maldonado
y La alegría de compartir } Colegio Manuel Ramírez Barinaga, San Juan de Miraflores
y Solidaridad en el asentamiento humano Pacífico Villa } Colegio San Luis, Barranco
y Educación de calidad para los más necesitados } Colegio Santa María de los Andes, Villa María del Triunfo
7
pág
KIPUS de la Solidaridad

Experiencias
CECH:
Comedor Estudiantil Champagnat
} Colegio Marcelino Champagnat, Santa Cruz de la Sierra
El comedor está ubicado en los predios
del Colegio Marcelino Champagnat,
que se encuentra en la Urbanización Chiriguano,
zona sur de la ciudad, a diez kilómetros
del centro. Fue creado en la gestión
2005 para las familias más pobres del colegio.
De él se benefician alumnos de prekinder,
primaria y secundaria, padres de
familias y profesores.
Los padres de familia en su mayoría no
están en condiciones de dar una alimentación
digna a sus hijos, dado que reciben
muy bajos salarios y sus trabajos son esporádicos,
generando deserción de los alumnos,
los que desde pequeños han debido
trabajar para aportar al sustento familiar.
También se da el caso de alumnos cuyos
padres se encuentran en el extranjero por
falta de trabajo en Bolivia, y han tenido que
dejar sus hijos con los abuelos o familiares
cercanos.
Este tipo de situaciones nos movieron
a abrir el comedor estudiantil, como una
forma de apoyar a las familias. Hace cuatro
años comenzó ayudando a 120 comensales;
actualmente tiene 200 niños, niñas
y jóvenes que reciben diariamente su alimentación.
La mayor parte de comensales
son niños de entre 4 y 14 años, los demás
son jóvenes de secundaria y padres de familias
y profesores. El almuerzo consiste
en sopa, segundo y refresco.
En la presente gestión 2009 se amplió el
ambiente comedor a una superficie de 167
mts 2 para prestar un mejor y mayor atención
a la gran demanda que pide acceder.
Tiene una capacidad de atención para 144
personas a la vez.
El servicio de cocina lo realizan dos madres
que tienen sus hijos inscritos en el
colegio. Para dar mejor funcionamiento a
la cocina, cada familia beneficiada una vez
al mes deber colaborar en forma solidaria
con las dos cocineras, ya sea en la limpieza
o en haberes de la cocina, pues cada vez
son más los alumnos que vienen.
El ambiente de comedor es atendido por
una profesora de primaria que colabora con
la atención y bienvenida de los comensales.
El profesor Marcelino es encargado del comedor
y el administrador es el Hno. José
Antonio López quien, además, fue impulsor
de este proyecto.
El comedor tiene una televisión conectada
a una computadora, permitiendo que este
espacio funcione en otros horarios como sala
multimedia para el alumnado. Asimismo, se
aprovecha para colocar videos infantiles, videos
educativos o música durante el horario
de de almuerzo, así se logra un ambiente más
acogedor.
8
pág
El padre, que trabajaba como
albañil, falleció a comienzo
de este año. La madre se
desempeña como empleada
doméstica (cama adentro) para ayudar en
el sustento de la familia. Los niños, Dayana,
Jarol, Anita y Alex aun están en colegio.
Los tres primeros estudian en Primaria y
el último en Secundaria. Alex a veces tiene
que trabajar para ayudar a su madre,
producto de la ausencia del padre. Esta
familia vive a unas dos cuadras del colegio,
en la casa de los patrones pues no tienen
casa propia.
La madre, con lágrimas en los ojos, nos
cuenta de su pesar y agradece a los Hermanos
Maristas por haber creado el comedor, ya
que a través de él pueden ayudar a mejorar la
situación en que se encuentran
hoy en día. (Familia Quispe
Condori)
Margarita es madre soltera,
su conyugue la abandonó y la
dejó con dos niños, Nirvana
y Limberg. Ellos estudian en
el colegio y se encuentran en 1º y 5º de
Primaria. La madre trabaja en una fábrica
como obrera, ella sola lleva el sustento a
su familia. Cuando va a trabajar deja los
niños a cargo de su abuela, donde viven.
El padre de los niños tiene el oficio de
albañil, pero no les ayuda con nada.
La madre nos cuenta la necesidad que tiene
de este servicio ya que le sería imposible
trabajar y atenderlos en la hora de almuerzo.
Nos da las gracias de que exista un lugar
donde asegurarle una comida
digna a sus hijos (Familia
Jaldín Villegas)

Campamento trabajo
} Colegio Marcelino Champagnat, Sta. Cruz de la Sierra
“con espíritu solidario
vamos al encuentro del otro”
El Colegio Champagnat tiene como misión
promover una educación evangelizadora
que facilite la formación integral de
todos los estudiantes, desde la orientación
y vivencia de los valores del Evangelio, así
como también, una adecuada formación
humanística y técnica,
y el desarrollo
de todas sus
capacidades, de
manera que puedan
los alumnos/
as, insertarse en la
sociedad, con un
compromiso con la
justicia y la solidaridad
al estilo del
Padre Marcelino.
Uno de los valores
apreciado por
el P. Marcelino fue
el espíritu de trabajo,
queremos que
nuestros alumnos/
as descubran su
sentido y de una
manera sencilla e intensa puedan experimentar
esta virtud, junto con sus compañeros/as.
En una sociedad en la que
predomina el consumismo y el exceso, elegimos
enseñar a la
juventud a descubrir
la dignidad del
trabajo. El trabajo
es un poderoso
medio de realización
personal que
da significado a la
vida y que contribuye
al bienestar
económico, social
y cultural de nuestra
sociedad. De esta forma, cada uno de
nosotros se convierte en “copartícipe de la
creación” y continuamos con gozo y esperanza
la obra del Creador.
Con el deseo de hacer realidad esta educación
al estilo marista, el Colegio Marcelino
Champagnat, desde la pastoral de
alumnos, organiza un Campamento Trabajo
una vez al año para los alumnos/as
de cuarto de secundaria.
El Campamento
Trabajo es una experiencia
donde los
participantes viven
momentos hermosos
de fraternidad,
oración, encuentro
y por supuesto jornadas
de trabajo
físico junto con las
personas del lugar
donde vamos. Lo
que se quiere en el
Campamento Trabajo,
es colaborar
con la o las comunidades
pobres que
nos acogen, trabajando
en arreglos
de caminos, en la
refacción o construcción de escuelitas,
dando catequesis a los niños, alfabetizando
u otras necesidades que previamente se
ven el lugar donde somos acogidos.
Acompañan esta
experiencia un equipo
de educadores/
as maristas que con
ese mismo espíritu
de trabajo y familia,
hacen de estos días,
una experiencia
maravillosa e imborrable
para todos.
El campamento es
una actividad libre y
voluntaria. Es una experiencia de trabajo en
equipo, respeto y responsabilidad.
9
pág
KIPUS de la Solidaridad
Para mí ha sido una de las
mejores experiencias que
he tenido porque aprendí a
sentir en carne propia lo que
cuesta ganarse el pan de cada día soportando
la fatiga, la angustia, el cansancio e
incluso el calor y el dolor.
Descubrí el gran valor del trabajo como
fuente de superación y crecimiento. No hay
mayor alegría que sentirse útil colaborando
en la construcción de un mundo más hermano
donde todos nos amemos los unos a
los otros. A través de este espacio logramos
conocernos mejor desde lo que somos y
tenemos. Ha sido uno de los momentos más
importantes de mi vida porque me di cuenta
que para ser alguien en la sociedad hay que
luchar con todas las fuerzas, siendo optimista
y trabajador. Soy feliz
sirviendo a los demás (Luís
Fernando Espinoza Ribera)
El campamento ha sido una
experiencia inolvidable algo
que jamás olvidaré en la cual
aprendí muchas cosas como
valorar el trabajo, saber lo que cuesta ganar
la comida. También pasamos momentos
bonitos de fraternidad, compañerismo,
comprensión, y sobre todo saber valorar
lo que tenemos en casa y sentirnos útiles
ayudando a las personas que lo necesitan.
Aprendimos a trabajar estando cansados,
con frío o muchas veces enfermos.
A pesar de todo lo que pasamos, le doy gracias
a Dios por haberme permitido ir a este
campamento y compartir con mis compañeros
y con un lindo grupo de educadores
que todo el tiempo estuvieron incentivándonos,
apoyándonos y enseñándonos cómo
hacer las cosas. Fue una linda
experiencia de trabajo y por
tal estoy muy feliz (Carmen
Urquidi Menacho)

Experiencias
Campamento trabajo en Kurupaiti
} Colegio Marcelino Champagnat, Santa Cruz de la Sierra
La mañana del día martes 3 de noviembre
2009, un motivado grupo de alumnos y
profesores del Colegio Marcelino Champagnat
salimos de Santa Cruz de la Sierra con
destino a la comunidad de Kurupaiti, comunidad
guaraní de Alto Parapeti. Se encuentra
en la región del Chaco, en un lugar alejado
del pueblo de Lagunillas, con una contadas
casas hechas de barro alrededor de la escuelita
y de la canchita de futsal.
Al llegar nos organizamos en grupos, repartimos
las distintas tareas que debíamos
cumplir e inmediatamente empezamos con
el trabajo. El objetivo era la construcción de
una zanja que servirá para el colocado de tuberías
que les permita obtener agua de una
forma más sencilla y rápida.
Las obligaciones que tuvimos en el campamento
fueron repartidas por grupos organizados
por el educador que estuvo con
nosotros y cada grupo iba rotando las distintas
obligaciones: la tarea de la cocina, el
trabajo en la zanja y el pintado en la escuela.
Cada noche realizábamos una reunión
para reflexionar los aspectos positivos y
negativos del día y así mejorar la convivencia
entre compañeros de trabajo. Nos
levantábamos a las cinco de la mañana
para recomenzar con el trabajo, mientras
los encargados de la cocina preparaban el
desayuno, para que todo estuviera listo a
las ocho y llevárnoslo donde estábamos,
para no perder tiempo.
A las once nos retirábamos a la comunidad
a descansar y almorzar. Éste era un
momento privilegiado para compartir las
experiencias y alegrías vividas con las personas
de la comunidad. Ellos nos colaboraban
en la cocina, en la zanja o en el pintado
de la escuela. A las tres de la tarde regresábamos
cada grupo a las distintas obligaciones
hasta las siete, antes de oscurecer. Sin
luz eléctrica, compartir la cena a la luz de
la luna y las estrellas que nos alegraban la
noche, es una experiencia inolvidable.
La tercera y última noche en Kurupaiti
realizamos una actividad para confraternizar
más con la gente de la comunidad, hicimos
dinámicas para jugar con los niños, nos
despedimos y los educadores dieron consejos
a las personas mayores y a la autoridad
de la comunidad para que puedan hacer surgir
a su gente.
Así fue como pasamos los cuatro días de
trabajo y convivencia en esta comunidad.
Cada día aprendíamos cosas nuevas y
acumulábamos experiencias, por ejemplo,
un poco de guaraní enseñado por la gente
de la comunidad; el trabajo en equipo que
nos hacía más fácil y divertido el día; traer
10
pág
agua del “noque” (deposito de agua) para
beber o para la comida.
Desde Kurupaiti salimos hacia el pueblo
de Lagunillas, donde realizamos nuestro
último trabajo, ayudando a traer los materiales
de construcción para el mejoramiento
de la capilla del pueblo, junto con
la hermana y el sacerdote. En la noche animamos
también dinámicas con los niños y
jóvenes del pueblo.
A la mañana siguiente se realizó una
misa donde oramos y con mucha fe pedimos
que lloviera en la región del Chaco
por la gran necesidad de agua que tiene
esa zona. Luego nos embarcamos en el
bus para regresarnos tristes por la despedida
y, a la vez, felices de haber hecho algo
bueno y necesario. Mientras volvíamos a
casa empezó a llover, llenando los ríos y a
nosotros de mucha alegría.
Este campamento - trabajo que realizamos
los alumnos de la promoción 2009,
fue de gran ayuda y valor espiritual ya que
las distintas necesidades que pasábamos
en la comunidad de Kurupaiti, como agua
y energía eléctrica, me hacían comprender
que debemos estar felices con lo que
tenemos.
El trabajo que hicimos por ayudar a esa
comunidad para que tenga agua con más
facilidad y colaborar con el pintado de la
escuelita, me hicieron comprender también
que no debemos parar de trabajar y
esforzarnos, hasta conseguir nuestro objetivo.
A pesar del calor, la sequía y el poco
tiempo que teníamos, que nos parecían
que estaban en nuestra contra, a pesar de
eso, no dejamos de trabajar hasta poder
conseguir nuestro propósito.
También sorprendía la actitud alegre,
humilde, respetuosa y solidaria de las
personas de la comunidad, que a pesar
de sus necesidades y su pobreza, estaban
conformes y orgullosos de pertenecer a su
comunidad y a su cultura.

Campamento Trabajo
} Colegio Marista, Sta. Cruz de la Sierra
El Campamento Trabajo es una actividad
que se realiza con alumnos de la
promoción, permite a los jóvenes estar
juntos fuera del ambiente escolar y familiar
compartiendo su vida y su esfuerzo
con gente del campo.
Es una experiencia muy positiva que motiva
a ser solidarios y conocer la realidad
nacional (desconocida por muchos) a partir
de una comunidad concreta, cuyas condiciones
de vida son muy duras y difíciles.
Esta actividad se realiza en una zona llamada
Siberia, a unos kilómetros de Comarapa,
por la carretera antigua a Cochabamba.
Se trata de una zona en la que hace varios
años hay presencia Marista, con diversas
actividades. Concretamente, promociones
de varios años de los colegios maristas de
Cochabamba, Comarapa y Santa Cruz han
realizado su Campamento Trabajo en algunas
de las comunidades de la zona.
Por ser un lugar frío y por la escasez de
servicios básicos se puede compartir condiciones
de vida muy diferentes a las que
en nuestro ambiente estamos acostumbrados.
La participación es totalmente
voluntaria, por lo que esperamos de los
participantes un compromiso responsable,
aceptando las condiciones exigentes
que la experiencia nos presenta.
Es un campamento trabajo, por lo que
requiere varias horas diarias de trabajo
manual, ayudando en diferentes necesidades
de la comunidad: reparación de caminos,
cavado de canales de riego, construcción
de edificios públicos, etc.
Momentos como la hora de la comida y
de descanso son dedicados a la convivencia
del grupo para organizar el trabajo, oración,
reflexión, ejercicio del servicio mutuo,
recreación de sí mismos y a miembros de
la comunidad. También existe una relación
directa con las familias que viven en la comunidad,
visitándoles en sus casas o en actividades
que compartamos con ellos.
Nosotros mismos nos prepararemos la
comida, y antes de ir, nos organizamos para
conseguir los alimentos y herramientas que
necesitamos para todo el grupo. La participación
de todos en ese aspecto favorece la
relación y la solidaridad del grupo.
11
pág
KIPUS de la Solidaridad
El campamento trabajo simplemente
me encantó, tanto
así que estuve hablando de
él durante tres semanas, en mi casa como
con mis amigos de todos lados.
La verdad yo tenía muchas expectativas, y
las llenó todas. Me gustó porque confraternizamos
con las familias de Punillas, y las
personas se veían tan felices a pesar de tener
tan pocas cosas materiales; realmente
íbamos a trabajar, es decir a hacer trabajos
manuales, allí fue donde conocí al azadón
jajaja, sí…era mi fuerte, yo sacaba tierra
de la zanja. El trabajo no era obligatorio,
era cuestión de cada uno el colaborar o no.
Me acuerdo cuando a mi grupo le tocó la
cocina, yo estuve lavando platos, vasos y
ollas todo el día, claro, no tenía mucha idea
de cocinar en ese entonces, y me ofrecí a
lavar todo. En realidad extraño lavar de
nuevo los platos con ese paisaje hermoso,
las montañas con las nieves alrededor.
Las noches eran muy bonitas, en la fogata
con todos cantando, allí aprecié el cielo y las
estrellas. Desde que volví a mi vida cotidiana,
me tomo un minuto para observar el cielo y
recordar la paz y tranquilidad que encontré
en esa semana de “Trabajo”. Si pudiera
tener otra oportunidad de ir al
campamento, sea como sea, la
aprovecharía. Fue inolvidable.

Experiencias
Proyectos de solidaridad de cursos
} Colegio Marista, Sta. Cruz de la Sierra
La realidad que vive la mayoría del
pueblo boliviano, y especialmente niños
y jóvenes, es un grito que se eleva al
cielo pidiendo justicia, respeto y solidaridad.
Somos parte de un pueblo y de una
gran familia. Por ese motivo no podemos
quedarnos indiferentes ante el dolor y
sufrimiento de nuestros hermanos y hermanas.
Es un deber, una necesidad y una
obligación fraterna hacer algo en beneficio
del más necesitado. El proyecto de Dios
es la felicidad de todo su pueblo.
Los proyectos de solidaridad en esta
gestión, se han convertido en espacios de
servicio y trabajos que realizan nuestros
alumnos en favor de familias, hogares, instituciones,
unidades educativas, etc. cuya
necesidad es analizada y priorizada por
los mismos alumnos.
Se trata de actividades planificadas
entre el tutor, todos los alumnos del curso
y delegados de PMFF que se traducen
Fuimos al huerto del Colegio Marcelino
Champagnat. Da alegría ayudar
a otros, fue una experiencia muy
bonita, nos dieron las herramientas
y fuimos al huerto a deshierbar las parcelas, fue
Este año ayudamos con víveres para
el comedor de un barrio. Los niños
del barrio almuerzan ahí. Es una
capillita nueva, recién inaugurada, ahí mismo
está el espacio del comedor. También se les llevó
material escolar ya que en el comedor tienen
clases bíblicas los sábados. Los padres estuvieron
en jornadas de trabajo colaborativo para
ayudar a sectores menos favorecidos, sobre
todo económicamente.
Estas actividades se inician en abril y
se extienden hasta agosto. Algunos continúan
aún por voluntad de los mismos
alumnos, quienes deciden seguir ayudando
a sus beneficiarios.
El proyecto de solidaridad tiene como
objetivos:
y Desarrollar en los alumnos/as el compromiso
de la cultura solidaria como
forma de compartir la vida, brindando
cariño, amistad, compañía, dando
y sintiendo el amor de Dios en estos
espacios de convivencia.
y Poner en contacto a los padres y madres
de familia, alumnos y alumnas
con las realidades de otros niños y
niñas menos favorecidos, para sensibilizar
y desarrollar en ellos el valor
de la solidaridad.
Una de las estrategias que se convirtió
en fortaleza de nuestros proyectos de solidaridad,
fue el haber disminuido la tendencia
al paternalismo y asistencialismo
con estos proyectos. Actualmente nuestros
alumnos entienden que una actividad
solidaria no debe limitarse sólo a dar
cosas materiales, sino también a compar-
muy divertido ir. Algunas veces costaba sacar
alguna que otra hierba pero lo hacíamos y lo mejor
es que trabajamos como equipo. El sol nos hizo
sudar, pero qué bueno poder ser útil. Ahora comprendo
a los agricultores porque es tarea bonita,
muy comprometidos y brindaron su ayuda. Está
programado comprar una computadora con
impresora, para que los niños pasen clases de
computación, y computadora en desuso para que
los chicos puedan armar y desarmar. Lo bueno
fue la convivencia, fue interesante ver cómo los
niños del comedor esperaban a los niños del Ma-
12
pág
tir con otras personas; compartir trabajo,
diálogo, fe, responsabilidad, etc. Es así
que ahora ellos tienen distintas formas de
ejercer su solidaridad y lo hacen pintando
una escuela, gestionando la curación
de un enfermo, comprando material para
construir un baño en una casa de familia,
ayudando a servir y lavar platos en un
comedor popular, cultivando un huerto,
ayudando a alimentar, bañar y comer a
niños y ancianos de hogares, apoyo escolar,
catequesis, etc. etc., además de aportes
con dinero, alimentos, ropa y enseres que
no deja de ser la primera forma de ayudar
a la gente que lo necesita.
Como una debilidad, sentimos que en
ocasiones se nos agotan las estrategias
para seguir motivando a nuestros estudiantes.
Los tutores hacen esfuerzos por
animar de manera permanente en el fortalecimiento
de la sensibilidad solidaria.
pero dura, mantener limpia las parcelas. Qué
bonito ver crecer las plantas. Vimos muchos, pero
muchos rostros de niños pequeños y
jóvenes adolescentes y fue muy bonito
conocerlos (estudiante de sexto).
rista y la capacidad que tiene todo niño de compartir.
Los chicos del Marista hicieron una tarjeta
a los chicos del comedor agradeciéndoles por la
bienvenida y porque se consideran
sus amigos. La experiencia les sirve
de mucho a los niños. (tutora de 3º
primaria)

