6 PERSONAJE Agradecida Jacqueline está agradecida con Dios por esta posibilidad de renacer; pero también con su familia, sus padres, su esposo, Rigoberto, sus hijos, Rolando, Giorgio, Leonardo y Ana Laura. También muestra una especial gratitud con sus compañeras de tenis del <strong>Club</strong>; ellas le ayudaron en momentos muy duros, cuando recién salía de las sesiones de quimioterapia y radiación y llegaba a bolear unos pocos minutos, los que el cuerpo aguantara. Luchadora Jacqueline es una persona perseverante, emprendedora, luchadora y por eso no tiene una actitud negativa ante la vida. “De esta yo salgo y si tengo que hacerle frente otra vez, va de nuevo, un día más de vida que Dios me quiera dar, no va a ser porque yo lo dejé pasar, va a ser porque yo lo voy a ganar y si vuelvo a caer volveré a luchar”, comentó. Una amplia y permanente sonrisa – parte de su personalidad- denotan a una persona que se siente bien. “Veo la vida positivamente, pocas veces la he visto de manera negativa y precisamente no fue cuando estuve enferma; en este periodo siempre vi la luz”. “Tengo cinco años de gracia y cada día que paso lo cuento; no me puedo quejar, Dios ha sido maravilloso conmigo, me ha llenado de mucha paz, de mucha fe, de muchas ganas de luchar”, afirmó. Tenista y empresaria Jacqueline tiene 18 años de ser socia del <strong>Club</strong> y 15 años de jugar tenis, buena parte de ese período en nuestras canchas y bajo el aprendizaje de Olman Quesada. El tenis le gusta porque dentro de la cancha no se siente como la Jacqueline de siempre, persona ecuánime, llevadera, pasiva. “Con el tenis me transformo, saco una garra que normalmente no la tengo en mi vida particular, sale la otra Jacqueline”, comentó. Mujer de empuje que analiza las cosas, siente que con la raqueta en la mano y una bola al frente cambia; “soy una luchadora, soy muy competitiva cuando estoy al 100%”. Juega en la categoría A y en la Liga A de Interclubes; es una de las organizadoras de Chicasaurias y socialmente, dice, “soy muy pachanguera”. Junto con su esposo, Rigoberto Valverde, formó, hace 25 años, una empresa de confección de jeans – Distribuidora Righeti - a la que ahora se han incorporado sus hijos Rolando y Giorgio. Además, Jacqueline tiene una empresa que f a b r i c a muebles de tienda y oficina y brinda asesoría en el diseño de mobiliarios; su última aventura empresarial fue la conformación de una compañía que produce camisetas publicitarias y uniformes.