Comedor estudiantil
} Centro Educativo Gabriel René Moreno, Comarapa
Nuestro centro educativo acoge a estudiantes
de hasta 70 km. de distancia de
Comarapa, cubriendo a más de 40 comunidades
aledañas. Los alumnos que acceden
al estudio provienen de familias de pequeños
y medianos agricultores y ganaderos,
artesanos y dueños de talleres variados.
El centro educativo les brinda estudios
primarios, secundarios y de profesionalización
a nivel técnico. La mayoría provienen
de familias de escasos recursos y la
permanencia de sus hijos en Comarapa
les supone grandes sacrificios económicos
para que puedan estudiar. Por otro lado,
al no estar al lado de sus padres, se ven
expuestos a problemas de alimentación,
vestimenta y alcoholismo que repercuten
negativamente en su formación.
Dentro de nuestra misión educativa hemos
tomado como opción el trabajo con los
pobres y deseamos que nuestros estudiantes
tengan éxito y es así que identificamos
a aquellos con problemas económicos,
sociales, académicos y disciplinarios tan
pronto como es posible y les proveemos
ayuda adicional en forma de orientación
y tutorías. En el aspecto económico planteamos
algunas alternativas para paliar en
alguna forma sus problemas, como es el
servicio de comedor y el internado.
El comedor estudiantil viene funcionando
desde hace aproximadamente 25 años.
Iniciamos esta actividad en un ambiente
improvisado y pequeño. La gran demanda
nos obligó a construir el año 2003 una infraestructura
específica para ofrecer en la actualidad
alimentación a más de 350 estudiantes.
Es preocupación permanente la calidad
de la alimentación y para esto se contrata
personal con conocimientos el área alimenticia
y al que apoyamos con cursos
sobre nutrición. El comedor es administrado
por un grupo de profesores, quienes
realizan turnos de control y seguimiento
de la calidad alimenticia, comportamiento
de los comensales y seguimiento al desempeño
académico de los beneficiarios, para
apoyarlos con una beca en el comedor, de
acuerdo a su situación socio – económica.
El costo mensual del servicio de comedor
estudiantil es de 180 bolivianos mensuales
y se apoya especialmente a quienes
tienen dificultades económicas, de acuerdo
a distintos porcentajes. Para que un
alumno acceda a una beca se realiza un
análisis de su situación económica, el lugar
de procedencia y las notas que consigue
en sus estudios.
13
pág
KIPUS de la Solidaridad
Para mí y los niños
que lo necesitan el comedor
es una ayuda, porque sus
padres no le pueden brindar una buena
alimentación. Es muy lindo ya que puedes
ver la alegría de los niños. El trato es muy
bueno y cocinan muy bien. Un día nos
sirven sopa y otro día segundo. Deberían
ir más niños al comedor porque algunos
no comen. Gracias a las personas
que hacen posible esto
(María Guadalupe Jora).
El comedor es una ayuda
eficiente y me gusta estar
allí, es lo mejor que me ha
pasado en mi vida. Las cocineras son muy
buenas. Ahí conoces a muchos amigos.
La comida que prepara doña Filo y doña
Corina es muy nutritiva, nos
alimentan muy bien
(Raúl Villca).
El comedor es algo importante
para mí, me gustan las
comidas que sirven, ayudo a
limpiar las mesas y a pasarla
comida a mis compañeros
(Franz Paca).

Experiencias
Una comunidad en clave solidaria
} Centro Educativo Gabriel René Moreno, Comarapa
Además del comedor estudiantil, existen
otras varias iniciativas de solidaridad
que se pueden compartir:
Comisión de solidaridad
de los profesores
Profesores y profesoras del centro educativo,
han formado una comisión que
está atenta a diferentes necesidades que
tienen alumnos, alumnas y profesores
para ayudarles tras un diálogo y conocimiento
de su realidad. Se ayuda, por ejemplo,
para fletes de libros, material escolar,
ropa, calzados, atención de salud...
Los fondos provienen de aportes de los docentes
y de diferentes actividades que generan
fondos para estos fines y en las que participan
todos los docentes de la comunidad.
Centro Juvenil “Buena Madre”
Es un centro juvenil que está abierto todo
el día. En él se realizan diferentes actividades:
apoyo escolar, estudio, trabajos de grupo,
ayudantía escolar, juegos recreativos,
talleres de baile y danza, proyección de
películas y diferentes talleres de formación.
Muchas instituciones de Comarapa y
de la Provincia Manuel María Caballero
usan el centro juvenil para realizar encuentros,
reuniones y talleres dirigidos
a la comunidad: PASOC (Pastoral Social
Cáritas), Alcaldía, Subprefectura, Red de
Salud, discapacitados, Dirección Distrital
de Educación, Centros educativos...
Coordinado por una profesora y jóvenes
voluntarios, es un espacio que beneficia
a toda la comunidad de Comarapa,
especialmente a los niños y jóvenes de
todos los centros educativos.
Ayudantía escolar
Durante el segundo y tercer trimestre
escolar se ofrece a los estudiantes de secundaria
que han tenido notas bajas, un
refuerzo escolar durante las tardes en que
no tienen clases.
Se hace un horario especial para los
diferentes paralelos y asisten a las clases
de refuerzo que les dan sus mismos profesores,
colaborados por alumnos sobresalientes
en la respectiva materia. Se financia
con parte de los aportes de los padres
de familia del colegio.
Campamento trabajo
Es una experiencia de trabajo solidario
realizado en alguna comunidad campesina
del entorno. Suele llevarse a cabo durante
una semana, en época de clases. En
los últimos años se ha ayudado con captación
de agua para la comunidad, arreglo
de caminos y aplanado de terreno en torno
a la capilla de la comunidad.
Asisten alumnos voluntarios de cuarto
de secundaria, acompañados por los responsables
y un grupo de profesores del
Centro Educativo. Los jóvenes colaboran
con gran parte de la alimentación y el presupuesto
de Pastoral del colegio cubre los
gastos de viaje y otros.
Internado del Colegio
Gabriel René Moreno
En la casa que antes fue aspirantado –
etapa inicial de la formación de los Hermanos-
se recibe un grupo de unos treinta
niños y niñas, provenientes de comunidades
rurales de la zona de la Siberia. Es una
forma de superar las distancias que los separa
de la formación escolar y del acceso a
mejores oportunidades.
Durante la primaria viven permanentemente
en el internado, sin embargo, cuan-
14
pág
do pasan a secundaria deben alquilarse un
cuartito para dormir. De todos modos, siguen
beneficiándose del internado con la alimentación,
el seguimiento a sus tareas y estudio y
con la provisión del material escolar.
Durante la semana la alimentación la
reciben en el comedor escolar del colegio,
donde colaboran ayudando a cocinar, a
elaborar el pan y en la limpieza. Los fines
de semana que están en el internado cocinan
por turnos. Cada quince días van un
fin de semana a sus casas, para compartir
con sus familias y ayudar en el trabajo del
campo y del hogar.
El financiamiento para este internado
viene de la ONG Sed, tramitado por el grupo
de voluntarios españoles, el PROYECTO
BOLIVIA. Este grupo es quien elige a los
niños y niñas durante su estadía de voluntariado
en la zona, en su campo – misión de
los meses de julio y agosto de cada año.
Existe un matrimonio responsable que,
junto con sus hijos, vive con los niños
durante todo el período escolar. Ocasionalmente
algún voluntario de SED, perteneciente
al Proyecto Bolivia, colabora al
matrimonio en esta atención.
Fondo solidario de salud
Es un servicio que cubre la atención médica
primaria para los estudiantes del Centro
Educativo. Cada familia aporta 1 boliviano
mensual, durante diez meses al año.
Este seguro cubre, especialmente, la
atención médica de los niños, niñas y jóvenes
de escasos recursos y que no gozan
de ningún tipo de seguro de salud formal.
Cuando un alumno necesita la atención
médica, por un accidente u otra razón, en
la secretaría del colegio se le entrega una
ficha y se le acompaña al hospital público
del pueblo. Mensualmente se cancela por
las atenciones recibidas. Cuando el costo
de la atención es muy alto, se comparte el
pago con la familia.

No siempre es necesario traspasar
fronteras para hacer misión, las comunidades
campesinas de nuestro propio
entorno son, hoy día, las aldeas rurales de
la Francia de Champagnat o la Oceanía
hacia la que salieron los primeros Hermanos.
En los barrios periféricos de nuestras
ciudades hay gran cantidad de niños y
jóvenes ignorados, a gran distancia de la
justicia y la dignidad humana.
Cuando los Maristas deciden desplazarse
hacia nuevos barrios de Cochabamba,
donde las condiciones educativas
fueran deficientes y con una población de
un nivel económico inferior, en la zona del
Ticti Norte se ofrece una opción y se decide
trasladar los talleres del Centro Educativo
de Producción, que funcionaba en el
Colegio Marista.
Las posibilidades de infraestructura
nos llevan a pensar en la posibilidad de un
centro de formación técnica de nivel medio
y que, más tarde, se proyectara hacia
el nivel superior.
Actualmente, el ITP está en su octavo
año de funcionamiento legal. Sin embargo,
considerando que el interés que se podía
despertar en jóvenes y adultos no ha sido el
esperado, hemos ampliado nuestra oferta a
jóvenes de comunidades campesinas, que
con mucho esfuerzo logran terminar el bachillerato
y tienen muy pocas perspectivas
de continuar con sus estudios.
Las carreras que ofrece el ITP, son:
Técnico superior (3 años):
• Imagen y sonido
(Fotografía Video Sonido Diseño Gráfico
y Multimedia)
Técnico medio (2 años):
• Mecánica, máquinas y herramientas
• Instalaciones electrotécnicas
• Gestión administrativa
También somos parte de un proyecto
de Fe y Alegría, para dar a los jóvenes especiales,
discapacitados, la oportunidad
de adquirir una capacitación laboral que
les permita insertarse en el mercado de
trabajo. Asimismo, estamos haciendo los
primeros intentos para ampliar el campo
de acción a jóvenes de la calle, buscando
que el ITP sea un instrumento de esperanza
para cambiar sus vidas. Recibimos
también a personas mayores que trabajan
y quieren mejorar sus conocimientos y
ampliar sus perspectivas.
Estamos experimentando una nueva
forma de enfocar la educación, impulsada
por la Coordinación Nacional de Educación
Técnica de Fe y Alegría. Consiste en la
detección de problemas en el entorno del
Centro y la elaboración de proyectos para
solucionarlos, buscando que el desarrollo
del proyecto tenga la mayor pertinencia
con el currículo.
15
pág
KIPUS de la Solidaridad
Una oferta de formación técnica
} Instituto Técnico Ntra. Sra. del Pilar (ITP), Cochabamba
Casas de acogida para estudiantes
Se han implementado dos casas de acogida,
una para mujeres y otra para varones,
donde conviven jóvenes internos de
Comarapa, San José de Chiquitos, Roboré,
Chuquisaca, del norte de Potosí y de
comunidades aymaras de la provincia de
Tapacarí, una de las zonas más deprimidas
de Bolivia. Dos matrimonios son los
responsables de las casas.
Estos estudiantes se benefician con el
trabajo de producción. A la vez que sirve
como una oportunidad de prácticas,
aprenden a valorar su trabajo y sirve para
la mantención de las casas.
De cara al futuro
Estamos preparando la documentación
que nos permita ampliar nuestra oferta
a certificaciones y titulación de técnico
medio y superior en todas las especialidades,
con certificaciones intermedias, de
acuerdo a los módulos aprobados. De esta
manera podremos ampliar los diferentes
niveles de certificación para dar oportunidad
a más personas, sin importar sus
limitaciones ni sus conocimientos previos.
Queremos seguir caminando, a pesar de
las dificultades, siempre en el espíritu de
Champagnat, con fe, con sencillez evangélica
y con amor al trabajo para brindar
un futuro lleno de esperanzas y alegrías a
quienes forman parte de esta familia.

Experiencias
Vida religiosa en formación:
compromiso y solidaridad
} Noviciado Interprovincial, Cochabamba
El noviciado es una etapa clave para
la formación de los consagrados. Las
Constituciones de los Hermanos Maristas
dicen que éste es un tiempo de iniciación
en la vida religiosa marista, donde el joven
discierne lo que Dios quiere de él e inicia el
seguimiento de Cristo al estilo de María.
Desde el año 1997 se estableció en la
ciudad de Cochabamba, Bolivia, la casa
del noviciado para los jóvenes provenientes
de las provincias Cruz del Sur (Argentina
y Uruguay), del Distrito de Paraguay
y de la Provincia Santa María de los Andes
(Perú, Bolivia y Chile).
En esta etapa siempre ha sido una gran
preocupación cómo ayudar a vivir la dimensión
solidaria de la vida religiosa. El
último Capítulo General insiste en pedir a
los Hermanos que estén presentes entre
los niños y jóvenes pobres, “apasionados
para ser signos del amor de Dios y audaces
para desplazarnos donde otros no llegan”.
Es incuestionable que la vida religiosa sin
solidaridad deja de ser un camino para seguir
fielmente a Jesucristo.
Por esta razón es que en el Noviciado
Interprovincial de Cochabamba, se han
ido buscando las mejores estrategias para
formar en la solidaridad a los futuros
Hermanos, tanto desde el plano cotidiano
como desde otras experiencias más puntuales:
• Nuestra casa está ubicada en un sector
periférico, donde es una más del
barrio. Procuramos vivir la relación
cercana con nuestros vecinos.
• El tiempo de noviciado está centrado
en la experiencia de Dios. Una dimensión
básica a descubrir en Jesús es su
solidaridad. Comienza cuando deja el
cielo, y se hace cercano a los necesitados.
Y le trajo muchos problemas….
• Una vez por semana pasamos clases
con alumnos/as de una escuela mar-
16
pág
Mi noviciado ha sido un
camino lleno de Gracia, de
búsqueda, de encuentro y de
solidaridad.
Un tiempo en el que he tenido la oportunidad
de acercarme a los pequeños de Jesús;
a los niños de escuelas marginales, como
también a los niños y jóvenes que se encontraban
en situación de calle.
A ellos les hablé del amor de Jesús y de María,
les brindé mi tiempo y mi confianza,
así se fue tejiendo un vínculo que solidarizó
mi vida con su situación.
Me sentía feliz en medio de aquellos rostros
que reflejaban el rostro vivo del Jesús
de hoy.
En sus ojos me encontré, Le encontré y se
desencadenó en mí un amor tan grande
que me llevó por el camino de la consagración
como Hermanito de
María. (Hermanito Fredy
Armando Cardus)
ginal, ubicada en un sector llamado
APOTE. Por diez años las distintas
generaciones de novicios se han desplazado
semanalmente a esta escuela
del campo, en las afueras de la ciudad.
Intentamos ser cercanos a los niños/as
que viven la carencia material,
afectiva e intelectual. Las necesidades
del lugar son grandes, y nosotros
procuramos estar a su lado y ofrecer
nuestra colaboración educativa con
las clases de religión.
• Asumimos algunos apostolados que
son de contenido solidario: niños de
hogares, hijos de mujeres reclusas,
adolescentes en situación de calle,
oratorios exteriores, cárceles…
• En dos o tres momentos del año hacemos
una experiencia de solidaridad,
generalmente en el ambiente rural,
tierra adentro. Allí las carencias son
bien evidentes…

Programa de voluntariado:
Proyecto Bolivia
El año 1989 algunos alumnos maristas,
antiguos alumnos, catequistas y profesores
laicos de la Provincia Marista Bética
(sur de España), acompañados por dos
hermanos, comenzaron una experiencia
significativa: acercarse, en el transcurso
de sus vacaciones de verano, a la realidad
en que vive el campesinado boliviano de
zonas cercanas a Comarapa.
A partir de la primera experiencia se
fueron sucediendo cada año otras, hasta la
actualidad. Durante dos meses, el tiempo
de sus vacaciones de verano, realizan en la
zona de La Siberia el Campo Misión. Pero
durante todo el año en España, mantienen
un proceso de formación y discernimiento.
En realidad, se trata de un grupo de cristianos
donde cada uno, con talante misionero
y marista, orienta su vida hacia la Misión y
la realidad de los países del Sur.En el Campo
Misión tratan de hacer una presencia sencilla
y cercana a los campesinos y campesinas.
Utilizan sus mismos medios de transporte,
participan en sus reuniones, les acompañan
en momentos de esparcimiento y en celebraciones
religiosas, y comen en las casas de los
comunarios lo que ellos les ofrecen, etc.
Este grupo de voluntarios ha convivido
con distintas comunidades de la zona:
Churo, Manzanal, Capillas, Punilla, Quebrada
San Antonio, Huertas y Ajos Pampa.
Inicialmente lo hicieron con los pueblos de
San Juan del Potrero y Pulquina Abajo, en
la región de los Valles Cruceños. Todos estos
lugares están situados cerca de Comarapa,
en la Provincia Manuel María Caballero,
dentro del extenso Departamento de
Santa Cruz. El lugar del Campo Misión ha
ido cambiando cada varios años desplazándose
hacia lugares menos atendidos y
con necesidades concretas.
Los componentes del Campo Misión
tienen muy claro que su misión es apoyar
el trabajo que realizan los hermanos
maristas en esa zona. Al mismo tiempo,
colaborar con la tarea evangelizadora de
la Parroquia de Comarapa. Buscan armonizar
aspectos evangélicos con la promoción
humana, que hace protagonistas a
los propios campesinos. A veces su labor
es meramente testimonial. Sin embargo,
se prestan a colaborar en todo lo que
pueden y las comunidades campesinas
les piden: apoyo escolar, alfabetización de
17
pág
KIPUS de la Solidaridad
adultos, promoción de la mujer, atención
sanitaria, educación para la salud y la higiene,
catequesis sacramental y apoyo a la
experiencia cristiana de cada comunidad
campesina.
Al mismo tiempo han gestionado algunos
proyectos de desarrollo que las comunidades
solicitaban: Becas para el Internado
de Comarapa para niños y niñas, así como
para el colegio; construcciones de letrinas
o baños, almacenes, aulas y bibliotecas; paneles
solares en varias escuelas; instalaciones
de agua potable en las escuelas y represas
para riego; conformación de Asociaciones
agrícolas y consecución de maquinaria
y equipos agrícolas. En la mayoría de los
casos estos proyectos son gestionados por
el Proyecto Bolivia a través de la ONG marista
SED. En su concretización colaboran
distintos centros Maristas a través de las
Campamentos Trabajo y los Campamentos
Misión de los grupos MARCHA.
Hay muchos aspectos que enriquecen y
gratifican a los hombres y mujeres que participan:
La capacidad de acogida, la solidaridad
intercomunitaria, los trabajos en común,
el sentido de la fiesta, la confianza que
depositan en ellos como grupo… Y de una
manera especial, la familiaridad, la acogida,
el apoyo y el ejemplo de vida comunitaria y
solidaria de los Hermanos y la Familia Marista
de Bolivia, con los que se sienten unidos
en afecto y en sentimiento marista.
Y durante estos años ha sido muy significativa
la experiencia de voluntariado por
uno o varios años de diferentes integrantes
del grupo, en algunos casos matrimonios.
Normalmente este tiempo de voluntariado
lo han realizado en Comarapa apoyando el
Internado de niños y niñas de las comunidades
campesinas donde realizan el Campo
Misión. A lo largo de estos años, han
sido varios y varias que han realizado esta
experiencia siendo un aporte muy grande
para la comunidad marista de Comarapa,
así como para el Centro Educativo.

Experiencias
Seguro de Salud Escolar
} Centros educativos del Ticti Norte, Cochabamba
Antes de relatar en qué consisten los
proyectos solidarios es importante recalcar
que las unidades educativas de esta
zona periférica de la ciudad de Cochabamba
pertenecen a la Parroquia Santa Mónica
y todas las obras de solidaridad se realizan
en forma coordinada entre la parroquia, la
ONG Wiñay Muju, los Centros Educativos
Maristas Nuestra Señora del Pilar, Santa
Mónica, San Marcelino, Santiago y la comunidad
de las Hermanas de la Caridad
de Santa Ana.
La gran mayoría de las familias de la
zona viven del comercio informal o son
obreros independientes como albañiles,
taxistas, trabajadoras del hogar, vendedoras
en los mercados. Esto significa que no
tiene ningún seguro social.
Ante esta carencia se creó el Seguro de
Salud Escolar para todos los educandos de
nuestros colegios, dando cobertura total en
lo que se refiere a traumatologías, infecciones
gastrointestinales, dérmicas y respiratorias
las 24 horas del día y los 365 días del año.
Cada año se realizan campañas de desparasitación
y control dental a todos los
educandos.
Los consultorios médico – dentales de Wiñay
Muju realizan la atención primaria que
incluye la dotación de medicamentos. Si el
caso lo requiere se deriva a los pacientes al
hospital municipal Viedma y, con la presentación
de la factura, se reembolsan los gastos.
En casos especiales y tratándose de familias
de escasos recursos, se ha ayudado
inclusive en cirugías y otras atenciones
médicas mayores.
El proyecto Wiñay Muju cubre los gastos
de la atención médica dental y una parte
de los medicamentos esenciales. Los padres
de familia aportan 1 boliviano mensual
durante diez meses al año. Se ha creado
un fondo especial mancomunado que
garantiza la continuidad de este proyecto.
Agradezco al seguro de salud porque
me ayudaron mucho para salvar la
vida de mi hija Marisol, que estaba
El seguro de salud nos ayuda mucho
y nos da tranquilidad porque
sabemos que nuestros
hijos tienen atención médica
si se enferman. (Norka Arnez)
18
pág
desahuciada en terapia intensiva. Con
la ayuda de todos ha vuelto a caminar
y es una niña feliz (Felicidad Marza)
Mi hijo sufrió una fractura de
brazo y gracias al seguro de salud
fue atendido
en el hospital con prontitud y se
sanó bien (Andrés Canaviri)

Red de protección infantil
y familiar de la comuna Tunari
} Centros educativos del Ticti Norte - Cochabamba
Esta Red de la Comuna Tunari fue creada
el 25 de julio de 2008 y está conformada
por diferentes instituciones que
trabajan por el bienestar y protección de
los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de
los distritos municipales 1 y 2 de la ciudad
de Cochabamba. Entre estas instituciones
podemos nombrar a las unidades educativas
Maristas San Marcelino, Santa Mónica,
Nuestra Señora del Pilar y Santiago;
los centros de salud del Ticti Norte y Salomón
Klein, la Parroquia Santa Mónica, las
guarderías, la ONG Wiñay Muju, los puestos
policiales y la Defensoría de la Niñez y
la Adolescencia de la Comuna Tunari, haciendo
un total de 17 instituciones.
Los objetivos de esta red son:
• Difundir por todos los medios a nuestro
alcance el contenido del “Código
Niño, Niña, Adolescente” y la existencia
de instituciones e instancias a
quienes recurrir.
• Convertir a los mismos sujetos de
esta problemática, niños, niñas y jóvenes
en los primeros promotores y
defensores de sus derechos.
• Orientar y formar en una cultura de
“no violencia” en la familia y la comunidad,
logrando romper el silencio
por parte de las víctimas.
• Involucrar a la totalidad de instituciones
educativas y sociales de la zona en
este proyecto.
• Capacitación de los actores sociales
involucrados en esta problemática:
familias, educadores, agentes del orden
y la seguridad pública, trabaja-
19
pág
KIPUS de la Solidaridad
Yo antes le tenía recelo a todo
lo que se refiere a la Defensoría
y otras instancias legales,
ahora he constatado que si
nos unimos todos lograremos disminuir y a
la larga erradicar la violencia
contra nuestros niños. (Una
docente)
El maltrato contra mi persona
y mis hijos eran cosa de todos
los días, desde que acudí
al gabinete psicológico del
colegio y a la Defensoría ya
vivimos más tranquilos en mi
casa. (Una madre de familia)
dores sociales, de salud, etc
• Prevenir el maltrato, la violencia intrafamiliar
y el abuso sexual.
• Reducir los índices de violencia intrafamiliar
y maltrato infantil en todas
las instancias.
En la actualidad funciona como un ente
interinstitucional e interdisciplinario con
la participación de profesionales de la
educación, la salud, el derecho, policiales,
trabajadoras sociales, psicólogos, médicos
forenses y otros.
Se han atendido muchísimos casos y
poco a poco se va convirtiendo en un espacio
de referencia para la comunidad. Siendo
la primera experiencia de esta naturaleza
se han recibido solicitudes para replicar
el modelo en otras comunas de la ciudad.

Experiencias
Experiencia de vida rural
en el secano costero
} Instituto O’Higgins, Rancagua
Por espacio de una semana en el mes
de octubre de cada año los alumnos y
alumnas de Tercero Medio (16 – 17 años)
viven esta experiencia de solidaridad.
Durante esos días, los que han aceptado
voluntariamente, se insertan en una familia
del secano costero de la Sexta Región,
aprendiendo y valorando la cultura campesina
y reconociendo su dignidad. Son
varios los aprendizajes que se adquieren
con esta acción. Les permite conocer la
realidad de otras familias; reconocen la
riqueza de su propia familia; les ayuda
a avanzar en el plano afectivo, al sentirse
acogidos y aceptados por lo que son y
hacen; se propicia la iniciativa y la originalidad
personal; les ayuda a descubrir
personas distintas, apreciar la cultura y el
trabajo rural. Todo esto realizando un servicio
concreto y efectivo a la comunidad
que los acoge.
La preparación se inicia en el mes de abril
cuando los profesores responsables se con-
tactan con los respectivos curas párrocos de
Marchigüe, La Estrella y Litueche para revisar
el listado de familias que están dispuestas
a recibirlos. Luego, en dos o tres visitas
posteriores, recorren las casas, confirmando
personalmente y asegurando las fechas
en que se hará efectiva la experiencia.
En forma paralela, se informa y motiva
tanto a alumnos y alumnas como a sus
apoderados. Además, se comunica del
proceso al Consejo Directivo y al Consejo
de Profesores de la sección correspondiente.
Finalmente, en el mes de septiembre, se
reciben las autorizaciones de los padres
que respaldan la participación de sus hijos
e hijas; generalmente, corresponde a
un 95%, unos 35 alumnos de cada curso.
La experiencia se inicia a las 08:00 hrs. del
día acordado, cuando se presentan con su
bolso de ropa, útiles de aseo personal y una
caja de mercadería para la familia. En la capilla
del colegio se realiza la oración de envío
20
pág
y luego suben al bus que los llevará hasta el
secano costero. Dos profesores se hospedan
en la casa parroquial y los visitan a todos
cada día para conocer lo que hacen y cómo
se van sintiendo en sus nuevos hogares.
El espacio físico es muy hermoso. La
calma que entregan las pequeñas colinas
que invita a quedarse; esta tranquilidad
es percibida por los jóvenes. En sus conversaciones
dejan entrever lo que significa
levantarse con los pájaros y acostarse
con el canto de los grillos. No es extraño
escucharles hablar sobre el valor de la
naturaleza; lo que producen las estrellas;
la sencillez y cercanía de estas familias
amigas; la nostalgia por los que están en
la ciudad; la amistad que se genera entre
dos o tres que quedaron cerca; a valorar la
vida del campo…
Durante el día los jóvenes acompañan a
las familias en sus tareas habituales, trabajan
con ellos, dialogan, comen juntos,

descansan y al atardecer comparten la
oración que llevan preparada para cada
noche. Mientras tanto sus padres, en
Rancagua, desarrollan en las noches una
bitácora que les invita a leer desde la Fe la
experiencia de no tener a su hijo o hija por
una semana. Un día se reúne todo el grupo
de apoderados para compartir la oración y
la Eucaristía en torno a la experiencia que
están viviendo sus hijos.
Una vez concluida la actividad, se recoge
lo vivido en los consejos de curso y en
las jornadas de pastoral. Allí se comparte y
reflexiona el paso de Cristo por esta experiencia.
Pasados los meses, no pocos regresan
a visitar a las familias para mantener y
fortalecer el vínculo que se creó. Algunos
los llaman cada cierto tiempo, otros han
creado lazos duraderos, han veraneado
juntos e incluso han sido padrinos. En invierno,
algunos vuelven a solidarizar con
quienes están pasando por situaciones di-
Uno de los valores maristas que más
inculcado tengo es el servicio a los
más necesitados y este año se me ha
dado la posibilidad a mí y a mis compañeros de
Tercero Medio de ponerlo en práctica a través de
la Experiencia de Vida Rural…
El cariño y amor que recibí de la familia Caroca
Lagos al llegar a El Cajón fue algo realmente
conmovedor ya que ellos en mi corta estadía se
transformaron en una nueva familia para mí,
recibiendo de la tía Jacqueline el amor maternal
fíciles. Uno que otro ha regalado su equipo
musical o su computador a “la tía del
campo” que difícilmente podrá adquirir
uno. Otros han devuelto la mano recibiéndolos
en la ciudad ante la necesidad de ir
al hospital de Rancagua, para una visita al
médico o para operarse.
¿Cómo pasamos de una experiencia
de impacto a una de solidaridad permanente?
Son varios los jóvenes que luego
de esta experiencia han comprendido el
mensaje y están comenzando a dar pasos.
El aprendizaje de actitudes es el más complejo
y del que menos se sabe. Dios nos ha
invitado a caminar juntos en esto de los
valores, pues ningún aprendizaje es meramente
cognitivo. Cuesta entenderlo, pero
experiencias como éstas proporcionan las
condiciones perfectas para que el joven se
encuentre consigo mismo, con su conciencia
y con los mapas que le permitirán encontrar
en su camino la Verdad y la Vida.
que uno tanto extraña en la lejanía del hogar, Loreto
y Catalina fueron como mis hermanas pequeñas
y siempre estuvimos jugando y pasando
buenos momentos juntos, de Don Omar que era
el padre y el que llevaba con mucho esfuerzo los
hilos de la familia. Puedo decir que los pocos momentos
que pudimos estar juntos los supe aprovechar
muy bien…
Es una experiencia bastante trascendente
y que te deja mucho como persona, por todo el
servicio que uno da a las familias que te reciben
21
pág
KIPUS de la Solidaridad
Al llegar al lugar en el cual
quedé, me pude dar cuenta
que realmente la realidad que
se vive en ese sector es totalmente diferente
a la que yo vivo en la ciudad, el solo hecho
de tener locomoción o un supermercado a 2
cuadras de mi casa me hizo dar cuenta que
soy una persona afortunada, que a veces
simplemente reclamo por tonteras ya que en
esta experiencia todos vivían con lo básico
incluso, muchas veces ni con eso contaban.
En mi familia anfitriona, gracias a Dios,
nunca faltó la comida ni tampoco el buen
humor, me recibieron como si fuera un integrante
más, es por esto que nunca me sentí
incómodo de compartir mis experiencias y
sentimientos que tenía por ellos.
Sin duda después de haber vivido esta experiencia
me doy cuenta que esto ha sido una
de las mejores cosas que ha hecho el colegio
por mi persona, por no decir que es la mejor
dado que me ayudó a agradecer a Dios por
cada cosa que encuentro en mi casa, doy
gracias por la buena educación que estoy recibiendo
de parte del esfuerzo de mis padres,
doy gracias por tener comida, doy gracias por
tener un baño, doy gracias por tener luz.
Por esto doy gracias a cada uno de los
integrantes de la familia que me tocó,
ya que fui yo el afortunado de poder
ganar con esta experiencia que, si bien,
no se puede poner en el curriculum
profesional, sí lo puedo posicionar al
currículum valórico, el que, a mi parecer,
es mucho más importante que todos los
demás, ya que gracias a estos valores
ganados podré desarrollarme mucho mejor
como persona, quizás gracias a esta
experiencia seamos unos
verdaderos agentes maristas
de cambio (Luis Pino)
y también por el cariño que recibes de ellos, te
encontrarás con gente maravillosa, con el silencio,
con la amabilidad de los campesinos, con la
noche estrellada que pocas veces podemos ver,
con paisajes espectaculares y por sobre todo te
encontrarás contigo mismo, reflexionando acerca
de lo que has hecho y lo que harás, recriminándote
por actitudes negativas y por ser tan ciego de
no ver la felicidad y la hermosura
en las cosas simples de la vida.
(Francisco Ramírez Gómez)

Experiencias
Experiencia rural en Paredones
} Instituto San Fernando, San Fernando
Dentro de los nuevos horizontes de
nuestro colegio marista, los alumnos
y alumnas de Tercero Medio (16 – 17 años)
están llamados a mirar nuevos desafíos en
el desarrollo de la conciencia social y el
compromiso con la justicia.
La misión evangelizadora que nos encomienda
la Iglesia y que la Congregación
Marista nos invita a sentir y vivenciar para
renovar el corazón, nos lleva a vivir una
semana de inserción entre las familias del
sector secano costero de la Provincia de
Colchagua, en la Sexta Región.
Este proyecto se implementa en estrecha
relación con el párroco de la localidad
de Paredones, el Pbro. Luis Rubio C. quien,
dentro de su labor pastoral, ha invitado a
las catequistas de sus comunidades a trabajar
con las familias que puedan abrir sus
hogares a nuestros alumnos.
Los estudiantes son motivados por el
Coordinador de Pastoral, quien les presenta
y explica la actividad. A los padres
se les reúne un mes antes de la experiencia
para explicarles el proyecto y se les motiva
presentando los relatos de jóvenes que
ya lo han vivido. Creemos que son estos
testimonios los que realmente dejan más
conformes a los apoderados y permiten
entender el alcance de la experiencia.
Los alumnos y alumnas viven una semana
de experiencia rural en las comunidades
de Paredones. Allí deben asumir
las costumbres y valores de las familias,
pasando a ser un-a hijo o hija más durante
esos días. Las mujeres se quedan de a dos
por familia y los varones de a uno, aunque
algunas familias piden dos.
¿Qué tareas desempeñan en el campo
estos jóvenes de ciudad?
Primero, colaboran en las tareas de la
casa: aseo, orden, limpieza, etc. Segundo,
laboran según el trabajo que desempeñen
los dueños de casa: cultivo de hortalizas,
cultivo de frutillas, apicultura, cortar y
acarrear leña, ayudar con las tareas y estudio
(donde haya niños) amasar pan,
ordeñar vacas, recolección de callampas,
animación de la oración comunitaria.
También son compañía y presencia juvenil
para muchos de los dueños de casa que
viven solos. Además, en algunos sectores,
han podido realizar trabajos comunitarios,
es decir, pintar la capilla de un lugar
o hacer trabajos en la escuela.
Para el trabajo personal, los jóvenes llevan
la tarea de registrar sus vivencias y
sentimientos en una bitácora y hacer oración
diaria con la familia. Llevan un altar
con fotos de la propia familia y de la familia
anfitriona.
Durante los días de esa semana, los
profesores tutores se alojan en la casa parroquial,
compartiendo con la familia del
párroco. Desde allí salen todos los días a
visitar a los jóvenes para comprobar que el
proyecto se realice y tener la tranquilidad
de que todos estén bien.
22
pág
Son demasiado generosos,
muy cariñosos y se esmeran
porque estemos tranquilos y
cómodos. Es gente muy esforzada
y amorosa (Macarena
Zapata, Tercero Medio A).
Es una semana en que uno
aprende a valorar lo que tiene.
Acá la gente es feliz con lo
poco que tiene y se esmeran
por darnos todo (Claudia
Lobos, Tercero Medio A).
Quiero destacar que las familias
viven de lo que producen,
son independientes.
Esto les permite producir lo necesario y
no sobre explotar la tierra que poseen.
Son familias muy organizadas,
se prestan ayuda como
vecinos (Catalina Contreras,
Tercero Medio A).
Puedo resaltar lo organizada
que es cada familia para tener
lo necesario en alimentación.
Tienen de todo, incluso televisión por cable
en algunas casas. Es gente sana, salen
a pescar al río, van a cazar conejos y para
ello deben caminar mucho. En cuanto a las
comidas son ricas, pero muy abundantes.
Se extraña no tener señal telefónica pero
se pasa porque nos juntamos
los que estamos cerca en un
mismo sector (José Muñoz P.
Tercero Medio C).

Un colegio que defiende
y promueve derechos
} Colegio Hermano Fernando, Alto Hospicio
Este colegio es el último fundado por los
Maristas en Chile. Cuando se buscó un
lugar, procuramos que fuese donde tuviéramos
más posibilidades de apoyar a las personas
en su afán de superación. Alto Hospicio
cumplía con el requisito: es un sector con
una alta vulnerabilidad socio económica,
pero con un gran potencial humano.
En estos pocos años recorridos, hemos
tratado de estar muy atentos a todas las necesidades
de nuestros niños y niñas, en lo que
viven tanto dentro como fuera del colegio. La
protección y promoción de sus derechos es
un desafío que nos llama a responder, especialmente
cuando nos encontramos con los
que están más vulnerables. Por eso, en el año
2009 se formó una Comisión de Derechos del
Niño, compuesta por distintos profesionales y
representantes de la comunidad.
Para defender los derechos de niños y niñas
se trabaja a nivel de Tribunales, Fiscalía,
Oficina de Protección de Derechos (OPD).
También en coordinación con los programas
del Estado: Junaeb (Junta Nacional de Auxilio
Escolar y Becas), Programa Puente, Chile
Solidario, Conace, etc. Así se favorece la integralidad
de la atención. En los casos que se
requiere, acudimos al domicilio para verificar
en terreno las situaciones, y para apoyar y
conseguir un cambio positivo las familias. Se
realiza contención emocional para facilitar el
adecuado manejo de situaciones conflictivas.
Buscamos, por otra parte, fortalecer las habilidades
parentales, apoyando a los padres
para cumplir de mejor forma su rol.
Trabajamos en conjunto como equipo
multidisciplinar, facilitando que las diferentes
áreas de intervención se coordinen
23
pág
KIPUS de la Solidaridad
Desarrollar mi profesión con
familias que necesitan ayuda,
que se encuentran en alto riesgo
y vulnerabilidad, es sin duda una oportunidad
para crecer y valorar las herramientas
con que cuento para abrir caminos
hacia oportunidades de salir adelante desde
situaciones especialmente difícil.
Entender que, a veces, es sólo necesario escuchar
a quien lo necesita para brindarle un
apoyo. Lo más importante antes de ejecutar
cualquier acción es siempre ponerse en el
lugar del otro. Hay que aprender día a día
de ellos, ya que son grandes seres humanos
que entregan lecciones de vida y un enorme
enriquecimiento humano y personal. El tener
la certeza que puedes ayudar, aunque sea con
un granito de arena, es una esperanza diaria
de un mundo mejor y un aliciente
para seguir construyendo
camino (Una profesional).
para concretar acciones que respondan
efectivamente a las problemáticas de los
niños, niñas y sus familias.
En el 2009, se organizó un operativo con
la colaboración del Hospital de Alto Hospicio.
Se revisaron a todos los niños y niñas con el
objetivo conocer el estado de salud de todos
nuestros alumnos. Fueron atendidos por una
enfermera, sicóloga, nutricionista, odontóloga
y médico general, orientándoseles hacia
tratamientos especializados, en los casos que
fuese necesario. En más de una oportunidad
se contó con la presencia de un médico, para
dar charlas sobre la prevención y tratamiento
de la pediculosis. Se realizaron charlas a padres
y apoderados para favorecer el desarrollo
de una vida familiar sana y se facilitaron herramientas
para promover la participación de
los padres en la educación de sus hijos.

Experiencias
Escuela para padres
} Colegio Hermano Fernando, Alto Hospicio
Mi nombre es Silvana Torres Oliva, de
profesión Educadora de Párvulos.
Durante este segundo año desempeñándome
en el colegio he tenido un desafío importante:
trabajar de lunes a viernes, de 8:00 a
9:30 horas, en la Escuela para Padres.
Esta experiencia, en un principio, me
asustó un poco, pero me entregué poniendo
día a día lo mejor de mí y mis conocimientos
al servicio de estas mamás que tanto lo
necesitan. Este grupo de 15 apoderadas fue
pensado inicialmente como una instancia
donde las madres pudieran actualizar sus
conocimientos, se acercaran más al colegio
y se fortaleciera la comunicación con los
apoderados. Hoy día puedo testimoniar que
lo logrado va mucho más lejos.
Se transformó en un espacio donde algunas
recordaron conocimientos olvidados y
otras adquirieron destrezas tan necesarias
como leer y escribir. Desarrollaron habilidades
que tenían ocultas, pero que siempre desearon
sacar a la luz, como dramatizar, cantar
y hablar en público. Les ha ayudado a sentirse
valoradas, capaces y orgullosas de sí mismas.
A muchas les ha dado un sentido a sus vidas.
En el colegio vuelven a ser alumnas, cada
día más entusiasmadas, con más desafíos
que alcanzar y más barreras que derribar.
Se sienten dispuestas a luchar sin miedo, de
manera más positiva y menos conformista,
estimuladas por los cambios que han visto
en algunos de sus hijos, quienes están mejo-
rando su conducta y su rendimiento escolar.
Así lo afirman los profesores que en ocasiones
se han acercado para pedirme que trabaje
temas como los hábitos de estudio, el
buen trato, la responsabilidad, etc.
Los niños verbalizan el orgullo que sienten
de que sus mamás vengan al colegio, que
estén participando activamente en los actos
escolares y que asistan al comedor como
agentes educativos en la hora de almuerzo.
Todos las aceptan y respetan, lo que agrada a
sus hijos y los valida frente al grupo.
Siento que para el colegio ha sido favorable
el trabajo con los apoderados, por el
apoyo que han significado estando presentes
en la mayoría de las actividades que se
desarrollan. Las mamás se muestran siempre
dispuestas, alegres y agradecidas con la
oportunidad que se les brinda. En Escuela
Para Padres han podido conocer el carisma
Marista, estrechar vínculos con los Hermanos,
profesores del colegio y no docentes,
comprendiendo lo difícil y gratificante de
la labor educativa. Y el colegio ha tenido la
oportunidad de servir a estas personas tan
sacrificadas, con vidas sufridas, carentes de
esperanza y fe en el Dios vivo, sencillo, humilde
que crece en ellas y no las abandona.
Siento que este año he aprendido mucho
de estas mamás y sus vivencias. Sus experiencias
las he vivido con alegría y agradeciendo
día a día a Dios y a los hermanos por
confiar en mí para cumplir con esta labor.
24
pág
Doy gracias a Dios por todas
las oportunidades que da el
colegio para ayudarnos porque
siento que en otro colegio no se da.
Agradezco todo lo que el colegio da y por la
cercanía de los hermanos, por la oportunidad
de aprender más para ser mejor mamá
y por el espacio que me da, donde olvidamos
nuestras penas, tener ganas de levantarnos
todos los días y porque me doy
cuenta que ahora yo no estoy
sola (Luz Rojas, apoderada).

KIPUS de la Solidaridad
Voluntariado en hospedería
“María Madre de la Misericordia”
} Instituto Rafael Ariztía, Quillota
Para quienes somos de Quillota o para
quienes accedían a nuestra ciudad, era
una escena común observar en las veredas
de la calle Ariztía personas durmiendo a la
intemperie en invierno y verano. Hiciera
frío o calor, ellos y ellas formaban ya parte
del paisaje urbano de nuestra ciudad, tapados
con cartones, abrigados al calor de
un fiel perro. No faltó el titular del diario
local en el que se daba cuenta de algunos
que habían perdido la vida en los gélidos
días de invierno.
Fue fundamentalmente por esta razón,
que hace ya algunos años y por iniciativa
de un grupo de voluntarios, se creó la Hospedería
“María Madre de la Misericordia”
cuya finalidad es dar alimentación y techo
digno a las personas indigentes de la comuna.
Nuestro colegio partió colaborando
con esta iniciativa, incluyendo las visitas
en el plan de solidaridad de algunos cursos,
mayoritariamente de Educación Media.
La actividad consistía en asistir, acompañados
de papás voluntarios, a cocinar y
servir los alimentos los días sábados a la
hora del almuerzo.
Pasado un tiempo, esta iniciativa ya no
prendió con la misma fuerza; fue entonces
que la Catequesis de Confirmación asumió
el compromiso de visitar la Hospedería
como una actividad solidaria propia del
itinerario de formación sacramental.
Cada día viernes en la noche los y las
jóvenes, junto a sus monitores, se dirigen
allí para preparar la cena, poner la mesa y
esperar a las personas con una sonrisa y
una palabra amable. Puntualmente, a las
20:00 hrs comienzan a llegar todos, saludan,
se sientan, se comportan de manera
gentil, luego de la oración dirigida por un
Hermano o el diácono del colegio viene el
momento de servir la cena. Todos comen,
conversan, comparten, muchos de ellos piden
repetición, en reiteradas ocasiones es
la única comida del día, la olla gigante se
multiplica en un esfuerzo porque nadie se
quede con hambre. Finalmente, el postre,
las gracias y la despedida, algunos se quedan
a dormir y otros vuelven a la calle.
Esta visita la realiza dos veces cada grupo
durante el tiempo que dura su preparación
a la Confirmación. En el año 2009, en espera
del inicio de la catequesis y para responder
al compromiso con la Hospedería, se
sumaron todos los estamentos del colegio:
profesores, administrativos, auxiliares, apoderados.
Esto permitió mantener en pié el
compromiso adquirido y se dio la oportunidad
a cada uno de los que participaron, de
compartir un momento de crecimiento personal
y entrega desinteresada con aquellos
a quienes Jesús nos invitó con más fuerza a
ayudar: “Cuando lo hicisteis con alguno de
estos mis hermanos, conmigo lo hicisteis”.
25
pág
Trabajo hace 16 años en el
Instituto Rafael Ariztía y he
visto crecer y decrecer muchas
iniciativas en relación a
la formación de la solidaridad en nuestro
colegio, fue así como uno de esos días y en
el marco de la catequesis de Confirmación
me “tocó” participar con mi grupo en la
visita a la hospedería. Había que organizar
qué haríamos, quién cocinaría, quiénes del
grupo asistirían esta primera vez. No nos
costó mucho, había entusiasmo de parte de
todos, cocinaríamos arroz con carne, queríamos
servir una comida que les gustara,
que fuera rica y especial, así fue como todos
pusimos una cuota para la carne, unos
llevarían el pan, otros los jugos, la fruta de
postre, la ensalada, ya todo estaba listo.
Cuando llegó el viernes acordado, los “cocineros”
llegaron temprano. Qué alegría me produjo
ver la dedicación que los jóvenes ponían
en preparar todo de manera que quedara lo
más rico posible, condimentos, alimentos,
pero sobre todo mucho amor, así poco a poco
fueron llegando los demás, se prepararon los
alimentos, se dispusieron las mesas cuidadosamente
y cuando dieron las 20:00 hrs
comenzó la recepción. En pocos minutos las
mesas estuvieron llenas, se inició con la bendición
y luego vino la repartición. Mientras
las personas comían yo miraba el rostro de los
jóvenes, sorprendidos en ocasiones, emocionados
en otras, algunos se acercaban a conversar,
otros simplemente miraban.
Finalmente, vino la despedida y mientras
retirábamos las mesas y lavábamos los
platos para dejar todo ordenado, yo los
escuchaba comentar distintas situaciones
y sensaciones: la impresión que les había
causado la juventud de algunos; se daban
cuenta de que lo que para ellos era cotidiano
(comer y dormir en una cama cómoda
y confortable) para muchas otras personas
no lo era y daban gracias por tenerlo. Todos
- sin excepción - agradecían la experiencia.
Pasadas las 21:00, cuando nos despedíamos
y nos encaminábamos de vuelta a nuestros
hogares, observaba en ellos la satisfacción
por el trabajo bien hecho. Se transparentaba
el corazón alegre de quien da sin esperar recibir.
Sin duda, la visita a la Hospedería fue,
es y seguirá siendo una experiencia maravillosa
para comprometerse con el rostro de Jesús
que sufre y que nos espera
con los brazos abiertos (Sylvia
Ponce – Profesora)

Experiencias
Fraternidad solidaria
} Instituto Rafael Ariztía, Quillota
El itinerario de solidaridad que contempla
el llamado Proyecto 14 que se
trabaja en nuestro colegio, incluye diversas
experiencias que abarcan todos los niveles,
desde pre-kinder hasta Cuarto año
Medio.
La primera, propuesta para los cursos
desde pre-kinder hasta Segundo Básico
(8 a 9 años), es la llamada “Fraternidad
solidaria”. Como su nombre lo dice, busca
generar instancias que procuren el acercamiento
a otros niños y niñas de realidades
diferentes, no necesariamente en el aspecto
socio económico y social sino más bien
en el aspecto territorial, es decir realidades
rurales y alejadas de nuestro Instituto.
El gran objetivo es generar lazos de fraternidad
con otros pares, procurando experiencias
de encuentro, donde el compartir
es la meta primordial.
Los tutores de estos niveles comienzan
estableciendo contacto con los profesores
de los lugares a visitar. Luego se motiva a
los alumnos y alumnas para ir al encuentro,
escribiendo cartas, haciendo invitaciones,
generando en ellos el interés por el compartir.
Posteriormente, se acuerda el lugar del
encuentro y llegado el día cada curso se dirige
a la cita; generalmente son trasladados
en grupos por los mismos padres.
Cabe señalar que estos encuentros se
producen entre cursos de los mismos ni-
veles y de un par a la vez. Durante la mañana
se presentan, cantan, hacen oración,
comparten la colación y se generan instancias
de juego colectivo para motivarlos
a relacionarse unos con otros, finalmente
se intercambian recuerdos elaborados por
los mismos alumnos y alumnas y se despiden
en espera de un nuevo encuentro.
Estas instancias se producen al menos
dos veces al año. La idea es que una vez
nos visiten ellos y a la siguiente los visitemos
nosotros. Entre una y otra se realizan
campañas con los padres para paliar alguna
necesidad específica de los otros compañeros,
entendiendo que esta actividad
es complementaria al encuentro, que es la
prioridad fundamental.
Nos parece importante erradicar del corazón
de los niños y niñas el sentimiento
de que “como yo tengo, te doy a ti que no
tienes”. La meta es promover que todos
somos personas iguales amadas por Dios,
independientemente de las circunstancias
de vida y el colegio en que se estudie.
Dentro del Proyecto 14, la “Fraternidad
Solidaria” es una de las experiencias que
se mantiene más viva y se realiza con más
periodicidad, formando parte fundamental
del plan anual de trabajo, en un esfuerzo
más por hacer de nuestros niños y niñas
“buenos cristianos y buenos ciudadanos”,
como lo quería nuestro santo Fundador.
26
pág
La Fraternidad Solidaria es
una experiencia que se viene
realizando en nuestro colegio
desde hace muchos años,
con la finalidad de que nuestros alumnos
y alumnas compartan con pares de su
misma edad pero de realidades diferentes.
Para mí, que trabajo en el jardín infantil,
no ha sido tarea fácil, cómo los incentivo a
compartir con otros niños y niñas que no
conocen, si están en una edad en que son
fundamentalmente egocéntricos y narcisistas,
ese ha sido siempre el desafío y la
tarea.
Comenzamos contactándonos con otros colegios,
con las colegas, acordábamos el día
y el lugar de reunión, nos preparábamos en
clases contando que iríamos o vendrían a
conocernos otros “amiguitos”, algunos se
entusiasmaban con facilidad, otros no tanto,
pero igual era entretenido preparar los
“regalitos” que compartiríamos.
Llegado el día, los papás nos llevaban al otro
colegio o iban a buscarlos para traerlos al
Instituto. Primero venían las presentaciones,
luego, los juegos, las rondas, las canciones,
el compartir la colación era uno de los momentos
más esperados; la oración de acción
de gracias transparentaba el inmenso amor
de Dios por todos nosotros. Me daba gusto
ver cómo algunos se relacionaban inmediatamente,
otros observaban, pero muchos si
uno les daba una ayudita, se integraban sin
problemas, luego la despedida con el compromiso
de encontrarnos al menos una vez
más. Cuando al final de la mañana comentábamos
el encuentro todos coincidían en
que lo habían pasado “súper bien” y yo veía
la mano de Dios en todo lo sucedido.
Desde hace un par de años a la fecha esos
encuentros de “Fraternidad Solidaria” se
producen con nuestros vecinos del colegio
marista “Diego Echeverría”. Vimos en
conjunto con las colegas del jardín infantil
la necesidad de formar vínculos fraternos
entre nuestros alumnos, rompiendo así las
barreras de las rivalidades, dadas fundamentalmente
por cuestiones deportivas.
Esta iniciativa nos tiene a todos muy satisfechos
pues entendemos que acciones como
estas nos ayudan a ir desarrollando en
nuestros niños y niñas y también en nosotras
mismas el sentimiento de ser “un solo
corazón y un mismo espíritu”
(Marcela Erazo Valenzuela –
Docente)

MARCHA:
Servicio de amor concreto
} Colegio Champagnat, Villa Alemana
MARCHA es un movimiento juvenil ligado
completamente a la proyección
del carisma marista y del liderazgo, rasgos
esenciales para el desarrollo del perfil marista
en jóvenes que, conociendo la realidad
que los rodea, son capaces de actuar
mediante actividades solidarias tales como
el SAC (Servicio de Amor Concreto), colonias
de verano, misiones, entre otras.
Marcha comienza en segundo medio
(15 – 16 años), en la etapa denominada
Llano. Este es el año en el cual la cordada
(como se llama al grupo constituido
por peregrinos y guías) se conoce, crea
un ambiente de amistad y se empiezan a
desarrollar los liderazgos. Al pasar a la siguiente
etapa, Sendero, en tercero medio
(16 – 17 años), la cordada tiene que apli-
car todo lo aprendido en la etapa anterior
y en el Campamento De Formación (CDF)
en una instancia solidaria denominada
Servicio de Amor Concreto (SAC). La cordada
visita instituciones solidarias, hogares
y otros centros, para compartir experiencias
y vivencias de fe con aquellos que
tal vez necesiten un poco de ayuda no tan
solo material sino espiritual.
Hacia el final de Sendero se realizan las
colonias de verano que son organizadas
y animadas por los propios peregrinos.
Se invita a niños de poblaciones con problemas
tanto sociales como económicos,
para lograr abstraerlos de ese ambiente
por una semana y enseñarles a compartir
y a vivir en comunidad, además de evangelizar
a través de distintas instancias de
27
pág
Siempre había querido ser
parte de MARCHA ya que mi
tío había sido peregrino y en
cierta forma yo quería vivir todas
las cosas que él me decía. Cuando llegué
al movimiento me encantó, sentí que eso era
lo mío. Conocí a un grupo increíble de personas
con las cuales he compartido tres años
y aún me queda por compartir, y es que son
tantas las experiencias que se viven que es
difícil expresarlas todas en tan pocas palabras.
Esperaba con ansias el CDF y cuando
llegó fue mucho mejor de lo que esperaba,
conocí a mucha gente y me sirvió para darme
cuenta de que no somos pocos los que
queremos vivir estas experiencias de servicio
y amistad. El SAC fue algo complicado, nos
costó organizarnos, pero al final lo logramos
y creo que fue una experiencia muy linda. La
guinda de la torta fueron las colonias, trabajamos
tan duro para que todo saliera bien,
que finalmente se vieron los frutos. Actualmente
estoy viviendo mi SAC personal en el
movimiento GAMA, en el cual soy monitor
hace dos años. Finalmente quería decir que
MARCHA ha sido algo muy importante para
mí, me ha ayudado mucho y es una experiencia
que nunca olvidaré, nunca olvidaré
a mi cordada Suave brisa ni
a este movimiento que me ha
dado tanto.
dialogo y entretención.
KIPUS de la Solidaridad
Ya en la etapa Cumbre (cuarto medio)
la cordada vive un momento de desarrollo
al potenciarse el servicio personal. Cada
peregrino debe buscar una forma de vivir
el servicio de forma independiente. La
última etapa, Horizonte, se vive cuando
el peregrino ha egresado del Movimiento.
La idea es que el peregrino haya acumulado
tantas experiencias y aprendizajes, que
ahora tenga la capacidad para aplicarlas
en su vida y, así, siga transmitiendo todos
los valores del carisma marista. Además
se espera que logre ser un líder positivo,
viviendo siempre el servicio, la formación
personal, la vida en comunidad y la vida
cristiana, pilares fundamentales en la formación
del peregrino.

Experiencias
Colonias de Invierno:
Pintando sonrisas en el frío
} Colegio Ntra. Sra. de Andacollo, Compañía Alta (La Serena)
En los fríos días de invierno, durante
las vacaciones, un grupo de alumnos,
alumnas y ex-alumnos del Colegio Nuestra
Señora de Andacollo, se juntan para
compartir con unos ciento veinte niños y
niñas, provenientes de las poblaciones aledañas
al establecimiento, en el sector de
Las Compañías, en La Serena.
La motivación compartida al comenzar
estos períodos de colonias es dar lo mejor
de uno mismo, para entregar alegría y recreación
a los niños y niñas que llegan todos
los días muy temprano a compartir y pasarlo
bien. Un grupo de unos treinta jóvenes,
acompañados de un profesor, se organizan
y se distribuyen las tareas de animación,
como tíos o padrinos; otros, forman el equipo
de coordinación, encargado del programa
y la organización de la Colonia.
Todas las actividades recreativas se organizan
en torno a un “fondo motivador”
para cada día, siempre ligado a un valor. Se
realizan talleres, actividades masivas (bingos,
paseos, kermesse, concursos de baile,
etc.), también hay espacios de reflexión y
para compartir en pequeños grupos.
La experiencia a lo largo de los años ha
sido muy positiva. Sabemos que las Colonias
de invierno, además de entregar recreación,
asegura la comida de niños cuyas
familias sufren en los períodos de vacaciones,
pues no siempre pueden asegurar
los recursos para darles una adecuada
alimentación. También son un espacio de
cuidado y contención para los hijos de padres
y madres trabajadoras y que, en otras
circunstancias, estarían todo el día jugando
en la calle, exponiéndose a los peligros
tan habituales en estos contextos.
Al finalizar las Colonias, nos queda la satisfacción
de realizar la meta soñada, nos
quedamos con el corazón lleno de rostros
sonrientes, nos quedamos con el corazón
pleno porque hemos respondido al llamado
de Jesús de servirle en la persona de los niños
y niñas que participan de nuestras Colonias.
Desde niña he participado en
las Colonias. La experiencia
cambia cuando se pasa de
ser beneficiaria a entregar el servicio.
Cuando participé de niña, claro, lo pasaba
bien, disfrutaba de las actividades, juegos,
haciendo amigos, encariñándome con
los monitores, pero cuando cambian los
roles y eres parte del equipo encargado de
hacer realidad las Colonias, te das cuenta
de las distintas realidades que muchos
niños viven, te sientes responsable de que
todo salga bien para que ellos tengan las
mejores vacaciones de sus vidas, llenas de
alegría y diversión, te encariñas, te llenas
de energías. Piensas “si me encantó esto
que hice, entonces quiero estar presente
en las próximas vacaciones, para volver
a realizarlo y tener la oportunidad de dar
alegría y cariño a muchos niños más”. Es
por esto que no me quedo viendo el lado
superficial de las cosas, sino que siempre
busco el lado más profundo de todo. No
observo ni distingo a quién entrego algo,
sólo entrego sin esperar nada
a cambio (Lilibeth Rojas -
Ex -alumna)
28
pág

Dentro de los cinco objetivos colegiales
del año 2009 podemos encontrar
el siguiente lineamiento: Continuamos
abriendo caminos de solidaridad
en nuestra comunidad educativa y en
nuestra ciudad.
Una de las dimensiones pastorales más
productivas del Diego Echeverría es la
dimensión Samaritana. Con mucho entusiasmo
y solidaridad, desde Educación
Media hemos motivado la participación de
nuestros jóvenes y docentes en distintas
visitas a hogares de ancianos de Quillota,
haciéndose presentes a través de música y
compañía en la soledad de nuestros hermanos
y hermanas más necesitados.
Quienes somos testigos de estas actividades
podemos dar fe que son constantes
y no se transforman sólo en una forma de
cumplir con los objetivos escritos en las planificaciones
de marzo. Por el contrario, descubrimos
en la acción solidaria sistemática
una forma de encontrar a Cristo en el que
sufre. Del mismo modo, observamos en la
comunidad un espíritu renovado cada vez
que somos parte de una mano fraterna que
se une a la de nuestro prójimo.
La Casa de Acogida del Hogar de Cristo
se ubica en un lugar cercano a nuestro
colegio. En las semanas más significativas
de nuestro calendario, es decir, la Navidad,
Semana Champagnat y la Semana Técnica,
nos acordamos de quienes no tienen
compañía. Así, el grupo musical del colegio
prepara canciones y junto a tres profesores
–uno de ellos Diácono de nuestra Iglesia-
movilizamos regalos, ropa, mercadería y
mucha alegría hacia un salón en el que nos
esperan siempre contentos los abuelitos
más cariñosos que podemos imaginar.
Luego de una breve paraliturgia, cantos
y saludos, servimos un pequeño desayuno.
Todos los integrantes de la sección hemos
participado de esta acción solidaria y no
somos los mismos una vez que regresamos.
Hace cuatro años atrás nos invitaron
a visitar esta casa de acogida
que atiende cerca de cuarenta
adultos ancianos, y desde esa primera
visita ellos conquistaron nuestro corazón
y decidimos apadrinarlos.
Sabemos que son varias las instituciones que les
visitan, pero ellos siempre nos esperan, creo que
la razón de esto está en lo que les llevamos cuando
les vamos a ver, la Palabra de Dios, un mensaje
desde el Evangelio, fortalecer el espíritu en unos
cuerpos tan cansados y a veces muy enfermos.
Los jóvenes del Diego siempre esperan hacer esta
visita, se preparan con cantos para liturgia y algunos
temas del recuerdo, hacen vida la solidaridad
llevándoles algún obsequio.
29
pág
KIPUS de la Solidaridad
Acompañamiento a los abuelitos
de la casa de acogida Hno. Miguel
} Fundación Diego Echeverría, Quillota
Pero lo más valioso de estos momentos es que
uno sale fortalecido al ver de cerca la pobreza y
el sufrimiento de otros, el alma se engrandece,
uno entiende un poco mejor lo que quería expresar
San Alberto Hurtado cuando decía que
“el pobre es Cristo”.
Nos sentimos muy agradecidos del Señor por
tener esta hermosa oportunidad de acompañar
a estos hermanos nuestros. Sabemos que nos
tienen mucho cariño, el mismo Capellán General
del Hogar de Cristo, P. Agustín Moreira, nos
manifestó personalmente su inmensa gratitud
por este compromiso con la casa
de acogida (Víctor Gutiérrez Valdebenito
– Diácono del colegio)

Experiencias
Programa Indiferencia Cero:
Acciones que transforman vidas
} Fundación Gesta
Gesta, Fundación Marista por la Solidaridad,
es una ONG chilena, dedicada a
trabajar en educación en solidaridad. A lo
largo de sus 12 años de vida ha potenciado
la concreción de diversos proyectos con niñas,
niños y jóvenes en situación de pobreza,
los cuales han sido animados, especialmente,
por voluntarios post secundarios.
En el año 2005, la Fundación es invitada
a extender sus horizontes de intervención,
dirigiendo sus estrategias programáticas
a las y los jóvenes de Enseñanza Media de
los colegios Maristas del sector Chile. Es así
que surge el Programa Indiferencia Cero.
El diseño del Programa contempló las potencialidades,
capacidades y motivaciones
que existían en cada uno de los estudiantes
y la posibilidad de generar un espacio donde
estos aspectos positivos fueran desarrollados.
En este escenario se crean tres componentes
programáticos: un fondo concursable,
una línea de acompañamiento y una línea
dirigida a la formación y capacitación. Los
tres componentes, posibilitarán financiar y
apoyar las iniciativas solidarias que surjan de
las y los estudiantes a través de un proyecto,
donde ellos identifiquen un problema, reali-
Estábamos haciendo clases de matemáticas,
y una señora nos comentó
que ella nunca había aprendido a sumar
ni menos a dividir, y nosotros le enseñamos,
cen un diagnóstico y planifiquen las actividades
que se comprometían a desarrollar.
En una primara etapa del Programa,
se acompañaron 10 proyectos solidarios
de distintos colegios Maristas. Dentro de
las iniciativas se destacan proyectos de
trabajo con niñas y niños en actividades
recreativas, alfabetización para padres, reforzamiento
escolar, entre otras. De estas
primeras iniciativas, es posible relevar: la
capacidad de emprender acciones junto
con la comunidad educativa (en lo que se
podría entender como solidaridad hacia
adentro). Otro elemento relevante, es la
participación de apoderados, y profesores,
en la realización de los proyectos. En conjunto
con lo anterior, se releva la autonomía
de gestión, proactividad y capacidad
crítica que demostraron cada uno de las
y los jóvenes que lideraban los proyectos
solidarios.
El sello de Indiferencia Cero lo entrega
su propuesta de acompañamiento que se
realiza a los grupos de voluntarios que
ingresan al Programa. Un aspecto tiene
que ver con lo formativo que apunta el
Programa, con el fin de forjar la sensibi-
le explicamos y aprendió. Entonces ella dijo que
en la noche, en su pieza se había puesto a llorar,
porque no sabía, y estaba demasiado feliz con
saber. Creo que hemos ido avanzando en lo que
30
pág
lidad y conciencia respecto a las diversas
inequidades e injusticias sociales presentes
en nuestra sociedad. Se materializa en
espacios donde se intenciona la reflexión,
como son los Encuentros Formativos y capacitaciones
en temáticas transversales
relacionadas con la labor voluntaria. Otro
aspecto tiene que ver con el acompañamiento
que se realiza a los grupos desde
Gesta. Las y los voluntarios se deben sentir
apoyados y valorados en su tarea; y
para eso es fundamental el vínculo que se
crea con la Fundación lo cual permite que
surjan preguntas, demandas y espacios de
conversación entre los voluntarios y Gesta.
En este caso las estrategias son el contacto
permanente, página web, reuniones,
visitas a los proyectos entre otras.
Actualmente, el Programa ha tenido
presencia en todos los colegios Maristas
de Chile, contando hoy con más de 25
proyectos en ejecución, logrando que a
través del trabajo voluntario las y los jóvenes
se reconozcan constructores sociales
y logren concebirse como sujetos de cambio,
desplegando sus capacidades y habilidades
a favor de sus comunidades.
queremos, que es que ellos aprendan. Por ejemplo,
ya saben comprender, saben algunos
conectores, saben usar un computador.
(“Con los pies en la tierra”).

El proyecto de inserción social en los
Segundos Medios (15 – 16 años) dice
relación con una pequeña experiencia de
vida, de relación comunitaria y de perspectiva
social de la realidad circundante
en Santiago. Colocar a nuestros alumnos,
cara a cara, con sus hermanos de barrio,
de la población, para hacer de esta experiencia
un encuentro vivo y profundo.
Ellos tienen la posibilidad de convivir
seis días con una familia de escasos recursos
que los acoge y les muestra cómo viven
y cómo se vinculan con la vida parroquial.
Otra familia los inserta en el mundo del
trabajo de las ferias libres. Estos jóvenes
dejan su hogar, a sus padres y hermanos
para compartir la vida con otro grupo de
personas a quienes no conocen y que será
su nueva familia. En esta experiencia se recoge
la viva voz de un conocimiento de la
realidad y, por sobre todo, de un encuentro
con otras personas, distintas tal vez, pero
que nos habla de la hermandad cristiana.
Esta experiencia logra profundizar hondo
en el corazón de cada joven.
Para que esta actividad resulte bien, se requiere
de la presencia del Espíritu de Dios
que nos acoge, de las motivaciones de nuestros
alumnos, del trabajo organizado por
colegio, de las pautas y orientaciones de
nuestro capellán, el padre Jorge Laplagne,
y de todas las comunidades que trabajan
con él en Maipú. Sin duda lo más importante
lo va colocando cada joven, en su estilo y
en su propia visión, en lo que va viviendo y
sintiendo. Rescatan lo más significativo de
la experiencia y realizan lecturas de fe de lo
que Dios les muestra y solicita.
En estos años de experiencia hemos ido
recogiendo los aprendizajes de un camino
distinto de solidaridad, donde nuestros
alumnos han ido encontrando en las familias
que los han acogido, sencillez, transparencia
y fuerzas casi sobrenaturales
para luchar por una vida a veces injusta.
Durante su trabajo como “feriantes”, los
jóvenes aprendieron también a ver con
ojos renovados, el esfuerzo permanente, la
colaboración, la confianza y la alegría que
cada experimentado compañero de labores
les transmitió. Vieron que el cansancio
no les ganaba al ocupar su tiempo en tareas
productivas para sus familias.
En el plano espiritual, van quedando
algunas semillas del encuentro con las familias:
sentir a Dios presente entre los más
pobres y esforzados. Algunos se siguen
comunicando con sus “padres adoptivos”,
haciendo pensar que lo vivido en una semana
fue suficiente para crear lazos profundos
de amistad o de familia.
Desde la perspectiva de los profesores,
sentimos que esta actividad, con enfoques
más menos estructurados, es un aporte a
la vida personal de nuestros alumnos. Han
crecido algunos con un corazón abierto,
otros se han sentido llamados a dar un
poco de sus tiempos y de sus espacios para
compartir, otros han querido mirarse a
ellos mismos para mejorar o valorar mejor
sus vidas. Nos parece interesante en este
momento leer las palabras de un alumno
que vivió esta experiencia en el 2009,
como pequeño testimonio de lo realizado y
de lo guardado en el corazón.
31
pág
KIPUS de la Solidaridad
Inserción social en las ferias libres
} Instituto Alonso de Ercilla, Santiago
El Instituto Alonso de Ercilla
en uno de sus programas pastorales
hizo un llamado a los
segundos medios para vivir
una experiencia de fe en lo concreto con el
Dios de la vida, para lo cual era necesario
exponer las razones que se tenían para ir y
el apoyo y autorización de nuestras familias.
Fue así que atendiendo a la novedad, 9
alumnos aceptamos la propuesta del
colegio para vivir esta “Experiencia Social”
con personas de distinta realidad,
uno de esos fui yo. En una tarde de lluvia,
con una oración en la capilla del Colegio,
nos acompañaron hermanos, profesores
y nuestros padres. Allí juntos nos encomendamos
a Jesús, María y Champagnat
para descubrir lo que intento compartir.
Partimos nosotros los jóvenes del “colegio
pagado” con una caja de mercadería
a un lugar y experiencia no imaginada. A
la llegada nos esperaban personas desconocidas,
pero que nos recibían con cariño
y alegría, con quienes compartimos saludos,
una Eucaristía y un té. Estaban allí
mis padres adoptivos Edelmira y Osvaldo,
y mi hermano Armando, quien tenía una
pequeña deficiencia intelectual.
El objetivo era integrarse a la familia y prestar
servicio en las Ferias Libres del Sector. La
labor consistía en: ayudar a los comerciantes
a descargar de camiones la mercadería
(frutas y verduras), armar el puesto de trabajo,
ordenar los productos, de modo que se
vieran atractivos para el cliente y venderlos.
En este quehacer descubrí la picardía del
chiste compartido; la unión entre los distintos
comerciantes, la confianza depositada
por Juan y Pedro, quienes en su ausencia en
busca de más mercadería, me dejaron responsable
de su lugar de trabajo y con una
fuerte suma de dinero a mi cargo.
Fueron días de recibir, de ser uno más en
esa mi familia, que me hacía parte de su
historia regalándome su amor, como lo
haría María, como lo haría José. Me regalaron
a mi hermano, que era un niño muy
querido.
Fueron días de antes y un después; donde de
tener ojos para ver, aprendí a mirar con los
ojos que Jesús espera de sus hijos; comencé
a comprender por qué y para qué cada
marista debe buscar cuál es
su misión para ser luz y sal…
(Pablo Gajardo, Segundo
Medio D)

Experiencias
Desarrollo local
comunidad llanos norte
} Instituto Chacabuco, Los Andes
La presencia del Instituto Chacabuco
en Llanos Norte data del año 1994,
con la realización de su primer Centro
de Vacaciones con la participación de 50
niños a quienes se les brindó un programa
formativo y recreativo, apoyado por
la entrega de desayuno, almuerzo y onces
(merienda). Este trabajo lo realizó el
Movimiento Marcha y se replicó durante
los años 95, 96 y 97. Posteriormente, en
el 2000 se concreta la construcción de la
Capilla San Marcelino, desde ese momento
se hace presencia Marista por medio de
la Pastoral Colegial, concretando visitas
los días sábados por la tarde para realizar
con los niños y adultos del sector una
catequesis, en esto participaban alumnos,
apoderados y profesores.
A partir del año 2001, el Centro de Ex
alumnos se suma a las actividades en la
mantención de la infraestructura de la
Capilla y, posteriormente, refuerzan las Liturgias
de los días domingos. Actualmente,
inserto en el Proyecto de Pastoral Colegial,
los Segundos años Medios (15 – 16 años)
realizan actividades de recreación y catequesis
con los niños de la Comunidad de
Llanos Norte en la Capilla San Marcelino.
La actual propuesta de trabajo, tiene
como objetivo proyectar la misión evangelizadora
de la comunidad marista andina,
para el fortalecimiento del desarrollo comunitario
del sector. Esto implica identificar
con la comunidad los problemas que
les afectan y buscar en conjunto estrategias
para superarlos con el trabajo de los
pobladores, el uso de las redes locales y el
apoyo de la comunidad marista.
El trabajo se inicia con la elaboración de
un diagnóstico del sector, el cual se lleva
a cabo con alumnos del colegio, aplicando
una encuesta a 128 familias para conocer
su situación en temas como: composición
demográfica, realidad laboral, situación
de vivienda, ámbito religioso, problemas
comunitarios y alternativas de solución.
Esta información fue presentada a dieciocho
dirigentes de la comunidad en distintos
ámbitos, juntas de vecinos, encargados
de capilla, proyectos sociales, etc. Y
con ellos se elaboró un diagnóstico. De
este diagnóstico se pueden destacar cinco
grandes ámbitos de trabajo: apoyo escolar
a niños, alternativas de recreación, trabajo
con familias y padres, apoyo en el tema de
alcohol y drogas, y trabajo con dirigentes.
32
pág
Actualmente existen tres líneas de trabajo:
a. Apoyo al centro de atención a niños
pre-escolares, de manera de ampliar
los días de atención con voluntarias
y brindando apoyo en material didáctico
y colaciones.
b. Se está realizando un taller con dirigentes
actuales de la comunidad
para trabajar temáticas como identidad
con la comunidad, comunicación,
resolución de conflictos,
liderazgo y trabajo en equipo, y que
finalizará con la elaboración del programa
de trabajo.
c. Sensibilización a la comunidad del
Instituto Chacabuco para interiorizarla
del proyecto, de manera que
puedan conocer el trabajo que se
está realizando, las etapas del proyecto
y cómo insertarse en este gran
proyecto colegial.
Finalmente, durante el año 2010 se concretará
el programa elaborado en conjunto
con la comunidad y con la participación
de todos los estamentos colegiales.

Llegue hace 6 años al colegio pero
siempre he estado ligada a él por mi
hermano y la participación de mi
mamá en distintas actividades. Cuando iniciamos
el año se nos invitó como curso a participar
en la actividad solidaria de Llanos Norte.
La primera vez que fuimos al sector visitamos las
casas en grupo de 3 y conversamos con las familias
acerca de sus vidas, ese momento para mí y
mis compañeras no fue del todo agradable ya que
no se dio un ambiente muy grato, porque sentimos
que invadíamos su privacidad.
La segunda vez fue distinto, cuando llegamos había
un grupo de niños, de distintas edades con los
que estuvimos jugando a la pelota, los más chicos
estuvieron pintando y jugando con otras compañeras.
Creo que la última vez que fuimos fue el día que
más compartimos con los niños porque no solo
jugamos con ellos, también conversamos sobre
nuestras familias, hobbies, etc. Pienso que esta
actividad debería seguir mejorando y perdurar en
el tiempo para llegar a crear lazos de confianza y
amistad con las personas.
En realidad al principio asistí por cumplir con
una actividad del curso, pero ahora siento un
verdadero compromiso y deseos de
trabajar con las personas del sector
(Pía Luraschi - Segundo Medio C)
33
pág
KIPUS de la Solidaridad
Llegue al Instituto Chacabuco
en el año 2001 con mi hijo
menor Javier a kinder y en el
2005 con mi hija Melissa a 6º
básico. He estado siempre presente en las
actividades del colegio formando parte de
las directivas y de preferencia lo relacionado
a Pastoral y Solidaridad. Esto último
ha estado siempre presente en mi vida. Me
desempeñé por 10 años en un trabajo relacionado
directamente con apoyar a las
personas que más lo necesitan.
En el año 2008 asumo como Directora de
Solidaridad del Centro de Padres del Colegio
y una de las tareas a realizar era el Proyecto
Solidario Llanos Norte. He realizado
varias visitas al sector y cada día estoy más
segura que fue una buena elección esta comunidad
para realizar el Proyecto, ya que
es gente que desea surgir y quieren un mejor
futuro para sus hijos.
Me enorgullece ser parte de un sueño tan
hermoso ya que se siente una verdadera entrega,
es la solidaridad en su real significado
“ser capaces de entregar nuestro tiempo, conocimientos
y compañía” a una comunidad
deseosa de surgir, es realmente reconfortante.
Siempre he pensado que es tan fácil hacer
sentir bien a una persona, que no cuesta
nada ser amable, que una sonrisa te
puede cambiar el día y que entregar un
poco de nuestro tiempo en beneficio de los
demás no es difícil, por el contrario, una
vez hecho te da una tranquilidad y alegría
distintas al saber que estás actuando bien.
Agradezco la oportunidad de participar
activamente en este proyecto y poder aportar
con un pequeño granito de arena en la
realización de una obra tan
hermosa (Fresia Carvacho
Páez – apoderada)

Experiencias
Un techo para Jesús
} Instituto San Martín, Curicó
Desde hace un par de años la Coordinación
de Pastoral de nuestro colegio
dio el inicio a un hermoso proyecto de
acción social bautizado como “Un techo
para Jesús”. En lo nuclear, consiste en la
construcción – en coordinación con el Hogar
de Cristo- de mediaguas (viviendas
prefabricadas) para las familias más pobres
de nuestra zona.
Este año, además de promover el ahorro
solidario de los alumnos a través de la entrega
de unas “casitas alcancía”, se gestionó
la realización de un gran evento a nivel
colegial destinado a recolectar los casi
cinco millones de pesos (9.500 dólares)
demandados por este empresa benéfica.
En esta línea, la participación de Nelson
Tapia –entrenador de fútbol de las series
menores- resultó decisiva. Aprovechando
las amistades forjadas en sus largos años
de futbolista profesional, gestionó la presencia
en Curicó de Iván Zamorano y su
equipo de show ball (Coca Mendoza, Marcelo
Vega, Rubén Martínez, entre otros)
reforzado con la estrella del momento,
Edmundo Varas.
Este grupo de deportistas que generosamente
se hizo presente en el Instituto de
manera gratuita, se enfrentó en animados
partidos ante los combinados locales de
Multihogar, Suazo y Transportes Negretas,
destacadas empresas curicanas que, ade-
34
pág
más de cumplir el sueño de todo deportista
amateur de compartir con “los grandes”,
hicieron un importante aporte monetario
al proyecto. El gimnasio colegial colmado
de público fue el marco ideal para un evento
pocas veces visto en nuestra ciudad.
Con los fondos recaudados, y adquiridas
ya las mediaguas, se destinó fundamentalmente
el mes de noviembre para el
proceso de construcción de cada una de
las casas. Para ello, y en un nuevo énfasis
de la experiencia, se privilegió al nivel de
Segundo Medio (15 – 16 años) destinando
parte de la jornada escolar al trabajo
en terreno. Otros grupos –profesores,
auxiliares, apoderados, administrativos-
lo hicieron los fines de semana. Así, cada
curso se distribuyó en varias “cuadrillas”
que, bajo la supervisión de un voluntario
de “Un techo para Chile”, hicieron realidad
el sueño de veinte familias necesitadas.
Al regreso, más que el cansancio acumulado,
las palabras de los jóvenes denotaban
satisfacción y el desafío de continuar
construyendo una cultura solidaria
en nuestro establecimiento.

“Luego de esperar semanas tan preciado
día, de un momento a otro, ya
estaba subiéndome al bus que me llevaría
a una de las experiencias más enriquecedoras
que pude haber vivido. No me gusta llamarlo
construir mediaguas, me gusta llamarlo construir
un hogar… Cuando llegamos al lugar que nos tocó
(el curso se dividió en tres comunidades), quedé
impactado con el estado en el que estaban las cosas,
la casa, las habitaciones, todo. Fue lo primero
que me marcó, y ese día, al llegar a mi casa, le di
gracias a Dios por todas las cosas que me había
dado… (cosa que antes nunca había hecho). Saludamos
a las tías, quienes amablemente nos
ofrecieron algo para beber, mientras dejábamos
nuestras cosas (bolsos, ropa, etc.) en una pieza que
nos prepararon. ¡Manos a la obra! Comenzamos
lentos pero seguros, con la construcción. Era increíble
ver la cara de las tías, quienes cada cierto
tiempo venían a ver cómo íbamos, y nos ofrecían
algo para beber, y nos preguntábamos si queríamos
algo … ¿cómo es que una gente de tan escasos
recursos puede ser tan atenta, tan preocupada,
tan servicial con nosotros? Esa fue la segunda
cosa que me impresionó. Al llegar la tarde, en
la hora de almorzar las tías nos prepararon una
exquisita cazuela que, sin mentirles, nunca probé
cosa más rica… En la tarde, la cosa se puso más
densa … veía que no avanzábamos y sentí que no
estábamos siendo apoyados como debíamos. Entonces
fui a otra comunidad a buscar a un guía
para que nos ayudara. Tuvimos una discusión
de la cual rescato algo que me marcó: fue cuando
me dijo …”¿Le has preguntado siquiera el nombre
a las tías? ¿Sabes de qué viven, su historia, algo
siquiera?” ¡Era verdad! Nos habíamos preocupado
tanto de terminar primeros, que ni siquiera le
prestamos atención al motivo principal por el
que estábamos ahí: la familia… Luego de esa pequeña
palabrería, el guía aceptó ayudarnos y las
cosas comenzaron a marchar viento en popa. Nos
dieron las seis de la tarde, ya con todos los pilotes
(cimientos) de la casa puestos, y sin darnos cuenta,
ya era hora de irse.
Al día siguiente los ánimos eran diferentes. Íbamos
todos dispuestos a ayudar, y a la vez a dar
apoyo a la familia, lo que se notó desde la llegada;
cada cierto tiempo alguno de nosotros detenía
su trabajo para conversar algo con alguna de las
tías (o con el simpático hijo de la tía dueña de
casa, Samuel). Cómo olvidar a la tía Ximena, por
ejemplo, quien siempre nos abrazaba y nos decía:
“Gracias por todo lo que están haciendo, no tenemos
cómo pagárselo” … ¡Qué agradece, tía!, le
respondimos.
La casa ya iba tomando forma, y al almuerzo conocimos
un poco más a las tías … luego de comer, vol-
35
pág
KIPUS de la Solidaridad
vimos al trabajo, y más o menos a las cinco y media
de ese día la casita ya estaba terminada. Me tocó
escribir unas palabras de aliento para las tías, de
donde destaco lo siguiente: “Tías, espero que esta
pequeña ayuda que les brindamos sea el punto de
inicio hacia un futuro lleno de triunfos, logros y
éxito, y que a partir de esta casita, ustedes logren
superar todos sus problemas. Y por favor, no crean
que nuestra labor ha terminado aquí; nunca
dejen de contar con nosotros, siempre estaremos
viniendo a visitarlas, para ver si en algo podemos
ayudar. Nunca cambien; fueron increíbles con nosotros
y estamos profundamente agradecidos por
todo lo que hicieron por nosotros en estos dos maravillosos
días… Jamás lo olvidaremos y espero que
ustedes nunca se olviden de nosotros…”
Al terminar, y sin darme cuenta, mis ojos y los de
todos estaban llenos de lágrimas, pero no eran lágrimas
de pena, más bien eran lágrimas de alegría,
de orgullo, porque más que construir una casa,
estábamos construyendo una esperanza, un
sueño, cimientos de progreso donde la gente más lo
necesita… Y me siento afortunado por haber tenido
la oportunidad de haber vivido esta experiencia.
¡Por favor, Dios, cuida, protege y ayuda a las tías! Te
lo pido de todo corazón… Y te doy las
gracias… por todo. (Matías Cabrera-
Segundo Medio A)

Experiencias
Experiencia solidaria:
Hogar “San Miguel Arcangel”
} Colegio San José, Callao
Los niños con sed de Marcelino
Esta experiencia tiene por objetivo dar
a conocer a Marcelino y su Obra a los
niños y niñas de las cuatro casas del Hogar
“San Miguel Arcángel”, ubicado en el
Distrito de San Miguel, colindante con la
Provincia Constitucional del Callao.
Es un albergue dirigido por el INABIF
(Instituto Nacional de Bienestar Familiar)
y actualmente atiende a 79 niños de entre
5 y 17 años en situación de abandono familiar;
es decir, tienen padres y familiares
directos, pero no cuentan con la situación
económica para mantenerlos.
Los niños llegan ahí derivados por el
Poder Judicial y encuentran todo lo que
tendrían en un hogar común. Tienen una
madre sustituta por cada casa, donde ha-
Compartir estas visitas con nuestros
chicos y con los niños del Hogar nos
dejan la sensación de que Dios está
en todas partes, pues es Él quien nos regala estas
bitan 18 niños, aproximadamente. Cada
día comparten las actividades cotidianas
repartiéndose las responsabilidades. Los
niños en edad escolar asisten a colegios
cercanos, algunos en las mañanas y otros
por la tarde. Cuentan con una psicóloga
permanente que se encarga de orientarlos
en el plano personal y psicopedagógico.
Reciben ayuda del Estado, pero también
tienen apertura hacia organizaciones privadas.
Son muchos los interesados en que
a los niños no les falte nada.
Se vio conveniente visitarlos por la naturaleza
del hogar y por las edades de los
chicos. El proyecto contó con apoyo de los
padres de familia del colegio quienes se
encargaron del transporte y de la ayuda
material consistente en libros, víveres y
cariño en grandes cantidades.
experiencias que nos recuerdan que nadie es tan
pobre que no tenga nada que dar al que necesita.
Ver sus caritas sonriendo nos da mayores ganas
de volver. Sus “gracias” tienen un completo senti-
36
pág
Se visitan cuatro veces al año para compartir
la historia de nuestro Fundador y su
legado a través de sus nuevos protagonistas,
quienes comparten juegos y experiencias.
Los mismos alumnos participantes
y sus profesoras, son los encargados de
dar a conocer a Marcelino a través de la
narración de historietas y cuentos con
preguntas de comprensión. Así se busca
favorecer el carisma marista en el marco
del centenario de los Hermanos en nuestro
país y, especialmente, en la localidad
chalaca.
El trabajo social que se emprendió con
esta institución desde hace tres años se ve
reforzado en cada visita. Los niños conocen
a Marcelino y se sienten poco a poco
tan maristas como nosotros.
do, pues las dicen desde el corazón. Profesores, padres
y alumnos maristas seguiremos
colaborando para hacer sentir bien
al prójimo.

Las niñas que nunca
se cansan de reír
La Casa Hogar “Nuestra Señora del
Mar” está ubicada frente a nuestro colegio,
en la misma urbanización Santa Marina
Sur de nuestra localidad del Callao;
sólo debemos cruzar la pista y llegamos.
Es un hogar promovido por el Obispado
del Callao y actualmente atiende a 25 niñas
de entre 5 y 15 años en situación de
abandono familiar y riesgo moral. Las niñas
llegan aquí por orden del Juzgado de
Familia y su permanencia también está
supeditada por este estamento.
Las encargadas velan por su formación y
atención en los aspectos educativos, afectivo
y desarrollo personal. Asisten a la escuela
por las mañanas y los fines de semana
los dividen entre visitas a sus familiares
(autorizadas con anticipación), si es que los
tienen, o actividades como charlas, talleres,
etc. Los domingos reciben formación en catequesis
y se las prepara para la Primera Comunión
u otros Sacramentos. Asisten a la
Parroquia de la localidad de Santa Marina.
Nuestras visitas tienen por objetivo apoyar
a las niñas en sus dificultades académicas
y acompañarlas en su avance escolar y de
formación general. Su bajo nivel académico
requiere más paciencia de la habitual.
Vamos cuatro veces al año, siempre los días
sábados, para compartir actividades académicas,
juegos y experiencias cotidianas.
Las niñas disfrutan mucho de la atención
que se les brinda, pues no se cansan de
preguntar y rápidamente entablan empatía
con nuestros alumnos maristas. Luego del
apoyo académico, nos programamos para
apoyar a su desarrollo artístico y/o recreativo.
Cuentan con muchos instrumentos
musicales que les fueron donados y no los
utilizaban por no saberlos tocar. Por eso los
alumn@s dan pequeñas clases de guitarra,
cajón y formación musical. Estas intervenciones
tienen mucha aceptación por las niñas.
Ahora anhelamos formar un pequeño
grupo musical o algo parecido.
Al ingresar al Hogar uno se siente identificado
con la labor que desempeñan pues las
niñas te reciben con mucho cariño, es fácil
reconocer que existe el espacio para que desplieguen
sus capacidades y crezcan en valores.
Se respira un ambiente cálido y acogedor.
Todos nos sentimos identificados al intentar
formarlas en todas las dimensiones de la
educación integral y no se sientan apartadas.
Sabemos que la cercanía afianzará nuestra
relación solidaria, pues aquí ganamos
todos. Al final de las visitas ambos grupos,
las niñas y los alumnos, salen reconfortados
y con una gran sonrisa.
37
pág
KIPUS de la Solidaridad
Experiencia solidaria en la casa hogar
“Nuestra Señora del Mar”
} Colegio San José, Callao
Cuando me avisaron de las visitas
no tenía muchas ganas de
venir, sentía que no era lo mío.
Ante insistencia, vine y la verdad
es que esta experiencia no la cambiaría
por nada. Me siento importante al ayudar,
les doy mi tiempo y dedicación y junto a ellas
compartimos esfuerzos, sueños e ideales
para seguir adelante. Su situación no les
ha quitado la alegría, pues creo que sienten
realmente que todos ponemos nuestro granito
de arena por hacerlas sentir y hacerlas
crecer cerca de Dios; la voluntad que muestran
todos los colaboradores de esta Casa
Hogar es conmovedora y me
hace sentir que Marcelino está
con todos sin excepción.

Experiencias
Una década de solidaridad
} Colegio San José, Callao
Durante los últimos diez años la Comunidad
del Colegio San José ha podido
participar de las siguientes actividades
solidarias:
Nuestros jóvenes del nivel de Secundaria
asistieron a una Casa de enfermos con
retardo mental ubicada en Santa Rosa
todos los sábados por una hora aproximadamente.
La visita básicamente consistía
en acompañamiento a los enfermos
además de trabajo de limpieza de los ambientes.
Sólo cuando se lo permitían les
aseaban y les contaban historias.
Visita a la Casa Madre Teresa de Calcuta
ubicada en el distrito de La Victoria, exactamente
en la Parada. Esta actividad estaba
organizada y dirigida por el Hno. Félix
“La visita que hicimos al Albergue de
ancianos San Lucas fue de las más hermosas
de mi vida. Al principio no sabíamos
cómo hacer para hablarles, pero después comenzamos
a hablarles muy normal. Recuerdo a una seño-
“En esta visita aprendí mucho. Pudimos
conocer a los ancianitos y conversar
con ellos, reírnos un poco y pasarla
bien. Pero bueno yo me puse a llorar un poco porque
Saeta. También se realizaba la limpieza a
sus instalaciones, lavado de ropa y el aseo
personal que incluía ayuda en baño y afeitada
de las personas que allí vivían.
Solidaridad con los (las) vendedores
(as) ambulantes y sus hijos ubicados
en los alrededores de Plaza San Miguel.
Esta actividad consistía en preparar café
y sándwich para ser repartidos entre las
madres de esos lugares. Nuestros chicos
agrupados en dos o tres repartían estos
alimentos los días jueves a las 7.00 p.m.
Evangelización en el Cerro Cachito
(Ventanilla). Esta actividad evangelizadora
consistía en tocar las puertas de las casas
para invitarlos a compartir la Palabra
en los salones de la Parroquia, finalizando
ra llamada Clotilde, era una de las pocas abuelitas que
vi con alegría. Nos dio muchos consejos y nos habló de
sus experiencias como cuando conoció a la esposa de
César Vallejo. Ella se sentía muy feliz de estar en este
albergue. Cuando subimos al segundo piso para ver
en verdad me daba pena verlos y escuchar contar sus
historias, al contarnos se ponían tristes y me daba
pena. Después me sentí contenta, porque nos abrazaban
cuando les tomábamos fotos; nos aconsejaron
38
pág
con un pequeño compartir. Al ver la realidad
de los vecinos que vivían en chozas
de esteras, nace la iniciativa de dar cuotas
para ahorrar y poder construir una casa
para JUAN CARLOS PALOMINO WU, un
minusválido indigente que como muchos,
no tenía una vivienda adecuada. Gracias
a sus mínimas cuotas nuestros alumnos
de tercer año de secundaria, lograron
comprar 27 paredes pre fabricadas que
fueron repartidas entre todos los pobladores
que vivían en el cerro. Es necesario
indicar que en el compartir en los salones
de la Parroquia también asistían 47 niños
anémicos para quienes se organizó una
campaña de recolección de medicinas.
a los abuelitos encontré a un señor que se sentía muy
solo y se puso a llorar. No pude evitar sentirme muy
triste. Al final me fui muy satisfecha por
compartir estos momentos con quienes
más nos necesitan”. (Kristel, 12 años).
mucho y aprendí a valorar más a mi familia. Dijeron
que se sentían contentos y que siempre
esperaban con alegría a los chicos maristas”.
(Karen, 12 años).

Programa de actividades solidarias
} Colegio Champagnat, Surco
El origen de nuestra actividad solidaria,
es tan antiguo como el propio colegio
ya que responde fundamentalmente a la
espiritualidad Marista. La forma actual
que tiene el Programa de Solidaridad, data
del año 2008 en el que se elaboró un documento
que reunió las experiencias existentes,
sumó nuevos compromisos de ayuda
social y los organizó de manera funcional
de tal forma que pudieran practicarse
en todos los niveles de nuestra comunidad
educativa.
Desde la creación de nuestro programa
solidario participan de manera organizada
y articulada, los alumnos desde inicial
hasta quinto de secundaria, con el apoyo
de los padres de familia, los profesores y el
personal administrativo, quienes de acuerdo
a sus respectivos proyectos realizan una
importante labor social, en la justa medida
de las capacidades del centro educativo.
Para su formulación, organización y
puesta en práctica se tomaron como referencia
los programas de CAS (Creatividad,
Acción y Servicio) del Bachillerato
Internacional y el de Aprendizaje Servicio
Solidario, los cuales destacan la importancia
de la vida fuera del ámbito escolar,
a partir de experiencias programadas y
controladas de servicio, buscando favorecer
la actitud solidaria y a la vez reforzar
los aprendizajes.
Los estudiantes modelan su espíritu
de servicio social, su presencia, sencillez,
amor al trabajo y conciencia de los
problemas medio-ambientales, a través
de su participación en proyectos que por
lo general vinculan lo pedagógico con lo
solidario y se traducen en el servicio a la
comunidad u organizaciones de ayuda al
prójimo y actividades de preservación del
medio ambiente, contribuyendo al reforzamiento
de los valores fundamentales.
Este programa, además, ayuda a la formación
integral del estudiante, la promo-
ción de una actitud de mayor responsabilidad
social y preocupación por los demás,
partiendo de situaciones verdaderas que
van más allá de sí mismos y de las condiciones
convencionales del aula y los libros.
Las experiencias de cada proyecto benefician
tanto al receptor de la ayuda, como
al emisor, generando en ellos un sistema
de valores, que les ayudará a crecer como
personas humanas, estimulando el desarrollo
de habilidades para el liderazgo y la
formación de actitudes y valores como la
empatía, la determinación, el compromiso,
la solidaridad, la iniciativa, la tolerancia y
el trabajo en equipo, permitiéndoles ganar
seguridad y confianza en sí mismos.
Nos llena de satisfacción poder contribuir
en mejorar las condiciones de vida
de nuestra sociedad a partir de modelar y
comprometer a nuestra comunidad educativa
en acciones solidarias, que sumadas
a los esfuerzos de otras organizaciones hacen
la diferencia.
Los objetivos que buscamos se logren en
nuestros alumnos son:
y Actitud cristiana y solidaria ante los
demás sin distingo de clase o nivel
socio-económico.
y Actitudes y valores que respeten la
dignidad de los demás.
y Presencia y sencillez en sus actos.
y Confianza en sí mismos y humildad.
y Voluntad de relacionarse de manera
significativa con otras personas.
y Sentido de responsabilidad hacia los
miembros de otra comunidad y el
compromiso de serles útiles.
y Capacidad de reflexionar sobre sus
experiencias y aprender de ellas.
y Espíritu de descubrimiento, compromiso
y perseverancia.
y Voluntad de enfrentar los desafíos
de las limitaciones personales.
39
pág
KIPUS de la Solidaridad

Experiencias
Experiencias para formar
a los niños en la solidaridad
} Colegio Champagnat, Surco
Experiencia en PRONEI Despertar
(Nivel Inicial)
El PRONOEI Despertar (Programa No
escolarizado de Educación Inicial) es un
centro educativo que recibe a una pequeña
población de niños de familias muy
pobres del asentamiento humano “La
Huaca”, de Santiago de Surco. Esta ubicación
los convierte en nuestros vecinos
inmediatos y con ellos existe una relación
de cooperación de, por lo menos, tres años
de antigüedad, basada en la amistad, la
convivencia y la ayuda material.
Nuestros niños del nivel inicial invitan
a los niños del PRONOEI y aprenden
a compartir con ellos desde que llegan
al colegio, durante todo el desarrollo de
las clases, en el recreo y el momento de
las loncheras, haciéndose más consientes
que existen niños de su misma edad
que tienen muchas necesidades pero que
también tienen sueños y esperanzas. En
los días programados para las visitas, los
alumnos del PRONOEI permanecen en el
colegio hasta el medio día y al final de la
jornada se llevan un diploma elaborado
por nuestros niños y una “Cajita Champagnat”
con dulces y golosinas. La coordinadora
del nivel y las tutoras juegan
un papel muy importante motivando la
participación generosa de los padres de
familia y desarrollando campañas de recolección
de útiles escolares, libros y otras
cosas necesarias, que donan al PRONOEI
para ayudarlos efectivamente en la ardua
labor que realizan. Al finalizar el proyecto
se reúnen todos los niños para realizar la
celebración del Día del Niño y la clausura
del programa solidario.
Me gustó jugar y compartir en el salón.
Me gustó jugar fútbol con mis nuevos
amigos.
Me gustó conocer a más amigos y compartir momentos
lindos.
Encuentro con niños de A.E. Especial
Kallpa (4º de Primaria)
Nuestros alumnos reciben a los
niños con necesidades especiales de educación
de Kallpa para compartir las clases
de educación física y las horas de recreación.
Con este programa se logró alcanzar
los objetivos de ayudar en la integración
de los niños especiales a las actividades
escolares y sociales, desarrollando en ambos
grupos una mayor tolerancia y respeto
a las diferencias y necesidades especiales.
De acuerdo a las propias expresiones de la
directora de Kallpa, este programa solidario
ha sido de suma importancia para sus
niños, mostrando gran satisfacción por los
objetivos alcanzados.
Visita a niños invidentes de San Francisco
de Asís (5º de Primaria)
Los alumnos y profesores de arte, visitan
las aulas de San Francisco de Asís
para compartir con los niños invidentes
sus clases de arte. Esto propicia, tanto en
nuestros alumnos como en los niños de
SFA, un cúmulo de experiencias sensoriales
y una relación de amistad y respeto
a las personas con necesidades diferentes,
destacándose la formación religiosa
y los valores Maristas que aprenden
nuestros alumnos.
Durante el desarrollo de estas clases,
cada alumno del Colegio Champagnat
fue el guía de uno de los alumnos del instituto,
ayudándolo en su desenvolvimiento
y aprendiendo a valorar el esfuerzo de
quienes no pueden ver. El entusiasmo y
dedicación de muchos niños invidentes
por estudiar y valerse por sí mismos, hace
Me gustó jugar con ellos y la hora de recreo y divertirnos
en los juegos.
Me gustó que justo les tocara sentarse en mi mesa
para conversar.
Estuve feliz al compartir los juegos de la gymkhana
con mis nuevos amigos.
40
pág
que nuestros alumnos valoren lo que son
y el hecho de poseer todas sus facultades
físicas e intelectuales.
Programa de ventas para el Colegio
El Nazareno - Pamplona Alta
(6º de Primaria)
El objetivo principal que se estableció
con esta institución educativa nacional
fue un programa en que los alumnos
venden diversos productos en una feria
interna. Así recaudan el 19% del IGV (Impuesto
General a las Ventas) que luego
destinan a una determinada ayuda para
el Colegio El Nazareno. En el proceso
también se capacitó a esos alumnos para
que repliquen el programa en su colegio.
Cada equipo de trabajo del Champagnat
(4 ó 5 grupos) invirtió una suma de 100
nuevos soles, fruto del aporte de cada
uno. Este monto se le dará al Colegio El
Nazareno en calidad de préstamo, para
ser usado como capital de inicio y devuelto
al finalizar el mes de diciembre. El
proyecto contiene:
1. Capacitación Empresarial a los
alumnos del Colegio Champagnat y
el Colegio El Nazareno de Pamplona
Alta.
2. Determinar y elegir los productos a
vender.
3. Recibir orientación de instituciones
fiscalizadoras como la Sunat e Indecopi.
4. Promover alianzas institucionales
5. Vender los productos
6. Celebrar el fin del programa
Me gustó mucho conocer a mi amigo Randal…!Lo
extraño mucho!
A mi me gustó cuando estuvimos en el
show.
Me divertí mucho en las competencias
y las carreras. (Los alumnos)

Experiencias para formar a los
adolescentes en la solidaridad
} Colegio Champagnat, Surco
En general, estas actividades solidarias
se desarrollan con niños y ancianos a
través de los diferentes proyectos, varios
de los cuales se llevan a cabo en centros
educativos estatales de muy bajo nivel
académico. La tarea fundamental es de
reforzamiento en las áreas de comunicación
integral y matemática, alternadas
con deportes y recreación.
Reforzamiento académico
en el Col. Nac. “Corazón de Jesús”
– Armatambo Chorrillos
(1º de Secundaria)
Nuestros alumnos visitan el colegio de
Armatambo para llevar a cabo un plan
de reforzamiento académico en las áreas
de Matemática y Comunicación Integral.
En paralelo al plan central, se desarrollan
actividades deportivas y recreativas,
esencialmente integradoras, así como la
reconstrucción de un huerto hidropónico,
esto gracias al aporte de los padres del comité
del grado. Las actividades en su conjunto
han brindado a nuestros alumnos
y los niños del centro educativo, experiencias
muy ricas en relaciones humanas e invaluables
en su calidad formativa Marista,
enseñándoles a ambos grupos a convivir
en armonía cristiana con sus diferencias
culturales y sociales, a respetarse y ser tolerantes
unos de los otros.
Reforzamiento académico
en la I.E. Marista
“Santa María de los Andes”
¿Qué es solidaridad? Yo entendía que
era un valor por el cual se ayudaba a
la gente más necesitada, y a eso fuimos.
A ayudarlos, a enseñarles, a aclarar dudas, a
divertirnos y alegrarlos. Pero me di cuenta que si no
lo hubiera hecho con amor y con cariño, no me hubiese
sentido tan satisfecha cada sábado que iba.
Conocí a una niña llamada Solange, recuerdo
que fui a su mesa a repartir las fichas y comencé
a preguntarles cosas y todas respondían. Pero
ella era la mayor de la mesa y entendía la mayoría
(2º de Secundaria)
En el año 2008 los Hnos. Maristas inauguran
la Institución Educativa “Santa
María de los Andes” en la comunidad de
Villa María del Triunfo. Esta situación
sirvió para sumar un nuevo proyecto solidario
a nuestro programa general. El
proyecto se centró en la ayuda que los
alumnos del segundo grado de secundaria
ofrecen a los niños para realizar sus
quehaceres escolares, especialmente en
las áreas de Matemática y Comunicación
integral. Además, se realizan talleres de
arte y jornadas de deporte y recreación.
Los padres de familia también se sumaron
donando una importante cantidad de
libros, correspondientes al “Plan Lector”
del programa de EBR. Las experiencias
que vivieron nuestros alumnos han sido
de gran valor formativo, ya que muchos
por primera vez apreciaron la dimensión
solidaria Marista y el enorme espíritu de
superación que tienen los niños y jóvenes
de esta comunidad, en la que aprenden a
sobrellevar las limitaciones económicas
y las grandes necesidades para surgir y
salir adelante.
Reforzamiento académico en la I.E.
“Los Precursores” (3º de Secundaria)
El proyecto solidario de tercero de secundaria,
centra sus acciones en el plan
de reforzamiento académico de las áreas
de Matemática y Comunicación integral
que, generalmente, son las más deficien-
de cosas. Al irnos me pidió mi número telefónico,
sin pensarlo se lo di inmediatamente. Regresé a
mi casa, seguí con mis actividades normales sin
acordarme de ella. Hasta que llego el día viernes,
que sonó el teléfono y una voz me dijo.- Hola soy
Solange ¿Vas a venir mañana? Con mucha alegría
y nerviosismo en sus palabras, yo le dije claro
que sí, nos vemos.
Esto me hizo reflexionar en ese momento, porque
creí que ellos realmente no nos tomaban tanta
importancia y nosotros íbamos, estábamos un
41
pág
KIPUS de la Solidaridad
tes en la EBR estatal. Como en los otros
proyectos, se contó actividades deportivas
y recreativas, así como la campaña
de recolección de libros para la implementación
de la biblioteca escolar. En
este caso participaron directamente los
tutores y docentes, aportando los estantes
para los libros. El día que se clausuraron
las actividades del año, se recibieron
muchas palabras de agradecimiento de
los directivos del colegio Precursores y,
particularmente, de la encargada de la
biblioteca.
Colaborando con el Comedor
de la Parroquia Santa Ana
(5º de Secundaria)
El colegio tiene una antigua relación
de amistad y trabajo con el Padre Héctor
Manchego, párroco de la Parroquia Santa
Ana, donde funciona un comedor cada
sábado y domingo. Desde hace algunos
años los alumnos de quinto de secundaria
se organizan para visitar el comedor los
días domingos. Se programan y ayudan
en la preparación de almuerzos para más
de sesenta ancianos e indigentes.
Con esta actividad se logró sensibilizar
a los alumnos y profesores, quienes conocieron
muy de cerca las situaciones de
extrema pobreza y profundo abandono
que viven estas personas. La experiencia
enseñó a nuestros alumnos a respetar a
las personas de la tercera edad y a valorar
las oportunidades que ellos tienen.
rato y desaparecíamos para ellos así como para
nosotros. Esta llamada hizo darme cuenta de que
los niños como Solange nos esperaban con mucha
alegría los sábados.
Nosotros íbamos a brindarles una pequeña ayuda
pero ellos no sabían que nos ayudaban a crecer
interiormente, porque se siente uno muy bien
al ir. Y así como ellos nos esperan los sábados
yo también esperaba esas fechas
para ir y compartir con ellos un rato
(Rosa Mabel Rivasplata Cueto 3 A).

Experiencias
Campañas Solidarias
} Colegio Santa Rosa, Sullana
Las actividades animadas por el equipo
de solidaridad han sido las campañas de
recolección de útiles escolares, útiles de aseo
personal para el asilo de ancianos, víveres
para atender a personas indigentes y la campaña
navideña en beneficio de colegios necesitados.
También se realiza el campamento
misión solidario en sectores pobres.
Para la campaña de recolección de útiles
escolares, todos los años al iniciar las clases
se solicita a los alumnos que colaboren con
un cuaderno y un lápiz (como mínimo), con
la intención de ayudar a los colegios de las
zonas marginales. Después de tres semanas
de recolección, los útiles son llevados por los
alumnos de cuarto o quinto de secundaria
al colegio que se haya acordado. Además de
aportar esta ayuda material, se les prepara
para que realicen una catequesis, juegos,
una fiesta, etc. Una vez concluida la actividad,
los alumnos presentan su testimonio
a los demás compañeros en la formación
general de los días lunes.
En torno a la festividad de Semana Santa
se realiza la campaña de recolección de
útiles de aseo para el asilo de ancianos. Se
le pide a los alumnos de cuarto, quinto y
sexto de primaria que colaboren con útiles
de aseo personal para llevarlos al asilo
de Sullana. Al finalizar la celebración
litúrgica, los alumnos entregan, a manera
de ofrenda, los útiles que se les han solicitado.
Más tarde, con esos útiles se arman
paquetes que son entregados por los
alumnos de sexto grado. Aprovechan para
compartir una mañana con estos ancianos
que están casi abandonados por sus familiares.
Al finalizar la experiencia, muchos
de los jóvenes quedan tan comprometidos
que proponen regresar, aunque se hace
muy pocas veces.
Otra campaña es la de recolección de víveres
para atender a personas indigentes.
Aprovechando la celebración del Día de la
Madre se le pide a los profesores tutores
que, después de solicitar los víveres de la
canasta del aula, colaboren con algunos
productos para formar una “pequeña canasta”.
Así el Departamento de Pastoral llega
a reunir 25 canastas que son repartidas
a personas necesitadas. Para determinar
a quiénes se les entregará, los profesores
completan una lista con los nombres de familias
que ellos mismos conocen. Una vez
que se tiene la relación, el coordinador del
Departamento, acompañado por algunos
profesores (y en algunos casos, también
alumnos), hacen entrega de dicha ayuda.
Además de estas fechas puntuales,
cuando se estima necesario o se presenta
alguna necesidad, se realiza una campaña
de colecta para personas que necesitan
ayuda. Se solicita el permiso en la Dirección
para pedir a los alumnos su ayuda
voluntaria; y durante una semana se pasa
por las aulas solicitando la colaboración.
Después se da cuenta del dinero y se le
hace entrega a la persona necesitada.
42
pág
Este año nos tocó realizar el
trabajo en un colegio de Nuevo
Sullana y algunos de los colegios
de Villa Primavera, grande
fue mi sorpresa al ver cómo los niños se
entusiasmaban recibiendo lo que para nosotros
es un simple lápiz. Después me di cuenta
por qué lo hacían, sobre todo al ver los útiles
escolares con los que asisten a clase. Fue una
experiencia bonita y a la vez
gratificante me sentí chévere,
con ganas de seguir ayudando.
A mí me conmovió mucho ver
a estos abuelitos. Al principio
me asustó, me sentí extraña,
pero después, a medida que el profesor nos
indicaba qué hacer, me fui dando cuenta
de lo mucho que necesitaban y cuánto les
gustaba que los abrazaran, aunque había
algunos que eran muy renegones. Al final
compartí con mis papás esta experiencia
y no me creían de todo lo que yo había hecho:
limpiar, jugar, darle de
comer. Creo que ni yo pensaba
que lo podía hacer.

Campamento Misión Solidaria
} Colegio Santa Rosa, Sullana
Es una actividad propia de la promoción
que se viene realizando desde
hace cinco años. Consiste en recolectar
la mayor cantidad de víveres y ropa para
atender un sector de la zona rural.
El trabajo de sensibilización, organización
lo realizan los alumnos promocionales, en
coordinación con los profesores tutores y el
coordinador del Departamento de Pastoral.
La idea surge al notar la necesidad de
brindar a los alumnos del último año una
instancia de meditación personal, en un
tiempo donde la realidad del adolescente
se ve aturdida por decisiones importantes
para su futuro cercano. El campamento
encierra una filosofía que trasciende lo
académico, técnico, físico o anecdótico; es
concebido para lograr un objetivo de vida,
contacto con la naturaleza, espíritu de
servicio, aventura, evangelización, promoción
humana, etc. Así es como los alumnos
de quinto de secundaria, en coordinación con
el Departamento de Pastoral, han programado
el Campamento Misión Solidario: “Dichosos
los pies de los que siembran la Palabra.
Misionero, es tu hora… Anúnciala Tú”, para
atender la evangelización de los pueblos de
Somate Kilómetro 26 y San Pedro y San Pablo.
El objetivo que nos proponemos es “Reconocer
que, como cristianos, somos enviados
a nuestros hermanos con la misión
de evangelizar; para que, compartamos la
alegría de la FE con ellos”.
Este trabajo se lleva adelante mediante
dinámicas de grupos y/o personales, tendientes
a favorecer la orientación vocacio-
43
pág
KIPUS de la Solidaridad
nal y profundización en temas vivenciales
del adolescente. La tarde del día jueves,
en que el grupo llega al lugar, está destinada
al reconocimiento del sector donde
se llevará adelante la actividad. Todos los
demás días están destinados al trabajo
misionero.
La tarea de recorrer los caseríos y la organización
de las actividades del viernes
por la mañana y por la tarde serán llevadas
adelante, en lo posible, con la colaboración
de los alumnos de las mismas escuelas
de la localidad. Para esto, se plantea
la posibilidad de visitarlos con un grupo
de misioneros.
Terminada esta acción, los alumnos
quedan comprometidos a volver para celebrar
la Navidad con ellos.

Experiencias
Pintando el encuentro
} Colegio San José, Huacho
Solidaridad en el CEI Parroquial
Jesús Divino Maestro
En el colegio marista de Huacho se
realizan varios proyectos de solidaridad,
entre los que se encuentran las visitas al
Centro Educativo Parroquial Jesús Divino
Maestro, del Asentamiento Humano Manzanares.
Los beneficiados son 120 niños y
niñas de 3 a 5 años de edad.
Qué bonito es poder ayudar incondicionalmente
y más aun si es sumando esfuerzos
con quienes reciben esta ayuda. Hoy
día se ha visto una jornada de mucha vida
y generosidad. Padres y madres de familia,
alumnos y alumnas del primero de secundaria
del Colegio San José en un número
de 50 personas, se dedicaron a una jornada
de pintado y arreglo de la fachada y
paredes de este centro educativo del nivel
inicial.
Sin duda que una experiencia como
ésta, dejará huella imborrable en nuestros
alumnos y alumnas, como también
en los padres y madres de familia que con
su ejemplo marcan el camino de vida para
sus hijos. La tutoría a cargo de Arturo Cherres,
que con mucho entusiasmo motiva
a su comité de la mejor manera, nuestras
sinceras felicitaciones. Hay que ver como
trabajan, con que gusto y orgullo cuentan
de sus logros solidarios maristas en esta
querida ciudad llamada Huacho, donde la
obra Marista ha calado muy profundo en
los corazones huachanos.
Al llegar al colegio donde íbamos a
trabajar me sentí muy mal, ya que me
daba pena ver cómo esos niños estudiaban
en un colegio muy descuidado y en muy malas
condiciones. Cuando ingresamos al colegio vi a
muchos niñitos de entre 2 a 6 años que vinieron a
vernos muy felices. Sentí mucha pena al ver que en
un salón tan pequeño ingresaban tanta cantidad de
niños para estudiar.
Pero más fue la pena que me dio ver que la par-
Al llegar a aquel colegio
me dio mucha pena, porque
hacía mucho frío y algunos
niños estaban en short y
politos muy delgaditos, estaba el colegio
sucio y desordenado…..Pensaba
que cuando llegaríamos todos estarían
molestos, pero fue todo lo contrario, nos
aceptaron felices y jugando. Ellos no tienen
un lugar amplio donde jugar, creo
que exactamente su patio es como un salón
de clase en los maristas. Su baño era
pequeñito y no tenía agua para lavarse
las manos antes de comer. El trabajo fue
arduo pero quedo muy bonito, pintamos
las paredes de color celeste y nos divertimos.
En el compartir conocí a un amigo
bien bueno y gracioso llamado Chanel y
nos hicimos amigos al instante, compartimos
una torta de chocolate y gaseosa.
Lo que más me gustó fue que dijeron
que pondrían un tanque de
agua. (Gonzalo Changanaquí
Verano)
te exterior del salón estaba llena de grafitis y que
solo había un baño para todos los alumnos, el cual
no tenía agua potable; el agua la sacaban de unos
bidones grandes con jarritas.
Cuando empezamos a trabajar, no pensé que fuéramos
a lograrlo, pero todos trabajando juntos lo pudimos
lograr; y la parte exterior del colegio quedó
como nueva y sin grafitis. A la hora del compartir,
me hubiera gustado mucho darles un poco de ropa,
porque ellos caminaban con sandalias y con poca
44
pág
Cuando llegamos sentí mucha
tristeza por que el colegio
estaba muy descuidado,
cuando nosotros tenemos un
colegio muy cuidado y no nos falta nada,
a ellos les faltan muchas cosas, pero aún
así se sienten felices de poder estar ahí.
Cuando vi la pared que íbamos a pintar,
llena de grafitis, no pensé que nos íbamos
a ensuciar tanto…..terminamos cansados y
llenos de pintura en todas nuestras ropas,
tuvimos un compartir, nos hicimos amigos
de algunos niños y nos reímos mucho con
ellos. Cuando terminó el compartir seguimos
pintando mientras mis compañeros
jugaban fútbol con los chiquitos….Cuando
sus mamás llegaron a recogerlos, algunos
lloraban porque no querían irse y eso nos
hizo sentir muy bien, porque sabemos que
se divirtieron mucho con nosotros.
Cuando terminamos todo y teníamos que
irnos, la profesora nos dio un recuerdito. Al
final todos nos sentimos muy
bien por haber ayudado a todos
estos niños. (Nicole Cam Calle)
ropa en una mañana tan fría.
Me sentí bien al ver a esos niños tan felices y contentos
después de compartir y que vieran como
quedó por el exterior su colegio. En ese momento
no me importó que toda mi ropa estuviera manchada
y que me hubiera manchado con pintura
como nunca. Gracias a mi colegio San José Maristas
por darme la oportunidad de
ayudar a estos niños. (Renzo Briones
Deza)

Inserción en comunidades
campesinas
} Colegio Marcelino Champagnat, Sta. Eulalia
El Centro Educativo Parroquial Marcelino
Champagnat, en coordinación con la Parroquia
de Ricardo Palma y con la participación
de alumnos(as) de 4º y 5º secundaria,
profesores y agentes de pastoral, programa
las misiones a las comunidades campesinas
de Canchacaya y San Mateo de Otao.
La inserción dura aproximadamente una
semana y se realiza durante Semana Santa
y Navidad. El propósito era llevar víveres y,
sobre todo, compartir con la gente del lugar
mediante la celebración de la Palabra
de Dios, ya que el sacerdote encargado sólo
puede subir en determinas fechas, una o
dos veces al año.
Todo el colegio se involucra de alguna manera
en estas actividades. Una de las formas
es colaborando en la recolección de los víveres,
fruto de las donaciones que ofrecen las
familias. Para Navidad también se reúnen
juguetes, los que más tarde llevamos a los
niños y niñas de esas zonas campesinas. Los
alumnos(as), profesores y agentes de pastoral
se preparan con anticipación para participar,
mediante la oración, jornadas, charlas
y otros recursos que ayudan a profundizar en
el propósito de llevar a cabo la misión.
Encuentro con instituciones diversas
Los salones de los diversos grados de estudio
tienen que realizar su labor social en
diversas instituciones que se encuentran en
la zona de Chosica y Santa Eulalia. La idea
es que puedan compartir con niños especiales,
ancianos o alumnos(as) de escuelas
de bajos recursos. Mayormente se realiza en
el mes de noviembre y diciembre bajo la supervisión
de los tutores de los grados.
Cada grado es responsable de organizar
lo que debe llevar y el programa que deberá
realizar la institución. Por ello, al inicio
del año escolar los padres de familia, al
realizar su programa anual, contemplan
las actividades de solidaridad. En tal sentido
destinan los fondos necesarios para
realizar esta acción.
45
pág
KIPUS de la Solidaridad
La experiencia que pude vivir
en la misión realizada hace
varios años marcó mi vida.
El poder compartir algunos
días con los pobladores de San Mateo de
Otao no se compara a lo que realizamos
diariamente. Es salir del esquema al que
estamos habituados.
Para poder llegar al lugar es un viaje de dos
horas a más. El camino es toda de tierra y en
muchos lugares sólo puede pasar un carro.
Hay muchos abismos de 200 mts. aproximadamente.
Es un viaje un poco peligroso.
El carro llega solamente al pueblo de Canchacaya,
de allí hay que subir caminando a
San Mateo de Otao. La caminata dura de 4
a 5 horas. El pueblo es pequeño y habitado
por unas cien personas. Se dedican a la
agricultura y ganadería. En la ocasión que
estuve por allí, muchos de los pobladores
estaban por otros lugares buscando pastos,
ya que era una época de sequía.
Una de las cosas que me impactó fue el
cariño con que nos recibían. Nos dieron
un lugar para descansar y los alimentos
durante todos los días que estuvimos por
allí. A pesar de la sequía y de no tener mucho,
no escatimaban en darnos lo mejor,
aún careciendo de muchas cosas. Es algo
que siempre recuerdo y que no se borra de
mi memoria. Los niños se emocionaban
con nuestra llegada. Durante los días que
permanecíamos en el lugar realizábamos
catequesis y por las noches, en la capilla
que poseían, preparábamos con los profes
la celebración de la Palabra.
En esta experiencia que realizamos nos
tocó pintar la capilla y arreglar el cementerio.
Ahí encontramos huesos humanos;
al principio nos asustó un poco, pero después
nos acostumbramos.
Al terminar los días de nuestra estadía en
el lugar sentíamos cierta nostalgia por
tener que dejar el pueblo, uno como que
se va acostumbrando a la realidad que le
toca vivir a otros y tiene las ganas de ayudar
en todo lo posible. Los niños nos acompañaron
un buen trecho de nuestro camino
y cuando tuvieron que dejarnos para
regresar a sus casas, muchos de nosotros
sentíamos mucho el dejarlos, sabiendo
aún que estaban pasando penurias por
lo de la sequía. Fue una experiencia
inolvidable (Beto
Ramos, Promo ‘91)

Experiencias
Comunidad Marista
en la Amazonía Peruana
} Puerto Maldonado
Acogiendo tanto las llamadas de XIX
Capítulo General (1993) como las inquietudes
internas de una gran mayoría
de la comunidad marista, el año 1997, se
establece una presencia marista en Puerto
Maldonado, en la amazonía peruana.
Dado que fue opción congregacional no
asumir obras educativas propias, los Hermanos
dedicaron inicialmente su tiempo
a la docencia en obras del Estado (colegios
e Instituto Pedagógico), a la Pastoral
Juvenil, a la Catequesis Parroquial y a la
Pastoral de comunidades nativas. Precisamente,
los contactos directos con las
comunidades nativas le han permitido
ir conociendo diversas necesidades a las
que, dentro de sus posibilidades, han ido
dando respuesta.
En el año 2003, y ya con residencia propia,
la comunidad de Hermanos, junto
con una pareja de jóvenes laicos voluntarios,
va diseñando el proyecto de la Casa-
Hogar Champagnat para acoger a niños
y jóvenes de las comunidades nativas.
En febrero del año siguiente se comienza
el trabajo con seis muchachos, número
que irá creciendo a lo largo de los años.
Habitualmente, atiende alrededor de 20
adolescentes varones y, progresivamente,
ofrecerá el servicio a un número similar
de muchachas.
Si bien la comunidad está totalmente
volcada al Hogar, la responsabilidad del
mismo ha recaído siempre sobre laicos
voluntarios: 2 jóvenes (Isabel y David) el
año 2004, Laura Arenas (chilena) el período
2005-2006 y Doris Castillo (profesora
del Colegio Marista San Luis de
Barranco-Lima) desde esa época hasta el
presente. También cuenta con el apoyo de
otros laicos.
De todos modos, los primeros implicados
son los padres y/o las familias de los
adolescentes beneficiarios. Ellos siguen
46
pág
siendo los primeros responsables de la
educación de sus hijos, se comprometen a
mantener contactos periódicos (directos
o indirectos) y a financiar –dentro de sus
posibilidades- los gastos ordinarios de
vestido de los hijos.
Al inicio, los jóvenes vivían dentro de la
casa de los Hermanos, dos años después
se amplió a un pequeño pabellón al lado
de la casa. Desde el año 2009 funciona la
casa de las muchachas, dentro de la misma
propiedad.
Casa-Hogar para jóvenes nativos
“Marcelino Champagnat”
El proyecto está localizado en una de
las zonas amazónicas menos atendidas
del Perú, el departamento de Madre de
Dios. La población nativa está fundamentalmente
diseminada por las riveras de los
ríos, a veces en pequeñas poblaciones que
cuentan con escuela primaria, otras en
caseríos parcialmente aislados. El medio

de comunicación más frecuente es el río.
El Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado
ha tenido siempre una especial preocupación
por estas comunidades nativas,
predominantemente Huarayo-ese’ejja, y
Amarakaeri-Harakmbut. El avance de la
“civilización” en estas tierras es a menudo
violento y destructor de la ecología y de
la cultura. El desarrollo integral de estos
pueblos pasa por educación y formación
de cuadros nativos de liderazgo.
Tiene como objetivo general, ofrecer
a adolescentes y jóvenes nativos (12-18
años), de la zona de Madre de Dios (etnias
harambuk, ese´ejja y otras con menor población),
la posibilidad de cursar estudios
secundarios como una forma concreta y
efectiva de desarrollo integral de sus comunidades,
proporcionándoles el servicio
de una casa de acogida (hogar) y una
dinámica integral de acompañamiento en
su educación.
Los criterios de selección son la lejanía
del centro poblado, la escasez de recursos
económicos y la capacidad de los jóvenes
para seguir estudios secundarios.
Son objetivos concretos
y Ofrecer una casa de acogida (hogar)
para un grupo inicial de unos
12 adolescentes nativos de las etnias
harambuk o ese’ ejja. (El año anterior
se atendió a 6 de ellos)
y Posibilitar los estudios secundarios
de los mismos jóvenes.
y Garantizar una formación integral
de los adolescentes, que respetando
y valorando su cultura materna, los
abra a los retos de una sociedad pluricultural.
y Asegurar los cuidados apropiados
de alimentación, salud y desarrollo
psicológico y espiritual de los jóvenes
nativos.
47
pág
KIPUS de la Solidaridad
y Integrar a las propias familias y comunidades
nativas al proceso educativo
de los adolescentes.
Casa- Hogar “Buena Madre”
para adolescentes mujeres (2009)
A partir de la experiencia ganada a lo
largo de los años, y viendo la situación
de vulnerabilidad de las adolescentes de
fuera de Puerto Maldonado que, en la
necesidad de estudiar secundaria, se ven
obligadas a vivir en situaciones que ponen
en peligro su integridad física, sicológica
y moral, la familia marista ha considerado
oportuno ofrecer un servicio similar
al que ofrecen a los jóvenes nativos, a un
grupo de adolescentes mujeres. Las actividades
se iniciaron el año 2009, siendo
responsable el mismo equipo que el del
hogar de varones.

Experiencias
La alegría de compartir
} Colegio Manuel Ramírez Barinaga, San Juan de Miraflores
Hace unos años, en días de clase, con
el grupo de alumnos de tercero de secundaria
se dio inicio a esta hermosa tarea
de compartir momentos y ayuda a diversas
familias de asentamientos humanos y
comedores parroquiales de la zona de San
Juan de Miraflores. No con un afán asistencialista,
sino más bien con la intención
de crear conciencia, sensibilizar y dejar
grabado en el alma y en el corazón de los
jóvenes ese espíritu solidario y sensible
que nos legó Marcelino Champagnat, de
atender a los más necesitados.
El recuerdo de las experiencias vividas
y compartidas, lo llevarán durante toda
su vida y lo aplicarán en el tiempo y lugar
en donde estén. Así, cuando estos jóvenes
egresen de nuestro colegio llevarán consigo
el aprendizaje de lo maravilloso que es
DAR sin esperar Nada a Cambio. Motivados
por este sentir, muchos profesores se
involucraron, animando a los alumnos y
a sus familias a participar de manera más
directa en los diversos proyectos de ayuda.
El sentimiento de estar siempre con la disposición
de ayudar a los demás motiva a los
jóvenes a preocuparse y organizar tareas
concretas, como colaborar en las dispensas
de los comedores. También a los padres de
familia, a promover actividades pro solidaridad
para los niños, especialmente cuando
se acercan las fiestas navideñas.
Se realizan talleres de formación, especialmente
con las madres de familia quienes, muchas
veces, son su principal sustento. Además,
se aprovechan los momentos de reflexión y
oración cuando los alumnos, acompañados
por sus profesores, entregan directamente a
cada familia las donaciones de productos de
primera necesidad, ropa y otros.
La experiencia a lo largo de los años
ha sido muy positiva. Sabemos y somos
concientes que no solucionamos los problemas,
pero al menos ayudamos en algo
a que se satisfagan sus necesidades. Al
finalizar el año, nos queda la satisfacción
de haber colaborado con estas familias de
escasos recursos económicos; especialmente,
con las mamás que asistieron a los
talleres para generar sus propios recursos.
Nos quedamos con el corazón y la memoria
llenos de rostros sonrientes, nos quedamos
con el corazón pleno porque hemos respondido
al llamado de Jesús de cumplir aquello
que le inspiró a Marcelino: su preocupación
por atender a los más necesitados.
48
pág
En estos años que he colaborado
en las compañas de
solidaridad durante mi estadía
en el colegio, me ofrecí
a ayudar para brindar felicidad a algunas
personas de los pueblos jóvenes y de
nuestra ciudad. Lo poco que podemos
ofrecerles brindará en parte bienestar
y aliviará en algo sus penas. Además,
por encontrarme en un colegio católico,
he aprendido a ver el rostro de Dios en
los más necesitados, a ayudar y no hacer
esto por recibir algo a cambio, sino porque
me nació desde lo más profundo de
mi ser. También que la felicidad que ellos
sienten, generan en mí una
gran alegría. (Diego Escobedo,
5to. de secundaria)
Me sentí alegre y mejor persona,
apoyando en estos proyectos
donde podía ayudar a
los que más necesitan. Cuando entregaba
los productos a las familias, me sentía mal,
pues me daba cuenta que muchas veces no
valoraba lo que yo tenía, y ver a la gente
que te sonreía cuando le dabas algo era
muy gratificante para mí.
(José Ponce Chávez, 5to. de
secundaria)

Solidaridad en el asentamiento
humano Pacífico Villa
} Colegio San Luis, Barranco
Los Proyectos de Solidaridad del Colegio
San Luis tienen como objetivo incentivar
la participación de profesores, alumnos
y padres de familia de los niveles de Inicial,
Primaria y Secundaria en el desarrollo de
proyectos solidarios para favorecer a dos
comunidades: Hogar de la Madre Teresa de
Calcuta de La Victoria y el asentamiento
humano “Pacífico de Villa” de Chorrillos,
ambas situadas en la Provincia de Lima.
Al Hogar de la Madre Teresa de Calcuta
asisten semanalmente grupos de alumnos
de 4º y 5º de secundaria, acompañados de
un profesor para brindar ayuda personal
a los ancianos y minusválidos (lavado de
ropa, limpieza de sus habitaciones, etc.).
Este programa ha venido funcionando durante
más de 5 años, aunque en 2009 se
suspendió por un brote de hepatitis detectado
en esa comunidad.
El Proyecto de Solidaridad AYUDEMOS
A NUESTRO PROJIMO nace del espíritu
solidario de un grupo de maestros que,
conjuntamente con la comunidad colegial:
alumnos, maestros, administrativos,
personal de servicio, padres de familia y
equipo directivo, vienen apoyando a la Capilla
San Pedro del Asentamiento Humano
Pacífico Villa del Distrito de Chorrillos.
Asisten grupos de alumnos de los diferentes
grados de inicial y primaria acompañados
por sus tutores/as, algunos profesores
y los padres, para participar en actividades
recreativas con niñas y niños de
su edad, conocer la situación sociocultural
de los habitantes de la comunidad y poder
brindar ayuda en las necesidades básicas.
Cada año nos organizamos desde el nivel
inicial con sus respectivos tutores, no
para “regalar lo que sobra” sino para que
los alumnos compartan con niños y jóvenes
de edad similar. Cuando toca la visita
al nivel inicial, nos esperan niños de la
misma edad, 4 ó 5 años, en el salón parroquial
de la capilla San Pedro. Preparamos
una catequesis, juegos, dinámicas y luego
compartimos un pequeño desayuno.
De esta forma, cada grado, desde el inicial
hasta el tercero de secundaria, pasa
por esta experiencia, organizada con sus
respectivos tutores y compañeros. En la
medida que lo organizan y ponen en práctica,
internalizan el proyecto.
Los tutores y sus alumnos hacen pequeñas
visitas preliminares y realizan un
pequeño trabajo de campo observando
las necesidades económicas de la parroquia,
servicios higiénicos, el local comunal,
PRONOI (Programa de Atención No
Escolarizada de Educación Inicial). Luego
llevan un video y/o fotos motivadoras para
que su grado escoja una necesidad y trabaje
por ella durante el año. Para recaudar
fondos y beneficiar el mejoramiento material
y/ o necesidad de la parroquia, se organizan
actividades como son rifas, venta
de alimentos, almuerzos.
Al finalizar estos cinco años de apoyo a
este asentamiento humano, podemos ver
cómo el proyecto ha ido evolucionando y
nos queda la satisfacción de haber realizado
la meta soñada. Se amplió el ambiente
de catequesis, se les proporcionó una cocina
industrial equipada, cien sillas para la
capilla e instrumentos para el coro. También
se ha aportado con un tanque de agua,
un baño y un pozo séptico, pues carecen de
servicio de agua y desagüe. Para este año
tenemos proyectado ayudar a mejorar la
infraestructura del jardín de niños.
Sobre todo, nos quedamos con el corazón
sonriente porque hemos llevado un
poco de alegría a niños y jóvenes que necesitan
nuestro apoyo espiritual y económico.
Creemos que durante estos años hemos
respondido al llamado de Jesús de servirle
en la persona de los niños, niñas, jóvenes
y demás pobladores de este Asentamiento
Humano Pacífico Villa del Distrito de Chorrillos.
49
pág
KIPUS de la Solidaridad

Experiencias
Educación de calidad
para los más necesitados
} Colegio Santa María de los Andes, Villa María del Triunfo
La Institución Educativa Pública “Santa
María de los Andes”, es una escuela estatal
de Convenio entre la Congregación de
Hermanos Maristas del Perú y el Ministerio
de Educación. La Congregación construye,
implementa y dirige la institución. El Ministerio
da las plazas de docentes. Actualmente
brinda servicios educativos totalmente
gratuitos al estilo marista a niños
y niñas de escasos recursos de Villa María
del Triunfo. Con una población estudiantil
de 300 niños comprendidos en los niveles
de inicial y primaria hasta 4° grado.
La Congregación subvenciona los gastos
básicos para la buena marcha del colegio.
Recibimos acciones solidarias de los
otros colegios maristas, como el Manuel
Siempre queremos darle lo mejor a
nuestros hijos, pero a veces por la
falta de recursos económicos no tenemos
esa posibilidad. Al principio
creíamos que sería un colegio caro y la verdad que
muchos padres no confiaron. Yo sí lo hice y nos
Ramírez Barinaga y el Champagnat de
Surcos. Poseemos las siguientes fortalezas
como obra marista para servir a los niños
más necesitados, como lo quería nuestro
Padre Champagnat:
y Poder trabajar en un ambiente grato
y ser parte de la familia marista.
y Personal comprometido y entusiasmado
con la propuesta.
y Participación en jornadas y retiros
espirituales.
y La mayoría de los Padres de Familia
son católicos.
y Maestros con formación católica.
y Presencia de Hermanos en la institución
que con su ejemplo animan
nuestra vocación docente.
amanecimos para encontrar una vacante, lo que
más me agradó fue que la directora y las profesoras
visitaban a las familias para dar vacantes a
los que en realidad necesitan. Además los padres
estamos muy agradecidos porque es una institución
basada en valores que sigue creciendo con el
50
pág
y Contacto cercano con los niños por
parte de los Hermanos.
y Trato cercano, familiar de los Hermanos
con el personal docente.
y Entrega de boletines pastorales.
y Apoyo de parte del equipo de Pastoral.
y La Pastoral brinda retiros y jornadas
de formación a los docentes sin costo
alguno.
y Contar con la colaboración de la Parroquia
“La Trinidad” para las actividades
programadas.
y Visitas periódicas del Responsable
de Pastoral Vocacional
y Hermanos apoyan el trabajo de Pastoral
Vocacional con testimonios vivenciales
apoyo de los Hermanos Maristas y nosotros como
padres siempre estamos dispuestos a asistir a las
reuniones o apoyar en la limpieza y
seguridad del colegio. (Testimonio
de una madre de familia).

51
pág
KIPUS de la Solidaridad

Apuntes
52
pág